1957 - La Fe en Marcha PDF
1957 - La Fe en Marcha PDF
1957 - La Fe en Marcha PDF
EN
MARCHA
Mi vida de servicio gozoso
con los testigos de Jehov
A. H. Macmillan
A. H. Macmillan
La fe en marcha
Versin en espaol Forlaget Gramma
1 edicin
Traducido de Faith on the March
por Carlos Villarrubia
La edicin original en ingls
fue publicada en 1957
por Prentice-Hall, Inc.
Englewood Cliffs, N.J., U.S.A.
Todos los derechos reservados
ISBN 978-87-91953-12-5
Forlaget Gramma
(Gramma Books)
Gernersgade 55 DK1319 Kbenhavn K
[email protected]
www.gramma.dk
Contacto en Espaa:
Carlos Villarrubia
Avenida de Madrid, F1
28212 Navalagamella MADRID
[email protected]
Diseo de portada: John Boisen
Impreso por Zorita Nuevo Centro de Edicin S.L.
NDICE
Primera parte: Llamados de las tinieblas
1. UN PUNTO DE VIRAJE
13
14
16
17
18
19
21
22
23
24
25
26
27
29
30
31
32
33
35
36
36
38
39
39
40
42
43
44
Encuentro una fe
Se pone a prueba la fe de mi padre
Esperanza de una nueva vida
Esperanza para los muertos
Los inestables cimientos de la civilizacin
Por qu mi fe sigue firme
Sin miedo al futuro
En busca de la voluntad de Dios
El tradicionalismo promueve la incredulidad
La Biblia fortalece una fe vacilante
El rescate de Cristo pone de manifiesto los atributos de Dios
El objeto y manera de la vuelta de Cristo
Las profecas anuncian una presencia inminente
Comienza el mensaje de la siega
Predicacin y edicin
Mantener la mente del Seor
Lo que revel el estudio de la Biblia
La marca identificativa
Mis antecedentes
Una tragedia familiar
Ambiciones religiosas
Se revela el mensaje
Su palabra es un fuego ardiente
Tropiezo por causa de la tradicin
Hecho semejante a los hombres
ndice
El fuego no es literal
C. T. Russell saluda a un joven
Invitacin a la central
La oscuridad se convierte en luz del da
45
45
46
48
49
51
54
55
56
57
59
60
62
63
67
68
70
72
74
76
79
81
83
847.-
87
88
90
93
94
95
98
99
102
103
104
ndice
105
107
108
110
111
113
115
116
118
119
120
122
123
124
125
126
128
128
130
132
133
134
136
138
139
140
142
143
144
146
147
148
149
151
152
153
ndice
154
155
156
158
160
163
164
167
168
170
171
173
174
175
175
176
178
179
181
182
185
187
188
189
192
195
197
197
199
200
202
203
204
206
207
REFERENCIAS
INTRODUCCIN
Al lector:
A. H. Macmillan es conocido por los testigos de Jehov de todo el
mundo. Sus muchos aos de asociacin prominente con la
Sociedad Watch Tower Bible and Tract y su historial de servicio fiel
como ministro cristiano le han hecho ganar numerosos amigos.
A finales de 1955, el seor Macmillan solicit permiso para utilizar
los archivos de la Sociedad a fin de escribir un relato de sus experiencias en el ministerio. Puesto que es un miembro confiable del personal
de la central, se le concedi esa autorizacin. Hace pocos meses me
inform que su obra estaba terminada, y acced a su peticin de
revisar la exactitud del manuscrito. Enseguida me cautiv el relato
surgido de su vida y su asociacin con los testigos de Jehov.
Este libro no es solo la historia de la fe creciente de un hombre.
Creo que Macmillan se ha esforzado sinceramente por captar y retratar la mismsima esencia de la religin que, segn l mismo reconoce,
ha dado significado a su vida. Muestra a los testigos de Jehov como
humanos. Admite sus errores y explica por qu ninguna organizacin
humana puede ser infalible. Al mismo tiempo, expone las esperanzas
que ellos albergan, y demuestra con razones bblicas slidas por qu
esas esperanzas atraen a hombres de toda clase.
Esta obra contiene un relato honesto y veraz. Solo es nico en
lo que respecta a las experiencias personales de A. H. Macmillan.
En muchos otros aspectos, podra ser la historia de cualquiera de
los cientos de testigos de Jehov que he conocido.
PRIMERA PARTE
LLAMADOS
DE LAS TINIEBLAS
Captulo 1
UN PUNTO DE VIRAJE
SOY UN ANCIANO DE CABELLO CANO, a mis ochenta aos,
cuando comienzo a escribir estos hechos.
Durante casi sesenta aos me he asociado con un movimiento que
hoy reclama la atencin mundial a una escala cada vez mayor. Es un
movimiento religioso que a millones de personas les parece nuevo y
reciente; que ha combatido las religiones predominantes del mundo
con dientes, voz y pluma; que ha sido calumniado, perseguido, maldecido y condenado; contra el cual se ha orado al Dios de los cielos;
que ha sufrido ataques de chusmas, prohibiciones, confiscaciones y
proscripciones; ilegalizado por dictadores nazis, fascistas y comunistas; y todo esto bajo la influencia de lderes religiosos unidos en la
lucha contra este movimiento en solitario.
S de lo que hablo, ya que he experimentado todo esto junto con
este grupo de personas.
Yo mismo pas nueve largos meses en prisin por mi fe antes de ser
puesto en libertad junto con mis compaeros de encierro y ser
exonerados de todos los cargos falsos que nos hicieron acabar entre
rejas. Desde entonces he hablado con centenares de jvenes que tambin haban sido encarcelados por su fe.
Con el transcurso de los aos he viajado por muchos pases, incluida Palestina, por donde Jess y los apstoles predicaron el mismo
mensaje. He discursado ante cientos de miles de personas desde la
plataforma pblica, con frecuencia a travs de un intrprete, s, y tambin de casa en casa como hicieron los apstoles. Actualmente, tengo
el privilegio de dirigirme a un nmero indeterminado de oyentes a
travs del moderno medio de la radio, mediante una emisora pione-
14
Se ha preguntado alguna vez si su religin es la verdadera, o ha intentado encontrar la verdad que responda a sus preguntas sobre Dios
y sus propsitos para la humanidad? Yo s, y s que esa bsqueda
puede ser una verdadera batalla. Pero merece la pena. Hoy la gente
Un punto de viraje
15
16
Un punto de viraje
17
18
Un punto de viraje
19
S, mi padre muri con una esperanza gloriosa, y s que esa expectativa le alivi el aguijn de la muerte. Esa misma esperanza, tal como
se declara en la Palabra de Dios, es la que yo he albergado durante
ms de medio siglo. Ha trado paz a mi mente y gozo a mi corazn, y
me ha sostenido durante muchos momentos oscuros. Me ha inculcado un temor reverencial a mi Dios y un amor profundo y sincero por
el prjimo. Me ha mostrado un nuevo estilo de vida.
LOS INESTABLES CIMIENTOS DE LA CIVILIZACIN
No es necesario que le cuente que la humanidad disfruta hoy de numerosas comodidades y placeres, pero a pesar de todo existe un profundo temor en cuanto al porvenir de esta generacin. Es de todos
conocido que las naciones estn armadas hasta los dientes con las armas ms mortferas que jams se hayan inventado o construido. Los
entendidos en la materia nos dicen que existen bombas que podran
destruir una ciudad de buen tamao en solo unos instantes. Tambin
sealan que se pueden disparar misiles dirigidos cargados de devastadoras cabezas nucleares y alcanzar con precisin objetivos distantes
en cuestin de minutos. Adems, afirman que existen otras armas tan
letales que son demasiado terribles para hablar de ellas. Hasta las
pruebas controladas se limitan por miedo a los resultados.
Hay quien piensa que los comunistas estn resueltos a destruir a
todas las naciones de la Tierra que no se sometan a sus condiciones o
20
Un punto de viraje
21
22
Captulo 2
EMPRENDO
UN NUEVO CAMINO
CAMBIAR DE MODO DE PENSAR implica cambiar de estilo de
vida, y de hecho, el apstol Pablo indic lo que los cristianos deban
hacer:3 Cesen de amoldarse a este sistema de cosas; ms bien,
transfrmense rehaciendo su mente, para que prueben para ustedes
mismos lo que es la buena y la acepta y la perfecta voluntad de
Dios. Esa es la batalla que acompaa a la religin verdadera.
Fue este inters en hallar respuestas a mis preguntas acerca de
Dios, mi inters en l como una persona que ama, piensa y hasta
odia, lo que condujo al entendimiento de su voluntad que hoy
proclaman los testigos de Jehov por todo el mundo. Durante siglos
las religiones han puesto todo el nfasis en el hombre y su salvacin
o condenacin, preocupndose poco por el nombre del Dios
responsable de esos destinos. Todos los conceptos de Dios se han
modelado, no a partir de la Biblia, sino del inters del hombre en s
mismo.
Durante siglos, la gente ha dependido del clero para alcanzar la
salvacin. Si un lego se interesaba por las Escrituras se le
consideraba prcticamente un hereje, tachndolo de escptico. De
este modo, la salvacin dependa de hombres.
De tanto en tanto, hubo algunos que se rebelaron. Queran
demostrar que la salvacin de un hombre para nada dependa de
otros. De modo que afirmaron que el Dios Todopoderoso ya
haba fijado sus destinos antes de crear siquiera al primer
humano. Cada hombre habra sido predestinado antes de nacer a
disfrutar las dichas de la Gloria o sufrir los tormentos del infierno
ardiente.
24
Otro reformador dijo: Esta idea de Dios es mi concepto del Diablo. Si un hombre no se salva, es por su propia culpa, pues Dios ha
hecho todo lo posible para que obtenga la salvacin, pero la
humanidad no quiere aceptarlo. Esta creencia presenta a Dios en
competencia con el Diablo, y lo despoja de su poder, pues parece que
el Diablo est consiguiendo ms adeptos.
Si queremos averiguar lo que dicen las Escrituras sobre el mtodo
de salvacin de Dios, hemos de darnos cuenta de que es preciso un
perodo de reajuste. Durante este tiempo de reevaluacin nos enfrentaremos a multitud de escollos mentales y espirituales. Algunos quiz
parezcan pequeos e insignificantes, pero para salvarlos debemos subordinar completamente nuestras preferencias personales. Someternos a la direccin de Jehov es el camino de la sabidura.4
EN BUSCA DE LA VOLUNTAD DE DIOS
25
catorce aos sala los sbados por la noche a escribir textos bblicos en
la acera con tizas de colores en los lugares donde la gente se reuna a
pasar el rato los domingos. Esperaba poder captar la atencin de algunos de este modo para que pudieran aceptar a Cristo y no tuvieran
que ser atormentados eternamente.
A tan temprana edad demostraba su energa desbordante en su
afn de dar a conocer la voluntad de Dios para los hombres, tal
como l la entenda. Siempre quera estar haciendo algo. Finalmente,
abandon la Iglesia Presbiteriana porque su manera de ensear las
doctrinas le pareca demasiado estrecha de miras, y se uni a la
Iglesia Congregacional, que le pareca ms liberal. Le interesaba
especialmente la Y.M.C.A. (Asociacin de Jvenes Cristianos). se
es el lugar donde puedo trabajar con otros jvenes, razonaba. Su
intencin nunca fue sentarse en la iglesia para parecer piadoso, ni
escuchar cnticos y sermones sobre asuntos que fueran irrazonables,
horribles o indignos de un Dios de amor. Quera estar activo,
tratando de salvar a la gente de la condenacin eterna. De modo que
trabajaba y estudiaba en busca de la verdad.
EL TRADICIONALISMO PROMUEVE LA INCREDULIDAD
26
27
28
29
30
y sentido comn. Desde luego, eso exclua las teoras de los segundoadventistas, pues muchos de ellos eran extremistas irrazonables
convencidos de que Cristo regresara para quemar por completo la
Tierra y todos sus habitantes excepto ellos mismos. En 1873,* en
un esfuerzo sincero por contrarrestar los efectos dainos de estas
enseanzas errneas, Russell escribi y public, de su propio
bolsillo, un folleto titulado El objeto y manera de la vuelta del Seor. Se
distribuyeron miles de copias.
LAS PROFECAS ANUNCIAN UNA PRESENCIA INMINENTE
32
Inmediatamente se puso manos a la obra. Le dio algn dinero a Barbour y le autoriz a regresar a Rochester para comenzar a preparar
un libro del que seran coautores. Se propona sacar a la luz por
primera vez en forma impresa una explicacin bblica de las
bendiciones de la restitucin combinada con las profecas
cronolgicas de la segunda presencia de Cristo. Este libro, The Three
Worlds (Tres mundos), se public en 1877.
Russell decidi arrinconar su negocio y dedicar todo su tiempo a
viajar y predicar. Enseguida vio claramente que, aunque los
discursos pblicos despertaban inters, se requera algo ms para
mantenerlo y cultivarlo. Para lograr esto, decidi comenzar a
publicar una revista mensual. Aunque Barbour estaba familiarizado
con la impresin y haba sido redactor del Herald durante varios
aos, present varias objeciones respecto a la conveniencia de
reorganizar la imprenta. Sin embargo, Russell tena verdadero
33
34
35
Captulo 3
LA PALABRA DE DIOS
ES UN FUEGO
SIN DUDA HABR ESCUCHADO a algunas personas religiosas que
al observar a los testigos de Jehov deploran la falta de celo en sus
propias organizaciones. Afirman que si sus trabajadores fueran de casa
en casa como nosotros se podra lograr mucho para estimular el inters
en su propio modo de vida.
Pero basta una campaa de llamar a las puertas para inspirar fe?
Uno es tan fuerte como el alimento que consume. Por eso, en
sentido espiritual, qu proporciona a los testigos de Jehov ese vigor
que los lleva a visitar los hogares de desconocidos? Evidentemente, es
su dieta espiritual, el mismo alimento que lleva a muchos a unrseles en
la adoracin activa.
A travs de los siglos, la misma fuerza activa de Dios ha impelido a
los testigos de Jehov. Lo que les mueve es el mensaje que llevan. Si
sus creencias no fueran de vitalidad suficiente para moverles a hablar,
cmo podran impeler a otros a responder? No obstante, el apstol
Pablo seal:" Yo plant, Apolos reg; pero el crecimiento lo ha dado
Dios. se es el tipo de crecimiento al que los testigos de Jehov
atribuyen su aumento.
LA MARCA IDENTIFICATIVA
Poco despus de que Russell publicara en 1886 el primer volumen de
La Aurora del Milenio, titulado El Plan de las Edades, se hicieron los
preparativos para celebrar una asamblea en Allegheny, Pensilvania, con
ocasin de la conmemoracin anual de la muerte de Cristo. En aquella
poca era costumbre en nuestras asambleas celebrar una reu -
37
38
y ahora me siento como esa cabra. Recib una copia de este libro y lo le
(en ese momento sac del bolsillo un ejemplar del Plan de las Edades y lo
sostuvo en alto). Pues yo soy como esa cabra. Antes tena un letrero,
pero me lo he comido y ahora no s a dnde pertenezco; as que vine
aqu porque quiero descubrirlo.
A partir de entonces todos quisieron participar. Animados por los
comentarios de Kellogg, muchos de los visitantes se levantaron cuando
tuvieron oportunidad y relataron que se encontraban en la misma
situacin. Eran metodistas, baptistas y presbiterianos, pero haban
perdido sus letreros y queran saber a dnde pertenecan. Todos ellos lo
descubrieron antes del final de la asamblea, y en cuanto a Kellogg, vivi
varios aos como ministro fiel al servicio de Jehov.
MIS ANTECEDENTES
Igual que Charles Russell, comenc a asociarme con la obra en mi
juventud, como ya he mencionado. Yo tambin estaba buscando un
modo de servir a Dios de manera aceptable y, aunque mi primer contacto con la obra y las doctrinas de los testigos de Jehov me produjo
mucho gozo, requiri un cambio radical en mi modo de pensar.
Nac el 2 de julio de 1877 en Canad. Mis padres eran presbiterianos estrictos, y miembros activos de la iglesia. Sin embargo, me cri
en una comunidad catlica de Nueva Escocia en la que no haba
iglesia protestante, solo catlica. Haba un local en el pueblo en el
celebrbamos la escuela dominical y las reuniones de oracin, y esas
eran todas nuestras actividades religiosas. La iglesia presbiteriana ms
prxima estaba a cinco o seis kilmetros, y all bamos cuando
asistamos al oficio religioso. De muchacho no sola estudiar acerca de
la Biblia, pero s tena una actitud reverente hacia los asuntos de la
iglesia. Aceptaba como verdad lo que mis padres me enseaban.
El mayor de mis hermanos era escptico, y finalmente nos dej
conmocionados al admitir privadamente que era agnstico. Dijo: Si hay
un Dios, tiene que ser distinto de lo que cuentan los calvinistas. No me
creo lo que ensean sobre la predestinacin. Si Dios destin a unas
personas al tormento eterno y a otras a la gloria celestial antes que
nacieran, qu justicia hay? Nos cuentan que los que estn en el cielo
cantan alabanzas a Dios, y que por eso los lleva all, porque le agrada
escucharlos. Pero tambin dicen que los que se queman en el infierno
estn all porque a Dios le place. Solo puedo decir que debe
39
No llegu a estar activo en mi religin hasta que una verdadera tragedia golpe a nuestra familia. Un invierno, cuando tena unos trece
aos, mi hermana pequea y yo salimos un sbado a deslizarnos en
nuestros trineos. Ambos cogimos fro. A la maana siguiente, mi
hermana estaba enferma de difteria o, como ellos lo llamaban, garrotillo.
