MARSILIO DE PADUA-comentario
MARSILIO DE PADUA-comentario
MARSILIO DE PADUA-comentario
Pgina 1 de 4
durante ese ao de 1314, hace verosmil esta versin. Dada la escasez de fuentes,
estos datos, inferidos de su obra, constituyen el principal testimonio de su
distanciamiento y ruptura con el Papado. El Defensor de la Paz fue finalizado el 24
de junio de 1324 en Pars, ciudad a la cual haba vuelto en 1320, y empez a
circular en forma annima, bajo el seudnimo de Un hijo de Antenor (legendario
fundador de la ciudad de Padua), sin censura eclesistica. Los contenidos de
algunas tesis del libro fueron declarados herticos por la Iglesia y su autor
condenado a la pena de excomunin. El ao 1326, una vez que Marsilio tuvo
evidencias suficientes de que su autora haba sido descubierta, abandon
rpidamente Pars, en compaa de su amigo Jean de Jandun, para refugiarse en
Nuremberg, que en ese momento era la sede de la corte de Luis de Baviera.
Marsilio de Padua, al asilarse en Baviera, se puso bajo la proteccin y al
servicio de su prncipe, que desde 1313 mantena un agudo litigio con la Sede
Pontificia. Un conflicto que no era sino un captulo ms en la ya larga historia de
confrontaciones entre el Papado y los emperadores del Sacro Imperio romano
germnico, que se remontaba a fines del siglo XI y comienzos del XII; jalonada de
hechos dramticos, entre los cuales, en tiempos de Marsilio, se conservaba el vivo
recuerdo de las pugnas protagonizadas por el emperador Federico II, llamado
Barbarroja, y el Papa Bonifacio VIII. El ncleo duro de esta prolongada querella
giraba en torno a la pretensin del Papado de detentar la plenitud de potestad para
trasmitir y extinguir, dar y quitar, el poder temporal del Emperador. Cuando Marsilio
se asila en Nuremberg, la disputa entre el Papa Juan XXII y Luis de Baviera haba
entrado en una fase de alta conflictividad. A la muerte del emperador Enrique VII,
en 113, se abri el proceso de sucesin imperial, que bsicamente consista en la
eleccin del nuevo emperador. A raz del empate de votos que se produjo en el
colegio electoral entre los dos candidatos, Luis de Baviera y Federico de Austria,
ambos se enfrentaron en la batalla de Mhldorf, en 1322. Los dos contendientes le
dieron a esta batalla el carcter dirimente de juicio de Dios.
Luis de Baviera triunf, y en 1323, la Dieta de Nuremberg lo proclam
emperador electo del Sacro Imperio. En consecuencia, como era la costumbre,
Luis de Baviera le pidi a Juan XXII que culminara el proceso de su designacin,
aprobando su coronacin como emperador. Pero Juan XXII se neg. Hay que
tomar en cuenta que esa negativa reflejaba el veto de Francia a Luis de Baviera. El
Papa no solamente era francs, adems estaba expuesto en Avignon a la presin
de la pujante monarqua francesa, y, como prncipe temporal de los Estados
pontificios, mantena una alianza poltica con Roberto de Anjou, que gobernaba el
reino de Npoles. Por lo dems, tanto el Papa como el rey de Francia haban
apoyado la candidatura de Federico de Austria al trono imperial. Esta negativa
desencaden un turbulento perodo de conflictos entre Luis de Baviera y Juan
XXII. Esta crisis dividi a la Iglesia y desencaden una guerra en el norte de Italia.
La respuesta de Luis de Baviera a Juan XXII fue la invasin de los Estados
pontificios, su deposicin como Sumo Pontfice de la Iglesia, bajo la acusacin de
hereja, por sostener una doctrina acerca de la pobreza del sacerdocio
contradictoria con la predicacin de Cristo, y, en fin, la eleccin de un nuevo Papa,
Nicols V. La rplica papal fue la excomunin, que se extenda a todos los
colaboradores del emperador e inclua la dispensa del juramento de fidelidad de
sus sbditos a su persona (lo cual permita y legitimaba la desobediencia civil y la
sedicin). Antes de estos acontecimientos, que researemos ms adelante, hay
que destacar que la corte de Luis de Baviera se transform en un bullente centro
de actividad antipapal, que convoc a la disidencia interna de la Iglesia. As,
adems de Marsilio de Padua, se asilaron en ella grandes figuras de la teologa, la
filosofa y las ciencias, tales como Guillermo de Ockham, Pedro de Cesena, Jean
Pgina 2 de 4
de Jandun y otros. Es obvio que Luis de Baviera recibi un apoyo doctrinal y una
legitimidad moral que lo estimularon a radicalizar su postura frente al Papado.
