El documento discute la "Academia como potencialidad". Señala que en la educación actual hay una tensión entre los saberes disponibles y las cuestiones urgentes, creando una disyuntiva productiva. La academia no debe buscar una armonía forzada sino entender esta situación como una oportunidad creativa. También analiza los debates actuales sobre la educación superior en Europa y las tensiones entre enfoques orientados a resultados versus procesos reflexivos e impredecibles en las artes.
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El documento discute la "Academia como potencialidad". Señala que en la educación actual hay una tensión entre los saberes disponibles y las cuestiones urgentes, creando una disyuntiva productiva. La academia no debe buscar una armonía forzada sino entender esta situación como una oportunidad creativa. También analiza los debates actuales sobre la educación superior en Europa y las tensiones entre enfoques orientados a resultados versus procesos reflexivos e impredecibles en las artes.
El documento discute la "Academia como potencialidad". Señala que en la educación actual hay una tensión entre los saberes disponibles y las cuestiones urgentes, creando una disyuntiva productiva. La academia no debe buscar una armonía forzada sino entender esta situación como una oportunidad creativa. También analiza los debates actuales sobre la educación superior en Europa y las tensiones entre enfoques orientados a resultados versus procesos reflexivos e impredecibles en las artes.
El documento discute la "Academia como potencialidad". Señala que en la educación actual hay una tensión entre los saberes disponibles y las cuestiones urgentes, creando una disyuntiva productiva. La academia no debe buscar una armonía forzada sino entender esta situación como una oportunidad creativa. También analiza los debates actuales sobre la educación superior en Europa y las tensiones entre enfoques orientados a resultados versus procesos reflexivos e impredecibles en las artes.
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irit rogoff: academia como potencialidad
Los pensamientos que aqu se presentan tienen que ha desarrollado en gran
medida a travs de una extensa conversacin que hemos tenido todo el proyecto "Academia", un proyecto expositivo-simposios-libro apoyado por el Fondo de Siemens arte, la Kunstverein de Hamburgo, MUHKA Amberes, el Van Abbemueum , Eindhoven, y el Departamento de Culturas Visuales en el Goldsmiths College. Esta conversacin inicialmente inclua, entre otros, Bart De Baere, Rob Stone, Charles Esche, Angelika Nollert, Dieter Roelstraat y Florian Schneider. Es a veces un poco difcil decir cuyos pensamientos son que, pero eso tambin est en el espritu de la "Academia". Ahora mismo De vez en cuando en la clase me encuentro diciendo "No tengo idea" a mis estudiantes un poco incrdulos. No se trata de una falsa profesin de ignorancia o una modestia impropia sino una genuina expresin del hecho de que yo no lo s, en trminos de conocimiento estructurado, cmo llegar a donde tengo que estar. Me parece que las cuestiones urgentes y los cuerpos de conocimiento que tengo a mi disposicin no coinciden y producen una va por la que los temas, argumentos y modos de operar, combinan a la perfeccin. Y por lo que parece que la tarea de "academia", de la educacin, no es afectar esta fusin sin problemas, pero para entender esta disyuntiva productiva y sus posibilidades creativas. Que los sujetos y saberes no viven en un simple estado de armona productiva, es la dimensin tcita del debate contemporneo sobre la educacin, tcito, ya que contradice los objetivos de educacin para instrumentalizar de manera uniforme hacia un conjunto de resultados predeterminados. Como habitantes de estos espacios y atmsferas de "academia" estamos siempre atrapados en una, es de esperar productiva, la tensin entre saber donde podramos querer ir, est facultado por la sensacin de que tenemos todo el derecho a embarcarse en este viaje y tambin ser conscientes que para que podamos carecer de las herramientas que necesitamos o la fuerza del espritu que exige cualquier viaje a un territorio desconocido. Este "I Can / no puedo" dilema est en el corazn de mi comprensin de 'la Academia como potencialidad' que espero a desarrollarse aqu. Tal vez por el bien de la claridad debo decir que a lo largo de este texto, me he derrumbado nociones de espacios de aprendizaje y que muestran espacios. Si bien pueden pertenecer a diferentes rdenes institucionales, con diferentes fuentes de financiacin, que emplean a profesionales capacitados de manera diferente, con diferentes resultados esperados, etc. ', el proyecto que nos ocupa -' academia '- est trabajando para refractar a travs de unos a otros. Nos hemos reunido en este proyecto en una suspensin de las categoras profesionales que normalmente nos definen y nos hemos dado permiso para trabajar en lo que sea de la vena puede ser que necesitemos; artistas como archiveros, los tericos como comisarios, conservadores como los filsofos, los filsofos como los artistas, etc. '. Aqu estamos siguiendo los pasos