1 Ernesto Yanez y Doris Woolcott Representaciones de Prostitucion
1 Ernesto Yanez y Doris Woolcott Representaciones de Prostitucion
1 Ernesto Yanez y Doris Woolcott Representaciones de Prostitucion
masculinidad
Resumen
Qu tienen que ver los hombres con la prostitucin? En la presente investigacin se
busc explorar cmo se construye una representacin, sostenida en el imaginario social,
de una masculinidad heterosexual que necesita de la prostitucin. A travs de un diseo
de investigacin cualitativo exploratorio, usando entrevistas a profundidad en varones y
mujeres universitarios, se evalu la percepcin de la responsabilidad social que tienen
sobre la relacin entre masculinidad y prostitucin, revisando las siguientes creencias: el
hombre necesita desfogarse sexualmente, la prostitucin evita violaciones, y en una
relacin de pareja, es importante que el hombre tenga mas experiencia sexual que la
mujer. Tambin se pudo conocer la forma en que se justifica la existencia de lugares
autorizados de comercio sexual.
Abstract
What do men have to do with prostitution? The present study tried to explore how a
representation of a heterosexual masculinity that needs prostitution is built and held by
the social imaginary. Trough a exploratory qualitative research design, using in-depth
interviews to male and female university students, we evaluated the social responsibility
they have on the relation between masculinity and prostitution, checking the following
beliefs: the man needs to sexually vent himself, prostitution prevents rapes, and it is
important that man has more sexual experience than women in a relationship. Also, the
study made it possible to know the way people justify the existence of authorised sexual
trade places.
INTRODUCCIN
Masculinidad
Gilmore define la define como la forma aprobada de ser varn en una sociedad
determinada. Esto quiere decir que tiene significados diferentes, en momentos
diferentes, para diferentes personas, por lo que es histrica y creada culturalmente. Sin
embargo, cuando esta forma aprobada de ser varn promueve y garantiza la posicin
dominante de los hombres y la subordinacin de las mujeres, hablamos de masculinidad
hegemnica, en donde se establece una estructura de desigualdad que usa violencia para
sostener su dominacin (situaciones de intimidacin a las mujeres), y es as, que la
violencia puede llegar a ser una manera de exigir o afirmar la masculinidad.
Prostitucin
La prostitucin es una modalidad de explotacin, ejercida mediante una actividad
histrica y organizada, basada en los roles sexuales que la sociedad impone, consistente
en una prctica de dominacin sexual, en la mayor parte de casos, con diversidad de
clientes y carente de afecto, a cambio de un pago inmediato en dinero o bienes que son
apropiados en parte por la vctima de la explotacin y frecuentemente por terceros
organizados en torno a esa explotacin (Lora, 2002). Es as, que debe siempre
reconocerse la violencia a la que es sometida la mujer en esta situacin: agresin por
parte de los clientes y proxenetas, leyes discriminatorias y estigmas sociales. La
prostitucin, es fundamentalmente una expresin de poder; y dado el poder que el dinero
otorga al cliente y las relaciones asimtricas entre cliente y prostituta, la prostitucin
puede propiciar brutalidad y violencia.
Por otro lado, es necesario reconocer que la prostitucin es un fenmeno social que afecta
tanto a hombres como a mujeres, y a diversos aspectos de la sociedad y no slo a
actividades individuales (prostituta y cliente). Por ello, su anlisis requiere que se la
ubique dentro del contexto poltico, social, econmico y cultural que le ha dado origen y
que la sigue alimentando. Dentro de los roles diferenciados que la sociedad ha otorgado
histricamente a varones y mujeres, se ha originado una postura hacia las acciones y
actitudes de los hombres de mayor permisividad y tolerancia social, que prevalece hasta
nuestros das, y que ha sostenido la explotacin sexual de la mujer. (ECPAT, 2005)
Por ejemplo, la creencia profunda y generalizada de que los hombres tienen derecho a
los favores sexuales de las mujeres, implcita en la sexualidad masculina, es inculcada en
hombres y mujeres desde temprana edad. Este derecho y necesidad masculinos, la
idealizacin de la mujer como objeto sexual, la adquisicin de los servicios sexuales por
dinero, son los factores que perpetan la prostitucin. (Trapasso, 2005). Es as que, El
hombre necesita desfogarse sexualmente funciona como creencia base, que da pautas de
cmo un hombre debe ser, sentir, pensar y relacionarse, haciendo que se busquen
personas que cubran esa supuesta necesidad. Asimismo, otra creencia que justifica la
actividad sexual masculina como instintiva, es que la prostitucin previene o evita
las violaciones, un mito ms del imaginario social que hace que los varones se
construyan necesitando la prostitucin, para no caer en acciones violentas, censuradas por
la sociedad.
