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QUE
MAESTRO EN HISTORIA
PRESENTA
AGRADECIMIENTOS
Quiero expresar en primera instancia mi agradecimiento por el apoyo que recib del Consejo
Nacional de Ciencia y Tecnologa durante estos dos aos de estudios. En estas cortas lneas no
puedo expresar en su dimensin el reconocimiento y deuda que tengo tanto para aquella
institucin como para el Centro de Investigacin y Estudios Superiores en Antropologa
Social, que respaldaron mi preparacin, a las cuales pretendo corresponder con los resultados
obtenidos.
Un lugar destacado merece en este apartado la continua atencin, orientacin y
direccin de la Dra. Laura Machuca Gallegos, como mi asesora titular, quien estuvo siempre
atenta a mis avances y reorient los continuos desvos en el infinito mar de la historia en que
sola caer. Tambin expreso con sinceridad mis respetos y agradecimientos a la Dra. Julia
Preciado Zamora y Dra. Patricia Fortuny Loret de Mola, as como al Dr. Arturo Taracena
Ariola y al Dr. Rodolfo Aguirre Salvador, el tiempo dedicado a la elaboracin de este
documento, sus comentarios y sugerencias llenaron vacios que me eran difciles de distinguir,
pero que no escaparon a la vista de ellos, como expertos que son de estos temas.
Por supuesto, agradezco a todos y cada uno de los catedrticos y personal del Centro
de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropologa Social, Centro Peninsular por la
dedicacin y sabia orientacin que recib durante las ctedras y fuera de las aulas, por todo el
profesionalismo que los caracteriza.
Quedan por nombrar a muchas personas que siempre me brindaron apoyo, a Gloria,
Diana y Leonardo, mis motivos, a familiares, compaeros del curso y amigos que me
proporcionaron valiosas referencias para el texto, a sacerdotes y al personal de la catedral de la
dicesis de Yucatn, as como a bibliotecarios de los centros de investigacin por sus
atenciones.
A todos les expreso mi sincero reconocimiento y agradecimiento.
RESUMEN
LA DEVOCIN DEL CRISTO DE LAS AMPOLLAS EN YUCATN, ENTRE LOS
PODERES DE LA IGLESIA Y EL ESTADO (1850-1915)
Leopoldo Manuel Gonzlez Martn
El objetivo de este estudio consiste en conocer las expresiones de devocin que se practicaron
a una de las imgenes catlicas ms arraigadas en Yucatn Mxico, principalmente entre dos
perodos conflictivos que experiment la Iglesia: la Reforma y la Revolucin.
Las imgenes constituyen parte fundamental de la piedad. La devocin al Cristo de las
Ampollas adquiri relevancia desde el siglo XVII al atribuirle un origen milagroso en Ichmul y
subsistir a un incendio que lo dej negro y ampollado. En un ambiente solemne fue
trasladada la escultura a la catedral y la Iglesia sigui promoviendo la devocin mediante
diversas estrategias. Las autoridades civiles fueron partcipes en procesiones y actos solemnes,
y reconocieron a las hermandades e instituciones crediticias fundadas a la piedad de la imagen.
Los cambios transcendentales impuestos por las Leyes de Reforma fueron sorteados
por el clero con alianzas estratgicas, la promocin del culto y aprovechando la libertad de
prensa. En el porfiriato la Iglesia recuper parte de la posicin que gozaba antes de La
Reforma, reflejo de aquello fue la consolidacin de los gremios de la imagen y las fiestas
religiosas y profanas tan esperadas por la poblacin vida de participar en las misas solemnes
con coro de voces, en el bullicio de las serenatas y el goce de los artefactos de pirotecnia, entre
tantas novedades. A la piedad del Cristo se realizaron obras de arte, grabados, se realizaron
inversiones en el decorado y modernizacin de la capilla y de la catedral. Se donaron joyas y
alhajas a la imagen y numerosas inhumaciones fueron dispuestas en la capilla. La Iglesia, por su
parte, corresponda a los fieles con indulgencias, incluso por disposicin papal.
Las redes de poder establecidas durante el clericato porfirista fueron desmanteladas por
el gobierno de Alvarado que justific su poltica revolucionaria anticlerical consintiendo varios
atentados contra la Iglesia, incluyendo la destruccin del Seor de las Ampollas, que cerr de
esta manera una etapa de la historia de la devocin y de la vigencia de la Iglesia yucateca.
Se incluye un estudio de los Cristos negros en la regin, el contexto nacional y
regional de la Iglesia catlica en el perodo, se tratan las hermandades, instituciones crediticias y
de fomento al culto. El estudio se sustent en documentos de archivos de los siglos XVIII al
XX, y de consultas bibliogrficas y hemerogrficas de los siglos XIX al XXI recopiladas en
acervos de las ciudades de Mxico y Mrida. La labor incluy el cruce de informacin, revisin
e interpretacin, que se complement con datos obtenidos de la catedral y museos de Mrida.
II
NDICE
INTRODUCCIN.
CAPTULO 1.
LOS ORGENES DE UNA DEVOCIN YUCATECA Y SU CONTEXTO
15
18
27
Consideraciones.
33
CAPTULO 2.
CONTEXTO POLTICO, SOCIAL Y RELIGIOSO (1800 A 1915)
35
35
45
46
47
51
57
Vida religiosa.
62
Consideraciones.
66
CAPTULO 3.
LA IMAGEN DEL SEOR DE LAS AMPOLLAS ENTRE EL PODER CLERICAL
Y EL ESTADO
68
Procesiones, peregrinaciones y fiestas religiosas.
69
77
79
84
86
91
III
92
93
2) Inicios del culto gremial durante el gobierno del obispo Jos Mara
Guerra (1834-1863).
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100
102
105
107
113
116
Consideraciones.
119
CAPTULO 4.
EXPRESIONES DE UNA DEVOCIN Y DESAPARICIN DEL CRISTO
120
120
121
123
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127
134
135
138
Destruccin de la imagen.
143
Consideraciones.
147
CONCLUSIONES
149
ANEXOS
153
IV
1.1.-El Cristo de las Ampollas. Origen de la escultura y devocin segn el prembulo de una
novena del siglo XIX.
153
1.2.-Fiestas, festividades y vida religiosa en Yucatn. 1883.
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173
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178
4.5.- Indulgencias que ofreci la dicesis de Yucatn en devocin al Seor de las Ampollas.
1717-1907.
180
4.6.- Inhumaciones en la capilla del Seor de las Ampollas 1676-2008.
182
187
189
NDICE DE TABLAS.
Tabla 2.1. Encargados de la dicesis de Yucatn. 1797-1942 .
47
73
Tabla 3.2. Relacin de capitales que reportaron la Cofrada del Seor de las Ampollas
(1796) y el Fondo del Seor de las Ampollas. (1832-1861).
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87
96
Tabla 3.5. Oficios en el censo de Mrida de 1895 que aparecen en los gremios.
97
98
Tabla 3.7. Participacin de los gremios catlicos del Seor de las Ampollas. 1856-1914.
116
Tabla 4.1. Donaciones realizadas por los fieles al Seor de las Ampollas. 1899-1907.
123
VI
NDICE DE IMGENES.
Fig. 1.-Grabado iluminado del Seor de las Ampollas. Vicente Gahona. 1850.
128
Fig. 2.-Grabado no iluminado del Seor de las Ampollas. Vicente Gahona. 1850.
129
Fig. 3 y 4.-Grabados iluminados del Seor de las Ampollas. Santiago Bolio. 1871.
130
131
131
Fig. 7.- Verdadero retrato del Santsimo Cristo de las Ampollas. Annimo.
132
133
VII
INTRODUCCIN
El estudio de la Iglesia catlica en Mxico durante el siglo XIX ha llamado la atencin de
varios investigadores en las ltimas dcadas, este inters ha permitido comprender con mayor
precisin el comportamiento de la organizacin religiosa en la poltica nacional, en particular a
fines de aquel siglo. Esta tesis est dedicada a conocer principalmente entre 1850 y 1915 la
devocin al Seor de las Ampollas, un Cristo de color negro en Mrida, Yucatn. La prctica
del culto se analiza principalmente frente a los cambios de la poltica nacional antes y durante
las Leyes de Reforma y hasta la Revolucin, cuando la imagen original fue destruida.
Entre milagro y leyenda se dio a conocer la escultura del Cristo en la primera mitad del
siglo XVII en Ichmul, una pequea poblacin al sur del actual estado de Yucatn, fue
trasladada a la catedral del obispado en 1645 atendiendo que este Santo Christo no
estuviese donde no se le hiciere la estimacin debida.1 Es en la segunda mitad del siglo XIX y
la primera dcada del XX cuando su culto adquiere nueva preeminencia, es por eso que se
plantearon las siguientes preguntas: Qu condiciones existieron en Yucatn para que la
devocin adquiriese relevancia, estando vigentes las Leyes de Reforma? Cules fueron las
expresiones de su devocin? Qu posiciones adoptaron el gobierno y la Iglesia ante la imagen
a travs del tiempo? Qu condiciones socio polticas y religiosas permearon en la segunda
dcada del siglo XX previa a la destruccin de la imagen?
La desaparicin de la imagen original dej un vacio en la Iglesia yucateca y entre los
fieles, ante esta situacin se orden realizar una rplica, que es la que hoy se venera. Tal hecho
ratific el arraigo y la importancia que existi en la devocin y justifica el inters de conocer
cmo se practic.
Con la implantacin de las Leyes de Reforma la Iglesia dej de participar en la poltica,
sus ingresos se vieron coartados y perdi influencia en la sociedad por la secularizacin de los
bienes eclesisticos, la creacin de la institucin del registro civil, la libertad de cultos, la
educacin laica, la supresin de organizaciones religiosas y de varios actos pblicos que
realizaba, como las significativas procesiones. Estos cambios radicales, traumticos para el
clero, estuvieron lejos de ser reconocidos en plenitud en Yucatn: el poderoso sector
conservador clerical presion al presidente Jurez, que incluso pretendi revertir la
Disposicin testamentaria del cura De la Huerta, prroco primero de Ichmul y luego de Hocab en la primera
mitad del siglo XVII (Carrillo y Ancona 1979, I: 511).
1
secularizacin del Seminario Conciliar de Mrida cuando haba decretado las Leyes de
Reforma. La Iglesia emple otras estrategias que le permiti mantener su vigencia, fomentando
entre otras cosas el culto a las imgenes como la del Seor de las Ampollas.
En la poltica dictatorial del presidente Daz esa influencia clerical se consolid con el
establecimiento o retorno de rdenes religiosas en el pas; se omiti el rengln de la enseanza
laica, pues operaron en Yucatn varias escuelas religiosas, e incluso, la Iglesia restituy el
diezmo entre la sociedad pudiente en la forma que antiguamente se practic y consider
pecado grave y con castigo de excomunin al que se resistiera, se opusiera o descuidase en los
pagos, en evidente omisin a los preceptos constitucionales.
En la sociedad meridana del porfiriato fueron muy esperadas las fiestas religiosas
anuales dedicabas al Cristo de las Ampollas, en ellas destac la participacin de varios gremios
catlicos que representaban prcticamente a la poblacin de la ciudad y de otras localidades del
interior del Estado. Los fieles catlicos organizados se esmeraron en participar en los festejos
religiosos y profanos y colaboraron frecuentemente en mejoras en la catedral. En sntesis,
puede concluirse que a pesar de varias restricciones que haba impuesto el gobierno civil a la
Iglesia catlica, esta recuper su importancia en la sociedad yucateca y mantuvo su vigencia
que se reflej en otros ambientes, como en la cultura, y la poltica. Los intereses de la Iglesia,
fincados en la oligarqua, y su accionar en la poltica afectaron la institucin con la llegada de la
Revolucin a Yucatn, y uno de sus conos, el Seor de las Ampollas, fue destruido para cerrar
una historia de devocin e iniciar una nueva.
En ste contexto se estudiar la devocin del Cristo de las Ampollas en Yucatn, como
uno de sus principales instrumentos de control social y religioso de la Iglesia para manifestar su
vigencia ante la imposicin de diversos decretos polticos que limitaron parcialmente su
accionar.
Desde el siglo XIX hasta nuestros das no es casual encontrar en la prensa, documentos,
libros y dems publicaciones relacionadas con la religin de Yucatn, espacios dedicados al
Seor de las Ampollas sobre el origen milagroso en Ichmul, la capilla, las fiestas, los gremios, la
destruccin de la imagen, la rplica y la devocin en general. Estos temas se pueden ver
brevemente en las obras de vila (1979), Bretos (1992), Cantn (1943), Millet (1995), Negroe
(1994), Rasmussen (2001) y Surez (1981). Otros trabajos proporcionan ms informacin del
tema: como en Carrillo y Ancona (1887, 1979 [1895]) que tratan sobre el origen de la imagen y
la devocin a fines del siglo XIX; Fernndez y Negroe (1994) estudiaron las fiestas a fines del
2
mismo siglo, finalmente Negroe (1999) realiz un trabajo que va de los orgenes del Cristo del
perodo colonial al siglo XIX, se ocup de la leyenda, posible origen de la imagen, trat la fiesta
y la devocin en general, proporcion informacin novedosa de archivos, como el listado de
alhajas del Cristo de 1897, y cit tambin la destruccin de la imagen en 1915. Sin embargo
estas aportaciones cubren de manera parcial el tema. La oportunidad de identificar amplia
documentacin indita vinculada con el Cristo ampli las posibilidades de profundizar en su
estudio, en conocer la importancia que tuvo el culto y la manera en que se desarroll entre los
cambios polticos que experiment Yucatn y la Nacin en el perodo planteado.
La devocin de la imagen adquiri tal popularidad, que la gama de temas relacionados
con ella es tambin rica. Milagros, Hermandades, cofradas, capellanas, obras pas, procesiones,
calamidades, gremios, religin popular, Cristos negros, fiestas, novenarios, indulgencias,
Reforma, obispos, catedral, Revolucin y tantos temas ms, forman parte de la historia del
Seor de las Ampollas.
El proyecto inicial consider conocer la devocin desde el origen de la imagen en el
siglo XVII, hasta 1915. A propuesta de mi asesora se recort la temporalidad de la
investigacin considerando en primera instancia que fue durante el porfiriato cuando la
devocin adquiri importancia. Esto se pudo comprobar con cierta facilidad al registrar,
principalmente, amplia informacin hemerogrfica sobre el tema y se decidi centrar la
atencin del trabajo desde mediados del siglo XIX para incluir tambin de qu manera se
desarroll el culto ante la Reforma.
Como todo trabajo histrico, este documento no puede considerarse concluido, la
construccin de las tablas, la informacin grfica, y los anexos estn sujetos a
complementarse, pero con el material obtenido se pueden sustentar los diversos postulados y
dar respuestas a las interrogantes planteadas lneas arriba. La amplia interaccin socio cultural
que tuvo la devocin en la poca permite considerar la posibilidad de profundizar o desarrollar
otros proyectos con los resultados obtenidos.
Este documento se presenta en cuatro captulos y los anexos. En el primero, como
introductorio, se consider pertinente realizar un bosquejo sobre la devocin de los Cristos
negros en razn de que existen en la geografa regional otras imgenes con ese matiz que
tienen especial veneracin, incluso varias esculturas en madera en del interior del Estado tienen
idntica advocacin del Cristo originario de Ichmul. Se analiza la citada leyenda, sus
caractersticas ampollas, la negritud y sobre la posibilidad de que la imagen haya sido trada
3
de Guatemala, donde tiene gran devocin desde el siglo XVI el Cristo negro de Esquipulas. El
culto a esta imagen dej huellas en Yucatn que aun es posible conocer. Aunque el perodo
principal de esta tesis es de 1850 a 1915, se consider pertinente incluir en la parte final de este
captulo, para enmarcar el estudio histrico, un breve resumen de los eventos representativos
relacionados con la imagen, desde 1645, ao en que la imagen fue llevada a Mrida.
En el siguiente captulo se esbozan las condiciones polticas y religiosas que permearan
en Mxico y en Yucatn desde el siglo XIX a 1915. Ya que en este contexto se consolid la
devocin del Seor de las Ampollas, se consider realizar un acercamiento a los
trascendentales sucesos que iniciaron la lenta transformacin de la vida religiosa que dominaba
el pensamiento y el quehacer, a una sociedad laica. Se analiza tambin el comportamiento de la
poltica porfiriana de complacencia hacia la Iglesia catlica tambin en escala regional, lo que
se ha dado a llamar el Clericato.
En el tercer captulo se analiza de qu manera tanto el gobierno civil como el
eclesistico aceptaron la devocin institucionalizada del Seor de las Ampollas. El
reconocimiento del Estado al culto de la imagen no se dud durante el Antiguo Rgimen, pero
con la emancipacin de Espaa, con el paso de los aos, algunos privilegios de la Iglesia, el
fuero que la protega, y los poderes espirituales y econmicos que gozaba fueron
cuestionadosy tambin la devocin de la imagen. Sin embargo, las instituciones crediticias
establecidas en la Colonia y algunas de nueva fundacin, siguieron fortaleciendo la economa
del clero y la vigencia de la religin, y con la ideologa imperante mantuvieron las
organizaciones devotas y el reconocimiento de ellas por parte del Estado. Esta situacin
cambi radicalmente con las Leyes de Reforma que secularizaron, no con facilidad, a la
sociedad. La Iglesia emprendi nuevas estrategias para recuperar su antigua influencia, entre
otros aspectos, estuvo la tcita aceptacin que el gobierno dio a los gremios catlicos para
celebrar de diversas maneras su devocin.
En el cuarto y ltimo captulo se estudian los diversos medios que emple la Iglesia
para mantener la vigencia del culto a la imagen del Seor de las Ampollas. Entre las estrategias
que la institucin sigui para dicho propsito se dio la continuidad de antiguas disposiciones,
como realizar novenarios en situaciones de inestabilidad o calamidades, ofrecer indulgencias
por la devocin, festejar a la imagen en septiembre y octubre, y realizar inhumaciones o
depositar osarios en la capilla. Tambin se impusieron nuevas medidas, como aprobar la
devocin a artsticos grabados del Cristo que podan ser adquiridos y venerarlos en privado, as
4
como promover la donacin de recursos de los fieles para financiar la adquisicin de equipos
para el culto, decorar y modernizar la capilla y la catedral.
En la parte final de este captulo hago referencia a la relacin del Estado con la imagen.
La imposicin del gobierno del General Salvador Alvarado (1915-1918) como principio de la
instauracin del movimiento revolucionario en Yucatn, consinti la destruccin de varias
imgenes religiosas, obras sacras artsticas e histricas, entre las que estuvo el Seor de las
Ampollas. Estos hechos se sumaron a una serie de medidas anticlericales para debilitar la
estructura de la Iglesia, que el General consider un obstculo para su gobierno y decidi
combatir lo que llam expresiones de fanatismo de los fieles a la religin.
En los anexos se trascriben varios documentos y textos que consider representativos
para este estudio, ya que sirvieron para sustentar los diversos temas que se tratan. Tambin se
incluyen tablas que resumen la informacin relevante recopilada.
Para la realizacin de esta tesis cont con la valiosa informacin que me
proporcionaron documentos que con celo resguardan los responsables del Archivo General
del Estado de Yucatn (AGEY), de la Biblioteca Yucatanense (BY), del Archivo Histrico de
la ciudad de Mrida (AHCM), as como del Archivo General de la Nacin de la ciudad de
Mxico (AGN). El material grfico proviene de la Fototeca Guerra de la Facultad de Ciencias
Antropolgicas de la Universidad Autnoma de Yucatn, de la Pinacoteca Juan Gamboa
Guzmn del Instituto Nacional de Antropologa e Historia (INAH) en Mrida, del Museo de
la Ciudad de Mrida, del Venerable Cabildo Metropolitano y de colecciones particulares. El
material bibliogrfico y hemerogrfico se consult en acervos de instituciones pblicas y
privadas de la ciudad de Mrida y de la capital de la Nacin. No fue posible tener acceso al
Archivo del Venerable Cabildo Metropolitano de Yucatn (AVCMY) y al Archivo Histrico de
la Arquidicesis de Yucatn (AHAY), en cambio, se integr la informacin relacionada con mi
tema que algunos investigadores han podido identificar en dichos acervos y que han sido
publicados; tambin se obtuvo valiosa informacin con la asesora personalizada de
especialistas en el tema y sacerdotes, as como en varias visitas que se hicieron a la catedral y a
la capilla del Seor de las Ampollas.
Con la informacin que obtuve fue posible acercarme a la temporalidad definida para
estudiar, sustentar y conocer una parte significativa de la historia de una de las devociones
religiosas catlicas ms antiguas y significativas de Yucatn y de la ciudad de Mrida en
particular.
5
CAPTULO 1
mitos y sucesos milagrosos. Este listado pretende ilustrar cmo en varias regiones de la Nueva
Espaa tuvo importancia el culto a la representacin del Cristo Negro. A continuacin, se
incluye informacin de algunas de estas imgenes, como muestra del inters y devocin que han
tenido tanto en las comunidades de origen y sus cercanas as como por parte de los estudiosos
del fenmeno religioso construido entorno a ellas.
El Cristo de Esquipulas, cuyo santuario se encuentra en la ciudad del mismo nombre en
Guatemala, tiene tambin amplia devocin en Centroamrica y Mxico, se registran incluso
altares a esta advocacin en Estados Unidos y Canad; de las imgenes citadas es al parecer la
ms estudiada,5 Navarrete seal que posiblemente fue la advocacin ms venerada durante la
La religin popular como parte de la historia cultural, se diferencia de la religin oficial o la ejercida por la
jerarqua eclesistica en que sus prcticas pueden mezclar actos profanos y sagrados e incluir rituales de carcter
supersticiosos de reminiscencias ancestrales de la poblacin subalterna, fuera del control de la Iglesia; vase
Poupard (1997: 1505-1511). La religin popular en Yucatn ha sido estudiada entre otros autores por Redfield
(1944), Vrguez (1989), Farris (1992), Fernndez y Negroe (1997), Savarino (1997) y Rugeley (2012).
4 Velasco (1997: 17) reporta este nmero para Mxico.
5 Monroy 2004: 48-50; Navarrete 2007, 2010.
3
Colonia y la que obtuvo mayor popularidad.6 Aunque en parte su origen est inscrito entre
leyendas y milagros, se localiz el contrato de su factura en donde se indica que en 1595 se
encarg la obra al escultor Quirio Catao en Guatemala.7 Cuatro siglos despus se realiz un
trabajo de restauracin donde se determin que en realidad la escultura fue ennegrecida por la
exposicin a la que estuvo, antes de ser debidamente protegida del humo de las velas, copal y
rajitas de ocote.8 El da cumbre de su fiesta es el 15 de enero, al igual que otro Cristo negro en
Mxico cercano a Guatemala, el de Tila, y que permite asentar un posible sincretismo entre
dichas imgenes.9
El culto al Cristo de Esquipulas tambin fue promovido en Tabasco desde que
perteneci a la Dicesis de Yucatn (1561-1880). La primera catedral del actual obispado de
Tabasco, construida en Villahermosa en el siglo XVIII y hoy desaparecida, fue dedicada al
Seor de Esquipulas; tambin en otras poblaciones de aquel Estado, como en Teapa, fueron
edificados otros templos dedicados al Cristo de aquella advocacin.
En Dzemul Yucatn se conserva posiblemente la nica imagen de Esquipulas en el
Estado, esta escultura es de buena factura y es completamente de color negro. Ya se realizaban
fiestas en su honor a medidos del siglos XIX, poca en que fue construida la capilla que lo
cobija, a un costado de la plaza principal, recinto que an se conserva.10 En Itzimn, antes un
pueblo cercano a Mrida y hoy integrado a ella, se vener otra imagen del Cristo de Esquipulas
pero si ignora si era de color negro, aparentemente no lo fue, las crnicas identificadas no
informan de ese detalle.11 Tello apunt que para construir la iglesia donde se vener aquella
imagen fue destruido un antiguo adoratorio maya, y que a un costado de la pila bautismal, que
tiene grabado el ao de 1689, se resguard la imagen cristocntrica.12 He identificado referencias
precisas en los siglos XIX y XX sobre de la devocin al Cristo de Esquipulas en ese templo, las
Navarrete 2010: 2.
Segn Bravo (1992: 25) Catao fue de origen criollo; Monroy (2004: 46) seal que naci en Portugal, as
tambin se indica en la siguiente direccin, donde se incluye el contrato de la escultura
http://cristonegro.esquipulas.com.gt/quirio_catano.htm, consultado el 18 de junio de 2014.
8 Navarrete 2007: 10.
9 Navarrete seal un posible vnculo entre estas dos imgenes y con el Cristo negro de Otatitln (2010: 2);
Velasco por su parte, llam mito historizado a una narracin sobre el origen de los Cristos de Esquipulas,
Otatitln y Chalma, refiri que fueron realizados a fines del siglo XVI por el ingls John Dornier, por encargo de
Felipe II, y que fueron trasladados primero a Veracruz (Velasco 1997: 129,130).
10 La construccin fue costeada por Jos H. Ortega (Fernndez 1945, I: 145, 146). La fiesta de 1851, seguramente
con un novenario, se proyect concluirla el 12 de octubre. En la actualidad se realiza su novenario en septiembre,
concluye con una procesin el 14, da de la Exaltacin de la Cruz.
11 En San Lorenzo Zinacantn, Chiapas, se venera un Cristo de Esquipulas de color blanco (Navarrete 2010: 3).
12 Tello 2001: 13, 16. Posiblemente la estructura de la primitiva capilla sirvi para construir la iglesia que hoy se
conserva. En la fachada principal hay empotrada una lpida con la inscripcin del ao 1719, y en interior, en el
sotocoro, hay otra que tiene grabado 1710.
6
7
fiestas en su honor se realizaron en los meses de mayo y junio.13 Una publicacin de 1888
relativa a un robo perpetuado en el templo refiere que la devocin se vena haciendo de tiempo
inmemorial, y da constancia de la prdida de varias alhajas de la imagen:
Robo en Itzimn.- En la noche del 29 del prximo pasado, ya para el amanecer el 30 tuvo lugar un robo
escandaloso en la iglesia de Itzimn, auxiliar de la parroquia de Santa Ana.
El robo hecho ha sido de una cruz y peana, una aureola, corona, unos clavos y doce rosetas de plata
dorada, objetos todos pertenecientes a la imagen de N. S. Jesucristo, que bajo la advocacin del Seor de
Esquipulas se venera en aquella iglesia desde tiempo inmemorial. Adems fueron robados una media
luna de plata de la Pursima, y varias ozucenas (azucenas) y simulacros tambin de plata. 14
Los primeros reportes que identifiqu sobre fiestas religiosas en el entonces pueblo de Itzimn son de la dcada
de los 60 del siglo XIX, seguramente se dedicaban al Cristo de Esquipulas. Adems de la cita de 1888, se da
constancia de la realizacin de las fiestas a esta advocacin en 1912 (La Revista de Mrida, nm. 7608, ao XLIII,
19 de mayo de 1912, p. 4 y nm. 7614, 26 de mayo de 1912, p. 4, Mrida, Mxico) y 1921; en 1912 tambin se
efectu en el mismo templo la fiesta de la Virgen del Perpetuo Socorro (La Revista de Mrida, nm. 7627, ao
XLIII, 11 de junio de 1912, p. 3, Mrida, Mxico).
14 La Revista de Mrida, nm. 1719, ao XX, 3 de julio de 1888, p. 3, Mrida, Mxico.
15 La Revista de Yucatn, nm. 1947, ao V, 2 de julio de 1921, p. 4, Mrida, Mxico. No se determin cundo se
dej de practicar su devocin y el destino de la imagen. En 1930 se reimprimi en Mrida un novenario a esta
advocacin, se indic que la fiesta se realizaba del 7 al 15 de enero, de manera similar que en Guatemala, aunque
es probable que solo se refiera a la transcripcin del texto del siglo XVIII (De Paz, 1930: 3).
16 Navarrete 2010: 4. El cura Nicols de Paz fue autor del primer novenario del Seor de Esquipulas, del que no
se conoce ejemplar. En oposicin a esta informacin, Navarrete seal previamente, que probablemente el primer
novenario impreso fue hecho despus de 1759 cuando se consagr el templo que cobija la imagen. Fueron hechas
reimpresiones en 1771, otra en Mxico fue de 1793. Agreg que a partir de 1831 adquiri popularidad otra
novena al mismo Cristo hecha por Miguel Muoz (Navarrete 2007: 16, 103, 104).
13
Examinador sinodal, el obispo yucateco ofreci 200 das de indulgencias por s y a virtud de
hermandad que tiene acordada con los Ilmos. Sres. Obispos catlicos a quien las practicaren
devotamente dicha Novena, o cualquier da de ella.17
Es importante sealar que son escasas las imgenes de los santuarios cristocntricos
citados que se han podido precisar la temporalidad de sus orgenes: adems del Cristo de
Esquipulas de Guatemala se pueden referir los siguientes casos: en 1565 fue adquirida
probablemente en Veracruz la talla del Cristo de San Romn.18 El Cristo de Tila es de fines del
siglo XVI, la obra probablemente sea del imaginario guatemalteco Antonio de Rodas; 19 tambin
de fines del mismo siglo es el Cristo de Otatitln.
En la ciudad de Mxico tiene amplia devocin el Cristo o Seor del Veneno, escultura
que se encuentra en la catedral. La imagen fue venerada desde el siglo XVI por los dominicos
en un seminario llamado Porta Coeli (Puerta del Cielo), cerca del Templo Mayor. En el siglo
XVIII se cree que ocurri un milagro: la imagen absorbi el veneno que le fue puesto en los
pies, para evitar que la pcima le cause la muerte a un ferviente devoto que diario oraba ante el
Cristo y le besaba los pies. Incluso se dice que la imagen, mientras absorba el venero, flexion
las piernas para evitar que el devoto la besara. Desde entonces se dice que adquiri el color
negro y qued con las piernas en la posicin que adopt al absorber el veneno. Al parece la
imagen original se perdi en un incendio en 1944 y fue repuesta con la que conserva la catedral.
Se han realizado otras rplicas que han permitido extender el culto.20
Antes de ocuparme del Cristo de las Ampollas har un breve estudio de otras
devociones de Cristo Negros que existen en el estado de Yucatn, adems del Seor de
Esquipulas de Dzemul, del que se hecho mencin. Las dems imgenes estudiadas son las
siguientes:
De Paz, 1930: 1, 2. Esto supone la continuidad de la prctica de la devocin en Yucatn en 1930. Como he
indicado, se conserva el Cristo negro de Esquipulas de Dzemul al que se le realiza su novenario y procesin. La
reimpresin yucateca no la report Navarrete en el amplio estudio que realiz (2007: 102-119), en esta versin se
suprimi el ttulo y contenido y ligero bosquejo de los Milagros que ha obrado como aparece en la reimpresin de
1771; se transcribi que un obispo, seguramente de Guatemala tiene concedidos por cada da de la Novena
cuarenta das de indulgencia, adems de los 200 das que concedi el obispo Guerra en 1856.
18 Lpez de Cogolludo (1867: 357) seal que el Cristo fue adquirido en un viaje a Nueva Espaa. Rivas (1937)
indic que fue comprada en el puerto de Alvarado, Veracruz, cuando acababa de recibirse de Civitavecchia, Italia.
No obstante, Taracena seal que segn la tradicin, la escultura es de origen guatemalteco (2012: 29).
19 Monroy 2004: 46. Tambin se considera la probabilidad de que esta imagen haya sido tallada por Quirio Catao
(Ibdem.).
20
Palma
2004:
41,
42.
http://www.siame.mx/apps/aspxnsmn/templates/?a=5491.
http://leyendascoloniales.blogspot.mx/2012/05/el-cristo-del-veneno-sucedio-en-la.html.
http://elsenordelhospital.blogspot.mx/2009/09/el-senor-del-veneno-el-cristo-negro-de.html, consultadas el 18
de junio de 2014.
17
10
destruida en 1919.21
Tambin se cuenta con escasa informacin sobre la temporalidad de estas imgenes, es
probable que la de mayor antigedad haya sido el Seor de las Ampollas que se vener primero
en Ichmul y finalmente en la catedral de la Dicesis yucateca,22 que ser tratado con amplitud.
Por ahora se incluyen las principales referencias que obtuve de las otras imgenes mencionadas.
Quintal report que existen cinco santuarios de Cristos negros en Yucatn: tres son
de la advocacin del Cristo de las Ampollas (los que se veneran en Mrida, Chumayel e Ichmul)
y los de Sitilpech y de La Exaltacin de Citilcum,23 pero pueden tambin considerarse como
santuarios los otros referidos lneas arriba, porque diversos gremios catlicos practican su
devocin que incluyen peregrinaciones.
El Cristo del templo de Kanasn debi ser adquirido en la primera dcada del siglo
pasado, se sabe que las Juntas Directivas de los gremios catlicos de la devocin realizaron
gestiones en 1903 para adquirir la imagen de tamao natural del Cristo de las Ampollas,24 en
1918 se realiz sin contratiempos la fiesta anual dedicada en su honor.
Sobre la imagen de Chumayel document que en 1880 se realiz su fiesta, se vener bajo
la advocacin del Santo Cristo del Amor, posiblemente sea la efigie que conserva el templo ya
con el ttulo del Seor de las Ampollas. Reportes previos a aquel ao sealan que en Teabo,
cercano a Chumayel, se realizaron festejos al Cristo de sta ltima poblacin, al cual llamaban
El Santo Cristo de Chumayel,25 se presume que la imagen se llevaba en procesin de
Sols Sosa 2013.
Segn la tradicin, la imagen fue originaria de Ichmul, Chikindzonot en el siglo XVII. En 1645 fue trasladada a
Mrida y destruida en 1915; la que actualmente se venera en catedral, con idntica advocacin, fue dispuesta en
1919.
23 Quintal, et. al., 2003: 331.
24 La Revista de Mrida nm. 5105, ao XXXV, 26 de noviembre de 1903, p. 1, Mrida, Mxico.
25 La Razn del Pueblo nm. 617, ao V, 6 de septiembre de 1871, p. 4, Mrida, Mxico. La invitacin para la fiesta
seala que se realizaba todos los aos.
21
22
11
Chumayel a Teabo posiblemente porque la efigie fue resguardada en una cueva en terrenos de la
jurisdiccin de Teabo en algn tiempo durante la Guerra de Castas, sitio donde lugareos la
encontraron.26
De Kinchil nicamente localic que la fiesta del poblado se realiz en 1883.27 El templo
que cobija el Cristo de las Ampollas es el principal de la poblacin, al menos una parte de dicho
recinto debi construirse durante el perodo colonial.28
En Chicxulub Pueblo se anunciaron las fiestas religiosas en 1883,29 en 1925 y 1929 se
public sobre los festejos al Cristo de las Ampollas con la activa participacin de los gremios.30
En el templo de Ichmul document que por disposicin del arzobispo Manuel Castro
Ruiz (1969-1995) fueron instalados en 1976 y 1992 rplicas del Seor de las Ampollas con el
propsito de preservar o recuperar la tradicin del sitio donde tuvo su origen la veneracin del
Cristo ampollado en Yucatn; se ignora el destino de la primera de estas imgenes, obra que
aparentemente no era en color negro, solo se preserva en el sitio la ltima de ellas.31 Al parecer
no fue repuesta otra rplica del Cristo desde el siglo XVII hasta 1976 a pesar de que fue
construido un nuevo templo, probablemente en la primera mitad del siglo XIX. Por varios aos
del siglo pasado el asentamiento no fue considerado parte de Yucatn, sino del estado de
Quintana Roo. Desde hace varias dcadas se realiza durante el mes de abril una peregrinacin
anual a la poblacin en honor al Seor de las Ampollas. La rplica elaborada en 1992 estuvo
presente en la celebracin eucarstica que ofici el papa Juan Pablo II en Xocln, Mrida, en
1993.
En 1859 se public la realizacin de fiestas religiosas en Ticul, probablemente dedicadas
al Cristo;32 en los aos 20 del siglo pasado se realizaban en el barrio de San Juan la fiesta al
Cristo de las Ampollas.33
Diario de Yucatn nm. 31,303, ao LXXXVI, 28 de abril de 2012, p. 6, seccin Yucatn, Mrida, Mxico.
El Eco de Comercio nm. 343, ao IV, 28 de abril de 1883, p. 4, Mrida, Mxico.
28 Fernndez 1945, I: 283-285.
29 El Eco del Comercio nm. 314, ao IV, 16 de enero de 1883, p. 4, Mrida, Mxico.
30 Diario de Yucatn nm. 139, ao I, 16 de octubre de 1925, p. 5; Diario de Yucatn nm. 1603, ao V, 19 de
octubre de 1929, p. 7, Mrida, Mxico.
31 Diario de Yucatn nm. 18,288 y 18,289, ao LI, 13, 14 de abril de 1976, p. 5 y Diario de Yucatn, nm. 24488, ao
LXIX, 24 de julio de 1993, p. 4 seccin local, Mrida, Mxico. Esta ltima rplica fue elaborada por Octavio
Briceo, originario de Ticul.
32 El Constitucional nm. 93, ao I, 6 de mayo de 1859, p. 4, Mrida, Mxico.
33 La Revista de Yucatn nm. 2051, ao V, 14 de octubre de 1921, p. 5, Mrida, Mxico; Diario de Yucatn nm.
137, ao I, 14 de octubre de 1925, p. 5, Mrida, Mxico.
26
27
12
La fiesta del Seor de Sisal ya se realizaba en 1861,34 tambin hay reportes que se
efectuaron en los aos 80 del siglo XIX y en la dcada de los veinte del siglo pasado. La imagen
es resguardada en el templo de San Francisco en Hunucm; en la actualidad se contina
rindiendo culto, en el antiguo puerto se realiza una peregrinacin que incluye un traslado por
barco en la costa.
Entre las celebraciones religiosas ms tradicionales del oriente yucateco estn las que se
practican en Izamal cuando recibe al Cristo de la Exaltacin de Sitilpech. La peregrinacin se
realiza desde 1853 y fue motivada para aplacar el azote del clera morbus que sufri la regin en
aquel ao.35 El Cristo Negro es venerado en Izamal durante su fiesta en noviembre en la capilla
de San Juan en el barrio del mismo nombre, en un extremo de la ciudad, dicha capilla tambin
es conocida como del Santo Cristo de Sitilpech; en la poblacin de su origen la imagen
pertenece al templo dedicado a San Cosme.
El Cristo de la Exaltacin de Citilcum, Izamal, tena su fiesta en Tekant, a donde se
llevaba en procesin ya desde los aos 60 del siglo XIX,36 al parecer se realizaba haca aos. La
imagen es tambin conocida como El Seor de Citilcum, la tradicin de la peregrinacin se
mantiene hasta nuestros das.37
Es importante sealar que se ha difundido una leyenda que seala contemporneas y
milagrosas las apariciones de los Cristos de Sitilpech y de Citilcum. Este relato relaciona las
imgenes con los traslados de la Virgen de Izamal a Mrida.38 Como es sabido, aquella imagen
de Izamal no fue llevada a Mrida en el siglo XIX. Aunque no encontr referencias sobre el
origen de las imgenes de estos poblados del municipio de Izamal, ni documentos del clero que
confirmen o reprueben la nota periodstica sobre el inicio de las peregrinaciones con el Cristo
de Sitilpech, puede considerarse que ambas esculturas eran antiguas y que tambin por la
distancia a Mrida, no se les asign la advocacin de Las Ampollas. Tambin existe la
posibilidad de que en 1853 se haya iniciado las peregrinaciones de Citilcum a Tekant. Como se
ver ms adelante, aquel ao se instaur la realizacin de misas diarias dedicadas al Seor de las
Ampollas en Mrida por haberse declarado el trmino de una epidemia de colera morbis.
Boletn Oficial de Estado de Yucatn nm. 17, 27 de noviembre de 1861, p. 4, Mrida, Mxico. La imagen tambin
es conocida como el Cristo de las Ampollas.
35 El Eco del Comercio nm. 85, ao I, 6 de noviembre de 1880, p. 3, Mrida, Mxico.
36 El Espritu Nacional nm. 10, tomo I, 22 de enero de 1862, p. 4, Mrida, Mxico.
37 En Tekant, durante su estada en 2007, le fueron sustradas sus alhajas (Diario de Yucatn nm. 29,701 ao
LXXXII, 29 de noviembre de 2007, p. 14, seccin local, Mrida, Mxico).
38 Briceo 1997: 81-85.
34
13
14
Las procesiones religiosas pblicas fueron suprimidas en 1861. Las procesiones del Seor de las Ampollas que
actualmente se realizan alrededor de la plaza principal de Mrida los das 9 de octubre probablemente se
reiniciaron en 1992.
44 El templo de San Antonio de Padua de Izamal, donde se venera la Virgen de la Inmaculada Concepcin, tiene
un Cristo negro dispuesto en el sotocoro, al otro extremo del bautisterio.
43
15
Carrillo y Ancona 1979, I: 349, 350, 495-497; dem 1979, II: 550-563; Sols Robleda 2005: 50-54; Lpez de
Cogolludo 1868: 106-123.
46 Roys 1957: 136, 140. El linaje maya del sitio eran de los Cochuahes (Snchez 1996: 95).
47 En el siglo XVI se suele referir a Ichmul como Tepaca, Ychmul y Tukuxche (Garca 1978: 530. Roys
1957: 140) posibles nombres de los asentamientos que se concentraron luego en Ichmul de acuerdo a las
prcticas que se realizaron en aquellos primeros aos de la dominacin espaola de reubicar asentamientos para
tener ms control de la poblacin indgena. En 1549 se contabilizaron 150 indios tributarios (Garca: 1978: 39).
48 Existen discrepancias sobre este suceso. Carrillo y Ancona (1979, II: 555) seal que la doctrina de Ichmul fue
secularizada por el obispo De Toral (1561-1571) y devuelta a los franciscanos por el obispo Diego de Landa
(1572-1579) en 1573; Bretos (1992: 142) por su parte indic que los franciscanos ocuparon el sitio en 1571; Lpez
de Cogolludo (1868: 39) seal que en 1576 Parece haberse ya hecho la fundacin del convento de Ichmul;
finalmente Artigas (1983: 187) refiere un documento en donde se seala que el establecimiento franciscano fue
fundado en 1576.
49 Bretos, 1992: 142.
50 De Ciudad 1993, II: 328. La poblacin en su jurisdiccin fue de 2,831 habitantes en 1586, ocupaba la dcima
posicin de las 21 doctrina reportadas (Scholes 1938: 100).
51 Lpez de Cogolludo 1868: 376. Carrillo y Ancona 1979, I: 495.
52 Carrillo y Ancona 1979, I: 495.
45
16
17
obra, tal decisin la tom en agradecimiento a la interseccin del Cristo, ya que asegur que se
recuper milagrosamente de una enfermedad.
A continuacin se abre un parntesis para analizar los conceptos empleados en esta
tradicin y las condiciones que rodearon la leyenda del origen de la imagen, con el propsito de
establecer parmetros, que de manera lo ms objetiva posible, permitan comprender los
hechos.
Anlisis crtico del origen del Cristo de las Ampollas.
En 1841 se public en Campeche una relacin de notas histricas del perodo colonial
de Yucatn titulados Manuscritos Inditos. Aunque varias referencias presentan errores,
como en el caso de la publicacin que se hizo relativa al Cristo de las Ampollas, impuls aos
ms tarde al obispo Carrillo y Ancona (1887-1897) a rebatir prcticamente cada lnea del
escrito. El texto, motivo del primer debate pblico sobre el origen del Cristo, es el siguiente:
Vino de obispo el Sr. D. Fr. Domingo Ramrez de Arellano a 15 de mayo de 1651: en este ao hay
rumores que se incendi la iglesia de Ichmul, y habindose reducido a cenizas, qued incombusta la
imagen de Cristo crucificado de las ampollas, que se venera en la catedral de esta ciudad, y que el Ilmo.
Sr. D. Fr. Luis de Cifuentes yendo de visita a Ichmul (informado del prodigio) se la trajo: pero todo no
pasa de una vulgaridad: lo primero porque el Sr. Obispo Cifuentes, lleg a Yucatn el ao de 1657, y en
el de 1656 ya estaba la Imagen en la catedral, como hay constancia de lo uno y de lo otro: lo segundo,
porque el R. P. Fr. Diego Lpez de Cogolludo que viva aqu en 1651, y escribi la historia del pas hasta
1654, fue muy diligente en narrar los milagros, y las cosas sobresalientes que sonaban en aquel tiempo, y
nada dijo al de esta santa imagen, ni de sus milagros, ni de la novena que ha publicado en 1795 el
capelln del mismo seor, se menciona su asombrosa incombustibilidad, como era regular. No obstante,
algunos sacerdotes movidos de una piedad indiscreta la propalan como cierta en el plpito, imbuyendo a
las gentes sencillas en el error. Pastotes corun seduxerunteos (Jerem. 50).56
Esclarecido que el ao de 1645 fue llevado el Cristo a la ciudad de Mrida, que no fue
el obispo Cifuentes (1659-1676) quien dispuso su traslado, y que dicho traspaso fue de Hocab
a Mrida y no de Ichmul a la capital de la provincia, se analizarn los dems datos de la resea
trascrita y otros detalles que en ella se omiten, anteponiendo a estas observaciones, como se ha
sealado, que no se cuenta hasta hoy de documentos del Cristo de las Ampollas de antes de
1644.
En la segunda de las obras que escribi sobre el Cristo de las Ampollas, Carrillo seal
que en las multiplicadas ediciones que aqu en Yucatn se han hecho posteriormente (al
novenario de 1795), se han aadido versos histricos sobre la tradicin y un relato sobre la
Annimo 1841: 146. Aunque suele atribuirse estos escritos a Jos Nicols de Lara, no hay constancia de ello.
Carrillo y Ancona (1979, I: 487) rebate esa aseveracin. El mismo autor y Molina (1889: 43-46) descalificaron
dichos manuscritos por estar plagados de errores en varias partes de su contenido.
