Introducción A La Historia
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Introducción A La Historia
II La sociedad y el individuo
Tanto la investigacin del historiador como los hechos del pasado que
estudia es un proceso social donde los individuos aparecen en calidad de
seres sociales.
El pasado, til para fines sociales tan diversos como necesarios, con
migajas de acontecimientos reales. La historia como la conocemos
nosotros es algo nuevo. Antes no se lo analizaba crticamente.
La critica histrica es tratar de comprender el pasado como un tiempo
distinto al presente.
El pasado en la antigedad era adoctrinador de la moral. Ej. Sumachien
y el mandato celeste.
Interes por lo pretrito: el significado del Tiempo en relacin con ellos
mismos, su nacimiento, maduracin y muerte.
Los monarcas deban poner al pasado a su servicio si esperaban ser
obedecidos. Genealogias. Todos los gobernantes necesitaban una
interpretacin del pasado en que asentar su legitimidad de gobierno y
las diferencias sociales.
El pasado oficial es propiedad exclusiva del estado.
Las aristocracias han usado las genealogas para justificar sus
situaciones privilegiadas. Heraldica. Comprar antepasados. Quienes
posean estas familias tenan su autoridad santificada por el tiempo
mismo.
Decadencia del pasado, disipacin de eficacia personal y social de
fuerzas antiguas.
Anales. Registro de las actividades de los reyes. Por ejemplo, con los
reyes mesopotmicos. Explicar el pasado para reforzar y servir la
autoridad de los potentados del dia. Los desastres, los reveses y las
rebeliones tienen cabida en esas versiones del pasado con tal que el
bien termine por triunfar.
La historia funciona como justificacin de la autoridad del estado. La
critica a sus formas de poder es sumamente reciente. Guerras entre
poderes acarrean guerras entre visiones del pasado. Hay que aduearse
de pasado y del presente.
Estas tendencias sin embargo, agonizan. No es muy fuerte ya, en ningn
pas occidental, el convencimiento de que el pasado imponga a la nacin
un rumbo determinado en su marcha hacia el porvenir. Hoy en dia,
parece que es el presente y el porvenir lo que determina los actos de
gobierno. La sancin del pasado va perdiendo fuerza
El pasado tambin ha servido como un cosuelo frente a la perdida de
poder, caracteriztiva de hombres sensibles de una clase dominante en
decadencia. LA parte activa siempre uso al pasado para inculcar a las
masas sentimientos virtuosos.
Hombres ejemplares. Los buenos o malos. Los cambios en el seno de las
clases dominantes sacaban y ponan del panten. Los desposedos, a
medida que adquiran conciencia de clase, crearon su propio panten.
Hoy en dia al hroe esta en desuso. Se atienen mas a las condiciones
sociales o colectivos.
La historia oral es tan antigua como la historia misma. Fue el primer tipo
de historia.
Jules michelet, al escribir su historia de la revolucion francesa, busco
cotejar los datos de los documentos oficiales con aquellos relatos orales
que le transmitan las personas.
En que momento el historiador dejo de valorar la historia oral?
Hoy, la historia poltica, de las genealogas, de las naciones, no se
transmite mas de forma oral. Sin embargo, la historia familiar, pocas
veces queda asentada, y se maneja de esta manera. Es precisamente
entre los grupos sociales mas desprestigiados, como los nios o los
1. La memoria tnica
Est claro que la fabricacin de los cerebros artificiales, que est slo en
los inicios, conduce a la existencia de mquinas superiores al cerebro
humano en las operaciones confiadas a la memoria y al juicio racional y
a la constatacin de que la corteza cerebral, por ms extraordinaria, es
insuficiente, exactamente como la mano o el ojo [Leroi-Gourhan, 1964-
contra las que se producen hoy da, y separarse del yo para ir hacia el
otro.
Memoria literal, memoria a secas. Memoria ejemplifica dora, justicia.
