El Constructivismo Biologico

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Blanco, C. 2005. El Constructivismo Biolgico Una alternativa al realismo?

Cinta moebio 22: 73-82


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El Constructivismo Biolgico Una


alternativa al realismo?
Carlos Javier Blanco Martn ([email protected]) Departamento de Filosofa, Instituto "Juan D Opazo",
Daimiel, Ciudad Real (Espaa)
Abstract
We attempt a review to several currents that, nowadays, are self-claimed "constructivists", inside of a biological
overview of knowledge. Well try to throw some light about the question: are all of them a very alternative to
realism? If they are in opposition of realism, or they are antipodal to it, these currents are charged with the same
metaphysics that is alleged to margin. Well review some theories: Maturanas, von Galssersfelds and biosemiotics
(Emmeche, Kull). Several philosophic antecedents that are alleged to be actualised permit us to judge about their
inconsistency, inasmuch their enemy, the very realism is also inconsistent.
Key words: constructivism, realism, representationalism, cognitive biology, biosemiotics.
Resumen
Pasamos revista a los distintos enfoques que, en los ltimos tiempos, se reclaman constructivistas dentro de un
enfoque biolgico del conocimiento. Se pretende dilucidar si efectivamente ellos constituyen una verdadera
alternativa al realismo. Tanto si se oponen frontalmente al realismo como si se sitan simtricamente en sus
antpodas, estos enfoques podran estar lastrados por la misma metafsica que pretenden orillar. Revisaremos
especialmente las teoras de Maturana, von Glasersfeld y la biosemitica de Emmeche y Kull. Repasaremos los
distintos antecedentes filosficos que pretenden haber superado, para reflexionar acerca de si no son tan
inconsistentes como el propio realismo, su enemigo.
Palabras Claves: constructivismo, realismo, representacionalismo, biologa cognitiva, biosemitica.
Introduccin
La epistemologa evolucionista y el constructivismo comparten un rasgo fundamental que en bloque permite su
comn diferenciacin de la epistemologa filosfica tradicional. Ambas asumen el carcter no dado del
conocimiento. El hecho de que el conocimiento es un proceso y una ganancia. El conocimiento tiene su historia, y la
ciencia que nosotros elaboramos no nos viene regalada por un Dios benevolente ni por una naturaleza humana
dotada intrnsecamente de los contenidos del saber o de los recursos para el conocer (Blanco 2000c).
Las dos disciplinas se pueden ver como empresas empricas que tratan de desentraar los cursos con que se hace
conocimiento a lo largo del tiempo, a travs de fases. Sin embargo pese a su aire de novedad, andan muy
comprometidas con posturas gnoseolgicas y ontolgicas muy tradicionales. Las distintas tendencias en boga hoy,
que no se revisan aqu de forma exhaustiva, caen de lleno en el realismo tradicional, o bien lo evitan por medio de
los senderos ms trillados, como son el escepticismo, solipsismo, semitica, pragmatismo (incluyendo su versin
ciberntica), etc.
El realismo ha aparecido en los ltimos tiempos como la bestia negra del constructivismo. Ambas maneras de
entender la filosofa, realista y anti-realista se han ido definiendo recprocamente, y una entiende a la otra como su
espantajo, pero un espantajo simtrico. Esto es as tanto en epistemologa como en ontologa, porque lo cierto es
que se presentan como tesis opuestas igualmente vlidas para ambos campos. El realismo epistemolgico sostiene

