Mark Weber - El Zionismo y El Tercer Reich
Mark Weber - El Zionismo y El Tercer Reich
Mark Weber - El Zionismo y El Tercer Reich
Mark Weber
02-08-2003
A principios de 1935, un navo de pasajeros con rumbo al puerto de Haifa, en Palestina, dejaba el
puerto alemn de Bremerhaven. En su popa llevaba escrito su nombre en letras hebreas, "Tel
Aviv", mientras una bandera con la esvstica nazi flameaba en el mstil. Y aunque la nave era
propiedad de los Zionistas, su capitn era un miembro del Partido Nacional Socialista Alemn.
Muchos aos despus, un viajero a bordo la nave, revoc esta simblica combinacin como un
"absurdo metafsico". (1) Absurdo o no, sta, es slo una ilustracin de un captulo poco
conocido de la historia: La colaboracin en un amplio rango entre el Zionismo y el Tercer Reich
de Hitler.
Propsitos Comunes
Durante aos, pueblos de diferentes pases se han enfrentado con la "cuestin juda": es decir,
Cul es el papel apropiado de los judos en la sociedad no-juda? Durante los aos treinta, los
Zionistas judos y los alemanes Nacional-socialistas compartieron una visin similar de cmo
tratar con este confuso problema. Ellos estaban de acuerdo que los judos y los alemanes eran de
nacionalidades claramente diferentes y que los judos no pertenecan a Alemania. Los judos que
viven por consiguiente en el Reich no deben ser considerados como "alemanes de fe juda", sino
como miembros de una comunidad nacional separada. El Zionismo (nacionalismo judo)
tambin implicaba una obligacin de los judos Zionistas de reasentarse en Palestina, "la patria
juda". Difcilmente podran considerarse como sinceros Zionistas y simultneamente exigir
iguales derechos en Alemania o en cualquier otro pas "extranjero."
Theodor Herzl (1860-1904), el fundador del Zionismo moderno, sostuvo que el antisemitismo
no es una aberracin, sino una natural y completamente entendible respuesta del no-judo a la
conducta y actitud extranjera juda. La nica solucin, l defenda, es que los judos deban
reconocer la realidad y vivir en un estado separado de su propiedad. "La Cuestin Juda existe
en dondequiera que los judos vivan en nmeros notables", escribi l en su trabajo ms
influyente, "El Estado Judo". "Donde no exista, es fundado por la llegada de judos... creo que
entiendo el antisemitismo, el cual es un fenmeno muy complejo. Considero este desarrollo
como judo, sin odio o miedo". La Cuestin Juda, sostuvo l, no es social o religiosa. "Es una
cuestin nacional. Para resolverla debemos, sobre todo, hacerla un problema poltico
internacional... Independientemente de su ciudadana, insisti Herzl, los judos no constituyen
meramente una comunidad religiosa, sino, una nacionalidad, un pueblo, Volk. (2), El zionismo,
escribi Herzl, ofreci al mundo una bien acogida "solucin final de la Cuestin Juda". (3)
Seis meses antes que Hitler llegara al poder, la Federacin Zionista de Alemania (lejos el grupo
Zionista ms grande en el pas) emiti un detallado memorndum al nuevo gobierno que
revisaba las relaciones judo-alemanas y formalmente ofreca el apoyo Zionista para "resolver" la
molesta "cuestin Juda". El primer paso sugerido, deba ser un franco reconocimiento de las
fundamentales diferencias de nacionalidad: (4)
El Zionismo no tiene ilusiones sobre la dificultad de la condicin juda, la cual
consiste sobretodo, en un modelo ocupacional anormal y en la falla de una actitud
intelectual y moral no arraigada en la propia tradicin de cada uno. El Zionismo
reconoci hace dcadas atrs, que como resultado de las tendencias a la asimilacin,
sntomas de deterioro comenzaron a aparecer....
