Alon Lujam Estudios Congrecacionales
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Alonso Lujambio
Estudios Congresionales
Edicin
homenaje
Alonso Lujambio
Estudios Congresionales
Edicin
homenaje
ndice
Presentacin 7
Dip. Manlio Fabio Beltrones Rivera
In memoriam 13
Dip. Luis Alberto Villarreal Garca
Nota previa 19
Dip. Francisco Arroyo Vieyra
Prlogo 35
Alonso Lujambio
Captulo 1
Ciencia Poltica y Congreso
1.1 Entre el pasado y el futuro: La ciencia poltica
y el Poder Legislativo en Mxico
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Captulo 2
La poltica en el Poder Legislativo
2.1 Una clave constitucional: el artculo 59
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71
105
119
175
231
275
355
Captulo 3
Partidos Polticos y Congresos Locales
en la Federacin Mexicana
415
417
447
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Captulo 4
Un recinto parlamentario
4.1 Donceles: un recinto parlamentario
para dos cmaras representativas
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Presentacin
Dip. Manlio Fabio Beltrones Rivera
Presentacin
Estudios Congresionales
Presentacin
Estudios Congresionales
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In memoriam*
Dip. Luis Alberto Villarreal Garca
Presidente de la Junta de
Coordinacin Poltica.
Coordinador del Grupo Parlamentario
del Partido Accin Nacional
In memoriam
sta maana falleci Alonso Lujambio Irazbal, senador de la Repblica, amigo y ejemplo de todos los
que lo conocimos.
Alonso fue un destacado acadmico mexicano, licenciado en Ciencias Sociales por el Instituto Tecnolgico
Autnomo de Mxico y maestro en Ciencia Poltica por la
Universidad de Yale; fue profesor de varias generaciones
de estudiantes en la Universidad Iberoamericana y en la
Universidad Nacional Autnoma de Mxico. En el ITAM,
adems de ser maestro, fue director de la licenciatura en
Ciencia Poltica.
Su tesis de licenciatura fue sobre el sistema de representacin proporcional en el Congreso, a modo de defensa
de la pluralidad en Mxico y como reivindicacin de la
oposicin.
Fue brillante como ensayista. Le dedic varios aos de
vida a estudiar y documentar la historia del Partido Accin Nacional. Entre sus obras se puede destacar El porvenir posible, que es un estudio y una compilacin sobre
la obra y vida de Carlos Castillo Peraza; Mil novecientos
treinta y nueve, en donde estudia y transcribe la historia y
los debates de la fundacin de Accin Nacional.
La democracia indispensable, compuesta por ensayos, sobre los principales personajes de la historia del Partido Accin Nacional.
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Estudios Congresionales
Lujambio descubre y reivindica el dilogo y la negociacin en Christlieb Ibarrola; el debate parlamentario en don
Miguel Estrada; la preocupacin social en Efran Gonzlez
Morfn y la herramienta para la transicin democrtica en
Carlos Castillo Peraza. Su legado est escrito con sus propias palabras y la mejor forma de conocerlo y recordarlo
es a partir de su lectura.
Alonso Lujambio, no slo pens desde la Academia
cmo resolver los problemas de Mxico, fue un ciudadano
que se caracteriz por fomentar e instaurar la democracia en nuestro pas; tena el dominio de la tcnica, pero
saba ponerla en prctica a favor de sus semejantes. Un
verdadero demcrata que ayud a cristalizar el sueo de
miles de mexicanos y de generaciones enteras. Decidir por
s mismos quin los gobernara.
Fue consejero electoral en las elecciones federales del
97, del 2000 y del 2003. En aquel primer Instituto Federal
Electoral, que tanto orgullo nos gener a todos los que lo
vimos nacer y organizar elecciones limpias.
Tambin fue presidente del Instituto Federal de Acceso
a la Informacin Pblica, instaurando, por primera vez,
la transparencia como prctica del Estado moderno para
abatir la corrupcin.
Fue secretario de Educacin Pblica y precandidato del
PAN a la Presidencia de la Repblica. Le sobreviven su esposa Teresa Toca y sus tres hijos: Iigo, Toms y Sebastin,
a quienes a nombre propio y de mi partido dedico esta
intervencin.
Para concluir, repetir en palabras de Alonso Lujambio el significado de nuestro Congreso: An en el marco
del autoritarismo, la pluralidad de esta Cmara posibilit
el surgimiento de un mbito institucional para la discusin y el razonamiento. Aqu se han tejido, durante aos
y aos, relaciones personales entre miembros de distintos
partidos polticos; se han hecho explcitas las diferencias;
se han creado vnculos entre quienes, desconocindose, se
ignoraron u odiaron.
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In memoriam
Muchas amistades entre miembros de distintos partidos han nacido en la convivencia continua y difcil de la
Cmara de los Diputados. Esa convivencia parlamentaria,
que a ojos de muchos, casi todos, ha parecido intil. A la
postre, ha resultado extraordinariamente positiva para
Mxico.
Veinticinco das fue senador de la Repblica, un enamorado del Parlamento que saba que en el Congreso se
construyen las relaciones necesarias para cambiar el pas.
Hoy en la maana un compaero de la bancada me deca:
Duele cuando se va un amigo, pero duele ms cuando se
va un hombre bueno. Los hombres buenos trascienden,
Alonso Lujambio trascendi. Descanse en paz.
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Nota previa
Dip. Francisco Arroyo Vieyra
Presidente de la Cmara
de Diputados
Enero, 2013
Presentacin
Alonso, mi amigo:
Nota de amplio afecto al que se fue.
ontesto la llamada de Alonso Lujambio en su calidad de Presidente Comisionado del Instituto Federal de Acceso a la Informacin Pblica, quien con
el talento de su inteligencia me conmina a la firma de un
convenio para el sistema Infomex. De ah se desprende
una cita en la que iniciamos una charla que continuara
hasta el da en que se fue. Amplias inquisiciones filosficas respecto a Surez, Victoria y San Isidoro de Sevilla,
los intrincados pensamientos alrededor de la teora pura
del derecho de Kelsen, y el compromiso de la reforma al
artculo 1 de la Constitucin.
Surge tambin el inters de ambos no slo por el derecho parlamentario, sino por la arquitectura de los recintos,
charla de amigos pues, que se materializara en dos libros,
este que tiene en sus manos y que le llenaba profundamente de orgullo, entre otras cosas porque el Senado de la
Repblica es editor y otro, en coedicin, magnfico y bello
sobre arquitectura parlamentaria.
De hecho, la presente obra es resultado de la compilacin original que hizo mi entraable amigo Arturo
Nez, en ese momento senador y vicepresidente de la
Mesa Directiva, de numerosos ensayos escritos por Alonso y publicados en diversas revistas especializadas. Para
dar mejor estructura a la obra, los artculos seleccionados
fueron readaptados y actualizados de puo y letra directamente por Lujambio.
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Estudios Congresionales
Alonso era preciosista, trabajaba la investigacin histrica como un joyero fundiendo valiosa pieza; claro que no
estbamos de acuerdo en todo y su reivindicacin de algunas luchas mereca, no el reclamo, pero s el lance liberal
de mi postura.
Un mircoles anterior a la Semana Santa de 2010 nos
reunimos, cenamos amenamente en el Lipp de Polanco y
al calor de tres herraduras le dije en una semana eres
secretario de Estado y precandidato presidencial; obtuve una carcajada por respuesta; quin nos dijera que al
siguiente mircoles me estuviera hablando para decirme
brujo.
Luego y por varios lunes merendamos ya muy serios
en el despacho Vasconceliano y acabamos de confeccionar la segunda de las ediciones.
Alonso era un gran ser humano, honorable a carta cabal
y muy trabajador, cuidadoso de su investidura, cumpla a
plenitud las formas, aunque el buen humor de ambos nos
permitiera perderlas cuando se trataba de abordar algn
tema controversial.
En ese trnsito conoc a su bella esposa Tere y a varios
de sus amigos cercanos con quienes compart la gran tristeza de su enfermedad, que tom con profunda entereza.
Habl con l varias veces a Arkansas, algn da me envi
una foto por Blackberry y me impresion profundamente.
Otro da le exiga que me contestara porque una chismosa
conductora estaba dando la noticia de su muerte, ambos
nos remos y coincidimos en una verdad sacramental: la
seora estaba mal informada; me dijo que en tal caso, algn da la saludara desde el ms all.
Alonso fue de esos amigos que se quedan para la posteridad, se fue antes de lo debido, pero cranme que lo
recuerdo vivo, inteligente y digno.
Septiembre, 2012
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Presentacin
a la primera edicin
Sen. Francisco Arroyo Vieyra
Presentacin
Estudios Congresionales
Presentacin
Estudios Congresionales
creciente pluralismo existente en el pas y particularmente en la composicin de las cmaras legislativas, proceso
gradual que se dio con mayor nfasis en la Cmara de
Diputados en forma primaria y que alcanz al Senado en
la segunda mitad de los aos noventa.
Captulo 2. La Poltica
en el Poder Legislativo
La segunda parte de esta obra, desarrollada ampliamente,
inicia con una interesante reflexin sobre la no-reeleccin
parlamentaria, refirindose a ella como uno de los engranajes en los que se sustent el hiper-presidencialismo en
Mxico, fenmeno que observa en la figura del Ejecutivo
al eje de la coalicin gobernante, rbitro de las disputas y
gran tomador de decisiones, generando con ello la alineacin de los intereses de los congresistas con los del lder
del partido en situacin hegemnica: el Presidente de la
Repblica.
La preferencia por el sistema de no-reeleccin legislativa junto con la no-reeleccin presidencial, afirma el
autor, posibilitaron la circulacin de las lites polticas
en el sistema poltico mexicano del siglo xx, siendo el
elemento central que explica, en perspectiva comparada,
su sorprendente durabilidad. Sin embargo, reconociendo
que la no-reeleccin ha jugado hasta los ltimos aos un
papel primordial para la construccin y estabilidad de
nuestro sistema poltico, su permanencia no ha sido del
todo positiva para el desarrollo de un autntico Poder
Legislativo.
Paradjicamente desde el ao de 1933, fecha en que se
estableci la no-reeleccin del Poder Legislativo, el Congreso de la Unin ha tenido en su agenda la discusin de
reformar el artculo 59 constitucional, donde se encuentra
expresada tal disposicin, y de ello dan cuenta el gran n28
Presentacin
Estudios Congresionales
Presentacin
Enriquecedor e interesante resulta el anlisis del sistema electoral mexicano y la definicin que tuvo para mantener intacta la supremaca de una sola fuerza partidista al
interior de las cmaras, propiciando un rgimen interno
que impact en el control poltico, el sistema de comisiones
y en el desenvolvimiento del personal de apoyo tcnico
del Poder Legislativo, anlisis que se sita hasta finales de
los aos noventa.
Hay una propuesta del autor en relacin con el sistema
poltico que rige a nuestro pas. Su evaluacin la realiza a
partir de considerar un escenario de sistema de partidos
competitivo multipartidista confrontado con un anlisis
de derecho comparado de cinco pases, as plantea escenarios que debern ser considerados por el lector para crear
sus propios juicios sobre el futuro de los probables cambios institucionales que permitan una democracia presidencial estable en el sistema poltico mexicano.
Quienes hemos tenido la honrosa tarea de ser legisladores, podemos dar testimonio que una variable indispensable para proveer de gobernabilidad a un sistema
presidencial es que el Ejecutivo y el Legislativo privilegien
en forma permanente el acuerdo poltico, y ello sin duda
alguna es el deseo popular, porque son instituciones diseadas para contrapesar los excesos de las otras, y ambas se
constituyen por mecanismos de eleccin con que cuenta la
sociedad, que ve en ellos a sus representantes populares.
Dilogo y negociacin son las variables permanentes que
se deben de privilegiar en la relacin Ejecutivo-Legislativo.
Es en este apartado, donde se nos presenta la forma
en que nuestro pas ha evolucionado, de un poder casi
indisputado en manos de una sola fuerza partidista, a un
poder que es cada vez ms compartido entre las distintas
fuerzas polticas. Acompaado de reflexiones de diversos
expertos en el tema, se convierte en una til descripcin
que nos permite conocer cmo ha cambiado de forma
gradual el pas; y aunado a ello, se presentan evaluaciones
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Presentacin
Estudios Congresionales
Prlogo
Alonso Lujambio
A mis maestros
A mis alumnos
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Prlogo
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Captulo 1
Ciencia Poltica
y Congreso
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Introduccin
a ciencia poltica mexicana ignor sistemticamente, durante dcadas, el estudio del Poder Legislativo. Nada pareciera ms natural, si se piensa que,
durante gran parte de la era posrevolucionaria, la composicin prcticamente monocolor de las Cmaras del
Congreso de la Unin y de los Congresos de los estados
de la Federacin elimin del mapa poltico mexicano el
dilema central de la accin colegiada de las asambleas
legislativas: la construccin de coaliciones. Dicho en otras
palabras, y de modo ms preciso: el cuadro poltico posrevolucionario, con mayoras absolutas y calificadas de un
solo partido, el del presidente y el de los gobernadores,
en donde adems el presidente funge como lder indiscutible del partido que lo llev al poder, produjo poderes legislativos inhibidos y, ms que incapacitados,
sin estmulos para echar a andar todo el poder que la
Constitucin federal y las constituciones estatales les
ofrecieron. Lentamente, el creciente pluralismo de la
poltica mexicana y su reflejo en la composicin partidaria
* Este ensayo fue publicado en la revista Estudios, nm. 54, 1999. Posteriormente se incluy en Merino, Mauricio (coordinador), La ciencia poltica en Mxico, Mxico, Fondo de Cultura Econmica-Consejo Nacional para la Cultura y
las Artes, 1999, pp. 75-92.
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mentos del Congreso en la Revolucin y en la era posrevolucionaria, particularmente Luis Medina Pea en los
volmenes 18 y 20 dedicados al periodo 1940-1952.
Pero procedamos en orden. Del periodo que va de la
primera Repblica federal (1824-1834) a la Revolucin de
Ayutla (1855) sabemos poco. Obras generales como los
clsicos de Michael P. Costeloe, La primera Repblica federal en Mxico, 1824-1834 (Mxico, Fondo de Cultura
Econmica, 1975) y de Moiss Gonzlez Navarro, Anatoma del poder en Mxico, 1848-1953 (Mxico, El Colegio de
Mxico, 1977) nos ofrecen pistas pero nunca una visin
integral o por lo menos una hiptesis sobre el papel que
el Congreso jug en aquellos aos.5 Casi 15 aos despus
de que su libro viera la luz, el propio Costeloe public
un breve ensayo sobre el conflicto entre los poderes Ejecutivo y Legislativo en los primeros 20 aos de la vida
independiente de Mxico, en donde plantea la hiptesis
de que el cleavage civiles versus militares se traduca institucionalmente en un conflicto entre poderes: si bien los
generales dominaron la ruta de acceso al Poder Ejecutivo,
por otro lado fueron especialmente incapaces de controlar
al Congreso, que estuvo siempre compuesto por mayoras
de civiles electos (Generals vs. Politicians: Santa Anna
and the 1842 Congressional Elections in Mexico, Bulletin
of Latin American Research, VIII, 2, 1989). Por otro lado, y si
bien esta obra concentra su atencin en el anlisis de los
poderes extraordinarios del presidente en el periodo en
comento, The Liberal Cloak. Emergency Powers in xixth
Century Mexico, de Jos Antonio Aguilar, constituye
una importante aportacin al anlisis de esta esfera de
la relacin Ejecutivo-Legislativo en el siglo xix (Chicago
University, tesis doctoral en Ciencia Poltica, 1996).
5 Una fuente de consulta obligada, sin embargo, es la monumental compilacin a la que el autor, Mateos, Juan A., dedic 35 aos, Historia parlamentaria
del congreso mexicano, 1822-1856, Mxico, varios editores entre 1877 y 1912. Por
otro lado, la extraordinaria obra de Lucas Alamn aborda de modo disperso
reflexiones acerca del Congreso mexicano en la primera mitad del siglo xix.
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Anna). Por otro lado, entre 1824 y 1855, es decir, en el espacio de 31 aos, solamente durante cinco aos y cinco
meses no hubo Congreso en Mxico (de los cuales dos
aos y cuatro meses corresponden a la ltima dictadura de
Santa Anna, de abril de 1853 a agosto de 1855), a diferencia
de otros pases latinoamericanos, como Argentina bajo
Rosas, en donde el caudillismo como dictadura elimin
del mapa poltico al Poder Legislativo durante largos periodos. Sordo analiza en su ensayo, entre otras cosas, los
conflictos entre el Congreso y los presidentes Santa Anna,
Bustamante, Paredes y Arrillaga, Herrera y Arista (quien
renuncia a la presidencia el 5 de enero de 1853, frente a un
Congreso ya francamente obstruccionista).
Sobre el Constituyente de 1857 destaca, para un estudio de los debates, las fuentes primarias de Francisco
Zarco, Historia y crnicas del congreso constituyente, 18561857 (Mxico, El Colegio de Mxico, 1956 y 1957). El
clsico de clsicos, crtico de la obra de aquel Congreso,
es el de Emilio Rabasa, La constitucin y la dictadura (Mxico, 1912, reimpreso en 1957 por Porra). Una brillante
defensa del Congreso Constituyente de 1857 se encuentra
en Daniel Coso Villegas, La constitucin de 1857 y sus
crticos (Mxico, Hermes, 1957). Un excelente anlisis estadstico de la composicin social de dicho Congreso y
de la conducta legislativa de sus miembros, por cierto
sorprendentemente ignorado por los estudiosos mexicanos del tema, es el del estadounidense Richard N. Sinkin,
The Mexican Constitutional Congress, 1856-1857: A Statistical Analysis (The Hispanic American Historical Review,
LIII, 1, 1973). Un buen anlisis del arreglo constitucional
de 1857 y de sus consecuencias en trminos de la relacin,
conflictiva casi siempre, entre el Ejecutivo y el Legislativo bajo las presidencias (en periodos de paz) de Jurez
y de Lerdo, es el de quien fuera precisamente bigrafo
de Sebastin Lerdo de Tejada, Frank A. Knapp, Parliamentary Government and the Mexican Constitution of
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miento de nuestro Poder Legislativo con ambicin analtica. Una obra ambiciosa, completamente dedicada a uno
de los temas ms complejos y peculiares del Congreso
en Mxico, es la de Benito Nacif Hernndez, The Mexican Chamber of Deputies. The Political Significance of
Non-Consecutive Re-election (University of Oxford, tesis
doctoral, 1995). El estudio de Nacif analiza las carreras
polticas de los parlamentarios mexicanos del partido
en el poder para detectar el modo en que los incentivos
institucionales estn colocados (y particularmente la prohibicin de la reeleccin inmediata) para mantener sistemticamente dbil el Poder Legislativo.
Sobre el tema particular del origen, evolucin y consecuencias de la devastadora regla de la no-reeleccin se
han escrito extraordinarios ensayos en los ltimos aos,
que complementan, enriquecen o corrigen algunas de
las ideas de Nacif. Emma Campos analiza emprica y
exhaustivamente, para el periodo 1934-1997, el modo tan
precario en que las dos Cmaras del Congreso Mexicano
reclutan exlegisladores federales y locales en Un Congreso sin congresistas. La no-reeleccin consecutiva en
el Poder Legislativo mexicano, 1934-1997 (itam, Departamento de Ciencias Sociales, tesis de licenciatura en
Ciencia Poltica, 1996). Igualmente, Maite Careaga estudia el intento frustrado de modificar la regla de la noreeleccin a mediados de los sesenta, cuando en 1964 la
Cmara de Diputados aprob la reforma al artculo 59
constitucional, pero el Senado la rechaz en 1965, en Reformas institucionales que fracasan. El caso de la reforma reeleccionista en el Congreso Mexicano, 1964-1965
(itam, Departamento de Ciencias Sociales, tesis de licenciatura en Ciencia Poltica, 1996). Un excelente anlisis
de los orgenes histricos de la prohibicin se encuentra
en Jeffrey Weldon, Congress, Political Machines, and the
Maximato: The No-Reelection Reforms of 1933 (ponencia
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el de Jeffrey Weldon, The Mexican Congress and the Presidency, 1917-1940 (ponencia presentada en la reunin
anual de la American Political Science Association, en
San Francisco, California, agosto de 1996). Gracias a la
introduccin del Diario de los Debates de la Cmara de
Diputados desde 1917 a un CD-Rom, Jeffrey Weldon ha
podido evidenciar con datos duros para el periodo 19171940 (iniciativas del presidente, iniciativas presentadas
por el propio Congreso, enmiendas del Congreso a las iniciativas del presidente, vetos presidenciales a iniciativas
aprobadas por el Congreso, superaciones congresionales
de vetos presidenciales, etc.) la progresiva destruccin
del poder del Congreso y el surgimiento del hiperpresidencialismo posrevolucionario.10 El otro estudio concentra su atencin en la produccin legislativa de la era de
los diputados de partido y es de Luisa Bjar, El papel
de la Legislatura en el sistema poltico mexicano, 19641979 (unam, tesis doctoral en Ciencia Poltica, 1995).
Bjar nos ofrece evidencia, entre otras cosas, de que alrededor de 93% de las piezas de legislacin aprobadas por
el Congreso en el periodo estudiado tuvieron su origen
en la oficina del Ejecutivo.
Algo sabemos, por otro lado, de la actividad legislativa
de la izquierda independiente entendida como pcm-psumpms-prd, gracias al ensayo de Adrin Michel y Dolores
Prieto (La izquierda independiente en la Cmara de
Diputados, 1979-1994, itam, mimeo, 1996). El estudio
demuestra, entre otras cosas, que de las 130 iniciativas de
ley que estas fuerzas introdujeron a la Cmara en el periodo estudiado, slo 15% fueron dictaminadas en comisiones. De ellas, las aprobadas por el Pleno no sobrepasa 5%.
Dato importante: el pri y la izquierda independiente no
10 Sobre el particular puede consultarse tambin la obra de Casar, Mara Amparo, The sources of presidential authority in postrevolutionary Mexico,
Tesis doctoral, University of Cambridge, 1997.
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Conclusin
En el pasado reciente, distintos proyectos que han intentado darle cierta continuidad a los estudios legislativos
han fracasado. De la Revista mexicana de estudios parlamentarios de la Cmara de Diputados, solo vieron la luz tres
nmeros a principios de los noventa. Por su parte, la
revista Estudios parlamentarios de la Fundacin Cambio
XXI del pri, slo dio a conocer dos nmeros, tambin a
principios de esta dcada. La situacin empieza, sin embargo, a cambiar. Un seminario permanente en el itam
sobre estudios legislativos, un diplomado en la unam y un
proyecto de diplomado en la uam-Iztapalapa, las revistas
Qurum y Crnica legislativa de la Cmara de Diputados
y Estudios parlamentarios del Congreso del Senado de la
Repblica, as como el ambicioso proyecto de investigacin organizado por el Congreso y El Colegio de Mxico,
ya revierten la precaria situacin anterior. Estamos, pese
a todo, y todava, entre el pasado y el futuro. Sin duda,
la dinmica poltica mexicana, y la traduccin de sta en
poderes legislativos crecientemente pluralistas tanto a
nivel federal como estatal, producen un caldo de cultivo
propicio para que la ciencia poltica mexicana se involucre
ms en los estudios parlamentarios. La situacin es de
cualquier modo promisoria y existen plenas razones para
justificar el optimismo.
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Comentario
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As, han pasado ya 72 aos (1933-2005) en que el Congreso de la Unin renueva en su totalidad, cada tres aos
para los diputados y cada seis aos para los senadores (con un interregno de renovacin parcial en la primera mitad de los noventa del siglo xx) a los miembros de
ambas Cmaras federales, sin posibilidad de reeleccin
inmediata. Pero no lo fue as en los primeros 109 aos de
vida constitucional independiente (1824-1933). Los nicos
antecedentes que podramos encontrar estn en la Constitucin espaola de Cdiz (1810) y en la Constitucin
mexicana de Apatzingn (1814). La Constitucin de
Cdiz estableci en su artculo 110: Los diputados no
podrn volver a ser elegidos sino mediando otra diputacin. Por su parte, la Constitucin de Apatzingn estableci en su artculo 57, en un lenguaje muy
similar: Tampoco sern reelegidos los diputados si
no es que medie el tiempo de una diputacin.1 Este
sistema de reeleccin no consecutiva fue tomado por
ambas constituciones de Francia que, con todo, ya desde
1804, en el momento cumbre del Consulado y a punto de iniciarse el Imperio Napolenico, haba establecido
la reeleccin indefinida de los diputados.
El largo periodo de la historia constitucional mexicana en el que no existe lmite alguno a la reeleccin de
1 Tena Ramrez, Felipe, Derecho constitucional mexicano, Mxico, Porra, 1992.
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Por desgracia, la Comisin de Constitucin no se explay en lo relativo a los gravsimos inconvenientes que
haba encontrado en la prohibicin de la reeleccin de los
parlamentarios. Pero por lo visto el argumento cal hondo:
durante la llamada Primera Repblica Federal, entre 1824
y 1836, slo cuatro estados de la Federacin adoptaron el
modelo Cdiz-Apatzingn (Durango, Oaxaca, Tabasco y
Yucatn). Despus, las constituciones centralistas de 1836
(las llamadas Siete Leyes Constitucionales) y de 1843 (las
llamadas Bases Orgnicas) aceptaron tambin el principio
de la reeleccin indefinida de los diputados y senadores.
Igualmente lo hizo el Acta de Reformas de 1847 que puso
en vigor otra vez a la Constitucin de 1824. Es en ese pe2 Christlieb Ibarrola, Adolfo, Crnicas de la no reeleccin, Mxico, Ediciones de
Accin Nacional, 1965.
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De ah que cuanto ms breve sea este periodo, comparado con aqul en que el miembro del Congreso vuelve
a vivir despus como simple individuo de la comunidad,
ms seguridad habr de alcanzar aquel resultado, pues
habr mayor dificultad de compensar el sacrificio de los
provechos del periodo ms largo con las utilidades del
ms corto; ms empeo e inters se tendr entonces en
procurar aqullos.
Y de ah que la mejor garanta para el pueblo respecto
al representante est en la mayor brevedad que se pueda
dar al periodo de la representacin.
Pero cunto debe durar ste? Aquello, ni ms ni menos, que sea suficiente para que cada Congreso a su vez
proponga, delibere, resuelva y haga cumplir lo que la
Constitucin prevea que pueda requerir el bien pblico
en un cierto espacio dado.
Esto no implica, de modo alguno, el que un representante que haya respondido bien a la confianza de los
electores no pueda ser reelegido por stos, concluido el
periodo de su representacin. Antes bien, creemos lo contrario, y aadimos que no slo se puede hacer, sino que
se debe hacer: lo primero, porque la misma garanta ofrece
a los electores la no-reeleccin que la reeleccin casual y
dependiente de su voluntad, puesto que en ambas hiptesis el representante se abstendr igualmente de obrar mal,
estando en los dos igualmente con el pie en el estribo
para entrar en la va que le devuelve a la vida privada;
lo segundo, porque es un aliciente ms para que los
representantes en general obren bien; porque es una recompensa en manos del pueblo o un castigo, tan fciles ambos
como recomendables, y porque el representante reelecto lleva
al bisoo todas las ventajas que proporcionan a un hombre de
negocios la experiencia y el hbito del trabajo.
Hemos dicho que es un castigo fcil, y lo hemos recomendado bajo este punto de vista, teniendo presente
que cualquier otro que la legislacin imponga al representante que abus de su poder (y obvio es que ha de
imponer alguno), ha de ser siempre difcil y largo en su
aplicacin...
En cuanto a los electores, poco o nada podemos aadir
a lo que expresamos cuando nos ocupbamos de los
electores constituyentes. Los que tienen inters, derecho
y poder para edificar, lo tienen igualmente para mante-
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mexicana. La fundacin, en 1929, del Partido Nacional Revolucionario, la Convencin de dicho partido en
Quertaro en 1933, en la que se debilit a los aparatos
locales del pnr y se fortaleci extraordinariamente su
Comit Ejecutivo Nacional, la reforma al 59 constitucional que prohibi la reeleccin de diputados y senadores
y, finalmente, la fusin a partir de 1935 de la figura
presidencial y el liderazgo del partido revolucionario, explican sin lugar a dudas el nacimiento del extraordinario poder del Presidente mexicano y del llamado partido
hegemnico en la era posrevolucionaria. La no reeleccin parlamentaria se convertira en uno de los engranes centrales del hiper-presidencialismo mexicano en
el siglo xx. Vase la evidencia emprica. La Cmara de
Diputados aprob menos del 18% de las iniciativas
presidenciales en la XXIX Legislatura (1920-1922); despus, aprob en promedio 43.7% de las iniciativas presentadas por el presidente de la Repblica hasta 1928. La
fundacin del pnr explica en buena medida el aumento
de la aprobacin de la Cmara a las iniciativas del presidente a un 78.4% en el periodo 1928-1934. La noreeleccin ayud a aumentar otra vez las iniciativas del
Ejecutivo a 82% en el periodo 1932-1934, para llegar a
ms del 95% en promedio en los periodos presidenciales
de Lzaro Crdenas (1934-1940) y Manuel vila Camacho (1940-1946).9 Los miembros del Congreso, pertenecientes casi en su totalidad al partido revolucionario,
cuyo lder indiscutible a partir de 1935 pasara a ser el
Presidente de la Repblica, vern en la figura del Ejecutivo al eje de la coalicin gobernante, rbitro de las
disputas y gran tomador de decisiones en relacin con
el futuro de sus carreras polticas. La conducta de los
miembros del Congreso, casi todos miembros del partido
9 Weldon, Jeffrey, The political sources of presidencialismo in Mxico, en Mainwarning, Scott y Soberg Shugart, Matthew, (Eds.), Presidencialism and democracy
in Latin America, Cambridge University Press, 1997. Tambin Weldon Op. cit.
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Estudios Congresionales
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claramente mayoritaria, de newcomers, de amateurs, de bisoos (como deca Gorostiza): en una palabra, de inexpertos. Ya en pleno pluralismo democrtico, la cercana
del representado con el representante y el profesionalismo
de los congresistas, son condicin para el buen funcionamiento de las instituciones polticas mexicanas.
Estudios Congresionales
el parm particip el diputado Barragn. Importantes fragmentos de ese debate pueden consultarse en la
primera y segunda ediciones de Los derechos del pueblo mexicano (1965 y 1978). Dos cuidadosos estudios del
debate parlamentario de 1964-1965 son los de Diego Valads13 y Rafael Estrada Smano.14 Los diputados del
pri defendieron el carcter gradual de la reforma, mientras que los del pan, muy especialmente el diputado Estrada Iturbide, subrayaron la necesidad de que la reeleccin legislativa tambin abarcase al Senado y de que la
reeleccin de diputados no tuviese restricciones. Con
eso volveramos al texto original de la Constitucin,
dijo entonces. El dictamen fue aprobado por 162 votos a favor y 28 en contra, entre los que se encontraban
los votos de los diputados de Accin Nacional. El 2 de
septiembre de 1965, el Senado recibi formalmente la
minuta procedente de la Cmara de Diputados y, poco
tiempo despus, se produjo, en palabras de Valads uno
de los episodios ms decepcionantes de la historia parlamentaria de Mxico: el Senado rechaz sin debate la
reforma al 59 constitucional. Efectivamente, el 24 de septiembre de 1965 se present para primera lectura el dictamen correspondiente, en el que se afirmaba, en esencia,
que el nuevo sistema de integracin de la Cmara de Diputados no vea an todos sus potenciales frutos y que,
en lo sucesivo, ira en aumento, naturalmente, la funcin
cada vez ms fecunda de dicha Cmara; por otro lado,
se argument que cada partido, con el nuevo sistema electoral recin echado a andar, tendra un creciente inters
propio en ir seleccionando a aquellos de sus miembros
que mayor capacidad hayan demostrado en el ejercicio
legislativo a fin de volver a postularlos para un nuevo periodo, y ello traer como consecuencia la elevacin pro13 Valads, Diego, Adolfo Christlieb y la reeleccin de los legisladores en Propuesta, ao 4, nm. 8, vol. ii, febrero, 1999.
14 Estrada Smano, Rafael, Op. cit.
86
Alonso Lujambio
gresiva, intelectual y poltica de los integrantes de la Cmara de Diputados. El dictamen propona que el Pleno
del Senado rechazara la reforma al 59 constitucional y se
inclinara por la continuidad de la regla de la no reeleccin parlamentaria.
El Diario de los Debates consigna que la lectura del dictamen fue recibida con aplausos, pero no con argumentos (todos los senadores pertenecan al mismo partido
poltico). Se solicit entonces (lo hizo el senador Murillo
Vidal) que se dispensara el trmite de la segunda lectura
por considerar que el asunto era de urgente y obvia resolucin. Se puso a discusin el dictamen. Nadie pidi la
palabra. Por 46 votos a favor del dictamen y ninguno en
contra, el asunto regres a la Cmara de Diputados.
La Cmara de Diputados recibi al expediente el 5 de
octubre de 1965. Se turn el asunto a las comisiones correspondientes, las cuales emitieron un dictamen al que
se dio primera lectura el 15 de octubre de aqul ao, con
el voto particular en contra del lder de la fraccin parlamentaria del pan, Adolfo Christlieb Ibarrola, miembro
de la Comisin de Gobernacin. El dictamen aludido formulaba un conjunto pormenorizado de reflexiones sobre
el debate pblico suscitado en los primeros ocho meses de
1965 sobre el asunto en comento, calificaba esa discusin
como confusa y desordenada, en la que se asociaba insistentemente el tema de la reeleccin legislativa con el
de la reeleccin presidencial a pesar de que los diputados expresamente se haban pronunciado en contra de
esa posibilidad. El dictamen propona como nico punto de acuerdo el archivo del expediente. En el futuro
rez el dictamen cuando la realidad democrtica de
Mxico marque la hora oportuna y hayan desaparecido
los prejuicios polticos que ahora obraron como factores
circunstanciales entonces otros hombres habrn de encontrar desbrozado el camino. Entonces, dndole la
razn a quien la tenga, la historia dir la ltima palabra.
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Estudios Congresionales
Diego Valads ha notado algo especialmente relevante: el pan haba votado originalmente en contra de la
reforma (por considerar que el principio deba ampliarse
al Senado y porque rechazaba la limitacin a la reeleccin planteada en el dictamen a un segundo trmino), de
modo que demandar el regreso al Senado de la minuta
correspondiente supona que Christlieb, implcitamente,
apoyaba la reeleccin restringida a un periodo y limitada
a la Cmara de Diputados. Era una decisin difcil para
l, pero polticamente inteligente, dijo, y con razn, Valads.15 Un cuidadoso estudio que intenta explicar por qu
fracas la iniciativa de reforma de 1965 es el de Maite
Careaga.16 En l, la autora analiza en la coyuntura mencionada el liderazgo de Carlos Madrazo al interior del
pri, y cmo la reforma constitucional aludida pona en
peligro su intento de reformar a su partido y su propia
ambicin presidencial. Dice Careaga: A Madrazo lo apoyaron en contra de la reeleccin muchos de los mismos
15 Valads, Diego, Op. cit.
16 Careaga, Maite, El fracaso de la reforma reeleccionista de 1964-1965, en
Dworak, Fernando F., (coord.), El legislador a exmen. El debate sobre la reeleccin
legislativa en Mxico, Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 2003.
88
Alonso Lujambio
Afirma Martnez Bez que dichas reformas no fueron objeto de ningn debate pblico amplio, ilustrado y
sereno.... Dice:
...La no reeleccin de los senadores y diputados al H.
Congreso Federal nunca fue postulada por los precursores de 1906 ni por los realizadores de la Revolucin
Mexicana, Madero en 1910 y Carranza en 1917. Fue una
asamblea extraordinaria de un partido poltico con fuerza incontrastable, el rgano extralegal que sin consulta
alguna de carcter democrtico dict bajo la pasin creada por los acontecimientos polticos de 1928 y 1932 y
bajo la influencia y an la sombra de los generales l17 Martnez Bez, Antonio, Los diputados frente a la Constitucin y Diputados y Senadores: posibilidad de reeleccin ilimitada, ambos publicados en Exclsior, 8 y 12 de enero de 1965, respectivamente, reproducidos en Obras I. Obras
poltico-constitucionales, Mxico, Coordinacin de Humanidades, unam, 1994.
89
Estudios Congresionales
Subraya tambin que la norma contenida en el artculo 59 constitucional es, en perspectiva comparada, una
extraa disposicin, que ha recibido juicios muy desfavorables de autores extranjeros (Scott, Needler), pues
los argumentos para defender esta rara avis del derecho
constitucional comparado son ilgicos e imaginarios... (y
no) resisten las razones de la doctrina ni estn de acuerdo
con las bases histricas de la organizacin y funcionamiento del Parlamento. No sabemos todava quin sea el doctrinario que inspire ahora la permanencia de la irracional
regla que impide a senadores y diputados su reeleccin.
La reforma de 1933 fue para Martnez Bez caprichosa
pues la imposibilidad de la reeleccin es, bajo todos los
aspectos, un error notorio. La probabilidad de una reeleccin no interrumpida es la nica que ofrece al mrito una
recompensa digna de l y forma en un pueblo una masa
de nombres respetables y respetados... Nada cuesta ms
caro a una nacin que crear reputaciones. Tolere el lector
otra cita extensa de este clsico del debate sobre el artculo
59 constitucional:
Existe en todos los pases modernos una profesin de
grande importancia, que requiere no slo una verdadera
vocacin, sino tambin las posibilidades para su ejercicio,
y esa es la profesin parlamentaria. Dentro del gnero del
poltico profesional hay una especializacin muy exigente
en las cualidades humanas, para la mejor realizacin de
las tareas de dirigentes gubernativos, que no deben estar
encomendadas a meros aficionados o impreparados... es
indudable la conveniencia de la formacin de gente con
experiencia poltica dentro de las asambleas legislativas,
experiencia que no se puede alcanzar sin la posibilidad de
90
Alonso Lujambio
Por su lado, Adolfo Christlieb Ibarrola public un pequeo libro que reuni sus reflexiones histricas, polticas
y jurdicas sobre el tema.18 Ah Christlieb argumentaba
que era necesario complementar la reforma constitucional que introdujo el sistema de diputados de partido con
sistemas que abran al pueblo la posibilidad de reelegir
a quienes hayan cumplido la representacin con eficacia
y espritu de servicio. Para Christlieb, tres aos era un
tiempo claramente insuficiente, pues en l los diputados
no estn en aptitud de adquirir los conocimientos y
la experiencia indispensables para el buen cumplimiento de su tarea. En todo caso, el cambio normativo no
implicaba en modo alguno que los diputados seran
reelectos a su arbitrio personal, pues primero habrn
de seleccionarlos sus partidos y despus los ciudadanos
en las elecciones. Con todo, y muy en lnea con los argumentos de Martnez Bez, se acabaron imponiendo,
dice Christlieb, las razones de la sinrazn. A lo largo de
los primeros meses de 1965 priv una campaa tendiente
a deformar los objetivos de la reeleccin de los legisladores. Aportaron material abundante la ignorancia y la
mentira tendenciosa, dice Christlieb. El actual presidente del pri (Carlos Madrazo)... comenz una campaa, en
ocasiones sorda y en las otras plagada de violencias tropicales, contra la reeleccin de los diputados votada por
una Cmara donde la abrumadora mayora pertenece a
su partido. Dice Christlieb:
Con lo que la Cmara de Diputados no cont fue con la
deformacin del problema, por ignorancia de muchos y
por inters o sectarismo de quienes, por ser dirigentes
polticos, tienen obligacin de considerar objetivamente
la cuestin y de orientar a la opinin pblica, en lugar
18 Christlieb Ibarrola, Op. cit.
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Estudios Congresionales
Una encuesta realizada por Reforma a 287 de los 500 diputados federales en noviembre de 2004 indica que el 75
por ciento de los diputados federales de Mxico estn a
favor de la reeleccin de los legisladores y 25 por ciento en contra.20 Vase ahora la distribucin entre partidos:
el porcentaje ms alto se encuentra entre los diputados del
pan, pues el 96 por ciento de sus diputados estn a favor;
despus viene el pri, con el 66 por ciento a favor, y finalmente el prd con el 62 por ciento a favor. Dados los pesos
especficos de cada uno de los partidos polticos en la Cmara de Diputados, en principio era ms que viable la reforma al 59 constitucional, que requiere de dos tercios
de los diputados presentes para su aprobacin. Sin embargo, del total de diputados, el 68 por ciento pensaba que era
improbable que la reforma fuese aprobada. Esta diferencia
entre lo que piensan los legisladores en lo individual y lo
que perciben como probable, slo es explicable por los
partidos polticos y por sus dirigencias. En mayo de 2002
tambin Reforma levant una encuesta nacional en donde pregunt a 1,095 mexicanos adultos en las 32 entidades federativas del pas si estaban A favor o en contra de
que se permita la reeleccin de legisladores y autoridades
municipales. Y, claro, la respuesta que anticipaba en los
aos sesenta del siglo xx Don Antonio Martnez Bez se
deja ver con toda claridad: slo el 31 por ciento se pronunci
a favor de la reeleccin, 59 por ciento lo hizo en contra y 4
por ciento no contest. El pblico en general rechaza la reeleccin de sus legisladores porque sus legisladores no son
representativos de sus intereses; el 74 por ciento de la poblacin piensa que actualmente los partidos polticos no
representan los intereses de los ciudadanos.21 Ahora bien:
la aceptacin de la posibilidad de la reeleccin sube en cuanto el tema se frasea de otro modo: 45 por ciento dijo estar a
20 Reforma, suplemento Enfoque, 6 de febrero de 2005.
21 Reforma, 10 de agosto de 2002.
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nes representativas deban tenerlo tambin para mantener en pie, reparar y hermosear el edificio. Finalmente, cabe recordar las palabras de Valads24 quien, a la luz
de lo sucedido en 1965, dijo ... si no fue ayer y no es hoy,
ser maana cuando por fin se conquiste el derecho que
los mexicanos tenemos a contar con un Congreso cuyos
miembros puedan reelegirse si as lo deciden los electores
y le den al sistema representativo una nueva dimensin
en Mxico.
