Autoconcepto, Autoestima y Aprendizaje Escolar
Autoconcepto, Autoestima y Aprendizaje Escolar
Autoconcepto, Autoestima y Aprendizaje Escolar
Julio A. Gonzlez Pienda, J. Carlos Nez Prez, Soledad Glez. Pumariega, Marta S. Garca Garca
Autoconcepto, autoestima y aprendizaje escolar
Psicothema, vol. 9, nm. 2, 1997, pp. 271-289,
Universidad de Oviedo
Espaa
Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=72709204
Psicothema,
ISSN (Versin impresa): 0214-9915
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Proyecto acadmico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto
AUTOCONCEPTO, AUTOESTIMA
Y APRENDIZAJE ESCOLAR
Julio A. Gonzlez-Pienda, J. Carlos Nez Prez, Soledad Glez.-Pumariega
y Marta S. Garca Garca
Universidad de Oviedo
El autoconcepto es una de las variables ms relevantes dentro del mbito de la personalidad, tanto desde una perspectiva afectiva como motivacional. Las mltiples investigaciones que le abordan coinciden en destacar su papel en la regulacin de las estrategias cognitivo-motivacionales implicadas en el aprendizaje y rendimiento acadmico.
Sin embargo, esta amplia investigacin est demandando una sntesis que armonice el
cmulo de informacin de que se dispone sobre este constructo. En el presente trabajo
se ofrece un punto de vista sobre cmo integrar dicha informacin (a veces coincidente,
a veces notablemente contradictoria) dentro de un modelo hipottico, describiendo brevemente sus caractersticas o pilares bsicos.
Self-Concept, self-esteem and school learning. Self-concept is one of the most relevant variables in the field of personality, both affective and motivational perspective.
Multiple researches highligh its importance in the regulation of cognitive-motivational
strategies involved in learning and academic performance. However, it is necessary a
synthesis which reconciles all the information that we know about this construct. In this
job one offers a point of view about how integrate that information (sometimes coincidental, sometimes remarkably contradictory) in a hypothetic model,, describing briefly
the characteristics and basic supports of this construct.
Segn Hernndez (1991), tres son las variables personales que determinan el aprendizaje escolar: el poder (inteligencia, aptitudes), el querer (motivacin) y el modo de
ser (personalidad), adems del saber hacer (utilizar habilidades y estrategias de
aprendizaje). El modo de describir, analizar
e interpretar cada uno de estos constructos
ha cambiado significativamente en los ltimos aos, pudiendo ofrecer actualmente
una visin ms completa y operativa.
Correspondencia: Julio A. Gonzlez-Pienda
Facultad de Psicologa
Universidad de Oviedo
Plaza Feijoo, s/n.
33003 Oviedo (Spain)
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mayor sobre la conducta y un papel ms integrativo que los de orden inferior (de orden
inferior a superior: sensorial y motor, cognitivo y afectivo, estilos y valores).
De la interaccin que se produce entre
estos sistemas deriva el sentido personal del
individuo, su personalidad, en el que tienen
relevancia tres conceptos o dimensiones: (a)
la visin del mundo, consecuencia de la interaccin entre los sistemas cognitivo y estilos, (b) los estilos de vida del individuo,
determinados fundamentalmente por la interaccin entre los sistemas afectivo y de valores, y (c) la autoimagen o autoconcepto
que est determinada, en ltimo trmino,
por la interaccin de los sistemas de estilos
y valores.
Centrndonos en la parte de la teora que
ms nos interesa, podramos afirmar que el
autoconcepto es uno de los tres componentes esenciales del self (o personalidad integral), siendo la visin del mundo y los estilos de vida los otros dos componentes. El
autoconcepto, desde esta perspectiva, se entiende como la imagen que uno tiene de s
mismo y que se encuentra determinada por
la acumulacin integradora de la informacin tanto externa como interna, juzgada y
valorada mediante la interaccin de los sistemas de estilos (o forma especfica que tiene el individuo de razonar sobre la informacin) y valores (o la seleccin de los aspectos significativos de dicha informacin con
grandes dosis de afectividad). Esta acumulacin de informacin elaborada proviene
de la coordinacin entre lo que el sujeto ya
dispone y lo nuevo que debe integrar. En
consecuencia, podemos afirmar que, al menos desde esta perspectiva, el autoconcepto
es una de las variables centrales del mbito
de la personalidad (Gonzlez-Pienda, Nez, et al., 1990).
