Estudio Sobre Martín Fierro

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MARTIN FIERRO: SUS CONTENIDOS IDEOLGICOS

Y POLTICOS

Cuando en la segunda mitad de febrero de 1879 apareci en Buenos


Aires La vuelta de Martn Fierro, no haba cumplido su autor los cuarenta y cinco aos de edad y haca cuatro que se haba reintegrado a su
provincia natal, despus de obligado exilio poltico en Montevideo. Hoy
sabemos que de su existencia, con pocas flores y muchos sinsabores y
privaciones, ms que de las lecturas, brotaron las dos partes del poema:
Como agua de manantial, la de 1872, y esta otra, siete aos despus.
Desde hace aproximadamente dos dcades algunos hernandistas venimos sosteniendo que, subrepticiamente, la crtica tradicional ha desvirtuado, en gran medida, al poema gaucho, al desvincularlo de su creador,
del Hernndez real, del Hernndez histrico, y del marco poltico-social
en que la obra se produjo \ Y en este sentido no escaparon a los condicionamientos impuestos por la cultura oficial ni siquiera trabajos tan serios como los realizados por Leopoldo Lugones.
Entre El gaucho Martn Fierro, en efecto, y la segunda parte las actitudes polticas del poeta y periodista haban experimentado cambios
importantes, sin duda ms en la praxis que en los pensamientos sobre el
pas y los hijos del pas. Esto resulta imprescindible para entender bien
las diferencias de contenido entre las dos partes del poema hernandino.
Con la historia original del gaucho matrero que busca refugio en el
desierto, El gaucho Martn Fierro est muy cerca de las luchas hernandinas de la dcada de 1860 y es un poema de rebelin contra el sistema
que haba empezado a consolidar el partido de la Ilustracin, triunfante
despus de Caseros y de Pavn, esas dos batallas que gan el Aufklrung,
Muy cerca de su folletn Vida del Chacho (1863), en que reivindica la
figura del general ngel Vicente Pealoza, caudillo de pastores y agricultores del Oeste argentino, oficialmente acusado de proteger a matreros y bandidos: una clarsima expresin de la nacin hispnica y del
viejo pas, anterior al desarrollo de la Pampa hmeda.
1
Principalmente, AMARO VILLANOEVA; Crtica y pico, Santa Fe, 1945; PEDRO DE PAOLI: LOS
motivos del Martn Fierro en la vida de Jos Hernndez, Buenos Aires, 1947; FERMN CHVEZ:
Jos Hernndez, periodista, poltico y poeta, Buenos Aires, 1959, y NGEL HCTOR AZEVES: La
elaboracin literaria del Martn Fierro, La Plata, 1960.

525
CUADERNOS

357.3

En cambio. La vuelta de Martn Fierro tiene una ms estrecha vinculacin con el Hernndez diputado y con sus discursos en la Legislatura
bonaerense, adonde sera llevado por el Partido Autonomista, en tiempos de Nicols Avellaneda.
Hubo un Hernndez, periodista militante, adversario de Sarmiento y
de Mitre, desde las columnas de su diario El Ro de la Plata, y como
integrante del Gran Club de los Libres, de 1869, ambos destinados a
luchar contra la oligarqua para asegurar al pueblo el uso desembarazado, libre y pacfico de todos sus derechos, como deca el peridico en
un artculo del 26 de noviembre de dicho ao 2.
Junto con Carlos Guido Spano, Vicente G. Quesada, Estanislao Zeballos y otros hombres de su generacin, el poeta gaucho escribi en su
diario pginas de rotundas definiciones sociales y otras en que rebata
dogmas colonialistas en vas de ser oficializados. En El Ro de la Plata
est el defensor incesante del gaucho que, marginado ya por las leyes
del capitalismo victorioso, deba buscar refugio en las tolderas del salvaje o en montes e islas, convertido en matrero 3, tambin cuando era
opositor poltico y se resista a votar por la lista que haba enviado el
comit:
Y quiso al punto quitarme
La lista que yo llev;
Mas yo se la mezquin
Y ya me grit: Anarquista,
Has de votar por la lista
Que ha mandado el Comiqu.