Muri la tarde del lunes.
Para m fue una gran conmocin. Pens: La vida es corta e
incierta. Si lo que hacemos aqu influye de algn modo en lo que
nos ocurrir en el otro mundo, seramos muy tontos si no
dedicramos nuestro tiempo a servir al Seor ahora con la
esperanza de recibir algo mejor durante toda la eternidad. Por mi
parte lo tengo claro, voy hacer lo que creo que agrada al Seor.
En nuestro pueblo slo haba un puado de muchachos protestantes, y no comprendan por qu me haba vuelto tan religioso de
repente. Sin embargo, me mantuve firme y trat de servir a Dios lo
mejor que pude tal como lo entendamos en mi iglesia.
AMBICIONES RELIGIOSAS
40
41
42
43
asunto ms importante que poda imaginar. Sin embargo, no me desanim que este hombre no pareciera mostrar inters. Segu hablando a
todo el que quisiera escuchar. Desde luego, con el tiempo aprend a
emplear otros mtodos menos impetuosos y con ms tacto.
Entonces estuve a punto de perder todo lo que haba ganado.
TROPIEZO POR CAUSA DE LA TRADICIN
Poco antes de todo esto, varios clrigos prominentes, entre los que
estaba G. Campbell Morgan, haban llegado a Boston para llevar a cabo
una campaa religiosa. Tenan relacin con la Escuela Moody de
Northfield. Algunas de sus conferencias rebatan enseanzas unitarias.
Los unitarios no creen que Jess tuviera una existencia prehumana, ni
que fuera el redentor de la humanidad. Para ellos, Jesucristo fue solo un
hombre notable que puso un buen ejemplo a seguir.
Haba asistido a muchas de las reuniones de la campaa celebradas
por esos clrigos. Eran buenos oradores. Contaban muchas historietas
ideadas para atraer a los ignorantes y captar su inters. Recuerdo que
una de ellas deca: Todos los apstoles llamaban a Jess "Seor",
excepto Judas, que se diriga a l como "Rab"... Claro aadi el
orador, es que Judas era unitario. Esto haba quedado grabado en
mi joven mente, porque desde luego yo no quera ser como Judas. Estos pensamientos an rondaban mi cabeza mientras segua leyendo mi
preciado libro, El Plan de las Edades.
Llegu al captulo 10: La naturaleza humana y la espiritual separadas
y distintas. All le esta afirmacin:31
Se nos dice que antes de dejar nuestro Seor la gloria para hacerse
hombre, era en forma de Dios una forma espiritual, un ser espiritual, mas dado el caso que para servir como rescate de la humanidad
tena que ser hombre, de la misma naturaleza del pecador cuyo sustituto
en la muerte iba a ser, fue necesario que cambiara de naturaleza. Y Pablo
nos dice que no tom la naturaleza de los ngeles, un grado inferior a la
suya, sino que baj dos grados y tom la naturaleza del hombre se
hizo hombre; se hizo carne.32
Jess solamente un hombre terrestre perfecto? Eso me dej confundido. Me sent conmocionado. Lanc el libro violentamente al otro
extremo de la habitacin, pensando: Desde luego, no voy a hacerme
unitario, pero el autor de este libro debe de serlo!
44
45
EL FUEGO NO ES LITERAL
Por aquel entonces era miembro de la iglesia Tremont Temple de Boston, y all tenamos una clase bblica de unos doscientos hombres y
mujeres jvenes. Muchos pasaban ms tiempo haciendo vida social que
estudiando, pero para m era una verdadera oportunidad para adquirir
ms conocimiento de la Biblia.
Un domingo estbamos estudiando la parbola de las ovejas y las
cabras en nuestra clase de la escuela dominical. El seor Jamison, un
corredor de bolsa de State Street, diriga el estudio. Al resumir la leccin, habl de cmo las cabras seran arrojadas al fuego del tormento
eterno. Cuando termin, me levant y dije:
Seor Jamison, me gustara hacer una pregunta. Si las cabras y las
ovejas de la parbola son solo smbolos que representan a los seres
humanos las ovejas a los buenos y las cabras a los malvados, por
qu afirma que el fuego es literal y que las cabras sern atormentadas
eternamente?
Se volvi hacia la clase, me seal con el dedo y dijo:
Este joven acaba de arruinar con esa pregunta todo el bien que yo
haba conseguido enseando durante el trimestre entero.
Eso era una invitacin a no volver por all, y as lo hice, aunque a
algunos les pareci que era una pregunta razonable y quisieron seguir
hablando del tema conmigo. A partir de entonces comenc a asistir a las
reuniones en el saln de Park Square donde haba obtenido el libro El
Plan de las Edades. Continu estudiando all, y empec a participar en la
obra que estaba a nuestro alcance en aquel momento.
C. T. RUSSELL SALUDA A UN JOVEN
Durante el verano siguiente tuvo lugar el cambio del siglo, y conoc al
pastor Russell. Fue en una asamblea en Filadelfia. El 17 de junio era el
aniversario de la batalla de Bunker Hill en Massachusetts, y por lo tanto
era festivo. Haba billetes de tren a Filadelfia a precio especial porque el
Partido Republicano tambin celebraba una convencin all. Ese ao
nombraron a William McKinley presidente y a Theodore Roosevelt
vicepresidente de los Estados Unidos. As que aprovech el da de
fiesta y las tarifas reducidas y asist a la asamblea de estudiantes de la
Biblia patrocinada por la Sociedad Watch Tower Bible and Tract.
Recuerdo que Russell se dirigi al pblico con el tema: Salvacin de
46
47
jaba la familia
de la central) tena poco ms de
veinte aos. C.
T. Russell fue
muy
amable
conmigo.
No
tena
hogar,
pues tanto mi
padre como mi
madre haban
muerto. As que
me tom bajo
su proteccin y
me hizo sentir
1
Betel, 124 de Columbia Heights, 1911
como en casa
con la familia de la central. Era atento y considerado en toda
ocasin, y cada vez que yo tena que salir de viaje o con alguna
asignacin especial, siempre me deca: Hermano, la puerta est
abierta para cuando regreses. Este es tu hogar.
En octubre de 1902 asist a una asamblea en Washington, D.C.,
donde me cas. Mi esposa y yo pasamos un ao en California, y en
1904 regresamos a Allegheny. En 1905 acompa a Russell en una
gira de asambleas por todo el pas. Fue en este viaje donde conoc a
J. F. Rutherford, al que bautic en 1906, y quien lleg a ser el
segundo presidente de la Sociedad.
-____-1
_____11,1111111
1
48
Captulo 4
EL FIN DE TODOS
LOS REINOS EN 1914
EL AO 1914 quedar marcado para toda la eternidad. Durante meses, s, aos, esa fecha haba ondeado en el horizonte de nuestras esperanzas. Lo contemplbamos con expectacin creciente. Cuntas
cosas haban de cumplirse, mas cuntas otras nos producan temor!
Habamos repasado una y otra vez las profecas cronolgicas de la
Biblia, y no albergbamos ninguna duda sobre ellas. De modo que
sabamos que esa fecha nos introducira en el perodo ms turbulento
que jams hubiera conocido el mundo. Lograramos sobrevivir?
Las opiniones sobre lo que habra de suceder exactamente eran variadas. Por supuesto, La Atalaya haba expuesto la cuestin de manera
muy clara, pero en aquella poca exista mucho ms pensamiento independiente e interpretacin privada de lo que permiten las Escrituras.
Esa fue una leccin que an tenamos que aprender, y nuestras
experiencias durante ese tiempo de crisis nos ayudaron mucho a mejorar
nuestro pensamiento y nuestra comprensin de lo que constituye
interpretacin privada. Desde luego, tengo buenos motivos para
reconocer los peligros que entraa.
Desde 1879, La Atalaya haba estado dirigiendo la atencin constantemente al predicho fin del presente sistema a partir de 1914. Pero, si
bien todos tenamos la mirada fija en 1914 como el fin de la maldad y el
dolor en la tierra, muchos pensbamos ante todo en nuestro cambio
personal individual.
El 23 de agosto de 1914, lo recuerdo bien, el pastor Russell emprendi un viaje al noroeste, recorriendo despus la costa del Pacifico para
50
51
diferente. En ese discurso trat de mostrar a los amigos que quiz algunos de nosotros nos habamos apresurado al pensar que subiramos
al cielo inmediatamente, y que lo que debamos hacer era mantenernos
ocupados en el servicio del Seor hasta que l determinara el momento
en que sus siervos aprobados fueran llevados a su hogar celestial.
UNA EXPECTATIVA ERRNEA
EN EL MOMENTO CORRECTO
52
Russell no estaba confundido acerca de los principales acontecimientos que haban de tener lugar. Reconoci que, ya fuera que cada
uno de los miembros del rebao pequeo espiritual siguiera en la
Tierra o no, eso no alterara ni afectara el horario previsto para
poner fin al dominio ininterrumpido de las naciones. Por eso
enfatiz que lo que sigue ahora es el establecimiento del glorioso
Reino a manos de este gran Mediador, el Hijo de Dios, Jesucristo.
l saba que esto tendra que ocurrir cuando los tiempos de los
gentiles hubieran concluido, y eso es lo que deseaba destacar.
Russell no dijo sin buenas razones en octubre de 1914 que los
tiempos de los gentiles haban terminado. Muchos aos antes haba
publicado informacin que desarrollaba con claridad la declaracin
de Jess:" Jerusaln ser hollada por los gentiles, hasta que los
tiempos de los gentiles se cumplan. Seal que esta expresin, los
tiempos de los gentiles, se refera al perodo que comenz cuando la
nacin tpica teocrtica de Dios, Israel, dej de estar gobernada por
reyes, y que habra de concluir con el entronizamiento de Jesucristo
como Rey legtimo del mundo entero. Afirm que este lapso de
tiempo se inici en el ao 607 a.C. y deba terminar en 1914 d.C.
Este es el mtodo empleado para calcular la cronologa: Se deca
del rey David, el primero de los reyes israelitas de la tribu de Jud,
que se sentaba en el trono de Jehov. 36 Por lo tanto, la
gobernacin teocrtica se prolong mediante su dinasta hasta que
fue destronada en los das de Sedequas con la destruccin de
Jerusaln? Tanto la historia bblica como la seglar identifican esta
fecha como el otoo del 607 a.C38 Se predijo que en ese momento la
lnea teocrtica de reyes de Israel quedara interrumpida hasta que
llegara aquel a quien corresponde el derecho." En vista de que
Jerusaln fue tomada por un rey pagano, se deduce que habra un
tiempo de dominio por los gentiles hasta que llegara el momento de
que Dios estableciera su propio reino. 40 Jess habl de estos
tiempos de los gentiles durante su primera venida, e indic que
expiraran a su regreso, o segunda venida." Si fuera posible averiguar
cunto duran los tiempos de los gentiles, se podra conocer con
certeza el momento del regreso de Cristo y de la instauracin de su
Reino.
53
Por supuesto, la fecha de 1914 no aparece en la Biblia. Pero tampoco apareca la fecha de la primera venida de Cristo, y sin embargo
los judos lo estaban esperando.42 De igual manera, la duracin del
perodo denominado tiempos de los gentiles se indica en las Escrituras, pero en lenguaje simblico. Anunciando un perodo de locura
temporal que acaecera al capturador de Jerusaln, Nabucodonosor, a
causa de su arrogante desdn por la gobernacin de Jehov, la profeca dice:" como a los bueyes te apacentarn; y siete tiempos pasarn
sobre ti, hasta que reconozcas que el Altsimo tiene el dominio en el
reino de los hombres, y lo da a quien l quiere.
Esta profeca se cumpli literalmente en Nabucodonosor como
smbolo de la autoridad de las naciones. Cuando termin ese plazo
su reino le fue restaurado, y tuvo que reconocer la supremaca de
Jehov. Por eso habra de esperarse la restauracin de la gobernacin
teocrtica a manos de Jesucristo al fin de los tiempos de los
gentiles, despus que hubieran transcurrido siete tiempos. La pista
para calcular la duracin de ese perodo la encontramos en
Revelacin 12:6, 14 en otra profeca que no guarda relacin con esta.
All dice que 1260 das equivalen a un tiempo, y tiempos, y la mitad
de un tiempo. Debemos entender esta expresin como un tiempo
ms dos tiempos ms medio tiempo, es decir, tres tiempos y medio,
pues de nuevo otra profeca en Revelacin 11:2, 3, que tampoco est
relacionada, equipara 1260 das a 42 meses, obviamente tres aos y
medio de 360 das cada uno. En vista de esto, siete tiempos sera el
doble de 1260 das, es decir, 2520 das.
Si la profeca de Daniel sobre los tiempos de los gentiles
hubiera de tomarse literalmente, los siete tiempos seran solo siete
aos y habran terminado mucho antes de la primera venida de
Cristo. Sin embargo, como ya hemos visto, el habl de los tiempos
de los gentiles como si an estuvieran transcurriendo. Entonces,
cmo se debe calcular ese perodo?
En al menos dos ocasiones diferentes relacionadas con juicios, Jehov utiliz un da para representar un ario." Siguiendo esta pauta, los
2520 das de la profeca se convierten en 2520 aos en su cumplimiento. El perodo de dominio ininterrumpido de las naciones terrestres haba de durar 2520 aos, que transcurriran desde el otoo del 607
a.C. hasta 1914 d.C. De acuerdo con esta cronologa, esperbamos con
conviccin el comienzo de la segunda presencia de Cristo y el
54
principio de su poder real para octubre de 1914, lo que impuls a Russell a anunciar resueltamente en ese mes: Los tiempos de los gentiles
han terminado. El da de sus reyes ha pasado.
EL FIN DEL MUNDO NO FUNCIONA
Puesto que creamos tan firmemente que 1914 sealaba el fin, algunos dbamos por sentado que tambin indicaba el momento en que
la iglesia sera transferida. Pero las Escrituras no decan eso, como
Russell haba tratado de darnos a entender. Las profecas bblicas
anunciaban que la dominacin ininterrumpida de la Tierra por las
naciones llegara a su fin, y que el Reino de Jehov comenzara a
operar por medio de Cristo Jess al fin de los tiempos de los
gentiles. Pero desde entonces hemos aprendido que tienen que
ocurrir muchas otras cosas antes que el ltimo miembro del rebao
pequeo espiritual termine su carrera terrestre.
Por ese motivo escribi Russell en enero de 1914 las palabras mendonadas, advirtindonos que quiz los acontecimientos se prolongaran
durante algn tiempo despus del comienzo de los problemas que
esperbamos para el otoo de ese ao. Aunque muchos de nosotros an
pensbamos que abandonaramos la Tierra, Russell, que era buen
entendedor, se dio cuenta, a ms tardar en octubre de 1915, de que aqu
an haba mucha tarea por delante para el pueblo iluminado de Jehov.
De nuevo nos dirigi a la Biblia en un cuidadoso estudio de los
propsitos revelados de Jehov.
Sus comentarios sobre el Salmo 149:5-9, publicados en mayo de
1914, ponen an ms de manifiesto su deseo de no adelantarse a la
direccin de Jehov, as como sus esfuerzos por animarnos a seguir ese
mismo proceder. El salmo dice:
Regocjense los santos por su gloria, y canten aun sobre sus
camas. Exalten a Dios con sus gargantas, y espadas de dos filos
en sus manos.
Russell escribi:"
Hasta este momento no habamos cuestionado que esta descripcin
de la gloria de los santos se cumpliera allende el velo (es decir, en el
cielo), tras la consumacin de la Primera Resurreccin. Empero una
investigacin ms minuciosa de tales palabras nos precave de afianzarnos en exceso en tal suposicin. Apuntamos como mera posibili-
55
dad que pudiera llegar el tiempo en que una parte de los santos se
hallara en gloria allende el velo, mientras que los que restaran a este
lado del velo, en la carne, entrasen muy cabalmente en los gozos de
su Seor y en la participacin en Su obra. Pero aqu la palabra
"camas", en armona con su uso en todo otro lugar de la Biblia, ha
de denotar un descanso de fe: que tales santos se hallen sosegados
en medio de condiciones agitadas. [...] Ms an, [...] segn la
profeca, empuan la espada de doble filo. Esta espada de dos filos
es obviamente, como en todo otro pasaje, la Palabra de Dios.
Difcilmente podemos imaginar a los santos allende el velo haciendo
uso de la Palabra de Dios... Por el contrario, esto parece sugerir que
los santos descritos se encuentran a este lado del velo, utilizando la
Espada del Espritu, que es la Palabra de Dios, [...] limpiando Su
nombre de la deshonra acarreada por medio de la ignorancia, la
supersticin y los credos de las Edades Oscuras.