56
18
misma, aunque con muchas inexactitudes57 Parte de esos textos le sirvieron para escribir lo
que narr sobre la tradicin y milagro, pero tal prodigio, seal, fue fielmente transmitida
a generaciones de yucatecos:
Tuvo lugar en Ichmul el milagro? No lo afirmamos, ni menos osamos negarlo. Simples narradores, solo
diremos que a aquel tiempo y a aquellas circunstancias se refieren los prodigios de que hasta hoy se
conserva la fiel memoria transmitida de padres a hijos 58
19
Los documentos de los siglos XVII y XVIII que se han obtenido, una novena
reimpresa de 1795 y otros escritos, omiten referirse a los sucesos de Ichmul, a excepcin de los
breves datos que proporciona un oleo, del obispo Cifuentes (1659-1676) probablemente del
siglo XVII, pero que tambin presenta imprecisiones.62
Otro documento es el incluido en los llamados Manuscrito Inditos publicados en
1841, atribuidos al padre Lara, pero presentan evidentes falsedades, posibles alteraciones o
estn mal referidos. Luego tenemos la informacin que proporcion Justo Sierra en 1845. A
reserva de registrar nuevas referencias, posiblemente que se encuentren en el archivo de la
Arquidicesis de Yucatn y en el Archivo del Venerable Cabildo Metropolitano de Yucatn, no
se tienen mayores noticias. No se sabe cundo lleg o hizo su aparicin el Cristo de las
Ampollas en Ichmul, cundo ocurri, si lo hubo, el incendio del templo, cundo el padre De la
Huerta dej la poblacin, a qu curatos se traslad antes de pasar a Hocab y otros detalles de
inters sobre la imagen. Tales hechos sucedieron, como he indicado, entre 1603, ao en que el
dicho sacerdote ocup la cura de Ichmul y 1644 cuando falleci en Hocab. Carrillo y Ancona
(1979, I: 507) supone que el incendio ocurri en el primer tercio del siglo XVII.
Aunque las leyendas y tradiciones se conforman de narraciones, tanto de sucesos
naturales como sobrenaturales, en casos como el presente, cuando existieron evidencias
materiales relacionadas con aquellas y sin documentos, es pertinente profundizar en sas
evidencias, en cmo justificar su origen, ms que fijarnos en los relatos tradicionales que suelen
ser subjetivos y sin sustento. Esbozado el propsito perseguido, se analizarn los siguientes
detalles relacionados con la imagen.
Adems de la multicitada tradicin milagrosa, existen algunos documentos o teoras
que se oponen a ella. Negroe considera que la concepcin de la imagen fue un medio efectivo
que plane el primer prroco secular en la poblacin para lograr su aceptacin en vista de las
condiciones adversas que enfrent al ocupar el curato. Aade que probablemente por ser la
imagen de su propiedad, no tuvo dificultades para llevarla consigo cuando se traslad a otro
curato.
62
20
Hizo notar la disposicin que tuvo la imagen de ser trasladada a otro lugar sin
oponerse a ello y en aparente conformidad de los devotos de Ichmul, ambos hechos
contrastan con lo que tradicionalmente se presenta en otras imgenes con gran devocin.63
Negroe comparte la consideracin que hizo Carrillo y Ancona en relacin a que era
necesario encontrar una justificacin, en otras palabras, un suceso milagroso que pudiera servir
de cortina de humo ante la posicin hostil de los naturales, e impresionarlos con un suceso
sobrenatural que los incline a fijarse ms en la imagen y religin, sirviendo de unin en la
complicada situacin en que estaba divida la feligresa y olvidando los rencores. Dicen Negroe
y Carrillo:
El cura De la Huertasaba que tena que tomar medidas de gran sutileza y a la vez de gran fuerza
para lograr su aceptacin, pero lo ms importante, que sus acciones tenan que demostrar a la
Provincia entera el poder del clero secular.
Todo pareca indicar que para desvanecer la duda, el temor y la influencia de los franciscanos, se
necesitara de un milagro.64
Esta imagen, como concedida de lo alto para unir al pueblo indgena con su Cura Prroco, al clero
regular con el secular, al clero y pueblo con su obispo, a todo el pueblo entre s y con Dios y con su
Iglesia, es en verdad la mstica bandera de nuestra unin. 65
Al origen milagroso del Cristo se sum el desastre del incendio del templo de Ichmul,
accidente del que no se tienen informes contemporneos al suceso, y por lo tanto, se ignora su
veracidad.66 Negroe expone que la imagen pudo encargarla De la Huerta para luego hacerla
pasar como milagrosa:
Don Juan de la Huerta mantuvo la imagen del Crucificado como de su propiedad, quiz porque pag
por ella a algn santero guatemalteco, y al llevarla hasta Ichmul, la meti en un cuarto hacindola
aparecer al da siguiente como hecha por un ngel. 67
Como en el caso de Izamal cuando se proyect llevar a Mrida la Virgen de aquella poblacin para aplacar una
peste en 1648: los indgenas condicionaron su traslado reteniendo a un religioso secular hasta que fuese regresada
la imagen (Molina, 1889: 13,14). Otro caso en que fue retirada de su sitio original una imagen, por disposicin de
los franciscanos, se dio con la Virgen de las Montaas (Carrillo y Ancona 1878: 21). Varios autores han sealado
que existi oposicin de los residentes de Ichmul para que la imagen sea trasladada a otro curato (Sierra 1845b:
74. Castillo 1866: 52. Carrillo y Ancona 1979, I: 500) esta versin aunque pudo ser una respuesta natural de los
residentes a la situacin, no est sustentada en documentos de la poca del clero o del gobierno civil. En el
traslado de la imagen de Hocab a Mrida no se seal algn conflicto con los pobladores. Es probable que la
fama del Cristo ya estuviera consolidada en Hocab, lo que hace considerar que debi existir oposicin a la
decisin de retirarlo de ah. El traslado de una imagen a otro sitio debi estar precedido de una campaa de
convencimiento del prroco residente con los vecinos, o en casos complicados, con representantes del alto clero y
probablemente de la fuerza pblica representado por la autoridad civil. Como se ha sealado, tambin se ha
considerado que como dueo de la imagen, De la Huerta pudo llevarse consigo el Cristo a donde dispusiera sin
complicaciones (Carrillo y Ancona 1979, I: 500).
64 Negroe 1999: 282.
65 Carrillo y Ancona 1979, I: 500.
66 No se conservan los informes de las visitas pastorales del obispo Cifuentes (1657-1676) as como de varios de
sus predecesores y sucesores (Carrillo y Ancona 1979, I: 516) que pudieran dar luz al asunto.
67 Negroe 1999: 285. El entrecomillado hace referencia al escrito de Carrillo y Ancona (1979, I: 499) y otras
versiones en ese sentido.
63
21
Por la fotografa que se conserva del Cristo de las Ampollas es deduce que la talla fue
realizada por manos expertas. Existen varios elementos que me permiten inferir que esta obra
fue de origen guatemalteco. Desde el siglo XVI aquella regin fue uno de los principales
centros productores de esculturas en madera de Amrica; entre las numerosas obras religiosas
destacaron los Cristos de la Columna, del Nazareno y las cristocntricas.68 Farris seal que
varias esculturas religiosas de madera del perodo colonial, como imgenes de Cristo, fueron
llevadas a Yucatn. Unas fueron adquiridas en Guatemala, otras en la ciudad de Mxico y en
Espaa, consider poco factible que se haya elaborado alguna en Yucatn.69 Por su parte
Navarrete indic que
Es lgico pensar, que uno de los caminos por los que trasladaron las imgenes veneradas en la pennsula
de Yucatn, siguiera el mismo derrotero que en 1696-1697 tom el gobernador Martn de Ursa, para
dominar el Itz. Sendero siempre transitado, primero por los seoros mayas independientes, luego por
los indios insurrectos.El camino tocaba Flores, en el Petn, segua hasta Bolonchn, en Campeche. En
ambos puntos hay sendas imgenes con fiestas importantes.70
No hay que olvidar que Diego de Landa adquiri en Guatemala, entre 1558 y 1560, dos
imgenes que llev a Yucatn, siendo una de ellas la que se vener primero en Izamal bajo la
advocacin de La Inmaculada Concepcin.71 Tambin he comentado la influencia que tuvo en
Yucatn el Cristo de Esquipulas. Por cierto, es posible distinguir algunas semejanzas entre los
rostros del Cristo de Esquipulas guatemalteco con el del Seor de las Ampollas, en particular
en la disposicin de la barba y el bigote. La escultura ampollada meda 1.15 metros de la cabeza
a los pies y la cruz 2.75 metros de alto.72
Enclavado en la zona central de la Pennsula, Ichmul se localiza no lejano de Peto, paso
obligado del camino que comunicaba Mrida con el Petn, Bacalar, la ciudad de Santiago de los
Caballeros, llamada Guatemala (hoy, La Antigua); de Valladolid al Petn se pasaba por
Chikindzonot e Ichmul, aunque hay que sealar que otra va para llegar a la ciudad de
Guatemala era pasando por San Cristbal de las Casas. La probable difcil comunicacin entre
Mrida y Guatemala, cruzando la espesa selva, se realiz con cierta frecuencia para aquellos
Bravo 1992: 25. Adems de Quirio Catao, fueron destacados escultores Antonio de Rodas y Juan de Aguirre, a
ste ltimo se le atribuye la escultura de la Virgen de la Inmaculada Concepcin de Izamal (Taracena 2012: 31). La
amplia produccin de los talleres de Guatemala incluan imgenes de advocaciones marianas, santas y santos.
69 Farris op. cit. p. 475.
70 Navarrete 2010: 6. El gobernador y Capitn General de Yucatn Martn de Urza y Arismendi desempe el
cargo en tres ocasiones: de febrero de 1695 a febrero de 1696, de septiembre de 1699 a mayo de 1703 y de junio
de 1706 a septiembre de 1708 (Rubio 1945: XLIV).
71 Vase el estudio sobre las imgenes de la Virgen de Izamal de Taracena (2012). Carrillo y Ancona seal que
fue en 1557 cuando Landa viaj a Guatemala para adquirir las esculturas (1878: 18).
72 Carrillo y Ancona 1979, I: 514.
68
22
aos, entre otras razones, porque un tiempo la provincia de Yucatn dependi de la Audiencia
de Guatemala.73
Otra versin del origen de la imagen del Seor de las Ampollas, la ms tarda, la hizo
Cervera (1957). Consider, segn su tradicin, que la imagen fue forjada por un criollo
guatemalteco que trabaj en Ichmul por siete semanas en la escultura; el artfice le pidi al
sacerdote De la Huerta que mantenga en sigilo su identidad,74 otros pasajes de su escrito estn
sustentados de El rbol de la Luz, de los milagros de su indestructibilidad al incendio de la
iglesia; narra una visin del padre De la Huerta sobre la divisin de la pennsula yucateca
basada en la posicin de la imagen; el Cristo fue llevado de Hocab a Mrida en 1645 por
disposicin del obispo y a peticin de los vecinos, para aplacar el colera morbus que causaba
estragos en la capital de la provincia. Luego de practicarle un novenario se pretendi regresar la
imagen a Hocab pero el Cristo manifest su voluntad de radicar en Mrida porque adquiri
tal peso que hizo imposible su traslado; aos despus se le construy su capilla, y es la imagen
que exista en la catedral. Esta narracin, de corte literario, mezcl versiones de la tradicin
popular con la del autor, como se ha analizado, carece de sustento.
Las diferencias entre los cleros secular y regular fueron determinantes en el surgimiento
de la imagen para apaciguar el conflicto entre la feligresa y los cleros, como lo han hecho notar
Carrillo y Negroe. Entre los aspectos que deben sealarse de gran peso, en el impulso que se le
dio al origen de la devocin al Cristo, estn los siguientes:
o
Yucatn dependi primero de la Audiencia de la Nueva Espaa. En 1543 pas a serlo de la Audiencia de los
Confines, para regresar a la primera en 1548. Dos aos despus dependi de nuevo de la Audiencia de Guatemala;
por mandato Real dependi de la de Mxico, ya de manera definitiva, a partir de 1560 (Scholes 1936: VI, VII).
74 Cervera 1957: 8, 9.
75 Llama la atencin el hecho de existir en Yucatn escasas tallas de madera de Cristo en la poca, una de ellas fue
el de San Romn de Campeche. Probablemente las existentes sean posteriores al Seor de las Ampollas, la
referencia ms temprana del Cristo de Sisal, Hunucm es de 1782. Dos imgenes de Cristo en piedra del perodo
colonial, son el Cristo de Man y la Cruz de Cozumel. En Mrida en el ltimo cuarto del siglo XIX se veneraban
los Cristos de La Transfiguracin, La Consolacin, Del Amor y Del Buen Viaje.
76 Son los casos, como ejemplos, de San Roque en Valladolid, San Ildefonso en Mrida y de la Virgen de La
Asuncin de Peto.
73
23
Otras imgenes de Cristo en color negro haban adquirido relevancia, como lo eran el
Cristo de San Romn en Campeche y el de Esquipulas en Guatemala, razn por la cual
seguramente se vislumbraba un rpido reconocimiento e identificacin de la
comunidad con la imagen.
24
Esta condicin ampollada de la imagen probablemente haca que los fieles, al estar
cerca del Cristo, percibieran que era una obra sobrenatural, las ampollas eran el testimonio
irrefutable de haber estado ardiendo sin por eso consumirse, como narr el principal
defensor de la imagen en su tiempo, quien agreg al respecto lo siguiente:
Y estas Ampollas son justamente el testimonio del incendio y la preservacin de la Imagen de la accin
del fuego; y estas Ampollas estn a la vista de todos como la evidente reliquia del incendio; y esta reliquia
ampollada y ennegrecida por el humo hace ms de dos siglos que se conserva y se venera con culto
grande. Extraordinario y general en la Pennsula entera, como el monumento de su propia verdad. 77
25
es probable que la imagen haya tenido el color negro desde antes del incendio, no hay
constancia documental de ello. Ni en la tradicin escrita por Castillo y el novenario de 1795 se
hizo referencia al color negro; otra breve descripcin de las ampollas y el color de la imagen, en
el siglo XIX, hizo referencia a una supuesta pintura negra en la imagen: y con la pintura
levantada a trechos formando ampollas, a lo que debe su nombre.80
El mismo obispo Carrillo y Ancona cuando cuestion la postura del autor de los
Manuscritos sobre la incombustibilidad, seal la posibilidad de la escultura haya sido
rescatada durante el incendio:
Tal vez fue milagro el de la repetida incombustibilidad; la tradicin as lo apunta y nos inclinamos a
creerlo; pero bien pudo ser efecto de la exquisita diligencia que el Cura D. Juan de la Huerta hubiese
empleado con el auxilio de sus feligreses en sacar la Imagen de entre las llamas, y que por lo mismo de
concentrar todos sus cuidados en ella, dejaron que todo se queme y reduzca a cenizas, menos su Imagen
predilecta. Aun as, todo natural, siempre habra motivado el aumento de su amor y culto. 81
80
81
26
La obra de ste autor es fuente obligada para los estudiosos de la religin de Yucatn
en el perodo colonial. Lpez narr sucesos extraordinarios como apariciones, control de
calamidades, sanaciones y dems benevolencias que proporcionaron los santos,
reliquias, advocaciones marianas y el Cristo negro de San Romn. El hecho de omitir en sus
escritos al Seor de las Ampollas ha llamado la atencin de los escpticos y religiosos que le
siguieron. Carrillo y Ancona justific su proceder al sealar que .refiri lo que quiso referir
y cay lo que quiso, lo que olvid, o lo que por inters no le convena consignar82 porque no
vio con buenos ojos que la imagen proviniese de Ichmul, una de las doctrinas secularizadas a
principios del siglo XVII, posesin que defendieron los franciscanos con vehemencia y que
slo pudieron abandonar con el auxilio de la fuerza poltica. Criticando la acusacin de los
Manuscritos sobre el proceder de Lpez de Cogolludo, justific Carrillo la omisin del fraile
de la siguiente manera:
esta clebre Imagen no perteneca a ninguna iglesia de la Orden franciscana sino las del Clero
secular, con la muy notable circunstancia de haber sido la Parroquia de Ichmul a la que corresponda,
esto es, a la primera de las que haban sido quitadas a la Orden y por las cuales mantenan los frailes un
ruidoso pleito
Tena, pues, manifiesto inters en guardar silencio es una publicacin elocuente de la Imagen
milagrosa, porque a ser esta la obra de la falsedad y del embuste, el historiador habra tenido a la mano
un medio que de seguro no habra desperdiciado, para publicar la artera invencin del Clero secular. 83
27
cambiante para construir la consolidacin del culto. Parte de la informacin aqu presentada se
profundiza en los siguientes captulos.
1645.
La imagen fue llevada en procesin de Hocab a Mrida el 5 de mayo. Fue depositada en el
templo de Nuestra Seora de la Consolacin del convento de las Monjas Concepcionistas para
luego ser trasladada en solemne procesin a la catedral el 16 de mayo siguiente. Con esto se dio
cumplimiento al deseo del prroco Juan de la Huerta, de Hocab, que antes lo fue de Ichmul,
sitio donde se concibi la imagen segn la leyenda descrita.85 Los eventos relacionados con la
imagen son desde entonces regulados por el cabildo eclesistico.
Es probable que aquel ao hayan sido trasladados los restos ridos del cura De la
Huerta a la catedral al pie del altar provisional en donde fue depositado el Cristo. Tambin se
puede considerar que a partir de entonces se cre la primera capellana de la imagen, con
fondos que leg para tal propsito De la Huerta.
1659.
Tom posesin del cargo del obispado Luis Cifuentes y Sotomayor (1659-1676) quien decidi
impulsar el culto de la imagen. Inici la construccin de la capilla del Seor de las Ampollas.86
1676.
Falleci el obispo Cifuentes. En cumplimiento a sus deseos, fue sepultado en la capilla del
Seor de las Ampollas, que para entonces debi estar concluida. La obra lleg a feliz trmino
con el impulso pecuniario que hizo Lucas de Villamil. Se asegur que tal decisin la tom al
considerar que fue curado milagrosamente de lepra, a pedimento que le hizo al Cristo. 87 Es
creble que fueran inhumados tambin en la capilla los restos mortuorios de Lucas de Villamil y
Ibdem. La estada temporal de la imagen al cuidado de las monjas fue seguramente para preparar la ceremonia
formal de procesin del traslado del Cristo a la catedral. Siendo una imagen que provena de curatos arrebatados a
los franciscanos, es muy probable que no se considerara depositarla provisionalmente en el Convento Mayor, en
el hospital de los juaninos o que estuviera al cuidado de los religiosos de la Tercera Orden, para no crear
diferencias entre los religiosos y se acord, muy probablemente, que est al resguardo provisional de las monjas,
como imparciales en la decisin.
86 Al parecer el inters que manifest Cifuentes en el Cristo de las Ampollas, en la construccin de la capilla, el
hecho de ser sepultado en este sitio, y probablemente la promocin del culto, supuso que l decidi llevar el
Cristo de Ichmul a Mrida, y sin documentos se trascribi sucesivamente de manera errada que los aos del
incendio del templo de Ichmul y del traslado de la imagen a la catedral fueron respectivamente en 1651 y 1656.
As se document en las litografas de Gahona (1850) y Bolio (1871), en novenarios (Castillo 1866: 52, 53;
Annimo 1914: 4); al pie del oleo de Cifuentes (hecho seguramente en el siglo XVII) se indic que el incendio de
Ichmul ocurri en 1656 (Carrillo y Ancona 1979, I: 520). Parte de esta informacin fue estudiada en 1841
(Annimo 1841), Carrillo y Ancona incluso manej primero aos errados en la historia de la imagen (1979, I: 514)
y luego tuvo oportunidad de rectificar la informacin.
87 Carrillo y Ancona 1947: 13, 14. Otro documento seala que Lucas de Villamil edific la capilla en
1661(Annimo 1923: 4), pero no parece estar apegado a la realidad, en vista de que Cifuentes inici su obispado
en 1659.
85
28
que se hayan trasladado a este sitio los restos ridos del cura De la Huerta. Seran por tanto los
primeros entierros que se realizaron en la capilla, inaugurando una costumbre que perdurara
hasta nuestros das, aunque en la actualidad es de manera restringida.
1689.
Por disposicin testamentaria fueron inhumados en la capilla del Seor de las Ampollas los
restos mortales de la Sra. Josefa Snchez de Aguilar, ltima esposa de Lucas de Villamil. Haba
donado joyas al Cristo tambin como muestra de agradecimiento por la gracia de haber sanado
a su esposo de lepra.88
1699.
Ante una epidemia que padeci la ciudad, el cabildo eclesistico acord realizar un novenario al
Cristo y una procesin el 9 de octubre por las calles, a fin de apaciguar los efectos.89
1700.
El cabildo eclesistico acord realizar cada ao un novenario al Seor de las Ampollas, que
concluyera con una procesin en calles de la ciudad los das 9 de octubre, en recuerdo de la
realizada el ao previo.90
1717.
El papa Clemente XI (1700-1721) aprob la creacin de una cofrada dedicada al Seor de las
Ampollas, concedi indulgencias.91
1736.
Josep de Paredes redact un sermn dedicado al Seor de las Ampollas. Probablemente tal
escrito fue ledo durante el novenario que se haca a la imagen.92
1769.
El cabildo eclesistico decret realizar una solemne misa al Cristo en el da de la Exaltacin de
la Cruz.93
1790.
Se redact en la preparacin de las Ordenanzas Municipales de la ciudad de Mrida el carcter
obligatorio de participacin del cabildo de ciudad en dos procesiones al ao que se realizaban
al Cristo de las Ampollas, la del Lunes Santo de Semana Mayor y en el da 9 de octubre.94
1795.
Millet 1995: 6. Arturo Taracena, comunicacin personal junio de 2014.
Rodrguez 1795: 38; Annimo 1914: 4, 10; AVCMY, Acuerdos del Cabildo Eclesistico, Libro 4, 5 de diciembre
de 1769, citado por Gutirrez Romero 2011: 111.
90 Gutirrez Romero 2011b.
91 Castillo 1866: 52, 53; Annimo 1914: 5. Carrillo y Ancona 1979, I: 501.
92 Paredes 1736: f 166-173vta.
93 AVCMY, Acuerdos del Cabildo Eclesistico, Libro 4, 5 de diciembre de 1769, citado por Gutirrez Romero
2011: 111, 112.
94 AGN, Ayuntamientos, 1798, vol. 141.
88
89
29
Se reimprimi una novena dedicada al Seor de las Ampollas en la ciudad de Mxico, por
disposicin del capelln de la imagen Nicols Rodrguez de la Gala.95
1796.
El fondo del Cristo de las Ampollas otorg un prstamo hipotecario a Nicols Rodrguez de la
Gala.96
1808.
Se practicaron rogativas para apaciguar calamidades.97
1825ca
El obispo Pedro Estvez y Ugarte (1797-1827) concedi indulgencias en la prctica del
novenario al Seor de las Ampollas.98
1828.
Se public el primer nmero del Calendario de Espinosa. Aunque no se tiene referencia precisa
de la inclusin de eventos dedicados al Seor de las Ampollas, es creble que haya sido as,
considerando el amplio contenido religioso que tena y que el impresor recibi financiamiento
para la publicacin por parte del obispo Estvez, quien fue promotor de la devocin de la
imagen.
1833.
Se recurri a la imagen para apaciguar una peste.99
1835.
Waldeck presenci la procesin del Seor de las Ampollas del Lunes Santo, critic que al
Cristo se le considere milagroso por subsistir al incendio de Ichmul y la manera en que se
desempearon los fieles cargadores de la imagen durante la procesin.100
1841.
En el Museo Yucateco se publicaron los Manuscritos Inditos, escritos atribuidos al padre Lara
que puso en tela de juicio la leyenda del origen del Cristo de las Ampollas por omitirlo Lpez
de Cogolludo en su estudio y por no incluir en la novena de la imagen de 1795, el origen
milagroso frecuentemente referido.101
Rodrguez 1795. Se ignora qu ao fue impreso el primer novenario dedicado al Seor de las Ampollas.
AHCM, 1796. Diario de Yucatn nm. 30,623, ao LXXXV, 14 de junio de 2010, p. 3 seccin Imagen, Mrida,
Mxico.
97 BY, Libro de Actas de Cabildo de Mrida vol. 12, 1808.
98 Annimo 1914: 2.
99 BY, Libro de Actas del Cabildo de Mrida, vol. 24, 1833, 3 de julio, f. 88-88v.
100 Waldeck 1997: 62. Tambin presenci las celebraciones del Cristo de San Romn, en 1834, y lament lo
ruidoso de los festejos (dem 15, 16).
101 Annimo 1841: 146. Jos Nicols de Lara (1751-1808) fue de origen yucateco, promovi la fundacin del
Colegio de San Pedro en 1776, disposicin acatada seis aos despus; fue el sptimo director del Seminario
Conciliar de San Ildefonso entre 1780 y 1785, dej el cargo al ser expulsado por el Fr. Luis Pia y Mazo, falleci
en Mxico siendo fraile agustino (Bolio 1977: 97, 98, 105).
95
96
30
1843.
En una visita que Benjamin Norman hace a la catedral se le inform que el Cristo de las
Ampollas era la reliquia ms sagrada. El autor tild de milagrosa la imagen por subsistir al
incendio.102
1845.
Justo Sierra escribi una semblanza del obispo Cifuentes (1659-1676) y sobre la devocin del
Seor de las Ampollas. Asent que el incendio de Ichmul ocurri en 1656 y que Cifuentes
dispuso el traslado de la imagen a la catedral. Sobre el origen milagroso de la imagen pareci
consentir con las leyendas:
La sana crtica puede distinguir muy bien los hechos falsos de los verdaderos. Pero sea lo que fuese, la
creencia piadosa que hoy subsiste, a nadie perjudica, y antes bien, si no es exagerada que raye en fantica,
puede contribuir eficazmente a producir en el pueblo cristiano sentimientos de amor y religiosidad. Ello
es que aquella imagen venerada ha sido siempre el consuelo de este pueblo y jams ha ocurrido a la
proteccin divina en cualquier conflicto pblico o privado, sino por su medio. 103
1848.
A fin de obtener recursos para el sostenimiento de los combates contra los rebeldes de la
Guerra de Castas y recuperar posiciones, el gobierno civil solicit y obtuvo de la Iglesia joyas y
alhajas que pertenecieron al Cristo de las Ampollas, a la catedral y a otros templos de la
dicesis.104 Se realiz un novenario a la imagen solicitando su intervencin para apaciguar la
Guerra de Castas.
1850.
Litografa del Cristo de las Ampollas elaborado por Gahona, primer grabado de la imagen. Se
ofreci iluminada y sin color, una leyenda al pie del dibujo seala que con autorizacin del
obispo se concedan indulgencias a rogativas.105
1851.
Se public un calendario que incluye las fiestas religiosas. Se consignaron cuatro procesiones
del Seor de las Ampollas en la ciudad. El lunes de Semana Mayor, de la catedral al templo de
la Inmaculada Concepcin de las Monjas Concepcionistas y de regreso, en das diferentes, y el
9 de octubre, como evento final del novenario.106 De este ao identifiqu las referencias ms
Norman 1843: 52. Justo Sierra critic lo escrito por Norman sobre la imagen y por fijarse en el cuadro de un
obispo a quien se le atribuy un cuento gastronmico (Sierra 1845a: 137).
103 Sierra 1845a: 74. Sierra 1845b.
104 AGEY, Poder ejecutivo 1843-1862, seccin Secretaria general de Gobierno, Serie Iglesia, Mrida, 7 de abril de
1848 a 11 de mayo de 1848, caja 141, vol. 91, expediente 46.
105 El siglo XIX nm. 79, segunda poca, 30 de diciembre de 1850, p. 4, Mrida, Mxico.
106 Pedrera 1850.
102
31
32
El obispo Carrillo y Ancona (1887-1897) aprob la impresin de preces en culto especial del
Santsimo Cristo de las Ampollas, y ofreci indulgencias por su prctica.114
1887.
Se public El rbol de la Luz, de Carrillo y Ancona, dedicado al Seor de las Ampollas.
1895.
Carrillo y Ancona rectific algunos pasajes de la historia del Seor de las Ampollas que escribi
en El rbol de la Luz.115
1914.
Ante un ambiente poltico inestable se suspendieron los festejos profanos,116 mismos que se
venan realizando de manera regular desde mediados del siglo XIX, durante el novenario y
fiestas dedicadas al Cristo de las Ampollas en septiembre y octubre.117 Se efectuaron
exclusivamente las fiestas religiosas.
1915.
En los atentados que sufri la catedral en septiembre, a unos das del inicio de las fiestas del
novenario, fue destruida la imagen del Seor de las Ampollas.
Consideraciones.
Durante el perodo de la Colonia en Yucatn, a pesar de la mayor promocin que se dio a las
advocaciones marianas, tuvo particular inters el culto a los Cristos negros. El Cristo de
Esquipulas debi influir en ello ya que dej huellas en algunas poblaciones del obispado, en
templos e imgenes en su advocacin. La ciudad de Guatemala, con destacados escultores de
imgenes de madera del virreinato, cubri una parte de la demanda de los santos patrones
que requeran los franciscanos y seculares para imponer la religin catlica en la dicesis de
Yucatn.
Carrillo y Ancona 1885. Esta obra fue reimpresa al menos en dos ocasiones, en 1891 y 1906.
Carrillo y Ancona 1979, I: 499-515.
116 En este estudio me refiero a profano a toda actividad no consagrada, generalmente de carcter festiva, realizada
frente o fuera de los templos. Por lo tanto no aplico el trmino como expresin de deshonra, falta de
conocimiento o como atentado contra el clero, como pudiera entenderse como un acto de profanacin. Me
parece ms acertado emplear este trmino (y no idlatra, pagano o laico), a todo festejo realizado en plazas, calles,
o en predios pblicos y particulares, que se celebraban en los das del novenario religioso, como serenatas,
espectculos, uso de explosivos y globos aerostticos, competencia deportivas, ferias, concursos, corridas de
toros, paseos, e incluso venta de comidas y otras actividades. Las fiestas profanas se caracterizan por la euforia,
msica de todo gnero, estruendo, luces y consumo de bebidas alcohlicas. Al ser eventos pblicos correspondi
a la autoridad civil regular los permisos correspondientes.
117 Al menos desde 1856 hay referencias de que se realizaban los festejos ruidosos. Es muy probable que en otros
aos, por cuestiones polticas u otros motivos, se hayan suspendido. Waldeck report el uso de explosivos en la
fiesta de San Romn de 1834, es por tanto probable que ya se hiciera tambin de esa manera en Mrida desde
aquellos aos.
114
115
33
La aparicin en Yucatn del Cristo de las Ampollas se cree que contribuy a apaciguar
los conflictos entre los cleros regular y secular en Ichmul; la omisin del historiador religioso
Lpez de Cogolludo de la imagen en su obra fue motivo de especulaciones que se extendieron
por dcadas. La leyenda del origen del Cristo y de la creacin de las llamadas ampollas
fueron elementos que fortalecieron el carcter mstico-milagroso, importante para la
evangelizacin de los naturales. Otro elemento distintivo lo fue, por supuesto, el color negro
de la imagen.
Como smbolo de la Redencin y posiblemente para enfrentar el poder de los
franciscanos, el clero secular, como integrante del Real Patronato, promovi la devocin del
Seor de las Ampollas ante varias imgenes marianas, santos y santas, en especial frente a
Nuestra Seora de la Inmaculada Concepcin en Izamal.
La Iglesia consolid la devocin e importancia del Cristo de las Ampollas mediante
diversos recursos, emplendola para apaciguar situaciones adversas como plagas, epidemias y
guerras intestinas, pero tambin para enfrentar algunos conflictos y diferencias que la
institucin experiment, en especial cuando se vio afectada en sus intereses por las medidas
que el gobierno civil decret, ya lograda la emancipacin. Seguramente por la fuerte devocin
que lleg a tener en la regin el Cristo originario de Ichmul, varias imgenes del crucificado de
otras localidades de la regin se les otorg la advocacin De las Ampollas, lo que constituye
un rasgo de identidad yucateca.
Con el lento proceso de la secularizacin de la sociedad y la ilustracin, surgieron
crticas y cuestionamientos sobre la autenticidad del origen milagroso que sigui sosteniendo el
clero.
34
CAPTULO 2
Sin pretender profundizar en el estudio de la cuestin religiosa del siglo XIX en Mxico, se presenta el
siguiente resumen con el slo objeto de ilustrar las condiciones imperantes de la poca. El tema religioso ha sido
ampliamente estudiado desde diversas perspectivas, desde el mismo siglo XIX hasta nuestros das. Consltese el
compendio bibliogrfico sobre la Iglesia en Mxico en el siglo XIX en Rubial (2013: 590-601); vase la bibliografa
que proporciona Rugeley (2012: 359, 360, nota tres del captulo dos). Tambin constituyen valiosas aportaciones
las siguientes publicaciones: Brading 1991; Gutirrez 1974 y Toro 1975.
118
35
carmelitas, y mercedarios) de los obispados que actualmente es Mxico, era para 1800, de unas
8,000 personas.119
La primera mitad del siglo XIX en Mxico se caracteriz por la continua inestabilidad
poltica, este perodo casi abarc la prolongada guerra de Independencia, seguida por la lucha
de intereses de los diversos sectores de la sociedad que impidi la consolidacin del gobierno.
La Iglesia, como heredera de la supremaca sociopoltica en el ocaso de la poca virreinal, sera
determinante, en prcticamente todos los ngulos de aquella prolongada inestabilidad.
A fines del siglo XVIII y los primeros aos del XIX, algunas prerrogativas concedidas a
la Iglesia de la Nueva Espaa, por reales ordenanzas y costumbres, se afectaron con la
aplicacin de las Reformas Borbnicas y el liberalismo. La expulsin de los jesuitas y la
desamortizacin de los bienes de cofrada fueron las medidas que ms debilitaron a la Iglesia
en aquella poca,120 a pesar de los esfuerzos que emprendi el alto clero por rescatar sus
recursos. La poltica de secularizar cada vez ms la Iglesia cre marcadas diferencias al seno del
clero, que se debati entre la supervivencia de sus privilegios. Uno de ellos fue precisamente la
amortizacin de propiedades y los ingresos que obtuvo de las obras pas, que le permitieron
tambin adquirir bienes inmuebles. En la mayora de los casos los ingresos se emplearon para
asegurar la continuidad del culto, fundar capellanas o proporcionar recursos para el
sostenimiento de alguna institucin de la misma Iglesia o de beneficencia.121
La desamortizacin de los bienes de cofrada no implic en absoluto que
desaparecieran los importantes recursos que manejaba el clero en esas instituciones, as lo
demuestra la cantidad de expedientes de ese ramo que conserva el AGN. La Iglesia tuvo otras
instancias que otorgaban crditos adems de las cofradas, como los conventos de monjas,
varios colegios jesuitas, juzgados de capellanas y obras pas y el Real Fisco de la Inquisicin.122
Por las operaciones que realizaban estos organismos, con los agiotistas, pueden considerarse
como los antecedentes del Banco de Avo, y en general, de las instituciones bancarias en el
De la Torre 1965: 11.
La cofrada era una empresa corporativa con funciones civiles y religiosas para promover el bien comn y
asegurar la supervivencia de la comunidad. El tema se trata con mayor amplitud en el captulo siguiente. Varios
autores se han ocupado del tema de las cofradas como organizacin crediticia, ver en particular a Bazarte y
Garca 2001 y Von Wobeser 1994. Con idntica denominacin se constituyeron congregaciones o hermandades
devotas cuya finalidad fue la prctica de obras de piedad, funcionaron con estatutos aprobados por el obispo,
fueron erigidas principalmente en iglesias para auxiliar al clero y el culto en general. La de mayor antigedad
vigente en Yucatn fue fundada en la catedral en 1749 como Venerable Cofrada de Esclavos del Santsimo
Sacramento, hoy conocida como Archicofrada del Santsimo Sacramento (Pen 1999).
121 Para profundizar en el tema de las obras pas ver Von Wobeser 1989.
122 Von Wobeser 1994: 10. En sentido opuesto estaban muchas parroquias rurales, las cofradas de indios e
instituciones de beneficencia pblica.
119
120
36
pas; la Iglesia tambin otorg crditos bajo la advocacin de varias imgenes o patronos, lo
veremos ms adelante con el Cristo de las Ampollas en Yucatn. Estas funciones implicaron
que la Iglesia se organizara y tuviera personal especial con sueldo para seguir los diversos casos
de crditos, como en el caso del fondo de capellanas.
En esa poca la carrera eclesistica era atractiva porque otorgaba estabilidad personal y
privilegios que se complementaban con el fuero, a los religiosos se les permita, entre otras
cosas, agilizar ciertos trmites administrativos e incluso de carcter militar. El tributo, la
limosna, las obvenciones, la cofrada, las capellanas y el diezmo eran importantes fuentes de
recursos de la clereca, estos ingresos no representaban un esfuerzo fsico obtenerlos, se trataba
sobre todo de una labor de convencimiento y seguimiento.
Las frecuentes festividades religiosas dedicadas a los santos patrones y otros eventos de
la Iglesia, como las procesiones en Semana Mayor, las misas solemnes en las juras en honor a la
monarqua y reverencias ante el traslado en pblico de objetos sagrados o del culto divino,
continuaron siendo cotidianos. Estos actos le permitieron al clero mantener su vigencia y
alejados del peligro que representaban otros credos, de lo que oportunamente se ocupaba el
Santo Oficio y la Inquisicin. Adems, el clero prosegua con el registro de la poblacin y
percibiendo recursos por las inscripciones de nacimientos, matrimonios y defunciones.
Tambin continu administrando los hospitales, la educacin y los cementerios, aunque los
entierros dejaron de realizarse en los atrios y en el interior de los templos; en todas estas
labores, amn de los sacramentos bajo rigurosos aranceles y en las certificaciones que se
requeran para todo tipo de diligencias judiciales y civiles, el clero perciba ingresos.
La sociedad dedicaba al culto gran importancia, la Iglesia era parte formal de la vida
cotidiana. El santoral, con varios santos dedicados cada da, los meses con advocaciones, para
cada enfermedad haban santos o advocaciones a quien encomendarse para recuperar la salud,
en varias horas del da realizaban rogativas; los barrios y la divisin de las localidades eran
asignadas con el nombre de alguna devocin, las campanas solan repiquetear varias veces
durante el da, y no eran precisamente para anunciar el paso de las horas. La poblacin
esperaba con ansias los das de fiesta importantes, tanto en sus localidades como las vecinas; de
las ceremonias religiosas se pasaba a los festejos profanos en lo que los fuegos de luces,
voladores, ruidos estruendosos por las explosiones de artefactos elaborados con plvora y
corridas de toros, contribuan a olvidar temporalmente las cargas de deudas y las fatigas. En los
ltimos aos de vida muchos feligreses solan legar sus propiedades a la Iglesia a cambio de
37
salvar sus almas. Era tambin una muestra de prestigio ante la sociedad, requisito como dote
por algn familiar que pretenda ingresar al clero o para alguien que ya estuviera en la
institucin religiosa.
Ya iniciada la Guerra de Independencia, se recibi de Espaa en 1812 la Constitucin
de Cdiz, de corte liberal, que contena nuevas ordenanzas contra los intereses del clero
novohispano. Destacaron las supresiones del Tribunal de la Inquisicin, del tributo obligatorio
de los indgenas, los servicios personales no remunerados y las obvenciones;123 la Constitucin
promovi la igualdad de derechos y aunque se sigui postulando el catolicismo como nica
religin, como en el Antiguo Rgimen, se hizo por razones polticas contra el expansionismo
francs. La Constitucin de Cdiz afect a la Iglesia especialmente en la supresin de las
obvenciones y la dispensa de la obligacin de los indgenas de asistir a las ceremonias
eucarsticas, as como cumplir sus preceptos.
Con la Independencia de Mxico desapareci el Real Patronato y tanto el gobierno civil
como la Iglesia, separados por vez primera, establecieron estrategias y pretendieron
subordinarse uno del otro. Por un lado los gobiernos federalistas proyectaron secularizar y
reformar a la sociedad y el clero pretendi continuar dominando la vida cotidiana, proteger y
aumentar sus propiedades (que consideraron como bienes perpetuos al servicio de Dios), as
como mantener sus antiguas prerrogativas heredadas del Antiguo Rgimen. Para ello busc
aliarse con el sector que le proporcionaba mejores condiciones de estabilidad.
En opinin de Toro (1971: 449) la Iglesia qued en mejor condicin con relacin a la
posicin que tuvo en la Colonia, ya que entonces estaba a las rdenes del rey, y en el perodo
independiente no reconoci a los sucesivos gobiernos mexicanos el derecho de Patronato, slo
reconoci al Papa, pero an as, exigi a las autoridades la proteccin de sus bienes y fueros,
tambin exigi participar en actos civiles, coordinar las instituciones educativas y de salud,
conservar la catlica como nica religin, y pretendi que el gobierno civil la auxiliara para
cobrar las obvenciones y el cumplimiento de los votos monsticos.
Derrocado el Primer Imperio Mexicano (1821-1823) se promulg la Constitucin de
1824, que decret la continuidad de la religin catlica como oficial y nica en los Estados
Unidos Mexicanos. Sin embargo, al menos una fraccin de los federalistas y luego liberales, se
opuso a lo dispuesto y estimaron que con la apertura comercial de mercados se dara la
Las obvenciones o derecho de estola eran los pagos u honorarios que percibieron los sacerdotes y miembros
del clero por la administracin de los sacramentos y otros servicios religiosos, como asistencias, sepelios y misas.
Vase la coleccin de aranceles y obvenciones de la Repblica Mexicana en Supremo Gobierno (1857).
123
38
posibilidad de introducir nuevas tendencias ideolgicas y religiosas que pudieran diversificar las
creencias. Adems, llam la atencin la organizacin que haban tenido naciones como Estados
Unidos, que implant la primera repblica liberal en Amrica, como Francia, que propona la
igualdad y libertad o como Inglaterra que fortaleca su desarrollo en la revolucin industrial.124
Las gestiones del gobierno mexicano ante la Santa Sede para que fueran designados
nuevos obispos resultaron infructuosas.125 El papa Len XII (1823-1829) apoy a Espaa, y
pretendi de esa forma presionar a Mxico para que aquel reino recuperara su antiguo dominio
en Amrica. La encclica Etsi Iam Diu provoc la suspensin de las negociaciones.126 A esto se
sum la guerra de Espaa contra Mxico. La situacin con El Vaticano pareci allanarse a
inicios de la dcada de los treinta del siglo XIX, cuando el recin elegido papa Gregorio XVI
(1831-1846) nombr a los primeros obispos mexicanos despus de la declaracin de la
Independencia.
Pero en la poltica interna, en las diferencias entre los centralistas y federalistas (que
luego se tradujo a conservadores y liberales, respectivamente), la Iglesia mexicana haba
tomado partido con los primeros con miras a la preservacin de sus privilegios. Con tal
propsito otorg cuantiosos recursos econmicos para apoyar la posicin de Anastasio
Bustamante (1830-1832, 1837-1839, 1839-1841) ante sus opositores; esa postura continu con
el vacilante Antonio Lpez de Santa Anna, pero la colaboracin gravit cuando ste pretendi
condicionar la venta de las propiedades del clero bajo su observacin.
Varios crticos y pensadores como Jos Mara Luis Mora, Lorenzo de Zavala y Valentn
Gmez Faras asentaron que los problemas de Mxico se deban en gran medida a la falta de
circulante y de libre comercio, de los aranceles internos y externos y de las alcabalas y de la
gran cantidad de tierras y riquezas en manos de la Iglesia.127 Un informe de Lerdo de Tejada
en 1856 indic que varias estimaciones acerca de las propiedades del clero en Mxico giraban
en la mitad o la tercera parte del territorio nacional; slo en la ciudad de Mxico seal que la
Iglesia posea ms de la mitad de los predios, adems de edificios religiosos, como templos,
39
capillas y conventos.128 La estimacin de Bazant sobre los bienes del clero gir en los 100
millones de pesos antes de la Reforma.129
El primer intento serio para debilitar el ascendente poder que segua teniendo la Iglesia
en la el siglo XIX, se dio durante la presidencia de Valentn Gmez Faras entre 1833 y 1834.
Esta accin agudiz las diferencias entre federalistas-liberales y el clero y los centralistasconservadores. Los principales puntos del proyecto secularizador de Gmez Faras fueron:
abolir los fueros a militares y religiosos, suprimir el diezmo, prohibir la injerencia de la Iglesia
en la poltica, regular el toque de las campanas de los templos, suprimir algunas procesiones
religiosas, destruir varias construcciones del clero en estado ruinoso y retirar algunas imgenes
religiosas de las calles.130 Estas propuestas encontraron franca oposicin entre los militares, el
clero y gran parte de sociedad, que continuaba impregnada de prcticas religiosas; por tanto,
los alcances del proyecto secularizador no alcanzaron los objetivos que propusieron los
liberales.
El retorno del grupo conservador al gobierno limit ms ese primer intento
secularizador. Otros proyectos en este sentido se dieron en 1842 y 1847 pero sin alcances
significativos. Las controversias se intensificaron en los aos cincuenta del siglo XIX. La
organizacin de un Estado moderno en Mxico requera para los liberales que la Iglesia no sea
influyente en la sociedad, este objetivo alcanzara la cima con las Leyes de Reforma y la Guerra
de los Tres Aos.
Cierro este bosquejo de la Iglesia mexicana en la primera mitad del siglo XIX, con un
fragmento de un informe que ley Jos Mara Jimnez, Ministro de Estado y del despacho de
Justicia y Negocios Eclesisticos en las cmaras del Congreso General de la Repblica, en la
ciudad de Mxico, el 15 y 16 de enero de 1849; este documento proporciona un panorama muy
pertinente de las condiciones en que se imparta la justicia de la poca y de la armona de las
relaciones que mantena el gobierno conservador con la Santa Sede.
El informe enfatiza la provisin de mitras vacantes y la ereccin de otras para
restablecer la paz y la buena moral de los pueblos. Adems se seal que al carecer de leyes
para dichas provisiones, con la falta de curas, era notable que se debilita la energa y el vigor
de la disciplina, los fieles se privan de la administracin de los sacramentos, y del pasto
El Constitucional nm. 11, ao I, 17 de octubre de 1858, p. 3, Mrida, Mxico.
Bazant 1994: 12. La Iglesia report que posea 50 millones de pesos en bienes, pero se considera un monto
mnimo, hubo estimados irreales, muchas propiedades ocultas, bienes improductivos, joyas, alhajas y objetos de
arte no cuantificados que el autor estim en el 100% de lo reportado.