Desde otros mbitos tambin se concede
gran relevancia a este constructo. Por ejemplo, la importancia de la capacidad para
analizarse y conocerse tambin ha sido des-
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En la Figura 1 ofrecemos un esquema sobre la dimensin conceptual del autoconcepto nicamente con el fin de realzar los
aspectos ms relevantes del mismo. En ella
se aprecia una doble vertiente: la descriptiva o autoimagen (cmo percibo que soy) y
la valorativa o autoestima (cmo valoro mi
autoimagen). A su vez, la autoimagen que
cada uno construimos se encuentra formada
tanto por feedbak respecto a nosotros como
individuos como por informacin derivada
de los roles que desempeamos en nuestra
interaccin social. Desde nuestra perspectiva, por su parte, la autoestima estara vinculada al autoconcepto ideal, no slo respecto
de lo que me gustara ser (por tener un gran
valor e importancia para m), sino tambin
de lo que a los dems les gustara que yo
fuese (por el valor que ello tiene para aqullos). Los contenidos que incluyen tanto el
autoconcepto ideal propio como el deseado
por los otros significativos pueden ser tanto
de naturaleza social como privada; de he-
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Figura 2. Representacin de los valores del autoconcepto en funcin de la interaccin entre las dimensiones descriptiva y valorativa.
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1993a), el gnero (Marsh, 1993b), las dimensiones -p.ej., acadmica, social, artsticas, etc- (Byrne, 1996b,c; Byrne y Gavin,
1996; Byrne y Shavelson, 1996; Vispoel,
1995) o los diferentes mbitos culturales
(Watkins, Fleming y Alfon, 1989). En general, los resultados de la mayora de los estudios confirman las caractersticas de las que
ya a mediados de los setenta nos informan
Shavelson y sus colaboradores. Segn stos,
el modelo presenta las siguientes caractersticas:
Estructura multidimensional. Las autopercepciones que el individuo construye a
lo largo de su vida ni son de la misma naturaleza, ni se encuentran relacionadas linealmente, ni tampoco tienen la misma importancia o valor en la construccin del autoconcepto. Por el contrario, las autopercepciones se encuentran organizadas segn su
naturaleza en dimensiones especficas, ms
o menos amplias. El nmero de dimensiones que cada sujeto presente formando parte de su autoconcepto depender de ciertas
variables como, por ejemplo, la edad, el sexo, la cultura de que dispone, el medio social en que se desarrolla, las exigencias profesionales, etc. As, por ejemplo, a medida
que aumenta la edad de los sujetos se van
identificando ms dimensiones, e incluso,
cambindolas por otras distintas (ver Gonzlez-Pienda, 1993).
Ordenamiento jerrquico. Adems de las
variables mencionadas anteriormente, el nmero y naturaleza de las dimensiones tiene
que ver con el nivel factorial al que correspondan. Segn este modelo, las dimensiones del autoconcepto derivadas directamente de las experiencias concretas se organizan para dar lugar a otras dimensiones ms
globales, las cuales pueden a su vez reorganizarse a otro nivel, o niveles, ms general.
As pues, las dimensiones se encuentran organizadas jerrquicamente, habiendo tres
niveles factoriales, segn el modelo de Sha-
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explicacin. Parece obvio que las dimensiones de primer nivel sean las ms inestables
ya que estn vinculadas directamente con
las experiencias cotidianas concretas. Por
otra parte, ya que las dimensiones de segundo nivel estn formadas por varias dimensiones de primer nivel, es comprensible que
sean ms estables que las anteriores y, por el
mismo razonamiento, stas menos estables
que el autoconcepto general. Esto implica
que un fracaso en una asignatura en un momento dado puede afectar a la dimensin especfica, pero es poco probable que por ello,
sin ms, modifique el autoconcepto general.
