El Juicio Particular y El Juicio Final
El Juicio Particular y El Juicio Final
El Juicio Particular y El Juicio Final
Todos hemos deseado en algunos momentos de nuestra vida, ser jueces de los
dems. Opinamos con facilidad acerca de su vida juzgando si hicieron bien o
mal. Sin embargo, nos cuesta trabajo pensar que nosotros tambin vamos a
ser juzgados al final de nuestra vida y que nuestros actos, por ms secretos
que hayan sido, van a trascender ms all del momento en el que los hicimos.
Qu sucede con el alma despus de la muerte?
Los cristianos encontramos en el Evangelio algunos pasajes que nos hablan
acerca del destino del alma. Especficamente, en la parbola del pobre Lzaro
(Lucas 16, 22) y en las palabras que Cristo dirige al buen ladrn, crucificado
junto a l (Lucas 23, 43).
Al morir, nuestra alma se separar de nuestro cuerpo. Se presentar ante Dios
para recibir, de acuerdo con lo que nosotros mismos hayamos elegido en la
vida terrena, la recompensa o el castigo eterno.
El Juicio Particular
Al morir, tendremos un Juicio Particular. En este juicio nos encontraremos ante
Jesucristo y ante nuestra vida: todos nuestros actos, palabras, pensamientos y
omisiones quedarn al descubierto.
Suena dramtico, pero es real. Si nos encontramos en gracia de Dios, nuestra
eternidad feliz empezar en ese momento. Si morimos en una actitud de
rechazo total y voluntario a Dios, en pecado mortal, entonces empezar para
nosotros el castigo eterno, el infierno.
El Catecismo de la Iglesia Catlica nos dice: El Juicio Final revelar hasta sus
ltimas consecuencias lo que cada uno haya hecho de bien o haya dejado de
hacer durante su vida terrena (n. 1039).
El juicio final es la prueba de que Dios es infinitamente justo y ha dispuesto
todo con sabidura para que la verdad se conozca y se aplique la justicia en
cada hombre con el destino eterno que l mismo se haya merecido.
Algunas personas piensan que no hay que preocuparse por eso de los juicios,
pues creen que Dios va a salvar a todos los hombres al final de los tiempos
porque es infinitamente bueno y nos ama.
Es verdad que Dios es muy bueno, pero tambin es muy justo y respeta
nuestra libertad. Cuando nosotros estamos en pecado mortal, libremente le
hemos dicho a Dios que no nos interesa salvarnos. Si morimos en este
estado, Dios respetar nuestra decisin. El hombre, con su libertad, alcanza la
recompensa o el castigo eterno.
Frente a Cristo se conocer la verdad de la relacin de cada hombre con Dios.
El Juicio Final revelar que la justicia de Dios triunfa sobre todas las injusticias
cometidas por sus criaturas y que su amor es ms fuerte que la muerte.
Reflexionar tanto en el Juicio Particular como en el Juicio Final nos recuerda que
mientras tengamos vida, tenemos oportunidad de alcanzar nuestra salvacin.
Cada da nos ofrece la posibilidad de amar a Dios y a los que nos rodean, de
perdonar a los que nos ofenden, de vivir cristianamente.
Cundo ser el juicio final?
El mismo Jesucristo nos aclar que ni siquiera l conoce el da ni la hora en que
se llevar a cabo este acontecimiento, sino slo Dios Padre. As que no
debemos dejarnos engaar por personas que pretenden conocer la fecha del
fin del mundo. No debemos preocuparnos por intentar conocer esa fecha, sino
slo por estar siempre bien preparados, pues no sabemos en qu momento
suceder.
Para profundizar, puedes leer el Catecismo de la Iglesia Catlica nm. 668 682, 1021-1023, 1038-1042, 2831
Segn la doctrina catlica y algunas ramificaciones protestantes, el juicio
particular es el momento en que elalma, que se separ de
su cuerpo inmediatamente despus de su muerte, define si ella va al Cielo,
al Infiernoo al Purgatorio. Ms concretamente, el juicio particular "es el
juzgamiento de retribucin inmediata, que cada uno, a partir de la muerte,
Dios no predestina a nadie a ir al infierno (cf DS 397; 1567); para que eso
suceda es necesaria una aversin voluntaria a Dios (un pecado mortal), y
persistir en l hasta el final.
---Compendio del Catecismo de la Iglesia Catlica, 12.IV 1037