Cuando le esas palabras en La Atalaya en 1914, no poda ni imaginarme que cuarenta aos ms tarde seguira aqu en la Tierra, participando con otros cientos de miles en la proclamacin de las buenas
nuevas de que el Reino s comenz en 1914 y que su culminacin
deber llegar durante nuestra generacin.45 Si hubiera sabido entonces
lo que ahora s, nunca habra hecho aquel comentario sobre la ltima
vez que me diriga a un auditorio en la asamblea de Saratoga Springs
en 1914. Desde entonces he pronunciado tantos discursos pblicos que
ni siquiera puedo recordar cuntos.
Sin embargo, en aquel momento, ya desde la primavera de 1914,
Russell estaba describiendo la obra que finalmente ha llegado a formar
parte de la historia de los testigos de Jehov de nuestros das. Reconoci que al menos algunos miembros del rebao pequeo ungido
podran quedarse en la Tierra para participar en la vindicacin del
nombre de Jehov. Aunque no poda prever en aquel momento todo lo
que despus ocurrira, s se dio cuenta con claridad de que el fin de la
actividad de predicar la Biblia en la Tierra no llegara durante 1914...
Eso despus de estudiar el Salmo 149, como hemos sealado antes.
RUSSELL PREV LA EXPANSIN TRAS LA GUERRA
En relacin con este tema tuve una experiencia con Russell que desde
entonces ha mantenido siempre constante mi entusiasmo por la
expansin continua de la obra de proclamar el Reino. Se trata de una
56
57
58
59
Si usted vivi durante ese perodo, sin duda podr aadir su propio testimonio personal sobre la tendencia inequvoca de la historia
humana desde 1914. Negar el cambio es pasar por alto los hechos.
RUSSELL RECONOCE
LA CRECIENTE AMENAZA COMUNISTA
60
61
terminado hace tiempo. Ese era nuestro punto de vista antes de 1914.
La guerra de Jehov en Armagedn se habra efectuado pero, segn
las palabras de Jess, nadie se habra salvado." De modo que, por
causa del propio pueblo de Dios, y para que se cumpliera Su propsito, Jehov orden una tregua momentnea en la lucha contra Satans.
Jehov "acort" aquellos das de tribulacin contra los espritus invisibles rebeldes al detener la guerra durante un tiempo antes de reanudar el combate activo contra las fuerzas satnicas en Armagedn.
Adems, segn la prediccin de Revelacin 16, habran de reunirse los
reyes del mundo entero.60 Dnde? En Armagedn!... la batalla del
gran da del Dios Todopoderoso, la culminacin de la guerra de
Jehov contra todas las fuerzas del mal.
De modo que, aunque el perodo de tribulacin para Satans y
sus demonios comenz puntualmente en el cielo en 1914, y aunque
el dominio ininterrumpido de los reyes de la Tierra termin entonces
al ser entronizado el Seor Jesucristo por Jehov como rey del nuevo
mundo, todava quedaba por cumplirse la profeca de Jess en Mateo
24:14 (Traduccin del Nuevo Mundo) "Estas buenas nuevas del reino
[recin establecido] se predicarn en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendr el fin." (Las cursivas son
mas)
Mi objetivo al pronunciar este discurso en California era fundamentalmente demostrar por qu se haba detenido la guerra en el
cielo despus de la expulsin de Satans, y cmo el Seor estaba
reuniendo una gran multitud como estaba predicho en el libro
bblico de Revelacin."
Durante esa conferencia hice referencia al error que cometieron los
discpulos de Jess cuando l an estaba en la Tierra. Pensaban que l
iba a quebrar el yugo de Roma y establecer su reino en ese preciso instante." Se equivocaron tanto en la fecha como en el lugar de instauracin del Reino. Como seal, el error que C. T. Russell haba cometido
no era respecto al ao, 1914, sino solamente respecto al lugar donde se
haba establecido el Reino... en el cielo, no en la Tierra.
Despus del discurso, mientras regresaba con ese amigo a la
estacin de ferrocarril, le dije:
Bueno, hermano, cul era tu pregunta?
Me respondi:
Ya la has contestado.
62
63
aprendido que a pocos hombres se les poda confiar una responsabilidad seria. Puesto que su objetivo fundamental era completar la obra
de la siega, hizo todo lo posible por terminarla antes que 1914 pusiera
fin a todo (como era su creencia hasta poco antes de su muerte). Despus, a medida que se aproximaba esa fecha, discerni cada vez ms
claramente que la obra que quedaba por hacer era muchsimo mayor
de lo que permitiran efectuar los escasos aos (y despus meses) restantes. Por eso, cuando sus energas fsicas fueron mermando, hizo un
esfuerzo por fortalecer a la Sociedad lo mejor que pudo a fin de
mantener todo en marcha.
POR QU NO NOS DECEPCION 1914
Durante aquellos pocos aos oscuros que siguieron a 1914 estbamos sufriendo dolores de parto. La sociedad del Nuevo Mundo,
que hoy ya ha alcanzado la madurez, no haba nacido an. Los oscuros nubarrones que comenzaron a asomar en 1916 eran solamente un
aviso de la tormenta que se avecinaba, que estuvo ms cerca de hacer
naufragar a la entera organizacin de los testigos de Jehov que cualquier otro suceso antes o despus. Los siguientes aos resultaron ser
una verdadera prueba de nuestra fortaleza e integridad cristianas.
SEGUNDA PARTE
EL NACIMIENTO
DE UNA NACIN
Captulo 5
EL JUICIO DE DIOS
COMIENZA POR SU CASA
C. T. RUSSELL ESTABA MUERTO. Pero la obra por la que tanto
haba trabajado estaba an inconclusa. En aquel momento no lo
comprendamos del todo. Algunos estaban seguros de que su muerte
pondra fin a la obra de la siega, a pesar de que nos haba expresado
claramente que an quedaba mucho por hacer. Jess advirti a los
apstoles con frecuencia que lo mataran en Jerusaln; y sin embargo,
cuando finalmente ocurri, todos quedaron perplejos. Sabamos que
Cristo Jess era el Seor de la siega, pero nuestra relacin con Russell
nos haba llevado a creer que ste desempeaba una asignacin especial que no podra realizar ningn otro. Pero Russell estaba muerto, y
la obra segua delante de nosotros. Tenamos que hacer algo. Estuvimos turbados durante un tiempo.
Fue una ventaja para nosotros que an faltaran dos meses para elegir a los directores de la Sociedad. Tuvimos tiempo para meditar, poner
en orden nuestra mente y hacer preparativos para las elecciones ya
cercanas. En aquel momento nadie quera hacerse cargo de la responsabilidad del control; desde luego yo no. Senta que no era ms que un
predicador. Nunca he deseado la responsabilidad ejecutiva. Nos reunimos y constituimos un comit formado por J. F. Rutherford, el asesor
legal de la Sociedad, que entonces an no era director; W. E. Van Amburgh, secretario-tesorero; y A. I. Ritchie, vicepresidente. Yo fui nombrado auxiliar de este comit ejecutivo. A continuacin nos pusimos a
trabajar, para ver qu se poda hacer para continuar con la obra.
Al principio, nos limitamos a intentar mantener todo en marcha,
animando a los que se asociaban con la Sociedad a continuar activos
68
69
70
71
72
A medida que creci y comenz a asociarse con otros en su actividad de predicacin, esas caractersticas se hicieron an ms notorias.
Ocasionalmente tuvo que ser severo con algunos en la organizacin,
pero era sumamente generoso, paciente y bondadoso al tratar con
aquellos que esperaba que pudieran ser recobrados. Mas a pesar de su
generosidad y amabilidad no era en absoluto blando. Nunca toler nada
que fuera contrario a lo que entenda que enseaba la Biblia. Era tan
estricto en cuanto a eso que jams consinti nada que pareciera una
concesin en ningn asunto relacionado con la verdad.
Los antecedentes de J. F. Rutherford fueron completamente distintos. Naci el 8 de noviembre de 1869 en una granja de Morgan County,
Missouri. No tuvo infancia. A los diecisis aos decidi ser abogado. A
fin de obtener el consentimiento de su padre, tuvo que contratar a un
hombre para que le sustituyera en la granja. Tambin tuvo que pagar la
matrcula y los dems gastos de su educacin, ya que su padre no quiso
ayudarle. Un amigo le hizo un prstamo con la nica garanta de su
palabra, y gracias a ese dinero pudo completar su carrera. Tan pronto
como pudo devolvi el dinero de ese prstamo. De modo que recibi
poco nimo en casa. Su padre lo someta a disciplina muy estricta, por lo
que el joven Rutherford careci de toda vida emocional.
Cuando se identific con la obra de los testigos de Jehov y se
uni al ministerio, su estilo de vida ya estaba bien establecido: era un
hombre maduro, rondando los cuarenta, y con experiencia en la
prctica del derecho y la poltica. Como asesor legal de la Sociedad
Watch Tower desde 1907, lleg a tener un profundo conocimiento
de los asuntos econmicos de la Sociedad y de la manera como
Russell hada las cosas.
Rutherford siempre haba manifestado un intenso amor cristiano
por sus colaboradores, y tena un gran corazn; pero no posea el
mismo carcter amable y apacible de Russell. Era franco y directo, y
no ocultaba sus sentimientos. Su brusquedad, incluso cuando trataba
de hablar con bondad, a veces se interpretaba mal. Pero llevaba muy
poco tiempo como presidente cuando se hizo evidente que el Seor
haba escogido al hombre indicado para el puesto.
UN CAMBIO ADMINISTRATIVO SUPONE UNA PRUEBA
Para comprender la expansin actual de los testigos de Jehov y la
naturaleza de su sociedad del Nuevo Mundo, es necesario entender el
73
74
75
76
El nacimiento de
una nacin
77
Cmo? La polica?
S, si es necesario, no lo dudes.
No comprend el funcionamiento de su mente habituada al Derecho. Pues bien, cierto da durante su ausencia, me encontraba en
nuestro edificio de Hicks Street con el gerente, Robert J. Martin. Los
cuatro dignatarios que pensaban que eran directores se dirigieron a la
mesa de Van Amburgh al fondo del local y le dijeron:
Hermano Van Amburgh, requerimos tu presencia arriba en la
capilla que estaba en la segunda planta, justo encima de las oficinas. Te necesitamos all para tramitar algunas operaciones.
Van Amburgh saba lo que estaba ocurriendo, as que dijo:
Amigos, no me molestis. Encargaos vosotros de vuestras operaciones; yo tengo trabajo que hacer.
Te queremos all, necesitamos tener qurum.
Eran cuatro, lo que supona mayora en la junta. Pero haba siete
directores, y para realizar operaciones legales se requera un qurum
de cinco. Yo observaba lo que estaba ocurriendo, y el resto de los
trabajadores tambin miraban nerviosos y preocupados por lo que
iba a suceder.
Los cuatro subieron al piso superior, se sentaron, y se pusieron a
debatir qu haran. Yo tambin estaba preocupado. Saba que si lograban alcanzar un qurum aprobaran a toda prisa nuevos
estatutos que cambiaran toda la estructura de la organizacin.
Esper unos instantes y dije:
Hermano Martin, vamos a subir a ver qu hacen esos hermanos.
Pero me echaron cuando trat de entrar:
Ya estamos hartos de ti. Has estado tratando de dirigir este
lugar porque el pastor Russell te dej a cargo de la obra, pero ahora
nos vamos a ocupar nosotros. Vete de aqu!
En aquel momento yo era vicepresidente de nuestra corporacin
de Nueva York. Por lo tanto, en ausencia del presidente
Rutherford, yo tena el control y la responsabilidad por las
propiedades de la Sociedad. Pero no les record este detalle, sino
que envi a Martin a buscar un polica.
Encontr a un viejo polica irlands, el clsico abuelo, que entr
agitando una porra.
Bueno, caballeros, qu problema hay aqu?
78
Yo le dije:
Agente, estos hombres estn fuera de sus puestos. Su sitio est
en el 124 de Columbia Heights, y estn interrumpiendo nuestro trabajo. Cuando les hemos ordenado marcharse, se han negado a hacerlo. Por eso hemos decidido llamar a los agentes de la ley.
Se pusieron de pie de un salto y comenzaron a discutir. El
polica amenaz con la porra y dijo:
Caballeros, escchenme bien. A estos dos, Macmillan y Martin,
los conozco bien, pero a ustedes no los conozco. As que ms vale que
se marchen si no quieren tener problemas.
Cogieron sus sombreros y bajaron las escaleras de dos en dos, corriendo hacia Borough Hall para ponerse en contacto con un abogado.
Estaban locos de rabia. Rutherford me explic despus que precisamente por eso me haba ordenado llamar a un polica, para ponerlos
furiosos. Hasta entonces haban estado conspirando a hurtadillas tratando de perturbar a las congregaciones y de interferir con la obra. l
lo saba, y al llamar a la polica logramos que la situacin se hiciera
insostenible. Ahora se tendra que resolver la cuestin de algn modo
para devolver la unidad a la organizacin.
Aunque conoca perfectamente la estructura legal de la Sociedad,
consult a un prominente bufete de Filadelfia a fin de determinar la
situacin de la junta directiva. Al recibir el informe escrito se enter de
que esos cuatro hombres no eran en absoluto miembros legales de la
junta. Russell los haba elegido como directores vitalicios, pero la ley
estipulaba que los directores tenan que ser reelegidos por los
accionistas anualmente. Sin embargo, Rutherford, Pierson y Van Amburgh s eran directores legtimos, porque haba sido elegidos como
presidente, vicepresidente y secretario-tesorero. El hecho de que ocuparan puestos electos les converta en miembros legales de la junta.
Puesto que los cuatro opositores no haban sido elegidos legalmente,
carecan de autoridad legal para actuar en nombre de la Sociedad; y en
vista de que su actitud haba evidenciado que no estaban cualificados,
fue sencillo para Rutherford nombrar otros directores que ocuparan
sus puestos vacantes hasta la siguiente votacin legal.
El punto culminante lleg en julio de 1917, solo seis meses despus
que Rutherford fuera elegido presidente. Haba logrado completar el
sptimo tomo de los Estudios de las Escrituras. Russell haba escrito los seis
primeros. El sptimo, titulado El misterio terminado, era en reali-
79
80
El nacimiento de
una nacin
Captulo 6
AGRAVIO BAJO
FORMA DE LEY
EL PRIMER GOLPE SEVERO de disensin interna no haba
logrado destruir la organizacin. Los que nos mantuvimos firmes
nos sentimos ms resueltos que nunca en nuestra determinacin de
apegamos a los principios de las Escrituras y trabajar duro en la
obra de la siega que algunos an creamos que estaba a punto de
concluir. Pero nuestra actividad de predicar se asemejaba mucho la
condicin de tela de saco o cilicio descrita en el libro de
Revelacin."
La oposicin externa llevaba algn tiempo aumentando.
Especialmente los lderes de la mayora de las organizaciones
religiosas denunciaban con saa nuestra actividad. Les exasperaba
que dirigiramos la atencin de la gente a la evidencia de que 1914
era el principio del fin, y en particular a la incmoda posicin en
que les dejaba esto debido a su participacin activa en los asuntos
mundiales del momento. William Jennings Bryan, como secretario
de Estado del presidente Woodrow Wilson, haba recorrido el pas
instando a los Estados Unidos de Amrica a mantenerse al margen
de la Primera Guerra Mundial, mientras que la mayor parte del clero
instig al gobierno para que combatiera. Bryan dimiti cuando, el 6
de abril de 1917, los Estados Unidos entraron en la guerra.
El 12 de febrero de 1918, varias publicaciones de la Sociedad,
entre ellas el libro El misterio terminado, fueron proscritas en Canad.
La prensa local reconoci y mencion abiertamente el papel
prominente que haba representando el clero en esta accin. El Tribune
de Winnipeg declar: Se alega que las publicaciones proscritas
contienen declaraciones sediciosas y en contra de la guerra. Extractos
de uno de
82
83
que la asociacin de ministros religiosos se reuni el mismo da y envi a su presidente al director del peridico, exigiendo que le explicara
por qu haban dedicado tanto espacio a ese discurso. Solo tres das
ms tarde el servicio de inteligencia militar de los Estados Unidos se
apoder de nuestra sucursal en Los ngeles, confiscando muchas de
las publicaciones de la Sociedad. A partir de entonces los agentes del
servicio de inteligencia nos hostigaron continuamente tratando de
descubrir algo que pudieran utilizar como evidencia contra nosotros
para acusarnos de violar la Ley de Espionaje.
SALE A LA LUZ UNA CONSPIRACIN
El 15 de junio de 1917, el Congreso haba decretado el alistamiento
obligatorio al publicar la Ley de Reclutamiento Selectivo, que tambin
contemplaba la posible exencin del servicio en combate para los
objetores de conciencia por motivos religiosos. Muchos jvenes
varones escribieron a la Sociedad Watch Tower preguntando al juez
Rutherford qu podan hacer. l rehus dar consejo sobre lo que deberan hacer, y se limit a responder: Si tu conciencia te impide alistarte para la guerra, el artculo tercero de la Ley de Reclutamiento
Selectivo te permite solicitar la exencin. Para ello, tienes que registrarte y presentar una solicitud detallando el motivo, y tu junta de
reclutamiento la tramitar. En ningn caso fue ms all de aconsejar
que se acogieran a esta provisin de la Ley del Congreso.