Una vez restablecido el pasado, la pregunta debe ser: para qu puede
servir, y con qu fin?
Singular, incomparable, superlativo.
Sin embargo, son muchos quienes rechazan la memoria ejemplar. Su
argumento habitual es como sigue: el suceso del que estamos hablando
es absolutamente singular, perfectamente nico, y si intentan
compararlo con otros, eso slo se puede explicar por su deseo de
profanarlo, o bien incluso de atenuar su gravedad.
A menos que, por otro lado, se entienda por comparacin identidad o
cuanto menos equivalencia, no se ve con claridad en nombre de qu
principio admitido en el debate pblico se podra rechazar cualquier
comparacin de un hecho con otro
A menos que, por otro lado, se entienda por comparacin identidad o
cuanto menos equivalencia, no se ve con claridad en nombre de qu
principio admitido en el debate pblico se podra rechazar cualquier
comparacin de un hecho con otro
Es imposible afirmar a la vez que el pasado ha de servirnos de leccin y
que es incomparable con el presente: aquello que es singular no nos
ensea nada para el porvenir
La ejemplaridad.
Sin embargo, hay un mrito indiscutible en dar el paso desde la propia
desdicha, o de la de quienes nos rodean, a la de los otros, sin reclamar
para uno el estatuto exclusivo de antigua vctima.
La memoria ejemplar generaliza, pero de manera limitada; no hace
desaparecer la identidad de los hechos, solamente los relaciona entre s,
estableciendo comparaciones que permiten destacar las semejanzas y
las diferencias. Y sin parangn no quiere decir sin relacin: lo
extremo cohabita en germen con lo cotidiano. Hay que saber distinguir,
no obstante, entre germen y fruto.
Sin embargo, no son coincidentes los objetivos a los que se intenta servir
con ayuda de la evocacin del pasado; nuestro juicio al respecto procede
de una seleccin de valores, en lugar de derivar de la investigacin de la
verdad; hay que aceptar la comparacin entre los beneficios pretendidos
a travs de cada utilizacin particular del pasado
El culto de la memoria.
En este fin de milenio, los europeos, y en particular los franceses, estn
obsesionados por un nuevo culto, a la memoria. Como si estuviesen
embargados por la nostalgia de un pasado que se aleja inevitablemente,
se entregan con fervor a ritos de conjuracin con la intencin de
conservarlo vivo
puesto que ahora sabemos que estos llamamientos a la memoria no
poseen en s mismos legitimidad alguna mientras no sea precisado con
Historia y duraciones.
El acontecimiento es algo efmero, que pasa en el momento. Le
criticaran que en realidad se pueden medir sus consecuencias.
El tiempo corto, a medida de los individuos, de la vida cotidiana, de
nuestras ilusiones, de nuestras rpidas tomas de conciencia; el tiempo
por excelencia del cronista, del periodista. Es, pues, evidente que existe
un tiempo corto de todas las formas de la vida: econmico, social,
literario, institucional, religioso e incluso geogrfico (un vendaval, una
tempestad) tanto como poltico. La ciencia social casi tiene horror del
acontecimiento. No sin razn: el tiempo corto es la ms caprichosa, la
ms engaosa de las duraciones.
La idea de la larga duracin en historia es reciente. La historia de los
acontecimientos, extraida de los documentos que se confirmaban
legitimos. Forma tradicional del siglo xix. Las historias de las religiones,
civlizaciones, la arqueologa, salvaron la larga duracin.
La historia poltica es bsicamente de tiempo corto, a diferencia de la
econmica, que requiere largas duraciones para medir, por ejemplo,
subas de salarios y bajas. Ciclico.
A pesar de esto, el historiador recurre al tiempo corto aun. Cmo evitar
estas tentaciones?
La segunda, mucho ms til, es la palabra estructura. Buena o mala, es
ella la que domina los, problemas de larga duracin. Los observadores