García Cárcel, Ricardo. Historia de Las Mentalidades e Inquisición.
García Cárcel, Ricardo. Historia de Las Mentalidades e Inquisición.
García Cárcel, Ricardo. Historia de Las Mentalidades e Inquisición.
E INQUISICION *
RESUMEN
En la historiografa reciente el rea ms polmica, tanto en cuanto a su sentido como a sus
propias seas de identidad, es la historia de las mentalidades. Su enorme auge se ha basado
sobre todo en tres clases de fuentes: la literatura, los protocolos notariales y la documentacin
inquisitorial. Sin embargo, los problemas que plantea su utilizacin, especialmente evidente
en lo relacionado con la Inquisicin, sirven para analizar las concepciones distintas que hay
detrs de toda la proliferacin de trabajos en estos ltimos aos, as como para esbozar un ca
mino de futuro a este tipo de historia.
SUMMARY
Because of both its essential meaning and its distinctive characteristics, the History of
Mentalities is the most controversial area of recent historiography. Its noteworthy expansion
and development in Spain stems principally from three types of sources: literature, notarial
protocols and documentation surrounding the Inquisition. However, the problems involved
in its use, especially evident with regard to the Inquisition, can help us to analyze the different
conceptions underlying the proliferation of such studies over the past few years, in addition to
indicating the future orientations of this fiels of study
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2. Sobre los orgenes de Annales existe una amplia bibliografa. Ver DOSSE, F.: La histo
ria en migajas. Ed. Alfons el Magnnim, Valencia, 1988, BOURDE, G. y MARTIN, H.: Les co
les historiques, ed. du Seuil, Paris, 1983.
3. El proceso de la civilizacin est editado en castellano por F. C. E., Mjico, 1987.
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4. DUBY, G.: Lhistoire des mentalits dentro de LHistoire et ses methodes. Ed. Ga
llimard, Paris, 1961. MANDROU, R.: Lhistoire des mentalits, en Enciclopedia Universalis,
vol. VIII, 1968, pp. 436-438. LE GOFF, J.: Les mentalits: une histoire ambigu, en LE
GOFF y NORA, P.: Faire de l'histoire, vol. III, 1974, pp. 76-94. Ph. Aris: Lhistoire des mentalites, en La Nouvelle Histoire. Paris, 1978, pp. 402-423. COUTEAU-BEGARIE, H.: Lhistoire
des mentalits, en Le phenomene Nouvelle Histoire, Paris, 1983, pp. 153-159. CHARTIER, R:
Outillage mental, en Nouvelle Histoire. Paris, 1978, pp. 448-452.
5. No reseo todas las obras para no hacer demasiado largo este aparato crtico. En
cualquier caso se puede ver una relacin de las obras ms interesantes representativas de la
historia de las mentalidades en el debate publicado por Manuscrits, 2, y en la bibliografa del
libro de MUCHEMBLED, R: Socits et mentalits dans la France moderne. A. Colin, Paris,
1990.
6. Para conocer la influencia de Foucault en la historiografa ver VAZQUEZ GARCIA,
F.; Foucault y los historiadores. Universidad de Cdiz, 1988, y P. Veyne. Cmo se escribe la his
toria? Foucault revoluciona la historia, Alianza, Madrid, 1984.
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Hautes Etudes du Sciences Sociales, 1986. DAVIS, N.: Pour sauver sa vie. Les rcits de perdn
asu XVIe sicle. Seuil, Paris, 1987. DARMON, P.: Le tribunal de limpuissance. Virilit et dfai
llances conjugagales dans Vancienne Rgime. Seuil, Paris, 1987. LGET, M.: Naissances. L'accou
chement avant Vage de la clinique. Seuil, Paris, 1987. DELORT, R: Les animaux ont une histoire.
Seuil, Paris, 1986. KNIEBER, Y. y FOUQUET, C.: Histoire des meres. Montalbe, Paris, 1977.
