La Patria Sojera
La Patria Sojera
La Patria Sojera
Patria
Sojera
El modelo agrosojero en el Cono Sur
Daiana Meln (coord.)
Prlogo por Ral Zibechi
Escriben: Federico Zuberman,
Damin Verzeassi, Enrique Viale,
Grupo Dejate sorprender, Claudia Flores,
Santiago Sarandn y Mara Paz Rodrguez Striebeck
Coleccin
Chico Mendes
Agradecimientos
ISBN 978-987-1497-67-6
CDD 633.34
Fecha de catalogacin: 08/04/2014
En primer lugar, quiero agradecer a todas aquellas personas sin las cuales este libro
no hubiese sido posible. A los autores: Damin Verzeassi, Claudia Flores, Santiago
Sarandn, Enrique Viale, Jonatan Baldivieso, Federico Zuberman, Mara Paz Rodrguez
Striebeck y los integrantes del Dejate Sorprender de Ceres y Hersilia. A Ral Zibechi, por
sus maravillosas palabras. Y a Roco Lo Fiego, por la creatividad que volc en el diseo.
A Ezequiel Luque, integrante del portal de comunicacin alternativa Ecos Crdoba, por
la grandiosa foto de tapa.
Por otra parte, a aquellas personas que durante todo este camino han ayudado de algn
modo a que este libro finalmente vea la luz: Alejandro Yanniello, Walter Pengue, Alejandro
Oliva y Carlos Vicente.
A quienes conforman la Unin de Asambleas Ciudadanas (uac) por sostener este
grandioso espacio en el que se encuentran y difunden las problemticas socioambientales
que existen en distintos puntos del pas, por crear lazos de solidaridad entre todas las
personas que resisten frente a las diferentes actividades contaminantes, luchando por un
ambiente sano y una vida digna.
A las integrantes del Colectivo de Periodismo Socioambiental Tinta Verde, por soar
conmigo, por el apoyo, y por no quedarse inmviles al borde del camino.
A mis amigos por la confianza y el apoyo, por el afecto y la incondicionalidad.
A mi familia, mi lugar en el mundo, por ensearme a sortear obstculos y a luchar por
alcanzar los sueos.
Copyleft
Esta edicin se realiza bajo la licencia de uso creativo compartido o Creative Commons.
Est permitida la copia, distribucin, exhibicin y utilizacin de la obra bajo las siguientes
condiciones:
Atribucin: se debe mencionar la fuente (ttulo de la obra, autor/a, editorial, ao).
No comercial: se permite la utilizacin de esta obra con fines no comerciales.
Mantener estas condiciones para obras derivadas: slo est autorizado el uso parcial o
alterado de esta obra para la creacin de obras derivadas siempre que estas condiciones de
liciencia se mantengan para la obra resultante.
Por ltimo, a Roberto Marcer, a quien este libro va dedicado, por luchar hasta el ltimo
da de su vida por un mundo mejor.
ndice
Ral Zibechi
PRLOGO
Federico Zuberman
AGRICULTURA INDUSTRIAL Y AGRONEGOCIO
Una mirada desde la economa ecolgica
a un problema regional
13
Damin Verzeassi
AGROINDUSTRIA, SALUD Y SOBERANA
El modelo agrosojero
y su impacto en nuestras vidas
31
Enrique Viale
AGRONEGOCIO, EXTRACTIVISMO Y DERECHO
El Principio Precautorio
al revs
49
Daiana Meln
EL COMERCIO DEL ORO VERDE
El patentamiento de la diversidad
gentica y de la vida
59
Dejate sorprender
PUEBLOS FUMIGADOS Y REBELDES
Resistencias populares
al modelo agrosojero
75
Claudia C. Flores
y Santiago Sarandn
LA AGROECOLOGA
Un paradigma alternativo al modelo convencional
de Agricultura Intensiva
91
107
Prlogo
Un sentimiento dual nos atraviesa siempre que abordamos temas como los que
trata este trabajo: hondo sentimiento de indignacin, de rabia que busca desbordase
para no daarnos y, a la vez, cansancio, desnimo que oscila entre la desesperacin
y la impotencia, al comprobar el inmenso poder, la enorme capacidad que tienen las
multinacionales que impulsan el modelo agrosojero para llevarse por delante razones y corazones. Oscilamos entre la alegra y la angustia.
Pero ahora es momento para festejar. Cuando comenzaba a escribir estas
lneas se conoci que un tribunal de la provincia de Crdoba prohibi a Monsanto construir una planta en la localidad de Malvinas Argentinas y orden detener las obras. No es, en absoluto, un triunfo definitivo. Sabemos la capacidad
que tienen empresas como Monsanto de corroer y corromper las instituciones
estatales, de comprar voluntades, de neutralizar oposiciones, de conseguir respaldo meditico, acadmico y poltico. Sin embargo, la paralizacin de la planta
de Malvinas Argentinas, donde se pretende tratar semillas de maz transgnico,
es un gran paso en la larga resistencia a los organismos genticamente modificados y en defensa de la vida.
Los procesos de resistencias y de cambios siempre se han armado a dos
puntas, en una suerte de confluencia entre los que sufren en llaga viva el sistema
y aquellos que los apoyan desde la militancia y los conocimientos; ambos entrelazados y comprometidos en un hacer que los supera y consigue, a veces, parir
algo nuevo. Esos nacimientos son el fruto de aos de bsquedas silenciosas, de
denuncias que no son atendidas, de acciones audaces que se estrellan en el rompeolas de la indiferencia adobada por este consumismo pegajoso y suicida. Es la
soledad: una especie de destierro interior, incluso en los pueblos donde nacimos.
Son los aos de plomo. Pero son, tambin, los tiempos de reconocernos, de conocernos y de conocer. Aparecen otros combatientes solitarios que desafan la
apata que fomentan el poder poltico y el poder del dinero.
9
RAL ZIBECHI
Cada denuncia es una piedra en una enorme barricada virtual que vamos
armando como las abejas el panal: sin plan previo pero con tesn y determinacin. Cada piedra-denuncia, sola, parece no ser nada. Pero sedimenta; una
se apoya en la otra y se multiplican. Cuando hablamos de la relacin entre la
agroindustria y la salud de los pueblos, estamos colocando una piedra aunque
no lo sepamos. Cuando denunciamos el uso y abuso de insecticidas, herbicidas
y fungicidas, asentamos otra piedra ms. Al explicar que es necesario un modelo
alternativo a la agricultura intensiva y depredadora, contribuimos un poquito
ms a darle forma a esa muralla de argumentos que no tienen ni la fuerza moral
ni razones para controvertir. Y as, cada da, cada cosecha, cada ao, seguimos
sumando argumentos slidos como piedras.
En otro lugar, una madre horrorizada por la enfermedad incurable de su
hija descubre que las vecinas sufren, ngrimas, el mismo dolor, la misma impotencia. Suelen ser, casi siempre, los hijos y las hijas el impulso definitivo, inapelable, del activismo de las madres. Porque son las madres las que dan los primeros
pasos, movidas por esa mezcla mgica de indignacin y amor, de horror y entrega, las que se ponen en marcha, hasta juntarse con otra madre, y con otras, y
otras. Pienso que las madres son las ms capacitadas para afrontar esa despiadada soledad, de atravesar el desierto social, y hacerlo intactas trasmutando dolor
en voluntad. No nos engaemos: la fuerza motriz no es ninguna razn estructural,
es el puro amor a la vida.
Aqu estamos. Despus de ms de una dcada, apenas dando los primeros
pasos en esta larga travesa. Somos sujetos heterogneos. Madres, trabajadores envenenados, vecinos y vecinas sensibles, hombres y mujeres indignados,
jvenes y veteranos, gentes de la ciudad y del campo, componemos un tapiz
diverso, mltiple. Esa hibridez, esa compleja articulacin de diferencias, nos
hace ms fuertes, que es lo que necesitamos para seguir caminando, haciendo
movimiento al movernos.
No sabemos cundo esas mayoras que son capaces de derribar gobiernos cuando se agitan, estallarn de indignacin apuntando con el dedo a
los responsables del eco-genocidio que estamos sufriendo. Algn da, alguna
filtracin como las que nos han regalado Edward Snowden y Julian Assange, nos confirmar lo que sospechamos desde hace tiempo: que el modelo
de agricultura actual es un experimento para exterminar a los de abajo, un
modo de reducir la poblacin del planeta para que los de arriba puedan disfrutarlo sin riesgos.
Los trabajos que integran este ensayo muestran que buena parte de los
agroqumicos que se utilizan proceden de la industria militar, ya que fueron utilizados en guerras y sobre todo en combates contra las guerrillas en todos los
rincones del mundo. El modo como se aplican replica el accionar de las fuerzas
areas, con aviones cargados que desparraman la muerte sobre campesinos, escuelas, nias y nios, hospitales y pueblos. Como en Vietnam. Finalmente, los
medios se empean en ocultar, en distraer, en mentir, para evitar que se conozca
la verdad. Es la historia de siempre, la de todas las guerras.
10
PRLOGO
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Federico Zuberman1
Agricultura Industrial
y Agronegocio
Una mirada desde la economa ecolgica
a un problema regional
La discusin acerca de las implicancias y los impactos del modelo de agronegocios y agricultura industrial podra darse a distintos niveles y escalas. Prueba de esto es la multiplicidad de trabajos que desarrollan el problema en determinadas zonas de nuestro pas, a nivel nacional, regional e incluso a nivel global,
as como para algn cultivo en particular o para distintos tipos de aplicaciones
de estas formas de agricultura. En el caso de la Argentina la mencin a la soja y
al modelo agrosojero ha cobrado un protagonismo casi excluyente. Es entendible que con una produccin de ms de 50 millones de toneladas anuales, lo que
representa casi el 50% de toda la produccin granfera del pas, y habiendo incrementado la superficie sembrada con este cultivo de 5 a 18 millones de hectreas
en los ltimos 20 aos, la soja haya prcticamente monopolizado la discusin.
De todas maneras sera interesante considerar el problema y la expansin de la
soja, no solo a nivel nacional sino a nivel regional.
La expansin del cultivo de soja y del denominado complejo oleaginoso
ha tenido dinmicas muy similares en pases vecinos, lo que obliga a hacer una
reflexin: si forman parte de un mismo problema, debera ensayarse una misma
solucin, regional, integrada y de manera conjunta. Este captulo apunta a integrar el anlisis, con informacin referente a las implicancias econmicas y ambientales que suelen estar divididas y desagregadas por pas, para inducir, en cambio,
a construir una mirada regional del problema. Por otra parte, se pretende hacer
hincapi en que un anlisis econmico del problema no puede restringirse a una
simple cuestin de anlisis de precios o nmeros crematsticos2 aislados del sustrato ambiental y social que son los contenedores del sistema.
1
Ingeniero Agrnomo por la Facultad de Agronoma de la Universidad de Buenos Aires. Ha
completado los cursos de la Maestra en Economa Social de la Universidad Nacional de General Sarmiento (ungs).
Actualmente se desemplea como Investigador Docente en el Instituto del Conurbano de la ungs.
2
Crematstico: inters pecuniario de un negocio. Real Academia Espaola (N. del E.).
13
FEDERICO ZUBERMAN
Argentina
Brasil
20.000.000,00 Has
Paraguay
15.000.000,00 Has
10.000.000,00 Has
5.000.000,00 Has
250.000.000,00
0,00 Has
1961 1964 1967 1970 1973 1976 1979 1982 1985 1988 1991 1994 1997 2000 2003 2006 2009
200.000.000,00
150.000.000,00
100.000.000,00
50.000.000,00
0,00
1961
1964
1967
1970
1973
1976
1979
1982
1985
1988
1991
199 4
1997
2000
2003
2006
2009
Produccin (Tn)
La Revolucin Verde cambi por completo las formas de produccin agropecuaria en el mundo en general y particularmente en Asia y Amrica Latina. De una
agricultura de traccin a sangre donde el agricultor era quien seleccionaba y mejoraba la dotacin gentica de sus cultivos, se pas a una totalmente mecanizada y de
altos rendimientos, donde las semillas seran provedas ao tras ao por compaas
semilleras y donde para obtener los rendimientos esperados se recurrira a aplicar
un paquete de fertilizantes, pesticidas y herbicidas. Esta nueva forma de producir
alimentos implic adems un salto en el consumo mundial de petrleo y marc un
giro en la industria qumica, bioqumica y farmacolgica. Si esta modernizacin tecnolgica del agro trajo un incremento en la produccin sostenida en los altos inputs
energticos provenientes de combustibles fsiles, tuvo como contrapartida la aparicin de fuertes transformaciones sociales, econmicas y ambientales (Pengue, 2005).
La transferencia de estos cambios tecnolgicos desde los laboratorios hacia
esas zonas de alto potencial agrcola, se vio favorecida por el contexto econmico
global de libre movilidad de capitales que se inici en los aos setenta. Con la
cada de Bretton Woods4 y la liberacin de las barreras al comercio internacional
3
Revoluciones Rojas hace referencia tanto a las revoluciones de inspiracin comunista, como tambin a
los movimientos independentistas de liberacin nacional de frica y los movimientos guerrilleros de Amrica Latina. A
pesar de las divergencias, todas representaron un importante peligro para el statu quo del capitalismo central.
4
Este acuerdo (1944) pretenda establecer un Nuevo Orden Econmico Internacional que regule las
transacciones financieras, estableciendo tipos de cambio fijos de acuerdo a la relacin dlar-oro, otorgando rigidez
y estabilidad acompaados de crecimiento econmico. A comienzos del setenta esta poltica se abandon. El dlar
dej de ser convertible a oro y a la crisis de estancamiento y la inflacin (estanflacin) de los pases centrales se las
pretende afrontar liberando al mximo la circulacin internacional de capitales y dinamizando el mercado global.
