Cioran
Cioran
refugiarse en lo absoluto para eludir una derrota supone, por otro lado, cierta dsis de
cinismo, de irona ms bien).
La depresin est ligada a todos los fenmenos importantes, y por tanto cotidianos de la
vida, a la digestin en primer lugar. Ya lo tengo dicho: todo lo que en nosotros hay de
profundo hunde sus races en la fisiologa.
Nadie podr sacarme de la cabeza que este mundo es fruto de un dios tenebroso, de un
demiurgo maldito. Secretos lazos me unen a ese dios, me cuento entre sus descendientes,
prolongo su sombra, me inclino incluso a pensar que me ha encomendado atender a las
consecuencias de la mandicin suspendida sobre l y su obra.
Me gusta contradecirme hasta la demencia; no, no se trata de una mana, sino de una
fatalidad: algo que no puedo evitar.
No ests muerto cuando dejas de amar, sino de odiar. El odio conserva.
Una certeza, siento la piedad ms intensamente que el comn de los mortales. Pero eso no
prueba que sea mejor que ellos, no, slo ms dbil.
Vuelvo a casa a las cuatro de la madrugada, un poco achispado. Las calles del casco antiguo
desiertas, las contraventanas totalmente echadas: se dira un pueblo abandonado, no, una
ciudad en la que todos sus habitantes yacieran muertos en el interior de sus casas. Cmo
podrn circular de da?
Depresiones como las mas no son normales ms que durante la adolescencia y en la
extrema decrepitud.
Por lo dems, la adaptacin es seal de falta de carcter y de vaco interior.
Me ubico en una zona indefinida entre la poesa y la prosa, sin poder optar por una o por la
otra; de los poetas tengo el ritmo, de los prosistas, la insistencia. Aunque ms bien creo que,
en realidad, para lo que no he nacido es para la palabra.
Cada generacin vive en lo absoluto, es decir, reacciona como si acabase de alcanzar la cima
de la historia.
El gran secreto de todo: sentirse el centro del mundo. Eso es exactamente lo que hace cada
individuo.
22 de febrero... Hace un tiempo primaveral. Todo se deshace en m, cada clula se abre,
muy abierta. La primavera, recien cumplidos ya los cincuentra y tres, se dedica a cada
momento a abrir todas mis heridas.
Haba credo inocentemente que me haba librado de la opinin, que es cosa balad en
realidad, y tal o cual palabra que me llega no deja de hacer cualquier cosa. Lo cierto es que
la idea de indiferencia ha hecho en m progresos tan increbles que la tomo por un estado.
Me gustara convertirme..., pero en qu
Para resignarse a ser desconocido hace falta cierta elevacin de espritu; no se consigue ms
que despus de haber agotado el dondo de amargura de que se dispone.
O bien...
El ambicioso no se resigna a la oscuridad ms que despus de haber agotado todas las
posibilidades de amargura de que dispone.
Nada ms difcil que ponerse el diapasn del ser. Coger el tono al ser.
En el funcionamiento de mi espritu hay algo que no deja de dar vueltas. Ms que grave
incluso, es un sabotaje. Pero ms vale que no me entretenga mucho en buscar su orgen.
Rozanov..., mi hermano.
Sin duda el pensador, no, el hombre con el que tengo ms afinidades.
El sentimiento de maldicin slo se siente verdaderamente cuando se suea que se padece
en medio mismo del Paraso.
Tres das de excursin en Sologne..., quin dira que cerca de Pars pueden encontrarse
paisajes tan melanclicos (el estanque de Favle)!
Creerse en trance de inspiracin, casi al borde del delirio, cuando en realidad no se trata ms
que de una fatiga cercana a la fiebre.
Esos momentos en que dudo de todo, en que nada detiene el golpe, en que la materia se
deshace, en que hasta el granito me parece demasiado desmenuzable...
Acabo de escribir una apologa del odio. Pero en el fondo lo que yo entiendo por odio no es
ms que un arranque de desesperacin, la negrura de la desesperacin, estado puramente
subjetivo que no tiene nada que ver con la intencin de hacer dao, con el encono contra los
dems.
Como Macbeth, lo que ms necesito es rezar, pero al contrario que l ya no puedo decir
amen.
No puedo interesarme por nadie a quien no le pese alguna fatalidad. (Mi pasin por los
Habsburgo).
Ayer por la noche, 28 de diciembre, cantada por la coral de Heilbronn, la Cantata n 68, Also
hat Gott die Welt geliebt. El coro final, una fuga acompaada por los trombones, era una
mezcla de alegra y de no se qu extrao y poderoso que me ha dejado casi loco. Se hubiera
dicho el jubileo del Juicio Final... Aplaud como un poseso. Haca tiempo que no senta una
exaltacin parecida.
Un mal crnico que padezco..., no, uno de los males crnicos que padezco es este catarro de
laringe, acompaado de la atrofia de las mucosas nasales, una autntica maldicin para el
escritor. Es as de simple, por otro lado : no escribo, en gran medida, a causa de esa pesadez
que desciende sobre mi cabeza y paraliza mis facultades. Las orejas taponadas y las fosas
nasales congestionadas me sumergen en un estado se semi-idiotez cotidiana. Conozco bien
el lamentable, el miserable orgen de esas inhibiciones del espritu, de la agona de la idea
misma ante mis propios ojos..., de esa derrota de la inspiracin.
He ledo en una revista inglesa la lista de monumentos demolidos de hecho por el barn
Haussmann. Lo increble es que el populacho le dej hacer, que apenas encontr oposicin
alguna, etc. Nunca ciudd alguna ha sido desfigurada tanto, en tiempos de paz, como Pars.
Saber que es imposible dilucidar quin es inocente y quin culpable, y seguir juzgando, es
algo que hacemos todos de una manera o de otra. Slo estara satisfecho el da en que ya no
pudiera emitir juicio alguno sobre nadie. Excluda la vanidad, me entran a veces ganas de
comprender y justificar a todo el mundo. El verdugo no es ms libre que su vctima. Desde el
momento en que desempeamos el oficio de vivir, somos iguales que el resto, apenas un
poco mejores que los dems.
No podemos menos que admirar a quienes tienen el valor de arrastrarse, de ser
abiertamente cobardes, de confesar sus debilidades. Aunque puede que admirar no sea la
palabra... Dejmoslo. A quienes sin duda envidiamos es a quienes, para triunfar, no
retroceden ni ante el ridculo.
1728 (Pg. 205 3)
No temerle al ridculo, exponerse a l incluso... Hace falta para ello cierta fortaleza de nimo.
Los aventureros, en el sentido positivo y negativo del trmino, son una prueba indudable de
ello.
Tener miedo al fracaso es temer el rdiculo, lo ms mezquino que hay. Tirar palante..., en
eso consiste justamente no temer convertirse en la burla de nuestros semejantes.
1729 (Pg. 205 4)
No conozco un solo hombre interesante que no haya tenido alguna enfermedad ms o menos
secreta.
1730 (Pg. 205 5)
A qu viene lo de demorarse tanto ante cosas ya dichas? El espritu no sigue ciertos pasos
ms que cuando posee la paciencia de volver sobre ellos, es decir, de profundizar.
MIRCOLES,
DICIEMBRE
03,
2008
Ya he hecho notar otras veces que no puedo concentrarme ms all de un cuarto de hora si
tengo el cielo... a mi alcance. Quiero decir que si estoy en una habitacin que se abre al
horizonte mis pensamientos se deshilachan y devienen esclavos de mis miradas (). De
hecho, entonces no soy otra cosa que ojos, y caigo en una especie de ensoacin idiota
durante horas.
Si quieren pensar, cierren sus ventanas, emborronen el infinito!
1682 (Pg. 200 1)
Todo aquel que desee avanzar por la senda del espritu debe guardarse de reflexionar acerca
de la literatura.
Lo que cuenta son las experiencias, no los problemas.
1683 (Pg. 200 2)
No he venido a traer la paz..., y bien cierto es que el cristianismo no la ha trado. Pero con
tan agresivas palabras, como no habria de inspirar horror a los ilustrados del paganismo?
Puede imaginarse a un estoico profiriendo parecido tipo de sentencias?
1684 (Pg. 200 3)
Encuentro tranquilizador haber pasado ya los cincuenta. El mayor esfuerzo ya est hecho,
transportada la carga ms pesada.
1685 (Pg. 200 4)
No me gustan los libros escritos con frialdad. Por otra parte, los que parecen palpitar de calor
no dejan de ser enojosos. Cmo hallar el trmino justo?
1686 (Pg. 200 5)
Clido impostor..., con qu gusto aplicara esta expresin de Leon Daudet sobre Herriot a
unos cuantos que conozco!
1687 (Pg. 200 6)
De la maana a la tarde, y algunas horas durante la noche, un monlogo disparatado, de
una sandez atestada de relmpagos.
1688 (Pg. 200 7)
Si pudiera fotografiar mis sueos!
1689 (Pg. 200 8)
No olvido que, pese a algunas objecciones que haya podido hacer a los escritores franceses
en general, slo ellos saben darle la vuelta delicadamente a una frase.
1690 (Pg. 200 9)
El sentido del ridculo ha asesinado esa majestuosa inclinacin ma por la exclamacin.
Morir de exclamacin!
o mejor,
Sus exclamaciones le mataron.
1691 (Pg. 200 10)
No es del contacto con las cosas, sino del contacto con los seres donde surge el disgusto.
1692 (Pg. 201 1)
Leo y leo..., y salvo honrosas excepciones, no encuentro realidad alguna en las obras que
leo. Qu les falta? No sabra decirlo. Algo de peso? Sin duda, pero... qu les confiere
peso? Una pasin o una enfermedad..., y no otra cosa. Es preciso, por tanto, que los
enfermos y los apasionados posean algn tipo de talento. Lo que est claro, es que el talento
sin pasin ni enfermedad no vale nada o casi nada.
1693 (Pg. 201 2)
El amargado encontrar en el rigor reposo, pero no la salud.
1694 (Pg. 201 3)
Hay una poesa en todo; por ello el gnero noble (Rilke!) es, a la larga, insoportable.
1695 (Pg. 201 4)
El ruido ms intolerable es el que hace el hombre cuando habla o est borracho. Recin
llegado a Pars, en 1938, escrib un artculo en rumano : Pacatul vocii omenesti [El pecado
de la voz humana].
1696 (Pg. 201 5)
Leo los primeros poemas de Gottfried Benn: Morgue [Depsito de cadveres]..., habla
exactamente de cmo veo yo la vida en ciertos momentos. Y qu gusto contemplar cmo
los dems sintieron e imaginaron los mismos horrores que nosotros! Benn hablaba como
mdico; su visin, por horrible que fuera, es normal y, hasta cierto punto, saludable. Pero,
imaginarse las inmundicias de la carne sin necesidad exterior, por simple impuso mrbido!
1697 (Pg. 201 6)
Siempre que os encontreis ante un texto demasiado bien escrito, tened por seguro que no
pertenece a un sabio.
1698 (Pg. 201 7)
Nadie adivinar nunca la tendencia al hastio de que dispongo.
1699 (Pg. 201 8)
Acostumbro a desconfiar de casi todo lo que se considera literatura. Formarse una opinin
sobre una obra, tras haber sido inspirados por una emocin, sea sta pequea o grande, es
un error. La emocin engaa siempre, y esto es tanto ms lamentable cuanto que, adems,
no hay literatura alguna en ella. Pero nunca sabemos qu emocin es verdadera y cual falsa
hasta que hayamos formulado nuestros juicios.
Mengano dice: Yo no odio a nadie..., salvo a X. Y basta con eso, es como si odiara ya a todo
el mundo. Acumula en su interior entonces tanto veneno como el que detesta a todo el
mundo, indistintamente.
1661 (Pg. 198 2)
Retractaciones..., me encanta este ttulo de San Agustn, que halaga la pasin que siento por
renegar.
1662 (Pg. 198 3)
Es increble hasta qu punto es potico el invierno!
1663 (Pg. 198 4)
El orgullo en un alemn es insoportable: siempre agresivo, sin matices. Le pasa incluso a los
ms grandes. Qu lstima que esta nacin sea inaccesible al escepticismo! (Puede ser
nihilista, pero nunca escptica) . La filosofa desarrolla el orgullo, y adems lo torna
presumido: cmo construir un sistema, cmo pensar siquiera en la idea de construirlo, sin
tomarlo por un dios?
Slo aguanto el orgullo entre los rprobos, los desheredados, los invlidos.
1664 (Pg. 198 5)
Releo algunos poemas de Emily Dickinson. Emocionado hasta las lgrimas. Todo lo que de
ella emana tiene el poder de trastornarme.
1665 (Pg. 198 6)
10 de diciembre. Desde mi cama veo pasar un gran pjaro negro, muy oportuno en ese cielo
contaminado y opaco.
1666 (Pg. 198 7)
El Mesis, ayer tarde en Pleyel.
La alegra me parece la caracterstica esencial de Haendel, afortundamente exenta de todo
rastro de metafsica.
1667 (Pg. 198 8)
Durostor..., Silistra..., esos departamentos del sur de Dobroudja [pertenecientes a
Rumana entre 1913 y 1940] de los cuales sin duda fu el nombre blgaro lo que ms me
llam la atencin con seis aos cuando entr en la escuela primaria en Rasinari..., y cuya
existencia de repente me viene a la memoria, mientras me veo subiendo la calle para ir a
clase. Esto ocurri hace ahora exactamente cuarenta y seis aos!
1668 (Pg. 198 9)
Es tranquilizador que a la postre vivamos sin que nadie adivine ni la suma ni la intensidad de
nuestros sufrimientos. Slo as nuestra soledad ser preservada para siempre.
1669 (Pg. 198 10)
Haworth... (creo haberlo dicho) es, de todas las zonas montaosas que he visitado, la que
ms me ha conmovido.
1670 (Pg. 199 1)
Una sonrisa exterminadora.
1671 (Pg. 199 2)
No es necesario que acabes en la cruz, porque has nacido ya crucificado.
11 de diciembre de 1963.
1672 (Pg. 199 3)
LUNES,
OCTUBRE
13,
2008
El artista que reflexiona demasiado sobre sus medios lo hace a expensas de su instInto.
1623 (Pg. 194 1)
Soy hijo del caf y el cigarrillo. Ahora que he dejado de fumar y de tomar caf me siento
desarraigado, como si me hubieran desposedo de mi esencia..., o de mi veneno, aquel que
me mova a trabajar.
1624 (Pg. 194 2)
Por ms vueltas que le d y por ms que me hunda en las mismas obsesiones, hasta el final
me acompaar siempre el mismo problema; me fastidia desde que lo comprend y, por
tanto, me atormenta y no dejo de pensar en l.
1625 (Pg. 194 3)
Como la rosa en primavera o el siega en otoo, todo cuanto nos ocurre es tan vulgar como
previsible. As son para nosotros la enfermedad, la muerte, la calumnia que nos desgarra...
(Marco Aurelio).
Considero muy profundo lo de meter la calumnia, en la jerarqua de los males,
inmeditamente despus de la enfermedad y la muerte...
1626 (Pg. 194 4)
Llevo das enteros sumido en una tensin inerte, sin idea alguna, por debajo de los umbrales
mismos del pensamiento y el Espritu. Una vacuidad lcida, la nada contemplndose
indefinidamente a s misma.
1627 (Pg. 194 5)
La idea de la muerte apenas me conmueve; pienso en ella sin pensarlo. En mi interior algo
ha hudo definitivamente de la vida. Ay, aquel tiempo de mis freness!
1628 (Pg. 194 6)
La objetividad es seal de agotamiento; el vigor elige y rechaza. A todo hace justicia la
debilidad, al tiempo que escamotea lo irreductible. El eclecticismo, sea cual sea la forma en
que se presente, presta testimonio de la impotencia y la sosera.
1629 (Pg. 194 7)
La muerte de Kennedy ha tomado para m el tamao de una pena. (P.D.: Es impropio decir
tamao para referirse a una pena, adems de incorrecto: puede hablarse de la dimensin
de un duelo, porque es algo externo; la pena carece de extensin). (Vaya observaciones
ms estpidas!). Gramtica funeraria.
1630 (Pg. 194 8)
Disfruto dedicndome a considerar la vida como una supersticin de la cual an estamos a
tiempo de escapar, cuando algo en m se resiste a mis esfuerzos y anula sus efectos.
1631 (Pg. 194 9)
Qu de sorprendente hay en que el entusiasmo sea un estado mrbido, si lo encontramos
en el orgen de los grandes desgracias pblicas y privadas
1632 (Pg. 194 10)
Mi juventud fu desesperada y entusiasta; an hoy, todava no he acabado de soportar sus
consecuencias.
1633 (Pg. 195 1)
Un hombre no vale ms que por todo aquello que no ha hecho, por sus momentos de
abstencin y de ensoacin.
Cada uno de nosotros es el resultado de sus horas desperdiciadas, de su tiempo perdido.
1634 (Pg. 195 2)
Con cada ao que pasa, mis dolores ganan en precisin.
1635 (Pg. 195 3)
Creerse libre, nada ms hermoso..., y superficial.
1636 (Pg. 195 4)
29 de noviembre. Noche en blanco..., durante la cual he abordado cantidad de problemas y
encontrado algunas teoras preciosas. Pero ni esas teoras ni esos problemas se me hacen
ahora presentes : unas y otros se han disuelto en el aire de la maana. Debe de haber algn
equvoco en la pretendida profundidad de los insomnios; el respeto que por ellos senta
disminuye. Jams hubiera credo que un da llegara a hablar mal de ellos!
1637 (Pg. 195 5)
No hay que escribir las boutades. Es el error que comet en mis Silogismos [de la amargura].
1638 (Pg. 195 6)
Una prueba bien terrible la de tener que escribir una carta de agradecimiento o de
felicitacin.
1639 (Pg. 195 7)
Extenuado por la gratitud...
1640 (Pg. 195 8)
Traduccin de Jorgewic a las 9:19 PM 3 comentarios
SBADO,
OCTUBRE
04,
2008
nadie. Asociarse con alguien, sea para casarse o para cualquier otra cosa, es poder achacarle
al otro todos los fastidios que sentimos o encontramos. Toda forma de vida en comn supone
la voluntad de descargar sobre los dems nuestros malos humores.
1605 (Pg. 192 3)
Acabo de oir Ramona, la cancin de moda en 1929, cuando abandon Sibiu para ir a
Bucarest, a la Universidad. El comentarista la encuentra ridcula, lo cual es cierto, pero a m
me permite recordar un perodo de mi vida mucho mejor que los mayores esfuerzos de
memoria o el mismo regreso a los lugares de mi juventud.
1606 (Pg. 192 4)
Madame de Stal habla de la pedantera de la ligereza entre los franceses.
1607 (Pg. 192 5)
15 de noviembre de 1963. Noche interminable que me hace evocar el verso de Rilke : In
solche Nchte wissen die Unheilbaren: wie waren [En noches como sta saben todos los
incurables: hemos sido..., de Das Buch der Bilder].
1608 (Pg. 192 6)
Escribir sobre otro es reconocer que no tenemos nada que decir sobre nosotros mismos.
1609 (Pg. 192 7)
Leo en la Etica a Nicmano el luminoso captulo sobre la equidad y la justicia.
1610 (Pg. 192 8)
Slo los malos pensadores ejercen una gran influencia. Un Fourier, que es prcticamente
ilegible, domin por ejemplo todo el siglo XIX en Rusia. Los intelectuales se dividan entre
fourieristas y anti-fourieristas; el mismo Dostoievsky perteneca a los primeros antes de
Siberia..., y luego a los segundos. Tolstoi, que le despreciaba con una pizca de envidia, le
llamaba siempre ese fourierista.
1611 (Pg. 192 9)
Maldito el escritor o el pensador que crea escuela!
1612 (Pg. 192 10)
Todo lo que de viviente permanece en el folklore todava es anterior al cristianismo... Lo
mismo ocurre con todo lo que an pervive en cada uno de nosotros.
1613 (Pg. 193 1)
Me extraa que no envidiemos a quienes poseen la facultad de rezar, y en cambio nos
colmen de envidia las riquezas y los xitos exteriores de los otros. Nos resignamos a la
salvacin de los dems, nunca a sus prosperidades.
1614 (Pg. 193 2)
Qu relacin puede haber entre la Misa en re menor [BWV 232 de Bach] y la doctrina de
una pequea secta de Judea? Cmo concebir que sta pueda haber inspirado a aquella?
Tambin es verdad que no hay modo de entender como de la sinagoga o las catacumbas se
haya podido desembocar en las catedrales gticas... (Una religin por s misma no es nada:
todo depende de la comunidad que la adopta. El cristianismo alemn de ciertos telogos
nazis no tena nada de absurdo ms que desde un punto de vista terico, doctrinal: desde el
prctico, histrico, se corresponda perfectamente con una realidad).
1615 (Pg. 193 3)
remedios, pero mi organismo ya no los soporta. Debera dejar a mis enfermedades en paz.
1598 (Pg. 191 5)
Slo puedo leer lo que me da la vuelta (Despus de haber ledo la Confesin de un golfo de
Serge Essnine).
1599 (Pg. 191 6)
Tiberio, purista. Segn Suetonio, se puso tan furioso al encontrar la palabra
griega monopolio que insisti en encontrarle un equivalente latino. No por casualidad estuvo
durante su juventud rodeado de gramticos.
1600 (Pg. 191 7)
Traduccin de Jorgewic a las 6:22 PM 2 comentarios
SBADO,
SEPTIEMBRE
13,
2008
por Cristo.
1568 (Pg. 188 5)
Querer justificar un fracaso es minimizarlo y comprometerse.
1569 (Pg. 188 6)
Montaigne, un sabio, no tuvo seguidores; Rousseau, un histrico odioso, suscita an
discpulos.