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Cuadro 1
20 Iniciativas de Reforma al artculo 59 constitucional (1989-2004)
Fecha
Propuesta Central
16 de agosto
de 1989
Derogar el artculo 59 y
adicionar al 51 que los
diputados podrn ser reelectos de manera
ininterrumpida cuantas
veces lo exprese la
voluntad popular.
Dip. Alfredo
Reyes Contreras,
pps.
2 de abril
de 1996
Dip. Juan
Antonio Garca
Villa, pan.
29 de octubre
de 1998
Los diputados
uninominales podrn
ser reelectos 3 veces, los
plurinominales 1 vez;
igualmente, los senadores
slo una vez.
Dip. Mauricio
Rossell Abitia,
pri.
29 de octubre
de 1998
Los diputados y
senadores de
representacin
proporcional podrn
ser reelectos por 1
periodo; los diputados
de mayora podrn ser
reelectos hasta en 3
ocasiones.
Dip. Julio
Castrilln
Valdz, pan.
1 de junio
de 2000
Dip. Miguel
Quiroz Prez,
pri.
27 de marzo
de 2001
Dip. Amador
Rodrguez
Lozano, pri.
Presentada por:
101
Estudios Congresionales
Contina
Cuadro 1
7
30 de mayo
de 2001
El artculo 59 se deroga.
El Congreso
del Estado de
Chihuahua.
21 de noviembre
de 2001
Dip. Jos
Francisco Yunes
Zorrilla, pri.
20 de marzo
de 2002
Dip. Felipe
Caldern
Hinojosa, pan.
10
8 de octubre
de 2002
Sen. Sara
Castellanos,
pvem.
11
3 de abril
de 2003
Los diputados y
senadores podrn ser
reelectos por una sola
vez para un periodo
inmediato.
Dip. Omar
Fayad Meneses,
pri.
12
10 de abril
de 2003
Diputados y senadores
podrn ser reelectos, sin
lmites.
13
25 de junio
de 2003
Dip. Augusto
Sotelo Rosas,
prd.
14
30 de julio
de 2003
Diputados 3 reelecciones.
Senadores 1 reeleccin.
Sen. Raymundo
Crdenas, prd.
15
Septiembre
de 2003
Sen. Jeffrey
Max Jones
Jones, pan.
102
Sen. Demetrio
Sodi, prd.
Alonso Lujambio
Contina
Cuadro 1
16
4 de febrero
de 2004
Dip. Germn
Martnez Czares,
pan.
17
29 de abril
de 2004
Los senadores no
podrn ser reelectos
para el periodo
inmediato. Los diputados
podrn ser reelectos
por 1 vez para el
periodo inmediato.
18
7 de julio
de 2004
El Congreso del
Estado de Jalisco.
19
23 de noviembre
de 2004
Dip. Hugo
Rodrguez
Daz, pri.
20
4 de diciembre
de 2004
Los senadores de
mayora podrn ser
reelectos por 1 periodo
consecutivo; los
senadores de
representacin
proporcional para 1
periodo consecutivo;
siempre y cuando lo
hicieran por mayora.
Los diputados de
mayora podrn ser
reelectos hasta por 3
periodos consecutivos,
los diputados de
representacin
proporcional podrn
ser reelectos para 1
periodo siempre y
cuando lo hagan por
mayora.
Dip. Salvador
Mrquez
Lozornio,
pan.
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a) La Cmara de Diputados
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Total de escaos
Escaos de mayora relativa
450
Escaos de representacin
proporcional
Nmero de escaos
400
400
350
300
300
250
200
196
178
150
300
237
210
1988
1991
1994
200
s
41
32
s
100
100
50
1967
1970
1973
1976
1961
1964
1979 1982
1985
1997
Fuente: El autor, con base en Molinar, Juan, El tiempo de la legitimidad. Elecciones, autoritarismo
y democracia en Mxico, Mxico, Cal y Arena, 1991; Comisin Federal Electoral e Instituto
Federal Electoral.
En 1973, el sistema experiment tres modificaciones: aument el nmero de distritos de mayora de 178 a 194 (seran 196 hacia 1976), baj de 2.5 por ciento a 1.5 por ciento
el porcentaje mnimo de la votacin de los partidos minoritarios para poder acceder a los diputados de partido y,
finalmente, aument de 20 a 25 el nmero mximo de diputados de partido que poda obtener cada partido minoritario.
En la grfica 1 puede verse que la siguiente modificacin importante se dio en la LI Legislatura (1979-1982),
cuando la Cmara pas de tener 237 diputados a tener
400. De stos, 300 provendran de distritos electorales de
mayora relativa (se era el componente mayoritario del
sistema electoral), y 100 se distribuiran entre los partidos
minoritarios de acuerdo con sus porcentajes de votacin
(se era el elemento de representacin proporcional).
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90
Porcentaje
80
70
66
60
u
u
50
u
47.60% u
40
u PRI
PAN
30
Otros partidos
25.00%
20
24.40%
10
0
3.00%
1961
1964
1967
1970
1973
1976
1979
1982
1985
1988
1991
1994
1997
Fuente: El autor, con base en Molinar, Juan, El tiempo de la legitimidad. Elecciones, autoritarismo
y democracia en Mxico, Mxico, Cal y Arena, 1991; Comisin Federal Electoral e Instituto
Federal Electoral.
110
Alonso Lujambio
institucional para el cambio poltico del pas. Despus vino el nico ascenso del pri en el periodo, exactamente en
el cenit (1991) del xito del gobierno de Carlos Salinas de
Gortari (1988-1994), para despus experimentar la ltima
cada relativamente abrupta, que lo llev en 1997 a 47.60
por ciento de los escaos, es decir, a perder el control mayoritario de la Cmara de Diputados. Si esta grfica no
muestra una transicin, no s qu pudiera mostrarla.
He de subrayar que si el sistema electoral hubiera sido
todo el tiempo estrictamente mayoritario y no mixto (con
un componente creciente de representacin proporcional),
los cambios institucionales aqu subrayados se hubieran
presentado con un retraso de diez aos. Por qu? Porque
si en 1988 el sistema electoral hubiera tenido slo los 300
distritos en que se divide el pas, es decir, si el sistema electoral hubiera sido estrictamente mayoritario, el pri (con los
234 distritos que gan en 1988) habra conservado 78 por
ciento de los escaos. Es decir, habra seguido contando
con la mayora calificada de la Cmara de Diputados incluso
hasta 1997, ao en el cual (con los 165 distritos que entonces gan) habra conservado 55 por ciento de los escaos;
apenas en 1997 habra perdido la mayora calificada (66 por
ciento) conservando todava la mayora absoluta (50 por
ciento ms 1). Vase, sin embargo, cmo a partir de 1988
ningn partido cuenta con la mayora calificada y a partir
de 1997 ningn partido cuenta con la mayora absoluta. Ello
ha sido producto de la creciente competitividad del mercado electoral y de la presencia del sistema electoral mixto. El
cambio ha sido, de cualquier modo, gradual, y ha venido
obligando cada vez ms a los partidos a pactar acuerdos, a
construir consensos, a compartir la responsabilidad del gobierno. Entre 1988 y 1997, toda reforma constitucional tuvo
que ser aprobada por dos o ms partidos, y a partir de 1997
no slo las reformas constitucionales, sino cualquier decisin legislativa, tiene que ser aprobada por dos o ms
partidos.
111
Estudios Congresionales
Alonso Lujambio
(como la creacin de la Entidad de Fiscalizacin Superior, artculo 79 constitucional, que supone un paso fundamental para la revisin del ejercicio de los recursos
pblicos federales). Sin embargo, subsisten problemas de
urgente atencin. Uno de ellos tiene que ver con la aprobacin del presupuesto de egresos, de psimo diseo
constitucional. Es muy breve el tiempo con el que cuenta
la Cmara de Diputados para el anlisis del proyecto
que anualmente presenta el presidente de la Repblica
y, peor an, existen diversas interpretaciones sobre la
capacidad o incapacidad del presidente para vetar un presupuesto ya aprobado por la Cmara pero que no cuente
con el visto bueno del Ejecutivo. Eso podra, eventualmente, llevar a la Suprema Corte una controversia constitucional sobre el asunto parlamentario ms importante para
el pas, en torno al cual no es recomendable que exista ni
incertidumbre en sus procedimientos, ni dilacin para la
toma de decisiones.
Otro problema tiene que ver con las consecuencias, ya
palmariamente negativas para el pas, de la prohibicin
de la reeleccin inmediata de los legisladores. Dicha prohibicin conspira en contra de la profesionalizacin de
grupos parlamentarios que ya tienen poder de decisin
pero no siempre la experiencia y el manejo de informacin
suficientes para asumir a cabalidad su renovada responsabilidad. Conspira tambin contra los ciudadanos, que en
las urnas no pueden llamar a cuentas sino a los partidos
polticos y nunca a sus representantes en lo individual.
Conspira contra los liderazgos parlamentarios, que no tienen, cuando negocian y se comprometen, perspectiva de
largo plazo. Conspira contra la productividad legislativa
conforme avanza la Legislatura, al obligar a los legisladores
a desatender las tareas que les son propias para dedicar ms
atencin a la promocin de sus carreras polticas futuras
fuera de la Cmara a la que pertenecen, etctera. Mantener
la regla de la no-reeleccin inmediata de los legisladores
113
Estudios Congresionales
114
Alonso Lujambio
b) La cmara de Senadores
El Senado de la Repblica es el ltimo de los cuerpos
colegiados de eleccin popular al que se incorporan mecanismos de representacin minoritaria. Durante varios
decenios fue una Cmara estrictamente unipartidaria, en
donde slo se escuchaban las voces de representantes
del Partido Revolucionario Institucional. El ao 1988 signific, tambin para esta cmara del Congreso de la
Unin, un punto de inflexin, ya que los dos senadores
por el Distrito Federal, as como los dos por Michoacn,
pertenecieron, en la LIV Legislatura (1988-1991), al Frente Democrtico Nacional (fdn), es decir, a la alianza de
partidos que presentaron en 1988 la candidatura de
Cuauhtmoc Crdenas a la presidencia de la Repblica.
Por lo tanto, y pese a que el sistema electoral para elegir
senadores era entonces estrictamente mayoritario (cada
una de las 32 entidades federativas era representada por
dos senadores y el partido que ganaba la mayora de los
votos en cada entidad se llevaba los dos senadores), un
mnimo pluralismo comenz a vivirse en el Senado a finales de los aos ochenta.
La reforma electoral de 1993 introdujo en la Constitucin el primer cambio en el sistema electoral para
elegir senadores: cada entidad federativa eligira no dos,
sino tres senadores de mayora (es decir, al partido que
obtuviera ms votos se le asignaran tres senadores), al
tiempo que por cada entidad federativa habra tambin
un senador por la primera minora (es decir, al partido
que quedara en segundo lugar se le asignara un senador).
se fue el primer sistema electoral que introdujo, para
el Senado, mecanismos de representacin minoritaria,
que llev a la duplicacin del tamao de dicho cuerpo
colegiado: pas de tener 64 a 128 escaos.
La reforma constitucional de 1996 profundiz la proporcionalidad en la representacin senatorial y acentu,
115
Estudios Congresionales
116
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u
u
90
PRI
PAN
FDN/PRD
80
70
66
60
Porcentaje
Otros partidos
u
59.38%
50
40
30
25.00%
20
11.72%
10
0
3.90%
1982
1985
1988
1991
1994
1997
Fuente: El autor, con base en Comisin Federal Electoral e Instituto Federal Electoral.
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Introduccin1
espus de la publicacin del clsico Modern Democracies (1921), en donde Lord Bryce subray la
creciente importancia del Ejecutivo y de la burocracia en las democracias modernas y la consecuente
decadencia de las Legislaturas, el estudio de Congresos
y Parlamentos prcticamente desapareci de la agenda de
la ciencia poltica contempornea. A partir de finales de
los aos cuarenta, la llamada revolucin behaviorista
o conductista en la disciplina enfatiz el estudio de las
conductas individuales y margin el de las instituciones
polticas, lo cual contribuy a acentuar an ms el des* Publicado originalmente en Lujambio, Alonso, Federalismo y Congreso en el cambio poltico de Mxico, Mxico, unam, 1995.
1 Agradezco a Jeffrey Weldon, Federico Estvez, Juan Molinar Horcasitas,
Diego Valads, Luis Raigosa Sotelo y Mara Amparo Casar, sus comentarios y
crticas a la primera versin de este ensayo.
119
Estudios Congresionales
120
Alonso Lujambio
larly and Institutional Variety, Legislative studies quarterly. ix, 1984. La revisin
general ms reciente es la de Norton, Philip (Ed.), Legislatures, Oxford, Oxford
University Press, 1990. Una obra de consulta muy til es la que coordin la Inter-Parliamentary Union, Parliaments of the world, Aldershot, Gower, 1986. En
el estudio de los Parlamentos europeos y Congresos latinoamericanos, las dos
contribuciones ms novedosas son Norton, Philip (Ed.), Parliaments in western
Europe, London, Cass, 1990, y Shugart, Matthew, y Carey, John, Presidents and
assemblies. Constitutional design and electoral dynamics, Cambridge, Cambridge
University Press, 1992.
6 En distintos momentos, juristas como Mario de la Cueva, Manuel Herrera y
Lasso, Andrs Serra Rojas, Felipe Tena Ramrez, Antonio Martnez Bez, Ignacio Burgoa, Hctor Fix-Zamudio, Miguel de la Madrid, Jorge Carpizo, Diego
Valads, Jorge Sayeg Hel, Manuel Gonzlez Oropeza, Jorge Madrazo, Jos
Barragn, Jos de J. Orozco Henrquez, Manuel Barqun, Jos Luis Soberanes,
Amador Rodrguez Lozano, Jos Francisco Ruiz Massieu, Francisco Berln Valenzuela, Jos Antonio Gonzlez Fernndez, Luis Raigosa Sotelo y Francisco
Jos de Andrea, entre otros, han hecho valiosas aportaciones. Sin embargo, no
se ha estudiado la dinmica del proceso poltico-legislativo. Pero el reclamo no se
justifica: son los politlogos quienes no han atendido cabalmente este aspecto de
la agenda de investigacin.
121
Estudios Congresionales
Hoy que el Congreso empieza a jugar un papel crecientemente importante en el quehacer poltico de Mxico,
nos encontramos con que de su operacin real, es decir,
de su funcionamiento dadas unas reglas jurdicas y unas
fuerzas polticas en accin, sabemos poco. No se ha estudiado con detalle, por ejemplo, el papel que la Cmara
de Diputados ha jugado en la dinmica poltica de Mxico desde 1988, cuando por primera vez en la historia
posrevolucionaria mexicana, el pri dej de obtener dos
tercios de dicho rgano colegiado, situacin que lo llev,
junto con la presidencia de la Repblica, a la necesidad
de negociar con otras fuerzas polticas el contenido de
reformas constitucionales.
Segn mi apreciacin, es sta una de las variables institucionales ms importantes en la explicacin del proceso de cambio poltico que desde entonces vivi Mxico.
Pero el ejemplo es reciente. Hay otros: ignoramos el papel
que han jugado los coordinadores de las diputaciones
estatales en la construccin de la cohesin de la bancada
del Partido Revolucionario Institucional (pri) y la forma
en que se han coordinado stos con los gobernadores de
los estados. Por lo dems, tampoco sabemos nada sobre
la forma en que, desde 1989, la presencia de gobernadores
del Partido Accin Nacional (pan) modificaron aquellas
prcticas polticas. Ms all del mito de la disciplina absoluta, no sabemos nada sobre las dificultades que histricamente encontraron los lderes de la fraccin mayoritaria
del pri en la construccin de la cohesin de sus bancadas
frente a ciertas piezas de legislacin (en asuntos agrarios
y laborales, por ejemplo, o en las iniciativas de Ley de Ingresos o Presupuesto de Egresos). Suponemos siempre
que el pri apoy cualquier iniciativa enviada por el Ejecutivo, pero no sabemos si el Ejecutivo calculaba siguiendo la Ley de las Reacciones Anticipadas las posibles
reacciones de bancadas estatales o corporativas frente a
distintas piezas de legislacin. No se ha hecho un estudio
sistemtico sobre las relaciones de los diputados con sus
122
Alonso Lujambio
Estudios Congresionales
124
Alonso Lujambio
125
Estudios Congresionales
Ahora bien, si en el arreglo constitucional no nos encontramos con un Ejecutivo dbil, algo debe explicarnos
la extraordinaria debilidad de algunos presidentes mexicanos del siglo xx, an en el marco de la Constitucin de
1917. Los tres presidentes del periodo clsico del Maximato
(1929-1934) son particularmente dbiles en comparacin
con los otros tres presidentes que gobernaron durante
periodos constitucionales desde 1917 hasta 1928, porque
la muerte del Caudillo, expresidente reelecto, lvaro
Obregn, llev a la fundacin de un gran partido poltico nacional el Partido Nacional Revolucionario que fue
lidereado, no sin dificultades, por el recin expresidente,
desde entonces llamado Jefe Mximo: Plutarco Elas
Calles. La mxima debilidad poltica del presidente de
la Repblica en el periodo posrevolucionario mexicano
es aquella en la que ya existe un gran partido poltico
pero el titular del Poder Ejecutivo en funciones no liderea, ya no digamos controla, a dicho partido, llamado
a ser hegemnico desde su origen. Y, por el contrario: el
hiperpresidencialismo mexicano nace en realidad no en
1917, sino en 1935-1936, cuando Lzaro Crdenas, titular
del Poder Ejecutivo, se convierte, despus de un abigarrado conjunto de maniobras de relojera poltica, en
lder indiscutible del todava Partido Nacional Revolucionario. Respetuoso de la regla de la no reeleccin, pero
tambin obligado por el desgaste de su propio mandato
y la polarizacin que provoc, as como por las restricciones que le impona su propio partido, Lzaro Crdenas
abandona en 1940 la presidencia de la Repblica y el
liderazgo del, desde 1938, Partido de la Revolucin Mexicana.9
9 Debo estas reflexiones a Molinar Horcasitas, Juan, El tiempo de la legitimidad.
Elecciones, autoritarismo y democracia en Mxico, Mxico, Cal y Arena, 1991, y a Weldon, Jeffrey, The Political Sources of Presidencialismo in Mexico, en Mainwaring, Scott y Soberg Shugart, Matthew, (Eds.), Presidentialism in Latin America (en
prensa). Ver tambin Casar, Mara Amparo, Mxico: from hyperpresidentialism
to presidentialism, Tesis de doctorado en preparacin, Cambridge University.
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Estudios Congresionales
Alonso Lujambio
Estudios Congresionales
1976
1979
1982
1985
1988
1991 1994
Fuente: Clculos del autor con base en datos de la CFE y del IFE.
PRI % de la
votacin
efectiva
86.39 85.00 83.53 77.59 85.17 73.79 70.96 67.24 51.27 64.20 51.85
PRI % de la
representacin
en la Cmara
de Diputados 83.33 83.49 83.57 81.82 82.28 74.00 74.75 72.25 52.00 64.20 60.00
1973
-3.06
-1.51 +0.04 +4.23
-2.89 +0.21 +3.79 +5.01 +0.73 0.00 +8.15
-2.00 -1.86 -4.82 -5.55 -0.55 -0.81 -5.42 -6.20 +1.93 -0.50
-3.80
+3.39 +2.19 +3.27 +0.31 +1.89 -0.06 +0.47
+0.56 -
+0.50 +1.67 +1.18 +1.51 +1.01 +1.55 0.98
-
+0.83 -
+0.60 -
-
-
-
- -0.82 -0.26 -0.42
- - -
-
-
-
- +0.29 +0.58 +0.10
-
- -
-
-
-
- +0.21 +0.84 +0.19
- 0.00 - - - - - - -
-0.15 - -
- - - - - - -
-0.08 - -
- - - - - - - -
-2.55 -
- - - - - - - - -
-0.60
-3.85
- - - - - - - - - -
-0.50
1970
PRI
PAN
PPS
PARM
PCM-PSUM
PDM
PST-PFCRN
PMT
PRT
FDN
PRD
PT
1967
1964
(+) = sobrerrepresentacin
(-) = subrepresentacin
Alonso Lujambio
131
Estudios Congresionales
La reeleccin legislativa:
Profesionalizacin y
Responsabilidad pblica
Desde 1933, el artculo 59 de la Constitucin establece que
los legisladores no podrn ser reelectos para el periodo
inmediato. Como ya se discuti, esta disposicin constitucional fortaleci enormemente al presidente de la Rep11 Lujambio, Alonso, Presidentes y congresos: los Estados Unidos, la experiencia latinoamericana y el futuro mexicano.
132
Alonso Lujambio
blica, sobre todo a partir de la Legislatura XXXVII (19371940), cuando quedaron slidamente establecidos los
incentivos para que los legisladores ajustaran su conducta
congresional a la voluntad del Ejecutivo: siendo el presidente de la Repblica el lder de su partido, los diputados
del partido revolucionario entendieron que la disciplina
pagaba polticamente, que la continuidad de la carrera poltica no dependa de la voluntad de los caciques locales
o, en el mejor de los casos, de los electores en sus distritos, sino del presidente o candidato presidencial en turno. A partir de entonces, la disposicin ha significado un
extraordinario obstculo para la profesionalizacin de los
diputados a la Cmara baja mexicana, lo cual ha contribuido a debilitar an ms las tareas legislativas y de control
del Congreso. No hay Parlamento sin parlamentarios. Los
parlamentarios son los guardianes de la institucin parlamentaria. Sin legisladores profesionales, sin la posibilidad de contar con una verdadera carrera parlamentaria,
los diputados mexicanos no han tenido incentivo alguno
para especializarse en sus tareas: tres aos son muy poco
tiempo para aprender y para capitalizar polticamente el
aprendizaje. La distancia en trminos de profesionalismo
se ha ido haciendo ms y ms grande con respecto del
Poder Ejecutivo: aunque el titular de la presidencia no
pueda reelegirse y los burcratas no cuentan cabalmente con un servicio civil de carrera, no es inusual que los
altos mandos de la burocracia permanezcan en importantes cargos de la administracin pblica durante periodos
largos y que logren acumular informacin y experiencia,
mientras que los legisladores son cada tres aos distintos,
eternos amateurs en tareas legislativas. Por otro lado, la no
reeleccin inmediata de los congresistas mexicanos los llev a desentenderse de sus bases de apoyo electoral. No
hay diputado que regrese a su distrito sistemticamente,
que rinda cabalmente cuentas, que explique cuidadosamente su conducta, que se haga responsable por lo que
hace o deja de hacer en la Cmara de Diputados, institucin particularmente minusvalorada por la ciudadana
133
Estudios Congresionales
en encuesta tras encuesta. En un pas rural, ingobernable, dominado por caciques, la regla de la no-reeleccin
quiz tuvo efectos acaso positivos: junto con otras reglas
del sistema posrevolucionario, cre las bases para producir gobernabilidad en la relacin Ejecutivo-Legislativo y
a la postre permiti la circulacin de las lites, uno de los
retos ms importantes, si no es que el central, que deben
enfrentar los regmenes autoritarios en los que las elecciones no determinan en ltima instancia, y peridicamente,
la composicin del gobierno. Con reeleccin y sin democracia, la lite poltica envejece y se vuelve impermeable
al recambio generacional.12 Ah est el Congreso porfirista como ejemplo. Pero en un pas crecientemente urbano
y crecientemente competitivo en trminos electorales, la
no-reeleccin no hace sino debilitar todo sentido de responsabilidad pblica y de rendicin de cuentas, valores
fundamentales para la democracia.
Los efectos de la no-reeleccin inmediata se parecen
mucho a los de la absoluta, aunque generalmente se piense lo contrario. Es decir, hay quien dice que a pesar de que
los diputados mexicanos no pueden reelegirse inmediatamente, muchos lo han hecho en periodos no sucesivos
y varias veces, de modo que en estricto rigor s ha sido
posible contar en Mxico con autnticos parlamentarios.
El argumento no puede ser ms endeble y a las pruebas nos
remitimos. De los 4,227 miembros del pri que han pasado
por la Cmara de Diputados desde 1933 hasta 1994, slo 379
es decir, el 9 por ciento, se reeligi por lo menos una vez, y,
de ellos, 316 slo lo hicieron una vez, 49 dos veces, 13 tres
veces y un slo diputado se reeligi cinco veces (el lder
obrero Blas Chumacero).13 Por el lado del pan, el partido
de oposicin de ms larga trayectoria, las cosas no son muy
diferentes: de los 455 diputados con que cont dicho partido
12 Una discusin de la variable tiempo en la estabilidad de los regmenes autoritarios se encuentra en Linz, Juan J., El factor tiempo en un cambio de rgimen,
Mxico, Instituto de Estudios para la Transicin Democrtica, 1994.
13 Campos, Emma, La reeleccin en el Congreso mexicano, 1933-1994, Tesis
de licenciatura en Ciencia Poltica, itam, 1996.
134
Alonso Lujambio
desde la Legislatura XL (1946-1949), slo 52 (el 11 por ciento) fueron reelectos una o ms veces: 35 se reeligieron una
vez, 13 lo hicieron 2 veces, y slo 4 diputados se reeligieron 3 veces.14 Por lo dems, gran parte de los diputados
que se reeligen lo hacen generalmente tres o cuatro periodos despus de que fueron diputados por primera vez, es
decir, no se reeligen inmediatamente despus de que superan la restriccin constitucional, lo cual dificulta enormemente el seguimiento de las agendas legislativas (esto
suponiendo que, cada vez que se reeligen, los diputados
regresan a las comisiones de que fueron miembros en Legislaturas anteriores). Se dice por otro lado que la posibilidad de ir de una Cmara a otra (del Senado a la Cmara
de Diputados y viceversa, o de las cmaras de los estados
de la Federacin al Congreso de la Unin y viceversa) ha
permitido la formacin de parlamentarios en Mxico. Veamos las evidencias disponibles.
El cuadro 2 nos muestra cuntos diputados federales tienen alguna experiencia legislativa en tres legislaturas. Ntese que los miembros de la Cmara de Diputados que ya
fueron diputados federales con anterioridad nunca superan el 20 por ciento de la Cmara. El nmero de diputados
federales que han sido diputados locales con anterioridad es ligeramente superior, amn de que crece apenas en la Legislatura LV (1991-1994), una vez concluido
el primer trienio de la Asamblea de Representantes del
Distrito Federal. En la parte inferior del cuadro puede
observarse cmo la ruta Senado-Cmara de Diputados
es insignificante en la profesionalizacin de la Cmara
baja: nunca ms del 3 por ciento de los miembros de la
Cmara de Diputados fue alguna vez senador, y aunque
aqu las evidencias fueran ms slidas, es obvio que brincar de una asamblea legislativa a otra puede generar cierta
experiencia parlamentaria entre los legisladores como individuos, pero los brincos mantienen desinstitucionaliza14 Ibid., Realmente se reeligen los diputados? El caso del pan, en Este Pas,
diciembre de 1994.
135
Estudios Congresionales
Experiencia anterior
como diputado local
PRI
63
67
62
70
51
109
(22%) (26%) (19%) (24%) (20%) (34%)
PAN
7
15
8
3
17
23
(17%) (15%) (9%) (7%) (17%) (25%)
PPS
4
8
7
4
5
3
(36%) (27%) (58%) (36%) (17%) (25%)
PARM
3
3
0
0
6
4
(27%) (10%) (0%) (0%) (21%) (29%)
PST-PFCRN
2
5
1
0
4
3
(17%) (14%) (4%) (0%) (11%) (13%)
PSUM-PRD
2
4
5
0
2
6
(17%) (9%) (13%) (0%) (4%)
(15%)
Total
81
102
83
77
85
148
Tamao de
la Cmara
400
500
500
400
500
500
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Alonso Lujambio
LIII (1985-1988)
LIII
1985-1988
-
LII (1982-1985) -
LIV LV
1988-1991 1991-1994
-
37
7.4%
- 46 9.1% 16 3.2%
11
2.7%
14
2.7%
1.0%
XLIX (1973-1976)
1.2%
11
2.2%
1.0%
XLVIII (1970-1973)
6 1.5% 2 0.4% 2 0.4%
XLVII (1967-1970)
1.5%
0.4%
XLVI (1964-1967)
0.8%
0.6%
XLV (1961-1964)
2
0.5%
- - - XLIV (1958-1961)
2
0.5%
- - - XLIII (1955-1958)
1
0.2%
- - -
Fuente: El autor con base en el Diccionario biogrfico del gobierno mexicano, Mxico, FCE-Presidencia de la Repblica, 1987, 1989 y 1992.
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Estudios Congresionales
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Alonso Lujambio
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Estudios Congresionales
Son los partidos quienes determinan quin entra a las listas, de modo que la indisciplina de los diputados plurinominales se pagara con su salida de la lista en la siguiente
eleccin federal. De este modo su disciplina est prcticamente garantizada. Queda entonces la discusin sobre los
300 diputados de mayora. stos podran indisciplinarse
si los partidos descentralizan sus mtodos de seleccin de
candidatos, de modo que los diputados indisciplinados
que slo toman en cuenta el inters de su distrito e ignoran
la voluntad de su partido en el Congreso, podran seguir
reeligindose sin el apoyo del aparato central de sus partidos. Sin embargo, los diputados pertenecientes al partido en el gobierno tendran que calcular las consecuencias
que para su partido y su propio futuro poltico tendra la
constante indisciplina: el electorado difcilmente premiara en las urnas a un partido que, falto de direccin, no
puede producir gobierno. No olvidemos que el electorado
vota por individuos, pero tambin por partidos que funcionan como crteles. Por otro lado, si los lderes de las
bancadas de los partidos determinan las posiciones a las
que tienen acceso los diputados dentro de la Cmara para
dar servicio a sus bases electorales (posiciones en comisiones legislativas, sobre todo), entonces los partidos tienen
instrumentos para influir en la conducta legislativa de sus
parlamentarios. Por otro lado, se pueden introducir a los
estatutos de los partidos reglas como la vigente en Inglaterra, que permite a los aparatos centrales de los partidos
vetar a candidatos electos por los aparatos locales si como
legisladores han actuado sistemticamente en contra de
los intereses del partido. Finalmente, se exagera un poco
cuando se piensa que la indisciplina de los partidos en los
Congresos es un demonio del que hay que huir a toda costa: hay piezas de legislacin frente a las cuales los partidos
pueden ms que tolerar la indisciplina de sus bancadas.
Cuando es necesario presentar un frente comn y la identidad del partido-crtel est en riesgo, la disciplina es una
140
Alonso Lujambio
141
Estudios Congresionales
Sistema de comisiones
y sistema de partidos18
El sistema de comisiones permite la divisin de trabajo y
la especializacin de funciones en las asambleas. Como
ya vimos, el anmalo carcter del Congreso mexicano,
que prohbe la reeleccin inmediata de los congresistas,
obstaculiza enormemente la profesionalizacin y espe18 Este apartado concentra su atencin en las comisiones de la Cmara de Diputados y excluye del anlisis a la Comisin Permanente, de integracin bicameral.
Dicha comisin sesiona durante los recesos del Congreso de la Unin y se compone de 19 diputados y 18 senadores. Sin duda, el anlisis de sus importantes
atribuciones y de su funcionamiento interno requiere de un estudio aparte.
142
Alonso Lujambio
19 Shaw, Malcolm, Committees in Legislatures, en Lees, John D., y Shaw, Malcolm, (Eds.), Committees in legislatures, Oxford, Martin Robertson, 1979.
143
Estudios Congresionales
Sera muy extenso reproducir aqu todos los argumentos de Shaw. Baste sealar que las variables enunciadas por
el autor explican con gran elocuencia la debilidad del sistema de comisiones de la Cmara de Diputados mexicana: ms que dominante, un partido hegemnico conquista
durante dcadas la mayora de la asamblea; vota cohesiva
y disciplinadamente. Dice Shaw:
Si un partido cohesivo y disciplinado obtiene la mayora
en todas las comisiones, es de esperarse que el sistema
de comisiones sea dbil. Y ms an: si el mismo partido,
disciplinado y cohesivo, mantiene una posicin dominante en poltica nacional por un prolongado periodo,
entonces seguramente el sistema de comisiones ser
excepcionalmente dbil. Una posible explicacin de
esto es que los partidos en el gobierno (como en India
y Japn), que no tienen la expectativa de convertirse en
partidos de oposicin, estn menos dispuestos a reconocer los derechos de las minoras que los partidos que
perciben ms claramente la posibilidad de convertirse en
minora.20
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Fuente: El autor con base en el Diccionario biogrfico del gobierno mexicano, Mxico, FCE-Presidencia de la Repblica, 1987, 1989 y 1992.
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Estudios Congresionales
tario de sus opositores. En el cuadro fue imposible determinar el peso del Partido de la Revolucin Democrtica,
principal agrupacin opositora de centro-izquierda, debido a que nace formalmente el 4 de mayo de 1989, despus
de la desintegracin, el 4 de febrero del mismo ao, del
Frente Democrtico Nacional, que sumara a cuatro partidos polticos en la postulacin de Cuauhtmoc Crdenas
a la presidencia de la Repblica en 1988. La informacin
del cuadro es incompleta pero elocuente: el pri decidi sobrerrepresentarse en comisiones, y lo hizo no a costa de la
subrepresentacin del pan, partido con el que necesitaba
cooperar en el mbito legislativo, sino del resto de los partidos que integraron el Frente Democrtico Nacional, que,
con el 28 por ciento de la representacin en la Cmara, padeci una notoria subrepresentacin en todas las comisiones excepto tres (Poblacin y Desarrollo, Reforma Agraria
y Gobernacin y Puntos Constitucionales). Por otro lado,
y por primera vez en la historia posrevolucionaria, el pri
estuvo dispuesto en 1988 a compartir las presidencias de
comisiones con las oposiciones, aunque la cantidad (4) y el
carcter de las mismas no entusiasmara gran cosa a nadie:
el pequeo Partido Autntico de la Revolucin Mexicana
(parm) presidi la Comisin de Artesanas, el Partido del
Frente Cardenista de Reconstruccin Nacional (pfcrn)
la de Pesca, y el pan la de Distribucin y Manejo de Bienes de Consumo y Servicios, la de Fomento Cooperativo
y el Comit de Biblioteca. Como veremos ms adelante,
la asignacin de presidencias a miembros de bancadas
opositoras es en los noventa creciente, de manera que en
este sentido la Cmara de Diputados mexicana empieza a parecerse menos a la Cmara de Representantes
norteamericana (en donde el partido mayoritario preside todas y cada una de las comisiones) y un poco ms
al Bundestag alemn (en donde las presidencias son distribuidas en proporcin a la fuerza de los partidos en
la asamblea). Obviamente, la importancia de ocupar
la presidencia de una comisin legislativa no slo de150
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Estudios Congresionales
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76 4 10 90
(84%) (4.5%) (11.5%) (100%)
Fuente: El autor, con base en la Cmara de Diputados.
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91 19 22 29 161
(56%) (12%) (14%) (18%) (100%)
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Estudios Congresionales
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Estudios Congresionales
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PRI
% PAN % PRD %
PT % Total
51 100 0
0
18 60 7 23
19 70 4 15
18 60 7 23
18 60 7 23
19 66 6 21
19 63 6 20
17 59 8 27
18 60 7 23
18 60 7 23
19 63 6 20
21 81 2
8
21 70 5 17
19 65 6 21
18 60 7 23
17 57 7 23
19 65 6 21
18 60 7 23
18 60 7 23
18 60 8 27
22 73 3 10
18 62 7 24
18 62 7 24
17 57 8 27
18 60 7 23
19 65 6 21
12 75 4 25
18 60 7 23
21 72 4 14
19 63 7 23
19 63 7 23
18 64 7 25
18 60 7 23
17 59 7 24
8
73 2 18
18 60 7 23
5
63 1 12
12 63 5 26
18 60 7 23
18 60 7 23
17 57 8 27
18 60 7 23
17 59 7 24
18 60 7 23
18 60 7 23
18 64 7 25
18 62 6 21
18 60 7 23
18 60 7 23
19 63 7 23
21 75 4 14
15 65 7 31
19 63 7 23
8
47 4 23
8
47 4 23
7
47 3 20
0
0
4 13
4 15
4 13
4 13
4 14
4 13
4 14
4 13
4 13
4 13
3 11
4 13
4 14
4 13
4 13
4 13
4 13
4 13
4 13
4 13
3 11
4 14
4 13
4 13
4 14
0 0
4 13
4 14
4 13
4 13
3 11
4 13
4 14
1
9
4 13
1 12
2 11
4 13
4 13
4 13
4 13
4 14
4 13
4 13
2
7
4 14
4 13
4 13
3 10
2
7
0
0
3 10
3 18
3 18
3 20
0
0 51
1 4 30
0 0 27
1
4 30
1 4 30
0 0 29
1 4 30
0
0 29
1
4 30
1 4 30
1
4 30
0
0 26
0 0 30
0 0 29
1 4 30
2 7 30
1
4 30
1 4 30
1
4 30
0 0 30
1 4 30
1 3 29
0 0 29
1
4 30
1
4 30
0
0 29
0 0 16
1 4 30
0 0 29
0
0 30
0 0 30
0
0 28
1
4 30
1
3 29
1
0 11
1 4 30
1 12 8
0
0 19
1 4 30
1 4 30
1 4 30
1
4 30
1 3 29
1
4 30
1 4 30
1
4 28
1
3 29
1
4 30
1
4 30
1
4 30
1
4 28
1
4 23
1
4 30
2 12 17
2 12 17
2 13 15
9
-
-
4
-
-
2
-
-
45
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-
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14
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3 otros=3
2
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1. Agricultura
2. Artesanas
3. Asentamientos Humanos y O.P.
4. Asuntos Fronterizos
5. Asuntos Hidrulicos
6. Asuntos Indgenas
7. Bosques y Selvas
8. Ciencia y Tecnologa
9. Comercio
10. Comunicaciones y Transportes
11. Correccin de Estilo
12. Cultura
13. Defensa Nacional
14. Deporte
15. Derechos Humanos
16. Dist. y Mjo. de Bienes de Cons. y Serv.
17. Distrito Federal
18. Ecologa y Medio Ambiente
19. Educacin
20. Energticos
21. Fomento Cooperativo
22. Ganadera
23. Gobernacin y Puntos Cons.
24. Hacienda y Crdito Pblico
25. Informacin, Gestora y Quejas
26. Jurisdiccional
27. Justicia
28. Marina
29. Patrimonio y Fomento Industrial
30. Pesca
31. Poblacin y Desarrollo
32. Programacin, Presupuesto y C.P.
33. Radio, T.V. y Cinematografa
34. Reconstrucin del Palacio Ltvo.
35. Reforma Agraria
36. Rgimen Interno y Cocert. Pol.
37. Rgimen, Reg. y Pcas. Parlamentarias
38. Relaciones Exteriores
39. Salud
40. Seguridad Social
41. Trabajo y Previsin Social
42. Turismo
43. Vigilancia de la Cont. Mayor de Hda.
44. Vivienda
45. Atn. y Apoyo a Discap. (nueva)
46. Desarrollo Social (nueva)
47. Fortalecimiento Mpal. (nueva)
48. Participacin Ciudadana (nueva)
Comit de Administracin
Comit de Asuntos Editoriales
Comit de Biblioteca
Instituto de Inv. Legislativas
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(49%) (25%) (22%) (3%) (100%)
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parlamentario, y de si el sistema de partidos es multipartidista, bipartidista o de partido dominante, todas las legislaturas delegan atribuciones a los poderes Ejecutivos.