Estas ideas culturales del privilegio sexual masculino y de que las mujeres son
propiedad de los hombres (creencia que se refuerza con la prostitucin), definen la
sexualidad masculina y caracterizan las relaciones entre cliente y prostituta: una relacin
que le otorga al varn el derecho de tener acceso a mujeres que nunca digan NO, que
aceptan todas sus demandas y donde l no estar cargado con ninguna responsabilidad
personal.
A travs de este anlisis, vemos que el hombre, como cliente, es uno de los principales
actores en la prostitucin, pero cuando se centra la aproximacin y percepcin de este
fenmeno, as como las medidas para erradicarlo, controlarlo o legalizarlo,
exclusivamente en las mujeres, el cliente es el gran ausente. De ah que nos preguntemos,
por qu estudiar la relacin entre masculinidad y prostitucin?, qu tienen que ver los
hombres con la prostitucin? Hay en la esencia de la identidad masculina, y en su
representacin en el imaginario social, una responsabilidad no asumida por el papel que
juega en la prostitucin. Son las mujeres quienes son registradas, fichadas, las que
tienen que acudir al control sanitario, quienes son calumniadas, hostigadas, deportadas,
humilladas y aun profesionalizadas. Mientras tanto, el cliente y los proxenetas gozan de
invisibilidad, inmunidad y proteccin. Cmo es que la representacin del hombre
Esa representacin de lo masculino en el imaginario social, y que rige las relaciones entre
hombres y mujeres, se va a reflejar en una presin social hacia los hombres dentro de una
masculinidad hegemnica para que busquen mujeres que cubran esa demanda. Es as que
se establece a su vez, una sexualidad genitalizada, disociada del afecto, con nfasis en el
placer propio, sin compromiso ni reconocimiento de la otra parte.
responsabilidad.
(...), se debe hacer visible la participacin del cliente, as como exigir el reconocimiento
particular y social de su responsabilidad. El cliente es quien financia el negocio de la
prostitucin;
de
proviene
el
ingreso
que
hace
lucrativa
la
actividad,
justificado de muy diversas maneras en las diferentes culturas conocidas. Las fantasas
que otorgan al deseo sexual masculino un papel preponderante son alimentadas
mediticamente y algunos hombres deciden ponerlas en prctica. Porque hay hombres
que suean con poseer cuerpos de mujeres sin su consentimiento, mujeres a quien en
ningn caso respetan, y mucho menos aman, y de quienes con frecuencia tampoco
esperan afecto ni otro sentimiento afectivo o comunicativo.
Sin embargo, los hombres son, por supuesto, capaces de ser dueos y no vctimas de sus
deseos. Consideramos que afirmaciones del tipo sin la prostitucin habra ms
violaciones, es la profesin ms antigua del mundo, es la nica manera de tener
relaciones sexuales para muchas personas son completamente inaceptables y ofensivas
para los hombres. Los hombres no tenemos deseos sexuales incontrolables e
incontrolados por los cuales sin prostitutas slo podemos acabar violando. Este tipo de
argumentos slo pretenden justificar la relacin de poder que supone la prostitucin y
simplemente buscan defender los derechos de los explotadores sexuales (Manifiesto de
Hombres por la abolicin de la prostitucin). Y es que sucede que sin hombres dispuestos
a pagar, no podra haber prostitucin.
METODOLOGA
RESULTADOS Y ANLISIS
con alguien cercano (amiga, conocida), prostitutas, y cualquier mujer que recin conozca.
Plantean la posibilidad de que sea con alguien de su misma edad o alguien mayor con
ms experiencia.
Por otro lado, los varones mayormente plantean tenerla con alguien de confianza (amiga,
pareja), y hacen nfasis en la capacidad de poder elegir con quin hacerlo, segn sus
deseos. Resalta que se considere que la primera vez es algo importante, que se plantee
la posibilidad de que sea con un hombre, y de no hacerlo con cualquiera por temor a
contraer enfermedades.
