CHILLAN

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Este proyecto ha sido financiado por el

Gobierno Regional Regin del Bo-Bo

Chilln, Las artes y los das


Armando Cartes Montory, ed.

Registro de Propiedad intelectual N 250.394


Varios autores
I.S.B.N.....
Diagramacin: Siegfried Obrist Cordoba
Impreso en Diario El Sur S.A.
Concepcin, marzo 2015.

Chillan
Siglos XIX y XX
Fernando Arriagada
Ignacio Basterrica
Armando Cartes
Cristin Leal
Boris Mrquez
Marcial Pedrero
Marco Aurelio Reyes

Ediciones del archivo Histrico de Concepcin


2015

Este libro ha sido arbitrado acadmicamente.

Comit Acadmico
Dr. Fernando Venegas Espinoza
Dr. (c) Mario Valds Urrutia
Dr. Armando Cartes Montory

ndice

Presentacin

Prlogo

11

Introduccin

13

Chilln, ante la historia y la historiografa

19

El desarrollo urbano de Chilln desde 1835

45

La cotidianeidad en el Chilln del siglo XX

85

Armando Cartes

Juan Ignacio Basterrica


Marco Aurelio Reyes

Actividades comerciales e industriales del antiguo Chilln: 1835-1939

107

La presencia de la Iglesia Catlica en Chilln:


el Colegio de Misioneros y el Real Colegio de Naturales
Cristin Leal

129

Las artes en Chilln

143

Escritores del Itata

159

Los autores

181

Bibliografa de uble

187

Boris Mrquez

Marcial Pedrero

Fernando Arriagada

Puerta de una vieja iglesia abandonada, por Carlos Dorlhiac.

Presentacin

a Universidad y los diversos archivos documentales son


estupendos lugares para preguntarse acerca de nuestro
pasado histrico. Ello debe hacerse de cara a la sociedad
y tambin desde la comunidad en la cual se asienta el objeto de
estudio y nuestras inquietudes.

Inevitablemente, cada generacin elabora sus propias preguntas sobre la historia acaecida, donde la construccin de las
respuestas puede comprender diversos enunciados, descripciones, imgenes ntidas y tal vez opacas adems de nuevos
cuestionamientos. Todo aquello contribuye a hacer ms inteligible la existencia local, nacional y, ciertamente, la de nuestra
propia civilizacin.
Es lo que acontece con este libro elaborado por Armando
Cartes M., Juan Ignacio Basterrica, Marco Aurelio Reyes, Boris
Mrquez, Cristin Leal, Marcial Pedrero y Fernando Arriagada.
Los autores se han preguntado por la vida humana que ha dado
vida a la ciudad de Chilln en su historia, su cotidianeidad, su
evolucin urbana, su fe, sus actividades econmicas (agrcolas,
comerciales e industriales), sus expresiones artsticas y, adems,
sus escritores destacados.

Chilln, las artes y los das

De esta forma, el lector tiene en sus manos una obra


cuya denominacin feliz Chilln, Las artes y los das constituye una seductora invitacin a disfrutar los espacios de
comprensin de nuestro pasado, mediante un relato que,
al examinar diversas facetas de la historia de Chilln,
contribuye a hacer comprensible la vida de nuestra realidad regional.

Mario Valds Urrutia


Director

Programa de Investigacin Histrica en Estudios Regionales


Departamento de Ciencias Histricas y Sociales
Facultad de Humanidades y Arte
Universidad de Concepcin

10

Prlogo

hilln, las artes y los das cumple, sin duda, muy claramente sus
propsitos de dar a conocer globalmente a nuestra ciudad,
tanto en las artes, como en otras instancias que se han comprometido en su desarrollo.
Los siete autores son liderados por el historiador Armando Cartes
Montory, quien con su ensayo Chilln ante la historia y la historiografa nos plantea la relevancia que la historia tiene como misin reveladora de la situacin sometida a su estudio. En este caso, el objeto
de estudio es Chilln. Dadas las condiciones de espacio y tiempo con
que se cuenta para este trabajo, anticipa que en este libro se consignarn slo textos especficamente dedicados o producidos en uble.
As es, en efecto, porque el segundo trabajo, firmado por el profesor e historiador Marco Aurelio Reyes es La cotidianeidad en el
Chilln del siglo XX. Historiar la cotidianeidad es un desafo difcil
para quien lo intente. El profesor Reyes, que ha tratado este tema en
decenas de artculos periodsticos, nos seala en su relato al Chilln
oculto y hasta furtivo que marc su identidad en un momento de su
historia. Los diversos aspectos que nos muestra de la cotidianeidad
chillanense, incluye las comidas y el buen vino, sin olvidar el sexo,
consignado en el encanto secreto del burdel.
El tercer relator, Juan Ignacio Basterrica, aborda el tema El desarrollo urbano de Chilln desde 1835. Todo lo que nos cuenta tiene
relacin con el emplazamiento de Chilln en su actual ubicacin y las
dificultades que debi sortear para lo que tenemos hoy, considerando
todos los servicios, llegando hasta el post terremoto de 1939. El ensayo siguiente es responsabilidad del investigador de temas regionales
y Director de la Galera de Historia de Concepcin, Boris Mrquez.
l se hace cargo del tema Actividades comerciales e Industriales del
antiguo Chilln 1835-1939. Su estudio es el complemento necesario
del compromiso que debi asumir el equipo de las nuevas autoridades que se hizo cargo del Chilln vivo entre dos terremotos, el de
1835 y 1935. Gran importancia le asigna el relator de este captulo
a la presencia del Mercado, la Feria, que funcion como el epicen-

Chilln, las artes y los das

tro de la vida comercial de toda la provincia, que le permiti a Chilln ser pilar
fundamental como plaza comercial, una de las mayores, desde el Maule hasta la
Frontera.
El aporte de otro investigador de la historia, el profesor Cristin Leal est relacionado con el papel de la Iglesia Catlica. Su tema es La presencia de la Iglesia
Catlica en Chilln. El Colegio de Misioneros y Real Colegio de Naturales. Reveladora son las palabras que pronunci OHiggins en defensa de la restauracin de
los colegios de Misiones y Colegio de Naturales, del cual el Colegio San Buenaventura de los religiosos franciscanos de Chilln, se consideraban herederos, donde
OHiggins fue alumno. Precisamente el discurso de l en aquellos momentos, era
su expresin de gratitud.
Contina el libro con el aporte del profesor Marcial Pedrero Leal quien asumi la responsabilidad de referirse a El arte en Chilln. Su texto se refera a la
arquitectura, a la escultura, a la pintura y naturalmente a quienes vitalizaron esas
manifestaciones artsticas. Los murales, la msica y el teatro, tambin encontraron
aqu un espacio. Tal vez falt la danza, que en Chilln en los ltimos aos, ha logrado vitalizarse en gran medida.
Finaliza esta otra, con un anlisis de la actividad de los Escritores e hijos de
la Regin del Itata, de acuerdo al ttulo que le asign a este trabajo su autor, el
profesor de Historia, Fernando Arriagada Corts. El se hizo cargo de la seccin
ms difcil del libro: hacer un trabajo que incluya los nombres de todos los escritores vivos y fallecidos de Chilln y la provincia es una tarea muy ardua, que el
profesor Fernando Arriagada se atrevi a enfrentar. La antologa completa nadie
la ha escrito, pero este autor se acerca bastante. En esta obra deberan estar, por
ejemplo, los nombres de los hermanos Hctor y Humberto Duvauchelle, ambos
vinculados fuertemente con el teatro nacional. Nacieron en Bulnes. En Chilln
falt consignar el nombre del msico y poeta Jos Miguel Rodrguez Fritz, profesor
normalista de Chilln, quien escribi mucha poesa para nios y adultos, y mucha
poesa a la cual le puso msica y recorri el pas con sus nios cantores. Su libro se
llama poesa y msica del pequeo maestro. Esa ltima calificacin corresponde
a su escasa estatura, que el reconoce como calificacin cariosa de quienes as
lo llamaban risueamente. Finalmente, mi felicitacin particular para el profesor
Arriagada, porque con su esfuerzo, casi los antolog a todos. Y mi felicitacin
general para el profesor Armando Cartes y su equipo de historiadores.
Carlos Ren Ibacache
Miembro Correspondiente por Chilln de la
Academia Chilena de la Lengua

12

Introduccin

a construccin de una identidad regional se fundamenta


en elementos diversos. El marco geogrfico es importante: la cuenca de un ro, la cercana al mar, un gran
valle o un entorno montaoso, se instalan en el imaginario colectivo como signos identitarios. Igualmente significativa es la
conciencia de un pasado comn. Una memoria compartida,
ya sea cierta o imaginada, contribuye fuertemente a la generacin de un sentimiento de pertenencia y arraigo a un territorio.
Espacio y memoria se complementan con elementos de orden
econmico, social o cultural, como la msica, la agricultura o la
cultura tradicional, para generar una identidad colectiva. Esta
se fortalece en la similitud de la vida local, pero tambin en la
diferencia con regiones aledaas dotadas de sus propias singularidades.
En el proceso de cambio que hoy vive uble, que aspira a
convertirse en Regin, en el marco de la actual divisin administrativa del pas, a la historia le cabe una misin indudable
en ese ejercicio identitario. Para pensar su destino es necesario
conocer el pasado que fue construyendo su tiempo presente.
La historia ublensina representa un acervo acumulado sin el
cual la cultura chilena quedara trunca y la historia de la gran
provincia de Concepcin, que se extenda desde el Maule a la
Frontera, incompleta e incomprensible. Para aportar a la gnesis de la Regin de uble, hemos compilado estos trabajos
de temticas diversas, que en conjunto expresan la compleja

unidad de su historia y territorio. Una


regin en apariencia apacible, al ritmo
de la agricultura, su actividad principal.
Pero solo en apariencia.
Su ubicacin estratgica, como una
zona articuladora de los intercambios
con la frontera de guerra antao y luego con la regin fronteriza, la dotaron
de gran centralidad. Mantuvo un intenso contacto con el oriente argentino,
a travs de una cordillera llena de boquetes, que slo en dcadas recientes se
han cerrado y esperan pronto un nuevo
ciclo de contactos y comercio. Hacia
la costa, tambin sus vnculos fueron
intensos: proveyendo y guardando las
espaldas de Concepcin, cuando esta
urbe era cabeza de la ocupacin militar; recibiendo a los viejos soldados
que sentaban sus reales en las orillas del
Itata; en el trigo y el vino que miles de
carretas llevaban al puerto y los molinos de Tom; y en las dcadas recientes, en el desarrollo turstico de la franja
costera que va de Dichato a Curanipe.
La otrora llave del reino, como la llamara su refundador ngel de Peredo,
fue el escenario doloroso de muchos
episodios de la emancipacin, con sus
estertores de guerra a muerte. Desde
El Roble y el sitio de Chilln, hasta la
derrota definitiva de los Pincheira en la
cordillera, casi dos dcadas ms tarde.
El registro de los eventos recientes
o remotos, los personajes e instituciones
y la evolucin de las comunas y localidades en el tiempo, es la labor de la
crnica local. Mejor dotada de mtodos
y herramientas, la ciencia histrica tiene una misin mayor. Consiste en do14

