Dominique Logna-Prat Edad Media

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Catalogacin en la fuente Direccin General de Bibliotecas, UNAM

8X965

164

logna.Prat. Dominique
Iglesia y sociedad en Ia edad media / Dominique Iogna-Prat
Mxico . UNAM, Instituto de Investigaciones Histricas, 2010
73 p.- (Serie Historia General, 26)

rsBN 978-607-02- l 2 I 6-1


1.

Historia de la iglesia

600-1500. I. t.

II.

Historiograffa

Edad Media,

Ser.

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Primera edicin: 2010


DR O 2010. Universidad Nacional Autnoma de Mxico
INSTITUTO DE IN\ESTIG\C]IONES HiSTruC,tS
Ciudad Universitaria, Coyoacn,04510 Mxico, D. E
r,r

w.historicu5.unam.mx

+52 (55) 5622-7518


rsBN 978-60 7 -02-1216-l
Prohibida la reproduccin total o parcial por cualquier medio
sin la autorizaci<in escrita del titular de los derechos patrirnoniaies
lmpt'ero

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PROLOGO

Los textos que el lector tiene entre sus manos son la versin escrita
de las conferencias que pronunci el profesor Dominique Iogna-prat
en el Instituto de Investigaciones Histricas entre el 3 y el 6 de no-

viembre del ao 2008 en el marco de la ctedra Marcel Bataillon.


La aparicin de este volumen marca, sin duda, un hito en la
trayectoria historiogrfica del propio instituto al ser la primera obra
consagrada en su totalidad a la Edad Media en ms de cuatro dcadas, desde que en 1965 vieran laluzlos Estudios sobre las instituciones medi,euales espaolas de don claudio snchez-Albornoz.l calificado en el propio catlogo electrnico del instituto como una
"verdadera rareza en nuestro medio historiogrfico", lo cierto es
que este gnreso volumen del abulense se insertaba en la lnea abierta
quince aos antes por Luis weckmann al publicar la tesis doctoral
(Las bulas alejandrinas de 1493 y la teora pottica det
ltapado medieual)
que haba realizado bajo la direccin de Ernest Kanrorowick, uno
de los medievalistas ms importantes de aquellos aos.?
La intermpcin de esta lnea historiogrfica obedece a numerosos
factores, entre los cuales debe sealarse la ausencia, en los repositorios
rnexicanos, de fuentes, colecciones documentales y bibliografa especializada sobre la poca medieval; la dificultad en dcadm pasaas
para realizar estancias de investigacin en el extranjero; la imposibilidad de allegarse materiales de trabajo sobre la Edad Media; efhecho
{e que la gran mayoria de los profesores que integraban la planta
docente de las instituciones de educacin superior eian mexicnistas
cual impeda a un estudiante interesado en el estudio de la Edad
-1o
\Iedia adquirir la formacin y el instrumental terico-metodolgico
de un medievalistz- y, por ltimo ,la falta de inters por part de
1os estudiosos mexicanos de aquella generacin por u...u.r. al pasado europeo. Dicho desinters obedeci, como he analizado en otra
L

1
Claudio Snchez-Albornoz, Estudios sobre las instituciones metli,euales espaolas, Mxico,
niversidad Nacional Aurnoma de Mxico, Instituto de Historia, isos, gso p. (Historia

General, 5).
e
Luis Weckmann, Las bulas Alejand.rinas d, 1493 y la teora pottica tlel papaclo metlietal.
Enudio de la supremaca papal sobre las islas, 1091-1493, Mxico, Universidad acional Autnona de Mxico, Instituto de Historia, 1949, 316 p. (Historia General, l).

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IGLESIA Y SOCIEDAD EN LA EDAD MEDLA.

parte,3 a la forma en que el Estado posrevorucionario


concibi la
historia de Mxico y la manera en que aquelros
historiadores entendieron su quehacer cotidiano, centrado n h ,urea
a. .o-p..rra..
lo mejor posible la rica y vasta historia de Mxico.
cuarenta aos despus el panorama es totalmente
distinto: a
travs de internet es posibre tener acceso
a diversas bases de datos,
a los artculos e ndics de las revistas especiarizadas,
a los catlogos
de las bibliotecas ms imporranres del'mundo
y u'r, f.i.rcipales
instrumenros del medievlismo, como la propi
mrrr;gfu Latina,
las Acta sanctorum o ros Monumenta Germnia)
historica,oaccesibres
desde el magnfico portar Documenta cathorica
omnia.apo. o,., parte,
los viajes trasatlnticos se han hecho ms asequibles
y lroy en da
son numerosas las.instituciongs que ofrecen
ayudas pra estancias
de investigacin. Al.tiempo, los diverso, u..iror,
io mismo que
numerosas libreras virtuares de reconocida
seriedad, pr.., enviar
los mareriales solicitados ar domicilio der
i.ru.rtiguJ..
A todo ello se suma, como elemento ms impJrtante,
un cambio
en la forma de entender la historia por parte
d'e ros investigadores
mexicanos,_quienes hoy en da estn convencidos
de ra necesidad
imperiosa de intensificar los vnculos acadmicos
con instituciones
de diversas partes del mundo, de formar grupos
de investigacin
mterncionalesy.multidisciplinarios, as .oo
de abrir nuesrro proplo panorama historiogrfico hacia otras reas del
conocimiento

histrico, no neces
o e s er ca o, Jil'xT;; ir..ff 1l,h.ir
LT:r l,ff
materializacin de todos estos anhelos
en la consecucin de uno de ros
"n;.ri'.X'i;,tfi1#,5,.3:::t"i,ffi
direccin del instituto: Ia apertu.a"hacia
el estudio de reas hist_
ricas distintas a la historia nacional.5
_ , It::,.-ls que suscira la historia universal _y parricularmenre la
Edad Media- enrre er pblico mexicano
pudo'calib.arse en er ncom

,:r n :ru

3
Martn Ros, "Los estucrios medievales en Mxico:
balance y perspectivas,, , Histricas,
Boletn del Instituto de Investigacion.r Hirt.r.ar,
*i.o, nnr. g4', lo6t, o. i:ru
a
mvn.documentacatholiciomnia.eu
5
con anterioridad, la ctedra Marcer Bataillon haba
acogido en el Instituro de Inves_
tigaciones Histricas a dos importan",
g.r'r.i Bresc, quien en er ao
de lg95
ofreci una serie de conf..en.ias u....u-.ai.r"riri"r,
a. lrr..rtir.r ,,,u,..iul en jas tierras ierratifond.io
italiano", y.|ean-claude schmiu, qrrr.rr.,-,
Jl.'zoo imparti un seminario sobre,.La
imagen' Funciones y usos de las imgenes
;1d."" medievar,,. sin embargo, sus rextos
nunca se publicaron. Martn Ros, o1. clt., ";;i
p. t?.

pRloco
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rtennder
'o: a
r.tos,
)goS

ales
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"te,

la
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-le

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o
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mero de personas que asisti a ras conferencias


del doctor Iogna-prat,
el cual sobrepas con creces una centena. Animado
por tan numero!a concurrencia y por ra fecundidad de ros debates
establecidos du_
arte el desarrollo de la ctedra, y convencido
asimismo de la utilidad
de presentar por escrito ras conferencias, el
doctor errrea evila
rual secretario acadmico del instituto- propuso
-acar ponente rearizar
ia presente publicacin y encomend a quien
esto escribe rearizar ra
iraduccin de los rextos y coordinar et tUao
editorial.
La entusiasta acogida que tal propuesta tuvo por
parte del autor
en ms de un sentide hace posibl. qr.iu universidad

-generoso
\acional Aurnoma de Mxico pubrique los trabjo,
. ,ro de ros
medievalistas de mayor prestigio internacional
y ,'rro a. f.. mejores
conocedores de la historia cruniacense. En efeco,
er profesor DomiIogna-Prat posee una larga trayecroria que inici en
rgTbcuanTq":
do obtuvo la maesrra en Histria edievar n la
universidad pars
f\- con la tesis "Femmes et pnitence chez res ermites
du Bas-Maine,
n Xl"-dbur XrI'sicles", la cual fue dirigida por
Michell Mollat. En
1984 obtuvo el doctorado en Historia Medievar
en la universidad
Pars X Nanterre con la tesis "Recherches
sur les sources hrgiogrrpt iques relatives sainr Maieul.de cluny (gb4-gg4)",ra
cual ni. a"i.rgiau
p^ol Piye ru:hg y presentada anre un tribunal
",.grro fo. c.org.
Duby, FranEois Dolbeau y Edmond ortigues,
quien-es le ncedieron
la mxima calificacin. En 1gg7 obturo"ra habilitacian
pr.u airigrr

tesis de doctorado con la investigacin "Leccrsiorogie


d.l
France occidenrale ($.-_xy; sleJ.r),,. Iogna_prar
ha"sido profesor de
las universidades de pars X Nanterre,
Nincy y Niza

oir.r.,

y p.of.ro. invitaHopkins Universiry det C oil gi"* B;"p.;;-rrrtit,rt.


1"_
"nns
ror 1.,1,
Actvanced
studies y der center for Medieval Studiei de york (G.
B' laimismo, ha realizado estancias de
investigacin en diversas ins:iruciones, como la Fundacin Thiers (pars),
el Max-pranck-Institut
rur Geschichte (Gotinga), er Institut frir Frhmittelarterforschung
\fnster) ylos Monumenta Germaniae Historicade
Munich. Dominique
Iogna-Prat pertenece desde el ao de lggS
al centre National de la
Recherche.Scientifique (CNRS). -Iias haber
desarrollado su actividad
orofesional en el Atelier de Recherche sur res
Textes d" M"y.;
i;
Lniversidad de Nancy) y el centre d'tudes
MJilil;L
suir,,Gerrnain d'Auxerre (universidad de Burdeos),
desde er aRo 20o6 se
.ncuentra adscrito al Laboratoire de Mdivistique
occiJentale de
Paris (LAMOP), cuya sede se haila
en la universidad pars I sorbona.
J

LAEDAD MEDIA
IGLESIAY SOCIEDAD EN

numerosos proyeclos y seautor.ha


el
Pu,t'itll-udon
parte,
otra
Por
Borgoa
en las universidades de Nanterre'
minarios de investrgacin
George
propio
er
." colaboracin con
v pars _muchos ;;r1*
internacionales' entre
bubv- y ha coordinado diversos encuentros
La France del
Hugues c3tt' 987-1987'
los que estacan tl t;ioq"i'
oelo't (1987)'6 y Lcole carop"'i;t;;;;n?1""
Ia
bajo
An Mil,
tol coll'te Jeuy y Guy LobriAgni
lingienne a'.t *."t,*t' ttubotutio"
p"u1it"..io""s pued1 $"1aca1se:
Maieul
chon., Enrre ,r, "J;;;;;^
n's'og"fih;qtws relatiues a saint
immncultti. n ,nn"n"''i'i' 'oi"u'
Cuni lo socit chrtienne 'face
rle Clun Q5a-gga);i lA"*" 't '*'ti"'
clunislennesl, v
ii;^to* Oooo'ilsb);s tudes
gt'"
d I'hrie, au iuda*'ii
*onu*un'i'l)-iii'lghtn ay Mo2en
et
La Ma,ison uu' tlne h'toi'n
Religion
rr" ." i.igido sbresalen:
..i..,#;".
obras
ras
rult'c
Enrre
raptie,n'i to,lroringe'.12 Maric'
Dieu
culture autour a, t'or';ii.*u*,
Histoires les hommes de
Age'
te de la ai,erge aonil'o"iori"liln'iai-An':'
Moyen
au
Lind'iui'du
'
ttulos
d,ans l'tsktm t'
't 'n'iti**ii"ili'finalmente
o'om7o iod'ernit 'rb A estos
Inrliuiduation 't nuualisati'n
cientficos'
cincuentena de artculos
debe aadi"t *' de una
1og"^;fli:f^":td

ditions
s')' La France d L'an mil' Pars'

t"_,S;f,r.1oi:t,X-:J::l'{.";j[:ffii'i',u

r-ou.i.r,on (eds ,. Lrotp carotinsiennp

Robert Delort y Dominique

o,

d'Auxerre: de

Murethach"a'ii*"'*'"'s"ut"h"1t"tggr'

soo p' (coleccin L'es Entrettens

d'Auxerre)'

sDominiquelogna-Prat,,4grziimmaculat:l.R.cherchessurLssourceshagiographiquesrelatiles
p'
L"' di'iorr' clu cerl ' 1988' vll-478
a ,aint Maipul d clun'

'ii)lii'i'":"ti'' ""'l'n"'uliilo'*t'hritienn'e'fareal'hirsie'au
'"g^i'i';i")'n*ot
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Les
..r-lil*:i,'&*:*15# ITi))',,n,,^,pars,
2002, 23e p (coleccin
sDominique

Mdivistes FranEais)'

llDominiquelogna-Prat,LaMal,sonDieu.Unehistoiremonumentaledel'gliseauMoyen

ic:::':::t:'* aut'
td:*ir:[:::lg'
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Rotaun

Mil.Auxerre'26y27dejuniodel987'Metz'lly'i;;;'*p';;brel987'Pars'Picard'1990'
,rO

(eds )' Marie L


Palazzo y Daniel Russo
Duby. Dominique logna-prar._Eric
Beauchesne.
Pars.
n,putio.

1.,

la tio,go doni
cuhc dc""or*"s

l,i.ii.,,,Jot,. p,.ru.io.a"..o.g.'

1996, 623 P'


la

Dominique logna-Prat y Gilles

vt*::t]:.

(coords')' Histoires

"'""r-l
' t'islameile'hri'tioni'm7'iars'Fiammarion'2003'298lRezak(dirs.),
Iogna-Prat Brigit-te Miriam
Dominique

lndittiduation

''o'''i)fi"'i'i

'i'

ds

hommes de Dieu d'ans

Lindiuid'utt'uMoyenge

380 p'
la modpnitc'Paris' Aubier' 2005'

PROLOGO

Los textos que integran el presente volumen son producto del


trabajo que el profesor logna-Prat ha desarrollado en los ltimos
aos. El primero de ellos, intitulado "La iglesia. Un edificio excepen las conferencias de los das
cional en el paisaje social"
-expuesto
3 y 4 de noviembre- es una sntesis de las propuestas contenidas en
el libro La maison Dieu. En 1, el autor analiza la evolucin del lugar
de culto cristiano desde sus orgenes tardo-romanos hasta la plenitud
medieval, centrndose en tres aspectos: 1) el proceso por medio del
cual la iglesia-monumento se convirti en un espacio sagrado; 2) el
proceso a travs del cual la iglesia-monumento fue identificada con
ia propia Ecclesia, es deci con la comunidad de fieles, y 3)la funcin
que desempe la iglesia en la plena Edad Media como eje articulador del espacio social y rural, para lo cual retoma el concepto de
"innecclesiamiento" propuesto por Michel Lauwers.
En "La matriz monstica del letrado en el Occidente latino
is. v-XIII)"
el da 5 de noviembre- nuestro autor
-presentado
analiza las distintas
etapas por las que atraves el proceso de formacin de los letrados en el Occidente medieval, desde la poca
en el que surgieron
de san Benito hasta el siglo XIII
-momento
1as rdenes mendicantes-. Analiza tambin el papel cultural que
tuvieron los monjes de tradicin benedictina como transmisores de
ias letras antiguas, como cultivadores de las artes liberales y como
creadores de un modelo de vida y de una concepcin de la sociedad
,tue tendra como resultado un proceso de "monaquizacin" de la
I,llesia y de la sociedad cristiana, en el que los monjes se colocaron
. la cabeza de la jerarqua eclesistica.
Este ltimo aspecto fue el eje sobre el cual gir la disertacin
:--nal de nuestro autor en el instituto el da 6 de noviembre. De esta
:--1erte, Iogna-Prat analiza primero el proceso de cristianizacin del
:rodelo trifuncional de la sociedad que exista desde la poca roma:,f, \' que dio como resultado la divisin de la sociedad en tres rdepropuesto por Emo de
-s (oratores, bellatores,laboratores)
-esquema a finales del siglo x-.
,iurerre y desarrollado por los cluniacenses
>t detiene despus en la naturaleza
y virginal- y el papel
-sagrada
:c ios monjes como mediadores y transmisores exclusivos de los
- --nes del ms all. Concluye, finalmente, con el anlisis de las con.-buciones de estos monjes a la definicin de la cristiandad.
La forma en que los "intelectuales" clericales activos durante el
- =:iodo que se ha denominado "el momento gregoriano" constru-

l0

TGLESIAY SOCIEDAD EN LA EDAD MEDLA

yeron una idea de la Iglesia mediante la exclusin de los herejes,


judos y paganos y su caracterizacin como "bestias"16 es objeto de
estudio en el ltimo trabajo intitulado "La formacin de un paradigma eclesistico de la violencia intelectual en el Occidente latino
errlos siglos XI y XII". As, tras arralizar la gnesis y desarrollo del
modelo de controversias empleado en la plena Edad Media por
escritores como Pedro el Venerable, nuestro autor se centra en la
forma en que los intelectuales medievales definieron la cristiandad
a partir de la exclusin de "los otros" para finalmente interrogarse
sobre las consecuencias a largo plazo de la implantacin de este
modelo clerical medieval. Su respuesta lo lleva a detecta primero,
un proceso de transmisin del modelo de lo clerical a lo int.electual
a pirtir de la modernidad, de tal suerte que el intelectual cumplira
lai funciones que en la Edad Media desempe el clrigo y, segundo, a situar los movimientos antljudos de mediados del siglo XII
en la prehistoria del antisemitismo.
La traduccin de los escritos es resultado de la colaboracin entre
diversas instituciones y una muestra de los resultados que el trabajo
en equipo puede ofrecer. De esta suerte, Alfonso Hernndez, doctorando en el Instituto Multidisciplinario de Historia y Ciencias Humanas del Consejo Nacional de Investigaciones Cientficas y Tcnicas
de ta Repblica de Argentina, y alumno en rgimen de cotutela del
profesor Iogna-Prat, realiz la traduccin del texto "La iglesia. Un
din.io excepcional en el paisaje social". Por mi parte, he vertido al
espaol los textos "Lamatriz monstica del letrado en el Occidente
lafino (siglos v-xIII)" y "La formacin de un paradigma eclesial de la
violencia intelectual en el Occidente latino en los siglos XI y XII", al
tiempo que he hecho la transcripcin de la conferencia del da 6 de
novimbre a partir del co que prePar Alfredo Domnguez, miembro
del Departamento de Cmputo del instituto. Finalmente, la versin
castellana de cada uno de estos estudios fue revisada por su autor.
Con el fin de dar una mayor unidad y coherencia a la obra, el Departamento Editorial del Instituto de Investigaciones Histricas ha
preparado una bibliografa general con base en el apartado bibliogrfico que formaba parte del primer artculo, as como de las notas
16 Elemento que nos recuerda los debates sobre la naturaleza del hombre americano y
la indignacin de fray Alonso de Montesinos, quien a principios del siglo Xvt increpaba a los
encomnderos preguntndoles "iacaso stos no son hombres?", refirindose a los naturales
americanos.

PRLOGO

11

al pie que acompatan a los otros textos. Ello, sin duda, puede convertirse en una til herramienta para los interesados en el tema.
En tanto coordinador de la Ctedra Marcell Bataillon 2008 no
me queda sino agradecer a las personas e instituciones que han
hecho posible larealizacin de este ciclo de conferencias: en primer
luga a la doctora Alicia Mayer y al doctor Alfredo vila, quienes
acogieron calurosamente la propuesta de invitar al profesor IognaPrat; en segundo trmino, a la seora Annie Marchegay
-encargada de la oficina de Cooperacin Cientfica de Ia Embajada
de Francia en Mxico- y a todo su equipo, particularmente a Margarita
Martnez. En tercer lugar pero no por ello menos sentida, mi gratitud hacia la licenciada Miriam Izquierdo
tcnica- y
-secretaria
al seor Rubn Olmedo
administrativo del instituto-,
-secretario
as como a sus colaboradores directos (Luz Mercado y Leticia Salinas
respectivamente), quienes se encargaron de las cuestiones prcticas
de la visita del profesor Iogna-Prat. Asimismo, es imperativo reconocer las gestiones del Seminario Multidisciplinario de Estudios
\fedievales de la Facultad de Filosofa y Letras
por
-representado
Guillermo Velsquez e Israel Nvarez- que posibilitaron
la imparticin de la conferencia "La formacin de un paradigma eclesial de
la violencia intelectual en el occidente latino en los siglos XI y XII"
en dicha sede el da 5 de noviembre. Por otra parte, deseo hacer
constar mi agradecimiento hacia los doctores Antonio Rubial Garca,
Jos Rubn Romero Galvn, Miguel Pastrana yJorge Tiaslosheros,
quienes animaron y enriquecieron con su entusiasta participacin
los debates de cada una de las sesiones. Finalmente, quisiera dejar
testimonio de mi profunda gratitud hacia el profesor Dominique
Iogna-Prat por haber aceptado crvzar el Atlntico e impulsar con
su presencia el desarrollo de los estudios medievales en Mxico.
Esta experiencia no ha sido sino un primer contacto
-personal,
acadmico e institucional- que augura una fecunday cadavez
ms
colaboracin entre el incipiente medievalismo mexicano y
"strecha
ei r-a centenario medievalismo francs; colaboracin que, sin duda,
'er benfica para ambas partes.
MARTN Ros Selol,ta

LA IGLESIA:
UN EDIFICIO EXCEPCIONAL EN EL PAISAJE SOCIAI

El cluniacense Ral Glaber debe su celebridad como historiador a


su inters casi obsesivo por todos los acontecimientos sobresalientes
que tuvieron lugar en torno almillenium del nacimiento y de la pasin
de Cristo. Menciona los mltiples desrdenes de un universo envejecido: cometas, hambrunas, lluvias de sangre, apostasa de cristianos
que se convierten al judasmo, oleadas de herejes. En sentido contrario, Glaber releva los signos anunciadores de una nueva aliarrza
entre Dios y sus fieles, seal de una verdadera renovacin del mundo. Es notable que esos signos diversos de renacimiento manifiesten
todos una fuerte relacin con la tierra: descubrimiento de reliquias,
concilios de paz e instauracin de zonas sin violencia, construccin
de un "blanco manto de iglesias", peregrinajes a los Lugares Santos;
erpansin de la cristiandad hacia el este con la conversin del rey
de los hngaros, Esteban, que abre una va terrestre haciaJerusaln.
Smbolo de un mundo que se despoja "de los harapos de su vejez",
ia constmccin (o la reconstruccin) de iglesias sobre casi toda la
Tierra en las cercanas del tercer ao posterior al ao mil, es el soporte de un vasto programa de reforma monstica. Luego de estas
menciones generales, Glaber prosigue, en efecto, con los ejemplos
Ce construcciones y constructores de origen monstico, espeiialnente de Cluny, y, pata marcar claramente el movimiento de santiicacin del mundo gracias a la reforma monstica, a continuacin
Cescribe los descubrimientos, por todos lados, de reliquias santas,
,:omo si el "blanco manto de iglesias" de la edad de los monjes ofredera a los antiguos mrtires del cristianismo el relicario apropiado
Daa "revelarse a las miradas de los fieles".
Los historiadores de la heresiologa medieval notaron desde
hace tiempo que "el blanco manto de iglesias" celebrado por Glaber
:. se manifest sin problemas y que unas voces discordantes se
licieron escuchar para cuestionar la necesidad misma de los lugares
ie culto. El Libro de los milagros de santa Foy de conques relata ai lus

