Comentarios Biblicos Al Leccionario Dominical (B) - Secretariado Nacional de Liturgia
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Comentarios Biblicos Al Leccionario Dominical (B) - Secretariado Nacional de Liturgia
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i)
COMENTARIOS BBLICOS
al Leccionario Dominical
ii
(Ciclo B)
SEXTA EDICIN
EDITORIAL
BALMES - EDITORIAL
C A R L O S H O F M A N N - LA E D I T O R I A L C A T L I C A - E D I T O R I A L C O C U L S A
- EDITORIAL DESCLE DE BROUWER - EDITORIAL E S E T - EDICIONES MAROVA - EDICIONES MENSAJERO - EDICIONES PAULINAS EDITORIAL E L PERPETUO SOCORRO - PROPAGANDA P O P U L A R CATLICA (P. P. C ) - EDITORIAL R E G I N A - E D I T O R I A L S A L T E R R A E
COLABORAN E N ESTE
Comentarios
VOLUMEN
bblicos
A R T O L A , profesor
de Sagrada
Escritura
del
MARA
Secretario
litrgicas
MARTN PATINO.
coordinador
INTRODUCCIN
LA MESA DE LA PALABRA
Introduccin
Introduccin
XI
Introduccin
XII
metas hay que llevar a los fieles con las lecturas biblicas, con el
salmo gradual y especialmente con la homila.
No es raro comprobar en la prctica que muchos sacerdotes no
ven otra cosa en las Lecturas que una enseanza para la vida o,
a lo sumo, una preparacin catequtica. Segn esta concepcin,
la Palabra es pura preparacin al acontecimiento salvfico que
sucede nicamente en el sacramento. En la prctica se acta
como si Cristo no estuviera ya presente en su Palabra. Esta situacin es consecuencia de la polmica con los protestantes en la
teologa del sacramento.
Hoy se tiende a superar las dos posiciones que antes parecan
irreconciliables: Los reformadores reducan la eficacia del sacramento a su funcin kerigmtica ejercida por la Palabra del mismo.
Por el contrario, los catlicos, reafirmando el valor consagrador
de la Palabra ex opere operato han ido descuidando en la prctica la funcin kerigmtica. La sintesis de los dos aspectos sacramentales hay que hacerla a partir de i Cor 11,26: Cada vez que
comis de este pan y bebis de la copa, proclamis la muerte del
Seor, hasta que vuelva. La misma accin sacramental es anuncio
y acto transmisor del mensaje revelador. Y en toda palabra que
pronuncia la Iglesia en nombre del Seor se realiza algo para
nuestra salvacin. La materia, los gestos y las acciones del sacramento reciben su significacin de las palabras.
Los telogos escolsticos al plantearse el problema de la forma
sacramental para determinar la validez del sacramento, no excluyen el valor eficaz de todas las palabras que desarrollan y dan plena
significacin kerigmtica al sacramento. El validismo sacramental
no ha prestado gran servicio a la pastoral por diferenciar excesivamente la forma-verbal del resto de las palabras que dan
significacin al sacramento.
Palabra y sacramento son como dos fases de una accin nica:
En la palabra predomina el movimiento descendente; en el sacramento, el movimiento ascendente. Se puede comprender este movimiento simultaneo a travs de la encarnacin de Cristo: El es la
Palabra del Padre a los hombres; y, a la vez, es la respuesta de los
hombres, ya que ha sido elevado a la derecha del Padre como
cabeza del gnero humano. Las palabras y las obras del Seor son
revelacin del Padre y, al mismo tiempo, salvan y redimen a los
hombres, dando culto al Padre. Esta accin de Cristo se prolonga
en la Iglesia en su vida sacramental. Cada hombre participa en la
redencin, entrando por la fe en ese dilogo y respondiendo en el
sacramento a esa invitacin del Padre.
XIII
Introduccin
Introduccin
XIV
Introduccin
XV
El Antiguo Testamento
La homila
Introduccin
XVI
XV11
Introduccin
II.
1.
E L NUEVO LECCIONARIO
Introduccin
XVIII
XIX
Introduccin
de que la mesa de la Palabra de Dios se prepare con ms abundancia para los fieles, branse con mayor amplitud los tesoros
de la Biblia, de modo que en un periodo determinado de aos
se lean al pueblo las partes ms significativas de la Sagrada Escritura (SC n. 51). Tres grandes movimientos, producidos todos
ellos en el seno de la Iglesia catlica, el bblico, el litrgico y el
ecumnico, han coincidido en esta necesidad de llevar directamente a los fieles a un contacto ms rico y profundo con la Palabra
de Dios. Podemos concluir que el nuevo Leccionario representa
un regalo global ofrecido en nuestros das al pueblo de Dios y
a nadie se oculta que esta determinacin constituye una promesa
de incalculable valor para la pastoral futura.
2.
Introduccin
XX
XXI
Introduccin
Introduccin
xxn
El Leccionario Dominical-Festivo
XXIII
Introduccin
Introduccin
A se leer Mateo, en el B Marcos y en el C Lucas r
Evangelio segundo de los Sinpticos es ms breve, en el cic? m e l
se leer, adems, el captulo sexto de San Juan durant 0 . < < ^ l ,
domingos. Tngase en cuenta que, segn la tradicin l i t r e - C n c
el
cuarto Evangelio ocupa un lugar privilegiado en los tiem
Navidad, Cuaresma y tiempo pascual.
0s de
Para la segunda lectura o Epstola se sigue tambin la tra
de los leccionarios: En el ciclo A se proponen los cuat 1 C * n
meros captulos de la primera carta a los Corintios (7 dom' ^ r '~
la carta a los Romanos (16 domingos), la carta a los Filir,^ 0 ^(4 domingos) y la primera a los Tesalonicenses (5 domingosf 1 8 6 8
el ciclo B los captulos seis al once de la primera a los Cor
?n
(5 domingos), la segunda carta a los Corintios (8 domingo 1 ?*' 0 8
carta a los Efesios (7 domingos), la carta de Santiago (5 \
. ia gos) y los captulos dos al diez de la carta a los Hebreos t ttl'tl~
mingos). Por ltimo, en el ciclo C se comienza P o , d ~
captulos doce al quince de la primera carta a los Corintios 1
mingos), despus se leen las cartas a los Calatas (6 domingos! ^ "
los Colosenses (4 domingos). En el mismo ciclo se encuent a
r ari
los captulos once al doce de la carta a los Hebreos (4 <j0 .
gos,1, la carta a Filemn (un domingo), la primera carta a T?"
moteo (3 domingos), la segunda a Timoteo (4 domingos) y j _ '"
Se
gunda a los Tesalonicenses (3 domingos).
La primera carta a los Corintios se distribuye entre los
6S
aos, primero, por su extensin, y segundo, porque en realidad [
temas distintos de que trata aconsejan esta distribucin. La c
a los Hebreos se distribuye entre los ciclos B y C p o r t a
Sv
extensin y por su difcil lectura.
>
El trmino semicontinua indica que no se lee la totalirl
absoluta del Nuevo Testamento. Un cierto nmero de t e x t o s ^
leen ya los domingos de los tiempos fuertes. Otros resultan ,f6
lectura difcil y tienen menos inters. De esta manera el Leer
nario Dominical-festivo presenta los textos ms important "
aquellos que el pueblo cristiano deber escuchar, al menos U 6 S :
a
vez cada tres aos.
c)
Asignacin
Toda la Iglesia universal del rito romano leer cada ao el mmo ciclo de lecturas. Para la determinacin del ciclo dominical^
emplea un mtodo sencillo y fcil de retener: el ciclo C corrp S6
pondera siempre a aquellos aos geogrficos cuyo n m e r o ^~
divisible por 3. Bastar sumar las cifras que lo componen y a v s
riguar si la suma es mltiplo de 3.
XXV
Introduccin
Se sabe que el Ao Litrgico comienza siempre el primer Domingo de Adviento que se celebra siempre en noviembre o diciembre del ao anterior. El ao por el que se determina el ciclo es
aquel en el que se celebra la Pascua. Segn esto podemos establecer el cuadro siguiente:
AO
1976
1977
1978
1979
:98o
1981
1982
1983
1984
1985
Ciclo
Dominical
B
C
A
B
C
A
B
C
A
B
Domingo
primero
de Cuaresma
7
27
12
4
24
8
28
20
11
24
marzo
febrero
febrero
marzo
febrero
marzo
febrero
febrero
marzo
febrero
Domingo
Domingo
de
de
Pascua
Pentecosts
18 abril
10 abril
26 marzo
15 abril
6 abril
19 abril
11 abril
3 abril
22 abril
7 abril
6 junio
29 mayo
14 mayo
3 junio
25 mayo
7 junio
30 mayo
22 mayo
10 junio
26 m a yo
28 noviembre 1976
A
2 7
1977
3 diciembre 1978
2 diciembre 1979
30 noviembre 1980
29 noviembre 1981
*
C
28 noviembre 1982
A
27 noviembre 1983
,>
B
2 diciembre 1984
Introduccin
XXVI
XXVII
1976
1977
1978
1979
19S0
8 semanas
7
en
en
en
en
en
1981
1982
1983
1984
1985
8 semanas
7
VIII
,..
en 1983
VII
en 1977
. VIII.
,
,
en ^
x
en 1980
VII.
en 1985
VII
El lunes despus de Pentecosts se comenzar, pues, con la
semana siguiente a estas ltimas. Esta supresin tiene por objeto
conservar intacto el Ordo final de las semanas per annum que
se dedica a la escatologa.
Los Domingos de Pentecosts y de la Santsima Trinidad
imponen sus lecturas propias y, por tanto, suprimen las del Domingo correspondiente per annum .
5.
El Leccionario ferial
Introduccin
mero de lecturas en cada Misa; 6) El criterio de seleccin y armo nizacin; c) El doble ciclo de uno y de dos aos.
a)
Nmero de lecturas
Introduccin
XXV11I
1
2
3
4
5
6
7
8
9
Ao primero
Carta
Carta
Carta
Carta
a
a
a
a
los
los
los
los
Hebreos
Hebreos
Hebreos
Hebreos
Gnesis, I-XI
Gnesis, I-XI
Eclesistico
Eclesistico
Tobas
11
2 a los Corintios
2 a los Corintios
12
Gnesis (12-50)
13
14
'5
Gnesis (12-50)
Gnesis (12-50)
xodo
10
16
17
18
19
21
Semana
Semana
20
Ao segundo
Primer libro de Samuel
Primer libro de Samuel
Segundo libro de Samuel
Segundo libro de Samuel y Primero de los Reyes (2-3)
Primero de los Reyes (8-13)
Santiago
Santiago
Primera Pedro; Judas
Segunda Pedro; Segunda
Timoteo
Primero de los Reyes (17-22)
Primero de los Reyes (17-22);
y Segundo de los Reyes
Segundo de los Reyes; Lamentaciones
Amos
Oseas; Isaas
Isaas; Miqueas
Introduccin
XXIX
22
23
2
4
25
26
27
28
29
30
31
32
33
34
Ao primero
xodo
xodo; Levtico
Nmeros; Deuteronomio
Deuteronomio; Josu
Jueces; Ruth
Primera a Tesalonicenses
Ao 'segundo
Miqueas; Jeremas
Jeremas
Jeremas; Nahum; Habacuc
Ezequiel
Ezequiel
Segunda a Tesalonicenses; Primera a Corintios
Primera a Tesalonicenses ;
Colosenses
Primera a Corintios
Colosenses; Primera a Primera a Corintios
Timoteo
Primera a Timoteo
Primera a Corintios
Esdrs; Ageo; Zacaras Proverbios; Eclesiasts (Qoheleth)
Zacaras; Nehemas; Baruch
Job
Jons; Malaquas; Joel Glatas
Romanos
Glatas; Efesios
Romanos
Efesios
Romanos
Efesios
Romanos
Efesios; Filipenses
Sabidura
A Tito; A Filemn; Segunda
y Tercera Juan
Primero y Segundo de
Macabeos.
Apocalipsis
Daniel
Apocalipsis
Del Antiguo Testamento se leen solamente textos verdaderamente selectos, aquellos que manifiestan la ndole de cada libro.
Se han elegido pasajes histricos que ofrecen una perspectiva de la historia de la salvacin. Las narraciones demasiado
prolijas se han abreviado seleccionando los versculos, segn un
mtodo tradicional en el uso litrgico de la Biblia. Los textos
tomados de los libros sapienciales tratan de ilustrar como proemio
o conclusin las series histricas.
Del Nuevo Testamento se leen ntegramente aquellas partes
que contienen la sustancia de las cartas de los Apstoles. Las
partes que se omiten se refieren a cuestiones menos tiles para la
Introduccin
XXX
Comn de santos
Introduccin
XXXI
Tambin este apartado ha experimentado un incremento considerable. Esto era necesario, sobre todo para la celebracin de
ciertos sacramentos o sacramentales ms frecuentes en la vida
de la comunidad. Lo mismo se puede decir para facilitar la eleccin
de aquellas lecturas mejor adaptadas a las necesidades de una
comunidad en las llamadas Misas ad diversa, que responden a
ciertas necesidades o intenciones particulares, y en las que propiamente son Votivas, elegidas para fomentar la devocin de
os fieles hacia un misterio del Seor o en honor de la Virgen y
de los santos. (Vase la Inst. Gener. n. 329.)
III.
L I B E R T A D CONCEDIDA AL C E L E B R A N T E
EN LA ELECCIN D E LECTURAS
Introduccin
XXX11
XXXIII
Algunas veces en el Leccionario espaol se incluyen entre corchetes rojos versculos que podran omitirse si as lo aconseja el
bien espiritual de la asamblea. Se trata de versculos difciles
que no podran explicarse adecuademante en la homila.
El criterio de la pura brevedad no debe entrar en consideracin,
pues ni son partes apreciables, ni puede ser tenido normalmente
como pastoral. No se confunda esto con los parntesis negros que
pertenecen a la lectura y le dan sentido.
c)
a)
Introduccin
Introduccin
f)
XXXIV
Cuando la Misa del santo refiere al Leccionario comn, necesasiamente tiene que elegir el sacerdote. Podr hacerlo dentro de la
serie del comn propuesta: tres lecturas cuando tiene categora
de solemnidad o dos cuando es tiesta o memoria.
Pero tambin puede suceder que los criterios generales, expuestos
ms arriba, aconsejen mantener ese da la lectura continuada del
Leccionario ferial.
g)
Como para dichas Misas se proponen tambin series abundantes de lecturas, la eleccin debe hacerse con los mismos criterios
del mayor bien pastoral.
h)
Misas
<tin peculiaribus
coetibus
'
IV.
XXXV
1)
Introduccin
El salmo responsorial
Introduccin
XXXVI
Adviento
Primer Domingo
de
Adviento
Todos ramos impuros, | nuestra justicia era un pao manchado; | todos nos marchitbamos como follaje, | nuestras culpas
nos arrebataban como el viento. | Nadie invocaba tu nombre |
ni se esforzaba por aferrarse a ti; | pues nos ocultabas tu rostro
y nos entregabas al poder de nuestra culpa. | Y sin embargo. Seor,
t eres nuestro padre, | nosotros la arcilla y t el alfarero: | somos
todos obra de tu mano.
SALMO
RESPONSORIAL
Primer
Domingo
de
Adviento
SEGUNDA
LECTURA
A guardamos la manifestacin de nuestro Seor Jesucristo
Saludo inicial de la I Cor con el esquema estereotipado de augurios y acciones de gracias. Ideas a subrayar: 1) Motivo de gratitud: la profusin de carismas en Corinto: 2) Augurios de que
tan buen comienzo lleve a una conducta intachable para el da de
la Parusia. En cuanto a lo primero, se mencionan intencionadamente los carismas de palabra y conocimiento (gusto griego por la
sabidura). La profusin proviene del firme enraizamiento del
testimonio de Cristo dado por los primeros evangelizadores. En
cuanto a lo segundo, la perspectiva se orienta hacia la Parusia y
su juicio definitivo. Pablo desea se encuentren irreprochables cuando llegue la Venida. La seguridad del augurio paulino se basa en la
fidelidad de Dios: el Dios que los llam a la incorporacin a Cristo
realizar ese afianzamiento. La Epstola cuadra perfectamente
con la condicin del Adviento cristiano: justificados ya, caminamos
hacia la Parusia que en cada Adviento se hace ms prxima.
Lectura de la primera carta del Apstol San Pablo a los Corintios i, 3-9.
Hermanos:
La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Seor
Jesucristo sean con vosotros.
E n mi Accin de Gracias a Dios os tengo siempre presentes,
por la gracia que Dios os ha dado en Cristo Jess. Pues por l
habis sido enriquecidos en todo: en el hablar y en el saber;
porque en vosotros se ha probado el testimonio de Cristo.
De hecho, no carecis de ningn don, vosotros que aguardis
la manifestacin de nuestro Seor Jesucristo. El os mantendr
firmes hasta el final, para que no tengan de qu acusaros en el
tribunal de Jesucristo Seor Nuestro. Dios os llam a participar
en la vida de su Hijo, Jesucristo Seor Nuestro. Y El es fiel!
ALELUYA Sal 84, 8
Si no se canta, puede omitirse.
Aleluya, aleluya. Mustranos, Seor, tu misericordia y danos
tu salvacin. Aleluya.
EVANGELIO
Velad, pues no sabis cuando vendr el dueo de la casa
El tema de la vigilancia se repite con frecuencia en el Nuevo
Testamento. La vigilancia caracteriza la vivencia de la esperanza
Segundo
Domingo
de
Adviento
cristiana. En esta lectura se subraya uno de los motivos de la vigilancia: No sabemos el da ni la hora en que volver el Seor. Esta
vuelta del Seor hay que entenderla de su actuacin continua en
la Iglesia, de su presencia ltima en la vida de cada hombre a la
hora de la muerte y de la vuelta final al trmino de la existencia
del mundo.
Por eso la vigilancia se describe como una tarea (Me 13, 34),
una labor impuesta por el dueo a todos sus siervos; por eso consiste en trabajar, en aprovechar bien el tiempo siguiendo las instrucciones del Seor; y por eso se dirige la exhortacin a todos:
a los Apstoles, en primer lugar, como primeros servidores en el
pueblo de Dios, y a todos en general (Me 13, 3. 37; Le 12, 27-38;
Apc 16, 15).
>< Lectura del santo Evangelio segn San Marcos 13, 33-37.
En aquel tiempo dijo Jess a sus discpulos: Mirad, vigilad:
pues no sabis cundo es el momento. Es igual que un hombre que
se fue de viaje, y dej su casa y dio a cada uno de sus criados su
tarea, encargando al portero que velara. Velad entonces, pues
no sabis cundo vendr el dueo de la casa, si al atardecer, o a
medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer: no sea que venga
inesperadamente y os encuentre dormidos. Lo que os digo a
vosotros, lo digo a todos: velad!
Segundo
PRIMERA
LECTURA
Preparadle un camino al Seor
Dios enva un profeta al pueblo, en el destierro, con un mensaje
de consuelo y alegra: el castigo por el pecado termina ya, el crimen
ha sido pagado con creces (cfr. Lv 26, 41. 43). Va a comenzar la
vuelta del destierro. Ser como un nuevo xodo, ms glorioso an
que el primero (cfr. Ex 14). El desierto, lugar all de dificultad,
de tentacin, de muerte (Ex 15, 22-17, 7; Nm 11-14; 16, 20;
Dt 1, ig. 34-40; 8, 2-3), es aqu nicamente camino de gloria,
epifana del poder de Dios ante todos los pueblos. Todo lo que
dificulta la vuelta valles, montaas, lo torcido, lo escabroso
desaparece.
La voz de un heraldo resuena, en la ciudad oprimida, con el
anuncio de la buena noticia (El evangelio): Dios est ya entre los
de
Adviento
Domingo
RESPONSORIAL
Segundo
Domingo
de
Adviento
10
R?.
11
Segundo Domingo
de
Adviento
Tercer Domingo
de
Adviento
12
Tercer Domingo de
13
Adviento
Irrvtr
Domingo de
Adviento
14
omitirse.
15
Cuarto Domingo
de
Adviento
Cuarto
Domingo
de
Adviento
16
RESPONSORIAL
David
olvide
es un
Can-
17
Cuarto Domingo
y.
iry\
y.
y\
de
Adviento
SEGUNDA
LECTURA
Revelacin del misterio mantenido en secreto durante siglos
Doxologia final de la Ep a Rom. Himno a la Encarnacin, como
manifestacin del misterio de Cristo escondido en los siglos, comunicado a los gentiles. El sujeto al cual se dirige el himno es el Padre,
que es designado como el nico sabio y el que puede dar el afianzamiento en la vida cristiana. La idea central es: el Evangelio
(su predicacin) es la revelacin del misterio de Cristo (cfr. 1 Cor
2, 7; Ef 3, 10; Col 2, 2-3); misterio largo tiempo oculto (1 Cor
2, 7. 10; Ef 3, 5. gss; Col 1, 26); manifestado al presente mediante
la Venida de Cristo en carne, y las Escrituras profticas que la
predijeron. Esta manifestacin no es exclusiva para los judos.
Los gentiles son admitidos a su comunicacin. Este plan eterno
y su gradual ejecucin manifiestan la infinita sabidura y prudencia de Dios en el desarrollo de la Historia. El Evangelio del da
narra la historia de la manifestacin por la Encarnacin.
Lectura de la carta del Apstol San Pablo a los Romanos.
16, 25-27.
Hermanos:
Al que puede fortalecernos segn el Evangelio que yo proclamo,
predicando a Cristo Jess revelacin del misterio mantenido en
secreto durante siglos eternos y manifestado ahora en la Sagrada
Escritura, dado a conocer por decreto del Dios eterno, para traer
a todas las naciones a la obediencia de la fe, al Dios, nico
Sabio, por Jesucristo, la gloria por los siglos de los siglos. Amn.
ALELUYA Le 1, 38
Sino se canta, puede omitirse.
Aleluya, aleluya. Aqu est la esclava del Seor, hgase e n m
segn tu palabra. Aleluya.
Cuarto
Domingo
de
Adviento
18
EVANGELIO
Concebirs en tu vtentve v dars a luz un hijo
La victoria de Mara nace de su disponibilidad. Ella siempre dijo
s * a la palabra de Dios. Cre en s el gran vaco (humildad)
capaz de contener a Dios.
La humildad de Mara y la Plenitud de Dios llenan el mundo
de alegra, motivo constante en el Evangelio de la Infancia
(Le 2, iss), y todo se transforma en alabanza (Le i, 46SS. 68ss.)
El nombre ms propio de Mara es KEJARITOMENE
=
= agraciada, todo lo que es, es un puro don plenamente aceptado.
La que hizo realidad el proyecto de Dios. Mara fue totalmente
transparente a Dios. Por su si Dios fue nuestra luz. En Mara,
la Hija de Sin, Yahvh se hace Jess. La virginidad, la inmaculada, se hace plenitud, don, MADRE. La causa de todo: El
Seor est contigo. La misin de ser Madre la hace kejaritomene i> Inmaculada.
>{< Lectura del santo Evangelio segn San Lucas 1, 26-38.
En aquel tiempo, el ngel Gabriel fue enviado por Dios a una
ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con
un hombre llamado Jos, de la estirpe de David; la virgen se llamaba Mara.
E l ngel, entrando a su presencia, dijo: Algrate, llena de gracia,
el Seor est contigo; bendita t entre las mujeres. Ella se turb
ante estas palabras, y se preguntaba qu saludo era aqul. El
ngel le dijo: No temas, Mara, porque has encontrado gracia
ante Dios. Concebirs en tu vientre y dars a luz un hijo y le
pondrs por nombre Jess. Ser grande, se llamar Hijo del
Altsimo, el Seor Dios le dar el trono de David su padre, reinar
sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendr fin.
Y Mara dijo al ngel: Cmo ser eso, pues no conozco varn?
El ngel le contest: El Espritu Santo vendr sobre ti, y la fuerza
del Altsimo te cubrir con su sombra; por eso el santo que va a
nacer se llamar Hijo de Dios. Ah tienes a tu pariente Isabel que,
a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya est de seis meses
la que llamaban estril, porque para Dios nada hay imposible.
Mara contest: Aqu est la esclava del Seor, hgase en m
segn tu palabra. Y el ngel se retir.
NAVIDAD
Navidad
22
VIGILIA DE NAVIDAD
Estas lecturas se emplean en la Misa vespertina del 24 de diciembre, ya sea antes o despus de las primeras Vsperas de Navidad.
PRIMERA
LECTURA
El Seor te prefiere a t
Como un heraldo, el profeta anuncia la salvacin,
intercede insistente por ella. Esta se describe como
ilumina a la ciudad, luz divina, y que la transforma
luz para los pueblos. Esta salvacin, esperada durante
innumerables en Israel, es ya gozosa posesin en
(Is 54, 1-14; 60, 1-3. 14-18; 62, 10-12; 65, 15-19;
a la vez que
una luz que
en fuente de
generaciones
el cristiano
Apc 21-22.)
RESPONSORIAL
Vigilia de
Navidad
24
Vigilia de Navidad
25
Vigilia de
Navidad
26
27
Natividad
del Seor
Natividad
del Seor
28
RESPONSORIAL
Este cntico nuevo fue compuesto al retorno del exilio al restaurarse la liturgia de Israel. Este salmo nos recordar cmo el
nacimiento de Cristo es la inauguracin de la etapa ltima del
reino y nos invitar a entonar un cntico nuevo ante el Seor
que ya llega').
Sal 95, i-23. 26-3, 11-12. 13.
y.
29
Natividad
del Seor
SEGUNDA
LECTURA
Ha aparecido la gracia de Dios para todos los hoynbres
Pablo ha expuesto al principio del captulo 2 de esta carta los
deberes de algunos grupos de cristianos. En los vv. que componen
esta lectura explica la base dogmtica de tales deberes.
Y esta base es la presencia de Cristo en el mundo como gracia
del Padre.
Cristo, con su vida y sus palabras, dej unas enseanzas concretas,
un camino a seguir; Pablo lo resume en dos lineas:
a) renegar de la impiedad, por una sincera conversin;
t) vivir en esperanza de realidades futuras: orientacin escatolgica de la vida. (Cfr.Flp 3, 20; 1 Jn 2, 6.)
Lectura de la carta del Apstol San Pablo a Tito 2, n - 1 4 .
Ha aparecido la gracia de Dios, | que trae la salvacin para todos
los hombres; | ensendonos a renunciar a la vida sin religin |
V a los deseos mundanos, | y a llevar ya desde ahora | una vida
sobria, honrada y religiosa, | aguardando la dicha que esperamos: |
la aparicin gloriosa del gran Dios | y Salvador nuestro: Jesucristo.
El se entreg por nosotros ] para rescatarnos de toda impiedad, |
v para prepararse un pueblo purificado, | dedicado a las buenas
obras.
ALELUYA Le 2, 10-11
Si. no se canta, puede omitirse.
Aleluya, aleluya. Os traigo la buena noticia: nos ha nacido un
Salvador: el Mesas, el Seor. Aleluya.
i VA NGliLIO
Hoy os ha nacido un Salvador
La historia humana est en las manos de Dios. La grandeza del
imperio Romano termina en un pesebre, donde descansa el centro
de la Historia envuelto en paales, Jess.
Este Nio es el Seor, titulo que el Antiguo Testamento utiliza
exclusivamente para Yahvh.
Jess es el signo del amor y de la misericordia eterna de Dios.
La Nueva Alianza ha comenzado (Is 6, 3).
Los primeros en llegar son los pobres (Le 7, 52). Los pastores,
de ojos y odos sencillos, entienden la Palabra hecha carne. Los
pobres son evangelizados. En Jess se une la pobreza humana
Natividad
del Seor
30
a Dios. Los signos del Rey son: Paales, nio, pesebre, pobreza.
Jess es alabanza para Dios, salvacin para los hombres.
<J< Lectura del santo Evangelio segn San Lucas 2, 1-14.
En aquellos das sali un decreto del emperador Augusto, ordenando hacer un censo del mundo entero. Este fue el primer censo
que se hizo siendo Cirino gobernador de Siria. Y todos iban a
inscribirse, cada cual a su ciudad.
Tambin Jos, que era de la casa y familia de David, subi
desde la ciudad de Nazaret en Galilea a la ciudad de David, que se
llama Beln, para inscribirse con su esposa Mara, que estaba encinta. Y mientras estaban all le lleg el tiempo del parto y dio a
luz a su hijo primognito, lo envolvi en paales y lo acost en
un pesebre, porque no tenan sitio en la posada.
En aquella regin haba unos pastores que pasaban la noche al
aire libre, velando por turno su rebao. Y un ngel del Seor se
les present: la gloria del Seor los envolvi de claridad y se
llenaron de gran temor. El ngel les dijo: No temis, os traigo la
buena noticia, la gran alegra para todo el pueblo: hoy, en la
ciudad de David, os ha nacido un Salvador: el Mesas, el Seor.
Y aqu tenis la seal: encontraris un nio envuelto en paales
y acostado en un pesebre. De pronto en torno al ngel, apareci
una legin del ejrcito celestial, que alababa a Dios, diciendo:
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que Dios
ama.
Misa de la aurora
PRIMERA
LECTURA
Natividad
31
del Seor
RESPONSORIAL
1^.
y.
R7.
SEGUNDA
LECTURA
Segn su misericordia nos ha salvado
Pablo pide a Tito que exhorte a los fieles a cumplir sus deberes
cristianos. Expone el fundamento del que brota la exigencia de un
cambio de vida: la comunicacin del Salvador a cada uno de los
hombres en el bautismo.
El bautismo es una regeneracin en el Espritu Santo.
El bautismo es una manifestacin del amor de Dios al hombre;
es la realizacin del nacimiento del Salvador en cada hombre.
Por eso el bautismo justifica al hombre, le perdona los pecados,
le hace hijo de Dios y le da derecho a la herencia de Dios. (Cfr.
Rm 5, 5--TJ." 2 Cor 1, 21-22; Ef 2, 8-zo; 2 Tm 1, 9.)
Natividad
del Seor
32
Le 2, 14
Natividad
33
del Seor
Misa del Da
PRIMERA
LECTURA
RESPONSORIAL
Israel se extasiaba y cantaba ante la victoria del retorno a Jerusaln; nosotros cantamos la victoria de nuestro Dios manifestada
en el nacimiento de Cristo.
Sal 97, 1. 2-ab. cd-^. 5-0.
Y.
Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
R7. Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
y.
Cantad al Seor un cntico nuevo,
porque ha hecho maravillas.
R7. Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
^
Natividad
~f.
del Seor
34
35
Natividad
del Seor
Domingo
nfraoctava
de
Navidad
36
Domingo
37
PRIMERA
LECTURA
lil que teme al Seor, hoyiva a sus padres
Expone la lectura los deberes para con los padres y desentraa
el valor religioso que encierra el cumplimiento de estos deberes:
Honrar a los padres equivale al sacrificio cultual expiatorio
de los pecados, atrae las bendiciones de Dios' (largos das, contento,
prosperidad...) y da eficacia a la oracin.