judos en Alemania a dejar de identificarse como alemanes para despertar en ellos una nueva
identidad nacional juda." (13)
En una entrevista despus de la guerra, el ex dirigente mximo de la Federacin Zionista de
Alemania, Dr. Hans Friedenthal, resumi la situacin: "La Gestapo hizo de todo en aquellos das
para promover la emigracin, particularmente a Palestina. Recibimos a menudo su ayuda
cuando requeramos algo de otras autoridades con respecto a la preparacin para la
emigracin." (14)
En el Congreso de septiembre de 1935 del Partido Nacional Socialista, el Reichstag adopt las
llamadas "leyes de Nuremberg" que prohibieron los matrimonios y las relaciones sexuales entre
judos y alemanes y en efecto, proclam a los judos como una nacionalidad minoritaria
extranjera. Despus de unos das el Jdische Rundschau Zionista, en su editorial, dio la
bienvenida las nuevas medidas: (15)
Alemania... est de acuerdo en las demandas del Congreso Zionista Mundial cuando
ha declarado a los judos que viven ahora en Alemania, ser una minora nacional. Una
vez que los judos han sido caratulados como una minora nacional, es nuevamente
posible establecer relaciones normales entre la nacin alemana y el Judasmo. Las
nuevas leyes dan a la minora juda en Alemania, su propia vida cultural, su propia
vida nacional. En el futuro podr formar sus propias escuelas, su propio teatro y sus
propias asociaciones deportivas. Para abreviar, podr crear su propio futuro en todos
los aspectos de vida nacional...
Alemania le ha dado, a la minora juda, la oportunidad de vivir por s mismos y est
ofreciendo la proteccin estatal para esta vida separada de la minora juda: El
proceso de crecimiento, de la judera, en una nacin ser por ello alentada y se har
una contribucin al establecimiento de relaciones ms tolerables entre las dos
naciones.
Georg Kareski, jefe mximo, tanto de la "Revisionista" Organizacin del estado zionista y de la
Liga Cultural juda, y ex jefe mximo de la Comunidad Juda de Berln, declar en una entrevista
con el diario Der Angriff de Berln a finales de 1935: (16)
Durante muchos aos he considerado una completa separacin de los asuntos
culturales de los dos pueblos [judos y alemanes] como pre-condicin para vivir
juntos sin conflictos... he apoyado tal separacin por mucho tiempo, con tal que sea
basada en el respeto de las nacionalidades extranjeras. Las Leyes de Nuremberg... me
parecen, aparte de sus provisiones legales, conformar completamente este deseo para
una vida separada basada en el respeto mutuo... Esta interrupcin del proceso de
disolucin, en muchas comunidades judas, que se haban promovido a travs de los
matrimonios mixtos, es por consiguiente, del punto de vista judo, completamente
bienvenida.
Lderes Zionistas en otros pases, se hicieron eco de estas visiones. Stephen S. Wise, Presidente
del Congreso Judo Norteamericano y del Congreso Judo Mundial, dijo en una reunin en
Nueva York en junio de 1938: "Yo no soy un ciudadano norteamericano de la fe juda, yo soy un
judo... Hitler tena razn en una cosa. l llam a las personas judas una raza y nosotros somos
una raza." (17) El especialista en asuntos judos del Ministerio del Interior, Dr. Bernhard
Lsener, expres el apoyo al Zionismo en un artculo que apareci en noviembre de1935 emitido
por el oficialista Reichsverwaltungsblatt: (18)
Si los judos ya tuvieran su propio estado en que la mayora de ellos pudiese
asentarse, entonces la cuestin juda podra considerarse completamente
resuelta hoy en da, tambin para los judos mismos. La menor cantidad de
oposicin a las ideas que sustentan las Leyes de Nuremberg han sido dadas a
conocer por los zionistas, porque ellos comprenden en seguida, que estas leyes
representan tambin, la nica solucin correcta para las personas judas.