15
FEDERICO ZUBERMAN
16
En castellano: Resistente al Round Up, herbicida asociado a este evento transgnico (N. del E.).
A diferencia de la Revolucin Verde, la Biorevolucin entr muy rpidamente en la Argentina. El paso inicial fue la creacin de la Comisin Nacional
Asesora en Biotecnologa Agropecuaria (conabia) en 1991. Este organismo, que
deba ocuparse del asesoramiento y la regulacin de la liberacin de la utilizacin
de materiales vegetales y animales obtenidos mediante ingeniera gentica, fue
integrado por representantes del sector pblico (el Instituto Nacional de Tecnologa Agropecuaria -inta- y el Instituto Nacional de Semillas -inase-) y por
representantes de empresas interesadas en el asunto como Syngenta, Monsanto y
Novartis. En pocos aos, esta comisin aprobara la liberacin y el uso de la soja
rr, punta de lanza de este nuevo modelo. La rpida difusin de este nuevo paquete de bajo costo monetario, hizo que en solo dos aos Argentina se convierta
en el segundo mayor productor de soja transgnica, detrs de Estados Unidos. Se
podra decir que fue casi un laboratorio a escala nacional, que implic en aquel
momento 7 millones de hectreas sembradas con soja.
El uso y la comercializacin de cultivos transgnicos fueron menos
flexibles en los otros pases de la regin. En Brasil, si bien es sabido que a fines
de los noventa se introdujeron de forma ilegal desde Argentina algunas variedades transgnicas de soja, maz y algodn, su comercializacin estuvo prohibida
por varios aos gracias a distintas medidas cautelares (Dellacha y otros, 2003).
Luego de avances y retrocesos, y de diferencias entre gobiernos provinciales y
gobiernos estaduales, recin en el ao 2005 la Ley de Bioseguridad le dio el poder
a la Comisin Nacional Tcnica de Biotecnologa (cntBio) de aprobar el uso y la
comercializacin de cultivos genticamente modificados.
En Paraguay, al igual que en Brasil, la introduccin de soja transgnica se
hizo desde fines de la dcada del noventa, por medio del contrabando de semillas
desde Argentina. Sin embargo, la liberacin legal de transgnicos para comercializacin y cultivo se hizo de forma mucho ms tarda y tambin ms polmica,
incluso con claros ribetes polticos. El primer cultivo transgnico permitido fue la
soja rr, luego de un acuerdo entre Monsanto y algunas cmaras de productores
que se llam Acuerdo Marco sobre Incorporacin de Biotecnologa Agrcola, firmando en Septiembre del 2004. Este acuerdo, que inclua la liberacin de cuatro
variedades de soja, permita a Monsanto cobrar regalas por el uso de los eventos
transgnicos, mientras que la empresa se comprometa a contribuir con inversiones en materia de investigacin en biotecnologa. A pesar del avance que tuvo la
soja transgnica desde el ao 2004 y desde la creacin del Instituto Nacional de
Biotecnologa Agrcola (inbio) en el ao 2006 el cual se form con el propsito
de promover el ingreso al pas y el desarrollo de nuevos cultivos transgnicos,
hubo una resistencia muy fuerte, sobre todo desde movimientos campesinos e
indgenas, a la introduccin de variedades transgnicas de algodn y maz. En
agosto de 2012, a tan solo dos meses del golpe parlamentario que destituyera a
Fernando Lugo7, el presidente Federico Franco aprob el ingreso del algodn
7
El 15 de junio de 2012, en la localidad paraguaya de Curuguaty, se produjo un desalojo de terrenos
fiscales donde estaban asentados campesinos sin tierras, en el cual murieron 11 campesinos y 6 policas. En una
investigacin totalmente irregular, fueron imputados 12 campesinos. Siete das despus, se llev adelante un golpe
parlamentario al presidente Fernando Lugo, a travs de un juicio que dur menos de 24 horas (N. del E.).
17
FEDERICO ZUBERMAN
transgnico. Y luego de importantes presiones por parte de Monsanto y determinados sectores de la produccin agrcola, en octubre de 2012 se terminaron
aprobando cuatro variedades de maz transgnico (Carvallo, 2013).
Pero con o sin transgnicos la expansin del modelo de agronegocios se
consolid de manera bastante generalizada en la regin. An con las mencionadas diferencias en polticas internas y en el grado y la velocidad con que se dieron
tales medidas, la regin en su conjunto avanz hacia un modelo de corte neoliberal, de desregulacin de la economa, de apertura comercial y de retraccin del
Estado. Y esta impronta se vio fuertemente expresada en las transformaciones
que sufri el agro. En la Argentina, por ejemplo, se disolvi la Junta Nacional de
Granos8, que era quien centralizaba la venta de granos al exterior regulando los
volmenes y controlando la fluctuacin de precios. En Paraguay, si bien ya rega
una economa abierta para la exportacin de commodities9, se redujeron drsticamente los aranceles, a niveles casi nulos. En Brasil, con un proceso y una herencia
algo diferentes, las exportaciones tambin aumentaron de manera explosiva.
En este marco, distintas empresas comercializadoras de granos de capitales
trasnacionales pasaron a dominar casi por completo las exportaciones de commodities. Por otra parte, y a la par de lo que ocurra en el plano econmico y comercial,
cabe remarcar el desfinanciamiento y desguace de las principales instituciones de
investigacin y desarrollo de cada nacin, lo que abri el juego a que sean las empresas privadas y los laboratorios quienes manejaran el grueso de las investigaciones en
tecnologa agropecuaria en difusin y adaptacin (Calandra, 2007; Hurtado, 2010).
18
11
En este caso, hacer referencia al valor de los servicios ambientales no debe confundirse con la postura
que pretende hacer una valoracin crematstica de los bienes naturales, asignando posibles precios a las funciones y los
servicios ecosistmicos como la elaborada por Costanza y otros (1997). Sino que hace referencia al beneficio, provecho o
utilidad que el ecosistema brinda. Para un mayor entendimiento ver: Gmez-Baggethun y De Groot (2007).
12
Tanto en Bolivia como en Paraguay la totalidad de la soja producida se da en terrenos pertenecientes
a la Cuenca del Paran. No ocurre lo mismo en Brasil y en Argentina. En Brasil, los Cerrados constituyen una importante zona de expansin actual de la agricultura as como tambin lo es un sector de la Amazona, los cuales no
pertenecen a esta cuenca. En la Argentina queda excluido un sector de la Pampa Arenosa y el Sudeste Bonaerense.
19
FEDERICO ZUBERMAN
Evolucin de la supe
ses
40.000.000,00
Canad
35.000.000,00
China
30.000.000,00
EUA
25.000.000,00
Rusia
20.000.000,00
India
15.000.000,00
Pases Paran
India
3%
China
6%
5%
2%
Cuenca Paran
50%
Otros
12%
UE
6%
Cuenca Paran
35%
India
4%
EUA
34%
10.000.000,00
5.000.000,00
China
23%
0,00
1961 1964 1967 1970 1973 1976 1979 1982 1985 1988 1991 1994 1997 2000
2003
2006 2009
20
EUA 20%
FEDERICO ZUBERMAN
Otros
6%
Cuenca Paran
73%
Bolivia 3%
Brasil
23%
Argentina
Argentina 70%
Dreyfus y Vicentin. En Brasil las exportadoras que encabezan la lista son Bunge y Cargill, y unos lugares abajo adm y Louis Dreyfus. Como se advierte, los
grandes beneficiarios se repiten sin importar las fronteras. Todas estas empresas
acopiadoras y comercializadoras, firmas multinacionales con sedes matrices en
Estados Unidos y en Europa, se ubican entre las empresas que mayor facturacin
tienen en cada pas.
Brasil
Paraguay
Cargill
4193 Bunge
6228 Cargill
Bunge Argentina
2433 Cargill
4094 adm
Louis Dreyfus
2123 adm
2630 Bunge 2
62
Nidera
87
adm
1113
Vicentn 1
52
1268
487
23
FEDERICO ZUBERMAN
UE
4%
Otros
6%
China
20%
Cuenca Paran
62%
16
Ronald H. Coase (1910-2013). Economista de la escuela de Chicago. Premio Nobel de Economa en
1991. Propona la negociacin entre las partes como un mtodo ms eficiente en el tratamiento de externalidades.
18
Nicholas Georgescu-Roegen (1906-1994). Matemtico y economista rumano. Su mayor crtica a
la economa neoclsica qued expuesta en La ley de la entropa y el proceso econmico (1971), donde puso en
consideracin que el sistema econmico se enmarcaba en la segunda ley de la termodinmica. Es considerado uno
de los fundadores de la Economa Ecolgica.
17
Karl Polanyi (1886-1964). Desde la Antropologa Econmica y la Historia se aboc a hacer una crtica
al pensamiento de la Economa ortodoxa y a la sociedad de mercado que propone el sistema capitalista.
19
Propiedad termodinmica que permite determinar el potencial de trabajo til de una determinada
cantidad de energa que se puede alcanzar por la interaccin espontnea entre un sistema y su entorno (N del E.).
24
25
FEDERICO ZUBERMAN
ecolgicos de importancia (como la dispersin y prelacin de semillas, herbivora y prelacin en general), sino que tambin se alteran los procesos evolutivos
a partir de los cuales se genera dicha diversidad con consecuencias que pueden
abarcar periodos evolutivos de varios millones de aos. Solamente en el Chaco argentino se contabilizaron 97 vertebrados tetrpodos que han declinado o
desaparecido, casi todos por prdida de su hbitat (Giraudo, 2009). Es posible
incluir estas prdidas en una ecuacin econmica?
Cuando nos referimos al modelo del agronegocio y de la agricultura industrial como modelo productivo agropecuario predominante, estamos hablando
de un modelo de produccin a gran escala, con alto componente de insumos
energticos y qumicos, centrado en la exportacin de commodities y de baja
generacin de empleo. Esto implica que en estas reas por donde se extiende el
desmonte y la agricultura aumenta la utilizacin de todo tipo de biocidas. En Paraguay, un estudio realizado por la Reunin de Administradores de Programas
Antrticos Latinoamericanos (rapal) estim en 24 millones de litros anuales el
uso de agrotxicos en el pas. En la Argentina tan solo el uso de glifosato ronda
los 200 millones de litros anuales. Por su parte, Brasil, segn estudios de la Fundacin Oswaldo Cruz (que depende del Ministerio de Salud), se ubica como el
pas que ms utiliza agrotxicos en todo el mundo. Los casos por intoxicaciones
crnicas o agudas en seres humanos, aumentan sin distincin a ambos lados de
la frontera. La nica distincin que suele aparecer es que la mayor parte de los
casos se da en zonas rurales, territorios de comunidades campesinas o comunidades indgenas, donde la exoderiva proviene de la gran escala que manejan
aviones fumigadores o de mosquitos. Cmo se incluyen las vidas perdidas en
un esquema de balanza de pagos o de cuentas patrimoniales? Las intoxicaciones
bien podran considerarse un motivo ms, a la par del desempleo que genera este
tipo de agricultura, que explique la migracin y el despoblamiento de las zonas
rurales (Domnguez y Sabatino, 2010). Por otro lado, no debe dejar de mencionarse que la utilizacin sin control de los herbicidas puede traer problemas
que tambin repercuten en lo estrictamente productivo: en varios lugares de la
Argentina ya han comenzado a notificarse casos de aparicin de nuevas malezas
resistentes a los herbicidas utilizados (Pengue, 2009).
COMENTARIOS FINALES
Si bien el uso de cultivos transgnicos despert una polmica que al da de
hoy se mantiene sobre la peligrosidad/razonabilidad/tica/necesidad de intervenir en el adn de un cultivo de gran escala (ms an tratndose de un alimento),
se puede decir que el proceso de la Revolucin Biotecnolgica no hizo ms que
profundizar la tendencia iniciada por la Revolucin Verde: ms agricultura industrial basada en el uso de combustibles fsiles, ms degradacin qumica y
fsica de suelos, ms uso de agroqumicos nocivos, ms expansin de la agricultura a costa de la reduccin de bosques y otros paisajes nativos, desplazamientos
y presin sobre los territorios de poblaciones indgenas y comunidades campesinas, ms dependencia de tecnologas suministradas por empresas trasnacio26
BIBLIOGRAFA
Base Investigaciones Sociales (is) Reprter Brasil. (2010). Los
impactos socioambientales de la soja en Paraguay 2010.
Beristain, M. (2010). Bunge, la aceitera lder, factura $8 mil millones y no paga
ganancias, en diario Tiempo Argentino, 20 de septiembre.
Bisang, R. & Varela, L. (2006). Panorama internacional de la biotecnologa en el
sector agrario, en Bisang, R.; Gutman, G.; Lavarello, P.; Sztulwark, S. & Daz,
A. (comps.) Biotecnologa y desarrollo. Un modelo para armar en Argentina.
Buenos Aires: Prometeo / ungs.
Calandra, M. (2007). Los actores regionales en el desarrollo institucional del inta
entre 1990-1993, en Revista Dlocal, 3. Buenos Aires: Universidad Nacional de
San Martn (unsam).
27
FEDERICO ZUBERMAN
28
29
Damin Verzeassi1
Agroindustria,
Salud y Soberana
El modelo agrosojero
y su impacto en nuestras vidas
La instalacin en nuestro territorio de un modelo de produccin agroindustrial, altamente demandante de nutrientes y agua, y dependiente de sustancias qumicas exgenas para garantizar control de especies y altos rindes, acarrea
problemticas de la salud que se abordarn en este captulo desde una mirada
abonada por el pensamiento ambiental latinoamericano, surgido al calor del paradigma de la complejidad y la salud de los ecosistemas.
