Erika Decandido Marianela Ferrero Da... (2009) - Territorio, Identidad e Historia Barrial PDF

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XXVII Congreso de la Asociacin Latinoamericana de Sociologa.

Asociacin
Latinoamericana de Sociologa, Buenos Aires, 2009.

Territorio, identidad e historia


barrial.
Erika Decndido, Marianela Ferrero y Damian
Truccone.
Cita: Erika Decndido, Marianela Ferrero y Damian Truccone (2009).
Territorio, identidad e historia barrial. XXVII Congreso de la Asociacin
Latinoamericana de Sociologa. Asociacin Latinoamericana de
Sociologa, Buenos Aires.

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INTRODUCCIN:
El presente trabajo forma parte de un proyecto de investigacin ms amplio, denominado
El barrio. Estrategias familiares y efectos de territorio1, conformado por un grupo de docentes y
estudiantes de la UNVM, que tiene lugar en un barrio de la ciudad de Villa Mara provincia de
Crdoba.
1

El proyecto, con subsidio del Instituto de Investigacin de la Universidad Nacional de Villa Mara, es dirigido por el
Mgter. Gustavo Luque y codirigido por Mgter. Paula Pavcovich

-1-

En este marco hemos planteado una lnea de trabajo especficamente interesada en dar
cuenta de ciertos cruces e interrelaciones entre procesos socio- histricos barriales,
transformaciones en el espacio territorial y redefiniciones identitarias. De tal manera,
proponemos recuperar la dimensin histrica que habilita la comprensin de la trayectoria barrial,
como espacio objetivo que se va internalizando en los vecinos en el marco de sus estrategias de
reproduccin social-, en forma de miradas y disposiciones a actuar a partir de puntos de vista
anclados en el territorio.
La historia barrial, en este contexto, se constituira en otro bien con el que contaran las
unidades domsticas a la hora de sus demandas vecinales, a fin de ampliar y fortalecer los
instrumentos de reproduccin que pueden dar un plus a los recursos movilizados en las estrategias
familiares.
En esta ponencia discutimos sobre una serie de categoras analticas articuladas de modo
que conformen un marco conceptual que sirva como base terica, a partir de la cual extraer pautas
de interpretacin para dar cuenta de tal proceso barrial.
LAS PARTICULARIDADES QUE CONFIGURAN EL BARRIO:
El barrio que estamos estudiando se encuentra ubicado en la zona sureste de la ciudad, a
unos 8 km de distancia del centro de la misma. Est atravesado por la Ruta Nacional N 9 y por las
vas ferroviarias que comunican Crdoba Buenos Aires.
Justamente, el origen histrico del barrio se encuentra estrechamente vinculado al
ferrocarril, por lo que gran parte de su poblacin estaba ligada a la actividad ferroviaria.
Actualmente, por el contrario, nos encontramos con una composicin socioeconmica del
barrio mayoritariamente conformada por grupos sociales medios asociados a la categora de nuevos
pobres y pobres estructurales.
De esta forma el barrio, histricamente, estuvo ligado a los procesos de industrializacin
que se gestaron a nivel nacional, lo que lleva como correlato, una composicin social
mayoritariamente de clase trabajadora. A partir de esto es posible recuperar una lgica de
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configuracin espacial y una percepcin particular en lo que hace a la construccin de una