EN LAEDAD MEDIA
IGLESIAY SOCIEDAD

14

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social de la instit':;';;;ia"itu'

nt

r'l''[*i*i"nto

do

global

a'

LA IGLESLA,: UN EDIFICIO

EXCEPCIONAL

15

macin del edificio eclesistico en el paisaje social representa, de


hecho, una prodigiosa inversin de los valores, que afecta a largo
plazo al cristianismo. El objetivo de este captulo es, en primer luga
presentar los grandes rasgos de la lenta maduracin eclesiolgica
que, haciendo uso de las doctrinas sacramentales, permitijustificar
1a confusin, propia del Occidente medieval, entre continente (la
iglesia-monumento) y contenido (la Iglesia-comunidad). En la segunda parte, intentaremos medir los efectos sociales de esta materializacin de lo divino en edificios de piedra.
La santi,dad de las personas
En materia de localizacin de lo divino, el legado bblico posee una
perfecta ambivalencia. Por un lado, Yahv no duda en proclamar

que el lugar de las manifestaciones teofnicas puede ser "santo"


E:iodo 3, 4-5;.|osu 5, l5) o incluso "terrible" (Gen. 28, l0-20),
porque es la "puerta del Cielo"; por el otro, en relacin a Salomn
III Reyes 8, 27), no deja de declararse que una casa hecha por la
:rano del hombre no podra contener a Dios, y esto, como conseruencia, lleva a Agustn a sostener que Dios existe "sin lugar" o que
.s "carente de lugar" (illocalis). Finalmente, no olvidemos el mende Cristo que proclama hasta el cansancio que su reino y el de
'aje
.-r padre no son de "este mundo".
Por otra parte, la Iglesia antigua recibe del mundo romano tarj',,-antiguo categoras jurdicas de primordial importancia para
los calificativos
:trnsar la relacin con el mundo
'.anto", "sagrado" y "religioso"-. -especialmente
p69 fuera cual fuere la influen--a a largo plazo de estas nociones para el derecho civil y para el
t.recho cannico, conviene insistir en el hecho de que el cristianis::,' de los primeros siglos se caracteriza por una voluntad manifies: ,le mptura con toda forma de sacralidad antigua, se trate tanto
:= ios templos como de las mltiples formas de pantesmo pagano.
- discpulos de Cristo son poseedores de una religin "desterri-.
-,::alizada" que implica la mnima relacin posible con el mundo
:-estre. Si, desde los primeros siglos del cristianismo, algunos es:.ios son valorizados, es en forma no intencional y a travs de
*-,.rmediarios. Que la forma no haya sido intencional, tiene que
:: con la personalidad reconocida a las iglesias por parte de la

MEDIA
IGLESIAY SOCIEDAD EN LAEDAD

l6

clel reileyes promulgadas a partir


autoridad pblica' .Numerosas
e integ'aJ" "" n1?^,1'.,tud'*'
nado de Corlrtu"t"lo-"i ctu'l
fudestino e aquellos' esclavos o
Teodosiano ," d.ditu'l " n1"t el
atrihucin
la
Para justificar
qitivos. que se ,.rt'gn't'-''1".iglesias'
lo qe anres haba sido el
de
a los lugar", d" '"J'ii'-' t'i'ti'''''os
a las
f"t templos' la llgislacin otorga
estatuto d.
"*..ptil'-"
deinios altsi-mo"' declara a los al-;
iglesias Ia caiidad;;;;;Pl.,'
"sacrile..sacro sanros
.;r;t;;oda infraccin al asilo comose realiza
rares
d'erecho ciuil es donde
gio". Es as como t; J;;;no del
la sacralidad de los lugares cristianos'
el primer r..o,'ot'-i""ic, "
se trata de personas excepcionales'
Respecto de los tntermediarios'
que son los santos' cuyos restos
de esos "muertos trrf ttp"tiales"
el
representa n w med'i'um hacia
se veneran aqu en Ia tierra Porque
notable' en el latn de los cristiams ali. Por una t'f"tiO" ie*iu
termina por designar a las reliquias
nos el trmino locus (o locullus)
luJu'q"t 1as contien"' ll"gut construido
de un santo o i'd;;;i;
entonces un gran relicario de
en honor d"t ,u' t' to"'id"iudo
lenta' concluida en el siglo vIlI'
piedra. Al final g;";" evolucin
culto sin
la cual no pod.a existilly::*
se impone la regla segn
propiamente
un espacio
reliquias. Es as 11" + llega a constituir
La distribucin
cristiano, constrtutdo de polos organtzado' "r"ttt' (ottt'.tilli^
origen
de
i puttit " \rsargs
de las reliquias
(Aquisurn y numerosos santuarlos
Roma) y de lugares de 'el"'o
a
a t;da una mirada de lugares
como Tours, Auxerre) para llegar
pricJpitut en la constitucin de una
escala lo.d. n,.ttL'i;;t
el acta.de nacim-ie"t: *^:""
mera territoriufiutti'tiana seala
de reliquias' cuyo Prlmer eJem,*.to ger.ro literario, la traslacinPedro
y arcelino por Eginardc'
plo es la trastacin t to' santos
E::",l"ev espacio cristiano se orgaei siglo
.iusto a prrr.,pto'
'*'
apropiados para convertlr a
niza en dos niveres .opre*er-,tarios.
e"tte lo locly lo universal'
la igiesia .t-t .f p"'* articulati"
del santo que'
A nivel -i..o,.of,ito' t" distingue.la patria de
influencia' desde io'
'"' '*:":t
con la llegada a""tt'reliquias 'n'lu "
fueron recibidas (aduentttst'
lmites de las ti.rrus dor]. las reliquias
macrosrepo.sa.(ocra"'i)
hasta el centro en donde el mismo
ll1'Iel
organizada en mltiple'
cpico esr constitir"i;;. la cristiandad,
siguiendola lgica de la dirir
patrias d. tr,-,,o'''l'" I[otitle.s'
pJ' los Hechos apcrifos de lo'
upostolorunt iniciada en principio
otorg su forma cannica en

t.l;;;

apstoles

y alaq"t

"-tit-"'S"'illu

LA IGLESLA: UN EDIFICIO EXCEPCIONAL

T7

el De ortu et obitu patrum; hasta ese momento el trmino que designaba la comunidad de los discpulos de Cristo, "Cristiandad", toma
un sentido geogrfico, cuyo primer testimonio aparece muy a finales del siglo VIII bajo la pluma de Angilberto.

La sacralidad del lugar


Los restos del santo no simplemente santifican el lugar de culto,
En las vidas o milagros del santo, no es raro ver
evolucionar el trmino corpus hacia el campo semntico del calificativo sacer. Si el cuerpo del santo y el espacio que ocupa son
''sagrados", es porque las reliquias participan del ritual de consagracin del edificio eclesistico y de su entorno. La historia de la
formacin de ese ritual es larga y bastante compleja. En los primeros siglos del cristianismo no existe ninguna consagracin especfica del lugar de reunin de los fieles agrupados para conmemorar el sacrificio de Cristo. Es la primera celebracin de la
eucarista la que "consagra" el edificio, as como la instalacin en
el altar de restos santos, como el caso de los de Gervasio y Protasio en Miln, que Ambrosio identifica con las almas de los mrtires
evocados en el Apocalipsis (6, 14-15). En el siglo VI, en Roma, un
ritual nuevo aparece bajo la doble forma de un exorcismo, destinado a purificar el edificio de toda presencia diablica, y de la
instalacin de reliquias de santos. Por su parte, la liturgia galolranca conoce en un primer momento dos rituales separados: por
un lado, la consagracin del altar y de la iglesia; por el otro, la
instalacin solemne de reliquias. Con el tiempo, se opera la unin
entre los dos rituales galicanos, como lo atestigua el primer ejemplo conocido, el Ordo de Saint-Amand (enrre 5g4 y Ob0). Sobre la
'ase
de esta armonizacin ms o menos alcanzada, la ceremonia
de dedicacin se enriquece a continuacin con la bendicin de los
rbjetos litrgicos (vasos, ornamentos, vestimentas) y con la ilumilacin del edificio. En los siglos VIII-IX se opera una transforma"in mayor. En el contexto de la unificacin litrgica deseada por
.'os soberanos carolingios, los ritos romano y galicano se acercan
' se combinan, la amalgama se manifiesta en el ordo rornano 42.
En el futuro slo hay que enriquecerlo con el ordo ad benedicandam
,.clesiam de los aos 840, integrado a mediados del siglo X en el
1o sacralizan.

r
18

IGLESIAY SOCIEDAD EN LA EDAD MEDIA

pontifical romano-germnico (ordo 40), que llega a Roma.durante


ilrigf" XI, donde , 1. ugt.g.n algunos elementos en el sigloXIII'
limiA1t"rmino de esta lentaLaururin, el ritual de dedicacin,
uno
en
transforma
se
mdo originalmente al sacrificio eucarstico,
de los momentos ms fastuosos de la liturgia latina'
ritual
Los aos 840, tiempo de sntesis y Puesta en marcha de un
a escala
unificado de consagrriir, putu el luar de culto' primero
igualmenven
latina,
.r i*p.rio carolin[io, luego de la cristiandad
duodeci,m
te emerger un com'entariJ a ese ritual, el Quid, signifi,cent
relacin entre liturcandelae.Ese comentario permite establecer una
sociolgicas
gia y eclesiologa y, al hacerlo, comprender las apuestas
ecclesia se
trmino
el
que
del ritual. Es en ese contexto discursivo
eclesistico'
i-por. como term,inus technicus para designar al edificio
(el cristianismo
La eleccin de ese trmino poriu cristiandad latina
el lugar
diferentes
trminos
con
oriental continuar distinguiendo
Ecfieles'
los
de
de reunin de los cristians, naos, y la comunidad
auel
por
clesia) acarreapesadas consecuencias, muy bien sugeridas
(la
Igletor annim o iel Quid, signif,cent daod'ci,m ciandelae. La Ecclesia
una
sia comunidad) y la ecclesia (la iglesia-monumento) comParten
el
designa
continente
relacin de tipo'metonmica r.i., la cual el
siglos
los
contenido y ,i..u..ru. Esta .of"it', que 9: objeto en
acerca de
siguientes e exgesis mltiples y refinadas, dice bastante
edificio
del
a
travs
que,
Iglesia,
ta risiuitidad de una institucin, la
queladesigna,seimponeenelpaisajesocial.Esenestadinmica
referido
donde el modelo iconogrfico de la Eiclesia, hasta entonces
el curso del siglo
u rrru alegora femenin, [ega a identificarse, en
crisriano en
al
pueblo
XI, con uedificio apropiado para estructurar
dos gmpos bien distintos (clrigos y laicos)'
La sacramentalizacin del lugar de culto
en la edad de la Reforma de la lglesia

IMPORTANCIA DE LA IGLESIA, COMO

DespusdelsigloIX,lapocadelareformadelalglesia-en.lossiglo.
el segndo momento importante. en ladefinicin
y XII represenraESPIRITUAL
XIEDIFICIO
d. rrru doctrina del lugr de culto' El clero gregoriano.tiene com':
Par:
proyecto de conjunto liconstruccin de una sociedad cristiana.
necesario
es
la
iglesia;
Pasar PL-:
irr'd,r la Iglesial conviene estar en
espiritual'
templo
al
acceder
para
piedra
el edificio"de

LA IGLESIA: UN EDIFICIO EXCEPCIONAL

19

Pero estar dentro supone tambin la posibilidad de estar por


fuera.

Existen los cristianos, piedras vivas d la comunidad saciamental


un testimonio claro de la separacin establecida entre los miembros del cuerpo de cristo y de
quienes no lo son aparece a partir de los aos l50 en los comentarios del canon de la misa, especialmente de la frmula "(Jt nob,is
corpus et sanguis fiat di,lectissimi tui domini nostri lesu chri,sti". Refirindose a la sentencia agustiniana segn la cual "no existe lugar para
el verdadero sacrificio por fuera de la Iglesi a catrica",los xetas
proveen una definicin restrictiva del "nosotros" (nobi,s).rt.rtdidu
en la exclusin de los otros
los otros, es decir los herejes, los
-todos
judos
y
los
paganos
(casi
siempre
se trata de los musulmaneri-. n,
a dios
no se le respuesta, los movimientos heterodoxos
los aos 1020 haspuede
-desde
ta
los
ctaros,
que
aparecen
en
la
segunda
mitad
del siglo xII- se
encerrar
oponen a toda mediacin eclesial; se niegan entonces confundir
en un
edificio continente (iglesia) con contenido (Iglesia)y
sostienen que es imposible encerrar a Dios en un edificio hecho de piedras y d. r,,.r.or.
Las primeras sumas escolsticas se elaboran sobre el terreno
rtil de esos debates. En ellas, la Escritura es tratada como una
gran catedral y los monumentos bblicos
Arca de No, el
-elel Templo
Thbernculo de Moiss, el remplo de Ezequiel,
de saloy
de
David,
cada
uno
como
prototipode
la
IglesiconcebiT,
dos, segn la hermenutica de los tres sentidos, no-soramente como
edificios representables (sentido histrico) sino tambin como marcos ncesarios para pensar la sociedad cristiana (sentido alegrico)
la vida espiritual de cada uno de los fieles (sentido rropo:-i1.11'?
lgico). No se trata entonces simplemente de describir el conjunto
de la sociedad como una catedrI, sino tambin, y sobre todt, de
dotar de una arquitectura al conjunto de la creacin como lo hace
Hugo de saint-victor en su De sacramentis, una obra capital en la
reflexin doctrinal llevada a cabo enrre los aos 1050-1i50 en torno a la cuestin del lugar de culto. sta se organiza alrededor de
tres ejes de reflexin principales:
- 1) El primero se remonta al debate provocado por Berenguer
de Tours en la segunda mitad del siglo iI acerca de la Eucarista.
Desde los inicios de la controversia en la materia, que se originan en
la confrontacin entre Pascasio Radberto y Ratramno de coriie en el
siglo IX, se pueden distinguir esquemticamente dos posiciones: de
un lado, los que sostenan el "realismo" eucarstico, segn el cual
qug es la Iglesia, y existen los otros.

MEDIA
IGLESIAY SOCIEDAD EN LA EDAD

20

vino) se transforman realmente en


las especies consagradas (pan y
orro, los "simbolistas" (entre
cuerpo y en sangr. "-rir,"; po. el
sostenan que el cambio postulado
los que se contaba *tt*";;)
no tena ms obieto que
no es ms que unu-l'ogi'' la Eucarista
fundamento,de la Iglesia' sin
recordar el sacrificio t"cti"o como
La victoria de los realistas (al
que sea necesaria ""tit"t"i 6n real'
en la cuestin del lugar
menos oficialment.; i"ttt'y" indirectamente
tambin "transmutacin" e
de culto. Lu t.rnrot"'uli" (se dice
"transubstanciacin") real de las especies
incluso, a Partir d.il+0,
no slo el momento (la misa) sino
tiene como consecuencia dignificar
considerados como un
ir- .r tugo' d..l- 'at'icio (ta iglesia)
"pf"t;'-p..re.tE.i"'t" al dominio de lo divino'
se reflexiona acerca de la
2) Paralela*.t'i ' t"u' discusiones'
Lombardo sostiene que los sanocin de causatuttu*t"'ul' Pedro
que son figura: "causan la gracia
cramentos r.uti,," uq"llo de los
p'"'"t'ta la nocin'de causaal signifrcarla". Hugo'de Saint-Vitio'
:'J";oririru':?io*as ae equino habla' de causalirlad "insinstaura las condiciones
trumental"), segn ia trral el sacramento
p:-t:^:"mo a la
gracia'
la
que predisponen;l;;;Ptin de
""
continente necesario a Ia realimanera de un vaso o de cualquier
iglt'iu-monumento' se mide toda
zacindel contenii", it'"'u l'
la importancia de la nocin de sacramento-vaso'
sacramental es contempornea
3) La reflexin en materia de causa
de los sacramentos' Se
de un importante;til;t'" de clasificacin
mayores lsacrame?'' b":-:TT:
distinguen entonces siete sacramentos
extremauncin' orden' matrlmoconfirmacin, eucarista, Penltencla'
s (sacramenta!'i1)' e2tre ellos el
nio) y una serie de sacramentos menore
La definicin de los siete
agua bendi tay laotrct; de,cenizas'
Por ejemplo, durante largo
sacramento, .ro ,"..tiz sin problemas.
o congrcin de la iglesia
tiempo se dud ; ;;;tt la ddicacin
mayores' Al final de
deba encontrarse entre los siete sacramentos

i;;5

muchasdudas,'."".r"yoladedicacindelalistadelossietesacmcon el precic

slo a medias'
mentos o, mejor dicho, la integr' Pero
primero
de ellos' el bautism':
de un interesante de'obt'*ito el
y bautismo dt
del edificio emblemtico d U comunidad
-bautismo
de dedicacin que hara escuela' Ir'':
los freles-' ,.' t''
"tmn
de ia iglesia representa i
de Chartre, .*pii., que la consagracin
que el edificio sea bautizad'
primera etaPa de un ptot"to'-conviene
y que los otros sacramentt'{'
;;;;q"" lo, fieles pt'"dutt serlo tambin

I-AIGLESIA: UN EDIFICIO

EXCEPCIONAL

21

el seno de ese espacio funcional que es la Iglesia.


En otras palabras, el bautismo de la iglesia dispone alarealizacin de
los otros sacramentos; sin 1, no hay espacio sacramental y por lo
tanto no hay comunidad cristiana.
se cumplan en

LA ESPACIALIZACION DE LO SAGRADO
Battizadacomo una persona, la iglesia es tambin santificada como
tal. Al final de un largo proceso de maduracin doctrinal, la primera
escolstica consagra, podemos decir, la personalizacin de Ia iglesiaedificio. Este punto de llegada, que nos retrotrae paradjicamente a
nuestro punto de partida
santificacin de las personas y no de
-la
los lugares-, dice mucho sobre la inversin de los valores que tuvo
lugar en el seno del cristianismo entre la edad de los padres y los
aos 1150. Originalmente considerada una necesidad material desdeable frente a las moradas inefables de la ciudad celeste, la iglesiaedificio se impuso a tal punto en el paisaje que se convirti en el
lugar inevitable de congregacin y de control de los hombres.
La lenta formacin de una doctrina sacramental del lugar de
culto que hemos intentado esbozar a grandes rasgos, no es un simple captulo de la historia de la Iglesia. En la medida que los trminos Iglesia y sociedad son coextensivos y que no existe, en la Edad
-\fedia occidental, un criterio laico de pertenencia, es tambin un
captulo de la historia de la sociedad e incluso un captulo esencial
en la definicin a largo plazo de la nocin de territorio. De allla
necesidad de pasar del dominio de las doctrinas eclesiales al de las
prcticas sociales. Un simple ejemplo nos persuadir de esta necesidad. Hemos sealado ms arriba que con el fin de definir el "nosotros" del canon de la misa, los exgetas recurrieron, desde los
aos 1050, al proverbio agustiniano de acuerdo al cual "no existe
lugar para el verdadero sacrificio fuera de la Iglesia catlica". Esta
nocin de "lugar para el verdadero sacrificio" parece pasar rpidamente del terreno de las doctrinas al de la prctica y de los escritos
a valorjurdico. As, entre 1030 y L070, algunos autores provenzales
de actas de fundacin o de dotacin de iglesias sostienen que la
'casa" (aula) llamada iglesia, puesto que contiene la Iglesia, fue
instiruida por el Seo los apstoles y los padres para ser el "lugar
delverdadero sacrificio". Esos textos, escasos de seguro, sealan con

MEDIA
IGLESIAY SOCIEDAD EN LAEDAD

22

notableinsistenciaelnexoque'uneelactosacramentalyellugar
desurealizacin:siesdignofrecerunsacrificioaDios,entonces
conviene hacerlo en un lugar aproplado'
La iglesia

como conjunto

Estelugaresconsideradocomo..propio''delodivinoalfinaldeuna
lentaevolucin,cuyahrstoria.o,,,i..,,u,'aescribirlosexgetasde
a partir de los
":.1.'.11:]..
la ;;i;, ;;-wd,r,ido Estrabn,
el surgimiento antiguo de
fases d esta histori. r"Ji";;;*" "q"ri
enun solo

agrupamiento
edificios cristianos (t" p;;;i;^*at '-h9 il
distintos edrttcros'
di'l1l*:en
lugar de funciones anteriorme"':
ninguna razn para dotarse
Los primeros crlstlanos no tienen
rezar y compartir Ia comida
de edificios especficos para reunirse.,
la misma

il

d,

t";;;^;;;;

tl

De
t" tt L'igt" del rito' eucrstico'
mucho tiempo con

durante
forma que a los apstolr,i.r alcanza
y cuya estructura retogr-uPos
pequeos
casas, donde se juntan en
(Siria), la primera
.J;;;,;,1.1.,i".,E,, oo.,,u* n,,.op,os

r
il
,

domusecclesiaeatestrgu'a*',arqueologa,demediadosdelsiglo
ai habaciones fueron especialrrr, es una simple .uru fi;^t*
la comunidad: una para las
m.ii.li..,udas a las ,...,id,.s de
rito del bautismo. En
r.;;;;;;'- lu u.u*bl. a, |a otra para.el
celda
e1 siglo-Il' unamodesta
Roma, el Titulus ny'uJtiil'"u"t
un
reunlr
1.go tttla d,omus ecclesiae destinada a

e";;;;;..io,

I
I

conjuntodecasasveclnasdelamismarrrzrrzarraparaformar'enel
elpatronazgo de san.|uan y de san
Sigl v, la baslica R,uesta bajo
dtla cantidad de fieles' de
Piblo' Putu
"'po"dt''ui;t'p;Pl;*u'
lasprimerasnecesidad.,.iculto,ascomoalanecesidaddedistinguir,enelsenoatluu"-lea'losservidoresdelosfieles'ylos
ecclesi,0,e conoce una evolucin
hombres de Ias *r3..lr'r"-d,o*u,
edificio especfico (aula ecclemorfolgica que h .;;;i;.
""
""
asamblea y que adopta
si,ae), dotada de una t'i" 'pri ? Pu'u.la
la forma ms comn de la
habitualmente, a pJ;-d.l Iigto,,u,
arouitectura civil: la baslica'
11 P'i
aula ecclesia contempottea dt
1:,11
"t
de los edificios proPlos
uno
que
ms
es
no
pt""'pi
Iglesia (313) en
primeia arquitectura del cristianismo
d la comunidad .,i,r,,u. La

tt:::l:iil"a"

est,enef.ecto,Compuestadetreslugaresfuncionalmentesepara-

LA IGLESIA: UN EDIFICIO

i r,ld-

.:-'.e11ta1 Y

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Dios, entonces

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-:' ios exgems de
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-ilia). la Primera
-: :lediados del siglo
.--:s

ftreron esPecial-

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clei bautismo' En
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para formar, en e1 '


-.- :an Juan Y de sat-t
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-, . necesidad de dis-.s cle los fieles, Y los
- lloce una evolucin
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.:-.:nbiea
i.l:
Y que adoPta
E .'..-a nts comn de la
..---1

tr' :uea de Ia Paz de ia


rL- ::t }os edificios proPio'
r. - lltl'a del cristianisnr
tr' -:icionalmente separ?'-

EXCEPCIONAI,

23

dos, que pueden ciertamente ser articulados, como en el caso de


Ios grupoi episcopales paleocristianos, pero que no estn insertados
er, ,-,t ionjunto arquitectnico nico: el lugar del culto en el sentido propio del trmino, definido por la presencia del altar; la
capilla de los mrtires, fundada sobre las reliquias; el baptisterio,
centrado en la pila o en piscina. La evolucin esencial de la estructura de los edificios eclesisticos durante la alta Edad Media consiste justamente en reunir, articular y jerarquizar esos diferentes
polos funcionales, convirtiendo a un mismo lugar,la iglesia, en la
ionjuncin de las esf'eras bautismal, martirial (o santoral) y eucarstica. La poltica llevada a cabo por Gregorio el Grande en San
pedro de Rma a fines del siglo vI da una buena idea de los cambios
n-rorfolgicos realizados antes o despus segn las regiones. El papa
elige vaiorizar el altar resaltndolo de distintas maneras; sobre
:odo, lo ubica justo por encima de la cripta que acoge las reliquias
:omo forma de establecer una relacin vertical y.jerrquica entre
f,.risto y sus santos. Otra etapa, tambin esencial, consiste, entre los
::s1os IX y XI, en instalar pilas bautismales en el interior del edifi:ro que abriga ya el altar y la confesin de los santos.
Una dinmica parecida de agrupacin se encuentra en el co.:zn del ritual de consagracin de la iglesia, que, a partir de los
-.:ios 840, se impone al conjunto de la cristiandad latina. La cerer-(rltia se enfoca en un polo central constituido por el alta que
,::,rciz de manera ntima pero jerarquizada a Cristo y a sus santos.
-.e polo sacramental obedece a una lgica englobante e irradiante.
- r' una parte, el ritual confbrmado en los libelli lititgicos luego
::- ios pontificales se extiende, bajo la forma de bendiciones o de
:rsagraciones, a mltiples objetos (muros, campanas, manteles
. 1os altares, etctera) constitutivos de un todo, el lugar de culto.
- l- otra parte, el conjunto consagrado irradia y gana su entorno
.-.::rediato dedicado a los muertos cristianos; desde los aos 960,
:r-. efecto, los pontificales presentan un ordo de consagracin de
) cementerios complementario de la dedicacin de la iglesia
-..ma. Es el punto de partida de una dinmica espacial segn la
.. -.- ei altar y Ia iglesia constituyen un polo en extensin del cual
::'ende todo un conjunto de reas concntricas
-cementerios,
,, --'-dos de paz (sagreres), parroquias, seoros eclesisticos- que
.--:ribuyen largamente a fijar el hbitat, a agrupar a los hombres
. l-itrolarlos.