1570 (Pg. 188 7)
He estado hablando durante dos horas, por miedo a tener que escuchar. Que en el punto en
que me encuentro, miserable y triste hasta la depravacin, tenga que hacer el payaso!
1571 (Pg. 188 8)
Lo seductoras que me parecen esas personalidades con carcter que no han dejado obra,
que no se han rebajado a escribir un libro.
1572 (Pg. 188 9)
Cuando esperamos a alguien que se retrasa, cada minuto que pasa lima su prestigio un poco
ms; al cabo de una hora ya no significa nada para nosotros, est endemoniado a nuestros
ojos.
1573 (Pg. 188 10)
Si alguna vez el demonio toma posesin de m, est claro que es una procrastinacin [un
aplazamiento].
1574 (Pg. 188 11)
Ser un fantico del laconismo, y querer ganarse la vida como escritor.
1575 (Pg. 189 1)
Cuando veo a X. y se nos mete en medio Y. slo me quedan ganas de apartarme, de
desaparecer sin dejar huella.
1576 (Pg. 189 2)
... Y sin embargo tengo cierto gusto por los destinos arreglados, por aquellos que poseen
un gran estilo, tipo Byron. Es un rescoldo de mi pasin por la gloria de cuando tena veinte
aos.
1577 (Pg. 189 3)
Envidiamos a quienes mejor conocemos, a aquellos que hemos frecuentado a menudo y
cuyos xitos deberan producirnos placer. Ser por ello en toda amistad hay algo podrido y
que no amanos verdaderamente a nuestros allegados ms que en la medida en que son
vctimas. En cuanto que dejan de serlo, les acechamos con recelo y ansiedad.
1578 (Pg. 189 4)
Tena la joroba de la desgracia.
1579 (Pg. 189 5)
Nada nos torna ms escpticos que la necesidad de tener que vivir en la duplicidad, de
decirle amn a todo quisque y de asistir, de ese modo, al espectculo de nuestra propia
SBADO,
SEPTIEMBRE
06,
2008
hombres viven en comn es para atormentarse, para hacerse sufrir los unos a los otros.
Nunca me cansar de machacar esta evidencia.
1551 (Pg. 186 6)
Apenas he empezado a tramar un pensamiento, le pierdo el hilo. Es la trama lo que le falta a
mi espritu. Y, por seguir con la metfora, hay algo ms descosido que mi genero?
1552 (Pg. 186 7)
Estoy hueco, vacio, y no hay en mi interior ni rastro de msica. El espritu arrasado para
siempre. Cmo he podido llegar a este extremo? Cmo ha sido posible?
1553 (Pg. 186 8)
20 de octubre . Desde hace algunos das veo, en el ltimo piso del hotel de enfrente, a
alguien (un americano o un alemn?) que escribe sin cesar a mquina. De dnde le vienen
las palabras? Acaso tiene algo que decir? Posee tal pinta de bestia, que nadie le creera ni
siquiera capaz de inspirarse en alguna banalidad.
1554 (Pg. 186 9)
Acabo de leer algunas pginas que escrib en rumano hace ms de veinte aos. Mala poesa,
si lo fuera..., una especie de estremecimiento contnuo que me ha dado nuseas. Si ahora
tuviera la vitalidad de entonces, puede que hiciera algo meritorio, en cualquier caso menos
penoso. Hay que guardarse de la poesa como de la peste. O bien escribir con franqueza los
poemas.
Una sola cosa positiva: logr alcanzar en Paris, durante la guerra, un conocimiento del
rumano que me asombra. Lea la Biblia (en nuestro idioma, se sobreentiende) todos los das.
Me acuerdo de que viva al lado e iba a la iglesia de la calle Jean-de-Beauvais [una iglesia
ortodoxa rumana de Pars], en busca de libros religiosos. De ese modo remont hasta las
mismas fuentes de la lengua. Hoy, al contemplar lo que escrib en aquella poca, debo
reconocer que mis esfuerzos de antao no han dado los frutos que esperaba.
1555 (Pg. 186 10) (Pg. 187 1)
El sufrimiento no conduce necesariamente a la modestia: ms bien es al contrario. Porque
cuanto ms se sufre, ms importante se cree uno, incluso aunque el exceso de sufrimiento
nos lleve a una sensacin de vaco. Esa sensacin, adems, es perfectamente compatible con
el orgullo.
1556 (Pg. 187 2)
Aunque posea todos los mritos, un ambicioso no puede ser honesto ms que en la
superficie. Confimos nicamente en los indiferentes.
1557 (Pg. 187 3)
No conozco en este mundo nada ms misterioso que el agua.
1558 (Pg. 187 4)
Para m no hay mayor placer que poder partirle la boca a quien quiera. Es del todo punto
malsano eso de refrenar los impulsos que nos exigen la eliminacin de aquellos a quienes
execramos.
1559 (Pg. 187 5)
Acabo de repasar mi cuaderno de hace seis aos [el de 1957]. Qu desconcierto, cunta
amargura y cunto veneno! Estoy conmocionado por la gravedad de mi depresin.
Haber sufrido tanto y no ser capaz de decir sobre el dolor ms que evidencias!
1521 (Pg. 183 8)
Como el Dios personal no es una apuesta, nos orientamos de vez en cuando hacia religiones
que lo reemplazan bajo un nombre vago, por una entidad cualquiera a la que, se
sobreentiende, no hay que rendirle cuentas.
1532 (Pg. 184 9)
Yo quiero salvarme solo, sin la ayuda de nadie.
1533 (Pg. 184 10)
Llevo la desesperacin en la sangre..., no como un sentimiento o una actitud, sino como una
realidad fisiolgica -no me atrevo a llamarla fsica-. La desesperacin es mi fe, mi f innata.
1534 (Pg. 185 1)
Todas las enfermedades son incurables. Incluso el catarro. De todas formas, siemrpe
vuelven, tornan a despertar cuando ya las creamos curadas, porque en el fondo slo
estaban durmiendo.
La salud es una enfermedad adormilada.
1535 (Pg. 185 2)
A decir verdad, nadie puede soportar que se haga abstraccin de uno, y a poca conciencia
que se tenga de los propios mritos, tampoco se tolera la indiferencia de los dems. Pero
mientras se dependa de la opinin de los otros, la vida es un infierno.
1536 (Pg. 185 3)
Pese a mi horror a las enfermedades y los enfermos, no puedo sin embargo presumir de
buena salud con seriedad.
1537 (Pg. 185 4)
La nica forma como un escritor puede conservar una brizna de su prestigio es dejando de
escribir.
1538 (Pg. 185 5)
Dante y el Maestro Eckhart, los dos espritus ms profundos y apasionados de la Edad Media.
1539 (Pg. 185 6)
Atardecer a lo largo del Viosne, ms all de Pontoise.
Las hojas secas cayendo sobre el agua: una evanescencia simblica por partida doble.
1540 (Pg. 185 7)
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2008
La msica remueve todo lo que de impuro hay en m, y cuanto ms noble, ms aviva mis
rencores dormidos y esos odios que habitualmente me avergenza confesarme incluso a m
mismo.
Gracias especialmente a Bach puedo conocer el alcance y la profundidad de mis pestilencias.
1514 (Pg. 183 1)
Toda conviccin es un obstculo para la libertad.
1515 (Pg. 183 2)
El hombre libre no se violenta por nada, ni siquiera por honor.
1516 (Pg. 183 3)
Este fro que padezco, y no que no es sino el reflejo fsico de mis terrores.
1517 (Pg. 183 4)
Yo haba credo que, con los aos, me acostumbrara a mis enfermedades...., y las soporto
an peor que antes. Es porque las conozco demasiado, ya no me sorprenden nada. Al menos
es preciso que nuestras enfermedades posean un minimum de imprevisto, a falta del cual ni
siquiera merecen ser soportadas.
1518 (Pg. 183 5)
Ha hecho ostentacin de la suma de sus dudas.
1519 (Pg. 183 6)
Mis males no dejan de reclamarme. Gracias a ellos me encuentro en todo momento..., para
detestarme, para volcar todas mis rabias contra m mismo, contra ese yo del que intento en
vano disociarme.
1520 (Pg. 183 7)
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2008
Debo escribir un artculo sobre Tolstoi, ms bien un prefacio, y me doy cuenta de que me
resulta casi imposible. Hace falta un mnimo de objetividad para poder hablar de alguien que
no sea uno. Y yo ya no puedo ser objetivo con nadie : slo puedo hablar de m mismo. Ser
objetivo no es ser imparcial, es tratar al otro como objeto..., igual que hacen los crticos. Y
yo no soy capaz : trato al otro como si ste fuese yo mismo. Y entonces por qu escribir un
estudio o un prefacio? Por qu mentir? El grado de subjetividad que he alcanzado me
imposibilita incluso para la elemental mentira de exponer los datos de un problema o, en
este caso, de un retrato.
Y sin embargo, tengo que hacerlo, tengo que hacerlo...
[Ciorn publicar el prefacio a La muerte de Ivan Ilitch de Tolstoi en la coleccin
Cheminements de la Editorial Plon, que dirigi brevemente]
1476 (Pg. 178 6)
Siento horror por las obligaciones, sin embargo todo mi mal humor se debe al hecho de que
escamoteo las mas. No se falta al propio deber impunemente, ni se abandona un proyecto
tras otro sin sufrir ciertas lamentables consecuencias. Mi morosidad no es en el fondo ms
que la suma de esos abandonos : por medio de ella se vengan de m todos esos proyectos
que no quieren morir.
1477 (Pg. 179 1)
A los veinte aos estuve a dos dedos del suicidio; despus eso cambi..., y no porque
durante treinta largos aos no haya dejado de seguir planeandolo y al mismo tiempo de
soar con ello seriamente, sino porque, al fin y a la postre, un no-se-qu indefinido me ha
convencido de que soy incapaz de cometerlo. Tengo miedo de que ese algo, esa voz, no se
haya callado del todo todava; al menos, desde hace algn tiempo, la escucho cada vez
menos.
1478 (Pg. 179 2)
Me he comprometido ya tanto con la vida que no hara falta nada para que se me
transmutara en Dios.
1479 (Pg. 179 3)
Mi pasin por el atajo me impide escribir, porque escribir es desarrollar.
Esta maana, en una estacin de metro, un ciego -ste s de verdad, estoy seguro-, extenda
la mano..., y haba en su actitud, en su rigidez, algo que helaba, que cortaba la respiracin.
Nos contagiaba su ceguera.
1441 (Pg. 175 1)
Potencias del Cielo, ayudadme a no disolverme, impedid que desaparezca ante mis propios
ojos, evitad que asista como espectador a mi propia ruina y que, por contra, pueda
combatirla o, al menos, asumirla por entero, que me precipite en ella sin arrepentimiento!
1442 (Pg. 175 2)
Ya he sealado que la inspiracin no me viene ms que cuando debo ir a una cita...
Siempre tengo la sensacin de estar desperdiciando la ocasin de convertirme en un genio.
1443 (Pg. 175 3)
El sabio no escribe cartas.
1444 (Pg. 175 4)
Primera condicin de una sociedad perfecta : poder matar a todos a quienes se detesta.
1445 (Pg. 175 5)
levant sobresaltado, hacia las 4 de la madrugada, con la sensacin..., con la certeza de que
haba despertado para siempre, y de que en adelante no volvera a tener sitio en el mundo
de los sueos.
1458 (Pg. 176 7)
17 de agosto de 1963. He dejado de fumar hace ms de dos meses, sin sufrimiento alguno y
sin sentir el menor deseo de reincidir. Pero desde ayer esa buena disposicin ha cesado y
lucho desesperadamente por no reanudar un hbito que me resulta funesto (el estmago, la
garganta..., ay, destrozados por culpa del tabaco). Me haba jurado a m mismo no volver a
fumar nunca ms. Y heme aqu ahora a punto de recaer. Qu penosa agona!
1459 (Pg. 176 8)
Siento la ms grande indulgencia y conmiseracin por los alcoholicos, los drogadictos y los
ansiosos. Los vicios emanan de nuestras profundidades..., son nosotros mismos. No
sabramos combatirlos sin destruirnos.
1460 (Pg. 176 9)
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MIRCOLES,
JULIO
09,
2008
Sentimos con respecto a todo hombre ms conocido, mucho ms conocido que nosotros, una
mezcla de envidia y conmiseracin. Sabemos que, al mismo tiempo que ha obtenido lo que
nosotros deseamos, est perdido..., precisamente gracias a su xito. Y cuando ms conocido,
menos ha preservado su soledad, menos le pertenece. Salvo que se haya sido fiel al propio
ser y eso no se logra ms que con el aislamiento y el anonimato- no se concibe no slo el
orgullo, sino cualquier cosa ms elevada, que nos permita contemplar con piedad a
cualquiera que se haya hecho merecedor de la aprobacin de los hombres.
1427 (Pg. 173 4)
Noche espantosa. Siento, desde hace treinta aos y cada vez que cambia el tiempo, un
hormigueo en las piernas..., aunque sera mejor decir todos los das. Yo he nacido para una
vda relajada, y no para este interminable martirio.
1428 (Pg. 173 5)
En la Roma declinante no se apreciaba ms que una cosa: el reposo griego, otium graecum,
que anteriormente tanto haban despreciado.
1429 (Pg. 173 6)
La mayora de las veces para consolar a quienes estn de luto se invocan lugares comunes:
todo el mundo muere, tanto los pequeos como los grandes, los grandes imperios igual que
el resto..., porque, como se ha hecho notar, fuera de esas banalidades no hay nada que sirva
de consuelo.
1430 (Pg. 173 7)
Toda afirmacin supone un grado de instinto que no siempre se tiene, que algunos incluso no
tienen nunca.
14 de julio de 1963.
1431 (Pg. 173 8)
El miedo al hasto me paraliza y compromete mis proyectos y mis actividades. Es una
autntica enfermedad que no s cmo curar y que me humilla y me degrada ante mis
propios ojos. Con ms de cincuenta aos y estar todava as...
1432 (Pg. 174 1)
Estos americanos, decididamente, nunca entendern nada de la desolacin que oculta toda
vida, y del respeto con que hay que distanciarse de la propia. Como yo respondia con un
tono cansino a uno que me invitaba a ir a Amrica: It is too late, l se sobresalt: Never too
late. Su respuesta fu una reflexin. Adems, cunta gente comprende que para todo
siempre es demasiado tarde? Todo es siempre demasiado tarde, debera formar parte de mi
blasn.
1433 (Pg. 174 2)
En un libro slo me gusta por lo turbio, por el veneno que vierte en m.
1434 (Pg. 174 3)
Todos los que siguen el sentido de la vida poseen una capacidad infinita para el olvido; del
mismo modo aquellos que no pueden olvidar, los ansiosos, los elegacos, se deslizan
forzosamente del lado de la muerte.
1435 (Pg. 174 4)
Who has not found the heaven below
Will fail of it above
(E. Dickinson)
DOMINGO,
MAYO
11,
2008
Vivir y morir desconocido..., esta conclusin a la que lleg Voltaire, el hombre ms clebre
de su poca, dice mucho sobre la esencia de la gloria.
Pero un hombre que ha sido conocido nunca podr resisgnarse a no serlo : para sustraerse al
veneno de la gloria es precisa una autntica mutacin..., un milagro, ni ms, ni menos.
1375 (Pg. 168 7)
En el momento en que alguien me habla de las lites s que me encuentro en presencia de
un cretino.
1376 (Pg. 168 8)
Como remedio frente a la vanagloria, Ignacio de Loyola propone devolverle a Dios todo el
bien que se haya hecho, y dejarle as el mrito en exclusiva. Pero que har el no-creyente,
sobre quin se desprender de sus ventajas?
1377 (Pg. 168 9)
En mi feliz infancia he conocdo crsis de soledad y de melancola cuyo recuerdo, perdido
desde haca mucho tiempo, se anima de golpe y revive a medida que voy madurando y
conozco esos momentos en que los aos desaparecen de repente y, en su lugar, surge la
tristeza de mis comienzos.
1378 (Pg. 168 10)
Si se pudiera describir con detalle como se produce en el alma la separacin con Dios!
1379 (Pg. 169 1)
No puedo ms, no puedo ms!
1380 (Pg. 169 2)
Contar nuestras penas o simplemente nuestros fastidios a cualquiera, incluso a un amigo, es
una crueldad, algo digno de un verdugo. Hay que ser de un temple excepcional para dejarse
devorar por el dolor..., en silencio.
1341 (Pg. 164 12)
Para los dbiles, el escepticismo es una ayuda eficaz : les permite guardar una cierta
distancia de sus desfallecimientos o sus sufrimientos. Les vuelve ms fuertes..., por la
indolencia.
1342 (Pg. 165 1)
He admirado lo gigantesco hecho por lo exiguo, lo minusvalido. Eso es lo que me ha atrado
de los problemas e incluso de las desgracias cuyas consecuencias no han sido enteramente
agotadas.
1343 (Pg. 165 2)
En cuanto que no se acepta lo irreparable, se vuelve a caer en la obsesin del suicidio.
1344 (Pg. 165 3)
Los sufrimientos no siempre irritan: pueden incluso volverte generoso. A santo de qu
infligir un dolor a los dems, cuando uno mismo sufre por varios?
1345 (Pg. 165 4)
Nada importa sino aquello que emana del sufrimiento y lo sobrepasa. Lo que sucumbe a l
no se repara espiritualmente.
bajo; en cierto sentido, por tanto, ya ha resuelto todos sus problemas. Se encuentra clavado
en su suerte..., o mejor dicho, su suerte ya se ha clavado.
1357 (Pg. 166 6)
Esta maana (10 de junio), momentos antes de levantarme, a punto de terminar con una
pesadilla, he soado que me encontraba al borde del precipio original, en plena elaboracin
del caos.
1358 (Pg. 166 7)
Obsesin de hombre inicial, me pareca a Adan, volviendome a todo lo que he escrito desde
hace aos. El hombre final tambin ocupa mis pensamientos, aunque menos que el otro.
Todo se debe al hecho de que no estoy a gusto en la historia, a que slo me encuentro bien
fuera de ella, en sus extremos.
1359 (Pg. 166 8)
Todas mis ideas han surgido de pretextos mezquinos, de cleras de las cuales debera
avergonzarme; muy pocas tienen un orgen puro.
1360 (Pg. 166 9)
.
Traduccin de Jorgewic a las 10:26 AM 0 comentarios
2008
2008
SBADO,
MARZO
08,
2008
7 de abril de 1963.
Por vez primera desde hace seis meses he logrado escapar de Pars para ir al campo.
Sensacin de salir de la prisin. Maravilla. He hecho veinte kilmetros a pie a lo largo del
Ourcq, de cara a La Fert-Milon. Que un servidor sea un urbanita es la mayor irona que me
adorna.
1261 (Pg. 156 3)
En medio de un bosque, cerrar los ojos y escuchar a los pajaritos : imposible pensar que su
canto sea pura charlatanera y que llos no son conscientes de su felicidad.
1262 (Pg. 156 4)
Detesto a los jvenes, a todos aquellos que me recuerdan mis entusiasmos de antao.
1263 (Pg. 156 5)
La Fert-Milon, un pequeo pueblecito bastante feo, pero que adoro porque sus casas son
minsculas, apenas ms grandes que los hombres. La arquitectura debera atenerse a esas
dimensiones. No cabe ni un ataud en muchos pisos.
1264 (Pg. 156 6)
Yo no pienso, como Marcion, que el demiurgo sea malvado, sino que ha sido un
incompetente.
1265 (Pg. 156 7)
Es increble hasta qu punto todos los pensamientos que he concebido contra m han
resultado despus experiencias y finalmente realidades. He meditado bien mi propia ruina.
Mi manera de ser sabio : todas mis dudas tericas se han convertido en dudas prcticas. Mis
coqueteos con el escepticismo los pago ahora. Sabidura y desgracia, dos trminos que me
resultan familiares. De ah que mis aspiraciones y apetitos profundos no sean los de un
sabio.
1266 (Pg. 156 8)
Lamennais, creo, define el halago como la cortesa del desprecio.
1267 (Pg. 156 9)
Es tan difcil ser loco como sabio. Renunciemos a las jerarquas, no tengamos en cuenta las
condiciones, contentmonos con una gran abulia.
1268 (Pg. 156 10)
La gloria no tiene apego ms que por aquellos, santos includos, que han alcanzado el
sentido de la actitud, y -por qu no?- de la provocacin. Es el caso de todo un Pascal. Pero
no, por lo mismo, de un Joubert, un espritu demasiado puro y, por delicadeza, menos
atormentado.
Mi predileccin es total por aquellos que han logrado escapar al Renombre.
1269 (Pg. 157 1)
Cuando se escribe tendemos a completar nuestro pensamiento, y sta es la mejor manera de
estropearlo. El verdadero mrito es detenerse, no profundizar. Es ms cmodo agotar un
problema que sugerir sus dificultades. (Esta ltima frase lo estropea todo).
1270 (Pg. 157 2)
Conozco a tantos que no recularan ante un hermoso fracaso. Pero el fracaso apunta al
destino y no a la literatura.
1271 (Pg. 157 3)
Cuando no tenemos un objetivo hacia el cual nuestros actos puedan converger, slo nos
gusta el pensamiento discontnuo, quebrado, a imgen de nuestra vida echada a volar en
pedazos.
1272 (Pg. 157 4)
Tras la muerte de su hija Tulia, Cicern, en su retiro campestre, se escriba a s mismo cartas
de consuelo. Nos lamentamos y regocijamos a la vez de que se hayan perdido. Incluso en lo
ms duro de su desesperacin, no poda dejar de ser escritor. Su vanidad era digna de un
griego. Y ms inteligente que Tacito..., quizs la nica ventaja que le llevaba.
1273 (Pg. 157 5)
En favor de Francia : una nacin de avaros nunca puede ser superficial.