tar de sentido al devenir en apariencia


aleatorio de los sucesos y conectarlos
con procesos ms amplios, ya sea de la
historia nacional, la economa-mundo,
los cambios tecnolgicos o la evolucin
de las ideas.
En uble, como en muy pocas regiones de Chile, se ha acumulado un
gran acervo de libros y materiales tiles
que dan cuenta de su historia y su capacidad de creacin artstica y literaria.
Los hemos recopilado e incluimos con
inevitables omisiones- como apndice a
este libro. La productividad es notable
y surge por doquier, en los rincones de
las 21 comunas que integran la futura Regin. La hemos consignado, con
una mirada analtica y descriptiva, en
el primer trabajo de este libro, titulado
Chilln ante la historia y la historiografa. Por
el protagonismo de uble en diversos
procesos de trascendencia nacional, no
resulta fcil distinguir la propiamente
regional Es el Libertador OHiggins,
por ejemplo, un tema de la historia regional o bien le pertenece a Chile o a
toda Amrica? Su cuna en Chilln, que
tambin alberga el mausoleo de su madre y hermana, su tumba en Santiago y
las dcadas que vivi en el Per expresan la complejidad de la respuesta. Hemos optado por un criterio restrictivo.
De otra manera, los doscientos sesenta
textos que anotamos podran crecer exponencialmente. La opcin puede discutirse, no as una primera conclusin
ya insinuada: que la historia de uble y
de Chile, en sus procesos modeladores
y en sus momentos ms crticos, estn
profundamente imbricadas.

El Chilln colonial prcticamente


desaparece con el gran terremoto que
tuvo lugar el 20 de febrero de 1835,
llamado La Ruina, que determin incluso el cambio de su emplazamiento.
Surge una urbe nueva, que rpidamente inicia un sostenido progreso, a pesar
de las vacilaciones y reticencias de los
habitantes a la mudanza. En Chilln
Viejo permanecern varias familias,
que darn continuidad al antiguo pueblo, hoy devenido en pujante comuna.
Los trabajos agrcolas incentivan el desarrollo comercial y urbanstico, pues
Chilln, con sus funciones de gobierno
y de servicios, atiende a una amplia regin rural. El legendario mercado extiende sus redes hasta el oriente argentino, en una poca en que la cordillera
era mucho ms permeable que en el
presente. Es lo que explica, con suficiente detalle, Juan Ignacio Basterrica,
en su texto sobre El desarrollo urbano de
Chilln desde 1835. El cual pasa revista a
los barrios, obras de adelanto, transporte y otros aspectos diversos, desde aquel
ao hasta las poblaciones ms recientes.
Bajo la aparente solemnidad de los
edificios pblicos o la simpleza de las
viejas casas de adobe y tejas, la vida bulle y se vive en sus mltiples expresiones. El trabajo, la fiesta, la educacin,
el mercado, son dimensiones de la sociabilidad que se entrelazan, para dar
a Chilln un carcter singular. Todo lo
cual muy bien recoge, con informada
pluma, Marco Aurelio Reyes, en La cotidianeidad en el Chilln del siglo XX.
Para un vasto territorio, que se extenda desde Linares a la Frontera, bien

conectado con los puertos y molinos


de la costa y la regin cordillerana de
ambos lados de los Andes, Chilln era
el punto central. All convergan cientos de carretas, el ganado y recuas de
mulas, trayendo y llevando los frutos de
la tierra y la industria humana. La artesana de espuelas, monturas, ponchos
y mil objetos tiles, se mezclaba con el
mate, la loza, el charqui o el vino. Este
movimiento de bienes y valores fueron
estimulando las Actividades comerciales e
industriales del antiguo Chilln, que estudia
Boris Mrquez, para el perodo 18351939.
La capital de uble y su relacin
con su amplia zona de influencia no
puede comprenderse, ni menos dimensionarse, no obstante, sin una mirada a
la actividad evangelizadora de la iglesia en la Regin. Una aproximacin a
la dimensin espiritual que la religin
representa, aunque con claras consecuencias sociales y econmicas, resulta
necesaria e iluminadora. Es la tarea
que desarrolla el especialista Cristin
Leal, en La presencia de la Iglesia Catlica
en Chilln: El Colegio de Misioneros y el Real
Colegio de Naturales, remontndose a los
postreros aos coloniales.
Una ciudad antigua, que hace cabeza de un extenso territorio, donde confluye mucha gente, va reuniendo, naturalmente, una plyade de creadores y
sus obras, que reflejan las inquietudes
artsticas de sus habitantes. Lo anterior
es especialmente vlido para Chilln y
sus muchas comunas cercanas, que han
sido cuna de grandes creadores, en una
proporcin que sorprende. Las artes en
15

Chilln, texto de Marcial Pedrero, intenta resumir su vasto legado, en el campo


de la msica, las artes grficas, la escultura y la arquitectura. A pesar del gran
terremoto de 1939, pero tambin en
alguna medida gracias a l, como ocurre con el muralismo y la arquitectura
moderna, uble ha sido cuna y rene
un acervo cuantioso de creadores y sus
obras, que son claves para la cultura
chilena y dan a la zona un sello distintivo.
Una dimensin creativa especialmente destacada, con expresiones en
todas las comunas de uble, al punto
que rene varios cientos de cultores,
es la literatura. En un erudito captulo,
que denota la pertenencia del mismo
autor al rubro, Fernando Arriagada
nos cuenta sobre los Escritores del Itata.
La extensa nmina de autores y sus
obras, que el espacio impide completar,
confirman la proverbial fama de uble,
como tierra de artistas y literatos.
La idea de este libro surgi en conversaciones con Fidel Torres, gran conocedor de la cultura literaria y artstica
de uble, quien hizo buenas contribuciones, sin que sus actividades le permitieran desarrollarlo. Por sus aportes iniciales merece nuestro reconocimiento.
El proyecto nace al amparo de la fundacin uble 21, para quien tambin
extendemos nuestra gratitud. Se edita

16

en un esfuerzo conjunto del Programa


de Investigacin Histrica en Estudios
Regionales, que mantiene el Departamento de Ciencias Histricas y Sociales
de la Universidad de Concepcin y del
Archivo Histrico de Concepcin, bajo
cuyo sello aparece la publicacin. Naturalmente, cada autor es responsable de
sus dichos y omisiones; y el editor ms
que ninguno.
Concluyamos sealando que Chilln, Las artes y los das, en su nombre,
puede traer lejanas asociaciones a la
obra de Hesodo, el poeta griego que
escribi Los trabajos y los das, all por el
siglo VII antes de Cristo. Aquel poema
clsico surgi en un contexto de crisis
agrcola en el mundo griego, que forz
la colonizacin de nuevas tierras y que
slo poda superarse con trabajo, el
destino universal del hombre.
En estos tiempos de cambio para
uble, en que busca nuevos derroteros
institucionales, es en el trabajo tesonero, pero tambin en su energa creativa,
donde hallar la fuerza para transformar la incertidumbre en esperanza y
cumplir sus sueos de Regin. Poco a
poco, uble deviene ms dueo de su
destino, mas sin abandonar su arraigo
profundo en el territorio y la historia del
centro sur chileno, una macroprovincia
que se identifica con el gran Biobo.

Chilln ante la historia


y la historiografa
Armando Cartes

Chilln, las artes y los das

n la actualidad, siguiendo una tendencia que es mundial, pero que en Chile parece ms urgente, las regiones
reafirman su singularidad, basadas en su geografa, su
cultura y su pasado. Como en los procesos de construccin de
naciones, la historia juega nuevamente un rol en la busca de
una identidad propia. Para el reconocimiento, asimismo, de la
participacin de las provincias en la construccin del Chile
contemporneo, resulta necesario construir historias regionales renovadas. Miradas que integren los aportes recientes de
la historiografa con el acervo creciente de documentos y crnicas que se producen localmente. Una historia regional, en
definitiva, que de cuenta del origen y, al mismo tiempo, otorgue
sentido a su devenir.
Esta labor pendiente debe iniciarse, necesariamente, por
la recopilacin de los materiales y la bibliografa. Si bien en
Chile se publica proporcionalmente poco en regiones, con los
aos se han acumulado cientos de obras, mayores y menores,
que dan cuenta del pretrito de los territorios, sus personajes
e instituciones. Muchas son obras difciles de encontrar, varias
no catalogadas, destinadas por el designio de sus autores o las

20

Armando Cartes

intricadas vas de la distribucin literaria, a no sobrepasar espacios y pblicos


reducidos. La produccin, no obstante,
es mayor de la que se estima. uble es,
probablemente, una de las zonas ms
historiadas. Y necesita, ad portas de devenir en Regin por derecho propio, de
la reunin de su bibliografa histrica, a
fin de fundar o motivar nuevos trabajos.
Es la labor que nos hemos encomendado y que este texto recoge en su apndice. El presente captulo propone una
valoracin crtica de ese material, a fin
de conocer las temticas y los autores y
personajes cuya memoria, por fortuna,
cobija ya la letra impresa. Este conjunto
es parte del patrimonio que hereda la
Regin de uble. Se trata de un gran
legado de arte, letras y cultura. As lo
prueban, nos parece, las pginas que
siguen.
La provincia de uble fue creada,
en 1848, a fin de promover una mejor
gestin administrativa del amplio territorio de la provincia de Concepcin,
que entonces se extenda desde el Maule a la Frontera. La intencin de controlar polticamente esta provincia, que
a la vuelta de breves aos mostrara su
rebelda, explica tambin la decisin.

