¿Que Saben Los "Analfabetos" Del Alfabeto?

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Qu saben los analfabetos del

alfabeto?
Gregorio Hernndez Zamora

*Ferreiro, Emilia, et al.


Los adultos no-alfabetizados y sus
conceptualizaciones sobre el sistema de
escritura.
DIE-CINVESTAV (Cuadernos de Investigacin Educativa No. l0),
Mxico, 1983,234 pp.

Las conceptualizaciones acerca del sistema


de escritura tienen un origen extra-escolar (se
empiezan a elaborar antes de que los nios reciban
una instruccin escolar al respecto) y, por lo
tanto, ningn nio urbano, incluso los de zonas
marginadas, llega totalmente ignorante a la escuela primaria. Con mayor razn resulta absurdo
suponer que los adultos no alfabetizados carecen
de conocimientos acerca del sistema de escritura
y su funcin, a pesar de que as se los considera en
cualquier practica alfabetizadora"
La anterior es la tesis que dio origen y forma a
esta investigacin realizada en la ciudad de Mxico
con una muestra de 58 adultos analfabetas (31
hombres y 27 mujeres, de edad entre 20 y 50 aos),
y cuyos resultados nos permiten, por un lado, entender ms acerca de cmo aprenden y qu saben ya los
adultos y, por otro, reformular una serie de nociones
errneas que impregnan la prctica alfabetizadora en
nuestros pases, empezando por el aparentemente
nivow concepto de analfabeta.

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Precisamente la ambigedad de este concepto se puso de manifesto al tratar de integrar la


muestra. En la seleccin de los sujetos se intento
adoptar algn criterio objetivo para definir a
priori a alguien como analfabeto y poderlo
incluir como sujeto del estudio. Pero, a decir de los

autores, todos los criterios fallaron: la respuesta


negativa a la pregunta tipo censo (sabe leer y
escribir?) no es confiable puesto que algunos
responden que no porque leen con dificultad y no
practican la escritura; la ausencia de escolaridad
previa tampoco predice el analfabetismo: algunos
meses de escolaridad bastan a unos mientras que
a otros varios aos les resultan nulos. Finalmente
se encontr que la nica forma de saber si un
individuo era o no analfabeto era comenzar la
entrevista con l. Lo paradjico es que varios
fueron descartados de esa manera, pese a que en
un inicio haban declarado no saber.
Investigaciones anteriores, realizadas con nios
pre-alfabetizados de 3 a 7 aos de edad, mostraron
que al llegar a la escuela los nios ya cuentan con
determinados conocimientos sobre la lengua escrita.
Sin embargo, tales conceptudizaciones les resultan
tan extraas a los adultos (maestros, padres de
familia, etc.) que producen un rechazo inmediato
como conocimiento vlido, pues no se sujetan a las
exigencias formales de la lengua escrita (sintaxis,
ortografa, conocimiento del nombre de letras y
nmeros, etc.). Se trata, afirman los autores, de
estructuras cognoscitivas dotadas de una lgica propia que no encaja en los esquemas de los adultos, pero
que debe ser considerada si se quiere romper con
prcticas pedaggicas generalizantes, que tratan alos
sujetos como tablas rasas, desconociendo sus diferencias, problemas y posibilidades especficas.
As pues, los autores formulan la pregunta
global Cual es el conocimiento que los adultos
pre-alfabetizados tienen del sistema de escritura?. Para responderla renuncian a la visin simplista, segn la cual los analfabetos son ignorantes en este dominio especfico (lengua escrita)
pues, de acuerdo a esta idea, de tener algn
conocimiento no seran analfabetas. As mismo,
rechazan la dicotoma "saber-no saber, debido
a que es simpliticadora porque impide la posibilidad
de estados intermedios. Adems confunde el comocimiento del nombre o equivalente sonoro de las
letras con el conocimiento del sistema mismo.

La metodologa utilizada en la investigacin


consisti en establecer un total de once situaciones
experimentales, cada una de las cuales fue diseada
especficamente para obtener determinada informacin en relacin al nivel de conceptualizacin que el
adulto tuviera sobre el sistema de escritura. Estas
once situaciones experimentales fueron ensayadas
con cada uno de los 58 adultos de la muestra, por lo
que la cantidad y calidad de los datos fue bastante
amplia. Esto permiti desarrollar una exposicin
sumamente detallada, de tal suerte que se dedic un
captulo o subcaptulo entero a la exposicin y anlisis
de los datos reportados por cada una de las situaciones mencionadas.
Las situaciones experimentales desarrolladas fueron las siguientes:
1. Clasificacin de un material grfico en trminos de legible/no legible (cules sirven para
leer y cules no);
2. Interpretacin de las partes de una oracin
escrita ta;
3. Interpretacin de una transformacin efectuada sobre esa misma oracin;
4. Determinacin de las separaciones necesarias
de una oracin escrita sin ellas;
5. Interpretacin de textos breves acompaados
de imgenes;
6. Escritura del nombre propio e interpretacin
de sus partes;
7. Otras producciones escritas (escritura del
plural, etc.)
8. Interpretacin de actos de lectura y escritura;
9. Identificacin de letras y nmeros en contextos reales (en vases comerciales, notas, calendarios, etc.;
10. Interpretacin de textos en los mismos
contextos reales;
ll. Anticipacin de la funcin de esos mismos
textos.

