Los Procesos Creativos y La Subjetividad Amelia Haydée Imbrano
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ARTE Y HUMANIDADES
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Resumen
La expresin (del latn: expresso), etimolgicamente, se refiere a un
movimiento del interior hacia el exterior, es decir, una presin hacia afuera. En
base a esta definicin etimolgica, propongo que la expresin es la resultante
de un proceso complejo de transformacin de lo psicodinmico y lo
sociodinmico que se materializa en la tercera tpica o subjetividad
configurndose el discurso del sujeto como lenguaje en accin en las prcticas
sociales. Por lo tanto toda expresin, en cualquiera de sus formas, es discurso
y todo discurso se expresa segn determinacin de las mltiples dimensiones
de la mente (individual, vincular y colectiva) integrados en forma compleja y en
su condicin de existencia histrica y cultural.
La creatividad implica en s mismo un cambio psquico de la expresin que
compromete a un trabajo psquico de transformacin de todo ese material
psquico para lograr su materializacin. Ese trabajo psquico, re-desarrolla
estructuras subyacentes a la subjetividad creando nuevos recursos yoicos ms
adaptativos.
En la prctica de la Terapia, Grupal, Dinmica, Intensiva y Breve (TGDIB) que
desarrollamos en un dispositivo de comunidad teraputica se emplea la
creatividad como principio del abordaje. El proceso teraputico de la TGDIB se
desarrolla sobre constantes transferenciales de problemas-conflictos que se
resuelven en base al desarrollo de la creatividad en lo singular, grupal y
colectivo en las prcticas comunitarias. El desarrollo de la creatividad en los
participantes, re-desarrollar la estructuras del aparato psquico bajo la
concepcin mltiples dimensiones de la mente. As propongo en forma
didctica el tringulo de la creatividad: ProblemaConflicto-Transferencia,
trabajando sobre l desde el foco a la periferia y desde la superficie a la
profundidad. La aplicacin de este instrumento es el fundamento en el anlisis
de los procesos teraputicos (en los grupos dinmicos y expresivos: arte, ocio,
trabajo comunitario) en este tipo de dispositivo asistencial breve.
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Abstract
Etymologically, expression (from latin: expresso) means internal to external
movement, that is, a pressure towards the outside part of something. Based on
this, I suggest that the expression is a complex process of psychodynamic and
socio-dynamic transformation that founds its materialization in the third topic or
subjectivity, configuring the subject discourse as language within social
practices. Thus, every expression, in every form, is discourse and every
discourse expresses multiple mind dimensions (individual, relationship and
collective dimensions) integrated in a complex way and herein its historical and
cultural existence.
Creativity implies in itself a psychological change of the expression that
comprises a psychic work of transformation of the whole psychological material
with the aim of materializing it. This psychological work re-develops underlying
subjectivity structures, creating new Ego resources that get the patient closer to
an adaptive behavior.
In the Intensive Dynamic Brief Group Therapy (IDBGT) that we develop in a
Therapeutic Community we use creativity as the main approach. The IDBGT
therapeutic process grows from transference constants of issues-conflicts that
are settled by the development of individual, group and collective creativity
within social practices. The participants development of creativity re-develops
the psychic apparatus structure in the psyche multiple dimensions. I propose a
didactic model: a triangle of creativity, Issue-Conflict-Transference, working
from the focus to the periphery and from the surface to the depth. The
application of this instrument is the basis of the therapeutic processes analysis
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(in dynamic and expressive groups: art, free time, community work) in this
outpatient clinical device.
First of all, in this issue I present the proposals of Freud, Winnicott and Pichn
Rivire related to creativity and its processes. Afterwards, I propose the origin of
subjectivity, demonstrating the relationship between that and creativity. In third
place, I describe the contents and processes in which subjectivity or third topic
happens. Finally, I relate these findings with their clinical application.
I. Introduccin
Desde la perspectiva psicoanaltica se puede precisar que no ha existido una
postura unvoca sobre el concepto de creatividad. Sin embargo, los tericos del
psicoanlisis desde su origen hasta nuestros das, coinciden en continuar
investigando en la creatividad y los procesos creativos, ya que estn ligados,
por un lado, al conocimiento de las dinmicas del aparato psquico y por otro
lado, a la explicacin clnica de como contribuyen al cambio psquico que
acerca al paciente a su cura.
Los avances de las neurociencias, las ciencias cognitivas, las ciencias sociales
y del propio psicoanlisis nos permiten comprobar que los procesos creativos
involucran operaciones complejas que actan en mltiples dimensiones de la
mente integrando todos los niveles de la personalidad. La inclusin de la
subjetividad como tercera tpica al resto de la personalidad (bajo el modelo
dinmico, econmico y tpico) me permite representar desde el psicoanlisis el
lugar mental de encuentro entre individuo y sociedad, cuyo producto es el
sujeto situado en su existencia histrica-cultural.