Chilln ante la historia y la historiografa

La capital ublensina, Chilln, no obstante, es una de las ciudades ms antiguas, pues surge en 1580, en tiempos de
la primera ocupacin y bajo el fragor
de la guerra de Arauco. A travs de los
siglos, fue desarrollando una identidad
particular, al ritmo de la agricultura y
de la vida relativamente apacible de las
haciendas1. La abundancia de familias
de antiguo linaje2 y la fuerte presencia
de la iglesia en la regin, marcan tambin la prosapia y el monarquismo que
la caracteriz. Antes y despus del surgimiento formal de la provincia, su influencia social, comercial y cultural ya
se extenda hacia los cuatro puntos car1 Daz, Alejandro, Los campesinos del Bo Bo
maulino. El don de los primeros labradores mestizos, Concepcin, Ediciones Escaparate, 2014.
2 Como la de los Carvajal Vargas, que fueran Correo Mayor de las Indias e incluye al nico duque
de Amrica, don Fermn Francisco de Carvajal
Vargas. Cfr., Martnez Baeza, Sergio, El Correo Mayor de las
Indias y el Ducado
de San Carlos,
Madrid-Santiago
de Chile, Fundacin lvaro de
Bazn, 2012.

21

Chilln, las artes y los das

dinales. Prestaba servicios urbanos a


un vasto territorio y, desde su mercado, extenda su influencia allende los
Andes.
Por Cauquenes, Quirihue y
Coelemu pasaba el Camino Real.
Comarca de gran productividad
agrcola y vincola, que dio origen a
slidas fortunas, cumpla la zona la
funcin del granero de Concepcin,
la capital militar de la Frontera, a la
vez que cerraba el paso a expediciones guerreras que pudiesen amenazar
al Chile central. De ah que ngel
Peredo, refundador de la ciudad la
llamase llave del reino. Durante la Independencia fue dominio de
grandes familias realistas y, al mismo
tiempo, cuna del Libertador y de
otros importantes patriotas. Como en
pocos lugares se hizo sentir en uble
el desgarro que representan las luchas
civiles para un pueblo. En ambos perodos de la historia chilena, Colonia
y temprana Repblica, la historia de
uble se confunde con la del pas
en formacin. Misioneros, soldados,
peones, indgenas chiquillanes, conchavadores y bandoleros, son parte
de la compleja historia de la zona.
Avanzando el siglo XIX y luego en
los dos siguientes, son los meritos artsticos e intelectuales de sus hijos, ya
no el ardor de las guerras, lo que caracteriza especialmente a la incipiente Regin.
En la actualidad, la todava provincia de uble, tiene una poblacin
de 461.547 habitantes, segn datos

Plano de la provincia de Concepcin por Fray


Ignacio de Len Garavito, 1759, (detalle). Biblioteca Nacional, Sala Medina.

22

Armando Cartes

preliminares del Censo 2012 y una superficie de 13.178,5 kms. cuadrados.


La integran las comunas de Bulnes,
Chilln, Chilln Viejo, Cobquecura,
Coelemu, Coihueco, El Carmen, Ninhue, iqun, Pemuco, Pinto Portezuelo, Quilln, Quirihue, Rnquil, San
Carlos, San Fabin, San Ignacio, San
Nicols, Trehuaco y Yungay. A todas
ellas se refieren los trabajos que a continuacin reseamos. Por razones de
espacio y mtodo, solo consignamos los
textos especficamente dedicados o producidos en uble. Dejamos constancia,
en todo caso, que existen varios trabajos bibliogrficos3 y obras generales4 so3 Cfr., Mazzei de Grazia, Leonardo, Ensayo de un
recuento bibliogrfico relativo a la zona sur de
Chile. Talca-Magallanes, en Blanc Renard, Neville, editor, Homenaje al profesor Guillermo Feli
Cruz, Santiago, Editorial Andrs Bello, 1973, pp.
689-863, el trabajo abarca los aos 1812 a 1912;
Salazar Rojas, Bernardo, Recuento histrico bibliogrfico relativo al territorio del antiguo Obispado de Concepcin (periodo colonial) , en Revista de Historia Universidad de Concepcin, ao 3,
vol. 3, N 3, Concepcin, 1979, pp. 47-59; Fliman
Grinberg, Ximena, Recopilacin bibliogrfica: VIII
Regin del Bo-Bo, V Jornadas Territoriales, La
Regin del Biobo, Instituto de Investigaciones del
Patrimonio Territorial de Chile, 1989, pp. 275-315;
Campos Harriet, Fernando, Notas para una historiografa regional chilena, Boletn de la Academia
Chilena de la Historia, pp., 31-46. Especficamente
sobre uble, puede citarse: Chilln a travs del libro; 100 impresos acerca de la Provincia de uble,
Chilln, Instituto Profesional de Chilln, 1984.
4 A nivel regional, debe consultarse, por supuesto,
la Historia de Concepcin, de que es autor Fernando Campos Harriet. Publicada inicialmente
como Concepcin y su Historia, Discurso de incorporacin a la Academia Chilena de la Historia,
en el Boletn de la misma Academia (1971), se
ha reeditado mltiples veces (1979, 1982, 1989).
Campos tambin es autor del trabajo titulado La
cultura y la educacin en Concepcin y la Regin
del Bo-Bo, aparecido en el volumen ya referido

Chilln ante la historia y la historiografa

bre la Regin del Biobo, que pueden


aportar tiles datos. Una recopilacin
ms exhaustiva se encuentra en el apndice de este libro y en otros trabajos del
autor5.
En Chilln, la historia acadmica alcanz un primer punto alto, en
los tiempos del Instituto Profesional
de Chilln (IPROCH), heredero de la
de las V Jornadas Territoriales, y de otras monografas, que oportunamente mencionaremos. Una
breve historia regional es La Regin del Bio-Bio,
un espacio, una historia, de Tulio Gonzlez y Fernando Torrejn, Eula, Universidad de Concepcin,
1993. A modo ejemplar, citemos algunas recopilaciones de textos alusivos a la Regin: lvez
Cataln, Hernn, Crnicas del Bio Bio, Manual de
Identidad y Regin, Hualpn, Trama Impresores,
2005; Guerrero Verdugo, Ral, Las 52 puertas de
la Regin del Bio Bio, Concepcin, Ediciones Universidad del Bio Bio, 2000. Tambin las amenas
crnicas del recordado profesor Augusto Vivaldi
C., reunidas por sus antiguos colegas y alumnos
(Mazzei de Grazia, Leonardo y otros, compiladores, Vivaldi Cichero, Augusto, Escritos para la construccin de una historia regional, Concepcin, Escaparate Ediciones, 2004). Y, finalmente, una obra
todava en edicin, pues a la fecha han aparecido
solo ocho volmenes, el Diccionario Enciclopdico de la regin del Biobo. Su editor general es
Omar Mella Fuentes. Los volmenes cubren los
tpicos siguientes: Lenguaje popular (I), Diccionario geogrfico, toponimia mapuche-espaola
de la Regin del Biobo (II), Recursos naturales de
la Regin del Biobo, (III), Arte pblico (IV); Mitos,
leyendas y tradiciones (V); Acontecimientos histricos de la Regin del Biobo (VI); Diccionario
biogrfico de la Regin del Biobo, (VII); Historia
local, Diccionario biogrfico de la Regin del Biobo (VIII); Diccionario industria y produccin (IX) y
Diccionario creatividad regional (X).
5 Cartes Montory, Armando, Biobo, bibliografa
histrica regional, Santiago, Centro de Investigaciones Barros Arana-Editorial Universidad de
Concepcin, 2014. En ese trabajo incluimos unas
pginas sobre uble, que ampliamos en el presente estudio.

23

Chilln, las artes y los das

Universidad de Chile, Sede uble, que


vena funcionando en la ciudad desde
1966; fue fusionado en 1988 con la
Universidad del Bo-Bo6. La Facultad
de Educacin y Ciencias Sociales, situada en el campus La Castilla, alberga, entre otras unidades, el Departamento de Ciencias Sociales y la carrera
de Pedagoga en Historia y Geografa.
Se elaboran y publican, a partir de los
aos ochenta, trabajos seeros y tesis de
grado, que han contribuido al acervo
historiogrfico provincial. Su decano,
Marco Aurelio Reyes ha acumulado
una interesante obra relativa a la sociabilidad de uble7. Asimismo, los profesores Cristin Leal8, Marco Antonio
6 Witker, Alejandro, La vida como faena, escala
tcnica. 75, Chilln, Sol de uble Ediciones, 2008,
pp. 53-63. Castillo, Paz et. all, Origen, desarrollo y
perspectiva de la Universidad de Chile en Chilln,
Chilln, Seminario de ttulo, Universidad de Chile.
7 De Marco Aurelio Reyes, mencionemos los siguientes libros: Breve historia de Chilln 18351939, Concepcin, Cuadernos del Bio-Bio, 1999;
con Sergio Hernndez R., Norman Ahumada G.,
Luis Guzmn M., Me persigue Chilln, Chilln, La
Discusin, 1995; Iconografa de Chilln 18351939, Chilln, Ediciones Universidad del Bio-Bio,
1989; y Crnicas chillanejas, Chilln, Cuadernos
del Biobo, 2011.
8 Entre otros trabajos de Cristin Leal, mencionemos: El museo franciscano. Propuesta y experiencia pedaggica, en Revista Horizontes
Educacionales, N 9, Santiago, 2004; El patrimonio cultural al servicio de la educacin. El museo
franciscano de Chilln: una propuesta pedaggica, en Serie Docencia de las Ciencias Sociales,
N 3, Santiago, 2003; La muerte en una sociedad
tradicional: los sectores populares de San Carlos,
en Revista Tiempo y Espacio, N 8, Chilln; Temporalidades franciscanas en Chilln: El fundo Los
Guindos. Historia y documentos para su estudio,
en Publicaciones del Archivo Franciscano de Santiago de Chile, N 22, Santiago, 2004 (1 parte) y
N 23, 2005 (2 parte); Un hijo ilustre del Colegio

24

Len9 y Mauricio Rojas10, especialista


el primero en historia religiosa y los
dems en historia social, han contribui-

de Naturales de Chilln: fray Francisco Inalicn,


en Quinchamal, N 2, Chilln, 2010; y (con Rigoberto Iturriaga Carrasco), Disposiciones. Colegio
Apostlico de Propaganda Fide de San Ildefonso
de Chilln, primera parte: 1764-1779, en Publicaciones del Archivo Franciscano, N 107, Santiago, 2013.
9 Entre las publicaciones de Marco Antonio Len,
mencionemos: Discurso modernizador y control
social en la provincia de uble (1848- 1900),
en Juan Cceres M. (ed.), Expresiones de historia
regional en Chile (tendencias historiogrficas actuales), Valparaso, Pontificia Universidad Catlica de Valparaso, Instituto de Historia, 2008, pp.
55-75; Imaginarios urbanos en la provincia de
uble (1848-1900), en Cuadernos de Historia, N
33, Santiago, 2010, pp. 85-108; Infundiendo un
saludable temor en el nimo de los habitantes.
Progreso, orden y control social en la Provincia
de uble (1848-1900), ARCHIVUM. Revista del
Archivo Histrico Patrimonial de la Ilustre Municipalidad de Via del Mar, N 10, Via del Mar,
2011, pp. 381-412; Martn Rcker Sotomayor y
la problemtica social en la gobernacin eclesistica y el obispado de Chilln (1924-1935)
en Anuario de Historia de la Iglesia en Chile, vol.
20, Santiago, 2002 (primera parte) y vol. 21, 2003
(segunda parte). Destaquemos, finalmente, que el
autor actualmente tiene en preparacin una historia de uble.
10 Es autor de diversos trabajos referidos a la criminalidad en la provincia de Concepcin, durante
el siglo XIX, la cual, recordemos, hasta 1848 inclua la actual provincia de uble. Mencionemos
uno de ellos y su libro mayor: La creacin de la
polica rural como medio de control social en las
provincias de Concepcin y uble en la segunda
mitad del siglo XIX, en Juan Cceres M. (ed.), Experiencias de historia regional en Chile, Valparaso, Pontificia Universidad Catlica de Valparaso,
2008; y Las voces de la justicia. Delito y sociedad
en Concepcin (1820-1875), Santiago, Ediciones
de la Direccin de Bibliotecas, Archivos y Museos,
Centro de Investigaciones Diego Barros Arana,
Coleccin Sociedad y Cultura, 2008.