Particularmente se destaca el valor expiatorio que encierra
de
Navidad
RESPOXSORIAL
f.
T^.
V.
DOMINGO IM'KAOCTAVA D E N A V I D A D
FIESTA D E LA S A G H A D A FAMILIA
nfraoctava
lv\
V.
^\
y.
Domingo
1^7.
Infraoctava de
Navidad
38
SEGUNDA
LECTURA
La vida de familia vivida en el Seor
La vida familiar en el Misterio del Pueblo de Dios: a) debe
estar presidida por el amor, como lazo de unin de todos los elementos familiares;
b) la paz de Cristo, es decir, las relaciones
amistosas con el Padre que Cristo ha logrado restablecer, ha de ser
el arbitro que dirima los conflictos ordinarios de la vida familiar,
buscando que no se rompa la unidad en el Cuerpo de Cristo, c) La
Palabra de Cristo debe ser aceptada en todas sus manifestaciones
carismdticas. d) Finalmente Pablo expone una moral familiar
sencilla, pero que lleva a toda la familia a vivir en el Seor,
es decir cristianamente. (Cfr. Ef 5, 21-23; I Ped 3, 1-7.)
Lectura de la carta del Apstol San Pablo a los Colosenses
3, 12-21.
Hermanos:
Como pueblo elegido de Dios, pueblo sacro y amado, sea vuestro uniforme: la misericordia entraable, la bondad, la humildad, la
dulzura, la comprensin. Sobrellevaos mutuamente y perdonaos
cuando alguno tenga quejas contra otro. El Seor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo. Y por encima de todo esto, el
amor, que es el ceidor de la unidad consumada. Que la paz de
Cristo acte de arbitro en vuestro corazn: a ella habis sido
convocados, en un solo cuerpo.
Y celebrad la Accin de Gracias: la Palabra de Cristo habite
entre vosotros en toda su riqueza; enseaos unos a otros con toda
sabidura; exhortaos mutuamente. Cantad a Dios, dadle gracias
de corazn, con salmos, himnos y cnticos inspirados. Y todo lo
que de palabra o de obra realicis, sea todo en nombre de Jess,
ofreciendo la Accin de Gracias a Dios Padre por medio de l.
Mujeres, vivid bajo la autoridad de vuestros maridos, como
conviene con el Seor.
Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seis speros con ellas.
Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, que eso le gusta
al Seor. Padres, no exasperis a vuestros hijos, no sea que pierdan
los nimos.
39
Domingo
Infraoctava
de
Navidad
Da 1 de enero.Octava
de la Natividad
del Seor
40
has presentado ante todos los pueblos: | luz para alumbrar a las
naciones, | y gloria de tu pueblo, Israel.
Jos y Mara, la madre de Jess, estaban admirados por lo que
se deca del Nio. Simen los bendijo diciendo a Mara, su madre:
Mira: Este est puesto para que muchos en Israel caigan y se
levanten; ser como una bandera discutida: as quedar clara
la actitud de muchos corazones. Y a ti una espada te traspasar
el alma.
Haba tambin una profetisa, Ana, hija ele Fanuel, de la tribu
de Aser. Era una mujer muy anciana: de jovencita haba vivido
siete aos casada, y llevaba ochenta y cuatro de viuda; no se apartaba del templo da y noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones. Acercndose en aquel momento, daba gracias a Dios y
hablaba del nio a todos los que aguardaban la liberacin de
Israel]. Y cuando cumplieron todo lo que prescriba la ley del
Seor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El nio
iba creciendo y robustecindose, y se llenaba de sabidura; y la
gracia de Dios lo acompaaba.
DA 1 D E ENERO
OCTAVA DE LA N A T I V I D A D D E L SEOR
SOLEMNIDAD D E SANTA MARA M A D R E DE DIOS
PRIMERA
LECTURA
Invocarn mi nombre sobre los israelitas y yo los bendecir
Invocar el nombre de Yahvh * sobre el pueblo o los hijos de Israel
es una expresin tcnica. Es como una actualizacin con todas sus
consecuencias de la eleccin o vinculacin del pueblo a Yahvh. El
pueblo de Israel lleva el nombre de Yahvh (como una esposa el del
marido) y al nombre de Yahvh le afecta la suerte prspera o adversa
por la que pasa el pueblo. Cuando el pueblo estaba en el destierro y como humillado, el nombre de Yahvh estaba profanado entre las gentes
(cfr. Ez j). Pero cuando el pueblo fue liberado con grandes prodigios divinos, el nombre de Yahvh fue santificado, fue puesto a
gran altura pasando de la humillacin a la glorificacin (Ez j).
De ah que la invocacin del nombre sobre el pueblo sea una fuente
de bendiciones y una garanta de benevolencia, pues es una ^actualizacin de la eleccin divina de donde le vienen a Israel todas las
bendiciones.
Lectura del Libro de los Nmeros 6, 22-27.
El Seor habl a Moiss: Di a Aarn y a sus hijos: Esta es la
frmula con que bendeciris a los israelitas:
41
Da I de enero.-Octava de la Natividad
del Sen,
RESPONSORIAL
Da 1 de enero.Octava
de la Natividad
del Seor
42
d) La ley sita a Cristo en la historia de la salvacin, en la historia de su pueblo. La mujer lo sita entre los hombres, sus hermano',
a los que viene a liberar y a salvar hacindolos, como es l, hijos ilr!
Padre (Cfr. Rm 8, 15-16; Ef 1, 10; Col 2, 20.)
Lectura de la carta del Apstol San Pablo a los Glatas 4, 4-7
Hermanos: Cuando se cumpli el tiempo, envi Dios a su Hijo,
nacido de una mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que
estaban bajo la ley, para que recibiramos el ser hijos por adopcin. Como sois hijos, Dios envi a vuestros corazones el Espritu
de su Hijo que clama Abba! (Padre). As que ya no eres esclavo,
sino hijo; y si eres hijo, eres tambin heredero por voluntad de
Dios.
ALELUYA Hb 1, 1-2
Si no se canta, puede omitirse.
Aleluya, aleluya. En distintas ocasiones habl Dios antiguamente a nuestros padres por los profetas; ahora, en esta etapa
final, nos ha hablado por el Hijo. Aleluya.
EVANGELIO
Encontraron a Mara y a Jos y al nio. Al cumplirse los ocho das
le pusieron por nombre Jess
A Jess le encuentran los pastores cerca de Mara su madre, la
primera creyente, la totalmente disponible a Dios.
Mara es madre por su apertura a la Palabra de Dios, por su
silencio creyente que acepta el misterio.
El ideal del pueblo de Israel era escuchar la Palabra de Dios.
Mara es el ideal del pueblo, al ser un perfecto y total si a la Palabra en la que Dios se dice totalmente, Jess. Del tronco de David
nace el Retoo que es la esperanza y la respuesta de Dios.
Esta maternidad es dolorosa (Mti, ig; Le 1, 2g. 34; 2, 33). La
turbacin, la dificultad, el dolor anunciado, su no entender las palabras de Jess no impiden que su s a la Palabra sea constante.
La voz de Dios le llega por su Hijo, por Simen, por los pastores:
Mara guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazn .
Mara crece; su maternidad no termina en Beln, sino en la cruz.
(Jn 19, 25.J.
>< Lectura del santo Evangelio segn San, Lucas 2, 16-21.
En aquel tiempo los pastores fueron corriendo y encontraron
a Mara y a Jos y al nio acostado en el pesebre. Al verlo, les
contaron lo que les haban dicho de aquel nio. Todos los que lo
oan se admiraban de lo que decan los pastores. Y Mara conservaba todas estas cosas, meditndolas en su corazn. Los pastores
43
Segundo Domingo
despus de Navidad
Segundo Domingo
despus de Navidad
44
y.
45
Segundo Domingo
despus de
Navidad
1. Tm 3, 16
Oa 6 de enero.Epifana
del
Seor
46
SEOR
PRIMERA
LECTURA
La glora del Seor amanece sobre ti
La salvacin de Jerusaln se describe como una luz de amanecer
que disipa las sombras de muerte que dominan el mundo. Dios mismo
es la aurora. El ilumina a la ciudad. Su resplandor guia a los pueblos. Jerusaln contempla con gozo cmo acuden a ella de todas
partes. Todos vienen cargados de dones: traen a sus hijos dispersos,
traen ofrendas para el culto. Jess es la luz de Dios, que ilumina y
atrae a los hombres desde todos los confines de la tierra. (Cfr. Is 2, 1-5;
4> 2 " 6 ; 45, 14-!?; 49, 18-22; 62; 66, 7-14. 18-21; Ez 20, 39-44; Miq
4, I'I3: Zac 8, 1-8. 20-21; Sof 3, 9,13; Apc 21, 9-27.)
Lectura del Profeta Isaas 60, 1-6.
Levntate, brilla, Jerusaln, que llega tu luz; | la gloria del
Seor amanece sobre ti! 1 Mira: las tinieblas cubren la tierra, | la
Da 6 de enero.Epifana
47
del Seor
RESPONSORIAL
y.
R7.
y.
de la tierra.
de la tierra.
de la tierra.
de la tierra.
de la tierra.
Da 6 de enero.Epifana
)f.
I<7.
del Seor
48
SEGUNDA
LECTURA
A hora ha sido revelado que tambin los gentiles son coherederos
Pablo, Apstol de los gentiles, describe el plan salvijico de Dios,
revelado con plenitud a los santos apstoles y profetas. Ellos han
recibido por revelacin del Espritu el conocimiento del misterio:
tambin los gentiles son herederos de a promesa. Ha desaparecido
toda disparidad, toda separacin en orden a la salvacin. Ya no hay
judio y pagano, libre o esclavo. Uno solo es el cuerpo. Todos son
miembros de la nica Iglesia de Cristo. Toda esta igualdad se deduce de la participacin en el misterio de Cristo. El es el verdadero
heredero de la Promesa (Gal 3, 16) hecha a Abraham, y todos son
copartcipes de las promesas en Cristo Jess, precisamente porque
son co-cuerpo (synsoma) de Cristo.
Lectura de la carta del Apstol San Pablo a los Efesios %, 2-^1.
5-6.
Hermanos:
Habis odo hablar de la distribucin de la gracia de Dios que
se me ha dado en favor vuestro. Ya que se me dio a conocer por
revelacin el misterio que no haba sido manifestado a los
hombres en otros tiempos, como ha sido revelado ahora por
el Espritu a sus santos apstoles y profetas: que tambin los
gentiles son coherederos, miembros del mismo cuerpo y partcipes
de la Promesa en Jesucristo, por el Evangelio.
ALELUYA.
Ut 2, 2
49
Da 6 de enero.Epifana
del Seor
Primer
Domingo
despus de
Epifana
50
Primer Domingo
51
despus de
Epifana
RESPONSORIAL
Y.
Primer Domingo
despus de
Epifana
ALELUYA.
52
Me <j, h
CUARKSMA
Cuaresma
56
Cdii la Samaritana, la curacin del ciego de nacimiento y la resurreccin de Lzaro. Estos tres Evangelios pueden mantenerse en
cada uno de los tres cielos por razn de su importancia. Pero,
siguiendo ti parecer de muchos pastores, en los ciclos B y C se
proponen otros textos de contenido semejante: En el H, textos de
San Juan sobre la futura glorificacin de Cristo por la cruz y la
resurreccin; y en el C, textos de San Lucas sobre la conversin.
Para la primera lectura se han elegido textos del Antiguo
Testamento que se refieren a la historia de la salvacin, ya que
esta constituye uno de los elementos fundamentales de la catcquesis cuaresmal. En cada uno de los tres aos se van ofreciendo los elementos principales desde el comienzo del pacto
hasta la promesa de la renovacin de la alianza; sobre todo, las
lecturas de Abraham (domingo segundo) 5- de la salida de Egipto
(domingo tercero).
Las lecturas apostlicas estn seleccionadas de tal manera que
sirven para encontrar la conexin do los Evangelios con los textos
del Antiguo Testamento.
Primer Domingo
de
Cuaresma
58
bida bajo la imagen del pacto, debe leerse Gen 9, 8-15. El pacto co^
No inaugura la cadena de alianzas que culminarn en Cristo, poy
el que Dios tuvo a bien reconciliar todas las cosas, pacificando, e s
diante la sangre de su cruz, lo que hay en la tierra y en los cielos >
,
(Col 1,20). Mientras otras alianzas acentan ms el aspecto leolgicQ
(restauracin de la paz y amistad con Dios) o poltico-social (res^
taut'acin de la amistad mutua entre los hombres), la alianza Coj,
No se fija primordialmente en el aspecto csmico (restauracin <^e
la armona entre el hombre y la creacin).
59
Primer Domingo
R/.
y.
R7.
y.
RESPONSORIAL
R/.
de
Cuaresma
SEGUNDA
LECTURA
A quello fue un smbolo del bautismo que actualmente os salva
Ser cristiano no es precisamente un lujo; no significa tener asegurada una vida fcil y cmoda. San Pedro es consciente de esta
realidad y por ello quiere recordar a sus cristianos y a los de todos
los tiempos la eficacia salvadora del sufrimiento. Una eficacia salvadora que alcanza tanto al individuo que sufre como a la comunidad
en medio de la que sufre. Pero no se trata de simples palabras bonitas, palabras consoladoras. Como suprema garanta est Cristo que
sufriendo y muriendo ha salvado al pueblo de Dios y a la vez ha conquistado para si un nuevo modo de vivir: la gloria del cuerpo resucitado frente a la limitacin y debilidad del cuerpo mortal. Es sin
duda esta clara alusin a Cristo resucitado lo que hace evocar a
San Pedro de manera un tanto misteriosa, la nueva vida del cristiano
que se obtiene a travs del Bautismo.
De hecho en adelante y ya por siempre, la celebracin del misterio
pascual y del misterio bautismal sern dos realidades litrgicas inseparables.
Lectura de la primera carta del Apstol San Pedro 3, 18-22.
Queridos hermanos:
Cristo muri por los pecados una vez para siempre: el inocente
por los culpables, para conducirnos a Dios.
Como era hombre, lo mataron; pero como posea el Espritu,
fue devuelto a la vida. Con este Espritu fue a proclamar su mensaje a los espritus encarcelados que en un tiempo haban sido rebeldes, cuando la paciencia de Dios aguardaba en tiempos de No,
mientras se construa el arca, en la que unos pocosocho personasse salvaron cruzando las aguas.
Segundo Domingo
de
Cuaresma
60
Mt 4, 4 b
61
Segundo Domingo
de
Cuaresma
Naturalmente, la intencin del autor sagrado recae sobre la significacin. El hecho en s es secundario y slo tiene razn de medio o
vehculo al servicio del'mensaje. En este caso concreto del sacrificio
de Isaac, el hecho en s no solamente no tiene inters ni valor positivo, sino que refleja un estadio de subdesarrollo religioso de la
Humanidad, en el que se ofrecan sacrificios humanos, que est condenado por la Biblia misma.
La clave de la enseanza o mensaje del relato la encontramos en
las primeras palabras, Dios prob a A braham (v. 1). Se trata de
una prueba, la gran prueba del viejo patriarca, cuya fe y obediencia
haban conocido otras dos grandes pruebas. La primera coincide
con el momento de su vocacin, cuando, dejadas tierra, patria y parentela, sale hacia un pas desconocido, con su mujer estril (Gen
11, 30), apoyado en la Palabra de Dios, que le ha llamado y le ha
prometido una posteridad (Gn 12, iss). La segunda tuvo lugar
cuando le fue renovada la promesa (Gn 15, 5-6). Vase el profundo
comentario que San Pablo hace de este pasaje (Rm 4, 18-22).
Cuando despus de una serie de incidencias (Gn 12, iss; 16.
iss; 18, iss), que hacen de su vida un verdadero suspense, Abraham
tiene ya entre sus manos a Isaac, el hijo de la promesa, Dios se lo
reclama para s y se lo manda sacrificar. Para valorar la prueba del
patriarca debe tenerse en cuenta que Isaac es para Abraham no
solamente un hijo, no solamente el hijo nico de su amor (v. 2),
sino que es, sobre todo, el hijo de la promesa, es decir, el hijo concebido milagrosamente y a travs del cual Abraham espera convertirse en padre de una descendencia numerosa como las estrellas del
cielo, como las arenas del mar. En el momento de su vocacin se le
exige a Abraham renunciar a todo su pasado, ahora se le exige renunciar a todo su futuro. Caminos paradjicos de Dios! A braham
ser padre del pueblo de Dios, pero no sin haber pasado antes por
la prueba de renunciar a esa paternidad. Tambin a Mara de
Nazarel la hizo renunciar a ser lo que ms tarde seria, Madre de Dios.
Lectura del Libro del Gnesis 22, 1-2. ga, 10-13 15-18.
En aquellos das Dios puso a prueba a Abrahn llamndole:
Abrahn! El respondi: Aqu me tienes. Dios le dijo: Toma a tu
hijo nico, al que quieres, a Isaac, y vete al pas de Mora y ofrcemelo all en sacrificio, sobre uno de los montes que yo te indicar.
Cuando llegaron al sitio que le haba dicho Dios, Abrahn
levant all un altar y apil la lea. Entonces Abrahn tom el
cuchillo para degollar a su hijo; pero el ngel del Seor grit
desde el cielo: Abrahn, Abrahn! El contest: Aqu me tienes.
Segundo Domingo
de
Cuaresma
62
RESPONSORIAL
63
R7.
Segundo Domingo
de
Cuaresma
SEGUNDA
LECTURA
Dios no perdon a su propio Hijo
La idea principal es la seguridad de la esperanza cristiana, basada
en el hecho de la redencin ya cumplida. La presente percopa presenta los motivos de esperanza fundados en el Padre (los vv. 32-33)
y en Cristo (v 34). El cristiano confa firmemente en el Padre:
a) El en persona est a favor del redimido, b) Ha entregado a su
propio Hijo por nuestra salvacin, c) En l nos dar tambin
todos los dems dones (la plenitud de la redencin, la resurreccin
corporal). La parte segunda (quin acusar?) se centra en el
juicio escatolgico, con el consiguiente temor del juicio. Tambin
la esperanza del redimido tiene motivos para no temer, porque:
a) Contra los redimidos no habr acusacin (son los elegidos de
Dios),
b) No habr condenacin (es Dios quien pronuncia sentencia de justificacin),
c) Tampoco Cristo se convertir en acusador ; en efecto: 1) Dio la vida por nosotros. -2) Resucit. 3) Est
entronizado a la derecha de Dios. 4) Sin cesar intercede por nosotros. Esta percopa proclamada en el perodo cuaresmal, llena las
almas de confianza y optimismo en la bondad y misericordia de Dios
y de Cristo, al entregarse a la penitencia cuaresmal que les recuerda
sus propias culpas y pecados.
Lectura de la carta del Apstol San Pablo a los Romanos
8, 3I&-34-
Hermanos:
Si Dios est con nosotros, quin estar contra nosotros?
El que no perdon a su propio Hijo, sino que lo entreg a la muerte
por nosotros, cmo no nos dar todo con El? Quin acusar a
los elegidos de Dios? Dios es el que justifica.
Quin condenar? Ser acaso Cristo que muri, ms an,
resucit y est a la derecha de Dios, y que intercede por nosotros ?
VERSCULO ANTES DEL EVANGELIO
Si no se canta, puede
omitirse.
Tercer
Domingo
de
Cuaresma
64
EVANGELIO
Este es mi Hijo amado
Dios, cuya presencia se halla simbolizada en la nube que envuelve
a Jess (cfr. Ex 16, 10; ig, g; 24, 15-16; 1 Re 8, 10-iz)
testifica
en su favor. Su voz confirma el anuncio que Jess ha hecho de su
pasin, al afirmar que l es el siervo, manso y humilde, que cumple
fielmente
el destino doloroso que Dios le- ha encomendado
(Is 42,
1; 50, 4-6. 10; Mt 3, 16-17 par.; 12, 16-18). Es, adems, el profeta,
a quien se debe escuchar (Dt 18, 15; Jn 6, 14; 7, 40; Hch 3, 22) aun
cuando su enseanza
sea desconcertante.
Es el propio
Hijo de
Dios al que hay que seguir por el camino de la cruz si se quiere
llegar con l a la gloria de la resurreccin, que se manifiesta ya en la
transfiguracin
(vv. 2-4; 8, 34-38 par.; 10, 41-45
par.).
{ L e c t u r a del s a n t o E v a n g e l i o s e g n S a n M a r c o s 9, 1-9.
E n a q u e l t i e m p o J e s s se llev a P e d r o , a S a n t i a g o y a J u a n ,
s u b i c o n ellos solos a u n a m o n t a a a l t a , y se t r a n s f i g u r d e l a n t e
d e ellos. S u s v e s t i d o s se v o l v i e r o n d e u n b l a n c o d e s l u m b r a d o r ,
c o m o n o p u e d e d e j a r l o s n i n g n b a t a n e r o del m u n d o .
Se les a p a r e c i e r o n E l i a s y Moiss c o n v e r s a n d o c o n J e s s . E n t o n c e s P e d r o t o m la p a l a b r a y le dijo a J e s s : M a e s t r o . Qu
bien se e s t a q u ! V a m o s a h a c e r t r e s c h o z a s , u n a p a r a t i , o t r a
p a r a Moiss y o t r a p a r a E l i a s . E s t a b a n a s u s t a d o s y n o s a b a
lo q u e deca. Se f o r m u n a n u b e q u e los c u b r i y sali u n a voz d e
la n u b e : E s t e es m i H i j o a m a d o ; e s c u c h a d l o . D e p r o n t o , al m i r a r
a l r e d e d o r , n o v i e r o n a n a d i e m s q u e a J e s s , solo con ellos.
C u a n d o b a j a b a n de la m o n t a a , J e s s les m a n d : N o c o n t i s a
n a d i e lo q u e h a b i s v i s t o h a s t a q u e el H i j o del H o m b r e r e s u c i t e
d e e n t r e los m u e r t o s . E s t o se les q u e d g r a b a d o y d i s c u t a n q u
q u e r r a decir a q u e l l o d e r e s u c i t a r d e e n t r e los m u e r t o s .
LECTURA
(Jn 1. 17)
de la ley natural;
consy conserva su valor en la
el Declogo en dos recen5, 6-12. La recensin del
65
Tercer
b)
Relacin
c)
Relacin
vv.
Domingo
de
Cuaresma
3-11.
vv.
12-17.
Juntamente
con el Cdigo de la Alianza
(Ex 20, 22-23, I9), el
Declogo constituye
la Carta Magna de la Alianza
del Sina
(Ex
ig-24) y de ella recibe todo su valor teolgico. A la luz del formulario de los pactos hititas de vasallaje podemos distinguir
en el Declogo los siguientes
elementos:
a)
P r e m b u l o : Yo, el Seor,
soy tu Dios
(v.
2).
de la
por razn de
brevedad.
Tercer Domingo
de
Cuaresma
66
RESPONSORIAL
Tercer Domingo
67
de
Cuaresma
1^.
y.
Tercer Domingo
de
Cuaresma
68
Jn 3, 16
69
Tercer Domingo
de
Cuaresma
Tercer Domingo
de
Cuaresma
70
71
Cuarto
Domingo
de
Cuaresma
CUARTO DOMINGO D E
CUARESMA
PRIMERA
LECTURA
La ira y la misericordia del Seor se manifestaron en el exilio y la
liberacin del pueblo
La historia del pueblo elegido es una leccin de pedagoga divina.
Los autores sagrados atribuyen la ruina de Israel a las infidelidades
del pueblo (cfr. Jr y, 8-20; Ez 8). A la misericordia de Dios que
suscitaba continuamente mensajeros (cfr. Jr 26, 5 ; 2g, ig; 35, 14S),
para moverlos a penitencia y as perdonar sus pecados, el pueblo
rebelde ha respondido con el desprecio de los mensajes del Seor
(cfr. Jr 20, 8). Nabucodonosor ser el instrumento de la clera de
Dios; el destierro, el horno purificador del pueblo infiel. Pero Dios es
misericordioso (cfr. Ex 22, 2y; Dt 4, 31) y se compadece de su
pueblo (cfr. Is 40, iss; Jr 31, 3-14). Ciro, rey pagano, es el elegido,
el ungido del Seor (cfr. Is 45, 1; Esd 1, iss). Por su medio Dios
manifiesta de nuevo su misericordia al resto de Israel (cfr. Is 45,
2-4: Jr 31. 7)Lectura del segundo Libro de las Crnicas 36, 14-16. 19-23.
En aquellos das, todos los jefes de los sacerdotes y el pueblo
multiplicaron sus infidelidades, segn las costumbres abominables
de los gentiles, y mancharon la Casa del Seor, que l se haba
construido en Jerusaln. El Seor, Dios de sus padres, les envi
desde el principio avisos por medio de sus mensajeros, porque
tena compasin de su pueblo y de su Morada. Pero ellos se burlaron de los mensajeros de Dios, despreciaron sus palabras y se
mofaron de sus profetas, hasta que subi la ira del Seor contra su
pueblo a tal punto que ya no hubo remedio.
Incendiaron la Casa de Dios y derribaron las murallas de Jerusaln; pegaron fuego a todos sus palacios y destruyeron todos sus
objetos preciosos. Y a los que escaparon a la espada los llevaron
cautivos a Babilonia, donde fueron esclavos del rey y de sus hijos
hasta la llegada del reino de los persas; para que se cumpliera lo
que dijo Dios por boca del Profeta Jeremas: Hasta que el pas
haya pagado sus sbados, | descansar todos los das de la desolacin, I hasta que se cumplan los setenta aos.
En el ao primero de Ciro, rey de Persia, en cumplimiento de
73
Cuarto Domingo
de
Cuaresma
y.
la Palabra del Seor, por boca de Jeremas, movi el Seor el
espritu de Ciro, rey de Persia, que mand publicar de palabra
y por escrito en todo su reino: As habla Ciro, rey de Persia: ]
El Seor, el Dios de los cielos, me ha dado todos los reinos de la
tierra. | El me ha encargado que le edifique una Casa en Jerusaln,
en Jud. | Quien de entre vosotros pertenezca a su pueblo, |
sea su Dios con l y suba!
SALMO
RESPONSORIAL
y.
Cuarto
Domingo
de
Cuaresma
72
K7.
SEGUNDA
LECTURA
.Muertos por los pecados, por pura gracia estis salvados
La situacin inicial de paganos y judos queda expuesta en los
versculos precedentes: esclavitud y muerte espiritual (E 4, j " - j ;
cfr. Rm 3, 23), sin posible solucin humana. Ante esta perspectiva
calamitosa Dios no permanece indiferente. Interviene para arrancarnos de esa esclavitud que tendra como trmino la muerte eterna
(Col 1, I3s). Es su amor el que le empuja a una gesta salvadora
(Jn 3, l6s). Nada exista en nosotros que pudiera reclamar o simplemente estimularle a salvarnos. Pero as es Dios. Pablo pretende
de los fieles la toma de conciencia de estos dos estados, el de muerte
y el de vida, para que apreciemos en su justo valor la bondad de Dios
que nos ha salvado. Dos grandes dones nos ha preparado el Padre,
de antemano, para llevar a cabo nuestra salvacin: la incorporacin
a Cristo (Rm 6, 5) y el Espritu Santo, prenda de la herencia futura (Ef 1, 14). A esta postura de liberalidad divina debe responder
en el hombre una conversin ms profunda y autntica y una configuracin con Cristo cada vez ms perfecta.
Lectura de la carta del Apstol San Pablo a los Efesios 2, 4-10.
Hermanos:
Dios, rico en misericordia, | por el gran amor con que nos am: |
estando nosotros muertos por los pecados, | nos ha hecho vivir
con Cristopor pura gracia estis salvados, | nos ha resucitado
con Cristo Jess | y nos ha sentado en el cielo con l.
As muestra en todos los tiempos | la inmensa riqueza de su
gracia, | su bondad para con nosotros en Cristo Jess.
Porque estis salvados por su gracia y mediante la fe. Y no se
debe a vosotros, sino que es un don de Dios; | y tampoco se
debe a las obras, | para que nadie pueda presumir.
Somos, pues, obra suya. | Dios nos ha creado en Cristo Jess, |
para que nos dediquemos a las buenas obras, | que l determin
practicsemos.
74
Jn 3, 16
75
Cuarto Domingo
de Cuaresma
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77
Quinto Domingo
QUINTO DOMINGO D E
de
Cauresma
CUARESMA
PRIMERA
LECTURA
Har una alianza nueva v wo recordar el pecado
Yahvh e Israel se renen en una Nueva Alianza despus de recorrido un largo camino.
Israel ha sido un no a Yahvh. Dios ha permanecido fiel a
pesar de la lejana de su pueblo. (Os u). El Pueblo debe volver, convertirse a su Dios, que le da el vino, el pan y la tierra.
Esta vuelta no la hace el pueblo solo, Dios le toma de la mano y
le presta ayuda y proteccin (Is. 42, 6; 51,12 s.) Dios se interioriza,
se mete dentro del corazn. No coloca sobre los hombros cansados
unas nuevas tablas de piedra; l es una fuerza viva que empuja a
los hombres hacia el bien, (2 Cor 3, 3...) Esta unin llevar consigo amor, justicia, fidelidad y conocimiento de Dios, (Os 2, 20-24.)
Dios muestra el camino a seguir y da fuerza para seguirlo. El
pueblo reconocer a Dios; no se trata de un saber humano, sino de
la vida que brota de esta intimidad con l. Dios borra el pasado.
Dios llegar a una intimidad tal con cada hombre que toda influencia externa ser innecesaria.
Cuando en Israel no existe ni templo, ni Rey, ni sacerdocio,
cuando han llegado a la pobreza total, que ni como nacin existen,
Dios abre el corazn de los hombres a una nueva esperanza, a A lianza
perfecta. La historia trgica de Israel termina en vida. Esta nueva
Alianza se realiza en Jess que nos enva el Espritu. (Cfr. Os. 2 Ez
16; Le 22 Hb 8).
Lectura del Profeta Jeremas 31, 31-34.
Mirad que llegan dasorculo del Seor | en que har con
la casa de Israel y la casa de Jud una alianza nueva. | No romo
la que hice con vuestros padres, | cuando los tom de la mano
para sacarlos de Egipto: | Ellos, aunque yo era su Seor, quebrantaron mi Alianza; j orculo del Seor. [ Sino que as ser la
alianza que har con ellos, | despus de aquellos das orculo
del Seor: | Meter mi ley en su pecho, [ la escribir en sus
corazones; | yo ser su Dios, | y ellos sern mi pueblo.
Y no tendr que ensear uno a su prjimo, | el otro a su hermano,
diciendo: | Reconoce al Seor. | Porque todos me conocern, |
desde el pequeo al grande | orculo del Seor, | cuando
perdone sus crmenes, | y no recuerde sus pecados.