identidad, que se encuentran atravesadas por dos tiempos histricos que se entrelazan en el
presente. Desde el pasado, la dinmica vinculada a la zona del ferrocarril y a la industrializacin.
Desde el presente, la pobreza emergente de la aplicacin de las polticas neoliberales en los 90: en
uno y otro, el comn destino de un sentido de segregacin en relacin al resto de la ciudad de
Villa Mara.
Por su parte, el barrio nace como poblado independiente de Villa Mara a una distancia, para
ese momento, considerable del centro de esta ciudad. Esto implic el desarrollo de este espacio con
una dinmica propia a la vez que gener una particular forma de relacin con la ciudad desde un
desarrollo cuasi autnomo, producto del distanciamiento (social, espacial y administrativo) que
represent para sus pobladores la necesidad de proveerse de equipamientos y servicios bsicos.
Tales factores llevaron al fortaleciendo, adems, del sentido de pertenencia y la identificacin de los
vecinos con el barrio.
Partimos, entonces, de este diagnstico (construido a lo largo del trabajo de investigacin ya
elaborado) sobre las interrelaciones que han constituido al barrio histrica, territorial e
identitariamente que constituye el punto de partida que orient la presente incursin terica en la
bsqueda de nuevas categoras analticas que nos permitan profundizar en este proceso:
Los procesos identitarios, territoriales e histricos se encuentran en el barrio
sumamente interrelacionados. Las transformaciones histricas manifiestas en el barrio, y
los correlativos cambios en la composicin socio econmica de su poblacin, lo marcan
identitariamente, en el mismo momento que demarcan, delimitan, jerarquizan y significan
el espacio fsico.

MARCO TERICO
Espacialidad del territorio
Como punto de partida terico asumimos la propuesta de P.Bourdieu (Bourdieu: 1999a)
para enmarcar analticamente los procesos de relacin entre espacio fsico, espacio social y
construcciones de sentido en torno a ello.
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En relacin a ello, el autor sostiene que, en tanto cuerpos, los agentes al igual que las cosas,
estn situados en un lugar y ocupan un sitio. El lugar es definido por Bourdieu como el espacio
fsico en el que se encuentran los mismos, ya sea como localizacin, ya sea como posicin (punto
de vista relacional). El sitio es definido como la extensin, la superficie y el volumen que un agente
o cosa ocupa en un espacio fsico. Tanto los agentes sociales, como las cosas en cuanto los agentes
se apropian de ellas, estn situados en el espacio social, posicin relativa que se define en relacin a
las otras posiciones. As, el espacio apropiado funciona como una especie de simbolizacin del
espacio social que se retraduce de esta forma en el espacio fsico.
De esto deriva el concepto de espacio social reificado que se define como la distribucin
en el espacio fsico de diferentes bienes y servicios, pero tambin de agentes y grupos localizados
fsicamente y provistos de oportunidades desiguales para la apropiacin de los mismos. Esta
apropiacin se realiza en funcin de la estructura y el volumen de capital, y de la distancia fsica con
respecto a esos bienes que depende a la vez de los capitales posedos. As, el valor de las diferentes
zonas se define por la relacin entre la distribucin de los agentes y de los recursos en dicho
espacio. En palabras de Bourdieu: El poder sobre el espacio que da la posesin de capital en sus
diversas especies se manifiesta en el espacio fsico apropiado en la forma de determinada relacin
entre la estructura espacial de la distribucin de los agentes y la estructura espacial de la distribucin
de los bienes o servicios, privados o pblicos. (BOURDIEU: 1999a, pg. 120)
Ahora bien, el espacio fsico, en cuanto espacio social objetivado, se reproduce pero no de
manera mecnica- subjetivamente en los habitus, en forma de categoras de percepcin y
evaluacin. Esto significa que: La incorporacin insensible de las estructuras del orden social se
cumple, en buena medida, a travs de la experiencia prolongada e indefinidamente repetida de las
distancias espaciales en que se afirman determinadas distancias sociales, y tambin, ms
concretamente, a travs de los desplazamientos y movimientos del cuerpo que estas estructuras
sociales convertidas en estructuras espaciales, y con ello naturalizadas, organizan y califican
socialmente como ascensin o declinacin, (...) entrada (...) o salida (...), acercamiento o alejamiento
con respecto a un lugar central y valorizado. (BOURDIEU, 1999a, pg.121)
La estructuracin de estas estructuras subjetivas a travs de la incorporacin, en los cuerpos
de los agentes de las estructuras sociales, provocan que en el desarrollo de sus vidas pongan en
juego tales criterios de percepcin y apreciacin, visin y divisin del mundo que funcionan como
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el sentido de las prcticas que llevan adelante. Ahora bien, estos criterios clasificadores, al ser
generados en y por relaciones sociales de dominacin, tienden a reproducir subjetivamente dichas
relaciones objetivas de dominacin. El espacio social se encuentra inscripto en las estructuras
espaciales y en las mentales, por ello el espacio fsico se constituye en uno de los lugares donde se
afirma y ejerce el poder en forma de violencia simblica2.
Estas estructuras mentales incorporadas reproducen en el espacio fsico las distancias y
diferencias que se encuentran en la estructura del espacio social al dividirlo y clasificarlo segn la
relacin social que se ha apropiado del mismo. De esta forma, se van generando espacios privativos
para determinadas clases (segn la posicin social) que son vehiculizados por criterios de
jerarquizacin que imponen limites a las posibilidades y aspiraciones de los agentes. Esto,
expresado y sintetizado en palabras de Bourdieu significa que: En una sociedad jerrquica, no hay
espacio que no est jerarquizado y no exprese las jerarquas y las distancias sociales, de un modo
(ms o menos) deformado y sobre todo enmascarado por el efecto de naturalizacin que entraa la
inscripcin duradera de las realidades sociales en el mundo natural. (BOURDIEU: 1999a, pg.
120)
A partir de estos ejes conceptuales desarrollados hasta aqu, comenzaremos a definir una
nocin de espacio, que posibilite acercarnos aun ms a nuestros propsitos. Para ello tomamos la
categora que propone el brasilero Milton Santos: [el espacio] est formado por un conjunto
indisociable, solidario y tambin contradictorio, de sistemas de objetos y sistemas de
acciones, no consideradas aisladamente, sino como el nico cuadro donde la historia se
da. Por definicin el espacio es uno, continuo y completo y son los hombres, en sus acciones,
quienes realizan las fragmentaciones, que se traducen en representaciones.
De esta manera se van conformando identidades de esos espacios fragmentados. Las
identidades pueden entrar en contradiccin entre s y de acuerdo al estado coyuntural de las fuerzas
que interactan en el espacio alguna pueden llegar a conformarse como dominante.

