Estudios Politicos - Raymond Aron
Estudios Politicos - Raymond Aron
Estudios Politicos - Raymond Aron
INTERNACIONALES?*
POCASpalabras son empleadas tan a menudo por los economistas,
socilogos y politlogos como la de teoria, y pocas se prestan a tantos
equvocos. Un libro reciente que desarrolla dos ideas -las virtudes del
no comprometerse
y la influencia favorable a la paz que ejercera la
supremaca de las consideraciones econmicas en las sociedades modernas- tiene por subttulo teora general. Una proposicin como: las alianzas, fundadas en el clculo de los intereses nacionales, no resisten a la
contradiccin
de esos intereses, I es bautizada como teora en ellenguaje corriente de la ciencia poltica. De hecho, los autores rara vez
distinguen explcitamente
entre conceptos afines pero diferentes, como los de modelo, de tipo ideal. de conceptuacin
y casi hasta de
regularidad empricamente
comprobada.
Lo que los autores llaman
teora depende ms o menos de una u otra de esas categoras, o tal vez
contiene, en proporciones
variables, elementos tomados de una o de
otra.
Esta falta de rigor en el empleo de una palabra clave se explica y tal
vez se justifica por la impaciencia de lograr progresos. Los politlogos
probablemente
tienen la sensacin de que su disciplina parece subdesarrollada en cuanto se la compara con la economa poltica, para no
hablar de las ciencias de la naturaleza. Importa ms hacer que saber
lo que se hace. La acumulacin de los conocimientos
importa ms que
la conciencia crtica de ese saber.
Sin embargo, la querella de los antiguos y de los modernos, de los
tradicionalistas
y de los innovadores, de los literatos y de los cientficos
--querella que deploro porque ha venido a aumentar la confusinprueba que los especialistas de las relaciones internacionales,llegados
en el curso de los ltimos veinte aos de otras partes, de diversas
provincias de la ciencia, se interesan por la categora episteI1)olgica
de su disciplina. Planteemos pues, con la esperanza de que el anlisis
* Publicado originalmente
en inglsenJollrnalo(internationalaf(airs,
Y despus en la Revue (ranraise de science politique, XVII, 5, 1967.
J Rayrnond Dawson y Richard Rosecrann, "Theory and Reality,
rican Alliance", en World Politics, octubre de )966, p. 21.
349
XXXI,2,1967,
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esta pregunta:
qu es una teora
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Se puede determinar de dos maneras el campo propio de las relaciones
internacionales.
O bien se hace un esfuerzo por captar lo que da la
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de ese campo entre los campos sociales;
o bien, se parte de cronceptos que se aplican a otros do..!!!.!!!,iosdistintos
del de las relaciones internacionales.
En la primera hiptesis se intenta,
en primer trmino, circunscribir lo que diferencia las relaciones entre
las colectividades polticamente organizadas de todas las dems relaciones sociales. Esta oposicin no retoma, en absoluto, la de los tradicionalistas o de los modernistas. Hans J. Morgenthau es un tradicional
y K. Boulding un moderno, y, sin embargo, uno y otro comienzan por
dos conce tos e eral es, no especficos, de las relaciones internacionales:potencia
(power y conflict<?i la poltica internacional de potencia y los conflictos inteJ;7I1acionales son presentados como dos especies
de un mismo gnero, encarnaciones o casos particulares de fenmenos
universalmente
humanos (potencia, conflicto, comunicacin).
Las primeras pginas del ya clsico libro Politics amongst Nations ofrecen un
ejemplo, no menos clsico, de las confusiones conceptuales a las que
da lugar el empleo de un trmino como el de potencia que, segn los
prrafos o hasta las frases, parece fin o medio de la poltica y que, por
ltimo, no presenta casi utilidad desde el momento en que se adopta
la definicin weberiana y actual de la potencia: la capacidad del actor
A para obtener la ~umisin a su voluntad, o la conformidad
a sus
-rdenes, del actor B (o, ms precisamente,
la posibilidad de obtener
sumisin o conformidad). En ese sentido, ~oda vida socialL en un grado
u otro,...e compone de relaciones de potenc~a, ~ondiciones de la accin
colectiva en cualquier dominio. En cuanto a erigir la potencia as
definida como objetivo nico o supremo de los individuos, de los
partidos o de los Estados, no es una teora en el sentido cientfico, sino
qna filosofa o una ideolo~.