24

IGLESIAY SOCIEDAD EN LAEDAD MEDIA

Fijacin del hbitat, agrupamiento y control de los hombres

La especializacinde lo sagrado en el occidente medieval participa


as d una historia slobal de la sociedad, una historia cuyos paradigmas fueron profundamente renovados desde hace unos cincuen,u?Ro. gracias a los aportes de la arqueologa del hbitat, los cuales
obligan"al medievalisia, nolens uolens, a retomar el conjunto de sus
el seno
refle"*iones sobre la "sociedad feudal" y el rol de la Iglesia en
Georges
y
Bloch
Marc
a
releer
a
de esta sociedad, en definitiva,
Duby a la lux de Richard Morris.
o es..r.ial de la renovacin de los paradigmas consisti en
nuehistorizarla pregunta acerca de los modelos de vida' poniendo
anhbitat
del
inmovilidad
la
vamente .i drru el presupuesto de
defenditesis
La
riguo y la antigedud^ d. ls estructuras eclesiales.
di ..r'el pasao por Abois de Jubainville y Fustel -de Coulanges
acerca de rrra filiacin directa, .n lur antiguas zonas de colonizacin
romana, delaailla o aldea yaha sido unnimemente abandonada'
En revancha, numerosos historiadores de la Antigedad tarda sostienen an, por un lado, que la organizacin de la Iglesia en los
lugares de sepultu.u r.r.*dos a los cristianos se produjo a media(sea cual sea la
do"s del siglo rtr y, Por el otro, que la "parroqrtia''
denominalin dada al agrupaminto de fieles alrededor del lugar de
culto) es, a partir del siglo , r., fenmeno estructuralmente ligado
a la edificacin de iglesias.
Entre los medievalistas, la tesis de la antigedad de las estructuras eclesiales se enfrerlta, a partir de los aos 1970-1980, con las
enseanzas de la arqueolog rural, que Presenta los desplazarnienla
tos del hbitat.o..ro rrt fenmeno recurrente durante el curso de
se
las
poblaciones
alta Edad Media. segn las regiones de Europa,
habrn asentado ms o menos entre los siglos vIII y XII -asentamiento que los arquelogos y los historiadores, que no trabajan en
Ia mism escala, ,o .*pli.rn de la misma manera-' Como lo ha
demostrado perfectamente Elizab ethZadora-Rio, la aldea del historiador rro ., iu misma que la del arquelogo. En la escala macrosc&
pica de los sistemas de explicacin global, los historiadores se dedicaron, en general, a ariicular ese fenmeno de asentamiento
duradero dt frabitat con una mutacin social de gran envergadura:
la puesta en marcha (ms o menos precoz segn distintos anlisis

LA IGLESLA.: UN EDIFICIO EXCEPCIONAL

: t.l:DL\

;..,ntbres

i=::re medieval ParticiPa


L'*- : historia cuYos Parad.t.i.e hace unos cincuenh. ',lel hbitat,los cuales
tr-:r-ar el conjunto de sus
lr: - ,le 1a Iglesia en el seno
[ * \Iarc Bloch Y Georges

I : ':adigmas consisti en

hr te vida, Poniendo nuer, r'iliclad del hbitat an-

trl..raies. La tesis defendif= -. Fustel de Coulanges

k--i zonzs de colonizacin


i. ::',.,',',..rte abandonada'
i ,' -rrl,ig.redad tarda sosh:-,rn d la tglesia en los
media-

LE.:r,rs se Produjo a
g.11,lquiai' (sea cual sea 1a
L -, airededor del lugar de
!r stt-ttcturalmente ligado
I

l:-:rzuedad de las estructuh -rot 1970-1980, con la'

! r:::rIlt? los desPlazamielrE::-:e clurante el curso de la


t . :ropa, las Poblaciones s
'-tlos \IIi Y XII -asentaer
F:--,res, que no trabajan
i-r'
lo
Como
k-, ,ra.tra-.

h:

ir,.

:a-Rio,la aldea del hist''-

.,,,. En la escala macroscL-

H ios historiadores se de*E: nleno de asentamien:


i s.tial de gran envergadur'
f- - z segn distintos anlis''

25

entre los aos 850 y alrededor del ao mil) de la sociedad feudal.


Segn el modelo del"incastellamento" propuesto por Pierre Toubert,
la transformacin del hbitat y la reorganizacin de los rerritorios
que afecta el Lacio y la Sabina en los siglos X-XI sera el resultado
de la voluntad seorial de agrrrpar a los hombres en lugares elevados
y fortificados para controlarlos mejor. Esta tesis, que hace del castillo
el centro de una organizacin social nueva, fue a continuacin ampliada por Robert Dossier bajo la forma de un "enceldamiento"
generalizado, consistente en fijar a las poblaciones alrededor del
castillo, de la iglesia, del cementerio y de la parroquia
y
-polos
"clulas" para la agrupacin, control y dominacin de los hombres-.
Lejos de satisfacer a los arquelogos, para quienes es muy difcil
encontrar en el terreno tantos fenmerros conexos (concentracin
de hbitat, fortificacin, delimitacin de reas de agrupamiento), el
rnodelo del parcelamiento ("enceldamiento") tiene valor a lo sumo
para"la infancia" de Europa occidental. Luego de un primer milenio
de itinerancia y de desplazamientos sobre territorios limitados, el
mundo nrdico ofrece, en efecto, otro paradigma de fijacin del hbitat, en los siglos xI-xII, bajo la forma de agrupamientos de casasestablos que no deben nada ni a los castillos ni a las iglesias.

El

"inecclesia?nento"

En dos estudios recientes, Michel Lauwers sistematiz la contribucin del polo eclesial ala historia del "enceldamiento" al hablar de
"'inecclesiatnento".
Calcado de "incastellamento", el trmino "inecclesia,,iento" tiene por objeto caracterizar el proceso por el cual la Iglesia
rn tanto que institucin es creadora de espacio social.
Para apreciar toda la fuerza de su innovacin, conviene insistir
hecho de que ese proceso
gnesis se puede situar
'obre el
-cuya
:Toseramente en los aos 850-900est en total contradiccin
:on el desinters original del cristianismo anterior a la Iglesia por
.rlmeterse a parmetros de organizacin terrestre. Las primeras
-,rmunidades cristianas heredan las estructuras territoriales roma:as
la ciudad y la dicesis- sin atribuir a esra
-especialmente
ierencia
un sentido diferente que el de las necesidades materiales
je una estada aqu en la tierra, deseando adems que sea lo ms
:-,rta posible. Para calificar la naturaleza de los cambios que se

EDAD MEDIA
IGLESIAY SOCIEDAD EN LA

y el mundo medieval' ciertos


operaron entre el. mundo antiguo
niurur del paso de lazos espaciales a
historiadores no d";;."
el abu"dotto progresivo de
lazos soci,al^ i", attl [n"onolu''.con
propias 9e,la t1:igedad
los modelos de organ izacittterntonal
espacio limitado' regudel
romana, "fundados en una concepcin
ejempio' la prctica,l"^lit
lado v estable, del que da cuenta'.por
temPrano'.la Iglesta con..Trl,ir,r.t...J"] L"'*"ts)' Desdedemuy
dt"*t"ttt'racin territorial'
tribuy, , ., -u"tt;;;;;;;tceso
entre obispos q"1s: disputan
En el marco de un "frenmiento
I sospor-consagrar' ei1P] Gelasio
el control de un oratorio an
lmites
por
dices est difinida
tiene que "r,o .o'titL;;;&
Dentro de esta Igica' no
o en funci, dt 1;;;;'Htitt*i"q9l"'
ruaiottsis sino la presencia de un
es el territorio Io ;il;;;;ilyt
instaurados entre Ia comunioueblo de fieles ,ltt i;;;; 'l*"tit
referencia'
;;;1, ;r,oridd episcopl de
estudios de referencia' dar
Sin que ,"u po'it;"r' a.faltade
se oper
precisas en las
!l]
cuenta en detalle t tu' ondiciones
q"tidt'dt la transformacin de
el cambio, es necesario constatar
urra concepcin completamente
los aos 800, eI papado instaura
de la tier' con Ia elaboracin
diferente de Ia relcin respecto
de la "Repblica de san
de los marcos territoriales protoestatales
dotada de una frontera' La
Pedro", que es ";;;;";drapblica
u" tanto un aPorte de los
primera ,...i,oriitil{*lr;111,L'
de
espirituales ) temporales' como
pontfices romanos, soberanos
y salios' cuyo espay .*pt*res caroli"gio'' otnidas
Ios reyes

ciosoberanoconfundealegrementeestructuraspolticasyeStrucentre ot;as' la historia de


turas eclesiuft'' Ot tllo dJtestimonio'
oriental de los francos y en
la creacin dt di*"'is en el reino
rcma de numerosas bulas ponEuropa central """ aOO y 1050'
reares. Desde ese punto de vista'
tificares uri .o*'; rpl-"s
con
O: origen lotaringio alimentado
es llamativo qt""tti"'" "0"
Len"IX' quien lanza]a moda' caorcticas a.r po"' i''itJi'r'

de loi grandes v'iajes o'I !:I:


i##;il ;'i ;;;'Jo I'ro'*uor'
lugares (altares e.iglesias) y espaclos

rfice roma".

p;;;;nsagrar

a*Uulacin o "circuitos" (cemenAl hacer esto' otorga de alguna


terios y propiedat' tttt'iasticas)'
ronxana contempornea

ritualment. d.Ii;*d.r'por
manera ,rrr,

. t"

i"ttito'iul

"uilu
p"",ifit"i;;i;;1ttgu"'

"clones" aa Romu' En

e"se

ala libertas

comc
y los espaciosconsagrados son

setido' Len IX es' como numerosos

l-A IGLESIA: UN EDIFICIO

EXCEPCIONAL

27

Urbano II' un paPa de


de sus sucesores inmediatos, Por ejemplo
donde la Iglesia seala en
la tierra, Puesto que es sobre^la tirra
adelante su Presencia'

ios
:sa
de

lad
altar y de la iglesia

gulas

Las

on'ial.
rtan

Elnuevomodelodeorganizacinterritorialalquelalglesiaimpn.
de dominacin sobre Ia tierra y

SOS-

tes

,reas d,epend,ientes del

me su sello, entre ot*'-t""'ct'uras


o radioconcntrica; obedece a la
los hombres, es de ,'P; i;i"nte
y la iglesia- de los que delgica de polos en eitensin -el altar
eclesiales'
oenden reas consrderadas como espec{icamente
enrre los
relacin
La
reas es el cemenrerio.
una
Media
Edad
la
Antigedad y
vivos y los muerto, tot'* entre Ia
Lueprofunamente Ia topografa'
revolucin q"
;;il
'rtttu
vivos y los muertos con la insgo de siglos a. ,.pu*tin entre los
las ciududes' durante la Edad
talacin de las ,t..ffif1t zut'u t
del
i; inregracin de los difuntos al interior
Media se opera
un
luz
la
"";
hbitat sac a
mundo de los uiu""-iu arquiologa del
que vara segn las
largo proceso que' siguiend'o una cronologa
as necrpolis en pleno
;e;;['r, por.. ,r *11'"t "ts fases: desdeen
reas consagradas allu' tumbas
campo hasta la
"d;;;l;;t
momento de inhumacin
rededor de las igf.,', pasando por un
el rrmino "coemetenLln't"
dentro de la zona h;il;;". originalmenre,
esperar al siglo vl para
no se reflrere *a, q.r. a la tumta. Hay que
.l'*'ndo monstico la prctica de Ia inhumacin
;;;p;...n
Pero es mucho
comunitariu ...irriu"r r.pu.udo, de n-cristianos.
por consatea de inhumacin es reservada
-s irr. cuando esa
sancinhumacinad
que-la
s;i." ;r., ..irtir"' -entendindose
inhula
con
tiene nada que ver
fos practicaau .rt siglo w no
se n'9l:l^:
consagrada-'.Como
macin en un rea ritualmente
cementenos
de
ms arriba, los primeros rituales de consagrit]i
embargo,
rigto X en los manuscritos pontifrcales; sin
ei la prctica antes de los
"p;;;;rr.l
casi ningn ejemplo est documentado
del sigio XII' una definicin
aos 1050 y los canonistas no dan' antes
tierra fecundada
to-oclara del ..-.rrr.tio .ti'tiu"o concebido
"u
eo1 su.ne1:,'
d. ];: fi
1
i:t:1,1T:
'1"'
muertos
il^;;;;;^;r J.n"itin restringida del espacio dedelos
los herejes'
cristianos en relacin con el rechaio .orrt.rrrpb.neo

u"'I;;li#;;;;;r",

,[o

I ufl
unidar
per

nde
lente
rcin
C SAI}

a. La
le los
no de
espa)strucrria de

)syen
rs

Ponvistado con

C2-

'da,
eI Pon:spacios

cernefr-

:alguna
rornea
)n como
mero50

p.'l^ .."i-'

l: l'ff

28

ICILESIA Y soclIEDAI) EN LA r-'l)Al) ME'DIA

"sociejudos y los musuhnanes, tres figuras emblemticas de la


da de persecucin" sealada por Robert I' Moore'
Catalua v
u,r, l f.er.te piotrero cle la lucha contra el Islam' en
canlcomunidades
en Septimania, la instalacin (o reinstalacin) de
numerosas
pesinas en los siglos IX, X y xI, es sealada en las rluy
cle
o.,u, ..rrrocidas com) "de'consagracin de iglesia". El inters
la
con
fb.rma
la
de
precisa
idea
las actas de esa prctica es dar una
iglesia
la
de
q". espacio d" l, co-,,nidad se organiza alrededor
"r
98' Oliba'
recientemente consagrada. As, el I5 e noviembre de
al obispo Sala
conde de Cerdaa, y"., .,po'a Ermengarda' invitan
El acta
vallfogona.
de
de urgel u .o.rrugrr la igiesia sant.critlbr
momento
ese
en
redacda para la circunstancia precisa que fueron
iJt r.t ii*i,., de la parro qurra^(termini parroqu.iae) ou" el cemeui.il y un rea de pazirorrorio fueron eitablecidos "en el circuito"
dependientes de
de Ia glesia (in circuin eiclesie). Las reas concntricas
"circuito", Que
el
ir-igt.iiu estn situadas en el interior de un lmite,

los

evocaa|avezlaantiguaprcticajurdicaromanadedelimitacin
de cemende los bienes races pr dambulacin y la consagracin
de reliportadores
terios por circunvalacin ritual de los clrigos
resere-st
iglesia
quias. Lu p.ime.a rea concntrica alrededor de la
de treiut''
vacla a los muertos. Enseguida viene la sau-aria, crculo
asilo y de proteccir.
pasos donde se agrupan krJvivos en b^squeda de
fbrmando el nc1e'
veces
agrupamiento termrna a

irgt"a". Parecicl
d."rna rldea (sagtra,'cellera),

ciertos arquelogos del hbita:


'ue
llegan a calificar como "aldea eclesial"'
La \tima rea concntrica est constituida por la parroqui''
iQudebemosComprenderCgnes.etrnrinoenelltimoterciode.
design un,
silto xl La,.parroquia,, Qtarochia) durante largo tiempo
.tiua topogrlrca completamente distinta de lo que nosotr(:
.o*pt"tta.*tt"y en dia' Contratiamente a lo que lo.s-historiadc,., i.rrru.o, drr.u.tt. mucho t'iempo, no hay continuidad ent'r'e t'medieval. Las delimitaciones Parr,,funus romano y 1a parroquia
espacio sin antecedentc'
quia\es representan *odoi de recorte del
an embrionaria en \os -.i:..'..
Se trata de una creacin medieva},

,*-*,qrr.nollegaa\amadurezsinohastalossiglosxl-\ii:-'
de

trminoparochia
'-;
tiempos ms tempranos, por otra Parte' el
*i665cr- r 'lugar
un
bien
o
ditsis'
tu
macrtscpiti,
una unidad
una tlu'u s:r- 'l
la baslica o la iglesia' La palabra no adquiere
compleja r' '-:
terrirorial ,i.ro liurtu el sigio XIl, al final de una

'

LA IGLESIA: UN EDIFICIO EXCEPCIONAL

t
I

29

de atraccin de fieles hacia la iglesia, comprendida como el lugar


necesario parala definicin sacramental de los cristianos en comunidad, lugar del bautismo y de la muerte, lugar de participacin
ms o menos regular para el sacrificio eucarstico, lugar de reconciliacin y de reintegracin para los penitentes. Dos factores principales estn en la gnesis de la parroquia medieval. El primero se
relaciona con el pago del diezmo, que es obligatorio a partir de la
poca carolingia y debe ser entregado en el lugar de culto. En ese
sentido, la parroquia es ante todo un territorio fiscal concebido
como el instrumento a travs del cual los f,reles contribuyen a las
necesidades de la "fbrica" , es decir al mantenimiento de los curas
v esencialmente del edificio mismo, como lo sostiene Hincmar de
Reims en el que es sin dudas el primer tratado sistemtico consagrado a la propiedad eclesistica, la Collecti,o de ecclesii,s et capelli,s. El
segundo recurso histrico de la parroquia es el cementerio. Desde
la poca carolingia, se recomienda a los fieles hacerse inhumar all
donde pagan el diezmo. Con el tiempo (un largo tiempo, si se
tiene en cuenta la distorsin habitualmente grande entre las decisiones tericas del clero y su aplicacin en la prctica), el parroquiano "natural" es aquel que paga el diezmo y se hace inhumar
en la misma parroquia. De all la confusin frecuente entre cementerio y parroquia.

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rt
gl,oo

.f
ign
pkn"
rciair

I-a tierra de

los santos

y el espacio de los monjes

-{l final de esta presentacin sumaria de las reas dependientes de la


iglesia, conviene hablar acerca de la poltica territorial llevada a cabo,
siguiendo el ejemplo de la Repblica de san Pedro, por los grandes
riores eclesisticos que decan pertenecer a Roma: los monjes cluniacenses. No se tra.ta ciertamente ms que de un ejemplo, aunque
cmblemtico, de un fenmeno general que merecera otros estudios
de caso: la territorializacin de la libertas eccles'iae.
I-as cerca de cinto mil actas anteriores a ll20 acumuladas en el
ivo, luego en los cartularios, de Cluny dan testimonio de la
sidad de la poltica de acumulacin de bienes inmuebles que
los dos primeros siglos de historia del monasterio fundado
910. Es sobre esta base inmueble constitutiva de una "tierra
" en cuanto propiedad de los santos romanos, Pedro y Pablo,

30

IGLESIAY SoCIEDAD EN LA EDAD MEDIA

donde, desde la segunda mitad del siglo XI, los cluniacenses (r.::nizan "los lugares y crculos de su dominacin" seorial. Esta _
tica territorial, estudiada en detalle por Didier Mhu, viene. c: _ primer momento, a incluir bienes de naturale za rnrty diferentc .rras, iglesias, castillos, molinos) en una estructura eclesial r :_ *:
con la puesta en funcionamiento de una red de obediencias ,, -::
canas" , que son lugares plurifuncionales, alavez centros de
",-:
tacin agrcola, lugares de transaccin y negociacin, ermit. . sias de peregrinaje, etctera. En un segundo momento, S r:.- rr
"lugares", que est centrada en la iglesia abacial y el altai ..,. :r
donde reposan los restos de Pedro y Pablo, se organiza en ur- , ,: .-ui
de dominacin en el interior del cual "la santidad cluniac.:.1: irm*
pone una inviolabilidad total". Se trata, en primer iugar. ,: :r*r
sobre el terreno el mecanismo de inmunidad del que p/-,-. : nrlui*
nasterio. Es ste el tema de dos actas solemnes llevadas -, : -,"
:

Caporelpoderromano:ellegadoPedrodeAlbano.en.
papa Urbano II (antiguo gran prior de Cluny), en 1r-)!.-= -.

ritualmente los lmites del "bando sagrado" cluniacense. :: - i.


rea propia de la justicia de san Pedro, rnaterializada ba'_ _.
de signos tangibles (mojones y cruces) unidos enrre si p, - - :rl
A este primer crculo se agregan otros dos. Una bula ,:. :::(1107) establece una zona sin peaje y sin castillo que E:n. :
peregrinos, a los huspedes y a los mercaderes llegar a r- - _ver libremente. Finalmente, el privilegio de exencin :: -l
por Calixto II en 1120 hace de Cluny una "minidices: : r
de muchas parroquias.
,

Algunas semanas luego de haber instituido el "bar:,: _ i r.i-:


Cluny, Urbano lllanza, en Clermont-Ferrand, su t.:.. .
ala crtzada para liberar Tierra Santa. Es un simb -- _ ;
to de retorno a los orgenes, es como si "el blancrt r'-:-sias" evocado por Ral Glaber llegara a cubrir lc,s -.^;--.:
de la estada terrestre de Cristo. Conquistada por _ , ,1099, esta tierra fundadora de la gesta cristiana , ::
teralmente reconsagrada, como da testimonio Ia Ii--_-;,.
racin de Jerusaln, en buena parte retomada o. I parala dedicacin de iglesias. Recordada duranre r- - - :

LA IGLESIA: UN EDIFICIO

cluniacenses orgaI tnorial' Esta PoItthu, viene, en

Yn
diferente (tleeciesial comn
obediencias o "de.., ..rr,rot de exPlooacin. ermitas' iglemomento, esa red de
a,.i,al v el altar mayor
ouo*iru en un crculo
dad ciuniacense lmo.*.t lugar' de frjar
mo d.l qr" goza el
i rnuv

EXCEPCIONAI

la Iglesia latina por el recuerdo de la destruccin del Templo, la


Jerusaln terrestre recuperada por los Cruzados es asimilada a
una nueva iglesia; es purificada de sus manchas de la misma manera que un lugar de culto dejado durante mucho tiempo en
abandono y es retomada para la sacralizad cristiana. El centro
original de la cristiandad es as asimilada a una iglesia y la topografia crstica es como reinstituida por el ritual. La iglesia, concebida
desde siempre como figura de laJerusaln celeste, permite de alguna manera devolver la vida a laJerusaln histrica en espera de la
prxima Parusa.

