Campaña de Lima
Campaña de Lima
Campaña de Lima
BIBLIOTECA
HISTORICA
UBICACION ______________________
VOLUMENES DE LA
OBRA ..............
e_,::
CLASI FICACI ON ------
-1... ... .. . . . . . . . . ..
--~---------
NQ DE REGISTR O
1.
H I'STO RJ A
DF.
LA ~AMPANA DE LIMA
1880-1881
POR
B. VICUA MACKENNA.
SANTIAGO DE CHILE
RAFAE L JOVER , EDITO R
CAUF. DE L PUENTEj N ~f.
1881.
15.
('
--
-7-
vida de escr itor, que cuenta ya mas de treinta aos, no escribimos pot la pasion, el interes o el bullicio de las jeneraciones
que se ajitan en torno nuestro como lumbre efmera que el
soplo del tiempo apagar ante:> de la alborada de la noche,
sino para el juicio tranquilo, vasto i lapidario de la posteridad, nica i eterna entidad llamada a juzgar con inapelable
justicia los hechos de la historia i la vida, espritu i trabajo
de los que, luchando valerosamente con todos los peligros i
sinsabores de su propia, fugaz i sufrida existencia, los narran,
Jos enaltece n o los condenan.
Por otra parte, ha sido error evidente i ha ocasionado daos
de no pequea monta el sistema de vanagloria i optimismo absoluto que en nu estro pas han acaric iado juntos opinion i gobierno, prensa e historiadores, durante la presente guerr<J,
mostrando abultado menosprecio del adversario, porque en
ello no ha habido justicia, i mucho mnos ven taja, fuera de
que as se amenguaba sin motivo la lejtima i altsima gloria
de nuestras armas, deprimiendo las que con pujante brazo habamos tronchado.
Doloroso i acaso de grave compromiso es reaccionar contra
esa corriente popular liviana, pero, por lo mismo, impetuosa i
fasc inadora en su cada i en su curso.
Mas, acostumbrados a semejante tarea desde nuestra primera juventud en que escribamos libros de glorificacion i de
justicia hcia aquellos para quienes no eamos deudores sino
de sacrificios i de lgrimas, petseveramos deliberadamente
e n ella, en las puertas de reflexiva pero no egosta vejez.
Ademas, fu precisamente esa nu estra primera aprec iacion
i nuestro rum bo de crtica, de patriotismo i de conciencia desde crue tomamos la pluma para cooperar con ella a la presente
guerra en razon de nuestro humilde esfuerzo, i escri bimos en la
prensa diaria nuestro primer artculo, cuando aun no se haba
q uemado un solo grano de plvora, con el t tulo de El soldado
chileno en pl'esenci:a del soldado boliviano, en febrero de
1879.
<j'v'lACKENNA.
CAPIT U LO I
P osiciones que el ej rcito chileno ocup despues de lt toma de Arica.El coronel Ynldivieso nombrado gobeenado t militar de esta plaza i sus
trabajos de h ijiene i saneamiento.- Horrible quema de cadveres. -Jeneroso auxilio que los cirujanos de los buques de g uerra neutrales prestan a los heridos en ausencia de las ambulancias.- Los marinos chilenos dan honrosa sepultura a Mooe i a Bologuesi.-E l jeneral Baqnedano, ascendido a j eneral de division, fija su cuartel jeneral en Arica, i
trabajos .Je reconstruccion a que se eutrega. -Regresa a Tacna a fines
de junio i espera 6rdenes.-Sue rte que babia corrido el segundo ejrcito del sur en su retirada.- Planes i miras personales. mas que de estratejia i ele patriotismo, a que haba obedecido Pirola al orgauizar el
segundo ej rcito del sur.- E l jeneral Beingolea en l en i el coronel Gonzalez Orbegoso en .A.requipa. - P lan singular de Pirola para reconquistar a T arapac navegaudo por lo> lagos de Titicaca i Poop, i reconocimientos que encomienda con este motivo 1J coronel .Billinhurst.- .A.ctit ud fria i egosta de Arequipa.- El prefecto GonzalP.z Orbegoso consigue
organizar apenas un batallon de 300 plazas. - Ocurren Puno, el Cuzco
i las provincias con sus coutinjentes i se refunden en ellos los restos de
la division Gamarra, derrotada en los Anjeles.- Desastt:osa retirada de
estas fuerzas i su composicion al llegar a Paucarpata.-P i de guerra en
que se encuentra el segundo ejrcito del sur en los primeros d as de
abril de 1880, con sus jefes respectivos i elementos blicos de que clispone.- El coronel don Mariano Martiu Lopez, jefe de estado mayor.Carencia de armas i municiones. - - El dictador Pirola, que rehusa socorrer a Montero, despacha el Oroya el 30 de marzo con un valioso
cargamento ele armas, caones i pertrechos a cargo del coronel RecablTen.--Desem barca ste en Caman el 4 de abril i llega a Areqnipa el
U .- Curiosos telegramas que clirije a Gamnrra. - - RecabtTen, nombrado sub-jefe de estado mayor, organiza dos divisiones volantes i se propone emprender a med iados ele abril contra la retaguardia de los chiHIST. D L A C. DE LIMA
I.
El para siempre memo rable asalto i captum ele
la plaza fu erte de l~rica, llave martima. i terres tre
del Sur Per i de Boli vict, puso glorioso fin a la
segunda campaa de la. repblica el 7 de junio de
1880, como la terrible, desig nal e indecisa batalla.
de T arapac cerr su primer perodo de in es
periencia i hericas bisoadas el 27 ele noviembre
del ao precedente. La gue rra. comenzaba a. medirse por aos, i las operaciones no por combates
sino por campaas.
E l ejrcito vencedor qued, a consecuencia de
bs ltirnas batallaR, fra ccion.clo en dos porciones,
conforme a sus victorias. Los que haban triunfado
en Tncna se mantuvieron en esa ciudad i sns al-
-11-
II.
Pasada all la bulliciosa i desymst adora efervescencia, heces del caliz de la gloria militar que enjendran todas las victorias i especialmente en
las plazas tomad~s por asalto, i aplacada la ira i
la alegria desmandadas del soldado, consagrse con
su jenial actividad sica el j eneral Yenceclor a las
mltiples tareas de su puesto, haciendo en tetT<:tr
los muertos que eran numerossimos en el campo
eneinigo; restaando la sangl'e de los heridos en
improvisados hospitales, porqne las arnbulan.cias
no llegaron o no las habia; clespachn.nclo al Callao, .
en trasportes chilenos protejidos por la cruz roja,
los enfermos i los sobrevivientes del enemigo, i
poniendo en rclen todos los servicios, un tan to
des baratados clespues ele dos sangrientas bat<.Lll as.
La posesion imp ortantsima del puerto ele Ari-
-12-
ca, que el enemigo aliado babia artillado habilmente desde la primera hora de la contienda,
facilitaba en gran manera aquel mltiple trabajo
de reconstruccion; pero no era ste le ve para los
que tenian a su cargo su organizacion i su responsabilidad. Haba sido tan crecido el nmero de los
muertos del enemigo, que el coronel Valclivieso,
ayudante del j eneral en jefe i nombrado gobernador militar ele la plaza el mism.o dia ele su ocupacion, hubo de recurrir al arbitrio doloroso pero
hijinico de quemar los cadveres en grandes piras con parafina, gastando en esta horrible operacion qumica algunas docenas ele tarros de esa
sust.ancia, que as se transformaba, pot la calcina,
para el ambiente respirable en pesado aceite humano.
III.
-13-
IV.
Los marinos de Chile, siempre nobles'i siempae
oportunos, dieron por su parte sepultura a los mas
bravos i a los mas desdichados de sus adversarios,
i bajo tosca cruz labrada de madera de 1a invicta
goleta Oovadonga, yacieron hasta que llegaron a
buscarles sus compatriotas de Lima, Moore, Bolognesi i Zavala. (1)
V.
Preocupaba tambien en no pequea parte aljeneral en jefe del ejrcit'o de Chile la necesidad de
ponerse al tanto de lo que ocurria entre las rotas
h1.1estes del enemigo desalojadas ele Tacna, i con
mas particularidad lb que despues de aquel desastre habria podido emprender el llamado Segundo
Ejrcito del Sur, que~ al mando del coronel don
Segundo Leiva, habia partido de Arequipa en la
mediana de mayo para hostilizar su retagu:trclia,
( 1) La cruz de Bolognesi que tiene dos metros de altura existe en poder del autor de este libro. Est pintada de negro i en
una faz de su brazo se lee con letras b!anca.s-Bolognesi, i en
la otm-Covadon.qa: lacnico pero elocuent8iwo epitafio de los
bravos. ,
-14-
amagando interponerse entre Sama i la costa, movimiento peligrossirno para el caso de un no previsto reves.
I con estos motivos, cumplida su rdua tarea
de Arica, el jeneral Baguedano regres a rracna
con el ejrcito i su estado mayor en la ltima semana de junio. El coronel Valdivieso,con unos pocos infantes i artilleros i la mayor parte de la caballera distribuida en el gramadal i en los pastosos
valles vecinos, permaneci en Arica.
El cuartel jeneral volvi a quedar instalado en
la prefectura ele Tacna en los ltimos dias ele junio, i all i mintras en la capital ele Chile ocurra
un cambio incomprensible ele gabinete, los vencedores aguardaron rdenes.
'
VI.
Qu babia sido entretanto del andariego ejrcito ele Leiva? qu de las reliquias de Montero i
ele Solar? qu ele Campero i sus mutilados batallones, nicos que habian logrado retirarse en esqueleto?
Esto es lo que, prosiguiendo el hilo natural de
los sucesos, vamos a tratar de compendiar en el
presente i prximo captulos, ntes de asistir a las
emociones, a los aprestos i a las mudanzas que
en Lima i en Santiago tuvi eron lugar despues de
las victorias decisivas de Tacna i Ari ca.
15-
VII.
Referimos ya en el volmen precedente de esta
historia, como e] dictador Pirola., desde qne reuni. en su mano todos los poderes pblicos de su
p ~ttria. er~ los postreros dia.s de diciembre de 1879,
se 11abia preocupado, a impulsos de mezquinos celos i de escondidas :wzobras, mas que por mira patritica o estratej ia militar, de formar en el sur un
segundo ejrcito de observacion, encaminado en
realidad a tener en jaque, ntes a su aborrecido
rival Montero, encerrado a la sazon en Arica, que .
a los chilenos detenidos todava en l~s pampas del
Tamarngal.
Ech, en consecuencia, las bases de aquel ejrcito en varios pr:trctjes de la costa i del interior
dcsrle Ica a Moquegua el inquieto dictador, acantonando algunas fu erzas en el primero de los pueblos nombrados, al mando del jeneral de brigada
i antiguo mdico por profesion don Manuel Beingolea, al paso que nombraba perfecto de Arequipa a uno de sus adeptos mas fieles, al coronel don
Alfonso Gonzalez Orbegoso, mozo ele considerable
fortuna i aventajada. ell ucacion lograda en Europa; mientras que despachaba desde Lima a su
adltere el coronel Gamarra a tomar el mando de
la division cu;~,quea., qne a la ltima provincia .
-- -
-16-
.VIII.
Tom el jeneral Beingolea posesion de su puesto en enero de 1880, pero se enferm (siendo mdico), o no quiso marchar largo i fragoso trayecto
de 300 leguas hcia Tacna; por cuyo motivo vino
de la ca-pital en su remplazo el anciano i moroso
coronel don Segundo Leiva.
Reciba a la vez el m.ndo de la fuerte provincia de Arequipa el coronel Orbegoso a mediados
de febrero (el dia 13) i Gamarra, agrupando lentamente la di vision del Cuzco esparcida en los valles de aquel vasto departamento i caseros, se
acercaba a Moq uegua, con encargo de defender a
sa.ngre i fuego 1~ entrada de Ilo, lo que no ejecut, por ri validn.des lugareas, hacindose a la postre batir ignominiosamente en los Anjeles por el
jeneral Baquedano el 22 de marzo.
IX.
Como el cerebro del dictador de Lima parecia
organizado solo para cosas estraas i peregrinas,
c0ncibi tambien por estos dias un vasto plan de
reconquista de la provincia de Tarapac, en cuyas
pampas i calichales los chilenos, malogrando las-
-17-
timosamente sus victorias, se m~nten1~n inmviles. Consista este singnla.rsimo pla.n de campaa,
semejante al qne Dctza propuso a Montero en la
vspera de sn caicla, en emh ~uca.r el segundo cjrcit'o en Puno, orillar el l~go Titicaca en balsa:s de
totora i 'vapores de rio, i en seguida descender
por el Desaguadero hasta, el lago Poop, i de all
por 1 el desierto hasta Huataconclo o la quebrad<t
de rrarapac. Hnbirase dicho que el mstico dicta~lor, antiguo alnnmo del Seminario ele Snto
Toribio en Lima, meditaba parodiar a Al~jan
dro en sus conq nistas de la Persia o repetir
la jornacl el~ J enofonte en la Armenia i en Jla
Mesopotamia; i en etecto comenz por onfiar el
reconocimiento previo de aquella inmensa ruta de riel, de lago, de 'rio, de desierto i de locura, que se dilataba en arco por espacio de mas de
quinientas leguas desde Areqnipa, a su antiguo i
juven compnero de aventuras el coronel Billinhurst, hijo de nn boticario de Iquique. Pero mint'ras este singular esplorador de las recnditas miras militares del nuevo 'caudillo, cumplia su cometido, conforme a. lo que mas adelante narraremos,
se hacian en Areq nipa los aprestos del levantamiento , de tropas, si bien faltaban por completo
las armas. '
!ns'.'.
DE
LA d.
DE
t..:U
-18-
X,
'
- 19 -
puesto ele jefe de estado mayor del segundo ej rcito del Sur, bajo el mand o superi or interino del
coronel i prefec to Gonzalez Orbegoso.
XI.
Cni.d el gobier n o de Lima con mas ahinco de
enviar recursos a esas fuerzas, que a las de ~1on
tero, i con ese propsito sali secret ament e del
Callao el trasporte 0Toya en la noche del 30 de
marzo, antes de t enerse all clara noticia del desastre de los Anj eles. Venia cargado de armas ,
provist o de vestua ri o en tela, con pouo dinero i
al gunos soldados, especi almen te art illeros, stos
en nmer o de ochen ta, a cargo del activo corone l
don l sn.ac Recab rren, paisano pero no amigo del
di ctador, i que acabab a de ser promo vido a coronel por su condu cta en Pisagu a, de cuya plaza era
gobern ador militar el di. a del asalto . Venia ahora
nombrado sub -j efe de estado mayor del segun do
ej rcito del Sur.
XII.
E ch aquel j'efe empre ndedo r su valiosa carga
a tierra en la abiert a playa de Cama n el 4 de
abril, i requisando bri gadas ele m ul as en todos
aquell os va1ls de an icros, i especi almen te c11
Hu i l ct~, Signas, Vtor i Tamb o, hizo su bulliciosa
-20-
XIII.
Ooin.cid i el feliz i casi atrevido desembarco de
Recabrren en los mdanos ele Ohira, j unto a Caman, patria de Pieola i los G utierrez, con la noticia que aq uel j efe recibiera del desastre de Gamarra en las brefas de los Anjeles; i co mo hombre
arrogante i un tanto desmandado co n la di sciplin a, orden al ltimo por telgrafo , nna vez, se
qu edara hacindose fuerte e n las montaas, i en
se gui da que rotrocediern, a Arequ ipa para ir a dar
juntos ce el grito de ve nganza. (1)
N o cupo t amaf.a suerte al ve ncido de los A nj eles, porque al llegar a A reqni pa. a retag uardia ele
sus destrozadi-Ls i amo tinadas huestes, los arcqnipeos no quisieron recibirle sino a pedradas i :fir(1) E l coron el Hecabrren m uch o ma s impetu os o que pr u<1 cute, e. cr ibi el m ismo dia de s u d e.~ em b arco a Ga ma rra que
~e parap etase en 'l'ora.ta, esp res,nd ole que l vola ra en sn soCoJTO. - t<'l'enga f: ll evo g ran refuerzo le deca.
E to era el 4 o el 5 de abri l, pero el G Je enviaba el sig uiente
t ele(Yram a desde Cama n.- - lleg rese ns ted en el acto a r econcen t ra rse en Arequipa. Yo ll egar el Yirn es i da1emos el g1'ito
de ven,ranza.
E l \' m es em el !) de abri l, pero l1cca1rren no ll eg siu o el
l u es ll co n s u vol umin oso con voi conJu cio pPr el Oroyu .. Este
t ras porte sig ui sn Yi~j e nl su r, i apareci eu 'l'ocopilla el 6 de
abril reg resaudo ese mi. mo diu, al Callao.
-21
de
XIV.
De esta suerte, lf cuando
el sub-jefe de stado
((
(2) L a retirada de esta des moraliz ada.. tropa, que G3,p1:~ rra.
os l1amn.r herica (sic ), fu un verclade to escn (lalo. Su estado
de in;;ubordiu acion e inm oralidad es tal; esclibi a el prefecto de
M:oqueg ua L ayseca, en un despach o oficial que orijina l ten emos
a la v,sta, que es probable se oi erda comp1eta men te. Sus j efes
no obdecen a n adie, i es t al el d esacu ~rd o que exist e entre .ellos
que ca ca uno procede por si i aun pre te t~d e retirarse con su
fu erza al departamento de donde ha venid o.>>
Los r~s tos de la clivi sion.. de los A nj eles .fu eron in corporaJos
en esta ftr ma a la di visioo de Arequipa :-:WO Gran nderos del
Cuzco i 21 del Ca uchis a la Lejion P eruan a. El rest o del ltimo
ba tall on (\ 50) i el Canas (l S ), al Apurimac. El tut.al era apna s de 53~ .
-22-
merosos datos que encontramos esparcidos en papeles orijinales, capturados mas tarde en Lima:
Rejimiento Dos de Mayo, comandante teniente
coronel Manuel Isaac Charnorro ................ ..
Batallon Lejion Per1,1ana, comandante coronel
Manuel San Roman ............... ................ ..
Batallon Apurimac, comandante coronel Juan
Francisco Goyzueta ........ : ....................... .
Batallon Hnancan, comandandante coronel Antonio Riveros ......... . :.. ............ ....... .........
Batallon Pirola, comandante teniente coronel
Ignacio OJazbal....... ... .. . .... .. .. .. .. .. . .. .. .... .
Columna Cazadores de la Union.....................
Columna Moliendo.. ................. ..................
Columna Grau.......... .......... ................... ...
Esouadron volante de ametralladoras, comandante teniente coronel Jesus D. del Valle..........
Artillera, 6 caones, 2 de a 9 i 4 de retrocarga,
con artilleros......................... ................
. '
564 plazas.
539
'569
500
234
156
164
133
140
184
>>
Tal era en su composicion, apresurada i colecticia, el segundo ejrcito del sur en la mediania
de abril de 1880, cuando los chilenos, mandados
ahora en jefe por el jeneral Baquedano, se alistaban para marchar hcia Sama i hcia Tacna. (1)
(1) En cuanto < las muuiciones i elementos de movilldad de
que podia disponer el ejl'cito de Arequipa, h aqu um cuenta
cabal:
155
Caballos ........... ..... .... ....... .. ... ........ .
:93
Mulas ...... . ........ ... ............... ...... ... .
Ti ros P eabody ... . ........................... . 179.000
Re1nington.......................... .......... .. 95,000
-23-
XV.
"'
-24-
po.
(2)
( 1) Cuando el presidente PMdo, des pues de debelar la insurreccion de Pirola en 1874 'en Moquegua, pas por Areqnipa ca
mino de Lima, hizo llamar a Gutierrez en su retiro. Pero ste se
neg en absoluto a compn.recer, ma:nifestando su inCJ,nebranta.ble resolucion d~ vivit olvidado, sobradoJ> del mundo. (Dato cornu.nicado al autor por don Manuel Pardo.)
.
Los Gu tierrez eran de una: acomodada familia de arrieros del
valle de ~ajes, contiguo a Oaman.
(2) N oso.tros habamos sealado este peligro de un nlovimiento por retaguardia en esos mismos dias. Pede ver.se dos
artculos publicados en El 1J!Iercurio el 17 i el 27 de abril de
1880 con el ttulo de La Nube i la Nube 1eneg1ece.
-25
XVI.
Aque lla medid a habri a sido en efecto eficaz i
acertadsima en aquel la hora, porqu e esas fuerz as
se habr an movido casi paral elame nte por Torat a
sobre Locu mba i Moqu egua con las del ejrci to
de Chile en sus fa.tigosas march as por el desie rto.
Pero su jefe se encon tr, a su decir, en una ciudad yerta i :,n I><:ttriotismo, de la cual no le fu
dable sacar recursos, ni aun hipot ecand o el corto
haber de sus hijos, segun espsolo en nota orijinal que tenem os a la vista, para procu rarse un
poco de pao del Cuzco destin ado a ':estir a la lijera su tropa .
I en efect(', sea que Arequi.pa, ciuda d de piedr a
i de puna, mostr ara alma reacia a la corrie nte de
la guerr a porqu e no .fuera sn nodriza, o porque no
fuera su negocio ni su vanag loria, como asient o lejano i opule nto de la sierra ; sea que el jefe de la
division volan te gasta ra much o mas garbo i petulanc ia que lo que la j ente estira da de aquel remoto puebl o estuv iera dispu esta a tolera r en uno
de su propi a casta, fu lo cierto que todas las autorida des super iores se en vol vieron en los mas deplorables i vergonzosos disturbios, poni ndose a
dispu tar preem inenc ias i honor es el prefec to Gonzalez Orbegoso con Recab rren i ste con su jefe
inmediato, el coron el don Maria no Marti n Lope z,
IUST. DE LA C. DE LIMA.
-26-
-27-
xvn.
Afortunadamente para la paz de Arequipa, una
semana mas tarde hacia su aparicion en ella, viajando por tierra desde Ica, el anciano i prudente
' coronel Leiva, nmnbrc-tdo jenera.l en jefe del 2.
ejrcito del sur en remplazo del jeneral Bejngo1ea.
Lei va llegaba a Vtor el di a 27 de abril i el 30 tomaba el mando del ejrcito de Arequipa. (1)
0
~Arequipeos!
-28-
XVIII.
Era el coronel Leiva un antiguo i acreditado
capitan del ejrcito del Per, sa1jento mayor en
Agua Santa (1842) i coronel en la Palma (1854) . .
Rabia sido segundo jefe del batallon Callao nmero 4 bajo la aclministracion Echenique. Soldado aguerrido de los que se llaman en el Per ele
la escuela de Ca,stilla>>, ocuple ste en la delicada comision de apoderarse ele Cob~ja en sus
reyertas con Linares, i a la cabeza de dos comp:tas de su cuerpo, tom posesion de aq nella nic<t
puerta de Boli \7 a, bloquendola con los bergan. tines Guise i Gamarra, en 1859.
Retirado mas tarde a la vida pasiva de Lima,
fu durante muchos aos p1;esidente de la comision ele gnerra de la Cmara ele Diputados, hasta
que el receloso presidente Pardo lo redujo a prieu su nombre, i de deciros que cuenta en todo caso con vuestro
patriotismo, vuestra decision i vuestro valor. El confia en que,
en. la hora del peiigro, sabreis corresponder a las esperanzas que
la nacion tiene cifradas en vosotros.
Amigos:
Estoi satisfecho de hallarme en medio de vosotros i de presenciar vuestra decision.
))Se es timul ar{t con vuestro ejemplo i se iluP.trar con vuestras
indi caciones, vuestro conciudadano i amigo
Segundo Leiva.
Areqllipn, abril 30 de 18RO.
-29-
XIX.
Bajo este punto especial de vista, la eleccion de
aquel jefe, cualesquiera que fueran sus dotes personales, era desacertada, i daria como tal sus frutos, junto con los celos incesantes de sus lugartenientes.
Apremiado en efecto desde la primera hora
de su arribo por telegramas sucesivos de Tacna i
Arica, comunicados por el dispendioso i por lo
mismo lacnico cable ingls de Moliendo, mostr
el coronel Leiva al principio alguna decision, i el
1. de mayo contestando a Montero decale estas
palabras de esperanza:-Prximamente dos columnas pequeas por puntos indicados.
Cuatro dias antes el prefecto Gonzalez Orbegoso, mas entusiasta, mas confiado o mas activo, habia anticipado esta esplndida noticia que regocij todos los corazones en Tacna i en Arica:-Areqnipa, .abril 27 de 1880.-Jeneral en jefe
0
-~
-- - --~---
-30~Leiva)
mente
lleg a
Vi~or.
listos.-GONZALEZ RBEGOSQ,))
(1)
xx.
Mas, pasaban los clias i las semanas, i el segundo
ejrcito no daba seales de vida en la campaa
en que el primer ejrcito del Sur estaba condenado a perderse en fatal aislamiento.
Al fin, cuando era ya demasiado tarde, esto es,
(1) El primer telegrama de Montero a Leiva que encontramf>s en nuestras colecciones de orijinales, dice as:
Tacna, rn,ayo 6.
Enemigo en Sama. Nosotros campamento Alto de Tacna. -
Montero.
El dia 12 Bolognesi escrihia lo siguiente:
Ejrcito a dos leguas 'racna.-Avanzadas enemigas a la vis~
ta.-Ansiedad por sus fuerzas aqu-Bolo.11nesi.'1>
Pero la tardanza estudiada, ordenada o simplemente caracterstica de Leiva, se hahia manifestado desde la primera hora. En
el mismo dia de su llegada a Arequipa el prefeuto Gonzalez Otbegoso enviaba, en efecto, el seguente telegrama que en otra
ocasion hemos publicado (febrero de 181;0) como mui sospechoso
de sus miras o de las de Pi1ola.
Seor prefecto Solar i ministro Bustamante i Salazar,
Tacna.
31 -
el14 de mayo, se movia con la ~ vangnardia Recabrren, reconciliado ya a la sumision por el patriotismo, i una semana des pues (mayo 19) emprenda su pesada marcha el coronel Lei va con el
grueso ele las fuerzas. (1)
XXI.
En efesto, la ltima. ciudad habia vnelto a ser
ocupada el 8 de m<tyo por los jendarmes del comandante Jimenes, i el 21 de e~e mes penetraba
Leiva con su bisoa hueste a la vecina poblacion
de rrorata: posicion estratjica.
Era ya tarde!
I esto no obstante, la division del Sobrado habia quedado a retaguardia con la artillera, emplazado aqul por su tardo jefe para hacer su jnncion con el ejrcito, en la ltima posicion nombrada, el dia 26 de mayo.
Tardanza fatal para los aliados i su socorro!
Un mes antes (segun ~bien lo pudo) sus manio-
ya en Moque-
__;; 32
XXII.
En aquel preciso dia librbase en efecto la batalla de Tacna; i la derrota completa del primer
ejrcito en es~t gran jornada de heria en vol ver como en un ' alud ele terror al que venia en su socorro.
De cmo aconteci sto daremos razon en el
prximo captulo.
ANEXOS AL CAPITULO l.
NOTAS INEDITAS ,SOBRE LA ANTIPATRITICA ACTITUD DE
AR.I!.:QUIPA I LAS DESAVENENCIAS DE LOS JEFES
QUE EN ELLA MANDABAN ANTES DE LA
BATALLA DE TACNA.
I.
E. M. J . DEL 2. 0 EJRCITO DEL SUR.
S. S.
Motivos mui poderosos me obligan a dirijirme a U. S. a fin
de que por su rgano llegue al conocimiento de S. E. el Jefe Supremo de la Repblica todo lo ocurrido en la noche del 19 de los
33 -
z.c
-34El jeueral en jefe del 2.0 ejrcito del sur, que es a quien debia
dirijirme, se halla todava. ausente; i al dar a U. S. cuenta de lo
ocurrido, acompaando documentos autnticos como los que van
insertos, no lo hago pur sincerar mi conducta sino mas bien con
erintento de que se descubra la veedacl para que el Jefe Supremo haciendo la apreciacion legal de los hechos, se sirva aprobar
mis procedimientos.
Esta oportunidad me proporciona la gmta satisfaccion de
oftecer a U. S. mis setvicios i consideraciones personales, a la
vez que mi altri. estimaeion.
Dios guarde a U. S.
1lfariano Martin Lpez.
'
II.
COMANDA KC IA EN JEFE I>E J,A S FUER<I.I S
ESPI>l>ICIONAIUAS llN E!. S Ull.
'
,.
3G -
III.
E. M. ,J. DE L
2. 0
Seilor coronel Sub-jefe de E. M. J. encargado de las fu er. zas espedicionarias del2.0 ej rcto del Sur.
Por rden jeneral de 12 de los corrientes, di sp uso es te m. :M:
J. qt1e formndose dos divis ~ones de la.s . fu erzas venidas de 'I'o~
'
rata i de las ex istentes en esta pl aza, se encargase V. S. transitoriamente de su mando como Sub-jefe de este E. M. J. para
que a la mayor brevedad saliesen a operar sob re el enemigo .
Mas be visto cvn demasiada estraileza que V . S. separndo~e
de la rbita de sus atribuciones se ha abrogado facultades que
no le S()n tladas, pues se penr.itc aprobar cuadros de jefes i oficiales, dar rdeneil j eneeales, destinu.e i dar ele baja, i en fin, hacer lo que solo es potestativo de es te E. lVL J. i no de V. S.
V. S., relegando al olvido el carctet que invisto, en oficio de
16 del actual, en trminos imperativos pide ponga a su disposicion l a~ armas existentes en esta plr.zo. :;in haherrne ntes consultado, para ver si era o n de mi aprobacion.
'!'al proceder amengua en alto grado mi dignidad como jefe
de E. l\f. J. del 2.0 ejecito del sm, i por lo tan to prevengo a
V. S. qu e en lo sncesi1'o me d cuenta diaria tle lo que ocurra
en esas dos divisiones, cuyo mn.ndo le he datlo transitori amente,
37 -
IV.
COMANDANTE EN JEFI> DEJ.
S. C. S.
Das .ntes de mi llegada a esta ciudad ha tenido lugar un
g rave acontecimiento de desacue ruo ent re el j efe i sub-j efe del
E. M. J. al estremo de haber hecho in terveni r por una i otra
parte la fuerza armada, dando lugar con tal conducta a la relnj ecion de la moral i .disciplina del ej rcito.
No me contraigo de un modo minu cioso a dar cuenta a U. S
de cuanto hn, tenido lugar, p or que t':lngo conocimiento que por
C)mtmicacion particular, S . E. i U. S. estn informados de un
modo detallado.
U. S. comprender que el mal procedimiento .de clichos j efes
l os inhabilito. para continuar al fr ente de sus respectivos cargos,
pues la emulacion ent re ellos entr?ni;.o;aria una anarqua ele fun estas consecuencias. Obligado a salvar tan gra ve cn.so, sol o espero que el jefe de E. 1\1. J . me d cuen t:1 de cuanto ha estaLlo
a su cargo para r emplazar a ambos; hab indome fijado pn.ra
relevar al coronel Lopez en el de igual cln.sc don Mariano Po
Cornejo, jefe de a.ntiguednd en el ej rcito i h ourosos antecede n
tes i con las aptitudes que el pu esto deman da.
Tan luego que ponga al frente del E. l\1. J. al referido jefe
---
_., -
3~-
_)
. e
e:..
-- (_ ..--..
r '---
~-
in 'lic uii'"'
Hu r f >~ nos
2a
R A FA EL JO V EN ,
edito r
CAPTULO II.
LA RI!TIRADA DE LOS ALIADOS.
I.
l\fa.rcanc1o el lento ] tincrario del coroud Lci va
10-
en su tarda j ornada de A requipa a Locmnba., deciamos e n el captulo precedente qne este jefe hahia ocnpndo n 'l1 orut<t el 21 d \.) mayo, quedando
usa la e::;palcln cb los clrilcnos ,que a esas horas
se alistaban para emp re~1dcr el reconocimiento
preliminar de ht batalb definitiva . Tuvo esto lugar el c1ia 22.
Con reposo inverosmil, a mnos que ob ecleci.cra a un plan secre to frag uado desde Lima, permaneci el coronel L eiva, cuando los momentos
eran meses, una semana enterct enclavado en las
alturas ele Torata, aguardando la di vis ion Gut~e
rrez ern pi azada para. el di a 26.
II.
En el intervalo h~tbasc limitado el comandante ,
j eneral del segnndo ejrcito del SJ.:!r a enviar por
caminos estra viados al cuartel jeneral . de Tacna
un emisario de .confianza solicitando rdenes.
H c-t bble impartido ya s tas tmidamente Montero en una carta privada, i el prefecto Sol ~en
una comunicacion oficial hacindole presente, con
fecha 22 ele mayo, que en junta de jenerales se haba acord<:tdo hiciera su inmediato a\7 ance en direccion a Lo cumba i Sama ccpara cortar la retirada a los chileno s (as deci<:1. t es tual mente aquel
d espacho) hcia Ite .))
-41-
III.
No fu diversa la respue3ta del jeneralsimo
On.mpero llevada a Torat<t el din. 26, i por sn interes militar e histl'ico la copiamos en seguida
tal cual fn hallada en los archivos de Lima i di ,
ce as1 :
ESTADO ~B.YC>R Jli:NI<:RAL DEL EJRCITO UNIDO.
J. J. Perez .
A S. S. el coronel comandante en Jefe del 2. ej rcito del sur.
IV.
En c.:umplimiento de estas instrucciones, en el
fondo vagas i hasta tmidas, i reunido al fin en Torata todo el ej rcito de Areqaipa, que en sus despachos ofici<1les .el coronel Lei va disminuye a.
2,300 hombres, desce ndi al fin el ltimo con tardo
paso, cuando era preciso volar, sobre Moquegna el
28 de mayo, esto es: dos clias clespues que el ~jr
cito que venia desde hacia tres meses i desde lea i
Lima a. socorrer, babia sido aniquilado. La fuerte
division del Sobrado ha.bi ~t llegctdo al punto ele 'lct
cita el clia 26 ele mayo, dia de la f~:ttal batalla, i
e n vez de !cm zarlo a la llanul'a, el j efe supJrior le
detuvo a su lado cc desca.nsanclo .... )) Era a la verdad
tan estudiada (o acaso de suyo forzosa) la lentitud
de la mard1a. del segundo ejrcito, que el 29 de
mayo se adelant L eiva ap3nas hasta b Rinconach'll i solo ~l 30 lleg, caminando de noche, a. la
-43-
V.
Iban, entret anto, corridos cinco dias desde que
el ejrcito de Chile haba ocupado a. Tacna , i es
ta.lla soledad de aquellos paraj es que nadie trajo
a la columna areqnipea, la fatal noticia, ni siquie ra su vago rumor. En los desiertos del Per ni los
pjaros se hacen mensajeros.
March aba en consecuencia el coronel Leiva a
segura perdicion, cuando por la via de ~tfollendo,
Arequ ipa i 1\tfoquegua alcnzole a la,s 11 de la maana del dia 30 el terribl e anunc io trasmi tido por
Bolognesi desde Arica. -ccEsf uerzo intil! decial e
el gobern ador del ltimo. reduct o peruan o en el
sur. Tacna ocupad o por el enemi go.))
E l telegr ama iba, dirijido al prefecto de Are-
quipa i en l agrega ba su autor, mante niendo su
pecho entero , que la situacion aunqu e desesp erada
pocli.a aun salvar se si L eiva amaga ba a Baque dano
en rracn a des le Sama o lograb a peuetr ar a Arica
por la costa ... ce Esfuerzo intil! (1)
( 1) Al mismo tiempo ol coronel B olognes i dirijia. es preso tras
esp reso al coronel Leiva por la via de tierra con el propsit o del
-44-
VI.
Recibi el anciano lugar-teniente de Pirola
aquella cruel nueva con nimo enflaquecido por
los sobresaltos en el pramo del Bronce, sitio adecuado para resoluciones de alto temple. P ero lejos
de oir el clamor de los que le llamaban desde la
llanura con la voz de la angustia, torci bridas,
como Garca i Garca en Angamos, i metindose
telegrama que citamos en el testo. H aqu uno de estos apremiantes despachos copiado de uu duplicado:
(.Reservado.)
JEFATURA DE LA PLAZA I COMANDANCIA JF,NERAL DE LAS BATERIAS
DE ARICA.
Mayo 28 de 1880.
-Benemrito seor coronel don Segundo Leiva.
Seor coronel:
no
Ftancisco Bolognesi.
-45-
en la rejion montaosa de Candarave, camin6 toda la noche del 30 por las breas i el 31 de mayo
lleg6 a la aldea de Sinti a las 3 de la tarde con su
cansada tropa.
Inmediatamente, sin apearse del caballo, i no
para consultar la enrjica splica del gobernador
de Arica entregado a deResperante destino, sjno
para elejir mejor el sendero de la fuga, envi6 el
coronel Leiva a Campero el siguiente despacho
por acelerado espreso, una vez llegado a Sinti en
la tarde del 31.
COMANDANCIA EN JEFE DEL
2. 0
46-
VII.
La respuesta de esta mi si va tardara largos dias
en llegar porque no era ni con mucho tan aventajada la condicion de los restos del ejrcito aliado que escapaban desde Tacna, los bolivianos
hcia La Paz con Campero, ascendiendo en el
corazon del invierno el frjido Tacora, los peruanos marchando en completo desgreo con Montero i con Solar hcia Tarata i hcia Puno.
Desde el primer momento, la retirada se babia
convertido en fuga, i la fuga en rebelion i en salteo a mano armada. (1)
( 1) Media hora des pues de consumada la derrot:t, refiere un
oficial arjentino que en ella fu envuelto, las calles de Tacna
ofrecan el cuadro mas extraordinario.
Principalmente la Plaza de Armas i la calle del Comercio,
estaban materialmente repletas de soldados, oficiales i jefes
de todos los cuerpos, buli vianos i peruanos, en la. mayor confusion, cuhiertos de polvo, baados de sudor, muchos ensangrentados. Jinetes, infantes, artilleros-fusiles, espadas, lanzas,todo mezclado. Aqu entraban en una casa a examinar sus heridas-all, en las mismas aceras, se vendaban piernas i brazos
baleados;-de todas partes, principalmente de las casas del comercio estranjero, saliuu a la puerta para ofrecernos agua, refrescos, cerveza.
Tambien por todas partes se oia el llanto de las mujeres tacne as, acriminando a loR soldados bolivianos de haber sido ellos
la causa de la derrota. Hablaban sin saber. El Victoria las desmenta. N o obstante, los aliados no pueden hacerse semejan te
inculpacion; i cuando s ta fuera proferida por lg uien de elevado rango poltico, no solo carecera de razon, sino que rennirict
el carcter de una indisculpable lijerezn.
En aquellos momentos, llenas ya las calles por nueR tro ejrcito derrotado, desemboc el jen-eral Montero a la calle del Cu-
-47-
VIII.
Cuando la consulta del coronel Leiva datada
desde Sinti lleg a manos del jeneralsimo Campero, solo el 2 de junio, hallbase ste en Calacoto haciendo esfuerzos varoniles por mantener la
moralidad de su tropa desmandada. El valiente
comandante Pando, u otro oficial de su mismo
mrito i arma, habia logrado Scll va.r d0s caones
Krupp, i con este respeto i el prestijio de los jefes en nna nacion militar babia logrado el \eterano jeneral en jefe hacer seguir en mediano rden unos cuantos centenares ele soldados, mintras los desbandados, mucho mas numerosos, iban
a la vanguardia ejecutando atroces depredaciones
que recordaban el brbaro saqueo de todos los
.
mercio seguido de sus ayudantes.
Minutos des pues encontr en la misma calle al mayor J elabP.rt con el brazo suspendido de un pauelo : Paisano! me dijo,
ya no hai mas remedio que vol ver a nues tra tierra.
En t oda la ca.lle habia cundido la voz ele - A Pachia!
>>Varios jefes i oficiale me manifestaron que no nos quedaba
otro oriente que La Paz.
En Tacna era imposible organ iz ar un a resistencia. No haba
nada pr~parado de ant.emano_:.._Jos restos del ejrcito se hitllaban
disversos i des moralizados por la. derrota-i en tales coudi~io
nes, en vano hubiera sido toda tentativa, habiendo yn, asomado
a la ceja de la cuesta la boca de los caoues enemigos, que acto
contnuo empezaron a arrojar SI IS balas sobre ln. ciutbd.
:Aquell a masa de soldados, oficiales i j efes empez a evacuar
a Tacna en direccion a Pachia; pero sin rden i sin que nadie
tratara de imponerl o: cada cual marchaba a su antojo. (El
capitan arjentino don Florencio del Mrmol, obra citada varias
veces en el volmen precedente. )
-48-
Habindome visto obligado, despues del desastre del 26, a retirarm e del campo de batalla
con los restos del ejrcito bolivia no i dirijirm e a
Bolivia, deben cesar i cesan de hecho mis funciones de directo r de la guerra en el sur del Per;
debe, pues, en consecuencia V. S. obrar en conformidad con las instruc ciones que tenga del gobierno de Lima.
En mi concepto, el enemigo, aprovechando el
triunfo vbtenid o el 26, se p1~opondr como inmediato objetivo lct toma de Lima o Arequi pa; en est a segunda hiptesis, debe V. S. tomar todas las
medidas que crea conven ientes a efecto de defender aquella ciudad.
))Con este propsito, todo mi conato se dirijir
a organizar algunos cuerpos para envirselos a V.
S. como refuerzo.
))Con este motivo ne es grato repetir a V. S.
las consideraciones de estimacion i aprecio, con
que me suscribo su atento seguro servidor.
Narciso Campero . (1)
Al seor coronel don Segundo Leiva, comandante en jefe del segundo
ej rcito del sur del Per.
-50-
IX.
Desde ese momento, i habiendo recibido el jeneral Campero en Yarapalca, lugarejo del Tacora, la noticia, grata sin duda a S~ alma de patriorectificado t:n esta parte un concepto de detq.lle del informe del
jeneralsimo Campero a la Convencion de Bolivia, una nota concebida en los trminos siguientes:
REPUBLICA DE BOLIVIA.
EL JENERAL EN JEFE D~~L EJUUITO EN 1\IARCHA.
~n marcha ya para la ciudad de La Paz, i a mrito de haberse puesto a mis rdenes, en vspera del combate, el seor comandante en jefe del segundo ejrcito del s'ur del Per, le dirijo
la nota cuyn. copia acompao; pues ignoro completamente cul
ser la resolucion del gobierno de Lima respecto del jiro qne
deuan tomar las cosas d>spues del desastre del 26.
))Con tal motivo, me es grato repetir a V. S. las cop.sideraciones de particula.r estimacion i aprecio con que me suscribo su
atento seguro servidor .
Nmciso Campero.
Al seior contra-almirante don Lizardo Montoro, jeneral en jefe del pri
f
mer ejrcito del sur del Per.
'51
ta, de haber sido reelecto presidente de la Repblica por la Oonvencion convocada a, aquel'efecto,
continu su penossima marcha en medio de la
soldadesca de::;~and:tda cccon riesgos aun mayores,
dice l mismo, que los del campo ele batalla.))
Al fin, despues de diez dias de contnua marcha por caminos fragosos i sin recursos de vitualla, lleg el jeneral presidente a Oorocoro el 6 de
junio, i dejando all una fuerza competente para
reunir .dispersos, continu dos o tres dias mas tarde su marcha a Viacha, entrando a La Paz el
dia 10.
Hor.ribles fueron muchos de los cuadros de aquella retirada en la que logr empero salvarse hasta
la cuarta parte del ejrcito de Bolivia. (1)
-52-
X.
Estrella mas opaca alumbr todavia el spero
sendero de los derrotados que a las rdenes de
Montero, pero sin obedecerle, tomaron por la fdjida sierra de Tarata el camino de Puno.
'
Acordse esta ltima resolncion por mayora d_e
votos en una junta de guerra celebrada en aquel
pueblo el 30 d<:r mayo; i aunque hubo al guna variedad de pareceres entre los jefes, prevaleci el del
prefecto Solar, que pareca dominar con su ene1ja
las vacilaciones de sus compaeros de derrota. Cceres i Pando estuvieron por ag uardar en Tarata
los acontecimientos, Dvila i Godinez por buscar
su juncion con Leiva por la va de Moquegua, i
Albarracin por quedarse con su cansada caballera
destacado ei1 aquel paraje de vanguardia. ~ero el
mayor nmero de los votos sigui al del prefecto,
i hubo en esta junta de notable que habindola
presidido i firmado su acta el primero de todos,
lVIontero no emiti en ella opinion alguna. (1)
Ese mismo dia o al siguiente pusironse en consecuencia en marcha los infelices dispersos hcia
i no haba tenido la prem:.ucon de sacarlos oportunamente. El
cuero del botn se encoji, la media se pudri i los pis se hincha~
ron i <;e llagaron horriblemente.J>
(1) Vase este documento entre los an exos.
,
-53-
-54-
XI.
Dando largo rodeo llegaron al fin los escasos
restos clel ejrcito de Tacna a Arequipa, i mintras Montero pasaba, cado i clesprestijiado a dar,
cuenta de su conducta a Lima, el favorito Solar
hacia simplemente una visita de cortesa al palacio i a sn hogar para regresar a hacerse cargo del
mando del departamento de Arequipa que todavm conserva.
/
XII.
En cuanto al coronel Leiva, no recibiendo respuesta ni del eco de las montaas que fatigaba
con sus marchas, continu su retirada por las gargantas de CandaraYe el dia 1. de junio, el 2 llegaba a l\!firave i el8 se encontraba en rrornta, preparndose para dar la vuelta a Arequipa, despues
de hnber ejecutado, como Santa Cruz en Zepita,
unn pequea cccompaa del talon.>)
0
..
-55-
-56-
XIII.
Llegado es por consiguiente el momento de
ocurrir a presenciar los sucesos i los aprestos que
despues de la derrota se desarrollaban en la capital del Per a cuyos sucesos todos los espectadores de la gran contienda comenzaban a volver
la vista como para presenciar la escena final i
terrible del largo i sangriento drama.
quien destituy a Leiva, i esto seis meses largos mas tarde, segun consta de los siguientes documentos.
JEFA'fURA SUPERIO,R POLTICA I MU.ITAR
DE LOS DEPARTAM3NTOS DEL SUR.
P. G. del Solar,
Secretario.
P. G. del Solar,
Secretario.
57
I.
ACTA LEVANTADA POl'l. LOS JEFE
S PERU ANO S VENCIDOS EN T ACNA
EN EL PUEB LO DE TARATA, MAY
O 31 DE 1880,
SOBRE EL ltD EN DE SU ltETI RAD
A A PUNO I AREQUIPA .
II.
NOTAS DEL CORONEL LEIVA REFI RIENDO SUS OPEJ:A.CIONES
I SU RETlRA.DA, ENCO TRADAS
EN EL ARCHIVO DEL MINISTERIO DE LA GUERRA EN LniA .
C<S ECRETAR A DE LA COMAND<IN C fA gN JEFE
DEL 2. 0 EJ RCITO DEI, SUR.
Segundo L eiva.
III.
SECRETARA DE LA COMANDANCIA EN JEFE
=DEL 2.0 E,JRCI'fO DEL SUR.
S. C. S.
En este momento, 6 P. M., acabo de recibir el telegrama que
en clave me ha dirijido S. E. el jefe supremo, por conducto del
prefecto de Areq uipa.
S. E., al impartirme sus rdenes, ha credo que poclia contarse con el primer ejrcito del slll', i pon indome de acuerdo con
l, marchara a Sama, i cortando la comunicacion del enemigo
con la costa, salvara la plaza de Arica; pero ya S. E . debe saber
-62que de ese primer ejtcito solo se han podido re~mi1 300 a 400
hombres, la mayol'pa1te jefes i qflciales, l os cuales se han nter~
nado a Puno a las rdenes del sco t contra-almirante Moutel'O,
pnes el escelent.'iim0 selM j ene l'al C<till [1!:lro se retir a Bolivia.
No quedaban, pues, mas fu erzas dispo nibles que los 2,300 redu~
tas qu e forman el ej l'Jito de mi mando, con los cual es era itaposible intentar ning una hos tilidad contra un enemigo in .'nensa ~
mente sttperior en nutero i que estaba engredo por la victoria.
A pesar de que la primera noti cia del desas tre de Tac ua la
recib en la Rin con ada el 30 del ptsado, seg u, no obs tante mi
marcha a Sinti, Mimve e Ilahn.ya, C') n In. espemnzfl. de llegar a
Corneas o Tarata i encoutmr all una fu erza respetable, a la
cnal unirme para operar sobre Arica, pero cuando me inform
que el desastre sufriJo era completo i que ele nues tro b1illante
eJrcito solo se haban reunido 300 hornbtes, comprend que el
nico partido que me t ocaba seguir, era mandat una fuerza a
Candavare para reunir dispersos i rec~jer armas i I?Uniciones i
volver sobre Torata, para, dejando guardada esa posecion, 1egresar a Arequipa a continuar la formacion del segundo ejrcito, como lo comuniqu a U. S. en mi oficio anterior. As lo he
hecho, i espero que S. E. el jefe supremo apruebe mis procedimientos.
Dios guarde a U. S., seor coronel secretario.
Segundo Leiva.
PODER.
l.
Llevados por el primordial propsito de con-.
servar a la historia su indispensable unidad, i j untamente por el de tepartir con al3ierto los di verSQ$ agrupamientos de los SUCeSOS tan variados COmo mltiples de una guerra sostenida entr~ tres
repblicas por mar i tierra, hemos debido aplazar
eu el volmen precedente de esta narracion todo
lo que se refera a la pol~ica interna. i a la organizacion civil de los dos paises nas directa i mas
vivamente interesados en la contienda, a fin de
dar cuenta cabal i minuciosa de sus operaciones
militares.
Sin embargo, en el captulo V del volmen que
forma el tercero de esta srie, i b c~jo el ttulo de
Pirola Dictador, dimos razon de cmo este tenaz
cuanto osado caudillo se habia dirijido desde Chile a su patria al comenzar la guerra (abril de
1879) finjiendo miras i aspiraciones de paz i de
confraternidad en un manifiesto pblico poco recordado; i en seguida cmo habia maquinado en
-65-
II.
En ese htgar oportuno referimos tambien como
el taimado pretendiente i conspirador de diez
aflos consecutivos se habia adueado del po~er
por la revuelta i aceptado (as decia su impvido
decreto) el ttulo de Jefe Supremo que, con fa:
-66-
Cirtfnde's o'nmrr1odas)),
le confirieron espontnea.:.
,
.
.n.1e-n:te: los pueblos de Lima i el Callao, ratifican1do ' inrri~diatamente esta investidura el di.a 23 d
tcienbre el ejrcito .del sur, ni.andado por. el con-:
: t;almirante Montero i todas las secciones del
pdis p'uestas ~i habla -c'0n 1a cpi:t al por el tel~afo. 1
. I a la vercla'd, es osa. -en estremo caracterstica
He la' rdole estrfla i peculiar del hombre que
esde ent6nce's ha re'jido los clesti"nos de su infeliz
patria, acercndose mas en su mente i en sus ac.t os al tu.t~\lltuario Ma8~ni'ello que al ilustre J ua.rez,
su rebuscado modelo, el hecho de que su primer
1l.bto-p'b<1, la primera emanacion de su p ensar:~nt i vanagloria. de dictador fuem que, en el
'i Wstnte mis'm de 'clecrtarse a s pro pro la om.nipo'tem:a la mainei"~t de la. prpura antigua, la depnsie.:
ra a los pis del pontfice ele Roma, annncinclole
acle mas oficialmente, como al augusto pastor :d~ la
.cristiandad i juez rbitro de .la p <tZ de los pueblos
1 e'n stls 'i nhumana3 querellas; que su principal in. te~to-, ~ des)~~s de ~u sumision a la tin.1:a, por nadie
.:~plicitada, .era'; el ele preparar
. .el triunfo ele sus
'a rmas contra Chile.>)
Este docum-euto i~icial, poco . estudiado en su
~~~ pl'itn i qne anuncia desde ln, primera hora al
-Apu-camach:icuJc o Protector . de la razg, ind\jen, na.))
..,. 1 u'e
.J, '1 I'>
/ esta b a conce.b"d
' ,.
.
. e,r\l,
i o en 1os termmos
..
.st~~
guiente.;:
NTCOLAS DE
Pll~ROLA,
fi
lU\PTIL~CA
DKI,
P~~n.
Beatsim o padre:
Un voto espontneo del Per emitido de consuno i unamme- '
mente por el pt~eblo i el ejtcito ele mar i tim'1a, aqaba de iu vestir.;
me del mando spremo de la repblica., conjacultacle.~ omnmodas, las cuales, conform e a las inspirac iones nacionale;~, manifes tadas perseve ranteme nte de tiempo attas, i a los deseos mas
ardiente s de mi corazon, ser:in . emplead as en la rejene1acion de
las institaciones polticas, que la demand a con urjencia, esforzndom e ante todo en prepara1 el triunfo ele nuestras armas en
la guena en que nos !tallamos empeados con Cltile.
Al comunicat a S. S. mi advenim iento al poder supremo de
esta repblic a, tan cara al paterna l corazou ele S. S., esperime~:
tola mu.s ntima complac encia en ratificar solemne mente lqs
sentimientos def inquebrantable i de amor filial con que beso las
'
P. Jos
Oalder~Jn.~
III.
Cumplido este voto de so. concienci~ i satisfe:..
cha su vanidad de pontfice peruano, el rejenera~
clor ele su pti~blo se preocup de hacer su entrad~
:_ 8
H~cho todo esto,'el dia 24 de diciembre, el dictador se ocup de organiza~ en esa mi.sma fech<t .
su gobierno dictatorial; pero, arrastrado por su
idea 'dominante i peregtina de cambiar los nombres a todas las cosas, a ttulo de ccrejenerador
del Per, aunque sin alterar su sustancia, no
nombr ministros sino que cre ele una plumada
siete secretar~as que serian servidas por sus adeptos personales mas ardientes, cmplices muchos
de ellos en antiguas revueltas. Et rejenera.dor
reagravaba as una de las llagas mas antiguas i
(1) Las ~ampanas que todo lo animan no cesaban de tocar
desde las 9 de la maana hasta las 7 de la noche, que fu la
hora en que hizo su entrada triunfal don Nicols de Pirola, en
medio de unos doce mil ciudadanos, entrando a la plaza principal.
Los balcones de la Municipalidad i los de Palacio se mostraban
llenos de jente. Ahora reina en la hermosa Lima la misma animacion que en pocas remotas. Las felicitaciones a don Nicols
son numerosWmas. (Carta intmceptad~t del estudiante don
J enaro Heirera a su padre don Ra.mon Herrera en Arica,}echa
c!a en Lima el 27 de diciem1e de , 1879 i oijinal en nuestro
pode10:)
G9-
corl'Osi vas de su suelo, el personalismo:D, en lugar de depurada . Juzgaba que con llamar secre-.
ta.rios a los funcionario s que en todos los paises
del' mundo ~:;e llaman ministros )) , la rejenera cion quedaba de hecho consumada.
Las secretara s de la dictadura eran siete, nmero mstico i hasta simblico, i llevaban las denominaciones siguientes:
De relaciones esteriores i culto.
De guerra.
De marina.
De gobierno i polica.
De justicia e instruccio n.
De hacienda.
De fomento, que comprend a los ramos de obras
pblicas, industria, comercio i beneficencia.
V.
Design el dictador para el primero de aquellos
pu_e stos al doctor don Pedl'o Jos Calderon, hombre de notorio talento natural, hijo de Lima, q11e
habia sido sn condiscpulo en el Seminario de
Santo Tm:ibio i hacia poco saliera del cuartel de
San Francisco de Paula, en cuyos muros su impetuoso partidaris mo le hizo sufrir largos meses,
acusado de secundar en la capital las conjura.ciones que el primero enhebrab a en todo el tenitorio desde Chile i desde Enropa. Criollo el~ casta,
'
-70-
-71-
'
VI.
' 1
73 -
VIL
1~
10 .
i4-
q~w cuando los ma.l'inos surtos en la rada del Ca. llao tu:viero:n conocimiento de su designacion, se
:r eunieron e.n el Rimac acaudillados por el prestijioso capitan Villavicencio, protestaron contra ella
i, at~n acerc~ndose a la rebelion ele hecho i personal,
q ue entre los peruanos es t an fcil ele estallar como la plvora, manifestaron que aunque dispuestos a aceptar el cambio ele gobierno, no lo estaban
it reconocer la autoridad directa ele aquel jefe. (1)
VIII .
.E,l despacho del interior fn con 'fiado a don N emesio Qrbegoso, use nte a la sazonen sus haciendas de Trujillo, de .cuyo departamento habia sido
prefecto as como alcalde de Lima. H ombre tranquilo i al parecer honorable, h~jo del jeneral de
:s u mismo apellido i presidente del Per, conservaba, junto con el prestijio de SLl popularidad, que
h<:~bia sido en Lima tan grande como la de HivaAgiier~ i '1\amarria, el ele su fortnn ct. Oonstituale
~sta en p a.tricio i c:. tsi en cauiillo en Tr~jillo, conio lo era el coronel Iglesias en Oajarnarca.
IX.
Pa los negocios de ,justicia e instruccion, en
( l) ConRta este grave acnerdo de una comunicacion del pre. fecto del Callao don Pedro Jos Saavedra que orijinal tenemos
en nues tro archivo.
7'5 -
X.
El resto de los secr etarios del dict ador , i que:
ha hecho, por acciden te i por los esca ncblos fina
nciero s i diplom ticos que autoriz con su firm
a,.
mas ruido en el man do que todo s sus cole gas
jun.tos, era el doct or don 1\IL:muel A. Ba.rinaga,
profesor i empleado ele hacienda, que hab ia sido
ministro de este ' ram o bajo la. aclministracion Ptad
O-
i de cuyo pues to caye ra con fulminal1te acus
acion
parl ame ntar ia de reciente elata. por complicidad
:~
en la emision ele los bonos fraudule~tos de
D~r
teano, Sch ell i otro s clirector e::; del Ban co del Per
.
Ignoramo::; por nue stra part e, a cien cia cier
ta,
~i el min istro Bar inag a se hizo o no re0 ele
aqu ella especial complicidad. Pero por su car cter
i su,
-76-
XI.
En cuanto al sptimo secretario de la lista, el
injeniero don l\ianuel Mariano Echegaray, encargado de las obras pblicas, cuando stas iban a ser
demolidas o .c lausuradas, de la indttstria cuando
los impuest9s acabaran de sepultarla, del comercio en los momentos en qu_e el bloqueo comenzaba
a e.nmurallarlo, i de la beneficencia cuando la die.tadura aprestaba sus manos para el despojo de las
.. c.asas de -asilo i hasta ele los altares, todo a ttulo
de . fomentO)), era solo un nombre agregado a una
. lista. En cuantos a sus dotes i antecedente s personales, ;todo lo que hemos logrado saber ele l es
qu sus paisanos le calificaron con un apodo, . que
ten aquel.pas es una definicion acabad<:~ ele nulidad; . de pretension i petulancia. El ministro de
fomento .era lo que las limeas llaman esP,iritualmente un cndido)).
~
'
-77-
XII
Resumiendo opiniones i pre sentand~ hi sntesis
del primer gabin~te de la dictadura, un clia:rio de
Lim a, que no la h aba mirado con ojos de enemigo
airado, se espresaba. a los pocos dias de I'a c1 signacion de los siete secretarios, en los siguientes trminos que juzgamos exactos:
Las tendencias polticas del nuevo gabinete
son esencialmente pierolistas.
))E~ sistema de ideas quepredomina en su seno
es el de la escuela conservadora.
))Es, por lo t anto, un gabinete complet a.meni;e
hornoj neo, cuyos miembros todos obedecen pro~
bablemente a iguales inspiracioneS.)/
I, en seguida, por su cuenta i en prevision talvez
de la mordaza de . prensa que el ministro Calderon alistaba en un rincon de su gabinete, el diarista independiente aada :
Si se tratara de un gobierno a quien se le.
hubiera conferido la mision de reformar las instituciones polticas i sociales del pas, no vacilariamos en declararnos franca i abiertamente contra
el nuevo ministerio. P ero como se trata de combatir al enemigo estranj e.ro i arroj arlo de nuestro
suelo ,. i para esto pueden ser buenos lvs hombres
ele todas las ideas, no podemos ni debemos, pro-
-78-
cediendo patriticamente,
juzgarlo i absolverlo
o.
.
.
condenarlo a priori.
Los hechos recordados podri~tn ser su:ficimtes
para. juzgar si ~ l gabinete de hoi corresponder o
n a las exijencias de la opinion pblica i a las
necesidades de la guerra actual.
))Preferimos, sin embargo, reservarnos el derecho de juzgar al nuevo gobierno por sus hechos,
teniendo en vista principalmente su conducta en
rden a la guerra, que es por ahora a lo que deben
concretarse los esfuerzos comunes del pas i del
gobierno.).>
_
Tal era el franco criterio de la prensa i de lasituacion que la dictadura le creaba. lVIus, no h~
bia trascurrido todava una semana desde el nombramiento de los siete secretarios, cuando todos los
clia.ristas de Lima, nn:tero igual al de aquellos personajes, siete secretarios contra siete escritores,
haban sido llevados a la crcel segun en su opo1;.., .
tunidacl habr de verse ....
XIII.
Atornillada i ensamblada la armazon de la dictadura, en la forma personalsima que queda espuesta, era preciso darle alma; i para. esto, como_el
soplo de la Divinidad en el caos que transform
el lodo en ser, i la materia .inerte en radiosa vida,
don Nicolas de Pirola revel la mstica omnipo-
79 -
..
putpo:
ESTATUTO
PH.OVISOHIO.
en
80
Art. 5. 0 Queda sancionada la indopendencia del pouer judicial; p ero. el gobierno se reserva el derecho ele velar eficazmente
por la pronta i exacta administracion de justicia.
Art. (}.0 Los cdigos civiles i penales quedan en todo su vigor
i fuerza mil1tras se vayan haciendo en ellos las reformas necesarias.
Art. 7. 0 Quedan garantizadas bajo la lealtad del.qobierno: la.
seguridad personal, la libertad i la propiedad, el D I<.:Il.ECHO al
honor, la i g naldacl ante la lei, la libertad de imprenta quedando
proscrito el anni-mo, qne se perseguir como pasquin.
Los delitos cometidos por medio de la imprenta no cambian
su natU1aleza. En consecuencia, sern juzgados por los tribunales respectivos.
.
La libertad de industria, en cuanto no sea da'osa de modo l-
guno.
La libertad de asociacion.
El derecho ele pedir justicia o gracia individual o colectivamente; pero guardando las formas i por los conductos r egula-
res.
Art. 8. La traicion a l::t patria, la bbarda e iusubordinacion
militares, la desercion en campaia, el peculado, la pre,Ja1icacion, el coltecho, la difraudacion de bienes pblicos, el homicidio
premeditado i alevoso, i el bandolerismo, cualquiera que sea la
condicion del culpable, o el carcter que invista, sern, durante
la p'teseute guerra, juzgados militarmente, i penados co n la pena
capital.
L os bienes de sociedades annimas, de bancos industriales o
mercan ti les, sern considerados como bienes pblicos para .el j uzgamiento i apli cacion de la pena.
Art. 9.0 Las vi1tltdes cvicas i las acciones distinguidas i he1icas se1n p1emiadas jJm la munificencia de le~ nacion, qjerCida
0
N. a'e Pirola.
XIV.
ccLejislar ha sido una de las manas mas acentuadas del doctor Pirola, desde su mas remota
juventud, segun hab remos de ponerlo en evidencia al agru par los rasgos de su mvil fisonoma en
su retrato biogrfico i moral mas adelante . Hijo
. de mi naturalista i clasificador ele plantas, que fn
ademas presidente de asambleas lejisla.tivas, el
doctor Pirola parecin. haber bebido en el hogar
paterno la ciencia infusa de Solon i de Sieyes, como el doctor E gaa de Chile, hijo tambien de un
abogado i lejislador li meo; i el clebre Estatuto
del 27 de diciembre de 1879, con tod<:Ls sus .incon gruencias, neolojias, innovaciones, vaguedades i
misticismos, era un a prueba palmaria de que en
esto no levant amos fal so testimonio ni a su cuna
arequipea, ni a su escuela de Santo Toribio, ni a
su organismo de dictador.
HlST. DE LA C. DE LlMA.
11
-82-
XV.
Conjuntamente con la organizacion poltica del
Per bajo sn nueva planta terica, el fnturo ce Protector de indjenaSl) i encuadernador del (cLibro de
la gloria,)) en que se asignaria a s propio el primer
puesto, decret la orgnizacion de cuatro ejrcitos, cuya carne de caon serian, en el momento
oportuno, aquellos mismos infelices indjenas sus
protejidos.
Los cuatro ~jrcitos de esa suerte decretados en
el pa.pe.l, se denominaran, conforme al viejo i emblemtico estilo napolenic.o Primer i Segundo
EJrcitos del Sur, i ya estos dos nos son suficientemente conocidos.
Llevaran los otros los nombtes de EJrcito del
Norte, e~ cual fu .organizado inmediatamente en
Lima. con continjente de aquella parte del territorio, i el segundo Ejrcito del Centro, i este dara esperas. Desde la primer~ hora, el dictador
manifest marcada disposicion para gobermtr jeogrfica:mente a su pas, dividindolo en zonas.
:Mas . ~arde llegaria a hacer de cada hacienda una
zona ele defensa i de su mando.
XVI.
El decreto dictatorial que mandaba le~ran~ar, a
84 ___;
XVII.
'Ejecutado todo esto con vertijinosa rapidez i
sin escasear la tinta i el papel, el Ejrcito del Norte qued organizado el 3 de enero de 1880 en la
forma siguiente, bajo el mando en jefe 'del octojenario jeneral don Ramon Vargas Machuca, brigadier de caballera, afecto a las carreras i a los
caballos de su arma, i qne aun en el Per pasa por
ce loco>>, apesar de su edad mas que provecta. Es de
advertir que todos los jefes de division eran en lo
absoluto pierolistas como los secretarios de la dieId. de artillera.
Id. de infantera.
Id. de ~ballera.
Id. de contabilidad.
Id. do administracion.
Id. 'Oe justicia.
Id. <16 il'ljenieros.
En cuanto ~ lo administ-racion, u rden administrativo de los
ejrcitos, que el di ct~dor disting ua del rden tctico)) o militar,
h aqu el cmi.oso lecreto con ~ue organiz todos sn:; ramos,
novedad de suma trascendencin. en los 'h'bitos militares i administrati "os del P er, todo a ltt. francesa o a. la prusiana, como el
casco.
Considerando:
.
Que es necesario p ara la conveniente org anizacion de los ejrcitos, con arreg lo "" lm; .principi0s del arte militar, crear cuerpos
especiales de administracion, destmi.dos proveer a los ejrcitos
de los el ementos respe ~ti vos de movilidad, subsistencia, municiones, hijiene, etc.,
Decreto:
Art. 1. Cada uno de los distintos ej rcitos de la repblica
tendr para el servicio respectivo un cuerpo jeneral de administracion, subdividido en compaas en el rden siguiente:
-85
Segunda division.
Comandante jeneral, jeneral de brigada don Javier de Osroa. (1)
Tercera division.
Comandante jeneral, coronel don Mariano Vargas.
U na compaa por cada division de infantera;
U na compaa por cada reji.miento de caballera;
Una compaa por cada rejimiento de artillera.
Art. 2. Cada una de dichas compaas co~star de las siguier1tes secciones:
Seccion de bri,radas, id. de parque, id. de subsistencia, id. de
sanidad, id. de mmeros i de material, que comprender equipaje i almacenes de equipo, de vestuarios i armamento.
La compaa de ttdministrMion, rel tiva a la caballera i artillera, tendr ademe.s 1a seccion de veterinaria.
Art. 3.0 Las atribuciones de cada seccion, el personal i los
elementos que le correspoo<la, se detallarn por separado.
Dado en ltt casa C1e gobie.rno, en Lima, a lus ocho das del mes
de enero de mil ochocientos ochenta.
NICOLAS DE PIROLA.
Miguel Iglesias.
Osma no era pierolista de escuela, i en consecuencia qued su nombramiento sn efecto.
~ 1)
- sa - .
.Batallon Junin nmero 13.
Id. Punyan nmero 15.
Id. Huancavlica nmero 17.
Cur1,1'ta division.
Comandante jenerl, coronel don Buenaveatura Aguirre.
Batallon Pancarpata nmero 19.
Id. Libres de Oajamarca nmero 21.
Id. Jauja nmero 23.
Quinta division.
Comandante jeneral, jeneral dori Francisco Diez Canseco.
Batallon Ancachs nmero 25.
Id. 1.0 de Concepcion nmero 27.
ld. Zuavos nmero 29.
Con,staba el Ejrcito del' Norte, como habr podido verse, de unos quince batallones, de los cuales el nico veterano era el Callao nm. 4, (ahora
nm. 9), que se habia mantenido fiel al ministro
Lacotera a las rdenes de su pundonoroso coronel
don Manuel Cceres. Hizo por esto el ltimo su
renuncia i entr t,t remplazarle el viejo c01:onel
don Antonio Rosa Jil, el mismo que le mandara
en Chorrillos i Mirafiores.
XVIII.
N o comprenda esa fuerza ni la guarnicion del
Callao, ni la de celadores de am]Jas ciudades, i
talvez habia cabido en ella solo una parte de la
guardia nacional de Lima que haba pasado en revista el presidente La Puerta el 22 de julio de 1879,
formando en la carretera del Callao hasta 10,000
'
-87-
hombres entre soldados i reclutas. El ejrcito destinado a la defensa de Lima no ha bia, en consecuencia, aumentado en satisfactoria proporcion durante la administra.cion Prado-La Puerta. (1)
XIX.
Del ejrcito pas la febril i aparatosa actividad
del dictador a ejercitarse en la. administracion, i
mintras el 1. de enero, a estilo de los soberanos
i de los po.n tfices en el viejo mundo, recibia en
audiencia _pblica i solemne al cuerpo d,iplomtico, presidido p)r un l~ga.do del Papa, el 3 .de ese
mes echaba, como Napoleon el Grande, las bases
de su Consejo de Estado personal i consultivo,
nombrando conforme al Estatuto, los siguientes
miembros de designacion libre de ese alto cuerpo
que seria montado en el pi del que acostumbraba presidir i hacer trabajar para su gloria el gr[J.n
capitan del siglo.
Como representantes del ejrcito, a los jenerales
Echenique i don Pedro Diez Canseco, antig-qos
presidentes del Estado.
0
( 1) Los peruanos, llevados de su natural i voltil orgullo nacional no se preocuparon de !a defensa de Lima sino despues ~e
la batalla de San Francisco librada en Tarapac el 19 de noviembre de 1879. En .:onsecuencia, el ministro del interior Elguera mand organizar la guardia nacional de Lima i el Callao
por decreto de 27 de aquel mes, i al mismo tiempo el prefecto
de Lima, Lara, hizo levantar algunos planos para fortificar la
ciudad, cuyos antiguos muros habi an sido en casi su totalidad
derribados para format un caminq de circunvalacion.
:..... 88-
XX.
Descuajando por sus mas hondas raiccs todas
las instituciones existentes, el rejenerador dal Per destruy asimismo de una plumada 'Ia administi:acion municipal del Per, dando p'or razon
que los consejos departamentales (los municipios
de proyincia) a: no tenan razon de ser, i los consejos provinciales o ayuntamientos lugareo's adolecan de gravsi m os defectos.
1 en segida di un rjimen automtico, completamente suis generz:s a todo el pais a su albedro i a usanza feudal, mezclando lo desptico i
lo democrtico, la edad media i la civilizacion, como dentro de un mortero. Design, en consecuencia, para prefecto de Lima a su antiguo cooperador
de emprstitos en Europa don Juan Martn Echenique, i despues de haber elejido l por su sober. na voluntad veinte i cinco vecino~ de Lima, los
( 1) Entre los anexos de este captulo publicamos las caractersticas arengas del dictador al cuerpo diplomtico i al Consejo de Estado al tiempo de su instalacion.
-89-
XX I.
Fue ra de este copioso part o de decr etos i
de
institucione s, la 11rimera i prolfica sem ana
de la.
dict adu ra, que pare ca ven ir en cint a descle
larga
data , no fu mar cada. sino por un acto de arbi
traried ad pers ona l del min istro Ca.lderon, apa drin
ada por el dict ado r, con tra t odos los diaristas
de
Liw a que el dia 30 ele dici emb re fuer on ni clL1c
iclos
a prision en la crcel pb lica de Guaclalupe.
Su
sin gula r deli to con sist a en hab er omi tido
el re quisito de. sus firmas en sus escritos, violando
lo
dispuesto en el artc ulo 7. del Esta tuto , que
declar aba pasqtn, lo que no llevara firma, aun
que
el trozo an nim o fu era una pleg aria a la vtj
en o
uu him no al Ser Sup rem o.
El clicta.dor i su prim er secr etario hab an sido
diarista s, en su cali dad de reda ctor es de la Pat
ria,
el diar io por escelelCia pier olis ta ele Lim a;
pro
0
12
-90-
uno i otro comenzaron su estreno de cmica enerja por encarcelar, a virtud del olvido de un insignificante detalle, innecesario en una dictadura, a
sus mas ardientes correlijionarios, como el doctor
don Pedro Alejandrino del Solar, des tin ado .a ser
el brazo derecho de Pirola dura nte la dictadura
i la guerra. (1)
Para hacer toda va mas grotesca aq nella parodia del rjirnen napolenico moderno, verdadera
colejiaJa,da que no traicionaba entereza singular
sino sn remedo, el dictador otorg la g racia de los
encarcelados en la mesa de la oppara cena de su
natalicio, servida en palacio, entre repiques, luminarias i castillos de plvora i sahu me rio, en la
noche del 5 de enero, hora en que el j efe supremo
cumplia 41 aos. (2)
(1) .Los esc ritores presos fu eron los sig uientes:. Ohacaltana
del Naciona l, Mir Quesada del Comercio, A ramb ur de L a Opinion Nacional, Solar de L a I-atria, el cann igo Tova.r de La
Sociedad, Zegers de La 'hibuna i Villena del I nclependzente.
E l lYacional q ue daba esta lista el mismo dia de s u ej ecucion,
ag regtLba por su pa rte i l"ese rvadamente lo que sig ue :
'Los citados caba.llerus han sid o conducidos a la crce l pbli ca de G uada.l upe, do nde permanecen ha:; ta este mo mento.
De rden uel in tendente se han colocado g uardias a las cinco
im prentas i prohibido en lo r: IJ.-; oluto la sali da de t od o impreso.
Ig nrase cu les sean las ca u. as que h ayan dado orij en a am' bas m edid <.~,s.
(2 ) .Los escritores peruan os r ehmmronnoblemente firm ar una
car ta en q ue se so licit~llm desdorosa clemencia; i dos di as desp ues ele ser pues to en libertad, el r edn,ct or en j efe del JYaciona l
don Cesa reo Ohacaltana, mozo intelije nte i entero, .ed ucado en
P a ri s, como su her mano Reinaldo, mue rto de plen ipotenciario en
Ch il e, estigmatiz la conducta ~el dictador en u n h ermoso art-
91
XXII.
N o faltaron en Lima, ciucla(l volnptuos ~L, rica
en diamantes, en pastillas olorosas, i en ardiente s
intrigas femeninas, espritus snspicaces i ma1igculo que tenia por ttulo Los prisioneros i del cual estraemos
los prrafos siguiRntes :
>> BfLjo el rjimen escepcionnl de las dictaduras , la libertad tiene que vivir de contin uas sorpresas, destinadas unas a restrinjirl a, otras a paraliz ar por completo su ejercicio.
La dictadura es el sumun de la arbitrariedad; la absorcion
por un solo individuo de todas las fuerzas s0ciales, la abdicacion
de la soberana de un pueblo en manos del que se levanta en nombre de la salvacion pblica aunque 1\US actos no tiendan en realid ad a ese fin. La dictadura es algo ruas qne la monarqua , mas
que el ahsoh1tismo, mas que el derecho divino de los reyes de
donde derivaban su fuerza i su autoridad los antiguos emperadores. Es la voluntad del dictador erijida en jnez, en rbitro, eu
dispensado r de garantas, de juf-ticia, de grucia, de cuan to el
hombre i el ci ud adano poseen por derecho natural inalienable .
Pero si la di ctadura es . un poder legalment e irresponsa ble
por lo mismo qne es un poder absoluto i est -sobre todas la~
leyes positivas, tiene, en el rden social, otro' jeuero de responsabilidad que nadie puede suprimir i que S'on, en t Gda circuns~
tancia, la garanta de los que se sacrifican en aras de las libertades pblicas.
Esa responsab ilidad, esa espiacion consiten en la conciencia
moral que cada uno tiene de los malos actos practicados, en .los.
fallos de In. opinion pblica, confo rmes con la moral i la justicia,
i en el veredicto de la historia.
La opinion pblica ha fallado ya. Una protesta casi unnime se ha. levantado contra las prisiones de la sem::t na ltima.
)) Nadie ha visto en ellas mas que ]a ostentacio n intil e incondncentf! de un poder cuya fnerza i estension podan d(:ljarse
sentir m ejor en provecho de la patria.
La conciencia del mal camino qne haba escojido el gobierno
para revelar sus facultades omnmodas, se ha manifestad o tamuien.
l>Lc's rep resentante s de la pren s<t, despnes de siete das de en-
nas lenguas, que en aquel encierro i amordazamiento en masa de los directores de la prensa
creyeran en con tmr, al menos respecto de uno de
los encarcelados que vestia. tnica talar i era de
seductor aspecto, una intriga de alcoba del 'feo i
voluptuoso ministro Calderon, en cuya vida el quin es ella? del majistrado ingles era como
un apndice obligado de todos sus actos en la
vida pblica i en la vida ntima, no obstante ser
hombre casado i padre bendecido por mellizos.
Mas segun otros, el mvil de tan singular
medida no p asaba de aquella cmegra honrilla
del escritor adocenado que hacia represalias entre
sus colegas de antig~1as crticas, insondable vanidad humana que L esage inmortaliz en el caso
del 'arzobispo de Granada i de su secretario Jil
Bias de Santillana. Estando a versiones lugareas,
el Jil Bla~ de esta comedia de palacio babia sido
el redactor don Pedro del Solar, colabor;:tdor principal de La Patria junto con Calderon.
cierro sin que se definiera su situacion, pidieron al nuevo secretario de gobierno que los pusiese en libertad o que se los sometiera a juicio, si acaso se les consideraba delincuentes.
))Al d~~retar la libertad, el . seor Orbegoso ha manifestado
lo difcil de la situacion que el mismo gobierno se habia creado;
ha revelado que, en su concepto, esa situacion no debi crearse
por un solo momento, sin qomprometer la fu erza i el prestijio
del nuevo gobierno, sobre todo cuanrlo ese gobierno necesita consagrar de preferencia su actividad para hacer la guerra al in vasor estranj ero.
-93-
XXIII.
Mas, a nuestro juicio i probablemente al definiti \7 0 de la historia, habr de ser preciso remontar-:se para formar el recto criterio de estos actos, as
como de los que les precedieron ilos esplican, a
causa mucho mas alta, motivada i natural que a esa
ftil chismografia, espuma del ocio en pueblos ajitados. Porque todo eso cabia dentro de la intn,l.ccion morall de los antecedentes, de la vida, de la
naturaleza, i de la educacion intelectual i poltica del dictador, segun cumple a nuestro deber
entrar a demostrarlo. Para ello no necesitaremos
mas que condensar nuestro propio juicio formulado a la lijera en la primera hora de la revelacion del personaje que hoi todavi~, despues de
dos .aos, ocupa por completo la a:tencion de su pas
i lo domina. (1)
XXIV.
Despues de la prueba larga i sufrida., nadie intentaria probablemente en la presente hora sostenef' que don Nicolas de Pi
rola, es un ho~bre vulgar, ni adocemado.
Puede ser, i a nuestro juicio es i ha sido un hombr~ estrao,
( 1) Si el lector tuviera curiosidad de ver este juicio completo,
puede leerlo en El Nuevo Jf'errocarril del 19 de enero de 1880,
en cuyo peridico se public inmediatamente despues de conocida eri Chile la e~altacion 'de Pirola i sus primeros actos.
-94
singular, no poco incomprensible bajo muchos conceptos que la
disposicion de su carcter ayuda a descifrar junto con las peripecias de su vida i las de su pas.
Pero a todas luces es un hombre dotado de ciertas cualidades
peculiares, de ciertos peruanismos, direrr:.os as, si la frase es
permitida, que dan raz on de su carrera, de sus luchas, de sus
triunfos, de su elevacion, de su popularidad i de su fuerza como
elemento de patriotismo i aun como caudillo nacional.
.X XV.
Que, bajo este ltimo punto de mira i para lograr lo que como
prestijio i como poder ha obtenido en edad comparativamente
juvenil, es el dictador del Per hombre de arrojo, su conducta
personal a bordo del Huscar en el clebre combate de .Pacocha, librado por l contra dos poderosos barcos de guerra de
S. M. B. (el Shq,h i el Amethiste) que logr burlar en la tarde
del 9 de mayo (le 1877, as como sus dos campaas del T ctlisman
i de Torata, habran sido manifestaciones sebradas, si otra vez
no hubiera pagado con su persona su ambiuion tenaz i desmedida en las calles de Lima. No haba sido a la verdad, casi un
.
'
acto de herosmo rec,)je r del suelo i a balazos la h~rencia d~l
ex-presidente Prado i de su inmolado antecesor?
De que ha sido un hombre laborioso bajo el clima de la universal molicie, su vida de abogado, de escritor i de ministro son
testigos.
Es un espritu organizador en medio del u ni versal desbarajuste, i es un estadista que has ta. a caballo lejisla. I poda requerirse mejor prueba de su afanoso empeo, que su ya clebre
estatuto de doce artculos, su mini sterio de siete secreta ras i su
decreto de cuatro ejrcitos, del norte, del centro i dos del sur?
XXVII.
Pero la condicion mas esencial de don Nicolas de Pirola i la
( 1) Tenem os a la vista un cu;oso docum ento ntimo e indito que pone de manifie sto la tenacid ad catalan a del carcte
r
de don Nicols de Pirola . Es una carta dirijida por l a un respetable caballe ro de Santiago, con fecha marzo 3 de 1875 desde
la ciudad de La Paz a la cual haba llegado en la mas comple ta
derrota despne s de su doble desas tre de Moquegua i Areqni pa.
1'odo esto pareca le al pretend iente la cosa mas sencilla del
mundo i hasta conven iente para sus planes futuros . He aqu, en
efecto, alguno s de los prrafo s de la curta a que hacemo s alusion:
l\ii deseo i resoluc ion era traslad arme a Chile: no he podido
hacerlo , pues la sitnacio n poltica del Per no me lo ha permit
ido. Contra lo que podia sup onerse, el contras te sufrido no ha
hecho sino exaspe rar los nimos ; despert ar a los remiso s e indolentes i demost rar prcticamente i a. los ojos de todos la seO'uridad del triunfo . As hai hoi verdad era impaci encia por obt?ar,
que es ti.m~ oso que yo calme para asegur ar el resulta do, miutr as
-96-
XXVIII.
La tenacidad catalana i cmanea de don Nicolas de Pirola
~s su cualidad mas culminante i absorbedora; ~por esto era evidente que en el pas de todas las veleidades i de todas las inc.onstancias, inclusa la encantadora de la mujer, l habra de
s9bre,ponerse un dia como el trow de granito que ha rodado
pueda contar con algunas armas en mano i algun dinero, relativ-amente poco, en verdad. Con estos elementos ya estaria yo en
ej campo i en bien distintas condiciones que ahora poco. A obtenerlos i cuanto ntes es necesario conctetar todos los esfuerzos.
No he menester decir a usted cunto cuento para ello con usted.
En seguirla, con el aplomo de quien cree que las leyes solo son
b.\1enas cuando sirven para' un propsito dado, solicita que se le
despache sin ninguna formalidad legal. el armamento de importe
de 40,000 pesos que tenia en la aduana de V alparai so i que fu
confiscado mas tarde. I esto lo pid~ a los ami9os, (esta es la palabra que l usa,) los cuales eran nada mnos que el presidente
de la Repblica seor Errznriz, el candidato oficial seor Pinto
i el circunspecto seor Mon.t t.- Usted no desconoce, decia a su
respetable corresponsal, la necesibad que hai de no dejar pasar
el tiempo para entrar en accion inmediata.
1 mas a,delante conclua con estas revelaciones sobre su mision en el Per, especialmente con relacion al presidente Prado
i a don Manuel Pardo, a quien juzga di gno de su talla, i dice
as:
La farsa electoral se acerca i ya se ha exhibido la candidatu:ra Prado: esto no pasar de una ridcul bufonada i no me
inspira cuidado alguno. En la actualidad del Per no hai posible .s ino Pmdo o nosotros, ni cabe otra solucion que la de la
fuerza. Sobre que esto es evidente, no hoi un solo qj emplo en el
Per de presidente derrocado que haya logrado restablecerse,
aun cayendo sin el ridculo que Prado, con dotes personales i
partido que este no tiene: en situaciones mui diversa:> de la actual, Prado demostrara un a total carencia de sentido comnn si
tomase a lo srio su candidatura. Ya ha comenzado a ver como
lo miran los pueblos, aun con todo el ruido que procuran hacer
sus amigos i tomando en cuenta que mas de uno aparentar
tomar parte en las elecciones para no decla.rarse revolucionario
ntes de tiempo i traba.jar al abrigo de votante.])
97
sobre movediza rena.-<rSeora, hace treinta nos que conspiro
(deca don N {colas de Pi rola a una dama de Santiago en la
vis pera de la declaratoria de guerra gne le llev al Per), i
todava no s cundo acabar de conspirar. ... Es lo mismo que
decia a uno de sus confidentes militares cuando le acosaban
Pardo i Montero, Buendia i Rivarola en las alturas de Torata:
-<rEn revolucion, vivir es triunfar!:~>
El futuro i ya prximo dictador del Ptlr se engaab~t, empero, al otorgar a su taima un plazo indefinido. Sus propios enemigos estaban conspirando por l i para l. Desde que estall
la guerra, el jeneral Prado hizo cuanto fu preciso para cederle
el puesto i forjarle la dictadura, que desde hace dos af10s ejerce.
Ante3 que Prado, el rifle de Montoya habia hecho todo lo neceSttrio para dejarle ancho i espedito el camino hcia la altura.
Pardo vivo, Pirola no habria sido, de seguro, dictador:-menos
habria sido jeneralsimo.
XXIX.
Despues de su taima de propsitos, lo que prevalece mas intensamente en el nimo del actual dictador del Per, es el orgullo. Decimos mal. Esa condicion de su ~~;lma vive junto i bien
avenida. con su fibra, i l!i.Un supera hoi a la ltima para troncharla maana .
. Lo que ha elevado a don Nicolas de Pirola es su estoica
porfa.
Lo que le perder mucho mas aprisa de lo que l se imajina
es su petulante orgullo.
Es un hombre no solo intensamente, sino fastidiosamente vanidoso.
Es hombre capaz de perdonar que le llamen tirano, pero de
buen grado mandara a la crcel al primer vecino de Lima que
no le cediese bacera en su calidad de Jefe Supremo.
Don Nicolas de Pirob parece te11er el deleite reglamentario
del detalle: la tirana de las pequeas cosas, de las sal vas, del
HlST. D LA C. DE LIMA
13
-98un~forme, del saludo, del1kepi i del paiuelo. El dmine traicion a cada paso al hombre de mnnuo, al punto que por la omision de un simple detalle ineficaz e inoficioso hizo de todas las
imprentas de Lima una sola crcel.
Antes de la poca revu elta i alterosa, sin luz, sin ljica i sin
r.nmbo en que comenz su gobierno, don Nicolos de Pirola ha},ia solido llamarse a s propio <Hejetlet'aLlor del Per, a ejemplo
de Vivanco (su tipo) en 1840. I en,,efecto, desde que ceiiido de
espada i sombreada su fren te de galo!;leado kepi, pis la cubierta
del diminuto TalisJ.'?,an en abril de 1874, decretse en la 6rden
de!l . diael ttulo de jefe snpre!IlO, que mas tarde asumi en el
palacio de los Pizarras i en las breas de la Sierra.
I c.uidado que ese tratamiento era parte obligada del diario ceremonial a bordo! Don Nicolas de Pirola, ~areado i a
cien millas de la costa, se crea capitan j eneral de mar i tierra
i como tal proceda.
Siendo hijo de Arequipa, don Nicolas de Pirola, sea contajio, sea simple reflejo, tiene mucho del cndido de Lima. Hasta
hoi, el valor personal aparte, es solo una copia, o si se quiere
una mini tl.tura relamida del infortunado don Manuel Ignacio de
Vivanco.
Su entrada triunfal a Lima tuvo por esto todos los emblemas de {a apotesis; las coronas, el sahumerio, la ca u da de
los obispos, el redoble de los t ambores, los arcos triunfales, la
vocera de la muchedumbre, la plegaria de las monjas en el coro. Pirola es en el Per una especie de Nifio Dios de las Capuc~inas .........
XXX.
El padre de don Nicolas ele Pirola fn naturalista, lo que
sobra para decir que fu hombre pobre. Fn tam bien mini stro
de hacienda en el P er, bajo Castilla, este Solirnan el Magnfico
del Nue vo Mundo. I muriendo en la penuria demostr en demasa que era h"ombre probo i digno de respeto.
~9-
XXXI.
Entretanto la propia virtud dlmstica del ltimo deparle
jeneroso i bien venido protector eu monseor Huerta, obispo de
Puno, cuya mitra ste renunciara por el culto i la cultura de
Li1.n a i es hoi prelado de Arequipa.
.
Llevle el seiwr Huerta a.l Seminario de S_m to Torib!o, de
que era rector, i all dile lucida enseanza de novJcio i aun de
sacerdote. Pirola, como don Federico Err;_nriz, Yisti largos
aos la sotana, i aun tousurse de menores. I des<le el aula traicion su carcter altero, arrogante i aristocrt.ic(}, a la par que
estua ioso i tenaz . Recuenlau todava sus conU.iscimlos el lujo
de su traje, su:; medias de rica seda, sus h ebil~as de oro, su cuidadoso peinado sacerdotal, sus nfula~ de. doctor, su ergo dll
estudiante, su orgullo i su aislamiento de camarada.
;
Don Nicolas de Pirola dbase desde los duros bancos de la
escuela eclesistica aires de potentado; i el nico amigo de ju-'
ventud que le ha quedado fiel ha sido el exaltado don P eclr0 Jos Calderon.
Por e::;to, su primera dilijen cia de di ctador fn la de cartearse
de hombre a hombre, de potentado a potentado, de soberano a
soberano, con Su Santidad I.eon XIII. En esa carta de sublime
100-
XXXII.
Como s.e minarista, don Nicolas de Pirola hzose tambien telogo; i quin, al leer sus decretos, sus epstolas, sns frases, sus
modismos, su Estatuto, no descubre en el lejisl ador de veinticuatro horas los jiros peculiares de un antiguo i arraigado dogmatismo? En Piroln. la aficion i adulo al clero no es nicamente resorte poltico: es todava la ca uda del Seminario qu~ se arrastra
tras su sombra. El dia mas grande de su vida ha sido aquel en
que, unjido por la soldadesca, ha podido empinarse hasta la tiara.
Su carta a Leon XIII, cuando resonaban todava los bullicios
del motn, es u!JQ perfecta revelacion.
XXXIII.
Mas un dia, por arrebato juvenil si bien ljico de su naturaleza, el tonsurado de Santo Toribio colg los hbitos, hzose aboga~
do i tras. de abogado, escritor. Dile el seor Huerta_! os tipos viejos de una mala imprenta que haba sido del Seminario, i en su
consorcio, el discpulo tuQd en 1860 El Ptogreso Catlico, peridico que f'u el reflejo del que en Chile tenia mas u mnos
ese mi smo nombre .en esa poou- La R evista Catlica.
El doctor Pi rola (que as comenz a llamarse desde que
abri estudio) colabor, si no con brillo, .con amor a aquella publicacion. Era eso en su nimo, mas que una consigna, un tributo de gratitud a su maestro' i a su protector. Pirola ha mostrado te~er la virtud rara de agradecido, i en su organizacion
esa prenda del alma no es hija del esfnerzo, porque 1n. perseverancia es solo una forma benvola de la obatin acio n.
Don Nicoh.s de Pirola est~ organizado para amar i para aborrecer con igual intensidad. Haria por esto un gobierno de fa-
10.1 -
XXXIV.
Dijimos ants que don Nicols de Pirola se recibi de abogado en 1860. Hemos visto un estracto de su memoria de prueba, i hoi, despues de veinte i un aos, es sa una pieza notabilsima de actualidad, porque es el prefacio de su dictadura i d
sus miras . Tom en ella. por tema la soberana nacional, i desde
esa poca justific la dicta.dura i anunci la monarqua casi co-
mo un dogma derivado de la misma soberana .... Era se entnces un plajio de Napoleon III i _sus plebiscitos inicuos, pero en
el seminarista-telogo i en el abogado-politiquero eso era una
doctrina.-e<Coloquemos frente a frente, decia a props.ito de su
tema, el triple aspecto del problema de la soberana, i concluiremos por afirmar que la soberana en accion consiste en LA. OBLI:'
GACION DE MANDAR. I rio est aqu vi va i palpitante la t orR.
de la conspiracion permanente para cumplir con la obli'g~cion
impuesta del mando, i una vez alcanzado ste, subir como cotisecuencia necesaria a la dictadura, que es la soberana en accion?
XXXV.
En 1864, el doctM Pirola fund un peridico laico, El Tiempo, i form desde Ya primera hora. en las filas de los reaccionarios, es decir, sostuvo a Pezet i a Mazarredo contrt'l. la honra de
su patria ; de suerte que cuando los traidores de las ChinG:has
cayeron, l cay con ellos.
ill02-
I descencli e'l O.ia.r ista ~an apri.5a los peldaos d'e la 'influencia,
que en 11868 el doctor Piuola .vi ,.a en su casa de la calle de
Melchormalo (que es centro at~istocrtico en Lima) mas como
ajente de Lantnan i Kemp i del empresario de anuncios de Pars
Legrand, qne como abogado o publicista; daba a luz reclames en
lugar de artmt\.os, i en su hon0r sea esto dicho porque, a ju.icio
nuestro) 1a u.ica eosa que degrada al sr humano es el ocio.
Desde gaan a pontfice, lo que ennoblece la vida no es el ttulo
sino el trabajo.
XXXIV.
En .t~les ci:rcunstancias, la fortun.a fu a golpear a las ptJertas
9rl cai_~o.. Por uno ,de sus arrebatos insanos, el presidente Bal~ s.e l~abia quedado sin p1inistro de Hacienda, .es decir, sin gobie.rno, (porque en el Per la hacienda pblica es el Per mism<;>) ~n los ltimos di as de diciembre de 1868, que fu el primero
d~ su fatitl gobierno. Un ponfidente de sus cleras, i que sola
ap~<::iguarla~ con un dicho qe gracejo, se !:J.Corq de que haba u~
abogtdo oscuro, pero de fibrfl., un escritor adocenado, pero de
lientos, i <!yo padre habi. sido ministuo de .Hacienda. Poda
presen~~rse mejor candidato en una hora de desesperacion? El
ltim9 argumento sobre todo, poda ser . mas cocluyente? En
el Per un n?venta ppr ciento de lo. poblacion blanca cree en el
misterio de a. ciencia infusa; ltJ. poblaciou indjena i mestiza
cree i adora el m1smo dogna de los blancos con unanimidad
perfecta.
XXXVII.
Pirola fn nombrado en consecuencia mi-nistro de Hacienda
el 5 de enero de 18(i\1, i cuatro das despues, esto es, el 9 de enero, condensaba su programa ante el Congreso eu e::;tas pocas palabras Je fal sa modestia, que encubran los apetitos de una am-
XXXVlii.
En cuanto a su obra de ministro i a su vasto prestijio, que
dura todavia., era ese el asunto mas se!l.citlo del universo:
El Per tenia el 31 de julio de 1868 un dficit de 60.8~6,3dl
soles i 38 centavos de sol. Cuando entr Pirola el eclipse del'
sol era por tanto completo.
Pero el Per tenia debajo de la tierra i del eclipse dos milones de tonelada s de Imano por vender, lo que em, a 50 pesos to.:.
nelada, cien millones en caja. I una vez hecha la venta, el ecl1pse cesaba por completo.
Eso i nada mas fu lo q ue hizo Pirola, i de aqu su fa,ma
inesperada de h_acendista. Cllestion de simple m'iraje, porque los
perna.nos toman la cose~ ppr el hombre, el h uano por el ministr!J.
l'irola vendi el huano a Dreyfus, i en esa negoeiacion i su
hipoteca levant uno de los emprstitos mas colosales que -rejistran los anales financieros del mundo: 36.000,000 de libras esterlinas que equivalen a 180.000,000 de pesos. El doctor Pirola
ech en ese dia i con su sob fitma, sobre su pas, una deuda cuatro veces suverior a la que ha contraido Chile en sesenta a3s
104-
XXXIX.
Quedse, con todo, el Per/por ese medio, con tal amplio i potente raudal de oro, que esta sustancia se convirti en fango ...
Tan solo en guilas americanas, de valor de 20 pesos, circulaban
en Lima ocho millones, i por este nmero podr contarse el de
los gavilanes i el de los halcones que en espeso torbellino jiraron
desde las calles de la ciudad a las cumbres de oro del Oroya i
del Vincocaya, tras las guilas ...
Pirola decret tambien la Ex:posicion de Lima, la Drsena
del Callao, la Aduana de eRte puerto, el puente de Balta, todos
gastos suntuarios -huacas del gran Chim, en que se enterraba
el oro i el honor por toneladas.
El Per entnces qued perdido porque qued hipotecado. El
t..
.,
XL.
El hambre i la pem~ritt no tardaron en hacer su sombra aparicion despues del derroche, i las siete V<tcas flacas devoraron a
las siete de matanza. Entnces el rejenerador fu tratado con
mas dureza qne Nabucodonosor; acusronlo lo;; diputados por
doce captulos de, prevericato ante el Senado i fu ob~igado a expatriarse desde qne el elett~ento civilista, desairado en su tratado
con Dreyfus, subi con Pardo al poder eq 1872. Desde entucjes
contaba Pirola sus siete anos de conspirador: 1872-1879.
Tl fu la herencia.. del ltim; hombre de Estado verdadero,
delante de cuya talla, i prescincliendo de sus p<1siones i desdichas, Pirola no es ni ha sido sino mi simple aprendiz. Bastara
l
para ello leer las piezas oficiales del primero i la algaraba del
ltimo. El tratado secretu de 1873 pudo ser un crmen, pero no
fu una inep?ia. tli hubo inepcia en ello fu la de Chile i su
gobierno. Pardo crey qu,e toclava nos guiaba en las alturas la
sombra de Portares .... i este error suyo era suponernos una gloria
que por desuicha no t enamos.
Tal era entre tanto el dictador Pirola, bosquejado al lpiz,
pero con la fi.uelidad de quien no odia ni se humia.
Existe evidentemente en l, cualquiera que sea la dilataciqn
i espansion de sn naturaleza, un doble carcter, porque es un sectario i a la vez uu hombre de guerra, nn sold1:1do i un pe,d ante.
Su mision en la hor1:1 de su tt'iunf habtia parecido clam en todo el pas del mundo que no hubie;;e sido el Per, en el revoltijo
drl sus castas, sus soldadescas, sus indios i sus salitreras: ~s decir, la mision nica de hacer la guerra i contribuir a la dictadura para vigorizar i empujar esa misma guerra.
XLI.
Pero el sectario, el1ejeneraclor, el pedante, es decir, el tologo
HlST. D LA C. DE LU!!A
14
106-
XLII.
Condensada en la forma que precede, ruda pero
sincera, tal era 11nestra opinion, juicio que podramos llamar pre-histrico del dictador del Per,
al comenzar su labor en enero de 1880; i decimos
lo ltimo porque aquel bosqn~jo era inspirado
mas por los opacos reflejos del presentimiento
que por el estudio de cuerpo presente de su -fisonoma, de su vida i de su alma.
Pero los hechos sucesivos se encargaron pronto
de aplicarse como los colores a la tela, i el historiador, semejante a aquel pintor espaol 'que no
atinando a bosqu~jar la espurn del freno en el
caballo de lTelipe V, le arroj el pincel a los hocicos, 1 por maravilla logr as su intento.
W7-
XLIII.
I a la verdad, en Lima mismo en torno al
caro caudillo rodeado a esas horas de la aureola de
su xito, no tardaron en f01;mularse juicios anlogos que vieron la luz pblica mucho mas tarde
que el nuestro en las prensas de Chile.-ccMi opinion, escriba al jeneral Montero un hombre de
carcter independiente i de talento claro, juez de
alto tribunal en aquella ciudad i que acababa de
ser secretario deljeneral Prado en Arica, sin mas
mvil que el de j eneroso patriotif)mo, mi opinion
es que Pirola estar desprestijiado en quince dias
mas, i que no puede durar mucho su gobierno.
Esto iba a decrselo a U d. antes de lo que ha sucedido ayer; pero ahora lo digo con mayor razon.
Ayer puso presos a todos los periodistas, incluso
el cannigo Tobar al editor de La Patria, doctor Solar, porque los peridicos salieron ~in la firma que exije el llamado Estatuto provisorio. Aunque algunos creen que Tobar i Solar no han hecho mas qne una pape1ada para q~1e el golpe ca~
ga mas rcio sobre Jos otros, es difcil creer que
se hayan prestado a sufrir un vejmen por sumision al amo.
ceLas fa cultades omnmodas, agregaba el franco
corresponsal, han desagradado aqu a toda la jente sensl;l.ta. Pinla no tiene sino stt antiguo cr~
108-
culo, i alguna parte del pueblo, pegado a l porque cree que va a hacer la guerra; pero si l ha
subido con esta bandera, porque no poda hacer
otra cosa, no le veo ni el , rranqne, ni el desprendimiento que para hacerla de veras necesitara
manifestar. El que quisiera hace1~ de veras la guerra, no tendra tiem po para pensar en estatutos
provisorios, ni en el h~o de siete secretarios, ni en
reformas interiores que no llevan a aquel grandioso
fin. El aprovisionamiente> del ejrcito del sur, la
disciplina del d<:1 Lima, el estudio de la topografa
de esta capital para el caso de combate con el
enemigo, la indispensable campaa sobre Tarapac, son medidas para las que no le alcanzara el
tiempo a un vasto espritu. El q~te piensa en otra!J
cosas no p,uede pensar de veras en la g~terra .' (1)
(1) Carta del doctor don Mariano Alvarez, juez de la Corte
Suprema de Lima, al contra-almirante Montero escrita en Lima
con fec}.a ' 31 de diciembre de 1879,, comunicacion cue fu interceptada en Arica por el comandante Latorre i publicada en El
Ferrocarril de Santiago el 13 de febrero de '1880.
'
En esa misma carta el seor Alvarez espresaba los siguieptes
conceptos sobre la manera como hara la guerra el dictador, e'specialrnente en el sur, presuncion que en todo confirma lo que
nosotros hemos sostenido en el presente i el anterior volrp.en
con rel::.cion a Pirola i a Montero.
Le coufiesq a usted con Vflrdad qne si Pirola diese muestra
de querer hacer la guerra de veras, yo seria pierolista; pero estas
muestras debe1ian ser la protecciou rpida e inmediata al ejrcito del sur, la abdicacion de miras personales, i la administracion pblica conf,nme a las . leyes, no conforme a su absoluta
voluntad: la dedicacion de todo su tiempo a los as untos del ejrcito i no a. tonteras sobre reforma de mi nisterios u otras de rden domstic'o, que ni sabr hacer, ni lograr hacer i con las
cuales solo :conseguir perder el tiempo, ,perder su propia repu-
-10 9-
XLIV .
Tales eran los estrenos i los vaticinios de la
dicta dura en sus comienzos.
t acion i perder al pas entero.
Piro la toma la guerra solo como ~andera poltica, no como
su
arranq ue del corazon, i quiere dirijirla l mismo. P1imero es
c
Tarapa
sobre
cionar
espedi
se
No
.
guerra
la
s
despue
a,
person
-110-
I.
MANIFIESTO POLTWO-PATRITICO DE DON NICOLAS DE PIROLA
AL TENER ~OTICIA EN CHILE DE LA PROXIMIDAD
DE LA GUERRA ENTRE ESTE PAIS I EL PER.
llf
.
purame nte poltico de 1825, i que, por lo mismo, es aun hoi ca.Si
el Per; i Chile, inmedi ato vecino, lig~Ld0 a nosotros por todo jnero de estrech simos vnculos, que coufian al terrible recurso
de las armas la resolucion de sus diferen cias.
En semeja nte situacion, el Per est llamad a a una mision
altsim a, de interes f~aternal i americ:\no, de justicia i beneficio
comun i que nada que no sean los deberes de su posicion .i las
mas elevadas consideraciones ha de inspira r; mision tanto mas
alta i saludab le, cuanto que no son sus propios interes es sino los
de dos pueblos herman os los comprometidos en la contien da.
Los que en el hecho tienen la. represe ntacion poltica del Per
sabrian, a lo mnos en tales circuns tancias , traerlo a la actitud
que le corresponde i manten erlo en ella como es debido? Era
lejtimo esperar lo.
Como quiera que fuese, de ellos no tenan i tiene que recibirl a
la repblica. Pero a todo buen cind a dan o corresponde cooperar
al acierto de semeja nte decision, dejando im perar la calma de
las serenas resol~ciones de la justicia i el alto interes comun,
suprimiendo, sobre todo, cuanto pudiera pertmb ar la.
Pero sobre todas las diferencias interior es, ayer, como hoi, i
como maan a, estarn s~ empre para no5otros la dignida d i poW
'
tica esterio r del Per. Toda queja deba, pues, ser ahogad a,
aconculc
icos
aplazado e,! eje rcicio de nuestro s derechos domst
dos, para quitar a los que gobiern an todo cuid11do, todo preocu pacion interior , todo m6 vil ahora secundario, para dar al Per la.
completa unidad de accion que le es indispe nsable fuera.
Desem barazar por entero esa accion, apartar todo obstc ulo
para el acierto, era el consejo del patriot ismo. Uuanto mas hondo fuese el divorcio entre el puebl i sus actu tles jerente s, tanto
mas premioso era hacerle s sentir con nuestra conduc ta que le
dejbamos la mas comple ta libertad de obrar, que S(lo les pedamos volver los ojos al esterio r e inspira rse en la justicia i en
las altsim as con\' enienci as de un gran pueblo. .
Difcil mente podria presen tarse situa.cion interio r et'l que el
silencio i el aplazam iento fueran mas costosos para el patriot ismo. Era preciso, no obstant~, impone r, por decirlo as, al go
112-
113 -
II.
ALOC UCIO N
D~~ L
114-
. :
115
III.
DECRETO QUE ORGANIZ E f, CONSEJO DE ESTADO
1 !IIENSAJ E QUF. EL
DICTADO R LE ENVI EL DIA DE SU INSTALA CI ON.
N. ele P i1ola.
Nemesio Orbegoso.
(MENSAJE.)
Honorabl es seores:
Al recibir, en la sitnacion mas difcil que sea dado imajinar
para un pueblo, la inmensa carga que el Per ha colocado sobre
mis hombros, mi primera preocupacion ha sido buscar en las
luces i la esperiencia de escojidos i rectos ciudaclanoR, ademas
de mis inmediatos consejos, vuestro provechoso concurso en las
rduas t areas del gobierno de la repblica.
Si algun momento de alivio puedo esperimentar, en medio de
las amarguras que la patria saborea en estos momentos, es el de
vueetra inst.al a~io n solemne con toda la solemnidad de la situacion p!tra el Per.
Profanado nuestro territorio por con'3ecuencia de sucesos de
los que apar.to resueltamente los ojos para no encender la indignacion; paseando insolente por nuestras mares el pabellon enemigo, el patriotismo jime de impaciencia por coner eu busca de
de l, llevando en lt.s armas nacionales la vindicacion de nuestra
honra, la sancion del derecho hollado; i es cien veces mas penosa la dura espera de los das que corren, que toda las fati g as ele
la campaa i la batalla-nuestra suprema i nica ambiciou en
este instante.
119-
IV.
DECREn'O DIC1'A'l'ORIAL ORGANIZANDO EL HJUiEN MUNIUJPAL
~~ N EL PER.
(Estracto.)
NIGOLAS DE PI RO LA JEFE SUPREMO DE LA REPBLICA.
Por cuanto:
Los ConRejos departamentales cmecen de tazon de sm, i los
provinciales i de.distrito adolecen de gmvsimos defectos, cuyas
consecuencias prcticas se hace11 mas sensibles en las presentes
circunstancias.
Decreto:
Art. 1.0 Quedan suprimidos ios Consejos departamentales,
dificada.
Art. f.~ El personal de las muuicipali.lades, mintras se establece la manera de elejirlo, ser nombrado del modo siguiente:
en las capitales de departamento, por el gobierno; en las de provincia, por las municipalidades de la capital del departamento a
que corespondan; i en los distritos, por las de provincia; sometindose a la aprobacion del gobierno estas dos ariteriores elecciones, por el rgano de los respectivos prefectos, sin perj nicio de
funcionar inmediatamente.
CAP1TULO IV.
12Z
zn, c1ausnra esa imp renta.-Sn f uror contra Rosas i Goye neche cuando tiene noticias del negociado con el ~Cr dito Industrial i ordena
confiscar sus bi e n es. -E~pli cacioues d~l doctor Rosas en el Snir de Paris.- - Atenu acio nes de La Patria de Lii:na ~o bre la enormidad del contrato con Dreyfus , i re baja de ocho millones de su cuenta.- Ac.ertadas
medidas de otro jnero que adopta el ' dictador.-Deroga el decreto de
interdiccion comercial con Chile i suspende varios impuestos locales,
absurdos i onerosos.-El imp uesto svbre el azcar.-Manda cerrar la
-t:mision fiscal en la suma de sesenta millones de pesos i decla'ra que el
oro es la nica moneda legal en el Per , dando por razon que el oro ha
-desaparecido por completo del pais.- -Despticas medidas sobre couversion de billetes en dinero i sobre el jiro que abate el cambio a 8 peniques por soi.-Cmo, segun la cuenta de sus adversarios, gast PiroJa en un ao 114 millones de pesos.
'
1
tecibles. Para un pueblo. que _conibate, . la nica
1
'
12:3 -
rejeneracion posible es la victoria; para nn.a nacion invadida el comienzo de la. rejeneracion no
est en cambiar nombres a las cosas ni en alterar
instituciones sino en la, espulsion del inva~.or.
1 el no haber comprendido esto, que era obvio,
trajo comprometi da i desacreditad a la di.c tadu,r l.t
ante propios i estraos desde sti entwnizami ento',
como lo hacia ya notar el 31. de diciembre de
1879 el ex-secretari o del j eueral Prado en .sn famosa carta aJ contra-almi rante Monter0,. e~crita
una semana cab.l despues del .X"ito.
11..
Por otra parte, como cuestion de vitalidad latente, de sangl'e arterial, de aire re spirable . ~~ los:.
pulmones, la inmedill.ta provision de recursos~ .para el exhausto erario del Per er~ la cue~~i~:m primoi'dial de la situacion-, i eso vino e~ pos de los
. ' '
r
dec1:etos r~jen eradores.
1
de eseurso
-el
N o entraremos a fondo durante
ta historia en el terreno de las finanzas peruanas, porque ese es el caos oculto en las cavernas del salitre i en las. ~~t.rata."s. del. h~u.n~ i de
sus fn~ndes. El Per,. el :mas rico pa ~~ ~lel, 9rbc~
su exisha sido en los ltimos cincuenta aos ,de
.
tencia la im j en viva de Tntalo; ~intras quetodos sus gobiernos i hombres de estado han eje.cntado la tarea de Sh;if0) lleva-n do sus in.ac;9>'ota~
124......,
-1251
III.
.. Contamos ya en efecto en el captulo precedente cmo don Nl.col~s de Pirol.a, inesperto peroosado ministro de hacienda del pre.sjdente Balta
en 1870, habia iniciado la fatal exajeracion
de esa
.
riqueza, levantando; en el pretesto de obras pblicas improdiiCtiva.s e'n su mayor part; un emprstito de 180 millones de pesos con la casa israelita de Dreyfus hermanos, dos oscuros mercaderes franceses, improvisados del mostrador de
palo a la mampm:a de caoba de cristal de los
\
l?G1
1:!,7 -
IV.
Elejiclo el jener al Prad o en 187 5 para suced er
al malo grado Pard o en el ao subsi guien te, juzg
aque l manclat<trio en cirn es indispensa~le hace r
en Euro pa una tenta ti Ya perso nal para cman cipa.rse ele la estre cha cuan to impe rtine nte tiran a.
Je los Drey fus. I con este objet o se diriji a Lndres i a Pa.ris a princ ipios de 1876 .
~r1 un senti do limit ado, alca.nz el spre mo
emis ario del huau.o, ntes ele sn pode r en la repblica , ~ito feliz porqu,e quit su consignac'ion i su
esclu s.ivo e irrita nte despo tismo a los banq ueros
judo s de Paris , enten dind ose en Lo.nu res con
sus rivale s por ellos despo jados , es decir, con lo.s
ingle ses, que como siemp re, en mate ria ele emprst itos, son los mas nume rosos i los tnas sanea dos: , Llam se esta opem cion el contrato Raph ael,
porqu e un judio de este nomb re, fuert e acc!o nis1
128-
de los emprstitos desacreditados de Prola, prest su firma para encubrirla; i a su nombre se organiz una compafla de esplotacion del huano
, compuesta de ingleses i de peruanos, encabezados stos por el segundo vice-pres.i dente de la repblica. don Francisco Jos Ca.nevaro, alma de la
negoClacwn.
Llamse la ltima P eruvian Guano Oompany, -~
impuso al Per para vivir, como -a hijo prdigo e
incorrejible de padre o tutor opulento; una anua-:lid.ad de 700 mil libras esterlinas que debera cubrr~ele por mensualidades, i 'de aqu que aquella
pension tomara el vergonzoso i humillante nombre d mesada.
v.
Con semejante, pr,opina arrancada a su propia
vida alent enf-rmiza e~istencia el Per durante
la administracion Prado, sin que J.os tenedores de
bonos, especialmente los del continente, recibieran ni el mas pequeo dividendo, no oqstante las
mas solemnes promesas i juramentos, cuando fu
preciso obtener de ellos su aprobacion al contrato
Raphael.
El Per i los tenedores de bonos habian encontrado en lugar de un tirano, dos espoliadores; i la '
Peruvian eon su nuevo stock de huano i los Dreyfus con el q.e conservaban en sus bodegas en pre-
-1 29 -
VI.
En esta s mis era ble s circ uns tan cia s
sob rev ino
la gue rra, act o de vet d<:tclera dem enc
ia del Per
en ruinas, i ent nc es los dos pre sta mis
tas cor rieron de com un acu erd o la jar eta ele
su bol sa par a
aho rca r a .su pla cer al vido bel ijer aut
e que hab ra
de ech[trse de rodillas a sus pis par
a sol icit ar de
ellos le oto rga ran los me dio s de viv ir
i de agr edi r
o defenderse.
Por su par te, Dreyfus, seguro de
su golpe, i
hos tiliz ado ade ma s por los <:~entes fisc
ales i liqu idadores del Per , qne le cob rab an var
ios mil lon es,
cop el mo nte del hua no i ofreci a
los del ega dos
Alt hau s i Ara nb ar un mil lon ele libr
as est erli nas
por que lo dej ara n en paz i en posesio
n per fec ta
dei stcolc o pro vis ion de hua no que por
cue nta del
gobierno tod av a adm inis trab a. Tal
era la sen cilla per o arr oga nte proposicion de
los jud os de
Par s.
VII .
Per o los isra elit as de Ln dre s, ent re
los que figur aba n varios per uan os a ttu lo de
ren ega dos , se
HlST . D LA C. DE LIMA
17
130-
VIII.
En medio de este insondable abismo de miseria
i de pertt~bacion, un rayo de luz habia descendido $Obre el acongoja~o Per, i esa vislumbre de
esperanza era la es tela de aquel pequeo monitor
de g uerra audazmente conducido. E xajerando, en
efecto, por medio ele la prensa de Pars, los peruanos residentes en Europa i en particular el archimillonario feudatario de Arequipa don Juan Mariano Goyeneche, que arrastraba fastuosa vida en
aquella capital, las proeza::; de aparato de aquel
barco en el litoral de Chile, habian lograLlo hacer
131
132-
IX.
Sncedia esto en agosto de 1879, cuando todavia
el Huscar se enseoreaba en nuestras costas i no
se movia un soldado de nuestros campamentos;
de suerte que el negocio no era malo para los que
buscaban la hipoteca i la administracion de las
salitreras de Tarapac i de los depsitos de guano
de toda la costa.
(1) Un peruano residente en Pars daba razon de las vacilaciones de Goyeneche i Canevaro, al caballero don Luis Carranza, residente en Lima, en los trminos siguientes:
Cuando se reflexiona que hace cuatro meses Goyeneche
pudo firmar un tratado ventajoso para el Per, el mismo que
hoi se est discutiendo; que entnces se ofreca un adelanto
considerable, que habria. permitido al gobierno o a sus :J:ientes
comprar un blindado i lanchas-torpedos, i otros pertrechos de
guerra, i que por el jenio rtpocado de aqu el, o por culpa de Canevara, como algunos aseguran, no se lleg a realizar ese plan,
hai para desesperarse. Oanevaro, ar.cionista de la P eruvian Guano Company i pretendiente a la presidencia debe de sentir
amargamente su falta de decision; qu quiere usted? Cuando
los hombres .polticos de un pas son especuladores, es imposible
que sean verdaderos patriotas: ptimero piensan en su interes.
Esa es la gran desgracia del Per, es la maldicion que pesa sobre la principal fuente de sn riqueza: el guan o.
Esta carta estaba fechada en Pars el 5 de diciemb1e de 1879
i fu publicada en El j;Jercu1io de Valparaiso el 28 de enero
de 1880,
-133-
X.
Desembarc el doctor Rosas en Cherburgo en
los primeros dias de noviembre de 1879, i sin divisar las altas cpulas de Lndres ni golpear si~
134-
XI.
Hallbanse fuertemente empecinados los Dreyfus i ccsu grupo>), en que les admitieran los angns
tiados peruanos a toda costa sn anticipo de cien
millones de pesos a ueque de compra i de finiquito, e imponan n.demas la condicion de que el
Per se quedase con la negociacion del muelle
drsena del Callao, pagando a la Sociedad Jeneral
(as se llama sn empresa.ria i su constructura, constituida ahora en riesgo de quiebra) por la suma
de 42 millones de francos, que babia sido el pre-
-135-
-136-
XII
El Per iba a tener al fin unos cuantos millones
despues de haber pasado un ao de guerra en
irremediable penuria. Sus comisarios se mostraban altamente satisfechos. No obstante haber perdido en el intervalo a 'rarapac i sus tesoros, rimeros de libras esterlinas reluciran otra vez sobre las mesas de la Legacion francesa en la calle
de las Caballerizas de Artois, i, lo que no era para
ellos de metlor satisfaccion, habrian burlado al fin
los esfuerzos de los chilenos i castigado a Dreyfus de su terca i rjida tirana de diez aos.~(< Es
lo mejor posible, atendidas las circunstancias en
que ha sido negociado)), escriba el doctor Rosas
a un amigo el 15 de enero. I en seguida, entrando en algunos detalles m_as o mnos ntimos, pero que traiciona.ban su sincera satisfaccion, agregaba.:
La cuestion estaba reducida a saber si nosotros
o los chilenos celebra.rian el contrato. En los ltimos dias nos hemos disputado el terreno palmo
a palmo. La prensa de Lndres i Pa.ris les ayudaban, la mayor parte de los tenedores de bonos indiversas cart.as dirijidas a probarnos que su contrato es el mas
conveniente i honorable. i que Chile debia. acojerlo como suyo.
Nosotros nos hemos limitado a publicar estas cartas, ofreciendo
nuestra buena voluntad i nuestra consideraciou a su autor.
137-
gleses i aun el mismo gobierno ingles .. Y o he tenido conmigo a los tenedo res de bonos de Francia ,
Bljica i Holand a, i la justicia de la causa que defenda; i al fin he triunfa do.
Tal situacion, como usted ve; era. para hacer
un contrat o a todo trance, no ya para sacar ventajas, sino para impedi r que el enemig o pudiese
sacarlas. Qu verge nza para nosotros si los chi-'
lenos hubiese n podido continu ar hacind onos la
guerra con los recursos que les hubied.. propor cionado nuestro salitre i nuestro huano!
.
138 - '
XIII.
Pero los delegados finanpieros del Per no .hab~a.n contado con .los vaivenes huma,nos; mnos
con los de su .infeliz patria, tierra ele incesa:ntes
con:vulsione~, i por uno ele esos acasos singulares
en tod::ts partes, COITien tes en el Per, el mismo clia
7 ?e enero ( dia mircoles) en que Rosas i Goyeneche firrraaban. en el escritorio de la calle de Antin
la negoc.:iacion del C1dito inclnstrial el dictador
Pi~ola firmaba un pacto del mismo jn~ro en el
palaci<? de Lima, con el representante de sus antiguos prestamistas i habilitadores del T alisman;
del .llu.scar i del re ciente i afortunado motn de
Carceletas, don Federico Ford, apoderad~ jeneral
Qe lQs Dreyfus.
XIV.
Haba encontrado Pirola en fecto al aduear&e por sorpres::~ del poder las 4nellas de la negociacio Rosas-Goyeneche, e inmediatamente
despach a. Panam un telegrama en cifras que
lleg a P,aris el 4 de enero, ordenando a aquellos
ajen tes, a ttulo de su autoridad dictatorial, que no
cerraran ningun negociado sin ad-referendum. El
despacho iba firmado por el secretario de hacienda. ,
ttulo que no era reconocido oficialmente ni en el
139 -
XV.
Al impart!; aquella rden de interinato, el caviloso dictador babia tenido evidentemente el propsito de acometer por su cuenta na negociacion con Sl\8 patrones de diez aos i tal vez de la:
ltima hora, porque djose ~ltnces que Mr. Ford,
habia ido a Panam a telegrafiarse con sus poderdantes, e inmediatamente a su v~elta habia
estallado el motin militar del 21 de diciembre,.
orjen ominoso de su criminal dictadura ele rebelde .
. Para un hombre m~dianamente resp'etuoso de Sl;t
crdito moral hahria sobrado esta circunstancia i
sus relaciones ntimas con los Dreyfus ~esde slll'S
famosos emprstitos de 1870 para atajarle la ma-fio,
i aun el pensamiento de una negociacion irrespon':'
sable, consumada a la sombra de su adven.ediza;
omnipotencia.
Pero el dictador Pirola, dando testimonio ele
la arrogancia sin escrpulo con que se habia acos-
XVI.
Hornos dicho a.n terion!lente qne hostilizado
Dreyfns para dar cuenta <.l e sus saldos por los ajentes fiscales Althaus i Aranbar, h~bia propnesto
por buen avenimiento pagar un mi1lon de Jibras
esterlinas, i chancelar cuentas de todo jnero, por
las cuales aqullos le cobraban alcances que algunos hacia.n llegar hasta veinte millones de pesos.
Es probable que en esta cobranza habria exajeraeion, porque el Per babia estado siempr~ necesitado i exijente. Pero los Dreyfus, a estilo de
isra:elitas, formaron o f01jarori, para quedar en
buen niyel, umi contra-cuenta de embrollos que
arrojaba un saldo mas o menos anlogo contra el
tesoro del Per .....
XVII.
~gnoramos nosotros naturalmente lo que babia.
