Cedro 1
Cedro 1
Cedro 1
CONSEJO PSICOLGICO E
INTERVENCIN EN CRISIS
Fundamentos Terico-Prcticos en
Casos de Consumo de Drogas,
Suicidio y Disfuncin Familiar.
CEDRO
Centro de Informacin y Educacin para
la Prevencin del Abuso de Drogas
Prlogo
Hoy, sobre todo en Lima, el acceso a una lnea telefnica se ha
hecho ms amplio, ms factible. El telfono constituye una
herramienta de comunicacin que puede tener fines utilitarios y
tambin objetivos altruistas.
Lugar de Escucha de CEDRO naci hace 12 aos y lleva a
cabo una labor ininterrumpida atendiendo a personas en crisis
y/o a aquellas que desean hacer una consulta sobre el tema
drogas o sobre alguna circunstancia que estn viviendo en
particular y que puede relacionarse con el consumo de sustancias
psicoactivas.
La consejera telefnica requiere entrenamiento, calma,
capacidad de empata y el salir de uno(a) mismo(a) para
responder al(a) otro(a) e imaginarlo(a). La voz, la
concentracin, el orden de las palabras, en una situacin donde
las personas que dialogan no se ven, cobran importancia
fundamental.
Lugar de Escucha estadsticamente, ha atendido ms de
catorce mil casos en doce aos de trabajo. La intervencin en
crisis a travs del telfono en casos de intento de suicidio,
frmaco dependencia, personas interesadas en recibir
informacin respecto a VIH, entre otras demandas, ha
demostrado ser una tcnica y estrategia valiosa en estos casos.
El equipo teraputico Lugar de Escucha de CEDRO presenta
hoy esta publicacin que intenta informar y tambin alentar a
otros en este tipo de estrategia, con el convencimiento que la
consejera tienda puentes entre el deseo de vivir de personas en
crisis, y la posibilidad de abrir una ventana hacia la esperanza.
Dra. Carmen Masas Claux
Sub-Directora de CEDRO
Agradecimientos
A la Dra. Carmen Masas Claux y al Dr. Ramiro Castro
de la Mata, por sus valiosos aportes y sugerencias
Y, a quienes participaron directamente en la elaboracin
del texto:
A la Consejera Cludia Benetti Drappo.
Del mismo modo, deseamos expresar nuestro
agradecimiento y aprecio a los dems miembros del equipo
teraputico del Servicio Lugar de Escucha: Mara Calvo,
Alonso Vergara, Rossana aupari y Circe Jacobi, quienes
brindaron su apoyo y tiempo en las revisiones.
ndice General
Introduccin ............................................................................................................ 15
Captulo I : Lugar de Escucha de CEDRO .................................................... 17
Captulo II : CONSIDERACIONES GENERALES ............................................ 23
2.1. Intervencin en crisis .................................................................................. 25
2.2. Singularidad de la consulta psicolgica telefnica ................................ 28
2.3. Caractersticas de la consejera telefnica ............................................... 28
2.4. Consejera Telefnica .................................................................................. 28
2.5. El Servicio Telefnico ................................................................................. 29
2.6. Algunas estrategias de comunicacin ...................................................... 33
2.7. Algunas estrategias de emergencia .......................................................... 34
2.8. El consejero telefnico: rasgos y caractersticas ..................................... 36
2.9. Principales habilidades .............................................................................. 37
2.10. Caracterizacin de algunas llamadas. ..................................................... 40
2.11. Consejera psicolgica y sesiones de motivacin en
casos de consumo de sustancias psicoactivas (SPA) ............................. 41
10
Indice Detallado
Introduccin ............................................................................................................ 15
Captulo I : Lugar de Escucha de CEDRO .................................................... 17
Captulo I : Consideraciones Generales .............................................................. 23
2.1. Intervencin en crisis .................................................................................................. 25
2.1.1. Fases y estadios (Del impacto a la resolucin). ............................... 26
2.1.2. Estructura de la crisis. ......................................................................... 26
2.2. Singularidad de la consulta psicolgica telefnica ............................................... 28
2.3. Caractersticas de la consejera telefnica ............................................................. 28
2.4. Consejera Telefnica ................................................................................................. 28
2.4.1. El telfono como instrumento de ayuda inmediata ....................... 28
2.4.2. El telfono y el manejo de problemas psico sociales ...................... 28
2.5. El servicio telefnico .................................................................................................. 29
2.5.1. Objetivos ................................................................................................ 29
2.5.2. Metodologa de trabajo ....................................................................... 30
2.6. Algunas estrategias de comunicacin ...................................................................... 33
2.7. Algunas estrategias de emergencia ........................................................................... 34
2.7.1. Ejercicios de respiracin ..................................................................... 34
2.7.2 Relajacin .............................................................................................. 35
2.7.3. La auto instruccin y control coverante ........................................... 35
2.7.4. Red de apoyo familiar y social ........................................................... 36
2.8. El consejero telefnico: rasgos y caractersticas ................................................... 36
2.8.1. Participacin activa ............................................................................. 36
2.8.2. Disponibilidad ...................................................................................... 36
2.8.3. Concentracin ....................................................................................... 37
2.8.4. Recursos y condiciones ....................................................................... 37
2.9. Principales habilidades ............................................................................................ 37
2.9.1. El silencio .............................................................................................. 37
2.9.2. El contacto psicolgico ........................................................................ 37
2.9.3. El reflejo ................................................................................................. 37
2.9.4. La clarificacin ..................................................................................... 38
2.9.5. La repeticin ......................................................................................... 38
2.9.6. El parafraseo ......................................................................................... 39
2.9.7. El asentir ................................................................................................ 39
2.9.8. La pregunta abierta ............................................................................. 40
2.9.9. La confrontacin .................................................................................. 40
2.10. Caracterizacin de algunas llamadas ..................................................................... 40
2.10.1. El verborreico o el que no para de hablar ........................................ 40
2.10.2. El que llama: para pasar el tiempo, por broma, etc ........................ 41
2.10.3. El irritado o agresivo ........................................................................... 41
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Introduccin
Cuando Graham Bell en 1876, inventa el telfono, probablemente
no intuy la importancia de su descubrimiento, el mismo que muchos
aos despus, sera decisivo en muchos estamentos del quehacer
cientfico de una sociedad en constante desarrollo. Hoy, en el siglo
veintiuno, se sabe que el telfono puede llegar a prevenir o
desencadenar conflictos blicos, o ser usado con fines benficos.
El hecho de su sofisticacin en tamao, alcance y calidad, como es
el caso de la telefona celular hoy en da, lo ha puesto dentro de las
necesidades bsicas del hombre, como son el agua y la energa
elctrica, ya que el telfono forma parte del engranaje financiero,
administrativo, poltico y hasta militar de la sociedad.
Ya en el nuevo milenio, se observa que en el Per la proporcin de
personas que tienen lnea telefnica se ha incrementado en este
ltimo quinquenio. Segn el Instituto Cunto (2000) en Lima
Metropolitana, el 43,1% tiene un lnea telefnica.
Indudablemente hoy el acceso al telfono es ms fcil, sin embargo,
los costos del servicio y el mantenimiento an no estn al alcance
de la porcin ms grande, dado que la telefona fija y mvil en nuestro
medio tienen costos altos. Ello, entre otros factores, imposibilitan
que este recurso est presente en la mayora de los peruanos.
Ahora bien, en el mbito internacional, retrospectivamente en
Colombia (Santa fe de Bogot y Medelln) comenzaron a operar
servicios telefnicos de asesoramiento, sobre todo en el abuso y
dependencia de Sustancias Psicoactivas (SPA), tal es el caso del
Programa La Casa y Surgir. Paralelamente, siempre en el rubro
SPA, en Bolivia haca lo propio la institucin CESE (A ti), como
tambin, por la misma poca, en Ecuador se abrieron centros de
atencin telefnica de emergencia.
Estas instituciones posiblemente fueron las que abrieron el camino
para la atencin y ayuda inmediata: la consejera telefnica.
En lo que respecta a nuestro medio hace ms de dos dcadas y media
apareci La voz amiga, un servicio pionero en la ayuda telefnica
en casos de crisis. En 1986 la accin del Centro de Informacin y
Educacin para la Prevencin del Abuso de Drogas (CEDRO), al
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16
CAPTULO I.
Lugar de Escucha
de CEDRO
17
18
Captulo 1.
Lugar de Escucha
de CEDRO
El Centro de Informacin y Educacin para la Prevencin de Abuso de Drogas (CEDRO),
hace doce aos, abri el servicio denominado Lugar de Escucha para responder a
inquietudes, solicitudes inmediatas y crisis asociadas al abuso o a la dependencia de
Sustancias Psicoactivas (SPA), as como tambin casos que requieren otro tipo de
intervencin, tales como riesgo de suicidio, SIDA, disfunciones familiares, depresin,
juego patolgico (ludopata), crisis de adolescencia, etc.
Aunque la accin preventiva primaria es el punto ms importante de la agenda
institucional, ha sido muy difcil mantenerse impasible ante el creciente nmero de
pedidos de ayuda, que la misma actividad preventiva fue despertando o, por lo menos,
lo increment.
Por esa razn CEDRO opt por abrir espacios que acogen la preocupacin de la
comunidad respecto a consumidores de sustancias, los mismos que estn destinados a
darle forma, cauce y, luego de un cierto nmero de sesiones, una derivacin hacia
alternativas ms especializadas de ayuda.
As, concebido como un puente entre el pedido de ayuda y el tratamiento, Lugar de
Escucha, en la actualidad se ha constituido como un servicio singular dentro del
escenario de las modalidades de intervencin en casos de abuso y dependencia de SPA.
Estadsticamente, el Grfico No.1 condensa la casustica histrica del servicio, en l se
aprecia una curva ascendente a partir de 1989, donde se atendi a 920 consultantes.
Luego de una dcada, se observa un notable incremento en trminos de la demanda,
notndose ello en los dos ltimos aos (Ao, 2000: 1824 casos y Ao, 2001: 1824
casos), notndose un incremento del 100%.