Armando Cartes

Chilln ante la historia y la historiografa

do a la historiografa provincial, desde


perspectivas renovadas.
El Departamento de Ciencias Sociales edita la revista Tiempo y Espacio, bajo la direccin de Marco Antonio
Len, la cual ya alcanza el volumen 28.
Recoge en forma alternada trabajos de
historia y de geografa, entre los cuales lo regional, en todo caso, tiene una
presencia minoritaria. Recordemos, a
nuestro propsito, la revista Millant,
que public la antigua sede Chilln
de la Universidad de Chile. Su nmero 1 circul en abril de 1971, bajo la
direccin de Ariel Peralta. Adems de
artculos de educacin de orientacin
marxista, public interesantes trabajos
de cultura tradicional11.
La biblioteca de la misma sede universitaria de La Castilla de la Universidad del Bio-Bio alberga la Sala Pineda,
la cual custodia un importante bibliografa antigua. Se inaugur en 1986,
por iniciativa y bajo el rectorado del
entonces Instituto Profesional de Chilln, de Gerardo Martnez Rodrguez12.
La Universidad del Bio-Bo en Chilln,
11 Destaquemos de aquel primer nmero los trabajos de Juan Gabriel Araya, Aspectos desconocidos del folklore y del verso popular en uble;
de Luis Guzmn, Tejidos de minas del Prado; y de
Baltazar Hernndez, Las Artes populares de uble, que suceda a su libro homnimo, publicado
por la misma sede universitaria, en 1970.
12 En la ocasin se realiz la Exposicin Bibliogrfica La Provincia de uble y la Regin del BoBo en la sala Pineda y Bascun, cuyo catlogo
resea 120 publicaciones existentes en la sala y
que se exhibieron en esa oportunidad (Instituto
Profesional de Chilln, Chilln, 1986). En especial,
incorpora las tesis realizadas, relativas a uble, en
el Instituto.

mantiene, adems, desde ya hace quince aos, el Taller de Cultura Regional,


que encabeza el destacado intelectual
ublensino Alejandro Witker V. Conectado desde sus orgenes con la Universidad, pues fue director de extensin cultural desde la fundacin de la sede de la
U. de Chile, sede Chilln, ha liderado
emprendimientos encomiables, como
los Cuadernos del Bio-Bio y la revista
Quinchamal. Los Cuadernos constituyen
una iniciativa editorial notable, consistente en monografas breves de diversos
autores. En veinte aos, su catlogo,
que incluye biografas de personajes
vinculados a la cultura, historias locales
e historias institucionales, supera ya los
cuarenta ttulos. La iniciativa, que ha
contado con valiosos colaboradores y
entes patrocinantes, ha sido premiada
por la Academia Chilena de la Lengua13.
13 Con ocasin de la entrega del Premio Alonso

25

Chilln, las artes y los das

La Revista Quinchamal, por su


parte, surge en marzo de 2010, mediante una asociacin inicial entre el Taller
de Cultura Regional, de la Universidad
del Bo- Bo y el Instituto OHigginiano
de uble, como una revista dedicada a
las artes, letras y sociedad. Una tribuna
chillaneja abierta a uble y a la Regin
de Bo Bo. Siempre bajo la direccin
de A. Witker y ahora con el magnifco
diseo de Siegfried Obrist, la revista se
caracteriza por su gran formato y la
reunin de buenas plumas locales y de
todo el pas. Con los aos, se han acumulado decenas de artculos originales,
fieles al propsito declarado, con la salvedad de que parece haber ampliado su
zona de inters al pas entero14.
Aunque la obra de A. Witker, como
investigador y divulgador, es profusa,
su contribucin mayor es La Silla del
Sol, amplio compendio de la historia y
tradiciones de uble, que ha visto dos
ediciones15. La segunda, en tres gruesos
de Ercilla, por la Academia Chilena de la Lengua,
Alejandro Witker defini los Cuadernos en estos
trminos: Se trata de una coleccin de breviarios
destinados al gran pblico. Se incluyen textos sobre historia, literatura, arte, economa, sociedad,
poltica, geografa, medio ambiente y turismo; de
utilidad para el sistema escolar, periodistas, actores sociales y viajeros interesados en conocer a
la regin de grandes tradiciones y centro de una
interesante vida productiva y cultural. Cfr. Torres,
Fidel (ed.), 10 aos. Cultura y regin, Chilln, Cuadernos del Bio Bio, 2006, p. 14.
14 El nmero 10-11, el ms reciente, correspondiente al segundo semestre de 2013 y al primero
de 2014, se denomina La Patria Austral, e incluye trabajos sobre Aysen, Magallanes y la Antrtica chilena.
15 Alejandro Witker, La silla del Sol. Crnicas ilustradas de uble, Chilln, Imprenta la Discusin,
2002 (1 ed.); y una segunda edicin, en tres vo-

26

volmenes aporta un gran caudal de informacin sobre el presente y pasado, la


historia y las tradiciones de uble. Resea a decenas de pintores, intelectuales
y representantes de la cultura tradicional. Pudo editarse en parte gracias a
suscripciones del pblico, demostrando
la vitalidad y el inters de la comunidad
por la historia y la cultura local.
Un centro productor de investigaciones histricas, que con los aos ha
acumulado numerosos trabajos sobre
uble, es la Universidad Adventista,
a travs de las tesis que se realizan en
la carrera de Pedagoga en Historia y
Geografa. El antiguo Colegio Advenlmenes, aparecida bajo el sello de las Ediciones
Universidad del Bo-Bo, Memorial Cultural de
uble, 2005.

Armando Cartes

tista, situado en el campus Las Mariposas, en las cercanas de Chilln, dicta la


carrera indicada desde 1979, a partir
de un convenio con la Universidad de
Concepcin, que le permiti ofrecerla.
En 1983 se crea el Instituto Profesional
Adventista, a cuyo amparo se sitan los
estudios histricos, bajo la supervisin
de la Universidad de Concepcin hasta 1994. En 1990 haba comenzado a
funcionar la Universidad Adventista
de Chile, la cual en septiembre del ao
2002 obtiene la autonoma plena mediante Decreto del Ministerio de Educacin. El ao 2003 se crea la Facultad

Chilln ante la historia y la historiografa

de Educacin y Ciencias Sociales, de la


cual depende, entre otras, la carrera de
Pedagoga en Historia y Geografa, que
otorga el grado de licenciado.Como
sealamos, aquellos trabajos finales de
sus alumnos que se han orientado a temas locales, han permitido acrecentar
el conocimiento histrico.
Crnicas y cronistas

comunales

Cuando se recopilan las crnicas


publicadas sobre una comarca, sin embargo, no es el mundo acadmico, ligado a universidades o centros de estudio,
sino los historiadores locales quienes

Algunas obras de Alejandro Witker y un texto, editado por Fidel Torres, que resume
los diez primeros aos de los Cuadernos del Bio-Bio.

27

Chilln, las artes y los das

suelen ser los ms prolficos. uble no


constituye, a este respecto, una excepcin. Sobre todo en Chilln, pero tambin casi en cada comuna ha habido
personas interesadas en el pasado, que
han logrado plasmar en impresos sus
memorias, recopilaciones de eventos o
reflexiones. Los relacionaremos temticamente.
Comencemos sealando que Chilln cuenta con diversas historias urbanas y trabajos ms acotados. Muy citadas, a pesar del acotado tiraje, son la
Resea histrica de Chilln de Fernando Martnez Labatut16, gran promotor
de los estudios histricos en la ciudad y
la Historia urbana de Chilln, de Flix
Leaman de la Hoz17. La obra ms clsica es, sin duda, La historia de Chilln,
sus fundaciones y reconstrucciones, de
Reinaldo Muoz Olave18, pobremente
reeditada hace algunos aos19. Trabajos
relativamente antiguos como Chilln,
capital de provincia, de Candelario Seplveda20, Crnicas chillanejas21, Chi-

16 Martnez Labatut, Fernando, Resea histrica


de Chilln, Chilln, Universidad de Chile, sede uble, 1980.
17 Leaman de la Hoz, Flix, Historia urbana de Chilln 1835-1900, Chilln, Instituto Profesional de
Chilln, 1992.
18 Muoz Olave, Reinaldo, Chilln, sus fundaciones y reconstrucciones, Santiago, Imprenta de
San Jos, 1921.
19 Apareci bajo el ttulo reducido de Historia de
Chilln, Santiago, Editorial Andjar, 1997.
20 Seplveda Lafuente, Candelario, Chilln, Capital de Provincia, Santiago, Imprenta Linares,
1962.
21 Ernesto Vsquez Mndez, Crnicas Chillanejas (15580-1939), Chilln, Imprenta La Discusin,
1986.

28

lln, gesta de cuatro siglos22 y Chilln,


siesta provinciana de Henry Sandoval23,
aportan interesantes datos.
Sobre Chilln Viejo, es decir, la ciudad colonial y su continuadora en el
sitio original despus del traslado a su
actual emplazamiento, ocurrido en virtud del terremoto de 1835, hay dos textos, debidos uno a Sergio Gana Lagos24
22 Fernndez Parra, Rolando, Chilln, gesta de
cuatro siglos 1580-1980, Chilln, Impresora uble Limitada, 1980.
23 Sandoval Gessler, Henry, Chilln, siesta provinciana, Santiago, Talleres Grficos C. Nac. del Nio,
1953.
24 Gana Lagos, Sergio, Historia de Chilln Viejo,
Chilln Viejo, Impresos JP, 2008.