Por eso es que el caso mexicano es tan de probeta para la
ciencia poltica: el pri y el pri en el Congreso delegan en
el Ejecutivo la conduccin toda de la poltica: el presidente
de la Repblica es el titular de la administracin pblica
(con ello controla cargos en la burocracia e informacin)
al tiempo que es el lder de su partido (es l quien define
quin lo sucede, quien define quin sucede a los gobernadores que concluyen sus mandatos sexenales sin reeleccin, quien define el reparto corporativo y territorial de
gran parte de los escaos en las dos cmaras del Congreso,
etctera). En el sistema fundado en los aos treinta, en
donde las mayoras absoluta y calificada de los miembros
de las dos cmaras del Congreso son de filiacin prista,
la distancia entre el Ejecutivo y el Legislativo se exponencia en trminos de profesionalizacin y acceso a informacin. Uno est tentado a decir que la Cmara de Diputados mexicana no deleg, sino que ms bien capitul. No
cumpli funciones de control ni de monitoreo del uso de
los recursos pblicos. Si bien represent intereses con los
que el presidente de la Repblica, como agente de su coalicin poltica, tuvo que negociar, la Cmara como institucin no incursion sistemticamente en el terreno de la
recomendacin e innovacin legislativas. No hizo seguimiento alguno de la implementacin burocrtica de las
polticas pblicas. No necesit de apoyo en investigacin,
ni en la preparacin de argumentos para el Pleno y ni para
comisiones. Si se necesit informacin, el Ejecutivo la
proporcion. Si se necesit de profesionales en determinadas posiciones legislativas (sobre todo en presidencias de
comisiones como las de Gobernacin y Puntos Constitucionales y Hacienda), el Poder Ejecutivo (especficamente
los secretarios del ramo) dispuso de algunos de sus cuadros
para ocupar una veintena de escaos parlamentarios. La
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Estudios Congresionales
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Una diputada del prd aclar recientemente que esta norma es, por supuesto, bastante vaga, de manera que el que
dispone es el jefe de la mayora parlamentaria, por eso es
que existe cierto margen de discrecionalidad.28 Exageraramos si dijramos que los diputados en Mxico debieran tener, como los representantes norteamericanos, hasta
22 asesores. Pero tambin se exagera cuando la mayora
aplastante de los diputados mexicanos no tiene ningn
asesor.29
Con el primer reparto plural de presidencias de comisiones en 1988, se hizo evidente cun importante era
el apoyo de staff a partidos, que no a comisiones, debido a que los apoyos disponibles vendran de la Oficiala
Mayor, no de la gente de confianza de los propios partidos opositores. Las bancadas opositoras desconfan de
la asesora a comisiones. Dice Ivn Garca Sandoval, asesor del Grupo Parlamentario del prd: En realidad, ese
cuerpo de asesores [el que ofrece la Oficiala Mayor a comisiones] trabaja para el pri, son en realidad el grupo de
asesores parlamentarios del pri, aunque tambin es cierto que brindan apoyo en asuntos tcnicos, agilizan procedimientos, informan sobre las minutas del da, aclaran
algunas dudas, ayudan en lo que tiene que ver con las
sesiones.30 De modo pues que el pri s cuenta con asesores. Son los asesores de la Cmara. Todo indica que el
presupuesto asignado a la bancada prista no se destina
a la asesora profesional de la bancada (esa asesora es
28 Campillo, Maura, y Vecchi, Elda, La asesora parlamentaria en Mxico, mimeo, itam, 1994, p. 5.
29 Ackerman, Susan Rose, La profesionalizacin del Poder Legislativo mexicano. Algunas experiencias del Congreso de Estados Unidos, en El poder legislativo en la actualidad, Op. cit., p. 94. Por otro lado, el artculo 22 de la loc establece
que la Mesa Directiva de la Cmara (presidente de la Cmara, vicepresidentes,
secretarios y prosecretarios, cuya filiacin poltica ha de ser obligatoriamente
plural desde las reformas a la loc de 1994) cuenta con el apoyo de un cuerpo
tcnico profesional de apoyo cuyas funciones determinar el Reglamento. Pero
el Reglamento an no se reforma, de manera que no hay todava una norma que
regule el cuerpo tcnico profesional de apoyo de la Mesa Directiva.
30 Campillo, Maura y Vecchi, Elda, Op. cit., p. 8.
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Estudios Congresionales
cubierta por la Oficiala Mayor, que cuenta con su propia partida presupuestal), sino a asistentes personales
pa-ra los diputados del partido mayoritario. En palabras
de un asesor de la Cmara al servicio del pri, ese grupo
de asesores es un cuerpo improvisado que responde a
la poca competencia poltica.31 El pan, por su lado, cuyo
apoyo parlamentario fue hasta hace muy poco tiempo precario en recursos materiales y humanos, no decidi sino
hasta noviembre de 1994 organizar propiamente lo que
ellos llaman el grupo de auxiliares parlamentarios, pagados por el creciente presupuesto asignado a la bancada
y a travs de la recin creada Fundacin Miguel Estrada
Iturbide. El pan tiene en mente un grupo de entre 16 y
43 jvenes egresados, del cual se estarn formando a
los potenciales futuros legisladores.32 Parece que el pan
piensa en el apoyo de staff ms como escuela de cuadros
que como apoyo de staff, mxime cuando establece tambin la disposicin absolutamente incomprensible de que
los auxiliares no puedan desempearse en ms de una
Legislatura!33 De poco le servir al pan un apoyo parlamentario organizado de esta manera. Por su parte, el prd,
o ms bien la evolucin Partido Comunista MexicanoPartido Socialista Unificado de Mxico-Partido Mexicano
Socialista-Partido de la Revolucin Democrtica, cuenta
con un grupo de apoyo de 40 personas con cierto grado de
profesionalismo y permanencia.
Dicen Campillo y Vecchi:
En la Legislatura 1991-1994 se hizo un intento de formar
un grupo de asesores permanentes para el pri. Dicha propuesta fue rechazada por el lder del partido mayoritario,
Fernando Ortiz Arana. El argumento fue que al formar
31 Ibid., p. 18.
32 Partido Accin Nacional, Grupo de auxiliares parlamentarios, mimeo, noviembre de 1994, p. 2.
33 Ibid., p. 4.
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Conclusin
El ms negro de los sntomas es
recordar el papel que ha desempeado el
Congreso en la era posrevolucionaria...
Por eso parecen tan vulnerables los progresos
cvicos que Mxico ha alcanzado en los
ltimos aos, pues es desesperada toda
idea de restaurar en su pleno prestigio un
rgano de gobierno tan esencial para una
democracia como el Congreso.
Este ensayo ha querido demostrar que la debilidad poltica de la Cmara de Diputados en Mxico no se explica por la naturaleza y caractersticas de sus prerrogativas
constitucionales, sino por la combinacin de sus arreglos
institucionales domsticos y el proceso poltico en el que
se encuentra inmersa. Resulta imposible por lo tanto entender cabalmente el funcionamiento real de la Cmara de Diputados sin atender, con una visin global, la
Constitucin, la Ley Orgnica del Congreso, su Reglamento Interno y, por otro lado, las fuerzas polticas (peso cameral, organizacin interna, pautas de comportamiento)
que ocupan la institucin parlamentaria. Constatamos adems la doble direccionalidad en las relaciones de causalidad entre las reglas del juego legislativo y la conducta de
los actores de la escena parlamentaria: como en cualquier
parte del mundo, el sistema de partidos impacta ms all
de las reglas o meta-constitucionalmente el funcionamiento del Poder Legislativo; pero las normas que regulan
la integracin de las cmaras, la composicin de las comisiones legislativas, la carrera parlamentaria, los vnculos
con el electorado, el acceso a los servicios del staff tcnico,
etctera, influyen tambin en la conducta de los legisladores, de los partidos en la Legislatura y en el sistema de
partidos como un todo.
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tivas intermedias de 1991. La clusula no tuvo que aplicarse. Pero no por ello dej de ser importante. Para 1994,
las elecciones presidenciales se perfilaban muy competidas, de manera que permaneca el inters por parte del pri
de proteger su mayora congresional con mecanismos de
extraordinaria sobrerrepresentacin legislativa. La reforma electoral de 1993 volvi a transformar el mecanismo de
asignacin de curules en la Cmara baja. Ciertamente, la
nueva frmula signific un avance: desapareci en estricto
rigor el indefendible mecanismo de la clusula. Sin embargo, y a pesar de que se abre la posibilidad de que ningn partido conquiste el control mayoritario de la Cmara
de Diputados, desde entonces la frmula electoral le sigue
ofreciendo una enorme sobrerrepresentacin al partido
ms grande. Dicha Cmara conserva su mixtura de 300
escaos de mayora y 200 de representacin proporcional.
Los partidos se reparten los 200 escaos de representacin
proporcional de acuerdo con sus porcentajes obtenidos en
la pista uninominal, lo cual beneficia enormemente al partido mayor que ya fue sobrerrepresentado por el sistema
de mayora relativa; sin embargo, ningn partido puede
obtener ms del 60 por ciento de los escaos si obtuvo menos del 60 por ciento de los votos; si un partido obtiene
entre el 60 y el 63 por ciento de los votos, se representa
proporcionalmente; en ningn escenario, partido poltico
alguno puede obtener ms del 63 por ciento de los escaos. Con esta frmula electoral, el pri obtuvo en 1994 el
50.22 por ciento de los votos vlidos, el 52.57 por ciento de
la votacin efectiva y el 60 por ciento de los escaos. Con
esta frmula de gran sobrerrepresentacin mayoritaria se
acerca Mxico a las elecciones intermedias de 1997 ante
una situacin poltica crecientemente ms plural y competitiva. De modo que la pregunta obligada es la siguiente:
Conviene mantener la extraordinaria sobrerrepresentcin
del partido mayoritario o es preferible acercar al sistema
a la perfecta proporcionalidad en el reparto de escaos?
Mi respuesta es inequvoca: conviene a Mxico un claro
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no, pero no se forma parte del gobierno. An peor: en algunas ocasiones, cuando la popularidad de un presidente se
ve sustancialmente disminuida, es comn que su propio
partido le retire su apoyo en el Legislativo, ya que apoyarlo significa poner en riesgo el triunfo de su siguiente
candidato a la presidencia. Por otro lado, y aun cuando la
oposicin apoye al Ejecutivo en su programa legislativo, el
presidente no tiene obligacin poltica alguna de mantener
las preferencias de sus socios opositores en su agenda de
gobierno: aun si le retiran su apoyo, el presidente permanece en el cargo porque tiene un periodo rgido de gobierno. As, el presidencialismo no incentiva a la cooperacin
entre el presidente y los partidos de oposicin, y a veces ni
siquiera entre el presidente y su propio partido.
Obviamente, la mejor manera de evitar el inmovilismo y la parlisis en la relacin Ejecutivo-Legislativo sin
imponerle al sistema una clusula de gobernabilidad
o un sistema de grandes premios al partido mayor, es
cambiar todo el sistema constitucional del presidencialismo al parlamentarismo. En los regmenes parlamentarios,
un gobierno de coalicin s brinda a los partidos incentivos para cooperar. Un gobierno puede caer si el primer
ministro no respeta el acuerdo original entre los partidos
de la coalicin, o si su partido le retira su apoyo. De hecho
los partidos de la coalicin comparten el Poder Ejecutivo y
forman parte de l, se reparten carteras ministeriales y entran al gobierno. En opinin de Juan J. Linz, la gran mayora
de las democracias estables en el mundo son regmenes
parlamentarios, entre otras cosas porque el Poder Ejecutivo es creado por mayoras legislativas y depende de esas
mayoras para sobrevivir.6
6 Linz, Juan J., The Perils of Presidentialism, en Journal of Democracy, II, 1990.
Vase para un desarrollo ms detallado de este argumento, Linz, Juan J., Democracy. Presidential or Parliamentary: does it make a Difference?, en Linz, J. J.
y Valenzuela, Arturo, (Eds.), The failure of presidential democracy, Baltimore, Johns
Hopkins University Press, 1994.
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Sin embargo, aun cuando varios pases latinoamericanos estn debatiendo intensamente la posibilidad de
convertir sus regmenes presidenciales en sistemas parlamentarios,7 en Mxico ese debate simplemente no existe, ni siquiera frente a la urgencia de discutir seriamente
qu arreglos institucionales haran viable y estable una
autntica democracia mexicana. Ni en crculos intelectuales ni polticos se habla del asunto.8 La Constitucin de
1917 sigue siendo el espejo en el que Mxico se ve y se
piensa polticamente. Nadie en Mxico est pensando en
un sistema poltico que no tenga al presidente como eje.
Este es un grave problema para el proceso de transicin.
Mxico enfrenta muchos dilemas polticos, todos de extraordinaria complejidad. La ausencia total de un debate
sobre cambio de rgimen ha llevado a que uno de los dilemas se presente como un verdadero acertijo en el que
toda opcin resulta ser extraordinariamente costosa: con
un presidente sin mayora en el Congreso, el presidencialismo entra en crisis y, al menos en teora, se corre el riesgo
de caer en el inmovilismo y en la parlisis gubernamental;
con clusula o mecanismos de supersobrerrepresentacin mayoritaria, se viola el principio de la competencia
entre iguales y se distorsiona todo sentido de representacin poltica. La opcin parlamentaria, por otro lado, parece estar cerrada. Qu otras opciones quedan? Acaso
no existen formas exitosas de gobernar con estabilidad
7 Para el debate chileno ver Valenzuela, Arturo, Hacia una democracia estable: La opcin parlamentaria para Chile, Revista de Ciencia Poltica, Santiago de
Chile, viii, 1985; para el caso uruguayo, Prez, Romeo, El parlamentarismo. La
reforma necesaria para Uruguay, en Nohlen, Dieter y Solari, Aldo, (comps.),
Reforma poltica y consolidacin democrtica. Europa y Amrica Latina, Caracas, Nueva Sociedad, 1988; sobre el debate de este asunto en Brasil, Lamounier, Bolvar,
Depois da Transiao, Sao Paulo, Edioes Loyola, 1991; sobre el caso argentino, ver
Riz, Liliana de, Rgimen de gobierno y gobernabilidad. Parlamentarismo en
Argentina?, en Nohlen y Solari, Op. cit.
8 El psum y despus el pms incluyeron en sus propuestas de reforma el esquema parlamentario. Sin embargo, la propuesta desapareci de la agenda de la
iz-quierda mexicana al integrarse el pms al proyecto del prd, un partido con
expectativas de xito mayores y con ambiciones presidenciales.
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trica. Sin embargo, debemos subrayar que no existe razn alguna para creer que todas las variables para-constitucionales11 que nos ayudan a entender la continuidad
del sistema presidencial norteamericano son tambin
prerrequisitos para la sobreviviencia de otras democracias presidenciales. Al menos no estamos absolutamente ciertos de ello. Existe alguna razn para pensar que
el caso norteamericano no es slo una excepcin histrica sino tambin lgica, esto es, que slo las prcticas paraconstitucionales norteamericanas pueden salvar a la
democracia presidencial de la parlisis entre poderes y
de la quiebra institucional? Desde una perspectiva terica, asumamos desde este momento que otra u otras
configuraciones de arreglos institucionales y prcticas
paraconstitucionales pueden tambin contribuir a la
sobrevivencia de las democracias presidenciales. Cules son esas configuraciones? Es difcil contestar a esta
pregunta. Linz ni siquiera intent contestarla, porque est
convencido de que cambiar todo el sistema constitucional del presidencialismo al parlamentarismo es mucho
ms sabio que buscar una configuracin ptima de variables dentro del marco del sistema presidencial. Tambin debemos preguntamos si tal configuracin de
variables existe en realidad, como marco general. Quiz no existe configuracin alguna que pueda ser generalizable. En ese caso, slo nos quedara entender
manteniendo presentes los peligros del presidencialismo configuraciones particulares dentro del contexto
histrico de casos especficos con el fin de aprender algo de
ellos y evitar la quiebra de la democracia presidencial.
Por otro lado, existen o han existido otras democracias
presidenciales estables a partir de las cuales los mexicanos
puedan aprender algo para su futuro? Nuestra respues11 Tomo este concepto de Riggs, Fred W., The Survival of Presidentialism in
America: Para-Constitutional Practices, en Internacional Poltical Science Review,
xix, 1988.
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Esto es cierto para el caso norteamericano. Pero existen arreglos institucionales paralelos que han posibilitado
que, aun con separacin de poderes, varios partidos en
22 Epstein, Leon D., A Comparative Study of Canadian Parties, American
Political Science Review, lviii, 1964, p. 56.
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bellada.23 David R. Mayhew piensa que el Congreso norteamericano de la era moderna puede caracterizarse como
una Asamblea de polticos profesionales que cultiva carreras polticas.24 Para Mayhew, los polticos tienen que
hacer algo para ganar sus reelecciones, no importa si su
partido ocupa o no la presidencia. La empresa poltica del
legislador, esto es, la reeleccin, es una empresa individual.
Dice Mayhew:
Si los miembros [del Congreso] pueden reclamar crdito por haber apoyado la aprobacin de leyes importantes, es indudable que trabajarn en pos de ganancias
electorales tanto en tiempos de gobiernos divididos como
en tiempos de gobiernos unificados. Por qu no habran
de hacerlo?25
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indispensable para evitar el colapso del sistema. Podemos concluir que el federalismo es... una caracterstica
necesaria para asegurar la sobrevivencia de un rgimen
presidencial abierto.28
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ricana. Veamos ahora si otros sistemas presidenciales exitosos han compartido estas caractersticas institucionales.
La experiencia latinoamericana
No es fcil analizar la experiencia latinoamericana con
el sistema presidencial de gobierno. Estas pginas sern
un intento preliminar que deber ser seguido por anlisis mucho ms rigurosos. Debido a la gran variedad de
arreglos institucionales que coexisten con el presidencialismo, es difcil hacer un anlisis completo y extraer de l
conclusiones definitivas.29 Por otro lado, una importante
laguna en el estudio de la poltica en Amrica Latina ha
sido el anlisis de las instituciones, el presidencialismo
incluido.30 Existe un nmero muy limitado de fuentes
tiles. En los aos cuarenta y cincuenta encontramos estudios sobre el tema, pero con una orientacin formal y
concentrados en el anlisis de los textos constitucionales.31
Entre los aos sesenta y los ochenta, las instituciones polticas prcticamente no fueron estudiadas por la ciencia
poltica. Varios enfoques de economa poltica domina29 La variedad en la distribucin de poderes constitucionales entre Ejecutivo
y Legislativo es, desde luego, el tema ms importante. Pero la diversidad de
otras instituciones es tambin digna de consideracin. Varios pases permiten
la reeleccin del presidente en periodos no inmediatos (Colombia, Bolivia, Venezuela, Uruguay, Chile, etctera); otros no la permiten (Ecuador, Costa Rica,
Honduras, Mxico); dos permiten la reeleccin presidencial para dos periodos inmediatos desde mediados de los noventa (Argentina y Per), mientras
que las constituciones autoritarias de Hait bajo los Duvalier, Paraguay bajo
Stroessner y Nicaragua bajo Ortega, la permitieron sin restriccin; algunos pases tienen periodos presidenciales de seis aos (Argentina hasta 1994, Mxico,
Hait), otros de cinco (Brasil, Venezuela, Per, Paraguay), otros de cuatro (Costa
Rica, Colombia, Bolivia, Uruguay, Ecuador). Slo Brasil, Argentina y Mxico tienen una estructura constitucional propiamente federal.
30 Extraordinaria excepcin es el texto que Blondel, Jean y Surez, Waldino C.
publicaron en el semanario bonaerense Criterio, nm. 1853, 27 de febrero de
1981: Las limitaciones institucionales del sistema presidencialista.
31 Una revisin de esa literatura se encuentra en Mainwaring, Scott, Presidentialism in Latin America, Latin American Research Review, xxv, 1990.
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Es claro que los mecanismos institucionales que incentivan al dilogo y a la negociacin no se refuerzan si
la presidencia como institucin es extraordinariamente
dominante en trminos constitucionales.
La idea de que es imprescindible una presidencia fuerte
supone que hay asuntos urgentes en la agenda, y sobre
todo que decisiones difciles han de ser tomadas, que tales
decisiones son difciles porque van a afectar intereses, y que
no hay tiempo que perder discutiendo con la Legislatura.
Qu intereses van a ser afectados y quin se va a beneficiar de la accin gil y pronta del presidente? A qu costo?
Si el presidente acta y el Congreso no sirve para impulsar
opciones, qu mecanismos institucionales y legales van
a ser observados para expresar la inconformidad? El problema es que no siempre existe un claro consenso detrs
de una presidencia fuerte, sea en el Congreso o en la sociedad en su conjunto. Rara vez el presidente gana la
eleccin con mayora absoluta, y una segunda vuelta no
siempre es la solucin porque incentiva a la multiplicacin
de candidaturas en la primera vuelta; esto atomiza an
ms la representacin de los partidos en la Legislatura, y
por lo tanto se minimiza la probabilidad de que el partido
del presidente cuente con una mayora en dicho rgano.
Sin embargo, aun sin el apoyo de la Legislatura, el presidente siente que una mtica asamblea constitucional y
la historia lo estn llamando a actuar. La imposibilidad
de reelegirse aumenta an ms la ansiedad y el deseo de
actuar ya, pronto. Si el Congreso es un obstculo, entonces
el presidente puede pasarlo por alto, quiz violando la
Constitucin y seguramente debilitando la democracia, o
tal vez peor, el presidente impulsar a travs de medios
de dudosa legalidad reformas a la Constitucin para
ver aumentados sus poderes. En ese caso, el Ejecutivo: 1)
erosiona los espacios constitucionales de negociacin y
acuerdo, 2) anima a que la expresin de las oposiciones
tome lugar fuera de las arenas institucionales diseadas
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Alonso Lujambio
por las democracias para canalizarla, 3) el siguiente presidente puede no ser aceptable para importantes grupos
sociales (tengamos en mente a peronistas y apristas sin la
oportunidad de competir por presidencias fuertes en
Argentina y Per, por ejemplo, o a Salvador Allende, quien
gan la presidencia chilena con el 36 por ciento del apoyo
ciudadano y tom ventaja de reformas constitucionales
que el presidente demcrata-cristiano anterior dise con
gran optimismo pensando en futuros presidentes demcrata-cristianos) y 4) un sistema presidencial fuerte puede
degenerar en gobierno personal, algo muy cercano a la
dictadura, diseado para enfrentar quin sabe qu problemas estructurales.
Estamos convencidos de que estos resultados estn muy
lejos de la democracia. Casi en todos los casos y casi todo
el tiempo, la democracia slo ha sido capaz de procesar
cambios incrementales. Cambios no incrementales pueden ser justos y necesarios en trminos sociales, pero es
difcil que puedan ser procesados a travs de medios
democrticos, ya que intereses fuertemente afectados acaban renunciando al pacto democrtico. Y cuando quiebra
la democracia, casi siempre quedamos peor que antes:
ni siquiera cambios incrementales sern posibles. Por
qu entonces promover presidencias extraordinariamente fuertes, si de una u otra forma se va a necesitar de la
negociacin y el acuerdo para arribar a la toma de decisiones importantes y viables? Se ha argumentado que, si
bien de manera informal, presidencias fuertes s enfrentan pesos y contrapesos. Es cierto. Pero entendamos que
ello debilita en ltima instancia la confianza en y la legitimidad de las instituciones democrticas diseadas precisamente para institucionalizar y canalizar las presiones,
las demandas y los desacuerdos.
La mejor evidencia que puede dar fuerza a estos argumentos es el hecho de que nuestras cuatro democracias
presidenciales latinoamericanas cuentan con legislaturas
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generalmente inadvertida,43 y que el sistema de dos partidos es el mejor si se trata de evitar gobiernos minoritarios: En cinco de seis democracias presidenciales estables
(EUA, Costa Rica, Venezuela, Uruguay, Chile y Colombia),
el partido del presidente controla casi la mitad de los
escaos en la Cmara baja.44 Volveremos al caso chileno
ms adelante.
Debemos notar tambin que en casi todos los pases
latinoamericanos, las elecciones legislativas en la Cmara
baja reparten escaos con frmulas proporcionales, no
mayoritarias, en distritos cuya magnitud (es decir, el nmero de escaos en cada distrito plurinominal) es suficientemente grande como para facilitar la representacin
de partidos pequeos. Sin embargo, y a pesar de la clebre
Ley Duverger, que pronostica pluripartidismo ah donde el sistema electoral es proporcional, tres de nuestras
cuatro democracias presidenciales fueron o son, como ya
hemos visto, sistemas bipartidistas.
El presidencialismo dice Mainwaring es por lo menos
parcialmente responsable de esta combinacin de proporcionalidad y bipartidismo... [En] este sentido, el timing
de las elecciones presidenciales y legislativas es decisivo.
Ah donde las elecciones presidenciales y legislativas son
concurrentes, un sistema de dos partidos suele emerger,
aun en el marco de un sistema proporcional. Cuando
ambas elecciones no coinciden, la representacin proporcional generalmente anima la formacin de un sistema
multipartidista.45
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Estudios Congresionales
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Estudios Congresionales
facciones estaban institucionalizadas, y generalmente giraban alrededor de un lder, quien colocaba el orden de
candidatos en las lista (cerrada) de su sub-lema. Deca
Ronald McDonald a principios de los setenta:
La disciplina de los lemas es dificil de imponer. El centro
del Poder Legislativo es el sub-lema. Es frecuente encontrar sub-lemas de distintos lemas combinndose en tareas
legislativas especficas, si bien normalmente los sublemas se coaligan con los lemas a los que pertenecen. 47
Sigue McDonald:
Aun cuando no pueden identificarse en distritos bien
definidos sino en departamentos en donde comparten
la representacin con otros congresistas los diputados
dispersan patronazgo al tiempo que sirven de ombudsman
para aliviar las peores instancias de insensibilidad administrativa gubernamental. El patronazgo y su dispersin estn relativamente bien estructurados en
Uruguay.48
Podemos por ahora concluir que cierto grado de indisciplina partidista y los recursos para el patronazgo
facilitaron, como en los Estados Unidos, la relacin Ejecutivo-Legislativo en Uruguay. Por su parte, el patronazgo
y la solucin de problemas locales inmediatos tambin
fueron centrales en el trabajo de los legisladores chilenos.
En opinin de Valenzuela y Wilde, la capacidad del congresista para cumplir estas tareas estuvo basada, por encima de todo, en su permanente influencia en el proceso
presupuestal. Tanto el Congreso como el Ejecutivo trataban de sobrepasar las limitaciones que ambos se imponan a
travs del financiamiento de sus proyectos predilectos.49
En Chile, la disciplina partidista no fue la norma, y el
47 McDonald, Ronald, Op. cit., p. 117.
48 Ibid., p. 130.
49 Valenzuela, Arturo y Wilde, Alexander, Op. cit., p. 193.
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Alonso Lujambio
Los congresistas chilenos eran muy efectivos al intervenir en apoyo de sus localidades en varias agencias administrativas. Todos los partidos entraban a la negociacin
con el presidente minoritario en apoyo de sus demandas
particularistas. En Chile se distribuan escaos mediante
la frmula proporcional dHondt modificada, y las listas
de candidatos estaban abiertas a los electores, de modo
que los candidatos con ms votos dentro de cada lista entraban al Congreso. Esto haca que candidatos del mismo
partido compitieran entre s, y que los electores eligieran
representantes dependiendo en alguna medida de sus
habilidades en el reparto de beneficios. En opinin de
Valenzuela, las reformas constitucionales impulsadas por
el gobierno demcrata-cristiano de Frei a finales de los
sesenta con objeto de fortalecer los poderes presidenciales
50 Ibid., pp. 201, 203-4.
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Estudios Congresionales
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Estudios Congresionales
en la misma medida en que lo hacen los sistemas parlamentarios, y que las democracias presidenciales rara vez
incluyen estos mecanismos institucionales para establecer coaliciones. Sin embargo, esto no significa que alguna
forma de arreglo consociacional y presidencialismo no
puedan coexistir. Aun cuando no es fcil sostener un sistema mixto, la experiencia venezolana demuestra que no
es imposible; adems, puede haber circunstancias en que
sta sea la nica solucin disponible cuando la opcin
parlamentaria est cerrada.
f) El federalismo es importante para el funcionamiento del sistema presidencial norteamericano. No hemos
podido decir lo mismo para ninguna de nuestras cuatro
democracias presidenciales latinoamericanas, debido a
que ninguna de ellas presenta propiamente un formato
federal.58 Sin embargo, la hiptesis sigue siendo valiosa
para otras democracias presidenciales y federales.
g) En ocasiones, los presidentes necesitan negociar
una coalicin para cada pieza de legislacin controvertida, de modo que tanto coaliciones congresionales cambiantes como coaliciones ad hoc tienen que estar siendo
constantemente renegociadas. Esto puede hacer oneroso
el proceso legislativo. Sin embargo, pinsese que este tipo
de problemas se presenta an en ciertos regmenes parlamentarios.59 Coaliciones ad hoc son tambin algo muy
comn en los Estados Unidos. En cualquier caso, el presidente enfrenta constantemente pruebas a su liderazgo,
habilidad y destreza polticas. Nada es sencillo en poltica,
y sostener una coalicin no es la excepcin.
58 Venezuela es un caso peculiar. Hasta finales de los ochenta, el presidente
nombr a todos los gobernadores de los estados. Por lo tanto Venezuela no fue
un sistema propiamente federal. Recientemente, sin embargo, se han establecido
elecciones directas a gobernador.
59 Ver Logus, John, Stable Government without Mayorities? Scandinavian Parliamentary Governments Today, Scandinavian Review, lxxiii, 1985, y Herman,
Valentine y Pope, John, Minority Governments in Western Democracies, British
Journal of Political Science, iii, 1973.
216
Alonso Lujambio
El futuro mexicano
Uno de los propsitos de este trabajo ha sido ofrecer evidencia de que el caso norteamericano arroja alguna luz
sobre el tipo de instituciones que pueden facilitar la estabilidad de un rgimen presidencial democrtico. Sin
embargo, tambin es claro que la democracia presidencial
puede crecer en distintos suelos. Hasta el momento, la
idea a subrayar es que, a pesar de la existencia de condiciones desfavorables para una vida estable, algunos arreglos institucionales maximizan la probabilidad de una democracia presidencial gobernable.
La ltima seccin de este captulo no intentar proponer una visin comprensiva de lo que puede o debe
hacerse en el sistema poltico mexicano en su etapa de trnsito democrtico. Nuestro propsito es ms bien arrojar
al aire algunas ideas y ensayar algunas propuestas que
puedan dar origen a una discusin posterior, ms profunda y fructfera. El asunto que aqu tratamos no ha sido
objeto de discusin formal en la comunidad intelectual
mexicana. Este es un intento modesto de iniciar una discusin. Nuestro principal argumento es que la gran sobrerrepresentacin que la frmula electoral mexicana ofrece al
partido ms grande no puede justificarse con argumentos
democrticos. Democracias presidenciales han funcionado
sin ella. Hay que reconocer, sin embargo, que una autntica
democracia enfrenta constantemente una tensin entre
distintos objetivos que no son siempre completamente reconciliables: regmenes democrticos tienen que decidir
entre promover una vasta representacin poltica y seguir
una lnea de poltica sostenida; entre acentuar el ideal de
la estabilidad en la conduccin de las polticas y el ideal
de la sensibilidad a la demanda pblica; entre la eficiencia y la agilidad en el proceso de toma de decisiones
y el imperativo democrtico de encontrar un consenso
mayoritario a travs de la negociacin y el acuerdo pol217
Estudios Congresionales
ticos. Pero cuando una lite poltica no reconoce esta tensin y otorga un excesivo nfasis a la parte de la ecuacin
que coloca a la gobernabilidad como imperativo y como
prioridad, se est al mismo tiempo debilitando el carcter
democrtico del rgimen poltico. Aqu vamos a examinar
qu cambios institucionales pudieran instrumentarse en
Mxico con el fin de evitar la parlisis en la relacin Ejecutivo-Legislativo en el escenario en el que el partido del
presidente de la Repblica no cuenta con la mayora absoluta de la Cmara de Diputados. Partimos del supuesto
de que la gobernabilidad puede ser conquistada a travs de medios ms democrticos. Es ms que nunca claro que existe
entre las lites gobernantes mexicanas el inters de democratizar el sistema poltico. Sin embargo, el proceso de
cambio genera ansiedad y temores. Existe entre las lites
gobernantes una natural aversin al riesgo: slo quieren
democracia para todos si sta no los desplazar del poder,
al menos en el corto y mediano plazos. Por eso es que las
propuestas de reforma deben ser, s y en primer lugar,
democrticas, pero tambin deben ser viables para que
todos los actores ganen, nadie pierda de entrada, y nadie
se arriesgue demasiado. La siguiente discusin supone que
el partido gobernante, el pri, seguir siendo la organizacin partidista ms importante en la poltica mexicana en
el futuro cercano. ste no es un supuesto normativo. Slo
se quiere dejar claro que sin el pri, o con un pri escindido,
el sistema de partidos, y de hecho el sistema poltico todo,
sera muy distinto, por lo que nuevos elementos tendran
que considerarse en cualquier esfuerzo por construir arreglos institucionales democrticos.
a) En primer lugar, y como resultado de nuestra
discusin previa, el poder del presidente mexicano debe
atemperarse al tiempo que debe fortalecerse el papel del
Poder Legislativo.60 Sera imposible discutir aqu todos los
60 La clsica formulacin de las caractersticas del rgimen presidencial mexicano se encuentra en Carpizo, Jorge, El presidencialismo mexicano, Mxico, Siglo
xxi, 1978.
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Estudios Congresionales
Alonso Lujambio
mayoritaria de competicin: en 1991, gan 290 de 300 curules, mientras que el pan fue el nico opositor que pudo
ganar distritos de mayora (10). En aquel ao de elecciones
intermedias, la semiproporcionalidad del sistema electoral
permiti que otros siete partidos ingresaran a la Cmara.
En 1994, ao de elecciones presidenciales y legislativas concurrentes, el pri obtuvo 277 de los 300 distritos de mayora,
18 el pan y cinco el prd. La concentracin del voto entre los
cuatro candidatos ms atractivos a la presidencia hizo que
los apoyos electorales de los otros cinco partidos en competencia se colapsara, de modo que no superaron el umbral (1.5 por ciento) del sistema electoral. Es claro entonces
que una manera de intentar manufacturar un sistema de
dos partidos sera eliminar los 200 escaos proporcionales
y volver a la situacin imperante antes de 1964, es decir,
al sistema mayoritario puro. Esta opcin est cerrada por
tres razones: 1) no se producira exactamente un sistema
bipartidista, sino un sistema con un partido extraordinariamente dominante; 2) el pan no aceptara el cambio,
por-que aun teniendo el monopolio opositor en la Cmara
baja, perdera gran cantidad de escaos proporcionales,
que son un importante recurso para distribuir posiciones
polticas; 3) el cambio producira, como efecto no deseado,
prcticamente la nulificacin legislativa del nuevo partido
de oposicin de izquierda, el prd, empujndolo quiz a
reforzar sus tendencias antisistmicas.
Crear un sistema desequilibrado de dos partidos en
una situacin en la que un tercer partido es inevitablemente importante no tiene ningn sentido. La segunda solucin pareciera ser ms viable: hacer ms proporcional el
sistema, pero cambiando el umbral de representacin del
1.5 por ciento al 5 por ciento, como en la Repblica Federal
Alemana, para hacer ms restrictivo el acceso a la Cmara
de pequeos partidos (reduciendo, sin embargo, las barreras de entrada a la competencia, para hacer permeable el
sistema de partidos). Obviamente, debemos tener en cuen221
Estudios Congresionales
Pero el caso mexicano es distinto. Los pequeos partidos mexicanos son organizaciones muy dbiles que han
sido meramente testimoniales, cuando no aliados del pri.
Dicho partido ha amamantado electoral y quiz hasta econmicamente a varios de ellos. Por algo se les conoce en
el lenguaje poltico mexicano como partidos satlite o,
ms elocuente an, como partidos paraestatales. Es difcil encontrar un conflicto social que estos partidos hayan
institucionalizado. Son prcticamente cascarones que no
representan inters social alguno que no puedan representar otros partidos. No sera extrao que con un umbral alto
se esfumaran del mapa poltico mexicano, o que unieran
sus dbiles maquinarias electorales a las de otros partidos,
sin ninguna consecuencia negativa importante para la vida
poltica de Mxico.
Un formato competitivo de tres partidos traera consecuencias importantes. Con un sistema electoral propor62 Sobre la estabilidad de los sistemas de partidos y sobre la manera en que
esfuerzos organizacionales sostenidos estructuran la naturaleza de la competencia poltica, ver la introduccin de Lipset, Martin, Seymour y Rokkan, Stein,
Party systems and voter alignments: Cross-national perspectives, New York, The Free
Press, 1967.
63 Mainwaring, Scott, ...Equation, Op. cit., p. 24.
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Estudios Congresionales
se crearan mayores incentivos para cooperar en el Legislativo si el partido del presidente no cuenta con el control
mayoritario de la Cmara baja. Es decir, las oposiciones
dejaran de percibir su cooperacin como una estrategia
riesgosa que puede llevarlos a perderlo todo, porque las
elecciones presidenciales no lo definiran todo. Negociar
piezas de legislacin a cambio de apoyo a programas gubernamentales locales podra aceitar enormemente la relacin Ejecutivo-Legislativo. As, el federalismo no slo es
el mbito por excelencia para trazar rutas viables de transicin democrtica. Tambin pudiera aprovecharse en la
dinmica de la relacin Ejecutivo-Legislativo. Compartir
el poder regional con ambas oposiciones pero sobre todo
compartir la siempre seria y grave responsabilidad de gobernar puede contribuir a cambiar la relacin entre el gobierno y la oposicin en Mxico, de una caracterizada por
el pataleo, el chantaje, la promesa incumplida de quien
siempre ha de ganar y la super oferta irresponsable del
que de una u otra forma siempre pierde, a una caracterizada por la confianza mutua, la competencia electoral, la
discusin de problemas reales y la bsqueda de soluciones
viables. Contribuira adems a limpiar un ambiente poltico enrarecido que refuerza la sensacin de que Mxico es
incapaz de encontrar soluciones que quiz no representan
la primera preferencia de ninguno de los involucrados,
pero que pueden satisfacer mnimamente a todos. Nadie
sugiere que el marco institucional que aqu se propone hara que el cambio poltico fuese siempre sereno y estuviera
siempre ausente la tensin del estira y el afloja. Pero no
hay razn para pensar en su imposibilidad. Es verdad: las
habilidades polticas de los lderes del gobierno y de las
oposiciones, as como la ausencia de actitudes mesinicas
entre ellos, seran extraordinariamente importantes.
d) El timing de las elecciones presidenciales y legislativas sera de gran relevancia. En Mxico, ambos procesos
electorales son concurrentes cada seis aos, pero existen
224
Alonso Lujambio
elecciones legislativas intermedias. La victoria de un candidato presidencial puede traducirse en una mayora (o
casi un mayora) congresional, por lo menos hasta la eleccin intermedia. Obviamente, dicha traduccin sera ms
probable bajo un esquema de tres partidos que bajo un
formato multipartidista. Como ya hemos visto, la concurrencia de ambas elecciones puede debilitar tambin el
impulso multiplicador de partidos asociado a la frmula
proporcional.