130 Staples, 1986: 121.
128
129
40
espiritual que necesitan, agreg que los obispos eran indispensables por la responsabilidad y
las facultades que los caracterizaban para mejorar la marcha de los institutos de instruccin y
beneficencia y encaminar lo referente a las buenas costumbres y la civilizacin. Finalmente
sintetiz el estatus en la provisin de las mitras en la ciudad de Mxico, Chiapas, Puebla y
Nuevo Len. Tambin se refiri a la ereccin de nuevos obispados en Veracruz, San Luis
Potos y Chilapa, y el estudio de la organizacin de cmo se atendera el territorio de Baja
California al desmembrarse el obispado de la regin, erigido en 1836, por el Tratado de
Guadalupe.131
Con la Ley Jurez de 1855, relativa a la extincin de los fueros militares y eclesisticos,
inici en el pas la declaracin de una serie de decretos del grupo liberal que afect los intereses
del clero, y que culmin con las Leyes de Reforma.132 Estas disposiciones dieron razn a los
conservadores para emprender varias revueltas, como la de Zacapoaxtla, Puebla, en 1856, hasta
la llamada Guerra de Tres Aos o de La Reforma entre 1857 y 1861. La trascendencia de la
Constitucin de 1857 y de las Leyes de Reforma ha sido de inters en la historia patria porque
constituy la base para el Mxico liberal moderno, fincado en principios de igualdad y
secularizacin de la sociedad.133
El poder econmico del clero basado en bienes races, los ingresos que percibi a travs
de diversas congregaciones y hermandades, las contribuciones como el diezmo y obvenciones,
y la fuerte influencia que ejerci en la sociedad, las suprimieron en pocos aos los gobiernos
liberales. Esto cre una fuerte oposicin de los sectores vinculados con el clero y los
conservadores. La Iglesia reaccion con una guerra de declaraciones y desplegados, amenaz
con decretar la excomunin a quienes juraran la Constitucin. Tambin apoy a los sectores
La Revista Yucateca tomo II, 1849, 205, 208, 209, Mrida Mxico.
Las leyes las decret el gobierno de Benito Jurez entre 1859 y 1860 durante la Guerra de Reforma. Estas
fueron: a) la de nacionalizacin de bienes eclesisticos, b) la del matrimonio civil, c) la Orgnica del Registro Civil
o Ley sobre el Estado Civil de las Personas, y d) sobre libertad de cultos. Otras leyes y decretos que completaron
el proyecto liberal secularizador se expidieron entre 1855 y 1863 durante los gobiernos de Juan lvarez, Ignacio
Comonfort, y el mismo Jurez, entre los que estuvieron la Ley Jurez que suprimi los fueros civiles y militares, la
ley de imprenta, la Ley Lerdo o desamortizacin de fincas de corporaciones civiles y del clero, la Constitucin de
1857, la Ley Iglesias que suprimi los derechos y obvenciones parroquiales, el cese de intervencin del clero en
cementerios y camposantos que pasaron a jurisdiccin civil, los das festivos civiles y la prohibicin de asistencia
oficial a funciones de iglesia, sobre la secularizacin de hospitales y establecimientos de beneficencia, la extincin
de comunidades religiosas y la prohibicin del uso del habito religioso en la va pblica. Vase Valencia (2010:
305-310).
133 Por la trascendencia de la Reforma, Daniel Coso Villegas consider que produjo en Mxico la segunda
independencia para consolidar el concepto de nacin y definir el Estado, en busca de dar un sentido nacional en
la economa (Coso, citado por Valencia 2010: 306).
131
132
41
que organizaron las revueltas contra el gobierno, y se hicieron pblicas las protestas del papa
Pio IX (1846-1878) contra el gobierno mexicano.134
Los conservadores no estuvieron conformes con el triunfo de Jurez en la Guerra de
Reforma y buscaron en manos extranjeras fincar sus esperanzas para recuperar sus privilegios,
implantaron un Segundo Imperio (1863-1867) en la Nacin, proyecto que anhelaban desde
haca varios aos.135
La intervencin francesa fue el siguiente conflicto que enfrent La Repblica; luego de la
salida de Jurez de la ciudad de Mxico a San Luis Potos, el 31 de mayo de 1863, se conform
la Junta Superior de Gobierno bajo la direccin de un ministro francs. Qued integrada por
dos generales y el arzobispo de Mxico Pelagio de Labastida y Dvalos (1855-1891), pero al
estar ausente se design suplentes al obispo de Tulancingo, Juan B. Ormaechea y a Ignacio
Pavn (1863-1884). Elegida la monarqua como forma de gobierno, se instal una regencia de
gobierno provisional en espera de los resultados de la Junta de Notables que viaj a ofrecer la
corona a Maximiliano.
El inters del clero en el gobierno se hizo evidente en la regencia.136 Instaurado el
Segundo Imperio (1863-1867), el clero se opuso a las medidas liberales dictadas por el
emperador Maximiliano en materia religiosa, pero las protestas no prosperaron, para luego
extinguirse con el retorno del gobierno liberal de Jurez (1867-1872).137 Sin embargo, durante
los ltimos aos como presidente de la Repblica, Jurez fue ms condescendiente con el
Alocucin pronunciada por el Sr. Pio IX en el Consistorio Secreto de 15 de diciembre de 1856. Se especul que este
documento no fue de la autora del Papa. La protesta fue para condenar y reprobar y declarar irritos y de
ningn valor losdecretos y todo lo dems que all ha practicado la autoridad civil con tanto desprecio a la
autoridad eclesistica y con tanto perjuicio a la religin Las Garantas Sociales nm. 258, ao 2, 25 de mayo de
1857,
p.
2
y
3,
Mrida,
Mxico;
http://www.museodelasconstituciones.unam.mx/Exposiciones/page14/page9/page9.html, consultado el 14 de
mayo de 2014 y http://arts.st-andrews.ac.uk/pronunciamientos/getpdf.php?id=1533, consultado el 14 de mayo
de 2014.
135 En 1840 el campechano Jos Mara Gutirrez Estrada hizo pblica la necesidad de establecer una monarqua
con un prncipe extranjero para gozar de un orden estable (Los Pueblos nm. 89, tomo I, 21 de noviembre de
1840, p. 3, Mrida, Mxico). En 1863 Gutirrez encabez al grupo conservador que ofreci el trono de Mxico a
Maximiliano de Habsburgo.
136 En la correspondencia entre Forey, Gral. de
Divisin, Senador, Comandante en Jefe del Cuerpo
Expedicionario en Mxico, con Napolen, se hizo constar concedo que se honre a la religin y a sus
ministros, aunque stos en este pas no sean siempre muy honorablespero es de temer que se vaya muy lejos
ponindose el gobierno a los pies del clero (Toro 1971: 514).
137 La imposicin del Imperio de Maximiliano interrumpi el gobierno de Jurez. Para los liberales Jurez sigui
desempeando la presidencia ya que nunca renunci al cargo y organiz la defensa de la legalidad hasta su retorno
a Palacio Nacional en 1867 cuando expir el Segundo Imperio.
134
42
clero.138 Sebastin Lerdo de Tejada, su sucesor, dict varios decretos contra los intereses del
clero catlico, como las expulsiones de los jesuitas y de las Hermanas de la Caridad, y elev a
rango constitucional las Leyes de Reforma.
La poltica en materia religiosa que sigui el gobierno de Porfirio Daz (1876, 18771911) se caracteriz por la correspondencia y actos de complacencia que otorg al clero
catlico. A pesar de no derogar las Leyes de Reforma, permiti que la Iglesia recuperara sus
propiedades e influencia, reinstal el clero regular y se fundaron congregaciones para atender la
educacin y a los enfermos.139 Daz estableci alianzas con dignidades del clero
permitiendo que se dijera en voz baja que sta (la Iglesia) recuperara su antigua fuerza,
gan el silencioso apoyo del clero y del propio Papa.140
El ascenso del clero catlico fue incluso pregonado en Francia.141 Por ejemplo, en
apariencia, en el gobierno de Daz se respet la libre expresin de los peridicos catlicos,142
pero en contraste, persigui a sus crticos. Como muestra de esa permisibilidad se celebr la
coronacin de la Virgen de Guadalupe en 1895, con la asistencia del clero mexicano y de
religiosos extranjeros; se crearon en los ltimas tres dcadas del siglo XIX nueve nuevas
dicesis en el pas y ascendieron a arquidicesis tres de los antiguos obispados.143 Entre 1892 y
1897 se celebraron en Mxico cinco de los doce Concilios Provinciales efectuados en Amrica
Latina en el ltimo tercio de aquel siglo
Mxico vivi cinco aos de intensa actividad eclesial. Estos concilios provinciales, los primeros de la era
republicana, renovaron las leyes eclesisticas y pusieron en marcha orientaciones pastorales, de culto,
Entre otras cosas, Jurez permiti la permanencia en el pas de las Hermanas de la Caridad; en 1869 levant el
indulto que haba decretado el gobernador de Yucatn Jos Ceballos, a Carrillo y Ancona y a Norberto
Domnguez Elizalde, a ste ltimo le pidi que oficiara una misa para su familia en la capilla del Palacio Nacional
(Surez 1981: 1166, 1167). En 1871 permiti el retorno al pas del arzobispo Antonio Pelagio de Labastida y
Dvalos (1855-1891), a quien haba desterrado por sus vnculos con los conservadores. Desde 1868 se organiz la
Sociedad Catlica de Mxico para fomento de los intereses catlicos, estuvo vigente aproximadamente hasta 1877,
aunque en Yucatn se sabe que existi al menos hasta 1880 y en Guadalajara se extendi hasta inicios del siglo
XX; cont con las comisiones de Colegios, Publicaciones, Culto, Crceles y Hospitales, del Centavo, de Pueblos y
de Obreros, tena al menos 38 sedes en la nacin, con ms de 2,000 socios (Adame 1981: 19-27; Camacho 2012:
38, 39).
139 Speckman 2004: 196. Las congregaciones religiosas que se instalaron a fines del siglo XIX fueron los
Cordimarianos, Salesianos, Padres Maristas, Hermanos Maristas y sobre las rdenes religiosas siguieron siendo
populares las Agustinas, Carmelitas, Dominicas y Franciscanas (Gutirrez 1992: 33). En Yucatn se establecieron
las Siervas del Sagrado Corazn de Jess, los Hermanos Maristas, las Siervas de Mara, las religiosas de Jess Mara
y la Compaa de Jess.
140 Turner 1965: 108. Para profundizar sobre la poltica de alianza de Daz con el clero catlico vase Camacho
(2012: 43-46).
141 En 1900 el obispo de San Luis Potos declar en Pars, que la Iglesia mexicana se encontraba floreciente y
satisfactoria a pesar de la Constitucin y las Leyes de Reforma (Turner 1965: 145).
142 Un dato elocuente sobre el incremento de publicaciones religiosas es que en 1884 se registraron al menos 56
peridicos catlicos en la Nacin (El Amigo del Pas nm. 38 ao I, 31 de mayo de 1884, p. 4, Mrida, Mxico).
143 Gutirrez 1992: 33.
138
43
disciplinares y jurdicas que relanzaron la vida cristiana en el pas, tras setenta aos de continua
inestabilidad poltica144
44
150
45
Carrillo y Ancona 1979, I: 21, 22. Existen algunas discrepancias entre los reportes de los curatos en la poca. A
fines del siglo XVIII, De la Torre (1965: 11) report 76 parroquias en el obispado de Yucatn y en 1822, 99; De
Calzadilla (1977: 40) registr en 1814 que la provincia de Yucatn tena 73 curatos; las cifras en 1808 del clero
regular que proporciona Carrillo y Ancona (1883: 49-60) son de 193 serficos, divididos en 159 presbteros, 25
coristas, 3 novicios e igual nmero de donados y de legos, este personal se distribua en veintisiete sedes
franciscanas en la provincia; el mismo autor seala que el censo eclesistico de la dicesis lleg a contar de 300 a
400 integrantes, sin precisar el ao, y en 1895 no tena ms de 200 (1979: 31), sin embargo en 1899 se reportaron
slo 92 sacerdotes seculares: 64 yucatecos y 28 extranjeros (Menndez 1995: 217).
152 Carrillo y Ancona 1979, II: 1077.
151
46
Representante
Cargo
1797-1827
Obispo
1827-1834
1834-1863
1863-1868
1868-1884
Obispo
1884-1887
1887-1897
Obispo.154
1897-1899
Vicario Capitular.
1899-1900
Obispo electo.155
1900
Vicario Capitular
1900-1907
Obispo.
1907-1942
Arzobispo.
* Se concedi a Jos Mara Guerra la bula como obispo en 1832, pero tom el cargo dos aos despus.
Fuente: Carrillo y Ancona 1979; Surez 1981.
47
econmicas.156 Las condiciones fueron cambiando paulatinamente para el clero, para 1812 las
disposiciones de la Constitucin de Cdiz establecieron la igualdad de derechos de los
indgenas mayas y espaoles. Un decreto posterior suprimi los pagos de obvenciones y
trabajos personales de los indios a corporaciones, a la Iglesia y al gobierno. Esta situacin
caus hondo malestar y protestas por parte del clero, que vio en poco tiempo la ruina de la
religin.157 Ante las copiosas protestas de los religiosos se form una Junta de autoridades, el
obispo acord el 12 de marzo de 1813 reanudar el cobro de las obvenciones, pero esta medida
no prosper.158
Tambin se propuso que los indgenas contribuyeran con el diezmo. Otra disposicin
que afect los intereses del clero fue la publicacin de un decreto en el que los terrenos
realengos y baldos, de comunidad, municipales y de la Iglesia, pasaran a propiedad
particular.159 El avance del liberalismo en Yucatn, como en Mxico, fue sbitamente
interrumpido en 1814 con el retorno del rey espaol al trono y la supresin de la Constitucin
de Cdiz ante el beneplcito de los rutineros, la frustracin de los sanjuanistas,160 y el pesar de
los indgenas. Los sanjuanistas fueron perseguidos y encarcelados y los indgenas obligados de
nuevo a pagar las obvenciones y los tributos.161
La puesta en marcha de la Constitucin de Cdiz en Yucatn evidenci las posturas
antagnicas de sanjuanistas y rutineros, entre ellas la religin y los privilegios, que habra de
Rocher (2010: 152-156) entre otras cosas seal los prolongados litigios entre los cleros secular y regular por
posesin de doctrinas, la corrupcin por sobornos a funcionarios, que entre 1754 y 1755 la congrua de cada
clrigo fue por 281 pesos y la ms alta de los integrantes del Cuerpo de Dragones de Mrida fue de 20.
157 Vase el Escrito de los apoderados de los curas en la cuestin de las obvenciones, en Ancona 1879: 487-496). Expediente
promovido por los curas de este obispado por la errada inteligencia del Capitn General Manuel Artazo por el decreto de 9 noviembre
de 1812 sobre el despojo de rentas y obvenciones, que dejaron a la iglesia en la miseria (AGN, Indios, 1815, vol. 100,
expediente 108, f. 315-358). Consltese tambin Sols Robleda (2005: 202-206). A fines del siglo XIX Carrillo y
Ancona consider las protestas como justo litigio de los curas y exacerbada hostilidad de liberales (1979, II:
958). Sobre las obvenciones en Yucatn ver los aranceles en Supremo Gobierno (1857: 75-95) y Bracamonte
(1994: 178-180).
158 BY fondo reservado, Impresos I-1549-033, foja 3.
159 Domnguez 1991: 71. El artculo dos prohibi que toda transferencia de terrenos quede ociosa o vinculada a
manos muertas, o sea no poda pasar a la Iglesia. AGEY, fondo Colonial, reales cedulas, 22 de enero de 1813,
caja 23, vol. 2, expediente 23.
160 En Yucatn los grupos antagnicos de conservadores y liberales fueron conocidos respectivamente como
rutineros y sanjuanistas. Los primeros deben su nombre probablemente a que perseguan la rutina absolutista del
sistema colonial, y los segundos porque solan hacer sus reuniones en el templo de San Juan Bautista de Mrida.
Estas denominaciones constituyen un rasgo regionalista de Yucatn en la Independencia nacional.
161 Ver la Real cdula de la continuacin del pago de obvenciones parroquiales de los indios, en BY, fondo
reservado, impresos, I-1549-033, expedido por el gobernador Manuel Artazo y Torredemer. Sobre la polmica de
las obvenciones y el diezmo en el perodo 1812-1814, vase Sierra 1994, vol. I, capitulo XIX-XXIV, y vol. II,
captulos I-VI y pp. 475-497.
156
48
que
asistieron
las
autoridades
las
diversas
corporaciones.168
49
dos clrigos: De Cicero y Villamil; las primeras lneas del texto invocaban a Dios,
Todopoderoso, Creador y Supremo Legislador de la sociedad y ms adelante se asent que la
religin del Estado era la Catlica, Apostlica y Romana. El documento, inspirado en la
Constitucin de Cdiz, empez a prepararse en 1823 y con algunos cambios, se sancion el 23
de abril de 1825.169
Durante la regencia del Primer Imperio y los aos inmediatos a ella, la conducta que
sigui el obispo Estvez (1797-1827) se caracteriz, segn Serrano (2004: 210), de moderada
en sus relaciones con los nuevos gobiernos. As lo demostr en la correspondencia que
mantuvo como representante de la Iglesia con el Estado civil en 1822, a propsito de las
permutas de varios curatos. En las cartas el obispo inform y solicit, a la usanza de la prctica
colonial, la aprobacin del gobernador en turno.170 Otras cuestiones de inters sobre la Iglesia
en este perodo las analiz Serrano, entre ellas estn las siguientes: a) la provisin de curatos
vacantes con escasa congrua, b) la posible admisin a curias vacantes a los franciscanos
secularizados durante la gestin de Echeverri, pues carecan de empleo,171 c) la designacin de
curas durante el gobierno de Santa Anna en Yucatn, d) la postura del jefe poltico en atencin
a las rentas eclesisticas y de los fondos de la catedral, e) la designacin de los nuevos
integrantes del cabildo eclesistico172 y la polmica generada por las facultades y derechos que
se les otorg (que deriv en cuestionar la validez de las nominaciones estando an en suspenso
la cuestin del Patronato).
A la muerte del obispo Estvez en 1827 el Congreso record al cabildo catedralicio, de
manera categrica, la necesidad de que se informara al gobernador de todos los
nombramientos que considerara hacer.173 El cabildo metropolitano decidi nombrar como
50
Vicario y Gobernador del Obispado con Sede Vacante al Dr. Jos Mara Guerra, uno de los
ltimos designados para ocupar las vacantes del mismo cabildo eclesistico en 1824. Sin
embargo, se realiz una segunda eleccin en la que se design para el cargo al Dr. Jos Mara
Meneses, cura de Tecoh.174
El clrigo senador por Tabasco, Jos Mara Alpuche e Infante, denunci ante el
gobierno federal la designacin de vacantes en el cabildo eclesistico y en curatos que haban
ejercido las autoridades civiles y el obispado de Yucatn durante la gestin de Estvez, porque
estaba en suspenso en la federacin desde el inicio de la Independencia y fin de Patronato;
Meneses se vio obligado a dar seguimiento y pidi que en virtud de la armona que aquel
prelado haba tenido con el gobierno general obligaba a disculparlo, que no actu por malicia
y que en lo sucesivo evitar no se provean en propiedad las vacantes.175
La Iglesia en Yucatn. 1831-1850.
En 1832 la Santa Sede design obispo de la dicesis de Yucatn al Dr. Jos Mara
Guerra (1834-1863) a instancias del gobierno federal.176 Guerra era clrigo de tendencia
conservadora (o centralista) y estaba desterrado por el gobierno del Estado. Entre los
constantes cambios partidistas que se dieron en aquellos aos, Guerra fue perseguido y le
retuvieron la bula papal. Finalmente tom posesin de su cargo en 1834. Segn Carrillo y
Ancona (1979, II: 994), a Jos Mara Meneses, quien ejerci la gubernatura Sede Vacante de la
Mitra de 1827 a 1834, no lo postularon ni como candidato a obispo porque acat una decisin
del gobierno civil sobre la concesin de curas del obispado; Carrillo y Ancona omiti sealar
que Eligio Ancona (1879: 348, 349) observ que Meneses fue el nico en la Repblica
Mexicana que hizo cumplir muchos de los postulados de La Reforma que emprendi Valentn
Gmez Faras en 1834. Por tales hechos, Meneses fue considerado anticlerical en la revuelta
Carrillo y Ancona seal que Guerra se identific con la corriente conservadora de la Iglesia y Meneses con la
liberal, aliada entonces al gobierno, y que por presiones de la autoridad civil se realiz la segunda votacin
(1979, II: 986). Guerra y Meneses, con Raimundo Prez, Manuel Lpez Constante, Luis Rodrguez Correa y Pablo
Oreza, haban sido electos como doctores eclesisticos fundadores de la Universidad Literaria en 1824. A Guerra
se le design primer rector.
175 La denuncia fue interpuesta al da siguiente del deceso de Estvez, siendo una muestra evidente de la
inconformidad de excluir a los tabasqueos de beneficios eclesisticos, desde becas hasta la administracin de sus
parroquias (Cob 2009: 80-83).
176 Las relaciones entre los gobiernos de Mxico y la Santa Sede haban mejorado, an entre las repentinas
revueltas y cambios de administracin centralistas y federalistas, pues ya se haban otorgado otras bulas papales en
varias dicesis.
174
51
que emprendi el Gral. Francisco de Paula Toro en Campeche contra el gobierno de Yucatn,
posiblemente por ello fue excluido para la nominacin.177
En las relaciones entre el gobierno civil y la Iglesia en este perodo, destac el proyecto
de fundar un nuevo curato con iglesia y parroquia en Labcah al noreste del Estado. Ante
encuestas y recorridos que realizaron los representantes del clero en amplia zona, se determin
que el sitio estaba rodeado de ranchos pero con imprecisa demarcacin jurisdiccional, haba
poblacin dispersa y ricas tierras para sementeras plagadas de madera. El representante del
gobierno, el promotor fiscal Juan Antonio Domnguez de la Cmara sugiri al obispo
establecer el curato, esto traera beneficios a ambos organismos, la Iglesia administrara un
nuevo curato que generara recursos por las obvenciones y el gobierno tendra mayor control
de la zona e ingresos por derechos de explotacin.178 Para aquellos aos segua el proceso de
ocupacin y despojo de tierras a los indgenas.179 Se ignora si se dio alguna atencin al
proyecto, de ser as, se cancel poco despus ante la revuelta gestada por Santiago Imn, del
que se har mencin a continuacin.
En oposicin al gobierno centralista, Santiago Imn decret en 1840 el
Pronunciamiento de Valladolid. A fin de allegarse de hombres para la rebelin, propuso a los
indgenas que pagaran menos obvenciones a la Iglesia,180 ante tal invitacin, la respuesta por
parte de aquel sector fue favorable y determinante para el rotundo triunfo que obtuvo. La
promesa que hizo a favor de los indgenas se formaliz al emitirse el decreto oficial
respectivo,181 pero su cumplimiento encamin a una nueva crisis en los ingresos de la Iglesia y
sus representantes realizaron una serie de protestas porque consider que no tena culpa en
la decisin; por otra parte las diferencias entre los gobiernos de Yucatn y el centralista de la
Nacin condujeron a las decisiones separatistas.
En 1841 se decret la Constitucin de Yucatn, el artculo 79 estableci: A ninguno
podr molestarse por sus opiniones religiosas, y por tanto los que vengan a establecerse en el
El otro candidato al puesto fue ngel Alonso Pantiga, quien declin luego a la eleccin (Mena 1965: 51).
AHAY, Expediente instruido para erigir en Iglesia, curato y parroquia el pueblo de Labcah citado por Taracena (2013:
121, 122). Al sur del Estado se cre en 1842 el partido de Bolonchn Ticul, que implic una nueva demarcacin
parroquial y apropiacin de tierras que fueron antes de indgenas (Bracamonte 1994: 102).
179 Vase Bracamonte (1994: 92-102).
180 Vase el apartado 10 del Acta del pronunciamiento verificado en la ciudad de Valladolid, restableciendo el Gobierno Federal.
Santiago Imn, BY, fondo reservado, manuscritos XXXIII-1840-1/2-003, febrero de 1840. Sobre la campaa de
Imn y los sucesos inmediatos consltese Taracena (2013).
181 Decreto de 9 de septiembre de 1840 (Aznar 1849, I: 316, 317).
177
178
52
pas, como sus descendientes, tendrn garantido en l ejercicio pblico y privado de sus
respectivas religiones.182
Durante la independencia temporal de Yucatn (1841, 1846-1848) el tesoro pblico
pas serios apuros que se reflejaron en prcticamente todas las reas de su desarrollo. Para
organizar el futuro del pas se realizaron varias asambleas en Ticul, en junio de 1847. En ellas
se determin reformar todos los ramos de administracin a travs de 14 proyectos de ley, el
dficit de hacienda que se estim fue de ms de 130 mil pesos.183
Los detallados informes de aquellas asambleas requieren un profundo anlisis por la
rica informacin histrica que contienen de un perodo poco explorado de Yucatn. Uno de
los temas ms delicados para el gobierno de ese ao fue la cuestin de los negocios
eclesisticos, esto se demuestra por la amplitud del informe respectivo. Entre otros datos de
inters, se incluyen ejemplos en particular de los movimientos econmicos de diversas
categoras de las sedes parroquiales.
La comisin eclesistica luego del informe que present, propuso un proyecto de
decreto para regular los ingresos de la Iglesia, dicho proyecto se resume as: 1) Que se destinara
para gastos del culto, congrua de los prrocos y dotacin de ministros, un real mensual de la
contribucin personal que pagaban los varones indgenas, empezando su colecta desde agosto;
2) el obispo, con el gobierno, erigira nuevas parroquias en iglesias que tuvieran ingresos
suficiente para su manutencin;184 3) los prrocos daran al Seminario Conciliar una pensin
anual, no excediendo de tres mil pesos; 4) los curatos que resultaran gravosos continuaran a
cargo de la Hacienda Pblica, al igual que los gastos del culto en catedral, la congrua episcopal
y las asignaciones de los capellanes de Sisal y Sabancuy,185 as como la congrua de los cannigos
del cabildo eclesistico; 5) el estudio de un nuevo arancel de derechos de estola, 6) la entrega
de las cantidades colectadas para los curas sera independiente de la hacienda pblica.186
53
54
la rebelin coinciden en que el clero tuvo un papel determinante en el suceso, tanto de manera
previa como en los intiles intentos por restablecer el orden.
La participacin que la Iglesia tuvo en la guerra, en sus antecedentes, repercusiones y
trascendencia, requiere un estudio pormenorizado.190 Para los fines de este trabajo, nicamente
esbozar varios puntos.
Varias misivas de los lderes rebeldes dirigidas a las autoridades militares, civiles y
religiosas demuestran la inconformidad de los sublevados por los derechos de estola
vigentes, adems de las contribuciones personales a los curas. 191 Estas misivas, algunas
en idioma maya, evidencian entre otras cosas, el arraigo e importancia que tena la
religin entre los mayas y los abusos que se generaban por los pagos y recaudaciones
que se hacan, en la que tenan activa participacin tanto autoridades civiles como
religiosas.
Los rebeldes dieron muestras de respeto hacia las imgenes religiosas. A pesar de los
destrozos, incendios, asesinatos y dems actos de barbarie que realizaron en sus
correras durante el desarrollo del conflicto, en la mayora de los casos no
destruyeron los templos de las poblaciones que atacaban.192 Adems, los rebeldes
fundaron su propia iglesia en Chan Santa Cruz y crearon el culto a la Cruz Parlante,
aunque con fines desvirtuados de la religin catlica,193 y por supuesto, ajeno a la
administracin del obispado.
Fue importante la refutacin que hizo Carrillo y Ancona en 1866 contra los escritos del Lic. Apolinar Garca y
Garca en defensa del comportamiento de la Iglesia en la Guerra de Castas y en general sobre las acusaciones de
que fue objeto el clero yucateco. Vase Carrillo y Ancona 1866.
191 Vase Quintal Martn 1992; Ancona 1889: 411, 412.
192 Tal como se dio en los templos de Uayma, Valladolid, Izamal y otras poblaciones. Rugeley asent que las
construcciones religiosas no fueron el blanco ideal y se ha exagerado la versin de que los templos fueron
saqueados por los rebeldes (2012: 214). En la ocupacin de Izamal, Baqueiro seal que los rebeldes despus de
presentar sus ofrendas a la Virgen abandonaron la poblacin no sin antes incendiar todas las casas de paja y
llevarse lo que pudieron (1990, 2: 201). Probablemente fue un caso similar el que se dio en Valladolid con la
Virgen de la Candelaria. Debe sealarse sin embargo que algunos religiosos, como el cura Alejandro Villamil, de
Uayma, fueron asesinados.
193 A pesar de la estrategia del culto entre los rebeldes, la cruz parlante tuvo los mismos problemas de la Iglesia
colonial, nunca lleg a tener el monopolio absoluto de la autoridad sobrenatural (Rugeley 2012: 209).
190
55
La Iglesia cedi al gobierno parte importante de las joyas y alhajas que resguardaba en
los templos para obtener caudales que se emplearon para detener el avance de los
rebeldes.195
autoridades civiles para atender la crisis y el problema que generaban los gastos del culto. Tres
de los decretos emitidos al respecto, entre 1848 y 1850, dan cuenta de ello: el primero, de
enero de 1848, seal la extincin total de la contribucin personal al clero, los gastos pasaran
a cargo del tesoro pblico.196 El segundo, emitido en marzo de 1848 seal en uno de los
considerandos que la contribucin personal era el objeto y principal motivo de las
precedentes convulsiones polticas, por lo que decret tambin su extincin, el cese del
cargo al tesoro pblico de los gastos del culto y el pago a los ministros, que quedaran a la
piedad de los fieles en los pueblos que quieran tenerlos, cesando, a la vez, la coaccin civil para
el pago de derechos de estola.197 Un decreto ms, de enero de 1850, cuando se haba
recuperado en parte la tranquilidad en la regin central del Estado, dispuso el restablecimiento
de la contribucin religiosa, ahora de medio real mensual y de medio real cada trimestre para
los varones de 16 a 70 aos, para la congrua de los prrocos, gastos del culto y de sus
parroquias, del cabildo eclesistico y culto en la catedral.198
Cabe recordar que desde el 17 de agosto de 1848 las autoridades de Yucatn declararon
la reincorporacin definitiva de la Pennsula a la federacin mexicana. Con el importante
respaldo econmico que Yucatn recibi,199 se recuperaron varias poblaciones y se fortaleci la
defensa de la regin oriental y sur del Estado. Sin embargo, sera despus de ms de medio
siglo, en diciembre de 1899, cuando se emprendi la campaa definitiva para controlar la
regin con la ocupacin de Chan Santa Cruz, ocurrida en mayo de 1901. Aunque las
Baqueiro 1990, 2: 313-316. En dicho Tratado se precisaron las cantidades que propuso Jacinto Pat, uno de los
lderes del grupo rebelde en aquellos aos, en la correspondencia que mantuvo con las autoridades durante el
conflicto.
195 Carrillo y Ancona 1979, II: 1039-1041.
196 Decreto de 26 de enero de 1848 (Aznar 1851, III: 182).
197 AGEY, Poder ejecutivo 1843-1862, Gobierno del estado de Yucatn, leyes y decretos, Maxcan, primero de
marzo de 1848, caja 151, vol. 101, expediente 55.
198 Decreto de 12 de enero de 1850 (Aznar 1851, III: 312).
199 La federacin entreg al gobierno yucateco $180,000 y armamento (Acereto 1977: 255) al poco tiempo de ser
ratificado el Tratado de Guadalupe Hidalgo.
194
56
57
Ante el panorama adverso para la Iglesia, por la aplicacin de las Leyes de Reforma, el
alto clero recurri a alianzas con intelectuales y polticos, tambin realiz gestiones, incluso con
influencias familiares, para recuperar espacios y obtener recursos para mantener su influencia
en la sociedad. Este accionar es el que habra de dominar hasta el fin del perodo que
comprende este estudio. Como es de suponerse, el clero tuvo reveses porque siempre tuvo al
sector liberal oponindose a sus proyectos que logr en ocasiones opacar el fuerte impulso
clerical.207
A continuacin describo a grandes rasgos varios sucesos que permiten distinguir las
acciones del clero yucateco en el sentido mencionado.
La prensa catlica realiz una labor importante: los peridicos catlicos difundieron
todo tipo de noticias a favor del la Iglesia, cartas pastorales del obispo, eventos para
Un proceso que llam la atencin fue el que se sigui al obispo Rodrguez de la Gala (1868-1884), fue
sentenciado a un mes de confinamiento en Progreso al decretarse su culpabilidad por subversivo, por atentar
contra las Leyes de Reforma en materia de libertad de cultos, el proceso fue denunciado por el gobernador
provisional Agustn del Rio (Menndez 1995: 99-101).
208 La disposicin no fue cumplida por el gobernador liberal (Menndez 1995: 28, 29).
209 En 1880 se convino a participar en la bendicin de una imagen catlica a las siguientes agrupaciones,
asociaciones y hermandades religiosas de Mrida: Venerable Clero (Cabildo eclesistico), Seminario Conciliar,
colegios y escuelas catlicas, Archicofrada del Santsimo Sacramento, Hermandad y gremios del Seor de las
Ampollas, Hijas y Corte de Mara, Cofradas del Escapulario Azul de Nuestra Seora de las Mercedes, del Rosario,
del Corazn de Mara, Sociedad Catlica, Confederacin de San Vicente de Paul y Sociedad de la Juventud
Catlica (Semanario Yucateco nm. 18, ao III, 8 de mayo de 1880, p. 4, Mrida, Mxico). Otras sociedades y
agrupaciones fueron: el Crculo Catlico de Mrida, la Hermandad de la Nacin, la Sociedad Jess Mara, El
Movimiento Catlico, la Sociedad La Esperanza, Caridad y la Cofrada de la Inmaculada Concepcin (Menndez
1995: 146).
210 En Mrida se reportaron en 1910, 25 colegios catlicos con aproximadamente 2,700 educandos; en todo el
Estado haban 345 escuelas primarias, civiles y religiosas, con asistencia de 14,000 alumnos (La Revista de Mrida
nm. 7071, ao XLII, 16 de marzo de 1910, p, 1, Mrida, Mxico), tambin vase (Surez 1981: 108-114).
207
58
recaudar fondos para los proyectos que realizaban, o festejos religiosos. Tambin
difundieron crticas al gobierno por medidas que atentaban contra los intereses de la
Iglesia, como la expulsin de las Hermanas de la Caridad o el avance de la masonera, el
espiritismo y el protestantismo.211 Entre las publicaciones religiosas ms importantes de
Yucatn del siglo XIX estuvo el Calendario Espinosa, cuyo primer nmero apareci en
1828, aparentemente financiado por el clero, dedicaba aproximadamente el 90% de su
contenido a la institucin catlica.
Es importante sealar que en los peridicos oficiales de mediados del S. XIX fue frecuente publicar avisos
sobre festividades religiosas, incluso en abril de 1857, mes cuando fue promulgada la Constitucin, se avis por
ese medio de varias funciones religiosas en Mrida (consltese por ejemplo en Las Garantas Sociales, nm. 237 ao
2, 6 de abril de 1857, p. 4, Mrida, Mxico). Los peridicos catlicos que circularon en Mrida fueron los
siguientes: La Caridad (1868-1882), El Eco de la Fe (1871-1872), El Mensajero (1873-1877), El Artesano Catlico
(1876), Semanario Yucateco (1878-1882), El Ave Mara, El Monitor peninsular (1882), El Amigo del pas (1883-1886), La
Razn catlica (1889-1891), La Unin Catlica (1892), La Idea Catlica (1893-1894), El Movimiento Catlico (1893
1897), La Fe (1894), Boletn Eclesistico, rgano del obispado de Yucatn (1905), La Verdad (1906), El Da (1912), Juventud
Catlica (1912), La Opinin del obrero (1913), La Soberana de los Estados (1915); cabe sealar que una agrupacin
religiosa, la Empresa editorial catlica S. A., adquiri en propiedad La Revista de Mrida en 1913, el peridico de
mayor antigedad que circulaba en la ciudad y tambin de fuerte tendencia catlica (Menndez 1995: 146; Surez
1981: 1125-1127), tambin se public La Sociedad Catlica (1888-1889).
212 En 1813 se introdujo la imprenta en Yucatn, una de las primeras publicaciones religiosas de Mrida fue el
Calendario Espinosa, su primer nmero apareci en 1828 y se mantuvo hasta 1970, 1974. A partir de la segunda
mitad del siglo XIX es cuando aparecieron varias publicaciones catlicas.
213 El obispo Carrillo y Ancona (1887-1897) nombr tesorero de la Dicesis a Jos Mara Molina Sols, hermano
de Olegario Molina, quien hizo efectivo el plan y cobro del diezmo con cantidades fijas mensuales. Ante
sospechas de enriquecimiento de Olegario con aquellos fondos, el obispo sustituy al tesorero. El diezmo
permiti ingresos significativos, como el mismo Carrillo seala, aunque lo trat de minimizar cuando se refiri a la
sustitucin del tesorero (Menndez 1995: 79-88; Carrillo y Ancona 1889: 209).
211
59
La relacin de Olegario Molina como aliado del clero antes, durante y despus del
cargo de gobernador del Estado (1902-1906) posibilit una serie de eventos
favorecedores para Iglesia, que llegaron incluso a rebasar las fronteras nacionales. As
lo vemos en la concesin de contratos de subministro de asfalto y cemento para la
obras de pavimentacin de Mrida, que beneficiaron a representes financieros de la
Santa Sede.216 Tambin habra influenciado Molina Sols en el silencio de las
autoridades ante las estrategias anticonstitucionales del clero por el diezmo, por la
adquisicin y registro de bienes a nombre de representantes de la Iglesia y la pasividad
de las autoridades ante denuncias de violacin de la Constitucin contra la Iglesia por
no impartir enseanza laica.217 Tambin merece comentarse la correspondiente
indiferencia del clero catlico por las condiciones de trabajo de los indgenas en las
haciendas,218 mostrando por tanto una aparente conformidad con las injusticias sociales
que solapaba la autoridad civil.
60
gubernatura de Yucatn desde fines del porfiriato, el clero yucateco fund hasta mediados de
1913 el Centro Yucateco del Partico Catlico Nacional. En las elecciones convocadas para
octubre de aquel ao, el Iglesia yucateca se solidariz con el Partido Catlico Nacional y apoy
para la presidencia de la Repblica a Federico Gamboa Iglesias, sin embargo, no lo hizo para
algn candidato a la gubernatura de Yucatn.221 Los siguientes meses cundi ms la
incertidumbre en el clero ante la disolucin del Partido Catlico Nacional por rdenes de
Victoriano Huerta.
El presidente Carranza impuso prstamos forzosos a hacendados y comerciantes de
Yucatn por ocho millones de pesos y al clero yucateco le exigi 25 mil. La persecucin contra
la Iglesia catlica durante el carrancismo motiv la protesta y salida del pas de prcticamente
todo el alto clero; el arzobispo de Yucatn se exili voluntariamente en Cuba con otros clrigos
mexicanos, desde ah mantuvo constante comunicacin con el vicario Celestino lvarez Galn
y el secretario de gobierno del arzobispado Benito Aznar. Ellos le informaron acerca de los
actos anticlericales del General Salvador Alvarado en Yucatn, la expulsin de sacerdotes
extranjeros, el cierre de escuelas catlicas y de templos, expropiacin del palacio arzobispal,
ocupacin de varios templos, daos a la catedral, que incluy la destruccin de las capillas al
sur del templo as como del retablo del altar mayor, del rgano y de varias imgenes, como la
del Seor de las Ampollas.222
Surez 1981: 1180. Fueron los padrinos de Tritschler, entre otros, un magistrado de la Suprema Corte de
Justicia, un senador, y diputados federales por Yucatn y Puebla.
220 La Seora Carmen Romero Rubio firm el acta que se levant del evento, la iglesia, inconclusa y demolida
aos despus, iba a estar dedicada a Nuestra Seora del Carmen (La Revista de Mrida, nm. ilegible, ao
XXXVIII, 8 de febrero de 1906, p. 2, Mrida, Mxico).
221 Surez 1981: 96.
222 El arzobispo Tritschler abandon Yucatn el 24 de agosto de 1914. Ver detalles de exilio en Prez de
Sarmiento (2012: 70-79).
219
61
Vida religiosa
De manera muy similar a como se viva en otras regiones del pas, la vida cotidiana de Mrida y
en general la de Yucatn, de la primera mitad del siglo XIX, se enmarc en la religiosidad.
Prcticamente la vida giraba en torno a la Iglesia. Los poblados se dividan en barrios que
dependan de un templo, generalmente era la mejor construccin de la zona;223 estos barrios
se identificaban con advocaciones de santos; las procesiones religiosas eran cotidianas y
seguidas con un calendario litrgico que dejaba poco margen de descanso por las numerosas
festividades religiosas, ante el consentimiento y respeto de las autoridades civiles que a la vez
eran partcipes de ellas. El pueblo se entregaba a las labores de las cofradas para el lucimiento
de las fiestas dedicadas al patrono. Los fieles pagaban sus contribuciones al prroco, desde el
registro bautismal hasta por la muerte de un familiar y la propia, pues solan pagar sus misas
para el descanso del alma; los deudos continuaban cooperando en los gastos de los oficios
religiosos. Las contribuciones no se suspendan y por el contrario, se incrementaban, adems,
se sumaban los derechos de estola que eran todava ms significativos. Los sacramentos, la
doctrina, la educacin, la salud, las obras pas, las capellanas, las misas, la limosna, en fin, la
gran devocin era recompensada por las indulgencias.224
A travs de varios documentos destaco la importancia que tena la religin en esa
poca. Aunque mi trabajo arranca en el siglo XIX, no puedo dejar de mencionar en primer
trmino las llamadas Ordenanzas municipales de la Muy Noble y Leal Ciudad de Mrida de Yucatn, de
las Indias, mandadas a formar por su Muy Ilustre Cabildo, Justicia y Regimiento.225 El documento
empez a redactarse a fines del siglo XVIII. Las Ordenanzas se empezaron a conformar a
raz de las Reformas Borbnicas y aunque nunca fueron puestas en funcionamiento, resulta
interesante el listado de los das de fiestas religiosas en que deban tener participacin las
autoridades civiles: con lo que se da buen ejemplo al pueblo, para que a su imitacin, los
Las iglesias eran centros visibles de poder, conocimiento y autoridad, marcaban lmites en un horizonte
amplio e irregularmente poblado, lo mismo eran propiedad institucional, comunal y dominio del cura residente,
marcaba ms que la plaza y el ayuntamiento, el centro del pobladoaparece con ms frecuencia en los
documentos en tiempos de paz y guerrasimbolizan la presencia y la iniciativa humana, el triunfo de la
permanencia humana, donde el monte amenaza devorar todotena ramificaciones econmicas, generaba
empleos el cuidado, conservacin y construccin (Rugeley 2012: 211).
224 Indulgencia es el perdn de los pecados, como un acto saludable a los fieles, es permitida otorgar por
autorizacin del alto clero, entre las clases de indulgencias estn las plenarias y parciales, las temporales y
perpetuas, y las locales, reales y personales (De la Pastora 1848, III: 137-140). Para Menndez (1995: 254, 255) las
indulgencias durante el llamado clericato fue un instrumento ms del aparato ideolgico de la Iglesia en
Yucatn para sujetar y animar a los catlicosagrupndolos en sociedades religiosas a manera de control social y
para cualquier necesidad eventual de rpida movilizacin poltica.
225 AGN, Ayuntamientos, 1798, vol. 141 y Ayuntamientos, 1799, vol. 237.
223
62
dems vecinos, hagan lo mismo, y resplandezca siempre la religin catlica. Los das
sealados son los siguientes:
Enero:
San Juan de Dios, los Santos Reyes, Santa Ins y San Idelfonso.
Febrero:
Marzo:
de nuevo San Juan de Dios, San Jos y La Encarnacin del Verbo Divino.
Abril:
San Marcos.
Mayo:
Junio:
San Bernab, San Juan Bautista y a los apstoles San Pedro y San Pablo.
Julio:
Santiago.226
Agosto:
Septiembre:
La Natividad.
Octubre:
Noviembre:
San Jos.
Diciembre:
Asimismo se incluyen otros das dedicados a las fiestas mviles, como lo eran la
ceremonia de Corpus Cristi y Semana Mayor. Como es evidente, haban celebraciones
importantes todos los meses, a esta lista se sumaban las juras, proclamas, procesiones y misas
solemnes dedicadas por duelo o regocijo por algn suceso de la realeza espaola y las
procesiones en que no era obligatoria la participacin de las autoridades civiles como cuerpo.
Al declarase la Independencia el gobierno civil busc implantar en la poblacin das
festivos referentes a la identidad nacional. Los primeros das de fiestas cvicas declarados en
Yucatn por el Congreso del Estado fueron el 20 de octubre, por la instauracin del propio
Congreso en 1823 (con misas de accin de gracias todos los aos en los templos de la dicesis
y un Te Deum),227 el 16 de septiembre, aniversario del Grito de Dolores y el 4 de octubre, por la
declaracin de la Constitucin de 1824. En el decreto correspondiente a estas ltimas
festividades se indic la realizacin de misas solemnes con asistencia de las autoridades civiles:
En los das de fiesta cvica nacional asistir a la funcin de iglesia el Gobernador del Estado, los
individuos que componen el Senado y los Magistrados de tercera y segunda instancia, su fiscal, el
Ayuntamiento de esta capital y la Universidad.228
Se refiere a la devocin del Cristo de la Transfiguracin que se celebraba en el templo de Santiago; ya se
realizaba su culto en 1738, pues aquel ao se gestion la donacin de tierras para la hacienda de la cofrada al
Cristo (Sols Robleda 2005: 230, 231).
227 Decreto 5 de 21 de agosto de 1823 (Pen y Gondra 1832, I: 3).
228 Decreto 6 del Congreso del estado libre de Yucatn de 3 de octubre de 1825 (Pen y Gondra 1932, II: 7).
226
63
64
las actividades cotidianas. En das ordinarios eran escuchadas en ms de cinco ocasiones: tres
por el Ave Mara (maana, medio da y tarde) uno a las tres de tarde (hora de la muerte de
Jesucristo), el toque de queda ltima del da y para alguna misa;230 las campanas de la catedral
eran las que ms se escuchaban, estas fueron en la poca colonial repicadas incluso para dar a
conocer la excomunin de un gobernador.231
En abril de 1859 las campanas de los templos de Mrida fueron repiqueteadas de
manera especial en dos ocasiones por rdenes del gobernador. A principios de abril, en plena
Guerra de Reforma, se celebr en la ciudad la noticia del retiro de las fuerzas del General
Miramn que amag durante unos das la ciudad de Veracruz, sitio donde Jurez estableci su
gobierno. Este hecho, se consider un xito por los liberales porque garantizaba la pervivencia
de la legalidad constitucional, a pesar de los serios tropiezos militares y econmicos que
pesaban en aquel gobierno.232 A fines de abril, a las noticias inquietantes de la Guerra de
Castas, se sum en Yucatn un levantamiento militar en Peto que desconoci al gobernador
Liborio Irigoyen y declar como provisional en el cargo al coronel Andrs Demetrio
Maldonado. Los jefes de la llamada revolucin eran Justiniano Manrique y Onofre Bacelis; la
revuelta se disolvi en pocos das, el gobernador anunci en Mrida el xito militar y orden
que se tocaran a vuelo todas las campanas de los templos.233 En 1915, las fracturadas campanas
de la catedral fueron tambin repiqueteadas por motivos polticos, con anuencia del clero, en
esa ocasin fue para avisar a la poblacin de la revuelta comandada por Abel Ortiz Argumedo
y su inminente llegada a la ciudad.234
Otras ocasiones en que se repiquetearon todas las campanas de los templos catlicos
de Mrida en aquellos aos, fueron para avisar a la ciudadana el inicio de los festejos del
Cob 2009: 131, 132. Vase la peticin del Ayuntamiento de Campeche para regular el taido de campanas en
1840.