Reinaldo Muoz Olave, (1884 -1942).

Armando Cartes

Chilln ante la historia y la historiografa

Algunas obras de Reinaldo Muoz O.

y el otro a Marcial Pedrero25. Sobre los


aos coloniales, son interesantes la visita de fray Pedro ngel de Espiera26 y
los trabajos genealgicos de Domingo
Amuntegui27 y Gustavo Opazo Maturana28. Encomiables aportes a la histo25 Pedrero Leal, Marcial, Chilln Viejo, llave del
reino y cuna de la patria, Concepcin, Editorial
Pencopolitana Ltda., 2008.
26 Sala, Joseph de la, Visita general de la Concepcin y su obispado por Fray Pedro Angel de Espiera, Su meritsimo prelado (1765-1769), Chilln,
Ediciones Instituto Profesional de Chilln, 1986.
27 Amuntegui Solar, Domingo. Hijos ilustres de
Chilln, Santiago, Prensas de la Universidad de
Chile, 1935.
28 Gustavo Opazo Maturana, Origen de las antiguas familias de Chilln, 1550-1800, en AA.VV.,
Homenaje de la Universidad de Chile a su ex Rector don Domingo Amuntegui Solar, en el 75
aniversario de su nacimiento, Santiago, Imprenta
Universitaria, 1935, Tomo I, pp. 341-381. Por sus
conexiones con Itata y uble, mencionemos la
completa obra de Eduardo Urrejola Montenegro,
Los Urrejola de Concepcin, vascos, realistas y

ria de uble han hecho tambin Lionel


Yaez29 y Otto Cid30.
En la conformacin de la sociedad chillaneja, conviene revisar aspecemprendedores, Santiago, Centro de Estudios Bicentenario, 2010.
29 Sus libros son varios: Alberto Hurtado en el
Noviciado de Chilln, Chilln, Ediciones C. P. Hurtado, 1995; Yaez Merino, Lionel, Andenes de uble Adentro, Chilln, Impresora la Discusin, 1991,
reed. Santiago, MACSA Impresores S.A. 2011; El
Prebendado don Vicente Armando Las Casas y
Galvn 1850-1920, Chilln, Impresora uble,
2000; y Minas del Prado, Tierra creadora, Chilln,
La Discusin, 2013.
30 De Otto Cid H., anotemos: Lecciones de cosas, crnicas del atardecer, Santiago, Ediciones
Leorbn, 2010; Sinfona del Acontecer. Notas del
pequeo mundo, Santiago, Ediciones Leorbn, ,
2012; Repblica de Yungay, La Serena, Ediciones
Leorben, 1974; Campo Lindo, relatos campesinos,
Santiago, Ediciones Leorbn, 1987; Paso de Leones, La Serena, Ediciones Leorbn, 1972. Sobre el
autor y su obra, cfr. el artculo de Carlos Ren Ibacache, Otto Cid, cronista de Yungay, en Quinchamal, N 5, Chilln, septiembre 2011. pp. 110-112.

29

Chilln, las artes y los das

Algunas obras sobre Chilln Viejo.

tos como las migraciones, la iglesia o


la educacin y el desarrollo urbano.
En cuanto a los procesos migratorios,
Vctor Hermosilla, Luis Antas, David Muoz y Jaime Varela estudiaron
El aporte extranjero en Chilln, entre
1900-193031. Sobre los rabes, en particular, hay un trabajo de Viana Figueroa, Patricia Hermosilla y Rosa Ester
Yez32. La educacin ha motivado un
trabajo general y varias monografas
sobre liceos33. La iglesia ha sido un ac31 Hermosilla, Victor, Antas, Luis, Muoz, David
y Varela, Jaime, El aporte extranjero en Chilln
1900-1930, Chilln, Instituto Profesional Adventista, Tesis, 1988.
32 Figueroa, Viana, Hermosilla, Patricia y Yaez
Rosa Ester, Los rabes en Chilln. Su aporte econmico en el siglo XX, Chilln, Seminario Instituto
Profesional de Chilln, 1987.
33 Sanhueza V., Miguel ngel, Chilln 400 aos
de educacin 1589-1980, Chilln, Direccin Provincial de Educacin, rea de Educacin, 1980;
Basterrica Sandoval, Juan Ignacio, Comienzo de
la enseanza agrcola en uble, Revista Quin-

30

tor importante en la conformacin histrica de la sociedad chillaneja; hay pocas obras de conjunto34, pero s muchas
monografas, en especial sobre la presencia franciscana35, el Colegio Propa-

chamal, n 3, Chilln, septiembre 2010; Leal Pino,


Cristin y otros, Iglesia y educacin en Chilln,
Chilln, Ediciones C.P.A.H, 1998. Los Liceos estudiados son: Gana Lagos, Sergio, Liceo Narciso
Tondreau, Chilln, Cuadernos del Bio-Bio, 1999;
y Ferrada Ortiz, Ena, Liceo Marta Brunet, Chilln,
Cuadernos del Bio-Bio, 2001.
34 S/A, Bosquejos de la obra de la Iglesia durante la primera centuria de la ciudad de Chilln,
1835-1935, Imp. San Francisco, Padre Las Casas,
1935; Reyes, Marco Aurelio, La Iglesia en Chilln
(1664-1751) Anuario de Historia de la Iglesia en
Chile, volumen N 11, 1993; y, del mismo autor,
La misin evangelizadora en el Chilln de 15801655, Anuario de Historia de la Iglesia en Chile,
N 10, 1992.
35 Valenzuela, Jaime, Los franciscanos de Chilln
y la Independencia: avatares de una comunidad
monarquista, Revista Historia, N 38, volumen I,
enero-junio, 2005.

Armando Cartes

Chilln ante la historia y la historiografa

ganda Fide36, el Colegio de Naturales37


y algunos eclesisticos destacados38.
Especialmente valiosos son los materiales publicados por el Archivo Franciscano39. La ciudad ha experimentado
grandes transformaciones, en especial
por efecto de los terremotos, que han
dejado una huella indeleble, todo lo cual
ha generado publicaciones40. Sobre el
36 Misioneros del Colegio de Chilln, Colegio Propaganda Fide, Coleccin de Historiadores, Santiago, 1915. Leal Pino, Cristin y Rigoberto Iturriaga
Carrasco, Disposiciones Colegio Apostlico de
Propaganda Fide de San Ildefonso de Chilln, Primera parte: 1764-1779; Ramn, Juan O. F. M., Noticias sobre los religiosos del Colegio de Chilln
en los das de la Independencia, en Publicaciones
del Archivo Franciscano, vol. I, N 47 y vol. II N 4,
ambos Santiago,1997.
37 Lagos, Roberto, Historia de las misiones del Colegio de Chilln, Herederos de Juan Gill, Barcelona,
1908; Pereira Contardo, Karin, El Real Colegio de
Naturales, Publicaciones del Archivo Franciscano,
Santiago 1993 y 2002. Cfr., adems, los diversos
trabajos de C. Leal sobre los franciscanos, que ya
hemos citado y otros que figuran en el apndice.
38 V.gr., Homenaje a la memoria del Pbro. D. Luis
Felipe Contardo P., Chilln, Casa Editora Librera
Americana, 1923; de Lionel Yez, ya reseado,
El Prebendado don Vicente Armando Las Casas y
Galvn 1850-1920; Homenaje a la memoria del
Excmo. y Rvdo. Seor Obispo Dr. Martn Rcker Sotomayor; Primer Obispo de Chilln, Chilln, Casa
Editora Librera Americana, 1935; y sobre el mismo obispo, Crdenas, Robinson, Martn Rcker,
primer obispo de Chilln, Anuario de Historia de
la Iglesia en Chile, volumen N 3, 1985; y los trabajos de Marco Antonio Len, ya referidos.
39 El Archivo Franciscano ha digitalizado el Fondo
del Colegio de Misioneros de Chilln, constituido
por setenta y siete volmenes. Este se encuentra
separado temticamente en: Asuntos Varios, Captulos, Protocolos, Comisaras, Prefecturas, Actas
Definitoriales, Ingresos y Profesiones, Cartas al P.
Ortega, Captulos Provinciales, Circulares y Miscelneos.
40 Beltrn, Mximo, Arquitectura de la Memoria.
Chi,lln Antiguo, Chilln, Corporacin Patrimonial

Roberto Lagos Baeza (1860 -1928).

acontecido el 24 de enero de 1939, que


devast Chilln y Concepcin, sin perjuicio de obras ms generales sobre la
materia, pueden mencionarse los textos
de Juan de la Jara, El terremoto de Chilln
de 1939 y otros recuerdos; Vctor Grossi G.,
Por qu es necesario conocer la historia de un
mensaje a Garca?41; e, incluso, una novela
de Ramn Lira, Extrao caso en el terremoto de Chilln42.
En los ltimos aos se han producido trabajos sobre comunas y localidades que carecan de un texto de esta
Chilln, 2011; y, de Garca, Rodrigo, Correa Luciana
y Cerda, Gonzalo, Chilln, Gua patrimonial, Proyecto Fondart, 2013.
41Grossi G., Vctor, Por qu es necesario conocer
la historia de un mensaje a Garca?, Santiago, Imprenta y Litografa Leblanc, 1939.
42 Lira, Ramn, Extrao caso en el terremoto de
Chilln, Santiago, Imprenta de la Central de Talleres, 1958.