Como veremos ms detalladamente, la subjetividad se encuentra configurada
simultneamente por procesos psicodinmicos y sociodinmicos. Las
representaciones cargadas libidinalmente acceden a la tercera tpica como
procesos psicodinmicos, ensamblndose en el lenguaje, que accede como
procesos sociodinmicos. Los procesos creativos son los responsables del
ensamblaje de ambos procesos, en la tercera tpica, creando ese discurso que
expresar afectiva y representacionalmente un lenguaje en accin. Todo
discurso es lenguaje en accin porque tiende a su materializacin dentro de las
prcticas sociales.
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Podramos decir que nadie crea fuera de su espacio y su tiempo cultural. Por lo
que, al ser explicado el proceso creativo desde el psicoanlisis debe ser
estudiado adems por el pensamiento complejo y por los aportes socioconstructivistas que acompaan esta teora.
A modo de acercamiento a la perspectiva que presento, me sustentar en tres
posturas tericas: la de Sigmund Freud, la de Donald Winnicott y la de Enrique
Pichn Rivire. Veremos cmo en estas propuestas hay un descentramiento
del aparato psquico desde lo individual a lo grupal y colectivo y a una
propuesta similar respecto al surgimiento de la creatividad que siguen estos
autores. As en Freud depende del individuo, en Winnicott se suma el vnculo y
en Pichn Rivire se suma a lo individual y lo vincular: lo colectivo.
En este trabajo desarrollar en primer lugar las propuestas de estos
psicoanalistas que trabajaron sobre la creatividad y sus procesos que van en la
lnea de mis teorizaciones. En segundo lugar, presentar el origen de la
subjetividad, mostrando cmo hay una relacin entre el origen de la creatividad
y la subjetividad. En tercer lugar, describir los contenidos y procesos que se
producen en la subjetividad o tercera tpica, para posteriormente proponer
cmo desde este modelo se desarrollan la expresin y los procesos creativos.
Por ltimo, relacionar estos hallazgos con su utilidad clnica.
En mi inters sobre la creatividad convergen distintas experiencias, destacando
el estmulo de maestros excepcionales: con Roberto Pez, con quien compart
espacios de trabajo en arte, y con Jos Guimn en el acercamiento al estudio
desde la perspectiva psicoanaltica de la creatividad en las artes. El placer de
conectar con la libertad de la creatividad artstica y cientfica son parte de esas
relaciones con estos dos extraordinarios maestros. Tambin la observacin de
los desarrollos de talleres de arte en el Hospital de Da de orientacin dinmica
de AMSA en Bilbao, en donde distintos trastornos de la personalidad utilizan el
trabajo artstico como instrumento fundamental del proceso teraputico, y el
preguntarme en qu medida ese trabajo artstico beneficia a nuestros pacientes
y los acercan a la cura. Por ltimo, el espacio compartido con psiclogos,
psicoanalistas, psiquiatras, artistas, en el curso de post grado de Terapias
Corporales y Artsticas que venimos realizando desde la Universidad del Pas
Vasco (UPV-EHU). La creacin de este espacio de enriquecimiento de dilogo
transdisciplinario, con intercambios de ideas y experiencias, nos permiti la
reflexin sobre los procesos creativos, la cultura y la subjetividad desde una
perspectiva psicoanaltica y cmo el trabajo creativo puede ser sustrato para
continuar investigando la relacin de la creatividad con su utilidad clnica.
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Afirma Freud que la pulsin lleva a volcar gran cantidad de energa al trabajo cultural. A la capacidad de intercambiar la finalidad
sexual por otra, la llama capacidad de sublimacin. La transformacin de una actividad sexual en actividad sublimada, requiere de
un tiempo de retraccin de la libido sobre el Yo, lo cual posibilita la reorientacin hacia actividades no sexuales. A este proceso de
retraimiento de la libido se le llama narcisismo secundario. Este repliegue le parece imprescindible a Freud, para toda actividad
creativa. Sobre este repliegue actan otros mecanismos de defensa del Yo, como ser la figuracin, el desplazamiento, Este proceso
de desplazamiento de la libido est considerado como el punto de partida de cualquier actividad creativa.
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Winnicott ha sido sin duda alguna una de las figuras ms destacadas del
psicoanlisis post- freudiano y representante disidente de la escuela inglesa de
la dcada de los `60. Su teora se centra principalmente en la relacin particular
de la madre con el beb. Los aportes ms destacados adems de creatividad
han sido los fenmenos transicionales y la descripcin de la zona intermedia de
experiencia cultural, todos temas ntimamente enlazados como veremos.
