Poemas
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Poemas
NO TE RINDAS(Mario Benedetti)
Creo en ti
Creo en t amigo:
Si tu sonrisa es como un rayo de luz
que alegra mi existencia.
Creo en ti amigo:
Si tus ojos brillan de alegra al encontrarnos.
Creo en ti amigo:
Si compartes mis lgrimas y
sabes llorar con los que lloran.
Creo en ti amigo:
Si tu mano est abierta para dar y
tu voluntad es generosa para ayudar.
Creo en ti amigo:
Si tus palabras son sinceras y
expresan lo que siente tu corazn.
Creo en ti amigo:
Si sabes comprender bondado samente mis debilidades y
me defiendes cuando me calumnian.
APEGADO A M(Gabriela Mistral)
Velloncito de mi carne,
que en mi entraa yo tej,
velloncito friolento,
durmete apegado a m!
HASTO
Pasan las horas de hasto
por la estancia familiar,
el amplio cuarto sombro
donde yo empec a soar.
Del reloj arrinconado,
que en la penumbra clarea,
el tictac acompasado
odiosamente golpea.
Dice la monotona
del agua clara al caer:
un da es como otro da;
hoy es lo mismo que ayer.
Cae la tarde. El viento agita
el parque mustio y dorado...Qu largamente ha lloradp toda la fronda
marchita!
Autor del poema: Antonio Machado
No es el amor quien muere
cabes,
que as voy a cerrarte
y a llevarte a mi boca,
pero
de pronto
mis pies tocan tus pies y mi boca tus labios,
has crecido,
suben tus hombros como dos colinas,
tus pechos se pasean por mi pecho,
mi brazo alcanza apenas a rodear la delgada
lnea de luna nueva que tiene tu cintura:
en el amor como agua de mar te has desatado:
mido apenas los ojos ms extensos del cielo
y me inclino a tu boca para besar la tierra.
Naturaleza
Dios, pon en mi corazn acongojado
tu mano, quita de mi alma las querellas,
has que brillen y palpiten las estrellas
en este mi cielo que hoy luce tan nublado.
Permteme leer la carta de amor sublime
que escribiste para m en la naturaleza,
y hacindolo halle reposo para mi cabeza
y paz para mi corazn que a diario gime.
Y volver a enamorarme de las tardes bellas,
disfrutar boquiabierto de las hermosas cosas
Los rboles, las aves, montaas, las rosas...
porque ver tu rostro en cada una de ellas.
Luna de plata
Alba origen en el tiempo
naci mi luna de plata.
Vientre de blanca azucena
abierta en noche lunada.
Luna creciente y distante
al soar, nodriza y maga,
jugando entre mi sonrisa,
suspensa me desafiada.
Con nardos y oscura sierpe
su sello me bautizaba
y me arrullaba temblando
con voz que nunca cesaba.
Con ella creci mi tiempo
a su luz encadenada.
Yo hablaba de extrao sueo,
nia de luna, asustada.
Claridad de luna tenue,
mi vida me fue robada.
Nac soando vivir,
vivo entre sueo perlada.
CUANDO HAYA MUERTO, LLRAME TAN SLO...(William Shakespeare)
Cuando haya muerto, llrame tan slo
mientras escuches la campana triste,
anunciadora al mundo de mi fuga
del mundo vil hacia el gusano infame.
Y no evoques, si lees esta rima,
la mano que la escribe, pues te quiero
tanto que hasta tu olvido prefiriera
a saber que te amarga mi memoria.
Pero si acaso miras estos versos
cuando del barro nada me separe,
ni siquiera mi pobre nombre digas
y que tu amor conmigo se marchite,
para que el sabio en tu llorar no indague
y se burle de ti por el ausente.
Mam
Estaba oscuro...
Solo el rayo de la luz de tus ojos.
Me enseaste a respirar
y tus entraas acariciaban mi frgil cuerpo.
Soaba con colores
y te imaginaba hermosa,
fueron nueve meses en un mundo rosa.
Crec de a poco con tu calor
me alimentaba con tus caricias
y frases de amor.
El momento llegaba
iba a conocerte,
estaba muy protegida
con miedo de perderte...
Se hizo la luz
una maana de febrero,
mam ah estabas t
tan maravillosa y tan dulce
como te haba imaginado.
Aprend con el correr del tiempo
y en mis andanzas peligrosas
de cada uno de tus consejos
valorados en cada acto
de mis diecinueve aos,
y soando cada vez
que me encuentro lejos,
con tus palabras
que envuelven mis vivencias
y acobardan los miedos
de mi juventud.
Adis abuelita
Tus ojos son dos estrellas brillantes
Que en el da mas triste se apagaron
Y que nunca ms mi alma iluminaron
Me invadi un dolor que nunca sent antes.
La tristeza es tal como un ocano profundo
Entre ms caes ms obscura se torna tu alma
Tan solitaria y callada tal como su fondo
Mi corazn te llora te suplica y te aclama.
A una madre
T me miras, ya lo sabes
t me miras, ya lo s
me miras y la conexin est hecha
me miras y me siento bien.
T me anclas a la seguridad con t mirada
slo siento el hueco de t marcha forzada.