En trminos generales, se puede decir que este incremento obedece a variados factores,
como es el caso de la precipitacin de los problemas coyunturales, la desocupacin,
falta de espacios y oportunidades de superacin para adolescentes y jvenes, pobreza,
la disponibilidad de las drogas, los cambios de actitudes y percepciones del fenmeno
de las drogas, entre otros factores contextuales. Del mismo modo, obedecera tambin a
la presencia de consumidores crnicos, quienes al presentar el correlato de largo plazo,
se suman a la demanda de ayuda.
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GRFICO N 1
Casustica Anual de Consumidores de Drogas Atendidos en el
Servicio "Lugar de Escucha" de CEDRO entre 1989 - 2001
2000
1824
1800
1550
1600
1706
1489
CASOS
1400
1200
1000
1190
1160
1083
920
1376
1140
1100
1076
1029
800
600
400
200
0
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
AO
Fuente:
Lugar
Escucha
CEDRO,
marzo 2001
Fuiente: Servicio
Servicio "Lugar
dede
Escuicha"
dede
CEDRO,
Marzo
Ahora bien, si tomamos como base el ltimo informe estadstico del servicio
correspondiente al ao 2001, se observa datos interesantes, como lo referido al clorhidrato
de cocana (17,76%), que desplaz a la PBC (11,31%), en trminos de demanda del
servicio; dado que es la PBC la sustancia que generalmente haba ocupado el lugar
principal en las estadsticas del servicio de CEDRO.
En lo que se refiere a la marihuana, se registr un porcentaje del 26,14%, porcentaje
similar del alcanzado por el alcohol 17,06%. En este nuevo escenario, encontramos la
nueva casustica de otras drogas tales como: el xtasis, LSD, ketamina, PCP (polvo de
ngel), herona, derivados cannbicos, como el skunk, buble gumers; esteroides,
anablicos, etc., que sin lugar a dudas confirma que el fenmeno de las drogas es
cambiante, a la vez parecera que estos nuevos consumos pueden obedecer a un cambio
de actitudes de los adolescentes respecto al consumo de sustancias.
Sin duda, que los patrones no slo de demanda, sino tambin de consumo, han variado
en estos ltimos tiempos; dado que se encuentran patrones generalizados de policonsumo, en la medida que el uso es de ms de tres sustancias simultneamente.
N/R.
10.55%
OTRAS DROGAS:
Tranquilizantes,
analgsicos, anfetaminas,
estimulantes, xtasis,
ketamina, LSD, herona.
12.45%
Tabaco
0.88%
OTROS PROBLEMAS:
depresin, intento de
suicidio, trastornos
alimentarios, VIH, psicosis,
trastornos de conducta, de
ansiedad.
11.66%
Marihuana y otros
derivados canbicos
(skunk, buble gummer, etc).
26.14%
Cocana
17.76%
Alcohol
17.06%
Inhalantes
1.58%
Juego (Ludopata)
asociado a alcoholismo y/o
tabaquismo
0.94%
PBC "Tabacazo" (PBCtabaco)
11.31%
20
Desde el punto de vista metodolgico, la intervencin del servicio puede ser definida
como de Terapia Breve (NIDA: Hoffman et al, 2001; NIDA: Sipe, 2001; Elster,
1999; SAMHSA: Levin et al, 1999; Thombs, 1999; Tucker, Donovan y Marlatt,
1999; Straussner y Zelvin, 1997; Perkinson, 1997; Bellack, 1995; Dyer, 1980 y
Slaikeu, 1989), abordaje que comprende la consejera, orientacin, asesoramiento e
induccin y motivacin, as como la terapia informativa y la evaluacin psicolgica y
mdica. En el caso de Lugar de Escucha, se aade el ingrediente de la derivacin.
El mecanismo de derivacin viene a ser un trabajo de coordinacin sistemtica con el
demandante de ayuda, la familia y el centro asignado, donde el sujeto seguir tratamiento.
En este sentido, si bien an no se ha establecido un mecanismo ptimo de derivacin,
en nuestro caso se puede informar que ms del 40% de los abusadores o adictos atendidos,
se insertan en alguna modalidad de tratamiento.
REFERENCIAS
BELLAK, L. (1993). Manual de Psicoterapia Bbreve, Intensiva y de Urgencia. Manual
Moderno Ed. Mxico D. F. 226 pp.
CEDRO: Rojas, M. (1995). Manual de Consejera Telefnica. Primera Edicin.
CEDRO. 95 pp.
ELSTER, J. (1999). Addiction. Entries and exits. Russell Sage Foundation. New York.
310 pp.
INSTITUTO CUANTO (2001). Niveles de vida y pobreza. En: Webb, R. y Baca, G.
Eds.: Anuario Estradstico. Per en Nmeros 2001. Lima, pg. 562.
NATIONAL INSTITUTE ON DRUG ABUSE (NIDA) (2001) Sipe, F. Approaches
To Drug Abuse Counseling. A Counseling Approach.
NATIONAL INSTITUTE ON DRUG ABUSE (NIDA) (2001). Hoffman, J. A.; Jones,
B.; Caudell, B. D.; Mayo, D. W. and Mack, K. A. Approaches To Drug Abuse
Counseling. The Living in Balance Counseling Approach.
PERKINSON, R. R. (1997). Chemical dependency counseling. A practical guide. SAGE
Publications. 431 pp.
SLAIKEU, K. A. (1989). Intervencin en crisis. Manual para prctica e investigacin.
El Manual Moderno, S. A. de C. V. Mxico D. F. 313 pp.
STRAUSSNER, S. L. A. and ZELVIN, E. (1997). Gender and addictions. Men and
women in treatment. Jason Aroson Inc. Northvale, New Jersey, London. 509 pp.
SUBSTANCE ABUSE AND MENTAL HEALTH SERVICES ADMINISTRATION
(SAMHSA) (1999). Levin, S. M.; Sullivan, E. and Fleming, M. Gua de Servicios
para el Abuso de Sustancias para Proveedores de Atencin Primaria de la Salud. Gua
Concisa de Referencia.
THOMBS, D. L. (1999). Introduction to addictive behavior. The Guilford Press, New
York. 304 pp.
TUCKER, J. A.; DONOVAN, D. M. and MARLATT, G. A. (1999). Changing
addictive behavior. Bridging clinical and public health strategies. 387 pp.
21
22
CAPTULO II.
Consideraciones Generales
23
24
Captulo II
Consideraciones Generales
2.1. Intervencin en Crisis.
El abordaje e intervencin en crisis a travs del telfono, se remonta
aproximadamente a 1906 en Estados Unidos, donde un grupo de voluntarios se
entrenaron en The New York Citys National Save A Life (Slaikeu y Leff, 1988) para
responder demandas de emergencia asociadas a bsqueda de personas, suicidio,
violencia, etc.
En el rubro de la salud, el trabajo de prevencin, para Slaikeu (1988), puede
tomar tres formas: a) La prevencin primaria, que apunta a reducir la prevalencia e
incidencia de trastornos; b) La prevencin secundaria, dirigida a atenuar y/o reducir
los efectos dainos de los acontecimientos ocurridos y, c) La prevencin terciaria,
aquella en la que el objetivo es reparar el dao luego del suceso original.
En este sentido, si se sigue esta propuesta, el trabajo de consejera
telefnica en intervencin en crisis se ajusta a lo que viene a ser la
prevencin secundaria, ya que los objetivos son:
1. Atenuar y reducir los efectos debilitantes de la crisis de la vida, y
2. El crecimiento a travs de la experiencia de crisis.
En lo que respecta al abordaje a travs de tcnicas y estrategias, ste se caracteriza
por la intervencin propiamente dicha a travs de orientacin y consejera con la
finalidad de reducir los efectos de la crisis.
As, la llamada poblacin blanco, est constituida por las vctimas de experiencias
en crisis y sus familiares. Respecto al momento de intervencin, stas se dan en la
mayora de los casos inmediatamente despus del suceso en crisis.
Con relacin a los participantes o ayudantes, estos pueden ser: profesionales
(policas, enfermeras, mdicos, psiclogos, socilogos, educadores, abogados,
consejeros, etc.), as tambin como familiares y voluntarios, previamente capacitados.
Ahora bien, es preciso tener en cuenta un concepto cercano de lo que se denomina
crisis dentro del plano de la consejera telefnica; en tal sentido, una crisis viene a ser
un estado temporal de trastorno y desorganizacin, caracterizado principalmente por
la incapacidad del sujeto para abordar situaciones particulares utilizando mtodos
acostumbrados para la solucin de problemas (Perkinson, 1997; CEDRO: Rojas,
1995; Slaikeu, 1987).
25
2.1.1.
2.1.2.
Estructura de la Crisis.
Antes de un suceso de crisis, en el sujeto se da un comportamiento normal,
encontrndose seguro, estable, funcionando adecuadamente como un miembro ms
de su grupo familiar y social.
El suceso precipitante(prdida de un ser querido, agobiante problema econmico,
desempleo, etc.), impacta en la persona, familia, comunidad o sistema cultural. Este
interacta con la personalidad del sujeto, dndose un proceso que involucra a cinco
subsistemas: conductual, afectivo, somtico, interpersonal y cognoscitivo.
La reaccin del sujeto, en cambio, afecta a los otros sub-sistemas (familia,
comunidad, etc.). En el sentido ms inmediato, el cnyuge, hijos y amigos cercanos,
se involucran ntimamente en la crisis.
En el seguimiento de la intervencin de primer orden (primera ayuda
psicolgica), el objetivo principal ser establecer el enfrentamiento inmediato
teniendo en cuenta que las crisis se caracterizan por un trastorno de las habilidades
para la solucin de problemas. Los componentes bsicos para la intervencin son:
a. Capacidad para establecer contacto psicolgico (Empata-Rapport).
b. Examinar las dimensiones del problema.
c. Explorar las soluciones posibles.
d. Ayudar a tomar una decisin correcta.
e. Registrar el progreso a travs de un seguimiento.