141
de verdad en aquel lal?erinto, porqu e aqu hacemos la crnica financ iera del Per mas no su liquidacion. P ero lo llano, corrie nte i ljico de la
situac ion era que el Per no debiese un solo maraved a los Dreyfus, segun aconte ce de ordina rio
en todos los casos de habili tacion de dinero sobre prenda , en que nadie es admit ido a jirar en
descubierto. Rabia. quedado esto demos trado preci.sam ente en 1870, cuando los Dreyfus tomar on
la habilit acion, a virtud de los emprstitos de Pirola, de manos de la antigu a Comp aia cons?gnataria del huano que enriqu eci a los Canev aro, a
lo.s Candamo, a los Valde avella nos i a otros primitivos i suculentos. esplot adores de las fabulosas islas de Chincha, porqu e aun en aquell os comienzos
clel arte, la sociedad result alcanz ctda en favor
del erario del Per en la enorm e suma de diez mi. nones 603,640 soles.
Por otra parte, habas e practi cado hacia poco
en :Lima, esto es, cuand o se quit la consig nacion
a loR jud.ios Dreyfus para pasarl a a los judios H.aphael, una liquid acion forma l i finiquitada, a virtud de la cual se declar aba por. el gobier no del jeneral Prado que los prime ros no solo no tenan
derecho para cobrar un ochavo al fisco peruan o, .
sino que eran deudores efectiv.os de un saldo de
657,384 soles i ctaren ta i seis centavos. Por su parte i . para no queda rse un solo punto a tras, los is
raelita s de Pars reclam aban en su favor la escan-
142-
dalossima suma de 18.776,925 soles i cuarenta centavos de so], alegando mermas i anticipos. (1)
XVIII.
I bien, pasando sobre todo esto, enormidades i
decoro, fraudes i buena fama, el audaz dictador
ajust con los acreedores i cobradores de su suelo
en agonas un pacto misterioso en el cual no solo
se daba por pagado del ltimo maraved de su
acreencia i por chance lada toda recla.macion ulterior en favor de sus derechos, sino que reconocia
la totalidad de la cob1anza Judaica a ~us amigos de
1870, 74, 77 i 79, cuatro peroaos de su confabulacion evidente con ellos ....
(1) H aqu. es te importante decreto que ha reproducido 111timamente don J oaqnin Santa Cruz en un folleto sobre los huanos i salitres de Turapadt.
Garca
140-
XIX.
Era tan notoria i tan flagrante .la enormidad ele
.aquel pacto, que aun en plena dictadura, el Oo- ,
mercio, diario decano de Lima, se atrevi en
su edicion de la noche del 10 de enero a. censurar
(1) Dimos nosotros cuenta es tensa de este escandaloso negoado en un artculo que con el ttulo de .Juan Lam publicam_os
el 25 de marzo de 1880 para demostrar la. inconcebible audacia de Pirola, parangonndola con la de este elebre escamoteador del crdito i del [oro; i para mayores detalles all puede
verse.
Dbamos en esa ocasion cuenta de una compra de bonos heCha ele una sola mano por Pirola, como ministro de hacienda de
Balta, al contratista don Enrique .M:eiggs, operacion que impor:taba 56 millones de pesos en oro, con la fianza de los Dreyfus . .
Podramos citar operaciones semejantes pero de mucha menor
CUanta intentadas en Chile i desde Limache por el pretendiente
para probar su falta absoluta de escrpulos en materia de dineros; pero pot hoi, aunque tenemos los documentos a la vista,
nos abstenemos. Seria tamuien til para juzgat a Pirola como
hombre de finanzas leer un articulo que ~ n octubre de 1880 pu:blicamos eu El 1Jfrc1trio con el ttulo de las Agachada~; de don
Nicolas de P 'i1ola.
144 -
145-
XX.
Mas, la clera del dictador no qued saciad~
con aquel arreoa.to i :::;u ejecucion, porque, cuando
Heg a su noticia que los comisionados Rosas i
Goyeneche habian firmadb, .en competenci a con
el suyo, un contrato mucho mas ventajoso, honorable, garantido i a firme pa1a el Per, olvidncrpulo i por paga, de lo que tengo pruebas recibidas, a los q tte
sin conciencia han es pecnh~do qc,m los tesoros i los mn.s caros
intereses del pas.
La discusion i discusion libte de los asuntos pblicos, co. meuzando por los actos del gobierno, es i debe ser nuestra mas
grande aspiraci on; pero no es aquella posible, si impunemente
puede f{dtarse a la verdad i deliberadamen te se emple;tla prensa en engaar.
Yo no puedo consentir en ello. H abra de mi parte olvido, i
mui culpable, del gran en cargo que la nacion me ha confiado,
no empleando los medios que ellu. h a pue;;to en mis m mos p a ra
_
eorrejir el dao.>>
I en consecuencia Je estos antecedentes, el 16 de enero se
mand suspender la publicacion del Commcio por nn decreto
que as deca:
1. 0 Prohbe.se la publicacion en lo sucesivo del diario .El Co-
Orbegoso.
Por el interes peculiar de esta cuestion sui generis de la
dictadura, rep rodncimo:; en el anexo de este captulu el editorial
ominoso del Comercio i la carta que lo motiv.
HIST. DE LA C. DE LIMA.
19
146
De
Se for r edactor:
Permtame usted recurrir a su cortesa pam publicar en su
147
XX I.
'
1
, .
-148-
B a1ina,r; a.
Este decreto lleval>a la siguiente nota en el diario que lo pn-
14 9r
'.
,.,
XX II.
S.
--
8.800,000
De ma ner a que dicho sal do
que da r educido a 12.200 ,00
0 soles, reb aja que, podemos afil
marlo sin tem or de ser des
dos, tal vez no la hub iera con
me ntisen tido el trib una l mas sev
que se debe a .la 1cctitucl rl
ero i
j~fe
casa en juez rbitro pitr a la dec del estado, eriJiclo por la misma
ision de aquella.s inte rmi nab
les
cue stiones .
150-
. . XXII.
Dispuso tambien el dictador con fecha 14 de
enero de 1880 que la emision autorizada por el
151-
XXIV.
Tales fueron los estrenos financieros del dictador, arbitrios peligroso& que le condujeron por un
sistema fijo, en que la audacia hacia ele continuo
me ~lias con el empirismo, a invertir en el espacio
justo ele un ao la eno rme suma ele ciento catorce
millones de soles destinada a imponer a su pas
las mas tremendc~s derrotas de su historia. (1)
( 1) Est a cuenta ha sido hecha por peruanos, es decir, por los
sucesores de Pirola en el poder, i publicada por ellos en su diario oficial El Orden el 18 de 1881. Sus diversas partidas estn
formadas en el rden siguiente :
Emision de billetes fiscales .. ................... ... . S.
Billetes destinados al cambio de la emision de
los bancos ........ .. ...... ... ... ......... .... .... .... ..
Entrega del Banco del Per. (;C 50,000 a 4d) ...
32.000,000
8.000,000
3.000,000
152-
500,000
12rqoo,ooo
6.000,000
'3:6oo.,ooo
1:.ooo,ooo
,1.000,0110
' 36.000,000
._ ._,_
___
''
153-
I
CAR'rAS DE PAlUS A.L COMERCIO DE LIMA I REVELACilSES DE
ESTE DIARIO DF.r, ] DE ENI<:UO DE 1880, QUE MOTIVAHON
SU VlOLENTA. SUSPENSlON POI~ PIJ~HOLA.
,.
u.~
Lima.:
20
154-
105han solicitudo el apoyo del Ordit; InJ1tstriel con quien ha comerizado a entenderse desde luego el . doctor llosas, como ; he
indicado al prin'ciJ.IO de esta orrespondencia.
El grupo de la P eru'Cian i' el de Dreyf'us entretc~nto, hacen
todos los esfuerzPs imajimibles para embarazar cualquier negociacion con los t.enedores, a fin de ganar tiemr)o, esperando tlll
momento oportuno qu e los acontecimientos de l!t g ne!'l'a en e!
Pacfico, nteda p1~oporcionarles, pa1a ap roveckar de las an.qustias del P er, obligando al .c;obierno a copula1 co~ ellos.
No hai duda, que los intereses de esas dos casas consignatarias, han de oponerle al doctor Rosas dificultades mui serias
para cualquier arreglo que in ten te; pero si cuenta con el apoyo
firme 1 decidido del gQbierno, es seguro que l podr celebrar
un huen co'ntrato, dejando por muchoa n.os slidamente garantizado el .c rdito de.l Per en Europa.
'
.
P'e:t:o, no solo tiene qne luchar el comisionado peruano eon las
resistencias ocultas i ostensibles de los dos ~rnpos especuladores en guano qne hoi comparten las utilidades de. ~ste negocio1
sino tambien ~on las que le oponen los ajen t es ~ ~ . C hil e, como
puede verse por la siguiente carta dirijida por Gar1a al Dayle
'I elegraplt.
El 2 apareci en los diarios de ~nd tes la ~iguiente declarucwn:
Seor editor: In el usa hallflr usted la trad.t1ccion de una carta recibida hoi de S . E . el ministr~ chileno; ' co~6 ' ella es de
gran interes, particularmente para los .tenednis' d'e bonos pe. rua~os, rue~o a usted ht inserte en su a:rcuio; monetario de
maiana.-De usted atento servidor.-Toms liVeir; c<)nsul.
Dicl.embre 1. 0 - (Traduccion.)-Legacic;u de Chile, Pars, no. ~iembre :9 ..-Sef10r cnsUl: teniendo en ccinsicleracion los rumores que han aparecido en algunos peridicos de . Lndres, cou
referencia. a un contrato o contratos, baj o los cuales se aice que~
'el gobierno del Per va a trasferir a una t ercimi entidad la propiedad de los depsitos de guano i salitre en aquel pas autorizo a usted para declarar oficialmente q~e el. gobieruode Chile,
en actual posesion ele esos dep6s!tos, ?zo rconocer, por t<!tdo e1
-156tiempo qne permanezca en p osesion de ello;<, ning una r eclamacionbasada en cont ratos o a rreglos de cualqniet nat uraleza, qua
nfecten d ichos depsitos i que puedn.n habel'Se celebrado despne.s
tle la declaracion de la g uerra existente ent re Chile i .el P er.
Srvase usted hacer el mismo a nun cio r espect o a cna~q nicra
propiedad del mismo carc ter pertenec en te a .Bolivia.
Soi de usted se ti or c nsul atento scrviclor.-A . Blest Gana.
-Al cnsul de Chile en Lndres, T. K . W eir.
II.
J,A
CON DHEYFUS .
Tres doeu men.t oH (Je trasce ndentn.l int 3re;; p ::t.ra el crdito i. las
fin anzas del pa1s, ha n abier to la nueva. e ra. q ue el potler d e h oi
ini c:ia en el ramo de la hacienda pblica .
El pri mero se n fi ere a nn arreg lo definitivo de las cnestiones
p endientes con b casa de Dreyfus: el seg um]. a nn evas b~\ ses pa ra
el servieio de ludenda exte ma ; i el tercero a nn cn ntrato tle ernpr~ tiho, por un c~ uti da cl d0sconocida, con aqu ell a mi sma casa.
La in1por taucia especial de carla nn o de estos decre tos, nos
obligan un estudio separado, pa ra emi ti r nuestro juicio dd m odo mM prec-i::~o i clar o que nos sen p osible.
L a transaecion celeqrada con la anterior casa ct)nsig nntariu,
puede sintetizarse en los sig uientes t rminos:
Ei gobierno r econoce a fav or de Dreyfus nn saldo de cuat1u
11tillones ocho mil libras esterlinas ; aceptan do provision alm ente
como comnobaclos los di vP.:sos cargos h eeh os por l al gobierno.
El gobi erno i la cas a de Dreyfus sorn ':lten a la decision de los
tribunal es de la repuli cn t odos sns reclamos pendientes, i no
aceptan como ba>e para sns r esoluciones sin o las leye;_ i co ntrat os vij e nt e ~ , i los prin cipios de equidad i de justici<l en Jos casos
110 cstaul ec id t'H ]H'r aquell as i por estos.
P ara d n.r m :.t~ f uerza a este con venio, el gobi erno declara
i.
157
eu
:.2.10
'
'
158
para vender el guano que tiene en almacenes, al precio i en for~a que mas le conviniese.
Consolidar la enotme fottunn. que le habJo. da.llo el contrato
del 69; anment.nJola considerablemente con las utilidades estraordinarias alcanzadas por la maniq nlacion, i aadir a sn activo el valor de mas de cuatrocientas mil toneladas de buen guano, que recibi con esceso ~obre los dos millones .de toneladas a.
que nicamente tenia dereeho segun el contrato, em sin duda,
ahom dos meses, el ideal de las aspiraciones del que hoi se en-
nes de fuertes.
CAPITULO \ T.
l.
En otro lugar de este libro hemos dicho que la
conclicion dominante en el carcter de don Nico-
H>O-
II.
Con el fin de dar cuerpo a sus resoluciones
militares de la prim3ra hora, dict en efecto el
j efe supremo del Per medidas eficaces o de det alle durante todo el mes ele enero de 1880; i
la. m~s importante de aq~1llas fu el planteamiento deJa: conscripcion militar en toda la repblica.
A~n:iliado probablemente por el censo de 1874,
i por los datos que, aun en pais tan desgobernado
como el Per, le ofreciera el rejistro civil, pdo
repartir con cierta equidad el dictador los continj ent es solicitados ele las diversas .provincias del
Estado, desde Lima al Amazo nas i desde Tumbes a las ql.1ebraclas ele Tarapac.
Siendo el Per un pais de tres millones ele habitantes: el recuento ele stos arroj un total de
245;793 individuos aptos para las armas entre Jos
161-
Il L
Hasta el da en que se hizo el llamam.ienrto jeneral (enero 24 de 1880), los departamentos colinclantes de Lim a i Junin habian sido los que
con mas fuerte s continjentes habian ocurrido a la
guerra, ele suerte que ~c rin escaso su raudal de
sangre ofrecido ahora a la form ttcion de nuevos
ejrcitos o reser vas movilizables.
Lima habia contribuido con 3,568 soldados, i.
le quedaba un sobrante disponible solo ele 725 .
plazas.
Junin estaba represe ntado en el ejrcito activo
por 2, 700 reclutas i su reserva llegaba apenas a
456 plazas. En cambio el Cuzco, que haba en~
HlRT. DE LA C. DE LI MA .
21
-162
IV
Por la parte que corresp onda a la ciudad de
Lima, ordense el cumpli miento del deqreto de
con scripcion de 26 de diciembre, por el intende nte de la cindad i j efe de su policia el corone l don
Marian o Bnstam ante el 4 de febre ro. El cupo de
limeo s propia mente tales era solo de 434, i se
dispon a en el llamam ien to local que si no se presentab an los designados en el plazo de una semana, serian presos .-Escn sado es decir que en todos
los departa mentos del interior, antes i despues de
ese plazo, los recalci tran tes serian ce amarrados.
(1) Por interes histrico , mil itar i estadstico que esta rese n.
ofrec~ pnulicam os en el a,nexo de este captulo el cuadro completo de la conscri pcion de l Per, tal cual fu repnrtido a todos
los departam entos por el mini stro del Interior Orhegoso el 26
de enero de 1880.
163-
N o es tampoco necesario decir que los deserto res eran tan numerosos como los inscriptos, i a
este grave particular se refiere la siguiente nota
circular que el ministro de gobierno cspicli reservadamente el 5 de febrero i qne orijinal tenemos a la vista.
SECRETA !U A DE GOBIERNO I POLICA.
N emesio Orbegoso.
164-
V
Entre las medidas militares de detalle. que el
dictador espidi con relacion al ejrcito, despues
de las que en los captulos anteriores i el presente dejamos reco rdadas, fi guran la organizacion de
la artillera en una sola brigada, con cinco batallones i la de ht caballera en varias brigadas con
dos escuadrones cada una, siendo uno de estos de
c<l&nceroSll i otro de tiradoreS ll (decreto de 3 de
enero de 1880).
El 10 de enero se mand asimismo crear tres
cuerpos facultativo s de zapadores, de pontoneros i
de mineros .... i el 1. ele febrero, sobre la base de
la Gob_mna Gonstit'ucion del Callao, que daba la
guarnicion a los buques ele guerra, se cre el batallan de Marina, que tan lucida figura haria en
la batalla de Miraflores, un ao mas tarde, a las
rdenes de su bra~ro comandante el capitan de
navio Fanning.
0
VI.
El gran obstculo para la orga ni.zacion de los
ejrcitos del Norte i del Centro no seria sin embargo la escasez de jente ni. de decretos, sino la
penuria de arm as. Las que haban traido bajo el
gobierno del presidente Prado el Talisman, el
t
d
b
-165-
Limea, la Pilcomayo i otros trasportes desde Panam, haban quedado o en el campo de San
Francisco o haban sido distribuidas casi en su totalidad al ejrcito de .Tacna. El vice-presidente La Puerta despach a ltimos de su gobierno un comisionado especial con libranzas hasta por ]a suma de 200 mil pesos en oro a cargo
del segundo vice-presidente Canevaro, pero es~ts
remesas confiadas a los fabricantes de Estados
U nidos i compuestas casi esclusi vamente de fusiles Peabody, tardaran todava algunos meses.
En cuanto al armamento del ~jrcito colecticio
de Lima, haba sido dispersado en sn mayor parte en la asonada i combate del 21 de diciembre,
en que Lacotera i Pirola se disputaron a balazos
la dictadura.
VII.
Era a la verdad tan angustiosa la situacion a
este respecto (i bien debieron saberlo los jenerales chilenos para ajustar sus procedimientos a esa
pauta) que se habl de traer armas hasta por la
via del Amazonas, que era la mas remota, pero al
mismo tiempo la mnos insegura.-ccEl ministerio que ha ca ido, escriba a Montero el ex-secretn.rio del presidente Prado don Mariano Alvarez
desde Lima i con fecha 31 ele diciembre de 1879,
babia encargado a Europa considerable nmero
166-
de rifles, ametralladoras i caones, dicen que para hacer la guerra a Montero i .a los chilenos i establecer una dictadura. Pirola los ha ganado por
la mano, i dicen que seguir la misma poltica.
Dicen tamhien que Pirola no quiere buques de
guerra, que no har mas que la guerra terrestre;
i que los armamentos nos vendrn por el ro Amazonas, debiendo ponerse espeditos inmediatamente los caminos que lleven al mas inmediato afluente navegable.))
Esta idea que no era en manera alguna irrealizable, pues el apostadero amaznico del Per en
!quitos se halla mas o mnos a la misma distancia de Europa que Panam, haba sido sujerida
desde el principio de la guerra por el j egrafo
Paz Soldan, ministro a la sazon del presidente
Prado.
VIII.
A fin de obviar en parte aquellas dificultades se
ocurri al menesteroso pero til arbitrio de ofre~
cer una prima por las armas estraviadas i de per. tenencia del Estado que existan en manos de
particulares, i se acord pagar hasta 15 soles por
un rifle Peabody o Cornblain, 10 soles por una
carabina Winchester, 2 soles por un sable, un sol
por una lanza, i un sol por cada cien cpsulas metlicas.... tan grande habia sido el desbarajuste i
167-
-168-
JX.
Preocupse al mismo tiempo el dictador de hacer construir caones en la vasta i bien montada
fundicion que el mecnico ingles Whit.e tenia
montada en la Piedra lisa, al pi del San Cristbal, i ste fn el orjen de las innumerables pero
poco eficaces piezas de artillera que en nmero
de varios centeoares captur el ejrcito chileno en
San Juan, Chorrillos i :Miraflores. U no de los sistemas ele construccion se llam Wagner, por el de
su inventor; i segun un escritor militar de Lima los
caones no eran ni ele acero ni de bronce, sino de
una sustancia que tenia las virtudes de ambos metales combinados)) ... Su modelo era el de Vavasseur de a 4, con alcance de tres mil metros cortos.
Un injeniero peruano, o mas probablemente
mestizo, llamado Grieve, hizo ta,mbien fundir algunos caones que llevaron su nombre i pesabc.t n
diez arrobaS )) , con un tiro ele 4,500 metros calculados.
Es curioso observar que el calibre de los caones se contase en. Lima por arrobas, como en Chile el charqui; pero esto no era obstculo para que
el dictador, que en todo anclaba, los ensayase en
persona en la playa abierta ele Conchan, al norte
del Callao. Era ste su pasatiempo favorito del domingo durante los meses de enero, febrero i marzo.
149-
X.
Con el ensayo mas o mnos afortunado de los
caones en la arena, m!tduraron las aspiraciones
de d~fen s a de Lim que haban comenzdo a jerminar en el cerebro ya cansado del vice-presidente La Puerta i de su prefecto L ara; de suerte que
acaudillados un clia los limeos por su alcalde municipal don Meliton Porras, un flehtomo o vacunador de es::t ciudad enriquecido por el ~jio,
en unio!l de va'rios centenare.:; de voluntarios, principalmente bomberos i artesanos, iniciaron solem . nemente los trabajos de fortifica.cion cavando nna
zat~ja al pi del cerro de Sttn B:trtolom el primero o segundo domingo 23 de febrero de 1880.Ljos staban eutnces los defensores de Limft de
imaj inarse qu e lo qn abran con la azcHla no era
un foso sino una sepultura!
XI.
Para :fin t an p ~ttriti co pero efmero se con
gregaron los entusi<tstas al amanecer de aquel
clia veraniPgo e n h plaza pblica de Lim t.t, i
despues de oir un a misa i sermon qn c>'e n el atrio
de la Catedral d~jo el famoso cannigo Tobar, redactor de L a SJciedad, el diario 'rel~j ioso-po ltico
del Per, mar charon en columna de a dos, fran HlST. DE LA C. DE LIMA.
22
150-
cos hcia los ridos cerros que rodean por el oriente la ciudad, entonando algunos himnos i armados
de sus herramientas ele trabajo. Presidalos el injeniero don J oaquin Oapello, que en unos corrales babia demarcado el dia precelente el primer
:r,ig-zag. El inj eniero polaco n1alinonsky, hombre
de notoria habilidad, babia sido espulsado por
Pirola a cargo de antiguo civilista.
XII.
Con tal motivo diriji a los trabajadores eL alcalde Porras p ~ttri.tica alocucion, en la cual reluca por mas de una faz de su peculiar elocuencia
ht antiguc.t palanga1ia del nativo oficio, que en Lima ha creado secta,-cclos p<llang<tn<:lS ele LimaJJ-ccOonciudadanos, clecales en su altisonante arenga
el alcalde ex-sa.ngra,dor, en aquel clic.t. OJ cm'btemplo
con todo el entusiasmo que inspir<1.11 los nobles
movimientos popnlal'es. El espectculo que ofreceis halaga ampliamente al patriotismo. Despues
de los abnegados Scterificios que la culta ciudad de
Lima ha hecho para el sostenimiento de hi guerra,
vosotros, ciudadanos, que no creeis haber Penado
suficientemente vuestros deberes para con la patria, acuds presuros i entusiastas a prestar el concurso ele vuestro trabajo personal en esta grande
obra defortificacion de la ciudad.
ce N o son. peligros inminentes los que impulsan al
:;__ l5l -
XIII.
Esto por lo que tocaba a las palabras, reglon
abundantsimo i barato en toda operacion limea,
sea de paz, sea de ~u ~ rra. Mas en cuanto a la accion efin.az, he aqu' como la describe un testi go de
vista:
Al llegar la b1illante division de voluntarios, que as puede
llmn'rsele, encontraron demarcado con un cerco cuadrado i una
pequea muralla de piedras, el lugar de la primera _trincherrf .
El seor alcalde diriji a la yomitiva la palabra, a la que eontest un digno ciudadano.
,
,...
'
152 _ ;
lijentes encargados de esta ollra de preparacion, seflalaban ince-
Dos percances sufrieron sin embargo los iniciadores que resfriaron un poco su patritico ardor, i
fu el uno la falta de agua para beber despues del
sudor del pico, i el que una seccion de artillera
que por San Bartolom hacia ejercicio, se entretuvo malamente un rato en caoneados ...
XIV.
Por lo dems, aquellos trabajos, si bien grotescamente dirijidos, no podian ser mas oportunos, i
aun desde entnces hablse de iniciar las lneas de
Miraflores que tan funestas fueton mas tarde a los
chilenos. (1)
El dictador, que al parecer no habia tomado
parte personal en aquellas disposiciones se fastidi
al fin con ellas, i declarando que las fortificaciones del alcalde Porras eran absurdas, mand suspenderlas, echndolas, conforine al dicho vulgar
del pas, ce a la porra.>)
(1) Los habitantes de los bafos vecinos de JJ!Iirafores, han
ofrecido tambien espontn eamente sus servi cios para la obra.
A un 1os pobres clesgraciudos naturales del Celeste lmperio se
di cen que estn contnjiados con el fneg o del entu siasmo, pero se
ha r esuelto sabiamente, pagar a todos los que asi:;tan al t.raba.jo
de defensa)).
(Suelto ~e la prensa de Lima del 13 de marzo de 1880).
..:
-153-
XV.
Por esos mismos das (enero 27) declar tambien don Nicolas de Pil'ola nulo todo lo actuado
en el proceso de los reos de Iquique Lopez-Lava lle, Guerra i otros, a ttulo de que el ministro de
la guerra Lacotera no habia tenido facultades para
proceder a su enjuiciamie nto; i en cambio, por decreto de 31 de enero declar vencedores a los combatientes de Ta.rapac como a los ele J nnin, Ayacucho i la Ralma.-En . el Per las victorias se
decretan, i el diploma de la de Tarapac debia
.contener estas palabras, como prueba.
El ............ .... venci en Tarapac. Enalteci i di lustre a las arma::; del Per combatiend o
en el. .............. ... el 27 de noviembre de 1879.
XVI.
Eh medio de estas incorrejible s vanidades que
traicionan una enfermedad ml'bida del espritu i
cuya exajeracian feb ril habremos de compulsar .
mas adelante, el dictador, reaccionand o vigorosamente en el sentido de la sensatez, dict el 25 de
febrero de 1880 el siguiente acuerdo que asociaba
al Per1 a ht.~ clemencias de la gncrm despues
de las feroces matanzas qne haban deshonrado su
bandera en Tarapac.
15.4
XVII.
N o descuidaba en medio de estos afanes el dictador del Per ni su sangre ni su hogar, porque
mi en tras creaba coroneles a sus primos i a sus
hermanos (don Orlos i don Exequiel de Pirola ),
155-
XVII I.
Por lo demas, i mint ras los <;!hilenos, o mas propiame nte sus directo res se reposa ban en las recias
calicheras de Tarap ac, la bianda i perezo sa Lima
comen zaba a tomar el aspect o de 1~na eiudad de
guerra. ccLima se ha conve rtido , decia una corres ponde ncia formal del14 de febrero, en un vasto
cua~tel, no habien do mn.os de quince mil soldados, princi palme nte de infant era, estacio nados en
ella en este mome nto, i el nmer o se aumen ta
c'o nstant ement e. Es verdad que la mayor parte de
ellos son reclut as que proba bleme nte no han visto ni mnos manej ado armas de fuego en su vida,
habiendo sido arranc ados por la fuerza a sus hogares para defend er a su patria , pues estos cndidos peruan os se imajin an eviden temen te que con
vestirlos con unifor me e instru irlos en un cuarte l
durant e un mes, es suficiente para conve rtirlos en
guerreros.
XIX.
Pero lo q:.~e afecta ba a la opm10n pblic a i
a los partid os, reinab a un compl eto desarm e
i armisticio que seria de larga cluracion.-cc La .
,
-
156-
poltica se encuentra en calma, deca el corresponsal antes citado, en la Ciudad de los Reyes, a
consecuencia de la llegada del Carnaval col.1 sus
numerosos das de fiesta i regocijo. El dictador,
despues de dar a luz un sinnmero de decretos,
revocando i corrijiendo muchos de los actos de
sus predecesores, parece que se ha entregado temporalmente al reposo, i mintras tanto todo marcha como si no hubiera tal cosa, corno si una guerra sria no comprometi era el porvenir del pas.
Es en verdad perfectamen te asombroso para el
observador superficial, ver la indiferencia con que
la mayora de esta jente mira este asunto, i mintras los vapores Jlegan unos tras otros del Slll' i
tra~n poco i nada de noticias, fuera de que Arica
que se considera inespngnabl e contina a la espectativa, no ocurre nada que pueda causar ese
estado de escitacion loca que cualquier rumor
de victoria o desastre produce in variablemen te
por un corto tiempo.))
I, cosa digna de ser recordada, esa misma profunda apata del placer o del descanso reinaba a
esas horas en Santiago, porque una persona que
visit la l\1oneda en los dias que precedieron al
carnaval de 1880, la ha comparado a un inmenso,
desierto i silencioso mausoleo.... As se hacia ln.
guerra, i a ese p ~tso caminaba la campaa en tan
importante, tan crtica i decisiva coyuntura despues de la victori a .....
-17 7\
,
1
)
1,
1 (
!'l)
1
'j .
23
l7R-
Hallbase en eRta ciudad el emisario del dictador a fines de febrero, i a su decir, habia encontrado la mas entusiasta adhesion a sus quimeras.
Era la base de stas la destruccion de los puentes
del Desaguadero i su navegacion en balsas de totora i cueros de lobos ....
I a la verdad, trat.base de ponerla en inmediata ejecucion, cuando sobrevino el desembarco
de los chilenos en Pacocha. Delante de semejante'
novedad los pianistas militares de Lima aomenzaron a despertar de sus nsueos, frnt0 de su imajinacion i de nuestra pereza .
. I para los unos i los otros era ya sobrado tiem-
po. (1)
XXI.
1
(l) Por lo cnrioso de es te viaj e de esploracion i sus propsitos de arrojar al ej rcito de Chile de Tampac atact'Lndolo desde
la altiplanicie andina con recursos trairlos de Buenos Aires, ( disparate que ya se le babia ocurrido a Daza el dia. de su caida1 i
que este curioso personaje confirma en su reciente Manifiesto)
reproducimos entre los anexos algunos de los fragmentos de la
correspondencia de Billinghurst que nosotros poseemos orijinal
i que publicamos utegra en marzo ltimo con el ttulo de El
ce1eb1o de Pirola.
Entre los anexos figura tambien una circular de Pirola, del
5 de marzo, en la cual asegura que ya en esa fecha tenia resuelto su plan de campaa contra Chile, diez dias despues de haberse enraramado a la dictadura.
.-
179 -
<l>
= <l
U)
Q,)
U)
'V
Qi
U)
2898
23
30
521 .
16346"
Q)
~<l>
2,90
3568
300
654
2800
687
728
300
200
soo
810
634
1"84
2QOO
1600
2400
700
1400
2700
440
_ O)
'V..... ....
~~~ ........ .
g;ao~
o. ,~. . ro
~
,,_
2431:P,
.6079 ~.
810
' 634
516
2771
3906
3700
1653
2362
3156
:1124- 1300
4293
'782
1526
3807
2501
1692
2153
en
j.>.-j
~.s
~.g~~
<U
UJ
o o
U)
1 l86i!
84;78
2l150
13899
9403
4!)
7
264
572
327
75
30:15 ~
45023523
U)
..8
8:
38
15
356
1933
418
Ci.....<l>
<l>
~=~
::l ~o d ~
::l"'
3.9
s,.,...,
~~ ~~
1"""1
yj
f5399
21703
20561
9184 13125:
17534
6246
,7227
23854
4:348
912
230
52
1il0
~S
;,:
;.....,,.....
<l
:Den~~
.,_.,~ ~;.::
~ t: Q ~
00
12Q8
5414
3753
3086
1552()
21752
20568
9185
13128
17572
626 t
7583
25787
4766
8-!79
21414
14471
9730
11938
28S!l
6102
16376
:a~~
<;l .....
.O ~o
::le<?
"'
IC
.... <l> <l
00 c.
o ..... o
~
.....
~ ~
.E r =
E"'
...,
o
"'
<l>~ s ~
1094
2942.
T arapac:i ....... .
Tacna ... ...... .. .
Moquegua ..... .
Arequipa . .. ... .
Puno ... .... ..... .
Cuzco ... .. .... . ..
Apuri mac.... .. .
Ayacucho ...... .
Junin ..... .... . ..
Hunuco . ....... .
lea ... ..... .
Lima ..... ....... .
Callao .......... ..
Huancavlica .. .
Ancachs .. ..... .. .
Libertad ........ .
.Lambayeq ue...
Piura .. ... .. .. .... .
.Amazonas ...... ..
Loreto .......... ..
Cajamarca .... . .
DEPAHTAMENTOS.
~ 4
=:
S
t=l
..... ..
a.>
18942
362
771
2306
1300
9n3
962 .
456
684
5QO
725
482
872
1007
1814
96.4
1835
321
894
1734
......
......
Ci
'"O
"'
~;a
~~~
P..~ ~-
en'
:..=~
.~
~~
~~ ~
<l:o
~. ~
...e:::.
~~~.
~<::::. .
"" "e:
;:~~
<:\>
"i ~ ~
~ ""' ~
<l:o ~
~~
<~:: ;::s ,<:>
"i
<l:o
~ ~ ~ <-.
""'-'
~ l'o:)~
~~~....
""'~
~ ~ ~~
[~ ' ~
"'' R..;;-~
~""' ... -"'.<;;"'
.... ;::s
o-..<:>
~ "' <"<-'->.
. -<l -
1-3
~
P> -
1-3
l/l
"""'
t::::l
R'
~; ~ -......
R..~
V
<'> . c.""
"'o
~8' -~
~""
~
<"<-~"'o
<:>~
"" ... ~ 2 o
"' , _
..
00
ti
~
z~
t>i
Z
t>i
'"O
t>i
t"'
t>i
~t>i
:>-
>-3
8,_.
:;::
p:.
""~~~
<:>
-~;::s""
o~z
en
Q
1:"'
o
q
.~-i~~
::~ <:;~
~~;;:
"";::s-.:;-
~e~'"'"!
<S """- ~
~5' ;;-~
~--~-~
"'~
"e:
.....
-<l
o~
t-0
H
1-3
P>
~
t:l
~
V~
""'
z~~
""'
......
()()
181
[,
.
1
II
'
(Fragmentos.)
tJ ')/.
I.
'
Ar.equipa,febre~o 18 de 1880. .
A S. S. el seor secretario de estado en el despacho de guerra.
Se0r secretario:
1
..
1
'
.
{lf
;
anuqcindole la dispo ~icion del supremo gobierno de que el t~J'
ni~~ te. de la arm.a da ,que se enc;ue.ntr. embarca4o en,. el Manqp
OaIJac, don Bernardo Smith, se constituyera en Arequipa a re
l
cibir rdenes. Con posterioridad telegrafi, directamente aJ in- '
di cado oficial; ni Jel primero .ni del ltimo h~ te'nido hasta la .
fecha
con testacion .
.... , 1
. . . . . . . .. ,.: .. ... ... ... .. .. ; .. ..... ....... 1. : .. j . .. ,, . .. ; 1.. . .
A fin
de completar
el estudio que de es ~ parte del territo1
l
rio per-boliviano debe hacerse i p~Ller snn:;l.uistrar a .S . E. el
jefe del estado los datos que desea sobre el mtodo. que debera
e~plearse para establecer una corriente de comunicacion ent1e
Orur~, . Pampa'-Angalh}s o Salinas i la. Repblica A1j eutin~ para
proveer por esa rut!f al departamento de Tarapac. ,ele los vveres necesarios, ~e suplicado al seor don Manuel A. Loayza,
. ''l
..
respetable vecino de Iq uiq ue i conocedor como el que mas de
1
-~
'
'
'
,.,
'
'
1'
.,
...
1,
1~2-
esos caminos, que me acompae. El seor Loayza-patri6ticamente se ha prestado a someterse a los riesgos i privaciones de la
espedicion. Una vez en aquellos parajes estudiaremos este importante punto i dar cuenta de ello oportunam':lnte a V. S.
Aprovecho esta opo~t~nidad para ,ofrecer a V. S. mis respetos.
Dios guarde a V. S., seor secretario.- Guillermo E. BiUinghurst.
, II.
COMISION MILITAR DE ESPLORACION.
.,
................................
.
'.
III.
_J
'
,jJI
f'
.
....................................
.... . ... . .. . ............... .....
La esp,edicion, mintras se reunen los seiores Smith i Tamayo, ha quedado organizada de este modo:
Capitan N ash i el que suscribe, dedicados a la mensura, sondaje i dem:as observaciones del ro i lago.
Don Manuel A. Loayza, encargado de la seccion balsas.
Don. Pedr;o Villalobos, encargado de las provisiones.
Don Jos G. Gonzalez, encargado de las brigadas (de mulas)
que d.eben recorrer por la ribera el curso del ro para prestarnos
los auxilios necesarios.
A las cinc.o de la maana, des pues de tres i media horas ' de
navegacion penosa i lenta, me di parte el capitan ,,del vapor
que las balsas que venian remolcadas se hn.bia!l inutilizado i
=- 184 =.q ,ue..la l~chita M.a1:a corr;ia rie~gp .,si insjstiamos en relllolcarlas. Me agreg que en el Desaguadero podl"iams comprar otras
1~als.a1'l , con. que r~mpl~zl].r ;; tas; que a su jiGio . (:leb EJ~iam.os
largarlas al ga1ete. Qmo el precio de ~;:ts l:Fvlsas es insignificante i como en realidad comprend que la lanchita corria peligro,
orden que se cortase la amarra i se largaran al garete las indicadas qos hal.sas. ,
A las ocho i .media de b noche atracamos al mueUe de Ohili,.
laya. En el ,acto dispuse la marcha . ~ La Paz para e1 dia, siguiente a las siete de la maana.
, Es cuanto puedo informar a V. S. por ahora.
Dios guarde a V. S., seiior secretario.-Gu illermo E. Bi ' 1
., ''
Uinghurst.
'
J,
IV .
~ 1
,.
A su
La Paz,feb1~ero 27 de 1881.
185-
coincidan con las ele l1esp ecto del punto estratjico escojiclo p ct?'a el ataque a Tarapa c; i aplaud i el proyec to de surtil'8 e de
provisiones ele B uenos Aires, proyecto que l, por su parte ha tratado ele realizar.
Oree el escelen tsimo seor j eneraJ que Bolivia no podr poner sobre las armas diez millwmb1es ntes de seis meses, por
la escasez de recursos i la estenua cion en que ha quedad o esta
repbca a consecuencia de las malas cosech as i de la presen te
'
guerra.
Aprovech esta aportun idad para manife star una vez mas, a
nombre del jefe suprem o del Per, al iJicado se fi ar jeneral, los
propsitos verdaderamen te fratern ales de S. E. respect o de este
pas i en particu lar afecto por tuclo lo que con l se relaciona.
En resmen, el escelentsimo jeneral Campero nos ha ofrecido, al sei'ior ministr o plenipotenciario i a mi, t oda, clase de facilidacte s i aun agrega r a la comision al seor Mujia,, injeniero
militar de esta repbli ca.
Oreo pues, seor sccrctfL rio, que dentro de cinco dias podremos comenz ar nues tros estudios en el t erritori o deseado i que
en breve podr sri seora poner en co nocimi ento de S. E. el
fruto ele nuestra s investi gacione s.
Dios guarde a . V. S., seor secrehtrio.
24
186, -
V.
JENERAJ, EN JEr'E DEL PPIMER EJRCITO DEI, SU1t.
Arica,ferero 24 de 1880.
Selior secretario ele la guerra:
Por el apreciable oficio de V. S. fecha 28 del pasado, me he
impuestv de que en acuerdo supremo de igual fecha ha sido des
tinado al estado mayor jeneral del segundo ejrcito el coronel
don Guillermo E. Billinghurst, recomendndole a la vez una
importante comision _a los departamentos del sur.
Dios guarde a V. S.
L. Montero.
III.
CIRCULAR DEL DIC'fADOR A LOS PREFECTOS DEL PER ANUNCINDOLES QUE 'l'IF.NE CONCEBIDO SU PLAN DE CAMPAA
CON'l'RA CHILE EL 5 DE ENERO DE 188.0
SECRETAR~ DE GOB U: RNO 1 P0LICA.
CAP ITULO VI .
EL
ALMIRANTE
RIVEROS
EN
EL
CALLAO.
La escuadra de Chile, lfespues de trasportar el ejrcito a Pacocha, recobra la libertad ele sus movim ientos i se dirij e desde este pu erto a bloquear el Ca11ao.-Composicion de la escu adra.-Sus dos lanchas torpedos, i des tino que les da el contra-almirante Riveros antes de penetrar
con la fl ota en la r ada. - Preparativos del dictador para esperar a los
buqu es cbilenos.-Last imoso estado de su marina i de su artillera a flote.-Trescientos oficiales de mar para un solo buque .- Ochenta tenientes
i solo cuatro guard ia-marinas - Las eseuel::ts preparatorias del Ca llao.P lanes ele defensa del ministro Mendiburu desde mediados de 1879 i su
aguardiente con cascarilla1).-Formidables fortificaciones de tierra de
los peruanos.--El castillo de L a Independencia i las bateras Junin i
.A.yacucho en el centro.- Las Q!lteras de barlovento i sotavent o en la racla.- La hatera de (t mil en la Punta.- La drse na como abrigo de los
buques de guerm.-El fondeadero de la Union i sus paliz.a das.--Servicio
de vijas en la isla de San Lorenzo.- Motivos porque se f rustra el ataque
de las lanchas porta- torpedos J anaqtteo i Giwcolda. -Los pescadores Torres.- Escapada milagrosa de la Union. - Avance jeneral de la escuadra
hcia la rada.- No tificacion del bloqueo i notas a que esta medida da
l ugar entre el almirante, el prefecto i el cuerpo consular.- Inmensa
zozobra que produce en L ima la aparicion de la escuadra de Chile.-E l
dictador se traslada al C:tllao i le siguen diez mil curiosos.-La primera
noche del bloqueo i combate por equivocaciou entre las lauchas peruanas
U1cos e Inclependencia.-Peqneilas presas en la rada.- Los puercos de
Huacho.-El bloq ueo dnrante los clias 12, 13 i 14 de abriL - Asalto
imajin ario a la batera de ct mil. -La Compaa ele Vapoes del P acfico es tablece su cuartel jeneral e n Ancon.-Od.io de los pemanos contra
los ingleses i arenga co ntra los chil enos de l j eneral Va l'g~ts- ~ll:itchuca .-
El arzobispo de LimiL manda m ost rar al pueblo h s reliq ni~ts de Santa
Hosa i Santo T oribio para co!ljura t el bombardeo.- Novenas i preces en
la mis~t contra las b;tl~ts del .fius ccrr, i j eremadas de los pe man os a propsito el e este monitor.-P roclama del prefecto Echenique an unciando
el dia de l r ompimiento de las hosti lidades.
lR9-
I.
En el captulo ~I del volmen que pre.cede al
presente i bajo el ttulo comprensivo de En el
mar, referimos las operacion es de acarreo de tropas i las correras de aventura a que se haba entregado nuestra escuadra despnes de la feliz captura de la caonera Pilcomayo, ocurrida el 18 de
noviembr e de 1879, frente a Punta Col8s.
En seguida el Amazonas i el Matias Oousio
habian visitado las islas de Lobos, destruyendo,
conforme a una regla tan absurda como tenaz e
irreflexiva, los elementos de embarque de una
propiedad valiossima que la guerra i la fortuna
haban dejado en nuestras manos junto con las
covaderas de Ta.rapac. Tuvo lugar este hecho a
mediados de marzo de 1880, despues del desembarco del ejrcito chileno en Pacocha, maniobra
que dej libre el grueso de la flota para sus movimientos propios i ulteriores.
II.
Psose en consecuen cia la ltima en marcha
en b mai'ana del 6 ele abril con el objeto de entblar el bloqueo del Callao, que nuestras naves
no visitaban si11o de paso i a hnrt.adillas desde la
malograd a cspedicion que all llevra en mayo
190-
III.
Proponase el almirante corno eficaz estreno de
sn larga i montona vijilia, destruir por un golpe
de mano la corbeta Union, nico buque que por
su rpido andar i buenas condiciones marineras,
. podia incomodar a la escuadrilla bloqueadora, i
con este propsito llevaba listas, aparejadas i a
191
remolque dos lanchas torpedos de escelente construccion i considerable costo. Llambase una de
estas jiles embarcaciones, comprada en Inglaterra por el ajen~e del gobierno de Chile, la Janequeo, i habian puesto a la otra, para dar compaa
a la herica araucana, el nombre de Guacolda.
Era sta ltima la misma qu en el puerto de
Ballenita.R habia quitado el comandante Thomson a los peruanos, cuando anduvo escursionando
en diciembre o enero en .el Amazonas por los mares del Ecuador, junto con el Blanco i con el Loa.
Como el dominio de nuestra bandera en esos
dias era absoluto en el mar, hacian los marinos
de Chile sus aprestos cual si fuera dentro de su
propia casa, i a fin de realizar el intento de
hacer volar la Union, o en sn defecto, alguno de
los cascos que aun quedaban a flote tremolando
el pendon peruano, pusironse en cobro las dos
lanchas porta-torpedos durante la tarde del 9 de
abril; i ya entrada la noche, cuando la escuadra
distaba cuarenta millas de la isla de San Lorenzo,
desprendironse aqullas; al mando la. Janequeo
del teniente 1. don 1\!Ia.nuel Seoret i la Guacollla de don Juan Goi, de la misma gradnacion,
ambos oficiales de la dotacion del Blanco i jvenes tn intelijentes como animosos. El Huscar
escoltaba las dos veloces quillas, i partiendo a su
ohjetivo a toda mquina, encaminronse a su punto de cita, que era el cabezo de la isla de San Lo-
'
.,
-------==--=-=~-
-.,_..___ ..
192 -
renzo. All, antes del alba del dia 10, deban juntarse para combinar su accion i su sorpresa contra
los buques peruanos.
l mintras ava.nzctn una i otra a su destino, ser
til echar una mirada a los aprestos de ~e.fens ct
con que aguardaba a los chilenos el arrogante
dictador del Per, que h11bia tenido ya cien di as
de plazo bajo su bota i su estatuto para prepararse.
IV.
N o quedaba a los desdichados peruanos en sus
hor<:lS de angustia sino nn t ercio de los doce
buques de guerra que con 54 caones en sus portas
le haban servido i baluarte pcua retar, tan ufano
como insensato, a guerra tremenda)) a Chile.
I en realidad i de hecho no dispona sino de un
solo buque capaz de tomar el mar, cuctl era la
escurridiza corbeta Um:on. Todos sus otros cascos
de/ guerra haba desaparec ido. L ~t fragata Independencia fuse a pique con sus 22 caones; el Huscar
(5 caones) i la Pilcomayo (6 caones), estaban
en poder de los chilenos i aun form aban parte
de la escuadrilla bloqueadora para aumentar, si .
. era dable, la humillacion i pesadumbre de sus antiguos dueos (1 ).
( l) Los peruanos habian creido divisar por entre las brumas
de enero el monitor Huscar, voltejeando cerca del Callao, i cou
193 -
25
194 -
monitor AtakualjJCt, en psimas condiciones de servicio, la Union, buque de 1,150 toneladas con sus
13 caones de a 12, e] Ohalaco, .viejo trasporte
que montaba cuatro caones peqneos, i los trasportes desarmados, si bien fructfera e impunemente empleados como acarreadores de armas,
Limeria, Oroya, el T r;lism an i el Rimac, estos dos
ltimos cautivos. P ero t a.les cascos, desde que se
cerrara el puerto .a sus correras, iban ~~ ~e rvir
mas de 'e mbarazo i cuidado que de utilidad a sus
guardadores. El desgraciado P er haba perdido,
en un ao, ele sus 54 bocas de fuego de::;tinadas a
SU gnarda, 35. Quedbanle en con secuencia a flote
apnas 19 que serian harto ineficaces contra la.
poderosa artillera moderna de los acorazados chilenos, iuclusa la del Ji uscar. (1)
(1) Anclados en la baha del Callao teniau t ambien los peruanos Jos cascos del J!I a1aon, antig uo buque de g uerra de
201 5 toneladas, empleado como escztela de ap rendices ele marinmia; el 1lfeteoro (_1 121 toneladas) , dest inado por un a lei reciente a escuela. preparatoria ,de marina ; la c(\nocida fragata L1pzt1'mac, convertida en ponton -i en escuela de g uardia-marinas i
....
-1 95 -
V.
De mu i dis tint o car ct er era n las def
ensas terres tres de la pla za del Callao, .arm ada
en gue rra
como Valparn.iso, Val div ia i Pan am
desde el siglo XV II par a res isti r a. los buc ane
ros i a los
enenligos de Espafl::.t en el ma r del
sur , considerad o como un lag o domsti co por sus
rey es ( ma r e
clausttrn.)
En seguida, desde la po ca de la. ind epe
nde nci a,
i con ma s especialidad desde la. agr esio
n de Esp aa que tuv o su desenlace en aqu ella
s agu as el 2
de mayo de 1866, hab ia dispuesto el
gob iern o de
considerables ele me nto s i me tal de
res iste nci a. I
por su rd en vamos a enu me rar los .
VI.
En el cen tro de la anc ha i rem ans
q bah a
que esp ald ea a seis mil las de dis tan cia
, .a la ma ne ra de esplndido i nat ura l ma lec on, la
isla de San
Lorenzo, como la Qu irin a a. Ta.lcahuan
o, dej and o
solo dos bocas de ent rad a (lla ma das
el boqueron
al sur i la boca gran de hci.a el nor
te) ' alzba.se todavi<t enh iest o el clebre cas tillo
del Sol,
fuerte ciu dadela de pie dra ace rca de
la cua l los
mo nar cas cspaftoles aco stu mb rab an pre
gun tar, en
196-
VII.
1!)7 -
badovento unos cuantos reductos armados con ca ones ele menor calibre denomin ados li!Iaip, Z epita, Abtcw, Pichin cha e In dependencia, sin contar
la f~trnOS< t batera de a mil que m :.1nclu.ba, en La
Pu.nta el capitan J\stBtc, ol hro0 del Sha h, ntim o del clicta.clor, i otrns ,obr::v; de mayor o m enor
cuent:1 construid as a la lij c1'a desde b m ediana
del primer ao ele la guerra . Entre stas se men cionaban la baterl,a 17 de m.an:.o, la Pacocha o
batera .Rodrnan (fechas i nombres de las revuelt as de Piro1a) i varios parap tos de stwos construidos en torno al muro de la drsena. (1)
( 1 ) El jenem l U<Lmdibnrn, minist ro ele la g u erra el la rtll mitracion P rado, :tclo a cm;:t-; ele inj enier ia, lHtbia ln<lermdn en
j ulio de 1879 al inj eni e ro mili tar clou .Pe1l ro Ma;o leva.nt:n l os
r lnn o::; el e l:t defensa t er:e ' tre cle[lJdlno, i con :Cec t:::t ~o de agosto ord en que u na comi sion prc:>i did:t p or el j ncrn l do11 Ped ro
Si l va i com pue;;ta del coronel d art i ll ed <t du u 1Ia.riauo D elgado d"' In. Flor i del coronqlllo infantera c on F derico Abri l, est udiaran la nplicacio u d e esos p buos sobre e l terreno . Pero solo
dos rneses m rLs tarde (oct ub re 1<1) se trat de poa er todo nquellu en cjecuc ion , ofre~itldose el minist eo iUe udibmu pam t t asluclarse en perwna. cou el os 1ablloncs : Cal Lto, a fiu de abrir en
el trmino de cuatro o cinco das)) una an cha zanja en el circuito ele b ciudad para protej crla p or el lado d e t ierra. I en efecto, el 15 de octubre sali de Lima con ese objeto e l batall on
J nuja, ordenando el mini s tro que trabajaran los soldados cun Jt
azada. cinco h onts di n. ri:1s i previnindu se les diese para 1etemplarlos dnmnte b fajina lmem1. rn:::ion lle aguaT'cliente con cascc~
tilla.
No par eci, sin embnr go, que es te tuico hu1 ieso produ<.:!iclo
so lclad f\ ~', p orqne en u na corres pomlencia del Cal lno dirijiJ:t al Comercio de L ima, en los primer os dias de dici embre, se ueciit lo siguiente :
No se ve aqu, por much o que se investi g ue, ln. n.ct.i vid1J,rl. bl:l ica q ue reclaman es t os ins t.:\ntes solemnes : cono se h an perdi do ocho meses, signe perdi n1 lJs0 b sti .l1 0 S ~ rn c ntv el tie:npo de
- 1 98 -
VIII.
Mejor abrigo que el de sus caones prestaba a
los dbiles buques que aun conservaba el Per el
muro de su drsena, obra de lujo mas que de utilidad mercantil, de considerable mrito como construccion civil, ~j e cutada durante los ltimos cinco
:aos. Haban sido sus empresa,rios hbiles injeniel'OS franceses; sus capitalistas los de la Sociedad
J eneral i su costo e1 de diez millones de pesos ( 42
millones de franco s).
A sus costados o dentro de suremansa cabida
hallbanse acoderados i protejidos por palizadas ,
flotantes, como la Esmeralda espaola en 1820,
los barcos peruanos, especialmente la llnion, el
Olwlaco i el Oroy a, regresado ste el dia 8 de abril
de su ltima comision al Sur.
Et1 prevision de un repentino ataque, el dictador ha.bia mandado orgamzar al propio tiempo
una manera tan m an ifie!'!ta, que contemplada con el ~m imo exacCIbado por las decep ciones sufridas , aparece en l la duda de
quy acaso no sea so lo i ueptit ud lo que nos hu nde.
)) Por qu no se acelera la lnea de defensa?, Por q u no se la
artill a? F tdtan alg un os pis de pino? Faltan brazos?
)) Vndase, para co mprar madera, el carbou i nnecesario que se
consum e en hace r rondas con buques mayo res.
)) Tmese para el t rabajo a cuanto permtoo h.bil h aya en el
Cd lao, com o se les pretendi tomar para hacer estorbo en los
cua,rteles.
)) Pero hgase algo, siquiera para poder afirmar que se h::. trabajado para la gue rrrt. ))
'
-199-
(marzo 16 de 1880) un cuerpo de vijas en el peon de San Lorenzo, compuesto de un corto destacamento de marineros al cargo de un hombre
de mar llam.ado Mels.
IX.
Tales eran los aprestos i los sustos, las espectativas i las precauciones puestas en planta por
los peruanos en torno a su histrica ciudadela,
llave de Lima i de su imperio, cuando las naves
de Chile en vueltas en las densas sombras de la
noche i de la niebla se acercaban silenciosamente
a provocarlas.
Por desgracia, las dos lanchas torpedos, vanguardia i ojos de la flotilla destinada al bloqueo
de~ Callao, se estraviaron en la oscurid~cl, a consecuencia de una descompostura en la Gu,acolda,
como habia sucedido en el intento ele at<tque matinal emprendido contra Arica, seis ~eses hacia
(octubre ele 1879). La J anequeo fn a recalar diez
millas al norte del Callao, i su consorte, con igual
mala fortuna, si bien logr penetrar. sin ser sentida a las 4 de la maana al interior del fondeadero, no acert a encontrar al alcance de su botaIon armado de poderoso torpedo ninguna de las
quillas enemigas protejiclas por la oscuridad.
Cerca del amanecer tropez, sin embargo, con
un bote de pescadores qne ech a pique en el
,.,
--
-- - -,.:-___
....:;..,..----=-=~~
__. . _. .
200 -
201 -
26
..
-202A las 7.20 se despeja la niebla. L os cu at ro buques i la lancha
a vapor parecen dirijirse al pu erto directamente.
A las 7.35 los buques enemi gos rectifica n su rumbo i se clirij en al sur.
A las 7.45 todos se ag-uantan sobre su mquina.
Nuestra escuadra. se alista par<1 move rse.
El e ntusir~smo que reina en las batertts es g ran de.
Sobre la cubierta de nuestras naves se nota mucho movimiento.
La ifame tentativa de hacer voln.r a la, Union es calificn.da
por los estranjeros como acto propio de los chilenos.
A las 9 la escuadm chilena pe1mauece evolucionando frente
al puerto. Ha engrosado con dos buques mas que vinieron del
norte a todo andar. ( 1)
(1) Es curioso tambien co nsiguar las imprecaciones i las bravatas de los escritores pernauos que a esas horas se despertaban sobresaltados en Lima.
Esta flota, deca La Pat1ia, anatematizanclo el acto perfectam ente lejtimo de guerra intentado contra la Union, esta flota,
que se titula reiuiJ. del P acfico i se ensaa contm nuestras
poblaciones indefen sas, ha p 1'ofanado las ctguas de l Callao entre
las somb1as de la noclte i ha tratado de aprovecharlas para inutilizar nuestros elementos blico.:;. Esos marinos, tan ensalzados
i glorificados por su prensa, no Izan tenido vergenza de penet1ar como salteadores en el vecino puerto e impunemente atacar
a la nave, etc. etc.D
En cnanto a los proyectos de herosmo, h aqu lo que escriba dos o tres dias des pues al Nacicmal su corresponsal
Horta .
En todos los buques de la escuadra reina grande actividad.
E stan li sto para cualquier erne r:jencia i con s us mquinas encendidas.
Tan pronto como evacuen el puerto loa buq nes mercantes,
nuestros buques seformarn en lnea ele batcttlct, pa1a 1ecibi1 el
empu.je del enemigo.>>
N o necesitamos agregar para dar razon de e.;;te portuguesada
que sn autor era portugnes.
:...... 203
X.
El bloqueo del Callao come nzab a de esta suerte, un ao caba l despues de decla rada la guerr a, i
a las doce del dia era notificado a las autor idade s
de tierra por la sigui ente jntim acion que cond ujo
un parla ment ario en una emba rcaci on del Blanco
a la que salile al paso otra del puert o, mba s con
band era blanc a.
REPBL ICA DE CHIJ,E.- --COMA NDANC IA
JENERA L DE LA E-SCUADRA.
Galva1ino Ri?)ero s.
Al seor jefe milit:tr i civil lel Callao.
XI.
}ijn el mismo dia i pocos mom entos despues de
recibida 1a lacnica intim acion prece dente , el pre-
'
-204-
fecto del Callao don Pedro Jos Saavedra, antiguo tribuno popular i ministro del jeneral Prado
durante la dictadura, jven elocuente como Cass.
'pero sin elevacion mral de alma ni de costumbres, envi a bordo la siguiente respuesta:
1 PREFECTURA I COMANDAN0I A JENERAL DE ARMAS.
-205-
XII.
Notificse al mismo tiempo aquel acto trascen- '
dental de la guerra ~el Pacfico al cuerpo consul~r en el Callao, por medio de su decano don Jos Flores Guerra, cnsul del Ecuador, otorgando
pJazo de ocho clias para el desalojo del puerto por
los buques neutrales, i aunque en acuerdo de
aquella misma fecha los ajentes consulares resolvieron solicitar una ampliacion doble de plazo, negse a ello cortesmente el almirante, prorrogando
solo por tres das mas la licencia C'oncedida (1 ).
XIII.
Indecible habia sido, entretanto, la zozobra
que la repentina aparicion de la escuadra chilena
en las aguas del Ca.llao, h~bia producido en el
vecindario de las dos ciudades. Habase el dictador trasbordado, con su aparato i bullicio acostumbrados, a las batel'as del puerto i se le veia correr de fuerte en fu erte acompaado del prefecto
Saaveclra i del j enera.l en jefe de la guarni.cion del
Callao, el ancinno Jeneral .de caballer1a don Ra. mon Vargas Machuca.
Despachbanse al mismo tiempo, i casi. de 1111( 1) En el anexo de este ('apitul o se da cabid1t a la corresponJ encia que medi entre el almirante i los cnsul es estranjeros.
-206-
-20 7-
XIV.
Por lo''clemas, duran te los diez clias del plazo
previo del blo'lueo, tregu a sino de Dios, ele los
fardos, no ocurri en la baha , co rno era, ele espe ..
rarse, nada de notab le.
En la noche del dia 10, i como augm io de su
desdichada suel'te, las dos lanch as torpe dos ele
que dispo nan los perLl<tnOs llamadas Urcos e Indepen den d a, se hicier on recprocam ente fuego,
pero luego se 'reconocieron i ap~acaron.
nestero sas de es ta poblacion. - Jos H. Fonsecc~. >>
208
XV.
con estraeza i. sobreRefitise, sm embarO'O
o '
(1) e<Si-n m as accidente que la captura de embarcaciones dedicadas al trfico de cabotaje, deca por esto desabridamente el
uoletin peruano del dia 14 de abril , la monotona del bloqueo
comienza a hacerse sentir de una manera poco agradable, por
cierto.
Durante la noche, ning un incidente estraordinario ha interrumpido el servicio de vijilancia en la baha i los fuertes i bateras de la plaza.
La posicion de las naves bloq neadoras es la misma que ocuparon ayer.
))A las 7.30 el vija del pnerto annnci que el vapor Bolivia,
procedente del sur navegaba en demanda del puerto. Poco 'despues uno de los buques en emigos le sali al encuentro, i ahora
le vemos detenid o frente al cabezo de la isla.
))Dos embarca,ciones a \'apor, la una del Llindado Shannon i
h otra d e la co rbeta n,meri cana A taska, se encamin an hcia el lugar en que est detenido el Bolivia.
))Es probable que los pasaj eros desembarquen en Ancon, i que
all se reciba la correspondencia traida por el vapor Bolivia. ))
'" J
-2 09 -
HlS'f . DB LA C. DE LI MA.
'2.7
-21 0-
XVI.
Por su part e, el jefe de la guarnicion, tan viejo
a
i alarmista. como el pesc ador de la Pnn ta,. hab1
visitado con alga zara los cuar teles el dia de la ante
vspera, i dand o cuen ta de sus aren gas a 'la tropa.,
un diario de Lim a copi aba esta s pala bras snya.s
de entu siasm o patr io i el~ reto al inva sor:
anzas de
En S. E. el jefe supre mo estn cifratlas las esper
su valor , palos verdaderos patrio tas. Tened confianza que con
tri otismo e il ustra cion salva r la honra; nacional.
el robo i el
Un enem igo aleve que no tiene mas princ ipio qae
patria , sin
pillaje, se ha atrevido a holla r el suelo querido de la
sus crmeno
tener en cuent a que con el valor del soldado perua
ento solemnes tendr n pront o castig o, i mien tras llega el mom
ne, ayuda dme a decir:
Viva la repblica!
Viva S. E. eljefe supre mo!
>>Vivan los jefes de los cuerpos!
ores jefs, ofi)) E stas palab ras fueron con testad as por los se U.
se ilot jener al
al
os
ciales i tropa con entus iastas vivac; dirijid
Varg as Machuca.
XV II.
El bole tin mar timo del dia 16 de abri l era, todavia mas pesado que los ante riore s, com part indose la monotori'a de los buques al ancl a con
la densa nieb la inve rnal que en esa esta cion del
a
ao cubr e como imp enet rabl e velo toda la cost
-211-
ver.
212 -
XVIII.
Entretanto algunos buques entraban sin ser
sentidos al fondeade ro, protejidos por la tenaz camanchaca del otoo, i los mas dejbanlo despues
de terminada en In, drse na su descarga.
La esc naclra chilena continuaba voltej eando en
los afu eras o fond eada. en San Lorenzo, mintras
lor::; buques de ronda, que eran ieneralmente el
Amazonas o el Angamos, re corran la cos ta desde
Chorrillos a Ancon, cruzando con igual objeto
las lanchas a vapor dentro de la bab ia.
I mintras todo esto aconteca en la mar, el arzobispo de Lima:, monseor Orneta, daba muestraR,
ti~ITa adentro, ele su piedad i del debilitamiento int electual ele su cerebro, prod ucido mas por los aos
que por la penitencia, publicando en Lima exhortos
que deban llevar el terror antes qne l ~:'t esperanza
al pecho de sus fieles; al paso qne el prefecto ele
la azorada ciudad, secundndole en su obra ele
apocamiento i de in qniet'nd, notificaba [11 pueblo
la cesacion ele la tregua intern acional i la apertuia ele lcts operaciones activas con la siguiente pro
clama., en la cual 1o bombstico de la fras8 no alcanzaba a disimnlar por en tero la inquietud pusllnime del alma:
-213Pueblo de Lima:
Hoi se cumpla el plazo sealado por los enemigos de lapatria para romper las hostilidades sobre la plaza del Callao.
Hoi un pueblo entusiasta se levanta con toda la altivez republicana para rechazar i confundir a esos ltijos estraviaclos ele
Amrica, cuyo avmicia i deslealtad constituyen el op1obio de su
raza i la vergenza de su ltistoria.
Qu laudable propsito persignen las naves de Chile en las
aguas del Callao?
>>El que han perseguido siempue en r\ntofagasta, en Mejillones, en Pisagua, en Iquique i en Arica: el ele revinclicacion i el
vandalaje.
Nosotros, en cambio, defendemos la libertad i la justicia,
esos sacrosantos principios que inspiraron a nuestros padres la
gloriosa epopeya de la independencia, i que hoi nos conducirn
a las resp landecientes alturas de la victoria!
Como tenemos la conviccion de nuestro derecho, as debemos
tener la conviccion de nuestro triunfo.
La gloria, que es la consecuencia de la virtud i del valor,
brillar en,la frente de nuestros soldados i marinos e iluminar
bien pronto la conciencia americana, perturbada por el crimen
de nn pueblo fratricida.
Felices los qne hoi pre3euten sus pechos a las balas enemigas, i mas felices todavia l0s que rieguen con su sangre jenerosa
e 1 suelo de esta patria querida!
Respetables matronas :
Nadct temais por vuestros hennanos, por vuestros hijos i esposos . l\f antened vuestro espritu tranquilo i levantado; no nos
amemtza el a?Tojo espaliol, como el 2 de M:n.yo de 1866; tenemos
delante la alevosa cltilena.
Solo podemos temer en tan solemnes circnnstancin.s que los
blindados enemigos no se coloquen j ama,s al alcance de nuestras
bateras.
J) Mas si escuchais el estruendo del caon, p1'epa1acl coronas i
'
--
~-~
214 -
-215 -
XIX.
En este estado de cosas lleg la termin acion del
plazo sin que hubiese oc urrido en la escuadra nada
digno de nota escepto el enjbo i partida hcia
Paita en demanda de armas enemigas de la corbeta, O' Higr1s que recal del sur el dia 15 de ~bril, i
la sin gular exencion. que el p residente de la Cruz
Roja en Lima Monseor R oca, prelado mas as tuto que evanj lico, solicit el dia 16 del puerto de
Chorrillos para establecer all sus hospjtales. (1)
Ace rc~b ase , por consiguiente el momento de la
accion, i sta deba iniciarse por un brillante refensa se espresaba por esos mismos dias en los sig uientes t r min os :
Fuera maulas.
Fuera camastrones.
Petacas a un rincon.
Hu esos al corral.
Ineptos a un lado .
0 a.mbie, bote, mude, c:1.s liig L1e, haga audar lp or el aire S. E . a
los em pleados subalternos.
Necesario es que se vuel va un poco renegon, un poco descontentadi zo, un poco ex: ij ente, un poco caprichoso para qne todo
el mu ndo ande lij ero.
Al aclio, al acto, sobre la marcha, sin demora .
Al acto, s ~ ii o r j efe supremo, al aclio, al acto .
Ya llam an nuestros enem igos a las puer tas de Lima .
Nos pi san ya la retaguardia .
E st n sobre nosotros.
Al acto, pues, al act<.
(1) A esta svlapada demanda el jefe de la escuadra co ntest
hbil mente, asegurando que res petaria los edificios que cu briese
legalmente la Cruz R oja, pe ro sin t omar com promiso alg uno
res pecto de los delier minados lugares de exencion que solicitaba el cabil oso clrigo ecuatoriano.
-216conocimi~-nto
r.
NOTAS CAMBlADilS ENTRE ENTRE;, CUE RPO CON<:>U L AR D!!:L CALLAO
I EL ALMlRANl'E RIVEROS CON i\fO'l'IVO Dffi f,A NOTfFfCAC lON I
PRRHOGA SOLfCI'l'ADA DEL BLOQUEO .
"
"
y
!!
.16
"
60
6<
67
al a de
Ese "
. P(/IIJ07,1fuir(wws.25
150 ,'000
II.
CO~Sl'LA DO
HlST. DE LA C. DE I,H1A.
28
218
nec~sidad
de hacer fuego sobre los edificios de ]a ciudad, debemos observar que no indicais. el plazo como es uso en idnticos
casos.
Suponemos, pues, que una operacion de es ta naturaleza seria
precedida de un aviso especial.
De nuevo se repiten de V. S. atentos seguros servidores. Jos Flores Guerra, cnsl j eneral del Ecuador i decano del
.cuerpo consular. -Roberts J. Clayton, cnsul de los Estados
Unidos de Amrica.-Eduardo Ondereyek, cnsul de Alemania.
-Robe1to lVeiss, vice-cnsul de Aus tro Hungra.- Jos E.
Gctrca, cnsul de Bolivia. ~Sil vino Grosb."f, cnsu l de Hawa.
--Enrique H ig,c;insson, vice-cnsul de la Repblica Arjentina.
- Cddos Radavero, cns ul de Guatemala i H ondmas.-Luis
Lopez, vice-cnsul de Portugal.-Ecluarclo B . .Ll iarclt, cnsul
de S. M. Britnica. -.LWarqus Domingo Papctlepore NicoLai, vice-cnsul de Italia..- Pa1d Armand S:tillarcl, vice-cnsul de
Francia. - Enrique E scard, vice-cns nl del Brasil i secretario
del cuerpo consular.
III.
(Contestacion.)
RE-P BLI CA DE CHf LE. - CO~fANDANCIA
E~
J ll;Fll
])g
L A ESCUADRA.
Seior:
En :lllntestacioa a vuestnt respetable nota i acced iendo cuanto me es posible u la indicacion que haceis, puedo ampliar por
dos das mas el plazo concedido para que salgan de esta rada
bs naves mercantes neutrales. Segun esto, e5as naves tendrn
de t rmino para alejarse hasta las 12 M. del dia 20 del presente
m es .
Viniendo a host;ilizar localidades rejidas i defendidas poc fuerzas enemigas, la circunstancia de existir en ' ellos p ropiedctdes
de neutrales no pueden mod ificar lts opel\tciones bli eas. Dcbeis
. -
21 9-
'CAPITULO VII.
(ABRIL I MAYO DE
1880).
-221
l.
Los peruan os, pueblo tropical, oriundos ue casta andalu za, acostu mbrad os a vivir mas de impresio nes que de realida,des, se hallab an p~ofnn
damen te persua didos que el ltimo dia de la, notificacion del armist icio precur sor de los bloqueos,
seria para ellos un dia de prueb a i de comba te.
Nada parecj a anunc iar. en la escuad ra bloque adora semej ante propsito. Pero los habita ntes de
Lima, en cuyos hogare s se habia refundido ntegrame nte el vecind ario del Callao, record aban
qne en tiempo de los espa.oles habia precedido
un plazo .de gracia a,
famoso dos de mayo; i sin
mas que esto, era en todos los nimo s creenc ia invencible la de que las aguas ael vecino puerto i
las altas azote~"s de la ciudad iban a ofrecer el interesa nte espectculo de un nuevo dos de mayo
en abril. ... Por esto el arzobispo de Lima ordenaba exhibi r en ese preciso dia las reliqu ias de
Santa Rosa en las iglesias i el prefecto de la ciudad <<jurab<:u en una pro<cla ma que la victor ia seria de los de tie1~ra. Esceclia en esta el procn sul
al dictador, porqu e el ltimo se conten taba con
crear victorias, como la de Tarap ac, por decret o
simple i aqul las acot'daua bajo juram ento.
su
- 222 -
II.
Desde la. vspera hallbase por consiguiente todo listo en Lima i el Callao, que polticamente es
su suburbio i su puerta de calle, para aquel aniversario imajinativo. Rabian llevado a la verdad los
limeqs su aprehension al punt~ de distribuir el
cuerpo mdico i las mbulancias en las diferentes bateras desde la noche precedente (1)
III.
Hecho todo esto, losperuanos esper..tron, anhelantes los pechos, las ravizas de los caones en las
crispadas manos, i el dictador a manera de lanzafuego, a caballo i a pi en todas partes.
(1) H aqu como se hizo la iustalacion del setvcio sanitario
de las bateras entre los facultativos que ocurrieron como volun
tarios a prestar sus servicios en la inminente batalla.
Batera de a mil.-Doctor don Enrique Elmore i don Martno Mispireta.
Bateria de la Jferced.-Doctor don Manuel A. Ugarte i don
Tomas D. U galde.
B atma ele Santa R osa.-Doctor don Agnstiu Izarntegui,
don Hil ario Vera Tndela i don Manuel Montero.
Toneon ..i11anco-Capac.-Doctor don Ignacio Dandera,s i don
Pedro F. Galloso.
Torreon I nclepenclencict.-Doctor don Pedro J. Brito Alarco i
don Aoustiu Iturrizaga.
Bat~1a de Agacuclw.-Doctor don Jos Arnaiz i don Juan
N. Benitez.
Torre ele Junin.--Doctor don Enrique Basaclre i don Emilio
P. Garca,.
223 -
Mas los buques chilenos ni siquiera se balanceaban en su tranquilo fondendero, cmodo nido
del invierno i del bloqueo, labrado entre los altos
farellones del peon de San Lorenzo, jsla-parrilla como la del santo favorito de Felipe II, i San
Quintn.
Por mas que hicieran i esperaran los de tierra
no habra en aquel c1ia, 20 de ab ril de 1880, cmna
de San Quintn.>> (1)
(1) Lol'l siguientes t elegramas ofi ciales refl.ej m;on en Lima las
peripecias sucesivas i las inquietudes incesantes del Callao en
nq uel dia.
Callao, abril 20.
R ecibido a. la 1 P. I\1:.-Seior prefecto i comanda11t e jene1al.-Buqnes.
enemigos en el rdeu sig uiente: P ilco mayo navega pausadamente hcia el
norte. El lJf atias Cousino permanece quieto, lo mismo el Blanco, Angamos,
Loa, i t res buques mas de vela, cuyos nombres se ignoran.
L a actitud del Callao es tan imponente como entusiasta ; cada bat era
tiene sus caiiones i personal listos para cumplir con sus debe!es a la pri mera voz. L as compal1as de bomber os se han situado en la plazuela de la
Independencia.
Despues de recorrer t oda la lnea de fortificacion S. E. acaba de llegar
al arsenal.
Lo pausado i t ardo de las maniobras del enemigo da derecho a presumir que no atacarn.-Bcnito N eto.
1 P. M.-S. E . el jefe supremo r ecorre las bateras seguido de un inmenso squito.
E l movimiento en la poblacion contina mas animado que n tes.
_. L os buques enemigos conservan las mismas posiciones.
E l nu meroso jento que cubre la playa espem !npaciente verlos evolu cionar con direccion al fondeadero.
-224-
IV.
Solo con la caida de la noche lograron aquietarse las patriticas ansiedades del pueblo i de
la. guarnicion, 1 mientras los sacerdotes 1 las
monjas volvian a guardar en Lima sus milagroNuestros buques no se han movido de su fondeadero.-Nelo.
Recibido a las 3.15 P. M.-Seiior prefecto:-S. E. ha manifestado satisfaccion respecto de las buenas condiciones en que se encuentra.n las
bateras.
El seiior prefecto i comandante jeneral, coronel Saavedra, cumple los
deberes de su cargo visitando detenidamente las defensas militares de la
plaza.
El enemigo no se mueve ele sus posiciones.
Las bombas Ga1-ibaldi del Callao, Salvadora de idem, Union Chalaca,
Bellavista i Lima nm. 1 se han situado en las plazas de Arequipa, Ayacucho i calle de Lima.
El cuerpo de ambulancias ha levantado 's us carpas fuera de Bella vista.
- Neto.
Itecibido a las 5- hs. 25 ms. P . M .-!:'e:1or prefecto:-Decididamente los
buques enemigos no tienen por hoi el intento de atacar. Su actitud lo
manifiesta bien cl:no. Bl ni co buque que se ha alejado un poco ha sido
el Jlfatas Cottsi-11o, i eso tomando la precaucion de mantenerse con la proa
h cia los suyos pam en caso necesario buscar su ampa.ro.
8. E . el jefe supremo, acompa11ado del secretario de gue rra., varios jenerales ele alta gmduacion i multitud de j efes i oficiales, acaba de salir a.
recorrer las batiO'ras del Norte.
H an permanecido todo el dia aqu los se11ores secretarios de gobierno,
justicia i fomento.-Neto.
R ecibido a las 5 hs, 26 ms. P. JYI.-Seiior prefecto :-Acaban de de~ar
libre al vapor Clta1'r1 a.
-225-
V.
Pero los luctuosos acontecimientos que los peruanos a.guard<:tron en v.ano el dia 20 de abril, se
verificaron a su sabor dos dias mas tarde.
'
. De madrugada dispuso en efecto el almirante
Ri;reros el 22 de abril que los buques de mayor
potencia-de tiro verificaran un reconocimiento ' de
las bateras enemigas para medir prcticamente
su alcance, i al propio tiempo d,aasen con sus
piezas de calibre la drsena. i los buques peruanos
que dentro de ella se hallaban refujiados, al abrigo
de altos parapetos ele sacos i otras defensas adecuadas.
Avanzaron en consecuencia poco despues de
medio dia en rden de batalla el lluscar, el Angamos i la Pcomayo, i a las 2.10 de la tarde. rompieron sus fuego ~ sobre la drsena, apuntando con
especialidad sobre la Union, cuyos masteleros les
servan de punto de mira para tirar por eleva.cion.
El Huscar se habia colocado a cuatro ~il metros
HIST. DE LA C. DE LIMA
29
- 226 __;
VI.
No pas aquello, en el detalle, de un simple si. mlacro o ensayo de caones, retirndose los bu~
qns chilenos a su fondeadero a las cinco delatarde; pero no sin que el dictador se hubiese dado la
satisfaccion de un telegrama oficial datado en las
bater as a las 3.40 de la tarde i proporciondose
en seguida la ocasion de una proclama el verboso
~- - - ~- --
;,._ 227-
Callao, abril22.
Telegrama de S. E. el jefe supremo al aeor prefecto, kecko de
las bateras a las 3 i 40.-Siruulacro de combate. Buques fuera.
de alcance . . Ningun dao en la pdblacion. Ponga ut~ted en vigor
las rdenes del mrtes sobre ferrocarriles de ,locomociou. Disparamos de vez en cuando solo por responder.-PrROLA.
(Proclama)
Pueblo de Lima!
Yuestra actitud en este memorable dia ha sido la que corr~s
pondia a nn gran pueblo que tiene la conciencia de su p3der i
de la justicia de su cansa.
Digno es de alabanza el entusiasmo con que os haheis dirij_ido en masa a compartir el peligro con log valientes defensores
del Cal la o.
Pero, lo hnheis palpado: felones i cobardes, no osan nuestros
enemigos nedir su" armas con las nuestras en leal combt~te. N o
leR basta esta.r cubiertos con impenetrables murallas de fierro,
no, necesitan aun ponerse fuera. del alcance de nne~t:-as bateras, i as, solo as, se atreven a dirijir sus fuegos sin mts propsi.to que el de in9endio, sobre el mas rico i floreciente de
nuestros puertos.
El incendio i el rt1bo son sus medios ~e acciou; el saqueo de
Moliendo i el bombardeo de hoi nos dan la mas clara prueba. de
esto.
Pero estad ciertos de que no realizarn sus propsitos en el
Callao; confiad en el patriotismo de los valientes que cubren
nuestras bateras i tripulan nuestras dbiles naves; confiad en
el entusiasmo de las abnegadas }ejiones de bomberos nacionales
i estranjeros que dominarn la accion devastadora del incendio,
i en el jefe supremo de la repblica que, dirijiendo todos esos
elementos, sabr prevenir los infames intentos de tan indigno i
miserable enemigo.
Habitantes de la capital!
Volved a entregaros tranquilamente a vuestras labores ordi..
VII.
Quedaron un tanto acalorados los espritus con
el caoneo de aquel dia, i a la maana siguiente
hubo un encuentro de lanchas cerca de la drsena.
'
Segnn apeci entnces, la Janequeo i la Guacalda, com.andadas por sus dos bravos e infatigables comandantes Seoret i Goi, habian intentado un golpe de mano sobre el pesado monitor
Atahualpa que se hallaba anclado cerca de la
Unan al costado norte de la. drsena; pero sentidos, hubieron de retirarse.
Eran en esa coyuntura las 4 dP la maana del
23 de abril, i mintras se alejaban, aristwnse
con la lancha Ureas que ma~.:.daba el teniente peruano don Domingo Vallerriestra, hijo o nieto de
naria.s. Nada debeis temer; el honor ilustre de las armas de la.
repblica estli. en manos de quienes harn que la libertad i la.
justicia ostenten en su cat-ro triunfal los laureles de la victoria.,
si recordando el chileno la 1aza de que desciende viene al fin a
arrostrar el fuego de nuestros caones.
Lima, abril 22 de 1880.
JUAN MARTIN ECHENIQUE.
Dos dias mas tarde el secretario de gobierno Orbegoso comunic por circular a todos los prefectos del pas las diversas ocurrencias del bloqueo, desde su notificacion hasta el primer combate, i en el anexo reproducimos esa pieza de uno de sus orijinales que tenemos a la vista. Publicamos asimismo uua carta
orijinal de un orijinal de Lima, que sin conocernos, nos escribi
(como lo hizo en todos los casos anlogos) sobre el simulacro i
reconocimiento del 22 de abril.
'
conocido aimirante de su pas, i con el encuentro prodjose un lijero tiroteo. Los chilenos arrojaron una granada de mano a.l fondo de la Urcos,
hiriendo a su comandante, al teniente del batall<>n
de marina don Jos Maria Delgado i a cinco marineros i soldados. I con esto los guerrilleros del
bloqueo se retiraron a sus respectivos puestos.
En el mar con el vapor se pelea ahora como en
tierra--a caballazos ....
Uh
VIII.
Nq ocurri tampoco nada de notable en las dos
semanas subsiguientes; ni aun en el temido i esperado 2 de mayo se movi en la bahia ni una vela
ni una mosca. Haban sobrevenido en la rada las
mismas bravezas de mar que en ese momento se
esperimentaban, causando tan mortificantes retardos, en la caleta. de Ite, i con este motivo un telegrama del Callao a un diario de Lima del 5 de
mayo burlescamente decia-ccque el mar estaba
mas bravo que los chilenoS)) (1).
(1) Las alarmas eran diarias, por lo demas, en toda la costa
desde Chorrillos a Chancu.y, es decir, en t oda la zona martima
del departamento de Lima. A este propsito encontramos en
nuestras colecciones de teleg ramas inditos, el siguiente dirijido
por el gobern ador de Mirafloros al sub-prefecto de Lima, el coronel don Mariano Bustamante.
Miraftores, abril 28 de 1880.
Seor sub-prefecto:-Buques junto Santa Cruz, direccion
~ ~
~-
...
-230-
231
IX.
Pasaron algunos dias del eternamente montono bloqueo, sin mas novedad que la de haberse
varado en San Lorenzo en la maana del 7 de
mayo el trasporte Matias Cousio; pero nuestros
marinos lograron zafarlo con cortas averas dos o
tres dias mas tarde.
Con todo, i deseando probablemente el almi._
rante castigar la alevosa de echarle torpedos sueltos, que no tenian la e~cusa del valor de quien los
condujera o aplicara, orden un bombardeo formal
de todas las posiciones enemigas sealando el dia
10 de mayo para sn ejecncion (1).
Hubia regresado del norte, trayendo a su bordo
las autoridc.tdes de las islas de Lobos en la noche
hallaban cargados como con trescientas libras de plvora, a
juzgar por la esplocion del que estal l. El arco, que deba estar
en contacto con algun cido iuflamn.nte encerrado en deps_ito
de cristal, serva para producir el choque que rompert el dep sito as que encontrase resistencia. Esos torpedos, confiados a la
corriente, pudieron hacer daos a nuestros buques, lo mismo
que a los de guerra, neutrales i mercantes, que navegaban en
estas aguas.
(1) En realidarl, los mismos pernanos se infl.ijiau el castigo
de ~;us atentados porque por esos dia.s vol una parte de la poblacion de Ancon a cons ec :.~en e ia del estallido casual de un torpedo, i eu el Callao fn despedazado el inj enioso constructor del
reloj aut.omtico del Per i de la viltuela a1mnica, don P~dro
Rniz, en el acto en que este patriota ensaya ba un torpeo de
dim anita que seria de gritn efecto a su jui cio ... De modo que
esta vez bien puede , decirse del infeliz in ventor de la vihuela
armnica :- otra cosa es con guitarra.
'
!32-
del 9, la corbeta O'Higgins, i sta tomaria tarobien parte en el combate, al mando de su bizarro
i entendido comandante don J o1je 1\iontt.
X.
Ocuparon en consecuencia sus posiciones a-e combate, a la nna de la tarde del 10 de mayo, el
Huscar, la Pilcomayo, el Angamos, i el Ama_zonas frente a la drsena; el Blanco a la altura de la
batera de a mil de la Punta, i la O' lliggins, doblando sta por el lado de la M11r brava, p<tra atacar sus formidables piezas de enfilada, o por su
espalda.
Rotos los fuegos a larga distancia, como el 22 de
ahrq, hzose notoria. la osada del capitan Cndell,
quien sume1:jiendo sn buque mediante la inmersion de sus paoles de agua, para presentar menos
cuerpo al enemigo, se avanz con extraordinaria
rapidez hasta dos mil quinientos metros de la drsena,, i desde esa posicion, valientemente secundado por la Pilcomayo, cans gravsirnas averas a
todos los buques especialmente a la Union, al Lime1ia i al Ohalaco, recibiendo en cambio tres o
cuatro proyectiles en su costado, algunos de stos
de los caones de mas corto calibre de la plaza:
tal fn su ten1eraria proximidad i era as como se
vengaba Condell el sin vergenzm), apodo cuotidiano de los peruanos .en su agravio.
-233-
XI.
Llamse esta jornada el segundo bombardeo del
Callao, despues del ocu;rrido el 22 de abril, i como
de costumbre uno i otro contendiente atribuyse
la mayor suma de ventajas. Los buques chilenos
dispararon 408 proyectiles_i muchos de ellos fueron cruelmente eficaces, porque 'los peruanos puHtsT. D J,A C. DE LIMA
30
..___
--
.-
--
---
-234-
XII.
---- .
-236llEl Huscar hizo 145 tiros, de los cuales 33 fueron con los
caf\ones de su torre;
La Pilcomayo, 108;
O'Higgins, lOO;
Angamos, 32;
Amazonas, 25;
Blanco Encalada, 8.
En jeneral, las punteras fueron certeras, pudiendo calcularse que el 70 por ciento de estos disparos ha caido en la drsena,
en los fuertes o en la poblacion, (1}
XIII.
A la maana siguiente todo habia entrado en
la acostumbrada soolienta quietud de los bloqueos, i el boletin peruano delll de mayo as lo
decia:
( 1) El total de los disparos hechos por los buques chilenos, fu,
Regun se v, de 408; i estando a la cuenta aproximada de los
peruanos, solo de 354. Lns de stos, por su cmputo propio, llegron solo a 151, fuera de los cohetes ele la China, de los que
quemaron, a guisa de n1os, innumerables paquetes.
Los disparos aproximados i cortos de los peruanos estaban
distribuidos as en sus bateras sur, centro i norte.
Sur.-Batera de la Punta, 20; id. Santa Rosa, 2; torre de la
Merced, 7.
Cent1o.-Torreon Manco Capac, 6; id. Independencia, 5.
Nmte.-Bateria Ayacucho, 10; torre Jnnin, 12; batera Pa~
cocha-Rodman, 24.
La escmtdra. dispar en esta proporcion :- Urtion, 31; Talis ..
man, 31; Rimac, 1; Limea, l; Oroya, l.
En consecuencia, los proyectiles cambiados el 10 de mayo
por una i otra parte alcanzaron a 559, o sea algo como cien
toneladas defierto. Tan solo los caones de la Punta arrojaron
al agua diez toneladas de metal en sus veinte proyectiles de a
mil libras.
-23 7-
Seo i prefecto:
I_Ja escu adra enem iga aparece en la n1.aclrugada
de hoi distr ibuid a as: lhts car, Cou~>io i Tolten
cerca del cabezo, un poco hci a el norte ; Pilco mayo i Anga mos ele guar dia; Blanco mni alej ado. NETO .
..
---
--
~.
-238-
Cousio,_ al mando de su entusiasta capit_a n Cat elston. Rabia ste presenciado del?cle a bordo del
Htscar las hazaas del capita.n Condell, i al trasmitir desde Iquique el dia. 19 de mayo su anuncio
telegrfico, rumor caloroso de aplauso clejse oir.
en todo el pas tributado a la conducta del feliz
vencedor de Punta. Gruesa.
XIV.
Los boletines sucesivos del bloqueo, que orijinales tenemos a la vi::;ta, recojidos en las oficinas
telegrficas de Lima i el Callao, acnsan calma
imperturbable durante la mediana de mayo, en
esta forma:
- 239 -
Mayo 24.- Sefwr prefecto .-I..Jos buqu es enemigos perm anec en inmviles en su fonc lead ero.
NETO .
XV.
No sobrevino, por 'lo demas, desde el ccseg undo
bombardeo del Callao, suceso digno de especial
memoria en el bloqueo, hast a la mad ruga da. del
25 de mayo, en que verificse en el cent ro de la
bahia. un duelo de botes-to rpedos, sin vent ajas
pero con dolorosas desg racias p<.tra los dos com batien tes, com part ind ose por iguales part es e:!ltre
ellos la. gloria. i el info rtun io.
Ech aron ele ver, en efecto, con la prim era clari dad del al ua de aquel dia los j afcttigahles vija s de la.
noche Seoret i Gofli ( quienes haci endo cons tan(1) Entre los anexos del prese nte capitulo 1mblicamo
s vario!;
telegramas inditos relutivos a este incen dio.
.
.\
. -
240-
-241-
(1) En su parte datado en Lima el 27 de mayo, dice el teniente Galvez gne no pu(lo hacer fuego con su caon porque se
le inutiliz, as como la am etralladora de proa de su bote ... i de
esa manera andaban de continuo las armas del Per, aun en sus
servicios mas delicados.
HIST. DE LA O. DE LIMA
-242-
(Janaqueo)
Comandante, teniente primero Manuel Seoret, herido leve.
Aspirante, Osear Seoret.
Cirujano segundo, Francisco J. Uyarzun.
Injeniero primero, Santiago Wright.
Mecnico, J nan de la C. Mr'quez,
Id.
CJeto Rios.
.
Fogonero primero, Manuel Perez, muerto.
Id.
Id.
Francisco Peia.
Id.
segundo Agustn Cana les, muerto.
Timonel, Manuel Gonzalez.
Capitan de altos, Manuel Emiquez.
Marinero primero, Joaqun Ponce.
Grumete, Guillermo Molina.
Soldado, Pastor Reyes.
Id.
Rafael Navarro.
,
Id.
Domingo Suarez, herido de gravedad en la cabeza i
el pecho.
Callao, mayo 25 de 1880.
JI,Januel Seoret.
(Guacolda)
Comandante, teniente 1.0 Luis A. Goi.
Aspirante, Roberto A. Qoi.
Aprendiz mecnico, Thomas Johnson, herido mortalmente.
Id.
Id.
Daniel Barra.
Fogonero 1. 0 , Vicente Melgr.
Id.
Id. Zenon Loyola.
Id.
2. 0 , Isidoro Gonzalez.
Patron de botes, Zenon Bustos.
Timonel, Bernardo Bastias.
-243-
XVI.
Tnvo lugar asimismo, a fines de mayo (el dia.
27) un tiroteo de caon durante el cual la peripecia
mas sealada fu la de que un diestro artillero del
Angamos puso dentro de la cmara del Chalaco,
en los momentos en que sus oficiales almorzaban,
una bomba que llen el lujoso salon del buque de
astillas, cayndole (as dice una re1acion del suceso) algunas de aqulla::; en la boca al guardiamarina Portal i otras en las patillas )) al comandante La Barrera, que se hallab a recostado muellemente en un sof, cociendo probablemente su
dijestion, mientras ~1 guardia-marina comenzaba
la suya.
Por lo demas, las peripecia; de este caoneo
estn contadas conforme a la version peruana en
los siguientes telegramas inditos.
Cllao 27 de mayo.
J-uis A. Gofri,
XVII.
El dia subsiguiente fu, como los de casi toda
aquella pesada esta.cion, intensamente nublado, i
tanto era esto, que por la noche los buques se
hacan seales con caon para reconocerse.-ccEn
este momento, escriba el vija del Callao al prefecto fle Lima a las once de la noche del 28 de
mayo, se han sentido dos detonaciones mui lejanas. Son sin duda seales que hacen los buques
enemigos a causa de la neblina que cubre la hahia ,>)
'
-245-
XVIII.
Pero la calma precede de contnuo al huracan,
segun la leyenda del msxino i la esperiencia def
metereolojista, i esto fn lo que aconteci en las
aguas del Callao despues de su invernal i t enaz
camanchaca, porque el dia 29 ele mayo fu aniversario del clebre combate de Pacocha entre el
IJts car i el Shah. I como si aquel aguerrido
barco hubiese querido recordar su bieri alcanzada
gloria en ese da, se present impvido a.l frente
de las bateras.
Es interesante la version peruana e indita de
este combate matinal, especie de esquinazo de
guerra dado a la plaza, i por lo mismo vamos a
copiarlo de sus telegramas orijinales que as dicen:
Callao, mayo 29.
7.20 A. M. -Seor prefecto de Lima: Dos lan chas enemigas
empezaron fuegos contra las nuestras a las 6.20 . La Pilcomayo,
Angamos i Huscar se dirijen a la baha i la primera rompi el
fuego habi endo hecho un disparo el Husca1, virando luego ambos, por seales qne.les hacia el Blanco. Regresando inmediatamente, siguiendo los , tres los fuegos que eran contestados por
bateras plaza.-Zuleta.
7.40 A. M.-Seor prefecto: Angamos, Pilcomayo i Huscar
mantienen lentamente eJ fu ego sobre la plaza. Quedan mui cortos los disparos del enemigo.- Zuleta.
XIX.
Hasta este punto llegaba la parte indita i reservada de la comunicacion telegrfica; pero he
aqu los anuncios posteriores que los vijas del
Callao continuaron dirijiendo a Lima despues de
la ltima hora mencionada, i que el dictador hizo publicar ese mismo dia en sus boletines para
retemplar i retemplarse.
Recibido a las 9.5 A. M.-Seor prefecto: El monitor Atahualpa avanza en este momento hcia el centro de la baha.
Esta salida del monitor va a "poner en srios conflictos a nuestros cobardes enemigoa.-Zu leta.
Recibido a las 9.6 A. M.-Seor prefecto: 8.40. El Husear
huye coba1demente i se coloca fuera de tiro; el monitor sigue
avanzando. La Pilcomayo imita al flusca1 en su cobarda se
aleja haciendo fuego.-Neto.
XX.
N o obstante el descomunal herosmo atribuido
al monitor jemelo del que en beeves horas se zabulliria cobardemente en las agua.s de Arica, pa.
rece que el casi cuotidiano tiroteo acab temprano en aquel dia, porq ne el telegrama de la noche
no contena sino esta palabra, eterna rden del
dia de los bloqueos:
Callao, 29 de mayo de 1880.-Seor prefecto:
ccSin novedad.))-ZULETA.
U na peculiaridad peruana., sin embargo, habremos de notar aqu-la de las felicitaciones. Era
el 29 de mayo, segun dijimos, uno de los aniversario de la vida aventurera del dictador, cuando
pretendiente; i el gobernador de Ancon, mintras
se batian en el Callao, hacia vibrar los alambres
con el siguiente telegrama dirijido a sn jefe poltico, a rracna, semejante a los de Arica dirijidos
el 2 de mayo a Montero:
Ancon, mayo 29 de 1880.
-248-
gullo para la patria que conmemora el gran combate de Pacocha de 1877. De U. S. respetuosamente.-PEDRO F. SuAREZ, gobernador.
XXI.
El da 30 de mayo hubo un corto tiroteo, acostumbrado desayuno matinal de los bloqueadores;
i despues todo entr en calma.
Los nicos boletines telegrficos de ese din. que
hemos encontrado dicen en efecto as:
Callao, mayo 30.
8 P. M.-Seor prefecto: A la puesta del sol, Pileomayo i Angamos cruzaron la baha hcia el lado norte. Los demas buques
enemigos en el cabezo, haciendo vapor. Hasta este momento no
ha ocurrido otra novedad.- Zuleta.
XXII.
Entretanto, i volviendo al caoneo del 29 de mayo, cuyo boletn de sen ~acion, ya dado a luz, decia:
-(<el Huscar huye cobardemente,)) llevaba ste
temprano a Lima las emociones matinales que los
nervios de sus habitantes requeran como incesante i necesitado pbulo. Lima no puede vivir sino
-249-
ele impresiones: ele victorias i pastillas , ele sahumerio i de plvora. Los chilenos se content an sencillamen te con mandar su prosaica plata a la
plaza ...
Pero aquella postiza alegra no seria de dura,
porque dos dias despues, es decir, en la maana
del dia 1. de junio, vease acercarse al costado
\
del Blanco una pequea embarca_cion a vapor
que llegaba del sur empavesadct, i en el acto todos los buques bloquea dores cubrian su jarcia de
vistosos trapos, salndau do ufanos con el caon de
las sal vas reales i el clari n de las dianas de guerra la noticia de inmorta l yictoria.
Era el aviso a vapor El T or:o que traia de Pacocha la nueva del triunfo complet o obtenido por
las armas de Chile sobre el ejrcito de los aliados
a la vista ele la ciudad i Yalle de "racna el memorable 26 de mayo de 1880. ( 1)
0
32
XXIII.
Indescriptible fn el jbilo qne se apoder de
las tripulaciones de lct escuadra en presencia de
aquella fausta, si bien no ~nesperada nueva, qne
venia a servir de grata necesitada pausa a las ttigas i a los insomnios de) bloqneo.
Anmentse aun mas, si ello em posible, la alegra i el bullicio de los tripulantes de nuestras naves que el tedio comenzaba a trabajar intensamente con la nueva de la captura de Arica, que
no tard en llegar en alas del viento, mintras
que a los infelices pernanos comunicbansela desde Pisco por el telgrafo sus propias autorida-
des. (1)
vapor proceclente del sur. Despnes de las 5 volteje incesantemente en varias direcciones. La escuadra blo.queadora sin
hacer salva, arri a las 6 todo sn empavesn.mien to. Ahora, 6 i
enarto, caldean como de costumbre sns mquinas. Por lo que
pLiecla convenir, debo participar a V. S. que durante el dia no
ha hahirlo comnnicacon alguna entre la escuadra chilena i los
neutrales.-N eto.
Ad vertimos 11 ne todos estos telegramas eran pagados, lo que
e8plica su laconismo, para ser tel egramas peruanos.
(1) H aqu cmo una correspondencia de la escuadra contaba la manera como los bloqu eadorei'l del Callao recibieron las
noticias de las victorias de 'l'acua i Arica.
El .Angarnos, que se encontraba de guardia fuera del Callao,
fn el primer0 qne divis ni Toro el 1. 0 de junio, ctun' ,lO llegaba
procedente de Pacocha. Luego el capitnn Lynch puso sea les
al Blanco que las trasmiti a los demas buques.-El Toro a la
vista empavesado.- Intil es referir aqu el entusiasmo de todos
los tripulantes. De todas partes se alistaron botes, i ruui luego
el pequ eio vapor portadO!' se vi cubierto de visitantes qne re-
-251-
XXIV.
Sombro estupor adnese en los primeros momentos del nimo de los impresionables peruanos,
siempre confiados en fcil i perezosa fortuna,
siempre engaados por prfidas arteras de ambiciosos, pero siempre cc retemplados por sus propias forjadas ilusiones i fahic'es esperanzas.
Mas la desesperacion tiene tambien sus mirajes, i pnas hubieron conocid el pueblo i el gobierno la intensidad ele sus desdichas, ton:iaroa
pi de ellas para cobrar nuevos brios; la prensa,
apellidando a sus hroes muertos, convoc con
tono pico a los vivos a las armas; el ejrcito _se
junt para contarse i para medirse en paradas
militares; tomronse medidas de nimo levantado
a fin ele tener hombres, armas i. dinero, i declarando el dictador que se senta fuerte en su prestijio,
en su alianza i en el apoyo de cinco millones ae
seres humanos que tenia a su espalda, juraba
solemnemente que no soltaria las armas hasta no
quebrarlas en el pecho ele los invasores, espulsndolos del snelo profanado ele la patria.
- - - - - - - -- - - gresaban a sns naves dando vivas a la patria. Todos los buques
empavesaron inmediatamente i el Blanco hizo una salva de 21
car10nazos. Este barco se comunic con los buques neutrales i
les trasmiti la noticia recibida.
Igual demostracion se efectu al tener conodmiento de la
victoria de Arica .
---
~-
--
-252-
XXV.
La guerra iba a entrar por consiguiente en su
faz mas decisiva, mas resuelta i mas terrible. Testimonios vivos de ello era todo lo que aconteca
en Lima, en Arequipa, en torno a nuestros buques, a la vista de nuestras avanzadas de tierra,
despues de las mas imponentes victorias alcanzadas.
I estos mismos xitos que una desacertada po-:ltica malograra respecto de Chile, no solo no
alcanzaban a solucionar la guerra, sino que la
compiometerian mas intensamente sellando la
ali_anza de los adversarios de la repblica con Sll
propia sangre vertida en campo comun de comun
infortunio.
Por manera que lo nico que en tan grave coyuntura pareca racional, oportuno, espedito i patritico, era aprovechar con vigor i celeridad el
aturdimiento i la desrnoralizacion que en todos
los pueblos producen durante sus primeras angustias lf~: adversidad contnua i casi implacable, para
marchar por el sendero" mas corto i mas recto a su
final avasallamiento..
I ese camino habi sido otra vez, como en tres
ocasiones anteriores, nicamente el de Lima, que
era, poltica i militarmente hablando, el Per, a fin
de consumar as en su centro la grande empresa
-2 5 3 -
que el de st in o i la fo
rt un a ha bi an dejado
en nuestr as m an os .
X X V I.
Fu er za i dolor nos
es pN ta nt o ca m bi
ar to ta lm en te el es ce na ri o
en que ha st a es ta p
oc a ha bi a
ve ni do desarrollnd
ose la guerra, pa ra
oc ur ri r pa ci en te m en te a pr es en
ci ar en el suelo de
la pa tr ia
un a srie in co nc eb ib
le de .er ro re s, de pe
queeces
de n im o i de co rt ed
ad a.bsoluta. de vista,
no cierta m en te en el pas,
sino en sus m an da
ta ri os , de
quienes hu bi er a po di
do decirse que de sl
um br ad os
po r los reflejos lu m
in os os que de ljos
ve ni an a
he ri r su vista miope
, ha bi an pe rd id o el
ru m bo i
es tr av ia do el se nd er
o de ht marcha. vict
oriosa de
la re p bl ic a.
254 --
I
CIRCULAR DEL SECRETAHIO DE GO:lHE ltNO A LOS PREFECTOS DEL
PER SOBRE LAS PRIMERAS OPERACIONES DEL
BLOQUEO DEL CALLAO.
(Indita.)
SECRETAR A DE GOB IE RNO
POLI CJA.
253 -
J. E. Jlfi1'anclr.t.
-256-
II
CARTA ORIJINAL DE UN ORIJINAL DEL CALLAO
S0BHE EL CAONEO DEL 22 DE ABRIL DE 1880.
III.
'rE LEGRAliiAS IND ITOS RELA TIVO
S AL INCE NDIO OCUl tRlDO EN
EL
QALLAO EL 24 DE li:[AYO DE 1880
.
-258incendio. Las ambulancias de la Cruz Roja estan presentes. Lamentamos la muerte de un bombero de la Chalaca, un inspector
de polica i otro bombero gravemente contuso. Un desplome ha
ocasionado este desgraciado incidente. En este momento una
seccion de ambulancias conduce otro contuso, es el sefor Gutierrez, bombero. Continan ardiendo los escombros. Finca asegurada, muchas familias que all dejaron sus muebles a guardar los
han perdido.-Zuleta.
6.30 A. l\1:.-Sefor prefecto: Merced a la poca brisa i al trabajo incansable el incendio est reducido. Aunque el horizonte
-se encuentra mui claro no se distingue ninguno de los buques
enemigos. -Zuleta.
6.46 A. M.- Sefor prefecto o sub-prefecto: Personas autori:zadas aseguran haber visto un individuo a caballo que en los
primeros momentos del fuego sac el escudo o plancha de la
cam paa de seg uros, -despues de lo cual parti a todo escape
por el .camino de Lima ele donde al parecer habia venido.-Zu-
.leta.
6.45 A. 1\f.-Seor intendente: Aun el incendio contina,
.pero se encuentra completamente aislado. A n.i juicio, ya no se
.necesita nada. El coronel Saavedra dice que no son indispensa,ble mas . esfuerzos. El fuego ya reducido en estos momentos. -
.Znleta.
8.5 A. 1\1.-Seii.or prefecto de Lima: E stingniJo, puede decirse ya, el incendio, debemos tributar una palabra de aplauso, aclemas de las autoridades de la plaza, como ya se comunic a
U . S., a los seiores jefes, oficiales i tropa de los batallones Li:b ertad, L1ma i Jauja, al jefe de esta di vision seior coron el Ve
,]arde i al seiior coronel comandante j encral de las bateras del
sur L. G. Astete, quienes han contribnido del morlo mas lnuda.ble a comlmtir en1jicamcnte el siniestro.-Z'tleta.
- 259 -
IV.
TELEGD.AUAS PERUANOS INDITOS RELALIVOS AL COMBATE
DE; LAS LAN CH AS JANEQUEO E INDEP ENDENCIA
EN LA BAH A D% C:'>.LL AO E L 25 DE' llfAYO DE 1880.
8 A. M.-Seiior prefecto: Anoche de dos i media a tres se oyeron varios caionazos i un nntriclsimoJ nego de fu silera hcia el
norte del puerto. El enemigo haba despreuJiJ dos lauchas por
las inmediaciones J el dique las cuales se encontraron con A rno
i ~ Urcos sosteniendo por alg unos momentos un vivo comba te dichas lanchas.
5.35 P. M.-Sefr prefecto: Segun version que parece autorizada el herico t eniente Galvez est prisionero a bordo del
Blanco en compaiia de un maniquinista. i cinco marineros.
Galvez al hacer estalla.r el torpedo que conduca logr volar una
de las lauchas chilenas que sorprendieron a la Indep endencia.
9.28 A. J\II.-Seor prefecto : Tripul::tn la lancha I ndependencia 14 individuos, de estos faltan el teniente don Jos Galvez,
un guardia-marina M. G. San Martn, practicante de medicina
Ugarte del monitor A taltualpa, dos maquinistas, un fogonero,
i un marin ero. El Laura salv a seis tle los nufragos heridos.
Uno de ellos, que se vino a nado, confirma los dat.Qs que anteriormente comuniqu a .U. S.
Callao, mayo 26 de 1880.
-260su derecho para reclamar el canje mas tarde. Con este motivo
el ayudante de la prefectura. mayor Zelaya, va a salir llevando
la contestacion al oficio aludido.-Zuleta.
CAPITULO VIII.
EL MINISTERIO RECABARRE.N.
'
-262-
r.
El congreso de Chile se reuni, conform e n su
estatuto , el 1. de junio ele 1880, al ruido del enon que anuncia ba las glorias i los regocijos ele
Tacna. La ocasion era solemne . La palabra inaugural del j efe ele la. nacion, siempre sobria e incolora, no correspo ndi al nivel a que habian alcanzado las emociones del patriotis mo popular; pero,
como ele costumb re en las cosas de su gobierno,
se mostr sincero, verdico i sin malicia. Contentse por esto con trazar, plida, fria, casi meneste rosa resei'a ele ht campaa , desde la captura del
Rimac en el ao ltimo, i termin su esposicion
de guerra. en estos glaciales trmino s:
0
a:La victoria del 27 ( 1) del pas:.tdo mn.yo, hn. sido el digno coronamient o de una campaa. que sedt rccordaLht en la historia
militar por las coutraried aues de todo j nero que fu necesario
vencer.
))En Te.cna, como en Pisagna, como en los Anjeles,Ia s posi- ,
ciones que ocupaba el enemigo, i que la naturaleza. i el arte haban fortificado, no fueron suficientem ente poderosas para dete, ner el mpetu de nuestros soldados.
:DTanto en mar, como en tierra, la fortuna ha sido adversa a
los aliados. Su marina ha sido aniquilada , i su tropa veterana,
concluida i desmoralizad<1 por una srie de derrotas. Permitido
II.
En cuanto a la marcha interna del pas, demostr el presidente con cifras, mas que con palabras, su impertnrbable prosperidad, aun en medio
de la sangrienta i di spendiosa lucha en que nos
hallbamos empeados.
/
2G -1 -
III.
Al conelnir su discurso de instalacion, el seor
Pinto encontr tambien . dentro de su helado pecho algunas palabras ele acompasada justicia hcia el pais.
Conciudadanos del SenlLdo i de la Cmara de Diput,ados, diJO al terminar i con aquel propsito.
Si os he hablado con grata complacencia de las glorias alcanzadas por nuestro ejrcito i nuestra marina, tengo tambien
la satisfaccion de hablaros de la misma manera de la nobltJ, serena i patritica actitttd que el pas ha conservado durante el
curso de esta guerra .
))La tan jenerosa como eficaz ayuda prestada al gobierno por
el pas entero, ha sido el primero i mas importante elemento
que ha ocurrido a preparar i obtener los triunfos que justamente
celebramos hoi. Dominados los partidos por un elevado esprittl
de patriotismo, se han impuesto un cuerdo i oJOrtuno silencio
respecto de todas aquellas cuestionas que pudieran encender los
nimos i provocar irritantes discusiones. Siempre ser un motivo de lejtimo orgullo para el pa.is, como para el gobierno, haber
sostenido la actual guerra, ta,!l dificultosa por los recursos que
ha sido menester emplear, en medio de la mas profunda paz interior, sin que se haya alterado el rden constitucional, ni sus-
-265pendido una sola de las garantas que las lej;es aseguran a to~
dos los ciudadanos.
nando un pueblo pnede, como Chile, emprender i sostener
una guena sin pertnrbttr el rden constitucional, ese pueblo se
ha conquistado una gloria no mnos envidiable que la obtenida
por nuestros soldados en lo:~ campos de batalla.
IV.
Fu bien recibida por la jeneralidad aquella
manifestacion del estado de las cosas, hacindose
notar nicamente, como un vaco estrao, la abs~
tencion absoluta de la palabra presidencial con
relaciona los propsitos ulteriores de la guerra, as
como a las arduas i mj entes medidas qne, a juicio de
todos, la campaa requera para sn feliz i pronta
terrninacion, aprovechando el b!io de nuestras
victorias i el desaliento de los vencidos. Aun ante
los espritus mas ciegos, la gnernt ib tt a entrar en
su <1z mas grave i a necesitar sn pronto, inevita ~
ble, fatal complemento en una espedicion rpida
sobre Lima.
Aumentse este sentinliento de espansion na~
tnral en el pas una se mana mas tarde, cuando
en la no che del 8 de junio el cable trasmiti de
lqnique la nneva de la esplndida victoria de Arica, que volvi .t enloquecer de alegra i de entu~
siasmo a t odas las poblaciones.
Por otra parte, con el brillo de aquellos triunfos
se habia acentuado i robustecido la popularidad
II!ST. DE LA C. DE LHJ A.
.34
-266 -
V.
El .seor Santa lVIara, que lo re,p a, haba hecho en efecto dos viaj es a .A 11 tofagasta, en poca
a.zarosr.. i con decaden te snlud, acnlTendosc gravsimos compromisos personales a fin de enpujar
las .operaciones ele la campaa hcia nn rumbo
activo. El seflor Sotomayor, ministro de la g uerra
en campaa, habia muerto en el p;1esto del deber
i del patriotismo. Su remplazante en Chile, el
seor Gandarillas, ministro en propiedad de j ust icia, no obstante la. asperezn de us esterioricla"des~ i t : :Ll vez a causa de ellas , habic"t sido yunque
de trabajo, constituyndose en v~:.lp a1:ai so para la
Teorganizacion de nu eRtra marina. que di por
resultado la, aprehension del mon.itor enemigo qne
tenin en jaque a nuestro ejrcito.
No haban sido menos laudables la laboriosidad,
26 7-
VI .
rro mado en co nj un to el
gabi net e ele agosto .de
1879 , se sen tia po r cons ig
uie nt e no solo fu er te sino
pr estij ioso, i se espe rn.ba
qu e no se ria re m i-so en
co secb~Lr el fru to de los sacr
ific ios del pa s i de sus
pr opios es fue rzos, cuan do
u na m a an a en di a fr o
i lluvio so (la del dom ing
o 13 de ju ni o) co me nz
a cir cu lar por la ciu dad,
_el es tra o ru m or de un
a
crsh; m in ist erial co mplet
a, rno tiv ad a es pecia l-
2G8-
mente por las rcn nncias irrevocables de los seores Santa Mara. i Gandarillas,. las dos personalidades polticas mas acentuadas de b adminis tracion, i que por lo mismo no l~abian vi vid o Riempre en perfecta cordialidad. La 1\IIon ~da de Chile no fn nnnca la jaula de la familia f el,iz, del
empresario Barnum.
El hecho era entretanto singnlarme1i.te cierto, i
aunque en las primeras horas de la mudanza manifestaron inquebrantable propsito de retirarse
solo los dos ministros ya nombrados, la crsis se
hizo sucesivamente j eneral, i tres das mas tarde,
esto es, el mircoles 16 de junio, a las dos de la
tarde, el seor Pinto firmaba. los nombramientos
de un nuevo gabineto que quedaba coinpucsto de
la manera siguiente:
Interior.-Sefi or Manuel Recub<irren.
Guerrc,.~Seor Eusebio Lillo.
R elaciones Esteriores.-Seiior J:l,e1quacles Vlderrama.
Hacien da.-Sefior Jos Alfonso.
Jasticia ..;.__,_Sefior l\fanuel Ga.rca, ele la Hnorta.
VII.
Aquella composicion fu acoji<la con natural
frialclad por el pblico, que hacia ellejtimo contraste de los que se iban con los que llegaban; i
a la verdad, apartados de la crtica sns dos prime-
2G9-
ros nombres, aquella indiferencia hall:ibase j ustificada, no solo por el mrito que.hora se reconocia ::.t
sus antecesores, i porque los nu evos ministros pertenecieran en su gran mayora, casi en su totalidad,
n. un bando poltico qnc nada babia hecho por la
guerrn ni para la guerra, sino especialmente por
la insignificancin poltica casi absoluta de su personalismo.
VIU.
-270-
IX..
Nadie negaba al jefe del gabinete su hi~alga ,
cahallerosichcl pei'sonl, la honradez a toda prueba de su carcter, la firmeza i la unidad de su
conducta p oltica, ni mnos la j eneral simpatia que
disfrutctba, al mnos entre los hombres de su je:.
neracion, en toda. la repblica. Soldado animoso
de la caus<t lib eral en 1851, combatiente en las
trincheras del 20 ele abril de aquel ao junto con
el poeta Eusebio Lillo i el filsofo Francisco Bilbao, que como l empuaron un fnsil en ese clia
luctuoso, la j uventucl de dos jenera.ciones posteaquel
riores haba gua rdado intacto el prestijio
noble estreno de sn carrera.
.
Pel'o desde esa poca el seor Recabr~en, a t
manera de aereolito que brilla fugaz para con ver- J
tirse en opaca maRa metlica, eclipsse voluntariamente hacindofle campesino en i~ Requnoa.
;Habia figurado sin brillo en algunos congresos:. i
}lecho un~t coTb campa?. patritic~t a Chilo en
de
271-
-272-
gre i patriticilmente todos los sinsabores i disgustos del bloqueo cuyas principales peripecias acabamos de contar.
J uzgbase que no obstante la comparativa oscuridad, en que voluntariamente habia encerrado
su vida i su talento, quebrando su lira de oro en
los negocios i su esterilizadora prosa, el seo1; Lillo traera al gabinete el fuego de su patritico ardimiento i servira de estmulo i aguijon no solo a
la morosidad natural del j efe del estado sino a la
de sus propios compa:feros (1).
( 1) Como testimonio de la sinceridad incontrastable de nuestros actos i opiniones en este pmticular, como en todos los de
la guerra, reflejados en esta historia, nos permitimos estampar
nqu la Hig nien te carta que dirijimos al seior Lillo al Callao,
cuatro dias despues de su n ombramiento:
B. Vicuia },fackrmna.
273 -
XL
En cuanto a los ltimos, el pas vi con profunda
indiferencia su de;ignacion, i esto por justo motivo.
Los sef10res Alfonso i Garca. de la Huei'ta habian
sido ministros en pocas recientes, pero todos bnscalJan ht huella ele sn paso por el gabinete sin ha
llarh. El seor Valderrama., sacado, como el pri- /
mero, de la majistratu.ra, almacen commetudina- 1
rio e inagotable ele ministros ele ocasion hasta que
lo empared b lei, era, como simple aparecido,
una esperanza para algunos, una novedad p~ra
todos. Tenia siquiera este fune;ionario el prestijio
de no haber sirlo todavia nade\ i rle su honorabilicl a el reconocida.
Xli.
Una noble espectativa alentaba sin embargo,
en medio de la dehilirlad conjnita del nuevo gabinete, a los homLres patriotas que haban arro jado su alma en el torLellino de la guerra corno
se arroja el pbulo de ntro d3 una. tea.. I era la de
qu e las dos person alidacles m as robn stas del gabinete lograran aduearse del e spri J~u del presidente de lct rep C
1blica, snp temo direc tor constitncionol de las operacion es, i lo lanzarian al fin por
la. anch tt via de las gr<:tn rles solucion es que sta a
gritos reclamaba.
HIS'l'. DE LA C. DE LIMA
35
-274-
-275-
XIII.
Empeorse todavia esta situacion con h renuncia que como hombre de corazou sano i levantado
trajo en persona desde el Callao el seor Lillo,
devolviendo al presidente la cartera de la guerra
sin haberla siquiera abierto, manife~tando as que
era digno de ella i dando lealmente como escusa la
de que no se creia con las fuerzas necesarias para
desempear en ocasion tan grave puesto de tantas responsabilidades. -El seor Lillo y,enia de la
guerra, sabia lo que era la guerra, creia en ella,
deseaba probablemente hacerla, i por lo mismo,
mirando en su derredor, se abstuvo de caracterizar una situacion en la cual probablemente los
sucesos i los caracteres lo dejarian solo. I fu de
esta manera como el nico hombre de guerra que
se presentaba en el dintel del gabinete recien
creado, renunci su puesto de ministro de aquel
ramo, que absorvia a esas horas la administraeion
entera.
XIV.
Como una devolucion natural i lej tima de la
situacion, rehusada la cartera de guerra por el secretario del almirante de la escuadra, se pen;;0
inmediatamente por sus amigos radicales, dueos
-276-
XV.
I tal era por desgracia la verdad mas all ele lo
imajinable; i como cumple a nuestro deber i a nuestra promesa f01:mnlada en ocasion sclialada dar
-27
XVI.
. El nom bram ient o de don Jos F. Ver
ga-
..
1'
27~-
Ver.oara
haba trasmitido i comunica.do verbalo
mente sobre la batalla de Tacna i sus resultados.
Exajerando mucho sin dnda, como sucede en tales
casos, se le ntribuian palabras i conceptos destinados a herir profundamente el amor propio de los
principales jefes del ejrcito. Resumiendo la impresion dejada por las que se decan revelaciones
del seor Vergara, se aseguraba que Tacna haba
sido un segund_o Tarapac..
))Tomada Arica, las di versas personas que iban
bajando a tierra confirmaban estos rumores, i despues las cartas que llegaha_n del sur venan a robustecer la creencia de que el seor Vergat:a haba
procurado empequeecer la accion de Ta.cna. Puso el sello a esta impresion la correspondenCia \
del Mercurio que se crey inspirada por el mismo ,)
caballero con quien hizo su viaje al sur el corresponsal de aquel diario.
)>Hnbo con este motivo en el ejrcito un verdadero alboroto qne se tradujo en murmuraciones
violentas i en censuras acres contra los cucal(!)nes,
nombre que se complacan en dar al seor Vergara. Sin embargo aquello pas sin dejar huellas,
al parecer.
))Pero viene ahora su nombramiento de ministro, i he aqu qne han renacido todas las quejas i
todas las censuras con mayor violencia que ntes.
El j eneral dice que se retira porque es incompatible con su dignidad su permanencia en el pues-
-279-
280 -
xvu.
I es tas vivas i patriticas aprehensiones consignadas con meritoria sinceridad en un documento que acarreaba tantas responsabilidades al
ejrcito, i que el j eneral en j efe haba reiterado
en una comunicacion telegrfica dirijicla al j efe
del Estado, no era solo del dominio del gn,bi nete,
sino ele la ciudad i de todo el pas.
La atmsfera bajo cuya presion nacia el nue vo
funcionario era a la verdad candente, i de tal serte
que apenas se hizo pblico su nombramiento, un o
de los representantes mas modestos i acostumbrado a no tomar parte en los debates, el diputado
por Vichuquen don Seg undo Molina, llev al seno
de la Omant una inte tpelacion a manera de prot esta, inusitada i antiprlamentaria sin duda, pero
que no dej aba de ser por esto una revelac ion franca i patritica de la situ acion i sus peligros. (1)
( 1) H aq u( la versiou oficial del proyecto de acuerdo del
seor 1\'Iolina prese ntado el prim er dia en que el nuevo mini stro de la guerm compareci a l a Cmara:
La pat ria tiene derecho a exijir de sus hijos no solo el sacrificio de su sangre sin o tambien la ejec ucion de tod os aquell o:;
actos que la conduzcan por un sendero de paz i de prosperidad.
Impulsado por estas consideraciones me permito proponer el
s iouiente
proy13cto de acuerdo:
0
.Lrt crnara de diputados cree inconveniente pa1a la ma1cha
de la presen~e .ruerra la desnar:ion del se'o; don J os F1'an cisco Ver.qa-ra como sec1etario de Estado en los departamentos
de Guerrcb i 111arina,
El seor A. Mon tt soli cit in mediatamen te el aplazamiento
-281-
XVIII.
Pero descartando de esta rela.cion de los sHcesos, en cuanto ello es posible i decoroso, aquello
que pertenezca al dominio del personalismo, escollo muchas veces de la recta apreciacion de
los acon te cimientos, lo que resultaba como una
verdadera amenaza para el porvenir i el desenlace de la campaa i de la guerra, no era aquel
antagonismo funestament e creado entre dos fuerde esta in dicacion evidentemente antiparlamentaria. Se opnso
el seor V ergara alegando q ne no poditt q ueclar som etido n un
trmite indefin ido q ue afectaba s u delicadeza., i co n este motiv o
i pal'.t solucionar el inciden te 1a. C.mam se co nstituy en ses ion
secreta. De la par te ele sta que se h a publicado, regnlta que el
ministro ele la g a erra cli la siguiente repu esta a la s imputaciones ele desavene ncia i rup tura con los j efes del ejrci to, agregand o q ne al part ir, el j eneral Baq ued<H;o le haba estrechado
las manos i q ue res pecto del co ronel V ebz!f uez jamas se haban interrumpid n las buemts relacion es q ne entre mbos existan.
C ontes t el seuor Ministro Vergura (as dice el acta ) i comenz espresaudo ser cl nro pam l t euer qn~ in iciarse en b vid:_t pt.biica. cou n na CL1estion ele c ~tr~tete r pe rso nal. Afir m en
seguida q ue el hecho de sa desacuerdo con los j efes del ejrcito
em com pletamente f,Llso, calu m ni oso, r umor de cLllc, <le clnb o
de cotTe;po nsales de ck tr ir.>il q ue htmenta.Ga fu era r ecojiclo i
traido hasta el seno de la C,.m !tl'it .J)
En consecuencia de es tas e,.: p\icitas de claraci o n e~, el se itor
Molina retir su proyecto de n.cnerclo manifestando si n embargo
que l haba sido presen taclo honrada m en te en virtud de aseveraciones pbli cn.s, notorias i persistentes.
P or nues tra pa rte solo aita tliremos que la r elacion de es te
sing ular in cidente ha sido co piado del Boletin oticial de la Cmara de cl i putfl.dos, que el se ilor Vergn.ra fu nombrado ministro el 15 de _julil>, el in cide nte tuvo lngn.r el17, i 1!1 carta del secretario del jeneral en j efe ll eva la fecha 23 de ese mes.