SALMO
RESPONSORIAL
Dios nos propone una Alianza Nueva la que Cristo sell con
el cliz de su sangre en sustitucin de la que quebrantaron nuestros
Quinto Domingo
de Cuaresma
78
79
Quinto Domingo
de Cuaresma
Jn 12, 26
Quinto Domingo
de
Cuaresma
80
< Lectura del santo Evangelio segn San Juan 12, 20-33.
En aquel tiempo entre los que haban venido a celebrar la Fiesta
haba algunos gentiles; stos, acercndose a Felipe, el de Betsaida
de Galilea, le rogaban: Seor, quisiramos ver a Jess. Felipe fue a
decrselo a Andrs; y Andrs y Felipe fueron a decrselo a Jess
Jess les contest: Ha llegado la hora de que sea glorificado
el Hijo del Hombre. Os aseguro, que si el grano de trigo no cae
en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho
fruto. El que se ama a s mismo, se pierde, y el que se aborrece
a s mismo en este mundo, se guardar para la vida eterna. El
que quiera servirme, que me siga y donde est yo, all tambin
estar m servidor; a quien me sirva, el Padre le premiar.
Ahora mi alma est agitada y, qu dir?: Padre, lbrame de
esta hora. Pero si por esto he venido, para esta hora. Padre, gl 0 .
rifica tu nombre.
Entonces vino una voz del cielo: Lo he glorificado y volver a
glorificarlo.
La gente que estaba all y lo oy deca que haba sido un truenootros decan que le haba hablado un ngel. Jess tom la palabra
y dijo: Esta voz no ha venido por m, sino por vosotros. Ahora va
a ser juzgado el mundo; ahora el Prncipe de este mundo va a ser
echado fuera. Y cuando yo sea elevado sobre la tierra, atraer
a todos hacia m. Esto lo deca dando a entender la muerte de q u e
iba a morir.
Tambin puede leerse el siguiente Evangelio, en lugar del precedente,
EVANGELIO
Yo soy la resurreccin y la vida
Otra gran seal del cuarto Evangelio. De los varios smbolos
que usa Jn para expresar los bienes que Cristo comunica a los que
creen en l (smbolos que se refieren a las apetencias ms fundamentales del hombre), aqu surge el de Vida, plasmado en una
resurreccin. Ya no slo agua de la Vida (cap. 4), o pan de
la Vida (cap. 6), sino la Vida, Una vida que es ms que la
resurreccin final, como malentiende Marta (v. 24); que est por
encima de la muerte y de '3 vida fenomnicas (v. 2, clave de toda
la lectura): La autntica resurreccin es l para todo el que cree.
Y, como siempre, las incidencias en los oyentes: mientras unos
creyeron en l, otros se deciden a hacerle morir por haberse manifestado como Vida.
El texto entre [ ] puede omitirse por razn de brevedad.
81
Quinto Domingo
de Cuaresma
tjf Lectura del santo Evangelio segn San Juan 11, 1-45.
En aquel tiempo, [un cierto Lzaro, de Betania, la aldea de
Mara y de Marta, su hermana, haba cado enfermo. (Mara era
la que ungi al Seor con perfume y le enjug los pies con su cabellera: el enfermo era su hermano Lzaro.)] Las hermanas le mandaron recado a Jess diciendo: Seor, tu amigo est enfermo.
Jess, al orlo, dijo: Esta enfermedad no acabar en la muerte,
sino que servir para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios
sea glorificado por ella.
Jess amaba a Marta, a su hermana y a Lzaro. Cuando se
enter de que estaba enfermo se qued todava dos das en donde
estaba. Slo entonces dijo a sus discpulos: Vamos otra vez a
Judea. [Los discpulos le replicaron: Maestro, hace poco intentaron
apedrearte los judos, y vas a volver all ?
Jess contest: No tiene el da doce horas? Si uno camina de
da no tropieza, porque ve la luz de este mundo; pero si camina
de noche, tropieza porque le falta la luz. Dicho esto aadi:
Lzaro, nuestro amigo, est dormido: voy a despertarlo. Entonces
le dijeron sus discpulos: Seor, si duerme, se salvar. (Jess se
refera a su muerte; en cambio, ellos creyeron que hablaba del
sueo natural.) Entonces Jess les replic claramente: Lzaro
ha muerto, y me alegro por vosotros de que no hayamos estado
all, para que creis. Y ahora vamos a su casa. Entonces Toms,
apodado el Mellizo, dijo a los dems discpulos: Vamos tambin
nosotros y muramos con l.]
Cuando Jess lleg, Lzaro llevaba ya cuatro das enterrado.
[Betania distaba poco de Jerusaln: unos tres kilmetros; y muchos
judos haban ido a ver a Marta y a Mara para darles el psame
por su hermano.] Cuando Marta se enter de que llegaba Jess,
sali a su encuentro, mientras Mara se quedaba en casa. Y dijo
Marta a Jess: Seor, si hubieras estado aqu no habra muerto
mi hermano. Pero aun ahora s que todo lo que pidas a Dios, Dios
te lo conceder.
Jess le dijo: Tu hermano resucitar. Marta respondi: S que
resucitar en la resurreccin del ltimo da. Jess le dice: Yo
soy la resurreccin y la vida: el que cree en m, aunque haya
muerto, vivir; y el que est vivo y cree en m, no morir para
siempre. Crees esto? Ella le contest: SI, Seor: yo creo que t
eres el Mesas, el Hijo de Dios, el que tena que venir al mundo.
[Y dicho esto fue a llamar a su hermana Mara, dicindole en
voz baja: El Maestro est ah y te llama. Apenas lo oy, se levant
y sali adonde estaba l: porque Jess no haba entrado todava
en la aldea, sino que estaba an donde Marta lo haba encontrado.
Domingo
82
Los judos que estaban con ella en casa consolndola, al ver que
Mara se levantaba y sala de prisa la siguieron, pensando que
iba al sepulcro a llorar all. Cuando lleg Mara adonde estaba
Jess, al verlo se ech a sus pies dicindole: Seor, si hubieras
estado aqu no habra muerto mi hermano.]
Jess, vindola llorar a ella y viendo llorar a los judos que la
acompaaban, solloz y muy conmovido pregunt: Dnde lo
habis enterrado? Le contestaron: Seor, ven a verlo. Jess se
ech a llorar. Los judos comentaban: Cmo lo quera!
Pero algunos dijeron: Y uno que le ha abierto los ojos a un
ciego, no poda haber impedido que muriera ste ?
Jess sollozando de nuevo llega a la tumba. (Era una cavidad
cubierta con una losa.) Dice Jess: Quitad la losa. Marta, la
hermana del muerto, le dijo: Seor, ya huele mal porque lleva
cuatro das. Jess le dice: No te he dicho que si crees vers la
gloria de Dios ? Entonces quitaron la losa.
Jess, levantando los ojos a lo alto, dijo: Padre, te doy gracias
porque me has escuchado; yo s que t me escuchas siempre;
pero lo digo por la gente que me rodea, para que crean que t
me has enviado. Y dicho esto, grit con voz potente: Lzaro,
ven afuera. El muerto sali, los pies y las manos atados con vendas,
y la cara envuelta en un sudario. Jess les dijo: Desatadlo y
dejadlo andar. Y muchos judos que haban venido a casa de
Mara, al ver lo que haba hecho Jess, creyeron en l.
DOMINGO D E RAMOS E N L A PASIN D E L SEOR
83
Domingo de Ramos
Misa
La Misa de este Domingo consta de tres lecturas, las cuales se recomiendan encarecidamente, a no ser que alguna razn pastoral
aconseje lo contrario.
Teniendo en cuenta la importancia de la lectura de la Historia de
la Pasin del Seor, le est permitido al sacerdote, que conoce la naturaleza de cada asamblea de fieles, leer una sola lectura antes del
Evangelio, o si es necesario, leer solamente la Pasin del Seor, incluso en su forma ms breve. Todo esto nicamente se puede hacer
en las Misas con pueblo.
PRIMERA
LECTURA
No ocult el rostro a insultos: y s. que no quedar avergonzado,
(tercer cntico del siervo del Se or)
Yahvh capacita al siervo para cumplir su misin como consolador de los abatidos. El est siempre a la escucha de lo que Dios
habla, dispuesto siempre a cumplir su voluntad, aunque esto le
acarree dolores y ultrajes. Expresa su confianza amorosa en Yahvh,
que le ayuda a soportar esos dolores. A l final, esa confianza salva
al siervo, y le da la victoria sobre sus enemigos, aunque sea a travs
de la muerte (Is 52, 13-53, 12). (Cfr. Is 42, 1-9; 49; 1-6; 52, 13-53,
12: Sal 22; Mt 26, 67; 27, 30; Rm 8, 31-33.
Lectura del Profeta Isaas 50, 4-7.
Mi Seor me ha dado una lengua de iniciado, | para saber decir
al abatido | una palabra de aliento.
Cada maana me espabila el odo, | para que escuche como los
iniciados. | El Seor Dios me ha abierto el odo; | y yo no me he
rebelado ni me he echado atrs.
Domingo
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RESPONSORIAL
y'.
R7.
y.
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Domingo
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Domingo
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Domingo
de Ramos
en la Pasin del
Seor
Domingo
de Ramos
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91
Jueves
Santo
Jueves
Santo
92
RESPONSORIAL
ly'.
Y
Jueves
93
1^7.
Santo
SEGUNDA
LECTURA
Cristo nos ha convertido en su reino y nos ha hecho sacerdotes de
Dios, su Padre
Jess es el testigo fiel. El da testimonio de lo que ha visto y odo.
El nos manifiesta los planes de Dios. El es el Plan de Dios hecho
realidad.
El ha sido el primero que ha recorrido el camino y que ha vencido
a la muerte. El es el primer nacido (Col. 1,18.). Est colocado sobre
todo poder. El nos ama y nos transforma, hace de nosotros una
nueva creatura (Jn 3) Nuestra respuesta es hacer de nuestra vida
una eterna alabanza. Toda la Profeca del Apocalipsis descansa
sobre estas tres palabras: Dios, Cristo, Redencin. Es el libro ms
tierno y consolador del Nuevo Testamento.
Jess vendr como el Hijo del Hombre de Dn 7, 13, rodeado
de la doxa >v, la gloria, que es su amor por nosotros manifestado en
sus heridas. El fue al principio alfa amor y ser, es (para los
ojos profticos de Juan, todo es presente) amor. Nuestras vidas de
peregrinos estn encerradas entre estos dos parntesis, que son uno,
amor, Jess. El convive con nosotros invitndonos a caminar hacia
el futuro. Ven, Seor Jess*.
Lectura del Libro del Apocalipsis 1, 5-8.
Gracia y paz a vosotros de parte de Jesucristo, el Testigo fiel,
el Primognito de entre los muertos, el Prncipe de los reyes de
la tierra.
Aquel que nos am, | nos ha librado de nuestros pecados por
su sangre, | nos ha convertido en un reino, [ y hecho sacerdotes de
Dios, su Padre. | A El la gloria y el poder | por los siglos de los
siglos. Amn.
Mirad: El viene en las nubes. Todo ojo lo ver; tambin los
que lo atravesaron. Todos los pueblos de la tierra se lamentarn
por su causa. S. Amn.
Dice Dios: Yo soy el Alfa y la Omega, el que es, el que era y el
que viene, el Todopoderoso.
VERSCULO ANTES DEL EVANGELIO Is 61, 1
Si no se canta, puede omitirse.
El Espritu del Seor est sobre m. Me ha enviado para dar la
Buena Noticia a los pobres.
Jueves
Santo
94
EVANGELIO
El Espritu del Seor est sobre m, porque l me ha ungido
Cristo, el ungido por el Espritu, reala su misin, habla a los
pobres anuncindoles la Buena Nueva, da libertad a los cautivos y
oprimidos, da vista a los ciegos.
La gracia y la misericordia del Seor se hacen presentes en l.
Slo los pobres, los cautivos, los ciegos se abren al Seor y le necesitan.
El, hoy tambin, se hace presente; l es la respuesta para los
que sufren, la vida para los muertos, la fuerza para los dbiles
(Mt 5, iss.)
Jess se hace presente en el pan, el vino, el agua, el aceite, la palabra...; y slo los humildes, los hambrientos, le descubren.
Nosotros los cristianos hemos sido ungidos como Cristo (Bautismo, Confirmacin...)
y debemos actuar como l: sanar, curar,
consolar, ser anuncios vivos de la alegra de nuestra libertad.
Lectura del santo Evangelio segn San Lucas 4, 16-21.
En aquel tiempo, fue Jess a Nazaret, donde se haba criado,
entr en la sinagoga, como era su costumbre los sbados, y se
puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el Libro del Profeta Isaas y, desenrollndolo, encontr el pasaje donde estaba
escrito:
El Espritu del Seor est sobre m, | porque l me ha ungido. |
Me ha enviado para dar la Buena Noticia a los pobres, | para
anunciar a los cautivos a libertad, | y a los ciegos, la vista.
Para dar libertad a los oprimidos, | para anunciar el ao de gracia
del Seor.
Y, enrollando el libro, lo devolvi al que le ayudaba, y se sent.
Toda la sinagoga tena los ojos fijos en l. Y l se puso a decirles:
Hoy se cumple esta Escritura que acabis de or.
Jueves Santo
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RESPONSORIAL
y.
1^7.
Jueves
y\
1^7.
Y-
1^7.
y.
R7.
Santo
96
SEGUNDA
LECTURA
Cada vez que comis del pan y bebis del cliz, proclamis la
muerte del Seor
Pablo recuerda a los corintios la enseanza, recibida por revelacin
o por comunicacin de los otros apstoles, sobre la institucin de la
Eucarista: nueva Pascua cristiana.
El pan y el vino consagrados por el Seor son realmente su cuerpo
y su sangre, es decir, son la vida entera del Salvador entregada para
salvacin de todos. La celebracin eucarstica es el memorial o evocacin del sacrificio salvador de Cristo.
El cristiano ha de participar en este misterio con plena conciencia
de lo que hace y con dignas disposiciones. Cfr. Ex 24, 8; Zac 9, 11;
Mt 26, 26-29 y paralelos.
Lectura de la primera carta del Apstol San Pablo a los Corintios 11, 23-26.
Hermanos: Yo he recibido una tradicin, que procede del Seor
y que a mi vez os he transmitido: Que el Seor Jess, en la noche
en que iban a entregarlo, tom un pan y pronunciando la Accin
de Gracias, lo parti y dijo: Esto es mi cuerpo, que se entrega
por vosotros. Haced esto en memoria ma.
Lo mismo hizo con la copa despus de cenar, diciendo: Esta
97
Jueves
Santo
Jn 13, 34
Viernes Santo
98
V I E R N E S SANTO
PRIMERA
LECTURA
El fue traspasado por nuestras rebeliones
(cuarto cntico del Siervo del Seor)
El poema describe la pasin salvadora y gloriosa del siervo de
Yahvh. Su exaltacin est garantizada desde el principio, aunque
su figura dolorida sobrecoja de espanto a cuantos la contemplan.
Su dolor es un misterio. Los caminos de Dios, incomprensibles. El
aspecto del siervo es horrible. Los hombres huyen de l, le desprecian
como castigado por Dios. Pero su dolor descubre no su propio pecado,
es inocente, sino el pecado del pueblo. El castigo que pesa sobre l es
salvador: sufre en lugar del pueblo, para reunirlo. El siervo acepta
este plan de Dios, consciente de que le lleva a la muerte y a una sepultura ignominiosa. Pero Dios le asegura la exaltacin despus
de la muerte: los salvados sern su herencia. Cristo es el siervo de
Yahvh, se entrega a la muerte por el pueblo (cfr. Me 10, 44). La
resurreccin constituye su exaltacin gloriosa. Los cristianos son
su herencia. (Cfr Is 42, 1-9; 49, 1-6; 50, 4-11; Sal 22; Mt 8, 17;
27, 29-31; Jn 12, 32; Hch 8, 32-33; Flp 2, 6-11; 1 Ped 2, 24-25.
Lectura del Profeta Isaas 52, 13-53, 12.
Mirad, mi siervo tendr xito, | subir y crecer mucho. | Como
muchos se espantaron de l, | porque desfigurado no pareca hombre, I ni tena aspecto humano; | as asombrar a muchos pueblos: j
ante El los reyes cerrarn la boca, | al ver algo inenarrable | y
contemplar algo inaudito.
Viernes Santo
99
RESPONSORIAL
En este salmo, recitado por Jess en la cruz, se entrecruzan la confianza, el dolor, la soledad y la splica: con el varn de dolores, hagamos nuestra esta oracin.
Sal 30, 2 y 6. 12-13. 15-16. 17 y 25.
y.
R7.
y.
Viernes Santo
Jy\
y.
1^7.
y.
R7.
y.
?7
100
SEGUNDA
LECTURA
Experiment la obediencia, y se convirti en causa de salvacin
eterna pava todos los que le obedecen
La carta a los Hebreos subraya la condicin humana de Jess,
esencial para el sacrificio y el sacerdocio (v 5.6; 5, 1.4). Pero
Jess es el nico Sumo Sacerdote, porque adems de hombre es
el Hijo (v 8; 1, 2-3); ha llegado a la perfeccin como Salvador, en la conjuncin de Sacerdote y Victima (v g; 2, 10; 7,
28). El texto desarrolla el sufrimiento de la Vctima en la Cruz
(Mt 26, 36 y par.; Jn ig, 25-27), perfecta en cuanto sometida a la voluntad del Padre con temor reverencial (cfr. Mt 16,
3g.j2), y porque la victimacin hizo obediencia experimental
la oblacin de la voluntad, misterio en quien adems era Hijo
(Flp 2, 6.8). Por eso fue escuchado, no en la liberacin de la muerte,
que era su destino como Vctima (cfr. Jn 12, 27), sino en su superacin por la resurreccin y la gloria (2, 9; Jn 12, 27-28; Flp 2, Q-11).
Esa fue su perfeccin: es en su entrada gloriosa en el cielo cuando
Cristo es proclamado Pontfice (5, 5; 9, 11-14.23) semejante a
Melquisedec (eterno y superior al sacerdocio levtico, 7, iss) y donde,
victima y sacerdote actual es causa de salvacin eterna para todos
los que le prestan una obediencia semejante a la suya (v 9 ; 2, 10;
7, 24-2$), como Mara (Jn ig, 25-27; cfr. Le 1, 38.45; 2, 35).
Viernes
101
Santo
1-19, 4 2 .
E n aquel tiempo Jess sali con sus discpulos al otro lado del
torrente Cedrn, donde haba un huerto, y entraron all, l y sus
Viernes
Santo
102
103
Viernes
Santo
Jess le contest:
>{< Yo he hablado abiertamente al mundo: yo he enseado
continuamente en la sinagoga y en el templo, donde se renen
todos los judos, y no he dicho nada a escondidas. Por qu me
interrogas a m? Interroga a los que me han odo, de qu les he
hablado. Ellos saben lo que he dicho yo.
C. Apenas dijo esto, uno de los guardias que estaba all le
dio una bofetada a Jess, diciendo:
S. As contestas al Sumo Sacerdote ?
C. Jess respondi:
< Si he faltado al hablar, muestra en qu he faltado; pero
si he hablado como se debe, por qu me pegas ?
C. Entonces Anas lo envi atado a Caifas, Sumo Sacerdote.
Simn Pedro estaba de pie, calentndose, y le dijeron:
S. No eres t tambin de sus discpulos?
C. El lo neg diciendo:
S. No lo soy.
C. Uno de los criados del Sumo Sacerdote, pariente de aquel
a quien Pedro le cort la oreja, le dijo:
S. No te he visto yo con l en el huerto?
C. Pedro volvi a negar, y en seguida cant un gallo.
Llevaron a Jess de casa de Caifas al Pretorio. Era el amanecer
y ellos no entraron en el Pretorio para no incurrir en impureza
y poder as comer la Pascua. Sali Pilato afuera, adonde estaban
ellos y dijo:
S. Qu acusacin presentis contra este hombre?
C. Le contestaron:
S. Si ste no fuera un malhechor, no te lo entregaramos.
C. Pilato les dijo:
S. Llevoslo vosotros y juzgadlo segn vuestra ley.
C. Los judos le dijeron:
S. No estamos autorizados para dar muerte a nadie.
C. Y as se cumpli lo que haba dicho Jess, indicando de
qu muerte iba a morir.
Entr otra vez Pilato en el Pretorio, llam a Jess y le dijo:
S. Eres t el rey de los judos?
C. Jess le contest:
>}< Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de m?
C. Pilato replic:
S. Acaso soy yo judo? Tu gente y los sumos sacerdotes
te han entregado a m; qu has hecho ?
C. Jess le contest:
tjf Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este
Viernes
Santo
104
105
Viernes
Santo
Viernes
Sanio
106
TIEMPO
PASCUAL
Tiempo
Pascual
110
Tiempo
ni
Pascual
Pascual
Tiempo
Pascual
112
VIGILIA PASCUAL
Para la Vigilia Pascual se proponen nueve lecciones: siete del
Antiguo Testamento y dos del Nuevo. Si lo exigen las circunstancias y por causas particulares, se puede disminuir el nmero de las
lecturas asignadas. Tenganse al menos tres lecturas del Antiguo
Testamento, y, en casos ms urgentes, por lo menos dos, antes de la
Epstola y el Evangelio. Nunca se omita la lectura del xodo sobre
el paso del Mar Rojo (lectura 3. a j
PRIMERA
LECTURA
Vio Dios todo lo que haba hecho: v era muy bueno
Narracin artificial, abstracta, de la creacin del mundo. Compuesta por la escuela sacerdotal, en una poca tarda.
El esquematismo se advierte claramente: los das se corresponden
entre si: el i. con el 4.0, el 2. con el 5. 0 , el 3.0 con el 6. El y. mantiene su independencia, como cspide del poema.
Dentro de cada da, el mismo esquematismo artificial en las frmulas, que se rompe slo al narrar la creacin del hombre, dndole as
relieve. El poema exalta el sbado como da dedicado al culto de
Yahvh: Toda la creacin ha salido de Dios, culmina en el sbado
y vuelve a l en los cultos sabticos. Cfr. Hb 4, I-II.
El texto entre [ ] puede omitirse por razn de brevedad.
Gen.
1, 1-31; 2,
1-2.
Vigilia Pascual
114
Vigilia Pascual
115
todas las fieras de la tierra, | a todas las aves del cielo, | a todos
los reptiles de la tierra | a todo ser que respira | la hierba
verde les servir de alimento. | Y as fue. | Y vio Dios todo lo
que haba hecho: | y era muy bueno. | [pas una tarde, pas
una maana: el da sexto.
Y quedaron concluidos | el cielo, la tierra y sus ejrcitos. | Y
concluy Dios para el da sptimo | todo el trabajo que haba hecho; | y descans el da sptimo | de todo el trabajo que haba
hecho.
SALMO
RESPONSORIAL
Vigilia Pascual
116
R7.
y.
117
Vigilia Pascual
119
Vigilia
Pascual
118
Vigilia
Pascual
Vigilia Pascual
120
SALMO
RESPONSORIAL
El triunfo de Israel sobre Egipto es como la profeca y anticipacin
de nuestra victoria pascual: por la resurreccin de Jesucristo, Dios
ha arrancado a la Humanidad del imperio del pecado y de la muerte:
demos gracias a su Nombre.
Ex 15, 1-2. 3-4. 5-6. 17-18.
f.
Cantemos al Seor, sublime es su victoria.
R7. Cantemos al Seor, sublime es su victoria.
f.
Cantemos al Seor, sublime es su victoria:
caballo y jinete ha arrojado en el mar.
Mi fuerza y mi poder es el Seor, l fue mi salvacin.
El es mi Dios: yo lo alabar;
el Dios de mis padres: yo lo ensalzar.
R. Cantemos al Seor, sublime es su victoria.
y . El Seor es un guerrero,
su nombre es el Seor.
Los carros del Faran los lanz ai mar,
ahog en el Mar Rojo a sus mejores capitanes.
R7. Cantemos al Seor, sublime es su victoria.
y \ Las olas los cubrieron,
bajaron hasta el fondo como piedras.
Tu diestra, Seor, es fuerte y terrible,
tu diestra, Seor, tritura al enemigo.
1^. Cantemos al Seor, sublime es su victoria.
y . Los introduces y los plantas en el monte de tu heredad,
lugar del que hiciste tu trono, Seor;
santuario, Seor, que fundaron tus manos,
el Seor reina por siempre jams.
R7. Cantemos al Seor, sublime es su victoria.
CUARTA
LECTURA
Con misericordia eterna te quiere el Seor, tu redentor
Yahvh ha establecido alianza con Israel. Por ella, el pueblo es
como la esposa del Seor, madre fecunda. Por su pecado, la esposa
infiel ha sido repudiada. Por un momento experimenta la amargura
de la separacin de su Dios. Pero el amor no deja al esposo prolongar
esa separacin. Llama de nuevo a la esposa a su lado y le jura misericordia eterna, nueva y definitiva alianza. Signo de esa alianza es
la reconstruccin de la ciudad que el esposo realiza con cario porque te quiere. Dios transforma el corazn de los hombres, los defender en el futuro. La Pascua es para el nuevo pueblo de Dios el
cumplimiento de esta promesa. Cf. Is 5, i-y; 4Q, 14-15; 55, T-II;
62, 1-5; Ez 36, 35-34; Os 1-3; Me 14, 22-26.
Vigilia Pascual
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RESPONSORIAL
R7.
y.
Vigilia Pascual
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Vigilia Pascual
124
1^7.
y.
RESPONSORIAL
Vigilia Pascual
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R7.
V.
1^7.
V.
R7.
IO.
11.
SPTIMA
LECTURA
Derramar sobre vosotros un agua pura, v os dar un corazn nuevo
En pleno destierro, rota la antigua alianza por las infidelidades
(Ez 20), Dios anuncia una vez ms la Nueva Alianza (Jr 31, 31^).
Su vinculo intimo: la unin perfecta con Dios (v 28; 37, 23.27;
Ex 19, isss; Is 7, 14); su fuente: el amor puro de Dios que obra
por s mismo, por manifestar su santidad (v 22.32; 16,60-62; Is
48, 11); su principio vivificante: el Espritu de Dios (v. 27.) El,
causa de la creacin (Gn 1, 2) y de la vida (Gn 2, 7; Sal 103, 20,-30;
Jb 34, 14-15), autor de gestas salvficas a travs de hombres llenos
de l (Jueces; profetas, Nm 11, 125-29; Os 9, 7), tiene reservada
su manifestacin solemne y universal para los tiempos mesinicos
(Jl 3, 1-2; Hch 2, 1-21). Con ello ser entonces vnculo de unidad
(v 24.28; 11,19; 37, 22; 1 Cor 12, 13), causa de total transformacin interior como una nueva creacin (Sal 51, 12-14; Dt 3> 6-8;
Jr 3Tt 33- 32: 39-4) de purificacin de los pecados y santifica-
Vigilia Pascual
126
RESPONSORIAL
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Vigilia
Pascual
Vigilia Pascual
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y.
Vigilia Pascual
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RESPONSORIAL
K/.
y.
W.
y.
1</.
22-23.
EVANGELIO
Jess el Nazareno, el crucificado, ha resucitado
El realo de la Resurreccin en el Evangelio de Marcos se limita
a constatar la realidad del sepulcro vaco y el mensaje que este hecho
supone (v. 6). Hay una clara intencin en Marcos, como tambin
en los otros relatos, de destacar la identidad de personas entre Jess
de Nazaret y el Resucitado. Este no se describe ni se anuncia como
un espritu puro, sino como una persona viva revestida de un cuerpo;
es el mismo Jess de Nazaret: lo vern, convivirn con l, lo reconocern porque repetir los mismos gestos de su vida pblica
(cfr. Le 24, 30-35; Jn 21, 6.12). Esta identidad de personas es necesaria, pues de ella parte la fe de los discpulos en el Resucitado-
Domingo
de
Resurreccin
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Domingo
131
de
Resurreccin
SALMO
RESPONSARIAL
Domingo de
Resurreccin
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22-23.
V.
R?.
T.
R".
\"".
K".
\~.
!v .
Sha UN DA
LECTURA
Buscad los bienes de all arriba, donde est Cristo
Pablo exige al cristiano que viva una vida nueva en virtud de
a incorporacin que tiene desde su bautismo con Cristo resucitado.
El bautismo hace al cristiano participar de la vida gloriosa, resucitada del Seor; le adentra en una vida nueva de realidades divinas.
Siguiendo la imagen del rito bautismal, Pablo dice que la vida
nueva del cristiano es una vida escondida, sumergida, con Cristo
en Dios: todo cuanto le rodea v penetra es Dios manifestado en Cristo.
Esta vida est oculta durante el tiempo en que el cristiano vive en
el mundo; piro se manifestar plenamente en la venida del Seor.
Cfr. Era 6, 2-u; Gal 2, 20; Col 2, 12.
133
Domingo
de
Resurreccin
1-4-
Hermanos:
Ya que habis resucitado con Cristo, buscad los bienes de all
arriba, donde est Cristo, sentado a la derecha de Dios; aspirad
a los bienes de arriba, no a los de la tierra.
Porque habis muerto; y vuestra vida est con Cristo escondida
en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida nuestra, entonces tambin
vosotros apareceris, juntamente con l, en gloria.
Si se prefiere, puede leerse 1 Cor 5, 6>-8.
SECUENCIA
Ofrezcan los cristianos
ofrendas de alabanza
a gloria de la Vctima
propicia de la Pascua.
Cordero sin pecado
que a las ovejas salvas,
a Dios y a los culpables
uni con nueva alianza.
Lucharon vida y muerte
en singular batalla
y, muerto el que es Vida,
triunfante se levanta.
Qu has visto de camino,
Mara, en la maana?
A mi Seor glorioso,
la tumba abandonada,
los ngeles testigos,
sudarios y mortaja.
Resucit de veras
mi amor y mi esperanza!
Venid a Galilea,
all el Seor aguarda;
all veris los suyos
la gloria de la Pascua.
Primicia de los muertos,
sabemos por tu gracia
que ests resucitado;
la muerte en ti no manda.
Rey vencedor, apidate
de la miseria humana
y da a tus fieles parte
en tu victoria santa.
Amn. Aleluya.
Segundo Domingo
de Pascua
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135
Segundo
Domingo
de Pascua
PRIMERA
LECTURA
Todos pensaban y sentan lo mismo
Ya en el primer sumario (2-42-47) resumen de la accin
del Espritu en la comunidad encontramos una breve alusin
a la comunidad de bienes (2, 44-45). Este segumdo sumario desarrolla ampliamente el tema (4, 32. 34-37; 5, 1-11).