Por otro lado, no es fcil evaluar la presencia de elecciones intermedias en el marco constitucional mexicano.
La literatura disponible define a las elecciones intermedias
en sistemas presidenciales como cuasi-plebiscitos, como
una continuacin del veredicto expresado en la anterior
eleccin presidencial y, en parte, como un medio para
ajustar dicho veredicto. La eleccin intermedia es casi
siempre un juicio sobre la evolucin del gobierno de la
Repblica: los electores premian o castigan al presidente
en turno, sea votando por su partido en la eleccin intermedia, sea votando por la oposicin.65 Pueden utilizarse
dos perspectivas contrapuestas para evaluar la existencia
de elecciones intermedias: 1) si la eleccin concurrente
produce un gobierno unificado (el mismo partido dominando ambos poderes), entonces la presencia de la eleccin intermedia puede verse como una posible fuente de
divisin y conflicto entre los poderes Ejecutivo y Legislativo durante la segunda mitad del mandato presidencial;66
2) si la eleccin concurrente produce un gobierno dividido (un partido en control de la presidencia y otro u otros
controlando una o ambas cmaras del Congreso), entonces
65 Dos estudios clsicos del caso norteamericano son Hinckley, Barbara, Interpreting House Midterm Elections: Toward a Measurement of the In-Partys
Expected Loss of Seats, American Political Science Review, lxi, 1967, y Tufte,
Edward R., Determinants of the Outcomes of Midterm Congressional Elections, American political science review, lxix, 1975.
66 En el caso norteamericano, el partido del presidente pierde generalmente varios escaos en elecciones intermedias, Ver Tufte, Op. cit.
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Conclusin
Es claro que el caso norteamericano contiene arreglos
institucionales que parecen tener una relacin muy estrecha con la estabilidad de la democracia presidencial. Sin
embargo, en algunas democracias presidenciales latinoamericanas, otras configuraciones institucionales han
sido capaces de evitar parlisis definitivas por largos periodos de tiempo. Este ensayo ha defendido la idea de
que la manera en que se combina un conjunto de arreglos
institucionales puede ser definitiva para la estabilidad
de una democracia presidencial y para evitar su quiebra:
los poderes constitucionales del presidente, el papel de
la Legislatura, el nmero de partidos, el calendario de
elecciones presidenciales y legislativas, los recursos para
el patronazgo, la disciplina de los partidos, la eleccin
presidencial de mayora relativa a una sola vuelta, el federalismo. El tema es de extraordinaria complejidad y
relevancia. El autor de este ensayo sugiere que investigaciones posteriores especulen desde una perspectiva terica ms refinada en torno a las posibles combinaciones
de estas variables para tal vez llegar a construir un tipo
ideal weberiano de configuracin de arreglos institucionales. Ello permitira estudiar los casos reales con relacin
a un modelo. Es urgente este tipo de investigacin, particularmente cuando algunas democracias presidenciales
multipartidistas no estn tomando en consideracin la
opcin parlamentaria. Juan J. Linz no se equivoca cuando
piensa que los sistemas parlamentarios pueden facilitar
las cosas, que democracias estables parecen estar ms relacionadas con ministros y parlamentos que con presidentes
y congresos. Sin embargo, esta idea pudiera llevar paradjicamente a legitimar la clusula de gobernabilidad
o mecanismos de extraordinaria sobrerrepresentacin mayoritaria en un pas que an no ha empezado a pensar en
la opcin parlamentaria. Si Linz tiene inevitablemente la
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Estudios Congresionales
razn, si una democracia presidencial es algo intrnsecamente inestable en un pas con las caractersticas de Mxico, y si un arreglo parlamentario no va a ser nunca el
eje del marco constitucional mexicano, entonces la antidemocrtica clusula de gobernabilidad, u otros mecanismos afines, se justificar siempre. Sin embargo, este ensayo
ha demostrado que ste es un falso dilema. La combinacin de un sistema de tres partidos disciplinados en el
marco de un sistema electoral proporcional dentro de la
esfera institucional del rgimen presidencial de gobierno
es una ecuacin democrtica posible para el Mxico de
hoy. Slo una lite poltica creativa e inteligente, preocupada por la democracia con la misma intensidad con la
que se preocupa por la gobernabilidad, har del cambio
para bien una salida viable.
230
Alonso Lujambio
Introduccin
i algo caracteriza a la transicin mexicana a la democracia, es su carcter gradual. Desde las crticas
elecciones presidenciales de 1988, y de manera ms
dinmica a partir de 1994, el Partido Revolucionario Institucional (pri), otrora hegemnico, se ha ido transformando
en un partido ms. Las elecciones mexicanas, ya sean para
elegir presidente de la Repblica, senadores y diputados,
gobernadores estatales, diputados a los congresos locales
o presidentes y cabildos municipales, son cada vez ms
disputadas, a la vez que limpias y transparentes. La competitividad y la transparencia electoral han ido generando
la posibilidad del poder compartido.
Valga la siguiente evidencia para ilustrar lo que aqu
se quiere decir. En 1988, no ms del 3 por ciento de la poblacin mexicana viva en municipios gobernados por
partidos distintos al pri. En 1990, la cifra lleg al 10.45 por
ciento; en 1992, al 14.4 por ciento; en 1995, al 24.3 por ciento;
en 1996, al 37.5 por ciento, y en 1997, al 44.42 por ciento.
Por otro lado, en 1988 solamente el 26.8 por ciento de los
* Este ensayo fue publicado originalmente en Lanzaro, Jorge, (compilador), Tipos de presidencialismo y coaliciones polticas en Amrica Latina, Buenos Aires, clacso, 2001, pp. 251-282.
231
Estudios Congresionales
escaos en la totalidad de los congresos unicamerales estatales eran ocupados por partidos distintos al pri. En 1990
la cifra lleg al 31.22 por ciento; en 1992, al 32.49 por ciento;
en 1995, al 38.63 por ciento y en 1997, al 49.45 por ciento.
Adicionalmente, desde 1989, ao en el cual la oposicin
concretamente la de centro-derecha, el Partido Accin Nacional (pan) gan oficialmente su primera gobernatura en
la historia pos-revolucionaria mexicana (Baja California),
nuevos estados se han ido sumando a la lista: el propio
pan ha ganado las elecciones para gobernador en Chihuahua (1992), Guanajuato (1995), nuevamente Baja California (1995), Jalisco (1995), Quertaro (1997), Nuevo Len
(1997) y Aguascalientes (1998). Por su parte, la oposicin de
centro-izquierda, el Partido de la Revolucin Democrtica
(prd), ha ganado la eleccin de jefe de gobierno en el Distrito Federal (1997) y las elecciones para gobernador en Zacatecas (1998), Tlaxcala (1998)1 y Baja California Sur (1999).2
As pues, de las treinta y dos entidades federativas en que
se divide el pas, once ya han sido gobernadas por partidos
distintos al pri, lo cual significa que el 35.51 por ciento de
la poblacin ya ha vivido la experiencia de ser gobernada
por partidos distintos al pri desde la titularidad del Poder
Ejecutivo estatal.
Sin embargo, la transicin mexicana a la democracia
ha encontrado un inequvoco punto de inflexin en 1997
como resultado de las elecciones intermedias para el Congreso de la Unin. Efectivamente, despus de sesenta
y ocho aos de gobiernos unificados esto es, de gobiernos en los que el partido del presidente cont con el
control mayoritario y frreamente disciplinado en ambas
cmaras del Congreso, por primera vez en la historia posrevolucionaria mexicana el pri se ve obligado a construir
coaliciones parlamentarias con otros partidos para poder
1 En coalicin con el Partido del Trabajo (pt) y el Partido Verde Ecologista de
Mxico (pvem).
2 En coalicin con el pt.
232
Alonso Lujambio
233
Estudios Congresionales
claramente a la zaga en la reflexin y en el debate intelectual latinoamericano sobre las formas de construir
nuestra gobernabilidad democrtica (con qu sistemas de
partidos, con qu sistemas electorales, con qu sistemas
constitucionales). Y en mala hora: el estreno en Mxico
de un gobierno dividido se da en una eleccin intermedia, tres aos antes de la siguiente eleccin presidencial,
coincidiendo con la estructuracin de un sistema competitivo de partidos de fuerte inclinacin tripartita, eventualmente poco proclive a la cooperacin parlamentaria,
como despus veremos. Los tres grandes partidos tienen
ambicin presidencial y tienen que aprender a jugar el
juego del gobierno dividido cuando las apuestas polticas estn, como nunca antes, al alza. Competitividad
electoral, confusin conceptual, incertidumbre poltica y
ambicin presidencial: son estos cuatro factores los que
podran caracterizar el sistema de partidos mexicano en el
ltimo trienio del siglo xx.
Este ensayo quiere ser una reflexin sobre el nuevo
gobierno dividido, en primer lugar a partir de la operacin poltica del hiper presidencialismo mexicano y del
carcter no democrtico del rgimen posrevolucionario.
A continuacin se analiza brevemente el modo en que a
partir de 1988 la transicin democrtica empieza a acotar
los enormes poderes del presidente mexicano. Despus se
presentan algunos matices al argumento de Linz sobre los
problemas de la democracia presidencial, a fin de contar
con un marco conceptual adecuado para explicar los dilemas que enfrenta la poltica parlamentaria mexicana
durante la Legislatura 1997-2000. Posteriormente se presentan datos empricos sobre el tipo de coaliciones legislativas que se han construido en dicha Legislatura.
Finalmente, el ensayo ofrece unas conclusiones tentativas,
incluyendo asimismo un excursus acerca del cuadro posterior a las elecciones del 2000, en las que el pan logr el
triunfo y desplaz al pri de la presidencia, despus de un
largo dominio de siete dcadas.
234
Alonso Lujambio
El hiperpresidencialismo mexicano
posrevolucionario: 1929-1988
El enorme poder del presidente mexicano en la era posrevolucionaria no se explica por la dotacin de atribuciones
que establece la Constitucin de 1917. En el caso mexicano,
desde la perspectiva constitucional, nos encontramos
con un rgimen presidencial puro, con prerrogativas
acotadas para el Poder Ejecutivo. El presidente es electo
directamente por la ciudadana para un periodo de seis
aos, sin posibilidad alguna de reeleccin (artculo 83
constitucional) y no est sujeto al voto de confianza de la
Legislatura para conservar su mandato. El impeachment
est limitado a acusaciones por traicin a la patria y
delitos graves en el orden comn (artculo 108), situaciones extremas que difcilmente pueden presentarse y
mucho menos probarse. El presidente puede nombrar y
remover libremente a los miembros de su gabinete, si bien
el Senado debe confirmar los nombramientos de agentes
diplomticos y cnsules, de altos mandos militares y de
empleados superiores de hacienda (artculo 89).
El presidente mexicano puede iniciar leyes (artculo
71) y vetar total o parcialmente todos los proyectos de
ley aprobados por ambas cmaras del Congreso. Estas
pueden derrotar el veto presidencial con el voto de las dos
terceras partes de sus miembros presentes (artculo 72).
Por otro lado, el presidente no puede convocar a sesiones
extraordinarias sino con el consentimiento de la Comisin
Permanente del Congreso, y sta puede hacerlo sin el
consentimiento de aqul (artculo 79).
Concluyo esta breve descripcin de los poderes presidenciales con un dato de enorme significado: el presidente
mexicano no cuenta con poderes de decreto considerables. Ciertamente, los artculos constitucionales 29 y 131
le ofrecen respectivamente la posibilidad de suspender
garantas y de regular directamente aspectos de comercio
235
Estudios Congresionales
internacional y domstico. Sin embargo, no puede hacerlo de motu proprio, sino con la autorizacin previa del
Congreso, que delega y revisa con posterioridad los resultados de su delegacin. Es claro, pues, que el presidente no
puede dictar decretos cuando el Congreso lo obstaculice,
sino por el contrario cuando recibe la autorizacin de
ste, y en dos mbitos muy especficos de la accin gubernamental.4
As pues, el enorme poder del presidente mexicano
en la era posrevolucionaria no ha de explicarse por sus
atribuciones legales sino por sus poderes metaconstitucionales,5 definidos por la naturaleza del sistema de
partidos, el cual ha estado caracterizado esencialmente y
durante muchas dcadas por la presencia de un partido
hegemnico. El politlogo norteamericano Jeffrey Weldon
ha desarrollado, como ningn otro estudioso de la poltica
mexicana, una teora de los poderes metaconstitucionales del presidente mexicano. Dice Weldon:
Los poderes metaconstitucionales del presidente se deben a arreglos institucionales y a consensos de la lite
poltica, cuya combinacin lleva a una delegacin de
poderes en el partido oficial hacia el lder del propio
partido, que usualmente es el presidente. Los poderes
metaconstitucionales del presidente derivan de esta delegacin de autoridad sobre la toma de decisiones. Segn esta teora, los poderes metaconstitucionales del
presidente son una funcin de cuatro condiciones necesarias, ninguna de las cuales es suficiente por s sola.6
236
Alonso Lujambio
Estudios Congresionales
Alonso Lujambio
Estudios Congresionales
Transicin democrtica y
presidencia acotada desde 1988
Si bien, indudablemente, desde 1988 el presidente mexicano experimenta debilitamiento progresivo de sus poderes, esto ha sido as ms en el campo de sus atribuciones
metaconstitucionales que en el de las constitucionales.
Esto es: el cambio se aplica ms por las modificaciones
en la naturaleza del sistema de partidos que por el debilitamiento de las prerrogativas constitucionales del presidente, si bien, como veremos, resulta imposible hacer
una divisin absolutamente tajante de estos dos campos.
En trminos constitucionales, las modificaciones a las
prerrogativas presidenciales se concentran en siete mbitos que detallaremos a continuacin.
De manera progresiva a travs de las reformas de
1990, 1993, 1994 y 1996 el Ejecutivo ha ido abandonando
240
Alonso Lujambio
el control sobre la organizacin de las elecciones federales. Esta oleada reformista concluy en 1996 al adquirir
plena autonoma el Instituto Federal Electoral (varios artculos constitucionales, pero en particular el 41).
A partir de 1992, el presidente deja de ser suprema
autoridad en asuntos agrarios en favor de tribunales agrarios autnomos (artculo 27).
En 1993 se ampliaron las atribuciones del rgano legislativo del Distrito Federal, y en 1996 se estableci que el
presidente dejara de nombrar directamente al regente de
la ciudad de Mxico para dar paso a la eleccin popular
de un jefe de gobierno. As, el presidente dej de gobernar,
por interpsita persona, al 10.1 por ciento de la poblacin
nacional que vive en la capital de la Repblica.
Desde 1993 adquiri autonoma el Banco Central, el
Banco de Mxico, cambio que impide al presidente conducir la poltica monetaria del pas (artculo 28).
A partir de 1993 los periodos de sesiones ordinarias del
Congreso aumentaron de cuatro a cinco meses (artculos 65
y 66), con lo que el Poder Legislativo ampla sus mrgenes
de estudio y deliberacin: van del 1o de septiembre al 15
de diciembre (excepto el ao de toma de posesin del
presidente) y del 15 de marzo al 30 de abril.
A partir de 1996 el Procurador General de la Repblica
deja de ser nombrado libremente por el presidente de la
Repblica, y la candidatura presidencial para tal cargo
pasa a ser ratificada por dos tercios del Senado.
Desde 1995, las candidaturas presidenciales de ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nacin deben
ser ratificadas por dos tercios del Senado, en lugar del 50
por ciento ms uno que antes se requera.
Insisto: si bien estas reformas constitucionales han acotado los poderes constitucionales del presidente, el debilitamiento de ste se explica ms por los cambios en el
sistema de partidos, por la creciente competitividad del
mercado electoral y por la consecuente prdida de la he241
Estudios Congresionales
Grfica 1
110
100
90
Cmara de Senadores
80
70
Cmara de Diputados
66%
60
50
50%+1
40
30
46
52
58
64
70
Ao
76
82
88
94
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claramente identificables que eventualmente pueden concentrar el costo (electoral) de la parlisis institucional.
Esto puede llevar, en contra del argumento de Linz, a que
la oposicin perciba que debe cooperar para evitar un
costo potencialmente considerable. Debo aadir, teniendo
en mente el caso mexicano, que la situacin se dificulta
cuando las oposiciones perciben que cooperar con el partido que simboliza ms de cincuenta aos de ausencia de
democracia en el pas puede ser particularmente costoso
en una transicin inconclusa. Estamos pues de cara a un
marco institucional y en un momento histrico que producen una especie de esquizofrenia entre los partidos
opositores, que se encuentran al borde de un ataque de
nervios. Un balance final de la contabilidad poltica de
los partidos mexicanos podr hacerse despus de las
elecciones de 2000, una vez concluida la Legislatura trianual que inaugur para Mxico el fenmeno del gobierno
dividido.
El Congreso mexicano en la
lvii Legislatura (1997-2000)
Una de las evidencias ms claras, material y plstica,
de la necesidad que hoy perciben los partidos polticos
de explicar como nunca su conducta parlamentaria y por
lo tanto de responsabilizarse por ella ante la ciudadana,
es la introduccin de un sistema electrnico de votacin
en la Cmara de Diputados. Esta es una de las consecuencias positivas que ha producido el primer gobierno
dividido en el poder legislativo del Mxico posrevolucionario. Hasta hace muy poco tiempo, el Diario de
Debates de la Cmara de Diputados slo registr, en
votaciones nominales, el nmero de votos a favor y en
contra de cualquier asunto a consideracin del Pleno. En
el pasado no quedaba registro oficial y preciso de qu
partidos votaban a favor y cules en contra, y menos an
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Estudios Congresionales
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Alonso Lujambio
Tamao original
de la bancada
Septiembre de 1997
Cambios
Tamao actual
de la bancada
Septiembre de 1999
PAN
121
Se escindieron 4
diputados: 2 se sumaron
a la bancada del PT, 1 a
la del PVEM y otro se
mantuvo independiente
117
PRI
239
Se escindi un diputado
que se sum a la bancada
del PRD.
238*
PRD
125
Se escindi un diputado
que se integr a la
bancada del PT y se sum
uno proveniente del PRI.
125
PT
Se sumaron 4 diputados:
2 provenientes del PAN, 1
del PRD y otro del PVEM.
11
PVEM
Se escindieron 3
diputados (1 se sum al
PT y 2 se mantuvieron
independientes) y se sum
1 proveniente del PAN.
Diputados
independientes
provenientes del PAN
Diputados
independientes
provenientes del PVEM
500
500
Total
* El diputado Ricardo Monreal renunci al pri y se convirti en independiente. Posteriormente, abandon su escao para competir por la gubernatura de Zacatecas bajo las siglas
del prd. Su suplente, Martha Leyva, ocup su lugar, integrndose a la bancada del pri.
Fuente: el autor, con base en datos del Instituto Federal Electoral y de la Direccin de Servicios Parlamentarios de la H. Cmara de Diputados.
253
Estudios Congresionales
experimentado hasta septiembre de 1999. Nueve diputados se han separado definitivamente de sus bancadas de
origen: seis se han integrado a otras bancadas y tres se
han mantenido independientes. De los tres independientes, uno de ellos (el que proviene del pan) ha mantenido un acercamiento sistemtico con el pri, mientras que
los otros dos (provenientes del pvem, originalmente candidatos independientes postulados por dicho partido)
han mantenido un perfil opositor.
El Cuadro 2 calcula la disciplina que las bancadas han
observado en las ciento treinta y ocho votaciones analizadas. Ciertamente, la importancia de cada asunto que se
vota es sumamente diferente: no es lo mismo votar una
ley en lo general que un artculo reservado que se vota en
lo particular, un permiso para que un ciudadano reciba la
condecoracin de un gobierno extranjero o para que pueda trabajar para otro pas en una embajada, la emisin de
una moneda conmemorativa o la inscripcin en los muros
del recinto parlamentario del nombre de un prcer nacioCuadro 2
H. Cmara de Diputados, LVII Legislatura (1997-2000).
Disciplina de las bancadas de los partidos polticos (138 votaciones
entre el 6 de octubre de 1998 y el 30 de abril de 1999)
Porcentaje de
Diputados que
votaron en el
mismo sentido
Grado de
Cohesin
PAN
PRI
PRD
100%
63.04%
90.58%
64.49%
93.43%
99.16%
90%-99.9%
24.64%
9.42%
22.46%
0.00%
0.00%
80%-89.9%
6.52%
0.00%
5.07%
3.65%
0.00%
70%-79.9%
1.45%
0.00%
3.62%
0.00%
0.84%
60%-69.9%
2.17%
0.00%
2.90%
2.19%
0.00%
50%-59.9%
2.17%
0.00%
1.45%
0.73%
0.00%
100.00%
100.00%
100.00%
100.00%
100.00%
Total
PT
PVEM
Fuente: el autor con base en datos del sistema electrnico de votacin, Comisin de Rgimen Interno y Concertacin Poltica de la H. Cmara de Diputados.
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255
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256
Alonso Lujambio
Subrayo algunos elementos del comentario del diputado panista. Ciertamente, como resultado del carcter
altamente competitivo de las elecciones legislativas intermedias de 1997, el pan obtuvo la bancada ms numerosa
y diversa de su historia. El sistema electoral para elegir diputados en Mxico es mixto: trescientos diputados
son electos en distritos uninominales a travs del sistema
mayora relativa; por otro lado, doscientos son electos en
cinco distritos plurinominales a travs del sistema de representacin proporcional en listas de candidatos cerradas y bloqueadas. En el pasado, el pri tendi a ganar casi
todos los trescientos distritos uninominales. Por lo tanto,
en las bancadas opositoras tendan a dominar los diputados plurinominales, usualmente de militancia larga y
muy cercanos polticamente al liderazgo de sus partidos.
Por ejemplo, en la LV Legislatura (1991-1994) la bancada
del pan cont con noventa diputados: ochenta eran plurinominales y slo diez uninominales; en la LVI Legislatura
(1994-1997) cont con ciento diecinueve: ciento uno eran
plurinominales y dieciocho uninominales. En la LVII Legislatura (1997-2000), el diputado del pan tiene razn; la
bancada es muy diferente: tuvo originalmente ciento veintin diputados, cincuenta y siete plurinominales (47.1 por
ciento) y sesenta y cuatro uninominales (52.9 por ciento).
Sin embargo, nuestro anlisis indica que de las cuatrocientas veintitrs ocasiones en que diputados del pan se han indisciplinado respecto de la conducta de la mayora de sus
compaeros, en el 57.68 por ciento de los casos lo hicieron
diputados uninominales y en 42.32 por ciento lo hicieron
plurinominales. Es decir: los diputados uninominales se
indisciplinan en proporcin muy similar al porcentaje que
ocupan en el conjunto de la bancada. No es pues el sistema
electoral la variable que est explicando la creciente indisciplina de la bancada del pan, si bien la hiptesis del con257
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La construccin de coaliciones
El Cuadro 3 despliega la informacin relativa a las coaliciones, que han posibilitado ciento treinta y tres votaciones aprobatorias en el periodo en estudio. Cabe en
primer lugar aclarar que un partido se incluye en la coaliCuadro 3
Coaliciones ganadoras en la H. Cmara de Diputados LVII Legislatura (1997-2000)
(133 votaciones aprobatorias entre el 6 de octubre de 1998 y el 30 de abril de 1999)
Tipo de
coalicin
Coaliciones
A ganadoras
mnimas
Grandes
coaliciones
B
Partidos de la coalicin
Total2
Tamao
actual,
sept. 1999
N de
votaciones
a favor1
1
2
3
4
5
PAN+PRD+PT
PAN+PRD+PVEM
PRI+PT+PVEM
PAN+PRI
PRI-PRD
253
254
254
360
364
253
248*
255
355
363
2
0
0
16
0
6
7
8
9
10
11
12
13
14
PAN+PRI+PT
PAN+PRI+PVEM
PRI+PRD+PT
PRI+PRD+PVEM
PAN+PRI+PT+PVEM
PRI-PRD+PT+PVEM
PAN+PRI+PRD
PAN+PRI+PRD+PT
PAN+PRI+PRD+PVEM
367
368
371
372
375
379
485
492
493
366
361
374
369
372
380
480
491
486
1
15
2
0
14
1
0
1
1
261
259
500
497
75
Gran coalicin
bloque opositor 15 PAN+PRD+PT+PVEM
Gran coalicin
de todos los
partidos
Tamao
original,
sept. 1997
16 PAN+PRI+PRD+PT+PVEM
133
* Esta coalicin dej de ser ganadora al escindirse de ella 6 diputados. Ver Cuadro 1.
1 Se incluye a un partido en la coalicin si ms del 50%+1 de sus diputados presentes vot
en sentido aprobatorio.
2 Una iniciativa la aprob slo el pri y 4 fueron rechazadas por el Pleno, lo cual lleva a un
total de 138 votaciones en el periodo estudiado.
Fuente: el autor con base en datos del sistema electrnico de votacin, Comisin de Rgimen Interno y Concertacin Poltica de la H. Cmara de Diputados.
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Estudios Congresionales
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La que sigue en segundo lugar, en trminos de mayor construccin de consensos, es la coalicin ganadora
mnima pan-pri. Entre los asuntos aprobados por esta
coalicin se encuentran iniciativas econmicas como el
Presupuesto de Egresos de la Federacin para 1999 (y diversos artculos que se reservaron para votaciones particulares), su correspondiente Ley de Ingresos (y artculos reservados), as como la Ley de Proteccin al Ahorro
Bancario (lpab, muy polmica, a travs de la cual se enfrent el problema de la crisis financiera en el sistema bancario nacional), que fue aprobada por el pan y el pri en lo
general y en lo particular. En las dos coaliciones que siguen en importancia las identificadas con los nmeros
siete y diez las bancadas ms pequeas del pvem, o del
pt y el pvem respectivamente, se suman al pan y al pri.
En la coalicin pan-pri-pvem (identificada con el nmero siete) encontramos la sancin de artculos reservados
relativos a leyes que fueron aprobadas en lo general por
coaliciones ms amplias (el Cdigo Penal, por ejemplo).
Destacan aqu, sin embargo, las reformas a los artculos
73, 74, 78 y 79 constitucionales, a travs de los cuales se
crea el rgano Superior de Fiscalizacin que supervisar el ejercicio del presupuesto federal, as como la aprobacin en general de la lpab. Por su parte, la coalicin
pan+pri+pt+pvem (identificada con el nmero diez) tambin aprueba artculos reservados relativos a leyes que fueron aprobadas, en lo general, por coaliciones ms amplias
(Ley de Amparo, Cdigo Penal, Cdigo de Procedimientos Penales).
Por otro lado, es notable el hecho de que las coaliciones opositoras nmero 1 (pan+prd+pvem), 2 (pan+prd+
pvem), y muy especialmente la 15 (el llamado bloque
opositor pan+prd+pt+pvem), hayan logrado tan pocos
consensos al interior de la Cmara de Diputados. Aqu
confluyen dos explicaciones. La primera es resumida as
por el legislador entrevistado del pvem: Cada partido de
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Estudios Congresionales
la coalicin lucha por lo que es suyo. La distancia ideolgica entre los partidos del bloque ha dificultado arribar
a consensos. Efectivamente, el hecho de que el bloque
opositor no est conectado ideolgicamente ha dificultado la construccin de consensos en asuntos sustantivos,
particularmente en aquellos relacionados con la poltica
econmica. La segunda razn no es ideolgica sino institucional: el pri cuenta con el control mayoritario en el
Senado (tiene el 59.3 por ciento de los escaos), de modo
que si una iniciativa opositora no cuenta con el apoyo del
pri en la Cmara de Diputados se topar con el pri en el
Senado, lo cual abre la posibilidad de que el presidente
evite el uso frecuente, y posiblemente costoso, de su poder
de veto. Sin embargo, los sectores de oposicin en la Cmara de Diputados pueden aprobar iniciativas de ley no
tanto en cuestiones econmicas, sino polticas, relacionadas con la agenda que a su juicio queda pendiente en la
transicin democrtica, asumiendo por supuesto que las
rechazar el Senado con el nico propsito de generarle al
pri un costo poltico. Ese ha sido precisamente el caso de
la iniciativa de reformas ms polmica del bloque opositor modificativa del Cdigo Federal de Instituciones
y Procedimientos Electorales, que aprob la Cmara de
Diputados y rechaz el Senado. Se insiste: para evitar la
parlisis institucional, se hace imprescindible incluir en
el consenso al pri desde el origen. De lo contrario, dicho
partido frenar a la oposicin en el Senado. Por lo tanto, es
muy relevante analizar lo sucedido con las coaliciones de
la 3 a la 14, esto es, en las cincuenta y un coaliciones que
incorporan al pri pero a la que no se incorporan, como en
la coalicin 16, todos los partidos. Ntese, entonces, que
de las cincuenta y un coaliciones, en cuarenta y ocho tambin est el pan, en treinta y una el pvem, en diecinueve el
pt y slo en cinco el prd. Esta es de algn modo la escala de cooperacin con el pri entre los cuatro partidos de
oposicin.
264
Alonso Lujambio
Estudios Congresionales
Despus, a una pregunta expresa respecto de los costos electorales en que incurre el pan al asumir el papel
cooperativo, el diputado responde:
El pan puede explicar por qu acta como acta y tiene buenas razones, que sin embargo no ha sabido comunicar a los ciudadanos. Ello nos ha costado imagen y
presencia pblica. (...) Por otro lado, lo cierto es que la
gente no ve lo que sucede en el Congreso. En el Congreso
podemos hacer y deshacer, y la popularidad de Vicente
Fox no se altera. En Mxico no parece existir un vnculo
entre la accin legislativa de los partidos y su suerte
electoral. Ah hay un problema de cultura poltica. (...)
Creo que la explicacin del problema est en la no-reeleccin de los diputados, que ha obstaculizado mucho
la comunicacin entre el Congreso y la sociedad.
Comentaremos ms adelante estas importantes reflexiones del diputado del pan. Pero veamos antes la opinin
de los diputados del pri y del prd al respecto. Dice el
diputado del pri:
El pan coopera con el pri por inters econmico. Hay entre
el pan y el gobierno una identificacin ideolgica general
sobre los contenidos de la poltica econmica. Pero sobre
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Alonso Lujambio
Estas respuestas nos permiten intentar explicar, aunque sea tentativamente, por qu no se cumple la hiptesis de la no-cooperacin en el caso del pan. Ciertamente,
la cooperacin no ha sido gratuita al lograr una descentralizacin de recursos a los municipios que gobiernan, o
al menos a los de mayor densidad demogrfica. Sin embargo, hasta los propios panistas reconocen que no
han sabido dar a conocer a los habitantes de dichos
municipios los beneficios que supone su accin parlamentaria. As, el pan calcula de cualquier modo que su
no-cooperacin sera muy notoria, porque obligara al
presidente a salir al pblico a sealar, con la visibilidad de
su investidura, a los culpables de una parlisis institucional de consecuencias palpables para toda la poblacin,
lo que eventualmente tiene razn el diputado del pan
16 Efectivamente, hacia 1998 el pan gobierna veintitrs de los treinta municipios
ms poblados del pas.
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Estudios Congresionales
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Alonso Lujambio
Conclusiones tentativas
La dinmica poltica de Mxico gira hoy en torno a las
elecciones presidenciales del ao 2000. Aunque el Poder
Ejecutivo federal ha perdido atribuciones y poderes constitucionales, la explicacin de la enorme merma de su
poder est en otro lado. El poder metaconstitucional por
excelencia del presidente mexicano fue, sin lugar a dudas,
el de seleccionar a su sucesor, o dicho de otro modo, al
candidato presidencial de su partido, en el entendido de
que resultara fatal e indiscutible ganador. El presidente
Ernesto Zedillo (1994-2000) ha renunciado a esta facultad y lo ha hecho explcito. Institucionalizar sin fracturas
el mtodo despresidencializado de seleccin del candidato presidencial es uno de los retos maysculos del Partido Revolucionario Institucional de cara a las elecciones
de 2000.
19 Sin duda para entonces podr hacer una investigacin ms detallada y precisa de la que aqu se ha hecho de la conducta parlamentaria de los partidos y
de los legisladores en lo individual, que requerir por supuesto de estudios de
opinin pblica sobre las percepciones colectivas de esas conductas.
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Alonso Lujambio
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Estudios Congresionales
emanado de la Revolucin Mexicana. El triunfo de Vicente Fox Quesada, candidato presidencial del Partido
Accin Nacional (pan, en alianza con el pvem) arroja un
resultado digno de anlisis: el partido de oposicin que
cooper de modo ms sistemtico con el partido del
presidente en periodos anteriores logr erigirse como
vencedor en la contienda presidencial. Ciertamente, con
su insistencia en la necesidad de terminar con ms de
siete dcadas de dominio del pri, Vicente Fox logr que
la eleccin presidencial asumiera un carcter plebiscitario: s o no a la continuidad del pri en el poder. As, en el
discurso de campaa, el pan y su candidato presidencial
hacan a un lado la poltica parlamentaria en la LVII Legislatura (1997-2000) y se presentaban como la opcin
de cambio, llamando a los electores de izquierda a votar
estratgicamente en contra del pri y a favor del partido
opositor que, segn todas las encuestas de opinin, maximizaba la probabilidad de la derrota del otrora partido
hegemnico. De cualquier modo, la eleccin demostr
que una actitud cooperativa no necesaria ni automticamente supona el pago de un costo electoral en las urnas.
La gobernabilidad poltico-constitucional de Mxico
se ver ahora fuertemente influida por dos cambios fundamentales. Por un lado, ha dejado de existir el eje estratgico (rgimen/anti-rgimen) que explic en buena
medida la conducta (poltica en general, parlamentaria en
particular) de los sectores opositores al pri, eliminndose
as un obstculo para el arribo a acuerdos en el formato
de un gobierno dividido. Por otro lado, el eje ideolgico
(izquierda-centro-derecha) pasar a dominar, finalmente
y para bien, el clculo poltico de los partidos (sobre el
modo en que estos dos ejes se entreveraron en la era posrevolucionaria mexicana.21
21 Ver Molinar, Juan, El tiempo de la legitimidad. Elecciones, autoritarismo y democracia en Mxico, Mxico, Cal y Arena, 1991.
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Estudios Congresionales
senso prcticamente universal entre los estudiosos del tema en el sentido de que la Constitucin mexicana balancea
entre ambos poderes la atribucin de producir legislacin.
El mexicano no es un presidente poderoso. Ciertamente, el
poder de veto del presidente, es decir, el poder negativo para
frenar piezas aprobadas por el Congreso en defensa del
statu quo, es significativo, pues slo una mayora calificada
de dos tercios en ambas cmaras puede derrotar el veto
presidencial y convertir una propuesta estrictamente congresional en ley. En relacin con los poderes positivos del
presidente, tiene amplia capacidad para presentar iniciativas, pero no tiene prcticamente materias en las que monopolice la presentacin de las mismas (monopoliza la
presentacin del proyecto de presupuesto pero, a la vez,
tiene forzosamente que ser presentado anualmente y puede
ser enmendado por el legislativo, de modo que ah no hay
ventaja significativa para el presidente); por otro lado,
el presidente no cuenta con poderes de decreto en la
produccin de leyes secundarias. En consecuencia, y dicho
en trminos generales, el presidente no puede producir
legislacin ignorando a la legislatura, y la legislatura
no puede producir legislacin ignorando al presidente
(salvo, se insiste, que el Congreso logre derrotar el veto
presidencial con la insistencia de dos terceras partes de
los miembros de ambas cmaras). Por tanto, es falso que
en el caso mexicano el presidente propone y el Congreso
dispone (el Congreso puede enmendar la iniciativa y aprobarla o aprobarla en sus trminos, y el presidente puede
vetar, en ltima instancia, las piezas aprobadas por el Congreso), pero tambin es falso que el Congreso propone y el
presidente dispone (pues tambin el presidente puede presentar iniciativas de ley a la consideracin del Congreso).
El mexicano es un sistema en el que un poder no puede
ignorar al otro. Es, por lo tanto, un sistema de divisin de
poderes con atribuciones razonablemente equilibradas, en
donde el presidente no es, en modo alguno, poderoso. Es
este marco de equilibrio el mirador desde el cual hay que
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31/12/1998
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Desde mi perspectiva, estos elementos han estado presentes para explicar por qu los partidos polticos mexicanos s han llegado a los mnimos acuerdos necesarios,
los de primer piso, para no paralizar al pas arrancando
el ao sin presupuesto aprobado. As pues, en la esfera
mnima necesaria, no ha habido parlisis. Y el hecho de
que no se haya presentado hasta el momento una crisis
producto del desencuentro entre los partidos polticos,
subrayadamente en materia de aprobacin presupuestal,
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Quisiera formular, finalmente, dos argumentos adicionales. Se ha dicho que la propuesta para posibilitar que
sean los ciudadanos mexicanos quienes decidan castigar
con el explcito rechazo de las urnas o premiar con
la reeleccin a sus diputados y senadores (en especial
los uninominales), lo que pretende verdaderamente es
una menor disciplina partidista que reduzca los costos
de negociacin poltica.7 Vale decir que la reforma a
los artculos 59 y 116 constitucionales hara eficaz, en
primer lugar, el control ciudadano sobre las carreras de
los polticos y la posibilidad de juzgarlos en las urnas; en
segundo lugar, posibilitara la profesionalizacin de la
vida parlamentaria mexicana. No soy partidario de un
arreglo constitucional que promueve la irresponsabilidad
y el amateurismo parlamentario. Pero tampoco creo que
sea deseable un sistema que promueva la indisciplina de
los legisladores respecto de sus partidos polticos. Si los
diputados y senadores pudieran someterse al juicio ciudadano en las urnas y eventualmente, repito, eventualmente,
reelegirse, estaran sujetos a un conjunto de arreglos institucionales que estn muy lejos de promover la indisciplina
parlamentaria (el control legal que los partidos y no los
candidatos ejercen sobre los recursos de campaa, el arreglo
estatutario que permite al Comit Ejecutivo Nacional vetar
candidatos indeseables y no cabalmente comprometidos
con el partido que los postula, etctera). De modo que es
aventurado, por decir lo menos, afirmar que la posibilidad
de reeleccin dara al traste con la disciplina parlamentaria
de los partidos en las cmaras. Con todo, la disciplina
parlamentaria en Mxico ha sido histricamente extrema,
en perspectiva comparada. En muchos pases se negocia la
indisciplina, es decir, la indisciplina no es producto de
7 Moreno Uriegas, Mara de los ngeles, Relaciones Ejecutivo-legislativo en
Mxico. Alternativas para la gobernabilidad en una democracia presidencial y
pluralista, en Mora-Donatto, Cecilia, coord., Relaciones entre gobierno y congreso,
Op. cit.
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una ria o de un conflicto, sino resultado de una negociacin interna respecto de lo que ms conviene al partido.