U.traut-u la Ptct\el
-*Iburo, en 1080' Y
ort,. ., 109, delinen
I,-rrriu..r,r., es decir' el
zadabajo la forma
:s

! entre s Por camlnos'

t na bula de Pascal II

:io que Permite a los


:s llegar a ClunY Y vol*urriitt promulgado
rdicesis"

ala

3I

cabeza

el -bando sagrado" de
su famoso llamado
movimien'imblico
bianco manto de iglelos lugares mismos
los cruzados en
por
1a
es, de hecho, lila liturgia de la libede los formularios
te mucho tiemPo en
EIBLIOTECA CEI{TffiEt

L'.il"4,M"

LA MAIRIZ MONSTICA DEL LETRADO


EN EL OCCTDENTE TATINO (STGLOS V_Xrrr)

El ttulo dado a esta intervencin postula que habra habido un


t]emqo propiamente "monstico" en la gnlsis del letrado en el
occidente latino duranre la Edad Media. Mi propsiro, de la mayor
banalidad para el especialista de la Edad uedia ccidental, no riene
offa razn de ser que recordar las grandes lneas de una historia
bien conocida que se quiere confrontar aqu con otras formas de
"erudicin monstica" en el tiempo y en el spacio, centrando nuestra atencin en el hecho de saber si el trmin "erudicin', es el ms
adecuado y, si es as, en qu medida conviene su aplicacin al mo-

naquismo del occidente medieval. Esencialmente mi enfocar en el


desarrollo del monacato benedictino desde Benito de Nursia, ,,san
Beniro" (4801490-5b0/560), hasta la gran reforma de la Iglesia de los
siglos XI y XII y la emergencia de nueuas rdenes benictinas (el
cster), o de orientacin eremtica (los cartujos), pasando por la
poca carolingia y la eclosin del monacato que lleva la Igleiia de
cluny (fundada en 910). Mi lmite remporal, situado hacia el 1200,
est dado por la emergencia de las rdenes mendicantes, dominicos
y franciscanos, cuya actividad emdita y pastoral se inserta plenamente dentro del marco universitario. Me etendr, por lo tanto, en el
umbral del mundo de los "maestros", ante la emeigencia de aquellos
queJacques Le Goffno dud en calificar de,,intelectuales,,.l
El punto de partida de la investigacin se confunde, o puede
confundirse, con los orgenes del monaquismo en el occidente
latino, es decir:, segn weber, el momento en el que "se borran las
esperas escatolgicas" y en el curso del cual "el comunismo carismtico bajo_ todas sus formas refluye y se inserta en el seno del monacato".2 Para justificar el punto de llegada, el siglo XIII, me sito

t
I

Jacques Le Gofr, Is inteilectuers au Moyen ge, pas, Le

seuil, 1957 (Le Temps qui

Cou'r).

,'Y1^w_.P:l s_ociologie d.es reri,gions, edicin y traduccin deJ. p Grossein, pars, Gailimard, 1996 (Bibliothque des Sciences Humainei), p. 290-291.

i
I

IGLESIAY SOCIEDAD EN LA EDAD MEDIA

34

bajo la autoridad de Pierre Hadot,3 quien ha insistido en la pertinencia de un estudio del mundo de los "espirituales" en un tiempo largo, desde los padres de la Iglesia, como sera el caso de
de los primeros ascetas cristianos- hasta los monjes
brgenes
-y
de ta rdad Media clrica, periodo en el cual Ia tradicin de los
ejercicios espirituales antiguos fue absorbida por la filosofa criscomo "sabidura vivida", "prosoch", como la atentlana
-con.bidu
cin dada a s mismo para recolocar al hombre "en su ser verdadero, es decir, en su relcin 66n fi65"-, y las recomendaciones de
los maestros de Ia antigedad fueron reemplazadas por los mandamientos, las reglas devida evanglica y las palabras de los ancianos, y vivificados por el canal monstico a 1o largo de toda la alta
Edad Media. Para Hadot, la verdadera ruptura en esta tradicin
es contemp orneaa la escolsticay al mundo de las universidades,
en el cual se establece una doble distincin: Por una parte, entre
teologa y filosofa; por la orra, entre filosofa y espiritualidad, de
dond resulta una dlsyuncin entre la actividad terica y abstracta de los maestros profesionales y la "esfera mstica" de todos
aquellos, monjes, eremitas o devotos, que continian la tradicin
de los ejercicios esPirituales.
En las rpidas consideraciones que siguen har mas, por otra
parte, dos propuestas de trabajo de la sociologa de las religiones
iituadas en la tradicin de Max Weber:a

1)La articulacin carisma personal (monaquismo) / carisma de


funcin (clero), que tiene como consecuencia la reinterpretacin de "la ascesis en el seno de una realizacin 'profesional'
especfica al interior de la Iglesia"'
2) L necesidad de diferenciar claramente en materia de "carisma" Ia Iglesia oriental y la Iglesia occidental. El Oriente
cristiano distingue, en la base, al religioso ignorante y casado
(PoFe) del monje asceta y sabio al cual est reser-vado el acce* lu .tutq,ra episcopal. Con el papado, el Occidente asiste
al nacimiento, hacia el final del siglo VIII, de una verdadera
monarqua espiritual y ofrece el ejemplo de una integracin
del monacato en una organizacin burocrtica en el seno de
3

Pierre Hadot, Exercices spirituels

et

phitosophie antique,Pars,

thque de l'volution de l'Humanit), p. 305 y


a
Weber, oP. cit., P.356 Y 258.

ss.

Albin Michel, 2002 (Biblio-

la cual los

'obediencia'
nocrtica".

Santa ignorancia e

La paradoja quien

en un principio po:
la historia de Occr

Mara Magdalena,
la revelacin aun (
Cristo; o aun la ,
extremo opuesto d
tanto, tiene razn
de Occidente.justif
nico en poseer la
1 encarna una fon
to capital de la eclt
en el mundo del t
este tomo sociol1
La "santa igno
mente iluminado (
los msticos, toma
Uno, es contrarres
za de lo sagrado qu
elemento de la tens
que separa a lo larr
aquel del monje ce
los Cartujos, funda
representan una fo
jamiento en un m

5 Peter
von Moos, "Li
v Dominique Iogna-prat te
la modernit, Pars, Aubier.
6

Louis Dumont, Es-r


Seuil. I

moderne, Pars, Le

r-

LA MATRTz

t.1EDI.\

*roxstce

DEL LETRADo

.)j)

la.cual los monjes forman una "tropa disciplinada por una


'obediencia' especfica al servicio di un jefl de Iglsia
monocrtica".

:-a insistido en |a per-: lrituales" en un tiem-

. - ,rrro sera el caso de


hasta los monjes

=':-.-r::;al la tradicin de los


ri.:, por Ia filosofa cris-

*:'

EL MONAQUISMO Y LAS LETRAS

.:och", como la aten-

c,::^'fr.e

Santa ignorancia e ideal del letrado

"en su ser verda-

recomendaciones de
rriazadas por los manh. palabras de los anc'iaa - - largo de toda la alta
r: -ura en esta tradicin
l,: -, cle las universidades,
i':- por una parte, entre
s.-::a v espiritualidad, de
s-. -dad terica Y abstracs:.ra mstica" de todos
-.-.

La paradoja quiere que el monje, prototipo del retrado, sea atrado


principio por la "santa ignorancia", cuyo ejemplo est dado, en

:..1"

g-

ia historia de occidente, por una serie d" guius femeninas, como


\fara Magdalena, la apstol de los apstolei, la primera que ruvo
la revelacin aun cuando era la ms ignorante de los discpulos de
C.isto; o aun la aula d'Ockham, la pequea anciana,, qu" es el
extremo opuesto del saber enciclopdico de los maestro. y qr., po,
Ianto, tiene razn frente todos. con estas santas mujeres .i *o".
de.occidentejustifica su propsito de ser, frente todo"s los dems, el
inico en poseer larazn, y con ello evitar que ra Iglesia se hunda;
1 encarna una forma de "personalismo" cristiano,
{r" a, un aspec:o capital de la eclesiologa medieval.5 como deca Louis Dumnt,6
en el mundo del holismo, el "renunciante" personifica el valor de
este tomo sociolgico de base que es el individuo.
La "santa ignorancia" de aquel (o de aquella) que es directa:lente iluminado (iluminada) por el Espritu-y qr., .r la lgica de
-,-,s msticos, toma la
cort" para acced.i u o, y regresar al
-"va
:'no, es contrarrestado
por forms institucionalizadas de sean:a de lo sagrado que suponen tomar ra"valenta" del letrado.Algr,
:,enrento de la tensin entre las dos "vas" subsiste en el alejamiento
:re separa a lo largo de toda la Edad Media el ideal del remita y
'iuel del monje cenobita que vive su solitud en comunidad, com
- s cartujos, fundados por san Bruno ar final del
siglo XI, quienes
::presentan una forma originar de compromiso, de
rp.to er ale-liento en un marco que permanece comunitario. l probrema

r,

von Moos, "tlindividu ou les limites de l'Institution eclesiale,,,


en B. Beos-Rezak
- ' :rrnique Iogna-Prat (eds.), Ilinrtiuid.u au Moyn ge. Ind,iaid,uation et indiuidualisation
auant
.:,,1iit,
pars,
:Aubie 200b, p. 270-2g8.

:,tntinan la tradicin

g-:.n har mas, Por otra


r: - -,:ga de las religiones
u.-::aquismo) / carisma de
xe,::rencia la reinterPreta-

:alizacin'profesional'
f.::-Ie en materia de "cas: ccidental. El Oriente

[.rso ignorante Y casadc'


u--

est reservado el acce-

r:::do.

el Occidente asi:Ir

- \1II, de una verdader'


p::iplo ctre una integraci':r :;rocrtica en el seno i.
:',s. -\lbin Michel, 2002 (Bi:-: '-

'

:."-

Peter

Louis Dumont, Essais,sur I'indiaid,ual.isme. une perspectiae


antrhopologique sur l,,itlologie
i. Pars, Le Seuil, 19gl (point).

L{

MEDLA
IGLESIAY SOCIEDAD EN LAEDAD

36

la viabilies' en cierto modo' aquel de


oue presentan estas dos vas
vez solo
cristianismo' Cmo 't" u la
ud b"l ideal de tofltit"'"' tl
('1007Damin
de Pedro
y en comunin? o, t'g"tt";; i;;''ula
"
frnt:Ja:
Qt'e
'
t'*iiuno- sacerdote puede emple ar la
lO72),icmo
"t
celda?
en su
Dr;;;;;rt" tosotrls" si est solo
t'"' clsico en materia de erudicin
dt
iriii"lo
Para parafiu""
pasa' en el occidente medieval'
benedictinu,' .l "dttto de Dios"
son un Pr:Ped:Yt]coxecesano
nor "el amor a lu'tli'u'"' las cuals
visin directa
de los santos v acceder a la
i;:;*""in
;i#;
de
1,
una relgin del 11bto" el ideal
de Dios, un poco como si' en
mas
el monje no pudiera hacerse
realizacin p",,on'-l"l"t "nt"n'
escrltos
signos
en el unerso de los
oue camina"a" *Jiit"-"n't
el monje es
n relacin. En esras condiciones,
sagrado es la puerta de
to
.t
f"rq.r.
necesariam.rr,. "rrrji,"
diui'
nt 'qt'i Ia- impoitancia de la'/rliosolitaacceso a la sabidur Ji'i'i''
toiocu la meditacin
na erel monacat"-t"ioi'o' ti c'ul
los padres' homilas y vidas
at
ria de las Escritur;t d;il;;;F"tit
en el marco de las horas' en
comunitaria'
prctica
su
y
santos)
de
eicentro . tu uiu conventual'

ffi;ffi:'J."iu

comunidades mon
lia, fundada por Ca
manuscritos y la tre
rol de un verdadero
al noroeste de Euro
cristianismo y por
especialmente los irl
vacin y retransmisi
Platn y de los neop
estos "conser-vatoric
sagrados como los r
refiere la herencia sl
i,ls profanos? Penser
lo latino que ga1la

.,:loaDiosyasuse

'

,-r

cristiano o cicelo:

' . :cuela de los man.:


::-

estas condicione
.-lrsios emprendit
. ...ltdose en el ant
. ,srcos" (Csar Su

Elmonjedcorridenletomolransmisorlliltrodelaslctrasantiguas
en la Edad Media obedece en
La valorizacin del monje letrado
latino
de las letras en el Occidente
buena medida d;;';;t;ismo
helenizacin
sou" a f:ld? d:la
tras la cada del #;;;;;""'
mediante su insercin pro(a partir del siglo it)' y posteriormente
fundaenlalatinidad(esencialmenteenlossigloslVyv),elcristia(a fiq"e religin del"Estado romano
nismo ,. .o"i"'tl];;
letra:
las
de
vida
de la
nales del ,iglo rv) ;; "; vehculo .esEncial
all del mundo roms
difusin
su
antiguas y parti;i;'rrrt"tt Jt
cristia-q"t'de los avances del proselitismo
mallo, la cual ,."" ^iri,*o
eL
romano'
imperio
con la cada del
no. En .i rno-tilo*""
convierte
se
s.e atom\za' la Iglesia
Occidente latino se fragmenta Y
la'
es el caso' por supuesto' de
en un poto uttitio ;-;fr" cultural'
fig"t;t de obispos letiados' como Ambrc'-

dt i';;;l;t
sioenMilnoAgustnenHipona't"u,,bi.'elcasodelasgrande'

ciudades y

ge' Lamo"r des lettres ':


auteurs montt'stiques tlu Moyen
Iean Leclercq , Initiation aux
,t".,ir di Di''t ' p {'' Le Cer{-' 1957'
7

:lcontrabanl)

en

, --..:,lria de las letr

. " ..-,a de los centro


,--..ticos.9

-.

-i

funciones
Ia pol
-gue
. .i .. .,::teltte de LUiS
r : . :r-ic la adopcir
r{-:r: :i roi de cel.
r ,." - :r 1a abada cl
1as

r, " =

: ---: 1,,:E. f1;;, ;;


::: Ht:: a I t,: -: a
: --.:--:::e. f. lrt:
rou,, ,,li:::.:. p:

LAMATRIZMONSTICADELLETRADO
, aquel de la viabili:Cmo estar a la vez solo
Pedro Damin (r.1007plear la frmula: "Qte

37

comunidades monsticas, por ejemplo, vivarium, en er sur de Italia, fundada p9r Casiodoro k.41f-i.5g0) y que, en la reunin de
mamrscritos y la traduccin de textos griegos y latinos, asume
el
rol de un verdadero conservador antigrio.r n et extremo opuesto,
al noroeste de Europa, en un mundolardamente ganado para el
cristianismo y por l para las letras antiguas, los mnjes iniulares,
especialmente los irlandeses, aseguran u rol asombroio de preservacin y retransmisin de los escritos griegos, particularmente de
Platn y de los neoplatnicos cristianor. u p.oulema que plantean
estos "consewatorios" antiguos, sobre tod si se trata d lugares
sagrados como los monasterios, consiste en saber ia qu textos se
refiere la herencia grecolatina, la Biblia y sus comentaris o los escritos profanos?.Pensemos en la zozobra deJernimo, este gran letrado latino que gana la tierra de cristo en palestinu pu.u"d.dicarse
slo a Dios y a sus ensear,zas traduciendo la Biblia en latn: ..isov
r
yo cristiano o ciceroniano?"

en materia de erudicin
el Occidente medieval,
propedutico necesario
a la visin directa
del libro, el ideal de
no pudiera hacerse mas
de los signos escritos
iciones, el monje es
grado es la puerta de
ia de la lecti,o diuiIa meditacin solitapadres, homilas y vidas
marco de las horas, en

La escuela de los monjes

,as

En estas condiciones, se comprende que cuando los soberanos carolingios emprendieron la restauracin de la soberana imperial
basndose en el antiguo recuerdo de Roma, se alimentaron de los
"clsicos" (csaa suetonio, una parte de Tito Livio)
que buscaban
(iy encontraban!) en buena parte de las bibliotecas mnsticas;
as,
la historia de las letras.caroiingias es, en primer lugar y ante todo,

letras anti,guas

Media obedece en
en el Occidente latino
de la helenizacin
iante su insercin prosielos IV y V), el cristiaEstado romano (a fide la vida de las letras
ail del mundo rodel proselitismo cristiaimperio romano, el
la Iglesia se convierte
por supuesto, de las
krrados, como Ambroel caso de las grandes

aquella de los cenrros (bibliotecas y ofrcins de escritur o scri,ptoria)


monsticos.e
A las funciones "escriturarias" de las grandes comunidades de
monjes
la poltica religiosa de ros .be.u.ros carolingios (es-

-que_de Luis piadoso


pecialmente
el
y sus sucesores) tiend. , rr.riforrrru,
mediante la adopcin generalizada del modelo benedictinose
agrega el rol de centro de enseanza, como lo sugiere el famoso
plano de la abada de san Gall, que representa er monasterio ideal
8 Pierre
Rich, ducation et curture dans |oecirnt barbare vI-vIIe siicres, pas,
Le seu,
962, (tiunivers Historique).
e
M' P Laffrtte, C. Denoel y M. Besseyre, Trsors carolingiens. Livres manuscrits
d.e Cfui,rlemngne d Charles le Chauae, pars, Bibliothque Nationale
de rance, 2007.

-7.9e.

Ijamour

d,es lettres

et le

L\]

MEDIA
IGLESIAY SOCIEDAD EN LAEDAD

38

comprende una "escuela exterior"'lO


de la reforma carolingia y que
de
"exterior" supone que la escuela acoge' adems

El calificativo

rtL

11

en
a sus cuidados para-convert'irse
los "oblatos" o nios confiados
meo
laicos provenientes de Ia alta
monjes. un nm.erouatiablt de
diferenlos
y
tottt (Aix-la-Chapelle
diana arlstocracra' i;;;;;;iu
de los reyes y
soberana
la
H;J;.];;qrr. #tt"tttta monasteriositinerante
se convierten en estrucemperadores carolrngios)'-los
de
gestin pblica de formacin
uras slidamente rntgradas en la
reagrupadas
las prinieras arLs liberales
las elitesll que se il;i.-; en
el
retrica, dialctica), quadriuium
en el seno Aa tuuioil.r*,i",
quedando' salvo rar(aritmtica, geomet'af msica' astronoma)'
decir'
exclusiva tiot letrados' es
sima excepcin, coJ;;;;J
ello se desprende la impronta
en mayor medida, Jt fit onjes'-De
IX y X'
ias letras divinas de los siglos
marcadamente monstica de
la teologa' cttya ttt:"tt1^pesa Paresoecialmente de " t"Lgttit y
ref;'dcion de los clZrigos en Ia poca de la

;il;.;;;;il

de la Iglesia'l2
forma
'"';i;ro*r;
delos trabajos

debe
de.escritura de los monles ; no
tericas' En la eclosin dolimitarse solamente a las producciones
edad feudal (880-1050)' los
cumental.or,.*p;;"'dt la primera
(reglas' libros de costumbres' carescritos "pr.titoj;d;i"t monjes
de que
considerabl:
:,11,t1"
tularios ) ..p,.""ui "u t""tiUucii
se
donde
de que es en los monasterios
conviene insistir e" el hecho
at la burocracia eclesistica romaforian algunos dt il t"g*"ujtt
,r'1.urr.Itt. ria, cmat a de cuentas)'
DE LA COMUNIDAD CRISTIANA
EL MONAQUISMO EN EL SENO
la particularidad histrica
Este ltimo punto ilustra perfectamente pfut'du en la vida de la
del monacato oc;idental: su integracin
to* t'iid'des'monsticas' directamente
I gl esi a al pun to ;;;;i;;i
mar"t
Ia "exencin" y sustradas del
vinculadas u no'll'ttt;;;;;J;t
Cluny' concebirse como una repreco diocesano, p"ittot" como

sentacin de la Iglesi

importante subrasa

mente como cristian


:'que, repentinamer
los mrgenes de la sr
mismo de la "fbricr
r en qu medida es

ltt

excepcin monastit

De hecho,los monje
actores aparte, en la
dos en los diferente
al sacerdote) que fl,

antes de ser unific


laicos excepcionales
porque, en la ascesi,
de ngeles en el m
Un ejemplo par
mente ocupado por

heudo-Dionisio el,
en Siria en los :
rel griego al latn h

jlo

y las Jerarqur
:l de clasificacin
:r'os de la sociedac
-r-uctura del unir',
-errquica dionisiar
;rimo grado. Son
::lin, en el seno c
r-,n ellos, ante todo
r --,'a encarnacin dr
'

ie stes

-lminados por

:iera

exc,

que sea su o

l0M.M.Hildebrandt,TheExtemalschoolin,Carolingiansoci'ety,Leyde,Brill,1973(Edu.
Ages and Renaissance)'
(Colec.utio., ,nd Society in tt't tt'titt
ou"j*ut ttloyenge,'fi]tr]nltout, Brpols
r1

Regine LeJan (ed.),

L^

lile; etla rulturc

ta Bibte dnw t'orcident


"u" l,'l^#:l:;trIl;1":;:,X?'retienne de
Le Cerl I 999 lPatrimoineiChristianisme)'

mdi'ot xtt-xtve s*de'Pats'

: Isabel de Andia led


-,-:-.:lniennes, I 997.