La violencia simblica es esa coercin que se instituye por mediacin de una adhesin que el dominado no puede
evitar otorgar al dominante (y, por lo tanto, a la dominacin) cuando slo dispone, para pensarlo y pensarse o, mejor
an, para pensar su relacin con l, de instrumentos de conocimiento que comparte con l y que, al no ser ms que la
forma incorporada de la estructura de la relacin de dominacin, hacen que sta se presente como
natural.(BOURDIEU: 1999 b)
2

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As se va produciendo un espacio social que es especfico: el territorio; al cual podramos


definir como el espacio apropiado por una determinada relacin social, que lo produce y lo mantiene a partir
de una determinada forma de poder. En definitiva diremos que los territorios son espacios sociales
apropiados por las relaciones sociales que en ellos se desarrollan; en principio los espacios
significan convencin y confrontacin de acuerdo al estado de fuerza de las relaciones.
Es aqu donde debemos articular el concepto de espacio social reificado con el de territorio.
El territorio es entendido como una relacin social particular que se apropia de un espacio
especfico (en nuestro caso de anlisis es el espacio fsico del barrio y la relacin social de vecindad).
Dado que las relaciones sociales se presentan como asimtricas, las apropiaciones resultantes sern
relacionalmente asimtricas, generando determinadas representaciones y significaciones sobre el
espacio fsico apropiado y sobre la posicin social ocupada, segn la ubicacin en el campo social
general.