31

Chilln, las artes y los das

clase, tales como Ninhue43, iqun44,


Coihueco45, Coelemu46, Quinchamal47,
Cobquecura48, Quilln49, Trehuaco50,
43 Carlos Roberto Contreras Contreras, Ninhue,
tus races, Ediciones races de Ninhue, diciembre
2007.
44 Pedrero, Marcial, iqun, una perspectiva hacia el pasado y el presente, Chilln, 1994.
45 Mora Penroz, Ziley, Coihueco: dos races de una
cultura (1552-1996), Chilln, Instituto Profesional
de Chilln, 1987; obra reeditada en 1996 (Temuco,
Editorial Kushe); Yez Merino, Lionel, Breve historia de Coihueco, Chilln, Nahuel, 1986.
46 Paredes Fernndez, Bernardo y Villegas Solar,
Luis, Coelemu, la orilla verde del Itata, Concepcin,
Imprenta Andalin, 1995. Mencionemos, adems,
una obra antigua: Miranda Y., Rafael, Geografa e
historia del Departamento de Coelemu, Concepcin, Talleres de la Librera Diocesana, 1927.
47 Sonia Montecino A., Quinchamal, reino de
mujeres, Centro de Estudios de la Mujer, Santiago, 1986; Alarcn, Silvia y otros, Quinchamal, un
pueblo donde la tierra habla, Santiago, TAC, 1987;
Nury Gonzlez et al., Quinchamal en el imaginario
nacional, Santiago, Quad/ Graphics, 2013.
48 Vernica Salas M., Cobquecura. Sus leyendas,
sus vivencias y sus sueos, Santiago, DIBAM, 2002;
su arquitectura: Cristin Valds, Ramn Bastas y
Miguel Gonzlez, Cobquecura: entre mar y tierra:
valorizacin y difusin del patrimonio material de
su zona tpica, Chilln, Consejo Nacional de Cultura y las Artes, 2006, la obra incluye un DVD; guila
Garrido, Camilo y Barra Brul, Mario, Gestin del
patrimonio arquitectnico. Diagnstico y lineamientos de modernizacin a partir del caso de la
zona tpica de Cobquecura, Seminario de ttulo,
Carrera de Ciencias Polticas y Administrativas,
Universidad de Concepcin, Concepcin, 2013;
Zamora Figueroa, Luis A., Cobquecura, Pan de Piedra, Piedra de Lobos, Quirihue, Impreso Artesanal
Lamur, 2013, tercera edicin; y una obra literaria:
Andrs Gallardo, Trptico de Cobquecura, Santiago, Liberalia ediciones, 2007.
49 Marco Aurelio Reyes Coca, Mario Valds Urrutia y Jos Videla, Quilln: encuentro con la historia, Chilln, Instituto Profesional de Chilln, 1982;
y Pedro Merino Navarrete, Quilln, un pueblito de
cuento..., Chilln, Imprenta La Discusin, 2007.
50 Concha Pedreros, Segundo, Trehuaco y su historia, Santiago, Ren Darrouy Impresor, 2010.

32

Quirihue51, San Fabin de Alico52 y la


hacienda Zemita Virgin53. San Carlos,
recientemente fotografiado54, ha sido
bien historiado gracias a Benicio Arzola55 y, sobre todo, a los trabajos de Vctor Manrquez56 y Fernando Abu-Kalil
51Irribarra, Fabin, Breve Historia de Quirihue,
Cuadernos del Bio Bio, Santiago, 1999.
52 Pedrero Leal, Marcial, San Fabin de Alico, breve historia, Cuadernos del Biobo, Chilln, 2011.
53 Pedrero Leal, Marcial, Zemita Virgin, Hacienda
de uble, Cuadernos del Bio Bio, Santiago, 1999.
54 Solange Andrea Domnguez Pacheco (investigadora), San Carlos, Lugares e historias, La Discusin S.A., Chilln, 2012.
55 Benicio Arzola, San Carlos, uble: su tierra, sus
hombres, su historia, S. Arzola Medina y M. Arzola
Collarte, Santiago, 1989.
56 Vctor Manrquez Abarza, Reminiscencias
Sancarlinas. Historia e imgenes de san Carlos,
Chilln, La Discusin, 2011. Es tambin autor de
Calles de San Carlos, testimonio de gratitud, s/e,
San Carlos, 2007; San Carlos, un clido homenaje a sus alcaldes, San Carlos, I. Municipalidad de
San Carlos, Centro de Cultura, 1994; y Resumen
histrico de la polica uniformada sancarlina, San
Carlos, Centro de Cultura San Carlos, 1994.

Armando Cartes

Salvador57. El ltimo es un comerciante


local, que con dedicacin encomiable
ha recopilado antecedentes sobre su
ciudad, que luego difunde en breves
textos autoeditados.
La localidad de Termas de Chilln,
ubicada en la comuna de Pinto, mantiene su fama como lugar de sanacin
desde antes del siglo XIX. Fue cumplido el primer tercio de ese siglo, sin
embargo, que comenz su desarrollo
57 Memorias del Tornado (18 de mayo de 1981),
San Carlos, 2006; La ciudadela blanca, San Carlos,
2013; Memorias histricas de San Carlos-Chile
(1976-2013), tomo 2, San Carlos, 2013; Biografas de Sancarlinos, Tomo 2, 1800-2000, San Carlos, Graphique, 2010; Biografas de Sancarlinos,
1800-2010, tomo 3, San Carlos, 2013; Diccionario
Biogrfico Histrico 1800-1950, San Carlos, Graphique, 2009; Cronologa histrica de San Carlos,
1800-2002, San Carlos, Graphique, 2002; Estampas de San Carlos Antiguo 1900-1939, San Carlos, Graphique, 2009; Memorias Histricas de San
Carlos (1985-2010), San Carlos, Graphique, 2010;
y Presencia de San Carlos en Chile 1875-2000,
San Carlos, Graphique, 2010.

Chilln ante la historia y la historiografa

Algunas historias locales de la provincia de uble.

moderno como destino de descanso y


recreo. Viajeros venidos de todo Chile
disfrutaron de sus aguas con provecho,
las que dieron origen a numerosas crnicas58 y trabajos cientficos59. El anti-

58 Maira, Octavio, Consideraciones generales sobre las aguas termales de Chilln, Santiago, Imp.
y Lit. Universo, 1920; Prez Lobato, Jose Antonio,
Una excursin a las termas i al nevado de Chilln,
Santiago, Imprenta de El Independiente, 1883;
Philippi, R. A., Exkursion nach den Bdern von Chillan und dem neuen Vulkan von Chillan in Chile,
Petermanns, Mitteilungen, 1863,tomo IX, pp. 241257; Rodrguez, Exequiel, Breves apuntes sobre
las Termas de Chilln, Chilln, Imprenta y Librera
Americana, 1935; Roivainen Martnez, Pedro, Las
aguas de los baos de Chilln, 1935; s/a, Termas
minerales de Chilln: algunos apuntes monogrficos, Santiago, el Imparcial, 1940; s/a, Las Termas
de Chillan, emporio de salud y sitio de recreo,
1945; Valenzuela Vaillant, Pablo, Termas de Chilln, Paraso de Montaa, 1994; Aguilera, Honorio
Ch., Las Termas de Chilln y sus leyendas, Revista En Viaje, N 283, 1957,ps. 13-16; Cortnez,
Eulogio, Gua de las Termas de Chilln, Santiago,
Imprenta La Estrella, 1877.
59 Deruelle, B. y Deruelle, J., Gologie des volcans quaternaires des Nevados de Chilln (Chili),

33

Chilln, las artes y los das

Primer Raid en automvil, hasta las


Termas de Chilln. Revista del Pacfico,
1914.
Francesco Giannini & Figli, Napoli, Italy (reprinted from Bulletin Volcanologique, Tome XXVIII-2
1974), pp. 425-444; Martin, Pelegrin, Estudio
mdico sobre las aguas minerales del Chilln,
(tres ediciones, 1858, 1869 y 1883); Nogues, A.
F., Moins et glaciers de la cordillere de Chillan,
Comtes rendues ebs. des sances de lAcademie
de Sciences, 1892, tomo CXIV; Domeyko, Ignacio,
Viaje a las cordilleras de Talca y de Chilln, Anales de la Universidad de Chile, 7, Santiago, 1850
y, del mismo autor, Viaje a los baos y al Nuevo
volcn Chilln, Anales de la Universidad de Chile,
Santiago, 1862; Martnez S., Pedro, Las aguas de
los baos de Chilln, 1935; Philippi, Rodulfo, Viaje
a los baos y al nuevo volcn de Chilln, Anales
de la Universidad de Chile, 1862, I. pp. 279-306;
Tocornal, Francisco, Anlisis Mdico de las aguas
de Chilln, Anales de la Universidad de Chile n
27, 1862; y, del mismo autor, Baos termales de
Chilln, Anales de la Universidad de Chile n 27,
1861; Etchegaray Peyreblanque, Mara, Estudio
Fsico y Qumico de las principales fuentes de las
Termas de Chilln, Seminario de Ttulo, Universidad de Chile, 1937; Navarrete, D., La Actividad
volcnica de los nevados de Chilln, Memoria
para optar el ttulo de Profesor de Historia y Geografa, Universidad Metropolitana, 1987; y Brggen, J., Contribucin a la geologa ssmica de los
volcanes y termas de Chilln, Santiago, Editorial
Universitaria, 1948.

34

guo tren a las Termas es muy recordado60; anotemos, finalmente, el divertido


relato del primer viaje en automvil,
que tuvo lugar en 191461.
Existen tambin trabajos sobre hitos, lugares o instituciones, como: liceos62, el santuario Cuna de Prat de

60 Sobre el ferrocarril a las Termas, hay documentos y trabajos: Yez Merino, Lionel, Andenes
de uble Adentro, Chilln, Impresora La Discusin,
1991; Ferrocarril de Chilln a las Termas, documentos anexos, ingenieros que hicieron el estudio
Luis Daz Garcs, Claudio Edwards Salas, Santiago,
Imp. Universitaria, 1911; Ferrocarril a las Termas,
Zig-Zag, octubre 1906, p. 14. Ferrocarril a las termas de Chilln, Zig Zag, 1909, Santiago, T. IV, N
241, p. 49; Alarcn V., Ramn E. Seminario de Titulo: Historia del Ferrocarril Chilln Las Termas.
Instituto Profesional Adventista, Escuela de Educacin, Direccin de Investigacin, Chilln, 1990.
61 Los Comon, 800 kilmetros en automvil,
Raid Santiago, Las Termas de Chilln y Concepcin, Revista del Pacfico, 1914.
62 Es el caso, ya reseado, de los Liceos Narciso
Tondreau y Marta Brunet, ambos de Chilln.

Armando Cartes

Ninhue63, los murales de la ciudad de


Chilln, que luego researemos o su
tradicional mercado64. Se echan de menos, en cambio, estudios sobre las industrias o la agricultura de la zona, con
excepcin de Vias del Itata, una historia de cinco siglos65, Zemita Virgin o la
hacienda Palpal66, as como biografas
modernas de prohombres forjadores
de la provincia. Hay una antigua del
senador Gonzalo Urrejola, debida a la
autorizada pluma de Ral Silva Castro67. Sobre Vicente Mndez Urrejola
(1858-1929), el destacado intendente
de la provincia, hay una monografa en
preparacin, por su bisnieto, el mdico
avecindado en Curic Manuel Grez I.
uble y la independencia
Una historiografa regional plantea
el desafo de distinguir las dimensiones
locales de procesos de alcance nacional.
Lo anterior es especialmente complejo
en provincias que han sido escenario
de graves coyunturas de la historia patria. Es el caso de la antigua provincia
63 Grohmann Borchers, Walter, Cmo nace un
santuario, Valparaso, Corporacin Proteccin y
Desarrollo del Patrimonio Naval y Martimo, 2001.
64 Torres P., Fidel, Ruz del C., Paola y Arias E., Luis,
Mercado de Chilln. Iconografa de una Historia,
Talcahuano, Trama Impresores S.A., 2009.
65 Cartes Montory, Armando y Arriagada Corts,
Fernando, Vias del Itata. Una historia de cinco
siglos, Concepcin, Editorial Pencopolitana, 2008.
66 Muy bien historiada en el reciente libro de
Juan Ignacio Basterrica Sandoval, El ferrocarril de
General Cruz a Pemuco y la hacienda Palpal, Concepcin, Fondart, 2014.
67 Silva Castro, Ral, Don Gonzalo Urrejola. Cuarenta aos de vida pblica, Santiago, Imprenta
Universitaria, 1936.