Se le presion mucho para que hiciera ms que eso. Varios jvenes
en edad de alistarse asociados con la Sociedad Watch Tower Bible and
Tract haban sido enviados como objetores de conciencia al
campamento Upton en Long Island, Nueva York. Este campamento
del ejercito estaba bajo el mando del general James Franklin Bell.
Bell visit personalmente el despacho de J. F. Rutherford y trat de
convencerle para que escribiera una carta ordenando a esos jvenes a
aceptar cualquier servicio que les asignara, incluso en ultramar. Rutherford se neg, alegando que era una cuestin que cada uno tena que
decidir por s mismo. Su respuesta enfureci al general Bell.72
Posteriormente Rutherford, acompaado por Van Amburgh, devolvi la visita al campamento Upton. All el general Bell, en presencia
de su ayudante y los dos representantes de la Sociedad Watch Tower,
reconoci algo sorprendente, como inform Rutherford aos despus"
en una declaracin publicada. Bell habl de una conferencia
84
85
alemanes.
86
Captulo 7
SENTENCIA DE OCHENTA
AOS POR PREDICAR
EL EVANGELIO
UN DA poco antes que comenzara nuestro juicio un grupo de
hombres entr en Betel solicitando ver a J. F. Rutherford. Puesto
que l estaba ocupado en ese momento, les pregunt:
Qu desean, caballeros?
Ver respondi el portavoz, representamos a una
organizacin interesada en las libertades civiles, y nos gustara saber
algo ms acerca de este proceso judicial. Nos hemos enterado por
los peridicos de que les arrestaron.
Que yo sepa, seores, se trata solo de la furia de una poderosa
organizacin religiosa que nos ataca porque hemos desenmascarado
algunas de sus enseanzas falsas.
No se engae, caballero. No se trata solamente de una organizacin activa contra ustedes. Hay toda una campaa en marcha para
detener su obra.
Cmo sabe eso?
Nos interesan estos asuntos, y ese tipo de actividades estn
muy extendidas en este momento. Hay un buen nmero de grupos
minoritarios impopulares, y algunas personas que ocupan ciertos
puestos de autoridad estn arremetiendo contra ellos, tratando de
hacerlos desaparecer; y eso es lo que harn con ustedes si pueden.
Y efectivamente as fue.
88
89
90
91
92
93
94
lo admiti posteriormente, al informar que se haba advertido inmediatamente a todos los fiscales de los Estados contra los peligros de
abuso bajo esta ley. La publicidad que se le dio aviv las animosidades
convirtindolas en llamas, aumentando enormemente la cantidad de
sospechas y de quejas por todo el pas. Hasta el influyente Felix
Frankfurter escribi al Ministro de Guerra solicitando que los objetores
de conciencia [...] fueran entregados a las autoridades de Fort
Leavenworth para recibir tratamiento." Quedamos atrapados por una
marea de opinin popular.
El caso se present ante el jurado el 20 de junio alrededor de las
cinco de la tarde, y esa misma noche a las 21:40 ya tenan el veredicto. El
Secretario del Tribunal pregunt:
Caballeros, han llegado a un veredicto?
S. Culpables de los cuatro cargos.
96
chaquetillas que llevan los reclusos, sin cuello, solo mangas y bolsillos.
Giovanni DeCecca, quien todava hoy es miembro del personal de
nuestra central, cuenta que Rutherford pas muchsimo tiempo
trabajando en una de ellas, y ni as la termin. Segn relata Giovanni,
uno de los guardias, un tipo bajito, la tom con el juez, y eso que
Rutherford era un hombre corpulento que meda un metro noventa y
tres. Pero este hombre se puso tan irrazonable que a unos cuantos
presos, tres o cuatro italianos y algunos judos, les dio pena, agarraron
la chaqueta y la terminaron en solo unos minutos. A Rutherford
literalmente se le saltaron las lgrimas ante tal consideracin y bondad
por parte de personas que no lo conocan de nada. Con el tiempo,
acabaron trasladndolo a la biblioteca, donde se senta mucho ms
cmodo con el trabajo.
Al principio, la mayora de los internos y los guardias estaban
contra nosotros, porque tenan una impresin equivocada. Pero su
actitud fue cambiando gradualmente. Y despus, cuando lleg la
Navidad, nuestros amigos de fuera nos enviaron tantos regalos que
no podamos usarlos todos. Rutherford pidi permiso al director de
la prisin para entregar algunos de los regalos a otros presos a los
que nadie haba enviado nada. Le autoriz encantado, y hasta le
entreg algunas bolsas de papel para envolverlos. Pudimos repartir
unos mil quinientos paquetes.
Por supuesto, me met en problemas all, como en casi todos los
lugares adonde voy. Pero no fue nada serio, en realidad. Uno de los
reclusos de confianza se acerc a m y me ofreci una cajita de madera, una especie de cofre para guardar cosas en mi celda. Me dijo:
Pngale un candado y guarde dentro sus cosas, y as cuando
vengan a limpiar su celda durante el da no podrn quitrselas.
Bueno, y cunto pide por esto?
Por supuesto, yo no tena dinero, pero al final le cambi la cajita
por una maquinilla de afeitar, y la coloqu en mi celda. De dnde
le parece que haba salido? Pues despus descubr que el vendedor
la haba robado del comedor de oficiales. Era una panera que
haban hecho para evitar que el pan se pusiera duro.
Los guardias empezaron a registrar toda la planta de cabo a rabo.
Hasta miraron el establo del viejo Bill, el mulo, para asegurarse de que
no estaba all. Y al final la encontraron en mi celda. El subdirector de la
crcel me llam a su despacho. l era juez, jurado y verdugo
97
para cualquier delito cometido dentro de la prisin. Al fondo del despacho, una puerta estrecha conduca al calabozo, donde te arrojaban
si te hallaban culpable. Lo llambamos el agujero. Por supuesto, los
presos saban que haban estado registrando las celdas. Para entonces, todos los internos ya nos conocan bien, y cuando me vieron
bajar al despacho del subdirector dijeron:
Vaya, han pillado a Mac, se va a pasar seis meses en el
agujero. Cuando entr al despacho, me dijo:
Bueno, ya sabe por qu le he hecho venir. Han encontrado
contrabando en su celda.
S, tengo una caja all.
Y de dnde la ha sacado?
De Murphy.
Qu le dio a cambio?
Una maquinilla de afeitar
Sabe cmo la consigui?
No, no tengo la menor idea.
Pues la rob del comedor de oficiales.
Vaya, no lo saba.
Bueno, vamos a olvidar este asunto. Ya s que no lo saba.
Pero quiero hablar con usted. Qu le parece este sitio?
Seor, esa pregunta es bastante embarazosa. Si le digo lo que
me parece este sitio, no le van a gustar mis comentarios. No lo
estoy pasando nada bien aqu.
Charlamos sobre nuestras diversas actividades, y le habl un
buen rato sobre mis convicciones religiosas. Finalmente le dije:
Mire, seor, si lo que enseamos est equivocado, somos los
mayores enemigos de este viejo mundo y todos deberamos estar en
la crcel; pero si estamos diciendo la verdad sobre la Palabra de
Dios y sus propsitos, y estoy convencido de que as es, que Dios
asista al Gobierno y la gente que nos persigue.
Cruz los brazos y baj la cabeza. No dijo nada ms, as que me levant y me fui. No me haba ordenado salir, pero pens Si va a orar,
mejor me voy. Al salir, me encontr con uno de los funcionarios que
entraba al despacho. A la maana siguiente, vi al mismo funcionario en
el patio, y me llam:
Venga aqu, Macmillan.
No creo que me llamara Macmillan, seguramente dijo:
98
Qu desea?
Qu le dijo al
subdirector al salir de su
despacho?
A qu se refiere?
Al salir del despacho, ayer.
Ah, y por qu lo
pregunta? contest
evasivamente.
Cuando
entr,
esper de pie durante
un
minuto,
o
seguramente ms, y
mientras l segua en Giovanni De Cecca, quien estuvo en prisin con el autor en
silencio con los brazos 1918 y posteriormente sirvi como traductor al italiano en la
cruzados y la cabeza Central, discute con el linotipista un detalle tcnico referente a
las ediciones en italiano de La Atalaya y Despertad!
gacha.
Finalmente
repiti varias veces: Macmillan tiene razn. Macmillan tiene
razn. Qu le dijo?
Entonces se lo expliqu.
PREDICAMOS EN LA PRISIN
99
Desde luego que no! Por eso es por lo que estn aqu, y
desde ahora les advierto que no van a predicar en esta crcel.
Eso fue en. julio. En el otoo, en septiembre, agruparon a las
minoras en diferentes clases de la escuela dominical. Me
encargaron una clase de unos quince judos. El juez Rutherford
tambin tena una clase, y Giovanni DeCecca otra en italiano.
Seguamos las lecciones trimestrales para la escuela dominical y,
curiosamente, stas comenzaban con Abrahn y las promesas
hechas a l, as como a Isaac, a Jacob y a sus descendientes... Nada
me poda haber venido mejor para ensear a una clase de judos.
Un da me encontr con el subdirector en el patio y me dijo:
Macmillan, esas clases que da son fabulosas. Asisto a ellas, y
creo que con el tiempo llevar a todos esos judos hasta la Tierra
Prometida. Eso espero.
Le respond:
Seor, cuando llegu aqu, me dijo que nada de predicar.
Bueno, olvdelo replic.
Poco despus lleg la gripe, y nuestra escuela dominical se suspendi por un tiempo. Pero justo antes de irnos, todas las clases se unieron
en un homenaje por nuestra partida. Nos marchbamos un lunes, y el
domingo de la vspera Rutherford se dirigi al grupo durante tres
cuartos de hora. Gran parte de los funcionarios estaban presentes, y a
muchos hombres se les escaparon las lgrimas. Estaban conmovidos. Y
dejamos all un grupito organizado para continuar el estudio.
UNA EVIDENCIA DEL FAVOR DE JEHOV
Varias semanas antes de ser liberados ocurri algo que me dej una
profunda impresin. El da de ao nuevo la Sociedad celebraba su
eleccin anual de directores en Pittsburgh. Por supuesto,
Rutherford saba que los que se oponan a la Sociedad dentro de la
organizacin aprovecharan las circunstancias para tratar de adquirir
protagonismo y sustituirlo a l y a todos nosotros por un nuevo
grupo de directores a quienes pudieran manejar a su antojo. La
votacin tendra lugar la tarde del sbado 1 de enero. Yo estaba
echando un partido en las canchas de tenis. Estbamos disputando
un torneo entre los internos, y ya que era la nica distraccin que
tenamos, estaba metido de lleno en l.
Rutherford dijo:
100
101
ha hecho pensar, eso de que nos pongan en el lugar del hermano Russell. Eso podra haber influido en la votacin, y en ese caso el Seor no
habra tenido la oportunidad de demostrar a quines quera en esos
puestos. Hermano, si alguna vez salimos de aqu, pienso acabar, Dios
mediante, con todo este asunto de la adoracin de criaturas, aunque me
cueste el puesto.
Estaba emocionado. Yo simpatizaba mucho con l, pero no
crea que fuera capaz de cumplir aquello. No contaba con lo que iba
a ocurrir en el futuro cercano.
Captulo 8
103
104
105
Me dijo:
Hay aqu alguna habitacin privada?
Bueno, podemos cerrar la puerta y ya estamos en privado. Qu
es lo que te trae, George?
Empez a quitarse la camisa mientras le hablaba, y pens que se
haba vuelto loco. Estaba algo sucio y cansado del viaje, aunque se
trataba de un hombrecillo que generalmente iba muy bien arreglado.
Cuando se qued en camiseta, me pidi un cuchillo. Entonces cort
un remiendo de sta y sac de all un fajo de billetes. Haba unos 10
000 dlares.
Me los entreg y dijo:
Esto os ayudar a poner la obra en marcha. No quera enviar un
cheque porque no saba quin estaba aqu. Y no me atreva a viajar en
un coche-cama porque tema que alguien me robara este dinero si
sospechaban que lo llevaba, as que he pasado toda la noche sentado.
No saba quin estaba a cargo de la obra. Pero ahora que veo aqu a
hermanos a quienes conozco y en quienes confo, me alegro de haber
venido.
Bueno, George, tienes pinta de haber pasado muy mala noche,
pero desde luego nosotros tambin nos alegramos de que hayas venido.
Fue una grata sorpresa, y muy animadora. Gradualmente comenzaron a llegarnos fondos a medida que se difundi la noticia de que
Rutherford estaba de nuevo en el puesto de presidente y que todos
estbamos trabajando duro para poner de nuevo en marcha la misma
organizacin de antes. Pero las cosas no volvieron a la normalidad hasta
que regresamos al Betel de Nueva York.
UNA PRUEBA DE FUEGO
Mientras tanto Rutherford, en California, decidi hacer una prueba
para comprobar si se poda reavivar la obra, o si por el contrario sta
ya se haba completado. Algunos an estbamos preparados para subir al cielo en cualquier momento. Pensbamos que nuestro carcter
ya estara desarrollado despus de haber pasado, como quien dice,
ochenta aos en la penitenciara. Nos pareca que, si en 1914 no
estbamos preparados, ahora sin duda s lo estaramos.
Sin embargo, Rutherford estaba muy preocupado por la obra. Estaba
en su mejor momento, y no poda comprender que el Seor hu-
106
biera hecho tan amplios preparativos para comenzar una gran obra
de esta ndole solo para dejarla terminar sin lograr nada ms de lo
que haba conseguido hasta entonces. Si los acontecimientos
hubieran alcanzado su culminacin despus de la Primera Guerra
Mundial, y el Armagedn hubiera tenido lugar entonces, habramos
quedado satisfechos. Habramos pensado que ese era el fin. Pero la
guerra haba terminado. Las naciones haban alcanzado un armisticio
y pareca que fueran a lograr la paz. Qu bamos a hacer nosotros?
No podamos quedarnos sentados rascndonos la barriga a la espera
de que el Seor nos llevara al cielo. Nos dimos cuenta de que
tenamos que trabajar y asegurarnos de alguna manera de cul era en
realidad la voluntad de Dios sobre este asunto.
Rutherford anunci que el domingo 4 de mayo de 1919 pronunciara un discurso en el Auditorio de Clune de las calles Fifth y Olive
Street en Los ngeles. El tema de la conferencia era La esperanza
para la humanidad angustiada. Los peridicos dieron publicidad a
nuestro encarcelamiento ilegal con la promesa de que all se aclararan las razones que lo provocaron. Esa era la prueba de fuego. Si
nadie acuda a esa reunin, habramos terminado.
Nos contaron que algunos clrigos dijeron: No ir ni un alma. Si
acaso, algunos vagabundos. Los Estudiantes Internacionales de la
Biblia y la Sociedad Watch Tower estn acabados. Supongo que, en
vista de las circunstancias, tenan buenas razones para opinar as.
Rutherford esperaba en el Hotel Trinity. Unos veinte minutos despus de abrir las puertas del auditorio, el lugar estaba tan atestado de
gente que no caba un alfiler. Cerca de 3000 personas haban acudido a
escuchar la conferencia.
Ah estaba nuestra prueba! Por supuesto, Rutherford estaba emocionado. Se dirigi a toda prisa al auditorio, y ese da s que dio un buen
discurso. Tuvimos que despedir a unos 600 asistentes que ya no caban
en el local con la promesa de que se repetira la reunin el lunes por la
noche. Aunque Rutherford pas todo el lunes enfermo en la cama, por
la noche acudi de nuevo al auditorio para dirigirse a un pblico de 1500
asistentes. Aguant cerca de una hora, pero finalmente no pudo
continuar y un colaborador tuvo que terminar la conferencia.
Durante varias semanas su enfermedad se fue agravando, y hasta
temimos por su vida. Debido a su estado debilitado, haba contrado
neumona. Los mdicos dijeron que estaba intoxicado debido al aire
107
viciado y la mala alimentacin que sufri en la penitenciara de Atlanta. Van Amburgh y l haban estado encerrados en una celda sin
ventilacin. El ventilador estaba averiado, y debido a la insuficiencia
de oxgeno, sus organismos estaban llenos de toxinas. En cualquier
caso, estuvo muy grave, y nunca se recuper del todo.
NUEVA VIDA NOS MUEVE A ACTUAR
108
Y seguan viniendo. Los hoteles de Cedar Point estaban abarrota dos, as que empezamos a albergar a los que llegaban en la cercana
Sandusky, donde no solo los hoteles sino tambin cientos de hogares
particulares quedaron ocupados. El viernes asistieron seis mil, y el
domingo durante el discurso pblico pronunciado por J. F. Ruther ford
hubo siete mil personas presentes.
Esta era la evidencia de una organizacin que haba vuelto a la
vida! Si nuestros adversarios se hubieran salido con la suya, todava
estaramos en prisin, apenas comenzando nuestra condena de vein te
aos. Pero, en vez de eso, aqu estbamos, libres, comprendiendo por
fin que tenamos una verdadera tarea por delante, y ansiosos por
ponernos manos a la obra.
