La Conversación La Otra Comunicación de Masas
La Conversación La Otra Comunicación de Masas
La Conversación La Otra Comunicación de Masas
masas
por Pablo Fernndez Christlieb
La conversacin es anarquista.
De cualquier manera, las funciones sociales de la conversacin permiten extraer una
conclusin: la conversacin, como el amor y los sueos, es anarquista. La organizacin,
aceitada pero imperceptible, del aparato conversacional, tiene un orden basado en el mutuo
reconocimiento de la capacidad conservadora de todos los participantes. A la hora de
platicar en los pasillos, la barra, el saln de belleza y las esquinas, se borran las jerarquas y
no se admiten expertos ni especialistas; se asume que todos los integrantes tienen el mismo
status, poder, informacin, y por ende, el mismo derecho a hacer uso de la palabra. Existe el
sobre entendido preciso de la igualdad conversacional. Por lo tanto, cuando alguien dice
algo que est fuera de lugar, todos fingen que no lo dijo o que dijo otra cosa; cuando
alguien comete una imprudencia garrafal, como ridiculizar irremisiblemente a otro, todos se
dedican a la tarea de componerla, incluyendo a la misma vctima de la imprudencia (puede
observarse que quien cometi el error, pierde, como en el parkas, su turno, y se queda un
ratito callado, o que todos cooperan para restiturselo y reivindicarse, puesto que lo
importante es mantener la comunicacin). El espontneo hecho de platicar est
implcitamente estructurado con respecto a lugares (de los cuales la mesa y sobremesa son
clsicos), a tiempos y turnos de uso de la palabra, de disposicin de los interlocutores (en
crculo o similares), a formas de comienzo y terminacin (no hay moderador ni otros trucos
artificiales), que nadie impone y que sin embargo, sin saberlo y sin decirlo, todos sostienen
libremente. El desorden de las reuniones divertidas es buena muestra de que la anarqua es
la ms lata expresin del orden, como apareci en alguna barda de la ciudad, a la que
ingresan an los que en sus horas hbiles son solemnemente autoritarios; es esa anarqua
nuestra de cada da que preconiza Colin Ward. Para mayores datos de anarqua, se le
puede aadir el de sabotaje: las conversaciones hacen uso de tiempo libre, y dando que se
suscitan tambin en horas de trabajo, estn interrumpiendo la productividad y liberando
tiempo asalariado. El chisme es de ociosos, y sa es su mayor virtud.