1274 (Pg. 157 6)
Ya he dicho varias veces que todos despliegan un esfuerzo importante y llegan a triunfar
gracias a sus srdidas pasiones, a la enfermedad, al apetito de gloria, a los celos, etc...,
nunca por la simple espontaneidad de su espritu. El hombre sera un ablico si no fuera por
esa fuerza ms o menos extrnseca que le empuja a actuar, a realizarse, a conquistar. Cun
falso es el idealismo en filosofa y cun nulo en psicologa!
1275 (Pg. 157 7)
En la poca en que escriba en primera persona todo me sala solo: desde que desterr el
yo, la menor frase me exige tal esfuerzo que me quita las ganas de producirla. La
impersonalidad paraliza mi espontaneidad. Me cuento entre esos espritus equvocos, a
decir verdad- que slo se sienten a gusto cuando hablan de sus preocupaciones o sus
hazaas.
1276 (Pg. 157 8)
Antao nunca llegu a pensar que fuera posible caer en la demencia por un exceso de
aburrimiento..., pero ahora s lo creo. Algo tan simple como contemplar las nubes inmviles
durante un cierto tiempo basta para que se tambalee el resto de vitalidad y de equilibro que
todava me queda.
1277 (Pg. 158 1)
13 de abril . Ayer por la tarde fu a escuchar, a Pleyel, la Mathuspassion. En un determinado
momento, me di por pensar que todos los hombres y mujeres de la orquesta y el coro sern
cadveres dentro de cincuenta aos. Y de golpe v sus esqueletos, cantando, tocando el
violn, la flauta, etc.
1278 (Pg. 158 2)
Los dos pueblos que ms he admirado, los alemanes y los judos. Esa doble admiracin,
incompatible despus de Hitler, me ha llevado a situaciones como mnimo delicadas y ha
suscitado en mi vida conflictos que hubiera preferido evitar.
1279 (Pg. 158 3)
No son tus experiencias las que me interesan, sino la forma como las presentas. Una vida no
es una obra.
1280 (Pg. 158 4)
Traduccin de Jorgewic a las 7:26 AM 0 comentarios
DOMINGO,
MARZO
02,
2008
Esta maana me he sentido secuestrado por una legin demonaca. Llevado de la mano al
Infierno.
1236 (Pg. 153 6)
Afortunadamente el Tiempo existe : de otra forma, nunca escaparamos de la humillacin, ni
la vergenza. Vivo con sentimientos que no exigen la eternidad, sino que, por el contrario, la
temen.
1237 (Pg. 153 7)
Esos terrores repentinios, esa espera de algo que pase, de que la suerte del cerebro se
precipite...
1238 (Pg. 153 8)
Por todas partes, en todos y cada uno, detecto la impostura, la irrealidad y la mentira. Mi
relacin con los dems se encuentra por ello singularmente comprometida. Cuando me topo
con un hombre verdadero, mi primer impulso es pensar que se encuentra preso de un error
o de una alucinacin.
1239 (Pg. 153 9)
Cuando detecto en alguien el miedo al porvenir siento verguenza por sentirlo tambin yo, e
intento disiparlo. Slo nuestra cobarda nos parece legtima y soportable; la de los dems es
siempre repugnante.
1240 (Pg. 154 1)
Traduccin de Jorgewic a las 8:04 PM 2 comentarios
DOMINGO,
FEBRERO
10,
2008
LUNES,
ENERO
21,
2008
VIERNES,
ENERO
11,
2008
DOMINGO,
DICIEMBRE
09,
2007
A poco que me encuentre bien la inspiracin me abandona, los sujetos mismos me hacen
falta. No ha sido casualidad que nada me haya impresionado ms que aquellas palabras de
Pascal a su hermana, cuando sta le animaba a cuidarse: Es que t no conoces los
inconvenientes de la salud y las ventajas de la enfermedad.
Me acuerdo perfectamente de que despus de leerlo, en la biblioteca de la Fundacin Carol
de Bucarest, tuve que esforzarme para no gritar.
1116 (Pg. 141 7)
Hay que sublevarse contra las injusticias, pero no contra la fatiga y la usura del mundo.
1117 (Pg. 141 8)
Ningn amigo nos dice nunca la verdad. Por eso el dalogo mudo con nuestros enemigos es
tan fecundo.
1118 (Pg. 141 9)
Todo el mundo encuentra su mayor amargura al llegar a la cima de su carrera. Podra citar
miles de ejemplos.
1119 (Pg. 142 1)
No puedo ms, no puedo ms. Cmo puedo derrochar mis horas de esta manera? Esta
maana, al comprobar que era ya casi medioda y, como de costumbre, no me haba puesto
todava a trabajar, he estado a punto de llorar. Corro hacia mi perdicin, evidentemente. Y
que nuestro himno nacional, ay, empiece con un Levntate, rumano, de tu sueo mortal...,
y eso no suscite en m nada!
Sobre cualquier cosa tengo, al menos, dos puntos de vista divergentes. De ah mi indecisin
terica y prctica.
1081 (Pg. 137 3)
Un ibro slo es fecundo y duraderoi si se presta a varias interpretaciones distintas. Las obras
que se pueden encasillar son esencialmente perecederas.
Una obra vive por los malentendidos que suscita.
1082 (Pg. 137 4)
Nada podr destruir en m ni la duda, ni la nostalgia de lo absoluto.
1083 (Pg. 137 5)
En torno a los cuarenta aos -puede que antes- dej de creer en mi destino, renunci
incluso al afn de tener uno. Por aquella poca (y sin duda para suplir el vaco de mi vida)
fu cuando empec a interesarme por aquellos que tienen uno, y me aficion a la historia.
Hoy mismo todava, entre un escritor y un historiador, prefiero leer a ste ultimo.
1084 (Pg. 137 6)
Con veinte aos lea a los filsofos, ms tarde, hacia los treinta, a los poetas; ahora, a los
historiadores.
Y los msticos? Siempre los he ledo, pero desde hace ya un tiempo algo menos. Llegar un
da en que los abandone completamente. Cuando uno est incapacitado para sentir, no digo
un trance, sino la sospecha de un trance..., a santo de qu andar tras el de otros? Yo he
rozado -no, he conocido- el xtasis tres o cuatro veces en toda mi vida; pero al modo de
Kirolov, no de los creyentes. Experiencias divinas, sin embargo, porque me situaban por
encima de Dios.
1085 (Pg. 137 7)
El verdadero escritor ama con pasin las apariencias, nunca busca la Verdad.
Es indecente decir yo, cuando convendra mejor nos. Es posible, pero es mucho ms
cmodo el yo, ms agradable! Hipocresa de la impersonalidad.
Yo no he nacido de cara al objeto.
1096 (Pg. 139 3)
Durante mucho tiempo, pero mucho tiempo, estuve alimentando el deseo al levantarme de
que el fin del mundo sobreviniera en el transcurso de la jornada.
1097 (Pg. 139 4)
Para acometer cualquier otra realidad, es preciso romper las categoras donde est confinado
el espritu; hay que comenzar de nuevo el Conocimiento.
1098 (Pg. 139 5)
Hablar sin irona de nuestros xitos es una muestra de gran indelicadeza (an ms todava
que hablar de la riqueza propia, porque sta no es ms que algo sobrevenido, mientras que
la fama es una opinin, un juicio de valor).
1099 (Pg. 139 6)
31 de diciembre de 1962. Hemos pasado.
X me enumera sus deseos, y me habla de sus enfermedades, con una voz desesperada. Todo
lo que puedo decirle es que hay seres que deben sufrir, porque ese es su sino. Y aado, a
guisa de consuelo, que se puede vivir y sufrir, que se puede perfectamente incluso continuar,
a pesar del desnimo. Me puse como ejemplo: ms treinta aos seguidos aquejado de
diversas enfermedades!
1100 (Pg. 139 7)
Traduccin de Jorgewic a las 7:23 AM 0 comentarios
MARTES,
NOVIEMBRE
06,
2007
Un timbre de gloria envidiable, quizs uno de las ms hermosos: atar el nombre propio a la
ruina de una religin.
1063 (Pg. 135 2)
21 de diciembre. He dormido nueve horas de un tirn, con una interrupcin de apenas unos
minutos, y al despertar estaba totalmente descansado. Por eso mi espritu no funcionaba
bien...
1064 (Pg. 135 3)
Acabo de leer los artculos polticos de Heine, escritos en 1842. Todos ellos envejecidos como
es natural, pero al mismo tiempo con su carga de verdad: observaciones profundsimas
sobre el carcter de los franceses, sobre su versatilidad; igualmente sus puntos de vista
profticos sobre el comunismo. La apertura de la va frrea entre Rouen y Orleans le inspir
exactamente las mismas reflexiones que despus se hicieron sobre el avin o los ingenios
espaciales. En todo momento, una soberana leccin de modestia se va despejando para el
lector. Son nuestros asombros los que nos hacen formar parte de nuestro tiempo. No
embalarse es una divisa saludable, dira que indispensable, para cualquiera que quiera
ahorrarse arrepentimientos.
1065 (Pg. 135 4)
Es increble hasta qu punto envejece la menor ternura potica en la prosa. La poesa es el
costado perecedero del estilo. Slo perdura, slo permanece viva si est implcita, oculta,
involuntaria, secreta y al mismo tiempo imperceptible.
1066 (Pg. 135 5)
Soy un apasionado que se desvive por retornar a la Indiferencia, sin conseguirlo nunca, salvo
en el atajo y la desgracia de la torpeza.
1067 (Pg. 135 6)
Regla general : un autor empieza a ser reconocido y celebrado en el momento en que no
tiene nada que decir. El advenimiento de la gloria coincide con el de la esterilidad.
1068 (Pg. 136 1)
El talento llega al escribir. Es un ejercicio transfigurado.
1069 (Pg. 136 2)
Haba cogido la costumbre de llorar; de ese modo, lo consegua todo. Y logr fcilmente sus
fines, precisamente porque tena un mtodo.
1070 (Pg. 136 3)
Desde hace aos busco una definicin de la tristeza... Espero no encontrarla nunca.
1071 (Pg. 136 4)
El viento ha estado toda la noche colndose por la chimenea. Muga y se revolva
atormentado a pocos centmetros de la cama. Una noche de consuelo por la ausencia de
msica que padezco desde que no voy a los conciertos, ni enciendo la radio.
1072 (Pg. 136 5)
En otro sitio he dicho ya que cuando un hombre se identifica completamente con una cosa,
padece una especie de genio.
1073 (Pg. 136 6)
El escepticismo tiene mala prensa. Y sin embargo qu osadas tras su paso altanero e
indiferente! Es el fruto mismo de una vitalidad insegura, profundamente embrionaria.
1045 (Pg. 132 4)
14 de diciembre. Ayer noche tard mucho tiempo en dormirme. Estuve trabajando, en el
mejor sentido de la palabra, con un horror tal a la carne, que en vez de acostarme, debera
de haber escapado a cualquier parte a emborracharme.
Creo que una planta nunca apesta, que su descomposicin no tiene nada de horrible. Pero la
carne es una podredumbre pura y simple. La vida no debera haber hecho el esfuerzo de
abandonar el estado vegetal. Todo lo que ha venido despus es autnticamente repugnante,
espantoso. Definicin de ser vivo: aquello que an no apesta. Me aterra el espectculo de
todos los cadveres que me rodean, sin excluir el mo. Del insecto al hombre, todo lo que se
mueve me hace estremecer y me sumerje en un disgusto tembloroso. El reino animal es una
traicin con respecto al vegetal, del mismo modo que ste lo es con relacin al mineral.
1046 (Pg. 132 5)
Esta maana, he pensado durante toda una hora, es decir, he agravado otro tanto ms mis
incertidumbres.
1047 (Pg. 132 6)
Si poseyera un espritu algo ms claro y preciso, me consagrara exclusivamente al estudio
de las enfermedades del lenguaje.
1048 (Pg. 132 7)
Mi conciencia est en venta y nadie me la quiere comprar, le gustaba repetir a un
periodista rumano. Entre los balcnicos el cinismo adquiere proporciones que un occidental
no alcanza a sospechar. De ese modo damos salida a humillaciones sin cuento, a una
desesperacin muy vieja y lcida acerca de lo que todava somos .
1049 (Pg. 132 8) (Pg. 133 1)
Centenario de Barrs..., y ningunas ganas de releerlo. Y, sin embargo, hace treinta y cinco
aos, qu acontecimiento fueron para m Amori et Dolori sacrum, Du sang, de la volupt et
de la mort, Un jargin sur lOronte! Ningn otro francs como l, en este siglo, habr tenido
un sentimiento tan profundo de la muerte. Ninguno habr hollado con tal fervor el secreto de
la melancola,
1050 (Pg. 133 2)
Cuando uno est loco y se deja de ser, forzosamente se sobrevive. Yo mismo, con veinte
aos! No puedo soar con ello sin execrar el personaje que actualmente soy.
1051 (Pg. 133 3)
Todo movimiento creador implica un tanto de prostitucin. Se aplique a Dios o a cualquiera
que posea talento alguno. Es algo que no debera exteriorizarse, si se desea permanecer
puro. Entrar en uno, en toda situacin y momento..., he aqu el deber del hombre interior.
El otro, el exterior, apenas cuenta: forma parte de la humanidad.
1052 (Pg. 133 4)
15 de diciembre. Da de lluvia. He estado durmiento todo el da. Deseos de volver a
sumergirme en la materia, de confundirme con ella. Ese ha sido mi Descenso a los
elementos.
1053 (Pg. 133 5)
Que a los cincuenta aos se puedan atravesar crsis de fatiga como la que actualmente
LUNES,
OCTUBRE
08,
2007
Japn durante dieciocho aos, no convirti en total y por completo ms que sesenta almas. Y
todava, en el ltimo momento, se le escaparon : todos esos conversos murieron a la manera
japonesa, sin tormento ni remordimiento, como si con su nacimiento no hubieran puesto ms
que un pie sobre la tierra.
En el fondo, el desapego no se aprende nunca, est inscrito en una civilizacin. No es un
destino, es un don.
1003 (Pg. 127 3)
De un canto de soldados japoneses del tiempo de las luchas contra los Mongoles : No hay
pulgada de tierra en el mundo donde pueda clavarse una estaca. Me regocijo ante la nada de
todas las cosas, de mi mismo y del universo entero. Honor al largo sable de tres pies que
blanden los grandes soldados mongoles, porque es como el relmpago que corta la brisa
primaveral. (Citado por Tucci en Presencia del budismo).
1004 (Pg. 127 4)
Cuando se piensa en los salones literarios alemanes del Romanticismo, en Henriette Herz,
en Rahel Levin, en la amistad de sta, juda, con el prncipe Louis-Ferdinand, y cuando se
repara en que, un siglo despus, habramos de asistir en ese mismo pas al ascenso del
nazismo! Decididamente, la fe en el progreso es la ms necia y estupida de todas las
creencias.
1005 (Pg. 127 5)
Noto perfectamente cuanto de falso hay en el romanticismo alemn (debera decir en los
romnticos); pero esa misma falsedad, que adoro, es un fenmeno que me colma. Quisiera
estudiarlo y consagrarle todo mi tiempo, leer todas las cartas de la poca, especialmente -y
en primer lugar- las de las mujeres. (Y yo que pensaba que se haba acabado mi pasin por
esas figuras medio-ficticias! Qu prestigio para m, ese desequilibrio y un poco de
declamacin!).
1006 (Pg. 127 6)
Me asombra contemplar la cantidad de tiempo que he consagrado a lamentarme acerca de
todo, y principalmente de m. Pero si algo valgo, es gracias a ese tiempo desperdiciado segn
los hombres, no segn Dios.
1007 (Pg. 127 7)
Mientras mantengo a la vez la lectura de libros que no tienen nada en comn, trabajo en tres
textos diferentes que se parecen demasiado, con el fin de que reflejen mis estados de nimo
uniformemente sombros.
1008 (Pg. 128 1)
Ayer, en la Samaritaine, una mujer a mi lado, en la caja, ola tan mal que estuve a punto de
desmayarme. Estoy seguro de que ningn animal ha desprendido jams semejante mal olor.
Me pona tan enfermo, que si me encerraran con una mujer parecida hubieran podido sacar
de m cualquier secreto. Todo, hasta el deshonor y la traicin, antes que soportar un minuto
esa clase de pestilencia. (Los torturadores carecen de imaginacin).
1009 (Pg. 128 2)
Existe una poesa francesa, pero no hay nada potico en la vida francesa (a excepcin de la
Bretaa anterior al turismo).
1010 (Pg. 128 3)
La tristeza persistir siempre. Estas fueron, al parecer las ltimas palabras de Van Gogh.
(Las mismas que yo mismo, sobre m, habra podido decir en cualquier momento de mi
vida).
DOMINGO,
SEPTIEMBRE
16,
2007
VIERNES,
SEPTIEMBRE
07,
2007
Despus de meses de buen tiempo, ya tenemos el cielo cubierto. Respiro. Necesito las nubes
como otros el cielo azul.
949 (Pg. 120 6)
El truco de los tres adjetivos de Proust, que parecen anularse y en realidad se
complementan. Un ejemplo entre cien, entre mil..., la irona de M. Charlus caracterizada
como amarga, dogmtica y exasperada.
950 (Pg. 120 7)
Siempre que vuelvo a Proust empiezo enfadandome, me parece anticuado y no siento ganas
ms que de tirar el libro. Pero al cabo de cierto nmero de pginas (y saltandome ciertas
escenas), el encanto vuelve a surtir efecto, sea a causa de tal o cual hallazgo verbal, o de tal
o cual anotacin psicolgica. (Proust est claramente en la lnea de los moralistas franceses.
Rebosa de aforismos : se encuentran en cada pgina, en cada frase incluso, mximas
arrastradas por un torbellino. Para que el lector las descubra debe detenerse y no dejarse
llevar demasiado por la frase).
951 (Pg. 120 8) (Pg. 121 1)
La idea rota, fragmentaria, tiene todo el descosido de la vida, mientras que la otra, la
coherente, no respeta ms leyes que las propias y no condesciende jams a reflejar la vida,
todava menos a pactar con ella.
952 (Pg. 121 2)
Llamo naf al que no se da cuenta de su insignificancia y, en consecuencia, se regocija con
una alabanza. He notado que la definicin engloba a la casi totalidad de los hombres.
953 (Pg. 121 3)
Es un suplicio para m estar en el mundo. Hallar las debilidades propias en los dems,
encontrar por todas partes las huellas del pecado original, verlas multiplicarse, leer sus
defectos en la mirada del primero que llega.
954 (Pg. 121 4)
Mi desgracia ha sido haber aprendido bastante pronto a tener cuidado. Y si fuera creyente,
que en mi impulso hacia Dios no hay restricciones y ni resto de insinceridad.
955 (Pg. 121 5)
Es humanamente imposible perdonar una palabra hiriente; se puede olvidar...,
involuntariamente, claro est. Es lo que ocurre en la mayora de los casos. El instinto de
convervacin es la causa de los desfallecimientos de la memoria.
956 (Pg. 121 6)
Vivimos todos entre obstculos; el santo mismo est encadenado..., a la eternidad.
957 (Pg. 121 7)
Hace aos que viene desencantandome Valry. Cuando pienso en la influencia que ejerci
sobre mi (apreciable en el Breviario de podredumbre). Su estilo que tanto am, ahora me
irrita. Despus siempre quiso parecer inteligente. La elegancia perjudica a la idea. Y l es
muy elegante.
958 (Pg. 121 9)
Ms sobre Valry. Su atencin a las palabras es nefasta. Pero no es slo so. Para que una
idea dure y nos agarre, es preciso que tenga algo de necesaria y de pattica (un patetismo lo
bastante velado). Pero Valry fue un hombre que se ufanaba de su inteligencia, que abus
2007
Intento, desde hace unos das, ver qu quiere decirse exactamente con esa idea del superhombre. Y bien, cuanto ms me esfuerzo por precisar su sentido, ms encuentro que no
tiene ninguno. Es una idea tan pueril como delirante. O ms bien una gran idea para
adolescente o para el populacho. Hay toda una vertiente penosa en Nietsche, debida en gran
medida a su exceso de genio y su falta de madurez, al hecho de que no haya tenido tiempo
de envejecer, yo dira incluso de conocer el desengao, el disgusto sereno.
929 (Pg. 117 4)
Desde que he dejado de escribir me he dado cuenta de que todo lo que hacen los dems
carece de realidad. Antes tambin lo pensaba, pero sin la certeza de ahora. La esterilidad
vuelve lucido y despiadado. Y fro. No hay calor como el de la ilusin, con su facultad para
derramarse sobre uno y sobre los dems.
930 (Pg. 117 5)
Despus de los cincuenta, el tiempo tiene el aspecto de querer hacer el movimiento inverso,
de recular hacia sus orgenes, de desenrollarse a recuperar sus instantes, como si tuviera
canguelo de seguir y ya hubiera dado lo mejor de s. De qu podra servir en adelante, en
efecto, sino como relleno?
931 (Pg. 117 6)
Entre Enghien y Pars, y ms tarde entre la estacin del Norte y el Oden..., una increble
multitud se aplastaba en el tren y el metro. Multitud de nias. De dnde han salido? Para
qu las han trado al mundo? Toda esa carne sin necesidad, tanto alarde de nada humana me
llena de disgusto. La espantosa multiplicacin del hombre me parece uno de los indicios ms
claros de que se encuentra amenazado, de que se acerca un giro fatal.
932 (Pg. 117 7) (Pg. 118 1)
Cuatro o cinco personas solamente en la sala de reposo del establecimiento termal de
Enghien. Cmo me gusta el fin de temporada en todo!
933 (Pg. 118 2)
Antes de la batalla de Salamina:
Su conducta [la de Temistocles] ante el intrprete que los embajadores del rey [Xerxes]
haba enviado para requerir a los Atenienses la tierra y el agua le hizo honor entre los
Griegos. Propuso que se le detuviera, y le hizo condenar a muerte por un decreto del pueblo,
por haber osado emplear la lengua griega para expresar las rdenes de un brbaro.