LA EDAD DE ORO ENTRA EN ESCENA
109
110
111
Si esas palabras ya eran inequvocas, nuestra comisin haba de hacerse todava ms clara, y por tanto, nuestra responsabilidad ms seria. Esto ocurri en otra asamblea en Cedar Point, Ohio, del 5 al 13
de septiembre de 1922. Discursaba J. F. Rutherford.90
Tras explicar que Jesucristo se sentara en el trono asignado por
Dios, indic que ste haba dispuesto que otros colaborasen con l
como reyes, y que reinaran con l por mil aos. La preparacin de
stos comenz cuando Cristo estuvo en la Tierra, y desde ese tiempo
en adelante Dios los haba estado seleccionando. Sin embargo, cuando
llegara el momento de que Jess regresara y tomara posesin de su
autoridad real, reunira a los de ese grupo que an quedaran en la
Tierra y los preparara para la obra que deban realizar. Entonces, el
Seor vendra sbitamente a su templo [esto es, la organizacin cons-
112
113
114
Estos han sido aos memorables. Cuando miro atrs a lo que hemos vivido desde que ingresamos en la penitenciara de Atlanta en
1918, me convenzo ms que nunca de que Jehov Dios est con
nosotros. Ser sentenciados a veinte aos, con tal animosidad contra
nosotros que ni siquiera nos concedieron salir bajo fianza; esperar
pasar el resto de nuestros das en prisin; ver la organizacin que
habamos ayudado a construir herida mortalmente... y en el plazo de
un ao, ser puestos en libertad, completamente absueltos de todo el
oprobio de nuestro encarcelamiento, con la fuerza de nuestra siembra
inicial demostrada por la restauracin inmediata y vigorosa a la
actividad... Para m, esto es un milagro de Jehov, la prueba tangible
de que fue l, y no el hombre, quien plant, revividos por l para
crecer an ms, con su espritu alentando el aumento.
S, es el espritu de Jehov lo que mueve a su pueblo. Pero an quedaban vestigios de adoracin de criaturas y adulacin a humanos tras la
rebelin interna de 1917. Todo eso tendra que ser completamente
erradicado si la Sociedad de los testigos de Jehov quera estar plenamente dedicada al servicio de Dios. Y Rutherford atac directamente al
corazn de esta debilidad estructural.
Captulo 9
JEHOV
ESCOGE Y PURIFICA
SU CONDUCTO
EL INTERS DE J. F. Rutherford una vez fuera de la
penitenciara se centr en poner de nuevo en marcha la
Sociedad e intensificar la obra de predicacin. Pero adems
tena otro objetivo. Antes de abandonar Atlanta se haba
resuelto a limpiar la organizacin de la adoracin de criaturas.
Se puso manos a la obra, y asest un buen golpe a los grilletes
que an nos encadenaban a formas falsas de adoracin. Por ese
motivo, creo que har bien en interrumpir brevemente mi
narracin histrica para mostrar el cambio de actitud que tuvo
lugar entre los testigos de Jehov en relacin con el conducto
que Dios utiliza para diseminar su verdad.
C. T. Russell haba crecido con la Sociedad. De hecho,
mientras viva, l era la Sociedad. Pero no quiero que piense que
l exageraba su propia importancia. Al contrario. Comprenda
plenamente la responsabilidad que recaa en sus hombros, pero
no se atribua a s mismo su puesto ni los resultados de su obra.
Aun as, es bastante comprensible la actitud que surgi entre los
que trabajaban a su lado respecto a su posicin. Mi propia
experiencia fue similar a la de muchos otros. Recuerdo que en
cierta ocasin, cuando era an bastante joven, entr en el
despacho de Russell, mir alrededor, y dije:
Hermano Russell, esas cosas que explica en La Torre del Viga
y en las publicaciones son maravillosas. No creo que pudieran
ocurrrsele a ningn otro. Es que a veces le visitan ngeles en su
despacho para darle esas explicaciones?
Me mir entre curioso y divertido, y respondi:
116
117
118
119
de la misma; mas este problema puede obviarse si obtenemos el reconocimiento oficial, mediante constituirnos legalmente en Sociedad.
Russell indic aqu claramente que en su opinin la Sociedad, organizada de un modo ordenado, continuara la obra que el haba iniciado. Con frecuencia, cuando le preguntaban quin es el siervo fiel y
prudente, responda: Algunos dicen que soy yo, mientras que otros
piensan que es la Sociedad. Ambas afirmaciones eran ciertas. Russell
era de hecho la Sociedad (en el sentido ms absoluto), en tanto que
diriga el modo de actuar y la trayectoria de sta. A veces peda consejo a otros relacionados con la Sociedad, escuchaba sus sugerencias,
y despus decida con su mejor juicio lo que crea que era la voluntad
del Seor que hiciera.
En 1904, comentando esta parbola sobre el siervo fiel y
prudente, escribi en Zion's Watch Torcer:"
La implicacin parecer ser que cuando llegue el momento adecuado
para comprender esta parbola, se expondr con claridad: que al
tiempo de su cumplimiento, el Seor nombrar un siervo en la casa
para traer estos asuntos a la atencin de sus compaeros, y que ciertas
responsabilidades recaern sobre ste en cuanto al desempeo de sus
deberes. Si los cumpliere fielmente, recibir grandes bendiciones por
galardn; mas si fuere infiel a su cargo, se le infligirn severos castigos. Asimismo, la parbola da a entender que si el siervo fuere fiel,
continuar prestando sus servicios; mas si no, ser despedido y otro
recibir su puesto y sus cometidos.
IDENTIFICADO EL SIERVO FIEL Y PRUDENTE
120
121
122
Quiz esto le resulte difcil de entender. Tal vez siempre le han enseado que basta con ser sincero. Pero la sinceridad por s sola no
basta para saber cul es la voluntad de Dios, verdad? De modo que
no importa lo sinceros que seamos o creamos ser, si nos asociamos
con una organizacin que en realidad no efecta la voluntad de Dios,
cmo podemos esperar que l nos apruebe? Pablo dijo en 1
Corintios 4:4: Porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por
eso soy justificado; pero el que me juzga es el Seor.
Hace algn tiempo encontr mientras predicaba de casa en casa
un seor que me plante esta misma objecin. Dijo:
Algo que no entiendo y que me parece mal de ustedes es que
vengan a las puertas de miembros de otras iglesias como yo. No
tengo inconveniente en que ustedes practiquen su religin, pero yo
he sido miembro de mi iglesia desde que tengo uso de razn. Mis
padres pertenecan a esa iglesia, y yo espero morir en ella. As que,
por qu iba a estar interesado en cambiar?
El que yo llame a su puerta no se debe a que dude de su
sinceridad respond. Si pensara que los testigos de Jehov son
las nicas personas sinceras, para qu molestarme en ir de puerta
en puerta? Pero pertenecer a cierta organizacin no es suficiente
para alcanzar la salvacin.
Ya lo s me contest, eso es lo que ensea mi iglesia. Si
no practico mi religin, no puedo esperar ser salvo.
Pero la cuestin es an ms profunda. He sido ministro religioso
durante ms de cincuenta aos, y supongo que en un momento u otro
he hablado con personas de todas las religiones que existen. Y eso me
ha enseado de primera mano algo en lo que sin duda usted estar de
acuerdo conmigo. En todas las religiones hay algunas personas, o tal
vez muchas, que no las practican sinceramente. La mayora ni siquiera
tiene una idea clara de lo que ensea su iglesia. No es verdad?
123
124
125
Bueno, creo que estoy de acuerdo con lo que ha dicho; pero, desde
luego, creo que Dios ha puesto su nombre sobre mi iglesia. Ha sobrevivido todos estos siglos, mientras que la suya ha aparecido durante la
ltima generacin. Por qu habra de creer que ustedes tienen razn?
No ensea la Biblia que se levantarn falsos profetas?
Es cierto. Pero el hecho de que una religin haya sobrevivido
durante siglos no la hace verdadera. Ya en los das de la congregacin
primitiva haba comenzado la apostasa. El apstol Pablo, en su
primera carta a los corintios, les llam la atencin sobre este hecho y
les previno contra las divisiones que haban comenzado a producirse
en la congregacin respecto a asuntos doctrinales."' Incluso antes de
eso, ya haba puesto en guardia a los glatas sobre los que trataran de
extraviarlos mediante unas buenas nuevas diferentes, y les record que
un poco de levadura hace fermentar toda la masa. Al parecer,
incluso despus que el cuerpo gobernante haba zanjado la cuestin de
la circuncisin, algunos an se oponan y trataban de imponer su
propia opinin.109 An ms tarde, Pablo escribi a Timoteo otra ad-
126
127
Captulo 10
LAS INTERPRETACIONES
SON DE DIOS
QUIZ HAYA odo a alguien decir que los testigos de Jehov interpretan la Biblia como les conviene. La mayora de la gente que intenta agradarse a s misma busca sus propios intereses y la manera de
facilitarse las cosas. Sin embargo, la interpretacin de la Biblia a la
que se adhieren los testigos de Jehov no ha sido sencilla de seguir.
En realidad, no interpretamos las Escrituras, ni en privado ni como
organizacin. Recuerde, Jess anunci respecto a los que estuvieran
vigilantes: 121 su seor [...] se ceir, y har que se sienten a la mesa,
y vendr a servirles.
Eso significa que la entera Sociedad, o familia, se sienta a la mesa
espiritual del Seor, y que todos se alimentan juntos de la Palabra de
Dios a manos de su Amo, Jesucristo. Aunque tambin estudian
individualmente, no se trata de una cuestin personal de cada uno,
debido a su estudio en grupo. De esta manera, puesto que todos ellos
reciben instruccin espiritual, todos llegan a estar cualificados individualmente para su ministerio. Pero, puesto que reciben su alimento
espiritual de la misma fuente, su entendimiento es uniforme. No estn
divididos por interpretaciones privadas en conflicto. Entonces, cmo
alcanzan esas interpretaciones?
BUSCAMOS LA ARMONA DE LA BIBLIA
No hace mucho tuve una conversacin con un hombre que ha sido un
catlico sincero toda su vida. Nuestra discusin sobre la Biblia nos llev
a un anlisis de la doctrina de la Trinidad, y surgi esta cuestin de las
interpretaciones.
129
Qu quiere decir?
Bueno, permtame mostrrselo. Acabamos de admitir que la
130
pecto a la relacin entre el Padre y el Hijo? Sin duda, Dios lo sabe. Y tenemos razones de sobra para creer que los escritores bblicos tambin
la conocan. Escriban bajo inspiracin. Por lo tanto, su concepcin de
la verdadera relacin del Padre con el Hijo tendra que reflejarse en sus
expresiones cuando trataban ese asunto. As que tendramos que hacer
un esfuerzo para determinar su punto de vista a partir de las cosas que
efectivamente dijeron, no por alguna interpretacin a nuestro gusto de
sus palabras.
Y usted cree que se puede confiar en ese mtodo para
establecer algo tan importante como una de las doctrinas centrales
de la iglesia cristiana?
131
132
133
Al relatarle este incidente he tratado de esclarecer un punto importantsimo sobre esta cuestin de la interpretacin. Isaas nos insta:127
Venid ahora, y razonemos dice el SENOR aunque vuestros pecados sean como la grana, como la nieve sern emblanquecidos Segn esto, queda bastante claro que podemos y debemos razonar sobre
doctrinas bblicas como la salvacin, la Trinidad y otras enseanzas
fundamentales. Los fundamentos de la fe cristiana fueron argumentados por Pablo y otros en la congregacin primitiva, y la mayor parte
de esas enseanzas elementales fueron restablecidas al comienzo del
estudio de C. T. Russell. Esta restauracin fue precisa porque, como
haban predicho tanto Pablo como Pedro, se haban perdido.'" Ese
razonamiento no se debi a la sabidura humana, sirio a una comparacin de las Escrituras bajo la direccin del Seor hasta que se logr
que armonizaran por completo sin contradiccin.
Sin embargo, la profeca es diferente. El apstol Pedro dijo:
ninguna profeca de la Escritura es de interpretacin privada.129 Es
decir, nadie puede deducir el cumplimiento. Hay que esperar a que
suceda. Cuando se producen los acontecimientos, solo necesitamos
mantenernos alerta y estar bien familiarizados con las profecas escritas. El cumplimiento se hace patente, a menos que no tengamos
un entendimiento claro de las enseanzas bsicas de la Biblia. Como
ilustracin, Pablo escribi a los hebreos"' que tena algunas cosas
profundas que decir acerca de Jess, como algunas promesas de
mucho tiempo atrs que se cumplieron en l, pero antes necesitaban
aprender de nuevo las enseanzas elementales del cristianismo.
Cmo vais a comprender estos aspectos ms profundos de las
profecas sobre el Cristo razon, si an necesitis alimentaros
de la leche de la Palabra de Dios?
Fue de este modo como se revelaron los propsitos fundamentales de Dios al grupito encabezado por Russell que esperaba la vuelta
de Jesucristo. El Seor ha continuado usando este conducto, y le ha
hecho crecer en entendimiento. A veces, los detalles de las profecas
eran confusos porque los acontecimientos an no haban avanzado
134
135
136
que sea completada. Mateo 24:14 dice que este evangelio del reino se
predicar en todo el mundo para testimonio a todas las naciones, y
entonces vendr el fin.
Este principio de interpretacin qued establecido hace muchos
siglos en Egipto. Jos, un fiel adorador de Jehov, respondi a dos
oficiales del Faran intrigados porque nadie pudiera revelarles el significado de sus sueos: 135" No son de Dios las interpretaciones? A
continuacin les explic bajo inspiracin lo que les esperaba en el futuro.
Incluso Daniel el profeta tuvo que darse cuenta de que la profeca
solo puede entenderse al debido tiempo de Dios. l relata:136" Y yo o,
mas no entend. Y dije: Seor mo, cul ser el fin de estas cosas? l
respondi: Anda, Daniel, pues estas palabras estn cerradas y selladas
hasta el tiempo del fin. Muchos sern limpios, y emblanquecidos y
purificados; los impos procedern impamente, y ninguno de los impos
entender, pero los entendidos comprendern.
RESISTIRSE A LA INTERPRETACIN DE DIOS
LLEVA AL DESASTRE
La comprensin de los propsitos de Dios ha crecido progresivamente desde los das de la congregacin primitiva. Ni siquiera los discpulos de Jess recibieron todo su entendimiento mientras l estuvo
presente entre ellos. De hecho, cuando se derram sobre ellos el espritu santo en Pentecosts, no entendan todos los asuntos. En aquel
momento solo tenan una idea clara: que Dios escogera un pueblo
para su nombre de entre las naciones... en primer lugar los judos. Y
qu dificil les result despus ver que algunos gentiles tambin seran
escogidos! Algunos hasta se rebelaron contra esa idea. Ningn gentil
puede entrar sostenan. Si quieren ser de los nuestros, tendrn
que circuncidarse y cumplir la Ley. El apstol Pablo dedic muchos
esfuerzos a rectificar esa opinin. Era una cuestin tan importante
que acudieron a Jerusaln ante el cuerpo gobernante de toda la iglesia
y lo debatieron durante varios das antes de conseguir resolverla. 137
Incluso despus de eso, Pablo tuvo que aclararle un punto a Pedro
mientras visitaba Antioqua. Pedro haba estado comportndose como
un gentil en cuanto a la Ley hasta que llegaron ciertos cristianos de
origen judo. Entonces comenz a observar algunos mandatos de la Ley,
separndose de los cristianos gentiles. Pablo le pregunt:138 Si
137
Captulo 11
CONSTRUIDA SOBRE
LOS FUNDAMENTOS
ORIGINALES
EL NACIMIENTO de la sociedad del Nuevo Mundo en 1919
produjo cambios en nuestro modo de pensar y nuestra actividad. El
perodo que sigui fue un tiempo de cambios y progreso constante.
Fortalecidos por nuestras duras experiencias durante la Primera
Guerra Mundial, comenzbamos a arraigarnos firmemente entre
personas de todas las naciones. Pero no ramos parte de este sistema
de cosas. Por lo tanto, este mundo no puede comprender nuestra
postura ni nuestros fines.
Aunque nos haban absuelto de la condena ilegal por
conspiracin sediciosa, todo el mundo nos vea con sospecha y
desconfianza. Los sistemas de este mundo estn bien establecidos en
su propia pauta de actividad. Nos consideraban algo nuevo, una
sociedad advenediza con doctrinas radicales y poco prcticas.
La brecha que nos separaba fue obra de ellos. Queran mantener las
cosas como estaban, y les irritaba cualquier interferencia.
Sin embargo, J. F. Rutherford, no tena pelos en la lengua. Saba
hablar a la gente de manera sencilla y directa, y era sumamente
franco. Estaba plenamente convencido de que lo que tena que
decir era la verdad, y que era un asunto de vida o muerte.
Igual que Russell, no tard en darse cuenta de que las religiones de
la Cristiandad se estaban alejando cada vez ms de los principios y las
verdades bblicas. Muchas iglesias protestantes estaban abrazando la
alta crtica de la Biblia, y de ese modo estaban derrumbando
139
140
141
142
Los problemas vinieron de la mano con la expansin. Enseguida vimos la necesidad de fortalecer la organizacin y reajustar su estructura
en armona con el funcionamiento de la congregacin primitiva en los
das de los apstoles. Cada vez resultaba ms evidente que, con el
crecimiento de la organizacin, el mtodo democrtico de elegir a los
ancianos y los cargos de la clase producira dificultades serias,
adems de estar en desacuerdo con el modo como Jehov hace las
cosas.