Porque cada nacin debe tener su propio estado como expresin exterior de su
particular nacionalidad.
En cooperacin con las autoridades alemanas, los grupos Zionistas organizaron una
red de unos cuarenta campamentos y centros agrcolas a lo largo de Alemania en
donde los posibles colonos seran entrenados para su nueva vida en Palestina.
Aunque las Leyes de Nuremberg prohban a los judos desplegar la bandera
alemana, se garantiz especficamente a los judos, el derecho para desplegar el
emblema judo azul y blanco. La bandera que sera, algn da, adoptada por Israel
flame en los campamentos y Centros Zionistas en la Alemania de Hitler. (19)
El servicio de seguridad de Himmler cooper con el Haganah, la zionista organizacin militar
clandestina en Palestina. La agencia de la SS le pag a Feivel Polkes, oficial de Haganah por
informacin sobre la situacin en Palestina y por la ayuda dirigiendo la emigracin juda a ese
pas. Entretanto, el Haganah se mantuvo bien informado sobre los planes alemanes por un espa
que logr incluso situarse en la oficina principal de Berln de la SS.(20) La colaboracin de
Haganah-SS incluy entregas secretas de armamento alemn a los colonos judos para usarlas
en choques con los rabes Palestinos. (21)
Como consecuencia del "Kristallnacht", estallidos de violencia y destruccin de noviembre 1938,
la SS ayud rpidamente a la organizacin Zionista a levantarse y continuar su trabajo en
Alemania, aunque ahora, bajo una vigilancia ms restringida. (22)
Reservas oficiales
El apoyo alemn al Zionismo no fue ilimitado. El gobierno y funcionarios del Partido estaban
muy atentos a la continua campaa de las poderosas comunidades judas en los Estados Unidos,
Gran Bretaa y otros pases para movilizar a "sus" gobiernos y ciudadanos judos contra
Alemania. Mientras que la Judera mundial permaneciera implacablemente hostil hacia la
Alemania Socialista Nacional, y mientras que la gran mayora de judos alrededor del mundo
mostrara pocos deseos para asentarse en la Zionista "tierra prometida", un soberano estado
judo en Palestina no resolvera realmente la cuestin juda internacional. En cambio, razonaron
los funcionarios alemanes, fortalecera inmensamente esta peligrosa campaa anti-alemana. El
apoyo alemn hacia el Zionismo, fue limitado al apoyo a una patria juda en Palestina bajo el
control britnico, por consiguiente, no un estado judo soberano. (23)
Un estado judo en Palestina, inform el Ministro de relaciones exteriores a los diplomticos en
junio de 1937, no estara en el inters de Alemania porque no podra absorber a todos los judos
alrededor del mundo y slo servira como una base de poder adicional para la Judera
internacional, de la misma manera como Mosc sirvi como base para el Comunismo.(24)
Reflejando algo de un cambio en la poltica oficial, la prensa alemana expres una mayor
simpata en 1937 con la resistencia rabe Palestina a las ambiciones Zionistas, en un momento
en que las tensiones y los choques entre Judos y rabes en Palestina estaba aumentando
progresivamente. (25)
En una circular del boletn de la Oficina de Extranjera del 22 de junio de 1937, advirti que a
pesar del apoyo al reasentamiento de los Judos en Palestina, "sera, no obstante, un error
asumir que Alemania apoye la formacin de una estructura estatal en Palestina bajo alguna
forma de control judo. En vista de la agitacin anti-alemana de la Judera Internacional,
Alemania no puede estar de acuerdo que la formacin de un estado Palestino judo ayudara al
desarrollo pacfico de las naciones del mundo". (26)
"La proclamacin de un estado judo o una Palestina administrada por los Judos, advirti un
