Estadios Tempranos Del Conflicto Edípico

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Estadios tempranos del conflicto edpico

(Klein)
- El conflicto edpico comienza a actuar ms temprano de lo que oralmente se
supone. Las tendencias edpicas son liberadas a consecuencia de la frustracin
que el nio experimenta con el destete, y que hacen su aparicin al final del 1er
ao y principios del 2do.; son reforzados por las frustraciones anales sufridas
durante el aprendizaje de hbitos higinicos. La sgte influencia determinante en
los procesos mentales es la diferencia anatmica entre los sexos.
- Nio al sentirse impelido a abandonar la posicin oral y anal por la genital,
pasa a los fines de penetracin asociados con la posesin del pene. As cambia
no slo su posicin libidinal, sino tb su fin, y esto le permite retener su primitivo
objeto de amor.
- Nia su fin receptivo es trasladado de la posicin oral a la genital; as cambia
su posicin libidinal pero retiene su fin, que ya la haba conducido a un
desengao en relacin con su madre. Se origina la receptividad para el pene y se
dirige entonces al padre como objeto de amor.
- El comienzo de los deseos edpicos se conecta ya con incipiente miedo a la
castracin y sentimientos de culpa.
- Los impulsos instintivos pregenitales se acompaan de sentimientos de culpa.
El sentimiento de culpa asociado con las fijaciones pregenitales es ya efecto
directo del conflicto edpico el sentimiento de culpa es un resultado de la
introyecccin de los objetos de amor edpicos, es decir, sel sentimiento de culpa
es el producto de la formacin del supery.
- En un nio de un ao, la ansiedad causada por el comienzo del conflicto edpico
toma la forma de un temor a ser devorado y destruido. l mismo desea destruir
su objeto libidinal mordindolo, devorndolo y cortndolo, lo que le provoca
angustia, ya que el despertar de las tendencias edpicas es seguido por la
introyeccin del objeto, el que se transforma en alguien de quien se debe esperar
un castigo. El nio teme entonces un castigo que corresponda a su ataque; el
supery se transforma en algo que muerde, devora y corta.
- La conexin entre la formacin del supery y las fases pregenitales es muy
importante desde dos puntos de vista:
El sentimiento de culpa se vincula con las fases oral-sdica y anal-sdica an
predominantes.
El supery aparece cuando predominan estas fases, lo que explica su sdica
severidad.
- Al principio las tendencias edpicas se expresan principalmente bajo la forma de
impulsos orales y anales.
- El yo poco desarrollado es asediado por la aparicin de las tendencias edpicas
y la incipiente curiosidad sexual asociada a ellas. El nio es invadido por
problemas e interrogantes, que permanecen sin contestacin. Otro reproche es
que el nio no poda comprender las palabras. Estos dos motivos de queja hacen
surgir un extraordinario monto de odio y son causa de inhibiciones del impulso
epistemoflico.
- Ese sentimiento de no saber se una al sentimiento de ser incapaz, impotente,
de la situacin edpica. El nio siente frustracin porque no sabe nada definido
sobre procesos sexuales. En ambos sexos el complejo de castracin es acentuado
por este sentimiento de ignorancia.
- Conexin del impulso epistemoflico y el sadismo: este instinto, activado por el
surgimiento de tendencias edpicas, est al principio en relacin con el cuerpo de
la madre, al que se supone escenario de todos los procesos y desarrollos
sexuales. El nio est dominado por la posicin sdico-anal de la libido, que le