26
QU HACER
QU NO HACER
I.
CONTACTO
II.
DIMENSIONES
Abstenerse de respuestas
como SI/NO. Permitir interrupciones continuas. Ignorar signos de peligro.
III.
POSIBLES
SOLUCIONES
IV.
ACCIN
CONCRETA
V.
SEGUIMIENTO
27
Para algunos autores (NIDA: Washton, 2001; NIDA: Hoffman, 2001; NIDA:
Sipe, 2001; NIDA: Mercer and Woody, 1999; Perkinson, 1997, CEDRO: Rojas,
1995; Slaikeu y Leff, 1988), los servicios de intervencin en crisis de alguna manera
estn influenciados -sino formados- por las condicionantes sociales y econmicas
del momento. Ello no es menos cierto en la consejera telefnica.
Desde el punto de vista histrico los primeros servicios de lneas telefnicas de
emergencia datan de 1906. Uno de ellos: el Servicio de Consejera e intervencin en
crisis por telfono New York Citys, National Save-A-Life, convirtindose
eventualmente en eje del movimiento de prevencin de actos suicidas. Posteriormente
se abrira Los Angeles Suicide Prevention Center, servicio de ayuda de 24 horas,
atribuyndosele el desarrollo de tcnicas y estrategias en el abordaje de crisis y
anlisis de la demanda por telfono en el rubro de salvavidas (Slaikeu y Leff, 1988).
En 1950, surgi la lnea de emergencia El Telfono Rojo que comunicaba
Washington y Mosc, cuyo objetivo era la coordinacin en seguridad y la prevencin
de desastre nuclear
28
Este tipo de atencin -telefnica- se viene dando hace ms de cuatro dcadas sobre
todo en los EE.UU., y en Europa, donde existen lneas con especializacin en: anorexia,
bulimia, suicidio, SIDA, problemas en la adolescencia, consumo de drogas, etc.
A travs de este canal, la ayuda es inmediata y puede ser el punto de inicio de
todo un proceso, vale decir del tratamiento, por medio del cual el paciente puede
superar, resolver o por lo menos atenuar su problema.
2.4.2.
Objetivos.
En cualquier caso es importante que todo servicio telefnico tenga delimitado
sus objetivos de trabajo, tanto generales como especficos (CEDRO: Rojas, 1995).
A. Generales:
- Brindar orientacin y consejera.
- Proporcionar informacin bsica, as como difundir la red actualizada de la
institucin donde podrn encontrar ayuda y tratamiento.
B. Especficos:
Tomando en cuenta que se trabajar con problemas de salud o psico-sociales
diversos:
- Tratar de especializar a los consejeros en las reas de trabajo, lo que no debe
implicar rigidez o dogmatismo, ms bien se deber asumir una actitud de
flexibilidad y mucha escucha.
- Si el servicio brinda el nivel de acogida, en lo posible se deber concertar una
cita para trabajar en consejera, vale decir en terapia breve, para eventualmente
derivar a la alternativa ms conveniente.
- Sobre la base de la sistematizacin de la informacin obtenida, levantar
investigaciones, artculos y manuales de experiencia.
SERVICIO LUGAR DE ESCUCHA DE CEDRO
29
2.5.2
Metodologa de Trabajo.
Establecer una metodologa de trabajo en intervencin telefnica, en casos de
problemas psico-sociales, no es fcil por la singularidad de cada demanda de ayuda,
as como por el hecho de no poder visualizar al consultante (CEDRO: Rojas, 1995).
Sin embargo, s resulta til tener en cuenta ciertas nociones bsicas de un modelo
que, lgicamente, se deber ajustar a la personalidad del consejero y a la especialidad
de la lnea de emergencia.
El primer punto es importante, ya que no basta la voluntad ni el sentido comn,
como tampoco la tcnica. En efecto, hay algunos requisitos o recursos que debern
reunir los consejeros:
a. Amplia capacidad de escucha.
b. Renuncia al deseo de ayudar y solucionar el problema de todo el que llama.
c. En lo posible, estar de alguna manera libre de dificultades y problemas
personales, los mismos que pueden repercutir en el trabajo de consejera.
d. Haber recibido entrenamiento previo.
e. Los profesionales ms afines para trabajar en este rubro son: los educadores,
psiclogos, mdicos, socilogos, religiosos y voluntarios (previa
capacitacin y entrenamiento).
f. Recibir supervisin.
De hecho, estas no son las nicas caractersticas o recursos que deberan reunir
los consejeros.
Ahora bien, en trminos de metodologa propiamente dicha, los siguientes pasos
se tendrn en cuenta:
A. APERTURA DE LA LLAMADA.
Para muchos, la apertura de la llamada es clave en el establecimiento de un
puente slido y, por ende, de ayuda efectiva a la persona que est en el otro lado
de la lnea. Ello comprende entre otros aspectos: El tono de la voz, el repertorio
verbal, el estado emocional del momento, entre otros factores (CEDRO: Rojas,
1995).
Tambin tiene que ver con las palabras que se utilizarn como enganche
en el contacto telefnico. Por ejemplo, frases como:
30
31
33
Tambin es preciso remarcar que una de las limitaciones de este trabajo es que
no podemos visualizar a la persona que est al otro lado de la lnea. Ello implica que
si bien se pueden inferir algunas actitudes, comportamientos, gestos, etc., lo cierto
es que no es posible controlar fcilmente estas variables, ya que son mensajes no
verbales. Sin embargo, algunos cambios, por ejemplo en el tono o intensidad de la
voz, permiten identificar si el consultante se encuentra deprimido, ansioso o agresivo,
as como tambin si est motivado o interesado en colaborar.
Ejercicios de respiracin.
Dentro de los parmetros de la intervencin en crisis, no slo a travs del
telfono, una de las estrategias que se puede utilizar para controlar los niveles elevados
de angustia, ansiedad y estrs, son los ejercicios de respiracin (Davis et al, 1985),
toda vez que existe una correlacin directa entre los estados emocionales -como por
ejemplo los descritos arriba- y el dficit de autocontrol emocional.
Es en este sentido que controlar, en primera instancia, la respiracin del
consultante, que incluso guarda relacin con el ritmo cardaco, ser un primer objetivo
a trabajar.
As, las pautas que se le pueden dar son:
Ejemplo.
Consejero:
Puedo entender que su desesperacin es grande y en buena
cuenta comprensible. Quiero que sepa que me resulta no
muy fcil escucharlo as como entenderlo en el estado que
se encuentra. Sin embargo, si Ud. pudiera tranquilizarse lo
comprendera mejor y, por lo tanto, lo ayudara ms
efectivamente (... pausa). Para lograr ello, le sugiero: respire
hondo y ms despacio, as... (el consejero comienza a respirar
lentamente).
34
Consejero:
A continuacin respire Ud. por las fosas nasales. Retenga el
aire por unos segundos. Ahora, exhale o bote el aire por la
boca. (As sucesivamente).
El ejercicio deber seguir hasta que sea evidente que el consultante logre un estado
ms o menos estable para comenzar a intervenir en un sentido estricto de la palabra.
A todo ello se puede aadir, dependiendo del caso, el intento de un manejo
estratgico cercano a la sensibilizacin encubierta (Cautela, y Upper, 1983), a travs,
por ejemplo, de las repeticiones simultneas de frases positivas, como:
Consejero:
Veo que se va sintiendo bien; todo est bajo su control; Ud.
puede hacerlo; se da cuenta que las emociones pueden ser
controladas (etc).
La idea es que las pautas de respiracin sumadas a la repeticin de frases que
apunten a superar la crisis, ayudarn a propiciar un clima favorable en el anlisis de
la demanda y, sobre todo, calmar al demandante de ayuda.
2.7.2.
Relajacin.
Otra de las tcnicas que se ha empleado en la intervencin en crisis es la relajacin
(Davis et al, 1985; Cautela y Graden, 1986; Thombs, 1999; Perkinson, 1997).
Sin embargo, ello tiene algunas limitaciones ya que se requiere del ensamblaje de un
clima bastante propicio, as como de cierta comodidad para llevarlo a cabo; es decir
la tcnica va ms all de la escucha.
Hay que tener en cuenta que aqu tendremos que trabajar con los msculos del
sujeto en crisis a quien no visualizamos, por lo tanto no podremos controlar las
principales variables que entran en juego en esta estrategia.
Sin embargo, se podra seguir el siguiente modelo:
Consejero:
Ahora que not que su respiracin est ms tranquila, pienso
que relajarse lo ayudar an ms.
Sabe Ud. relajarse? No. No se preocupe. Tratar de darle
algunas pautas bsicas.
2.7.3.
35
Participacin Activa.
El consejero no ser un agente pasivo ni pretender ser una gran oreja; ms
bien apoyar al consultante a travs de frases e intervenciones puntuales que ayuden
a la aclaracin del problema o queja. Implica tambin el lograr comprenderlo y el
que el consultante se sienta comprendido.
Dicho con otras palabras, la bsqueda de la empata, mediante la comprensin,
es clave; ello suele lograrse trabajando el intento de imaginarnos la situacin problema
que viene atravesando el sujeto. Por cierto, esto guarda estrecha relacin con el
aprendizaje gradual del cmo hablar, qu decir, cmo hacerlo y cundo decirlo.
Esta informacin debe tener el objetivo claro de recolectar datos bsicos,
corroborar y tratar de mantener un canal fluido de comunicacin verbal y no verbal.
2.8.2.
Disponibilidad.
El consejero telefnico ofrecer al consultante el tiempo que sea necesario. El
establecer parmetros de tiempo en este servicio no es posible, ya que en ciertos
casos una llamada puede durar 2 3 minutos, en otros 40 minutos o excepcionalmente
de 1 2 horas, ya que puede tratarse de un caso, por ejemplo, de intento de suicidio.
36
2.8.3.
Concentracin.