de la reciente prctica de la tcnica de auto autorizando para asumir cualquier formato que funciona para hacer circular sus preguntas y propuestas; de dar visitas guiadas, para el establecimiento de grupos de reflexin, a la fundacin de las academias de arte, a la prestacin de servicios sociales esenciales, para la realizacin de conferencias y exposiciones en falso fantasma. En este modo, las prcticas artsticas han atacado todo el armario de formatos y estructuras - que habitan en ellas de manera diferente y en otra modalidad, que no est dirigido a usurpar estas tareas pero al actualizante su potencial para hacer ms de lo que cabra esperar. En previendo el museo como espacio de aprendizaje inesperado, tanto para nuestros mismos y para nuestros visitantes, esperamos a hundirse levemente los lmites que mantienen a estas diversas instituciones a una distancia artificial entre s y para que se unan a las fuerzas a travs de la curiosidad, el descubrimiento y la posibilidad. Pero en primer lugar a los aspectos prcticos: Parece que todos hoy se levanta en armas sobre la educacin. No desde mediados del siglo 20 ha sido la reforma educativa tan polmico, por lo que invirti con unidades hacia una eficiencia asumido por una parte, contrarrestada por unidades para salvaguardar una libertad aparente para especular en el otro. Una guerra ms bien raro ha ocurrido en la que aquellos que quieren mantener 'significado condujo educacin "comprometerse con aquellos que quieren la polica y especialmente vigilante en sus formas y estructuras con mucho respeto por su eficacia y poca consideracin por su contenido o que es ms importante, por lo que podra hacer posible. La educacin en general y la "academia", en particular, son las metforas que se utilizan, y en ocasiones ms utilizado, a luchar con todo lo que es malo y todo lo que podra ser posible, en el acceso a los temas urgentes e importantes de nuestro tiempo. En general hay mucha tristeza, la decepcin y el miedo, sin embargo, aqu y all, en los bolsillos marginales pequeos, tambin hay un tipo raro de optimismo en torno a este debate enrgico porque como dijo Homi Bhabha hace mucho tiempo "En toda emergencia, tambin hay una emergencia ". Si no fuera el caso, la educacin no estaban imbuidos de un sentido de posibilidad, no tendramos tantas iniciativas de exposiciones que ocupan las nociones de investigacin, de laboratorio, de aprendizaje y de la enseanza como su formato. En una extraa manera, la iniciativa masiva de 'Bolonia' y el tipo de controles supranacionales que est provocando, junto con la cada vez mayor control burocrtico de la educacin en el Reino Unido, han dado lugar a la produccin de "academia" como el sitio de ambas oposiciones y posibilidades imaginativas. Y as, lo que ha languidecido durante unos 25 aos (desde finales de 1960) en una burbuja benigna de las libertades individualistas ha surgido de repente en la primera fila de los debates polticos, que se trate con mucho ms que la administracin institucional. Tengo que confesar aqu que a pesar de saber muy bien los peligros de esta sobre la atencin celosa, estoy muy contento de ver la educacin actualised a su potencial poltico completo y convertirse en el escenario en el que emite ms grande que sus propias cuestiones internas, se estn discutiendo. En particular, la educacin en y por y para, las artes con sus endebles, inestables y no teleolgicas epistemologas, se est convirtiendo en un campo de pruebas adecuado para la necesidad de distanciarse y problematizar las relaciones entre entradas y salidas en la educacin y para insistir en la completa imposibilidad de saber de antemano donde el pensamiento y la prctica pueden dar lugar. El momento en el que entramos en esta discusin de la academia, este momento ahora, es la que se encuentra suspendida entre una variedad de preocupaciones concretas. En Europa continental, existen dudas acerca de la prxima "Acuerdo de Bolonia", que tiene como objetivo homogeneizar la educacin superior en toda Europa y la racionalizacin de que de acuerdo con el modelo de Anglo American de varios grados plazo, ms cortos con resultados claros y comparables. El miedo que se expresa en varias ocasiones alrededor de este proceso es que toda individualidad y posibilidad de un plazo ms largo, ms procesional, reflexivo y menos modelo resultado unida de la educacin, se perdern a travs de estos desarrollos. Ciertamente, el espectro de la burocratizacin extrema y cultura cada vez ms orientada hacia los resultados superando la educacin superior britnica es poco alentadora para los cobardes "escpticos de Bolonia en Europa. Cmo esto impacta en la educacin en las artes es particularmente espinoso, porque aqu el proceso y la investigacin son todo y la posibilidad de establecer con fuerza y "resultados" rpidos que dan testimonio de la finalizacin con xito de una formacin o un aprendizaje educativo, son prcticamente imposible llegar a . Uno se estremece al pensar en cada vez ms artistas "profesionales", curadores, directores, crticos, etc 'cuya educacin est dirigido a la produccin de exposiciones de calidad de museo prescrito