impulsa a desear apropiarse de los contenidos del cuerpo. El instinto


epistemoflico y el deseo de tomar posesin llegan a estar ntimamente
conectados entre s y con el sentimiento de culpa provocado por el incipiente
conflicto edpico. Esta conexin anuncia en ambos sexos una fase de desarrollo
de vital importancia la identificacin precoz con la madre fase femenina
- Conexin de esa fase femenina con la fase previa: en el estado sdico-anal el
nio pasa su 2do trauma grave, que refuerza su alejamiento de la madre. Ella ha
frustrado sus deseos orales y ahora interfiere tb en sus placeres anales. Esto
hara que las tendencias anales se unan a las sdicas. El nio desea tomar
posesin de las heces de la madre, penetrando en su cuerpo, cortndolo,
devorndolo y destruyndolo. Bajo la influencia de los impulsos genitales el nio
comienza a dirigirse a su madre como objeto de amor. Pero el odio (impulsos
sdicos) se opone a su amor objetal del nivel genital. Otro obstculo an mayor
es el temor de ser castrado por el padre, el que surge con los impulsos edpicos.
Las fijaciones sdicas ejercen tb influencia decisiva en la formacin del supery,
que aparece mientras esta fase est en pleno predominio.
- FASE FEMENINA: tiene sus bases en el nivel sdico-anal. Las heces son ahora
equiparadas con el hijo anhelado, y ahora el deseo de robar a la madre se dirige
tanto al nio como a las heces.
Se distinguen dos fines (que se combinan entre s): uno surge del deseo de tener
hijos, y la intencin de apropiarse de ellos; el otro est motivado por los celos de
los futuros hermanos y hermanas, cuya aparicin se espera y por el deseo de
destruirlos dentro de la madre.
Igual que en el complejo de castracin de las nias, tb en el complejo femenino
del varn hay en el fondo el deseo frustrado de un rgano especial. Las
tendencias a robar y destruir estn en relacin con los rganos de la concepcin,
embarazo y parto, que el nio piensa existen en la madre y adems con la vagina
y los pechos, codiciados como rganos de receptividad y abundancia.
El nio teme el castigo por haber destruido el cuerpo de la madre. Teme que su
cuerpo sea mutilado y desmembrado, significa castracin. La madre que saca las
heces del nio tb significa una madre que lo desmembra y lo castra. En trminos
de realidad psquica, ella ya es la castradora.
Este temor a la madre est unido a un temor a ser castrado por el padre. Las
tendencias destructivas cuyo objeto es el vientre estn tb dirigidas con toda su
intensidad sdica oral y anal contra el pene del padre, que se supone situado all.
De este modo, la fase femenina est caracterizada por ansiedad en relacin con
el vientre de la madre y el pene del padre, ansiedad que somete al nio a la
tirana de un supery que devora, desmembra y castra, y que est formado por
la imagen del padre y de la madre.
- La tendencia de los nios a expresar excesiva agresin tiene sus fuentes en el
complejo femenino. Esta agresin se une al placer de atacar que proviene de la
situacin edpica, directa, genital, pero representa la parte de la situacin que es
el mayor factor asocial en la formacin del carcter.
- En ambos sexos una de las principales races de las inhibiciones en el trabajo es
la ansiedad y el sentimiento de culpa, asociados con la fase femenina.
- En el desarrollo del nio, la fase femenina es seguida por una prolongada lucha
entre la posicin pregenital y genital de la libido (3-5 aos); lucha que es
claramente reconocible como el conflicto edpico. La ansiedad asociada con la
fase femenina conduce al nio a la identificacin con el padre, pero este estmulo
de por s o suministra una base firme para la posicin genital pues lleva a la
represin de los instintos anal-sdicos, no a superarlos.
- El temor a la castracin por el padre refuerza la fijacin a nivel sdico-anal.
- A menudo el resultado de la lucha permanece indeciso, lo que da lugar a la
aparicin de trastornos neurticos y perturbaciones de la potencia. Lograr una

potencia completa y alcanzar la posicin genital dependern en parte de la


resolucin favorable de la fase femenina.
Desarrollo de las nias
- A consecuencia del proceso de destete la nia se ir alejando de la madre. Las
tendencias genitales comienzan ahora a influir en su desarrollo mental.
- El desarrollo genital de la mujer se completa con el afortunado desplazamiento
de la libido oral a la genital. Este desplazamiento comienza con las 1ras
manifestaciones de los impulsos genitales; y el fin oral, receptivo, de los
genitales, ejerce una influencia determinante para que la nia se vuelva hacia el
padre.
- En cuanto los impulsos edpicos hacen su aparicin no slo surge un
reconocimiento icc de la vagina, sino tb sensaciones en ese rgano y en el resto
del aparato genital.
- Adems de la cualidad receptiva del rgano genital, movilizada por el intenso
deseo de una nueva fuente de gratificacin, la envidia y odio a la madre
poseedora del pene del padre parece ser un motivo ms para que la nia se
vuelva hacia el padre.
- La identificacin de la nia con la madre resulta directamente de los impulsos
edpicos: toda la lucha provocada en el nio por su angustia de castracin no
existe en ella. En las nias, tanto como en los nios, esta identificacin coincide
con las tendencias anal-sdicas de robar y destruir a la madre.
- El miedo a un supery materno primitivo conducir a la represin y fijacin a
esta fase e interferir con el futuro desarrollo genital. El temor hacia la madre tb
impulsa a la nia a renunciar a la identificacin con ella, y comienza entonces la
identificacin con el padre.
- El impulso epistemoflico de la nia es despertado 1ro por el complejo edpico;
el resultado es que ella descubre su falta de pene. Siente esta carencia como una
nueva causa de odio hacia la madre, pero al mismo tiempo su sentimiento de
culpa le hace verla como castigo. Esto agudiza su frustracin, y a su vez ejerce
influencia en todo su complejo de castracin.
- Para Freud, el descubrimiento de la falta de pene motiva el alejamiento de la
madre y el acercamiento al padre. Klein dice que esto corresponde a un estado
muy temprano del conflicto edpico; ella ve a la privacin del pecho como la ms
fundamental causa del acercamiento al padre.
- El sentimiento de culpa hacia la madre impulsa a sobrecompensarla con una
nueva relacin amorosa con ella. En contra de esta nueva relacin acta el
complejo de castracin que dificulta una actitud masculina, y tb el odio hacia ella
que proviene de situaciones ms tempranas. El odio y la rivalidad con la madre,
sin embargo, la llevan nuevamente a abandonar la identificacin con el padre y
acercarse a l como objeto para amar y ser amada.
- Al principio, la relacin con el padre se centra en la accin del pene en el coito.
Este acto, que promete gratificacin de los deseos que estn ahora desplazados
hacia lo genital, parece a la nia el logro ms completo.
- Su admiracin es sacudida por la frustracin edpica pero a menos que se
convierta en odio, constituye una de las caractersticas fundamentales de la
relacin de la mujer con el hombre. Ms tarde, cuando obtiene completa
gratificacin de los impulsos amorosos, se une a esta admiracin la inmensa
gratitud que se deriva de la larga frustracin (y se expresa en una mayor
capacidad para una completa sumisin a un solo objeto amado).
- El desarrollo de la nia est en desventaja. Mientras el varn posee en realidad
el pene, con respecto al cual entra en rivalidad con el padre, la nia pequea slo
tiene el deseo insatisfecho de maternidad, y de ste slo tiene un reconocimiento
confuso e incierto, aunque muy intenso. No es slo esta incertidumbre lo que