El grado de cohesin de una bancada es asunto de
negociacin intrapartido. Ahora bien, la desinformacin,
el amateurismo parlamentario, la discusin tantas veces
atrabancada sobre las implicaciones de esta o aquella iniciativa y la imposibilidad de darle seguimiento a la agenda parlamentaria ciertamente no facilitan los acuerdos.
Ms bien parecen rigidizar las posiciones. En ese sentido,
estoy convencido de que la profesionalizacin de nuestros
parlamentarios s contribuira a la construccin de un
sistema deliberativo ms informado y responsable, y ello
sin duda contribuira, en definitiva, a facilitar el arribo a
acuerdos.8
Por ltimo: autores como Daniel Chasquetti han argumentado que la difcil combinacin de multipartidismo
y presidencialismo podra ser atenuada con la formacin
de coaliciones multipartidistas en el gabinete presidencial,
an en el marco del rgimen de separacin de poderes.9
Quiz esta es una salida viable en sistemas de multipartidismo extremo, en donde la fragmentacin del sistema de partidos es tal que ninguno tiene, en principio,
la posibilidad razonable de construir una ambicin presidencial, de modo que no resulta especialmente costoso,
en ese sentido, sumarse al gabinete del presidente. Ah se
obtienen beneficios para las clientelas del partido, y ya en
la eleccin presidencial a dos vueltas se definen las coaliciones multipartidistas que apoyarn a este o aquel candidato
(con lo cual se pierde, sin embargo, la identificabilidad de
los actores en competencia y, en consecuencia, se debilita la
responsabilidad electoral, individual, de los partidos como
8 El periodo de seis aos ayuda al Senado a una deliberacin ms estudiosa que
la de la Cmara de Diputados, de renovacin total trianual.
9 Chasquetti, Daniel, Democracia, multipartidismo y coaliciones en Amrica
Latina: evaluando la difcil combinacin, en Lanzaro, Jorge, comp., Tipos de presidencialismo y coaliciones polticas en Amrica Latina, Buenos Aires, clacso, 2001.
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10 Los datos que proporciona el propio Chasquetti sobre 51 periodos presidenciales en 12 pases de Amrica Latina en los aos ochenta y noventa del siglo
pasado, llevan a la conclusin de que, en situaciones de presidente minoritario
en el Congreso, la formacin de gabinetes plurales es ms comn en sistemas
de partidos de fragmentacin extrema que en sistemas como el mexicano, de
fragmentacin moderada.
290
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Introduccin
291
Estudios Congresionales
que en gobiernos divididos se pierde la identificabilidad de los electores, porque la multiplicidad de los responsables (para los productos plausibles y para los censurables) diluye la responsabilidad de cada uno. Ms
an: en el estricto formato de una persona, un voto,
las elecciones legislativas intermedias dan al elector una
bala en el can. Esto es cierto. Pero el sistema de partidos
determina el grado en que se pierde identificabilidad. En
un formato de enorme fragmentacin, la responsabilidad
se diluye al mximo (ah los gabinetes plurales florecen
con ms facilidad, diluyndose tambin la responsabilidad en la conduccin del Ejecutivo). Por lo tanto, un formato
tripartita el de la mnima fragmentacin pluripartidista s
introduce la dosis mnima de identificabilidad de las
posiciones y de los argumentos: en el mercado de percepciones sobre los crditos (para lo plausible) y sobre las
culpas (de lo que sali mal, o sigue estando mal), los partidos se debaten.
En el gobierno dividido de formato tendencialmente
tripartita, y sin gabinete plural, un partido de oposicin
identifica al Ejecutivo con un partido, y luego define si se
suma o no a otro partido en la construccin de un consenso argumentable y pblicamente defendible. La oposicin logra puntos en su favor si define con claridad la
lnea de su responsabilidad respecto de lo que se aprueba y se rechaza. En ese juego, se entiende que el binomio
presidente-partido del presidente apuesta a empujar una
agenda para, por un lado e inevitablemente, distribuir pblicamente crditos entre los socios del acuerdo por lo
que se aprueba y no se veta, y, por otro, para distribuir
abierta y claramente culpas por lo que, estando en la mesa
a propuesta suya, no fue aprobado.
Quiz si el sistema de partidos se fragmentara ms, se
hara ms fcil la construccin de coaliciones ganadoras
mnimas, cercanas al 50 por ciento ms uno de los escaos
en ambas cmaras, con gabinetes plurales dando alguna estabilidad a la coalicin legislativa. Pero el costo en
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Review, agosto de 1879). Inspirado en The English Constitution de Walter Bagehot,6 el joven profesor Wilson propona superar las frecuentes parlisis del rgimen de separacin de poderes mediante un gobierno de gabinete.
Seis aos despus, en El Gobierno Congresional (1885),7 la
interrogante de Wilson segua siendo la misma: cmo
superar el desequilibrio de poderes en contra del presidente
fomentado por un Congreso poderossimo dominado por
sus comisiones, un Congreso que virtualmente delibera
y legisla por pequeas secciones por las as llamadas
pequeas legislaturas? Para Wilson, los comits tenan
bajo su total control al titular del Poder Ejecutivo y a sus
secretarios: nadie puede hacer nada si no est autorizado
a ello por los comits. El presidente y los secretarios,
deca Wilson, son completamente los servidores del Congreso, y no les queda ms que el derecho de veto para
impedir o retardar ciertas medidas. Aqu el problema,
largamente analizado por Wilson, es resultado inequvoco
de la separacin de poderes y es la rigidez de todo el
sistema. Para Wilson el poder de hacer leyes es natural
y esencialmente el de dirigir, y ese poder pertenece al
Congreso. Por otro lado, a travs de las comisiones,
el Congreso y no el presidente ordena qu hacer a los
secretarios, y sin embargo no puede ni nombrarles ni
relevarlos. Tolere el lector una cita in extenso del argumento de Wilson:
[Lo natural es] dar a la Asamblea Representativa el derecho de vigilar constante y seriamente a los servidores
Ejecutivos de su voluntad, y de hacerlos absolutamente
responsables; en otros trminos, concederle el privilegio
de relevarlos cuantas veces sus servicios dejen de ser
satisfactorios. Ese es el privilegio natural de todos los
seores. Si el Congreso no lo posee, puede decirse que
6 Bagehot, Walter, The English Constitution, Londres, Oxford University Press,
1867.
7 Congressional Government, Boston, Houghton, Mifflin & Company, 1885.
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Esta es una crtica al rgimen de separacin de poderes que suele vertirse desde la opcin parlamentaria. Efectivamente, el Congreso slo puede retirar de su cargo al
presidente y a sus secretarios cuando stos o aqul han
cometido los crmenes ms groseros contra las leyes, y no
por razones polticas. Y aun en ese escenario, dice Wilson,
la Cmara de Representantes es un jurado muy lento en
obrar, y el Senado un tribunal de justicia muy inseguro.
En los Estados Unidos, se necesita para derribar al presidente una acusacin, lo que es casi imposible.
Nuestro sistema, dice Wilson con su gran elocuencia, es
esencialmente astronmico. La utilidad de un presidente
se mide, no con arreglo a sus servicios, sino conforme a
los meses del calendario... si es bueno, lo ser durante
cuatro aos. Un primer ministro necesita conservar el
favor de la mayora; un presidente no tiene ms que
continuar viviendo.
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Desde su primer discurso, Wilson subray que su principal audiencia era el pueblo en general, y que a travs
de l se acercara al Congreso. Sus discursos fueron un
elemento clave en la movilizacin de la opinin pblica
en favor de la guerra. En poltica interna, Wilson impuls durante sus dos mandatos algunas reformas clave de
la agenda progresista, como la eleccin directa de los
senadores, el voto a la mujer, el establecimiento de la Comisin Federal de Comercio (Federal Trade Commission)
para investigar las prcticas monoplicas de las grandes
corporaciones, y la jornada laboral de ocho horas para los
trabajadores de las compaas ferroviarias (Adamson Act),
entre otras.
Concluida la gran guerra, Wilson pronunci ante el
Congreso su discurso de los Catorce Puntos que deban
a su juicio incluirse en el acuerdo de paz. En diciembre
de 1918 Wilson viaja a Europa encabezando la delegacin
estadounidense que participar en la Conferencia de la
Paz, en Pars, rompiendo todos los precedentes. El Tratado
de Versalles ser el producto final de la Conferencia. Ah
Wilson impuls la creacin de la Sociedad de Naciones
(League of Nations), que le vali fuertes crticas en el Congreso estadounidense. Wilson se neg a negociar sus
convicciones en materia de poltica internacional y decidi emprender en lnea otra vez con su concepcin de
la relacin entre la presidencia y la opinin pblica una
gira por el pas para pronunciar (era clebre su capacidad
oratoria) sus discursos en favor del apoyo a una Sociedad
de Naciones. En retrospectiva, puede concluirse que
la feroz actitud con la que Wilson arremeti contra los
legisladores, despotricando contra su renuencia a aceptar
su poltica internacional y buscando de todas las maneras
posibles presionarles hasta conseguir su aprobacin, hizo
ms por unir al Congreso en su contra que por persuadirle
para apoyar su iniciativa. En todo caso, tras una vertiginosa gira por el pas, en la que pronunci hasta una docena
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tendramos un espectro donde, en un extremo, se encuentra la opcin de negociar a puerta cerrada con el Congreso
y sus actores parlamentarios (legisladores o partidos),
mientras que, en el otro, se encuentra la opcin de salir
ante el pblico en busca de apoyo entre la ciudadana (en
su presentacin ms radical, esta ltima alternativa supondra una suerte de poltica plebiscitaria o de tmenlo
o djenlo sin negociacin alguna). Salir a buscar apoyo en
la opinin pblica supone una inversin de capital poltico
y, naturalmente, un riesgo: un presidente que invierte su
popularidad, su grado de aceptacin poltica, en una iniciativa o proyecto, se arriesga a perder la batalla de modo
harto notorio, a ver minada su reputacin como poltico
en el manejo de la eficacia conductora, lo cual afectar su
fuerza poltica en las siguientes partidas del juego institucional-constitucional.
Aunque sin extraer tipologas o esquemas generalizables, Kernell se adentra en la galera de presidencias estadounidenses a lo largo del siglo xx y aporta un cmulo
de lecciones en torno a los alcances y las limitaciones del
liderazgo presidencial sustentado en la opinin pblica.
Se confirma que el fenmeno de salir ante el pblico
representa un recurso del que echa mano el Ejecutivo
estadounidense de modo creciente, sin menoscabo, claro
est, del estilo personal que cada residente de la Casa
Blanca le confiere a su administracin. En el transcurso
de su alegato, mucho del mrito de Kernell adems de
la naturaleza relativamente novedosa de su objeto de
estudio, estriba en el marco analtico que construye en
su intento de explicar los determinantes estructurales del
nuevo liderazgo presidencial. No obstante, una vez que su
argumento ha quedado ms o menos bien demostrado (en
particular, tras haber expuesto cuantitativamente la creciente frecuencia con que los presidentes han salido ante
el pblico), la obra de Kernell no se ocupa de identificar la
gama de factores concretos que determinan la naturaleza
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La vinculacin elector-representante
Bajo el marco del bipartidismo con partidos indisciplinados, el presidente buscar sumar un nmero de legisladores de ambos partidos que hagan mayora absoluta,
no importando la estrechez de su margen. El presidente
llama a los ciudadanos a buscar a sus representantes
distritales para notificarles su opinin. Si por el contrario,
los actores son partidos y el vnculo con los ciudadanos es
menos directo, entonces el presidente puede no llamar a
los ciudadanos a buscar a sus representantes distritales,
sino a la ciudadana en su conjunto, a realinear, concluido
el ciclo electoral, sus preferencias electorales. Se equivocan
quienes piensan que sin la posibilidad de la reeleccin
legislativa no hay mecanismos institucionales para traducir el apoyo en preferencias por polticas pblicas. El
mecanismo electoral en ltima instancia se mantiene an
con el potencial representativo inhibido por la regla de la
no-reeleccin legislativa, pero slo puede ser mnimamente
efectivo si no se fragmenta en exceso el sistema de partidos
(pues una excesiva fragmentacin y su clsico acompaante de viaje a la segunda vuelta presidencial destruyen
juntos la identificabilidad y responsabilidad de los partidos). Los partidos no pueden ir en contra de la opinin
pblica sin pagar costos electorales, pues sus contrincantes
estarn siempre al pendiente de hacerle ver en el momento
oportuno a los ciudadanos la conducta asumida por sus
contrincantes. Por ello es tan importante el ciclo electoral,
pues su conclusin es el momento electoral en donde se
concentra la asignacin de crditos y culpas en el ejercicio
democrtico entre partidos disciplinados, vinculados precariamente (en el da a da) con los electores.
318
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Consideraciones finales
Este ensayo es una exploracin tentativa que tiene como
propsito someter a la crtica un conjunto de ideas preliminares y generar un debate sobre la poltica presidencial de cara a la opinin pblica en el marco de un gobierno dividido. Es absurdo y hasta frvolo decir que un
presidente que ya no est en campaa debe dejar de
comunicarse y, por el contrario, encerrarse en su despacho
con sus colaboradores y sus interlocutores en el Congreso.
En la era de la comunicacin poltica masiva, los presidentes van a ser agentes activos de opinin pblica. Cmo
comunicarse en determinados marcos institucionales y
de partidos es la pregunta que oposiciones y gobierno se
hacen todos los das. Convendra que las ciencias jurdica
y poltica se la formularan sistemticamente. El tema es
relevante porque permite discutir dinmicamente el gran
entramado de la institucionalidad poltico-democrtica.
Ciertamente, un dilema central de la institucionalidad
mexicana se relaciona con la pregunta sobre la continuidad
o ruptura del formato tendencialmente tripartita, y de la
representatividad de partidos y legisladores. Permitir al
electorado reelegir o no a sus legisladores, juzgando su
accin representativa en las urnas, se antoja impostergable si las reglas del derecho parlamentario y del derecho
electoral (sobre todo en lo relativo al financiamiento de las
campaas) impiden que la disciplina de los partidos no
se relaje completamente y en todo caso se produzca una
tensin sana entre la representacin distrital (territorial) y
la posicin programtica (partidaria). De cualquier modo, la
accin meditica del presidente y su salir ante el pblico
depender de la identificabilidad de los actores y del juicio
del que sean objeto en elecciones y entre elecciones.
319
Estudios Congresionales
Siete factores que determinarn la naturaleza de la estrategia
presidencial de apelar directamente al apoyo de la opinin
pblica en la promocin de sus iniciativas
1. Prioridad del
presidente o del
partido en un gabinete
no-popular (en el sentido
partidario)
Baja prioridad
Alta prioridad
Prioridad personal
Confrontacional
2. Tipo de estrategia en
la salida ante el pblico
Hombro con
hombro
Sin negociacin
Prenegociacin
3. Esquema de la
confrontacin.
4. Tipo de mensaje
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Posnegociacin
Amenaza durante
la negociacin
De sealamiento
de virtudes
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Contina
Genrico
4. Tipo de mensaje
De asignacin
de culpas
Especfico
7. Vinculacin entre
los electores y sus
representantes
5. Popularidad
presidencial
6. Ciclo electoral
Lejos de la siguiente
eleccin
Cerca de la siguiente
eleccin
Fuente: el autor con base en sus propias reflexiones y a partir de Kernell, Samuel, Going
public: New strategies in presidential leadership, 2a. ed., Washington, D.C., Congressional Quaterly, 1997.
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epensar al Congreso mexicano en democracia respecto del proceso presupuestario supone tambin
reformular el proceso decisorio intracameral. En un
rgimen de separacin de poderes, el Congreso no juega
solamente un papel constructivo en la definicin del
presupuesto ejerciendo as una funcin de control-autorizacin (en la medida en que participa con el Ejecutivo
en la fijacin de los montos con los que se fondearn las
agencias gubernamentales), sino tambin una funcin
de control-inspeccin (en la medida en que, paralela a la
decisin sobre las disposiciones presupuestales de que
gozarn las agencias de gobierno, hay una accin analtica,
esa s permanente, por parte del Congreso, de la poltica
pblica que esas agencias fondean).1 Es impensable un
rgimen de divisin de poderes cabalmente responsable
en trminos democrticos, que no posea, en su juego de
equilibrios y contrapesos, una institucionalidad para un
oversight (utilizamos esta voz, en tanto que supervisar
denota una relacin jerrquica) pleno, para el monitoreo
congresional permanente va un sistema de comisiones
* En coautora con Gutirrez, Gernimo y Valads, Diego. Este ensayo fue
publicado originalmente en El proceso presupuestario y las relaciones entre los
rganos del poder, Mxico, iij/unam, 2001, pp. 87-136.
1 Sobre los conceptos control-autorizacin y control-inspeccin, vase Valads,
Diego, El control del poder, Mxico, unam, 1998, pp. 129-130.
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9 Ibid., p. 235.
10 Ibid., p. 236.
11 Ibid., pp. 238 y 239. El nfasis es nuestro.
12 Ibid., pp. 242 y 243. El nfasis es nuestro. En los aos ochenta y noventa del
siglo xx, una gran variedad de sistemas parlamentarios transitaron de sistemas
de comisiones no especializados y transitorios a esquemas ms similares al
modelo norteamericano de comisiones especializadas y permanentes que replican las estructuras ministeriales de gobierno. Vase Longley, Lawrence D. y
Davidson, Roger H., (Eds.), The new roles of parliamentary committees, London,
Frank Cass, 1998.
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Incluso derivado de este prrafo que en principio protega la capacidad de las minoras parlamentarias (pero
slo en la Cmara de Diputados) para proponer la instrumentacin del control congresional hubiera podido fundarse una accin de control evaluatorio de poltica pblica,
ya que los programas implementados especficamente por
organismos descentralizados y empresas de participacin
estatal mayoritaria, dependen del buen funcionamiento
de dichos organismos. Es ciertamente sorprendente que
13 dof del 30 de enero de 1974.
14 dof del 6 de diciembre de 1977. La ltima reforma al artculo 93 constitucional
se dio en 1994, cuando se incluy al procurador general de la Repblica entre
los sujetos pasivos de control sealados en el segundo prrafo (dof del 31 de
diciembre de 1994).
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Reglamento para el
Gobierno Interior del
Congreso General de los
Estados Unidos Mexicanos del
20 de diciembre de 1897
Artculo 67
Las comisiones por medio
de su presidente, podrn
pedir de cualquiera
archivos y oficinas de
la nacin todas las
instrucciones y
documentos que estimen
convenientes para la
mayor ilustracin de los
negocios, con tal que no
sean de aquellos que exijan
secreto, cuya violacin
pueda ser perjudicial al
servicio pblico.
Artculo 88
Las comisiones, por medio
de su presidente, podrn
pedir de cualesquiera
archivos y oficinas de la
nacin todas las
instrucciones y copias de
documentos que estimen
convenientes para el
despacho de los negocios;
y esas constancias les sern
proporcionadas, siempre que
el asunto a que se refieran
no sea de los que deban
conservarse en secreto,
cuya revelacin puede ser
perjudicial al servicio o los
intereses pblicos.
Artculo 89
Las comisiones, por medio
de su presidente, podrn
pedir a cualesquiera archivos
y oficinas de la nacin,
todas las instrucciones y
copias de documentos que
estimen convenientes para
el despacho de los negocios,
y esas constancias les sern
proporcionadas, siempre que
el asunto a que se refieran
no sea de los que deban
conservarse en secreto; en la
inteligencia de que la lenidad
o negativa a proporcionar dichas
copias en plazos pertinentes,
autorizar a las mencionadas
Comisiones para dirigirse
oficialmente en queja al C.
Presidente de la Repblica.
Fuente: Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General del 23 de diciembre
de 1824; Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos del 20 de diciembre de 1897 y Reglamento para el Gobierno Interior del
Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos del 20 de marzo de 1934.
Nota: Las cursivas son nuestras y resaltan las reformas de mayor relevancia.
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...
Vase entonces cmo en 1975 el artculo 90 del Reglamento posibilit que no slo el Pleno de las cmaras sino
tambin las comisiones llamadas permanentes pudieran
conferenciar con los funcionarios del Poder Ejecutivo,
amn de que el artculo 89 ya permita a las comisiones
solicitar informacin y documentacin.17 Es claro, a nuestro juicio, que el desarrollo de la norma constitucional y
reglamentaria apuntaba hasta 1975 en la direccin correcta, ya que se haba ampliado el conjunto de actores del
Poder Ejecutivo sujetos al escrutinio congresional, al tiem-
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Esto es, un trabajo poltico fundamental de evaluacin, una responsabilidad de los congresistas de obvia
operacin en los rganos especializados que son las
comisiones se deleg completamente a otro rgano, de
carcter tcnico, al establecerse en la Constitucin que la
Contadura Mayor de Hacienda evaluara el cumplimiento
de los objetivos de los programas. Por otro lado, la Ley
Orgnica de la Contadura Mayor de Hacienda, en el
artculo 30, prrafo II, inciso a), numeral 4, desarroll la
norma constitucional al establecer que la propia Contadura
deba rendir a la ahora llamada Comisin de Presupuesto
y Cuenta Pblica de la Cmara de Diputados un informe,
en noviembre de cada ao, con comentarios generales
sobre el cumplimiento de los objetivos y metas de los
principales programas y subprogramas aprobados en el
ao inmediato anterior. Es decir: el anlisis de la poltica
pblica fondeada por los presupuestos, tarea fundamental
para la toma de nuevas decisiones presupuestales de la
Comisin de Programacin, Presupuesto y Cuenta Pblica,
llegaba con un retraso prcticamente de un ao, se refera
solamente a los principales programas y provena no de
un rgano especializado en evaluar polticas pblicas, sino
en verificar la legalidad del ejercicio presupuestal (cuya labor
de control evaluatorio y monitoreo no era, por supuesto,
permanente). Total: el marco constitucional posibilitaba un
trabajo serio de oversight parlamentario, pero se empezaba
claramente a redistribuir atribuciones entre rganos al
interior de la Cmara en favor de un rgano tcnico y en
contra del sistema de comisiones.18
Por otro lado, la Ley Orgnica del Congreso General
de los Estados Unidos Mexicanos (en adelante loc) publi18 Sobre el pobre papel de la Contadura Mayor de Hacienda en la era
posrevolucionaria mexicana, vase Ugalde, Luis Carlos, Vigilando al Ejecutivo.
El papel del congreso en la supervisin del gasto pblico, 1970-1999, Mxico, Porra,
2000. El libro no menciona ningn caso en el que la Contadura Mayor de
Hacienda haya realizado observaciones, no se diga generales, respecto del
cumplimiento de objetivos y metas de programa o subprograma alguno.
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dido el incumplimiento pondra en riesgo la partida presupuestal del ramo. Pero veamos el prrafo 6, que obliga
a las comisiones a planear sus trabajos permanentes, a
trabajar en forma constante (en reuniones mnimamente
mensuales) y a rendir informes semestrales de su trabajo.
Pero ms importante an: las comisiones pueden realizar
cualquier actividad, de motu proprio, relacionadas con la
materia de su competencia y, por lo tanto, tienen la puerta
abierta para hacerse de informacin ms all de la que
el Ejecutivo tenga a bien proporcionarles (organizacin
de audiencias con expertos, levantamiento de encuestas
entre los beneficiarios del programa, recepcin de puntos
de vista de cabilderos de grupos de presin, recepcin
de quejas de ciudadanos en relacin al modo en que se
administran los programas o a la conducta de las agencias
correspondientes sean telefnicas, por escrito o personales,
anlisis del staff de las comisiones sobre las implicaciones
de los reglamentos expedidos por el Ejecutivo sobre la
poltica pblica implementada, etctera).27
27 Respecto al tema, la ciencia poltica norteamericana ha producido una
interesante literatura. En un famoso ensayo publicado en 1984, McCubbins,
Mathew D. y Schwartz, Thomas, (Congressional oversight overlooked: police
patrols versus tire alarms, American journal of political science, vol. 2, nm.
1, 1984) distinguen dos mtodos para monitorear las tareas de las agencias
del Ejecutivo por parte del Congreso: el as llamado mtodo de la patrulla
policiaca, y el mtodo de la alarma contra incendios. El primero tiende a
ser activo, directo y centralizado: el Congreso examina la accin gubernamental
para detectar problemas de implementacin, desviaciones burocrticas, actos
de corrupcin, o bien, errores en el diseo de la poltica pblica. Para ello, el
Congreso realiza directamente un conjunto de actividades, como la solicitud de
reportes peridicos a la agencia burocrtica correspondiente, la contratacin de
un grupo de expertos en la materia, el llamado al responsable de la agencia para
que rinda informes detallados en audiencias congresionales, el levantamiento de
encuestas a los beneficiarios del programa, la realizacin de estudios de campo,
etctera. El segundo es ms descentralizado e involucra de manera menos activa
y directa al Congreso. Consiste bsicamente en esperar a que los ciudadanos
afectados por la ineficacia, la improductividad, la excesiva discrecionalidad
administrativa o la corrupcin burocrtica acudan en queja al Poder Legislativo
y hagan sonar las alarmas para provocar una respuesta congresional. En
esta opcin, el Congreso tiene que aclarar al ciudadano ante qu instancias
ha de acudir para presentar sus quejas y hacer valer sus puntos de vista. Por
su lado, los congresistas que buscan servir a la ciudadana para garantizar su
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Respecto del prrafo 4, es clara la intencin del legislador de obligar a las comisiones a analizar la glosa del
informe que se realiza, con presencia de los altos funcionarios del Ejecutivo, en la Cmara de Diputados, en trminos del primer prrafo del artculo 93 constitucional.
Aqu se desarrolla tambin el segundo prrafo del artculo
93 constitucional, pero se plantea una jerarquizacin completamente innecesaria: para profundizar en el anlisis,
una comisin ordinaria puede llamar a comparecer a servidores pblicos de una dependencia, pero no a su titular,
que en todo caso acude al Pleno y no a la Comisin. Es
claro que en esa segunda comparecencia (en trminos
del segundo prrafo del 93 constitucional), una reforma
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tario.29 Creemos, pese a ello, que las comisiones difcilmente podrn realizar comentarios presupuestarios atinados si
la Comisin de Presupuesto y Cuenta Pblica no comparte
con ellas la informacin contenida en el proyecto de presupuesto del ramo administrativo correspondiente, y si no
puede incorporar a su anlisis todos los elementos con lo
que eventualmente puede contar como resultado de su actividad permanente.
Antes de abordar, finalmente, el tema de la inestabilidad
del sistema de comisiones ordinarias y de su impacto
sobre la posibilidad de un verdadero control evaluatorio
de la poltica pblica, conviene subrayar el modo en que
el Decreto de Presupuesto de Egresos de la Federacin
para el Ejercicio Fiscal del ao 2001 expresa nuevamente la
preocupacin de la Cmara de Diputados por desarrollar
la prctica de dicho control evaluatorio, pero tambin la
manera errtica con que sigue abordndose este tema
desde nuestro mundo parlamentario.30
Basta para nuestros propsitos citar algunos fragmentos
de los prrafos tercero, cuarto y sexto del artculo 70 del
citado decreto:
Artculo 70.
[...] Las dependencias debern enviar a la Cmara, por
conducto de las comisiones correspondientes, informes
29 Las comisiones en general, y la Comisin de Presupuesto y Cuenta Pblica en
particular, cuentan con el apoyo de la Unidad de Estudios de Finanzas Pblicas
de la Cmara de Diputados, amn de que el Estatuto de la Organizacin Tcnica
y Administrativa y del Servicio de Carrera de la Cmara de Diputados (aprobado
el 26 de abril de 2000) en principio posibilitar la creacin de un cuerpo de
apoyo tcnico de staff para las comisiones realmente efectivo. Vase el Acuerdo
Parlamentario para la Creacin de la Unidad de Estudios de Finanzas Pblicas
de la Cmara de Diputados, aprobado el 7 de abril de 1998, y el nuevo Estatuto.
Sobre la importancia de este tipo de unidades tcnicas, vase Valads Galeana,
Jos Diego, El ejercicio presupuestal en la perspectiva neoinstitucional: hacia
un rgano asesor de economa y finanzas de la cmara de diputados en Mxico,
Mxico, Tesis de licenciatura, Instituto Tecnolgico Autnomo de Mxico, 2000.
Sobre el inicio de las labores de dicha Unidad en la Cmara de Diputados, vase
Padilla, Roberto Michel, El trabajo legislativo en materia de finanzas pblicas,
en Paoli Bolio, Francisco Jos, Op. cit.
30 dof del 31 de diciembre de 2000.
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Cuadro 3
Asuntos Fronterizos
Poblacin y Desarrollo
Proteccin Civil
Radio, Televisin y Cinematografa
Seguridad Pblica
Gobernacin y Puntos Constitucionales Puntos Constitucionales y Sistema
(iniciativas de reforma constitucional) Federal
Fortalecimiento al Federalismo
Fortalecimiento al Federalismo
Puntos Constitucionales
Fortalecimiento Municipal
Derechos Humanos
Justicia
Relaciones Exteriores
Relaciones Exteriores
Relaciones Exteriores
Defensa Nacional
Defensa Nacional
Defensa Nacional
Marina
Marina
Marina
Desarrollo Social
Vivienda
Pesca
Energa
Energa
Artesanas
Comercio
Patrimonio y Fomento Industrial
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Contina
Cuadro 3
Ley Orgnica del Congreso General
derogada por decreto publicado en
el Diario Oficial de la Federacin el 3 de
septiembre de 1999.
LVII Legislatura (55 comisiones)
Agricultura
Ganadera
Comunicaciones y Transportes
Comunicaciones y Transportes
Comunicaciones
Transportes
Ciencia y Tecnologa
Ciencia y Tecnologa
Correccin de Estilo
Cultura
Cultura
Educacin Pblica
Deporte
Juventud y Deporte
Educacin
Pensionados y Jubilados
Salud
Seguridad Social
Salud
Seguridad Social
Trabajo y Previsin Social
Reforma Agraria
Reforma Agraria
Reforma Agraria
Turismo
Turismo
Turismo
Estudios Legislativos
Reglamentos y Prcticas
Parlamentarias
Distrito Federal
Distrito Federal
Distrito Federal
Asuntos Indgenas
Asuntos Indgenas
Asuntos Indgenas
Equidad y Gnero
Equidad y Gnero
Equidad y Gnero
Reglamentos y Prcticas
Parlamentarias
Participacin Ciudadana
Asuntos de la Juventud
Participacin Ciudadana
Fomento Cooperativo y Economa
Social
Vigilancia de la Contadura
Mayor de Hacienda
Fomento Cooperativo
Distribucin y Manejo de Bienes
de Consumo y Servicio
Fuente: Ley Orgnica del Congreso General derogada por decreto publicado en el Diario
Oficial de la Federacin el 3 de septiembre de 1999, Ley Orgnica del Congreso General publicada en el Diario Oficial de la Federacin el 3 de septiembre de 1999, y Acuerdo para la
Subdivisin y Creacin de Comisiones Ordinarias de la Cmara de Diputados, aprobado
el 2 de octubre de 2000.
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Introduccin
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etc., sino tambin las de administracin (de recursos financieros, humanos y materiales de la Asamblea) y de apoyo
legislativo.
Vale plantear aqu como hiptesis que no es necesaria
una Comisin de Gobierno bajo dos condiciones extremas.
En primer lugar, si el sistema es multipartidista y presenta partidos en los que se observa una conducta clara
e insistentemente desunida e indisciplinada, entonces no
tiene sentido contar con una Comisin de Gobierno. Dicho
de otro modo: es del todo intil llevar a una Comisin de
Gobierno a lderes que son sistemticamente ignorados
y que no logran conquistar entre los diputados de su
grupo parlamentario un mnimo de cohesin. Es obvio
que no se gana nada en trminos de eficacia y diligencia
parlamentarias con llevar a una Comisin de Gobierno a
lderes para arribar a acuerdos que posteriormente porque los lderes no tienen seguidores, porque no liderean a
nadie sern rechazados por el Pleno. En segundo lugar,
vale pensar en la inutilidad de una Comisin de Gobierno
en sistemas perfecta o casi perfectamente bipartidistas, sin
importar aqu si los partidos son o no disciplinados. Tal
vez en este ltimo punto vale la pena subrayar los casos de
Inglaterra y los Estados Unidos. Ambos desarrollaron una
Mesa Directiva con la figura dominante del Speaker. Con
bipartidismo, y la disciplina partidaria imprescindible
para sostener gobiernos en regmenes parlamentarios,
una mayora monocolor forma gobierno en Inglaterra, de
modo que no ha sido necesaria una Comisin de Gobierno.
En Inglaterra el Speaker asumi, con el tiempo, un carcter
plenamente neutral, apartidario, arbitral. Por el contrario,
con bipartidismo e indisciplina congresional, explicada
junto con otras variables por la divisin de poderes,3 una
mayora monocolor se asume como tal en Estados Unidos,
3 Sobre el impacto de la divisin de poderes sobre la indisciplina de los congresistas norteamericanos, ver el clsico de Epstein, Leon D., A Comparative
Study of Canadian Parties, American Political Science Review, lviii, 1964.
359
Estudios Congresionales
360
Alonso Lujambio
trabajos del Segundo Congreso Constituyente se reiniciaron ya propiamente el 7 de noviembre de 1823. Tres meses
despus, era evidente la necesidad de llegar a un compromiso federalista ciertamente previo a la aprobacin de la
Constitucin Federal que detuviera la temida desintegracin.5 As, el Acta Constitutiva de la Federacin Mexicana
se firm el 31 de enero de 1824 y la Constitucin Federal
no fue aprobada sino hasta el 4 de octubre del mismo ao.
Lo anterior sugiere que el arreglo institucional federal era
condicin necesaria para la viabilidad de la nacin: o haba federalismo o habra desintegracin.
Los trabajos del Constituyente de 1823-1824 no concluyeron, sin embargo, sino hasta el 24 de diciembre de 1824,
un da despus de aprobar el Reglamento para el Gobierno
Interior del Congreso Federal, que entrara en vigor unos
cuantos das despus, el lo de enero de 1825, con la Instalacin del Primer Congreso Constitucional.
Dicho Reglamento realiz unas cuantas modificaciones
al Reglamento para el Gobierno Interior del Soberano Congreso
Constituyente del 25 de abril de 1823. Este, a su vez, era
una copia casi calca del Reglamento del Gobierno Interior
de Cortes y su Edificio, aprobado en Madrid el 29 de junio
de 1821 (que a su vez reformaba el Reglamento para el
Gobierno Interior de las Cortes del 4 de septiembre de 1813,
que en realidad era una reforma al Reglamento del mismo
nombre del 24 de noviembre de 1810, redactado slo para
la deliberacin del Constituyente gaditano).6
5 Hacia junio de 1823, 11 provincias ya haban emitido declaraciones de
desconfianza al gobierno central y al Congreso. Incluso Jalisco y Zacatecas ya
haban unido fuerzas militares para enfrentar a Nicols Bravo, quien haba
sido enviado desde la ciudad de Mxico para terminar con sus proclamas
independentistas y someter a sus lderes. Pero no hubo enfrentamiento: en un
convenio firmado el 10 de agosto de 1823 en Lagos, qued establecido que la
condicin para que Jalisco y Zacatecas no se escindieran de la Nacin que estaba
por constituirse era que sta adoptase el modelo federal. Barragn, Jos, Op. cit.,
p. 166.
6 Ver Reglamentos del Congreso de los Diputados y de las Cortes, 1810-1977, Madrid,
Secretara de las Cortes, 1977.
361
Estudios Congresionales
Alonso Lujambio
Estudios Congresionales
Alonso Lujambio
Estudios Congresionales
366
Alonso Lujambio
Cuadro 1
Primer Congreso Constitucional (1825-1827)
Integracin por Estado y Territorio
Estados (19)
Coahuila y Texas
Chiapas
Chihuahua
Durango
Guanajuato
Jalisco
Mxico
Michoacn
Nuevo Len
Oaxaca
Puebla
Quertaro
San Luis Potos
Sonora y Sinaloa
Tabasco
Tamaulipas
Veracruz
Yucatn
Zacatecas
Territorios (5)
Alta California
Baja California
Colima
Nuevo Mxico
Tlaxcala
Total (24)
Diputados
2
3
2
3
7
9
17
6
2
7
13
3
3
3
2
2
3
8
4
2
2
1
104
Estados
Mxico
Puebla
Jalisco
Yucatn
Oaxaca o Guanajuato
Total
Diputados
17
13
9
8
7
54
367
Estudios Congresionales
Alonso Lujambio
369
Estudios Congresionales
370
Alonso Lujambio
Cuadro 2
Reglamento Cdiz
1821
Total de miembros de la Mesa = 6
Reglamento
1824
Total de miembros de la Mesa =2+X
Reglamento
1842
(Congreso Constituyente)
Total de miembros de la Mesa = 6
Proyecto de Reglamento
1845
Total de miembros de la Mesa =2+X
371
Estudios Congresionales
Contina
Cuadro 2
Proyecto de Reglamento
1876
(Matas Romero y Jess Fuentes)
Total de miembros de la Mesa = 4
Reglamento
1897
Proyecto de Reglamento
1857
Reglamento
1934
Total de miembros de la Mesa = 11
LOC
1979
Total de miembros de la Mesa = 14
LOC
Reforma 1994
Total de miembros de la Mesa = (14)
* En conduccin rotativa
Fuente: El autor con base en la normatividad que se lista en el anexo 1.
Alonso Lujambio
Estudios Congresionales
ra. Actualmente, la LVII Legislatura (1997-2000) se integra con cinco grupos parlamentarios, de modo que se conserva la impresionantemente masiva Mesa Directiva de
14 miembros: todos, como ya se subray una y otra vez,
duran un mes en el cargo. An cuando eliminramos a
los Prosecretarios que auxilian a los Secretarios en caso
de necesidad nos quedaramos con una Mesa Directiva
de 10 miembros. Como despus veremos, ninguna Mesa
Directiva en Amrica Latina tiene tantos miembros.
Vale apuntar aqu una conclusin parcial. La posibilidad,
ya materializada en la norma desde 1994, de que la oposicin
presidiera las sesiones de la Cmara (presidir la Cmara!)
produjo una extraordinaria ficcin: una Mesa Directiva
plural con precarios poderes y una Presidencia acotada y
rotativa frente a un Pleno con mayoras monocolores. La
eventualidad de que las oposiciones presidieran la Cmara
posibilit, afirmo esto con cierta ingenuidad y empendome en ser positivo, que algunos de sus miembros desarrollaran ciertas habilidades en la conduccin de los debates. Pero nadie escribi a casa para avisar que se registraba
un cambio importante: sentar a diputados de diversos
partidos en el pinculo de la ms alta tribuna de la Nacin
no signific en realidad una modificacin sustantiva en la
operacin cotidiana de la Cmara.
El cuadro 3 muestra la evolucin de la integracin y
de las atribuciones de la Gran Comisin entre 1824 y
1994, as como las atribuciones de la Mesa Directiva para
el mismo periodo. Ntese algo singularmente relevante:
todos los Reglamentos mexicanos, salvo el del Congreso
Constituyente de 1842, establecieron la figura, obviamente
federalista, de la Gran Comisin. Esta experiment de 1824
y hasta 1934, dos cambios importantes en su integracin:
el primer cambio le signific de algn modo una democratizacin; el segundo supuso el fortalecimiento de
su institucionalidad. En primer lugar, en 1897 se elev al
Reglamento un acuerdo tomado el 9 de octubre de 1857
374
Proyecto de
Reglamento
1845
Reglamento
1824
Reglamento
1842
(Congreso
Constituyente)
Reglamento
Cuadro 3
Alonso Lujambio
375
376
Proponer a la Cmara los integrantes
del resto de las comisiones permanentes y especiales, y los insaculados para
el Gran Jurado.
Reglamento
1897
Reglamento
1934
(Comisin Proponente)
Un diputado por cada entidad
federativa o territorio (electo por
cada diputacin); nombrar un
presidente.
Proyecto de
Reglamento
1876
(Matias Romero
y Jess Fuentes
Muiz, Cmara
de Diputados)
Proyecto de
Reglamento
1857
Contina
Cuadro 3
Estudios Congresionales
La cricp se integra con los coordinadores de los grupos parlamentarios, ms otros tantos diputados del grupo mayoritario.