finales, representaciones, muestras exquisitamente profesionalizados de resistencia cultural, perfectamente afinadas textos posicionado crticamente que son dignos publicacin. Uno no se estremece porque es aburrido, aunque ciertamente es eso, sino porque la idea de ser capaz de prever el resultado esperado de un proceso de investigacin, es completamente ajeno a la nocin misma de lo que la "educacin" est a punto. A otro nivel las tensiones han aumentado entre las diferentes tendencias que rodean el campo de la educacin de la "creatividad"; viejas nociones de moda de inspiracin sin articulacin, levemente menos viejas nociones de moda de la importancia de la habilidad analtica y crtica se disputan con las pedagogas contemporneas de actualizacin, realizacin, y la criticidad como las consecuencias vividas fuera de conocimiento. Todos estos agiten en el mismo guiso institucional, en ocasiones produciendo choques frontales pero la mayora del tiempo que coexisten en la clase de indiferencia liberal en el que las contradicciones y disputas acerca de la "diferencia" son ignorados por el bien de cierta armona mal concebida en que todas las bases estn cubiertas. Yo dira que estas facciones producen una falsa serie de conflictos y enfrentamientos. Que la cuestin de la educacin en general y en la educacin artstica, en particular, la pregunta que an no han comenzado a tratar de, no son la de la especificacin de lo que necesitamos saber y cmo tenemos que saber que, de quin determina esto y que beneficios de ella; sino que es una pregunta con respecto a cmo podramos saber lo que todava no sabemos cmo saber. Y es aqu, en el objetivo de acceder a esta aspiracin compleja que tenemos que cambiar nuestro vocabulario - para intercambiar la transferencia de conocimientos y la evaluacin de conocimientos, profesionalizacin, resultados cuantificables y comerciabilidad de otro conjunto de trminos y otro conjunto de aspiraciones. Estas aspiraciones podran tener que ver con las realidades contemporneas vivido experimentamos, con el sentido de urgencia que podran infundir en nosotros, con cmo estas realidades vividas nos pueden apuntar hacia las herramientas crticas que nos permiten entrar en la refriega y nos convertimos en actores dentro de ella. Dentro de este volumen, mis colegas en Goldsmiths, donde a menudo especulan sobre la relacin de las necesidades y las unidades de conocimiento, han presentado toda una serie de conceptos por los cuales el conocimiento se desarrolla a travs de ella propias urgencias. Lo que me gustara seguir aqu es un conjunto de trminos alternativos emergentes que operan en el nombre de esta "todava-no conocido-conocimiento '. Trminos como potencialidad, actualizacin, acceso y contemporaeinity, que para m son los bloques de construccin y vectores de navegacin para una pedagoga actual, una pedagoga en paz con su parcialidad, una pedagoga no preocupados con xito, pero con el intento. Los escpticos entre ustedes sacuden sus cabezas y condenar mi ingenuidad, dirn cmo puede no reconocer las exigencias de la burocracia y del mercado, de la nueva iniciativa empresarial en las artes y la importancia de la marca todo y el consumo a travs de la academia. Sin negar por un momento la presin abrumadora de todos estos factores, me gustara, sin embargo, argumentan que tenemos que aprender a vivir en paralelo en lugar de en las economas conflictivas; mover hacia los lados, encontrar el momento oportuno, participar en numerosos procesos no legitimado, la produccin de los nuevos temas que necesitamos para nosotros mismos, partiendo siempre de la derecha aqu y ahora y siempre en busca de lo que podra ser importante en lugar de til, a saber. Potencialidad En primer lugar y luego a la potencialidad. Potencialidad, siguiendo un viejo argumento aristotlico, es lo contrario de la realidad, por lo que habita en el reino de lo posible y sin prescripcin como un plan. Giorgio Agamben dice que podra caracterizar su tema como un intento de comprender el significado del verbo "puede", "Qu quiero decir cuando digo 'yo puedo, no puedo"? "..." En un exergo a una coleccin de poemas que llamado 'Requiem', Anna Ajmtova cuenta cmo nacieron sus poemas. Fue en la dcada de 1930, y durante meses se uni a la lnea de fuera de la prisin de Leningrado, tratando de obtener noticias de su hijo que haba sido detenido por motivos polticos. Haba docenas de otras mujeres en consonancia con ella. Un da, una de estas mujeres la reconoci y, volvindose hacia ella, se dirigi a ella con la siguiente pregunta: "Se puede hablar de esto?". Ajmtova se qued en silencio por un momento y luego, sin saber cmo ni por qu, encontr una respuesta a la pregunta: "S" ella dijo "yo puedo". Tena acaso decir con estas palabras que ella era un poeta tan dotado que saba cmo manejar el lenguaje lo suficientemente hbil para describir las cosas atroces de las que es tan difcil de escribir? Yo no lo creo, esto no es lo que quera decir .... Para todos llega un momento en el que l o ella debe pronunciar esta "yo puedo" que no se refiere a cualquier certeza o capacidad especfica; para ser capaz de