En todo caso, semejante proposicin no
se presta a la refutacin y, por tanto, no se la puede considerar ni
siquiera como una hiptesis cientfica.
Yo he elegido, como se sabe, en Paix et guerre entre les nations el otro
trmino de la alternativa. He buscado lo que constitua la especificidad
de las relaciones internacionales
o interestatales, y he credo encontrar
ese rasgo especfico en la ~irl~rI
~la legalidad del recurso a la
fuerza armada por parte de los actores. En las civilizaciones
superiores, ;sas relaciones me parecen las nicas, entre todas las relaciones
sociales, que admiten el ~rcter
normal de la violencia.
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ENTRELOSESTADOS
no son equivalentes,
pero fcilmente
se deducen
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de la Guerra
Fra.
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IV
Tlte Question
o{ National Defence.
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ENTRELOSESTADOS
deseable una entente, implcita o explcita, entre las dos superpotencias. Lo que deseo mostrar es que la doctrina, tomada de un modelo
simplificado que postula que todos los actores tienen un objetivo nico
o supremo, no tiene ningn privilegio de verdad o de cientificidad.
Inspirada por mviles desinteresados o por una voluntad de poder que
se ignora, en esta coyuntura aparece como cnica, con toda certeza, y
tal vez como razonable, ya que tiende a consagrar el reino de los dos
Grandes. En todo caso, se mantiene en el sistema de las relaciones
internacionales,
tal como yo he analizado su especificidad:
intenta
sustituir el reino de los ms fuertes por un tribunal y una polica que
no existen (o que todava no existen). Lejos de que las armas nucleares
hayan modificado la esencia asocial de las relaciones internacionales,
han suscitado expresiones originales: la solidaridad de inters entre
enemigos ideolgicos y la oposicin de intereses entre aliados. Dado
que el recurso a la fuerza sigue siendo posible en todo momento, los
dos Estados subordinan su rivalidad no a un orden de derecho, sino a
un afn comn por su seguridad (que les impide combatirse directamente).
Si se espera, bajo el nombre de teora de las relaciones internacionales, el equivalente de lo que ofrece a los constructores
de puentes el
conocimiento de los materiales, no lo hay ni 10 habr jams. Lo que la
teora de la accin, aqu como en cualquier otra parte, parece capaz de
aportar es la comprensin
de las diversas ideologas -moralismo,
juridismo, realismo, poltka de potenciacon ayuda de las cuales los
hombres y las naciones suelen interpretar las relaciones internacionales y se asignan objetivos o se imponen deberes. La teora de la prctica
o praxeologa difiere de esas ideologas por el hecho de pensarlas todas
y de circunscribir
el alcance de cada una. Mientras la sociedad internacional siga siendo lo que es, es decir, una sociedad asocia}. cuyo
derecho se deja, en los casos graves, a la interpretacin
de cada actor,
que carece de una instancia detentadora del monopolio de la violencia
legtima, la teora ser verdadera cientficamente
en la medida misma
en que no aportar el equivalente de lo que esperan los corazones
nobles y los espritus superficiales, una ideologa sencilla, que aporte
una garanta de moral y de eficacia.
Esta teora, estudio tan objetivo como es posible en las condiciones
en 13s cuales se desarrolla la poltica exterior de los Estados, no es,
empero, intil para la moral o la eficacia de la accin, pues el moralismo, si tiende a la Gesinnungsethik de Max Weber, si no tiene en cuenta
las consecuencias
probables o posibles de las decisiones tomadas,
acabara por ser inmoral. En cuanto al realismo, sera irrealista si
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ENTRELOS ESTADOS
1957. Estudio
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preparado
para la UNESCOy