II.D \IEDIA

LA MArRrz

una "escuela exterior".10


acoge, adems de
para
convertirse en
bdos
renientes de la alta o meIa-Chapelle y los diferenfunerante de los reyes y
se convierten en estrucr pblica de formacin de
tes liberales reagrupadas
diaictica), el quadriuium
fat. quedando, salvo rari de los letrados, es decir,
te desprende la impronta
Linas de los siglos Ix y x,
B ru)'a herencia pesa parfos en la poca de la re:

ruela

de los monjes no debe


hO.i*t. En la eclosin do[d teudal (880-t 050), los
lffi-t de costumbres, carderable, adems de que
llos
-orrasterios donde se
I
lorracra ecleststtca roma-

I
I

F
F

brrurroeD

cRISTIANA

particularidad histrica
profunda en la vida de la
)monsticas, directamente
tsn" l'sustradas del marEebirse como una reprei

lt
W

S.,.,rtr. Leycle.

1973 (Edu-

39

sentacin de la Iglesia entera. con una confusin semejante, es muy


importante subrayar que, en una sociedad que se define exclusivamente como cristiana, Iglesia y sociedad son trminos coextensivos
Ilosq.r., repentinamente los monjes, a quienes la tradicin sita en
mrgenes de la sociedad, ocupan el iugar de guas, en el corazn
mismo de la "fbrica social". icmo dar-cuentide este fenmeno
y en qu medida es caracterstico de los ,,letrados',?

La exceprin monstiru
De hecho, los monjes de occidente vienen de lejos. son, de entrada,
actores aparte, en la medida en que como "laicos", no estn incluidos en los diferenres sistemas de grados o de rdenes (del portero

al sacerdote) que florecen en las diferentes iglesias de occidente


antes de ser unificadas a partir de la poca iarolingia. pero son
laicos excepcionales porque pracrican la iomunidad d los bienes y
porque, en la ascesis y el desprecio del sexo, anticipan la condicin
de ngeles en el ms all.
un ejemplo particularmente revelador del lugar inferior largamente ocupado por los monjes es proporcionad por la obra el
Pseudo-Dionisio el Aeropagita, un platbnico cristiano sin duda activo en siria en los aos 480-500, cuyos escritos fueron traducidos
del griego al latn hacia- ef ao 800, particularmente lasJerarquas
ce\estes y
eclesisticas,las cuales ofrecen un criadro'glo-la1llarquas
bal de clasificacin de los diferentes rdenes y funciones constitutivos de la sociedad cristiana, pensada como homolgica a la estructura del universo-que,rido por Dios. En la Ioncepcin
jerrquica dionisiana, el orden de los monjes est situado
en el
ltimo grado. Son por lo tanto ellos misms quienes realizan la
unin, en el seno de esta jerarqua, entre inicidores e iniciados;
son ellos, ante todo, para el conjunto de los grados jerrquicos, la
viva encarnacin de la "perfecta filosofa" y,"en cieria ..r.didr, lo,
iluminados por excelencia cuyo ejemplo ben seguir todos, cualqurera que sea su orden y su sitio.i3

1gt'Trnhout, BrPols (Colec-

E.-zitnt nid.iiuot
F

Brill.

ruoxstce nEL LETRADo

Xt

t-xtVe siicle. Pars,

13
rsabel de Andia (ed,.), Denls |Aeropagite
.
-\ugustiniennes, 1997.

et sa

posteriti en ornnt octident,pars, tudes

IGLESIAY SOCIEDAD EN LAEDAD MEDIA

40

"Monaquizacin',

HIRARCHIE cLESTE ------- ---------r

llN

En el momento er
el Occidente latir
rar el ltimo grac
mente se conviertt
dotizacin,,del mc

Sraphins, Chrubins, Trnes

a3 t8

Seigneuries, Pouvoirs, Puissances

lli

Principauts, Archanges, Anges

pero. est especial_

+a'* La adopcin

:e.laclona con las n


nente las misas fu

liradas"

I [r]
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HIRARCHIE ECCLESIA
"Les trs saintes conscrations sacramentelles"

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I

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voues:

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segn la cree
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::gtro IX, comience:

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- .dos por los obi:

u":rldrrra Ii zacin" t
ra:._,n" de Ia Iglesia

rc-i.i. en efecto.

illuminent)

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ministres

("portes du
sanctuarre :
Purifient)

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Mirn: _,,: r-udfos


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L-

lr ,. dirijal
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illumination
purification

:;ce.

'

FIDELE: SANCTUAIRE

purifis
(nophytes,
pnitents)

lC,S

Cle

LA MAIRIZ MONASTICA DEL LETRADO

41

"Monaquizacin" de la lglesia y de la sociedad crist'iana

En el momento en el que el pensamiento dionisiano es adoptado en


el Occidente latino, los monjes se encuentra\ya en vas de superar el ltimo grado de la jerarqua eclesistica porque sistemticamente se convierten en sacerdotes. Este fenmeno capital de "sacerdotizacin" del monacato occidental es atestiguado desde el siglo VI,
pero est especialmente bien documentado para la poca carolingia.la La adopcin del sacerdocio por los monjes generalmente se
relaciona con las necesidades del servicio a los muertos, particularmente las misas funerarias y la prctica generalizada de las "misas
privadas" confiadas a los monjes porque su pureza de ngeles los
hace, segn la creencia, particularmente eficaces cuando se trata de
sumar a los muertos ni demasiado buenos ni demasiado malos a la
comunidad de los santos. Es esto lo que explica que, a lo largo del
siglo IX, comience a representarse la sociedad cristiana bajo la forma
de tres rdenes con funciones complementarias (oracin, guerra,
produccin de bienes materiales). Los monjes-sacerdotes ocupan
naturalmente el primer orden al lado de los clrigos seculares formados por los obispos. La confusin jerrquica que resulta de la
"sacerdotalizacin" del monacato explica, inversamente, la "monaquizaci6n" de la Iglesia y de la sociedad occidentales. Es en los monasterios, en efecto, que los reformadores de los siglos XI y XII encuentran los cuadros eclesisticos necesarios para llevar a buen trmino su
empresa de inclusin de la sociedad en la lglesia. A partir del momento en el que el papado reformador impone la prctica del celibato de los sacerdotes (concilio romano de 1059), es completamente
natural que se dirij* hacia el paraso de los "puros", identificados con
la virgen que son los monjes; son as los "extremos" y los "mrgenes",
como el "desierto" de los cartujos, los que proveen de "puros" el centro
romano en detrimento de los pastores ortodoxos.
Pero, en el marco de esta reflexin sobre "monaquismo y erudici6rr" , toda la cuestin consiste en saber en qu medida los "puros"
que se imponen como cuadros de la Iglesia son necesariamente
letrados. La respuesta a esta pregunta compleja supone examinar
ra Angelus Haussling. Monrhskonucnt unit Eucharistiefeir. Mnste., 1973 (Liturgiex'issenschaftliche Quellen und Forschungen).

42

IGLESIAY SOCIEDAD EN LA EDAD MEDIA

el problema de las mediaciones eclesisticas e interrogarse sobre el


lugar particular de los monjes-sacerdotes como mediadores entre
los ngeles y los hombres.
Por "mediaciones" hay que entender de entrada las mediaciones
sacramentales en una poca en la cual estima que slo los "puros"
pueden sacrificar en el altar porque la transformacin real de las
especies (el pan y el vino) en cuerpo y sangre de Cristo no puede ser
realizada mas que por manos puras. En este sentido, las comunidades monsticas de los siglos XI y XII son verdaderas fbricas sociales
donde, en una perspectiva funeraria, se transmutan por el poder del
altar los bienes del ms ac en riquezas para el ms all.
Por "mediaciones" deben tambin comprenderse las diferentes
formas de "mediaciones escriturarias" que son tradicionalmente
propiedad exclusiva de los monjes hasta la poca de las universidades, puesto que la aproximacin "mediata" al texto sagrado
-en
el que Ia lengua y los diferentes "sentidos" no son accesibles a los
profanos- se realiza exclusivamente a travs de la ptica de comentarios autorizados;15 pero tambin aquello que puede calificarse de
"pastoral de las letras", es decir, la gran fase polmica que acompaa la instalacin de la institucin eclesial en Occidente en los siglos
xI y xII y la emergencia contempornea de una "sociedad de persecucin"16 mediante el rechazo de todo elemento extrao al cuerpo
sacramental de Cristo (herejes, judos y "paganos" o musulmanes).
Con anterioridad a que las propias rdenes mendicantes (dominicos
y franciscanos) sean enviadas por el papado hacia los frentes pioneros
y exteriores- de la cristiandad, son los "letrado:-interiorescomo el cluniacense Pedro el Venerable, quienes e:benedictinos,
criben para defender la Iglesia y quienes, al hacerlo, contribuyen a
definir los contornos de la sociedad cristiana, es deci de la hurn
nidad.17 Las letras monsticas permiten as la elaboracin de un
sociologa y de una antropologa del cristianismo.

EL PAPEL I
DE LA.5

etas breves pgi

!1
m?nJes
en Ios siglos
Dates: l) los rasgos

dr
:o de -'monaquizacir

, En ]os fextos antet


:.rementarios
del prot
.-:ada de Ios monie,
::ra anfigua hac c
-:+ra del sabio porIa
a
=r'psito de Ia pastor
_ nJes en el periodo
segundo lug:
==a que ha sido abor
:lquerna de Ia
-=:.En
percel
t- Pseudo_Dionisio
_
cristiano
qu
*15:clisgo
i_ctir del momento e
L lresquema nr
-.gr. Tal
ocupa'ban
los r
T=;

ludo_oi"rtiio, ,n

rerresr
ff-*l:frqura
.a posicin
ms humi

-:tas bajo". El pun


- que, cuando s" t
=1 :" el Occidente
.il:5tente benedictl
,:x noUes no
se
:": a ocupar el,sin
njr

1,[

r5

Dahan, op. cit.

Robert I. Moore, The Formation of a Persecuting Societl. Pouer and, Deaiant :Oxford, Blackwell, 1987 lLa perscution. Saformation en Euro\ :'i-:- .v
trad. C. Malamoud, Pars, Les Belles Lettres, 1991 (Histoire)1.
r7 Dominique logna-Prat,. Ordonner et exclure. Clunl et Ia societ chrtie,;-. 'i t t
judnisme et d, I'Islam (1000-1150), Pars, Aubier, 1998 (Coleccin Histoic::t
16

Europe 950-1250,

:.L---,'Jt. a

la

vg7

\D \IEDIA

rs e interrogarse sobre el

como mediadores entre


: enffada las mediaciones

ima que slo los "Puros"


ansformacin real de las
re de Cristo no Puede ser
te sentido, las comunida-

EL PAPEL DE LOS MONJES EN LA FORMACIN


DE LA SOCTEDAD CRTSTTANA (S. Ix_Xrr)

rdaderas fbricas sociales


insrnutan por el Poder del
u-a el ms all.
nprenderse las diferentes
nrr son tradicionalmente
I epoca de las universidara" a1 texto sagrado
a los
E no son accesibles -en
rr= de la ptica de comenD ,rl1e Puede calificarse de
no oolmica que acomPaer Occidente en los siglos
de una "sociedad de Perki:ento extrao al cuerPo
':".ianos" o musulmanes).
ls :rendicantes (dominicos
- racia los frentes Pioneia::lad, son los "letrados"
I t" \-enerable, quienes es! ' hacerlo, contribuyen a
h:. es decir, de la humare'- lia elaboracin de una

En estas breves pginas estudiar el papel que desempearon los


monjes en los siglos XI y XII, centrndome en dos aspctos principales: 1) los rasgos de excepcin del monje medieval y 2) el proceso de "monaquizacin" de la Iglesia y de la sociedad cristiana.
En los textos anteriores se ha hecho alusin a dos aspectos complementarios del problema: en primer trmino, la relaiin privilegiada de los monjes con las letras en tanto transmisores de la cultura antigua hacia la cultura medieval y que hacen del monje la
figura del sabio por antonomasia, aspecto sobre el que volver a
propsito de la pastoral doctrinal antihertica que impulsaron los
monjes en el periodo de reforma de la Iglesia o momento gregoriano. En segundo lugar, la ejemplar funcionalidad de los monjes,
tema que ha sido abordado en el primer texto cuando r. ..trri
el esquema de la percepcin del cosmos y de la sociedad heredada
del Pseudo-Dionisio
telogo representante del neo-escritor
platonismo cristiano que
fue ampliamente difundido y comentado
a partir del momento en el que se tradujo al latn (principios del
s. Ix)-. Thl esquema nos ha servido para localizar ixactamente el
nivel que ocupaban los monjes en lajerarqua de tipo sociocsmica
del Pseudo-Dionisio, un nivel que se situaba entre la jerarqua celeste y lajerarqua terrestre
y que, si bien les conceda la posicin ms humilde,-eclesisticaen realidad los siiuaba en "lo ms alto
de lo ms bajo". El punto de partida es sumamente interesante
puesto que, cuando se traduce la obra del pseudo-Dionisio y se
comenta en el occidente medieval (s. tX), inicia de forma paralela
en el ambiente benedictino una autntica revolucin que consiste en
que los monjes no se sitan ya en el nivel ms humilde, sino que
comienzan a ocupar el nivel superior de la sociedad cristiana, y es
esta revolucin, alavez eclesistica y sociolgica, la que estudiar
en las siguientes oginas, iniciando con el p.oblema de la excepcin
monstica y analizando a continuacin el papel de la monaquizacin

i:rrmo.

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EL PAPEL DE LOS
EN LAEDAD MEDIA
IGLESIAY SOCIEDAD

44

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ricos, es decir, que este
ierte, alalarga, en un
ms imPortante Por
le relacin con el sexo, es
is y que se concretlza
dos figuras femeninas.
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camino espiritual
de
va--es
el modo
-la
imitando a la Penitente
les por su relacin con
es la virgen Mara. Esta
fue el papel de los monJes
tradicin muy antigua que
al surgimiento del adoPhba idea segn la cual
confera al Primero una
inferior. Este Problema
la posicin de la virgen
iondo con la figura de
de la maternidad de un
Occidente medieval.

EL PAPEL DE LoS MoNJES EN LAFoRMACIN DE LASoCIEDAD

45

De esta suerte, entre los siglos VIII y IX, tanto desde el punto
de vista doctrinal como desde una perspectiva espiritual, se desarroll un culto que tendra una importancia capital en el Occidente latino y que sera el de la virgen. En este sentido, los monjes
desempearon un papel importantsimo porque se identificaron
con la virgen en el nivel del ascetismo personal, pues tenan a la
virgen como modelo y ellos mismos se asuman como vrgenes y
consideraban que su excepcin dentro de la comunidad cristiana
de la sociedad cristiana- radicaba precisamente en el
-dentro
hecho de que, siendo seguidores de la virgen, siendo vrgenes ellos
mismos, posean una dimensin humana que se situaba ya en el
nivel de los ngeles. Dicho de otro modo, gracias a esta imitacin
de la virgen y al tema del purismo virginal
constituye el
rasgo primordial de los monjes durante este -que
periodo-, stos se
sitan entre dos niveles: el nivel de los hombres y el nivel de los
ngeles; ello les confiere "algo" que ya no es humano. Los monjes
desarrollaran este tema a lo largo de los siglos x y xI y as, por
ejemplo, al estudiar la biografa del abad Mayolo de Cluny (segunda mitad del s. X)
Wda se redact en varias versiones a
principios del siglo-cuya
XI- es posible constatar que el tema de la
pureza virginal tuvo una gran importancia en estos escritos, lo cual
me llev a intitular el libro que elabor sobre este abad corno Agni,
inmaculat'i, puesto que es una imagen que utilizaron para presentarse como verdaderos "corderos inmaculados".
El tema de la pureza virginal de los monjes nos conduce necesariamente a dos planteamientos de gran importancia que fueron
constantes a lo largo de estos siglos: iQu es una sociedad?, iquin
tiene que guiar esta sociedad? Podemos decir que la Virgen Mara
se convirti en un modelo monstico, personal y comunitario, y
ello se materializ en la imagen de la virgen con el manto abierto
debajo del cual se sita la comunidad monstica. Nos referimos por
supuesto al tema de la mater misericordie
por el abad
-inventado
cluniacense Odo-, mediante el cual el conjunto
comunitario que
es el monasterio
otras comunidades medievales como el Cster
-y ciudades- se identificaba con la virgen y se
o, incluso, las propias
colocaba bajo su proteccin encarnada en el manto. Esto representa un fenmeno sociolgico de gran inters, puesto que la Virgen
con su cuerpo "abierto" se identifica progresivamente con comunidades o colectividades, a tal punto que se habla de "la virgen de tal

46

IGLESIAY SOCIEDAD EN I-A EDAD MEDIA

,,la
virgen de tal comunidad". Hablamos entonces de una
lugar" o
identificacin comunitaria que se confunde con la comunidad cristiana pero tambin con particularidades locales. Tl fenmeno nace
en el periodo que estudiamos.

El problema de la monaqui,zacin de la lglesia


y de la sociedad cristiana

EL PAPEL DE I

que se impone sot


pusieron la necesir
modo de mantenel
durante la alta Edz
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no existan en los r
sidad prctica de l<
ticas se inici una r
"especializacin,,

er

necesario comentar tres problemas


En este punto de la reflexin
histrics de gran relevancia: 1) la confusin entre la figura del
monje y la del sacerdote que se impone a partir del siglo VIII y
qrr.'r. 'desarrolla gradualmente e-n los siglos- x' TI y xII; 2) la
ientificacin del onacato con el primer orden de la sociedad
.rirtiurru y, Por ltimo, 3) Ia formac-in durante este periodo de
una instiucin eclesistica con cuadros de origen monstico, es
deci obispos, cardenales e incluso papas, que. qrovienen del purismo virginal monstico y que ocupan tal posicin Precisamente
a causa de su Purismo virginal.
La confusi-n entre monje y sacerdote es un elemento caracterstico del occidente latinoque no conoce la Iglesia oriental. En
la historia cristiana el monje, el asceta, no es otra cosa que un laien
co que escoge un camino e tipo mstico para alcanzar a Dios
est
que
vid, pero su estatuto dentro el estamento eclesiastico
., pr..ro de formacin es el de un laico. En el esquema del Pseudoilionisio al que hemos hecho alusin, la posicin humilde de
los monjes es bsicamente una posicin de laicos'
es

Elh"echodequelosmonjespuedansersacerdotesnoesuna

cosa obvia en la sciedad cristiana y es necesario interrogarse cmo


sucedi. La respuesta se encuentra en el hecho de que la pastorai
funeraria del Occidente medieval se desarroll de tal manera que
fue necesaria la presencia de sacerdotes, particularmente en aquellos asuntos relativos al culto de los muertos. Este es un tema mtr'
complejo porque hay que distinguir dos tradiciones: Por una Part., ,nu tridi.l, sabi, la de los Padres, rePresentada por sar
Agustn, quien afirmaba que los fieles podan honrar a los muertcr
si[uiendo la tradicin cultual de tipo romano, Pagano (la pieta: '
pero que no era un elemento propio del cristianismo y que no era
irtil; p"r la otra, precisament li tradicin cultual de tipo latisr'

momento an desc
con rezar, sino que

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la misa es el rito pr
arroll es el proto

durante las cuales el


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-.nisas de difuntos, s
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-['S rnofizsterios. As
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,-lede, ms o
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E" cultual de tiPo

EL pApEL DE Los MoNJES EN LAFoRMAcTu

nr LASocTEDAD 47

que se impone sobre las ideas de los Padres, ya que los fieles impusieron la necesidad de realizar las fiestas tradicionales como un
modo de mantener la solidaridad con los muertos. De esta suerte,
durante la alta Edad Media, en la prctica litrgica y espiritual la
Iglesia tuvo que adaptarse y crearjustificaciones doctrinales
no existan en los textos de los Padres- para integrar esta -que
necesidad prctica de los fieles. As pues, en las comunidades cenobticas se inici una tradicin de ayuda a los muertos, una suerte de
"especializacin" en la liturgia funeraria, de tal modo que en un
momento an desconocido los fieles ya no slo se conformaron
con rezar, sino que fue necesario implantar un tipo de ayuda "paradjica": una misa para los difuntos. Y es paradjica puesto que
la misa es el rito por definicin de la comunidad y lo que se desarroll es el prototipo de la misa altomedieval: misas privadas
durante las cuales el sacerdote oficiaba completamente solo. La consecuencia de este proceso fue que, en funcin de la demanda de
misas de difuntos, se necesitaron cada vez ms sacerdotes en los
lugares donde era necesaria una pastoral funeraria, es decir en
Ios monasterios. As, a partir de los siglos VII y VIII, se inici un
proceso de "sacerdotizacin" del monacato que conocemos muy
bien a partir del siglo IX, cuando las comunidades monsticas
produjeron libros especiales para los muertos, los necrologios,
gracias a los cuales podemos conocer a los difuntos y sus cualidades y determinar quin era sacerdote dentro de la comunidad
cenobtica. Gracias a los necrologios es posible medir este proceso
de sacerdotizaciy se sabe, por ejemplo, que en el monasterio de
Saint-Germain de Prs, en Pars, estudiado por Otto Gerhard
Oexle, ms o menos un tercio de la comunidad estaba conformada por sacerdotes. ste ser un fenmeno de gran importancia en
fLLr c6n5sgrencias eclesiolgicas y sociolgicas.
El segundo punto que debe analizarse es la confusin entre los
aonjes y los rdenes de la sociedad. Existe una divisin terica de
h comunidad cristiana y de la sociedad cristiana, de tal suerte que
ts posible ver cmo se articula la sociedad cristiana con el problema
& las funciones sociales. Bsicamente, la distincin que existe en
cristianismo a partir de mediados del siglo II es Ia distincin
sors y plebs. En los primeros aos despus de Cristo no haba
llue una, sors, es decir, "herederos" de Cristo. Cuando inici la
in de una institucin con encargados de lo sagrado se hizo

IGLESIAY SOCIEDAD EN LA EDAD MEDIA

48

necesario distinguir entre el clero y los fieles, de tal suerte que, a


partir de la segunda mitad del siglo II, los herederos se identihcaior, .o, el cler y Ia plebs se identific con los fieles. Posteriormente, durante la ala E'dad Media, se crearon distintos modos de diferenciacin dentro de la comunidad cristiana: los nlites; los
ms importante, segn criterios
mecliocres; los potentes o
-mucho
morales, de relacin distinta con el sexo: Ios "vrgenes", los que
nunca tuvieron relaciones sexuales-; los "continentes", los que haban decidido renunci ar alavida sexuali y los con'iugati,los casados.
sta fue una divisin muy importante dentro de la comunidad y
fue desarrollada en tiempo de los padres y de Gregorio Magno'
quien fue una de las figuras ms_ importantes en esta elaboracin
tirica acerca de la triparticin de los fieles'
En el siglo tX naci otra distincin que no era una triparticin
de tipo moial, sino funcional: el esquema de los tres rdenes fun.ior-rler, el cual fue un importante tema de debate en la dcada de
1g70 as como de un ..r.r y de un libro de George Duby.l Gracias
a los trabajos de Dumezil y de otros especialistas en estudios indoeuropeos Jubemo, que existe un esquema de clasificacin social r'
cultural segn el cuil los pueblos de tradicin indoeuropea distinguen tres l.rrr.ntor en l chsifrcacin de las funciones sociales v.
ie.rdo la sociedad medieval occidental heredera de las tradiciones
el tema de la clasificacin
germanas y latinas
-indoeuropeas-,
iripartita a'dquiere una gran relevancia para la Edad Media. Dubr
sostena qr" t modelo tripartita no apareca sino hasta el siglo XI.
por lo qr..u necesario saber cmo se haba transmitido el esquema
iripartiia del mundo romano a la tradicin medieval si no existan
testimonios escritos antes del siglo XI. La mayoria de los autorei
sostena la hiptesis segn la cual la transmisin no se haba hechc
de forma cul, de manera escrita, sino de manera oral gracias a la
incorporacin ala sociedad cristiana de los diversos grupos germa,ror, ,ro.*undos y anglosajones.
Gracias al estudi de fuentes inditas puede reconstruirse ia
historia y explicar la formacin de este modelo de otra manera. Ht-m
en da sabemos que hubo una transmisin sabia, culta, que se mantuvo sin interrupcin desde la historiografialatina de poca rep*
blicana hasta la alta Edad Media, conservada gracias a los que pcI Georges Dtby,

Its

trots ordres ou I'tmaginaire du fodalisme , Pars,

Gallimard' 1978, 42i :'

EL PAPEL DE

demos llamar ,,an


de estos anticuar.ic
Ciuibus" de sus El;
mana de la socied
consiste en conoc(
que es una herenc.
no. Esta adaptacit
epoca carolinsia ar
nera formulacin
- escuela. carolingi
_ilcto vanas partes
-ribus"
y comenta
=rcargados de la sr
-,ba organizada en
::r su,propia poca
: \'1\'lZ ya en Un ml
.::lres del particir

.-:erdotes; 7os',equ
: -ie el 90Vc de la p

: _. -t\ ale a -llos agricr

;rlsrianizacin de
Ei problema qur
..:-an los monjes co
:,: Haimo, Erico, cc
:-r luce r- comenh al
r- Dropone insert
ri .-jro de tipo pseu
rr--rer orden se con
-o::. j,, as la dinmir
i; P6.o lo importa
.r,=:iotes los ms ir
u;rli ias r-entajas: so
_
I
__J \ SOn, al
mlSr
,anr:.-:tcrfs guas de I
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trtr.r I-:: ios maestro:
mt'i :: :>t;Uema
pfopo.