perturba su esperanza de una futura maternidad, an mas lo hace la ansiedad y


el sentimiento de culpa, y esto puede perjudicar seria y permanentemente la
capacidad materna de una mujer.
- A causa de las tendencias destructivas que antes dirigi contra el cuerpo de su
madre, y contra los nios en el vientre, la nia espera la retribucin en forma de
destruccin de su propia capacidad de maternidad o de los rganos relacionados
con su funcin y de sus propios hijos.
- Esta ansiedad y sentimiento de culpa son la causa principal de la represin de
los sentimientos de orgullo y alegra por el rol femenino. Como consecuencia se
desprecia la capacidad de maternidad. La nia carece as de la poderosa ayuda
que el nio obtiene de la posesin del pene, y que ella misma podra encontrar
en la expectativa de su maternidad.
- Desde la temprana identificacin con la madre en la que el plano anal-sdico es
tan preponderante, en la nia se originan celos y odio y se forma un supery
cruel extrado de la imago materna.
- Cuanto ms se estabiliza en una base genital la identificacin con la madre,
tanto ms se caracterizar por la devocin de una madre generosa.
- La admiracin que siente la nia por la actividad genital del padre, lleva a la
formacin de un supery paterno que establece ante ella fines activos que nunca
podr alcanzar totalmente.
- El nio obtiene tb de la fase femenina un supery materno que lleva a hacer
identificaciones primitivas tanto crueles como bondadosas. Pero l pasa a travs
de esta fase para reasumir la identificacin con el padre.
- El temor al dao de su femineidad ejerce influencia en el complejo de castracin
de la nia ya que le hace sobreestimar el pene del que ella carece.
- Cuanto ms completamente alcance el supery su cima en la etapa genital,
menos predominarn las identificaciones sdicas en su estructura, y ms
probable ser el logro de salud mental y el desarrollo de una personalidad con
alto nivel tico.
- Las relaciones sexuales de nios pqueos entre s (mirar, tocar, defecar en
comn, intentos de coito, etc.) estn profundamente reprimidos y profundamente
cargados de sentimientos de culpa; stos se deben principalmente al hecho de
que el objeto amado, elegido bajo la presin de la excitacin debida al conflicto
edpico, es vivido por el nio como sustituto del padre, de la madre, o de ambos.
- Estas relaciones toman el carcter de una relacin edpica realmente realizada y
ejercen una influencia determinante sobre la formacin del complejo de Edipo,
sobre la liberacin del sujeto de este complejo y sobre sus relaciones sexuales
posteriores. Tb crean importantes puntos de fijacin en el desarrollo del supery.
- Como consecuencia de la necesidad de castigo y de la compulsin de
repeticin, esas experiencias a menudo llevan al nio a someterse al trauma
sexual.
- Los estados tempranos del conflicto edpico estn tan dominados por las fases
pregenitales del desarrollo que la fase genital, cuando comienza a ser activa,
est al principio muy oculta, y slo ms tarde, entre los 3 y 5 aos, se torna ms
reconocible. A esa edad el complejo de Edipo y la formacin del supery alcanzan
su punto culminante. (ver ltimo prrafo).

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