(Plutarco, Temistocles).
934 (Pg. 118 3)
Me impresiona comprobar hasta qu punto Santa Teresa insiste, particularmente en las
Fundaciones, en la importancia de la obediencia, que pone por encima de todo. Se debe a
que es sta una virtud hacia la cual el alma espaola no se siente inclinada por naturaleza.
Se nota, por lo dems, que la santa debi desplegar no pocos esfuerzos para aprender a
obedecer, y que ella misma posea todas las cualidades necesarias para hacer carrera en la
insumisin y la hereja.
935 (Pg. 118 4)
No conozco a nadie de mi entorno que haya ledo a Plutarco. Y yo mismo, lo hice a los quince
aos..., mientras que, hasta finales del siglo XVIII, se le tena como libro de cabecera.
936 (Pg. 118 5)
Debera darme la orden de trabajar, de escribir, y hasta de vivir.
937 (Pg. 118 6)
Leo cada vez menos en ingls y alemn; son lenguas que emborronan mucho mi espritu el
cual, verdaderamente, no est ya por la labor-.
Y despus tengo, ms que la impresin la certeza, de que no puedo expresar ms que en
francs, y que en cualquier otra lengua dejo escapar el encanto y el desenfreno de la
aproximacin.
El francs es la lengua no genial por excelencia.
906 (Pg. 114 4)
Todo sistema se construye a expensas de otro, en cierto modo de todos los dems. Es
increble hasta que punto la agresividad forma parte de la naturaleza ntima de un filsofo.
Bergson mismo ha reconocido que toda su produccin es una obra de protesta. Se piensa
siempre contra alguien o contra algo. Toda la astucia est en disimular ese ataque y en
prestarle una envoltura impersonal. Los pensadores objetivos son ms dainos que los otros.
907 (Pg. 114 5)
Cada vez que veo un alemn y discuto con l, me digo que ese pueblo no mereca dominar el
mundo. La ingenuidad es una hermosa cualidad, pero no la idnea para la instauracin de un
imperio universal. Los alemanes carecen por completo de finura psicolgica y, cuando son
cnicos, lo son groseramente. A su lado, cun finos parecen los ingleses y los rusos...,
representantes del pasado, los unos, y del futuro, los otros!
908 (Pg. 114 6)
En el mundo del espritu, todo aquello de lo que hablamos no es ms que un sustituto de
escaso valor. Pasars al lado de lo esencial!..., tal es la maldicin que pesa sobre los
escritores o el filsofo que tiene un pblico.
909 (Pg. 115 1)
Lo terrible del escepticismo es que deba ser superado. Incluso aquel que nada tiene pone en
ello todo su inters sin embargo y sin apenas darse cuenta. Una fuerza secreta le empuja a
ello.
No obstante siempre recaen en sus primeras dudas.
910 (Pg. 115 2)
La fidelidad es encomiable, pero tiene algo malo, nos ensucia. Ese deseo de repasar todas
nuestras amistades y todas nuestras admiraciones, de cambiar de dolos, de ir a rezarles en
otra parte, es lo que me demuestra que an tenemos recursos, que an poseemos ilusiones
en reserva.
911 (Pg. 115 3)
La imposibilidad de hacer lo que uno sea, porqu no servir como una via hacia la
santidad?
Es de la ruina de toda vocacin aqu abajo de donde nace la pasin por lo absoluto.
Destruyamos nuestras capacidades segn el mundo, si queremos triunfar sobre el mundo.
912 (Pg. 115 4)
Escribir una carta de condolencia es algo imposible..., incluso aunque sea sincera. Es de lo
ms falso que hay y es curioso que an no haya sido suprimida por un acuerdo unnime.
DOMINGO,
JUNIO
10,
2007
Cmo sentir, desde mi apata habitual, desde mi amarga mirada sobre el mundo, desde la
certidumbre de mi insignificancia.., un vrtigo ms tonificante, y tambin menos merecido?
861 (Pg. 107 10) (Pg. 108 1)
28 de septiembre.
Llega un momento en que no podemos eludir las consecuencias de nuestras teoras, en que
todo lo que hemos pensado exige ser vivido, en que tanto nuestras ideas como nuestras
fantasas se convierten en experiencias..., y es entonces cuando el juego termina y comienza
el sufrimiento.
862 (Pg. 108 2)
No estoy a gusto ms que en las proximidades del grado cero de lucidez.
863 (Pg. 108 3)
Ms vaco interiormente me siento, ms me apasionan las cuestiones del lenguaje. El escritor
indiferente a todo, desidioso y agotado termina en fillogo. Un desenlace insignificante y
honorable; la mediocridad tras el exceso y las crsis.
864 (Pg. 108 4)
Me gusta estudiarme, abandonarme a la idea del Destino. Nada he encontrado que
represente mejor este espantoso desaguisado sublunar. Y esta idea, que carece de sentido,
algn efecto produce a nuestros dolores, as como a todas las iniquidades que padecemos.
Torna incluso tolerable a la misma muerte. Si lo pensamos bien, es ms cmodo -y
seguramente mas provechoso- creer en el Destino que creer en Dios.
865 (Pg. 108 5)
Al decir de Plutarco, que no vivi mas all del siglo I de nuestra era, en Delfos, todo se
reduca entonces a cuestiones bien mezquinas, domsticas (el matrimonio, el comercio,
etc.).
El destino de los orculos podra servir de ejemplo para el estudio de ese tipo de
instituciones que empieza a imponerse en el orden espiritual. El resultado final es
inevitablemente decepcionante. Decadencia de los orculos..., decadencia de la Iglesia. El
paralelismo se impone.
866 (Pg. 108 6)
Una obra no est viva ms que en la medida en que sea una protesta. Pero lo mismo que
hace su vitalidad precipita su caducidad, porque llega un momento en que las razones de esa
rebelda nativa nos parecen incompresibles o futiles.
Ello no impide que toda obra digna de ese nombre posea un carcter insurreccional.
867 (Pg. 108 7)
Aquellos das por la Bretaa, en playas donde estuve absolutamente solo. Recorr el litoral de
Croisic hasta La Roche-Bernard, volviendo luego a la Vilaine. En una soledad perfecta..., so
ms de una vez con el encantamiento subsiguiente a una guerra atmica: al fin, la tierra sin
hombres!
868 (Pg. 108 8) (Pg. 109 1)
El disgusto es un estado activo y una prueba de vigor. No es as como me he sentido todos
estos meses, no, sino como en un estado de insensibilidad. Una especie de morosa
somnolencia, de rechazo casi irreflexivo. Ser eso que suelen denominar estar cerrado a
todo? En esa situacin me encontraba. Nada me conmova, nada me irritaba, nada me
estimulaba. La muerte del alma! A su lado, el disgusto est lleno de efervescencia y
dinamismo.
869 (Pg. 109 2)
Igual que juzgo a todo el mundo, todo el mundo me juzga a m. Si pudiera verme con los
ojos de los dems, desaparecera de golpe. Por lcido que uno sea, nunca se es lo bastante
como para poder llegar a contemplarse absolutamente desde el exterior. Yo me conozco
como a nadie le est permitido conocerse..., pero no s como los dems me conocen : no
llego a ser ese espectador puro, desinteresado y en el fondo indiferente- de m mismo, ni a
imaginar mi muerte como algo que no me concierne directamente. Habra que aprender a
morir lejos de uno mismo, y a considerar la agona propia con total objetividad, como si se
tratara de un fenmeno extrao, de un percance sobrevenido a otra persona.
870 (Pg. 109 3)
S bien por qu, a la edad a la que he llegado, prefiero leer a los historiadores que a los
filsofos : porque, por aburridos que sean los detalles relativos a un personaje o a un
acontecimiento cualquiera, el desenlace de uno u otro intriga necesariamente. Pero, ay, las
ideas carecen de desenlace!
871 (Pg. 109 4)
Nada hay peor que sentirse inspirado, lleno de ideas, de fantasa y fuego, y tener que pasar
la velada con gente ante la cual uno habr que estar necesariamente apagado. La oscilacin
de mis humores..., y siempre gastandome bromas! Nunca vienen de encargo.
872 (Pg. 109 5)
El aburrimiento de las cenas es un argumento contra la Providencia.
873 (Pg. 109 6)
Llega un momento en que, tras haber pedido las ilusiones sobre los dems, se pierden las de
uno mismo.
874 (Pg. 109 7)
R., muerto, sin el menor rastro de burla en su semblante. Porque am con pasin y casi
sordidamente la vida. Aquellos que estn menos apegados a ella, al morir, tienen una sonrisa
burlona, la sonrisa de la liberacin y el triunfo. No van hacia la nada, la han abandonado.
875 (Pg. 109 8) (Pg. 110 1)
Por mis aficiones y defectos, he nacido para vivir en los estertores de un Imperio. Me hubiera
gustado arrellanarme en la Viena de antes de la Primera Guerra Mundial.
876 (Pg. 110 2)
El mar es mi confesor..., cmo me gustan estas palabras de Isabel de Austria!
877 (Pg. 110 3)
No puedo imaginar a nadie ms tontamente sentimental que yo. Arrastro conmigo, como
una dulce maldicin, todas las taras del centroeuropeo..., contra las cuales ni quiero, ni
puedo luchar.
878 (Pg. 110 4)
Vivo en la certeza de que todos los problemas estn agotados, y de que es indecente -e
incluso insensato- abordar cualquiera de ellos, por importante que nos parezca. Siento como
si, escapado de los dominios del intelecto, viviera en un trato directo con los elementos y yo
mismo fuera uno de ellos.
879 (Pg. 110 5)
Se ha recalcado justamente que en la India un Schopenhauer o un Rousseau no hubieran
sido nunca tomados en serio, pues vivieron en desacuerdo con las doctrinas que profesaban;
entre nosotros, en cambio, sta es precisamente la causa del inters que suscitan. El xito
de Nietzsche se debe en gran parte al hecho de que defenda teoras que no se amoldaban
de ningn modo con su vida. Nos gusta que un enfermo, un flojeras, un asiduo de los
pensionados para seoritas haya sido el apologista de la fuerza, del egoismo, del hroe
desprovisto de escrpulos. Si l mismo hubiera encarnado el tipo de hombre que exalta en
sus escritos, al cabo de algn tiempo hubiera dejado de intrigarnos.
En el fondo nos atraen los pensadores que no encuentran solucin a sus problemas ni a sus
males, y que, por no haber podido ponerse de acuerdo ni con los dems ni consigo mismos,
hacen trampas tanto por capricho como por necesidad. Un medio escorzo trgico, una
sospecha de insinceridad rallana en lo enfermizo, ah veo yo el sello distintivo del moderno.
880 (Pg. 110 6)
Traduccin de Jorgewic a las 9:32 AM 0 comentarios
DOMINGO,
JUNIO
03,
2007
Soy incapaz de tener amigos, por la sencilla razn de que he perdido todo contacto vital
con los hombres. Pronto no servir ms que para la conversacin. Y sin embargo, tendr
que inventarme relaciones si quiero salir de este simulacro de existencia a que me he veo
reducido.
840 (Pg. 105 6)
Traduccin de Jorgewic a las 10:33 PM 0 comentarios
MIRCOLES,
MAYO
09,
2007
Aunque soy natural de los Crpatos, me ahogo en la montaa. Durante mi niez, entenda su
encanto. Ahora no soy sensible ms que a la poesa de la llanura.
809 (Pg. 102 1)
No est en mi poder salvar mi espritu. Dios, ninguna cada como la ma!
810 (Pg. 102 2)
En Austria he comprendido que soy un centroeuropeo. Poseo todos los estigmas del viejo
tipo austrohngaro. De ah viene seguramente mi incapacidad para sentirme como en casa
en Francia.
811 (Pg. 102 3)
Llega un momento en que nos es imposible eludir las consecuencias de nuestras teoras.
Todo lo que hemos expuesto, sea por una necesidad interior o por espritu de contradiccin,
pasa a ser el elemento constituyente de nuestra vida. Y es entonces cuando echamos de
menos las ilusiones que hemos destruido y que desearamos restablecer. Pero es demasiado
tarde.
812 (Pg. 102 4)
No notamos que verdaderamente poseemos un alma ms que cuando escuchamos msica.
813 (Pg. 102 5)
No se traicionan impunemente los fundamentos de la vida propia. Tarde o temprano, la teora
se convierte en realidad. Nada nos afecta tanto como los ataques que nos dirigimos a
nosotros mismos.
814 (Pg. 102 6)
Ca timpul drag surpat in vis [Como el tiempo tan querido derrumbado en el sueo, en El
huevo dogmtico, de Ion Barbu (1895-1961), el ms importante poeta de la escuela
modernista rumana]. Este verso de Ion Barbu es uno de los ms hermosos que conozco.
815 (Pg. 102 7)
Si no tengo gusto para el misterio, ni en literatura ni en nada, es porque todo para m es
inexplicable. Qu digo? Yo vivo lo Inexplicable.
816 (Pg. 102 8)
En cierto modo, mi sensibilidad se asemeja a la de los romnticos, quiero decir en tanto que
incapaz de creer en los valores absolutos, defino mis humores segn la gente, los considero
como sustitutos de la realidad pasada.
817 (Pg. 102 9)
La alegra carece de argumentos; la tristeza en cambio posee innumerables. Y es tan terrible
cuando se lleva y nos impide curarla.
818 (Pg. 103 1)
Desesperacin sobrenatural.
819 (Pg. 103 2)
No dejo de pensar en Austria, que ya no es ni la sombra de si misma. Por lo dems, no me
atraen ms que los pases secretamente regidos por un principio de desolacin. No por
casualidad nac en el seno de un Imperio que se saba condenado.
MIRCOLES,
MAYO
02,
2007
suicidio.
788 (Pg. 99 4)
Cuando dudo de m mismo hasta el vrtigo o la nusea, me digo que soy precisamente
alguien que ha escribo todo un libro sobre las Lgrimas.
789 (Pg. 99 5)
Puede ser que no exista la dicha verdadera ms que en la renuncia. En no necesitar nada
del mundo!
790 (Pg. 99 6)
Siempre he vivido pendiente del fin de cada cosa, me he movido en todo momento aplicando
la nocin de desenlace a esto y aquello. Aunque, a decir verdad, ella sola ya se aplica a
todo..., y en ninguna parte sin carecer de propsito.
791 (Pg. 99 7)
Ms envejezco, ms rumano me siento. Los aos me devuelven a mis orgenes y me
sumergen de nuevo en ellos. Y cmo comprendo ahora a esos ancestros a los que tanto he
denigrado,... que hasta los disculpo! Y pienso en Panait Istrati que, despus de conocer la
gloria universal, volvi all para morir.
792 (Pg. 99 8)
Los ancianos dominan mejor que nadie el sentido de las vicisitudes de la fortuna, estn
incomparablemente mejor preparados para las solemnidades, para la pompa de la derrota.
793 (Pg. 99 9)
Intentad agarrar vuestra conciencia y sondeadla, veris que est hueca: no encontraris en
ella ms que el porvenir. Esta frase de Sartre (en un artculo sobre Faulkner) ningn poeta
la suscribira. De hecho, si fuera cierta, la existencia misma de la poesa se tornara
inexplicable.
794 (Pg. 99 10)
Creo que quienes, para hablar del absurdo de la vida, citan ineludiblemente a Macbeth,
deberan al menos hallar la forma de poner en ello el nfasis suficiente.
795 (Pg. 100 1)
No me interesan mis experiencias, sino mis reflexiones sobre ellas.
796 (Pg. 100 2)
Que yo sepa encerrarme sin el tiempo, sin el espacio,
con la charlatana soledad del papel (Maiakovski)
797 (Pg. 100 3)
Con la charlatana soledad del papel
Oh, que no pueda yo decir otro tanto, de m.
Para m, la soledad del papel es helada, opaca, taciturna.
798 (Pg. 100 4)
Desde que puedo recordar, mi gran enfermedad ha sido siempre una excesiva atencin al
tiempo, objeto de obsesin y de tortura para m. Lo he sentido permanentemente como una
carga, que va en aumento con la edad. Pienso en ello sin descanso, a propsito de todo o de
nada. El tiempo me ocupa. Sin embargo, la vida no es posible ms que gracias al continuo
Desde que puedo recordar, siempre he sentido autntico terror ante todo acto de
responsabilidad. Mi opuesto: el ejercicio de la autoridad. Tanto en la escuela como en el
Liceo, obligaba a mis padres a hacer gestiones para que no me nombraran monitor. Incluso
ahora, la mera idea de que alguien pudiese depender de m o de que soy responsable de su
vida me vuelve loco. El matrimonio me ha parecido siempre una aventura
desproporcionada para mis fuerzas morales.
769 (Pg. 96 12) (Pg. 97 1)
No siento ninguna atraccin por el prjimo. Sin embargo, empujo el descontento de uno
hasta el delirio. Detesto a los dems en la misma medida en que me detesto a m mismo.
Quien se odia no ama a nadie. Ni el mismo demonio es tan sagaz como para desenredar los
hilos o seguir los rodeos del odio hacia uno mismo.
770 (Pg. 97 2)
Esa desagradable mana que tengo de pensar contra alguien o contra algo! No se deber
tal necesidad de pelearse con todo medio intelectual a una maldad insatisfecha o incluso a
una cobarda vital? Lo cierto es que, con la pluma en la mano, saco un coraje que nunca
recobro ante el enemigo.
771 (Pg. 97 3)
La indiferencia..., el ideal del loco.
772 (Pg. 97 4)
Leo una biografa de Madame Tallien. Slo hay destino en las revoluciones y los imperios.
773 (Pg. 97 5)
La historia de Francia..., una historia por encargo. Ah todo es perfecto..., desde el punto de
vista teatral. Es una historia interpretada. Acontecimientos para espectadores. A ello se debe
que Francia haya gozado, durante diez siglos, de una increble actualidad, de una boga
perpetua.
774 (Pg. 97 6)
La historia universal no se detiene ms que ante los pueblos que, en un momento dado, han
posedo el monopolio de la gloria.
775 (Pg. 97 7)
El escptico es la desesperacin del diablo. Porque el escptico, al no estar aliado a nadie, no
puede prestar ayuda alguna ni para lo bueno ni, sobre todo, para lo malo. No coopera en
nada, ni siquiera consigo mismo.
776 (Pg. 97 8)
Excepto en el instante todo es mentira.
777 (Pg. 97 9)
Vivo con lcida obsesin la conversin del presente en pasado. Conversin? No..., mejor
degradacin. Una degradacin que pienso y siento en cada uno de sus momentos.
778 (Pg. 97 10)
13 de julio de 1962.
Una noche espantosa. Ante noches similares es cuando siento deseos de volver a empezar,
de rehacer la vida.
779 (Pg. 98 1)
Siempre he envidiado la soledad del hombre odioso.
Est escrito en mi destino lo de quedarme a medias. Todo me sale truncado: mi forma de
ser, incluso hasta mi forma de escribir. Un hombre a cachos.
741 (Pg. 93 6)
Creo que he sufrido bastante. Sin embargo, mis padecimientos, lejos de converger en un
centro y de organizarse, si no en un sistema, s al menos en un conjunto, se han esparcido,
creyndose nicos cada uno de ellos y se han destruido, por no saber esperar y madurar.
742 (Pg. 93 7)
Slo podra ser feliz en un mundo donde no existiera el sentido del tiempo. Mi pas natal
ofrece esa ventaja. Las iglesias carecen, siempre, sin ningn gnero de dudas, de tipo alguno
de reloj a la vista. En fin, se ignora la hora (y en los pueblos mucho ms). Medir el tiempo es
un atentado no slo contra el tiempo mismo, sino incluso contra el hombre. En el momento
en que se analiza cualquier cosa, se la profana. La inteligencia es profanadora por definicin,
no deja nada en su estado, ni el tiempo, ni el alma. No est contenta si no es en la
contemplacin sin reflexin.
743 (Pg. 93 8) (Pg. 94 1)
Me he lanzado a una empresa imposible: escribir sobre la gloria. El tema no me pega..., y
llevo reflexionando sobre l intilmente durante meses. Nada puede salir de ah. No puedo
tratar acerca de un problema que me pone enfermo slo por el mero hecho de abordarlo. Y
no me refiero, por otra parte, a indiferencia, a desapego, etc. No soy ni indiferente, ni
desapegado..., soy un ablico, pero la abulia no tiene nada de indiferencia.
Y por eso no puedo resolver este conflicto que me desgarra: de un lado, est la sed de una
cierta energa, de eficacia incluso, y del otro no veo ms que el esfuerzo que es preciso para
disociarse del mundo. Dos tendencias contradictorias e irreductibles. Es imposible intentar
conciliarlas. Todo lo que me queda es irlas probando de vez en cuando..., con un mnimo de
indiferencia o de disgusto.
744 (Pg. 94 2)
No veo un cuadro moderno sin felicitarme por la desaparicin del retratado.
745 (Pg. 94 3)
Qu dios se ensaa conmigo?
746 (Pg. 94 4)
Decadencia..., una palabra que siempre ejerce sobre m un efecto mgico. Siento entusiasmo
por la decadencia.
747 (Pg. 94 5)
Anoche vislumbr en el teatro a .... con su gigolo. Estaba horrible con su monstruosa cabeza,
que hubiera exigido una peluca para ser soportable. Me ha obsesionado toda la noche. Antes
que acostarme con ella preferira pasar diez horas en el silln del dentista.
748 (Pg. 94 6)
27 de junio. Almuerzo en la ciudad. Purificacin para la vergenza. Contaminacin liberadora.
749 (Pg. 94 7)
No habiendo podido hallar la forma de soportarme a m msmo, cmo habra podido
encontrar la de aguanta al mundo? El problema reside siempre en nosotros, y buscarlo ms
lejos viene a demostrar que estamos todava en paales en cuanto a sabidura.