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que podemos conocer una realidad sustantiva, luego hay realidad sustantiva. El constructivismo sostiene que
construimos toda realidad, luego no hay realidad de veras, salvo lo que nosotros construimos. As dichas las cosas,
ambas tesis sin mayor matizacin son lo suficientemente bruscas y abarcadoras como para poder ser tomadas
como tesis epistemolgicas y ontolgicas a un mismo tiempo. Evidentemente, hay matizaciones y muchas
versiones modificadas pasan por restringir su versin de realismo al plano epistemolgico o al ontolgico. Pero en
primer lugar vamos a delimitar brevemente qu se entiende hoy por "constructivismo"
Caracterizacin General del Constructivismo
El constructivismo niega que haya una realidad en s, nica e inamovible, esperndonos para ser descubierta o
descrita. Ahora bien, quin ha dicho que hay tal tipo de realidad? Es un espantajo inventando por los modernos
constructivistas? Nada de eso. Es cierto que las corrientes contemporneas de la filosofa han sido notablemente
crticas con la "realidad" y la "cosa en s". El positivismo, y el fisicalismo son sus ltimos reductos en la
epistemologa y en filosofa de la mente. El marxismo dogmtico sovitico y el tomismo tambin han sido reductos
de esta misma manera de fundir conocimiento y realidad, y por tanto, esquivar el problema. El auge de la
hermenutica y de concepciones que se autodenominan constructivistas coinciden con la prdida de vigor de estas
invocaciones a la "realidad", la "materia" o las "cosas en s". Hermenutica y constructivismo aparecen solidarias en
el horizonte del pensamiento contemporneo por su compromiso enrgico con el pluralismo. Pluralidad de
interpretaciones y, como es corriente decir hoy, "lecturas", es tanto como decir pluralidad de realidades fluidas y
en dependencia del sujeto hermenutico y constructor de dichas realidades. Sostener un pluralismo ontolgico es,
en este sentido, apoyar una especie de fundamento en las cosas para nuestra pluralidad interpretativa o terica,
nuestra variabilidad de visiones, en suma. O simtricamente al contrario: sostener que hay mltiples realidades o
escalas de lo real en dependencia de nuestra accin como sujetos "lectores" o artfices, es una tesis causal, en
peligro de ser comprendida inmediatamente en una lnea ontologista, segn la cual nosotros "hacemos" la
realidad, luego hay realidad.
El pluralismo no es la nica alternativa al constructivismo. Se confunden tesis ontolgicas y gnoseolgicas en caso
de ver las cosas de este modo. El carcter plural de la realidad con races en Leibniz y que puede encontrarse hoy
en teoras como la de Popper (1992) o Bueno (1972) no viene directamente asociado al constructivismo, vale
decir, al dinamismo del sujeto como "tallador" de la realidad, esta res nunca es materia bruta al margen de l,
nunca primera y absoluta de toda mediacin. Pluralismo de realidades o materias, y mediacin constructiva por
parte del sujeto son dos clases de tesis que no pueden mantener su autonoma justificativa, y han de contemplar
una exploracin detallada de su interdependencia.
El constructivismo contemporneo es un intento disperso por superar el representacionalismo en la filosofa
contempornea. Tiene dos grandes frentes de ataque, en ellos surgi como hereja ante un panorama monoltico:
la concepcin de la mente "como espejo de la naturaleza" (Rorty 1983). La mente vista como un espacio
bidimensional donde se contrae la ms rica tridimensionalidad de un mundo fsico en s. Que en lugar de espejo,
hoy hablemos de grandes redes de conexiones neuronales, hologramas o sistemas de procesamiento cunticos,
poco parece variar en lo que atae a la metfora bsica. El representacionalismo es la contrafigura perfecta para el
realismo. La ciencia como "mente colectiva" de la humanidad, esto es, el espejo progresivamente difano de
nuestra especie, donde van a parar los reflejos de un universo gradualmente explorado y conquistado, es la
filosofa de la ciencia que comparte con el mentalismo realista moderno la mayor parte de sus tesis. La realidad es
substantiva y no dinmica, mientras que una mente igualmente substantiva pero activa y modificadora de esa
realidad es la instancia prioritaria.
El constructivismo no necesita ya las representaciones en tanto que copias de la realidad, pues habra de ser la
realidad la que directamente se construye a s misma, el sujeto es mediador necesario de esa construccin que la
realidad hace de s misma. El solipsismo empirista habra de ser sustituido por un solipsismo pragmatista u
operacionalista. Muchos sujetos, por tanto mltiples acciones, por tanto mltiples (construcciones de) realidades:
eso es cuanto tenemos que registrar. Adems, el propio yo es resultado una construccin de mltiples operaciones