Chilln ante la historia y la historiografa

Dr. Pelegrn Martn y Mart (1806-1906).

de Concepcin, que se extenda desde


el ro Maule a la Frontera y ciertamente comprenda el territorio del actual
uble. En esta provincia tuvieron lugar
importantes desarrollos polticos y la
enorme mayora de los eventos blicos
de la llamada Patria Vieja. No sera suficiente, sin embargo, listar los sucesos
de ocurrencia local, pues hay que tener
presente que los lderes provinciales
participaron en la emancipacin, a la
vez, con una mirada nacional y con una
agenda geopoltica propia68. Baste mencionar, al efecto, la actuacin de Bernardo OHiggins, Juan Martnez de Rozas
o Jos Antonio Rodrguez Aldea, entre
muchos otros, tambin en el campo realista. Incluir la vastsima bibliografa
68 As lo hemos demostrado en: Cartes Montory,
Armando, Concepcin contra Chile. Consensos
y tensiones regionales en la Patria Vieja (18081811), Santiago, Centro de Estudios Bicentenario,
2010.

35

Chilln, las artes y los das

sobre el Libertador y la emancipacin,


v. gr., en un trabajo como el presente,
parece excesivo; como tambin lo sera
el omitir las referencias a un personaje
que naci y se educ parcialmente en
Chilln, fue all alcalde y mantuvo importantes redes y afectos con la zona.
Por las consideraciones expuestas,
evitamos citar las decenas de textos
generales y biografas de OHiggins
existentes69. Mencionemos solo algunos trabajos de autores locales, como
el completo texto OHiggins, Cultura y
Nacin, que rene toda la ohigginiana
dispersa, en materia de libros, monumentos, arte pblico, msica y hasta filatelia y toponimia70. Tambin un texto
reciente sobre los eventos en la Patria
Vieja en la Regin71. Por ltimo, una
serie de personajes del periodo han
sido biografiados, como los hermanos
Clemente y Ramn Lantao72, la madre de OHiggins, Isabel Riquelme73, y
69 Citemos, apenas, una coleccin antigua de
fuentes: Zamudio, Jos, Fuentes bibliogrficas
para el estudio de la vida y la poca de Bernardo
OHiggins, Santiago, Imprenta El Esfuerzo, 1946;
y la edicin ms reciente de las cartas del prcer: Guerrero Lira, Cristin y Mio Thomas, Nancy,
editores, Cartas de Bernardo OHiggins, Santiago,
Historia Chilena, 2011, 3 volmenes.
70 Witker, Alejandro, OHiggins, Cultura y Nacin,
Concepcin, Ediciones Universidad del Bio Bio,
2007.
71 Araneda Espinoza, Santiago, La Patria Vieja en
el Bo-Bo, hechos militares, Chilln, Cuadernos
del Biobo, 2011.
72 Trasmiera, Alvaro de, Clemente y Ramn
Lantao ante el bando de OHiggins, Santiago,
1950.
73 Gabriel Araya, Juan, Doa Isabel Riquelme,
Concepcin, Cuadernos del Bio Bio, 1997; y, del
mismo autor, Primera Dama, Concepcin, Ediciones Universidad del Bio Bio, 2005.

36

su controvertido ministro Jos Antonio


Rodrguez Aldea74, tambin chillanejo.
Otros son referidos en la obra clsica de
Fernando Campos, Los Defensores del
Rey75.
Como un indicador documental de
la presencia de uble en la emancipacin nacional, recurramos al Archivo
OHiggins, una recopilacin de cartas,
prensa, oficios y muchos materiales, que
se ha venido publicando desde 1942 y
ya se empina a los 38 volmenes. Hasta
1966 se publicaron 30 y la edicin luego se retoma en 1980. En 1978, para
el bicentenario del nacimiento del prcer, el Departamento de Historia de la
Universidad de Concepcin, con el empeo de profesores y alumnos realiz
una revisin de los lugares de la regin
que all figuran76. Pues bien, 16 villas y
localidades del actual territorio de uble aparecen mencionadas, tales como
Cobquecura, Coihueco, Coyanco, Quilln, El Membrillar, El Roble, Ranquil,
Pemuco, Ninhue, entre varias otras. Los
puntos ms repetidos son, por supuesto,
Chilln, con 174 menciones y San Carlos, con 37. El ro Itata se consigna 42
veces y el uble, 13. Aunque se trata
de un simple indicador numrico, no
74 Bigrafos e historiadores del Ministro de OHiggins don Jos A. Rodrguez Aldea 1830-1841,
publicados por Guillermo Feli Cruz, 3 tomos:
Santiago, Imprenta Cultura, 1955; Santiago, Editorial Nascimento, 1957 y 1959.
75 Campos Harriet, Fernando, Los defensores del
Rey, Editorial Andrs Bello, Santiago, 1958.
76 Departamento de Historia, Indice de lugares
de la VIII Regin contenidos en el Archivo de don
Bernardo OHiggins, Concepcin, Universidad de
Concepcin, 1978.

Armando Cartes

Chilln ante la historia y la historiografa

valorativo, desde ya grafica que debe


considerarse a uble como escenario
principal de las guerras de independencia y los difciles primeros aos de la organizacin nacional.
La llamada Guerra a Muerte,
violentsimo periodo que se inicia tras
el triunfo patriota de Maip y que corresponde a la enconada resistencia realista en el sur, tuvo tambin a uble
como amargo escenario. Se prolonga
por varios aos. Para Benjamn Vicua Mackenna, quien populariz la
expresin en su obra clsica sobre el
tema77, se proyecta hasta 1824 y tiene
como evento principal la derrota de las
huestes de Vicente Benavides en Vegas
de Saldas, el 9 de octubre de 1821, en
tierras ublensinas. Para uble y buena
parte del sur, no obstante, la violencia
se prolongara varios aos ms. A lo
menos hasta la derrota de la banda de
los Pincheira en las lagunas de Epulafquen, en la madrugada del 14 de enero
de 1832, a manos del general penquista
Manuel Bulnes. Sobre este grupo ban77 Vicua Mackenna, Benjamn, La Guerra a
Muerte: memoria sobre las ltimas campaas de
la Independencia de Chile: 1819-1824, Santiago,
Imprenta Nacional, 1868. Hay tambin trabajos
modernos, tales como: Ramrez Espndola, Manuel
y Tllez Lugaro, Eduardo, Vicente Benavides: Reaccin y devocin en el seno de la post-independencia americana, Revista de Historia, tomo XV,
N 1, Universidad de Concepcin, 2005. pp. 31-42;
Ramrez tambin es autor del artculo Huasos,
frailes y soldados. El ltimo bastin monarquista en la frontera hispano-mapuche, 1818-1823,
revista Fuego y Raya, ao 1, N 1, Crdoba, abril
2010, pp. 101-115; y Valenzuela Bascun, Patricio A. y Vergara Paredes, Sandrino A. La guerra a
muerte, Revista Libertador OHiggins, ao XXII N
22, Santiago, 2005.

Isabel Riquelme y Meza.

dolero realista, que comprenda familias completas, hasta reunir unas dos
mil personas, se ha escrito mucho78.
Incluso una novela muy reeditada. A
pesar de ello, faltan textos escritos con
fuentes y criterios ms modernos, que
asuman una perspectiva regional de los
personajes y los eventos de la etapa de
la emancipacin y la consolidacin republicana de Chile.

78 El chillanejo Adolfo Mrquez Esparza public


Los Pincheira, en 2001 (Concepcin, Cuadernos
del Bo- Bo); obra que reedit en 2004, bajo el
ttulo Los Pincheira, mito y realidad; una buena
investigacin, con criterio moderno, es: Ana Mara Contador; Los Pincheira, un caso de bandidaje social 1817-1832, Santiago, Bravo y Allende
Editores, 1998. Hay tambin una novela histrica
llamada Los Pincheira, de Magdalena Petit, con
mltiples reediciones, la ltima en 2004.

37

Chilln, las artes y los das

Las letras y las artes


La proverbial abundancia de artistas y creadores, en Chilln y su zona
de influencia tambin se manifiesta en
monografas y trabajos biogrficos. De
esta clase hay mltiples trabajos sobre
el pianista Claudio Arrau79, as como,
entre otros, el escritor Francisco Contreras80, el cantante lrico Ramn Vinay81, el historiador Walterio Millar82,
los intelectuales Toms Lago83 y Juvenal
Hernndez84, la escultora Marta Colvin85, y los pintores Armando Lira86 y
Arturo Pacheco Altamirano87. A Nica79 Landauro, Antonio, Arrau, el hombre y el Artista,
Chilln, Sociedad Musical Santa Cecilia de Chilln,
2002; Merino Montero, Luis, Claudio Arrau, Chilln,
Impresora la Discusin, 2004; Arrau Corominas,
Fernando, Claudio Arrau, Santiago, Biblioteca del
Congreso Nacional, 2009; Quintana, Sonia, Claudio Arrau, un prodigio apacible, Santiago, Zigzag,
1993; y Merino Montero, Luis, Claudio Arrau, Chilln, Impresora la Discusin, 2004.
80 Contreras Jara, Luis, rbita de Francisco Contreras, Concepcin, Cuadernos del Bio-Bio, 1999.
81 Bastas Fuentes, Carlos y Dzazpulos Elgueta,
Juan Ramn Vinay, de Chilln a la Gloria, Chilln,
La Discusin, 1997.
82 Ibacache, Carlos Ren, rbita de Walterio Millar, Santiago, Cuadernos del Bio-Bio, 1999.
83 Witker, Alejandro, Toms Lago, 100 aos, Concepcin, Ediciones Universidad del Bio-Bio, 2006.
84 Caldern, Teresa y Crdenas, Mario, rbita de
Juvenal Hernndez, Concepcin, Cuadernos del
Bio-Bio 1999; y Corporacin Cultural Rector Juvenal Hernndez, Estudios en honor de Juvenal
Hernndez, Santiago, 2001.
85 Soto, Humberto, rbita de Marta Colvin, Concepcin, Cuadernos del Bio Bio, 2004; Schultz,
Margarita, La obra escultrica de Marta Colvin. La
Rosa de los Vientos, Santiago, Editorial Hachette,
1993.
86 Perramn, Edgar, Armando Lira, Chilln, Impresora la Discusin, 2005.
87Jacobo Nazare, Arturo Pacheco Altamirano,
Vida y obra, Concepcin, Ediciones Universidad de
Concepcin, 1964.