En l, la creatividad es categorizada como universal del ser humano y la ubica
en la condicin afectiva de estar vivo y nos da una sntesis fascinante: [] Lo
que hace que el individuo sienta que la vida vale la pena de vivirse es, ms que
ninguna otra cosa, la apercepcin creadora[...]. Separa la idea de creacin de
la obra de arte en el sentido que creacin puede ser un cuadro, pero puede ser
tambin un jardn, una casa, un traje, un peinado, una sinfona, una escultura,
una comida preparada en casa.
En su teora, el proceso creador depende de un conjunto de operaciones
psquicas implicando a la produccin de ilusiones. El espacio potencial o zona
intermedia de experiencia se origina de la relacin madre-beb, por medio de la
entrega del pecho. El posterior destete posibilita los estados de ilusin y
desilusin gradual que permiten la aceptacin de la realidad2. Sin embargo, la
tarea de aceptacin de la realidad nunca queda terminada, siendo imposible
para toda la especie humana quedar libre de la tensin de vincular la realidad
interna con la externa. El alivio de esas tensiones lo proporciona la ilusin de
esa zona tambin libre de ataque donde el sujeto se relaciona con el objeto3,
conservndose toda la vida en las experiencias creativas como el arte, la vida
imaginativa y a la labor cientfica creadora.
En la teora winnicottiana se observa el descentramiento del sujeto al proponer
una relacin con la cultura como determinante del desarrollo de la mente4. En
referencia a esto dice as de su predecesor: [] En su topografa de la mente,
2
En la ilusin desilusin dedicada a los primeros objetos existe un inicio de operacin simblica realizada con un
acompaamiento motriz, de sentimiento de podero sobre el objeto, es decir, sobre la angustia frente a la ausencia. Estos estados
es donde lo vivido transcurre sin el cuestionarse si es interior o exterior del bebe y teniendo la ilusin de que esa zona ser libre de
ataques. Recordemos adems que para nuestro autor en el origen: no hay Sujeto. No hay bebe. El bebe no existe sino en un
estado de soledad disociado no traumtica.
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El uso del objeto implica volver al instante de unin de dos cosas que ahora estn separadas (el beb y la madre), pero el uso de
este objeto, es decir la disposicin de la imagen interna de este objeto, es posibilitada por la disponibilidad de la madre exterior,
separada y real que mantiene viva la imagen de este objeto
4
Winnicott establece una distincin entre cultura y experiencia cultural. Deja para el trmino cultura la denominacin de aquellas
expresiones de tradiciones, costumbres, mitos, leyendas, cuentos, formas de registro que se transmiten de una a otra
generacin. En cambio ubica la experiencia cultural del lado de cada creador, en el estado de ilusin creativa, del juego que cada
uno haga posible de acuerdo a su propia posibilidad de mantener la paradoja inaugural de la existencia humana.
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Freud no reserv un lugar para las experiencias de las cosas culturales. Asign
un nuevo valor a la realidad psquica interna, y de ello naci un nuevo valor
para cosas reales y verdaderamente exteriores. Uso la palabra sublimacin
para indicar el camino hacia un lugar en que la experiencia cultural adquiere
sentido, pero quizs no llego tan lejos como para decirnos en que parte de la
mente se encuentra esa experiencia [](Winnicott, 1971).
Para Winnicott, el lugar de ubicacin de la experiencia cultural existe entre el
individuo y el ambiente (al principio el objeto materno). El uso de un objeto
simboliza la unin de dos cosas separadas beb y madre, en el punto del
tiempo y el espacio de la iniciacin de su estado de separacin. As mismo, la
experiencia cultural comenz con el vivir creador, cuya primera manifestacin
es el juego y por lo tanto deriva de ella. En el espacio potencial que existe entre
el objeto subjetivo y el objeto percibido en forma objetiva entre las extensiones
del Yo y del no-Yo, se encuentra el juego recproco entre el no existir otra cosa
que yo y el existir de objetos y fenmenos fuera del control omnipotente.
La importancia de esta dialctica entre el lactante y el medio ambiente se
expresa mediante el desarrollo de la teora de los fenmenos transicionales
para describir la manera en que la formacin de un ambiente lo bastante bueno
en las primeras etapas permite que el individuo haga frente al inmenso registro
de la prdida de la omnipotencia.
El impulso creador aparece espontneamente si el individuo se desarrolla
satisfactoriamente instituyndose como acto vital, til y necesario ms all del
lmite prctico porque encuentra placer en su propio ejercicio.