750 (Pg. 94 8)
Un entierro en un pueblo de Normanda. Pido detalles a un campesino: El pobre era todava
joven, apenas sesenta aos. Lo encontraron muerto en el campo. Qu quiere? Es as. Y
repiti varias veces: Es as. Qu hubiera podido decir de otro? Qu puede decirse acerca
de la muerte de otra persona? Es as, es as. Lo irreparable nos torna estpidos.
751 (Pg. 95 1)
Lo que me condena para siempre es el hecho de que he gastado en este mundo lo mejor de
mi espritu.
752 (Pg. 95 2)
Le deca a un italiano, durante una comida, que los latinos no valan gran cosa, que yo
prefiero a los anglosajones, que la mujer italiana, francesa o espaola, cuando escribe, no
vale nada al lado de la inglesa. Es verdad, me deca, cuando narramos nuestras
experiencias, no decimos nada, pues todo lo hemos contado ya ante otros testigos al menos
veinte veces.
Los pueblos latinos son pueblos sin secreto. Un anglosajn suple por medio de su intimidad y
su comedimiento su falta de talento. Un escritor que no es tmido ante la vida no vale nada.
753 (Pg. 95 3)
Yo juzgo a los dems por lo que son, no por lo que hacen. Un hombre que nunca haya escrito
puede inspirarme ms admiracin que tal o cual autor conocido que tenga cerca y al que
desprecie.
Mi simpata tiende naturalmente hacia aquellos que no han explotado sus dones, hacia los
grandes chapuceros.
754 (Pg. 95 4)
Hasta hoy, he hablado de callejn sin salida; ya no lo digo, estoy en l. No puedo avanzar
ms en mi desierto, me siento idealmente estril, atascado en el punto ms bajo de m
mismo. Slo una gracia de las alturas podra salvarme. Y tendra todava que poseer la fuerza
de implorarla o al menos de esperarla.
755 (Pg. 95 5)
Leo algunos retratos de Jules Lemaitre. Estas cosas de Hugo son admirables, lo mismo que
las de Rochefort. Sorprende tanta finura en un crtico que nunca lee (yendo ms lejos, he
tenido la maldad de leer lo que ha escrito sobre... Pierre Loti). En fin! Nos lo presenta como
todo un gran hombre y lo compara -cuando no lo pone por encima- con Balzac, Shakespeare,
etc. Lo que hay que or! Vaya una leccin de modestia, no slo en un crtico, sino en
cualquier plumilla. La gloria..., verdaderamente, hay que tener una gran dosis de
ingenuidad para creer en ella.
725 (Pg. 91 5)
Todo lo que el hombre hace me parece artificial e intil. Para m, slo el animal tiene gracia.
Vaya un absurdo que este mono sea el que va a la oficina! Meterse en una habitacin,
sentarse ante una mesa de trabajo, y quedarse as durante horas..., decididamente, la ltima
de las bestias est ms cerca de la verdad que el hombre.
Y cuando pienso en esa raza maldita de funcionarios que desperdicia sus das en asuntos
que no les interesan, que ni tienen que ver con sus preocupaciones, ni con su ser mismo! En
el mundo actual, nadie hace lo que debe, lo que por encima de todo le gustara hacer. Y
cuando pienso que hasta el mismo campesino est en vas de desaparicin! Decididamente,
nada podr reconciliarme con el destino del hombre.
726 (Pg. 91 6)
Ante la enfermedad no hay orgullo que valga. Nada puede hacerse.
Es la que nos llama al orden, a la realidad, y destruye nuestras pretensiones. Humillacin de
cada instante. Estar malo es como tener al lado una fuerza invisible que nos abofetea
continuamente.
727 (Pg. 92 1)
Casi siempre es un signo de bajeza emitir un juicio moral sobre alguien. Slo los dioses -y
no siempre!- tienen derecho a sopesar nuestros actos.
728 (Pg. 92 2)
17 de junio, domingo. No poda dormir y me he levantado a las 5,30 h. Un paseo por el
parque de Luxemburgo, donde slo encuentro una lucecita pura, la del amanecer. Conforme
avanza el da, hasta esa misma luz se va prostituyendo...
729 (Pg. 92 3)
La vida siempre me ha parecido enigmtica y vaca, profunda e irreal..., una nada que invita
al estupor.
730 (Pg. 92 4)
Desde hace cinco das sigo una cura en Enghien. Mis nervios no resistan ms. Insomnio. El
menor remedio me deja hecho polvo. Tambin cuidarse es, de una u otra forma, ponerse
malo.
731 (Pg. 92 5)
Escucho las Cantatas n. 189 y 140 de Bach, por la Coral Bach de Mannheim. Siento una
inmensa paz y ganas de llorar.
732 (Pg. 92 6)
Despus de atravesar miles de dudas, al menos poseo el mrito de haber encontrado que la
nica realidad est en nosotros.
Mi posicin filosfica se sita en algn lugar entre el budismo y el Vedanta.
No obstante, todas mis apariencias me adscriben a Occidente. Solamente por mis
apariencias? Por mis taras tambin. Y es de estas ltimas de donde procede mi incapacidad
para optar por un sistema, para encerrarme en una definicin o en un sistema salvfico.
733 (Pg. 92 7)
En el fondo, slo el tono pattico me sienta bien. Cuando uso otro, me aburro y dejo la
pluma.
734 (Pg. 92 8)
Vuelvo a sumergirme en el Memorial de Las Casas, despus de haber reledo los
Pensamientos de Pascal. Pascal y Napolen! Necesito pelear contra uno gracias al otro.
735 (Pg. 92 9)
Soy un tonto, hace tiempo que debera de haberme convertido en un vulgar gusano, y de ese
modo darle un sentido a mi existencia, y acabar de una vez.
736 (Pg. 93 1)
Mi espritu no est a la altura de mi sensibilidad.
737 (Pg. 93 2)
Me gustara intentar alejarme de m mismo, pero mis males me lo impiden ineluctablemente.
El pesar de reencontrarse siempre, el mal de la identidad..., vaya si lo conozco!
738 (Pg. 93 3)
Napolen, en Santa Elena, hojeaba de vez en cuando una gramtica... En esto, al menos,
demostraba que era francs.
739 (Pg. 93 4)
Me encuentro en la imposibilidad de escribir. La Palabra es un muro contra el que embisto,
que se me opone, alzado ante m. Sin embargo, s muy bien de lo qu quiero hablar, tengo
el tema, vislumbro el dibujo del conjunto. Pero me falta la expresin, nada puede salvar la
barrera del Verbo. Nunca he conocido semejante parlisis, que me afecta hasta la
desesperacin..., o peor an, hasta el asco. Hace seis meses que emborrono el papel, sin
haber escrito una sola pagina que no me haga sonrojarme. No vuelvo a leer una lnea ms
de filosofa hind: ha sido la meditacin sobre la renuncia al fruto del acto la que me ha
conducido a este estado. Si al menos hubiera ejecutado un acto cualquiera! Mi abandono,
ay!, precede incluso a mis veleidades.
Para llegar a algo, tengo que renunciar a imponerme tipo alguno de sabidura. No puedo
luchar indefinidamente contra mi naturaleza. La violento total e intilmente al querer adquirir
as el saber. Estoy hecho para desencadenarme, no para vencerme.
Dios tras qu paraso ando suspirando. Poseo la meloda, el ritmo del Excluido, y paso el
tiempo tarareando mi desconcierto y mi exilio terrenal.
685 (Pg. 86 5)
Si se pudiera devenir loco por el puro desarrollo -lgico- de la tristeza, habra perdido la
razn hace tiempo.
686 (Pg. 86 6)
Si el dolor es la esencia de la existencia, cmo explicar que tan pocos consigan librarse y
que la bsqueda de la salud sea tan rara? La esencia de la existencia es el apego a la
existencia, por as decirlo la existencia misma. Que este cario lleve en ltima instancia al
dolor, cada cual lo decide sin querer sacar sus consecuencias. En el fondo, el grito de la
humanidad es: Antes el dolor que la liberacin!. Es porque el dolor es todava existencia,
mientras que la liberacin no es ms que una felicidad vaca.
687 (Pg. 86 7)
Nadie en Occidente se atreve a hablar como de una evidencia del abismo del nacimiento,
expresin que encuentro a menudo en los escritos budstas. Sin embargo, el nacimiento ms
que un abismo es un precipicio.
688 (Pg. 86 8)
Una paradoja curiosa: estoy a punto de preparar un ensayo sobre... la gloria, en el preciso
momento en que mi ineficacia, mi abulia y mi decadencia han alcanzado su punto mximo,
en que he agotado hasta mis posibilidades de despreciar, en que, en una palabra, me
rechazo a mi mismo y me considero un indeseable.
689 (Pg. 86 9)
La inocencia, la inocencia..., no se puede vivir sin inocencia.
690 (Pg. 86 10)
El diablo no es un escptico: l niega, no duda nunca. Puede querer inspirar la duda, pero a
l mismo no le afecta. Es un espritu activo, porque toda negacin implica accin.
Se puede hablar de los abismos de la duda, pero no de los de la negacin.
La postura del escptico es menos cmoda que la del demonio.
691 (Pg. 87 1)
No debera firmar lo que escribo. Cuando se busca la verdad qu importa el nombre? Slo
importan, en definitiva, la poesa y el pensamiento annimo, las creaciones de las que se han
llamado pocas sinceras, anteriores a la literatura.
692 (Pg. 87 2)
Slo los escritores menores se interrogan constantemente sobre el destino de su obra. Todo
libro es perecedero, slo la bsqueda de lo esencial no lo es.
693 (Pg. 87 3)
Lo trgico de los asuntos humanos se evapora cuando se los contempla un poco desde
arriba. De hecho, la tragedia slo existe para el hombre de accin.
694 (Pg. 87 4)
Cada da que pasa se perfila cada vez ms netamente el mal que padezco: incapacidad de
trabajar, una perpetua distraccin, laxitud del esfuerzo que se extiende al cabo de una hora,
bloqueo en una palabra. Tuve la lucidez suficiente de percibir hace tiempo los signos de mi
precoz decrepitud, hace ya unos treinta aos...
695 (Pg. 87 5)
El descontento conmigo mismo confina con la religin.
696 (Pg. 87 6)
Cambio de mesa, de silla, de habitacin cada cinco minutos digamos, para no exagerar,
cada hora-, como si buscara un entorno ideal para trabajar, porque all donde estoy nunca
me parece el bueno; esta agitacin risible me avergenza hasta lo indecible. A lo que he
llegado, Seor! Y a la edad en que los dems se lanzan con alborozo a sus empresas de
largo aliento! Antes reventar que seguir as (7 de mayo de 1962).
697 (Pg. 87 7)
Que el diablo no sea un escptico lo prueba el rol que se le ha atribuido en el curso del
tiempo. Si estuviera sumido en la duda o dedicado a la conversin de los hombres, su
importancia hubiera sido considerablemente menor. Se le asign el imperio del mal,
infinitamente ms vasto que el de la duda. Reina sobre toda la humanidad, lejos de limitarse
a soar solamente las incertidumbres de algunos. Y tras la duda, lejos de conducir la
actividad, se aleja de ella por contra: por as decirlo es el peor peso para el que le sigue y le
propaga. Mientras que la negacin es, de una manera u otra, siempre cmplice del acto. El
que siempre dice no est casi tan lejos del escepticismo como un ngel. Y es casualidad que
con anterioridad haya sido un ngel.
698 (Pg. 87 8) (Pg. 88 1)
Cuando no se cree en el amor, todava es posible amar, del mismo modo que se puede
combatir sin convicciones. Sin embargo, tanto en uno como en el otro caso, algo se ha roto.
Un edificio en el que la fisura tiene algo de estilo.
699 (Pg. 88 2)
Ningn sujeto me parece tan importante como para que me tome la molestia de tratarle. Es
un defecto de mi carcter que, para restarle trascendencia, llamara frivolidad desesperada.
Se presenta como una imposibilidad de centrarme y, al mismo tiempo, ofrece todos los
sntomas de un obseso gravemente atento, por as decirlo, como totalmente inadaptado para
salir de un crculo restringido, siempre el mismo, precisamente de sujetos!
Escucho en la radio algo de msica zngara hngara. Hace aos que no la oa. Una vulgaridad
desgarradora. Recuerdos de borracheras en Transilvania. Un inmenso aburrimiento que me
empujaba a beber con cualquiera. En el fondo, soy un sentimental como todos los tipos de
la Europa central.
661 (Pg. 83 5)
8 de abril (mi cumpleaos). He estado vagando por la Quinta: calle Ratud, donde vive
Eveline, calle Lhomond, donde viv durante un mes en 1935, y todas esas viejas callejuelas
que me recuerdan mi juventud: la calle de Pot-de-Fer, la de Amyot, el alto de la calle
Cardinal-Lemoine, etc. Un paseo fnebre, con mi espritu de duelo.
662 (Pg. 83 6)
Un regalo de aniversario: la vieja idea del suicidio, que vuelve a atacarme cada cierto
tiempo, y la ha tomado conmigo especialmente hoy. Reaccionemos, aguantemos todava en
pi.
663 (Pg. 83 7)
Pienso en Sibiu, el pueblo que ms quiero del mundo, y en las terribles crisis de aburrimiento
que all conoc. En esas tardes de domingo en que vagaba por las calles desiertas de
entonces, solo, o por el bosque o en el campo... Es el entorno lo que me hace volver tanto a
esos momentos. Tengo alma de pueblerino
universal.
Lo que salva a los hombres es que desconocen cun bien poco representan. Maldicin o
privilegio, yo siempre he sentido hasta vrtigo de mi propia irrealidad, y de la de todos.
674 (Pg. 85 2)
La tristeza, que ha devenido en mi en un estado permanente, es el gran obstculo para mi
salud. Y en tanto que dura y no logro librarme de ella, me deja clavado a las miserias de
aqu abajo. Pues tal es la paradoja de la tristeza, que nos hunde en este mundo en la misma
medida en que nos separa de l. Se complace tanto en el desgarrn como en el desconsuelo.
675 (Pg. 85 3)
En este universo donde la vida est manchada.
676 (Pg. 85 4)
10 de abril de 1962.
En un banco un hombre, del tipo meteco, molesto y burln, y una mujer de aire crispado,
asolada. Me pareci entender, cuando pas ante ellos, que ella le deca: Se ha acab.
Y eso es exactamente lo que esperaba or por su expresin.
677 (Pg. 85 5)
Pascua.
No puedo escribir si no es para atacar o lamentarme.
Si las fuentes de la violencia y de la tristeza se agotaran en m, dejara para siempre la
pluma.
678 (Pg. 85 6)
Herodoto..., cuando le leo me parece estar frente a un paisano mo, un filsofo rumano (no
es casual que llegase a viajar al pas de los escitas).
679 (Pg. 85 7)
No est permitido aqu que cualquiera haga palabras nuevas, ni siquiera el soberano
(Vaugelas, en 1649).
680 (Pg. 85 8)
Qu error comet al responder a las cartas de Dinu [Constantin Noica, familiarmente Dinu,
1909-1897, filsofo amigo de Cioran; public en 1991 en Francia, en Criterion, Seis
enfermedades del espritu contemporneo y, con Cioran, El amigo lejano, tambin en
1991. La correspondencia que mantuvo con Cioran le vali ser condenado a 25 aos de
prisin en Rumana]. Le escriba..., por piedad de su soledad, y tambin por un deber de
amigo. Sin saberlo, he armado a sus enemigos y contribuido a su ruina.
641 (Pg. 81 3)
El Maestro Eckhart: Si posees una firme voluntad y slo el poder te fuese negado, en la
contemplacin de Dios estars totalmente realizado.
642 (Pg. 81 3)
Este tiempo que pasa, que se deshilacha ante mi mirada, y que no lleno con nada como no
sea con mi remordimiento..., el remordimiento de no hacer nada. La desgarradora
consciencia de mi inutilidad es mi nico contenido positivo.
El trasfondo de mi remordimiento..., una mezcla de miedo y vergenza.
643 (Pg. 81 4)
El empeo de Lucrecio por demostrar que el alma es mortal, el encono de Lutero contra la
libertad..., habra que buscar qu razones hay por debajo. Voluntad de autodestruccin,
DOMINGO,
OCTUBRE
08,
2006
635 (Pg. 80 5)
Cada vez que me acerco a Bach me digo que es imposible que todo sea apariencia. Es
preciso que exista algo ms. Y despus, reaparece nuevamente la duda.
636 (Pg. 80 6)
Obtena una gran vanidad de la ventaja de ser desconocido.
637 (Pg. 80 7)
Esterilidad sin nombre. Imposibilidad de escribir, de pasar del proyecto a la accin. Una
impresin de sequedad e inutilidad cercana a la enfermedad. Un sntoma grave: cada vez
tengo, por as decirlo, menos ambicin. Y la ambicin es, con toda evidencia, el resorte de la
actividad.
Para producir es preciso despus ser sensible a la opinin de los dems. Ahora soy cada vez
ms indiferente. Y esto es grave, porque mi soledad no se nutre del orgullo, sino de la
indiferencia y de la frialdad en torno a todo en torno a m mismo, en primer lugar-.
Los seres vivos no me apasionan. Y si esta pasin slo estuviera dormida? Eso espero.
Pero quin sabe?
Un deslizamiento funesto hacia la sensatez...
638 (Pg. 80 8)
Scrates a Critn, antes de morir: Nunca hay que hablar impropiamente; pues no se ofende
solamente a la gramtica, sino tambin a las almas.
(Acerca de las palabras de Arvers en su lecho de muerte..., y citar el comentario de Rilke:
Era un poeta, no le gustaba el ms o menos.)
639 (Pg. 80 9) (Pg. 81 1)
Si analizamos nuestros actos, no hay ninguno, por generoso que sea que, de alguna forma,
no sea sancionable y hasta daino; y hasta es natural que nos inspire el arrepentimiento de
haberlo ejecutado, de forma que, en el fondo, no se nos deja otra opcin que la abstencin y
el remordimiento universal.
640 (Pg. 81 2)
Creo que prescindira antes del pan y el agua que de la tristeza. Es para m una necesidad,
como dira?..., sobrenatural.
601 (Pg. 76 4)
Hay noches en blanco que ni el ms capaz de los torturadores podra imaginar. Se sale de
ellas hecho polvo, alucinado, estpido, sin recuerdos ni presentimientos, sin saber quin
eres. Y entonces hasta la luz parece tan intil como perniciosa, peor incluso que la noche.
602 (Pg. 76 5)
2 de septiembre. A las 4 de la madrugada.
Imposible dormir.. Todo me sienta mal. Mi cuerpo! Acabo de salir de la terraza: me parece
que es la primera vez que contemplo de ese modo las estrellas, sin nostalgia ni esperanza
alguna. Sensacin absoluta de no querer pensar, por miedo sin duda a reflexionar sobre el
drama que viven mis huesos, prestos seguramente a romperse para siempre con el nuevo
da.
603 (Pg. 76 6)
5 de septiembre. Despertar alocado, sensacin de envenenamiento repentino. He salido a la
calle; imposible mirar a los dems a los ojos: en la farmacia, no he podido evitar un
comentario hiriente para el vendedor. Un furor desesperado e intil, desencadenado contra
todo el mundo. Sensacin de que tengo veneno en las venas, de haber llegado ms lejos an
que no se qu demonio.
Para poder dominarme necesitara unos cuantos siglos de educacin inglesa; pero vengo de
DOMINGO,
SEPTIEMBRE
17,
2006
581 (Pg. 74 6)
Pese a las reservas que abrigo frente al creyente cristiano, no puedo negar que en un punto
capital donde los haya- tiene razn: el hombre no es dueo de su destino, y si por l tiene
que justificarlo todo, no puede hacerlo. Cada vez ms se abre camino en mi espritu la idea
de una providencia maldita; y a ella hay que recurrir si se quiere comprender la
desconcertante trayectoria del hombre
582 (Pg. 74 7)
583 (Pg. 74 8)
El patrimonio de un escritor son sus secretos, sus derrotas clamorosas e inconfesables; y la
fermentacin de sus vergenzas es la prueba de su fecundidad.
584 (Pg. 74 9)
17 de julio de 1961.
He pasado la maana preguntndome si habr habido locos en mi familia, entre mis ms
lejanos ancestros...
Todo el misterio de la vida reside en tenerle apego, en esa obnubilacin casi milagrosa que
nos impide discernir nuestra precariedad de nuestras ilusiones.
586 (Pg. 75 1)
587 (Pg. 75 2)
Ha sido Sieys, si no me equivoco, quien ha dicho que hace falta estar borracho o loco para
creer que puede expresarse lo que uno es en una lengua conocida.
588 (Pg. 75 3)
De entre los escritores slo puedo leer a los grandes enfermos: sus males iluminan cada una
de sus pginas, cada lnea. Me gusta la salud querida, no la salud hereditaria o adquirida.
589 (Pg. 75 4)
590 (Pg. 75 5)
591 (Pg. 75 6)
592 (Pg. 75 7)
593 (Pg. 75 8)
594 (Pg. 75 9)
Para algunos, entre los que me cuento, alejarse de Espaa es como enajenarse.
598 (Pg. 76 1)
599 (Pg. 76 2)
Este universo desperdiciado, veo su reflejo en esa mezcla de duda y ensueo que adorna
algunos de mis momentos. Cmo pudieron unirlos en una misma alma los escpticos
griegos y los romnticos alemanes? Atormentarse en medio de aporas lricas...
600 (Pg. 76 3)
Traduccin de Jorgewic a las 7:07 AM 1 comentarios
JUEVES,
SEPTIEMBRE
07,
2006
564 (Pg. 72 6)
Es poco decir que yo echo de menos todo: soy un quejoso ambulante, y la nostalgia corroe
mi sangre y se devora a s misma. No hay remedio aqu abajo al mal que sufro, slo venenos
que los torna an ms activo e intolerable. Estoy resentido con la civilizacin por haber
echado un descrdito sobre las lgrimas. Por haber desaprobado el llanto, nos hallamos
ahora sin recursos, condenados a nuestros ojos secos.