Apenas superada la primera mitad de la dcada de los noventa del siglo
pasado, en nuestro pas, a solicitud de la empresa Monsanto (empresa creadora y
mayor comercializadora mundial del glifosato, entre otras sustancias y ogm), se
autoriz la utilizacin de una semilla genticamente modificada para resistir la
aplicacin del producto Roundup, cuyo principio activo es el glifosato.
Desde entonces, el consumo del paquete tecnolgico que acompaa la utilizacin de este Organismo Genticamente Modificado (ogm) se ha incrementado a escalas exponenciales, en un hecho sin precedentes en nuestra historia,
respecto a la incorporacin en tan breve perodo de tiempo de sustancias qumicas con capacidades biocidas, sin reparar en lo que en trminos de salud de los
ecosistemas traera acarreado.
Incluso antes de la publicacin de La Primavera Silenciosa de Rachel
Carson (1960)2, existan trabajos que esclarecan cmo el ser humano con sus
acciones pone en riesgo los delicados equilibrios que sostienen las condiciones
necesarias para el sostenimiento de la vida tal como la conocemos.
1
Mdico, Profesor Asociado Responsable Acadmico de la Materia Salud Socioambiental, Responsable
Acadmico del Ciclo Prctica Final de la Carrera de Medicina, Subsecretario Acadmico Facultad de Ciencias
Mdicas de la Universidad Nacional de Rosario (unr)..
2
Rachel Carson public La Primavera Silenciosa en 1960, como respuesta al avance de la Revolucin
Verde que signific el inicio de la masificacin del uso de qumicos (fundamentalmente el ddt) para la produccin
agrcola a nivel mundial, denunciando los daos a la salud de los seres vivos (incluidos los humanos) que este
modelo acarreaba.
31
DAMIN VERZEASSI
El proceso de crisis civilizatoria que estamos transitando, necesariamente nos lleva a poner en cuestionamiento la raz misma de nuestros sistemas de
produccin y reproduccin social en general. Como defini el Primer Congreso
Latinoamericano de Salud Socioambiental3: En el contexto de crisis civilizatoria
que estamos viviendo como humanidad, es de suma importancia recuperar una
visin integral de la Naturaleza y, dentro de ella, de las especies y sus representantes individuales, ya que sin ello, entender la verdadera complejidad de
los procesos de salud-enfermedad de los seres humanos es una tarea imposible.
Segn el informe del Grupo de Reflexin Rural (2010):
La agricultura industrial de la soja es sinnimo de
desmontes, degradacin de suelos, contaminacin generalizada, degradacin del medio, destruccin de la
Biodiversidad y expulsin de poblaciones rurales. Sin
embargo, puede haber consecuencias an mucho ms
horrendas. Creemos haber descubierto [] los elementos necesarios para confirmar una vasta operatoria de contaminacin sobre miles de poblados pequeos y medianos de la Argentina. Se est configurando
una catstrofe sanitaria de envergadura tal, que nos
motiva a imaginar un genocidio impulsado por las polticas de las grandes corporaciones y que solo los enormes intereses en juego y la sorprendente ignorancia de
la clase poltica logran mantener [...] El cncer se ha
convertido en una epidemia masiva y generalizada en
miles y miles de localidades argentinas y el responsable
es sin lugar a dudas el modelo rural.
En este captulo, realizaremos un abordaje de las problemticas de la salud
que genera el modelo de produccin agroindustrial de soja transgnica en nuestras regiones.
MODELOS DE ANLISIS DE LOS PROCESOS
DE SALUD-ENFERMEDAD-ATENCIN
Eric Chivian (1995) sostiene que con la contaminacin y el empobrecimiento de bienes materiales que provoca el crecimiento industrial de nuestros
das estamos alterando la fisiologa bsica del planeta la composicin qumica
de la atmsfera, y del ciclo del carbono, del nitrgeno y el fsforo (elementos
bsicos para la vida) de la bisfera.
3
El Primer Congreso Latinoamericano de Salud Socioambiental, desarrollado en la Facultad de
Ciencias Mdicas de la Universidad Nacional de Rosario, Argentina, durante los das 28, 29 y 30 de abril de
2011, fue organizado por la Materia Salud Socioambiental de la Facultad de Ciencias Mdicas de la unr, el Foro
Ecologista de Paran y el Centro de Proteccin a la Naturaleza (CeProNat). Convoc ms de 300 acadmicos de 9
pases de Amrica Latina.
32
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DAMIN VERZEASSI
34
Podemos observar que los mecanismos por los cuales estas sustancias ejercen sus acciones txicas son variados e, incluso, un mismo agrotxico puede
tener ms de una accin daina. Los efectos sobre la salud pueden generarse por
inhibicin de enzimas, generacin de radicales libres, compitiendo a nivel enzimtico con metales, compitiendo a nivel de membranas y neurotransmisores,
lesionando el adn, entre otros (Burger, 2012).
En general, los agrotxicos ejercen su accin sobre molculas (enzimas, receptores) que los hongos, plantas, insectos y vertebrados comparten. Por esta razn resulta lgico que los seres humanos experimentemos, al entrar en contacto
con aquellos, daos similares a los sufridos por esas especies, fundamentalmente
si tenemos en cuenta que nuestra especie comparte carga gentica con otras,
en diferentes proporciones (con especies vegetales hasta un 40%, con insectos y
caros hasta un 60% y con otros mamferos hasta un 85%).
Asimismo, los mecanismos de intoxicacin pueden ser agudos o
crnicos, dependiendo de la fuente de contaminacin, el medio de ingreso del txico al organismo, el tiempo de exposicin y la dosis absorbida,
entre otros elementos.
Algunos de los signos y los sntomas que pueden acompaar las intoxicaciones por agrotxicos segn indican los propios etiquetados de los
35
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37
DAMIN VERZEASSI
5
del E.).
7
Quienes participaron en el Primer Congreso Latinoamericano de Salud Socioambiental presentando
all sus conclusiones.
38
Genotoxicidad: capacidad relativa de un agente de ocasionar dao en el material gentico (N. del E.).
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Aseveraciones de Monsanto
El Roundup es
ambientalmente seguro.
El desplazamiento de
genes desde cultivos
transgnicos a especies
convencionales o malezas
y la transferencia
horizontal ocurren a
corta distancia y pueden
manejarse con facilidad.
42
Es virtualmente imposible
que se desarrolle
resistencia al glifosato en
malezas.
Queda en evidencia entonces cmo las empresas productoras de agrotxicos, recurren al denominado efecto de quema de tiempo, con la estrategia de
invertir la carga de la prueba, y obligar a las vctimas a demostrar cientficamente, a travs de modelos lineales de causa-efecto, los daos sufridos en su salud.
En estos contextos, como dice Levidow (2004) las llamadas pruebas cientficamente slidas operan como un recurso para dilatar las cosas y se transforman
en un instrumento poltico ideolgico, antes que cientfico (Comisin Cientfica
Ecuatoriana, 2007).
Por esta razn, urge avanzar en la organizacin de sistemas de produccin de conocimientos cientficos que pongan de manifiesto la necesidad de la
aplicacin del principio precautorio8, ante el pretendido avance de la frontera
agropecuaria en nuestro pas, de manera tal de proteger la salud y la vida de los
ecosistemas y los ciudadanos, lo que tambin va en consonancia con el Artculo
41 de nuestra Constitucin Nacional9.
Dieciocho millones de hectreas que se anuncian como un logro y muestra del posicionamiento de privilegio de Argentina en el mundo por haber alcanzado las 100 millones de toneladas de granos, tambin dice en otras letras
que, nada ms en el ltimo ao, se han envenenado esos territorios con casi
300 millones de litros de qumicos txicos para producir forrajes y combustibles,
8
El Principio Precautorio est consagrado en la Ley General de Ambiente N 25675, que lo define de la
siguiente manera: Cuando haya peligro de dao grave o irreversible la ausencia de informacin o certeza cientfica
no deber utilizarse como razn para postergar la adopcin de medidas eficaces, en funcin de los costos, para
impedir la degradacin del medio ambiente.
9
Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo
humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las
generaciones futuras; y tienen el deber de preservarlo. El dao ambiental generar prioritariamente la obligacin
de recomponer, segn lo establezca la ley [].
43
DAMIN VERZEASSI
principalmente para la exportacin. En estos territorios habitamos aproximadamente 12 millones de seres humanos.
La agricultura industrial es un arma de destruccin masiva. Es una anunciada arma de control demogrfico. Es una manera de producir combustibles,
no alimentos, ante el fin del petrleo. Los hambrientos del mundo no dependen
de la capacidad comercial de 400 mil agronegociadores del planeta, sino de la
revitalizacin y devolucin a la ruralidad de 1500 millones de agricultores locales, con semillas propias y mercados de intercambios y comercios en escalas de
cercanas.
Esto lo saben bien quienes definen las polticas del mundo y por esa razn
en el ao 1999, anunciaron que Amrica Latina y Europa Oriental, seran los encargados de proveer los commodities agrcolas a la Unin Europea ue- (peridico
La Gazeta Mercantil Latinoamericana, semana del 4 al 10 de julio de 1999).
Claramente lo ha expresado as el Comisionado de la ue para la Agricultura, el Desarrollo Rural y la Pesca, Franz Fischler, en abril de 2004, cuando manifestaba a la prensa que en el futuro (la Unin Europea) daremos dinero a los
agricultores que estn en condiciones de producir con calidad y no en cantidad
(La Nacin, 29/4/2004).
Por estas razones, en tiempos de calentamientos globales que ponen en
riesgo a las economas de los pases que dependen de la agricultura, segn lo expresara el Premio Nobel de Economa, Thomas Schelling (Diario La Nacin, suplemento economa, 7/11/2006), es necesario articular acciones de divulgacin
sobre los daos que en la salud ocasiona este modelo de produccin, no solo en
la salud de los ecosistemas (y por ende de los seres humanos), sino en la posibilidad que tienen los pueblos de ser libres. Pues, como dice Giovanni Berlinguer
(1999), la libertad de los sujetos y de los pueblos, se ve francamente disminuida
cuando predomina la enfermedad.
Recuperar la Biologa, como ciencia de la vida, y no como tcnica reduccionista, para adentrarse en el estudio de las complejas relaciones que hacen posible
la existencia de sujetos y sociedades, en un necesario e imprescindible dilogo
transdisciplinar desde la diversidad, puede ser un buen paso hacia la construccin de una sociedad saludable, es decir una sociedad con justicia, solidaria con
los que estn y los que vendrn, con igualdad (para lo cual es imprescindible
primero transitar la equidad). Una sociedad sustentable, que se reconozca parte
de Naturaleza y de la vida.
BIBLIOGRAFA
Bentez Leite, S., Macchi, M. L., & Acosta, M. (2009). Malformaciones
congnitas asociadas a agrotxicos, en Archivos de Pediatra del
Uruguay, 80 (237-247).
Berlinguer, G. (1999). Globalizacin y Salud Global, en Salud, Problema y
Debate. Buenos Aires.
44
DAMIN VERZEASSI
DAMIN VERZEASSI
Enrique Viale1 2
Agronegocio,
extractivismo y Derecho
El Principio Precautorio
al revs
En el mes de abril del 2009, el Dr. Andrs Carrasco, profesor de embriologa, investigador principal del Consejo Nacional de Investigaciones Cientficas y Tcnicas (conicet) y director del Laboratorio de Embriologa Molecular, que funciona en el mbito de la Facultad de Medicina de la Universidad
de Buenos Aires y del conicet, dio a conocer su investigacin que analiza los
efectos dainos del glifosato en embriones, comprobando que, con dosis hasta
1500 veces inferiores a las utilizadas en las fumigaciones que se llevan adelante en los campos argentinos, se presentaban trastornos intestinales y cardacos,
malformaciones y alteraciones neuronales (esta investigacin fue publicada al siguiente ao, 2010, en la revista estadounidense Chemical Research in Toxicology).
La respuesta oficial al estudio del Dr. Carrasco se dio por parte del Comit
Nacional de tica en Ciencia y Tecnologa (cecte), que recomend al Ministerio
de Ciencia, Tecnologa e Innovacin Productiva de la Nacin crear una comisin
con el objetivo de analizar los mltiples aspectos relacionados con el uso y aplicacin del glifosato. Esta Comisin recomendada por el cecte es diferente de la
Comisin Nacional de Investigacin sobre Agroqumicos (cnia), que funciona
en el mbito del Ministerio de Salud de la Nacin, originada en septiembre de
2009 por solicitud presidencial3. Es decir, estuvieron y estn funcionando dos
1
Abogado (uba). Presidente de la Asociacin Argentina de Abogados Ambientalistas. Realiz estudios
de posgrado en Rgimen Jurdico de los Recursos Naturales. Abogado litigante en numerosas causas por dao y
recomposicin ambiental. Miembro del Grupo Permanente de Alternativas al Desarrollo. Coautor de los libros 15 Mitos y
Realidades de la Minera Transnacional en la Argentina y La Otra Campaa. El pas que queremos, el pas que soamos.
2
3
La cnia fue creada a partir del decreto presidencial 21/2009 del 19 de enero, con el objetivo de investigar,
prevenir y brindar asistencia y tratamiento a las personas expuestas al uso de productos qumicos y sustancias
agroqumicas y con el propsito de promover la salud pblica y la integridad del ambiente en todo el territorio nacional.