Las primeras ocho situaciones haban sido ya


aplicadas en anteriores investigaciones realizadas
con nios. A stas se agregaron las tres ltimas
para determinar el grado de conocimiento y de uso
que realmente tienen los adultos analfabetas en
su vida cotidiana.
Slo como una muestra del trabajo y los
resultados obtenidos researemos a continuacin
el captulo referido al conocimiento y uso de letras
y nmeros.
Los adultos no-alfabetizados que habitan en
grandes ciudades se enfrentan cotidianamente con
la necesidad de interpretar todo un cmulo de
seales comerciales, viales, polticas, etc. Frente a
esta situacin se tiende a pensar que el analfabeta
desconoce todo acerca de las letras. La pregunta
que gui esta parte de la investigacin fue: qu
posibilidad de identificacin de letras individuales
tienen estos sujetos, y qu tanto utilizan
funcionalmente ese conocimiento?.
Con base en los datos obtenidos se dividi a
los sujetos en tres grandes categoras: 1) Sujetos
que nombran un mximo de tres letras diferentes;
2) sujetos que nombran de 4 a 10 letras y; 3)
sujetos que nombran ms de 10 letras. De este
modo se encontr que el 33% de los sujetos
conocan ms de 10 letras, en tanto que el 24% se
ubicaba en el segundo grupo y el resto, 26%, no
conocan ms de 3 letras. Se encontr asi mismo
que en muchos casos los sujetos adjudicaban un
nombreequivocado aciertas letras (por ejemplo
un sujeto dijo la ge al sealar la grafa P).
Ahora bien, lo importante de estos datos era
saber qu uso hacen los sujetos de ese conocimiento. Para ello se pidi a los adultos interpretar
algunos textos. stos consistieron en un Conjunto
de materiales grficos tanto reales (envases de
leche, de alimentos, de medicamentos, etc,), como
fotografiados (letreros del interior del metro, de
seales de trnsito, etc.). Se les pidi que interpretaran este tipo de textos pues se trataba de escri-

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turas con las que habitualmente se enfrentan los


sujetos en su vida diaria.
De esta forma se lleg a clasificar a los
sujetos en tres grupos, segn el uso que hacan de
las letras para apoyar su interpretacin: A) sujetos
que parten del texto para interpretarlo, con mayor
o menor apoyo del contexto; B) sujetos que
pueden usar las letras para confirmar sus interpretaciones, es decir, interpretan en funcin del contexto y confirman con el texto y; C) sujetos que en
ningn momento pueden hacer uso de los elementos del texto para predecir su contenido o para
confirmar una anticipacin hecha en funcin del
contexto.
Experiencias similares se hicieron en relacin al conocimiento y uso de los nmeros, encontrndose que el 82% de los interrogados conoce
todos los dgitos y sabe interpretar las combinaciones de dos dgitos. As mismo se encontraron
importantes diferencias en el conocimiento de
letras y nmeros, dado que en el caso de stos
ltimos el conocimiento es mucho ms completo
y elaborado, y el uso que se hace de ste es ms
extenso. Al respecto sealan los autores: En
ambos casos son las presiones de la vida laboral las
que obligaron a estos adultos a aprender y a
interpretar los nmeros. Pero algo ha de haber
para que lo de las letras les haya resultado
inaccesible, Ese algo est vinculado, a nuestro
juicio, a la diferencia entre los sistemas de representacin: ideogrfico en el caso de los nmeros,
alfabtico en el caso de las letras.

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En fin, aunque los autores son muy claros al


sealar que no estn proponiendo un nuevo mtodo de alfabetizacin, s enfatizan el inters pedaggico de esta investigacin: no ser posible
considerar una accin alfabetizadora que tome
como punto de partida lo que estos adultos saben,
en lugar de partir de lo que ignoran?. Y es
precisamente en este sentido que la investigacin
aqu reseada adquiere su mayor valor, porque

presenta un amplio conjunto de datos que permiten repensar de una manera profundamente diferente la prctica alfabetizadora. Estamos ayudando a redefinir lo que puede ser facilitador del
aprendizaje y lo que puede ser impedimento. La
crtica central que los autores hacen a todas las
propuestas de alfabetizacin es que stas resultan insuficientes (independientemente de su xito
en programas concretos) porque toman un punto
de partida definido con toda independencia del
sujeto de este aprendizaje. Ya sea que se decida
por las letras, las slabas, la palabra generadora o
los enunciados, esa decisin se toma desde afuera, sin saber cmo conceptualiza el adulto analfabeto al sistema de escritura socialmente
constitudo,
Sin duda, y al margen de las crticas que
pudiera sucitar esta posicin, el texto que aqu
reseamos constituye una de las aportaciones ms
serias y consistentes que en el campo de la investigacin sobre procesos de lecto-escritura y clculo mtematico elemental se realiza actualmente an
Amrica Latina. Regin en la que, por cierto, los
mismos autores adems de otros, han realizado
mltiples estudios que, desde una perspectiva
terica constructivista, buscan explicar los procesos de adquisicin de la lengua escrita en contextos sociales de marginacin y pobreza. Como
ejemplo tenemos los trabajos de Magda Soares en
Brasil (sobre clculo matemtico en nios y adultos fracasados escolarmente) y los de la propia
Emilia Ferreiroquien, junto con Ana Teberosky y
otros investigadores, ha llevado a cabo en zonas
marginadas de Mxico y Argentina, sobre la apropiacin de la escritura en contextos escolares y
extraescolares.
Por todo lo antes dicho, Los adultos noalfabetizados y sus conceptualizaciones del sistema de escritura es una lectura indispensable para
quienes realizan su labor en el campo de la educacin de adultos.

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