HIST. DE [,A C. DE Lll\fA
3G
-282-
XIX.
Habase imbuido en la mente i en el alma del
presidente de la repblica la creencia tenaz i singular que de que .la guerra iba a terminar de hecho i de derecho con la campaa subsidiaria de
Tacna i Arica, que como la de Tarapac, haba
afectado solo una de las estremidades del tenitorio i de los recursos de los aliados belijerantes; i en
consecuencia abrigaba la inmutable conviccion, a
todos por l llanamente manifestada, de que la paz
no tardara en sobrevenir, fuera por la ruptura de la
alianza, que acababa sin embargo de robustecerse
en un comun holocausto; fuera por el abatimiento
o el motin de la soldadesca que rodeaba al dictador Pirola, encerrado por nuestra escuadra en el
recinto de Lima i el Ca.llao; fuera, en fin, por el
<<predominio del elemento conservador i de sus
intereses en aquellas poblaciones, mana' que se
habia apoderado desde el principio de la guerra
2~3-
XX.
La poltica del gabinete de junio iba en consecuencia a ser profunda e intencionalmente de )az,
-284-
cuando todo i aun la mas obvia ljica lo empujaba, incluso su nacimiento, hcia la guerra i sus soluciones.
I precisamente donde a toda costa se resista
el presidente a ir, era adonde el pas entero desde
el primer momento en que tom las armas i se
hizo ejrcito para marchar i para pelear, queria
ir:-a Lima.
En di versas ocasiones de esta hist oria i esparcidos en sus tres volmenes precedent es existen los
comprobantes de esta aspiracion nni versal, enrjica, con vencida i racional de la repblica, que no
era, como en el nimo presidencial i en el amen
de slls palaciegos, una sntesis abstracta, sino el
resultado del sentimiento pblico, ilustrado por la
razon, recalentado por el patriotiF< mo i sostenido
por la histori a, suprema g uia de los pueblos. A
Lima babia ido San Martn: i babia solucionado
con ese acto militar i poltico el gran problema
que la Amtica le encomendara; a Lima babia
llevado el j eneral Blnes su victorioso ejrcito,
dando pronto i radical remate a rdua campaa, i
a Lima, es decir a sus aguas que son las del Callao, zaguan martimo de aquella ciudad, haban
do sucesiva mente Brown, Cochrane, Blanco, Guise, Postigo, todos los capitanes de mar de la repblica.
Podramos agregar aqu nuevos e inescusables
testimonios de que sa .era babia sido la aspira-
..
-2 85 -
XXI.
'
CAPI TULO X.
LA
LUCHA
Er~TRE
POR
(AGOSTO I SETIEMBRI.!.: DE
18S0).
El proyecto para emitir seis millones de pesos es sometido al Senado.Cmo haba obtenido su primera ap robacion por este cuerpo.- E l senador Concha i Toro solicita la declaracio n prvia de si el gobierno emprende o no sobre Lima, i el ministro de hacienda rehuye la respuesta
como en la Cmara de dip utados.- E l senador Reyes convence al ministro de hacienda de que ha p'edido solo la mitad de los fondos que el
gobierno necesita i, en consecuen cia, la emision se aumenta a doce
millones de pesos i se apm eba.-Disc urso del senador por Coquimbo
con este motivo i condenacion i protesta esplcita que formu la contra
toda espedicion de merodeo a las costas del Per.-De bat e que con este
motivo se traba en el Se nado en el cual el minist ro de hacienda declara
qu e el gobierno acepta las es pediciones de merodeo.- Esplicacion de la
actitud del gobierno ante las dos ramas de l poder lejishttivo .-El presideute Pinto insist e en s u absoluta resis.tencia a satisfacer las aspiraciones del pais i del Cong reso enviando una espediciou a Lima.-Lo s
a censos de Tacna i cmo se escluy6 de ellos a t odos los pue pelearon
en T:;.c na.-Actit ud del Senado contra esta irrisoria injusticia, funesta
para el ej rcito i par a la g uerra.- H onras a los muertos. -Labores del
Cong reso i laudable actitud prescinden te del gobierno en todo lo que
no fu era ir a Lima.- E stablecimi ento de las incompati bilidades pa rlamentarias i abolicion del estanco.- Enorme impuesto sobre los salitres.
- -Llega a Chile a p rincipios de agosto el ministro de E stados Unidos
en Lima, Mr. Christiancy, sin ninguna especie de comision pblica de su
gobi nno ni del de P irola, i en el acto el presidente Pint o entra en
katos i pa os de mediacion es de paz con l, no obs tante la falta absolu La de f acultades e insinuaciones del ltimo.-Acertadas observaciones
de h~ pre nsa sobre los peligros de la mediacion norte-ame ricana, que se
han c umplido. - Adela nta el gobierno sijilosa mente h1s negociacio nes
287 -
I.
- 288-
II.
Llevado eu efecto el proyecto de enuswn al
Senado..' aprobado por la Cmara de Diputados el
29 de julio, comenz a discutirse en sesion secreta
el 4 de agosto. R abia sido ya aprobado este proyecto de guerra en su forma primitiva en aquel
alto cuerpo por unanimidad i sin debate el 7 de
junio anterior, i ahora volvia a su mesa con leves
mudanzas de detalle. (1)
(l) Este importan te pr<lyecto de leiqu e tan vi vamente ocup
al Cong reso Nacional durante dos largos meses estaba contenido en el siguiente lacnico mensaje:
CONCIUDADAN OS DEL S l<:NADO 1 DE L A CMARA DE DIPUTADOS.
Los fondos destinados a las operaciones de la g uena. se h all an al presente al agotarse i se hace in dispe nsau le anmentar las
autorizaciones conced idas al gobierno por las leyes de 3 de abri 1,
2G de agos to del ao ltimo i 3 de enero del ao en curso .
En co nsecuen cia, t~:mgo el hon or de someter n. vuestra considernciun, de acuerdo con el Consej o de E -tado, el sig ni ente
PROYECTO DE LEI :
-289-
rillas.>>
En cuanto a su discusion i aprobacion por unanimidad en la
sesion que celebr el Senado al da subsig uiente de haberse
presentado, esto es, el 7 de junio, he aqu todo el debate a que
cli lugar.
El seor Vicwa .Mackenna.-El proyecto qne esb en discusion, seor presidente 1 es de aquellos que el Senado debe votar,
como espero lo haga, con calorosa unanimidad, porque aqu no
solo se tmta d.:l concedet recursos al gobierno para la continuacion de la guerra, sino que ante todo se trata de satisfacer
el pago de la inmensa deuda que hemos contraiclu para con los
que hoi se sacrifican tan valientemente por la gloria de la
patria.
Al hacer uso de la palabra, seor presidente, no tengo el {mimo de demorar la discusion de este proyecto, sino sencillamente
manifestar qne el voto de aprobaciou que dar, no importa en
manera alguna un voto de cumplida aprobacion a las medidas
adoptadas por el gobierno en la direccion de la campaa.
En algunos das mas t:1lvez tendremos oportunidad de tratar estas cuestiones, i entonces los seiores Ministros, con alguna mas tranquilidad que en la, hora prese nte, tendran ocasion
de dar las esplicaciones que, a mi juicio, el pas necesita conocer.
Como he dicho, me rese rvo nmt entnces el derecho de esplicar
la opion que desde luego he in sinuado.
El SP01' presiclente.-No h abimlose hecho oposicion por
parte de ningun seior senador, daremos por aprobado el proyecto en jeneral i particular a la vez .
Aprobado.
El seior Ganclal'lllas (ministro ele la .v-uerra) .-Rogara: al Se- '
nado acordase pasar este proyecto a la otra Cmara sin esperar
la aprobacion del acta.
El seiim presidente. -Pare ce que no habra in conveniente por
parte del Senado.
As se acord.
JIIST. DE LA C. Dl' Lli\IA
37
290 -
III.
E sto fu todo; i a la vel'dad no habriH. pasado
probableme nte de ese mutismo obstinado la discusion i sus espinas, si al v ic e -pres i d~nte del Senado, hombre sagaz i versado en cosas de hacienda, no se le hubiese ocurrido poner de manifiesto
con nmeros i demostraciows matemtica s que
-291
IV.
Verificse este despacho de urjencia en la sesion del 9 de agosto, pero deseando caracterizar
la situacion i su voto uno de los pocos senadores,
tal vez el nico, que acostumbraba espresar al pais
i a sus comitent es con todA. plenitud los .mviles
de su conducta, el senador por Ooquimbo, us de
la palabra p R.ra significar al gobierno lo que el
pais tenia g ue reprocharle i lo que tenia derecho
( 1) Las palabras del seor Reyes sobre esta curiosa i casi inverosmil situacion que pone en trasparenca las aptitudes del
ministro de hacienda i en jeneral las del gobierno del seor
Pinto i su m~nera de comprender la guerra i su propi. mision
en ella, fu eron las siguientes, conforme al acta secreta de aquel
dia;
El seor vice-presidente, despues de lamentar que las esplicaciones del seor ministro no hubieran sido bastante esplcitas,
apoy las observaciones del seor Concha i Toro, haciendo ver
que dadas las deudas exijibles que pesaban sob1e el erario, la
cantidad p edida e1a de lodo punto insuficiente. Que en el estado
actual ele la guerra ern. preciso arbitrar recursos holgados i que
por su parte estara dispuesto a proponer que , se duplicam la
suma solicitada si el gobimno lo c1eia necesario.
- 292 -
.,
2D3
de
V.
A todo esto, i conforme a una costumbre ya estereotipada, el ministro de hacienda (porque los
otros de ordinario no concurrian siquiera a los debates) replic sencillamente que en otra. ocasion
contestara (1 ).
( l) R aqu lo que reza el final del acta del 9 de agosto sobre
este particular i con relaciona otro punto no mnos grave, que un
ao mas tarde, 0on motivo del contrato de huanos de Lobos,
adquiri una importancia capital:
El sei.or ministro de hacienda espuso que reservndose contestar en otra sesion secreta los di versos cargos formulados por
2DG
uose
HIST. DE LA C. DS LDIA.
38
'
2D8-
299 -
nuestra fu ente de recursos, i qne si con his espeu icio~1es anteriores habia.mos afia.nz a,do la perman encia de Pirola, atacando rt
L ima habr iamosfa;orecido a 1lfontero; pero que Chile no debia
tomar en cuenta b suerte ele tal o ctml cltudillo si11o solo consnl:..
tar sns intereses .
Termin el seilor ministro manifestltndo que las espedicio.nesde me1'odeo, como llts de 1Io1lendo, condenada por el seLOr Y jcuia 1\iackenua, estaban autorizadas por el deJ'eclw inte?nacional
i que la guerra bien cntenditla consistia en hacel' al ememigo el
mayor mal1osible.>>
,.
VI.
Como era. su hbito i su deber levantse el senador que habia pasado nt es en revista los funestos
errores del gobierno i condenado su fatal i volun.:.
taria persistencia. en ellos, i tenindose ya noticia
pblica., no negada siquiera por el gobie1no, de
que en 'l'acna se aprestaba. nna di vision destinada.
a asolar las costas setentrionales del Per, comprometiendo gravs intereses neutrales, como babia ocurrido en la fatal espedicion del mis.1o jnero a JYiollendo, i esto sin mas objeto que elu-dir torpemente con esa maniobra peligrosa i completamente ineficaz, el plan de una espedicion
formal a Lim a, hacindola mas dispendiosa i mas
sangrienta con la demora, formul. l~ts protestas
que ponemos a continnacion i que la historia dec~
dir, en vista de los resultados i de sus vaticinios,
si estuvo o n fundada. en razon.
a:Uontestando al seU.or minintro de hacienda, dice el acta de la.
1-
300
se-sion secreta de aquel uia (11 de agosto de 1880) al seior Vicuua lVlackenna, senador por Coquimbo, observ que limitara
su respuesta a los nicos puntos de su discurso anterior a que
babia aludido el seor ministro, esto es: al pago del ejrcito, la
duracion de la guerra i las espediciones aisladas.
Sub re el primer punto ley varias cartas de Tacna i Arica
que atestiguaban Jo que hahia afirmado i 'olvi a recomendar
el carcter urjente i sagrado de esta deuda para con los valientes defensores del pais.
:A propsito del segundo punto disert largamente el selor
:(mador sobre las ventajas de una accion total, rpida i central
que habria podido poner trmino a esta guerra, como a las anteriores, llevndola al corazon del enemigo i no a sus estremidades
como ha s"ucedido en la presente: dundo por resultado, a causa del
error en la estratejia i la pequeiez en las miras, que despues de
catorce, victorias i dos grandes batallas campales, In. solucion definitiva d~ la guerra sea tanto o ~nas ardua que a su principio,
lo que pone de manifiesto, a juicio de su seora, la equivocada
direccion que se ha impreso a la oampala, gastando treinta millones de -pesos i la mejor sangre de sus hijos en meros detalles,
,Sobre el tercer punto volvi a insistir su seliora en. que tod\1operacion subsidiaria que no tuviera pot' base uml grun medida
eshatjica ern un error i un dao, citando para el case~ las espediciones de 1\foqnegua i de Mollendo i la ltima hecha al in te- ,
rior de Bolivia, sin resultado prctico de ninguna especie, apesar de haberse gastado en ella la suma de sesenta i cuatro mil
}Jesos, segtm acababa. de revelarlo el seior ministro, perdindose
no menos de treinta hombres por el efecto de la puua.
:Habiendo entrado a la sala en ese momento el seor ministro de relaciones esteriores, el seor senador por Coquimbo concluy su discurso llamando la atencion del seor ministro sobre
el ,incompleto i .deficiente servicio de nuestra diplomacia americana, en contraposicion a los incesantes i esforzados trabnjos del
Per para conjurar cntra Chile a totlit la Amricn, lo que :poJ;
:nu~tra culpa i_ba sucedieudo.
JOl
11Cit a este respecte) varios hechos privados relativos a la r.ctitud de Colombia, leyendo cartas de sus hombres pblicos que
haba trado al senado hacia un afio i sometido, al parecer sin
fruto alguno, al ministerio de aquel tiempo.
))Concluy su seora por llamar la aten cion del seior ministro del ramo a la significativa p01tica americana de la Confederacion P er-Loliviana, espresando que, a su juicio, en su siguificacion militar era de poca monta; pero que no suceda lo mismo
en las raices. internacionales que ese hecho poda tener en el
continente.
VII.
Pero todo era en vano i aun contraproducente,
porque mientras todo esto tenia luga~ en el seno
de las dos ramas del poder lejislati vo, en los cuales el gobierno no h abia encontrado sino solcitos,
desinteresados casi entusiastas colaboradores, la,
actitud del gobierno para con el pas, para con el
congreso, para con el ejrcito mismo que habin.
vencido en '1.\tcna i en ~rica, continuaba inalterable.
Ve1:dacl es que en los primeros clias de junio el
gobierno se habia apresurado a solicitar del senado la promocion del jefe vencedor en aquellas
batallas al grado de j eneral de di vision, lo que fu
otorgado sin debate i con ferviente unanimidad,
en el mismo dia de su solicitacion (9 de junio.)
1\'Ias, tard un mes cabal el ej ecutivo en presentar el mensaj e de premios a los j efes que tan denodac!os sacri-ficios habian hecho a sn patri a i al de-
302 -
303-
VIII.
Pero aun en los ascensos propuestos para la
marina se habia obedecido al mismo mezquino
propsito, despues de tan grandes luchas, elijindose solo dos nombres en su rico cscalafon. I si
bien babia justicia... en la promocion de aqullos
301
por escala, cqni vocba.se a. to chis luces' la oportunida,cl i su significacion, porque lo que resaltaba
con evidencia para el criterio del paS', clel ~jr
cito i de In ar mada, era .q ne no se recorn pensaban
l os servicios recientes de la guerra como estmulo
:smo la rutina de la antigedad. (1)
(1) rr aqu la mP,nera como uno deJos miembros del Senado
n.p :eci de:>de el prim er mo:nento, calificando de lista p?esidenc~l, es decir, de lista de fi1Voritos, el met'lsaje de ascensos, el
criterio a que el gob iern o babia obedecido al presentarlo, cuya caracterizacion pu blicamos junto con b r espues ta del m inistro del
ramo en la sesion del O ele julio en qu e el J ebate tuvo lngar.
El seiior Vicuiia J.lfachmzna manifest que, a s u juicio, las
propuestas Je ascensos, tomando en cne n t su espritu, sn oport.nnidad i su alcance, habian sido inspil'adas por un deplorable
cl'i t.eri o. Que lo qu e el pas esperaba i la, situn.cion r equera eran
premios prontos i efectiv os p n,m los bravos qu e se batan i morian por In, causa de Ch il e, al paso que el proyecto iba nicam ente a h acer revivir ascensos abandon ados desde largo tiempo,
p or raz ones de economh nun ca mas ap rem iantes que en la situacion actual, resultando que, en r eallad, entre diez pomociones se otorgaban ap nas dos ( clesp nes se supo que era solo
ww) a los combatientes de Tacna, i las demas a los q ue no han
peleado o se estaban tranquilamente en su~ casas. Que es to producira un efect o desttlentador en el ej rcito i en ht arm:1da, cuyas
comecnencias el gobierno no t:1.rdarict en palpar, i a este efecto
ley una carta que hacia poco habia recibido de u u j efe caractel'izaclo del ejrcito.
Hizo presente ademas la estra eza qu e le cansaba no se hubiera esperado la llegada del ministro de la guerra en propiedad,
que venia en viaj e desue Arica, i cuya opinion debi se r consultada pu es to qne ll egal>a del centro de las operaciones en que habia sido t estigo pre:;eucial i p oda uar testimonio no solo del
esp (ritu que prevaleca en el ej rcito, sino de sus gloriosos hech os i accioJJes distin guidas.
))Anali z en seguitb una a nna lns promociones, reconociendo
a todas rilayor ,, menor grado ele justicia intrnsica, pero negando In. oportnni th d de sn prese nt, io n, c:1 lo cual los seo res ministros parecan habe r aeep tado la inspinwion de S . E . el presidente ele la rcpbli c t~, i concluy por' m a n ifcs t~ir q nc h aba Ll
305-
IX.
En cambio de eRtas desalentadoras iniquidades
con los vivos, el pueblo junto con el gobierno sepultaba con tiernas manifestaciones ele respeto a
sus servidores i sus hroes caidos en el puesto del
deber. El 23 ele junio tenian lugar las honras fnebres del malogrado ministro Sotornayor i el 28
ele ese mismo mes las del" comandante Santa Cruz
i sus compaeros de gloria i rle martirio, conducidos, como l, en bntzos del pueblo a su ltimo
justicia i olvido en postegar a unos j efes i en premin.r u o;.ros; n.
lo que se agregab a, en el ca;;o del coronel Urriola, unn. violacion
flagrante do la lei de 12 de setiembre de 1878, en ltt cua l por
rn0tivo algun o poda consentir.
))En consecuencia, termin proponiendo como indicacion prva
la siguiente: El Senado acuerda suspender toda resolucion sobre la segunda parte del men~aje del ej t: cuti vo relativa a aseen~
sos militares hasta que se baya derogado por el Congreso la lei
de 12 de setiembre de 1878.J>
)) El seor minist1o de quena a.d interin ( secr Garca de In.
Huerta) combati la indicacion del seor Vicuiia, haciendo pre
sente que la. propuesta de los seores Castro i Ortiz estaba perfectamente ajustada a las prescripciones de la citada lei; que la
ni ca qu e pudiera ser discntiule seria la del seor U rriola, la
que, a su juicio llanaba tambien ese requisito, pues habiendo clesempeado desLle larg-os a os los empleos de teni ente coronel i
coronel de milicias i clisting udnsc en la presente gnerrn. por sns
importantes servicios, crea, que poda ser prom ovido a coronel
de ejrcito. Que el Senado en consecuencia, no podra, dentro
ele sns atribuciones constitucionales, !tplazar la consideracion de
la s propuestas sino aprobarlas como lo tuvies e a, bien.
))SU seora t enuin impugnando la iudicacion del seor Vi
cua respecto del alcan ce i propsito que atribua ni mensaje de
S. E. el presidente de la repblica que era objeto del presente
debate. >>
HIS'l'. DE LA U. DFl L lM.A.
39
._ 306 -
X.
Por su parte, i en todo lo que era el rjimen interno i econmico del pais, continuaban las dos
ramas del Congreso funcionando con laudable actividad i con tan franca como meritoria e inusitada.
prescinpencia del gobierno. Discutanse as i se
aprobaban diversos proyectos de entidad, como
el de incompatibilidades parlamentarias, la abol:..
cion del estanco i el impuesto sobre los sctlitres,
que si tuvo ~1 mrito de ser jeneraJ a todas las
zonas ocupadas, fu eviclenten1ente demasiado
oneroso en su monto. A la verdad, el gobierno
dejaba pasar todo con la sola condicion de que
no lo obligaran a ir a Lima. El presidente, como los antiguos viajeros que hacan a carreta
de bueyes i picanas lajornada de la capital a su
puerto, qneria dormir la tercera siesta ele la guerra en Curac~1.\', es decir en Tacna. Las dos primeras las haba ya dormido en Antofagasta i en
Tarapac. (1)
....
( 1) Antes del entierro de los muertos de Ta.cna habian tenido
-307-
I a este propsito es digno de especialsima nota el siguiente telegrama peruano, que aunque
incompleto, pone en evidencia que los enemigoH de
Chile con ocian la mente ulterior i resuelta del presidente Pinto, aun ntes de la batalla de Tacna, porque .el boletin que va a leerse tiene la fecha del 27
de mayo, estaba datado en un punto del norte al
que solian arribar los vapores del sur, i as decia.
lugar en Santiago con tiema i solemne pompa. el de los mrtires de Tarapac,. En ese dia (sbado marzo 13 de 1880 ), la ciudad, la prensa, los hogares, las calles del trnsito, todos los corazones estuvieron vestidos de luto. DesJ.e la eat.acion del ferrocarril al cementerio el trayecto habia sido decorado con arcos~
cenefas e inscripciones fnebres, entre las cuales se hacan notar
las rguientes. En la estacion: La patn:a ane,r;acla en l.r;1imas
espera los estos de sus ltijos mas queridos. En la A lamed a, e::;quina de la calle de Ahumada: La ciudad de Santiago se posterna delante del.f1etro ele los M roes, i al pasx1 los saluda. En
la puerta principal de la Catedral: Et pueblo de Cltile ab1e sus
templos ct las almas de los qt~e por t mt~rieron, i en nombre de
la 1elijion, al1ecibi1las, las bendice.
A las 3 de la tarde una salva de a'l'tillera anunciaba desde el
Santa Luca que habiau ll egado a la estacion los restos de los
comanda ntes Ramirez i Thomson, del capitan Garreton, del
teniente Jorje Cuevas del Chacabuco i del aspirante Goicolea del
lfusca?'. El trayecto hasta el cementerio fu imponente, i estraordinariamente conmovedor, i sobre la tumba de aquellos
bravo3 chilenos se pronunciaron fnebres discursos por muchos
ciudadanos.
Por uno de esos contrastes comu nes en la guerra, el mismo
da en qne tenia esto lugar en Santiago se remataba en Valpa. raiso el primer salitre de Tarapac vendido en esta forma i
prodncia 200 mil pesos aproximativamente.
Sin embargo, b situacion de la haciendct pblica i del crdito
estaba l ~jos de ser satisfacto ria, apesar de las negociaciones de
paz i tal vez a cn.usn. ue ellas. N nnca. babia n.lca.nzauo a la verdad el
cambio sobre los ji ros de Europa una escala de mayor depresion
encontrndose en agosto a 2ti peniq nes seg un lo demuestra el
siguiente cnl'ioso ctutdro de la ~tita i baja de los fordos, ve-dade~
-3 08 -
Oltancai, ma yo 27 de 1880.
(3.27 P. M.)
Se or prefecto:
(Lim a).
<>l
Q)
Meses
.S
::::;
O"'
188 0
C!.l
.S
::::;
O"'
C'3
C!.l
::::
......
::::;
O"'
<>l
Q
Q)
.s
;:l
O"'
"
.....;
"
ci
"
.....;
"
ci
38 ~
38t
38t
36t
36t
35
32
39.L
-2
32t
30
26
36t
35t
32t
32
38i
38i
34t
32
31
3It
27
37
34
31
3It
30t
27
32!
30
28
en esta nota deja mos reFue ra de los suceso.'> domsticos que o de especial mem oria
dign
de
feridos, no habi::t ocurrido nad a
estr o de la Arti ller a que tuen la capi tal, con e~cepcion del sini
ciendo quince de S llH obrevo luga r el 27 de enero de 1880, pere o de los oficiales i trip utiag
San
ros, i el arri bo a Val para iso i
recibidos con verd ader as
lant es de la Esmeralda, que fueron tras lada ron a San tiago en
se
ovaciones de triunfo. .Los ltim os
casi desierta, recibieron del
febr ero i aun que la ciudad esta ba
. Los mar iner os trad os a
pueblo todo jne ro de manifes taciones embre antel'ior tuvi eron
dici
de
3
el
Val para iso por la Pilcomayo
urso8.
ropa nueva, alm uerw , brin dis i disc
vida de la cap ital era la
la
Otra de las man ifestacio nes ele
on despues de Tara pac el
de la acojida de los heridos que ll egar
mes de juni o. Fu herm o6 de di ciem bre i de Tac na en todo el
30\) -
XI .
En tre tctnt o cul era.la esp licaci
on act ual , jen uina i ver dad era , en el fondo filosf
ica e ina mo vib le,
en la superficie ena na i me zqu ina
ele tod o aqu ell o,
que sucedia. meses en pos ele
meses, mi nt ras el
enemigo se arm aba a tod a prisa.
i se for tifi cab a tra s
de sus trin che ras i nu est ro glor\o
so si bie n diezn"lado ejrcito tas cab a el freno ele la
im pac ien cia i casi
de la clera en sus cam pa me nto
s de Ta.cna?
L tt esp lic aci on de aqu el est ra
o enigrn<t, ele
aquel mi ste rio im pen etr abl e aun
qu e ma l gu ard ado, ele a.q uell as ocu lta cio nes per
sis ten tes , ele aq u e
llos apla~arnientos ind e:finiclol:l ,
era q uc mi nt ras ht
C ma ra ele Diput'-tclo s n.cc ntu ah
?. su r~solucion ele
em pu jar al gobierno a la guelT<
:Lma nte n iendo en
todos sns act os las decla.raci ouc
s del S e junio, a
conse cuenci ~L uel proyec to ele
::wuerclo W alk er
ssi ruf1. con es te m otiv o la. ::tct
itnd del pue blo de V::tlparaiso
i el
de b cap ital , esp ecif tlrn ente el
de la.s se or as, qnQ co n el cos
to de
mil es de pesos fun dar on var
i os h osp ital es de san g re. f3e
di sting uier on en este rd en las
fam ilia s Ma tte, Oss a, Vi.cua
Subcr~asea ux i otra s .
018-
Martinez, i mintras el Senado acababa de completar su obra de patriotismo votando por iniciativa propia la duplicacion de los millones que
se le exijian a ttnlo de g nerra, el gobierno, es decir, el presidente de la repblica, co n la triste complicidad de su gabin et e, babia entrado en tratos
de paz con un ~ente desantorizad o, peligroso i
estranjero i amparcl ose en una, mediacion que en
s mi sma i en su xito era una amenaza.
XII.
Por b hilacio.1 natnntl de esta historia. i por
su lj ica habremo f3 ele entrar en el fondo de aquel
n egociado en que el decoro del pais fu arrastrado
por el snelo i por el eRpnmarajo de los mares, como si hubieran sido los nuestros ti erra i mar de
vencidos, cuando hayamos de ocuparnos de las
malhaclad<:ts negociacion es ele Arica, q'Ie tuvieron
lugar en octubre de 1880 a bordo de la corbeta de
los Estados U nidos Laclcawana .
I por lo m ismo ser suficiente dec ir hoi que
h abiendo apo rt::t do a V al p<traiso en los primeros
das de agosto el ministro do los E stados Unidos
en Lima, Mr. C ri stiancy, en nn buque de g uerra
ele su nacion, co n propsi to. esclnsi. va m nte pe rsonal es o ele servicio interno de su gobierno, sin'
haber traido na sola pala wa, una sola base, ni
siquiera ln n:ut leve in ~;inuacio n de paz de parte
311 -
312-
XIII.
1 a la verdad con tanto ahinco, teson i al parecer buena fortuna llevaba el negociado el seor
Pinto, secundado por la complaciente mas que
oficiosa participacion de su amigo personal el seor Huneeus, a.jente intermediario, que hcia el
rlia 10 de setiembre quedaron designados en
palacio los tres plenipotenctrios que por parte de
Chile deban concunir a las ,conferenc'ias qne a
bordo de un buque de Estados Unidos tendran
lugar en un puerto del Per ocupado por nuestras
armas. Entendase que los negociadores por parte
de Chile serian los seores Irarrzaval ( qne para
el caso fu llamado a palacio) i los seores Santrt
l\{ara i Hnneeus, reconcili ados estos ltimos aparen temente para el caso.
XIV.
..
No se haban ocultn.do del todo aquellos manejos al pais i mnos a los representantes del pueblo, no pocos de los cuales ~tndaban e n la madej a.
La presencitt inusitada, irreg nbr en tiempo de
guerra, mi sterios::, en sus movimientos, segnida
paso a paso por b cmioRidad i por la, prensa, del
representante de E stados U nilos an te uno de los
belijerantes, diero 1 la alarma desde el primer clia.
~31:3
40
f/
3H -
>> Las hostilidades parciales o en detalle irdtarn mas al dictador, harn mas desvergonutda a
su prensa i mas ~nsolentes a las turbas que all manejan el pual i la tea incend~'aria. >)
I por ltimo, encarndose a la misma acariciada
i funestsima quimera que a1berga,ba en su seno el
presidente de la repblic::t como Oleopatra el spid
que debi ~t morderla, el sesudo articulista censuraba
la intervencion del ajen te norte-americano como
daosa a los actuales i permanentes intereses del
pas.- e< Desde que los Estados U nidos, dice en
efecto al terminar, o cualquiera potencia europea
se mezclasen calurosamente en nuestros asuntos, la
mediacion arnz"stosa se convert?:na en humillante ~-
313 -
En medio de esta pen osa situacion crea da eselusivamente por el capr icho i la re~erva cara
ctersti ca del jefe del estado i la pasiva sumisio
n de
su dbil, incoloro i ya prof und ame nte desp rest
ijiad o gab inet e de juni o, i mi ntra s que a ttul
o de
cohercion de paz se apre stab a en los cam pam
entos del ~jrcito de Chile la est ril i fata l espe
dicion Lyn ch, sobrevin-) un luctuoso aco ntec imie
nto que cubri de luto los ya preocupados cora zon
es
chi. leno s,-ta l fn la clesaparicion, si no de la.
rnas
poderosa, ele la mas que rida nave ele L.t repblica
.,
la gole ta 001_aJ.onga, emb lem a de caras glor
ias
nacionales ecb~ cl~ ve~~n~~samente a __ pique
por
un torp edo peru ano en las agu as ele Cha ncay
el'
13 de setie mbr e, es decir, cuando en San tiag
o se
designab~yn pote stat i vamen te los ne gociadores
de
la paz el ~ia 10.
- - - - - - - -- - - --- -- -- --- - - -
-316-
XVI.
Por un casual acaso, en sesion de la antevspera
de aquel dia haba formulado en la Cmara de Diputados el representante por Carelmapu don Jos Manuel Balmaceda una srie de pregnntas tenden tes a desenmascarar al gabinete i sacarlo del
terreno de sus incorrejibles i quimricos acomodos tan notoriamente repudiados por el pueblo i su
representacion; i en ausencia de todos los ministros ( qne era cosa habitual) las formulaba por escrito en los trminos siguientes a fin de 'que les
fueran con prontitud comunicadas:
ceLo Hai iniciadas negociaciones de paz?
({2. Si hai iniciadas negociaciones de paz,
quins son los negociadores i cul el desenvolvimiento que han tenido?
3. Cul es el estado presente de las negociaciones?
(c 4. Qu actitud de guerra asume Chile mintras se negocia?
cc 5. Qu elementos de guerra se han organizado despues del asalto de Ar~ca i cul es el objeto a que se destinan?))
(cCirculan, agreg el diputado interpelante para motivar Stl a.ccion i :-;us propsitos, circulan
apreciaciones que tacen mu poco honor a los
Re flores rninistr)S. As, por ~j e mplo, se dice q uc
0
317 -
XVII.
Presentse a dar respuesta a estas interrogaciones el ministro de relaciones esteriores, seor
Valderrama, en la sesion prxima (14 de setiembre), vspera de las fiestas patrias, i encerrnrlose en una especie de estudioso mutismo, reflejo
del que a esas horas gastaba el jefe del estado, se
limit a dar esplicaciones que sin negar la efecti vidad de los tratos de pa7., los desnaturalizaba en
su esencia a.tribu.yndoles mM inicia ti va estraa,
cuando la deplorable realidad , co'mo a su tiempo
ha,br de verse, era que ~ la inj erencia estranj era, bajo ningun concepto solicit;tda. por el vencido, haba sido buscada i tomad~:t de los cabel_los
por los que tenan la representacion i la guarda
del decoro de Chile, a costa de tanta 1mngre i ele
tanta gloria vencedor.
No pareca esto creble i ello era., siu embargo,
hL estricta Yerdad le la sitnacion .
-318-
XVIII.
Ocupndose en efecto de la primera pregunta
del diputado interpelan te, es a saber, sobre si existan o no negociaciones de paz, el ministro se limit a responder estas palabras testuales:
Desde luego puedo decir que no hai j estion algtma oficial sobre este pnnto, i aunque esto me
escusa ele dar mayores esplicaciones, voi, sin embargo, a ser mas espl cito. Se han dado pasos
(quin los haba dado?) estra-oficiales dirijidos a
saber en qu disposicion se encontraba nuestro
gobierno i ha contestado lo que siempre ha dicho,
es decir, que no hace la guerra por simple espl"itu de guerrear, i que si los gobiernos del Per i
Bolivia se deciden por la paz, el gobierno de Chile est dispuest.o a oir las proposwwnes que considere aceptables .>>
Resumiendo en seguida, las dos interrogaciones
siguientes en una sola, el . seor ministro-enigma
las constest como
Efijie del Cairo de esta,
manera:
<<Estas dos preguntas se encuentran contestadas
en la primera, pues no existiendo hasta el presente negociaciones, sino simplemente los pasos oficiosos de que he hablado, el gobierno no ha po. d1:do octtparse ele nombTar n ego ciad01~es. Ello seria
importww o estemporneO.)J
la
:.)1 9-
XIX .
La man era ele solucion ar la ena rta pre gun
ta de
la inte rpel acio n, rela tiva a la acti tud qne asu
mir a
el gobierno de Chile dur ante las neg ocia
cion es
(ne gadas, pero en plen a v~jencia) fu tod avia
mas
enig mt ica, mas estudiosa i cab als tica . <e Est
a pregunta, esclam el se or min istr o inte rpel ado
, que
corresponde a una sitn acion que toda via
no se lw
producido, no pue de tene r una con test acio
n con
cret a i dete rmi nad a. Si la situ acio n a qne
alud e
la pre gun ta llega a prodL_tcirse, el gobierno
veT lo
que mas con ven ga a la hon ra e inte rese s del
pais.)>
Agr eg en seg uida el hon orab le se or Val
der ram a algu nas vag ued ade s rela tiva s a la
qui nta
pre gun ta, como la com pra ele algu nos tras
por tes,
----~~
:320-
XX.
Como e ra ovb io, sem~jante manera de trata r un
negocio que tanto preoc upaba a la repblica i an t e una cmara que haba man ifestado una adhesion tan absoluta i t a n patritica a la poltica ele
g uerra de los cuatro gabinetes que la haban cliriiido hasta aquel clia, estuvo rnui lejos de satistcer ni al diputado interpelante ni a la g ran mayora de sus coleg<ts Feprese ntan tes de todos los
coiores polticos ya un t ant o desteidos, pero que,
como en los tapices antiguos q ue poe h~o o curiosidad suele algun aficionado rnant ener colgados
e u el muro, tenan toc1a-\ria a la vista su lana i Sil
traina. - ccLas cont estacionnes, del honorable mini stro de relaciones esterires, repuso en efeeto el
seor Balmacedn, cuando el honorable seor Valderrama puso fin a su discurso qne . dur por reloj
tres min utos, no son bastante esplcitas i tienen nn
doble carcter para el debate : el o.ficial i el privado.
<e C mo distingnir el uno i el otro carcter entre
fun cionarios que ha.b1an a nombre de ln. repl'esentacio n de sus g obiernos? :F]l hecho eR srio i mere ce t oda la ntencion de la cmara i de l pas .
321 -
XXI.
Reiter como respuesta, i en un discurso que
encontr mplia cabida e n quince renglones del
boletn oficial, el imperturbable ministto seor
Valderrama, estico e impasible como su j efe, encastillndose e n sn propr::>ito de Ltcitmna reform a
para con b cmara; i en consec uencia el diputa,clo
por c ~trelrl1 a pn tl c.~j el tan inconcebible i vedi.t(b
actitud e n un gob ierno represent ativo con estn,s
di gnas i sevems palabras.
S u sefiora, ministro de Uelaciones E s teri o 1~es , jestor de h1
dignichd i de1 in te res de Chile con el m u;1clo ci vi 1i z~tclo, no puede h;thlar en carcter pri vado co n los re presentan tes an torizados de nn estado am igo. S n selOr puede comnn ic,use pblica
i priYachun en te con ell os ; pero en carcte r pri vn.do o de tal n::ttnraleza <lne escape a. su P'1.>icion oficial, es imposible.
))As pu es, t enernos que ll egrtr n. b co nclusion de que hai ne goc1n.ciones ini ciadas C nlidencia.lmente, que el gobierno est
H l'>'l'. P 1,A C. DE LDL\
4- 1
322 -
dispuesto a ir desde luego a la paz i que le ser for%oso corresponder a las declaraciones que ha hecho, si el Per quiere o le
conviene ponerse en camino de llegar a ello.
Entretanto tls posible llegar a una paz conveniente en estas circunstancias? I ntes de ocuparme de este g ravsimo aspecto del debate son los seores ministros que as nos niegan
el conocimiento de lo que hacen, los hombres capace.> de serv ir
las aspiraciones del ~ais i de conducirnos a nna paz que sea pre _
vision i futura seguridad?
Por otra parte, agreg el orador, hace ya cuatro meses que
se di6 la batalla de Tacna, i nada, hemos hecho has ta el presen- '
te. La situacion es para inquietar!
Con tanta mas razon cuanto que pal'<l nadie es nn misteri 0
ha habido una dualidad esterilizadora de la voluntad manifiesta
del pais. Unos han combatido i no han querido la espedicion a
Lima i otros la han querido i la qui eren.
Vienen negociaciones de paz. Cul ser el desenlace ljico?
El de facilitar por las condici ones de la paz el desisti miento de
la espedicion a Lima.
pecu niaria;
prestijo en
no al Per,
Per en el
perturbe el
las fortale-
3'23 -
xx r.
Rep rese ntab a en la Cmara, de Dip utad
os el
seor Balmacecla, anti guo mie mbr o del grup
o refOtmista, el mat iz libe ral mas acen tuad o
ele sus
partidos, i decimos lo lti mo porq ue el abig
arra do
ban do qne sigue a todos los min iste rios i
que vota a todo tran ce con ellos, nun ca ha sido
par a
nosotros part ido sino vien tre.
En contraposicion, llev aba la voz del part
ido
conservador en el grueso que en aqu ella
Cm ara
.:e sen t.aba, el dist ingu ido escritor i hb il
hom bre
pblico don Zor oba bel Roclrig nez; i apre cian
do ste desde su asiento de dipu tado la con duc
ta del
gobierno con rehwi.on a la paz i en vist a ele
la, actitu d i de los fueros del parl ame nto, ana tem
atiz
a los auto res de la sitnacion en el leng uaje
conciso .
1
1
contundente que es
como diarista:
324 ~n
<rEn vano se dice, esclam el diputado conservador por Santiago, que apenas h ai algo mas que unas cuantas ideas acerca de
la posibilidad de llegar a un arreglo, cambiadas entre nuestro
gobiemo i el honorable seior Christiancy; porque pasos como el
que ha dado ese caball ero no se dan sino cuando h ai una base
de discnsion que p roponer i cuan oo el que la pro pone tiene motivos srios para calcular que ella puede ser aceptada .
Ahora bien, no es posible sospech ar cul ser esa base de
discusion que h a parecido aceptable al gobierno de Chile? Por
mi parte creo qu e ell o no es difcil. Esa base no puede ser sino
tma que parezca aceptable a P irola i qne nuestro gobierno no
dista de creer satisfactoria. Siendo ello as, t engo por verosmil
que se trata. ahora de renontr la tentativa que, seg un 1:1e asegura
mui de cierto, hizo el ministerio anterior clespues de Tacna,
para ex ijir como co ndicion de la paz nada mas qne el abandono
liso i ll ano del terro ri o de Tarapac. El solo pensarlo me ent1ister:e i alarma, pero confi o en que la buena voluntad de nuestros
conductores para celebrar un arreglo semejante se estrellar una
segunda vez contra la inflexible voluntad del dictador peruano,
sostenido, mas que pot la es pect:1ti vn de una resistencia imposible, por el temor de que el pop nlacho de Lima le hiciera p agar
con la h orcr. o la h og uera sus promesas embusteras i sus ridculas ba1adronadts. U n l vez mas- lo e::>pel'o firmemente de la
bondad de nuestra estrella -la salud, en la hiptesis que considero, nos vendria ele nuestrJs enemi_ros.
>)No me mueve, se iior presidente, ni el d io ni el deseo de
venganla; n o me gozo en la id ea de la humillacion i rnina ele
los enemigos de Chile; pero obedezco a la ljica de la situacion
en que los acontecimientos n as han colocado. E sa s ituacion es
terrible i hai que sali r de ella a fi lo cle espada, despedazando i
reduciendo a l<t impote 11cia a n uestros en emigos de hoi, que hao
~ ido nuestros enemigos tradiciona.les deslle la poca <le la indc-
XXI I.
Tom en seguida su priesto en el torne o de los
oradores para pone rse del lado del gobierno, como
su auxi liar i conficlen te ntim o, el soor Hnn eeus ,
que hast a ese mom ento hab t estad o solo al ti-
:326 --
J87 -
XXIII.
A la verdad, nada poda ser mas enftico ni
mas categrico que aquella declaracion del honrctdo i honorable representante por Elqni. Habla. ba en causa propia i deca toda la verdad.--El seor Christiancy no haba. venido a nombre de
Pirola, no habin, trctido jnsinuacion de ninguna
especie sobre la paz, no haoia pedido tampoco al
gobierno base alguna, su vtje tenia solo propsitos ele servicio interno para su pais. ] si esto era
as, cmo entnces i por via de cl encantamiento sucedie:t que de ese viaje haba sm:jido la idea
de tmtar con el Per i con Bolivia, i cmo en ese
viaje i el regreso de quien trm sin propsito lo
hiciera e ncontraron su punto de partida las negociaciones de Arica, que en breve sm:jieron sobre
ht superficie de la& agucts i vergonr.osamente se
malograron?
Ah! erct que se hacia o se buscaba la paz a escondidas del p ~Lis, corno una maniobra domstica,
como un reposo a la fatiga impuesta i aceptada de
mal g r~tclo, como mut manif3tacion fisioljica de
h tenden cia de espritu del jefe del estado que
habia vivido en vuelto tl ~lrante la guerra en el sncbrio de la paz, sintindose abrumadc bajo el
peso del yelmo, ele la coraza i de la espada que
ot.ros a la fuerza, i e tsi de sorpresa le cieean. La
328 -
XXIV.
Trabado as el dehate durante vanas sesiones
consecutivas desde el dia 11; la del 14 de setiembre convirtise, mas adelante i a virtud de la lei
natural que hace al agua bnscar su nivel en la
superficie i hervir cuando arrimada al fuego, en
ardiente palenque ele poltica, form ndose en lnea
de batalla los sostenedores del ministerio i sus
adversarios, que en fuerzas si no en votos (los ministerios tienen siempre por hbito i tradicion mayora d(~ urna en Chile), se balanceaban.
En la aesion del 16 de setiembre sost uvieron en
pr i el contra del debate ,los seores Aldunate i
Urza. I en esa ocasion terci por la primera vez
el ministro de la guerra para manifestar que por
su parte se tmbajaba con actividad en los aprestos
ele h guerra, (lo que con relacipn <t su ministerio
ere:1. tan cierto, como que en el ministerio ele rel a
ciones esteriores se tra.b<lj aba con igual ac tividad
por la paz), i para provocar nn lance personal que
el boletn oficial \' erte en estos trminos: '
:i29 -
<<El seiiOI' Arteag a A lempar te. -Sin embarg o, el seor mini stro h a dichu que se puede u orga nizar soldado s con tal rapidez .
>>El seor Ver.r;~r,.r ct (minis tro de guerra. )--N o h e dicho t al cosa .
El se1ior Arteag a Alemp a1'te. -Su seora habla entnces
con t oda la coufbn za de uu so ldado.
Else01' Yer.qara (m inistro de g nerra.) -- S, sefwr dipntaLlo;
s sostene r mi pabbra como soldado i como caballe ro, i no permito a sn seora que en este puu to me dirij:t interrn pcion ning un a.
XXV .
Crec a el calor en los espri tus i en los banco s
hasta la animo sidad i la amen aza. En la sesion del
21 de setiem bre lucha ron sobre 1a ya traqu eada i
revue lta, arena de hts negoc itwion es oficiales i oficiosas los seor es Balm aceda i Valde rntma , este
ltim o en isible eetintda.; i hasta el seor Hune eus
t elci en la brega por la, segunda, v ~z con el pro prsi to de justificarse del carg) de i nd iscrec ion
que en jener al habia form ulado con tm los nego
ciaclores de la calle de San Antor~io i la Mneda
el seflor R ecab rren en l<'t se.ou prece dente . ccNi
U d. ni los seflor es Sa!lta Mara e lrarrzav<:tl han
podido ser indiscretos)) dechtl e el ministtos e n mtr~
t a del di fl subsigu iente, i sin emba rgo el pblic o
habia est<:tclo al conie n te de todo el negoc iado
desde su primer a horH hacia ya un<:t l arga semana ..... (1)
(1) Llam lu, ateocion en esta ses ion por su acerva vivacid ad
42
HlS'I'. DE r,A O. DE Ll i\IA.
-330-
...
XXVI.
-'
El seo1' P1'esidente. -Permtame el sefor diputado por Elqui que lo llame al rden.
El seo1 D1za.- Yo afirmo el hecho i cumplo c<>n el deuer
de contestar.
831 -
332-
paz, sin haber obtenido ntes el desarme comp leto del Callao i
el aniquilamiento del poder milita.r i martim o del Per. .
Su seora cree que hasta los mismos ministros pueden votar sin inconveniente este proyecto de acuerdo . Con l el Presidente de la Repb lica se decidira al fin a llevar la guerra tal
como la quiere el pnis, sin descansar hasta qne nuestro ejrcito
entre vencedor en Lima, i hasta que el Oallao quede complet amente desarma d o. (Aproba cfon en la sala; aplau.sos comprimidos
en las gale1"ias).
Yo declaro que el Presidente de la Repblica no hft sido j amas un obstculo a la guerra activa, en1j ica i gloriosa .
))Esa es la verdad; el Preside nte de la Repblica ha traba:jado
incansablemente en la guerra activa i en1jica; no ha sido jamas
un obstculo, i por eso el honorable diputado que deja la palabra no ha debido juzgad o como lo ha hecho.
XXV II.
Igual i aun mas caloro so pero no mnos noble
testim on io person al di al Presid ente de la R epb lica su jven ex-mi nistro de Haci e nda~ que
estaba ah presen te, todo lo cua.l es honros o para
el ~lm a de los que ampar an al agred ido, pe ro no
es ni luz para la histor ia i mnos es contra diccio n
para los hecho s cons uma.dos.-D e ljos divis ha::;e ya ~en ir a la playa de Ari ca en la altura del
hum <Ll' peruan o d negro pennc ho del caon ele
rno de la corb eta Lack awana, i ese hech o develaba toda s las defensas que sobre los embr ollos fnnestos de la paz fOrmaba la vida diari a, i tene bros a
ele la Moneda.
En la histo ria, cont ra los acon tecim iento s no
hai argu men tos ni hai escusas, ni siqui era jene rosiclades. La histo ria no puede desm entir a la historia.
I en esta vez el jefe del est.aclo hab a sido sorpren dido en fla.gr ante acto ele flaqueza i ele contradi ccion con el pas, porq lie las negociaciones ele
paz, no solic itada s por el vencido ni por nadie,
estab an all en el fondo del mar peru ano, i lueg o
subiran como a alto pilor de caoba. a la cma ra
de la corb eta mediadora., su teatro i sn sepulcro.
XVI II.
Hab ase anun ciad o entre tanto en los corrillos
del pblico curioso que en aque l da seria lleva do
a la Cm ara ele Dipu tado s en braz os del ya esc ulido ministerio, un n.tlet a de pode r hercleo, que,
habindose man tenid o hast a cierto punt o apar tado
de aquellos fatigosos deba tes, enco ntrb ase mejor sost.enido por su pote nte i brill ants ima pqja nza de tribu no. En esta ocasion, al menos, el popular dipu tado por Valp Etraiso, com batid o por
todos los gobierno s anter iores , habl ara casi desde la altur<t de un mini stro sin carte ra o por lo
-334-
XI X.
El min iste rio estaba. salvado, seg un fn
la esp resion cor rien te en aqu el da en las trib
una s i en la
ciudad. El se or Rec ab rre n hab l en
un sen tido
anlogo, per o sin nom bra r tod av a la
pah bra . del
enigma, que era Lim a; t:-.mta era
la taim a i la
res erv a sup rem as sobre ese tema. par
ticu lar!
I hab ien do ped ido en consec uen cia
de los dos
discursos con ver jen tes del min istr o i
del trib uno el
seor Rod rgu ez que se suspendiese
la !::lesion: hzose as1.
El par lam ent o iba a. par lam ent ar.
/
XX IX .
1 tal aconteci, por que vueltos lo!:! dip
uta dos a
sus asientos se apr ob por 70 votos
con tra 6, es
decir, por casi la totalid;:td de la sala
una rd en
336 -
del dia sostenida brevemente por el seor Augusto Matte i que estaba conc~bida en los trminos
-siguientes:-Retirados todo~' los proyectos de
acuerdo presentados con motivo de la interpelacion pendiente, la Cm<:L ra pasan la rden del di a. )) ,
XXX.
Qued as terminado, con esta columna de difano humo, simple indicio del paraje en que la
hoguera haba ardido i se estinguia, el borrascoso
debate que comenzado el 11 de setiembre se haba prolon gado dur<tnte seis largas sesiones.
El ministerio, es decir, el persomtlismo de la actua.lidad, que es lo que en Chile se llama con vencionalmente ccgobiernO )) , haba quedado a flote, i
a la sa.lida de los diputados en el vestbulo i en
la plaza del Congreso, el pueblo, que h aba asistido tumultuoso a todas las borrascas precedentes,
como el viento al huracan, gritaba:-- Viva el ministerial-A Lima! A Lima! (1)
Mas hallbase por ventura sa,lvado l gobierno
como entidad moral i permanente de la repblica,
la guerra como peligro, como tardanza i como futuro i cruel derramamiento de sangre i de millones?
( 1) Suplemento a El Nuevo FerrocarTil del mismo dia.
337
XXX I.
A corto plazo hall base enca rgad o de resolver
lo ltim o el tiempo, porq ue nl dia sigui ente el
acnerdo abso lutor io del Congreso, lcts negociaciones de paz que tanto se hab a nega do o encu biert o, cont inua ban con may or ahinco, i al prop io
tiem po al dispersarse los dipu tado s por la ciud ad
iban leyendo con inten sa preocupacion en un boletn de la pren sa un telegee:tma del gobe rnad or
milit ar de Arica. recibido aque lla mafl ana i que
deca solo estas ominosas pala bras ele destr ucci on
ineficaz i de castigo -mal repa rtido e injusto, que
hara toda paz imposible:
(Despa cho recibido a las 10 hs. 20 ms. A.. M.)
Valdivieso.
XXX II.
De esta sue-rt e, i rnin tras una rama del Congreso, haci endo acto de mag nani mida d o de conHlST . D LA C. DE LIMA
43
XXXIlL
l a fin de comprender mejot la enormidad de
aqtwll n.s faltas, que no eran des medro del pn.triotismo en el presidente de la repblica ni en sus mini stros, como ntes lealme nte dijimos, sino de int elij encia i ele clara i definida concepcion de b
gne !TH en. que u os ha.llbnmos lmcia clieziocho m e ses e mpeados, ser fuerza retrog rad e mos a. los
or0~ ~u:. s clo h resistenc ia de l Congreso a la pol-
CA PIT U LO X.
LA GUERRA
rEL
CONGRESO.
(.JUNIO I ,JULIO DE
1880).
341 -
apreciaciones que el diputado por Elqni seor Hnneeus hace sobre la sitnacion i sus causas.-La prensa independiente comienza a traducir
a mediados de julio la impaciencia del pas. -Estolidez del gobierno i >\U
empecinamiento para creer en la paz a todo trance.-La cmara ele diputados rechaza por una gran mayora todo aplazamiento en el suministro de subsidios de guerra al gobierno, i vota la emision incondicional
de seis millones de pesos a fines de julio.
I.
Comenzaron a disearse en el congreso de Chile
los primeros. sntomas de la lucha parlamentaria
que creara la sord pero tenaz reRist.e ncia del presidente de la repblica para resolver a su manera i
a sn albedrio, a virtud de engreido i fomentado personalismo, las grandes, necesarias e histricas soluciones de ]a guerra, en la Cmara de diputados,
desde el segundo dia de sus funciones ordinarias i
una o dos semanas mas tarde en el pacfico Senado.
En la segunda sesion ordinaria qne la Cmara
de diputados celebr el 8 de ,iunio, el en1jico representante por Santiago, don Crlos vValker 1Yiartinez, present, en efecto, por escrito i como para resumir el sentimi ento i la opinion de aquel
cuerpo poltico ante el pas i el ejrcito, el siguiente proyecto de acuerdo para el cual solicit inmediata discusiou:
e<La cmara de diputados acueda un voto de admiracion i de
g racias a los jefes, oficiales i soldados vencedores en Tacna i
Arica i les anuncia que la opinion plJlica d e Chile, les seala
a Lima como corotHt i t rmino de sus hericos sacrificios.>)
:342-
Il.
Hubiera pcLrecido q e tan llano pensamiento i
ovacion tan mpliamente merecida estaban destinadas a encontrar el unnime i caloroso asentimiento ele 1a sala, mucho mas cuando aun no se
apagaba en los horizontes el ruido lejano del caon de las victorias.
I en realidad, as habra talvez acontecido si el
diputado por Talen don Ricardo L etelier, no hubiera caracterizado ljicamente la proposicion sometida al patriotismo de los representantes del
pueblo atribuyndole su verdadero alcance.- A
juicio del pafs, d~jo el jven diputado, tan resuelto
como su colega autor del proyecto de acuerdo, esta
guerra debe concluir por la ocupacion de Lima
salvo el caso en que se determine el gobierno
del Per a pedir la paz. En otros trminos, lo q~w
consulta el proyeto rlel honorable diputado es que
el gobierno ele Chile no har proposiciones de paz,
como se ha insinuado sin fundamento, a mi juicio,
por algunos, ni se paralizarn las operaciones de
la guerra antes de que el Per se haya sometjdo.
)) En este pensamiento todos estamos de acuerdo
i creo que no habr nna sola persona en este re.
cinto ni fnera de l que no piense rle ln 1r~isn1a
man ent )) .
III .
Eq uiv oc b ase , sin em bargo
, el honorn.l)le repre sen tan te po r Ta lca en !=> U
c mp uto tot al de las
a(lhesiones, po rqu e uno ele los
mi em bro s clel Con gre so de n:utyor inf lue nci a en
el ba nd o poltico a,
qu e pe rte ne ca , po r sus relnci
ones, su bri os1 en erjia i su for tun a, el di pu t<:tlo
po r s~la C rlos clon
Fra nc isc o Pu elm a, rico sal itr
ero el~ An tof ag ast a,
i a cu ya op ini on se atr ibu a gn
tn pese en los con sejos de la 1\llo necl<:t desde la
oc np aci on mi lita r ele
aq ue lht plaza, po r l v va me nte
solicita.cla i ob tenida., se lev an t pa ra for mu
br u mt npr~ciacion
tcm gn we con1o co ntr ad ict ori
a de los jui cio s i ele
los votos em itid os po r sns pre
decesores en el eleba te. Es ftS p<<tbras, qu e lle
va ron el aso mb ro a
tod o el pais, po rqu e po r no po
cos su psose en tn
el eco ele opi.niones i deseo s
co nst ituidos EL gra n
alt ura en la clireccion ele los
negocios de l Es tad o,
fueron teu tua lm cn te las sigui.
en t~s: conforme :'11
bo let in oficial ele aq ue l dia :
((He ped iJo la. palall ~a, dij o el
sei or Pue lrna , solo para. ma
nifest ar que n o ;reo, como lo h
an asegur ado lo:; se ores dip
uta
dos
por SLntiago i T~tlea, que la
opi tun un nim e del pai s sea
que
no debe pen ::;ars e en b paz mi
ntt".LS no Ucg ncmo:; a Lim a, i
qu e
el gobi.eino ha ria mn.l ~ i di
ese cn :tlq uie r pas o por aho:a
en un
sent,ido pacfico. Yo p ienso, p
e> r el cont.rario, i esta es tarp
hie
n h
upiniu11 Lle t oLlcts las pe;son
as seu sab s con qui enes he
ten ido
oGasion ele kt"la. r srohre esto
;t::a wto, cp1e eu el esta do ele
irri ta-
= -----
344 -
cion a que han llegado los nimos en ambos paises, no ser posible arribar a la paz sino pm la mediacion de potencias amigas,
i que seria un deber del gobierno p1or:ura1 esa mediar:ion.
))En la situacion en que nos encontramos, despues de los gloriosos triunfos que hemos alcanzado sobre et Per, creo que Chil e bien puede tender una mano jenerosa a su enemigo i ofecerle
la paz, sin que se nos acuse de debilidad.
>> En el estado de miseria i de completa itnpotencia a qne ha
llegado el Per, yo creo que si l va adelante en la guerra, es
solo por la exaltacion que en l producen los con tnuos bombardeos e incenJios que diariamente est sufriendo, i si fuera pos ible darle algunos momentos de calma para que apreciase su situacion i se le ofrecif:lse la paz, seria mui probable que la guerra
pudiera terminarse.
Yo no veo tampoco qu ven taj <l. pudiera hauer petra Chile en
llevar adelante esta g nerra a sangre i fuego i en arribar a la
paz por la ruina del Per. Despues de todo, el Per es el nico
consumidor obligado de nuestros productos, as como nosotros.
lo somos de los suyos; tenemos, pues, que mantener por fuerza
estrechas relaciones de comercio con l para lo futuro, i por lo
tanto no es t en el interes de Chi le q ue la g uerra se desenlace
por la ruina de ese pas.
))Por consiguiente, yo no concibo (as con cluy el honorable
clip u tado) que fu era una J esgr:1cia qtte el y'obiern o pensase ahmc~
en la paz; i creo, por el contrario, que, por lo mismo que Chil e
est triunfante, i el Per casi m oribundo, seria un deber de
nuestra parte tender una mano amiga a ese pais q ue al fin i al
cabo es nuestro lte1'mano.
IV
Salt de su puesto como herido en parte noble
de su sr el a uto r ele ht indicacion, i en breve pero acentuado di scur so replic al diputado por San
- - 045 -
lo s
diputados) .
>)Yo soste n go
u0
Hl !-i'l' .
DI~
l .A U. DF. LI MA
44
0-: W-
.: , .. ...................................... ..........
<<El proyecto de acuerdo que he propuesto es la interpretacan de la opinion pblica que clama-A Lima! o sea, metafricamente hablando, al corazon de nuestros enemigos.
>>Aprobarlo, es el mas brillante testimonio que podrernos dar
a nuestros soldados de que sabemos apreciar en lo que valeit
su heroismo i sus hazaas.
No discuto l conveniencia de ir a Lima, porque no es ocasion oportuna de hacerlo; dejo solo consignado el hecho de que
el pais lo pide. Los romanos vencieron a Cartago yendo al pi
de sus mnros a imponerle sus condiciones, no detenindose en
E ~ riai"ta ni en Sicilia..
V.
Amain, i no poco con este arranque de calor
eh su primera. salida el diputado por San Crlos,
qne en su vir1a. parlamentaria habia solido vogar
347 -
VI.
lVlanifestaciones anlogas no tardaron en stujir
en el seno de la otra Cmara, aprovechando uno
de los senadores por Coquimbo la primera ocasion
que se le presentaba para desa.rrollar su juicio sobre la manera como babia sido conducida la gue( 1) He aqu las palabras testuales del seor Puelma:
Y o propondra una sc.la modificacion al proyecto i que cousiste en
agregar a la ltima parte las palaLms: .~ iftbem preco.
Esplicando mi pensamient>, debo observar al honorable seior Walker
Martinez que l se refiere nicamente a que si fuera posible obtenet la
paz antes de continuar la guerra, yo eAtaria por la paz.l>
En la ~<esion inm ediata, el seiwr Pnelma, contmriado probablemente por la desfavorable hasta acerva acojida rue haban
encontrado en el pblico sus opiniones en oposiciou. a las del
serwr Walker Martinez, suscit el siguiente incidente que copiamos de la version del Mercu1io:
El seor Puelma protesta del discurso que en el Bvlel'in Ofictl aparece
como pronunciado en la Cimarn por el se1i or Walker :M:artinez. S u setiora asegura que el se1ior walker no dijo lo que aparece impreso, que a
haberlo dicho, habrin protestado en el acto. Esplica en seguida el sentido
de sus palabras cuando afitm que para llegar a la paz, se deberia Rolicitar
la. mediacion de una potenci<t estraujera. D e ninguna manera quiso espresar un concepto desdoroRo para Chile.
Cree hoi, como crey6 ayer, q ue nu estro pais apareceria siempre fu erte
i digno, aunque t endiese ahora una mano amiga al Per. La jenerosidad
es virtud del vencedor. Eu su puesto de diputado, cumple s u seilora con
un deber aconsejando al gobierno que toque los resortes que tiene a la
mano antes de llevar la sangre i el esterminio a la capital del Pedt.
JJPide que de sus esplicaciones quede constancia en el acta.
))El seiior P1esid&nle.--Bastar(t la publicacion en el D imio Oficial del
discurso de s u se i1ora.
JJEl se1ior Pue[,,-N , seiior. Quiero que queJe cou~b<Ln<Jia eu ol acb<L''
-348-
-349-
VII .
.. . l ahora, qu decir, seior presidente , de la manera como
el gobierno ha llevado l a guerra i como se ha comprendi do, considerada sta como estrntejia?
Puede calcular el pais; puede darse cuenta el Sznado de lo
que cuesta a la nacion en dinero, en tiempo, este oro invisible
pero. pagadero en buena!! letras, en desprestijio ante nuestros
vecin os i ante nuestros propios enemigos el bloqueo de !quique,
ese triste espasmo de 117 dias que se acab por s solo, porque
los fondos de nuestros huq ues estaban . podridos, sus hornillas
caldeadas, sus quillas inmviles i agotadas hasta la desesperacion el escorbuto, la paciencia i las fibras de sus desgraciad os
tripulante s, sacrificados no s a qu interes, no s a qu porfa?
l est a ltima i lamentable campaa de Moq uegna, campaa
de cil'Cunvalacion, campa:t mediterrn ea, absolutam ente inn ecesaria, en la. qu e hemos tirarlo t!elibcrada ru eute a un lado del
camiuo l<tS C<~rtas jeogrMimts, los clerrotcros, las lecciones hist-
:.350 --
351 -
352 -
VIII.
Tal era, resumida en tosco lenguaje, pero con la
fidelidad del calco sobre el papel, la espresion del
sentimiento pblico del pais acentuado por la discusion i por la. prensa hasta. en los ltimos rincones del territorio en esas horas. Pero en medio
de aquella ca1orosa unanimidad, comenza.ua a se-
353 -
354 -
IX.
Durante los primeros cuarenta dias que se sucedieron a las victorias de Tacna i de Arica hasta
aq nel en que por el llamamiento del s_e or Vergara
al ministerio de la gerra el 15 ele julio, ces tan
mortificante interinato, no se eli, en efecto, un
solo paso en el sentido de preparar una espeelicion
a Lima, que era el complemento obligado de la
campaa i su coronacion natural, i se dej vagar
el maltratado esquife ele la guerra a la meL"cecl ele
las olas de la. pereza i del optimismo, precisamentq cuando aun el gobierno mas omiso no habra
perdido un solo minuto para ap1 ovechar el xito
alcanzado'. Mui ljos ele ello. Todos los clias se esperaba en la Moneda un t elegntma de Iquique
anunciando una revolucion en Lima, o la ruptura,
de la alianza, o la caiela ele Pirola, o la sumision
ele est\:! caudillo a la paz, como lo habia asentado a
manera de ('speranza el j efe del estado en su me nsaj e del 1. 0 de junio. A esas horas era e n verdad
t ema de burlesca charla la espedicion a Lima en
el palacio, i el preside nte, que ha sido siempre
hombre de verdad en su trato pblico como en su
Yida familiar, calificaba a cada paso semejante
prop::;ito co1uo solemne desatino ( eran sm; palaoras te.stuales}, hacindole uat.uraJm ente CO I'O SUS
alicos i sus ministros.
353 -
la montan~.
356 -
X.
A.
-.
-357-
--
~3;)8
--
XT.
Entretanto, la accion del gobierno no pasaba de
aquel menguado arbitrio. El jeneral en jefe del
~jrcito , segun en su lng<tr lo comprobaremos,
solicitaba instrncciones, recmsos i rdenes para
marchar a Lima, i aun inrlicaba desde el8 de julio
(una semann antes del nor'nbramiento del seor
V mgara) el sendero para llegar hasta el corazon
del enemigo que fu el que mas tarde se sigui.
Mas el gobierno a nada respondia.
Rabia tenido lugar, por otra parte, en los principios de ese mismo mes (el dia 3 ele julio) el horribh hundimiento del Loa por un traidor torpedo
del enemigo, pero el Ropor antiguo continuaba
en las altas rejiones de la poltica. Al fin ~1 diputado por Linares, seor J ordan, formulando una
momentnea interpelacion sobre aquel espantoso suceso qne crisp aun las mas frias naturalezas en la repC1blica, pero sin sacudir una sol
fibr<:t del alma cbl gobierno, os preguntar, si el
ltimo ceno creia llegado el caso ele una accion
blica qne desenlazara pronto la guerra i de pedir
al pas todos los recursos que ella reclama. ))
Tenia esto lug<-tr en la sesion del 13 de julio
i el ministro de hacienda seor Alfonso, nico de
los miembros del gabinete qne se hallaba presente, contest evadiendo la insinuacion i manifes-
a5H -
--
--
- - - - -=----
;., -:'
360-
XII.
to ' por su parte ' el con ooTeso
Pros e oouia en tratan
:
en su laboriosa tal~<t de prestar sn desinteresado
i patritico concurso, no obstante su actitud de
estudiosa re se rva. i 'de pusilanirnidad notoria, al
gabinete de .i nuio, votando todos los proyectos ele
lei que el gobierno le presentaba, i aun duplicando, como lo hizo mas tarde el senado, el monto de
subsidios solicitado por el ministerio de hitcienda
para los gastos de la guerra.
Suscit este proyecto algnno~:> embar<:tzos en la
Cmara de Diputados; mas no por efecto de resistencia a otorgar cuantos, fondo s se exijiesen
par<:t la guerm, sino sobTe meros detalles ele emision i especialmente Robre la visible desconfianza
que sobre su inversion 8n obj etos positivos de
guerra reinaba en todos los espritus, dada la actitud del gabinete, i no obstante la escitacion
profunda que babia causado el aleve atentado
contra una nave de la rep blica en las agnas del
Callao.
XIII.
Torncmdo pi de esta situacion que comenzaba
a ser asatoz<t, el j{)\en i ardiente diputado por
Linares don .L:1 is J ordan, en cuy<t sangre 1 en
361 -
XIV .
Dijim os que el mini stro A lfonso di6 brev sima
respu esta por de pron to a estas pregu ntas, i pa.ra
mayo r eficac ia aqu estam p<-tmos lo que dijo:
Pido la pala.bra pa:a decir sohme nte que despues del ltimo desg raciado suceso , acae('ido en la:; aguas del Call ao, el
gobierno se propone imprim ir a L:t guerra 1nas activid act i
enerja .
Dl~
LiM A
46
32-
363 -
XVI.
Entrando, por su parte, no en el incidente doloroso, que era la prdida casual e irresponsable
del Loa con un centenar de nobles vidas, sino en
el fondo de la, cucstion en debate, que ent el de
3G1 -
363 -
o . . . .
.... ....... .
.. .
.. .
.. ,
'l.
..................................................................
Pero en. todos casos, que se obre con presteza. Toda demora
es consumo de gasto sin fruto real , toda lentitud uua falta que
sobrescita las naturales impaciancias del ci \'smo comun.
Bien, seores, concluy diciendo el correcto i elocuente ora- _
dor. Emprendamos la obra, lleguemos a Lima, i si somos felices,.
habremos hecho cuanto de nosotros exije el honor nacional, er
derecho de las naciones i nuestros honrados i lejtimos ptopsit os de paz.>>
XVII.
Con el propsito de imprimir a sus ide.as una
forma mas tanjible i ngulosa, sin que llegaran a
constituir una agresion ni siquiera un conflicto
pasajero para el ministerio de junio, ya tan fuertemente sacudido a virtud de los reveses del mar.
i su inaccian, el diputado por Carelrnapn, cuya
moderacion era notoria, concluy proponiendo la
siguiente indicacion de aplazamiento.
-367La C!mu.ra acuerda uombrar una comisinn ele siete miembros de su seno para q ne, tomando en cuenta ln.s necesidades de
la guerra, propongan todos los arbitrios ditijiLios a obtener los
Tecnrsos que se necesi tan para llevarla a trmin<J:
N o concurri el ministro de la guerra cul interim (porque aun no habia. sido nombrado, en remplazo del se.r Lillo, el seor V ergar<.t) a la ses ion
siguiente celebrada por la cm.ara tle diputados el
dia 13 de julio. I autorizndose cou tan inusitado
desaire, el diputado por Linares seor ,Jordan hizo
formal indicacion p<trct que se suspen<liese el deb~te Robre los subsidios solicitados po1 el gobierno
hasta que su interpelacion fuese contestada .
. Suscitse con este mti vo largo i desorientado
debate en que algunos dipntaLlos, como el seor
l\'Iac-Iver, secundando al ministro de hacienda, se
oponan a toda idea de apla:~.;amiento; otros, como
el seor Errzuriz-Echu rren, encontrando fundada la resistencia de su colega. de Linares, requeran de su condescendenci a la aplazase; i otros, por
ltimo, como el honorable i patriota diputado por
Oombarbal, don Jos Antonio Tagle Arrate, exijian se celebrase sesion secreta para darse cuenta
ele los planes del gobierno i de los propsitos con
que pedia emision tan consiclel'able ~e papel moneda, negndose perentoriament e a decir cul se ria su inversion lo que no solo era cstrafto sino
insolente.
3GS -
XVIII.
He nni esta ltima idea. mnchao
ailhcsione~ en
la ~ala, lo qne pona en clara. i a cns:v:lom evidenciEt la ansiedad patriti ca que come nzaba. a. prevalecer en el Cong reso por conocer las m iras secre tas clel gobierno, miras que nadie colejia ni
di vitmba, como si tenar, niebla se hubiese interpuesto entre los dos edificios casi colind antes por
su::; \Tientos eu que tienen su asiento el poder' qne
lejisla i el pocler qnc e.i ec utct. I a b verchcl, fu
aquel un da eRccsivamcnte oscm;o i llu vioso, ocurrien clo un incidente casnal que oblig a su~-:pe n
der largo rato In sesion, porqnc el ruido de ]a tca llu via, al azotaL Lts l11i:t mpn m<:; ele vidrio de la. .
nlta dara.boyn de la sala, no pennitia oir.
XJX.
Couvocatlos n segnnda. hom los .represe ntan.t es por la campanqb del en t~ ndi. rlo preside nte
<le lct Crn<m.t, que a la S<t Wn lo em don D'em8 trio
Last<Ll'l'n, empe el debate por un breve espa
co el seor Hunee Ll.:l, <1i pnt<tclo por Elq ni; i con
esa dif<tll<t traspare ncia de fnu;e i la crist<i.lin<t
limipiclez de sn eco i su p<tla.bra que se desliz<t
p n Lt garg;.mt<t i el oiJo cmo el a.g na q ue CO IT
---
--
- ~---
369 - .
ves sntomas de divorcio que comenzaban a prevalecer entre los dos grandes poderes plticos del,
pais, por culpa del .ministerio, caract~rizaudo la
flojedad i apartamiento sistemtico i no motivado
de uno de llos.
:Las discusiones que diariamente, dijo su seora, estn teniendo lugar en esta Cmara; eljiro que ha tomado el debate referente al proyecto que tiene por objeto proporcionar al Ejecutivo la suma de 6 ..000,0011 de pesos, los sordos murmullos de des contento, de 1ecelo i /asta tle desconfi"anza .que a .cada instante
se escuchan dentro ifuera deltecinto de esta seda, revelan que la
atmsfera que en ella respiramos es una .tmsf~ra cargada, una
atmsfera que no debe existir en las 1elaciones del Ministerio
con el Congreso. I, sin embargo, nunca mas que ahom es menester que esas relaciones se mantengan en el pi de la mas esttecha i pe1:fel:ta armon a.
))De qu proviene semejante situacion?
Parceme, seor, presidente, qne ella tiene su orjen en la
ignorancia completa que reina en la Cmara acerr:a de los propsitos del Eiec1ttivo en cuanto a la cliTeccion que se propone cla1
a la _querra en que nos encontramos empeados.
La~ opiniones se encuentran divididas acerca de este pnnto,
que est llamado a ejercer una influencia decisiva en la marcha
de nuestras finanza,s.
Algunos quieren, como lo quiere el honorable diputado por
Oarelmapu, que se emprenda um. tercera campaa sobre Lima
i el Callao, buscando en ella un medio de pouer trmino a la
guerra actual.
Si e:;a opinion hubi era. de prevalecer, no digo seis, ni quince,
ni veinte millon es de pesos, tal vez, bastaran, ap~td.e de lo que ya
tenemos gastado, p:u:a llevar a efecto ese pl an.
Otros querian que se m ej t~nte operncion no se emprendiera,
continu diciendo el h bil espo:; itor, acostumbntdo a la claridad
enfatica de la ctedra que rej enta desde niio. Teniendo presente
47
HlS'l'. DE LA C. DE Ln.IA
--
.-
:J70 -
( 1) La prensa misma, aun la mas adicta nl gobierno, comenzaba a preucuparse de Jo que podrt en propiedad llamarse la
tercera siesta ele la guerra (des pues de la de A ntofagasta i la de
Tarapa c,) i en un artculo editorial dell2 de julio que llevaba el
ttulo de No mas palab1as.' a los her.hosl i con mflti vo del naufrajio' del Loa, la Patria de Valparaiso se esprcsaba eu los trminos siguientes:
No estbamos por cierto en un engaiio cun.udo el sbado
aseg-urbamos que la cobarde celada que pus() trmino a la exist encia del Loa babia de despertar en Chile entero un en1jico i
un nim e grito de indign acion i venganza.
La Cmara, de diputados, a las mismas horas que esas lneas
salian a la luz; repercuta bajo sus bvedas la ca loros a palabra
de un represe ntan te que peda igu a lm ente un sangriento castigo para los victimari os del Loa, i estraaba que la noticia de la
ejecucion no hubi era ll egn do :;tl 1ms conjnntamente i a la vez
con la del alevoso at,ague.
))tro seor diputado, a s u turno, desarroll;tba ante los ojos del
ministerio el plan popular, puede decirse as, de la campaa, o
lo que es lo mi smo, de la victoria.
))1'eneis en vuestras manos, le deca, la espada de Pompeyo;
golpead el suelo i los soldados brota1 n como las mieses a los
rayos del sol de esto.
>>Nece~itais dinero? Pedidlo con enterez a, i el dii1ero vendr
en abundancia a las arcas de !a gnena, ya bajo la forma de emprstitos, ya baj o la de emisiou.
>.)Ea! iPOr qu dndui s?
.
1 bien: qn rr.sp nest.ts tuvieron estas sinceras palabras de
labios de homb res del gohierno?
Da pena decirlo i confesarlo, peto laverdad est ah patente,
evidente, irrefutable.
,
))El gobierno, puede decirse, no ha hecho otro papel que ser la
-371-
su
-372-
XX.
Di, entretanto, por resultado ta~1jible el debate de aquel dia que el seor Balmaceda modificase su inclicacion primitiva i la del seor Jordan,
aceptando por de pronto una sesion secreta de
esplicacion~s previas i reduciendo a seis das el
trmino de la .prrroga para seguir conociendo
del negocio de los-millones. Pero la Cmara, obedeciendo ljicaniente .a la propia aprehensin patritica que la trabajaba, no quiso aceptar ni siquiera la sombra de, tw. resistencia opuesta a los
1
'
,":",,
-37 3
XX I.
Tal era la act itud de la Cm ara de
dip uta dos
net am ent e pla nte ada por su vot o. La
sol a ide a de
apl aza r por una sem ana el sum inis tro
de rec urs os
al gob iern o par a pro seg uir con em pe
o la gue rra,
era rec haz ada por casi la tota lida d
de sus mie mbro s.
N o era esto ohstculo, ent reta nto
par a que el
gobierno, des ate ndi end o tan nob le
act itud de la
rep res ent aci on nac ion al, i ma nte nie
ndo su abs oluta inc om uni cac ion con los pod ere s
coleji.sladores,
ma ntu vie se apl aza da la gue rra, empfu\
.do sin em bar go en hac er cre er a las jen tes que
se hal lab a
em pe ado en col osa l i mis teri osa em
pre sa nesesitad a de mil lon es i de silencio.
XX II.
Al fin, i. despues de mu cho s inc ide
nte s parla.me nta rios de u car ct er pur am ent
e eco nm ico ,
la cmara. ele dip uta dos apr ob en
su 23." sesion
-374celebrad~t
CAPITULO XI.
l.
Mintras el Congteso ele Chile entablaba las
p~olongadas i esterilizadoras luchas de que dejamos dada cuenta en el captulo precedente para
sacar al camino real de las verd;Lderas soluciones
de la guerra el pequeo i empequeecedor gobie~no del presiden te Pinto, el dictador del Per, aun en medio de su. jenial insensatez, inclinada en todo a fantstico desman, encontraba
fuerzas, arbitrios i la cordllr<:t suficiente para. armar la capital, que era el Per, i preparar lo que
seria mas tarde la s,tngrienta i tripl.e hec;:ttombe
de San Jua.Jl, de Chorrillos i de Miraflores.
II.
Durante el mes de mn.rzo el dictador, ocioso
con la espectativa de Tacna, se haba entregado,
en verdad, a l:Ls mas singulares estra vagancias del
ocio i de sn peregrina fantas ~l; porque mintras que
por nna parte declaraba indigno ele ser ciudadan.o
deJ Per a. su pre(ieceflor en el m<tndo, el desgra-
= 377
ciado jeneral Prado, decretbase a s prop1o 1 a
s11s secuaces de motin los timbres de la gloria,
creando una rden de caballera bajo los principios inas incongruentes i disparatados, mezcla del
Quijot e i Napoleon I, i mandaba abrir el Gran
Libro de la R epblica para insCljbir las acciones
hericas, por los mismos das en que declaraba cobardes a muchos de sus antiguos mulos,
vencedores de su arro gancut en pas2.das guerras civiles. (1)
( 1) Los decretos del dictador en que declaraba in digno d e
la eiudadani.a p eruanx al ex-presidente Prado i eoba1cles a los
coroneles Velarde, Prado i Mori-Ortiz, tienen fecha de 22 de
mayo; i aquel en que declar hroes a los tripulantes del Husear por el combate del 29 de mayo de 1877 i el de 8 de oct ubre de 1879, la del 28 de ese mes.
El mismo dia 22 de mayo el dictador se declar protector de
indjenas i el 26 mand abrir el Gran Libro de la Repblica i
establecer el Instituto de la Lejion de Mrito, dividida en dos
clases, militar i civil, declarando indignos de la ltima a los que
adu ltetasen el voto popula1.
Parecera que en la ltima semana de mayo mala l una hubiese alumbrado el cerebro del dictador, porque del 22 al 28
no 'dej disparate por hacer. -El dia 22 decret tambien que
siendo sus facultades dictatoriales inst?'a??ferib les, en el caso de
faltar por algun motivo, no le sucedera otro dictado r como l,
sino un fun cionario que se llamara sencillamen te presiclent.e
i el cual obrara conform e a ciertas bases. M:as tarde design l
mismo a su minist ro Calderou para sucederle. P olticamente el
Per haba encontrado sn T upac A ma1u ......
Son tan peculiares algunas de estas locuras, mas propia d e
la poca incsica i ele los Catar, que de la dictadura de un
hombre civilizado, que entre los anexos del presente captulo
nos ha parecido conveniente reproducir alg unos fl'3.gmentos de
ellos, especialmente los relativos a las cintas, band as, medallas,
plumajes, etc., junto con la proclama quichua sobre el protectorado de indjenas.
HlST. DE LA C. DE LIMA:
48
.:/
-378-
III.
Entretenase el dictador, en otro sentido, .con
ln,s pompas de su Consejo de Estado, que era solo
una conjuracion solemne de cmplices o adoradores silenciosos, i en decretar la unificacion i
confederacion de los dos paises aliados, simple
quimera de un dia de conflicto, cuyos protocolos
firm e] 11 de junio con el ministro de Bolivia
Terrazas, nombrado ad hoc para aquel ensueo
internacional concebido en noche de zozobra i
pesadilla.
IV.
Difcil i hasta inverosmil hubiera parecido que
un cerebro sujeto a semejantes intermitenc.ias i
delirios tuviera la nutricion i mdula requeridas
para acometer la obra rdua de la defensa nacional encomendada por entero a su actividad fsica
i mental.
Mas, a virtud de los fenmenos que la naturaleza humana, como la herbcea, suele ofrecer en
los frvidos climas tropicales, haba en aquella
organizacion compleja i verdaderamente singular el pbulo suficiente para enjendrar i mantener vvidas las inspiraciones mas srias i trascendentales de un gobierno encargado por asalto de
-379-
V.
Lanz el jefe supremo del Per al recibir quellas nuevas, a la manera de hondo alarido una pro(1) El exajerado i horripilante telegrama ofiCal peruano que
llev a Arequipa i a Lima la confirmaclon de la captura de
Arica estaba concebido en los trminos siguientes:
(Recibido de Quilca a las 9.35 P. M.)
Junio 15.
380 _;
-382-
VI.
Pero descendiendo de la re,jjon de las palabras,
de las proclamas i de los elojios, mar fosforescente
en el que flota de ordinario la impresionable poblacion de la Ciudad de los Reyes, el dictador con
pulso resuelto ponia dos semanas mas tarde (el
27 de junio) la capital i su departamento en pi
de defensa militar i hacia el llamamiento inmediato de las reservas movilizables i sedentarias
creadas en el papel desde fines de noviembre del
ao precedente.
la gloria i con el esfuerzo de hombres libres? Desgraciado del
que tenga aliento para sobrevivir a la ruina i a la vergenza de
su patria. Morid mil veces matando a nuest?os enemigos, antes
que rendiros a ellos. Morid mil veces defendiendo vuestros hogares, vuestras esposas, vuestros hijos, criaturas dbiles i desamparadas, de quienes Dios i la natnraleza os han puesto como
custodios i guardianes! Morid mil veces matando a nuestros
enemigos en defensa de la honra nacional i de la gloria de nuestro pabellon que tan hericamente defendisteis a pecho descubierto el memorable Dos de Mayo!
En una escala inferior pero significativa de la situacion i del
estado de los nimos, el mismo diario publicaba el siguiente parangon con el ttulo de Los clwlos i los rotos.
... Los cholos no son de mui buenas facciones ni de esbeltas
apostums, pero en cambio la humanidad est mas satisfecha cou
el desatino de sus formas, que con la fria i siniestra catadura de
todos esos malvados que calent el sol de Chile con esa uniformidad de casta propia a ellos, que no es sino la uniformidad de
las panteras en el color de la piel e injnita pervmsidad.
I son bellos los soldados de Chile? ......
Todos cort~dos por una misma tijera, tienen el mismo aire
j e1oz i repulswo. La fealdad del alma escrita en el serublante.
Mestizos desgreados con ademanes de lobos, ojos de tig1e i dientes de chacal. Sanguinarios i?ifames el mundo los odia, porque ve
en cada uno, al tamerlan de c01vo que 1oba pm instinto i mata i
estup1a por necesidad.
>>Quines son mas feos? ......
-383
:..... 384-
VII.
Por la parte de la sierra venian al mismo tiem~
po en marcha dos batallones desde el fondo de
las rejiones amaznicas, i hcia el 27 de junio, es
decir, en el mismo dia en que se decretaba el es~
tado de defensa militar del departamento de Lima,
hacia su aparicion en Ohicla, esto es, a la cabecera del ferrocarril de la Oroya, una di vision de cerca de tres mil indios del valle de Jauja, llamados
a las armas por el entusiasmo i desprendimiento
de un jven doctor i rico hacendado de la ciudad
de la Ooncepcion don Luis lVIilon Duarte. Tenemos a la vista un telegrama de ese entusiasta
patriota en el cual, anunciando su arribo a aquel
punto estratjico pf1.ra el 27 de julio, solicitaba
del jefe de ese canton, el coronel movilizado don
Antonio Bentin, activo industrial i minero en
aquellas hondas quedradas, raciones para 3,200
plazas (1).
(1) Parece sin embargo q.e ei coronel Bentin, dueo del
mineral e injenio de Ro-Blanco en el ferrocarril del Oroya, no
estuvo mui avenido con la llegada i pasaje de la division Duarte
por sus tierras i dominios, porque hemos encontrado un enigmtico telegrama dirijido por l desde Chicla al prefecto de Lima
que dice como sigue:
Cllicla, 29 de junio de 1880.
Sei.or prefecto:
Queda notificado comandante jeneral Durte. Retrome en
385 -
VIII.
La division Duarte, compuest-a de los batallones rrarija, Ooncepcion, Tarma i Manco Oapac,
hizo su entrada. ::;olemne en Lima el 6 de julio,
formando no mnos ele veinte idos batallones del
ej rcito' para darle la bien venidtt, en medio de repiques, msicas i cohetes, . a usanza de limeos i
de indios. (1)
este m om ento a Ro-Bl a nco, qneda.ndo n ot i~cndo el tenientego l,ernador para. no p1oporciona1 1ecursos. Quedan duefi.os ele la
po blacion. l1etrome con los pot:os j euda rmcs que me ob edecen. -
Bentin.
De este descontentndizo j efe de las quebradas tendremos ocasion de vol ver t hablar cuando los chi lenos se upruximeu a
Lima.
(1) En un tel egrama dirijido desde Chicla. por el coronel
Duarte al p refecto Echeniqne el uia ~7 de junio dcele e llti- ,
mo qne dejaba eo un esta.do mni av<tnzado en el vall e de J a uja
la for macion de dos batallones que tenan p(r nombre el uno de
2 1 de diciem1e, dia de la re belion de Pirola, i el otro este hart o mas veregri r1<1 H!jos de la ma1, sin q ne el telgrafo dije~e si
eran denomiua.dos as por el j eneral La Mar o simpl emente por
el mur.
En un di ario de Lima se h abln.ba de otm di vision sacada por
el mi:> m o activo D na r te de los departamentos de J unin i Huancavlica que ten an los sig uientes nombres:
Car.adores de Salaverry, al m ando del teniente .coronel :M:aximiliano Frias.
38G -
IX.
Tenia as puesto sobre las armas el Per dos
meses clcspucs de la batalln ele Ta.cna un segundo
ejrcito, i no hai exaj eracion en decir, que mintras el gobi erno de Chile se empecinaba en su
sistema ele reclutar por pnados los hombres, el
dictador habia logrado dnplicar el nme ro de los
.defensores efectivos i eficaces ele la ciudad, que
e l universo entero, con la sob escepcion del presidente de Chile i su gabinete, consiclerabc:t como
'el natural, necesario, inevitable obj cti vo de la
guerra.
Prefect o de Cnj n.m ar cn. r em ite sig uiente t elcgTama :
{(Batall on Cnjam arca, fuerte de 600 pl a:r.ns, li st o p ara salir.
E~: p e ro 6r denes i l a br~se mi lita r que tengo pedida de anteman o.
- U:illiNA GA. -Qne t r ascribo a V. S . - L AKFJUXCO .>)
C ua ndo el prision er o clJilcno don B~ nj n. m i n Baiiados er[l, i nterI. ndo [l, las sit- nas <le I on zou desde C 11imbote en :wo>;to de 1 ~ 8 0
en contr en Y tw ga: t1 os b:1talloncs cu m arult~, i uno ele e ~ tos
.e m proba J)entcnt.c el Cujam :uca .
387 -
388-
XI.
lnjeniosa i por demas caracterstica de las costumbres de Lima que cant el impdico Terralb,
era la composicion de aquellas fuerzas, i la nomenclatura de sus di visiones dar mediana idea de
su ndole i estructura.
H rtllbase la primera di vis ion mandada por un
caballero solteron i rico hacendado de Caete,
hijo del clebre U nnue, i estaba compuesta ele
los eri1plearlos del rden Jndicial desde el ltimo
ministril al presidente de la Corte Suprema. N o
haba ni se aclmitia escepcion alguna en toda la.
.
.
'Jerarq ma.
La segunda division, cuyo jefe era el coronel
provisional, o temporero, como se decia en Lima
aun en documentos oficiales, don Pedro Correa i
Santiago, comprenda todo el ramo de in strnccion
pblic~ desde los mctestros de escuela a los claustros . de la fa. mosa u ni versiclad de s ~m l\!rrcos.
E m el coronel Correa i Santiago, antiguo i honorable miembro de la Beneficencia de Lima,
hijo de un meritorio compaero de San 1\fartin, el
coronel m:jentino don Estanislao Correa, avecindado en Lima desde 1821.
Mandaba h1 tercera division, que cuajaba en sus
filas la alta i baja finanza, desde el suertero de la.
lotera que callejea los portales i las plazas, hasta
080 -
-390-
XII.
En cuanto a los aguadores i otros trajinantes
a caballo en acmilas o en borricos~ se les reservaba para formar una brigada ele caballera a
las rdenes del cronel don Juan Francisco Elizalde, al paso que a los carroceros i en jeneral a
todo hombre que entenda en ruedas, se les destinaba el servicio ele una brigada de artillera, que
mandaria en jefe el conocido coronel don Adolfo
Salman, el de las fumosas cartas a su <e'querido
Patricio, antiguo cnsul del Per en Valparaiso
i que estuvo mas tarde al ser fusilado por sus espresiVas i poco cautelosas epstolas.
XIII.
Entte las di versas secciones del estado mayor
jeneral, que pasaban de ocho, crese tambien una
especial de inj enieros, a cargo del apieciable jven don Francisco Paz Soldan, notable como inj.eniero civil del Per i a q12ien el dictador di por
;mh-j efe a un entusiasta i hbil escritor llamado
301
XIV.
Hecho todo esto, el dictador mand suspender
el 14 de julio todas las obras de defensa de la
ciudad emprendidas por el alcalde vacnnado1: Porras, alegando que no obedecan a un plan cientfico, i conforme a su ndole orij in al dividi todo el
territorio del departamento de Lima en zonas, por
haciendas, encargando a cn.da uno de sus propietarios formar una columna ele reserva movilizable
que tuviera por objeto hostilizar al enemigo en
caso de desembarco, obran do como guerrilleros,
i prestar ausilio, en calidad de es ploradores, van~
guardia i arriadores, etc., al ejrcito activo, en caso de salir a campaa.
Esta-; zonas, cada una de las cuales comprenda
treinta o cuarenta haciendas, podan denominarse,
segun su ubicacion, en la forma siguiente:, l.a zona
(1) He aqu las principales reparticiones del estallo mayor
de la reserva i su personal <.!e j efes.
302 -
7. 'll
3'.a Ql,ancau-.n 'f
c. a Irr . ,7
varauw,~, o
..L aacno S l.lp c -~.
- 5.a Lur--igancho--6." ll.fagclalena- 7." Ate-8.a
Ohorrillos-9.nJanin-1 0." Ohilca-ll.a Oa.etei 12." L unalman, esta. ltima. encim ~L del Yalle de
J,e te i al pi de la Sierra.-La.s seis ltimas
derrwrabcm el sur de L ima, i por consiguiente
iban a t ener cierta importancia estratjica, en la.
campaa que por esa clireccion se desarrollara
se is meses mas tarde.
,f
XV.
N o descuid tampoco el dictador vestir su ej rcito a su ,gusto i a su usanza. Desde el principio
de la guerra babia realzado su diminuta figura
con un casco pmsiano 9L1.}'0 sol reluciente habia,
remplazado al guila imper ial de dos cabezas.
I en seg nicla, en confo rmida.d a este modelo, trat con el s:)mbrerero frances Segard de 20 a 30
mil cascos al precio de 3~ incas para los soldados i
41- incas para los oficiales, comprometindose. el
contratista a entregar 500 morriones por semana.
co n el nombre. de R?S de Olano, llamados a_s por
b forma del kep i especial que desde la campaa
de Africa hizo adopta.r e~te conocido jeneral al
ejrcito espaol. ljos cascos de los soldados deban ser ele cuero mate con un apndice llamado
cubre-nucct, qu e se ria movible, i los ele los o-ficialeR t endran, como el del dictador, el sol (Icl Pe-
-383-
r de bronce doraclo.-El artculo 4. 0 ele la contrata Seg1:n-cl era caracterstico i tcstualmen te clecia .
como s1gue:
'
<d." Los m orriones para j efes i oficial es ele infantera, cubi er-
.X VI.
Uniformado de la manera que queda referida i
que revela, notable trabajo ele detalles (en medio
eL risibles frusleras), espritu evidente ele organizacion i una constancia i ene1:ja a toda prueba en
pas de suyo casi ingobernable, el dictador dispuso
con clara percepcion prctica que el ejrcito saliera por di visiones a acampar f era de Lima., i
que las reservas se ejercitasen todos los das en el
manejo de las armas, desde las dos a las cinco de
la tarde, debindose cerrar para esto al toque de
un repique especial i sonoro de la Catedral, verdadero couvre f eiiJ ele la ciudad (m peligro, todos los
negocios i oficinas d la. metrpoli. (1)
(1) Las prim era s fu er zrrs qne el 31 de junio, acompaiadas
por el di.ctauor, sa liero n n nca mparsa en lns afneras de Lima
en el llan o eriazo ll amn.do Can to ~haud o, dos leg uas al oriente
H1S'l'. DE LA C. DE L I:HA
50
3D4 -
X VII.
La ciudad ele Lima hervia, de tropR.s desde
fin es de julio, i aun la congregacion nume rosde Lima i al pi del San Cristbal, estab~u com pnesbs de la 1."
i 2." division en esta for ma:
P 1'imera division.
Batallones.- G nardia per nana n m . 1, Cttja.rnarca nm. 2,
Ayacucho 9 de uiciembre nmero :3.
Segunda division.
Batallones.- Turma nm . 7, Callao nm. 9, Libres de Trujil1 o nm . 11.
I ban ademas dos brigadas de artill era, i las compaflas d9
.administracion que corresponden a las divi siones en marcha.
Seccion de i:1j enieros, con sus r es pectivos zapadores. I.Juerp o
'(le sanidad mili tar . Ambulancias, etc.
Est as fue rzas estaban distribuidas, segun nn teleg rama de
Chancay de 8 de setiembre que tenemos a ltt vi st a, en el rden
- ~>gu ie n te, con el t tulo de D ivisi.m ele obsenxtcwn.
Seiior j eneral secretn.rio ele g uerra :
Los batall ones de la division, en observancia de mis in struc-ciones, estn situados en. el rclen sig ui ente. 'l'ar ma en la hacienda de Pasamnyo, Callao en Huural i Libres de Trujillo en
.este p ueblo.>>
El dictador Pi ro~a, constituido en jenera1simo, haba h echo
m aniobrar estas divi siones en el campo de Can to G rande el 30
de agosto, fi nj iendo un simulacro de bat all a, co n los chilenos, i
el 28 de j '.l'lio en honor de la in depen dencia :1 ab ia p asado u na
r evista jeneml en L ima, llamando en ella es pecia lm ente la nt en,-c ion la artillera que mandaba su primo h en n ano do u E xeq uiel
.de P iP.rola.
<<Termin ada ln. fi esta de la Cated ral, (dice u n peridico del 2\)
-de julio) , el j efe supr emo qu iso ver des ti lar h1 arti llera i ofrecer a l mismo ti empo a l puebl o un es pectculo que una vez mas
l e ll evara el con vencimi ento de su pode r. Efectivame nte,. po r el
-espacio de mas de u na h ora fn desfilan do la artillera. Aquell o
.pttrccia u na inm ensa fortaleza ambulante. No podemos decir
.ruas a este respecto.J>
3Q:J -
XVIII.
Pero en mec~io de esta abundancia de carne de
caon, que hacia subir los defensores de la Ciudad
de los Reyes a no menos ele 30 a 35 mil combatientes, reinaba casi irremediable penuria de un
elemento indispensable, que no era el pan ni el
dinero, sino las armas.
En otro lugar contamos cmo el co ronel boli-
viano Aramayo habia enviado por el mes ele mayo.
de 1879 las armas que de Estados U nidos i del
C,1llao, llev la. Pilcomayo a Arica, G"L Tacna e Iquique. (1)
(1) E st e primer pedi do consisti seis mil rifles Remingt.on que
fneron CDm pratlt>s cu N neva Y ork por \V. R . Grace, cn$ul d11 .
Cltile en uq uella ciudad i actun.l proveedor de su escuadra en el
30G -
307 -
ciente rccorcb,r que al supcrintcnc1cntc nach menos del fenocarril de Panam, Nir. G. A. Burt,
siendo director r esponrmble de una ernpresa, de
millonarios, le pagaron los ajentcs peruanos cuatro mil incas de plata ce por servicios personales)).Hacia cabeza en el gremio de los cohcchadores i
servidores en~~mam, el coronel Larraaga, hombre sumamente vivo, inte1ij ente i resuelto, que con
una pierna de palo, h~t hecho mas por la defens<.t
de sU: patria qne diez de sus jenerales a cabftllo.
El verdadero peligro de la remesa de armas comenzaba, sin embnrgo, en la. playa del P<icfico i
sus costas, que desde la, c<iptnra del H uscar habran pagado n1plio tributo a Chile si las hubieran visitado sus buques constituidos en cruceros. i
no en pontones de inaca.ba,bles bloqueos.
Siquiera un sistema misto habria producido
escelentes resultados para el desarme del enemigo.
Pero ni esto siquiera se hizo, i en varias espediciones sucesivas se remitieron a las costas de Tumbes i de Chimbote, desde mayo a setiernbre de
1880, armas suficientes para un ejrcito ele veinte
mil hombres.
XIX.
Intentaron los peruanos despachar el primer
<!argamento llegado a Panam en la goleta norteamericana En1'1:qucta, sobornando a sn capitan;
- 398 -
XX.
N o haremos mencion en este libro de las complicidades verdaderas o supuestas, francas o solapadas, de simpata. o de cohechos que el Per en
(1) Ent re los an exos p ublicam os nna interesante carta in dita del patriota H ennida en que n os refiere los incidentes i la
persecucion de la go leta Emiqueta p or el be rg-a ntn San R arnon, fletado por los chil enos, i la injnsta .p rision que los tripulantes del ltim o padeciero n.
En cuanto a los gobernadores de Panam coh echados por Larraiiaga, se habl de vari o:> i especialm ente de un Iturralde,
que fu comprad) en 10 n f mncos, permu tados despues por
una ame tralln.dor u. A este propsito un diarista de Bogot , ci ud ad en que ex iste una poderosa sancion moral contra los deli tos ,
public a propsito del goben utdor Iturral de un denuncio esplcito que termin aba con es tas palabras.
(<Bien quisiera, aun a costa de u n g tT.n sacrificio, que fLwra
usted inocente; pero tengo el n t imo co nvencimiento de su cnlp n.bilidn.d, i no comprendo cmo puelle usted arrastrar tt?u vi-
300 -
400
XXI.
El primero en hacerse reo de esa fea mancha,
clespues del eapitan Oross que a bordo del Ilo haba servido de espa a los marinos peruanos desde
el comienzo de la guerra, fu el capitan Stedman
del Bolivia. Tomando a remolque en el golfo de
Darien la goleta portuguesa Guadiana, clespachacla no obstante las protestas del activo cnsul de
Chile en P <Ln<"'"m don Orlos Rivera Jofr, para
d puerto de Esmeraldas , con d~j o l a , no sin merecidas peripecias de sobresaltos i de fugas, al pne.rto
p eru ano de lVInco rn, jnnto a Tumbes, i all desembarc el 7 de julio dos mil bultos que fueron
unediatamente inte rnados. El dilijentsimo cnsul L arrau aga, vino a C[lrgo de esta rem esa, i
aunque se dijo que trajo consigo veinte mil rifles,
los bultos de em barque, que eran 2042, descubren un nmero algo incrior. Larrauaga hallbasc
otra vez espedito en Paita el 11 de ese mes, i en
un telegrama de servic:o dect eso da al prefecto de Lima i sn antiguo camarada de empresas
pierolistas : <<Por qu no contestas?- Dimc qu
rcsnclve el j efe supremo? Voi a Panam o a.
Limn? J)
---
--------
401
:XXII.
Vino en pos de la. Guctdiana, la goleta Estrella
repleta de armas, i log r meters e en Paita, no
obstan te la v~jilancia tarda del Amazonas que fu
enviad o a virtud de un denuncio a Tumbe s i a
Guayaq uil. El 27 de julio hallbase aquel traspor te chileno en obscrvacion frente al Amorta jado a
la entrada del rio Guayt1quil, cuando hacia dos
semana s que el cojo Larra aga, semeja nte en esto
al gato que calzaba botas de Hiete leguas, haba,
echado a tierra su segun da remesa.
El Amazonas habia partido del Callao el19 de
julio con el obj eto de ap oderarse del armam ento
que segun el denuncio de un marine ro griego es
trado o espulsado del vapor P z'zarro, ha.bia que
dado en la playa de Tumbes. Mas, habiendo ha~
jado ste a tierra con dos marine ros encarg ados
de esplora r lo que pasaba en tierra, ni el griego
ni sus compa eros, que tenan rdenes de ma
t arlo en caso de traicion, regresa ron jamas a bordo, cayendo los dos ltimos en manos ele los peruanos. (1)
(1) El Amazona s vol vi al Callao el 31 de julio, i h ~ aCfn
c mo nosrefier c s us a ve ntu ras un correspom;al de la escuad ra.
El Amazona s ll ev a un g ri e.-:;o que fu el qHe traj o la uotiei <t
rl el descargo ue las ar mnH; pero a l ll egar a T nmbes d ijo el tal
griego que n tes de dc:>emba rcar los 40 bomures de d esembarco, seria convenie nte hace r tul reconoci mie nto de l Jugar. Al
HlS1'. DE LA C. DE L l:r.l.A
O1
-402 -
XXIII.
El ltimo en 1legara su destino fu el trasporte
!Ehriq.eta, pcrqne solo cuando el c-a pitan N odcler
,del ~mpor 1J1endoia, un h01i1bre sin honor, acept
traer ln goleta, a rcmolqne, pudo verificarse su viaje en condiciones d seguridad. E l piecio ordinario
de cohecho por cada, remolque era de dos mil libras
esterli nas al contado, es decir, el sueldo de cuatro
-aos de cada ca pitan; ganado as en cuatro di as,
pero ainb~ndo el :trabajo honr-ado i a plazo, por
.flagrante infamia sin descuento.
'.E l Jl:lendo~a entr a Gnayaqnil el 3 de agosto,
~ de]a tlo la goleta pintada de negro a cargo ele su
,capitm1, u n aventrero n orte-americano, junto a
Turnbes; i volvie11C10 a salir al di<t siguiente, encontrla pint<td<:t cic plorno i
esta forma la con'Clnjo coit 'su v'aliosi:t C?-rga a Pacasmayo el dia 6 de
.aquel ~1CS . . De all 1~ gole ta fu llevada rem o
l~asta ~h-~mbote, donde se hizo el reparto ele las
en
en
efrcto,
la noche se ech [1, ti err ~ con clos d e los tripulantes
dd Ama zonas que se ofrecieron voln dariameute, los-cuales iban
aleccionados pum matn.r a l g riego en caso de un a tmmpn.. E stos tres individuos debi:tn volver n: la noche sign iente ; pero hicieron lo del cuer vo del a rca. E l A mazonas es pe r dos noches;
p ero en vano. Entnces se d ir ij i el burne a J?nn (entrada del
To Guay:~.qu il ); i cl estle all des paeh un ofi cial, para qt1e fu era a
lJuscar n oti ci 1l~; pero ste lo nico qtw pudo nverigum' en las
~eis horas qu e perm aneci en Gu flyaq uil, fl t yne el Guadiancr'h ahin. dese m barcndo _ya todo su armarnento i que ste hubia
.sido in tc:nado.
XXIV.
Pero. ni aun esto, que constaba en Chile a todo
el pas i era noticia casi cnotidiana de los vapores, de los avisos de los cnsules i de las reclamaciones de la prensa, movia al gobierno ni a HU al:mirante a c~esprenderse de un buque de una manera permanente ni siquiera ocasional para dar ca~
za a los acarreos.
Clamaba esttt incuria al cielo, i en la escuadra
misma se murmuraba sin rebozo contra ella. Nada de lo que est sucediendo, esclamaba ,con este
motivo un intelijente oficial de manna en carta
( 1) El cupitan Petrie del Piza1ro cond n,iot.amhi~n armas,
caf.ones i aun do torpedos Lay para el Per, desembar ctnclol os en Chancai, dentr0 de barriles que tenia n la marca de mantequilla u otro engao. I a este prop ;;itc, com o hts iniciales de
los cuatro capitn.ucs sob ornados correspond a n a las cifras que
mala compaia, se hiz o un cu rioso monag ram a de la P . S. N .
C. en los nombres de P etri e, Stedm::tn, Noclder i Oross.
E l capitan Nodcler dennnei tambi en. al patriota jven BenjP-min .Ihados que veni :t a bordo del 1l{enc?oza, el cual confinado n. las monta itas de Mouz on con io s lita crueldad, sufri
por esta. causa honibl es padecimientos durante un ailo.
Respecto <lel a carreo terrestt:$ de las armas condtlcidas qe
P anam, poseemos cent:mare s de t eleg ramas que van marcando
.Sll estraordinario i csfor;~a<lo itinerario dtlr.ant e dos, tres, i.euatro
meses 1 hasta. la vspera misma de la batr.lla de Chorrillos. En~
tre los anexos del presen te captu lo i ha jo .el nm. IX p~lblica '
mos solo los mas interesantes, de stos.
<104-
XXV.
Queda todavia, apropsito de la acumulacion
de elementos de defensa que con tanta tenacidad
como fortunn hizo el dictador del Per durante
. los meses de profunda quietud i de f ciega en la
paz que sucedi en Chile a la batalla de Tacna,
un punto importan te qua -tocar.
:..._ 405
.
406-
XXVI.
Habia ocurrido t mubien el dictador al singular
arbitrio de convertir el papel en oro por decreto,
(1) Estos valores, descontando cuatro fraudes escandalosos
que se constataror. en Lima i q ue el mismo Pi rola mand castigar, produj eron algunos millon es de soles. A mediados de
1881 se vend ian en L6ndres todava de esas joyas cedidas por
la iglesia o donadas por particulares en cerca de ()00 mil pesos, ltimos vestijios de la inmensa riqueza antig ua del Per.
Con la chafalona de las igl esias i las barras de Paseo se sellaban tambi en sumas no despreciables de dinero i en solo doce
(lias (del4 al Hi de julio) se beneficiaron en la casa de Moneda
de Lima 93 barras de plata que produj eron 1.160,200 pesetas,
quecl,ando una 9an tidad aproximati\Ta para continuar. A este
propsito La Opinion N acim?aZ de Lima publicaba la. sig ui en te
uemostracion d la plata amooedqda. durante los das referidos.
1880.
Barras.
Kilgs.
8 .... ..... .
9 .........
10 ........
1'1: .........
15
31
9
35
6
7
918,170
1.301,030
350,440
2.040,440
23i,890,
414 ) 080
. ..
93
Julio
))
))
))
))
])
4 .....
5 .. ......
P esetas.
)03,073 22
4:
72,645 45
456,888 3~
5 l ,67l. 45.
89,855 32:
~86.,~66
-----1.160,200 !&
60,000
fiO,OOO
75,000
85,000
270,000
890,200 18
-407-
:108
~-
--
--~
--- -----
--
~-~~
--
-409-
XXVII.
1
iusT.
LA c. DE
LIMA
62
410
l.
ES1'ABLl!:CU:UEN'l'O DE LA LEJlON DE ~fERl'l'O POR EI, D ICTADOH
PI EROL A EL 26 DF. li1AYO DE 1880.
(Fragme ntos.)
Considerando :
l." Que las acciones eminentes o notables deben set recom-.
pensadas con premio digno del motivo que las inspir i del servicio prestado i que, si es conveniente poner a cubierto de la
inopia a los merecedores, solo las distinciones de bonvr son dignas de stos;
2 .0 Qne los puestos pblicos constituyen carga i no premio,
no siendo pOl\ lo mismo, en verdad, hi dignacion a ellos sino la
cooperacion de servicios exijida al ciudadano, ni acordable sino
a las aptitudes de cada uno, con entera independencia del mere-
-4112. 0 La lejion estar dividida en dos gtandes r amos- del mrito militar i del mrito civil ...
7.0 Lu. primera clase militar tendr un nmer o fij o de hasta
cinco miembros vivos, i chdt de rech o a l uso d e una con decoracion, consistente eu unr, banda ele seda al cuello, color 1ojo, de
. . . ... .
1 .
...... .
. . . . ... .. .. ... .
"
o o
'
.......
18. L as opiniones personales i el partido poltico del candidato no pocbcn ser iamas tomados en cuenta para el otorgamien-
to del diploma.
24. Producir sepamcion inmecliatct del instituto i prclida
de sus goces, la deslealtad en los militares i, en todo ciuelaelano,
la pa1t'icipacion en cualquier forma, en la adulteracio;n del voto
ofraude electoml.
412 -
II.
:cREAO!.QN DEL GRAN LIBltO DE LA REPBLICA
NICOLAS DE PIEROLA,
,JEJCE SUPIU~MO DE LA RllP UHLlC A l PROTECTOH nE LA RAZA INOJENA
Considerando:
Que es debido i saludabLe uunmemorar las accioues meri'tvria,.;
i los hechos gloriosos para enseanza i P.stmulo de los cindadanus, motivo de lejtimo or,qullo i consiguiente engmclecimientv nacional, no mnos que acordar premios a los metecedores,
Decreto:
Art. 1." Crase el Gran .Ubto de la Repblica, en el cual se
consignarn los sztcesos notables como merecimiento i gloria para
sns actores, realizados pur los ciudadan0s del Per o pm habitantes ele l, prviamente _comprobados i sucintamente espuestos.
2. 0 En dicho libro se inscribirn tambien cronoljicamente los
nombres de los que hubiesen contraido merecimientos por aquellos hechos, con espresion de sus condiciones pmsonales i del
motivo de su inscripcion.
3. 0 Ningun }echo o nombre poclr{t ser rejistradv en el Gran
Libro, sino despues de severa comprobacion por el tribunal respectivo i ntes de los seis meses posteriores a la consumacion
del hecho.
4. El 28 de julio de cada alo ;e publicar solemnemente, en
cada ciudad de la 1epblica, por el pe1sonero ele ella, los nomb1es de 'los insc1itos en el quinquenio, junto con los ele los demas
notables, p1ecedentes.
5.0 En las escuelas de la repblica se ltard leer a los alumnos,
r.lel (han Libro, en sufecha. 1espectiva, las 1<-jemrides i aprender
III.
PREMIOS A LOS COMB.A.TIEN'l'ES EN EL HUSCARD CONTRA
EL SHAHJJ.
Considerando:
1.0 Que el combate naval de 29 de mayo de 1877 en las aguas
414
Decreto:
1.0 El suceso mencionado i los nombres de los tripulantes del
Dlf. PIROLA.
IV.
DEC RETO POR EL CUAL E L
DIC1'ADOI~
PIEROLA SE DECLARA
-416-
V.
DECRETO 1 P-ROCLAMA DHUJIDOS EN QUICHUA A LA RAZA
INDJENA DEL PER CON MOTIVO .DE LA DECLARACION
DEL PROTECTORADO.
NIGOLAS DE PIEROLA.
Unanchaspa:
."aupaknekempi-Imaidan nokanchik ucupi, indio niska runacunap, huinay cunanpas, n'acariynincu, cansaynincupi kolloehiska pisichaska caskancu, chekan hatun cutichinacta manan:
Iscaynekempi-Imainatakmi cunan aukanacuypi caspanchiktaycu, mana aticunchn cayman aucuy yuyay churaita hatunchayninman hina; manan chayhuanpas hinallactaka sakenachu:
Chairaycum, ashuan hatun atiyhuan callpachaska caspa.,
kellka Camayokcnnap, Consejo de Secretarios de Estado
niska, huccusca ricchayninhuan:
Camachiui:
N aupaknekenta -Apu-Camachik <tJ efe Supremo caskai tam
hvcllani indio runap amackchaken, yanapaknin Protector de la
ra~a indijena cayniyhuan; Caytam cunan suttincani: chairaycutakmi cunanmantaka hinacta sutichacusak, hinactaka rurasak.
Iscaynekenta-Llapa indi runacunam sapasapannin, tantanacnspapa, atiucu nuka quiquiyman huillacuhuayta munaspa rimaspalla, manachairi kellkapipas; camachicuknincunamanta
muchuslancuta, kollochiska, mana cuscachasca caskancuta; pi~
pas, imayna atiynikokpas cachan chay camachikukcuna. Hina
captinri, mana cnk hina cankacu, chay runacnnapak, naupak
camachi-kellkacuna:
Quimsaekenta- Maypachan pimaykantapas muchuchina
VI.
CAH'I'A INEDlTA Dll: UN PA'rft!OTA DF. HUANCAY O AL H:NERAT. ~ILVA
J~N LIMA O~'IU!ClENOO~E PAHA L~: VANTAR UN.\ DIYIS ION
1m LA snmnA
53
418 -
bs
-419
del norte i snr. As los cinco departamentos del centro rue usted
conoce, respondetn fcil i cmodamente ' con una fuerza de
10,000, soldados los que en las alturas de J unin, pueden ascender rpidamente en 24 horas a ]as comisiones que se les enco mendaran.
Esta idea, que no concentra las fuerzas activas i reservas en
la capital, ni mantiene a las segundas en sus pueblos sin objeto
inmediato; los utiliza de la manera mas importante i satisface
las exijencias de la prevision, supuesto que en la guerra la prevision es la victoria su falta la p rdida, como nos lo manifiesta los contrastes de todo el ao que dura la guerra. Pensando
as, creo que el talento previsor de S. E. in'\. mas ljos i mas
directamente con la reserva.
Pero ya sea en esta o aquella forma, mi propsito es cooperar
al gobierno i a usted en la defensa nacional, y<t que por causas
independientes de m, el comandandante jeneral Duarte, no recibi mi aceptacion para formar i comandar el batallan Tayacaja, segun la adjunta, esto es, que deseo hacer lo que ayer quise
hacer para cumplir. lVIe comprometo, pues, a forma,r en este departamento dos batallones de infanter.h, i un rejimiento, en el
menor tiempo posible, de la reserva movilizable de este departamento, se entiende, si S. E. el jefe supremo acepta este acto
ele mi esfuerzo, por intermedio de usted que lo soli cito. O en su
defecto, si aun fuese necesario nn batallon o un rejimiento del
ejrcito .activo, para marchar a Lima, tambien lo formar en el
dia, pudiendo comunicar que en tal caso hai vecinos que se proponen costeat el vestuario o los caballos, debindole en todo concepto, por la splica que le hago, de que formadas i entregadas
dichas fuerzas por m, lo nico que apetezco es servir en ellos
de simple soldado; i por esta suplico, a usted que me conoce lo
bastant~, se penetre de qu e solo deseo i aspiro no servir con
b vergenza de no haber hecho algun sacrificio por la defen sa
de mi pas.
'r ranquilo con b persuasion d~ qu e e~ta carta ser vista por
u~ted, con el testimonio de- mi estimacion i deferencia para cou
Pedro P. Arana.
Hnancayo, julio 30 de 1880.
VII.
CARTA iNEDITA DEL PATRIOT A CHILENO DON JOAQUIN ,\. HERmDA
SOBRE EL INTENTO DE CAPTURA. DE LA. GOLETA. ~CENIUQUETA
POR UN GRUPO DE CHILENO S EN PANAM .
Respeta do seor:
Por los nmero s de El 01onista, que incluyo, as como por la
nota oficial de nuestro cnsul jeneral en sta, podr enterars e
del odioso i arbitrar io atentado de las autorida des de Panam
con grave ultraje i perjuici o para la causa i nn.cionales de
Chile.
En dos palabras dar a usted cuenta de los hechos.
' Despue s de haber dechmd o el gobiern o de Colombia que los
belijera ntes del Pacfico teuian completa libertad para hacer el
embarq ue de pertrech os de guerra, la accion tle nuestros diplo~
mticos se redujo a pro !estar de ef.:a in consulta resol ucion, que
est en contradicciou con uno de sus artculo s de su tratado con
Chile i a repetir sus protesta s cada vez qu e se teuia conocimiento del emuarq ne de armame ntos para el PM.
Al efecto fletamos el pailebot San Ramon, i debidamente provisionado i tripulado con nueve chilenos decididos a acometer
tan atrevida empresa, sin contar al que s uscribe, que tenia el
carcte t de primer jefe i al seor Guillermo F. Whiting, dig-no
i honorable comptttriota que acept el cargo de seg undo, n os dimos a la mar el juves 5 de mayo a las once i media de la noche i nos dirijimos a la isla de Taboga, distante doce millas de
Panam, a donde quedamos en observacion de la Emiqueta,
que deba salir en la madrugada del siguiente dia con un cargamento de armas mu valioso (medio millon de pesos, mal:! o
mnos.)
Nuestro objeto, como usted comprender, no era otro que el
de cortar el paso a la Enriqueta, fuera de lrzs aguas de Colombia i apoderarnos de ells. por la m zon o la fuerza .
A las 8 A. M. del da siguiente avistamos como uiez millas
de nosotros a la deseada Emiqueta i nos dispusimos a seguir su
rum~)o; pero no bien obse rv nuestros m ovimientos, larg todas
sus velas i viento en popa, principi6 su hazaiia ... de coner a
todo trapo. Nuestro velero b<trquichuelo le puso proa i principi
la caza.
A la 1 P. M. habiamos estrechttdo bastante la distancia por
lo que se le vi cambiar de l'llmho en distintas direcciones para
tratar de burlarnos. Mintms tanto nosotros seg uamos acortando la distancia i logramos ponernos a tres millas escasas de lla.
Fu aqu que di6 rumbo al norte i empren di su regreso a
P anam, como su nico medio de salvacion. No tenan valor
vara defender.ie a pesar de su inmensa superioridad i vergonw-
422 -
!lamente malograban su importante comi sion, volviendo a buscal su foudeadero al lado del buque de gnerra ingles!!
Efectivamente, a las 6 i media P. M. fondeaba. en PauanHt i
nosotros resolvimos hacer. otro tanto, pam comunicamos con
nuestro cnsul i tambien para proveemos de agua i de un bote,
pues no teniamo s ninguno a bordo.
Al pasar por la popa de la Enriqueta en demanda de nuestw
fondeadero, . fuimos S[tludados con 20 tiros de revlver i rifle,
cuyos proyectiles silbaron por nuestras cabeza s sin habernos
causado ning un darlO. R ra esta una valentonada mui propia de
peruanos . Auuqne me cre a utorizado para contestar sus fuegos
i aceptar su provocacion, me opuse e\)rjicamente a lo deseo.
de la tripnlacion i no se hizo un tiro de nuestra parte para no
1bt lngar ni nl mas peq uelo motivo ele queja i pretestos a las
aut&'r idades de Panam, en cuyas ag uas estftbamos fo udeaclo:; i
que por consiguiente debamos respetar.
Fondeamos 'a las 7.20 P. lVL a mu corta, dit~taocia de la Emiqueta i la noche pas a bordo de nuest ro bnrue sin novedad.
A las 5 A. M. del sig- uiente da 7, se present una embarcacion venida del muelle con treinta soldados ar mados i al mando
de un coronel i dos oficiales. Antes de llega.r a nuest ro costado
se nos impuso rendicion a nombre ele las autorid ades martimas,
i asegur al coronel que me renda con la correspo ndiente protesta.
P ed gara ntas i el mejor trato para n uestra jente i recib la
promesa de que todos seria n tratn.dos con las mejores consideraciones.
La tropa armada subi a nuestw bnque i se me exiji la entrega de las pocas armas que hab ia a bordo. Las entreg u i en
seguida desembarqu con el 2. 0 seor Whitillg i nos wese ntmos al j efe martimo, q nedaudo tocla la fuerza a bordo para cttstodiar nuestro buqu e i tripulacion .
No eneontramos n.l jefe i prometimos reg resar tt las 9 A. M. ,
hora eu qu e nos inJicaron llegara a la oficina.
!Vlintras tanto pasamos libremente a ver a uuestro cu:ml
-424en1jica protesta i exijir el pago de una fuerte suma i la destitucion de los funcionarios que han tomado parte, como justa reparacion por la injuri~ que se nos ha hecho i los perjuicios que
hemos sufrido.
Igual cosa har. toda la tripulacion del San Ramon.
'l'otlos esperamos confiadamente que usted con cabal conocimiento de los hechos, que protesto a usted ser exactos en todas
sus partes, formar SLl juicio i se servir hacerlo ' llegar al conoci!lliento de nuestros compatriotas, como mej or se lo snjiel'a su
..... . ...... intelijencia i su bien probado amor a la patria.
Conviene adverti r que a fin de que no recaiga sobre los espedicionarios ninguna sombra de criminalidad i para dejar en teramente espedito uuestro derecho a reclamacion, se dice en la
relacion que hace el Ctonista que dicha jente solo tenia el propsito de seguir las aguas de la Enriqneta con el fin de cercior:.;.rse si efectivamente el cargamento que couducia se llevaba a
Guayaquil, sin ejercer ningun acto hostil contra ell1t1 debiendo
a la vez procurar encontrar en su viaje al buque de guerra chileno que hemos dicho venia en camino a Panam.
Re pedido el arraigo del buque i su cargamento i acusado
criminalmente a su comandaute por haber hecho fuego desde su
.
fondeadero sobre nuestro buque.
los planes
enteramente
Con este paso hemos desconcertado
de los ajentes peruanos i ya se ven enteramente perdidos e imposibilitados para seguir pasando sus armamentos.
Hemos logrado, pues, reducirlos a la mayor impotencia!
Es digna del mayor encomw la en;jica actividad con que
nuestro cnsul jeneml seuor Rivera J ofr, trata todos los asuntos que iuteresan a la causa de Chile i sus nacionales.
Otro tanto tengo que decir a usted respecto de la franc~t i resuelta actitud tomada por el estimable i cumplido caballero, seor lVI. R. de La Torre, redactor en jefe de El Cronista, en
quien ten emos un abnegado i valiente defensor de nuestra cara
patria.