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como ya demostrara la psicologa evolutiva (Piaget), resultado de distinciones graduales y cada vez ms
"centralizadas".
El trmino distincin parece que fue usado por Spencer Brown (1969), en su obra Laws of Form as como por
Maturana ya en la misma poca. De la ciberntica, Bateson (1972) extrae la nocin de informacin como "una
diferencia que hace una diferencia". Este sera el sentido mnimo de accin-conocimiento, una unidad cognitiva
que, a diferencia de las propuestas por la psicologa tradicional (sensacin, esquema, mdulo) carece de
compromisos estructurales o metafsicos, como si se tratara a su vez de una cosa en s.
Maturana y Varela (1980), consideran vlida una teora del doble aspecto, segn la cual distinguir ya una cara
subjetiva o una objetiva de la realidad, empezando por nosotros mismos. Veremos que esto supone saltar a una
ontologa trascendental. La propuesta de una ontologa constitutiva, en la lnea de Vico (verum est factum) indica
que lo subjetivo es real y constituyente de lo real, y que el propio observador, el nio o adolescente que
se construye su yo, lucha por dotarse de entidad, por hacer una crucial diferencia que es resultado de una larga
historia de distinciones.
Una caracterstica de los constructivismos, que es casi unnime, es su fobia al concepto de representacin.
Maturana expresa una clara aversin al trmino representacin. No hay en su epistemologa una teora de la copia,
ni siquiera cuando en el sentido piagetiano la representacin procede directamente de una experiencia buscada
y construida a partir de operaciones. Como dice Von Glaserfeld, el trmino alemn Vorstellung (central en la
filosofa de Kant y Schopenhauer) debera ser incluido en el contructivismo, pues nada tiene que ver con la copia y
s con la bsqueda anticipadora de experiencias. Por supuesto, este tipo de expectativas nada tienen que ver con
los almacenes de memoria clsicos de la psicologa cognitiva, y s con una accin u operacin de reviviscencia que
controla subsecuentes conductas, pero en absoluto es una reminiscencia. Glasersfeld, que comparte con Maturana
esta aversin al representacionalismo de corte realista, ubicuo por igual tanto en el cartesianismo como en el
empirismo britnico, propone otras tradiciones (1). Hace un siglo, J.M. Baldwin habl de presentaciones en el
sentido de "trozos de experiencia" que hemos combinado para formar estructuras de diferente complejidad y as
ordenar el mundo en que vivimos. Los recuerdos de esas presentaciones, son re-presentaciones, en el sentido de
que la experiencia llama a la experiencia, y no a una realidad en-s o un mundo noumnico. Correctamente, von
Glasersfeld sita a Piaget en esa misma tradicin pragmatista, en la cual la adaptacin al entorno jams debera
entenderse en el sentido realista, sino en la propia coordinacin de actividades orgnicas, tras unas fases de
reconocimiento o asimilacin, puesta en prctica de operaciones viables, y acomodacin de las expectativas segn
la propia experiencia orgnica.
En la biologa del conocimiento constructivista, como denomina Maturana a su enfoque, no hay, propiamente
hablando, una adaptacin. Adaptacin vendra a ser, en biologa evolutiva, el equivalente exacto del trmino
"representacin" en psicologa y gnoseologa. El trmino alternativo de Maturana es "acoplamiento estructural".
Este es un trmino genrico que se aplica paradigmticamente al caso especfico de una relacin entre organismo y
medio. En general, se trata de un ajuste autosostenido entre una cadena de producciones moleculares que
circularmente se genera a s misma y en esa reproduccin crea las condiciones de conservacin de la cadena misma
ms all de los cambios, entendidos por contraste como una lnea recta de relaciones causales (no circulares, sino
tangenciales con respecto a los puntos del ciclo molecular, en este caso el entorno). Ms que de superviviencia,
pues, cabe hablar de una conservacin del ajuste. En s mismo, el acoplamiento estructural no es algo sustantivo.
Parece ms bien un concepto lgico. El medio no determina al organismo, ms bien ste est ya determinado por
su propia estructura, incluidos los cambios continuos de esa estructura.
Los ciclos funcionales de von Uexkll, son rectificados por Maturana con el termino autopoiesis. La agregacin de
una entidad a otra, que en una fase previa funcionaron como entidades libres e independientes, supone una
necesidad interna de las propias entidades de partida. Su integracin en ciclos ms amplios de actividad funcional,
si bien obliga a ciertas diferencias evolutivas (modificaciones morfolgicas, prdida de movilidad, especializacin)
no elimina la autopoiesis de esas unidades de partida, pero desde luego se ha creado una autopoiesis de orden