" ,: - : - rie Ser-la. E;r .r

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EL PAPEL DE LoS MoNJES EN LAFoRMACIN


DE

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herederos se identificailc,s fieles. Posteriormen distintos modos de dirrstiana: los milites; los
pnante, segn criterios
r ias "vrgenes", los que
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kn, oniugat, Ios casados.


prro de la comunidad r.
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e no era una triparticin
de ios tres rdenes fun debate en la dcada de
e George Duby.l Gracias
rlistas en estudios indode clasificacin social y
iin indoeuropea distinlr. funciones sociales y,
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Ema de la clasificacin
a la Edad Media. Dubv
h sino hasta el siglo xi
t u-ansmitido el esquema
medieval si no existan
mar-ora de los autores
kin no se haba hecho
ranera oral gracias a la
r'ersos grupos germa-

puede reconstruirse la
lo de otra manera. Hov
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-ur'r latina de poca repuh gracias a los que pohis. Gallimard, 1978,428

p.

LASoCIEDAD

49

demos llamar "anticuarios", como los


propios monjes sabios. uno
de estos anticuarios fue Isidoro de sevilla,
quien en er captu ro,,De
ciu'ibus" de sus Etimorogas2 recuerda

q". i";;rlfi;.ii?uri.u.o-

mana de la sociedad era er de senatores,


equites y prebs. Er problema
consiste en conocer cmo ocurri la
adaptacidri a.'.r[ .rq,r.*u,
que es una herencia romana, es deci
pagana, a un mundo cristiano. Esta adaptacin fue producto de una
reflex in rearizada en
poca carolingia acerca d lo que era la
sociedad ..irtiurrr. La primera formulacin que conocemos se debe
a uno de tor-*r.rt.o, a.
la escuela. carolingi de Auxerre, el monje
Haimo. Haimo, comen_
varias parres de ros escriros de san pabro, encuentra
3i9"
la palabra
"tribus" y comenta que "tribus" tiene
que ver con los ,,tribunos,,,
encargados de ra sociedad romana, porqr.
la sociedad romana estaba organizada en,,tribus,,, y cita atsidoio,
pero Haimo ,"nuU qr.
en su propia poca ese tipo de partici" y-u,"o
rig.rrt. porque
se viva ya en un mundo ristiano
".uu i,r.u.
y se ve rugaao
equivalentes- del particin, d.e suert. qy lo, ,,r..rutoo.;;,,-r;;;ra
l los
sacerdote los'-'equ,ites,, son los bellatores,, _en
y
rr,
,,..lrdo .r, .l
que.el.907o de la.pobracin se dedica al cmpo*-{"
i;;; romana
equivale a los agricurtores. De esta forma,
Haimo de u*er." logr
la cristianizacin del esquema indoeuropeo.
problema que rurge ahora consist en averiguar
qu reracin
tenan los monjes con este_esquema. La cuestin
es que un discpulo
de Haimo, Erico, .?1." la obra.d.e
Juan Escoro Eurgena _quien
traduce y comenra ar pseudo-Dionisi
e intenra ,d;.;f.squema
que propone insertndolo en algo que podramos
llamar un .,crculo
mstico de, tipo pseudo-dionisia"co", de tal
suerte q". pr." rrico el
primer orden se convierte en er tercero de lajeraryriu'..i.rr.,
,rgiriendo as la dinmica de una sociedad que
intenta arcanzarel ms
all' P.ero lo importante no es esto, sino
que para Erico no son ros
sacerdotes los ms importantes, sino los
monj.s, pr.r, qr. ,i"r..,
todas las ventajas: son los ms puros,
encarnan un purismo de tipo
virginal y son, al mismo tiempo, ,u..rdor.r,
son, en una palabra, los
autnticos guas de la sociedad. De esta
suerte, es posibre apreciar
el nacimiento de una autntica teora acerca
de ra sociedad, puesto
que tras los maesrros carolingios los cluniacenses
rd;r;;;;'d. rrr._
vo el esquema proponindoie como los
guas de la sociedad.
2

Isidoro de Sevilla, Etimologas, Libro Ix, cap.


IV.

50

IGLESIA Y SOCIEDAD EN LA EDAD


MEDIA

EL PAPEL DI

En efecto, los monjes cruniacenses

I
F

I
I

ii
i

se consideraban como er orden


y_representaban ellos mismos lo esencial
de esre
:i:lTt"Ianre
Prlmer orden, es deci6 la produccin sacramental se encontraba
en
manos de quienes eran roJms puros.
Es por .ro qr" tr".lrr.riu..rrses.tienen una prcepcin der sacrificio
y de los ,u.*.rios que esr
ntimamente relacionadu
el purismo que debe rener aquel que
:91
sacrifica, pues, en esta tradicin,
un ,u...dtt. i_prro ,o puede sa_
crifica4 ya que desde el punto de vista.do.trirut.i
i.opoliur. que lo
haga. As,
esta visin terica de ra sociedad cristiana,
l.sr,
articura_
da en funciones comprementarias, ros
mediado.., ;;;;i.Liput*"rte los monjes, que son.ar mismo tiempo
sacerdotes. En consecuencia,
y- siguiendo esta teora de ros tres
rdenes, ros cruniacenses van a
desarrollar una visin terica de ra sociedui
qr. ," .."r""ae con ra
Iglesia, visin s,egun la cual los diferentes
grados del pseudo-Dionisio
posee, una coherencia a causa de ra medlacin
de un *;" a otro.
Esa dinmica comunirariay social es
posible tr;
iui.aia.io,
y a los mediadores., los monjes ." u..,
a s mismos como los me_
r
diadores principales, indispJnsables para
ra sociedad cristiana:
mediadores sacramentares y mediadores
como transformadores de
los bienes de este mundo a mundo del
ms all.
Este punto nos ,eva de nuevo ar tema
de la pastoral funeraria,
de capital imporrancia. en esre periodo.
irincipar
l, ;Jil;,"
dentro de la comunidad cristiana es la mediaci"
q".;;;;ite a los
vivos que van a morir arcanzar la comunidad
de ros santos. EIlo
explica la imporrancia de la pastorar funeraria
y ru i*p*iancia de
los monjes denrro de las medliaciones
de tipo f;;;;r..,
.o.rro
es sabido, el da de los muerros (Z
de novimbre _., iriporrurr,.
en Mxico- fue una invencin realizada
a finales del
xo
---- slglo
"'
principios del siglo xr por el abad de Cluny,
OaitO.r.
uno de los testimonios ms importantes sobre esta
mediacin
nos lo ofrece el necrologio de la aada femenina
a.
Mu..ig.ry, .r
necrologio cluniacense ms antiguo que se
conserva.3 Este necrologio presenta dos rasgos interJsants. En prim..
rrgr.,'.r libro
sigue la organizacin dl calendario romano
tradiciorll y .., .rdu
da, despus de la cifra romana VI, V, rV, III,
II, viene la p,alabra ob,
obit (muri), y a continuacin se enuentran
nombres ,,sueltos,, o
3
La comunidad de Marcigny-sur-Loire fue
fundada en la segunda mitad der siglo xt
por el abad Hugo de cluny y fu-e a primera
rr"a".i" femenina

cluniacense.

nombres ,,califica
lielmus abbas,,, al I
ciones de tipo sa;
se refiere a una d
nasterio. El segur
mentos: los nom
menciones sumarr
en Ia primera parl
bre Ia frase,.amica
a los miembros dr
densa red de abad
de Marcigny que p
a los "amigos'..
Orro ejemplo r
,brarros),
los cuales
vista de Ia necesari:

del modelo de vid


:.u:rt: que este tip

rrturgrcas. Tenemcs
se conserva la litur
estrechamente relac
Este Iibro de costur

tiempos de Odiln
necrologio y de Ia
segn su nivel. El su
fusin entre necrol<
puesro que Ios difun
da de Ios que rezan
comunidad de los s;
confunden en realid
cotidiano segn el c
muertos ',cotidiants
ttulo entre,,monaci*
el necrologio se disti.
es deci Ios miembros
monaci nostri congrega
ctunlacense (por eiem
los "amigos", que
Du,
deposit i o d om in i'Con',.oa

ELpApELDE Los MoNJES EN LAFoRMAcTN

I\TEDIA

ideraban como el orden

nos 1o esencial de este


rental se encontraba en
r eilo que los cluniacensacramentos que est
'os
re debe tener aquel que
te impuro no Puede sainal ei imPosible que lo
iedad cristiana, articuladores son PrinciPalmenrdotes. En consecuencia'
i los cluniacerrses Yarl. a

I oue se confunde con la


edts del Pseudo-Dionisio
rin de un grado a otro'
le gracias a la mediacin
s ilismos como los mera la sociedad cristiana:
Dmo transformadores de

ali.
de la Pastoral funeraria'
u mdiacin PrinciPal
rlicin que Permite a los
idad ds los santos' Ello
raia,v la imPortancia de
po funerario Pues, como
imPortante
kmbre)
-tan
siglo X o
del
la a finales
mr. Odiln.
tes sobre esta mediacin
fiemenina de MarcignY, el
i s conserva.3 Este necror

[fn primer

lugar, el libro

nno madicional Y en cada


!ttr. tI, viene Ia Palabra o'

brrr

,"to*bres "sueltos" o

b:.

la segunda mitad del siglo


cluniacense'

[.t*t"

orLASocrEDAD 5l

nombres "calificados". As, por ejemplo, puede leerse ,,III obit Lu_
lielmus abbas", al tiempo que espordicamente se encuentran menciones de tipo santimonial, es deci que un nombre determinado
se refiere a una devota que era miembro de la comunidad del monasterio. Fl segundo rasgo del necrologio es que presenta dos elementos: los nombres, clasificados o no, y en la base del mismo
menciones sumamente interesantes. As puede leerse, por ejemplo,
en la p_rimera parte superior, el nombre "Berquilis', , y bajo.t ,r*bre la frase "amica nostra" . En este sentido, el ocument distingue
a los miembros de la comunidad cluniacense
por una
-formada
densa red de abadas-, a las devotas santimoniales
de la comunidad
de Marcigny que pertenecen a la comunidad y, en tercera instancia,
a los "amigos".
Otro ejemplo nos lo ofrecen los libros de costumbres (costumbrarios), los cuales tienen una gran importancia desde el punto de
vista de la necesaria adaptacin
diversas razones histricasdel modelo de vida benedictino-por
a las nuevas circunstancias, de tal
suerte que este tipo de libros responde a las nuevas necesidades
litrgicas. Tenemos un ejemplar de libro de costumbres en el que
se conserva la liturgia funeraria cotidiana de clun la cual eit
estrechamente relacionada con el libro de los muertos o necrologio.
Este libro de costumbres intitula do Liber tramitis fue redactado en
tiempos de odiln y nos ofrece un ejemplo acerca de lo que es un
necrologio y de la forma en que se deben honrar a los muertos
segn su nivel. El subttulo es interesante: "martirologio". Esta confusin entre necrologio y martirologio es tpicamenle monstica,
puesto que los difuntos que se honran en la liturgia reciben la
ayuda de
rezan
por
ellos
para
gue
que
puedan
integrarse en la
los
comunidad de los santos, de suerte tal que en el Libir tramitis se
confunden en realidad dos libros: el libro de los santos
libro
-elde los
cotidiano segn el cual se honra a los santos- y el libro
muertos "cotidianos". Asimismo, la distincin que se hace en el
ttulo entre "rnonaci" y "annici" es sumamente interesante porque en
el necrologio se distinguen rres niveles de difuntos: l) ls *t.r.r,
es decir, los miembros de la comunidad que vienen codificados como
m.onaci nost,i congregationis, es decir, miembros de la gran Iglesia
clun-iacen se (por ej emp lo : G e rb e rtus no stre c o n gre gati onis"m ona cus) 2)
;
los "amigos'], 9ue pueden ser civiles o eclesisiicos (por eempto,
depositio domini conradi regis et Henrici d,ucis amici nostri) y 3iel nivel

52

sirvientes'
de los familiares, es decir, de los que, siendo humildes'
tienen nombre y se
f.t.rr...r, a la familia cluniacenie: ellos no
ho.trat de manera colectiva.
(monaLo importante en este caso son los dos primeros niveles
En
vista'
de
dos
Puntos
ci nostri congregationis y amici),y lo son desde
monsprimer trriio, porqr. es la'concepcin de la comunidad
ti.u q,r. se define como una comunidad de monjes vinculada a
,,amios,, que toman parte de_ la vida cotidiana en tanto muertos
q;1]..nidad hon.a. Desde el punto de vista terico podemos
se ve
..i. qrr. este tipo de monasterio, ste tipo de.congregacin'
a los laicos que
como una Iglesi en s misma, que integra tambin
que no
los.no!r1
ayu$a.a
honra, laicoi que acoge cada dicuando
o
(prncipes
social
tienen nada que .o*, o los laicos de alto nivel
finalmente'
y'
reyes) que vienen a Pasar unos das,en el monasterio
el modecirse-que
puede
palabras,
otras
a los laicos rnrr..ror. En
a
la-Iglesia'
a
equivale
que
nasterio se concibe como un ctnjunto
como
considera
se
,ru p.q.r.na Iglesia (aunque t"l taso de Cluny
los tipos de
la Iglesia en su toraliiad, yaque coexisten en e1la todos
monacato: monacato masu[no, monacato femenino -Marcigny-

einclusiveotrostiposdevidaasctica,Comoeldeloseremitas.En

de conjunto de
este sentido, es importante sealar que esta imagen

,11

LI

1i

{
,1i
Li

ll
L

EL PAPEL DE LI

IGLESIAY SOCIEDAD EN LAEDAD MEDIA

identificacincomopequealglesiapuederealizarseprincipalmente a causa de los "amigos" muertos'


fue
El segundo urp.. nos lleva a interrogarnos. acerca de cul
periodo'
ese
en
el modo ms eficazde control social de los monjes
porque
La respuesta no es otra sino el control social de los muertos,
puei
materiales'
bienes
dan
otros
,ro, u, la mediacin y los
en
adquirir
de-sean
y
morir
en este tipo de intercambi'o los que van a
urrl
Cluny o .r, cualquier de los otros monasterios cluniacenses
*e*o.ia deben pigu. por ello. Hay que imaginarse este sistema de
intercambio como urra uerdadera pompa econmica de enriqueci
miento de las comunidades monstics de esta poca' Et podc
dc
ceremonial de Cluny o de los monasterios de tipo cluniacense
tiempo se hala principalmente en la,pastoral T":d^
"q".f
mlertos ,or lo, que peimiten a los monjes adquirir el nivel econ
que c
mico que Poseen pot lo tanto, situarse en el mismo nivel
estamento nobiliario.
En conclusin puede afirmarse que la lgica irradiante es
la
lgica de los monjes; cuando honran a los muertos existe

gatio.con los amigor


que mtegra a los ar
hace de tal modo qr
tipos de memoria fi.t
dos primeras con n
que es de la Iglesia
confunde con toda.
Odiln fue el pri
ra honrada el 2 de n,
:e rraslad a Roma
cado de Len IX, au
Deseo concluir r
docuinal y el contro
d-ia: en ranto mediac
narural dentro de la
blema que tuvo la Ip
ei de la contestacin'
;.nte todo un poder
iglo XI se definen lc
ic -{rras, es cierto c
:ercas tradicionales e
e{ problema del baut
&. Pero asistimos u
rir ios lugares de cuh
!rD que adquiere ur
L no de los tema:
m,haba generado d
G? contradictoria co

d:ntos. A principio

sielo XII-. los he


pr,r ios muertos y por
r r:t propios padres
rb't: 1 ajenas al crist
rradglco el hecho r
lpr -,-,5 mismos polen
Esta simacin gen
Errar r- responde
contra los h
prr:,longa a lo larg

EL pApEL DE Los MoNJES EN LA FoRMACIN on

I\EDIA

o humildes, sirvientes,
ro tienen nombre y se
rimeros niveles (monados puntos de vista. En
: la comunidad monsle monjes vinculada a
[ana en tanto muertos
: rista terico podemos
de congregacin, se ve
embin a los laicos que
da a los pobres que no
rir-el social (prncipes o
lnasterio finalmente,
de decirse que el moleqvale a la Iglesia, a
Lrnv se considera como
p ella todos los tipos de
ino
-Marcigtyel de los eremitas. En
gen de conjunto de
principalmenacerca de cul fue
en ese periodo.

los muertos, porque

materiales, pues
v desean adquirir en
s cluniacenses una
este sistema de
a de enriquecie:ta poca. EI poder
tipo cluniacense de
pastoral funeral: los
irir el nivel econel mismo nivel que el

irradiante es la
os existe la congre-

LAsocrEDAD

53

gat'io.con los amigos y los familiares que se confunde con la Iglesia


que integra a los amigos que pagan. La asimilacin con la Igleiia se
hace de tal modo que en las costumbres litrgicas se distinguen tres
tipos de memoria funeraria: la de los monjes, la de los amios (estas

dos primeras con nombre) y la memoria comn; *.-o. comn


que es de la Iglesia porque la lgica es que esta congregacin se
confunde con toda Ia institucin.
Odiln fue el primero que decidi que esta memoria comn fuera honrada el2 de noviembre, de tal suerte que de cluny la tradicin
se traslad a Roma dos o tres dcadas despus, durante el pontificado de Len IX, aunque an se desconoce el momento exacto.
Deseo concluir estas reflexiones abordando el tema del papel
doctrinal y el control social que tuvieron los monjes en la Eda Media: en tanto mediadores privilegiados desempearon un paper casi
natural dentro de la Iglesia, puesto que en materia doctrinafel problema que tuvo la Iglesia entre los siglos XI y XII fue precisamente
el de la contestacin de este poder de mediacin cleriial
era
-que del
ante todo un poder de los monjes-. As, cuando a principios
siglo XI se definen los herejes con Ia celebracin del famos snodo
de Arras, es cierto que los temas de discusin y de polmica son
temas tradicionales en la historia de la Iglesia, como, por ejemplo,
el problema del bautismo, o que pertenecan a la tradiin risttgica. Pero asistimos tambin al nacimiento de nuevos temas como el
de los lugares de culto, que no interesaba a los padres de la Iglesia
pero que adquiere una gran importancia en este momento.
Uno de los temas novedosos dentro de estas polmicas, y que
no haba generado discusin con anterioridad p.qre la doctrina
era contradictoria con la prctica, es precisamente el tema de los
difuntos. A principios del siglo xI
posteriormenre a mediados
-y por qu es necesario
del siglo xII-, los herejes se preguntan
rezar
por los muertos y por qu es necesario oficiar misas por los difuntos
s.i los propios padres de la Iglesia sealaban qr. ...r prcticas intiles y ajenas al cristianismo. En este sentid, no dej de resuhar
paradgico el hecho de que los propios herejes ro.r *. ortodoxos
que los mismos polemistas gregorianos.
Esta situacin genera una lgica segn la cuar los monjes deben
contestar y responder las acusaciones herticas. En la tradicin
polmica contra los heterodoxos que inicia en el siglo XI
-y que
se prolonga a lo largo de los siglos- hay un momento previo
de

54

MEDIA
IGLESIAY SOCIEDAD EN LAEDAD

distinguir dos tipos de


tipo monacal durante el cual se pueden prote[er a'la Iglesia: el
intervencin Por pu,it at los "tot'jts.Para
el segundo
primer tipo es.f a.i*.uto U.rr"ittinoiradiiional;

del Cster y que posee "T-q::i:l^t;


en una lntervencron
vancia histrica
de los mones
del;?tt""t mendicantes' decir' salir:
;il;part
Ia crises necesario
jes que salen de Ios monasterios porque
hay
ello
y
inreriores. !3.,
tiandad debe derenderse de sus enemigos
dest"t"t' Bernardo de Claraval
que esgrimir la palabra' De esta
puesto que sale del monasempea un papel 'iJt"t"tt pastoral'
lgtt'iu' Es este modelo renovado
terio para hablar "rr-Atit"tu d! t'
t'tut?'denes controladas por Roma
el que influye dit;;;;;i"
la de los dominicos; ambas
.oo lo sern la de los franciscanos y
rdenes de Predicacin'
negro' benedictinlll^|"1
La lgica de Ia polmica del monacato
propto atstruurI tn tft'"u de ta lglesia dentro'del de Cluny'
"rr*iiit.
E:la traicin benedictina
lamiento como *();;;;.i*'
aislamiento' vida de meditacin'
pero ser ambin la de los cartujos:
servir a la comunidad' Y para
vida de tipo mistrcJ,;;;;; deiar,de
tratados que prop'orcionan a
servir a la Iglesia, Ios monjes escriben
que luchar cot'tra eI enemigo'
los obispos, que son quie'ies tienen
de los monasterios tradicionales
Es una tgica
que
mprenden ellos y es una lucha
benedictinos porque ta L'cha la
es el del monacato

""o'udo
puesto que va a transformarse

d;;il;'il;".r.