escribir o pintar, o pronosticar el tiempo, pero es sin embargo absolutamente exigente. Ms all de todas las facultades, este "yo puedo" no significa nada - sin embargo, marca lo que es, para cada uno de nosotros, tal vez la ms difcil y la experiencia ms amarga posible: la experiencia de la potencialidad "1 Hay, dice Agamben siguiendo a Aristteles, dos clases de potencialidad; hay potencialidad genrica, y esto es el que se quiere decir cuando decimos, por ejemplo, que un nio tiene el potencial de saber, o que l o ella puede potencialmente convertirse en el jefe de Estado. El otro sentido de potencialidad, pertenece a alguien que tiene el conocimiento o una habilidad. En este sentido se dice del arquitecto que l o ella tiene el potencial de construir, del poeta que l o ella tiene el potencial para escribir poemas. Uno de los aspectos ms interesantes de la potencialidad es decir, que es tanto la posibilidad de no hacerlo, ya que es por hacer, y el mal radical no es esta o aquella mala accin, pero la potencialidad para la oscuridad que est en el mismo tiempo la potencialidad para la luz. "Para ser potencial", dice Agamben "significa que la propia falta, sea en relacin a la propia incapacidad. Seres que existen en el modo de potencialidad son capaces de su propia impotentiality; y slo de esta manera hacer que se conviertan en potencial. Pueden ser porque estn en relacin con su propio no-ser. En potencialidad; sensacin es en relacin a la anestesia, el conocimiento a la ignorancia, la visin a la oscuridad ". As que pensando 'academia' como 'potencialidad' es pensar las posibilidades de no hacer, no hacer, no traer a la existencia en el centro mismo de los actos de pensar, hacer y hacer. Esto significa despedir a gran parte de la instrumentalizacin que parece ir de la mano con la educacin, la mayor parte del gerencialismo que se asocia con una nocin de "formacin" para tal o cual profesin o mercado. Dejando de lado muchas de las interpretaciones de "academia" como campo de entrenamiento cuyos resultados slo permitidos son un conjunto de objetos o prcticas concretas. Permite las inclusiones de nociones de la falibilidad y actualizacin en una prctica de la enseanza y el aprendizaje (del que hablaremos ms adelante), lo que me parece ser un punto de entrada interesante en el pensamiento de la creatividad en relacin a diferentes momentos de venir a la existencia. Al pensar "academia" a travs de "potencialidad", salimos del reino de la potencialidad genrica - que no estamos interesados en la produccin de habilidades y conocimientos, no pensamos acerca de la liberacin de alguien de profundamente sepultados posibilidades creativas ni pensamos momentos romnticos de la libre expresin o momentos de la exposicin analtica y de investigacin de las sombras realidades de nuestro mundo. En lugar 'academia' se convierte en el sitio de esta dualidad, de la comprensin de 'Yo puedo' como siempre, ya uncidos a un eterno 'no puedo'. Si esta dualidad no es paralizante, que no creo que lo es, entonces no tiene posibilidades para la comprensin de lo que se trata "academia" que en realidad puede convertirse en un modelo para "estar en el mundo '. Tal vez hay una excitacin en el cambio de nuestra percepcin de un terreno educativo y de formacin que no es la preparacin pura, pura resolucin. En su lugar, podra abarcar la falibilidad, entenderlo como una forma de produccin de conocimiento en lugar de su decepcin. En este momento los debates y acontecimientos que han estado librando en todo el alrededor de la constitucin de la UE vienen a la mente como un ejemplo de la falibilidad integrado en un proceso cuyos resultados estn garantizados para permanecer desconocida e incalculable durante algn tiempo. Lo ms importante para m es que en el contexto de la "academia" definida por la dualidad que he esbozado y por el que no me refiero a una institucin, sino una serie de procesos y de especulaciones - podemos localizar varios cambios importantes que han ocurrido en nuestra cultura compartida. En lugar de pensar estos a travs de una serie de autoridades cada vez ms relajantes; de las divisiones genricas entre los medios de comunicacin, de profesores autoritarios, de las demandas de la produccin y del producto, de la negacin de un concepto, de aprendizaje y de su obligacin de imitar y reproducir - podemos pensar 'devenires' que no tienen identidad originaria de emular. "Una lnea de convertirse no tiene ni principio ni fin, salida ni llegada, origen ni destino .... Una lnea de convertirse slo tiene un medio, un medio no es un promedio, se movimiento rpido, que es la velocidad absoluta de movimiento "2. Cules son los cambios a los que me refiero y que ejemplifican esta dualidad inherente de 'potencialidad'? Uno de los ms importantes ha sido el turno de la crtica a la criticidad. De un modelo que dice el manifiesto de la cultura debe rendir hasta algunos valores latentes e intenciones a travs de interminables procesos de investigacin y descubrimiento. El uso de los textos literarios y otros, imgenes y otras formas de la prctica artstica, Anlisis Crtico intenta convertir