231 Fue el caso del gobernador Fernando Meneses en 1711 por negarse a prestar auxilio al obispo Reyes Ros de la
Madrid (1700-1714), que le solicit, en una disputa por la secularizacin de algunas parroquias (Sols Robleda
2005: 68, 69).
232 AGEY, Poder Ejecutivo, seccin Gobierno del Obispado de Yucatn, serie Iglesia, caja 143, vol. 93,
expediente 47, 1859.
233 AGEY, Poder Ejecutivo, seccin Gobierno del Obispado de Yucatn, serie Iglesia, caja 143, vol. 93,
expediente 48, 1859. Vase el pronunciamiento de la revuelta en El Constitucional nm. 91, ao 1, 2 de mayo de
1859, p. 2, Mrida, Mxico.
234 Menndez 1995: 359.
230
65
Consideraciones.
El poder temporal de la Iglesia frente al poder civil, se caracteriz durante la primera mitad del
siglo XIX por la preservacin de privilegios.
La idea de que la religin tena un papel preponderante en las actividades diarias,
enraizada as desde los tiempos de la poca colonial, determin que la Iglesia se mantuviera
vigente ante los radicales cambios impuestos por los gobiernos liberales. La institucin catlica,
conocedora de este pensamiento, estableci estrategias en diversos niveles y directrices, como
alianzas polticas, la realizacin de concilios, la difusin del pensamiento religioso en la prensa,
en estampas, en el Calendario Espinosa, novenarios y dems obras de imprenta, as como en
misas solemnes. Todos estos actos se encaminaron a preservar su influencia, recuperar
El Amigo del Pas nm. 157, ao III, 11 de septiembre de 1886, p. 4, Mrida, Mxico. El 9 de octubre de 1819 se
hizo el repique de campanas entre las cinco y seis de la tarde en honor al Seor de las Ampollas, se ignora si se
hizo en todas las campanas de la ciudad, la procesin se realizaba a esa hora, aunque en esa ocasin se suspendi
por lluvia (Gutirrez Ceferino 1995, 9: 223). Por tanto tambin se repiqueteaban las campanas para el fin del
novenario. Seguramente en alguna otra festividad religiosa importante se mand tocar a vuelo las campanas de los
templos de la ciudad, pero no se da cuenta de ello en las crnicas de las otras fiestas patronales de Mrida.
236 Entre otras cosas, adems de visitas al santuario de Izamal, Carrillo y Ancona realiz campaas para dotar de
una corona de oro y pedrera a la imagen, en 1889 se haba reunido aproximadamente cinco mil pesos para ese
objetivo (Carrillo 1889: 209), tambin gestion diversas mejoras al santuario (La Revista de Mrida nm. 2266, ao
XXIII, 23 de agosto de 1891, p. 3); l fue el promotor del culto a Nuestra Seora de Yucatn, bajo su direccin se
confeccion la imagen (Rasmussen 2001: 46. Fernndez y Negroe 2002: 23, 24); sobre la devocin de la Virgen de
Guadalupe ver Fernndez y Negroe (2002: 13-23).
237 Carrillo y Ancona 1878.
235
66
67
CAPTULO 3
68
El gobierno civil decret, como ejemplos, la extincin de los bienes de cofrada hacia 1840 y estableci alianzas
con partidarios del clero que le eran afines, debilitndolo en su accionar.
241 El 8 de diciembre se celebraba solemnemente la festividad nacional de la Inmaculada; a la tradicional fiesta de
Santiago y las dems decretadas en la ciudad, se sumaron las fiestas formales de los gremios del Seor de las
Ampollas; incluso el gobierno de Santa Anna decret da festivo nacional el 31 de mayo para perpetuar la
memoria solemne de la Declaracin dogmtica de la Inmaculada Concepcin de la Santsima Virgen Mara (El
Regenerador nm. 354, ao 3, 30 de mayo de 1855, p. 1, Mrida, Mxico); otro evento novedoso del culto catlico
en 1855 fue la procesin del Santo Sepulcro de la parroquia de Santiago, que coste el vecindario la cual estuvo
muy lucida (El Regenerador nm. 332, ao 3, 9 de abril de 1855, p. 4, Mrida, Mxico), as como al menos tres
nuevas procesiones, las Del Buen Pastor, la de San Nicols Penitente y la del Seor de la Consolacin, que se
mencionan ms adelante.
242 Los centros de peregrinaje (Farris 1992: 230, 231, 237,471 ,472) y deidades como patrones (De Landa 1938:
147; Morley 1987: 219-222) eran conceptos conocidos entre los mayas en el perodo prehispnico.
243 Entre otros autores se encuentran Redfield 1944; Vrguez 1989; Mas 1992; Quintal Avils 1992, 1993;
Quintal, et, al. 2003; Farris 1992; Fernndez y Negroe 1997, 2006; Savarino 1997; Rugeley 2012.
240
69
Hunucm y Tetiz con la Virgen de la Inmaculada Concepcin,244 las peregrinacionesprocesiones que con carcter extraordinario se celebraron cuando fue trasladada la imagen de la
Virgen de la Inmaculada Concepcin de Izamal a Mrida en ocasiones de calamidades,245 y
cuando fue trasladada la imagen del Seor de las Ampollas de Hocab a Mrida en el siglo
XVII, que ser tratada ms adelante.
Varias peregrinaciones fueron instauradas durante el siglo XIX en Yucatn, sino
acordadas entre los propietarios de las imgenes, o entre el clero y los organizadores; en este
apartado se sealan algunas de las procesiones y peregrinaciones que se realizaron en el interior
de la Pennsula en aquella centuria, con el nico propsito de ejemplificar la importancia que
fueron adquiriendo estas manifestaciones: a) la del Cristo de Sitilpech, que iba de aquella
poblacin a Izamal,246 b) la imagen de la hacienda San Antonio Xocnaceh, que recorra algunas
poblaciones,247 c) la Virgen de Tabi, que se desplazaba a Sotuta,248 d) las peregrinaciones del
Cristo de Citilcum a Tekant,249 e) la imagen de Jesucristo Mankantn, que se trasladaba de
Nohcacab al rancho Chac250 y f) las procesiones del Cristo de Uxmal, que iban de la hacienda
del mismo nombre a Muna.251
Un Cristo de gran tradicin en Hunucm fue El Seor de Sisal, hoy en da es llamado
El Cristo de las Ampollas, que es trasladado para su veneracin al citado puerto, pero an
est pendiente precisar cmo era la prctica de su devocin.252
Fue su primer promotor el obispo Fray Francisco de Buenaventura y Tejada (1745-1751) alrededor de 1746
(Carrillo y Ancona 1979, II: 777); para profundizar sobre la procesin-peregrinacin de esta imagen, consltese
Fernndez y Negroe 1997.
245 Fueron en los aos de 1648, 1730, 1744 y 1769, sea por peste, epidemia y en el ltimo de esos aos, por plaga
de langosta (Carrillo y Ancona 1878: 44, 45, 53, 56, 58).
246 Al parecer la primera peregrinacin fue en 1853 (El Eco del Comercio nm. 85, ao I, 6 de noviembre de 1880, p.
2, 3, Mrida, Mxico).
247 En la primera mitad del siglo XIX, en un caso singular, probablemente nico en la regin, el retrato
viajaba de acuerdo con una serie de fiestas en toda la Sierra Alta, [] como Ticul, Yotholn, Oxkutzcab, Akil y
otros (Rugeley 2012: 231).
248 La peregrinacin ya se realizaba en los aos veinte del siglo XIX, fue suspendida por la Guerra de Castas y
reanudada hacia 1879 (Rugeley 2012: 206-209).
249 Ya se realizaba la peregrinacin-procesin a mediados del siglo XIX.
250 Rugeley 2012: 190. El autor proporciona pormenores de la suspensin de la peregrinacin que se realiz con la
imagen en 1836.
251 Sols Sosa 2013: 136. Al parecer se realizaron las procesiones desde el ltimo cuarto del siglo XIX.
252 La imagen se resguardaba en la iglesia de Hunucm ya en 1818 (Garcs 1996, 2: 60); en 1851 y en varios aos
hasta 1874 identifiqu programas de fiestas dedicadas a esta imagen en Hunucm; en 1883 la escultura se
identific con idntica advocacin al de la catedral, cuando ya se veneraba en Sisal, lugar donde tambin se renda
culto al santo patrono de la poblacin, San Pedro Gonzlez Telmo, como se seala ms adelante. El tradicional
traslado de la imagen en una barca por la costa de Sisal se inici en la dcada de los 60 del siglo pasado (Cetina
2006: 137).
244
70
71
As, pues, invitamos a todo bicho viviente de la Repblica, para que concurra a solazarse algunos das.
Hunucm, febrero 1 de 1884.- Los interesados.257
La proliferacin de este tipo de anuncios en los diversos medios periodsticos y ante los
ataques de los anticlericales y liberales, el obispo Coadjutor de la Dicesis, Crescencio Carrillo y
Ancona, emiti un aviso oficial prohibiendo el abuso de mensajes religiosos en ellos,
reconoci los excesos que se producan fuera de los templos y exhort a los curas evitar
injerencia alguna en tales actos, la parte medular del mensaje dice:
[] que de ninguna manera estn autorizados,[] ciertos anuncios que frecuentemente se publican
acerca de fiestas religiosas monstruosamente amalgamados con el de las profanas, [] tan repugnante,
que no puede menos que lastimar el decoro de la culta sociedad yucateca [ ] siendo por eso intolerable
que por ms tiempo contine semejante abuso.
[] la fiesta de Acanceh, bajo el titulo de alegre y popular [] la comisin se ostenta como una sola, as
como para organizar las diversiones pblicas, como los actos religiosos. Expresa que [] dar principio
con un suntuoso baile, y concluye diciendo que habr solemnes funciones religiosas, invitando a todos a ir
a divertirse. No parece si no que una fiesta religiosa es para entretener con la variedad de espectculos,
muchos de los cuales son escollos de la virtud ms firme, por el incentivo que las pasiones encuentran en
ellos, y adems en el juego, la gula, la embriaguez y todo su sequito de verdaderos vicios y pecados.
[] la autoridad eclesistica prohbe que [] se den semejantes anuncios, cargando la conciencia y la
responsabilidad de los Sres. curas y dems sacerdotes encargados de las iglesias, sobre el estrecho deber
que tienen de cuidar que las fiestas religiosas no se mezclen con profanidades, y [] celen mucho que la
parte religiosa sea enteramente ajena a estas, y nunca confiar comisiones suyas a personas encargadas de
profanidades.258
Uno de los viajeros que estuvieron en Yucatn a fines de los treinta y principios de los
cuarenta del siglo XIX, John L. Stephens, narr algunos pasajes de la vida religiosa que
percibi en Mrida y otras poblaciones del Estado. Las celebraciones en el templo de San
Cristbal le llam la atencin pues pareca hallarse reunida toda la poblacin de Mrida,
puesta en movimiento para la fiesta y durante la misa la msica llenaba el coro y las
bvedas; y el pavimento de la inmensa iglesia estaba cubierta de mujeres de rodillas, vestidas de
blanco y con tocas tambin blancas en las cabezas. Un solo hombre no se vea en toda la
extensin de la iglesia259 La solemnidad del evento contrast con el posterior festejo
estrepitoso, en donde vio cohetes, tambores, violines y luces explosivas, con las corridas de
toros y juegos de lotera. Una procesin que presenci el viajero fue encabezada por
tres clrigos ricamente vestidos, llevando el primero de ellos una gran cruz de plata de diez pies de
elevacin y cada uno de los otros un corpulento candelabro tambin de plata. Segua un grupo
abigarrado de msicos indios, [] dos de ellos soportando las extremidades de un enorme contrabajo.
Luego vena otra reunin, de indios igualmente, conduciendo en hombros unas andas sobre las cuales
La Voz del Partido nm. 26, ao II, 1 de febrero de 1884, p. 4, Hunucm, Yucatn, Mxico.
El Amigo del Pas nm. 118, ao III, 12 de diciembre de 1885, p. 4, Mrida, Mxico.
259 Stephens 1992, I: 54.
257
258
72
estaba fija otra gran cruz de plata, a cuyos pies apareca sentada la figura de Mara Magdalena, de tamao
natural260
hombres, mujeres e indios iban vestidos de blanco portando velas encendidas; tambin fue
testigo de la frecuencia de las fiestas:
Apenas se termin una fiesta, cuando comenz otra. El lunes era la gran fiesta de Todos Santos. Djose
misa solemne en todas las iglesias, y las familias ofrecieron sus oraciones por las almas de los difuntos,
pero adems de las ceremonias que usa la Iglesia catlica en todo el mundo, hay una que es peculiar en
Yucatn, derivada de las costumbres de los indios y que se llama mucbipollo.261
En la tabla 3.1 incluyo las fiestas religiosas que se hacan con procesiones en Mrida en
1790 y 1851.
Tabla 3. 1. Procesiones religiosas en la ciudad de Mrida. 1790, 1851.
PROCESIONES RELIGIOSAS EN LA CIUDAD DE MRIDA. 1790, 1851.
1790
(Con representacin oficial
1851
del cabildo de ciudad).
Santa Ins.
21 de enero.
2 de febrero.
La Candelaria.
Nuestra Seora de Chuburn, de Chuburn a Santa Ana.
8 de febrero.
El Seor de la Caa y Nuestra Seora de Los Dolores, de
Monjas a Catedral.
16 de febrero.
Nuestra Seora de Chuburn, de Santa Ana a Chuburn.
Seor de las Ampollas.
Lunes Santo.
Seor de las Ampollas (14 de abril).
Procesin.
Jueves Santo.
Santo Entierro.*
Viernes Santo.
Santo Entierro (18 de abril).
22 de abril.
Seor de la Caa y Nuestra Seora de los Dolores, de
Catedral a Monjas.
San Marcos.
25 de abril.
3 de mayo.
Seor de las Ampollas, de Catedral a Monjas.
Rogaciones
comunin.
San Jos.
hospital,
6 de mayo.
(Mvil).
(Mvil).
18 de mayo.
1 de junio.
13 de junio.
(Mvil).
24 de junio.
16 de julio.
6 de agosto.
14 de septiembre.
21 de septiembre.
22 de septiembre.
Corpus Cristi.**
San Juan Bautista.
25 de septiembre.
Nuestra
Rosario.
260
261
Seora
del
Primer domingo
de octubre.
Sierra aclar que se trataba de la imagen de Nuestra Seora de las Angustias (dem, 71).
dem 74. Stephens se lament no encontrar en aquellos das persona que pudiera encargarse de lavar su ropa.
73
9 de octubre.
Seor de las Ampollas.
26 de noviembre.
15 de diciembre.
La inmaculada Concepcin.
21 de diciembre.
Nuestra Seora de Guadalupe.
*Procesin en la maana y en la tarde/**Procesin en su da y en su octavo da.
Fuentes: 1790 AGN, Instituciones coloniales, Ayuntamientos, v. 141, 1798.
1851, Pedrera 1850.
74
siguiente, pero alertado el gobernador Liborio Irigoyen, se apresur a cesar del cargo poltico a
De los Santos y exhort al obispo a cancelar las procesiones.268 El asunto no qued all porque
el obispo insisti en realizar las procesiones pblicas, pretendi organizarlas sin la autorizacin
civil y por diversos medios promovi escritos con objeto de poner en ridculo a la autoridad
civil y ante los hechos tumultuarios la autoridad municipal propuso al gobernador que el
obispo fuese separado del Estado. Sin embargo, el decreto de julio de 1861 determin la
prohibicin de todo acto pblico sin previo permiso escrito de la autoridad, por tanto el
obispo y la feligresa podran obtener la autorizacin, el gobernador se habra extralimitado en
sus funciones al negarse a concederlas y a destituir del cargo al jefe poltico de Mrida.
Salvo las procesiones de la Virgen de Chuburn a la iglesia de Santa Ana,269 al perecer,
en Mrida desde 1861 no se volvieron a realizar en el siglo XIX eventos similares con imgenes
religiosas.270 El decreto de 1874 de prohibir al clero toda ceremonia pblica, ratific la postura
del gobierno civil por extinguir las procesiones religiosas en el pas. La Ley Orgnica de las
Adiciones y reformas constitucionales, aprobada en diciembre de 1874, dispuso el fin de la
participacin de las autoridades en estos actos que ya se limitaban al interior de los templos,
pues ya no existi posibilidad de solicitar a las autoridades la realizacin pblica. El artculo
tercero dict lo siguiente:
Ninguna autoridad, ni corporacin, inclusive la tropa formada pueden concurrir con su carcter oficial a
los actos de ningn culto, ni con motivo de solemnidades religiosas se harn por el Estado
demostraciones de ningn gnero. Dejan en consecuencia, de ser das festivos todos aquellos que no
tengan por exclusivo objeto solemnizar acontecimientos puramente civiles, subsistiendo la designacin
de los domingos solo para que en ellos descansen de sus trabajos los empleados pblicos. 271
El Espritu Nacional nm. 46, tomo I, 16 de abril de 1862 p. 1, Mrida, Mxico. El gobernador exhort a todos
los jefes polticos de los Partidos a observar el cumplimiento del decreto respectivo.
269 En el Calendario Espinosa para 1883 se indic el 7 de enero como da de trada de la imagen a la iglesia de
Santa Ana, al ao siguiente la autoridad hizo varias detenciones de fieles en cumplimiento de la ley. La prensa
catlica critic la medida sealando que se trataba de un traslado de la imagen y no de una procesin; la imagen
sigui siendo llevada a la iglesia de Santa Ana, pues en 1903 se program el evento.
270 Las procesiones en Semana Mayor y del Cristo de Ampollas del 9 de octubre se continuaron realizando en el
interior de la catedral. Carrillo y Ancona (1979, II: 1049, 1055), contemporneo a los sucesos, slo refiere la
supresin de las procesiones pblicas durante el gobierno obispal de Jos Mara Guerra (1834-1863).
271 El Mensajero nm. 69, ao II, 19 de diciembre de 1874, p. 2, Mrida, Mxico. Este peridico public varios
remitidos en contra de esta Ley, que denomin Draconiana.
268
75
Fuera de los templos tampoco podrn los ministros de los cultos, ni los individuos de uno u otro sexo
que los profesen usar de trajes especiales, ni distintivos que los caractericen bajo la pena gubernativa de
diez a doscientos pesos de multa.272
Con ello se suprimi la representacin oficial del gobierno en estos festejos, aunque
quedaba subsistente la asistencia de los funcionarios exclusivamente en carcter civil en las
ceremonias religiosas.
Pero ante stas y otras disposiciones contra la Iglesia, la religiosidad popular,
ampliamente arraigada, se mantuvo vigente seguramente con mayor vigor en las comunidades
rurales, y por lo tanto sigui teniendo injerencia prcticamente en todos los mbitos; la
estructura clerical no se limit a aquellas y otras restricciones del gobierno civil y a travs de los
medios descritos: la educacin, la prensa y las alianzas del alto clero con las instituciones
civiles, logr mantener su vigencia y recuperar espacios perdidos, siendo la caridad, y el arraigo
de la religin los medios en que finc su restablecimiento. Rugeley consider microscpica la
clase intelectual de Yucatn en la primera mitad del siglo XIX, y en la sociedad criolla, la Iglesia
catlica sigui ejerciendo un fuerte control sobre la educacin, de este modo, la visin del
mundo que tenan estaba condicionada por la creencia en la mano de Dios, la mediacin de
los santos y la eficacia del ritual y los rezos.273
A diferencia de la suspensin de una peregrinacin pblica con la imagen de Nuestra
Seora de Chuburn en 1884, se realiz sin contratiempos en Mrida en 1909 una peregrinacin
con aproximadamente doscientas personas de la catedral a la capilla de Nuestra Seora del
Carmen de la quinta El Olvido, en la colonia Chuminpolis.274 En el interior del Estado, como
he mencionado, existen evidencias que las procesiones pblicas y peregrinaciones se siguieron
realizando, con las llamadas fiestas religiosas.
Las peregrinaciones masivas de Mrida a Izamal que organiz el Dr. Martn Tritschler y
Crdova en 1904 y 1908, primero como obispo y luego como arzobispo,275 reflejan tambin la
alianza entre la Iglesia y los gobiernos de Olegario Molina y Muoz Aristegui, representantes
El Mensajero nm. 81, ao II, 9 de febrero de 1875, p. 2, Mrida, Mxico. Para profundizar sobre el impacto de
dicha Ley en la Nacin y dems contenido, consltese Camacho (2012: 39-41).
273
Rugeley 2012: 37.
274 La Revista de Mrida nm. 6,912, ao XLI, 9 de noviembre de 1909, p. 2, Mrida, Mxico. Fue oficiada una misa
en recuerdo de los fallecidos de la Cofrada del Apostolado de la Cruz; la capilla fue bendecida el 16 de julio de
aquel ao.
275 Se anunci que salieron varios trenes con catlicos para visitar el Santuario de Izamal (Menndez 1937: 253,
254).
272
76
en Yucatn de las relaciones armnicas del gobierno de Daz con el clero catlico, pues estos
eventos estaban restringidos por las Leyes de Reforma.
Las procesiones del Seor de las Ampollas
En el caso particular del Cristo de las Ampollas, la tradicin que se transmiti desde la
Colonia fue que al subsistir del incendio del recinto que lo albergaba en Ichmul, la imagen
adquiri mayor relevancia y desde entonces llegaron peregrinos en su devocin. Acordado el
traslado de la escultura a Mrida, por disposicin testamentaria del padre De la Huerta y del
cabildo eclesistico, se realiz en 1645 una peregrinacin acompaada de antorchas, para traerla
de Hocab, donde haba sido llevada por el que fue antes cura de Ichmul. Fue recibida en la
ciudad el 3 de mayo y alojada unos das en la iglesia de Nuestra Seora de la Consolacin del
convento de las Monjas Concepcionistas. De este sitio se realiz una solemne procesin a la
catedral el 16 de mayo de aquel ao en donde participaron el gobernador, el Cabildo, Justicia y
Regimiento de la ciudad, la clereca y los vecinos con muy solemnes repiques de campanas,
trompetas y chirimas, debajo de un rico palio.276 En recuerdo al suceso, se estableci
realizar cada 3 y 6 de mayo, de ida y vuelta, procesiones con la imagen, de la catedral al templo
del convento de las Monjas Concepcionistas, siendo la ltima realizada seguramente en 1861.277
En 1699 se recurri a esta imagen para aplacar una epidemia en Mrida, se le dedic un
novenario y fue llevada en procesin por varias calles el 9 de octubre; el cabildo eclesistico
acord al ao siguiente ofrecer cada 14 de septiembre una misa solemne en el da de la fiesta
de la Exaltacin de la Cruz, perpetuamente y por siempre jams por el beneficio singular y
patente de su piedad.278 Seguramente desde entonces se instaur el 9 de octubre como el
principal da de fiesta, que habra de empezar con un novenario y terminara con la solemne
procesin. Estas ceremonias habran de celebrarse sin interrupcin durante el siglo XVIII y ms
de la mitad el siglo XIX, salvo en raras excepciones, por medidas de contingencia o por
77
cuestiones meteorolgicas.279 Hacia 1850 se integraron a la fiesta religiosa los gremios catlicos,
que, en contingentes cada vez ms numerosos, dieron mayor realce a las procesiones, pero stas
asociaciones sern tratados ms adelante.
Como puede verse en la tabla 3.1, en cuatro diversas fechas al ao el Cristo de las
Ampollas era llevado en procesin por las calles de la ciudad, era la imagen a la que se le renda
mayor culto por este medio, el cabildo de ciudad tena la obligacin de ser partcipe en dos de
ellas, siendo esta imagen, con la de San Jos, a las que ms le rendan devocin aquel cuerpo.
Como se ha indicado, la imagen del Cristo era llevada en procesin los das Lunes Santo, la
tradicin fue impuesta desde la Colonia.280 En la Semana Mayor de 1880 se hizo referencia a las
procesiones que se realizaron el Domingo de Ramos antes de las Leyes de Reforma, y la del
Seor de las Ampollas al da siguiente:
[] al amanecer el Domingo de Ramos, [] la imagen de N. S. montado en un pollino, sala
procesionalmente de la iglesia parroquial de Santiago acompaado del V. Clero, de la V. Archicofrada del
Santsimo Sacramento y de una multitud de fieles [] las calles que recorra la procesin, estaban de
antemano preparadas por la piedad de los fieles; las fachadas de las casas ostentaban vistosos cortinajes,
cuadros, guirnaldas y flores; calles de rboles se haban improvisado durante la noche, y as, en medio de
estos sencillos homenajes, llagaba a la catedral el religioso squito.
[]
El Seor de las Ampollas, esa venerada imagen, [] tiene parte en los cultos de la Gran Semana. El
Lunes Santo por la tarde se le hace una procesin solemnsima, juntamente con la Santa Espiga, la imagen
de Nuestra Seora de la Soledad y la de las Lgrimas de San Pedro; esta procesin se estableci en el ao
de 1699 en hacimiento de gracias por haberse libertado la provincia de una peste devoradora y a ella
asistan las autoridades civiles y militares, juntamente con el pueblo []281
De los viajeros que visitaron Yucatn en el siglo XIX, slo uno dej constancia de haber
estado en una procesin del Seor de las Ampollas. Frederic de Waldeck presenci la del Lunes
Santo de 1835. Sin embargo, su descripcin se centr en pormenores de la imagen y en el modo
en que era transportada entre el squito: esos cargadores caminan a ciegas, envueltos por los
paos de dosel, unos guas les gritan: A la derecha! A la izquierda! Este mando militar,
repetido cada vez que es preciso dar vuelta a la derecha o la izquierda es perfectamente propio
Por ejemplo, en 1819 la procesin fue suspendida por haber cado un copioso aguacero (Gutirrez, Ceferino
1995, 9: 223).
280 En las Ordenanzas Municipales se indic la programacin de las procesiones por las tardes, no se ha
determinado la ruta que segua. Aunque algunos autores sealan que las procesiones se instauraron desde 1699
(Castillo 1866; Annimo 1923), no he podido confirmarlo en documentos anteriores al de las Ordenanzas.
Probablemente se asociaron las procesiones del Lunes Santo con la que se realiz con motivo de la epidemia de
1699, pero esta ltima sucedi ya pasada la Semana Mayor de aquel ao; tambin puede considerarse que desde
aquel ao se acord hacer la procesin, siendo as, la primera se habra realizado en 1700.
281 Semanario Yucateco nm. 11, ao III, 20 de marzo de 1880, p. 1, Mrida, Mxico. Las imgenes indicadas
probablemente fueron empleadas en algunos aos, a partir de 1862, en las procesiones bajo las bvedas de la
catedral.
279
78
para inspirar a los fieles del cortejo los pensamientos piadosos y el recogimiento que parecen
elementales en esas ceremonias.282
Como las dems procesiones que se realizaron en la ciudad, esta qued suprimida, la
ltima ocasin que el Seor de las Ampollas fue llevado por las calles fue el lunes de la Semana
Mayor de 1861, ya que el decreto de las suspensiones fue emitido en julio de aquel ao. Las
procesiones se empezaron a realizar bajo las bvedas de la catedral, donde acudan los devotos
durante los novenarios que no se interrumpieron, y donde nunca fue sacada de nuevo la
imagen, ms que para ser destruida en 1915.
Cofradas y fondo de cofradas.
La cofrada era una empresa corporativa con funciones civiles y religiosas para
promover el bien comn y asegurar la supervivencia de la comunidad. Las cofradas de
indios fueron creadas principalmente para promover el culto divino, como sufragar gastos para
los das de fiesta, misas y pago a doctrineros; los fieles adquirieron tierras que empleaban para
la agricultura, ganadera o para apiarios; las propiedades se registraban a advocaciones religiosas
o patrones, como ficcin legal, segn Rugeley, y el usufructo se destinaba, como se ha dicho,
para las fiestas religiosas o gastos del culto. En el transcurso del siglo XVII se consolid la
creacin de estas asociaciones, pero adquirieron importancia en el XVIII, la organizacin
productiva imitaba a la de las haciendas de particulares.
Aunque varios investigadores han estudiado la cofrada en Yucatn, hace falta
profundizar sobre estas organizaciones durante en el siglo XIX.283 Algunos documentos tratan
sobre indulgencias y dems disposiciones de estas instituciones, otras refieren al Fondo de
cofradas de Yucatn que se ocupaba de atender, aparentemente, concesiones de prstamos
hipotecarios que otorgaba la Iglesia bajo diversas advocaciones.284 Las cofradas de cierta
importancia contaban con personal que se dedicaba a la administracin de los recursos, otras
eran regentadas por los curas o los mismos religiosos seculares o franciscanos, aunque se
supone que cuando exista algn litigio que superaba las posibilidades de estos administradores,
pasaba el caso a otras manos. Rugeley (2012: 220) seal que las cofradas, adems del cura
Waldeck 1997: 62. Aunque el autor seala que la procesin se realiz el 12 de abril, es evidente que
correspondi en realidad al 13, tal da fue el Lunes Santo de aquel ao.
283 Por ejemplo Bazant apenas seal a Yucatn en su estudio. Los nmeros que reporta de bienes nacionalizados
a la dicesis yucateca son imprecisos (Bazant 1995: 144).
284 Entre los investigadores que han trabajado la cofrada en Yucatn en el perodo colonial estn: Bracamonte
1991, Farriss 1992; Negroe 1984, Pach 1981, y Sols Robleda 2005.
282
79
cubiertas todas sus cargas de justicia.285 Varias cofradas no fueron vendidas gracias a la tenaz
resistencia de los indgenas (Bracamonte 1994: 171-174; Sols 2005: 310-322; Rugeley 2012:
222, 223), seguramente son algunas de las que se reportan en el siglo XIX. El mximo nmero
de estas propiedades que registr fue de 158,286 aunque un inventario elaborado en 1792 detalla
109 cofradas.
A fines de 1923 el Augusto Congreso del Estado acord la continuidad de las cofradas
existentes, en el decreto respectivo se dio cuenta de las enajenaciones que se venan realizando
y la intencin de regular un buen manejo de los recursos obtenidos:
1.-Las cofradas o hermandades establecidas para objetos piadosos, deben subsistir y restituirse los bienes
que se les hubieren quitado.
2.-Todo lo producido por la venta de las haciendas de comunidad, se destinar o invertir como
corresponde, a fines tiles y beneficios de los pueblos a que pertenecan.
3.-El Gobierno con la mayor actividad, har efectivos los pagos de lo que de semejantes ventas se est
debiendo dentro de un breve trmino, a fin de hacer cuanto se previene en los artculos anteriores,
dictando las providencias convenientes, as para saber el total de todo lo producido por dichas
enajenaciones, como para el buen manejo, til destino y destierro de abusos, dilapidaciones y gastos
intiles de estos establecimientos, dando noticia al Congreso de lo que sucesivamente obre en el particular.
Comunquese al P. E. &c. 287
Al mes siguiente, el Congreso emiti una orden ratificando la postura del gobierno sobre
la intencin de que subsistieran las haciendas de cofradas de ganado vacuno y caballar,
formadas de donaciones y oblaciones de los fieles, ya sea para el alivio de sus derechos
parroquiales o para cualquier objeto piadoso, de satisfacer los rditos de las propiedades de
cofrada que el gobierno haba usado en sus urgencias, convino en invertir los rditos de los
capitales de comunidad de que hizo uso, en obras de beneficencia y utilidad en los respectivos
pueblos en que se ubicaron, asimismo, se reconoci que no haban ingresado al tesoro todos
los valores de las enajenaciones de las haciendas de cofrada y la necesidad de saber el total de
lo producido por las enajenaciones y buen manejo de los recursos.288 Al parecer el clero segua
realizando las enajenaciones de los bienes de cofrada, iniciada haca varios lustros, y aquel ao
el gobierno pretendi que pasaran a su administracin. Probablemente la ltima obra de
utilidad pblica en que se invirtieron aquellos recursos fue en la creacin de la Universidad.
Pen y Gondra 1832, I: 122. Sobre las finanzas de la fundacin y primeros aos de la Universidad vase Arcila
2008: 389-394.
286 Carrillo y Ancona 1979, II: 933. El autor refiere que el obispo Pia (1779-1795), en su defensa sobre la venta
que haca de estas propiedades, y por tanto, posiblemente a su favor, asegur que tanto la gente vulgar como la
instruida llamaba cofrada a todo lo que se dedica y consagra al culto de Dios y los santos, como bienes races,
estancia (haciendas de campo) o semovientes como ganado, haban 158 haciendas pertenecientes al culto, pero
ninguna estancia puede llamarse de cofrada, sino cofrada de las estancias porque preexistiendo estas, se fundaron
las otras. Para profundizar sobre el tema ver tambin Sols Robleda 2005: 304-329.
287 Decreto de Congreso del estado de Yucatn de 19 de diciembre de 1823 (Pen y Gondra 1832, I: 60, 61).
288 Orden de Congreso del Estado de 19 de enero de 1824 (Pen y Gondra, 1832, I: 72).
285
81
Unos meses despus, el gobierno civil pretendi tener conocimiento exacto de quienes
conformaban la nmina de los agraciados por las adquisiciones de las cofradas de la mitra,
as lo hizo saber en una orden emitida por el Congreso del Estado, pero al parecer no se
obtuvo completa dicha informacin, a pesar de fijar plazos para la presentacin de los ttulos
correspondientes.289
Varios aos despus, ante los sucesivos cambios polticos, el Congreso decret la
enajenacin, en un plazo de seis meses, de las haciendas de las hermandades o de cofradas que
subsistan, el producto de aquellas operaciones seran a satisfaccin del Gobierno del
Obispado, con citacin de los procuradores o juntas municipales de los pueblos a que
corresponden las haciendas; y su rdito se invertir en los fines piadosos a que los destinaron
los fundadores. Es muy probable que en las comunidades ya hubiesen tomado precauciones
para defender las codiciadas propiedades de los intereses del clero y el gobierno, ya que la
ltima parte del decreto precis lo siguiente: Los terrenos en que hallen ubicadas las haciendas
que deben venderse, si correspondiesen a la comunidad no podrn enajenarse, y si quedarn a
beneficio de los mismos pueblos; mas si pertenecan a los fundadores de las mismas fincas,
podr hacerse.290
Es casi seguro que el decreto habra creado inters entre la sociedad pudiente y ante la
solicitud de aclaraciones, entre los que realizaron Pedro Casares y Armas y Juan Evangelista
Echnove, el Congreso expidi otras disposiciones que giraron, entre tantos detalles, sobre los
rditos.291 Los fondos obtenidos de las enajenaciones de las propiedades es muy probable que
hayan ingresado al llamado Fondo de Cofrada, que administr el clero hasta la extincin de
esta organizacin dispuesta en 1859.292 Entre tanto, algunas de esas propiedades siguieron
siendo administradas por clrigos, como parte de su patrimonio, tal fue el caso de Raimundo
Prez que administr, como suyas, al menos siete de estas organizaciones.293
Orden del Congreso del estado de 28 de mayo de 1824, en Pen y Gondra (1832, I: 119, 120.
Decreto del Congreso del Estado de 24 de febrero de 1832, en Pen y Gondra (1832, II: 217, 218).
291 Tal fue el caso del artculo dos del decreto de 1 de marzo de 1832 (Pen y Gondra 1832, II: 224, 225). No es
posible realizar un seguimiento puntual de los trminos en que se manej el destino de las cofradas en esta
dcada al estar incompleta la relacin de decretos oficiales que tratan sobre el tema.
292 La desamortizacin de bienes del clero en Yucatn, entre los que estaban el fondo de cofradas, cobr fuerza
en 1861 y 1862, cuando se publicaron varios avisos de remates.
293 Rugeley 2012: 102. Prez manej su propio fondo de cofradas; nacido en Bacalar en 1768, se traslad a Mrida
desde pequeo, estudi en el Seminario de esta ciudad, fue prroco de Tepetitn y Macuspana, Tabasco y luego de
Hoctn, Yucatn. Desempe varios puestos polticos, adquiri varias propiedades, y junto con las obvenciones,
logr una cuantiosa fortuna que Rugeley estim en cerca de 40 mil pesos; en 1850 era uno de los tres clrigos que
tenan mayores inversiones en bienes inmuebles en Mrida, lo superaba el obispo Jos Mara Guerra (1834-1863),
quien tena $6,500, Prez y Eusebio Villamil tenan $6,000 cada uno (BY, fondo reservado, Impresos X 1846-065),
cinco aos despus adquiri en la misma ciudad un predio en cinco mil pesos.
289
290
82
Las cofradas y otras fuentes de recursos que administr el clero en Yucatn en el siglo
XIX, fueron sin duda determinantes en la economa de la regin; en la geografa peninsular se
establecieron un nmero significativo de estas organizaciones, que mediante el amparo de las
imgenes o referentes religiosos, como la Lmpara del Santsimo Sacramento de la iglesia de
San Jos, Campeche, otorgaban crditos o adquiran las propiedades en cambio del
incumplimiento del pago de los rditos.294
Sierra (1861: 51) seal que en 1859 el fondo de cofradas sum 44,000 pesos y que
estaba siempre sujeta a las contribuciones ordinarias, y a muchas extraordinarias que alguna
vez han absorbido la mitad de la renta y en cuanto a su administracin ha sido muy
pura, emplendose los pocos sobrantes, deducidas las cargas, en el auxilio de los gastos del
culto pblico, y en socorrer algunas necesidades de los pueblos. La cantidad que reporta
Sierra no fue real, esto puede comprobarse con una detallada revisin de los expedientes que
resguarda el AGN sobre cofradas de Yucatn. Un informe del obispo Guerra (1834-1863) del
mismo ao confirma lo dicho, pues seala que el fondo de cofradas ascenda realmente a
$68,546 y deba producir rditos por $3,112 en 1856.295
Aunque existen muchas interrogantes sobre estas organizaciones, la cofrada y el
fondo de cofradas en el siglo XIX, como cuntas y cules existieron, la transferencia de
recursos, sus fondos, cantidades que ejerci en determinados perodos, contratos o convenios,
administradores y dems condiciones con que operaron, es innegable su importancia como
fuente crediticia en Yucatn en aquel perodo, 1800-1856, por la falta de liquidez en la regin,
por la frecuencia de sus sealamientos y por la prolongada vigencia. Tambin evidencia el
poder econmico que debi adquirir el clero, al menos para asegurar la continuacin del culto.
Un listado preliminar de las organizaciones del clero yucateco que otorgaron crditos hipotecarios a
particulares y a los propios curas, arroja un nmero significativo, adems de los que otorgaban las obras pas,
capellanas y dotes de religiosas. En Mrida existan ms de 30 diversos cultos u organizaciones que tenan tal
facultad, la catedral contaba con un mnimo ocho opciones (entre las que estaban las misas de aguinaldo y al
Seor de las Ampollas). Existen casos singulares de prstamos hipotecarios como el que otorgaba la Madre Mara
Francisca del Pilar Elizalde, del Convento de las Monjas Concepcionistas, en beneficio de los chocolates que
elaboraba. En el interior de la provincia predominaron los prstamos bajo advocaciones religiosas o para la fbrica
de los templos; parroquias de difcil acceso, como la de Chikindzonot, tambin llegaron a otorgar crditos. Las
instituciones del clero que registr con ms prstamos bajo hipoteca fueron el Fondo de Cofradas y el Fondo del
Convento de las Madres Concepcionistas.
295 Relacin de los capitales del fondo piadoso de cofradas, Mrida, agosto de 1859, gobierno pastoral del Sr. Guerra, en
AHAY caja 4, citado por Cob 2009: 161, 162.
294
83
De otra novena del mismo Cristo, se inform que la hermandad se titul como El
Santsimo Cristo de las Ampollas y Lgrimas de San Pedro en la catedral de la Provincia y que
fue aprobada por el papa Clemente XI (1700-1721) el 15 de julio de 1717, adems concedi
varias indulgencias.297
En el proyecto de las Ordenanzas Municipales de la ciudad, en preparacin en 1790,
se da constancia de que la imagen contaba con su cofrada: para el final del novenario el
cabildo de ciudad estaba obligado a participar en la procesin y a una reunin con el patrono
de la cofrada:
El da nueve que se celebra en la santa iglesia Catedral la milagrossima imagen de Nuestro Seor
Jesucristo bajo la advocacin de las ampollas con peti uniforme, y procesin a la tarde, precedido convite
del patrono de la cofrada.298
No cuento por ahora con mayores datos que nos permitan ahondar sobre el
funcionamiento de esta cofrada y su vigencia.
En su lugar, se sabe de una hermandad, posiblemente sucesora de aquella, cuya
cofrada aparentemente subsisti al proyecto de enajenacin de estos bienes a fines del siglo
XVIII. Un ao despus de la publicacin de la novena del Cristo de las Ampollas impresa en la
ciudad de Mxico, de 1796, corresponde un documento en que consta haberse concedido un
prstamo hipotecario al cura Nicols Rodrguez de la Gala. El expediente incluye los
pormenores de un litigio por la posesin de las tierras que le fue favorable al presbtero. El
Rodrguez 1795.
Castillo 1866: 52, 53. Carrillo y Ancona seal que la asociacin se llam del Santsimo Cristo de las Ampollas,
Escuela de Cristo y Lgrimas de San Pedro, al parecer se bas en otra novena (1979, I: 501).
298 Ttulo 10. De la asistencia a las fiestas de tabla y otras extraordinarias, y ceremonias que se ha de observar en ellas. AGN,
Ayuntamientos, 1798, vol. 141 y Ayuntamientos, 1799, vol. 237.
296
297
84
ttulo de este importante documento es Concesin de 2,300 pesos hecha al Presbtero Don Nicols
Rodrguez de la Gala sobre sus haciendas Santa Cruz y San Pedro Chaltumpuj, pertenecientes al Seor de
las Ampollas299 y que refleja el manejo ambiguo de las propiedades, como se encontraban
prcticamente todas las cofradas. El legajo posiblemente sea el nico expediente de la Colonia
que se conserva de la cofrada de una de las principales devociones catlicas de Mrida.
Nicols Rodrguez solicit el prstamo, para ello dej en garanta sus haciendas, pero
son del Seor de las Ampollas, lo que hace suponer que en realidad el capelln era
propietario de las mismas, el prstamo fue para l o tal vez para financiar o sanear algn apuro
del clero. El que un sacerdote solicite un prstamo dejando como hipoteca una propiedad de
cofrada no fue un recurso raro en la poca, es otra vertiente de cmo los clrigos podan
allegarse de ms recursos de los que perciban con regularidad. De estas propiedades, las
haciendas Santa Cruz y San Pedro Chaltumpuj, de la cofrada del Cristo de las Ampollas, no
he podido identificar ms informacin.300
Bajo el ttulo de fondo o culto del Seor de las Ampollas obtuve informacin de
algunos prstamos hipotecarios que fueron otorgados bajo el amparo a sta devocin. En la
tabla 3.2 incluyo la informacin precisa que obtuve de los prstamos que otorg el Fondo del
Seor de las Ampollas. Cabe sealar que este listado es apenas un esbozo de los crditos que
la institucin otorg, siendo una de las principales devociones de la dicesis, en la ciudad de
Mrida y en la catedral.301
Es muy probable que para entonces la cofrada del Seor de las Ampollas ya estuviera
extinta y con el producto de la venta de sus bienes se haya creado el fondo o culto que
administraba el clero, con que se imponan los crditos hipotecarios solicitados. Es pertinente
aclarar que en todos los documentos que se relacionan a continuacin sobre el fondo del Seor
de las Ampollas no se precisa si corresponden a obras pas, capellanas (que tambin censaba
propiedades) o cofradas, puede ser que englobara a todas, que sea de alguna de ellas, o como
AHCM, 1796. Diario de Yucatn, nm. 30,623, ao LXXXV, 14 de junio de 2010, p. 3 seccin Imagen,
Mrida, Mxico.
300 En 1856 Flix Castillo solicit un prstamo por 3,300 pesos, ofreci en garanta la hacienda Santa Cruz y
Anexas, probablemente sea esta la que perteneci a la cofrada del Seor de la Ampollas, considerando el monto
solicitado y que debi estar muy cerca de la ciudad de Mrida. (AGN, Bienes Nacionales, 1856, vol. 15,
expediente 26).
301 Se conservan importante informacin documental de las cofradas y dems corporaciones del clero prestamista
de Yucatn del siglo XIX, sin embargo est pendiente profundizar en el trabajo de compilacin de tan rico
material para tener un conocimiento ms cercano de estas organizaciones. Al ponerse en marcha el proceso de
desamortizacin y nacionalizacin de bienes del clero, numerosos propietarios realizaron cancelaciones
hipotecarias y rescates de gravmenes eclesisticos que databan incluso de la Colonia. Vase en particular la
relacin de los libros notariales del AGEY que tratan estos procesos, los que seala Serrano (1998: 3, 4).
299
85
se seal, se refiera al fondo del producto de la venta de los bienes de cofrada, que me parece
lo ms indicado, pues se precisa la advocacin. De acuerdo a este criterio, el fondo de cofradas
de la imagen se debi instituir a ms tardar en 1832, ya que de aquel ao es la referencia ms
temprana que identifiqu.
Tabla 3.2 Relacin de capitales que reportaron la cofrada del Seor de las
Ampollas (1796) y el Fondo del Seor de las Ampollas (1832-1861).
RELACIN DE CAPITALES DE LA COFRADA DEL SEOR DE LAS AMPOLLAS. 1796
PROPIETARIO
FINCA
CENSO
FUENTES
Nicols Rodrguez Haciendas Santa Cruz y San Pedro 2,300
AHCM, 1796.
de la Gala
Chaltumpuj.
Renta 5%
Misas
Sagrario, catedral
3,000
150
38
Santiago
1,500
75
34
Cabildo eclesistico
10,300
515
128
Capellanes de coro
17,198
859.9
233
Casa episcopal
21,163
1,058.15
310
Sacristn mayor
4,400
220
64
Seminario conciliar
2,500
125
34
Subdiconos
2,000
100
32
850
42.5
14
62,911
3,145.55
887
No se acostumbr indicar ms que obra pa a estos legados, a diferencia de las cofradas con advocaciones, y
las capellanas signando el beneficiario; pero es indudable que debieron existir tambin administradores
encargados de dar cumplimiento de los compromisos adquiridos, y por tanto debieron existir registros detallados
de los fundadores de estas organizaciones y destinos de los recursos.