En efecto, a comienzos de 1327, apoyado por sus partidarios del norte de
Italia, liderados por los Visconti y los della Scala, Luis invadi ese pas a la cabeza
de su ejrcito. A fines de marzo del mismo ao fue coronado rey de Lombarda en
Miln. Y en octubre arrib a Roma, despus de batir la resistencia papal. En esta
ciudad fue proclamado emperador por un colegio de ciudadanos y recibi la corona
imperial el 27 de enero de 1328. Es desde Roma, entonces, que el emperador
excomulga y depone a Juan XXII y hace elegir a Nicols V como cabeza de la
Iglesia. Despus de algunos meses en Roma, el emperador Luis se retir a sus
dominios en Alemania, acosado por la resistencia del partido papal. El xito inicial
de la operacin militar y poltica de Luis de Baviera se diluy rpidamente, pues
Juan XXII recobr el dominio sobre Roma y los Estados pontificios y Nicols V
renunci e hizo penitencia en Avignon por su acto de rebelda e infidelidad al
Papado.
Marsilio de Padua acompa a Luis de Baviera durante la invasin a Italia,
colaborando estrechamente en su aventura romana. Se supone que tuvo un
protagonismo central en el diseo intelectual y doctrinario de todas las operaciones
de Luis de Baviera contra Juan XXII. En todo caso, el discurso teolgico y filosfico
sobre los cuales se fundan los actos y decisiones formales del emperador son
atribuibles al paduense. Pero se puede decir que esta sealada participacin
constituye el clmax de sus actividades como asesor del emperador.
Posteriormente, en Baviera, la vida de Marsilio adquiere otro rumbo, alejado
del poder y del influjo sobre el emperador. En efecto, a la muerte de Juan XXII, en
1334, el emperador Luis inicia negociaciones diplomticas con el Papado para
superar la crisis y conseguir la aceptacin de Avignon de su legitimidad imperial.
Esas negociaciones estuvieron a punto de tener xito, pero en definitiva
fracasaron. Luis estuvo a un paso de lograr el reconocimiento de su estatuto
imperial, pero una vez ms la monarqua francesa impuso su veto irresistible y el
curso posterior de sus esfuerzos se vio interrumpido por su muerte. Durante esas
negociaciones, Marsilio no solamente fue alejado del crculo de consejeros del
prncipe, sino que corri el grave peligro de ser entregado a la autoridad papal.
Entre sus servicios prestados al emperador, con posterioridad a la invasin
de Roma, se cuentan dos informes sobre el matrimonio de su hijo y heredero,
Ludovico de Brandeburgo, con Margarita de Maultasch, casada a los once aos
con Felipe de Valois, con el cual no haba consumado la unin conyugal. La Sede
Apostlica se haba negado a declarar la nulidad de ese matrimonio. Los informes
de Marsilio, favorables a la nulidad civil, estn incluidos en un opsculo titulado
Defensor Minor, que resume las grandes lneas de su obra mayor, el Defensor
Pacis, as como en un libro titulado De iurisdictione imperatoris in causis
matrimonialis. El Defensor Minor mantiene el objetivo fundamental del conjunto de
la obra de Marsilio de Padua: la crtica a la concepcin teocrtica del poder
pontificio. Entre los aspectos estudiados destacan la naturaleza del poder, las
diferencias y relaciones entre la ley divina y la ley humana, y el carcter coactivo
de ambas. En esta obra Marsilio de Papua fue el primero en reducir la religin a la
condicin de fe privada y en defender que toda accin pblica incluida la
religiosa tena que estar bajo el control del gobierno secular y no al revs.
Tambin, durante su exilio en Alemania escribi una tercera obra, titulada
De Translatione Imperii, que trata sobre la transferencia del imperio la potestad
plena imperial desde los romanos a los griegos y desde stos a los francos y los
alemanes. Transferencia que fue objeto de estudio y debates en la poca, pues en
ella estaba en juego el establecimiento de la verdad histrica acerca de la funcin
poltica y jurdica que le corresponda al Papado en la designacin del emperador.
Pgina 3 de 4
TOUCHARD, Jean: El uso de las ideas polticas. Madrid: Tecnos, 1988; pp, 164-166.
Pgina 4 de 4