565 (Pg. 72 7)
No es hablando de los dems, sino asomndose a ellos, como se tiene la posibilidad de
encontrar la Verdad. Pues todo camino que no conduzca a nuestra soledad o no proceda de
ella es un rodeo, un error y una prdida de tiempo.
566 (Pg. 73 1)
Buscar el ser con palabras! Tal es nuestro quijotismo, nuestro delirante empeo esencial.
567 (Pg. 73 2)
Si ha habido alguna vez un mortal atormentado, asaeteado por las dudas, he sido yo. En
todo. Cuando envo un texto a una revista, mi primera intencin es reclamarlo, volver a
reescribirlo y, finalmente, abandonarlo. No tengo confianza en nada de lo que hago, y pienso.
Y si poseo una certidumbre, es la desconfianza en m mismo, que pone en tela de juicio no
slo mis capacidades, sino inclusos los fundamentos y la razn de mi ser. Estoy, literalmente,
armado de escrpulos. Cmo, en tales condiciones, he podido emprender lo que ahora soy
y, ante tamaa perplejidad, decidirme al menor acto, al menor pensamiento?
568 (Pg. 73 3)
El terror del rostro humano del que habla Quincey, lo he probado toda mi vida. Quin va a
despejar esa turba que ahora prolifera, con sus pequeos e inquietantes monstruos?
Surgidos todos de la inmundicia de la generacin extienden sobre sus rostros el horror de
sus orgenes. Y pensar que pueden tener padres!
569 (Pg. 73 4)
... la mejor definicin que puede hacerse de una lengua muerta es sta: se la reconoce en
que no admite el derecho de escribirse con faltas (Vendrys).
570 (Pg. 73 5)
Estoy hecho para la minucia y la frivolidad, pero los sufrimientos han recalado en mi
condenndome a la seriedad, para la cual no poseo ningn talento.
571 (Pg. 73 6)
Poseo una intuicin tan directa de los desastres que nos reserva el futuro, que me pregunto
dnde encuentro la fuerza para afrontar el presente.
572 (Pg. 73 7)
Maldito todo aquel que, abandonado por los dioses, no tiene otro recurso que el orgullo!
573 (Pg. 73 8)
Excepto ante la extrema soledad, cuando nos vemos reducidos por completo a nosotros
mismos, vivimos de la impostura, somos una impostura.
574 (Pg. 73 9)
Todas las veces en que no pienso en la muerte tengo la impresin de hacer trampas, de
SBADO,
SEPTIEMBRE
02,
2006
546 (Pg. 70 7)
Mi total desapego con respecto al mundo..., ni siquiera me queda el consuelo o la escapatoria
de creer que se debe al orgullo. No, deriva de todo lo que soy..., y de todo lo que no soy.
547 (Pg. 70 8)
Mi gusto tiende a los atajos, a las formas recogidas, a las inscripciones funerarias de la
Antologa.
548 (Pg. 70 9)
No soy un escritor, nunca encuentro las palabras adecuadas a lo que me acucia, a lo que
soporto, El talento es la capacidad de colmar el intervalo que separa una dura prueba y el
lenguaje. Para m ese intervalo est ah, de par en par, imposible de colmar o escamotear.
Vivo en una tristeza automtica, soy un robot elegaco.
549 (Pg. 70 10)
Para m la negacin nunca es la salida a un razonamiento, pero, por una especie de
desolacin primordial, los argumentos llegan despus, por el establo. Todo no es inicialmente
un no sangriento.
550 (Pg. 70 11)
Lady Macbeth, la Brinvilliers..., dos mujeres que me gustan. Hay en los momentos de
profunda clera no se qu nostalgia de la crueldad.
551 (Pg. 71 1)
27 de mayo de 1961. El Requiem de Mozart. Un soplo del ms all. Cmo creer, despus de
similar audicin, que el universo no tiene algn sentido? Es preciso que tenga alguno. Que
tanta sublimidad se resuelva en la nada, el corazn, al igual que el entendimiento, se resiste
a creerlo. Cualquier cosa debe existir en alguna parte, este mundo debe contener al menos
una brizna de realidad. Una embriaguez de lo posible que corrige la vida. Tememos la recada
y el regreso de saber amar.
552 (Pg. 71 2)
No puedo escribir sin apasionamiento..., y sin embargo rehuyo las pasiones. Mi
encarnizamiento con la Indiferencia me reduce a la esterilidad.
553 (Pg. 71 3)
Conforme vislumbro una certidumbre, miles de dudas se perfilan en el horizonte,
recubrindola y ahogndola antes de que tenga la posibilidad de afirmarse, de rendir su
nombre...
554 (Pg. 71 4)
No creo en la actividad, y sin embargo cuando me lanzo tras una empresa y la llevo a gusto,
qu satisfaccin!
555 (Pg. 71 5)
30 de mayo. Ayer por la noche, antes de acostarme, vi con una precisin alucinante cmo la
Tierra se reduca a un simple punto, tomando por as decirlo las dimensiones de un cero, y
comprend algo que desde siempre he sabido, que es intil y ridculo empearse y sufrir
-escribir sobre todo- acerca de un espacio tan minsculo como irreal. Para poder hacer algo,
para ser sin ms, habra que tener la funesta capacidad de volverse exterior a los propios
actos, de alejarse con el pensamiento fuera del planeta y del universo mismo.
556 (Pg. 71 6)
Slo estimo a un espritu en la medida en que est en desacuerdo con su poca, igual que
admiro a aqul que la abandona..., o mejor, que es traidor a su tiempo y a la historia.
557 (Pg. 71 7)
El ngel del Apocalipsis no dijo : Ya no hay ms tiempo, sino: Ya no hay ms plazo.
He vivido siempre con la sensacin de que el tiempo est siendo rodo desde dentro, siempre
a punto de consumir sus posibilidades, carente de duracin. Y esta carencia suya me ha
colmado siempre de satisfaccin y de espanto.
(a comentar)
558 (Pg. 71 8)
Curado de mi ansiedad, yo no tendra ya ni la consistencia de un fantasma.
559 (Pg. 72 1)
Mi voluntad enfermiza, paralizada..., la de esfuerzos que no habr hecho yo para
enderezarla, para obligarla a cumplir con su deber! Pero no, slo atiende a su esencia,
abocada a la fascinacin de cualquier fuerza malfica. No es ella misma, no sabe... querer. Y
cuando pienso que en ms de una ocasin he hecho de ella el principio del mal, la fuente de
todas las anomalas aqu abajo! Cualquier cosa me la tira por los suelos y me la neutraliza,
desarmndola y dislocndola, cualquier cosa que venga del demonio.
Toda mi vida no ha sido ms que una sucesin de limitaciones ante la realidad que nadie
creera posibles. Son las que, literalmente, me han hecho: sin ellas no sera nada. Ninguna
influencia literaria me ha marcado tanto como los males cotidianos que me han acosado, los
cuales han alimentado mis pensamientos y humores. He vivido clavado, crucificado sobre un
lecho ideal. Porque hasta de pi en el fondo permanezco tendido, apresado por miles de
tormentos.
521 (Pg. 67 3)
Slo entre personas que no hacen la misma cosa se conocen los sentimientos puros. El
novelista no envidia al filsofo, pero los novelistas entre ellos se detestan necesariamente,
igual que los filsofos entre s..., o como los poetas, especialmente. Pensemos en las miradas
de rencor que se lanzan unos a otros, en las putadas que se reparten en la misma acera.
Adn no era ms que un aficionado: el maestro de todos nosotros fue Can, el verdadero
ancestro de nuestra raza.
522 (Pg. 67 4)
Cada vez que leo las traducciones de mis textos, comidas por la inteligibilidad, degradadas
por el uso comn, me sumo en la desolacin y la duda. Todo lo que escrib no contena ms
que palabras? Lo brillante no puede traducirse a otra lengua; pasa lo mismo que con la
poesa. Qu leccin de modestia y desaliento leerse en un estilo procesal, despus de
haberme afligido durante horas para encontrar cada vocablo! No quiero que se me traduzca
ms, que se me deshonre ante mis propios ojos.
523 (Pg. 67 5)
La extraordinaria lengua rumana! Cada vez que me sumerjo en ella (o que sueo con
hacerlo, pues ay!, he dejado de hacerlo) tengo la sensacin de haber cometido una
infidelidad imperdonable. La ocasin que brinda de darle a cada palabra ese matiz ntimo, de
formar el diminutivo, de mejorarla (hasta el trmino muerte se suaviza: mortisoara...).
Hubo un tiempo en que no vea en este fenmeno ms que una tendencia al
empobrecimiento, al menoscabo, a la degradacin. Ahora me parece, por el contrario, una
seal de riqueza, como una necesidad de conferir un plus de alma a todo.
524 (Pg. 67 6)
Estoy posedo hasta tal punto por la contradiccin que todos mis movimientos se neutralizan
unos a otros. En el preciso instante en que tomo una resolucin sta queda anulada por su
contraria. A veces, afortunadamente, un sbito arrebato zanja mis elucubraciones y me
obliga a actuar. Sin ese ataque imprevisto estara condenado de por vida a la inmovilidad.
525 (Pg. 68 1)
Lo que es insoportable es vivir siendo tergiversado. Escrib el Breviario de podredumbre
donde lo aniquil todo, y me dieron un premio. Igual me pas con La tentacin de existir. He
acabado ya Historia y Utopa. Lo rechazo, y no me gusta ese rechazo. Desde todas partes, se
me priva de la satisfaccin de ser un incomprendido.
Haber proclamado la vanidad de todo, y exponerse a los honores! Y me digo: no falla, en
estas condiciones, hacer libros y publicarlos. Incluso Salomn public, y Job y todos los
dems. Mi abatimiento es, por tanto, comprensible..., incluso excusable. No veo entonces
porqu se dice que corro tras los laureles. La idea misma de que pueda conocer la gloria me
humilla, me destroza a mis propios ojos. Llegara a sentir vergenza de mi mismo.
526 (Pg. 68 2)
Cuanto ms envejezco, ms profundamente siento los lazos que me atan a mis orgenes. Mi
pas me obsesiona: no puedo separarme de l, ni olvidarlo. Por el contrario, mis compatriotas
me decepcionan y exasperan..., no puedo soportarlos. No nos gusta ver nuestros defectos en
los dems, pero cuanto ms les frecuento, ms percibo en ellos mis taras: cada uno de ellos
me resulta un reproche y como mi caricatura manifiesta.
527 (Pg. 68 3)
La euforia ejerce sobre m el mismo efecto que la ansiedad. Me asusta, me sume en la
perplejidad, dejndome disminuido en medio de una soledad y una exaltacin ahtas de
presentimientos.
528 (Pg. 68 4)
Despus de una buena disputa, nos sentimos ms ligeros y generosos que antes.
529 (Pg. 68 5)
El punto dbil, el defecto de la coraza de cada uno de nosotros es lo que nos oculta. Nuestro
secreto atormenta a los dems, y no podemos escamoterselo por mucho tiempo. Cuanto
ms inters ponemos en ello, ms se torna objeto de discusin y, finalmente, de escndalo.
Por otro lado, nada ms enriquecedor que someterse a una infamia (o lo que el mundo
considera tal), pues entonces posiblemente no existiremos realmente ms que por aquello
que nos esforzamos en disimular. El secreto de cada uno de nosotros es su tesoro. Son
dignos de lstima quienes no tienen revelaciones que temer.
530 (Pg. 68 6) (Pg. 69 1)
Hace dos meses que no escribo una palabra. Mi vieja pereza ataca de nuevo. No tengo otra
ocupacin que la nostalgia y el remordimiento. Cada da que pasa me hundo un poco ms en
el desprecio hacia m mismo. Ideas que se deshilachan, proyectos que abandono apenas
iniciados, sueos pisoteados con saa, sistemticamente... Y sin embargo, no dejo de pensar
en el trabajo, que es lo nico que me reporta algo de salud. Si no logro rehabilitarme a mis
propios ojos, estoy perdido sin remedio. He visto a m alrededor los suficientes fracasados
como para no temer que me convierta en uno. Aunque es posible que ya lo sea...
531 (Pg. 69 2)
Las cenas en la ciudad, las visitas, los pesados que me acosan. Luchar contra el tiempo, ese
es mi estado habitual. Preservar mi soledad exigira de mi el coraje de tornarme odioso.
Inspirar odio a los hombres para poderme esconder de ellos.
532 (Pg. 69 3)
He despotricado tanto contra la voluntad, que me he convertido en el prncipe del mal, y no
VIERNES,
AGOSTO 11,
2006
S a qu se debe mi inaptitud para la sensatez; son esas ganas de proclamar, esos discursos
muertos que pronuncio ante muchedumbres imaginarias, esos accesos de megalomana que
ya envenenaron mi juventud y cuyo penoso retorno sufro a cada instante de exaltacin o de
fatiga. Un veleidoso del escepticismo, un mirn de la sensatez. Y un frentico que vive en la
interminable poesa del fracaso.
505 (Pg. 65 10)
Spinoza tiene razn al sostener que la alegra es un paso hacia una perfeccin mayor. Porque
es un triunfo sobre las fuerzas del mundo, sobre el destino..., un golpe a lo irreparable.
506 (Pg. 65 11)
Hace veintitrs aos (en 1937) escrib todo un libro acerca de las lgrimas. Y despus, sin
derramar una sola, no he dejado de llorar.
507 (Pg. 65 12)
Relatos de los contemporneos de Goethe. Los le con placer, empec a interesarme por ellos
gracias a ese espritu por el que nunca mostr el menor inters. Nadie puede interesarse por
Goethe despus de los cincuenta.
509 (Pg. 66 1)
Poner el lamento en el concepto.
510 (Pg. 66 2)
Siempre la sensacin de frustracin: no es eso, no es eso..., me digo a cada momento.
511 (Pg. 66 3)
He conocido hasta la saciedad el drama religioso del incrdulo. La nulidad del aqu y la
inexistencia de otra parte..., aplastada por dos certezas.
512 (Pg. 66 4)
Yeats... (tras Emily Dickinson, poda creer que me iba a gustar otro poeta?).
Nadie me recuerda tanto a Shelley como l. Y yo que pensaba que mi entusiasmo por la
poesa estaba irremediablemente acabado!
513 (Pg. 66 5)
Tener de repente la percepcin exacta del caos original, al amparo de un extrao desarreglo
de la memoria. Todo lo que en m es materia se concentra de golpe en su primer recuerdo.
514 (Pg. 66 6)
Para olvidar las tristezas y apartarse de las obsesiones fnebres no hay nada como el trabajo
manual. A ello me he dedicado durante algunos meses, en plan chapuzas, con el mayor
provecho. Hay que cansar el cuerpo a fin de que el espritu no tenga de dnde sacar la
energa necesaria para ejercitarse, divagar o profundizar.
515 (Pg. 66 7)
La de das enteros en los que debo luchar contra esta niebla que desciende sobre mi
cabeza... El clima desrtico es el nico que conviene a mi naturaleza. Y no slo el clima, todo
el desierto me llama, me fascina, me es necesario. Sin embargo, me arrastro por las
ciudades, me ahogo entre miles de calles, frecuento a los humanos.
Slo valgo en la medida en que no me adhiero al mundo.
516 (Pg. 66 8)
MARTES,
AGOSTO 01,
2006
Desde mi antigua inclinacin (hoy bastante atemperada) por Rilke, nunca me haba atraido
tanto un poeta como Emily Dickinson. Y su mundo, que tan familiar me resulta, an me lo
sera ms si hubiera tenido la audacia y la energa de asumir por completo mi soledad. Pero
con demasiada frecuencia he dejado de hacerlo, ya fuera por apata, frivolidad o incluso
miedo. He escamoteado ms de un abismo, por una mezcla de cculo e instinto de
supervivencia. Hasta el coraje de ser poeta me falta. Ser por haber reflexionado
demasiado sobre mis gritos? Mis elucubraciones me han llevado a perderme lo mejor de m
mismo.
486 (Pg. 63 4)
Del mismo modo que algunos recuerdan con total precisin el da de su primera crsis
asmtica, yo podra indicar el momento de mi primer ataque de aburrimiento, a los cinco
aos. Pero para qu? Siempre me he aburrido enormemente. Recuerdo ciertas tardes, en
Sibiu, slo en casa, tirado en el suelo presa de un vaco intolerable. Entonces era
adolescente, es decir, que viva con mayor intensidad aquellos negros humores que a veces
ensombrecieron mi infancia, tan feliz ella. Un aburrimiento terrible, generalizado, en Berln,
sobre todo en Dresde, despus en Pars, sin olvidar el ao que pas en Brasov, donde escrib
Lacrimi si Sfinti, del que me dijo Jenny Acterian que era el libro ms triste jams escrito.
No hay sentimiento ms disolvente. No slo te hace percibir la insignificancia universal, sino
que te impulsa a ahogarte en ella. Sensacon de zozobra, de hundirse sin remedio, sin
remisin, de tocar el fondo de la nada; infinito negativo, que desemboca siempre en uno
mismo, xtasis de la nada, atolladero en el... desierto.
[De lgrimas y santos, publicado en Bucarest en 1937. Traduccin espaola en Tusquets
Editores, Col. Marginales n 100, Barcelona, 1998]
487 (Pg. 63 5) (Pg. 64 1)
Aburrirse, sentirse inconsustancial al mundo.
488 (Pg. 64 2)
Siempre he visto el cielo cubierto como una bendicin. El da soleado os invita a salir, es
indiscreto, organiza vuestra vida, os revela tambin lo que de mrbido hay en vuestras
aspiraciones religiosas, el lado demonaco de vuestras veleidades msticas.
489 (Pg. 64 3)
Es igual de difcil soportar el anonimato que la notoriedad cuando se tiene la mala suerte de
ser un escritor.
490 (Pg. 64 4)
Y si hay menos impostura en la literatura que en la sabidura?
491 (Pg. 64 5)
15 de agosto de 1960.
La Misa en si menor. Pronto har tres aos que perd el contacto con la msica. Estaba
muerto, Bach me ha resucitado.
492 (Pg. 64 6)
1 de septiembre de 1960.
Ideas y sentimientos confusos y turbios (expresados bastante claramente), as poco ms o
menos podra definir mis diversos opsculos.
493 (Pg. 64 7)
Curiosa, la Antigedad! Puesto que el hombre no es ms que el sueo de una sombra
(Pndaro), lejos de concluir en la abdicacin, preconizan el amor a la gloria, la nica prueba
para ellos que evidencia la inanidad universal. Los Modernos han perdido ese sentimiento de
gloria (con la excepcin de Napolen, que es un hombre de la Antigedad..., de ah lo
episdico de su aparicin).
494 (Pg. 64 8)
Ante el telfono, el automvil, ante cualquier instrumento siento un invencible arranque de
disgusto y de horror. Todo lo que el genio tcnico ha producido me inspira un terror casi
sagrado. Sensacin de ajeneidad total delante de todos los smbolos del mundo moderno.
495 (Pg. 64 9)
En toda angustia, incluso metafsica, queda un resto de apata. Porque la angustia, en todas
sus formas, es construccin, rpliegue, huida y malestar.
496 (Pg. 65 1)
Un crpula metafsico, se es el fondo de nuestra naturaleza...
497 (Pg. 65 2)
Todo lo que las horas me traen es para m un fruto sabroso, oh Natura!.
Es posible que sea a ese consentimiento a lo que hay que tender. Marco Aurelio..., ese
reproche.
498 (Pg. 65 3)
Debe amarse lo fulgurante, no lo brillante.
499 (Pg. 65 4)
Ser tan inactual como una piedra.
500 (Pg. 65 5)
Nadie ha estado ms desarmado ante la vida que yo. Llevar a cabo la menor tarea prctica
me parece una heroicidad. La vertiente exterior de la existencia me es completamente
extraa. Cuando era joven, envidiaba a los pastores de los Crpatos, y hoy todava ms.
Todo lo que destaca de la civilizacin me parece una seal de decadencia, de estancamiento
y de desolacin.
461 (Pg. 60 6)
D., al que dije que desde hace treinta aos vivo en hoteles y que no he conseguido echar
raices en ningun sitio, me respondi, con la arrogancia de ser Judo, que yo era el granuja
errante.
462 (Pg. 60 7)
No me entiendo ms que con aquellos que no pertenecen a patria alguna. Mis profundas
afinidades con los Judos.
463 (Pg. 60 8)
Siempre me ha gustado todo lo que destinado a perecer. Y nada tiene ms encanto para m
que las cosas sin maana. Esa qumica efmera de la que se componen nuestros das.
464 (Pg. 60 9)
La idea del suicidio es la ms estimulante que existe.
465 (Pg. 61 1)
20 de julio de 1960. Desde hace diez aos, sueo con un apartamento. Mi sueo se ha
realizado, pero no me ha aportado nada. Ahora echo de menos los aos de hotel. La
posesin me hace sufrir ms que la indigencia.
Lo que me ha faltado es la voluntad de hacer una obra. Una carencia propia de espritus de
segundo orden.
477 (Pg. 62 5)
Todo lo que pervive en nosotros y fuera de nosotros llega a la vez por suerte y por desgracia.
Doble faceta de cada acontecimiento, imposibilidad de ver un solo lado de las cosas,
naufragio en la ambivalencia.
478 (Pg. 62 6)
Me he embriagado de nostalgias, igual que otros de ilusiones. Adquirir esa reputacin en lo
irreparable, tal ha sido siempre mi empeo.
479 (Pg. 62 7)
Reflexionar es colocar la vida alrededor de uno, evacuar lo real, no conservar del mundo ms
que el pretexto necesario para los interrogantes y los tormentos del espritu. La reflexin
suprime, lo aniquila todo..., salvo a ella misma.