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superior. Tal cosa habra ocurrido, segn la teora de los simbiontes, con las mitocondrias de nuestras clulas que
un da fueron bacterias libres y sueltas, o las clulas eucariotas con respecto a un organismo multicelular.
Las entidades primitivas eran ya autopoyticas, y las entidades superiores, tambin lo son. Es el dominio de sus
respectivas operaciones el que marca la diferencia. Todo y parte mantiene dominios disyuntos, sin perjuicio de que
compartan una historia asociada. Basten estas breves consideraciones para observar los rasgos fundamentales del
enfoque de la biologa constructivista del conocimiento.
En Maturana encontramos:
a) Una ontologa general sistmica, circular y no lineal de los sistemas vivientes
b) Una ontologa regional de la mente, tambin entendida como fenmeno relacional. Ella es la dinmica de
relaciones del organismo.
c) Una epistemologa, que fcilmente podra confundirse con (b) pues parece en esencia una epistemologa
mentalista, aunque no es representacionalista. Toda esa dinmica relacional cae en el cajn de sastre llamado
"experiencia". La mente es lo que hace el cuerpo, pero no es simblica ni realista. Dos ogros contra los cuales los
constructivistas quieren, al unsono, combatir.
Parece que los precedentes histricos del constructivismo iluminan una senda que es constructivista ella misma, en
el sentido en que se produce una superacin de lmites y dificultades de sistemas rancios. Lo que queremos decir es
que la propia historia de la filosofa es constructivista, y que en la teora del conocimiento, a tenor de las nuevas
tecnologas que surgen para manipular, gestionar, deducir (etc.) los conocimientos, se van superando enfoques
filosficos incompatibles con estos desarrollos (Blanco 1997).
En lo que sigue, daremos un repaso rpido a algunos de los "ismos" ms importantes en la trayectoria del
constructivismo. Todos ellos contienen visiones parciales, unilaterales, o cargas metafsicas que, una vez lograda su
superacin (?), despejaran el camino hacia un constructivismo contemporneo. Ponemos interrogantes porque
de lo que se trata aqu es de ayudar a pensar al lector acerca de si en verdad estas tendencias filosficas son sesgos
superados o en realidad resucitan en los constructivismos recientes.
Algunos momentos histricos superados? por el moderno constructivismo biolgico
1. Solipsismo: La peligrosa deuda compartida por el contructivismo y el representacionalismo
El solipsismo, cuyo mximo representante es Geoge Berkeley, en su Tratado sobre los Principios del Entendimiento
Humano sustituye representaciones subjetivas por subjetuales y mltiples, niega la realidad en s, la materia
independiente del observador. En otro lugar (Blanco 2002) hemos mostrado la intensa huella que este dinamismo
pluralista de la mente, y su correlato metafsico del acosmismo, ha podido dejar en el positivismo de Mach y
Avenarius, y en diversas corrientes fenomenalistas de la gnoseologa. Sin duda es el antecedente moderno ms
importante de las versiones ms irrealistas (no hay una realidad en s) del constructivismo, como es la de von
Glassersfeld.
2. Escepticismo
El propio Von Glasersfeld cita el escepticismo antiguo y el moderno, la teologa apoftica, la filosofa del como
s (Vaihininger), la teora de las ficciones de J. Bentham, el operacionalismo de Bridgman, el Convencionalismo
(desde Osiander y Bellarmino, hasta Duhem o Poincar). Un escepticismo radical sobre la realidad, que la cuestiona
y pone en duda, que deja a la mente toda la tarea de manejar creencias o ficciones "tiles" o "adecuadas". El
cuestionamiento del cosmos, de una realidad en s, comn con el idealismo berkelyano, da un paso ms hacia el
cuestionamiento de nuestras propias percepciones. El constructivismo afirma que nuestras seguridades y certezas
derivan previamente de nuestra "factura". Como son obras nuestras (incluidas nuestras teoras y ciencias) se nos