la latencia de las condiciones ocultas y deseos no reconocidos y las relaciones de poder en un manifiesto cultural. El uso de la amplia gama de estructuralista, el correo y las herramientas y modelos de anlisis que tenemos a nuestra disposicin salen post-estructuralistas, hemos sido capaces de dar a conocer, desentraar, exponer y poner al descubierto los significados ocultos de la difusin cultural y los intereses abiertos y encubiertos que estos sirven. Pero hay un problema serio aqu, ya que hay una suposicin de que el significado es inmanente, que es siempre ya all y precede a su descubrimiento. Criticidad Pero como nos hemos trasladado a participar cada vez ms con la naturaleza performativa de la cultura, con el sentido de que se lleva a cabo como se desarrollan los acontecimientos, tenemos que avanzar tambin lejos de las nociones de significados inmanentes que pueden investigarse, expuestos e hicieron evidentes. Desde hace algn tiempo hemos pensado que una prctica docente que expone lo que hay debajo del manifiesto y una prctica de aprendizaje que implica un guiado "ver a travs de" las cosas, era lo que se requera. Que de alguna manera contrarrestar cualquier ingenuidad inherente al ayudar a los estudiantes trabajan en contra de supuestos naturalizados por ser, de lo que convencionalmente denominamos en la educacin, "ser crtico". Si bien es capaz de ejercer un juicio crtico es claramente importante, opera, proporcionando una serie de postes de seales y advertencias, pero no actualizar nociones inherentes ya menudo intuitivas de las personas sobre la forma de producir la criticidad a travs de habitar un problema en lugar de mediante el anlisis de ella. Esto es cierto a travs de la educacin si la prctica terica o orientado. Es igualmente cierto de experimentar el arte y otros aspectos de la cultura manifiesta. Dentro de este cambio, hemos tenido que ser conscientes no slo de las limitaciones extremas de poner el trabajo en el "contexto", o del falso aislamiento provocado por campos o disciplinas, sino que tambin hemos tenido que tener en cuenta lo siguiente; - El hecho de que el significado nunca se produce en forma aislada oa travs de procesos de aislamiento, sino ms bien a travs de intrincadas redes de conexin. - El hecho de que los participantes, ya sean de la audiencia, estudiantes o investigadores, los productos que no significa simplemente a travs de las subjetividades que se proyectan sobre las obras cuyos circuitos de significados que completos, pero que producen significado a travs de las relaciones con los otros y por la temporalidad del evento de la exposicin o la pantalla. - El hecho de que los cursos universitarios, obras de arte, exposiciones temticas y otros foros dedicados a hacer que la cultura se manifiestan, o trabajan para volver a producirlos a la vista, no tienen significados inmanentes pero funcionan como campos de posibilidades para diferentes audiencias en diferentes circunstancias culturales y estados de nimo totalmente divergentes, para producir significados. - Y en ltima instancia, en el hecho de que, en un cambio de reflexin, a partir de la analtica de la funcin performativa de la observacin y de la participacin, podemos estar de acuerdo que el significado no est excavado para, sino ms bien, que 'Toma Place' en el presente. Este ltimo es un ejemplo no slo la dinmica de aprendizaje a partir, de ver y de interactuar con las obras de arte en las exposiciones y en los espacios pblicos, pero tambin se hace eco de los modos por los que hemos habitado la crtica y la terica en el pasado reciente. Me parece que en el espacio de un perodo relativamente corto, hemos sido capaces de pasar de la crtica a la crtica, y para lo que estoy llamando en este momento crtico. Es decir que hemos pasado de la crtica, que es una forma de reproche y de ejercer un juicio de acuerdo con un consenso de valores, a la crtica que est examinando los supuestos subyacentes que podran permitir algo que aparece como una lgica convincente, a la criticidad que est operando de un terreno incierto de embededness real. Con esto quiero decir que la criticidad mientras que la construccin en la crtica quiere sin embargo habitar la cultura en una relacin que no sea uno de anlisis crtico; que no sea uno de iluminar defectos, localizar elisiones, repartir culpas. Pero, qu viene despus de que el anlisis crtico de la cultura? Lo que va ms all de la interminable catalogacin de las estructuras ocultas, los poderes invisibles y los numerosos delitos que hemos estado preocupados por tanto tiempo? Ms all de los procesos de marcado y hacer visible a los que han sido incluidos y aquellos que han sido excluidos? Ms all de ser capaz de sealar con nuestro dedo a los grandes relatos y en las cartografas dominantes del orden cultural heredado? Ms all de la celebracin de las identidades de los grupos minoritarios emergentes como un logro en s mismo? Muchas de estas cuestiones y preguntas estn siendo ensayadas en los mbitos de la cultura que aparecen y en el cambio de enfoque de los objetos en exhibicin a las estrategias de su puesta en escena y las