En Enrique Pichn Rivire, tal vez el psiquiatra y psicoanalista ms prolfico de
la escuela argentina, creador de una nueva concepcin psicoanaltica, dice en
referencia al ser humano: [] Entiendo al hombre como configurndose en
una actividad transformadora, en una relacin dialctica mutuamente
modificante con el mundo, relacin que tiene su motor en la necesidad (E.
Pichn Rivire. 1971). Parecera que en la idea de nuestro autor la creatividad
es tambin, como en Winnicott, una funcin vital en el devenir sujeto.
En Pichn Rivire se desarrolla una evolucin terica desde el sujeto
determinado en lo individual a uno determinado en el vnculo hasta llegar a lo
social. Para l todo lo que existe se desarrolla, sufriendo un proceso constante
de transformacin, siendo la contradiccin el motor de ese desarrollo. El
cambio se puede producir en todos los mbitos, pero tiene su estructura
organizada en lo social, que crea las condiciones necesarias para ello. (Pichn
Rivire, 1980).
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"A este proceso lo he representado grficamente como el funcionamiento de una espiral en continuo movimiento, en la cual
situaciones de apertura y de cierre alternan y se resuelven dialcticamente de una manera continua, pero en condiciones
anormales se transforma en un crculo cerrado, vicioso, patolgico. La actividad (la obra) adquiere el carcter de lo estereotipado.
Esa dificultad puede definirse como una inhibicin (fobia) frente al espacio abierto por el nuevo ciclo de la espiral." "Entrevista de
Zito Lema a Enrique Pichn Rivire, sobre el arte y la locura" pag. 139, Ediciones Cinco.).
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de ser contemplado por los dems, que provoca una vivencia esttica (por eso
un objeto de arte)" [].(Pichn Rivire, 1978).
Para Pichn Rivire []"El sujeto es "sano" en la medida que aprehende la
realidad en una perspectiva integradora y tiene capacidad para transformar esa
realidad transformndose, a la vez, l mismo." Diferencia estar sano de estar
enfermo ubicndolo entre fenmenos comunicacionales: dilemtica y
dialcticamente [] "...El sujeto est activamente adaptado en la medida que
mantiene un interjuego dialctico con el medio y no una relacin rgida, pasiva,
estereotipada [] (Pichn Rivire, 1971).
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condicin situada histrica-cultural6. Es por ello que podemos decir que nadie
se expresa fuera de su espacio y su tiempo cultural.
Por lo tanto, se debe diferenciar entre capas de comunicacin: la de los actos
de habla7 (Harley, 2009) y la del discurso. Mientras que los actos de habla
estn configurados por los signos lingsticos y organizados por los procesos
cognitivos8 en su uso instrumental, en el contexto social, al referirnos al
discurso lo definimos desde la perspectiva foucaultiana como constituido por un
nmero limitado de enunciados para los cuales se puede definir un conjunto de
condiciones de existencia, es decir desde dnde se comunica y cules son las
determinantes en la expresin del sujeto.
En este ltimo sentido, la complejidad en la unidad del discurso que toda
expresin detenta ser la del sujeto singular perteneciendo a una comunidad
de intereses con sus intercambios libidinales. As, el conjunto de enunciados
que provienen de un mismo sistema de formacin de discursos como el
discurso familiar, de una disciplina o clase social entre otros, estarn
determinados por constantes espacio temporales de configuracin cargados de
contradicciones, azar y deseos pulsionales en el sustrato cultural de las
prcticas sociales.
Desde esta perspectiva, el discurso es toda expresin que comunica en la
emergencia compleja de lo profundo de las races
psicodinmica y
sociodinmica. El discurso en el arte, las ciencias, las religiones y las
tradiciones culturales son los grandes campos de esta posibilidad de anlisis.
Sin embargo, no hay que olvidar la produccin de discurso en la vida cotidiana
del sujeto y su posibilidad de un etno-anlisis.
Toda expresin es discurso y todo discurso es expresado en las prcticas
sociales pudiendo ser materializado, ahora s como sostuvo Winnicott, en una
obra de arte como un cuadro, pero pudiendo ser un jardn, una casa, un traje,
un peinado, una sinfona, una escultura, una comida preparada en casa cuando
cualquiera de estas expresiones simboliza el encuentro de lo psicodinmico y
En Pierre Bourdieu, lo denomina habitus, siendo sistemas de disposiciones duraderas y transferibles, estructuras predispuestas
para funcionar como estructurante, es decir, como principios generadores y organizadores de prcticas y representaciones que
pueden estar objetivamente adaptadas a su fin sin suponer la bsqueda consciente de fines (Bourdieu, 1993)
7
Definida por la pragmtica psico-lingstica cognitiva de Austin y Searle. Segn estos autores son estructuras del lenguaje
objetivables y basadas en las reglas de las inferencias.