Lo esencial, repetido insistentemente, es la unin (4, 32a;
cfr. 1, 14; 2, 42, 44, 46, 47; 4, 24; 5, 12; 12, 5, 12; 15, 25; 20, 36
21, 5; Rm. 75, 6; Jn, 17, 11, 21). Una unin personal, descrita
con la frmula que el Deuteronomio emplea para expresar la entrega total a Dios: corazn y alma (cfr. Dt. 6, 5; 10, 12; 11, 13;
13, 4; 26, 16; 30, 2, 6, 10). Manifestacin externa de esta actitud
interior es la comunidad de bienes (2, 44-45; 4, 32-37), debida a
una solicitud por los necesitados (cfr. 11, 2g-3o; Rm 15, 26, 2 C
8, 4; 9, 1, 12; 1 C 16, 15). La comunidad cristiana realiza el ideal
helenstico de la unin: los amigos lo tienen todo en comn
(Aristteles: Etica Nicom.). El desprendimiento de los bienes es
un tema caracterstico de Lucas (cfr. Le 6, 20-25; 12, 33; 18, 22-25).
El ejemplo de Bernab (4, 36-37) y de Ananias y Safira (5, 1-11)
concretizan el aspecto positivo y negativo de esta actitud de la Iglesia primitiva.
La unin que simbolizamos y realizamos en la celebracin de la
Eucarista nos exige, ahora ms que nunca, una autntica solicitud
por los necesitados, como fruto y manifestacin de la verdadera
caridad cristiana (cfr. 1 Jn 3, 17-18; Sn 2, 16).
Lectura de los Hechos de los Apstoles 4, 32-35.
E n el grupo de los creyentes todos pensaban y sentan lo mismo:
lo posean todo en comn y nadie llamaba suyo propio nada de lo
que tena. Los Apstoles daban testimonio de la resurreccin del
Seor con mucho valor. Todos eran muy bien vistos. Ninguno
pasaba necesidad, pues los que posean tierras o casas las vendan,
traan el dinero y lo ponan a la disposicin de los Apstoles;
luego se distribua segn lo que necesitaba cada uno.
SALMO
RESPONSORIAL
Segundo
Domingo
de Pascua
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137
Segundo
Domingo
de Pascua
J n 20, 29
Tercer Domingo
de Pascua
138
>| Lectura del santo Evangelio segn San Juan 20, 19-31.
Al anochecer de aquel da, el da primero de la semana, estaban
los discpulos en una casa con las puertas cerradas, por miedo a
los judos; y en esto entr Jess, se puso en medio y les dijo:
Paz a vosotros. Y diciendo esto, les ense las manos y el costado.
Y los discpulos se llenaron de alegra al ver al Seor. Jess repiti:
Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, as tambin os
envo yo. Y dicho esto, exhal su aliento sobre ellos y les dijo:
Recibid el Espritu Santo; a quienes les perdonis los pecados
les quedan perdonados; a quienes se los retengis les quedan
retenidos.
Toms, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos
cuando vino Jess. Y los otros discpulos le decan: Hemos visto
al Seor. Pero l les contest: Si no veo en sus manos la seal
de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no
meto la mano en su costado, no lo creo.
A los ocho das, estaban otra vez dentro los discpulos y Toms
con ellos. Lleg Jess, estando cerradas las puertas, se puso en
medio y dijo: Paz a vosotros. Luego dijo a Toms: Trae tu dedo,
aqu tienes mis manos; trae tu mano y mtela en mi costado;
y no seas incrdulo, sino creyente. Contest Toms: Seor mo
y Dios mo! Jess le dijo: Porque me has visto has credo?
Dichosos los que crean sin haber visto.
Muchos otros signos, que no estn escritos en este libro, hizo
Jess a la vista de los discpulos. Estos se han escrito para que
creis que Jess es el Mesas, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengis vida en su Nombre.
TERCER DOMIXGO D E PASCUA
PRIMERA
LECTURA
Matasteis al autor de la vida, pero Dios lo resucit de entre los
muertos
Dios, designado aqu con solemnidad quiz para unirlo al
Dios de la Alianza es presentado como autor de la glorificacin
de su Siervo. Hay una alusin al canto del Siervo de Yahvh (Is
52, 13-53, 12). Contrastando con esta glorificacin, los judos lo han
negado como Mesas (Jn ig, 15) y lo han entregado a la muerte
(Is 53, 2.6): mataron al autor de la vida en sentido pleno esta
vida y dieron suelta a un homicida (oposicin: autor de la vidahomicida) .
139
Tercer Domingo
de Pascua
Esto lo hicieron los judos por ignorancia (Le 23, 34). Y esta ignorancia sirvi para que se cumplieran los designios de Dios que quera
un Mesas paciente (Le 24, 26-2y).
Asi se ofrecen los frutos de la redencin a todos. De ah la exhortacin de Pedro a un arrepentimiento y conversin interiores, para
que los pecadosincluso el haber matado al autor de la vidaqueden
borrados.
Lectura de los Hechos de los Apstoles 3, 13-15. 17-19.
En aquellos das, Pedro tom la palabra y dijo: Israelitas, de
qu os admiris?, por qu nos miris como si hubisemos hecho
andar a ste por nuestro propio poder o virtud ? El Dios de Abrahn de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo Jess, al que vosotros entregasteis ante Pilato,
cuando haba decidido soltarlo. Rechazasteis al santo, al justo y
pedsteis el indulto de un asesino; matasteis al autor de la vida,
pero Dios lo resucit de entre los muertos y nosotros somos testigos.
Sin embargo, hermanos, s que lo hicisteis por ignorancia y
vuestras autoridades lo mismo; pero Dios cumpli de esta manera
lo que haba dicho por los profetas: que su Mesas tena que padecer.
Por tanto, arrepentios y convertios, para que se borren vuestros pecados.
SALMO
RESPONSORIAL
El Seor resucitado es el ms firme apoyo de la fe y de la esperanza
de la Iglesia: contemplando su gloria podemos escuchar la voz del
Resucitado: Sabedlo, el Seor hizo milagros en mi favor. Por ello
si hay voces que nos dicen Quin nos har verla dicha?, oigamos
al Seor Jess que en el salmo 4 nos responde y creamos que la luz
de su rostro se presenta a nuestros ojos.
Sal 4, 2. 4. 7. 9.
y . Haz brillar sobre nosotros el resplandor de tu rostro.
o, Aleluya.
R7. Haz brillar sobre nosotros el resplandor de tu rostro.
y . Escchame cuando te invoco, Dios, defensor mo,
t que en el aprieto me diste anchura,
ten piedad de m y escucha mi oracin.
Ity. Haz brillar sobre nosotros el resplandor de tu rostro,
y.
Sabedlo: El Seor hizo milagros en mi favor,
y el Seor me escuchar cuando lo invoque.
Tercer Domingo
de Pascua
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141
Cuarto Domingo
de Pascua
EVANGELIO
As estaba escrito: el Mesas padecer y resucitar de entre los
muertos al tercer da
Jess se manifiesta a los apstoles y les saluda. Los corazones
encogidos de los apstoles no son capaces de abarcar la gran verdad.
Jess es condescendiente y ayuda a los incrdulos (Me 9, 23).
Sus llagas no bastan, se deja tocar y come con ellos. Jess hace
una vez ms realidad la parbola del Buen Pastor. Se muestra
como Hijo de Yahvh, que persigue amorosamente a su pueblo
(Os 11, i-g). La alegra no les permite ver.
Los apstoles se transforman. Jess se hace presente en ellos y
les entrega sus poderes. La era de la Iglesia comienza.
Jess vive hoy presente en medio de nosotros; pero la fe es fruto
de la gracia y no del caminar humano. Nuestro nico quehacer
es tener un corazn abierto a la gracia.
Creo, Seor, ayuda mi incredulidad.
>J< Lectura del santo Evangelio segn San Lucas 24, 35-4S.
En aquel tiempo contaban los discpulos lo que les haba acontecido en el camino y cmo reconocieron a Jess en el partir del
pan. Mientras hablaban, se present Jess en medio de sus discpulos y les dijo: Paz a vosotros. Llenos de miedo por la sorpresa,
crean ver un fantasma. El les dijo: Por qu os alarmis?,
por qu surgen dudas en vuestro interior? Mirad mis manos y
mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un
fantasma no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo.
Dicho esto, les mostr las manos y los pies. Y como no acababan
de creer por la alegra, y seguan atnitos, les dijo: Tenis ah
algo que comer? Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. El lo
tom y comi delante de ellos. Y les dijo: Esto es lo que os deca
mientras estaba con vosotros: que todo lo escrito en la ley doMoiss y en los profetas y salmos acerca de m, tena que cumplirse.
Entonces les abri el entendimiento para comprender las Escrituras. Y aadi: As estaba escrito: el Mesas padecer, resucitar de entre los muertos al tercer da, y en su nombre se predicar la conversin y el perdn de los pecados a todos los pueblos,
comenzando por Jerusaln.
Le 24, 32
Cuarto
Domingo
de Pascua
142
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Cuarto Domingo
de Pascua
S7
Cuarto Domingo
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de Pascua
Jn 10, 14
145
Quinto Domingo
de Pascua
yo doy mi vida por las ovejas. Tengo, adems, otras ovejas que
no son de este redil; tambin a sas las tengo que traer, y escucharn mi voz y habr un solo rebao, un solo Pastor.
Por eso me ama el Padre: porque yo entrego mi vida para poder
recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente.
Tengo poder para quitarla y tengo poder para recuperarla. Este
mandato he recibido del Padre.
PRIMERA
LECTURA
Les cont cmo haba visto al Seor en el camino
Saulo, el perseguidor de la Iglesia (9, 1-2; iCor 15, 9; Gal
1, 13-14; Flp 3, 6), se ha convertido en testigo de Cristo resucitado (cfr. 22, 15.18: 26, 16), en instrumento elegido para la expansin de la Buena Noticia (g, 15; 22, 21; 26, iy).
Con todo, tres aos despus de su conversin (Gal 1, 18-ig), sube
a Jerusaln, para que su misin quede oficialmente reconocida y
avalada por el Colegio Apostlico (9, 2y-28; Gal 2,2). La predicacin de Pablo se centra en la Persona (nombre ) del Seor resucitado, que ha recibido el Nombre-sobre-todo-nombre (g, 20.22.28).
Caracterstica de la predicacin es la libertad y seguridad (parresa) apostlica (g, 28; cfr. Ef 6, 20; iTes 2, 2), que se funda en
la eleccin por parte del Seor y en el reconocimiento por parte de
la Iglesia.
Nuestra misin de cristianos comprometidos, consagrada oficialmente en el Bautismo y en la Confirmacin, recibe en la celebracin
eucaristica la fuerza, la seguridad y la absoluta libertad de espritu,
que caracterizan el autntico testimonio cristiano.
Lectura de los Hechos de los Apstoles 9, 26-31.
En aquellos das, llegado Pablo a Jerusaln, trataba de juntarse
con los discpulos, porque no se fiaban de que fuera realmente
discpulo. Entonces Bernab se lo present a los apstoles.
Saulo les cont cmo haba visto al Seor en el camino, lo que
le haba dicho y cmo en Damasco haba predicado pblicamente
el nombre de Jess. Saulo se qued con ellos y se mova libremente
en Jerusaln predicando pblicamente el nombre del Seor.
Hablaba y discuta tambin con los judos de lengua griega, que
se propusieron suprimirlo. Al enterarse los hermanos, lo bajaron
a Cesrea y lo hicieron embarcarse para Tarso.
Quinto Domingo
146
de Pascua
RESPONSORIAL
8 y 30. 31-32.
y.
147
Quinto Domingo
de Pascua
es Dios mismo, con una aparente falta de relacin. Pero esta unin
existe: el amor autntico o puede darse sino en almas realmente
santificadas por la gracia, almas que se mueven en la influencia del
Dios verdadero, que es Amor esencial.
El hombre que vive as se mueve tambin dentro de una confianza
total.
Termina la lectura manifestando las dos vertientes del mandamiento nuevo: creer en el Hijo, en Jess; amarnos unos a otros. En
estas dos actividades fundamentales encierra Juan todas nuestras
relaciones con Dios y con los dems.
Lectura de la primera carta del Apstol San Juan 3, 18-24.
Hijos mos, I no amemos de palabra ni de boca, | sino con obras
y segn la verdad. | En esto conocemos que somos de la verdad,
y tranquilizaremos nuestra conciencia ante El, | en caso de que nos
condene nuestra conciencia, | pues Dios es mayor que nuestra
conciencia | y conoce todo.
Queridos, | si la conciencia no nos condena, | tenemos plena
confianza ante Dios; | y cuanto pidamos [ lo recibiremos de El, \
porque guardamos sus mandamientos | y hacemos lo que le
agrada. | Y este es su mandamiento: | Que creamos en el nombre
de su Hijo Jesucristo, | y que nos amemos unos a otros | tal como
nos lo mand. Quien guarda sus mandamientos j permanece en
Dios y Dios en l;| en esto conocemos que permanece en nosotros I por el Espritu que nos dio.
ALELUYA Jn 15, 4. 56
Si no se canta, puede omitirse.
Aleluya, aleluya.
Permaneced en m y yo en vosotros, dice el Seor,
el que permanece en m da fruto abundante.
Aleluya.
EVANGELIO
El que permanece en mi y yo en l, se da fruto abundante
El tema Cristo-Vida, central en el cuarto Evangelio, reviste aqu
una forma comunitaria (eclesial), y, por otra parte, mediante la
relacin de la Vida con la permanencia i en l, expresada en la
imagen cepa-ramas, adquiere su fundamentacin y una explicacin profundamente nueva. Dar fruto es vivir de la vida de la
cepa. Y es ser de verdad sus discpulos, guardar amorosamente sus
palabras, permanecer en l, aun despus de que l se vaya!, en
su Iglesia... Estar cortados de la cepa es la carencia de su Vida,
Sexto Domingo
de Pascua
148
149
Sexto Domingo
de Pascua
RESPONSORIAL
y.
Iy\
y.
R7.
y.
150
y.
R7.
SEGUNDA
LECTURA
ios es amor
La comunin con Dios hace que vivamos su vida. Dios es amor
que se ha manifestado en Jess, que pas por el mundo haciendo
el bien.
La caridad fraterna es un efecto de nuestro nacimiento sobrenatural, de nuestra unin con Jess (Me 16, 17-18) y de nuestro conocimiento de la gran verdad Dios es amor .
Dios dio todo lo que tenia envi a su Hijo para damos la vida.
Amar no es algo nuestro. Amamos porque antes hemos sido
amados por l (Rm 5, 8-9) Nuestro amor es una respuesta a la
obra de Cristo, que manifest su amor en su entrega total hasta
la cruz.
Dar la vida por nuestros hermanos es prolongar en nosotros la
vida de Jess. Jess se hace presente en nosotros para nuestros
hermanos.
Lectura de la primera carta del Apstol San Juan 4, 7-10.
Queridos hermanos: | Ammonos unos a otros, ya que el amor
es de Dios, | y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. |
Quien no ama no ha conocido a Dios, | porque Dios es Amor. |
En esto se manifest el amor que Dios nos tiene: | en que Dios
mand al mundo a su Hijo nico, | para que vivamos por medio
de l.
En esto consiste el amor: | no en que nosotros hayamos amado
a Dios, I sino en que l nos am y nos envi a su Hijo, | como
propiciacin por nuestros pecados.
ALELUYA
Jn 14, 23
151
Solemnidad de la
Ascensin
EVANGELIO
Nadie tiene amor ms grande que el que da la vida por sus amigos
En la atmsfera (triste) de despedida, vuelve, insistente, el tema
permanecer, en la proyeccin jonnica de la permanencia pospascual de Cristo en la Iglesia. Ya no habr tristeza, sino gozo
(pascual) por la presencia interminable de Cristo, hecha posible
en y por la gape , el amor. Este tema presenta una estructuracin
tpicamente jonnica. El permanece si los discpulos (actuales y
futuros) permanecen en su amor. Y eso suceder si guardan su
mandamiento, que no es otro sino abrazar en ese amor a todos los
discpulos. Un mismo amor abarca al Padre, al Hijo y a los suyos
(vv 9-10). Cristo lo ha manifestado en dos vertientes que son una:
dar su vida (v 13), y su revelacin (v 15). Los discpulos han de
manifestarlo en amarse y en permanecer en l (la Vid, cfr. 15,
1-5), para dar fruto, para vivir de su Vida.
>fi Lectura del santo Evangelio segn San Juan 15, 9-17.
En aquel tiempo dijo Jess a sus discpulos: Como el Padre me
ha amado, as os he amado yo: permaneced en mi amor. Si guardis mis mandamientos, permaneceris en mi amor, lo mismo que
yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco
en su amor.
Os he hablado de esto para que mi alegra est en vosotros,
y vuestra alegra llegue a plenitud. Este es mi mandamiento:
que os amis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene amor
ms grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois
mis amigos, si hacis lo que yo os mando. Ya no os llamo siervos,
porque el siervo no sabe lo que hace su seor: a vosotros os llamo
amigos, porque todo lo que he odo a mi Padre os lo he dado a
conocer.
No sois vosotros los que me habis elegido, soy yo quien os he
elegido; y os he destinado para que vayis y deis fruto, y vuestro
fruto dure. De modo que lo que pidis al Padre en mi nombre, os
lo d. Esto os mando: que os amis unos a otros.
SOLEMNIDAD DE LA ASCENSIN
PRIMERA
LECTURA
Se elev a la vista de ellos
La Ascensin es el punto culminante de todo el ministerio terrestre
y de la obra salvifica de Cristo.
Lucas presenta el ministerio de Jess como una ascensin pala-
Solemnidad de la
Ascensin
152
22).
Ascensin
RESPONSORIAL
Solemnidad de la
153
R7.
y.
R7.
Y-
R7.
Solemnidad de la
Ascensin
154
SEGUNDA
LECTURA
Lo sent a su derecha en el cielo
Dinmica del misterio de salvacin realizado en Cristo:
Hace que el Padre sea conocido y ordena la vida escatolgicamente , hacia los bienes futuros.
Hace presente el poder del Padre en toda la creacin; poder que
lleva a la resurreccin y exaltacin del hombre sobre los dems poderes que, segn la angelologia judia, dominaban el mundo.
A dems realiza el pleno dominio de Cristo sobre toda la creacin: lo llena todo en todo y queda constituido en cabeza de la Iglesia.
Esta imagen indica el poder total de Cristo. La Ascensin es el misterio del poder y triunfo total de Cristo sobre toda la creacin. Cfr. Jn
17, 3: Col 1, 5-27; 1 Cor 12, 6.12; 15, 28; Col 3, n; 1 Jn 5, 20.
155
Sptimo
Domingo
de Pascua
*fr Lectura del santo Evangelio segn San Marcos 10, 15-20.
En aquel tiempo se apareci Jess a los Once, y les dijo: Id
al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creacin.
El que crea y se bautice, se salvar; el que se resista a creer, ser
condenado. A los que crean, les acompaarn estos signos:
echarn en mi nombre demonios, hablarn lenguas nuevas,
cogern serpientes en sus manos, y si beben un veneno mortal,
no les har dao. Impondrn las manos a los enfermos y quedarn
sanos.
El Seor Jess, despus de hablarles, ascendi al cielo y se sent
a la derecha de Dios.
Ellos fueron y proclamaron el Evangelio por todas partes, y
el Seor actuaba con ellos y confirmaba la Palabra con los signos
que los acompaaban.
Mt 28, 19 y 20
Sptimo Domingo
de Pascua
156
Los Doce, elegidos por Jess (Me 3,13-16 par.) bajo la accin del
Espritu Santo (1, 2), constituyen el colegio apostlico (Le 6,
13-14). En continuidad con el pueblo escogido i, el Israel de las
doce tribus (Gn 49, 28; Ex 24, 4; 28, 21; 39,14; Nm 1, 44; Jos 4, 8),
son el cimiento del nuevo Israel (Ef 2, 20; Gal 6, 16) y de la Jerusaln definitiva (Apc 21, 14; cfr. Mt 19, 28; Le 22, 30).
El Apstol tiene que ser, ante todo, testigo de toda la obra salvfica
de Cristo (1, 21-22; cfr. 1, 8; 4, 19; 10, 39.41; 13, 31), especialmente de su Resurreccin (1, 22; 2,32; 3, 1$; 4, 33; 5, 32; 10, 39-41).
La comunidad propone y reza (1, 23-25; cfr. 6, 2-6); pero Dios es
el que ya ha elegido (1, 24; cfr. 1, 2; 13, 2) y, como an no ha venido el Espritu, manifiesta su eleccin mediante el echar a suertes
(1, 26).
La comunidad, reunida en torno a dos Doce, colegio constituido
y reconstituido por Dios, como fundamento del nuevo Israel y como
signo de fuente de unidad del nuevo pueblo de Dios, est as preparada para la venida del Espritu (2, 1-4).
Lectura de los Hechos de los Apstoles 1, 15-17. 20a. 20026.
En aquellos das, Pedro se puso en pie en medio de los hermanos
y dijo: Hermanos, tena que cumplirse lo que el Espritu Santo, por
boca de David, haba predicho en la Escritura acerca de Judas,
que hizo de gua a los que arrestaron a Jess. Era uno de nuestro
grupo y comparta el mismo servicio. En el libro de los Salmos
est escrito: que su morada quede desierta, y tambin: que
su cargo lo ocupe otro. Hace falta, por tanto, que uno se asocie a
nosotros como testigo de la resurreccin de Jess, uno de los que
nos acompaaron mientras convivi con nosotros el Seor Jess,
desde que J u a n bautizaba, hasta el da de su ascensin.
Propusieron dos nombres: Jos, apellidado Barsab, de sobrenombre Justo, y a Matas. Y rezaron as: Seor, t penetras el
corazn de todos; mustranos a cual de los dos eliges para que,
en este servicio apostlico, ocupe el puesto que dej Judas para
marcharse al suyo propio. Echaron suertes, le toc a Matas y lo
asociaron a los once apstoles.
Sptimo
157
Sal
102, 1-2.
Domingo
de Pascua
11-12. 19-200.
y.
SALMO
RESPONSORIAL
Cristo resucitado y elevado a la gloria del Padre invita a los mismos ngeles a bendecir a Dios; que todo nuestro ser bendiga tambin su santo nombre contemplando al Seor que puso su trono
en el cielo.
Queridos hermanos: | Si Dios nos am de esta manera, | tambin nosotros debemos amarnos unos a otros. | A Dios nadie le
ha visto nunca. | Si nos amamos unos a otros, | Dios permanece
en nosotros | y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud.
En esto conocemos | que permanecemos en l y l en nosotros: |
en que nos ha dado de su Espritu. | Y nosotros hemos visto j
Sptimo
Domingo
de Pascua
158
J n 14, 18
Domingo
159
de
Pentecosts
DOMINGO D E PENTECOSTS
MISA
VESPERTINA
DE
VIGILIA
Domingo de
Pentecosts
160
161
Domingo
de
Pentecosts
Domingo
de
Pentecosts
162
Domingo
163
de
Pentecosts
RESPONSORIAL
El salmo 103 es una meditacin sobre las maravillas de la creacin y la grandeza del Creador; pero estas maravillas dejaran de
existir, si el aliento del amor de Dios su Espritu no las recreara continuamente; por ello suplicamos que el Espritu del
Seor renueve constantemente la faz de la tierra.
Sal 103, 1-20. 24 y 35c. 27-28. 296030.
y.
R7.
Y-
t7.
y.
R7.
y.
1<7.
y.
R7.
Domingo
de
Pentecosts
164
165
Fiesta de
Pentecosts
SEGUNDA
LECTURA
El Espritu intercede por nosotros con gemidos inefables
La pericopa describe las ansias del justificado por la resurreccin
corporal y la esperanza en que vive, por la accin del Espritu.
El punto de partida se describe en el v 22: vivimos en un doloroso
anhelo de la resurreccin del cuerpo. Este intimo anhelo hace que
nuestra vida sea un vivir en la esperanza (v 24). Frente al doloroso
anhelo se ofrece un futuro oscuro. De este modo, la espera se convierte en un aguardar en paciencia. En la segunda parte (vv 26-27)
describe otra funcin propia del Espritu en nuestro interior (adems
de sostener la espera de la resurreccin): dirigir nuestra oracin y
ayudarnos a pedir lo que conviene. Asi esta frase de Pablo se convierte en la enseanza ms sublime sobre los principios internos de
la splica cristiana: el Divino Espritu sugiere el modo adecuado
de pedir, y de pedir lo que conviene; de donde se sigue que el Padre
escucha complacido nuestra oracin y otorga con eficacia los dones
por los cuales suspiramos.
EVANGELIO
Manarn torrentes de agua viva
Con la sola referencia al da ms solemne de la fiesta , para dar
pie al smbolo, nos llega, casi desde fuera del tiempo y del espacio,
este grito de Jess, que, como casi todas sus palabras en Juan, es una
expresin total de su persona o de sus dones. La cita bblica es ms
bien una sntesis ya interpretada. Y el smbolo del agua, universal,
en el fondo de las ceremonias de la fiesta (la procesin, pidiendo
lluvia para el campo, con el nfora de agua, desde la piscina de
Silo hasta el patio del Templo) habla de cumplimiento definitivo
y superacin al lmite, en espritu y en verdad . El captulo 4 de
Juan seria el mejor comentario de esta lectura. Pero Juan mismo
sobrepone aqu su interpretacin del Espritu, en la perspectiva,
necesaria en la iglesia jonnica, del esquema antes-despus de la
glorificacin de Cristo (cfr. Jn 16, 7.13; iy, 1-5).
Hermanos: Sabemos que hasta hoy la creacin entera est gimiendo toda ella con dolores de parto. Y no slo eso; tambin
nosotros, que poseemos las primicias del Espritu, gemimos en
nuestro interior, aguardando la hora de ser hijos de Dios, la
redencin de nuestro cuerpo. Porque en esperanza fuimos salvados.
Y una esperanza que se ve, ya no es esperanza. Cmo seguir
esperando uno aquello que ve? Cuando esperamos lo que no
vemos, esperamos con perseverancia.
As tambin el Espritu viene en ayuda de nuestra debilidad,
porque nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene, pero ei
Espritu mismo intercede por nosotros con gemidos inefables.
El que escudria los corazones sabe cul es el deseo del Espritu,
y que su intercesin por los santos es segn Dios.
ALELUYA
Si no se canta, puede omitirse.
Aleluya, aleluya.
Ven, Espritu Santo,
llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos la llama de tu amor.
Aleluya.
Alisa del da
PRIMERA
Se llenaron todos de Espritu
LECTURA
Santo y empezaron a hablar
Cincuenta das despus de la Ascensin, los discpulos estn reunidos en el mismo lugar. El Espritu Santo, el Parclito, que Cristo
les haba prometido como el que les llevara a la plenitud de la verdad, viene sobre ellos.
Hay viento, ruido externo, signos sensibles de la presencia de la
fuerza interna y operante del Espritu. Va a empezar la vida de la
Iglesia bajo el impulso del que todo lo penetra y lo transforma.
Los tiempos mesinicos haban sido descritos por los profetas
como los tiempos del Espritu. Un nuevo corazn, una nueva ley,
una nueva creacin. En aquellos das. Yo derramar mi Espritu
sobre vosotros.
Fiesta de
167
Pentecosts
166
RESPONSORIAL
ha
al
su
su
Fiesta de
Pentecosts
1^.
Fiesta de
Pentecosts
169
SECUENCIA
Ven, Espritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones esplndido;
luz que penetra las almas;
fuente de mayor consuelo.
Ven, dulce husped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lgrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriqucenos.
Mira el vaco del hombre
si t le faltas por dentro;
mira el poder del pecado
cuando no envas tu aliento.
Riega la tierra en sequa,
sana el corazn enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma el espritu indmito,
gua al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones
segn la fe de tus siervos.
Por tu bondad y tu gracia
dale al esfuerzo su mrito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.
Amn.
Domingo
despus de
Pentecosts
EVANGELIO
Como el Padre me ha enviado, asi tambin os envo yo. Recibid
el Espritu Santo
Juan estructura el captulo 20 (Resurreccin...) en torno a dos
temas, colocados concntricamente en cuatro escenas: tema vercreer (1-10 y 24-2g) y tema discpulos, como base de la Iglesia
(11-18 y 19-23). En esta lectura se hallan los dos temas. Para
el primero (vv 24-29) cfr. Introduccin al Evangelio del 27
de diciembre. En 19-23 quiere condensar Juan el testamento
de Jess subido al Padre, para los suyos que quedan aqu. La Paz
y el Gozo, prometidos en el Sermn de la Cena (cfr. Jn 14, 2j ss;
16, 16 ss) como caractersticas de la existencia cristiana pospascual.
La continuacin en ellos de su propia misin salvfica. Y el don del
Espritu, en relacin con el poder de perdonar los pecados (cfr.
Jn I, 29.33), equivalencia jonnica del Pentecosts tucano, (cfr.
la misma relacin entre Resurreccin y perdn de los pecados en
Hch 10, 41-43; 5, 31; 13, 27-38).
ifr Lectura del santo Evangelio segn San Juan 20, 19-23.
Al anochecer de aquel da, el da primero de la semana, estaban los discpulos en una casa, con las puertas cerradas por
miedo a los judos. En esto entr Jess, se puso en medio y les
dijo: Paz a vosotros. Y diciendo esto, les ense las manos y el
costado. Y los discpulos se llenaron de alegra al ver al Seor.
Jess repiti; Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado,
as tambin os envo yo.
Y dicho esto, exhal su aliento sobre ellos y les dijo: Recibid
el Espritu Santo; a quienes les perdonis los pecados, les quedan
perdonados; a quienes se los retengis, les quedan retenidos.
En los lugares en que el lunes y martes, despus de Pentecosts,
son das en que los fieles deben o suelen participar en la Misa,
puede tomarse la Misa del Domingo de Pentecosts, o decirse la
Misa del Espritu
Santo.
ALELUYA
Si no se canta, puede omitirse.
Aleluya, aleluya.
Ven, Espritu Santo,
llena los corazones de tus feles
y enciende en ellos la llama de tu amor.
Aleluya.
Solemnidad de la Santsima
Trinidad
170
RESPONSORIAL
171
Solemnidad de la Santsima
Trinidad
Solemnidad
del Corpus
172
Christi
ALELUYA
Apoc I, 8
9.10).
28, 16-20.
LECTURA
173
Solemnidad
del Corpus
Christi
Solemnidad
del Corpus
Christi
174
Moiss puso por escrito todas las palabras del Seor. Se levant temprano y edific un altar a la falda del monte, y doce
estelas, por las doce tribus de Israel. Y mand a algunos jvenes
israelitas ofrecer al Seor holocaustos y vacas, como sacrificio de
comunin. Tom la mitad de la sangre y la puso en vasijas, y la
otra mitad la derram sobre el altar. Despus tom el documento
de la alianza y se lo ley en alta voz al pueblo, el cual respondi:
Haremos todo lo que manda el Seor y le obedeceremos. Tom
Moiss la sangre y roci al pueblo, diciendo: Esta es la sangre
de la alianza que hace el Seor con vosotros, sobre todos estos
mandatos.
SALMO
RESPONSORIAL
Solemnidad
175
del Corpus
Christi
SEGUNDA
LECTURA
La sangre de Cristo podr purificar nuestra conciencia
Centro y sntesis doctrinal de toda la Carta a los Hebreos: la
Nueva Economa (v 15) es no slo superior a la antigua: la sustituye
como lo definitivo a lo transitorio, como la realidad al bosquejo.
