Historia de La Guajira
Historia de La Guajira
Historia de La Guajira
Dominio indgena
El territorio del departamento estaba habitado por los
pueblos wiwa, kogui, arhuaco y kankuamo situados en la sierra Nevada.
El guajiro en la pennsula de La Guajira y la bajiplanicie, junto a los cocina,
guanebucn, caquetos, makuiras, anates, coanaos y eneales todos extintos;
y por ultimo los cariachiles quienes habitaban la planicie aluvial y laderas de la
serrana del Perij antes de su extincin.
Dominio colonial europeo
En el siglo XVI hizo parte de la provincia colonial espaola de Santa Marta que
disputaba sus territorios con la Provincia de Maracaibo, aunque las autoridades
coloniales no ejercan dominio en zonas muy adentradas a la sierra Nevada, la
serrana del Perij, la pennsula de La Guajira y parte norte de la bajiplanicie del
centro del departamento. En el sigloXVIII fue creada la Provincia de Rio del Hacha
que abarcaba de forma similar, los territorios del actual departamento, aunque sin
ejercer dominio total sobre este.
La provincia colonial mencionada estuvo bajo el rgimen militar y mercantil
de Cartagena de Indias y en justicia de laReal Audiencia de Santa Fe. El territorio
del departamento perteneci en dos ocasiones desde 1542 1717 y 1723
1739 al Virreinato del Per, y conform el Virreinato de Nueva
Granada de 1717 a 1723 y de su restauracin en 1739hasta 1819.
Siglo XIX
El 1 de Julio de 1965 nace a la vida institucional el Departamento de La Guajira, puerto de enlace comercial
con las Antillas y Europa, frontera con la hermana Repblica de Venezuela, rincn olvidado del pas en donde
se forjaron pueblos Macondianos y personajes mticos como Francisco el Hombre,
bendecida por Dios y la naturaleza con todos los climas y riquezas mineras en Sal, Carbn, Gas, y otros, tierra
de bonanzas econmicas que dejaron huellas inolvidables, pero qu, en medio de tanta belleza, el desarrollo
socioeconmico le ha sido esquivo en razn de la falencia en el recurso primordial para fusionar todas sus
potencialidades y enrumbarlas hacia el crecimiento integral de la regin: el recurso humano.
Hoy, a 46 aos de haberse constituido como Departamento, La Guajira no muestra avances al paso de los
aos de la mano de las administraciones pblicas que nos han gobernado; es incoherente el estado de
postracin socioeconmica en que hoy vivimos frente a los recursos recibidos e invertidos, supuestamente, a
lo largo de estos aos de vida institucional.
El proyecto Cerrejn, iniciado en 1980 y su primera extraccin de carbn temprano del 81, comenz, un ao
despus, a generar recursos de regalas, mientras que el Gas inici su generacin de regalas en 1976, en la
administracin de la Sra. Lola de la Cruz de Pastrana, tristemente clebre por haber destruido la antigua
crcel de Riohacha en donde estuvo recluido el famoso Papilln.
Recordamos el inicio del proyecto Cerrejn con la Empresa Morrison Knudsen y la Asociacin IntercorCarbocol, en el cual las inmensas expectativas de desarrollo socioeconmico generadas por el proyecto
minero no pasaron de ser eso para La Guajira, expectativas, mientras para la transnacional asociada fue una
de sus mejores inversiones por la forma nociva para los intereses del departamento y la nacin en que se
pact el Contrato de Asociacin para la explotacin carbonfera y por la exclusin tradicional de la mano de
obra calificada Guajira de las esferas de poder de la empresa explotadora, as como tambin de las empresas
locales en proveedura y suministros.
Hoy, no tenemos infraestructura de acueductos ni alcantarillado en la mayora de las cabeceras municipales,
con graves consecuencias en materia de saneamiento bsico; tenemos un servicio de energa de psima
calidad en manos de una empresa privada de espaldas a nuestro derecho a una buena calidad de vida;
gozamos de un sistema vial sin carreteras secundarias ni terciarias que permitan el acceso a sectores
productivos del rengln agrcola y pecuario.
No tenemos fuentes de empleo por ausencia de una verdadera poltica de creacin de empresas de la mano
de buenos servicios pblicos a precios accesibles y con asesora en mercadeo que apoyen al pequeo y
mediano productor-empresario; en servicios de salud estamos en la crisis ms profunda que hayamos vivido;
en Educacin ocupamos un deshonroso lugar despus de haber sido mejores bachilleres de Colombia y
ejemplo de rendimiento para la regin.
En seguridad la situacin es alarmante por la ineficacia de los entes responsables de su manejo; nuestros
nios indgenas estn muriendo de hambre y desnutricin, el hambre pasea por las calles a pesar de los
informes de los programas nutricionales institucionales y de las distinciones que les dan a quienes los
manejan, todo lo cual nos muestra un panorama alarmante que nos lleva a reflexionar y pensamos: Es
motivo de festejo el llegar a cuarenta y seis aos de ignominia? O, ser motivo de pensar que hacer frente a
tanta corrupcin?.