AgradecienJo
it
h t\cer en nuestro favor i rogndole se <ligue hacernos l:J.'l m cj ores- nclic<l.ciones para outener Jos buenos renJtados que bLtSCO.
mos, saluda a U el. respetuosn.mente, su segu ro servidor
.Joaquin A. Il:rmida.
P. D. Ultima hora.
Sabemos que los ajeutes peruanos ancbn con las caras amarillas. Han sido reducidos a b mayor impotencia i no pasar cin ya
mas armas, pu es el Lntn.sma. de los del San Ramon los ha llenado de pavor.
VIII.
ALG UNOS TELEGR.UHS SOBRE LA Rf,;MISION TERRESTRE D AR~lAS
DESDE LOS PUERTOS DEL NORTE A LIMA
-.--Jluacho, rt!JOSto
2~1.
E scelents imo se uor j efe s uprem o: A y er, al embarcarse el coronel Lnrrnag a, m e en carg avisar .a V. E. el m om ento en qne
saliera b. cspedicion cond uci c:Hlo Lt, carga lti!na ll eg ada. Eu
Hl fiT . DE LA C. DE LnU.
5:!
:.._ 42G consecuencia tengo el' honor de deci r a V. E. que en este mom ento salen para Chn.nchn.i p ot el camino de Visquim h1 cargo
del satj ento mayor don llaf',tel Col>os, die~ caj ~n es, uno de ellos
uel peso de cinco toneladas i todos en perfecta. condiccion. -En-
rique R r..IJCS.
A.ncon, agosto 29.
Escelent simo seior: En vista. de las rd enes telcgr.ficas
de V . E. al seor co tonel Cano dir a V. E. que h espedicion estart't en la parte bnja de la cnes ta ue Piedras G ordas
el mrtes en la n oche, segun confe rencia que en la mailana h e
tenido con dicho coronel. Pa!'ece que los trabajadores le van escasean do, que la falta de rec ursos para la villa Lli lugar a algun
(lesu.liento, pero ya todo ed'L remediado. Le r emito en estos mo. m entas algun os barriles de agua i dos carg as de lea. Anoche
'}lU SO a mis rd enes un piqu ete de caball er1. que 0omuni caL:L
w i.s :tw.Lsos.-Dios g uarde a Y . E. muchos aos. - Pedro F.
:B am:c:::..
Chancai, setiembre 5.
( 1.~0 P. lVI.)
S eor Enri q ne E sr>inosa, secrebir_io privado de S . E .: Llegu
~moch e ; h e hall ado carg ameJ1to timdo a In. ori ll a de la mar, espu esto a ser t omauo por el cnen:igo, pues aqu no hai u n solo
l1 omb re aTmf].dO que lo on sto die. Mintras ll egn. la clivision N o.r.i ega para emprender la marcha, he h ech o Yenir el tren de Palrpa. i proceder a intemnrlo hastn. Huar l, diEtante tres leguas ele
Ohan ca i, donde lo creo mas seguro, mintras ll ega la di vi:- ioll.
All dejn.r un empleado con hombres d el pneblo a cargo tle l
cal'g<<rn.e.nto. Yo me paso con los Llemas inj enieros a estndiar la
cuesttt d e H na clw, conform e a lo onh.:nado p or V . E . IJ c ru eg0
no se ol vie Je los vveres qne para b marcha. me cf'rcci nsteJ
427 -
mandar pn.m los il~j en icros . Co noz co ya la carga que Llcbo conducir i tengo h con viccion que saldr bien en mi comision. -
Fenzr.tndo VeJct.
CA PITUL O XII.
EL Sli\HESTRO DEL L0.6..
I.
Desde que en ht maflann del l. o de J umo se
-429-
apareciera en las aguas del Ca1lao el nviso El To?"O, emisario ele gratas nuevas para. los ya fatigados bloqueadores, el asedio del puerto volvi a su
antigua, inalterable i estril monotona. Las nieblas del invierno se asentaron como un sudario
sobre la costa; i as, a manera de fantasmas, cruzando entre las olas i el espacio, permanecieron
nuestros sufridos marinos durante los meses de
junio, julio i agosto que en aquellos parajes son
l n solo nublado.
De cuando en cuando, la llegada de algun trasporte que traia noticias del hogar, peridicos, municiones i vveres frescos pant las esculidas bodegas de los buques, era toda la variedad i toda la
alegra de aquella operacio de guerra tan justamente cada en desuso i que tan funesta fn parct
Chile desde el bloqueo de Iquique.
II.
1
E):! el
Cl'llCero
-400-
-431-
Limea, trasporte peruano, para acarrear los ltimos restos de los enfermos i mutilados de las
bata,llas del sm. Solicit esta gracia, pot conducto
del encargado de nego cios clcl Brasil, sefior Mello
e Alvin, el presidente de la Cmz Roja del Per,
monseiior Roca; pero este sacerdote, mucho m<ts
engredo i atrabiliario que cvanj lico, se hizo reo
ele poca, clelicaclez[t al confiar el mando ele aqu el
barco, despachado a una mision de gracia, l traidor Cross, que haba sido espulsaclo del servicio.
de la compafla inglesa de vapores por sus innninerables infidcncias durante la guerra. El representante del Brasil habia solicitado aquel fc.tvot
con apre~1iante s palabras ele hnrnanidttcl e-l clia 11
de junio, i habi endo acc~cliclo el aln1irantc por
nota del dia siguiente, el buque peruano se hizo <t
la vela, como el L~xm en enero, en su mision ele
consuelos i dolores, el 24 de junio.
III.
JHicntnts esto suceda, el L oa se habitt atracado
al Blanco para entregarle su c<:u ga ele p ertrechos
i caones, inclusa una picz<t ele a 70 de retrocal"g<t
des tinada a aquel ucorazar1o; i verificaclc.t en gran
parte esta operacion, qued el trasporte lmcienc.1o
la guardia del puerto al mando <b sn comancbnte
el capitan clc corbeta don Guillermo Pefb, natnru1 de Concc p<.:ion.
'
IV
Hasta esos clias i durante cerca de tres meses,
los pern'anos no haban alcanzado ninguna fortnna con sus ponderadas defensas de t orpedos fijos
o mo\'bles. Existia en el Ca.llao una numerosa division de torpedistas de di versas nacionalidades i a
cargo del relamido ministro de fom ento Ec-hega-
ray. Haban los ltimos sembrado la baha de todo
jnero de mquinas infernales, sin que ninguna de
ellas causara el menor mal a los bloqueadores i
ni siquiera a los neutrales que en ello, por sn
proximidad, corran mayor riesgo, si bien tenian
stos una Z'. ma fijada para su estada i aun para
sus conflictos.
Esto no obstante, eran aquellos aparatos tan
mal construidos que habiendo entrado al fondeadero en uno Lle los primeros das de junio la corb eta de guerra italiana Arcltimedes,pas a lle~arse
con su quilla un a red de torpedos, ninguno de los
cuales hizo esplosion; i esta fn la historia. ele
aquella tan t emida arma -de guerra desde el comienzo hasta el fin de la campaa martima para,
uno i otro belij erante. A la vcrclad, logrronsc por
los peruanos nicam ente aquellos que nuestros
marinos por cnlpable incautcla o voluntrrriamcnt e
se echaron encima para Yohr en astillas, seg nn
aconteci al L oa el 3 do julio, i al Covadonga cll3
RAFAEL J O VER ,
editor
-433-
V.
D 2scle que la corbet t O' fll.fJ.Jns hn,hin. entabln.do a fines <le 11ll)'O e l l> !o ruo (1~1 p ~l ~t o d ~ A ncon, rlistctnte del C.tllao so lo cin co L~g I:Ls i ea:;i a
su vist:t, los p ~ tn ; tn os se lubian esfvt.~ t h ~ n q ~ I e
marla por med io ele un bmlob inj et 1osa:n~ate
ptep :t rado: p3rO esta noticia Jleg.J a C:1 ile p:-n n.lgun oficioso o hien p :l g<do aviso, i el ptesi(lente
de la Repblica lo trasmiti por telgmfo al gobernaclot de Iquiqne a fin ele que fuem op : Htunamente comunicado al almirante de la. escnaclra
bloqueadora. Segun parece, la nueva lleg al
Callao en tiempo oportuno, i el jefe de la escuadra, por d emas 'reservado, se limit a comunicarlo
al capitan Montt que bloqueaba a Ancon en la
primera semana de julio. El aviso exac to i sc.Llvador, que solo se di en la rden jenera.l del dia
4 de julio, clecia testualmente as:
Oden del dia.-Juli o 4 de 1880.--Por telegrama S. E. dice
lo que sigue:
<.En Ancon preparando jven rY[anuel Cuadros un .;egnndo torpedo, apesar de haber tenido un fin. desgraciado el pJimero.
HST. DE LA O. OE LIMA
5G
Los peruanos no se daban, en efecto, por vencidos en sus ardides, i pam ello contaban con el
injenio i persevera ncia de un jven qumico e injeniero de minas que habia sido educaclo en un
laboratori o europeo i tenia gran csperienc ia i habilidad par:l, el manejo de los mistos. Crese qne
este entendido manipula dor fuese el ya nombrado
qumico Cuadros, hijo nico de un caballero areqnipeo de su mismo nombre a quien conocimos
en 1860 ya. mu anciano, i que casado en,la familt del rico minero de Huaneav lica i lV[ol'Ococha
1\:fr. Flucker, tenia tanta pericia como r.audal i
tiempo disponibl e para sus ensayos.
El jven Cuadros, que prepar los torpedos del
Loa i de la Covadonga, no pertenec a a la di vision
cosmopol ita del ministro Echegara y, sino a una
seccion de voluntario s que trabajaba n bajo la h( 1) N un ca se snpo tnien haba mandn,do a Chile con veinte
rlius de anticipacion nn aviso tun certero. Los peruanos, que de
to(lo culpaban a los ingleses, como en tiempo de L orrl Coehraue
i de Pezuela, han atribuido la noticia nl ministl'O de S. M. R.
Saint Jhon, o mas propiameute a su secretario que se mo~tru
ba adicto a Chile. Un ingle.; H:uris, duefw de la fundi<:ion
de gnlerws de plomo de la isht de San Lorenzn, que IJ~jaua frecnelltcmente tierra, pasaba por un espa doble en los dos campos, i talvez, sin prettn<krlo, ]9 era. Segun revelaciones perua.
na~, los franceses guardaron n.hs,Juta neutmlidad i Jos italianvs
i a.mel'cauos del norte una neutmlidad simptica al Pen~~
-435-
bil direccion del subsecretario de m?.rina don Leopoldo Sanchez, jven de distinguidos antecedentes,
i a la que pertenecan el capitan Uortinez, el teniente de marina Oyague i otros entusiastas.
VI.
Con el propsito de tentar la gula de los bloqueadores, azuzada por una cruel vijilia que duraba ya el doble del ayuno de los santos en el desierto, dironse .los torpedistas peruanos a lanzar
pequeas balandras i lanchas de cabotaje cargadas de apetitosos comestibles, gallinas, pltanos,
verduras: arroz, patos, camotes, un verdadero banquete de Tntalo confiado al azar de las olas desde sus caletas; i hai motivos para creer que tal
propsito babia sida puesto en ejercicio desde los
primeroR dias de junio, porque con fecha 11 de ese
mes encontnJ,mos un telegrama del dictador dirijido a las autoridades de la costa seteutrional del
Callao, que testualmente dice as, datado a ]as do ce de la noche:
ccPataeio, junio 1 1. de 1880.
Seor colllandunte de fuerzas estacionadas en lnfautas :Prevenga .U. inmedicaamente a las fuerzas que guarnecen la co i:l- .
ta de Bocanegra o Marquez que si alguna embareacion meno1
llega por all no la hostilicen en manera algun a . - PIROLA.>)
,. /
436 -
VIII.
Sea ello co:mo fuere, lo que est suficientemente averiguad\) es que en la noche del 2 de julio
una ' de esas halandms cargadas con esquisitas
provisiones fu dejada al ancla siete u oe;bo millas
al norte del Callao, con sus velas flotantes, como
abandonada de improviso i cargad<t con un torpedo de 300 libras de dinamita. colocado bajo una
falsa quilla, atado a un \ saco de arroz .que cubra
el aparato, i el cual, al ser Lmdo, provocara ia fatal csplosion. Tres quintales de dinamita equivalan a 45 quintales de plvora .
VIII.
Durante todo el dia 3 el traidor brulote se mantuvo desapercibido aun para los anteojos vjjilan-
-437-
IX.
\
1.
-433-
X.
.,..
/~;d.
-430-
. 1
440
XI.
En viRta de lo qnc pa~mbn. i qnc n to clos infun-
to, ;e pa.;:' eie n o mn; rnill:t~ al n 11-te, i sn!'>teuia. rne no nos hn.uLttt"s p:ts:tdo, pu e:~ dec i:t qu e l elllll<: :L tlltti h, ell h C<~!'>t t.
N tili ..:a.l el IJio:w .. a l1~ :t ttt.ori .l.t le,; de M lleul' el di :t 30
ul! di ~.: i l! llt l qe , h 111" nr 111 t11eu i.l lt t.;t L ul di 1 , ,. h , com~tfen
do todn .int., de c!l:l.nd., lt:t das. I~n el di :t f 111d e:tln"s en la caleta de 'J\ t111bn, q:1c est:'t 1111 l'"v al Slll' de ~l ., Jiendn , i e11 la
JtOehe cr!IZ:IIIIUS l're11b a la Cs ta peru :tiHt a t111:t.~ uchent.:t. o cien
111illas i muth" nm,; al nrte de l11s l'llt'rts indie.11lns. Fit<:il es
Clllllpl'ellder (jlle t~t:t llO es la 111:111 erot d t~ tUantCilel' Ull b:o ..nell
ni 111nns <le ten l' ,ijil:ttH:i:t; 1'"~' ~~::; ta raz on los vapotes de la
carrem i cuu. lo.~ uq1.1es puu:.aws han penetrnllo en lo~ pn<'rtos
Lloqueau .. s ,:in dific:dtad algu11a, llevautlo cumunieaciuues, pasaj eros, yj,ertR, nr111:1~, etc., etc.
ttEstando un dia tiH td t!ad"s en T ,tmho, entn) a 1\follen<lo, a
nue:<tra vi,:ta i pa.cit'IJe<t., el vapot~ Santa, R osct que venia del
Callno; RP io se le notifid> el ll oq11eo cnando ib:t a t:~cguir su vi<tje al sur ... Qu tal? J>,,r nt1a parte, la~ hn clus a vela pa3au
diariameute de Tambo a M"lle11do, tle MolletHlo a Islai i, sin
embargo, nudie les estorba su camino.
<l Los trenes ,;e C!'liZ:tn :t cn.d:t momento tl'asportando soldados,
muuieiune,.; i vve1es ; tos clwl<~s fol'mn.n al frente de nosotros,
hacen sus ejereie ios i se LMta.II con toda calma; mas el seiior
Peftrt dice <pte es prudente no lt ostiliznrlos. Qu ~era de noso tros si se les ocurriese a estos b:'trbatos lanzarnos un turpedo
a u nas veinte milltt,;, o, lo q ue se ria mas es pantoso todava, h acernos una tl~scarga cerrn.d:L de fu sileda. qu e no dejase ttere
con cabeza a borda Je este buqu e?
~n fin, este bloq neo, bajo la tlireccion del actual jefe, es una
buena pamplin:t ......
Esta Cctrt:t public tcb en Los Ti ~mpos a fines de enero de 1880
fn ntrilmida al aRpirnnte de marina don Hicardo Ahumada, i
en el neto fn preso i eujni eiado por su iracu ndo jefe. El aspiraate Ahumada, tnlZ iutelijeute, es hoi secretario de la intendencia de Biobio.
-441-
dia natural recelo, el segundo del buque, Seoret, manifest sus vivos t~\mores al comandante Pea; pero conforme a su costumbre, ste se
encoji de hombros. Aun el segundo piloto del
buque, un sueco llamado Stabell, hombre sumiso
i complaciente con sus superiores, se atrevi a
participarle sus inquietudes, mas con el mi smo
resultado. El comandante Pea se limi't a decir
secamente: - ce Los peruano s no tienen derecho
para introducir vveres en el puertO:>> (!)
XII.
Mientras esto suceda a bordo, e advertido teniente lVIartinez, despachado al peligroso servicio
de reconocer h balandr<:t. sospechosa, se haba
acercado a ella con la mayor desconfianza i casi
seguro de que esconda un aparato de destruc cion, hizo pasar a su bordo un marinero llamado
Donato Castillo. I ste, participando, a su vez, de
la universal zozobra, cort con su navaja la amarra del ancla, por temo r de que al izarla se produjese una esplosion.
De regreso a bordo, el teniente Martinez repiti
sus justas inquietudes al comandatfte; mas fu en
vano, i al contrario, clir~jindose el ltimo al cas(1) Declaracion del piloto Stabell en el sumario sobre la
prdida del Loa.
1-l. DB LA C. DE LIMA.
56
-442-
XIII.
Eran las cinco i media de ht tarde. Ocultbase
el sol tibio i rojo de los trpicos tras el pardo peon de San Lorenzo, i la mayor parte de los oficiales bajaban a esa hora a la cmara, comentando la obstinacion invencible de su jefe, cuando
penetr a su turno en el salon el teniente Seoret para participar su desazon, cada momento
mas vi va, a sus cama. radas. I no ha.bia acabado de
hablar, cuando horrsimo estruendo derrib a to. dos ele sus asientos, haciendo trizas h1 cmara.
El jven capitan alcanz a esclamar nicamente:
-No ven, pues! (1)
XIV.
En efecto, al izar por medio de un aparato el
(1) Declaracion del alfrez Victor Aquiles Bianchi, jefe de la
guarnicion militar del Loa i actual gobernador de Oasablanca.
1'
1
-443-
ltimo saco de arroz, como estaba matemti camente anunciado desde Arica i desde Santiago,
la esplosion se habia producido,' i los ocho hombres que hacia.n la operacion de la descarga haban sido aventados como menudos tomos en el
espaciO.
No haba sido menor ni mnos instantn eo el
estrago entre los infelices que se hallaban afirmados en la borda, pudiendo asegurars e que todos
pereciero n por la concusion espanto,a del torpedo.
Cay entre stos, desgarrad os los vestidos hasta la cintura, con una oreja desprendi da por un
fi.lon de dinamita, sustancia terrible que convierte
las rfagas de aire en acerados cuchillos, vomitando sangre por la boca i las narices, pero entero i obstinado todavia, el desventur ado capitan
Pea.
Sin aturdirse, subi al puente i ordt'-n al teniente Seoret disparase el caon de caza situado a
proa, en seal de alarma i de socorro.
Pero esto no era ya posible. El estallido de la
dinamita habia abierto en la popa del valioso
trasporte de fierro un portillo de catorce metro::;
de largo i dos de ancho, i en el acto mismo el buque comenz a irse a pique por ese compartimento, encabrit ndose de proa.
Para mayor desdicha, todas lai:3 embarcac iones,
con escepcion de dos, fueron destrozadas, i una
de st.as dema'3iado cargada de jente fu.se a pi- .
444 --
que, salvndose solame nte en la segund a los injeniero sDunc an i Oraig con trece hombre s de la
tripulac ion. El animoso marine ro Castillo, el mismo que habia cortado la amarra del torpedo, se
ech sobre el chinchorro con cinco de sus compaeros, i aunque estuvo esta embarc acion corto
rato a flote, logr salvar al cirnj ano don Demetrio Zaart u que nadaba aturdid o en el agua i
al infanti l aspiran te don Florenc io Guzma n, quien,
en el acto de estallar el torpedo, saborea ba un pltano cautivo con apetito i delicia de nio.
XV.
Entreta nto el ltimo en abando nar el buque
habia sido el capitan Pea en obedec imiento a su
deber. Inst le a salvarse su segundo i rehus.
Hizo ignal empeo el tenient e Martin ez con igual
resultado, como en el caso del aviso, conten tndose el jefe interpe lado con dar a su subalte rno
un salva-vida de dos que tenia en sus manos. Solo
cuando la nave se summji arrastr ando en espumoso remolin o todo lo que en su derredo r flotaba,
dejse arrebat rar el obstina do mozo por el destino i la corriente. (1)
(1) Traslad monos un insta nte al castillo de proa que poco a
poco ~e iba elevando i apuntand o el baupres al cielo. All se paseaba H;jitadsimo el comanda nte Pea acompaiado del teniente
l\'!ariinez,. presenta~1do e1 espectcu lo mas impon ente, ensan-
-445-
Afirman los que desde el agua le di visaron, co. m o el alferez Bianchi, que su aspecto era terrible, de pi sobre la borda, desgreado i cubierto de sangre, esperando el instante de la fatal
inrnersion. Hubirasele tomado por la encarnacion
herica i casi feroz del deber cumplido aun en la
culpa i en la espiacion; i en aquel tiempo se cont
que aun para morir haba sido obstinado negndose a nadar con calma, segun se lo suplicaban,
a porfia, los que a su lado luchaban con mejor
fortuna con la muerte.
XVI.
Entretanto llegaba apresuradamente la noche,
i un centenar de infelices babia ya perecido. Ningrentado; mechones de pelo pegados en los cogulos de su cara
ennegrecida con el polvorazo, medio traje raido i la vista e~pan
tada de la escena. I lo que contribuia mas a su estupefaccion,
aparte del sentimiento de inmensa responsabilidad que asaltaria
su mente, era la sordera completa que se le haba pronunciado '
que no le permita esplicarse el cuadro sino por lo qne abarcaban sus ojos.
-Btese al agua, comandante, se aventur a gritarle el teniente Martinez, al verle con un salva-vidas en la cintura i otro
en la mano, i dme uno de esos aparatos.
>>-El comandante debe ser el ltimo que abandone el buque,
le contest alargndole el sah'a-vidas que tenia en ht diestra, a
una segunda i significativa insinuacion de MartineZ}'.
(Relacion d'el naufrajio del Loa publicada en El Mercurio de Valparaiso).
Sobre el punto capital de si el capitan Pea tenia o n oportuno aviso del. almirante sobre el peligro de un torpedo de aquel
jnero, su hermano don Manuel Pea public en El Ferrocarril
del 14 de setiembre de 1880 una cornunicacion de la cual pareca
resultar con evidencia que tal aviso no le habia sido comunicado.
-446-
-447al Blanco. Iban medio muertos por el cansancio, por las heridas
que recibieran al hacer esplosion el torpedo i por el fro del
aguo.. Al doctor Zaiartu cost no poco salvarle la vida, pues era
el que se encontraba en peor estado.
XVII.
A 63 lleg el nmero de los rescatados del Loa,
contando con ocho que en la tarde habian pasado
a bordo del Lamar a proveerse de vveres. Pero
el de las vctimas alcanz a la espantosa cifra de
119, cabiendo esta triste suerte a ttes jvenes
guardia-marinas llamados Fierro, Oportus i Huidobro, que dos dias mas tarde fueron encontrados
enredados en las jarcias del buque nufrago devorados por los tiburones.
El primero de aquellos desventuraclos nios era
hijo del antiguo comandante de artillera don
Francisso Fierro que hizo el crucero de la Rosa
de los Andes en 1820 i de la seo~a, Lorenza Beitia. Haba,se educado en la Academia Militar, i en
el combate de Angamos qued completamente
sordo, por lo cual dese queilarse en Santiago.
Mas como no tenia favor, no lo consigui.
El jven Oportus fu hijo de Curic i del intelijente i entusiasta juez de letras de esa provincia
don Rodolfo Oportus, mozo de 23 aos.
El guardia-marina Huidobro fu tambien mui
lamentado. Era natural de San Fernando i her\
448
XVIII.
Sucumbi tambicn en aquella fatal, casi mconcebible celada, el jven injeniero chileno don
Emilio Cuevas, descendiente de los Cuevas de
Rancagua , i el mismo que condujera con esperta
mano i animoso corazon la goleta Oovadonga por
entre los arrecifes de Punta Gruesa el da memorable en que, persiguindola, se encall la I ndependencia. Este desgraciado jven, que hacia por
esos das un ao .recibiera. en Santiago las mas
calorosas ovaciones, a la par con Oonde.ll i coh
(1) La plana mayor de la tripulacion del Loa estaba compuesta de la siguiente manera:
Comandante, capitan de corbeta don Guillermo Pea.
Teniente primero, oficial de detall, don J... eoncio Seoret.
Teniente segundo, don Pedro N. Martinez.
Id. id. don Jos Mara Santa Ornz (trasbordado a la O' Higgins).
-44 9-
-Net o.
Callao, julio 3.
(6.33 P. M.)
Huscr.tr i Blanco
57
-450-
XX.
Tal fu el siniestro del L oa, obra casi esclusiva
de la fatalidad porque en l hicieron conjuncion
:la refinada astucia de los ageesores con la ciega
.torpeza del ageedido.-Fu un torpedo de tentacion i de estmago, como hai muchos cuando despues de la vijilia se busca la hartura en el esceso.
Por parte de los peruanos hubo mas perfidia que
inhumanidad, porque con igual intento iniciaron
los chilenos el bloqueo, i la dura lei de la reciprocidad es lejtima en la guerra. Pero como si el
destino hubiese querido echar en cara lo 'horrible
de la casual matanza a sus perpetradore s, al dia
siguiente rlel hecho, esto es, el 4 de julio, regresaba de Arica, a ttulo de buque de miserieorclia,
con pasavante chileno, el trasporte Lime1ia, ?Onducienclo los ltimos res to::; de los heridos de Tacna i los desp~jos mortales de Bolognesi, Moore i
Zabala, a quienes los chilenos haban dado en el
})as ele su sacrificio cristiann, i h.nrosa sepultura.
El Lime'i.a habia dejado parte de su carga humamt
. en Moliendo i cond1~jo haRta el Callao algunas
familias i 149 heridos, pertenecientes en sn mayor
nmero al ba.ta.llon Canevaro i al Ayacucho nmero 3, tropa limefia. (1)
{1) Los marinos de la Covadon_qa, qne a su turno deban su-
451
XXI
El di<t 6 de julio celebr el prefecto del Callao
las honras solemnes de :ms mtts nclita.s vctimas.
i caudillos del sur, cli'spttrando ht Union nn cao-
nazo cada media hora, i llevando lo .~ ftetros en
sus brazos los jefes mc.ts caracterizados del ejrcito
i ~e la marina. Igual pero mucho mas snnt.nosa
ceremonia. tnvo lng<~r en Lima el 8 de julio, recorriendo la fnebre comitiva. tocLt ht ciudad hasta
el cementerio, en un dia emcapot.<tclo de sombt~as
nubes i marchando en pos d~ los fretros los caballos de batalla de los infortunados defensot'es
del. honor peruano.
1)
.
.
xxn.
Despues del desastre del 3 ele j Ltlio una calma
parecida a la melancolia, al duelo i a la muerte,
rein en las aguas del Callao. Los buzos del Blancumbir en un acecho de mar, sepultttron de una manera especial a Moore i a Bolognesi. Con madera de su hu<1ue hiz.o el
capitan Orella labrar grandes cruces pintn.d~lS de negro con el
nombre de las vctimas en una faz. i en la. otttt el del buque
Covadonga. Nosotros tenemos en nuestto poder h\ ctuz de Bolognesi, segun creemos haberlo Jicho.
-452-
co, a modo de sepultureros comenzaron a descender, desde el dia 5, al fondo del mar en el sitio
de la catstrofe, i lograron recobrar algunos objetos de guerra, especialmente el caon de retrocarga destinado a la nave almiranta., i esto no sin
sostener rudos i tenebrosos combates con los tiburones de los trpicos, cebados en aquel opparo
,i horrible banquete de carne humana.
,Por lo demas, a manera de manto funeml, la
niebla perpetua del invierno en aquell ~t cof:'ta indemente, hmeda pero sin lluvias, es decir, sin
vientos i sin sol, entumecia los miembros de los
desdichados bloq ne<:tdores, :i comenzaba a prodnrirles, junto con la carencia ocasional de vveres
frescos, mortificantes enfermedades al estmago
j
la
yj~ta.
fq~do tedio~
J t~lio 11 .-Intensa nebl ina . ri1l enem igo en las posiciones de
. CP1>tu,mb1e. Huscar de gul!-rdia 1---,..ff.e.to. >>
~J u,lo 21.-Signe la niebla. Solo se di stingue a la lJ1agallane~ j al 'J'~l~en en el sitio en que nau.fragq 11 Loa. -Neto.>)
45:3 -
XXIII.
Ln. gnardia ele la baha se haba aumentado entre tanto con dos nuevos custodios desocupados
de su larga faena de. Arica, el Coehrane i laMagallanes. Dos pequeas lanchas a vapor, denominada una de ella::; Tucap el, habiaD: llegado tambien de Valparaiso.
Decase que el blindado captor del Huscar
venia. en remplazo de ste i del Blanco, cuyos
fondos se hallaban estrem~damente sucios. Era
esto ele tal manera que lbs tripulantes de la nave
almiranta solian darse el pasatiempo de comerse
en sopas los sabrosos choros i jugosos picos que
se pega.ban a su quilla ....
XXIV.
Di tambien sn vuelta de Tumbes el Amazonas
el da 31 de julio, despues de la fbula del griego
( 1) Se dijo tambien que el 28 de juli o h abian estado dos torpedistas del Callao a punto de aplicar un tmpedo Lay, es decir,
un torpedo automtico i submarino, dirtjido de<de tierra al Cocltrane a fin de conmemorar el da de la independencia; pero
no hemos llegado a saber con certidumbre lo que hubo sobre el
particular,
-454
XXV .
.Q.Q.prrilJos haba sido hitsta ese dia puerto fran. co :h.aio la quilla ' de nuestros buques bloqueadores. El 13 de julio la Garibald?: habia e~b~rc.ado
-455-
XXV l.
La monotoni a del aRedio martimo de Lima
continuab a as cada dia mas tenaz i con menores
resultados.
El 14 de agosto el dictado"r visit a caballo las
bateras, especialm ente las de la Punta, a qne se
babia dado su propio nombre i el de Tarapac.
Mas por viu de pasatiemp o que de ens.ayo, hizo
el jefe supremo disparar sobre la isla de San Lorenzo una de las piezas de a rnil, i el dia 1.5 se
arroj al peon un proyectil de a 500 desde la
nueva bateda denomina da ((Dos de Mayo>'.
-456-
El boletn del dia 16 volva a acusar la somnolencia del bloqueo con estas palabras:
Callao, ctgosto 16.
XXVII.
I as prosiguieron las cosas hasta que en los
dias 30 i 31 de. agosto el Angamos, que babia ido
a los puertos de Chi.le i se hallaba en mejor disposicion de emprender de nuevo los bomb<:trdeos
de mayo i de junio, comenz a tirar sobre la drRemt ct distancia variable de 6 a 8 mil metros,
apuntando especialmente a la Un,ion el capitan
Montga, quien en dos ocaRiones logr herir en
parte vital aquel importante buque. Prosigui por
0
este rden el bom bardeo durante los das 1. i 2
de setiembre, dispc-t rando el An,camos su gean caon cada 7 minutos por trmino medio i respondindole con ht misma lentitud los buques i bateras de tierra.
En el bombardeo del 1. de setiembre se cambiaron de esta manera 38 proyectiles i en el del
2 de setiembre 27, contando solo hasta el rnedioda, porque estos tiroteos solan hacerse en tres
jornadas, para qe cccomiera la jente.~) (1)
0
4.J7
XXVIII.
Di lug<tl', sin emb argo, el p:m6.ltimo de estos,
as llamados cc c o m b <~tes a una peregrina ocurrenci;J. de los peruanos, segun la cnal la pequea lancha Ur eas manda.cb por el ten iente don S ~tntiago
T orrico puso en fuga al Angamos, a la O ' J-I~cg1;ns
i aun a toda la escuadra.
,Despues de mi car ta de h oi doce i mecli a, dec i<t, en e {~: eto, el
p orhugnes H orhfL a! }'{acionc~l, en ]& crue d CUCil ta qnc el .:lngamos hacia fu ego en rehirad a, se le nni6 ltt 0'1-I(rgins i a rnhos
lmques se h ;tn empeilado en un co m bate, as mbrese el mundo
e ntero! con t re5 peq Helln.s l an ch a~ a vapor, q ue enarbolan rw es t rn.
g loriosa ba nde ra.
1:3
14
.An_qa1nos...................... ... ..
Blanco........... .. ................
O' Hig,rins ......... .. .... ; .. .. .. .. .
Ba tera de la d1seua..... ....
Fuerte de Ayttmch o........... .
L un ch itas a vapor..... .. .........
1O
:)
4
2
:)
Segun un teleg rama del gobem ador de Arien., eol"nl'\el. Valdivi eso, ele 9 de sctiem ln\:J, i refi rimlose a noticias tmidas por el
L amar, el An_rmnos dis par e l trein t<t qni uco t iros ; el 3 l , ,veinti cnut ro i el 1 .0 de se tiem brc 37.
Jll:S'J' , 0 1:: L :\ C. D I: LIM A
58
458-
-459-
XXIX.
Despucs de estos empefos iutennitentes que a:.
nada efectivo con<lucian sino al gasto de pl vont
i de :fierro, de tinta i de paciencia, cll>loqneo con-
tinuaba con sn letal, eterno abnnimicuto, fatigari-clo aun los cuerpos lll<H:l membrudos i los nimosmas acerados entre los tripulanteH de la armada
de Chile. Solo el coutra-almira11tc Hi veroB, cnya.
constancia; parecia a toda prncba, se mantEmia i mpasible, no obstante su deteriorada salud, en me:...
dio ele las torturas de la incertidumbre i las penurias de la lejan<L. Era un hombre eminentemente de deber, i lo cumpla cou admirable entereza.
Entre tanto, a lo qne hahian llegado todos los
espritus coino condnsion prctica erc:t a la con-
viccion de que el bloqueo del Ccdlao seria eficaz.
solctmente para mantener a raya a los desarmados buques peruanos, especialmente La Union.
De suerte qne por evitar las correras de este
ba.rco lijero, malgastbamos la fuerza de toda
nuestra escuadra, de:t.ndo lugar a qne los peruanos.
se a.rmaran a nuestras barbas, al pnnto de e-rijir
nuevas batern.s con nuevos caones para dominar
el peon de San Lorenw i nuestro fonde-adero.
De.una semana a esta parte, decia u u iutelijeu te correspoii!!al escribiendo desde la escuadra el 13 de setiemore i abundan-
-460do en In~ ideas que ahora i siempre hemos manteuido sobre los
bloqnens favorito s del Jefe del Estado, las na;es bloqueacloras
han tomatlo oeho o di ez lan chas en lns ce rcauias de Chorrillos.
El Ll oqueo ha sido e;:;tendido hasta Chilca, 40 millas al snr del
Cotllao, i al uorte comprende una Clsta de 25 millas hasta Chaucai. Las naves estn en constante movimiento. Ln O' Ifipgins
visit recienternen te el puerto de Huacho, pero no hizo daftn.
E~amln los papeles del vapor Chardta i de dos o tres bu q n es
costaneros i los encontr en regla. El Hitdscar ha ido para Valparaso a componerse. Los blindados Blltnco Encalada i Almirante Coch1ane coutinan frente al Callao, acompaados s iempre de un par de trasportes i de las lanchas torpedo;;. En esta
semana no han tratndo de bo~bnrdear al Callao, por haberse
convencido talvez de quees una tarea intil. Siempre han dirijido sus tiro;; contra el tuuell e-d.rsena, rlouu e estn guarecillas
las naves pe1uanas. La drsena tiene umt {tre rt de ocho acres, i
por lo jf;lt~en~l las bombas han ea ido en ella, i St)lo u os o tres
vecei> ha l.\ dado en ls hnCll1eS1 siq oat1sar a ~-era~ J e consideracion. La mayor parte de eilns han pnsmd o por alto sin cansar
dailo a la pob)acion, A, llll estremo del n~ t o ll e-drseua, hai
t.res batctas lijeras, i todas han quedad o iu ta ctas, a pesar de
p auer servido de blanco a centenares de proyectiles.
XXIX.
En cambio, los marinos de Chile haban comen ...
!lado a sufrir despues de la. nostaljia la natural i
mortificante enfermedad de alarmas, insq,mnios,
rond~ts, fantasmas i sobresaltos que se ha llamado
con propiedad torpeditis,
I a la verdad, desde el hundimiento del Loa
ex~stia ~uas que sobrado motivo para tales inqtlietud(;ls, porque por esos mismos das (11 de
-461-
A;\TEXO
OI'I C IAL
IJ E
AL CAPJ'l'ULO XII.
l. iJS
l! O"'OJ!r :S
L C.\Ll.A O
BOfi JL;;-{,;; , ){001!1, ; J Z ,\13 .\L.\ J: N E
-403 -
P. J.
- __
__)
___
&~a~e drcc ..
CAPITULO XIII.
I.
J~A
C. DE I.H'IA.
59
-466-
II.
Daba esto lugar a un constante ejercicio de caon sobre los rieles, los carros i las recuas de mulas, pero con tan poco xito q nc q nedaba all j nstific<:tclo el dicho antiguo de que para matar a un
hombre en la gnerra cese necesita todo .su peso en
plomo)). Estanclo a la eRtadstica. ele los boletines
telegrficos de Ohancai firmados por un Menacho,
ln. Pilcomayo dispar el :3 ele junio cuatro tiros
sobre una recua de mulas, sin causar el menor
dao ni a los arrieros ni a las acmilas. El 1 . de
julio igual nmero de disparos i la misma impunidad. El 3 de julio 25 tiros i ninguna averia. El
4 de julio se hizo fuego a la playa con ametralladora, pero con re1-mltado negativo. El 14 de jnlio
11 tiros sobre el cerro de Peraloillo; mas el cerro
qued inmutable, i no moj sus rocas azotadas
por hts olas ni una ~ola gota de sangre peruan:t,
ni siquiera de cuadrpedo.
Notando tal ve?.: el poco acierto de las punteras,
o por otros moti vos de servicio, dispuso el almi. mnte el 1. tl e setiembre que la goleta Oovadonga
qne bloqueaba a. Ancon desde el 21 de agosto,
pasase a relevar a la Pilcomayo, al mando del intrpido i cuiJadoso Orella, el mejor artillero de
la armada.
Por desgracia, ln permanencia ele Orella no fu
0
.'
n'to'
- --------
67
F'
:Es9nla de -m;~0
-467-
larga en Chancai, porque a los pocos das el almirante, que le distingua sobre manera, le confi
el mando de la O'HiJgins; i corno era diestro en
los desembarques, envi el .ayudante a ayuda,r al
comandante Lynch en la espedicion al Norte en
la mediana de setiembre. (1)
En su lugar qued uno de los oficia les de la
O'Higgins, el teniente primero don Luis Ferrari,
mozo instruido pero un tanto escntrico i desptico, como el ca pitan Pea del Loa. El teniente
Ferrari padeca una enfermedad de insomnios que
produca en su existencia una irritabilidad contnua, prfida consejera de resoluciones en el delicado servicio del mar i sus bloqueos.
III.
Mintras esto sucedia en la escuadra bloqueadora los peruanos, alentados por el xito terrible
del Loa, no cesaban de poner a prueba su fecund::.t.
inventiva para daarlo; i en consecuencia en los
mismos dias en que el comandante Oiella se dir~jia al norte, llegaba por tierra a Chancai el teniente Oyague (setiembre 9) a cargo de un torpedo injeniosamente colocado en las cajas de aire
( 1) Des pues de una corta escursion al norte en demanda de
armafl, Orella reg1es con la O'Higgins al Callao el 12 de setiembre, i ese mismo dia, vspera del sinie:>tro de Chancai, sali
'
en busca de Lrn(~h.
-468-
lV.
Vnosele en mientes al capitan Ferrari, una
semana despues de haber tornado el mando pro
visiona! de la gloriosa goleta chilena, entrarse al
puerto para Teconocerlo i tirar sobre los rieles i el
muelle de fierro que sirve de cmodo desembar'cadero al puerto. I como desde hacia algunos das
se observara all una lancha i el bote mencionado,
orden echar una i otra embarcacion a piqu,e a caonazos.
V.
Conformbase en esto el capitan chileno a las
rdenes terminantes del almirante qne tal haba
dispnesto en las instruccione s conJiadas a todos
;_ 469-
-470-
el spleen del hgado Ya a rematar al fin en el cerebro. I esto fn evidentemente ' lo que aconteci
a los infortunados capitanes Pea i Ferrari.
VI.
El calafate de la Oova donga, hombre rndo i sin
malicia, que sobrevivi singularmente al desrtstre
que sn jactanciosa torpeza moti vara, se cercior
a su manera de la inocencia del barquichuelo,
pasando un cabo en banda por su quilla para
verificar que no contena ningun aparato peligroso; i habiendo dado cuenta de su inspeccion, el
comandante espidi distradamente rden al oficia1 de guardia, el teniente don Froilan Gonzalez, para hacerlo izar, amarrndolo de las argollas que para ta.l objeto existian a popa i a proa
de la embarcacion. I era precisamente en esos
aparatos donde lt)S torpedistas peruanos haban
colocado el resorte de ignicion de la mquina in
fernal.
VII.
Ejecutaban esta operacion por la popa de la
goleta el oficial de guardia Gonzalez, i el contramaestre Constantino Micalv, rodeado de un grupo de griegos qne como l habanse hallado en
el combate de Iquique,--Kakaldi, PacuJun 1 Oha-
-471-
VIII.
Acept el oficial de guardia la discreta insinuacion de sn compaero de servicio i Ol'(len suspender la operacion gritando en trminos de mar
--Pm'te la ~?.a del bote, i ditijise hcia la. proa a
tomar la venia del segundo jefe del buque, que
en esa coyuntura ralo el teniente primero don
Enrique Gutierrez.
Mas no babia hecho todava el jven oficial la
-472-
-473-
zonas:
Chancai, setiemb1e 13 de 1880.
>>Seor secretario de hacienda:
La PiZcornayo :t pique en un f\Jndo que deja descubierta la
cofa; en sta creo hai uua am etralladora., i una embarcacion lle
este hnqne cou dificultnrl se dirije a Au con.
Domingo Romero.
Canto Gtande, nmero 7.
Escelentsimo seor:
E l ejrcito ha recibido con jbilo la noticia trasmitida resH. DE LA C. DE LIMA.
60
474 -
IX.
Entretanto, conducido el nico Lote salvado
por el hbil teniente Merino que llevabn el timon, hizo rumbo con rnar gruesa hcia los peones de las Hormigas de tierra, esper<tndo encontrar en su camino alguno de los buques chilenos
que sostenan el bloqueo de !a costa. lVIintras hubo luz se vieron perseguidos a fusilazos por un
bote q2e los peruanos tenian listo en el puerto, i
despu es por las olas que encapillaba la canoa
donde apnas era posible ,ogar por la apretura.
Iban treinta en un bote hecho para ci nco,-el
comandante i sus cuatro bogadores.
Despues de ri1il fingustias, a las diez de la noche
pecto de la Pilcomayo, comprendiendo que ese buque 110 podia,
permanecer impunemente en pode1 del enemi,ro. Felici to a V. E.
Benavides .
-475-
i en medio de lbrega oscuridad, el capitan Morag~t que haeia la ronda de Ancon, divis en la
cumbre de una ola el bote nufrago, i aunque en
el primer momento iban los marineros a hacerle
fuego, presumiendo fuera un torpedo enemigo, a .
los gritos reconoci a sns compaeros i recojilos
a su bordo cmtrtdo iban ya a sucumbir. (1)
(1) Los salvados en el bote del C;).pitan de la, Covadongu, fueron los sigui en tes:
Teniente don Enrique T. Gntierrez, id. 2." don Miguel P. Canasco, id. id. don Froi lan Gonzalez , id. id. don Vicente Merino,
id. de la guarnicion <lon Manu el2." Blanco, aspirante don Juan
V. Villa., contador 2. 0 don Francisco ~.o L eight)n, cirujano 1. 0
don :Manuel Espinosa, inj eniero 1. 0 don Cipriauo Encinas, id.
2. 0 don Francisco Guzmau, id. 3.0 don Ramon Rebolledo, aprendiz meJnico Enrique Ballest ero, mayordomo Manuel J. Leon,
mozo Ju an Miranda, id. Manu el A. Gonzales, carhone1:o Pedro
Ma.telnna, id. J os Cisternas, ayudante rle CCindest able Manuel
Vctor, maestre de seales Daniel Mancill a, marinero 1. 0 Juan
Hall, id. id. Juan Almouac, id. id. Ramon Montano, id. ~. 0 Emilio Martinez, g rumete Abelanlo Zamra, id. Santiago Meri, id.
i.mian Cuadrn., id. Delfin Mel end ez, id. Benjamn Barrios i
soldado E du::ndo Vergara. Torres.
Los rescatados en Lima, q ne fuero u conducidos a esa cintlad
por el cura de Chancai, convertido en g uerrill ero, i encerrados
en el cuartel de n,n Francisco de PanhL, constan de la nmina
siguiente que da un tobl de 74 salvad os i 66 muerto:s:
Anjel Feites, Teo.doro Olivera, Jos M. Avila, TcNloro Pinto
Tito Arellano, H.osendo Fig ueron., Nemesio Valdeuenito, Ignacio FaJardo, I sidoro Ramirez, Basilio Rnmirez, B11.rtoloru A vi la,
Jos de la U. Suarez, Pedro Opaso, J acinto Ruiz, Francisco
Cancino, Emilio Urbina, Antonio Donoso, Pantaleon Gallardo,
Manuel Ramos, Jm:i e Chepnri, Manuel Mellado, lVIarcelino Urqni ola, l\1atias Ortiz, Juan D. Vara.s, Jos M. Arratin., Emilio
Bohao, J os Fig-uerua, Jtwn D. N uil ez, Flix Rel;olledo, Lcas
Sil va, Juan Mendez., Clandi o Gutien ez, Pedro Loyola, Lino
Asensio Rivero, Juan Loayza., Lui;; Nla.rco ue, Pantaleon Dor,
Arturo Fragua, Ignacio Sen sano, J os Aru ej as, ,Jos ~leri s,
Juan Pino, Juan de D. BalJeabenito.
Seguu la relacion peruana se di ropa i calzado a todos los
-476-
X.
Adelantse el capitan Moraga aquella noche a
reconocer el sitio de la catstrofe, i no encontrando en la solitaria arboladura sino las pavesas del
naufrajio, regres apresuradamente al Callao a
cuyo punto llegaba a las seis de la maana del
mrtes 14 de setiembre i daba inmediatamente
cuenta de lo sucedido al almirante.-<<tJamas he
visto un hombre mas angustiado, nos escribia por
esos dias el emisario de la fatal noticia. Me di
pena ver el inmenso sufrimiento que se pint en
su fisonoma, i cuando supo que casi todos lqs
oficiales se nabian salvado se limit a esclamar:
-Loado sea Dios!>)
o
nufragos i ,un sol diario para alimentarse.
Hubo de comentarse qne entre los que perecieron se cont
a la mayor parte de los g1iegos que haban escapado al naufrajio de la. Esmeraldrr, i a un marinero natural de Coronel llamado
Grego.rio Sanhuesa, a quien el autor de este libro hahia conocido
a bordo de la Co1;aclonga, despues del combate de Punta Gruesa>), labrando con su navaja pequeos botes injeniosamente estrados del roto mastelero del noble barco.
En el nmero de los salvados por la Pilcomayo iba el maestre
de seales de la CovarloniJa, nn intelijente muchacho llamado Da o
niel Mancilla, hijo de nn preceptor de Valdivia, que escapado
de su casa a la edad de duce aos, a los veintidos haba dado ya
dos o tres veces vuelta al mund o. Este muchacho nos ha referido que, en el momento de la esplosion, el mayordomo de la
Covaclonga le es taha encargando ciertos rec(:Ldos porque (segun
clecia) iba a morir con el torpedo, i aun se ha contado que el co
rujano Espinosa sac el reloj para calcnlar lo que tardara el
buque en irse a pique desde que izara el fatal brulote.
-4 77 -
XI .
Sor do est rem eci mi ent o de hor ror
Scteudi las
quillas de las nav es de Ch ile,
con den ada s desde
hac ia seis meses a in glorioso blo
queo, cl.e ret os no
con tes tad os i ele cob ard es im pun
ida des, al cun dir la nue va de que fue ra me nsa jer
o el capim Morag a en la ma an a del 14 de set
iem bre . No era
aquel~a peq ue a gol eta cie rta me
nte el bar co ma s,
im por tan te de la arm ada , per o era
el ma s que rid o i
acariciado por el pa s i su ma rin a.
N o bab ia sido
com pra do en ars ena les est ran jer
os al pre cio de libra s est erl ina s, sino H,dq nirido c0n
fornidos bra zos
chilenos en el ma r ele nue stro s hog
aTes i a sn vista, par te de que sn nom bre est aba
vin cul ado ato dos los enc uen tro s ma rti mo s de
las gue rra s de la
repblica, desde el P apu do a Ah
tao , desr1e Punta,
gruesa a la Po za de An tof aga sta
, desde el des em barco de P.isagna a los bom bar deo
s de Arica. Con
escepcion del Huscar, su dig no
consorte, o tal -
4i8-
XII.
Reuni6se en consecuen cia inmediatamei1te a
bordo del barco almirante una junta de guerra
para tomar una resolucion suprema. I, triste es recordarlo, apareci6se all como nica resolucion la
voluntad del president e de la repblica que habia
ordenado al almirante por cartas particular es no
bombarde ar ninguna plaza enemiga sin .su autorizacion prvia. La idea de comprom eter sus ensueos de paz preocupaba mas intensame nte el
alma del seor Pinto que todas las eme1jencias i
todas _las justas iras de la guerra. A la verdad, el
nico de los comandan tes de bnque que estuvo
por la accion inmediata i escarmen tadora fu el
j6ven capitan de la Filcomayo don Crlos Moraga. Hzose e3to pblico, i el mismo bizarro mozo
nos lo escribi por esos das.
En el acto, decanos en efecto, el capta.n Moraga dusde
Ohancai, en carta del 13 de setiembre, orden el almirante la
reunion de un consejo de jefes para acordar el temperamento
que debia adoptarse.
(1) Notaron algunos supersticiosos que el Loa se haba perdido el dia 3 i el Oovadonga en di:t 13, dos m'Imeros cabalsticos.
Mas singular que esa ha sido la circunstancia de haberse perdido sucesivamente todos los trasportes chilenos que llevaban nombres peruanos como el .Rimi-c, el Loa, el Lama1 i posteriormente
el Paila,
.,_.:
Xlll.
La junta de guerra se atuvo solo a las instrucciones del almii'<:~nte, es decir, a las rdenes del seor Pinto, i en consecuencia de las resoluciones
aeordadas de consultar a Santiago sobre eljnero i
tiempo del-eastigo que se deba inflijir al enemigo, clespachse aquel mismo dia el veloz trasporte An,qamos a Arica. I al hacer este buque su aparicion en aquellas aguas en la maana del 17 de
setiembre, vspera de regocijos para la repblica,
el telgntfo nmcl los aprestos en luto~ Aun los diarios mas adictos a la. administracion tronaron contra el alto funcionario a quien voz universal i ya \
implacable acusaba de aquellos atentados sin castigo, de ~quellas menguas sin reparacion.
.
XIV.
I al-da siguiente, entrando con voz de apremio
en el co_ro de to.das las condenaciones, ese mismo
diario agregaba en su artculo de fondo del 21 de
setiembre estas palabras de proft}nda pero acaso
tardia sinceriLlad, bajo e1 rubro de D eber 1: Responsab?: lidad:
. c<L~
prdida de nuestra g loriosa. Covadonga ha producido, como es natural, uua profunda inclig nacion en los pueblos de Chil e, indignaci ~ u lejtima i perfectamente motivada si se considera que hemos vnelto a ser vctimas de nna celada de nuestros
enemigos, casi a sabiendas. .
.Cuando ocurri la pr~licla, del Loa, despedazado tambien
por un torpe<lo perualJO, b, palaura ofi cial inculp del siniestro
al comaudn,nte de ese crucero.-Hoi se pretende hacer exactamente lo mismo en cuanto a la Covadonga; mas no es fcil cont ar en esta vez con ht inocente credulidad del pblico.
Lo cier to, lo que nadie ignora en Chile, es qne llevamos perdidos tres buques, sin otra razon que las punibles omisiones o
errores cl el jefe del Estado.
vv
.J..l...
,.. .
!182-
XVI.
I bien. La hora de la historia ha llegado, i hllase sta en el deber imprescindible de ratificar
todas sus apreciaciones i todos sns castigos, porque en ls in stan tes en que todo eso se escribia i el
pais palpitaba de clera, como el toro maniatado
en el redil de la matn,nza,' J.noni'a sn proa al Callao
el aviso Angamos llevando la rden condicional
de bombardeo de los puertos vecinos al Callao,
precedida de una conclicion que iba a impoi1e1 al
pais uua afrenta mas terrible que la de las catstrofes,- la afienta del ridculo.
Por el rubo r de )a historia nacional qnisiera.mos cubrir con denso velo semejante incompren:si.bl ~ procedimiento. en qne presidente i gab~nete
fueron cmplices, pero .dejamos encomendada a
las tri stes pjinas de la dipl omctcia el consignar
en sus helados documentos aque llos acu0rdos que
~iquiera ahorran al liarrador la fatiga i el dolor
.de recordarl os.
El Anga.mJJs se hallaba en efecto ele regreso en
el Callao el 21 de setiembre, habi ndole bastado
una cort<~ semamt para ir i volver u Arica; i apen ~ts haba echado stl ancla d costado del buque
>almirante, destacba,se de ste una embarcacion
co bandera de par amento i entregaba al prefecto Astete, que haL ia remplazado el 5 oe agosto al
-483-
XVI~.
.;
La respuesta del dictador, trasmitida por el Srgano del prefecto del Callao, sn antiguo-cmplice
a bordo del H uscar, no tard en llegar a manos
del contralmirante Riveros, i ella estaba concebida en los tl'minos siguientes:
48-1
Callao, setiemb1e 21 de 1880.
fu'3rZ<LS
Seor:
Dios
.,
~u&tde
XVIII.
-485-
.~etiembre
de 1880.
(2 P. M.)
( l) Ijabia com.e~1Zarlo a abrigarse tal idea i tan honda desconpanza .l,i.e l.a manera como el pretlidente Pinto dirijia la guerra,
,a vi,rt~;~d de sus incontenibles apetitos de paz, que un correspon,sal del Mercu1io, resumiendo las impresiones del ejrcito de
Tac,na i Arica, se espresaba en los trminos si~uientes eu el dia
que el Angamos regresaba del ltimo puerto al Call:10.
<'l-Yo.~l9 ,hemos dicho, las anterjor~s notjr,ias ):)ap lado mrjen
.i-
486 -
XIX.
-487-
En una i otra ocasion los asaltantes haban suo recilnza.dos por la gnarnicion de la isla compuesta de 75 soldados ele la Artillera de me-trina
qtle comandaba. el oficial don Pio GLtelTero i el
~Lntiguo i bravo sarjento ele la Covctdonga (ahont.
:subteniente) don Ramon Olctve. La.s lrmc11as a
vapor Prin,cesa Luisa eCOffictlldctn te R . Osorio) i
la Fresia ecomandante R. A.mengual) tornaron
p:trte princip:-tl en esto;; comh<ttc..; no c tumo.~, caone<tnclo b flotilln. sutil (b los peru<tnos i clisper1;ndola. En el ltimo de aqt1ellos encuentms el
bizc.trro teniente Amengual se meti en medio de
las lanchas enemigas i las ahJyent con el botaIon de su torpedo, recibiendo uno de sus tripulantes llamado Ca.stillo mortal herida de rifle.
Por fortuna ele los tripulan tes peruanos, el torpedo ele la Fresia en dos ocasiones no di fncgo. e1)
Tres dias mas tarde i ntes del regreso del
Angamos con su singular notificacion de trueque
de buques ech rtdos a pique por buques a flote, la
guarnicion peructn<t de Chancai lutbin. hecho tarobien fuego sobre las lanchas de la Pilcoma.yo que
-------------- ---
------- - - - - - -
( 1) Dijr,l>e qu e en unn. de esta~ o,: pe,liu ionr.s viuo como volnntnrio, u ma.::; bi en C llrl tl cu1i oso, el cG iehre nadad or norte ameicano Boyton , e l mi s mo q ue hacia d n>; n t.res :tilO;; hn.bia atravesado
el canal el e b Ma.nch :t a na,io, co mo Le:wdro el Bsforo, i descendiun el Tnj o en nu cachn eh o cle::;cl e .\ rani uez a Li shon.. El mismo B nytLI e~c ribia a un ll ;tr io do ~ n e va Yh~que babia quedado abandou;tt1o e n la is b i J1a.:;;td n t tJdo 1111 dH.L Je~;nndo eu uua.
c;~V e l'IHt, lw.:; ta. rpw eu no<.:h.e prxima pmlu regre~;<~.r u. uado .
-488-
- 480 -
XX.
Des pues de la arrogante cuanto insolente i provocadora ' respuesta del dictador i de su lugarteniente del Callao, reagravada por los actos anteriores, no quedaba al almirante otra. alternativa
que l a de formular la renuncia de su puesto o
cumplir las tmid3s i po testati vas in strucciones de
la Mn ecla, i a es to ltno se dispuso, ordenando
que simultneamente se ejecutc1se el di a 22 de setiembre el bombardeo de todas las caletas i puertos peruanos en el orden siguiente :
'E l Oochrane, acompaado del Tol~en , bnqnecillo que sostena el bloqueo de Chorrillos, bombardea ra este puerto .
El Blanco i la Princesa l../IJ,a se dirijirian con
i gual propsito a la playa de Ancon, i la Pcomayo
verificara a la misma hora el bombardeo ele Chancal.
XXI.
Conforme a est~:Ls rdenes, cumplidas con evidente desgano por el almirante i sns principaleR
lugarteaientes, i de soy~n clo una protes ta colecti V<t
del cuerpo diplomtico ele Li ma sobre el bomba.rti9nen a la goleta un terror pnico. Como vieron que varios
dius hice bajar un buzo para estraet' algunas piezas del buque
hau creido, si u duda, que le h ewos pues to un torpe<.lo i. por e:;o
no se atreveu u tocn.t absolu tamente nad<l.)>
HI ST . DE LA C. DE LIMA.
62
490
-49 1-
XX II.
A las cinco de la tard e aquel triste, ineficaz
i
sobre todo tardio simulacro, que babia. carecido
bardeos simultneos:
(Recibido
bs 12.35 P. M.)
Seor prefecto:
Han priucipiado los fuegos del enemigo; todos
pasan sobre la
poblaeion.
Los buques enemigos situado!! tras Salto del Frail
e.
Los pocos habit antes serien del bombardeo.
Lo que ocurr a avisar. - Tirado.
A hs cinco de la tarde se retiraro~ lo!! buques
chileu
baha, sin hacer dao a la pobl acio n.-E milio Pani o11 de la.
.z o.
Ancon, ietiembre ZZ .
Seor secretario de guer ra:
Un blindado i uua lancha enemiga bombardea
desde las 10.30. No hai hasta ahora desgracia n la poblacion
perso nal.- Sr.ta rez .
Ancon, setiemb1'e 23 ele 1880 .
Seor secretario de guerra:
(1.30 P. M.)
492 -
---~
---
~-
--_
-493-
XXIII.
Los bombardeos decretados tmida i tardamente por la Moneda fueron de esta suerte no
solo completamente inefi caces en su ej ec ucion,
siuo que ~ontribuyeron no poco a aumentar la
soberbia del dictador, qut:l a esas horas andaba.,
por otra parte, solicitado en trat os de paz por
aj entes qne haoian venido de Chile _tomando el
nombre de su gobierno como promotor de imposibles avenimientos. I en consecuencLde todo lo que _
pasaba i que no poda ser mas desdorosopara nuestro pre stijio aJcanzado en t an duras pruebas, las
operaciones martimas del bloqueo comenzaron a
languidecer de un a manera lamentable. De cuando en cuando nuestras lanch;-'u s a va.por s dirij i<+n
hcia el f0ndo de la baha a perturbar el sueo tl
hts guarniciones de las bateras disparando al cti.re
--~-
--..:::-:::::;--~
-494-
cohetes Hall, pero sin mas resultado que el entretenimiento recproco de los soldados i los marinos:-cohetes contra cohetes. Habase en otro
sentido, despnes de los ataques nocturnos de mediados ele setiembre, intentado fortific i r la isla
de San Lorenzo, i al efecto el trasporte BaTnaTd Oastle condt~o de Valparaiso caones i al-.
bailes; pero aquellos jamas fueron sacados de
sn bodega, i por dar alguna ocupacion a los ltimoR, se les tuvo varios dias atareados en erijir un
monumento fnebre de cal i ladrillo a los que habian perecido en el bloqueo .... I por ventura no
habra sido de mayor aciert0 consagrarlo a la memoria de los errores, que por culpas mas de ajenos que de propiol::l, habian convertido el soporfero bloqueo del Callao en uno ele los medios mas
poderosos de armamento i resistencia ulterior para el enemigo? (1)
1
( 1) En varias ocasiones hemos hecho 1encion de los insubsanables inconvenientes que ofrecen los bloqueos, cados justamente en <lesnso desde la a.plicacion del vapor i mucho mas
respecto de los paises que como Chile no tienen una escuadra
suficiente para establecer a firm e los bloqueos de la costa i el
servieio de cruceros que habran evitado el aprovisionamiento i
el armame~to del enemigo, i por Jo que puede conv enir como est udio, acopio de datos i lecciones aprovechables para el venidero,
copiamos en seguida las fechas i los ttulos de varios artculos
q ue sobre el particular dimos a luz en .El Mercu1io durante el
ao eh~ 1880,- ao de bloquaos.-Bloqueo de ventanas, febrero 6
de 1880.-Los Corsa rios i los bloqueos, setiembre 11.-Los bloqueos de 0/le, setiembre 12.- Rl bloqueo del Callao, noviembre 23, etc.
A e ~;i e mismo respecto, i refirindose a las opiniones de un
-495-
XXIV.
A la Yerdad, el bloqueo del Callao qne haba
durado ya cerca de seis meses i que en manera
alouna
habia evitado que el Per se armase
i ni
o
.
siquiera que Lima viviese con desahogo i. aun con
esplendor, nos costaba la prdirla de doscientas
vidas, un trasporte valorizado en medio millon ele
conocido diarista de Chile, El Nacional del Callao del 9 de junio se espresabn. en estos trminos:
a:Los bloqueos nos son fatales, dijo don Justo Arteaga
Alemparte.
Los hechos han probado que tenia razon el periodista chileno.
En el bloqueo de Iquiqne la Esmeralda se fu a piC)ue i el
Covadonga se salv por nn milagro.
En el de Arica el Huscar, Cochrane i la Magallanes, salieron averiados; el valiente comandante Thompson fu muerto.
En el del Callao el ~fattas Cousi o se var; la Guacolda i
el Loa, se fueron a pique instantneamente.
Lo dicho: los bloqueos son fatales pam los chilenos ; clon
Justo Artea.ga Alemparte tiene muchsima raz on.
Los cruceros han dado a Chile el Husca1, la Pilcomayo i
una lancha torpedo.
Pero ahora ya no tenemos buques: el crucero por eso no les
seria mnos til, les dara variedad de aires.>>
496 -
-497-
XXV.
Por otta parte, i gracias a la parsimonia con
que ha sido costumbre atender a las necesidades
de nuestra marina desde los tiempos del gobernador martimo don Luis de la Cruz que ordenaba
en.trega.r a Lord Cochrane ccmeclio cable>> cuanclo
-e,l ltimo peda un calabrote~ las t.ripnlaeiones
enfernut::;, descontentas i desal en t;-~.das hallbanse insuficientemente provistas para su duro ser,
VICIO.
se les paga solo estas horas sino cin co o seis por lo mnos, porque para esto le<; cot'l'e el tiempo desde que empiezan a desvestitse Stl ropa para calarse el trn,je o aparato de buzo hasta que se
visten nue\7 amente co u su t.mje habitual. Por rclen del almirante reciben los buzos diariamente u rm pn.pelet:t, en la e ual se estampa el nombre, la s hora~ de trabajo, que podria.n llamarse
horas buza! es i las otras bucales, (seria bueno intrlldueir estos
neoloji~mos) i los metros cuadrados limpiado!< en este tiempo.
Casi me corto de risa cad<1 vez qne recuerdo este ltimo dato,
porque se me figura que al fin de la limpieza va a apHreeer nna
superficie ciu no o mas veces ~uperior a la de los fondos, pues el
mismo l.J uzo es el que tiene que dar este dato, i ya lo creo que
no se andar con cortedacle~. No dejaria de ser cnrioso este fenmeno, que con los lnrgos bloqueos crezcan lo s fondos de las na.,.
ves, us como el ahul'l'i miento de los tri.mhtntes.
HlST. J)F; LA U. 1!1!: LIMA
()3 .
-498dados flucte entre 12 i 20, i aun suba a :5, pues no son pocos
los catarros i reumatismos que ::;e agarran con motivo del cambio brusco de telllperatura entre el dia i la noche i de las perpe- .
tuas neblinas i frescos terrales.
<rTambien deja rnncho <!'le desr:n\l' la alimentacion, 1~ cual no
es de las mas a propsito para mantener la salud i el vigvr de
la jeute de mar. E u e:>taciones tan largas como sta (no se puede dar otro nombre) cou vellll ria dar mas raciones frescas que
secas; pero nqui rara vez toman las primeras, i su alimento diario co nsi~te en charqui, carue ::;alada, poroto::;, pau o galleta i la
clti.ca de aguardieute. Ya qne estamos de estacion en San Lorenzo, detJeria haber frecuentemente bueyes para dar a la jente
por lo mnos dos veces a la sem:~.na racin fresca i guardar el
charqui i caru e salada para cun.ndo se tiene que hacer. un largo
vi<l:ie en yne es difcil llevar animales; pero sucede que aqu se
<:mrece hasbL Je las papas i cebollas ......
XXVI.
'Tal era el bloqueo del Callao en las postrimeras del mes de octubre, i tales lHtoian sido en pocas anteriores los bloqueos de Tq uique i de Arica.
i continaJo siendo hasta hoi ( despues de tres
aos con corta diferencia) el bloqueo de Mollendo.
Pero si sus frutos haban sido escasos i aun negativos, babia que admirar en ellos la laudable paciencia, la, constancia inquebrantable, la re:signacion de verd<:tderos santos que hacia a nuestros
marinos i a su digllo jefe aguantarse meses de
meses sobre el puente de sus naves, sin dormir,
ca::;i f:'ill comer, pn ::;ando una cstae;iou en pos de
-499-
-500-
CAPITULO XIV.
t:Bueu:lS ofi :::ios i ((mediacion en las gue rras modernas.- Ofrece los p1imeros la Inglaterra en abril de 1879 i los rechaza con altivez el ministro
Irigyn.-Rechazo de parte de Chile de las mediaciones del Ecuador i
de Colombia.-Mal efecto que producen eu h glatena los bombardeos
del litoral de Tampac. i comision de ricos mercaderes que solicitan la.
intervencion de lord Salisbury contra Chile.-Cru zada de la fnglaterrar
Francia i Alemania dirijida a una intervencion comuu que de sb ~uatan
los Estados U nidos.-R evelaciones del coronel F ... sobre los aprestos de
b Inglaterra i parlas de mediacion delmiuistro <le! ltimo pas i del seor
Amun[ttegui, ministro de relaciones esteriores de Chile en la po ~a anterior a nuestras victorias.- Poltica egosta i estudiosamente desdeiio:;a que han usado siempre los Est ados Unidos co!l las repblicas Hispano-A;mericanas.-El ministro Evarts prohibe terminantemente a sus
representantes en los paises belijerantes del Pacfico ofrecer ni aceptar
mediacion de ningun jnero sino fuesen espresamente solicitadas por
todos conjuntamente.- Sus notables instrucciones sobre el ptic lar.Poltica tl'adicional de los E stados Unidos sobre no intervencion internacionaL-Motivos ntimos que dan pbulo a la accion diplomtica de
los Estados Unidos e:1 la guerra del Pacfico.-ccQuiu es ella? -El
ministro Osborn se dirije en abril a Nueva York con su esposa i df'sde
all lo hace volver sin ella un telegJ:amade Mr. Evarts.-Honrosos antecedentes de Mr. Osborn, i cpmo logra sujerir un plan de avenimiento que
le permita regresar pronto a su patria i a su hogar.-El gobierno de
Estados Unidos acepta este plan i comienza a ponerse en ejecucion en
agosto de 1880, aceptando Chile previamente la mediacion de los Estados
Unidos, sin consultar a Bolivia ni al Per.-Sbita llegada a fines de
aquel mes de 1\ir. Christiancy i episodios . a que da lugar.-Carcter i
antecedentes de este clebre personaje i su divorcio.-(( Quin es ella?"
otra vez.- Su viaje a Chile es de un carcter esclusivamente privado, i
la ansia. de paz que reina en el gobierno le atribuye carcter pblico i
.entra en tr.tosoficiq~os con Mr. Christiancy vor medio del seor H.
I.
U na de las benficas modificaciones que la. civilizacion i el derecho moderno han impuesto a
la gneJTa es sin duda la de los ce bueuos oficioS))
de amiHtad de las potenciaH nentmles i amigas,
sea para evitar en tiempo los rompimientos armados, sea pam mitigar los desmanes de la guerra,
de suyo violentos i en ocasiones brbaros, sea para poner trmino, acechando la ocasion oportuna,
a sangrienta i prolongada lucha de pueblos o de
ejrcitos . .
[ esto fn precisamente lo que aconteci desde
las primeras horas en la gnerm entre Chile i las
repblicas aliadas del Pacfico, anticipndose, segun su costumbre, la poderosa, comedida e influyente Ingla.terl'n a ofrecer a. nombre de sq amist~:vl, en las apariencias, i en el fondo, de sus vastos intereses mercantiles comprometi<los, su mediaeiot1 oficiosa a los l~elijernutes.
-5 03 -
IL
Tu vo est e act o dip lom tic o lng ar
antes qne de
hec ho est alla se la gue rra cou el Per
~ elevando el
min istr o de S. M. B. Sai nt- :J oh u
el 24 de abr il
de 187 9 al gab ine te de Lim a una
not a llen a de
modera.cion ec am ina da a int erp one
r ni cam ent e
sus buenos oficios en hon t opo rtu na.
Per o el ministro Irig ye n, reb osa ndo de inf
atu aci on i de
odio, tm o a bie n no dar le curso,
con tes tan do al
benYolo aje nte de la rei na que
no le era dab le
ace pta r la. oficiosidad de terc ero s, des
de que Chile
fun dab a su agr esi on con tra Bo livi
a en un pri nci pio ele- usnTpaC'ion, i a esas hor as
hab ia <lado ya
comienr.o a la gue rra con actos que
rev est an ui1
carct e1' ele orubarie: cua l hab an sido
, en su con cepto, los bom bar deo s de Pis agu
a, Hu anl llo s i
Pah ello n de Pic a.
Est a res pne sta puso tr min o al pri me
r pro ps ito
de ofrecimiento, uo pro pia me nte
<le una me dia cion, que es act o int ern aci ona l ha.r
to grave, sino
de los sim ple s bue nos oficios de nna
cab alle ros a
i des inte res ada cor dia lida d ent re
am igo s.- cc Lo s
bue nos oficios ( clecia el min istr o
de Re lac ion es
Est erio res de la rei na Vic tor ia, Lo
. rd Gra n ville '
en nu cl ebre despa.cho al en:1bajado
r de Prusia.
en L )rlllres, el conde tle Bernstorff,
cua ndo Par i s
t;e lwl bbn ya as~ dia flo por
Wfoltke i por Bis ma rk
-504 -
III.
El gobierno de Chile no acept tampoco, por
sn parte, el ofrecimiento de pacificacion de S. M:.
B., porqne ya la guerra estaba entablada de
hecho, i los bueno!:> oficios tienen cabida, por lo
comun, corno en los casos del duelo privado, solo
ntes de la consnmacion del ]an ce . E igual
res.._
puesta di el gaLin ete ele Santiago a Jos plausibles actos de fraternid<:\d americana dirijidos itl
mismo propsito que en los prjmeros meses de la
guerra, de abril a juuio, tnvi eron a bien rnanifestar]e los gabin etes de Bogot i de Quito, el primero por conducto de ::;u encargado de n egocios
en Chile, el apreciable caballe ro don Ricardo de
Francisco i en1 seguida
})Ol' Sil rni1l;tro e:-:pecial el
...
.
sei1or Arosernena; i ~~ ltimo, acreditando como
ministro plenipoten c_i ario ad lwc al jeneral Urbina, uno de los veteranos de sn independencia.
IV.
TY!a.s, trabada la acciot~ belic. i ejecntados los
peliglosoB bombardeos de puertos i caletas indus ..
triales a_que se entreg el almieante \Villiams en
las costas de rrarap~c., sin prever consecuencias
diplomticas ni nuestro propio negocio futuro,
comenzaron a sm:jir en las canciller:ts europeas,
i especialmente en la ele San James, que cm la
mas directamente inter.esacla. i damnificada, ve ..
leidades no ya ele btienos oficios, que no caban
en el estado de la~ operaciones ele la hnerra, sino
de mediacion poHiti nt, lo que era harto mas trils"'
cendentRl i 'ominoso para laR aspiraciones <le Chile.
El sbado 3 r1e mn.yo de 187D se pn~s c 11taron)
en efecto, en el destnwho del conde (le Salisbnry,
ministro de Relaciones l~ s teriores de -la reina en
el gabinete que el ao precedente habin. formado
el conocido i ya difunto Oisraeli, hombre fmgaz
pero dado a turbulencias diplomtica~, ,rarios comel~c iantes ele fuHte a recl imBr contta los actoR
blicos rle Cllile, ejecntaclos en mar~o i abril en
la:;; costas contrn. los intereses scmi-brituicos clel
departamento de Tarapac.
I..Ja dipn-tacion tlc rncrcadcros i c;1pitalist ~1R que
resucltarnnte ~:~oli8itaba la accion directa del go'
biernn ingl es para snjeta,r ln mr-tno i ann el caon
de Chile .eon el lmtzo i. el <;a'ion in gles, presidicht.
11.
(1-t
-506-
cerse oir.
El T imes del 6 de mayo de l -.79, Jaudo cuenta de la entrevista de los dmnn ifi cados de Tarapnc, agregaba, en efecto,
que entre las conclu:,;iones que aquellos h a,b iau sometido a su
gobierno, figuraba la sig uir nte :
4." Que huya en las costas de Chile i dP.l Per una fu erz a
su.ficir.nt.e para protej cr como se debe los intereses de los armadores inglese!:-1.
V.
E stas manifestaciones sordame nte clesfa ,orables, si no ab i ,~ r tnmc n te host iles a. Chite, como3n/
-507-
508 -
I~l<.-'gse .
VL -
,.
deci~
q ne esos rnrnorcs,. cie rtos. o e x,~jera.dos, ~jercierou cierta in:fiuelwia po:t\'i t n lo.:;, <~l!Oilt lc: imi eli t os internacionales, que fueron a t enEH' un ario mas tanle tan
desairado desenlace a bordo de la corbe ta. Lacl~a
wanna.: porque por esos dias (j ulio de 1879) venia de viaJe de N ne va. York pa.r<t Chile en el Y<:lpot' de Pa.na.m un coronel norte -a.m ~ ricc.tno, entusiasta admirctdor de nuestt'o ~me lo; i ste crey
en ti-e ver en las conversaciones que :t bordo tuvo
con un oficial de la. marina. ingleH.'L, el teniente
E ... (que por aquella via. venia n junt:us.e a. :-;u
bande m) el p elig-ro inminente d e nna co::t.licion europea coLtra Chile, o al m.nos contra. la gueJTn.
qne habamos emprendido sin xito i sin prestijio
hasta ese momento. Recurcle se qn e julio fu el
1
m~s
,)(}0-
ciado de las buenas relaciones entre Chile i el Per qne ha conducido a las dtlS naciones a hacerse la guerra; i que, aun cuando
nue.3tro ,qobierno no desea interponer su mediacion, sin embargo,
siendo mucho su anhelo por la paz i la prosperidad de m bos
paises,' est dispuesto, si lo desean m1~tuamente; a interponer sus
buenos qficios, a fin de conseguir un arreglo honorable de las diferencias entre los dos gobiernos belijerantes, cUANDo QUilmA
QUE ELLOS INDIQUEN QUE ACEL>TAN E-;os SERVICIOS 1>
VII.
Segun en diversos pa.saj~s de esta historia Io
tenemos recordado, a ttulo de lealtad, ignommo~
entonoes i oontim~amos ingnorndolo hasta el pre~ente, cul fnera el rumbo diplomtico q9e aquellas insinuaciones, no poco osadas de parte del
alto comercio ingles, recibieron de sn gobierno i
del nuestro propio, porque, como lo tenemos declarado, de propsito nos hemos abstenido siempre de levantar siquiera (pudindolo) la tapa superior de la carpeta. que guarda nuestros secretos
rl,iplomticos, dejando intacto este depsito para
fqttn'os historiadores, i dirijindonos solo po1 lo
que la. prensa i las revelaciones parlamentarias,
hechas pblicas: han venido poniendo en trasparencia, Pero dUose entonces que desde agosto de
1879, n. vi1tud tahrez de las st~jestiones interesadaR de Lord, Salisbury, o mas bien por el celo
monroeano que ellas despertaron en el nimo susceptib lerlel gobierno de Washington, acostum-
- ' 511-
VIII.
Mas vinieron una en pos de otra nuestras victorias; i stas, -si no crean derechos, como lguien
ha dicho, crean siempre respetos, porque desde
entnces los gabinetes europeos comenzaron a de~
silusionarse de la eficacia i eportunidad de su
Joint action, i parecan dispuestos .a dejarnos espedito el camino i la reparticiou de los ricos f~iles
012-
conquistados con nuestra sangre, entre sus sbditos acreedores hipotecarios del suelo redimido.
Hubo por consiguiente una tregua internacional
de mas de seis meses de dnracion, desde Pisagmi
a. Tacna, en t-Jda la lnea de la presion diplomtica sobre nuestras operaciones: era la tregua de
la .victoria.
El gobierno de Estados U nidos, egosta como
su raza, t erco como su poder, desafecto a complicaciones internacionales en ra.zon de su propio
orgallo, no menos que de los sanos consejos de una
tradicion que remonta hasta J 01:je Washington,
fundador de la Repblica, no se ha,bia sentido
dispuesto a entrometerse en las querellas de las
revueltas, naciones hispano-americanas, por las
cuales ha manifesta rlo sie!npre un estudioso desden, al punto de que para reconocer st~ independencia, sn gobierno fn llevado a remolque por
el de Inglaterra.-Canning arrastr a Clay.
1\'Ic:,_, __mtad_o a hont por las s1~jestiones europeas,
dejbase deslizar len tamente en el camino de nna
interve ncion amistosa., si bien Cctsi clesinteresacla
de influe'ncias polticas i especialmente mercantiles. I tan cierto er<t el desgano qne aqn~jaba a
aquel gobierno por envolverse en la guerm del
Pacfico, bajo cualquier concepto, qne habiendo
Yenido a Chile por el mes de junio de 1879 mi
personaie diplomtico i soltado ste algn nar:; palahras arnbignas ele iutervencion o prote~t:t, recibi
513 -
esplcito rechazo de su gobierno. Este primer heraldo de las intrigas qne han ido despues en creces,
i que tienen su asiento mas en los escritorios de
caoba de Nueva Yorl~ que bajo la cpula del capitolio de Washington, se lla,maba Mr. Peters, e
iba a su patriaen viaje desde Bolivia, donde babia
sido ministro de su patria.
IX.
, Ajustndose a estos antecedentes, el director
'de la poltica internacional de los Estados U nidos, :Thir. Evarts, traducia neta i honradamente
su pensamiento en instrucciones que han llegado
hasta nosotros de una manera privada i solo como
fragmentos, careciendo por tanto de fecha, si bien
su autenticidad se . halla perfectamente compro-,
bada.
Debo manifestar, deca en efecto Mt. Evarts a sus representantes en Lima i en Santiago, debo manifeE~tar a mted mi aprobacion de sus ideas, espresadas en la forma . que usted me indica
con respecto a la actual guerra entre Chile i el Per, como asimismo sobre la posibiliJad de una mediacion por parte de este
gobierno una vez que sta fuese SOLICITADA por parte de los belijP nteS COn e] prop~ito ele Ulla arbitraCOll pacifica honorabre! HACE ALGUl\iOS MES"ES i EN CONTESTACION A LAS IND!CACIONES DE LA GRAN BRETAR A I ALEMANIA sobre esta misma materia, este gobierno contest ESPLCI1'AMENTE que considerara
una medida
semejante COMO !~TEMPESTIVA en aquel .momento i
.
que NO TOMARlA PARTl~ EN UNA INTERVENCIO.N CUALQUIERA QUF.
PUDIESE MENOSCABAR LOS DERECHOS DE LOS BELIJERANTES.ll
H. DE LA C. DE LIMA.
65
<1:
-514-
X.
Vease en estas graves palabras, de cuya auten
ciclad respondi ante el Congreso el autor de esta
historia en la hora oportuna, confirmado con un
alto e irrecusable te::stimonio cuanto hemos venido diciendo respecto de la intentada coalicion
(Joint action) de la Alemania, de la Gran Bretaa
i talvez en secreto de la Italia i de la Repblica
Francesa, en nuestros negocios domsticos. Em
aquello asunto de mano levantada., i en taJes empresas hombres come Bismark, Disraeli i aun G<tmbetta necesitan solo de una guiada para ponerse
de acuerdo.
Cierto es que entre nn ao i otro ao, de 1879
a 1880, desde el mes del Rimac al mes de Tacna
i Arica, habian smjido para el vil'jo mundo nuestros gloriosos xitos militares, i respecto de los
Estados U nidos habase acentuado con hechos i
protestas el plan de los europeos de hacer de Panam una compuerta del viejo mundo dejada en
sns manos i a su arbitrio, plan de invasion mer/ cantil que, como el nivel de las aguas desposeera
a la Amrica del norte de la visible influencia que
ejercita en su desencuadernada consorte de medioda. Pero sea como sea, el gabinete de \Vashington resucit en provecho propio i el de Chile
la doctrina Monroe (la misma por la cual 15 a:j:ios
-515-
LOS IN-
-516-
XI.
Echase de ver .a la distanci ~ de leguas la estremada i tradicional cautela con que el conductor
de la poltica internacional de los Estados Unidos, hombre anciano, docto i prudentsimo, pone
la mano en la llaga de la guerra, a fuer de esperto cirujano. Pero ese procedimiento no es enteramente personal en el manejo de las relaciones
diplomticas de la Gran Repblica. Al contrario:
los americanos del norte acarician como un dogma sagrado el sabio consejo de Washington en
su Farewell Adress, testamento poltico de aquel
grande hombre, en que aconseja a sus compatriotas, con el sagaz i previsor egosmo de su raza_, no
mezclarse jamas en cosa ajena que, cual .mas
cual mnos, resultar siempre en pleitos de casados....
'
-No entangling alliances, es el principio que
modera en los consejos del Potomac los mpetus
de la doctrina Monroe i la encierra casi siempre
dentro de los frios lmites de un pliego de papel,
jamas en la recmara de un caon, ni siquiera en
el cilindro de un revlver. Alianzas con nadie! esa
ha sido la divisa permanente ele la Union del
Norte, i como consecuencia su egosta pero sabio
retraimiento internacional de los clemas pueblos
de la tierra, con escepcion de aqullos cuya i-nme-
-517-
XII.
Mas para desdicha de Chiie, que a virtud de su
tradicional perenne fortuna avivaba la desn.brida,
mezquina i recelosa accion del gobierno norteamericano, sobrevino una circunstancia de rden
privado pero en s mismo tierno i elevado que seria parte en no pequeo grado para precipitar los
vacilantes deseos de la poltica del Potomac a la
funestajestion tpartita llamada de laLackawana,,
que tuvo a bordo de ese buque un desenlace aparente i de actualidad, pero dej vi Y as las heces que
enjenclraria mas tarde la levadura de funestos apetitos. I vamos a narrar, poniendo a tributo ~ues-
-518-
tros recuerdos ntimos, pero ya consagrados oportunamente en el papel, la manera como aquello
tuvo -lugar.
XIII.
Era el represen tan te de los Estados U nidos en
Chile desde 1876 el honorable Tomas A. Osborn,
uno de esos hombres que todo lo deben a s propios i hacen de esa suerte el mayor el~jio posible
de su carcter de su raza. Hijo, como Lincoln,
como Grant, como Gar:field, como Rayes, como el
mismo Mr. Christiancy i probablemente COffi () JVIr.
Adams, sus colegas futuros en la Laclcawrna, de
un simple campesino (Jarrner) de Pensil va.nia,
1\ir. Osborn, a la edad de veintiun aos haba
abandonado esa comunidad rica i culta para hacerse colono de la en aquella poca no remota
(1857) semi-salvaje Kansas. I, cosa digna de ser
tomada en cuenta en nuestro pais en que la juventud de los hombres pblicos es bice constan.:
te a sus servicios i a su engrandecimiento, a los
dos aos de estada en su ciudad adoptiva de Elwood, el jven emigrado de Pensil 'i-'ania era electo
senador a los 23 aos de edad, i en seguida, durante la guerra civil, presidente de esa cmporacion. En 1S62 era nombrado teniente gobernador, i en 1864 gobernador del Estado.
Cuando el emigrante de Pensilvania presidia
e.l senado de Knn sas haba cumplido apnas 23
-519-
aos; cuando gobernaba el Estado como vice-gobernador 26, i cuando fu propietario, por eleccion
directa, tenia 28 aos porque babia nacido en
Meadville por octubre de 1836. En los Estados
Unidos la electricidad es la fuerza universal de la
dinmica material, i la juventud, electricidad de
la vida, es la fuerza impulsiva del mundo moral
en todos sus sublimes ji ros.
Alistado en el partido republicano que acaba
de triunfar con Garfield i con Arthur en la Union
del Norte, amigo personal de Lincoln, que le ayud con su palabra en los campos i en las aldeas
del naciente Estado, ntes de ser presidente de
la Union; reelecto gobernador de Kansas en 1874
por una mayora que equivali<t casi a la unanimidad, i poderoso cooperador poltico en la eleccion
del presidente Rayes, ofrec.ilc ste, apnas subi
al supremo poder ejecutivo an 1876, la tranquila
. i codiciada legacion de Chile, a cuyo pais vimos
llegar al simptico emisario por el mes de agosto
del ao subsiguiente.
Desde entonces el honorable Mr. Osborn,
acompaado por una esposa jven, bella i madre
de una encantadora criatura, vivi entre sns compatriotQ.s i entre los chilenos rodeado de igual respeto, por su cortesa, su republicana franqueza,
su noble porte como amigo i como funcionario.
-520-
xrv.
Pero el viaje, la ausencia i el cambio sbito de
clima i lo que los franceses llaman con propiedad
pero sin definirlo-le mal de la patrie, afect en
breve profundamente la delicada complexion de
la afectuosa i amada compaera del delegado americano, situacion que vino a agravar un accidente
casual ocurrido en el verano que precedi a la
guerra en el Hotel de Via del Mar.
Preocupado con esta doble dolencia del fsico i
del alma, el noble ministro solicit del presidente
Rayes un corto permiso para conducir a su esposa
a los aires nativos, jeniales a su ndole; i el adios
de esa partida tuvo lugar en el Hotel Ingles de
Santiago el 17 de marzo de 1879, cuando la guerra
con el Per aun no era sino un peligro.
XV.
Embarcse en consecuencia el honorable Mr.
Osborn con sn dulce compaera el 4 de abril en
Valpar'aiso, rumbo de Panam. Pero un fatal cablegrama de su gobierno le ataj de sbito en
!quique, i tuvo el dolor de ver partir a sn esposa,
delicada i enferma sin mas compaa que la de
un tierno nio, en guen~era costa i por mal sanos
climas.
521 -
Con sorpresa., pero no sin placer, todos los amig os de M r . Osborn le vieron de r egreso en San tia go <1. fin es de abril. El gabinete de Vvashin gtori
le orden aba pe rentoriamente no abandonar su
puesto en el P acfico hasta la conclusin definiti
va de la gue rra, fuer a por lar ga tregnn, fnera por
la p az de hecho o de derecho .
XVI.
P er o el am o r no so1o tiene injen io sino aln s, i
como Miguel Anjel, el in qu ieto min istro, cautivo
en la lej ana c:iuc1n1l, pudo dec ir, p ensando en sus
:fiori dos b osques de lUwoo cl ele Kansas :
Chi mmt qn n.l d 1i mn ore
Non ha da gire ni cid thl Monde altr'ule.
F orj
ro err
. en consecnen cia, el ministro prisione
.
Chile en su R.1mu, i en sn pen sa,mien t o, estas dos
alas de l<L _vida, u n plan inj nioso p a ra escapar se,
siquiera por br ;:, v e~1 di as, siqui~ ra Yolanda, a1 apart ado nido .
Habia en efecto , segun 1 ill~ll s , intimado al mini stro vindo el severo M r. varts, cnyo ru goso
r ostro a n osotros mi smo psonos respeto cuando
fll nnestro a )ognclo contnt la cc Doctrina ck ~.'f on
l'OC)) en 1866, qne n
le seri n lcito levantar su
ti e ndn de peregrino e n Chile sino cuando la gue rra.
del Pacfico hubiese t eniclo una so lu cion cnalq uie . :
m; j e n con sec ue ncia t odos los anhelos del cautiHl~T. DE LA C. DE LIMA.
66
-522-
XVII.
Sabedor de que en los adentros de h 1\1oneda
i ent"re holgados divanes de tertulia o de platnicas lecturas de re1istas quincenales, se suspiraba
por la paz, djose a s misrno:-ccSi yo logro poner al habla al fiero caudillo del Rimac con el
manso conductor de Chile, seria algo como aproximar a la viga que arde entr~ las ruinas una tipa
d.e agua fria;-i a.:;, con un poco ele afan i otro poco
de maa pued apagar, si mas no sea temporalmente, el tenaz incendio. I una vez alcanzado es ..
to, yo logro visitar mis lares.).)
Para todo esto i mucho mas era suficiente una
corts invitacion enviada a1 palacio de adobe de
Lima i al palacio de cal i ladrillo ele Santiago,
una vez obtenida la indispensable vnia del cauto
:M.r. Evarts i el prstamo obsequioso hecho por
el cOinocloro Rogers de uno ele los muchos buques
que con la bandera de las estrellas en lo alto de
523 -
XVIII.
Parece que estas ideas de futuras conferencias
bajo la direccion suprema del gabinete de Washington enc~ntraron fcil acojida a orillas del
Potomac, i habiendo partido de Chile en mayo
como simples indicaciones, regresaban el 10 de
agosto a Santiago como rdenes i como un plan
definitivamente acordado entre parteK.
XIX.
Pero cuando iban tal vez a tomar su curso natnral las negociaciones as iniciad(tS, sm:ji nn
nuevo i peregrino incidente que no era, como el
mvil secreto del empeo del diplomtico de
Santiago, dulce llama de amor sino su triste pave . sa. Eu uno i otro caso era una mnjet h que ajita.-
....;.... 524 -
XX .
Prec isam ente en los das en que el P er acep
(abr il
t aba la g uerra q ue le habi a decl arad o Chil e
con el
de 187 9) Ueg aba a las play as de aque l pais
estr acar cter de mini stro de E st ados Un idos el
vers alo pers ona je gue l1a -sid o mas tard e u ni
aba
men te cono cido por sus aven tu ras i q ue llev
ao s
el nom bre de lVIr. Cris tian cy, anci ano de 70
2, i
naci do en 1\ fon tgorn cry ( 1\1ic hi gu n) en 181
ha-:qn e de juez de la Cor te S upre m!t rle su Es tado
en
Lin, sido env iad o al sen ado de E: tados Un idos
1835 por la nnan imiducl de voto s ele sn pa rtido
de
e n la ciu dad de su re. iden cic.t, D etro it, cap ital
sn Es tado .
era
Como an cictno, co mo juez i co mo pol tico
ac1o de
hom bre de res peto s; pe ro ha ) cndo en vinc1
ocuun-a muj er epil ptinn, que le d ~j <ua h ij os ya
tle el
pad os en dest inos d c11e 1ta en sn p nis, t en
l'idem onio de la vej" z haci ndo le e ncon trar nna
tan
vaz S usan a en una jove n de q uinc e abri les,
var a
herm osa com o desc on tent ad iza que no lle
fl ores ,in o espi nas a su thu n i n ~m b oga .
1\!foti v prob able men te este desg l'aci a do i desi
-52 5-
XXI.
Las cosas ll egaro n a la, verda d al punto que se
hizo nece:.:; aria nna se pa.mc ion ele cnerpo, i en los
prim ros meses de 1880 la j ven espo5a de l mi(1) H a.qu una n oti cia qne snbre el par ticul ar public la
prensa ele E s t aLlos Uniuos e n :etiem b re de 1881.
c(f udos los perili cos del doming o puhl ictm la declara cion judici~ l prestad tt po r la seom C hri:;tin.ncy a p resencia de stt
esposo el ex-min i stro de E sLdos Un id os en el Per. La seora
declar que su esposo la lmbia ma lt r:-ttado de h ech o v a rias veces
aqu i e n Limn hasta el punto de o\>l igar la. en. la l t ima ciml a.d
a buscar r efuj io en un h otel acompa ada. del hij o de su mar
ido.
P a ra. los deta ll es i porm e nores nos refe rimos a los pe ri d
icos
alnditlo:s en que se h a. n cebado ya los aficion ados a esdmcl
a1 o~.
Se agrega h< a esto' i nfor t uni o:> que el seor Ch ri stiancy hahill. sido r obado de nna caj a con brillan tes por valo r de 6,000
pesos i habia recibi do ademas un cartel de desafio del h erma.no
de
sn .desg r aciaua esposa .
-526-
nistro dej el hogar 'vacio de sus gracias i sus mimos, emprendiendo su vuelo hcia la patria.
Honda melancola se apoder entnces del anciano. Vag unos cuantos 1eses en Lima como
aturdido por golpe asestado al coral';on , i al fin,
as como por sus amores babia venido al Per,
por sus amores, es decir, por sus tristezas i - c;: -.;us
desengaos, tom la resolucion de hacer un paseo
martimo a Chile en la mediana de agosto de
1880.
XXII.
Hizo alistar con este fin la caonera W achussetts, surta en el Callao, i un buen dia (el 15 de
agosto) sin decir adios a nadie, ni enviar siquiera
la notificacion diplomtica usual al gobierno ante
quien estaba acreditado ni a sus colegas, puso
rumbo hcia Iquique, donde tenia algunos reclamos de cancillera que evacuar contra Chile, i en
seguida a Valparaiso.
Tan singular haba sido aq11el procedimiento,
que la p1~ensa misma de Lima, vida de novedades, no. acertaba a esplicarse los motivos ni los
propsitos de aquel viaje tan sbito como misteriOso.
Varios son los 1umores que han circulado con motivo de la
reciente partidu al ::mr del 'respetable ser Christiancy, decia
la Opinion Nacional de Lima del 20 de agosto, esto es, cinco
XXIII.
Entretanto tan tranquila i reposadamente hacia su viaje de placer, o mas propiamente ele descanso o de consuelo el anciano juez de 1\'Iichigan, que habiendo sido a.vistado el wacltussetts el da
. 22 de agosto desde Mejillones, Tocopilla i Talta.l
alte.rnati van1ente, produciendo es te hecho, ti:asmiticlo desde Illapel, no peqnefa alarma por la.
sospecha ele que el buque aparecido fuese la Union,
echaba sus anclas en CnJdera el 23 de agosto i solo el 26 por la tarde en Valparaiso.
Al clia siguien te, i con la calma del que pasea ,
i se refresca. por su sola, cuenta (porque esta era
/
528-
la verdad desnuda del caso), Mr. Christip,ncy tomaba el tren lento de 4 i media, v~jaba como
curioso de Valparaiso a Santiago i se hospedaba
tranquilamente en el Gran H otel In gles aquella no che.
XXIV.
Visitaba al di a siguiente a su c.olega l\1r. Os
born en sn casa habitacion nm . 16 call e de San
Antonio, i so]o entnccs tornaba conocim ien to de
los plan es que el lt in.1o ha1lia adelantado hasta
hace r necesaria una esplicacion de los tres gob iern os llelij erantes i prec:isaba por con sig uien te su
inmedi ato regreso a Lima . A b verdad, si M r.
Christiancy hubiese demorado do s das mas su
partida del Callao, habria r ecibido h, noti:ficacio n
oficial de su gobier no p ara que.darse i ofi'ece r su
medi acion para reali zar el plan de ave nimiento
sujerido, desde el mes de m ayo por el h onorable
Mr. Osborn. I tan era ello a ~ , que hallndose a
mucho m::tyor distancia el ministro Adams recibi
su respectiva noti:ficacion en la Paz el 26 de agos
to, es decir, el mismo din que, i,?nol'ndolo todo,
llegaba a Va1paraiso el ministro de Estados U ni dos en Lima, i que en hora t<m poco propicia dejara Rn puesto para visitar r1e cnprieho a nn o de
, los belij erantes .
-529 -
XXV.
Quiso un destino adverso a Chile que ello
as snced_iera i que ]as insinuaciones de paz, que
nunca debieron partir sino clel campo en~rnigo i
vencido, tom aran arranque en el palacio de la Moneda, segun en un captulo anterior lo dejamos
recordado, ofreciendo comprobarlo.
El -mismo dia (sbado 28 de agosto) en que
los dos enviados norte americanos conferenciaban
sobre sus planes, presentse en efecto, de visita en
su alojamiento el seor J m:je Huneeus, i en el
acto, con la espedicion que es peculiar a este
hombre pblico i de negocios, qued trabada una
accion por parte del gobierno de Chile o, mas pro-:piamente, del presidente Pinto, a cuyo nombre
habl siempre el seor Huneeus cea ttulo de amigo personal i oficioso.)) Venia de aq n aquella escusa, verdadera solo en aparienci as, hipcrita en
el fondo, que haba, dado alas al seor Valderrama
para sostene r en la Cmara de Diputados, en la
scion del 14 ele setiembre ya mecionacla, que el
gobi"erno no trataba oficialmente, limitndose a
declarar qnc se haban dado ccpasoS)J para tentar
un avenimiento. A la. verdad, i seguE consta de las
notas del j eneral Aclams al ministro Carrillo ele
Bolivia i qne este publi c en su manifiesto, el gobierno del seor Pinto h aba aceptado de hecho
UlST. n t LA C. D~ LIMA
G7
030 '
XXVI.
Aqucl]n, 1n isma tarde, que fu nuhlach i un tanto lluviosa, los dos ministros n orte americanos
hicie ron un a vi sitn, Cle c.:ortes a, i .de j eneraliclade s
al preside nte Pinto e. n su despacho; el 28 (da
domin go) fu de encierro a puerta cerrda. con
el comi sario de p alacio que i ba i venia; el 30 almorz el seo r Christiancy en el Santa Luca,
corno nn simple Yiaj cro, i el 31 se march a Valparaso, embarcrido se ese mismo di a para el Callao . A ht calma del vi<:~j e de subida suceda ahora
i nu sitacla i costosa celeridad. (1)
(l) D ando cuenta <lel almuerz o privado del Santn Lu cia. i d e
s u incide ncia s, el invitante (q ue fn el autor d e est.e li br o) r efni a m us tar de n. l:t prensa el s ig ni e nte episod io nlli ocurrido. '
(( E ;; fam~t que in\'itado el via:j ero del TVacltussetts a sentarse a la
soml.Jra de una r oca. que cnbria. el estandarte de Chile, m ostrando (']h Rtre ele su solitaria estre lla en el hi stri co montcul o, djol e s 11 :-wfitriun levantan do co padej eueroso vin o : Q ue sea est es1l'd b i nn el sol lejn no el q ne en In. conti en da d e la gu0rra o de
b pa;, triuufe en r l futu ro . I el anciu.uo en el neto re;pondiera:
B ien : mLe n los chilenos que yo amo las estrell as ..... Habeis
p or YCntnru cont::!d o t odas las qne bri ll an eH nuestr o propio palJe ll nu?l) E' pllt1'ius umtrn-'
<< [~: se fn el brndi s del Santa Lucia. Eu cuanto al brindis-de
la ~ln n eda i al de ln. Lacka?vanna., si los hu bo, n o h emos tenido
la iilltuna de rec ibir su confidencia, ni siquiera su espnma. .
111PrrwifJ del 8 <le di ciembre de 1880.)
- 531 -
XXV II.
Qu hab a acont ecido entre tanto e ntre los represe n tantes de Estad os Unido s i el gobie rn o de
Chile? Qu entre los seor es H nneeu s i Ch ristiancy , puest os al habla por el seor Osbor n? Nadie lo supo a punto fijo, i esto proba bleme nte no
se sabr sino cuand o los nctorc s ele la triste comedia diplom tica, que a la lij era record amos,
ha.l>len i se cle'fienda.n . Djose nica ment e que el
ministio Chri stianc y asegu r como conviccion
propi a i perso nal (pues to que para na la tenia
anto rizaci on. ni mand ato, ni insinu acion siquie ra
del gobie r no del Per) , que el dictador P1ro1a
cst<tbf~ dispu esto a h acer b pa;:; l> c.1jo la bttsc de b
cesion a Chile del depar tam ento de Tarap ac.
No ha.bia. nada que es tnvic m Jn_LS ljos de la.
lj ica, de la racion alidad , ele ht posib ilidad misma.
de las cosas humanaR ( ann en el Per) de q ue
t<.tl ,r>topsito existi era, como lo demo straba n los
hecho~, las clecla racione:s termi nautes i la actitncl
cacl<1. vez ma.s arrog ante del dictad or ele Lima i
de su pueblo; pero toman do aqnel desva ro como
ce un t clemostracion, que, si no e m matem tica pod a consi derars e como tah, el presid en t e Pinto
ahoga do por sus anRias de paz, cmba rcse con to do s bagaj e en aquel la ridcula. e llusori<L uego -
-532-
530-
>>Ahora estoi autorizado para decir que el Per acepta la mediacion i que las negociaciones de paz se inicia1n en seguida
Cuando conferenci con el gobierno chileno, NO E&TABA AUTORIZADo para clec que el P er a-:eptaria la mecliacion ele los
Estados Unidos; pero ahora estoi autorizado ]Jitt'<L decit q ne el
Per la acepta i que los plenipotenciarios de los belijetante5 se
reunin\.n en los primetos dias -de octubte con ese objeto.
XXVIII.
Tenia esto .lugar en Lima en las mismas horas
e~1 qne en el palacio de la Moneda se designaban
los negociadores que concurriran por parte de
Chile a las conferencias de Arica, segun lo tene-
1,
.
- 534 -
XXIX.
No tenemos el pwpbsito de profundizar es tas
vergenzas sino el de bosq uejarlas parct m pone r
a sus pe rpetradores el castigo de su propio engal'o i para que el pai-s i la posteridad recoj an de
( 1) Entre }o<; auexos del presente captulo publi cam os por
rdcn de fechas la aceptacion de la me.liacion .i sns Gases en los
tres pai seR belij erantes , i es te pun t,o sob re el qH e pllsarettHS de
lij ero es tanto mas dolmoso cuanto qn e a l ace ptar Pirola, dando
por raz on la declaracion de Uhi le so bre el caso, os llaumm o.;; eu
!J Otas vfi ciales vdndc~los i salteadores.
535 -
-536-
p~rte
XXX.
Reunidos, en consecuencia, en la cmara de
sombra caoba de Honduras de la Lackawana los
siete emisarios de ho, paz, celebraron durante los
dias 22, 23 i 25 de octubre las curiosas i bombsticas .conferencias que, por prolijas, estriles i de
todos conocidas, no detallamos aqu. Sobrar con
decir para el rubor-de la historia i su enseanza
que, empleado el primer dia en e] canje de poderes i en la presentacion de la minuta de las
condiciones de Chile (que haE.ta esta humillacion
nos cupo, cuando lo obvio era oir lo que los vencidos solicitaban) , en la sesion del 25 se descubri
el enign{a de un complot que desde entnces ha
seguido su sorda marcha como una am e na~a para
la repblica, por cuanto el plenipote nciario Garciu LGarcia propuso lisa i llanamente el arbitraje
de _los Estados U nidos en todas las cuestiones,
apoyndolo no sin algun calor el ministro Adams,
mintn~s qne el infeliz juez de l\1ichigan hacia el
papel de un convidado de piedra en su propio
banquete, i el seor Osborn, que presidia, el de
un -perfecto caballero i hombre honrado (1).
(1) La minuta entregada el di a 28 por el se or Altamirano
al nervioso negociador Are nas qne, sin leerla, la r~stregaba
-537-
XXXI.
A la verdad, la nica ses IOn efectiva i eficaz de
las conferencias fu la que tuvo lugar el 25 de
con trmulos dedos, estaba contenida en los siete captulos siguietes:
<rPRIMERA.-Cesion a Chile de los territorios del Per i Bolivia que se est.ienden al sm: de la quebrada de Camarones i al
este de la lnea que en la cordillera de los Andes separa al Per
i Bolivia hasta la quebrada de la Chacarilla, i al oeste tambien
de una lnea que desde este punto se prolongara h asta tocar en
la frontera. arjentina, pasando por el centro del lago de Ascotan.
<rSEGUNDA.-Pago a Chile por el Per i Bolivia, solidariamente, de la suma de veinte millones de pesos, de los cuales
cuatro millones sen'tn cubiertos al contado.>>.
<rTERCERA.-Devolucion de las propi edades de que han sid0
despojadas las e m presas i ciudadanos chilenos en el Pen1 i Do
livia.
UAltTA.-Dev.olucion del trasporte Rimac.
QUINTA.-Abrogacion del tratado secreto celebrado entre el
Per i Bolivia el aio 1873, dejando al mismo tiempo sin efecto
ni valor alguno las jestiunes practicadas para procurat una con
federacion entre mbas naciones.>>
<rSESTA.-Retencion por parte de Chile de los territorios de
Moquegua, Tacna i Arica, que ocupan las armas chilenas, hasta
tanto se haya dado cumplimiento a las obligaciones a que se
refieren las condiciones apteriores.>>
STIM<\..-Obligacion de parte del Per de no artillar el
puerto .de Arica cuando le sea entregado, ni en ningnn tiempo,
1 compromiso de que en lo sucesivo sen puerto esclusivamente
comercial.
Como los negociadores peruanos se guardaron, por su parte,
de exhibir uingun j nero de minuta, no se supo el alcance de
sus pretensiones sino cuando, habiendo entrado a Lima nuestro
ejrcito victorioso, se encontrnron en los libros del Ministerio
de Relaciones Esterior.:!f!, copias de las instrucciones a l0s seores Arenas i Garca, lns cuales, si aquel documento era autntico,
no podin.u ser mas inverosmiles ni mas disparatu.da,s, por cuanto el dictador tratabtt n. Chile como a vencido, le exijia la devo68
H. DE LA C. DE LIMA.
'
-538-
- ~----
~--
----
- - -
---~-------
539
plenipotencia boliviana, habl con mucha altura i elocuencia., e
hizo una pequea alusion honrosa en favor del seor Baptista,
a propsito de su discurso. Los plenipotenciarios aliados se han
formado una alta idea del senor Altamirano.
La conferencia dur casi todo el dia. Al fin, el honorable seor Baptista, deseoso de dar mas tiempo a los peruanos para es-.
tudiar su situacion i de arbitrar algun medio a fin de ll egar a la
paz, indic la idea de qne el Per reconociera una cantidad de
millones oomo deuda a Chile, cedindole en calidad de prenda
- pretoria los territorios de Tarapac hasta Camarones, con derecho de esplotacion i usufru cto hasta el pago total de la deuda.
Para disentir esta nueva proposicion, pidi una ltima conferencia, con la esperanza de poder consegnir en el nterin inducir a su aliada por el camino de la paz. Se le concedi la
nueva conferencia, debiendo tenerse presente q ~e el seor Osborn, ministro de los E stados Unidos, residente en Santiago,
manifest en u E>locuente discurso que no mribnclose a conclusiones ningunas de paz, declarara termiua({a su mision mediadora, garantizando qne_su gobiemo m:m tendria en lo sucesivo
la mas absoluta abstencion i neutralidad sobre la guerra del
Pacfico.
-La ltima conferencia ot0rgc1da tuvo lugar ayer 27, desde
las 12 M. hasta las cinco de la tarde.
Como a las dos baj a tierra el sefor comandante de la Lackawanna, i por l supimos que ya todo estaba roto, que no habia paz, i que los ministros norte-americanos haban declarado
~o~cluida su mision i continuaban guardtmdo l;:, mas severa neutralidad. En virtud de este aviso recibido por conducto tan
fidedigno i severo, les comunicamos lo ocurrido por cablegrama
de ayer.
A las cinco bajaron nuestros plenipotenciarios i h oi firmaron
los protocolos de la ltima conferencia, los cules co a~taban de
quince pliegos. Todo qued concluido. No hai paz i es imposible
que pueda haberla s~n que vayamos n di ctarla con las bayonetas
en Lima.
(l) He aqu el telegrama en que los plenipotenciarios peruanos anuncian desde Moliendo el resultado de las conferencias
de Ari ca al dictador.
- Ga1cia i Ga1cia.ll
-541
XXXII.
La comedia habia concluido como comenzara.
Los males causados al pas i en jeneral a los belijerantes no podan medirse ni siquiera calcularse; pero el capricho supremo estaba mpliamente satisfecho, i el 27 ~e octubre por la noche
dos telegramas simultneos, recibidos, el uno con
profunda angustia en la Moneda por ;l jefe del
Estado i otro con intenso regocijo por los jefes i
soldados de Chile en los campamentos de Tacna,
anunciaban que la hora de los desvaros i del apoltronamiento habia pasado para abrir ancho camino a la solucion i a la gloria.
te por el arbitraje, i cuando el Per ha sido llamado a adherirse al indicado pacto por una invitacion recibida por nuestro gobierno apnas en la correspondencia del ltimo vapor.
:&El Per es, pues, una escepcion odiosa para Chile eu tratndoee de paz. Sea. Que venga, como imajina, a terminar, si no a
comenzar la guerra.
-542-
I.
FRAGMENTOS DE PUBLICACIONES CONTEMPOHHEAS DIHIJIDAS A
DEMOS1'HAH ESTOS TRES ASPECTOS DE LAS NEGO CIACIONES
DE ARICA:
-543
que establecia una desigualdad en el estricto ceremonial diplomtico, infera una sospecha. I ele all la negativa de Mr Christiancy para acercarse a la Moneda, a su mantel i a su solio en
las primeras horas de su llegada.-B. Vicu1'ct ]Vfaclcennct.
\
a:.; .. Entretanto, si a ese estudio obvio, sencill o i natural hubiranse entregado, i no a oficio de comadron es en suntuoso alumbramiento, los noveles conduct ores de b cosa pblica que rueda
hoi sin brida ni palanca, habran notado al mnos los retos del
enemigo desde el insolente Irigoyen al deslenguado Barinaga,
porque si aquel nos llam brbaros,)) al tronar el primer caon
de la guerra en las caletas de 1'arapac; marcnos el ltimo, en
plena negociacion de desacordada paz, con el ep teto de sal teadores,)) epteto infame ratificado oficialmente por su amo el dictador i el estlido silencio de los que oye ndo el clem1esto no lo
levantaron; habran vuelto a t rae r a su vist a las condicionea en
que su soada prepotencia de una hora, fruto ele nuestra temprana ineptitud e inesperi encia, coloc el P er mismo la paz en
junio de 1879, amenazando a Uhile con dis tribuirlo a lote eutre
sus vecinos, i a la protesta que Lima lev<tnt contra el desamparo provisional ele Iquique, declarando que el ceder la menor
porcion del territorio a poder estralo era el mas ne,r;ro crmen da
lesa patria.
Pero a que fatigarnos i fatigar la memoria del que lee? N o
tenian los sagaces negociadores ue la MoneJa., no tenian a lrL
vista las diversas proclmas i manifiestos pblicos del di ctador
peruano que habia empeado su honor i su vida en sos tene r la
causa de resistencia a todo t1ance, con cuya bandera, aferrada en
los dientes, escal6 a balazos el poder en dici emb re de 1879? I
no teuian constancia de la acti ~ ucl t aimada i del pacto de honor
celebrado con Bolivia, pacto sellado por nuestra impmdencia
-544con la eangre de 'l'cna vertida sobre nna sola tumba por la1
dos naciones coaligadas?
No haban escuchado siquiera los mil runores de la prensa,
_las opiniones del congreso, la voz entera de Chile que les gritaba incesantemente al oido: la paz es imposible?-B. Vicua
Mackenna.
-545rian las condiciones bajo las cuales Chile consentira en oir prOposiciones de paz, sea por via diJ:ecta, sen por una mediacion
~strafa, nica manera que desde entonces hemos visto de solucionar el confiicto del Pacfico.
I.cs seflores Altnminmo, actual intendente de Valparaiso
oradot distinguido i altamente considerado en su pas, i don
Eusebio Lillo, hombre de letras, subsecretario del ministro durante largos aos i prefecto de Tacna hoi, presentarn, mutatis
mutandis, las siguientes proposiciones a Jos plenipotenciarios
del Per:
1. 0 Oesion absoluta e incondicional a Chile de todos los territorios que se est.ienden desde el grado 24 de latitud hasta la
quebrado i el ro de Camarones que forman el lmite norte de
la provincia de Tarapac.
2. 0 Indemnizacion por parte del P er de los gastos i perjuicios por parte de la guenn, cuya suma no bajar seguramente de unos cinco millones de pesos fuertes.
3. 0 D esmantelamiento completa ele las f ortalezas del Callao i
Arica.
4. 0 Reduccion del ejrcito peruano a una cifra nfima, la que
no podr ser aumentada en ; m nmero determinado de afos .
5. Compromi so por parte del Per a reducir su escuadra
hasta el punto de no ser una fu erza martima.
Tenernos ln sEGl'niDAD ABSOLUTA de que las proposiciones
chilenas, presentadas en la forma iudicacl<t, SERAN RECHAZADAS
IN LlMINE por los representantes del P er, que tendran el coraje de regresar a su pais llevando las base ~ de un tratado que
no solo lo cubrira. eternamen'te de vergepza, sino que seria sn
senten~ia de muerte.>>
Eso era lo que se cr ea con seguridad absoluta en Buenos
Aires el 10 de octub1e, doce clia& antes de la primera conferencia
de la Lackamanna, i a mil leguas de distan cia del sitio de los
acomodos. Pues bien, ese mismo da ernbarcbase en el Santa
Rosa, con direccion a Arica, el ~ecretario de los plenipotenciarios de Chile, el intelijente i aprecible seor Gana, llevando en
su maleta la clebre minuta que los peruanos venan a buscar, i
H. DE LA C. UE J,JMA.
69
L ncl1es, 14 de setiembre.
Un despacho de Roma a The Daily Nems anuncia que las tres
potencias belij erantes del Pacfico hnu aceptado las propuestas
de medi acion de E stados Unidos.D
E;;ta noticia no encuentra crdito ni en el departamento de
E stado ni en Ja. legacion chilena. E s en agosto de I 879 cuando
El seor Astabnruaga, ministro chileno en Washington, hace-notar que Chile no tiene embajador sino solamente un cnsul
en Roma, de donde ha v~nido . la prsunta noticia, i que si ella
fuera cierta habria sido comunicada primeramente a los ministros chilenos en Paris i Lndres ntes que al cnsLll de Roma.
El ao ltimo algunos E stados europeos, deseosos de ver cesar
la guerra, invitaron a los Estados Unidos a que se nnie.ran a
ellos para una interven cion; pero tal oferta fu rechazada por
ese-gobierno, quien entnces propuso su mediacion nica a los
belijerantes.
No se ha sabido en Washington que hubiera sido aceptada.
II.
NOTAS DE LA CANC!LLC.:!UA DE llOf,!VlA ACEPTANDO J,A MEDfAC!ON
DE LOS ESTADOS UNlDvS EN LAS NEGO'CIACIONES DE PAZ QU!l TUVIERON
LUGAR EN ARlCA EN OCTUBRE DE 1880.
I.
Memorandum de la conferencia celebrada entre el seor J ua u C. Carrillo,
ministro de relaciones esteriores de Bolivia i el jeneml Crlos 1\dams,
mimstro residente de los Estados U nidos de Norte Amrica, a invitacion de ste, en La Paz, a 1. 0 de setiembre de 1880.
(Fragmento).
548
Unid0s en Santiago, de que el gobierno de Chile ha aceptado
la mediacion de los Estados Unidos, en los trminos siguientes:
cada uno de los belijerantes nombrar su plenipotenciario para
celebrar una conferencia en algun punto de la costa, i a este
propsito el gobierno de los Estados U nidos pondr a disposicion de los plenipote:1ciarios un buque de guerra norte-americano para deliberar a s bordo sobre las condiciones de paz, en
presencia i con los consejos i asistencia de uno o mas representantes de Nort~ Amrica que el gobierno de Estados U nidos
tenga a bien designar.
El seor Ca1'7illo pregunta si se han estipulado algunas bases precisas bajo las cuales Chile conviene en esta forma de pro-.
cedirnientos.
M?. Adams contesta que este acuerdo no htt tenido lugar;
pero que el objeto de la reunion seria llegar,~ en cuanto fuese posible, a un avenimiento sobre bases bajo las cuales puedan aceptar las tres naciones una paz honrosa.
El se1'01' Ca1-rillo interroga nuevamente: Ctll seria el resultado de la rei.mion si, co.mo era de esperar, los plenipotenciarios
no llegasen a un acuerdo definitivo; si en ese caso deba eomprender que ya no haba lugar a solucion alguna, o si por el contrario, se propona dejar la decisi on de t0das las cuestiones i las
condiciones de paz al arbitmje i fallo de los Estados Unidos.
Mr. Adam8, en respuesta, siente que el oficio ele Mr. Osborn
no sea bastante esplcito pura dat una 'conte;;taeion decisiva a
esta pregunta; pero como dicho oficio habla 1le que se deben
conferir plenos poderes a los respectivos plenipotencial'ios, i, como Mr. Adams cree que si las funciones de los representatites
americano~ estuviesen limitadas a hncerlo3 servir de simples es-
pectadores o de consejeros, la conferencia probablemente no ten
dria resultado, le parecia i se creia autorizado para decir que la
idea es o debe ser que en caso de que los plenipotenciarios de
las tres repblicas no pueden enten rlerse entre ellog, deberan
tener instrucciones i plenos poderes de sus gobiernos p,ra librar
la resolucion de todas la;; cuestiones i co ndiciones de pn.z al arbitraje, por decirlo as, al gobiemo de los Es~<tdos Unidos para
II.
NOTA DEL JENERAL Al'lAMS, MINISTRO DE ESTADOS UNIDOS EN
BOLIVlA, ACUSANDO RECIBO DE LA ACEPTACLON CONVENCiONAL DE
ESTE GOBIERNO DE LA MEDIACION DE ESTADOS UNIDOS EN
LAS NEGOCiACIONES DE PAZ DE ARICA.
LEGACION DE LOS ESTADOS l,TNffiOS.
Seor:
Tengo el honor de acusar recibo a la nota que V. E, tuvo la
bondad de dirijirme con f~cha de ayer i en la que declara en
trminos elocuentes que el gobierno de Bolivia est preparado
a aceptar la mediacion i si es necesario el arbitraje del gobierno
de Estados Unidos, como lo propone, si el gobierno aliado del
Per conviene en ello.
No dejar de participar a mi gobierno los sentimientos t:.tn
estimables i honorables de V. E. i de sn gobierno, i puedo solo
espresar la esperanza de que el del P er, animado por las mismas elevadas miras, ttmbien consienta en esta m111em de ponet
fin a una guerra cruel, inhumana i fratricida.
Si desgraciadamente est<tS tentativas no llegan a tenee efec- _
to, puedo a lo ,mnos atestiguar que Bolivi<t e::;bbt pront:t a
impedir ulterior efusion de sangre, i que la culpa stm. p.t m quien
lo. tenga.
Ocrlos A dams.
A S. E. don Juan C. Carrillo, ministro de relaciones este1iores de Bolivia.-Presente.
)II.
NTA DEL GOBIE RNO
DEL PER6
..
551 -
1l1anuel A. Barinag a.
E scelent simo seiior I. P . Christi ancy, enviado estraor dinario
i ministr o
plenipot enciario de los E stados Unidos de Norte Amrica
.
552
lV.
NOTAS CAMBIADAS EJ'<TR'E EL MINISTRO DE ESTADOS UNIDOS
EN CHILE I EL GOBIERNO DE ESTE PAig SliRRE LOS
PROPSl TOS ANTERiORES.
(Traduccion).
L EGACION DE LOS ESTADOS UNIDOS.
Tomas A. Orborn.,
Al honorable Melquades Valderrama, ministro de Relaciones Esterl ores.
DE LA C. lJE LIMA.
70
CAPITULO XV.
LA ESPEDICION
LYNCH EN CHIMBOTE.
555 -
I.
Por un a de esas aberr acion es que acusa n la incurab le flaqueza del espr itu huma no, sea en los
gobiernos que osan o se enga an, sea en los pueblos que aplau den o se resig nan, clmante las mismas horas en que el minis tro de Estados U nidos
Mr. Chris tianc y recal aba a Arica en su mi sion de
paz, el 4 de setiem bre, i desde all, ajitanclo en el
horiz onte blanc a band era de parla ment a hada a
su coleg a de la altipl anici e boliv iana i a su gobier-:no un esplcito llama mien to a la paz, smca ba
aquel las aguas en plci da noche la espedicion que
iba a lleva r la tea del estra go, de la ester ilida d i
de la provocacion de impla c~thle gu rra i eter nos
rencores a los mismos pueblos que por ocult os protocolos conv idba mos a la recon cili acion. Cundo hubo jama s en la histo ria absurdo ni contr adiccion semejantes?
II.
Aque lla cruza da de aprem io i destr uccion era
la que es ya conocida hist ricam ente con el no m bre de <rLa Espe dicio n Lync ln, la ct1Rl emba rcaclR
en los trasp ortes ]tata i Copiap, rlirij asc a asolar los ricos valles e injen ios del norte del Per , a
ttulo de presi on de guerr a pari:t emp uj a r aquel
desgo berna do pas hcia la paz.
-556-
III.
Hechos sncesi vos i elocuentes se encargaran
de demostrar esta verda.d i de dar amplia razon a
la protesta que el autor de esta historia hizo desde su asiento ele senador contra semejantes empresas, apnas comenz a hablarse de ellas vagamente en el pblico en los primeros dias de
agosto. (1)
( 1) f3es ion del Senado del 9 de agosto ya citada.
-557 -
IV.
Por otra parte, si bien era cierto que los valores sobre los cuales espedicionbamos eran de importancia, rio renda n a nuestr os enemi gos sino
le-ve utilida_d para sus arrriamentos, porque la industria del azcar era nacien te en aquellos climas como artculo de espor tacion al estran jero i
se hallab a sometido a un rjimen de protec cion
en el cual el fisco utilizaba solo cortas entrad as.
Por maner a que el dao que bamos a causar era
mas a la indust ria local que al centro de la resistencia a1;mada que a la sazon estaba radica da esclusivamente en. Lima.
V.
Pero existia ctnn nua consideracion de mayor
vala para no llevar nuestr as armas, su prest~jio
i sn poder a aquellas remon tsima s com~trcas separadas por centen ares de leguas de desier tos de
-558-
VI.
I aun de este ltimo endeble i peligroso elemento de prosperida d futura, la raza amarilla,
ibamos a privar a las comarcas de la azcar prieta
que meses mas tarde ocuparamos con nuest ras
armas en demanda de una justa devolucion de
valores i que por lo mismo no hallaramos en estado de producir resarcimie nto. La espedicion
Lynch, entre otros inmensos irreparabl es males
- 559-
iba a sublevar forzosamente una colonia de cincuenta mil siticos i a vol verlos o salteadores o
prias, como de hecho ha sucedido.
VII.