Por un lado, es necesario que el recinto o cabina donde trabaja el consejero
cumpla con requisitos de privacidad, limpieza y silencio, ya que tendr que aislar las
variables extraas, como ruidos, voces altas, etc. De otro lado, la capacidad de atencin
del orientador se dirigir a mantener la conduccin emocional de la entrevista.
2.8.4.
Recursos y Condiciones.
Quienes tienen mayor posibilidad de tener recursos y condiciones para el trabajo
de consejera telefnica son los profesionales de la salud y del rea social (mdicos,
psiclogos, socilogos, antroplogos, enfermeras, sacerdotes, educadores, etc.)
Sin embargo, sera un error descartar aquellas personas que no son profesionales,
ya que entrenadas y evaluadas previamente, pueden llegar a desempear cabalmente
esta funcin.
Ahora bien, la prctica clnica es un buen elemento para laborar en el rubro. No
es suficiente la buena voluntad o sentido comn para estar habilitado; lo ptimo es
tener base o formacin en terapia y/o consejera psicolgica, manejo de psicopatologa,
conocimiento cabal de la realidad nacional. De hecho, stas no son las nicas
condiciones o recursos para obtener luz verde en el trabajo de consejera telefnica.
El Silencio.
Hay que prestar mucha atencin al papel que juega el silencio en el consultante,
aunque por cierto, tambin como una estrategia en el consejero.
En efecto, el silencio no implica una posicin meramente pasiva frente a la
demanda, ya que se trata de un medio para lograr empata y, sobre todo, brindarle un
espacio a la persona que est en el otro lado de la lnea para que pueda expresarse
libre y cmodamente. El silencio es indicador de atencin y expectativa.
2.9.2.
El Contacto Psicolgico.
Tiene varios objetivos. El primordial, que el consultante en crisis se sienta
escuchado, aceptado, apoyado y comprendido. Estos elementos van a contribuir a
atenuar y reducir la intensidad de las crisis.
As, el contacto psicolgico servir para aminorar el dolor de estar solo a lo
largo de la crisis, aunque en realidad conduce a algo ms que eso: al reconocimiento
de sentimientos de tensin, clera, angustia, dao, etc., y de esta manera reducir la
intensidad emocional y, eventualmente retomar el autocontrol.
2.9.3.
El Reflejo.
Aqu se trata de comprender, mostrar y devolver las emociones, sentimientos y
actitudes que el consejero percibe en el consultante.
37
Clarificacin.
Se trata de organizar la informacin vertida por el consultante a modo de
resumen, ya que de esa manera se lograr comprensin tanto para el consejero como
para el demandante de ayuda. Es una estrategia cuyo objetivo es que el consultante
se entere de lo que dijo, y corrobore la exactitud de sus datos.
2.9.5.
La Repeticin.
Es estratgico repetir oportunamente las palabras o frases ms relevantes que
ha empleado el consultante.
Viene a ser el ECO de lo que est diciendo el demandante de ayuda, lo cual
le permitir sentirse comprendido.
38
Ejemplo:
Consultante:
El hecho que, por vez primera, mi hija de 17 aos no
haya llegado a dormir me tiene angustiada, muy
desesperada....
Consejero:
Es decir, Ud. se encuentra desesperada...; Se siente
Ud. angustiada e impotente....
Consultante:
S, he pensado ir a la polica....
Consejero:
Me parece bien que Ud. piense en buscar seguridad, y
que se haya planteado ya alguna alternativa de
solucin....
2.9.6.
El Parafraseo.
Guarda cierta relacin con la repeticin. No obstante, la diferencia radica en
retener los elementos esenciales del contenido del discurso a modo de resumen o
frase corta y devolvrselo al consultante. Se trata de hacer un replanteo del contenido
ms importante, lo cual, tambin, ayuda al sujeto a ubicarse mejor dentro de su
problema.
Ejemplo:
Consultante:
Mire, he bajado mi rendimiento en el trabajo, peleo
constantemente con mi esposa, he bajado de peso ms o
menos unos 4 kilos, siento que me falta voluntad. He
llegado a mentir frecuentemente. Creo que el consumo
de pasta tiene mucho que ver en todo esto....
Consejero:
...Puedo comprender que el consumo de PBC est
repercutiendo en su familia, salud, conducta y trabajo...
2.9.7.
El Asentir.
Se expresa mediante expresiones cortas a travs de las cuales se busca empata.
Al seguir la demanda con frases como: Humm..., Aj..., Bien..., Siga...,
etc., estamos comunicando al consultante que lo estamos escuchando con mucha
atencin y que su informacin est siendo valorada.
SERVICIO LUGAR DE ESCUCHA DE CEDRO
39
2.9.8.
Pregunta Abierta.
A travs de las preguntas abiertas se busca ampliar la informacin que ayudar
a tener una idea ms clara del caso. Ello entra en ventaja respecto de aquellas con
alternativas de respuestas cerradas (S / No).
Ejemplo:
Consultante:
Toda mi familia est muy preocupada por la conducta de
mi hija....
Consejero:
Dgame, cmo es el comportamiento de su hija?.
2.9.9.
La Confrontacin.
Consiste en tratar de dar una respuesta ms o menos contundente frente a las
eventuales contradicciones que da el consultante; ello se puede dar a raz de la
informacin, aparente comportamiento, sentimientos, etc., que nos da el sujeto, los
cuales requieren confrontacin para encuadrar adecuadamente tanto al consejero
como al demandante.
Ejemplo:
Consultante:
La situacin en mi casa, como se habr dado cuenta, es
insostenible. El servicio que me sugiere como alternativa
Cree usted que me ayudar?.
Consejero:
Mire, Ud. plantea que la relacin con su familia es crtica
y, por lo tanto, necesita ayuda; sin embargo, cuando se le
plantea una alternativa, Ud. no quiere comprometerse....
41
42
Salida
Permanente
Pre contemplacin
43
44
Figura No. 2
Balance Motivacional
En el siguiente estudio, vale decir de determinacin, el sujeto puede presentar
los siguientes argumentos: Estoy dispuesto hacer lo que sea para cambiar. S que
tengo que hacer algo para resolver este problema. Estoy dispuesto a aceptar lo que
usted disponga con tal de salir de este problema, etc.
Costos de statu quo
Beneficios del cambio
45
CONSEJERA
Los objetivos son de corto plazo.
Centrado en el presente.
Intervencin: Induccin,
evaluacin y diagnstico.
motivacin,
Consejera familiar.
Calidez.
Autenticidad.
Otras condiciones.
46
47
C. Evitar la Discusin.
La resistencia es una seal que indica que se deben cambiar las estrategias
que se han estado utilizado.
Capacitacin constante.
Sensibilidad.
Capacidad de Escucha.
Supervisin.
REFERENCIAS
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para brindar apoyo y orientacin. Ed. Compaero de las Amricas-Universidad de los
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Captulo 3.
rea de Trabajo N 1
Abuso y Dependencia
de Sustancias Psicoactivas
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Captulo 3.
rea de Trabajo N 1
Abuso y Dependencia
de Sustancias Psicoactivas
3.1. Conceptos Clnicos Bsicos.
3.1.1.
3.1.2.
Patrones de Consumo.
A. Consumo Experimental.
Es cuando la persona consume una droga o SPA por curiosidad o por moda
en una o pocas ocasiones, interrumpiendo su consumo.
B. Consumo Social u Ocasional.
Viene a ser una forma de comportamiento humano que an est en
consonancia con el bienestar externo e intrapsquico. Vale decir que todava hay
un ejercicio del autocontrol respecto al uso de la droga y an no se ha instalado
la enfermedad.
C. Abuso.
A diferencia de los criterios para la dependencia de SPA, los criterios para
el abuso no incluyen la tolerancia, la abstinencia ni un patrn de uso compulsivo
y, en su lugar, se citan nicamente las consecuencias dainas del consumo repetido
(vase criterios clnicos).
55
D. Dependencia.
Entendemos por dependencia o adiccin al uso de SPAs, de forma crnica,
compulsiva e incontrolable. Por lo tanto, dicha conducta repercute en el
autocontrol. En el anlisis clnico, se encuentran efectos en la esfera psquica y
orgnica del usuario (vase criterios clnicos en la dependencia).
El concepto dependencia an se relaciona con conceptos que resultan ya
clsicos, como es la dependencia fsica y psicolgica; los mismos que en la
actualidad son vistos como un todo, denominndose a ello Neuroadaptacin
(NIDA: Washton, 2001; Perkinson, 1997; Elster, 1999)
3.1.3.
Compulsin.
Fenmeno que puede ser explicado como un mecanismo que lleva a necesitar
reiteradamente de alguna modalidad de comportamiento (alimentarse, juegos de
azar, trabajar, etc.); mas no solamente puede ocurrir con la compulsin por consumir
alguna SPA. Se trata de una fuerza interna, vinculada con variables biolgicas,
psicolgicas, fisiolgicas, etc., que gradualmente se incrementa (Elster, 1999;
Washton, 1995).
Esta -la compulsin- habitualmente lleva a cometer reiterativamente conductas
particulares, las cuales, generalmente, conllevan al sujeto a graves enfermedades,
problemas o crisis.
3.1.4.
Sndrome.
Conjunto de sntomas y signos caractersticos de un estado o estados patolgicos
ms o menos afines en vista a su agrupacin y orientacin diagnstica.
3.1.5.
3.1.6.
Abstinencia y Tolerancia.
La abstinencia puede tener dos significados: cuando la palabra se emplea sola,
se refiere al perodo durante el cual un usuario de SPA no las consume; y, cuando se
la emplea acompaada del trmino sndrome de, se refiere al conjunto de sntomas,
signos y molestias que experimenta un usuario que suspende el consumo.
Asi mismo, la tolerancia es una disminucin de la respuesta que se obtiene por
la ingestin de una SPA; esto implica que, para obtener un efecto deseado, es necesario
incrementar progresivamente la dosis.
56
3.1.7.
Neuroadaptacin o Neurosensibilizacin
La introduccin del trmino Neuroadaptacin para reemplazar conceptos ya
clsicos como el de dependencia psicolgica y fsica, ha sido un aporte vital en la
comprensin de la adiccin a SPAs.
