Etapas Del Desarrollo Psicosexual Según Freud

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ETAPAS DEL DESARROLLO PSICOSEXUAL SEGÚN FREUD

La etapa oral

De acuerdo a Freud, esta etapa empieza desde el momento en que nacemos.. La satisfacción
sexual, el bebé la recibe por medio de la boca, succionando y poniéndose todo lo que tiene a su
alcance en esta zona.

En esta etapa es muy necesario que la madre alimente a su hijo o hija en los tiempos debidos
sin atrasos que permitan que el niño se sienta frustrado, con hambre y desatendido.

Si la madre no satisface estas necesidades de alimentar su hijo en los tiempos que necesita
hacerlo, el niño crece frustrado con una personalidad negativa, pesimista y cuando adulto se
puede convertir en una persona sarcástica, envidiosa y con falta de seguridad en el mismo.

El niño que es alimentado a las horas exactas y no le falta cariño de parte de su madre y logra
satisfacer sus necesidades fisiológicas de ser alimentado quedando satisfecho cuando come,
crece como un individuo optimista y es muy admirado por los que lo rodean.

Esta etapa de acuerdo a Freud finaliza cuando el niño tiene año y medio de edad
aproximadamente.

La etapa anal

Al año y medio de edad el niño entra en la etapa anal. Empieza el entrenamiento para que
pueda ir al baño solito.

Aquí es el momento preciso cuando entran en conflicto el id que siente placer de evacuar las
heces ó la orina y el ego y superego los cuales representan las presiones sociales de controlar las
evacuaciones.

El niño enfrenta el conflicto entre las exigencias de sus padres insistiendo que vaya al baño o a
su excusadito portátil a hacer sus necesidades.

El niño a esta edad puede actuar de dos maneras, rehusarse a usar el baño y enojarse y hasta
hacer berrinches para que no lo obliguen. De esta manera manipula a los padres.

Si los padres son débiles y le permiten que actúe de esta manera el niño crece siendo
desordenado en su vida en general, rebelde y le importa poco lo que sus padres piensen de él.

Si al niño se le entrena apropiadamente y de una manera divertida, con incentivos que le son
agradables, el niño crece con una personalidad organizada, le gusta la limpieza y es una persona
muy aceptada en cualquier ambiente social.

Si el entrenamiento a ir al baño se logra por medio de castigos y el niño es obligado a sostener


las heces en el intestino por temor al castigo, el niño se vuelve un adulto con una personalidad
agressiva pero en una forma pasiva.

Definitivamente el entrenamiento apropiado del niño evoluciona en el tipo de personalidad que


el pequeño tendrá cuando adulto y si se convertira en una persona que acatara las reglas de la
sociedad sin problema alguno.

ETAPA FÁLICA

La tercera etapa del desarrollo psicosexual es la etapa fálica, que abarca desde los tres a seis
años, en los cuales los genitales del niño son su principal zona erógena. Es en esta tercera etapa
de desarrollo infantil que los niños se vuelven conscientes de su propio cuerpo, los cuerpos de
los otros niños, y los cuerpos de sus padres, y satisfacen la curiosidad física por desnudarse y
explorarse entre sí y los genitales, y así aprender la física (sexual), las diferencias entre lo
"masculino" y lo "femenino" y las diferencias de género entre el "niño" y la "niña". En la etapa
fálica, la experiencia psico-sexual decisiva de un niño es el complejo de Edipo, su competencia
es el padre por la posesión de la madre. Este complejo psicológico deriva del personaje
mitológico griego del 5 siglo A.C de Edipo, que sin querer, mató a su padre, Layo, y poseía
sexualmente a su madre, Yocasta. Análogamente, en la fase fálica, la experiencia psicosexual
decisiva de una niña es el complejo de Electra, su competencia es la madre por la posesión
psicosexual del padre. Este complejo psicológico deriva del personaje mitológico griego del 5
siglo A.C de Electra, quien cobró venganza matricida a Orestes, su hermano, en contra de
Clitemnestra, su madre, y Egisto, su padrastro, por el asesinato de Agamenón, su padre, (cf.
Electra, de Sófocles).6 7 8