Cristo es proclamado Sumo Sacerdote (cfr. 5, 5.10) al entrar *de una
vez para (continuar) siempre (v 12) en el Santo de los Santos .
Como el antiguo (cfr. 9, xss; Ex 2$-26; Lv 16), pasa a travs
(local) de la tienda anterior, o Santo (9, 2), para entrar l solo en el
Santsimo, junto a Dios (I, 33). La Tienda es ms perfecta, es de
otra creacin, la nueva creacin (cfr. Rm 8, 19; 2 Cor 5, ly; 2 Ped
3, 13) que comienza con la Resurreccin de Cristo (cuando, por el
Espritu Eterno o Santo, entr Cristo en el Santuario de los cielos,
v. 14; cfr Rm 1, 4; 8, 11) y su anticipacin en la regeneracin del
cristiano (Rm 6, 4; 8, 20-25). A travs de su propia sangre: la
sangre de la Cruz tiene actualmente sentido de medio para la purificacin del pecado, ahora y ya siempre en el santuario celestia
(v 13) : por eso su redencin (Rom 3, 24) es eterna y perfecta por la
purificacin de la conciencia (el pecado total, y no slo los pecados
parciales, la tcarne, cfr 10, 1-3) para un culto perfecto con una
vida en Cristo (12, 28; Rm 1, 9; 12, 1).
Lectura de la carta a los Hebreos 9, 11-15.
Cristo ha venido como Sumo Sacerdote de los bienes definitivos. Su templo es ms grande y ms perfecto; no hecho por
manos de hombre, es decir, no de este mundo creado. No usa
sangre de machos cabros ni de becerros, sino la suya propia;
y as ha entrado en el santuario una vez para siempre, consiguiendo la liberacin eterna.
Si la sangre de machos cabros y de toros y el rociar con las
cenizas de una becerra tienen el poder de consagrar a los profanos, devolvindoles la pureza externa; cunto ms la sangre de
Cristo que, en virtud del Espritu eterno, se ha ofrecido a Dios
como sacrificio sin mancha, podr purificar nuestra conciencia
de las obras muertas, llevndonos al culto del Dios vivo.
Por eso l es mediador de una alianza nueva: en ella ha habido
una muerte que ha redimido de los pecados cometidos durante
la primera alianza; y as los llamados pueden recibir la promesa
de la herencia eterna.
ALELUYA
J n 6, 51-52
Si no se canta, puede
omitirse.
Solemnidad
del Corpus
Christi
176
Solemnidad
del Sagrado
Corazn
de Jess
Aleluya, aleluya.
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo,
dice el Seor;
quien coma de este pan
vivir para siempre.
Aleluya.
EVANGELIO
Esto es mi cuerpo. Esta es mi sangre
Para comprender rectamente el misterio de la Eucarista es necesario encuadrarlo en la historia de la salvacin, entre la alianza,
ratificada por el sacrificio y el banquete sagrado, y la consumacin
del Reino, simbolizada por un banquete de bodas.
La alianza comprende la liberacin de Egipto, centrada en el
banquete pascual (Ex 12; 13, 8-9), y la ratificacin en el Sinai,
sellada con el sacrificio y la aspersin del pueblo y las estipulaciones
con la sangre de la victima, sangre de la alianza (Ex 24, 5-8).
La Cena del Seor consuma la pascua juda; consuma la liberacin y la alianza. El cordero pascual es sustituido por el cordero de
Dios; la liberacin, es del pecado; el amor de Dios encarnado en
Cristo plenifica el manifestado en la alianza; y todo se resume en
que Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado (1 Cor 5, y).
La comunin en el Sacrificio del Seor da participacin en esta
pascua (1 Cor 10, 16). Los signos eucarsticos nos dan al Seor en
su sacrificio salvador. Y esta comunin nos abre a la esperanza de la
participacin en el banquete mesinico (Le 32, 28-30; 1 Cor 11, 26).
>ff Lectura del santo Evangelio segn San Marcos
177
14, 12-16.
22-26.
Solemnidad
de Jess
178
RESPONSORIAL
y.
1^7
Y.
^.
Y
y'.
y.
R7.
SEGUNDA
LECTURA
Comprendiendo lo que trasciende toda filosofa, el amor Cristian
Pablo se proclama ministro del Ministerio de la salvacin T
realizacin de su ministerio tiene dos momentos bsicos: la exposici"
M
doctrinal de la economa del Misterio y la oracin al Padre.
Comunicacin del Misterio: estuvo oculto hasta el momento de l
fundacin de la Iglesia, con la venida de Cristo. A hora todos (hombr
179
Solemnidad
del Sagrado
Corazn
de Jess
Mt 11, 2906
Jn 4, 106
Aleluya, aleluya.
Dios nos h a amado y nos ha enviado a su Hijo
como propiciacin por nuestros pecados.
Aleluya.
Solemnidad
180
EVANGELIO
Le traspas el costado y al punto sali sangre y agua
Ya los Santos Padres vieron en el costado herido un sentido profundo. La exgesis actual da la razn a aquella intuicin patrstica.
El detallismo, el nfasis, la situacin..., lo indican con claridad.
En el momento de la consumacin acabada y total (cfr. 19, 30), en la
cumbre de la Hora de la Pasin-Exaltacin, de la vuelta al
Padre, ya no hay signospromesas, sino dones de hecho. Don
del Espritu (cfr. 19, 30.34; ijn 5, y) y don de la sangre y el agua.
Todos los dones salvficos fluyen del nuevo Cordero Pascual (cfr.
Ex 12, 46; Nm 9, 12), cumplimiento de las profecas (cfr. v 38 y
Zac 12, 10); en su sangre est la virtud salvadora del agua sacramental que en la Iglesia contina el don del Espritu. As acaba la
larga serie de hechos cuyo ttulo era: los am hasta el final (cfr.
13.1 y 3, 6).
^* Lectura del santo Evangelio segn San J u a n 19, 31-37.
En aquel tiempo los judos, como era el da de la Preparacin,
para que no se quedaran los cuerpos en la cruz el sbado, porque
aquel sbado era solemne, pidieron a Pilato que les quebraran
las piernas y que los quitaran. Fueron los soldados, le quebraron
las piernas al primero y luego al otro que haban crucificado con
l; pero al llegar a Jess, viendo que ya haba muerto, no le
quebraron las piernas, sino que uno de los soldados con la lanza
le traspas el costado, y al punto sali sangre y agua.
El que lo vio da testimonio y su testimonio es verdadero, y l
sabe que dice verdad, para que tambin vosotros creis. Esto
ocurri para que se cumpliera la Escritura: No le quebrarn un
hueso; y en otro lugar la Escritura dice: Mirarn al que atravesaron.
PER
ANNUM
'Per Annun"
184
DOMINGOS D U D A N T E KL AO
IJ primer domingo es la fiesta del Bautismo del Seor. Ver pag. ,50
SEGl XDO DOMINGO D U R A N T E EL AO
PRIMERA
LECTURA
Habla, Seor, que tu siervo te escucha
La pericopt relata la vocacin pro/tica de Samuel. Dios elige
como portavoz y mensajero suyo al pequeo y fiel Samuel y confirma ante Israel su misin con el cumplimiento exacto de sus palabras. En los designios de Dios cada uno tiene una misin que
cumplir. Las circunstancias personales van descubriendo la voluntad
de Dios. La mejor actitud por parte nuestra ser la de Samuel: rectitud y pureza de vida, odos atentos a la llamada de Dios, disponibilidad absoluta. Pero Dios no tiene normas fijas, pues puede
surgir de improviso, como aconteci a San Pablo {cfr. Hch 9, i-g;
26, 12-18). Las vocaciones son como las actividades y funciones en
la vida. Dios distribuye sus dones y elige a los que quiere {cfr. iCor
12; Ef 4, ij-16; Hb 5, 1-4). Dios est presente en nuestra vida v
amas dejar de cumplir su palabra empeada (cfr. Mt 28, 20).
Lectura del primer Libro de Samuel 3, 36-10. 19.
En aquellos das, Samuel estaba acostado en el templo, donde
estaba el arca de Dios. El Seor llam a Samuel y l respondi:
Aqu estoy. Fue corriendo adonde estaba Eli y le dijo: Aqu
estoy; vengo porque me has llamado. Respondi Eli: No te he
llamado; vuelve a acostarte. Samuel volvi a acostarse. Volvi a
llamar el Seor a Samuel. El se levant y fue adonde estaba Eli
V le dijo: Aqu estoy, vengo, porque me has llamado. Respondi
Eli: No te he llamado; vuelve a acostarte.
An no conoca Samuel al Seor, pues no Ir haba sido n \ c -
186
lada la palabra del Seor. Por tercera vez llam el Seor a Samuel
y l se fue adonde estaba Eli y le dijo: Aqui estoy; vengo, porque
me has llamado. Eli comprendi que era el Seor quien llamaba
al muchacho y dijo a Samuel: Anda, acustate; y si te llama alguien, responde: Habla, Seor, que tu siervo te escucha.
Samuel fue y se acost en su sitio. El Seor se present y le llam
como antes: Samuel, Samuel! El respondi: Habla, Seor, que
tu siervo te escucha.
Samuel creca, Dios estaba con l, y ninguna de sus palabras
dej de cumplirse.
SALMO
RESPONSORIAL
La carta a los Hebreos aplica el Salmo 39 a Jesucristo en su actitud de entrega al Padre. Pero antes de que Cristo usara estas palabras,
ya Israel manifestaba con estas expresiones su confianza y su entrega
a Dios. Y la Iglesia cristiana hace suya esta oracin tan antigua.
Sal 39, 2 y 406. 7-8. 86-9. 10.
y . Aqu estoy, para hacer t\\ voluntad.
^7. Aqu estoy, para hacer tu voluntad.
y'.
Yo esperaba con ansia al Seor;
El se inclin y escuch mi grito;
me puso en la boca un cntico nuevo,
un himno a nuestro Dios.
r^. Aqu estoy, para hacer tu voluntad.
V. T no quieres sacrificios ni ofrendas;
y en cambio me abriste el odo;
no pides sacrificio expiatorio,
entonces yo digo: Aqu estoy ,
como est escrito en mi libro
para hacer tu voluntad .
1^7. Aqui estoy, para hacer tu voluntad.
y'. Dios mo, lo quiero
y llevo tu ley en las entraas.
He proclamado tu salvacin
ante la gran asamblea;
no he cerrado los labios.
Seor, t lo sabes.
R7. Aqu estoy, para hacer tu voluntad.
187
Segundo
Domingo
durante
el ao
SEGUNDA
LECTURA
Vuestros cuerpos son miembros de Cristo
Doctrina de la castidad cristiana, fundada en la consagracin
del cuerpo humano por la incorporacin a Cristo que lo convierte en
templo del Espritu Santo. Pablo establece el principio general: el
cuerpo no es para la fornicacin, saliendo al paso a la objecin del
destino natural de cada sentido: lo mismo que el vientre es para la
comida (v 13a), el cuerpo lo es para la actividad sexual. Pablo
ensea a los corintios, hechos a or tales sofismas, una doctrina del
cuerpo humano bien diferente. El cuerpo del cristiano tiene una
relacin particular con Cristo (el Seor): los cristianos forman el
Cuerpo de Cristo, el cual les har participes de la resurreccin corporal. El cuerpo del cristiano est ordenado a completarse en esa
adhesin a Cristo que le hace participe de su condicin espiritual.
La exhortacin a huir de la fornicacin se basa en la misma doctrina:
la fornicacin es una degradacin de la dignidad del cuerpo del cristiano. Esta dignidad ha sido adquirida a fuerte precio (la redencin de Cristo).
Lectura de la primera carta del Apstol San Pablo a los Corintios 6, 13C-15J. 17-20.
Hermanos: El cuerpo no es para la fornicacin, sino para
el Seor; y el Seor para el cuerpo. Dios, con su poder, resucit
al Seor y nos resucitar tambin a nosotros. No sabis que
vuestros cuerpos son miembros de Cristo ? El que se une al Seor
es un espritu con l.
Huid de la fornicacin. Cualquier pecado que cometa el hombre,
queda fuera de su cuerpo. Pero el que fornica, peca en su propio
cuerpo. O es que no sabis que vuestro cuerpo es templo del
Espritu Santo ? El habita en vosotros porque lo habis recibido
de Dios. No os poseis en propiedad, porque os han comprado
pagando un precio por vosotros. Por tanto, glorificad a Dios
con vuestro cuerpo!
ALELUYA
Ver pdg. 298-300. Si no se canta, puede omitirse.
EVANGELIO
Vieron dnde viva y se quedaron con l
La narracin del encuentro de los primeros discpulos con Jess
presenta el proceso fundamental y tpico de cualquier vocacin cristiana. San Juan, en lugar de insistir en la iniciativa de Jess
Tercer Domingo
durante el ao
188
189
Tercer Domingo
durante
el ao
con Jer 36) hasta el ltimo subdito, incluidos los animales (solidarios del hombre en las consecuencias del pecado y en la restauracin,
Gen 3-19; Rm 8, 19-22), y alcanza el perdn de Dios. El contraste subraya la gravedad de la incredulidad juda, como en Mt 12,41
y sobre todo, el universalismo de la salvacin, contra las tendendias
exclusivistas de la poca del autor (s. V; cfr. Esd 9-10; Neh 10-13;
Le 15, 2.2ss). Dios destina su salvacin a todas las naciones y
razas, pues se complace en la conversin del pecador (Is 2, 2-4;
45, 14: Jer 12, 15-16; Ssf 3,9-10; Ez 33,11; Lo 15:32).
Lectura del Profeta Jons 3, 1-5. 10.
RESPONSORIAL
R7.
y.
Tercer Domingo
1^7.
Y-
1^7.
durante el ao
190
SEGUNDA
LECTURA
La apariencia de este mundo se termina
La condicin de la vida cristiana a la luz de la Parusia. La preocupacin fundamental es la parusia incierta que impone un uso de
las cosas de este mundo, libre de todo apego excesivo o desordenado.
Los que tienen mujer deben vivir en una disposicin de preparados
para la Venida, cual si no estuvieran casados; otro tanto los que
poseen bienes. Esta condicin alivia tambin el dolor del que sufre.
La espera de la Venida le impide sobrevalorar su dolor. Esta perspectiva escatolgica ilustra la doctrina sobre la virginidad. En la
disposicin de desapego de las cosas del mundo y servicio del Seor,
est en mejores condiciones la persona virgen que la casada. El estado
matrimonial impone preocupaciones y deberes que distraen de esa
plena disponibilidad para el Seor. Con todo, Pablo advierte que no
hace sino proponer un ideal. Y aqu el ideal es: el trato asiduo con
el Seor, sin distraccin.
Lectura de la primera carta del Apstol San Pablo a los Corintios 7, 29-31.
Hermanos: Os digo esto: el momento es apremiante. Queda
como solucin que los que tienen mujer vivan como si no la tuvieran; I los que lloran, como si no lloraran; | los que estn alegres,
como si no lo estuvieran; | los que compran, como si no poseyeran; |
los que negocian en el mundo, como si no disfrutaran de l: |
porque la presentacin de este mundo se termina.
ALELUYA
Me 1, 15
191
EVANGELIO
Convertios y creed la Buena Noticia
La lectura se inicia con la llamada a la conversin y adhesin al
Mensaje. La narracin de la vocacin de los primeros discpulos
intenta presentar una respuesta dada por unos hombres a la llamada
a la conversin.
Porque la esencia de la conversin, en el Antiguo Testamento y
en el Nuevo Testamento, no es slo apartarse del mal, sino aceptar
enteramente la voluntad de Dios (Os 6, 1-6), confiar en l, renunciando a toda ayuda humana y terrena (Is 30, 15; Jr 3, 22-23;
Os 14, 4), esperando, como nios, todo de l (cfr. Mt 18, 3). El llamamiento a la participacin de los bienes salvificos supone la conversin, la renuncia a s mismo, la fidelidad al plan de Dios (Mt 22,
12). Y la conversin llevada a sus ltimas consecuencias termina
'.n el seguimiento total del Seor, es decir: renuncia a todo, a las
ocupaciones habituales, incluso, para ser enviado a la evangelizacin,
como ocurre con estos primeros discpulos.
J Lectura del santo Evangelio segn San Marcos 1, 14-20.
Cuando arrestaron a Juan, Jess se march a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Deca: Se ha cumplido el plazo, est
cerca el Reino de Dios: Convertios y creed la Buena Noticia.
Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simn y a su hermano
Andrs, que eran pescadores y estaban echando el copo en el lago.
Jess les dijo: Venid conmigo y os har pescadores de hombres.
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco ms
adelante vio a Santiago, hijo del Zebedeo, y a su hermano Juan,
que estaban en la barca repasando las redes. Los llam, dejaron
a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon
con l.
CUARTO DOMINGO D U R A N T E E L A O
PRIMERA
LECTURA
Suscitar un profeta y pondr mis palabras en su boca
En el seno de Israel habr siempre profetas que le hagan conocer
el designio de Dios y que descubran el futuro. Moiss anuncia que
el Seor les dar un profeta semejante a l mismo, cuando estuvo en
medio del pueblo en la salida de Egipto.
Moiss no se refiere en este caso a un profeta concreto, sino a la
serie ininterrumpida de profetas que Dios suscitar en medio de su
Cuarto Domingo
durante el ao
192
pueblo. Pero es verdad que entre todos hay uno que adeca totalmente
la imagen: el Mesas. As lo entiende San Pedro cuando cita los
vv. i$ y 19 como anuncio de la venida de Jesucristo (Hch 3, 20-22).
Esteban est seguro de que el profeta anunciado por Moiss es Jess
(Hch 7, 37). Y as ha entendido este pasaje la tradicin: lo ha
aplicado exclusivamente a Jesucristo.
Por eso Jess, que realiza plenamente el concepto de profeta,
puede hablar al pueblo con autoridad (Cfr. el Evangelio de hoy).
Lectura del Libro del Deuteronomio 18, 15-20.
Habl Moiss al pueblo diciendo: El Seor, tu Dios, te suscitar un profeta como yo, de tus hermanos. A l le escucharis.
Es lo que pediste al Seor, tu Dios en el Horeb, el da de la asamblea: No quiero volver a escuchar la voz del Seor, mi Dios, ni
quiero ver ms ese terrible incendio; no quiero morir.
El Seor me respondi: Tienen razn: suscitar un profeta de
entre sus hermanos, como t. Pondr mis palabras en su boca y
les dir lo que yo le mande. A quien no escuche las palabras que
pronuncie en mi nombre, yo le pedir cuentas. Y el profeta que
tenga la arrogancia de decir en mi nombre lo que yo no le haya
mandado, o hable en nombre de dioses extranjeros, es reo de
muerte.
SALMO
RESPONSORIAL
193
y.
Lectura de la primera carta del Apstol San Pablo a los Corintios 7, 32-35.
Hermanos: Quiero que os ahorris preocupaciones: el clibe se
preocupa de los asuntos del Seor, buscando contentar al Seor;
en cambio, el casado se preocupa de los asuntos del mundo,
buscando contentar a su mujer y anda dividido.
Lo mismo, la mujer sin marido y la soltera se preocupan de los
asuntos del Seor, consagrndose a ellos en cuerpo y alma, en
cambio, la casada se preocupa de los asuntos del mundo, buscando contentar a su marido.
Cuarto Domingo
durante el ao
194
Quinto Domingo
195
durante el ao
QUINTO DOMINGO D U R A N T E EL A O
PRIMERA
LECTURA
Me harto de dar vueltas hasta el alba
Job es inocente delante de Dios (cfr. Jb 1, 1; 42, 7-8), pero sufre,
porque en la mente del autor sagrado es el tipo del hombre en cuanto
ser sujeto por naturaleza al dolor y destinado a la muerte (cfr.
Gn 3, 16-19; Ecls 2, 23). Job nos habla desde su ctedra de dolor
con propia experiencia. Con metforas familiares, muy expresivas,
subraya el autor aspectos dolorosos de la vida. El fin de todo es la
muerte (cfr. Ecls 3, igs). El remedio nico es la fe en Dios, a quien
Job se dirige confiado. El Nuevo Testamento ilumina plenamente
el misterio del sufrimiento principalmente en el justo (cfr. Mt 5,
.10-12). Las tinieblas de Job se convierten en luz de medioda por
Jesucristo nuestro Seor, nuevo tipo del creyente que sufre con la
esperanza de la resurreccin (cfr. iPed 2, 21-24; iCor 2, 2; Gal 6,
14; Flp 2, 5-11).
Lectura del Libro de Job 7, 1-4. 6-7.
Habl Job diciendo: | El hombre est en la tierra cumpliendo
un servicio, | sus das son los de un jornalero. | Como el esclavo,
suspira por la sombra, | como el jornalero, aguarda el salario. |
Mi herencia son meses baldos, | me asignan noches de fatiga; |
al acostarme pienso: cundo me levantar ? | Se alarga la noche |
y me harto de dar vueltas hasta el alba. ) Mis das corren ms
que la lanzadera | y se consumen sin esperanza. | Recuerda que
mi vida es un soplo, | y que mis ojos no vern ms la dicha.
SALMO
RESPONSORIAL
El autor del salmo 146 experiment las duras pruebas que se cernieron sobre Israel: destrucciones, deportaciones, hambre, guerras...
Pero Dios le ha salvado, ha reconstruido Jerusaln, ha reunido a
los deportados. Si, con frecuencia, la vida del hombre se asemeja
a la del esclavo que anhela la sombra o a la del jornalero que espera
su salario, sabemos que Dios dar a sus siervos esta sombra y este
salario como se los concedi al autor de nuestro salmo: por ello
nuestro canto de esperanza al Seor que sana los corazones destrozados.
Sal 146, 1-2. 3-4. 5-6.
y.
Alabad al Seor, que sana los corazones quebrantados.
fty. Alabad al Seor, que sana los corazones quebrantados.
Quinto Domingo
y.
R7.
y.
y\
V.
1^7.
durante el ao
196
SEGUNDA
LECTURA
Ay de mi, si no anuncio el Evangelio!
El ministerio de la predicacin apostlica tal como lo ha visto y
vivido Pablo. Ante todo, llamado especialmente como apstol (Gal 1,
15-16) para Pablo la predicacin es ms bien un deber impuesto por
divina eleccin, que un honor. De ah que se considere sin derecho
a recompensa alguna por su trabajo apostlico. En un admirable
acto de humildad, Pablo consider su propio apostolado como una
prestacin obligatoria al estilo de la de los esclavos. Aun cuando
admite para los servidores del Evangelio el derecho a vivir de la predicacin (1 Cor 9, 14) v para los otros apstoles, parecidos derechos
(1 Cor 9, 4-14), sobre su propia actividad apostlica tiene convicciones particulares que le hacen prescindir de tales privilegios y
vivir de su propio trabajo. En esta fiel entrega a la misin apostlica, la nica recompensa ambicionada por Pablo es la de predicar
sin recompensa. Por fin describe las caractersticas de su mtodo
de predicacin: se abaja y adapta a las condiciones personales de
los evangelizados hacindose dbil con los dbiles, todo para todos.
Lectura de la primera carta del Apstol San Pablo a los Corintios 9, 16-19. 22-23.
Hermanos: El hecho de predicar no es para m motivo de soberbia. No tengo ms remedio y, ay de m si no anuncio el Evangelio !
Si yo lo hiciera por mi propio gusto, eso mismo sera mi paga.
Pero si lo hago a pesar mo es que me han encargado este oficio.
Entonces, cul es la paga ? Precisamente dar a conocer el Evange-
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Quinto Domingo
durante el ao
198
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durante el ao
LECTURA
Sexto Domingo
SALMO
RESPONSORIAL
T eres mi refugio:
me rodeas de cantos de liberacin.
R7. T eres mi refugio:
me rodeas de cantos de liberacin.
y\
Dichoso el que est absuelto de su culpa,
a quien le han sepultado su pecado;
dichoso el hombre a quien el Seor
no le apunta el delito.
'Bj. T eres mi refugio:
me rodeas de cantos de liberacin.
y . Haba pecado, lo reconoc,
no te encubr mi delito;
propuse: confesar al Seor mi culpa,
y t perdonaste mi culpa y mi pecado.
1^7, T eres mi refugio:
me rodeas de cantos de liberacin.
y . Alegraos, justos, en el Seor,
aclamadlo, los de corazn sincero.
R7. T eres mi refugio:
me rodeas de cantos de liberacin.
SEGUNDA
LECTURA
Seguid mi ejemplo, como yo sigo el de Cristo
La pericopa contiene una serie de normas concretas de vida cristiana. En primer lugar, un consejo ordenado a dar a toda la existencia un valor sagrado practicando las acciones ms triviales (comer,
beber, trabajar) en el ms alto nivel de preocupacin religiosa (la
gloria de Dios). Luego, la preocupacin porque la vida cristiana
sea un testimonio para los dems (no provocar extraeza con la propia conducta ni a griegos ni a judos). Luego, un precepto de caridad:
Sexto Domingo
durante el ao
200
Sptimo
201
Pero cuando se
ponderaciones, de
mente en ningn
an as acudan a
Domingo
durante el ao
LECTURA
RESPONSORIAL
Sptimo Domingo
durante el ao
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203
Sptimo
Domingo
durante el ao
Lectura de la segunda carta del Apstol San Pablo a los Corintios 1, 18-22.
Hermanos: Dios me es testigo! La palabra que os dirigimos no
fue primero s y luego no. Cristo Jess, el Hijo de Dios, el que
Silvano, Timoteo y yo os hemos anunciado, no fue primero s y
luego no, en l todo se ha convertido en un s; en l todas las promesas han recibido un s. Y por l podemos responder Amn
a Dios para gloria suya.
Dios es quien nos confirma en Cristo a nosotros junto con
vosotros. El nos ha ungido, El nos ha sellado y ha puesto en
nuestros corazones, como prenda suya, el Espritu.
ALELUYA
Ver pg. 298-300. Si no se canta, puede omitirse.
EVANGELIO
El Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados
En este milagro se unen perfectamente la curacin con el perdn
de los pecados, es decir, el signo con uno de sus principales significados. En el Evangelio aparecen frecuentemente unidos el pecado y el
dominio de Satn con la enfermedad (Le 13, 11; Jn 5, 14). Jess
niega que tengan entre s una relacin de causa-efecto (Le 13, 1;
Jn 9, 2g). Pero los milagros, por ser las seales del comienzo de la
liberacin de la influencia del diablo, deben llegar a la curacin de
enfermedades, para probar que Jess es el nico salvador con poder
de perdonar los pecados (Mt 11, 4; Hch 4, 12). Este perdn debe
irse actuando a medida que se va profundizando en la fe cristiana;
y es la misma vivencia de la fe la que llevar a suplicar del Seor
la curacin y el perdn (Mt o, 2.22.29; etc.).
La Iglesia exhorta a esta penitencia, que es anhelo de perdn, de
curacin, como un modo de profundizar en la vida de fe de la comunidad cristiana. La valoracin del sacramento de la penitencia
debe encauzarse por estas ideas.
t^* Lectura del santo Evangelio segn San Marcos 2, 1-12.
Cuando a los pocos das volvi Jess a Cafarnan, se supo que
estaba en casa. Acudieron tantos, que no quedaba sitio ni a la
puerta. El les propona la Palabra.
Llegaron cuatro llevando un paraltico, y como no podan meterlo por el gento, levantaron unas tejas encima de donde estaba
Jess, abrieron un boquete y descolgaron la camilla con el para-
Octavo Domingo
durante el ao
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Octavo Domingo
205
PRIMERA
LECTURA
Me casar contigo en matrimonio perpetuo
Oseas censura la depravacin e idolatra poco antes de la destruccin de Samara (en el ao J2i). Personalmente traicionado por su
mujer (i, 1-8), a la que sin embargo sigue amando, traduce su drama
ntimo al plano religioso, introduciendo el tema del matrimonio
(despus continuado: Is 50, 1; 54, 6-7; Jr 3,1-12; Ez 16; 23) para
simbolizar las relaciones entre Dios y su pueblo, hacindolas intimidad personal y ahondando la gravedad de la traicin. El nudo es
el amor: slo hay infidelidad cuando existe un amor que puede ser
traicionado; a su vez el amor es el nico que puede perdonar la infidelidad. Primero el amor corrige con castigo no absoluto, sino
buscando la conversin (2, 1-13, sobre todo v 7): vuelta de la esposa,
que es a la vez seduccin de Dios, es decir, obra de la gracia; el
marco es el desierto: aoranza del Sina, de la alianza o de las
bodas limpias y frescas, poca de recogimiento e interiorizacin, de
contacto corazn a corazn, de respuesta juvenil y generosa (ideal
perdido: cfr. 2, 2-3; 11, 15; Am 5, 25). En ese marco, el amor se
volver a anudar en matrimonio (o alianza) eterno y mejor, por
iniciativa de Dios, el que desposa, y por obra de su justicia o permanencia insobornable de su amor fiel al primer compromiso; y con
respuesta en el pueblo tambin de justicia o fidelidad: estoes, conocimiento de Dios (no slo intelectual, sino efectivo: amor entregado;
cfr. 4, 2; 6, 6; Jr 31, 31.33-34). Ante una infidelidad con riesgo
el ao
de ser diaria, tal sera la sntesis de Oseas: Dios nos ama a pesar
de nuestras infidelidades . Pero slo quien amando no ha sido amado
puede atisbar la hondura e implicaciones de este drama divino.
(No se decidir de una vez el amor a ser respuesta?
Lectura del Profeta Oseas 2, 146. 15 b 19-20.
Esto dice el Seor: | Yo la cortejar, me la llevar al desierto, |
le hablar al corazn. | Y me responder all | como en los das
de su juventud, | como el da en que la saqu de Egipto. | Me
casar contigo en matrimonio perpetuo; | me casar contigo en
derecho y justicia, | en misericordia y compasin; | me casar
contigo en fidelidad, j y te penetrars del Seor.
SALMO
OCTAVO DOMINGO D U R A N T E EL AO
durante
RESPONSORIAL
y.
ly'.
y.
ly'.
Y-
]y\
y.
ry\
Octavo Domingo
y.
1^7.
durante el ao
206
SEGUNDA
LECTURA
Sois una carta de Cristo, redactada por nuestro ministerio
Parece ser que los judaizantes se habyin provisto de cartas de recomendacin en Corinto para poder predicar en otros sitios, en cierto
sentido avalados por estas recomendaciones.
Pablo comienza de un modo irnico este captulo 3, para presentar
l tambin su carta de recomendacin.
La comunidad de Corinto que vive una intensa vida cristiana es
tu carta de recomendacin como apstol. La superioridad de esta
sarta, que acredita su ministerio apostlico es patente: no est escrita con tinta, sino con espritu de Dios (que la letra mata, pero
el espritu da vida), no en tablas de piedra, sino en los corazones:
eecoge Pablo un tema que le es muy familiar: la superioridad de la
ry nueva, ley del espritu, con relacin a la ley antigua, que enseleaba el precepto, pero no daba la posibilidad de cumplirlo (de
nuevo: la letra mata, pero el espritu da vida). Es el cumplimiento
ne las profecas de Ezequiel (captulo 36) y de Jeremas (capidulo 31) sobre la ley nueva escrita en los corazones.