La eleccin de los ancianos y otros cargos en las congregaciones,
como hacamos antes de que se introdujera el actual mtodo teocrtico, era algo que arrastrbamos del sistema de organizacin congregacional al que Russell estaba habituado desde su juventud. Pero ese
procedimiento entraaba graves peligros. En muchas organizaciones
religiosas, esas elecciones suponan una campaa electoral continua.
Alguna hermana que quera que su esposo o uno de sus hijos recibiera algn puesto prominente, organizaba una fiesta para todas las
hermanas, de modo que se reunieran y pasaran un rato agradable
juntas. Tal vez discutan algunos pasajes de las Escrituras, y hablaban
de esto y aquello, hasta que la anfitriona sacaba el tema a colacin de
improviso: Quin pensis que debera ser elegido como anciano?
Verdad que mi esposo sera el indicado para tal o cual puesto?...
Cuando Rutherford fue nombrado presidente pronto se dio cuenta
de que el procedimiento democrtico no era en absoluto el adecuado
para la congregacin cristiana. De joven haba sido abogado y poltico,
y haba visto la corrupcin que poda producirse con ese mtodo. As
que se dirigi a la Biblia y estudi cuidadosamente el procedimiento
143
144
Entonces razonamos: si fue as como Jehov Dios organiz la congregacin originalmente, qu autoridad tenemos para seguir un
procedimiento diferente en la actualidad? Tambin reconocimos que
las Escrituras predecan la restauracin de la organizacin teocrtica
cuando hubiera llegado el tiempo para la segunda presencia de Jess:" Y l enve a Jesucristo, que os fue antes anunciado; a quien de
cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauracin de todas las cosas, de que habl Dios por boca de sus santos
profetas que han sido desde tiempo antiguo. Estos profetas
predijeron la condicin mejorada que tendra lugar y el maravilloso
aumento que eso producira:151 En vez de bronce traer oro, y por
hierro plata, y por madera bronce, y en lugar de piedras hierro; y
pondr paz por tu tributo, y justicia por tus opresores. El pequeo
vendr a ser mil, el menor, un pueblo fuerte. Yo Jehov, a su tiempo
har que esto sea cumplido pronto.
Cuando se aclararon estos puntos sobre la organizacin y se publicaron en La Atalaya en 1938152, se produjo una limpieza adicional de
la organizacin. Desde los das de C. T. Russell existan los denominados ancianos, que vestan levita y corbata negra; algunos pasaban mucho tiempo estudiando y buscando ideas que no estuvieran
publicadas en los nmeros antiguos de La Torre del Viga. Su objetivo era
atraer la atencin a s mismos por medio de decir algo novedoso, y en
ocasiones hacan exactamente aquello contra lo que Pablo nos previno
en Hechos 20:29, cuando dijo: Porque yo s que despus de
145
146
Captulo 12
forma de ley. 154 Esta vez, sin embargo, me alegra poder decir
que el Gobierno Federal de los Estados Unidos se neg a entrar
en el juego.
Quiz haya odo decir que no es de buenos hermanos, ni de
buenos vecinos, ni siquiera de personas educadas, hablar contra
la religin de otro. Pero los que hacen esta afirmacin pasan por
alto el hecho de que eso fue lo que hizo Jess durante todo su
ministerio. Es cierto, san a enfermos, levant muertos y
predic155 Felices son los misericordiosos, puesto que a ellos
se les mostrar misericordia. Pero tambin acus a los lderes de
la religin juda:157 Serpientes,
148
prole de vboras, cmo habrn de huir del juicio del Gehena? Otro
profeta anterior de Jehov, Jeremas, fue comisionado por Dios para
arrancar y para destruir, [...] para edificar y para plantar.157
Por supuesto, ni Jess ni Jeremas eran populares entre ciertos grupos, porque denunciaban los errores; pero s fueron buenos vecinos
hasta hermanos para con las muchedumbres que estaban siendo
lastimadas por enseanzas errneas sobre la adoracin. Aquellas personas a las que predicaban no se haban dado cuenta de que su forma de
adorar estaba errada y era daina. Pero los que estuvieron dispuestos a
escuchar y analizar las evidencias pronto descubrieron la verdad.
Sin duda concordar en que la persecucin no es el instrumento de
las personas honradas. Ninguno de los que verdaderamente escucharon
a Jesucristo lo persigui. Ni existe constancia alguna de que Jess ni sus
discpulos, o para el caso ninguno de los profetas fieles de la antigedad, haya levantado jams la mano contra sus adversarios. Denunciaban las enseanzas falsas y pronunciaban los juicios de Dios,
pero nunca agitaron a los gobernantes polticos contra sus enemigos.
Tanto la historia bblica como la seglar corroboran que solo los defensores de la religin falsa se han rebajado a utilizar esos mtodos.
Los testigos de Jehov jams han recurrido a la violencia ni a prcticas ilegales en defensa de su adoracin. Hemos condenado con firmeza las doctrinas y costumbres religiosas que creemos que estn en
desacuerdo con la Biblia, pero siempre hemos recurrido nicamente a
las Escrituras como nuestra arma ofensiva, tal como el apstol Pablo
nos exhort a hacer.
PIONEROS DE LA PREDICACIN RADIOFNICA
149
150
trataba de automviles y furgonetas equipados con mquinas reproductoras y amplificadores conectados a unos altavoces colocados encima, de modo que los discursos se escuchaban en un rea extensa. Estos vehculos recorran carreteras rurales, pueblos pequeos, e incluso
grandes ciudades. Se detenan en un punto donde la mayor parte de la
gente pudiera estar dispuesta a escuchar, y reproducan discursos
bblicos grabados. Algunos de estos discursos eran tremendamente
directos y con frecuencia provocaban una reaccin inmediata.
Recuerdo una experiencia en una localidad de Pensilvania junto al
ro Monongahela, en el condado de Fayette. El pueblo est en el
fondo de una hondonada, y su lado oeste es una elevada colina. El
abogado del ayuntamiento haba tratado de impedirnos predicar con
nuestras revistas en la calle, y haba intentado obstaculizar nuestro
servicio de toda manera posible. Me encargaron entrevistarme con l
un sbado por la tarde para hablar de su interferencia. Le pregunt
qu motivo tena para tratar de estorbar nuestra obra religiosa.
Enseamos la Biblia y nada ms que la Biblia le indiqu, y la
Constitucin de los Estados Unidos respalda nuestra libertad religiosa.
Conversamos un buen rato sobre las profecas bblicas y le describ
nuestro inters en el nuevo estilo de vida, mostrndole cmo estbamos
enseando estas cosas.
El pobre hombre qued muy impresionado, pero dijo: Le dir
lo que ocurre. La gente de este pueblo est muy indignada. Aqu hay
muchos catlicos de origen extranjero trabajando en las minas.
Cuando esa furgoneta con altavoces que llevan lleg a lo alto de la
colina y pusieron el discurso del juez Rutherford, reson hasta el
ltimo rincn del valle, agitando mucho a la gente. Vinieron a por
nosotros y nos dijeron que tenamos que hacer algo, tanto si era
legal como ilegal. Haba que hacerlo. Si ustedes continan con su
trabajo de manera diferente y ms discreta, no interferiremos con
sus marchas ni sus reuniones.
Eran solo unos pocos de los ms radicales los que haban provocado todo el escndalo, pero armaron tanto alboroto con sus quejas
que la polica de muchas comunidades estaba obsesionada con la idea
de que el pueblo entero estaba contra nosotros. Eso raramente era
cierto. Excepto en algunas comunidades muy religiosas, la mayora
de la gente que encontrbamos estaba dispuesta a escuchar o bien
era indiferente.
151
152
Recuerdo vvidamente un caso que tuvo lugar en Honea Path, Carolina del Sur. En aquella ocasin, dos de nuestros ministros activos por
unos cuantos aos haban sido arrestados y llevaban varios das en
prisin. El hombre encargado de nuestras campaas de divisiones,
Anton Koerber, fue enviado all para visitar a los lugareos y para
hablar en el juicio a favor de ellos.
Organiz un grupo de unos cuarenta automviles, con un promedio de cuatro personas en cada uno, de modo que eran ms de 160
trabajadores. Por el camino hacia Honea Path, cubrieron todos los
pueblecitos y las casas aisladas en un radio de unos 30 km. Cuando al
fin llegaron a los juzgados a tiempo para el juicio, a las dos de la tarde,
se encontraron con un gran nmero de ciudadanos que rodeaban el
edificio. En cuanto aparecieron los predicadores, la multitud comenz
a sealarles y a murmurar. Con eso, los Testigos se dieron cuenta de
que esa gente les estaba esperando. En cuanto se abrieron las puertas y
se dispusieron a entrar, descubrieron que de pie a la entrada haba dos
filas de hombres con palos y armas de fuego y de aspecto muy
desafiante, como diciendo: A ver si se atreven a pasar.
Koerber mir a McLamb, quien era el ministro presidente de la
congregacin de Greensboro, Carolina del Norte, y uno de los
capitanes del grupo.
153
McLamb le dijo, tengo que entrar. Me han citado para presentarme en el juicio. Mejor esperad aqu, y as si ocurre algo podris
pedir ayuda.
No! respondi McLamb Yo entrar contigo y...
As que pasaron juntos. La chusma amontonada en la entrada les
mir con cara de pocos amigos, pero no levantaron ni una mano ni un
garrote contra ellos.
Koerber y McLamb lograron entrar al juzgado. El edificio estaba
tan abarrotado de lugareos que los nuestros no podan acceder a la
sala del juicio. Nadie saba qu esperar, pero cuando comenz la
vista, para nuestra sorpresa y alivio, el juez les permiti una larga
defensa, dejndoles que hablaran con libertad. l mismo formul
algunas preguntas, y finalmente despidi a los acusados con una
disculpa. Una vez liberados, se encontraron al salir que la gente del
pueblo les estaba esperando. Al parecer, estaban tan sorprendidos
como ellos, ya que empezaron a hacer preguntas y se quedaron con
todas las publicaciones bblicas que no habamos dejado durante la
campaa de camino hasta all.
Los que estuvieron presentes aseguran que nunca olvidarn la
escena del regreso a casa al anochecer. Cuando encendieron los
faros de sus vehculos, se poda ver una hilera de automviles de
casi dos kilmetros, y todos los testigos de Jehov entonando
cnticos de agradecimiento y alabanza por aquel da maravilloso al
servicio del Seor, y por la victoria que les haba otorgado por
mantenerse firmes en su adoracin. Eso era tpico del gozo y el celo
que manifestaban todos los que participaban en aquellas campaas
de divisiones.
RECLUTAMOS EL FONGRAFO
154
155
156
157
158
159
160
TERCERA PARTE
EL NUEVO MUNDO
SOBREVIVE
Captulo 13
EL TRIUNFO
DE LAS BUENAS NUEVAS
NATHAN HOMER KNORR se convirti en el tercer presidente de
la Sociedad Watch Tower Bible and Tract sin apenas un murmullo
que alterara el funcionamiento constante de nuestro recin establecido
sistema teocrtico.
J. F. Rutherford era querido, y lo echamos de menos. Pero l
mismo se haba esforzado diligentemente por desarraigar por completo
la adoracin de criaturas y la dependencia de individuos por parte de la
organizacin. La transicin de su presidencia en medio de condiciones
cruciales fue un testimonio de su xito... y de la bendicin de Jehov
sobre el procedimiento.
Cuando llegaron las noticias de la muerte de Rutherford, me encontraba en Carolina del Norte, en Elizabeth City, una pequea localidad al sur de Norfolk, Virginia. Aquella tarde, unos cuantos asistimos a
la reunin en Norfolk, ya que no haba congregacin en Elizabeth City,
donde estbamos trabajando. La congregacin de Norfolk celebr su
reunin habitual, y el que la presida esa tarde dio el anuncio del
fallecimiento de Rutherford; pero aparte de eso, no se dijo nada ms
sobre el particular. Nadie se pregunt qu bamos a hacer ahora, ni
cmo resultaran las cosas. Aunque despus de la reunin muchos
expresaron personalmente su tristeza a otros, en general hablaron sobre
otros aspectos de la obra, y nadie mostr dudas ni temor sobre el
impacto de ese fallecimiento sobre la organizacin.
Esa fue la reaccin tpica de todos los testigos de Jehov. Como
miembros de una organizacin teocrtica, ahora nos dbamos cuenta
de que la obra continuara bajo la direccin del Seor, sin importar
164
quin llevara la delantera en la Tierra. Rutherford haba repetido continuamente esa idea en La Atalaya, y cuando muri, todos los relacionados con la obra, incluido el personal de la central, se haban vuelto
ms estables y maduros en su modo de pensar. Aunque Rutherford
era una figura vigorosa y prominente en la organizacin, su muerte
bastante repentina no caus una gran conmocin en la obra, como
habra sido el caso si hubiramos estado siguiendo a un hombre. Pero
Knorr tuvo que sudar la gota gorda desde el principio.
N. H. Knorr conoca la organizacin como la palma de su mano.
Haba crecido con ella... De hecho, haba contribuido mucho a su desarrollo incluso cuando Rutherford an viva. Nacido el 23 de abril de
1905 en Bethlehem, Pensilvania, se gradu en el centro de enseanza
secundaria de Allentown, Pensilvania, en 1923, y ese mismo ao comenz el ministerio de tiempo completo y lleg a ser miembro del
personal de la central de Betel. Trabaj duro e inmediatamente demostr su capacidad de organizacin. Martin, el gerente de la planta
de impresin y las oficinas, lo prepar para las tareas de su puesto, y
cuando falleci en 1932 Knorr ocup su lugar. Ocho aos ms tarde
fue nombrado director y elegido vicepresidente de la Sociedad Watch
Tower Bible and Tract. Cuando se convirti en presidente, el 13 de
enero de 1942, solo tena treinta y seis aos. Pero durante los diecinueve aos que haba pasado en la central, haba aprovechado bien el
tiempo, y estaba bien equipado para asumir la responsabilidad de una
obra tan inmensa. Adems, tena una fe inquebrantable en la direccin
teocrtica de Jehov sobre la sociedad del Nuevo Mundo, y un deseo
intenso de cumplir fielmente su comisin.
Con la obra aparentemente cerrndose en todas partes, el inters de
Knorr era expandir la predicacin. No tena ninguna intencin de aflojar
el paso. Estaba seguro de que ni siquiera habamos comenzado a araar
la superficie del campo mundial que Jesucristo nos haba asignado para
predicar. Estaba resuelto a empujar los lmites de nuestras fronteras
teocrticas hasta los cabos de la tierra, a todas las naciones y a todos los
pueblos. Ni un rincn deba quedar sin cultivar y plantar.
ESTABILIDAD Y FORTALEZA A PESAR DE LA
PERSECUCIN
En plena furia de la Segunda Guerra Mundial, Knorr efectu su primera
visita oficial a nuestras oficinas de Mxico, el Caribe y Amrica Central y del
Sur. Su objetivo era conocer de primera mano en qu
165
condicin se encontraban
los nuestros all y cmo podamos ayudarles a progresar
en su actividad enviando
misioneros
especialmente
entrenados a esos campos
tan frtiles.
Lo acompaaba en ese
recorrido Fred W. Franz, vicepresidente de la Sociedad
Watch Tower Bible and
Tract, cuyo dominio de la
lengua espaola le converta
en un valioso compaero de
viaje. Franz ya haba
demostrado su vala a Knorr
al
aliviarlo
de
sus
responsabilidades
de
redaccin. Un estudioso Nathan Homer Knorr. Presidente de la Watchtower
desde su juventud, Franz es Bible and Tract Society desde 1942 hasta su muerte
un vido estudiante de la Bi- en 1977.
blia. Nacido en Covington, Kentucky, en 1893, se llev los honores
en la Universidad de Cincinnati y se le ofreci el privilegio de asistir a
Oxford o Cambridge en Inglaterra con una beca del Plan Rhodes. En
vez de eso, en 1914 comenz el ministerio de tiempo completo. Su
madre era una mujer devota y una estudiante sincera de la Biblia, y
cri a su hijo del mismo modo. Cuando Franz lleg a la central en
1920, Rutherford percibi inmediatamente que se trataba de un joven
con capacidad y posibilidades literarias, de modo que lo asign a
trabajar como ayudante editorial. Adems del espaol, Franz habla
con fluidez portugus y alemn, y tiene conocimientos de francs.
Tambin es un erudito en hebreo y griego, as como siraco y latn,
todo lo cual contribuye a hacer de l un pilar plenamente confiable del
equipo editorial de Knorr.
El viaje de Knorr a Amrica Central y del Sur tuvo un gran xito.
No solo se organiz el ministerio para la expansin en aquellos pases
donde ya operaban los testigos de Jehov, sino que los esfuerzos
166
167
UNA CAMPAA
VICTORIOSA EN EL
FRENTE INTERNO
168
169
170
171
que los testigos de Jehov presentaran cualquier defensa en los juicios. Por supuesto, esta actitud cambi cuando el Tribunal Supremo
fall el caso Estep. Pero ya era demasiado tarde para ayudar a los
4500 hombres que haban sido enviados a prisin sin derecho a ser
escuchados.