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garantiza operativamente la eficacia y viabilidad. Habr pluralismo de realidades, tantas como construcciones
nuestras, ninguna es soberana, todas son falibles y corregibles.
3. Anti-Innatismo
Entendido ste movimiento, claramente romntico y decimonnico en sus orgenes, como superador del innatismo
y el naturalismo. Una teora del conocimiento constructivista asume los resultados de la crtica histrica y social
contra la reduccin naturalista de ese conocimiento, tal y como sostienen las tesis de Chomsky, Fodor y ms
recientemente Tooby y Cosmides. La psicologa evolucionista pretende agregar los postulados bsicos de la ciencia
cognitiva computacional, la neurociencia, y la antropologa biolgica, para plantear la existencia de mdulos (Fodor
1975) en el sentido estructural y funcional, sometidos a la presin selectiva de tipo neodarwinista. As todo
organismo es un autntico "preparado" por la evolucin, una mquina agregada de mdulos equipados para
desarrollar una serie de tareas. Las funciones psquicas y orgnicas son cosificadas, y el organismo slo es usuario y
paciente de esos mdulos. La visin ms estrecha del innatismo filosfico (realismo de las ideas), que en lugar de
ser construidas por la accin del sujeto, o recibidas por Dios, o depositadas en el alma humana cual si fueran
semillas, es la seleccin natural providente y dadora. Lo funcional se reduce a lo selectivo y a lo ejecutivo. Se ignora
que la propia naturaleza es histrica, una serie de coevoluciones que dialcticamente se pisan, y se recomponen
(Blanco 1998, 2000cC). Se ignora que el medio, no es una nica cosa controladora de las variaciones, una sustancia
con poder ejecutivo sino un entramado social intra e interespecfico, que condiciona la red reproductiva de las
especies de vertebrados superiores, y qu no decir del hombre, cuyos procesos cognitivos superiores resultan
ininteligibles sin ese elemento histrico (Vigotsky), pero ms en general evolutivo. Las aportaciones de la dialctica
hegeliana, del marxismo y de todos los enfoques culturalistas e histrico-sociales en psicologa y en ciencias
humanas hacen frente comn contra el innatismo, y suelen agruparse bajo el rtulo de "constructivismos".
4. Pragmatismo
Como movimiento filosfico, es la aportacin nacional de los E.E.U.U. ms relevante, all a finales del siglo XIX
(Faerna 1996). Desde una perspectiva histrico-constructiva, es relevante porque supera el empirismo,
sustituyendo la accin espiritual del sujeto (representaciones sensibles y conceptuales) por la accin orgnica de un
sujeto, sometida a criterios de utilidad, eficacia, etc. La existencia no es independiente del observador, quien acta
y evala su propia accin segn las consecuencias que de ella extrae en el futuro. El pragmatismo es igualmente
superador del positivismo, pues se muestra escptico e instrumentalista con respecto al "mtodo". El positivismo
restaura una dogmtica respecto al mtodo, aunque esta vez sin despreciar la experiencia, ms bien enderezndola
y tallndola para ajustarse a una metdica. El pragmatismo no precisa de un lenguaje recto y prefijado
o characteristica universalis, para someter la experiencia sino slo cursos de accin de carcter operativo
(causalmente eficaz, generador), de modo tal que la experiencia llama a la experiencia. El mtodo es subespecie de
esa experiencia, y no pasa de ser un recetario o herramienta, a ser sustituido (de nuevo, la accin) por otros
mejores o ms viables.
La Ciberntica, desde sus orgenes supera el biocentrismo. El nombre de esta ciencia o tcnica del control alude al
"control". La inteleccin de una gama heterognea de problemas en sistemas -vivos o no vivos- en trminos de
informacin y control, fue el proyecto acariciado por Wiener, McCulloch, Ashby y dems padres fundadores (Blanco
1997). La ciberntica permite analizar la complejidad cuantitativamente. La actividad misma de los organismos
como es constructiva la evolucin biolgica (Heyligen 1996). Se trata de emprender anlisis dialcticos de partes
distintas pero conectadas entre s. La complejidad puede medirse en varias escalas, desde el nmero de pasos
necesarios en un algoritmo, que en la prctica se traduce en un aumento en la cantidad de tiempo necesario para
su procesado, as como la complejidad de escala: cuantas distinciones puede realizar un observador. La ciberntica,
que arranca del precedente filosfico del pragmatismo, es superadora de ste en el sentido siguiente. No precisa
de una nocin objetivista del ajuste fitness, simplemente trabaja con una nocin probabilista o funcional, que se
demuestra en la conducta simulada o real del sistema, se puede formalizar el ajuste en trminos de la propia
conducta del sistema ciberntico, luego el ajuste o fitness no es una sustancia ni nada que se le parezca. Se trata,
dice Heyligen, de una nocin no necesariamente simtrica, entre dos trminos A y B, uno de los cuales puede ser el

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mismo ambiente, que como es lgico presenta mayor complejidad que el trmino correlativo de la relacin, el
organismo. Por ejemplo, la nocin de ajuste no slo debe entenderse en un sentido externo sino tambin interno,
esto es, partes del sistema que tienen una historia ligada, y sus junturas se han vuelto estables en el tiempo. Este
ajuste interno recuerda el acoplamiento estructural de Maturana. Es una nocin relativa respecto a la cantidad de
energa, o a la posicin jerrquica en un sistema. No hace falta un ingeniero, aunque este ingeniero se denomine
"seleccin natural". Las computaciones no necesitan ser "mentales" o viceversa, es el propio universo el que
deposita en mltiples escalas o estratos los centros de computacin (no necesariamente lineales, ni deterministas).
La seleccin natural considerada como ejemplo de algoritmo abstracto que computa el aprendizaje colectivo a lo
largo del tiempo, toma a los individuos axiomticamente como meras unidades que ponen a prueba las entidades
supraindividuales (individuos colectivos, ya fueren poblaciones, especies, sociedades).
Ernst von Glasersfeld (1989) emplea la palabra viabilidad, para as evitar el objetivismo del medio (la cosa en s del
pensamiento biolgico moderno, que nos hara recaer en el realismo), pero tambin evitar la adaptacin, que se
puede hipostasiar. No existen representaciones sino acciones viables en un mundo fenomnico, siempre subjetivo
(Umwelt). Tanto el conocimiento como la accin estn ntimamente ligados al equilibrio.
La ciberntica actual, trata de plantear no slo ciclos cerrados o retroalimentados, sino sistemas abiertos que
evolucionan como resultado de una co-evolucin de sus partes. Se reincorpora la dialctica hegeliana, pues en esa
evolucin hay que decir que no necesariamente teleolgica, hay series de acciones y reacciones, como
demuestran las carreras de armamento en la evolucin orgnica que aumentan la complejidad global.
5. Biosemitica
El enfoque biosemitico pretende hacer justamente lo contrario de la epistemologa evolucionista: comprender la
naturaleza a travs de conceptos que se piden prestados de las humanidades, no explicar las humanidades (y aqu
se incluyen la historia de la ciencia y la sociologa de las teoras) a partir de metforas biolgicas (como Popper,
Campbell y Hull) (2). La biologa se ha vuelto, por fin, hacia su verdadero carcter histrico y narrativo. Sus
fundadores, los mismos que acuaron el trmino biologa (Lamarck, Treviranus, Burdach), identificaron un nuevo
campo de investigacin en el nterin del XVIII al XIX guiados por el concepto de organizacin. Entre los seres vivos,
la diferencia entre el reino de los animales y el reino de las plantas no es tan drstica, como la que media entre el
conjunto de los vivientes y la materia inorgnica (Emmeche 1997).
No ser pues la molcula la unidad fundamental que organice este campo de lo viviente, discernible de la qumica,
pues. Es el signo (Kull 2000a, 2000b) para los biosemiticos, el que podra reorganizar el campo.
El conocimiento es visto como una especie de proceso biolgico, una clase coextensiva en buena parte con los
procesos de produccin y reproduccin molecular. La historia natural de los procesos psicobiolgicos del
conocimiento requiere, a tenor de lo proclamado por muchas voces, entre ellas las voces de la biologa terica y la
biosemitica, de una historia natural de las molculas que en series cclicas y ensambladas dan lugar a
manifestaciones de complejidad crecientes. Lejos del reduccionismo simpln, que pasa por convertir al organismo
en un vehculo de genes susceptible de reforma y seleccin a cargo de un deus ex machina llamado seleccin
natural, estas corrientes (un tanto marginales en biologa) pretenden recuperar la idea de organismo como
totalidad, y al mismo tiempo, la idea de unidad viviente como complejidad ejecutiva, esto es, como red de sujetos
operatorios, capaces de accin. La importancia epistemolgica y ontolgica de estos enfoques no se puede poner
en duda. Depositamos en las ciencias biolgicas una imagen estandarizada que es la ofrecida por los cientficos
positivistas y reduccionistas, ignorando que en la filosofa del ser orgnico hay muchas tendencias que deberan ser
sometidas a escrutinio racional.
Dentro de la biologa terica, y de la filosofa biolgica de nuestro tiempo ha tomado impulso el enfoque
biosemitico. La historia natural de asociaciones endosimbticas (Margulis) y endosemiticas (Sonea, exkull)
viene a ser el a posteriori de las construcciones vivas, que hoy reconocemos, tanto morfolgica como