El mayor de los males que una empresa de ese
j nero traera aparejado~:; no seria sin embargo el
cmulo de peligros i depe1juicios, que dejamos a
1~ lijera recorridos, sino el de que mintras por una
parte depejbamos la guerra de su carcter noble
i herico, lanzaramos a nuestros soldados en el
terreno de aventuras que no reportaran bien alguno a su moralidad actual ni a nuestra civilizacion futnra, siendo todava mas grave i trascenden tal qne todo esto, el que una. cruzl-tda de
tnerodeo en la cnal los intereses neutrales serian
casi esclusi vamente afectados, nos enajenara por
completo las simpatas de las naciones estranj eras
i dara orijen a umt verd::t dera montaa de reclamaciones diplomticas, orjen de las mas graves
perturbaciones ulteriores.- Acaso con lo sucedido seis meses ntes en Moliendo no tenamos sobrado?
VIII.
Pero a mtda de todo esto, daos positivos i peligros inminentes a qne un patriotismo sano i
-560-
IX.
rrales eran, bosquejadas mui a la lij era, las condiciones en que se emprencli_a en los primeros
dias de se tiembre la por todos ttnlos fa ta,l, inglori osa i no solo estril i esteri lizado ra sino contraproducente espedicion co nfiada al ca pitan de na-
vo don Patricio Lynch desde principios del mes
precedente.
Por fortuna, el caudillo habia sido bien elej ido.
Frio, sereno, sagaz, bra,vo sin arrogancia ni precipitacion, conocedor profundo no solo de la superficie del cora.zon h umano sin o ele sus abismos,
sumiso al deber i a la consigna, el coronel Lynch,
educado, por otla. parte, desde la. niez en la escuela de las aventuras i de los peligros, era t al vez
el nico j efe de nuestro ej rcito qne habria tenido
-56 1-
hgad os sufic iente para realiz ar las respo nsabi lidades de aque lla rnision i aun para acept arlas .
X.
Disele por esto facul tades discr ecion ales, i elijiend o de prefe renci a aque llos cuerpos que le
habia n acom paa do como guarn icion dura nte su
corta. pero brillar~te adm1istracion de rrara pac,
form un ncleo de dos mil homb res que emba rc el dia ~ de setie mbre en Iquiq ue i el 4 en
Arica en los dos trasp ortes menc ionad os. L a composicion de la fn erza de las tres arma s era la siguiente:
Rejmi ento Buin, coman dante J. L. Garcia ..... .
Batallo1 Talca, coman dante J. S. Urizar ........ .
Batallon Colchagua, cvman dante J. M. Soffia ...
Cien Cazadores a caballo, capita n Montauban i
cien Grana deros, capita n L:'!ren as, al man,lo
en jefe del comandant~ Muoz Bezan illa... ...
Una seccion de artille ria Krupp , a cargo del capital} don Emilio Contre ras :......,.. ...... .. .... ...
800 plazas.
550
550
))
200
30
Con la. agreg acion del cuerp o de ayud antes , entre los que figur aban el bravo ingle s Robe rto
Souper i el mayo r movilizado don Juan Franc isco
LmTain, el senic io sanit ario, la maes tranz a i demas impe dime nta, la espedicion escedia de dos
mil doscientos hombres, i toma ndo en cuent<t la.
HlS'l'. D L A.
c.
DE LIMA
71
,
-562-
XI.
Acompa aban al jefe de la espedicion en ea.lidad de ausiliares tres hombres que valian por un
rejimieto , i eran estos el inf.igabl e cuanto patriota comandan te de injenieros don Federico
Stuven, jefe de las maestranz as del ejrcito i de
la arma_d a en campaa, apnas recobrado de sus
heridas en Pacay, i sus dos lugar-ten ientes el capitan l\1arcos Lahta.m, verdadero Hrcules de trabajo i el injeniero catalan Quellart.
El secretario del jefe de la espedicion don Daniel Carrasco Albano, aunque mui jven, se haba
hecho ya de cierto nombre por su habilidad como
secretario de la gobernaci on de !quique, i su conducta durante la azarosa campaa que iba en
cierta manera a dirijil' bajo su delicado punto de
vista internacio nal, confirmar a plenamen te cuanto de l se esperaba.
-.
XII.
'rermina.dos los ltimos aprestos de fa marcha,
la espedicion se hizo al mar, segnn dijimos, en la
-503-
-564-
XIII.
Puesto de acuerdo sobre aquel particular con el
contralmirante que bloqueaba el Callao, el jef~ de
la espedicion apresur su marcha, i a las siete de
la mafiana del 10 de setiembre anclaban sus barcos en las remansas aguas de la esplndida baha
de Chimbote, cerrada por altos cerros i blanquecinas islas, i denominado con propiedad por su
amplitud i por su abrigo el Ferrol del Per.
XIV.
Constituye la comarca de Chimbote, verdadero
portento de fecundidad, el centro jeogrfico i mercantil de los valles i puertos azucareros del Per.
I su ferrocarril, iniciado ya hcia Huar.s, en el.
corazon de las sierras, i su sistema de irrigacion
calcado sobre el prodijioso mecanismo de los incas, o n'las propiamente del mulo de los ltimos
el Gran Chim, rei de Chimbote i de Chicama
(Trujillo ), estn destinados a hacer de su vasta
i clida planicie no solo el rival del Callao en el
porvenir sino el competidor de Valparaiso i Guayaquil. I precisamente ~0l, entre los dos rios
qne fecundizan sus terrenos llanos, inverosmilmente ricos, el rpido)) Santa i el azulado rematu;o Vir, que di su nombre (Pel) a toda la
565 -
XV.
Esta labranza primitiva era verdaderamente
prodijiosa, i con haber aprovechado solo un ramal
ele la acequia llamada del Inca que sale del .rio
Santa i tiene una estension de 50 kilmetros, uno
de los propietarios del valle, vuelto solitario por la
matanza i clispersion de cien mil pobladores, haba habilitado en los ltimos aos una estension
de seis mil fanegadas, o sea 103 millones de me- .
tros en cultivo.
Tenia Chimbote en 1862 solo 452 habitantes;
pero habiendo heredado, por su tlamo, del dueo
principal de aquellos terrenos don Luis Gonzalez
del Riego (que fuera el primero en regarlos) anciano mas aficionado a los gallos que a los cilinclros, su dependiente don Dionisio Derteano,
!'>66-
XVI.
'rom con esto tal incremento el puerto ele
Ohimbote, que al comenzar la guerra era una pequea ciudad i su estancia vecina de Palo Seco un
palacio. Construido su injenio i sus dependencias
en l873, con capitales suministrados especialmente por la casa inglesa de Graliam Rowe i por
los Dreyfus de Paris, a cuyo favor reconoca una
hipoteca de cuatro millones de pesos, aquel establecimiento azucarero pasaba en setiembre de 1880
como el mas val' oso del Per.
Sus capitales semovientes i ferrocarriles, decia un diario de
Lima a este respecto, costaban 150 mil libras esterlinas.
>>Los edificios que ocupaban los talleres de carpintera, carrocera., herrera, fbri ca de gas, tonelera, hojalatera, etc., con sus
respectivos tiles, representaban un valor de 80,000 libras esterlinas.
>) Lr.s ca.~a.s parn. empieados, incluyendo 36 casas de fierro i
mad era con struidas en E ~ ta,dos Unidos, valian mas ele 40,000 libras esterlinas.
-567)) La oficina de uestilacion, tan complet i escelente como mede serlo la mejor de Europa i que posei1t un alambique de la
conocida casa de Mac-Lareu de Escocia, alambique que produca
180 galones de alcohol de 40 grados por hora., significaba un desembolso de 40,000 libras esterlinas.
))La casa de pailas i aparatos para elaborar la azcar mandada construir por el intelijente e infatigable injeniero don Santiago Cahll, bajo su inmediata inspeccion i la del apreciable i
laborioso caballero don Jeremas Murphy, de cuyn competencia
responden los resultados obtenidos durante la elaboracion, tenia
un valor de 240,000 libras esterlinas.
:Su importe ttal podia estimarse por esto en un millon de
libras esterlinas o sea cinco millones de pesos fuertes.)) (1)
(1) La descripcion que del injenio de Puente o Palo Seco hicieron sus propios demoledores no es en nadn. inferior a estos
portentos de la industria. u:Los edificios de este establecimi~nto,
dice el corresponsal del Mercurio, que all n.ndaba, i cuyos talen tos descriptivos hemos puesto no pQcas veces a contribncion en
esta historia, eran obras de todo lujo, en que se consultaban las
comodidades L1e la vida junto con las ventajas industriales. Su
conjunto lo hallaron algunos parecido a nuestro palacio de
la :Moneda, aunque otros le veian mas semejnnz~t, por sus fmmus
art.sticas, con el palacio de la E sposicion de Santiago.
))Era aquel, en efecto, un verdadero palacio, o mus bien una
srie de palacios ducales, pues estaba. diYidido en siete cuerpos .
El principal era el que contena la inmensa maquinaria para la
elaboracion de la cafla de azcar, i ste tenia mas de una CU1\cha
de estension, siendo de cal i la<lrillos las paredes de sus tres pisos.
))Los demas cuerpos del edificio estaban ocupados por casas
habitaciociones dotadas de todas las comodidades de la vida
moderna, sin que faltasen ni lujosas bibliotecas, ni amenos i pintorescos jardines, ni caballos i hasta perros de rnzn, encontrndose entre los primeros un potro que cost en Inglaterra 1,500
libras esterlinas, i que pertenece a la mas alta aristocracia hpica
como que es hijo del famoso Gladiator.
)) .... Como a una milla de distancia de ste se levanta el injenio
de arroz, dotado tambien de buenas casas i escelentes bodegas
pero no tan suntuoso como el del azcar.
La maquinaria del establecimiento a:wcarero era una mara-
-568-
XVII.
Ahora bien, apnas hubo desembarcado el dilijente cuanto inexorable coronel Lynch, en medio de
Yilla por su buen gusto i por su calidad, principalmente los aparatos destilatorios, bastando mencionar, para dar una idea de su
mrito, que la sola maquinaria para elaborar la caa haba costado en Europa la enorme suma de 800,000 pesos en plata.
En el interior del edificio reinaba el mayor rden i aseo; los
bronces relucan como espejos; las caprichosas escaleras de hierro,
que daban acceso r~ los distintos departamentos, parecan recien
cinceladas i bruidas, i todo aquel conjunto daba una grande
idea de lo que podra llegar a ser el Per trasformado en nacion
trabajadora i honrada.
Por sn parte i completando esta relacion, uno de los cirujanos de la escuadra (el doctor Salamanca) se esplicaba sobre sus
grandezas en los siguientes trminos.
<<La hacienda ele Palo Seco es mni estensa i rica. Posee grandes potreros de calitt de azcar, alfalfales, arroz, etc., i una gran
c antidad de animales "Vacunos i caballares, algunos de ellos de
pura sangre.
Los cuerpos de edificio son mggnficos i el del frente de mas
una cuadra de estension i de cinco pisos, est ocupado por la
maquinaria de elaboracion del azcar, que es una de las mejores de Sud Amrica, toda es de rico acero i cobre; elabora 500
quintales diarios de azcar i su valor se calcula en tres millones
de pesos. El edificio de las mquinas posee cuatro torreones de
defensa i una torre central con un reloj de cuatro esferas. Encima del reloj existe la siguiente inscripcion:
Hacienda del Puente
Propiedad del seor don Dionisio Derteano
Se coloc la primera piedra de esta obra
el 5 de agosto de 1874
i se inaugut el 9 de febrero de 1876
Hizo los planos i diriji su ejecucion
el seor don James P . Cahill,
injeniero i arquitecto.
La superintendencia estuvo a cargo
del seiior don Enrique Pingel.
-569-
-570-
-571se inutilizaban con dinamita; la mn.estranz:t perdi suq mquinas importantes: los ternos . taladros i herramientas ~:~e inutilizaron; los calderos <1 u e dan vapor a las m t1cha.s mq ni11a!-1 a vapor, no pudieron des truirse completamente; el hamo, el fuego i
otras circunstancias dific11lt.tron ht operfl.ciou. 1~1 inmenso trapiche para esprimir el ju~n de la c:ta querV> pnr es t o casi intac-
to, i no me estraar q ne se pueda hacer chan c;\Clt tl~ a ndo. los;
, dos calderos poco deteriorados.
El alambique, lo mas compl et o que he vi:;to, h erm0so edificio, preciosos cubos, e sta n qu e~, et c., qued completamente roto
e inutilizado; el injenio de arroz se destruy del todo; hts casas
de habitacion del injenio i <le la azmtr, qn em:ulas completn.mente; all se encontra.han cnadros, pian os, espejos i toda c l m~e
de muebles: no qued nada; ruina c>mpleta, esce pb los trapiches de la caa i calderos.
>>Al mismo tiempo que la dinamita <l el com ~md :tnte Stuven
cansaba en la maquinaria tan terribles estmgos, el fu ego devoraba los edificios, los mnebl es i los caave rale~ , sin cesar atizado
por los chinos de la hacienda, que, minuciosos i concie nzudos en
su tarea, se m e ti~m en medio de Lts llamas para remove1 los tizones i hacer que no quedaran ni vestijios de lo;; muebles, tile~
i herramientas que no habian sido aun del todo consnmid os.
Los soldados, por otro lado, trituraban i despedazaban las
piezas pequeiias de la maquinaria i contribuan a dar mas pbulo al incendio, derramando el ron que contenan bs pipas i
atracando a las paredes el bt~gazo o resclno de la , cana el a horada.
Esta misma precipitacion de los nuestros i de los chiaos para hacer q ne ardiera pronto el edificio, per:j ndic la tarea de
destruir concienzudamente la enorme maquinaria. P ero a pesar
de so, la ruina puede deeirse que fu completa, i ya a las cinco
de la tarde estaba el enorme establecimiento convertido en una
inmensa e inestinguible hoguera. Solo se haban sr.lvn.do los
animales de 1ujo i las principales obras de la escojida biblioteca;
todo lo !lemas, hasta los alfombrados i pipas de ron i de pisco,
fn~ devorndo por las llamn.s.
572
XVIII.
I sin em llargo, haci<t pocos meses que formulando el progl'ama de la guerra activa i eficaz el
gobierno del seor Pinto por el rgano de su ministro en campaa, e1lamentado seor Sotomayor, habase espresado en los t rminos que sig nen
con el a.plaqso de todas las almas honradas i especialm ente de todas las almas patriotas:
(1) AVIEDES. Oonesponclencia del Merctt?i o.-EI ciruja no
Salama.uca agrega por su J-Htrte:
A las seis de la tarde n os pusimos eu marcha para Uhimbo.
te i dej amos al in cendio, en medio de sn majestuosidad destruct ora, q ue siguiera su curso. En los edifi cios de las mquinas de
destilacion existian inmen'>as pipas de aguardiente, r on i chicha
de maz, las que fu eron abiertas i derramado el lquid o que con~
teniau, aadiendo de esta man era un combus ti ble poderoso a la
inm ensa llama. En las mquinas de al:lcar se dejaron armados
varios tirot'l de dinamita q ue con sus esplosiones como caiionaz;os,
daban mayor importancia al espectmdo.>>
Entre los anexos de est e captulo figuran algunas de las co~
municaciones cambiailas entre el coronel Lynch i los Derteano
con motivo de la. destru ccion de Chimbote.
-573-
({Nada de destTucciones insensatas de propiedad, qv.e a nadie aprovechan i q~~ e redundaran en esta
ocasion en dao ele nosotros mismos. N aela ele violenas cn:m1:nales contra personas indefensas e inofensivas. El ejrcito de Chile se halla. obligctdo
por la grandeza de s~s hechos pasados a manifestarse tan humano en el campamento como es
irresistible en el campo de. batalla.
XIX.
lVIintras tan horribles escenas de devastaciou
tenian lugar tierra adentro, habase apaL'ecid.o et~
Chimbote, vinienio del Callao, fa. corbeb O' Higgns, segun ntes vimos, tl'ayenclo graves pliegos
de protesta de los neutrales, i la noticia de que al
pasar frente a ht caleta "" de Supe, habi<t visto su
comandante Orella, que t enia ~jo s de lince i con
el auxilio del anteojo, la playa repleta de bnltos
que no podan ser sino de armas.
Con laudable celeridad ernharcse en esa misma. noche el coronel Lynch lievando en el Copiap un batallon del Buin, i clnrante el dia 14, si
bien no d.i alcance a ~<lS ~muas, que eran, a su
decir, cinco mil 'rifles Peobody, hizo quemar un
centenar o dos de miles de Cl'~rtuchos que quedaron rezagados en la fu ga ele los arrieros, i en seguida, como para castigar a stos, hizo volar con
dinamita . i arder con petroleo el injenio azucare-
574-
ro de San Nicolas de Laos, que por stt p1'opia tasacion vala un millon de pesos (1). '
XX.
de prisa todo esto el di a 14, el incansable esterminado r de la fortuna pblica i particular del Per regresaba . el 16 de setiembre a
Chimbote, i despues de haber heclw destrozar a
golpes de dinamita siete locomotoras i quemar la
aduana de madera de la que no qued el mas leve vestijio )), volvi a . hacerse a la vela hcia el
norte en la madrugada del 17 de setiembre.
La caballera chilena haba llegado por ese mismo rumbo hasta, el rio Vir, pasando i rPpasando
el Santa, i si bien no haba hecho por fortuna
ningun dao a la propiedad particular, ni alcanz
a descubrir las armas que persegua, destruyeron
los jinetes de] comandante lVIuoz Beza.nilla. con
~jecutado
.._ 575-
XXI.
La especlicion del coronel Lynch se haba reembarcado co cierta premura en Chimhote despues
de una semana de el:ltada, i este apresnmmiento
teni<t por causas motivos importantes que serian
(1) No pudiendo transpor b.r una cantidad de anim ..lles cojidos eu el valle, los sd dados del Buin mataron a palos i a culatazos en la playa de ~up e un rebaiio de 500 ovej as que habra.
siJo 1le considerable utilidad para el ej rcito. Los corres pnns;des
de la espeui cion se quejaban po r es to de la n eglij encit del gobierno de no enviar trus portes a vela agreg:tdns 11 la escuadrilla,
asegurando qu e solo de la hncie11 d:t ele Chim bo tc puclo e ~ tme r
se no mu o:; de 500 reses. No fu est<) obstticnlo par:.1 qu e lo:-~
valiosas caball erizas clel opulento Derte:m o envi aran a bonlo del
Q.opiop sus mej otes tipos u. tt ul u de boti u de guen a.
-576
Seor Derteano:
Ayer recibimos el siguiente telegrama para Ud., que no pudi'
mos trasmitr por intennpcion de ht lnea.
Seor Derteano:-Con arreglo a las instrucciones de migobierno; imponso a su injenio de Palo Seco una contribucion
de gnerrn de cien mil peso_s en plata o l especies que va.lgan
577
S ctiem1e 11 de 1880.
Sei or Dionisia Derteano,
Calle de Ayacucho, 76.
Chi lenos posesion hacienda, esperan h asta m aana contestacion sobre pago cien mil pesos pl ata, o destruy en fun do. Estoi
bien. No me h e movido de aqui, pers(Jnalmcnte los recib, el trmino es has ta 1O A. IYI.- .ATt-ltTO Dmteano.
Hl f>T . DE LA C , DE LIM A.
E~to no obstante, se asegur6 en aquel tiempo que el trasporte de guerra italiano Arcltimedes habia llegado el 14 a Chimbote
llevando los cien mil pesos reclamados pqr el coronel Lynch i
unft person. ~ autorizadt1. para entregarlos. Pero lleg tarde.
CAPITULO XVI.
LA ESPEDICION
(DESDE
PAYTA
LYNCH.
ARICA.)
Reclamaeiont-s diplomticas de que es portadora la O'Higgin& a Chimbote.-Presion de los ministros de Inglaterra, Francia e Italia.-Despa
eho amenazante del ministro Cristiancy.-Cmo se cumplan las previsiones para el presente i las amenazas para el fut)lro.-Protestas desoidas del senador Vicua Mackenna el 9 de agosto i el 29 de setiembra.En el primer desembarco se reconoce la inefieia de la espedieion Lynch
como apremio de paz, pero aquella prosigue su tarea.-Captura de 8 millones de soles en el Islay .-El teatro de las operaciones del coronel
L~mh desde Supe a Payta.-Prodijioso desarrollo de la. industria azucarera en el Per eu los ltimos diez aos.-Lo. azcar domstica o de
alambique en el sur.- Los distritos de la azcar de esportacion en el norte i sus diversos grupos.-El grupo de Chancay,_Huaura. i Supe.- El grupo de Santa. i Chimbote.-El grupo ile Trujillo i del valle de Ohicama.El grupo de San Pedro i Guadalupe.-La esportacion de 1870 i la de 1879.
-La guerra afecta levemente la industria azucarera en el Per ; pero la.
espedicion Lynch la reduce a la mitad de su produccion.-Llegan los
chilenos a Payta el 19 de setiembre i queman su aduana i otros establecimientos fiscales. -- La caballera se adelanta hasta la Huaca i quema
algunos paraderos i el material rodante del ferrocarril de Payta a Piura.--Captura del vapor norte-americano Isl-uga, i falsa protesta de sus
dueos que estn al servicio del Por.-Reembrcase la espedicion el
::!2 de setiembre; destruye los elementos de esplotacion de las islas de
Lobos i se presenta en Bten el 24 de setiembre.- Los puertos del Per
segun el viajero Hutchinson.- Etimolojias chinas.-Dificultades del
desembarco durante los dias 25 i 26. -t.-lanera como se escapan las locomotoras de Eten, i persecucion que . se propone ha.cerles a pi el comandante Stuven.-Cmo este jefe se toma con su baston i en dos dias
de marcha t res ciudades que contienen 30,000 habitantes.-Profunda.
11.pata e inmoralidad d las pobla.ciones.-El coronel 'rrujillo i las gallinas de :Mousef.-Avanza. el coronel Lynch con todt\ la division a Chi-
580 -
I.
Decamos al fin alizar a~ captulo precedente que
la corbeta O' ~r:hgr;ins, llegacla. del Callcto a Chimbote (navega_cion ele veinte i cuatro horas) el13
ele setiembre, habia conducido pliegos ele reclamacione~ diplomticas de casi toda's las l~gacio
nes estranjeras acreditadas en el Per, en prevision ; guarda i aun amen az?~ ele los daos que la
especlicion Lynch pudiera ocasionar a los in terese's neutrales, direc ta o indirectamente coiT_lprometidos en el vasto ji ro ele la produccion de la azcar
de esportacion que el Per comenzaba a producir
en escala considerable i ann prodijiosa; i asimismo,
dejamos ya demostrado cmo esta industria era
casi _esclusivamente estranjera en el territorio
norte d.el Per, con relacion a l capital, a la ma
-5 81 -
II.
I en efec to, suc esiv ame nte fueron lle
gan do a
man os del 'cor one l L ync h i de sn ent end
ido secretari o pro test as cada, vez mas vi vas co ntra
el pla n
de destruc cion que hab a com en.za<io en
el inj enio
de P~lo Sec o, hip otec ado a los Dre yfus
i a Gra ham
Row e (sb dito s de Fra nci a i de Ing late
rra) el 13
de seti emb re. El min istr o de S. 1\1. B. den
unc iab a
no menos de cinco pro pied ades de sus
nacionales,
pue stas baj o el amp aro de su ban der a i
esp resa ba
form alm ent e que la esp edicion chi len a esta
-ba obligad a a resp eta rlas en el curso ele sus ope
raciones,
esp ecia lme nte la del ferr oca rril de Ete
n a Lam bayeque. El rep rese nta nte de la rein
a Vic tori a
agr ega ba a sn enu meracion es~as gra ves
pa1abras,
- g raves sobre tod o en un des pac ho brit
ni co. -ccO nalqnier da o que se h::tg a a esta
pro pie dad
espondr a usted a las mas srias re el a
mac 1:ones
qne sern sost enidas por el gobiern o de
S. M. B. ))
El min istr o de Fra nci a M. de V org
es se
alaba, por sn par te, la neu tral ida d de
PaJo Seco
en la vspent de sn destruccion por su
hip otec a a
los Dreyfus; el de Ital ia, se or Viviani.,
pon ia repar o en los inte reses del conde Giu sep
e Oan eva ro, s sb<iito, residen te en Flo ren cia,
ame nazan-
-582-
Los ingleses, pol' su parte, i como para acentuar mas su actitud, enviaron a Ohimbote la cafwnera de guerra Pz:ngw:n, con rden de segmr
.584-
III.
Participando, a su manera, i dentro de la )ejtima esfera de su patriotismo, de su fianqueza i de
su deber, como representante del pueblo, el nico
senador que ntes de emprenderse aquella operacion bajo todos ttulos desastrosa protest contra
elht como UI} peligro para el fut uro i una esterilidad manifiesta para las operaciones de la guerra,
volvi a alzar su voz en el Senado en, ht sesion
secreta del 29 de setiembre ::L fin de reiterar sus
protestas solemnes i sus avisos patriticos, siempre i sistemticamente desdelaclos por el gobierno.
Antes de pasar a la rden del dia, dice el act a r espectiva que
p ub lic sult) u n a o mas tarde, el seo r Vicna Mackenna,
toman do pi de Jecl amcioues espl ci tas que habin. he cho en ht
sesion secreta de 9 de agoo:;to condenando toda espedicion de metodeo que no tu viera P01' objeto esclusivo i decto la, ocupacion ele
. Limct i el Gcdlao, oLjeti vo ui co de las op eracio11e:> q ue desde la
prim era hora de la g uerra debi ero n teu er nues tro ~j rc ito i escmtdrn, a su entender, se h ailaba en el c:tso de protestar de n ueYO contra ese jnero de h acer la guerra, con m otivo de los despachos telegrficos en q ne se anu nciaba la destruccion, no solo
de las propiedades fis cales del gol!ierno de l Per en el puerto
de Chimbote, sino el incendio de valiossim rs propiedades particulares, embarcndose por cuenta de la repblica mercade ras
se
51:15 -
JV.
Referamos <ntcs que un n:H so imp ort~mtc habia apresurado la salida de la espedicion ele Chi mbote en la noche del 16 al 17 de setiembre; i
/ -aqul era nada mnos que nn t elegmma encontrado en la oficina de ese puerto, del cual reRn1 taba que a bordo del Islay, vapor de la compa.n
H! ST. DE LA
e.
DE LTMA
74
-586-
inglesa del Pacfico, Yenia un vcrdndero cargamento de dinero para el exhaustc erario del Per,
exactamente como los renombrados tesoros que,
(cEl Draque )) i lord Anson persigneron en lqs galeones del mar del sur en sus respecti vo a siglos.
La diferencia de tiempos requera nicamente
que en Jugar de las pesadas i relucientes barras
de plata de Potos, la riqueza se hallara representada por pequeas tiras de papel litografiadas en
Nueva York i contenidas en treinta i tres caj-as
con un importe ele cerca de 8 millones de pesos
nominales o sea 800 mil pesos valor efectivo.
El Islay conduca en efecto la cantidad de
7.290,000 soles papel i un importe de 375,000 soles en estampillas de correo de la U nion postal; i
sorprendido infraganti el barco contrabandista
a la salida de Chimbote por la Ohacabuco, que
seguia con la, O' Higg1.s convoyando la espedicion,
aquellos papeles listos pa.ra la ci rcnlacion fueron estraidos .e incorporados por su valor efectivo
al tesoro nacional. Esta importante i valiosa presa, debida propiamente al servicio de crucero ~11H
rtimo que iba haciendo el con voi, fu un poderoso ausilio pam el ejrcito de Chile, i puede decirse qne lo que produjo el resto de las operaciones en efectivo no alcanz a la mitad de sn importe, sin contar estrn.,~ios, menoscabos e inevi-
tabl cs nsmp;:,ciones.
5f:l
V.
A dnde se dirijia entr etan to la espedici
on
Lyn ch?
N adjc lo sabi a.
El resu ltad o de sus operaciones en Chi mbo
te
hab ia sido diam etra lme nte opu esto a las
esp ecta tivas del gobierno, por cua nto, en lug ar
de ami lana r a los ricos i a los conservadores de
Lim a,
habalos irrit ado has ta la desesperacion,
rob usteciendo as a la dict adu ra con el encono
mismo
de los egoismos provocados. El ince ndio
de Pal o
Seco hab ia dado calor i pb ulo al patr ioti
smo de
los l)eruanos en la mism.a prop orci on que
hab a
debilitado las sim pat as de los neu tral es, dam
nificados o amenazados, hc ia nuestra, caus
a. Per o
era forzoso al jefe de la escu adri lla seg uir
su rum bo, conforme a sus inst rucc ione s; i despnes
ele ha
ber acabado de des trui r lo poco que que
dab a en
pi como aperos de catguio en las isla!=; de
Lobos
de Afuera (pa ra reco nstr uido s despnes -por
cue nta
del gobierno ele Chile o a espensas ele sus
con t.ra.tista s ), la espedicion se apareci en la
ma ana
del 19 de seti emb re en Pai t<-t, esp lnd ida
b~thia
situada doscienttts legu as al nor te de Lit:n
a, i en
una pos1c10n au loga a la de C1:1.ldera resp
ecto do
Santiago.
-.388-
VI
A fin de abarcar en un solo cuadro el conjunto
de las operaciones de devastacion encomendadas
al coronel Lynch, ser suficiente decir que el
puerto de Paita, clebre por su luna i su chanca-
ca (porque en todo lo ciernas es solo una sucia
ranchera) formaba el lmite norte de aquella escursion por todos los valles azucareros del Per,
que propiamente arranca del grupo de Supe,
Huaura i Huacho hcia el norte, hasta Piura.
Verdad es que el cultivo de la caa comienza en
el Per propiamente en el valle de Locumba i con
mas particularidad en los de Tambo i Caman, del
departamento de Arequipa, encontrndose en la
ltima de aquellas comarcas la famosa hacienda de
Chocaventos, del italiano don Pedro Denegri. Pero la produccion sacarina de esos lugares se destina Lle preferencia a los alambiques para emborrachar a los indios bolivianos, al paso que el
pinge rendimiento de las haciendas del valle ele
Chincha, cien leguas mas al norte, i las ele Caete, cuyos ocho poderosos injenios producen 400
mil quintales de azcar, tienen un consumo mas
local que forastero , ns como los ricos establecimientos que rodean a 'Lima, especialmente los de
Villa, San Ju::tn, Iufanttl.s i otros de menor cuenta.
M<t~ , lo:-; ce utro~ productores de azcar en .brn-
-58~-
VII.
El grupo azucarero de los valles de Ohancay,
Hnanra i Supe, dista. 30 leguas de Lima, promedindose el primero a doce leguas i el segundo a
veinticuatro. De Huaura a Supe hai solo seis leguas peruanas.
Desde all, es preciso atravesar 70 leguas de
pramos i despoblados para llegar al valle de
Santa, emporio futuro de la azcar i r~jion comparativamente aisla_da porque la vieja villa de igual
nombre dista 101 l~guas de Lima. Ohimbote, .regado profusamente por lm; aguas de aquel rio i sus
ramificaciones, es el segundo centro productivo en
grande escala de azcar de esportacion en el Per.
Siguen des pues sucesiva mente los . valles de Vir, diez leguas al norte del rio Santa i el de Tl'lljillo, hoi dia el mas opulento de aquella tierm
5110-
colmada de dones por la naturaleza. Trujillo dista por tierra de Chimbote unas 25 leguas chilenas, i tan solo en su famosa planicie de Chicama,
jardn i mis oppara del gran Chimu, se ostentan
las chimineas de 42 injenios de azcar que valen
de seguro otros tantos millones i valdran
problamente el doble si el agua destinada a la
sedienta caa fuera mas copiosa. El injenio de
Casa gTande, propiedad del caballero aleman don
Luis Albrccht, situado entre Ascope i Cbocope,
recuerda por su estencion i magnificencia el de
Palo Seco.
VIII.
Cuarenta leg uas al norte de Trujillo se dilatan
los tres clidos i opulentsimo.:; vc.tlles ele Chicla.yo,
Lambayeque i Zaa, famoso el ltimo desde los
. yesqueros de la coloni1;t por su plebeyo tabaco i
su riqusimo arroz.
La azcar ha ido esptilsando aquellas antiguas
producciones coloniales, i todas las haciendas que
riegan las aguaR ele aquellos poderosos rios, desde
lVIonsef a Ferriflafe i Ptapos, pi'opiedad esta
ltima del chileno don Jos rrornas Ramos, no
son hoi sino una srie de valiosas fbricas ele azcar, prieta llamado (( Ernilia Rosa>) i ele (CConereta>),
desparramadas en una estension de 44 kilmetros.
En su conjunto todas ellas van a tener su salida
en el puerto artificial de Eten, formado, como
591 -
-502 -
X.
Por lo de mas, ha sido tan rpido el crecimi en
to de la industria azucrl.rera. en los valles del norte
del Per, que habiendo alcanzado su esportacion
en 1870 solo a 251 toneladas, cuatro ai'os mas
tarde (1874) babia subido a 25,700 toneladas. I al
ao subsiguiente (1875) dnplicse esa suma, rindiendo lu estadstica una cifra de 50,000 mil toneladas.
La procluccion continuaba. en aumento hasta
1878. en que alcanz a 83,800 tonelc1.clas, i si bien
la guerra pftraliz en 1879 un tanto su vuelo, hacindola descender a 81.,600 toneladcts, la especi.cion Lynch la hizo quebrar ele golpe en un tercio. La esportacion de 1880 decay en efecto a
62 mil tonelacbs, i hoi se dice que no alcanza a
producir la mitacl clel valor que antes rindi era, to do en detrimento efectivo del pas que ocnpa
-593-
aquellas rejiones i que con sns hombres i sus fiebres las domina desde hace ya un ao. (1)
XI.
Tal era el teatro en el cual, conforme a las desatentadas rdenes de la Moneda, tristsima transaccion entre la poltroneria del jefe del Estado
que no quera emprender la guerra en grande escala i el entjico grito del pas que la exijia como
solucion, ajustaron en mala hora sus ministros, i
especialmente el que divorciado de hecho con el
ejrito sepultado en Tacna, acababa de tomar la
direccion del ramo especial de las armas i la manna.
(1) La azcar es portada a Inglaterra de los valles del Pert1
representaba en 1879 la cantidad enorme de 1.800,000 quintales, i la trada tan solo a la refinera de Vifia del Mar alcanzaba
a un te~cio de esa suma conforme a las cifras siguientes:
Azcar- sacos
Concreta-chancaca
28,953
79,047
67,069
27,915
27,4!U
5,146
208
. 3,946
7,000
3,804
1877
1878
1879
1880
1881, hasta la ltimll fecha
20,104
'i!:< . - .')"{
Puede consultarse con fruto sobre este particular un interesante trabajo publicado por don Rafael Vial en la R evista Cltilena
del 5 de setiembre de 1881, con el ttulo de P1oductos del Per.
El mejor mapa del Per para consultar el itinerario de la espedicion Lynch es el publicu.do en Lim:\ en 1881 pot el injeniero peruano don Daniel La Barrera. El viajero ingl es Hutchiuson public en 1873 una reduccion de esta carta que l co11sidera
mejorada.
75
HlST. D LA C. D& LU.IA
594' -
No nos detendremos, por consiguiente, en aquella dolorosa cruzada que dur sesenta i siete c1ias
(desde el 4 de setiembre al 10 de noviembre), i
nos contentaremos con ir marcando en el mapa
las etapas de su marcha qne la tea i no la gloria
de Chile fu ah1mbrandO.
XII.
Desembarcada en Paita unn parte del batallon
Tal ca (al cual ahom tocaba el turno de ir a tierm
i a quemar), el coron el Lynch .impuso al pueblo
nna contribucion de 10 mil pesos, i como nadie la
pagara porque las autoridades hnyeron, se orden
volar con dinamita la valiosa aduana de hierro del
puerto i en seguida incendiar su conteni do, escepto lo reconocido i reclamado como propiedad neutral i la parte d3 saqueo que cupo a la h~un brie nta
plebe lugarea. Igual suerte corri la estacion del
ferrocarril i otras dependencias fiscales. Por su
parte, la caballera conducida por el comandante
Muoz Bezanilla, lleg por los rieles hasta la estacion de la Huaca, situada 30 kilm etros hcia el
interior en direccion a Piura, junto alrio de la
Chira de azules i aterciopeladas aguas, i all qnem unos cuantos carros i garitas. (1)
(1) En la tarde se le aplic la tea a la adu nua de Paita,
-595-
Despues de tres dias en que imper solo la dinamita, la espedicion chilena dej a Paita en la
tarde del 22 de setiembre, llevando por nica
presa de importancia unas cincuenta _pacas de
algodon i el vapor l sluga que con bandera norteamericana babia es tado haciendo el servicio de
los peruanos pero que sus tripulantes impvida-
-596-
(Nota-protesta martima)
-597-
XIII.
Despues de visitar con propsitos de innecesaria i contraproducente destruccion las islas de
Lobos llamadas de Tierra, la espedicion Lynch
se present en el puerto de Eten, cabecera de los
valles de Chiclayo i Lambayeque en la maana
del 24 de setiembre, pero oon paso tan tardo que
cinco locomotoras se escaparon sucesivamente
del puerto por los rieles. Culpse a la Ohacabuco
de la demora.
Es el puerto artificial de Eten sumamente peligroso por sus bravezas, como la mayor parte de
los del norte del Per, i en jeneral de su costa,
con escepcion de los del Callao, Santa: Chimbote
i Paita; i de ellos dice no sin espiritualidad i malicia un viajero ingles que los visitara en)872,
que al observar su incesante furia, parecale que
<<habian sido creados espresamente por Dios para
que nadie entrase a aquella tierra ni nadie saliera
de ella)). (1)
ltata el 31 de octubre de 1880.
En la espedicion de Paita se quemaron las estaciones del
puerto, Huaca i dos pequeos edificios en la mediana del trayecto, como asimismo diez carros de carga i un ~coche de pasajeros de 2." clase. Tambien se volaron con dinamita en este
pnerto diez columnas de las principales que sostenian las-magnficas bodegas de hierro de la adnana, quedando completamente
iuservibles, i a las 9 P. M:. arda i se consuma hasta los cimieatos el etlificio en donde se encontra.ba.u las oficinas fir;cales.>>
( 1) The ports along the sea coast of Per were formed by
598 -
XIV .
Luc hand o con gran ds inias dificu ltad es no obs~
tant e la ventn.j u de un espl ndi do mue ll e ele sete
pucien tos metr os de este nsio n q ue los peru anos
dier on defe nder con sie te hom bres en un desf ilade
ros
ro, i echa ndo una esca lera de man o dos mari ne
t11_s
del Itata, pudi eron subir aq nel da a t ierra
t ecom pa as del Oolc hagna, i en la noch e, por
m or c1e un <-L sa.lto sobr e Ltn d bil fu erza en valle
rpobl ado por mas tl 50 mil mom dores, dese mba
c, u no a uno, por med io el cor n 1-s lo ~ 92 hom
c1e1
bres de su com pa la g ncrl' ilL rl el c:tpi tan
e
Buin don P e:trm e nio Sanc hez, mtt ural de Q ui rihu
i ag regn do hoi a la asH. n blea ele L elm .
Con t nu / el desc rnba rco con mil pe ripe cias, esas
pecia.lm eJJ te p ara. la caba ller a d ura nte los di
r25 i 26, i solo e n h:.. t a rde del ltiulO log r pone
co se e n mar cha hr.c ia el i nte rior el i n f,l.tig FLblo
s
ma nd ante S tu ven en pers ecuc ion de las mq uina
esca pada s. en .la ma ana de l 24.
E l co n anda n te S tu"e n ib a a pi con. un bt.ton
del
en la m e:m o i esco ltado solo por la com pafJ, a
as
capi tan Sanc hez qno rn:uc h a ba n rd ag nardiH, i
~o
t.hat non e of
the Creator of the Uni ve l'~e with th in tent,io!l
any people
th11t
or
out,
come
eve:
ld
1
t
the resid ents inside sho
J . HuT(F.
in.>)
o
fi-om the ou ter worlJ tt broad :oh,ml d e ver g
133) .
pj.
n)
voL
1873,
on
Cll JNSO ' 11vo yea1'S in P er) Lond
'
599 -
fu ocnpanc1o, uno en pos de otro, todos los pue blos del valle, sin el menor amago de resistencia
de aqu elb s poblaciones degradadas por el vicio; el
clim a i ol chi no. H ubiern parecido que la embringuez asi.stica del pio i la estpida apata que en
el organ ismo produce la coca en los qu e ab usan
de sn estmul o, se ln1hiesen ali ado para su mc r:jir
aqu ello s Yalles en la infame inopt de la eobnrdn.
E l prefecto Agnirre, lleno de balandrou adas, hizo
en la p ri mera hora del peli gro poner a arrebat o
las campanas de Chiclayo i de L arn bayeqne, ci udades de 12 i 14 mil almas que han soliclo librar
san gri entas batallas de riva1idad civil o lu gareas,
pero fu aquello solo 1 ua h ni r. Ostentac o ff! lsa
cne1ja, adelantse en un tren con trop:::.s hasta
lVIo.n e1, pueblo di stante seis kilmetros J el puert o; pero no bien columbr en l::t dist::tn ci los b ui-nes del capitan Sanchez, qne avaozaLa u con Stuven por los rieles, cuand o se retir a todo el bramar de la mquina para no Yolver a vrsele.
El com andante Stuven, sin mas armas que sn
baston i Rin mas nrreo que su sombrero de eneaIon (modelo el e los oficiales de la Indt) , ocup,
Hegnu dijimos, en la tarde del 26 de setic nbro el
pu eblo de Et.en , que dist a t res kilm etros de la
c~ sta, i no siete leg uas segun apun ~a el j egrafo
peruano Paz Solda n, localidad enrio. a, como la
j eogra.fn del ltimo, <1ne pose adernas, al decir
de los curiosos, la particularidad de que los chinos
-600-
XV.
Marchando inmediatamente parte de la noche i
sin soltar su baston apropiado para las gallinas i
los que se les parecan, el comandante Stuven, conocedor antiguo de aquellos parajes i que pasaba
ahora con el nombre del coronel ingles,)) lle( 1) HmcHIsoN, obra citada. Este mismo viajero pregunta
bruscamente si Eten no se deribar, a RU turno, de Eton, clebre
lugar de estudios en Inglaterra. Eten en el idioma quichua
q ni ere decir lt~gar en que se pone el sol, i a h. rerdad en esta
vez psose all el astro del dia para los peruanos:
601
AL NOltTE
Lynclt.
-602-
XVI.
Entre tanto, el coronel Lynch se babia avanzado, por sn parte, con la division entera en pos de.
Stuven; i o.c npaba a Ohiclayo el 27 de setiembre
imponindole un cupo de 20 mil pesos. Mas como nadie se presentara a pagarlo, comenz, cual
en Ohimbote i como en Paita, la tarea fatal i
horrible de la pira, haciendo saquear las propiedades sealadas para la destruccion a:r:ttes de aplicarles los tizones.
Escuchemos otra vez de ajenos labios estas o minosas relaciones.
a:Dos horas ntes de vencer el plazo sefialado, dice el corresponsal Cuviedes, para el pago de la contribucion de guerra, se
di la rden de principiar la destrnccion de propiedades enemigas. La primera que se design para ptesa de las llamas fu la
de un ricacho llamado don Jos Mara Arbul, la que era gmnde i espaciosa i tenia buenos muebles i muchos objetos de valor ..
Despnes de sta signi la ele un manco Lastres, mui conocido en Chiclayo por su ap odo, i que a pesar de ser manco em el
brazo derecho del prefecto Agnirre i su compaero inseparable
de chupeta i de parrandas.
Antes de incendiar ambas casas se dio permiso al pueblo
chiclayano para que las desocupara, i entnces era de ver la pecha de los cholos para pejzetrar a las habitaciones i la alegra
con que.se apoderaan de toclos los objetos. Salan cargados como
hrero los 4,000 pesos del rescn.te de Lambayeqtw i ilOr via tle
1,000 pesos mas de Ferriiiafe., i entreg el tesoro, peso so
bre peso, al cuartel jeneral.
.'lfapa
'
'
600 -
604-
XVII.
En cuanto a las estorsione s ejecutada s en el
c::~mpo, h aqu lo qne ~ecia." una relacion peruana,
evidentem ente falsa o exnjera.da, publicada por el
f!uscar, peridico de Ohiclayo, bajo la fil'ma de
su redactor Oarvaj al.
Las haciendas iucendiadas hasta hoi son las .del Combo, de
don Jos Mara Arbnr i la Vista Florida de don Ramon Pinto.
Se llevan grandes cantidades de arroz, azcar, tabaco i concreta, i reses i caballos, todo lo que han encontrado a su paso:
fuera de alhajas arrebatadas al prestamista don Ramon Palacios i dinero sellado que puede estLraarse en mas de 20,000 soles
plata, sin contar diferentes casas donde han descubierto entiede dinero.
Han dado libertad a todos los chiuos de las haciendas en
que han tocado, pudindose calcular todas las prdidas suftidas
en el departament o en mas de 1.000,000 soles plata.
ITOS
'
-605-
XVIII.
Verificado todo esto en el espacio de dos semanas, el coronel Lynch resolvi animosamente conducir por tierra su espedicion hasta Tn~illo a fin
de poner a rescate las haciendas del trayecto, especialmente las de San Pedro, Pueblo N uevo i las
del distrito de Guadalnpe, clebre por su fria de
noviembre i por hallarse situada dentro de sus
lindes la renombrada hacienda de Talambo que di
orjen a la guerra con Espaa de 1864-66, con motivo de las riasde sus colonos vascos. Compr 'este fundo, que todava posee su antiguo dueo
Salcedo, su inmunidad al barato precio de cincq
mil soles papel.
XIX.
Aquella marcha de cincuenta. legun.s chilen_as i
de dos semanas fu dnra i penosa, i h aqu como
la compendia en fragmentos uno de los que a. caballo la ejecutara:
sacos de azcar.
A la hacienda de unos seores Aspillaga, (Cayalti ) que est
cerca de _sta, se le sacaron 2,000 libras esterlina s i bastante
azcar, que se embarca r como la otra por la caleta de Chenipe.
A las 10 i media del 6 de octubre, salimos en direccion de
Pueblo Nuevo, sufriendo todo el calor de esa hora. Se qued.aron
en Llape el secretario seor Carrasco i los Granaderos para recibir i hacer embarcn.r lo qne se pag.
. Atravesamos la hacienda por en medio de bosques i montaas inmensas, formados por tamarugo s mu alto':! i antiguos i
gran variedad de rboles i arbustos . Si hubiramos salido por la
maana temprano, habra sido un paseo ag~adable.
En seguida pasamos una esteusion de algunas leguas, de una
pampa rida i arenosa, cubierta de rboles secos. Recorrimos
seis leguas, i a las 9 P. 1\'L alc)jamos en un campo agradabl e i
con agua., a pocas cuadras de Pueblo Nuevo.
El coronel ha recibido la noticia de que dos correos nos buscan, para anunciarnos la suspension de las hostilidades.
El pueblecito es pequeo, de tres o cuatro callejuelas de
ranchos viejos i miserables. .
La mejor casa es la de la hacienda de Montevideo, donde
estamos, que es propiedad de un seor Palan.
A la 1 P. M. del 7, despues de aJmorzar la tropa, emprendimos camino para el pueblo de Guadalupe. El camino' que seguimos es angosto, rodeado ror canales de agua cristalina que corren por cercos de rboles tupidos i frondosos.
,,
-608-
-609-
XX .
. Comenzaron a llegar desde este puerto a los
alojamientos del coron el L yncb, por medio de
mensajeros sijilosos, las famosas cartas del prefecto Salmon, i aun vino ste a San Pedro, sin poderse esplicnr a sus anchas con el coronel Lynch,
su antiguo amigo, por hallarse rodeado de ccimpertinentes tbanoS. ))
Son tan curiosos i especialmente tan peruanos
estos mensajes de nn coronel de artillera a un
capitan de navo, que mas que retos dt. guerra
habran parecido citas de amor, que no podemos
mnos de reproducir algunas de ellas que as dicen:
Octubre 9.
Seor coronel don Patricio [ ynch.
Mi querido amigo:
N un ca cre que llegara el dia de que Chile i Per, Patricio
Lynch i Adolfo Salman, se pegara n de b~tlaz os i se ptoc uraran
su ruina.
Antes de separarnos, quizs para siempre, le daria el abrazo
de despedida co mo smbolo anti cipado rle l::t necesMia rec onciliacion de los paises.
Suyo si empre i en toda. circnn sta nci,t amigo n.fectbimo i S. S.
A . Salm.on.
HI ST. DE LA C. DE Lfi\[A .
77
Mi querido Patricio:
Rode~do de impertine11tes tbnnos, no pude encvnt.rnr opor-
tunidad de ~ablar a solas con usted, cuando mi viaje a San Pedro no tnvo otro objeto. Impaciente por lograr este propsito,
he ideado mandar el parlamento que le entregar el pliego oficial, que usted no debe aceptar, evadinJose cortesmen te, i aprovechando la oportunidad, me escribe indicndome dnde i cmo
nos vemos a solas. Creo que el mejor lugar seria Pascamayo,
en cusa de Kauffman, persona circunspecta i reservadsirna. Si
le parece bien, avsemelo para salir en el acto, a fin de llegar
tarde de la noche. Mucho tenemos que conversar.
Suyo afectsimo.
Adolfo.
XX T.
A estas estraordinarias insinuaciones de unjefe
encargado de la defensa i de la honra de su suelo
i que era seguido de numerosa. hueste de jente armada i de c<impm:tinentes tbanos,>> contest el
jefe de la espedicion chilena desde San Pedro el
dia 13 de octubre en los concisos i sbrios trminos que s1guen:
Sefior corouel don Adolfo Salmon.
611-
verlo. 11 ~: / :
~
Patricio Lynclt.
XXII.
No se clescwim por esto el prefecto de Trujillo, apasionado de su rival, como Pedro el grande
de Orlos XII en Puta.lwa, i al dia, siguiente envile toda va por es preso desde Choco pe la siguiente curiosa misiva:
A. Salman.
l,
XXIII.
-613-
XXIV.
;
6_14-
XXV.
-615
... .................................
Resolucion i obra eficaz.
Pirola.
( Recibido en palacio el dia 15 de octubre a las 7.50 P. M.)
616
XXVI.
De Paijau dirijise la columna chilena a Ohocope camino de Trujillo i all recibi su jefe, el
coronel Lynch, rden de suJetar su marcha i regresar a Arica con premura. Limitse en consecuencJa a recojer las contribuciones que los esque se le recibir a balazos. E" probable que maiana o pasado
estn en Ohicama o se reembarquen en Malabrigo al vm la ac-
pueblo.
Salmon.
(Recibido en Lima a las 3.25 P. l\L)
617
3.
.....,.. !S-
Orbegoso.
El sub-secretario de gobierno.
Lo que comunico a U. S .. en cumpliento de lo ordenado.
Paz S oldan, jefe de telgrafos.
619
XXVII.
En consecuencia de todo esto la infantera se
embarcab.a. .el 24 de octubre en el puerto de Malabrigo1 no sin pP.rder en sus terribles rompientes
alta honra de dirijirle la presente, para manifestarle lo que sigue .
Segun tenemos conocimiento, por disposicion de V. E ., se
ha man(htdo levantar el sumario corr espondi ente pnra descubrir
quines son los que hnn dado dinero a las hordns chi lenas que
comandadas por Lynch, profanaron el norte de lu Rept'lhlica.
Este hecho ha dado lugar para que l o~ enemig,1s de B. E. traten eon mayor einil:lrno hacer ' alarde del niugun respeto que
tienen a sus disposiciones, i de la burla que de ellas se hacen;
pues apesar de estar:>e siguiendo el espresado sumario, el don1ingo 14 del que cursa, el ~eor juez de primer.t instancia de
esta provincia, doctor don Santiago Pacheco, en union del doctor dou J aeintu Valderrarna, se presetaron a las tres de la ta.rde en casa del ::;eilor Chantre de esta s;tut::~ iglesi <1 Catedral,
doctor don Jos Maria Gutierrez, a exijirle cien soles en pla.ta
sellada cupo impuesto por el coronel Patricio Lynch, jefe de las
fuerzas chilenas inv . soras, i en virtud de no haberse hallado
dicho doctorGut.ieiTez eu esta ciudad cuando se le impuso el cnpo,
ellos hahiun quedad o encargados para recnjerlos cnau<lo llegase.
Este procedimiento !tltamente escandaloso i criminal fu rechazado por el doctor Gutierrez, i lo pres':lnciaron don M.annel IYL:.ria Paredes Quirs i don Juau Galvez vecin bs del departamento de Simba!, que se hallaban de visita. De la casa del seor
Chantre se dirijieron los seores Pacheco i ValdeiTanta, a casa
de la seora Josefa Jil de Acevedo c ~ n el mi smo objeto, i cuya
seora censur tambieu la conducta de estns c:.t baller-:>s, dieiudoles que como era posible que peruan os estn recojienJo plata
para los enemigos de la patria, mucho mas en las a ctuales circuns.tancias en J,s que se est siguiendo juicio sobte ell o pot
disposicion de V. E.
>>Me reservo p<tra otra ocat:~ion comunicar a V. E. asuntos mas
graves que pasan en esta sociedad i que no lo hago ahora temeroso de que esta no llegue a sus manos.
Con sentimientos de la mas alta consideracion i respeto, soi
de V. E. su mas huruilde i respetuoso servidor.
1!:'. V. Gutimrez.l>
-620-
algunos soldados del Buin (dos o tres i otros tan;tos marineros), i_la caballera en Pacasrnayo.
El29 de octubre la cspedicion Lyuch pasaba
de esta manera en su regreso por delante del Callao: i mintras los peruanos los esperaban en Pisco desde el 20 octubre, iba a recalar a Quilca el
1. de noviembre, finjiendo hbilmente un movimiento de agresion sobre Arequipa. (1)
0
Noviembre 2.
Seor prefecto:
.
>>Ayer fu tomado por el enemigo el puerto de Quilca, habindose recibido antes un parlamento, en el que exijia desocnpacion de .la plaza en trmino de cinco minutos. Habindome
retirado en el momento de saltar a tierra el enemigo, permanec hasta las siete de la noche i no se h an podido notar los daos '
ocasionados. Fn perseg uido por mas de tres veces en el ceno
del Castillo. Han quemado la poblaciou antig ua i el valle, los
almacenes i casns particu lares. Del puerto nada se pudo notar.
Correo que vino con correspondencia para el norte lo he tomado
i traigo conmigo, salvando la balija. El enemigo aun no se retira i creo sigue a Oaman.>)
I. Calderon .
No1Jiemb1e 2.
Sefi.or prefecto:
:vSoi:J las 8.30 1'. M. en que recibo, el aviso del ca. pi tan 1\.ai-
-621-
XXVIII.
Terminaba as aquella famosa empresa de guerra que no quem un solo grano de plvora i s
mundo Tapia, que dice que el enemigo desembarc en Quilca
ayer a las dos de la tarde i que como a la oraciorr incendiaron
todo el puerto; los habitantes huyeron.
))Los buques eran cuatro. Todos esos puntos estn vijilados.
J>Luego que adquiera otros datos los comunicar a. V . S.
Perez.
( 1) H aqu algunos d,1.tos i valorizacioncls en globo de los
daos causados al Per por la espedicion Lynch. -;-El comandante Stuveu los resuma en el final de su parte citado, en la
forma siguiente:
$ 2.600,000
Total.. .................
$ 4.700,000
600,000
500,000
500,000
500,000
622 .:_
na.
(1) Vase entre los anexo~ el inventario completo de los valores adquiridos por la espedicion Lynch.
. 1
-623-
Cuad~o
Procedencias.
Plata.
624 -
5000
lOO
1000
4000
1000
1000
1000
1000
1000
1000
1000
1000
1000
1500
1000
500
500
500
500
500
500
500
500
110
110
. 110
3000
110
110
4000
4000
1000
-625VAPO;R !TATA.
VAPOR
COPIAP )) .
HlRT. DE LA C. DE LIMA.
79
-626CORBETA (( CJ-IACABUCO ))
Guia de 1os art-culos ,r;ue se esp?esan, ?'emitirlos al t1aspmte Itatm) a clisposicion del sem comandante en jefe ele la especlicion.
..
CORBETA CCCHACABUCO))
627 -
--Recib a bordo del trasporte nacional !tata del seor coronel Jon Patricio Lynch lo sig Len te:
Nm.
))
))
))
))
>>
))
))
2 l
3 l
4 l
5 l
sellada.
"
))
))
))
))
))
7
8
))
))
Sjn
banas plata.
Total
17
bultos .
))
chafalona.
sellada.
chafalonia.
sellada.
CAPITU LO XVII.
(MAYO-OCT~BRE
DE 1880.)
-629
medias i ejecuciones militares.-Lo8 ocho' desertores del 3.0 i el arriero
, Silva, de Codao.-Asesinato del capitan La Barrera i ultrajes impunes
al pabellon de Chile.-Fallecimiento del comandante Vargas Pinochet.
-Bl estandarte del 2.0 de lnea i cmo se recuper en Tacna.-Regocijo
del Ej rcito.-<.tEl Atacameo i El Hueco.--Incendio en !quique i
como se hacia la chilenizaiion de Tarapa<i.-Estado de los campamentos
del ejrcito de Chile a la llegada a Arica del ministro de la guerra el 10
de octubre i del coronel Lynch ellO de noviembre.
r.
Las conferencias de Arica tuvieron un desen:.
lace, que h~biera sido desastrOS'.) si no hubiera sido
risible, el 27 de octubre; i en consecuencia, en ese
mismo dia, o en el siguiente, cambironse entre .
el diplomtico que hacia ca.beza en el triunvirato de los negociadores por parte de Chile i el je~
neral en jefe, los siguientes telegramas:
La diplomacia ha dejado la. palabra. La tiene ahora el ojr
cito!
E. Altamirano
Si la diplomacia ha cesado, el ejrcito celebrar la paz en
Lima.
M. Baquedano.
Era' ya tiempo!
II.
El dia mismo en que se cerraron aquellos inverosmiles trmites de la guerra, cumplanse a la
verdad cinco meses desde que el ejrcito chileno
entrant victorioso a 'racna', i aunque n ese lapso
-630-
~120 una escuadra i aun un ej1cito hubieran podido dar desa.hog;adamente la vuelta al
mundo, las operaciones de la guerra encomendadas a la voluntad del presidente de la repblica,
no habi.a n avanzado una sola pulgada en e~ territorio enemigo despues de aquel maravilloso i
completo triunfo.
Al contiario: todo lo que habamos hecho era
perder tres buques, algunos centenares de miles
de pesos en carbon de piedra (1), no pocos millones en efectivo i el doble en justas espectat\ as
de indemnizacion, reduciendo a ceniza8 algunos
de los mas saneados bienes de nuestros adversaros i deudores. I de esta srie de males, hij s de
la inaccion i de la pereza, derivbanse todava dos
de mayor entidad, cuales eran el armamento completo del enemigo i las/ reclarnaciones.diplomticas que por todas partes r::;eguian el paso depredatorio de nuestros soldados.
Ah! cunta sangre, cuntas complicaciones,
cuntos dolores habria evitado a la repblica un
solo momento de decision! Qu decimos? Cunto
7
'
..
63_1-
III.
Llega r en breve ia oportunidad , grata a la
historia, de dejar demostrada esta ltima e intere sante faz de la campaa,-la accion personaLcw1 .
j en eral en jefe en sus operaciones. Mas, por ahora
ser suficiente dejar demostrado que ste no se
mantuvo un solo mon1ento. en el ocio ni en la espectati va despues de las victorias caru.mente compradas de Tacna i Arica.
Al contrario, permaneci el jeneral Baquedano
en el ltimo puerto hasta fine; de junio empeado en despachar a Chile, a Lima i a La Paz los
heridos de los combatientes que en nmero de
tres o cuatro mil yacian en hospitales insuficient es o en descuidadas :vnbulancias; i ya hemos
visto cmo sucesivamente fu remitiendo al ca.:..
llao en el Lime.a, en el Loa i el Lamar la carga
humana que corresponda al Per. Los heridos
de Chile habian sido enviados con anterio_ridacl
-632-
IV.
Al mismo tiempo, fuera de las sucesivas circnnstancias de la campaa, o para hablar con mas
propiedad, de la inaccion, el jeneral en jefe haba
despachado desde Tacna i desde Arica di versas
espediciones subalternas, entre las cuales las mas
notorias fueron las que emprendi el coronel Barbasa hcia Tara.ta i Ti caco, es decir, al rion . del
Tacora en lo mas fr~jido del invierno, i las que
los comandantes Echeverra i Salvo condujeron
por la costa ncia Pacocha en ht primavera de
1880. Hadase con tan sealada pausa la guerra
que el tiempo daba holgura para elejir una en pos
de otra todas las estaciones.
.
Cabe por tanto narrar aqu mui sucmtarnente
esos dos hechos de guerra, q ne en su poca i en
ausencia de empresas de mayor aliento, preocuparon al pais.
-633-
V.
Desde mediados de junio el ejrcito chileno se
babia escalonado por di visiones desde .Tacna a
Pachia, tomando lo que habria. podido llamarse
sus cuaTteles de invierno, si tal estacion fuera capaz de hacer sentir su adusto paso en aquellos
dulces valles semi-tropicales. La 4.a di vison, que
haba peleado en el ala izquierda de Tacna, haba
marchado a ocupar posiciones anlogas entre ~
lana, Pachia i Calientes, en el carnino real hcia
Puno i hcia La Paz que as quedaba cubierto.
Segun se recordar, el coronel Barbosa mandaba
esta brillante tropa compuesta de los rejimientos
Zapadores, Lautaro i Cazadores del Desierto, cuerpo que algo mas .ude fu disuelto i refundido en
los anteriores. (1)
En cierta maa,na de julio, varios oficiales del
Lautaro invitados por el valiente capitan don
(1) Mas o mnos, las posiciones eu qne los diferentes cuerpos
del ejrcito de Tacna pas<:t ron el invierno i parte de la primavera do 1880, fueron las sig uientes :
Alto de Lima. -Rejimientos Bnin 1. 0 de lnea, Esmeralda i
Chill an i batallon Navales .
Pocollay.-Rcjimientos :2. 0 de lnea, San tiago i Atacama.
Ca)ana.-Hejimi entos 4. de lnea, Ch[l.cab nco i Coquimbo.
Pacha.-Rejimieutos 3. 0 de linea i Lautaro.
Calientes.-Rejimient.o Zapadores.
Arica.-Parte de la tu:tillNia, rejimientos Granadervs i Cazadores a caballo i Carabineros de Yuugai nm. 2.
Tacna.-El res to de la artillera, i batallon Bln.es.
HIST. DE LA C. DE Lli\'[A,
80
0
..
~ :
-634-
VI.
Puso en el acto el coronel Barbosa en movimiento la caballera de su division, i esa noche
sali en persecncion de los guerrilleros el alfrez
de Granaderos don Juan Est van Valcnzuela, j-
-635-
-636-
. VIII.
Caminando dos das consecutivos por desfiladeros ancl.inos 1 <;as1 imtccesi bles, sin detenerse en
-637-
IX.
Sin vacilae, i no obstante su dolencia que lo
(1) Datos comunicados al
~utor
-638-
X.
Descans el coronel Barbosa un di:a en 'faiata
para dar aliento a la caballera contra el cansancio i al soldado contra el soroche, i el dia 22 continu hcia Ticaco, donde solo encontr sobre el
hielo la huella de los fujitivos.
No siendo posible, a causa del frio i la distancia,
marchar mas hcia Puno i mnos dirijirse hcia
Torata, dando vuelta por las aspersimas serranas de Candara ve, el jefe. resolvi regresar a Pacha despnes de consultada debidamente esta me-
-639-
-640-
XI.
En cuant a la tropa de caballera que el comandante don Wenceslao Blnes condujo hasta
Torata para hacer el rodeo estrat~jico de los guerrilleros, sufri algnnas inclemencias en el trnsito de las montaas, i en una sola noche perdi
cinco caballos estenuados por el frio; pero logr
estacionarse oportunamente en el lugar de su elestino, i solo regres a Tacna cuando se le comunic
aviso de la retirada del coronel 'Barbosa a su campamento de Pachia.
XII.
Causas anlogas a las que haban motivado el
~nvio de la especlicion Barbosa hcia el Tacora.
dieron orjen, tres meses mas tarde, a la esc:ursion
de castigo i ele rescate que por los mdanos de la
costa llev a la ciudad ele Moquegua el comandante don J. de la C. Salvo.
Aprovechando su conocimiento en los lugares
habase aproximado despues de la derrota de Tacna al valle vecino ele Sama el comandante de los
jendarmes de Moquegua Jimenes, trocado ahora.,
lo publicado' en Et N uevo E e1Toca1Til del 21 de julio de 1881,
aniveisario del comandante de ese nombre.
r-::---,-===t=~-==='==-,Alo-'!Ja.~~r
.!!'
1
11
1
'
li't" li
1
1
1
1
'
/
1 1~.,...;..--_r
1
\ ;
OST AS DEL
--------- --
'L I
-----
59
Kt;~ ,
i.Il:l:.d.~=~
Prtet<J. det .
---------- ~ --------------------~-------------
---
-641-
XIII.
A fin de poner reparo a tales avances i castigarlos debidamente, despach el jeneral en jefe
desde Tacna, a fines de setiembre i por el camino
del Hospico, al comandante don Feliciano ~che
verra con el escuadron. de aguerridos Ca~adores
H1S1'.
pE
LA O. DE I.ll'tiA
81
642
qne mandaba. Mas este jefe, impresionado al llegar a Conde, por la vista de los guerrilleros del
comandante Jimenez, que no llegaban a. cincuenta, i segun otros, asustado por algunos riscos que
a la distancia figurab ~m tropas, torci bridas a su
encargo i a su fama i regres al cu ~utel jeneral,
declarando que Moquegua estaba fu ertemente ocupada por el enemigo i que, por consiguiente, no se
habia atrevido a tomarlo a sable i carabina. Pedia
refuerzos, i venia a busearlos en persona. La .retirada del comandante Echeverra delante de las
piedras: habia tenido lugar el 28 de setiembre.
Indignado el pundonoroso jeneral Baquedano
por aquella conducta tan estraa en un jefe chileno, hizo poner un tren, i conociendo la resolncion
natural i enetja de carcter del comanchnte don
J. de la C. S?tl vo, que se hallaba en Arica, reciende Chile i a caroo
temente reoTesado
o de la artillen
ra del Morro, se diri.i i en persona a aquel puerto
i le orden saliese inmediatamente por mar con
direccion a Pacocha, organizase all de lijero una
espedicion de infantera i m :.t rc b ,~se sobre Moquegua, al paso cue el comand<mte de Carabineros don
B.afael Vargas avanzara por Sama con su escuadran i una batera de montaa p<tra reunrse]e i
operar juntos, si las noticias que el comandante
E che \ erra haba trado resultaban exactas. El
jeneral Baquedano orden a este mismo jefe, que
sin tomar descanso regresara con su desairada tro7
-643-
pa a dejar cumplida, costase lo qne costase, sucomision primitiva. La espedicion vengadora. contara de esta suerte de mas de mil soldados de las
tres armas.
XIV.
rrenia esto lugar en la noche del 30 de setiembre. Al dia siguiente embarcbase el comandante
Salvo en el Paquete clel Maule con su jven e intel~jente ayudante don Jos Alberto Bravo, uno
de los mas entusiastas voluntarios ele la. campaa,
i, antes de amanecer el dia 2 ele octubre, se hallaba en Pacocha.
Con la celeridad que la sitnacion requera i dando vuelo a sus naturales bros, el comandante Salvo
elUi tres compaas del batallan Val di via que all
mandaba el coronel don Lucio Ma.rtinez, segun
dijimos, i 275 soldados del Caupolican, que estaba
desde la muerte ele ::su jefe i organizador don Flix Valdes, a las rdenes del comandante don Jos Mara del Canto, i sin dar espera a aprestos
indispensables en hu., ma.rchas por el desierto i
reclamados por una. dolorosa esperiencia, el impetuoso artillero se movia en direccion a Moquegua
aquella misma tarde con su division de 575 infantes, a pi i solo con 27 cargas de agua i de v veres. A cargo de la tropa del Vnldivia iba el mayor don Jos Joaquin Rodrguez, escelente hom-
.,..... 644-
-645-
XVI.
En la hora exacta de la cita, reuni6se en el
Hospicio al teniente coronel Salvo, el comandante Vargas, que aunque enfermo i echado sobre sn
montura, sabia cumplir militarmente su consigna.
Junto con el refuerzo de caballera ele Vargas, llegaron cipco piezas Krupp de montaa, a cargo del
capitan Nieto (el mismo de Ta.rata), i una abund~nte tropa de mulas con vveres i ag~a.--Las
dos di visiones fcrmaban un total de 855 plazas.
Consagraba el comand~:tnte Salvo el dia 4 de
octubre a organizar sus fuerzas, en prevision de
un encuentro, el 5 bajab~t a Conde i el 6 a las 2
ele la tarde se presentaba a la vista de Moquegua
en el Alto de la Villa, despnes de haber recibido
en las afueras de la poblacion una diputacion de
estranjeros presidida por el italiano don Felipe
Revoredo, encargado de pedir gracia a nombre de
la neutralidad i de la indefension de la ciudad ~
que databa desde el mes de agm;to.
Sin tomar en mucha cuenta este aparato, i sin
( 1.) Diario indito de la campaiia a Moquegua del comandante Salvo, o mas propiamente de su secretario el ayudante
:Bravo, <JUC tenemos orijinal en nuestro poder, i es un documento notaul.e por su prolijidad.
-646 -
descen der del Alto de la Villa, orden el coman dante Salvo que los vecinos del pueblo se convocasen a las doce del dia siguien te en la sala capitular, presididos por su .sndico o alcalde, para que
all tomase n conocimiento del pesado rescate que
Ja vengan za de Chile iba a imponerles. Llamb ase el ajente munici pal don Juan Daniel Navarr ete.
Hzose as, i en la hora fijada del dia 7 de octubre una docena o dos de Trecinos aguard aban al
coman dante Salvo, i ste con una alo_cucion mas
o mnos eficaz, en que recorda ba a los moque guanos su prfida conduc ta para con el ejrcito de
Chile, los conden aba a entrega r, 110r via de multa,
en la caja de la division, en el espacio de veinte i
cuatro horas, la enorme suma de cien mil pesos en
plata.
XXVI I.
La imposicion en dinero era justa en tal evento; pero el motivo debia conside rarse como cruelmente exajera do para un pueblo empob recido por
la guerra, cuyos vecinos pudien tes habian huido i
que a virtnd de la imrasion crecien te del pape 1
moned a rio tenia en realida d arbitrio s para llenar
ni la mas leve parte de aquel cupo en especie, es
decir, en dinero i en pastas metlicas.
A consecuencia de una reclamacion de los circunstan tes, el jefe de la espedicin chilena cosnin-
647 ...;_
ti en bajar la cuota a 60 mil pesos, amenazndo los con el apremio de terrible represalt en caso
denegado; i fu dolor i falta evidente de tacto no
haber hecho descender el tributo a lo que montase el dinero disponible, porque siempre ser desdoro para un ejrcito despojar a las matronas de
su mas ntima i recndita vajilla (como aconteci
en aquel lance) i a las jvenes de sus zarcillos de
gala i hasta de sus sort\jas de alianza, para. echarlas en los platillos el rescate de Brerio.
Mostrse, a la verdad, inexorable sobre ese particular el jefe chileno.
<rPor todas las calles, dice el alcalde o sndico municipal Nnvarrete, en una relacion que pas al prefecto de Arequipa sobre
la breve ocupncion de Moquegua por los caupolicaues, se cruzaban gmpos de personas, tanto de varones corno' de mujeres,
afanosos por ausilin.rse mtuameute para contribuir con lo que
les era posible, depositndolo en mesas colocadas en la plaza.
Cumplidas las 24 hora.s, ocuparon en efecto las fuerzas chilenas
esta poblacion i muchas seoras se presentaron ante el jefe a
pedir la disminucion del crecido impuesto i prroga para cubrirlo, o que se les sealase un lugar de asilo para poner a salvo sus personas i honor, lo q tle no consiguieron a pesar de las
splicas que emplearon i las lgrimas que vertieron; objeto que
tampoco consiguieron el seor cura viMrio i otro sacerdote, seor Comas, que lo acompa ante el jefe:.
XVIII.
El 8 de octubre a ~as 12 (lel dia en punto, el
comandante Salvo descenda a la plaza del pueblo
-648~on
toda su di vision en son de guerra para imponer .el rescate, mintra.s el alentado mayor Alzrreca, segundo jefe de Carabineros, iba a hacer
una prorrata de animales en Torata.
Form el comandante Salvo su division en cuadro como para una ejecucion, en la plaza del pueblo, i tomando su puesto a la cabecera de una
mesa provista de balanzas, iba a comenzar la operacion del rescate, cuando, como en Roma, sintise la voz sentimental de un grupo de damas que
venan a solicitar clemencia.
Recibilas el comandante Salvo con su cortesa
caracterstica, i entnces con eco acentuado pero
suplicante hablle en los siguientes trminos la
seora Dominga Llosa de Duran, que por el apellido parece arequipea i por el alma i la lengr1a
hija de Roma:
Seor:
Nuestros acongojados semblantes mas bien que nuestras pa
labras demostral'.n a usted la tristsima situacion en que nos
encontramos. Tiene usted la fuerza. i con ella la suerte de este
pueblo, su fortuna i su vida; pero esperamos de su corazon mag
T;lnimo i jeueroso que, in spirndose en nobles sentimientos, en
el recuerdo de su esposa e hijos, conceda un lugar de refujio
para la vida de nuestros hijos, para el honor de nuestras hijas.
Hemos dado todo cuanto tenemos; el dinero destinado a nues
tro alimento, las alhajas que conservbamos con cario. Estamos dispuestas a dar mas, todo lo que tengamos, nuestras propiedades i nuesttos muebles. Pero que el honor i la vida de los
inocentes i db iles quede salvaguardada de los desrdenes de
l~t ~ropa. Pedimos nrr luga r .dfl asil.Q .para nuestros hijos. Pedi-
{)4\;J-
-xrx.
El arroga nte comandante Salvo, puesto-de pi,
contest inmediatamente, i conforme-a su diario
de campaa, de la manera que pasamos a espresar:
S eora:
He escuchado con profundo respeto i emocion las nobles palabras que usted, a nombre de las di stinguidas seoras de esta
ciudad, me acaba de dirijir.
((Represe n tan te, i10 de mi voluntad, sino de u~a_ volun tad snperior, yo no soi aqu sin o el mero ej ecutante de las di sposiciones del gobierno de Chile. Tengo el h onroso mandato del gobierno de, mi patria, i dejando a un lado los impulsos prsonales
que pndieran moverm e a alterar mi lnea de co nducta, me es
doloroso, no poder acceder a todo lo qne ust edes, seoras, me
piden. Las hostilidades del ej rcito de Chile s dirij en contra
los que h Qccn hosti lid ades en dao de Chile, no con tra las mujeres, nios i hombres ind efensos : la.s contrib rociones de g uerra
pesa~ sobre t odos Jos h ab it,a ntes de los i1neb los. Al . h acerlas
efectivas, 1as propiedfld es i las casas deben servir para sat isfacerl as, no lP.s personas . Pne .l o aseg ura.; a mtedes, seoras, que
ni un cabello ele per;o na alguna ele e:; t() p neb lo ser toca el o por
nuestt:os soldados. Uste des pueden reposar tmnq nil as. N o necesitan lu gar alg un o de asilo .
. En cuanto a p.rorogar el trmino para el pago de la con tribucion, me es absolutamente imposible hacerl o. He fij aJo UJ{
trmino fatal: no est en mi nim o altera rl o. Lo siento, pero no
puedo hacer nuts>> :
HIST. D L A C. m : LTJHA
82
-650-
XX.
-651-
XXI.
N o hubo arbitrio (si bien, a juicio nuestro, habria sido preferible encontrarlo) i, en consecuencia, comenz la operacion de la colecta de dinero
i de valores que debia durar cuatro mortales dias.
-Por lo que se referia al del primer plazo, he
aqu como el rescate de Atahualpa fp ~ contado:
.l!:l comandante pas con su ayudante a ocupar la sala consistorial i las seoras se retiraron entre e5clamaciones i lgrimas. La comision de vecinos entr6 t a.mbien a la sala exhibiendo
unas tale5as (\On dinero unas balanzas para pe5ar las pa!>tas
metlicas.
Entregaron lo siguiente:
1.7
1
1
250
87
3
27420 50
XXII.
Em aq-uella ct ta apnas la mit,.cl del monto
del cupo ele guerrtl., i para que -_sea posible darse
-6 52 -
el ente1p
cue nta de las ang usti as i sa~rificios que
s moquede su tota l debi cos tar a los infelice
por que
guanos, en su may or nmero inocentes,
ian huido,
los cabezas i los hom bre s de accion hab
uje pero:.
copiamos en seguida, dia por dia, el estr
nzas, sassimo de lo que se recjbia en las bala
ares: '
cado del fondo mas recndi'to de los hog
(Octubr-e 9).
...... -10,0 00
10 taleg as de a mil soles .... ...... ....
920
...
1 id. -cun 920 soles ...... ...... . ....... ......
458
..
1 id. con 458 sol es ...... . ~ ..................
592
...
...
..
......
74 mar cos chafa lo na ele plata ...
ta37,720 soles en bille tes pern anos a 10 cen
.. .
......
......
.
...
377 20
vos cada uno ... ...... ...... ...
.. . ... . 12,3 4 7 25
Tota l ele lo recibido en ese dia ...... ... ~
, .... 27,4 20 50
Recibido el dia ante rior ...... ...... ...... .
.... 39,8 78 75
Sum a de todo en sole s.... ...... ...... ......
'
. .... .
93 marcos plat a chafit!ou:.i, en soles ....
..... .
En pia , 9 marc os 16 dcimos ...... .....
En alhajas tasa das seg un convenio ...... .....
744 00
96 00
182 33
1,022 3ll
Tota l en soles plata .. ...... ...... ...... ..
(Octztbre 13) .
' U tul~gu;;
1 itl.
CUll
316
1,100
41 5
10
(Octubre 15) .
2 talegas de a mil soles ....................... $ 2,000
1 id. de a 331.60 ...............................
331 60
En billetes chilenos............................
20
43 marcos chafal on~a. de plata..............
3q6
Total de soles .................................... $ 2,687 60
Hecha esta entrega se liquidaron con los comisionados las
cuentas de todo lo entregado, i result as:
Entregado el dia 8, valor en soles
Id.
id. 9,
id.
Id.
id. 10,
id.
id.
id. 12,
Id.
id.
id. 13,
Id . .
id.
id. 14,
Id.
50
25
25
33
50
60
93
(1 ) El comandante Salvo haba ordenado tambien en su requisitoria del dia 8 que le serian entregados 30 animales vacnno s, 20 quintales de arroz, 30 quintales harina, 10 quin tales
azcar, 5 quin tales caf, todo lo cual se comp ut en 5,880 pesos .
E l comandante Alzrreca conduj o tr.mbien ele Torata 25 vacas, 10 caballos, 6 llamas i once animcdes menores, i en el pnehlo de Moquegna se colectaron po t medio ue visita 1lomiciliariaf;
38 caballos, .26 mulas, 26 lbmas, 58 yeguas, 22 v-aui:l.~ crn cra.
(j ci'ia,s de pi i 79 borricos .
-654-
XXIII.
En mas de una vez aquella penosa operacion
que traa convertidos, era virtud de rden superior, a los nobles soldados de Chile en judos
venecianos, fu interrumpida por falsas alarmas
de las avanzadas. En una de las primeras noches'
se anunci por tres espresos sorprendidos a la vez
(lo que debi ser ardid peruano) que el coronel
.. Leiva se avanr;aba con ocho mil hombres a arrojar a los invasores de Moquegua. De esto di aviso
inmediato el comandante Salvo al cuartel jeneral i motiv viva alarma all i en el pas. En
consecuencia, el nunca cansado coronel Lagos se
diriji a Pacocha, i de all, con los comandantes
del Valdivia i del Oaupolican, a Moquegua. Por su
parte, el comandante Salvo se babia adelantado
valientemente con 200 caballos i 3 caones hasta
Horno, camino de Arequipa, donde se persuadi
que la noticia de la bajada de los arequipeos babia sido falsa.
XXIV.
El 8 de octubre habia llegado el comandante
Echeverra con su escuadran (103 plazas) i 31
, h01abres del Blnes montados en mula, habiendo
partido de Tacna, el dia 4. Como un castigo co-
-655-
-656-
XXVI.
Con mucha anterior idad a las operaciones, mas
de botn que de guerra, referidas ya en el presente
- captulo, babia tenido lugar una de las mas estravagante s i culpables maniobr as militare s de esta
guerra en que todas las _operaciones en_ grande
han sido coronadas de xito brillante ,_i las de
simple merodeo en desmedro o en baldon, desde
la de Moliendo a la de Ohimbote.
( l) Segun el informe que ntes hemos citado del alcalde don
J uan David Navarrete , los chilenos al retirarse quemaron en el
valle varios injenios i especialme nte el del cqjo FI:Oresl>, autor
' de la 1-1sonada en que perdieron b vida vnrios Granaderos.
El diario del comandan te Salvo no menciona este hecho, pero
rejistra tristement e el incendio ejecutado de las propietJades de
don Csar Chocano, don Gaspar Zapata i don Domingo Barrios
que haban sido autoridade s en Moq uegna.
Tuvieron lugar estos actos deplorable s (porque eran inconducentes) el 16 de octubre, i para quemar el injenio de Chocano
fuP. preci:so que el comandan te Echever-r a regresara de mala gana
desde la estacion de San Jo5 hasta Jos suburbios de Moquegua.
Por lo demas, el comandan te Salvo mantuvo su jente con mucha
disciplina, i por el solo hecho de notarse que dos arrieros haban
disparado sus carn.binas, sin que hubiera declaracion de agravia
-657-
Con el singular propsito de ir a llamar la atencion de la quinta division que en las alturas de
Lipez mandaba a fines de 1879 el jeneral Campero, i cuando hacia ya un largo mes que se hallaba aquella fuerza incorporada al ejrcito de Tac
na, i en la vspera inmediata de esta bata1la, librada a doscientas leguas de distancia, sali en
largo tren de carretas fletadas por 10 pesos diarios
cada una a la casa de Artola, sin incluir vveres ni
forraje, la espedicion que se llam de Huanchaca i
que condujo el comandante de artillera don Ambrosio Leteher bajo la direccion superior del coronel don Marco Aurelio Arriagada, gobernartor militar del territorio de Antofagasta i por rdenes
del gobierno de ht capital.
Con relacion a la estratejia de la guerra { dadas las distancias i el tiempo de la, ejecucion,
aquella empresa era simplemente un desvaro.
Pero por la hora en que se le dej partir fu casi
un crmen.
XXVII.
Era el mes de mayo, poca d~ indecibles rigores en las cordilleras de Bolivia, i en C0nsecuencia era materialmente imposible para tropn bisoa i aun para los mas aguerridos veteranos, ejecutar aquellaJ:..: marchas, que en diversas tentativas
anteriores i verificadas en el verano haban dado
HIST. DE LA C. DE LIMA;
83
-658-
...
XXVII .
Arrastr ndose as ]a maltrata da colnmna. rota
dispersa en trozos, marchan do al paso de las ca-
-659-
rretas por los pramos heladoH i las cuestas inaccesibles, logr descender hcia. ~1 reves de Canchas Bli:l,ncas, donde ocmri un siniestro que mat
a dos artilleros.
Por fortuna un rayo de luz penetr en la ca vi.
dad ce rebral ele los que habian fraguado aquella
empresa cruelmente temeraria, i el comandante
Letelier recibi, en medio de las mas horribles
penul"ias, la rden de regresar a Oalama, sin haber
divisado siquiera las tentadoras lomas mjentferas
de Huanchaca.
XXIX.
Mas cruel que el viaje de subida fu el de regreso, porque coji !1 la desbaratada hueste un
recio temporal de viento i hielo q ne estuvo a
punto de hacerla perecer. I as habria acontecido
casi sin remedio sin la estraorclinari<Lene1~jia i sagacidad militar de su jefe.
Desde que salimos de la posta de Viscachilla (que es t al
otro lado de la cordillera), !lice la relaciou que hemos venido citando, principi un temporal de viento; el prime dia, que fu
de marcha. hasta Tapaquilcha, no fu tan terrible como los dos
dias consecutivos de esteltimo punto a Ascotan i Polape, dias
terribles i que no los olvidar nunca. Cua.tro cn.ballos se me
quedaron en el camino apunados; tres hombres helados, uno de
ellos, alemau, pedia le cortaran el pescuezo i buscaba el cuchillo
en las botas (el que ya un soldado le habia quitado); los que tle
libraron de la muerte fu mediante a las atenciones del doctor
seor Mamerto del Campo, quien se ha portado mui atento con
XXX.
Tal fu, someramente compendiada, la espedicion a llnanchaca, que era la stima de su especie despnes de las tres de Moquegmt, la de Moliendo, la de Ohimbote, la de Tarata; todas mas
o mnos ineficaces para el gran objetivo de la
campaa, que en la primera faz de la guerra fn
Tacna i en la segtmda Lima. (1)
XXXI.
-661-
-662
XXXII.
N o escaseaban tampoco en Tacna los sucesos
dolorosos, porqne, aparte de un oficial chileno que
fu asesinado por nn cabo que qustodiaba una casa, el valiente capitan del 4. 0 ele lnea don Jos
Miguel La Barrera, que tanto se babia distinguido en el asalto ele Arica, pereci vctima de una
celada peruana en noche de placer. El capitan La
Barrera era natural de Chillan i en 1861 habia
comenzado su carrera en el 4. 0 de lnea como simple soldado, a ejemplo de sn jefe el malogrado
San Martn; i cuando aguardaba sus despachos de
satjento mayor cay vctima de una daga que le
atraves de parte a parte el costado.
Los peruanos no ces<:tron ele mostrar su aversion tenaz hcia los invasores i llevaron en ocaswnes su venganza hasta el insulto i la villana.
(<El 18 de setiembre, esc1ibia un oficial a su familia desde
Tacna, hubo misa de gracias a la cual asistieron la l. a i 2." divisron.
Des pues de la misa desfilaron por la calle del Comercio, donde estahaba el j efe para pasarles revis ta. Cuando tenia lugar este desfile, le tiraron agua sucia al estandarte del Atacama i de
pedradas al del Santiago, i no s a qu otro cuerpo. Todo esto
se ha dejado impune, ha pasado desapercibido qu tal? (1)
( l) Carta del teniente Roherto Aldunate a su madre la seora Albina Bascuiian de Aldunate, setiembre 21 de 1880.
-663-
XXXII I
Atentad os de ndole tan indigna en pas avasallado por sus derrotas , habian encontra do sin embargo con anterior idad esplndi da compens acion,
porque, guiado el intelij ente capitan de inj enieros
don Enrique Munizag a por el dic:hc' de un soldado prisione ro i en seguida por la revelaci on del cura italiano de la iglesia parroqu ial de Arica, supo
0
que el estanda rte del 2. de lnea, perdido en Tarapac, se hallaba escondido e n la sacri sta de ht
iglesia de San Ramon de T acna, i ayudado por el
capellan de ejrcito don Ruperto lYiarcha nt Pereira
i por un cabo del La u taro llamado Oipriano Robles,
lo estraj del fondo de una caja de casullas elll de
junio, con intenso regocijo de todo el ejrcito, que
as quitaba al enemigo su nico trofeo. (1)
( 1) H aqu cmo en una carta dirijida al E standmte Catlico bajo la firma de El nmero cinco i que fu publicada en
Santiago el 27 de junio, se daba cuenta de este feliz suceso que
en otras edades habria sido de seguro terna de milagr os . .. Virjen Santisima del C:irmen, murmurab a en voz baj a el capell an
cuyas m anos temblaban, devl venos nu P.stro esta ndarte ~ Se
abri la seg unda caja: como en la an terior nadn! Queda ba una
tercera mui an tig ua sobre la q ue se encon traba n dos g randes
im jenes de bul to. El cabo tom en sus brazos una de ell as, i
mintras la trasl adaba a otro sitio: Anj el mio, murmur con
voz apagada i tembl orosa, perdnam e, pero .. . ti enes que entregar el estandarte! Volvi por la ctra irn {~j e n i, al trasladarla ,
de nuevo la diriji la. mism a irn precacion: Anjel mio, percl0nam e, pero .. tienes qne entreg ar el es tandarte! La caja es taba
abierta: creo qu e en aquel momen to: como los golpes de un pu-
-664-
XXXIV.
Pereci por estos dias en lecho rodeado de respeto i de afectuosos cuidados pero no a infltjo de
las balas que tenan snrcado su cuerpo en los
comb ~ttes que se haban sucedido en ]a repblica
en el ltimo medio siglo, desde Lircai a Tacna,
desde Piura. a Cerro Grande, el bravo entre los
bravos, comandante del r~jimiento Chillan Vargas Pinochet, a quien por la fama de sus hechos
militares i en memoria de ser el ltimo capitan
del viejo Carampang ue pusironle sus amigos al
morir-Var gas Carampang ue. Tocado dos veces
en Tacna por e1 plomo, se mantuvo entero, pero
anciano ya de 67 aos, sucumbi en esa ciudad a
una rcia pulmona, fruto de sus patriticas fatigas.
dulo, se podan contar las palpitaciones de esos tres corazones.
El capellan sac un cojin forrado en damasco, lu ego otro, i en
seguida, de repente, se agach abriendo con fuerza con las dos
m anos una bolsa de brin que estaba en el fondo i esclamando:
Aqu esta!!. ... ; luego lo bes i lo pas al cabo que se abraz
de l llorando, be:>ndolo i esclamando: tqE I Estandarte! el Estandarte! Mintras se volva a arreglar la caja, colocar los santos en su lugar i se cerraba la puerta, el capellan lo tomaba otra
vez i medio doblndolo lo cruzaba sobre su pecho bajo la sotana
i luego salia a la calle con tanta precipitacicn que apnas si poda seguirlo el capitan. Ambos se dirijieron a casa del coronel
Amuntegui, comandante jeneral de la plaza en ese entuces.
El seor coronel habia salido pero estaban sus ayudantes i el
comandante Dubl.-Qu sucede? preguntaron a una voz al
ver llegar al capellan qu noticias trae? El capellan por toda
respuesta desabroch el pecho de su sotana, apareciendo la hermosa estrella <.le plata del Estandarte que todos se quedaron
mudos i silenciosos con templando ... >>
-665-
XXXV.
Por lo ciernas los soldados i oficiales del ~jrci
to hacian cuanto les era dable poT matar hones-
tamente el tedio de su existencia condenada a
eterna espera. En los campamentos de Pocollai,
Calana, Arica, Dolores, Pisagua, etc., se sucedan
las representacione s teatrales amenizadas con juevos acrobticos, tteres i pantominas, i aun, elevando un tanto mas su estro, los sa1jentos del
Atacama comenzaron a publicar en Pocollai una
hoja manuscrita i humorstica titulada El Atacameo, al paso que los oficiales de algnnos cuerpos
daban alegremente vida a un peridico impreso
en Ta.cna en octubre, al cual por remedar al Eco,
diario que babia sido ele los perua.nos, le pusieron
por nombre el Hueco, hasta que la autoridad, celosa de la disciplina, lo mand suprimir.
XXXVI.
Ocurri tambien a fines de ese mes un desastroso incendio que consumi en ocho horas veinte
i siete manzanas de la ciudad de Iquique, valorizndose el dai'o en tres millones de pesos. (1)
(1) Por los siguientes elatos exactos relativos a las prdidas
de las compailr.s de seguro en 1q uique podr apreciarse la inHfST. DE LA C. DE T.IMA.
84
666-
20.000
(( lUO.OOO
8 0,(JI 0
20,000
30,000
5,0 10
50,(100
305,000
(1) La plaza de Iquique fu fortificada por el intelijente mayor de inj enieros don Emilio Gana co n 4 caioues Parrots de a
200 que all dejaron los peru anos i en la isla de I qniq ue (llamada ahora Esmeralda) se pu so uu caon de 150 estraido de la
Inclependencia.-Pis ngua qued defendido co11 los mismos cafionet~ de a 68 que en ese puerto se encontraron el 2 de noviembre,
i, en jeneral, todo fu hecho a costa del Per i de sus derrotas.
En cuanto a la organizacion adn;inistrativa de provincia chilenaque se di al departamento de Tarapac por eljeneral Villagran, que alli continuaba mandando la reserva, compuesta de dos
o tres batallones, aparte de algunos nombramientos de jueces de
G67-
XXXVI.
Tal era, mas o mnos, la situacion de los campamentos chilenos a l_o largo del litoral del Pacfico desde Antofagasta a Pacocha, desde Pachia a
Arica, cuando el 10 de octubre llegaba al ltimo
puetto el ministro de la guerra en campaa acompaado de los jenerales Saavedra, Sotomayor i
Ma.turana, a quien seguiria en breve el jeneral Villagran ascendido recientemente a .ieneral de division, con numeroso grnpo de j efes de (li vers<ts
jerarquias en el vapor Valtlivin, i cuando disipada
la paz de Arica como si hubiera sido espesa ca
manchaca de aquel pesado clima, penetraba, un
letras i de n.lzn.d <t (que eran los mismos constituidos en tribunal), se dict la sigu iente pbnta. jndicittl pam t.odo el territorio
ocnpado, nombn\nctose jueces ele subclelegacion con el ttulo peruano ele jue-ces de paz.--Di striL1 de Tarapac. El Cercado (la
misma ciudad), Laonsana, Guavia., Coscn.ya, Sibaya, Limacsin::t, Mocha, U smagana, Si piza ( clt~bre por una capi lla en que
el fanatismo in cljena ceb su ambician) . Guasqnia, .Ma'1liia,
Parca, Macaya, Pica (clebre por sus vinos, ma~: esquisitos que
el mejor oporto estranjero ), Matilla, Valle de Qumna, Canchanca, Huatacondo, Quilhtgna, Chiapa, Sotica, lsluga. (inmediato al vokm ele su nombre), Casiqnima, camina i Soga. En
Ta.rapac i Pica hai dos jueces de paz, atendida la mayor poblacion; en los ciernas solo uno.
Los distritos judiciales en que se dividi Iquiquo, fueron: El
Cercado (el mismo puerto), Pisagua, Meji llon es, Pabellon de
Pica, Huanillos, La Noria, Sal de Obispo, Sa n Francisco, Zapiga, Pampa Negra, Negreiros, San Antonio, La Perw., Tacna i
Camarones. En Iq uiq u e hai cuatro jueces de paz; en los de mas
uno.
' .'
fl6 8-
CAPITULO XVIII.
Atraso que la paz crea en el arte militar.-Nuestros jenerales no consienten en ir mas all de Y ungai i de Loncomilla. -El gobierno, por su
parte, se obstina en el raqutico sistema de levas i de enganches.-Esfuerzos intiles de la prensa i de la opinion por cambiar estas tradiciones i rutinas.-Apelacion a la autonoma del pas i resistencia del
gobierno durante ao i medio a este arbitl'io para levantar ej rcitos.-Se resuelve al fin a cambiar de t ctica, i esplndidos resultados que se
obtiene.-Todo Chile sobre las armas.-El jeneral Baquedano solicita
marchar a Lima desde el 8 de julio, i cmo detalla su plan que es el
mismo llevado a efecto seis meses mas tarde.-No se le contesta.-Propone enviar una espedicion lijera a La Paz i se le responde encargndole
despache un emisario a tratar el rescate de dos oficiales chilenos.-Se
pretende hacer creer, para cohonestar la poltronera del gobierno, que
el ejrcito no est dispuesto a ir a Lima.-Demostracion de esta calumnia, i como se manifiesta que, desde Antofagasta, la espedicion a. Lima fu la nica ambicion del ejrcito i cmo los peruanos mismos as lo
creian.-Carta del jeoeral Castillo.--Cuales eran los aprestos del gobierno para la espedicion a Lima cuando negociaba en octubre la. paz
en la Lackawana.--Importantes revelaciones del delegado de la. intendencia Perez de Arce sobre este particular.-Las relaciones del ministro de la guerra en campaa i del jeneral en jefe, i su primera entrevista
en Tacna.-Irregularidades i agravios del gobierno para con el ltimo.
-Se distribuye el ejrcito en divisiones, se les nombra jefes i se le
asigna desde Santiago Jefe de Estado Mayor i sub-secretario sin su
consentimiento ni siquiera su consulta.-1~1 fracaso de las negociaciones de Arica salva la honra del pas i cmo el ejrcito se alista para emprender la campaia de Lima.
I.
-670-
sin contar el. presente, van corridos de esta historia i revista de la guerra, crnica minuciosa i
comprobada de hechos que sigue el carro ele aqulla cual si fuera su sombra i su reflejo en la revuelta i ensangrentada arena, hemos venido midiendo el incalculable trecho que nos haban dejado atras las artes prolongadas de la paz en el
arte de la guerra. Mui pocos, si alguno de nueR
tros jefes, habian pasado mas all de Yungai, refriega de montaas i de fusil de chispa, o de Loncomilla, pelea no de ejrcitos sino de perros bravos en que fu nn lujo matarse a culatazos i con
fusil de . fulminante.
Rabia sido ::;to, a la verdad, de tal manera,
que el jeneral en j 3fe habia resistido con invencible tenacidad (ca.so inveroRimil!) a la agrnpacion
de su ejrcito en divisiones, al paso que el gobierno, ciego al espritu del pas i sordo a sus gritos,
continuaba (cosa increble!) empeado en reclutar i reformar el ejrcito por medio del sistema
colonial, podrido, injusto i negativo de las levas i
el enganche, los garitos i la chicha (1).
(1) A este propsito, uno de los oficiales mas intelijeutes del
ejrcito, el capitan don Jos Miguel Moscoso, nos escriba desde
Valparaiso el 1.0 de marzo de 1880 las siguiente!:! palabras:
<r.La organizacion de batalloP.es por provincias i pnr departamentos, es la verdadera, la que, como a Espaa en 1808, puede
salvar i hacer la grandeza de Chile, i no la leva o el enganche
de jente perdida como se est haciendo hoi.
Como Ud., seor, en su artculo del Nuevo Ferrocarril Je
hoi dice <Cj Arriba mat> jente! no puedo dejar de noticiarle la
-671-
IT.
Gota a gota, seman a tras semana, meses en poR
de meses, fueron acumulndose as, en el cuartel
de depsito de la CAadilla de Santiago, desde
m ayo a julio, los in di vid uos recojidos en los ca mpos i a gran el para llenar las bajas de la campaa,
i aun para esto su nmero no era suficiente. Un
manera c mo el g obi erno sig ue ll am ando la j ente que se necesita pnra l a gu erra.
Desde ayer ti ene rden el capi tan do n Luis Sa nch ez pr.ra
en gan char desde quini en t os h as t a mil h omb res, con un enganch e d e 14 pesos por so ltlado, con mas u no. prim a de 50 ce ntavos
al q ue consigue saca?' de las c/ticlteras o casas ele juego a los
nu evos sold ados veucedores.
>> D esde aye r a h oi :se ha n enganch ado siete soldado s; si Ud .
v iera, 5e11r, q n sol dados, le rla ri a g rim n..
8 11 CLH.nto t iem po se vend rn a renui r los q ui nientos o nl
qne :se uece::<it.a n?
l'or sn pa rte, el nutor d e este li bro, qu e desde el p rim er mon~e uto hauia. trabaj ado en la nen:;a po rque se diese al ejrcito
su orga nizacion tcn ica i nat ural e n r eji rnientos, d i vi s ion e.~ , estados m ayores, etc., h ab ia 1uchaclo tam bien s in t regua i sin
fruto p er.o co n ahi nco a fin de q ue se ll amase al pas a las a r mas
por co nt ij':l ntes de p rovin cia ; porqu e se p usieran sobre las a r mas
al mnos 30 m il h om b res, i porq u e se acometiese al fi n la guerra,
como em presa nacional de la rgo ali ento i cl uracion, i como a tal
se la co ndujese. Los q ue quisiera n iu fo r mn,rse de esta tenacidad
de prop itos escuch n,da solo a lt ima horn,, h a ria.u bien en l ~er
los a rtcn los q ue en seg uida eitamos po r s us t t ulos i s us fechas,
los cuales fu e ra de los q ue en otra ocas ion h en:.os ci tndo, v ieron la
l nz en el Nu e1;o Fnroca?Til, el perid ico del ejrcitOll . - San
J uan en el desierto, feu re ro 2 de 1880.-El Gcuampangue en
Loncomilla, marzo 15 de 1880. - Guerm de contado i guer1a a
plazo, m ayo :.s de. 1880. - E n el Merczuio de Val paraso se p ublicaron con el mi smo propsito l os sig uien tes a r tculos: E l p rime7' aniversario, febrero 14 de 1880.-Lo que ltemos heclw en
ttes meses, febrero 20 de 1880.
-.1
-672-
diario de Valparaiso que tom nota de la remesa mas fuerte de esta carne cruda i annima
de caon despachada en el trasporte !tata el 3 de
agosto de 1880, apuntaba las siguientes partidas
de remplazo:
Para el Talca... . . . . . . . . . . 351
Para el Colchagua . . . . . . . . .. 286
Para los Navales. . . . . . . . . .. 231
Para varios cuerpos. . . . . . . . 605
III.
Era eso hacer la guerra a retazos para que fuera mucho mas cara i mas sangrienta. I era en vano que la prensa clamara contra ta.n anticuado i
estril arbitrio, porque mintras en las provincias
se juntaba jente para un trasporte, otro trasporte
traia del norte, a ttulo de licenciados, de in validos o de enfermos, un nmero aproxima ti vamente
igual de bajas. La guerra se habia hecho de esta
suerte, la imajen viva del tonel de las N ere.idas.
El sistema invariable adoptado hasta aqu, decia un escritor, preocupado constantemente de las
cosas de la guerra, en un artculo que di a 1uz en
El Me1cw'o del 3 de 1880, ha consistido en estas dos cosas:-1. Hacer economas de yuartillos
para gastar mas tarde millones, i 2.a No creer en
las fuerzas vivas del pas i n esplotarlas con
tiempo para la victoria.
-673-
85
-674-
IV.
Al fin, el ministerio escuch el nni \ ersal clamor, i en los ltimos das de julio de 1880, cuande la guerra llevaba de duraeion afio i mecho,
dict un decreto en el que se llamaba a las armas
el eleme11to autonmico de la repLlica, es decir, se
adrnitia en ht participacion directa de la guerra a
las pro\'incias rnedinnte la orgnnizacion de los
cuerpos del ejrcito con sus propios ofi ciales i
sollhclos, sn denom inacion lugarea, la bandera
del hogar, etc., como se babia practicado en 1839
i como era de lei el volverlo a poner por obra.
I vise entnces con n:;om bro por los incrdulos qne en el espacio de dos o tres meses el ejrcito se duplic como por encanto, con virticndo
cada provincia sns bat.allones primitivos en r~ji
micnto::;, como el Atacama, el Coqnimbo, el Aconcagn<t, el Colchagna, el Ta.lca, el Chillan; el
Chacabnco, etc., i dando otros pueblos nn evns ]ejiones que se llamaron el Valparaiso, el Rnncagua,, el Rengo, el Victoria, el Con cepcion el San
l i'c rn ando, el Vicbuqnen, el L ontn, el nble, el
:Maule, el Biobio i otros mas.
Con fecha 30 de setie mbre se dispuso tttmhicn
cnerr1arne nte organi;ar en las provincias centrales
m1 t'j rci to d_e reserva comp uesto (1e die;~, mil hornbrcs i :t cargo r1el co ronel don JJni s Arteaga.
7
-675-
V.
Verificado todo esto mas en e~ papel que en el
terreno, el ministro de la guerra se embarc con
destino a Arica en los primeros clius ele octubre,
segun ntes vimos, con el propsito de activar la
marcha del ej rcito hcia Lima, cuando la mano
de los negociadores de la p:~,z le diese n suelta i
licencia eu Santiago i en Arica.
Tenia esto lngar cuatro largos meses despues
de la batalla de 'faena, qne para el ejrcito i el
pas no habia sido sino el prlogo de b marcha. i
ocnpacion de Lima.
VI.
Apnas habia trascmrido en efecto nn mes desde el asalto de Ari ca, cua.ndo el j eneeal Baqueda- .
no, con ojo mucho 111as militar que los politiqueros
de Santiago, co n mucha mayor prevision que su
gobierno, habia soli citado marchar a Lima, sin
poner otras condicion es que la de que f)e llenase n
laR b e:~jas de las dos ltimas bat<tllas i del clima..cc Para espedi.cionar sobre Lima, cree el j eneral, es criba por su rden su secretario don Mximo Lira
al presidente Pinto desde 'faena el 8 de julio, que
basta el ejrcito que tiene actualmente bajo sus
-676-
-677-
VII.
Corresponda por otra parte aquel plan de operaciones al sentimiento universal que palpitaba
en el c01azon de todos los chilenos, ora bajo el
burdo poncho de sus labriegos, ora bajo la tienda .
de lona de los campamentos. Pero todo aqnello
el'a formar coro al viento i a las nubes, porque lo
nico que se buscaba por el gobierno, con la escepcion evidente del ministro de la guerra, a
quien en propiedad lg'.!ien puso entnces el nombre de Sisifo, era la paz. I si bien se firmaban
decretos de creacion de cuerpos i fletamento de
trasportes, verificbase, esto segun en seguida va
a verse, sin soltar ni por un momento la rama de
olivo cada vez mas i mas marchita qne el jefe del
estado traa asida con sus dos manos. Llegse a la
verdad hasta afirmarse por ulicos complacientes
que el ejrcit? se mostraba desazonado i hasta
( 1) H aq ui la condensacion que hacia la carta mencionada i
que tenemos a la vista.
6
2
12
3
1
6i8-
reacio para marchar a Lima, cuando se era pre cisamente su mas anti guo i mas vehemente anhelo . (1.)
I aqu es de notar que los peruanos mismos
creyeron que la campaa sobre Tacna seria solo
un movimiento disimulado para ~jecutar la gran
medida estratjica ele la guel'ra.-ccTem o mucho,
escribia el mas anciano i entendido de los jenerales peruanos a un hijo s uyo que servia en el ejrcito de rracna, temo mucho que L ima sea el verdadero punto de la eleccion ele los chilenos, porque ~
si quisieran ir sobre ustedes no lo dirian .)) (2)
--------"------------------------------- --------(1 ) A fin d e desvanecer esta impostura, el autor de esta his toria se vi en el caso de publicar a fine s de setiembre de 1880
un artculo con el ttulo de L ct Calumnia de Li ma, en el que se
rejistraban muchas de las m atl co nstante~ i an tignas r eclamacio .
nes del ejrcito i de la prensa en favor d e la campaa de Lima.
En el anexo de este captulo damos cabida a algunas de esas
manifestaciones que d <1t aban a la verdad desde los campamentos ele T mapac, ntes de emprender sobre Tacna i Arica.
(2) C.arta del j ene ral don Fermin del Cas tillo a su hijo
Eduardo, fe chada en Lima el 7 de febrero de 18 0.--En cuanto
a nosotros, ese habia. sido nuestro programa invariab le desde
que estall la guerra, i por esos mismos dias, e1i nn trabajo demostrativo que ll ev:tba el ttulo de- A L ima.' A L ima/ (marzo
1. 0 d e 1880) esclambamos con indestructible colwiccion: A Lima! A Lima! ser nuestro g rito de g uen a h oi como en el primer dia rlel ao en curso, que es el seg un do de la mtmpaun..
N u estros conductores han prefe rirlo, en lugar de la lnea tecta
del Pacfico qne n0s seftalaron San M:artin i BI.lnes, la cnrva
que en 1837 eliji con opaca estrella, a tra.ves de los pramos i
i de los valles el almirante Blanco. Sea! I vamos todos con ellos
a la batalla, a la victoria i al deber. Pero una vez hecho esto,
que de la sangre j ene rosa que va a verter8e se alce este solo grito, q ue es h aspiracion unnime del p:tis i del so ldado A Lim a!
A Lima!
I esto era cuatro meses ntes de Tacna!
-679 -
VIII.
Pero era tan dolorosamente cierta ]a ciega invencible resistencia rlel presidente Pinto i sn crculo al plan qu e t an hbilmente bosqu ejaba el
j eneral en jefe por mano ele su secretario, que ni
siquiera (aunqu e esto parecer ia completamente
invero smil) se ]e acus recibo de sns proposiciones!
Medit tambien por esa poca el jeneral en j efe despa char un a especlicion de tres mil hombres
a L a Paz, a cargo del activo e intehj ente comandante don Arstides Martinez, i au nque semejant e operaci oE pndo dar en aquellos momentos los
mas feli ces res ulta.clos, se ]e co nt ~s t qu e enviase
un oficial a proponer el canj e de los dos oficiales
chilenos qne haban caido prisioneros en Locumba ..... (1)
Comenzaba aquello ciertamente a ser profundam ente irritante.
IX.
Verdad era que desde fi nes de se tiembre habian llegado <1 Ar ica al gu uos buques a vela fleta( 1) Cartas del secretario Lira a l p;esidente Pinto, Tacna ..iuJio :3 de 1880. Datos co m un ica.:los al autor por el jeneral Haq uedan o, el ser retario Lira i el coron el lVfar ti n ez .
-680-
X.
Pero como a cada cosa i a cada homb;e llega
en la historia su hora i su pjina, sobreviene ahora el m\so de ocurrir al testimonio del delegado
jeneral de la intendencia del ejrcito, empleado
de alta responsabilidad hoi mismo, quien lleg a
Arica el 17 de octubre, i apreciando la situacion
de guerra qne el gobierno del seor Pinto babia
creado a la guetra basta una semana antes del
rompimiento de las negociaciones ele paz en Arica,
- 681 -
X T.
Ta1 ern la. guerra en medio ele la paz, i no po clia bajo ningun concepto ser de otra man em, dada la ndole fsica i moral dd mandatario que
desde su gabinete se obstinaba a su mane ra en
dirijirla.
( 1) 1ltfemoria. que el delegado ele la intendencia jencml del
ejrcito don Hermjenes P e1ez de ..t11ce ha pc~sado al seor intendente.- Lima, 188 1.
HIST. DE LA O. DE LlMA;
86
-682-
XII.
Por fortuna, las relaciones de los dos conductores rivales de la guerra iban a ser desde el primer
dia tan cordiales corno era menester, no obstA-nte
que en el fondo ele los corazones las intenciones i
los agravios quedaran inalterables. En la noche
de sn llegada al cnarteljenerar de Tacna el jeneral en jefe visit de etiqueta al ministro de la
guerra, i ste al devolYerle al dia siguiente su
cortesa: acompaar:lo del prefecto de la ciudad
don Eusebio Lillo, crey oportuno entrar en ciertas esplicaciones personales sobre los acontecimientos ya pasados que aclararan un tanto los
horizontes. Oidas esas manifestaciones, el jeneral
Baquedano dijo al ministro en su lenguaje peculiar i soldad~sco:-c<Ud., ministro. Yo, jeneral.
-683-
X III.
Conviene, a fi ll de valorizar todo es to, ch;ja l'
aqu constancia ele que el gob iem o no solo no
acept las proposiciones militares del jeneml en
jefe para especlicionar sobre Lima i sob re L a Paz,
sino aun que el ej rcito fu ese distri buido et1 di visiones no en su tienda ni bajo ~: us ojos ni a su dictado, si no en el gabinete del presiden te, cnal si fu era.
aquella cuesti on de agrnpar fardos e n la aduana, i
qne aun se nombraron en S<:mti ago j efes i subj efet:i
para aqullas, incluso el del estado mayo r j eneral ,
sin haber solicitado siquiera su parecer i mnos su
vnia, ni aun para quitarle su secretario personal
nombrndole otro. (1)
(1) El intendente de Va lparaiso don guJ ojio A lta mirano fu
nombrado secretario jeneral del ejrcito de operaciones, pero no
lleg a t omar posesion de su des tin o pot h ;1ber significado el
jeneral en j efe que se hallaba satisfecho con Jo; se rvicio:> del seor Lira. El nombramiento del seor Al ta mira no decia asi :
-684-
XIV.
Por fin, i para ventura de Chile, el 27 de noviembre fu arrojado al agua por uno de los portalones de la Laclcawana el castillo de naipes que
pacientemente habia venido encumbrando el jefe
del estado para fmj arse ante s propio las ilusiones de una paz imposible; el 10 de noviembre regresaba la division complementari a del coronel
Lynch; i desatadas as todas las amarras en el
cuartel jeneral como en la baha, dise rden a la
escuadra para estar lista a levar i al ejrcito para
embarcarse, despues de cerca de dos aos de gueITa, en demanda del nico objetivo capital de la
.
gner1~a,-de la capital del Per.
tamirano, se trasladar al norte a desempear el cargo de secre.
tario jeneral del ejrcito de operaciones.
Tmese razon i comunquese.
PINTO.
M. Garcia de la Huerta.
-685-
Primera brigada.
Coronel don Patricio Lynch.
Rejimiento Atacama, coronel Martinez.
Id.
2.'' Je linea, comandante del Canto.
Id.
Talca, comandante Urizar.
Id.
Colchagua, comandante Soffia.
Batallan Quillota, comandante Echeverra.
Segunda brigada.
Coronel don Jos Domingo Amuntegui.
Rejimiento 4.0 de lnea, comandante Solo Saldivar.
Id.
Chacabuco, comandante Toro Herrera.
Id.
Coquimbo, comandante Jos Marin Soto.
P1imem
br~rada.
Segunda
br~qada
TERCERA DlVIS!Ori.
Pn'mma brigada.
Coronel, don Martinian o Urriola.
Rejimiento Zapadores, comandan te Martinez .
Aconcagua, comandante Diaz Muoz.
Id.
I los batallones Navaleg, (comanda nte Fierro) i Victoria,
l comandan te Baeia).
-687Segunda brigada.
Coronel, don Frnncisco Barcel.
R ejimiento Santingo, Comandante Fnenzalida.
Id.
Valparniso, comandant.e La Rosa.
Batnllones movilizad os B1lrel'l, coi:rwndante Echevera; Valdivia, com:mdante Martinez; Caupolican, comnndante Canto; .
Concepcion, comandante Segel.
Caballeria, Carubineros de Yungai, C(Jmandnnte Blnes.
Artillera dos brigadas.
Tota 1 del ejrci f o de operaciones.- Tres divisiones, seis brigadas, diez i seiR rejimientos i ocho batallones de infantera;
tres rPjimientos de caballera i dos de artillera, divididos stos
en seis brigadas, que dan en cifras redondas, uu total j eneral de
24 mil plszas efectiYas de combate, divididas en tres divisiones
mas o mnos de ocho mil hombres cada una.
Contando con el personal de la escuadra i trasporte&, (32 quillas): el servicio sanitario, parque.,
bagajes, arrieros, etc., la especlicion chilena sobre
Lna escedia en mucho una cifra de treinta mil
hombres, empresa tardia pero grandiosa del patrio6smo chileno a la que vamos a consagrar las
ltimas i mas gratas p~jinas de eRte libro.
-688-
I.
LA COMPARA A LIMA EN NUESTROS CAMPAMENTOS DE ANTOFAGASTA
1 TARAPAC.
(Fragmentos).
68\) -
-690mas de diez o doce mil hombre,;, t.m-;i e11 sn tot~l itLd g"i.Litr.l~ts
ll <tt:ion <des de loma> reclutas i mui mal anuarios, s mu reeientellL Cnte no h an recib ido otras arm as . P<tra q ne puedas n.ptec in.r .
ht l'tl rdad de Jos hechos, te contar rrue CU;"Lndo toda Ja prensa
pcmana refera aguell ,, clebre revista J e 15,000 hombres, creo
r ue <L med iados de ftg cHto, un espa, cuya c:u ta he leiclo, esc ribin.: ((he contado el ~j rcito uuo a un o i solo han pasado revista
G, 050, de tnodo qne con lo.s que hai en el Callao, calcu lo un
m.ximun ent.re esta poblacion i Ll.lla de 8,050 hombres. En el
norte no tienen t ropas ni pueden recl atarlas.
l desrle esa fecha aun han enviado mucha parte de la tropa a
Ari ca e Tqnique. En Arica supongo podrn formar de doce a
catorce mi l hombres, tropa sin duda mui superior a la J e .Lima
..
'
actualmente.
Para obrar sobre Aric<t o Tacna la cuestion desemb;trq ue ofrece mas difi cultad es, i todava enormcm ute mas lo de m:m;har
por tierm.... .. . . . .. .. .. ( unotacio n de distancia , detall es, etc. )
Los puntos para desembarcar pueden ser Ii o, Sama, Arica o
Oa maroue::;. llo con bs caletas Je Pacocha, el l i1g les, etc., ofrece
g ra.ucle~ difi uultade" para un desembarque, pero los cam inos por
ti erra pre::;ent,w num erosos inconven iente:; [l<'l t UII ejrcito,
cte. .. .. . .. . ... (<1 esc1i pcion, etc. d ltts via.s a Ari ca "i 'l'ncna.)
Sama i c;~l eta s veuiuas por Ja couform ;w i ~ n i bntve2: tL.~ de! l.llur
son II ;Wccs ibl es ..... . ....... .. (tlescipcion, di st, il uia, etc., viu n.
Taeua i Aricn.) Por lo que haco a entr;'tr po;: el mi .mo A rica
qn e cls un esce lente pu ll :ro, ] empr c~ a. po drin, si g nifi<.: arnos 1<L
pnlicb ele tlii O '' du;:; de JIIIC:' t in s 1nejorcs buq ue.<.......... ... .
( r! ese r ip ci o n C() JJl() la <bll f,e rior.) i.'l" n:; e u da (J;HD Ul"\HIO::l. De Camarones a Aric.;a hn.i, ete. Ds te t;;"Ltll itO <'S :; in reu ur~ o s i creo q ue
tam p n,~o pueuen co udu ci::;._ por l veh e: tl o.; i art il! eritL de cam p:tna; si se pu ede, seria c.u11 sum t rai1 :1j '' Hai mucuo:; fJll e a l
pre:;eute no le toma11 e l pe:.w a lo de tra,;pu:"te dt-1 vveres i agua,
JUIIIIc.;oll e ~, etc., etc., JIIIl to que acrece ea lll [H>rta ucia desde que
toda previ:;ion puede fai[;lt' por UJm r e ~i t; te u c ia :n as o runus larga o i uesperad tt, etc., etc.
PanL O[I en:r ::;uure Lim u. :;e pd ri;t dt.!.iil tb:trc.;n.r eu ADcuu ; eJl
691 -
602 -
JJolmr!S, enero 1 fi
P or mi parte, me ]Jn rece preferi ble, si se pi eil:m dejar bien
g uarnecida la provineia de Tarapad con 4 o 3,000 hombres a
-693 lo mas, que hasta se hi ciese el ojo gordo a fin de que los alittdos
acumulasen mn.s trnpas entre l'acna i A rica, retir{mdol a.s de Lima, i para dar nosotros el golpe e u esta ciudad. H e leido en
nuestros diarios varios artculos de diarios pernanns i todos pideu
al gobierno el aume nto de las fuerzas de Ari ca; e< pues que indu cbhlemente tenem os que obrar sobre este lugar ntes q ue wb re el
Callao o Lima, porqu e 11 0 pode mos dej ar un ej rcito a la es palda.J) I qn puede hace mn s dicho ej rcito siendo uuestro el mar
i estan do regubrmente guarneci da l a pmvincia de 'l 'arapac(L?
I lu tsta buques 11 0 se ria e;;t rafto obtuviese el Per si vam os demorando i demorando .
La revolucin de T<tCmL en vez de d isol Vtlr ha afirmado ht
alianza, i, en jenem l, con la s nl!i Ja. ele Pi m la, el es pri tn pblico en el P er veo que se ha reanimado. No pens que lVIonte ro
se sometiera sin el menor inconve niente. Por todo esto mism o
debemos ob rar cui1nto ntes.
Juan Pa1clo.
ll.
DON RAMON LARR AI N P LAZA.
e<Es riesgoso ir a, buscar al enemi go e n Lima, i es m ejo r fo rtificarse e n Tarapac i es p2rarl o.l) - L u sabemos, i c ree m o::; fl ne
todo el m un do pen s::tr lo mi:;mn; pe ro rr u ga narnos con s ~th e r
lo? Es por eso mn us cier to que e n tod tt gtterm h a tle habe r un
enemigo qu e se q ue ele en s u castL u e1t s u; pos iciones, i el otro
t enga qne ir a Luscarlo? Si nosntros , con un e jrcito victo rios(l
en mar i tie rra, cree rn os ma s c rnodo for t ifi.c:trnos i es perar que
se nos ataque, e ~ enemigo, des l1 echo i vencitln en ca la e uc ue n tro
vend r alguua vez a busc;\l"llt)s, vendr a cl eeirno; a ll vo i para
que me den el golpe de gracia? Es claro q ne n. Lo ljico i uatural es s up one r que el mas dbi l sea el q ue se fortifiq ue i bus-
(394 --
III.
EL CORHESPONSAL DEL
M~:RCUJUO>)
m)5-
IV.
EL COR IU~S PONSAL DB LA P _\TlUA)) DI!: VA LPARATSO
---
Ir a Ari ca importr1 uu bombardeo qne concluira con un desembarco, despues de habe r destruido las hnJ.edas i fllertes; importa una batalla desp ues del desembct?'CO i la posesion de dicho
p1u1to i de Tctcna, despu.es de la batalla.
Pero conociendo la adruirah le ajili da:l de unestto enem igo ,
inO es presu,nble que se retire a Jl1oqueyua i A requip a, despues
de sn de?'I'Ota, como lo hiz o ( Tarapacd despues de Dolores?
>) I entnces Ch ile se vera obli.r;ado a mr,ntene1 un ejrcito ele
ocupacion en Tacna, que dismint1'n st&s fuerz as, lr; obli.raria a
o1gc6nizm nuevas trop as i demorara, por consiguiente, lct yue?'?'a .
Por otra parte, f,,rtili.caL!O Cam:u't>nes i DTRlJ'lD O EL GOLPJ<;
SOBRI': LnrA, lo5 nl1d os q; ech rian completamente <ti ~ lacl tl ~ en
Arica, impotente:; pa ra atn.earnos pnr el sur i en un es tado de
c01 npleta i desnwrali zatlora. i. n<tceio n.
-6 96 -
V.
UHIL
.EL CORU ESPO.NSAL DEL FEL{ROCA
I.
S anta Cata lina, cliciembte de 1879.
o; si lo que aqu se
<rSi la id ea pred omin ante en el ej rcit
a ll ,, dir a usted que
pien sa o se desea, q uiere ser co nocid o por
ame nte la guer ra, a
en prim et lug u aspir a n ttldo s a seg uir activ
.
.
aa
empr ende r nuevas i g lori osas camp
e la de batir el ejr))La idea de m A LJMA E i:i MA S J ENJm ALqu
cito tle Aricn.
it0 se r etira, tend ra)) Ihi much os qu e cr een que si es te ~jrc
>; para conti nuar Ja
mos necesidad de a.pel1Lr a. g mncles f uerza
g uarnicion en Aric a i
guer ra, pues habr a que dejar una fuert e
Tacn a ntes de segu ir adela nte.
, i dejar a islado i
Otr os opin an por i? di?ectam.ente a Lima
en el s ur el paso de
bloqueado el ejrc ito de Aric a ; defe ndie ndo
.>>
Cam aron es con tres o cuatr o 1nil h0m bres
II.
EL MIS~IO DESD E JQ UIQ UE.
HIST. DE LA C. DE LIMA.
88
CA PITULO XIX.
LA DIVISION
VILL A GR.~ N
EN PARACAS.