CUBRO UN CIRCUITO DE VEINTE PRISIONES
172
173
174
de la guerra se aclararon todos los malentendidos, y a partir de entonces todo fue sobre ruedas. De hecho, se trabaron amistades duraderas
entre muchos de nuestros muchachos en prisin y los funcionarios
que estaban a cargo de ellos. Tengo en mi posesin una carta, la cual
tengo en alta estima, que me dirigi el seor Bennett. El prrafo final
declara: Le escribo esta nota solo para agradecerle que comprendiera
nuestra situacin y que ayudara a sus hombres a comprenderla
tambin. Esta no es la primera vez que nos ayuda con algunos de los
desconcertantes problemas que hemos tenido que resolver. Espero
sinceramente que me haga una visita cuando pase por Washington.
Ser cordialmente bienvenido en cualquier momento.
VENCIERON AL MUNDO
Captulo 14
EXPANSIN
DE LA EDUCACIN
PARA LA VIDA
INCLUSO antes que finalizara la Segunda Guerra Mundial, de hecho mientras la obra estaba siendo restringida en todas partes, N.
H. Knorr dirigi su atencin a fortalecer an ms la organizacin
con vistas a la expansin. Comenz por cada ministro individual.
Knorr saba que la organizacin no poda ser ms fuerte que las
personas que la componan. Era consciente de que la sociedad del
Nuevo Mundo no podra lograr ms de lo que sus ministros asociados
estuvieran capacitados para hacer. Y se daba cuenta de que, para que
cada uno de los testigos de Jehov pudiera cumplir su propio voto
personal de dedicacin a Jehov, era preciso ensearles y equiparles
individualmente (vase Lucas 12:47). Cuando se convirti en
presidente, no perdi ni un momento en poner en marcha lo que probablemente ha llegado a ser una de las ms extensas campaas educativas que se han efectuado nunca. As es como ocurri.
KNORR ORGANIZA LA EXPANSIN
176
177
178
179
cabo una extensa campaa publicitaria de casa en casa cada vez que
iba a tener lugar una de estas conferencias. Se entregaban invitaciones
personales a quienes estaban interesados, y en muchos casos se recoga
a los que carecan de medio de transporte y se les llevaba hasta el
saln. Todos los miembros de las congregaciones participaron en esta
labor publicitaria. Los sbados por la tarde repartamos folletos en los
cruces ms transitados.
Como resultado de este esfuerzo, ms personas llegaron a familiarizarse con el mensaje de los testigos de Jehov, y muchos de los que
actualmente participan activamente en el ministerio tuvieron su primer contacto con la organizacin en una de esas conferencias bblicas
pblicas.
LA ESCUELA DE GALAAD ENCABEZA EL FRENTE MUNDIAL
180
181
nas a vivir segn las normas de Dios, a mantener limpios sus hogares
y sus vidas, y a cumplir lo que se requiere de aquellos que heredarn
el nuevo mundo tras el Armagedn. Los que se dedican a Dios con
este tipo de comprensin no son apartados fcilmente de su fe, y su
nuevo modo de vivir los convierte en personas ms respetadas en su
comunidad como personas de vida limpia. Invariablemente, este
cambio de perspectiva les permite mejorar su propio nivel de vida, y
aprenden a ganarse el sustento en lugar de depender continuamente
de la caridad de alguna sociedad extranjera.
El objetivo de los testigos de Jehov en esos pases, como en toda
nuestra actividad, no es conseguir un gran nmero de seguidores, sino
que solamente personas de fe genuina en Dios yen Cristo se asocien
con nuestra organizacin. Si a usted le ensean la verdad pura de la
Biblia y le instan a hacerse cristiano por su creencia sincera y no por
ganancia personal, resistir incluso bajo intensa persecucin o tribulaciones con fe firme. La historia de los que han llegado a formar parte
de la Sociedad lo demuestra. Y eso agrada a Dios. Nosotros creemos
en Dios y queremos hacer lo que le agrada.
ENSEAMOS A LEER A LOS ANALFABETOS
182
Y no cree que nosotros podemos satisfacer las necesidades espirituales de la gente de aqu?
Bueno, seor, cuesta trabajo comprender por qu tenemos que
venir desde Nueva York para ensear a su gente a leer lo que dice la
Biblia. Por qu no les ensean ustedes mismos?
Entonces intervino el cajero:
S, padre Juan, yo tambin me he hecho esa pregunta.
Mi sobrina cuenta que aquello puso fin a la conversacin.
Chile es solo uno de los pases sudamericanos que han presenciado
un xito tan sorprendente. Observar este creciente inters en la educacin bblica por parte de la gente del mundo es muy gratificante, as que
siempre me hace gracia leer lo que tienen que decir algunos autores
sobre el particular. Por ejemplo, el semanario Our Sunday Visitor afirm
recientemente:179 Las masas recin transplantadas de portorriqueos
en Nueva York y de mexicanos en California y el sudoeste han
contribuido sustancialmente a aumentar el nmero de miembros de la
secta. De hecho, la organizacin est logrando algunas de sus ganancias
ms nutridas en pases tercermundistas donde abunda el
analfabetismo. Sin embargo, en algunos de esos pases donde tantas
ganancias estamos obteniendo, la propia religin de este escritor ha
controlado la educacin de las personas durante siglos.
Y en Europa? Pensara usted que hay all campo para los misioneros? Probablemente muchos europeos opinaran que no. Durante los
aos de la guerra, como ya he mencionado, la obra se triplic, pero
desde 1942 el ao anterior al envo de los primeros misioneros de
Galaad por la Sociedad se ha multiplicado por diez. Esto demuestra
que la expansin no es el resultado de la persecucin. En 1942 haba 22
896 testigos predicando. En 1955 eran 227 374. Eso significa que en
poco ms de doce aos cada testigo de Jehov en Europa se ha
convertido en diez. No le recuerda eso a la profeca de Zacaras que
dice:180" En aquellos das acontecer que diez hombres de las naciones
de toda lengua tomarn del manto a un judo, diciendo: Iremos con
vosotros, porque hemos odo que Dios est con vosotros.
NO SON RIVALES DOCTRINALES PARA UN TESTIGO
NOVEL
Hoy existen millones de personas en el mundo con la misma actitud
mental que yo tena cuando descubr la fe que me ha sostenido durante
ms de medio siglo. Se dan cuenta de que hay muchas cosas
183
184
185
186
nosotros, en los ltimos aos nos han dicho con frecuencia: Creo
que estn haciendo una buena obra.
Qu cambio en tan poco tiempo! Pero se ha logrado gracias a
andar y hablar con persistencia, a la predicacin denodada frente a
verdaderas adversidades, y a la fe en la conviccin de que hay que
advertir a las personas de la cercana del Armagedn y consolarlas
con la esperanza de un inminente nuevo mundo de justicia. No le
parece que un aumento del 350 por ciento durante los ltimos diez
aos en el nmero de predicadores en 160 pases indica que es
razonable lo que creemos?
Pero una obra tan extensa cuesta dinero. Se ha preguntado cmo se
sostienen econmicamente los testigos de Jehov? Muchos se hacen
esta pregunta. Antes de concluir mi relato me gustara explicrselo.
Captulo 15
JEHOV PROVEE
PARA SU FAMILIA
ENTRADA GRATIS. No se hacen colectas es un lema que a los
testigos de Jehov les alegra utilizar. No conocemos de ninguna otra
organizacin que haya operado a gran escala sin pedir ningn donativo ni hacer colectas. Sin embargo, desde sus pequeos inicios en
Allegheny, Pensilvania, en 1872, la Sociedad ha alcanzado su actual
extensin mundial, con propiedades que valen millones de dlares
adquiridas y mantenidas solamente mediante contribuciones voluntarias.
Esta poltica de actuacin fue expresada por Jesucristo cuando envi a sus doce discpulos a predicar:193 Gratis lo recibisteis; dadlo
gratis. Este versculo se cita con frecuencia al pasar el cepillo en las
iglesias, pero cuando Jess pronunci esas palabras no era dinero lo
que les estaba pidiendo que dieran, sino obras de servicio en el
ministerio. Lea el captulo entero y fjese en lo que dijo. Despus de
decir eso, les inst a no preocuparse por su compensacin econmica, pues prometi:194 Porque el obrero merece su sustento.
En armona con este mandato de Jess de dar gratis, C. T. Russell
public lo siguiente en el segundo nmero de La Torre del Viga:
"La Torre del Viga de Sin" tiene, segn creemos, a JEHOV
como su apoyador, y mientras as sea nunca mendigar ni har
peticin a los hombres por apoyo. Cuando Aquel que dice: "Todo el
oro y la plata de las montaas son mos", deje de proveer los fondos
necesarios, entonces entenderemos que habr llegado el tiempo de
suspender la publicacin.
188
Esto era en agosto de 1879 y hoy, sin que haya dejado de publicarse
ni un solo nmero desde el primero, cada edicin de esta revista tiene
una tirada de tres millones de ejemplares.
C. T. Russell comenz empleando su propia fortuna personal, lo que
ayud a dar un buen principio a la obra. Rutherford coste muchos de
sus viajes de predicacin con los ahorros que haba reunido antes de
empezar a colaborar con la Sociedad. Y hoy, gran parte del dinero que
se emplea en llevar a cabo la obra sale del bolsillo de cada ministro
individual de los testigos de Jehov al participar personalmente en la
predicacin.
TODO SE COSTEA CON CONTRIBUCIONES
VOLUNTARIAS
Quiz nunca se haya dado cuenta, pero cuando los testigos de Jehov
llegan a su casa y llaman a su puerta, les est costando dinero. Pagan sus
gastos de automvil, as como las publicaciones que regalan. Pagan los
gastos de impresin de los libros que reciben de la Sociedad, y las
contribuciones que les dan por ellos las emplean para conseguir ms. Si
regalan una publicacin, ese dinero sale de su bolsillo. Tiene idea de
cunto contribuyen para la obra de esta manera?
A un testigo en la mayora de los pases le pueden costar fcilmente
un par de dlares al mes los viajes que realiza durante su actividad
ministerial. Multiplique eso por seiscientos mil ministros por todo el
mundo, y ver a qu cantidad asciende.
Cada ao, los testigos de Jehov gastan millones de dlares solo en
visitar su hogar y el de sus vecinos. Adems de costear su propia
actividad individual, cada uno de ellos contribuye voluntariamente a
sufragar los gastos de la congregacin local, tales como el alquiler, la
luz, la calefaccin, etc. En ninguna de sus reuniones se hace nunca
una colecta. Se colocan cajas al fondo de la sala para que todo el que
lo desee pueda hacer una contribucin voluntaria. Nadie sabe quin
da, ni cunto.
Pero y los otros aspectos de la obra? Construir y operar grandes
plantas de impresin, enviar millones de publicaciones a todo el mundo, mantener cientos de hogares misionales en ms de cien pases...
todo eso cuesta dinero. De dnde obtienen los testigos de Jehov el
sustento econmico para financiar toda esta actividad?
Puede estar seguro de una cosa. Con las contribuciones que recibimos en las puertas por las publicaciones no podramos ni empezar
189
190
191
192
193
194
1111,11t
Junta directiva de la Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania en 1957: (de izquierda a
derecha) Lyman Swingle, Thomas J. Sullivan, Grant Suiter, (secretario-tesorero), Hugo Reimer,
Nathan H. Knorr (presidente), Fred W. Franz (vicepresidente), Milton G. Henschel.
195
196
El nuevo
mundo sobrevive
la religin correcta que responder sus preguntas sobre Dios igual que
respondi las mas, y har que la vida merezca la pena. Puede que sea
una lucha, pero merece la pena, y usted puede descubrirlo si sigue el
camino que Dios nos ha marcado en su Palabra.
Captulo 16
USTED PUEDE
VIVIR PARA SIEMPRE
LE HE RELATADO los altibajos de ms de medio siglo de asociacin
personal y actividad con los testigos de Jehov. Ahora llegamos a la
conclusin de mi narracin. Pero aunque ponga fin a mi historia, de
ningn modo es el final.
Soy un anciano de ochenta aos, pero mi vida no est haciendo
ms que comenzar... la ma y la de millones que ahora viven y quiz
nunca mueran. Le gustara ser uno de estos?
Cuando comenc a asociarme con este grupo de cristianos celosos,
se podan contar por centenares los que estaban activos en el ministerio. Hoy son cientos de miles. La profeca 197 el pequeo vendr a ser
mil, el menor, un pueblo fuerte ha empezado a cumplirse durante mi
vida, y he visto como tena lugar.
Esta es solo una de las profecas que he visto cumplirse. Le he hablado de muchas de ellas, y de cmo han fortalecido mi fe. Desde mi
juventud quise conocer lo que traera el futuro a este mundo y a sus
habitantes que pasan aqu unos aos tan fugaces.
Conocer el destino del mundo es un consuelo, pero saber que
nuestro porvenir est ligado con l es una bendicin de Dios.
Aprend estas cosas en una poca temprana de mi vida, y las he
atesorado constantemente como una garanta del futuro. He
compartido esta esperanza con miles de personas, y me hace feliz
haber podido compartirla tambin con usted.
JEHOV DETERMINA EL MODO DE VIDA
Al hablarle de mi religin he tratado de mostrarle por qu estoy convencido de que es la verdadera; por qu estoy seguro de que la re-
198
199
200
201
sonas que han sido completos extraos durante toda la vida pueden
tener confianza mutua plena y hacerse amigos en el plazo de unas
pocas horas. Esto se debe a que ya tenemos el fundamento firme de
una comprensin comn de nuestro Creador y de su voluntad para
nosotros, y a que estamos estrechamente ligados por las mismas normas morales elevadas, sin importar cmo vivan los pueblos de los
que provenimos. Sabemos que quebrantar estos principios por una
ventaja momentnea nos puede costar la vida eterna.
Para nosotros, no merece la pena. Por eso podemos confiar unos en
otros, y lo hacemos. Con esto no pretendo que piense que los testigos
de Jehov son ingenuos ni que se dejan engaar fcilmente. Un
impostor en medio de nosotros es tan fcil de identificar como un leopardo entre las ovejas. No se pueden falsificar ni fingir los principios
por los que viven los testigos de Jehov, ni ponrselos o quitrselos
como una chaqueta. Si no llegan a formar parte de uno mediante cultivar el espritu de Dios, Jehov lo arrancar como mala hierba y lo
apartar de su organizacin. Lo he visto muchas veces.
Centenares de miles de personas reconocen que el sistema de
cosas malvado que es el mundo de Satans no puede continuar su
tendencia descendente durante mucho tiempo sin dejar de existir.
Observan el proceder de los testigos de Jehov y las normas por las
que se rige su sociedad del Nuevo Mundo, y simpatizan plenamente
con ellos. Sus propios corazones, que anhelan la rectitud, se sienten
atrados por este pueblo que est haciendo un esfuerzo sincero por
mantenerse limpio del vicio y la corrupcin del mundo, y por honrar
y alabar el nombre del Dios Altsimo. Aferran y devoran con anhelo
todo el conocimiento disponible sobre el nuevo mundo prometido
en las profecas sagradas, y buscan pruebas concluyentes de que es
razonable, de que es una realidad tangible. La investigacin revela
tales pruebas en abundancia.
Para las personas pensadoras ya es evidente que nos hemos aproximado a un punto de viraje en la historia. Cierto, escuchar a algunos
reformadores sociales afirmar que el punto de vista de los testigos de
Jehov de esperar que Dios provea la cura permanente para todos los
males del mundo es absurdo. Sin embargo, mientras esos crticos siguen movindose penosamente por los medios humanos, los testigos
de Jehov ya estn viviendo, como grupo, las reformas que el mundo
busca. Sin importar cunto vilipendien nuestra sociedad, condenen
202
Usted, al igual que todas las personas que viven hoy, se enfrenta a
la crisis ms importante que la humanidad sufrir nunca. Hemos
llegado a un tiempo de juicio. Lo que est en juego no es solo la
supervivencia de los gobiernos actuales. El propio concepto de
gobierno humano est en la balanza.
La cuestin est clara: Continuar usted apoyando y sosteniendo
este sistema de cosas que est llenando la tierra de sufrimiento, dolor,
pecado y muerte? O escoger el nuevo mundo de Dios lleno de amor
y se amoldar a l?
Usted debe decidir. Tendr que tomar un camino u otro. No hay
trmino medio.
Si se decide a favor de este mundo condenado, deber hacerse a
la idea de compartir su destino. Pero si opta por unirse a los que
defienden las normas de rectitud de Dios, tendr la perspectiva de
vivir eternamente en paz y felicidad con verdadera libertad.