Sin embargo las representaciones y significados generados a partir del territorio no juegan
un papel simplemente pasivo de reproduccin de la dominacin. Sino que estos sentidos se
presentan en la forma de relato, es decir, como: un discurso donde se amarre en una trama
continua y coherente el origen, la historia y un nosotros a un proyecto de futuro en relacin al
propio territorio. Esto significa que no necesariamente se presente como una justificacin de la
situacin actual, sino que adems vendra a ser una proyeccin a futuro de la posicin particular,
limitando y posibilitando, por ello, el curso o accionar de determinadas prcticas ms que de otras.
Con la idea anteriormente planteada nos abocaremos al concepto de identidad territorial, el
cual no es meramente un relato discursivo sino que tambin posibilita una cierta capacidad de
accin y movilizacin. Ahora bien, la identidad territorial no es ni algo esttico, ni homogneo. Por
el contrario se nos presenta como un proceso en el cual se construyen, destruyen y reconstruyen
constantemente sentidos y representaciones. Es por ello que consideramos a la identidad como
espacio de disputa y conflicto, en el cual estn implicadas tanto las relaciones internas al territorio
en cuestin, como tambin las que se establecen hacia fuera del mismo, que es donde encontramos
momentos de clasificacin y estigmatizacin que pueden tanto ser reapropiadas, como entrar en
contradiccin con las identidades internamente creadas.

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Profundizaremos, la construccin conceptual de la nocin de identidad sin perder de vista,


sin embargo, su estrecha relacin con el concepto de territorio que venimos trabajando.

Identidad del territorio


Identidad en tanto elemento constitutivo de la territorialidad, territorio como inscripcin
identitaria.
Si bien no es sencillo hablar de identidad, debido a los mltiples matices que conlleva tal
categora, intentamos construir una mirada que la entienda como: aquellas producciones de
sentidos y/o significados que los agentes construyen -de acuerdo a su ubicacin en diferentes
lugares del espacio fsico y, por ende, a las desiguales relaciones sociales que tienen por la posicin
en el espacio social- para definirse y definir el territorio en el que se movilizan cotidianamente; esto
es, una identidad territorial cuyos significados se inscriben no slo en los enunciados discursivos de
los agentes sino tambin en sus prcticas concretas y en el espacio fsico en el que stas se
desenvuelven (MARQUEZ, F: 2008).
A continuacin, ampliaremos el aspecto identitario entendiendo a la identidad como: la
capacidad de lo barrial para construir y ser construido por el imaginario social () el barrio adquiere la funcin de
ser referente de una representacin, de una imagen sostenida por actores. Junto a su carcter fsico-espacial pasa a ser
un conjunto de rasgos, signos ubicables en la esfera ideolgico-simblica con vinculaciones entre esas imgenes y las
ocupaciones del espacio barrial concreto. (GRAVANO: 2003 Pg. 266)
Desde esta perspectiva la identidad social barrial, es entendida como ideologa, en el sentido
amplio del trmino, o imaginario social, en un sentido ms restringido; es decir, compuesto por las
imgenes o significados construidos socialmente y por ende compartidos en parte por un conjunto social en condiciones
histricas determinadas y atendiendo a los condicionamientos contextuales de esos grupos, principalmente las visiones,
imgenes y significados con que son vistos, o construidos desde el exterior de ellos mismos, si esa construccin incide y
se relaciona con ellos. (GRAVANO: 2003, Pg. 266)
De esta manera, y siguiendo al autor, consideramos pertinente rescatar tres dimensiones en
las que podemos enmarcar el estudio de la identidad entendida como proceso de significacin.
Estas dimensiones se encuentran estructuradas en torno a dos ejes: por un lado, los elementos
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creados desde dentro del espacio barrial, por y en referencia a los mismos grupos que forman
parte del nosotros identificado; por el otro, los procesos de caracterizacin o referencia al barrio
que son creados desde fuera del mismo, es decir, las imputaciones y referencias externas que
inciden en la configuracin de la identidad barrial. Estas dimensiones son:
Homogeneidad: rasgos de la identidad que resultan comunes, no
problematizados, ni contradichos, o con tendencia a afirmar aspectos propios y
especficos del barrio.
Heterogeneidad: los elementos que se diferencian internamente sin romper
la identidad o la imagen que los mismos actores tenan [y tienen] de su barrio.
Identificacin: las referencias incluidas en los discursos [y prcticas] que
resaltan rasgos del barrio en confrontacin con otro tipo de identidades,
fundamentalmente otros barrios. (GRAVANO: 2003. Pg. 86)
Como hemos sealado, en la construccin y definicin de la identidad del barrio
intervienen, por una parte los sentidos construidos desde dentro del espacio -de y sobre los agentes
que con-viven en el territorio- cuya realidad heterognea presenta diversos matices que constituyen
en definitiva la amalgama de relaciones sociales que configuran su espacio como totalidad. Mientras
que por otra parte intervienen los que se construyen desde fuera, por otros agentes, que se
refieran al barrio.
Para describir y explicar cmo se construye/cmo se presenta la identidad del barrio objeto
de anlisis en este trabajo, y teniendo en cuenta que la misma es producto de un proceso socioterritorial en el que los agentes se piensan, proyectan y actan; a la vez que reconocen, definen y se
apropian de su espacio barrial -segn el lugar y posicin que los mismos ocupan en el territorio-;
introducimos tres categoras analticas, propuestas por R. Williams en su anlisis de la cultura, que
nos permiten sistematizar y organizar aquello que vamos a observar. De esta manera, si
entendemos este proceso de costruccin de la identidad territorial como producto de determinadas
relaciones sociales desiguales, cada una de estas categoras nos permitirn entender aquellas
significaciones que fueron dando forma y origen al barrio, pero tambin las nuevas experiencias y
prcticas generadoras de nuevos sentidos que hoy entran en juego (en lucha) dentro y fuera del
mismo. Las mismas son:
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lo emergente: los nuevos significados, valores, prcticas y relaciones que se crean