Mudanzas que opera el patri otismo en el ej rcito, una vez concluidas las
negociaciones de Arica.- lumensa actividn.d en los aprestos para la espedicion a Lima .-El delegado P etez de Arce i su labor.-Carencia de
todo.-Importantcs revelaciones del comandante Silva Vergara.--La
cuestion agua i la cucstion caramayolas.-E s nJmbrado inspector de
trasportes don Alberto Stuvn i los alista con es traonlinaria actividad,
dotndolos de ag ua snfici.ente.-Laudable celo de la intendencia jenera l en Valparaiso. - Plan adoptadc para el :wanc.e del eJrcito sobre
Li ma.--La division V!llagr:m se diriji d sobre Pisco para hacerse all
fuerte, coufo rmc al plan del jeneml Baqucdano en julio.- Comienza el
embarque de la 1." division el l.::? de noviembre. - 1!.:1 .Atacama i el 2. 0
de lnea.--Nmero i capacidad de los trasportes.- Alegres escenas del
embarque.- La dist ribucion ele los cuerpos en los t rasportes i la racion
del soldado.- Orden de marcha del convoi.-Freute a Eama i frente a
Chala. - Aclmirablc tempeatnra i alegres pasatiemp os a bordo.-La vihuela del ca pitan 1bafu:z.- E l 18 de noviembre en la mar.- Se adelantan
los buques lijeros a la caleta de Par,tcas.-Llega todo el convoi en 1 :~
maana del 1\) i noble proclama que el jeneral Villagran clirije a su
division.- La actitud de los peruanos.
I.
Concluidas las ntcilaci ones, las esperanzas i los
acomodos de la j ente civil, egosta i miedosa, el
ej rcito espedicionario sobre Lima comenz a em-
-69 9-
Tod os los chile nos ansi aban una sola cosf~:cnm plir su debe r para con la patr ia, pero cmn
plirl o eu Lim a, cloncle el simp le instinto les hab
a
-700-
II.
La intendencia jeneral del ejrcito que ahora
iba a asumir un papel capital, acababa de ser
puesta por fortuna en manos de un delegado tan
intelijente como activo. Don Hermjenes P erez de
Arce, intendente de L ebu, i jven sealado por
sus notables dotes administrati vas desde sus primeros aos de empleado pblico, haba sido sacado de su puesto el 9 de octubre, por renuncia
del coronel U rrutia; i el 17 tomaba en Arica po"
sesion de su destino que a esas horas, segun ntes
vimos i consta de su propia declaracion, era el
vacw.
Se habia estado a la verdad, tan ljos de la
guerra en medi de la guerra, a virtud de las quimeras de la paz, que no habia nada, absolutamente nada listo para la campaa, escepto los solda-
dos i sus armas que el jeneral en j efe haba mantenido en severa disciplina i rjida instruccion en
sus campamentos. _ E ~istian, es cierto, al terminarse las negociaciones de la Laclcawana treinta
quillas en la baha, i e ntl'e stas ocho grandes feagatas fletadas que pagaban estada en el ocio
mas completo. El agua era la gmn necesidad de
lct campaa, i no babia a bordo de los buq ues He/
-701-
III.
Por fortuna, la pericia i la labor incansable del
nue vo delegado ele la intendencia j eneral i de sus
subalternos a todo supla . H abase r odeclo el seor
Perez ele A rce ele hombres competentes, elej iclos
especialmente por el intendente j eneral seor Dvila Larrain del cuerpo de bomberos ele Santiago,
como los seores Tulio Q,ralle i B uenaventura
Odiz, en calidad de inspectores, i de un grupo ele
( 1) Carta del primer ayudante del estado mayor don Adolfo
Silva Vergara, 'l'acna, noviemhre 17 de 1880.-Este mismo esperimentado jefe agregaba sobre ia situacion las sig uientes g raves revel acion es:
Si no est todo pronto, no es culpa del esta<l o mayor ni del
jeneral en jefe, sino de la intendencia. P or all n o saben mas
qne decir a Lima i no piensa n qu e a Lima no se puede ir sin
los elementos del caso. Cuando llegam os a sta todo faltaba, no
babia las armas suficientes, ni vestuario ni caram ayolas, ni
mulas, etc. Toda la demora ha pendido i pende en la fa! ta de
estos elementos. La prim .:lra division ha tei:! ido que marchar como con mil quinientas caramayolas mnos: la segunda solo bo
se recibe el vestuario en Arica i s te es para esta divisiou; no
se pueden imajin ar lo que son: nos mandan de a poquitos: en
cada remesa solo viene para tapar aguj eros, como se dice, i sin
embargo nos tachan de perezosos i que nada se ha ce i toda la
culpa de esto viene esclt1sivam ente de all . Otro tanto sucede
con las provisiones i pasto para forraj e: el charqui que nos traen
e:; podrido, no se puede comer i falta pasto para la caball ada.
i02-
jvenes intelijentes i de trabajo que con el mtodo i el vigor remplazaria.n la labor perdida. Don
Francisco Alvaro Alvarado, industrial de empuje
i hombre de notorio t alento de organiza.cion, seria
su brazo derecho.
Por otra parte, el delegado de la intendenc'ia
habia t enido la fortun a ele tropezar con los servicios ele un voluntario que acababa de llegar a Arica a sus espensas, en demanda ele patritica tarea.
E ra ste el hermano menor del comandante Stuven, don Alb rto Stu ve n, i se tn vo la feliz idea de
nombrarle nspector j eneral de los tmsportes ociosos en la b<-t hia, sin designarle sueldo. No obst
esto ciertamente para que (~ o n una consagracion
que no se con ciliaba ni con el sueo ni con el
hambre, Stuven, que haba comenzado su tarea en
el mismo dia que el delegado Arce (octubre 17),
tuviese listos en tres semanas ocho trasportes a
vela con sus cocinas para la tropa, con el servicio
adecuado para cien oficiales e n cada buque, co r:
capacidad para 1,800 bestj a.s, i lo que era mas importante que todo esto, con 400 toneladas de aitm,
en todo jnero de vehculos. Se calculaba que ese
seria el mnimun para ocho mil hombres i mil
trescientos caballos i acmilas de trabajo, a razon
de tres litros diarios por hombre i treinta por
animal durante cinco dias. (1)
( 1) Nemoria del delegado de la intendencia jen era1 al inten-
-703-
IV.
Hecho todo esto: i recibidcs de V al paraso los
elementos pedidos en gran abundancia al intendente jeneral que los despachaba con laudable
celeridad, el mini stro J.e la guerra en campaa
visit los traspor tes a ve la el mismo dia en que
anclaba en A ri ca la espedicion L ynch (10 de no viembre); i sat.isfe.cho de su cmoda instalacion,
di spona el embarque de la primera division para
el subsigui ente clia 12 de noviembre. Conforme al
plan primitivo del j eneral Baqnedano, formulado
en su carta del 8 de j nlio, la cspedicion contra
Lima emprendera, su marcha en dos di visiones a
fin de consultar b capacidad ele los tra;:;portes.
La primer:, division, cuya composicion ya conocemos, se dirijlri<t en consecuencia a Pisco, i
all se hara fuer te mintn>..s lle <::>oaba la se ooLmcla '
dos o tres ;;emanas mas tard . El pbn no poda
ser mas sencillo ni mas eficaz, contndose siempre
con la incurable desidia, timidez i ri vc-tlidades caseras ele los pern <tnos, causa esta ltima ele su
eterna perclicion.
dente jeneml.-Lima 1881. El se uor Perez de Arce h ace cabal
justi cia a la uctividad del in spector de tra portes, i declara. que
a sus esfuerzos se debi la dotacion de agna a todos los buques.
-704-
V.
Los primeros cuerpos que llegaron de Tacna
el da 12 de noviembre fneron, como de costumbre, el Atacama i el 2. de lnea de la brigada
Lynch (l.a division,) i stos se embarcaron con
notable facilidad en dos o tres muelles cortos i
anchos construidos para el efecto por rdenes del
jeneral Baquedano i del delegado Perez de Arce.
Al da siguiente cupo su turno en el arribo por
los rieles i en el embarque al Ooquimbo i al Ohacabuco i en seguida al4. de lnea. El ministro de
la guerra presidia a los embarques junto con los
jefes de cuerpo los marinos de la escuadra i los
empleados ele la intendencia jeneral. Todo se h:;.Cia con el mayor rden i buena disposicion de
.
ammo.
ce rrres di as consecutivos, deca una corresponclencia del ejrcito a La Patria de Valparaiso
dur la operacion del embarco del ~jrcito, sus
bagajes i elementos de mo vilidad. Era cosa digna
ele verse. -Se trabajaba desde las 4 A. 1\'I. hasta
las 10 P. M. sin cesar un instante. --El muelle,
toda la esplanada ele la baha se notaba llena ele
jente en acti viclacl. Aquello era un grande hormiguero que estaba mudndose con su despensa, de
tierra a bordo.
))En una parte se embarcaban caballos i mulas,
0
-705-
HIST. DE LA C. DE LIMA.
S9
'
/
>'
VI.
A las 9 de la noche del 14 de noviembre el jeneral en jefe decia sus adioses al ministro de la
guerra, i ste se embarcaba en el cmodo trasporte !tata, acompaado del jeneral Villagran, de
don Eulojio Altamirano i don Isidoro Errzuriz
que marchaban mas como voluntarios del patriotismo que como adictos a una scccion especial i
determinada de servicio a la campaa del N orte .
El primero teni a el ttulo de plenipotenciario para el caso de entablarse negociaciones de paz i el
ltimo el de secretario del ministro de la guerra
en campaa.
VII.
Habase credo zarpar al amanecer del dia 15
de noviembre; pero a virtud ele los mil tropiezos
de detalle que sm:jen en hi hora postrera en toda
empresa acelerada, el convoi solo comenz amoverse en ala i en dos di visiones del fondeadero a
las dos de la tarde de aquel dia.
Con Rtalm el eonvoi de quince cascos, il e los
ctinJcs la mit.acl enm vapores, e iba resgu:mlado
por las corbetas Clw crdmro i O' Ht:qgi'll s. El comnndanh' de la prinJ c ra, <l nn ticar Viel, qu e en
esta espedicion cli muestras de notable pericia
-707-
en el manejo de los buques, iba a cargo del derrotci'O como oficial m ;ls antiguo .
El t'llen de marc~ha, qne esta vez se conserv,
gracias a la espetie nc;ia i a. b. clulimt'<t escepci onal
de la tcmpem tura, con aLl,1lirable p1ecision: era
el siguien te :
PHilii f<: llA FILA.
L imar,
E xcelsio1,
Lama1,
!tata,
J ulia,
Nm'folk,
SEGUNDA FILA.
Chacabuco,
Orcero,
H u.anay .
VIII.
En cuanto a la distribu cion de los cuerpo s en
cada uno de los traspor tes, consta del siguien te
compre nsivo cuadro de la intend encia jeneral :
!tata.- Artiller a i cabalgad uras de id.
N01jolk. -Atacama, i oficiales.
Lama1. -Rejimiento 2. 0 de lnea .
.Julia.-O aballos custodiados por g1anarleros.
Limar.- Rejimie uto Oolchagua.
Exeelsio r.-Oaballos con granader os i bagajes.
Angamo s.-Primet batallon uel rejimicn to Talca .
. Ifumberto l.-Caballos i mubs, custodiad os ~ pot granader os.
Oopiap6 .-R.jimie nto Coquimbo i algunos animales.
IX.
IJa composicion total. de la espedicion estaba
representada por 35 jefes, 292 oficiales i 8,090
soldados, sea 8,500 hombres en todo, fuera de las
plazas ucccRorias de la intendencia, bagajes, ser,icio sanitario, etc. El ltimo iba embarcado en el
vapor Haan ay, a cargo del cirujano San Cristval. El totaljen eral ele hombres de guerra era ele
8,864 con 19 caones, i el ele los animales de
servicio 1,439. La fragata Norfollc llevaba vveres
para <Jiez mil hombras durante 15 dias, i en el vapor Lz'mar se hizo . provision pp.ra. dos dias, a fin
de atender a las necesidades urjentes de un inmediato desembarco. Ademas, cada buque llevaba
su provision especial i aguada para quince dias,
figurando, en la honorfica proporcion de costumbre el charqui, el Jr~jol i la harina tostada. (1)
( l) Segun la memoria citada del delegado Perez de Arce los
trasportes llevaban para el consumo de la travesa 170 sacos
harina tostada, 13 sacos aj, 25 de sal, 30 de caf, 940 fardos
pasto i 465 de cebada. El Lirnad llevaba ndemas 200 !!'.!'dos
pasto i 360 de cebada. La racion de ordenanza conforme a las
-709-
X.
La distribucion de las tropas se babia. hecho no
con el cruel agrupamiento de los primeros convoyes
sino con el desahogo que la salubridad i el bienestar que lajente requera. El buque mas recargado era el vapor Oopiap que conduca el rejimiento Coquimbo (1012 plazas) i las fragatas Norfolk
(a cuyo bordo iba el Atacama) i el Inspector con
el 4. de lnea. El espacios;) tntsporte !tata marchaba, esta vez completamente desahogado, pues
::iOlo conduca la artillera, a las eclenes de Salvo
con 402 plazas, 275 caballos i, segun dijimos, 19
cafwnes Krupp. La caballera de la espedicion,
0
\.
710'-
compuesta. (lel reJimiemto ele Granaderos, iba distribuid:t en los trastwrtc ..; Ex JelsioJ, lle 1253 toneladas, i ,ftdiu de 1 L)J ( 1).
(1) Los trasportes de que dispona el eJrcito, eutl'e barcos a
vela l}4) i npores (13), eran '27, i estaban pata mayor comodidad numerados con grandes cifras en sus costados. Su rden
de enumeracion i su capacidad ~en tonelaje era la siguiente
que apuntamos para evitar alusiones posteriores en la siguiente nmina:
Nm.
1
2
3
4
5
6
7
8
9
lO
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
Nombre.
Toneladas.
1,000
1,000
1,396
1,256
1,080
1,480
827
1;333
747
1,159
1,093
1,260
835
550
1,211
800
900
1,300
550
500
900
350
350
1,000
1,000
1.000
1,000
-711-
XL
Mediante estas intelijentes instalaciones, que
tanto honor reflejaban en la intendencia jeneral, i
gracias a la cariosa beni gnidad de la estacion, el
viaje de la primera di vision se hizo: hasta Pisco,
con mayor celeridad que lo que se esperaba, i
con incomparable fortuna i buen humor. Aunque
el convoi, consultando la demora de los remolques, no avanzaba sino a razon de cinco o seis
millas por hora, a las 11 de la- noche desde el dia
de su partida habia alcammdo a la altura del morro de Sama, i el 17, navegando a la vela con acarici adora 1re.ntolina del sur, pasaba en anloga
hora frente a Chala, mitad de su itinerario.
En consecuencia, el 1~ de noviembre a las cinco de la tarde, se cli rden para gu e los vapores
que no llevaran remolques forsaran sus mquinas
a fin de presentarse delante de Pisco el 19 ele madru gada, i en este rclen se adelantaron la O' Higg~s con la Artillera de l\1arina, el Angamos con
un batallon delrejimiento rralca, i el Copiap con
el Ooguimbo.
El m:w conti11nala trnn'lnih rl ice hnld :1nrl0 de ese ltimo
dia de V:I.J C el <'? l'l'e:<p ll ~H I 1 : p je , ltS. j l'l hOI' t."ll t<! S I II"II S;t, j
t r; tspnr elltP. Pa r a :tiii Cit t. t i' In ltl l t' tot , 1. del i'::,.;n.ie 110 telti an
-712atnitos ojos las esplndidas puestas de sol de estas zonas tropicales, donde son desconocidl!-s las borrascas i las tormentas.
El sol, snmerjindose majestuoso entre las ondas, reflejaba en
las tnues nubecillas los suaves cambiantes del palo i del topacio i pareca alejarse de la. tierra despues de enviarle una
dulce sonri-;a entre sus mil rayos de oro. La atmsfera, tibia i
enervante, predispona el cuerpo a la somnolencia i a la inercia,
i eut6uces les era a tatlos fcil esplica.rse el crter tmido, afeminado i muelle del peruano,,
XII.
Las bandas de rnsica hacan constante eco a,l
bullicio casi infantil de los espedicionarios, que no
~:;e cuidaban un solo instante en preguntar a las
plcidas azule::; olas si aquel camino era el de la
muerte.-El capitan del 4. de lnea, don Casimiro Ibaez, qne deba. perecer gloriosamente al pi
del morro Solar, escelente e incansable cantor en
la vihuela, tenia eu arma. su trasporte, el Inspector, i en cada buque habia bailes nacionales, cogollos i esquinazos.
0
<~:Ha llegado la noche del 18, cuenta un viajero que iba incorporado al Coqnimbo a bordo del ' Copiap, i parece que la jente
de este buque se ha enloquecido . .La banda toca zamacuecas, i la
zapatean; en seguida se largan a C;l.lltar la. caucion de Yungai
con entu siasmo loco. En el salon de los camarotes sucede lo
mismo: los oficiales tienen un concierto infernal de voces humanas i notas del piano. Estn con una alegra suma. Tocan zamacueca, cantan, aplauden, se di vierten.
: En lo mejor de la fiesta, suenan lns cornetas su toque cuo-
XIII.
Al fin, en la madru gada del 19 de n0\ embre
penetrand o por la angostura de San Ga11an, clebre desde las di scordi as de los Pizarros i de los
Almagros, los buques delan teroR de la escuadrilla.,
doblando la pennsula de Paracas, a las n ueve de
la maana, iban a echar sus an d as en la clebre
rada de aqnel nombre, en cuya blanda. a rena ech
San Martn su famosa espedicion li bertadora el
memorable 8 de se tiembre de 1820. Chile ti ene
aprendido de memori a el camin o de las invasiones histricas del P er. - Aquella era la quinta,
contando con las dos de Cochrane, la de San Martin i la de Blnes.
7
X JV.
Circulaba a esa mi sma hora i era leida con regocijo en todos los trasportes del convoi la siguiente noble proclama del comandante en jefe
de la primera division, que era un coron amiento
adecuado de la hasta ese momento felicsim a j orHrsT. DE LA C. DE LI MA
90
714 --
nada., i en cierta. manera una digna protesta. contra la manera como en el ocio de las armas habase llevado la guerra por las insensatas instrucciones de la. Moneda.-Ese noble documento decia testualmente as:
o: Soldados de la primera division l
>> El ej rcito encargado por Chile de resg uardar su honor i sn
derecho va a come nzar su tercera i l tima campai a contra los
enemigos ~e la patri a.
,
A vosotros ha tocado el honor ue..iorma la vang uardia dt:l
""" las fuerzas chilena s.
...
>> En pocas horas mas vuestms plan tas victoriosas lwllaru el
suelo de una de las mas h emosas i ricas comarcas del Per i os .
encon trareis in:;talados firmemente como sei10res a pocas j ornadas de la ciudad de Li ma, ce ntl'O de la resistencia i do los recursos postreros del enemigo, rne el ejrcito chileno tien e encargo de rendir i someter.
Soldados de la primera division!
Antes de que hayan trascurrido muchos das habrn acudido a sosteneros i acompa iaros en el avance contra la org ullosa
i muelle ciudad de los virreyes vuestros compaieros de la segunda i tercera division.
>> Antes de much os dias, el poderoso ejrcito gne ha hecho
surjir del suelo el patriotismo inquebrantable de la nacion chilena se hallan unido i en aptitud de marchar con paso rpido a
poner a la guerra un trmino digno do los sacrificios i las glorias de !quique i de Pisagua, de Angamos i Sau Franeisco, de
de Tacna i de Arica.
Entretanto la primera division vivid, de los abundantes recursos que le br.ind,t la fttil rejiou en em iga que prvnto ocupar;
i su jeneral, lo mismo que el gob ier no i el pns, e;; r,eran de ell a
il5-
1>En vspera de nuevos esfuerzos i de nuevos triunfos, os saluda a nomhre de la nacion chilena i del gobierno,
fTuest1o J enerctl.>> ( J )
XV.
Entretanto, qu hacan los perua. no:::; pttr<t ag uardamos, avisados como se halle:tban de nuestra
marcha con la anterioridad de tn.ntos meses?
Cambiando totalmente de escena, eso se r lo
que con el rubor de la historia i del honor ele lo s
pueblos reunidos en una sola lstima ha.brerno ;
Je contar por separado en el prx imo captulo con
documentos tristsimos i hasta hoi no conocidos.
(1) P or un cambio de nomb res e u la mem ol'i<t, estaf> palabmil
fueron atribuidas eu uno ele los captulos preceuauces al ministro Sotomayor, cuya voz a esa h om 8e haba es tinguiJ o para
sierupr..l. Por fortuna, el hecho de la l)l'otestt queda en pi i el
honor cabe a quien la hiciera.
CAPITULO XX.
LOS CHILENOS EN ICA 1 EN
TAMBO
DE
MORA.
-717-
l.
Nunca en su ya larga historia de dolores i de
culpas, mostrronse mas a lo vivo los sntomas
del mal antiguo, tenz i ya incurable que corroe
las entraas del Per i lo precipita a insondable
decadencia, que en los hombres, los sucesos i los
crmenes que precedieron a la entrada de los chilenos a Pisco, en la mediana de noviembre de
1880.
Siendo aqullos los 1nas ricos parajes de esa esplndida zona tropical, a la par de los de Trujillo en el norte, con valles que destilan su rjqueza
en alambiques de oro i que jamas estinguen sus
fuegos, disponiendo de fcil, abundante i barato
trabajo servil, la diversidad de sus castas, por una
parte, negros libertos, chinos esclavos, serranos
imbciles, i por la otra; la esplotacion, el desenfreno, la codicia i la maldad ele los blancos, convirtieron esos centros en verdaderos arrabales ele
cobardes i de esplotadores que en la crsis ele que
nos ocupamos echaron eterna mancha sobre sus
ya desgarradas banderas arrastradas por el polvo
de las cler,rotas.
TI.
El dictador Pirola habia dividido aquellos va-
7l~-
IIJ.
'
Hallbase la zona de Lurin a cargo de un personaje mui conocido en Lima, don Manuel Miranda
<Cel cholo Miranda>), hombre de casta, sumamente
aficionado a lides de toros, al punto de haber ido en
persona a Espaa a elejir toros padres del Jarama, i para reproducirlos en los trpicos tenia mTendado en aquel ameno valle una hacienda, a fin de
proveer el Acho de que era asentista. I no bien
inv;ti cierta autoridad, convirti el pacfico valle
en verdadero toril de rias i exacciones, acusando
a todos sus vecinos de tmidores, denuncindolos
a Pirola, a quien denomin-aba en sus notas <<su
patrmu, i a la postre, suscitando por sus violencias el alzamiento de los moradores.
Un montonero llamado Merejo)) se habia ido
al monte con los descontentos, mintms otws cabecillas, oficiales del ejrcito, robaban !3Scan1alosamente caballos para regalarlos al jeneral Vargas Machuca, i aun salteaban las tropas de asnos
que desde los valles vecinos de Caete, Chincha i
Pisco eran enviados para la institucion humanita-
7-19 -
Idiaquez .
IV.
No era mas sosegad a ni mas patrit ica la condicion del vecino valle de Caete, verdad ero infierno de negros i de chinos. A fin de manten er a
raya estas dos razas que se detesta n del fondo de
-720-
(1) Tenemos en nuestro poder el proceso orijinal de este escndalo ocunido el 1. 0 de setiembre de 1880. Aparecen en l
como culpables los alfreces Garcia, Canales i Tngle, a los que
se conden a penas leves.
He aqu algunos telegramas inditos sobre este mismo rden
de cosas en Caete:
Caete, julio 6 de 1880.
Seor prefecto:
Cada dia se hace mas nt:j en te la fuerza; seria bueno que los
20 hombres que me dice U. S. me remitir para completar los
50, salgan en el dia. Montonera, segun se me dice en Chincha
i Lunahuan con motivo de la venta forzosa de mulas, amotinados, u lo que se agrega las cosas anteriores que me obligaron a
pedir a U. S. la fuerza.-Melena.
-721-
V.
C ulmin este clesba.ra j nste e u ]u re nuncta qu e
cobardcmeutu hi:;.o J e su puesto elj efe que cubria
con sus f1w rza!'l el opulento valle de Caete, i a
e:;;e p ~L r t i c ul ar ha ce referenci a el t; [:rnie nte curioso
teleg mm tL:
hsco, octub1;e 2i de 1880.
(Oficial) .
V J.
Pero donde la anarqua, lobo hambriento e insacia.ble q ne ha devorado ht vida del Per desde
su cuna, dej nelole apenas existencia raqutica i
rniserable a. tmves de las edades i ele las pruebas
mas crueles, donc1e la n.narq ua Re mostraba en
mayor amplitud e insolencia, era en los fertilsim os valles de Chincha, verdadero paraso de los
car ln. hacienda H nalca r, iu rn ecliatamente me constitu en di cho
lngar con doce j endarm es.-Melena .
11 18'1'. D T. .\ C. Dl~ LI MA
91
-722
VIL
Manchtba en aquellos lugares como comandante jeneral, el coronel don M<triano ele La Torre,
pero bRjo su autoridad, o contra ella, vino un abogado de Lima llamado Lopez 'rorres que con el
nombre ele reclntador desquici por completo lo
poco que quedaba en pi e n aquellos parajes como rden i como fu erza: 'forres con~ra Latorre.
H aqu uno de esos ' tele g ramas peculiares del
Per qnc anunciaba una de aqnellas novedad<~s .
Pisco, octub1e 17 ele 1880.
Se or prefecto:
El cot nau clante Lopez Torres rlc"stac fuerzas r ec lutas eu pue_
tom i ro m pi bol e tus de las reserv as; el pu eblo toc campana i recha z partiJas.- .M. A. Z nmudio.
T23-
Vino de esta o de otras cansns qne iban a condensarse probablemente en un so lo or~jen, que era.
el miedo, la rerlllnci<:t que de su puesto hizo, como
el Al viznri de <tete, a la vista del enemigo in~
t erno i esterio r, el co ronel L ~ rorre de Chincha,
sin qne fu eran bas tant e a retenerlo bs amones taciones de su j efe superior, el coronel Zamnclio,
nombrado hacia poco cornand<tnte superior ele totas las zon::ts vecinas a Pisco, donde a la sazon te ..
nia el ltimo su cuartel j eneral (1).
( 1) Los sigui en t<7.s teicgratqas se refie ren
cion:
:1
])g-
V. S.>)
M. A. Zarnuclio .
I todavi tt este ot.o, fecha de 22 de octnhre .
Las caus:t les, pcrl itlos i fundam entos de su tri stsi ma escusa,
724
VITT.
Prosignienrlo este itinerario de vergenzaS',
encontranws al fin un hom bre que revela cierta
cne1:ja i asarnos de patriotismo en aquella rejion
de esclavos ahados i de m<tndones ~;in honor; i:
se es aquel infeliz sn bprefec to de Pi sco don
Agustin Matute, a qnien sn desgraciado apellido
i su tri ste suicidio con una navaja., di era en Chile
injusta rep utacion de misere:1hle. De los libros de
la. subprefectura de Pisco que en una carga. de camello te nemos a la vista., de sus telegram a.s i ele
sns cartas resulta., en efecto, que aquel eles ven turado tenia el propsito de servir con desinteres ~t
sn pas i se afanaba por levanta rse. al nivel de la
situacion, apartndose del fango e n qne se veit
snmmjido, Colectaba vveres; en viabn a Lima los
recursos de las iglesias; corra ya en un<t direcci.on,
ya en otra para allegar fuerzas i apo rrnta.T caballos,
i por ltimo, e~ponia sn propia vida para mantener el rden en sn distrito, haciendo fusilar mon ton eros i facinerosos, i entre es tos el. dos hermanos
Santa Ana. i un Lobaton, qu e Oi'(1e u ej ec utar con
rigorosa crueldad en 'rumbo de Mora.
Mas, como hiciera todo esto, los desalmados le
:po a(:lmiten mns pnl almt qn e el cnmplimi ento de I<J mn ndado .))
JVI. A . Zamurt-io .
.,
725 -
12G-
IX.
I en mellio de todo esto, aquellos tristeR hombres no encontmban mar-; arbitrio eficaz para defenderse, qne inventat noticias noveleras, propias
para nirios, o mandar envenenar los pozos del
desierto, proeza 1 recurso ele canbales que recuerda los ardides de los mas infames crrneil8 Rasiticos en sus gneJTas de brbaros afeminados (1).
dirijido a Zamudio ofici 1 sobre este asunto, pero con fines reprobados cambiado el nombre, lo que comunico a US. para que si
lo e!'tima conveniente ordene esclarecimiento.
Est en libertad Ormefw i Chacaliaza.
Lopez T.n.,.es.
(1) En materia de invenciones i de mentiras , fuP. notable la
siguiente que tmsmiti, a mediados ue octubre, el capitan del
puerto ele Pisco, que era el mi s mo de la Union en el C\mbate
de Clli pana.
- 727 -
X.
A fi u <le po ner e n media no rde n los escomb ros
ele aq nel. C;LO H q ue e m In, imj en viva del Per,
e n la hom clel pe li g ro, el rl ict <LClo t e nvi a Pisco,
e n los p rimeros di as ele oct ub re co n el t tt1lo de
co ma nd a nte j e n er ~tl, al co ronel ele caball e ra don
Manuel Ant oni o Z amn d io, j efe q ue g ozaba de
cierto pres t\ji o mili tar, i se dec: ia era hij o fle un
ilnstre jenera l d e caball era ele Chil e, fmto de
a mores de poscripto.
I , a la verdad, co nsta de los pnpeles sorpre ndidos en Pisco, que Z a mudio hizo torlo lo posible
por cumplir su cometido, i as es deber decla.ra.do.
Mas para poner a lo qn e ah p asaba e l sello del
qne t.eng;1m os noti cias hn.ya s ido d esm en t id o o <tten nad o por los
p eruan os:
.1..Voviemre 8.
l'AltA
,; ,
SOBH J<:
E NE M I GQ)) .
- 728 -
"'
Maga llanes anclada i un traspor te en b pe nn sula de Paracas. No he rcibido rden al g una como poner t rmino a esta.
criminal situacion. El prefecto desco noce ni autoridadJ>.
'
Zamudio.
- ~----- --
'
XL
72D .,
X1I.
Al.g;o semej an t e iba a. ocurrir en Pisco porque
a unq ne el co ronel Za mud io ha bia logrado re unir
has ta t res m il hom bres i t enia batallones que se
denominaban San Mnrtin , Sunampe, Chincha Alt a i Baj a, et c., su composicion moral era lo q ue
p necle cole,ii rse por los ante cedentes que hemof:i
ven ido rea nudando; i en c:o 1secuencia bast que el
co manda, nte So uper se mldanta.ra :::;olo e n su c:almllo, blandiendo su sable pnm a huye ntar ::; ns a van zaclas, i e n seg uid a t res o cna tro clispa ros ele la
Chacabuco , pnra poner en fuga la n ume rosa t:aballc ra de lo::; valles el clia del desembarco, 19 de
uoviembre de 1880 (1).
( l ) f~ l ig ui ente teleg rama dir ij idu a Chil ca a l ex prefecto le
HI ST . DE L A C. DE L I MA.
1)2
-730-
XIII.
No babia soltado sus anclas el !tata en el blando fango de la histrica caleta de Panwas, sirnAre<JUpa Gonzalez Otbegoso cuand o pasaba a Lima con el coronel llirila, a fitH~S de octubre, da una idea. del estado de las
fuerzas de Piseo i de lo que poda e~pe rarse ele ellas. Lo trasladamos clirectameute del orijinal, i dice M :
Hoi se verific una gran revista con el nmero de mil quinientos de infantera i trescientos montados, pu es lleg el tercero de Chincha i caballera de Chin cha Baja. Todos con el mas
grande entusiasmo; dichas fuerzas esMn acuarteladas i resueltas, aunque desarmadas, por no haber proporcionado stas el
prefecto, pero no obstante, el entusia~mo por amor a nue:-;tro
suelo, creo, sin engallarse el que suscribe, que haremos cuan to
est a nuestro alcance pam repeler al enemigo i q ne estas aban donadas playas, por falta de autoridad poltica, que <1Psgraciadamente nu sabe cumplir con su deber sino gastn.r mncho dine ro
sin saberse en qu, pero eu su defecto, el pueblo en ma.sa, cumo
est, hani lo que e:;t a sn al cance, inclusive, como tu saes, las
principales personas visibles del lugar.
Siu ahrignr pa!;ion alguna, sin o nuestra honra, i para a li viarnos de la :sit.uaciou ctt que et;tamos de abandono, por fa.lta de
arrna.m e u to i de apoyo del seo r prefeeto, pu es ha tenido h temeridad de Juandnr la <:ulumna, uica qne se encuentra armada,
a m:a di l' t nneia t;O tt side ra lde; te estimar en obsequio a nuestra
rel ucion, hagn; de t u parte en el acto cun nto est a tn al cance,
para que ;;ea remediada la desesper<~ci o n en que particularmente liJ e eut; uentro, en ei cargo que iuvisto por uo p-oder dar 11n
part e cunw deseo, pur cuuo;idemcioues de recomendacion a quien
correspoud e.- -Te u prese ute que tenemos a l enemigo invasor mui
cct C<L i que lw.i f]He repelerlo a todo tra nce, nico medio como
quedan.'L Licu puesto, l.HJ particular mi ll ombre, i en jencml, el
-731 -
EN .JEJE DE LA PL.\ZA.
Pisco,
?touiembrr~
19 r.le 1880.
-738-
XIV.
Es In cotn<Ll'C<Lde Pi sco llan ;t i a1onosrt con estensas vistas, no desprovistas de rasgos pintorescos, porque hai pc~.lm c ras, viedos i m;ttorl'ales.
-Hcia el sur de la ciudad dil ~tase un rido
desierto llamado la pampa de Guaynr, que va
hasta. Jea, comarca rica en agnardientc:.s esquisitos, dieziocho leguas mas hcia el metlio da por
Jos rieles.
Por el lado norte de la cinclacl co rre en lecho
pedregoso i desigual, en trecho::; ele cesped i de
vegas, el crecido rio de Pisco, q uo des pues de
abrirse paso por lo::; desfila.de ros de Hnm <ty, seis
o siete leguas al interior, se de_rrama tnrbio i fe rtilizante, en la estacion veraniega, que cr:; la de las
lluvias en la Sierra, por las haciend rus de caas i
los viedos, el maz i los camotnles.
Poca.s cuadras hcia el norte, p<tsa.do el rio por
cmodos vados, se encuentm b .e sp1cinc1 ida hacienda de Oauoato, el nombre de LL ten ca p er uana, en cuya vecin chd los pern anos peleando como
verdaderos caucatos, se derrotaron i r111 ye ron rcC
733 - -
XV.
Et vi~jo pueblo de Pisco con sns manzanas tiradas a cordel, sus calles polvorosas, como ]as de
Melipillct; ciudad ele viedos i arboledas, cual la
ltima, no ostenta como lujo sino su plaza con su
vieja parroquia de azoteas i cpulas jesuticas, i
dos o tres con ven tos, hoi solitarios i derribados.
H llase esta antiq uisimc.t villa sobre un alto
ribazo, i el puerto propio diez o doce cuadras
hcia la playa, desendiendo por una. pendiente
arenosa, bordada en avenida formada ele raquticos_sauces de Castilla. El pnerto es miserable, con
unas pocas bodegas que hacen contraste con su
magnfico muelle de seis cuadras (700 metros) de
largo, con struido sob re elegantes i altsimas columnas piramidales ele hierro. El mat es all abierto, i tan somero que se ancla muchas ctiaclras sobre la tosca, lamida por la pamca, antes ele poder
tomar un bao hasta la cintura. E se pasatiempo es,
sin embargo, peligroso, i a un soldado del 4. 0 que
mas tarde se ba all ' por rclen superior ' alaun
o
bicho martimo venenoso le pic un tendon i fu
preciso cortarle Hna picro.a. Dos de sus compaeros escaparon apenas a la amputacion .
7:34 -
XVI.
Haba puesto Zamndio su cuartel j enc ral en el
puerto, mintras su jefe de estado mayor Pinillo::;
a.trincheralm Rll cobarde j en t e en el pueblo viejo,
i all por s solo, Rin clispamr un solo fusilctw, se
rlispers, no obstante hallarse competen teme nte
nrmadu (1).
1
XVII.
Habra parecido paradqja decir que el con1and~:mte Souper se habia. tomado a Pisco, como si
(1) Apesar de lo qne tlecian Pinillos i Zamudio, todos los soldatlos peruanos de caba,lleda qne se pasa1on (po rque hubo tres
pasarlos) i ot ros <li f>pcrws que se tomaron, es taban armados de
carabinas Speuce r.
Desde el 31 de agosto el coronel Mirauda, jefe de la zona de
Lurin, auunciaba que existan eil Chilca 205 ca,iones de armamento para esas fuerzas, i uu tal Comej o telegrafiaba desde Ic<t., el
4 de octub re, quP. tenia reuni das 600 bestias para la movilidad.
No f,t!tabnn por cousigniente rec ursos a aq uellas jentes. Lo que
les faltaba er-a corazou i vergenza.
1 h aqn todava dos telegramas que lo confirman:
Caitete, noviembre 13. -Seor subprefecto: Hace tres dias
tengo W mul as e::; pern.ndo ig ua l nmero de Cf_trga~, que me dice
e l prefecto remite ~t Pi::;t.:o, seg un me Cllur,estA) anoche, hace dos
dia!ol h al, ia salido de Lima, supong~> ::;ea11 esbas las que u sted me
jnclicn. estnrn en Ch ilc<t, )lle5 uo tengo conociruieutu de mas.
- Afelnzc~. >)
Pisco, 14 tle noviembre.- (Recil.Jido a las 3 P. lVI.)-Seor prefec to: Ayer sali el armamento de Lim<1 segun me lo
com uni ca el secretario (re g uen a, mas b pl1oru. qne ped por
t eleg ramn.-M. A. z~anudio .
...
-735-
hubiera sido un sorbo de su .rico mosto veTde, pero esa fu histricamente la verdad, porque al:
verlo avanzarse solo por la playa le dieron alcance Jos paisanos don Isidoro Errzuriz, don Alber~
ta t)tuven i don Daniel Cuervo, i luego ocho
Granaderos al mando del alfrez Ibarra. I sin mas
que divisarlos, los custodios de los dos pueblos
huyeron.
Poco mas tarde, se incorpor n los atrevidos
esploradores el capitan Rojo con su compaia, i
esto afirm la resolucion ele aqullos para marchar
adelante.
En consecuencia, e ignorando la intimacion del
Angamos, acordaron Sonper i ELTzuriz enviar
como parlamentario a don Alberto Stuven, i ste
regres ya entrada la noche con la mi~ma altisonante respuesta de Zamudio, i con sus dos asistentes ~ien provistos ele sabrosas ga.llinas que habian sacado, eomo para hacer irrision a tanto cobarde, de sus dormideros.
I en efecto, aprovechando la no che los tres mil
soldados de la zona de Pisco se escaparon hcia
Humay en el mas ridculo clesrden, olvidando el
coronel Zumudio prenda que rnra vez d~ja en su
derrota un jefe pcruano,-sn baston de ceremonia
con empuadura de oro qne hoi con su cifra esculpiaa por entero- c<Zanzudio))-1uce un caballero en las aceras de Santiago.
En las horas a que en el cnrso de la guerra ha-
73G-
b iamos llegado hasta las puert:ts de Lima, hubirase dicho no quedaban en el Per sino dos homb res, i stos eran don Nicolas de Pi rola, a pesar ele
sus estravagEtncias, i el subprefecto Matute, apesar
ele sus pnicos, porq ne ste fu al mnos el nico
peruano que se mat por sn patria o por su causa.
Segun una carta enviada a La PatTia ele Lima
por los telegrafistas ele Pisco, el coronel Zamuclio
orden la conccntracion de las trope1s en Pisco
Alto a las 4 ele la t ctrde i a las .7 la retirada, abandonando l a es<:t hora la ciudad en compaa del
capitan de puNto Portal, clesp ues de haber dest ruido ste las embarc:wiones menores .ele la rada
i los carros de mano qne sobre rieles hacan el
ser vicio del muelle.
XVIII.
Averiguado todo esto por la partida de voluntarios del comandante Souper, que en la noche
retrocedi por rdenes t erminantes del jeneral
Villagran hcia Paracas, avanz toda la di vision
en rclen por la ]Jlaya el clia 20, i en la tarde fu
a estacionarse cmodamente en los dos pueblos.
- E l Coqnimbo i el Chacabuco pasaron a guarnicionar la ciudad propia, i al j efe del ltimo reji rniento, el e ntjico comandante T oro Herrera, fu
nombrado gobernador militar de la plaza.
- 737 -
93
-738-
XIX.
Establecido slidamente el jeneral Villagran
en PiRco, con cmodo cuartel, forrajes suficientes,
rijen tambien a Paracas.
~eii or sub-secretario de marina:--Angamos pide verbalmente
rendicion del puerto. Contesta Zamndio altivamente. Se rompero lo >fuegs. (l)
Telgrafo va a ser quit~tdo i remplazado por posta.-N.
Portal.
(Recibido a la 1.30 P. M. )-Seior secretario de marina: Anga.mos viene a este fondeadero a comunicar con el vapor ingles caletero. Trae jente de desembarque. - N. Pmtal.
(1.35 P. M.)-Seor secretario de guerra:-Eo este momento
Angamos al cabezo del muelle con tropa a la proa; yo en este
momento all esperando parlamento.-Z amudio.
Seor jefe supremo:-Ha comenzado el bombardeo.
Todas las fuerzas en sus puestos; 1'esisti1emos hasta mmir (!!!).
-Zamudio.
El bombardao a que alude Zamudio fueron dos o tres caonazos del Angamos i un torpedo peruano que se frustt en el muelle.
A propsito de las peripecias del da en Paracas, he aqu
algunos fragmentos de lo que nos escriba el malogrado capitan Reyes Campos, del 2. 0 de lnea.
Noviembre 19 ele 1880.
-739-
pan i choclos en abundancia, se prolong la ocupacion hcia el sur marchando el coronel Amuntegui con el 4. de lnea i un esc uadron de Granaderos i 4 piezas hasta lea, cuyo suculento pueblo ocup el dia 23 de noviembre, huyendo el prefecto Villena, como huan todos, segun el interesante parte oficial que se rejistra en el anexo. (1)
0
1'
va entrando a l.
-740-
XX.
Cuatro clias mas tarde salian por tierm 200
Granade1os al mando del comandante Yvar con
200 infantes del 2. a ocupar a Chincha Alta i
Baja i a Tambo de Moia, que es la caleta casera
~
-741-
de aquel valle. El ministro de la guerra, acompaado del seor Altamira.no, conducia esta espedicion, mintras que en el A ngamos se dirijia el
comandante Vidanrre, con una seccion de su cuerpo (250 hombres i 4 caones de bronce), a tomar
posesion de a.quel importante desembarmtqero. (1)
(1) <dill pueblito de Tambo de Mora es chiquito, pero mui pintoresco: tiene una sola calle de norte a sur i cinco cuadras de
naciente a poniente. Las calles que arran can de la principal para
el oeste, va n al mar, que est a m nos de un a cuadra d e aquella ; i las que parten al oriente, desembocan en un a pampa hmeda i g ramosa, a poco m as de doscientas varas de dist ancia.
)) las casas del puebl o, cuyos fondos cla n a la espresada pampa,
tienen huert::ts i j ar dines prec iosos . A bundan tolla clase de {trboles t ropicales-! es pecialmente los banan eros i las pan as.
))El clima debe ser m alsano, porque el terreno es en jeneral
hmedo i lleno ele paj onales, totora les i vegas.
:oLos edificios son casi todos de dos p isos : en el superior viven las familias i en el inferior n o h ai sino bodegas espaciosas i
cmodas .))
En cuan to a las costumbres de sus habi tantes no carece de interes local la siguiente comuoicacion que fu encontmda en poder de su gobernador el ale man don Bruno Sindemberg .
R. P.
-742-
-743-
I.
DOCUlliEN'rOS HELA.TlVOS A LAS OPERACIONES 1 DESGRACrAS!DEL
CLEBRE RUB-PREFECTO MATUTE.
l.
TELEGRAMAS SODRE RODOS DE ANIMALES COMET IDOS POR OFICIALES DEL
EJRCITO PERUANO,
II.
NOTA DE MATUTE SOBRE EL BANDOLERISMO DE LA PROVINCIA
DE PISCO.
,
(Fragmentos del libro copiador de corl'espondencias de la prefectura.)
~I AT U'l.'E .
Ter;go la grata satisfaccion de acusar a us tecl recibo de su estimable oficio fecha de ayer al que ha acompaado las especies
recojidas en las iglesias, i valorizadas las mismas que entregu
al seor secretario de la prefectura don Jos Froilau Sanchf'z
para que las condujera a la capital de la repblica con las seguridades debidas, son segun el tenor de su mencionado oficio
como sigue:
NVENTARIO.
-H5id. qnc constituye nna corona de plat.a con el pe,.;o total de id.. .. ... . .... .. . ......... . . . . . . . ........... ..
1 id. que constituye un ineensnrio de plata con
e l id., id.. ............. .. . ....... ... ... .. ............. ... .. .
11 iJ. de pla.ta que las constituye un ctliz i diez
mila_qros co n id . . . .. .. . . . .. . .. .... ...... .. . .. ..... . ..
4
4 2
2 2
~d-te recibido del sefior subprefect o de la prvvincitt de Chincha (lun Agustn l\fatute los ol~jeto~ qne se es1)l'esau en el presente oficio en un cajou cerrado i hicmd. como comisiona do por
la prefectura para llevar las alhajas de la ciudad de lea i las de
esltL villa, cuyas alhajas son pertenecie ntes a las iglesias Je los
referi .los luga1es. - Pisco, agosto 8 de 1880.- .Jos Froilan
Sa.nclwz.
lJi os guarde a usted.
Agustin Matute
IV.
O'l'ltOS 'l'f:LECJU ~lA!:'
DI~
MATU 'fE,
DJ~
LA C. IJE LIMA .
94
746
Advirtales usted tambien, que llegado el caso, se les impar
tir nueva rden para que saquen los animales tiles i 'los chinos, porque se los estn llevando a trabajer a las <>ali treras de
!quique, Antofagasta, etc.
Mui pronto me constitnit personalmente de hacienda an !u.
cienda, de pueblo en pueblo, para ver si han cumplido con esta
rdeu que es mui terminante i que no nece ~ ita de mas aclata
ciones ni observaciones de ningun jnero, si no el qne se cum
pla estrictamente el mandato superior por el bien de los mis
rrios dueos i para cortar ese recurso al enemigo.-Dios gnarde
a usted.-(Firmado.-Agustin Matut e.>>
II.
PAR'l'E OFICIAL DEL CORONEL AMUNkl'EGUI D ETALLAN DO SU
OCUPACION DE I CA.
I>IVISION ESPEDICIONARIA S'HlHE !CA .
747
(-B-
J D. Amundteguz'.
Al
~eiior
7-19 -
n r.
EL S ERV JC lO DE L ,\ I NT EN D 8NC IA b": N PI SCO.
CAPITULO XXI.
I.
Cnando el ministro de la guerra en carupnfla
se dirijia a Arica el 2 de di ciembre de 1880 pnxa
-732 -
II.
N o hn.bia sido cli fcil desp<tehar aqu ella segundct retu escl tle tropas, procurndoles equipo i esp ecialm e nte agnada, a costa ele la8 que ann quefbban ~tg nardanclo su turno en los campamentos
(le Tacna. I a la verdad, cu<:tnclo eljen c ral Matunwa e n su cali cla (l ele jefe de estctdo nMyor jeneml, di :-;e cuenta del e::;t.aclo verdadero de las co-
-753-
ss, tuvo lugar de asombrarse de los ca~n nTeparables daos que en materia de elementos de
guerra haban causado los ahncos de paz del gobimno i sus fatales aplazamientos. Sumadas las
cosas i tiles que faltaban para equipar la mitad
del ejrcito que aun no babia emprendido viaje,
result, en efecto, que hacian falta no mnos de
veinte i seis mil piezas de todo j nero, segun aparece del si guiente despacho que se mand a Val paraso por el cable, nni ur.f ente, el 25 de no viembre, es decir, en la vspera de la salida de la brigada Gana:
INT E NDE NCI A J E NERA L DEL EJ BRCI'r O.
N oviernb1e 25 de 1880.
(De T acna a Val paraiso. )
Los 800 aparejos son indispensables. Aqu no hai donde buscmlos. All puede usted h ece rlos comprar en .Aconcctgucb i otros
pun tos. I ,os 300 caball os que ped son para remonta. Si h an
venido 180, faltan todavitt 120.
Ta mbien se necesitan doscientos sables J e caballera con tiros,
dra.gonas i ganch os de bandoleras, quinientos p orta- mosquetones
GOO suJ aderos, 600 pares e. pn elas, ~ 0 0 frenos, 200 cabe7. adas ,
200 riendas la rg as, 200 cor ta s, 500 correas de balij a, 500 de capa, 400 mantas de caball o, 1,300 dolmanes, 2,200 blusas de pai o, 2,600 pantal ones de paii o, 3,300 ealz oncillos, 1,200 cami sas,
3,300 frazada s o man tas, 4,000 porta-capotes i CJRN'.PO C INCU im 1' A Al1 RIEnos con sus mon turas. Todo es m:j ente lo mi smo que lo
pedid o en telegrama de nye r i an teayer,
95
-754-
III.
Pero la necesidad mas apreniiante de la situacion i que el jeje de estado mayor se habia apresurado a poner en conocimiento del gobierno, era
el convoi de ochocientas mulas qLle a ltima hora
se hacan absolutamente indis.pensab1es junto con
sus ap arejos para movilizar la mitad del ejrcito.
Di lugar en el pblico este afanoso pedido a
comentarios, ya dolorosos, ya burlescos, sobre la
incuria en que se habia vivido, i para darle cumplimiento, hzose preciso and51-r arrebatando por
los va1l'es ele Santiago, ele San Felipe, Quillota i
otros parajes, sus mulas ele servicio a los infelices
.argueneros que reparten sus menestras a clomicilio, ademas que en Aconcagua se compraron algunas piaras por el precio que sus dueos exijieron
i sin regatear (1 ).
( 1) A esta curiosa circunstancia se refiere los siguientes telegramas que copiamos del libro de rdenes del Estado mayor jeneral del ejrcito:
Noviembre 24 de 1880.
(De Tacna a la Moneda).
a:Seor ministro de guerra:-Para movilizar la segunda i tercera division se necesitan, con mucha urjencia, 800 mulas, 300
barriles vacos de dos arrobas i 300 arneses para carretones. El
seor ministro de guerra en campaa, a quien se representaron
estas necesidades, debe haberlos pedido al sur; pero como no
llegan hasta ahora, i ya el tiempo urje, me veo precisado a rogar a V. S. se sirva dar las rdenes para que se remitan cuanto
-755-
V.
I a la verdad, aquel ausilio aunque incompleto
i tardo, fn eficacsimo, porque sin las mnla.s de
los argueneros de Renca, que llegaron a fines de
ntes, a fin de evitar
visiones.
mayore~
a:Al intendente jeneral del ejrcito, en Valparaiso:-Son indispensables i mjentes las mulas i aparejos pedidos.
El terreno no es aparente para carretones. -M. 2. 0 ..ilfaturana.
Noviembre 27 de 1880.
(A la Moneda).
-756-
diciembre a Curayaco, el ejrcito no habria podido marchar ni con la mitad de sns pertrechos i
recursos de aquel desembarcadero a Lurin i desde
Lurin a Lima.
H e sido testigo, nos deca a este mismo propsitv un inteliiente oficial del estado mayor, don Fidel Urri tia en cart a de Tacna, diciembre 10, h e sido tes tigo de. la actividad desplegada por
nuestros directores para la movil izacion de este ejrcito; pero
los refuerzos de tropa, la remision de armamento, vestuario i
equipo, h a sido t an lento, qne solo debido a esa circunstancia,
se han perdido dos meses del mas precioso tiemp o. Verdad es
t ambien que h emos tenido q ue vencer Ja negativa, absoluta del
presidente para seguir adelante, pues este seor, solo despues
del fracaso de las negociaciones de paz, vin o a dar su asent imiento. A pesar de es to, ll evamos cuerpos mal eq uipados i a un
yores esfuerzos i sacrificios para proveernos de lo necesario
cuanto ntes. Aqu no es posible encontrar nada. El pas no tien e esos recursos.
Con ig ual tu:i encia necesitamos los obj etos de vestuario i
equipo que h e pedido sin los cu ales las tropas que aun tenemos
ac no pueden moverse.-M 2. 0 M atwana.
I todo est o no era nuevo, porque prescindiendo de muchos
a margos denun cios sobre las defi ciencias del ej rcito en los mom entos en que tenan lugar las conferencias de la L aclca?vna,
un corresponsal de la flat1ia, escriba a es te diario desde P ocoll ai, el 30 de octub re, lo siguiente :
E st.o no n os cansaremos de repetir lo. Al ej rcito le falta en
gran p arte el equi po i de esta deficiencia debe responde r esclusivamente la intendencia j eneral.
All se ha dicho que n o falta nada, que aq u hai pro.visiones
para un siglo i equipo para medio universo. P ero todo es bombo i farsa, alharaca i ment ira. La int endencia no llena por aqu
ni la mitad de sus obligaciones. As deben decirl o todos al pas
i pedirle en su nombre que remedie mej or las necesidades del
ej rcito.
De esto depende, como ya lo hemos com nni eado a ustede1l,
que poda mos marchal' pronto sobre Lim a.
E s preciso que n o lo olvidem.
75~-
VI.
Al tocar en tierra en Arica el ministro Vergara el 4 de diciembre, encontr en consecuencia
allanadas la mayor parte de aquellas dificultades
de detalle, que son graves en la guerra, porque
en ella todo es detalle, desde el espiral del rifle
que dispara, al miscrocpico proyectil que mata i
a la cramayola que lleva la vida del soldado.
Existan fondeados en la bahia no mnos de
25 buques, por mitad de vela i a vapor, siendo de
notar que el ministro, sin consulta del almirante,
habia hecho venir del Callao el Oochrane, dejan
do el bloqueo confiado solo al Huscar , como buque de respeto. Este acto de arbitrariedad innecesaria, di lugar a la instantnea renuncia del
almirante, arranque de hidalgua i de agravio que
el patriotismo por de pronto acall. I de esta
ta quedaron de guarnicion solo unos cuantos cuerpos de moder-
na formacion como los rejimientos Rancagua, Linares, batallones Rengo nm. 1 i nm. 2, etc., unos cuatro o seis mil hombres
en todo. I esto era sobrado, porque la linea de Moquegua haba
sido desocupada desde la ltim ~~ invasion del comandante Salvo. En cuanto a Bolivia, se mantenia est.e pas en una situacion
espectante desde la batalla de Tacna, como si estuviese en tregua de hecho con nosotros. Por este motivo no hemos vuelto a
ocuparnos en esta historia de la situacion de aquella repblica
con la cual la guerra haba cesado, al mnos con relacion a las
operacione:~ hostiles contra Chile i recprocamente de este pas.
Tacna i Arica estaban abiertas al comercio de Bolivia con mas
franquicias qne en tiempos del Per.
-759-
VII.
Prescindiendo de estas contrariedades, resultado ineludible de la reparticion de mandos en el
manejo de un ~jrcito que debe ser ntes que todo unipersonal, elembarque de la tercera division
i parte de la segunda se hizo con felicidad, rden
i rapidez en los das corridos del 9 al 15 de diciembre. El comandante Latone secundaba al
ministro de la guerra en ~u actividad en el muelle,
al paso que el jeneral en jefe remitia en el rden
debido los cuerpos espedicionarios desde Tacna.
Onpo el puesto de preferencia en el embarque
al Ooncepcion el 9 de diciembre, i en seguida
desfilaron el Santiago, el 3.c. el Aconcagua, siendo uno de los ltimos el Lautaro i los cuerpos
que llegaban recientemente del sur, como el Onric i el Valparaiso.
' J
-760-
VIII.
El 15 de diciembrtJ, cuando se cumpla un mes
cabal de la partida de la division Villagran, comenzaban a moverse en una imponente masa los
veinte i cinco buques del ltimo convoi; i como
nada da una idea mas grfica de las emociones i
episodios de tan solemne acto, los adioses de un
pueblo, que aquellas impresiones recojidas al doble vaiven del alma i de la quilla por alguno de
los noveles i entusiastas espedicionarios, copiamos
del diario de un jven capitan del rejimiento
Valparaiso, que iba en la fragata N o1jolk, los sigientes pasajes, que desde su llegada. a Pisco nos
enviara:
A la 1.15 P. M. Blanco dispar un caonazo.-2 P. M.
Laman deja su fondeadero i remolca a la barca rcero. >)2.20 Copiap remol ca Norfolk. -Amazonas deja su fonileaclero.-2.25 <rPaita)> remol ca a Julia.-lnmenso jentio en
el Morro.-Todas las bandas rompan los aires t ocando Cancion
Nacional e himno ele Yungai.-En los sem blantes de todo el
Rejimiento Val paraso se nota la aleg ra i contento por ver confirmadas en un hecho sus mas ardientes aspiraciones. E sto es
probar que son o ser.n dign o~ de admiracion, como sus mulos
los batallones Va,lparaiso del 39 i 79.-2.28 Luis Cousim)
remolca la fragata Ginsseppi Murzi.-2.35 'Higgins deja
su fondeadero.-2.:16 Blanco di spara otro caionazo.-2.37
Cochranne principia a movers e.-2.38 dej a su fondeadero i
pasa por estribor de nosotros.-Infi11itas chalupas i botes cruzan
la baha.-:~~ Huanay deja su fondeader o, lleva la ineignia
7(51-
(1) Diario del ca pi tan del Val paraso don Federico 2. 0 Ba96
HIST. DE LA C, DE LmA
-762-
' 1
IX.
En medio de alegres vtores de adios a aquella
tierra. de espera, simple alojamiento de una campaa hecha. en carreta, i haciendo resonar el
air~, cubierto de penachos de humo, los parches
i los bronces de las bandas, junto con los estridentes sil vi dos del vapor, la.nzse a la mar el convoi, alumbrado por esplndida luna, como el primero, i una vez acollaraclo con sus remolques
avanz hcia. al oeste, con mar tranquila pero boba, en el rden siguiente:
rabona.
Son tambien caractersticas de un dia de embarque de soldados chilenos las :;iguientes ocurrencias contadas por los conesponsales ue aquel tiempo.
Un soldado del Concepcion, cuando la lancha en que estaLan embarcados, se desatracaba dijo a uno de los lancheros, que
era peruano: .
-Mira oh, que los tiren (remolque) luego, pa que le llevemos memorias a tus paisf1nos no tenis una cartita .. ?
tm al despedirse de sn camarada, le decia: Hijita, vyese
p&. Chile. Al lao de su mamita estar mejor. Adios. Si mu{'ro
rece por el alma de su 'Viejo.
lnfiniJnd de dichos anlogos a los que dejo apuntados po
dria continuar narrando -h asta lo infinito.
Eran tambien curiosos algunos de los santos i seas del ejrcito en movimiento en aquellos das. H aqu algunos que nos
envi el nutlogrado capitan Reyes Campo del 2. 0
Noviembre 24.- Chile-siemp1e-adelante.
Novierubre 30.-.F'tt- v -i venc.
Diciembre 1.0 - Cltilenos - nunca-1etroceden.
Diciern bre 5.- H agamo.s-patria-.q!oriosa.
Diciembre 9. -Patria -gloria-victoria.
Diciembre 12.- Asia- Chilca -Mala.
763
A
Blanco
A-Vapor de guerra
Angamos
Chile
P aitct
Copiap
L imar
S. Lucia
()
il:l ~ H w nb. I
1 4 cables.
()
()
()
()
Ju lia
Norfolk
E xcelsior
J uana
~ ~
-'8 ;,
~
~ 8
O
A
~
:;:
.-<
.....
() Pisagua
B. Castle
Lamar
!J{. Cousi1io
Amazonas
O
A vestruz
()
()
Lota
Orcero
Jlttrzi
O
1
()
-e
()
1
o
Otto
Willwln~
X.
El jeneral en jefe se habia embarcado en el
Chile a las 2 de In. tarde con el cuarteljenenil, i
es fama que al imprimir la mquina su primer
vuelco al barco qne parta, esclam aquel sin re~
bozo:--Al fin se acab el telgrafo ..... Afloa mando
yo!-Tal haba sido la anmola, estraa i casi inverosmil tutela ~n que se haba mantenido para
las cosas mas simples i no necesitadas de consulta,
al jeneral en jefe que sin ayuda de nadie, escepto
de sn ejrcito, haba dado a la repblica tres de
sus mas gloriosas victorias.
-764-
XT.
Iban embarcados ahora en el tercer convoi tres
jenerales, un vice almirante, un ministro de la
guerra en campaa, un intendente jeneral (cada
cual en bnq ne aparte), 94 jefes, 621 oficiales i
12,784 soldados, unos catorce mil hombres, contando con el servicio sanitario que navegaba tambien en buque separado (el Paquete del Maule).
Condncia tambien el convoi los parques division arios del ~jrcito i el parque jeneral (unos doce mil bultos con nueve millones de tiros de fusil) i ademas 1,475 caballos i 420 mulas. Un buen
nmero de stas habia llegado en la fragata Otto,
fletada por la activa intendencia jeneral de Valparaiso, i pertenecia a la misma prorrata callejera
de los primeros di as de diciembre, ?peracion de
g~erra que hizo encarecer las frutillas de Renca
por falta de vehculo .... (1).
XII.
-765-
XIII.
A las cuatro de la t<:tl'de de ese mismo dia (18
de diciembre) se adelantaron como, en el caso del
primer convoi, los buques lijeros de la escuadra,
la O'H/ggins, el Chile, el Pa,:ta i el Amazonas, i
a las once de aquella noche echaban sus anclas
en la rada de Pisco. El Cochrane los habia precedido algunas horas, i se encontraba en su fondeadero desde las cuatro i media de la tarde. Al
dia. siguiente, mni de madrugada, toda la flota penetraba por el boqueron de San J ulian, despues
de una noche fresca hasta ser helada, i se dirijia
a formarse delante de Pisco para desde all emprender en aquel mismo dia o el siguiente la ltima jornada. (1)
( 1) Al caer la noche, la babia de Pisco resuena con los ecos
de las bandas que celebran el dia festivo, con alegtes tocatas,
en los buques que tienen la fortuna de llevarlas a bordo. En
algunas de las naves hai tteres i representaciones de diverso
jnero.
A bordo del Coch1ane la ttipulaciou, agrupada en el castillo
de proa i formando tupidos racimos humanos en la jarcia, usiste
a una funcion de acrbatas primorosamente vestidos.
Ejercicios en la cuerda i toda clase de jimnstica, msica
alegre, gracias i travesuras del payaso, nadafaltaba. Era una
escena verdaderamente ..intoresca i caprich(!Sa la que presentaban los centenares de alegtes marinos i soldados que se prepa-
-767-
XIV.
A esas horas i un mes justo despues del arribo
de la primera espedicion al puerto en que San
Martin desembarca ra hacia sesenta. aos con cuatro mil aliados, veinte i cinco mil chilenos alistaban sus armas para llevar el castigo i la victoria,
,por la tercera vez en un siglo, a la insensata i
provocadora capital de sus mas irreconcilia bles i
antiguos enemigos.
CAPITULO XXII.
-770-
I.
_.
II.
Semejante medida no corresponda a In verdad.
a ningun propsito eficaz de estmtjia, porqne
desde que tenamos el dominio absoluto del Pa-
-771-
-772-
III.
Mas no porque estas reflexiones sean evidentes, debe entenderse en la rjida compajinacion
de la milicia i de la historia que tal movimiento
no debi ejecutarse desde que estaba ordenado i
convenido. Todo lo contrario. Mayores que hubieran sido los obstculos, deber obvio del comandante jeneral de la primera divi sion era haber
obedecido sin vacilar, porque esa es lei ineludible
de la guerra. I si bien es cierto que el jeneral Villagran comenz a ejecutar su movimiento adelantando desde Pisco 1a brigada Lynch el di a
convenido, que fu el13 ele diciembre, es tambien
notorio que se someti a este rden con desembozado desabrimiento, declarando que aquella
marcha era un absurdo, i aun dejando una protesta escrita por los fr~casos que su sumision pudiera acarrear a sus fuerzas.
Por manera que si hubo culpa militar en el jeneral Villagran (i en nuestro concepto 1~ hubo,
por mas que participemos de su opinion sobre
quel movimiento), no fu obra. de desobediencia, como se ha dicho, sino de mala voluntad, o
segun es mas exacto decir, del secreto antagonismo que en su pecho exista desde antiguo contra
-773-
IV.
De todas maneras, di muestras de viva contrariedad e irritacion de nimo el jeneral en jefe
al tener conocimiento en la rada de Pisco ele lo
que oc].Irria, i poco mas tarde escribi al gobierno
un despacho hacindole saber que aquella circunstancia le obligaba a modificar su plan ele operaciones. En consecuencia, i como la brigada
Lynch se habia ya movido, i ese mismo dia debia
-774-
-77 5Blanco
()
Angamos
Magallunes
()
Valpami8o.
In~pec tor
Chile
Paila
Copia1J
.
() 4 cables
4 cables
4 cabls. 1
1
.,
""'
Humb. I
:: -
o
El vil a
A lvur~Jz
L imar
O 4 cables O
1
Santu L ucia
4 cables
()
()
J utia
N mfollc
O
1 4 cables.
o
E xcelsior
()
<.:> .-<
c3 Pistt!ftut
()
B. Ca8tle
Lwnar
111. Cou8'to Amazonas
() 4 cables () 4 cables () 4 cables () 4 cables ()
1
1
1
1
1
()
Avestruz
Lolct
Orcero
C. R uberlu
o
1
4 cables
()
A btao
()
Mwzi
Otto
Ita la
-!cables
o1
o
Elenn
Edmond
VI.
De madr ugada al. clia siguiente, 21 de diciembre, hallbase aquel la flota cuyas quillas i cuyos
humos los espedicionarios no poclian mnos ele
conta r i recon tar con orgullo desde su borda, a la
vista. de los pardos farellones de Chilca, en una
costa profu ndam ente desga rrada , llena de caleta s
-776-
VII.
A medio dia en punto toda. la escuadra echaba
sus anclas frente a Chilca, clespues ele haber esplorado el Blanco i sus consortes de guerra el
puerto i sus inmediaciones. Al misrho tiempo, i por indicaciones ele Ull pescador italiano
llamado Agustn Raineri, natural de Milan, i antiguo marinero del Tibre, que hacia dos meses
babia salido ele Chilca en circunstancias singulares de que mas adelante daremos noticia, el Oochrane se adelant- a reconocer las pequeas bahas jemelas de la de Chilca q~1e se estienden en
-777-
un espacio de ccz a quince millas hasta dar frente, poe el norte cerca. de los islotes llamados de
Pachacamac, al valle ele Lnrin. Esas caletas se
llaman sucesivamente Cruz depalo, Crtt,~ ele hueso,
Curayaco (que en indio q uerria decir corral de
piedra) i por ltimo una pequea ensenada que
por sn oficio de.nominan los lugareos ce caleta de
pescadores, l) junto a la boca del ro Lurin.
Muclw se ha hablado i aun levantado la voz
con Yanagloria sobre los esploradores que a:descnbricronll aquellas caletas, como si stas no hubiesen existido a la vista i en las cartas i en el
continente, probablemente desde la formacion del
mundo i en noticia de todos los navegantes i pescadores que en ellas desde eLlacles inmemoriales
traficaban o vi vian.
VIII.
l\1:intras el Ovchrane hacia aquel sencillo reconocimiento hcia las caJetillas del norte, al caer
la tarde desembarcaba en Ohilca el infatigable
comandante Stuven, vanguardia del ejrcito,
acompaado del animoso corresponsal del P errocarril don Eduardo Hempel, i, seguidos de un piquete de 25 hombres del ~ln~s, estos j~ndarmes
del ejrcito ~que al mando del teniente Bravos
para escolta de aqullos echaron a la playa como
en tierra amiga un rato mas tarde, fueron a toHtST. DE LA C'. DE LIMA~
98
-778-
(1) Son cur1osos los incidentes de esta ese nrsion qne pone !le
manifiesto la insondable desidia, timidez i abandono de los peruanos en todas las operaciones de la guerra, i por esto copiamos eu seguida algunos interesantes fragmentos de la corres
pondencia Jel emisario de la. pre113a santiaguino. que la ejecutara i diera seneilla i veraz cueutn. Je ella en los t.Srminos siguientes:
A las einco i minutos atrnclmmos a la. playa de Chi)c,t i
saltbamos a tierra sin encontrar mas seres vivi entes que una
inu1ensidad de ~raiins de ru ar o cangrejos (jUe, al sentir nn estras
pisadas en la arena, huin.n presurosas i engrifitdas a ocultarse
en sus angostas i redoucluR cuevas.
La ensenadita, tersa como un espejo i apenas njitada por
U!H\ suave brisa, es verdaderamente admirable. En sns costados.
sn r, oeste i parte del norte se encuentra encerrada por cerros de
gmnito, quedando al este la aneha. i blanca plRya.
J>No hai en toda la ensenada. mas edificios oue nuas veinte
chozas de pescadores del mas miserable a~pect~ i formadas con
totora i calias. En las aguas de esta encantadora. euseuada se
meca muellemente una peqneiia balandra., i en la ribera halh'thnnse baradas ll!HtH pocas canoas.
>>Todas e sas mseras cahaiias, as como una casucha de ma<(lem, oficina de la Compaiiia inglesa de Vapores, estaban enter.amente abandonadas i acusando que sus iufe lices moradores
J1abinn huido npresmadamen te.
,>>En la cumbre de uno de los cenos vecinos distinguimos dos
ho.mLres, a (1uienes se hizo seales amistosa!i para que ba;~aran,
efectu:\.ndolo, en efecto, algunos momentos mas tarde. Eran dos
pescadoFes, de orjen griego el uno i de las riberas del Guayas
el otro ..
Estos individuos aseguraron que en el pueblo de Chilca IIC
habiaj ente armada, i que haLia algunos pozos o pnquios de
escelen.te agua.
Marcharo11 en consec ne11 cia de esto los J os solitarios esp loradores por los mdanos hcia el puebl o, que suele contar hasta
tnil almas; i babie11d n ll egado ent rnda Ja noche, p<lSUron las
aveutura.s que el dilijente corresponsal cuenta en seguida en eo-
770 --
JX.
~~:Pur fin, t~ tr:t\'es ele las tcnrlijas de nna cuineltn. dtl citiill.S'
pctci bim o,; nn :t dhi 1 lur.. Nos :.wc team<~s i ll:tm:unos, Uit,hombre c11vncltn eu un poncho 1lc,;at6 tm cmJcl i dej<', es-pe,J.ta _la.
e n ta~..h., eo rri enrl" la l[ltinchn. cnnl!o rut:t cortina. Tdo CI'a. srllido i trigte en c,:t tni:-;era.blc c:tbn.iHt,. fulnmlmtda apenas por un
humoso i ftido candil.
>>!C llwm hr0 co1 t t.embloms:t voz i servil a.ctitu<l contest a las
interrogn.eiones que fiC le hi ci eron, dc~ie1Hlo que f< inmed iaciones
de la. igl esi;t habit t.re:3 m rptios-1lc buena agua qne s urt.ian perfee:ameutn al pue]]O: qn-e d'csrle clias ntt:tR se hn.bia sauido in.
marcha del ejrcito chi lel lo-h:icin. Lima., i la de unn. d.ivision que
venia pnt tierm, pnr l o eu;tl hahian em igradl a la':l quebradas
Y ecina:~ i al in te riGr el goln!nntlln1, el seiuw cu;i. i C:<i: i todas las
milias tle la loc:o:lid<tll, uelnmlo soln Uli'>S 40 o 50 httbt.tnt.es,
en ;;u m :tyor p:ute pe:;l..aulorcs o cul ti \'ures de l;t:-; pec nertas
ch:tcras que rodea n la polJlaeion.
>>E u cm'\llt.o a fu ert:tt annada, ftseg nr que solo ltabia existi1lo
una gu:tr.li :t de seis hnmbres, qu e tamhiea hn.hia tocttdo retirn.<ia. l:'iclintlulc el sciior <::tuvcn que uns acomp:1itara, contest
inclin;.nJosc hrtstn. el ~nelu:
- ~u\. las rdenes de vnr.stras personas i seiiors
servi rl a'l.>>
>LA... wcn a n1la encontramos ot.rn pa.isano amigo del anterior,
i que ma s despcjallo que sn toeayu- Pedro llam;Umn se los dosdi mas rnplias c,;plicacinnes aeerca de lns puntos sobre 'lue so
le intcrro,.ainl. ennfir nHilt tlo lo dicho t>lW f: ll compaiiero i por los
in1livi lln o~ flll~ lnjunn . 1ln los rcnn::~ ~n Pucnsn.nn..
P ru:>egnimn:; n11est.ra marcht n._ tnwes del pueblo, i :t fin tl0
dctr algu!t escam;o a lit trop:t, se ]uzo altP c11 lo:; cnn ednre:> Je
una cas<t situada al frente de h< que ocnpn.l.Ja pocos dias t't r;tes el
gohenmdur.
YJ l'l'l intras esto suced a, se ll:tm a h puerta. de otra casa en
quo hahia lm:, i que t-~ e nbri inmeiatamente, cuando a la prcg1:nta de t<l,l luin es?, el teniente Bravo contest con vibmute
vor.: (<h il e ~ J> En el umbral se present un hombre de ulgnnu
rmra
iSO-
nocimiento hasta la boca del rio de Lmin, sin distinguir, como Stuven, ni rastro del enemigo, -ui
una carpa, ni una mula., ni un humo.
Al fin, dice una relacion prolija <le arnellas operaciones de
mar, despnes que cmzan varias veces los botes entre el Cochrane
_i el Blanco i que el almirante va en perso1Ht a conferenciar con
el ministro, el Oochtane avanza a la 1 P . .M. hcia el n orte, en
direccion al grnpo <.le las ishts de Fachacaruac, medio perdidas
todava en la neblina.
La lancha a vapot del Btnco se haee cargo del reconocimiento de las caletas.
A las 5 P. M. se halla de nuevo el Cochmne en sn fondeadero.
:r:Del resultado del reconocimiento, se ha podido averigll!tr
hasta aqu, con seguridad, lo siguiente:
El Lurin desemboca frente al grupo pintoresco de las islas
de Pachacamac; entre stas i el continente hai espacio i fondo
eclarl i que, segun supimos luego, era don Manuel Velazquez, el
haLitaute mas estimado de la localiJad i antiguo guberrmdor en
tielllro de Castilla i de Echeiiique.
De can.cter servicial, se ofreci como gnia para acompaiiarnos a los pozos e indicarnos otros puntos J onde el agua se encontraba a poca profundidad.
El seor Velazquez haba llegado bncia dos dias de Lima, i
por l supimos que Pirola concentraba toJos sus elementos de
resistencia en Lima i sus alrededores, con tHndo con un ~jrcito
nn menor ue cuareuta mil hombres i con Lueuos cafwues i obras
d-e defensa.
1 a propsito ue la soledad de Chilca, he [tf)U uu curioso te legraJJHt uel chuLo Miranda i su Chepita:
f <Ch !t
-781!inficientes puta los bnques, i eu Jias buenos, es postble desembarcar en la playa abierta.
]}l valle no puede tener, hasta <lnn<le n.lc;tnz:t la vi sta, m-uos de 2,500 a 3,000 metros de anchurn; osten ta -a hun<lante i
loza na vej etacion; i es forma<]<, al norte i al s ur por al tnras que
van subiendo de la ribera, en la misma forma n.n fi teatral que
h emos observado tle,;de Chilca, i que queJan bajo los fu egos de
la escuadra.
Entre grnpos <le rboles, asoman en el fun do del valle i en
las faldas de las colinas q ne lo cierran por el snr, edificios de
haciendas i del pueblo de San Pedro de Lurin, i a lo lj o@ , rio
nniha, anrece entre la niebla un cerrito oscu1o ea furnu de
cono.
En toda la comn.rra no se ha n descul,ier to e:1emig,H, i en
cuanto ha siJo posible apreciar h a brin. sido i ~t til cu<d qllier<L tentttti va para impedirn os el acceso al rio.
Las posiciones que hubiera podido ocupar el ejrcito peruano, ce:ca del mar, habran quedado espnest :ts a ser evitadas o
envueltas por el interior del valle i flanqu eada:; a la ir.1nierda
por la escuad m.
E,;te reconocimiento ha tenido por primera i m as importante consecuencia el abandono del propsito de efectuar el desembarco por el norte.
La marcha por el sur es mas larga i obligar al ej rcito n.
maniobrar cuidadosamente para ocupar las lineas de ataque contla la. cindad; en cambio, vemos el camino espedito i franco ante uosotros i tendremos tiempo para concentrar las fuerza:> i organizar el avance.
ARi, pues, adelante por Lmin , ll evando al frente In. caballeria a fin de encubrir nuestros movimientos i observar los del
enemigo i oulicuan <lo firm emente sobre la derecha. ha sta llegar
a b altura tlul norte de Lima. i cortar ul di ctador los camiuos de
la re ti rada.
Adelante!
>>Un caonazo qne el Blanco tlisparad . matana a la::; -! A. M.
-782pttra los btlllllcs del convoi la scial de abandonar el fonrle,tdero i de dirijil'se a la Cmz de Palo i Cnmyaco, en donde
tcn,lr lllg<tr el desem b:uque. (1)
' f;ht
X.
'roclo Ci>to habia tenido lugar el 21 de diciembrc, frente a la costa de Chilca, i a la vista: de
Lmin, es decir, frente a Lima, el <-1i::~ 21 de diciembre, i em notoria a todos la vacilacion de los
nimoR a bordo, porque, segun ntes dijimos, no
hahia ni poda, haber un plan definitivo de desembarco i de campaa. acordado de antemano.
Chilca babia sido sealado por el jeneral en jefe
desde el mes ele julio como el o~jetivo mas cerT
cano de aquella evolncion i este mismo itinerario
marcn,ba en sn crquis el estado mn.yor que presidia el jeneral Matnrana. (2)
Pero hablbase tarnbien ele Ancon, i aun se
dijo que en aqnel dia el ministro ele la guerra haba insinuado la conveniencia de dirijirsc en clemnncla de aquel clesembarcaclero, lo cual el'<t
sencillsimo. Sin embargo, semejante maniobra ha.:
bria dejado aisla(la la brigada Lynch que avan-
-783-
zaba lentamente por tierra, al paso qne descubria de lleno la flaqueza est.ratjiea de la opera;cion terrestre que se haba. encomendad o aljeneral Villagran i que ste por fortuna haLin, solo
cumplido en parte.
XI.
Resuelto ahora a fi.!'mc el desembarco en las caletas meridionale s del rlepartamcn to ele Lima con
el propsito inminente i esencialsimo ele tomar
posesion del hermoso valle de Lurin i all concentrar i reorganizar el ejrcito para las jornadas definitivas, comenz el desembarco en la caleta de
Curayaco, no sin los tropiezos que el cambio contnno de los trasportes en sn itinerario i en su posicion dehia orijinar. Rabia cabido a la brigada
Gana, como~ la mas descansada del mar, el honor
de desembarca r la primera i marchar inmediatamente a posesionarse de Lurin qne distaba de
aquella caleta de tres a cuatro leguas de camino
pesado i medanoso.
:La nave almiranta, dice la relaci0n que hemos venido citando en el presente capitulo, apareci, cuando hubo iuz el dia 22,
fondeada frente a Curayaco, i lo~ burues del convoi que se hallavan ngrupudos mas al sur, frente a . Chilca, se encontraban entregftuos a la sola inspiracion del buen sentido de sus capita~es i tripulautcs.
Evcelsior i de la Orcero.
No mucho despues de las 10 A. M. se ven formando sus cornpailas sobre un ele vado fald eo al Uhilbn i al E ~ memlda.
A medio dia avanzan estos cuerpos por el camino que conduce al norte sobre la primera corrida de bajas coliuas, presen ..
tndose a trechos i desapareciendo a trechos a nuestra vista.
En la caleta de Curayaco se detienen i establecen su campamento, del cual se dirijen a. Ja playa i a los oe l'l'os iumeJiatos
enjambres de soldados.
Estos movimientos lo mi s m ~ que los de la ba.hn., son ouservados desde las alturas que cierran por el sur e l vall e de Lnrin
por una avanzada enemiga, que se mantiene en ese punto h~sta.
puestas de sol, hora en que marcha en esa direceion el primer
piqu ete de Cazadores a cauallo.
))En la segunda parte del dia, se interrumpe el desemharque
de la brigada Ga ua, porque faltan al Buin algnuas carn.mayolas,
que se le distribtJro a bordo, i bajar el 3: de lnea entero i
parte del Lautaro, rejimientos que pet tenecen a la brigada Barbosa.
1> Viene la noche quedando en tierra unos 3,500 hombres de
infantera i ma.s 1le 100 jinete:l.>>
785-
XII.
N o era en manera alguna escaso el nmero de
soldados echados aquel dia a tierra, visto que todos los que desembarcaban tenian que desfilar
por una tabla; i stos a la verdad sobraban para
cualquier emerjencia de aquel dia. Mas atribuyendo falta al almirante en este servicio; el ministro de la guerra, que no daba pruebas de prudencia i pareca ya carta de mas en aquel juego,
envile una nota de reconvencion que ahond sin
justicia los recelos i las divisiones. El ministro
Vergara babia prestado indudablemente servicios
sealados a la campaa, pero desde que el ejrcito iba a entrar en operaciones puramente militares, que necesitaban la mas absoluta unidad i responsabilidad de direccion, U puesto evidentemente no era aqul, i l rnismo tuvo ocasion de conocerlo as prcticamente mas tarde. (1)
En Arica, como intermediario entre el gobier(1) I esta opinion no solo era nuestra, sino la de los amigos
polticos del seor Vergara, i como prueba de ella el diario radical El H eraldo, publicaba el 3 de diciembre las siguientes lneas editoriales:
El pblico ha est.raado qne el seior ministro de la guerra,
que es el delegado del supremo gobierno i el director de la campaia, se encuentre en Pisc a la vangu.rdia del ejrcito, i mui
ljos del cuanel jeneral. El puesto 11ue le corresponde no es ese.
Se nos ocurre que su presencia en Arica habria sido mui til,
mucho mas de lo que puede ser en lea o Tambo de Mora. El jeneral Villngran es suficiente autoridad para gobernar acertadamente la division que estt a sus rdenes.
HIST. DE LA C. D"E LIMA
99
-786-
XIII.
-787-
-788-
XV.
Al mismo tiempo que recibiera el aviso del mayor Vargas sobre la posibilidad de una resistencia,
789 --
que era tan natural suponer en las escarpadas riberas del rio, si mas no fuese para prolongar la
punzante sed del invasor, trasmitila al coronel
Gana al cuartel jeneral por via de precaucion.
I cuando esta vaga noticia, trada a galope tendi..:
do por el bizarro cirujano Llauss, que pag algo
mas tarde el tributo de su noble i juvenil vida a
sus fatigas, lleg a Curayaco, suscitse estrao alboroto i ansiedad en el campamento. Comenz a
d~cirse que la brigada Gana, que a esas horas almorzaba los toros bravos de Miranda cazados a
bala i esquisitas cazuelas en los gallineros de Lurin,
haba sido temerariamente comprometida, i el jeneral Sotomayor parti a escape con refuerzos, solicitando el inmediato envio de caones. Nuestros
jefes no acababan de conocer todava a los peruanoE<.
XVI.
Continuaba entretanto en Curayaco el desembarco con mayor actividad durante todo el dia
23, i en los subsiguienteo del 24, 25 i 26, i a medida que los cuerpos descendan a tierra eran
despachados con mas que reglar premura i poco
rancho hcia Lurin. Toda la artillera de campaQ
a quedaba a bordo.
El 23 por la noche march hcia el interior el
rejimiento Curic desembarcado en esa t arde, pero
estraviado en la oscuridad, i como si todava se ha-
790-
XVII.
I en efecto, en ese mismo da hcia la una de la
tarde desfilaba por delante de las arboledas de
Lurin, montada en abigarrada carabana de asnos, a la manera de los peregrinos de la Tierra
Sa.nta., una muchedumb re de jente que ttpnas dejaba ver por entre el denso polvo que les cubria
sns arreos militares. ~ra la cabeza de la division
(1) Entre los anexos de este captulo damos cabida a los despachos en que el jeneral en jefe i el ministro de la guerra resuman estas felices operaciones. Esos despachos fueron trasmitidos a Santiago desde !quique por el telgrafo i se publicaron
por suplemento el 27 de diciemdre para satisfacer la inmensa
ansiedad del pas.
-791-
I.
EL lJESENBARCO EN CHILCA, SEGUN LOS PLANOS DEL ESTADO
1\iAYOR DEL EJRCJTO DE CHILE.
(Fragmento) .
Firmado.
M1cos 2. 0 lriaturana.
HIS'l'. Df; LA C. DE LUlA
1011--
-794-
II.
DESPAC:ijOS DEL ,JENERAL EN JEFE 1 DEL l\IJNJSTRO DE LA GUERRA EM
CAMPA~A SOBRE
DICIEMBRE.
-795Sotomayor, con una brigada de su division, se apoder de Lurin. Doscientos hombres de infantera i cien de caballera que
se encontraban en aquel punto se retirarc:> u al acercarse nuestras
fuerz as, hacie ndo alg unos disparos que no nos causaron da o
alguno. H oi quedarn desembarcadas t oda la infantera i caballera. De la brigada del coronel Ly nch se sabe que pernoct
anoche en Ohilca i va en marcha para LUIin.
Los buques en que deb e reembarcar; e la segunda brigada
de la primera division salieron ayer para Pisco.
Nos hallamos, pues, en posesion de un punto estratjico importantsimo como es el rio i vaUe de Lurin i a dos jornadas
cortas de Lima.
Et~pero que la fortuna ha de seguir- sindonos propicia como
hasta aq ni.
Dios guarde a V. E.
MkNUI!:L BAQUEDA.!fO .
tranrla.
En dos dia s mH s todo el ej rci to rneclar:'t a<:H ill]1ttdo a ocho
leguas d e Lim a.
:3;tl pd i u i mn
e ~c e k 11 tes.
'
CAPITULO
XX II I.
-798el26 con el Atacama i el Colchagua.-Comienza este ltimo dia el deaembarc"> de la artillera de campaila en la caleta de Pescadores i bajan
a tierra los ltimos cuerpos de infa:ttel'a.-Llega. el jeneral Villagrau a
Curayaco con la brigada Amuntegui i es dep uesto dd mando de su division.- Le sucede el coronel Lynch.-Interesantes documeutos.-El
jeneral Baquedano eu Lurin.--El ltimo dia del aiio I880.--Trei11ta i
cuatro mil chilenos, treinta i cuatro trasportes , cincuenta i seis caones
i cuatro mil caballos i mulas de servicio.- Los prodijios del patriotiam()
'ID preaencia del empequeecimiento del gobierno.
I.
_F orma la distancia. de 50 leguas que separa los
valles de Pisco i de Lnrin un rido desierto de
arenas muertas, que el viento an;astra lentamente
describiendo montculos de caprichosa forma llamados mdanos. Fu en uno de stos, un poco al
sur de Pisco, donde naufrag en 1823 el escuadran
de Granaderos a caballo que el coronel Lavalle
sHlv de la rota de Torata, i todavin. las osamentas de sns jinetes sealan al viajero su fatal itinerariO.
II.
79~-
agua de la sierra llega hasta. sus pramos. Son terrenos de temporada i de chacarera, i hace cuarenta aos vivia ah en humilde condicion ele albergador de viajeros un tio del jeneral en jefe del
ejrcito chileno, i que si nuestra memoria no nos
es esta vez infiel, tuvo su propio nombre.
III.
Mas all de esos parajes diltanse las montuosas haciendas de secano, pobladas de bosques de
rboles espinosos, como la antigua Colina en Chile, llamadas de Retes i Bnjama, famosas por sus
toros bmvos del Acho mulos el,~ los que el ce cholo
lVIirancb, )) tn~jera de los clidos valleR toledanos
que el T~~jo riega i encoleriza..
Pasa el viajero desde all a las lomas medanosas de Chilca, villa situada en i.ma hondonada pero que tiene hermosa iglesia, en otros aos opu' lenta en joyas i hoi en harapos, i un poco mas hcia el norte, siempre por camino enjuto, grio i
penoso, se desciende al valle de Lnrin, que reverdece de cafta i alfalfa, de . menestras i camotales.
La tra ve s~~ de Chilca a Caete ( decia el propio autor de este
libro, haciemlo en la hora oportuna el resmen de las marchas
que iba a emprender infructuosamente, a su sentir, parte del
ejrcito), travesa que nosotros hemos recorrido en un esforzado
da a caballo, es penosa, pero es comparativ:ameute corta i !kvadera. Por el contrarie;>, la de Caete a Lima es prolonga.dsi-
-800 ma, abruma dora, i si no fuera empren dida con,tra peruano s podra ser hasta peligros a para las colummts que marchan por la.
ardiente arena, agoviad as con el peso del fusil, del monal, del
abrigo i de la caramay ola, que es preciso rellenr a cada etapa,
sin saber en dnde. Lo nico que refresca nt al soldado en esa dura travesa es la proximi dad del mar i IR vista constan te de los
trasport es en que mas felices compa eros adelant arn alegres
sus cmodas j ornadas .
IV.
Enconttar.n los espediciouarios de la division Villagra n, su
ptimer refrijerio contra la sed i el calor despues de abandon ar
los caseros ci vilizaclos de Caiete, en el valle ~e Asia, osis de
tempora da, cuyos escasos habitan tes han podiJo segumm en te
en la presente est::acion, a causa de la abundan cia escepciona l de
l::ts aguas, cultivar s us chacras de ca motes, de zapallos dulces i
de yucas en mas que regular acopio. Como de costumbre, el
enemigo, que ha podido talar el campo hasta reducirl o a pavesa
del ante del invasor, lo habr. dejado tambien intacto. Por todos
caminos, despnes de un:t esforzad a m ttrcha de cinco legLtas per uanas, el ~jrcito chileno habr encontra do en Asia. nn poco de
agua para reponer sus caramay ohts i sus esta nqu es de hietTo, si
el jeneral Villagl'a n ha logrado llevar stos cons igo. Por lo demas, Asia no es un empol'io, sino un pobre adu:tr de indios labradore s, que viven de las clemenc ias del cielo cuando en la
sierra llueve i corren las quebrad as.>> Cuando esto no sucede,
la mayor parte ele los hn.bitant% emtgra.n a C;1r1ete, tierra de
promisi on .
V.
Entre Asia ~ Caiete ex iste, en un desfiladero que el mar
corta a pico, un cerro arenoso, i de. los flancos Je ste ruedan
-801galgas enormes. Es este el~clebre Malpaso, terror de los viajeros. Atraveslo en noche de densa oscuridad un viajero chile~o
que haba salido de Asia con los huesos molidos de cansancio a
la una de la maana, i cuenta l que en silenciosa c:travamt i
junto a una dama que, como todas las peruann.s, dignas desendientes en estu de las amazonas que descubri Orellana, ib:t jinete a horcajadas, cual los hombres, en brioso palofren de sutil
paso, i platicando las cansadas horas de la noche, como Erei la
i sus castellanos cuando contbales eu Arauco la historia i el
dolor de Dido, djole aqulla:
-Si hubiera luz no iria usted tan sereno. La mar ha cortado todo el cerro que llevamos al costado, dejando grandes trozos volados de donde solas se desprenden grandes piedras que
matan a los animales i tambien a los pasajeros, siendo todo el
espacio que hemos andado del aspecto mas horrible.I> ( 1)
VJ.
Otras cinco leguas peruanas : (cerea de siete de las nuesttas)
han conducido a los chilenos al valle de n-Iala, que no es mal o,
sino al contrario, un paraje encantador en qne los habitantes
descansan de sus menudos afanes ele labranza a la sombra de
verdaderos bosques de naranjos i limoneros. Mala es una especie de Chincha en miniatura, pero en tan reducidas proporciones
que bien ptHliem caber todo 'lU panorama dentro de la tela de un
cuadro de cortas dimensiones o en el foco opaco de una m1 nina fotogrfi ca. Antes dijimos que all viviera un tio lejitimo del
jeneral en jefe de nu es tro ejrcito que se enamor de aqnellas
sombras, i puso, en medio de la jenial incuria, un pequeo negocio de que viva auxiliado por la azcar de Montalvan. Su
paisano i su husped de alojamiento, el jeneral O'Higgins, .vendale sta con buena cuenta o a Bll paso se la obsequiaba.
VII.
Las j ornadas de Asia i de Mal a ser n, a pesar de t odo, las
mnos duras i las mas socorridas para nuest ro ej rcito, porque
en el l timo de aquellos valles comienzan propiam ente h s arenas muertas que los vientos fnri osos, las paracas del es to,
arran can a los mdanos i van esparciendo en blandas i sueltas
faj as por todo el trayecto h asta la caleta de Chil ca i en seg ui da
hasta el an gosto vall e de Lurin, i mas all Ins ta ol Morro Solar, a cuy o pi setentrional est Chonill os, comenz ando all
mi smo la planicie i el cul tivo del valle del Rimac.
VIII.
Ohilca uo es, como Asia, un sembrado, ni como Mala un oloroso i fresco bosquecillo, sino una msera caleta de pescadores,
i un poco mas hcia la tierra una aldea de tejedores de son1bre~
ros i de ciga.reras, que vive de esta renombrada industria, cultivando el fino esparto en enjutos, reducitlos i salobres lagun at os. La caleta es abrigada pero redu cida, i Pirola ha pretendido
fortifi carln. para darn os el placer i la ve ntaja de un pequeilo Pisagua. La aldea o ranchera de los indios tej edores dista unas
pocas cuadras de la lengua. del ag ua, i todos los viaj eros qu e
por all para su mn.l han tmnsitado t:lstn de ac uerdo en declarar que en ning una pa rte del mundo han visto un lngar mas
misem ble : roretchecl village la llama Stchudi en sus viaj es (pj.
228), ald ea miserabl e que no tiene n~d a, absolu tam ente nada,
de lo que es capaz de su ministrar el sustento i la existencia al
h ombre.
I sin embargo, otro viajero aseg ura cue, gracias al paciente
tejido de sombreros de pita i de cigarreras labradas i de colores
-803gayos, los chilcanos llegaron a disfmtar ntes de la independencia de una magnfica iglesia, con costo de 300,000 pesos, i
un hospicio j euerosameute servido por ellos mismos. Es fama
que en este ltimo dbase sustento al viajero i fonaje para s u
bestia, pero con la precisa condicion ele que el tl;auseunte no se
detendra jam as en sus tierras mas de doce horas.
Atribuase esta singular limitacion de hospitalidad a los celos de aq uellos indios selvticos, ocupados de entretejerse entre
s, i logrando asi mantener pura su raza i al propio tiempo conservar el monopolio de la red i Jos somb reros. 'I'odo lo que ha
cambiado desde la independencia ac es el culto del santuario,
porque, al decir de los ttajinantes modernos, donde los chilenos
t enan ntes a la Vrjen han puesto hoi la i::reverente efijie del
dios Caco. ( l)
-804-
IX.
Aadase estas dificultades naturales la posibilidad de encontrar una resistencia de asaltos i
emboscadas en todo el largo del trayecto, especialmente en lps lugares boscosos como el de Hervay
bajo, en el paso del rio de Caete, famoso por su
fortaleza incsica que lo domina, en los callejones
de las haciendas de caa o en los bosques espinosos
de Bujama. Pero los peruanos, siempre ineptos i
siempre pusilnimes, se habian limitado a destacar hcia Caete desde Villa el rejimiento de ca- '
br.llera Cazadores del Rimac, que Pirola habia
hecho descender de los valles de Lambay_eque en
los primeros dias de su dictadura, i lo confiaba
ahora al coronel de caballera don Jos Sevilla,
jefe que pasaba, como Zamudio, por esforzado.
-805 -
Una guerril la de cien infante s montad os al mando del co:ronel Arciniega, se le agreg en Caete,
al paso que otra monton era al mando del guerrillero Celestino Conde, merode aba por los vallejos
de Asia, Mala i Bujama.
X.
La parte mas angusti osa de aquella larga travesia iba a ser, tratnd ose, no de la marcha de
simple viajero, sino de una column a pesada, la
que se estiend e desde Tambo de Mora a Caete,
porque en aquel pramo no existia sino un escaso
bebedero en el sitio llamado el Jagey , a pocos
metros ele la playa i bajo un grupo ele elegan tes
palmeras, reinas del osis i de sus copas de verde
follaje.
Sin embarg o, desde que los chilenos se posesionaron de Pisco i de sus valle.; ribereos, una guardia de veinte i cinco Granaderos, a cargo del alfrez Daroch, custod iaba aquel tesoro i lo ponia
a cubiert o de las infames maquinaciones que se
habian descubierto a los peruanos. Oportu namen te
lleg tambie n all, por rclen cleljen eral Villagr an
el patriot a, intelije nte i abnegado Yoluntario dori'Arturo Villarroel, renomb rado mas tarde con el
ttulo de Jener al Dinam ita )) ; i ayudado este infatigable gastad or del desierto por unos cuan tos
chins, ensanch aquella vertien te hasta eonver -
-806-
XI.
Dividi el coronel Lynch diestramente su columna en dos trozos, i con una jornada de intervalo hzola marchar, ponindose l a la cabeza de
la primera mitad, compuesta de los Granaderos
de Yvar, que iban a la vang uardia, de la Artillera de Marina, rejimiento que andaba suelto,
sin pertenecer a di vision determinada, del 2. o de
lnea, del Ta.lca i de una seccion ele artillera.
(1) Las disensiones a que hemos aludido i que motivaron
las renuncias de los comandantes de los rejimientos 2.0 de lnea i
del Colchttg ua constan ele los documentos que publicamos en el
anex o. Fn necesario que i nterviniem el jeneral Villagl'an para,
aquietar justas susceptibilidades. N o obstante, el coronel Lynch
nos ha iu fo rm ado que no fu l sino el coronel del Atacaron. don
Juan Martinez qui en diera hl omi nosa, nlen que hacia solidarios a los jefes de las fattas i aun de los delitos de los sold t dos,
i aadiendo que por no desairar al viej o veterano, la mantuvo.
- -
807-
XII.
La, primera jornada nocturna de la sufrida, brigada fu al J agey, donde bebi a sus anchas el
agua vertida en la media no che el 16 de diciembre, i all se acamp hasta las cuatro de la tarde
del siguiente dia.
~09-
XIII.
XIV.
Acampse aquella tarde la division en Hervay
bajo, hacienda abandonada, teniendo a la vista su
pintoresca fortaleza i el rio de Caete que all coHlST. DE LA C DE LIMA~
102
-810-
rre crecido; i a la maana siguiente (20 de diciembre) pudo almorzar con abundancia de caf
i de arroz con leche bajo los anchos corredores i
frescas arboledas de his casas i hacienda histrica
de Montalvan, situadas sobre corpulenta huaca indjena a la entrada del pueblo de Caete i a tiro
de piedra de su plaza ele armas. (1)
XV.
Para defender aquel riqusimo valle, poblado
ele haciendas que valen millones, los perua,nos no
encontraron mas arbitrio que desbarrancar las.
acequias que riegan sus caas, zanjear los angostos callejones que separan los plantios ~ echar por
ellos los cauces, gastando asi estpidamente el
agua de los riegos, ya que no saban quemar la
plvora de los combates.
(1) La hacienda de Montalvan haba pasado a poder de unos
bodegoneros italianos, los hermanos Del Pino, que la usura sobre prendas habia hecho millonarios. De uno de sus dueos
publicamos hace poco curiosa i desaliada carta en que alega
sus ttulos de dueo, i stos suman un largo medio millon
de pesos. El coronel Lynch hizo respetar aquella propiedad,
contenttndose con estraer el cuadro histrico de la Deposicion
de O' fliggins, pintado por Monvoisin, cuya tela, apesar de sus
grandes proporciones, fu robada en el camino, i es lstima,
aunque su mrito artstico no alcanza mui subidos quilates.
La nica hacienda que grav el coronel Lynch en Caete
fu la de Gomez, propiednd de don Jos Unnue, con una libranza de 20,000 pesos; i cuentan que los alemanes que administmban aquel injenio, sin sospechar que hablaban con el jefe
de la espedicion Lynch, decan a ste que si el tal hubiera venido, algo mas l~ habran pagado ... cuando ste rindose les dijo:
-Yo soi Lynch! i los alemanes se fueron de espalda.
--~
811
-812-
XVI.
El 21 de diciembre, a las 9 de la maana, esto
es, a, la misma hora que el convoi avistaba a Cbilca por la mar, el grueso de la di vision Lynch penetraba en Cerro Azul i all almorzaba.
El 22 amanecia, caminando de noche, en Asia
i all a la sombra de los guarangos descans ha~:~ta
la tarde.
XVII.
A las dos de la maan . del 23 continuaron su
estril jornada aquellos sufridos soldados, i al llegar al bosque de Bujama sintise intermitente tiroteo de emboscada. Era la guerrilla de Conde
que parapetada tras los rboles asesinaba un soldado del Talca llamado Olegario Reyes i al cabo
del 2. 0 Juan de Dios Rivera. Un granadero desapareci tambien en la brega, i quedaron dos heridos, probndose as cun fcil habra. sido causar
c.recidos daos a aquellas fuerzas, si los peruanos
hubieran imitado siquiera a sus gallinazos i no a
sus gallinas.
En cas.tigo de aquella alevosa el coronel Lynch
destac la brigada infernal de Villarroel a la que
peruano en regla: nos hizo reir mucho.
-813-
XVIII.
Era, segun llevamos dicho, aquel dia e 23 de diciembre, el mismo en que el coronel Gana ocupaba a Lurin; i colcase aqu un episodio interesante de aquella jornada. Desde Curayaco babia sido
enviado hcia el sur en busca de la brigada Lynch,
cuyo -:-umbo se ignoraba, el bizarro teniente don
Agustin Armaza, oriundo de Chillan, como el Armaza de Locumba, i mbos hijos de un soldado de
Yungai que aun existe. Acompabanle solo 25
Cazadores, de los primeros que montaron a caballo,
i el impetuoso mozo, abrindose paso por el bosque que herva de enemigos, cumpli su comision
reunindose al coronel Lynch al ama.necer del 23
en Bujama. Durante largo rato Granaderos i Cazadores estuvironse midiendo a la distancia, juzgndose enemigor:;, i cuando dos mitades avanzaban resueltamente a encontrarse sable en mano,
( 1) Hacemos figurar en el apndice una s rie de curiosos telegramas de Zamudio i de Sevilla sobre sus operaciones combinadas contra Villagran i contra Lynch.
-814-
a los gritos de: Son los Oazadores!-Son las Granaderos! se reconocieron unos i otros; .... i lanzando alegres sus caballos en forma de torneo los
valerosos jinetes vivaron en medio de las selvas
a la patria. A.rmaza fu ascendido por aquel hecho como en el campo de batalla.
XIX.
Desde Bujama, la marcha de la brigada ~o
ofreci episodio digno de nota. El 24 de diciembre a las 10.40 de la maana acampaba en el
pueblo de Ohilca, conquistado sobre Jos peruanos
por un corresponsal, i el 25, pasando al amanecer
por el c01don de lomas que dominan a Ourayaco, los fatigados soldados saludaban con regocijo la vista del con voi amigo fondeado en las caletas. A. la una de ese mismo dia penetraba en
pintoresco tropel de asnos, sombreros de petate i
toda clase de arreos la primera mitad de la brigada
al campamento de Lurin; i el resto de ella llegaba
con el mismo talante a cargo del coronel Martinez al dia siguiente. Djose que el jeneral en jefe,
al divisar la apostura de los oficiales, que se habian provisto de sombreros peruanos para protejerse contra el sol, les intim arresto; mas parece
' que la cosa no pas de una simple reconvencion
un si es no es amistosa. En los detalles como en
el conjunto, el jeneral en jefe se mostraba ine:x;o-
-815-
rabie, i mas de un oficial pas sentado en un cuerpo de guardia larga noche de vela por haber olvidado una prenda cualquiera de su vestuario ele
ordenanza. El olvido de la espada al cinto constitua verdadero delito, i se castigaba con prision no
de horas, sino de dias i aun de semanars.
XX.
El jeneral Baquedano habia llegado a Lurin,
dos horas despues que el coronel Lynch, el dia de
Navidad, i en esa misma clsica fecha el almirante Riveros reconoca en persona a bordo de la
M agallanes la conocida caJeta de Pescadur~s para
~1 desembarco de la artillera pesada, a la vista de
Lurin.
El dia 23 el Angamos i el vapor Barnard Castle se habia dirijido a Pisco a conducir la bri ga~a
Amuntegui de la division Villagran i luego les
sigui el Chile i otros buques que se desocupaban.
XXI.
Gastando laudable act.ividad1 e ~tas tropas llegaban a Curayaco el 26, i al di~ siguiente el jeneral
Villagran reciba a bordo del Chile la rden de regresar al sur a disposicion del gobierno, en casti go
de s~ desobediencia, acto que caus dolorosa impresionen el ejrcito, porque no hai mas duro apre-
-816-
XXII.
Ese mismo dia 26 de diciembre comenz el
desemba1co de la artillera pesada, i se concluy
el de la infantera, siendo los cuerpos mnos favorecidos en aquella larga operacion los Zapadores i el Ooquim bo que solo el 27 pudieron marchar a Lnrin.
1
XXIII.
Por fin, el ltimo dia del ao hallbase cmodamente instalado en sns diversos campamentos
a una i otra banda del remanso, cristalin i pintoresco rio de Lnrin, el ejrcito mas brillante, nummoso i aguerrido que Jamas hll)iera paseado ss
/
banaeras
por as~c<;>marcas el Pacfi_s.g i aun de
la Amrica espaola.-Oomponase a esas horas i
-- -
~---r.....-
(1) En el anexo de este captulo publicamos todos los importantes documentos relativos a la marcha de la 1." di vision, que
el j eneral Villagran ley en la Cmara de Diputados en la flesion del 7 de enero de 1881 para solicitar su desafuero, como
diputado, resolucion que la Cmara no acord . .
-817-
segun el prolijo estado que mas adelante insertaremos ntegro, de 27,674 plazas en esta forma:
5 jenerales
189 jefes
1,061 oficiales
26,422 soldados.
Dispona ademas el ejrcito chileno de 56 caoneR, 4 ametralladoras, 2, 777 caballos i 798 mulas, que en breve se aumentaron a mil doscientas
con unas cuantas piaras que llev la barca Valdivia, fletada en Valparaiso i qne pas por Arica el
22 de diciembre.
I agregando a estas cifms las tripulaciones de
treinta i cuatro buques i todo el personal sin calificacion militar determinada que sigue a los ejr citos, poda asegurarse que treinta i cuatro mil
hombres se alistaban el 1. de enero de 1881 para
colocar los destinos de Chile a la altura de una
gran mi sion americana (1).
Milagros del patriotismo que la ceguedad ele
un gobierao miope, desconfiado i pusilnime haba tenido pata1izaclos cerca ele dos aos, empleando sus mas robustas fuerzas en operaciones que
0
(1) En ese nmero no va incluido el ejrcito ausiliar uel Celeste Imperio, que en aquellas horas reconoca por jefe al asitico Quintin Quintana, hoi especie de emperador de 1a China en-
tre los chinos del Per.
103
lliS'l'. DE LA U. DE LIMA.
-818-
I.
RDEN DEI, DJA DE LA BRIGADA LYNCH DEL 15 DE DICIEMBRE
DE 1880 1 PROTESTAS A QUE DI LUGAR.
DIA
15.
-819
REJIMIENTO
2.0
DE LNEA.-NM.
696 . .
E. del Qanto.
Seor coronel jefe de la l. brigada de la l. division.
CONTESTACION.
Comandancia de la
1.n
brigada de la
l,n
division.
II. ._
TELEGRAMAS DE LOS CORONELES PERUANOS ZAM UDIO I SEVILLA
SOBRE SUS OPERACIONES CONTRA LA 1." DlVISION CHILENA
EN N0VIEMBRE I DICIEMBRE DE 1880.
-820cursos que pudieran servir al enemigo, tengo elementos esplosivos en la angostura de Humay i el plan ele reti1ada despues
de agotadas las municiones, impidiendo desembarco para ese
distrito. Someto a la aprobacin suprema este plan.
Zamudio.
4-
Segun telegrama que hice ayer a S. E., departamento perdido. Chilenos en Pisco. Los jendarmes de caballera se defeccionaron. Los de Sunampe, mui ofrecidos por Francis0o Pachos,
hicieron otro tanto. Coronel Zamudio sali6 anoche con 400 hombres. Ignoro la suerte del batallon San Martn. R ecoj a1mas
en camino de los def eccionados, sin embargo de est ar abandonado por la prefectura, que no me da ni un solo hombre que me
acompae. Como peruano tomar Utl rifle, i co mo autoridad srvase decirme V. S. lo que debo hacer sin tener fuerz a armada
porque la que h ai va a esconderse en Jiumay sin haber nado un
solo tiro. Todo es una.farsa: parece que no fu ramos peruanos.
Espero aqu respuesta de V. S. para marchar sobre Lima i no
sacr?jica1me estrihnente desde qne he sido relevado.
Matute.
821-
ZAMUDIO.
Sevilla.
Bujama, diciemb1e 3.
<.<Seor E. Espinosa, secretario privado de S. E. el j efe snpremo.-Harto tiempo llevo aguardando la ocasion de que usted
haga. Estoi ocioso, buscando gallinas pam saca? pollos; oficiales que traje se han ido a Cafiete por estar destinados a la z ona
undcima. Estoi tan empecatado que bueno sen se olvide contestarme; deseo goce buena salud. -Mercado.>)
-822:D
Telegrama de Lima.-Seor Romero: Es positivo el avan ce del enemigo? Dile a Sevilla que lo que ha perdido a todos
en la opinion pblica i del gobierno ha sidf) las 1etiradas vergonzosas, sin disparar un solo tiro. Que resista, que hostilice
l> al enemigo aunque solo le queden diez hombres i se limite a
l> hacer guerra de montonero si no puede mas. Todos ac tena mos confianza en su conocida intelijencia, valor i prudencia.
l> Que s que el gobierno est decidido a premiar a todo el que
se maneje con herosmo, para que esto sirva de estmulo a
oficiales i tropas.-Paz Soldan.
l>
Oaete, diciembre 9.
Seor -secretario de guerra: Avanzadas de infantera i caballera enemigas a cinco leguas de Chincha, camino de Caete. Infantera trae vveres i tropa en carretas, avanzada al interior en
Cruz Caa, solo caballera. Chincha, fuerte division. Parece no
aguardan avenida clel rio. Arciniega se nos ha unido, ruta Lunahuan; trae 112 hombres.-Sevilla.
-823Diciembre 18.
Seor secretario de gobierno: Jefe de servicio telegrfico de
Caete me comunica enemigos estaban al frente. Comunicacion
telegrfica aun espedita.-.Paz Soldan.
Diciembre 19.
Eacelentsimo seor i secretario de gobierno: El jefe de servicio telegrldico del sur me dice de Bujama lo siguiente:
Acabo de llegar con la brigada de Sevilla. El combate, solo
tres heridos de nuestra parte; los chilenos no podemos apreciar
el nmero. El telgrafo todo salvado, i destruido todo lo existente. Empleados i aparatos salvados. Traemos un prisionero
chileno.
Saludos para todos.
Lo que pongo en su superior conocimiento.-Paz Soldan.
III.
NOTAS OFICIALES SOBRE LA ESPEDICION I DESTITUCION
DEL JENERAL VILLAGRAN 1 L"!!:IDAS POR STE EN LA CllfARA DE
DIPUTADOS DE CHILE EL 7 DE ENERO DE 1881
I.
INSTRUCCIONES COMUNICADAS AL JENEIUL VILLAGRAN AL PARTilt DE
TACNA.
RAFAEL SORRAINDO
Segumlo jefe: rlel
Lit P. Cnrlot .
Ata e ~ma .
RA - AlH.
, I QVl:h .
11.
INSTRUCCIONES ENVIADAS AL JENERAI, VILLAGRAN PARA AVANZAR
DESDE PISCO A CIIILCA P0R TIEHUA.
-826Ill.-V. S. llevar consigo toda la division de su mando, esceptuando nicamente la artillera de campaa que deber quedar en Pisco para ser reembarcada.
IV.-Se unir a la division de V. S. i marchar con ella el
rejimiento de artillera de marina.
V .-Dejar V. S. al coronel don Jos Francisco Gana para.
que haga embarcar en los buques de vela que haya en esa baha,
prefiriendo el que tenga donke, la artillera de campaa, previnindole al mismo tiempo que tenga lista la brigada de su mando para reembarcarla en el momento oportuno.
Escusado me parece advertir a V. S. que, debiendo operar la
division del mando de V. S. en combinacion con las que saldrn
de Arica para desembarcar en Chilca, el buen xito de la operacion depende del cumplimiento exacto de estas instrucciones.
Dios guarde a V. S.
Manuel Baquedano.
Seor jeneral en jefe de la primera division.
IV.
CARTA DEL MlNIS'l'RO DE LA GUERRA Etll CAMPAA MANIFESTANDO
AL JENERAL VILLAGRAN SU OPINION SOBRE LA MARCHA DE SU DIVISION.
Mi estimado jeneral:
Ya est decidida la partida para ir a buscar el desenlace de
nuestra contienda. El virnes pdncipian a embarcarse las tropas i ealculo que ellneR al amanecer podremos darnos al mar.
Aunque yo considero mni penosa la marcha por tier:a de toda
una division, la opinion del jeneral i de sus otros compafieroa
V. .
NOTA DEL JENERAL BAQUEDAMO DESAPROBANDO EN PISCO LA
CONDUCTA DEL JENERAL VILLAGRAN.
VI.
NvTA SEPARANDO AL JENERAL VILLAGRAN DEL MANDO
DE LA 1." DIVISION.
Nm. 400.-Jeneral en jefe.-San Pedro de Lurio, 25 de diciembre de 1880.--Hoi he decretado lo que sigue:
Nm. 288.-Vista la nota precedente del seor ministro de
la guerra en campaa, decreto:
Seprase del mando de la primera division del ejrcito de
operaciones al jeneral don Jos Antonio Villagran, quien mar- char a Santiago a ponerse a disposicion del supremo Gobierno.
Antese, comunquese i dse cuenta al supremo Gobierno para
su aprobacion.
Lo trascribo a V. S. pa.ra su conocimiento i de mas fines.
Dios guarde a V. S.
Manuel Baquedano.
8eior jeneral de division don Jos Antonio Villagran.'
829
VII.
CARTA DEL ALFREZ DON v. A. BIANCHI SOBRE LA MARCHA. DE LA
BRIGADA LYNCH DE PISCO A LURIN.
S. D. B. Vicua Mackenna:
Santiago.
CAPITULO XXIV.
LOS
LTIMOS
APRESTOS
DE PI ROLA.
Languidez de las operaciones de la guerra en Lima i el Callao.-La ltima faz del bloqueo. -Rondas, cohetes i combates de lanchas.- Lorenzo Bloqueo>>.-Regresa del sur el I:T~tscm. -Comb ate de lauchas-torpedos i muerte del aspirante Morel el 6 de diciembre.-Muerte del teniente Perez en el A11gamos el !l.-Bombardeo de Ancon el 4 de enero
de 1881.-0rijinalidades de Astete en el Callao.-Bscasa influencia del
bloqueo en el abastecimiento de Lima.- La defensa de esta ciudad solo
toma calor al saberse el desembarco de los chilenos en Pisco.-Impresiones de la prensa.-El Peruano i La Patrict.-Proclama de los prefectos de Lima i el Callao.--En qu consisti" el ej rcito de Lima en marzo
de 1880 i su aumento prodijioso en diciembre del mismo ao.-Los ej rcitos del Norte i del Centro i sus divisiones.-Se refunden en cuatro
cuerpos de ej rcito.-Los agraviados son llamados al servicio. -Los estranjeros en Lima i el es pi a Birkedale.-La fiesta del 9 .de diciembre i
la bendicion de la espada de Pirola.-El injeuiero Gorbitz i sus trabajos de defensa militar.- Se recibe en Lima la noticia del desembarco de
los chilenos en Curayaco, i el ejrcito de lnea pasa a ocupar el :.!3 de diciembre lu lnea de .Chorrillos.-Curiosos telegramas de Miranda.-El
25 se moviliza la reserva hcia las lneas de Miraflores i escenas a que
esto da lugar.-El arzobispo de Lima i el ayuno de los inocentes.-Aspecto de Lima en los primeros dias de enero de _1881.
r.
La misma mano de hielo que desde la tablazon
de un buque estranjero sujet en las aguas de
-832-
II.
Por otra parte, los marinos chilenos que blo
queaban al Callao, si no tenian f en la paz, se
sentan profundamente hastiados del bloqueo, que
era la peor forma de la guerra, i llenaban su tarea
con sealado desabrimiento i desengao. Desde
el mes de octubre en que dejbamos anclada a
manera de ponton nuestm relacion marti-ma, a
los bombardeos i a los cornba.tes de lanchas habian sucedido las rondas nocturn as i las alarmas
matinales en el cuarto de guardia que los antiguos llamaban ce de la modorra )) . Los cohetes incendiarios haban remplazado a los caones, el
sueo del cansancio a la vijilancia del desvelo.
-833-
III.
El 12 de octubre el trasporte Pisagu.a (ntes
Barnard Oastle) babia entregado a la escuadra
srta en San Lorenzo dos ~jiles porta-torpedos,
qne iban a ser de considerable utilidad en un bloqueo de alarmas, i con stos se ensay desde fines de aquel mes el sistema de asustar por las noches a los peruanos, quemando cohetes de nueva
invencion, pero del sistema Congreve, que no hacian el menor dao.
Tomaban esto a diversion los marinos chilenos
juntamente con los bloqueados, i u nos i otros asistan al espectculo como a la quema de fuegos de
artificio.
El dia est fresco, decia una correspondencia portuguesa de
los diarios de Lima, contando las peripecias cnotidianas del bloqueo, con fecha 13 de octubre.
Los buques enemigos parecen imjenes de fantasmagora
sobre un telon ceniciento.
Media escuadra chilena e>3t reunida en el Cabezo.
Esa jente se encuentra frente a esta plaza, quizs para llevar
a cabo algun plan.
Siete buques, mas un vaporcito-lancha i dos lanchas portatorpedos, nos custodian.
Son los dragones que guardan la entmda del jardn de las
Hesprides.
Les voi a pasar lista por rden de gradnacion.
Los blindados-El Blanco i el Cochrane.
El primero fondeado bajo la farola, con su chimenea i cofas
pintadas de amarillo.
105
HlST. DE LA C. DE LIMA;
1'34-
IV.
A la. Yerdad, habia dejenerado de tal manera
en una operacion simplemente mecnica i doms-
-835-
tica el asedio martimo del Callao, que una mujer di a luz un nio, como en su casa, en la isla
de San Lorenzo, i los aburridos tripulantes de las
naves de Chile pusironle en su rida pila de piedra i cascajo, como para onsagmr su eterno fastidio, el nombre del santo mrtir que el peon recordaba: -Lmenzo Bloqueo.
V.
Entretanto, en los primeros dias de noviembre
habia regresado del sur i de su refaccion el monitor Huscm, i el 3 de ese mes comenz su tarea
disparando, en remplazo del Angamos i su caon
rnal criado, contra la Punta. Los peruanos respondieron, a su decir, cc por pura cortesia>>.
Un mes mas tarde, esto es, el 6 de diciembre,
tuvo lugar entre las lanchas de ronda un combate
que los cronistas de la guerra ":n artima en tierra
firme llamaron maravilloso)), i en el cual ]a lancha a vapor Fre.sia se fu a pique, siendo puesta
a flote _poco mas tarde. Muri ahogado en este
encuentro el aprendiz mecnico d esa ernbarcacion, i sobre su cubierta, al ir tt buscar una compresa para un marinero herido, cay el jven i
animoso aspirante Morel. Herido mortalmente a
bala, porque estos combates nocturnos o del alba
se libraban casi cuerpo a cuerpo, espir el infeliz
mancebo al llegar a la escalera de lft Ckacabuco,
-836-
Callao, dicieru bre 27 de 1880.- A vise en el acto al Presidente o a quien le remplace, que los chilenos tienen cuatro mil
!tambres a bordo sin desembarcm para atacar el Callao, en el
momento que por otro lado ataquen al ejrcito.
Garantizo este dato.
Aqu (el Callao) no estn bien prepatados: faltan armas i
jente: sobre todo armas para la reserva.
En Chile quedaban (10,000) diez mil hombres de reRerva
para ir a Arica, Tacna e Iq uiq ue.
Los ha visto un amigo mio.
Esta tambien podra ser la jente que se teme desembarque
por Ancon.
Es copia del aviso que se ha dado a la secretaria de relacioues esteriores i que sta, a su vez, tmsmite a la de guerra con
la debida reserva. -El secretario privado, Liza,rdo Velasco.
-837-
VI.
Pero la desgracia de mayor cuenta ocurrida a
nuestra escuadra en aquel largusimo i estril blo-
q ueo de diez meses, fu la prdida del famoso caon del Angam~s i la 1auerte del teniente segundo don Tomas Perez, interesante oficial de mar i
distinguido artillero, que en ese momento i por
aficion lo servia.
Sucedi tan triste lance de la siguiente manera:
Rabia ordenado el almirante el 9 de diciembre
que el Angamos se ocupase esclusivamente de disparar sobre la Union, nico barco de cuenta que
quedaba a los peruanos, i en cuyo honor se bloqueaba en realidad el surjidero desde hacia tantos me~es; i como el capitan 1.\-Ioraga de la Pleomayo, tuviera reputacion de ser, a la par con el
capitan Orella, de la O' Higgins, el artillero mas
feliz de la eiicuadra, pasaba aquel todos los dias al
Angamos a dirijir las punterias a su objetivo.
V erificse esto con algnn resultado en los dias
9, 10 i 11 de diciembre, arrojando quince o veinte bombas sobre la Drsena cada dia i daando
visiblemente a la codiciada corbeta peruana. Mas
en el ltimo dia, el prefecto Astete hizo adelantarse el Atahualpa como en proteccion del a veriado barco, i habiendo hecho seales el almiran-
- 838 -
vn.
Desde ese dia hasta el 4 de enero de 1881 en
qne la O'Higgins acompaada del Tolten bombardearon a Ancon durante dos o tres horas, puede
decirse qne no hubo novedad martima en la
-839-
campaa. Los peruanos se jactaron de haber rechazado aquel con::t.to de desembarco >> con su
artillera volante i un batallen de la reserva (el
24) que all hizo su estreno . (1) _
VIII.
Fuera de esto, el prefecto i com andante militar
de las bateras, cuyo tral>ajo no se haba paralizado un solo dia hasta el 31 de diciembre, conti
nuaba.n ostentando a cada. paso sus j enialidades,
ya armando querella al comandante j eneral de
marina, un viejo capitan de navio llamado Garcia, por cuestiones de simple etiqueta, ya solici
t ando se le otorgaran las prerrogativas i honores
de una comandancia en j efe de ej rcito, dando
(1) El siguiente bombstico telegrama dabn. cuenta de este
ataque, que los perua nos tomaron co mo nn p reludio de desembarco del ej rcito chileno por Ancon :
Ancon, 4 de enero.-He cambiado tiros con el pueblo con tra
el enemigo chil eno, quedanrlo por el Pe r las ,rlorias de este
brbaro i des~rua l combate. Est1aordinmia, ASOMBROSA ha sido
la actitud de los difensores del suelo patrio. Tiene V. S. a Anco n como siempre puro en su 'homa, apagado el incendio sob1e
los fu egos enemigos.
El pueblo carga los carros ele v ve res q ue tengo listos i que
V. S. puede mandar carros para el t rasporte.
Mi parte oficial lo dar mas tard e.
Conced mis facultades al comisario i capitan del puerto.
Comun icar los datos.
A la noche t oma1' p osiciones.
Def'gracias mui pocas.
>
Viva el P er! -P . F. Sua1ez.>
-840-
IX.