memorndum interno de la seccin de asuntos judos de la SS, "creara para Alemania un nuevo
enemigo, uno que tendra una profunda influencia en los desarrollos del cercano Oriente. Otra
agencia de la SS predijo que un estado judo "trabajara para entregar proteccin minoritaria
especial a los judos en cada pas, dando por consiguiente proteccin legal a la actividad de
explotacin de la Judera mundial". (27) En enero de 1939, el nuevo ministro del exterior de
Hitler, Joachim von Ribbentrop, igualmente advirti en otro boletn que "Alemania debe
considerar como peligrosa la formacin de un estado judo" porque "traera consigo un
crecimiento internacional de poder a la Judera mundial". (28)
El propio Hitler analiz totalmente este problema en forma personal a principios de 1938 y, a
pesar de su duradero escepticismo por las ambiciones Zionistas y presentimientos que sus
polticas podran contribuir a la formacin de un estado judo, decidi apoyar an ms
vigorosamente la migracin juda a Palestina. La perspectiva de librar Alemania de sus judos,
concluy, pesa ms que los posibles peligros. (29)
Entretanto, el gobierno britnico impuso incluso ms drsticas restricciones en la inmigracin
juda en Palestina en 1937, 1938 y 1939. En respuesta, el servicio de seguridad de la SS concluy
una alianza secreta con la agencia clandestina Zionista, Mossad le-Aliya. Acordaron pasar
ilegalmente de contrabando a los judos a Palestina. Como resultado de esta intensiva
colaboracin, varios convoyes de naves, tuvieron xito en alcanzar Palestina burlando las
lanchas britnicas. La migracin juda, legal e ilegal, desde Alemania (incluso de Austria) a
Palestina aument dramticamente en 1938 y 1939. En octubre de 1939 estaba fijado que otros
10,000 judos, pero la erupcin de la guerra en septiembre, llev a fin el esfuerzo. De todas
maneras, las autoridades alemanas continuaron promoviendo indirectamente la emigracin
juda a Palestina durante 1940 y 1941. (30) Inclusive, hasta marzo de 1942, por lo menos un
oficialmente autorizado "kibbutz" Zionista, campo de entrenamiento para potenciales
emigrantes continu operando en la Alemania de Hitler. (31)
El Acuerdo de Traslado
El pieza central de la cooperacin alemana-zionista durante la era de Hitler fue el Acuerdo de
Traslado, un pacto que permiti a decenas de miles de judos alemanes emigrar a Palestina con
su riqueza. El Acuerdo, tambin conocido como el Haavara (palabra hebrea para "traslado"), se
llev a cabo en agosto 1933, como consecuencia de las conversaciones entre los funcionarios
alemanes y Chaim Arlosoroff, Secretario Poltico de la Agencia juda, el centro Palestino de la
Organizacin Zionista Mundial. (32)
A travs de este extrao acuerdo, cada judo comprometido para viajar a Palestina depositaba
dinero en una cuenta especial en Alemania. El dinero era usado para comprar herramientas
agrcolas, materiales de construccin, bombas de agua, fertilizantes, etc., de fabricacin
alemana, las cuales fueron exportadas a Palestina y vendidas all por la compaa Haavara en
Tel-Aviv, la cual era propiedad de los judos. El dinero de las ventas se le entregaba al emigrante
judo a su llegada a Palestina en la misma cantidad correspondiente a su dinero depositado en
Alemania. Los bienes alemanes entraron a raudales en Palestina a travs del Haavara que fue
complementado un corto tiempo despus con un acuerdo de trueque por el cual se
intercambiaron naranjas de Palestina por madera alemana, automviles, maquinaria agrcola y
otros bienes. El Acuerdo entonces, sirvi al objetivo Zionista de traer colonos judos y capital de
desarrollo a Palestina, mientras simultneamente, serva a la meta alemana de librar el pas de
un grupo extranjero no deseado.