La subjetividad como tercera tpica presenta entre sus contenidos los procesos discursivos y los cognitivos. Estos ltimos son los
responsables de la configuracin de actos de habla. (Maruottolo, 2013)
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intersubjetivos, es decir de aquellos que provienen del espacio cultural de lo familiar edpico u otros espacios que se van
constituyendo a partir del vnculo y de los discursos transubjetivos, es decir de aquellos que provienen del espacio cultural de lo
pblico de los grandes grupos o colectividades.
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Encuentro ese lugar de espacio-soporte en la configuracin del discurso para una alineacin a los discursos sociales que se
internalizan en la tercera tpica o subjetividad.
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Citar que los precedentes del desarrollo de la metfora de Baars se encuentran en la filosofa, la metfora el mito de la
caverna de Platn y la metfora del teatro cartesiano. En Baars su propuesta metafrica, va ms adelante que las otras dos, ya que
incluye lo consciente y lo inconsciente.
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En la subjetividad la semntica en el lenguaje de toda produccin discursiva, podr ser analizada, como expresin en cualquier
orden en sus componentes primordiales: los distintos lenguajes que habitan la subjetividad y sus representaciones simblicas
cargadas. Al referirnos a un lenguaje connotativo y denotativo nos referiremos a la semntica del lenguaje discursivo que habita
en el sujeto en relacin adaptativa a los discursos sociales y sus prcticas. Si bien, en la subjetividad coexisten diversos lenguajes
denotativos son los connotativos los que adquieren connotacin discursiva encontrndose como significado afectivo en sede
subjetiva.
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Para Ren Kas "El hombre se crea hombre gracias a la crisis, y su historia transcurre entre crisis y resolucin, entre ruptura y
sutura. En este espacio del "entre", de vivas rupturas y mortales suturas, de fracturas mortificantes en uniones creativas, en este
espacio de lo transicional, se juegan todos los avatares de lo social, lo mental y lo psquico, que juntos tejen la singularidad de una
persona".
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Winnicott el uso del objeto implica volver al instante de unin de dos cosas que ahora estn separadas (el bebe y la madre),
pero el uso de este objeto, es decir la disposicin de la imagen interna de este objeto es posibilitada por la disponibilidad de la
madre exterior, separada y real que mantiene viva la imagen de este objeto.
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Un acrecentamiento esperado, previsto, de displacer es respondido con la seal de angustia; y su ocasin, amenace ella desde
afuera o desde adentro, se llama peligro. (Freud, 1935). ESQUEMAS DE PSICOANLISIS. Parte I El aparato psquico. Pag 144.
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En cuanto a la idea del papel que juega en las teorizaciones de Freud sobre la fantasa [] Se discerni que el mbito de la
fantasa era como una reserva natural instituida a raz del paso, sentido dolorosamente, del principio de placer al de realidad, a
fin de proveer un sustituto a la satisfaccin pulsional que debi resignarse en la vida real y efectiva. El artista, como el neurtico,
se haba retirado de la insatisfactoria realidad efectiva a ese mbito de la fantasa, pero, a diferencia de aquel, se ingeniaba para
hallar el camino de regreso y volver a hacer pie slidamente en la realidad fctica. Sus creaciones, las obras de arte, eran
satisfacciones fantaseadas de deseos inconscientes, en un todo como los sueos, con los cuales tenan adems en comn el
carcter del compromiso, pues tambin ellas deban esquivar el conflicto franco con los poderes de la represin []. (Freud, 1935).
ESQUEMAS DE PSICOANALISIS. Parte I El aparato psquico.
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La subjetividad constituida por los sistemas intrasubjetivo o subjetividad narcisista, Intersubjetivo o subjetividad vincular y
transubjetivo, o subjetividad colectiva (Maruottolo, 2013).
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En Piera Aulagnier (Aulagnier, 1975) lo conceptualiza desde un contrato que designar lo que est en la fundacin de toda
posible relacin sujeto-objeto, sujeto-sociedad, discurso singular y referente cultural. En ese investimento se transfieren ideales,
valores, se trasmite la cultura y la palabra de certeza del discurso social al cual el sujeto est anclado. El carcter continuo de la
vida, que da espontaneidad al sujeto en su cotidianeidad (18), es caracterstico de ese pacto fundador, que habita en su escena
fantasmtica.
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En Foucault "La cuestin es determinar lo que debe ser el sujeto, a que condicin est sometido, que estatuto debe tener, que
posicin ha de ocupar en lo real o en lo imaginario, para llegar a ser un sujeto legtimo de tal o cual tipo de conocimiento". En
Jrgen Habermas el concepto es similar bajo la denominacin del poder de colonizacin de la personalidad desde el sistema.