seestablece.,*ftt"tes:1)elfrenteinterior-luchacontralos
musulmaheterodoxor-, 2;"Ji;ttttt t*tttior -lucha -"t1lo^t^
internos v
enemigos
los judos' alavez
nes-, y 3) el fiti;:;;ra
Ia "heXIII
siglo
el
lram en

se
externos. La conrtitucin de ro que
que tiene que defenderse'
castillo
reja general", la Iglesia como un
muv
una fortaleza frente a enemigos
que tiene qr. orguii'arse como
antigua' se reorganiza en este
potentes, es una rmagen que' lunque
juherejes' fos m"sulmanes y los
momento .r, ,r., ,.itidos Jos
este
en
qtltq:tinos
dos-, y .f .,n"t'- ott'i"ut de los monjgt
Clun' Pedro el
U.'q
a
$e
periodo ," .",,,'u t" t"fot*u' lo que

Venerable,llamenelsigloXlluno'*o'iu*christianum'ensudoble
cristianas"'
rrg*ilJ; de "bibliotet" y de "armas
arma-'
Of
quiere
se
Segn.r,t pit"tumiento' si
1t:*.*s la lgic'

conocer' segn
para combatir a los enemigos' es necesario
los enemigos' Ello genera un e!d,e La rat'io, u Iu, u'to'idaies de
los medios monsticos' comc
fuerzo intelectual muy importante en

EL PAPEL D

lo atestiguan el r
cin latina data

gorianos y los es
al cristianismo, I
biografi.a en la qr
mo-, como de
una traduccin c
As pues, en r
no tradicional es
la base del cuesti
manes y es corre
Occidente mir
labras, puede afi
mirar y percibir :
Occidente sobre
riodo y se alimer

EL PAPEL DE LOS MONJES EN LA FORMACIN OE, LA

rfDL{

btinguir dos tiPos de

:ot.g.t a la Iglesia: el
r-adiiional; el segundo
E posee una gran releE en una intervencron
r. es decir, de los monnecesario salir: la crisleriores y Para ello haY
pardo de Claraval deslo que sale del monasetti modelo renovado
iconroladas Por Roma
a los dominicos; ambas
cAro. benedictino, es de

r dentro del ProPlo atsir benedictina de Clun


nto. vida de meditacin,
ra la comunidad. Y Para
dos que ProPorcionan a
iar tontra el enemigo'
pnasterios tradicionales
lellos y es una lucha que
contra los
Erior
-lucha
musulmalos
a contra
rez enemigos internos Y
en el siglo XIII la "hepe dene que defenderse,
la frente a enemrgos muy
en este
ua. se reorganiza
los musulmanes Y los 3unies benedictinos en este
"abad
de ClunY, Pedro el
s thrktianun't, etr su doble
Efianas".

e dar a los dems armas

conocer, segn la lgica


nigos. Ello genera un esmedios monsticos, como
D

SOCIEDAD

55

primera traducatestiguan el conocimiento del Tlmud


-cuya
los
xIpolemistas gresiglo
entre
finales
del
data
de
cin latina
judo
convertido
gorianos y los escritos tanto de Pero Alfonso, un
al cristianismo, llamado Moiss, que escribe una fascinante Autodecir, a s misbiografi,a en la que "Pedro" habla a "Moiss"
-es
tiene
a
su disposicin
quien
Venerable,
Pedro
el
de
mo-, como
una traduccin del Tlmud.
As pues, en el campo de las polmicas, el monacato benedictino tradicional es responsable del paso a una lucha doctrinal sobre
la base del cuestionamiento de las autoridades de judos y musulmanes y es corresponsable, al mismo tiempo, de la forma en que
Occidente mir a "los otros" en pocas posteriores. En pocas palabras, puede afirmarse que nuestra tradicin sobre Ia forma de
mirar y percibir a "los otros" y la cadena de estereotipos que tiene
Occidente sobre los musulmanes y los judos se inici en este periodo y se aliment de estos comentarios.
1o

LA FORMACIN DE UN PARADIGMA ECLESIAL


DE LA vrolE{crA TNTELECTUAL EN EL
LATINO EN LOS SIGLOS XI Y XII

occnrn

De forma rigurosa, er historiador no debera


habrar de ,,violencia
inte,ectual".Tu. que con la emergencia de fu ngrr;
d.l i,irt.l.._
tual" en.el siglo XIII, es decir, ., .i
-o*ento del nacimiento de la
Universidag y a. un rercer poder, el
Stud,ium, q"" ;. *a al lado
de las dos funciones tradici,onales de regulacin
de la sociedad:
los clrigo s (sacerdocium) y los laicos d.,;";;;".
.r ia., a.r
Estado (legnum, Imperium).r Se rratar de determinr
en qu
medida la gran reforma.de la Iglesia de los ,igfo.
_cali_
x;;irr
ficada comnmente de "gregor-iana"-, el enfrentamiento
entre
el sacerdocio y el imperi, y lu fo.*rcin de una "sociedad
de
persecucin", definen el,permetro de la pertenencia _por
su
capacidad de excluir toda figura extranjeia- a la
comunidad
sacramental (herejes, judos, paganos) marcando
un hito en la
retrica del enfrenramiento veibal.2 sobre la base
del regado
secular de la controversia inherente a ra gnesi,
g*rica del

cristianismo (exceso verbal, rodeos, ardides"y ,,..orJiuider


discurso), buscar evaluar el rol, en senrido aprio,
d;

crrigos
reformadores en un combate de palabras llamado
a hacer escuede ras artes der
escri_

3,X,Xtl"l:1.0"*r"io

i{;g; y;;i;,

r un clsico v
un gran.ribro reciem.e para orientarse tilmente
en ra materia: Jacques
Le Go[f' l'cs intelrecruer ntt Molen go. varis.
i. s."ii.rssz, E. Marmurszre in. Lauiorir
des
rnatres'-sc.orastique'normesetsocietaixttsiicr,pars,BeilesLettres,200?.'-'-"--'"
2 Robert
Ian Moore, The Formation
pouer
er;rit"g
society.
a
and d,aiance in westent
Europe 950-r250. oxford. Brackwer[. rgszi "
nou.., irn-'r,too..,..Heresv. repression. and sociar
in
the
age of Gregorian reform". ., s. r-. wr"gr-, p
ghange
y D. Diehek
its distontents. Exertuion,
fersecution and, rebeilion,

srty Press, 199b.

p. l9-46.

1eds.). chrurendom and

looollsbo,c"-r.igi, ;b.ijg.

u.rir,.._

58

IGLESIAY SOCIEDAD EN LA EDAD MEDIA

La uiolencia de los monotesmos y la constitucin


de un campo propio de los clrigos
La confusin clrigo/intelectual ha marcado durante mucho tiempo
la historia occidental; pensemos, por ejemplo, a la "traicin
de los clrigos"
decir, de los intelectuales "comprometidos"
-es en la poca del Affaire Dreyfus- denunciacomo los que aparecen
da en el clebre requisitorio "antimoderno" deJulien Benda.3 El arte
del apstrofe y de la vituperacin de estos clrigos intelectuales se
inscribe, de hecho, en una larga tradicin que, a travs de la intermediacin de la institucin eclesistica, enraiza en el marco antiguo
de las violencias constitutivas de los monotesmos. En un ensayo
ampliamente discutido, Jan Assmann ha insistido en el "precio" a
largo plazo del monotesmo: Ia distincin mosaica entre verdadera
y falsa religin que ha generado una "hermenutica de la diferencia", una verdadera "contra-religin" generadora de odio llamado
a "derramarse sobre los pueblos del mundo".4 Como 1o explica
Assmann, la nocin de "contra-religin" no supone simplemente la
exclusin ritual, sino tambin una imposible "traducibilidad" de
otros sistemas religiosos; de donde se desprende una violencia discursiva bajo la forma de aquello que FranEoise Desbordes ha calificado, para el monotesmo cristiano, de "controversias monolgicas"
en las cuales el i,mprecator "triunfa sin pena sobre un adversario
ausente".s Es esta lgica "contra-religiosa" la que anima al cristianismo, cuya forma agonal de mili,tin Christi es claramente definida
a partir de la enseanza de los Evangelios y de las Epstolas de san
Pablo. Es una "economa" de la salvacin que supone integrar la
comunin sacramental de los discpulos de Cristo6; el"compelle i.n3Julien E,er.da, La trahision des clercs, Pars, Gallimard, 1927; Antoin Compagnon, fus
antimodemes de Joseph d,e Maistre d. Roland Barthes, Pars, Gallimard, 2005 (Bibliothque des
Ides), p. 214-217.
aJan Assman, Le prix du monothisme, Pars, Aubier, 2007, quien cita (p. 37) la definicin
que el tratado talmdico babilnico 89^ ofrece de "Sina": "montaa desde la cual el odio
(sin'ah) se derrama sobre el mundo".
5 FranEoise Desbordes, "La
place de I'Autre: remarques sur quelques emplois de controaersia dans la rthorique latine", en Alain Le Boulluce (ed.), La controuerse religieu,se et ses formes,
Pars, Le Cerf, 1995 (Patrimoines, Religions du Livre), p. 29-46 y 405-406.
6
Sobre la polisemia del trmino "economa", que significa, entre otras cosas "astucia",
estrategia en el arte del discurso, vase: Marie-Jose Mondzain, Image, ic6w, conomie, Pars,
Le Seuil, 1998, p. 78.

L\

trare" del Evange


tado como una i;
Iglesia, el cual re
hasta convertirse
nidad contractua
contra aquellos qr
entre aquellos qut
de la salud comur
esse,I Cor. 11, 19
constitucin del c
tndose del rech
desde los tiempos
agonal de esta "cc

ricas y las capacidr


resumen, subrar-el
que acompaa la r
largo de la alta Er
autoridad espiriru
dedor de los aos
una forma protoes
define (idealmentt
sociedad cristiana.
los trminos "Igler
cristiandad tiene lr
no existe ms una
cristiano o no se e
miembros del cuer
partir de los aos
especialmente por
et sanguis fi,at dilectis

adagio agustiniano
de la Iglesia carlic
tiva de "nosotros"
todos los otrc
-de
(por lo general los
7

Sobre esta genealog

gnes,25,1995, p. 9-22.
8 Por
ejemplo, Odn
(col. 1061 D).

L{ FOR\L{CIO\

lfIlL{

durante mucho tiemPo

emplo. a la "traicin

aies "comprometidos"
re Drer-fus- denunciarJ',-rlien Benda.3 El arte
ie:rsos intelectuales se
:re" a uar's de la interiz; 6n el marco antiguo
trismos. En un ensayo
si-.tido en el "precio" a
rc,saica entre verdadera
rnutica de la diferenzd,:,ra de odio llamado
d.-'.+ Como lo exPlica
trDone simplemente la
ble "traducibilidad" de
rcnde una violencia disse Desbordes ha califitr,-,,.'ersias monol gicas"

sobre un adversario

l-

que anima al cristiadefinida


'e- claramente
de las Epstolas de san
qje supone integrar la
r L:-istoor el "comPelle inL - l-::: -{ntoin

il---d.

ComPagnory Les
2005 (Bibliothque des

F -::en cita (p. 37) Ia dehnicin


: -:.ntana desde la cual el odio
l-t

:--;,w.,n'se religieuse et

!1.-i: r +05-406.

E::r. entre
b::. I,tage,

ses formes,

otras cosas "astucia",


icbne, conomie, Pars,

DE

L\ P.{R\DIG}Ld ECLESL{I

59

trare" del Evangelio de Lucas (L4, 2l-24), rpidamente reinterpretado como una invitacin urgente a incorporarse al cuerpo de la
Iglesia, el cual tendr una gran fortuna en la tradicin occidental
hasta convertirse en la paradjica induccin a ser libre en la comunidad contractual de Rousseau.T "Entrar", "unirse", es colocarse
contra aquellos que no lo son, es deciq los disidentes y los herejes;
entre aquellos que no contribuyen a la constrrrccin de la economa
de la salud comunitaria. "Conviene que haya herejes" (oportet hereses
esse,I Cor. 11, 19) declar san Pablo, abriendo sin saber lavaala
constitucin del dogma y del magisterio como ortodoxia, alimentndose del rechazo de las disidencias debidamente catalogadas
desde los tiempos de Irineo de Lyon (siglo II). Por tanto, la puerta
agonal de esta "contra-religin" vara segn las figuraciones histricas y las capacidades del cristianismo para regular la sociedad. En
resumen, subrayemos la importancia del movimiento de inclusin
que acompaala constitucin de la Iglesia en tanto institucin a lo
largo de la alta Edad Media. Esta evolucin tiende a confundir la
autoridad espiritual y el poder temporal con la instauracin, alrededor de los aos 800, de una monarqua espiritual revestida de
una forma protoestatal y de un sistema propiamente jerrquico que
define (idealmente al menos) una nica cabeza en la cspide de la
sociedad cristiana. Al trmino de dicha evolucin puede decirse que
los trminos "Iglesia" y "sociedad" se hacen coextensivos y que la
cristiandad tiene la vocacin de incluir al mundo. Desde entonces,
no existe ms una definicin laica de la pertenencia social: se es
cristiano o no se es. Un testimonio claro del foso abierto entre los
miembros del cuerpo de Cristo y aquellos que no lo son es dado, a
partir de los aos 1050, por los comentarios del canon de la misa,
especialmente por la explicacin dada de la formula"Ut nobis corpus
et sanguis fiat dilectissimi tui domini nostri lesu Christi" . Refirindose al
adagio agustiniano segn el cual "no hay verdadero sacrificio fuera
de la Iglesia catlica",los exgetas elaboran una definicin restrictiva de "nosotros" (nobis) que comprende la exclusin de los otros
todos los otros, es decir, los herejes, los judos y los paganos
-de
(por lo general los musulmanes)-.8 En el seno de una sociedad
7
Sobre esta genealoga inesperada: Etienne Balibar, "La violence des intellectuels", Iignes,25,1995, p. 9-22.
8 Por ejemplo, Odn de Cambrai, Expositi,o
i,n canonem missae, PL 160, col. 1053-1070
(col. 1061 D).

Lr,

LAEDAD MEDIA
IGLESIAY SOCIEDAD EN

60

una
del conjurrto est asegurada Por a Io
funcional donde Ia armona
ligaclos
(sors)
it) to, "rt rederos"
reDarricin de las #;;;.

j;:."tfftjl**i*,,*t$"i:i;:?-:'"lmii
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uc ra rrtLr

de armas responsaDtes
supervivencia rmaterial'
su .,,^o^ri*rencia
de -,,
'":;^
t"tu'g"uaos
"mediadores"' cuyo
la masa de los Pt"d;;;;
oracin' reagru'pa a los
la primera funcin' de
los sita en una poslcron
y
i"ti"it
t
sacramen-tai
poder
"*Itt'ii t"t" tl mundoterrenal y
p"t"*
para.runcio"u"o*
un
jerrquica
de eternidad' E1los forman
p;;;;"i"t
ott'')"""
es
el clero'
el ms all'
weberiano del trmino:
"grupo estatutarioi'"' f sentido
las conde
de los medios de control
aurt"'
ra
de
detentador
t3ttitio es el lugar funcional de
r,r,
ciencias.
'i"t"'il'
Ia "violencia intelectual" '

il;;ila"

o la uiolencia
El momento "gregori'ano"

d'e

lo

justo

y lo t'terdadero

Edad Media delos historiadores de la


"gregoriano"
momento
Por
(siglos xl y xll)
la St"-"519""u Je Ia Iglesia
po"on""?n'
duransignan,
I050y cuyo:l*:" tuv3]1ear
capital
reatizada ufr.A.ao, a""i;;r?"=
tiempo
un
trozs-i0S5)' Es
te el pontifi'"d";'tt;t;;;i;vrl
antiherticas'
polmrcas v de las luchas
en ,a histori" *tii;1"i;;
los ctaros a
contra
lucha
hasta a
;t";;
iro'zrl
snodo
el
desde
(1070-1120)
con un ptbacl intermedio
en
principios de los aos 1200'
el
eI sacerdocio y imperto
ocupado por eI t'f""'u*iento,entre T"' giros de importancia me-

fmosa

recen
1.

,..

t" i"'"'ti"'u''
t" Li

qttt"fiu t

"'dt'l

'*o*iento

de las disidencias:

toda
de herejacondenando
Una ampliacin de la acepcin "tit'-toAa contestacin del
o
oposition aim'gi'tt'io 'o*u"o'
eclep"t'ogutiuas de la institucin
poder jerrquic y de las

sistica'e
conde los conflictos de tipo
2. El paso de una reglamentacin

sensual,*ri;iti*'Jt"iciosdeDios(ordalas)'aprocesos
q

(l Ith'
Htes in'the Middte Ages
vel!es1. (eds')' Tl rontepl oJ
Willem Lourdaux y Daniel (Mediaevalia';";;;;'i' seris l' studia 4: Monique

tsth)- Lovaitlv'rn't'J'I"i'nl6
it

Zerner, "Hrs't-'
l'Occident

"^i"?o'"'
md'ital'futit' fyuta'

itn it'"ttl'Jjl'tntit'

1999'

p'

464-482'

tltl'

Dirtionnaire raisonne rl'

acusatorios
ticas.lo

3. Una evolu<
siglo XIII. q
to de lo in
espera la c<
tad jerrqu

En la historia
riano presenta un
das a perdurar mr

Gracias a los trab


no hace falta recc
se desarroll en c
lizados en la plaz;
dos en el siglo r
historica bajo la ca
de los dos campos
la polmica por Iz
cos apropiados pz
bate de citacione
equvocos de la L
Escritura. El trab;
supuesto, nicam
frecuencia a parti
Decreto de Gracia
citaciones contra(
terminados por p
rato" (la Iglesia. I
Peter Brown, 'L
I'Antiq
in Late Antiquity, Berkele
Io

ciet et le sacr d,ans


1r

Jacques Chiffole
de la nature mdir'ale'

p.265-312.
t2 Ian
Stuart Robir
1976, p. 2O9-238; Autht,
late Eleaenth Centun,

\la

13

Carl Mirbt, D i
''Beudoisidor, Otto ron
:ler Saaigry-Stifiung

fiu

LA FoRMACIN nn UN PARADIGMA ECLESIAI

E}L\

acusatorios realizados por autoridades temporales o eclesis-

i asegurada Por una

)s"

ticas. to

(sors) ligados a 1o

3. una evolucin de los procesos, completada en el curso del


siglo xJII, que marca el final de lo acuiatorio y el advenimiento de lo inquisitorial. No se habla ms de desviaciones, se
espera la confesin de las faltas que atentan contra la majestad jerrquica (papal o imperial).II

ina. (2) los hombres


le la comunidad, (3)
pen'ivencia material,
i "mediadores", cuYo
ra en una Posicin
el mundo terrenal Y
dad. Elios forman un
el trmino: el clero,
le control de las conel lugar funcional de

t t lo t'erdadero
de la Edad Media deIglesia (siglos xI Y xII)
d." *rro lugar duranf. Es un tiemPo caPital
r-. luchas antiherticas,
ba contra los ctaros a
termedio (1070-1120)
rdocio y el imPerio en
ms de imPortancia medisidencias:

reiia condenando toda


ir.'roda contestacin del
s de la institucin eciecr:nflictos de tiPo conD! r ordalas), a Procesos
I

-5:rir in the Midd'le Ages (11th'


ir -nes I, Studia 4): Monique

r:

cirr.), Dictionnaire raisonn

61

En la historia de las violencias intelectuales, el momento gregoriano presenta unas condiciones inditas de enfrentamiento llamadas a perdurar mediante la tradicin escolar de las artes retricas.12
Gracias a los trabajos clsicos de carl Mirbt y de Horst Fuhrmann,
no hace falta recordar que la lucha entre el sacerdocio y el imperio
se desarroll en condiciones nuevas, bajo la forma de ebates
realizados e, la plaza pblica.13 La tcnica e ros "libelos"
-perperuados en el siglo xlx por los editores de ros Monumenta'Germani,ae
hlstgrica bajo la caregora de "libelli de l,ite"- hace de los polemistas
de los dos campos verdaderos "publicistas", es decir, profesionales
de
la polmica por la polmica, formados con los instiumentos retricos apropiados para desviar al adversario, empezando por el "combate de citaciones" (Zitatenhampfl que consisie en jugar mejor los
equvocos de la Letra divina, siguiendo los mltipls Jentidoi de la
Escritura. Fl trabajo por expediente temtico no corresponde, por
supuesto, nicamente a la Biblia, sino tambin (y quizs con mayor
frecuencia a partir de mediados del siglo XII, .o" L confeccin
del
Decreto de Graciano) al mbito del drecho, que es el
arte de las
citaciones contradictorias, objeto de comentarios eruditos nunca
v
termin_ados_ por parte de los decretistas. Las necesidades
e "aparato" (la lglesia, las diferentes formas de Estado moderno en fbrr0

Peter Brown, "La societ et le surnaturel. une transformation


mdiv ale',, en La so_
dans I'Antiquit tardiae, pars, Le seuil, l ggb
[rrad. francesa de iociety and the uoll
.sacr
tn Late,Antiquitl.j:*.J"y, Londres, Universiry of California press,
1989, p. iilZl.
" Jacques chiffoleau. "contra naruram. pour une approche casuistique et procclurare
.
de la nature mdivale", en Ir teatro d,eilt natura/Thn
rh)itrn N*"rr, iirirgr,
rv, rcoa,
p.265-312.
"
I2 Ian
stuart Robinson, "The'colores rethorici'in the Investiture contest,,, Traditio
22,
Authority,and Resistance in the Inuestiture contest. The poremiear riterature
of the
?93;ru}:
.at l:.l,?uenth Century, Manchestet Manchester
University press, lg7g,
13
carl Mirbt, Die pubrizistik.im Zeitalter Gregors vII, Leipzig, rg94; Horst Fuhrmann,
-Beudoisidor, ofto
von ostia (urbano II) und dei zitatenkampf o, G..rtrr,rg.rr;
, Zeitschrif
icr Sarigny-Sttfiungfir Rechtgeschichte, Kanonistische Abteilung
S, ISSZ, p. Sa_O'0.
ciet et

le

l|lu;,|

L{I

EDAD MEDIA
IGLESIAY SOCIEDAD EN LA

62

salga del lugar en el que hasta


macin) explican gue la retrica
, "..i. de Gilles Declercq.la Pero
enronces se encontJ;;;;;;
las artes del lenguaje (artes
la formalizacin d.i;""i;t;racin",en
atlos aos 1120' no integra simd,i,ctami,ni,s),como tuiuoot**o
jurdico y poltico como ha
olemente la invectiva en los camPos
pue;i.ht", ur,. i, c Jn Bri git te Bedos-Resak,antrorormatizacin marca un salto
del adversario como
polgico de p,imer oidt" "" el tratamiento
ni*ugen diforme" de 1o divino' cercano a la animalidad' la confora.la individualidad y ala alterimidad del cristian;; ;;:t
judo)'
(hereje' Dasano 1" sobre todo'
dad de aquel que nl s ide"tico
de
hablo
Si
t Tut bstias't.
arroiado ,i, .o'"'jti" "r -""d1
ario
ers
adv
ta de scalificacin del
q
decir' su muerte' Esta salida
supone su salida d;i"
Occidente medieval
en materla
sera simbIica puesto que
'aciaiel de las convenciones
especialistas
fue siempre monogen-tico' Los
XI y XII
otros polemistas de los siglos
del lenguaje, Ios p'iblicistas y
de mejor mapueden u.i *ut"l""'-' +';*Tisimblicamente
las "ftcconciencia de evolucionar en
nera puesto que tlenen plena
tt tt'ula de "ficciones del derecho")'
ciones" (en el,;t#;;?q"t
defienden son relativas y que deben
oue las verdades del orden que
realizado al servicio de dicho
l#ri.#;;*, t* deicombate
las tradiciones retricas heredadas
orden. A esta ...uiifi.u.in de
en
Quintiliano y
de los grandes J;g";;
'Cicern'
neU!11'^1
uotot
la cual se observa Juranteiutgo tiempol usos' leU
Se recurre clernuevos
'tspecialmente
qt
Herenio).o,."'p*e h aparicig"
evocando
defensivo
del discurso
u h. ror*Ir-*i'.iorures

[i'*il ;.;;#.];;
ffiIl*I,l',il#;;;;;;;;

;iJ;;"o r&#,-il"rr"g
i;;;ldf:-il

J
.l
.,i

"i1

tamente

:t

rentada con las

"'*iitiot'es"

deuteronmicas a las que son afectos

losclrigosfbrmadosenlosusosycostumbresdelascancilleras
se trata de deshacer-

expertos cuando
monsticas, particularmente
la suerte de Judas' Dathan y Abise de

un udu..ruii'o-esendol

r
en Gilles Deleclercq' Michel Murat
Gilles Declercq, "Rhtorique etlolmique"' 2003' p' 17-20'
Le Cerf'
Dangel' i'e'*i'i"iii'iqu1'-iaJs'
Iacqueline
,"a i',*unf'glaube im Hochmittelalt''
' ,, Heinrich Fichtenau, Ketzer und Profcssorcn.
Munich' Beck'
in rkerri.b14

linti

'i3;1.??li:'r'-'lf ,r-if'Jlll:::*::*"1?#
Krise uon Kommutp'
iillil'u'
Norm unl
." Aj"i?iit *"'.., ru.lultt.' w.rner Rocke,
p

century France,,,
haon.