8. Vase el excelente estado de cuestin historiogrfico de P. Merlin en Studi Storici,
XXVII, 1986. Especial inters tienen el monogrfico dedicado a La Corte en Europa (Cheirn, I, 1983) con introduccin de Tenenti; el coloquio sobre Cultura et Ideologie dans la genese
dellEtat moderne, Roma, 1984. MOZZARELLI, C. y OLMI, G.: La Corte nella cultura e nella
storiografia. Imagini e posizioni tra Otto e Novecento. Roma, 1983. VASOLI, C.: La cultura delle
corti. Bolonia, 1980.
9. Sobre historia de la mujer la bibliografa es abrumadora. Ver la excelente seleccin
de esa bibliografa para la Edad Moderna, en LAven, 142, noviembre, 1990, p. 47. Tambin
un estado de la cuestin de carcter ms general, en LAven, 134, febrero, 1990, pp. 57-63 y el
artculo Culture et pouvoir des femmes. Essai dhistoriographie, Annales, mars-avril, 1986,
pp. 271-293.
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cin del sentido de los textos y por los mecanismos de representacin y las es
trategias simblicas que determinan el conocimiento humano14.
En conclusin, las fuentes inquisitoriales han sido usadas un tanto uni
lateralmente para definir como eran los habitantes de tal o cual comuni
dad en un momento determinado. El camino a mi juicio, es olvidarse de
las seas de identidad antropolgico-nacionales para ahondar en la microsiciologa de la comunidad; los marcos de la vida comunitaria, lugares y ri
tuales de la sociabilidad, la transmisin de los roles sociales... Tiene menos
inters y desde luego plantea ms riesgos el preguntarse hoy sobre cmo
son los gallegos o cmo son los campesinos que ocuparse de las informacio
nes que proporcionan las fuentes inquisitoriales sobre la vida poltica, las
reglas econmicas, las reacciones psicolgicas de un pueblo, lo que Gio
vanni Levi llama las estrategias cotidianas de un fragmento del mundo
campesino en su modlico trabajo: La herencia inmaterial En definitiva, lo
que las fuentes inquisitoriales permiten es acercarse al entendimiento de la
historia social entendiendo esta como hacen Grendi y Levi como historia re
lational, una historia sin campos determinados, sin fronteras conceptuales.
El proceso inquisitorial de 1697 iniciado en el Piamonte al prroco
Giovan Battista Chiesa le permite a Levi reflexionar no sobre cmo son los
piamonteses, sino que se escapa de la crcel de lo estructural por la va del
estudio de las relaciones interpersonales para penetrar en los sistemas de
dominacin, los conflictos jurisdiccionales en medio de los complejos pro
blemas de las relaciones horizontales (clases sociales) y verticales (grupos,
clientelas), la herencia inmaterial del prestigio y naturalmente las opciones
individuales, las preferencias personales. Estos comportamientos indivi
duales obedecen a una racionalidad selectiva y limitada entre lo subjeti
vamente heredado y lo socialmente requerido, entre libertad y restriccin.
El nico camino posible, a mi juicio, de la historia de las mentalidades es
ste, el asumido por Giovanni Levi15. Un camino que se distancia del mar
xismo en tanto en cuanto se constatan comportamientos no dictados por el
imperativo econmico de los recursos disponibles, que presidido por el teleologismo habitual ve slo en el mundo mercantilizado del capitalismo la
realizacin plena de la racionalidad econmica, que slo contempla la dis
14. CHARTIER, R: Le monde com une representation. Annales, nov-des., 1989, pp.
1.505-1.520.
15. LEVI, G.: La herencia inmaterial Narea, Madrid, 1990. Son de enorme inters para de
limitar la problemtica actual de la historia de las mentalidades las entrevistas de Francesco
Maiello a Le Goff (Inst. Alfons el Magnnim, Valencia, 1989) y C. Mettra al mismo historia
dor (dentro del libro Lo maravilloso y lo cotidiano en el Occidente medieval Gedisa, 1985) y de
Lardreau a G. Duby (Alianza Editorial, Madrid, 1988). As mismo las reflexiones sobre socio
loga e historia de S. Juli: Historia Social/Sociologa histrica. Siglo XIX Madrid, 1989 y P.
Burke: Sociologa e Historia. Alianza, Madrid, 1987.
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