480 (Pg. 62 8)
Traduccin de Jorgewic a las 6:41 AM 0 comentarios
MARTES,
JULIO
18,
2006
mundo le gusta el xito, es preciso -para guardar la simetra- que algunos nos inclinemos por
la derrota.
457 (Pg. 60 2)
Ms de un dios me ha abandonado, y no s a cual acusar, no vaya a ser que luego no me
encarie de verdad con ninguno.
458 (Pg. 60 3)
Dudar de las cosas no es nada, pero concebir dudas acerca de uno mismo, so es lo que se
llama sufrir. Nos elevamos entonces por el escepticismo hasta el vertigo.
Todo est en cuestin cuando lo mo est en cuestin, incluso cuando se mueve desde
nosotros, desde nuestro mo. La duda adquiere entonces una dimensin fatal, mrbida, y
puede tornarse intolerable.
459 (Pg. 60 4)
El deseo de gloria nace de un sentimiento de total inseguridad referido al valor propio, de
una falta de confianza en s mismo. Y cuando dudo en reconocerme el menor mrito, anhelo
una celebridad csmica, deseara ser conocido de todo bicho viviente, de una mosca, de una
larva.
460 (Pg. 60 5)
Traduccin de Jorgewic a las 6:49 AM 0 comentarios
VIERNES,
JULIO
07,
2006
LUNES,
JUNIO
12,
2006
MIRCOLES,
JUNIO
07,
2006
367 (Pg. 50 1)
Como si el Tiempo se hubiera coagulado en mis venas...
368 (Pg. 50 2)
Limitate a emplear el tiempo en entretenerte, y preferiblemente con Dios. Destierra a los
hombres de tus pensamientos, que nada exterior venga a turbar tu soledad, deja a los
payasos la inquietud de tener semejantes. El otro te disminuye, porque te obliga a
desempear un rol. Suprime de tu vida el gesto y confinate en lo esencial.
369 (Pg. 50 3)
Escribir:
- Un comentario sobre el Gnesis.
- Sobre el tiempo: el problema de la autobiografa. San Agustn (G. Mish: Geschichte des
Autobiographie).
- La experiencia del tiempo.
370 (Pg. 50 4)
La gloria se abalanza sobre el autor en el momento en que no tiene nada que decir. Consagra
a un cadver.
371 (Pg. 50 5)
Cada cual est preso en su propio juego, como si conociera su destino por instinto.
372 (Pg. 50 6)
Ms original es un autor, ms corre el riesgo de repetirse y fastidiar; cuando nos
acostumbramos a sus trucos, est acabado. La verdadera originalidad desconoce sus medios
y hace que un autor sea llevado por su talento, en lugar de dirigirle y explotarle.
Un espritu ingenioso fue su talento, se puede decir que lo inventa. No es sta la definicin
del literato?
373 (Pg. 50 7)
En una obra, lo horrible debe exaltar; si crea un malestar, es porque es de mala calidad.
374 (Pg. 50 8)
Slo me entiendo plenamente con aquellos que, sin ser creyentes, han atravesado una crisis
religiosa que los ha dejado marcados para el resto de sus dias. La religin, en tanto que
debate interior, es la nica forma de atravesar, de perforar la capa de apariencias que nos
separa de lo esencial.
375 (Pg. 50 9)
Ese glorioso delirio del que habla Teresa de Avila, para sealar una de las fases de la unin
con Dios, al que me he acercado a veces ... pero hace ya tanto tiempo!
376 (Pg. 51 1)
La irona, privilegio de espritus heridos. Todo propsito que se alza es testimonio de una
secreta fractura.
Por si misma, la irona es una confesin, o la mscara que la piedad toma prestada de uno
mismo.
377 (Pg. 51 2)
Ese terrible proverbio: Mientras el sabio reflexiona, tambin el loco piensa...
378 (Pg. 51 3)
sino inventado para el solaz de quien lo posee. O mejor, para que se asombrara de ser
gratificado con l. En los poetas, sobre todo, investidos de la gracia..., pero una gracia
equvoca.
348 (Pg. 46 7)
La negacin entraa para m tal prestigio que, al apartarme del resto de las cosas, me ha
convertido en una persona limitada, terca, impedida. Igual que algunos viven presa del
encanto del progreso, yo vivo solo para el No. Y sin embargo, comprendo que se pueda
decir s, asentir a todo, aunque tal hazana que admito en los dems-, exige por mi parte
un salto del que actualmente no me siento capaz. El No ha penetrado en mi sangre, despus
de haber pervertido mi espritu.
349 (Pg. 46 8)
Hay algo de nauseabundo y penoso en el uso del lenguaje abstracto: llaman pensar a todas
esas palabras vacas yuxtapuestas para expresar lo irreal.
350 (Pg. 46 9)
Ah, cmo me gustaria limitarme nicamente a la sensacin, a un mundo anterior al
concepto, a las infinitesimales variaciones de una impresin sentida y que se me resolviera
en miles de palabras asombrosas y sin consecuencias! Escribir directamente sobre el
sentido, convertirme en intrprete de un cuerpo y un alma incardinadas! Transcribir slo
cuanto veo, lo que me atae, hacer como un reptil vuelto a sus asuntos... O mejor no un
reptil, un insecto, que el reptil tiene una enojosa reputacin de intelectual. Un libro que fuera
potico de puro fisiolgico.
351 (Pg. 47 1)
He frecuentado mucho los clsicos para poder siempre remontarme a los orgenes, y llegar,
por medio del lenguaje, ms all del lenguaje.
352 (Pg. 48 2)
James Joyce, el hombre ms orgulloso del siglo, por que quiso (y en parte lo logr) un
imposible con el empecinamiento de un dios loco y porque nunca escribi para el lector y no
pretendi ser legible a cualquier precio. Culminar en la oscuridad.
353 (Pg. 48 3)
Acertar a abolir lo pblico, a prescindir de ello, a no contar para nadie, a tragsrse el
universo.
354 (Pg. 48 4)
Lo que arruina la mayor parte de los talentos, es que no saben limitarse.
355 (Pg. 48 5)
Nada seca ms a un escritor que perseguir la perfeccin. Para escribir es preciso dejarse
llevar con naturalidad, abandonarse, escuchar la propia voz..., eliminar la censura de la
irona y del buen gusto...
356 (Pg. 48 6)
Dos textos de la Antigedad, uno hermoso de por s, el otro significativo dentro de lo posible:
la descripcin de Plinio el naturalista de la erupcin del Vesubio y el fin de Pompeya, y la
carta de Plinio a Trajano acerca de la manera en que los cristianos deben ser tratados.
357 (Pg. 48 7)
Todo lo que tengo de bueno nace de mi pereza; sin ella, qu me hubiera impedido poner en
La historia, de cualquier manera que la consideremos, es una pantalla que nos hurta el
absoluto.
331 (Pg. 44 4)
Solo lo original es verdadero. Todo lo que el espritu inventa es falso.
332 (Pg. 44 5)
He perdido bastantes de mis antiguos defectos; en cambio, he adoptado otros, por lo que el
equilibrio se mantiene intacto.
333 (Pg. 44 6)
Ya he recalcado que no puedo entenderme del todo bien con un hombre desde el momento
en que ha llegado al colmo del fracaso y ha perdido todo apoyo y, con l, todas las
certidumbres de su xito. En esos momentos, ese hombre est desprovisto de todas sus
mentiras, desnudo y verdadero, fiel a su esencia por los golpes del azar.
334 (Pg. 44 7)
No pierdas tu tiempo criticando a los dems, censurando sus obras; haz la tuya, consagrale
todas tus horas. El resto es frrago o infamia. Se solidario con todo lo que en ti es verdad y,
por lo mismo, eterno.
335 (Pg. 44 8)
Alguien dijo muy oportunamente que existir es ser distinto. Deja de existir en cualquier
rgimen, religioso o poltico, quien suprime la hereja, el deseo de ir contra el dogma o la
corriente.
336 (Pg. 44 9)
Esos ataques de terror sin motivo, sin fundamento, sin justificacin aparente, que nos
oprimen la garganta, que nos paralizan y nos sumergen en un estupor humillante. (El otro
da, precisamente, subiendo las escaleras a oscuras, fui detenido como por una fuerza
invisible llegada al mismo tiempo del exterior y de m mismo; imposible avanzar, me qued
all quince minutos, petrificado, clavado en el sitio, alucinado y avergonzado. Y no es la
primera vez que me pasaba, pues como siempre acab en el furor y la desolacin. De qu
es sntoma este tipo de fenmenos?
337 (Pg. 44 10) (Pg. 45 1)
Juzgando sin piedad a sus contemporneos, existe el riesgo de tener razn y de representar
a los ojos de la posteridad el rol de espritu incisivo y clarividente. Pero de tacada se renuncia
al lado aventurero de la admiracin, a los calurosos errores que ello supone. Si, la
admiracin es una aventura, y en tanto que la ms hermosa, aquella que se burla casi
siempre. Se asusta, es razonable, de no tener ilusin alguna por nadie.
Nada ms lamentable que tener ineluctablemente razn.
(A propsito de los moralistas que han caido justamente en tales defectos).
338 (Pg. 45 2)
Ningn tipo de originalidad literaria es ya posible mientras se respete la sntaxis. Hay que
triturar la frase, si se quiere sacar algo.
Slo el pensador debe atenerse a las viejas supersticiones, al lenguaje claro y a la sntaxis
conveniente. Y es que la originalidad, en el fondo, tiene las mismas exigencias que en tiempo
de Tales.
339 (Pg. 45 3)
Herclito, Pascal..., del primero ms felizmente que del segundo, parece que de su obra no
quedan ms que los despojos (qu suerte para ellos no haber organizado en un sistema sus
interrogantes!). El comentarista se entrega con la alegra en el corazn a rellenar
amorosamente las lagunas, los intervalos entre los pensamierntos y las mximas. Y a
divagar impunemente. Puede sin temor reconstruir a su gusto un personaje, a su antojo,
arbitrariamente, darle todas las ilusines de la libertad y de la invencin. El rigor es barato.
340 (Pg. 45 4)
Traduccin de Jorgewic a las 7:36 PM 0 comentarios
309 (Pg. 42 3)
Albert Camus se ha matado en un accidente de coche. Muere en un momento en que todo el
mundo -y puede que tambin l mismo- saba que ya nada tena que decir y que, viviendo,
slo poda derrochar su desproporcionada y abusiva- gloria, algo ridcula incluso. Inmensa
pena al enterarse de su muerte, ayer noche, a las 11, en Montparnasse. Un excelente
escritor menor, grande por haber carecido totalmente de vulgaridad, pese a todos los
honores que recayeron sobre l.
310 (Pg. 42 4)
X..., se interesa por todo, de ah sus evidentes debilidades... Atento a lo accesorio, a lo
vivo, pasa de largo ante lo esencial, no sabe lo que es realmente importante. Penosa y
universal dispersin.
311 (Pg. 42 5)
6 de enero de 1960
Slo habl con Camus una vez, en 1950, creo. He hablado mal de l muchsimo y ahora soy
presa de un terrible e injustificado remordimiento. Ante un cadver sobre todo si es
respetable- me siento impotente. Tristeza incalificable.
312 (Pg. 42 6)
Debilidad cercana a las lgrimas. Pero es necesario salvar las apariencias y perseverar en el
combate sin creerselo. Qu mal vividor hubiera sido!
313 (Pg. 42 7)
La justicia es, literariamente, un ideal mediocre.
314 (Pg. 42 8)
All donde voy, la misma sensacin de despersonalizacin, de juego baldo e idiota, de
impostura, no hacia los dems, sino hacia m mismo. Finjo interesarme por lo que nada me
importa, desempeo constantemente un papel por apata o por salvar las apariencias, pero
no lo siento, porque aquello que me resulta querido est en otra parte. Expulsado del
paraso, dnde encontrar mi lugar, dnde un hogar? Desposedo, mil veces desposedo.
Hay en m como un Hosanna fulminado, himnos reducidos a polvo, una explosin de
pesadumbres.
Un hombre para el que no hay patria aqu abajo.
315 (Pg. 43 1)
Hablar de negocios cuando no se est en ninguna parte, forcejear con lo cotidiano cuando
se vive un drama religioso!
316 (Pg. 43 2)
A rastras con la lengua francesa: una agona en el sentido literal de la palabra, un combate
en el que llevo siempre las de perder.
317 (Pg. 43 3)
... Pero Elohim sabe que, el da en que os agotis, vuestros ojos se abrirn....
Vuestros ojos se abrirn! He aqu todo el drama del conocimiento! El paraso consiste en
contemplar sin comprender. La vida slo ser tolerable en esas condiciones.
318 (Pg. 43 4)
Es posible que el relato de la cada sea lo ms profundo que se ha escrito jams. Eso que se
nos dice de que vayamos a probar y sufrir, toda la historia en una pgina.
319 (Pg. 43 5)
Entonces oyeron la voz de Jahv-Elohim que pasaba por el jardn con la brisa de la tarde....
Leyendo cosas as, sentimos y comprendemos el miedo de Adan. Quin te ense que
ests desnudo?.
Dios concedi a Adn y Eva la felicidad, a condicin de que no aspirasen ni alcanzasen el
saber y el poder.
320 (Pg. 43 6)
El hombre marcha inevitablemente hacia la catstrofe. Mientras lograse persuadirme, me
interesara por l, con avidez, con pasin.
281 (Pg. 40 1)
La poesa propiamente dicha me parece cada vez ms inconcebible; no soporto ms lo que
tiene de implicita, de indirecta, aquello precisamente que no se dice; entiendo la poesa sin
los medios y los suberfugios que habitualmente cuenta.
282 (Pg. 40 2)
La originalidad es incompatible con el buen gusto, patrimonio y maldicin de las antiguas
civilizaciones.
No hay genio sin una fuerte dosis de gusto malvado.
283 (Pg. 40 3)
Este mundo no tiene ms consistencia que lo episdico de una sonrisa.
284 (Pg. 40 4)
X, le admiro porque no sabe hasta qu punto es ridculo.
285 (Pg. 40 5)
Perecer! Una palabra que me gusta mucho..., y que no me evoca, curiosamente, nada
irreparable.
286 (Pg. 40 6)
Tener gusto es sacrificar la conveniencia y amar delicadamente la mediocridad.
Se le opone el gran gusto, el gusto por las alturas, como magnficamente lo llama Hugo.
287 (Pg. 40 7)
Entre los espritus ninguno me gusta ms que el ameno o el vehemente.
En el orden de la amenidad, Joubert, Valry.
En el de la vehemencia, Tertuliano, Nietzsche.
288 (Pg. 40 8)
Para que nazca un escptico es necesario que mil creyentes destrocen el orden.
289 (Pg. 40 9)
25 de diciembre de 1959
He recibido de un poeta espaol una carta de buenos deseos que representa una rata,
simbolo, segn me escribe, de todo lo que podemos esperar del ao que viene 1960-.
Ante cada insulto, oscilamos entre la bofetada y el tiro de gracia; y esta oscilacin, que nos
hace perder un tiempo precioso, consagra nuestra cobarda.
269 (Pg. 38 10)
Anatoma de la Melancola de Robert Burton. El ttulo ms hermoso que he encontrado
nunca. Qu importa despus que el libro sea ilegible?
270 (Pg. 39 1)
Todo hombre que posea una conviccin, cualquiera que sea, tiene un dios; que digo, cree en
Dios. Pues toda conviccin postula al absoluto o lo suple.
271 (Pg. 39 2)
No pedimos la libertad, sino la ilusin de la libertad. La humanidad se ajetrea por esa ilusin
desde hace milenios.
Por lo dems, como la libertad es, segn se dice, una sensacin, qu diferencia hay entre
ser libre y creerse libre?
272 (Pg. 39 3)
Un libro para leer: Tratado de la Tribulacin, del padre Ribadeneira, un contemporneo de
Santa Teresa.
273 (Pg. 39 4)
19 de diciembre de 1959
Comprendo a los msticos pues, como cualquiera de ellos, estoy carcomido por la
concupiscencia al tiempo que detesto la carne. Los tormentos de la sensualidad, las
tentaciones, pueden matarnos.
274 (Pg. 39 5)
20 de diciembre de 1959
Este medioda, queriendo escribir sobre la gloria y no encontrando nada ue decir, me he ido a
acostar. Muchas veces mis grandes proyectos slo me conducen a la cama, lamentable
estacin final de mis ambiciones.
275 (Pg. 39 6)
Espritu precipitado y, por tanto, irresoluble.
276 (Pg. 39 7)
Mi gusto malsano por Tcito, la necesidad que tengo de alimentarme de horrores. Adems, la
elocuencia y la poesa de la indignacin.
Los Anales, y Macbeth, los libros, no..., las imgenes de mi modo de vivir.
277 (Pg. 39 8)
Ningun malestar como sentir la presencia fsica del cerebro para ser consciente de la
continuidad de la reflexin. Esa puede ser la razn por la que los locos no piensan ms que
por destellos.
278 (Pg. 39 9)
La tentacin de la gloria es lo que arruin el paraso. Siempre que queremos salir del
anonimato, ese ejemplo de felicidad, cedemos a las tentaciones de la serpiente.
279 (Pg. 39 10)
Nada aprecio ms que una prosa esqueltica traspasada por el estremecimiento.
280 (Pg. 39 11)
Traduccin de Jorgewic a las 8:55 PM 0 comentarios
249 (Pg. 37 4)
En cuanto acabada, la vida es una cosa extraordinaria.
250 (Pg. 37 5)
18 de noviembre de 1959
Nada ms engaoso, ms frgil y falso que un espritu brillante. Prefiero a los fastidiosos, al
menos respetan la trivialidad, lo que en las cosas y las ideas hay de eterno.
251 (Pg. 37 6)
No comprendo a X. : es aburrido, pero sin ser banal. Tiene el hastio que se desprende de la
busqueda de la originalidad, de la persecucin de lo inslito, de la sorpresa permanente e
intil.
252 (Pg. 37 7)
Nada me choca ms que un autor que se cree en el deber de elucidar todos sus progresos,
que ahoga en palabras toda cuestin. La volubilidad, pecado contra el espritu. Los ms
grances nunca lo olvidan.
253 (Pg. 37 8)
El tipo de hombre que admiro, Ranc.
254 (Pg. 37 9)
Un dios comienza a devenir falso desde el momento en que nadie se digna a hacerse matar
por l.
255 (Pg. 37 10)
De qu trastorno interior surgirn mis obsesiones cosmognicas! Se comprende que sean
tan frecuentes en los locos.
256 (Pg. 37 11)
Tcito, mi escritor preferido. Comparto por entero el juicio de Hume, quien le consideraba el
espritu ms profundo de la Antigedad.
257 (Pg. 37 12)
No es la felicidad, son los mritos de los dems los que nos importunan y nos trastornan.
258 (Pg. 38 1)
La Oracin surge de mi estado de depresin exultante.
259 (Pg. 38 2)
Slo soy atacado por los espritus carcomidos por la esterilidad -o que se regodean en su
esterilidad-. El mismo Joubert me parece a veces muy fecundo.
260 (Pg. 38 2)
Traduccin de Jorgewic a las 8:52 PM 0 comentarios
El Mal es, de la misma forma que el Bien, una fuerza creadora. De los dos, en cambio, es el
ms activo. Pues con demasiada frecuencia el Bien holgazanea.
232 (Pg. 35 10)
Hubo un tiempo en que no pasaba da sin muchas horas de msica o sin leer un poema.
Ahora, la prosa ocupan ese lugar totalmente. Qu perdida, que decadencia!
233 (Pg. 35 11)
El unico problema, mi corazn, ese monstruo.
234 (Pg. 36 1)
Neutralizar los efectos de la Creacin.
235 (Pg. 36 2)
El menor acto representa para m el problema de todos los actos; la vida se convierte
siempre en Vida, lo cual complica hasta el sofoco el ejercicio de la inspiracin.
236 (Pg. 36 3)
Encolerizado de la maana a la noche. Me peleo con los tenderos, con todo el mundo. Y tras
cada escndalo, la sensacin de humillacin. Reacciones de individuo odioso, y , en
consecuencia, a disgusto consigo mismo.
Todo aquel que vende algo me pone fuera de m.
237 (Pg. 36 4)
Tras una noche en blanco, el cigarrillo tiene un sabor fnebre.
238 (Pg. 36 5)
Soy un escritor que no escribe. Sensacin de prevaricar contra mis desvelos, contra mi
destino, de traicionarlos, de malgastar mi tiempo.
Opresin. Certidumbre de ser un ignorado.
239 (Pg. 36 6)
En mis momentos de epilepsia, me siento engaosamente cercano a San Pablo. Mis
afinidades con los violentos, a todos los cuales detesto. Alguien ha deseado alguna vez
tanto como yo parecerse ms a sus enemigos?
240 (Pg. 36 7)
Traduccin de Jorgewic a las 8:50 PM 0 comentarios
para m una ocupacin, ni lo que se dice una verdadera diversin. He dejado atrs mi
vida: por eso me resulta imposible suicidarme.
204 (Pg. 32 8)
12 de marzo de 1959
Es increble hasta qu punto todo, pero absolutamente todo, y lo primero las ideas, emana
en mi casa de mi fisiologa.
205 (Pg. 32 9)
Desde hace veinticinco aos vivo en hoteles. Eso tiene una ventaja: no se est quieto en
ninguna parte, no te apegas a nada, llevas una vida de transeunte. Sensacin de estar
siempre a punto de partir, percepcin de una realidad majestuosamente provisional.
206 (Pg. 32 10) (Pg. 33 1)
26 de marzo de 1959
Segunda gripe en tres meses! Agotamiento extremo, opresin, imposibilidad casi total de
respirar. Estoy ya en la cuesta abajo? Con la de aos que hace que cargo con mi cuerpo! Si
algo he entendido alguna vez en mi vida, se debe a mis males. Siempre he estado medio
enfermo, incluso durante los momentos de salud.