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Fundamento de los desarrollos tericos de la primera escuela de Frankfurt. Los distintos autores como Adorno, Marcuse,
Fromm, Horkheimer, Benjamin, entre otros, trataron de comprender las formas de dominacin de la sociedad desde distintas
perspectivas. As la filosofa, el psicoanlisis, la sociologa o la lingstica entre algunas fueron las bases para elaborar una teora
crtica.
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Para Vygotsky, las funciones mentales superiores parten de la vida social y para comprender al individuo es necesario
comprender las relaciones sociales en las que este individuo existe. La naturaleza psquica de los seres humanos representa el
conjunto de las relaciones sociales interiorizadas que se han convertido en funciones para el individuo y forman la estructura del
individuo.
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El problema en Foucault es acerca de la historia de las formas de sujeto, es decir, los modos de subjetivacin. Los modos de
subjetivacin son las prcticas donde se constituye el sujeto, por ejemplo: los modos de objetivacin del sujeto, modos en el que
el sujeto aparece como objeto de una determinada relacin de conocimiento y poder (Castro, 2004).
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[] en una sociedad como la nuestra son bien conocidos los procedimientos de exclusin. El ms evidente, y el familiar
tambin es lo prohibido. Tab del objeto ritual de la circunstancia, derecho exclusivo o privilegiado del sujeto que habla: he ah el
juego de tres tipos de prohibiciones que se cruzan, se refuerzan o se compensan, formando una compleja malla que no cesa de
modificarse [] (Foucault, 1970).
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Concepto desarrollado por Axel Honneth. Referente de la tercera generacin de la Escuela de Frankfurt.
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Problema
Conflicto
Fig. 1. Triangulo TGDIB (Maruottolo, 2012)
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[] En la madurez, el ambiente es algo a lo que el individuo contribuyen y sobre lo cual el hombre y la mujer individual asumen
su responsabilidad. En una comunidad en que hay una proporcin suficientemente grande de individuos maduros, la situacin
imperante sirve de base para lo que se llama democracia [] (Winnicott, 1988).
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Problemas en un nivel de la relacin en el aqu y ahora, pero que se reactualizan en conflictos del all y entonces adquiriendo
una connotacin transferencial con mecanismos que tienden a la repeticin en su resolucin.
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Trmino desarrollado por Garca Badaracco. Estos recursos Yoicos permiten su resolucin creativamente confluyendo a un
cambio psquico.
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El grado de democratizacin supone matices instituidos en las distintas comunidades teraputicas. Si bien la denominacin de
comunidad teraputica es una denominacin comn en este tipo de dispositivo en base a todo lo expuesto, es importante aclarar
la diferencia que existe entre de modalidades en este campo de la psiquiatra, pudiendo ir desde la radicalidad horizontal de toda
jerarqua (como ocurri en las comunidades teraputicas anti psiquitricas) hasta las comunidades teraputicas autocrticas de
una radicalidad vertical jerrquica(como Dederich en Synanon Organization, Daytop y sus derivaciones posteriores), pero estas no
son objeto de estudio en este artculo.
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sobre funciones especficas del Yo, como la regresin (Kris, 1952) o la fantasa
(Winnicott, 1971).
Desde los aos cuarenta se considera que la expresin artstica, como
modalidad de tratamiento, tiene efecto teraputico, bien a travs del insight,
bien sobre el proceso creador en s. Ernest Kris, considera el arte como una
comunicacin en la que hay un emisor un mensaje y un receptor. En la
comunicacin teraputica, el paciente y el terapeuta intercambian permanente
sus roles de emisor y receptor, mientras el mensaje que surge es el producto
de su interaccin.
Los dispositivos de arte pueden tener diferentes objetivos ya sea como terapia
ocupacional, como espacio recreativo, diagnstico, o como espacio de
redesarrollo expresivo y creativo. Nuestra manera de hacer terapia por el arte
es a travs de un grupo de trabajo, por lo que los denominamos Talleres de
Arte. As, no solo lo vemos beneficioso en lo biolgico y psicolgico, sino
tambin como medio de integracin en lo grupal y social. Las artes plsticas, la
msica, la danza o la escultura, entre otros, son instrumentos teraputicos para
el re-desarrollo del aparato psquico, operando como facilitadores, de una
matriz grupal que acte como terapia creativa de nuevos recursos yoicos
genuinos de lo singular, lo vincular y lo colectivo.