As, para el NIDA: Washton, 2001; Mata, 1989; Kleber and Gawin, 1994;
Washton, 1995, se trata de un fenmeno que se observa en individuos donde no se
presenta el cuadro de dependencia tal como lo establecen los criterios bsicos, pero
hay razones para suponer la existencia de cambios y adaptaciones fisiolgicas
dependientes de la incorporacin de sustancias. En este sentido, la neuroadaptacin
se explica como un continuo que engloba a los conceptos dependencia psicolgica y
fsica, ms no representa procesos distintos.
Kleber y Gawin, 1984; NIDA: Washton, 2001; Washton, 1995; Perkinson,
1997; Castro de la Mata, 1989; Goodman y Gilman, 1996, al respecto, describen
al mismo fenmeno sustentando que estara caracterizado por la sintomatologa postcocanica persistente en el consumo cronificado. Estos autores asumen que se da por
ciertos cambios neuroendocrinos asociados a la privacin por medio de pruebas de
laboratorio (en animales) y por la facilitacin de la abstinencia a travs de
intervenciones farmacolgicas.
3.2.
57
B. Los sntomas han persistido por lo menos durante un mes, o se han reunido
repetidamente a lo largo de perodos ms largos.
ABUSO.
A. Un patrn mal-adaptativo de uso de la sustancia indicado al menos por uno de
los siguientes sntomas:
1. Uso continuado de la sustancia pese a saber la persona que tiene un problema
persistente o recurrente de ndole social, psicolgico o fsico, causado o
exacerbado por el uso.
2. Uso recurrente de la sustancia en situaciones en las cuales el consumo entraa
peligros fsicos.
B. Persistencia de los sntomas por lo menos durante un mes u ocurrencia repetida
a lo largo de un perodo mayor.
C. El cuadro no alcanza a satisfacer los criterios de dependencia.
58
Factores Ambientales.
La difusin continua y desmesurada de estmulos externos que refuerzan an
ms la actitud permisiva y la aceptabilidad social del alcohol, vienen a ser factores
importantes que, en la mayora de los casos determinan los niveles de consumo,
como tambin su accesibilidad.
3.3.2
Factores Constitucionales.
A. Herencia.
En el contexto de la dependencia a SPAs, el fenmeno del alcoholismo es
el que ha sido estudiado con ms intensidad. En este sentido los estudios desde
la arista referida a la relacin entre la herencia y la dependencia al alcohol, han
demostrado que ciertas personas reaccionan favorablemente a corto plazo frente
al alcohol, el cual los predispone fcilmente a la alcoholemia.
Si bien estos avances ayudaron significativamente en la comprensin del
cuadro adictivo, estos adelantos de ningn modo son concluyentes; ya que una
elevada frecuencia familiar o tnica de dependencia alcohlica no necesariamente
implica un proceso gentico subyacente.
Respecto a las secuelas somticas que podran encontrarse en grupos de
alcohlicos, muchos atributos fsicos que pueden tener base gentica son
susceptibles de alteraciones prenatales debidas a la ingestin de alcohol o al
estilo de vida de la madre consumidora.
B. Caractersticas de la Personalidad
Existen numerosas investigaciones acerca de la personalidad de adictos al
alcohol y otras SPAs. Muchos han intentado determinar de manera retrospectiva los
aspectos psicolgicos que influenciaron desde la niez a quienes ahora son alcohlicos.
Sin embargo, es fcil comprender que existen muchas limitaciones para
validar estos intentos de separar rasgos premrbidos del desarrollo psicolgico
que es consecutivo al abuso del alcohol. Otro aspecto que complica an ms el
cuadro clnico, es el referido a la cantidad de alcohlicos que usan otras sustancias
(Perkinson, 1997).
Desde el punto de vista psicolgico, los adolescentes y jvenes que abusan
de alcohol y otras SPAs no necesariamente son neurticos, pero poseen trastornos
de la personalidad que quedan reflejados en el rendimiento escolar, laboral, as
como en su eventual desajuste sexual y social.
Por otro lado, suele encontrarse a alcohlicos con elevada incidencia de
alcoholismo en sus padres. As mismo, se dan casos de familias desestructuradas,
ya sea por separacin o divorcio, que podran condicionar en casos, la instalacin
de la enfermedad.
SERVICIO LUGAR DE ESCUCHA DE CEDRO
59
3.3.3
3.3.4.
60
C. Respiratorios:
Neumonitis por aspiracin, neumona, abscesos, cncer bronquial, laringitis
crnica, bronquitis crnica, tuberculosis y neumona bacteriana lobular.
D. Metabolismo de la aldoesterona.
Se produce retencin de sodio, potasio y cloro.
3.3.5.
1 copa de vino
2 latas de cerveza
1 onza de wisky
Menor de 50 mg/dl
50-100
Incoordinacin evidente
Alteracin en las funciones sensoriales
El manejo vehicular se hace progresivamente ms peligroso
100-150
150-200
(6 latas de cerveza;
8 vasos de cerveza)
Transgresin de la ley.
200-300
300-400
400-700
61
3.3.7.
Dependencia Fsica.
La dependencia fsica implica una adaptacin al alcohol en el mbito tisular,
por lo que se requiere de la presencia de alcohol para mantener el equilibrio del
organismo. Se refiere a un estado latente de aumento de la excitabilidad, el cual se
ha desarrollado por una depresin prolongada del sistema nervioso central como
consecuencia del efecto crnico del alcohol.
El desarrollo de la dependencia fsica juega un papel muy importante en el
mantenimiento del sndrome de dependencia. Se genera con ello un deseo imperioso
de beber para evitar un estado de ansiedad elevada. As, la dependencia fsica genera
o refuerza la dependencia psicolgica.
La intensidad de la apetencia al alcohol est relacionada con las experiencias
previas de abstinencia o disminucin de consumo. Trastornos intercurrentes como
infecciones, traumatismos, e inflamaciones producen un incremento en el sndrome
de abstinencia y en la dependencia fsica.
3.3.8.
Sndrome de Abstinencia.
El sndrome de abstinencia se produce por la supresin o terminacin sbita de
la ingestin de alcohol. En l existen varios grados de intensidad. Al presente han
habido reportes de investigaciones que sustentan que la dependencia al alcohol y la
dependencia a los opiceos pueden tener el mismo mecanismo, que incluye
62
63
65
3.5. Inhalantes.
Hay consenso en considerar a estas sustancias como depresoras del sistema
nervioso central en la medida en que se suele ser su efecto predominante. Sin embargo,
cabe sealar que inicialmente se registra un efecto estimulante transitorio.
Los tres tipos principales de inhalantes son los solventes orgnicos (hidrocarburos),
los nitritos voltiles (anil, butil e isobutil) y el xido nitroso. Estas sustancias se inhalan
de botellas, trapos empapados, bolsas, globos y tanques de gas (Inaba y Cohen, 1990).
3.5.1.
66
Correlato Psicolgico.
Para Medina-Mora y Castro (1988), los siguientes rasgos suelen encontrarse
en esta poblacin:
1) Agresividad
2) Carencia de afecto y relaciones parentales, caracterizados por el abandono.
3) Tendencia a la autodestructividad.
4) Intentos de suicidio y fantasas de muerte.
5) Depresin, agitacin y ansiedad.
6) Provienen usualmente de hogares donde es frecuente las agresiones fsicas o
verbales en la familia.
67
3.5.3.
Alteraciones Cognitivas.
Ortiz, A. y Caudillo, C. (1988), luego de realizar investigaciones tanto en
nios como pberes consumidores de inhalantes, encontraron las siguientes
alteraciones en el mbito de:
1) Memoria.
2) Concentracin.
3) Juicio.
4) Anlisis.
5) Sntesis.
A la vez define a los inhalantes como anestsicos que tienen un efecto estimulante
breve antes de deprimir el sistema nervioso central. Entre ellos encontramos sustancias
como la gasolina, el thinner, los pegamentos, aerosoles (insecticidas, desinfectantes,
lacas para madera y el pelo, abrillantadores), etc.
3.6. Alucingenos.
Se trata de drogas psicoactivas que alteran las percepciones y las emociones de la
persona, produciendo ilusiones y alucinaciones a dosis relativamente bajas (Perkinson,
1997). Entre ellos se encuentran:
- Dietilamida del cido D-lisrgico (LSD)
- PCP (fenciclidina)
- Alfa acetil LSD (ALD)
- Amida del cido D-lisrgico (LSA)
- Psilocina (Psilocibina)
- DMT (dimetiltriptamina)
Dentro de los que es tipo mescalina, fenil-etil-aminas y derivados anfetamnicos,
hallamos:
- Mescalina
- DOM (dimetoxi-metilanfetamina)
- DOB
- MDMA (metilendoximetanfetamina metilina. La droga del amor llamada XTC
o xtasis)
- MDM
Igualmente, los alucingenos que contienen THC (delta-9-tetra-hidro-cannabinol), son:
3.6.1.
Marihuana.
Se consume en forma de cigarrillos, elaborados con las hojas o extremos florales
secos de la planta. Tambin es conocido como maconha. Otra ruta de administracin
es la oral en forma de galletas o bizcochos, o se fuma en pipas, a veces combinada
con otras drogas como el alcohol o el clorhidrato de cocana.
68
3.6.2.
Hashis.
Viene a ser un derivado del cannabis. Es la resina de las flores u hojas de la
planta femenina, y se consume ingirindola en forma de pasta o de tabletas, o se le
fuma en pipas de agua.
69
70
71
El xtasis.
El xtasis o MDMA. El xtasis forma parte de las sustancias denominadas
feniletilaminas, comprendiendo, tambin, a drogas psicoactivas conocidas como
Eva, Pldora del amor, etc.
El xtasis tiene una denominacin qumica bastante difcil de pronunciar y
recordar: 3,4-metilendoximetanfetamina, por lo que suele aludirse a l como su
acrnimo: MDMA.