Delegados al Congreso Sionista de Praga en 1933 debatieron vigorosamente los mritos del
Acuerdo. Algunos temieron que el pacto minara el boicot econmico judo internacional contra
Alemania. Pero los funcionarios Zionistas tranquilizaron al Congreso. Sam Cohen, una figura
importante detrs del acuerdo de Haavara, enfatiz que el Acuerdo no era econmicamente
ventajoso para Alemania. Arthur Ruppin, un especialista en emigracin de la Organizacin
Zionista que haba ayudado a negociar el pacto, apunt a que "el Acuerdo de Traslado de
ninguna forma interfera con el movimiento del boicot, ya que ningn dinero fresco fluira hacia
Alemania como resultado del acuerdo... (33) El Congreso Zionista que se llev a cabo en Suiza en
1935, aprob el pacto abrumadoramente. En 1936, la Agencia juda (gobierno zionista en la
sombra en Palestina) tom el control directo del Ha'avara, el cual funcion en efecto, hasta que
la Segunda Guerra Mundial forz su abandono.
Algunos funcionarios alemanes se opusieron al acuerdo. El Cnsul General de Alemania en
Jerusaln, Hans Dhle, por ejemplo, critic en gran forma y en varias ocasiones el Acuerdo
durante 1937. l seal que a Alemania le cuesta el comercio exterior que los productos
exportados a Palestina a travs del acuerdo traeran si se vendan en otra parte. El monopolio de
haavara en la venta de los bienes alemanes a Palestina a travs de una agencia juda encoleriz
naturalmente a los hombres de negocios tanto alemanes como rabes. El apoyo oficial alemn al
Zionismo podra llevar a una prdida de mercados alemanes a lo largo del mundo rabe. El
gobierno britnico tambin not el acuerdo. (34) Un boletn interno de la Oficina Exterior
alemana de junio de 1937 se refiri a los "sacrificios del intercambio exterior" que resultaban del
Haavara. (35)
Un memorndum interno de diciembre 1937 emitido por el Ministerio del Interior
alemn revis el impacto del Acuerdo de Traslado: "No hay ninguna duda que el
arreglo de Havara ha contribuido muy significativamente al rpido desarrollo de
Palestina desde 1933. El Acuerdo no slo proporcion grandes sumas de dinero
(desde Alemania!), sino tambin el grupo ms inteligente de inmigrantes y
finalmente llev al pas, las mquinas y los productos industriales esenciales para el
desarrollo." La ventaja principal del pacto, inform el memorndum, era la
emigracin de grandes nmeros de judos a Palestina, el pas-objetivo ms deseable
hasta donde Alemania estaba interesada. Pero el papel tambin hizo notar las
importantes desventajas sealadas por el Cnsul Dhle y otros funcionarios. El
Ministerio del Interior, sigui, haba concluido que las desventajas del acuerdo
pesaban ahora, ms que las ventajas y que, por consiguiente, debe
terminarse. (36)
Slo un hombre podra resolver la controversia. Hitler analiz la poltica personalmente en julio
y septiembre de 1937 y nuevamente en enero de 1938 y cada vez decidi mantener el acuerdo del
Haavara. La meta de sacar a los judos de Alemania, concluy l, justificaba las desventajas. (37)
El Ministerio de Economa del Reich ayud a organizar otra compaa de traslado, la
Agencia de Comercio Internacional e Inversin, o INTRIA (International Trade and
Investment Agency) a travs de la cual, los judos en pases extranjeros podran
ayudar a los judos alemanes a emigrar a Palestina. Se canalizaron eventualmente
casi $900,000 a travs del Intria a los judos alemanes en Palestina.(38) Otros
pases europeos, deseosos de alentar la emigracin juda, concluyeron acuerdos con
los zionistas modelados en el Ha'avara. En 1937 Polonia autoriz la Compaa de
Transferencia Halifin (palabra hebrea para "intercambio"). A finales del verano de
1939, Checoslovaquia, Rumania, Hungra e Italia haban firmado acuerdos similares.