LOC
1994
LOC
1994
CRICP
LOC
1979
Contina
Cuadro 3
Alonso Lujambio
377
Estudios Congresionales
378
Alonso Lujambio
379
Estudios Congresionales
380
Alonso Lujambio
381
Estudios Congresionales
Alonso Lujambio
Estudios Congresionales
Alonso Lujambio
Estudios Congresionales
Cuadro 4
Tres Tipos de Gobierno Interior en las Cmaras Bajas o
nicas de 16 Congresos Latinoamericanos
Tipo
Caracterizacin
Casos
Denominacin de
Mesa Directiva y
Comisin de Gobierno
Mesa Directiva
asume tareas
de Gobierno
Colombia
Costa Rica
Cuba
Ecuador
Nicaragua
Panam
Paraguay
Uruguay
Mesa Directiva
Directorio de la Asamblea
Presidencia de la Asamblea
Comisin de Mesa
Junta Directiva
Directiva de la Asamblea
Mesa Directiva
Mesa de la Cmara
Mesa Directiva
forma parte de
la Comisin de
Gobierno
Mesa Directiva
y Comisin
de Gobierno
son cuerpos
colegiados
independientes
Argentina
Bolivia
Chile
Per
Venezuela
Brasil
Guatemala
Mxico
386
Alonso Lujambio
387
Estudios Congresionales
Alonso Lujambio
Estudios Congresionales
Cuadro 5
Integracin de la Comisin de Gobierno en aquellas
Cmaras Bajas o nicas donde la Mesa Directiva forma
parte de la Comisin de Gobierno
Pas
Bolivia
Miembros de la Mesa
Directiva que se
integran a la Comisin
de Gobierno
El primer
vicepresidente.
Venezuela
El presidente y los 2
vicepresidentes.
Argentina
El presidente y los 2
vicepresidentes.
Chile
El presidente y los 2
vicepresidentes.
Per
El presidente y los 3
vicepresidentes.
Integracin de la
Comisin de Gobierno
(Comit de Coordinacin
Poltica)
Lo integran el primer vicepresidente de la Mesa y los
distintos jefes de bancada,
bajo la presidencia del primero. Todos con voz y voto.
(Comisin de Mesa)
La integran el presidente de
la Cmara, quien preside la
comisin, los 2 vicepresidentes y los representantes de
cada fraccin parlamentaria.
Todos con voz y voto.
(Comisin de Labor
Parlamentaria)
La integran el presidente de
la Cmara, los 2 vicepresidentes y los presidentes de
los bloques parlamentarios.
Todos con voz y voto.
(Comisin de Rgimen Interno,
Administracin y Reglamento)
La integran el presidente de
la Cmara, los 2 vicepresidentes y los jefes de los comits parlamentarios. Todos
con voz y voto.
(Consejo Directivo)
Lo integran todos los
miembros de la Mesa y los
portavoces de cada grupo
parlamentario. Todos con
voz y voto.
390
Alonso Lujambio
392
4.1
(1994)
3.0
(1973-1993)
3.8
(1978-1990)
72
201
80
2.2
(1989-1993)
2.7
(1983-1993)
2.2
(1970-1990)
72
254
57
4.7
(1973-1993)
2.1
(1970-1990)
161
120
510
Asientos en
Nmero
la Asamblea efectivo de
Nacional
Partidos
(1995)
Legislativos
1994
1994
1992
LOC, 1990
Reglamento,
1994
1995
1991
1995
1992
1996
Ao de
elaboracin
del Reglamento
Costa Rica
Argentina
Paraguay
Chile
Per
Venezuela
Panam
Colombia
Cuba
Pas
4
4
4
5
6
6
6
Un presidente y 3 vicepresidentes.
Duracin de la Mesa
Directiva
Miembros
de la Mesa
Directiva
Integracin y Duracin de la Mesa Directiva en las Cmaras Bajas o nicas de 16 Congresos Latinoamericanos
Cuadro 6
Estudios Congresionales
9
14
Bolivia
Uruguay
Ecuador
Guatemala
Mxico
1997
1991
LOC, 1991
Reglamento,
1990
1994
LOC, 1979 y
reformas.
Reglamento,
1934 y reformas
4.0
(1979-1993)
3.0
(1971-1989)
5.8
(1978-1992)
2.7
(1995)
2.8
(1997)
130
99
77
80
500
Fuente: Para la segunda columna del cuadro los datos sobre Colombia, Venezuela, Per, Chile, Paraguay, Argentina, Costa Rica, Brasil, Bolivia, Uruguay, Ecuador y Mxico se toman de Mainwaring, Scott y Scully, Timothy R., Eds., Building democratic institutions. Party systems in Latin America, Stanford, Stanford University Press 1995, p.
30; para Guatemala, Nicaragua, Panam y Cuba, el autor con base en los datos del Keesings Historisch Archief; en todos los casos el nmero efectivo de partidos se calcul
con el ndice Laakso-Taagepera. Para el resto de la informacin contenida en el cuadro, el autor con base en la normatividad listada en el anexo 2.
Brasil
1997
5.7
(1986-1990)
503
Nicaragua
1995
Duracin de la Mesa
Directiva
2.8
(1996)
Miembros
de la Mesa
Directiva
Pas
Ao de
elaboracin
del Reglamento
93
Asientos en
Nmero
la Asamblea efectivo de
Nacional
Partidos
(1995)
Legislativos
Contina
Cuadro 6
Alonso Lujambio
393
Estudios Congresionales
Alonso Lujambio
Grfica 1
20
18
16
Mxico
14
12
10
8
6
4
2
0
100
200
300
400
Nmero de asientos en la Asamblea Nacional
500
600
Grfica 2
18
16
Mxico
14
12
10
8
6
4
2
0
3
4
5
6
7
Nmero efectivo de Partidos Legislativos
10
395
Estudios Congresionales
Cuadro 7.1
Estructura Administrativa de las Cmaras Bajas o
nicas de 15 Congresos Latinoamericanos. Jefe de la
Administracin de la Cmara
1.- El Jefe del Cuerpo Administrativo de la Cmara
forma parte de la Mesa Directiva
Pas
Venezuela
Nombramiento y duracin
en el Cargo
1) Secretario de
la Cmara de
Diputados, forma
parte de la Mesa (no
es diputado), depende
del presidente.
2) Director General
de Administracin y
Finanzas, no forma
parte de la Mesa (no
es diputado), depende
del presidente.
Secretario General,
forma parte de la
Mesa (no es
diputado), depende
del presidente.
Argentina
3 Secretarios, forman
parte de la Mesa
(no son diputados),
dependen del
presidente.
Uruguay
2 Secretarios, uno
Redactor y otro
Relator, forman parte
de la Mesa (no son
diputados), dependen
del presidente.
Panam
396
Alonso Lujambio
Contina
Cuadro 7.1
Ecuador
Colombia
Secretario General,
forma parte de la
Mesa (no es diputado),
depende de los
miembros con voto
de la Mesa.
Secretario, forma
parte de la Mesa (no
es diputado), depende
de la Cmara.
Chile
Estudios Congresionales
Alonso Lujambio
Cuadro 7.2
Estructura Administrativa de las Cmaras Bajas o
nicas de 15 Congresos Latinoamericanos. Jefe de la
Administracin de la Cmara
1.- El Jefe del Cuerpo Administrativo de la Cmara
no forma parte de la Mesa Directiva
Pas
Nombramiento y Duracin
en el Cargo
Paraguay
Secretario General
Administrativo, no
forma parte de la
Mesa (no es diputado),
depende del presidente.
Bolivia
Secretario General,
no forma parte de la
Mesa (no es diputado),
depende de la Mesa.
Per
Oficial Mayor,
no forma parte de
la Mesa (no es
diputado), depende del
presidente.
Oficial mayor, no
forma parte de la
Mesa (no es diputado),
depende de la Mesa.
399
Estudios Congresionales
Contina
Cuadro 7.2
Guatemala
Brasil
Mxico
Costa Rica
Nicaragua
Secretario
Ejecutivo, No se especifica.
no forma parte de la
Mesa (no es diputado).
SI
SI
SI
SI
SI
SI
NO (Mesa)
NO (Mesa)
Abrir, Presidir
y Dirigir las
Sesiones
SI
SI
SI
SI
SI
SI
SI
SI
Mxico
Per
Venezuela
Chile
Bolivia
Argentina
Guatemala
Brasil
Pas
Brasil
Guatemala
Bolivia
Argentina
Venezuela
Per
Chile
Mxico
SI*
SI
SI
SI*
SI*
SI
SI*
NO (Mesa)
SI
SI
SI
NO (Mesa)
NO (Pleno)
NO (Pleno)
NO (Pleno)
SI
SI
SI
SI
SI
NO (C. Gobierno)
NO (C. Gobierno)
NO (C. Gobierno)
NO (C. Gobierno)
SI
SI1
NO (Mesa)
SI2
NO (Mesa)
NO (Mesa)
NO (Mesa)
NO (Mesa)
SI
NO (Mesa)
NO (Mesa)
NO (Pleno)
NO (Mesa)
NO (Mesa)
NO (Mesa)
NO (Mesa)
SI
SI
SI
SI
SI
SI
NO (C. Gobierno)
NO (C. Gobierno)
SI
SI
SI
SI
SI
NO (C. Gobierno)
NO (C. Gobierno)
NO (C. Gobierno)
SI
SI
SI
SI
SI
SI
NO (Pleno)
NO (C. Gobierno)
* La Comisin de Gobierno y la Mesa Directiva acuerdan la integracin del Orden del Da.
Fuente: El autor con base en la normatividad que se lista en el anexo 2.
SI
SI*
SI*
NO (C. Gobierno)
NO (C. Gobierno)
NO (C. Gobierno)
SI*
SI*
Proponer o Elaborar el
Orden del Da de las
sesiones
SI
SI
SI
SI
NO (Mesa)
NO (Mesa)
NO (Mesa)
NO (Mesa)
* La Comisin de Gobierno y la Mesa Directiva acuerdan la integracin del Orden del Da.
1 Nombra al Oficial Mayor a propuesta del Presidente de la Mesa.
2 Excepto al Secretario de la Cmara.
Proponer o Elaborar la
Agenda de Trabajo de
la Cmara
Pas
Atribuciones de la Mesa Directiva y la Comisin de Gobierno en las Cmaras Bajas o nicas de 8 Congresos Latinoamericanos
Cuadro 8
Alonso Lujambio
401
Estudios Congresionales
Alonso Lujambio
Cuadro 9
Participacin del presidente de la Cmara (Baja o nica) en los
debates y votaciones de 15 Congresos Latinoamericanos
Pas
SI/NO
Restricciones
S/NO
Restricciones
Brasil
NO
NO, slo en
caso de empate
o en escrutinio
secreto.
Uruguay
NO
SI
Argentina
SI
Slo desde su
curul.
Bolivia
SI
Slo desde su
curul.
NO, slo en
caso de empate
o en escrutinio
secreto.
Chile
SI
Guatemala
SI
Cediendo
temporalmente
la presidencia.
SI
ser el ltimo en
votar.
Mxico
SI
Dejando la
presidencia a un
vicepresidente.
SI
Ser el ltimo en
votar.
Ecuador
SI
Slo desde su
curul.
SI
Ser el ltimo en
votar.
Venezuela
SI
SI
Nicaragua
SI
SI
Salvo inters
individual de
por medio.
Panam
SI
SI
Colombia
SI
SI
Costa Rica
SI
Per
SI
Paraguay
SI
SI
Slo desde su
curul.
SI, y en caso de
empate tiene
voto de calidad.
SI, y en caso de
empate tiene
voto de calidad.
Estudios Congresionales
Consideraciones finales
Este estudio ha estado orientado por la intencin de diagnosticar un problema y proporcionar una solucin. Queda
por supuesto mucho por investigar. Valgan pues estas
propuestas generales como argumentos tentativos. En
Mxico, los mtodos de integracin y la distribucin de
competencias de la Mesa Directiva y la Comisin de Gobierno han arribado a un punto crtico. Desde mi lectura,
la cricp debe integrase, como hoy, con los lderes de cada
grupo parlamentario con voto ponderado, pero quiz debiera pensarse en la pertinencia de que el Presidente de
la Mesa presida tambin sus trabajos (obviamente con voz
pero sin voto) y logre constituirse en el puente operativo
entre la decisin poltica de la cricp y su implementacin
en las sesiones plenarias por parte de la Mesa Directiva.
Por lo dems, debieran revisarse las atribuciones de este
importante cuerpo colegiado. No cabe duda de que sus
atribuciones administrativas distraen a los lderes de sus
preocupaciones ms relevantes, al tiempo que convierten
los asuntos administrativos rutinarios en puntos de litigio
entre los lderes, como si no tuvieran suficientes. Nadie
404
Alonso Lujambio
mejor que el propio Oficial Mayor de la Cmara ha fraseado los problemas de hoy: desde su perspectiva, con el
arribo de la cricp como nueva Comisin de Gobierno, el
viejo esquema tron: no hay dice el Oficial Mayor
lneas de autoridad claras: hay difusin [...] traslapes,
omisiones, encimamientos, en donde todos mandan,
y ninguno manda. No es justo contina el Oficial
Mayor que Medina Plascencia primero, Porfirio Muoz
Ledo, y despus Arturo Nuez, estn dedicados a tareas
administrativas. Que deleguen ()!.14
Creo que lo ideal sera que la cricp conservara por
supuesto la atribucin de proponer al Pleno la integracin
de las comisiones, la de proponer la agenda parlamentaria
y el orden del da rutinario. Ello posibilitara que los
lderes concentraran su atencin en los asuntos vinculados
a la poltica del proceso y la produccin legislativas. Las
atribuciones administrativas debiera concentrarlas la Mesa
Directiva, que por supuesto debiera contar con un Secretario General y un Prosecretario que lo auxiliase en el
desahogo de los asuntos propios de la conduccin de las
sesiones plenarias. Ninguno de ellos debiera ser diputado. Un formato de integracin a mi juicio ideal sera el de
un Presidente y dos Vicepresidentes, que duraran en sus
cargos toda la Legislatura. Un arreglo subptimo sera que
esos tres diputados ocuparan la Presidencia por espacio
de un ao, de manera que la Mesa como un todo tuviera
la mayor permanencia posible (3 aos). Es obvio que los
miembros de la Mesa perteneceran a distintos partidos,
si bien resulta a mi juicio indeseable por intil llevar a
la Mesa alguna frmula de proporcionalidad. An as, un
esquema sub-subptimo sera que la Mesa durase toda
la Legislatura y se integrara por un Presidente y tantos
Vicepresidentes como grupos parlamentario menos uno,
de modo que fuese en la Presidencia o en la posicin de
Vicepresidente todos los partidos tuvieran un diputado en
14 Declaraciones de Humberto Murrieta Necoechea, Oficial Mayor de la Cmara
de Diputados, tomadas de Proceso, 1116, 22 de marzo de 1998, pp. 30-31.
405
Estudios Congresionales
Alonso Lujambio
407
Estudios Congresionales
408
Alonso Lujambio
409
Estudios Congresionales
410
Alonso Lujambio
27 Ibid.
28 Ibid.
411
Estudios Congresionales
Anexo 1
Reglamento para el Gobierno Interior de las Cortes, 24
de noviembre de 1810; Reglamento para el Gobierno Interior de las Cortes, 4 de septiembre de 1813; Reglamento para el Gobierno Interior de las Cortes, 29 de junio de
1821; Reglamento para el Gobierno Interior de la Secretara del Congreso Constituyente Mexicano, 24 de mayo
de 1822; Reglamento para el Gobierno Interior del Soberano Congreso, 25 de abril de 1823; Reglamento para el
Gobierno Interior de las Secretaras de las Cmaras, 4 de
diciembre de 1824; Reglamento para el Gobierno Interior
del Congreso General, 23 de diciembre de 1824; Reglamento para el gobierno interior del Congreso Constituyente,
1842; Proyecto de Reglamento para el Gobierno Interior
del Congreso, 1845; Acuerdo Parlamentario, 9 de octubre
de 1857; Dictamen de la Comisin Especial del Congreso
de la Unin, nombrada para reformar el reglamento interior de la cmara, 4 de diciembre de 1857; Proyecto para
la organizacin interior de la Cmara de diputados del
Congreso de la Unin y para las sesiones de las dos Cmaras reunidas, 10 de Mayo de 1876; Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General, 20 de diciembre de
1897; Reglamento para el gobierno interior del Congreso
General de los Estados Unidos Mexicanos, 20 de marzo de
1934; Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso
General, texto vigente; Ley Orgnica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos (loc), 25 de mayo de
1979; Decreto que modifica y adiciona la loc, 20 de julio
de 1994; Acuerdo Parlamentario Relativo a las Sesiones,
Integracin del Orden del Da, los Debates y las Votaciones de la Cmara de Diputados, 6 de noviembre de 1997;
Acuerdo Parlamentario Relativo a la Organizacin y Reuniones de las Comisiones y Comits de la Cmara de Diputados, 11 de noviembre de 1997.
412
Alonso Lujambio
Anexo 2
Argentina, Reglamento de la Cmara de Diputados de la
Nacin, 20 de abril de 1994; Bolivia, Reglamento General de la H. Cmara de Diputados, agosto de 1997; Brasil, Regimento Interno Da Camara Dos Deputados, 1997;
Colombia, Reglamento del Congreso; el Senado y la Cmara de Representantes, 17 de junio de 1992; Costa Rica
(unicameral), Reglamento de la Asamblea Legislativa, actualizado al 21 de abril de 1997; Cuba (unicameral), Reglamento de la Asamblea Nacional del Poder Popular,
25 de diciembre de 1996; Chile, Ley Orgnica Constitucional
del Congreso Nacional, 5 de febrero de 1990; Reglamento
de la Cmara de Diputados, 12 de mayo de 1994; Ecuador
(unicameral), Ley Orgnica de la Funcin Legislativa, actualizada a agosto de 1994; Reglamento Interno de la Funcin Legislativa, actualizado al 17 de septiembre de 1990;
Guatemala (unicameral), Ley Orgnica del Organismo Legislativo, 10 de diciembre de 1994; Mxico, Ley Orgnica
del Congreso General de los Estado Unidos Mexicanos, 14
de julio de 1994; Nicaragua (unicameral), Estatuto General de la Asamblea Nacional, actualizado a enero de 1995;
Panam (unicameral), Reglamento Interno del rgano Legislativo, 18 de enero de 1995; Paraguay, Reglamento de
la Honorable Cmara de Diputados, 18 de noviembre de
1988 actualizado a 1992; Per (unicameral), Reglamento
del Congreso de la Repblica, 13 de mayo de 1995; Uruguay, Reglamento de la Cmara de Representantes, aprobado el 11 de diciembre de 1991 y actualizado a 1995; Venezuela, Reglamento Interior y de Debates de la Cmara de
Diputados, 20 de julio de 1991.
413
Estudios Congresionales
414
Alonso Lujambio
Captulo 3
Partidos Polticos
y Congresos Locales
en la Federacin Mexicana
415
Estudios Congresionales
416
Alonso Lujambio
Grandes tendencias
417
Estudios Congresionales
418
Alonso Lujambio
Esta propuesta no prosper sino hasta la Reforma Poltica de 1977 y a partir de entonces se convirti en un motor
del cambio del sistema de partidos. Si bien esa re-forma
no ofreci plenas garantas de limpieza electoral y, por lo
tanto, de competitividad, s posibilit la ampliacin del sistema de actores en competencia (con el registro de partidos
anteriormente marginados de la vida institucional, notoriamente el Partido Comunista Mexicano) y de la competencia misma (con la eliminacin, ahora s, de las barreras de
entrada a los mercados electorales estatales y municipales
que supuso la reforma al artculo 41 constitucional. A la letra dijo en su prrafo V: Los partidos polticos nacionales
tendrn derecho a participar en las elecciones estatales y
municipales). As, en ambos sentidos, la Reforma Poltica
de 1977 fue fundamental en la historia de la construccin
del sistema de partidos, con el que, a la postre, se inici ya
propiamente la transicin democrtica.
1 Partido Accin Nacional, Iniciativas de ley presentadas por el Partido Accin
Nacional, t. ii, Editorial Epessa, Mxico, 1990.
419
Estudios Congresionales
La otra propuesta presentada por el pan en 1965 tena por objeto llevar la institucin de los diputados de
partido al Senado (que se renovara por mitades cada
tres aos, como en el esquema original de 1917 reformado
en 1933, y al que concurriran no ms de seis senadores de
representacin proporcional por partido, a razn de tres
en cada eleccin). Tambin propona llevarla a las legislaturas de los estados (ampliando el tamao de las mismas, para
que los congresos adquirieran, en palabras de la iniciativa,
la fisonoma de verdaderos parlamentos).
Al Senado, la representacin proporcional no llegara
sino hasta la reforma de 1993. Sin embargo, y pese a que la
iniciativa de 1965, de llevar la representacin minoritaria
a todos los congresos de los estados de la Federacin, no
prosper en su momento, nuevamente la Reforma Poltica
de 1977 s recogi esta demanda al establecerse en el ltimo
prrafo del artculo 115 constitucional que: De acuerdo
con la legislacin que se expida en cada una de las entidades federativas se introducir el sistema de diputados
de minora en la eleccin de las legislaturas locales.... Es
decir, en 1977 la Constitucin oblig a las legislaturas estatales a aprobar sistemas electorales mixtos, es decir, a que
incluyeran diputados de representacin proporcional en
su integracin. Se trat de un paso histrico fundamental
para la pluralizacin de nuestras instituciones legislativas.
Pese a ello, suele ignorarse que aunque la exigencia
constitucional de incorporar sistemas electorales mixtos
en los congresos locales data de 1977, algunos cambios ya
se haban producido en los estados desde 1974. El cuadro
1 muestra que 17 estados de la Federacin introdujeron
entre febrero de 1974 y agosto de 1977 (la Reforma Poltica
de 1977 es del 6 de diciembre) la figura de diputados de
partido en sus legislaciones. Aunque el primer estado
en poner en marcha la reforma fue Sinaloa (en su XLVIII
Legislatura, 1974-1977), fue en el Estado de Mxico donde
se discuti el asunto por primera vez. La exposicin de
motivos de la iniciativa de reforma a la Constitucin
420
Alonso Lujambio
Cuadro 1
Diputados de
partido a
distribucin segn
% de la votacin
Criterio de
eleccin de los
diputados
de partido
1.5%
1.5%=1
3.0%=2
17 de mayo de 1974
Sinaloa
4.0%
4.0%=1
6.0%=2
21 de agosto de 1974
Tlaxcala
1.5%
1.5%=1
25 de agosto de 1974
Aguascalientes
3.0%
3.0%=1
24 de septiembre
de 1974
Yucatn
1.5%
1.5%=1
El diputado de partido
ser, en su caso, el candidato con mayor votacin entre todos los de su partido.
9 de noviembre de
1974
Coahuila
4.0%
4.0%=1
8.0%=2
13 de noviembre
de 1974
Chiapas
3.0%
3.0%=1
10.0%=2
12 de enero de 1975
Quintana Roo
1.5%
1.5%=1
Estado
421
Estudios Congresionales
Contina
Cuadro 1
Fecha del decreto
de reforma
constitucional
Estado
Umbral de
representacin
Diputados de
partido a
distribucin segn
% de la votacin
Criterio de
eleccin de los
diputados
de partido
18 de enero de 1975
Nayarit
4.0%
4.0%=1
10.0%=2
15 de febrero de
1975
Baja California
Sur
6.0%
6.0%=1
16 de julio de 1975
Guerrero
2.5%
2.5%=1
10%=2
22 de julio de 1976
Quertaro
10.0%
10.0%=1
16.0%=2
29 de septiembre
de 1976
Nuevo Len
6.5%
6.5%=1
30 de diciembre de
1976
Veracruz-Llave
1.5%
1.5%=1
El diputado de partido se
acreditar en riguroso orden de acuerdo con el mayor porcentaje de votos que
hayan logrado en relacin
a los dems candidatos del
mismo partido.
9 de febrero de 1977
Sonora
5.0%
5.0%=1
422
Alonso Lujambio
Contina
Cuadro 1
Fecha del decreto
de reforma
constitucional
Estado
Umbral de
representacin
Diputados de
partido a
distribucin segn
% de la votacin
Criterio de
eleccin de los
diputados
de partido
10 de marzo de 1977
Michoacn
9.0%
9.0%=1
15.0%=2
20.0%=3
19 de agosto de 1977
Puebla
1.5%
1.5%=1
3.0%=2
* El artculo 94, fraccin IV, de la Ley Electoral del estado de Tlaxcala, fue reformado por el
Decreto nm. 106, publicado en el Peridico Oficial del estado el 24 de agosto de 1974. En l se
estableci como criterio de seleccin de los diputados de partido que: Sern declarados
diputados de partido, quienes hayan obtenido el mayor porcentaje de sufragios en relacin
a la votacin total en sus respectivos distritos.
Fuentes: Legislacin pblica estatal, Mxico, Instituto Mexicano del Seguro Social-Escuela Libre de Derecho-Instituto de Investigaciones Jurdicas de la Escuela Libre de Derecho-Consejo Nacional de Ciencia y Tecnologa, Mxico, 1984-1986; Decreto de Reforma nm. 105,
Peridico Oficial del Gobierno del Estado de Tlaxcala, 21 de agosto de 1974.
Estudios Congresionales
Como puede observarse en la tabla II, los sistemas electorales que introdujeron la figura de los diputados de
partido entre 1974 y 1977 ofrecieron una representacin
modesta a los partidos de oposicin. Varios de esos sistemas slo ofrecan un escao al partido que superara el mnimo requerido (umbral de representacin) y agotaban
con ello la posibilidad de la representacin por la va de los
diputados de partido (fueron Tlaxcala, Aguascalientes,
Yucatn, Quintana Roo, Baja California Sur, Nuevo Len,
Veracruz y Sonora). Algunos, sin importar cuntos diputados de partido ofrecan a los partidos minoritarios,
colocaron el mnimo requerido para obtenerlos, en niveles relativamente altos (Sinaloa, Coahuila y Nayarit 4 por
ciento de la votacin; Sonora, 5 por ciento; Baja California
Sur, 6 por ciento; Nuevo Len, 6.5 por ciento; Michoacn, 9
por ciento; Quertaro, 10 por ciento).
En once casos, el sistema impeda que por la va de
los diputados de partido el pri perdiera la mayora calificada de dos tercios del congreso local (66 por ciento),
porcentaje necesario para aprobar, sin el consenso de otras
fuerzas polticas, reformas a la constitucin local. Se insiste:
no por introducir un mecanismo de representacin proporcional se permita que otros partidos tuvieran poder de
decisin. En los otros seis casos el sistema s posibilitaba
que el mximo posible de representacin minoritaria (del
pan, del pps y del parm) colocara al pri justo por debajo de
66 por ciento de los escaos en los respectivos congresos.
Sin embargo, fue precisamente en esos estados en donde
se ubicaron altas las barreras para tener acceso al segundo diputado de partido, dificultndose as que por esta
va la oposicin se acercara a 33 por ciento del congreso
local (en Coahuila, 8 por ciento; en Nayarit, Chiapas y
Guerrero, 10 por ciento; en Michoacn, 15 por ciento; y en
Quertaro, 16 por ciento). En otras palabras: el poder de
decisin en el congreso local se reservaba a los partidos de
oposicin que derrotaran al pri en un nmero de distritos
424
Alonso Lujambio
425
Estudios Congresionales
426
Alonso Lujambio
1200
767 (100%)
800
600
670 (60%)
537 (70%)
438 (40%)
s
1997
1998
1999
1996
1994
1987
1983
1986
1982
1985
1995
1991
1984
1981
1980
1979
1977
1976
1975
1974
0s s s
1978
2 (0.5%)
1993
200
1990
230 (30%)
367 (99.5%)
1989
400
1992
369 (100%)
1988
Nmero de escaos
1000
427
Estudios Congresionales
Alonso Lujambio
100
PRI
90
PAN
80
70
PRI: 49.64%
PAN: 25.09%
PRD: 20.04%
PT:
2.71%
PVEM: 1.35%
Otros: 2.26%
60
50
40
30
20
1999
1996
1998
1995
s
s
1997
1994
1991
1993
1990
1987
1989
1986
1988
1985
1983
1982
1984
1981
1979
1980
1978
1977
1976
1975
1992
10
1974
Porcentaje
PCM/PSUM/PMS/PRD
Resto de los partidos
mayo de 1999
429
Estudios Congresionales
Alonso Lujambio
democrtico y responsable del poder, y sobre el pleno llamado a cuentas de los ciudadanos a sus representantes.
La grfica 2 tambin evidencia la tendencia tripartita,
particularmente desde 1992, de nuestro sistema de partidos
en las instituciones parlamentarias del federalismo mexicano. Esto no quiere decir, en modo alguno, que los otros partidos, particularmente el pt y el pvem, no sean relevantes.
Ms bien todo lo contrario: en numerosos casos, los nuevos
balances parlamentarios han hecho que los partidos llamados pequeos asuman frecuentemente un papel pivotal en
la construccin de coaliciones legislativas y, por lo tanto,
adquieran, paradjicamente, una importancia grande.
Pero volvamos al tema, absolutamente central, de las
reformas a los sistemas electorales mixtos entre 1988 y
1999, pues ah est uno de los puntos nodales del cambio
democrtico del pas. Hagmoslo mediante un ejercicio,
consistente en relacionar el cambio en la mixtura de los
sistemas electorales con la representacin de los partidos
en los congresos locales. La grfica 3 es resultado de ese
ejercicio. Ntese cmo el porcentaje de escaos del pri va
coincidiendo a la baja casi exactamente con el porcentaje
de escaos de mayora relativa de los sistemas electorales
mixtos en su conjunto. Ntese tambin que el porcentaje
de escaos ocupados por el resto de los partidos va coincidiendo al alza casi exactamente con el porcentaje de escaos de representacin proporcional. Sin embargo, a partir
de 1995, el porcentaje del pri cae ms rpidamente que el
porcentaje de escaos de mayora relativa, y el porcentaje
de escaos del resto de los partidos aumenta ms rpido
que el porcentaje de escaos de representacin proporcional. Esto es resultado de un fenmeno novedoso en la
poltica electoral mexicana: la competitividad electoral,
resultado inequvoco de la combinacin del ajuste en las
preferencias electorales de los ciudadanos y del aumento
de la limpieza electoral, producto de las reformas electorales que los partidos han logrado pactar. O dicho de otro
modo, el porcentaje de los partidos distintos al pri avanza
431
Estudios Congresionales
Grfica 3
s Porcentaje de escaos de
representacin proporcional
Porcentaje de escaos del
resto de los partidos
Porcentaje de escaos
de mayora relativa
90
80
60
1982
1983
1984
1999
1998
10
s s
1994
1993
1992
1991
1990
1989
1988
1987
1977
1985
1976
1980
1978
1979
1975
s
s
1974
1981
20
s s
1996
30
1995
40
1997
50
1986
Porcentaje
70
porque aumentan sus niveles de votacin y porque tambin avanza la proporcionalidad de los sistemas electorales, pero a partir de 1995, porque han logrado lo que antes
pareca casi imposible: derrotar al pri en distritos electorales de mayora relativa. Como veremos despus, la creciente limpieza de las elecciones ha contribuido de modo
central a construir estos escenarios de pluralismo.
La grfica 4 da cuenta precisamente de ese aumento en
la competitividad del sistema de partidos. Como puede observarse, en el periodo 1974-1987 para partidos distintos al
pri era muy difcil derrotar, en elecciones no-competitivas,
nunca cabalmente confiables y limpias, al partido otrora
hegemnico en los distritos de mayora relativa. En dicho
periodo, se celebraron 2,142 elecciones en distritos electorales para elegir diputados de mayora relativa: el pri gan
en 2,126, es decir, en 99.25 por ciento de los casos, mientras
que el resto de los partidos gan en 16 ocasiones, es decir, en
432
Alonso Lujambio
Grfica 4
PAN
PCM/PSUM/PMS/PRD
Otros partidos
50
Porcentaje
40
30
20
1997
1998
1996
1995
1993
1994
1992
1991
1990
1989
1988
1986
1987
1985
1983
1984
1981
1979
1980
1978
1977
1976
1974
1975
1982
10
0.75 por ciento de los casos (14 fueron para el pan y 2 para
el parm).
Ntese, sin embargo, cmo a partir de 1988 las cosas
empezaron a cambiar: el pri empez a ser derrotado en la
competencia distrital en elecciones congresionales locales.
Adems, en la grfica pueden identificarse claramente dos
etapas en el incremento de la competitividad del sistema
de partidos en las elecciones a los congresos locales. Una
arranca en 1988 ao del inicio de la transicin democrtica y concluye hacia 1994. En toda esta etapa, los partidos
distintos al pri ganaron en 7.08 por ciento de los distritos
que estuvieron en competencia y rompieron con la inercia
observada hasta 1987. La segunda etapa se inicia en 1995:
desde entonces y hasta 1998, los partidos distintos al pri
han ganado en 31.6 por ciento de los distritos electorales en
competencia. El partido de oposicin que ha mostrado mayor competitividad en esta esfera es el pan, que ha concentrado 75 por ciento de las victorias distritales opositoras en
el periodo 1988-1998. Por su parte el prd que ha concentra433
Estudios Congresionales
do 23 por ciento de las victorias distritales opositoras tambin en el periodo 1988-1998 mostr un comportamiento
particularmente competitivo en 1997 (sobre todo en las
elecciones a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal).
434
Alonso Lujambio
Congresos locales de la Federacin mexicana en los que un partido poltico cuenta con
la mayora calificada de dos tercios de los escaos, 1978-mayo de 1999.
Fuente: Lujambio, Alonso, El poder compartido, Mxico, Ocano, 2000.
32
24
16
8
Nayarit
Puebla
1999
1998
1997
1996
1995
1994
1993
1992
1991
1990
1989
1988
1986
1987
1985
1983
1984
1982
1981
1980
1979
1978
435
Estudios Congresionales
436
Alonso Lujambio
437
Estudios Congresionales
438
Alonso Lujambio
Estudios Congresionales
Baja California
Michoacn
Guanajuato
Baja California
Baja California Sur
Guanajuato
Chihuahua
Aguascalientes
Mxico
Coahuila
Morelos
Colima
Guanajuato
Quertaro
Sonora
Jalisco
Zacatecas
Baja California
Tlaxcala
Baja California Sur
Estado
PAN
PRI
PAN
PAN
PRI
PAN
PAN
PRI
PRI
PRI
PRI
PRI
PAN
PAN
PRI
PAN
PRD
PAN
PRD-PT-PVEM
PRD-PT
Partido
del
Gobernador
6
12
20
7
7
21
15
11
30
16
13
10
12
10
14
17
12
11
17
5
Concurrente
Concurrente
Concurrente1
Intermedia
Concurrente
Intermedia
Intermedia
Intermedia
Intermedia
Intermedia
Intermedia
Concurrente
No concurrente
Concurrente
Concurrente
Intermedia
Concurrente
Intermedia
Concurrente
Concurrente
9
3
6
8
7
5
7
13
22
10
5
7
16
11
10
20
6
11
3
4
PAN PRI
Tipo de
Eleccin
1
6
1
4
2
1
1
16
2
11
3
5
1
9
2
10
3
7
10
PRD
1
2
2
1
1
3
2
1
1
1
1
1
1
1
2
PT PVEM PC
1
2
1
2
Partidos
Locales
19
24
30
19
14
28
24
27
75
32
30
20
36
25
33
40
30
25
32
21
Total de
Escaos
En este caso, el gobierno dividido fue resultado de la eleccin, por parte del congreso local con mayora del pri, del panista Carlos Medina Plascencia
como gobernador interino.
No fue sino hasta rebasada la mitad de la VII Legislatura cuando se llev a cabo la eleccin extraordinaria en el distrito II de Baja California Sur y pudo
ocuparse el escao vacante.
Fuente: Lujambio, Alonso, El poder compartido, Mxico, Ocano, 2000.
XIII (1989-1992)
LXV (1989-1992)
LV (1991-1994)
XIV (1992-1995)
VII (1993-1996)2
LVI (1994-1997)
LVIII (1995-1998)
LVI (1995-1998)
LIII (1996-2000)
LIV (1997-1999)
XLVII (1997-2000)
LII (1997-2000)
LVII (1997-2000)
LII (1997-2000)
LV (1997-2000)
LV (1998-2001)
LVI (1998-2001)
XVI (1998-2001)
LVI (1998-2001)
LX (1999-2002)
Legislatura
Cuadro 2. Composicin partidaria de las veinte legislaturas locales en las que se han presentado gobiernos
divididos en quince estados de la Federacin mexicana, 1989-mayo de 1999.
Alonso Lujambio
441
Estudios Congresionales
442
Alonso Lujambio
Estudios Congresionales
444
Alonso Lujambio
Estudios Congresionales
446
Alonso Lujambio
447
Estudios Congresionales
Alonso Lujambio
Cuadro 1
Territorio
(miles de
km2)
Chihuahua
Coahuila
Colima
Distrito Federal*
Durango
Estado de Mxico
Guanajuato
Guerrero
Hidalgo
Jalisco
Michoacn
Morelos
Nayarit
Nuevo Len
Oaxaca
Puebla
Quertaro
Quintana Roo
San Luis Potos
Sinaloa
Sonora
Tabasco
Tamaulipas
Tlaxcala
Veracruz
Yucatn
Zacatecas
Nm. de
Municipios
2003
Densidad
Poblacin
(hab/km2)
169
944.285
70.113
2487.367
35
424.041
16
13
15
690.689
11
73.887
3920.892
53
21
118
247.087
3052.907
12
24
67
151.571
2298.070
15
22
38
5.455
542.627
10
1.499
8605.239
99
5.741
20
16
119.648
1448.661
12
16
40
39
21.461
13096.686
610
15
125
30.589
4663.032
152
45
46
63.794
3079.649
48
22
79
20.987
2235.591
107
28
84
80.137
6322.002
79
18
124
59.864
3985.667
67
20
113
4.941
1555.296
315
24
33
27.621
920.185
33
18
20
64.555
3834.141
59
18
51
95.364
3438.765
36
26
570
33.919
5076.686
150
25
217
11.769
1404.306
119
26
18
50.35
874.963
17
15
62.848
37
15
2299.360
58
58.092
2536.844
44
15
18
184.934
2216.969
12
24
72
24.661
1891.829
77
21
17
79.829
2753.222
34
18
43
3.914
962.646
246
19
60
72.815
6908.975
95
19
210
39.34
1658.210
42
24
106
75.04
1353.610
18
15
57
18
11
Poblacin
promedio por
distrito (miles
de habitantes)
Nm. de
distritos
uninominales
5.589
Poblacin
(miles de
habitantes)
18
52
155
28
33
163
139
115
34
215
97
291
212
110
124
316
166
86
51
147
138
195
94
58
153
106
106
105
145
51
288
111
75
449
Estudios Congresionales
450
Alonso Lujambio
Cuadro 2
Periodos constitucionales
Poder Legislativo
Entidad federativa
Aguascalientes
Baja California
Baja California Sur
Campeche
Chiapas
Chihuahua
Coahuila
Colima
Distrito Federal
Durango
Estado de Mxico
Guanajuato
Guerrero
Hidalgo
Jalisco
Michoacn
Morelos
Nayarit
Nuevo Len
Oaxaca
Puebla
Quertaro
Quintana Roo
San Luis Potos
Sinaloa
Sonora
Tabasco
Tamaulipas
Tlaxcala
Veracruz
Yucatn
Zacatecas
Nmero de
Legislatura
LVIII
XVII
X
LVII
LXI
LX
LVI
LIII
II
LXII
LIV
LVIII
LVII
LVIII
LVI
LXIX
XLVIII
XXVII
LXIX
LVIII
LV
LIII
X
LVI
LVII
LVI
LVII
LVIII
LVII
LIX
LVI
LVII
Poder Ejecutivo
Fecha de
inicio
Fecha de
trmino
Fecha de
inicio
Fecha de
trmino
15/11/01
01/10/01
15/03/02
01/10/00
16/11/01
01/10/01
01/01/03
01/10/00
16/09/00
01/09/01
05/09/00
25/09/00
15/11/02
01/04/02
01/02/01
15/01/02
01/09/00
18/08/02
20/09/00
15/11/01
15/01/02
26/09/00
24/03/02
14/09/00
01/12/01
16/09/00
01/01/01
01/12/01
14/01/02
05/11/00
01/07/01
07/09/01
14/11/04
30/09/04
14/03/05
30/09/03
15/11/04
30/09/04
31/12/05
30/09/03
15/09/03
30/08/04
04/09/03
24/09/03
14/11/05
31/03/05
31/01/04
14/01/05
31/08/03
17/08/05
19/09/03
14/11/04
14/01/05
25/09/03
23/03/05
13/09/03
30/11/04
15/09/03
31/12/03
30/11/04
13/01/05
04/11/04*
31/06/04
06/09/04
01/12/98
01/11/01
05/04/99
16/09/97
08/12/00
04/10/98
01/12/99
01/11/97
05/12/00
15/09/98
16/09/99
26/09/00
01/04/99
01/04/99
01/03/01
15/02/02
01/10/00
19/09/99
04/10/97
01/12/98
01/02/99
01/10/97
05/04/99
26/09/97
01/01/99
13/09/97
01/01/02
01/01/99
15/01/99
01/12/98
01/08/01
12/09/98
30/11/04
31/10/07
04/04/05
15/09/03
07/12/06
03/10/04
30/11/05
31/10/03
04/12/06
14/09/04
15/09/05
25/09/06
31/03/05
31/03/05
28/02/07
14/02/08
30/09/06
18/09/05
03/10/03
30/11/04
31/01/05
30/09/03
04/04/05
25/09/03
31/12/04
12/09/03
31/12/07
31/12/04
14/01/05
30/11/04
31/07/07
11/09/04
* De conformidad con el artculo sptimo transitorio de la ley que reform y derog diversas disposiciones de la Constitucin Poltica del Estado de Veracruz, la LIX Legislatura del
Congreso del Estado se compondr con el nmero de diputados que sealen las disposiciones aplicables a su integracin y, por nica vez, su ejercicio constitucional tendr una
duracin de cuatro aos.