La lnea que separa los dos bandos est definida. Es una brecha
que se ensancha rpidamente. Pronto, esa divisin ser tan completa
que ya no se podr pasar de un lado al otro. Cuando llegue ese
203
204
Debe arrepentirse de su proceder anterior208 y convertirse, o volverse de seguir el derrotero de este mundo, basando sus acciones en
las normas de la Palabra de Dios.209 Esto significa que debe reconocer
que el nico camino para acercarse a Dios es por medio de Jess y el
mrito de su sangre derramada como rescate por usted.'" De ese
modo, estar aceptando el modo divino de hacer las cosas, y siguiendo
el ejemplo de Cristo y otros al dedicarse incondicionalmente a Dios
para hacer su voluntad.211 Como smbolo de dedicacin, para mostrar
que su voluntad depende ahora de la de Dios y que est tratando de
amoldar su modo de pensar a los requisitos de l, debe bautizarse
mediante inmersin total en agua.212
El estudio de la Palabra de Dios le har familiarizarse con su propsito y lo que espera de usted como siervo. Pablo dijo: 2" Me es
impuesta necesidad; y ay de m si no anunciare el evangelio! Si se
convence de que esta necesidad le est impuesta, deber formarse
adecuadamente para el ministerio; no por medio de estudiar infructuosamente durante aos en escuelas de postn filosofia, sociologa, y
materias similares. Ahora le interesa adquirir la mente de Dios, estudiando su Palabra, la Biblia, y mejorando su habilidad para aplicar
de manera prctica las cosas que ha aprendido. As, podr ayudar a
otros igual que le estn ayudando a usted. Pablo aconsej en una
ocasin a un ministro muy joven:2" Ten cuidado de ti mismo y de la
doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvars a ti mismo y
a los que te oyeren. Esa es la manera como la entera sociedad del
Nuevo Mundo est siendo preparada para habitar el sistema de cosas
que comenzar cuando termine el Armagedn.
RESTAURACIN DE LAS CONDICIONES EDNICAS
Una vez que la furia ardiente del Armagedn haya culminado en la
destruccin de los enemigos de Jehov y de la justicia, se extender una
calma serena por la Tierra, igual que en el mar de Galilea despus que
Jess reprendi a la tormenta. Todos los seres humanos que hayan
sobrevivido a la batalla estarn plenamente dedicados a Jehov, y
llevarn a cabo entonces la nueva tarea que se les asigne, del mismo
modo que ahora estn siendo entrenados para servir a Dios.
Todos aquellos con quienes se encuentre le dirigirn alguna palabra
amable, y tratarn de hacerle el bien. La Tierra ser un lugar magnfico
donde vivir. El antiguo sistema egosta de codicia y corrupcin
205
206
El nuevo
mundo sobrevive
REFERENCIAS
Todas las citas bblicas son de la versin Reina-Valera de 1960, excepto cuando se
indica lo contrario.
Captulo 1
1
Aurora del Milenio, vol. 1 (1909 [edicin original en ingls en 1886]) pp. 196-197.
2
Job 14:13-15; 3:17-19. Reina-Valera 1909.
Captulo 2
3
Romanos 12:2, Traduccin del Nuevo Mundo.
4
Proverbios 3:5, 6.
5
Hechos 17:11.
6
Eclesiasts 9:5, 10; Romanos 6:23.
7
Gnesis 1:27, 28; 2:16, 17.
8
Gnesis 3:17-19.
9
Gnesis 4:1.10.
10
Romanos 5:12.
11
1 Corintios 15:17, 18.
12
Lucas 19:10.
13
Hebreos 2:14, 15.
14
2 Juan 7.
15
xodo 21:23, 24.
16
Mateo 20 : 2 8 .
17
1 Pedro 3:18; 1 Timoteo 6:16.
18
Lucas 24:32.
19
Mateo 13:24-30.
20
El significado pleno del trmino griego parousa que aqu se emplea se percibe
claramente comparndolo con su anttesis, apousa, en Filipenses 2:12: como
siempre habis obedecido, no como en mi presencia [parousa] solamente, sino
mucho ms ahora en mi ausencia [apousa].
21
Herald of the Morning, vol. 7, n.0 1, julio de 1878, p. 11.
22
Zion's Watch Tower, vol. 15, n. 8 (Edicin especial), 25 de abril de 1894, pp. 101104.
23
Juan 11:11-14, 23.
Referencias
208
24
25
26
Hebreos 12:13.
2 Corintios 11:3.
Filipenses 2:5-8.
Captulo 3
27
1 Corintios 3:6.
28
Gnesis 12:1-3.
29
Glatas 3:8, 16, 27.
30
Jeremas 20:9.
31
Aurora del Milenio, vol. 1 (1909), p. 182.
32
Vase: Hebreos 2:16; Filipenses 2:7, 8; Juan 1:14.
33
Filipenses 2:7.
Captulo 4
34
The Watch Tower, vol. 35, n. 1, 1 de enero de 1914, pp 4,
35
Lucas 21:24.
36
1 Crnicas 29:23.
37
2 Reyes 25:1-12.
38
Esta fecha se calcula as: Se haba profetizado que la desolacin de Jerusaln durara
70 aos (2 Crnicas 36:21). Tambin se haba predicho que su captora, Babilonia,
sera destruida al fin de ese plazo (Jeremas 25:11, 12; comprese con Daniel 9:2). La
evidencia arqueolgica ms confiable confirma que Babilonia cay el 7 de octubre del
539 a.C. (Vase: Babylonian Chronology 626 B.C.-A.D. 45, de Richard Anthony Parker y
Waldo Herman Dubberstein [Chicago, 1942: The University of Chicago Press], p.
11.) Este fue por tanto el ao de ascensin de Ciro, el rey persa que le sucedi. En abril
del siguiente ao, el 538 a.C., comenz su primer ao de reinado. (Vase: The
Mysterious Numbers of the Hebrew Kings, by Edwin Richard Thiele [Chicago, 1951, The
University of Chicago Press], p. 14.) Durante el transcurso de ese ao se emiti un
decreto por el que se liberaba a los judos, y para el otoo de ese mismo ao ya
haban comenzado a repoblar Jerusaln (Esdras 1:1; 3:1, 2). Por tanto, puesto que los
70 aos de desolacin predichos concluyeron en el otoo del 537 a.C., tuvieron que
comenzar en el otoo del 607 a.C. con la destruccin de Jerusaln. [NOTA: Aunque
las evidencias arqueolgicas aqu referidas no se conocan an en 1914, han servido
posteriormente para refinar y corroborar los clculos de Russell. Para una
consideracin detallada vase La Atalaya, 15 de septiembre de 1952, pp. 561-8,
Determinando el ao mediante los hechos y la Biblia.]
39
Ezequiel 21:25-27, Reina-Valera 1995.
40
Salmo 110:1, 2; Daniel 2:44.
41
Lucas 21:24, 27.
42
Mateo 2:3-6; Lucas 3:15; 7:19, 20; Juan 1:19-21.
Referencias
43
44
45
46
47
48
49
50
51
52
53
54
55
56
57
58
59
60
61
62
209
Daniel 4:32.
Nmeros 14:34; Ezequiel 4:6.
The Watch Tower, vol. 35. n. 9, 1 de mayo de 1914, p. 135.
Mateo 24:34.
Proverbios 13:12.
World, Nueva York, 30 de agosto de 1914, revista dominical, pp. 4, 17.
The Watch Tower, vol. 36, n. 4, 15 de febrero de 1915, p. 53.50
Times Herald, Washington (D.C.), 13 de marzo de 1945, editorial.
Dr. Harold C. Urey, en el Plain Dealer de Cleveland, 9 de diciembre de
1951.
Prof. Rene Albrecht-Carri, en Scientific Monthly (Washington, D. C.,
American Association for the Advancement of Science), vol. 73, n. 1, julio de 1951,
p. 16.
Edmonton (Alberta, Canada) Journal, 7 de agosto de 1954, editorial.
New York Times Magazine, 1 de agosto de 1954.
Sun-Telegraph, Pittsburgh, 1 de agosto de 1954, editorial.
Zion's Watch Tower, vol. 1, n. 3, septiembre de 1879, pp. 1, 2.
Revelacin 12:7-10.
Daniel 12:1; 2:44; Isaas 9:6, 7.
Mateo 24:22.
Revelacin 16:14-16.
Revelacin 7:9, 10.
Hechos 1:6.
Captulo 5
63
Mateo 20:1-16.
64
1Pedro 4:17; Mateo 24:10,12.
65
1 Pedro 4:12.
66
Juan 13:35.
67
Lucas 12:37.
68
Mateo 24:45-51.
69
Malaquas 3:1-3.
Captulo 6
70
Revelacin 11:3.
71
As se titulaba una serie de tratados publicados por la International Bible Students
Association.
72
Bell (1856-1919), un lder militar excepcionalmente brillante, haba sido Jefe de
Estado Mayor del Ejrcito de los Estados Unidos (1906-1910). Falleci a
consecuencia de un ataque al corazn el 8 de enero de 1919. Vase Encyclopedia
Americana, 1942 ed.
73
Consolation, 23 de agosto de 1939, p. 5.
210
74
75
76
77
78
Referencias
Congressional Record (vol. 56, Parte 6), Senado, 24 de abril de 1918, p. 5542. Tambin
New York Times, 25 de abril de 1918, p. 12.
Congressional Record (vol. 56, Parte 6), Senado, 4 de mayo de 1918, p. 6051.
Congressional Record (vol. 56, Parte 6), Senado, 4 de mayo de 1918, p. 6052.
Kingdom News, vol. 1, n.. 1, 2 y 3, publicado por I. B. S. A. (International Bible
Students Association [Asociacin Internacional de Estudiantes de la Biblia]),
Brooklyn, N. Y., 15 de marzo, 15 de abril y mayo de 1918, respectivamente. Se
reanud la publicacin en julio de 1939 (vol. 1, n. 4), por la Watchtower Bible and
Tract Society, Inc., hasta febrero de 1946 (vol. 1, n. 15).
Asociacin Internacional de Estudiantes de la Biblia es el trmino genrico con el que se
denomin desde 1910 a 1931 a todos aquellos que participaban unidamente en las
actividades de educacin bblica supervisadas por la Sociedad Watch Tower Bible
and Tract en todo el mundo. A partir de 1931, esta denominacin se sustituy por el
trmino testigos de Jehov, para identificar a los participantes de la obra de predicacin
mundial continua de anunciar el reino de Jehov. (Vase: The Watch Tower, vol. 31, n.'
7, 1 de abril de 1910, pp. 110, 120; vol. 34, n. 1, 1 de enero de 1913, pp. 6, 7, The
Harvest Work World-wide; La Atalaya, mayo de 1932, p. 76.) Incidentalmente, este
uso genrico del trmino Asociacin Internacional de Estudiantes de la Biblia de
1910 a 1931 no debe confundirse con la corporacin del mismo nombre creada y
registrada en Londres, Inglaterra, en 1914, ni con la corporacin canadiense
homnima fundada posteriormente, para supervisar las actividades de la Sociedad
Tower Society en el Reino Unido y Canad, respectivamente.
Captulo 7
79
Las citas son traduccin directa de las actas del juicio.
80
Ex parte Hudgings, 249 U. S. 378 (14 de abril de 1919).
81
Civil Liberty in War Time de John Lord O'Brian (presentado ante el Colegio de
Abogados del Estado de Nueva York, 17 y 18 de enero de 1919). Harlan Fiske Stone
de Alpheus Tomas Mason (Nueva York, 1956: The Viking Press), p. 525.
82
Vase New York Herald, 22 de junio de 1918, parte 2, p. 5.
83
Hechos 6:9-15.
Captulo 884
84
Se trata del mismo Manton que el 4 de diciembre de 1939 fue finalmente declarado
culpable por aceptar sobornos por un importe de 186 000 dlares mientras trabajaba
como juez de distrito. Vase United States v. Manton, 107 Federal (2d), p. 834.
85
258 Federal, p. 855 (14 de mayo de 1919).
Referencias
86
87
88
89
90
91
92
93
94
The Watch Tower, vol. 40, n. 18, 15 de septiembre de 1919, pp. 279-281.
The Watch Tower, vol. 40, n. 19, 1 de octubre de 1919, p. 296.
Mateo 24:14.
The Watch Tower, vol. 41, n. 13, 1 de julio de 1920, pp. 199, 200.
The Watch Tower, vol. 43, n. 21, 1 de noviembre de 1922, pp. 332 y ss.
1 Pedro 2:5.
Malaquas 3:1.
Isaas 6:1-11.
Revelacin 11:11.
Captulo 995
95
Ezequiel 9:2-4.
96
Marcos 14:27.
97
Zacaras 13:7.
98
Zion's Watch Tower, vol. 6, n. 2, octubre de 1884, p. 2, Legal Incorporation.
99
Zion's Watch Tower, vol. 25, n. 8, 15 de abril de 1904, p. 125.
100 The Watch Tower, vol. 44, n. 5, 1 de marzo de 1923, pp. 68 y 69.
101 The Watch Tower, vol. 52, n. 17, 1 de septiembre de 1931, pp. 259 y ss.
102 Lucas 12:37; 2 Timoteo 4:8.
103 Hebreos 1:1, 2.
104 Mateo 13:41.
105 1 Corintios 10:11, Traduccin del Nuevo Mundo.
106 Deuteronomio 7:7-10, Traduccin del Nuevo Mundo.
107 Salmo 106:8, Traduccin del Nuevo Mundo.
108 1 Corintios 1:11-13; 3:3, 11.
109 Glatas 5:9-12; 1:6-8, Traduccin del Nuevo Mundo.
110 2 Timoteo 2:16-18.
111 2 Tesalonicenses 2:3, 7, Traduccin del Nuevo Mundo.
112 Hechos 20:29-31, Traduccin del Nuevo Mundo.
113 2 Juan 7, Traduccin del Nuevo Mundo.
114 1 Pedro 2:9, Traduccin del Nuevo Mundo.
115 1 Tesalonicenses 5:21; 1 Juan 4:1; Hechos 17:11; 2 Timoteo 2:15.
116 Hechos 17:6, 7.
117 Lucas 23:14, 23, 24.118
118 2 Corintios 13:5, Reina-Valera 1995.
119
Juan 14:6.
120 120Mateo 7:21.
Captulo 10
121 Lucas 12:37.
122 2 Timoteo 3:16, 17, Biblia de Jerusaln.
21111
212
123
124
125
126
127
128
129
130
131
132
133
134
135
136
137
138
139
Referencias123
Captulo 11
140 Lucas 14:2-6.
141 Lucas 6:13.
142 1 Corintios 12:18; Marcos 10:40.
143 Efesios 4:11-13.
144 Hechos 15:1-21.
145 Tito 1:5.
146 Hechos 6:1-6.
147 Hechos 8:25; 1 Corintios 9:16.
148 1 Timoteo 5:19-22; Hebreos 13:17.
149 Hechos 13:2-4.
150 Hechos 3:20, 21.
151 Isaas 60:17, 22.
152 La torre del viga, noviembre y diciembre de 1938, Organizacin, parte 1 y parte 2.
153 1 Timoteo 3:10.
Captulo 12
Salmo 94:20, 21.
155 Mateo 5:7, Traduccin del Nuevo Mundo.
156 Mateo 23:33, Traduccin del Nuevo Mundo.
157 Jeremas 1:10.
158 2 Corintios 10:3-5; Efesios 6:17.
154
Referencias
213
Captulo 13
169 Revelacin 12:16.
170 West Virginia State Board of Education v. Barnette, 319 U. S. 624 (14 de junio de 1943,
Flag day), 63 S. Ct. 1178, 87 L. Ed. 1628, revocando Minersville v. Gobitis, 310 U. S.
586 (3 de junio de 1940); vase captulo 12, nota 8.
171 Falbo v. United States, 320 U. S. 549, 3 de enero de 1944
172 Estep v. United States, 327 U. S. 114, 4 de febrero de 1946.
173 Gnesis 9:3-5; Levtico 17:14; Hechos 15:28; 1 Crnicas 11:17-19.
174 Hechos 28:3-5.
175 Jeremas 26:14 [parafraseado].
176 Hebreos 12:3, 4, Dios Habla Hoy.
177 Juan 16:33.
Captulo 14
178 1 Pedro 3:15.
179 Our Sunday Visitor (Our Sunday Visitor, Inc., Huntington, Ind.) vol. 45,
n. 3, 20 de mayo de 1956.
180 Zacaras 8:23.
181 Juan 8:32.
182 Deuteronomio 31:11-13.
183 Deuteronomio 6:6.
184 Mateo 19:14.
185 Hechos 4:13.
186 Our Sunday Visitor (Our Sunday Visitor, Inc., Huntington, Ind.) vol. 45, nmeros
1, 2 y 3, de 3, 13 y 20 de mayo de 1956, respectivamente.
187 Our Sunday Visitor (Our Sunday Visitor, Inc., Huntington, Ind.) vol. 45, n. 5, 3 de
junio de 1956.
Referencias
214
188
189
190
191
192
Captulo 15
193 Mateo 10:8, Biblia de Jerusaln.
194 Mateo 10:10, Biblia de Jerusaln.
195
xodo 36:5-7.
196 Mateo 12:48-50. Vase tambin Mateo 10:37; 19:29.
Captulo 16
197 Isaas 60:22.
2 Corintios 4:4, Reina-Valera 1995.
199 Mateo 7:13-29.
200 Juan 8:44.
201 Isaas 54:17.
202 Isaas 9:7.
203 Hechos 17:26.
204 1 Corintios 1:10.
205 Revelacin 16:14-16.
206 Hebreos 11:6.
207 Deuteronomio 30:19.
208 Mateo 4:17.
209 Romanos 12:2.
210 Juan 14:6; Romanos 3:23-25.
211 Hebreos 10:5-7; 11:24, 25.
212 Mateo 28:19, 20.
213 1 Corintios 9:16.
214 1 Timoteo 4:16.
215 Job 33:25.
Isaas 2:4.
217 Revelacin 21:3, 4, Dios Habla Hoy.
216 Juan 5:28, 29.
198
216
ISBN978-87-91953-12-5
11 11 III] 9
788791