Y todo esto nos viene de Dios por Cristo. En la obra apostlica
y en la vida cristiana no hay lugar para la autosuficiencia.
Lectura de la segunda carta del Apstol San Pablo a los Corintios 3, ifc-6.
Hermanos: Necesitamos presentaros o pediros cartas de recomendacin ? Vosotros sois nuestra carta, escrita en nuestros
corazones, conocida y leda por todos los hombres. Sois una carta
de Cristo, redactada por nuestro ministerio, escrita no con tinta,
sino con el espritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en
las tablas de carne del corazn.
Esta confianza con Dios la tenemos por Cristo. No es que por
nosotros mismos estemos capacitados para apuntarnos algo como
realizacin nuestra; nuestra capacidad nos viene de Dios, que nos
ha capacitado para ser servidores de una alianza nueva: no basada
en pura letra, porque la pura letra mata y, en cambio, el Espritu
da vida.
207
Noveno
Domingo
durante
el ao
ALELUYA
Ver pdg. 298-300. Si no se canta, puede omitirse.
EVANGELIO
El novio est con ellos
Los profetas describen las relaciones salvadoras de Dios con su
pueblo como unas relaciones esponsales (Is 1, 21-26; Jr 2, 2; 3,
1.6-12; Ez 16 y 23; Os 1-3). La era mesidnica es descrita por Mateo
como un banquete de bodas (M 22, 1-14; 25, 1-13). Y Pablo ve en
el matrimonio de los cristianos un signo de las relaciones de Cristo
con su Iglesia (Ef 5, 25-33).
La presencia de Cristo entre los hombres es como la presencia del
novio o esposo en casa de la esposa. Los efectos que produce son:
alegra que lo inunda todo, liberacin de toda apretura y dificultad
y renovacin de todas las cosas. Situacin nueva que no se compagina
con actitudes viejas. Cristo sigue presente en la comunidad eclesial
como esposo, renovndolo todo en el amor. El matrimonio cristiano
es el misterio que significa esta presencia esponsal y renovadora
de Cristo en su Iglesia.
> Lectura del santo Evangelio segn San Marcos 2, 18-22.
En aquel tiempo los discpulos de Juan y los fariseos estaban
de ayuno. Vinieron unos y le preguntaron a Jess. Los discpulos
de Juan y los discpulos de los fariseos, ayunan. Por qu los
tuyos no? Jess les contest: Es que pueden ayunar los amigos
del novio, mientras el novio est con ellos? Mientras tienen al
novio con ellos, no pueden ayunar. Llegar un da en que se lleven
al novio; aquel da s que ayunarn. Nadie le echa un remiendo de
pao sin remojar a un manto pasado; porque la pieza tira del
manto lo nuevo de lo viejo y deja un roto peor. Nadie echa
vino nuevo en odres viejos; porque revienta los odres, y se pierden
el vino y los odres; a vino nuevo, odres nuevos.
NOVENO DOMINGO D U R A N T E EL A O
PRIMERA
LECTURA
Recuerda que fuiste esclavo en Egipto
El precepto de la observancia del sbado sanciona, con autoridad
divina, una costumbre de Israel (Ex 16, 22). La orden de santificar
el sbado es precisada por la obligacin de no trabajar en el sptimo
Noveno
Domingo
durante el ao
208
209
y.
K7.
y.
J^7.
y.
^.
Noveno
Domingo
durante el ao
RESPONSORIAL
R7.
SEGUNDA
LECTURA
La vida de Jess se manifiesta en nuestra carne mortal
El que cre la luz (Gn 1, 3) la crea ahora en nuestros corazones,
dndonos a Cristo, luz del mundo o (Jn 1, 9; etc.). Nosotros irradiamos esa luz o gloria de Dios, que brilla en la faz de Cristo, sobre
el mundo, privado de la gloria de Dios por el pecado (Rm 3, 23;
Mt 5, 14-16; Le 8, 16; Apc 21, 24). Ah radica la grandeza del
apstol.
Peto la debilidad y sufrimientos de sw persona pueden, escandalizar. El tesoro del Evangelio lo llevamos en vasos de barro, en la
frgil naturaleza humana (Gn 2, y). La fuerza viene de Dios (2 Cor
3, 5 ; 12, 9; Rm 9, 11), del Evangelio (Rm 1, 16), para que toda la
gloria sea para Dios (Sal 115, 1; 1 Cor 4, 9; Rm 9, 23). Los ejemplos de v 8-9 ilustran la debilidad y fuerza del apstol, que nunca
queda fuera de combate.
Los sufrimientos significan que llevamos en nuestros cuerpos el
morir de Jess, al que pertenecemos, por lo que nuestros padecimientos son msticamente suyos (Rm 14, 8), participan de su eficacia (Col 1, 24) y nos aseguran la resurreccin, manifestacin de
la vida de Jess en nuestro cuerpo.
Lectura de la segunda carta del Apstol San Pablo a los Corintios 4, 6-11.
Hermanos:
El Dios que dijo: Brille la luz del seno de la tiniebla, ha brillado en nuestros corazones, para que nosotros iluminemos,
Noveno
Domingo
durante el ao
210
211
Dcimo Domingo
durante el ao
[Entr otra vez en la sinagoga y haba all un hombre con parlisis en un brazo. Estaban al acecho para ver si curaba en
sbado y acusarlo. Jess le dijo al que tena la parlisis: Levntate y ponte ah en medio. Y a ellos les pregunt: Qu est
permitido en sbado?, hacer lo bueno o lo malo?, salvarle la
vida a un hombre o dejarlo morir? Se quedaron callados. Echando
en torno una mirada de ira y dolido de su obstinacin, le dijo al
hombre: Extiende el brazo. Lo extendi y qued restablecido.
En cuanto salieron de la sinagoga, los fariseos se pusieron a planear con los herodianos el modo de acabar con l.]
ALELUYA
Ver pg. 2g8-300. Si no se canta, puede
omitirse.
EVANGELIO
El Hijo del Hombre es Seor tambin del sbado
Los dos episodios de la lectura exponen el conflicto de Jess con
la ley relativa al descanso sabtico. Esta ley es la que, segn los
Evangelios, origin ms discusiones de Jess con los escribas y
fariseos.
Jess demuestra una gran libertad respecto de esta ley; rechaza
la interpretacin rigorista, e incluso quebranta l la ley y aprueba
el que sus discpulos la quebranten (Mt 12, 1-14; Le 13, 10-17;
Jn 5, 9). Fundamenta este proceder en su poder mesidnico (Me
2, 28), que le daba autoridad para interpretar y aplicar la ley, y en
la primaca del amor al prjimo. El amor es el valor fundamental
de la. ley cristiana. Las normas concretas debern ser interpretadas,
aplicadas o derogadas a la luz del amor al prjimo.
El texto entre [ ] puede omitirse por razn de brevedad.
J< Lectura del santo Evangelio segn San Marcos 2, 23-3, 6.
Un sbado atravesaba el Seor un sembrado; mientras andaban, los discpulos, iban arrancando espigas. Los fariseos le dijeron:
Oye, por qu hacen en sbado lo que no est permitido? El les
respondi: No habis leido nunca lo que hizo David, cuando l
y sus hombres se vieron faltos y con hambre? Entr en la casa
d e Dios, en tiempo del sumo sacerdote Abiatar, comi de los panes
presentados, que slo pueden comer los sacerdotes y les dio tambin a sus compaeros. Y aadi: El sbado se hizo para el
hombre y no el hombre para el sbado; as que el Hijo del Hombre
e s seor tambin del sbado.
DCIMO DOMINGO D U R A N T E E L A O
PRIMERA
LECTURA
Establezco hostilidades entre tu estirpe y la de la mujer
En el pecado original la iniciativa parti de la serpiente, que sedujo a la mujer, la cual a su vez hizo caer al hombre (Gn 3, 1-6).
El interrogatorio del Seor sigue el orden inverso: primero pregunta
al hombre, que echa la culpa a Eva, y en cierta manera tambin a
Dios que se la dio por mujer; luego, pregunta a la mujer, quien hace
recaer la culpa sobre la serpiente (vv 9-13) El castigo impuesto por el
Seor sigue el mismo orden del pecado: serpiente (vv 14-15), mujer
(v 16), hombre (vv 17-19).
El inters teolgico de nuestra percopa recae sobre los vv. 14-15,
que recogen el castigo impuesto por Dios a la serpiente.
En su estrato ms profundo la maldicin pronunciada por Dios
contra la serpiente constituye una verdadera sntesis salvfica, en
la que la historia de la salvacin aparece como una lucha entre
la serpiente y la mujer, entre las descendencias de una y otra, la
cual terminar con la victoria de la segunda sobre la primera. Este
anuncio del triunfo final de la mujer y su descendencia sobre la
serpiente y su descendencia recibe el nombre de protoevangelio.
Por la revelacin posterior sabemos que esta victoria fue conseguida por el Mesas (cft. Gn 49, 10; Miq 5, 1; Is 7, 14; 11, 1;
53; etc.; Jn 12, 31), al que aparece asociada su madre Mara (cfr.
Le 1, 26 ss; 2, 34-35; Jn 19, 26 ss). Estas ulteriores aportaciones
de la revelacin son las que quieren subrayar las traducciones griega
y latina cuando no se contentan con hablar de la mujer (= Eva)
y de su descendencia en general (texto hebreo), sino que piensan
ya en concreto en el Mesas ( nautas ) y en Mara ( ipsa >).
Dcimo Domingo
durante el ao
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RESPONSORIAL
1^7.
y.
1^.
y.
R7.
y.
R7.
Dcimo
Domingo
durante el ao
SEGUNDA
LECTURA
Cre, por eso habl
Los apstoles se ven entregados a la muerte, pero no desmayan,
con una fe similar a la del salmista (Sal 116, 10), sabiendo que
el Padre, que resucit a Jess (1 Tes 1, 10; z Cor 6, 14; 15, 15 etc.),
nos resucitar tambin a nosotros. La resurreccin de Cristo es
garanta de la nuestra (1 Tes 4, 14; 1 Cor 6, 14; 15, 20 s; 2 Cor
13, 4: Rm 6, 5 ; Ef 2, 6; Col 1, 18; 2, 12 s; 2 Tm 2, 11). La unin
entre Cristo y sus miembros, manifestada ya en la fortaleza del
apstol, asegura a l y a sus cristianos (con vosotros ) la participacin en la resurreccin.
Pablo lo sufre todo por sus cristianos, para que la abundancia
de la gracia de Dios haga abundar la accin de gracias: por eso no
desfallece. El hombre exterior, vaso de barro, se va desmoronando:
pero el hombre interior, el que no muere (cfr. Rm 7, 22) se renueva
continuamente. No hay comparacin entre esta leve tribulacin y el
pesado caudal de gloria que nos espera (Rm 8, 18; 1 Ped 5, 10; Apc
y, 13-17; Mt 5, 11-12). Tenemos puestos los ojos en esas cosas invisibles y eternas, objeto de nuestra fe y esperanza (Hb 11, 1: Rm
8, 24-25). La morada de la tierra es tienda de pastores, para una
noche: la del cielo es casa eterna, obra de Dios.
Lectura de la segunda carta del Apstol San Pablo a los Corintios 4, 13-5, 1.
Hermanos:
Teniendo el mismo espritu de fe, segn lo que est escrito:
cre, por eso habl , tambin nosotros creemos y por eso hablamos; sabiendo que quien resucit al Seor Jess, tambin con
Jess nos resucitar y nos har estar con vosotros.
Todo es para vuestro bien. Cuantos ms reciban la gracia, mayor
ser el agradecimiento, para gloria de Dios. Por eso no nos des-
214
215
Undcimo
Domingo
durante el ao
UNDCIMO DOMINGO D U R A N T E E L A O
PRIMERA
LECTURA
linsalza los rboles humildes
La Humanidad espera en el futuro. Pero la realizacin perfecta
de las esperanzas de la Humanidad estn en manos de Dios y slo l
puede acompaar al hombre en su largo camino de desarrollo y
crecimiento.
Los altos cedros, los grandes poderes no ofrecen la solucin perfecta, ellos no son el camino de Dios, aunque sean una tentacin
constante para el Pueblo de Dios.
Dios coge el ramito insignificante y olvidado, el que los hombres
al construir el mundo han dejado al lado y lo hace piedra angular .
Toda la construccin debe hacer referencia a l, lo contrario es edificar para la nada. Slo el poder que viene de Dios es eterno; abrigarse bajo poderes terrestres es idolatra. Dios seca los rboles
grandes y altivos en los que los hombres confan y da vida al pequeo
retoo, el Mesas.
Dios se hace principio de unidad y universalismo; slo bajo su
paternidad podemos ser hermanos sin destruirnos.
El Pueblo de Israel pobre, pequeo y sin esperanza, se convierte
en el centro de los pueblos; Babilonia, concentracin de los poderes
terrenos, es una torre sin terminar en medio del desierto, condenada
a convertirse en ceniza, edificio sin cimientos cuyo destino es hundirse. Slo el Espritu de Dios da vida y eternidad a los esfuerzos
del hombre. Cfr. Dn 4, 7-g 17. ss; Mt 13, 32.
Lectura del Profeta Ezequiel 17, 22-24.
Esto dice el Seor Dios:
Arrancar una rama del alto cedro y la plantar: | De sus
Undcimo Domingo
durante el ao
216
RESPONSORIAL
t.
y.
R7.
y.
iy\
SEGUNDA
LECTURA
En destierro o en patria nos esforzamos en agradar al Seor
Aunque la muerte es una participacin en la de Cristo, sigue
angustindonos y querramos vernos libres de ella (v 4). Pe*o al
mismo tiempo es apetecible, como condicin del bien definitivo:
1\1
Undcimo
Domingo
durante
el ao
Duodcimo
Domingo
durante el ao
218
lio del Reino tiene un ritmo propio que hay que respetar, como lo
tiene la semilla al germinar. Y este desarrollo viene por la misma
fuerza de la semilla, a pesar de las dificultades y resistencias.
La realidad cristiana se presenta como algo pequeo, dbil, aparentemente ineficaz dentro de la sociedad humana; pero lleva en s
misma el poder de transformar a esta misma sociedad en una sociedad espiritual y eterna.
219
Duodcimo
Domingo
durante el ao
DUODCIMO DOMINGO D U R A N T E E L A O
PRIMERA
LECTURA
Aqu se romper la arrogancia de tus ola^
Dios habla a Job de en medio de la tormenta segn la forma clsica
de las manifestaciones divinas (cfr. Ex 19, 16-20; iRe 19, 11-12;
Sal 49, 3). En Jb 38 Dios se manifiesta como Seor absoluto del
universo, porque es su creador y lo dirige con sabidura. La percopa presente trata solamente del mar. El tema del mar es un tema
ominoso entre los semitas (cfr. Jb 7, 12; Apc 21, 1 c). El Seor,
creador del cielo y de la tierra, domea el podero misterioso del mar,
al que impone leyes y fronteras (cfr. Gn 1, os; Prv 22, 29). Dios es
el Todopoderoso, pero se digna dirigir la palabra a su siervo y litigar
con l (cfr. Jb 38, 1-3). En el Nuevo Testamento se humaniza an
ms; no habla ya desde la tormenta, sino en Jesucristo que domina
el mar y todos los elementos (cfr. Mt 14, 25-33; Me 4, 39-40).
SALMO
RESPONSORIAL
Duodcimo
f.
R7.
Domingo
durante el ao
220
SEGUNDA
LECTURA
Ha llegado lo nuevo
Pablo lo hace todo por amor a Cristo y a sus fele... Porque el
aynor de Cristo (recproco) nos apremia. Al morir Cristo por todos
(definitiva muestra de amor), todos hemos muerto msticamente
con l en el Bautismo. Adems, ha adquirido nuestras vidas, que ya
no nos pertenecen. Sepultados con Cristo por el Bautismo, con l
hemos resucitado a una vida nueva para Dios y para Cristo (Rm
6, 3-13: 14, 7 s; Gal 2, 20).
El hombre nuevo tiene una forma propia de juzgar, segn el
Espritu, no segn la carne, como juzga el hombre viejo, como Pablo
juzg en otro tiempo a Cristo. (Otra interpretacin: Tiene poca importancia haber conocido a Cristo segn la carne , en su condiciu
pasible; lo que importa es conocerle en su condicin de Seor, segn
el Espritu de santidad [Rm 1, 3-4]. Autodefensa de Pablo contra
los judaizantes).
Todo es nuevo en el cristiano: Dios que cre el universo por el
Verbo (Jn 1, 3), restaura su obra con una nueva creacin en Cristo,
que abarca el universo (Col 1, 13-20), pero se centra en el hombre
nuevo (Gal 6, 15; Ef 2, 15), creado en el Bautismo para una vida
nueva (Rm 6, 4) en justicia y santidad (Ef 2, 10; 4, 24; Col 3, 10).
Lectura de la segunda carta del Apstol San Pablo a los Corintios 5, 14-17.
Hermanos:
Nos apremia el amor de Cristo, al considerar que, si uno muri
por todos, todos murieron.
Cristo muri por todos, para que los que viven, ya no vivan
para s, sino para el que muri y resucit por ellos. Por tanto, no
valoramos a nadie por criterios humanos. Si alguna vez juzgamos
a Cristo segn tales criterios, ahora ya no. El que vive con Cristo
es una creatura nueva. Lo viejo ha pasado, ha llegado lo nuevo.
ALELUYA
Ver pg. 298-300. Si no se canta, puede omitirse.
221
Decimotercer
Domingo
durante el ao
EVANGELIO
Quin es ste? Hasta el viento y las aguas le obedecen!
Cristo ha recibido del Padre el poder o dominio sobre toda la creacin. El Padre, como soberano del universo, tiene poder sobre todas
las cosas (Eclo 10, 4). Y este poder lo da al Hijo del hombre (Dn
7. 14)Una de las manifestaciones de este poder de Cristo es el dominio
sobre las fuerzas de la naturaleza. El dominio sobre el mar, en concreto, es una consecuencia ms del poder salvador de Jess. Porque
el mar, en la literatura bblica, por influencia de las literaturas primitivas y apocalpticas, est relacionado con los enemigos de Dios
(Am o, 3- Sal 67, 23); en l se ocultan los espritus inmundos (Me
5, 13), las tinieblas, etc. (cfr. tambin Apc 13, 1-8J. La consumacin del Reino traer consigo la desaparicin del mar y sus peligros
(Apc 21, 1).
El mar, las tempestades, etc. estn bajo el poder de Cristo. El consigue la victoria sobre estos elementos. El simbolismo sirve para expresar el dominio de Cristo victorioso sobre toda la creacin.
f< Lectura del santo Evangelio segn San Marcos 4, 35-40.
Aquel da, al atardecer, dijo Jess a sus discpulos: Vamos a la
otra orilla. Dejando a la gente, se lo llevaron en barca, como
estaba; otras barcas lo acompaaban. Se levant un fuerte
huracn y las olas rompan contra la barca hasta casi llenarla de
agua. El estaba a popa, dormido sobre un almohadn. Lo despertaron dicindole: Maestro, no te importa que nos hundamos?
Se puso en pie, increp al viento y dijo al lago: Silencio, cllate!
El viento ces y vino una gran calma. El les dijo: Por qu sois
tan cobardes? An no tenis fe? Se quedaron espantados y se
decan unos a otros: Pero quin es ste? Hasta el viento y las
aguas le obedecen!
DECIMOTERCER DOMINGO D U R A N T E E L A O
PRIMERA
LECTURA
Por envidia del diablo entr la muerte en el mundo
La muerte no entraba en los designios de Dios. Dios no la ha hecho:
El quiere la vida (Ez 28, 23-32; 33, 11). Las malas obras son las
que conducen a ella y, en definitiva, el diablo que por envidia ha
hecho que ella entrara en el mundo. Dios ha creado todas las cosas
para que existan. El hadesabismo o seolque muchas veces se
Decimotercer
Domingo
durante el ao
222
RESPONSORIAL
Por la envidia del diablo y por el pecado del hombre se introdujo la muerte en el mundo (Sb 2, 24). Pero la resurreccin de
Cristo ha sacado nuestra vida del abismo y nos ka hecho revivir
cuando bajbamos ya a la fosa. Si el salmista da gracias a Dios
porque le ha hecho escapar de la muerte a que le llevaba su grave
enfermedad, nosotros, que conocemos la promesa de una vida inmortal, no perdamos la confianza: el enemigo no se reir de mi,
la muerte no nos absorber definitivamente: ensalcemos, pues, al
Seor porque nos ha librado
Sal 29, 2 y 4. 5-6. 11 y 12a y 136.
y.
1^7.
y.
223
R?.
y.
1^.
Decimotercer
Domingo
durante el ao
SEGUNDA
LECTURA
Vuestra abundancia remedia la falla que los pobres tienen
Pablo exhorta (cap. 8-9) a la colecta en favor de los santos*
(1 Cor 16,1; 2 Cor 8, 4), los cristianos de Jerusaln (Hch 11, 29-30).
Seal y garanta de unin entre las iglesias paulinas y las judeocristianas; de ah el inters del Apstol (1 Cor 16, 1-4; Gal 2, 10;
Rm 15, 26-28).
Los corintios, famosos por sus carismas, no deben quedarse atrs,
sino imitar la generosidad de Cristo, que, siendo rico, de condicin
divina, se hizo pobre, se despoj de su gloria y prerrogativas y
tom parte en nuestras miserias; y ya en la condicin
humana
vivi una renuncia absoluta (Jn iy, 5; Flp 2, 6-8; Mt 8, 20 par.).
Se empobreci para asociarnos a su inescrutable riqueza (Ef 3, 8).
Es un resumen de la vida de Jess, que no necesitaba explicacin
para quienes ya la conocan.
Pero la caridad no exige que nos quedemos en la miseria para enriquecer a los dems, sino remediarlos con lo que nos sobra para establecer cierta igualdad, que entre los griegos era condicin de amistad
y entre los cristianos exigencia de fraternidad.Ya el Antiguo Testamento dicta normas para evitar excesivas diferencias (Dt 15; Lv 2$)
y ensea el principio de igualdad con ocasin del man (Ex 16);
la comunidad primitiva lo puso en prctica (Hch 2, 45-46; 4, 32.
34-35)La Iglesia de Jerusaln socorrer a su vez en lo que pueda a la de
Corinto: espiritualmente (2 Cor 12, 14; Rm 15, 2-2y).
Lectura de la segunda carta del Apstol San Pablo a los Corintios 8, 7-9. 13-15.
Hermanos:
Ya que sobresals en todo: en la fe, en la palabra, en el conocimiento, en el empeo y en el cario que nos tenis, distinguios
Decimotercer
Domingo
durante el ao
224
225
Decimocuarto
Domingo
durante el ao
Decimocuarto
Domingo
durante el ao
226
RESPONSORIAL
y.
E7.
y.
R7.
y.
227
1^.
y.
1^.
Decimocuarto
Domingo durante el ao
SEGUNDA
LECTURA
Presumo de mis debilidades, porque asi residir en m la fuerza
de Cristo
Dentro de su apologa (cap. 10-13) Pablo alude a las revelaciones
recibidas (v. 1-6). Pero, para que no se engra, Dios le hadado un
aguijn clavado en su carne, un mensajero de Satans (con
permiso de Dios): no es la concupiscencia de la carne, comn a
todos: tampoco parece ser la resistencia que oponen los israelitas
(su carne) al Evangelio; probablemente es una enfermedad crnica,
molesta, con ataques agudos, quiz de la vista (cfr. Gal 4, 14-15).
Deba de ser grave estorbo en la predicacin, por lo que insistentemente (tres veces, como Jess en Getseman, Mt 26, 3g.42.44,
par., como debe ser la oracin para ser escuchada, Le 18, 5-8),
ha rogado a Dios que se lo quite. Pero Dios sabe mejor lo que nos
conviene. La humillacin mantiene a raya el orgullo. Nos basta con
su gracia; en nuestra flaqueza se muestra el poder de Dios y que el
xito se debe slo a l (2 Cor 4, y). Por eso Dios elige instrumentos
dbiles (Je y, 2; 1 Sam 16, y; 1 Cor 1, 2y-2g; Sant 2, 5). Pablo ha
comprendido y ya no hace esa peticin: se glora en sus flaquezas, en
las que experimenta y muestra la fuerza de Cristo. Cuando estoy
dbil entonces es cuando soy fuerte (cfr. Flp 4, 13; Col 1, 2g).
Lectura de la segunda carta del Apstol San Pablo a los Corintios
12, 7-10.
Hermanos:
Por la grandeza de estas revelaciones, para que no tenga soberbia, me han metido una espina en la carne: un emisario de
Satans que me apalea, para que no sea soberbio. Tres veces le
he pedido al Seor verme libre de l y me ha respondido: Te
basta mi gracia: la fuerza se realiza en la debilidad. Por eso, muy
a gusto presumo de mis debilidades, porque as residir en m la
fuerza de Cristo. Por eso vivo contento en medio de mis debilidades, de los insultos, las privaciones, las persecuciones y las difi-
Decimoquinto
Domingo
durante el ao
228
229
Decimoquinto
Domingo
durante el ao
del siglo VIII bajo Jeroboam II: pero, como suele suceder, el lujo
se hace insulto de la pobreza y el formalismo ahoga en vanidad el
culto pomposo. Surge entonces el primer profeta escritor, Amos, un
pastor de Tcoa (1, 1), aldea situada entre Beln y Hebrn. Con
lenguaje rudo y directo, de pastor del desierto y labrador que ignora
rodeos de diplomacia igual que un rugido de Dios, 1, 2, condena
la injusticia social, la depravacin moral y religiosa, la violencia
del lujo, el formalismo del culto (2, 6-9; 3, 9-10; 5, 7-13.21-27; etc.),
y anuncia por primera vez el castigo del Da de Yahvh (5, 18-20;
cfr. Sof 1, 4-18; etc.), la ruina de la casa de Jeroboam (7, 9) y la
deportacin (5, 27; 6,7). Sus palabras, insoportables para todos,
lo son ms para los responsables de la religin y resuenan agrias
en Betel santuario oficial del Reino del Norte y rival del de Jerusaln^.
Amasias le trata con desprecio, como a un profeta que
tome su pan o vive del oficio como las confederaciones de profetas (cfr. 1 Sam 10. 5-10; 2 Re 2, 2-7) y adems extranjero (de
Jud)). Pero Amos no puede callar: le ha llamado Dios directamente
(origen del profetismo autntico: cfr. 3, 3-8; Is 6; Jr 1, 5-7; Ez 2, 3),
le ha tomado de detrs del rebao, como a David (2 Sam 7, 8; Sal
77, 70-71), para ser profeta de Israel. La vocacin de Dios no repara en antecedentes humanos, y es irresistible (3, 1-8; cfr. Jr
20, 7-9).
DECIMOQUINTO DOMINGO D U R A N T E E L A N O
PRIMERA
LECTURA
Ve y profetiza a mi pueblo
Israel, el Reino del Norte separado por el cisma casi dos siglos
antes, vive su mximo esplendor previo a la ruina a mediados
RESPONSORIAL
Decimoquinto
Domingo
durante
el ao
230
231
Decimoquinto
Domingo
durante el a0
Decimosexto
Domingo
durante
232
el ao
DECIMOSEXTO DOMINGO D U R A N T E E L
ANO
PRIMERA
LECTURA
Reunir el resto de mis ovejas y les pondr pastores
Los pastores que no siguen el camino de Dios dejan de ser principio de unidad para el rebao y se convierten en foco de dispersin.
Las ovejas, el pueblo de Dios, slo se dejan conducir por los pastores cuya voz recuerda la del Seor.
Es que han sido torpes los pastores y no han buscado a Yahvh.
Asi no obraron cuerdamente y toda su grey fu dispersa (Jr
10,
21)
233
Decimosexto
Domingo
durante
el ao
RESPONSORIAL
El Seor es mi pastor,
n a d a me falta.
Decimosexto
1^.
f.
R/.
y.
1^7.
y.
1^7.
y.
1^7.
Domingo
durante
el ao
234
El Seor es mi pastor,
nada me falta.
El Seor es mi pastor,
nada me falta:
En verdes praderas me hace recostar.
Me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas.
El Seor es mi pastor,
nada me falta.
Me gufa por sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por caadas oscuras,
nada temo, porque t vas conmigo:
Tu vara y tu cayado me sosiegan.
El Seor es mi pastor,
nada me falta.
Preparas una mesa ante m
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume
y mi copa rebosa.
El Seor es mi pastor,
nada me falta.
Tu bondad y tu misericordia me acompaan
todos los das de mi vida,
y habitar en la casa del Seor
por aos sin trmino.
El Seor es mi pastor,
nada me falta.
SEGUNDA
LECTURA
El es nuestra paz y ha hecho de dos una sola cosa
En los versculos precedentes describe Pablo la situacin lamentable de los paganos antes de su conversin (Ef 2, lis). El mensaje
de la percopa est constituido por la unificacin de los pueblos, judo
y gentil, en un solo cuerpo. Cristo, por su inmolacin, ha eliminado
la enemistad de entrambos, simbolizada en el muro que prohiba a los
gentiles el acceso al lugar sagrado del templo de Jerusaln. La razn
de esta enemistad estribaba en la serie de prescripciones judaicas
que converta en impracticable la comunicacin de ambos pueblos.
Cristo, por su cruz, abrog las mil regulaciones de la ley mosaica
que separaba a judos de gentiles. De este modo abri las puertas de
235
Decimosexto
Domingo
durante
el
ao
Decimosptimo
Domingo
durante
el ao
236
DECIMOSPTIMO DOMINGO D U R A N T E E L A O
PRIMERA
LECTURA
Comern y sobrar
Elseo, varn de Dios, es el heredero del espritu de Elias (cfr.
2Re 2, 15). El continuar incansablemente la defensa del yahvismo
puro. La presente pericopa forma parle de la seccin de milagros
(2Re 4-y), que prueban la misin divina de Elseo y que es verdadero
varn de Dios . Por medio de l un piadoso israelita ofrece al Seor
las primicias de su cosecha (cfr. Lv 2, 14). Elseo se vale de esta
ocasin para demostrar una vez ms que l no es ms que el portavoz
del Seor. Por medio del profeta, el Seor hace or su voz y manifiesta su voluntad. El Antiguo Testamento es sombra y figura del
Nuevo (cfr. iCor 10, 11; Gal 4, 24). Jesucristo realizar obras semejantes a la de los profetas antiguos (cfr. Jn 6, 1-15) ; pero El es
ms que profeta (cfr. Mt 12, 41S), pues es el Verbo encarnado
(Jn 1, 14), la revelacin del Padre (cfr. Jn 14, 9-11; Col 1, 15).