48
49
ENRIQUE VIALE
comisiones en dos ministerios elaborando informacin y recomendaciones sobre el uso del glifosato.
As, surge el interrogante de por qu las autoridades gubernamentales, que
deben constituirse como garantes de la salud y el bien comn, permitieron que
pasara tanto tiempo (considerando que la soja resistente al glifosato -rr- fue
aprobada por el Ministerio de Agricultura, Ganadera y Pesca -magyp- en el
ao 1996) y tantas denuncias judiciales vinculadas a las consecuencias ambientales y sociosanitarias que provocan las constantes fumigaciones con
glifosato, para realizar lo que ameritaba hacerse antes de poner el agroqumico
(y todo el paquete tecnolgico sojero que conlleva) en produccin.
Por otra parte, si este interrogante puede aplicarse a funcionarios tcnicos del
gobierno (del Instituto Nacional de Tecnologa Agropecuaria inta-, del Instituto
Nacional de Tecnologa Industrial inti-, del Ministerio de Agricultura, Ganadera y Pesca de la Nacin, entre otros), es todava ms significativo en el caso de
los miembros de la comunidad cientfica, donde circula vasta bibliografa que seala
daos producidos por los agroqumicos en general y por el glifosato en particular.
Es ms, llama mucho la atencin que en el informe enviado por la cecte al ministro de Ciencia, Tecnologa e Innovacin Productiva Nacional, Dr. Lino Baraao, se
mencionara como bibliografa la que prueba la inocuidad del glifosato y como
denuncias (restndole status cientfico) las que sealan los daos del agroqumico,
considerando que Argentina es uno de los 19 pases del mundo que produce soja y
uno de los cinco que lo hace en gran escala.
Apenas se hizo pblica la investigacin del Dr. Andrs Carrasco, la
Asociacin Argentina de Abogados Ambientalistas (aadeaa) solicit judicialmente a la Corte Suprema de Justicia de la Nacin que se ordene la
suspensin de la comercializacin, venta y aplicacin de glifosato y endosulfn agrotxicos bsicos de la industria sojera en todo el territorio nacional.
Apunt al emblema del modelo de agronegocios actual, requiriendo que el Gobierno determine dentro de un perodo mximo de 180 das el efecto sanitario
que producen los qumicos agrarios tanto en la poblacin como en los ecosistemas, apuntando la responsabilidad fundamentalmente sobre el Estado Nacional
y los estados provinciales de Buenos Aires, Crdoba y Santa Fe, y tambin sobre
Monsanto, la compaa lder del sector, la mayor productora y comercializadora
de semillas transgnicas y de glifosato. La presentacin judicial citaba, al menos, media docena de estudios cientficos que describen los efectos nocivos que
producen los agrotxicos y destacaba la necesidad de priorizar la proteccin del
ambiente y la salud de los pueblos por sobre una actividad econmica.
La Corte Suprema se desentendi de la problemtica al declarar su incompetencia originaria para entender en la accin judicial mientras se sucedan, y
suceden, decenas de acciones judiciales en todo el pas interpuestas con el objeto
de protegerse de las feroces consecuencias que trae aparejado el modelo sojero.
Todas estas presentaciones ante la Justicia, que se dispersan por todo el mapa
donde se encuentra instalado el agronegocio, toman al Derecho Ambiental como
columna vertebral de sus argumentaciones.
50
51
ENRIQUE VIALE
controlar, diferente de la minera tradicional: la megaminera. La misma se caracteriza por la incontrolada contaminacin, profundizacin de la desigualdad, el neocolonialismo y una vergonzosa subordinacin social, econmica y
poltica a las empresas transnacionales. Es este marco jurdico el que crea tambin un tratamiento impositivo y financiero diferencial, con beneficios exclusivos para el sector como en ninguna otra actividad. Esto permite que coexistan
empresas inmensamente ricas y pueblos extremadamente pobres como ocurre,
por ejemplo, en la provincia de Catamarca. As, la megaminera se ha transformado no slo en un paradigma de destruccin ambiental y saqueo de nuestros
bienes comunes naturales7, sino tambin de devastacin y saqueo institucional.
Y el modelo sojero es la megaminera aplicada al campo.
52
nidades y organizaciones sociales en distintas provincias, quedan pocas dudas de lo que sucede. Algunos
conocedores del Derecho Ambiental consideran que
en nuestro pas el principio precautorio se encuentra
perversamente subvertido. En lugar de que la ausencia
de certeza cientfica genere la obligacin de aplicar medidas preventivas, la falta de certidumbre es utilizada
para legalizar la mayora de los agroqumicos que se
usan en forma generalizada en nuestros campos. Peor
an, se les exige a las comunidades perjudicadas por
estos qumicos que carguen con la ciclpea tarea de
acreditar cientficamente su peligrosidad, cuando, por
aplicacin del principio sealado junto con otros principios ambientales, son los que introducen la sustancia
qumica en la sociedad quienes tienen la responsabilidad de probar irrefutablemente su inocuidad []
En definitiva, se produce una inversin de sentido
como mecanismo de produccin de ausencias de
vctimas y del drama social en la agenda de discusin
y toma de decisiones polticas (Giarraca y Viale, 2009).
Una cercana confirmacin de la manipulacin que se realiza del Derecho
Ambiental fueron las medidas cautelares otorgadas por la Justicia Federal sanjuanina a favor de la empresa minera de origen canadiense, Barrick Gold Corporation. El juez federal Miguel ngel Glvez, que dict la medida cautelar que
suspende la Ley de Glaciares en territorio sanjuanino, aplic el Principio Precautorio al revs: ante la duda, primero los negocios. As, el fallo subvierte arbitrariamente el ordenamiento jurdico y desconoce los ms elementales principios
del Derecho Ambiental (Giarraca y Viale, 2010).
ENRIQUE VIALE
CONCLUSIN
En el libro Patas para arriba, Eduardo Galeano utiliza la historia de Alicia en el Pas de las Maravillas8 como metfora de estos ncleos de sentidos invertidos por la colonialidad del poder. Si Alicia renaciera en nuestros das
8
En alusin al libro Alicia en el Pas de las maravillas, publicado en el ao 1865 por el escritor ingls
Charles Lutidge Dodgson, ms conocido por el seudnimo Lewis Carroll (N. del E.).
55
ENRIQUE VIALE
56
los cerros lo hacen como bienes comunes y las empresas y gobiernos como
recursos o insumos.
Pero esta nocin no slo hace referencia a una profundizacin de la
democracia sino tambin presupone que la voluntad de las comunidades
est orientada a superar el modelo de desarrollo neocolonial, a respetar la
diversidad de saberes, las experiencias preexistentes y las economas solidarias
y regionales. Y, desde este punto de vista, se acerca ms al paradigma del Buen
Vivir12, presente en muchas cosmogonas indgenas.
En conclusin, a los importantes derechos y principios consagrados por el
Derecho Ambiental resulta necesario incorporarle la nocin de bienes comunes
y modificar la visin antropocntrica imperante para evitar profundizar el colapso ambiental, pensando a la Naturaleza como sujeto de derechos y no como
fuente de recursos infinitos. Para eso debemos escuchar y acompaar a las comunidades para incorporar sus saberes. Aunque los gobiernos no lo adviertan,
sern los pueblos los que no dejarn que se sigan escribiendo captulos deLas
venas abiertas de Amrica Latina13.
BIBLIOGRAFA
Acosta, A. (2009). La maldicin de la abundancia. Quito: Comit Ecumnico
de Proyectos / Abya-Yala.
Acosta, A. (2012). El Buen Vivir en la senda del posdesarrollo, en Massuh,
Graciela (ed.) Renunciar al bien comn. Extractivismo y (pos)desarrollo
en Amrica Latina. Buenos Aires: Mardulce.
Aranda, D. (2012). Convivir con los agroqumicos, en diario Pgina /12, 16
de Junio.
Galeano, E. (1998). Patas para arriba. La escuela del mundo al revs.
Montevideo: Siglo Veintiuno.
Giarracca, N. & Viale, E. (2009). Ciencia y principio precautorio en
diario Pgina /12, Jueves 4 de Junio.
Giarracca, N. & Viale, E. (2010). El Principio Precautorio al revs en
diario Pgina /12, 15 de Noviembre.
12
[] El Buen Vivir se presenta como una oportunidad para construir colectivamente nuevas formas
de vida [] En tanto alternativa al desarrollo, el Buen Vivir exige otra economa. Una economa sustentada
en los principios fundacionales de esta propuesta posdesarrollista, entre los que destacamos la solidaridad
y sustentabilidad [] A partir de la aceptacin de una economa que se sustente en la solidaridad, se busca la
construccin de otro tipo de relaciones de produccin, de intercambio, de cooperacin y tambin de acumulacin
(Acosta, 2012).
13
En alusin al famoso libro de Eduardo Galeano Las venas abiertas de Amrica Latina, el cual se
centra en el saqueo de bienes naturales y explotacin que debi enfrentar Latinoamrica, perpetrado por pases de
Occidente (N. del E.).
57
Daiana Meln1
El comercio
del oro verde
El patentamiento de la diversidad
gentica y de la vida
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DAIANA MELN
60
En relacin con las semillas comercializadas, las cinco principales empresas semilleras acumulan aproximadamente el 50% del mercado. Ellas son: en
primer lugar, Monsanto con 23% del mercado de semillas patentadas; DuPont,
con el 15%; Syngenta, con el 9%; Groupe Limagrain, con el 6%; y Land O Lakes
con el 4% (Grupo etc, 2008).
61
DAIANA MELN
62
sosteniendo la necesidad de apropiacin plena de procesos y de productos, comienzan a ejercerse fuertes presiones para la modificacin de upov en el camino
de una mayor proteccin a la biotecnologa (Lpez Monja y otros, 2010).
De esta forma, la upov 91 representa una ampliacin de las patentes sobre las obtenciones vegetales, aumentando los derechos que posee el titular de
dicha patente. La principal transformacin que establece es la prohibicin a los
agricultores de guardar y de utilizar semillas propias, costumbre que durante
cientos de aos los campesinos practicaron y mediante la cual fueron transformando la agricultura. Del mismo modo, impide el intercambio de semillas con
fines no comerciales.
Mientras que en la upov 78 el privilegio del agricultor se garantizaba de
manera implcita, en upov 91 se explicita, pero es planteado como una excepcin que regula las patentes y que los gobiernos pueden autorizar en el caso de
una variedad protegida con fines de produccin o para su multiplicacin (Lpez
Monja y otros, 2010).
De esta forma, desde organismos internacionales como el Banco Mundial,
el Banco Interamericano de Desarrollo y la Organizacin Mundial de Comercio
(omc) comienzan a presionar, sobre todo a los pases de Latinoamrica territorios que poseen una importante fuente de biodiversidad, para que adecuen las
legislaciones nacionales a este nuevo marco regulatorio, con el fin de armonizar
las leyes de patentes en todo el mundo.
63
DAIANA MELN
64
8
Ronda de negociaciones vinculadas al comercio en las que participaron pases de todo el mundo
integrantes del gatt. Por primera vez se incluy a la agricultura como tpico a ser debatido (Ceccam, 2003). La
ronda se inici en 1986 y finaliz en 1994 con la creacin de la omc, que reemplaz al gatt.
65
DAIANA MELN
A su vez, el acuerdo garantiza a los titulares el derecho de impedir la utilizacin, venta, importacin o fabricacin del objeto de la patente, ya sea un
producto o un procedimiento. Por otro lado, les otorga la capacidad de ceder,
transferir o concertar contratos de licencia del objeto patentado. El otorgamiento
de la patente le da a la empresa o individuo solicitante de la licencia el derecho
de controlar, limitar y monopolizar el acceso a las especies, plantas o animales
objetos de la licencia.
9
Tratado realizado por la fao en 2009 con el objetivo de promover la conservacin y la utilizacin
sostenible de los recursos fitogenticos para la alimentacin y la agricultura y la distribucin justa y equitativa de
los beneficios derivados de su utilizacin en armona con el Convenio sobre la Diversidad Biolgica [].
10
El Plan de Convertibilidad fue una poltica implementada durante el gobierno de Carlos Menem, que
se bas en fijar el tipo de cambio, por tiempo indeterminado, en una paridad de un peso argentino igual a un dlar
estadounidense.
11
La Ley define a una creacin fitogentica como el cultivar obtenido por descubrimiento o por
aplicacin de conocimientos cientficos al mejoramiento heredable de las plantas.
EL CASO ARGENTINO
La dcada de los noventa en Argentina, y en casi todo el continente latinoamericano, estuvo marcada por una profunda poltica neoliberal, la cual transform la economa en su totalidad y perme fuertemente en los modos de produccin y organizacin del campo. Se implementaron normativas macroeconmicas de ajuste estructural, signadas por las privatizaciones, las desregulaciones y
la apertura al mercado internacional, enmarcadas en el Plan de Convertibilidad
del ao 199110. Una de las polticas que tuvo mayor impacto en la economa nacional fue la poltica de desregulacin econmica, la cual se tradujo en el modelo
agrario con la eliminacin de algunas entidades reguladoras de la produccin
agropecuaria, entre ellas la Junta Nacional de Granos. Esto implic que la economa argentina, y sobre todo la produccin agraria, quedase sujeta a los vaivenes
del mercado internacional (Giarraca y Teubal, en Grammont, 2010).