Esa matriz grupal es la base operacional de todas las relaciones y
comunicaciones. Siguiendo a Foulkes, [] Dentro de esta red (network) (es
donde) el individuo es concebido como un punto nodal. El individuo, en otras
palabras, no se concibe como un sistema cerrado sino abierto (Foulkes y
Antony, 1957). La terapia creativa, como prctica dentro del hospital
psiquitrico, implica un proceso complejo de operaciones psquicas del que
emerge el posicionamiento del sujeto (identidad) plasmado en un trabajo de
transformacin de la realidad cultural inscripta en la identidad de la obra, y
creando un modo de produccin, de la que el sujeto es parte, dentro de una
matriz grupal creativa. Ese ambiente adquiere, desde nuestra concepcin, el
nombre de matriz creativa, y representa las condiciones que facilitan el
desarrollo y la actualizacin del potencial creativo. An cuando se puede ser
creativo en un ambiente desfavorable, la creatividad puede ser estimulada por
medio de la configuracin favorable del ambiente fsico y social. En general,
todos los autores plantean la necesidad de que un ambiente favorable otorgue:
confianza, seguridad y valoracin de las diferencias individuales en la matriz
grupal.
Los elementos teraputicos ms destacados que se desarrollan en nuestros
talleres de arte, son:
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1) Funcin Expresiva
2) Funcin Creativa
3) Autoconocimiento
4) Proactiva
5) Catrtica y resignificante
6) Autovaloracin
7) Adaptativa del Yo con el manejo de la realidad
8) Comunicativa/Social
Como finalidad recreativa, reeducativa, y si se quiere, hedonista, tambin se
fomenta activamente la satisfaccin superficial de los deseos inmediatos. Pero
lo que emerge, en realidad, es un sujeto que retorna a rehabilitarse formando
parte de un conjunto de personas ligadas por constantes espacio-temporales
en su mutua representacin interna, configurando una matriz creativa. Implcita
y explcitamente, a travs de complejos mecanismos facilitadores se
internalizan en los sujetos, mientras se desarrollan las prcticas como tareas
creativas, en este caso, por el arte33. Resalto en este caso ya que el mismo
concepto se aplica en otros grupos de trabajo, como tambin en los grupos
psicoteraputicos o socioteraputicos de la comunidad teraputica.
Las expresiones artsticas (dibujo, collage, pintura, etc.) ponen orden y forma a
las experiencias internas, permitiendo la expresin del paciente, pero adems,
son teraputicas dada la permisividad para transformar el ambiente en su
experiencia externa creativa. Tambin, las terapias no verbales artsticas se
pueden considerar como espacios teraputicos transicionales, hasta que el
paciente se encuentre ms seguro en los grupos de psicoterapia profunda.
Funcionalmente los fenmenos que llamamos creativos se centran en las
estrategias adaptativas, sean de orden psicodinmico o de orden
sociodinmico.
La finalidad del terapeuta por el arte no es crear obras de arte sino poner a
disposicin de los pacientes ciertos materiales y ciertas tcnicas de base, a
partir de las cuales el arte puede ciertamente evolucionar por medio de un
ambiente creativo. La eficacia de las terapias artsticas ha subrayado la
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Distintos tipos de problemas en el trabajo en arte-terapia remiten al paciente a sus conflictos originarios y a un modo de
resolucin en la transferencia, el paciente se enfrenta en ese sentimiento y a la repeticin. El cambio psquico tambin aqu
sobreviene en un ambiente suficiente para que se pueda resolver creativamente superando la repeticin.
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VIII. Discusin
Es sabida la importancia que para Freud tiene la experiencia social a travs de
la cultura en los seres humanos34. Distintas corrientes en la historia del
psicoanlisis intentaron recoger el legado freudiano en este campo adoptando
la denominacin de escuelas culturalistas. Siguiendo esos pasos, desde la
perspectiva del psicoanlisis grupal e institucional que desarrollamos en un
dispositivo de comunidad teraputica ambulatoria, encuentro las bases para
desarrollar esta propuesta de un psicoanlisis neo-culturalista que incluya a lo
psicodinmico y lo sociodinmico, tanto en su teora como en su prctica.
En primer trmino, la subjetividad es un concepto que tiene raz en la filosofa y
en la sociologa. A lo largo de todo este trabajo expongo que la subjetividad o
tercera tpica es la tpica social. Su origen se produce en el encuentro de la
madre con el beb, por medio del cual se crea la matriz en la espiral dialctica
de intercambios libidinales que los configuran discursivamente en un proceso
de transformacin en la prctica social35. Esa cultura prxima pasa a configurar
el espacio-soporte36 de los intercambios libidinales. En las iniciales prcticas
sociales emergen los primeros discursos del sujeto, sobre los que se irn
sumando otros espacios a medida que ampla su experiencia vital37.