El Club de los Libres era una agrupacin poltica que propugnaba


la eleccin de hombres nuevos, ni ministeriales ni oligarcas, con un
programa cuyo punto principal deca: Combatir la oligarqua para asegurar al pueblo el uso desembarazado, libre y pacfico de todos sus derechos 4. Tal programa coincida plenamente con las ideas de los revolucionarios entrerrianos que combatan al ya insostenible general Justo
Jos de Urquiza. Por eso no es de extraar que Hernndez, al producirse en Entre Ros la revolucin que tuvo como jefe a Ricardo Lpez
Jordn, suspendiera la publicacin de El Ro de la Plata y se trasladara
al teatro revolucionario para continuar sus luchas con las armas en la
mano, en vez de la pluma.
La derrota de los jordanistas lo llev al destierro, en 1871, y cru1

El Ro de la Ptata} Buenos Aires, 26 de noviembre de 1869.


Matrero, adj., que vive en el matorral, arisco, fugitivo, animal que difcilmente se deja llevar
al rodeo o la manguera, ni se deja ensillar, Dcese tambin de la persona esquiva, que le huye
a todo. De ah pas a designar al gaucho que hua de la autoridad, por un delito comn o bien
poltico.
4
El Ro ds la VUta, nmero citado.
3

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z la frontera con su jefe y miles de sus compaeros de lucha. Y allj.


al sur del Brasil, en tierra riograndense, durante un exilio que dur hasta principios de 1872, trabaj en su poema, alimentado por las vivencias
del campamento y de la derrota de aemb. Por eso iniciara el primer
canto diciendo:
Que el hombre que lo desvela
Una pena estrordinaria
Como la ave solitaria
Con el cantar se consuela.

Cuando a fines de 1874y ahora el poeta afrontaba su segundo exilio en Montevideoel general Mitre se levant en armas contra Sarmiento para evitar que asumiera el gobierno el candidato presidencial
triunfante, Nicols Avellaneda, el viejo enemigo del autor de facundo,
se moviliz a favor de este ltimo, y desde su nueva tribuna periodstica, La Patria, de Montevideo, atacara a fondo, con la misma dureza
utilizada en Vida del Chacho, al porteo sublevado, representante y jefe
genuino de la burguesa mercantil portuaria 5.
Al propio Ricardo Lpez Jordn, jefe poltico y militar de Hernndez, habra de chocarle el rumor que le llegaba hasta Santa Ana do
Livramento sobre el vuelco de su amigo y partidario. S, era verdad que
el escritor haba empezado a trabajar para Avellaneda, y hasta logr que
Lpez Jordn viajara a Salto y Paysand, en la Repblica Oriental del
Uruguay, para considerar la nueva situacin creada tras la capitulacin
de Mitre. Efectivamente, en diciembre los jordanistas, convocados por
su jefe, dividieron sus opiniones: el grueso de ellos permaneci en la
oposicin hasta la segunda mitad de 1877, y solamente algunos, entre
ellos Hernndez, aceptaran al nuevo gobierno.
Fue en este nuevo cuadro poltico que Hernndez elabor La vuelta?
poema ya no de rebelin armada, sino de integracin nacional y en gran
medida de reconciliacin. Y hasta se da en el poema la presencia de un
personaje clave, el Viejo Vizcacha, encarnacin literaria de los oficialismos, del ms crudo realismo poltico, del exitismo y del acomodo, todo
lo cual se resuma en una frase de la poca: el partido de los ministeriales 6. El Viejo, lleno de camndulas, predica entre otras cosas que
las hormigas no van a un noque vaco, idea que no tendra cabida
seguramente en la primera parte, donde predomina la historia del gaucho
matrero, pero que cuadra en La vuelta, porque ahora el propio Hernndez ha aprendido de las hormigas:
5
Los artculos de Hernndez como redactor de La Patria en WALTER RELA: Artculos periodsticos de Jos Hernndez en La Patria de Montevideo (1874), Montevideo, 1967.
6
Un diario cordobs, La Voz del Pueblo, edicin del 14 de julio de 1859, en un suelto titulado La pesadilla de las vizcachas, llamaba al diario oficialista El Imparta! rgano de la demagogia ministerial de Crdoba, que llamamos vizcachuna,

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Yo voy donde me conviene


Y jams me descarro,
Llvate el ejemplo mo
Y llenars la barriga.
Aprende de las hormigas,
No van a un noque vaco.