Inicialmente, Freud aplicó igualmente el complejo de Edipo al desarrollo psicosexual de los


niños y niñas, pero luego desarrolló los aspectos femeninos de la teoría como la actitud de
Edipo femenino y el complejo de Edipo negativo;9 Sin embargo, fue su alumno-colaborador,
Carl Jung, quien acuñó el término complejo de Electra en 1913.10 11 No obstante, Freud
rechazó el término de Jung como psicoanalíticamente inexacto: "lo que hemos dicho sobre el
complejo de Edipo se aplica con rigor completo sólo al hijo varón, y que tienen razón en
rechazar el término 'complejo de Electra', que busca destacar la analogía entre la actitud de los
dos sexos".12 13

Complejo de Edipo: Oedipus explica el enigma de la esfinge, Jean Auguste Dominique Ingres.
(ca. 1805)

Complejo de Electra: Electra en la tumba Agamemnon, por Frederic Leighton, c.1869

Edipo: A pesar de la madre sea el progenitor que satisfaga todo los deseos del niño, este último
comienza a formar una identidad sexual discreta — "chico", "chica" — que altera la dinámica
de la relación entre padres e hijos, los padres se convierten en el foco de la energía libido
infantil. El niño se centra su libido (deseo sexual) a su madre, y centra celos y rivalidad
emocional contra su padre - porque es el que duerme con la madre. Para facilitar lo une con su
madre, el niño quiere unirse a la madre y matar al padre (al igual que Edipo), pero el ego,
pragmático basándose en la principio de la realidad, sabe que el padre es el más fuerte de los
dos hombres que compiten para tener una mujer. Sin embargo, el niño también quiere al padre,
por eso sus sentimientos son ambivalentes, sobre el lugar de su padre en la familia, que se
manifiesta como miedo a que el padre lo castre, el miedo es irracional, una manifestación
subconsciente de la identificación infantil.14

Electra: Mientras que el niño desarrolla angustia de castración, la niña desarrollará envidia del
pene, envidia sentida por las mujeres frente a los hombres debido a que los hombres poseen
pene. Esta envidia tiene sus raíces en el hecho de que sin el pene las mujeres no pueden poseer
sexualmente a la madre tal como son conducidas por el Ello. Como resultado de esta
comprensión, ella dirige su deseo sexual hacia el padre. Luego, después de la etapa fálica, el
desarrollo psicosexual de la niña incluye transferir, total o parcialmente, su principal zona
erógena desde la infantil clítoris a la vagina adulta. En algún momento la niña pequeña también
debe abandonar su primera elección de objeto, la madre, para tomar a su padre como nueva
elección de objeto, más apropiado. Su eventual introducción en la heterosexualidad femenina,
que culmina al dar a luz, deja paulatinamente de lado sus tempranos deseos infantiles, y su
propio hijo es el que toma el lugar del pene de acuerdo a una antigua equivalencia simbólica. En
general Freud consideraba más intenso el conflicto de Edipo experimentado por niñas que el
experimentado por varones, dando como resultado, potencialmente, una personalidad más
sumisa y menos segura.15

Defensa psicológica: En ambos casos el conflicto entre las pulsiones del Ello y el Yo es resuelta
a través de dos mecanismos de defensa básicos del Yo. Uno de ellos es la represión, que implica
el bloqueo de recuerdos, impulsos e ideas desde la mente consciente, pero no conduce a una
resolución definitiva del conflicto. La segunda es la identificación que implica la incorporación
de las características del padre del mismo sexo dentro del propio Yo del niño. El varón,
adoptando este mecanismo busca reducir el miedo a la castración, ya que su similaridad con el
padre le hace pensar que lo protegerá de él. La identificación de las niñas con su madre es más
fácil ya que se da cuenta de que ni ella ni su madre tienen pene. Algunas escuelas de
psicoanálisis consideran que la dinámica psicosexual presentada en niñas en este punto de su
desarrollo tiene su término (sin embargo Freud no lo considera así) en el Complejo de Electra.
La teoría freudiana de la sexualidad femenina, particularmente lo que se refiere a la envidia del
pene, ha sido duramente criticada.