Es en este contexto en el cual ingresaron al pas los ogm. En 1991 se permiti la entrada de los transgnicos para su experimentacin en el campo argentino
y finalmente, en el ao 1996, se liberaliza para su comercializacin el primer
evento genticamente modificado: la soja rr o resistente al Round Up, que es el
agrotxico asociado a esta semilla (Resolucin n 16 de la Secretara de Agricultura, Ganadera y Pesca). La introduccin de este cultivo estuvo signada por
66
67
DAIANA MELN
DE LEYES Y PIRATAS
Pero esta nueva Ley de Semillas que intenta imponerse en Argentina resulta no ser tan nueva. En gran parte de Amrica Latina se estn intentando
modificar (o ya se han modificado) las leyes de semillas para readecuarlas a la
upov 91. Paradjicamente todas las normas plantean las mismas recetas para la
proteccin de la propiedad intelectual.
12
La aprobacin de esta nueva semilla tambin ha sido denunciada por irregularidades ante la Justicia
Federal por el Centro de Estudios Legales del Medio Ambiente (celma) (Aranda, 2013).
13
Syngenta.
68
El evento de soja Cultivance de la empresa Basf; y de maz LibertyLink de Bayer y Agrisure Viptera de
DAIANA MELN
Ley, se logr que el Tribunal Constitucional la declarara inconstitucional, aunque continu siendo debatida en el Congreso. Finalmente, en marzo de 2014, a
pocos das de asumir la presidencia, Michelle Bachelet decidi retirar la Ley de
la discusin parlamentaria.
Una consecuencia negativa que puede darse como contrapartida de estas
leyes es la bioprospeccin, que son aquellos contratos que realizan los Estados,
las comunidades u organizaciones que poseen conocimientos ancestrales sobre
las semillas o plantas y sus usos, con centros de investigaciones o grandes compaas para permitir la bsqueda de material gentico patentable (Carlsen, en
Heineke, 2002). Estas bsquedas terminan por permitir el robo del patrimonio
de los pueblos, al cual convierten en una mercanca, permitiendo de esta forma
la biopiratera (Montecinos y Vicente, en Calvillo y otros, 2005).
Esta guerra desigual que se est desarrollando entre los pueblos que desean
decidir qu alimentos consumir y cmo producirlos, y aquellas transnacionales agrcolas que buscan convertir las semillas y los alimentos en mercancas,
definir el futuro de la humanidad. A lo largo de toda Amrica Latina se estn
librando resistencias que buscan frenar los embates de estas grandes empresas.
Un ejemplo de ello, es el acampe que se est desarrollando en la localidad de
Malvinas Argentinas en la provincia de Crdoba, donde un grupo de ciudadanos
y miembros de organizaciones sociales estn resistiendo con su cuerpo el ingreso
de los camiones de Monsanto y las represiones que buscan desmotivar la movilizacin popular. As, los movimientos sociales y asamblearios buscan las grietas
del sistema por las cuales colarse para derrotarlo, para dar vuelta el curso de la
historia, porque al fin y al cabo a la historia la escriben los pueblos.
PALABRAS FINALES
BIBLIOGRAFA
Los conflictos en torno de los modelos agrcolas pueden ser caracterizados propiamente como una guerra
cultural y una guerra por el sometimiento de la naturaleza que se libran a escala planetaria. Las grandes corporaciones y sus gobiernos buscan extender no slo su
creciente control sobre la produccin y distribucin de
alimentos en todo el mundo, sino igualmente un modelo productivo nico, un modelo fabril de monocultivo que est amenazando en forma simultnea tanto
los modos de vida de centenares de millones de agricultores como la diversidad gentica que hace posible
la vida en el planeta Tierra (Lander, 2006).
70
DAIANA MELN
grain (2011). El gran robo de los alimentos. Cmo las corporaciones controlan
los alimentos, acaparan la tierra y destruyen el clima. Barcelona: grain.
grain (2013). Leyes de semillas en Amrica Latina. Una ofensiva que no cede y
una resistencia que crece y suma.
Grupo
Grupo etc. (2009). Quin nos alimentar? Preguntas sobre las crisis alimentaria
y climtica. Disponible en http://www.etcgroup.org/sites/www.
etcgroup.org/files/publication/pdf_file/Comm102WhoWillFeeSpa.pdf
73
Dejate sorprender1
pueblos fumigados
y rebeldes
Resistencias populares
al modelo agrosojero
75
DEJATE SORPRENDER
DEJATE SORPRENDER
Reunidos en La Casita espacio comunitario del Grupo Misionero Trashumante y movilizados por inquietudes personales sobre la realidad local, empezamos a dialogar, por el ao 2006, para poder hacer algo en nuestro pueblo.
Luego de algunas reuniones semanales, decidimos salir a recorrer las afueras de
la localidad preguntando a los vecinos sobre las problemticas que ellos vean
como prioritarias a resolver.
Habiendo consensuado trabajar desde la horizontalidad y la autonoma,
discutimos mucho sobre cmo acercarnos a la gente para no generar falsas
expectativas, sabiendo que no tenemos ni podemos ofrecer soluciones econmicas o de otra ndole. Debatimos mucho acerca de cmo nos recibiran los
vecinos, histricamente usados por la poltica partidaria y otras instituciones,
2
Las semillas bt son aquellas a las que se le introdujo el gen bacillus thuringensis, el cual genera toxinas
letales a varios grupos taxonmicos de insectos (N. del E.).
76
algunos contando, adems, con anteriores experiencias de proyectos colectivos. All surge la expresin Dejate sorprender, como invitacin a romper prejuicios e ir con los sentidos abiertos a lo que la realidad nos ofrezca. Por repetir
la frase hasta rernos de ello, es que la adoptamos como nombre del grupo, para
tener presente la actitud de curiosidad, de asombro ante lo que no conocemos
y lo que ya creemos conocer.
A partir de lo mencionado por la gente, durante dos aos trabajamos sobre
la falta de viviendas. En ese momento, una de las integrantes del grupo realiza
un comentario acerca de los fuertes olores que se perciban a diario en su casa,
originados en un galpn trasero donde se guardaba un mosquito (camin utilizado en las fumigaciones). A partir de esta situacin comenzamos a indagar, a
investigar, buscar informacin y contactarnos con personas de otros lugares que
vivan similares situaciones. A medida que nuestras dudas se hacan certezas y
se nos planteaban nuevos interrogantes, les bamos dando un orden y los bamos
encauzando en trabajo colectivo para difundir y actuar sobre la problemtica.
77
DEJATE SORPRENDER
TEJIENDO REDES
Desde 2007 y hasta fines de 2013, participamos de la Unin de Asambleas
Ciudadanas (uac), adentrndonos en otras problemticas ambientales del modelo extractivo tales como la megaminera, las pasteras, los monocultivos de pinos y
eucaliptus, las diversas formas de contaminacin urbana, y las centrales nucleares
existentes en el pas. El objetivo que nos impuls a participar fue construir con los
parecidos, identificndonos con el posicionamiento horizontal, apartidario y autnomo hacia empresas y organismos estatales, que define dicho espacio.
Por otro lado, tambin nos sumamos a la campaa Paren de Fumigar,
iniciada, hace ya 7 aos, por el Centro de Proteccin a la Naturaleza (CeProNat)
de Santa Fe, el Grupo de Reflexin Rural (grr) y las Madres del Barrio Ituzaing Anexo de la ciudad de Crdoba. Desde este espacio, recorrimos la provincia
participando de charlas, talleres, plenarios, encontrndonos con asambleas, per4
Doctor especializado en embriologa, investigador principal del Consejo Nacional de Investigaciones
Cientficas y Tcnicas (conicet) y director del Laboratorio de Embriologa Molecular de la Facultad de Medicina
de la Universidad de Buenos Aires. Su investigacin comprueba que con dosis ms de mil veces inferiores a las
utilizadas en las fumigaciones, se producen malformaciones, alteraciones neuronales, trastornos intestinales y
cardacos (N. del E.).
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En el ao 2010 comenzamos a trabajar en conjunto con un grupo de vecinos de la ciudad de Ceres preocupados por la misma situacin que se daba
en Hersilia: la contaminacin que generan las fumigaciones.
Ese mismo ao, organizamos charlas en ambas localidades en las que
particip el Dr. Rodolfo Pramo, pediatra de Malabrigo (ciudad ubicada al
norte santafesino), quien explic la relacin que existe entre los nacimientos
de nios con malformaciones y la exposicin a fumigaciones, y cmo actan
esos agroqumicos en los organismos, provocando diversas patologas con las
que a diario convivimos en nuestros pueblos.
Por demanda de vecinos del Barrio de las 150 viviendas, ubicado en las
afueras de la ciudad, en el que a diario circulaban mosquitos y aviones, organizamos una reunin y, a partir de entonces, semana a semana, barrio por barrio,
repartimos volantes informativos e invitamos a encontrarnos en las charlas que
se organizaban en el saln barrial, en las cuales se informaba sobre la problemtica. As, recorrimos todos los barrios perifricos de Ceres realizandoreuniones.
En ellas invitbamos a brindar charlas a integrantes del Centro de Proteccin a la
Naturaleza, presentamos documentales que relataban este flagelo, compartamos
7
Programa creado en 1999 para optimizar el funcionamiento de las unidades asistenciales de toxicologa
clnica del pas y promover la capacitacin en toxicologa clnica y en epidemiologa aplicada (N. del E.).
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saberes de vecinas y vecinos, y nos encontramos con personas enfermas o que han
perdido familiares por afecciones similares.
En este recorrido conocimos a Roberto, quien trabaj 8 aos inoculando
semillas, pulverizando en forma manual, con tractor y fumigador de arrastre
y, en los ltimos aos, con mosquito. Adems de sufrir algunas intoxicaciones
agudas, y pese a usar la indumentaria de proteccin, debi ser intervenido quirrgicamente por una acalasia esofgica. A los tres meses fue operado de la vescula y tres meses despus del rin derecho. Para la Aseguradora de Riesgo de
Trabajo (art), su delicado estado de salud era slo una depresin, por lo cual le
indic que vuelva a trabajar, del mismo modo que la patronal. Hoy, este trabajador rural est desempleado y con continuas recadas, al igual que muchos otros
que comprueban que esta forma de produccin genera menos puestos de trabajo
y mayores condiciones de insalubridad.
Desde el grupo vecinal, hicimos pblico un pedido de modificacin de la
ordenanza municipal n883/04, que permite fumigar hasta el lmite en el cual
empieza el ejido urbano y si bien prohbe la circulacin y guarda de equipos
de fumigacin, esto no es respetado. Por ello, solicitamos, para un control ms
efectivo, la creacin de una oficina pblica de asuntos ambientales y el aumento
de las distancias libres de fumigaciones con el trazado de la lnea agronmica. El
petitorio fue acompaado por ms de 400 firmas de vecinas y vecinos, y el aval
de 25 instituciones ceresinas. El pedido fue presentado ante el Concejo Deliberante, quien luego se reuni con personal del Instituto Nacional de Tecnologa
Agropecuaria (inta), aplicadores y productores agropecuarios (slo dos de los
ms de 100 que haban convocado) para que todos los actores involucrados puedan opinar al respecto.
En 2011, comenzamos a realizar un programa radial llamado La Tierra
Sin Mal, el cual se emite en la localidad de Ceres. En un momento de candente
discusin sobre las fumigaciones, el director de la radio fm 100.1 Radiodifusora
Libertad, recibi amenazas telefnicas. Al darse a conocer esta situacin, recibimos el apoyo y las solidaridades enviadas desde distintos lugares del pas, por
organizaciones, gremios y medios de comunicacin, rechazando y repudiando
ese accionar antidemocrtico. Actualmente, La Tierra sin Mal sale los sbados
de 7 a 9 de la maana.
Adems, buscando aportar a la discusin, organizamos dos charlas a cargo
del Dr. Medardo vila Vzquez, integrante de la Red de Mdicos de Pueblos
Fumigados. Asistieron en Hersilia unas 50 personas, aunque nadie de la patronal
rural, y en Ceres unos 100 vecinos. Es esclarecedor cuando vila Vzquez seala,
por ejemplo, que el clorpirifs, que se esparce en los cultivos de la zona y es el
insecticida ms vendido en el pas (segn el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria, entraron 8.650.000 de litros/kilos en 2010, lo que indica
un aumento mayor al 100% respecto a 2006), fue utilizado, como el glifosato y
otros venenos del agro, como arma de guerra; que un gramo puede matar a una
persona; que est asociado a enfermedades autoinmunes; que se ha demostrado
que el coeficiente intelectual de nios expuestos a clorpirifs en el perodo pre82
natal puede reducirse en relacin directa a los niveles que se encuentren de este
plaguicida en la sangre del cordn umbilical al momento del nacimiento.
Sin embargo, todas estas charlas y estudios no fueron suficiente para la
mayora de los concejales de Ceres, como no lo fue la informacin que les brindamos: ms de 90 documentos con investigaciones cientficas, fallos judiciales,
testimonios y videos que muestran modos de produccin ms saludables. Tampoco ofrecieron a la sociedad el derecho a realizar una audiencia pblica en la
que pueda discutirse acerca de esta problemtica.
Si bien exista entre los concejales ceresinos un preacuerdo para sancionar
una ordenanza que no otorgaba los 800 metros libres que pedamos los vecinos pero s aceptaba un anteproyecto que alejaba a 500 metros las aspersiones
terrestres, dicho preacuerdo se traicion ante una maniobra poltica acordada
por el inta, la Secretara de Medio Ambiente del ejecutivo municipal y los concejales radicales de la supuesta oposicin, que cedieron ante las presiones de los
empresarios envenenadores y votaron una ordenanza cercana a la que present
el ejecutivo (80 metros libres, que fueron tachados del anteproyecto y aumentados a 200). En sntesis, la nueva ordenanza n 1299/12, declara una zona de 200
metros, desde la lnea agronmica, libre de toda fumigacin y, a partir de ella,
500 metros en los que se puede fumigar slo una vez al ao (situacin que nadie
controla, posibilitando infracciones) hasta fin de 2014. Por ende, en 2015, seran
700 metros libres de toda fumigacin, medida que no vamos a permitir que sufra
una marcha atrs, como ocurri al momento de votar la ordenanza.