303 Patrn general del clero del obispado de Yucatn, con expresin de capellanas colativas que gozan y sus cargas, Mrida 7 de
julio de 1822. Pedro Agustn obispo de Yucatn, AGN, Justicia Eclesistica, vol. 23, f. 34-37vta y 45-50 citado por
Cob 2009: 161. Las cantidades que reporta el autor no corresponden a las sumas de la informacin que presenta
en la tabla correspondiente, que son en realidad $279,193 del fondo de capellanas y de 4244 el total de misas,
existiendo por tanto errores posiblemente en la transcripcin o en el documento original.
304 No existi una categora con este ttulo en la jerarqua eclesistica, por tanto, es slo una frase descriptiva,
probablemente se aplic a clrigos sin curato por administrar y que se sostenan con las rentas de aquellas
capellanas, seguramente muchos tenan dos o ms asignaciones, algo muy comn en las dicesis de
Hispanoamrica y Espaa en la poca (Rodolfo Aguirre Salvador, comunicacin personal, julio de 2014).
302
87
Otro estudio sobre estas organizaciones en Yucatn durante el siglo XIX lo realiz
Carrillo y Herrera, quien identific en las primeras cuatro dcadas la fundacin de 38
capellanas (36 entre 1800 y 1820, las otras en 1829 y 1840), y de las obras pas fundadas entre
1810 y 1840 registr 24 (19 entre 1810 y 1821, 4 en 1830 y una ms en 1840). Seal que la
Iglesia yucateca, con los recursos obtenidos de estas organizaciones, adems de promover e
impulsar el culto con los rditos, realiz muchas acciones piadosas y habra apoyado la
sobrevivencia de los agremiados en situaciones extremas, asimismo fueron fuente de control
econmico, al estar asegurado el capital en propiedades rurales y urbanas.305
A pesar de la significativa baja de fundaciones de estas organizaciones a partir de la
independencia, se identific que aparentemente no sufrieron alteracin alguna en dicho trance,
como puede leerse en una orden emitida por el Congreso del Estado del dos de diciembre de
1823, donde se lee lo siguiente:
[] sobre la duda que proponen los CC. Juan Antonio Frutos y Pbro. Antonio Bretn acerca de la
fundacin de capellanas, suspensa por el decreto de las Cortes de Espaa de 27 de septiembre de 1820,
acord:
1.- Las capellanas y obras pas fundadas, existirn sin alteracin alguna como hasta aqu.
2.- Por lo que mira a las mandadas formar sean laicas o eclesisticas y que no hayan tenido hasta ahora
efecto por la citada ley de las Cortes de Espaa, siempre que los testadores hubiesen llamado persona
determinada a su goce, tendr sta un derecho legtimo a la mitad del capital, pudiendo disponer
libremente de ella, y en cuanto a la otra solo podr disfrutar del rdito, debiendo a su vez el inmediato
sucesor segn el llamamiento disponer de sta con entera libertad, quedando ambos por su vida obligados
a cumplir a prorrata las cargas de justicia.306
Casi una dcada despus, seguramente los testadores de las capellanas se sentan
inseguros por la inestabilidad poltica y los frecuentes decretos que pretendan controlar el
destino de las organizaciones, y que se reflej en la disminucin de las fundaciones y la
probable desvinculacin de ellas. El Congreso del estado de Yucatn emiti un decreto en
1832 en que precis que tanto los poseedores de capellanas como los sucesores podan
renunciar a sus derechos en ellas y gozar sus rditos pero cumpliendo ambos por su vida
con las cargas de justicia que respectivamente les corresponden.307
Carrillo y Herrera 1991: 105. Del siglo XIX existen tambin en el AGN, el AGEY y los peridicos oficiales de
Yucatn, varias referencias sobre estas instituciones con informacin que puede ampliar el listado y conocimiento
de ellas. Sierra (1861: 54), en evidente expresin para proteger al clero de las Leyes de Reforma, refiri las
capellanas de sangre como fideicomisos familiares. Consltese este autor para analizar las rentas eclesisticas
en Yucatn, quien trat el tema con reservas para beneficiar al clero: luego de un esbozo histrico, proporcion
informacin sobre las cofradas y obras pas, las manuales o fondos piadosos para el culto en la catedral y las
dotaciones para la fbrica de la catedral, el Seminario Conciliar, las iglesias y capillas.
306 Pen y Gondra 1832, I: 54, 55.
307 Decreto de 26 de enero de 1832 (Pen y Gondra 1832, II: 198), otros decretos relativos a las capellanas fueron
emitidos el 14 de marzo de 1831 y el 13 de febrero de 1832. De similares condiciones con las cofradas, existen
vacios de informacin para conformar un cuadro completo del desarrollo de estas organizaciones.
305
88
Un dato por dems relevante del capital que generaban las capellanas en Yucatn, se
refleja en la posibilidad que tenan los curas de obtener recursos de cierta importancia.308 El
futuro obispo de la dicesis de Yucatn, Leandro Rodrguez de la Gala (1868-1884) gozaba de
una capellana, en 1835 recibi de Jos Mara Ruz 2,000 pesos.309 Identifiqu 42 capellanas en
el siglo XIX que perciban oblaciones y podan ofrecer crditos hipotecarios,310 es probable que
otros curas o beneficiarios no tuvieran la capacidad de realizar este tipo de operaciones, pues se
supone que los rditos eran principalmente para actos piadosos o para las misas, y por lo tanto,
de no mucha cuanta. Queda pendiente cuantificar con mayor precisin las capellanas que
existieron y dems detalles de operacin.311
Es evidente el inters que manifest el gobierno civil para regular estas organizaciones.
Ante la imposibilidad de los testadores de dar cumplimiento a los contratos y los abusos que se
daban, surgieron conflictos entre los fundadores y el clero, los primeros empezaron a acudir a
las instancias civiles para dirimir sus inconformidades. El aparato burocrtico de la Dicesis
empez a enfrentar a la autoridad civil en los litigios que tenan que conformarse ex profeso, es
decir, eran juzgados especiales para estos casos. Desde la Colonia se pretendi imponer que
los juzgados civiles se ocuparan de los litigios de capellanas y obras pas, pero, siendo el
sistema poltico representado por el Patronato, los casos seguramente eran favorables para el
clero;312 la situacin fue cambiando con el ascenso del poder civil, por la difusin cada vez
mayor de la tendencia liberal y la extincin de los privilegios de los fueros, del clero y de los
militares.
Por tanto, la pretensin de reglamentar el destino de las cofradas, capellanas y obras
pas reflej vertientes: en primera instancia, el ascendente ideal laico del gobierno ante el
debilitamiento del poder eclesistico en materia legal, la desigualdad econmica y privilegios del
clero en contraste con la paulatina inconformidad de los deudores por el destino de los
Por ejemplo, en 1820, el coronel Alejandro Villajuana entreg 1,000 pesos al cannigo Santiago Martnez de
Peralta sobre su casa de dos pisos que corresponda a la capellana del Pbro. Juan Andrs de Herrera (AGN,
Bienes Nacionales, 1820, vol. 163, expediente 47). En 1830 Francisco Mara gozaba de una capellana y concedi
2,000 pesos a su padre Francisco Genaro de Cicero por una casa en Campeche y una hacienda (AGN, Bienes
Nacionales, 1830, vol. 20, expediente 22).
309 AGN, Bienes Nacionales, 1835, vol. 36, expediente 9.
310 En 1822 Cob report la existencia de 38 capellanas entre las que estaban los curas sin destino. En el AGN
identifiqu, de aos posteriores, varios expedientes de capellanas.
311 Algunas capellanas fueron instituidas por curas. El listado de Carrillo y Herrera incluye los fundadores, en
otros documentos aparecen slo los beneficiarios. Ante la documentacin incompleta, por ahora no es posible
realizar un estimado de cuntas existieron, aparentemente fueron ms que las obras pas.
312 As se resolvi en el litigio de tierras que siguieron unos indgenas sobre los lmites de las haciendas de la
cofrada del Seor de las Ampollas en 1796 (AHCM, 1796. Diario de Yucatn, nm. 30,623, ao LXXXV, 14 de
junio de 2010, p. 3 seccin Imagen, Mrida, Mxico).
308
89
recursos, por las prdidas de sus bienes o gravamen de las mismas.313 Desde 1852 se tiene
noticias en Yucatn de una relacin de personas interesadas en el Fondo de Consolidacin, con
expresin de las capellanas, obras pas, curas, personas e instituciones con crditos sobre el
fondo, que ascendan a $260,368.66.314 Es pertinente mencionar que, a pesar de no hacerse
alusin al fondo de cofradas, esta informacin constituye un antecedente importante de la
poltica liberal que deba regir entonces, ya que cuatro aos despus se decret la Ley Lerdo.
Como es sabido, el decreto de desamortizacin de bienes del clero incluy la extincin
de las cofradas y dems hermandades religiosas, como las capellanas y obras pas, los artculos
1 y 5 sealan lo siguiente:
1 Entran al dominio de la Nacin todos los bienes que el clero secular y regular ha estado
administrando con diversos ttulos, sea cual fuera la clase de predios, derechos y acciones en que
consistan, el nombre y aplicacin que hayan tenido.
5. Se suprimen en toda la Repblica las rdenes de los religiosos regulares que existen, cualesquiera que
sea la denominacin o advocacin con que se hayan erigido, as como tambin todas las archicofradas,
cofradas, congregaciones o hermandades anexas a las comunidades religiosas, a las catedrales, parroquias
o cualesquiera otras iglesias.315
Para concretar la desamortizacin de los bienes del clero y las capellanas, fue necesario
implementar una serie de estrategias de orden jurdico, leyes y disposiciones especiales.316 Se ha
sealado que en Yucatn se realizaron remates de propiedades eclesisticas de conformidad
con la Ley Lerdo y se dio continuidad a este proceso en 1859. La Guerra de Reforma habra de
mantener en suspenso el seguimiento de los casos, superado el conflicto, se reanud la
enajenacin de los bienes del clero con la publicacin de los primeros informes en marzo de
1861. De los 188 crditos nacionalizados 21 correspondieron a obras pas, que se consideraron
ms de beneficencia que religiosas, en aquel listado no se reporta alguna del Seor de las
Ampollas, aunque s existieron; con las Leyes de Reforma algunos piadosos retiraron el capital
En los juzgados civiles no era raro dirimir casos de propiedades gravadas por el clero. Por ejemplo, en 1857 se
anunci el remate de la hacienda Tanlum, en Mrida, del finado Basilio Ramrez, la descripcin de la finca seal
que reconoca un gravamen censal de 780 pesos y 800 pesos correspondientes a obras pas. (Las Garantas Sociales
nm. 237, ao 2, 6 de abril de 1857 p. 4, Mrida, Mxico).
314 Ferrer 1977: 56. El autor seal que estaban interesados en dicho fondo 199 acreedores, pero el gobierno
federal reconoci a diez.
315 El Constitucional nm. 136, ao I, 15 de agosto de 1859, p. 3, Mrida, Mxico. La Ley de desamortizacin de
bienes del clero fue decretada por el presidente Jurez el 12 de julio de 1859. Antecedente inmediato a esta
disposicin fue la Ley Lerdo, de 1856.
316 La primera de estas disposiciones fue publicada en Mrida en l859 (El Constitucional nm. 137, ao I, 17 de
agosto de 1859, p. 1, 2, Mrida, Mxico).
313
90
que sustentaban las obras pas, es probable que para entonces, 1868, ya no existan las de la
imagen que tratamos.317
Para el proceso de nacionalizacin de los fondos del clero se presentaron varias
irregularidades como desvos, fraudes, ocultacin de informes, estimaciones irreales, abusos de
parte de las autoridades civiles contra el clero, y dems situaciones, lo que provoc en
ocasiones prolongadas controversias legales que llegaron a dirimirse en varios aos.318
El proceso de desamortizacin de bienes del clero se suspendi un tiempo durante el II
Imperio, ya que aliados conservadores dictaron acuerdos en tal sentido para favorecer a la
institucin religiosa. Poco despus se reanudaron gestiones para dar cumplimiento a las Leyes
de Reforma, de conformidad por la postura liberal del emperador Maximiliano I. 319 Y se debi
reanimar el seguimiento de estos procesos despus del restablecimiento de la Repblica.
Capellanas y Obras pas del Seor de las Ampollas
La primera capellana que tuvo la imagen fue la que destin el padre De la Huerta para
promover el culto en Mrida en el siglo XVII.320 Est pendiente la integracin de estas
fundaciones en el Siglo de las Luces.321 A inicios siglo XIX se asegura que hay evidencias de
capellanas fundadas en honor al Santo Cristo de las Ampollas que rebasan el mbito de la
ciudad, para misas cantadas cada ao.322 As, se identific que en 1819 Mara de Irigoyen se vio
en la necesidad de comprometer dos de sus propiedades a la Iglesia yucateca para cumplir con
los acuerdos que haba celebrado con instituciones de cofradas y obras pas, uno de ellas
correspondi a 350 pesos destinados a obras pas a favor del Seor de las Ampollas.323
Como seal lneas arriba, algunos piadosos retiraron el capital que tenan
comprometidos en las obras pas de conformidad a las Leyes de Reforma. Tal fue el caso de
Ildefonsa Cervera quien decidi en arreglo de conciencia retirar de una cantidad de dinero,
500 pesos, que destinaba al culto al Seor de las Ampollas. Ante tal medida, aclar que fue
Ferrer 1977: 56. Vase en el anexo 3.1 la relacin de las 21 obras pas referidas, y los recursos a que qued
reducido el Fondo de Consolidacin una vez cerradas las gestiones de nacionalizacin de los bienes del clero.
318 Serrano (1991: 116) identific entre 1859 y 1878, 40 casos que requirieron prolongados procesos para
dirimirlos Consltese esta obra para profundizar en el tema de la aplicacin de las Leyes de Reforma en Yucatn.
319 Serrano 1998: 41-47.
320 Carrillo y Ancona 1979, I: 508.
321 El Fondo Notarial del AGEY contiene amplia informacin de estas fundaciones. No cuento con referencias de
organizaciones de este gnero correspondientes al Seor de las Ampollas de los siglos XVII y XVIII, est
pendiente explorar este material.
322 Negroe 1999: 289, 290.
323 AGEY, 1819, Fondo Notarial, vol. 94, f. 50v-56v.
317
91
obligada por las circunstancias de las Leyes de Reforma, y por tanto, suplic al clero que
aceptaran su posicin con la esperanza de alcanzar sus indulgencias...324 Seguramente otras
obras pas y capellanas fueron fundadas para la devocin del Seor de las Ampollas.
Los gremios catlicos
El culto al Cristo de las Ampollas a travs de los gremios catlicos fue uno de los medios ms
efectivos en que la Iglesia yucateca mantuvo su vigencia en la segunda mitad del siglo XIX,
luego de los cambios radicales impuestos por las Leyes de Reforma que limitaron notoriamente
sus acciones, principalmente en lo referente a las procesiones religiosas pblicas. La prctica
del culto basada en los gremios fue iniciada aos previos al decreto de desamortizacin de
bienes del clero (quiz incluso desde la poca Colonial, pero no habra tenido relevancia) y
tendran que pasar algunos lustros para su consolidacin.
Contrario a los documentos de cofradas, capellanas y obras pas, reservados en libros
que resguardaba el clero, los notarios y escrituras de particulares, y por tanto rara vez
difundidos, la devocin que se practic a travs de los gremios catlicos fue ampliamente
divulgada a travs de la prensa. Esto es ms notorio cuando ms se acercaba el siglo XX,325
para la primera dcada de aquel siglo constitua la fiesta pblica ms esperada por la sociedad y
el comercio de Mrida, la amplia literatura identificada as lo confirma.
Ante la importancia del tema, se procede a analizar el culto a la imagen ampollada de
Yucatn, en los siguientes apartados:
1.-Los artesanos, antecedentes y orgenes de la prctica devocional.
2.- Inicios del culto gremial durante el gobierno del obispo Jos Mara Guerra (1834-1863).
3.- Promocin de los gremios durante el gobierno eclesistico de Leandro Rodrguez de la Gala
(1868-1884).
4.- Impulso a los gremios durante la gestin del obispo Carrillo y Ancona (1887-1897) hasta
fines del siglo XIX.
5.- Los gremios durante el obispadoarzobispado de Tritschler (1900-1914).
Negroe 1999: 290. No se especific el destino de los recursos, pero al localizarse el documento en Obras
Pas existe la posibilidad que haya sido para sufragar el mantenimiento de la capilla del Cristo, para misas o para
algn cleric del culto. Ildefonsa Cervera probablemente sea la persona que represent Manuel Cervera, como
propietaria de un predio gravado por el fondo del Seor de las Ampollas (ver tabla 3.2.).
325 Entre 1821 y 1840 se difundieron al menos 57 peridicos en Yucatn; entre 1841 y 1879, no menos de 116 y
66 de 1880 a 1914, un mnimo de 239 ediciones de 1821 a 1914 (Canto 1977: 51-53, 56-62, 78-84). A pesar del
elevado nmero de publicaciones actualmente resulta prcticamente imposible la consulta de gran parte de este
material, en particular las del primer perodo sealado.
324
92
93
Prez Toledano 1996: 66-69. La autora seala que en 1803 el ayuntamiento de la ciudad de Mxico declar que
la asistencia de los gremios al culto era voluntaria, pero se document la presin que ejerci el clero y que slo el
gremio de sastres se neg a participar en la procesin, cubriendo los artesanos de los otros gremios los gastos de
cera correspondientes a su da (dem., p 77).
329 dem., 68, 73.
330 Molina 1927: 432. En el barrio de San Cristbal se asentaron varios talleres de tenera.
331 Calzadilla 1977: 64-70.
328
94
el convento de San Francisco, los talleres de platera, carpintera, ferretera, zapatera, sastrera y
talabartera.332
Para mediados del siglo, con el aumento de la poblacin y la adquisicin de algunos
equipos y maquinaria, la competencia en la calidad de los productos demandados seguramente
cre algunas diferencias entre los ciudadanos y artesanos, razn por la cual el ayuntamiento
pretendi regular los trabajos. Para ello decret el Reglamento de los talleres de arte y oficios de la
capital de Yucatn, entre otros aspectos estableci reconocer slo los talleres que juzgue digno
de este ttulo, regular las diversas categoras de los oficios de acuerdo a la antigedad de la
experiencia en la capacitacin del artesano, determin multas y con capital propio proyect el
establecimiento de una casa de correccin con talleres de carpintera, sastrera, platera,
zapatera, talabartera y herrera con ramo de armera.333
Aunque en 1866 se estableci una correccional en Mrida, al parecer fue en 1871
cuando se inauguraron, en el segundo local de su tipo, los primeros talleres formales para los
presos, estos fueron los de carpintera (con 10 aprendices), herrera (2), tonelera (4), platera
(3), sastrera (4), zapatera (3) y hojalatera, este ltimo no tena entonces aprendices.334 En 1887
se fund la Escuela Correccional de Artes y Oficios, los talleres que se iban a poner en servicio
eran los de carpintera y ebanistera, herrera, fundicin y tornera de metales, zapatera,
sastrera e imprenta.335 El gobierno estableci algunas escuelas para obreros, que operaban por
lo general por las noches, enfocados principalmente al aprendizaje de lectura y escritura, una de
estas escuelas operaba en Valladolid en 1884, con cuarenta alumnos.
El clero catlico lleg a contar en Mrida tambin con escuelas para artesanos, adems
de los colegios religiosos de primeras letras. En 1888 existan dos de estos locales, uno en el
centro de la ciudad y otro en el suburbio de San Sebastin, ambos fueron administrados por las
Conferencias de San Vicente de Paul.336 Es probable que todos los artesanos y aprendices de
El Espritu Nacional nm. 69, tomo I, 9 de junio de 1862, p. 3,4, Mrida, Mxico. El proyecto, iniciado en 1841
fue aprobado por la Cmara de diputados del Estado con reformas a los artculos del reglamento propuesto. No
se concret su cumplimiento, fue de nuevo presentado por el Sr. Castro en 1849 al ayuntamiento, que expres
tambin su aprobacin, aunque de nuevo qued pendiente su realizacin.
333 BY, fondo reservado, folletera, VIII-1851-14. El reglamento consta de 63 artculos divididos en 13 captulos.
Los oficios que refiere son los siguientes: de albailera, barberos, carpinteros, concheros, cordeleros, cualquier
otro ramo de herrera, curtidores, escultores, empastadores, faroleros, guitarreros, herradores, impresores,
jaboneros, panaderos, pintores, plateros, sastres, tabaqueros, talabarteros, toneleros, veleros y zapateros.
334 La Razn del Pueblo nm. 667, ao VI, 1 de enero de 1872, p. 2, Mrida, Mxico.
335 La Razn del Pueblo nm. 34, ao II, 4. poca, 21 de marzo de 1887, p. 1, Mrida, Mxico. Fue inaugurada el 6
de enero siguiente.
336 De Arrigunaga 1982: 406.
332
95
oficios que tomaron clases es estas escuelas tenan que pertenecer a alguno de los gremios
catlicos del Seor de las Ampollas.337
Se han identificado en la prensa de la segunda mitad del siglo XIX algunas referencias e
informacin de talleres y sus maestros encargados pero no se tiene informacin precisa del
nmero de artesanos que hubo en cada labor. En 1872 se constituy formalmente la Gran
Sociedad de Agricultores, Comerciantes, Artesanos e Industriales," que lleg a tener a los
pocos das, una nmina superior a los setecientos socios, en la directiva estaban representados
los siguientes sectores, distinguidos como por las artes de: carpintera, platera, zapatera,
ferrera, sastrera, hojalatera, talabartera y barbera, tonelera, tenera y cordelera, arquitectura,
cigarrera y tabaquera, conchera, por la industria en general y agricultura, por el comercio y
bellas artes y por las profesiones en general.338
Ya es posible distinguir la predominancia de ciertos oficios que se practicaban para
aquellas dcadas; en 1884 se report la siguiente relacin de establecimientos que operaban en
Mrida, se ignora cuntos artesanos y operarios estaban en los gremios del Seor de las
Ampollas:
Tabla 3.4. Establecimientos que operaban en Mrida en 1884.
ESTABLECIMIENTO EN
MRIDA. 1884
Barberas
17
Carpinteras
40
Fundiciones
3
Herreras
28
Hojalateras
12
Panaderas
16
Plateras
23
Sastreras
19
Talabarteras
9
Zapateras
26
Fuente: El Monitor Peninsular, nm. 90, 1884, p. 4, Mrida, Mxico.
96
ignora cul fue el porcentaje, en cada caso, de los que se integraron al culto del Seor de las
Ampollas (ver tabla 3.5 y 3.7)
Tabla 3.5. Oficios en el censo de Mrida de 1895 que aparecen en los gremios.
OFICIOS EN EL CENSO DE MRIDA DE 1895 QUE APARECEN EN LOS GREMIOS.
OCUPACION
HOMBRES
MUJERES
TOTAL
Albailes (Alarifes)
709
709
Carpinteros
888
808
Comerciantes
1423
136
1559
Curtidores
64
64
Estudiantes
1171
759
1930
Filarmnicos
83
8
91
Herreros
208
208
Hojalateros
87
87
Matanceros (Abastecedores)
205
205
Mecnicos
214
214
Panaderos
217
45
262
Peluqueros (Barberos)
170
170
Pintores Decoradores
70
70
Plateros
148
1
149
Profesores
98
116
214
Sastres
238
238
Talabarteros
96
96
Zapateros
388
388
Fuente: Boletn de Estadstica nm. 4, ao II, 16 de febrero de1896, pp. 27-29, Mrida, Mxico.
Se transcriben los oficios que aparecen en los gremios del Seor de las Ampollas.
Poblacin residente
50,521. (22,685 hombres/27,836 mujeres)
Poblacin catlica
49,755 (incluye menores de edad)
Sacerdotes catlicos
34
Fuente: Boletn de Estadstica nm. 4, ao II, 16 de febrero de1896, pp. 27-29, Mrida, Mxico.
97
Inicios del culto gremial durante el gobierno del obispo Jos Mara Guerra
(1834-1863).
Dos anuncios de octubre de 1851 constituyen los primeros referentes de la existencia
de la devocin de los gremios catlicos del Cristo de las Ampollas. En el primero de ellos se
invit a los gremios a adquirir velas y en la otra gacetilla se seal el final del novenario
dedicado a la imagen ampollada. Es evidente que la primera publicacin hace referencia a los
gremios catlicos y apareci el da del inicio del novenario de la sagrada imagen y la segunda
nota confirm la conclusin de dicho evento, por lo que se deduce que ya existan los gremios
del Seor de las Ampollas. Dicen los anuncios lo siguiente:
Aviso a los gremios.- En la tienda de D. Nicols Almeyda, esquina de la alameda, se venden velas
adamantinas, de superior calidad, en caja a cuatro reales libra: libra suelta a cuatro y medio reales, y una a
una a tres cuartos reales. Tambin se dan a pagar solo merma, por un precio convencional con el
interesado.339
Apenas concluido el novenario del Santo Cristo de las Ampollas, ha comenzado en la Mejorada el de la
Virgen del Pilar; [] Fiestas continuadas por tres meses, solo se ven aqu.340
Tambin se sabe que 1851 el obispo Guerra autoriz la reimpresin de una novena
dedicada al Seor de las Ampollas, en donde concedi 200 das de indulgencias,341 seguramente
fue para impulsar la participacin de los fieles en los gremios..
Una particularidad del culto de estas asociaciones del Seor de las Ampollas, es que
todos ellos tuvieron como patrn a una imagen de Dios Hijo, priorizando en ella su atencin
El Siglo Diez y Nueve nm. 197, segunda poca, 1 de octubre de 1851, p. 4, Mrida, Mxico.
El Siglo Diez y Nueve nm. 203, segunda poca, 15 de octubre de 1851, p. 3, Mrida, Mxico. En julio
comenzaba la fiesta del Cristo de la Transfiguracin en la iglesia de Santiago. Como se indica lneas abajo, los
gremios catlicos de la imagen ampollada fueron los primeros formalizados en Yucatn, los de otras advocaciones
se registraron hacia 1890.
341 Annimo 1914: 2.
339
340
98
sobre la devocin patronal de sus respectivos oficios, como en los casos de los carpinteros
(cuyo Santo Patrn es San Jos), los alarifes (La Santa Cruz) y los sastres (San Homobono).
Como he indicado, el ayuntamiento de la ciudad emiti en 1851 el Reglamento para
los Talleres de Artes y Oficios y se sabe que se practicaban varios oficios o actividades
artesanales. El citado reglamento no incluye la palabra gremio, y parece ser que el trmino,
por su antigedad aplicada a los obreros catlicos de la devocin en la catedral, se convirti en
un referente del culto. Diversas agrupaciones de obreros laicas que se formaron hasta el siglo
XX omitieron tal palabra, y se denominaron bajo los trminos unin, asociacin,
sociedad, club, o centro.342
Aunque se desconoce el alcance que tuvo el citado reglamento de artes y oficios, por
los propsitos enunciados, es muy probable que los artesanos hayan adquirido mayor
representatividad en la sociedad y en ello se habra fijado el alto clero para proponer
convocarlos e implantar en Mrida la prctica del culto como gremio patronal, a la usanza de la
que haca algunos lustros no se realizaba en la ciudad de Mxico.343
Como parte de la promocin al culto del Seor de las Ampollas, en 1850 Guerra
autoriz indulgencias a los fieles que rezaran ante la imagen del Cristo elaborada por Vicente
Gahona Picheta y en 1853, invit formalmente a una solemne ceremonia litrgica al
gobernador en agradecimiento por el cese de las afectaciones provocadas por una epidemia de
clera que afect a la ciudad y a la provincia. Ese mismo ao el obispo promovi la creacin
de una hermandad que costeara misas diarias a dicha imagen.
Estos actos litrgicos, la correspondiente a las misas diarias y que abordar ms
adelante, estuvieron realizndose hasta la dcada de 1860, pero seguramente resultaron
onerosas para los integrantes de los gremios de obreros, quienes de una manera ms modesta,
siguieron consolidando sus respectivos grupos y culto, tanto que luego de unos lustros, algunos
de los feligreses integrantes de la ya extinta hermandad de misas diarias al Cristo se integraron
en gremios, como en los comerciantes, de seoras, un devoto, y de profesores y
En Yucatn la analoga entre gremio y asociacin religiosa patronal est an vigente, aunque por supuesto, no
es exclusiva a ellos. Los gremios catlicos del Seor de las Ampollas fueron las primeras asociaciones de su tipo
en la regin, a fines del siglo XIX surgieron los primeros gremios en el interior del Estado, entre otras
poblaciones, en Halach, Umn y Valladolid. Esta tendencia fue en aumento, popularizndose en las primeras
dcadas del siglo XX.
343 Probablemente desde la tercera dcada del siglo XIX se habran extinguido la participacin del culto de los
gremios catlicos en la ciudad de Mxico, esto, a raz de la decadencia de estas asociaciones por disposiciones
gubernativas contra los obreros. Alrededor de 1850 se encontraban en proceso de desarticulacin, aunque ya se
veran como instancias de socorro mutuo (Teitelbaum y Gutirrez, 2008: 127). Sobre las transformaciones de los
gremios a sociedades de socorros mutuos en Puebla y en centro del pas en la primera mitad el siglo XIX, vase
Illades (1990).
342
99
estudiantes, algunos de esos casos fueron los siguientes: a) Jos M. Garca Montero pag la
misa del 5 de febrero 1855 y en 1893 fue elegido representante de Derecho Cannico en la
directiva del gremio de profesores y estudiantes para las fiestas del siguiente ao; b) Jos
Dolores Villamil, que pag la misa del 14 de febrero de 1855 y fue integrante del gremio de
comerciantes y hacendados en 1882, cuando fue comisionado para recaudar fondos para
mejoras en la catedral, c) Nicols Almeida sufrag una misa de septiembre de 1855 y fue
integrante del gremio de comerciantes y hacendados en 1886; d) el Lic. Francisco Martnez de
Arredondo pag una misa al Cristo en noviembre de 1855 y en 1899 y 1900 fue comisionado
para representar al gremio de comerciantes y hacendados durante los festejos del novenario, y
e) el caso de Ana Espadas de Patrn Peniche, quien aparece en una lista de misas pagadas de
diciembre de 1855 y fue representante tambin del gremio de comerciantes y hacendados en
las fiestas religiosas de 1899 y 1900.
Las primeras celebraciones religiosas consistan en los novenarios que se realizaban del
uno al nueve de octubre, incluan los eventos llamados de bajada de la imagen, el novenario,
rosarios, misas, misa solemne llamada Te Deum, procesiones y cerrada.344 Hasta ahora los
nicos gremios que identifiqu en la dcada de 1850 fueron los zapateros y comerciantes.
3.
100
101
de las Ampollas, y al mutuo socorro y beneficencia de los mismos asociados o componentes en casos de
desgracia o adversidad; 347
Impulso a los gremios durante la gestin del obispo Carrillo y Ancona (18871897) hasta fines del siglo XIX.
Aunque en 1888 Carrillo y Ancona se desempe como obispo, cuatro aos antes ya tena la
facultad de tomar decisiones para la dicesis; en relacin a la participacin de los gremios
catlicos se dieron varios cambios significativos. Se agregaron tres das a las fiestas en diversos
aos, con dos nuevos gremios, el otro se asign a uno preexistente que estuvo asociado con
otros devotos. Los profesores y estudiantes se integraron a los festejos en 1892, fue su
fundador y presidente honorario el mismo obispo, los panaderos aparecieron en los festejos
en 1895; finalmente les fueron asignados un da a los trabajadores del comercio en 1893
1894, por pocos aos, participaron previamente con los talabarteros. Tambin se dieron los
casos de fusin de los gremios de ramoneros con los zapateros, el de los herreros y
maquinistas y una triple alianza entre los hojalateros, plateros y pintores.
Reglamento de la Sociedad Catlica del Gremio de Barberos de Mrida (BY, fondo reservado, folletera XXIV-1872-22).
Hasta ahora este documento de 1872, que se transcribe en el anexo 3.4, es el nico de su gnero que se tiene
conocimiento, de otras agrupaciones se pueden esbozar parte de sus estatutos. Para aquel ao exista la Sociedad
Catlica en esta capital; el gremio de barberos tena participacin en las fiestas al menos desde la dcada de 1860,
el citado reglamento no refiere que sea una reimpresin o reforma de otro previo.
348 La cuota estipulada para los socios de la Sociedad de artesanos, agricultores, comerciantes e industriales del
estado de Yucatn, creada tambin en 1872, fue de medio real por mes.
347
102
Por otra parte, una breve publicacin de 1894 inform que los turcos solicitaron
tener un da en las celebraciones del Seor de las Ampollas y que les fue denegado por quien
corresponde, la gacetilla inform que Tal vez no haya habido ms razn que la de que ellos
son comerciantes, y el comercio tiene su da en la fiesta.349 Esto da pie a hacer las siguientes
observaciones: a) los turcos eran para entonces, despus de los espaoles, la poblacin
inmigrante ms importante en la ciudad: el censo de 1895 report 201 personas de ese origen y
debe aclararse que con el trmino turco se refera tambin a los sirio-libanes, entonces
polticamente unidos, b) la causa de la negacin que se public parece lgica, por existir un
gremio de comerciantes, sin embargo el mismo ao o en 1893 se acept a otro grupo que
tenga su da en las celebraciones, al gremio de los trabajadores del comercio, antes, en
1891 y 1892 comparti su da de participacin con los talabarteros, c) aunque no se acusa a
la autoridad que neg la solicitud, lo ms probable es que haya sido el obispo Carrillo y Ancona
dado el continuo inters que manifest por la imagen y por el peso de su cargo, esto por
encima de que el Venerable Cabildo siempre tuvo el Patronato del Cristo y los capellanes del
mismo eran, o miembros de mismo cabildo, u otros ilustres sacerdotes;350 d) de conformidad
con la solicitud, los turcos deban representar un grupo unido, dedicados la mayora al
comercio, entre los que estaban los que practicaban la buhonera, deban entonces ser, sino
importantes, s destacados en la economa de la ciudad para pretender competir en los
festejos con los gremios, en especial contra el gremio de comerciantes y hacendados, que era
precisamente el ms poderoso en recursos; es improbable que la peticin haya sido en base a
su origen tnico porque todos los gremios eran de oficios, e) cabe sealar que el comercio en la
ciudad se incrementaba en los das de fiesta, y los libaneses deban sentirse plenamente
identificados con la gran actividad que se generaba, f) finalmente vale la pena comentar
tambin el grado de integracin e identificacin que ya tenan aquellos extranjeros con las
costumbres de la regin, a menos de dos dcadas de iniciada su inmigracin.351
Independientemente de la situacin descrita, puede notarse que fueron aceptados
nuevos gremios, unos fueron dispuestos con otros que tenan cierta antigedad y a otros,
probablemente ms organizados y numerosos, les fueron asignados sus propios das, alargando
El Eco del Comercio nm. 1538, ao XV, 9 de octubre de 1894, p. 3, Mrida, Mxico.
Carrillo y Ancona 1979, I: 506. Entre los capellanes del Cristo estuvieron los siguientes curas: Nicols
Rodrguez de la Gala, Eusebio Rodrguez de la Gala, Serapio Rodrguez de la Gala, Leandro Rodrguez de la Gala,
Manuel S. Snchez, Epifanio Cardea, Manuel Jimnez y Celestino lvarez Galn.
351 Ramrez (2006:183) seal que para 1879 dio inicio el apogeo de la inmigracin libanesa a Yucatn y que la
mayora de aquellas familias eran de religin cristiana maronitas, tambin haban algunos ortodoxos.
349
350
103
la fiesta, ante la complacencia de las autoridades. El incremento de los gremios, sean asociados
o independientes en los das de festejo, refleja la importancia e impulso que lleg a tener la
devocin.
Por otro lado, los directivos de cada agrupacin, entre los que estaban el presidente de
honor y el presidente activo, adquirieron cierto estatus porque sus nombres figuraban en
los estatutos, invitaciones y dems documentos que circulaban entre el clero, el comercio y la
comunidad en general, siendo por tanto ms identificados en la especialidad laboral que
desempeaban y partcipes con el obispo y dems representantes de las numerosas reuniones
preparatorias o de mejoras que se realizaban en la capilla del Seor de las Ampollas y la
catedral. La cooperacin que los gremios hacan en las diversas mejoras y donaciones a la
iglesia son dignas de sealar porque, aun siendo en algunos casos aportaciones modestas, la
suma de los resultados fueron de trascendencia, como se analizar en el siguiente captulo.
El obispo Carrillo y Ancona (1887-1897) fue uno de los clrigos que ms impulso le
dio al culto de la imagen, redact El rbol de la Luz (1887), dedicado al origen y devocin
milagrosa del Cristo, en El Obispado de Yucatn. Historia (1895) trat tambin la imagen
rectificando algunos pasajes histricos sobre su traslado a la catedral, en ambas obras hizo
mencin de los gremios catlicos; fue partidario del origen milagroso de la imagen y de la
postura de Cogolludo de omitir al Cristo por diferencias entre los cleros secular y regular. Bajo
su aprobacin se imprimieron preces en devocin en culto especial al Cristo ampollado en
1885 (reimpresa en 1891 y 1906); siguiendo la tradicin de sus predecesores, convoc a los
fieles junto con el cabildo eclesistico a recurrir a la imagen en rogativas para apaciguar
situaciones adversas como la escasez de lluvias, plagas de langostas o por epidemias; tambin
pretendi restablecer el culto de misas diarias a la imagen, aunque al parecer no prosper el
proyecto. Carrillo y Ancona presidi varias juntas en que se acord la realizacin de
importantes mejoras en la catedral, costeadas en gran parte o en su totalidad por los gremios;
tambin fue frecuente orador en las misas durante las celebraciones religiosas, su elocuencia
fue reconocida desde los aos sesenta de aquel siglo; fue tan solicitada su participacin es
aquellos das de fiestas, que lleg a percibir 16 pesos por misa en 1875.352
No registr otro referente similar sobre este detalle. Los gremios solan pagar por misa de uno a cinco pesos,
los costos variaban segn el horario y el presbtero que las oficiaba. Los integrantes de la hermandad de las misas
diarias en devocin al Seor de las Ampollas pagaban un peso por las ceremonia que se ofrecan en la dcada de
1850-1859, stas se programaron a las seis de maana, excepto los viernes que era a las diez de la maana.
352
104
De conformidad con las listas de gremios obtenidas, durante la gestin del Vicario
Capitular Domnguez Elizalde, las celebraciones se mantuvieron sin cambios, a excepcin de
ajustes en el rol de los das de participacin de algunos gremios.
5.
La realizacin de las fiestas al Seor de las Ampollas durante el gobierno de Tritschler, de 1900
a 1914 se mantuvo en diecisiete das, como se venan haciendo desde 1895. De nuevo se
presentaron casos de unin de gremios (curtidores con talabarteros), disociacin (ramoneros y
zapateros), el surgimiento de otras nuevas asociaciones que se integraron a gremios
preexistentes (paileros que se asociaron a los herreros, maquinistas y fundidores), tambin
destac la desaparicin en las fiestas de un devoto, que fue sustituido desde 1902 por la
participacin del Venerable Clero.
A continuacin se proporciona informacin relativa a la organizacin y participacin de
algunos de los gremios en los festejos religiosos del novenario.
El presidente y el tesorero de la directiva del gremio de barberos de 1872, Calixto
Salazar y Toms Doporto respectivamente, repitieron los cargos de la agrupacin en 1890, el
segundo de ellos apareci como Presidente de Honor en la directiva elegida en 1911. La
agrupacin estuvo a punto de disolverse en 1908, se proyect entregar al arzobispo el
estandarte en vista que no haba socio que se postulase como presidente, hasta que a ltimo
momento lo hizo el Sr. Santos Lavadores.
Otros gremios pasaron momentos de crisis, tal fue el caso de los Herreros, maquinistas
y fundidores en 1911 cuando Jos Ins Pea renunci a la presidencia, fue necesario convocar
a una asamblea para elegir la nueva directiva; en los festejos de 1913 se avis que el gremio no
iba a participar en las fiestas por no haber realizado las recaudaciones para obtener fondos para
la celebracin, adems se haban presentado diferencias con la seccin de bronceo que la
conformaban en su mayora trabajadores de los talleres de La Plancha. Finalmente se
efectuaron slo las celebraciones religiosas.
El mismo ao, el gremio de Talabarteros y curtidores tenan pocos integrantes y sus
recursos no les permitieron financiar los festejos profanos, esto hecho haca que el da de fiesta
pareciera deslucida entre la competencia con los dems gremios que pretendan mostrar su
El gobierno del arzobispo Tritschler se extendi a 1942, se seala 1914 porque fue el ltimo ao en que los
gremios celebraron las fiestas a la imagen que se estudia, al ao siguiente fue destruido el Cristo. Al mismo
arzobispo le correspondi promover la reanudacin del culto en 1919, con la rplica del Seor de las Ampollas en
catedral. Sobre la participacin de los gremios en el perodo 1900-1914 vase el anexo 3.3.
353
105
estabilidad con el estruendo de los explosivos, la iluminacin especial de la plaza y del exterior
de la catedral y con la msica.
Caso contrario a aquellos gremios que reflejaban inestabilidad, tenemos a los alarifes.
En la asamblea electiva de 1911 participaron 820 socios, se hace notar que desde fines del siglo
XIX se realizaron importantes obras de construccin y urbanizacin en esta capital;354 la fiesta
y el gremio eran de tal importancia, como en las otras asociaciones, que los operarios no
laboraban con tal de estar en los festejos correspondientes a su da. As sucedi el 28 de
septiembre de 1902 con el gremio de alarifes, pues se paraliz la construccin del teatro Pen
Contreras por las celebraciones religiosas, slo se presentaron a la obra los artesanos italianos
contratados.
Otro gremio que tena numerosos socios fue el de los carpinteros, desde 1889 se tiene
tal referencia. La junta directiva elegida en 1913 para la fiesta del siguiente ao lo integraron 93
personas que se desempearon en tres secciones de 31 miembros cada una, el cuerpo principal
y las secciones de bronceo y alumbrado de iglesia estaban compuestas de sus respectivos
presidentes de honor, presidentes activos, vicepresidentes, tesoreros, protesoreros, secretarios,
prosecretarios y 24 vocales. El gremio era uno de los que inverta importantes sumas en los
fuegos artificiales y en general el uso de plvora, sea en voladores, triquitraques y dems.
La participacin en las fiestas del Venerable Clero, integrado por la clereca, es hasta
ahora la menos documentada, al menos por la prensa. Al parecer estaban organizados de
manera similar a las directivas de los gremios,355 pero se ignora que portaran algn estandarte o
pabelln, el grupo realizaba las procesiones en la catedral, pero seguramente no practicaba su
entrada al templo como las otras organizaciones, ya que estaba prohibido el uso de la sotana
clerical en la va pblica; no est dems comentar que no realizaban festejos profanos. En 1907
se public el programa de eventos de esta agrupacin, en donde se detalla cmo era su
participacin, que inclua indulgencias a los fieles:
A las doce y cuarto del da 29, se organizar una procesin que presidir el Illmo. Seor Arzobispo.
Por la tarde habr suficiente nmero de sacerdotes en todos los templos de Mrida para or las
confesiones de los fieles que quieran ganar indulgencia plenaria.
A las siete de la noche se celebrar en la catedral un rosario solemne, predicando el seor cannigo don
Celestino lvarez y Galn.
En 1895 se reportaron 709 alarifes en Mrida (tabla 3.5). En 1911 puede considerarse que 820 socios del
gremio catlico, constituan la mayora de los albailes, presumiblemente de la localidad.
355 Bajo la presidencia del cannigo Lic. Jos Servelin Correa, fue renovada la junta directiva del Venerable Clero
para las fiestas de 1912. Qued integrada de la siguiente manera: presidente activo, el Arzobispo; vicepresidente,
cannico Servelin; tesorero, provisor Dr. Arturo Peniche; secretario Pbro. Crescencio A. Cruz; Vocales cannigo
Manuel Casares Cmara, cura Jos Pin, Pbro. Jos Ruz Gil, y Lic. Anastasio Barrera (Diario Yucateco nm. 1431,
ao V, 4 de octubre de 1911, p. 4, Mrida, Mxico).
354
106
El da 30, a las 6 a.m. celebrar misa el seor Arzobispo, repartiendo el Pan Eucarstico a todos los fieles.
Seguir la funcin solemnsima y ocupar la Ctedra Sagrada el R. P. Caballero, S. J.
A las doce y media se cantar el Te Deum.356
eventos dedicados al culto de las numerosas imgenes que se veneraban. Como en diversas
pocas, los fieles sufragaban estas prcticas y el sostenimiento de los curas, quienes regulaban
dichas actividades. El trmino fiesta para la Iglesia se refiere en general a los das
consagrados a Dios o las solemnidades que se celebran en honor a los santos, fiesta y feria se
diferencian en cierta idea de alegra o solemnidad que no da este ltimo.358
La Iglesia mand santificar los das de fiestas, en particular las del domingo. Esta
disposicin incluy el precepto de no laborar aquellos das, en especial durante la Semana
Mayor. Desde aos previos a los decretos de las Leyes de Reforma, ante las frecuentes
celebraciones religiosas en la ciudad que paralizaban prcticamente todas las actividades, se
publicaron varios remitidos en contra de este criterio, siendo uno de los ms ilustrativos el
siguiente:
.hay por desgracia en nuestras costumbres algunas cosas que abren demasiado la puerta a la holganza y
a la disipacin; cosas que si en todo tiempo son perjudiciales, son lo mucho ms cuando faltan brazos
para el trabajo y cuando el amor a este es lo nico que puede conservar nuestra existencia social, que un
obstinado marasmo va destruyendo ms y ms. Aludimos a nuestras fiestas, a esa cadena de fiestas que
llena todo el ao, a esas fiestas que dejan desiertos los talleres y en que cada uno gasta, sin acordarse del
porvenir, cuanto ahorra en las utilidades de su trabajo y de sus rentas en las dems pocas, si es que no
consume ms de lo que produce.
consideramos el desahogo, el solaz, la diversin indispensables en la vida social, como un alivio
necesario en las faenas, del hombre, que le hace respirar ...Para distraerse el hombre, no necesita
emplear temporadas grandes y enteras , lo cual produce frecuentemente, en vez de solaz y del goce
que se busca, la saciedad y el fastidio que vienen naturalmente en pos de la exuberancia de esos
desahogos.