continuamente.
lo residual: aquello que se ha formado en el pasado pero se ha perdurado en el tiempo
y aparece como rasgo constitutivo del presente.
Y, lo dominante o hegemnico: son los elementos o rasgos que construyen la definicin
dominante de lo social (de lo que es y de lo que no es); son aquellos significados que
se han naturalizado como propios y nicos.
Estos tres elementos nos permiten percibir el nivel diacrnico del proceso de construccin
de las identidades territoriales. Para lo cual es necesario comprender las relaciones que lo residual y
lo emergente han establecido con lo dominante. Ya que uno y otro pueden, ya bien enfrentarse o
ser incorporados por la visin dominante.
Hiptesis y dimensiones anlisis
En este sentido nuestra hiptesis o supuesto de base es que: la identidad del barrio se construye
mediante un proceso socio-territorial en el que los agentes situados en l se encuentran en constante lucha por la
definicin de los significados que hacen a tal identidad. Puja en la que entran en juego no slo los criterios
clasificadores que tienen los vecinos de su propio barrio -ese nosotros que han construido a lo largo de la trayectoria
de y en el barrio-; sino tambin aquellos elementos de visin y divisin que construyeron y construyen diferentes agentes
externos al territorio del barrio -ese otro identitario- para referirse a l y a quienes lo habitan.
A fin de no caer en la definicin dominante de la identidad barrial -es decir, para no asumir
como propia de este trabajo slo la forma de identificacin barrial dominante- es que intentaremos
reconocer el conjunto de significados y prcticas que hoy se combinan para definir la identidad del
barrio en cuestin, a la vez que intentaremos reconstruir la complejidad de las relaciones que se dan
entre ellas. A este fin, y en relacin a las categoras anteriormente propuestas, introduciremos
algunas dimensiones propuestas por Francisca Mrquez (Mrquez: 2008) a partir de las cuales
operacionalizar y sistematizar el abordaje emprico:
1.