Para el NIDA (2001), Rubio y Alamo (1998) y Perkinson (1997), las SPAs
con las que el MDMA comparte similitudes, tienen denominaciones qumicas, de
igual forma, complicados en su pronunciacin. As, lo referido a la Pldora del
amor, se vincula a la metilendoxianfetamina (MDA), otra SPA, Eva viene a ser
la metilenodioxilanfetamina (MDE). Estas SPAs, derivados anfetamnicos con
componentes qumicos similares a la mescalina (alucingeno), explica su
singularidad.
72
Presentacin.
Su presentacin es a travs de comprimidos o pastillas de formas y colores
variados, muchas veces ilustrados con dibujos. En la calle son conocidos como:
pepn, mitsubishi, meche, equis, pastis, tapones, tanques, etc.
Como sucede con toda SPA, los traficantes y vendedores tienen en la adulteracin
de estas sustancias un buen instrumento para multiplicar sus ganancias, de ello no
poda ser excepcin el xtasis.
En efecto, muchas pastillas que se ofertan como xtasis, en muchos casos no
son tal, ms bien son sustancias cercanas o emparentadas (por ejemplo, MDA o MDE,
de mucha ms peligrosidad). Por otro lado, los anlisis farmacolgicos de las sustancias
incautadas por la polica, confirman que gran parte de estas SPA que se expenden en
la calle estn adulteradas con antibiticos, LSD, anfetaminas, aspirinas, etc. (NIDA,
2001; Rubio y Alamo, 1998)
En el mercado nacional se puede encontrar relativamente fcil el xtasis,
importado generalmente de los Estados Unidos, Chile, Argentina, Holanda, Alemania,
Gran Bretaa, entre otros pases, cuyo costo es alto (promedio actual $15 dlares
americanos). Pero tambin, es una realidad que en nuestro medio tambin se est
elaborando, toda vez que la accesibilidad a los precursores de esta SPA, no son un
problema.
3.8.2.
73
De ndole Psicolgica:
En trminos de clasificacin, el xtasis o MDMA no es estrictamente
estimulante, depresora ni alucingena; todo ello en conocimiento a su estructura
qumica, como quiera que se compone de anfetamina, estimulante, mescalina y
un alucingeno.
En este sentido comparte propiedades de todas estas sustancias, es por ello
que va ms all de toda esta sumatoria, ya que no se trata de provocar efectos
estimulantes y alucingenos simultneos, ms bien se puede decir que la presencia
combinada de ambas alteraciones en la neuroqumica cerebral da lugar a un
impacto cualitativamente distinto; que, en todo caso, puede acercarse a los efectos
de las anfetaminas (NIDA, 2001; Rubio y Alamo, 1998).
Ahora bien, aproximadamente entre la media y una hora de haber ingerido
la sustancia, aparentemente comienzan a experimentarse los efectos del xtasis,
el mismo tendra una duracin promedio de dos a cuatro horas. Los efectos ms
conocidos son:
1. Euforia.
2. Mejora la autoestima y baja de la autocrtica.
3. Facilidad para el contacto interpersonal.
4. Locuacidad.
5. Aparente energa fsica y emocional no usual.
C. Contraindicaciones.
Cualquiera sea nuestra opinin acerca del xtasis o MDMA, existen
contraindicaciones para su consumo. Estas son:
a. Patologa psiquitrica
b. Diabetes.
c. Enfermedades a rganos, como el corazn, rin o hgado.
d. Epilepsia.
e. Glaucoma.
f. Hipoglucemia.
En este sentido, si tiene algn conocido, amigo, familiar o consultante, se
tendr que ser enftico en decirle que si presenta alguno de estos cuadros clnicos,
se abstenga de ingerir esta droga.
3.9.
Tranquilizantes.
Si bien los tranquilizantes o sedantes actan en forma diferente sobre el sistema
nervioso central, sus efectos son muy semejantes al de los alucingenos. Disminuyen
la actividad neuroqumica de forma variable segn cada psicofrmaco.
En efecto, dependiendo de la dosis, cualquier frmaco o medicamento de este
tipo puede ser llamado tranquilizante, sedante, hipntico (inductor del sueo) e incluso
anestsico. Dentro de los tranquilizantes se ubica a los barbitricos. As tenemos:
Nombre Comercial
SECOBARBITAL
FENOBARBITAL
AMOBARBITAL
PENTOBARBITAL
Seconax
Luminal (gardenal)
Isoamytal
Binomil hipnotil
Torinal
Nodular
Doridn
Valium
Librium
Orfidol
75
HIDRATO DE CLORAL
HIPROBAMATO
Nombre Comercial
Kurdens
Ansiowas
Es de esta manera que los depresores del sistema nervioso central se agrupan
en: sedantes / hipnticos (alcohol y barbitricos) y tranquilizantes menores
(benzodiazepinas).
76
Nombre
Comercial
Va de
Administracin
Inyectada, oral o fumada
Cloruro mrfico Inyectada
Inyectada, fumada o inhalada
Codeisan Perduretas Oral o inyectada
Potencial Relativo
abuso/dependencia
Moderado o alto
Alto
Alto
Alto
77
79
80
81
82
REFERENCIAS
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Captulo 4.
rea de Trabajo N 2
Suicidio
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rea de Trabajo N 2
Sucidio
ANTECEDENTES
En el ao 1971 un Comit especfico de nomenclatura y clasificacin mencion el
trmino Suicidalidad (Beck, 1971) englobando a ideadores, intentadores y
consumadores de suicidio como grupos superpuestos; sealndose el alto riesgo de
los intentadores que lo elevan hasta cien veces el de su poblacin de referencia el ao
siguiente al intento (Barraclough, 1974; citado por Vsquez, 1999). No obstante, la
distincin entre suicidio e intento an sigue siendo compleja
Son cada vez ms los estudios que indican que el intento de suicidio es precursor
del suicidio consumado, y es tal vez el mayor indicador de riesgo para el acto fatal.
Algunas fuentes indican que el 6,4% de pacientes que realizaron un intento serio de
suicidio lo consumarn alguna vez en los siguientes 5 aos; as como se ha determinado
tasas especficas de intento suicida en trastornos de ansiedad, esquizofrnicos y
depresivos.
En estos ltimos el riesgo de reiteracin del intento es mayor dentro de los tres
meses siguientes al primer intento y se asocia la depresin tanto a los intentos como al
suicidio mismo. En general, se ha calculado que alrededor del 10% de pacientes que
intentaron suicidarse lo logran en el lapso de 10 aos (Vsquez, 1997; Wolk y Weissman,
1996).
Segn la Organizacin Mundial de la Salud (OMS), en 1998 se han registrado
alrededor de 800,000 suicidios en todo el mundo. En pases europeos, el suicidio es
considerado un problema de salud pblica dado que se encuentra entre las diez primeras
causas de muerte entre la poblacin general (Malone et al., 1995, citado por Durand et
al., 1999)
Por otro lado, un nmero no despreciable de sujetos, incluyendo nios, pberes y
adolescentes (Wolk y Weissman, 1996) que intentan suicidarse o logran el suicidio,
advirti de su intencin a familiares o amigos. Se ha reportado que casi la mitad de
suicidas, consultaron con un mdico, psiclogo, consejero, etc. y hasta de ellos lo
hicieron con un especialista (PAHO, 1985; Bech, 1975; citado por Vsquez, 1997)
En lo que se refiere a investigaciones que dieron grandes aportes al campo del
suicidio se encuentra el estudio ya clsico de San Diego, California (Miller, 1991)
desarrollado entre los aos de 1981 y 1983. Se trata de uno de los estudio ms detallados
sobre suicidio. Para el efecto se investigaron 283 suicidios consecutivos; uno de los
87
aplicacin de programas preventivos del suicidio por su cada vez ms estrecha relacin
con el intento de suicidio y algunas consideraciones comunes encontradas para ambos
fenmenos en varias latitudes y en nuestro medio.
Entre otros datos, destaca la afectacin predominante en este estudio, de la
poblacin joven (15-34 aos) y fundamentalmente femenina (relacin de 3.4/1). Los
motivos que condujeron al intento de suicidio fueron con mayor frecuencia
sentimentales, conyugales y familiares. Los mtodos ms utilizados fueron los qumicos,
con sobredosis de psicofrmacos (ansiolticos principalmente) as como insecticidas;
en el sexo masculino se apreci el uso frecuente de mtodos mecnicos, generalmente
violentos.
Los diagnsticos ms frecuentes fueron trastornos depresivos, ya sea reactivos,
depresin mayor o distimia, seguidos de trastornos psicticos, de personalidad y otros.
Se observ reiteracin de intentos suicidas en ms de la mitad de la poblacin muestral.
En una investigacin llevada a cabo por el equipo de Anticona et al. (1999) del
hospital Vctor Larco Herrera, respecto a la epidemiologa del intento de suicidio
registrado en el servicio de emergencia del mencionado nosocomio, de un total de 880
atenciones psiquitricas, se registraron 94 pacientes con intento de suicidio (10,7%),
de los cuales 29 fueron hospitalizados.
Se determinaron que los problemas familiares (61,9%) era el factor ms importante
dentro del grupo de edades (10-17 aos) constituido por los pberes y adolescentes.
Los conflictos de pareja (39,2%), los trastornos de tipo psiquitrico, as como el ser
mujer, eran, igualmente, potenciales factores de riesgo en la poblacin estudiada.
En los pacientes hospitalizados solteros (70%), desocupados (52%), ingresos
econmicos bajos (0-399 soles, 44%).
El mtodo ms usado fue la ingesta de fosfatos orgnicos (46,8%). La depresin
(28%) fue el diagnstico ms frecuente en el total de pacientes y la Esquizofrenia
(48%) en los hospitalizados.