En uno de los muchos fragmentos de la segunda parte que quedaron


inditos, porque finalmente el poeta los tach y excluysalvados no
obstante en los cinco cuadernos del manuscrito que se conservan, se
leen estos versos;
Dispuesto como vena
A someterme al gobierno.

Est claro que La vuelta denota experiencia y cansancio. Permtanme descansar, / pues he trabajado tanto!, dice all el protagonista
Martn Fierro. Y tambin estos otros versos que condensan la nueva
actitud del matrero de La ida:
Al fin de tanto rodar
Me he decidido a venir
A ver si puedo vivir
Y me dejan trabajar.

LOS ANUNCIOS DE LA VUELTA DE MARTN FlERRO

Todo lo susodicho se evidencia mejor si seguimos en detalle y paso


a paso los tiempos de la nueva creacin hernandina, despus de su vuelta a Buenos Aires de 1875- Ya al ao siguiente el viejo revolucionario
pudo integrar la lista de candidatos por el Partido Autonomista, no obstante estar muy fresca su militancia y su reciente colaboracin con Lpez
Jordn. Semanas despus, por un suelto que public un diario porteo,
el pblico de Buenos Aires pudo informarse que estaba adelantada a
segunda parte del poema gaucho: El seor Jos Hernndezdeca la
noticiaest escribiendo el segundo tomo de su bella composicin con
el ttulo de La vuelta de Martn Fierro. Muy pronto saldr a la luz
pblica 7. Sin embargo, esta prediccin periodstica no se cumpli en
cuanto a la prontitud consignada.
Es que esta vez el poeta no escriba de un tirn, ni contaba como
en 1871 con el ocio del exilio, que le haba ayudado a componer y apurar la primera parte. Recin el 11 de octubre de 1878, ms de dos aos
despus, se dieron nuevamente noticias sobre el estado de La vuelta.
7

La Tribuna, Buenos Aires, 18 de abril de 1876,

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Entonces fue un diario de Rosario el que inform sobre el particular:


Hernndez tiene concluida la segunda parte de este poema, es decir, La
vuelta de Martn Fierro del desierto, cuya publicacin debe hacer en
breve 8. Y el nombre alargado as tena su lgica; Martn Fierro y Cruz
haban cruzado la frontera tiempo atrs, conforme con los versos que
dicen:
Recordarn que con Cruz
Para el desierto tiramos;
En la pampa nos entramos,
Cayendo por fin del viaje
A unos toldos de salvajes.
Los primeros que encontramos.

En realidad, era una experiencia poltica nueva, aunque ms breve


con relacin a las vivencias que haban precedido a El gaucho Martn
Fierro, la que engendraba ahora La vuelta con sus reconciliaciones. Pero
la escritura le resultaba a Hernndez mucho ms complicada, primero
porque el significante deba ajustarse debidamente al significado, 3*- segundo, porque el poeta era, culturalmente hablando, otro, mucho ms
consciente de su creacin.
Carlos Alberto Leumann, en un libro clsico, seala esto mismo al
estudiar los manuscritos de La vuelta, de por s reveladores de Ja labor
minuciosa, poblada de deshechos y refacciones, del escritor bonaerense.
Obra precursora la de Leumann, por todo lo que nos revela del poeta
Hernndez en plena tarea creadora.
Que la correccin gramaticalpuntualizapreocupa continuamente a Hernndez lo comprueban muchos pasajes del manuscrito, aunque
todo el mundo suponga que adrede cometa incorrecciones para imitar
los modos del lenguaje rural. Le preocupaba la gramtica sin cartilla del
caracterstico lenguaje gaucho. Y en este lenguaje puso ms propiedad
idiomtca y eficacia expresiva que la mayora de los literatos ceidos a
la gramtica peninsular 9.
Coincido plenamente con ngel Hctor Azeves en todo cuanto concierne a los cambios de fondo y de forma que se advierten en La vuelta,
con relacin a la primera parte. En apreciaciones formuladas por este
hernandista, en marzo del ao en curso, puntualizamos lo siguiente: La
vuelta revela el enriquecimiento intelectual de su autor durante el lapso
que la separa de La ida, Claro est que al formular esta apreciacin corresponde dejar prudentemente de lado aquellos pasajes escritos, segn
creemos algunos, con anterioridad. El retrato del Viejo Vizcacha es una
La Capital, Rosario, 11 de octubre de 1878,
9
CARLOS ALBERTO LEUMANN: El poeta creador. Ctno hizo Hernndez La Vuelta de Martn
Fierro, Buenos Aires, 1945.