El relato de la historia y la memoria del territorio: una narracin que englobe el pasado, el

presente y el futuro o proyecto del propio territorio. Sin este relato comprensivo y utpico del
barrio, la identificacin con el propio territorio no se construye. (Pg. 8) El recuerdo permite que

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los agentes unan en una experiencia, con cierta coherencia, el pasado, el presente y el futuro;
dimensiones temporales que se desarrollan en un espacio determinado: el barrio. Si bien este relato,
por lo general, se refiere a aquellos elementos residuales que dan sentido de pertenencia al barrio, se
combinan con elementos emergentes propios del presente del lugar.
2.

Poder y reconocimiento: en este punto se hace nfasis en que ese relato sea

reconocido por parte de otro. Esta mirada del otro, positiva o negativa, es necesaria para otorgarle
legitimidad a dicha identidad. Al mismo tiempo, en las identidades siempre existe una relacin
estrecha entre reconocimiento y autocomprensin, entre la mirada que el otro tiene de m y la
mirada que yo tengo de m mismo. En la medida que no exista ese reconocimiento del relato
identitario, no existir posibilidad de construir una identidad territorial (con historicidad), esto es,
una identidad donde la memoria y la propia historia se transformen en proyecto sobre el propio
territorio. (Pg 9)

3.

El proyecto de la identidad: esta dimensin da cuenta de aquellos rasgos que ponen

en escena no slo las aspiraciones que los agentes tienen acerca de su propia identidad como
integrantes de un mismo territorio; sino el efecto que tales representaciones imponen a las prcticas
concretas de quienes forman parte del barrio, y que son condicin necesaria para consolidar ese
conjunto de significados que hacen a su identidad. En este sentido, la identidad no es slo una
narracin, sino tambin capacidad de persuasin y de accin.(Pg 9)

REFLEXIONES FINALES
Hemos desarrollado a lo largo del trabajo una mirada particular desde donde abordar la
identidad barrial, a travs de la relacin del espacio fsico y el espacio social, en la que los agentes se
encuentran posicionados y situados dentro del territorio.
A tal fin intentamos articular los conceptos de identidad y territorio, que se encuentran
atravesados por el proceso histrico particular y la actual configuracin socio-territorial del barrio.
En este sentido entendemos el territorio como un espacio que se configura a travs de relaciones
sociales desiguales, que se encuentran en constante disputa por su definicin y delimitacin, y en las
que entran en juego unas formas especficas de apropiacin material y simblica del espacio. Esta
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apropiacin hace que los agentes construyan determinadas representaciones sobre el territorio, que
a su vez vuelven a influir sobre el mismo.
En definitiva, la identidad es abordada como un proceso de produccin simblica, situado
temporal y espacialmente, en el cual se articulan tales sentidos con el territorio; proceso en el que
entran en juego elementos de la historia socio-territorial y la trayectoria de sus agentes, as como lo
emergente que aparece en el conjunto de las relaciones sociales que tienen lugar en el barrio, y
aquellos significados que desde afuera -otros agentes- tambin construyen entorno al mismo.

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o BOURDIEU, Pierre. (1999a) La miseria del mundo . Editorial Fondo de Cultura


Econmica. Madrid.
o --------------------------- (1999b) Meditaciones pascalianas. Editorial Anagrama. Barcelona.
o GRAVANO, Ariel. (2003) Antropologa de lo barrial. Estudios sobre produccin
simblica de la vida urbana. Espacio. Buenos Aires.
o MARQUEZ, Francisca. (2008) Historias e identidades barriales del Gran Santiago: 19502000 Ponencia presentada en el IX Congreso Argentino de Antropologa Social.
Misiones.
o WILLIAMS, Raymond. (1997) Marxismo y literatura Ediciones Peninsula, Madrid.

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