La duracin, pues, de las fiestas que se acostumbran en el Estado deba ser menor y entonces se
conseguira el goce sin la saciedad, y la distraccin sin las consecuencias funestas del abandono largo del
trabajo y de los negocios, y seran lo que deben ser en pueblos ilustrados.
Por otro lado, esa parte del culto que se une a esa clase de fiestas y que se presenta como el pretexto, est
muy mal unido a ellas y queda en ridculo, sirviendo solo de pantalla para cubrir lo que a su sombra se
107
hace. El culto religioso es cosa muy seria y muy grave y debe drsele el lugar que le corresponde, un lugar
digno, que no es por cierto el que ocupa entre la zambra de las fiestas. 359
Al concluir los festejos al Cristo ampollado en 1851 se dio cuenta tambin de los
prolongados das de fervor que se vivan en esta capital:
Apenas concluido el novenario del Santo Cristo de las Ampollas, ha comenzado en la Mejorada el de la
Virgen del Pilar; de manera que desde mediados de julio ac todos los das que han pasado han sido de
fiesta para Mrida. Fiestas continuadas por tres meses, solo se ven aqu. 360
Con la implantacin las celebraciones cvicas y las Leyes de Reforma se redujeron los
das de fiestas religiosas, en algunos casos, como en el Seor de las Ampollas, el clero sigui
promoviendo la devocin. Ahondando sobre la duracin de los festejos, ya coment que en
principio era del primero al nueve de octubre, como se dice en un novenario de la imagen de
1795:
Como quiera que quien tiene gracia para pedir, [] en esta Novena (que aunque puede hacerse en
cualquier tiempo del ao, el ms a propsito ser el da postrero de Septiembre, para acabarla la vspera
de la Fista (sic) que en dicha Ciudad se hace a esta Sagrada Imagen, que es el da nueve de Octubre la
primera diligencia, para alcanzar del Seor lo que se le pidiere, y para que sea de todo agrado a los
divinos ojos, ha de ser, hacer una buena Confesin, con la qual purificada tu alma, podrs comulgar,
hacindolos los das primero, quarto, sptimo y ltimo de esta Novena. 361
Tambin se seal que la imagen adquiri importancia cuando fue llevada en procesin
el nueve de octubre de 1699 en Mrida y se le atribuy haber proporcionado alivio a la
poblacin ante una epidemia, previamente a este evento se realiz un novenario; es probable
que desde entonces se haya instaurado este ejercicio piadoso, aunque es en 1717 cuando el
Papa le dio un reconocimiento formal a la devocin con la aprobacin de la Hermandad del
Santsimo Cristo de las Ampollas, Escuela de Cristo y Lgrimas de San Pedro.
El novenario fue entonces el medio preferido en el culto, seguramente por tratarse de
una imagen de Cristo en el momento de su suplicio y muerte;362 adems de las preces que se
lean de algn impreso o que hacan los clerics ante los fieles, se oficiaban las misas con
sermones y rosarios. No se sabe, pero probablemente desde los aos cincuenta del siglo XIX
la devocin por medio de los gremios catlicos pudo haber superado los das del novenario,
Barbachano 1856.
El Siglo Diez y Nueve nm. 203, segunda poca, 15 de octubre de 1851, p. 3, Mrida, Mxico. En julio
comenzaba la fiesta del Cristo de la Transfiguracin en la iglesia de Santiago.
361 Rodrguez 1795: 2.
362 El novenario en la religin catlica es la coleccin de preces y alabanzas que se repiten por nueve das (tal vez
en memoria de los nueve coros anglicos) en honor de Dios Nuestro Seor o de algn santo, y para implorar su
proteccin o impetracin de alguna gracia, muy frecuentemente estas devociones estn indulgenciadas por el
Sumo Pontfice o los obispos; en el culto se practica con sermones (Enciclopedia1935, XXXVIII: 137). Los
das posteriores a un deceso, los catlicos practican un novenario por el descanso del alma del difunto.
359
360
108
AVCMY, Acuerdos del Cabildo Eclesistico, Libro 4, Para renovar los votos hechos a San Juan, al Santsimo
Cristo de las Ampollas y a Nuestra Seora de Izamal. 5 de diciembre de 1769, citado por Romero 2011: 111,112.
364 Se suele referir que la bajada de la imagen era el 28 de septiembre, pero la entrada del primer gremio a la
catedral era un da previo, el de la alborada.
365 La Revista de Mrida nm. 3140, ao XXVIII, 8 de septiembre de 1896, p. 3, Mrida, Mxico.
366 Es de suponer que los recorridos que los gremios realizaban con estandartes y pabellones por las calles
debieron ser considerados como procesiones, no registr alguna publicacin que pudiese ampliar esta
observacin; posiblemente por carecer de imgenes en estos recorridos, las autoridades hayan consentido este
hecho no como una procesin, aunado a que en la primera dcada del siglo XX el gobierno civil fue ms
complaciente con el clero. En algunas ocasiones la misa principal se oficiaba a las 10 de la maana.
363
109
Tres detalles de las fiestas religiosas de la devocin del Seor de las Ampollas, de los
varios que identifiqu, sern analizados brevemente, considerando que pueden ser los ms
ilustrativos de la relevancia que alcanz el culto. Estos son: a) el taido de las campanas, b) los
coros y c) las misas solemnes.
a) Sobre las campanas.
A pesar de que la autoridad proyect regular el taido de las campanas, el clero sigui
emplendolas con frecuencia para seguir avisando a los fieles de los diversos referentes al culto,
como se manifiesta en la siguiente gacetilla:
Campanas. Dan las cuatro de la maana, y tocan; las doce del da, y tocan; las seis de la misma, y tocan
oraciones, y todos estos toques van acompaados de repiques cuando en la iglesia se est celebrando la
fiesta de algn santo, que es con mucha frecuencia.-Con toques y repiques tales se llama a algunos actos
religiosos y pblicos que deban celebrarse en los templos y que son los nicos permitidos por los
artculos 5, 6 y 12 de la ley de 14 de diciembre de 1874 y eso a condicin de que no molesten al
pblico?.-No, pues en aquellas horas estn cerrados los templos, y ningn fiel acude a ellos.- Se violan
con esto los artculos citados de la ley?-S; pero esa violacin, como es a toques y repiques de campanas,
no llega nunca a los odos de las autoridades que han protestado guardar y hacer las leyes de Reforma.- A
fin de que llegue a su noticia, nos tomamos la libertad de publicar estas lneas que, tal vez, no llegaran a
sus ojos.367
Tres aos despus de esta publicacin un grupo de personas gestion ante el Consejo
de Gobierno, posiblemente a sugerencia del obispo, que se extienda el taido de las campanas
de la catedral, de tres a ocho minutos, en ocasin de la proximidad del festejo anual dedicado al
Seor de las Ampollas. El oficio que dicho Consejo remiti al gobernador seala lo siguiente:
Ha tomado el Consejo en consideracin la solicitud que se sirvi U. dirigirle con fecha 24 del corriente,
suscrita por catorce vecinos de esta capital, sobre que se extienda a ocho minutos las tres que el artculo
1 del reglamento de campanas expedido por el ejecutivo en 24 de marzo de 1875, fija como mximo
para los repiques, y que se excepten de la prohibicin del articulo 3 los toques acostumbrados en unas
pocas noches, como las del 15 de septiembre y 7 y 24 de diciembre.El Consejo opina que los fundamentos de dicha solicitud son muy dignos de tomarse en consideracin, y
tanto ms cuanto que en ellos se ve un deseo de no faltar al cumplimiento de la ley, puesto que el temor
de infringirla involuntariamente ha sido el mvil principal de los peticionarios. Por otra parte, el Consejo
no encuentra razn alguna plausible para declarar sin lugar la solicitud, y ve al mismo tiempo que puede
accederse a ella dentro de los lmites del artculo 6 de la Ley Suprema de 14 de diciembre de 1874.
Y por tanto tiene el honor de consultar a U. que, si a su ilustrado juicio, bastan las razones alegadas por
los promoventes, puede el Ejecutivo reformar el citado reglamento de campanas, como se pide en la
solicitud que le devuelve.
Libertad en la Constitucin. Mrida, septiembre 27 de 1879. Jos Mara Iturralde, Jos Correa Canto, al
Gob. del Estado.368
El Pensamiento nm. 70, ao II, 9 de abril de 1876, p. 4, Mrida, Mxico. La publicacin reprodujo partes de
artculos relativos al tema. Otros peridicos anticlericales como El Libre Examen tambin criticaron el frecuente
taido de las campanas de los templos de la ciudad.
368 AGEY, Poder Ejecutivo, seccin Consejo de Gobierno de Yucatn, serie Iglesia, Mrida, caja 343, vol. 293,
expediente 13, 27 de septiembre de 1879. Aquel ao la fiesta se program con la participacin de 12 gremios y un
devoto, probablemente el presidente de cada gremio, el devoto y alguna representacin del clero hayan hecho la
solicitud.
367
110
El maestro Ramn Gazque (o Gasque) fue elegido presidente del gremio de msicos del Seor de las
Ampollas para las fiestas de 1880 (El Corcovo nm. 25, ao I, 21 de octubre de 1879, p. 2, Mrida, Mxico),
tambin form parte de la directiva de la asociacin para los festejos de 1892, dirigi orquestas en el teatro de San
Carlos (al menos en 1856). Su hijo, homnimo (1832-1900), fue oriundo de La Habana y falleci en Mrida. Prez
Sabido (2010: 193) lo identific como cantante y compositor, fue maestro de capilla de la catedral. Siendo
homnimos existen algunas discrepancias sobre la personalidad de cada uno de ellos. Jacinto Cuevas (1832-1878),
msico y compositor, vase su biografa en Prez Sabido (2010: 134, 135).
370 Las Garantas Sociales nm. 156, ao 1, 26 de septiembre de 1856, p. 4, Mrida, Mxico.
371 La Revista de Mrida nm. 4168, ao XXXII, 7 de octubre de 1900, p. 2, Mrida, Mxico. Eduardo Andrade fue
integrante de la directiva del gremio de msicos del Seor de las Ampollas de 1892.
369
111
capilla Pbro. Zacaras Mujica. En el atrio toco escogidas piezas desde las siete y media de la maana de
hoy la banda que dirige el Prof. Jacinto Cuevas. 372
Otra referencia sobre la importancia que se le daba a la parte musical de estas liturgias
la registr en la programacin de la principal misa del gremio de comerciantes y hacendados de
1913, siendo esta una de las ltimas presentaciones solemnes que se ofreci en la catedral, pues
dos aos despus se suspendi el culto. En la celebracin eucarstica principal del gremio se
program estrenar la gran misa del maestro Ravanella pedida especialmente a Italia y ensayada
convenientemente por una magnifica orquesta en el colegio de San Ildefonso.373
Es pertinente comentar sobre la dedicacin que se haca para estrenar una misa
cantada que llevaba semanas de ensayos, suponen un gasto extraordinario para contratar a las
voces,, cantores y maestros compositores, incluso extranjeros. Slo en contadas funciones
solemnes se podan presentar eventos similares en la catedral, como en la consagracin del
obispo de Tehuantepec y luego de Cina, Carlos de Jess Meja (1903-1937), la consagracin del
arzobispo Tritschler, o como en la misa Te Deum por la visita del presidente Daz a Yucatn.
c) Las misas solemnes.
El programa de las misas que pagaban los gremios de comerciantes y hacendados para
los das nueve de octubre, diferan de las de los dems gremios porque las funciones religiosas
se impartan cada media y la funcin solemne Te Deum. Por ser la realizacin de estas misas,
llamadas pontificales, casos excepcionales, se transcribe la clereca que se program que tuviera
participacin en 1882:
El domingo 9 del corriente que est a cargo del gremio de comerciantes y hacendadoscelebrar
pontificalmente el Illmo. Sr. Obispo de la Dicesisquien ha dispuesto que sirvan en la funcin:
De presbtero asistente, el Sr. Arcediano Dr. Jos Guadalupe Patrn.
De diconos asistentes, el Sr. Chantre y Protonotario Apostlico, Monseor Norberto Domnguez con
el Sr. Cannigo Lic. D. Manuel Acevedo.
De sagrados ministros, los Sres. curas del Sagrario Dr. D. Narciso Manzanilla y Dr. D. Jos Mara
Molina.
De Cannigo sacristn y primer maestro de ceremonias el Sr. Presbtero Lic. D. Bruno Mara vila.
De custodios de coro, el Sr. Maestre-escuela Dr. D. Saturnino Vela, con el Sr. Rector del Seminario
Conciliar D. Carlos de Jess Meja.
De capelln de cauda y libro, el Sr. Presbtero D. Eulogio Surez Sal.
De capelln de Bculo el Sr. Presbtero D. Flix Sammantino.
De capelln de Mitra el Sr. promotor fiscal Lic. Francisco Vadillo Argelles.
De capelln de Gregorial, el Sr. Presbtero Lic. D. Anastacio Barrera.
De capellanes de Capa y Maza. Los Ser. Presbteros D. Vicente Gmez, Lic. D. Pedro Prez Elizagaray,
D. Severiano Sosa, D. Felipe A. Lira, Lic. D. Martn Caldern, D. Juan de Dios Ancona, D. Enrique
Prez Capetillo y D. Felipe de Jess Surez.
De Aclitos, los seminaristas, pajes y manteistas.
Pocas veces se ven funciones como esta de gran solemnidad conforme al rito y las sagradas ceremonias
que la Iglesia emplea en los ms grandes actos pontificales. El gremio del da merece plcemes por el
372
373
112
empeo que ha tomado en darle una extraordinaria solemnidad a la parte principal de la fiesta religiosa
que est a su cargo.374
Por ltimo hago referencia a una ceremonia de subida de la imagen a su nicho, una
vez concluido uno de los festejos:
El domingo ltimo, en que fue la bajada de su altar la devota imagen para ser conducida
procesionalmente a su capilla, la concurrencia a la catedral fue tan numerosa, que muchas personas que
llegaron a la misa de doce, no consiguieron entrar por ninguna de las puertas, porque la gente todava se
aglomeraba en el exterior. Imponente fue la ceremonia. All iban los presidentes de los gremios, llevando
los respectivos estandartes que son casi todos verdaderas obras de arte por el buen gusto y riqueza de su
confeccin, luego segua con algunos seores sacerdotes, el clero y la sagrada imagen. Tras de la cual
caminaba el pueblo aglomerado.
Mucho tiempo se necesit para que la concurrencia saliera de la iglesia. 375
7.
destacado en la prensa desde las ltimas dcadas del siglo XIX hasta 1913. En las primeras
festividades no faltaron las serenatas en la plaza y el estallido de artefactos confeccionados con
plvora, como petardos, bombas, voladores, fuegos de artificio y dems. Esta prctica se
volvi necesaria en los festejos, y por su importancia se crearon comisiones exclusivas
aparentemente en todos los gremios, llamadas de bronceo, que se encargaban de la
recaudacin de los recursos, compra y estallido de esos artefactos. 376 Conforme se presentaron
varios accidentes, en especial por los voladores,377 la autoridad dispuso en varias fiestas la
supresin de su uso, pero reiteradamente se autorizaban. Ante algunas negativas se lleg al
extremo de recurrir al gobernador para que ste diera su consentimiento.
Se anexan breves publicaciones que hacen referencia al inters que tuvieron los juegos
de pirotecnia durante las festividades:
Aviso.
El tan afamado pirotcnico Eladio Vzquez, en consideracin a la buena acogida que han tenido sus
trabajos en aos anteriores, se complace en manifestar a todos los presidentes de sociedades, tanto de la
La Revista de Mrida nm. 2442, ao XXIV, 9 de octubre de 1892, p. 3, Mrida, Mxico. Se relacionan 21
personas, no se precisaron cuantos eran los aclitos, los seminaristas, pajes, mantestas, e integrantes del coro. En
algunas otras misas pontificales se registr 30 voces. Las funciones que realizaba este personal en las misas
puede inferirse con la que relaciona Turrent (2013: 35) en la catedral de Mxico, entre las que estaban servir el
altar, el toque de campanas, el ejecutante profesional que deba tocar y encargarse del rgano, el apuntador, asistir
a los oficios al coro y cantar.
375 La Revista de Mrida, nm. 2288, ao XXIII, 13 de octubre de 1891, p. 2, Mrida, Mxico.
376 De acuerdo con las publicaciones, en la localidad se perfeccion la pirotecnia, aunque en las ltimas fiestas se
trajeron productos de Mxico e incluso se llegaron a importar de Estados Unidos.
377 Artefactos de pirotecnia elaborados con una varilla de madera que era a la vez el cuerpo y cola que le daba
equilibrio y direccin a la pieza, esta tena fijado en uno de sus extremos un contenedor de hojalata con plvora.
La propulsin sola hacerse a nivel de la calle o desde los techos de las construcciones, eran dirigidos al espacio
donde haca gran explosin, pero en su cada libre constitua, naturalmente, un riesgo potencial para los presentes
y ausentes a la fiesta, as como para las numerosas casas de paja que tena la ciudad.
374
113
capital del Estado como de los dems pueblos, y a sus antiguos favorecedores, que acaba de llegar de
Europa (Madrid y Pars) de donde trae nuevos modelos, los que desea dar a conocer en las prximas
fiestas, para lo cual cuenta con un extenso surtido ya preparado que no admite competencia, tanto en
precio como en calidad. Para mejor conveniencia, de ambos, suplica a los que deseen piezas especiales se
las encarguen anticipadamente, pues as podr poner todo el esmero que sus trabajos requieren. La
fbrica est en c. 66-639, esquina El Gallo. Especialidad en cipreses. rdenes en la cantina "Saln
Mrida" de Carlos R. Varela.378
La fiesta del Seor de las Ampollas. El primer gremio.
El domingo prximo comenzarn, [] las fiestas que ao a ao celebran los gremios de esta ciudad, en
honor del Cristo de las Ampollas.
El primer da toca celebrarlo al gremio de albailes, quienes segn nuestras noticias, no escatimarn
ningn gasto por dejar bien sentado su nombre abriendo con llave de oro la fiesta.
Se han comprado ms de dos mil pesos en preciosos juegos de pirotecnia, entre los que figura un bonito
"rbol de la Libertad" que arrojar tres luces con los colores de la ensea mexicana.
Predicar el inteligente orador sagrado, seor Pbro. Blanco Eregren y cantar la misa el Dean de la
catedral seor Lic. Don Celestino lvarez Galn.
Durante el da y la noche hendern el aire vistosos globos de variados y caprichosas formas.379
Notas sociales y personales.
Los trabajadores del comercio, este gremio sesion, acord para las fiestas profanas, retretas con
iluminacin general y bronceo, se encarg al pirotcnico Bernab Mndez los fuegos artificiales para la
serenata y las "hiladas" de petardos que han de servir en los bronceos de la plaza independencia.380
114
Aunque dijimos [] que el Gobierno del Estado haba negado a la Banda de msica, el permiso que
solicit para no tocar las serenatas ordinarias de la plaza principal mientras durasen las solemnidades
profanas que celebran en la misma los gremios en la fiesta del Seor de las Ampollas, hoy tenemos que
informar que al fin la referida licencia fue concedida y que por tanto la Banda del Estado tocar pagada
por los gremios las noches que sea llamada.
En cuanto al Batalln 6 que como se sabe, tiene a su cargo las retretas de los jueves y domingos,
sabemos que no las suspender, debido, segn se dice, a disposicin especial del Sr. Gral. Garca, cuya
deferencia aprovechar a los gremios a quienes toque el turno en los das respectivos.381
La banda del Estado.
Se nos informa que el Sr. Gobernador ha concedido licencia al Director de la Banda de msica del
Estado para que se suspenda las serenatas oficiales durante la actual fiesta del Seor de las Ampollas.382
382
115
Banda de msica
Participo a los gremios de esta ciudad que celebran la fiesta del Smo. Cristo de las Ampollas, que para su
mayor comodidad y economa, he organizado una buena Banda de msica, compuesta de 18 individuos,
y que costar nicamente $15 por hora. Dirijirse al que suscribe.
Mrida, octubre 2 de 1882. Primo W. Encalada386
La amplia publicidad producida sobre el tema de los festejos permite conocer, entre
otras cosas, cules eran las actividades que rompan la monotona cotidiana, el inters que se
creaba en torno a ellos y quines participaban en estos eventos.
En el anexo 3.6 se reproducen escritos contemporneos a estos eventos que tratan, en
diversas perspectivas, parte de los festejos profanos.
8.
gremios catlicos del Seor de las Ampollas y la participacin que tuvieron en las fiestas.
Tabla 3.7. Participacin de los gremios catlicos del Seor de las Ampollas. 1856-1914
PARTICIPACION DE LOS GREMIOS CATOLICOS DEL SEOR DE LAS AMPOLLAS
Gremio
Primera
Participacin en las fiestas.
referencia
Abastecedores
1883
Independiente en todos los festejos, invariablemente los das 10 de
octubre, hasta 1914.
Alarifes
1878
Independiente en todos los festejos, los cuales iniciaba los das 28 de
septiembre.
Barberos
1868
Independiente en todas las fiestas.
Comerciantes
1860
Independiente aproximadamente hasta 1881, desde 1882 ya tenan
participacin en los festejos con los hacendados. En su da, el 9 de
octubre, se realizaba la procesin con todos los gremios.
Carpinteros
1868
Independiente en todas las fiestas, predomin su participacin los das 7
de octubre.
Curtidores
1868
Independiente hasta 1901, con los talabarteros de 1902 a 1914.
Un Devoto
1868
En 1868, dos das de los festejos se dedic a un devoto. Inici las
fiestas de 1868 y 1872. ltima mencin en 1901
Fardeleros
1882
Desde sus inicios hasta 1914 aparece integrado con los sastres
Fundidores
1902
Hasta 1913 aparece con los herreros y maquinistas, se integraron a ellos
en 1914 los paileros.
Hacendados
1882
Desde sus inicios se integr a los comerciantes. Invariablemente les
asignaron los das 9 de octubre, final del novenario.
Hojalateros
1891
Desde sus inicios hasta 1914 particip con los plateros y pintores.
Herreros
1868
Independientes hasta 1886, de 1887-1901 apareci con los maquinistas,
de 1902 a 1913 con maquinistas y fundidores; en 1914 se integraron a
todos estos los paileros.
La Revista de Mrida nm. 221, ao XIII, 3 de octubre de 1882, p. 3, Mrida, Mxico. Primo W. Encalada se
present tambin en las festividades del Cristo de las Ampollas de 1885, se anunci con una orquesta para tocar
14 piezas. Habra amenizado aquel da tambin la Banda Militar que diriga Justo Cuevas (La Revista de Mrida
nm.1102, ao XVI, 8 de octubre de 1885, p. 3, Mrida, Mxico).
386
116
Mujeres, Seoras
1868
Maquinistas
1887
Msicos,
Filarmnicos
Profesores o
Letrados y
Estudiantes
Plateros
1868
1892
1868
Panaderos
1895
Pintores
Paileros
Ramoneros
Sastres
Trabajadores del
Comercio
Talabarteros
1891
1914
1891
1868
1891
Venerable Clero
Zapateros
1902
1856
1868
la suma alcanz $17,900 y en 1903 fue por $20,000. Las mayores compromisos y aportaciones
las realizaba la directiva, lo que motiv algunas inconformidades y se proyect hacer ms
equitativa las cargas: en la asamblea previa a los festejos del da del gremio en 1908 fue
aprobada la propuesta de establecer tres diferentes cuotas para los socios: de primera a tercera
clases, con pagos de $25 anuales en abonos trimestrales para la primera categora, la segunda de
$15 y la ltima de $5.387
En el siguiente captulo se har mencin de varias obras que bajo los auspicios
principalmente de este gremio, se emprendieron en la capilla del Seor de las Ampollas y en la
catedral, como lo fue la pintura total del templo, la dotacin de bancas, la instalacin del piso
de mrmol, la construccin de coros altos y la adquisicin de un rgano de fabricacin
alemana.
Es pertinente mencionar que en 1891 surgi un gremio llamado trabajadores del
comercio, como se indica en la tabla 3.7 y en el anexo 3.2. Aunque no cuento con
informacin relativa a los estatutos que debieron regirlos, considero que este grupo lo
conformaron comerciantes de pequeos locales con ingresos muy por debajo de los que
obtenan los miembros del gremio de comerciantes y hacendados, razn por la cual se les
asign en principio su participacin en la fiesta con otro gremio;388 probablemente se
increment rpidamente el nmero de socios y poco aos despus tuvieron un da exclusivo
para ellos, a partir de 1894. El gremio acept en 1908 la integracin de otra agrupacin a su
seo, los Dependientes del comercio, por ello se acord confeccionar un nuevo estandarte
con la leyenda Trabajadores y Dependientes del Comercio Unidos,389 aunque en los
programas de los festejos sigui denominndose como lo fue en sus orgenes.
Finalmente, por considerar de inters el hecho de que un nmero importante de
personas relacionadas con la economa y la poltica regionales, sin distincin de gnero,
pertenecieron al gremio de los comerciantes y hacendados, como Olegario Molina, Avelino
Montes, Pedro Pen Contreras y Augusto L. Pen, entre otros, se relaciona en el anexo 3.5 la
las nminas de las directivas o comisiones de aquella agrupacin que identifiqu.
La Revista de Mrida nm. 6573, ao, XL, 6 de octubre de 1908, p. 4, Mrida, Mxico.
Un referente de este criterio lo registr en la Sociedad de artesanos, agricultores, comerciantes e industriales del
Estado de Yucatn, una de las condiciones para ser socio era No tener patrimonio o bienes equivalentes a veinte
mil pesos de capital. (El Artesano nm. 1, ao 1, 23 de junio de 1872, p. 2, Mrida, Mxico).
389 La Revista de Mrida nm. 6,578, ao XL, 12 de octubre de 1908, p. 2, Mrida, Mxico. En la directiva de la
agrupacin se design, como uno de sus presidentes honorarios, al Gral. Francisco Cantn.
387
388
118
Consideraciones.
El afianzamiento de la Iglesia en la sociedad se fortaleci bajo el amparo de las diversas
imgenes religiosas que con el paso de las dcadas y ante la promocin de la clereca, adquiri
inters e importancia entre la feligresa, vida de esperanzas de mejora. El culto al Cristo negro
de las Ampollas en la catedral constituye un buen ejemplo para conocer las diversas
instituciones y hermandades que la Iglesia catlica instituy, con el respaldo del Estado, para
mantener vigentes el culto y sus intereses, teniendo por frente la potestad divina.
El poder espiritual, poltico y econmico de la Iglesia se vio seriamente afectado
cuando se consolid el Estado laico con las trascendentales Leyes de Reforma que
extinguieron ms que las hermandades, instituciones prestamistas y bienes que la Iglesia
regenteaba. Las ancestrales procesiones pblicas religiosas, probablemente las manifestaciones
ms importantes de poder, respeto y veneracin, fueron suprimidas y limitadas a realizarse en
el interior de los templos.
Ante el panorama cambiante, la alta clereca catlica sigui recurriendo a las imgenes;
en la catedral destac el impulso de la promocin al culto del Seor de las Ampollas a travs de
los gremios catlicos, organizaciones reguladas por la misma Iglesia que aglutinaron amplios
sectores de la sociedad. Estas asociaciones competan entre s para su propio lucimiento
frente a la imagen religiosa, el clero y la comunidad a la que pretendan mostrar su estabilidad
costeando los festejos religiosos y profanos, que contrastaban por la solemnidad y el
estruendo.
La consolidacin de estas fiestas constituy un xito para la Iglesia en las ltimas
dcadas del siglo XIX y la primera del XX, adems de ser una de las expresiones ms evidentes
de la vigencia de la Iglesia yucateca, gener ingresos a amplio sector comercial y de servicios.
La imagen del Seor de las Ampollas tuvo repercusiones que traspasaron los mbitos msticos
y fue fuente de inspiracin artstica y artesanal que se reflej a la vez en importantes
donaciones al Cristo y en mejoras materiales del templo, e incluso en actos de beneficencia,
aunque siempre ante la mirada del sector anticlerical, como se ver en el siguiente captulo.
119
CAPTULO 4
y calamidades, como el clera morbis, ante la falta de lluvias o Ad petendan pluvian, o para combatir
la langosta. Tambin se acudi a la imagen por cuestiones polticas contra la Iglesia como
cuando fueron expulsadas las Hermanas de la Caridad y para la recuperacin de la estabilidad,
ante revueltas de grupos armados, como en la Guerra de Castas. Los devotos se organizaron
sufragando los gastos que implicaba la organizacin de los novenarios. Ante esto se sumaron,
hasta antes de las Leyes de Reforma, las procesiones de la imagen, los prstamos hipotecarios a
nombre del Cristo, y las capellanas y obras pas que giraron en el mismo tenor.
La participacin de las autoridades gubernativas en los eventos en torno al Seor de las
Ampollas reforz la importancia de la religin catlica y de la Iglesia, y a pesar de algunas
disposiciones que pretendieron limitar la representacin oficial,390 sigui siendo comn,
aparentemente y salvo algunas excepciones, tal presencia, como lo demuestran las invitaciones
giradas por la Iglesia a los mandos civiles.391
En el anexo 4.1 se relacionan los novenarios, misas y otras actividades que registr que
se celebraron alrededor del culto del Seor de las Ampollas de 1808 a 1914 para apaciguar
situaciones adversas que se presentaron. Entre estos eventos registr un novenario que se
proyect realizar del 15 al 23 de septiembre, y cinco das despus inici la fiesta anual; otros
novenarios fueron programados apenas concluido aquellos festejos, con ello se prolongaba el
culto a la imagen por cerca de un mes de misas diarias con rogativas. Los novenarios que
iniciaban en abril y terminaban en mayo eran sufragados por el gremio de comerciantes y
hacendados. La peticin de lluvias, al parecer, fue una constante que se practic desde el siglo
XIX y se mantuvo vigente en las dos primeras dcadas del siglo pasado.
Alhajas y joyas al Poder espiritual
Entre las manifestaciones de devocin ms importantes estaban las donaciones de objetos que
realizaban los fieles a la Imagen, sean de manera individual o asociados. Estas acciones
llevaban consigo una dosis de distincin y prestigio del clero y de la sociedad, ya que se solan
registrar los nombres de los donantes y es de suponerse que tal reconocimiento era
Vase la orden del Congreso del Estado de 16 de junio de 1824 en (Pen y Gondra 1832, I: 126, 127).
Entre la correspondencia del siglo XIX expedida por la clereca a las corporaciones municipales y al
gobernador para hacerlos partcipes de las procesiones y misas al Seor de las Ampollas se puede sealar los
siguientes: BY Libros de actas del cabildo de Mrida, vol. 22, sesin de 21 de marzo, foja 176, 1830-1831; vol. 25,
17 de marzo de 1834, foja 50; AGEY, Poder ejecutivo 1843-1862, secc. Gobierno del obispado de Yucatn, serie
Iglesia; caja 142, vol. 92, expediente 43, Mrida, 26 de noviembre de 1853.
390
391
121
proporcional al valor y calidad del objeto cedido. Estos consistieron principalmente en joyas y
sudarios, e incluso de la peana forrada en plata.
El Cristo lleg a contar con importantes joyas, Waldeck en la descripcin que hizo de
la imagen en 1835 seal que el sudario que portaba estaba sujeto por un broche redondo con
ms de 800 diamantes de aproximadamente un quilate y que los extremos superiores de la cruz
estaban adornados de virolas de oro macizo en forma de flores de lis.392
Entre las joyas ms importantes que port el Cristo se registr una corona de tres
potencias con un considerable nmero de piedras preciosas, la pieza fue valuada en 1897 en
$13,970 pesos,393 Carrillo y Ancona refiere que era de oro y se sabe que tena incrustaciones de
diamantes, perlas, brillantes y esmeraldas; el clavo en los pies, as como los botones de los
clavos de las manos, eran de oro, lo mismo que el acrnimo INRI y la cruz estaba forrada de
plata fina.
El Cristo no se salv de actos vandlicos, ya que al menos en dos ocasiones fueron
sustradas parte de las joyas que luca, estos hechos sucedieron en 1897 y 1906. Gracias al
inventario de joyas y bienes, fue descubierto el primero de estos atentados que de manera
sigilosa estaban realizando unos sirvientes, fueron recuperados un cliz de oro, candelabros y
ornamentos por valor de ocho mil pesos. En el robo perpetuado en 1906 fueron sustradas la
corona con sus joyas, las piedras preciosas de un sudario y dos botones de oro que sujetaban al
Cristo de la cruz. Tras apresar a los autores del robo y recuperar fracciones de la corona se
confeccion otra al ao siguiente en el taller de los plateros yucatecos Rosel. 394
De los sudarios se recibi uno donado en el siglo XIX por una reina espaola cuyo
nombre no se registr en la fuente. En la siguiente tabla se relacionan algunos de los objetos
donados a la imagen.
122
Tabla 4.1 Donaciones realizadas por los fieles al Seor de las Ampollas. 1899-1907.
DONACIONES REALIZADAS POR LOS FIELES AL SEOR DE LAS
AMPOLLAS. 1899-1907.
Ao
Donacin
Fuente.
1899
1901
1903
1907
1907
Hermosa obra de sudario del Cristo de las Ampollas. Fue elaborado por
los plateros Antonio y Benito Rosel por encargo del Den Celestino
lvarez Galn, con un costo aproximado de $2,000. De raso blanco
adornado con flores de distintas clases hechas de oro macizo y
combinados con rubes, esmeraldas, perlas, topacios, amatistas y otras
joyas, fue elaborado con las limosnas de los fieles, con partes recuperadas
del robo de alhajas y con piezas de oro que entreg el Den de catedral.
123
los excesivos recursos que los gremios invertan en el bronceo o juegos artificiales,
voladores y explosivos, algunas publicaciones peridicas recomendaron que se invirtiera en
mejoras materiales del templo. Esto fue aceptado por los gremios, aunque se siguieron
realizando los festejos con el bronceo con regularidad. De sta manera, estas asociaciones
empezaron a financiar importantes obras materiales en el conjunto catedralicio, siendo de
particular importancia la instalacin de los pisos de mrmol. En 1904 el gremio de los
comerciantes y hacendados program invertir para la fiesta de aquel ao, $16,000 de la
siguiente manera: ddivas a la Iglesia, para mejoras en la catedral, $7,000, para los festejos
profanos $4,000; para las funciones religiosas, $3,000; para distribuir entre las familias pobres
acogidas en la Conferencia de Seoras $1,000; para igual objeto entre las de la Conferencia de
Seores $1,000.
Especial atencin se dio a la capilla del Seor de las Ampollas donde se realizaron
varias obras de arte, de ebanstica y pintura, tambin en este recinto se instalaron pisos de
mrmol, se siguieron donando utensilios y objetos sacros, varios de ellos fueron importados.
Entre las obras realizadas destac las que realiz en 1892 Jos Amndola y su hijo Luis, 397 de
doradura, artesonado de madera y ebanstica. Por considerar que fue un trabajo meritorio, se
transcribe una resea de la inauguracin de esta obra:
[]
Consiste la obra en el artesonado que cubre toda la bveda perfectamente hecho con madera
previamente preparada para largo tiempo. Est slidamente construido, y aparece en blanco y oro
bruido y mate, de preciosas molduras, destacndose en el centro florones tallados y bruidos con toda
delicadeza. En la parte superior de los muros, junto al arranque del artesn, se ve un conjunto de tallados
o listones de madera sobrepuestos, pintados de blanco y de oro mate, dejando ver las cuatro ventanillas
o fanales que dan luz al edificio. En las paredes se ostentan pinturas ornamentales, diestramente
ejecutadas por el maestro D. Modesto Gaetano.
El antiguo retablo y el ciprs estn decorados en armona con los adornos del cielo de la Capilla,
habindose suprimido los nichos de dos imgenes, y sustituido con vistosos bastidores de fondo de tela
blanca, recogida en el centro por pequeas rosetas, as como el otro altar del templo ha sido decorado
con sencillez, aunque en opinin nuestra hubiera sido mejor suprimirlo, para dar ms realce al decorado.
La entrada a la sacrista tiene actualmente una puerta de caoba esmeradamente tallada y barnizada, y en la
misma existe una rica cortina de terciopelo rojo, bordada de oro, sostenida en dorada cornisa o galera,
habiendo sido costeadas estas ltimas mejoras por una seora devota.
Es indudable que una obra decorativa como la que nos ocupa, es poco comn entre nosotros, por los
cuantiosos gastos que demanda, y esta vez ha podido realizarse porque los artistas Sres. Amndola y el
capelln mencionado han puesto su trabajo gratuito durante seis meses, y an as sabemos que se
invirtieron [] cientos cincuenta [] con el producto de los donativos figurando en estos tambin los
Sres. Amndola con $127 y el Sr. Pbro. Cardea con $400, segn relacin que hemos tenido a la vista.
Por consiguiente, si se calcula el pago de los trabajos de los artistas, hubiera costado la restauracin la
respetable cifra de cinco mil pesos, poco ms o menos.
En 1861 Jos Amndola ofreci en Mrida sus servicios como dorador-plateador, as como de maestro de
msica instrumental. Al parecer radic de forma definitiva en esta ciudad a fines de la dcada de 1870; en 1884
estableci su taller de carpintera y ebanstica. Realiz trabajos de pintura, decorados y doraduras en los templos
principales de Izamal y Tixkokob, en Mrida tambin labor en la iglesia de la Tercera Orden.
397
124
Felicitamos a los promovedores de aquella obra artstica, por sus excelentes trabajos, los cuales
constituyen un valioso ornamento en la baslica de Mrida.398
La capilla fue pintada al fresco por el arquitecto italiano Francisco Zapari a principios
del siglo XIX,399 la obra habra sido sustituida por los decorados que realiz el maestro
Leandro Cauich en 1885,400 siendo probablemente suprimido ste ltimo trabajo por las
pinturas que hizo Modesto Cayetano.401
En 1895 Carrillo y Ancona seal sobre la capilla del Seor de las Ampollas lo
siguiente: en la nave norte de la catedral, hacia el extremo ms interior, donde estaba
antiguamente la de Santa Ana, embellecida y decorada con gusto, se ha tornado en el corazn y
centro de nuestra baslica.402 Otras descripciones de la capilla la registr en 1897.403
Seguramente ante el creciente nmero de devotos que tena el Cristo, se proyect
ampliar la capilla en 1906:
El actual Provisor de la Mitra Yucateca, Lic. Don Celestino lvarez Galam (Galn), tiene el proyecto,
para satisfaccin de los fieles, de ensanchar la capilla del Seor de las Ampollas, por el lado que
ocupan una bodega anexas a la catedral.404
En
el
anexo 4.2
se
resume
la
informacin
obtenida
realizadas en la capilla.
125
126
tendencia del siglo predecesor y se instalaron algunos bustos y artsticas placas de mrmol
conmemorativas.
En el anexo 4.3 se resumen las mejoras emprendidas en la catedral en el perodo de
estudio definido, siendo muchas de las obras financiadas por los gremios catlicos.
Imgenes de una imagen milagrosa.
Los grabados de la imagen constituyen expresiones de arte que representan detalles de la
imagen y su contexto, y que reflejan la importancia de la devocin. En las dos diferentes
litografas que se conservan del Cristo ampollado, de 1850 y 1871, se incluyen arreglos florales,
textos alusivos al pasaje del origen milagroso de la imagen, se representa la catedral al pie del
Cristo y bajo de este grabado, leyendas sobre concesiones de indulgencias, siendo por tanto,
obras que tenan el visto bueno de la Iglesia.
Las litografas fueron realizadas por Gabriel Vicente Gahona y Santiago Bolio,406
artistas que ya tenan sus talleres en Mrida en la dcada de los cuarenta del siglo XIX; es de
destacar que en el grabado realizado por Gahona en 1850, se representa la corona,
aparentemente es la que vemos en las sucesivas ilustraciones y fotografas de la imagen hasta la
sustraccin de la pieza en 1906, y repuesta al ao siguiente. Esta joya no habra de formar parte
del lote de alhajas que el clero entreg en 1848 al gobierno como auxilio para obtener recursos
financieros para contener el avance de los rebeldes de la Guerra de Castas. 407 Gahona tambin
represent la peana que fue sustituida en 1903 por otra que donada por disposicin de Manuel
Zapata Bolio; la base de la cruz no siempre fue representada con fidelidad en las otros
grabados.
Es frecuente encontrar en estas imgenes los arreglos florales que prolongaron los
brazos de la cruz. Los smbolos de la pasin y el cura De la Huerta orando ante el rbol de la
Luz slo fueron plasmados en la litografa de Santiago Bolio. La litografa ms austera es la
Gabriel Vicente Gahona, conocido como Picheta (1828-1899) fue un artista yucateco que destac por sus
trabajos de xilografa, realiz los grabados del peridico El Bullebulle, publicado en Mrida en 1847 (Ramson
2005), vase su bibliografa en Casares (1998, III: 90-92). Santiago Bolio Quijano (tambin identificado como
Bolio Guzmn) falleci en 1895, fue el primer litografista yucateco (Taracena 2010: 388), fue vocal por Bellas
Artes de la Gran Sociedad de Agricultores, Comerciantes, Artesanos e Industriales instalada en Mrida en 1872,
fue profesor de dibujo lineal y natural e integrante del jurado, junto con Gahona y Vctor Pierson, en la
exposicin de Bellas Artes, Pintura y Plstica en Mrida en 1879.
407 En el inventario de joyas que la Iglesia entreg al gobierno se incluy las que pertenecan a la capilla del Seor
de las Ampollas (AGEY, Poder Ejecutivo 1843-1862, seccin gobierno del obispado de Yucatn, serie Iglesia, caja
141, vol. 91, expediente 44, Mrida, 12 de febrero de 1848 a 27 de mayo de 1848). Dadas las condiciones
econmicas crticas que se vivieron en Yucatn en aquellos aos, es difcil considerar que se haya elaborado la
corona entre 1848 y 1850.
406
127
128
129
130
Figura 5. El Santsimo
Cristo de las Ampollas.
(Calendario de Espinosa
para 1883).
131
132
133
134
que el culto, como expresin de fe, tuvo un impulso notable durante el ltimo decenio del siglo
XIX y se mantuvo hasta el 1915, a pesar de las insistentes publicaciones anticlericales, como
analizo ms adelante.
Se resume en el anexo 4.5 la informacin obtenida sobre las indulgencias que se
ofrecieron en devocin al Seor de las Ampollas.
La ltima morada, cerca del Cristo ampollado.
Como es sabido, la catedral de obispado de Yucatn fue empleada durante la
dominacin espaola tanto como iglesia como camposanto, siendo destinado para lo ltimo el
atrio y el interior del mismo templo, as como las capillas adyacentes. En la capilla del Seor de
las Ampollas fueron depositados los restos mortales de varios dignatarios del obispado, siendo
el primero de ellos el promotor de la construccin de dicho recinto, Fray Luis Cifuentes y
Sotomayor (1659-1676), otras inhumaciones realizadas ah fueron las del padre Juan de la
Huerta (1574ca-1644), seguramente las del Sr. Villamil y los despojos de Benito Prez
Valdelomar, quien fue mariscal de campo, gobernador y capitn general de Yucatn entre 1800
y 1811.411
Llama la atencin el hecho de que en ste espacio de aproximadamente 100 m se
realizaron inhumaciones tanto de obispos, militares, civiles y polticos.412 El obispo Carrillo y
Ancona (1887-1897) seal que a la capilla se le lleg a llamar el panten de los obispos, sin
embargo en la lista de epitafios de 1873 slo se menciona la de Pedro Estvez y Ugarte (17971827) y se sabe que estaba la lpida de Peredo (1772-1774). Es difcil considerar que hayan sido
inhumados sin identificacin los otros obispos, es ms probable que se hayan depositado en
una cripta, de la que har mencin ms adelante.
En 1854, en una poca difcil por la Guerra de Castas, el clero yucateco perciba ingresos
por entierros y aos despus no se aplic con fidelidad la Ley de Cementerios que Jurez
promulg en 1859 que prohiba aquellos ingresos del clero y renovaba la prohibicin de
En 1811 dej el cargo que desempe en Yucatn ya que fue nombrado virrey de Nueva Granada, que lo
conformaba Colombia, Venezuela, Ecuador y Panam. Falleci en 1813 en Panam cuando ya haba dejado de ser
virrey, sus restos mortales fueron trados a Yucatn por gestiones de su hija y sepultados en 1825 en la capilla que
tratamos. Seguramente en la dcada de los ochenta del siglo XIX fueron hallados junto a su osamenta varios
ncar-concha y un frasco de cristal con una memoria de su vida escrita por el Obispo Estvez y Ugarte (17971827) aquel 1825 (Carrillo y Ancona 1979, II: 924-926).
412 Adems de Prez Valdelomar, algunos militares desempaaron tambin puestos polticos.
411
135
En ste contexto cabe sealar que durante los primeros aos de operacin del cementerio general de
Campeche, como parte integrante del obispado de Yucatn, la iglesia perciba impuestos por entierros (Zabala
2000: 197,198).
414 Son ejemplos los casos de los liberales Agustn OHorn (1828-1884) y Manuel Cepeda Peraza (1828-1869),
cuyos restos mortuales fueron exhumados del Cementerio General e inhumados en la catedral y en la capilla del
San Jos respectivamente, del mismo conjunto religioso. Entre las lpidas del piso de la catedral se encuentran las
de los coroneles Juan M. Novelo (fallecido en 1860) y Manuel Rodrguez Sols (fallecido en 1878), seguramente
fueron casos similares.
415 Los epitafios que reporta Annimo (1873) son de aos posteriores a la apertura del cementerio general de la
ciudad, despus de 1821, excepto la de Prez Valdelomar, pero sabemos que se inhumaron en 1825.Es probable
que exista un registro detallado de las inhumaciones que se realizaron en la capilla del Seor de las Ampollas en
los libros que resguardan los archivos del clero, pero no fue posible tener acceso a ellos.
416 J. Villanueva Torres ofreci lpidas de mrmol con las dimensiones que estableci dicha circular. El Mensajero
nm. 288, 17 de abril de 1877, p. 4, Mrida, Mxico.
417 La Revista de Mrida nm. 150, ao XIII, 8 de julio de 1882, p. 2, Mrida, Mxico.
418 Se recomend aprovechar los antiguos mrmoles retirados de la capilla, instalndolos en las crujas de catedral,
el pavimento del presbiterio ya tena mrmol (La Revista de Mrida nm. 781, ao XV, 29 de agosto de 1884, p. 3,
Mrida, Mxico). Antonino Bolio Guzmn fungi como empresario constructor, pues tena 62 aos en 1884. Fue
primero socio y luego, entre 1877 y 1878, nico propietario en Mrida del teatro de San Carlos. Luego de unas
mejoras al edificio, lo denomin teatro Bolio. A fines de 1878 permut la propiedad por unas haciendas de
Francisco Zavala, quien consinti un nuevo cambio de nombre al recinto, ahora como teatro Pen Contreras.