237
Decimosptimo
SALMO
Domingo
durante
el ao
RESPONSORIAL
SEGUNDA
LECTURA
Un solo cuerpo, un Seor, una fe, un bautismo
Esta breve pericopa es una llamada urgente a la unidad. La vocacin cristiana, por la que todos hemos sido constituidos uno (Ef
2, 15), exige mantener esta unidad lograda con la muerte de Cristo.
En ocasiones exigir sacrificios; de aqu que Pablo recuerde su situacin de prisionero por la causa del Seor. Se recomiendan, por
lo tanto, las llamadas virtudes sociales, que regulan las relaciones
existentes entre los miembros de la comunidad cristiana: humildad.
Decimosptimo
Domingo
durante el ao
238
239
Decimoctavo
Domingo
durante el ao
DECIMOOCTAVO DOMINGO D U R A N T E
EL
AO
PRIMERA
LECTURA
Yo har llover pan del cielo
Juntamente con el agua de la roca (Ex 17, 1-7) y las codornices
(Nm 11, 31-33), el man constituye el alimento milagroso del pueblo
elegido durante la peregrinacin por el desierto (Jos 5, 12). El
man bblico, segn se describe en Ex 16 y Nm 11, 7-g, presenta
afinidad innegable con el producto resinoso que durante los fuertes
calores del verano segrega la planta tammarix mannifera, y que los
Decimoctavo
Domingo
durante el ao
240
241
Domingo
durante el ao
RESPONSORIAL
y-
i?.
R7.
Decimoctavo
37.
I-
Decimoctavo
JR7.
Domingo
durante el ao
242
SEGUNDA
LECTURA
Vestios de la nueva condicin humana, creada a imagen de Dios
Pablo exhorta a los fieles a vivir la nueva vida en Cristo. Para ello
es preciso despojarse del hombre viejo y revestirse del nuevo. Esta
exigencia se deriva del Bautismo. Y en el doble gesto de inmersin y
emersin del rito bautismal estn inspiradas estas expresiones. La
inmersin simboliza nuestra muerte al pecado; la emersin, la nueva
vida sobrenatural comunicada por Cristo (Rm 6, 3-11). Es cierto
que esta renovacin se efectu en nuestro Bautismo. Pero las inclinaciones a vivir segn los deseos de nuestra naturaleza corrompida
afloran con frecuencia. Basta para ello sorprender, en un momento
de reflexin, nuestros sentimientos, posturas y criterios paganos.
De aqu que el Apstol insista en una continua renovacin de nuestro
modo de pensar y obrar. Asi nuestra vida ser participacin y al
propio tiempo reflejo de la justicia y santidad de Dios, que nos ha
sido comunicada por el Bautismo.
Lectura de la carta del Apstol San Pablo a los Efesios 4,
17. 20-24.
Hermanos:
Esto es lo que digo y aseguro en el Seor: | que no andis ya,
como es el caso de los gentiles, | que andan en la vaciedad de sus
criterios. Vosotros, en cambio, | no es asi como habis aprendido a
Cristo, I si es que es l a quien habis odo | y en l fuisteis adoctrinados, I tal como es la verdad en Cristo Jess.
Cristo os ha enseado a abandonar el anterior modo de vivir, |
el hombre viejo corrompido por deseos de placer, | a renovaros
en la mente y en el espritu. | Dejad que el Espritu renueve
vuestra mentalidad, | y vestios de la nueva condicin humana, |
creada a imagen de Dios: | justicia y santidad verdaderas.
243
Decimonoveno
Domingo
durante el ao
ALELUYA
Ver pdg. 298-300. Si no se canta, puede omitirse.
EVANGELIO
El que viene a mi no pasar hambre, y el que cree en m no pasar
nunca sed
Los hombres van en busca de Jess. Pero en realidad no le buscan
a l, buscan sus dones. Se buscan a si mismos, su propia satisfac-
DECIMONOVENO DOMINGO D U R A N T E E L A O
PRIMERA
LECTURA
Con la fuerza de aquel alimento camin hasta el monte de Dios
Elias huye de la prfida reina Jezabel. Solitario en el desierto,
agotado por la fatiga corporal y la depresin moral, Elias manifiesta
Decimonoveno
Domingo
durante
el ao
244
la debilidad de su humanidad y se desea la muerte (cfr. Nm 11, 15)Pero Dios no abandona en la prueba a su fiel amigo; por medio de
su ngel le prepara un alimento misterioso. Fortalecido sobrenaturalmente, Elias puede llegar despus de cuarenta das al monte de Dios,
corazn del desierto y punto de origen del yahvismo (cfr. Ex 19,
16-20; Dt 9, 8s). En la soledad del desierto y despus de los 40 das
de oracin y de ayuno de Elias, Dios se revela a su enviado (cfr.
Ex 24, 18; 34, 28; Dt 9, g). El pan preparado por el ngel es recuerdo del man (cfr. Ex id, 35; Dt 8, 3.16; Sal yy, 24S; 104, 40;
Sb 16, 20) y figura del verdadero pan de vida, venido del cielo, la
Eucarista (cfr. Jn 6, 31-58).
Lectura del Libro primero de los Reyes 19, 4-8.
E n aquellos das Elias lleg a Berseba de Jud y dej all a su
criado. Continu l por el desierto una jornada de camino, y al
final se sent bajo una retama, y se dese la muerte diciendo:
Basta ya, Seor, qutame la vida, pues yo no valgo ms que mis
padres. Se ech debajo de la retama y se qued dormido. De
pronto, un ngel le toc y le dijo: Levntate, come. Mir Elias
y vio a su cabecera un pan cocido en las brasas y una jarra de
agua. Comi, bebi y volvi a echarse. Pero el ngel del Seor le
toc por segunda vez diciendo: Levntate, come, que el camino
es superior a tus fuerzas. Se levant Elias, comi y bebi, y con
la fuerza de aquel alimento camin cuarenta das y cuarenta
noches, hasta el Horeb, el monte de Dios.
SALMO
RESPONSORIAL
245
R7.
y.
R7.
y.
R7.
y.
R7.
Decimonoveno
Domingo
durante el ao
SEGUNDA
LECTURA
Vivid en el amor como Cristo
Pablo contina en este pasaje su exhortacin a la vida nueva,
propia de los miembros de Cristo. El amor es el discriminador de la
autenticidad cristiana (Jn 13, 35). Hay que desterrar de nosotros la
acritud, la animosidad, la ira y sus manifestaciones externas en la
pendencia e insulto, frutos del hombre viejo. Por el contrario, hay
que abundar en los actos propios del hombre nuevo: bondad, compasin y perdn, a semejanza de Dios (Mt 6, 12; Col 3, 13; cfr Cor
*3, 4-7)- Los motivos que exigen esta postura cristiana son tres: la
inhabitacin del Espritu Santo, Espritu de amor (Rm 15, 30),
que es prenda de nuestra herencia (Ef 1, 14). La adopcin de hijos
que nos obliga a imitar a nuestro Padre (Le 6, 36; Mt 6, 14S). Finalmente, el ejemplo de Cristo, quien nos am hasta el punto de inmolar
su propia vida por nosotros (ijn 3, 16). La abnegacin al propio
egosmo, a veces, ser dura; pero la motivacin, expuesta por Pablo,
es ms que suficiente para empujarnos a mantener y acrecentar la
autntica postura cristiana, polarizada en el amor.
Lectura de la carta del Apstol San Pablo a los Efesios 4,
3"5. 2.
Hermanos:
No pongis triste al Espritu Santo. Dios os ha marcado con l
para el da de la liberacin final.
Decimonoveno
Domingo
durante
el av
246
247
Vigsimo
Domingo
durante el ao
LECTURA
RESPONSORIAL
Vigsimo Domingo
durante el ao
I
248
_I
249
Vigsimo Domingo
durante el ao
Vigesimoprimer
Domingo
durante el ao
250
VIGESIMOPRIMER DOMINGO D U R A N T E EL AO
PRIMERA
LECTURA
Nosotros serviremos al Seor, porque l es nuestro Dios
Toda la historia de Israel tiene un resumen: amor de Dios a su
pueblo, sin ningn mrito por parte de ste. Este amor de Dios se ha
ido manifestando a travs de la historia del pueblo y se ha manifestado ahora en la posesin de la tierra prometida y tanto tiempo
ansiada. La respuesta del pueblo ha sido siempre fluctuante (Cfr.
Sal 77), tendiendo constantemente a la idolatra. A l entrar a la tierra
de promisin hay un peligro especial: los dioses y cultos de los caoneos a los que Israel, que tanto sabe de propias infidelidades,
puede ceder. Por eso Josu conmina al pueblo y exige una decisin
irrevocable: elegid hoy a quin queris servir.
Y el pueblo se decide por el Seor. Fundamento de esta decisin?: su propia historia. El Seor ha obrado con ellos maravillas.
Los ha salvado de la esclavitud de Egipto y ha hecho con ellos alianza.
Lectura del Libro de Josu 24, i-2a. 15-17. 186.
En aquellos das Josu reuni todas las tribus de Israel en Siqun y llam a los ancianos, a los jefes, a los jueces, a los magistrados para que se presentasen ante Dios. Josu dijo a todo el
pueblo: Si no os parece bien servir al Seor, escoged a quin
servir: a los dioses a quienes sirvieron vuestros antepasados al
este del Eufrates o a los dioses de los amorreos, en cuyo pas
habitis. Yo y mi casa serviremos al Seor.
El pueblo respondi: Lejos de nosotros abandonar al Seor
para servir a dioses extranjeros! El Seor es nuestro Dios; l nos
sac a nosotros y a nuestros padres de Egipto, de la esclavitud;
l hizo a nuestra vista grandes signos, nos protegi en el camino
que recorrimos y entre los pueblos por donde cruzamos. Nosotros
serviremos al Seor, porque l es nuestro Dios.
SALMO
RESPONSORIAL
251
Vigesimoprimer
Domingo
durante
el ao
Vigsimo
primer Domingo
durante el ao
252
pareja de los esposos cristianos. En el Antiguo Test ment se describe con frecuencia el inmenso amor de Dios a su pueblo bajo la
imagen del matrimonio (Is 54, 5-y; Jr 3, 1-3; Ez 16, 8-4.3). En la
unin de Cristo y su Iglesia se realiza aquella sombra del Antiguo
Testamento (Mt 25, 1-10; Jn 3, 29; 2 Cor 11, 2; Apc 21, 2; 22, iy).
Los esposos cristianos son la reproduccin viva y tangible de la unin
invisible, pero real, del amor de Cristo-Iglesia. De esta realidad
derivan espontneas las aplicaciones: La sumisin, el amor, la entrega, la misin de salvador, en un renovado acto de donacin, que
superar, toda clase de egosmos. Lo contrario sera una evidente
traicin a la dimensin de signo y vivencia que el sacramento del
matrimonio tiene como expresin tangible del misterio de amor y
donacin de Cristo a su Iglesia.
Lectura de la carta del Apstol San Pablo a los Efesios 5, 21-32.
Hermanos:
Sed sumisos unos a otros con respeto cristiano. Las mujeres,
que se sometan a sus maridos como al Seor; porque el marido
es cabeza de la mujer, asi como Cristo es cabeza de la Iglesia;
l, que es el salvador del cuerpo. Pues como la Iglesia se somete
a Cristo, asi tambin las mujeres a sus maridos en todo. Maridos,
amad a vuestras mujeres como Cristo am a su Iglesia: El se
entreg a s mismo por ella, para consagrarla, purificndola con
el bao del agua y la palabra, y para colocarla ante s gloriosa,
la Iglesia sin mancha ni arruga ni nada semejante, sino santa
e inmaculada. As deben tambin los maridos amar a sus mujeres,
como cuerpos suyos que son. Amar a su mujer es amarse a s
mismo. Pues nadie jams ha odiado su propia carne, sino que le
da alimento y calor, como Cristo hace con la Iglesia, porque
somos miembros de su cuerpo. Por eso abandonar el hombre
a su padre y a su madre, y se unir a su mujer y sern los dos una
sola carne. Es ste un gran misterio: y yo lo refiero a Cristo y a
la Iglesia.
ALELUYA
Ver pgs. 298-300. Si no se canta, puede omitirse.
EVANGELIO
A quin vamos a acudir? T tienes palabras de vida eterna
La revelacin de Jess sobre su carcter de pan vivo, fuente de
vida eterna para el que lo come en la fe, provoca una discriminacin
entre sus seguidores (cfr. 2, 23-25; y, 40-43; 9, 24-34). Aqu la
253
Vigesimosegundo
Domingo
durante el ano
EL
AO
PRIMERA
LECTURA
No aadis nada a lo que os mando... as cumpliris los preceptos
del Seor
La lectura est constituida por un pasaje del primer discurso
de Moiss en el Deuteronomio, Moiss exhorta al pueblo a cumplir
las prescripciones de Dios. De esta postura depende que Israel
entre en posesin de la tierra prometida. La ley es la expresin de
la voluntad divina y forma parte de la alianza. Adems, la observancia de la ley debe producir dos efectos entre los gentiles: el reconocimiento de la sublimidad de la ley y la constatacin de la presencia
Vigesimosegundo
Domingo
durante el ao
254
KESPONSOR1AL
R/.
V.
R7.
255
Vigesimosegundo
Domingo
durante
el ao
SEGUNDA
LECTURA
Llevad la palabra a la prctica
El Padre es quien lleva la iniciativa en la obra de la salvacin.
Todo cuanto a este particular se refiere proviene de un acto libre,
amante, puro, fecundo de la voluntad divina. Lo mismo que para
San Pablo, tambin para Santiago el bautizado es una nueva creatura con una nueva vida la de la gracia que tiene su fuente en
Dios. Frente al pecado que engendra la muerte (Sant 1, 15), Dios
engendra la vida. Y la engendra por medio de una palabra de
verdad, expresin que debemos entender bien de Cristo, Palabra
esencial del I^adre, bien al menos de su mensaje, cuya dcil y favorable acogida la tierra buena de la parbola del sembrador,
producir el fruto apetecido de la salvacin. La colaboracin, pues,
del hombre no es ni lo primero ni lo principal, pero es absolutamente
necesaria.
Lectura de la carta del Apstol Santiago 1, 17-18.216-22. 27.
Queridos hermanos:
Todo beneficio y todo don perfecto viene de arriba, del Padre
de los Astros, en el cual no hay fases ni perodos de sombra.
Por propia iniciativa, con la Palabra de la verdad, nos engendr,
para que seamos como la primicia de sus criaturas. Aceptad
dcilmente la Palabra, que ha sido planteada y es capaz de salvaros. Llevadla a la prctica y no os limitis a escucharla, engandoos a vosotros mismos. La religin pura e intachable a los
ojos de Dios Padre es sta: visitar hurfanos y viudas en sus
tribulaciones y no mancharse las manos con este mundo.
ALELUYA
Ver pg. 298-300. Si no se canta, puede omitirse.
EVANGELIO
Dejis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradicin
de los hombres
El principio sobre lo puro y lo impuro del Antiguo Testamento se
basa en una esfera material, en el contacto fsico con animales o
cosas que se juzgan en si impuras o puras (Lv 11; DI 14; Lv ig,
23). Pero esta impureza produca un apartamiento del Seor
(Lv 21); y la purificacin, un acercamiento o santificacin. Los
profetas atacan este principio declarando autntica pureza o impureza la interna, la del corazn o voluntad (Os 6, 6; Am 4, 1-5;
Is 6, 5; Jr 13, 27).
Jess se declara contrario al principio del Antiguo
Testamento;
Vigesimotercer
Domingo
durante el ao
256
tolera que los discpulos lo quebranten (Me y, 1) y l mismo lo quebranta (Me 1, 41; 5, 41; Le 7, 14). Propone un nuevo principio
de pureza (Me 7, 15). En esta narracin de Marcos se destaca
cmo el Seor rechaza el principio tradicional ante una multitud
que l ha convocado (Me 7, 14). La limpieza de corazn, la rectitud
de voluntad son el nico principio de purificacin o acercamiento
al Padre (Mt 5, 8), y no las leves pensadas e impuestas por los
hombres.
<%* Lectura del santo Evangelio segn San Marcos 7, i-8a.
14-15. 2 1 - 2 3 .
VIGESIMOTERCER DOMINGO D U R A N T E EL A O
PRIMERA
LECTURA
Los odos del sordo se abrirn, la lengua del mudo cantar
La vida del hombre se halla bajo el signo de la opresin. El miedo
esclaviza los corazones. Las enfermedades oprimen los cuerpos. El
257
Vigesimotercer
Domingo
durante el ao
RESPOXSORIAL
Vigesimolercer
R7.
Domingo
durante
el ao
258
SEGUNDA
LECTURA
, Acaso no ha elegido Dios a los pobres como herederos del Reino?
La realizacin prctica del mensaje cristiano y por tanto, el
crecimiento de la nueva vida estriba para nuestro Apstol en
ponerse generosa y desinteresadamente al servicio de los desheredados de la fortuna y al mismo tiempo en saber mantenerse a cubierto de los falsos criterios del mundo. El mundo es egosta, adulador, materialista, metalizado. Sus valores son el dinero, el poder,
la fuerza, v conforme a ellos juzga de la grandeza de un hombre. Pero
Dios juzga segn otros valores muy distintos y por eso en el decurso
de la Historia Santa para realizar sus maravillas ha escogido a la
gente humilde, ignorante, indefensa. Comenz por escogerse un
pueblo poltica v geogrficamente insignificante, porque, segn est
escrito en Isaas, mis caminos no son vuestros caminos dice el
Seor. Ser preciso entonces ajusfar nuestros caminos a los
caminos de Dios, nuestros criterios a los criterios de Dios, si queremos alcanzar la meta de la salvacin.
Lectura de la carta del Apstol Santiago 2, 1-5.
Hermanos:
No juntis la fe en Nuestro Seor Jesucristo glorioso con la
acepcin de personas. Por ejemplo: llegan dos hombres a la reunin
litrgica. Uno va bien vestido y hasta con anillos en los dedos; el
otro es un pobre andrajoso. Veis al bien vestido y le decs: Por
favor, sintate aqu, en el puesto reservado. Al otro, en cambio:
Estte ah de pie o sintate en el suelo. Si hacis eso, no sois
inconsecuentes y juzgis con criterios malos? Queridos hermanos,
escuchad: Acaso 110 ha elegido Dios a los pobres del mundo para
hacerlos ricos en la fe y herederos del reino, que prometi a los
que le aman ?
ALELUYA
Ver pg. 298-300. Si no se canta, puede omitirse.
EVANGELIO
Hace or a los sordos y hablar a los mudos
Jess realiza la curacin retirado del pueblo. No quiere provocar
un entusiasmo mesinico de tipo triunfalista (v 36; cfr. 1, 34; 2,
259
Vigesimotercer
Domingo
durante
el ao
V igsimocuarto
Domingo
durante
el ao
260
RESPONSORIAL
Con Jess arrancado del sepulcro y de la muerte, con todos los que
constantemente son librados de sus pruebas, cantemos nuestro reconocimiento a Dios por la calma y la paz que logramos, a veces despus de duras pruebas; y que la experiencia pasada sea aliento de
nuestra vida por venir y nos d la certeza de que la ayuda de Dios,
un dia que se acerca, nos har caminar en la presencia del Seor
en el pas de la vida.
Sal 114, 1-2. 3-4. 5-6. 8-9.
y.
261
y.
K?.
Vigesimocuarto
Domingo
durante el ao
Arranc mi a l m a de la muerte,
mis ojos de l a s lgrimas,
mis pies de la cada.
Caminar en presencia del Seor,
en el pas de la vida.
Caminar en presencia del Seor,
en el pas de la vida.
SEGUNDA
LECTURA
La fe, si no tiene obras, est muerta
Una vez ms y de manera original, con autntica garra, encontramos formulada la suprema ley del cristianismo, la ley del amor.
Las palabras de Santiago evocan aquellas otras de San Juan:
Hijitos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de obra y de
verdad (ijn 3,18). Y no contradicen en absoluto a San Pablo
cuando escribe a los Calatas: Esperamos ser justificados por la fe
de Cristo y no por las obras de la ley, pues por stas nadie se justifica (Gal 2, 16). Lo que Pablo excluye son las observancias rituales
tal como las entenda el farisesmo de su tiempo. Pero en manera
alguna autoriza un divorcio entre la fe y la vida, divorcio que ya los
antiguos profetas de Israel se haban encargado de estigmatizar
(cfr. Is 2), 13). La fe a la que tanto Santiago como San Pablo
atribuyen eficacia salvadora ha de ser una fe activa, operante; una
respuesta comprometida del hombre entero a la llamada que Dios
nos hace a travs de Jesucristo.
Lectura de la carta del Apstol Santiago 2, 14-18.
Hermanos mos: De qu le sirve a uno decir que tiene fe, si
no tiene obras? Es que esa fe lo podr salvar? Supongamos que
un hermano o una hermana andan sin ropa 5' faltos del alimento
diario, y que uno de vosotros les dice: Dios os ampare: abrigaos,
llenaos el estmago, y no les dais lo necesario para el cuerpo;
de qu sirve? Esto pasa con la fe: si no tiene obras, est muerta
por dentro. Alguno dir: T tienes fe y yo tengo obras. Ensame
tu fe sin obras y yo, por las obras, te probar mi fe.
ALELUYA
Ver pg. 21)8-300. Si no se canta, puede omitirse.
EVANGELIO
T eres el Mesas... El Hijo del Hombre tiene que padecer mucho
Jess plantea la pregunta decisiva: quin decs que soy yo?
Frente a las opiniones dlos hombres (v 28. 33; cfr. Mt 16, 17) el
Vigesimoquinto
Domingo
durante
el ao
262
discpulo sabe que Jess es el Mesas, el enviado de Dios para instaurar su reinado y salvar al pueblo (i, 15 par.; Le n, 20). El
ttulo tenia resonancia poltica. Jess no permite su divulgacin.
Expone a los discpulos su propio destino. No es el suyo un camino
glorioso, de triunfo fcil. El plan de Dios sobre l es el del servicio
en la humillacin, el dolor, la muerte (Is 50, 5-ya; 52, 13-53, *2;
Me 10, 41-45; Le iy, 25). Pedro no entiende este lenguaje (cfr. y,
32). Como Satans, intenta apartar a Jess del cumplimiento de su
misin (Mt 4, jo).
El mismo camino de renuncia a s mismo, de muerte, debe recorrer
el hombre que quiera seguir a- Jess (Le 14, 26-27; A 10, 38).
Este camino es el nico que asegura la verdadera vida, la definitiva,
la cierna (Mt 16, 13-25; Le 9, 18-25).
>J Lectura del santo Evangelio segn San Marcos 8, 27-35.
En aquel tiempo Jess y sus discpulos se dirigieron a las aldeas
de Cesrea de Felipe; por el camino pregunt a sus discpulos:
Quin dice la gente que soy yo ? Ellos le contestaron: Unos, Juan
Bautista; otros, Elias, y otros, uno de los profetas. El les pregunt: Y vosotros, quin decs que soy? Pedro le contest:
T eres el Mesas. El les prohibi terminantemente decrselo a
nadie. Y empez a instruirlos: El Hijo del Hombre tiene que padecer mucho, tiene que ser condenado por los senadores, sumos
sacerdotes y letrados, ser ejecutado, y resucitar a los tres das.
Se lo explicaba con toda claridad. Entonces Pedro se lo llev
aparte y se puso a increparlo. Jess se volvi, y de cara a los discpulos increp a Pedro: Qutate de mi vista, Satans! T
piensas como los hombres, no como Dios!
Despus llam a la gente y a sus discpulos y les dijo: El que
quiera venirse conmigo, que se niegue a s mismo, que cargue con
su cruz y me siga. Mirad, el que quiera salvar su vida, la perder;
pero el que pierda su vida por el Evangelio, la salvar.
VIGESIMOQUINTO DOMINGO D U R A N T E EL A O
PRIMERA
LECTURA
Lo condenaremos a muerte ignominiosa
Hablan los impos que ponen a prueba la paciencia y bondad del
justo, pero en definitiva tientan a Dios. El justo tiene conciencia
de que es hijo de Dios (cfr. Sb 2, 13.16), pero los impos se mofan
tambin de la fe del justo en la paternidad de Dios. Se exponen las
263
Vigesimoquinto
Domingo
durante el a
SALMO
RESPONSORIAL
R7.
f.
V igesimoquinlo
Domingo
durante el ao
264
R7.
y.
265
Vigesimosexto
Domingo
durante el ao
ALELUYA
Ver pg. 298-300. Si no se canta, puede omitirse.
EVANGELIO
El Hijo del Hombre va a ser entregado... El que quiera ser el primero,
que sea el servidor de todos
Jess sube a Jerusaln (10, 33), porque en ella se va a cumplir el
plan de Dios sobre l (8, 3; Mt 26, 2; Jn 3, 16). En la mente de los
discpulos no cabe la idea de un Mesas que tenga que pasar por la
humillacin y la muerte para llegar a la gloria (v 32 par). Ellos
discuten sobre los honores de la primaca dentro del grupo. Jess,
sentado, como maestro, les ensea una nueva norma de vida: la
primaca en la iglesia la lleva el servicio. Quien ms sirve, quien
mejor sirve con mayor amor ser el primero entre ellos (cfr.
10, 43-45)
El discpulo de Jess debe tomar a su cargo, cuidar, con especial
esmero, como lo hara con Jess (cfr. Mt 25, 34-46 par.), a los ms
dbiles, a los ms despreciados, como hace Jess con el nio (cfr.
10, 16). Creer en Jess es recibirlo como enviado del Padre, es reciir al Padre (cfr. Jn 13, 20; 15, 23 24).
>< Lectura del santo Evangelio segn San Marcos 9, 29-36.
En aquel tiempo instrua Jess a sus discpulos. Les deca:
El Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los hombres,
y lo matarn; y despus de muerto, a los tres das resucitar.
Pero no entendan aquello, y les daba miedo preguntarle.
Llegaron a Cafarnan, y una vez en casa, les pregunt: De qu
discutais por el camino ? Ellos no contestaron, pues por el camino
haban discutido quin era el ms importante. Jess se sent,
llam a los Doce y les dijo: Quien quiera ser el primero, que sea
el ltimo de todos y el servidor de todos. Y acercando a un nio,
lo puso en medio de ellos, lo abraz y les dijo: El que acoge a un
nio como ste en mi nombre, me acoge a m; y el que me acoge
a m, no me acoge a m, sino al que me ha enviado.
VIGESIMOSEXTO DOMINGO D U R A N T E EL A N O
PRIMERA
LECTURA
listas celoso de mi? Ojal todo el pueblo del Seor fuera profeta!
En la presente pericopa se locan temas de gran inters histrico,
institucional y teolgico. He aqu los principales:
Vigesimosexto
Domingo
durante el ao
266
267
Vigesimosexto
SALMO
Domingo
durante el ao
RESPONSORIAL
Vigesimosexto
Domingo
durante el ao
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269
Vigesimosptimo
Domingo
durante el ao
>{ Lectura del santo Evangelio segn San Marcos 9, 37-42. 44.
46-47.
En aquel tiempo dijo Juan a Jess: Maestro, hemos visto a
uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido
impedir, porque no es de los nuestros. Jess respondi: No se lo
impidis, porque uno que hace milagros en mi nombre no puede
luego hablar mal de m. El que no est contra nosotros est a
favor nuestro. El que os d a beber un vaso de agua, porque segus
al Mesas, os aseguro que no se quedar sin recompensa. El que
escandalice a uno de estos pequeuelos que creen, ms le valdra
que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen
al mar. Si tu mano te hace caer, crtatela: ms te vale entrar
manco en la vida que ir con las dos manos al abismo, al fuego
que no se apaga. Y si tu pie te hace caer, crtatelo: ms te vale
entrar cojo en la vida que ser echado con los dos pies al abismo.
Y si tu ojo te hace caer, scatelo: ms te vale entrar tuerto en
el Reino de Dios que ser echado al abismo con los dos ojos, donde
el gusano no muere y el fuego no se apaga.
VIGESIMOSPTIMO DOMINGO D U R A N T E EL A O
PRIMERA
LECTURA
Sern los dos una sola carne
La soledad no es buena (Ecls 4, 9-11). Para remedio de esta soledad del hombre. Dios crea a la mujer, que es definida en el v. 18
como una ayuda adecuada a l. Esta expresin implica una doble
y profunda afirmacin: la mujer no es un mero apndice del hombre, ordenado a su servicio, sino un complemento perteneciente a
su misma naturaleza. La creacin de los animales, que el autor intercala en los vv. 19-20, tiene la finalidad de acentuar, por va de
contraste, la verdadera naturaleza y papel de la mujer: los animales,
que son bautizados por el hombre en seal de dominio (Gn 126b.
28b), no guardan relacin con el hombre, pues son de naturaleza inferior (intencin polmica contra la bestialidad? ) . El hombre cae en
un profundo sueo, porque no le es permitido al hombre contemplar
a Dios (Ex 33, 18-23) y menos en el trance de su accin creadora.
La imagen de la costilla (de significacin incierta; quiz relacionada con la palabra sumeria que significa costilla y vida a la vez), la
aclamacin hueso de mis huesos y carne de mi carne (Cfr Gn 29,
14), as como la expresin varona-varn (vv 21-23), todos estos
elementos tienden a subrayar la profunda unidad y atraccin sexual
Vigesimosptimo
Domingo
durante el ao
270
RESPONSORIAL
R7.
y.
271
Vigesimosptimo
Domingo
durante el ao
Vigesimosptmo
Domingo
durante
el ao
272
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Vigesimooctavo
Domingo
durante el ao
Vigesimooctavo
Domingo
durante
el ao
274
RESPONSORIAL
Sacanos de tu misericordia,
y toda nuestra vida
ser alegra y jbilo.
R7. Sacanos de tu misericordia,
y toda nuestra vida
ser alegra y jbilo.
f.
Ensanos a calcular nuestros aos,
para que adquiramos un corazn sensato.
Vulvete, Seor, hasta cuando ?
Ten compasin de tus siervos.
R7. Sacanos de tu misericordia,
y toda nuestra vida
ser alegra y jbilo.
f.
Por la maana scianos de tu misericordia,
y toda nuestra vida ser alegra y jbilo;
danos alegra, por los das en que nos afligiste,
por los aos en que sufrimos desdichas.
R7. Scianos de tu misericordia,
y toda nuestra vida
ser alegra y jbilo.
y . Que tus siervos vean tu accin
y sus hijos tu gloria.
Baje a nosotros la bondad del Seor
y haga prsperas las obras de nuestras manos.
1^7. Scianos de tu misericordia,
y toda nuestra vida
ser alegra y jbilo.