La erupcin de guerra en septiembre de 1939, sin embargo, previno la aplicacin en
gran escala de estos acuerdos. (39)
Los logros de Haavara
Entre 1933 y 1941, unos 60,000 judos alemanes emigraron a Palestina a travs de los Ha'avara y
otros acuerdos alemn-Zionistas, o aproximadamente el diez por ciento de la poblacin juda de
Alemania en 1933. (Estos judos alemanes constituyeron aproximadamente el 15 por ciento de la
poblacin juda de Palestina en 1939.) Algunos emigrantes de Ha'avara transfirieron su
considerable riqueza personal de Alemania a Palestina. Como historiador Judo, Edwin Black ha
hecho notar: "Muchas de estas personas, sobre todo a fines de los aos 30, fueron permitidos de
transferir rplicas reales de sus casas y fbricas -- de hecho, escabrosas rplicas de su misma
existencia". (40)
La cantidad total transferida desde Alemania a Palestina a travs del Ha'avara entre
agosto de 1933 y a fines de 1939 fue de 8.1 millones de libras o 139.57 millones de
marcos alemanes (entonces equivalente a ms de $40 millones de dlares). Esta
cantidad incluy 33.9 millones de marcos alemanas ($13.8 milln de dlares)
entregados por el Reichsbank en conexin con el acuerdo. (41)
El historiador Black, ha estimado que un adicional $70 millones de dlares pueden haber fluido
a Palestina a travs del corolario de acuerdos comerciales alemanes y las transacciones bancarias
internacionales especiales. Los fondos alemanes tuvieron un gran impacto en un pas tan
subdesarrollado como Palestina lo estaba en los aos treinta, seal l. Varias de las mayores
empresas industriales fueron construidas con capitales de Alemania, incluyendo la empresa de
aguas Mekoroth y la empresa textil Lodzia. "La afluencia de los bienes y capital de Ha'avara,
concluye Black, produjo una explosin econmica en la juda Palestina" y fue "un factor
indispensable en la creacin del Estado de Israel". (42)
El acuerdo de Ha'avara contribuy grandemente al desarrollo judo en Palestina y as,
indirectamente, a la fundacin del estado israelita. Una circular del boletn de enero de 1939 de
la Oficina del Exterior alemana inform, con algn presentimiento que "el traslado de la
propiedad juda fuera de Alemania [a travs del acuerdo de Ha'avara] contribuy en no poca
magnitud a la construccin de un estado judo en Palestina". (43)
Ex funcionarios de la compaa Ha'avara en Palestina confirmaron esta visin en un
estudio detallado del Acuerdo de Traslado publicado en 1972: "La actividad
econmica fue posible por la entrada de capitales alemanes y las transferencias de
Ha'avara a los sectores privados y pblicos fueron importantsimos para el
desarrollo del pas. Muchas nuevas industrias y empresas comerciales fueron
establecidas en la Palestina juda y numerosas compaas que son enormemente
importantes incluso hoy en la economa del Estado de Israel deben su existencia al
Ha'avara". (44)
El Dr. Ludwig Pinner, funcionario de la Compaa Ha'avara en Tel Aviv durante los aos treinta,
despus coment que la excepcional competencia de los inmigrantes de Ha'avara contribuyeron"
"decididamente al desarrollo econmico, social, cultural y educativo de la comunidad juda de
Palestina. (45)
El Acuerdo del Traslado fue el ejemplo ms de largo alcance de la cooperacin entre la Alemania
de Hitler y el Zionismo internacional. A travs de este pacto, el Tercer Reich de Hitler hizo ms
que cualquier otro gobierno durante los aos treinta para apoyar el desarrollo judo en
Palestina.