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pragmticamente, actuales. En general los sistemas semiticos de la vida surgen a partir de comunidades de
trabajo que no slo procesan e integran informacin, horizontalmente (sincrnicamente), sino que se convierten
en comunicacin y contexto para sus entidades partcipes y para las entidades que verticalmente
(diacrnicamente) descienden de aquellas poblaciones, en continuidad generativa. As, por ejemplo, antes de la
existencia del cdigo gentico, tendramos el intercambio de material biolgico de poblaciones bacterianas antes
de la aparicin de la eucariota (Sonea 1992), las visiones "dialogadas" del sistema nervioso e inmunitario (exkll
1992), etc. En el mismo sistema nervioso, las sinapsis se establecen y se mantienen tras una fase de
superproduccin inicial (un exceso de clulas y de conexiones). Luego, hay una fijacin selectiva de las sinapsis
(Edelman) y una parcelacin (Ebbeson) de los circuitos.
Las asociaciones de elementos resultan siempre de una actividad funcionalmente eficaz, en mltiples sentidos,
todos ellos constructivistas: en el sentido recursivo, autoperpetuante, jerrquico, etc. Siempre partiendo de
simbiosis somtica y semiosis compartida (ambos intercambios a la vez). Los simbiontes en el origen de las formas
vitales de la historia terrestre, y la tesis del acoplamiento estructural, van de la mano. Los simbiontes habran sido
un caso especial del acoplamiento estructural. La evolucin en trminos de variacin y seleccin no resulta
suficiente, y se hace necesario recurrir a una teora compleja del control de las modificaciones ms all del
mecanicismo neodarwiniano de dos tiempos: mutacin + retencin selectiva. La idea de construccin del
organismo es coextensiva con la idea misma de construccin del sujeto operatorio, desde los mismos inicios de la
vida sobre la tierra.
Maturana, que tiene su propia visin de la epistemologa, dice: una explicacin cientfica consiste en la proposicin
de un mecanismo generativo, esto es, un mecanismo o proceso que, dejndole operar, produce como resultado de
su operacin el fenmeno que uno desea explicar. Las explicaciones cientficas no constituyen reducciones de
fenmenos, es decir, que no pretenden reducir los fenmenos de un dominio a los fenmenos de otro dominio que
se considere ms bsico. Muy al contrario, una explicacin cientfica consiste en mostrar una relacin generativa
entre dominios fenomnicos que no intersecten, y lo hace mostrando cmo el fenmeno de un dominio resulta
una consecuencia de procesos que tienen su lugar en el otro dominio fenomnico.
La explicacin cientfica, pues, es un mecanismo generativo. Que un sistema viviente haga las veces de sujeto,
observador, o interpretante, es una cuestin relativa a las operaciones en curso y el espacio de operaciones
realizadas. Las descripciones del sujeto son parte del "vivir" produciendo unos dominios fenmenos a partir de
otros. Esta epistemologa, aplicada por ejemplo al enigmtico problema del origen de la vida sera ms o menos
como sigue.
La historia natural de esas molculas constructoras-constructivas es, hoy en da, un mero tanteo en las penumbras
de la evolucin prebitica. Un tanteo que, si bien descartado por Darwin y los neodarwinianos, viene exigido por la
misma lgica de la narracin histrica que viene implcita en el hondo de la epistemologa evolutiva. Esa narracin,
que tiene por derrotero el origen del conocimiento, acaba remontndose al origen de la vida, y viceversa.
Si el conocimiento es visto como emergencia o resultado de procesos filogenticos registrables en los ltimos
millones de aos de evolucin de la vida, con qu argumentos se habra de excluir la historia y el origen mismo de
esta vida? Explicar fenmenos presentes, remite a reconstruir procesos y condiciones ausentes y ajenas a nuestra
experiencia cognitiva cotidiana.
La evolucin de formas de vida y accin queda incompleta, como narracin histrica, si no la insertamos en la
trama ms amplia de una evolucin prebitica, con toda su sarta de procesos rigurosamente homlogos (y al
tiempo, de su calidad de precondiciones) de nuestros procesos cognitivos cotidianos.
La epistemologa evolutiva en el sentido constructivista de Maturana y Ca requiere entonces de tres tramos
separados por dos grandes acontecimientos (en modo alguno las fronteras fueron procesos puntuales), "vida" y
"conocimiento".