Por lo demas el bloqueo no habia alcanzado, como medida. eficaz de guerra ni aun su objeto mas
obvio, cual era encarecer los sustentos en Lima; i si
bien el dictador con fecha 9 de noviembre tenia
no m bracla una comision de aprovz'sionamiento, presidida por el caballero tacneo don Modesto Basadre, fu esto no en vista del bloqueo, que era
un acto negativo, sino de un asedio posible por la
parte de tierra.-A la verdad, no es desde el Callao sino desde Jauja de donde puede bloquearse a
Lima como ciudad de consumos, porque, hasta ltima hora la capital peruana vivi en la abundancia,
vendindose a lo sumo la mejor carne a 1 sol 30
centavos de papel la libra, la manteca de puerco
que es la grasa de Lima, a 1 sol 90, i la mantequilla serrana a 2 soles 50: el arroz 60 centavos, los
huevos 15 centavos, la azcar 60 centavos, etc., en( 1) Nota oficial de As tete al ministro de guerra i marina del
4 de setiembre que orjinal tenemos n. la vista. En cuanto a sus
rivald~de~ con el. ?omandandante de marina, citaba aquel en
comumcac10n de dtctembre 13 el caso de Napoleon que, siendo
jveu de 24 a os, habia. comandado jenerales con tres veces mas
aiios que l, i el de Saint Arneand al elejir como su sucesor a
Canrobert en Crimea. La curiosa carta de As tete, que en el final
de este captulo damos a luz, versa tambien sobre este mismo
asunto.
841 _ ,
No habia sido mas activa la guerra en su faz terrestre desde las conferencias ele Arica, que fueron
solo un falaz mirnje, reflejado en lienzo destinado a ser cuajado en sangre a la. postre ele criminales ilusiones. Los peruanos, a semejanza del
pastor i ele los lobos de la fbula, a fuerzn. ele repetir que los chilenos no se atrevian a venir a Lima, habian concluido por creer que no venian.
Por manera que cuando en la. m:1.fana del 19
de noviembre de 1880 circularon por las calles ele
la engaada i muelle ciudad los altisonantes telegramas de Zamudig desde Pisco, todo fu carreras, alarma i alharacas.
Las noticias, deca el Peruano (diario oficial~ del 22 de noviembre, recibidas del valle ele Chincha, despues d'los telegramas oficiales del virnes, que anunciaron la presencia en Pisco
de varios buques de guerra i de trasportes enemigos, confirman
la llegada .a dicho puerto de la espedicion que se prepara hace
tanto tiempo en Chile contra estn. capital i las fuerzas que la
defienden.
o:La situacion en que se encuentran nuestros enemigo11, que
los obliga a gastos superiores a sn exhausto tesom, no poda dejat ele obligarlos a intentar este supremo esfuerzo, en que van a
perder talvez en un instante todns las ventajas con que los ha
favorecido la suerte en los dieziocho meses de estn. sangrienta
guerra.
niSl'. DE LA C. DE Lll\IA.
lOG
XI.
N o con tenidos por el pudo r oficial, los diarios
sueltos de Lim a volvan a su tarea de ensa ars e
cont ra los invasoTes como si insu ltar fuera vencer,
i la Patrla del dia sigu iente al desembarco en nn
artc ulo titul ado Anb al ad portas se espr esab a en
1os trm inos que siguen:
nes con
-<<El prfido enemigo que preten de justif icar sus crme
depar el
a
el xito de sus armas, pisa ya con su inmu nda plant
tame nio vecino a nuest ra capita l.
que deber
Sese nta Jegnas nos separ an de l; sesen ta legua s
o que
castig
regar con su sangr e ntes que reciba el ejemp lar
merece.
ele envidia,
ccVienen a~uzados por la codicia, vienen repletos
dos que
inmun
viene n con el alma satura da ele todos los apetitos
su sangr e los
:forman su delicia ... Vengan, pues, nhogaremos en
estmulo~ de SHs torpez as i de sus infamias.
XII.
Entr etan to, el ejrcito defensor de Lim a habi a
crecido ccen nmerO)) desde las prim eras hora s de
1
la dictadura, a una cant idad prodijiosa. 'l enemos
a la vista estados oficiales i orijinales del ejrcito
-843-
XIII.
Pero otorgados al dictador todos los plazos que
quiso para hacer descender desde las mas altas
peas de las cordilleras i aun de los valles amaznicos su serraneria )) , Pirola poda jactarse de
ostentar el dia en que los chilenos desembarca ban
en Pisco un doble ejrcito de lnea i de reserv::t
(1) El nmero efedivo que at;roja el estado idudido es 12,222
plazas; pero estn apuntados en l como desertores mil quinientos i siete hombres i se nos ha informado l)l' peruanos que al
mnos otro tanto debe cvntarse como plazas supuestas. El batnllon Callao solo tenia 40 desertores pero habia ouerpos como el.
Mirave, mandado por el clebre ex-prefecto Sl\avedra, que sobre401 plaza pteseutaba 192 desertores i un efctivo de 209 sobrelas armas.-El .::uerpo mas fav01ecido er<~ la escolta del dictador, porqne soure 105 jinetes tenia solo 4 desertore ~ . Este in-.
teresante docnmAnto est firmado por el coronel .J. I. Chariarse
el ll de marzo de 1880 con el visto bueno del jeneral Sil va.
En otro documento hemos visto que.el batallon Ln.mat um.
77 tenia. entre sus desertores ~8 h omb res de Ruacho, 1O de Supe, 6 de Huaura i 20 de Sayan. Tal era m tts o mnos la fuerza
con que el ejrcito de Chil6 se habia encontrado despues de Tacn a, i cuntos minutos le habran bastado para derrot arlo en
campo raso? -El armamento de los cuerpos em de cuatro clases:
P eauody, Ueming tou, Chussepot i Mini, i su fuerza efectiva no
pasaba de ocho mil hombres; su fuerz '1. de combate apuas si
llegarill. a h1. mitad de esa cifra.
-844-
XIV.
A su vez hallbase el ejrcito del Norte fmcciona.do en cinco divisiones, en el rclen siguiente:
l.a Division, coronellVIariano Noriega.
2.n Coronel Manuel Reguino Cano.
3.n Coronel Pablo Arguedas:
4.a Coronel Buenaventura. Aguirre.
5.n Coronel Andres Avelino Cceres.
XV.
Anloga era la clistribncion del ejrcito del centro, i sus diYisiones se hallaban coman cladas ele la
manera signiente:
l.n Coronel Jnsto .Pastor D\'ila..
2. 11 Coronel Csar Canevaro.
- 845 -
ca
XVI.
En este rden mantuvironse los cuerpos hasta
fin es de diciembre; pero el mismo dia en que se
supo en Lima la presencia de los chilenos en Chilca (diciembre 22), juzgando llegada la hora del
combate, el dictador, que en todo segua la estela
francetsa, orden concentrar los dos ejrcitos del
Norte i Cantro en cuatro cuerpos de eJrcito, confindolos a sus mas aguerridos lugartenientes en
este rden:
Primer cuerpo de ej rcito, compuesto de la l.\
2.a i 3.a clivision del ej rcito del Norte, a l mando
del coronel Iglesias.
2. Cuerpo, formadopor la 4. i 5. clivision del
mismo coronel Sud1:ez.
3. cuerpo, de las divisiones 3." i 5.a del ejrcito
del Centro: coronel D vila.
4. Cuerpo de la. l.\ 2. i 4." clivision del anterior: coronel Creres.
3
11
11
Cada uno de estos g ra ndes cuerpos del ej rcit,l, d ecia moJesbunen te un di a rio l imeo, pocl nin m erl i rse ven taj osa.men te corr
cualq uiera ele ,s tli vis ioncs ch il e nn.s . Par <\ un Villag mn habr
u n Iglesia, pa ra. Utl Lynch un S uarez, p:tr<\ u n Lagos un Dvila, pam un Sotom11JOI' u n l.ce rcs; con esta. especialsima. circunstancia, q ue los j efes pe t'Ui1nos estn mas fogiteados i mas
-. 846-
XVII.
Al tomar su pnesco ele combate, el pundonoroso
coronel Iglesias ceda la cartera ele guerra al subjefe de estado mayor, el prolijo coronel Secada,
hombre ele gabinete, i en ese mismo clia eran llamados al servicio activo los jenerales Buenclia. i
Montero, en calidad de ayudantes ele honor del
dictador, cortndose el proceso del primero i otorgndose al ltimo una libertad que solo en el
nombre haba disfrutado hasta hacia poco.-Para
ir a Ancon el 29 de noviembre eljeneral Montero
haba necesitado pasaporte especial del prefecto
de Lima Pea i Coronel.
Algo mas adelante se llam al servicio al coronel Velarde <<por su honrosa conducta en 'wna));
i solo los coroneles i prefectos Salmon i Aguirre,
que acababan de asistir ilesos al paseo triunfe:tl del
coronel Lynch, no disfrutaron el pri vilejio ele ir a
la batalla. El coronel Alejandro Herrera quemandaba una columna en Trujillo, pidi gracia. para
asistir al combate)).
XVIII.
Por su parte, la reserva fu acuartelada e,l 6 de
diciembre: i con esto la alegre Lima, con vertida
-847-
Chalacos!
Lurs J ER<\tAN
Ca llao, Jliciembre 24 de 1880.
.,
A sT-ETE.
-848-
XIX.
A fin ele contar su jente, animndola con espectculos adecuados a la grandeza de la situacion, el
dictador ide inaugurar la fortaleza que fcmtsticame.nte habia. hecho constrnit a toda prisa en la
cumbre del cerro de San Cristbal, el 9 de diciembre de 1880, aniversario ele la. batalla de Ayacucho, en medio de una fiesta patritica i militar.
A ella asistira todo el ejrcito para presenciar la
bendicion de las banderas de los cuerpos, la del
reducto que se llamaria ciudadela Pirola, confiada al afortunado marino Villavicencio, i la de la
propia espada del dictador, constituido ahora en
jeneralsimo.
Solemne i en estremo fantstica i pintoresca
fu aquella ceremonia celebrada en claro dia veraniego en ht cumbre de los cerros. Precedido de
banderas i de corporaciones i seguido ele innumerables lejiones, el dictador babia ascendido a caballo hasta la cima, siguiendo los zig-zags recient emente labrados por las tropas, i entregado su
es pada a. su vicario jeneral castrenS'e el doctor don
Antonio Garcia: En seguida devolvisela ste como el ventero de los campos ele Montiel a don
Quijote mmaclo caballero.
Beudigo a vuestros j efe s totli>s, esclam el orador sagmdo,
mecindose en las rw bes ele las sal vas q ne coronaban las alturas, .;-
( 1) Para jnzgar de la catadura del capellan castrense de Pirola, bast<1r lee!'. la siguiente descripcion de su traje oficial, co
piada del Libro ele rdenes del Callao, correspondiet e al 28 de
H[ST. DE LA C DE LJMA.
107
-850-
XX.
En cuanto al dictador, como de costumbre, tarobien habl en la cspide de1 monte, i esta vez se
mostr digno del sitio i de si ruismo:
s lo he dicho varias veces, esc!arn, i no me cansar de repetirlo, porque es mi conviccion de toda hora: el Per para ser
grande en el continente i en la hi storia no ha menester sino adquirii~ la conciencia de su propia fuerza.
Puede i debe serlo.
1>Es preciso que lo sea i lo serli.
Este mismo sol que alumbra la afanosa i sangrienta tarea de
hoi, es el que alumbr la lejendaria epopeya de Ayacncho. I como entonces sellamos la emanc.ipacion de un continente, como
entonces consagraremos ahora el imperio de la justicia i del derecho en Amrica.
Un pueblo fatricida; pueblo rebelde a la civilizacion cristiana; pueblo sin la conciencia en los destinos del mundo de Colon, aprovech de nuestro descuido para apoderarse de parte de
nuestro suelo i de nuestros tesoros, llamando conquista a lo que
no es sino la cuitada c/cupacion del salteado1, juzgando duradera
la criminal fortuna de una hora.
>>En la ebriedad de un efmero xito, para nadie mas soragosto de 1880, la cual dice as:
Sombrero redondo, segun modelo, con borlas azules celestes.
Sotana negra cerrada con ojales i botonadura del mismo color i
las borlas del somb1mo, cuello i botamangas de jene1al de brigada: una estrella de plata a manera de pecto1al pendiente de un
cordon de seda del mencionado color azul, esclavina negra con
botonadura i ojales azules; i en las asistencias de ceremonia, en
lugar de la esclavina, manteo del mismo color que la sotana,
so:;te11ien do en el ruello con cintas de idntico azul que los ojales
i lo. botonadura de stu.; i faja de seda con borlas tambien azul
celeste.
-851prendente que para l mismo, entregndose n. atentados i desmane! que afrentarn al siglo en que vivimos, ha cado en la
ceguedad del que corre en pos de su castigo.
Ese pueblo est loco.
l)Ha soado ocupar a la ciudad de Pizarro, la ~iudttd de los
titanes del ao 21 e imponer desde ella la lei al Per i a la
Aml'ica del Sur.
XXI .
. A .. estas palabras, i despues de consumada. la
hostia del sacrificio en aquella ceremonia singular, qu3 recordara bajo mas de un concepto el
pacto de celos tres locos de Panam)) descubridores del Per, tron alternativamente el caon saludando al Dios de las Alturas en la ciudadela
Firola, en el Callao, en Miraflores i en la.s remotas lneas de Chorrillos, perdidas en la bruma de
los trpicos.
XXII.
Encon rbanse, en efecto, en gl'an parte artilladas estas posiciones de defensa, verdadero palladiun ele Lima ntes que su ejrcito, i si bien
habremos de ocuparnos de ellas con alguna detencion mas adelante, ser necesario por ahora
decir, que esos trabajos de fortificacion emprendidos perezosamente i mas como estudio que como
ejecttcion desde febrero de 1880, solo habian tomado calor desde que, a mediados de noviembre,
-852-
-853-
XXIII.
En cuanto a la ciudadela Pirola, ltimo desatino militar del dictador, fu construida por Gorbitz en los ltimos dias de diciembre, alternndose los cuerpos militares en el trabajo mediante
primas en incas de plata que se les pagaban. El
injeniero austriaco, con fecha 13 de diciembre da
cuenta de estas primas, i todavia el 31 de diciembre el secretario jeneral Garcia i Garcia disponia
que cien ce matriculados (fleteros) del Callao viniesen a prestar sus servicios en la cima Jel San
en la Guardia U1bana, a cuya custodia qued confiada la ciudad, i. es de notar que pocos de stos confi aban en el xito.
Uno de los ltimoR, que es un injeniero notable, escriba al aut or de este libro el 26 de noviembre estas palabras :-ll n'est
pas douteux que vous entrerez a Lima quand vous voud1ezl
Cabe aqu hablar de cierto personaje misterioso, un tal Holger Birkedale, injeniero i dibujante eximio, oriundo de una familia distinguida de Dinamarca, que vivia en Ovalle de su teodolito i que se ofreci a servir a Chile de espa en Lima. Aceptados sus servicios por el ministro de la guerra, parti para el
Per con una corta suma, i fu estraido del vapor Lontu en
Chilca ell4 de setiembre, segun tel egramas que tenemos a la
vista.
Preso durante un mes en Lima, obtuvo su libertad i aun un
pasaporte i dinero, con el cual regres a Chilca a fin es de octubre, logrando e.mbarcarse en el A ngamos, despues de pasar una
noch e de peligros en el mar, acompa ado del piloto Rainer o
Baglieri, de que ntes hablamos i cuy11 embarcacion tom aquel
por sorpresa. Hecibido con frialdad i auu con desden por el
ministro Vergara en Ari ca, di la vuelta a Chile en di ciembre
Birkedale, i tres o cuatro meses mas tarde en una condicion miserable fu llevado como de limosna a sn pais. De todos modos,
el viaje a Lima, fuese o no en pro de Chile, fu el peor negocio
que Birkedale jamas hiciera.
-854-
Cristbal, a las rdenes del comand ante Villavicencio. El 2 de enero se ensay la luz elcteica
en la cumbre de Lt fortaleza 1 el 5 qned establecido el telgeafo i solo el 9 de enero fu montad a
a brazos la ltima colisa del Apurim ac.
Con fecha 17 de diciemb re el dictadoe habia
dispuesto asimismo que a la fortaleza de Mira-flores mas vecina al mar se le diese el famoso nombre ele Alfonso U garte, en memori a del bizarro
mozo que, como La Rosa en Iquique , se habia
despea do al ocano desde la cnmbre del morro
ele Arica.
Hecho todo es to i tomada poseson militar ele
las vias frreas el 22 de diciemb re, el clctacloe
orden el da sig ui ente, 23 de diciemb re, que el.
ejrcito de lnea en nmero de 20 mil hombees
ocupase las lneas de Chorrillos i que la reserva
saliese el dia de Navidad a ocupar sus puestos en
las de Mirafiores. (1)
( l ) A la ocnpacion de las ln eas de Ch'H'l'ill os i Sa.n Juan
por el ej tci to peruano el dia 23 de diciemlne era dirijido el sig uiente telegrama del coronel Cceres:
855-
Di esta ltima resolucion lugar a tieinas escenas que pusieron en alto relieve la virilidad del
corazon de la mujer limea, tan superior bajo todos conceptos al sexo que la domina. L as columnas desfilaron Clesde sus respecti vos cuarteles a
la estacion de los ferrocarril es unidos bajo una
lluvia de flore s, de lgrim as i de pre ces, comunicndose con stas de un a manera especial el diocesano de Lima.
Lleg nuestro turno, dec iu un soldatlo ele la reserva que perteneca al batallon nm. 8, mand ado por el coronel Rivero, i
tomamos el tren. Parte el convoi i con voz de trueno se entona
D iciembre 22.
Excmo. seor: Coronel Miranda dice lo siguiente.
Buques de vapor remol can buques para Curayaco en nmero de ocho.- 1Jfi1anda.
Lo que comunico a V. E.-Paz Soldan.
Lu1in.
<<Sefor secretari o <le marina: Todo el ej rcito desembarca en
Curayaco. La fu erza de aq u probable a Pacbacamac. Qu hago?.-Holdan.>>
el
prontitud.
El sol, abrasador desde las primeras horas del dia, hizo que
se fabricasen esos nuevos pueblos en miniatura. El carrizo i la
caia no escasean. Todos han levantado en pocos instantes su
tienda de campaa. ( 1)
(1) Correspondencia del gacetillero Yarlequ. En cuanto a las
oraciones del arzobispo ele Lima eran destinadas como siempre
a alentar a las devotas mas bien que a dar brios lt los combatientes. H aqu algunos fragmentos de sn pastoral del dia 25
de diciembre, esto es, del mismo dia en qne se movia la resetva
hcia Miraflures:
El enemigo del Per se encuentra a las puertas de Lima.
Su defensa esttl. confiada al esforzado valot de nuestro ~jt
cito i a la incesante actividad i abnegado patriotismo del jefe
-857-
XXVI.
Tales eran ios aprestos i tales la actitud i las
escenas con que la orgullosa Lima aguardaba al
del Estado, que todo lo ha previsto i todo lo dirije al anhelado
fin de coronar de iumarcesibles laureles la frente de la patria.
Pero, mi ntras nuestros soldados van a medir sus armas con
las del enemigo i a oftecet su sangre jenerofla en holocausto por
la honra e integridad de la nn.cion, hasta, sacar triunfante su
n obil:>ima cansa i su gloriosa, bandera, es dP.ber nuestro humillarnos en presencia del Seor Dios de los Ejrcitos, para pedirle, deshechos en lgrimas, arrepentidos de nuestras culpas i
reconociendo su soberano dominio sobre todas las cosas, que
tenga misericordia del Pet; que uo mire la gravedad de nuestros pecado!", sino los merecimientos de los innumerables santos
que han florecido en esta ciudad; i que por la intercesion de
Sn.nta Rosa de Lima, de nuestro glorioso predecesor Santo To1"ibio de 1Jfog1ovejo, de San Francsco Solano i de los bienaventurados ~Mmtin de PorTes i Juan Masias, deje caer en nuestro
campo la palma de la victoria, en el inminente com!..He que va
a librarse contra el ejrcito chileno.
Como en las pocas de calamidad pblica, es necesaria l!\
penitencia pblica, ordenamos nn ayuno con abstinencia a todos los fiel es, que no estn lejtimamente impeuidos de hacerlo,
para el clia 2S del cm'l"iente, en que la I_qlesia, interrumpiendo
sus cnticos ele jbilo por el nacimiento rlet Salvador, se viste de
duelo al recorda1 el martirio de los Santos .Inocentes sacrifica_
dos por !-ler6des.
Ea, pues, venerables sacerdotes i amados hijos! Derramemos los afectos de nuestro corazon contrito i humillado al pi
de los altares; imploremos la misericordia de aquel Dios de bondad, por l!l. intercesion de su Santsima. Madre la Inruoculnda
Vit:jen Mara, nu estra tiern~ima n.bogacla, i de todos los santos
protectores de Lima; lloremos nuestros pecados con la sinceridad de un a penitencia verdadera i el srio propsito de nna enmienda. efi caz , i no dudemos de q ne Dios estar con nosotros en
esta gmve tribulaci on con qne se ha dignado aflijirnos.
Entretanto, vn estro indigno pastor alzar al cielo sus cansados brazos, como Moises, implorando para su pueblo la victori .\
sobre sns enemigos.
108
HIST. DE LA C. f, E l.H[A.
-85 8-
poderoso ejrc ito que desde tan 1jos veni a a com batir la, en los ltim os dias del segu ndo ao de la
guer ra i en los princ ipios del terce ro.
Patria
La poblacioh contina silen ciosa i tranqu ila, dice La
o i los
de Lima del 4 de enero de 1881, el comereio est cerrad
'Objetos por las nubes; nadie puede alcan~arlos.
idad i
La guard ia m:t:Jana r ecorre t odas las calles con prolij
an i
suscit
se
que
denes
esmero, pone trmin o a los pocos de.;r
tan
transi
conduce presos r~ los que si u cansil. legal i j nstifica::la
a desho ms ele la noche.
1
'l oda la vida de aque l pueb lo muelle, facil i feliz estab o ahor a conc entra da en sus lnea s de San
Juan i Miraflores, donde, arma al brazo, bajo la
lona i el carrizo, palp itaba n los corazones de 40
mil com batie ntes.
La hora grav e i final del larg o dram a se acercaba, i a esa breve e inmo rtal epop eya de tres
dias, la mas gran de como cuad ro milit ar ele la
Am rica espaola, vamos noso tros en segu ida a
asist ir.
'
-~5 9-
S. G. AsTE':m.
CAPITULO XXV.
LOS
( EL
CHILENOS
EN
MANZANO
LURIN.
AT E.)
l.
Desde el 23 de diciembre ele 1880 en que el
coronel Ga na. tom posesion con su brigada del
ameno i anch uroso valle de Ln1'in, hasta. el da 26
en que hizo sn entrada. la segunda mitad de la
brigada Lynch al mando del coronel Martinez,
8G2-
JI.
Forma el valle de Lurin, que clesciende estrecho i tortuoso de las sel'l'anictS de la costa, una especie ele ancho delta al e ntmr al Pacfico, i en esta
.p radera boscosa, frtil i risue a existen s e p ~tl'<tclas
por nn callejon <lo froud osos sn.u ces, camino real
de Lima a Caete, las haciendas de Bn enavi sta i
de San Pedro, csttt ltima ele j es utica traclicion.
El rio Lurin corre acostado, lmpido i jeneroso, la-
-863-
III.
En ese trayecto sucesivamente acampse el
ejrcito chileno a medida que iban llegando sus
rejimientos.
La brigada Amuntegui pas el rio i se situ
con el Ooquimbo junto al mar, i en seguida el
Chacabuco, el 4. i la Artillera de Marina, al pi
setentrional de la cerrillada que ostenta las maraviUosas ruinas de Pachacamac, templo, fortaleza
i cementerio de una raza formidable i prehistrica
anterior evidentemente a la estirpe i al podero
usurpado de los incas.
SegGian sucesivam ente en escalones por rejimientos, i en mbas orillas d el camino real ya citado, la. brigada. ::i\{artinez; en pos la brigada Gana,
0
(1) Las medi da s i alturas en metros de qu e haremos mencion mas adelante, son estra.idas a campas i escala del escelente
pl ano indito de las ba tallas de Ch orrillos i Miraflores, dibujados por el inj eniero don Aug usto Unego, que se encuentra depositado en la oficina hidrogr fictt de Santiago.
\\
\
-864-
i junto al pneblo de Lurin cubriendo todo su frente la brigada Barcel, de la di vis ion La.gos. La
artillera de campai'a desembarcada en la caleta
de Pescadores el 30 de diciembre, haba llegado
en la tarde de ese mismo dia al campamento.
La brigada Barbosa de esta clivision, haba ido
a acantonarse en otra cerrillada qne yace unos
600 metros hcia el oriente del pueblo de Lurin,
valle arriba, donde existe el casero de vi vos i de
momias llamado tambien de Pachacamac, capital
de distrito con 435 habitantes. Lurin, aldea antiqusima de 900 pobladores, es tambien cabecera
de jurisdiccion, i en los monlP.ntos de la ocupacion chilena se hallaba completamente desierto,
como todo el valle hasta sus cabeceras de 1\ia.ncha.y i Cieneguilla, que son estancias de . monte
proveedoras de lea de Lima, como Colina lo es
todava de Santiago. Lurin es el nombre ele un
pequeo pjaro incljena del Per, parecido altordo, i de aqu viene que este nombre sea comun a
muchos parajes. Lurin-Chincha )), Luringancl1o )) , etc.
La caballera forrajeaba en los potreros de alfalfa
que clan
carga a los borricoH ele Lima, i la artillera ocupaba el centro envuelta por la reserva.
su
10\)
-866Una que otra tiendtt alteta el fondo verde del conjunto, que
es el mas animado i pintoresco que pueda imajinarse, con aquel
mundo de j~nte que pnl11la en torno de hts ramadas, qne rie,
canta i se ocupa en mil quehacere;; diferentes, desde el lavado
de ht ropa, la cocina i ltt co;;tura hasta la matanza de auimn,les,
traba:jo de zapatera, fmgun., peluquera, cuanto hai en este mundo. La f<Lnt,asia de los soldados eucuentJa en e~ ta vida especial
de aislamiento ntimo en medi o de es:1 gran muchedumbre que
le rodea, ancho campo en que luci r sus caprichos tah orijinales
como agudos.
Por los callejones se oye pregonar cuanto no existe en esta
tierra, sino en sus recuerdos.
-Papas i frejoles, buen medio.
--Guindas i cerezas negras.
-U va blanca i de la otra.
-Alguna cosa de tienda .
... Preguntarl e a cada soldado qu anda haciendo un poco perdido por los bosques, i la respuesta es infalible:-Andamos
viendo.
En cuanto a la temperatura, no he reco jido mas datos que
los que yo mismo he esperimentado, encontrando que ni el calor
es tanto, ni tanta la humedad de las noches, i para defenderse
de los primeros estlb tan a la mano el recu1so de los baos i de
las ramadas' de caii.a en las orilla:; de las acequia,s, o la sombra
de los grandes rboles.
IV.
No bai nada que se asemeje mas a la devastadora langosta que el soldado, de suyo voraz i libertoso en todos los paises; i en consecuencia, en
mnos de tres das t odo aquel frtil campo qued
talado de caas de azcar i menestra:;, ele camo-
-867-
V.
Mataban entretanto su tedio i su apetito' los
al~ gres soldados de Chile, que divisabanyn. las
codiciadas cpulas de Lima, como mejor les era
posible, con ~jercicios ele armas,. construcciones
. (1) o: Acampado nuestro ej rcito en Lurin, el.aprovisiouamiento se tu vo que atender desde las playas de Cumyaco durante
los dias compretulidos des de el :~ d e diciembre lutsta el 13 de
e nero.
El desembarco de vveres i forraj e se h acia. en las lanchas
que haba mos traido de Ariea. Los bultos se di vidian en otros
mas peq ueuog, para que las mul as pudieran trasporbll'los a Lurin. So hacia tres via:jes al di a.
En este penossim o trabnjo se distin g ua por su teson in ca n-.
sable, su buen rden e intelij encia, el comandante del cuerpo de
bagajes, don Francisco Bascuan Alvarez, entre la ti erra, la
arena, sofiJCado debaj o de carpaH, que' eran verdaderos hornos,
ba:jo la ttt:)cion de los a rdentsimos rayos de un sol abrasador,
cu bierto de sudor i de polvo i enredado entre mil aparejos, carretas, co rreas i patas <le mul a, se veia t()do el dia el comarHlante Bascuan, Rin descansar un solo momento, despach ando petsonalm ente las piaras de mulas qu e llevaban los v veres .i municiones n Lnrin. I en m edio de a;quellaherin to i hacinami ento de
mil obj etos am ontonados en rto nfusiou, h abia bastante tin o para
qu e todo se despn.chara en bncn rd en, sin enredos ni r etardo;;,
sin q ne un a so la piara dej a ra de ll evar a L uriu sn correspondiente g uia eseitu. de los Lultos qne con ducia.-(Pmmz m: AnCJ: , Memoria ci ta da.)
, )
SGS-
VI.
El 25, c1in. de Navidad, el coma.ndautc don A m-
8G9-
hrosio Letelier, sostenido por nn peloton de Carabineros al mando del valiente mayor Alz rrec ~-1.
se adelant en direccion de Villa, hacienda de
caa, al pi meridional del morro Solar, i se bati , pajonal de por medio, Junto a In playa con
los Lanceros ele Torata, que comandaba el coronel
Bermudez, i los infantes del batallan Callao, all
acantonados de gran guardia.
Ese mismo clia, ele madru gada, el mayo r don
Manuel Rodrguez, animoso esplorador del ej rcito desde Cal<tma i que vino n morir en ingrato
ol vitlo pocos mese::> eles pues de sus seiialados serYicios i por su causa, captur un oficial del batallen 71 (clivision Canevaro) qnc f' C hab ia cs t raviado con un soldado en las pam pas do La TaMada. Llmase as la llanura. que sopara a L urin de
las cerrilladas ele Villa i ele San Juan , donde, caminando hcia, el norte, comienza el vallo i la
planicie del Rimao. (1)
( 1) El reconocimiento de Lctclier i Al r. rreca el di a de pascua
d lug iLl' a los sig uientes t eleg ramas en viados al palacio de Lima desde las lneas peruanas .
D ciem1e 25.
E scelentsimo se or jeftl snpremo; - Em pleado de V illa comunica lo sig uiente : <'l 'ropa se avist:t en nm ero crecido, parece
no ser a vanz ada. Avanz a sobre str1- l:l - Pa z Solclan.
P aZaoio, 25 de diciembre,
E scelent::;im o se ii or jefe s uprem o: -Teleg ra fi sta de Villa 111e
dice: Eu este mom euto se rompen los fuego:,;. Enemigo nos
-87 0-
VII.
l\i intr as todo esto teni a luga r ince sant eme nte,
da pot dia, casi hora l?Or hora, al fren te del enemigo, la brig ada Barb osa le t_tses taba un rudo golpe por uno de sus flancos en la noch e del 27 ele
dicie mbre i en los di as sncesi vos, segu n pasamos
brev eme nte a referirlo.
Desde que en la albo rada del 18 de dicie mbre
el coronel Sevilla. inte nt una sorp resa sobre los
Gran ader os que form aban la vang uard ia de la brig adn Lyn ch, al desc ende r a H erva i a orillas del
l'io de Ca ete, habase puesto aqul a reta guar dia,
del ltimo pero tan intim idad o, no obst ante su
repu tacion de valie nte, que se cont enta ba con se
e
g Hirle sus pasos sin disp arar stqm era. de noch
,cod a la 1etira da --Ra u.
Lo que comu nico a V. E.-P az S oldan .
Diciembre
2 ;),
r parte
S.e riOJ' COI'nn el seere tario de g uerra :- Acah o de recibi
nuesde
do
huven
b
.c
retira
o
c.l e V il!:~. Eu emigo h lt empr e ndic.l
.
n
Solda
Paz
ias.w
<lcsgn
s
nemo
te
no
tros.fuepos; pa re ee
Gran< le po: el
El 30 hubo otm reco nocim iento h .cia Pamp a
de l en es tos
a
cuent
daba
1
3
el
d
atria
P
La.
i
n,
na
lado de Sau J
t rmin nf' .
a G ra ud e, lo
Aye r una fu erza chilen a se p!'CRe nt e n Pamp
pa rte de
Una
igo.
que !lizo cree r qu e fu ese todo e l ej rcito enem
re pl e se
os
nemig
e
los
ro
pe
ro,
nt
ncue
pues tra fu erza sn li6 a su e
cion
inten
su
que
esta
nuifi
m
e
qu
lo
irM,
t
eros
g aron ;l los prim
to.
u
e
ocimi
era solam ente pract icar uu recou
-Sil-
sus carabinas Remington. El rejimiento 3. o Cazadores del Rimac constaba de 333 plazas, i su
jefe que se babia batido con valor en CasmH. i en
IngaYi, pasaba a esas horas como una de las esperanzas de honra del Per, segun en otra ocasion
lo hemos recordado. El coronel Sevilla era natural
de Piura, i segun se ha dicho, hUo de ruso en
Yientre de espaola, hombre de pelo en pecho i
canosa barba, ele mas ele 60 aos ele edad.
0
VIII.
En aquella marcha casi paralela i que dur nna
serna na, supo Sevilla el elia 23 ele diciembre que
los chilenos, desembarcando en Chilca, le habian
cortado el camino real hcia Lima, i en conse
cnencia. se diriji el 24 hcia Calango, lugar distante cinco leguas de la costa. Efesde aqu _proponase adelantar sus jornadas hasta Lima por el
camino llamado de los Lomero::;, es decir, internndose hcia la sierra para ir a caer al valle de
Lurin en sus cabeceras, por Manehai i Cieneguilla.
Con este propsito march encubierto el jinete
peruano con los snyos por los montes i matorrales los das 25, 26 i 27 de diciembre, habiendo
el~jido la noche del ltimo dia para descabezar el
valle i escapar.
Pero el viejo coronel peruano no babia contad~
~-
8i2-
con la sagacidad i la vij ilancia incansable del coronel Barbosa, encargado, segnn ntes dijimos,
desde su campamento de Pa.chacq,mac, do proteier el flanco derecho de nuestras est.ensas posiciOnes.
Desde su instalacion habia. hecho en efecto aquel
jefe adelantar grandes guardias i avanzadas hcia
una quebrada lateral que desemboca en el valle
de Lurin por el sudeste i que los naturales llaman del Manzano o Pueblo viejo; i gracias a est~t
precaucion logr tomar lenguas por el estravo de
un espreso del coronel Sevilla i de sn inmediata
aproximacion en la tarde del 27 de diciembre. (1)
Tom en vista de esto el coronel Barbosa todas las medidas que la situacion requera i que
dieron por resultado el completo encierro de la
columna peruana i su dispersion i captura conforme al siguiente boletn, que ha . sido conservado
indito, ignoramos por qu motivo, i que hemos
copiado espresamente del libro ele rdenes ele la
2." brigada de la clivision Sotomayor. El lector no
habr echado en olvido que esta habin. sido la primera en ocupar a Lurin.
El comprensivo parte de lo que se ha llamado
la jornada del lVIanzano i que se publica por la
primera. vez, dice as:
(1) Tvose en realidad noticia en Llll'in de la pn.sada de Sevilla desde el dia 2;:l por un espreso qu e incautamente fu a
alojarse en el campamento del Chillan, jnzgt.naolo amigo.
-873-
Diciembre 29 de 1880.
Seor jeneral jefe de la 2." division:
Tengo el honor de comunicar a U S . que a consecuencia de
haber llegado a este campamento repetidos denuncios de que se
aproximaba una fu erza enemiga de caballera salida de Calango, hice colocar en prevision de todo evento fuerte s avanzadas
de los di stintos cuerpos de rui wando procm.ndoles una colocucion ventaj osa desde la cual pudieran observar el movimiento i
direccion del enemigo.
El da 27 del corriente a las 6 P. M. el capitan de una de las
avanzadas del rejimiento Ouric di aviso de que en direccion a
:Manzano o Pueblo Viejo se avistaban fuerzas enemigas de infantera i caballera.
<nmediatamente me traslad al lugar amagado i en previ sion
<le que las fuerzas avanzadas fueran numerosas i de que el j efe
enemigo proyectara una sorpresa, orden que todo el rejimi ento
Ouric se pusiera en marcha con el objeto de reforzar sus compaflas de avanzadas i apoyarlas en el combate.
A retaguard!\ de este rejimiento hice colocar cinco compafias del 3.0 de lnea escalonadas en el trayecto que forzosamente
tenia que recorrer en su marcha el enemigo, procurando evitar
que en ninguu caso pudieran cruzarse sus fuegos i ofenderse red procamen te.
El resto del rejimiento 3.0 de lnea, Lautaro, batallon Victoria i la batera de artillera, recibieron tambien rdenes de estar
listas para el ataque, i al efecto ocuparon las posiciones qne estim mas ventaj osas p:~ra corttu la retiradn. del enemigo.
Media hora despues de haberme trasladado al sitio qne
desig n como centro de operacioues, el euemigo rompi sus fuegos sobre nnestrns tropas, fuegos q ue fu eron inm ediatamente
contestttdos por las compa ias de avanzadas i poco despues por
el resto del 2.0 hatallon del rejimient,o Cnric.
Quin ce minutos despues ele empefad a la accion, temeroso ,
lllST. D I;; lA C. DF: LlMA
110
Juan de la C. Anticona.
Teniente, don Guillermo Zavala.
Alfrez, don Telsforo Urias.
don Ismael Virnes.
Si7-
O. Barboza.
IX.
Despues de la fausta sorpresa del Manzano,
verdadero aguinaldo de ao nuevo que fu recibido con vivo regocijo en el ejrcito i en el pas,
enturbindolo solo la muerte del bravo comandante Olano, mozo de increble perseverancia e
innunembles aventuras romancescr.t.s, continuaron
los reconocimientos de ftente hcia las lneas del
enemigo.
El mas formal de estos tuvo lugar el 28 de diciembre bajo la direccion del coronel Lagos, que
da a dia recorra las avanzadas i se acercaba a
tiro de rifle de las posiciones enemigas en San
Juan como en Tacna, en Chorrillos como en
Arica. El coronel Lagos maquinaba constantemente <<robarse una avnnzada enemiga, hasta
que a fuerza de acechos i de vijilias se enferm en
(1) E ste parte, indito como el precedente, va en el anexo
del presente captulo.
Los restos del re.Jimiento Uimac ll egaron a lu. quebrada de su
nombre, por el pueblo de Cocachacra solo el 2 de enero, segun
el siguiente telegrama del jefe de aquella zona:
B entm.
-878-
-879-
X.
Esto no obstante, el reconocimiento definitivo
de las lneas que defendan la ciudad de los Reyes solo tuvo lugar el dia 6 de enero, a ni versa.rio
de su advenimiento i de su ttulo. Presidi esta
importante jornada en persona el resuelto jeneral
en jefe, a fin de sealar a cada uno su puesto ele
combate, i h aqu como refiere la primera parte
del afanoso dia uno que en el hecho anduvo:
El dia 6 de enero, al toqu e de la diana, llegaban a la tiendo.
del jeneral, los j efes de divi sion, de brigada, de la mayor parte
de los rejimientos, i los oficiales de los estarlos mayores divi sio
XT.
Lo de mas est contado sucesivamente en los
siguientes telegramas que resumen las peripecias
(1) Episodio del reconocimiento del 6 de enero que con el
ttulo de Los tres jinetes public el intelijente mayor don F. A.
, Snbercuseaux, que all estaba presente corno nyudante del coronel Barbosa. Los tres jinetes eran los cnpitanes de art,illera
Jarpa i Flores con el asistente del ltim o, que con est.raord inario arrojo se adelantaron hastct las ln eas peruanas. El mayor
movilizado i ex-capitan don Teod osio Martinez Ramos se distingui tambien en esta jornada reconociendo bajo los fnegos
del enemigo las al?uas de la laguna de Villa para cerciorarse de
si eran o no. potables.
881
XII.
El' reconocimiento en fuerza del dia de los
Reyes ejecutado por el centro de las pvsiciones
enemigas equivali al del 22 de mayo frente al
Campo de la Alianza. Conforme a su hbito
de guerra, el jeneral Baquedano, que no acostumbra tomar resolucion definitiva sino a la vista del
enemigo, fu llamando a su lado uno por uno a
los jefes de di vision i de brigada, i sealndoles
(1) Telegramas encontrados en el palacio de Lima. El dictador crey en la posibilidad de la batalla para ese da o en el
prximo, segun resulta de sus rdenes i telegramas de aquel
dia que publicamos en el apndice.
HIST. DE LA C DE LIMA .
111
-882,;....;
XIII.
Esto no obstante, i a fin de completar diferentes esploraciones que por mar habian ejectttado
jefes de tierra i el almirante Riveros en persona
sobre la estrema derecha del enemigo, es decir,
hcia sus posiciones de Chorrillos i del Salto del
Fraile, dispuso el jeneral en jefe al subsiguiente
clia de su reconocimiento del 6, qne el incansable
:.. .- coronel Barbosa, jefe de nuestra estrema derecha,
en el campamento de Lurin, lanzase el dia 9, antevspera del dia fijado para la batalla, mas que
un reconocimiento, un verdadero ataque sobre la
estrema izquierda del enemigo, que se apoyaba
;.... 883-
XIV.
Cien hombres del Buin, montados en caballos de los Granaderos, iban adelante con 150 de estos fornidos jinetes. El mayor
Vallejos, soldado de los Anjeles, conocido por su rudo valor,
. mandaba los Buines. El entusiasta mayor Marzau conduca los
Granaderos como en el Campo de la Alianza.
Marchaba ea pos el rejimiento 3.0 de lnea al mando de uno
de los mejoret~ i mas cabales jefes que cuenta el ejrcito de la
repblica, el hoi coronel don J os Antonio G tttierrez, i el segundo batallon del Lantaro iba a las rdenes del viejo i bravo
:Robles, roble de batalla, i de su segundo i bizarro jefe, el mismo
que lo habia llevado a Moquegua eu su famosa visita del ao
nuevo, que acababa de espirar, jven de raro mito i que es hoi
una de las mas brillantes esperanzas de nuestras armas, el comandante don Ramon Carvallo, hijo de Valparaiso.
Iba ademas en la columna, protejida de cerca por el Lautaro, una seccion de artillera compuesta de dos piezas Krupp,
mandadas por el mayor Von Koeller, prusiano de nacimiento,
mozo esforzado de nimo i recio de miembros, que hahia hecho
hacia poco las victoriosfLS campaas de su patria.
Un pelo ton de 25 Cazadores al mando del alfrez A varia, oficial que comenzara su carrera con buen nombre en la
XV.
f Conforme a las rdenes impartidas en la maana del 8, hallronse todas aquellas fuerzas, qu13llegabau por diversos sen(':
deros a las cuatro de la tarde de ese dia, en el solitario i abandonado casero de la, hacienda de Manchai, estancia boscosa del
valle de Lurin, pl'opiedad de un viejo coronel Arias, proveedor
de lea en gmnde escala de la ciudad vecina.
All, i conforme a su costumbl'e, haba precedido a todos el
jefe de la espediciou, el jinete mas recio del ejl'cito despues del
coronel Lagos, centauro de hierro. El coronel Barbosa en campaa~ no duerme sino sobre el lomo del caballo. Le acompaaba
su inseparable ayudante, el mayor Francisco Subercaseaux Latorre, uno de los vluntarios mas brillantes del ejrcito movilizado, mozo lleno de valor, de iealtad i de intelijencia, que ha
peleado bizarramente en todas partes, en la segunda i tercera
campaa, en Tarata i en Ate, en Miraflores i en Chorrillos.
Acamp en Manchai la columna hasta la media noche, i a esa
hora se puso silenciosamente en marcha por el monte. Iban
adelante Buines i Granaderos guiados por el comandante Carvallo que haba visitado todos aquellos parajes, i esperaba sorprender una avanzada que en cierta loma conocida mantenan
los peruanos.
-885-
XVI.
Forma propiamente lo que los labriegos limeos llaman la
Rinconada de Ate, tinas cuantas pequeas chcaras vegosas
que las acecruias del Rimac riegan i revienen junto a su mrjen
izquierda i cuyo centro ocupa la aldea de Ate, formada por una
sola calle de solares abiertos i de ranchos pajizos, abrigo de un
centenar de cultivadores que proveen con sus menestras el diario mercado de Lima.
Mas all del terreno reducido a escaso cultivo de pasto i dividido en pequeos potreros, intrnase a manera de quebrada
dominada por altos cerros desnudos i arenosos, la rinconada
propia, que es ca~cajosa, estril i va angostndose hasta formar,
como los cajones de Chile, una estrechura i garganta de pocos metros de espacio. Su mayor mbito entre los dos cerros no
pasa de dos cuadras, i la cadena que la domina por la derecha es
mucho mas alta i peinada que el cordon de lomas que cae al
lado de la costa. U u portezuelo cietra por las dereceras en que
veniau los chilenos, es decir, por el sur, el cajon i su desarrollo,
i desde su cirrl, que es comparativamente aplastada, coh\mbranse entre la bruma amarillosa de los valles tropicales, los contrafuertes de San Bartolom i de San Cristbal, i mas hcia el
poniente las cpulas opacas de Lima a sus pis.
XVII.
Tal era el terreno que iba a reconocerse, i en el cual los peruanos nos aguardaban.
Aquel dia no tenian colocadas sns avanz adas en el paraje acostumbrado, por lo cual fm strse su captura ; pero conforme a su
triste sistema de defensa automtica, haban sembrado el cajon
i las laderas de bombas escondidas, que por esta causa i la conocida gula de la jente chilena denominaban ellos burlonamen-
XVIII.
Con los primeros inciertos albores del amanecer del domin go
9 de enero, la trasnochada pero valiente vang uar dia del coronel
Barbosa, Bnines i Granaderos, halcones i gavilanes, en demanda
de matutina presa, llegaban al portezuelo de Ate, i nna bomba
traidora, que heria mortalmente a nn soldado del Buin, era el
aviso dado con su estrpito estridente, a los unos i .}L los otros,
de que el combate iba a comenzar.
La division chilena apresur en efecto el paso, i los peruanos
de Ate, despertando en sus campam.entos del valle, comenzaron
a rellenar el foso i a coronar las empinadas alturas de la derecha con cuadrillas de carne de caon.
XIX.
P asada la primera emocion de la alevosa, b divisiou de reconocimiento baj en rden al valle; i en los momentos en que
el sol de enero derramaba ancha i rojiza luz en las ridas i plomizas cimas, el coronel Barbosa, que habia trepado a pi a un
mogote del cajon, dispona con consumada maestra el plan de
ataque, disendose en su tostado rostro, tipo hermoso del
887-
XX.
El 3. 0 de lnea estaba destinado a llevar en sus hombros el
peso i la gloria del da, como en Arica.
Orden para este fin el coronel Barbosa que tres compaas
de aquel bien probado rejimi en to avanzaran por el fondo del
valle al mando de su tercer jefe el mayor don Gregorio Silva,
soldado arribano alentadsimo, llamado por su tropa el zunc
porque le faltaba un dedo ~e la diestra, si bi~n le sobran brazo, corazon i espada.
La cuarta compaa, que era la guerrillera, del primer batallan fu despachada a reconocer los cerros de la derecha del cajon, por cuyas cabeceras suban en ese momento enjambres de
enemigos con la velocidad de gamos. Iba esta jil i adiestrada
tropa al mando del capitan don Ricardo Serrano, hroe del dia,
i que en el sitio ganara su ltimo grado en su juvenil carrera.
En pos de l iba la compaa que mandaba Luis Alberto Riquelme Lazo, capitan de 19 aios. I triste episodio de carnicera
guerra! aquellos dos mozos que en Ate se cubriran de denodada
gloria, en Chorillos serian solo dos mutilados cadveres, el uno
junto al otro, all como en la inmortalidad.
Los cien Buines del mayor Vallejos apoyaban desde la distancia este atrevido movimiento, llevando su vanguardia el animoso teniente Ibarra, uno de los muchos jenerosos estudiantes de
medicina que haban cambiado en la campaa, por entu siasmo
patrio o por desengaos en el se rvicio, el es cal pelo por la
espada.
XXT .
-888mos de la Esmeralda)' trepen la escarpada cima, avanza lentamente por la opuesta ladera la compaa del 3.0 que manda el
capitan Eleodoro Guzman; i porque sus jefes no le ven llegar a
las trincheras a paso de carga, como se le tenia prevenido, pide
al dia siguiente su baja del ejrcito: tanta era la emulacion de
la gloria i del deber en la vspera de los grandes dias!
El capitan Guzman se rehabilit por lo mismo, mantenindose en Mira:flores en lo mas crudo del. fuego como ayudante
del jeneral Maturana; i as obtuvo en un campo de batalla la rehabilitacion de su honra comprometida en otro campo de batalla.
En las campaas de Chile en el .Per, la gloria no ha dado
treguas, ni quitas, ni esperas a la gloria.
XXII.
El capitan Serrano avanzaba entretanto por la fatigosa
subida, i como su tropa iba vestida de blanco, i se cansaba, r~
zagndose algunos soldados por la fatiga, mas no por el miedo,
juzgaban los que desde el valle les divisaban, que eran heridos
\
o muertos que caian.
Los peruanos haban roto desde el primer momento un fuego
desatentado que les sirvi solo para quemar su plvora. En ningun combate de tierra sus puntera<> haban sido mas infortunadas.
XXIII.
Entretanto, i con admirable acierto, el capitan Von Koeller
ha bia roto sus fuegos de caon sobre los fosos i sobre las crestas, i tan fijo era su ojo, ojo de prusiano, que dejaba poco trabajo a los infantes. Media hora despues del primer disparo vease
en ~:ecto ~ los peruanos huir en todas direcciones. Por su parte,
el Jil cap1tan Serrano no solo haba coronado la altura con su
tropa victoriosa e inerme, sino que precipitndose a las chcaras
-889i caseros de Ate haba hecho prisionero a un injeniero norteamericano llamado Murphy, viejo maoso, que a su decir era
administrador de una hacienda del valle, pero que llevado a la
tienda del ministro de la guerra aquella tarde di importantes
detalles cientficos sobre las defensas del enemigo.
XXIV.
Al propio tiempo, el mayor Silva avanzaba por el fondo de la
quebrada a paso de trote, sostenido ahora por los Buines del
mayor Vallejos, sobre los fosos enemigos, resuelto a tomarlos
a la bayoneta. Era aquella una terrible apuesta de den uedo en
terreno de secano entre dos terribles lleulles de ultra- Maule.
Ignoraba en ese momento el coronel Baruosa, que en sus anchas narices aspiraba el olfato a la Latalla, el nmero de los
enemigos que iba a combatir; pero como sus instruciones se
limitaban a descubrir su fuerza i a amagarla, sin comprometer
por esto un combate decisivo, juzg que era llegadoel momento
crtico del encuentro i orden el avance jerieral de , su division
esploradora, infantes, jinetes i caones. A la hora i media de
fuego, dice un testigo de vista en una relacion annima de la
prensa de Valpar~iso, el capitan Serrano era dueo de las alturas de la derecha; solo las fuerzas ocultas en los fosos hacian
fuego; mand a la carga Barbosa, i el valiente Sil va carg a la
bayoneta, al mismo tiempo que Vallejos por la izquierda ejecutaba con igual resolucion la misma carga. En esos momentos
llega un ayudante anunciando la. dispersion del enemigo; inmediatamente el coronel Batbosa, radiante de coraje i de entusiasmo, proclama en breves pero arrebatadoias pal.abras a, los Granaderos, que con la celeridad del rayo desenvainan los afilados
sables i en medio de un sonoro chivateo desaparecen envueltos
en el polvo que levantan sus caballos i el humo del fuego; llegan a los fosos: no hai pasada, son demasiado anchos para. sal-:
tarlos; qu
hace1l
El Lravo mayot que 'los manda, e.mpiundose
.
.
en los estribos, dtJscubre la nica i est.recha pasada entre el ceHIST. DE LA C. DE LIMA.
112
Enero9.
( 9.40 A. ~!.)-Seor secretario de guerru:-Contina el combate. Se manda mas fuerza nnestra.-Paz Soldan.
Palacio, enero 9.
(6.14 P . M.)-Se1or secretario de guerra:-Todo terminado
i enemigo retirdose; no tengo pormenores aun.-Paz Soldan.
S91-
XXV.
A. esta bizarra carga agregaremos un simple detalle de nomure, o mas bien de p1ofesiones: el capitan Varela em un jven
abogado de Concepcion que babia ido a la guerra por la conviccion del patriotismo; el subteniente Vivanco, ex-preceptor de
Linares, haba ido, como muc~de sus colegas, Teran, Villar,
Arroyo, Elgueda i otros, por e! entusiasmo del patriotismo. En
esta guerra los obreros de la intelijencia han tenido tambien
sus duelos como los lleulles, hijos i escarmentadores de los brbaros. Un detalle doloroso todava: el alfrez Vivanco, que en
la caballera mereci los honores del da, junto con Serrano capitan de infantes, alcanz en el borde de una ancha acequia de
regado a un jven oficial peruano i lo atr:wes de parte a pat.
te con la espada. U na hora des pues, cundo los chilenos eran
completa.meute dueos del campo de Ate, algunos de sus oficial~s ob;;ervaron, posedos de dolorosa imwesion, que el agua de
los regados pasaba sobre el lvido rostro del enemigo muerto,
lavando con melanclico murmullo la ancha herida que le atra-
XXV l.
Con la dispersion del enemigo que protejia la estrema izquierda del ejrcito peruano contra un movimionto envolvente,
a lo Moltke, quedaba terminada la comision que en la vspera
haba recibido en el cuartel jeneml el coronel Barbosa. Los caones del San Bartolom, que ?erraban en esa direccion el paso
de Lima, situada a su espalda, comenzaban tambien a enviar
mal dirijida:s bombas hcia la quebrada; i aunque entnces se
dijo que el jefe de la columna chilena habia pedido un refuerzo
de 3,000 hombres, comprometindose a tomar la capital peruana por la espalda de sus lneas de defensa, es lo cierto que como
buen soldado, limitse a cumplir sus instrucciones.
A las doce del dia el coronel Barbosa estaba en plena, tranquila i ordenada retirada; i tan lejos habanse hallado los enemigos vencidos de molestarlo, que los Granaderos lacearon un
buei a su vista i sabrosamente lo carnearon.
XXVII.
Terminada as con rara flicidad aquella operacion de guerra que debia llevar en hora tan crtica de la campaa. honda pertuebacion al real peruano, no quedaba ya nada mas que hacee sino
levantar de prisa el campo de Lurin i marchar
resueltamente sobre las formidables barreras que
el enemigo habia levantado a nuestro frente i que
hora por hora se guia reforzando. (1)
(1) Sobre las . petpl~jidades que el ataque de Ate produjo en
el campo enemigo, publicamos entre los documentos del apn-
-893-
I.
PARTE OFICIAL INDITO DEL COMANDANTE DEL REJIMIENTO
CURIC SOBRE LA JORNADA DEL MANZANO,
Diciembre 29 de 1880.
Conforme a la rden dada por US. de colocar una compaa
en el lugar de El ManzanoD o Pueblo Viejo, envi a este punto al capitan don Jos Mara Barahona. El 27 del corriente a
las 6 P. M. recib la noticia que inmediatamente comuniqu a
US. de que haba avistado el enemigo con una fuerza de infantera i caballera de mas de 300 hombr~s. En el momento de
salir a poner este hecho en conocimiento de US. orden al 2."
jefe saliese con el segundo batallon a protejer esa fuerza, mintras US. dispone lo conveniente.
A mi vuelta march con el primer batallon al trote, mandado por el sarjento mayor don Ruben Guevara. El 2. 0 jefe entretanto coloc su batallon en el mismo sitio que US. habia tenido a bien designarme.
dice una interesante carta del jeneral Vargas Machuca al dictador, fecha 12 de enero, encontrada en la quinta de Schell en
Miraflores i que existe onjinal en poder del ex-intendente jeueral del ejrcito don Vicente Dvila Larrain.
-894 A las 7 i media el enemigo rompi sus fuegos iubre la compafla del capitan Barahona, quien les contest oportuname nte.
Al llegar al trmino de mi partida, nos hallamJs al fteute de
un grupo de mas de cuatro jinetes, i el que suscribe acompaado del sarjento mayor hicimos prisioneros a tres de ellos, remi tindolos en la misma noche al estado mayor de la brigada.
El <enemigo entretanto quiso aprovechat la salida del valle
para escapar, pero fu rechazado por la compaa del capitan
Barahona. Por tres veces seguidas pretendi romper nuestras
filas i otras tantas fu rechazado por el vivo fuego que hacia el
segundo batallan. Por ltimo, des pues de un tiroteo que se
mantuvo con algunas intermitenci as por espacio de dos horas,
el enemigo fu completamente deshecho i huy en dispersiou
hcia las quebrada~ i los cerros vecinos. Inmediatam ente recib
rden de US. de adelantar mis posiciones i al efecto acamp
algunas cuadras mas adelante con el propsito de cumplir las
instrucciones de US., empezando al amanecet la persecucion
del enemigo. Como a las 3 i media de la maana inici con
tres compaas separadas la persecucion del enemigo i tengo la
satisfaccion de comunicar a US. que la tropa de mi mando se
condujo en esta. nueva operacion como soldados aguerridos, haciendo al efecto numerosos prisioneros.
El enemigo tuvo algunas bajas que US. podr ver en la lista.
adjunta, previnindole que si stas no sou mas numerosas fu
porque la noche del combate fu mu oscura i apnas si nos era
dado percibir a veinte pasos al enemigo.
Tengo el sentimiento de comunicar a US. que de nuestra
parte hubo tambien lamentables prdidas. El comandante del
segundo batallan, teniente coronel don Jos Olano, en el momento mismo en que alentaba a su tropa para la pelea, recibi
simultneam ente dos balazos, uno en el estmago i el segundo
en la cabeza, que le ocasionaron una sbita muerte. Muri en
su puP-sto i cumpliendo como valiente su deber. Tambien hubo
cuatro heriaos de ttopa, dos leves i dos de bastante gravedad.
La conducta de mi rejimiento1 tanto de oficiales como de
-895tropa, fu mui satisfactoria. Las compafus que mas se distinguieron i que sostuvieron lo mas rcio del combate, fueron la
3.n del segundo i 2.n del mismo hatallon, mandadas por los capitanes don Jo.; Mara Barahona i don Anselmo Blanlot Holley i comandadas por el capitan ayudante don Nicanor 2. 0 Molinares, quien tom el ruando tan pronto como sucumbi el teniente coronel don Jos Olano. El capitan Molinares atent con
su entusiasmo i serenidad a su tropa. Se distinguieron tambren
por su valor los tenientes se.ores Cabeza i Semir i los demas
oficialt:s de estas compaas.
ALrigo la conviccion de que US. habn nprohado e] .comportamiento del rrjimiento de mi mando en la noche del 27 i en ]a.
persecuciou del 28. Si los resultados del combate no fueron tod~via mas satisfactorios, es porque no hubo una fuerza numerosa de caballera que hubiese secundado oportunamente nuestros
esfuerzos.
Pronto remitir a US. un crquis de esta accion.
Dios guarde a US.
Joaquin Cortl.
II.
'T ELEGRAMA S l RDENRS DE PIROL A C0 N MO'l'IVO DI!:L GRA N
HECONOCIMIEN'IO r'J<; L 6 DE El\ ERO SO BR ~~ LAS POSICiONE S
ENEl\1JGAS.
-.896
EL DICTADOR
BATALLA
Cho1'1'illos, enero 6.
-897-
HL
CARTA D~L JEN !<: ltA[, VARGAS llfACHtTCA Af, DI CTADOJ: Pll~HOLA
CON J\W'l'IVO DEL lUWONOCillflgNTO D l3 ATE I LOi; PLANJi:S
QUE SJi; ATIUBUIAN .AL l!:J lWlTO CHILENO.
113
898 __;
CAPITULO XXVI.
--
901 __;
I.
Re::melto irrevocablemen te desde el dia 6 de
enero en el clculo i en el herosmo el plan de
ataqne de frente a las formidables posiciones de
los peruanos en la. lnea de Chorrillos a. San Jnan
por los tres hombres de guerra que haban fOJ:jado la ba.tall ~t campttl de Tacnn. i el asalto victorioso de Arica., es decir, por el jeneral Baqnedano
i por los coroneles Velazquez i Lagos, convoc el
primero el da. 11, a. la, hora. del medio clia, en sn
alojamiento de ]as casas de San Pedro, especie de
claustro, granero i fortalezajesutic a, una junta de
guerra, no para cubrir Sll responsabilidad sino para aee n tuarla.
Asistieron a esa conferencia los j e nerales Maturana., j efe de estado mayor; Saavedra, inRpector
902 __:
jeneral del ejrcito; Sotomayor, jefe de la 2.n division; el coronel Lynch, comancla.nte jeneral de
la 1." di vision; el ministro de la guerra en campaa., el ex-ministro de Chile en el Per don
Joaquin Godoy i los secretarios Altamirano i Lira. El coronel Lagos, comandante jeneral de la
tercera division, no se hall presente a causa de
_ una lijera indisposicion motivada por los insomnios i la fatiga. El elemento militar estaba casi
balanceado en el consejo por el elemento civil.
Espuso eljeneral en jefe netamente su plan en
aquella junta., i no encontr sino dbiles contradictores. El jeneral Saavedra habria preferido elemorar el asalto hasta hacer venir nuevas reservas
ele Tacna. El ministro de la guerra, que desde el
reconocimiento de Barbosa en la quebrada de
Ate i por los informes del injenero Murphy que
all fu tomado, segun ntes dijimos, se haba impresionado en el sentido ele lanzar el ejrcito por
esa via de eircunvalacion, insinu su conveniencia, pero no con el calor que la pasion poltica ha
atribuido despues fi aquellas di vmjencias. Era. una.
simple opinion que l sujeria a la responsabilidad
del jeneral en jefe, i que en definitiva dejaba. a su
albedrio. Por ltimo, el jefe de estado mayor, que
desde Tacn<t tra.ia madurado un plan de batalla
concebido en tres jornadas sncesi vas i por aquella
misma direccion, apoy sin entusiasmo al ministro;
pero fn combatido en lo absoluto i con ene1jia
-903-
90-! -
II.
Acordada definitivamente In marcha de frcute,
se dispuso todo para verificarla en la tarde del 12
de enero, i a fin de detallar a cada cual lo que le
corresponda ha.cer en la batalla, el jeneral Baquedano cit en la maana ele a.q uel dia a una
junta. de jefes en su sala de despacho, asistiendo
todos los comandantes j ene rales de brigadct i de
cuerpo.- El 12 por la maana., .decia el coronel
Gana en una carta ntima de familia escrita desde Lima el 29 de enero, fuimos citados todos los
jefes a la presencia deljeneral Baquedano. Reunidos en un gran salon de la hacienda de San Pedro, el jeneral nos dijo:-Esta tarde a las seis
marchar todo el t~rcito para caer sobre el ene( 1) Nosotros publicamos nq. artculo crtico i desapasionado
con el ttulo de .El plr:tn de Baquedano i el plan de J~Iaturana))
en El 1lfmcurio del 24 de febrer o de 188 1, pesand(} tranqnilamente lns razones de uno i otro movimiento, el de Ate i el de
Han Juan, i ese trabajo puede ser de til c:on~ulta asi como un
bien pensado artculo estratjico que el coron el don Tomas \ Valton di a lnz el 4 de enero de 188 1 en El H rwaldo. Despnes de
esa poca i con motivo ele la candidatura delj eneml Baquedano
a la presidencia ele la llephlica, se form una atmsfera fa luz i
ardentsim:L en torno de esta cnestion de g nerrn ; pero nosotros que escribimos para la posteridad i no pnra los politiqneros,
no tenemos para qu tomarlo en cuenta nqu..
..
CORONEL
DON FR ANCISCO
Lit . P CR<lot. Hutfanos
BARCEL
~ AFAEL JOVER ,
EO I TO P
-905-
III.
A esa hora en aquel memorable dia circulaba
'asimismo de mano en mano en los afanados i bulliciosos campamentos una proclama manuscrita
del jeneral en jefe (porque se babia descuidado
( 1) Carta citada del coronel Gana.
114
11 1ST. D E LA C . DE Ll!lfA .
-
-906-
IV.
A las cuatro de la tarde de aquel mismo da
comenz el grandioso desfile del ejrcito hcia el
puente de hierro de Lurin. Los rejimientos marchaban por el flanco, lUeros los corazones, risueos los semblantes, jiles los msculos. Al fin,
aquellos hombres sufridos iban a Lima, despues
de dos aos de impaciencia i ele esperanza. Las
bandas ele msica que los prececlinn alentaban sn
marcha ejecutando aires patriticos, i unn, hont
.despues
el campo de la Tablada que separa el va,
-908-
V.
El telTeno que los chilenos tenian que recorrer
era llano pero pesado. Denomnase con propiedad
aq nella comarca rida i medanosa la T ablada de
Lurim), porque es una meseta que se empina algunos metros sobre el nivel del rio i va a morir en
el del Rimac, que a sn vez comienza en San Juan
o en Chorrillos, di vid idos ambos all por spero
lomaj e.
Tiene aquel paraje algo ele semej tt nte a la fo rmacion jeoljica del llano de lVIaipo entre el Mapocho
i el rio de aquel nombre, salvo que las arenas del
m:tr vecino esp:trcidas por vientos seculares siembran sn espacio de montculos movibles i han form <:tdo dos series de mdanos paralelos que corren
de sur a norte, el uno jun to a las playas i el otro
tJg unas cuadras mas hcia el interior. Llmase la
-909-
VI.
El derrotero que corta por su centro la Tablada va a desembocar en Villa) hacienda de regado,
es decir ele alfalfa i ele caa, situada a espaldas ele
la qne fu fastuosa villa balneari a ele Chorrillos i
forma lo que se llama el camino re al del sur en el
Per. El sendero ele Otongo o camino de Manchai, es mas propiamente la va montaosa ele Ayacucho i de Arequipa, i sta, cortando las cerrillach s de Chorrillos en su centl'O, va a pasar por la
hacienda ele San Juan, jemela ele la de Villa, pero situada en el faldeo opuesto de los cerros, i
en seguida por las de T ebes i la P alma, famo sas
stas ltimas en las guerraf::l civiles del Per.
-910-
VII.
En la organizacion mucho mas fantstica que
efectiva que el jenio meticuloso del dictador habia
impreso a las rejiones agrestes i despobladas que
forman cintura a Lima, el distrito ele Chilca llevaba el nombre de zona nm. 10, i el ele Lurin,
comprendiendo las haciendas ele San Pedro i
Buena-vista, zona nm. 9. La zona de Chorrillos
(nm. 8) abrazaba las poblaciones de Chorrillos,
Villa, San Juan, Surco, Barranco i Miraflores, i la
zona 7 .a las haciendas, aldeas i chcaras situadas
en la rinconada de Ate o sus lindes, como Vazq uez, l\!Ionte- Rico, Melgarejo, la lVIolina, etc.
La zona nm. 6 era la de la lVIagdalena antigua i
moderna; i pasado el rio, seguan hcia el norte
seis zonas rnas, todas dentro del departamento li-
-911-
VIII.
Conforme a esta disposicion del terreno i a la
mision encomendad a a cada una de las secciones
del ejrcito de Chile la div:lion Lynch avanz de
frente por el centro de la Tablada., destacando
por la orilla de la playa al rejimiento Coquimho i
al batallon Melipilla a cuyos cuerpos se encomend la arriesgada tarea de atacar el casero de Vi
lla i sus fortificaciones por sorpresa i por el flanco.
La division Lagos, que pas el puente de Lurin
en pos de Lynch, deba ejecutar en el centro "de
la Tablada una conversion hcia su derecha para
caer sobre la izquierda enemiga, al paso que la
division Sotomayor, haciendo un corto rodeo por
los potreros del valle, tomara el camino de Otocongo, pasando el rio por un puente provisional.
La artillera de campaa recorrera esa misma
senda, que por su posicion resgnardada era mucho
mnos medanosa i fatigara mnos sus tiros. La
artillera de montaa repartida en brigadas segu ria a retaguardia de las respectivas di visiones a
lomo de robustas mulas i en el rclen signiente
en cada division .
-91 2-
IX.
A las 7 de la tarde todos los cuerpos hab an
cruzado el rio Lurin i no qued aban en el camp amen to sino dos com pa as del Curic al man do del
capi tan don Tris tan Lope z i un pelo ton de gran aderos con el alfrez Padi lla, para prot~jer a los enfermos, cuyo nm ero llega ba a 200, los vveres i
los bagajes.
La caba llera debi a parti r a las 10 de la noche
para llega r fresca al cam po de la accion , i el cuar tel jene ral se mov era solo despnes de med ia no-
--
913-
X.
luna que al dia siguiente seria llena., entoldada por nubes que velaban sn claridad sin estinguirla, alumbraba tnuemente el camino de
las tropas. En marcha i avanzando con intervalos
de una hora de fatiga i veinte minutos de descanso, en seis horcts completarian las tres divisiones comodamente su jornada.
L~
115
-914-
su
- !)15-
saber quienes eran aquellos csploradores de la noche i por qu por ese rumbo andaban.
XI.
Verificbase todo esto en el mas profundo silencio, i como para hacerlo mas intenso i propicio,
la matutina camanchaca del desierto i del ocano
se adelant aquella noche a su hora quedando los
dos ejrcitos a. la vista pero en vueltos en densa
niebla a la distancia mxima de ocho mil metros
dos leguas) el uno del otro.
Eran las 2 de la maana, i a eHa hora llegaba
-el jen ~ ral en jefe con el estado mayor i el cuartel
jenera.l una loma alta i central que desde el reeonocimiento del 6 de enero haba quedado designada como el divisadero jeneral del campo de
batalla i su sitio mas adecuado para dirijirla.
<!Esperando tJne llegara la h ort. ele la partida, dice uno ele la:
<Comitiva del j ene ral en jefe, fijada en las d oce de la noche, me
a:eLm en las bodegas de las casas al jeueral Matnrana i a los
-otros amigos que, t endidos sobre los lios ele charqu-i i sacos de
galletas i frejoles de la proYision del ejrcito, charlaban, entreteniendo la velada con los ma.> alegres cuentos i con un suculento asado, comido a dedos i a mordiscos, que habia tenido la
buena idea de prepa.rar el simptico coronel V al di vi eso.
-916-
XII..
Qu hacan entretanto los peruanos dentro de
sus temerosas lneas de combate?
Segnn lo tenemos referido, el ejrcito de lnea
del dictador en nmero de veinte mil hombres
habia comenzado a ocupar el 23 de dieiem.b re las
fuertes posiciones naturales que se estienden desde el Morro Solar, escarpe formidable del ocano,
hasta l\{onte-Rico Chico, chca.ra de faldeos, especie de Pea.lolen de Lima, situada en la base de
los cerros de Vnzqucz, chcara de mayorazgos,
n bica.da en ll.J.r:; dereceras de la ciudad.
'renia ese movimiento lugar el mismo dia en
que la brigada Gana ocupaba a Lurin. El ejrcito
de reserva, a sn turno, marchaba a oc:1par la segunda lnea de Mi !'aflores, que corria de ese pne-
-917-
XIII.
Segun se obsenrar desde luego, las lneas de
defensa . de ht capital del Per eran demasiado
estensas, abiertas i mltiples. Et ltimo era su
1
ma::; notono def~ cto de flaqueza, porque no qued<-tba. en manera. alguna vedado al ejrcito invasor atacarlas en detalle, cual aconteci, librndoles tres batallas en tres das.
Las lneas de Mirafiores, consideracbs en s mismas, haban sido hbilmente dispuestas, i fneron
ejecutadas por iojenieros en tendidos en ei arte
-918-
militar. Pcr lo opuesto, las de Chorrillos a MonteRico chico, cuyo centro estaba en San Juan,
no fueron ni con mucho tan cuidadosament~ s
tudiadas ni dispuestas conforme a preceptos de
la ciencia de la guerra, i esto porquP en realidad
no lo necesitaban. U na spera naturaleza se haba anticipado all a la labor del hombre i hchola. hasta cierto punto escusada.
XIV.
De;;cle el Morro Sol<~r i con una lijcm inclinadon hcia el nordeste levntase una cerrillacla
.arenosa que va formando diversas curvas, contrafuertes i picos salientes, algunos de los cuales se encumbran hasta la altura. de 180 metros
sobre la arena muerta de la Tablada ele Lurin.
Ell\1:orro Solar, que recuerda por sn posicion,
por su estructura i por el herosmo chileno, causa
de HU renombre, el famoso 1Jforro ele An:ca, empnase abrupto, sombro i casi inaccesible hasta
una altura, recientemente medida, de 275 metros,
algo que equivaldr cinco veces a la elenteion
vertical del peon de Santa Luca ele Santiago,
cuya mas encumbrada roca se alza 66 metros sobre el plan ele la ciudad. Cuando se habla ele po-
siciones tornadas al asalto i a la bayoneta, la medida en metros de los lugates es la mas acentuada revelacion del herosmo, porque cada pulgada
-919-
XV.
Continuand o hcia la derecha. destacbase aquella noche, mostrando sn parda silueta en la scmidaridad de la luna anublada, una cuchilla de una
altura mas o mnos uniforme, en forma de meseta inclinada; i en seguida toclavia mas hcia el
-oriente los morros llamados propiament e de San
Juan, que miden respectivam ente 168 i 176 metros de clevacion.
De esht maneru. el ejrcito chileno, aparte del
.M:or.ro Solar, en cuya aitsima cumbre exista una
batera de ocho cafwncs de a 12 i tres formidables
ametrallado ras bvaras de oscilacion, i sin tomar
en cuenta muchas eminencias ele menor importancia que interrnmpia n la lnea enetniga i la hacan mas inaccesible, tenia delante ele tms pasos no
..
'
-920-
XV I.
Desde Srm Juan al Morro Solar aquella compacta cerrillacla se ag rnpa como si los vientos furiosos hubieran arremolinado las arenas, i en seguida petrificdolas el hlito candente del sol tropical. I esto es de tal modo, que empedernidos
mdanos solo dejan dos pasos transitables para
la rueda ele los vehculos o la ua ele las arrias:-
-921-
XVII.
En la abra de Santa Teresa estaban tendidos
HTST. DF: LA C. DE LUlA
116
-922-
XVIII.
Maravillado de la solidez de aquellas defensas el
facultativo peruano que acabamos de citar, aseguraba. que ni sesenta mil hombres se abriran camino a tra.ves de aquella inespugnable barrera; i cosa notable, ele idntica opinion fu el capitan
Marckham del acorazado ingles Triumph, cuando
invitado a almorzar en sus lneas por el suntuoso
anfitrion Oanevaro citle ste para el banquete
final de la victoria el 19 de enero en su palacio
de Lima. (2)
, (1) Boletn NatJional ri-el Cuzco de febrero de 1881.
(2) Datos del capitan Hastings Markham al a~tor. Canevaro
estaba rodeado de sus ayudan tes aquella maana 1opez, Laos, i
entre Rtos notbase el cn.pitan don Juan Castilla, nico vstago
de injerto del mariscal de este nombre i que all pereci. El capitan Markham visit en Lima a Canevaro, no ea la tarde del
19 sino en la del 20 i le encontr herido i refujiado en una legacion pero sin olvidar por esto su convite ....
El capitan Markham es un brillante oficial, natural de York
i compaero del famoso esplomdor .Nares en el polo norte, i sobre este particUlar ha escrito un interesante libro titulado Grea
;.._ 924 -
XIX.
1\Ias al oriente de San Juan , las defensas de los
peruanos se debilitaban en razon de la naturaleza
del terreno. La cerrillada no se pega all a la cordillera de la costa sino que huyendo bruscamente
hcia el norte i disminuyendo sus lomas i perfiles
a un promedio de 70 metros de altura, deja hcia
el oriente una llanura rida que va denominndose, segun la zona o chcara que sus lindes tocan,
Pampa grande, Pamplona i Pampa del Cascajal,
esta. ltima en la vecindad de Monte-Rico chico ,
trmino setentrional de las lneas de Chorrillos.
All los injeniero; peruanos, mas noveleros que
prcticos, habian recurrido a una defensa especial,
que fu empero del todo ineficaz para sns propsitos. N o pudiendo colocar caones en un terreno
abierto, lo sembraron con millares de cubos de hierro que contenan tres o cuatro libras de dinamita, los cuales enterrados en la tierra dejaban solo
en l superficie una especie de c1esta a manera
de corcho de botella. des tinado a producir la ig nicion por la presion del pi del soldado o la pezuFrozen Sea, London, 18RO. Considrasele como el mas jven de
los ca pi tan es de la flota acorazada de Inglaten a, visit en dos
ocasiones el campamento chileno, h ltima el 6 de enero. Como se sabe, desde Pisco acompaaban al ejrcito chileno emisarios militares de Francia, Inglaterra, Italia i Estados Unidos.
-925-
(1) Nosotros sostuvimos, con mucha anterioridad a los sucesos, que aquell as defensas mas eran obra de embeleco i de aparato que de eficacia, i a fin de desimpresionar a nu estros soldados i obedeciendo a lo que la es periencia ha dej ado demos trado
en el uso de las minas, casi siempre contraproducentes, publicamos los siguientes artcul os:-Las minas ele L ima en el Mercu1io
del 14 de octubre i L as minas ele di na mita i la dinamita clel corazO?~ el 16 de diciembre de 1880.
No tenemos a la verdad noti cia de ning un estrago s rio ni
siquiera una muerte importante cau sada por este invento, a no
ser la de un perro del Lautaro que, segun cuenta el seor Subercaseaux Latorre, en un artcul o pi ntoresco titulado L os camotes, fu el primero en descubrirlos. De j efe s i oficiales sabemos
que reventaron bombas bajo los ca ballos del jeneral Soto mayor i
del comandante Blnes sin hacc d es el menor mal. E l mayor del
Curic don Ruben Guevara, hombte g meso, revent un a mina
con su slido pi, i sta solo le sollam el ros tro, i otro ta nto sueedi al oficial del Victoria, don Elias Roselot, descen diente de
frances, pero hij o de un caballero de San J nan en C uyo. S uhercaseaux refiere tambien el caso de un soldado del Lautaro
llamado Neim que yendo cargado de cara ma,Yolas en una m ula
vol con s ta, pero sin recibir el menor ch fl o. Despnes de las
batallas un ofici al Rodrig uez del Curic q ne recojia los capotes
de RU tropa abandon ados en el campo, hizo es tall ar una bomba
que le fractur una pierua, i eu esta couclicion, que es la mayo r
aventura por nosotros conocid a de las bombas de Pirola, le encontramos en un hospital de Valp araiso. E n conjunto, no creem os que las bombas de las ln eas de Chorrillos i Mi raflores
causaran mas de 30 baj as en nuest ras filas, casi todas de heridas leves.
-926-
heria recorrer aquella traidora planicie para descender a los campos irrigados de San Juan i Surco, sujetando as las fuerzas que de la lnea de
Monte-Rico o de Lima pudieran correrse para sostener las posiciones centrales del enemigo.
XX.
Las mas respetables obras de fortificacion pasajeras de los peruanos existian en el fondo de los
dos pasos que ya hemos descrito i consistan en
trincheras de sacos i en zanjas profundas para el
abrigo de la infantera. En Saiita Teresa haba
ubicado el dictador el cuartel jeneral, la estacion
telegrfica central i hcia un lado, en el fundo llamado San Tadeo, su primera ambulancia.
-A ltima hora habian conseguido tambien los
injenieros peruanos unir las dos estremidades de la
lnea desde Santa Teresa a Monte-Rico chico, frente a Tebes, con una lnea telegrfica i un servicio
de postes de seales para trasmitir las rdenes i
las alarmas en la noche.
Por todo esto se dejar comprender cuan poco
exacta es la relacion peruana de la batalla de San
Juan, cuando el escritor don Jos Mara Quimper,
hombre srio, haciendo cargos al dictador por la
cl ~ bilidad de su primera lnea de defensa, dice estas
palabras testuales:
tEs uu error el creer que la lnea peruana estaba fortificada.
XXI.
Dada la disposicion del terreno i la proyeccion
demasiado estensa. de la lnea de San Juan a Santa Teresa, que de abra a abra meda al menos legua i media, contando con las depresiones i emi
nencias del terreno, los peruanos tenan colocados
los cuatro cuerpos de ~jrcito en que haba refunrden siguiente,
dido sus divisiones de lnea en
el
-928-
XXII.
El primer cuerpo de ejrcito estaba a las rdenes del coronel don Miguel Iglesias i era formado
por las tres primeras divisiones del ejrcito del
Norte, a saber la l.a coronel Noriega, veterano de
la escuela. de Castilla, la 2.a coronel Manuel Reguino 9ano, natural de Cajamarca como su jefe
superior. La 3.a division tenia por jefe al clebre
coronel don Pablo Atguedas, autor del motn que
hizo a Pirola dictador.
Esta masa de tropas compuesta de mas de seis
mil hombres tenia avanzado de gran guardia en
las casas de Villa el veterano batallen Callao a
las rdenes del coronel Rosa Jil. (1)
Hallbase el cuerpo de ejrcito del coronel Igle( 1) H aqu la composicion de estas ttopa"' segnn un estado
de la antevspera que fu encontrado en Santa Teresa:
Jefes.
Oficiales.
Soldados.
11
11
11
2
92
90
82
2
2
2
lO
126
27
14
386
317
Total. ... ,. .. .. . .. . .. .. . .. . . .. .. .. . 46
Campamento de Santa 'I'eresa, enero ll de 1881.
5,798
1,744
1,693
1,654
195
-929-
sias formado por tropas escqjidas por l mismo como ministro de la guerra, i figuraban entre sus mejores batallones el Ayacucho, el Cajamarca (que l
babia trado de sus na ti vas montaas) i la Guardia.
peruana, cuerpo favorito del dictador i mandado
por su propio hermano el coronel don Crlos de
Pirola. Estos tres batallones formaban la division
Noriega, i componan la del coronel Cano, el Taona, el ag.nerrido Callao i los libres de Truj illo, estos ltimos comandados por el coronel movilizado
don J ustiniano Borgoo, hijo de un j efe chileno,
natural de Petorca i antiguo vecino de Trujillo,el jeneral don Pedro Antonio Borgoo.
XXIII.
En seguida, con rumbo al oriente i coronando
un mamelon largo i poco accidentado en sus
crestas, se mantena slidamente atrincherado el
cuerpo de ejrcito que mandaba el bizarro coronel (hoi jeneral) don Andres Avelino Cceres,
ayacuchano i reputado el mejor infante del Per.
Sus brigadas formadas por la V', 2.a i 4.n di vision
del antiguo Ejrcito del centro estaban colocadas
en este rden: division lVIerino, division Ayarza i
di vision Canevaro, esta ltima en cargada de guardar a sc:m gre i fu ego la abra ele San J nan, barrera
de la victoria en el centro de la lnea. (1)
(1)
H.cc~e
necesario allvcrtir
HlST. DE LA C. DE LI ~ IA.
C]UC
]17
- 930 -
El coronel Fabian lVIerino, era uno de los mejor reputados jefes del ejrcito peruano i hasta
hacia poco habia mandado el batallon U nion.
XXIV.
Mas adel ante i torciendo un ng ulo casi recto
al norte, con vista al oriente i a las pampas qne
ntes hemos descrito, defendidas por su esterilidad, SU aspereza i por S'lS minas, Se hallaba, mas
que formado, esparcido a trechos el cuerpo de
ejrcito del coronel Dviln, jefe moquehuano, mas
:turbulento que bravo, perteneciente a aquella es~
cuela antigua de soldados que creen que la murJ.n uracion es la mejor parte del valor, i la practican.
r:renia Dvila a sus rdenes la 3." i 4." di vision
del ejrcito del centro, i como sus tropas, jirando
cual si fuera sobre un ej e central, podian ser lla~
madas a sostener a Cceres i a Iglcl::iias por su derecha, o corrindose hcia V azquez i San Bartolome, dar la mano n. la reserva en caso que los
chilenos (como se temia), n tacase n por A te, le habiau agregarlo la.s mejores tropas de la g uarnicion
cuencia de un s rio disg ust o q ue t uvo Cn.nevaro con C.ceres,
qued aq uel in co rporado nl cuerpo de ej rcito de D:vil a, pero
encargado siem pre de l:1. defensa de l paso ele iSa n J ua n.
El rden numri co de los cuerpos de ej r ~ito del Per era el
siguien te: 1.0 I glesias, 2.0 Su arer., 3.0 D vil a i 4. Ccere s.
-931-
. XXV.
Albergba se, por ltimo, en el punto centralde Chorrillos, como reserva jeneral, el 2. cuerpo
de ejrcito a las rdenes del coronel don Belisa.rio Suarez, que perdi en las tres jornadas de Lima su fama de Arequipa i Tarapn.c. 'renia bajo
su mano dos di visiones, la 4." i 5." del Norte i
0
:__ 932
XXVI.
Tales eran los aprestos con que los peruanos
aguardaban a sus aborrecidos huspedes desde el
ltimo tercio del mes de diciembre. El dictador
Pirola tenia su cuartel jeneral en el elegante
rancho-palacio del escritor don l\1anue1 A. Fuentes, i vease rodeado de un estado mayor digno
de un emir asitico, por los galones i los ttulos,
figurando en l no mnos de seis ienerales i treinta o cuarenta coroneles i jefes, incluso su propio
hijo, el capitan Pirola, especie de prncipe imperial de 18 aos, que el proteetor de indjenas criaba como a predestinado de su raza. Entre
los primeros se contaba a los j enerales Bnendia,
Montero, los dos Can seco, don An dres Segura,
el coronel Lciva., una cohorte, en fin, de entorchados, aparte do su secretario jeneral Garcia i
Garcia i de su ayndante favorito i secretario pri-
-933-
!/
"'
-934-
de los jenerales ayudantes del dictador, que el jeneral Baqueclano no se batira nunca en dia
13 )) . (1)
XXVII.
Sin embargo, el dictador, lnnos pueril que sus
consejeros, se mostraba preocupado aquel dia, especialmente a causa del ataque que en la ante
vspera haba llevado tan oportunam~nte por la
rinconada de Ate el coronel Barbosa; i aviv en .
su nimo Sltspicaz esta ansiedad la carta que el
jeneral Vargas Machuca escribient aquella muflana (la del 12) sealndole por aquel rumbo el itinerario de los cha enos.
Dominado por estas impresiones mont a ca-ballo el jeneralsimo a las .once. de la noche,
acompaado del coronel moquehuan o don Octavio Ohocano, que le servia de inseparable compaflero i de vaquean o, de su hijo i de un peloton de
soldados de su escolta. I con esta comitiva se cliriji de lijero hcia Vazqnez i A te, para visitar
personalme nte esa ala. Su cuartel jeneral i el se. creta ro Garcia i Garcia que daban en Chorrillos
encargados ele comunicarle telegrficam ente todo
lo que ocurriese.
( l) Dato comunicado por el seior Jaimcs, ayudante de Pirola.
-935-
XXVIII.
I la novedad que le traia inquieto no tard smo
minutos en smjir.
A las once i media de la noche, en efecto era.
llevado a la presencia del secretario jeneral que
a esas horas dot;mia, un ambulante chileno tomado prisionero por las avanzadas de Villa i que
de golpe revel la pa.rtidn. del ejrcito chileno de
su campo de Lurin. Era uno de esos pobreH diablos, cuyo nombra por fortuna se ha perdido, que
habia reclutado el servicio mdico a la aventura,
i que declar haber sido sirviente de una casa de
Santiago sita en la calle del Estado, sin embargo
de llevar a su espalda la mochila de curacion de
su ministerio i la cruz roja al brazo. En presencia
de los ayudantes del dictador reiter sus cobardes
avisos, i stos fueron en el acto trasmitidos por
el telgrafo, siguiendo a aqul en su escursion
nocturna.
I cosa estraia, el ltimo, nna hor<:t despues telegrafi de Vazqnez afirm<:tndo que ya todo lo sabia.... Cmo?-N un ca se h tenido noticia de este
segnnclo aviso, si bien se ha referido que fn una
mujer peruana que por el lado de JY.[a.nchai corri
con la nueva hcia los suyos. (1)
( 1) El corresponsal del Mercurio, Caviedes, dice, si n afirmarl ~!
-936-
XXIX.
Dise en consecuencia la alarma a la lnea de baque en el campo de Luriu h abia dos biza rras es pas limeifls llamadas un a Juanita>> i otra Encarna cionJ>, i que una de stas
fu lo. portadora del aviso.
El ambul ante santiagui no refiri sencill ame nte en el campo pernano que l se haba atrasado en la salid<t de Lurin i que galopand o a lo largo de b playa por alcanzar al ej rcito no haba encoutrado a nadie has ta que le dieron el alurta los centin elas de
Vill a.
Habn notado el lector que en este li bro no hemos abierto
juicio definitivo ni hecho estudio prolijo sob re el se rvicio sanit:lri o del ej rcito en la prese nte i en las anteri ores cam paias, i
esto ha provenido de una causa mni sencill a .
Hasta la prese nte h ora se agual'<h el inform e jeneml del jefe
de ese servicio i se an uncia. la mbli cacion de di vers<Js t rabajos
eu pro i en con tra de materia tn.n dispntacla, i n. la. ve rdad tan
ppco conocirb , escepto como cnestion personn.l. P or este motivo
noso tros, a ll u es tro t um o, ng uarda mos.
---
-937-
talla por el telgrafo i por medio de las luces de "Sealel:j a todos los cuerpos del ejrcito, de tal 'i-uaneia que a las doce de la noche del 12 de enei:o:
vease en la larga fila de postes colocads desde
Santa Teresa a Monte Rico ' los tres faroles de colores rojo, azul i blanco (los colores de Chile) que
en su alfabeto de guerra figul"'ddo queran: decir-_
ccEl ejrcito chileno avanza en' masa sobre rn1estras poswwnes. ))
U no de los principales-elementos de ,v ictoria
con que habia contado el jeneral Baquedano-la
sorpresa--estaba as malogl'ado por la culpa de
' un imbcil. Pero quedbale todava la noche_i el
pecho de bronce de su ~jrito .
J' .
XXX.
Eran, en efecto, his tres i media de la maaa
del memorable 13 de enero, i todos comenzab-an
a ocupar sus puestos de combate en las divisi~nes
chilenas, sacudiendo cada cual la ltima i dulce
pereza dt> la vida.
El coronel Lyr~ch haba mantenido agrupada
sn compacta division sume1jida n las som bras i
- el silencio. De propsito orden que nadie llevase
asnos en la marcha, i solo una mula de la artillera
~de campaa, echndo tal vez de mnos la alfalfa ele
:Lurin o de Rancagua, interrumpi con un relincho la pavorosa soledad de la alta noche. A esa
HlS'r. D LA C. in~ LIMA
- l8
-938-
misma hora el coronel Lagos, que se babia detenido una. larga hora aguardando el desfile oblcuo
de la segunda division, con versaba con sus ayudantes echado en la arenn, cual en Arica, i este es-perimentado capitan de guerra manejaba su jeq.te
con tanta cautela, que habiendo encendido un cigarro bajo sn poncho el comandante Ambrosio
Letelier, ordenle a aquello apagara. La vislumbre de una chispa baria mal a aquella jornada en
que millones de disparos esparciran en breve<;
'
momentos por todas partes la muerte.
Mas atrasada en su marcha, a cansa de su intempestivo alojamiento, la division Sotomayor
comenzaba apnas a es:t hora a desfilar por la retaguardia de Lagos en su marcha diagonal hcia.
San Juan; i mintras se verificaba todo esto, el
jeneral en jefe divisaba desde su sitio central el
titnico esfuerzo de los artilleros i de sus lozanos
brutos conductores de los caones de campafl.a
trepando aqu i all con recios bros i diez o doce
parejas las colinas esparcidas en la 'fablada para
dominar con sus fuegos las cumbres que servian de
inespugnable parapeto al enemigo.
Tenia ste medido su campo de tiro en todas
direcciones; pero desde el reconocimiento del 6
de enero el coronel V elazquez babia aprendido,
como en San Francisco i como en Tacna, dnde
debera colocar sus bombas en medio de las mejor guardadas trincheras enemigas.
.,.... 939-
XXXI.
XXXII.
La reserva, compuest~ de tres mil hom~res i
formada por los rejimientos 3. Zapadores i Valparaso, haba sido. elejida -esta vez con mas tacto .
militar que en Tacna, porque siendo el ejrcito a
que iba a servir mucho mas abultado, era inferior
a aquella en cuerpos i en nmero. Habase ofreci~
do su mando el dia de la vspera al jeneral Saavedra, i no habiendo ste aceptado, condjola bizarramente' por el centro el~ la Tablada, llenand,o
los claro.s de 11;\s ~ivisiones, el comandante de injenieros
don"
Arstides Martinez.
.
.
. .
..
0
XXXIII.
Las disposiciones d~l ejrcito chileno no podan
ser, en consecuencia de todo esto, ni mas acerta-
das, ni mas felices, ni mejor combinadas.
( 1) En el anexo del presente capitulo publicamos .J1 esb.ado .
compl-eto de las fuerzas del ejrcito es pedicionario -sobre -Lima -
de l resulta que el rejimiento mas. completo era el Ataca.ma
con 1,145 pl azas i el mnos fuerte el Concepcion coil674 plazas:
En jeueml, los cuerpos de la division Lagos eran los mnos numero:;,os.
-941-
XXXIV.
Faltaba un cuarto de hora para las cuatro de
la maana, que es el comienzo del amanecer del
_estio en aquel clima, en el reloj del coronel Lynch,
cuando este jefe, puntual e impasible como su
reloj, di en voz _baja a los re~pectivos jefes la
rden de ir a asaltar los fuertes que Re les tenia
sealados i que, mostrndoles con el brazo los
tres morros de su frente, fnles uno a uno indicando.
El 4. i el Chacabuco, que formaban la estrema
izquierda de su posicion, marcharan de frente
sobre el morro de Santa Teresa. El Atacama sostenido por el Talca, el del centro, i el 2. de lnea
apoyado en el bisoo Colchagua, el de la estrema.
derecha. La artillera d3 Marina acudira donde
fuera preciso, obrando como rese rva divisionaria. (1)
0
el
94~-
XXXV.
XXXVI.
Desde el sitio en que las columnas de la di vision Lynch haban hecho su postrer descanso hasta el pi de los morros que debia tomar a filo de
bayoneta, se cstiende una faja pesada i arenosa
de ochocientos a mil metros de estension, i era
precisamente aqul el campo que los peruanos tenan medido a palmos para alza de sus caflones
Grieve i sus rifies Peabody de largo alcance. I
reconociendo este peligro; la mayor parte de los
-944 -
XXXVII
Eran las 5 mnos 5 minutos de la. maana por
los rel~jes de los comandantes jcnerales, i en ese
momeJ?.tO despuntaba apnas en el horizonte de. las
maanas neblinosas rle los trpicos la primera tnue i vagorosa claridad del di a. Oolumbrbanse por
esto los fuegos rle las lneas peruanas en la distancia, a la manera de esas cornisas vvidas i cambiantes de fuego que en la.s noches de regocijos populares suelen alumbrar los edificios pblicos de las
ciudades, iluminando all el mar i las montaas con
siniest,ros resplandores el larnpo contnuo del caflon i del fusil.
La marcha de los chilenos habia sido durante
tres cuartos ele hora sumameute pesada por la
arena i por las sombras, i por lo que aconteci a.l
Atacama es dable juzgar de la prueba a que fue-
-945-
ron sometidos los rejimientos mnos ~jiles i fornidos que marchaban en sus alal::l. El comandante
Dubl Almeida babia despachado a la vanguardia
como esplorador al valeroso capitan atacameo
don Gregorio Ramirez con su compaa, que era
la 3. del 2. batallon; i e'sta preferencia dirale el
comandante a la ltima sin ser compaa guerrillera, porque el coronel Martinez le babia. recomendado para tales empresas a aquel brillante oficial. l fiel al consejo, sealbale ahora el puesto de
mayor peligro, que en breve veremos en demasa
mereCia.
8
XXXVIII.
Ejecutado este -movimiento por la compafia del ca pitan Ramirez, refiere en efecto el jefe citado, en su relacion in.dita, el rejimiento Atacama despleg en batalla i principi la fntigosa
marcha por un pi8o de arena sumamente blanda i por un a superficie irregular que hacia mui penoso el camino, sobre todo yendo
formados en batalla. A cada instante' las hileras se echaban encima unas de otras o se separaban a grandes distancias a causa
de la irregularidad del terreno. Los soldados no perdiau de visb1
el cerro enemig0 que a cada momento se iba haciendo mas i
mas ir:pperceptible a causa de la neblina que aumentaba.
As marchamos veinte minutos, a paso rpido. El cansaucio
en la tropa era mni grande. Se oia la respiracion fatigosa del
soldado a gran distan eia.
Orden hacer alto i mand al ayudante Fontanes que fuese
a decir al capitan Ramirez que marchaba a unestro frente que
con su compaa hiciera lo mismo. Nada veamos a 300 metros
de nosotros. Se.;iamos a nuestra retaguardia el sordo ruido que
formaba la marcha del resto de hi division.
HIST. DE LA C. DE UMA.
lHl
XXXIX.
Lo que caracteriza, mas que la solidez, la obediencia i el valor estico al soldado chileno en
la batalla, es su individualismo para obrar i sn
impetuosidad para avanzar sobre el enemigo que
lo dna. El combatiente de esta tierra es todava,
como en el Arauco no domado del poeta, eminentemente agresivo. Pega primero pero pega dos
veces, i esto no es ardid sino propension heredada
del indio i del ibero que nunca retroceden i pre-
-947-
fieren por instinto, a la fuga que derriba i avergenza, el combate cuerpo a cuerpo que proteje i
honra.
As es qne desde el primer disparo todos los re
jimientos se arrojaron al trote i a la carrera hcia
los morros, sin disparar un tiro, atravesando los
arenales, muchos cayendo en las grietas del terreno, echndose al suelo, los unos por tctica, los
otros por cansancio, en los faldeos i a\ra.nzando
siempre i siempre hasta ponerse a cmodo tiro de
fusil de chispa. I hecho esto, precipitronse todos
en confusa masa cual vorjine de fuego sobre los
parapetos enemigos dejando a su espalda innmerables hileras de heridos i de cadveres.
Una hora despues de emprendido el ataque todos los cuerpos se hallaban en efecto a media falda, en demanda de las altsimas crestas, marchando revueltos los soldados de los rejimientos i aun
de las brigadas hcia las cumbres i tomando a la
bayoneta todos los reductos i defensas esteriores
que opstruian su paso.
XL.
La marcha de los seis rejimientos de la division
Lynch, ~ la que se habia agregado como auxiliar
la Artillera de marina, era desordenada pero simultnea e impetuosa a la manera de esas densas
bandadas de aves que al venir la hora de la luz
-948-
neutral!
-949-
cuenta el spero morro, dejando casi toda sn compaa muerta en las laderas. En los momentos en
que le encontraba su jefe, i entre airado i radioso
l reconvena por su temeraria accion, le acompaaban solo los subtenientes Martinez i Fritis i
los trece soldados de la fama que dejamos mencionados.
XLI.
Entretanto, un siniestro silencio reinaba en el
ala derecha de la division Lynch, que hacia larga
media hora tenia empeada la batalla. Aquel hombre de bronce, impasible como una esttua de granito, interrogaba con su anteojo de batalla los horizontes ya claros de la alborada i despachaba sus
ayudantes uno en pos de otro en demanda de noticias a Souper, a W alker, a Juan N epomueno
Rojas, al capitan de marina Barahona, hoi pacfico labrador, a Alfredo Cruz V ergara, a todos i se
quedaba solo .
. Pero nada ni nadie venia.
Los ayudantes mismos no regresaban, porque
en el torbellino de plomo que corra a raudales
por el llano . desaparecan como si la tierra los
ocultara en sus entraas. As habia cado el mayor Rafael Guerrero, i as caera en breve llenando
va1erossima mision, Roberto Souper.
.. - . ~QtJ, irn a . dejarme solo!)); .. oyse escla-
-950-
ros se elevaban.
Durante dos horas hemos marchado i combatido bajo lal!l trayectorias de los proyectiles de la artillera chilena.:& ( 1)
( 1) Dubl Almeida.-D iario citado. El comandante Dubl
haba enviado a retaguardia para dar aviso de su ascenso, a su
ayudante Abinagoitis, valiente mozo espaol, natural de Bernedo que en T!l.cna. i en Chorrillos fu herido. Haba sido car-
-951-
XLIII.
-Dnde est la division Sotomayor?-era entretanto la interrogacion de todos los labios, la
ansiedad de todos los pechos, la visnal de todos
los anteojos.
Retardada en su marcha por la causa que ntes
dejamos apuntada i por cierto estravo del rejimiento Chillan, debido a rivalidades de cuartel
que hu.bian comenzado en Caucato, el jenere.l Sotomayor no rompia todava el fuego en esas horas,
cuando su ataque a fondo era la verdadera i gmn
maniobra de la jornada i 'la victoria.
I...~a impaciencia azotaba con rfagas de fuego
el rostro del jeneral en jefe, i sus ayudantes corrian en todas direcciones en demanda del comandante jeneral de la segunda division que se creia
fatalmente estraviada. I mintras se le veia aparecer, con un golpe de vista de a~mirable precision i serenidad, ordenaba aqul al comandante
Arstides Martinez lanzar los tres magnficos rejimientos de la reserva en sosten de las fatigadas
columnas de la division Lynch, Zapadores alcentro, el3. a la izquierda, el Valparaiso a la derecha
destinado a sostener al 2. de lnea, all como en
0
lista i serva a la casa de Arestidbal en Copiap, cuando estall la guerra i ontr al Atacama.
-952-
.,
'
. XLIV.
Por dicha de Chile i de sus armas, en el momento mas necesitado por el apremio llegaba a escape al cuartel jeneral el bravo jeneral Sotomayor,
i des pues de haber sentido el estallido de una
bomba automtica bajo el vientre de sn caballo i
el eco de una protesta amistosa pero militar del
jeneral en jefe por su tardanza, salt sobre best~a
de res ,___,__,..
1eto con la ajilidad de un nio, i corri a
empujar sus atrasadas columnas a la accion.
Fu grave contraste por la sangre que costara
-953-
120
-954-
XLV.
Entre tanto, jamas habase visto en las briosas
cargas a la bayoneta de la infantera de Chile
avance mas impetuoso i acelerado que el dclrejimiento Buin. Retenido este cuerpo de preferencia
histrica i militar como reserva en todos los combates de las tres campaas, recobraba ahora por
]a primera vez su suelta de guerra. i queria probar
a sus compaeros de armas que sn nmero de r( 1) Parte oficial del 2. 0 jefe de este rejimiento clon Ruben
Guevara.
-956-
XLVI.
Entretanto, el comandante Garca que condu
cia al Buin en persona, hubia logrado tomar de
reves dos cerros arenosos i bregando por sus faldas con esfuerzo verdaderamente titnico, llegaba
casi sin ser percibido por los soldados de Cceres i
Canevaro i coronaba la altura aclamando a Chile.
Fu all donde el smjento Daniel Rebolledo de la
segunda compaa del ;egundo batallan del Buin,
mozo humilde i alegre ele Villa Alegre de Loncomilla, adelantndo'se diez pasos hcia la. cima,
clav el primero la banderola tricolor del rejimiento i pidi testimonio a su bravo jefe de su
hazaa i de su premio.
Llegaba el ltimo a caballo en aquel instante a
la cumbre, i ordenaba al valentsimo mayor Vallejos, su segundo, se precipitara con toda la jente
. disponible sobre la trinchera qne tenia a sus pis
en el desfiladero, i que desde aquella eminencia
quedaba flanqueada i cojida por la espalda. A la
. manera de hambrientas guilas trescientos Bnines que haban llegado a la cresta lanzronse a la
carrera sobre. su presa i en n1nos de dez' minu. tos mataron ar arma blanca tres veces su nmero
de enemigos.
.
-958-
XLVII.
El comandante Garca se habia mantenido en
la altura reuniendo sus soldados que jadeantes llegaban por las arenosas cuchillas i min tras el mayor de su cuerpo don Jos Evanjelista Vallejos,
seguido del capitan ayudante don Juan Ramon
Rivera, descendan del opuesto reves de la cadena
persiguiendo a los fujitivos para recibir el uno gravsima herida en la sienes i golpe mortal el otro
en el pecho, regresaba el jefe a retaguardia al encueutro de sujefe de brigada gritando-e<prictoria!
garganta i con la bayone.ta encorvada pareca que acababa de
desprenderse de sus crispadaa manos. A sus pis yacan los cadveres de los dos peruanos, uno de ellos con el crneo destrozao i el otro con una profunda herida en la garganta.
El distinguido presbtero don Salvador Donoso, que lleg a
Chorrillos al dia siguiente del combate i recorri el campo recojiendo heridos, confirmaba. este mismo relato en los siguientes
trminos: a: Se .conoca que los buines haban hecho mas uso de
la bayoneta i de la culata de sus fusiles que de las balas; porque
todos los crneos drl los peruanos estaban despezados por completo. Vi a un cholo estrechado con un huin; aqul le haba calado la bayoneta en el . pecho i ste con las ansias de la muerte
le habi roto la cabeza de un culatazo, partindosela en dos
partes. De estas escenas horribles se ven a cada paso recorriendo
el campo de batalla.
El sarjento Rebolledo fu ascendido a capitan algunos das
mas tarde i nadie le ha disputado el honor de haber clavado la
bandera del Buin en la alta cima. Sin embargo, el corone.! Dubl
reclam por escrito desde el Callao la prioridad pata las dos
banderas del Atacama que conducan dos mozos hericos Lavergne i Escuti, i para la del Talca, que tremolaron apnas media hora :.ntes que la del Buin, en las alturas de la izquierda. IJJl
sarjento 2.0 Ohamoret acompaiaba a Rebolledo i no"s ha reclamado por cartas el honor de afirmarlo as.
-959-
victoria!, ireclamando los caones del comandante Wood para completarla en la opuesta llanura,
hcia San Juan.
XLVIII.
N o . babia durado todo aquel terrfico empuje
mas de una hora, porque daban las 8 de la maana cuando la brigada Gana, coronando con sus
tres hericos rejimientos las crestas de San Juan,
rompa en su centro la lnea de resistencia del
enemigo, i rechazando sus dos alas hcia su base
hacia que el cuerpo del col'Onel Iglesias, acosado
ya de cerca por la division Lynch, se trepara al
morro Solar como a un ltimo refujio, mintras
que las tropas de Dvila, sorprendidas por el m~
petu de la acometida, se desbandaban por la planicie i sus potreros, casi sin disparar un tiro, hcia
las lneas de Miraflores. Rabia bastado que el ma. ..
yor Castillo del Santiago se avanzase por la Pampa grande con las compaas guerrilleras barriendo
su frente en rden disperso, para que los jenda.rmes de Lima, los famosos camaleros, i la columna
de honor del coronel Velarde se dispersasen c~ji
dos todos de irreflexiva cobarda. El clculo del
jeneral en jefe en todos los detalles de la accion
babia sido verdaderamente admirable, i cada cosa
se cumpla en su hora i como l lo ha,bia previsto.
Es .posible que eljeneral Baquedano no haya leido
-960-
XLIX.
I en efecto, a esa hora cabal, las ocho de la maana, el coronel Lynch se babia apoderado de la
abra de Santa Teresa i tenia asida la victoria por
una de sus -alas, mintras el jeneral Soto mayor enclavaba la otra en sus trincheras. Todos los rejimientos habia.n estado a la altura de su mision,
con escepcion del Oolchagua cuyo segundo batallan se atras notablemente en la subida. Envi
por esto a su jefe duro reto el coronel Lynch con
su ayudante Roberto Souper, i fu en los momentos en que este hombre que desde el vientre de
su madre babia venido a luz reido con el miedo,
estaba cumpliendo su mision animando con su
ejemplo a los bisoos i a los intimidados, cuando
siete balas le postraron con su montura. (1) Su
(1) Segun datos del contra-almirante Lynch, no tuvo este
jefe motivo para enorgullecerse de la conducta del Colchagua.
en la batalla de San Juan. Pero Souper en su diario indito de
campaa se limita a decit que unos cuantos oficiales se haban
amilanado i parapetdose tras de unas tapias, i por sacarlos de
ellas fu herido.
El diari o de c:1mpaiia de Roberto Souper es talvez el mas
completo de la guerra i lo tenemos en nuestro poder indito.
Pero de propsito no lo hemos citado sino mui parcamente porque abrigamos la esparanza de poder darlo a luz como nna
-961-
L.
El ascenso grandioso de las cumbres de San
Juan i de Santa Teresa que babia sido la victoria, fu sumamente mortfero para los diez r~ji
mientos chilenos que pele-aron all a cuerpo descubierto. Pero la muerte pareci ensaarse contra
los segundos jefes de los rejimientos porque hemos
historia intima i pintoresca de la guerra. Formara de seguro un
hermoso i entretenidsimo volmen de amena literatura.
HIST. DE LA C. Dli: LUf.A
121
-962-
J.J.L
En cambio, en la lnea enemiga haban sucumbido en la di vision Iglesias el fmoso coronel Arguedas, comandante jeneral de divjsion i en el
cuerpo de Cceres el coronel don Domingo Ayarza, notorio desde la quema de los Gutierrez. El
mismo pundonoroso jefe de aquella ala perda dos
o tres caballos i en diferentes sitios del vasto i
accidentado campo de batalla. pel~.Dian, corno en
Tacna, no rnnos de diez jefes peruanos dignos
de su causa i su bandera. Oontbanse entre los
sealados el coronel Bernal, rico minero de Cajamarca, jefe del cuerpo de este nombre i que espir el dia 15 a a consecuencia ele sus heridas, el
coronel J. G. Ohariarse, militar facdtativo, jefe
del batallon Paucarpata, el coronel M. Porras de~
J un in, M. P. Sevilla del 2. Ayacucho i el coronel
0
-963-
LII.
De los oficiales s..1.balternos del ejrcito de Chile
harase demasiado prolija tarea dar cuenta minuciosa. Pero no es posible dejar sin especial mencion
entre cien bravos ya olvidados a los dos capitanes
del 2. Reyes Campos, que fu derribado de su
caballo en los momentos en que saludaba con su
kepi la victoria i e] viejo Hinostrosa que morbundo en Santiago se embarc solo pata pelear i
para morir, desembarcando en Curayaco el dia de
la vspera de la batalla.
0
LIV.
A las ocho de la maana la victoria de San
Juan era completa eri toda la lnea, i los cuerpos
de }:;). reserva peruana que desde lo alto de sus
parapetos contemplaban ansiosos el cuadro lejano
de la batalla como en una tela, solo divisaban a
esas h<nas dos bateras de caones que parecian
-964-
batirse, por una ilnsion_de 6ptica, en las nubes:Era la brigada de artillera de montaa Emilio Gana (capitanes Errzuriz i Fonte.cillas) que
habiendo coronado las inaccesibles lturas conquistadas por nuestros infantes, caoneaban los
ltimos restos del cuerpo de Iglesias refujiados
en la cumbre del morro Solar, al abrigo de sus
arrecifes i de sus parapetos.
A su turno, la artillera de campaa del comandante W ood, colocada en batera en las cumbres de San Juan, vomitaba la metralla sobre los
postreros fnjiti vos que c01rian hcia las casas .de
aquella hacienda por las pendi~ntes arenosas de
las cuchillas o por los potreros regados i anegadizos, cuajados de caaverales.
I mintras esto sucedia en la division Sotomayor, l~ caballera del coronel Lagos, completando
su obra de circun valacion por la Pampa, des hacia
a sablazos en dos ocasiones i en dos campos sucesivos los ltimos cuerpos organizados de Dvila
i de Cceres. En una de estas cargas cay6 bizarramente el comandante Yvar, cargando a ]a altura del tercer escuaclron de su rejimiento, atravesado por una bala que le perfor6 la mano de la
rienda i el vientre, (1) al paso que el comanaan-
965.....;
su
-966-
LIV.
El jeneral en jefe, que en persona habia tomado aquellas oportunsima.s medidas coronadas, de
xito tan maravilloso, poniendo ahora adisposicion
deljeneral Sotomayor la artillera de \Vood i orde-
nando las cargas sucesivas de la caballera, atravesaba en esos momentos, rebosando en justa
alegra, el desfiladero q Lle abriera a SU IJaSO la bri
"" Gana i corria a felicitar a este jefe i al cogada
mandante 'del Buin que tan gallardamente condujera su rejimiento. Estos jefes en ese momento
calmaban i reunan sus soldados en las casas de
aquella hacienda que a esas horas eran solo nn
campo de atroz carniceta. Su iglesia, segun la espresion de un testigo de vista, era solo (<Un mon
ton de cadveres i de fusiles ensangrentados. >) En
el camino bordeado de sauces que por los potreros
conducen al caminante desde el desfiladero al injenio, un cabo del Buin la.vaba afectuosamente bajo
1111 rbol el pecho ensangrentado de un oficial chileno. Era el capitan Rivera del Buin que al pasar
el jeneral en jefe le devolva sus salutaciones con
el grito desfallecido de una alma herica.-'-e<Mi
jeneral! hemos ''encido. Viva Chile! Qu importa
aho1a mmir? ))
-967-
LV.
Seguro ya de su dia i seguido de los tres rejimientos de la reserva, el jeneral en jefe atraves
el camino de San Juan hcia Chorrillos, siendo
aclamado en todas partes con frentico entusiasmo
i fu a situars.e en una colina que dominaba todo
el verde campo, donde apendose de su caballo,
sentse a descansar.
Eran las ocho i media de la maana i la victoria era tan completa como la batalla hbia sido
diestramente combinada, logrndose todos sus objetos. El mismo ~irola babia huido, i a esas horas
solo quedaba en las lneas peruanas un puado
ele hombres completamente acorralados .e n la alta
meseta del morro Solar. De los nueve batallones
del cuerpo de ejrcito de Iglesias, la mayor parte se habian dispersado, especialmente el lea i el
(1) Igual salutacion hacian los jefes al pasar al ca pitan Donoso, .del Bnin, que aunque peligrosamente herido logr recobrarse en un hospital de V al paraso. El ca pi tan Rivera. falleci en ,
la escuela de cabos de Chorrillos i fu altamente lamentado en
el ejrcito. Era natural de Linares, de 42 u.ios de edad i babia
servido en el Bnin, desde la clase de soldado raso, durante 20
ailos, pues sent plaza el 11 de marzo de 1859. Era el mismo
alentado infante que babia acompaudo la caballera del jeneral
Baquedano cuando ocup por la primera vez a Moquegna.
< .
-968-
LVI.
lVIas, por una de esas aberraciones del destino,
i como suele suceder en los incendios de las grandes ciudades en que del foco ya apagado se comunica la chispa que. reduce a cenizas la parte mas
florida, as, cuando habra sido suficiente rodear el
morro a la distancia i caoneado hasta rendirlo,
colocando fuera de la lnea de los fuegos los fatigados cuerpos de ir}fantera, trabse sin propsito
i sin motivo una nueva, mas encarnizada i ras
sangrienta batalla que en manera alguna iba a
compensar con sus resultados las prdidas que
Impuso a nuestro ya mutilado aunque invencible
ejrpito.
-969-
70
.,
CUERPOS O SECCIONES.
rfJ
....
<
z
(,
....
<
Q
:>.
..,
,:
"'
....
m
.,
:>.
""
S
....<
<
<
u
:Q
::
- - - -11
3
22
11
15
18
1
,_
<
D
~
---5
35
54
18
2 ......
14
1050 14
827 450
400 300
\J
650
......
150
100
17 ................... ..
6 .................... .
6
6
4
3
39
37
16
24
.....
DJVISION.
1.n Brigada.
1
2
4
2
2 ......
3 34
3 32
3 26
3 33
4
6
2
1145
!l32
854
1135
B6
4 .. ....
2
6 ......
945
935 17 ......
1012 ...... ......
3 ......
550
495 559 ......
7
2
7
5
8
7
2
......
......
.... ..
......
......
2. Brigada.
3
2
3
32
41
21
28
-971-
CUERPOS O SECCIONES
"'r.1
"'r.1'"'
-.:
...l
<
P:
r.1
...,"'
"'r.1
o"'
...,
"'
...l
<
o
""
o:
E-o
<
::0,
<
P:
<
"'
...::
...l
:S
SEGUNDA D!VISION.
1 B1igadct.
Comandancia en jefe. ........... ............ 1
Estado mayor de division ....... ........ .. .
Comandancia de la l. brigada......... .. . . ... . .
Buin .......................... ... .. .. . ................ ..
Esmeralda .................. . ........................ .
Chillan ......................... : .... . ................ ..
Melipilla ......... .............. .............. .. ..
2
3
1
3
3
3
4
2
7
5
10
8
3
2
17 ......
18 ......
17 ......
5 .. .. ,.
40
38
32
23
1032
1046
1021
430
2
3
3
3
2
4
1
42
t!5
38
26
22
3
6
2
1110 17
;141 16 ......
(}80
4 ... .. .
595
6 ......
440 500 ......
31
5
4
4 .........
2
3
910
34
46 1014
851
31
2. BTigada.
1. Brigada.
Comandancia en jefe .............. .. ............. . .
Estado mayor de division ....................... ..
Comandancia de la 1. brigada.................. .
Navales ................................ : ...... ....... ..
Aconcagua .......... ..................... . ........... .
Valparaiso .................................. .... .
1
2
!!
...... ......
4 ......
10 .. ....
8 ......
8 ......
2. B1igada.
Comandancia de la 2. brigada .... ...... ..
Santiago .. ..... ... .. ............... ...... ...... .. .
Valdivia ....................... ................. .
Caupolic11.n ................ ......... .................. .
Concepcion .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . . .. .. .. . .. . .. . . ..
BMnes ......... . ..................................... ..
Carabineros de Yungai ; ... .. .... ............ .. ..
~ag3:j~s
TOTAL..........................
1
3
2
2
3
2
3
3
42
30
31
35
18
24
1
7
42 149
2
5
1050 20
5:32
5
435
7
674
4
470
5
1
140 450
......
......
......
......
......
68 126 440
360 246 1
CAPITULO XXVII.
LA BATALLA DE CHORRILLOS.
-973Riquelme.--C aptura de prisioneros en la cima.--La marcha del Coquimbo i del Melipilla, i sus peripecias.-M uerte del capilan Paez.-La lancha a vapor del Blanco i el t enien te Rodriguez.--Ba{as del ej rcito
chileno en las batallas del 13. -Desrdenes en Chorril os i mue1te del
comandante Dubl Almeida i del teniente de Zapadores We ber.-C norrillos es la segunda noche t riste de la guerra,
I.
Al finalizar el captulo precedent e, ,demostr bamos que la gloriosa i admirable batalla de San
Juan estaba completa mente terminada en toda
la lnea a las ocho i media de la maana. El jeneral en jefe fija esta hora media hora nas tarde,
cuando dice en su parte oficial de la jornada: << La gran batalla pudo considera rse terminad a a
las nueve de la maana con la dmrota completa
del poderoso ejrcito c-lnemi go. >)
Cuatro horas de constante herosmo i de una
prevision i tctica de guerra fielmente ejecutada s
en el terreno, haban bastado para alcanzar aquel
maravillo so resultado que poRtraba al pi del asta
del .pabellon de Chile, colocado en doce eminencias inace(sibl es: un ej rcito de treinta mil hombres. que defenda el org ullo i los hogares de sn
nac10n.
A esa hora cabal por el reloj ele los comandan tes j enerales, el coronel L ynch se babia apodera do por completo ele h ga rganta ele Santa T eresa
i la dominaba con los doce caones ele la artillera ele montaa del mayor Gana trepados con
974
II.
En el centro, la victoria era mucho mas completa, porque la division Gana i en seguida los jinetes de Y var i de Blnes habian barrido toda
la planicie de enemigos; al paso que la division
Lagos marchando arma al brazo i sin quemar un
cartucho, escepto en sus guerrillas mandadas por
Castillo, avanzaba desde Pampa Grande hci~ los
potreros irrigados del valle, en vol viendo la aldea
de Surco i acercndose a los faldeos de V azq uez,
donde apoyaba su izquierda la en ese momento
desguarnecida i azorada lnea de Miraflores. Estando al testimonio de los peruanos que cuidadosamente hemos recojido, si el coronel Lagos
hubiese recibido rden a esas horas de marchar
sobre Lima por ese rumbo, la .habria ocupado sin
9i5-
disparar un fusilazo: tan grande era el desconcierto i el p.nico introducido por los fujitivos de las
lneas de Chorrillos, San J mm i Monte Rico en
las de Mira:flores.
III.
'
1
IV.
A esas horas todo estaba definitivam ente tetminado como accion de guerra, i el jeneral Baquedano que contemplab a el campo intermedio
entre San Juan i Miraflores desde un punto de
( 1) Lo qtw yo v.-Helacion de un 1eservi,sta publicada en El
Otden de Lima en febrero de 1881.
'
-977-
vista diverso pero conve1jente al del narrador peruano, llegaba a idntica conch~sion.
La batalla de San Juan haba sido rpidamente
ganada por los chilenos, i las bandas de msica
tocaban en todas partes, a lo largo del estenso
campo de batalla conquistado por los chilenos, las
alegres i embriagadoras dianas de la victoria.
A la verdad, lo que babia caracterizado mas
especialmente la batalla de San Juan, bajo un
punto de vista dinmico i militar babia sido el
mpetu i la celeridad de la carga de los infantes
que de hecho babia comenzado en Lurin a las
cuatro de la tarde en el da de la vspera i que babia durado dieziseis horas consecutivas. La que~
ma de cartuchos fn comparativa mente escasa,
i cuando los jefes de los parques di visionarios
abrieron sus cajones en el revs opuesto de las
colinas i trincheras arrebatadas a la bayoneta, los
soldados de la segunda di vision, desfilando por el
flanco, apnas tornabn uno o dos paquetes para
remplazar los consumidos. (1)
Por otra parte, la presencia del dictador en la
retaguardia de su ltima muralla de defensa a las
diez de la maana, estaba probando que la batalla
empeada en sus primeras lneas se hallaba irre(1) Dato del ayudante jencrnl del Estado Mayor jeneral, comandante Sil va V ergara.
HlST. DE LA C. DE LIMA;
-97 8-
V.
Qu haba hecho enti:e tanto el ltim o por cubrir su inson dable respo nsabi lidad ante su infeliz patria otra vez vencida, desde que le dejamos en
la media noche de la vspera en sn escursion de
zozobra i vijilartcia hcia Vazguez?
El jenera lsimo habia recibido el doble aviso
de la aproximacion de los chilenos cl0 qne ya hemos dado cuent a, i por consi guien te no era dueo
de alega r la sorpr esa como escusa de sus proce dimie ntos.
Mas, en lugar de regre sar a su cuarte l jener ai
de Chorrillos en aquel la hora supre ma, torci por
Surco hcia San Juan, i all pas . aqnep a noche
las )ocas horas que tard en aparecm el alba veranie ga orlad a esta vez con una diade ma de fuego. De suerte que cuand o la briga da Gana atac
aquel la posicio i la captu r a la bayon eta, el dictador estab a a,ll pero a respetuosa distancia. El
.b atalla n Vei?diuno de mayo, al mand o del coronel
lVlejia i fuerte de 533 plazas, defenda las casas
de aquel la estan cia como dentr o de un castillo.
Vind ose arroll ado por la corrie nte de los fujitivos que nada ni nadie conte na, retroc edi ele
nuevo el jenera lsimo hasta Surco en los mome n-
-980-
VI.
Con indisputable-arr ogancia subi sin embargo
el dictador por el camino carretero que en forma
-981-
--
~-~
.......
........
-982-
~:
-983-
rnag~
VII.
Dada la sitnacion, la rapidez iln hora de la
gran batalla, la mayor de su historia, alcanzada
por los chilenos en San Juan i arrojados sus contendores, que eran veinte mil, a ht cirn tt de una
roca a maneru de nufragos, en nm ero de nnos
cuantos centenares de revueltos infantes i artilleros, parecia que la uica maniobn1. necesitada.por
la situacion era continuar el movimiento envolvente de la division Lagos hasta Barranco, es
decir, hasta la orilla del mar i colocar nuestra poderosa artillera de campaa en posiciones a fin
de silenciar las cinco o seis piez as tras de las cimles se parapetaban los peruanos en la altnra.