Asimismo, se evidenciaba un espectro en relacin con relacin a la severidad del
intento de suicidio teniendo en un extremo a los Trastornos de Adaptacin, que fueron
tratados en forma ambulatoria y en el otro a los Trastornos Esquizofrnicos, que
necesitaron ser hospitalizados.
ltimamente Duran et al., 1999, desarrollaron una investigacin transversal,
descriptiva y analtica de 62 pacientes que acudieron con historia de intento de suicidio al
servicio de emergencia del Hospital General Arzobispo Loayza. Se efectu por medio
de una entrevista que consisti en la aplicacin de dos encuestas; la primera const de
tres partes: filiacin, episodio actual y antecedentes; y la segunda fue el CIE-10 (DSMIV).
Se determin las caractersticas sociodemogrficas, motivaciones, antecedentes y
la prevalencia del episodio depresivo mayor en la poblacin de estudio.
Se concluye que el paciente que acude con historia de intento de suicidio a la
emergencia de un hospital general en nuestro pas suele ser de sexo femenino, joven,
soltera, con grado de instruccin secundaria, desempleada, catlica, de procedencia
urbana, que llega a la emergencia somnolienta por la ingesta de raticidas o sobredosis
SERVICIO LUGAR DE ESCUCHA DE CEDRO
89
91
4.1.1.
Suicidio.
Asumimos al suicidio como el acto auto inflingido que termina en la muerte y
que es llevado a cabo con pleno conocimiento de sus consecuencias.
Dependiendo del pas o regin, el suicidio ocupa el tercer lugar entre las causas
de muerte entre los jvenes varones de 15 a 24 aos y el cuarto lugar en las mujeres
de esas edades.
Los mtodos usados para el suicidio varan en funcin del pas, sexo, condicin
econmica, etc. Aparentemente, los varones recurren ms a las armas de fuego y las
mujeres al envenenamiento, mientras que la sofocacin es ms o menos similar en
ambos sexos.
Freyre (1994) describe cuatro fases en el proceso evolutivo por el que atraviesa
el acto suicida, obedeciendo ello a un sin nmero de factores:
a. Se ha podido observar que en adolescentes con antecedentes de intento de
suicidio, priman vivencias conflictivas y de crisis durante su infancia y niez,
pudiendo ello ser un factor predisponente a incrementar su vulnerabilidad.
Dentro de estos podemos encontrar: conflictos parentales, ausencia emocional
o fsica de uno de los padres, alcoholismo, maltrato, etc.
b. Fase de escalada adolescencial: la problemtica ocurrida durante las fases
anteriores, se incrementa en la adolescencia con relacin a las vicisitudes del
proceso adolescente y a la conciencia que se hace en esa poca de los
problemas sufridos antes. En la medida que los intentos compensatorios
fracasan o la problemtica persiste, el adolescente puede sentirse aislado de
su familia y afectarse su desenvolvimiento social.
c. Aislamiento social progresivo: el joven se asla ms de sus padres, y pierde
la capacidad para comunicarse con ellos y para expresar sus sentimientos
con palabras. Si sus mecanismos adaptativos fallan, se va aislando
progresivamente de sus amigos, se deprime y tiende a adoptar conductas
riesgosas. La depresin suele ser progresiva.
d. Fase final: cuando la depresin y / o aislamiento se incrementa, as como tambin
la autoestima, autoconcepto y autovaloracin se encuentren afectadas y
disminuidas, surge primero la idea suicida, lo que lleva luego al intento suicida.
4.1.2.
Intento de Suicidio.
Conocido tambin como acto suicida va a denotar una supuesta intencin de
terminar con la vida pero con un resultado no mortal. Esta conducta puede estar
caracterizada por ingerir sustancias txicas capaces de llevar a la muerte, hacer cortes
en zonas vitales del cuerpo, lanzarse de los edificios, etc. Estas acciones en ocasiones
resultan no ser fatales.
Habra que considerar que todo intento suicida implica un riesgo potencialmente
alto que puede terminar en muerte segura; muchas veces sin tener esta intencin.
4.1.3.
Riesgo de Suicidio.
Es la posibilidad de que ocurra la muerte en funcin a ciertas circunstancias previas
o actuales.
92
La Edad.
Los grupos de edades ms vulnerables al comportamiento suicida vendran a
ser la adolescencia, el climaterio y la edad avanzada.
La adolescencia, se caracteriza por ser una etapa donde se puede dar la crisis de
identidad, la cual lleva a cuestionamientos sobre s mismo / a y el mundo. Al fracasar
en la solucin de ciertos conflictos, el chico / a pueden caer en una suerte de vaco
existencial, traducindose ello en un espacio de alto riesgo.
Por el lado del climaterio, en esta fase se pueden originar ciertos cambios de
ndole hormonal. Por tanto, la persona est propensa a una serie de cambios a partir
de un desequilibrio bioqumico y psicolgico, lo cual pone en riesgo al sujeto.
En lo que se refiere al estadio de la senectud, suele encontrarse un estado
emocional variablemente debilitado; pudiendo ser la depresin marcada, ello debido
a los cambios fsico, psicolgico y social, manifestada por la prdida de habilidades
psicolgicas o fsicas, poca o nula atencin de los seres queridos o por incomprensin.
Todo esto puede inducir a sentir incompetencia y falta de motivacin por la vida e
incitar, por lo tanto, al suicidio.
4.2.2.
4.2.3.
Desequilibrio Emocional.
El ser humano no asiste a los acontecimientos de la vida de modo neutral ya
que toda vivencia tiene un matiz afectivo. El atravesar situaciones conflictivas pueden
llevar a las personas a tener emociones tales como miedo, temor o angustia, etc. Si
bien la reaccin puede favorecer conductas adaptativas, en otras su desproporcin
cuantitativa y cualitativa puede desorganizar el comportamiento del sujeto
(Vallejo,1986).
2.2.4.
Problemas Econmicos.
La situacin econmica y social de una sociedad como la nuestra caracterizada
por una acentuada crisis valorativa, econmica, civil y cultural; constituye un factor
de riesgo, ya que merma la motivacin en las metas y objetivos de vida de los sujetos,
ocasionando as sentimientos de incompetencia, desesperacin, angustia o depresin,
frustracin, conduciendo esto en algunos casos, al suicidio como una salida final.
2.2.5.
Problemas Familiares.
La estabilidad del sistema familiar, as como una adecuada dinmica, se
consideran necesarias en la salud tanto grupal como individual de sus miembros.
SERVICIO LUGAR DE ESCUCHA DE CEDRO
93
Problemas Sentimentales.
La predisposicin a sufrir trastornos depresivos o algn otro cuadro clnico,
asociado a la falta de confianza en s mismo, desesperanza, apata, etc. puede
sensibilizar a una persona a no poder enfrentar adecuadamente decepciones
sentimentales o alguna frustracin (Ruz, 1998). Ello, condicionara, en muchos
casos, atentados en contra de su propia vida.
Ahora bien, segn recientes investigaciones, los factores psicopatolgicos seran
ms importantes que los factores ambientales como elementos de riesgo para suicidio.
CIERTO
94
7. El comportamiento autodestructor es
solamente una accin para recibir
atencin.
4.3.2.
4.3.3.
95
g. Asista a su salud fsica. Coma una dieta bien balanceada. No salte comidas.
Consiga reposo que usted necesite, y haga ejercicios regularmente.
h. Converse con otra persona. Hable de sus sentimientos o acerca de otro tema
probablemente ser til.
i. Recuerde que esto no es una condicin permanente.
Algunas Estrategias.
A. Apertura y Mantenimiento de la llamada.
Un primer punto a alcanzar en la apertura de la llamada ser el empleo de la
actitud de escucha y secundariamente del dilogo. Para el efecto se tratar de
generar confianza, comprensin, empata; as como respetar escrupulosamente
el momento por el que est atravesando el sujeto.
El consejero deber dedicar todo el tiempo posible o el que demande la
persona del otro lado de la lnea, sin mostrar un mnimo de apresuramiento, al
igual que denotar que se est totalmente dispuesto a escuchar.
El objetivo ser que el sujeto alcance a confiar en el consejero; que puede
llegar a cierto nivel de seguridad de lo que desea hacer y que entienda que en el
otro lado de lnea hay una persona capacitada, quien podr ayudarlo a encontrar
alternativas de solucin frente al problema planteado.
Finalmente, en lo posible no olvidar de consignar algunos datos personales
bsicos, como son: telfono, direccin, nombre; ello, nos podra ayudar en algn
momento para trabajar lo referido a la red de apoyo y la eventual insercin de la
familia en algn tipo de ayuda.
B. Exploracin del Plan del Acto Suicida.
Urge -directa o indirectamente- evaluar si el sujeto est listo / a para poner
en marcha el plan suicida. En todo caso, hay preguntas claves para armar alguna
estrategia de contencin.
Por ejemplo:
Est Ud. solo/a?, Ya ha llevado a cabo algn aspecto de su plan?,
Ha consumido alguna sustancia en estos momentos?,
Porta Ud. arma? y
De dnde est llamando?, etc.
C. Estado Emocional o Afectivo.
Se estar atento en dilucidar el estado anmico del sujeto. Sus emociones y
la expresin de estas, hacindole ver que del otro lado de la lnea hay una persona
que lo est escuchando incondicionalmente. As tambin, a travs del discurso
se podr seguir la forma cmo hila sus pensamientos, sus emociones y su
expresin.
97
D. Personalidad.
Lo anterior guarda relacin con el hecho de inferir cmo se auto valora y
cmo se percibe el sujeto.
En este segmento es muy importante el anlisis de la demanda dado que,
teraputicamente habr que valorar y reconocer las fortalezas del demandante
para trabajar con ellas.
E. Evaluacin del Potencial Suicida.
Para el efecto se tendrn en consideracin tres elementos:
1. Nocin de los parmetros de la salud mental del sujeto.
2. Circunstancias o activadores que han desencadenado la conducta.
3. Potencial suicida.
En lo que respecta al tpico 1, se estar atento a los signos y sntomas que
pueden entrar en juego dentro del discurso del sujeto, los mismos que nos pueden
servir como indicadores del nivel de depresin por la que atraviesa el sujeto o
de alguna alteracin mental que subyace al acto suicida.