Fuente: Informacin proporcionada por los congresos de los estados, pginas oficiales de
los poderes legislativos y Ejecutivos, as como constituciones de las entidades federativas.
451
Estudios Congresionales
Alonso Lujambio
Campeche se crea en 1863 con territorio yucateco); Hidalgo y Morelos en 1869 (con territorio mexiquense); Nayarit
en 1917 (con territorio otrora jalisciense, en el marco de la
creacin de la Constitucin hoy vigente); Baja California,
en 1952 y, finalmente. Baja California Sur y Quintana Roo
en 1974 (Baja California como un todo y Quintana Roo eran
territorios bajo el marco original de la Constitucin de
1917).2
Ahora bien, la numeracin responde al calendario sealado pero tambin, en segundo lugar pero relevantsimo,
al hecho de que el conteo actual de las Legislaturas de los
estados ms antiguos inicia en el marco de la Constitucin
de 1857. Despus de aprobada sta, se sancionaron nuevas
constituciones en 25 estados, y se iniciaron entonces los
actuales conteos de las legislaturas (la Constitucin de 1917
no supuso el arranque de nuevos conteos, salvo en el caso
nayarita, cuyo conteo inicia, naturalmente, con la creacin
del estado). Finalmente, para explicar los diferentes conteos
hemos de tomar en cuenta que en diversos momentos
los estados modificaron la duracin de sus periodos
legislativos. Despus de 1917, stos han sido de dos y de tres
aos.3 Los estados que ms retrasaron, en los aos cuarenta
y cincuenta, esta modificacin, aceleraron su conteo de
legislaturas en relacin con los estados que realizaron ms
temprano la modificacin. Finalmente, periodos de inestabilidad poltica local tambin pueden explicar que el
conteo de legislaturas se detenga temporalmente en algunos estados y contine sin interrupcin en otros. Por
2 OGorman, Edmundo, Historia de las divisiones territoriales de Mxico, Mxico,
Porra, sptima edicin revisada y puesta al da, 1994; primera edicin, 1937.
3 El periodo presidencial se modific de cuatrienio a sexenio en 1928. El periodo
de los gobernadores sufri la misma modificacin en 1943 (el prrafo 30 de la
fraccin iii del artculo 115 constitucional pas de decir: Los Gobernadores de
los Estados no podrn durar en su encargo ms de cuatro aos, a decir, ms
de seis aos). A partir de entonces cada estado fue reformando su constitucin:
el ltimo en hacerlo fue Chiapas, en 1952, Vase Drijanski Roth, Patricia, La
remocin de gobernadores y el federalismo mexicano, 1934-1994, Mxico, Tesis
de licenciatura en Ciencia Poltica, itam, 1997.
453
Estudios Congresionales
4 Almada Bay, Ignacio y Medina Bustos, Jos Marcos, Historia panormica del
Congreso del estado de Sonora. 1825-2000, Mxico, Cal y Arena, 2001, pp. 78-81.
454
Alonso Lujambio
Cuadro 3
Aguascalientes
Baja California
Baja California Sur
Campeche
Chiapas
Chihuahua
Coahuila
Colima
Distrito Federal
Durango
Estado de Mxico
Guanajuato
Guerrero
Hidalgo
Jalisco
Michoacn
Morelos
Nayarit
Nuevo Len
Oaxaca
Puebla
Quertaro
Quintana Roo
San Luis Potos
Sinaloa
Sonora
Tabasco
Tamaulipas
Tlaxcala
Veracruz
Yucatn
Zacatecas
Totales
Cmara de Diputados
LVIII Legislatura
Cmara de Senadores
LVII Legislatura
9 27
12
10
1
2
2
- 9 25
10
11
2
1
- 6 21
6
2
8
3
1 14 35
19
10
3
1
-
16 40
24
5
7
1
2
1 11 33
18
11
2
2
- 15 35
20
8
3
2
- 9 25
12
8
3
1
- 26 66
16
15
19
8
2
1
- 10 25
13
8
1
2
- 30 75
24
16
15
2
2
- 14 36
8
23
2
1
1 18 46
20
4
17
1
2
1
- 11 29
18
4
7
- 20 40
16
21
2
1
- 16 40
17
5
17
1
- 12 30
10
13
3
- 12 30
18
6
2
2
2
- 16 42
16
23
1
2
- 17 42
25
7
8
1
1
- 15 41
25
10
2
1
1
1
- 1
10 25
8
12
2
1
1
10 25
15
3
3
2
2
- 12 27
14
11
2
- 16 40
21
12
3
3
- 12 33
16
13
4
- 13 31
16
2
12
1
- 13 32
19
7
3
3
- 13 32
14
3
11
1
1
2
-
21 45
27
11
4
1
1
1
-
10 25
11
12
1
- 12 30
10
4
13
1
2
-
448 1128
518
310
183
23
13
39
3 1 0
Ind
PRS
PD
PBS
VDC
PDS
PSN
PARM
PAS
PT
CDPPN
PVEM
PRD
PAN
PRI
Mayora
relativa
Entidad federativa
Representacin
Proporcional
2
2
2
1
3
1
1
- - 0
- - 1
- - 1
- - 2
- - - - - 1
- - 3
- 1
- - 15
- - 1
1 - - - - - 4
- - - - - 1
- - - - - - - - - - - 1
- 1 1 30
60
46
16
5
1
- 96 32 128
18
16
15
21
24
22
20
16
40
15
45
22
28
18
20
24
18
18
26
25
26
15
15
15
24
21
18
19
19
24
15
18
680
207
202
56
18
1
8
2
300 200 500
Fuente: Informacin aportada por cada uno de los Congresos de las Entidades Federativas, por la Direccin
General de Apoyo Parlamentario de la Cmara del H. Congreso de la Unin y por las pginas oficiales.
pri- Partido Revolucionario Institucional, pan- Partido Accin Nacional, prd- Partido de la Revolucin Democrtica, pvem- Partido Verde Ecologista de Mxico, pas- Partido Alianza Social, pt- Partido del Trabajo,
cdppn- Convergencia por la Democrcia Partido Poltico Nacional, parm- Partido Autntico de la Revolucin Mexicana, pds- Partido Democracia Social, psn- Partido de la Sociedad Nacionalista, pbs- Partido Barzonista Sinaloense, prs- Partido de la Revolucin del Sur, pd- Partido Duranguense, udc- Unidad Democrtica
de Coahuila, Ind- Diputado Independiente.
Nota: Diputado Independiente: Se entiende por aquel que decide pblicamente dejar de representar al partido
poltico que lo postul y no pertenece a ningn otro al interior de la Cmara.
455
Estudios Congresionales
Alonso Lujambio
Cuadro 3 bis.
ADC
PD
MP
PC
PRS
PBS
PARM
PDS
CDPPN
UDC
PAS
MP
PSN
PVEM
PT
PRD
PRI
PAN
Representacin
proporcional
Entidad
federativa
Mayora relativa
Campeche
21 14 35 18 13 1 - - - - - - 3 - - - -
- - - -
Colima
16
9 25 14
8 2 - - - - - -
- - - - -
- - - 1
Distrito Federal
40 26 66 7
16 37 - 5 1 - - -
- - - - -
- - - -
Estado de Mxico 45 30 75 24 23 19 3 4 - - - -
2 - - - -
Guanajuato
22 14 36 9
- - - - -
- - - -
Jalisco
20 20 40 19 17 2 - 2 - - - -
- - - - -
- - - -
Morelos
18 12 30 8
9 8 - 3 - - - -
2 - - - -
- - - -
Nuevo Len
26 16 42 24 11 1 3 2 - - - -
1 - - - -
- - - -
Quertaro
15 10 25 10 12 2 - - - - - -
1 - - - -
- - - -
15 12 27 12 11 2 - 1 - - - -
- - - - -
- 1 - -
Sonora*
21 10 31 17 12 2 - - - - - -
- - - - -
- - - -
Tabasco**
21 14 35 14
3 17 - 1 - - - -
- - - - -
- - - -
Cmara de
Diputados
LIX Legislatura
5 - - - -
- - - -
19 4 1 3 - - - -
- - -
Fuente: Informacin aportada por cada uno de los Congresos de las entidades federativas.
* El Congreso del Estado de Sonora tendr dos curules menos de lo habitual en los prximos
tres aos. Esto debido a que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federacin le rest
escaos plurinominales al Partido Revolucionario Institucional con el argumento de que estaba
sobrerrepresentado.
** Tabasco tiene cuatro curules ms por reforma constitucional publicada en el Peridico Oficial
del 27 de noviembre de 2002.
*** La Cmara de Diputados convoc a elecciones extraordinarias en los distritos 05 de Michoacn y el 06 de Coahuila, para completar la integracin de la LIX Legislatura del Congreso
General de los Estados Unidos Mexicanos. Los resultados de las elecciones favorecen al pri en
ambos casos; sin embargo, an est pendiente la asignacin de dos diputaciones por el principio de representacin proporcional.
adc- Asociacin por la Democracia Colimense, pcp- Partido Conciencia Popular.
Estudios Congresionales
Cuadro 4
Gobiernos divididos (diciembre de 2003)1
Partido del
gobernador2
Entidad federativa
Aguascalientes
Baja California
Baja California Sur
Campeche
Chiapas
Chihuahua
Coahuila
Colima
Distrito Federal
Durango
Estado de Mxico
Guanajuato
Guerrero
Hidalgo
Jalisco
Michoacn
Morelos
Nayarit
Nuevo Len
Oaxaca
Puebla
Quertaro
Quintana Roo
San Luis Potos
Sinaloa
Sonora
Tabasco
Tamaulipas
Tlaxcala
Veracruz
Yucatn
Zacatecas
PAN
PAN
PRD, PT
PRI
Mayoras en el Congreso
Mayora absoluta4
Mayora relativa5
Gobierno
dividido6
PRI
PAN
PRD
PRI
PRI
PRI
PRI
PRI
PRD
PRI
PRI
PAN
PRI
l
l
PRI
PRI
PRI-PRD3
PAN
PRI
PRI
PRI
PRI
PAN
PRI
PRI
PRI
PRI
PRD
PRI
l
l
PRI
PRI
PAN
PRD
TOTAL:
16
l
l
Fuente: Informacin aportada por cada uno de los congresos estatales y pginas oficiales de
los poderes legislativos y Ejecutivos locales.
1. Esta conformacin es tomando en cuenta los resultados electorales de 2003 en los estados
de Campeche, Colima, Distrito Federal, Estado de Mxico, Guanajuato, Jalisco, Morelos,
Nuevo Len, Quertaro, San Luis Potos, Sonora y Tabasco.
2. En Baja California Sur, Chiapas, Nayarit y Tlaxcala quienes ocupan el cargo de gobernador fueron en su momento postulados por coaliciones.
3. pri y prd tienen 17 diputados cada uno.
4. Un partido tiene mayora absoluta si tiene entre 50%+1 y 66% de los escaos.
5. Un partido cuenta con mayora relativa cuando, pese a no tener 50%+1 de los escaos, es
el de la bancada ms numerosa.
6. Gobierno dividido: cuando el partido del gobernador no cuenta con la mayora absoluta
de los diputados locales.
458
Alonso Lujambio
Estudios Congresionales
Cuadro 5
Gnero en los congresos
Abril de 2003
Hombres
Entidad federativa
Aguascalientes
Baja California
Baja California Sur
Campeche
Chiapas
Chihuahua
Coahuila
Colima
Distrito Federal
Durango
Estado de Mxico
Guanajuato
Guerrero
Hidalgo
Jalisco
Michoacn
Morelos
Nayarit
Nuevo Len
Oaxaca
Puebla
Quertaro
Quintana Roo
San Luis Potos
Sinaloa
Sonora
Tabasco
Tamaulipas
Tlaxcala
Veracruz
Yucatn
Zacatecas
Totales locales
Cmara de Diputados
Cmara de Senadores
Total de Legisladores
#
24
21
15
29
36
31
28
22
47
22
66
30
38
24
37
34
27
25
39
36
33
22
17
26
33
29
27
29
28
38
21
27
961
408
104
1473
%
88.9
84.0
71.4
82.9
90.0
93.9
80.0
88.0
71.2
88.0
88.0
83.3
82.6
82.8
92.5
85.0
90.0
83.3
92.9
85.7
80.5
88.0
68.0
96.3
82.5
87.9
87.1
90.6
87.5
84.4
84.0
90.0
85.2
81.6
81.2
83.9
Diciembre de 2003*
Mujeres
#
3
4
6
6
4
2
7
3
19
3
9
6
8
5
3
6
3
5
3
6
8
3
8
1
7
4
4
3
4
7
4
3
167
92
24
283
%
11.1
16.0
28.6
17.1
10.0
6.1
20.0
12.0
28.8
12.0
12.0
16.7
17.4
17.2
7.5
15.0
10.0
16.7
7.1
14.3
19.5
12.0
32.0
3.7
17.5
12.1
12.9
9.4
12.5
15.6
16.0
10.0
14.8
18.4
18.8
16.1
Hombres
Total
27
25
21
35
40
33
35
25
66
25
75
36
46
29
40
40
30
30
42
42
41
25
25
27
40
33
31
32
32
45
25
30
1128
500
128
1756
#
24
21
15
24
36
31
28
20
43
22
63
29
38
24
34
34
27
25
29
36
33
22
17
22
33
27
27
29
28
38
21
27
927
383
104
1414
%
88.9
84.0
71.4
68.6
90.0
93.9
80.0
80.0
65.2
88.0
84.0
80.6
82.6
82.8
85.0
85.0
90.0
83.3
69.0
85.7
80.5
88.0
68.0
81.5
82.5
87.1
77.1
90.6
87.5
84.4
84.0
90.0
82.0
77.2
81.25
80.6
Mujeres
#
3
4
6
11
4
2
7
5
23
3
12
7
8
5
6
6
3
5
13
6
8
3
8
5
7
4
8
3
4
7
4
3
203
113
24
340
%
11.1
16.0
28.6
31.4
10.0
6.1
20.0
20.0
34.8
12.0
16.0
19.4
17.4
17.2
15.0
15.0
10.0
16.7
31.0
14.3
19.5
12.0
32.0
18.5
17.5
12.9
22.9
9.4
12.5
15.6
16.0
10.0
18.0
22.8
18.75
19.4
Total
27
25
21
35
40
33
35
25
66
25
75
36
45
29
40
40
30
30
42
42
41
25
25
27
40
31
35
32
32
45
25
30
1130
496
128
1754
Fuente: Informacin aportada por cada uno de los congresos de las entidades federativas y
pginas de Internet de los congresos.
* Despus de las elecciones realizadas en los estados de Campeche, Colima, Distrito Federal,
Estado de Mxico, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Nuevo Len, Quertaro, San Luis Potos,
Sonora, Tabasco, as como las elecciones para diputados federales.
460
Alonso Lujambio
26
25
24
21
19
35
31
25
24
66
54
25
22
75
54
36
31
46
42
29
24
30
28
30
27
42
32
42
38
25
23
27
23
31
28
32
26
32
31
45
32
25
19
30
20
801
678
96.30%
96.00%
90.48%
88.57%
96.00%
81.82%
88.00%
72.00%
86.11%
91.30%
82.76%
93.33%
90.00%
76.19%
90.48%
92.00%
85.19%
90.32%
81.25%
96.88%
71.11%
76.00%
1
0
0
3
1
2
2
9
3
3
5
0
1
4
2
2
1
1
5
1
7
4
66.67%
84.64%
63
3.70%
0.00%
0.00%
8.57%
4.00%
3.03%
8.00%
12.00%
8.33%
6.52%
17.24%
0.00%
3.33%
9.52%
4.76%
8.00%
3.70%
3.23%
15.63%
3.13%
15.56%
16.00%
0
1
1
1
0
8
1
0
2
1
0
2
1
2
2
0
2
2
1
0
6
2
0.00%
4.00%
4.76%
2.86%
0.00%
12.10%
4.00%
0.00%
5.56%
2.17%
0.00%
6.67%
3.33%
4.76%
4.76%
0.00%
7.41%
6.45%
3.13%
0.00%
13.33%
8.00%
Experiencia en
ambos mbitos
0
0
1
0
0
2
0
12
0
0
0
0
1
4
0
0
1
0
0
0
0
0
20.00%
13.33%
7.87%
39
4.87%
21
0.00%
0.00%
4.76%
0.00%
0.00%
3.03%
0.00%
16.00%
0.00%
0.00%
0.00%
0.00%
3.33%
9.52%
0.00%
0.00%
3.70%
0.00%
0.00%
0.00%
0.00%
0.00%
0.00%
2.62%
461
Estudios Congresionales
Alonso Lujambio
463
Estudios Congresionales
Cuadro 7
18 a 30 aos
31 a 40 aos
40 aos en adelante
Aguascalientes
Baja California
Baja California Sur
Campeche
Colima
Distrito Federal
Durango
Estado de Mxico
Guanajuato
Guerrero*
Hidalgo
Jalisco
Morelos
Nayarit**
Nuevo Len
Oaxaca
Quertaro
Quintana Roo
San Luis Potos
Sinaloa
Sonora
Tlaxcala
Veracruz
Yucatn
Zacatecas
0
0
0
1
0
10
2
3
2
4
1
4
1
0
6
3
1
0
1
0
3
1
0
0
0
8
8
4
6
18
25
6
20
13
6
6
15
6
5
11
6
13
9
5
8
6
27
15
15
9
19
17
17
28
7
31
17
52
21
28
22
21
23
21
25
33
11
16
21
32
24
4
30
10
21
Total
43
270
551
Porcentaje
5%
32%
64%
Alonso Lujambio
465
466
27
25
21
25
66
75
36
46
29
40
30
30
42
42
25
25
27
40
32
32
25
30
770
Nmero de
Diputados
1
0
ND
8
0
2
4
ND
5
2
3
0
0
0
0
2
1
3
ND
0
0
5
36
Bsica
3.70%
0.00%
ND
32.00%
0.00%
2.67%
11.11%
ND
17.24%
5.00%
10.00%
0.00%
0.00%
0.00%
0.00%
8.00%
3.70%
7.50%
ND
0.00%
0.00%
16.67%
4.68%
4
2
ND
0
11
10
3
4
14
5
2
6
8
4
4
6
4
5
4
2
4
8
110
14.81%
8.00%
ND
0.00%
16.67%
13.33%
8.33%
8.70%
48.28%
12.50%
6.67%
20.00%
19.05%
9.52%
16.00%
24.00%
14.81%
12.50%
12.50%
6.25%
16.00%
26.67%
14.29%
Media
17
19
12
17
41
59
28
30
10
22
22
21
23
32
19
14
18
24
15
26
21
17
507
62.96%
76.00%
57.14%
68.00%
62.12%
78.67%
77.78%
65.22%
34.48%
55.00%
73.33%
70.00%
54.76%
76.19%
76.00%
56.00%
66.67%
60.00%
46.88%
81.25%
84.00%
56.67%
65.84%
Superior
5
4
0
0
14
3
1
3
0
11
3
3
11
6
2
3
4
8
ND
4
0
0
85
18.52%
16.00%
0.00%
0.00%
21.21%
4.00%
2.78%
6.52%
0.00%
27.50%
10.00%
10.00%
26.19%
14.29%
8.00%
12.00%
14.81%
20.00%
ND
12.50%
0.00%
0.00%
11.04%
Posgrado
Nota: Solamente 22 congresos locales tuvieron disponible informacin, parcial o total, sobre la escolaridad de sus diputados.
Aguascalientes
Baja California
Baja California Sur
Colima
Distrito Federal
Estado de Mxico
Guanajuato
Guerrero
Hidalgo
Jalisco
Morelos
Nayarit
Nuevo Len
Oaxaca
Quertaro
Quintana Roo
San Luis Potos
Sinaloa
Tamaulipas
Tlaxcala
Yucatn
Zacatecas
Totales
Entidad federativa
Cuadro 8
0
0
ND
0
0
1
0
ND
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
ND
0
0
0
1
0.00%
0.00%
ND
0.00%
0.00%
1.33%
0.00%
ND
0.00%
0.00%
0.00%
0.00%
0.00%
0.00%
0.00%
0.00%
0.00%
0.00%
ND
0.00%
0.00%
0.00%
0.13%
Ninguna
Estudios Congresionales
Alonso Lujambio
Estudios Congresionales
Cuadro 9
Sistema de comisiones
Entidad federativa
Aguascalientes
Baja California
Baja California Sur
Campeche
Chiapas
Chihuahua
Coahuila
Colima
Distrito Federal
Durango
Estado de Mxico
Guanajuato
Guerrero
Hidalgo
Jalisco
Michoacn
Morelos
Nayarit
Nuevo Len
Oaxaca
Puebla
Quertaro
Quintana Roo
San Luis Potos
Sinaloa
Sonora
Tabasco
Tamaulipas
Tlaxcala
Veracruz
Yucatn
Zacatecas
Integrantes
Nmero de Comisiones Comisiones
diputados permanentes temporales Comits Total Mnimo Mximo
27
25
21
35
40
33
35
25
66
25
75
36
46
29
40
40
30
30
42
42
41
25
25
27
40
31
35
32
32
45
25
30
22
26
20
14
33
21
12
20
20
30
25
19
26
9
33
26
17
21
17
29
13
27
19
23
25
26
26
33
24
25
13
29
1
ND
ND
ND
4
ND
ND
ND
4
ND
0
ND
ND
ND
ND
2
ND
ND
ND
4
ND
0
ND
ND
3
ND
3
2
ND
ND
ND
ND
4
ND
ND
ND
0
2
ND
0
3
0
9
0
5
0
0
2
3
0
2
0
4
1
0
1
0
0
0
0
1
0
0
0
26
ND
ND
ND
37
ND
ND
ND
27
ND
34
ND
ND
ND
ND
30
ND
ND
ND
33
ND
28
ND
ND
28
ND
29
35
ND
ND
ND
ND
ND
3
3
3
5
3
4
3
9
5
7
5
5
2
ND
3
3
ND
9
3
7
ND
ND
3
3
ND
3
4
ND
3
ND
3
ND
6
3
5
18
5
ND
3
11
ND
ND
7
5
ND
ND
5
ND
ND
11
7
7
ND
ND
ND
5
ND
ND
ND
ND
ND
ND
ND
Alonso Lujambio
Estudios Congresionales
hechos tienen las comisiones, pues ello nos dara la posibilidad de medir con precisin qu tanto estn dispersando su atencin los diputados. E incluso tampoco sera
fcil saber si en los hechos, pese a pertenecer a seis o siete
comisiones, el diputado est concentrando su atencin en
solamente dos o mximo tres comisiones en las que participa. Tambin se sabe, de manera informal, que muchas
comisiones prcticamente slo existen en el papel, se integran en el arranque de la Legislatura y prcticamente nunca sesionan. Todo sto requerir de un estudio ulterior.
Lo cierto, por lo pronto, es que el sistema de comisiones
en varios casos parece responder ms a una lgica de reparto de posiciones y, eventualmente, de prebendas, que
a una lgica funcional atenta a la calidad de los productos
legislativos y al tiempo con que cuentan los legisladores.
A escala federal, la inflacin en el nmero de comisiones,
concretamente en la Cmara de Diputados, ha requerido
de ajustes importantes. Por ejemplo, la LVII Legislatura
(1997-2000) contaba con 42 comisiones permanentes (con
un nmero irregular de miembros).7 La reforma de 1999 a
la Ley Orgnica del Congreso de la Unin estableci que
habra 23 comisiones permanentes, y fij, por otro lado, su
nmero en 30 diputados como mximo.
Ahora bien, en el cuadro 10 puede verse cules son
los congresos locales que, a travs de la Ley Orgnica del
Congreso o de su Reglamento Interior, les dan explcitamente a sus comisiones a algunas de modo especfico, o a
todas la facultad de realizar tareas de control evaluatorio
de las polticas pblicas. En el mbito federal, concretamente en la Cmara de Diputados, la reforma a la Ley
Orgnica del Congreso de 1999 desarroll ampliamente,
en sus artculos 39 y 45, el modo en que se ha de desarro7 Martnez Gallardo, Cecilia, Las legislaturas pequeas. La evolucin del
sistema de comisiones en la Cmara de Diputados de Mxico. 1824-2000,
Mxico, Tesis de licenciatura en Ciencia Poltica, itam, 1998.
470
Alonso Lujambio
Cuadro 10
Control evaluatorio de polticas pblicas
Entidad
federativa
Comisiones facultadas
Tipo de intervencin
Aguascalientes
Art. 107 LO
Comisiones ordinarias correla- Opinin a la Comisin de Vigicionadas con ramos de la Ad- lancia de la Contadura Mayor
ministracin Pblica.
de Hacienda sobre el contenido
de los informes y de las cuentas pblicas presentadas por el
Ejecutivo.
Guerrero
Comisin de Transporte.
Nayarit
Artculo Segundo
del Acuerdo que
crea las bases de
competencia para
el funcionamiento
de las comisiones
legislativas.
Oaxaca
Art. 37 RI
Sinaloa
Art. 70 LO
Comisiones
permanentes.
Tabasco
Art. 63 RI
Comisiones de Hacienda y
Presupuesto; Salud; Desarrollo Urbano, Vivienda y Obras
Pblicas; Asuntos Agropecuarios, Recursos Hidrulicos, Forestales y Pesqueros; Seguridad Pblica, Proteccin Civil
y Procuracin de Justicia; Fortalecimiento Municipal; Infancia,
Jvenes, Recreacin y Deporte,
Equidad y Gnero.
Recopilar, conocer y dictaminar sobre programas implementados por los tres niveles
de gobierno en las reas que
correspondan a su mbito de
competencia.
471
Estudios Congresionales
Contina
Cuadro 10
Tlaxcala
Veracruz
Art. 38 RI
Comisiones ordinarias.
Art. 42 RI
Art. 58 RI
Comisin de
Comunicaciones
y Transportes.
Comisin de Recursos
Hidrulicos.
Art. 57 RI
Comisiones en general.
LO = Ley Orgnica
RI = Reglamento Interior
Alonso Lujambio
Estudios Congresionales
Cuadro 11
Periodos ordinarios
Entidad federativa
Nmero
de
periodos
Aguascalientes
Baja California
Baja California Sur
Campeche
Chiapas
Chihuahua
Coahuila
Colima
Distrito Federal
Durango
Estado de Mxico
Guanajuato
Guerrero
Hidalgo
Jalisco1
Michoacn2
Morelos
Nayarit
Nuevo Len
Oaxaca
Puebla
Quertaro
Quintana Roo
San Luis Potos
Sinaloa
Sonora
Tabasco
Tamaulipas3
Tlaxcala
Veracruz
Yucatn
Zacatecas
Congreso de
la Unin4
3
2
2
2
2
2
2
2
2
2
2
2
2
1
1
2
2
2
2
3
2
2
2
2
2
2
2
2
2
3
Primer periodo
Inicio
Trmino
15-Nov.
15-Feb.
01-Oct.
15-Mar.
01-Oct.
16-Nov.
01-Oct.
01-Abr.
01-Oct.
17-Sep.
01-Sep.
05-Sep.
25-Sep.
15-Nov.
01-Abr.
01-Feb.
15-Ene.
01-Sep.
18-Ago.
20-Sep.
15-Nov.
15-Ene.
27-Sep.
26-Mar.
15-Sep.
01-Dic.
16-Sep.
15-Ene.
01-Mar.
14-Ene.
05-Nov.
01-Jul.
08-Sep.
01-Sep.
31-Ene.
15-Jun.
20-Dic.
18-Feb.
31-Dic.
30-Jun.
15-Ene.
31-Dic.
15-Dic.
30-Dic.
31-Dic.
15-Feb.
30-Jun.
31-Ene.
14-Ene.
31-Ene.
17-Dic.
20-Dic.
31-Mar.
15-Mar.
31-Dic.
26-Jun.
15-Dic.
01-Abr.
15-Dic.
30-Abr.
31-May.
15-May.
31-Ene.
31-Ago.
15-Dic.
15-Dic.
Segundo periodo
Tercer periodo
Inicio
Trmino
Inicio
30-Abr.
31-Jul.
01-Feb.
15-Sep.
01-Abr.
18-May.
01-Mar.
15-Oct.
15-Mar.
15-Mar.
15-Mar.
02-May.
15-May.
01-Abr.
01-Oct.
01-Abr.
18-Feb.
30-Abr.
01-Jun.
01-Jun.
01-May.
20-Sep.
01-Abr.
01-Jun.
01-Abr.
01-Oct.
01-Sep.
01-Ago.
02-May.
16-Nov.
01-Feb.
15-Mar.
31-May.
15-Dic.
30-Jun.
18-Ago.
30-Jun.
31-Dic.
15-Jun.
30-Abr.
15-Jun.
31-Jul.
10-Ago.
30-Jun.
31-Dic.
31-Jul.
17-May.
30-Jun.
15-Jul.
31-Jul.
31-Jul.
15-Dic.
30-Jun.
01-Ago.
30-Jun.
15-Dic.
15-Dic.
15-Dic.
31-Jul.
15-Ene.
30-Jun.
30-Abr.
01-Jul.
15-Oct.
-
Trmino
30-Sep.
15-Dic.
-
Nmero
de das en
periodo
185
365
184
162
187
214
168
199
150
198
207
184
183
183
365
365
275
208
153
178
182
187
177
182
182
181
179
195
255
177
246
152
16-Mar. 15-May.
178
474
Alonso Lujambio
Cuadro 12
Estructura Interna
Aguascalientes
l
l
Campeche
l
l
Chihuahua
Coahuila
Colima
Distrito Federal
Durango
Jalisco
l
l
Morelos
l
Nuevo Len
Oaxaca
l
l
l
l
l
l
l
l
l
Quertaro
Quintana Roo
Tabasco
Tamaulipas
l
l
Yucatn
Zacatecas
l
5
19
l
l
19
l
3
l
l
l
l
Tlaxcala
l
l
l
l
Sonora
Nayarit
l
l
l
l
Funcionamiento
en los hechos
Michoacn
l
l
l
l
Regulado
l
l
Auditora General u
rgano de Fiscalizacin
Hidalgo
Contadura Mayor de
Hacienda o de C.
Unidad Tcnicos y de
Investigacin Legislativa
Otros
l
l
l
l
Guerrero
Totales
l
l
Estado de Mxico
Veracruz
Chiapas
Sinaloa
Direccin de Asuntos
Jurdicos Legislativos
Puebla
Secretara de Servicios
Parlamentarios
Oficiala Mayor
Secretara General
l
Baja California
Guanajuato
Servicio
rgano de
Fiscalizacin de Carrera
Servicios Parlamentrios
Otros
Secretara de Servicios
Administrativos
Direccin de Admn.
Direccin de Finanzas
Tesorera
Oficiala Mayor
Entidad federativa
Secretara General
Servicios Administrativos
l
4
21
11
15
475
Estudios Congresionales
6,175.66
15,870.97
3,829.87
6,014.47
23,612.53
19,516.03
14,251.43
3,870.00
77,974.36
8,891.01
63,317.71
21,437.56
18,812.10
12,120.18
32,727.59
19,917.84
8,753.30
6,759.53
24,465.25
18,429.80
22,806.16
9,468.25
6,257.84
11,913.70
13,653.21
14,346.60
11,006.44
15,482.10
5,051.31
37,247.50
9,392.68
8,151.37
1,524,845.7
Presupuesto
total
(millones
de pesos)
64,701.20
185,531.22
30,713.67
62,416.31
87,386.12
234,651.77
156,993.59
28,365.98
1,191,553.03
66,673.60
535,674.61
166,371.50
93,299.24
68,791.31
346,685.28
116,463.94
77,229.59
30,422.88
368,994.15
81,353.69
203,307.23
91,308.74
81,204.36
87,505.04
100,282.69
143,999.19
65,821.77
161,844.25
29,578.50
210,928.16
76,427.05
39,126.75
5,952.63
15,312.57
3,732.29
5,757.61
23,122.62
18,949.06
13,917.82
3,071.44
72,717.81
8,720.99
60,404.37
20,225.50
18,520.11
11,942.50
31,756.09
18,452.10
8,318.22
5,865.69
23,948.98
14,139.90
22,493.58
9,104.07
6,057.17
11,391.51
13,278.19
13,916.13
10,591.10
15,285.02
4,785.25
34,512.68
9,197.10
7,919.51
ND4
Cantidad
(millones
de pesos
corrientes)
96.39
96.48
97.45
95.73
97.93
97.09
97.66
79.37
93.26
98.09
95.40
94.35
98.45
98.53
97.03
92.64
95.03
86.78
97.89
76.72
98.63
96.15
96.79
95.62
97.25
97.00
96.23
98.73
94.73
92.66
97.92
97.16
ND
%
Presupuesto
total
85.18
166.84
44.20
74.01
165.24
162.08
133.20
73.34
843.81
83.31
570.00
197.96
129.60
77.02
266.15
135.46
150.00
87.00
186.83
126.58
118.43
110.93
74.78
114.81
97.81
125.00
212.87
61.60
110.50
177.00
55.24
95.37
5,575.98
Cantidad
(millones
de pesos
corrientes)
1.38
1.05
1.15
1.23
0.70
0.83
0.93
1.90
1.08
0.94
0.90
0.92
0.69
0.64
0.81
0.68
1.71
1.29
0.76
0.69
0.52
1.17
1.19
0.96
0.72
0.87
1.93
0.40
2.19
0.48
0.59
1.17
0.37
%
Presupuesto
total
Poder Legislativo
%
Presupuesto
total
1.65
1.97
1.39
1.57
1.02
2.07
1.15
1.55
3.09
0.95
1.14
2.01
0.71
0.83
1.41
1.26
1.71
1.33
1.35
0.92
0.68
1.88
1.49
2.27
1.11
1.39
1.84
0.79
1.42
0.81
1.02
1.35
1.16
Cantidad
(millones
de pesos
corrientes)
101.84
312.53
53.39
94.35
241.03
404.89
163.98
60.00
2,408.33
84.71
720.14
429.87
133.70
100.67
462.07
251.75
150.00
90.00
329.43
168.86
156.06
178.35
93.30
270.00
151.02
200.00
202.47
122.00
71.50
300.55
95.43
110.189
17,732.06
Poder Judicial
36.01
79.03
88.50
83.64
36.41
1,282.75
1,623.20
584.23
28.69
243.28
1,078.53
135.08
38.10
74.90
32.59
137.38
126.19
13.48
84.06
2,257.27
44.91
26.298
11,670.911
Cantidad
(millones
de pesos
corrientes)
0.58
0.50
1.47
0.35
0.26
1.65
2.56
2.73
0.15
0.74
5.41
1.54
0.17
0.79
0.52
1.15
0.92
0.09
1.66
6.06
0.48
0.32
0.77
%
Presupuesto total
Organismos
Autnomos3
1 INEGI: Sistema de Cuentas Nacionales de Mxico. 2 Comprende todo el gasto ejercido por el Poder Ejecutivo. 3 Incluye a la Comisin Nacional de Derechos Humanos y el Instituto Federal Electoral. 4 Se omite este dato por la imposibilidad de desagregar el
gasto neto ejercido por el Ejecutivo federal. 5 Los espacios en blanco en los organismos autnomos significan que no est especificada la cantidad exacta de su presupuesto. Fuente: Presupuesto de Egresos para el ejercicio fiscal de 2003 de cada uno de los Estados
y Presupuesto de Egresos de la Federacin para 2003. En el caso de Colima, el presupuesto de egresos de 2003 no desgloza las cantidades entre los poderes del Estado ni para los organismos autnomos. El desgloce fue proporcionado por el congreso del Estado.