EL SILENCIO ES SALUD?
Las escuelas rurales estn siendo continuamente fumigadas con mosquitos
y con aviones. Todas estn rodeadas por sembrados y son rociadas sin importar
que los alumnos estn cursando, a excepcin de aquellas cuyos docentes han
realizado denuncias ante la Justicia y que, por ello, son fumigadas los fines de semana o por la noche, lo cual no representa una solucin ya que los venenos persisten, se mueven con la mnima brisa y se elevan con el roco de la noche. Es
notoria la gradual reduccin de las matrculas escolares, de la mano del aumento
de taperas (casas en donde antes vivan las familias) abandonadas. Son sntomas
del despoblamiento del campo. La escuela rural de Colonia Ana tena 40 alumnos de nivel primario en 1989, en 2011, slo 22 alumnos en el mismo nivel. Junto
a otras organizaciones, estamos desarrollando la Campaa Escuelas fumigadas:
Nunca Ms, recopilando material flmico y sonoro en donde alumnos, padres y
docentes de escuelas rurales, cuentan las dificultades diarias que deben afrontar
a causa de los vecinos que los fumigan.
La demanda sanitaria ha aumentado significativamente en los ltimos aos
sin que el crecimiento poblacional lo haga en una proporcin cercana. Los pobladores, si bien muchos no quieren exponer abiertamente sus opiniones dado
que la dependencia de las clases sociales altas es constante (son dueos de los
grandes negocios del pueblo, o importantes clientes de otros comercios, o son
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direcciones de productores rurales que trabajan la tierra sin utilizar agroqumicos, principalmente dedicados a la ganadera orgnica, experiencia que podra
implementarse en esta zona del departamento San Cristbal, el cual en el pasado
supo ser uno de los lugares ms ganaderos de la provincia. Tambin dialog con
autoridades comunales, instndolas a que trabajen junto a los productores del
rea periurbana.
Al da de hoy (e incluso luego de una charla brindada por el Ingeniero Jorge Frana del inta de Rafaela acerca del manejo integrado de plagas, convocada
desde la Sociedad Rural, en la que manifestamos la predisposicin de la gente
del mapo para acompaar a quienes deseen producir de manera agroecolgica,
es decir, que ofrezca su tierra, no sus ganancias, para ser asesorado), ningn
ruralista ha emprendido un cambio significativo en los modos de produccin.
MENTIRAS TRANSGNICAS
Primero dijeron que eran inocuos o que no hacan tanto dao, no slo
los ingenieros agrnomos, los expendedores de agroqumicos, las empresas de
pulverizacin, los polticos y los dueos de la tierra, sino tambin el ministro
de Ciencia, Tecnologa e Innovacin Productiva de la Nacin, Lino Baraao, al
sealar que hay gente que se ha tomado un vaso de glifosato y no le ha pasado
nada, a lo sumo es tan daino como tomar agua con sal.
Luego dijeron que no haba pruebas cientficas que demostraran su toxicidad, aunque abundan las investigaciones que lo comprueban. Es una cotidiana
carga respirar glifosato sabiendo que, al hacerlo, una microgota entra en contacto con miles de nuestras clulas y puede desencadenar un proceso cancergeno,
o que por sus coadyuvantes y surfactantes nuestro adn puede estar daado y
podramos transmitirles a nuestros hijos alguna secuela por vivir con tanto veneno en la sangre.
Nos dijeron que no se puede prohibir de golpe, que el cambio debe ser
paulatino, pero la transicin no se ha iniciado an: a pesar de las numerosas denuncias, se continan vertiendo txicos. Solo en el ltimo ao, 500 millones de
litros de agrotxicos han sido volcados en los campos y en los pueblos, es decir
una lluvia constante. Quienes sufrimos las consecuencias no nos consultaron si
queramos ser parte de las externalidades negativas del monocultivo que impusieron sin previo estudio de impacto ambiental.
Nos engaan diciendo que hay que mejorar los controles, sabiendo que
no es posible controlar qu producto se utiliza, si la dosis es correcta y el da
adecuado, porque se fumiga todo el tiempo en todos los campos. Por eso prohibir es la forma ms real de controlar, dado que si un vecino sabe que cerca del
pueblo no debe trabajar un mosquito, al verlo, puede denunciarlo. El control
oficial no existe, la mayora de los productores no presentan las recetas agronmicas correspondientes a cada aplicacin, y cuando lo hacen nadie controla,
ni municipios, ni comunas, ni el Ministerio de la Produccin provincial, ni
su Secretara de Medio Ambiente. Tampoco a nivel nacional. En 2011 denun86
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10
El pea2 es un plan realizado por diversos actores vinculados al agro argentino que fueron convocados
por el Ministerio de Agricultura, Ganadera y Pesca con el objetivo de acordar planes de accin y proyecciones en
lo relacionado a la industria agroalimentaria. Fue presentado en el ao 2012 y propone aumentar significativamente
la superficie sembrada con soja y con otros cultivos transgnicos. Numerosas asambleas y ong que luchan contra el
actual modelo agrario denunciaron que no fueron invitadas a participar de las reuniones previas para la realizacin
del mismo (N. del E.).
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BIBLIOGRAFA
vila Vzquez, M. (2012). Situacin de los Pueblos Fumigados en Argentina.
Crdoba: Red Universitaria de Ambiente y Salud.
Chang, F. C.; Simcik, M. F. & Capel, P. D. (2011). Occurrence and fate
of the herbicide glyphosate and its degradate aminomethylphosphonic
acid in the atmosphere, en Environ Toxicol Chem, 3 (548-555).
Freire, P. (1990). La naturaleza poltica de la educacin: Cultura, Poder y
Liberacin. Madrid: Editorial Paids.
Claudia C. Flores1
Santiago Sarandn2
La Agroecologa
Un paradigma alternativo al modelo convencional
de Agricultura Intensiva
En la actualidad hay una amplia aceptacin del objetivo de lograr una agricultura sustentable, que satisfaga las necesidades de sta y de las futuras generaciones (wced, 1987).
Es necesario, para ello, un cambio de paradigma que pueda dar cuenta de
la complejidad que representa el manejo o gestin de los agroecosistemas en
un enfoque de sustentabilidad. Esto requiere superar el actual paradigma de la
Revolucin Verde (responsable de la aparicin de una serie de externalidades
negativas de ndole econmica, social y ecolgica que ponen en riesgo la capacidad de reproduccin de los agroecosistemas). Sin embargo, an hoy predomina
el enfoque reduccionista y unidimensional de dicho paradigma y la crtica del
mismo se limita a cuantificar las externalidades negativas del desarrollo rural
convencional para imputrselas a alguien, manteniendo una fe extrema en
que la tecnologa podr resolver los problemas que este enfoque genera (Snchez
de Puerta Trujillo, 2004).
La Agroecologa surge, fundamentalmente en Latinoamrica, como un
paradigma superador al de la Revolucin Verde, como un enfoque terico y
metodolgico que, utilizando varias disciplinas cientficas, pretende estudiar
la actividad agraria desde una perspectiva integradora de las dimensiones
ecolgica, econmica y social. El enfoque de la Agroecologa propone la elaboracin de propuestas de accin social colectivas a partir de las experiencias existentes en agriculturas de base ecolgica, con el objetivo de sustituir
1
Agroecologa. Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales. Universidad Nacional de La Plata,
Argentina. Email: cflores@agro.unlp.edu.ar.
2
Agroecologa. Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales. Universidad Nacional de La Plata,
Argentina. Comisin de Investigaciones Cientficas (cic), Provincia de Buenos Aires. Email: sarandon@agro.unlp.
edu.ar.
90
91
el modelo agropecuario industrial dominante por otro que apunte hacia una agricultura socialmente ms justa, econmicamente viable y ecolgicamente apropiada.
En este captulo pretendemos discutir el impacto de la agricultura moderna, sus causas y los alcances y limitaciones de la Agroecologa como paradigma
emergente para el logro de un desarrollo rural sustentable en Latinoamrica, en
reemplazo del enfoque productivista de la agricultura moderna.
LA INSUSTENTABILIDAD
DE LA AGRICULTURA MODERNA
La aplicacin del modelo de la Revolucin Verde logr incrementos
significativos en la produccin y productividad agrcola. En la Argentina,
desde 1989 hasta 2011, la produccin de granos se acrecent en un 60% y la
superficie agrcola slo el 24% (casafe, 2011). Sin embargo, esto estuvo basado,
principalmente, en el incremento del uso de insumos, energa, combustibles y el
uso de variedades mejoradas de cultivos y animales.
Esta intensificacin en el uso de insumos, junto con el uso inapropiado de
ciertas tecnologas, atent contra la capacidad productiva de los agroecosistemas,
y tambin afect los recursos globales o de otros sistemas (ciudades, ros, lagos) y
a las personas que forman parte de ellos. La utilizacin de insecticidas y herbicidas
no solo no disminuy con el tiempo, como se crea, sino que ha aumentado en
los ltimos aos mostrando una tendencia preocupante: en Argentina, se pas
de un consumo de 73 millones de kg/l en 1995, a 236 millones de kg./l en el ao
2005 (casafe, 2011). Incluso, en aquellos pases industrializados donde su uso
ha declinado, la toxicidad de los principios activos es entre 10 y 100 veces mayor,
por lo que la cantidad de producto liberado sigue aumentando (Mc Ginn, 2000).
Una de las consecuencias ms notables de la aplicacin del modelo de la
Revolucin Verde es la exclusin de muchos productores de bajos recursos en
los pases en vas de desarrollo, sin suficiente capital para adquirir la maquinaria
agrcola y comprar los fertilizantes y pesticidas necesarios para producir bajo este
modelo. Hace ms de una dcada que la Organizacin de las Naciones Unidas para
la Alimentacin y la Agricultura (fao) reconoci que se cometi el gravsimo error
de no priorizar la generacin de tecnologas de bajo costo que fuesen adecuadas
para las circunstancias de escasez de capital y adversidad fsico-productiva que
caracteriza a la gran mayora de los productores agropecuarios (iica, 1999). Y
que el sistema de subsidios y crditos (para que los productores accedieran a la
moderna tecnologa), con demasiada frecuencia benefici ms al sector financiero
y a los fabricantes de insumos y equipos, que a los propios agricultores.
En la Argentina, se ha reconocido que el gran desarrollo tecnolgico
producido en las ltimas dcadas ha estado centrado principalmente en
tecnologa de insumos y capital intensiva, lo que desplaz al sector de pequeos
productores, y que la tecnologa generada no siempre ha satisfecho la demanda
del sector de la agricultura familiar, considerada parte de un sector social
relevante en Argentina dado su gravitante rol en la seguridad alimentaria, en
92
LA AGROECOLOGA
18.000.000
16.000.000
14.000.000
12.000.000
10.000.000
8.000.000
6.000.000
4.000.000
2.000.000
0
93
LA AGROECOLOGA
Girasol
16.000.000
Maz
14.000.000
Soja
12.000.000
Trigo
10.000.000
8.000.000
6.000.000
4.000.000
2.000.000
0
1969 /70 1972 /73 1975 /761978 /791981 /821984 /85 1987 /881990 /911993 /94 1999 /00 2005 /06 2008 /09
Si se pretende garantizar la sustentabilidad, es necesario conservar los recursos y el ambiente global para las prximas generaciones: suelo, agua, biodiversidad, atmsfera y energa. El modelo elegido de produccin de soja no
parece cumplir con estos objetivos.
Uno de los recursos ms preciados es el suelo. Dentro de ste, los nutrientes
constituyen un capital importantsimo ya que son esenciales para el crecimiento de las
plantas. Un sistema sustentable debe mantener la dotacin de nutrientes en el tiempo.
Los principales son el Nitrgeno (n), Fsforo (p), Potasio (k) y Azufre (s).
El modelo sojero es un modelo extractivo, ya que, en cada cosecha, con el
grano, se extraen grandes cantidades de nutrientes que no son repuestos, porque
la soja no responde al agregado de fertilizantes. Cada 1000 kg./ha. de soja cosechada, se van del campo 105, 12 y 8,5 kg/ha. de n, p y s por hectrea, respectivamente (Darwich, 2003). Aunque esto parece poco, la repeticin de este modelo
durante varios aos y en grandes extensiones, significa una prdida importantsima de nutrientes4.
4
Tal como lo han documentado Flores y Sarandn (2003) para la Regin Pampeana y Zazo y otros
(2011) para el Partido de Arrecifes.
94
Tambin, el modelo ha puesto en riesgo la seguridad y la Soberana Alimentaria. La sojizacin provoc una disminucin del 20% en la diversidad de cultivos (Aizen y otros, 2009) y la agricultura orientada a la exportacin tiene dificultades para abastecer las necesidades de alimentacin nacional o regional al no
proporcionar una canasta alimentaria suficientemente variada (cepal, 2005).
Adems, el exceso de aplicaciones comienza a ser percibido y rechazado
por grupos de pobladores de localidades rurales quines basndose en los riesgos de los agrotxicos sobre la salud y el medio ambiente, buscan disminuir las
aplicaciones en sus reas de residencia acudiendo a la intervencin de la Justicia
para dar curso a sus reclamos.