ETAPA DE LATENCIA

Para el psicoanálisis, etapa del desarrollo psicosexual situada entre los cinco o seis años y la
pubertad. En esta fase y como consecuencia de la aparición del superyó el niño reprime sus
sentimientos edípicos e inhibe sus apetitos erótico-sexuales.

ETAPA GENITAL

Según Freud, a partir de la pubertad se produce la etapa genital o segunda etapa de interés
genital. En esta etapa, el niño, tras la superación del complejo de Edipo, orienta su deseo sexual
fuera de la familia, hacia personas del sexo opuesto y convierte la relación genital reproductora
en el objetivo del instinto sexual.

ETAPA DE LATENCIA

Para el psicoanálisis, etapa del desarrollo psicosexual situada entre los cinco o seis años y la
pubertad. En esta fase y como consecuencia de la aparición del superyó el niño reprime sus
sentimientos edípicos e inhibe sus apetitos erótico-sexuales.

ETAPA GENITAL

Según Freud, a partir de la pubertad se produce la etapa genital o segunda etapa de interés
genital. En esta etapa, el niño, tras la superación del complejo de Edipo, orienta su deseo sexual
fuera de la familia, hacia personas del sexo opuesto y convierte la relación genital reproductora
en el objetivo del instinto sexual.

Críticas a la teoría freudiana del desarrollo psicosexual[editar · editar código]


Crítica científica[editar · editar código]

Una crítica científica común que se refiere a la teoría freudiana del desarrollo psicosexual
humano es la que indica que Freud estaba demasiado fijado a la sexualidad humana él mismo, lo
que podría haber servido para que subjetivamente su trabajo se dirigiera en favor de definir el
desarrollo humano exclusivamente en relación al desarrollo humano sexual considerado
normativo, según él. Es posible que dicha fijación haya influenciado negativamente a Freud de
distintas formas que lo hayan dirigido a ignorar otras variables significativas que contribuyen al
desarrollo psicosexual humano, tales como la actividad hormonal y de las feromonas. La etapa
que causa mayor controversia es la fálica. Freud sostenía sus afirmaciones sobre el Complejo de
Edipo con una serie de observaciones clínicas. En 1901 publicó una serie de estudios sobre un
niño llamado "Pequeño Hans" quien padecía una fobia a los caballos. Freud conectó el miedo de
Hans hacia los caballos con el miedo a su padre. El temor de Hans y su angustia fueron
pensados como resultado de varios factores incluyendo el nacimiento de su hermana, el deseo
de su Ello de reemplazar a su padre como compañero de la madre y conflictos relacionados con
la masturbación. Hans admitía que quería tener hijos con su madre, lo cual significaba para
Freud una prueba adecuada de la atracción sexual que sentía su pequeño paciente hacia su
madre. Hans, sin embargo, era incapaz de conectar el temor por los caballos con su padre, y,
como Freud admitía, "a Hans se le deben decir muchas cosas que él no puede decir por sí
mismo" además de que "el niño se presenta con pensamientos que hasta el momento no había
mostrado signos de poseer", de tal forma que uno podría suponer que Freud manipulaba la
mente del paciente.