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Tramo I: evolucin prebitica.


Tramo II: evolucin biolgica, u orgnica.
Tramo III: evolucin cognitiva.
En este magno intento por estudiar empricamente (o al menos, por va de modelos semiempricos y, por ende,
semiespeculativos) cobra pleno sentido hallar patrones genricos, que se fueron modificando segn las distintas
entidades construidas aparecidas. La epistemologa evolutiva, para atar todos sus cabos, y dejar de ser una
promesa, debera reunir lo mejor de tres trayectorias intelectualmente recientes, pero incompletas debido a
diversos sesgos ideolgicos y gremialistas:
a) Biosemiotica
b) Teora ciberntica
c) Biologa del conocimiento (autopoiesis)
En este enfoque, la palabra "conocimiento" envuelve conceptualmente los trminos "significado" y
"comunicacin". Cualquier consideracin naturalizada de uno de estos tres trminos, remite por necesidad a los
dems. Debera tratarse en primera instancia los problemas de la semitiozacin naturalizada porque, siguiendo una
importante estela de Peirce y de Morris, entre otros, debemos considerar el conocimiento con un proceso
netamente "triangular" (en ello va implcito decir "relacional"), en el cual el sujeto no descansa en ninguno de los
tres vrtices de una relacin. Peirce, por ejemplo, define el signo como "algo que est en vez de algo distinto para
alguien en algn respecto". En una definicin as, se observa el carcter triangular de la definicin. La unidad de la
semitica es pluralista, vale decir, abierta (requiere otras entidades, sujetos, relaciones, significados). No se puede
hablar del signo como de una mera sustancia o funcin unitaria, tal como p.e. en biologa se hace con la clula.
Apelar al signo es apelar al sujeto. En ese sentido, si la biologa constructivista apela al signo como unidad
fundamental, esto es tanto como apelar al sujeto como unidad fundamental al menos una vez dadas las
condiciones prebiticas, y han surgido los mircroorganismos primigenios en el planeta.
"Conocimiento", "significado" y "comunicacin". He aqu tres sintagmas que no son coextensivos, que slo
parcialmente guardan relacin, pero que reunidos desde sus respectivos vrtices, forman una figura, ms o menos
borrosa, que es el sujeto.
Quizs la esencia de cada uno de ellos contiene de forma distorsionada a los restantes.
En su nivel metafsico, se trata de una ontologa inclusiva. Denominamos metafsicas inclusivas a todas aquellas
doctrinas que consideran la participacin de las substancias en un nico orden (jerrquico y vertical) que se puede
considerar descendente o ascendente (scala naturae). Tomando como ejemplo un concepto prototipo, "alma",
p.e., tendramos en todos los seres una participacin del trmino tomado como referencia. Los vegetales, si bien
participan mnimamente del alma (el alma vegetativa que para Aristteles y la escolstica era alma de pleno
derecho), precisamente por la jerarqua incluyente, yendo hacia arriba, los seres humanos y los animales
contendramos (en el sentido inclusivo) un alma vegetativa, como raz o base sobre la que se aaden otras
perfecciones o diferencias especficas, como la motilidad, la sensibilidad, el entendimiento.
Los biosemiticos, en un marco relacional antes que substancialista, entienden los diversos sistemas de signos en
un sentido jerrquico-vertical, que se aproxima bastante a la filosofa escolstica. Ahora bien, tiene una
importancia fundamental su apelacin al marco relacional de Peirce (no slo hay substancias y causalidad entre
substancias, sino relaciones semiticas que envuelven el mundo mecnico). Igualmente la incorporacin de los
modernos niveles de organizacin de la ciencia biolgica, no disponibles en el medievo, nos arroja un panorama
muy cambiado.