Con entidad propia. El autoconcepto es
un constructo con entidad propia, y por tanto, diferenciable de otros constructos como,
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aquella otra que resulta discrepante; la bsqueda de entornos que permitan confirmar
las propias percepciones; la distorsin de la
informacin disonante mediante el uso de
estrategias como la atencin, el recuerdo y
la interpretacin selectiva; la concesin de
suma relevancia a las actividades en la que
se es mejor que los dems; la comparacin
social selectiva; la utilizacin de determinadas estrategias atribucionales, como la autoafirmacin, consistente en reforzar una
dimensin no amenazada, el fenmeno del
self-handicapping, que consiste en mostrarse de manera denigrante y con ello disponer de una excusa para poder mantener
un autoconcepto positivo, o tambin el realzamiento de los otros. Estas estrategias
se utilizan con el fin de proteger y realzar el
autoconcepto. Siguiendo la tesis de algunos
especialistas en el campo, tales estrategias
implican: (1) egocentricidad o la tendencia de enjuiciar la informacin teniendo el
yo como punto de referencia de conocimiento, (2) la tendencia a tomar responsabilidad para los xitos y no en los fracasos
y, (3) la tendencia a mantener las estructuras de autoconocimiento existentes o, lo
que es lo mismo, la resistencia al cambio
cognitivo.
Todos estos procesos de decisin y control de la informacin que, en su interaccin con el medio, el sujeto pone en marcha
dan lugar a conductas que van a permitir la
estabilidad o cambio del autoconcepto. En
relacin a esto, Royce y Powell (1983)
plantean un modelo explicativo basndose
en los conceptos de asimilacin y acomodacin. As, sealan cmo la nueva informacin recibida puede ajustarse a la estructura preexistente o no hacerlo. En el primer
caso, dicha informacin sera incorporada,
teniendo lugar su asimilacin. Sin embargo, cuando resulta discrepante, el autoconcepto pone en marcha los mecanismos sealados anteriormente para lograr un ajuste,
que, si se consigue, llevar tambin a la asi-
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As pues, los mecanismos de procesamiento de la nueva informacin (cuestionar, alterar, suprimir) son semejantes en
cada uno de los posibles autoconceptos de
trabajo. Entonces, mientras que el contenido de cada autoconcepto operativo o de
trabajo es especfico a cada input, los mecanismos de procesamiento son nicos (generales) para cualquier tipo de entrada. En
definitiva, la modificabilidad del autoconcepto estara explicada por los cambios
que pudieran producirse en alguno de los
posibles autoconceptos de trabajo. Pero ya
que tal cambio, en la mayora de las ocasiones, no supone demasiada discrepancia
para el autoconcepto general, ste permanece estable. Y an en el supuesto de que
la informacin procesada por un autoconcepto de trabajo concreto signifique una
amenaza, los mecanismos de defensa, o
sesgos cognitivos, seran entonces los encargados de eliminar dicha amenaza. La
conclusin que se puede extraer de lo dicho podra ser que la propia estructura organizativa y funcionamiento del autoconcepto son los responsables de que a la vez
que la persona va cambiando (enriquece su
autoconcepto a medida que va incorporando asimilativamente, y por acomodacin,
las nuevas experiencias) ello no represente
ningn tipo de crisis personal (estabilidad
emocional y cognitiva).
En conclusin, al estudiar el procesamiento de la informacin autorrefente hemos recurrido a tres conjuntos de conceptos: (1) los procesos de equilibracin de estructuras cognitivas de autoconocimiento y
los principios de asimilacin y acomodacin, (2) la utilizacin de modos particulares
de enjuiciamiento de la informacin y toma
de decisiones y, (3) la explicacin del cambio sin crisis, haciendo referencia a cmo
uno puede dar respuesta a distintas situaciones (y dejarse influenciar por ellas) sin que
ello implique cambios dramticos en la estructura de su autoconcepto.
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CONSTRUCCIN
DEL AUTOCONCEPTO:
FUEN-
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del cual se selecciona y procesa la informacin relevante que el sujeto recibe en su interaccin con el medio, determinando el resultado de la conducta (Nez y GonzlezPumariega, 1996).
En definitiva, el autoconcepto, por medio
de los autoesquemas que lo constituyen, se
encarga de integrar y organizar la experiencia del sujeto, regular sus estados afectivos
y, sobre todo, acta como motivador y gua
de la conducta (Markus y Kitayama (1991).