Esto implica, as mismo, ubicacin en las tres esferas bsicas: tiempo,
persona y espacio / lugar. Las circunstancias o activadores de la conducta
anteriores o actuales (tpico 2), estn referidos a evaluar el tiempo de la trama o
la reiniciacin del acto en trminos de ideas y pensamientos de la conducta
suicida y el ver cmo las manej. Finalmente, permite visualizar las condiciones,
la situacin desencadenante y, sobre todo, los recursos y el apoyo externo con
los que cuenta el sujeto.
El tpico 3 apunta a explorar y evaluar las posibilidades de que el individuo
ejecute la accin o tome esa decisin. Para tal efecto, existen factores que pueden
ayudar a dilucidar el potencial suicida (Barreto, 1991)
De acuerdo con Barreto (1991); Fincik (1986) y Ruz (1998), se deben
explorar y evaluar, los intentos previos de suicidio, la edad, la modalidad o
forma del intento, etc.; el grupo comprendido entre los 15 y 25 aos pareciera
ser que es el ms sensible o permeable. De otro lado, la existencia de una
enfermedad crnica o irreversible; carencia de familiares o amigos; stresores
psicosociales, el estado emocional de la persona, que podra estar asociado a la
prdida de un ser querido, abandono, apreciacin de su imagen, frustracin,
presin o despido laboral, problemas econmicos, etc.
Es decir, la forma cmo ha planificado el acto y la claridad con que lo
percibe, aumenta el potencial de la accin.
Hasta este punto, si bien no se tendr un acercamiento discreto del potencial
suicida, s se tendr una nocin ms o menos estructurada del comportamiento
y probabilidades de la toma de la decisin fatal; as, los ltimos pasos en el
mapa del consejero sern:
98
99
REFERENCIAS
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101
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Captulo 5.
rea de Trabajo N 3
Familia
103
104
Captulo 5.
rea de Trabajo N 3
Familia
5.1. Fundamentos Bsicos. Perspectiva Sistmica.
Ensayar un acercamiento al tema familia siempre ha sido complejo existiendo,
incluso, posiciones encontradas sobre todo en lo que respecta a su conceptualizacin y
a las teoras.
En este contexto, encontramos un amplio abanico de escuelas que tratan el tema
en cuestin, como es el caso de la escuela Sistmica, enfoque que se apoya en la teora
general de los sistemas.
Tomando como base la corriente sistmica se intentar hacer una breve revisin
de los conceptos esenciales que comprenden a la familia. As como se tratar de dar
informacin, pautas de educacin y otros alcances a padres de familia, educadores,
consejeros y personas deseosas de informarse y tener nociones bsicas de orientacin y
asesoramiento.
Ahora bien, desde esta perspectiva la familia es un todo, compuesto por partes o
subsistemas, que se determinan entre s. Viene a ser una organizacin por definicin,
dirigida hacia un estado, una meta (Minuchin, 1984).
Asimismo, todo grupo organizacional se rige por principios ordenadores que
determinan su curso y que adems provienen de afuera y de adentro (Bertalenffy,
1976).
Si seguimos esta lnea, un sistema es un todo unitario, donde las partes estn
interrelacionadas entre s influyndose mutuamente (Bertalenffy, 1976). As, dentro
de la familia la conducta de cada sujeto, estar relacionada e influenciada con la de los
otros miembros. Los patrones comportamentales de cada sujeto, en todo caso, sern
sostenidos y reforzados por el sistema. (Watzlawick, 1981, 1983).
5.1.1.
Retroalimentacin y Homeostasis.
La retroalimentacin viene a ser un proceso circular, en el cual parte del mensaje
es remitido de nuevo con informacin sobre el resultado preliminar de la respuesta,
reinicindose, nuevamente, en la entrada; haciendo, de esta manera, que el sistema se
autorregule, sea en el sentido de mantener determinadas variables o de dirigirse a una
meta deseada.
105
Comunicacin Humana.
Los principios generales del uso del signo y su procesamiento sobre el
fundamento de la teora de la comunicacin y de la teora de la informacin, son
piedras angulares en la interaccin social humana, dado que sta se ocupa de las
interacciones de los seres humanos, debido a que el vehculo de las manifestaciones
de las personas es el acto de comunicacin.
Watzlawick et al. (1983) propone al respecto, que para poder fusionar los
sistemas humanos dependen del intercambio y procesamiento de los signos, es decir
la informacin.
106
La Estructura Familiar.
Para Minuchin (1995) la estructura familiar es el conjunto invisible de demandas
funcionales que organizan los modos en que interactan los miembros de una familia.
Por su parte Jackson (1976) sostiene que la familia es un sistema gobernado
por reglas, sus miembros se consideran entre s de una manera organizada y repetitiva
y esta estructuracin de las conductas puede ser considerada como un principio que
preside la vida familiar.
Por otro lado, cuando existen situaciones de desequilibrio, si ste va ms all
del umbral de la tolerancia del sistema, ste incitar nuevos mecanismos para
restablecer el nivel habitual (Haley, 1980: a-b).
SERVICIO LUGAR DE ESCUCHA DE CEDRO
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COHESIN.- Comprende a:
Dispersa
- Hay una extrema separacin emocional.
- No existe lealtad hacia los miembros de la familia.
- Hay un escaso involucramiento y/o interaccin entre los miembros del
sistema.
- Hay distancia emocional padres-hijos.
- Existe predominantemente una separacin personal.
- La separacin personal es predominante.
- Difcilmente se comparte el tiempo con los otros.
- Necesidad de separacin de espacios.
- Las decisiones se toman independientemente.
- El inters est centrado en lo ajeno a la familia.
- Las amistades personales son frecuentadas a solas.
- Existen diferentes intereses personales.
- Se busca la recreacin individualmente.
Aglutinada
- Existe una extrema cercana emocional.
- Se demanda lealtad hacia la familia.
- Hay un involucramiento casi simbitico.
- Existe una gran dependencia afectiva de los miembros entre s, lo cual
se expresa claramente.
- Hay una intensa reactividad emocional.
- Se da una tendencia hacia las coaliciones padres-hijos.
- Los lmites generacionales son difusos.
- Hay escasa separacin personal.
- La mayor parte del tiempo se pasa con la familia.
- No se permiten tiempo y espacio privados.
- La toma de decisiones se realiza en virtud del deseo del grupo.
- El inters est centrado en la familia.
- Se priorizan las amistades de la familia antes que las personas ajenas a
la familia.
Estructurada
- El liderazgo inicialmente es autoritario, siendo en ocasiones igualitarias.
- La disciplina no es severa y sus consecuencias son predecibles.
- Es democrtica en determinadas situaciones.
- Son los padres quienes toman las decisiones.
- Existe estabilidad en los roles, y stos pueden compartirse.
- Las reglas se hacen cumplir firmemente, y raras veces se modifican.
Rgida
- Existe un consistente control parental, siendo el liderazgo autoritario.
- La disciplina es estricta y su aplicacin es rgida.
- Es autocrtica.
- Las decisiones son impuestas por los padres.
112
113
114
115
REFERENCIAS
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WATZLAWICK, P.; BEAVIN, J. y JACKSON, D. (1983). Teora de la comunicacin
humana. Editorial Herder, Barcelona
116
FICHA DE ATENCIN
C) Emergencia
A) Primera Vez
B) Segunda vez
G) Esposa
H) Otros
C) De tres veces a ms
OBSERVACIONES:
Qu lo motiv a buscar ayuda .........................................................................................................................................................
.......................................................................................................................................................................................................
.......................................................................................................................................................................................................
Conciencia del problema .................................................................................................................................................................
.......................................................................................................................................................................................................
Personas con quien convive ............................................................................................................................................................
.......................................................................................................................................................................................................
.......................................................................................................................................................................................................
Red de apoyo familiar .....................................................................................................................................................................
.......................................................................................................................................................................................................
.......................................................................................................................................................................................................
Aspecto fsico .................................................................................................................................................................................
.......................................................................................................................................................................................................
.......................................................................................................................................................................................................
Descripcin de la conducta actual ...................................................................................................................................................
.......................................................................................................................................................................................................
Antecedentes policiales ...................................................................................................................................................................
.......................................................................................................................................................................................................
DATOS COMPLEMENTARIOS ........................................................................................................................................................
.......................................................................................................................................................................................................
.......................................................................................................................................................................................................
DATOS DEL(DE LA) CONSUMIDOR(A): Edad:........ Sexo: Masculino Femenino Fecha de Nacimeinto ..... /..... /.....
ESTADO CIVIL: A) Soltero/a
E) Madre soltera
NIVEL DE INSTRUCCIN:
A) Pre-escolar
D) Secundaria Completa
G) Tcnica Completa
J) Superior universitaria incompleta
M) No Reporta
B) Casado/a
F) Padre soltero
C) Divorciado/separado
G) Otro
B) Primaria Incompleta
E) Secundaria Incompleta
H) Superior no universitaria completa
K) Superior universitaria completa
N) Sin instruccin o analfabeto(a)
D) Conviviente
H) No reporta
C) Primaria Completa
F) Tcnica Incompleta
I) Superior no universitaria incompleta
L) Otro
OCUPACIN:
Cul es su profesin: ....................................................................................................................................................................
Cul es su actividad laboral actual: ...............................................................................................................................................
117
SERVICIO LUGAR DE ESCUCHA DE CEDRO
A3) Caf
C.1.3.Hipnticos
C.2.3.Pintura
D. FOLKLRICAS
D.1. Hoja de coca
D.2. Alucingenos
E. Otros: _____________________
D.2.1.Ayahuasca
D.2.2.San Pedro
F. No Reporta
No Reporta
S. Si
N. No
X. No Reporta
TRATAMIENTO ANTERIOR:
S. Si
N. No
X. No Reporta
C.Consultorio Externo
F.Consultorio Particular
I.No Reporta
C. Completa
C.Radio/Televisin
I. Incompleta
ANTECEDENTES FAMILIARES
1. ALCOHOLISMO:
A. Abuelo/a
B. Madre
C. Padre
D. Hermano/a
C. Padre
D. Hermano/a
118
119
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