En sntesis, las consecuencias de la sojizacin pueden resumirse como:
. Balances negativos de nutrientes y prdida de carbono (mo) de los suelos.
. Disminucin de biodiversidad por simplificacin de cultivos,
eliminacin de vegetacin espontnea y montes nativos, y sus
funciones o servicios ecolgicos.
. El consecuente aumento en la aplicacin de agroqumicos.
. Generacin de resistencia gentica.
. Prdida de conocimiento o erosin cultural de los agricultores.
. El monocultivo para exportacin ha disminuido la oferta de cultivos
dentro del pas aumentando la dependencia y fragilidad del sistema de
provisin de alimentos.
. El despoblamiento del campo. Disminucin de pequeos agricultores.
Concentracin de tierras. Dependencia tecnolgica.
. Los problemas de salud humana por toxicidad de agroqumicos, y el
impacto sobre otros seres vivos y ecosistemas.
Es claro, por lo tanto, que el proceso o fenmeno de sojizacin que se ha
dado en Argentina, promovido por una aparente rentabilidad, no condujo a
sistemas ms sustentables ni a asegurar la Soberana Alimentaria de nuestro pas.
LA AGROECOLOGA
llo de las ciencias agrarias. Y an es el enfoque predominante en las instituciones de investigacin agropecuarias y las universidades, 400 aos despus de que
Descartes sentara las bases del racionalismo cientfico (Sarandn y otros, 2001).
Algunas de las principales caractersticas del modelo de la Revolucin Verde, en las que residen las causas de su insustentabilidad, son (Sarandn, 2002,
modificado):
La visin del medio ambiente como un objeto externo al hombre,
inagotable y destinado a su satisfaccin.
La perspectiva cortoplacista y productivista con que se ha encarado la
produccin agrcola moderna. El rendimiento de pocos cultivos como
sinnimo indiscutido de xito, el ambiente al servicio del potencial de
rendimiento del cultivar.
La concepcin atomista y/o reduccionista del mundo y del mtodo
de adquirir los conocimientos. Insuficiente conocimiento sobre el
funcionamiento de los agroecosistemas. Se prioriza el conocimiento de
los componentes por sobre el de las interacciones entre ellos.
La confianza ilimitada en la tecnologa (optimismo irracional). Poca
capacidad para percibir el agotamiento o degradacin de los recursos
productivos.
La deficiente formacin de los profesionales y tcnicos de la
agronoma en conceptos de la agricultura sustentable y el manejo de
agroecosistemas.
La tica: un valor difuso en la formacin de los profesionales y
tcnicos.
La falta de percepcin del costo ambiental en la evaluacin del xito
econmico de las actividades agropecuarias. La falsa ilusin de riqueza:
destruccin del capital, socializacin del costo y privatizacin de la
ganancia. El mercado como mecanismo poco adecuado para valorar
los bienes ambientales. El precio no es sinnimo de valor.
El incipiente desarrollo de metodologas adecuadas para evaluar la
sustentabilidad de las prcticas agrcolas. Cmo se mide la sustentabilidad?
Esta visin, considera al hombre por encima y por fuera de la Naturaleza,
a la que pretende dominar y poner a su servicio. No reconoce al hombre como
un componente ms de la Naturaleza con la que debe convivir, ni el derecho de
otras especies a su propia subsistencia. Aunque esta visin extrema de la Naturaleza inagotable est demostrando ser una falacia, an influye decididamente sobre muchos cientficos y polticos que no quieren (o no pueden) ver claramente
el deterioro constante de los recursos naturales.
97
EL DESAFO ACTUAL:
LOGRAR UN DESARROLLO SUSTENTABLE
La Comisin Brundtland5 ha definido el desarrollo sustentable como
aqul que permite la satisfaccin de las necesidades de esta generacin sin comprometer la satisfaccin de las necesidades de las generaciones futuras (cmmad,
1988). Esta definicin, polmica y duramente cuestionada por su concepcin ecotecnocntrica del desarrollo (Alonso Mielgo y Sevilla Guzmn, 1995), es, sin embargo, revolucionaria porque introduce un nuevo concepto: el de la solidaridad con las
generaciones futuras, es decir, con aquellos que an no han nacido.
Un modelo de agricultura sustentable sera aquel que pueda mantener en el
tiempo un flujo de bienes y servicios que satisfagan las necesidades alimenticias,
socioeconmicas y culturales de la poblacin, dentro de los lmites biofsicos que
establece el correcto funcionamiento de los sistemas naturales (agroecosistemas)
que lo soportan (Sarandn y otros, 2006).
Esta definicin implica reconocer, por un lado, que los agroecosistemas tienen una funcin integral: no slo deben producir bienes sino tambin, y simultneamente, brindar servicios: hbitat, funciones ecolgicas (ciclado de nutrientes,
regulacin bitica, captura de carbono, control de la erosin, detoxificacin del
ambiente), paisaje, conservacin de la biodiversidad de plantas y animales. Es
necesario reincorporar la idea del uso mltiple del territorio; el concepto de la
multifuncionalidad de la agricultura. Esto implica un cambio importante en la
concepcin clsica (an predominante) sobre los agroecosistemas como reas
dedicadas casi exclusivamente a la produccin de alimentos, fibras y ahora energa (biocombustibles), mientras que el mundo natural conserva la biodiversidad y los otros atributos o funciones ecosistmicas (Sarandn, 2009).
Por otro lado, esta definicin de sustentabilidad implica admitir que la satisfaccin de las necesidades est (o debera estar) restringida por los lmites
biofsicos de los sistemas naturales que la soportan. Es decir, cada agroecosistema presenta caractersticas propias y nicas: en suelos, climas, biodiversidad,
topografa, disponibilidad de agua, etc. que definen o determinan su capacidad
productiva, su potencial (de acuerdo a la calidad de sus recursos naturales). La
idea de que existe un lmite a la satisfaccin de nuestras necesidades, como un
deber tico con las futuras generaciones es, tal vez, uno de los aspectos menos
comprendidos y ms difciles de aceptar de este concepto (Sarandn, 2009).
Para satisfacer a las futuras generaciones, la agricultura debe poder mantenerse en el tiempo, lo que implica que deben cumplirse una serie de requisitos.
La falta de cumplimiento de los mismos pone en duda, en el corto o largo plazo,
la sustentabilidad. Esta agricultura debera ser:
5
Comisin Mundial Para el Medio Ambiente y el Desarrollo de la onu (1987), encabezada por la Dra.
Gro Harlem Brundtland. Esta Comisin public el libro Nuestro Futuro Comn, considerado el primer intento de
eliminar la confrontacin entre desarrollo y sostenibilidad, el cual demostr que el camino que la sociedad global
haba tomado estaba destruyendo el ambiente y dejando a cada vez ms gente en la pobreza y la vulnerabilidad. A
partir de este Informe el concepto de desarrollo sostenible se oficializa y pasa a ocupar un lugar central en la agenda
poltica internacional.
98
LA AGROECOLOGA
1) Suficientemente productiva (que produzca suficiente en cantidad y calidad para permitir la autosuficiencia alimentaria).
2) Econmicamente viable (que permita el mantenimiento de niveles de
vida adecuados satisfactorios para el agricultor y su familia, y su reproduccin
a largo plazo y contabilizando todos los costos).
3) Ecolgicamente adecuada (que conserve la base de recursos naturales
y que preserve la integridad del ambiente en el mbito local, regional y global).
Implica la conservacin de los recursos, del capital natural, intra y extrapredial.
4) Cultural y socialmente aceptable. Implica los atributos asociados con
la lgica o lgicas de los agricultores y de las comunidades donde estos viven y
desarrollan sus actividades. Se asume que los agroecosistemas son ecosistemas
modificados por el hombre de acuerdo a su lgica, valores, conocimientos, los
que son transformados por sus relaciones con los miembros de la sociedad de la
cual forma parte. Este capital cultural y social influye y es, a su vez, afectado por
el modelo de agricultura que prevalezca.
Estos objetivos son igualmente importantes, de cumplimiento simultneo,
y no son reemplazables los unos con los otros.
Analizando la complejidad de este desafo y la multidimensin de sus objetivos, surge inmediatamente una pregunta: Es posible alcanzar estos objetivos
con el mismo enfoque que origin los problemas que se pretenden solucionar?
El desarrollo de esta nueva agricultura requiere un profundo cambio en
el enfoque con que se abordan los agroecosistemas: un mayor y mejor conocimiento de sus componentes y de las interrelaciones entre ellos. Es un cambio de
paradigma que la Agroecologa, como ciencia y enfoque pretende representar.
UN PARADIGMA EMERGENTE
PARA EL LOGRO DE LA SUSTENTABILIDAD
La Agroecologa podra definirse o entenderse como: Un nuevo campo de conocimientos, un enfoque, una disciplina cientfica que rene, sintetiza y aplica conocimientos de la agronoma, la ecologa, la sociologa, la
etnobotnica y otras ciencias afines, con una ptica holstica y sistmica y
un fuerte componente tico, para generar conocimientos y validar y aplicar
estrategias adecuadas para disear, manejar y evaluar agroecosistemas sustentables (Sarandn, 2002). Surge principalmente en Latinoamrica como
respuesta a la crisis medioambiental y social generada por el desarrollismo.
Las ong, trabajando con estos agricultores de bajos recursos ambientales y
de capital, comprendieron que los conocimientos y la formacin de los agrnomos no eran adecuados a la realidad de la mayora de los agricultores de
nuestros pases.
La Agroecologa entiende la necesidad de un dilogo de saberes e intercambio de experiencias; una hibridacin de ciencias y tcnicas, para
99
LA AGROECOLOGA
ficas, as como de saberes, conocimientos y experiencias de los propios agricultores, lo que permite el establecimiento de marcos conceptuales, metodolgicos
y estratgicos con mayor capacidad para orientar tanto el diseo y manejo de
agroecosistemas sustentables como los procesos de desarrollo rural sustentable
(Caporal y Costabeber, 2004a). Se basa en un enfoque sistmico; una perspectiva
holstica; una visin multidisciplinaria, a partir de sostener que los sistemas slo
pueden conocerse a travs de la visin que aportan diferentes reas del conocimiento y una accin participativa, en que los agricultores son sujetos y no slo
objetos del proceso de investigacin (Guzmn y otros, 2000).
EL ENFOQUE AGROECOLGICO
La Agroecologa debe entenderse como un nuevo enfoque que reemplaza la concepcin puramente tcnica por una que incorpora la relacin entre la agricultura y el
ambiente global y las dimensiones sociales, econmicas, polticas, ticas y culturales. La
sustentabilidad debe ser estudiada y propuesta como una bsqueda permanente de nuevos puntos de equilibrio entre estas diferentes dimensiones que pueden ser conflictivas
entre s en realidades concretas (Caporal y Costabeber, 2004b).
Desde el punto de vista ecolgico, la Agroecologa busca el mantenimiento y
recuperacin de los recursos naturales a nivel local, regional y global desde un enfoque holstico y sistmico que ponga atencin en todos los componentes y relaciones
del agroecosistema, que son susceptibles de ser impactados por la accin humana.
Propone un manejo de los agroecosistemas que pretenda (Sarandn y Sarandn,
1993, modificado):
Una produccin eficiente y rentable a largo plazo (considerando el costo
ecolgico) que promueva la conservacin de suelos, agua, energa y recursos biolgicos (como la biodiversidad).
Una disminucin del riesgo debido a fluctuaciones ambientales (biticas y
abiticas) o de mercado. Lograr una mayor estabilidad en el tiempo.
Un uso o degradacin de los recursos naturales renovables a un ritmo
menor o igual a su tasa de reposicin.
Un uso o explotacin de los recursos no renovables a un ritmo menor o
igual al de la tasa de desarrollo de tecnologas alternativas.
Una emisin de residuos similar o menor a la capacidad de asimilacin
del ambiente.
Un aumento en la biodiversidad funcional de los sistemas productivos. Un
mayor aprovechamiento de procesos naturales en la produccin agrcola (reciclaje de
materia orgnica y nutrientes, fijacin de nitrgeno, y relaciones predador-presa).
Una menor dependencia del uso de insumos externos (combustibles
fsiles, plaguicidas, fertilizantes sintticos, etc.).
Un uso ms eficiente de la energa (principalmente fsil).
Una eliminacin o disminucin del dao al ambiente, a otras especies, y/o
a la salud de agricultores y consumidores.
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LA AGROECOLOGA
REFLEXIONES FINALES
De lo expuesto en el desarrollo de este captulo se deduce la necesidad de
un cambio en el actual paradigma de desarrollo agropecuario hacia otro basado
en los principios agroecolgicos: un paradigma que parta del respeto y del equilibrio con las condiciones naturales, la cultura local y los saberes tradicionales.
Las respuestas a las problemticas asociadas al modelo agroexportador no
sern dadas por la va del mercado, sino por la construccin de este nuevo paradigma donde el uso racional de los recursos pase a ser el centro del desarrollo
agropecuario. Bajo este paradigma ser necesario redisear el sistema agroalimentario hacia formas ms equitativas y viables para agricultores y consumidores y para ello se requerirn cambios radicales en las directrices polticas y
econmicas que determinan qu, cmo, dnde y para quin se produce.
Si se pretende avanzar hacia sistemas sustentables, el concepto de Soberana Alimentaria debiera pasar a transformarse en la clave de la poltica agropecuaria como alternativa al actual sistema alimentario que depende tanto de la
importacin de alimentos, como de insumos y tecnologa.