Autoconcepto, aprendizaje escolar
y rendimiento acadmico: modelo
cognitivo-motivacional
Gran parte de la investigacin realizada
sobre el autoconcepto se dirigi hacia su papel en la conducta acadmica del alumno.
Esto ha sido as no slo por la relevancia del
logro escolar, sino tambin por la importancia del contexto escolar en el desarrollo del
nio. En la mayora de estas investigaciones
se ha encontrado relacionado, ms o menos,
el autoconcepto y las experiencias y/o logros escolares de los alumnos. Una vez
constatada dicha relacin, la discusin se ha
centrado en saber cmo es la relacin entre
ambos constructos (unidireccional, recproca) y, conocido esto, cules son los mecanismos y/o procesos que hacen posible tal
relacin. Los resultados de las investigaciones ms relevantes (con respecto a la calidad del trabajo) no son concluyentes. Mientras que, por ejemplo, Marsh (1990) encuentra que el autoconcepto determina causalmente el rendimiento del alumno, Chapman y Lambourne (1990) afirman que son
las experiencias de logro acadmico quienes
determinan el autoconcepto de los alumnos,
e incluso Skaalvik y Hagtvet (1990) obtienen una determinacin recproca. Otros trabajos, -p.ej., Helmke y van Aken (1995)- incrementan an ms la incertidumbre al afirmar que sus datos apoyan la hiptesis de la
influencia del rendimiento sobre el autocon-
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otras variables que, con frecuencia, no suelen ser tenidas en cuenta (Cabanach, et al.,
1996; Nez, Gonzlez-Pienda, Garca, et
al., 1995; Gonzlez-Pienda, Cabanach,, et
al., 1995; Valle et al., en prensa). Una variable posiblemente implicada seran las expectativas de logro. Los resultados del estudio de Platt (1988) indican que el autoconcepto acadmico no se encuentra relacionado directamente con el rendimiento,
sino que su influencia se manifiesta a travs
de las expectativas de logro. En este mismo
trabajo, las atribuciones causales influyen
sobre el autoconcepto directamente (e indirectamente sobre el rendimiento).
Cuando el individuo se encuentra motivado o interesado por conocerse tal como es
y no se siente angustiado por la posibilidad
de obtener informacin negativa, una vez
que se logra informacin autorreferente, se
busca la causa que ha originado tal resultado. La naturaleza de la causa encontrada como responsable ms directo de lo sucedido
puede implicar cambios en alguna de las dimensiones del autoconcepto, aunque casi
nunca en la imagen global que se posee. En
consecuencia, estamos hablando de la dependencia del autoconcepto del tipo de atribucin causal que se realice, encontrndonos ante los planteamientos de la teora motivacional desarrollada por B. Weiner. De
otro lado, en ocasiones (por determinadas
circunstancias) algunos individuos utilizan
los procesos atribucionales de una manera
sesgada con el propsito de seguir manteniendo una imagen positiva de s mismos.
Una de estas estrategias ms investigada es
la tendencia a realizar atribuciones internas
sobre resultados positivos de la propia conducta y atribuciones externas sobre los resultados negativos. En este caso, el autoconcepto previo, constituye la variable de
referencia para la bsqueda de causas de
nuestra conducta y, as, los procesos atribucionales son un instrumento del autoconcepto para su defensa ante informacin no
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ra de abordar las tareas como sobre la regulacin del esfuerzo y la persistencia, lo que
a su vez incide de forma directa y positiva
sobre el rendimiento acadmico de los
alumnos (Gonzlez y Tourn, 1992).
Para finalizar este apartado, puede ser
oportuno indicar que si bien son realmente
importantes las variables de tipo motivacional y afectivo en el resultado del aprendizaje escolar, no se debe olvidar la vertiente
cognitiva del mismo. En este sentido, Garca y Pintrich (1994) sealan que hasta fechas recientes los investigadores trataban
los aspectos motivacionales y cognitivos del
aprendizaje de modo independiente. Por un
lado, los modelos puramente motivacionales aportan informacin sobre el por qu
del trabajo de los estudiantes, de su actividad, su esfuerzo y su persistencia ante las
tareas escolares. Por otro lado, los modelos
cognitivos del aprendizaje intentan describir
cmo los estudiantes llegan a comprender
y dominar tales tareas mediante la utilizacin de diversas fuentes cognitivas (p.ej.,
conocimientos previos) y destrezas (p.ej.,
estrategias cognitivas y de autorregulacin
del aprendizaje). Estamos de acuerdo con
estos autores cuando sealan la necesidad
de crear y probar modelos complejos en los
que se tenga en cuenta la interaccin entre
cognicin y motivacin en el contexto escolar, puesto que ambos factores operan conjuntamente para crear las condiciones ptimas de aprendizaje y rendimiento acadmico (Boekaerts, 1996). El autoconcepto es
una de las variables ms importantes dentro
del mbito motivacional, el cual incide significativamente en el correcto funcionamiento del mbito cognitivo (p.ej., sobre la
activacin de diversas estrategias cognitivas
y de autorregulacin del aprendizaje escolar).