Otro estudio científico demostró que mientras los rasgos de personalidad correspondientes a las
fases oral, anal, edípica y genital pueden ser claramente observados, las etapas en sí mismas en
el desarrollo del niño no pueden serlo. Tampoco se puede confirmar que dichos rasgos adultos
provengan de las experiencias vividas durante la niñez.16

Desde una perspectiva más genérica, el epistemólogo Karl Popper rechazaba los constructos
teóricos propuestos por Freud por su infalsabilidad,17 considerando el Psicoanálisis en su
globalidad como un claro ejemplo de pseudociencia incapaz de efectuar predicción alguna.18

Crítica feminista[editar · editar código]

A pesar de que las teorías de Freud acerca de la psicosexualidad sean muy populares entre los
psicoanalistas, son comúnmente criticadas por ser sexistas. Muchas de estas teorías fueron
establecidas a través de la introspección y el auto-análisis del propio Freud, y por lo tanto tienen
una perspectiva inherentemente masculina, dando como resultado una gran cantidad de críticas
de feministas así como de profesionales de las teorías del género. Freud tuvo dificultades al
incorporar el deseo femenino en sus teorías e intentó proveer una explicación para el desarrollo
psicosexual femenino sólo muy tarde en su obra.19 El mismo Freud confesó una falta de
conocimiento de la sexualidad femenina y no tuvo esperanzas de que la psicología algún día
explicara el fenómeno.19

Por ejemplo, afirmó que las mujeres jóvenes desarrollan envidia del pene hacia los hombres
durante su desarrollo psicosexual. En respuesta a esto, Karen Horney, una psicoanalista
freudiana alemana argumentó que las mujeres desarrollan envidia del poder en lugar de la
envidia del pene. También sugirió el concepto de "envidia del útero" en hombres, la cual es
definidad como celos de la capacidad de concebir niños. De todos modos, formulaciones más
modernas consideran a ésta una envidia del derecho de las mujeres de la crianza.19

Antropológica[editar · editar código]

Desarrollo psicosexual: Bronisław Malinowski y nativos, Islas Trobriand (1918).

Investigadores científicos contemporáneos han criticado la universalidad de la teoría freudiana


de la personalidad (Ello, Yo y Superyó) siguiente afirmación de Freud en su ensayo
"Introducción del narcisismo" (1914): "Es imposible suponer una unidad comparable al Yo que
exista desde el comienzo". Amplia evidencia documenta un funcionamiento del Yo en infantes,
incluso en los recién nacidos, contrariamente a lo que Freud sostenía. El recién nacido muestra
una sorprendente habilidad para seguir distintos objetivos móviles, diferenciar un estímulo
familiar de uno que no lo es y reaccionar positivamente con la persona que lo cuida. Aún más,
los niños muestran signos de un Superego en funcionamiento más temprano que lo propuesto
por Freud, quien sostenía que asomaba recién luego de que se resolviese el Complejo de Edipo.
Consideraciones culturales han influenciado ampliamente las teorías dentro de la perspectiva
psicodinámica. Freud indicó que el Complejo de Edipo es universal y esencial para el
desarrollo.

Bronisław Malinowski, un antrópologo que estudió el comportamiento de los habitantes de las


Islas Trobriand, cuestionó la opinión de Freud acerca del Complejo de Edipo y su universalidad.
En la sociedad de Trobriand los varones son disciplinados por los hermanos de sus madres en
lugar de sus padres biológicos (sociedad avuncular). Tal como desarrolla en su trabajo, "Sexo y
represión en la sociedad salvaje" (1927), Malinowski encontró que los varones tenían sueños
donde el blanco de los miedos no era su padre sino su tío. Basado en esta observación,
Malinowski argumentó que el poder, no los celos, es la base para la tensión edípica. Como
resultado, Segall et al. hipotetizó que la teoría freudiana estaba basada en una interpretación
equivocada de una variable que da lugar a confusión.20 Por otra parte, la investigación
contemporánea confirma que, si bien los rasgos de personalidad correspondientes a la etapa
oral, la etapa anal, la etapa fálica, la etapa latente, y la etapa genital se puedan observar, ellos
siguen sin estar claros como fases fijas de la infancia, y como se derivan, desde la infancia, los
rasgos de personalidad adulta.16

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