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prueba cabal de ese enriquecimiento. Todo hace sospechar que en 1872


Hernndez no estaba en condiciones de realizar semejante proeza literaria. La vuelta es ms audaz en el amalgama del habla rural y la ciudadana ('no dentro donde no quepo', 'no galop que hay aujeros'), y a la
vez ms amplia en el nmero de corrientes y gneros literarios que conjuga. El 'botn' que el poeta compuso tiene aqu mayor variedad de plumas; su enriquecimiento va ms all de la sola maestra del trenzador 10,
Entre la primera y la segunda parte del poema, Hernndez haba
difundido pocos textos literarios suyos, incluyendo algunas piezas que conocemos no escritas para que se publicaran, como su original dedicatoria
en versos gauchescos A Ana Aldao, de fines de 1873. Composiciones
suyas de 1877 y 1878 confirman que el poeta no estaba totalmente inactivo; sobre todo su no demasiado conocida carta a Juan Manuel Blanes, escrita despus de haber visto el famoso cuadro El juramento de
los 33 orientales, que el pintor de Montevideo expuso en Buenos Aires
a mediados de 1878.
Claro que hablamos de textos propiamente literarios, porque artculos periodsticos, de tema poltico nacional y americano, dio muchos a
las prensas, principalmente para las columnas de La Patria, de Montevideo; sin olvidarnos de un largo prlogo al opsculo de su amigo el
conde italiano Csar Augusto Sandri del Vasco, en el que Hernndez
opina sobre colonizacin y tierras pblicas ]1 . Este importante trabajo
hernandno data de febrero de 1878, poca de la ltima elaboracin de
La vuelta.

LOS QUE MUDARON DE NOMBRE

Reiteremos que el tema poltico-social, que constituye algo as como


el eje de la segunda parte, es el de la reconciliacin poltica, concordante
con el llamado a la unin nacional del presidente Avellaneda, en su mensaje de mayo de 1877, por una parte, y por otra, con el manifiesto de
los jordanistas entrerrianos exiliados, de septiembre del mismo ao.
En los prrafos finales de su documento, Avellaneda haba dicho en
el Congreso: Aprovechando esta ocasin solemne de nuestra primera
sesin, que es siempre un acontecimiento nacional, y haciendo un llamamiento supremo a la equidad en los unos, al sentimiento del deber
en los otros, anuncio que pueden regresar libremente al territorio argentino, sin condicin alguna, todos los que se hallaren ausentes por haber
10

Azeves: El meollo de La Vuelta, en Siete Das, Buenos Aires, 29 de marzo de 1979.


C. A. S. DEL VASCO: La colonizacin de la Repblica Argentina, Buenos Aires, 1878. El nico
ejemplar que conocemos est en el Museo Mitre.
11

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cometido delitos polticos y militares... n Con ello se abran las puertas


del pas a los ltimos rebeldes y matreros, desterrados polticos y militares muchos de estos ltimos.
Por su parte, el manifiesto del ahora llamado Partido Autonomista
de Entre Ros, aparecido en Paysand, reclamaba de sus hombres la
aceptacin de la poltica de conciliacin, expresando, entre otras cosas:
El partido autonomista entrerriano olvida sus sacrificios pasados, acalla sus dolores presentes y, proscrito an en una gran parte, sin hogares
y sin pan, vendadas sus heridas por el herosmo de su resignacin y la
fe en el triunfo de los principios, presntase ahora ante todos sus conciudadanos y amigos, a ofrecer un testimonio ms de las virtudes patriticas que manifest en los actos ms culminantes de su existencia poltica 13. Jordanistas ayer; autonomistas hoy.
No pertenece a Hernndez la redaccin de tal manifiesto, pero su
contenido se identifica con la posicin pblica de aqul: ese pensamiento
de terminar con la sangra fraterna y de salvar lo que se poda del viejo
pas de los criollos marginados. Algunos de estos viejos federales
entre ellos Hernndez y sus compaeros jordanistashan resuelto
mudar de nombre, nombrarse autonomistas, para poder ser aceptados por el sistema. Y este cambio tambin aparece reflejado en las estrofas de La vuelta/canto 33;
Les divierto solamente,
Y esto a ninguno le asombre,
Pues machas veces el hombre
Tiene que hacer de ese modo.
Convinieron entre todos
En mudar all de nombre.

