Derrida - ESPERARSE en La Llegada
Derrida - ESPERARSE en La Llegada
Derrida - ESPERARSE en La Llegada
LLEGADA
Jacques Derrida
Traducccin de Cristina de Peretti, en Aporas. Morir
-esperarse (en) los lmites de la verdad, Paids, Barcelona,
1998, pp. 77-130. Edicin digital de Derrida en castellano.
vivo o moribundo -moribundo que permanece en vidaatestigua el ser-para-la-muerte.) Nos queda por el momento
que, en opinin de Heidegger, si la susodicha psicologa
sigue siendo psicologa de la vida, es decir del moribundo
ms que del morir, esto refleja simplemente, como un
reflejo (Widerschein), el hecho de que el Dasein no muere
o no muere propiamente (nicht eigentlich stirbt) en el
curso de una experiencia, de un vivir, de una experienciavivida, como se dice a veces de manera un tanto ridcula
para traducir Erleben, Erlebnis. El Dasein no tiene jams
el Erleben de su propio deceso (Ableben) ni de su propia
muerte(Sterben). Esto no significa que no pueda dar
testimonio, de
acuerdo
con
un
concepto
del
testimonio (Bezeugung) que habra que interrogar aqu,
porque juega un papel primordial en Sein und Zeit y
porque no es simplemente ni fenomenolgico ni est libre
de la fenomenologa, si es que, al menos, el Erlebnis es la
medida de lo fenomenolgico.
Segn un esquema anlogo, lo que vale para la
psicologa, para el psicoanlisis, incluso para la psicologa
fenomenolgica, vale tambin para la etnologa, disciplina
especializada en suma en el estudio de las fronteras
culturales que separan la relacin con la muerte, con el
homicidio, con el sacrificio de la vida, con el duelo y con la
sepultura. Heidegger no le dedica ms que una frase en un
prrafo que recuerda las presuposiciones y, por
consiguiente, la clausura problemtica de cualquier
tipologa del morir. Tras haber evocado igual de
rpidamente la psicologa del moribundo, Heidegger hace
constar que lo mismo ocurre con el estudio de la relacin
con la muerte entre los primitivos (bei den
Primitiven), de sus actitudes, de su magia y de su culto.
Todo esto esclarece, en primer lugar (primr), el hecho de
que los primitivos en cuestin dispongan de un acceso
al Dasein, a la muerte para el Dasein, una comprensin
del Dasein (Daseinsverstndnis) que requiere
pues,
asimismo, una analtica existencial y un concepto que
corresponde a dicha comprensin. No hay, por
consiguiente, lmite alguno para la universalidad de esta
analtica. Aun en el caso de que se la considerase una
antropologa -cosa que no es-, dicha analtica, al menos,
sera en este aspecto general o fundamental, puesto que es
universal.
La misma clausura problemtica y, por lo tanto, las
mismas presuposiciones metodolgicas ataen a la
metafsica de la muerte (Metaphysik des Todes). La
negarlo?
Y quin, aqu, no reconocera en esto el pasar las
fronteras? Ya que si la muerte figura como ese tema o ese
concepto fundamental que garantiza a la analtica
existencial su posibilidad misma, es tambin y ante todo
porque adopta una figura. La muerte tiene un esquema
privilegiado, el pasar la lnea (entre la existencia y la noexistencia, entre el Dasein y el no-Dasein -por no decir
entre el vivir y el morir-), del cual van a depender todos los
hilos de la trenza de la que hablbamos hace un rato:
En
tanto
que
poder-ser,
el Dasein, prosigue Heidegger, no puede
sobrepasar la posibilidad de la muerte. La
muerte es la posibilidad de la pura y simple
imposibilidad del Dasein.[xxiii]
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