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As Freud escribe en 1935 sobre la influencia que tuvo para l la cultura en su produccin cientfica psicoanaltica: []Tras el
rodeo que a lo largo de mi vida di a travs de las ciencias naturales, la medicina y la psicoterapia, mi inters regres a aquellos
problemas culturales que una vez cautivaron al joven apenas nacido a la actividad del pensamiento. Hallndome todava en el
apogeo del trabajo psicoanaltico, en 1912, hice en Ttem y tab el intento de aprovechar las intelecciones analticas recin
adquiridas para la exploracin de los orgenes de la religin y la etnicidad. Dos ensayos ms tardos, El porvenir de una ilusin
(1927) y El malestar en la cultura (1930), continuaron luego esa orientacin de trabajo. Discern cada vez con mayor claridad que
los acontecimientos de la historia humana, las acciones recprocas entre naturaleza humana, desarrollo cultural y aquellos
precipitados de vivencias de los tiempos primordiales, como subrogadora de los cuales esfuerza su presencia la religin, no eran
sino el espejamiento de los conflictos dinmicos entre el yo, el ello y el supery, que el psicoanlisis haba estudiado en el
individuo: los mismos procesos, repetidos en un escenario ms vasto.[]." (Freud, 1935) Prefacio pag 68, VOL 20 (1935) Obras
Completas.
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Con original me refiero a autntica en el sentido de ntima y verdadera, en contraposicin a la crtica que desarroll Adorno
sobre la industria del arte.
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La intersubjetividad a diferencia de otras concepciones psicoanalticas ( Orange, 1995; Orange, Atwood, Stolorow, 1997; Stern,
1985; Benjamin, 2012; Pujet, 2003; Beebe, Sorter, Rustin, et al, 2003; Cover van Putten, 2006), tendra a mi modo de pensar dos
acepciones: como componente de la tercera tpica o como campo intersubjetivo. En cuanto a la primera, ha sido ampliamente
desarrollada en este artculo y en otros ya publicados. Solo queda agregar que cuando un sujeto se posiciona discursivamente, por
ejemplo, en el campo intersubjetivo, lo hace con toda su subjetividad. Por campo intersubjetivo me refiero a los discursos que
circulan como lenguaje en accin en las prcticas sociales que emergen en esa parte del vnculo.
Para concluir sobre la idea de intersubjetividad: El trmino no debe referirse a la denominacin de intersubjetividad, cuando se
trate solo el aspecto que determina al sujeto desde lo anmico. La subjetividad con sus instancias se encuentran ancladas a los
componentes afectivos, pero como vimos a lo largo del presente modelo, se convierte en una unidad ms compleja y de otro
orden que es el de discurso, y que tambin est anclado a las prcticas sociales. Tambin debemos pensar que la subjetividad no
solo est constituida por los aportes del campo intersubjetivo, sino adems por el campo transubjetivo. En cuanto al concepto de
subjetividad colectiva, lo representamos por el conjunto de discursos que acceden desde el campo transubjetivo a la
transubjetividad como instancia de la tercera tpica. El discurso se constituye en la configuracin compleja de las tres instancias
de la subjetividad: intra, inter y transubjetividad. Es por ello que encuentro diferencias con el modelo de subjetividad colectiva de
Domingues (Domingues, 2003).
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El concepto de emergencia se relaciona estrechamente con los conceptos de auto-eco-organizacin y supervivencia, y se define
en oposicin a los conceptos de reduccionismo y dualismo que se refirieren a inter-accin, con-textos o relacin, entre otros.
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Proviene del latn formatio, asociado al verbo formar, es decir, otorgando forma a alguna cosa, concertar con un todo a partir
de la integracin de sus partes.
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IX. Bibliografa
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Vygotsky, L. Pensamiento y
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Obras
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Beebe, B. D., Sorter, D., Rustin, J.M. et al. (2003). A comparison of Meltzoff,
Trevarthen, and Stern". Psychoanalytic Dialogues, vol. 13, n 6:777-804.
Stern, D. (1985). El mundo interpersonal del infante. Una perspectiva desde el
psicoanlisis y desde la psicologa evolutiva. Buenos Aires: Ed. Paids, 2005
Claudio Maruottolo Sardella es Mdico Psiquiatra por la Universidad de Buenos Aires, Doctor
en Medicina por la Universit degli Studi di Napoli Federico II (1994) y Doctor en Medicina por
la Universidad del Pas Vasco (2011). Jefe Clnico del Hospital de Da de Avances Mdicos
(AMSA) en Bilbao. Miembro titular de la Asociacin de Psicoterapia Analtica Grupal. Profesor
del Mster Universitario de Salud Mental y Tcnicas Psicolgicas, en la Universidad de Deusto,
Bilbao.
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