Tanto varones como mujeres coinciden que lo que ms le atrae al hombre es el fsico
(atributos): cuerpo (trasero, senos), cara, y en segundo plano, la forma de ser.
En relacin a cmo aprende un hombre sobre sexo, todas las entrevistas enfatizan la
experiencia (propia o vicaria) como medio principal. El total de entrevistas seala los
siguientes agentes de socializacin: amigos, familia, colegio, medios de informacin,
prostbulos, y tambin atribuyen gran parte del aprendizaje a la experiencia personal: no
sabes hasta que lo vives. Varones y mujeres sealan el rol fundamental y principal de los
amigos: a travs de historias, el compartir experiencias propias (a veces inventadas),
chistes, y conversaciones en torno al tema fsico, carnal, de tal forma que aprenden lo
ms relevante para la competencia social y sexual de un varn (primero aprendes a
perder el miedo a hablar de sexo, segundo cmo hacerlo, en teora, aprenden a que ves a una
chica y fijamente tienes que ver el fsico, que importa que uno siempre piense en el fsico antes
que otra cosa). Dentro de la familia, los que asumen el rol de transmitir informacin son
los hermanos mayores y los primos (del mismo sexo), y en temas de cmo cuidarse,
los padres. Varones y mujeres mencionan la educacin sexual en el colegio, y como
medio de difusin principal, Internet y la pornografa. Finalmente, consideran de gran
importancia la propia experiencia: a travs de la prctica con sus parejas, con su primera
relacin sexual.
Las entrevistas muestran que este mito tambin se refuerza por la informacin que llega a
los varones (los aprendizajes) y por la presin de los amigos. Al parecer, y en el mismo
marco de referencia de los resultados sobre cmo aprenden los hombres, es muy
importante asumir esa necesidad como propia para pertenecer al grupo, evitar ser objeto
de burlas y ser importante para los dems varones: validacin homosocial. Es un reto,
una necesidad social, te da estatus, lo tengo que hacer porque mis amigos lo hacen.
Tanto varones como mujeres, relacionan esta creencia con el desestresarse, y liberar la
tensin, y hay quienes consideran que s es una necesidad, pero no nicamente de los
primeros, sino de ambos. Sin embargo, no se deja de hacer una diferencia el hombre
cuando puede y la mujer cuando quiere.
Tanto hombres y mujeres, al aceptar este mito, plantean razones relacionadas al rol
tradicional del varn: para cuidar y dar ms placer a la mujer, porque normalmente, el
hombre es mayor, y porque sin experiencia son medio toscos.
En cuanto a quien debe tomar la iniciativa, tanto varones como mujeres plantean que
cualquiera de los dos puede o debera hacerlo. Sin embargo, los varones mayormente lo
aceptan con el reparo de lo que esta posibilidad significa: que es raro, que se puede ver
mal (como si solo buscara placer, como una cualquiera, perra, se ve mejor que el decida
que ella, porque si fuera la mujer, le dara mala imagen, se vera muy aventada), respondiendo
Miedos e intereses
Varones y mujeres coinciden en que lo que ms le importa y le interesa a un hombre
cuando tiene sexo, es su propia satisfaccin y placer sexual, en funcin de la respuesta de
la pareja (satisfaccin, expectativas cubiertas) o del reconocimiento de los amigos (se
siente bien por quedar bien, si duro ms en teora soy ms hombre o ms varonil), y de
sentirse capaz de dar placer (as finja [la mujer], que dure). En el placer del otro reafirma
interesa y le importa, es lo que ms teme: no tener un buen desempeo, quedar mal y ser
comparado (mientras ms dure, mejor se va a sentir).
3. Comercio sexual
Concepcin general de la prostitucin
Los varones definen a la prostitucion como un trabajo que brinda dinero fcil, que
compromete solo lo fsico y no lo mental. Consideran que el hecho de ponerle precio a su
cuerpo, es tambin hacerlo a su moral y principios, es lucrar con el sexo. Asumen una
postura negativa de juicio hacia quienes estn involucradas: estn ah voluntariamente, es
una forma de afrontamiento de problemas, que pueden haber sido violadas y no tienen
autoestima. Las mujeres tambin plantean que es una salida fcil a problemas, y que se da
en funcin a una necesidad econmica, sexual, o por placer. Uno de los mitos que
plantean es que es el trabajo ms antiguo que existe.
con baja autoestima, ninfmanas, sin aspiraciones ni educacin, y solas, tristes y con
engaa al varn. Se compra una mentira, paga y cree que no esta en cuestionamiento su
eficacia sexual. Es as, que en la prostitucin el varn consigue evitar lo que mas teme.