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La nueva scala naturae de los biosemiticos es la siguiente (Kull 2000a, 2000b)


1) microsemiosis a nivel celular
2) vegetativa
3) animal
4) lingstica
5) cultural.
La biosemitica pretende superar el antropocentrismo y el logocentrismo de la semitica tradicional y la extiende a
animales y plantas, convirtiendo al organismo en sujeto per se. Todo organismo implcitamente es cognoscente
puesto que construye su mundo subjetivo (Umwelt), lejos de ser reducido a un mero mecanismo. As mismo, los
ciclos funcionales de Uexkll suponen una eliminacin del substancialismo de los mdulos innatos de Fodor o de la
psicologa evolucionista. Estos ciclos de percepcin-accin son bien distintos a los paquetes encapsulados y
restringidos de procesamiento de informacin. Son subjetivos, compuestos de acciones y de signos ms que de
conceptos, y ellos mismos en su rotacin, conforman la Umwelt interna y la externa, sin precisar de nichos
objetivos.
En Conclusin
Dentro de las diferentes tendencias que hoy se reclaman constructivistas hemos revisado las de tipo biolgico, en
especial, la Biologa Cognitiva de Maturana y el enfoque biosemitico de Emmeche y Kull, entre otros. Nos hemos
planteado si estos enfoques son una verdadera alternativa al realismo y si se puede aceptar que la oposicin entre
realismo y constructivismo es simtrica, susceptible de ser establecida en un mismo plano. La respuesta es negativa
por nuestra parte. Estos enfoques pueden, en apariencia, hacernos creer que han "superado" sus respectivos
antecedentes histrico-filosficos. De entre estos, algunos los hemos revisado brevemente (escepticismo,
solipsismo, semitica, pragmatismo y ciberntica), y la conclusin que extraemos es ms bien la de detectar una
herencia de las mismas "taras" o compromisos metafsicos no fundamentados o no sometidos a revisin, que estas
corrientes del pasado arrastraban. Por su parte, el constructivismo se ha venido definiendo negativamente a lo
largo de su reciente historia, frente a posturas metafsicas diversas (frente al realismo, el monismo, etc.). Nos ha
parecido digno de destacar 1) su apuesta por el pluralismo ontolgico, muy distinto, por su parte al que enarbolan
los partidarios de la hermenutica, y 2) su oposicin al representacionalismo que, a su vez, tiene su contrapartida
ontolgica en el realismo, pero al que no se opone de forma simtrica, sino, por as decir, mediata, a travs del
ensayo de una epistemologa anti-representacional.
Los enfoques de la Biologa Cognitiva y la Biosemitica despiertan el inters innegable de mantener un enfoque
realista, pluralista y constructivo frente al mecanicismo imperante en las ciencias biomdicas, y ese realismo se
aleja en gran medida de los lastres del realismo escolstico y de la ontologa substancialista, al incorporar enfoques
relacionales, inspirados por la ciberntica, la semitica, Peirce, etc. Pero bajo una concepcin jerrquica y relacional
de los organismos, late un monismo de fondo (un monismo ontolgico-general) bajo un pluralismo de niveles
ontolgico-especiales propios de las categoras vivientes. La propia accin del sujeto puede quedar difuminada
entre esas con-fusiones entre epistemologa, ontologa y, dentro de esta, entre una metafsica general, por un lado,
y una nueva filosofa natural-biolgica antimecanicista. Esa con-fusin habr de ir disipndose slo si los autores
representativos hacen del todo conscientes y explcitas sus adherencias con teoras del pasado, con nimo de
superarlas. Este trabajo slo ha pretendido sugerir algunas.
Notas
(1) Sobre el representacionalismo en psicologa cognitiva ver, p.e. Blanco (2000a, 2002) y Rorty (1983).

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(2) Para una aproximacin a los enfoques naturalistas de la epistemologa, vase: Quine (1969/74), Ursa (1993),
Pacho (1995), Garcia, E. y Muoz, J. (1999), Faerna (1999), Blanco (2002).
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Recibido el 4 Dic 2004

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