A fines de 1878 el poeta haba hecho ya sus ltimos retoques y tachaduras, y envi a componer el texto de sus nuevos cantos por las
prensas de Pablo Emilio Coni. Y en la primera quincena de enero de
1879 llegaron a sus manos los primeros pliegos. Esto se deduce del hecho que, con fecha 10 del mes citado, pudo enviarle a su amigo Pedro M.
Flores, un viejo criollo de Dolores (Buenos Aires), las primeras 16 pginas del poema. En la esquela que le envi ese da leemos:
Son las primeras pginas que salen de la prensa, y se las envo
como un testimonio especial hacia ustedes, y deseando que su seora
madre sea la primera que conozca los nuevos cantos de este desgraciado
hijo del desierto. El libro tardar todava quince das en aparecer u .
)Z

Un estadista argentino. Prlogo de E. Gmez Carrillo, Madrid, s/f.


La Repblica, Buenos Aires, 22 de septiembre de 1877.
w RODOLFO SENET: La psicologa gauchesca en el Martn Fierro, Buenos Aires, 1927.

13

ALFONSO BE SOLA:

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Ciertamente el libro demor un poco ms: seguramente Hernndez


recin cont con ejemplares al empezar la segunda quincena de febrero.
As lo indican las fechas de las primeras dedicatorias y recepciones. En
efecto, el 24 de febrero fech el poeta su dedicatoria a Manuel Martnez Fontes, su concuado, en ejemplar que conserva una nieta de Hernndez. Das despus, el 12 de marzo, Miguel Ca acus recibo del
suyo, en una valiosa carta al escritor gaucho en que le dice: ... he
ledo su libro de un aliento, sin un momento de cansancio, detenindome slo en algunas coplas, iluminadas por un bello pensamiento, casi
siempre negligentemente envuelto en incorrecta forma 15. El 14 de abril,
Bartolom Mitre, a su vez, fech su acuse de recibo l.
Ca, digamos, se interrogaba sobre algo importante: Tengo curiosidadle decade saber qu vida habr llevado usted para escribir esas
cosas tan lindas y tan verdaderas, que no se trazan al resplandor de la
pura y abstracta especulacin, pero que se aprenden dejando en el camino de la vida algo de s mismo: los dbiles, la lana, como el carnero; los
fuertes, sus entraas, como el pelcano...
La respuesta tena carne y lastimaduras y estaba en la propia existencia del escritor bonaerense. Y adems la daba el artista en memorables versos de La vuelta: Aqu no hay imitacin, / Esta es pura realid, o bien: Mucho ha habido que mascar / Para echar esta bravata;
y en muchsimos ms.

LAS DOS GEOGRAFAS DEL POEMA

Las peregrinaciones del poeta (en el poema, estas pelegrinaciones,


canto XIII de la Ida) tienen mucho que ver con lo que vengo llamando
desde hace tiempo la doble geografa del Martn Fierro, ostensibles a
partir de la expresin y de mltiples significados hernandinos: una geografa fsica, con su topografa, fauna y flora, que corresponde fielmente
a la llanura o pampa bonaerense y a lo que se conoca por el desierto,
y otra, espiritual y humana, que debemos correr hacia el Norte y Nordeste: hacia la Mesopotamia, el Estado Oriental del Uruguay y Ro Grande del Sur, regiones que el poeta conoci, camin y am intensamente,
con toda su miltancia de criollo en desgracia.
En un artculo de hace meses, de divulgacin, tratamos de fijar una
vez ms la geografa fsica del poema, sobre la cual no caben incertidumbres. Alguien que ha estudiado como especialista esa geografa, el
profesor Horacio A. Dfrieri, determina qu zona pampeana debe con15
16

En El gaucho Mattin Fierro, 14.a ed., Buenos Aires, 1894.


Ibdem,

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