respuestas de las audiencias de visualizacin. Esta publicacin acompaa a una serie de exposiciones, una de ellas, "Aprendiendo del Museo", que he estado trabajando. Esto ha requerido un cambio fundamental en la comprensin del museo como lugar de aprendizaje. Anteriormente nos sumergimos en las formas de "crtica institucional" que sirvi para exponer el museo como plataforma para la cultura dominante y el locus de los intereses ideolgicos y comerciales adquiridos. Durante la ltima generacin hemos visto una extensa crtica del museo como de todo, desde la base de operaciones de las historias nacionales a los sitios performativas de obsesiones privadas. Artistas como Hans Haacke3, Marcel Broodthaers4, Daniel Spoerri5, la Guerrilla girls6, Fred Wilson7 y Barbara Bloom8 han lanzado escenificaciones complejas de las dimensiones desautoriz, tanto pblicas como privadas, de exhibicin cultural. Incluso hemos visto instituciones como el MOMA NY ponen en exhibicin supuestamente reflexivo examinado sus propias prcticas a travs de las obras de arte que ellos desentraan como "El Museo como Muse" 9. Alentados por la obra de Michel Foucault 10, hemos visto los problemas de categorizacin y clasificacin, por la obra de Haacke en "Museos como Gerentes de Conciencia" a travs de las maquinaciones de patrocinio, por el de Daniel Buren en la forma en que los museos volvemos " Historia en la naturaleza 11 De James Clifford12 hemos tomado la comprensin de la relacin entre la recoleccin y la colonizacin y de Hal Foster13 de la relacin entre el establecimiento de algo llamado" primitivismo "y el mantenimiento de la hegemona de Occidente. De Carol Duncan14 hemos entendido hasta qu punto las nociones de gnero estn incrustados es el museo como un modo de visualizacin y una nocin pblica de edificar el espacio, mientras que las Guerrilla Girls, han documentado la continua ausencia de mujeres artistas de ambas colecciones permanentes y exposiciones temporales dentro de la corriente principal cultura15 Museo Americano. De Andrea Fraser hemos aprendido la retrica combinado de clase media ornamentacin cultural, ya que realiza en s mismo a travs de rituales institucionales. El artista canadiense Vera Frenkel ofrece otro modo de molestar los reinos de la pantalla museolgico en su proyecto documental acompaada de videos y actividad de rendimiento titulado "El Lumsden Archivo Cornelia" 16. En ella Frenkel traza, a travs de su ausencia verdadera, la sombra presencia de una escritora de ficcin del siglo 20; ella hace esto por escrupulosamente emular los modos de archivo que se han representado la haba existido alguna vez, que nos lleva de vuelta crculo completo a Foucault. De todas estas fuentes tericas y prcticas de arte que hemos movilizado un amplio arsenal crtico que podemos desplegar para un anlisis crtico de las formas en que las instituciones han funcionado y de lo que han ocultado o elidido o simplemente repudiado. El agotamiento de esta lnea de trabajo no significa que la institucin est ahora reformado; que ha dejado de ser el vehculo para todas esas cosas que pudimos ver a travs. Lo que significa es que ahora esperamos ms de l, podemos pensar ms all de lo que est en el museo y lo que esto representa, y en su lugar, avanzamos hacia lo que el museo puede permitir. En Cultura Visual algunas respuestas parciales a la cuestin de lo que viene despus de la crtica puede ser molestado a cabo a travs de un cambio de las relaciones tradicionales entre todo lo que pasa en la investigacin como modo de aprendizaje, todo lo que va a hacer (prctica) y todo lo que entra en visualizacin (pblico) los objetos de atencin cultura visual. Esto, por supuesto, se basa en que un aparato poderoso crtico que se desarroll a lo largo de los aos 1970 y la dcada de 1980 y en el que una desintegracin de las relaciones entre los sujetos y los objetos se llev a cabo a travs de las crticas radicales de las autoridades de autor, de los prejuicios epistemolgicos y tal vez ms que cualquier otra cosa, a travs de la creciente percepcin del conocimiento como un prolongado vagar por los campos de subjetividades intertextuales. Ese proyecto est en marcha y en su estela viene el permiso para abordar el estudio de la cultura desde la ms oblicua de ngulos, para ocuparnos de la constitucin de nuevos objetos de estudio que pueden no haber sido expuestos anteriormente para nosotros por los campos existentes. De hecho, bien puede ser en el acto de apartar la vista de los objetos de nuestro estudio supone, en las modalidades cambiantes de la atencin que les pagamos, que tienen un potencial para una rearticulacin de las relaciones entre los fabricantes, los objetos y las audiencias . Puede mirar lejos, desplazando ligeramente nuestra atencin de lo que ordena, debe entenderse no necesariamente como un acto de resistencia a sino ms bien como una forma alternativa de participar en la cultura? El aprendizaje del museo que nos ha interesado en nuestro proyecto expositivo, ha supuesto un "mirar lejos" de modos de compromiso tradicional; sin tener en cuenta la distincin entre la actividad museolgica y otras