275
Vigesimooctavo
Domingo
durante el ao
SEGUNDA
LECTURA
La Palabra de Dios juzga los deseos e intenciones del corazn
Este texto justifica la exgesis bblica, esencial a Hebreos (libro
del Nuevo Testamento que ms y mejor reproduce el texto de los LXX),
y aqu concretamente la argumentacin de 3, y-4, 11. La Palabra
de Dios es, pues, la Sagrada Escritura que contiene su mensaje
salvador. Dios nos habla corno a hijos (12, 5: dialguetai, concebido
como un dilogo intimo) ahora por el Hijo, como primero a los
Padres por los profetas (1, 1-2); dos tiempos de una misma Revelacin, cuyas relaciones del boceto al plan acabado, de la figura a
la realidad trata de desentraar el autor; por eso os sentidos que
descubre en el Antiguo Testamento no son acomodaciones, sino un
sentido tpico global, verdadera anticipacin de la realidad definitiva. Su propsito es exhortativo: este dilogo es vivo, tiene permanencia y vigencia eterna: el hoy de 3, 10-4, 11 (sobre todo
3, 13) es u"n hy eterno. Palabra de Dios en Cristo de ayer,
hoy y siempre (13, y-8; cfr. 1 Ped 1, 23; Is 40, 8); es eficaz, no
queda en letra muerta ni vuelve a Dios sin haber cumplido su fin
(Is 55, XO-Ii; Sb 18, 14-15; Zac 1, 5-6); penetrante como espada
y como ojo hasta las intimidades del ser (cfr. Sal 32, 14-15). Por
eso esta Palabra-dilogo exige interlocutor y respuesta: hay que dar
cuenta a Dios de ella, leyendo, escuchando, meditando, dejndose
empapar de ella, como del agua que empapa la tierra, la fecunda y
la hace fructificar (Is 55, 10), con frutos de fe, confianza (v 14.16;
13 y), amor a Dios y al prjimo (13, 15-16) y perseverancia
(3. 14)Lectura de la carta a los Hebreos 4, 12-13.
I .a Palabra de Dios es viva y eficaz, | ms tajante que espada
de doble filo, penetrante hasta el punto donde se dividen alma
y espritu, coyunturas y tutanos. Juzga los deseos e intenciones
del corazn.
Xada se oculta; | todo est patente y descubierto a los ojos
de Aquel, | a quien hemos de rendir cuentas.
ALELUYA
Ver pdg. 298-300. Si no se canta, puede omitirse.
EVANGELIO
Vende lo que tienes y sigeme
Para ser discpulo suyo, jess exige al joven rico y generoso
(Mi 10, 20.22) una renuncia radical a las riquezas. Con ello indica
Vigesimooctavo
Domingo
durante
el ao
276
277
Vigesimonoveno
Domingo
durante
el ao
RESPONSORIAL
El plan de Dios es un plan de salvacin aunque comporte momentos de dolor: el Siervo de Yahvh en Isaas, Jess en el Evangelio entrega su vida, pero esta entrega a la muerte es para el rescate de muchos; que el salmo 32, que nos recuerda algunas de las
maravillas obradas por Dios en favor de su pueblo, aumente nuestra
fe v nuestra esperanza en el plan salvador de Dios: a pesar de la
muerte del Justo, a pesar de todas nuestras dificultades, los ojos del
Seor estn puestos en sus fieles para librar sus vidas de la muerteSal 32, 4-5. 18-19. 2 >' - 2 V.
Vigesimonoveno
Domingo
durante
el ao
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R7.
279
Vigesimonoveno
Domingo
durante el ao
Trigsimo
Domingo
durante el ao
280
Trigsimo
281
Domingo
durante
el ao
(Cfr.Am
3,
RESPONSORIAL
R7.
V.
Trigsimo
1^.
y.
ty.
y.
1^.
Domingo
durante el ao
282
283
Trigsimo
Domingo
durante el ao
Trigesimoprimer
Domingo
durante el ao
284
le dijo: Qu quieres que haga por ti? El ciego le contest: Maestro, que pueda ver. Jess le dijo: Anda, tu fe te ha curado. Y al
momento recobr la vista y lo segua por el camino.
TRIGESIMOPRIMER DOMINGO D U R A N T E
EL
AO
PRIMERA
LECTURA
liscucha, Israel: Amars al Seor, tu Dios, con todo el corazn
Los primeros versculos tienen por objeto inculcar a Israel el
espritu de una autntica religin y la sumisin consciente a la
voluntad de Dios: sumisin que se impone no slo de manera comunitaria, sino a cada uno en particular.
En el v. 4 comienza una oracin, llamada 'sema , por la palabra
con que comienza: escucha, que se recitaba dos veces al da en el
Templo y en la sinagoga, ya en tiempos de Cristo (Me 12, 29). Es
una confesin de fe, destinada a tomar sobre si el yugo del Reino
de Dios, en su amor, y el yugo de sus mandamientos.
Del hecho de que Dios sea nico Dios para Israel se deduce la
obligacin de amor total y exclusivo que a Israel incumbe. Este precepto fundamental del amor de Israel a Dios, junto con la idea del
amor de Dios a su pueblo, es una de las caractersticas del Deuteronomio.
La importancia de este pasaje hace que Jess lo utilice cuando es
preguntado sobre el primer mandamiento (Mt 12, 2^-38; Me 12,
29-30; Le 10, 2J-28).
Lectura del Libro del Deuteronomio 6, 2-6.
Habl Moiss al pueblo y le dijo:
Teme al Seor tu Dios, guardando todos los mandatos y preceptos que te manda, t, tus hijos y tus nietos, mientras vivis;
as prolongars tu vida. Escchalo, Israel, y poni por obra para
que te vaya bien y crezcas en nmero. Ya te dijo el Seor Dios
de tus padres: Es una tierra que mana leche y miel.
Escucha, Israel: El Seor nuestro Dios es solamente uno. Amars al Seor tu Dios con todo el corazn, con toda el alma, con
todas las fuerzas. Las palabras que hoy te digo quedarn en tu
memoria; se las repetirs a tus hijos y hablars de ellas estando
en casa y yendo de camino, acostado y levantado; las atars a
tu mueca como un signo, sern en tu frente una seal; las escribirs en las jambas de tu casa y en tus portales.
285
Trigesimoprimer
SALMO
Domingo
durante el ao
RESPONSORIAL
Trigesimoprimer
Domingo
durante el ao
286
caducos - siempre vivo para interceder; i) incapaces de salvar (10, 1-4) - capaz de salvar perfectamente a los que por l se
acercan a Dios (10, 14). La base bblica (como siempre, cfr. 4,
12-13) de la argumentacin es el salmo iog, 4 (citado en v iy.21.24.
28: jur el Seor): ellos son sacerdotes instituidos por la Ley;
l, por la palabra de ese juramento, posterior a la Ley. La autooblacin de una vez para siempre
( infinita y perfectamente
vlida) es el pice del texto (cfr. Rm 6, 10; iPed 3, 18): realizada
en la plenitud de los tiempos (g, 26), destruye totalmente el pecado
e infunde esperanza inquebantable en su segunda venida gloriosa
(9,28).
Lectura de las carta a los Hebreos 7, 23-28.
Hermanos:
Muchos sacerdotes se fueron sucediendo, porque la muerte les
impeda permanecer en su cargo. Pero Jess, como permanece
para siempre, tiene el sacerdocio que no pasa; de ah que pueda
salvar definivamente a los que por medio de l se acercan a Dios,
porque vive siempre para interceder en su favor. Y tal convena que fuese nuestro Pontfice: santo, inocente, sin mancha,
separado de los pecadores y encumbrado sobre el cielo. El no
necesita ofrecer sacrificios cada da como los sumos sacerdotes,
que ofrecan primero por los propios pecados,-despus por los
del pueblo, porque lo hizo de una vez para siempre, ofrecindose
a s mismo. En efecto, la ley hace a los hombres sacerdotes llenos
de debilidades. En cambio, las palabras del juramento, posterior
a la ley, consagran al Hijo, perfecto para siempre.
ALELUYA
Ver pg. 20.8-300. Si no se canta, puede omitirse.
EVANGELIO
Este es el primer mandamiento. El segundo le es semejante
Jess une estrechamente el amor al prjimo cot el amor de Dios.
Esta unin no se ve clara en el Antiguo Testamento (cfr. Lv 17,
8.10.13; I9, 16; etc.). El Nuevo Testamento presenta esta unin
como la sntesis de todo el Declogo (Mt 22, 34-40).
Pablo, partiendo de esta sntesis, puede afirmar que el amor al
prjimo es el cumplimiento de la Ley (Jim 13, 8-10; Gal 5, 14; Col
3, 14; cfr. Sant 2, 8). Pero el amor al prjimo implica el amor al
enemigo (Mt 5, 43-48; Le JO, 2(-37).
Adems este amor a Dios y al prjimo es el centro del culto espi-
287
Trigesimosegundo
Domingo
durante
el ao
LECTURA
Trigesimosegundo
Domingo
durante
el ao
288
RESPONSORIAL
R7.
y.
R7.
289
y.
R7.
Trigesimosegundo
Domingo
durante
el ao
SEGUNDA
LECTURA
Cristo se ha ofrecido una sola vez para quitar los pecados de todoUna vez ms (cfr. 7, 23-28) la carta a los Hebreos resalta la realidad
de la obra de Cristo sobre el esbozo del Antiguo Testamento: trmino
tcnico empleado aqu: el santuario del Antiguo Testamento era el
antitipo (sentido inverso a iCor 10, 6) del verdadero celeste. Esa
realidad eterna y definitiva contrasta con los antitipos pasajeros
a) santuario de mano de hombre - santuario cielo (g, 11);
b) sacrificios repetidos con sangre ajena - sacrificio nico de si
mismo (y, 23-27);
c) sacrificios ineficaces (10, 1-3) - sacrificio eficaz para la destruccin del pecado (10, 14); d) vctimas
a lo largo de los siglos - a l le bast una sola manifestacin en la
plenitud de los tiempos (cfr. Gal 4, 4); e) entrada repetida
(en presente) de los sacerdotes antiguos en el santuario Cristo se
ha manifestado una sola vez (en perfecto: sus efectos continan;
por eso entro\t> aoristo ingresivo, un comienzo sin fin y se presenta ahora un ahora eterno ante Dios en favor nuestro). Cara
al futuro ya no vale el contraste con el sacerdocio antiguo. El smil
es ahora la muerte una sola vez de los hombres seguida del nico
juicio: as Cristo, despus de ofrecerse una sola vez, se aparecer
por segunda vez y ya sin relacin con el pecado, destruido la primera vez a los que le esperan para ser salvos. Estos dos momentos
cierran el ciclo de la historia humana; el versculo 24 repite los versculos 1 I-I4, centrales en la carta: la obra de Cristo tiene dos fases
esenciales: la muerte y la resurreccin; sta es la que completa formalmente esa obra de muerte y sangre necesarias dndole realidad eterna y atemporal subrayado por la repeticin del de una
vez para siempre. A l entrar (como el sacerdote antiguo) una
naturaleza humana con Cristo en el santuario del cielo, queda restaurada la naturaleza humana en cuanto tal. Y all es donde Cristo se
presenta ante Dios e intercede hasta que se haya transformado la
naturaleza de todos destruido en todos el pecado, al fin del ciclo,
remachado con su venida gloriosa.
Lectura de la carta a los Hebreos 9, 24-28.
Cristo ha entrado no en un santuario construido por hombres
imagen del autntico, sino en el mismo cielo, para ponerse
T i igesimosegundo
Domingo
durante el ao
290
291
Trigesimotercer
Domingo
durante el ao
en cantidad; se acerc una viuda pobre y ech dos reales. Llamando a sus discpulos les dijo: Os aseguro que esa pobre viuda ha
echado en el cepillo ms que nadie. Porque los dems han echado
de lo que les sobra, pero sta, que pasa necesidad, ha echado todo
lo que tena para vivir.
Trigesimotercer
Domingo
durante el ao
292
15, 5 y 8, 9-10. n .
Protgeme, Dios mo, que me refugio en ti.
Protgeme, Dios mo, que me refugio en ti.
El Seor es el lote de mi heredad y mi copa,
mi suerte est en tu mano.
Tengo siempre presente al Seor,
con l a mi derecha no vacilar.
t?. Protgeme, Dios mo, que me refugio en ti.
y . Por eso se me alegra el corazn,
se gozan mis entraas,
y mi carne descansa serena:
Porque no me entregars a la muerte
ni dejars a tu fiel conocer la corrupcin.
R7. Protgeme, Dios mo, que me refugio en ti.
y . Me ensears el sendero de la vida,
me saciars de gozo en tu presencia,
de alegra perpetua a tu derecha.
R7. Protgeme, Dios mo, que me refugio en ti.
SEGUNDA
LECTURA
Con una sola ofrenda ha perfeccionado para siempre a los que van
siendo consagrados
Nueva argumentacin de la eficacia absoluta y definitiva y de la
irrepelibilidad del sacrificio de Cristo. Los sacerdotes antiguos repetan una y otra vez los mismos sacrificios, porque (atines en
cuanto que) stos no pueden quitar pecados. Cristo ofreci una
293
Trigesimotercer
Domingo
durante el ao
294
295
RESPONSORIAL
296
297
Me 11, 10
Aleluya
298
ALELUYA
299
j.
Aleluya
Jn 10, 27
R7.
y.
iSam 3, 9;
J n 6, 696
R7.
y.
E/.
2.0
Mt 11, 25
R/.
y.
R7.
3.0
Le 19, 38
R/.
y.
R7.
4 .o
Jn I. 14- 21b
R/.
y.
R/.
e o Jn 6, 646. 69b
6.
Jn 8, 12
R/.
y.
R7.
yR7.
Aleluya.
Habla, Seor, que tu siervo escucha.
T tienes palabras de vida eterna.
Aleluya.
Aleluya.
Te doy gracias, Padre,
porque has revelado los misterios
del Reino
a la gente sencilla.
Aleluya.
Aleluya.
Bendito el que viene como rey,
en nombre del Seor!
Paz en el cielo y gloria en lo alto.
Aleluya.
Aleluya.
La Palabra se hizo carne,
y acamp entre nosotros.
A cuantos la recibieron,
les dio poder para ser hijos de Dios.
Aleluya.
Aleluya.
Yo soy la luz del mundo,
dice el Seor.
El que me sigue no camina en las
tinieblas,
sino que tendr la luz de la vida.
Aleluya.
Tus palabras. Seor, son espritu y
vida. T tienes palabras de vida
eterna.
Aleluya.
......
R7.
8.0
Jn 14, 5
R7.
y.
9.0
J n 14, 23
R7.
y.
R7.
R7.
io. Jn 15, 156
R7.
y.
R7.
Aleluya.
Mis ovejas oyen mi voz,
dice el Seor,
yo las conozco y ellas me siguen.
Aleluya.
Aleluya.
Yo soy el camino, la verdad y la vida,
dice el Seor.
Nadie va al Padre, sino por m.
Aleluya.
Aleluya.
Si alguno me ama guardar mi palabra, y mi Padre lo amar,
y vendremos a l.
Aleluya.
Aleluya
A vosotros os llamo amigos,
dice el Seor,
porque todo lo que he odo a mi Padre
os lo he dado a conocer.
Aleluya.
I I . J n 17, 176a
R7. Aleluya.
y . Tu palabra, Seor, es la verdad.
Santifcanos en la verdad.
R7. Aleluya.
R7.
y.
R7.
13.0 Ef 1, 17-18
Aleluya.
Abre, Seor, nuestro corazn,
para que comprendamos
las palabras de tu Hijo.
Aleluya.
R7. Aleluya.
y . El Padre de Nuestro Seor Jesucristo
ilumine los ojos de nuestro corazn,
para conocer cul es la esperanza
a la que nos llama.
R7. Aleluya.
300
Aleluya
En los ltimos domingos
[4. 0 Mt 24, 42a. 44 R7.
y.
Iy\
15.o Le 21, 36
R?.
y.
R/.
0
Iy\
y.
ty.
Aleluya.
Estad en vela y preparados,
porque a la hora que menos pensis,
viene el Hijo del Hombre.
Aleluya.
Aleluya.
Velad, orando en todo momento,
para que merezcis presentaros
ante el Hijo del Hombre.
Aleluya.
Aleluya.
S fiel hasta la muerte,
dice el Seor,
y te dar la corona de la vida,
Aleluya.
NDICES
I - 3 I ; 2, 1-2
2 , 18-24
ii.
22,
22,
NMEROS
"3
270
212
3. 9-15
9, 8-15
1-2. 9 a . I 5 - I
I-l8
159
61
117
XODO
1 2 , 1-8. 11-14
95
1 4 . 15-15. 1
1 5 . 1-6. 17-18
1 6 , 2-4. 12-15
119
120
240
160
24.
6, 22-27
11, 25-29
40
266
58
1-9
1 9 , 3-8a.
2 0 , 1-17
Pgs.
i6-2ob
3-8.
65
173
DEUTERONOMIO
4, 1-2. 6-8
4. 32-34- 39-4
5. 12-15
6. 2-6
18, 15-20
254
170
208
284
192
JOSU
24, i-2a. 15. 17-18D
250
I SAMUEL
LEVTICO
' 3 , 1-2. 44-46
3, 3b-io. 19
3. 9
185
298
304
Pgs.
Pgs.
II SAMUEL
7, 1-5. 8 b - n . 16
16
REYES
17, 10-16
19, 4 - 8
287
244
11 R E Y E S
4, 42-44
236
II CRNICAS
36, 14-16. 19-23
71
JOB
7, 1-4. 6-7
38, 1. 8-11
195
219
SALMOS
4, 2. 4. 7. 9
14. 2 - 5
15, 5 y 8-11
17, 2-4- 47 y 5 i a b
18, 8. 10. 12-14
18, 8-11
21, 8-9. 17-20. 23-24
21, 26b-28 y 30-32
22, 1-6
24, 4-9
28, 1-4. 9-10
139
254
118, 292
285
267
66, 125
84
146
233
58, 189
50
29, 2 y 4-6. n - i 3 b
121 222
30, 2 y 6. 12-13. 15-17 y 25
99
199
3 1 , 1-2. 5. 11
32, 4-5. 18-20 y 22
277
170
32, 4-6 y 9. 18-20
116
32, 4-7. 12-13. 20 y 22
33, 2-9
244
248
33, 2-3. 10-15
33, 2-3. 16-23
251
186
39, 2 y 4 a b . 7-10
202
40, 2-5. 13-14
127
4 1 , 3- 5; 42, 3- 4
46, 2-3. 6-9
153
50, 3-4. 12-15. 18-19
78
127
50, 12-15. 18-19
263
53, 3-6- 8
66, 2-3. 5. 6 y 8
41
71, 2. 7-8. 10-13
47
77, 3 y 4 b c . 23-25 y 54
241
79, 2 - 3 . 15-16. 18-19
6
80, 3-8. 1 0 - n b
208
84, 8
7
9,230
84. 9-14
16
88, 2-5. 27 y 29
88, 4 - 5 . 16-17. 27 y 29
24
88, 21-22. 25 y 27
92
89, 12-17
274
216
9 1 , 2-3. 13-16
92, 1-2. 5
295
192
94, 1-2, 6-9
28
95, i - 3 - n - 1 3
96, 1 y 6. 11-12
3i
149
97, 1-4
97, 1-6
33
205
102, 1-4. 8 y 10. 12-13
102, 1-2. 11-12. i g - 2 o a
157
103, i a b y 24ac. 2 g b c - 3 i . 34 l 6 6
103. i - 2 a . 5-6. 10.
12-14. 24. 35
115
163
103, i - 2 a . 24-350. 27-30
219
106, 23-26. 28-31
305
260
114 1-6. 8-9
62
H 5 ; 10. 15-19
lS
9 5 , 174
" 5 , 12-13. i 5 I2
1 1 7 , 1-2. 16-17. 22-23
9 , 132
" 7 , 1. 8-9. 21-23. 26.
142
28cd. 29
136
" 7 : 2-4. 16-18. 22-24
1 2 2 , 1-4
226
281
125, 1-6
37
127, i-5
270
127, 1-6
212
129, 1-8
72
136, 1-6
237
144. 1 0 - 1 1 . i 5 - i i
257: 288
145, 7-10
195
146, 1-6
44
147, 12-15. 19-20
42,
43,
5,
50,
52,
52,
53,
54,
55,
60,
61,
1-4. 6-7
18-19. 21-22. 24b-25
4-7
5-1
7-10
13-53, 12
i-ii
5-i4
i-"
1-6
1
61, i-2a.
83
259
33
98
277
121
122
46
14.93
12
IO-II
63, i 6 b - i 7 ; 64,
50
201
3-8
92
13
3i
JEREMAS
PROVERBIOS
9, 1-6
247
23, 1-6
3 1 - 7-9
3 1 , 31-34
233
77
SABIDURA
1, 1 3 - 1 5 ; 2, 23-25
2, 17-20
7, 7" 1 1
222
263
273
3, 9-15- 32-4, 4
124
EZEQUIEL
ECLESISTICO
3, 3-7- 14-17*
24, 1-4. 12-16
BARTC
37
43
2, 2-5
17, 22-24
36, 16-28
37, 1-14
226
215
126
161
ISAAS
9, 2-7
12, 2-6
35, 4-7*
40, 1-5. 9-11
27
123, 178
257
9
DANIEL
7, x 3 - i 4
12, 1-3
295
291
306
Pdgs.
OSEAS
2, 14b. 15b. 19-20
11, i b . 3-4. 8C-9
Pgs.
AMOS
205
177
JOEL
2, 28-32
7_ I 2
.,5
2 2 g
3, 1-5. 10
189
NUEVO TESTAMENTO
MATEO
1, 1-25
2, 1-12
2, 2
4. 4 b
11, 25
11, 2 g a b
24, 4 2 a . 44
28, 16-20
28, 19- y 20
60
298
179
300
172
4.
4.
5,
6,
6,
6,
7,
7.
8,
9,
154
9,6
26
49
48
MARCOS
1, 1-8
1, 6 b - n
1, 12-15
1.15
1, 14-20
1, 2 1 - 2 8
1, 29-39
1. 4 - 4 5
2, 1-12
2, 18-22
2, 2 3 - 3 , 6
3. 20-35
12
52
60
190
191
194
197
200
203
207
210
214
26-34
35-4
2!-43
1-6
7"!3
30-34
l - 8 a . 14-15. 21-23
3!-37
27-35
i-9
9, 29-36
9, 37-42- 44- 46-47
10, 2-16
10,17-30
10, 35-45
10, 46-52
I I , I-IO
11,10
12, 28-24
12, 38-44
13, 24-32
13, 33-37
14, 1-15, 4 7
14, 12-16, 2 2 - 2 6
16, 1-8
16, 15-20
218
221
224
228
232
236
256
259
262
64
52
265
269
272
276
279
283
82
297
287
290
294
8
86
176
130
155
de citas
1, 26-38
1,38
1. 46-50- 53-54
2, 16-21
2, 22-40
2, 1-14
2, 10-11
2, 14
2, i 5 b - 2 0
2, 16-21
3- 4- 6
4, 16-21
19, 38
21, 36
24. 32
24. 3 5 - 4 8
18
17
13
42
39
30
29
32
32
42
11
94
298
300
140
141
JUAN
1, 1-18
1, 6-8. 19-28
1, 14. 2 1 b
1, 35-42
2, 13-25
3. 14-21
3. 16
4. 5-42
4, 10b
6, 1-15
6, 24-35
6, 41-52
6, 51-52
6, 5 ! - 5 9
6, 6 1 - 7 0
6, 6 4 b . 6 9 b
6, 6 9 b
7. 37-39
8, 12
36, 45
15
298
188
68
74
bblicas
Pgs.
Pgs.
LUCAS
JONS
162
ndice
307
9, 1-41
10, 11-18
10, 14
10, 27
11. i-45
12, 20-33
12, 26
13. I - I 5
13. 34
14. 5
14, 18
14. 23
15. 1-8
15. 4- 5 b
15. 9-17
15. 1 5 b
17, 11-19
17, I 7 b a
18, 1-19,42
l8
, 33-37
19, 31-37
20, 1-9
20, 19-23
20, 19-31
20, 2 9
75
144
144
299
81
80
79
97
97
299
158
150, 299
148
147
151
299
158
299
IOT
297
l8o
134
169
138
137
HECHOS
68,74
69
179
239
243
246
175
249
253
299
298
165
298
1, 1-11
1, 15-17. 2 0 a . 20C-26
2, 1-11
3. 13-15- 17-19
4, 8-12
4. 32-35
9. 26-31
10, 25-26. 34-35- 4 4 - 4 8
10, 3 4 a . 37-43
10, 34-38
13, 16-17. 22-25
16, 14
152
156
166
139
142
135
145
149
131
51
25
299
ndice de citas
bblicas
308
Pgs.
ROMANOS
6, 3-11
8, 14-17
8, 22-27
8, 3 i b - 3 4
16, 25-27
128
171
164
63
17
I CORINTIOS
1. 3-9
I , 22-25
7
67
5, 7b-8a
134
187
190
193
196
200
6, 1 3 0 1 5 a . 17-20
7, 29-31
7. 32-35
9, 16-19. 22-23
10, 3 1 - 1 1 , 1
I I , 23-26
12, 3 b - 7 . 12-13
96
167
II CORINTIOS
18-22
ib-6
6-11
13-5- 1
6-10
14-17
8, 7-9- 13-15
12, 7-10
203
206
209
213
217
220
223
227
3.
3.
4.
4.
4.
5,
5,
17-18
17-23
4-10
13-18
2-3a. 5-6
8-12, 14-19
1-6
17. 20-24
3o-5. 2
15-20
21-32
300
!54
73
235
48
179
238
242
245
249
252
FILIPENSES
6-11
8-9
5
101
COLOSENSES
3. 1-4
3, 12-21
3 , 15a. 16a
133
38
39
I TESALONICENSES
5. 16-24
I TIMOTEO
GLATAS
4. 4-7
3 . 16
42
TITO
EFESIOS
1. 3-14
1, 3-6.15-18
45
231
44
2, 11-14
3, 4-7
29
32
I PEDRO
HEBREOS
I, 1-2
1, 1-6
2, 9-11
4. 12-13
4, 14-16
4, 14-16; 5, 7-9
5. 1-6
5. 7-9
7, 23-28
9, 11-15
9, 24-28
10, 11-14. 18
42
I 7 - 1 8 . 2 l b - 2 2 . 27
1-5
I4-18
16-4. 3
1-6
3. 18-22
59
35
272
275
279
101
283
79
286
J75
289
293
SANTIAGO
1,
2,
2,
3,
5,
bblicas
Pgs.
Pgs.
Pgs.
1,
1,
2,
2,
ndice de citas
309
255
258
26l
264
268
II P E D R O
3, 8-14
11
I JUAN
2, i - 5 a
3, 1-2
3, 18-24
140
144
147
4. 7-io
'57
4, 11-16
5. 1-6
150
137
APOCALIPSIS
1, 5-8
93, 296
1, 8
2, 10c
172
300
)'
NDICE GENERAL
Pdgs.
ADVIENTO
Primer domingo de Adviento
Segundo domingo de Adviento
Tercer domingo de Adviento
Cuarto domingo de Adviento
5
8
12
15
NAVIDAD
Vigilia de Navidad
Natividad del Seor.
Misa de medianoche
Misa de la aurora
Misa del da
Domingo infraoctava de Navidad. Fiesta de la Sagrada Familia
Da 1 de enero. Octava de la Natividad del Seor. Solemnidad da Santa Mara Madre de Dios
Segundo domingo despus de Navidad
Da 6 de enero: Epifana del Seor
Primer domingo despus de Epifana. Fiesta del Bautismo
del Seor
23
27
30
33
36
40
43
4O
50
CUARESMA
Primer domingo de Cuaresma
Segundo domingo de Cuaresma
Tercer domingo de Cuaresma
57
60
64
ndice
general
312
313
ndice
general
Pgs.
Cuarto domingo de Cuaresma
Quinto domingo de Cuaresma
D o m i n g o d e R a m o s en l a P a s i n del S e o r
Jueves Santo.
Misa C r i s m a l
Misa d e la C e n a del S e o r
\ernes Santo
TIEMPO
71
77
82
9[
94
98
PASCUAL
Vigilia P a s c u a l
Domingo de Resurreccin
F i e s t a d e la Ascensin
D o m i n g o de P e n t e c o s t s .
Misa v e s p e r t i n a d e l a Vigilia
Misa del d a
D o m i n g o d e s p u s d e P e n t e c o s t s . S o l e m n i d a d d e la S a n t sima Trinidad
J u e v e s d e la s e g u n d a s e m a n a d e s p u s d e P e n t e c o s t s . Sol e m n i d a d del C o r p u s C h r i s t i
TIEMPO PER
S e g u n d o d o m i n g o d u r a n t e el a o
T e r c e r d o m i n g o d u r a n t e el a o
C u a r t o d o m i n g o d u r a n t e el a o
Q u i n t o d o m i n g o d u r a n t e el a o
S e x t o d o m i n g o d u r a n t e el a o
S p t i m o d o m i n g o d u r a n t e el a o
O c t a v o d o m i n g o d u r a n t e el a o
TI
3
13o
135
138
141
T
45
T
4^
15 T
155
^59
165
169
172
177
ANNUM
185
188
191
195
198
201
204
Pdgs.
N o v e n o d o m i n g o d u r a n t e el a o
D c i m o d o m i n g o d u r a n t e el a o
U n d c i m o d o m i n g o d u r a n t e el a o
D u o d c i m o d o m i n g o d u r a n t e el a o
D e c i m o t e r c e r d o m i n g o d u r a n t e el a o
D e c i m o c u a r t o d o m i n g o d u r a n t e el a o
D e c i m o q u i n t o D o m i n g o d u r a n t e el a o
D e c i m o s e x t o d o m i n g o d u r a n t e el a o
D e c i m o s p t i m o d o m i n g o d u r a n t e el a o
D e c i m o o c t a v o d o m i n g o d u r a n t e el a o
D e c i m o n o v e n o d o m i n g o d u r a n t e el a o
V i g s i m o d o m i n g o d u r a n t e el a o
V i g e s i m o p r i m e r d o m i n g o d u r a n t e el a o
V i g e s i m o s e g u n d o d o m i n g o d u r a n t e el a o
V i g e s i m o t e r c e r d o m i n g o d u r a n t e el a o
V i g e s i m o c u a r t o d o m i n g o d u r a n t e el a o
V i g e s i m o q u i n t o D o m i n g o d u r a n t e el a o
V i g e s i m o s e x t o d o m i n g o d u r a n t e e! a o
V i g e s i m o s p t i m o d o m i n g o d u r a n t e el a o
V i g e s i m o o c t a v o d o m i n g o d u r a n t e el a o
V i g e s i m o n o v e n o d o m i n g o d u r a n t e el a o
T r i g s i m o d o m i n g o d u r a n t e el a o
T r i g e s i m o p r i m e r d o m i n g o d u r a n t e el a o
T r i g e s i m o s e g u n d o d o m i n g o d u r a n t e el a o
T r i g e s i m o t e r c e r d o m i n g o d u r a n t e el a o
T r i g e s i m o c u a r t o d o m i n g o d u r a n t e el a o
207
211
215
218
221
225
228
232
236
239
243
247
250
2.53
25b
259
262
265
269
273
277
280
284
287
291
294