Crisis de llanto. Acabo de leer un libro malo sobre Mlle. De Lavallire. La escena de la cena
del rey y Mme. de Montespan, antes de partir para el convento, me ha emocionado. Todo me
trastorna, es cierto. La extrema debilidad nos separa de todo y, paradjicamente, confiere al
mismo tiempo una sensibilidad extraordinaria para las naderas, o para los sucesos pasados
y que no tienen ninguna significacin directa en nuestra vida. Me enternezco de cualquier
cosa, con estremecimientos de nia pequea. Tal vez tambin por imposibilidad de llorar por
m mismo.
Los nervios destrozados ya a los diecisiete aos! Cuesta creerse que haya aguantado hasta
hoy!
207 (Pg. 33 2)
30 de marzo de 1959
El Mesias de Haendel. Es necesario que el paraso sea, o al menos que haya existido..., pues,
de otra manera, con que rimara tanta sublimidad?
208 (Pg. 33 3)
Campanas de Brujas, vuestro recuerdo remueve en m vestigios celestiales, me hacis
remontarme a antes de mi cada.
209 (Pg. 33 4)
Desde los diecisiete aos padezco un mal secreto, inapreciable, pero que ha arruinado mis
pensamientos y mis ilusiones: un hormigueo en los nervios, noche y da, que excepto
durante las horas de sueo, no me permite un solo momento de olvido. Sensacin de
padecer un tratamiento sin fin o de una tortura eterna.
210 (Pg. 33 5)
He ledo demasiado... La lectura ha devorado mi pensamiento. Cuando leo, tengo la
impresin de hacer algo, de justificarme de cara a la sociedad, de tener un empleo, de
LUNES,
MAYO
15,
2006
Un tratado de medicina de la poca de Hipcrates lleva por ttulo: De las carnes. He aqu un
libro que me resulta cercano, y que podra escribir con total subjetividad.
182 (Pg. 30 8)
Weltlosigkeit [literalmente, estar ausente del mundo]. Otra palabra que me resulta
querida, intraducible como todos los trminos extranjeros que me seducen y colman).
183 (Pg. 30 9)
Algunas maanas, medio dormido, a rastras con el da, me parece entender mi nombre en
boca de los paseantes, llevado por el aire. Hoy, 28 de noviembre, en la oficina de correos,
calle de Vaugirar, una vieja telefoneaba y entend: Cioran. Hablaba de m. Es ridculo y
terrible. Qu sintoma!
184 (Pg. 30 10) (Pg. 31 1)
Se encuentran todava personas que me creen utilizable; y no, no salgo de mi asombro!
185 (Pg. 31 2)
No hay locos en mi familia; de lo contrario, no podra vivir con ese canguelo.
186 (Pg. 31 3)
Un escptico y un entusiasta a la vez...
187 (Pg. 31 4)
Eternizarse en un equilibrio inestable.
188 (Pg. 31 5)
Poseo la sensacin de la nada, pero no la de humildad. El sentimiento de la nada es opuesto
a la humildad.
No es humilde aquel que se aborrece.
189 (Pg. 31 6)
8 de diciembre de 1958
Seor, tened piedad de mi esterilidad, sacudid mi esprutu ausente, ayudadme en este
momento extremo de abandono y embotamiento!
190 (Pg. 31 7)
Un angel dbil y desalentado, paralizado por los remordimientos de su cada.
191 (Pg. 31 8)
Slo me redime la obsesin de mi decadencia y la voluntad de escapar de ella.
192 (Pg. 31 9)
La piedad, ese vicio de la bondad.
La piedad o la bondad como vicio...
193 (Pg. 31 10)
La descortesa de ser profundo.
Un filsofo es un hombre que se lanza; pero yo, atado por miles de dudas, qu puedo
afirmar, sobre qu puedo precipitarme? El escepticismo agota el vigor del espritu. O ms
bien, un espritu agotado cae en el escepticismo y a l se consagra por esterilidad, por vaco.
174 (Pg. 29 11)
A la ms fuerte de mis dudas le falta una pizca de absoluto, una nadera de dios.
175 (Pg. 30 1)
Si debo narrar en detalle la conducta de Nuestro Seor a mi consideracin.... -as habla
Santa Teresa-, cmo envidio esas almas que piensan que Dios o Jess vela y se interesa
por ellas!
176 (Pg. 30 2)
De cerca, todo lo que vive, el menor insecto, parece cargado de misterio; de lejos, una
nulidad sin lmites.
Hay una distancia que suprime la metafsica; filosofar es, entonces, ser complice del mundo.
177 (Pg. 30 3)
La autobiografa de Teresa de Avila (cuntas veces la habr leido?). Si despus de tantas
lecturas no he alcanzado la f, est escrito que no la tendr jams.
178 (Pg. 30 4)
Qu horror tengo a la carne! Una suma infinita de cadas, el modo como se cumple nuestra
decadencia cotidiana. Si hubiera un dios, nos habra dispensado de la carga que entraa
almacenar podredumbre, arrastrar un cuerpo.
179 (Pg. 30 5)
Si nunca me arrojo a los pies de Dios, ser por furor o por una suprema repugnancia de m
mismo.
180 (Pg. 30 6)
Traduccin de Jorgewic a las 4:28 PM 0 comentarios
13 de julio de 1958
Domingo cruel, en el que me vuelven a llamar todos aquellos a los que he probado la
inanidad absoluta de todo.
146 (Pg. 27 5)
He profundizado tanto en mi vida, la he vaciado y vuelto a rellenar tantas veces, que no
queda nada, a nada se me parece ya; la he agotado, secando sus fuentes.
147 (Pg. 27 6)
La vida, ms pienso en ello, ms me doy cuenta de que se me ha vuelto un concepto mstico,
o un sustituto del infinito, puede ser de Dios.
148 (Pg. 27 7)
Moverse bestialmente por un planeta fallido.
149 (Pg. 27 8)
... la pereza es como una beatitud del alma, que la consuela de todas sus perdidas, y la
coloca en el lugar de todos los bienes (La Rochefoucauld).
150 (Pg. 27 9)
El pasaiso lo es todo, y a veces conozco ese todo.
151 (Pg. 27 10)
El hastio, sufrimiento vaco, tormento difuso. Pero uno no se hasta en el infierno, sino en el
paraso. (Desarrollar en el comentario a Sueo de un hombre ridculo).
152 (Pg. 27 11)
Hasto de Dios.
Nunca ha conocido el aburrimiento quien ignora la voluptuosidad de abandonar un proyecto.
153 (Pg. 27 12)
Por muy bueno que sea, no podra aceptar este universo sin sentirme culpable de fraude.
154 (Pg. 27 13)
Puedo imaginarme perfectamente la desesperacin de una hiena.
155 (Pg. 28 1)
Describir esos momentos en que la vida pierde de repente todo su sentido, en que la
saciedad nos sumerge y pone algo as como un trmino a la efervescencia del espritu.
156 (Pg. 28 2)
Me hubiera gustado vivir en una corte corrupta, ser el escptico de un prncipe...
157 (Pg. 28 3)
27 de julio de 1958
Ahriman es mi prncipe y mi dios. Se dice que despues de 12.000 aos de combates contra
Ormuzd, este le superar [Ahriman es el Espritu del Mal en la religin macednica, mientras
Ormuzd es el Dios Supremo]. Por lo tanto...
158 (Pg. 28 4)
Debo expiar la libertad de que gozo. Pago este lujo de exiliado con mis desgracias reales o
imaginarias.
159 (Pg. 28 5)
8 de agosto de 1958
Acepto ser el ltimo de los hombres, si ser hombre es parecerse a los dems.
160 (Pg. 28 6)
Traduccin de Jorgewic a las 4:20 PM 0 comentarios
Joven, he pensado tanto en la muerte que, ya viejo, no tengo nada que decirle : un terror
frecuentado.
128 (Pg. 25 12)
25 de junio de 1958 16,00 h.
Sensacin de dicha inaudita. De dnde habr podido venir? Qu misterioso y sinsentido es
todo!
Nada hay ms enigmtico que la alegra.
129 (Pg. 26 1)
27 de junio de 1958
La melancola es el regreso de otro mundo, pero nunca he sabido qu mundo es se.
130 (Pg. 26 2)
Ni el mismo Dios sabra poner fin a mis contradicciones.
131 (Pg. 26 3)
He introducido el suspiro en la economa del intelecto.
132 (Pg. 26 4)
Por un prrito de decencia he puesto en sordina mis gritos; sin ella estara siendo un tipo
espantoso para los dems, no menos que para m.
133 (Pg. 26 5)
Yo percibo en m, a poco que se descienda, las llamadas y desgarramientos del Caos
momentos antes de convertirse -o degradarse- en universo...
134 (Pg. 26 6)
Ataquemos lo real en su raiz, cambiemosle la composicin y el sentido.
135 (Pg. 26 7)
X es tan falso e interesado que es incapaz de la menor espontaneidad. Todo en l es
premeditacin y combinacin, se dira que respira por clculo.
136 (Pg. 26 8)
Aporreo un piano desafinado: una oleada de melancola se derrama sobre m.
137 (Pg. 26 9)
Mi artculo sobre la Utopa, aparecido en el nmero de julio de la N.R.F., es tan malo que he
tenido que acostarme -de desesperacin-. No puedo escribir sin excitantes y lo tengo
prohibidos. El caf es el secreto de todo.
138 (Pg. 26 10)
Vertigo inmvil, pereza sobrenatural.
139 (Pg. 26 11)
9 de junio de 1958
El universo explota en mi cabeza. Fiebre intolerable. Estoy a un dedo del Caos. Los
elementos de desencadenan. Pierdo pie. Quen me reconciliar con aquel que soy? Un punto
fijo, busco un apoyo y no encuentro otra cosa que incertidumbre y fango, y un incontenible
delirio. El ser es un texto borroso, y no encuentro las fuerzas para rehacerlo.
107 (Pg. 23 9) (Pg. 24 1)
Todo es apariencia..., pero apariencia de qu? De nada.
108 (Pg. 24 2)
Hay en m un fondo de escepticismo sobre el cual nada hace presa, y que resiste el asalto de
todas mis creencias, de todas mis veleidades metafsicas.
109 (Pg. 24 3)
Esta fiebre en estado puro, estril, y este grito helado!
110 (Pg. 24 4)
Tener el sensacin obsesiva de nuestra nada no es ser humilde, ni mucho menos. Un poco de
humildad, un poco, me hara falta ms que a nadie. Pero la sensacin de mi nada me infla de
orgullo.
111 (Pg. 24 5)
Sensacin de insecto fijo en una cruz invisible, drama csmico e infinitesimal, sobre m la
pesadez de una mano feroz e insaciable.
112 (Pg. 24 6)
Debo forjarme una sonrisa, armarme con ella, ponerme bajo su proteccin, tener algo que
interponer entre el mundo y yo, camuflar mis heridas, aprender en suma a llevar la mscara.
113 (Pg. 24 7)
Una vida de rata, de rodadura, de tristezas intiles y agotadoras, de nostalgias sin objeto y
sin sentido; una nada que se arrastra por los caminos, y se revuelca en sus dolores y
burlas...
Ah, si pudiera precipitarme en mi esencia! Pero, y si ella estuviera corrompida?
Decididamente, yo me anulo y todo me invalida. No hay ni rastro mo en m mismo.
Cuando los dems han dejado de existir para nosotros, dejamos de existir en torno para
nosotros mismos.
114 (Pg. 24 7)
21 de junio de 1958
Mi padre muro hace exactamente seis meses.
115 (Pg. 24 8)
El hasto retorna, ese hasto que conozco de ciertos domingos de mi infancia, y que poco
despus devast mi adolescencia. Un vacio que evaca el espacio, y contra el cual solo
podra defenderme el alcohol. Pero el alcohol me ha defendido, todos los remedios me han
defendido. Y se dice que me obstino todava! Pero en qu persevero? Sin ninguna duda en
el ser.
116 (Pg. 24 9)
Mi pusilanimidad me ha impedido ser yo mismo. No he tenido el coraje ni de vivir ni de
destruirme. Mi camino siempre entre mi cuasi-existencia y mi nada.
117 (Pg. 25 1)
Un solo da de soledad me permite degustar ms placeres de los que todos mis triunfos me
han dado (Carlos V).
118 (Pg. 25 2)
Con veinte aos, tenia un insaciable deseo de gloria (ahora ya no). Y como emprender nada
sin l? Ya no me queda mas que el consuelo de un pensamiento ntimo e ineficaz.
119 (Pg. 25 3)
Desde hace meses, vivo todos mis momentos de angustia en compaa de Emily Dickinson.
120 (Pg. 25 4)
Traduccin de Jorgewic a las 4:12 PM 0 comentarios
DOMINGO,
MAYO
14,
2006
97 (Pg. 22 6)
Nada que sea ruso me es extrao.
98 (Pg. 22 7)
Mi hasto es explosivo. Es la ventaja que tengo sobre los grandes indolentes, que eran
generalmente pasivos y dulces.
99 (Pg. 22 8)
El ruido..., un castigo, de antes la materializacin del pecado original.
100 (Pg. 22 9)
Traduccin de Jorgewic a las 11:25 AM 1 comentarios
Fragmentos del 61 al 80
He pensado hoy, 20 de febrero de 1958, en el estado de putrefaccin en que se encuentran
mis amigos muertos y mi padre, y he soado con mi propia putrefaccin.
61 (Pg. 19 4)
Solo el trabajo podra salvarme, pero... no puedo trabajar. Mi voluntad fue golpeada ya en su
nacimiento. Proyectos infinitos, quimricos, desproporcionados para mis capacidades.
Cualquier cosa me anula, me invalida para siempre. Un maldito principio consustancial a mi
sangre y a mi espritu.
62 (Pg. 19 5)
No hay un solo tema que merezca que le dediquemos nuestra atencin ms que unos
instantes. Para reaccionar contra esta certidumbre es por lo que he intentado transformar
todas mis ideas en manas; es la nica forma de hacerlas durar (a los ojos... de mi espritu).
63 (Pg. 19 6)
Tengo al Caos por un simple juego de mi fisiologa. Destrozos de las entraas! Esbozo de
una teologa muy especial.
64 (Pg. 19 7)
Yo no soy de aqu; condicin de exiliado en s; en ninguna parte estoy en casa
(absolutamente desarraigado en todas partes).
El paraso perdido..., mi obsesin en todo instante.
65 (Pg. 19 8)
Qu sera de m, que hara yo sin las nubes? Paso la mayor parte de mi tiempo vindolas
pasar.
66 (Pg. 19 9)
24 de febrero de 1958
Desde hace unos das, vuelve a rondarme la idea del suicidio. A menudo pienso en l, es
cierto; pero eso es una cosa y otra soportar su dominio. Acceso terrible de negras
obsesiones. Imposible durar mucho tiempo as, por mis nicos medios. He agotado ya mi
capacidad para consolarme.
67 (Pg. 19 10)
Fragmentos del 41 al 60
Vengo de morir...
41 (Pg. 17 4)
Alcanzar el lmite inferior, la extrema humillacin, sumirse, dejarse caer sistemticamente,
como por una especie de obstinacin inconsciente y mrbida! Volverse un guiapo, una
furcia, hundirnos en el barro y despus, bajo el peso y el terror de la vergenza, estallar y
rehacerse, recogiendo nuestros propios restos.
42 (Pg. 17 5)
No puedo descender ms abajo en mi nada, ni salvar los lmites de mi decadencia.
43 (Pg. 17 6)
La noche circula por mis venas.
44 (Pg. 17 7)
Quin me despertar, quin me despertar?
45 (Pg. 17 8)
A fuerza de reconocer que nada tiene importancia, carezco ahora de sujeto alguno, de algn
pretexto contra el cual ejercitar mi espritu. Si quiero evitar la catstrofe, necesito
urgentemente inventarme una materia, forjarme objetos nuevos, cualquier cosa en suma
que no sea ma, que no exija ms el yo.
46 (Pg. 17 9)
Escribir una Apologa de Prusia, o Para una rehabilitacin de Prusia.
Desde que se sofc y aniquil a Prusia, he perdido el sueo por ella. Tal vez sea yo el nico,
fuera de Alemania, que llora por la ruina de Prusia. Era la nica realidad slida en Europa.
Una vez destruida, Occidente debe caer en poder de los rusos.
El prusiano es menos cruel que cualquier otro civilizado. Prejuicio ridculo contra Prusia (del
cual es responsable Francia en cierto sentido); prejuicio favorable a los austracos, a los
renanos, a los bvaros, infinitamente ms crueles. El nazismo es un producto de la Alemania
del Sur. (Es una evidencia de la que nadie quiere reconocerlo).
Por fin ha llegado el momento de decir la verdad.
47 (Pg. 17 10) (Pg. 18 1)
Lanzndose a la destruccin poltica de Prusia, los rusos saban lo que hacan; los
anglosajones no abrazaron ms que un prejuicio heredado de los franceses (los cuales tienen
excusa), quienes desde la Revolucin fueron la opinin en el mundo, es decir los prejuicios.
(Palabra ilegible) poltica americana; del otro lado, Inglaterra, por primera vez en mil aos,
trabaja contra sus propios intereses y renuncia verdadero suicidio- a la idea del equilibrio
europeo.
48 (Pg. 18 2)
Exaltacin desconocida, intolerable incandescencia, como si el sol viniera a esconderse en
mis venas!
49 (Pg. 18 3)
No puedo vivir ms que en el vacio o en la plenitud, en el interior de un exceso.
50 (Pg. 18 4)
Yo podra, en rigor, mantener relaciones verdaderas con el Ser; con los seres, jams.
51 (Pg. 18 5)
Todas las impotencias se reducen a una: la de amar, la de salir de la propia tristeza.
52 (Pg. 18 6)
La desesperacin es sin duda un pecado; pero un cecado contra uno mismo. (Qu profunda
intuicin para el Cristianismo! Haber colocado la falta de esperanza entre los pecados!).
53 (Pg. 18 7)
La enfermedad ha venido a darle sabor a mi desnudez, a recalcar mi pobreza.
54 (Pg. 18 8)
Gritar, a quien?, tal ha sido el nico problema de toda mi vida.
55 (Pg. 18 9)
19 de febrero de 1958
Intolerable felicidad! Miles de planetas dilatandose en lo ilimitado de la conciencia.
Aterradora dicha.
56 (Pg. 18 10)
Sensaciones de pobre tipo y sensacin de un dios-, nunca he conocido
otras. Punto e infinito, mis dimensiones, las formas de mi existencia.
57 (Pg. 18 11)
Si la sensacin de vanidad por todo pudiera ella sola conferir la santidad, qu santo no sera
ya! Ocupara el primer puesto en la jerarqua de los santos!
58 (Pg. 19 1)
El fondo de la desesperacin es la duda sobre uno mismo.
59 (Pg. 19 2)
Estoy acabado, al borde de la plegaria.
60 (Pg. 19 3)
Traduccin de Jorgewic a las 10:09 AM 0 comentarios
Fragmentos del 21 al 40
Mongolia del corazn.
21 (Pg. 15 3)
Era un hombre corrompido por el sufrimiento.
22 (Pg. 15 4)
2 de agosto de 1957
Suicidio de E. : un abismo inmenso se abre en mi pasado. De ah surgen miles de recuerdos
exquisitos y desgarradores.
Exageraciones de la abulia! Para evadirme, leo de vez en cuando cualquier libro sobre
Napolen. El coraje de los dems nos sirve de vez en cuando de tnico.
33 (Pg. 16 3)
Ya s finalmente lo que son mis noches: remontar con el pensamiento todo el intervalo que
me separa del Caos.
34 (Pg. 16 4)
Desde hace tiempo creo que la capacidad de renunciar es el criterio, el nico, capaz de medir
nuestros progresos espirituales.
Y, sin embargo, cuando examino algunos de mis actos de renuncia, me doy cuenta de que
muchos estuvieron acompaados de una gran (y secreta) satisfaccin orgullosa, inclinacin
absolutamente opuesta a toda profundizacin interior.
Y pensar que llegu a rozar la santidad! Pero aquellos aos estn lejos, y hasta su recuerdo
me resulta doloroso.
35 (Pg. 16 5)
De la maana a la noche, no hago otra cosa que vengarme. Contra quien? De qu? Lo
ignoro -o lo olvido-, ya que nadie se libra. La rabia desesperada, nadie mejor que yo sabe
qu es eso. Oh, los estallidos de mi decadencia!
36 (Pg. 16 6)
(...) y los ltimos sern los primeros.
Esta promesa basta para explicar el xito del cristianismo.
(En mi terrible decadencia, entender esta promesa no est exento de cierta confusin. Como
la que sent el 30 de enero pasado, en el Colegio de Francia, durante el curso de Puech sobre
el Evangelio apcrifo- segn Toms).
37 (Pg. 16 7)
Cul ser el futuro?
La rebelin de los pueblos sin historia.
En Europa est claro; triunfarn slo aquellos que no han vivido.
38 (Pg. 17 1)
Mi incapacidad para vivir no es igual que mi incapacidad para ganarme la vida. El dinero no
se me pega a la piel. Soy un advenedizo de cuarenta y siete aos, sin haber tenido nunca
una renta!
Nunca he podido pensar en trminos monetarios.
39 (Pg. 17 2)
Para ganarse la vida, es necesario ocuparse de los dems; as pues, yo no soy necesario ms
que... para Dios y para m mismo, para el todo y para la nada.
40 (Pg. 17 3)
Traduccin de Jorgewic a las 9:54 AM 0 comentarios
Fragmentos del 1 al 20
26 de junio de 1957
Una desgracia predicha, cuando por fin ocurre, es diez, cien veces ms
difcil de soportar que una desgracia que no esperbamos. A lo largo de
nuestros recelos, la habamos vivido por adelantado, y, cuando surge, los
tormentos pasados se agregan a los presentes para formar, juntos, una
masa de peso intolerable.