Otro de los roles que se le otorga a la mujer en prostitucin, es ser el objeto donde el
varn desfoga su irrefrenable sexualidad, en aras de no hacer dao y no cometer actos
censurados socialmente. La violacin habla de un problema psicolgico, imponer cierta
autoridad/condicin ante otra persona. La prostitucin es satisfacer el apetito sexual. Como
al servicio por medio del dinero, y no por la fuerza, disfraza la violencia implcita en
la situacin. Sin embargo, un grupo de entrevistados (as), niega que esto sea cierto: cmo
un problema va a ser la solucin a otro, adems, reconocen la coexistencia de ambos
no pueden manejar, en especial cuando estn solos, les falta sexo, no hay alguien
disponible, se sienten tristes, asumindolo como parte de su naturaleza (siempre es
natural, normal porque son hombres), por lo que no lo cuestionan. Mencionan que esto
Por otro lado, los hombres que no buscan, son buenos, correctos, educados, sanos,
inteligentes, equilibrados entre su necesidad y su placer, normales y sobre todo, saben
esperar, aunque por supuesto, son escasos (raros). Tambin mencionan que no buscan,
porque supuestamente tienen una pareja estable, sana y confiable. Son un poquito ms
respetuosos, no lo hacen por los riesgos que corren, o respetan ms a las mujeres y no la
ven como un objeto sexual. Tambin aqu, se hacen presentes las contradicciones en los
discursos tanto de varones como mujeres. Es frente a estos temas, y cuando se exige
asumir una postura frente a ambas posibilidades, que comienzan a deconstruirse los
discursos formales.
4. Lugares autorizados
Responsabilidad autopercibida
En cuanto a quien tiene la responsabilidad de la existencia de prostitucin, se le adjudica
mayormente a la mujer en prostitucin (ellas mismas tienen la responsabilidad), tanto por
tener caractersticas que la inducen a ingresar a ese medio, como porque tambin
varn al buscar alimentar su apetito sexual, ver sus necesidades y bsqueda de placer,
contribuye a que el mercado siga creciendo, constituyndose en la demanda del servicio
(la demanda, porque siguen buscando, si no fueran, no habra gente que se prostituyese, al
pagar lo sostienen, y el mercado sigue creciendo). No se deja de lado el factor de la familia,
que esto se convierta en un negocio, porque hay quien paga, la solicitud del cliente, cada
vez va siendo ms sofisticado.
DISCUSIN Y CONCLUSIONES
Por otro lado, el silencio de la sociedad en general, junto con las representaciones
hegemnicas de masculinidad, permite que la prostitucin se mantenga. El silencio es el
gran cmplice de la prostitucin.
Es por todo esto, que mientras no se asuma que la prostitucin no es igual a prostitutas,
sino que es un problema de mujeres y sobretodo de varones, las formas en que la
desigualdad de gnero asociada a una masculinidad hegemnica que no permite
reconocer la violencia y la explotacin intrnseca del fenmeno de la prostitucin, van a
tomar formas distintas, pero los mitos sobre la sexualidad humana en los que se basan
seguirn siendo los mismos y a pesar de que los discursos superficiales cambien,
permanecern las consecuencias negativas para la vivencia de una sexualidad sana,
positiva, consensuada y enriquecedora tanto de varones como de mujeres.
Referencias
1. Coalicin Internacional contra el Trafico de Mujeres (2006) Masculinidades,
Iniciacin sexual y consumo de la prostitucion.
2. Connell, R. W. (1997) Organizacin social de la masculinidad. En:
Masculinidad/es: Poder y crisis. ISIS Internacional. Santiago.
3. ECPAT (2005) Mercanca Sexual? Como hemos creado la demanda para la
explotacin Sexual
ANEXOS
Tabla N 1
Distribucin de la muestra segn gnero y edad
Gnero
Edad
Nmero de
participantes
Mujeres
19-20
22-24
Total
Varones
10
19-21
23-26
Total
10
Total
20