419 La Revista de Mrida nm. 3,227, ao XXIX, 1 de abril de 1897, p. 3, Mrida, Mxico. La Iglesia se retract del
compromiso de conservar a perpetuidad las osamentas en el templo, los fieles que acudieron al aviso
probablemente hicieron gestiones para que sean inhumados los restos retirados de la capilla en algn otro templo
o en el cementerio general.
413
136
En la capilla del Cristo que tratamos se localiza una cripta donde se trasladaron los
restos ridos de algunos dignatarios de la Iglesia yucateca. Los atentados que sufri la catedral
durante el gobierno del General Salvador Alvarado y otras obras que se realizaron en la capilla
hacia 1969, as como la escasa informacin localizada sobre estos temas, dificultan precisar los
sitios en que fueron inhumados los restos ridos de los obispos que Carrillo y Ancona seal,
tambin de los dems devotos y del mismo Gobernador Benito Prez Valdelomar. En el anexo
4.6 se detalla la informacin obtenida sobre las inhumaciones que se realizaron en la capilla del
Seor de las Ampollas entre 1676 y 2008, que debe considerarse como representativo, en
virtud de la carencia de otras fuentes documentales.
En 1969 se realiz el traslado de los cuerpos momificados de los obispos Carrillo y
Ancona (1887-1897) y Rodrguez de la Gala (1868-1884) y de los restos ridos de Tritschler y
Crdova (1900-1942) a la cripta ubicada en la capilla del Seor de las Ampollas. En aquella
ocasin se seal que antes de las obras de sustitucin de los pisos de dicha capilla, se
desconoca la existencia de aquel espacio y que fueron retiradas de ella varias osamentas
sin identificar y depositadas en la cripta de la nave norte, se acord que la pieza hallada en la
capilla del Seor de las Ampollas sea destinada para los restos ridos del los representantes del
arzobispado.420
Actualmente esta cripta contiene tambin los despojos mortales del arzobispo Ruiz
Solrzano (1944-1969), los del obispo auxiliar monseor Domingo Herrera Castillo (1978-
vila seal que se hallaron dos criptas en la catedral de similares proporciones, de aproximadamente cuatro
metros por dos metros cincuenta centmetros y dos metros de altura. La de la capilla del Seor de las Ampollas la
report como desconocida a fines de los 60 del siglo pasado. Es casi seguro que haya sido el sitio donde fueron
inhumados varios obispos y posiblemente clrigos, hasta el siglo XIX. Carrillo y Ancona no hizo mencin del
trmino cripta o bveda. El espacio se encontraba en psimo estado de conservacin y fue acondicionada
(Juan Castro Lara, comunicacin personal, mayo de 2014). Aunque una resea de las obras seala que fueron
retiradas varias osamentas es de suponer que en realidad debieron ser muchas, y fueron depositadas en la cripta
de la nave norte de la catedral, sitio donde fueron retirados los restos mortales de Carrillo y Ancona, Rodrguez de
la Gala y Tritschler. En contraste con la escasa informacin registrada sobre las criptas de catedral de Mrida, se
sabe de la existencia de cuatro bvedas sepulcrales en el interior de la catedral de Campeche y una ms en la
capilla de Jess Nazareno, anexa a dicho conjunto religioso; al menos las criptas del interior de la catedral
campechana sirvieron para inhumar los restos mortales de diversos grupos de personas de la sociedad, a saber: 1)
militares, 2) eclesisticos y religiosos, 3) los Hermanos de la Archicofrada del Santsimo Sacramento y 4) la
benefactora Margarita Guerra y sus descendientes. Las primeras tres criptas fueron exploradas en 1987, se
hallaron restos humanos y algunos materiales culturales en mal estado de conservacin; las dos primeras bvedas
estuvieron en servicio hasta 1819 y concentraron respectivamente 43 y 23 osamentas que evidentemente fueron
dispuestas en atades de madera, en la tercera se registraron 1308 osarios que fueron depositados entre 1845 y
1989 (Benavides y Lorelei, 1991: 57, 62, 68); stas cuatro criptas debieron ser construidas en la segunda mitad del
siglo XVII.
420
137
1981) y recientemente los despojos mortales del arzobispo emrito Manuel Castro Ruiz (19691995).421
El Cristo de las Ampollas ante el anticlericalismo.
La imagen que estudiamos no slo fue el centro de atencin de los catlicos, sino
tambin de los opositores a la Iglesia catlica, los anticlericales, precisamente por ser un cono
religioso. Ante el fuerte arraigo religioso, los importantes recursos que los gremios y catlicos
donaron a la imagen, a la catedral, o que se invertan en las fiestas, la prensa anticlerical remiti
con cierta regularidad artculos contra estas posturas y crticas sobre el origen y atributos
milagrosos que la Iglesia difunda a los fieles. A estas posturas se sumaron la consolidacin de
los gobiernos liberales, as como la introduccin del protestantismo y el espiritismo, surgida de
la libertad de cultos.
En respuesta a las crticas y medidas establecidas por los gobiernos liberales basados
principalmente en las Leyes de Reforma, la Iglesia busc, como he comentado, alianzas y
estrategias para mantener su vigencia. De esta manera se registraron en la prensa encendidos
debates entre ambas posturas, estando entre ellos el Seor de las Ampollas.
Entre los documentos previos al perodo de estudio que ponen en duda el origen y
carcter milagroso de la imagen,422 llam ms la atencin el que se public en Campeche en el
Museo Yucateco, en una parte de los Manuscritos inditos atribuidos al padre Nicols de
Lara423 y del que hice mencin en el primer captulo.
Tanto Carrillo y Ancona, Francisco Molina Sols, y Justo Sierra cuestionaron la
autenticidad y origen de los Manuscritos Inditos,424 el primero de estos autores, muchos
El obispo auxiliar Herrera (1978-1981) falleci en 1981, sus restos ridos fueron depositados por unos aos en
el mausoleo del clero en el cementerio general. El arzobispo emrito Castro Ruiz falleci el 18 de noviembre de
2008 y fue sepultado en la cripta de la capilla del Seor de las Ampollas al da siguiente. Se inform que tal acto
fue el primero que se practicaba en la catedral, ya que los despojos mortales de los dignatarios de la Iglesia
yucateca eran previamente inhumados en otros sitios, sea en el mausoleo sealado o en la hacienda Petkanch.
Seguramente varios prelados fueron inhumados directamente en la catedral antes del siglo XX, pero como se ha
mencionado, no es posible identificarlos.
422 Tres documentos relativos a estas posturas son los siguientes: 1) las diligencias seguidas contra Juan Velez, El
Ingls, en Mrida, Campeche y Veracruz, por actos y dichos contra la religin (AGN, Instituciones Coloniales,
1797, Inquisicin, vol. 1353, expediente 20); 2) las crticas sobre el origen del Cristo que hizo Waldeck en 1835 y
3) los Manuscritos inditos.
423 Jos Nicols de Lara (1751-1808) fue de origen yucateco, promovi la fundacin del Colegio de San Pedro en
1776, disposicin acatada seis aos despus; fue el sptimo director del Seminario Conciliar de San Ildefonso
entre 1780 y 1785, dej el cargo al ser expulsado por el Fr. Luis Pia y Mazo. Falleci en Mxico siendo fraile
agustino (Bolio 1977: 97, 98, 105).
424 Carrillo y Ancona 1979, I: 487. Justo Sierra OReilly, colaborador del Museo Yucateco, lo fue tambin del Registro
Yucateco donde aos despus manifest sus dudas sobre los escritos atribuidos al cura De Lara.
421
138
aos despus, precis el ao del traslado de la imagen a la catedral y analiz cada uno de
aquellos cuestionamientos que se seguan tratando en la prensa liberal.425
Uno de los peridicos ms crticos contra el catolicismo fue El Pensamiento,426 sus
redactores cuestionaron el culto a las imgenes, los milagros y las fiestas religiosas, y con cierta
frecuencia involucraban, por el contexto regional, al Seor de las Ampollas. As se lee en un
artculo cuyo ttulo y subttulo es Milagros. La Cruz de los ngeles de Oriente, Santiago
Apstol de Compostela y San Ampollas de Ichmul, firmado por G. Palasuya; luego de
tratar en media pgina los dos temas espaoles dedica una plana al Seor de las Ampollas: se
transcribi el origen milagroso y luego se hicieron los siguientes sealamientos:
El cura De la Huerta debi leer las Crnicas de la Cruz de los ngeles y de Santiago
Apstol y seducido por la pinge ganancia que esos milagros produjeron a sus
santos inventores, se propuso reproducirlos y aumentados despus porel incendio
de la iglesia, y la milagrosa incombustin y ampollamiento de la imagen. Se
cuestion porque se quemaron las hostias consagradas, y no la escultura: Tena por
ventura mayor privilegio la efigie de madera para no reducirse a cenizas?, adems,
la creacin de las ampollas poda inducirse.
Se hizo alusin a los Manuscritos Inditos, que atribuyeron sin dudar, al cura De
Lara y se seal en trminos similares lo que public el Museo Yucateco sobre
Cogolludo.
Critic que los gremios de obreros sufragaran las fiestas religiosas, que se pagara a
esas gentes de sacrista, y que los sacerdotes les negaran los sacramentos si carecan
de recursos.
Se seal que los curas inventaron los prodigios milagrosos del Cristo:
El clera morbo, el vmito prieto, la viruela y otras epidemias han azotado varias veces a la Pennsula; y,
a pesar de tantos novenarios, de misas, y de mil devociones, costeadas por los pobres fieles, los azotes no
han cesado sino merced a los esfuerzos de la ciencia y a los cambios atmosfricos. Las hambres
desaparecieron cuando los gobiernos otorgaron privilegios al comercio para que importen maz y harina
de trigo.
139
enviaba curas a (Chan) Santa Cruz para aplicar los sacramentos y salvar las almas de los
rebeldes:
La Guerra de Castas terminar cuando el gobierno emprenda una campaa formal y bien dirigida.
Mientras tanto, las misas, novenarios y fiestas que se hagan al dolo Negro, San Ampollas, y dems
imgenes milagrosas, nada influirn en el nimo de los indios sublevados. 427
En otro artculo, titulado Los Santos, despus de exponer que Jesucristo prohibi la
adoracin de esculturas entre los cristianos y en principio l era el nico santo, se expusieron
algunas referencias bblicas, luego se mencion desde cundo la Iglesia acept las imgenes
para fomentar las devociones, la proliferacin de los santos y santas, y se incluy como
ejemplos, un listado de advocaciones religiosas consideradas milagrosas:
de este modo vemos formado un catlogo de ms de veinte mil santos, once mil vrgenes y otras
tantas santas, todos medianeros y milagrosos, abogados e intercesores. Contra la apologa, tenemos a San
Leonardo; contra la calentura del tsico, San Bernardo; contra los clicos, Santa Rolendis, contra la
disentera, San Lucio,..An todava son milagrosos los santos aparecidos, como la Guadalupana de
Mjico, el Santo Nio de Atocha en Zacatecas, San Romn en Campeche, la Virgen de Regla en
Guanabacoa, la del Cobre en Santiago de Cuba, la de la Multa y San Telmo en el Progreso, San Ampollas
en Mrida, etc., etc.,428
Sobre la fiesta del Seor de las Ampollas se incluy un artculo contra el excesivo gasto
en plvora y las suntuosas misas que pagaban los artesanos, el que clrigos adoraban a San
Dinero," y se recomend invertir los recursos en la ayuda a desvalidos.429
Un nuevo remitido de este rotativo critic la postura silenciosa del clero ante el
cuestionamiento de la combustin en Ichmul de las hostias sagradas y no de la escultura de
madera, y termin la gacetilla con una stira en verso sobre la postura clerical del peridico El
Mensajero,430 el modo de vivir de los padre-cistos y el Seor de tanta Amporra [sic.]:
San Ampollas.- Los sabios predicadores de la fiesta de aquella imagen milagrosa, presbteros Lpez,
Molina, (no el gran jesuita, sino su uero) y Carrillo (no el clebre anticuario Fray Estanislao con quien
aquel pretende confundirse, sino D. Crescencio, el padrecito de las biografas y de la serenata Ay! Tu
amor, tu amor, Carmita), no se atrevieron ni an a tocar en la ctedra del Espritu Santo el problema
propuesto en el nmero 39 de El Pensamiento: Cmo fue que se redujo a cenizas el cuerpo entero, real,
verdadero y vivo del Dios Hombre, contenido en las hostias consagradas, y permaneci incombusta su
El Pensamiento nm. 39, ao I, 5 de septiembre de 1875, p. 3, Mrida, Mxico. Este artculo fue transcrito de
manera parcial por el mismo peridico con el ttulo San Ampollas, en el nm. 23, tercera poca, ao I, del 7 de
octubre de 1883, p. 3, 4, Mrida, Mxico.
428 Ramos 1875. No registr informacin sobre la Virgen de la Multa.
429 El Pensamiento nm. 43, ao I, 3 de octubre de 1875, p. 1, Mrida, Mxico. Por relacionarse de manera expresa
con el tema de este apartado, se reproduce el artculo en el anexo 4.7. Aos despus, durante las fiestas, algunos
gremios como el de comerciantes y hacendados y los abastecedores proporcionaron auxilio a personas de escasos
recursos.
430 Peridico catlico publicado en Mrida entre 1873 y 1877, Carrillo y Ancona fue uno de los primeros
colaboradores. Entre sus propietarios estuvieron Manuel Molina Sols, Jos Vidal Castillo y Juan Francisco Molina
Sols. Entabl polmicos remitidos tambin contra el peridico La Ley del Amor y protest varias decisiones que
tom el gobierno contra el clero catlico.
427
140
imagen de madera que hoy se llama San Ampollas y produce una buena ganga al clero catlico de esta
capital?.- Si aquellos predicadores pensaron que peor es meneallo, nosotros decimos el que calla, otorga.
El Mensajero alz morra
Y tambin los Padrecitos,
Y siguen los sermoncitos,
Y siempre viven de gorra
Camorra!
Que mientras existan tontos
Ellos siempre estarn prontos
A vivir como la zorra.
Su proclama es: por mil Cristos!
Eche huevos la gallina,
Llenemos la bartolina
Siempre cnicos y listos,
Y venga despus Mazorra
Cachiporra,
Con los santos padre-cistos
Y el Seor de tanta Amporra!!431
Otro peridico, El Libre Examen, tambin trat en sus artculos al Seor de las
Ampollas aludiendo que los catlicos en las festejos religiosos hacan ostentacin de sus
creencias con el ruido de campanas y estruendos de artefactos elaborados de plvora, los
redactores se fijaron de una Humilde protesta del gremio de carpinteros al Santsimo Cristo
El Pensamiento nm. 45, ao I, 17 de octubre de 1875, p. 4, Mrida, Mxico. Es evidente que algunos redactores
o sus representantes estuvieron pendientes de los sermones de los sacerdotes en las misas. No se ha podido
asociar la alusin de Carrillo y Ancona con la serenata que menciona la gacetilla. Sobre la vida se Estanislao
Carrillo (1798-1846) vase Bolio (1944: 61) y Taracena (2010: 390).
432 El Pensamiento nm. 65, ao II, 5 de marzo de 1876, p. 3, Mrida, Mxico. Vase el artculo integro de El
Mensajero en el nm. 149, ao II, 12 de octubre de 1875, p. 1, Mrida, Mxico.
431
141
El Libre Examen nm. 41, ao I, 18 de octubre de 1879, p. 1, 3, Mrida, Mxico. Al parecer no se dio
seguimiento a la propuesta de demanda.
434 El Padre Clarencio nm. 9, ao III, 15 de octubre de 1905, p. 4, 5, Mrida, Mxico. En algunas ocasiones
apareci Olegario Molina como integrante del gremio de comerciantes y hacendados; varios proyectos del clero
tuvieron el respaldo del gobernador.
435 El Padre Clarencio nm. 14, ao III, 19 de noviembre de 1905, p. 8, Mrida, Mxico. Ya se haba confirmado la
visita del presidente Daz a Mrida para 1906 y se proyectaron las fiestas presidenciales para lo cual se requiri
amplio presupuesto, el gremio de los comerciantes y hacendados era el que ms recursos daba a la Iglesia en las
fiestas religiosas del Seor de las Ampollas y realiz importantes donaciones a la catedral.
433
142
compromiso y parodiando sobre su poder mencionaron que ...el Cristo est en decadencia
desde que dej que manos sacrlegas le arrebataran sus adornos...436
Y como palabras profticas, que seguramente replicaron con fuerza siete aos despus,
se escribieron unos versos que parecieron una sentencia al Seor de las Ampollas, aunque no
se consider su destruccin, si la desaparicin del culto:
Al dolo de las Ampollas- Para El Padre Clarencio
Figura cristianesca y repugnante
a quien venera el fanatismo humano,
en breve quedar no ms un vano
recuerdo de tu culto extravagante,
pues el progreso borrar triunfante
la sugestin del podero romano
para que el hombre libre goce ufano
al ver huir la idolatra errante.
Concluya la opresin de las conciencias,
la luz de la verdad las ilumina,
en el presente siglo no se admitan
los errores que pugnan con las ciencias;
pues a su fin el hombre se encamina:
la perfeccin que todos necesitan!
Jaradina.437
Destruccin de la imagen.
Una serie de condiciones adversas experiment la Iglesia yucateca entre 1910 y 1915 que
tuvieron influencia en la posterior destruccin de la venerada reliquia. A fin de contextualizar el
perodo, se esbozan las condiciones polticas y religiosas imperantes que permearon el suceso.
Al inicio de la segunda dcada del siglo XX las condiciones favorables que tena el clero
en Yucatn empezaron a declinar en virtud de la debacle que enfrent en gobierno de Enrique
Muoz Aristegui, sucesor de Olegario Molina Sols, aliados de la Iglesia. La campaa
presidencial emprendida por Francisco I. Madero incluy una visita a Yucatn, que alent las
posibilidades de un cambio radical del gobierno contra la dictadura de Daz y la permanencia
de sus aliados en el gobierno de Yucatn.
El surgimiento de los partidos polticos que enfrentaron a Muoz Aristegui, presididos
por Pino Surez y Delio Moreno Cantn, constituyeron fuertes amenazas para el gobernador
que result electo ante acusaciones de fraude. El ejecutivo decidi perseguirlos, lo que orill a
mayores muestras de inconformidad social, entre las que se sumaron la llamada chispa de la
El Padre Clarencio nm. 29, tercera poca, ao IV, 3 de octubre de 1908, p. 2, Mrida, Mxico. El arzobispo
organiz algunas peregrinaciones y la imagen considerada milagrosa no pudo evitar que sea asaltada con el
robo de las alhajas.
437 El Padre Clarencio nm. 29, tercera poca, ao IV, 3 de octubre de 1908, p. 7, Mrida, Mxico.
436
143
revolucin de Valladolid y los atentados de Peto y Temax.438 Lejos de existir alianzas entre los
partidos opositores a Muoz, se sucedieron varias revueltas que obligaron al ya tambaleante
presidente Daz, a sustituirlo en el mando estatal por el General Luis Curiel. ste busc
alianzas en diversos bandos pero estuvo lejos de controlar las inconformidades y
manifestaciones polticas. Pino Surez ocup luego de manera provisional y luego
constitucional el cargo de gobernador del Estado; ante esto, la alta clereca yucateca manifest
su rechazo por la posicin anticlerical de Pino y convoc a manifestaciones a favor de Delio
Moreno Cantn, el candidato perdedor y aliado del clero.
Otros desaguisados experiment la Iglesia yucateca en varios mbitos: a) el Congreso
del Estado sancion contra la continuidad del obispo de Tehuantepec y luego de Cina, Carlos
de Jess Meja (1903-1937) para dirigir el Colegio de San Ildefonso; 439 b) La Revista de Mrida,
peridico que haba adquirido el clero, enfrent una crisis financiara que orill al cierre de la
empresa y demandas salariales de los trabajadores; c) entre la clereca exista tambin conflictos
por los criterios ortodoxos de la doctrina contra los tradicionalistas que se practicaban en todo
el Estado; d) seguramente eran tambin motivos de malestar la consolidacin de la colecta de
diezmos y la continuidad de aportaciones que realizaban los diversos gremios y asociaciones
sociales para las mejoras en la catedral y los diversos festejos.
La posicin anticlerical de Pino motiv que la Iglesia yucateca no apoyara la campaa
de este y de Madero a la vicepresidencia y presidencia respectivamente, no obstante que lo hizo
el Partido Catlico Nacional. Es probable que esta situacin no haya sido bien vista, a pesar de
que Tritschler fund luego el Centro Yucateco del Partido Catlico Nacional.
La Primera Chispa de la Revolucin se inici el 4 de junio de 1910, en la rebelin contra las autoridades de
Valladolid, que pretendi expulsar del gobierno a Muoz Aristegui con el Plan de Tzelkoop, estuvieron
implicados integrantes del Centro Electoral Independiente, que diriga Delio Moreno Cantn, sobrino del Gral.
Francisco Cantn, aliado de la Iglesia. Entre los principales jefes de la revuelta estuvieron Maximiliano R. Bonilla,
Atilano Albertos y Jos Kantn; fuerzas del gobierno federal reprimieron los atentados en pocos das. Se estim
que fallecieron 200 rebeldes, 500 resultaron heridos y 600 fueron hechos prisioneros. Al parecer la Iglesia no
conden los actos, probablemente porque fueron sentenciados entre los rebeldes algunos catlicos (Menndez
1995: 336). La rebelin es considerada en Yucatn como uno de los antecedentes importantes de la Revolucin
Mexicana iniciada el 20 de noviembre de 1910 por Madero. Sobre el conflicto vase Alcocer (1993) y Bretn
(1992: 802, 803). En Peto, Temax y otras poblaciones se manifestaron los aliados de Pino Surez. Vase
Menndez (1995: 340-343).
439 La Revista de Mrida nm. 7672, ao XLIII, 2 de agosto de 1912, p. 5, Mrida Mxico. La prohibicin de que el
obispo continuara como director del colegio fue ampliamente criticada por la clereca, seguramente a su instancia,
se publicaron numerosos remitidos con nombres de fieles inconformes. En defensa de obispo tambin fue
difundida una gacetilla en Cuba. Meja fue consagrado Segundo obispo electo de Tehuantepec en una ceremonia
efectuada en la catedral del obispado de Yucatn, evento que tena como precedente en Mrida otro desde 1673,
en un acto que dirigi el obispo Cifuentes (1659-1676) (Carrillo y Ancona 1979, I: 516, 517).
438
144
145
del Seor de las Ampollas, la escultura fue sacada de la catedral y destruida frente de las
puestas del templo, muy cerca del palacio de gobierno. La mayora de las versiones del
atentado, escritas por devotos, no aceptan la desaparicin completa de la escultura:
bajaron imgenes de los retablos seculares, ejemplares grandiosos de Arqueologa Sagrada;
destruyeron confesionarios artsticos y de preciosas talladurasy formaron hogueras! Abrieron la
Cmara Sagrada, sacaron al Justo y lo arrojaron al suelo!... 441
Pasaron [los manifestantes anticlericales] a la capilla de la histrica imagen del Smo. Cristo de las
Ampollas y mientras la banda de msica municipal, obligada por la violencia, tocaba el himno
revolucionario La Cucaracha, intentaron quemar la imagen del Cristo tan venerada del pueblo y no
habindolo conseguido, la dejaron abandonada en la calle, de donde la recogi la polica, que la llev a la
Comandancia Militar.442
En la [capilla] del Cristo de las Ampollas todo fue destrozado. La imagen del Cristo fue golpeada, se le
arranc un brazo y fue abandonada en la calle, de donde despus fue recogida y llevada a la
Comandancia Militar sin saberse que fue de ella despus. 443
En una noche de locura, la Sagrada imagen fue destruida. Y la que actualmente se venera, es una rplica
fiel del original, tallada en Quertaro, por orden del Excmo. Sr. don Martin Tritschler y Crdova.444
Despus del asalto a la catedral, la imagen [del Seor de las Ampollas] fue arrancada de su altar,
arrastrada y reducida a pedazos; al pretender quemarla, frente a la catedral y no conseguirlo, los
incrdulos lo atribuyeron a que estaba revestida de un grueso barniz de yeso y a la deficiencia y debilidad
del fuego que se le aplic para quemarla aquella noche. Al da siguiente la polica limpi las calles y los
pedazos de la imagen fueron llevados a la comandancia y no se supo ms de ella. 445
Poco despus fueron demolidas las capillas de San Jos y del Rosario, as como otras
construcciones adjuntas al sur de la catedral, para abrir el Pasaje Revolucin, de
trascendencia simblica.446 El edificio del palacio arzobispal, al sur del mismo pasaje, fue
incautado y reformado para convertirlo en el Ateneo Peninsular, sustituyendo la imagen
colonial de la fachada por una de tendencia clasicista, en otro acto significativo contra la Iglesia
yucateca.
En una reunin con estudiantes en el templo de El Jess, entonces incautado, Alvarado
se dirigi a ellos, dijo que aprob la destruccin de la imagen del Seor de las Ampollas en los
siguientes trminos:
Yo aplaudo a las multitudes derribando al Cristo de las Ampollas, con el mismo entusiasmo que aplaudo
las disertaciones de Volney contra las religiones y las lucubraciones de Diderot contra Dios, pues una y
Prez Elizagaray, citado por Rivera 1943: 97.
Cantn : 1943: 109
443 Surez 1981: 1221.
444 vila 1979: 19.
445 Rasmussen 2001: 56.
446 Tres das despus de los atentados que sufri la catedral, el edificio fue entregado al cabildo eclesistico, pero
solo fue por dos das, el gobernador dispuso de nuevo su ocupacin, misma que se extendi hasta el 12 de mayo
de 1917. El tiempo en que estuvo cerrado la catedral, ms de ao y medio, sufri paulatinamente otras
destrucciones y saqueos.
441
442
146
otras se complementan, toda vez que el hecho de multitudes no es ms que el acto reflejo de las ideas
vertidas; la encarnacin de ellas.447
Como cono que era de la Iglesia yucateca, la destruccin de la imagen del Seor de las
Ampollas a unos das de iniciar los festejos de su novenario, result efectiva en los planes
anticlericales de Alvarado. Como se analiz en el apartado anterior, el culto construido
alrededor de la imagen fue criticado por los liberales y opositores de los molinistas que
apoyaron a la Iglesia. Para los anticlericales la leyenda de la subsistencia milagrosa del Cristo
ante el incendio de Ichmul haba que corroborarla ante todos, como haba sugerido Vlez,
El Ingls, perseguido por la Inquisicin a fines del siglo XVIII y como pensaron tantos
anticlericales que tena la imagen. Con estos actos y la suma de medidas que llev a cabo
Alvarado contra la Iglesia, la debilit notablemente, pues la credibilidad y fortaleza que haba
alcanzado la institucin constituan, como se ha indicado, un obstculo en los proyectos
modernizadores laicos de Alvarado.
El proyecto de reconstruccin de la Iglesia yucateca despus del gobierno de Alvarado
(1915-1918) incluy la adquisicin de una rplica del Seor de la Ampollas en 1919, con ello se
inici una nueva etapa en la historia de la devocin.
Consideraciones.
El clero catlico sigui fomentando el culto al Seor de las Ampollas a travs de diversas
estrategias, desde plegarias ante calamidades hasta la sepultura en la capilla de la imagen, y
logr la consolidacin de su importancia entre los fieles. Estas expresiones de devocin
permitieron que la Iglesia siguiera vigente a pesar de los cambios impuestos por las Leyes de
Reforma y la Constitucin de 1857. En el proyecto de afianzamiento culto tuvo importancia la
imprenta y la prensa escrita. Asimismo, la imagen reproducida en artsticas litografas poda ser
adquirida por los fieles, y con autorizacin del obispo se obtenan las ansiadas indulgencias.
El Cristo de las Ampollas constituy un medio efectivo para obtener recursos para
modernizar y decorar con lujo, joyas y alhajas la catedral y la capilla. Las aportaciones que
hacan los gremios de artesanos y los ricos hacendados permiti la adquisicin de muebles,
enseres, mobiliario y elementos decorativos para el templo y para dar continuidad al culto.
La alianza del clero con el gobierno molinista y su sucesor, Muoz Aristegui, favoreci
el accionar de la Iglesia en los proyectos que emprendieron para fortalecer la institucin, la
447
147
vigencia y expansin del culto, en donde el Cristo de las Ampollas tena importancia. Es por
ello que la imagen estuvo en observancia tambin de los anticlericales que se manifestaron
tambin pblicamente a travs de la prensa, denunciando lo que consideraban abusos del clero,
como la explotacin de los gremios, los gastos en las fiestas profanas, los sermones de los
clrigos que atacaban a las instituciones civiles y la leyenda del origen milagroso del Cristo.
Con el fin del clericato la Iglesia enfrent condiciones adversas, las alianzas partidistas
que realiz la institucin fueron seguidas por los representantes de los partidos polticos. La
inestabilidad poltica se traslad a la institucin religiosa por los intereses que haba tejido. La
persecucin contra la Iglesia que emprendi Carranza en la Nacin, fue bien capitaneada por el
General Salvador Alvarado en Yucatn. El asalto a la catedral y la destruccin de la imagen del
Seor de las Ampollas fueron medidas efectivas que el gobernador revolucionario de Yucatn
emprendi para debilitar a la organizacin religiosa que consider un obstculo en el
fortalecimiento del Estado y para consolidar la revolucin. El proyecto anticlerical
revolucionario de Alvarado en Yucatn ha sido opacado por las radicales reformas que
emprendi en el desarrollo del Estado, del cual se han realizado varios estudios.
148
CONCLUSIONES.
Como parte del proceso evangelizador en Yucatn, las rdenes religiosas regular y secular
promovieron desde el siglo XVI la introduccin de imgenes talladas en la Provincia. Se sabe
que la ciudad de Guatemala fue uno de los principales centros proveedores de esculturas
religiosas de la Nueva Espaa, lugar donde fue elaborado el Cristo de Esquipulas que tiene
amplia devocin a cientos de kilmetros de su santuario. En Yucatn se conserva un Cristo
negro con aquella advocacin que seguramente fue forjado en la ciudad capital de Guatemala,
tambin se tiene conocimiento de que otras esculturas provinieron de aquella ciudad, como la
Virgen de Izamal. Las referencias de comunicacin entre Yucatn y Guatemala a fines del siglo
XVI y durante el siglo XVII, refuerza la hiptesis de que varias de las esculturas sacras, como
el Seor de la Ampollas, tambin hayan salido de talleres de aquella ciudad centroamericana.
La imagen tema de este estudio fue dada a conocer en Ichmul, lugar que eligi para
mitigar un serio conflicto de posesin del curato y para formar parte de la expansin del culto.
La leyenda de su aparicin no hace alusin a la diferencia entre los religiosos, como simple
problema mundano; se enfoca al milagro de su talla y subsistencia a un gran incendio que se
dijo haberlo dejado ampollado y negro. La difusin de estos sucesos al parecer fue
propagado con rapidez, pero extraamente no se document algo sobre su estada en Ichmul,
situacin que provoc, con la leyenda milagrosa de su concepcin, que los sucesos fuesen
narrados y trasmitidos a generaciones con errores de temporalidad que perduraron por dos
siglos y medio.
Desde el perodo colonial la alta clereca estableci diversas estrategias para promover e
impulsar el culto al Seor de las Ampollas. Ese inters en destacar la imagen entre la sociedad
se dio desde la solemne procesin de la imagen cuando fue trasladada a la catedral. A este
hecho se le sumaron otras estrategias: a) la construccin de la capilla exclusiva a su advocacin,
b) la procesin decretada para apaciguar la epidemia de 1699, c) el reconocimiento del Papa a
la hermandad religiosa de la imagen, d) la edicin y establecimiento del novenario, e) las
procesiones pblicas del Cristo para la Semana Mayor, al templo de Nuestra Seora de la
Consolacin (Monjas) en recuerdo de la que se realiz cuando fue trasladada a Mrida, y en el
fin del novenario, f) las inhumaciones en la capilla, que incluy las de obispos y g) las
fundaciones de cofrada, capellanas y obras pas de la advocacin cristocntrica, reconocida
por las autoridades civiles.
149
de Espinosa. La amplia lista de festejos y preceptos religiosos que contena no tuvo variacin
sustancial durante el transe de La Reforma y el porfiriato, por su vigencia fue una publicacin
destacada en la promocin del culto catlico
Destacados artistas, orfebres y profesionistas fueron contratados para realizar en sus
respectivas especialidades, diversas obras de mejoramiento de la capilla, la catedral, as como
grabados de la imagen que la Iglesia reconoci como parte importante de la difusin del culto.
La devocin de la imagen a travs de los gremios catlicos de artesanos, llamados
despus de oficios u obreros catlicos adquiri relevancia en la poca. La clereca aprob la
participacin de las asociaciones, los reglamentos, calendarios y misas solemnes. La amplia
representatividad de la sociedad en los festejos, sumada a los festejos profanos aprobados por
el gobierno civil, posibilit la integracin de nuevas asociaciones que se sumaron a los grupos
existentes, ya sea de manera independiente o asociados.
La popularidad de los largos das de los festejos, con el derroche de recursos
econmicos y de tiempo fue observada con atencin por los liberales y anticlericales que no
cesaron en criticar a la Iglesia por los vnculos que tena con los representantes del gobierno de
Daz en Yucatn; y de forma colateral, tambin se manifestaron contra del Cristo de las
Ampollas, una de las imgenes ms importantes del clero yucateco.
La alianza de la Iglesia yucateca con partidarios polticos e influyentes conservadores
que haban posibilitado su ascenso, fue determinante para que el Gral. Alvarado emprendiera,
como parte del proyecto revolucionario, medidas anticlericales anticatlicas, que incluy que
consintiera la destruccin de la imagen.
La posibilidad de documentar informacin novedosa que precisa varios detalles del
culto al Seor de las Ampollas del perodo de estudio, permiti establecer parmetros muy
cercanos a la importancia de esta devocin citadina sin referente similar en Yucatn. Las
diversas vertientes registradas durante el proceso del estudio interrelaciona aspectos no slo
religiosos y polticos de la regin y la Nacin, como puede entenderse con el ttulo, sino abarca
una amplia gama temtica sociocultural y econmica que incluso rebas diversas fronteras
como la religin, que no las tiene.
La devocin de las imgenes religiosas es parte fundamental de la vigencia de la Iglesia,
el acercamiento a las manifestaciones del culto al Seor de las Ampollas de 1850 a 1915, como
151
cono religioso, considero que constituye una parte importante de la historia de la Iglesia
yucateca. Como institucin de poder espiritual en la regin, la Iglesia gener inters en el arte,
la economa y la cultura, pero sus directrices tambin alcanzaron la poltica, con los
consecuentes debates y polmicas por el control de decisiones. En este estudio se tratan varias
de esas tendencias, la posibilidad de profundizar en todas y cada una de ellas es muy rica,
prcticamente interminable.
Un conocimiento ms detallado del pasado de la Iglesia regional, con sus particulares
condiciones, permitir establecer mejores parmetros para comprender una parte importante
de la historia de Yucatn.
152
ANEXOS
ANEXO 1.1.EL CRISTO DE LAS AMPOLLAS. ORIGEN DE LA ESCULTURA Y DEVOCIN
SEGN EL PREMBULO DE UNA NOVENA DEL SIGLO XIX.448
AMPOLLAS, EL SEOR DE LAS. Consta de tradicin que la prodigiosa imagen del Santsimo Cristo de las
Ampollas, habindose visto cerca de Ichmul varios viernes de cuaresma unas luces en el monte por un vaquero
del cura, ste sali con el fiscal, y viendo el rbol de donde salan resplandores, lo cort y trajo a la casa cural. All
estuvo algn tiempo, hasta que lleg un mancebo escultor, y pidindole el cura una imagen de la Pursima
Concepcin, dijo hara un Crucifijo que se necesitaba. Encerrse en un cuarto, y al da siguiente se encontr la
imagen, sin que pareciese mas el artfice. Colocse en el templo: concurran de toda la provincia por los muchos
favores que reciban. Celebrse un novenario en 1651, y sucedi el incendio en que todo qued reducido a
cenizas, derretidos los metales, calcinadas las piedras, y esta milagrosa imagen se reserv entera con las seales de
las AMPOLLAS que hoy se ven, y confirman el prodigio. El Illmo. Sr. D. Luis Cifuentes fue de visita a Ichmul, e
informado resolvi traer a esta ciudad este tesoro, no sin oposicin del cura y vecinos: en 1656 colocse en el altar
de las nimas, y por la instantnea curacin de la lepra de D. Lucas Villamil, se fabric la capilla en que se venera.
En 1699 se libert la provincia de una peste devoradora, y se estableci la procesin del lunes Santo: fue socorrida
en una hambre, y se decret la fiesta de la Exaltacin y la hermandad con tantas indulgencias. Se sinti la epidemia
del vmito, y en la procesin murieron uno de cada convento, y ces el contagio: hicironse rogativas por el
Illmo. Sr. D. Diego Peredo por la langosta y hambre, y se aplac la ira del Seor en Ichmul, y en la comarca y
fuera: en Mrida son continuos los beneficios que se experimentan en las aflicciones. Es grande la devocin y
culto de este sagrado simulacro. El 29 de septiembre empieza cada ao el famoso novenario, y el 9 de octubre se
concluye con la procesin de los cabildos: otro se celebra en mayo; y siempre que hay alguna calamidad, su
invocacin ha sido el ms seguro consuelo.
Clemente XI, en 15 de julio de 1717, aprob la hermandad del Santsimo Cristo de las AMPOLLAS y
la hora de la muerte, y el da 9 de octubre asignado por el ordinario, y que no puede variarse. Siete cuarentenas y
siete aos de perdn en los das primero, tercero, quinto y sptimo da de la novena, confesados, comulgados y
rogando a Dios por la exaltacin de la santa fe &c. Y sesenta das de indulgencia por acompaar el Vitico,
procesiones, entierros, funciones de la hermandad, visitar hermanos enfermos, ensear la doctrina, poner paz, y
otros actos de devocin. Pasados por Cruzada en 30 de marzo de 1718.
448
153
Espinosa 1882.
154
Da 8.
Segundo domingo
Da 16.
Tercer domingo.
Cuarto domingo.
Da 29.
Quinto domingo,
cuando lo hay
Enero.
Febrero.
Marzo.
Abril.
Mayo.
Junio.
Julio.
Agosto.
Septiembre.
Octubre.
Noviembre.
Diciembre-
Misa, Sermn y ejercicio del da en la iglesia de Jess Mara. En esta iglesia se imponen
el Escapulario Azul de la Pursima Concepcin y el Encarnado de la Pasin.
Exposicin del Santsimo en las iglesias de Mejorada y San Juan Bautista y en la
parroquial de Santa Ana.
Misa y ejercicio en la iglesia de Mejorada. En esta iglesia se impone el Escapulario de
Nuestra Seora del Carmen.
Exposicin del Santsimo en la Santa iglesia catedral, con asistencia de la Archicofrada
del Santsimo Sacramento.
Exposicin del Santsimo en las iglesias de San Sebastin y Jess o Tercera Orden.
Misa que la Sociedad Catlica hace celebrar en Jess Mara por las intenciones del
Soberano Pontfice.
Exposicin del Santsimo en la iglesia de Jess Mara.
155
15 de mayo.
27 de mayo.
13 de junio.
24 de junio.
29 de junio.
21 de julio.
6 de agoto.
11 de agosto.
15 de agosto.
8 de septiembre.
4 de octubre.
1 de noviembre.
15 de noviembre.
19 de noviembre.
30 de noviembre.
8 de diciembre.
12 de diciembre.
25 de diciembre.
156
7 de enero.
16 de enero.
20 de febrero.
18 de marzo.
19 de marzo.
23 de marzo.
25 de marzo.
5 de abril.
8 de abril.
24 de abril.
25 de abril.
27 de abril.
3 de mayo.
6 de mayo.
16 de mayo.
27 de mayo.
11 de junio.
17 de junio.
23 de junio.
157
24 de junio.
25 de junio.
29 de junio.
1 de julio.
16 de julio.
21 de julio.
27 de julio.
3 de agosto.
6 de agoto.
15 de agosto.
4 de septiembre.
16 de septiembre.
28 de septiembre.
7 de octubre.
9 de octubre.
12 de octubre.
19 de octubre.
1 de noviembre.
8 de noviembre.
29 de noviembre.
8 de diciembre.
12 de diciembre.
25 de diciembre.
ANEXO 3. 1
OBRAS PAS Y FONDO DE CONSOLIDACIN EN YUCATN. 1868CA.450
OBRAS PAS Y CAPITALES QUE REPORT LA JEFATURIA DE HACIENDA DE
YUCATN. 1868 CA.
De la santa iglesia catedral.
$
500.00
De Santa Gertrudis de catedral.
1,000.00
Del Sagrario de la santa iglesia catedral.
3,265.00
De Nuestra Seora del Rosario de catedral.
3,700.00
Del Seor de la Transfiguracin de Santiago de Mrida.
200.00
De San Juan Bautista de Mrida.
100.00
De Nuestra Seora de la Luz de San Juan de Mrida.
200.00
Para el capelln de San Juan y aceite de la Lmpara del Seor del Amor, de Mrida.
1,000.00
Del Dulce Nombre de Mara de Mrida.
1,000.00
De Santa Luca de Mrida.
800.00
De Aguinaldos.
200.00
De cuadernillos eclesisticos.
778.25
Del curato de Temax.
500.00
De las nimas de Tizimn y Kikil.
419.56
De San Antonio Xocneceh.
1,000.00
De Nuestra Seora del Carmen del Convento de San Juan de Dios de Campeche.
600.00
De la Virgen de Desamparados de Campeche.
600.00
Del Dulce Nombre de Jess de Campeche.
100.00
De las benditas nimas de la parroquia de Campeche.
400.00
De la imagen de Jess de Campeche.
200.00
De la Tercera Orden de Campeche.
4,984.50
TOTAL $ 21,547.31
Aunque [] estn vinculadas estas obras pas a determinadas imgenes en la mayora de los casos, no son
propiamente ni capellanas ni cofradas que estaban dedicadas exclusivamente al culto de imgenes; sino que de
los rditos de estos capitales se ayudaba a los pobres devotos de las mismas, en la mayora de los casos.
FONDO DE CONSOLIDACIN. JEFATURA DE HACIENDA DE YUCATN.
CRDITOS NO NACIONALIZADOS
Convento de MM. RR. Concepcionistas de Mrida.
$
17,242.06
Hospital de San Juan de Dios de Mrida.
2,300.00
Colegio de Mrida.
2,900.00
Hospicio de San Carlos de Mrida.
10,800.00
Pobres de Mrida.
450.00
Encarcelados de Mrida (Obra pa de Palomar).
200.00
Maestros de primeras letras (de es jesuitas).
1,500.00
Obra pa de D. Juan de Dios Bermon.
1,850.00
Obra pa de D. Juan Muoz Bermon o Bermoni.
626.00
Obra pa de Ulibarri.
4,500.00
Hospital de San Lzaro de Campeche.
50,000.00
TOTAL
$
92,368.06
450
158
CARRILLO Y ANCONA.
Obispo de Lero.(1884-1887)
Sep. 28
Sep. 29
1868
DV.
CR.
1872
DV
TL
1878
AL
TL
1879
AL
TL
1880
AL
TL
1882
AL
TL
1883
AL
TL
1884
AL
TL
1885
AL
TL
1886
AL
TL
1887
AL
TL
1888
AL
TL
1889
AL
TL
1890
AL
TL
Sep. 30
Oct. 1
TL
ZP.
CR.
ZP
CR.
SS
CR.
SS
CR
(DV)
CR.
DV
CR
PL
CR.
BR
CR.
ZP
CR.
BR
CR
ZP
CR.
PL
CR.
BR
CR
ZP
Oct. 2
BR.
BR
ZP
ZP
SS
SS/FR
BR
ZP
BR
PL
DV
BR
ZP
PT
Oct. 3
SS
SS
PL
BR
PL
BR
ZP
PL
PL
DV
BR
ZP
PL
Oct. 4
DV
PL
BR
PL
BR
PL
SS/FR
SS/FR
DV
ZP
PL
SS/FR
Oct. 5
MJ.
HR
HR
DV
ZP
ZP
HR
DV
SS/FR
SS/ FR
SS/FR
Oct. 6
CP
DV
HR
HR
HR
CP
HR
HR
HR
Oct. 7
Oct. 8
Oct. 9
PL
HR
CM
S
CP
CM
CP
MJ
CM
CP
MJ
CM
CP
MJ
CM
CP
S
CM**
DV
MJ
CM**
CP
MJ
CM**
CP
MJ
CM**
CP
MJ
CM**
HR/M
Q
CP
MJ
CM**
Oct. 10
Oct. 11
Oct. 12
Oct. 13
MS
MS
MS
MS
MS
MS
AB
MS
AB
MS
AB
MS
AB
MS
AB
MS
Oct. 14
1892
AL
TL/TC
M
CR.
ZP/R
M
DV
BR
1891
AL
TL/TC
M
CR
ZP/R
M
HJ/PL
/PT
BR
1894
AL
TL
1895
AL
TC
1896
AL
TL
CR
BR
CR
BR
BR
HJ/PL
/PT
DV
HJ/PL
/PT
SS/FR
ZP/R
M
SS/FR
HJ/PL
/PT
ZP/R
M
SS/FR
CR
ZP/R
M
BR
SS/FR
SS/FR
DV
HR/M
Q
CP
HR/M
Q
DV
DV
SS/FR
DV
MJ
CM/H
C
AB
MS
CP
SS
CM/H
C
AB
MS
HR/M
Q
CP
MJ
CM/H
C
AB
MS
HR/M
Q
CP
S
CM/H
C
AB
MS
HR/M
Q
CP
S
CM/H
C
AB
PR/ES
MS
HR/M
Q
CP
S
CM/H
C
AB
T CM
LT/ES
MS/A
R
HJ/PL
/PT
DV
NORBERTO
DOMINGUEZ E.
Vicario Capitular
(1897-1899)
1897
1898
AL
AL
TL
TL
CR.