formas de actividad que son supuestamente perifrica a la misma, sin tener en cuenta los estrictos lmites espaciales y de atencin impulsado que separan "adentro" y "afuera". Igualmente ha significado tomar nota de todos los que estn all; curatorial, custodia, administrativas, de servicios y de personal de la cafetera, a los visitantes, sndicos y vagabundo extrao - todos son parte de la textura total del lugar, indeleblemente ligada a completar su total de afectar. As como una modalidad de enseanza en la que usted habita una problemtica en lugar de encuesta, analizarlo, conocerlo - un modo estoy llamando 'criticidad' - se ha optado por habitar el museo, para ocupar sus numerosos espacios en un dilogo con quien est ya all, con las largas colas de la experiencia y la percepcin de que han trado con ellos. Hemos optado por hacer preguntas en lugar de imponer propuestas, para ver si sabiendo las cosas desde el interior del museo podra significar que los conocemos un poco diferente. Tenemos, esperamos, pens el museo como el sitio de una "pedagoga radical ', una pedagoga que evite la simplicidad de accessibilty a la informacin, la experiencia o el capital cultural y reemplaza es con preguntas sobre el acceso. Qu, usted podra preguntarse, es la gran diferencia entre estos dos trminos? Por qu pasar toda una apuesta por un cambio radical en la ligera diferencia semntica entre dos trminos relacionados. Yo dira que, en respuesta, que es una gran diferencia, que seala el lmite de la cultura como la acumulacin de fcil acceso de informacin y estmulos, y su potencial apertura hacia una rearticulacin de las preguntas que sabe preguntar. En la universidad, sabemos que las preguntas que hacemos son mucho ms importantes que las respuestas que podramos ofrecer, que son nuestra posibilidad de cambiar la base de nuestro pensamiento. Cmo traducir esta nocin de "acceso" al sitio del museo? Cmo puede criticidad operar en el museo, convirtindolo en un espacio de aprendizaje en el sentido real y no en uno de transferencia de informacin, satisfaccin esttica o edificacin cultural? Si el museo puede convertirse en otro modo de "acceso" - si podemos pedir a nuestras preguntas completamente diferente a partir de ah (porque nos obliga a habitar de manera diferente, a comunicarlas a un conjunto totalmente diferente de compaeros de conversacin e interlocutores) habra que cambiar su la naturaleza? Como siempre yo s que esta es la pregunta equivocada sin saber cul podra ser la correcta. Tal vez en realidad no importa si los cambios de museo o no, siempre y cuando lo hacemos - siempre y cuando ocupamos el museo de la misma manera que ocupamos espacios de aprendizaje, menos programacin y ms como inhabitations que duran por el resto de nuestra presencia. Tal vez estamos despus de una comprensin ontolgica, que percibe de nuestro ser no tan importante, independientemente de lo que estemos haciendo o no haciendo, nuestro estar all como lo que Agamben ha llamado "lo singularity'17. Y en esto tenemos amplia licencia a fracasar en nuestro empeo, no especificado, ya que podra ser. Y as "academia" con su base en la exhortacin a ambos hacer y no hacer, de aprender y no aprender, es una realizacin de este tipo de criticidad, de nunca de pie fuera durante la implementacin de un gran aparato de anlisis que nos permite "conocer" a realmente, realmente saber lo que est pasando. En su lugar estamos siempre ya inmersos en la problemtica que nos ocupa, viviendo sus condiciones, compartiendo sus efectos mientras que ser capaz de pensar en ello. En tal estado falibilidad hace posible incorporar en el gran esquema de las cosas; no slo es posible y probable que falle, pero tambin es posible examinar el fracaso y para preguntar por qu no se convierta en una forma de conocimiento. En efecto, es el fracaso - en lugar de el triunfo de ser capaz de ver a travs de algo aparentemente oculta - que produce el aspecto afectivo del arte - ese momento que usted llama fuera de su territorio y en la bsqueda de la re-territorialsation. "Nosotros slo somos siempre interesado en las circunstancias", dicen Deleuze y Guattari y yo aadira que el "I Can" de la potencialidad no es ms que el momento en que hacemos nuestra propia circunstancia. Contemporaeinity Este 'criticidad' que he estado hablando de est habilitada de otro mandato de recuperado - la nocin de 'contemporenaeity' tanto como el momento y el mtodo de activacin de lo que estamos estableciendo para hacer. .Esto es algo ms que mis colegas y yo hablamos mucho sobre, que 'contemporenaeity' es nuestro tema - no como un periodo histrico, no como un cuerpo explcito de los materiales, no como un modo de proximidad o relevancia de los temas que estamos hablando acerca de, sino ms bien como un conjunto. 