Inszeni'eta'g";;;;;;;;i;

2bl-27r.

unil

'o'iale'

tnu'lnlo"

inx Mittel'olter'

Mnster' Lit' 2006'

ron-.17 La nove
para la "raztr" (

"proceso de racio
da en los discursc
argumentacin dt
de la preescolsti,
Cantorbery (1033
"razones demostl
("Cu,r", ipor qu?
campo de las aut,
mn...) de Ia nece
temporneos, cor

1156), reivindicr

demostrativas a la
del interior (herej,
bien dnde coloc
nos.Ie Una investi
dos los testimonia t
la tradicin cristi
autoridad de una
Testamento), en t
base de la Biblia
tura rabnica (Tah
figuras de alterida
combatidos mas qr
y los materiales h
aqu se desprendr
duccin (especiaL
clrigos polemista
miten la constituci
al adversario en "(
miento en las esr
partir de los aos

17
Lester K. Little, S
I-ondres, Cornell Unirer
18
Gilbert Dahan, Z
rPatrimoine Judaisme),
le Sobre este punto.
Cluny et la socieh chrtimru
especialmente caprulo -l

fi$?443
LAFORMACIN NB UN

PL\
Declercq'1{ Pero

Fs del lenguaje (arfes


ilI20, no integra slm-

poltico, como ha

! t

he

Bedos-Resak' Pue-

un salto antro-

t--"

como
conforla
nimalidad,

del adversario

Lruiuavalaalteri-

todo, judo)'
besdas.l6 Si hablo de
r-. sobre

in del adversario
r muerte. Esta salida
el Occidente medieval
de las convenclones
de los siglos XI Y XII
te de mejor ma:ionar en las "ftciones del derecho"),
relativas Y que deben

al servicio de dicho
retricas heredadas
y Cicern, en
autor de la Retrica a
usos. Se recurre crerdefensivo evocando
moda emPa-una
a las que son afectos
de ias cancilleras
se ffata de deshacerDathan Y Abid.

rrdu.,

Deleclercq, Michel Murat


ir-),

ffi^*u,

63

sn-.l? La novedad en cuestin est ligada a un recurso indito

bgr en el que hasta

dll.t

PARADIGMAECLESIAL

para la "razn" (rati,o) y al modo discursivo que s9. inscribe en el


;proaaro de racionalizacin" caro a Max Weber' La"taz6tr" invocada en los discursos polmicos de los siglos XI y XII se asemeja a la
argumentacin de los grandes debates teolgicos contemporneos
de"la p.eescolstica, eqpecialmente a la axiomtica de Anselmo de
cantorbery $og3l34-L109), quien, en el cu,r Deus homo,intenta, por
,orazones emostrativas" acompaadas de la forma interrogativa
("C'ur", ipor qu?), convencer a los interlocutores situados fuera del
.u-po e tas autoridades cristianas (filsofo "naturalista", musulman... de la necesaria encarnacin de Dios.18 Los polemistas contemporneos, como el abad de clun Pedro el venerable (1122115^6), reivindican fuerte y claro este recurso a las razones
demostrativas a Ia hora de defender la Iglesia contra sus adversarios
del interior (herejes) o exteriores (musulmanes), sin que se sePa muy
bien dnde coloiar a los judos, alavez enemigos internos y externos.le Una investgacin (inuesti,gati,o) preliminar permite reunir todos los testimoni.a necesarios par el intercambio dentro o fuera (de)
la tradicin cristiana. As, ls herejes no reconocern ms que la
autoridad de una parte de las Escrituras (por lo general el Nuevo
Testamento), en tanto que los judos deben ser abordados sobre la
base de la Biblia (Antiguo Testamento), pero tambin de }a literatura rabnica (Tlmud), y los musulmanes, recin llegados entre las
figuras de alteridad en ccidente, no pueden ser "razonablemente"
combatidos mas que recurriendo a sus propias autoridades, el Corn
y los mareriales hgiogrficos relativos a1a leyenda de Mahoma. De
aqu se desprende un extraordinario esfuerzo de reunin y de traduccin (especialmenre del Tlmud y del corn), que llevan a los
clrigos pollmistas lejos de su claustro. Los materiales reunidos Permite h constitucine expedientes temticos propios para abordar
al adversario en "campo cerrado", siguiendo la lgica del enfrentamiento en las escuels (primero monsticas, despus urbanas, a
partir de los aos 1070)y de los combates de citaciones de los pu-

u, H o chmi'tt elatt e r'

Iin'. and ldentitY in TwelfthSonn uni) Krise t'ton KomYY'ruY**l*. Mnster' Lit' 2006' P'

17

Lester K. Little,

Bned,icne Maledicttons.

Londres, Cornell University Press, 1993.

Liturgical Cursing in romanesque France,lfhacal

18
Gilbert Dahar., Is'intelleciuek chrtiens et les juifs au Moyen ge,Pars, Le Cerf, 1990
(Patrimoine Judaisme), P. 428.
et exclure.
re Sobr esre punt, me permito redirigir a Dominique logna-Pl!,
lrdlnner
1998,
Cluny et ln socict chiti"nne foce l)hrsi, au juilaisme et d,l'islam, 1000-1 150, Pars, Aubier,
4.
caPtulo
especialmente

'

IGLESIAY SOCIEDAD

64

E\ L\

ED'{D }fEDL\

Lfdiscusin" (discussio) obedece


el reen primer trmino' de hacer
trata'
Se
estrlctas'
muy
a reglas
por el adversario sobre
Ievo preciso a. tu' U"tio"t' P:t::^i:id's
en confro"tuti" iara cambiar"enseSuida
la base de las ut'to"dts

blicistas gre gorianos o imperiales'

acaban fatalmente
de registro' p""o"q:Jt' ;;;t li::::tt'od"'
la ":?'"\" comn
sobre
discutir mas que
potiUtt
es
no
anulndose,
o tcnica-del "como
u ru
a los hombres' se t|t#;";'t;"t
'"ur"ga
lalransformacin (transsi", que consiste' "jt-pit'lt'llcar especies eucrsticas (el
qtl;t
mutacin o aun "u""t"'tiacin
pbr'analoga al univerpan y el vino "" '*,p;;:;"-;*,9; Tisto) de fotma sin-mutacin
i"t'io de cambios hielo o a la inversa'
so fsico qrr. to"ott-t
que s: convierte en
de sustancia, como el agua
O:-l,l-O:"tosiciones
a continuar la lgica
Otra tcnica racional vie
encadeaserciones-se
ls
t"-tl cud
"ni"'
construyendo un #;;;;io
tipo
del
t opt'udores
tmplto
tl
por
nan lgicamt'tt 'ili"'it
arruinr una proposicin
ni" o "si... .r,o''"ti'i'f"t*itit"o
Pedro
mejor' As'
otra que se le liga iuicitsamente Paracontestarla
discputos que
sus
a
Br-uis v
el Venerabr.
"r.,:#;;;il;;;,dede los nios t" "'u -to'tradiccin
r echazan'u u *a)^Jb;'iJS*()-

l
f1

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.L

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0,"l*'.ry::".ii_ti..*#l*t'"1*ft'.tiT,itiili,l'J
adversa'os: n

ih' po'los Petrobrusianos' que

sus

,,

,.{

"t

fi ffi';;ili;:iliT5".';;il'-ee"pedroe,
:*:l:"'.::";iif ;1:
una antvenerable
te

sis (baut

;ffi;itry*.*o'o""*vendo
obi ecin
o.t:ot
r* o/{'i",,ur-,r,i.,, o)- o n r,
:l:t^i:tt'
cristiana ejecutados

."-bil

la tradicin
en sosrene, q*..i.;';;;;i;;r-.
nios
fe y que' Por lo tanto' los
h
antes de ,.' uu"'iu;;;;""
proclamar
'q"e no puedan

juego
pueden ,.. uut'ii'uos sbitamt"tt
ios catecmenos ad"ltoi' Semeiante
f;;;;o
mismt'
ellos
escuelas' una
'*
tcnicos acreditados en las
que
muestra, Uu.io fo' rnos
que t': qot"': tlT-]:gt* ms
a
violencia inteteciuli"'u'i''nuli'uda
purade Ia vituperacin
aquella que la Iffi;;arcndtse del otro' L andadura discurlos errores
de
desenmascutut i lo"aenar
viene a confirmar en el fondo'
siva invocada por los polemistas
sus propias autoridadet^fut'colocar
forma ms o menos irecta'
se
tanto ms ausente cuanto que
"fuera a. .u*pi;' rr" uutisu'io
ulu tomunidad sacramental crisle niega a prioritoda pertentt"iu
los
dt ittt;idad que^ se desprende de de
dana. . do't iutJ-tl ui"
policiacas
t 1o' 'igltt ;i t XII; formas
procesos

"."";;;i;;

r.iolencia que p
mtico a form
profesional: la
riormente en lz

LOS EFECTOS.

La reforma de

proyecto de sc
eclesial, ha far
clrigos ("here
res y de la sar
especfico de
legtima. Com
(real o imperiz
el ejercicio de
treir a los sb
del nacimient
lugar del surg
La constituci
a continuacir
telectual, la pt
cia simblica
orgnicos que
permitido a B
nunciar a los '

que, desde los


escritor", nue
social no pudi
mutacin del
Hoy

-escr
la
revestido
el altar y la
consuela, r
nave de la
20

La expresi

2r Paul

des ides).

Bnicl

IAFORMACIN nn UN

PARADIGMAECLESTAL

65

violencia que puede calificarse de "intelectual" por el recurso sistemtico a formas verbales de combate constitutivas de un campo
profesional: la polmica clerical enseada en las escuelas y posteriormente en la universidad.
LOS EFECTOS A LARGO PLAZO DEL MODELO CLERICAL MEDIEVAL

La reforma de la Iglesia de los siglos XI y XII, portadora de un gran


proyecto de sociedad cristiana por absorcin de lo social en lo
eclesial, ha favorecido la emergencia del grupo estatutario de los
clrigos ("herencia" de Dios preservada de la mcula de las mujeres y de la sangre de las armas), y la constitucin de un campo
especfico de autoridad y del ejercicio de la violencia simblica
legtima. Como reflejo del modelo eclesistico, la majestad estatal
(real o imperial), se dota del aparato administrativo que requiere
el ejercicio de la fuerza retrica necesaria para convencer y constreir a los sbditos del soberano. En este sentido, la Iglesia, antes
del nacimiento del Studium y de los maestros universitarios, es el
lugar del surgimiento del "pensamiento agonal" en Occidente.2o
La constitucin del magisterio universitario en el siglo XIII marca
a continuacin una lenta evolucin del campo clerical hacia el intelectual, la pretensin clerical de ejercer la autoridady la violencia simblica correspondiente que recae sobre los intelectuales
orgnicos que son los clrigos. Es esta lgica histrica la que ha
permitido a Benda hablar de la "traicin de los clrigos" para denunciar a los "intelectuales" de su tiempo. Es esta misma lgica la
que, desde los primeros aos del siglo XIX, explica lo "sagrado del
escritor", nueva figura del clrigo, como si la construccin de lo
social no pudiera desvincularse del poder de mediacin y de transmutacin del sacerdote de antao:2l
Hoy
Balzac- el escritor ha reemplazado al sacerdote; ha
-,escribe
revestido
la clmide de los mrtires, sufre mil males, toma la luz sobre
el altar y la propaga en el seno de los pueblos, es prncipe, es mendigo,
consuela, maldice, reza, profetiza, ut voz no rcorre nicamente-la
nave de la catedral, sino que en ocasiones ella puede escucharse de
20

2r

La expresin "pensamiento agonal" es de A. de Libra..'


Paul Bnichou, I-e satre ile l'cri.aain, 1750-1830, pars, Gallimard, l9z3 (Bibliothque

des ides).

66

IGLESIAY SOCIEDAD EN LA EDAD MEDIA

un confn del mundo al otro, la humanidad, convertida en su rebao,


escucha sus poesas, las medita, y una palabra, un verso tienen hoy
tanto peso en las balanzas polticas como el que tena a-ntao una
victori. [..,] El pontfice de este terrible y majestuoso poder no Pr9cede ms ni de-los reyes, ni de los grandes; l obtiene su misin de
Dios, su corazn y su cabeza abtazan al mundo y tienden a congregarlo en una sola familia.22

t
rll
V

l"l

il
F

;:

I
I

El problema consiste en saber si esta transferencia de lo clerical


a lo intelectual, o este juego de equivalencias entre el clrigo y el
intelectual, tan sensibles en la constitucin del campo intelectual en
el curso del siglo XIX, tiene algo que ver con los modos de expresin
de la autoridad clerical gregoriana brevemente evocada en este estudio. No sabra dar ms que respuestas parciales a una cuestin tambin compleja. Me contento con abrir aqu tres pistas de reflexin.
1. Me parece, de entrada, Que las condiciones mismas de la
transferencia del clrigo al intelectual, en el marco de las grandes
utopas de reconstruccin social fundadoras de la "sociologa" etr
los os de 1840, hacen del intelectual el campo por excelencia de
la confrontacin entre modernidad y tradicin. El vuelo, evocado
por Balzac, desde "el altar" y la "nave de la catedral" hasta los lmites del "mundo" no representa simplemente una metamorfosis
moderna del cristianismo antiguo; las luces del nuevo sacerdote
vienen de un momento privilegiado de la historia cristiana, la Edad
Media, antnimo de la modernidad que, en las diferentes olas del
medievalismo portadoras de lo "sagrado del escritor" en el siglo
xlx, pasa por la mejor realizacin histrica de la vida en sociedad.
Colocarse en posicin del intelectual significa (sea que se Ie rechace o que se le asuma) referirse a la tradicin del magisterio clerical
continuando la capacidad de interrogacin sobre s mismo (icmo
funciona una sociedad?, iqu lugar ocupa la persona en la economa
global de la sociedad y del mundo?) y retomando los modos de
ejercicio profesional (elaboracin de sistemas de pensamiento, procedimientos retricos).
2. Sobre este ltimo punto, puede postularse, sin gran riesgo de
equivocacin, la presencia remanente de la tradicin clerical en la
postura intelectual como forma de prolongamiento de la palabra
22 Honor de Balzac, Carta de envo del manuscrito b prAtue catholique d, Mad'ame Hansho
enibid, La Comdie humaine, bajo la direccin de P G. Castex, Pars, Gallimard, l98l (Bibliothque de la Pliade), xrr, p. 802-803.

LA. FOI

eficaz del sacerdote


da manifiestamenre
vida y de muerre dt
un contexto sacraml
oponiendo y desviar
cin, que, como deci
el "tranquilo retiro d
capaces de matar to<
cacin.z3 pero no har
violencia simblica_
cio "econmico,,que
por todas las vctima:
aos 1900-1950 red
enrre mil ejemplos p,
do el memoria expec
para denunciar el sis
institucin rgida (:ar
Iogra reduciila fe a r
3. EIpaso supuesr
obliga a inrerroarse
y sobre el problema dr
Sobre los posibles ren
cales de la poca greg
la influencia a Iaro p
gen en los aos I 140
pado enrre la legitimi
vedades "aberrantes
intelectuales, gue den
toridades identifi cada:
la imprecacin conde.
he calificado ms arri
reducir aljudo a la an
ambigedad rerrica,
denacin semejante dt

23

Len Bloy, Dan: les tentt


France,
1969, v. lx. p.291-292:

*"t1ly miroir,,en
2a

La parole

pt,

Edmond Ordgues, ..Lem

p.27-59.

oRIIL,{CIO}{ DE UN PARADIGMA

,(Dnertida en su rebao,
ka- un verso tienen hoy
d que tena antao una
qlesruoso poder no pro l obtiene su misin de

Edortiendenacongre-

erencia de 1o clerical
bu entre el clrigo y el

rampo intelectual en
modos de expresin
o'ocada en este estua una cuestin tamprsas de reflexin.
ones mismas de la
tnarco de las grandes
de La "sociologa" en
por excelencia de
. EI melo, evocado
cetedral" hasta los luna metamorfosis
del nuevo sacerdote
mia cristiana, la Edad
bs ferentes olas del
escritor" en el siglo
ia r-ida en sociedad.
,iea que se le rechamagisterio clerical
s mismo (icmo
en la economa

los modos de
de pensamiento, progran riesgo de
licin clerical en la
to de la palabra
- sin

"aaixliryz d Madame Hansha

Gallimard, 1981 (Biblio-

ECLESIAL

67

eficaz del sacerdote y de ra economa acusatoria


de la Igresia. eueda manifiestamente algn eremento de la
creencia en Ei pode. de
vida y de muerte de las,palabras pronunciadas
po. uqr.t que, en
un contexto sacramental,,,hace,, Dios y ,,deshac,,,
de iguaiforma
oponiendo y desviando. El intelectual mode.ro
,u. ,rilp* tradic_in, que, como deca.I en Blo ciertas
palabras, p.of..ih^ desde
el "tranquilo retiro del despreci", son tan terriblei.o*o ,.er
rayo',,
capaces de matar roda contradiccin por ra
simple r; ; h imprecacin'23 Pero no hay que desconocer
iorrpt.*.rtaria de
violencia simblica- que ra institucin -forma
ecresistica piu.ti.r r, ,it.rrcio "econmico" que mata tambin muy eficarmeni.. qr.
,.rrgr.
por todas las vctimas der modernismo que el sistema
ierical de los
aos 1900-1950 redujo al silencio baji er modo
de ifutacin;
entre mil ejemplos posibles, se sabe hoy bajo qu
capa .rrt...udo el memorial expedido en Roma, ., i95, ptr
ndmonJortigues
para denunciar el sistema clerical romano y los derivados
de una
institucin rgida ( i anquilosad-a ? cuyo " foralismo
).,
e s tereoripado,,
logra reducir la fe a una simple t.opirri.r".rn
El paso supuesto der clrigo medieval al intelectual
moderno
, ,.3.
obliga a interrogarse sobre el pso de los estereotipo,
..t.riart.o,
s9br9 el problema de las continuidades discursivas del uno ar otro.
sobre los posibles remanentes de las violencias
irrt.l..trutes cleri_
cales de la poca gregoriana, un excelente ejemplo
es ofrecido por
la influencia a largo plaro de las formas a.'j"aoiobir;;q".
emergen en los aos I 140 para condenar los errres
deljudaim o atrapado entre la regitimidad del legado veterotestamentario
y ras novedades "aberrantes" de la esean za rabinirca.
il;,
formas
intelectualers, que derivan aravez del cuestionamiento
de las autoridades identificadas (especialmente el TahuJ)
y ." ,.s"ida de
la imprecacin conderuto.iu del adversa.io, ,.r.u,
,qrlUo qr.
he calificado ms arriba de "salto antroporgico",
cons'istente en
reducir aljudo a la animalidad preguntndose,
con una turbadora
ambigedad retrica,_si pertenec. I h especie
humana. una condenacin semejante del:judo talmdicol', .""r.*foJrr-.u
ur .ruDans bt (:!tur: I (.,Le mpris,,), Oeuures,
_ " !-1
d. J. petit, pars, Mercure de
France' lg69' v' Ix, p' 291-292;.sobre ru prrun'."-iiui
como rayo: D. Labouret, ,.Le porBloy,

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fiil:'.'i;i
:i[i: ,'i.,ruo
Ch11:'1;;;=;
tu
1.,
"" de
d"e la poca.s.resor'1:i :""#;;;una forma
JJi"*i'r^'
t."l"rit,otiu
es
del antisemitismo' que
traji

tl#;;;;'
dicional antes de ;#;;;;t'

i,iol.r,.iu ir,,.ttt"'

\r

q,

cristiano

bor .el antijudasmodestructora' de


pura'

i"i"i*a

ANDIA, Isahel de
Pars, Etude:

diez
tn 'donn'er el exclurc' hace y srn
esta Pregun
Aventur
la Shoah.2i
'u
por lales anacronismos
aos. un lector p;;;t;Hi'-irt"dido
es decir' ms ex#;;;;;';di"
d'
pregundeseo'"
'ii';;"te'
duda
continuidades discursivas
at
asombr
judos" no era tan
tica, se
"*t"1tes
humanidad de los
t."'iilJ"tu
tu
de los
tndome ,i
a" ruJ*"i....""y del i"sexo inte,q-.1t',1J;"
retrica como
la violencia
miedo en est;-p"i"cl de
fe''d'iamos
ngeles"!
nuestras proplas
remanentes alimentan
pasaoo-t"yo'
del
lectual
Lnfrentamiento?
formas simbIicas de

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nensia).
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Humaine s).
pars, Gallim"ri' i iei"uiioiha q,, e ds science s
,.Le village desrristoriens et le village des archozADoRA_RIo, risabeth,
sott
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en France ("r;
ua i re s. A p proch e s tei m i n ol ogi.q
I ie u x d e c ul t e, sa nct

od ol

INDICE

Pnroco
La iglesia: un edificio excepcional en el paisaje social

l3

La matriz monstica del letrado


en el Occidente latino (siglos V-Xrrr)

cc

El papel de los monjes en la formacin


de la sociedad cristiana (s. IX-XII)

43

La formacin de un paradigma eclesial de la violencia


intelectual en el Occidente latino en los siglos XI y XII. . .

57

BrsrrocRArA

69

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