38

Obras histricas y literarias sobre Los Pincheira.

nor Parra se dedic el n 8 de la revista


Quinchamal, de 2012, de notable diseo
y factura; as como un buen texto de
Juan Gabriel Araya88.
En materia literaria, son iluminadores los trabajos de Matas Cardal sobre
autores89 y poetas90 regionales; lo mismo que la antologa potica Las plumas
del colibr, que rene textos de poesa
de veintiocho autores de Concepcin
entre 1973 y 198891. Hay trabajos sobre
88 Araya, Juan Gabriel, Nicanor en Chilln, Concepcin, Ediciones Universidad del Bio-Bio, 2000.
Tambin, de Rodrguez, Mario, rbita de Nicanor
Parra, Santiago, Cuadernos del Bio-Bio, 1996.
89 Cardal, Matas, Diccionario de Autores de la
Regin del Bio-Bio, Concepcin, Editorial Anibal
Pinto S.A., 1997.
90 Cardal, Matas, Los lugares y las nubes, Poetas de la Regin del Bio-Bio, Concepcin, Editorial
Anbal Pinto S.A., 1994.
91 Alonso, Mara Nieves, Mestre, Juan Carlos,
Rodrguez, Mario y Trivios, Gilberto, Las plumas
del colibr: quince aos de poesa en Concepcin (1973-1988). Cfr., adems, Giordano Jaime y
Fandez, Luis Antonio, Treinta aos de poesa en

Armando Cartes

Chilln ante la historia y la historiografa

Fernando Gonzlez-rizar92, Nicanor


Parra y Gonzalo Rojas93, entre otros.
Sobre el Grupo Literario uble, puede
consultarse el texto de Carlos Ren Ibacache94. Y ms generalmente, el completo compendio incluido en este libro,
sobre los literatos del Itata, de Fernando Arriagada. Si bien pueden estimarse
numerosos los creadores biografiados,
son muchos ms los pendientes.
Del arte mural, con sus connotaciones polticas e histricas, hay muchas
expresiones en la Regin del Biobo95.
En Chilln Viejo, un muro de piedra
de grandes dimensiones, obra de Mara Martner, honra la memoria del
Libertador OHiggins96. Pero son los
Concepcin, pp. 169-182 y Giordano, Jaime, Poetas penquistas. Poesa en Concepcin y la Regin
del Bo-Bo, Chilln, Cuadernos del Bio-Bo, 2011.
92 Mendoza Belio, Tulio, Fernando Gonzlez-Urzar, un clsico contemporneo, Concepcin, Ediciones Etctera, 2009.
93 Sobre la labor potica de Gonzalo Rojas, cfr.
Nelson Rojas, Estudios sobre la poesa de Gonzalo Rojas; Marcelo Coddou, Nuevos estudios sobre
la poesa de Gonzalo Rojas, Santiago, Ediciones
del Maitn, 1986; Enrique Giordano (ed. general),
Poesa y potica de Gonzalo Rojas, Santiago, Ediciones del Maitn, 1989; Hilda R. May, La poesa
de Gonzalo Rojas, Madrid, Libros Hiperin, 1991;
y Jacobo Sefam, El espejo trizado: la poesa de
Gonzalo Rojas, Mxico, UNAM, 1992.
94 Ibacache, Carlos Ren, Grupo Literario uble,
Chilln, Ediciones Millalin, 2003; y, con seleccin
y prlogo del mismo autor, Florilegio, Chilln, Ediciones Grupo Literario de uble, 1982.
95 Echeverra Cancino, Albino, Murales de la Octava Regin, autoedicin, Concepcin, 2002.
96 Arriagada Jara, Hugo, et all., El mural de Piedra
de Chilln Viejo; obra de la artista y profesora de
la Universidad de Chile Mara Martner Garca, Seminario para optar al ttulo de profesor de Estado
en Artes Plsticas, Chilln, Universidad de Chile,
1974.

murales de la escuela Mxico, recientemente restaurados, las expresiones ms


reconocidas de esta manifestacin artstica. Varios textos lo reflejan97. El teatro, como expresin artstica, tiene una
buena monografa98. El teatro Municipal de Chilln, por su parte, un espacio
inconcluso por setenta aos, parece que
ahora ser finalmente terminado; un
dossier especial de la revista Quinchamal
as lo comenta y lo celebra99.
97 Eslava, Ernesto, Pintura mural, escuela Mxico
de Chilln, Santiago, Escuela Nacional de Artes
Grficas, 1943; el magnfico libro de Fidel Torres
P., Rodrigo Vera M. y Luis Arias E., Amrica es la
casa. Arte mural y espacio pblico en Chilln, Chilln, La Discusin, 2011; y Rehabilitacin Murales
David Alfaro Siqueiros, Xavier Guerrero y Jorge
Gonzlez Camarena, Chilln-Concepcin, Chile,
Noviembre 2011- marzo 2013, Santiago, Consejo
de Monumentos Nacionales, 2014.
98 Neira Sanhueza, Bernardo, El teatro en Chilln:
visin histrica, Santiago, Lom Ediciones, 2005.
99 Revista Quinchamal, N 7, Chilln, agosto 2012.

39

Chilln, las artes y los das

Biografas y memorias de personajes de uble.

Por ltimo reflejo tambin de la inquietud cultural de uble, es la abundancia de revistas de arte y sociedad.
Son numerosas las revistas literarias
y de actualidad que han animado la
vida cultural chilena y Chilln no es la
excepcin100. Recordemos a Primerose,
100 Sobre revistas chilenas hay varios textos: Retamal vila, Julio y Villalobos R., Sergio, Bibliografa histrica chilena. Revistas chilenas 1843-1978,
Santiago, Centro de Investigaciones Barros Arana,
1993; Alarcn Reyes, Apablaza, Guerra, Justo Jos
y Guzmn Morales, Mireia, Revistas culturales
chilenas del siglo XX. ndice general, Santiago,
Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, 2006; y
Garca-Huidobro, Cecilia y Escobar, Paula, Una historia de las revistas chilenas, Santiago, Ediciones
Universidad Diego Portales, 2012.

40

Revuelos, Iris, Rumbos, Cumbres, la curiosa


El Sportsman chillanejo y Ratos ilustrados,
entre varias otras. Est ltima, a modo
ejemplar, comenz a circular el 28 de
abril de 1918 y nace, segn su editor:
hija del entusiasmo y perseverancia,
del amor al trabajo y al progreso, y
contando de antemano con la generosa
acogida que ha de tener entre nuestros
profesores y la decidida ayuda que han
de aportar los estudiantes. En tiempos
ms actuales mencionemos a Hatuey,
Chilln Patrimonial, Cauce Cultural101, iniciativa de Carlos Ren Ibacache y Quin101 Ibacache, Carlos Ren, Boletn Cultural del
Grupo Literario de uble, con 52 nmeros impresos en Chilln, entre 1976 a 2000.

Armando Cartes

Chilln ante la historia y la historiografa

chamal, de elegante diseo, que publica originales trabajos histricos.


Es la provincia de uble, probablemente, de las cuatro que conforman la Regin del Biobo, la que
ms expresiones alberga de cultura
tradicional. Sus cultores y expresiones son diversos y pueden hallarse
repartidos por todo el territorio.
Oreste Plath102, Luis Guzmn103 y
Baltazar Hernndez104 los recopilan. Lo mismo hace Caupolican
Montaldo, para sus leyendas y tradiciones105. Tejidos, bordados y el
particular oficio de la cuelcha han
motivado bellos textos106. Tambin
la msica tradicional107. Anotemos
finalmente algunos trabajos sobre la
cermica de Quinchamal, consagrada nacionalmente, surgidos de la

102 Plath, Oreste, Tradicin de uble. Espacio y


tiempo, Chilln, Ediciones Universidad del Bio-Bio,
1994.
103 Guzmn Molina, Luis et al., Visin fotogrfica
de las artes populares y artesanas de uble, Chilln, Universidad de Chile, sede uble, 1977.
104 Las Artes populares de uble, libro y artculo
homnimos, ya citados, y, del mismo autor, Arte y
artistas de uble, Chilln, Impresora La Discusin,
1994.
105 Montaldo, Caupolicn, Del Diablo y otros personajes (Crnica folklrica de la Cuenca del Itata),
Concepcin, Universidad de Concepcin, 1961.
106 Cfr., Contreras Contreras, Ninhue, tus races,
Ediciones races de Ninhue, diciembre 2007; y del
mismo autor, Tejedores de Ninhue, El arte de la
cuelcha, I, Municipalidad de Ninhue; Benavente,
Carmen, Embroiderers of Ninhue. Stitching Chilean Rural Life, Texas, Texas Tech University Press,
2010.
107 Rodrguez Escobar, Ral, Canciones folclricas de uble, Chilln, Instituto Profesional de
Chilln, 1983.

pluma de Toms Lago, Sonia Montecinos y varios otros108.


En definitiva, hay mucho escrito
sobre uble, pero es tanto o ms lo que
falta por contarse. Vienen tiempos de
cambio y es de esperar que en ellos la
narrativa histrica ocupe tambin un
lugar y surjan nuevos trabajos. Nos parece necesario, pues el desarrollo local
solo es verdadero si se afinca en las races firmes de la historia.
108 Alarcn, Silvia y otros, Quinchamal, un pueblo donde la tierra habla, ya citado; Montecinos
A., Sonia, Quinchamal, reino de mujeres, ya citado;
Lago, Toms, Cermica de Quinchamal, Santiago,
Editorial Universitaria, 1958. Mencionemos, asimismo, una tesis de magster: Mujeres alfareras
de Quinchamal, oficio, autonoma y familia, mundos en transicin, de Amanda Contreras Andrade,
Concepcin, Universidad del Bo-Bo, 2011.

41

Chilln, las artes y los das

Antiguas revistas literarias y de variedades de Chilln.


42

Armando Cartes

Chilln ante la historia y la historiografa

Algunas obras de crnicas y cultura tradicional.

43

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