Argentina est hoy ante un dilema: la eleccin entre la preservacin de sus
recursos naturales o el deterioro de los mismos, entre Soberana Alimentaria o
dependencia, entre diversidad de alimentos o monocultivos transgnicos, entre
alimentos saludables o contaminados con agrotxicos, entre productores agropecuarios o agronegocios empresariales y entre soberana territorial o extranjerizacin de la tierra. En definitiva, entre un desarrollo realmente sustentable
o un modelo agroexportador industrial que ya ha demostrado ser social y
ambientalmente destructivo.
En ese sentido, la agricultura familiar de base agroecolgica tiene las condiciones para dar las respuestas consistentes y sustentables a los problemticas
derivadas del modelo de agricultura industrial.
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103
LA AGROECOLOGA
territorios en disputa
Conflictos por el acceso
y el uso de la tierra
106
107
TERRITORIOS EN DISPUTA
No obstante, en estos aos de desarrollo de un modelo neoliberal y extractivo, se han gestado numerosos movimientos de resistencia. El Ejrcito Zapatista
de Liberacin Nacional en Mxico (ezln), el Movimiento Sin Tierra de Brasil y Bolivia (mst), la Confederacin de Nacionalidades Indgenas del Ecuador
(conaie), el Movimiento Campesino Paraguayo (MCP), entre muchos otros. En
el caso de Argentina, se generaron organizaciones como el Movimiento Campesino de Santiago del Estero (mocase) y el Movimiento Campesino de Formosa (mocafor), ambos parte del Movimiento Nacional Campesino Indgena
(mnci), una agrupacin que rene ms de 500 mil familias de agricultores campesinos e indgenas de Argentina.
Todas estas organizaciones, conformadas por integrantes de pueblos originarios y campesinos, entienden a la tierra como parte de la naturaleza humana;
plantean un cambio en el paradigma de vida actual, mediante un modelo de
produccin basado en la Agroecologa, en el que se respeten los ciclos naturales,
se conserven las semillas orgnicas y el territorio se entienda desde un lugar de
respeto y armona; contemplando la vuelta al campo, la descentralizacin de la
sociedad en las grandes urbes y la reivindicacin de una relacin comunal de
horizontalidad y trabajo colectivo.
2
El Consejo Plurinacional Indgena, formado por comunidades y organizaciones campesinas de
distintos sectores del pas, en junio de 2013, realiz un encuentro en la provincia de Formosa, cuyo eje fue la
represin por parte del Estado argentino, la cual ha generado un gran nmero de muertes.
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TERRITORIOS EN DISPUTA
de territorios a corporaciones y multinacionales, fomentando un modelo de monocultivo, especialmente sojero; promoviendo la megaminera, la industria del
petrleo y planes de infraestructura tales como la Iniciativa para la integracin
de la Infraestructura Regional Suramericana (iirsa), todas actividades que estn relacionadas a un mismo paradigma extractivista y contaminante. La lgica
extractiva es insostenible en el tiempo porque la destruccin del recurso le es
inherente: se basa en extraer, agotar y retirarse a otras regiones donde an no se
ha iniciado el proceso. Esta insostenibilidad temporal es proporcional al impacto
ambiental que genera y a los daos en el medio ambiente que deja tras su paso
(Giarraca y Teubal, 2009).
Sin embargo, se han ido gestando alternativas reales a lo largo del territorio.
Diversos movimientos y organizaciones en diferentes puntos del pas trabajan en
una alternativa al sistema de vida actual promoviendo un trabajo armonioso con
la tierra y los ecosistemas, una agricultura sustentable con bases en la Agroecologa y en la Soberana Alimentaria. En esta Argentina agraria donde la tierra tiene
diversos significados para los distintos actores sociales, los campesinos han logrado resistir gracias a la organizacin y el surgimiento de movimientos fuertes.
La Soberana Alimentaria es uno de los pilares de los movimientos campesinos y se entiende como el derecho fundamental de todos los pueblos, naciones y
estados a controlar sus alimentos y sus sistemas alimentarios, as como tambin el
derecho a decidir sus polticas asegurando a cada uno alimentos de calidad, adecuados, accesibles, nutritivos y culturalmente apropiados, incluyendo el derecho
de los pueblos para definir sus formas de produccin, uso e intercambio tanto a
nivel local como internacional.
Segn la Conferencia de la Va Campesina3, realizada en Yakarta en 2013,
la Soberana Alimentaria ha inspirado a una generacin de activistas comprometidos con el cambio social, ha enfatizando la importancia crucial de la produccin local y sustentable, el respeto por los derechos
humanos, precios justos para los alimentos y la agricultura, comercio justo entre pases y la salvaguarda de
nuestros bienes comunes contra la privatizacin.
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En los ltimos aos, el movimiento atraves un proceso de reflexin y recomposicin interna que modific sus prcticas sociales y su manera de afrontar
la lucha por la tierra. De la resistencia a los desalojos y el avance empresarial
sobre sus tierras, han dado un paso adelante fortaleciendo su lucha en un proceso de construccin poltica y social, donde la educacin y la formacin poltica
tienen una importancia fundamental.
No nos podamos quedar solo pensando en la lucha
por la tierra, sino que la disputa por el territorio tiene
que ver con la educacin, la salud, la comunicacin y
tambin con poder trabajar, desarrollar y formar polticamente nuestros maestros y tcnicos. Nosotros vemos que no podemos quedarnos solo en la ofensiva,
la defensa de la tierra es algo donde tenemos mucho
aprendizaje y ahora nos desafiamos en dar otro salto
(Adolfo Faras, el Gringo, integrante del mocase).
TERRITORIOS EN DISPUTA
en la cual aquel poblador que ha permanecido por ms de veinte aos, ha ejercido una posesin pacfica y ha trabajado la tierra y realizado mejoras, es considerado propietario.
En los setenta y ochenta algunos personajes asociados
a la dictadura militar fueron apropindose de algunas
partes del territorio, se han desalojado familias enteras
y se ha hecho que otras familias se vayan a otros sitios,
a las villas miseria por ejemplo. En este contexto de
apropiaciones de tierras, se han hecho estos desalojos
silenciosos. Pero, poco a poco, se han ido formando
organizaciones zonales. Uno de los principales hechos
que tomamos como antecedente, es el grito de los Jures en el 85. Toda una poblacin se ha levantado con
el grito a las familias (Deolinda, encargada del rea de
comunicacin).
4
Artculo sustituido por Art. 1 de laLey n 17.711B.O. 26/4/1968. Vigencia: a partir del 1 de julio
de 1968. Cdigo Civil. Seccin Tercera. De la Adquisicin y Prdida de los Derechos reales y personales por el
transcurso del tiempo. Ttulo 1.
5
La Orden de los Palotinos es una sociedad de vida apostlica de la Iglesia Catlica Apostlica Romana
fundada en 1835 por el sacerdote romano Vicente Pallotti. Sus postulados sostenan que el apostolado incumba a
todos los catlicos por el solo hecho de ser bautizados (N. del E.).
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113
poder poltico provincial, para quienes los campesinos resultaban una amenaza.
En consecuencia, la presin del gobierno de Santiago sobre el Obispado hizo
que ste retirara el apoyo a los familias, quienes a pesar de todo continuaron
con la lucha y fortalecieron su organizacin dando lugar a la conformacin de
Comisiones Centrales Campesinas, las cuales se articularon en organizaciones
zonales y dieron lugar a la formacin del mocase.
As es como el Grito de los Jures es considerado uno de los episodios que
motorizaron la conformacin del mocase. Otro de los hechos que se toma como
referencia es el que ocurri en el paraje La Simona, cuando en octubre del ao
1998, tractores y topadoras avanzaron sobre las parcelas campesinas, derribaron
rboles y estuvieron cerca de atropellar numerosas familias. A partir de esta situacin, otros grupos se movilizaron hasta el lugar y montaron una carpa negra
que fue un espacio de reunin y visibilizacin del conflicto. Este hito conllev
a que el mocase comenzara a ganar notoriedad social a nivel nacional; lo que
represent un logro interno para la organizacin.
Desde la organizacin campesina se han frenado desalojos en varios parajes. Algunos dicen que nosotros
comenzamos el 12 de octubre de 1998 en la Simona, la
carpa negra que ha sido uno de los casos que ha trascendido en difusin y ha acompaado organizaciones
a nivel nacional e internacional. Eso fue todo por la
decisin de las familias de la Simona, para hacer freno
al atropello de este empresario Masoni que quera 120
mil hectreas en ese sector (Deolinda, encargada del
rea de comunicacin, Julio 2012).
Poco a poco, se promovi la organizacin para la autodefensa de los pobladores y se trabaj en el asesoramiento legal de los campesinos. Fueron logrando
mayor visibilidad poltica y ampliando la articulacin con otros sectores de la
sociedad con intereses comunes. El mocase fue opositor al gobernador Carlos
Jurez, que cont con un fuerte aparato de espionaje y represin.
Los conflictos no vienen solos, tienen que ver con la
dcada del noventa, la profundizacin del neoliberalismo, la estrategia de acaparamiento de los territorios, es decir con el modelo de agronegocios, minera
y todas las polticas que tenemos hoy que justamente
tiene que ver con la intencin de desaparecer el sujeto
campesino. Cul es nuestra tarea frente a este camino poltico vinculado hacia los desalojos? Lo primero,
es la organizacin de base (Adolfo Faras, El Gringo,
vocero del movimiento).
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TERRITORIOS EN DISPUTA
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para luchar por nuestros derechos (Rubn, Lobo, integrante del mocase-vc).
Los hombres y mujeres del mocase explican que la organizacin tiene
como raz el rechazo a ser pen rural, generalmente maltratado y desvalorizado.
Promueven una vida libre de dominacin y abocada a la construccin colectiva,
trabajando con lo que producen sus manos y manteniendo una estructura de
organizacin horizontal. El movimiento trabaja en pos de la Reforma Agraria
Integral y de la Soberana Alimentaria, lo cual implica un cambio profundo en
el modelo agrario actual.
La Reforma Agraria integral representa una modificacin del sistema de
produccin, distribucin de tierras, descentralizacin la vuelta de la ciudad
al campo; una modificacin del sistema de vida, entendiendo a la propiedad
de manera comunitaria y fomentando el trabajo colectivo, entre otras cosas.
Estamos convencidos de que no puede haber desarrollo sustentable y justicia social en nuestro pas
si no se produce una profunda transformacin del
modelo agropecuario. Esa transformacin implica una Reforma Agraria entendida como territorio abierto, compartido, donde podamos expresar
nuestras costumbres, valorar nuestros saberes y
donde primen la responsabilidad, el respeto y el
trabajo comunitario y donde construyamos relaciones igualitarias entre hombre y mujer (Congreso del mnci, 2010).
TERRITORIOS EN DISPUTA
Jos trabaj 20 aos para una empresa maderera de los Cura, cerca de las
Tinajas, llamada Las Tinajas S.A.. All hachaba casi 12 horas por da y regresaba a su casa slo los domingos. Cuando lo despidieron no le pagaron ningn
resarcimiento. En ese momento, comenz a producir su tierra, a dedicarse a la
cra de cabras y a la agricultura. Se construy su rancho de barro y chapa, y cri
a sus hijas junto a su mujer, Teresa Tolosa. Hoy contina en la organizacin, participando de las reuniones y formando parte de la toma de decisiones. Su hija,
Noelia Daz, tambin es parte del movimiento, est terminando su tercer ao en
la escuela de Agroecologa del mocase y forma parte de la Secretara de Salud.
Para ella el movimiento es un espacio de aprendizaje y formacin, pero tambin
de encuentro y socializacin.
Como esta familia, la mayora de los campesinos de Santiago del Estero no tienen red de gas, luz, ni agua potable, por lo que su calefaccin y cocina es a travs del
fuego. El acceso al agua se vuelve un conflicto, ya que la mayora debe caminar varios
kilmetros para sacar de pozos o represas construidas artificialmente. Sumado a esto,
en algunos de estos pozos, se han encontrado altos niveles de arsnico, producto de
la contaminacin por las fumigaciones en zonas aledaas.
Por otro lado, el Lote 5, durante el 2003, tuvo dos importantes casos de
desalojo. Pasaron las topadoras y arrasaron con la produccin generando un clima de tensin y violencia. El mocase actu de manera colectiva y ochenta integrantes de la organizacin se trasladaron hacia las tierras de la familia implicada,
hicieron frente al conflicto y lograron sacar a los empresarios que estaban avanzando; dentro del movimiento esto es lo que ellos denominan una retoma. Esta
familia, como tantas otras, est llevando adelante los trmites correspondientes
para que reconozcan esa tierra como territorio indgena.
Las formas que nos han tratado de desalojar ha sido de
diferentes maneras, violentamente, utilizando herramientas jurdicas, la polica, los jueces al servicio de los
sojeros, el agronegocio. Esta es la gran lucha que tenemos, contra las grandes empresas, las transnacionales.
Cuando nos toca enfrentarnos a estos campesinos con
necesidades que estn trabajando para las empresas, tambin dialogamos con ellos, trabajamos con ellos, compartiendo. No es el camino de la violencia nuestra solucin,
sino lo contrario, el de la resistencia organizada (Adolfo
Faras, El Gringo, vocero del movimiento).
A lo largo de esta lucha, el movimiento ha perdido compaeros que fueron
asesinados en situaciones de conflicto: Cristian Ferreyra, en noviembre del 2011
en el paraje San Antonio, y Miguel Galvn, en octubre de 2012 en el paraje El
Simbol, lmite de la provincia de Santiago del Estero y Salta. Ambos casos se
produjeron en focos de tensin entre las familias de la comunidad y empresarios
sojeros o madereros, que intentaban avanzar sobre su territorio.
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