En la Figura 6 ofrecemos un esbozo de
los contenidos de lo que entendemos por un
modelo cognitivo-motivacional del aprendizaje. En ste, diferenciamos los dos mbitos
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Desde una perspectiva ms general, tambin destacamos en el modelo que el proceso de aprendizaje de una determinada tarea
comienza por un anlisis de la misma tanto de tipo cognitivo (utilizacin de las capacidades bsicas y conocimientos previos
ajustados a la tarea con el fin de obtener una
comprensin inicial de la misma y las posibilidades cognitivas de realizarla con xito)
como motivacional (supone un riesgo para
el status de mi autoconcepto, o bien, una
ocasin para reafirmarlo?, va en la direccin de mis metas acadmicas u orientacin
motivacional? dispongo de la voluntad su-
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Sntesis
Dado que el contenido central del artculo
tiene que ver con aspectos diversos del autoconcepto, intentaremos ahora ofrecen una
sntesis sistematizada de las caractersticas
relevantes del autoconcepto que, tal vez, pudiera servir como modelo para reflexiones e
investigaciones futuras (ver Tabla 1).
Tabla 1
Modelo de autoconcepto: sntesis e integracin de las caractersticas fundamentales del autoconcepto
Componente Descriptivo
D. CONCEPTUAL
Componente Valorativo
Componente Interactivo
E. Multidimensional
Ordenacin Jerrquica
D. ESTRUCTURAL
Estabilidad
Identidad Estructural
Procesos y estrategias
cognitivas y de
autorregulacin
D. FUNCIONAL
Autoconcepto Operativo
Sus Funciones
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Referido al concepto de autoimagen (cmo me veo). Dos tipos: privada (identidad personal, yo privado) y social (el yo desempeando roles sociales).
Relativo al concepto de autoestima (representa la importancia
que tiene para m la autoimagen percibida). Aqu juegan un papel relevante el autoconcepto ideal propio y el autoconcepto
ideal para otros significativos.
La relacin significativa entre nivel de autoimagen e importancia de la misma dan lugar a un autoconcepto concreto.
Diferentes dimensiones en cada uno de los niveles de generalidad: acadmico, no acadmico/matemtico, verbal... Social, fsico, etc.
Las dimensiones se organizan segn su nivel de generalidad en
varios niveles factoriales, siempre de modo jerrquico.
Mayor estabilidad en las dimensiones ms generales y mayor
inestabilidad en las ms especficas (cercanas a la conducta objetiva).
Tiene, por tanto, una estructura definida y diferenciable de cualquier otro constructo.
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En el modelo se diferencian tres dimensiones importantes de anlisis: la conceptual, la estructural y la funcional. En la dimensin conceptual se destacan las dos vertientes del autoconcepto: valorativa y descriptiva; y se enfatiza una perspectiva interactiva para comprender correctamente el
significado de este constructo. En cuanto a
la dimensin estructural, observamos que la
mayora de la investigacin realizada al respecto coincide en destacar cuatro aspectos:
que su estructura es multidimensional, que
las dimensiones se encuentran organizadas
de modo jerrquico, que a medida que ascendemos en la jerarqua las dimensiones
son ms estables y, por ello, menos sensibles a las circunstancias situacionales concretas y, que es un verdadero constructo
psicolgico con un valor ciertamente relevante dentro de la estructura de la personalidad.
Referencias
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Teachers College Press.
Brown, J.D. y Smart, S.A. (1991): The self and
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processing of personal information: Evidence
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