'Contemporenaeity "para nosotros significa que en el momento actual hay un cierto nmero de cuestiones de inters comn y urgencias, una determinada moneda crtico, pero quizs lo ms importante, una habilitacin performativo - una relajacin de los marcos alrededor de nosotros, lo que nos permite moverse con mayor libertad , contratar y desplegar una amplia gama de retrica y modos de operacin terica, metodolgica y performativo, habitan terrenos que no pueden tener previamente hecho sentir bienvenidos o ms importante que no habramos sabido habitan productivamente. estoy experimentando en este momento con la forma habitar el museo y los espacios de exhibicin como lo que soy en mi vida cotidiana normal de, como terico, en lugar de pretender ser un curador. Pensando en cmo esto me permite exigir cosas diferentes del museo y de m mismo lo que se esperaba antes. 'Contemporenaeity' significa que hay un conjunto de problemas, las ideas, los mtodos y los materiales o prcticas, que se renen por un momento y luego se caen de nuevo . As que no forman lo contemporneo, pero que constantemente perseguimos el estado de contemporenaeity. Como aquellos de ustedes que trabajan bajo el ttulo de 'terico' sabe muy bien, este es un terreno en guerra, en un momento dado se le acusa de ser abstracto y no a tierra materialmente por los empiristas y de ser un mal terico por otros tericos porque no pasa su tiempo reproduciendo frases interminables de Derrida o Deleuze y demostrando as cmo muy bien versados usted est en este material, su teora es en realidad acerca de la teora de alguien ms. Desde hace algn tiempo he estado escapando este doble peligro crtico, al decir que la teora es una prctica de la misma manera que el arte es una prctica. Ahora, obviamente, un cierto grado de formacin entra en una prctica, pero creo que es realmente este poblamiento completo y performativa de contemporaenity que tengo en mente cuando pienso que la teora es una prctica, que es la capacidad de habitar plenamente y vivir contemporaeinity. Hemos estado trabajando en un proyecto expositivo para el Van Abbemuseum de Eindhoven, por este mismo "academia" est expuesta en esta coleccin de ensayos. En ella vamos a entrar en el museo con varios equipos, tericos, estudiantes, activistas, arquitectos, tericos de rendimiento, pedagogos mostradores, etc '. y pediremos a la pregunta 'qu podemos aprender del museo?' ms all de sus objetos de arte y la retrica educativa, tiene conductos que podemos seguir fuera del museo y conectar con varias cosas que suceden en otros lugares? Durante algn tiempo pens que la gnesis del proyecto fue un compromiso crtico a largo plazo que he tenido con el museo, entonces pens que estaba vinculada a un compromiso igual de largo plazo con la pedagoga radical, ahora estoy empezando a entender que se trata de el desempeo de nuestro contemporaeinity - en el mundo hay actualmente habitan es posible que nos unamos, para producir una red de los que previamente no se haban reunido o no haban sido capaces de hablar entre s. Nosotros no hacemos a travs de haber aprendido de los dems campos, o mediante el intercambio de puntos de vista crticos, lo hacemos como habitantes de contemporaeinity en el que un proceso crtico ha desentraado los lmites territoriales de los conocimientos y los oblig a interactuar con cuestiones urgentes; donde modos laterales han sustituido a las teleolgicas y el participativo se encuentra en proceso de desalojar la lgica de la representacin. En contemporaeinity se trata de una cuestin de "acceso" - de cmo hacer llegar a conocer las cosas, cmo llegamos a participar en ellos, cmo tenemos una posicin, cmo no intervenimos como respuesta a una demanda de participar sino como una manera de hacerse cargo de los medios de produccin de las mismas preguntas que se hacen. Esa es la teora como la prctica, firmemente situado en contemporaeinity y eso es posiblemente lo que creo que la criticidad puede ser, al menos por el momento. Inslitas Muchas de las ideas anteriores han llegado a nosotros a travs de las prcticas artsticas, crear instancias de lo que llamamos 'la prctica impulsada teora ". Este era un trmino que originalmente evolucionado para pasar de un modelo 1970/1980 de la prctica de las artes que fue altamente influenciado por e ilustrativo de los conocimientos tericos que impact las telaraas de la expresividad, la interioridad y la transgresin rebelde de las generaciones anteriores. En vez de eso, ms recientemente, hemos estado buscando una prctica para estimularnos, no porque sea conscientemente informado, sino porque es se da un conjunto diferente de permisos. Permiso de no cubrir todas las bases todo el tiempo, el permiso para iniciar en el medio, el permiso para mezclar realidad y ficcin, el permiso para inventar idiomas, permiso para no apoyar a todas las demandas de la prueba de conocimientos previos, el permiso a la subjetividad como un privilegio el modo de involucrar al mundo y sus problemas, el permiso para ser oscura y el permiso para trazar un camino completamente diferente de cmo hemos llegado hasta aqu, en este mismo momento. Es este espacio extrao que he llamado 'academia' y que est parcialmente universidad y en parte museo, en parte terica y parte prctica basada, un espacio en el que no est claro si los materiales o los temas son los que hacen a su manifiesto, un modo de funcionamiento est emergiendo que insiste en que podemos aprender no slo de hacer, sino tambin de ser.