BR
ZP/R
M
DV
CR
ZP/R
M
DV
BR
SS/FR
HJ/PL
/PT
SS/FR
HJ/PL
/PT
SS/FR
CP
S
CM/H
C
AB
T CM
PR/ES
PN
HR/M
Q
CP
S
CM/H
C
AB
T CM
PR/ES
PN
HR/M
Q
CP
S
CM/H
C
AB
T CM
PR/ES
PN
HR/M
Q
CP
S
CM/H
C
AB
T CM
PR/ES
PN
MS
MS
MS
FL
HR/M
Q
DV
AB, Abastecedores; AL, Alarifes; AR, Artistas; BR, Barberos; CM, Comerciantes; CP, Carpinteros, CR, Curtidores; DV, Un Devoto; FN, Fundidores; FR, Fardeleros; HC, Hacendados; HJ, Hojalateros; HR,
Herreros; MJ, S, Mujeres, Seoras; MQ, Maquinistas; MS, FL, Msicos, filarmnicos; LT, PR, ES, letrados, Profesores, Estudiantes; PL, Plateros, PN, Panaderos; PT, Pintores; PR, Paileros, RM, Ramoneros;
SS, Sastres; T CM, Trabajadores del comercio; TL, Talabarteros; VCL, Venerable Clero; ZP, Zapateros.
*Sin informacin.
**En las fuentes no se indican los hacendados, pero ya estaban integrados en el gremio.
Biblioteca de Seoritas: 1868; La Revista de Mrida: 1872,1879, 1880, 1882-1885, 1887, 1888, 1890-1892, 1895, 1896, 1898; Semanario Yucateco 1878, El Amigo del Pas: 1886; La Razn Catlica
1889; El Movimiento Catlico 1897; Carrillo y Ancona 1979: 501, 1894ca.
159
AL
TL
BR
ZP/RM
*
*
AL
TL
CR
BR
ZP/RM
HJ/PL/P
T
SS/FR
HR/MQ
HR/MQ
CP
DV
7
8
9
10
11
12
13
14
DV
S
CM/HC
AB
TCM
PR/ES
PN
MS
CP
S
CM/HC
AB
TCM
PR/ES
PN
MS
AL
TL/CR
V CL
BR
ZP
HJ/PL/P
T
SS/FR
RM
HR/MQ
/FN
CP
S
CU/HC
AB
TCM
PR/ES
PN
FL
AL
TL/CR
V CL
BR
ZP
HJ/PL/P
T
SS/FR
AL
TL/CR
BR
V CL
RM
ZP
AL
TL/CR
V CL
RM
BR
ZP
RM
HJ/PL/P
T
SS/FR
HJ/PL/P
T
SS/FR
HR/MQ
/FN
CP
S
CM/HC
AB
T CM
PR/ES
PN
MS
HR/MQ
/FN
CP
S
CM/HC
AB
T CM
PF/ES
PN
FL
HR/MQ
/FN
CP
S
CM/HC
AB
T CM
PR/ES
PN
FL
AL
TL/CR
V.CL
BR
ZP
HJ/PL/P
T
SS/FR
AL
TL/CR
V CL
BR
ZP
HJ/PL/P
T
SS/FR
AL
TL/CR
V.CL
BR
ZP
HJ/PL/P
T
RM
AL
TL/CR
V.CL
BR
ZP
RM
AL
TL/CR
V.CL
BR
RM
ZP
AL
TL/CR
V CL
RM
BR
ZP
SS/FR
HJ/PL/P
T
SS/FR
HJ/PL/P
T
SS/FR
HJ/PL/P
T
SS/FR
HR/MQ
/FN
CP
HR/MQ
/FN
RM
HR/MQ
/FN
CP
S
CM/HC
AB
T CM
PR/ES
PN
FL
HR/MQ
/FN
CP
S
CM/HC
AB
T CM
PR/ES
PN
FL
HR/MQ
/FN
CP
S
CM/HC
AB
T CM
PR/ES
PN
FL
HR/MQ
/FN
CP
SR
CM/HC
AB
T CM
PR/ES
PN
FL
RM
S
CM/HC
AB
T CM
PR/ES
PN
FL
CP
S
CM/HC
AB
T CM
PR/ES
PN
FL
1914
AL
TL/CR
V.CL
BR
ZP
HJ/PL/P
T
SS/FR
AL
TL/CR
V.CL
BR
ZP
HJ/PL/P
T
SS/FR
AL
TL/CR
V CL
BR
ZP
PL/HJ/P
T
RM
HR/MQ
/FN
RM
RM
SS/FR
HR/MQ
/FN
CP
S
CM/HC
AB
T CM
PR/ES
PN
FL
HR/MC/
FN/PR
CP
S
CM/HC
AB
T CM
PR/ES
PN
FL
CP
S
CM/HC
AB
T CM
PR/ES
PN
FL
*Sin Informacin.
AB, Abastecedores; AL, Alarifes; BR, Barberos; CM, Comerciantes; CP, Carpinteros, CR, Curtidores; DV, Un Devoto; FN, Fundidores; FR, Fardeleros; HC, Hacendados;
HJ, Hojalateros; HR, Herreros; MJ, S, Mujeres, Seoras; MQ, Maquinistas; MS, FL, Msicos, filarmnicos; LT, PR, ES, letrados, Profesores, Estudiantes; PL, Plateros,
PN, Panaderos; PT, Pintores; PR, Paileros, RM, Ramoneros; SS, Sastres; T CM, Trabajadores del comercio; TL, Talabarteros; VCL, Venerable Clero; ZP, zapateros
Fuentes: La Revista de Mrida 1900-1903, 1905,1906, 1910-1912; El Peninsular 1904; Diario Yucateco 1907; La Verdad 1908, 1909; lvarez 1913, La Revista de Yucatn 1914.
160
ANEXO 3.4
REGLAMENTO DE LA SOCIEDAD CATLICA DEL GREMIO DE BARBEROS
DE MRIDA. 1872451
Sociedad Catlica del Gremio de Barberos de Mrida.-Habiendo fundado los artesanos que suscriben una
Sociedad catlica del gremio de barberos, as con el fin de hacer por este solo acto una pblica confesin de f
catlica, apostlica y romana, como tambin con el de hacer de un modo paulatino y fcil un fondo comn
destinado al culto de su Santsimo Patrono el Seor de las Ampollas, y al mutuo socorro y beneficencia de los
mismos asociados o componentes en casos de desgracia o adversidad; tenemos los infrascritos la honra de
manifestarlo a VS. Illma., como hijos obedientes a su Padre espiritual y Gobierno Eclesistico, acompaando el
Reglamento original que de comn acuerdo hemos formado; suplicando a S. Sria. Illma. Se digne impartiros su
superior reconocimiento y autorizacin, de modo que pueda imprimirse y tener efecto dicho Reglamento,
ofreciendo desde luego a VS. Illma. Junto con nuestro ms profundo respeto, la ms rendida gratitud y adhesin
de nuestros corazones.- Dios guarde a VS Illma. Muchos aos.- Mrida, Octubre 31 de 1872.- Presidente, Calixto
Salazar.- Secretario, Jos E. Araujo.- Tesorero, Toms Doporto.- Vocal 1, Manuel Sabido Gimenez.- Vocal 2,
Felipe Escalante.- Al Ilmo. y Digmo. Sr. Obispo Diocesano Dr. D. Leandro Rodrguez de la Gala.- Presente.
Mrida, Noviembre 4 de 1872.- Vista la exposicin que antecede, dirigida por la Sociedad del Gremio de Barberos
de esta Ciudad de Mrida, as como el reglamento que ha formado, cuyo principal objeto es hacer una pblica
confesin de f catlica apostlica romana, y crear con facilidad y sin gravamen un fondo comn, destinado al
culto y veneracin del Santsimo Cristo de las Ampollas, a cuya Sagrada Imagen proclama Patrono de dicha
Sociedad, para socorrer a los socios en casos de adversidad o desgracia, u considerando los cristianos y
humanitarios fines que se propone la mencionada Sociedad, con la mayor satisfaccin y por lo que a Nos toca la
aprobamos en unin de su reglamento, interponiendo al efecto nuestra autoridad, pudiendo en su virtud
imprimirse, como indican los seores que firman la exposicin relacionada.- El Obispo.- Lic. Pedro M. Guerra,
secretario.
Sociedad Catlica del gremio de barberos de Mrida.
Art. 1.- Bajo el amparo y proteccin del Santsimo Cristo de las Ampollas, a quien reconocen y juran
como a su Seor y Patrono especial, los Barberos de esta Capital se constituyen y organizan en cuerpo bajo el
nombre y ttulo de Sociedad Catlica del gremio de Barberos de Mrida.
Art-. 2.- El fin objeto de esta Sociedad, es en primer lugar, hacer con este solo acto la ms explcita y
pblica confesin de fe catlica romana, por medio de su amor y reverencia al Santsimo Cristo de las Ampollas,
su Augusto Patrono; y, en segundo lugar, para proporcionarse de un modo fcil y sencillo un fondo comn
destinado a dos cosas, a saber: el culto y festividad anual del Seor y Patrono, la primera; y el mutuo socorro y
auxilio pronto y eficaz de los mismos asociados en cualquier caso de desgracia y adversidad, la segunda.
Art. 3.- El nmero de socios es indeterminado y podrn ser aceptados aun los que no sean del arte de
Barberos, as como tambin personas de otro sexo. No se exigir ms condicin que la de profesar la Fe catlicaromana y de tener una industria y modo honesto de vivir.
Art. 4.- Para llenar el fin y objeto de la Sociedad conforme al art. 2 se establece un fondo que se
compondr de la cuota de medio real que semanalmente pagar cada socio; de las cuotas extraordinarias que la
Sociedad acuerde en junta general o por medio de la Directiva, si aquella autorizase a esta para ello; de un medio
real que cada socio pagar cuando se d el caso de desgracia, grave enfermedad o muerte de cualquiera de los
socios; de las multas impuestas; y, por ltimo, de cualquiera suma que voluntariamente se donase para los fines de
la Sociedad.
Art. 5.- La direccin o gobierno de la Sociedad, quedar a una Junta particular que se denominar
Directiva, a la que se faculta para la admisin de nuevos socios a propuesta de cualquiera de los miembros de la
Sociedad, con tal que el propuesto tenga los requisitos de que habla el art. 3, y podr tambin excluir de ella a
cualquiera que a su juicio se haga indigno, o aceptar la renuncia que alguno quiera hacer.
Art. 6.- La Junta Directiva se compondr del Presidente de la Sociedad, que tambin lo ser de esta
Directiva; del Secretario de la Sociedad en iguales trminos; del Tesorero y de dos vocales ms, electos en Junta
general.
451
161
Art. 7.- El Presidente de la Sociedad, el Tesorero y el Secretario, sern elegidos en Junta general el da y
la fecha que en el curso de la festividad anual del Seor de las Ampollas toque su turno al gremio de Barberos,
tomando dichos empleados posesin de su empleo desde aquel mismo da, en la inteligencia de que debern
desempearlos gratuitamente.
Art. 8.- La Junta Directiva deber celebrar sus sesiones ordinarias una vez cada trimestre, y
extraordinariamente, cada vez que lo crea necesario o conveniente, como cuando ocurra la desgracia o grave
enfermedad de algn socio; cuando se aproxime la fiesta del Seor, o cuando seis socios lo pidan por escrito
elevado al Presidente.
Art. 9.- Todos los socios quedan obligados a desempear las comisiones que reciban de la Junta
Directiva, y de no verificarlo, debern pagar una multa de dos reales en cada caso.
Art. 10.- Todo acuerdo de la Junta Directiva se circular para su cumplimiento.
Art. 11.- En el desgraciado evento de que la Sociedad tenga que disolverse por general acuerdo y por
cualquier motivo, los fondos debern sin embargo destinarse al principal fin que se ha propuesto la Sociedad, a
saber: el culto del Seor de las Ampollas.
Art. 12.- Como esta Sociedad se propone igualmente proporcionar auxilios en la desgracia o adversidad
de sus componentes, se fijan y determinan para el efecto, las siguientes prescripciones:
1. Cuando un socio estuviere enfermo de gravedad o en agona, su familia avisar a un vocal de la Junta
Directiva para que el Presidente llame a sesin para nombrar una comisin de visita diaria que informe.
2.- Si falleciese el enfermo, la comisin de visita dar cuenta a la Junta y el Tesorero proceder a
recaudar la cuota respectiva de medio real por cada socio.
3.- Reunida la suma, se entregar bajo recibo a la familia del difunto, este es, a la viuda si era casado, a la
madre si era soltero, o a falta de estas, a los hijos si los hay, o cualesquiera dolientes o sirvientes ms inmediatos.
Art. 13.- El Presidente es la primera autoridad de la Sociedad por la libre eleccin de sta, y el tendr
funciones de Hermano Mayor del Gremio con respecto al Santo Patrono.
Art. 14.- Las atribuciones del Presidente son:
1.- Tener conocimiento de todo lo concerniente a la Sociedad; convocando a sesin o a Junta general
cuando fuera conveniente.
2.-Procurar la unin y confraternidad de los socios.
3.- Inspeccionar los trabajos de los dems empleados.
4.-Nombrar las comisiones.
5.- Formar con el secretario las comisiones, oficios, y llevar o despachar toda la correspondencia.
6.- Dar rdenes de pago siempre que lo acuerde la Sociedad o la Junta Directiva, con la forma del
secretario.
7.- Examinar cada trimestre los libros del Secretario y tesorero, para ver si estn bien llevados, poniendo
el Vo. Bo.
8.-Presentar una breve memoria del estado y trabajos de la Sociedad que leer al salir de su empleo y que
se archivar.
Art. 15.- Las atribuciones del Secretario son:
1.- Levantar las actas de todas las sesiones y archivar todos los papeles y documentos.
2.- Firmar con el Presidente todos los documentos y circular rdenes.
3.-Llevar a ms del libro de actas, otros dos libros con toda exactitud; uno en que constar todo lo
concerniente a las obras de la Sociedad con respecto al Stmo. Cristo de las Ampollas, y otro en que constar lo
que mire al mutuo inters de los asociados. Estos libros los deber entregar, concluido el ao, al nuevo Secretario.
4.- Dar cuenta de los socios que faltaren a sus deberes.
Art. 16.- Las atribuciones del Tesorero son:
1.- Llevar con exactitud la cuota de ingresos y de egresos.
2.-Por su medio se harn todas las recaudaciones y todos los gastos.
3.- Procurar siempre documentarse bien, pues ser responsable de todos los pagos que verificare sin
orden escrita.
4.- Recaudar semanalmente las cuotas de los socios, las multas y los donativos que se ofrecieren.
5.- Llevar sus libros de caja.
6.- Presentar cada trimestre un corte de caja a la Junta directiva, y examinada por medio de una
comisin, el Presidente dar su visto bueno, si estuviese todo bien.
7.- Dar cuenta de los socios que por tres meses no hubiesen cubierto sus cuotas.
8.- Al terminar sus funciones entregar al entrante todos sus libros y documentos, menos los recibos
que el debiese cobrar.
162
Art. 17.- Para no perder el ttulo y los derechos de socio deber cumplirse con todas las prescripciones
del presente Reglamento, y en caso contrario, la Sociedad o la Junta Directiva declarar la expulsin del indigno,
que no tendr derecho de exigir le devuelva nada de lo que hubiese abonado.
Art. 18.- Para la admisin de nuevos socios, segn el art. 3, a la propuesta de alguno de los vocales o
socios, se guardar la frmula siguiente. Puesto el candidato en pie ante la Junta Directiva y delante de una
Imagen o estampa del Seor de las Ampollas, har el juramento siguiente, que le ir dictando el secretario: Juro
por el Santo Cristo de las Ampollas, que yo, como catlico, apostlico romano, quiero pertenecer a esta piadosa
Sociedad, cuyo Reglamento ofrezco guardar y cumplir.- El Presidente le contestar: El Seor os de
perseverancia hasta el fin; sois nuestro hermano y compaero, tomad asiento entre nosotros.
Hecho esto, el Secretario y el Tesorero tomarn nota del nuevo socio.
Art. 19.- Todos los socios tienen derecho de asistir a las sesiones y de proponer con orden y mesura lo
que creyeren conveniente al bien de la Sociedad.
ARTICULOS TRANSITORIOS.
1.- Este Reglamento, despus de ser aprobado, obliga a todos los socios, debiendo elevarse a la sagrada
autoridad diocesana para su superior reconocimiento y autorizacin, de modo que pueda imprimirse y circularse
para su cumplimiento.
2.- Una vez impreso, se pasarn ejemplares del mismo Reglamento a todos los Presidentes o Hermanos
Mayores de los Gremios de la Ciudad, a fin de que stos se dignen a su vez constituirse y organizarse en otras
tantas Sociedades Catlicas del Seor de las Ampollas, de modo que la reunin de ellas en Junta general forme una
GRAN SOCIEDAD CATLICA DE LOS GREMIOS DE MERIDA, que expeditara todos los trabajos y
resoluciones del pueblo cristiano en las empresas de inters catlico y de beneficencia en casos dados.
3.- Menos en el asunto de la religin catlica y el culto del Seor de las Ampollas, la Sociedad puede en
cualquier tiempo variar o modificar los artculos econmicos de este reglamento, sea en parte o en el todo.
Mrida, Octubre 8 de 1872.- Presidente, Calixto Salazar.- Tesorero, Toms Doporto.-Vocal 1, Manuel
Sabido.- Vocal 2, Felipe Escalante, Martin Salazar; Lucas Urrua, Gregorio Prez, Pedro Vzquez, Jos Palma,
Juan Nieves, Epitanio Canto, Mnico Cabrera, Jos de la C. Parra, Jos Puc, Casimiro Puerto, Toms Domnguez,
Manuel Eun, Pedro Camal, Jos Dolores Palma, Santos Lavadores, Francisco Durn, Pedro Pamplona, Paulino
vila, Santiago Ak, Casimiro Carbajal, Asuncin Monreal, Concepcin Heredia, Rosa Salazar, Felipe Madera,
Anastasio Ch, Juan Bta. Madera, Jos Antonio Madera, Nicols Gimenez, Bibiano Garca, Faustino Servin,
Julin Prez, Claudio Moguel, Guadalupe Canto, Saturnino Rivero, Tiburcio Sosa, Francisco Borges, Domingo
Rodrguez, Blas J. Cortazar, Joaqun May, Manuel Lope, Nicanor Doporto, Marcelino Sosa, Cristbal Aranda,
Mariano Madera, Severo Lara, Luis Tuy, Antonio Palma, Jos Villamil, Victoriano Palma, Tiburcio Encalada,
Simn Lope, Nicomedes Ancona, Damaso Canto, Tiburcio Quesada, Felipe Quesada, Jacinto Quiau, Laureano
Estrella, Victoriano Mayor, Jos de la C. Snchez, Braulio Gonzlez, Jos Len Dzul, Sebastin Quesada, Julin
Ek, Carlos Chac, Nabor Urtecho, Jos Nicasio Ramayo, Mara Basulto, Cenobia Prez, Mara Sinforiana Salazar,
Juana Salazar, Nestora Polanco, Prudencia Snchez.- Jos E. Araujo, Secretario.
163
164
1900.
Comisin
presidir las fiestas.
que
1901. Directiva.
1900..
1901.
1902. Directiva
1903. Directiva.
1905 Candidatos
presidir la directiva.
1908. Directiva.
1909 Directiva.
1912. Directiva.
1914. Directiva.
para
165
166
452
453
167
Todos los festejos de las veinticuatro horas corresponden al gremio entrante. A las diez, la misa solemne
en que se pasea el estandarte respectivo; la concurrencia es tal que la amplia iglesia se llena por completo. Desde
temprano, han estado tocando en el atrio una o dos bandas de msica, segn la solvencia de los organizadores.
Terminada la misa, tras un buen golpe de voladores, a las doce en punto, tiene lugar el bronceo, verdadera
piedra de toque de la esplendidez del gremio. Consiste en rodear toda la Plaza Grande con una hilera de petardos
unidos por una mecha y pegarle fuego; algunos ponen uno mayor cada diez o cada veinte, y hay gremio que le da
a la plaza dos y hasta tres vueltas. Ya puedes figurarte el estruendo: parece que se est acabando el mundo, pues ni
en la ms reida batalla, puede orse fuego tan graneado.
El festejo final de casa (sic) da es la retreta, de ocho a doce de la noche, en la Plaza Grande. Aqu el
gremio en turno echa el resto: profusa iluminacin a la veneciana con farolitos ms o menos lujosos; toca la banda
del Estado que dirige don Justo Cuevas y a veces en artstica competencia, la del Batalln 22 que obedece a la
altura del maestro Bentez, ambas muy buenas.
Todas las bancas son ocupadas por las familias y adems hay sillas de alquiler. Desde el atrio se disparan
constantemente voladores, que en vez de petardos, derraman luces de colores y lluvias de oro; se sueltan globos
aerostticos de papel, y sobre la Catedral se queman vistossimos fuegos de artificio, castillo, liras, ruedas
giratorias, etc. En torno a la plaza, se corren toros de fuego, que son hechos de madera y lienzo llenos de
petardos y que una vez encendidos, se arrastran sobre ruedas. Los jvenes y muchachas, en grupos, en parejas o
con las respectivas mams, pasean formando dos corrientes encontradas, por las avenidas perifricas de la Plaza;
en la parte central lo hace en igual forma el mestizaje, luciendo uno y otro grupo lo mejorcito del bal. Cupido no
tiene punto de reposo disparando flechas y atravesando corazones; en estas retretas, se inician, anudan y reanudan
noviazgos y compromisos.
Despus de la misa y salida, cada gremio se dirige a la casa del Presidente para verificar la conjunta,
es decir la eleccin de la nueva directiva; la saliente obsequia con licores y golosinas a la entrante. El da nueve,
que es cuando termina el novenario (aunque no la fiesta) y corresponde al gremio de abastecedores, se celebre por
la tarde en la Catedral una procesin a la cual asisten todos los gremios con sus estandartes; en la misma forma
asisten algunos das despus a la solemne cerrada con procesin en la maana y vuelta de la imagen a su capilla.
Adems de las referidas, algunos gremios pudientes tienen diversiones extras. As los abastecedores
reparten en su da, carne gratis a los pobres; los trabajadores del Comercio erigen uno o ms palos ensebados o
cucaas, con sus respectivos premios, y alguna dzop sanda. Consiste esta diversin en levantar en la calle de algn
barrio un arco adornado con palmas de coco y en l se cuelgan a modo de piata grandes sandas; los jugadores
pasan corriendo a caballo para romperlas a puetazos. A ms de las sandas, cuelgan luego cntaros que contienen
caramelos y papelillos o tal vez algn enjambre de avispas. El da de los comerciantes y hacendados, todos los
dependientes de las tiendas se pasean de la maana a la tarde en coches calesas arrojando paquetes encendidos de
cohetes chinos.
Mis dos hijas mayores gozaron de esta fiesta con juvenil entusiasmo, principalmente de las retretas. Y
como son bonitejas (tu las conoces) las nuevas cubanitas constituyen una de las atracciones de este ao.
454
Eusebio Falcn, en La Revista de Mrida nm. 2132, ao XXII, 12 de octubre de 1890, p. 2, Mrida, Mxico
168
escurr por una de las calles del jardn. Llevaba ya los pies como si me hubiesen aplicado un tormento chino. Me
enjugu el sudor que me haba hecho derramar mi aventura y en el primer banco que encontr me dej caer.
-Vea usted lo que hace! Me va usted a estropear los volantes del vestido.
Me volv para ver quin me haca tal advertencia y me fij en que provena de una seora.
Ocupaba el banco en que haba yo tenido la desgracia de caer, un matrimonio. La seora, que era la que
me haba advertido, era un jamn con pretensiones de chuleta. Tena encima la casa entera de Rigaud & Ca. pelo
untado de aceite de oriza, polvos de Kananga en la cara, vainilla en el vestido, lirio en el pauelo, sndalo en el
abanico. Jess! Qu martirio!
El marido era un seor maduro, no: maduro estaba la vieja, pues era gorda y colorada como una anona;
l era alto y seco como un estropajo y ms feo que un puetazo en un ojo. Iba vestido de chaquet de dril blanco y
pantaln de casimir a listas. Estaba sentado a la orilla del banco, cruzadas las largas piernas y apoyado el codo en
el puo del paraguas y la mano en la sien contemplaba la interminable hilera de damas que paseaba en el recinto
del jardn.
La vieja estaba indolentemente echada en el banco hacindose aire con un gigantesco abanico que en
cada agitacin traa a mis narices el conjunto de todos los aromas que llevaba encima y me causaba vrtigo.
-Ahora se te caen los ojos! Exclam de repente acompaando al dicho un pellizco en las costillas del
pobre anciano que estuvo a punto de escurrirse y caer sentado al suelo.
-Mujer!
-Qu mujer ni qu nio muerto! Desde que asom la mueca esa por la esquina, empezaste a mirar
hasta que dio la vuelta, Crees que estoy ciega?
-Pero si a todas las veo.
-Pues yo no quiero que veas a nadie bah! Y vmonos que ya me fastidi.
-Pero, hija, si acabamos de venir.
-Vmonos, te digo, o me voy sola. T quisieras quedarte para estar viendo a esa cucaracha y me vas a
hacer reventar. Vmonos, vmonos.
Y diciendo y haciendo se puso de pie, enganch su robusto brazo del descarnado de su paciente
consorte y se lo llev a remolque.
-Bendito sea Dios! Dije respirando con toda las fuerzas de ms pulmones, cuando aquella droguera
ambulante haba desaparecido.
Me arrellan, encend un cigarro y me entregu a la contemplacin de tanto ngel como haba esa noche
en la plaza.
Las horas corrieron con la velocidad con que se van las horas felices.
Sonaron las diez y con la ltima campanada se extingui la ltima nota de la msica que haba amenizado
el acto.
Diez minutos despus, la luz elctrica nos neg sus fulgores quedando en consecuencia envuelto toda en
la densa oscuridad, pues a esta determinacin se haban anticipado los farolillos mucho tiempo haca.
Gritos, chiflidos y golpes en los bancos fueron seales de protesta a la supresin de la luz.
Yo satisfecho de haber gustado la noche, emprend mi retirada.
No haba caminado ni veinte pasos, cuando choqu con las rodillas en un cuerpo y en un poco no me fui
de bruces al suelo a ver la cara de mi abuela.
Pero todo fue uno: chocar con aquel cuerpo y ser repelido por una mano vigorosa y por una tempestad
ms grande que la de octubre de 82.
-! Que bruto es usted!
Si yo no apagu la luz elctrica, seor; respond atontado.
Y reponindome un tanto del susto empec la difcil tarea de buscar mi sombrero que en el choque haba
salido volando.
Di por fin con mi sombrero y con el golpe que sufr. Lo que haba pasado a la entrada al jardn, la
oscuridad, los gritos de los traviesos, todo me infunda un pavor. Andaba a tientas, receloso de un segundo
encuentro y yo no s.el caso fue que se apoder de mi tal miedo que ocurr a los santos y recordando una
oracin que mi madre me ense en la infancia, empec a recitarla, pero inconscientemente lo haca en alta voz,
diciendo:
ngel de mi guarda
Dulce compaa
-Pst! por aqu!
-Por dnde?
-Por aqu. Deme uno para ver si se calla esta pobre chiquita.
-Un qu, seor?
-Uno de esos dulces que pregona.
169
-Yo no vendo dulces, lo que quiero es irme a mi casa; y apret el paso camino a mi casa.
Cuando llegu a la puerta, tuve tentaciones de imitar a Cristbal Coln en San Salvador, arrodillndome
y besando la tierra: pero cre de ms justicia terminar el canto religioso en honor del ngel de mi Guarda que
acudi a salvarme en los conflictos de la plaza y volv a decir, pero sotto voce:
ngel de mi guarda
Dulce compaa,
No me desampares
Ni de noche ni de da.
170
Rogativas.
1833
1848
1853
1853
1874
1875
1882
1882
1882
1883
1884
171
1885
1885
1885
1887
1887
1907
1911
1912
Al parecer este proyecto no prosper, en 1887 se oficiaban misas al Cristo cada viernes.
Aviso religioso. El da 21 del corriente se verific en la santa iglesia catedral, la bajada de la sagrada imagen del
Crucificado en su tradicional titulo de las Ampollas, con una misa solemne a las 9 de la maana, para empezar al
da siguiente el novenario que los Sres. Hacendados celebran anualmente: durante el, habr misa cantada a las 6
de la maana, despus de la cual se rezarn las preces ad petendan pluvian y luego la novena. El da 3 de mayo
ltimo de la novena, predicar el monseor Domnguez y habrn misas de 10, 11 y 12. Se invita a los catlicos a
concurrir a esos actos piadosos, con el fin de implorar del cielo los beneficios que necesitamos. Mrida, abril 25 de
1885. Epifanio Cardea, presbtero.
455
456
172
1914
Obra
Fuente
1882
1882
1884
1884
1889
1892
1893
1893
1897
1906
La primera est compuesta de seoras y las otras dos de los seores siguientes: Jos D. Villamil, Eusebio
Escalante Bates, Manuel Zapata, Bernardo Ponce Font, Felipe Ibarra O., Juan de Dios Rodrguez, Bernardo Cano
Castellanos, Joaqun Ancona, Alonzo Regil Y Pen, Jos Font Y Camilo Cmara Zavala.
457
173
1906
Ao
1872
1879
1879
1880
1882
1884
1885
1885
174
1887
1888
1890
1895
1896
1896
1896
1897
175
1899
1900
1901
fuerza.
Gremio de comerciantes: presidente Eusebio Villamil, tesorero Ramn
Arias, secretario Rogelio Surez, donarn a catedral cuadros del va crucis
en alto relieve, la mejor de las que recibi El tazn de China, de Pars,
prxima fiesta del Seor de las Ampollas.
Gremio de Profesores y Estudiantes don un reloj de pie.
Carlos Gonzlez del gremio de abastecedores, recibir de Puebla varias pilas
o fuentes que el gremio obsequiar a la catedral.458
1901
1901
1902
1903
1903
1906
El templo de Ftima conserva una de estas piezas de nix, se emplea como pila bautismal.
Esta tiene la siguiente inscripcin: El viernes 12 de octubre de 1906 el gremio de Profesores y estudiantes
erigi este monumento siendo presidente el Sr. Lic. Don Jos C. Peniche y secretario el Sr. Doctor don Andrs
Senz de Santa-Mara y siendo obispo de esta dicesis de Yucatn el Illmo. y Rvdmo. Sr. Doctor don Martin
Tritschler y Crdova. Otra leyenda se lee ms abajo: Se coloc en este monumento la lpida conmemorativa
458
459
176
1910
1910
1911
1911
1911
que en 1900 ofreci a la memoria del venerable finado el entonces M. I. Sr. Vicario capitular Lic. Don Lorenzo
Bosada, y fue costeado con fondos del gremio y con donativos solicitados por el mismo. El busto fue realizado
por escultor italiano Michele Giacomino. Este artista radic en Mrida entre 1903 y 1906, entre otras obras realiz
bustos de Olegario Molina Sols, el General Francisco Cantn y Norberto Domnguez y varios de Crescencio
Carrillo y Ancona. Instal su oficina luego en Monterrey, donde realiz gran parte de su obra.
177
Iluminada
al
crayn:
Fundacin Cultural MACAY
(2013, 2014, Exposicin
temporal en el Museo de la
ciudad
de
Mrida,
Ayuntamiento de Mrida).
No iluminada: Pinacoteca
Juan Gamboa Guzmn,
Centro INAH Yucatn,
Mrida, Mxico
Litografa
sobre papel
Espinosa 1882: 59
1885
Fotografa
Coleccin particular.
Fines del
s. XIX.
(Fig. 6)
Litografa
sobre papel
1900 ca.
(Fig. 7)
Impreso en
papel.
(Figuras
Litografa
sobre papel
marquilla.
1 y 2)
1871
(Figuras
Litografa
sobre
papel.
Cabildo
Metropolitano.
Coleccin particular.
3 y 4)
1882
(Fig. 5)
Coleccin Arquidicesis de
Yucatn.
Coleccin Arquidicesis de
Identifique del siglo XIX otros grabados del Cristo pero no fue posible integrarlos a este documento. No se
incluyen otros grabados de la imagen original del Cristo de las Ampollas que fueron reproducidas en novenarios y
otras ediciones posteriores a 1915, cuando fue destruida la imagen. Las medidas de las imgenes que se reportan
fueron proporcionadas por autoridades del Museo de la Ciudad de Mrida (diciembre de 2013).
461 En los recuadros a los costados del Cristo se lee el siguiente texto:
Incendiada en 1651 la iglesia del pueblo de Ichmul solo el crucifijo que lleva hoy el nombre de Santo Cristo de
las Ampollas se salv de la voracidad de las llamas quedando apenas ampollado por cuyo motivo se le dio aquel
nombre. Fue trado a esta ciudad por disposicin del Ilmo. Sr. D. Luis Cifuentes y es en todas la calamidades el
consuelo de los devotos afligidos. Al pie de la obra se incluye un texto sobre indulgencias, que se trata ms
adelante.
462 Texto en recuadros a los costados del Cristo: La tradicin dice que esta imagen tan venerada por el pueblo
yucateco, tuvo un origen milagroso. Un rbol que resplandeca en ciertas noches, proporcion la madera y un
escultor misterioso cuyo nombre, origen y paradero no se supo, fue el artfice que construy. En el incendio del
templo de Ichmul, pueblo que posea este tesoro inestimable, verificado en 1651, solo esta imagen se preserv en
medio de las llamas, que devorando las maderas, los metales y las piedras que estaban alrededor suyo, no le hizo
ms que unas ampollas para perpetua memoria del milagro, fue trada a Mrida en 1656. Y son muchos los
beneficios que desde esa poca han recibido sus devotos y el pueblo todo que tiene hacia ella una especial
veneracin bajo la advocacin de Smo. Cristo de las Ampollas, los sumos pontfices han protegido esta devocin
concediendo numerosas indulgencias a los que se entreguen a ella con fe sincera. Al pie del grabado se incluye
otro texto sobre indulgencias, que se seala ms adelante.
460
178
1907 ca.
Fotografa.
1910 ca.
(Fig. 8)
Fotografa
1910 ca.
Fotografa
Yucatn.
Carrillo y Ancona 1908: f. 2.
Fototeca Pedro Guerra.
2A08026.
Facultad
de
Ciencias
Antropolgicas.
Universidad Autnoma de
Yucatn, Mrida, Mxico.463
Coleccin Arquidicesis de
Yucatn.
La fototeca Pedro Guerra resguarda otra fotografa del Cristo, siendo la aqu reproducida la de mejor estado
de conservacin.
463
179
ANEXO 4.5.
INDULGENCIAS QUE OFRECI LA DICESIS DE YUCATN EN DEVOCIN
AL SEOR DE LAS AMPOLLAS. 1717-1907.
Ao
1717
1825ca.
1850
1851
1858
1871
1872
Annimo 1914: 2.
El Ilmo. Y digno. Seor obispo diocesano D. Jos Mara Guerra (1834-1863) por s y a virtud de hermandad
que tiene celebrada con varios Ilmos Sres. obispos de la comunin/catlica, concede doscientos das de
indulgencias a los fieles cristianos que ante la presente Imagen de Ntro. Seor Jesucristo Crucificado bajo el ttulo
de las Ampollas/resaren el padre nuestro, el credo, el salmo miserere o alguno de sus versculos, la novena o
cualquier da de ella o finalmente hicieren ante esta Imagen alguna/de las oraciones aprobadas por nuestra madre
la Santa Iglesia. Dgolo de mandato del mismo Ilmo. Seor. Mrida, diciembre 28 de 1850. Gabriel Gahona.
Mrida de Yucatn de 1850. Litogr. de Gahona. (Al pie de la imagen una firma ilegible).
465 El Smo. Cristo de las Ampollas. El illmo y Digno. Sr. Obispo Diocesano Dr. D. Leandro Rodrguez de la
Gala (1868-1884) ha tenido a bien conceder cuarenta das de indulgencias a todos los fieles cristianos que ante esta
Imagen resaren devotamente alguna oracin aprobada por la Iglesia. Mrida, Octubre 10 de 1871. Lic. Pedro M.
Guerra Srio. (Rbrica).
464
180
1882
1883
1885
1885
1886
1887
181
1889
1907
Es muy probable que se haya instaurado estas indulgencias desde 1902, cuando fue asignado en las fiestas del
Cristo el da del Venerable Clero, hasta 1914, ltimo ao en que practic el novenario a aquella imagen.
467 La numeracin seguida de los obispos es de conformidad con la que proporciona Carrillo y Ancona (1979) y
Surez (1981).
466
182
1795
Luis de Pia y Mazo.
1813
Benito Prez Valdelomar.
1824
Mara Josefa Maldonado.
1827
Pedro Agustn Estvez y
Ugarte.
1831/1844
Dolores Njera/
Perfecta vila.
1832
Yldefonso de la Cmara y
Valdez (sic).
1833
Mara Josefa Lanzos de
Morales.
1836
Pedro de Elizalde y
Buenda.
1836/1842
Joaqun de Losa/ Francisca
Quijano.
1842
Miguel Aznar Prez.
1845
Jos Gandolfo Moirano.
1842
Exaltacin Villamil.
1843
Jos Mara Ruz.
1847
Juana Paula Canto.
La lpida tiene grabada la siguiente inscripcin: JACET HIC./ILL ACR DDDIDACUS PEREDO/EPISC
PRIMUN
CARTAGINENSIS/IND
OCCID./DEIN./JUCAT
HUIUS
DICECES./PASTOR
DILIGENTISS./QUI OUM OCCUBUISSETIN/TABASC. PORTU/XII 8 AL APRIL ANN. D.M.D./
C.C.LXXIV. AET LXXVII./IXORAL. FEBREUAR./ANN. MDCC.LXXVII/INHOC. UILDEMUS SARGO
LAGO/TUMUE ATUS. La traduccin segn Rasmussen es: Aqu yace el Ilustrsimo seor D. Diego Pedrero
quien fue primero Obispo de Cartagena de las Indias Occidentales. Despus fue pastor diligentsimo de esta
Dicesis de Yucatn, habiendo fallecido en el Puerto de Tabasco el 21 de marzo de 1774 a los 74 aos, fue
finalmente sepultado en este sarcfago en el ano de 1777 (2001: 71).
468
183
1847
Gernimo Albor.
1847
Mara del Pilar lvarez de
Ponce.
1847
Dolores Loza de Espinosa.
1847
Benito Aznar y Pen.
1849
Juan Antonio de Elizalde y
Escudero.
1850
Sebastin vila.
1851/1853
Mara Jess y Avelina
Albor.
1851
Manuela Aznar Sa.
Santamara.
1851
Dolores Vergara / Jos
Encarnacin Cmara.
1852
Alonso Aznar Prez.
1852
Manuela Pen Crdenas.
1853
Francisco y Benjamn
Aznar y Prez.
1854
Emilio de Arana.
1856
Toms Aznar Prez.
1857
Fermina Arjona de Miln.
1857
Cayetano Enrique Muoz.
1857/1859
Esteban Snchez/Ma.
Andrea Snchez.
1857
Dolores Aznar de
Gonzlez.
1859
Pedro Cmara y Vergara.
1862
Felipe de la Cmara Valds.
1863/1875/1876
de
la
la
la
la
la
la
Lpida en sacrista de la
184
1866
Brbara Zavala de Campo.
1867/1870
Alejandro MacKinney/Mara del Tranzito
Espinosa (sic).
Manuela Elizalde de
Domnguez.
Antonio Flix Fajardo y
Mara Josefa Bolio.
1874/1886
Prisciliana Villamil de
Molina/Felipe Molina.
1883
Jos E. Pia.
1884
Ramn Castillo Vales.
Jos de los Santos Gmez,
su esposa Nasaria Cceres y
sus hijas Serapia Gmez de
Monsrreal, Matilde
Baqueiro de Gmez, sus
nietos Emilia Monsrreal.
Arturo Gmez, Ygnacio
Monsrreal (sic).
1886
Marcos Duarte (Troncoso).
Lpida en la sacrista de la
capilla**
1886
Regina Galera de Escalante.
1887
Leandro Rodrguez de la
Gala y Enrquez.*
1892
Benito Quijano.
1893
Nstor Palma.
Lpida en la sacrista de la
capilla**
Lpida en la sacrista de la
capilla**
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Lpida en la sacrista de la
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La Revista de Mrida nm.
1987, ao XXI, 5 de
noviembre de 1889, p, 3,
Mrida, Mxico.
Lpida en la sacrista de la
capilla.**
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En el monumento dedicado al obispo de la Gala, se inaugur en 1906 en el extremo poniente de la nave norte
de catedral, se seala que al ser traslado su cadver a la catedral fue sepultado en la cripta de los Illmos Sres.
obispos al pie del altar de Nuestra Seora de la Luz, este altar se ubic donde hoy se encuentra el altar de
Nuestra Seora de Guadalupe en la nave norte del templo. La informacin que se difundi sobre el traslado de
sus restos ridos a la capilla del Cristo de las Ampollas en 1969 dice que fueron exhumados de una cripta ubicada
al frente de este ultimo altar, en la llamada cripta de los obispos; aunque Carrillo y Ancona seal que varios
obispos fueron inhumados en la capilla del Seor de las Ampolla y que por tal hecho fue conocida como
panten de los obispos, (1979, II: 615).
469
185
1897
Crescencio Carrillo y
Ancona.*
1897
Epifanio Cardea.
1898
Petronila Marn Flores de
Echnove.
1905
Justo Snchez y Espinosa.
Eduardo Arana Mendiolea.
Prudencia Casares de
Arana. David Casares
Galera. Casiana Cmara de
Casares. Antonio Laviada
Pen. Ana Mara Laviada
Arana.
1933/1945/1846
Guadalupe
Hernndez/Manuel
Vzquez/Evarista Vzquez.
1942
Martn Tritschler y
Crdova.*
1943
Manuel Casares Cmara.
1950
Rosaura Andrade vda. de
Rejn Galera.
1952
Bernardina P. Sansores vda.
de Pott.
1969
Fernando Ruiz Solrzano.*
1981
Domingo Herrera Castillo.*
1982
Jefferson N.C. Ruck, Sr.
2008
Manuel Castro Ruz.*
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Obispo y primer arzobispo de Yucatn (1900-1942),
fue inhumado en el cementerio general de Mrida,
en 1949 sus restos fueron depositados en la catedral
de donde fueron exhumados para ser trasladados en
1969 a la cripta de la capilla del Seor de las
Ampollas.
Dean de la santa iglesia catedral metropolitana de
Yucatn, doctor y maestro por la Universidad
Gregoriana de Roma. Integrante de la directiva del
Venerable Clero en las fiestas del Cristo de las
Ampollas de 1911-1912; fue sinodal en los
exmenes de la escuela de msica del Estado, en
1912.
Lpida en la sacrista de la
capilla.**
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II Arzobispo de Yucatn (1944-1969), falleci en un
trasatlntico durante un viaje que haca a Roma. Fue
inhumado en 21 de mayo siguiente en el
Cementerio General de Mrida, sus restos mortales
fueron trasladados a la capilla del Seor de las
Ampollas en 1974.
Obispo auxiliar de Yucatn (1978-1981).
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de noviembre de 2008, p.
1, Mrida, Mxico.
*Actualmente se encuentran los despojos mortales en la cripta en la capilla del Seor de las Ampollas.
** Las lpidas estuvieron originalmente en el piso o paredes de la capilla (Castro Lara, comunicacin personal,
mayo de 2014).
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Y que hacen esos seores clrigos y sus agentes para conseguir que os entusiasmis? Excitar en vosotros,
la envidia, la emulacin, el amor propio, diciendo os: que el gremio tal o cual, hizo su da y su noche con mas lujo,
y as os hacen soltar ms y ms plata y vosotros, los pobres, contrais deudas, empeis o vendis las alhajitas de
la pobre mujer, de la inocente hija o de la cariosa hermanaOh iniquidad!...Y todo en honra y gloria de
Jesucristo, del manso cordero, del sublime modelo de pobreza y humildad!
Sabis leer queridos artesanos? S, muchos de vosotros, habis ya aprendido, por fortuna vuestra. Pues
bien, leed la vida de JESUS, del Gran Mrtir del Calvario, y en esa vida, veris el gran modelo que todos debemos
imitar: modelo de dulzura, de amor, de paz, de humildad y sobre todo, de pobreza. JESUS, el hijo del sencillo
artesano, durante su vida fue vivo ejemplo de humildad y de pobreza Por qu se os incita a vuestros al odio, al
orgullo, a la vanidad, a la ostentacin, a la frivolidad.
Creis que no hacis mal en dejaros conducir ciegamente por vuestros ciegos directores, para caer
juntos en eso deplorables extravos?
En verdad os decimos, queridos artesanos, que aunque hay entre vosotros muchos que no tienen
necesidad de empearse para esos gastos tan suntuosos, porque tienen dinero y saben trabajar con honradez para
buscarlo, sin embargo, decidnos: No sabis que la ostentacin, que la vanidad, y sobre todo que la rivalidad, son
cosas contrarias a la Ley de Dios? No sabis que este nos impone el amor a todos nuestros semejantes, como si
formaran todos los hombres una sola familia? No es obligacin muy sagrada dedicar todos nuestros recursos
sobrantes al auxilio de nuestros prjimos que gimen en la miseria, al socorro de la desamparada viuda, de la
desvalida hurfana, que se enfangan en el vicio impulsadas por la miseria? No veis a tantos infelices que gimen en
el lecho del dolor, a tantas criaturas humanas, descalzas y harapientas que vagan de calle en calle mendigando, por
amor de Dio, un pedazo de pan con que matar el hambre?
No creis acaso que todos somos hijos del Padre celestial, es decir, que el indio, el negro y el blanco
somos todos hermanos de Dios? No creis por consiguiente que es una gran falta el consumir en plvora, en
msica, en conjuntas y en ostentaciones, esos valores, con los cuales tanto bien podrais hacer a los pobres dando
as, ejemplo a esos ricos egostas, tan duros de corazn, que creen irse derechito al Cielo, despus de haber
disfrutado en la tierra, con solo pagar misas y dejar mucho dinero a los padres para comprometer as a Dios, a estar
contento y satisfecho?
Basta ya, queridos artesanos; vosotros no estis corrompidos, no estis aun maleados, sois francos y
generosos y en vuestro corazn se abrigan sentimientos nobles, Meditad mucho en estas lneas, escritas con la
nica intencin de haceros un positivo bien, que algn da nos agradeceris.
No os reprobamos las prcticas de vuestra religin, pues es la que os han enseado, y de ello no sois
vosotros los culpables. Pero no os dejis explotar y engaar por vuestros directores; para adorar al Dios
verdadero que es todo amor, todo bondad, no es preciso que se queme plvora, ni se hagan vanidosas
ostentaciones todo lo cual, odlo bien, le ofenden. No es preciso nada de esto, para cumplir los deberes de esa
misma religin que profesis. Dedicad vuestras economas al socorro de tantos desgraciados como existen en
todas partes; as rendiris a Dios el culto que le es ms grato, a saber, el cumplimiento del deber, haciendo el bien
sin mirar a quien.
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