Los Zionistas Ofrecen una Alianza Militar a Hitler
En enero principio 1941 una pequea pero importante organizacin Zionista entreg una
propuesta formal a los diplomticos alemanes en Beirut para una alianza poltico-militar con
Alemania en guerra. La oferta fue hecha por la radical y secreta "Luchadores para la Liberacin
de Israel", ms conocida como Lehi o Stern Gang. Su lder, Avraham Stern, haba roto
recientemente con los radicales nacionalistas "National Military Organization" (rgun Zvai
Leumi) por la actitud del grupo hacia Gran Bretaa, la cual haba prohibido eficazmente el
asentamiento de jdos en Palestina. Stern consideraba a Bretaa como el enemigo principal del
Zionismo.
6.Heinz Hhne, The Order of the Death's Head (Ballantine, 1971, 1984), p. 376.
7."Berlin," Encyclopaedia Judaica (New York and Jerusalem: 1971), Vol. 5, p. 648. For a look at
one aspect of this "vigorous life," see: J.-C. Horak, "Zionist Film Propaganda in Nazi Germany,"
Historical Journal of Film, Radio and Television, Vol. 4, No. 1, 1984, pp. 49-58.
8.Francis R. Nicosia, The Third Reich and the Palestine Question (1985), pp. 54-55.; Karl A.
Schleunes, The Twisted Road to Auschwitz (Urbana: Univ. of Illinois, 1970, 1990), pp. 178-181.
9.Jacob Boas, "A Nazi Travels to Palestine," History Today (London), January 1980, pp. 33-38.
10.Facsimile reprint of front page of Das Schwarze Korps, May 15, 1935, in: Janusz
Piekalkiewicz, Israels Langer Arm (Frankfurt: Goverts, 1975), pp. 66-67. Also quoted in: Heinz
H_hne, The Order of the Death's Head (Ballantine, 1971, 1984), p. 377. See also: Erich Kern, ed.,
Verheimlichte Dokumente (Munich: FZ-Verlag, 1988), p. 184.
11.Das Schwarze Korps, Sept. 26, 1935. Quoted in: F. Nicosia, The Third Reich and the Palestine
Question (1985), pp. 56-57.
12.Lenni Brenner, Zionism in the Age of the Dictators (1983), p. 83. 13.F. Nicosia, The Third
Reich and the Palestine Question (1985), p. 60. See also: F. Nicosia, "The Yishuv and the
Holocaust," The Journal of Modern History (Chicago), Vol. 64, No. 3, Sept. 1992, pp. 533-540.
14.F. Nicosia, The Third Reich and the Palestine Question (1985), p. 57.
15.Jdische Rundschau, Sept. 17, 1935. Quoted in: Yitzhak Arad, with Y. Gutman and A.
Margaliot, eds., Documents on the Holocaust (Jerusalem: Yad Vashem, 1981), pp. 82-83.
16.Der Angriff, Dec. 23, 1935, in: E. Kern, ed., Verheimlichte Dokumente (Munich: 1988), p.
148.; F. Nicosia, Third Reich (1985), p. 56.; L. Brenner, Zionism in the Age of the Dictators
(1983), p. 138.; A. Margaliot, "The Reaction...," Yad Vashem Studies (Jerusalem), vol. 12, 1977,
pp. 90-91.; On Kareski's remarkable career, see: H. Levine, "A Jewish Collaborator in Nazi
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17."Dr. Wise Urges Jews to Declare Selves as Such," New York Herald Tribune, June 13, 1938, p.
12.
18.F. Nicosia, The Third Reich (1985), p. 53.
19.Lucy Dawidowicz, The War Against the Jews, 1933-1945 (New York: Bantam, pb., 1976), pp.
253-254.; Max Nussbaum, "Zionism Under Hitler," Congress Weekly (New York: American
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20.H. H_hne, The Order of the Death's Head (Ballantine, pb., 1984), pp. 380-382.; K.
Schleunes, Twisted Road (1970, 1990), p. 226.; Secret internal SS intelligence report about F.
Polkes, June 17, 1937, in: John Mendelsohn, ed., The Holocaust (New York: Garland, 1982), vol.
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49.Avishai Margalit, "The Violent Life of Yitzhak Shamir," New York Review of Books, May 14,
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