Aguascalientes
Baja California
Baja California Sur
Campeche
Chiapas
Chihuahua
Coahuila
Colima
Distrito Federal
Durango
Estado de Mxico
Guanajuato
Guerrero
Hidalgo
Jalisco
Michoacn
Morelos
Nayarit
Nuevo Len
Oaxaca
Puebla
Quertaro
Quintana Roo
San Luis Potos
Sinaloa
Sonora
Tabasco
Tamaulipas
Tlaxcala
Veracruz
Yucatn
Zacatecas
Federacin
Entidad
federativa
PIB
estatal 20011
(millones
de pesos
corrientes)
Poder Ejecutivo2
Cuadro 13. Datos presupuestales de los estados segn el presupuesto de egresos para 2003
Alonso Lujambio
477
478
14-Jul-35
16-Ago-53
15-Ene-75
01-Jun-65
05-Feb-21
17-Jun-50
19-Feb-18
17-Nov-17
26-Jul-94
17-Nov-01
17-Nov-17
18-Oct-17
06-Oct-71
21-Sep-20
01-Ago-17
14-Mar-18
20-Nov-30
27-Jul-18
16-Dic-17
15-Abr-22
10-Oct-17
22-Sep-17
12-Ene-75
30-Ene-18
22-Jun-22
15-Sep-17
25-May-21
27-Ene-21
16-Sep-18
16-Sep-17
03-Ene-18
04-Feb-84
11-Nov-02
10-Ene-03
01-Oct-02
10-Oct-01
06-Nov-02
27-Nov-02
20-Mar-01
23-Jul-02
14-Oct-99
26-Nov-02
11-Jun-01
19-Abr-02
02-May-03
26-Feb-01
01-Jul-01
10-Dic-02
04-Sep-02
27-Jul-02
27-Feb-03
24-Ago-02
08-Feb-02
15-Sep-00
30-Ago-02
16-Ago-02
31-Oct-01
29-Mar-01
27-Nov-02
25-Sep-02
09-Dic-02
13-Mar-03
12-Dic-94
20-Dic-02
Fecha de
ltima
reforma
26-Mar-01
25-Jun-02
10-Dic-90
03-Jul-00
11-Feb-87
01-Oct-95
06-Sep-94
30-Ene-99
04-May-99
01-Jul-99
15-Sep-95
24-Feb-95
11-Jul-99
07-Ene-82
26-Jul-72
13-Mar-03
12-Nov-97
01-Ago-84
16-Sep-92
04-Nov-95
26-Nov-99
23-Sep-97
25-Oct-95
31-Mar-97
20-Nov-95
28-May-98
26-Ene-02
16-Abr-86
15-Ene-02
27-Jul-95
24-Nov-88
03-Dic-98
Sin reforma
14-Ene-03
13-Jun-02
Sin reforma
23-Ene-03
22-Feb-03
30-Jun-98
04-Nov-00
05-Dic-02
25-Jul-99
11-Dic-02
05-Abr-02
29-Oct-02
11-Ene-93
31-Mar-01
Sin reforma
27-Sep-02
08-Mar-00
02-Ago-02
27-Abr-02
08-Feb-02
18-Ene-02
15-Feb-02
20-Mar-01
18-Ene-02
Sin reforma
Sin reforma
11-Sep-02
27-Ene-03
27-Feb-03
12-Jun-95
07-Mar-02
17-Jun-01
No existe
No existe
No existe
23-Sep-73
No existe
24-Feb-90
27-Ago-88
13-Sep-99
No existe
15-Sep-95
30-Jul-02
No existe
Derogado
*
No existe
04-Nov-98
08-Nov-17
16-Sep-92
04-Nov-95
12-Mar-99
17-Sep-91
15-Ene-75
28-Dic-93
05-Sep-59
29-May-71
02-Feb-02
02-Abr-86
15-May-03
19-Nov-96
No existe
15-Ago-01
Fecha de
publicacin del
Fecha de
publicacin de Fecha de lti- Reglamento
Interior del
la Ley Orgnica ma reforma
Congreso
del Congreso
Sin reforma
Ninguna
Ninguna
Ninguna
23-Ene-03
Anacrnico
08-Nov-97
29-Abr-03
11-Dic-02
Sin reforma
30-Jul-01
20-Dic-02
11-Mar-03
27-Abr-02
08-Mar-02
17-Ago-01
Sin reforma
13-Sep-97
Anacrnico
Sin reforma
Sin reforma
11-Sep-02
Sin reforma
30-Ene-03
Sin reforma
Fecha de
ltima
reforma
02-Mar-98
20-Sep-92
25-Feb-02
21-Ago-92
25-Oct-01
08-Jul-95
14-Nov-89
27-Ago-88
08-Feb-99
30-Dic-01
15-Oct-91
29-Ago-95
30-Oct-02
11-Ene-93
No existe
28-Mar-03
19-May-99
04-Jun-03
08-May-92
04-Nov-95
22-Jun-01
11-Dic-86
15-Nov-75
28-Dic-93
31-Mar-97
04-Mar-85
24-Abr-03
12-Dic-01
06-Nov-01
26-May-00
29-Abr-74
30-Mar-00
Fecha de
publicacin de
la Ley Orgnica
del rgano de
Fiscalizacin
Sin reforma
24-Ene-03
Sin reforma
24-Ene-03
12-Nov-01
23-Feb-00
10-Jul-98
Sin reforma
25-Oct-01
Sin reforma
05-Ene-99
12-Jun-01
Sin reforma
Sin reforma
No existe
Ninguna
Sin reforma
Sin reforma
24-Jun-02
Sin reforma
No existe
Sin reforma
15-Nov-95
Sin reforma
25-Jun-97
Sin reforma
No existe
Sin reforma
Sin refotma
22-Abr-03
Sin reforma
Sin reforma
Fecha de
ltima
reforma
Fecha de
pubicacin del
Reglamento
Interior del
rgano de
Fiscalizacin
13-Jul-00
No existe
No existe
No existe
Sin publicar
No existe
No existe
No existe
25-May-99
ND
No existe
No existe
No existe
No existe
19-Nov-91
No existe
No existe
No existe
No existe
04-Nov-95
17-Dic-01
No existe
15-Nov-95
No existe
No existe
29-Dic-86
No existe
No existe
No existe
30-Ag-01
No existe
No existe
Sin reforma
25-Oct-01
ND
Sin reforma
Sin reforma
Sin reforma
Sin reforma
Sin reforma
Sin reforma
Fecha de
ltima
reforma
Aguascalientes
Baja California
Baja California Sur
Campeche
Chiapas
Chihuahua
Coahuila
Colima
Distrito Federal
Durango
Estado de Mxico
Guanajuato
Guerrero
Hidalgo
Jalisco
Michoacn
Morelos
Nayarit
Nuevo Len
Oaxaca
Puebla
Quertaro
Quintana Roo
San Luis Potos
Sinaloa
Sonora
Tabasco
Tamaulipas
Tlaxcala
Veracrz
Yucatn
Zacatecas
Fecha de
publicacin de
la Constitucin
Local
Entidad Federativa
Alonso Lujambio
479
Estudios Congresionales
480
Alonso Lujambio
sta investigacin tiene por objeto hacer una contribucin al debate sobre las democracias con gobiernos divididos en Amrica Latina. Se trata de un
anlisis de poltica comparada que no tiene pases como
objeto de estudio sino estados de una Federacin. Se parte
aqu de una revisin completa de la literatura comparada
entre pases, relacionada con el tema en cuestin, al tiempo que de un diagnstico del estado actual del debate y, en
particular, de las preguntas que deja abiertas, cuando no
de sus equvocos y omisiones.
Se entiende aqu por gobierno dividido aquel donde,
en el marco de un rgimen de divisin de poderes, el
partido que llev al presidente (o al gobernador) a ocupar
la titularidad del Poder Ejecutivo no cuenta con el control
mayoritario, esto es, con por lo menos 50 por ciento ms
* Publicado originalmente en Casar, Mara Amparo y Marvn, Ignacio (coords.),
Gobernar sin mayora, Mxico, cide/Taurus, 2002, pp. 319-348. sta es una versin ampliada del Estudio Introductorio de Lujambio, Alonso, (Ed.), Gobiernos
divididos en la Federacin mexicana, Mxico, Colegio Nacional de Ciencias Polticas y Administracin Pblica-ife-uam, 1996. Debo a los captulos de mis colegas
Tonatiuh Guilln (Baja California), Luis Miguel Rionda (Guanajuato), Alberto
Aziz Nassif (Chihuahua), Marina Garmendia (Baja California Sur) y Andrs Reyes Rodrguez (Aguascalientes) toda la informacin sobre los estados citados.
La informacin. de hecho apenas una aproximacin, sobre la dinmica de las
coaliciones en Coahuila, Mxico y Morelos proviene de conversaciones telefnicas con algunos lderes parlamentarios de los congresos estatales. De los casos
ms recientes, resultado de las elecciones concurrentes del 6 de julio de 1997
481
Estudios Congresionales
482
Alonso Lujambio
Tengamos claro pues, y en primer lugar, que nos encontramos frente a un fenmeno que no es en modo alguno
extrao a la vida institucional de los sistemas democrticos con divisin formal de poderes. Sin embargo, gran
parte de la literatura considera que el gobierno dividido
es problemtico para la estabilidad de los regmenes democrticos. Para Juan J. Linz, un gobierno dividido puede
producir una parlisis de gobierno si los partidos no logran
arribar a acuerdos legislativos. Una parlisis prolongada de
gobierno puede provocar, a su vez, una crisis de rgimen.
En su artculo Presidential or Parliamentary Democracy: Does it make a difference?, Juan J. Linz explica
la proclividad a la parlisis de los gobiernos divididos
de esta forma: los partidos de oposicin al presidente no
tienen incentivos para cooperar con l en la arena legislativa, porque temen que el partido de ste capitalice la
cooperacin exitosa, y no ellos; por otro lado, si la cooperacin fracasa, el costo ser compartido, al tiempo que ganarn capital poltico los otros partidos de oposicin que no
cooperaron con el presidente. Finalmente, si bien el presidente necesita de una coalicin para gobernar, no sucede
lo mismo para sostenerse en el poder: si el presidente incumple los trminos de un acuerdo, las consecuencias de
recibir un voto de censura y verse obligado a dimitir no son
tan graves como en un sistema parlamentario; mientras no
sea objeto de juicio poltico, el presidente es tal hasta el
fin del mandato rgido que establece la Constitucin. El
resultado puede ser entonces una crisis de gobernabilidad,
porque se acaba as imponiendo, slidamente, la lgica de
la competencia por el poder, muy por encima de los precarios incentivos a la cooperacin-construccin de gobierno.
Juan J. Linz, en su artculo Presidential or Parliamentary
Democracy: Does it make a difference?, concluye que el
modo de salir de esta ecuacin peligrosa es adoptando el
rgimen parlamentario, que obliga al jefe de gobierno (esto
es, al primer ministro) a mantener cohesionada la coalicin
483
Estudios Congresionales
Alonso Lujambio
a la pregunta. Los primeros acentan variables estrictamente constitucionales: piensan que un gobierno dividido
puede evadir el desgobierno si la Constitucin evita ofrecer enormes poderes al Ejecutivo y lo obliga, desde la norma fundamental, a arribar a acuerdos: ausencia de poderes de decreto que ignoran temporalmente la voluntad de
la legislatura, aprobacin congresional de nominaciones
del Ejecutivo a puestos de gabinete (pero no voto de censura congresional), veto total (pero no parcial), etctera.
Las evidencias empricas que ofrecen los autores son aqu
elocuentes. Sin embargo, no toman en cuenta la variedad
de sistemas de actores (sistemas de partidos) que pueden
penetrar en modo distinto esa maquinaria constitucional y
producir resultados diferentes.
Mark P. Jones, por su lado, acenta la variable sistema
de partidos en la explicacin del posible xito de un gobierno dividido. El autor piensa que si el partido del presidente cuenta con una casi mayora (near majority) entre
45 y 50 por ciento de la Asamblea Legislativa, estar en
posibilidad de construir una coalicin con un partido pequeo que tenga entre uno y seis por ciento de los escaos,
esto es, con un partido que presumiblemente no tenga ambiciones presidenciales de corto plazo que debiliten sus incentivos a la cooperacin. Y si no hay un partido pequeo o
los existentes no estn dispuestos a la cooperacin, puede
buscarse la escisin de unos cuantos diputados de una u
otra bancada para conformar una mayora. Mark P. Jones,5
sin embargo, ignora que la identidad poltica e ideolgica
de los partidos influye decisivamente en la posible confeccin de una coalicin legislativa, y no slo el tamao de las
bancadas parlamentarias. Por lo dems, escindir bancadas
de otros partidos puede ser una tarea difcil, dependiendo
de la cohesin de los mismos, de la presencia o ausencia
de listas cerradas y bloqueadas de partidos en el sistema
5 Jones, Mark P., Electoral laws and the survival of presidential democracies, Notre
Dame, University of Notre Dame Press, 1995, cap. 3.
485
Estudios Congresionales
electoral plurinominal, de la ausencia o presencia de reeleccin en el Congreso, etctera, al tiempo que conlleva el
riesgo de perder la confianza de potenciales interlocutores
en la arena parlamentaria de negociacin.
Es esta discusin en donde se inserta este estudio sobre gobiernos divididos en la Federacin mexicana. Desde
1989, once estados se suman a la lista de gobiernos divididos en los que el partido del gobernador no cuenta con
el control mayoritario del congreso local (esto es, con 50
por ciento ms uno de la Cmara): Baja California, Guanajuato, Baja California Sur, Chihuahua, Aguascalientes,
Mxico, Coahuila, Morelos, Colima, Quertaro y Sonora,
los tres ltimos de factura muy reciente. El cuadro 1 nos
muestra en orden cronolgico la sucesin de las catorce
legislaturas que han vivido bajo gobiernos divididos en
once entidades de la Federacin. Los datos son elocuentes
por s mismos.
Lo primero que llama la atencin es la aceleracin con
que se vienen presentando gobiernos divididos durante el
periodo estudiado. A lo largo de los seis aos de la administracin de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) se presentaron, aun tomando en cuenta el carcter anmalo del
caso Guanajuato,6 cinco legislaturas con gobiernos divididos en tres estados (Baja California, Guanajuato y Baja California Sur). Por otro lado, concluida la primera mitad del
sexenio del presidente Ernesto Zedillo (1994-2000), nueve
legislaturas en ocho nuevos estados (Chihuahua, Aguascalientes, Mxico, Coahuila, Morelos, Colima, Quertaro y
Sonora) se han sumado a la lista. Es decir, hacia la segunda
mitad de 1997, en ms de una tercera parte de los estados
de la Federacin mexicana se ha presentado el escenario
del gobierno dividido.
6 Para mayores detalles, vase Rionda, Luis Miguel, Guanajuato: Gobierno dividido y cohabitacin bipartidista, 1991-1996, en Lujambio, Alonso, (Ed.), Gobiernos divididos en la Federacin mexicana, Mxico, Colegio Nacional de Ciencias
Polticas y Administracin Pblica-ife-unam, 1996, pp. 69-97.
486
Alonso Lujambio
Estado
Baja California
1991
Guanajuato
1993
1992
Baja California
1994
Guanajuato
1995
Aguscalientes
1995
Chiahuahua
1996
Mxico
1997
Morelos
1997
Quertaro
1996
1997
1997
1997
Coahuila
Colima
Sonora
Guanajuato
Partido del
gobernador
Legislatura
PAN
XII (1989-1992)
PAN
XIV (1992-1995)
PAN
LVI (1994-1997)
PRI
LVI (1995-1998)
PRI
LIV (1997-2000)
PRI
LII (1997-2000)
PRI
LV (1997-2000)
PAN
LV (1991-1994)
PRI
VII (1993-1996)
PAN
LVIII (1995-1998)
PRI
LIV (1996-1999)
PRI
XLVII (1997-2000)
PAN
LII (1997-2000)
PAN
LVII (1997-2000)
487
Estudios Congresionales
Alonso Lujambio
489
Estudios Congresionales
Cuadro 2
Legislatura
Escaos adicionales
necesarios
LIV (1997-2000)
PRI
3.3
Intermedia
PRI
7.1
Concurrente
Baja California
XIII (1989-1992)
PAN
5.2
Concurrente
Colima
LII (1997-2000)
PRI
Concurrente
Baja California
XIV (1992-1995)
PAN
10.5
Quertaro
LII (1997-2000)
PAN
10
Aguascalientes
LVI (1995-1998)
PRI
11.1
Intermedia
Morelos
XLVII (1997-20009
PRI
10
Intermedia
Sonora
LV (1997-2000)
PRI
Concurrente
Mxico
LIV (1996-1997)
PRI
10.6
Intermedia
Chihuahua
LVIII (1995-1998)
PAN
33.3
Intermedia
Guanajuato
LV (1991-1994)
PAN
10
33.3
Concurrente anmala
Guanajuato
LVI (1994-1997)
PAN
11
36.6
Intermedia anmala
Guanajuato
LVII (1997-2000)
PAN
8.3
Intermedia anmala
Estado
Coahuila
Tipo de eleccin
Intermedia
Concurrente
Alonso Lujambio
pan se mantuvo en casi 19 por ciento. Finalmente, en Chihuahua, el pan pas de conquistar 47 por ciento del voto
en 1992 (y ganar la gubernatura con gobierno unificado), a
obtener 40 por ciento en la eleccin intermedia de 1995, al
tiempo que el pri pasaba de 45 por ciento a 48 por ciento
en el mismo periodo (y recuperaba el control mayoritario
del Congreso local). Por ltimo, en la eleccin intermedia
de Baja California en 1992, y aun con 45 por ciento del voto, el pan no pudo conquistar la mayora congresional al
enfrentar a un Revolucionario Institucional que concentr
41 por ciento de la votacin. En pocas palabras: elecciones
muy competidas (en elecciones concurrentes) y electorados exigentes con opiniones cambiantes (en elecciones intermedias) estn produciendo gobiernos divididos.
Entremos, ahora s, en materia, con la idea de que parece
ms relevante preguntarse cmo podemos enfrentar con
eficacia gobiernos divididos que cmo podemos evitar
que se produzcan. Ya se produjeron. Seguir en la bsqueda
de pistas para evitar algo que ya est entre nosotros y que
lo estar crecientemente en el futuro, equivale a meter la
cabeza en un hoyo y negarse a ver la realidad.
Conviene, primero que nada, hacer un esfuerzo de
clasificacin de los casos en funcin de los sistemas de
partidos y de las opciones de coalicin en los congresos
locales. A mi juicio, aqu debe estar un punto nodal de la
discusin. El cuadro 3 ofrece precisamente una tipologa
que pretende a su vez jerarquizar el grado de dificultad
con el que pueden construirse las mayoras congresionales.
El tipo A corresponde a los gobiernos divididos en los
que el partido del gobernador cuenta con 50 por ciento de
los escaos en el Congreso local. Aqu estn los casos de las
Legislaturas LIV de Coahuila, VII de Baja California Sur
y LII de Colima, que configuran, matizando a Mark Jones,
una casi-casi mayora, en donde se supone sencillo
encontrar el voto adicional de un diputado en la construccin de una mayora parlamentaria. Volveremos a estos
casos ms adelante.
491
Estudios Congresionales
Cuadro 3
Tipologa de gobiernos divididos en la Federacin mexicana, 1989-1997.
Tipo
Caracterizacin
Casos
B-1
Casos donde es posible
construir coaliciones
ganadoras mnimas
con partidos pequeos.
B-2
Casos donde nicamente es
posible construir coaliciones
ganadoras mnimas con los
grandes partidos.
Baja California
XIII Legislatura (1989-1992)
Quertaro
LII Legislatura (1997-2000)
Guanajuato
LVII Legislatura (1997-2000)
Baja California
XIV Legislatura (1992-1995)
Estado de Mxico
LIV Legislatura (1996-1999)
Morelos
XLVIII Legislatura (1997-2000)
Sonora
LV Legislatura (1997-2000)
Aguascalientes
LVI Legislatura (1995-1998)
Chihuahua
LVIII Legislatura (1995-1998)
Guanajuato
LV Legislatura (1991-1994)
Guanajuato
LVI Legislatura (1994-1997)
En segundo lugar est el tipo B, esto es, gobiernos divididos en los que el partido del gobernador cuenta con
la mayora relativa de los escaos en el Congreso local; es
decir, el partido del gobernador es la minora ms grande
en busca de aliados, en plural, puesto que necesita los
votos de un conjunto de diputados (bien de un mismo partido, de una fraccin de miembros de un mismo partido,
o de distintos partidos). Presumiblemente, y manteniendo
constantes el resto de las variables, aqu es ms compleja
la construccin de coaliciones que en el tipo A. En el tipo B
se incluyen los casos de las Legislaturas XIII y XIV de Baja
California, LIV del Estado de Mxico, XLVII de Morelos,
LII de Quertaro, LV de Sonora y LVII de Guanajuato.
492
Alonso Lujambio
Pero, y en el mismo tenor, el tipo C presenta ms dificultades, porque aqu el partido del gobernador conforma
una de las fracciones parlamentarias minoritarias en el
Congreso local; por lo tanto, es ms fcil que otros partidos
construyan una mayora alternativa que excluya al partido
del gobernador y tenga que enfrentar, ya fuera del recinto
legislativo, el potencial veto del Ejecutivo estatal. Aqu se
encuentra el caso de la LVI Legislatura de Aguascalientes.
Finalmente, el tipo D presenta dos actores unvocos: un
gobernador de un partido y una mayora congresional de
otro partido. Aqu desaparece el dilema de la construccin
de coaliciones congresionales y todo se reduce a la relacin
gobernador-partido mayoritario en la Asamblea. Aqu
encontramos a las Legislaturas LV y LVI de Guanajuato y
LVIII de Chihuahua.
Obviamente, la probabilidad de que el gobernador tenga que usar su poder por excelencia (el veto, esto es, el
poder para obstruir el trabajo de la mayora legislativa)
depender del tipo de gobierno dividido que enfrentemos.
En el tipo A, el veto (sea total o parcial) nunca tendr que
ser utilizado, ya que no existe ninguna posibilidad de que
se construya una mayora alternativa que ignore al partido
del gobernador en el Congreso. En el otro extremo, en el
tipo D, el veto es el instrumento central con que cuenta
el gobernador para tratar de conducir negociadamente la
accin legislativa de una clara mayora que le es adversa.
Cmo se ha construido la gobernabilidad segn el tipo de
gobierno dividido que los partidos han enfrentado?
Veamos en el cuadro 4 las conformaciones partidarias de
la LIV Legislatura de Coahuila, VII de Baja California Sur
y LII de Colima, todas del tipo A. En Coahuila, con cinco
partidos representados en el congreso local, el partido con
la mitad de la Cmara necesita solamente la incorporacin
de un diputado ms para convertirse en mayora de gobierno. ste es por excelencia el caso de resolucin sencilla, porque la otra mitad de la Cmara se encuentra frag493
494
10
32
PAN
PRD
PT
PC
Total
99
31
50
de escaos
7
PAN
14 (15)
7 (+1)
PRI
Total
Escaos
Partido
100
50 (47)
50 (53)
de escaos
20
PRD
Total
10
Escaos
PAN
PRI
Partido
100
15
35
50
de escaos
Porcentaje
Colima
* No fue sino hasta rebasada la mitad de la VII Legislatura cuando se llev a cabo la eleccin extraordinaria en el distrito II de Baja California Sur y pudo
ocuparse el escao vacante. Para los detalles, vase el cuarto captulo de Gobiernos divididos en la Federacin mexicana, escrito por Marina Garmedia.
16
Escaos
PRI
Partido
Porcentaje
Coahuila
Gobiernos divididos en los que el partido del gobernador cuanta con la mitad de los escaos en el congreso local
Cuadro 4
Estudios Congresionales
Alonso Lujambio
495
Estudios Congresionales
496
Alonso Lujambio
ofreci garantas a ambas partes. Por otro lado, el pan ocupara la presidencia de la Gran Comisin (la del control
poltico de la Cmara) y el pri la de Contadura Mayor de
Hacienda (la del control sobre el dictamen de las cuentas
pblicas de aos anteriores). Se aprobaron leyes y, aun con
sube y bajas, se mantuvo la gobernabilidad institucional.
A la mitad de la VII Legislatura (1993-1996), esto es, hacia
noviembre de 1994, el pri gana una eleccin extraordinaria en el distrito II. Terminaba as la experiencia del gobierno dividido en Baja California Sur.11
En lo referente al gobierno dividido que habr de presentar se en Colima a partir de la instalacin de la LII
Legislatura local (1997-2000), nicamente se pueden postular algunas hiptesis sobre las posibles coaliciones de
gobierno al interior de dicho Congreso. El pri, con diez
escaos (50 por ciento de un total de veinte asientos) en
una Legislatura de nmero par de curules, posee una casi-casi mayora. Sin embargo, el hecho de que el restante 50 por ciento de los escaos se encuentre dividido slo
en dos grandes bloques, esto es, el pan con siete (35 por
ciento) y el prd con tres (15 por ciento), vuelve ms compleja la construccin de cualquier coalicin de gobierno.
En este escenario, toda coalicin ganadora mnima se
encarece, al tiempo que se facilita la construccin de coaliciones opositoras pan+prd. Sin embargo, si se apuesta a
la fractura de los grupos parlamentarios, es posible una
coalicin de diputados desertores del pan o del prd con
el grupo parlamentario del pri; o, en sentido contrario, la
desercin de diputados pristas puede alimentar y volver
mayoritaria una coalicin pan+prd. En un escenario de
partidos cohesivos y disciplinados como el mexicano, en
donde slo los tres grandes partidos mexicanos estn re11 Para los detalles de este apasionante caso, vase Garmienda, Marina, Un
gobierno dividido fugaz: La historia de la VII Legislatura de Baja California Sur,
1993-1996, en Lujambio, Alonso, (Ed.), Gobiernos divididos en la Federacin mexicana, Op. cit., pp. 129-164.
497
Estudios Congresionales
498
19
PAN
PRD
PFCRN-PC
PPS
PARM
Total
Escaos
PRI
Partido
99
47
32
de escaos
10
11
1
1
1
1
25
PAN
PRD
PVEM
PC
PT
Total
Escaos
PRI
Partido
100
44
40
de escaos
Porcentaje
Total
PDM
PVEM
PT
PRD
PAN
PRI
Partido
36
16
12
Escaos
100
2.8
2.8
2.8
13.9
44.4
33.3
de escaos
Porcentaje
Porcentaje
Guanajuato
Quertaro
Baja California
Gobiernos divididos en los que el partido del gobernador cuenta con la mayora relativa de los escaos en el
congreso local (casos donde es posible construir coaliciones ganadoras mnimas con paridos pequeos)
Cuadro 5.B-1
Alonso Lujambio
499
Estudios Congresionales
Cuadro 5.B-2
Gobiernos divididos en los que el partido del gobernador cuenta
con la mayora relativa de los escaos en el congreso local (casos
donde nicamente es posible construir coaliciones ganadoras
mnimas con los grandes partidos)
Morelos
XLVII Legislatura (1997-2000)
Partido del gobernador: PRI
Baja California
XIV Legislatura (1992-1995)
Partido del gobernador: PAN
Escaos
Porcentaje de
escaos
PRI
PAN
PRD
PCM*
13
5
11
1
43
17
37
3
PRI
PAN
PRD
Total
30
100
Total
Partido
Partido
Escaos
Porcentaje de
escaos
7
8
4
-
37
42
21
-
19
100
Estado de Mxico
LI Legislatura (1996-1999)
Partido del gobernador: PRI
Sonora
LV Legislatura (1997-2000)
Partido del gobernador: PRI
Escaos
Porcentaje de
escaos
PRI
PAN
PRD
PVEM
PC
30
22
16
4
1
40
29
21
5
1
PRI
PAN
PRD
PT
Total
75
99
Total
Partido
Partido
Escaos
Porcentaje de
escaos
14
10
9
2
-
42.4
30.3
27.3
3
-
33
100
500
Alonso Lujambio
501
Estudios Congresionales
Alonso Lujambio
Estudios Congresionales
504
Alonso Lujambio
Cuadro 6
Gobiernos divididos en los que el partido del gobernador
conforma una de las fracciones parlamentarias minoritarias
en el congreso local
Aguascalientes. LVI Legislatura (1995-1998)
Partido del gobernador: PRI
Partido
Escaos
Porcentaje de Escaos
PRI
11
40.7
PAN
13
48.2
PRD
3.7
PT
3.7
PFCRN-PC
3.7
Total
27
100
Estudios Congresionales
ras, sino que enfrenta una mayora absoluta de otro partido en el Congreso. En estos tres casos, el gobierno est
dividido por excelencia. Es, por otro lado, el gobierno dividido ms riesgoso. Aqu el partido del gobernador no
tiene espacio para la negociacin legislativa. Todo el juego
es para el gobernador. Si no hay cooperacin, si las recriminaciones mutuas y los vetos del gobernador producen
una parlisis, la ingobernabilidad campea. Las dos legislaturas de Guanajuato, vase cuadro 7, han logrado convivir con dos gobernadores panistas: una por la presencia
continua del Poder Ejecutivo federal en la poltica local, que
al tiempo que posibilit la gobernabilidad del estado se
empe en retrasar las elecciones extraordinarias para las
que estaba llamado el interinato de Carlos Medina Plasencia; la otra por la eleccin, a la mitad de la LVI Legislatura
(1994-1997), de un gobernador de gran presencia pblica
que logra conquistar 58 por ciento de la votacin a su favor. A pesar de esto, la no concurrencia de la eleccin para
gobernador con la eleccin legislativa garantiz la continuidad del dividido gobierno guanajuatense. El veto no
ha tenido que ser utilizado por los gobernadores, y la gobernabilidad del estado se ha mantenido a flote.
No ocurri as en Chihuahua, vase cuadro 7, en la
LVIII Legislatura (1995 1998), ltimo caso de nuestra caracterizacin. En la segunda mitad de su mandato y despus
de la eleccin intermedia de 1995, el gobernador panista
Francisco Barrio enfrent una mayora congresional del pri.
En nuestro caso ms crtico, el nivel de la cooperacin ha
descendido considerablemente, los desacuerdos han sido
palpables, y el gobernador ha ejercido su derecho de veto a
iniciativas del congreso local. Sin embargo, en Chihuahua
no se ha producido una crisis de gobernabilidad, y esto
debe ser suficientemente enfatizado y explicado.16
16 Para una descripcin detallada del caso, vase Aziz Nassif, Alberto, Alternancia primero, gobierno dividido despus. El caso de Chihuahua, 1992-1996,
en Lujambio, Alonso, Op. cit., pp. 99-128.
506
Alonso Lujambio
507
Estudios Congresionales
Escaos
20
30
Partido
PRI
PAN
PRD
Otros
Total
100
10
20
67
de escaos
Escaos
23
5
2
-
30
Partido
PRI
PAN
PRD
-
Total
100
17
76
de escaos
Porcentaje
Porcentaje
LV Legislatura (1991-1994)
Guanajuato
Total
CDP
PRD
PAN
PRI
Partido
24
15
Escaos
100
29
63
de escaos
Porcentaje
Chihuahua
Cuadro 7
Alonso Lujambio
509
Estudios Congresionales
Alonso Lujambio
deralismo en Amrica Latina donde los calendarios electorales estn plenamente dispersos. Si entre los partidos
polticos estatales ya se observa que la cercana de nuevas
elecciones locales los desincentiva a cooperar en el Legislativo, los calendarios del orden constitucional los obliga
a superponer a esos tiempos polticos locales los tiempos
del calendario federal. Las elecciones federales son el mejor pronstico de lo que vendr en las siguientes elecciones locales.19
En Brasil, Argentina y Venezuela, los otros federalismos
latinoamericanos, las elecciones para gobernador van todas juntas el mismo da. Ah los partidos polticos miden
fuerzas concurrentemente; aqu lo hacen, y lo harn, recurrentemente. Los partidos polticos mexicanos deben
estar conscientes de que el marco constitucional en el que
compiten y cooperan produce un contexto de agudizada
exigencia.
Salvo quizs en el caso del Estado de Mxico, que tiene
una composicin muy diversa y en donde la vecindad con
el Distrito Federal gravita todo el tiempo sobre el peso de
la poltica de su ciudad capital, Toluca, lo cierto es que en
todas las experiencias de gobiernos divididos encontramos
un cambio casi radical en el modo en que la opinin pblica local percibe la importancia de la poltica parlamentaria. Repentinamente, en todos estos estados, el Congreso
empieza a ser un protagonista del proceso poltico, y los
legisladores, agentes polticos reales. Se produce as un
crculo a mi juicio virtuoso: son ciudadanos ms exigentes
los que producen gobiernos divididos, al tiempo que el
gobierno dividido obliga a los partidos a explicar mejor su
conducta, a ofrecer cuentas ms claras, a ser ms sensibles
a opinin y demanda pblicas. Entrar a un gobierno dividido no es entrar en jaula, sino a un dilema institucional,
a una dinmica de aceleracin de cambios, a coyunturas
19 Tomo el dato de una investigacin en proceso de Estvez, Federico, itam, 1996.
511
Estudios Congresionales
512
Alonso Lujambio
Captulo 4
Un recinto
parlamentario
513
Estudios Congresionales
514
Alonso Lujambio
515
Estudios Congresionales
congresos locales eran en esa poca igualmente monocolores con excepcin del michoacano, y por un tiempo
muy breve, ya que en el trienio 1947-1950 cont con un
diputado de oposicin, concretamente del Partido Accin
Nacional (pan).1 Vase en el cuadro 1 cmo efectivamente
en las Legislaturas XL (1946-1949), XLI (1949-1952), XLII
(1952-1955), XLIII (1955-1958), XLIV (1958-1961) y XLV
(1961-1964), el pri no es monopolio parlamentario en sentido estricto, pero est muy cerca de serlo, pues cuenta, respectivamente, con el 94, 97, 94, 94, 94 y 97 por ciento de
los escaos en la Cmara. Era, pues, efectivamente, en esos
aos, la Cmara de Donceles la que concentraba toda la
pluralidad parlamentaria mexicana, pero con una dosis de
pluralismo muy pequea, ya que en esos aos el nmero
de diputados de oposicin nunca super la barrera de diez.
Vase en el mismo cuadro 1 cmo, con la inauguracin,
en 1964, del sistema de diputados de partido, el sistema
representativo pasa de tener seis diputados de oposicin
(en la XLV Legislatura, 1961-1964) a tener 35 (en la XLVI
Legislatura, 1964-1967). As, Donceles era testigo de un
cambio fundamental en las instituciones polticas mexicanas, pues fue el primer espacio parlamentario que institucionaliz el pluralismo en los mbitos colegiados de
representacin poltica y, por lo tanto, el primer mbito
para la construccin de una cultura del debate para la
tolerancia y la crtica. En el recinto parlamentario de
Donceles se ubic, en una palabra, el motor del trnsito
democrtico de Mxico.
El pluralismo inaugurado en 1964 supuso, como puede
verse, un aumento en el tamao de la Cmara de Diputados, que pas de tener 178 escaos a contar con 210. Ello
supuso que en 1964 la Cmara de Donceles regresara a tener (con 210 escaos) casi exactamente su tamao original,
el de 1911 (238 escaos). Vase en la grfica 1 un elemento
1 Lujambio, Alonso, (con la colaboracin de Vives Segl, Horacio), El poder
compartido. Un ensayo sobre la democratizacin mexicana, Mxico, Ocano, 2000, pp
75 y 76.
516
XL
4*
143
PAN
PPS
PARM
PNM
FPP
PDM
PCM
PST
Otros
Anulados
Total
XLI
147
142
1949-1952
XLII
161
151
1952-1955
XLIII
161
152
1955-1958
XLIV
155
6**
152
1958-1961
XLV
178
172
1961-1964
XLVI
210
10
20
175
1964-1967
XLVII
212
10
20
177
1967-1970
XLVIII
213
10
20
178
1970-1973
XLIX
231
10
25
189
1973-1976
237
10
12
20
195
1976-1979
LI
400
10
18
10
12
11
43
296
1979-1982
134
1946-1949
PRI
Partido
Legislatura
Cuadro 1
Composicin de la Cmara de Diputados de Donceles, 1946-1982.
Alonso Lujambio
517
Estudios Congresionales
Grfica 1
Nmero de escaos en el Recinto
Parlamentario de Donceles, 1911-2000
400
Nmero de escaos
300
Cmara de Diputados
del Congreso de la Unin, 1911-1982
200
100
Asamblea de
Representantes/
Legislativa del
Distrito Federal,
1988-2000
1911 1917 1920 1922 1924 1926 1928 1930 1932 1934 1937 1940 1943 1946 1949 1952 1955 1958 1961 1964 1967 1970 1973 1976 1979 1982 1985 1988 1991 1994 1997 2000
poco estudiado de la evolucin de nuestra vida parlamentaria: el nmero de escaos en la Cmara de Diputados.
Ah puede observarse la abrupta cada que experiment
el nmero de escaos de la Cmara despus de la reforma
constitucional del 20 de agosto de 1928. Detengmonos
brevemente aqu.
La Constitucin de 1857 estableci en su artculo 53 que
habra un diputado por cada 40,000 habitantes. A finales
del siglo xix, el aumento de la poblacin reflejado en el
censo de 1900, llev a que el 18 de diciembre de 1901 se
reformara la Constitucin para establecer que habra un
diputado por cada 60,000 habitantes. As, la Cmara de
Diputados pas de tener 240 en 1900, a tener 232 diputados en 1904. La Constitucin de 1917 confirm, ahora en
el artculo 52 constitucional, la norma relativa a los 60,000
habitantes. Sin embargo, en el paquete de reformas constitucionales impulsadas por el expresidente lvaro Obregn en 1928, antes de su muerte (ampliacin del periodo
518
Alonso Lujambio
presidencial a seis aos, posibilidad de la reeleccin presidencial en periodos no inmediatos, etctera), se incluy
la reforma al artculo 52 constitucional, que estableci que
habra un diputado por cada... 100,000 habitantes. Ello intentaba reducir abruptamente el tamao de la Cmara de
Diputados, que tanto se haba enfrentado a los presidentes
Carranza (1917-1920), Obregn (1921-1924) y Calles (19241928). Vase la grfica: la Cmara pas de tener 280 miembros a tener 153; es decir, se redujo en 45% el tamao de
la Cmara!
Despus, el tamao de la Cmara de Donceles volvi
a crecer, dado el aumento de la poblacin reflejado en el
censo de 1930 (16 y medio millones de habitantes). Posteriormente, se quiso evitar nuevamente el crecimiento de la
Cmara, para lo cual se reform, en 1942, otra vez, el artculo 52 constitucional, para establecer ahora que habra
un diputado por cada 150,000 habitantes (el censo de 1940
arroj 19,650,000 habitantes). La Cmara de Donceles, por
lo tanto, pas a tener, en 1943, 147 escaos y otra vez, en el
censo de 1950, la poblacin reflej un crecimiento an ms
notorio: pasamos a ser 25,800,000 mexicanos. Por lo tanto,
se reform nuevamente, en 1951, el artculo 52 constitucional, para establecer que habra un diputado por cada 160,000
habitantes. Sin embargo, dicha reforma no fue suficiente
para detener el crecimiento de la Cmara de Donceles, que
pas a tener, en 1952, 161 escaos. El mismo efecto tuvieron el censo de 1960 (casi 35 millones de habitantes) y la
nueva reforma al artculo 52 constitucional, en el mismo
ao (un diputado por cada 200,000 habitantes): con todo,
la Cmara creci, pasando de 161 a 178 escaos.2
Despus de la reforma de los diputados de partido,3
el tamao de la Cmara de Donceles se modificaba segn
2 Un detallado anlisis se encuentra en la extraordinaria investigacin de Martell
Espinosa, Ivonne, Representacin y reparto distrital en Mxico, Tesis de Licenciatura en Ciencias Sociales, itam, 1993.
3 A los partidos minoritarios que obtenan ms del 2.5% de la votacin, se les
asignaban cinco diputados de partido, y un diputado ms por cada medio punto
porcentual que obtuvieran por encima de 2.5%. De acuerdo con este principio,
519
Estudios Congresionales
520
Alonso Lujambio
522
40
40
34
18
66
10
26
24
13
40
PRI
PAN
PPS
PARM
PFCRN/PC
PMS
PRD
PT
PVEM
CD PPN
DS
Total
26
11
66
11
40
RP Total
40
38
MR
26
10
12
66
10
14
38
RP Total
Asamblea de
Representantes
I Legislatura
1994-1997
40
38
MR
26
11
66
38
11
11
RP Total
Asamblea
Legislativa
I Legislatura
1997-2000
40
18
14
MR
26
16
66
19
17
16
RP Total
Asamblea
Legislativa
II Legislatura
2000-2003
MR = Mayora Relativa.
RP = Representacin Proporcional.
Fuentes: Diario de Debates de la Asamblea de Representantes del Distrito Federal, 7 de octubre de 1998; Luisa Bjar, La segunda Asamblea de Representantes del D.F., en Asamblea v.1, nm. 1 abril de 1995, p. 26; Estadstica de las Elecciones Federales de 1994, Compendio de Resultados, ife e iedf.
MR
RP Total
tes 1991-1994
tes 1988-1991
MR
Representan-
Representan-
PARTIDO
II Asamblea de
I Asamblea de
Cuadro 2
Composicin de la Asamblea de Representantes / Legislativa del Distrito Federal, 1998-2003.
Estudios Congresionales
Alonso Lujambio
523
Directorio
Mesa Directiva
Dip. Francisco Arroyo Vieyra
Presidente de la Cmara de Diputados
Dip. Patricia Elena Retamoza Vega
Vicepresidenta
Dip. Jos Gonzlez Morfn
Vicepresidente
Dip. Aleida Alavez Ruiz
Vicepresidenta
Dip. Tanya Relistab Carreto
Secretaria
Dip. Xavier Azuara Zuiga
Secretario
Dip. ngel Cedillo Hernndez
Secretario
Dip. Javier Orozco Gmez
Secretario
Dip. Magdalena del Socorro Nez Monreal
Secretario
Dip. Merilyn Gmez Pozos
Secretario
Dip. Fernando Bribiesca Sahagn
Secretario