Habia tarnbien otro arbitrio militar un tanto
mas aventurado pero ele grandiosa solucion para
el jenio de los j efes i el coraj e de los soldados de
Chile; esto es, poner asedio ?.1 pnu.ado de defensores del Morro Solar con ln escnadra, la di vision
Lynch i la reserva, i ordenar al impe tuoso Lngos
continuase, reforza,do por Sotomayor, su marcha
victoriosa por Monte-Rico i Vazqnez, precedido
por la caballera que babia aterrad o a los peruanos
i segnido por 30 caon es de campafa. Con este empuje dos horas mas tarde los chil enos babri an fo r-
-984-
VIII.
La angosta planicie de tres leguas que se estiende desde las cerrilladas de Chorrillos a Lima
entre los ltimos faldeos de la cordillera real i
el ocano, asemjase en su formacion a la Tablada de Lurin, sabo que la barrera que aquellos
levantan en frente de los vientos del sur protejen la ltima planicie contra las arenas i los mdanos, formando los riegos del Rima.c amenos i
fertilsimos campos en todo su circuito. Sirve de
cauce principal, o de acequia madre a aquellos
cultivos de caa i de alfalfa, ele legumbres ijarclines, el rio, o mas bien, el zanjon de Surco, especie de Zanjon de la Aguada ele Lima. Este
cauce, en oposicion al de Santiago, corre ele nor-
-985-
te a sur i proyecta uno de sus ramales hasta la hacienda de Villa, atravesando la abra de Santa Teresa hcia el sur, como la acequia de Paine atraviesa en el valle de Maipo la angostura de ese nombre.
El rio Surco riega principalme nte i en rden
sucesivo desde los arrabales de Lima las cbcaras
ele Ate, Quiros, Tebes, la Palma, Vazquez, propiedad esta ltima de la familia de V azquez de
Velasco, cuyo ltimo retoo viva en Madrid en
1860, i en seguida las heredades de Monte-Rico,
San Juan i Surco. Surco es una aldea rural como
Ate, formada por unos cuantos mseros chacare.
ros. La propiedad rstica se halla en torno a Lima tan dividida i fraccionada como sus castas, i
no representa ninguna fortuna de consecuencia.
La mas considerable es la de rrebes, que puede
medir 150 cuadras, i a cansa de la humedad de
sus terrenos, su ltimo propietario el doctor Melendez, cambi su usufrncto de caa por el de alfalfa. V azquez mide la mitad de esa estension, i en
la poca de la guerra se hallaba arrendada a don
Ramon Roca i Boloa, jefe de un batallon de la
reserva; i la de la Palma, que es mucho mas reducida, a un portugues llamado Rodrguez.
De Surco parte un camino de travieso hcia
Barranco i Chorrillos, i de San Juan una especie
de avenida recta i recientemente abierta a la ltima ciudad; pero como las lomas que se estiendeu
al sur sujetan los derrames del valle, se han forHIST. DE LA C. DE LIMA.
124
-986-
mado al pi de aqn llas estenSOS p ~ijonales cubeL'tos de verde totora. La misma causajeoljica i agrcola ha' formado al otro lado de los ce rros el pajonal de Villa i su lagunn., exacta.rn e nte como suce de en Quintero,
Bucalenm: en Cahuil, donde
quiera qne haya ag ua, riegos i mcbnos en Chile.
Sauces de Castilla i una especie de algarro bo
que los :peruanos lhunan guarangos, crecen descui- :
dados en aqueHas zonas que el arado del trab<:1jo
libre I;fi.ra vez perturba, i ann esas mismas benficas planH1s son entregadas al hacl1a del lefwd or
estranjo para el consumo ele Lima. Poco nt.es
de la llegada de los chilenos, el admini st radO!' ele
la hacienda de San Juan, un tal Dbalos, babin
vendido n un italiano Gorella las alamedas ele San
Juan para lea, por un precio que. equivnlia a
1,200 pesos de la n1oneda de Chile (12,000 soles).
Todo lo demas del terreno est rep artid o en
pequei'os cercos o diminutos potre ros, destinados
a larhorioso i manual cultivo. La campia ele Lima no ha salido toda ~Tia del perodo i nclijenn, o
mas propiamente, ha vu elto a L
'"rodo esto por lo que se refi ere a b topografa
del llano;
en
'~
IX.
La rejion que podra llamarse montaftosa del
distrito de Chorrillos, se compone de la cadena
U87-
trasvert)al que y<t hemos descrito , :mbo que su 'scenso por el lado del norte es mucho mots Sll <LVC i.
tendido a caus('L ele que las arenas s.e cuhtres lHtn
irlo formand o en esa. clireccion una especie ele.
plano inclinad o que facilita su subida.
. .
El morro Solar levutas e sin embargo abrupto :
i sombro en el horizont e, divisnd ose .desde Lima
corno el mono de Arica se present<:t .a 1tt clistanci('L en alta mar. Imnedia tn.men te i e.n forma lonjitnd inal, siguiend o la curn1 del bttrmn -,
co que domina a. sns pis, yace la famosa ci udad
ele baos de Chorrillos con treinta o. cuarenta
manzan as irregule.res distribuida:? en calles angostas pero pintorescas. Dos anchas nvenida s. moclcr:.:
nas . se cliseabar1 qe rca ele la estacion tlel fe rrot~ a
rril, simple galpon de rstica n1. ctden~ que serva
de panbC1ero a los ntes felices i desocup ados pobladores de Lima. En el sen tido del ocio, del placer i del deleite, Chorrill os, o cc cl Cho rrillo>), seg un
decan los antig uos por la gri eta ele agua qt1e se
ve todava en su barranc o martim o, era pna sim;
ple sucursctl de Lima i sus locos, deletre os i co rrosivos devaneo s.
Apodera do ahom el demonio ele b guerra de
aqnel sitio ele indnljen tes deli cias, los peru anos habin.n trocado el n1orro, que ostentari.l nt.es como
el de Santa Lucia 1a. cruz de su f, en castillo for- .
midal>le r odeado de obra~ acce!:iori as de fortifica cion. La mas slida de stas haba sido colocad a en
-988-
una especie de promontorio que el morro Solar proyecta hcia el mar, el cual lleva el nombre singular del salto del Fraile i que nuestros soldados llamaban de la Casita blanca por una pequea coustrnccion que la coronaba. En este paxaje, de suyo
fuerte hasta parecer inespugnable contra la infantera, habian colocado los injenieros peruanos con
grandes fatigas un caon de a 300 estraido de las
bateras del Callao, i en una eminencia inmediata
llamada La Calavera>) pusieron dos piezas de
marina de a 70 a cargo ele un comandante de artillera llamado Benitez. Un contramaeslre portugues que hacia 40 aos serva en la marina del
Per habia dirijiclo este trabajo con las peonadas
de los pueblos o zonas eomarcanas. Su nombre
era Jos GQerrero. (1)
X.
Al derredor de esas crestas cuyos fuegos tenian
campo de tiro hasta San Juan por el oriente i
(1) Consta esto de un sumario que se levant a Guenem en
el <\llao al verle llegat derrotado el mismo uit\ 13, porque para cuerpos de autos los peruanos son mucho mas eximios artfices que para presentar su cuer)o a las balas. Las columnas suministradas pot las poblaciones de la 8." zona, o sea la zona de
Chorrillo.s, estaban representadas por las siguientes escasas cifras: Chorrillos 154, casi todos de nombres indjeuas; Mirafl.ores
120, Barranco 1<18 i Villa 80. Total uuos 500 brazos, tan escasa
es la poblacion de la yetma campia de Lima, .ciudad opulenta
solo eu blondas i eu deleites ......
-989-
hasta Barranco con direccion al norte, los peruanos, envalentonados por la visita del dictador i su
promesa de inmediatos socorros, se dispusieron a
defenderse con una enetja desesperada i que ciertamente refleja honra no pequea sobre sus jefes.
Las tropas all asiladas, aparte de unos cien o doscientos artilleros i matriculados de Chorrillos eran
restos de los batallones Guardia peruana mandada por don Crlos de Pirola hermano del dictador; el Callao, de Rosa Jil, desalojado de las casas
de Villa por el Coquimbo; el Ayacucho nmero 5
i los tres cuerpos del Norte que el coronel Iglesias habia elejido como jente suya, el Cajamarca,
el Trujillo i el Tarma. Los artilleros pertenecan
a las piezas de campaa o de gran calibre ya
nombradas, a la artillera volante i a las secciones especiales de Chorrillos i del Callao encarga- .
das de defender la crOalavera)) i el crSalto del
Fraile. Visibles estn todava las argollas, postes i aparatos que sirvieron a los peruanos para
alzar a tamaas alturas caones que solo se miden
por el peso de sus toneladas, i cuyo arte de instalacion hace recordar el jenio maravilloso de sus
predecesores en el arbitrio de erijir construcciones ciclpeas sin mas recursos que sus brazos. Para subir a la cumbre, habian construido tambien
lti1aamente un camino carretero de zig-zag como el de San Cristbal.
Agregbase a todo esto que la poblacion de
-990-
Chorrillos, aunque construida de caas i de movedizas azoteas, qne se mece n b <~jo los pis. de los
curiosos, podia ofrecer una rneclian.a resiste ucitt
en un combate de fusilera i cuerpo a cncrpo: no
as' al caon 'que la. habra reducido a escombros'
disparando con fuegos rasantes desde las colinas.
XI.
'
Dadas estas condiciones del terreno, de ht perspectiva i del nervio de la defensft del ltimo baluarte peruano, n~ babia nada mas sencillo que
someterlo a las armas ve!1cecloras de Chile, sin
quemfl,r una sola cpsula de rifle, sin derramar
una gota mas de l,a rica sangre de sus filas ya demasiado prdigamente vertida. Encerrados por
el lado de la costa i del sur por los caones i ametralladora~ de nuestra escuadra i por L.t di vis ion
que por Villa haba conducido el v~:tliente connn- ,
dante Soto del Ooquimbo; apretados co ntra :lus
laderas por la mano de fierro el~ Lynch en todo
s mbito del oriente, no se hacia ahora n ecesario
sino prolongar el _ mov-i miento del coronel L~gos
tendiendo sn di vis ion e n el centro del valle que
miya al n~rte i m ~mtenerla en esa. posicion, < lc.t
man era de esos cordones de fuego que nuestros
vaqueros encienden en los altos montes, i en seguida pedir a caonazos a los obstinados de-la
altura. 'el. trapo blanco de la rendicion.
.
-991-
XII.
Pa.recia esto sobre mallera bvio i era lo que
habria ejecutado sin vacilar cualquie~ ejrcito e uropeo, f01jando all un pequeo Seda. n. Pero fueia
qnenuestro s jefes, i especialmente el coronelLynch,
se d~ja.sen arrebatar ele la inl.petnosidad incontenible cl~l soldado chileno, fnera error de estratejia
o desconoc miento de lo in 3spugnable de las posiciones enemi gas, es lo cie rto que t~ rrni nach la
hatalltt de San J nn,n, i cu:1nclo Y't no se oinn sino
los <1isparos clisperBOS de los prfnoos i el los que
los perseguan, orden el coma,n chnte j c n ral de
la, primera division qu e los rejimi cntos 4 .0 de ln ea i Chaca buco q ne haban 9apt ur<:tdo un o e n pos
ele otro cuatro fuer tes reductos, marcharnn temerariame nte a~ asalto del inltcccsible morro Solar
por su falda del oriente.
Era la misma fatn,l maniobnt del 11 L1111e ro 1 f1e
Coquin1bo e n la jornada de \i::tipo cunn r1o b lnta1la h abia ya cesa,r1o por completo .
El resultado de aC]_ nclla opem c0 !1 cmprcncl ilh ,
cuando el so] i la sed, los rifl ~.::. ca1c1eaclo s i el snclo cubierto de candente are na, rernat ~tbrtn el cansancio del infdi:~, sollctdo:, nO- p c.d i:t ser lndoso . El
Clmbabuco babia p erdi.do ya sus <los bizarros j efes i n~a.rc~hab c.t mrtndado solo por sns capitanes, en
todo digno;, de aqu ll os. El caball e resco coro nel
-992-
XIII.
Junto con aqullos, se adelantaban a la cabeza
de sus compaas los capitanes Otto Moltke, Ramon Sota-Dvila, Camilo Ovalle-dos nios de
veinte aos-Benjamin Silva (ca pitan ayudante);
i todos estos denodados mozos sucumbiran en el
fatal ascenso par,a no divisar otra vez su bandera.
El 4. de lnea iba mandado por su intrpido
segundo jefe don Luis Solo Saldvar con sus escaladores ele Arica entre los que el alegre i herico
Casimiro Ibaez marchaba risueo a vanguardia
sosteniendo su oriflama. Ibaez, el festivo cantor
de la odisea martima de su rejimiento, quera
volver a colocar la bandera de Arica en aquel
otro morro que tenia a sus pis a Lima i su comarca.
El bravo capitan Benjamin Lastarria, subteniente del Y nngai en 1851 i ayudante ahora del
coronel Amuntegui, jefe de la brigada, les acompaaba as como muchos voluntarios de otros cuer- _
pos.
0
- 983 -
XJV.
No poda haber nac1a mas aud az i al mismo
tiempo n ada t a n pelig roso i t an i nnecesario como
aq11 ella ma niobra. lVI il i nfmtes ngobiaclos por una
luch a de seis h oras cr{tn cnv <dos a . .clcsalojar . dc
un a alturn cor tada en to cLs direc<.!io nc s a pico b.
postre!-a di m i Illl t a i desesp erada g uarn iei on del
al4.
125
DE LI MA .
1
-994-
vspera de aquel dia ejecutar una hazaa de renombre con su compaa, i como llevara la bandera
del rejimiento en sus mitades pereci por sostenerla, despues de haber cado cinco de sus defensores,
entre ~:~tos el cabo Estanislao Jara i los subte- _
nientes Prieto i l\iartin Bravo, este ltimo, natural
de Talca i herido gloriosamente en Arica.
Delante de aquella. horrible matanza se detuvie-
ron las filas enrarecidas i desgarradas por el plomo, i notando los de arriba su flaqueza lanzaron
sobre ella una columna al mando del coronel Borgoo del Trujillo que a paso de vencedor descendi a media falda.
;;.
j'
, .,
XV.
La situacion era sumamente crtica. En la retirada fu derribado recibiendo una bala ~n el pecho el valeroso capitan Moltke, descendiente de
una distinguida familia de Altona, en Dinamarca;
i tan ele cerca hacian ahora su persecucion los peruanos que se apoderaron de su cuerpo i lo despe:-dazaron con la culata de sus rifles i la cuchilla de
sus yataganes.
Durante algunos minutos los diezmados restos
del Chacabuco i del 4. 0 , reunidos a la voz de Solo
Saldvar, nico jefe que_el hierro babia respetado,
intentaron hacerse fuertes tras un muro a cuyo
pi corre la acequia ele Villa basta que les llega-
-995-
XVI.
Pero eso era ya imposible. El cansancio postraba todos los brazos, i ni aun los mas colricos
soldados podian levantar sus rifles del suelo.
Para mayor confusion, la brigada de montaa
del mayor Gana, que hasta ese momento habia
sido el nervio de la l.a division, apag sus fuegos
por falta de municiones, i aunque el vi~jo i patriota
voluntario don Benito Alamos, que acababa de
recibir en sus brazos a dos de sus cuatro hijos
guerreros heridos mortalmente, se present con
algunas cargas de cartuchos de artillera ouyo
parque servia, no por esto fu mnos indispensa~
ble bajar aquellas doce piezas de la altura para
ponerlas al reparo. (1)
(1) El servicio de las municiones en las batallas jemelas de
San Juan i de Chorrillos fu notahle i satisfactorio en alto gra-
996 -
z.a
-997-
recciones por las laderas o avanz a.ndo desde OhorTillos; comenzaro n a ganar terreno sob re los batallones ya completamente estennados de la primera
di vis1on .
X VII.
Al anuncio del ri esgo inmine nte i del rechazo
del 4. 0 i del Ohacabnco haban corrido todos los
j efes en pos del coro nel U rrntt, notndose entre
los mas resn eltos el tres veces herico coma,ndante del T aJea don Silvestre U rzar Grfias, hij o de
la t 1:es veces herica San F elipe que con su mant a. te rciada sobre el pecho i sin consentir apearse
un solo instante del calJallo q ne le llevaba corno
de blanco, pele en aquel dia con una bravura
ve rdaderamente subli me por su fir meza i su modes tia. Cuando sus jvenes oficiales le gritaban
que se baj ase del caballo, contestbales sonri endo
con esta espontn ea si mplicidad de chileno:Para qu? L o mismo se mu-ere a pi que a caballo....
A su vez el co ronel L ynch, impasible en la buena como en la mala fort una, tomaba eficaces me. di das para rehace rse i despachaba sus ay udantes
en todas direcciones en busca de socorros.
XVIII.
Eran las di ez i media de la maana i la izquier-
...
-998-
da chilena: vencedora desde la primera hora comenzaba a retroceder barrida por el plomo que
caia desde la cima a manera de candente cascada
de lava derretida por todas las grietas del terreno.
Por fortuna llegaba en ese momento un tanto
recobrados de su fatiga el rejimiento Atacama reducido a la mitad de su efectivo, i algunos destacamentos del Talca, que el coronel Lynch lanz
inmediatamente en proteccion del Chacabuco i
del 4. Los valerosos comandantes Vidaurre i
U rzar conducan esta tropa con imperturbable
denuedo; pero el implacable cerro erizando sus lomos de fuego los rechazaba hcia el llano por la
tercera vez.
La posicion era completamente inespugnable, i
la obstinacion en asaltarla era locura.
0
..
XIX.
El coronel Lynchmand en esta crtica situacion un ayudante a llamarme (refiere del lance el comandante del Atacama en
su diario citado de campaa).-Encargu al mayor Valenzuela,
mi tercer jefe, el cuidado de mi jente i que reuniese a todos los
dispetsos que por ah andaban.
Sub a la eminencia en que se hallaba el coronel. Desde
all se veia el combate desesperado qne sostena en las primeras
faldas del Morro Solar el 4. 0 , el Chacabuco i Artilla de marina.
Nuestros soldados se retiraban en gran nmero hcia Villa. El
coronel Lynch me orden qne fuese con mi rejimiento a atajar
por el bajo que se estendia a nuestra izquierda a aquella jente
que se retiraba del campo de batalla. Baj del cerro i al trote
-~
1000 -
XX.
En efecto, i mintras se prolongaba en las laderas contiguas a la abra t1e Santa Teresf.t i en los
speros reco,dos del Morro Solar, aquel te rrible
combate de escaladores en saados, como los rritan es antiguo s, en llegar a la cspide, en la llanura se
desarrollaba una doble accion. Chilenos i peruanos
corria n en defensa de los SL1yos, gLri ado s por el
, estrpitQ del cn.on qn e repercuta en las gar gant as i por el apremiante avi so de los ay udantes
que en ese . dia hici eron ver laderos pro clij ios de
h onor i de acti vidad .
E l jeneral en jefe del j reit.o chiteuo qn a las
- 9 habia dado por t erminacb Lt eJM de aq ue l
cEa, i habia descerHlido de su ~tmo s o caball o Diam ante, bridon colchagino, sorprendido aho ra por
la sbita re crudescencia del co mlxtte, luw a t onMr
las arm as a los tres cuerpos de la rcservn qne te ni a
a su lado, el 3.0 , Za,pMlores i Valp itmi so, i de.'pH chaba ayndante tras ay ur:t mte e n dernan cl a de Lt
bri gada Gana, que habiu dej arlo en_ S<tn Juan i de
la di vision L agos que e n ese mome nto dese mbocaba de los p ramos de b P .rn [XL G rande en trc
los verdes. potrero s i pf!:jonales clel valle. Di vis.banse en efecto desde t empra no fornido s reji mien-
..
1001 -
tos marchan do por el flanco a semejan za de inmensas pardas serpient es arrastr ndose en el csped.
Con ojo de verdadero soldado el jeneral Sotomayor habia hecho tocar tropa a su jente en los
patios de la haciend a de San Juan, i en esta virtud, cuando tron el caon de Chorrill os estaba
pronto a marchar .
Al primer llamado lanz en consecu encia en el
camino directo de San Jt~an a Chorrillos, que corre al pi de las cerrillada.s, la brigada Gana, el
Esmeral da adelante . U no de los batallon es de eRte lucido rejimien to haba sido despach ado h.cia
Surco al mando de su tercer jefe el bravo mayor
don Saturnin o Retamal es, para sostener nuestra
caballer a; ele suerte que con el primer batallon
marchab an solo el primero i segundo jefe, Holley
i Lopeteg ni.
XXI.
Por el camino recto que hemoR dicho pone en .
comunic acion directa a Chorrill os con San Juan,
por el faldeo de los cerros, se adelanta ban los tres
cuerpos de la reseiTa, i por el centro de los po. treros cargado s de matorra les i de bombas, la
artiller a de campa a mandad a por los capitane s
lVIontanban, Besoain i Ferriera , i mas atras la divisio.n Lagos.
HlST. D LA C. DR LIMA
126
1002-
XXII.
h. i
1003-
1004 -
XXIII.
Comenzaba de esta suerte la segunda batalla
de aquel memorable dia i la nica que por los sitios en que se libr es acreedora al nombre jenrico que se ha dado a los hechos de armas de aquella doble jornada, - <cla batalla de ChorrilloS. ))En la de San Juan no brill siquiera un sable ni
un fusil en aquella ciudad ni en todo su circuito.
Al penetrar el coronel Recabrren por las calles de la poblacion, dejaba cortado el peloton de
la Esmeralda que seguia a Holley i lo reducia a
la alternativa de rendirse o de morir. Pero parapetndose tras unas tapias, los esmeraldinos, que
no eran sino 22, se dispusieron a vender su sangre por subido precio, mintras un mozo verdaderamente herico los salvaba. Fu este el ayudante don Desiderio Ilabaca, natural de Chimbarongo, que gritando Viva el Per! atraves las
lneas enemigas i lleg hasta donde se encontraba
el coronel Gana: en demanda de socorro. Cuando
~
\ '
' \
l.
-- 1005 -
XXIV.
Pero el peligro de Holley i de Lopetegui no
consista solo en su aislamiento, porque la artillera de montaa de la division Sotomayor hbia ido a tomar posiciones cerca de los rieles
demasiado alejada de la infantera para encontrar
buen campo de tiro, cuando de sbito se vi asaltada por los Zuavos de Recabrren i otws cuerpos que llegaban en carros artillados de . la lneit
ele Miraflores. Entre stos se ha dicho que venia
el Zepita i que all muri su segundo jefe.
Increble i nunca visto hasta aquel momento
era el arrojo i encarnizamiento con que se batan
los peruanos. mandados ahora en la cumbre i en
el llano por la flor de sus jefes, i tan apurados tuvieron a los artilleros del mayor Jarpa que hubo
ste de recurrir al ltimo reparo de su arma, a la
1006 -
XXV.
Por fortuna, en instantes de tanto apuro i ansiedad llegaba a escape por el polvoroso camino
ele San Juan un jinete de tostado rostro, j esto ele
>
1007-
1008-
1009-
XXVI.
Era la hora del metlio dict, i con la intensidad
del sol tomaba un calor horrible la refrieoa.-Lu
o
HIST. DE LA C. DE Ll!IIA
J2.7
1010-
artillera de campaa de Chile babia ocupado posiciones ventajosas en el llano, i mintras caoneaba con admirables pero un tanto morosas punteras las ,bateras del Salto del Fraile i de la Calavera que hacan graves estragos en las filas de
nuestros rejimientos en marcha, daba lugar i des
ahogo para que atraYesando innumerables potreros i bordeando profundos pajonales llenos de
emboscadas, llegase en hora oportunsima la brigada Barcel de la division Lagos. Los rejimientos iban al trote, i cuando los ayudantes llegaban
acesando a apresurar su paso, el estico viejo que
los mandaba se limitaba a decirles sonriendo: - Ya llegaremos .... Acordaos qu e hace da i medio
que venimos marchando .... I esa era la verdad.
XXVII.
1011 -
XXVIII.
Fu aquel el momento mas febril, mas ansioso i
a la vez mas pintoresco i dramtico de aquella terrible batalla llena de estraordinarias peripecias.
En medio de horrsono fuego i entre riubeR de
humo i fuego vease por todas partes la ascension
de los chilenos al empinado morm, el Valparaiso
i Zapadores por el lado ele Santa Teresa; el Santiago reYnelto con el Valdivia i el Caupolican por
, el ancho zig-zag de Chorrillos. En algunos parajes
los soldados clavaban sus yataganes en las grietas
para hacer seguro su paso, i as cargaban de frente sobre los caones, desparramados a manera el<_..
lobos hambrientos sueltos por los riscos.- ccDaria
nn brazo por un cornetab) esclamaba el herico
comandante del rejimiento santiaguino don Demonio Fnensalida. Tanta era su ansiedad por llevar en fila compacta su tropa i cn.er encima ele las
bateras que no cesaban de diezmado!
~ XXIX.
1012-
XXX.
No lejos de aquellos grupos caia en el Santiago
el adolescente Arnaldo Calderon, natural de Cauquenes, que habia ido a la campaa a vengctr a su
hermano Emilio, tan adolescente como l, sacrificado en 'racna; i bajo la bandera de los Zapadores, que habia senriclo de mortc~ja en el Campo de
la Alianza a un nieto ele la beldarl de Chile doa
Ana Mara Cotapos, sucnmbia su segundo hermano al trepar la spera cumbre. El nombre del
ltimo era Justo Pastor Salinas.
1013-
XXXI.
Mas quien sobresali a mayor altura entre todos los jvenes oficiales que se hallaban presentes
en aquel _sangriento lance qne era de final victoria,
fu el arrogante ca pitan del Val di via don Belisario Troncoso, mozo de mil empresas atrevidas,
hijo de Blnes, que en temprana mocedad haba recorrido una buena parte del mundo, i que
1014 -
XX XLI.
Los peruanos entretanto comenzaban a desfallecer en sus reductos. Estaban rodeados como en
un corral de buitres. Porque mintras por el norte i por el oriente los envolvan seis rejimientos
chilenos, el Ooquimbo i el l\!l:elipilla, desembarazados de los mil obstculos que h::tbian retardado
su vuelo, llegaban a la altura por el lado de Villa
i del mar. Aquellas fuerzas destinadas a obrar
aisladamente en sitio mal reconocido, haban llenado su rnision hasta aquel momento con laudable esfuerzo, pero escasa fortuna.-Diero n al amanecer un asalto victorioso a las casas de Villa i a
( 1) Este ltimo episodio ha sido referido por el Ferrocar1il
del Sur, peridico de Ouric del 4 de enero de 1882.
1015-
sn red neto, tomando geis caones i varias arnetra.lladoras, pero dejaron all dos existencias apena!:!
comenzadas que valian mas que el bronce de cien
bateras, porque los primeros tiros de la altura
troncharon en flor la vida del capitan Alberto
Perez, amable e intelijente nio de 22 aos, i la de
Federico Valdivieso Huici, .mbos del Melipilla,
amigos del aula i del barrio, del corazon i del hogar,
de la tienda i del sepulcro.
Continu bizarramente avanzando el comandante Soto, que mandaba en jefe aquellos 1,500
bravos, rechazando todos los puestos avanzados
del enemigo hcia la altura, hasta que, como suele
acontecer a los hatos de gamuzas en los Alpes,
llegaron a un desfiladero que no tenia salida sino
sobre la boca de tres ametralladoras que los peruanos tenian de antemano asestadas en aquel
pasaje i con campo de tiro medido por milmetros.
Imposible de todo punto era pasar.
El comandante Soto se morda los canos bigotes
de clera, i de momento en momento hacia una
arremetida hcia . el flttal desfiladero, pero en
vano.
Hzose voluntario para pasar con su jente. el
capitan Marcial Paez del Coqnimbo, hombre _de
hgados i de encuentros que ha.bia sido soldado,
minero, arriador de ganado en las pampas mjentinas i habia regresado a Chile al grito de guerra
1016-
como los bravos ya. nombrados i como Juan Nepomuceno Rojas, este ltimo profesor premiado
en Venezuela. Un proyectil dejle muerto instantneamente . El plomo corria por aquella rendija
de la montaa en un verdadero raudal, i no haba
otro paso practicable. Para dar el ejemplo adelantse el jefe i cay a su vez bandeado en un hombro co 1 hcri.cb casi mortal . L os peruanos tenan
apostada a muerte en aquel desfiladero.
XXXIII.
En vano la lancha a vapor del Blanco que recorra la ribera del mar en la misma clireccion que
ascenda el Coquimbo, disparaba. sin cesar, ametralladora. contm ametralladora, en proteccion de
los nuestros. I coRa dolorosa, el auxiliar mas eficaz
de aquella columna aislada, el teniente Avclino
Rodriguez que comandaba la embarcacion de ht
nave almiranta, estaba tambien destinado a moril:.
-El combate de Chorrillos no fu una batalla,
fu una horrible inestinguible matanza. Cuando
al clia siguiente los empleados del servicio ele la in tendencia desembarcaban en Chira i. en Chorrillos,
veian las rocas que forman la base inferior del
sorpbro morro cubiertas de puntos blanquecinos.
Eran los cadveres de los peruanos que por millares l~'1.bian rodado a los precipicios i cnya vestidura ele dril blanco las olas espumosas lavaban
'
'
.'
1017-
XXXIV.
. ,.
128
101 8 -.
XXXV .
I todava aquello no se ra. todo, po rque vagando por entre los maderos calcinados i las cenizas
calientes de Chorrill os, batindo se en cada p uerta,
de azotea en azotea, de tronera e n tronera, vida
po r vida, la mat anza en pos de la matcmza, la embri aguez del alcohol en pos ele la de la sangre
calcinad a, grupos de soldados de todos los cuerpos
que habian tom ado par te e n el asalto se entregaban, al caer lR. noche, a br utal o1ja, arranqu e de
nuevos 1 mas dolorosos sacrificio s.
r a. 14 mu ertos i 43 h eridos . G ran t ota l 3,3 1O.
Los cu erpos qne mas su frieron fiteron el e l 4. (3 10 bfl:ias), el
Bni u (315), el Talctt (300), el Chacabuco ( 3W) i el Atacama.
360.
E stas datos p er tenecen al E stado Mayor ; pero hai a lg unadiscrepanc ia con los qu e ap nu tan en sns partes los j efe s de cuerpos. P or ej emplo en la r ese rva., segun el comandan te l\iar tinez
que la mand, ltnbo 125 m uertos i 287 h ericlos, total, 4 14 .
En el a nex o de es te cap tulo p nbli camos, solo como dn to
aproxima tivo de las ba tall as del 13 de en ero, el est ado que form en L ima el d ilij onte CO ITc,ponsal del Jllercw io dou E loi Caviedes.
E l total ele los prisioneros en las dos h:all as del 13, f n so lo
de 1,500 sold ados i de 1 I:: ofi cia les. De s tos, 9 ernn coroneles,
7 tenien tes co roneles, 9 satj eutos m ayor es, 17 capi tan es, 30 teni entes i 35 ::mb te n i e n~e s . - I... os so ldados fueru envia dos a In.
isla de Siln Lorenzo i los ofi ciles repa rtid os en el Cop iap i la
fragata I n sp ector . U no de los ofi cia les p risioneros en e l .i\Iorro,
el empleado de aclm inistracio n do n Osear do h Bnn era, f u
m uerto por un soldado chil eno, i al d ia. sig ui eu te otro mat al
ofi cial Qn intan il la <]tt e se asomaba imp md eutem ente a una ven-
t nna de la E scuela de Cabos; p ero no es exaeto lo que se h a dicho del fusilami ento en musl\ de prisioneros peruanos.
0
1020 --
XXXVI.
(<-1\.q nel'lo era, un i tlfie:no, dice un testigo presencial del vr~
t igo de Chorrillos., et una relacio11 n.lita. Por todas las calles
,e veiau destrgzos de todo juero, muebles dtlsped ~t~ados, cad<.~eres i hei-i:Jos tanto ehilenos como pE'ru;;.no;;, casas que princiJlialxtn a iuceud.ii1rse, _puertas i ven La,nus dc\Strozttd::ts, sil vid os
XXXVII
!'
,.
1022
1023 -
l. a
DIVISION.
Jefes i
Es!ado mayor.... .. .... .. .. ...
Chacab uco ...... . .. ..... .. .. ...
Coquimbo ...... ..... .......... .
l\1:e1pilla .. . .. ...... .... ... .. .. .
4.0 de linea .. ... ... .. .. .. .. .. ..
Atacama ..... ... . ... .... .... ...
Ta1ca ...... ... .... ..... ... ......
2." de linea .. ..... ... ... .... .. .
Colchagua ... .... .. ..... . ... .. .
Artillera de Marina....... .
ofictalcs. Tropa .
4
19
321
84
5
17
6
296
~4
S46
14
295
5
7
235
185
lO
94
4
Total.
4
340
89
23
310
360
300
242
195
D8
88
1,873
1,961
13
4
3
246
DO
86
259
94
89
20
Total. ... .. .. .... .. . ......
2.a DIVISlON.
1
Estado n1ayor ... .... .. ... .... .
12
Ruin ...... .. . ... ... ..... .. . ~ ....
3
Es1neral da ....... ........ ......
- 6
Chillan ... ..... . ... .. .. ... ... ...
5
.
..
.
......
Lautaro ... ... .... ....
3
Curic ........ . ........ ... ..,. ...
2
.
...
..
........
..
....
....
Victoria
422
442
303
72
172
60
38
16
1
315
75
178
65
41
18
32
G61
693
102-1 ---
3.a
DIV ISJON,
Navales ...
Aconcagna .. . ..... ... .. ... .. ...
Santiago .. ........
Caupolican ... ... .... .... ... .. .
'laldivia .. . ...... ... . .... ... ...
Blnes .. . .......... .. ...... . ...
Concepcion ... .. .... . ...... . .. .
Total. .......... . ...
5
25
18
11
23
105
5
25
18
ll
11
19.2
ID~
3
1
37
5
3"0
40
5
34
75
70
1
3
2
.... ...
10
20
103
CABALLERIA .
ARTILLERJA 1 PARQU E.
.=---._
'
4
30
34
30
Comandancia de bagajes .. .
88
id.
id. ...... ............ ..
Re serva ........... .. .. ........ .
Caballera ... ..... . .......... ..
Artillera i parque ..........
Bagajes .. . .. . .. ... ....
3'>
v
G
1,961
6fl3
198
442
79
39
1,873
661
192
422
75
34
3
1.56
3,260
3,41G
3~
t>
RESUMEN .
')<l.
'-'
3<1
20
4
5
~--
' ~
1
- -
1-J
J~L~1
[J
-~
N.
_ - -I ---- 1
1
60
1
~-
~Q
10
10
1
-
i ,'
/
Bt
-/
/.
,
/ .
_/ B.A H1A
.
UEJ.
CAL LA:
!-
.--
__ __ ___.,.
- 11
11
~1
~
{o
\
,_
!:'1'alo1111:n <#
..
\
{/," . '
-~ ~ f'tl J '\
'\
' .....
--
\
\
. . -- - ---.. .
\
'.
... . --
1026-
l.
1027-
II.
11
1028-
III.
Recojironse asimismo los heridos mas cercanos al campo de batalla de Chorrillos; i la Escuela de cabos, vasto claustro construido a la salida
de Chorrillos en direccion a Lima, fu convertido
en el hospital comun i horroroso de ambos combatientes. l\ias de tres mil heridos ensordecan en
aquella noche fatal el sangriento recinto con los
. quejidos de su desamparo o de su agona.
En cuanto a los muertos, nadie pensaba en ellos,
a no ser algun compasivo amigo que cumplia un
voto o un contrato de fidelidad mas all de la vida.
Jeneralmente los que van a morir hacen compaa, i sta sin escritura ni testigos se cumple en
un. hueco de la tierra con una azada i una l ..
gnma.
1029-
IV.
El ejrcito babia amanecido aquella maana en
sus improvisados campamentos en torno a Chorrillos, al morro Solar i a San Juan. En la vecindad
de esta ltima espaciosa casa de campo, que el
olor a los cadveres i sus rimeros hacan inhabitable, haba plantado su tienda, bajo los frondosos
rboles de la avenida que conduce a Chorrillos,
el jeneral en jefe, al paso que el coronel Lynch
habia dormido con su division sobre su propio
campo de batalla, es decir, en las alturas que rodean a Santa Teresa i el morro Solar. La division
Lagos se babia tendido adelante de Chorrillos, i
la que mandaba el j enera.l Sotomayor en el camino recto de la ltima pob1acion a San Juan.
Aquella disposicion no era inconsulta para el
caso de una renovacion del combate por parte de
los peruanos, si bien nada estaba mas ljos de
acontecer. N o hai memoria en el Per de que un
ejrcito vencido se haya rehecho. El indio peruano huye hasta sn choza, al paso que el chileno, el
H.Jjentino i el colombiano retrogradnn solo hasta
su campamento o su cuarteL I de aqu lYiaipo despues de Cancha H.ayada. De aqu Ayacucho despues de Matar.
1030-
V.
Sin embargo de esto, los hombres que en el
campamento de Chorrillos representaban el elemento civil i que mas tarde tan hondamente se
ensaaron contra las disposiciones blicas de los
jefes que venan conduciendo el ejrcito de victoria en victoria desde Pisagua i los Anjeles, cometieron un grave error, lo inspiraron o lo consintieron. Fu ste el estraer de su prision en los
aposentos altos de la Escuela de cabos al ministro
de la guerra Iglesias i enviarlo al campo de Miraflores acompaado de don Isidoro Errznriz, secretario del ministro de la guerra, para intimar a los
peruanos una especie ele voto por la cesacion de
las hostilidades, despues de le. cruel carnicera de
la vspera i de la noche.
Aquella mision como propsito humanitario no
mereca reproche. Pero era cuerda? Era oportuna i ocasionada a un resultado prctico cualquiera? O en realidad aquella conferencia, proporciona,dtt a sus anchas al dictador i a su ministro de
la guerra, en su prpio campo, siendo portador el
ltimo de todos las novedades de que babia sido
testigo no era una ventaja enorme concedida
gratuitamente al adversario?
1031 -
VI.
I en el hecho as aconteci, porque habiendo
partido sus dos emisarios de la tienda del ministro de la guerra (que babia fijado sn residen-.
cia en la vecindad de la del jeneral en jefe) a
las 9 de la maana, eran detenidos una hora des" pues por las avanzadas peruanas que adelante de
las lneas de l\1iraflores mandaba a esas horas el
coronel don Julian Arias i Aragues, hermano del
jefe que tan bizarramente babia perecido sin rendirse en el fuerte ciudadela de Arica. El coronel
Arias sujet la comitiva, di paso fr~nco solo al
coronel Iglesias, i despues de dos horas de mplia
conversacion con su amigo de intimidad, el diQ.tador, regres el emisario hacindose portador de un
mensaje de frmula que era casi una. burla tratndose de la respuesta de un vencido. Don Nicolas
de Pirola se negaba a recibir a un simple parlamentario, pero aceptara conferencias con nn plenipotenciario debidamente autorizado si los chilenos tenian a bien enYtrlo a sn campo.
VII.
Aparentemente al mnos, el dictador no se
apeaba nna lnea de su antjgua arrogancia, si
bien es cierto qne esa era sn mejor 1ctica., as co-
-----
1032-
1033-
Lima, enero 14 .
130
1034-
VIII.
Despues de su romntica pero bajo ningun concepto herica escapada del morro Solar 110r la
lengua del mar i la escalinata ele Miraflores en la
maana del clia 13, el dictador se babia ocupado
en efecto en recorrer la lnea desde el fuerte Alfonso U garte, construido a pocos paSOR del barranco del ocano, hasta. el reducto nmero 8, que era
el ltimo en las faldas de los cerros de V azquez,
hcia el oriente. A esas horas (las diez i veinte
de la maana) llegaban los clispenios no en grupos,
sino en bandadas i por batallones; i de tal suerte que la reserv, ayudada por la caballera, apnas lograba contenerlos en su invencible pnico.
A fuerza de sable i de revlver, pudieron los jinetes de retaguardia juntar hasta tres mil derrotados, especialmente del cuerpo de ejrcito de Dvila que se habia desbandado sin disparar un solo
tiro.-Uno de estos soldados, como el zuavo de
Regnault en el campo ele Sedan, levant los puos e increp al dictador al verlo atravesar los
1035-
rieles a caballo, i el jeneralsimo vencido i humillado se content con decir usando una espresion
peruana i vulgar:-ccNo me metan barullos.>>La di vision Suarez se haba retirado en buen rden. El coronel.Oanevaro que, acompaado de un
animoso prctico (el famoso negro Jil),se haba
acercado al Morro Solar para conferenciar con
Iglesias, despues de la retirada de Pirola, trajo consigo hasta unos mil hombres desde el Barranco donde haba logrctclo sujetarlos. En todo,
los peruanos haban hecho una adicion de seis mil
hombres del ejrcito de lnea a su reserva.
IX.
Continu Pi rola su escursion hast<1 Vazq uez,
donde lleg a las 11 de la maana, i all se qued
profundamente dormido en un escao. Pusieonle
centinela para velar su repO!::iO, pero una hora mas
tarde nctando sus ayudantes por el sonido i el humo la recrudescencia esttaordinaria que a esas
horas tomaba el combate en torno a Chol'l'illos, le
despertaron i regresaron con l al cartel jeueral
de Miraflores. Desde Vazquez orden el dictador
por un telegrama que Astete enviara a las lneas
]a guarnicion disponible del Callao que era de tres
mil infantes i artilleros.
En consec11encia, aquella tarde la mitad de esct.
fuerza mandada por el capitan de navo Fct.nning
1036- .
1037 --
X.
Reposado apnas de sus fatigc.ts, de su insomnio
i sus galopes en la tarde del 13, el dictador haba
citado a junta de guerra a todos sus jefes i especialmente a los de la reserva en su rjia mansion de
Miraflores, ubicada en la quinta del banqneto
Schell, rodeada de amensimos jardines.
En efecto, continua diciendo el autor de la relacion que acabamos de recordar, no tardaron en llegar de sus di visiones i reunirse losjenerales Montero, Buendia, Segura; los coroneles Dvila, Montero, Oceres, Snarez, Iglesias, N 01iega, Figari, Pereira,
Derteano, Correa i Santiago, La Fuente, Echeniqne i muchos
otros cuyos nombres se me escapan. Se form en el salon un
gran crculo. Se mand despejar Ios corredores cerrar h ermticamente las puertas. De nuestro escondite oamos claramente
la voz de S. E.
Comenz por es ponerles que los haba reunido no para conocer sus ideas personales sob re la situacion, ni si estaban listos para dar su vida si necesario fuera, de lo que no dudaba,
sino para que le manifestaran el espritu que animaba a las tro
pas i si podan stas hacer una sria resistencia; aadiendo que,
como condicion prvia rara entrar en negociacion de paz, exijia
el j eneml chileno 1a entrega inmediata de la lnea de Miraflores,
en todos sus red uctos i defensas, pero que l rechalaba tan
hnmillan te proposicion. Tres o cuatro de lo::; jefes opinaron por
que la tropa estaba mu desalentada e incapaz de sostener clie:.~
minutos de combate.
XT.
Aceptando como smceras las revelaciones in-
1038-
XII.
La bat.alla qued e n consecuencia acordada
aquella misma noche, i durante todas sus horas
se trabaj activamente en terminar muchas ele las
comenzadas obras de la defen sa.--Entre los redu ctos nmeros 1 i 2 se coloc en aquella tarde
un caon de a 120, i en el c.amino real dos Vavasseur escapados de San Juan .
1039 --
XIII.
Qu tenia lugar entretanto durante estos intervalos en Lima, la ciuda,d impresionable, olvidadiza i veleidosa por escelencia, mal llamada ce de
los reyes>>, porque solo la mujer es all reina i los
hombres de todas las razas, sns esclavos?
Por un efecto de la configurncion del llano i
las montaa::;, o por el viento qne no encuentra
ecos acsticos, o por el blando sopor de la pobht-
1040-
1041-
131
1042-
J>! aunque nuestro ejrcito sabr contener al enemigo e impedirle la entrada a Lima, que Lima se levante i presente el
hermoso aspecto de una reserva inagvtable.
1043-
XV.
Pero si los limeos i sus seides tomaban las cosas de esa manera, no obedecian a criterio semejante los representantes de las naciones estranjeras qne en aquella ciudad cosmopolita, como
Alejandra o como Esmirna, tenan bajo su responsabilidad tantas importantes vidas i tan valiosos
intereses. En un sentido industrial i mercantil,
Lima no es una colonia, es una colmena, i all las
abejas que trabajan acumulan su propio caudal i
el de los znganos.
'\.
1044-
XVI.
Era el miembro mas influyente del cuerpo diplomtico residente en Lima el ministro de S. M.
B. Mr. Spencer Saint J ohn, hombre serio i esperimentado durante una larga carrera consular en
las Antillas. Habase mostrado este fnncionario
en varias ocasiones deferente hcia Chile, especialmente a causa de los canjes de prisioneros, i
con este motivo pero sin razon los peruanos le aborrecan. Mas tarde en con trronse despachos de
Calderon en que le acusaba de parcial, de testaruJo i hasta de mal criado i sospechoso.
El ministro de Francia M. de Vorges, era un
hombre de carrera, que babia ascendido por la
escala de sus servicios i de sus aos, al paso que
su colega de Alemania M. de Gramatsky, personaje obeso, alegre i bonachon, era considerado
como una improvisacion en la diplomacia. Rabia sido juez en Berlin cotno Mr. Christiancy, ministro de Estados Unidos, lo babia sido en Detrit. Por lo demas, pasaba por un hombre de
buena ndole, aunque un poco sensual, por el estilo del ministro Oalderon, su amigo i su camarada. El ministro de Italia, seor Vi vi en era un
ex-majjstrado de Florencia, i del del Beasil ya en
otra ocasion hemos hablado.
Por un acaso era el decano de aquel cuerpo el
1045-
XVII.
Alarmados justamente por la suerte de Lima i
de sus connacionales; sabiendo que Chorrillos ardia, que los chilenos se ensaaban i notando,
por ltimo, que el procnsul Calcleron no se ocupaba sino en perseguir a los civilistas acusndolos de traidores, como a Ri va Agero, a quien
quiso estraer por fuerza de la legacion francesa
en que habia tomado asilo, ya mandando prender
a La Cotera para fusilarlo por su alocucion a las
tropas del Callao, creyeron llegada la hora de
convocarse espontneamente, i puesto que no
habia gobierno en Lima, constituirse en su tutela
a manera de curadores ad litem en el ltimo litijio de aquella infeliz nacion desgobernada. Los
almirantes Sterling i Du Petit 'rhouars comand~nte en jefe de las estaciones de Inglaterra i
Francia en el Pacfico, cooperaban con su autoridad i sus caones a aquella accion protectora.
XVIII.
En consecuencia del estado: de cosas indescrip-
1046 -
XIX.
Venia aquell a idea a salvar a don Nicolas de
Pirol a i a poner a cubierto sus mas recnd itas
ambiciones. Su gran ideal era el poder. Lo haba
perseguido toda la vida, desde el claustro, desde la
escuela, bajo la auster a sotana de Santo Toribio,
bajo la casaca recam ada de oro del Jefe St~premo
improvisado ilugar eo en Moquegua i en Torata .
I Pirol a amaba el poder no solo como pasion per~
sonal sino como destin o manifiesto, porque a vir-
1047-
1048-
que es propia de los hombres del Per, i en jeneral de la jente de los tr6picos, que viven del perpetuo envite de -.;ms codicias o de sus ambiciones,
el dictador deseaba en sus adentros que otros hicieran su juego. I esto era precisamente lo que a
]a sordina estaba sucediendo, talvez por ocultas i
bien gnardadas sujestiones suyas.
XX.
Obtenido as el consentimiento esplcito del dictador, nombr6se por el cuerpo diplomtico una
comision:encargada con plenos poderes de iniciar
las negociaciones, i sta quecl6 compuesta del ministro decano i de los representes ele Inglaterra i
de Francia. N o se habl6 en esa reunion de las bases de un tratado, tema prematuro de cliscusion
desde que lo que se buscaba era una tregua, pero
todos tenan por cosa subentendida que las bases
de la paz definitiva no poclian ser sino las impuestas por Chile en Arica, reagravadas ahora por la
prodigalidad ele la sangre, del oro i ele la gloria
de Chile, alcanzado todo a costa del vencido i a
su cargo.
l en efecto, la comision parti6 aquella misma
noche del 14 en un tren especial; enganchado a
las diez de la noche, para conferenciar con el dictador en su propio campo ntes de trasladarse al
del jeneral Baquedano:
-- 10!9-
XXJ.
De lo qne pas en aquella entrevista de :Mi mflores durante una larga hora no ha quedado por
ahora consta,ncia. Pero el criterio de la historia
est autorizado par<L suponer que en presencia de
dos diplomticos del calibre de los emb<~jaclorcs
de Franc:ia i de Inglaterra i de loH 30 caoncs <le
campaa del coronel V clazqnc;~, puestos ya en
posiciones, no era posible discutir fantasas ni
petulancias sino las faces mas o mnos sombras
de una horrible realidad.-- V ro vict,:s!
rfoclo lo clemas, inclnS<L la papeJacla que Se eneontr en los libros del Ministerio ele Relaciones
EstCI~iores i que se ha tomado como el trasunto del ultimatun de Pirola en Arica, son esos
simples mdides de la diplomacia peruana clestin-a dos a engaar solo a. aquellos que deseen engaarse. La cesion incondicional de 'rarap'ac ent la
base primordial ele todo tratado de paz, o mas
propiamente, de tochL negocmcwn encaminada a
la paz.
XXII.
Sea de ello lo que fu ere, mintras ht luz definitiva'"
llega, en h meda noche clel14 ele en ero perturbaba el sneio de los campamentos chilenos el estrao
HIST. l> LA C. JH; Lh\IA
1"'0 .~)
-- JO.JO -
XXIII.
Puntuales como ingleses se presenta.ron los comisionados a la cita en la madrugada del 15 de
enero~ i de esta manera aquel dia que iba a cspi;rar, alumbrnndo con los ltimos destellos del sol i
de la plvora 1111 Clladro de horrible carnicera, em pezaba con los anuncios de alma paz. Los soldados
chilenos, que tienen el instinto burdo pero certem
.d e todas las grandes situaciones, no se engaaron
sin emb0-rgo, i a medida que el tren avanzaba hcia Chorrillos ostentando sn trapo de parlamento,
los unos levantaban sus kepiB, saludando con entusiasmo no n los recien Yeniclos sino a Chile,
Hlintras que los mas lo dejaban p ctSar recelosos,
, ,r epitindose los unos a los otros que aquel era
(ccngao de ingleseS )) .
En la Escuela de Cabos agnardaba. a esas horas
1051 -
..
--
1052-
XXlV.
Allolecia. aquel fatal pacto <le un tlefecto lamental>lc, esto es, su . vaga. informalidad i su carencia tle personera directa i responsable.
N o ltaLia en realidad armisticio militar, porque
no babia delegados militares, ni e:0 m; te, ni ltkas
definidas, nada, en fin.
N o era aqnello propiamente nn contrato, era
llliH promesa,
N o en}. una. suspension de arn.1as efectiva i de teJminada. Era un<t cortesa inte m;_tc_ional que
obligaba a. los belijemntes pat'<L con terceros oficioms, pero en realidad no los oblig<tba entre ~i.
Un annisticio, es dec il', como s a nombre lo implic<l, tHH~ parali~ ac ion mom c n tc.nc;l del nso ele
]as armas, es un acto dcter1_ninaclo de guerra qne
p(' ~tjusta <1irec.:tamcnte entre las partes _compro-
1053-
XXV,
P e ro, lo que es mn c.: lt o
111 :1 s
'
..
10j4-
todo esto, de parte de los peruanos no hubo compromil;o directo ni csplcito de ningun jnero, ni
siquiera hubo promesa declarada. como la del jeneral chileno. Los negociadores manifestaron q ne
solicitaran la vnia de Pirola. en favor ele ese
acto militar, pero nunca que nosotros sepamos se
envi al cuartel jeneral del vencedor ni pliego, ni
mens<,je, ni siquiera una esquela que sirviera de
testimonio de la aceptacion esplcita, i tal cual es
indispensable en tan inminentes situaciones, de la
aceptacion de aquellos tratos por el jeneralsimo
del Per.
Sin ernbargo, donde falta. la documentacion
histrica, hai pruebas ele mil jnetos que ponen de
rnanifiesto que al regreso ele los plelipotenciarios,
el cli cta(lor no solo ace pt la base de la entrega
prvia del Oaltw pam tmtar, sino que la escribi
f19 fH! puf10 i letra para conocimi ento i constaneia
(lel puerpo diplomtico en Lima.
]111 cqq.qto n Lt cnnclicion rcdproc<t de no romper los fl1ego s, no se estamp 1ucla i se dej como
cosa snbente ncli c};t i sqbordina<Lt a las FCripecias
:L qu po<lri<~q dar lugal' los movimientos estrat~ji
co (l'lC cada cual so rese rvaba pone r e n iume(1iata
cjecucion, J~ s mui posible, i qosotros lo tenemos
por segmo, que esta manem ele Y l' el acto sillgnl<w qtie se h : ~ ll<~111acl a e l armisticio cb l\1iratlorer-;
i que en s.eguida se cam bi en la c1 en ominacion de
c<tmici on de .MirufioreS )), habr. de Ir apa recierHlo
1055 .....
XXVI.
Entretanto; i cuando los delegados del cuerpo
diplomtico constituido en permanencia en Lima
llegaban al cuartel jeneral de l\iirafiores desde
el campamento de San Juan, eran las diez de lamaana, i despnes de conferenciar largamente
con Pirola., prosiguieron su viaje a Lima. Vaga es
la enunciaciou de los ltimos, pero se ha asegurado por personas altamente colocadas como actores en aquellas negociaciones confidenciales, qne
(1 ) R elacion publicada en los din.ri os de Washington por
.Mr. 0hristiau cy el 13 Je di ciembre de 188 1.
1036-
de
XXVII.
Dise cuenta de todo esto en la re union que
poco despues ele meclio dia celebr<-tron los r~~pte
sentantes ele las naciones nentmles, i p:tnt fortificar al dictador en su sensata i en el fondo
patritica actitud, resol vieron a.slaclarse in mediamente en cuerpo al campo de l\firaflores.
Snceclia esto poeos minutos ntes de las dos de
la tarde, i cuando en medio de la njitacion de un
campamento que se alista para librar una batalla
o recibirla, se presentaba el cncrpo diplomtico
en la antesala de la quint<L de Schell, hogar i
despacho del jefe supremo del Pe r, se les introduca por los ayudnntes a una sala ele e::;pera rogndoles se sirvieran aguardar que S. E. (lespachara su almuerzo en qne familiar i tranquilamente departiJ. con los alrnintntes Stcrling i Du
1057-
XXVIII.
Qu significab la presencia de t ctn ilustres
huspedes en aquellc~ hora, en tal sitio i con precedencia inusitada a los rep resentantes diplom.ticos de sus paises a cuyas rdenes jeneralmente
aqullos hllanse sometidos en sus estaciones?
Punto de novedad es ese destinado a ser puesto en evidencia en el prximo captulo de este
libro que a grandes jornadas se acerca, balancendose corno frjil i quebradi~o madero entl'e las
alterosas vacilaciones ele la guerra i de la paz, a su
ltima pjina i a su postrer desenlace en los
mas sangrientos campos ele batalla. ele esta parte
de la Amrica espaola. (1)
(1) La mayor parte de los datos contenidos en este captulo,
si no todos, han sido obtenidns de fuentes altas, dignas de todo
crdito i reservadas. Por esta ltima circunstancia no ofrecemos
nombres propios, pero esperamos que en las relaciones que, una
vez terminada la guerra o :intes, han ele publicar los gob iern os
neutrales de sus ajentes, estas noticias han de ser confirmadas
por su testimonio mas o mnos acorde, i otro tanto decimos de
lo que mas adelante habr ele leerse sobre la fam osa i fantt'tstica
tmicion de Maftmes.
El lector discreto habr. observado tambien que en la rdaciou
de las grandes batallas de Lima, que la poltica .iterua ele la
repblica luego troc en ardientes palenq nes de diatriba i ele
difamacion, no hemos seguido en lo menor las ltimas, sino
nu estros propios documentos, aprovechando a trechos solo la
parte saneada i limpia de aquellas relaciones.
HIST, DE LA C. D.E LIMA
133
-- 1058 E stamos mui lojos de creer sin embargo que lo que nosotros
referimos sea definitivo i absoluto, pues nada reconucemos como
mas falible que nuestro propio criterio. Pero despues de treinta
i dos aos de honrada labor en la prensa hi stri ca de Chile i
de la Am ri ca, t al vez nos ser lcito no hacer la misma salvedad
respect.o del teson i la constancia, la buena fe i la altura de miras con que, sin acordarnos para nada del presente ni de sus
hombres ni de sus pasiones, trabajamos para la. justiciera posteridad en este libro que ha tardado dos aos en salir a luz, i en
otro,; que talvez le harn compaa.
LOS
CHILENOS ~
DELANTE DE MIRAFLORES .
Plan del joneral Baquedano para atacar las lneas de Miraflores.-L a terceta division la escuadra.-La btigada Barbosa.- Reconocimientos
previos.- El coronel Lagos espiara el Barranco en la maana del 14 de
enero.-Singu lares rnerodeadore s.- Topografa del t erreno entre Chorrillos i Miraflores i acertadas disposiciones que toma el coronel Lagos.
- Avanza la 3." dtvision hcia el Barranco en la tarde del 14 i el coronel Lagos otdena quemar esa poblacion.- Inquietudes del col'J nel
Velazquez en la noch e del 14.- Solicita permiso pam avanzar con la arti llera de campaa, i al amanecer del 15 la coloca en posiciones a
vanguardia de l B a rrt~.nco. -Adcuiere este j efe el convencimien to de una
batalla inminente, apesar del armisticio, i comun ica sus impresiones atodos los jefes i al jeneral Baquedano.- Avisos del cap itan Brown colocado
como vija i del comandante Gotost iaga.-Diversos reconocimie ntos de
la caballera i episod ios de l alftez Souper i de los tres Cazadotes.Posiciones que el ej rcito chileno ocupaba a las doce del da 15 de enero.- l"a brigada Barcel en la vanguardia.--M archa de las divisiones
Lynch i Sotomayor desde los alrededotes de Chorrillos.--L as avanzadas
de l capitan Toledo.-Lleg a delante de las lneas de Mi taflores el j eneral Baquedano i se da C<Ienta de sus formid ab les defensas.- Ocho fuertes
i cuatro ciudade las.-El ej rcito de lnea en las cortinas artilladas i la
reserva en los reductos.- El batallsn lan- Batista -- Echenicue i
T enaud an la lnea de Monte- Rico a Quirs.- El dictador Pil'Ola revista su ejrc ito en la maana del 15, i en la hora en que el jeneral Baquedan o, pasa a su frente, almuerza con los almirantes de Francia i de Inglaterra .......,Motivos que haban llevado a stos a Mimflo tes i singula res
incid entes que ocurrieron entre ellos i el miuistro Calderon en Lima.--Actitud del almirante DLl Petit Thouats.--Imptesiones durante el
almuetzo de l dictadot.-Se presenta azorado e l comandant e j eneral Dert eano i awmcia que los chilenos avanzan en toda la lnea.- Ll egan
ayudantes en todas di tecc iones comunicandJ a larmantes noti cias, i el
dictador los trancu iliza.-El cuerpo dipl omtico se presenta en Miraflore s i hace antesala al dictador, cuando estalla una descarga en las
lneas peruanas.-La batalla de Miratlores va a comenzar.
1060-
I.
l'.iintras las derrotados de San Juan i de Chorrillos ponan en angustiosa tension su ltimo
esfuerzo para fortificar sus postreros parapetos delante de Lima, los chilenos no estaban ociosos.
El jeneral en jefe, sin darse reposo despues de
las bat.allas de la vspera, babia combinado el dia
14 un plan de ataque sobre los atrincheramientos
de Miraflores que, tomando en cuenta l~s vagas
noticias de aquella lnea tendida e invisible en la
llanura i los imperfectos reconocimientos que habia sido dable emprender desde la distancia, no
carecia ciertamente de tacto i de inspiracion militar.
La base de ese plan en una de sus alas, era la
escuadra, i el jeneral Baquedano que guardaba
siempre, en oposicion al ministro de la guerra, la
mas estrecha i cordial intelijencia con el almirante Ri veros, le envi a llamar oportunamente a su
campo. El jefe do la escuadra, a fin de utilizar en
un -combate de tierra los caones de mas largo
alcance de sus buques, babia despachado en la
madrugada del 14 el Oochrane a sostener el bloqueo del Callao i trado a Chorrillos el lluscar i
la Pilcomayo.
1061-
II.
Oonsistia el plan de combate del jeneral en jefe del ejrcito chileno en un doble movimiento
envolvente por los flancos del enemigo, destinado
a cojera Lima dentro de una red de fuego: co.mo
a Sedan.
Para esto, la division Lagos que haba quedado comparativamente inclume en la batalla del
13, atacaria, sostenida por la escuadra, la estrema
derecha de los peruanos que se apoyaba a orillas
del mar en la fortaleza Alfonso Ugarte, posicion
verdaderamente formidable, al paso que la segunda division ejecutara un ataque simultneo por
la izquierda, faldeando los cerros de Vazquez i
siguiendo las sinuosidades del cauce de Surco, como quien, pasado el Maipo por el puente colgante
de Pirque, se adelantase a asaltar a San,.tJago por
los ~ncho& rebordes del canal de Maip i sus potreros.
La fatigada di vis ion Lynch, repuesta apenas de
"' las fatigas del herosmo i del desrden, empea ria mas dbilmente el ataque de frente, sostenida
por la reserva del comandante Martinez. Las bateras del Morro Solar, manejadas ahora por marinos de la escuadra serviran de respeto a retaguardia i aun podrian quebrantar, disparando por
elevacion, las lneas enemigas.
-- 1062 --
III.
t
Para poner en ejecucion estas bien combinadas
medidas, el t erreno haba sido diversamente estudiado desde el mediodia del 14.
A las diez de esa maana el nunca cans:tdo i
siempre vijilante coronel L agos se habia adelantado desde Chorrillos a. Barranco, pueblo sucursal
del placer de aquella ciudad, distante nna media
legua por el barranco del mar o sea 2,400 metms,
medidos como se mide el vuelo de las aves o la
trayectoria de la bala de C<:ton. El laborioso capitan iba acompaado del co ronel Barcel, su
amigo desde la niez, as como lo era de 1nbos
el comandante del Santiago don Demofilo Fnen salida, natmal de Rancagua, como Barcel. Al
principio de la g uerra esos tres j efes, columnn.s del
ejrcito, habian en trado al ltimo rejimiento como primero, segundo i tercer jefe, i ::;u vieja am istad llevada al altar, los hacia vivir como dentro
de una sola familia: los tres eran compadres.
IV.
Siguiendo los rieles, el coronel Lagos haba de tenido su caballo a la puerta de una panadera
situada a cinco o seis cuadras del Barranco, i all
1063 -
,;
1064-
V.
Reconocido el pueblo que debe su nombre a la
hondonada profunda en que yaca esparcido, formando vistosas pero singulares construcciones a
orillas del mar i del barranco, la partida de reconocimiento se adelant ocho o diez cuadras hcia
:M.irafl.ores, siguiendo siempre la trocha del ferrocarril o el camino carretero, que en toda esa distancia hasta las portadas de Lima corre mas o mnos
paralelo a la va frreai por su costado del poniente.
Mirafl.ores dista una legua ele Barranco o sea 4000
metros en lnea recta. Desde Mirafl.ores a las
puertas de Lima es decir, al edificio de la Esposicion, situado en las afueras ele su barrio sur, como si se dijera en el Camino de cintura ele la
capital de Chile, hai una distancia lineal de 6,_800
metros, o sea cerca de dos leguas. En consecuencia la distancia total de Chorrillos a Lima, es de
12,600 metros, mas o mnos la misma que de San
Bernardo a Santiago, i por idntico rumbo i llano, salvo en el ltimo la lejana del mar, no as la
de las cordilleras que por el oriente lo acordonan.
Desde el paraje abierto en que el coronel Lagos sujet su brida en la llanura, podan divisarse
con la vista desnuda los puntos avanzados de la
lnea de Mirafl.ores, echados los jinetes perezosamente sobre la verde hierba a la sombra de los
1065-
Dos horas despues, i en cumplimiento de rdenes recibidas, ht 3. di vision se mova por el mismo camino que haba recorrido su comandante
jeneral, condncicla en perRona por el coronel
Barcel, jefe de brigada, i se acampaba a las seis
ele la tarde a cuatro ctmdr~ts del pueblo de Eananeo. (1)
3
(1) Desde por la mafHtna hasta las dos de la tarde nos ocupamos en revisar i amunicionar los cuerpos.
A las 12 recib rden del coron el pura poner en marcha a
las 4 P. l\1. la divi sion i acamparla en ln ea de batalla al sur de
la poblacion de Barrancos. A las 7 P. M. la di visi on estaba
acampada i el <;orouel ru e dijo que yo me situara a retag ua rdia
del ala izqnierd;t i l a la derecha. (Dia1i o de campaa del coHrST. DE LA C. DE LIMA.
134
1066-
VII.
divi~
1067-
VIII.
El aspecto del campo enemigo, el ir i venir de
los ayudantes, el bullicio de las mquinas aearreadoras, todo revel a la mirada esperta. del
comandante jeneral de artillera que se trataba
de los aprestos de una nueva batalla, i taciturno
vol vi a al campamento, cuando en la estacion de
Chorrillos descendan del tren los plenipotenciarios de Francia, de Inglaterra i del ~al vador para
dirijirse a las conferencias que produjeron el, as
1068-
llamado, armz"sh"cio de San Juan. I como el coronel Velazquez, a guisa de viejo i malicioso soldado, sospechase el primero lo que mas t arde aconteci, adelantse a galope por los polvorosos callejones para comunicar sus sombrias impresiones
al jeneral en jefe, sin cuidarse, contra la recomendacion del galante jeneral Maturana, encai~
gado de recibir aquellos peligrosos huspedes, de
las nubes de polvo qne les dejaba con su comitiva
en pos.
Sus ca~ones habian quedado a buen recaudo
adelante de la lnea de batalla.
IX.
Derribando tapias en los potreros e improvisando puentes en las acequias de riego, babia avanzado,
en efecto, el coronel Velazquez hasta colocar su
poderosa artillera cuatro o cinco cuadras a vangnardia mas adelante de ~ue s tras columnas de
infantera, i aunqe un tanto desguarnecido se
juzg aquer j efe dueo de la situacion si le dejaban obrar.
1069-
1070 _:.
XI.
En la mariana del 15 continuaron con mayor
actividad las esploraciones, i mintras los plenipotenciarios charlaban de paz i bebian t en la
tienda deljeneral en jefe, en las-avanzadas se daban a mansalva de balazos.
A eso de las nueve de la maana (dice un oficial peruano q ne
a esas horas estudiaba el campo con sus jemelos desde la lnea
de Mirafiores) minbamos con el anteojo las llamas que rodeaban
a un edificio del Barranco, en cuyo mirador flameaba una ban-
1071-
1072-
XII.
Entretanto, la conferencia diplomtica de que
tenemos dada prolija cuenta en el captulo precedente estaba terminad tt.
Daban las doce del da i el ejrcito entero, conforme a lo vagamente convenido con los representantes neutrales, emprenda un movimiento
jeneral de avance hcia los ltimos parapetos del
ejrcito del Per.
A esa hora las posiciones i movimientos de las
diversas fracciones del ejrcit.o de Qhile, eran los
siguientes:
La division Lagos, la mas avanzada desde la
vspera, se tenda en lnea de batalla frente a las
lneas de Mirafl.ores, a retaguardia de nuestra artillera de campaa, protejida a mas por el 3. cubriendo el espacio comprendido entre la lnea frrea i el barranco del mar la hrigada Barcel,
i unindose hcia su d0recha, es decir, hcia el
oriente, a la brigada Urriola (Navales i Aconcagua).
Un poco a vanguardia de la primera posicion
de estas fuerzas i en unos potreros abiertos que
pertenecan a don Amelio Garca i Garca, el ccronel Velasquez haba colocado con rapidez. sus
caones, i hacia situarse n la cima de un molino
de viento all vecino a su ayudante el capitan
0
1073-
don Juan Brown Cces pant que le infvrmara minuto por minuto del los movimie:o.:.tos del enemigo. El rnismo subia con frecuen cia a la azotea ele
la. casa.-quinta ele Garcn i Ga.rcLt, i con ~u anteojo recorra ansiosamente los horizontes, oyn<lol'c
sus ayudantes esclarnar ft caso paso:- l<N os atacan! Nos atacan! )) El coronel Velazquez fn el
Argos de la batalla de Mirnflores, i si se hubieran
seguido su~ jnspiraciones, se habria perdido tal ve/.
un poco de gloria pero se habra ahorrado torrentes de jenerosa i ma.1gastad<t sangre.
Pocos minntuos despnes i haciendo el dilij ente
j efe de estado rnayor de la 3.a di vision las mismas
observaciones desde unil. de las torrecillas ele In.
casa ele cinco miradores, dirijic"t por escrito al jefe
de su division, que en esos instantes se hallaba a
retag uardia, el siguiente significativo i alarmante
aVlSO:
1074-
.. ,
XIII.
A eso de la una del da hallbanse por consiguiente, frente a frente del enemigo, separados por
un espacio de cuatro a cinco cuadras (unos 600
metros) mas o mnos unos tres mil chilenos, infantes i artilleros, distribuidos mas o mnos en la
forma siguiente, por el rden de su antigedad i
de su formacion, contando desde el barranco del
mar:
Rejimiento Ooncepcion, comandante Seguel....... ... . . 665
BQ.tallon Oaupolican, comandante Canto............... 416
Batallon Val di vi a, comandante :Martinez...... ... .. .. .. 493
llejimiento Santiago, comandante Fnensalida......... 872
Rejimiento Aconcagua, comandante Diaz :Muoz ..... 1,000
Batallon Naval, comandante Fierro..................... 870
"
1075 -
XIV.
Al mismo tiempo, i por rde nes cspresa.s del
jcueral en j efe, tom aba n las armas -las di vision es
L ynch i Sotoma.yor, i escalonndosc sus numerosos cuerpos por la t rocha ele la va frrea i por el
polvot'Oso sendero de callej ones qne corre a su
costado, como el camino real en el ferrocarril del
Sur de Chile, a vanzaba simultneamente pa ra tomar su colocacion de combate, la primera en el
centro i la segun da en su estrenli:t derecha. 1~1
rejimiento E smeralda (coni.andante Holley) quedaba en la E scuel a ele cabos custo diando a los
enfermos i a los prisioneros, i el Blnes desempeaba a esas honts en Chorrillos el humilde oficio
de enterrador de muertos.
Descontadas es tas mermas, clicz iocho mil chilenos avanzaban en esos instantes sobre Li.ma,
resueltos a aduearse de ella sin que nada. ni nadie fu era poderoso a suj etarlos.
...... 107G -
10i7-
XIV.
Solo cuando pudo dominar desde aquellos ptt ..
raj es con sn anteojo l a rida planicie q nc en for~
ma, d e h ondonadct separaba l as posicione-s del
ejrcito, o mas propiamente de la 3.a division, de
l a.~ c1ne serv an de parapeto i de co rtin a al ej rcito
p e l' ll<WO, pudo tlarse cuenta el jencntl en jefe de
que a.tlll qu ~<hba. por acometer, ntes de penetrar
a Lima, objetiYo de la campaa, un a rdna j orna cb,
XV.
Cualquient que fuese el valor moral de las tropas pcnHtnas; en todas partes arrolladas, sus postl'cras defe nsas eran a la verdad formidaLles i
m ni superiores a las de S:m Juan i d e ChotTillos,
porqu e eran unidas, compac tas i cientficaH .
L :-ts lneas de Miraflores form aban un verdadero
campo atrinc:berac1o semejante a los u sados por
los ro mano~ en la guerra. de las Galins, porque sus
inj t~ niero s lwLian sacado Ye ntaj<.t de todos lo s perfil( S naturales i artificiales del terreno. En su csten sion t1e cerea de dos leg uas formaban llJHt srie
de fn ertcs tendidos en la llanura, i por cons iguien te eran s tos mu cho m ;ts p eli g ro sos q nc los reduc-
.-
1078-
',_,(""'
,<;....
/tj/ 1
., 1 ; .-r/
1079 --
dose l).quclla operacion por el pcho que las barretas levantaban al penetrar en los gruesos
adobones. (1)
XVI.
La fuerte lnea peruana se estcndia ocho o diez
(1) El comandante Velazquez ha consignado sus impres"ones
de aquel dia en las siguientes lneas de su parte oficial d la
Latalla:
Ell5 a las cinco de la maiiana, de rden de U. S., . puse en
movimiento la artillera de campaa, i practiqu un reconocimiento de las posiciones del enemigo en Mirafit'JJ:.e.... Me ncompafiaron los oficiales de esta comandancia jenernl. Me acerqu
cuanto fu posible i pude con vencerme de que los pernanos se
movan hcia nosotros, ocupaban sus trincheras i se ' alistaban
para la resistencia i el ataque. Trenes cargados de tropas llegaban segundo por segundo de Lima.
>>Cuatro horas mas tarde, la artillera de campaiia de ambos
rejimientos tomaba colocaeion en distintos potrer0s, cuatro o
cinco cuadras a vanguardia de la tercera divisiou, la mas avanzada i que acampaba en Barrancof!. Para ello fu preciso romper paredes, arreglar el terreno i cortar en muchas partes el
espeso ramaje que imped ~a la vista i el paso de los pwyectiles.
Con veneido como estab~ de que el enemigo observaba nuestros movimientos i podia, en cualquier momento darnos nn guipe de mano, puse estos hechos en conocimiento de U. S. i ped,
en repetidas ocasiones, l11 inmediata proteccion de la artillera,
desde la primera hora al alcance de ln.s balas de rifle. U. S. orden entnces el avance de la tercera division i autoriz me para
dar a la infantera la colocacion que creyese prudente i necesaria.
>>A las doce, debo confesarlo, volvi un tan fo la tranquilidad
a mi espritu,-inquieto desde el amanecer porque vea al enemigo acercarse ma<; i mas sin encontrar delante de nosotros una
lnea que lo opusiera fuerte resisteneia,-cuando vi a la tercera
division av.anzar apresuradamente para servir de muro i defensa a nue~tros cafioncs. Desde esa hora las lneas que se situaron
frente a frente del enemigo comenz :u on a ser reforzadas por
distin tos cuerpos. Ya 110 habia que temer por la suerte de la
artillera, eolocada como he dicho a vanguardia.>)
1080-
1081 -
XVII.
AT estrellatse los p:trn.pctos de la defensa en un
solo punto convet:jcnte con la via frrea i la via
carretera, la.s obt'as ele fortificacion se redoblaban.
Los peruanos haban querido le van tar all sus
'rermpilas, i aq nellos dos pasos estaban cortados
por trinch cnts, fosos i un fomido tn ~11o en forma
de media lnn :t dunomin ~t( lo l'e(lucto nm. 2.
En esa parte,. las lneas de tapias se e::::qni vaban
violentamente h.cia el notdeste en direccion rr1aR
recta a Lima., de modo qne la fLterza de resistencia presentaba all un ngulo o codo en que los
fuegos se crnzarian, rechazando todo ataque por
el flanco i por el centro. No me nos de once caones guarnecan n. trechos eota oegunda cortina, i
Hl:ST. DE LA C. OF. LIMA
136
-- 1082 --
=--- - --- -
~=_..,.
__....,..__....,.....,_.......
illli
1083 -
a cribill a ndo a
Lal! s a los que sa ln nan ue las ttem endas esplosiones. ( 1)
.
XVIII.
'.
...... lOR4-
-- 1085 --
XIX.
Los batailones de la reserva qne en sn hora entraran al fuego, estaban esca1onat1os en el rdcn
siguiente dentro de los fuertes: El nm 2 (la nnmeracion de la reserva era 1xu, a fin ele dirstingursela de la del ejrcito) en el fuerte Alfonso U grte,
al mando de sn comandante el coronel don lVIanuel
Lecca, aprec:iuble comerciante de Lima, i como su
jente perteneciese casi en su totalidad al comercio de tmpos i al por menor, las espirituales limeas les haban puesto por sobrenombre el batallon ltolan batista .... De igual manera denominaban . batallvn D etente! al que mm1llaba un herm<tno de monseor Roca, i al cual haba distribuido
ste c1ertoR esm1opularios de la vrjen con esa. pi<tclosa i conocida inscripcion -Detente!)) ....
El nm. 4, comandante Ribeiro, compuesto de
jente ele la prensa i de cmiales, ocupaba el fuerte
nm. 2, i el nm. 6, que en ese clin se cubri tia de
justo renombre, habin. sido instalado en el reducto nm. 3 al mando del injeniero de Tarapac La
Colina i del diputado San chez. El batallon nm. 8,
comandante Hil>ero, se bati comparativamente
bien, i estos cuatro batallones fueron los nicos
que tomaron parte en la batnlla.. Toclas estas fuerzas caan bajo el mn.ndo t1irecto del coron el Cceres, cuya fortuna no se haba eclipsado todava.
108-
XX.
La izq uiercla de combate en Miraflores como
en San Juan estaba a las rdenes del petulante
pero humillado Dvila, que en ninguna parte babia sabido morir sino bravear.
xxr.
lHas all ele esn agrupacion de combate, se hn.bian guarecido dentro de los fuertes, hasta la
chcara de Quirs, que queda al oriente de Lima, como la de la Providencia en Santiago, doce
btttallones de la reserva mandados por su jeneml
en jefe Echenique, hombre de intriga, i su jefe
de estado mayor 'renaud, hombre de azcar, que
all seria el macho cabrio de la cobarda i del infortunio de sus compatriotas. El parque jeneral a
las rdenes del coronell\'Iariano Bolognesi. hermano menor del ele Arica, se hallaba situado en la
chca.ra de Limatambo, a retaguardia de la lnea i
en el camino ele la Palma a Lima.
Los peruanos, en su segunda lnea, reforzada
por la reserva de Lima i del Callao, presental.Htn
una fuerza balanceada eu nn1ero a l.n. de sus
atrincheramientos de San Juan. Exajeracion del
entusiasmo o de la parcialidad aparte, cosas repudiadas por la historia, qnetlar en adelante esta-
1087 -
XXII.
En cua.nto al aspecto jcnet'<ll de la carnpia en
que iba a libratse en btevcs hora<; sangrienta lid
de sorpresa, ele arrebato i carnicera, el lector no
ha podido mnos ele veda desarl'Ollatse en panorama. a sus ojos, en razon de las analojas caseras
que hemos ido tra?;a ndo. Pudiera. decirse, sin forzar demasiado el blando declive de la perspectiva
mucho mas majestuosa. en la comarca. de Santiago, que las Hneas de l\firaflores estaban tendidas
respecto de Lima en las chcara.s de Su bercaseaux
i ele Ochaga.va, jemelas en potreros, en vifi.as i
en batallas, cortando la ltima los rieles i el camino que conduce al sur.
Forma el vulle de Lima, di ce a propsito de estos perfiles
jemelos un escritor que se ha h echo notori o por su brillante talento descriptivo, un tringulo irregular cuya hase corre casi de
oriente a poniente n lo largo del Uirnac por el norte en una estension de mas veinte qnil metrm,, es decir, cuatro leguas i media, t enie tHlo en sus ladlls unos tliez i si ete q uil metros. Esta
ltima mas o mnos es tum bi en la di stancia que separa a- Sau
Juan i Chorrillt~> de Lima.
1089-
137
1090-
XXIII.
rral era el aspecto del campo, de la estratejia,
de los aprestos i de la defensa de los peruanos,
cuando a eso de la una i media de la tarde llagaba el jeneral Ba.quedano por el _terraplen de la
via frrea, i conducido como de la mano por el
coronel Lagos visitaba la brigada Barcel slidamente es:tablecida tras un largo muro desigual
en direccion i en altura, entre los rieles i los arrecfes de la costa.
XXIV.
El jeneralsimo del campo peruano habia ejecuta(1) CAVIEDEs, relacion citada.
1091 -
do igual operacion con algunas horas de anterioridad recorriendo desde las 11 de la maan sus lneas
hasta Vazquez; de suerte que en el momento de que
hablamos, :se reposaba sentado a m P.lesa con todos sus ayudantes i acompaado de los almirantes
Stirling -i Du Petit Thouars i del comandante Sabrano, almorzando esplndidamente, servido por
aseados mayordomos chinos, en el suntuoso comedor del banquero Schell. Consista ste en una
construccion semi-oriental, cubierta de paredes i
techumbre de vidrios de colores, a manera de conservatorio, con plantas trepadoras i vvidas flores
en todas direcciones. El dictador del Per no babia
hecho, corno el Cid, el juramento de no comer pan
a manteles ntes de sacudir el yugo de su patria.
Al contrario, i al parecer tranquilizado sobre la.
situacion, comia con buen apetito i departa con
su natural animacion con aquellos huspedes estranjeros que el destino pareca haber enviado a
aquel sitio para ser testigos i rectificadores de
uno de los sucesos mas graves, mas dramticos i
contradictorios de las guerras modernas.
XXV.
Colcase aqu la esplicacion del episodio de
aquella visita no poco singular er1 el campo peruano en tales horas, i brevemente vamos a estamparla llenando un vacio i una promesa de
1092-
esta relacion. Persuadidos los jefes de las estaciones navales del Pacffico que Lima caera irremisiblemente en manos de los chilenos, i temerosos
de que una p~rte de su poblacion recibiera el
cruel castigo de Chorrillos i el Barranco, que a
esas horas todava ardian iluminando el horizonte,
se resolvieron en la media noche del 14 al 15
trasladarse del Callao a Lima para ofrecer sus
servicios a la desgobernad a ciudad i a sus infelices pobladores. Tenian aquellos jenerosos estranjeros atestados sus buques de familias asiladas, i
querian ahora estender su ampa.ro a las mnos
favorecid as, estableciend o a su costa en Ancon un
asilo provisional bajo tiendas formadas con el velmen de sus buques para las que no cupiesen a bordo. Pero qn erian prviamente obtener el permiso
necesario i el servicio libre del tren de Chancai.
Dirijironse con este motivo los dos almirantes
i el comodoro italiano ntes de arnanecer el dia
15 a golpear a la puerta del obsequioso ministro
de la Repblica A1jentina seor Uribnru, i rogronle los cond11j ese a la presencia del gobierno,
si es que tal cos:t a esas homs exista en Lima.
Juzgando que los ministros estuviesen constituidos en permanenci a en instantes de tanta angnstia para la patria, los ilustres marinos fueron
a golpear a la pu e rt~t del palacio i lo encontraron
vacio. Nadie responda. Al fin le '' an tse de mal
humor un portero, i requerido, fu a buscar al
1093-
XXVI.
A1 cabo de una hora, presentse en su despacho
el sooliento ministro de relaciones esteriores, i
escuchando la humanitaria proposicion de los marinos, contestles con brutal enfado que aun no
estaban vencidos para aceptar asilos i que en todo
caso sera el dictador i no l quien podia autorizar aquel exodo de la poblacion indefensa i femenina.-Para este fin ofreci dar un pase Ubre a
los ~tres nobles estranjeros, i stos, haciendo acto
de magnanimidad, consintieron en ir por el primer
tren a Miraflores.
I de aqu su entrevista i su almuerzo en el palacio de verano del jeneralsimo.
XXVII.
Como para aumentar la solemnidad de aquella.
sitacion que llevaba a ser testigos i casi mrtires de una terrible conflagracion a los represen-
1094-
XXVIII.
Rabia sido ]a ltima turbada en mas de una
ocasion por estraos i siniestros anuncios.
Poco despues de servido el primer plato por los
cocineros del Celeste Imperio, se habia presentado
azorado en el comedor el comandante jeneral de
la l.a division de la reserva don Dionisia Derteano, i solicitando hablar al dictador hzole saber, en presencia de los almirantes, que los chilenos in vadian por todas partes la planicie que se
estiende delante de los atrincheram ientos i coronaban las alturas opuestas de aquella hondonada,
albergndose al amparo de sus tapias. Replicle el
jeneralsimo dando por testigos a los almirantes,
que se calmara, que en el armisticio aquel movimiento quedaba consentido, i .....que por lo demas
tenia all, en su propia mesa, a los representan tes
1095-
XXIX.
Era aquel el primer momento en que eljeneral
Baquedano despues de inspeccionar la lnea ocu-
-1096-
pada por la brigada Barcel, satisfecho de su actitud iuacompaado por el coronel Lagos, atravesaba los rieles hcia el oriente i visitaba el campo
sembrado de potreros en que deban acampar la
primera i la segunda division. El jeneral en jefe,
completamente dueo de la situacion, avanzaba
seguido de sus ayudantes i ele los del jeneral Matnrana con el guion del cuartel jeneral a su espalda. Distara en esos momentos cinco cuadras al
oriente de los rieles i solo tres de la lnea que en
esa altura guarneca el batallan Ri veiro, compuesto de estudiantes, jente impresionable. I es preciso
confesar que era aquella accion asaz imprudente
de su parte, porque casi era una provocacion.
El jeneral en jefe del ejrcito chileno crea, sin
embargo, usar de un lcito derecho i sentase, por
lo mismo, completamente tranquilo -Si no se
someten esta noche a las doce, acababa de decir
al coronel Lagos, maana esos caballeros amanecern rodeados como en Sedan.-Barbosa romper el fuego por su retaguardia, ntes de amanecer i U. i la escuadra fos envolvern por su clerecha.-rrodas las medidas estn tomadas.))
XXX.
Hacia pocos momentos, en efecto, que se haba
separado cleljeneral en jefe el contra-almirante Rivera&; despues de haberle manifestado su plan para
circunvalar por mar i tierra a los peruanos si, como
1097-
H!ST. DE LA C. DE LJMA.
138
1098-
solicitase el envo de nn rejimiento, i el ltimo regresando i con sonrisa irnica le replic:-ccHornbre, no quieren por lo del armisticio! ... >>
En jenerallos militares babia.n mirado con profundo i mal disimulado recelo aquellas idas i venidas de los hombres de corbata blanca cuando
no pocos de ellos vestan todava tnicas radas i
polvorosas, manchadas a trechos de jenerosa sangre Ni Lagos ni Vlazquez se engaaron.
XXXI.
No haban pasado sino unos cuantos minutos
desde la doble accion que como las unidades del
drama antiguo hemos descrito en un solo anfiteatro, en la. quinta de Schell i en la hondonada del
Barranco, cuando estttll de una m<mera fulminante la mas horrenda, tenaz, carnicera e inesplicable batalla de los anales militares de la Amrica del Sud.
Cuando el jeneral en jefe del ejrcito de Chile
se dirijia de regreso de la estrema derecha de la
division Lagos hcia su centro, es decir, al punto
en que cortaban aquella en dos trozos los rieles,
sintise de repente una rpida. crepitacion de fusilazos i en seguida, con intrvalo de algunos minuto~, un fuego tan horrsono i nutrido de toda
la lnea enemiga, que hubiese parecido la. ignicion sbita de un ancho regnero de plvGra acumulado en hondo foso.
1099-
a las 6.29 P. M.
CAPITULO XXX.
Confi a nza rue rei na e n el campo chil (;) no, en el mome nto en eue las lneas
perua nas romp e n el fu ego en 1\liratlores.-Escenas pastoril es en los rejinoicntos.-Qorifu sio n indesc riptible de l prime momento.-Posicion e ue
ocup aban las divisiones de l ej rcito chileno al comenzar la batalla.La arti lle ra, la reserva i la escuadi'a .- La bri gada Barcel i la briga-:la
U1Tio la - Orden de sus pen :er el fuego i admirab le ejecueion de la escua dra.-El comne l Lagos en la batal la.-Inquebrantable solidez de la
brigada Barcel.- Difcil posicion de los Navales i su bizarra conduc ta
du1ante la primera hora del combate.-Rasgos heri cos del comandante
Fierro.- Los Navales i el Aeoncagua so n a l fin re chazados, i los peruanos salen de sus atrin c heramientos para flanquearlos por su dereeha.Her ica muerte del subteni ente Lai'a.- E l corone l Urrio la pide refuerzos
al coronel Lagos i ste hace ava nzar b. reserva.-Vale rosa ca rga del
Va lparai so i Zapadol'es i eom0 caen sus val ie nt es j efes J\iai"ehant i Zill erLIClo.- Compromet ida la reserva, ava nza la diVIsion Lynch a cub rir
la derec ha de los c hile nos.-l nmensas d ificu ltad es que este j efe encuentra en su cam ino, i sn e nel'j a para ve nce rlas.- Vac ilac ion j e ne ral de sus
tropas i pnico rue producen las mujeres.-Los ce>misarios de Francia e
1nglaterra en la batalla.- Ordenes t erri bles qe el comnc l Lagos
impa rte a sus ayudantes co ntra los coba1des. - Cmo e ntra en lnea la tl'abajada di vision Ly nch.-A.parcce la brigada Barbosa a retaguand ia de su es trema. derec ha, i Pi Jola OJ"d<.l na cargar a la caba ll era.Jm ponen te despli egue del Coru imbo i bisoo hero smo del Qui llota.Oportuna i valerosa a i'J'Cm e t ida de ios Carabi neros de Yunga i - B ln cs i
Urri ola.--Cmo esta~ operac iones estab lece n i a~eg u l'a n toda la lnea
rl c comba te.-E l je ne ra l Bae ueda no, que ha tomado todas es tas medidas
rlc ac uerdo co n S! J j efe de estado may r j ene i'al, re fu erza a Barbosa con
la Arti lle ra de i\-l a tin a, el iVleli pilla i la brigada de a t ill era Emilio
Gana - Baquedano i Pirola gonfluyc n en e l pensamiento cue la batall a
solo puede ga narse o pe rderse Jl OI' la i1-cui erda. -Reve lacio nes..-La primera faz de la bata lla est ()Onc luid a. -Se orden a el asalto de tod as las
1101 -
I.
1102-
viccion del amilanamiento del enemigo. Parecales a los soldados que ya haban sacado su taren,
como en la siega o en la arada nativas, i que solo les faltaba el bullicio, el premio i el botin de la
era i la cosecha que eran Lima. H allban se por esto entregados a la tarea manual de los mil menesteres de su rancho, que en algunos de sus cuerpos
comenzaba a hervir bajo la lea ele los incendios i
el hocico de los chinos. El tercer rejimiento, bravo
i merodeador por escelencia, se hallaba en ese momento encorvado sobre un campo de repollos, i
como en la.s fiestas de los galos, cada uno traia sobre su kepi, a manera de tnrb ante, los verdes
pmpanos de aquella fresca menestra, grata a la
marmita i que en el Per pondera Garcilaso. Por
lo mismo, el Aconcagna, el rejimiento mcts sediento del ejrcito, como que el nombre de su
tierra parecera significarlo, llenaba en esos precisos momentos sns cnramayolas en un estanque
vecino, dejando arrimadas sus armas.
El campo chileno estaba mas de fiesta que de
vijilia, i mintr,ts los soldados iban i venan, los
jvenes oficiales sentados en los enjutos lomos de
l:ts tapias con su~ piemns p3rezosamente suspendidas hcia las lneas enemigas, charlaban con
templando ris2eos el afan de los ltimos, mas
como un espectculo curioso que como un peligro.
Se habin. visto moverse, dice hacindose cargo de esta precisa situaeion el jeneral Maturana en su parte de la accion, en
1103-
II.
El dia estaba medio nublado hcia la cordillera,
luminoso en su zenit, abierto al ocaso, si bien son
pocos los que en la guerra se cuidan de los efectos misteriosos del cielo i aun de las perspectivas
de la comarca.-La naturaleza es una especie de
(1) Los artilleros de la 3." di vision se haban al~jado de sus
piezas i buscaban con qu acondicionar su comida en un potrerilln vecino sembrado de legumbres i h ortaliz as, tatea en que
los acompaaban infantes de los diferentes cuerpos de la misma
divisiou. Otros dorman bajo los armones o Cll:tLs de municiones.
De los soldados de infantera, mi ntras unos acarreaban agua
i leia o preparaban el ran cho, otros se entregaban al reposo. De
al ounos cuerpos hnbia.n sa !ido pcq ueuas partidas a traer los rollo0s i frazadas que dejaron en el campamento anterior para
abrigarse durante la noche de et:>e dia 15 en que creian poder
disfrutar de un sueo tmnq ni! o.
>>En una palabra, los que no se encontraban descansando, andaban en busca de agua i vi vered, preparabcn su comida o
charlaban en pequeios corros i se referan los episodios de la
ltima jornada, amenizndolos con sus chistres i graciosos dichos.-(A. llEMPEL. - Oorrepondeciu del Ferroca1ril).
1104 ......
accesorio de la marcha, de la jornada o la batalla, i el soldado hambriento como la bestia exhausta que cabalga., solo contempla los campos i
los admira nicamente en virtud de la vista las
mieses que viene a talar.
En obediencia a esta lei muda de los seres, muchos de los oficiales se haban esparcido en todas
las fincas de la vecindad, i uno de ellos que era a
la vez cirujano i soldado, el valiente i patriota
mayor Martinez Ramos, ayudante del coronel Lagos, acababa de ensartar un pavo con sn espada,
despues de haberle hecho alegre autopsia para
asarlo en rstica fogata, cuando reson el clarin
de alarma que tocaba a tropa i a las armas. Los
chilenos pelearon con rabia en Mira,lores porque
pelearon con hambre, as como el heroismo incomparable de Tarapaca babia sido en gran manera la no saciada desesperacion de la sed.
III.
A causa de todo esto, acontecia que cuando a.
manera de torbellino de plomo sacudi las paredes que cubrian nuestros rejimientos el fu ego
compacto i atronador de la lnea peruana, naJa
escepto los frreos pechos ele los chilenos, estaba
listo para 1a eme1jencia.
La confusion fu indescriptible en los primeros momentos,
esclama con este motivo un coresponsal que presenciaba de
1105 -
cerca aquel contrast e, desde que nadie esperaba un ataque ntes de la espiraci on del armisticio.
Los ayudan tes de campo i del es tad o may or corrian en todas direcciones, siendo bla nco de las bnlas enem igas, a comunicar las rdenes de sus j efes.
Los proyect iles formaba n u na nube compac ta; de todos los
fuer tes de la lnea de Miraflores, de las bateras de la Magdalena, del San B<trtolom, los cao nes t rnu ab::m vomitando me
trall a. Trenes artill ados recorran t oda la. l nea frrea i adelan
taban disparan do sus piezas de grueso cali bre donde quier<L qu e
IV.
139
11!)6 -
las altas tapias de las chcaras i potreros del Bananco,-e~ Concepcion apoyado a la playa; en
pos el Val di via, mas a la derecha el Caupolican i
junto a la via frrea el invicto .rejimiento Santiago, ualnarte del ejrcito de Chile en aquella batalla, como el Buin lo habia sido en San Juan.
La brigada Urriola, despojada en esa coyuntura
del Blnes, que recojia heridos i muertos en Chorrillos, i del Valparaioso incorporado a la reserva,
solo podia presentar en lnea el batallon de N avales i el rejimiento Aconcagua, unos m trescientos infantes escasos, i a~m el segundo batallan del ltimo rejimiento, apnas saciado de su
sed, comenzaba a ent.rar en lnea conducido por
el jefe de estado mayor de la 3. _division don J.
E. Gorostiaga i el mayor don Julio Argo medo,
aydnnte favorito del coronel Lagos, cuando comenz el fuegc. I como los peruanos estaban contemplando este despliegue con la vista desnuda i
casi al alcance de la voz natural, hai moti vos para vacilar en decidir sobre si fu la presencia
del jeneral en jefe i de su vistoso grupo o el avance del Aconcagua por los ri eles al llenar el cla-
ro que quedaba entre el Santiago i los Navales,
lo que determin la inesperada arremetida del
campo de Pirola.
3
V.
Calmada la sorpresa del primer momento, i es-
1107-
cuchada en todas las filas la voz poderosa del coronel Lagos, que a galope sealaba a cada cual
su puesto, comenz el combate con resolucion
admirable por parte de los seis cuerpos de la 3."
division, destinada a sobrellevar durante larga
hora todo el peso del combate. El primer soldado
que sucumbi en desigual i sbita refriega perteneca al Concepcion, i se llamaba Amador Jara,
de la compaa del capitan Fierro, de Talcahuano,
que formaba al descubierto sobre una loma a orillas del Pacfico. I como una muestra de la admirable serenidad que reinaba en el espritu de los
jefes, se vrden parar los fnegos, porque muchos
creyeron, i entre stos el jeneral en jefe, que la
vio1acion del armisticio provena solo de una mala inte1ijencia de los peruanos. Al propio tiempo,
era escusado prodigar el fuego contra un ejtcito
jnvisible cuyos soldados haban ocurrido a. la estratajema de colocar sus kepis sobre los morros
para finjir una lnea de batalla imajinaria, mintras que, rodilla en tierra, fusilaban a sus acl versarios por las .aspilleras. La mayor p<ute ele los
cuerpos peruanos, segun se observ mas tarde, no
tenian sus municiones en sns cananas i morrales
sino en verdaderos rimeros, como la fruta veraniega ele Chile, en el suelo, i as se esplica la estraorclinaria actividad del fuego i que .las balas
corl'leran, segun el ' decir de nuestra jente,-cca
ponchadas))
montaa del mayor J arpa (bateras V on Keller i Ferreira) que llegaron de Chorrillos al trote largo de sus mulas, poco despues de roto el
fuego.
VII.
Pero si nuestra infantera, escasa en nmero, se
hallaba esplndidamente sostenida de frente en
esa seccion, no lo estaba mnos por su izquierda,
no obstante los mortferos fuegos de la fortaleza
Alfonso U garte.
En esa ala los caones de la escuadra comenzaban a hacer prodijios, i nos aseguraban la victona.
Fondeados o sobre sus mquinas encontrbanse, con su proa al norte desde el amanecer i por
prvia combinacion, frente a la rada abierta de
Mirafl.ores, que es la misma de Chorrillos, nuestros buques artillados con piezas de mayor alcance, segun ntes d\jimos, i en el rden siguiente de
batalla, con sus costados a tierra por el norte, el
Huscar mandado por el bravo Condell, el Blanco buque almirante, l.a O' Higgins, capitan Montt,
i el diminuto Toro, capitan Asenjo.
La Pi lcomayo se habia dirijido en la maana al
fondeadero de Chorrillos conduciendo al almirante Riveros llamado por el jeneral en jefe, cual
ntes vimos, para combinar el plan de la batalla.
1110-
1111
VIII.
1\.fas no aconteca. lo mismo por desgracia en
( 1) Segun el corresponsal Ca.viedes, que nos ha referido este
ltimo dato, el I-luscar hizo 40 tiros con sus grandes caones
i 51 con los de cubierta.
(2) Si nuestro ejrcito, en lugar de atacar por Chorrillos,
como lo hizo, lo hubiera hecho por el poniente, CI'eo-i ah estn las cartas jeogrficas, planos i crqnis para corroborar esta
creencia- que se habria visto rodeado por completo, sin salida
posible, sin la proteccion de la escuadra, ljos de todo recurso,
soportando los fuegos del Sa.n Cristbal i San Bartolom, fusilado por 1 '1 espald<l i el frente por las formidables lneas de San
Juan i fhorrillos, lVIiraflores i Monte Rico.
>>Si lit victoria de Chorrillos cost a nuestro g lorioso ejrcito
muchas i lamentadas bajas, el ataque por el estremo izquierdo
del enemigo nos habra causado prdidas mui superiores i mas
dolorosas, i quin sabe!. ..
Los hechos, que hablan mas alto que todo, han venido a
probar de una manera incontestable que eljeneral Baquedano i
los jefes que apoyaban su plan de batalla, tuvieron razon para
insistir en que el ataque se efectuase por Chorrillos.-( HEMPEL.
Correspondencia citada.)
-1112-
nuestra estrema derecha, a.islada mas all de los rieles en la abierta pampa de Miraflores. Por una singularidad del destino, habales tocado a los bravos
si bien demasiado impetuosos Navales formar all,
como en el Campo de la Alianza, el ala derecha de
una lnea poco protej id~, i como en aquella tenaz
batalla, fueron tam bien a estrellarse no solo con
un frente de batalla sino con un codo fortificado
del enemigo, que por la disposicion de las tapias
que lo guarnecan en aquella parte tenia tropas
en tres direcciones, ademas de numerosos caflo11es,
entre los reductos nm. 2 i nm. 3.
Cupo por consiguiente a aquellos entusiastas
soldados la parte mas riesgosa i mas dbil de la
jornada, i aunque mandados por herico jefe i animossimos oficiales, mas de una vez fu fuerza que
flaquearan i aun qae retrocedieran junto con el
Aconca.gua. N o mnos de siete arremetidas hicieron hcia el fondo del barranco que lo separaba
de la lnea enemiga, hasta que su bandera cubierta de balas fu plegada sobre lo~ cadveres de un
largo tercio de sus defensores. Siete veces, esclama con la sencillez del verdadero valor su comandante don Francisco Javier Fierro, distinguido
oficial de injenieros, h\jo de un soldado de la independe.nc"ia, siete veces vacil i aun .cay la bandera del pabellon: fueron otros tantos brazos, otros
tantos hombres, que heridos o muertos, c'aian vivando a Chile.
lll3-
IX.
Durante los primeros tres cuartos de hora de la
batalla, se babia mantenido el coronel Lagos a
caballo al pi de coposa higuera en el centro de
la lnea de combate. No vesta ese dia, como Ossorio en Maipo, su tradicional m'l.nta blanca, pero
montaba su mcts corpulento i ~jil caballo de batalla, un hermoso animal colorado, n1anchado de
blanco sin ser overo, qne mas tarde adquiri famn.
en el Acho toreando los novillos del Per, exactamente como su amo babia toreado a sus soldados
en los campos de batalla. [ era tal la profusion
de las balas, q ne el frondoso rbol perdi en pocos
HlST. DE LA C. DE LIMA.
14
1114
--
X.
Pero pocos minutos despues de las tres, llegaba
a escape un ayudante del coronel Urriola (el capitan Fontecilla) an?ncindole que la izquierda
flaqueaba, i aun que el enemigo comenzaba a salir de sns trincheras dando alaridos de victoria.
Erfl, el batallon de marina que notando la diRpersion de los chilenos por su frente, salia del reclncto nm. 3 con su bravo comandante el capita11 de
navo Fanning, para completar su victoria en esa
parte capital del campo de batalla que era el centro chileno. (1)
(1) Aludiendo a esta ventaja de los suyos en la mediana del
lll5-
XL
Comp.r endi el coronel Lagos el grave peligro
que corrr1a su izquierda, i despach inmediata.-
-lll6-
XII.
Habanse mantenido estos cuerpos, desde que
comenz el fuego, en columna, echados en los potreros al reparo de las tapias, pero las bombas
peruanas solian caer en sus filas matando algunos
soldad?s. Traia esto inquieto i desazonado al pundonoroso comandante Marchant que recorra a
caballo sus filas alentndolas con su palabra i su
admirable serenidad; de suerte que cuando son
la corneta que daba la seal de avance, un murmullo de alegra reson en todas las hileras, e in-
mediatamente, al toque de ~rote i seguido de los
jiles Zapadores, lanz aquel noble jefe su tropa
en colurrma por los rieles.
El despliegue de aquellos dos rejimi~ntos, fu
tan hermoso como carnicero en su pujante aco-
-1117_;
1118 -
Poco despueR de la cada del comandante, escriba aquel jefe a nno de sus capitanes que babia venido herido a Chile, el
centro de fnego del enemigo hizo volvera varios de los nuestros
que con otros de distintos cuerpos se etiraban n ocultaban a
orillas de las tapias; en vano era rue les ofdenara renirse i
atacu, porque no era obedecido; los momentos eran anguatiosos
i podan tt';lel' funesbs consecuencias. Felizmente se me ocnni
tomar un corneta i hacerlo subir a las ancas de mi caballo, ordenndole tocara at:tque i gtibtndo a la tropa que ya el enemigo corria. del fuerte que tenamos al frente, el cual nos babia
causado muchas bajas. Animando a la tropa i gritando mucho
mas, reun como ciento cincuenta hombres, i cargando sobre el
enemigo le hicimos desal~jar el fuerte i corrimos hasta el pueblo de Miraflores, en donde tom varios prisioneros. All reun
como seiscientos h ombres de distintos cuerpos i varios oficiales
que andaban sueltos, a los que d mando en dicha tropa, i nos
dirijimos en busca del enemigo, que ya principiaba a huir en
todas direcciones. Entre los oficiales de mi cuerpo que me acompaaban se encontmban el seor Perez, ayudante Rtmos, Puerta de Vera i Escala; de otros cuerpos recuerdo al mayor Solis,
del Aconcagua, c:1pitun Gacita, del Quillota, i muchos otros
que no conozco por sus nombres, pero que al dia siguiente me
felicitaban por haberlos tomado a mis rdenes.:& (1)
XIII.
Por su parte los Zapadores, arrastrados por su
impetuosa cargrt, fueron n estrellarse al pi de los
(1) Carta in:lita rl el cr>maud,mte La llosa. al capitan del
Valparaiso don Federico Barahona. Lima, febrero 14 de 1881.
1119-
XIV.
La reserva en Mira:B.ores, semejante a su accion en San Juan, salvaba la crsis, ce el movimiento sicoljicO)) de la contiei1da, i esta vez era
la division Lynch la que, a su turno, llegaba con
atraso a cubrir el frente de batalla que le haba
sido designado. (1)
(1) La reserva se bati admirablemente en San Juan, en
Chorrillos i en Mira:flores, en oposicion a lo que haba acontecido sin su culpa en todas las h<ttallas anteriores . .La culpa era de
los peruanos, que huiau tntes de que aqulla fnese llamada.
La reserva chilena en las hatallas de Lima, siendo compuesta
de solo tres rejimientos, es decir, de mnos de tres mil hombres,
perdi en las tres batallas 740 plazas, en esta forma, segun un
estado de su jefe el coronel A. Martinez:
El 3.c en Chorrillos 253, en Mira :flores 115; total, 368 bajas.
Zapadores, en Chorrillos 74, en Mira:flores 97; total, 171.
Valparaiso, en Chorrillos 87, en Mira:flores 114; total, 201.
En un estado orijnal del 3. 0 formado en el campamento de
San BoJ;ja el 23 de enero por el mayor Silva, que tiene el visto
bueno del coronel Gutierrez i que ste nos obsequi, las bajas
del 3. 0 aparecen disminuidas eu una fra.ccion de 5 individuos, en
esta forma: 4 capitanes, 5 tenientes, 7 subtenientes, 21 saJ:jentos, 37 cabos i 313 soldados: total, 363, esto es, mucho mas del
tercio de su efectivo.
1120-
1121-
141
1122-
1123-
sirven para desmoralizar al soldado e inducirlo a cometer faltas. Jamas debe permitirse la presencia de mujeres en un ejrcito en campaa.) Los gritos de las mujereR i nios que lloraban
i eran arrojados de sus cabalgaduras; el tropel de los animales
que arrojaban sus cargas atropellado todo en aquel angosto
callejon; el fuego del enemigo q ne aumentaba a cada m omento
i que principiaba a causamos algunn,s bajas; las cletonacinnes
qne produca la esplosion de algunas granadas qne reventaban
a nuestra inmediacion; la caballera nuestra qne luch:i.ba contra
aquella corriente para pasar adelante, produca uu efecto elesmoralizador i terrible entre los soldados que impasibles obser. vaban aquel desrden. Nunca los atacamei'os dieton mayores
pruebas de disciplina que en aquellos terribles momentos.
I mintras tanto nadie venia a comunicarme rden alguna i nadie entre nosotros tenia idea de cu{tl fuese la , posicion del enemigo.
den al rejimiento qne se apoyase contm la mumlla a fin
de fiar paso a la caballera, que demorab:1. tanto en pastr.
Al fin vino nn ayudante qne rue dijo fle rden del jeneral
en jefe que marchase al trote a ocupar la detecha ele nuestra lnea. I cul era Ja derecha de nuestra linea? El ayudante tampoco lo sabia. (1)
XV.
Al fin, luchando con todo jnero de obstculos,
derribando tapias, saltando acequias de regado i
avanzando siempre digonalmente hcia la. derecha para dejar campo espedito a l.a formacion de
sus di versos cuerpos, el coronel Lynch llegaba una
hora, despues de rotos los fuegos a su lnea de tiro
i lanzaba al frente, como de costumbre al rej i(1) CoRONEL DuBL ALMEIDA. Diario de campai'a ya citado.
1124-
,;_ 1125 -
XVI.
N o cesaba, por lo que se habr observado en el
desarrollo de esta singular batalla, el peligro gravsimo de que el enemigo desbordase nuestra izquierda, como desde el primer moment habia
demostrado intentarlo, i al contrario, corrida hcia la izquierda mucha. de su jente de su derecha
que hua del terrfico fuego de la escuadra, se reforzaba as .por s sola :m lnea frente a aquella ala
de la nuestra en que ramos comparativamente
maR dbiles.
El mismo Pirola lo haba comprendido as, por
esto, dejando su derecha al mando de Snarez i de
Cceres, habia ido a ~ituarse en el centro de su izquierda, mas all del reducto nm. 4. donde, preciso es recordarlo tambien, no llegaban las balas.
Contemplaba desde all el jeneralsimo el as,_ pecto total de la batalla, i como el viejo _Carvajal
en Xaxijaguana podia cantar el estribillo de los
cabellicos desde la primera h01;a del combate. En
el campo que miraba a su frente distingua, aun
sin el uso del anteojo, que grandes masas chilenas
se acumulaban al pi de las lomas i ~e alistaban
para :flanquE'ar su dbil izquierda.
Era en efecto la brigada Barbosa., que reforzada
por la Artillera de marina, por el batallon 1\ielipilla i la brigada de artillera Emilio Gana, se
0
1126-
(1) La cball era de Pirola constaba a mediados de 1880 ( junio) de 260 Lanceros de Torata, coronel Bermudez; 319 Cazadores del Ritnac, 105 soldados de la escolta al mando del mayor Barreda, un total ele 700 pl azas, cne con la dispersion del
Manzano qued reducida a unos 400 jinetes.
(2) Lo que yo vi.-La batalla de Mirafio:es contada pot un
reservista.
En su famosa carta ele Jauja al coronel Julio Tenaud, jefe de
estado mayor de la reserva de la. izquierda, en la cual el dictador se esfue1.:" para vinclicarle de la afrenta de cobarde que imputaban al ltimo los lim eitos, asegura que toda su preocnpacion
dur,mte la batalla fu su izquierdtt, i agrega que por esto no
dist.rajo un solo soldado de la lnea de lVIoute Rico a Quirs, para correr en auxilio de C~.ceres a la. derecha.- Desguarneci da,
1127-
XVII.
La sitnacion en esa altura de la batalla i en esa
ala era, nl mnos aparentemente ,crtica, porque
los que peleaban en el centro ignoraban que Barbosa estaba all a su espalda, para prestarle sn fornido brazo en el momento oportuno. Pero una
maniobra tan ac~rtada como herica evit al fin
aquel riesgo en esa parte, un tanto remota del
campo ele batalla.
Fuerzas pe1uanas, dice el coronel Lynch en su parte oficial
al jeneral en j efe, en nmero considerable trataban de envolver
nuestra ala derecha; pero en ese momento me man chha U S. el
rejimiento Coqnin~bo, que al mando de su j efe el coma.ndaute
don Marcial Pinto Agt"iero, se formaba en batalla en medio de
las las balas enemigas, i desfilando con la izquierda a la caheza
dice en esa carta escrita dos semanas despucs de la batalla,
aquella parte de nuestra lnea de defensa (la izquierda), h abramos entregado al enemigo las im portn.ntsimas posiciones de
Vazquez i Pino, qne era cna nto el enemigo poda ap etecer i sin
disparar un tiro habra podido flan<ju ear nuestros reductos de la
Calera a l'lliraflores i batir! os por retagu a rdia., o dejarlos de lado,
marchando sobre Lima o el Callao, que ::e trataba de defender.
l mas odelante agrega esta refiexion !]Ue nos parece completamente exacta. Si nuestm derecha, suficientemente gnarnecida,
i que ciertamente no cedi6 por falta de tropa;, se hubi ese mantenido poco tiempo m ~1s, es evidente que el enemigo habra rliri-
1128-
que dirijia su bravo i pundonoroso jefe, entr en lnea con precision admirable i sostuvo el avance que por ese frente hacia el
enemigo apoyado por artillera de gmeso calibre que tenia en
los fuertes i por una columna de caballera que amenaz nuestra derecha.))
ug-
XVIII.
El novicio Quillota venia en pos del Ooguimbo
conducido por su v<:ileroso jefe, el comandante don
Jos Ramon Echeverra q ne en 'su rostro marcial,
animado de varonil sonrisa, ma.rcaba a sus bisoos
soldados la confianza de los veteranos. Con admirable intrepidez se precipitaba aquel peqneo
batallon, que solo en esa maana haba desembarcado en ChorriUos, llegando de Pisco donde haba
estado cerca de un mes de guamicion. Recibido a.
balazos por los propios nuestros que eq m vocaron
HIST. DE LA C. DE LIMA.
142
1130-
1131-
1132
XIX.
Las prdidas causadas en nuestra derecha a virtud de los fuegos encubiertos del enemigo no podan ser mas dolorosas. En la artillera de campaa, que en toda el ala se bata con vigor estraordinario, haban sido puestos furra de combate
no mnos de diez oficiales. Los alfreces Torreblanca, (hermano del hroe de Pisagua i de los
Anjeles) Araya, Baccarreza i Errzuriz habian
cado en la batera del mayor Fras no ljos del
barranco del mar; en la brigada Gornez recibia
dos proyectiles el bravo teniente Faz, el mismo
que habia salvado un caon en Tarapac; i el Alfrez Toro caa hrido en un brazo, en los momen-
1133-
XX.
Pero la hazaa del Quillota i del Coquimbo en
la estrema izquierda i una animosa acometida
de los Carabineros de Yungaique al mando del intrpido comandante Blnes se presentaron con brillante oportunidad en esa direccion, segun habremos de referir mas adelante, restablecieron la lnea
de combate en toda su estension hasta la altura del
4. reducto peruano, situado en el centro de su
izquierda; i de este modo la batal~a que se habia
mantenido indecisa durante hora i media, entraba
ahora en su _segunda faz.
0
...
Una horamas, grita el a udante de la reserva que en diversos pasajes hemos citado.-Una hora mas, una hora decamos, i
hacia ya una hora que nuestros soldados disparaban sin cesar.
El ataque de los chilenos dirijase solamente sobre la derecha de nuestra lnea ocupada por la 1." division; i el punto a que
se concentraba sensiblemente P-ra la estrema derecha, precisamente la que habia sido reforzada el dia anterior.
Hacia dos horas, sin em bargo, que combatamos i la izquierda no daba seales de vida.
.Y
:v
1134-
Dos horas de porfiada, sangrienta, horrenda lucha librada casi cuerpo a cuerpo, potrero de por
medio, i all los cercados tienen apnas la proporcion de un anfiteatro, duraba ya la batalla, i sta
estaba ganada en sus alas i en su centro, a ejemplo de la de Sao Juan, por los chilenos.
Mas que un combate, babia sido aquella sorpresa recproca un pujilato encarnizado i tenaz en
que el notorio individualismo del chileno debera
al fin triunfar.
XXI.
El jeneral en jefe, en efecto, recobrado de la
emocion natural de su sorpresa i de su violento
galope, porque su caballo de batalla herido en un
pi se carg a las riendas en el momento en que
casi a quema ropa recibiera la primera descarga
de los peruanos, dominaba ahora el' campo i la
accion jeneral al pi del molino que en la maana babia servido de vijia a los chilenos. El valeroso jeneral Maturana le acompaaba, i en mas
de una ocasion le hizo decir que all corria un
peligro inminente e innecesario, bastando l para
las medidas de detalle que el combate requeria a
su vanguardia.
- 1135-
Entretanto, la mas vi va preocupacion del jeneral en jefe no era la suerte de nuestra derecha i
de nuestro centro que l veia suficientemente cubiertos. Con su ojo certero de soldado, condicion
de guerra que nadie se atreveda a negar a aquel
caudillo que no solo no ha perdido una sola batalla sino que jamas ha hecho una falsa maniobra, meda el campo en toda su estencion i ii:e
daba cuenta de que solo siendo atacado vigorosamente por su izquierda podia perderse aquella
gran partida prematuramente comprometida.
Los peruano: tenan en esa direccion sus ce- rros artillados, sus fortalezas inaccesibles ele San
Bartolom i de San -Cristbal, minas de calibre,
once batallones ele ]a reserva i su caballera intacta compuesta de los Lanceros de Torata, fornidos
negros del norte, la escolta del dictador i lm; restos del rejimiento Rimac, unos seis mil hombres
en todo.
Pero por fortuna no se movieron, como debieron haberlo hecho i como parecia obvio lo habrian
ejecutado si la rnptura ele 'ros fuegos en su derecha hubiqse sido la seal ele una bien urdida
traicion, i no como en realidad fu una sorpresa
recproca de recproco aturdimiento.
Pero aquella inmo,~ ilidacl de plomo que ha hecho a los peruanos acusar de traicion a los jefes
de esa aJa Echenique i Tenaud, di lugar a que
contramarchando a la derecha la brigada Bar-
1106 -
XXII.
Colcase aqu por su rden natural uno de los
mas hermosos i mnos conocidos episodios de
aquella batalla de episodios: la carga de los Carabineros de Y llngai sobre la caballera peruana,
en los momentos en que el dictador en persona
hacia avanzar los lanceros de Torata i su propia
escolta por su izquierda, segun ntes vimos. El
comandante Blnes, colocado en lnea en las calles del Barranco junto con los Granaderos, reciba
1107 -
en efecto rden de ir a galope a rechaz ar el peligroso avance de la caball era por nuestr a derecha, i sal van do tapias i potrer os, estuvo en pocos
minut os en aptitu d de obrar.
Los jinete s enemi gos se haban hecho invisibles; pero luego pre~entsele el valien te coronel
don Grecro
rio Urrnti a, jefe ele estado mayor de
o
'
la l.a clivision que en todas partes prodig aba su
vida, i que auaba ba de ver a su hijo i ayuda nte
suyo caer envue lto en un nnbe de polvo levantad a por una bomba del San Bartol om.
I este jefe, que habia seguido con ansied ad el movimien to envolv ente de los peruan os, condu jo el
intrp ido rejimi ento chilen o a un campo despejado donde podia organi zarse i cargar . lVIas apnas habia destac ado el bLmrro Blne s una mitad
a cargo del tenien te don Anbal Godoi i dado la
voz de (Cargnenb> huyero n como en todas partes
los jinetes peruanos, a todo el correr de sus caballos. Sigui ronlos de cm ca los Oarabi neros, percHendo alguno s de sus soldados i resulta ndo herido el
alfrez Sotomayor, i con esta maniobra., la mas
oportu na tab'ez del comba te i cuyo honor cupo
al jenera l en jefe que la dispuso i a los jefes Urrntia i Blne s que la ejecut aron, b estrem a derech a
de los chilenos qued limpia de' enemioos alcruo
'
nos de los cuales habia.n osado llegar hasta olas
casas de San Juan donde tomar on prision eros tres
sirvien tes de ambul ancia.
HIST. D LA O. DE LIMA
143
1138-
Poco despues apareca por esa direccion la brigada Barbosa, i colocando sus doce piezas de
montaa el mayor Gana en una cuchilla que Pirola denomina el Cerro amarillo, comenz a caonear los batallones de Tenaud. Acab esto de
desmoralizarlos, i de tal modo que cuando el dictador intentaba mover alguna parte de aquella
fuerza para robustecer su centro, al llegar a la
confluencia del camino de Limn con Chorrillos
cuerpos enteros se fugaban hcia la ciudad. (1)
Eran en ese momento las cinco de la tarde i
la batalla de Miraflores ~staba ganada en toda la
lnea bajo su faz estratjica i militar.
Faltaba solo arr~jar al enemigo de sus atrincheramientos, i esto sera solo cuestion de msculo, de bayoneta i de reloj.
XXIII.
Con alguna anterioridad a la altura del combate
que hemos venido trazando solo en sus rasgos
mas salientes, el coronel Lagos habase apercibido que trabajado terriblemente el enemigo en su
flanco derecho por la artillera poderosa de la escuadra i la de tierra que tenia a su frente, comenzaba a debilitar gradualmente el brio estraordinario de su primera hora i juzg que era llegado
( 1)
ll39-
1140-
1141-
XXV.
Era est@ ltimo el puente desbaratado que hemos sealado en el centro del campo de batalla i
al cual, para estorbar el paso de los asaltantes, converjian todos los fuegos de las trincleras,--fusilera, caones i ametralladoras.-Fu animando a
su tropa en eRe desfiladero donde sera derribado
para no erguirse otra vez sobre su espada que llevaba levantada eu alto, el bravo e intelijente capitan Sil va del Canto, mozo de estudio que solia
ganar su vida en los tribunales de Santiago. I no
( 1) En este sentido fu eron dig nos de honrosa memoria por
sus servicios el doctor Martin ez Hamos ya citado, el capitan de
artillera Montanban, Emil io Moreno, bravo oficial del Concepcion que result herid o, los ciruj anos !barra del Buin, Llauss del 4.0 , P erez del Cocuimho, Jnlio Gutierrez i Julio Pinto
Agero, que pelearon como ay udan tes i Filomena Ximenez que
pereci como soldado en los altos de Chorrillos.
1142-
1143-
Eran los hijos de Santiago, que ese da tomal'Ian a los peruanos 30 caones i 12 ametralladoras.
XXVI.
No era mnos briosa. la acometida del Concepcion en su confin. All el cauce del barranco que
da nombre al lugar se hace invadeable cuando la
marea penetra por la arenosa playa; pero arrojndose en l con el agua a la cintura, los bravos de
Penco acostnm brados a sus caudalosos ros i precedidos por su jefe atravesaban la hondonada, de. salojaban a bayonetazos de unos hornos de cocer
teja que tenan a su frente al enemigo, i dejando
nobles vidas esparcidas en su itinerario, llegaban
a la meta con 106 bajas. Cay en la carga el juvenil alfrez Yusep que babia recorrido una buena parte del mundo, i al alza1: la cabeza para llamar a un corneta mat una bala al subteniente
Claro, nio de 15 aos que el dia de la vspera babia cambiado su jineta de sa1:jento por un galon
de honcr para morir. Casi mortalmente qued
tambien herido en el campo el capitan \Venceslao
Villar Eizaguirre, preceptor de escuela de Batuco,
mozo en quien el patl"otismo era convencimiento i
era un niiio de 14 aos, recibi dos heridas i despleg notable
bravura, como el alfrez del Coquimbo Alenk Escala, muchacho
de su mismo temple i edad.
1144-
el.~pundonor
ll -1 5-
XXVII.
'
La arrogancia con qne mai'ch6 al asalto el btallou Caupo1ican, que espaldeaba al Concepcion
(i a rnbo::; un batallon del 3. es de fama lejcn
daria desde que quien lo condujo en lo mas rei'i
do de la carga fn su segnn(~O jefe el mayor Darclignac, el bravo de los bravos)). En los primeros ruomentos, este hroe chileno an ':1. uvo en- las
filas ofreciendo el fuego ele su cigarro a sus jvenes oficiales para sentir los latidos de su pulso, i
formndoles en seguida en corrillo, djoles que
. si despues de la traicion que se atribuia c1l enemigo alguno de ellos perdonaba una sola vida,
les pedira satisfttecion no como jefe sino como
armgo.
El pundonoroso comandante don Jos M~ara
del Canto hahia hecho salir un momento hacia, i
en obedecimiento a una rden jeneral del comandante Bareel, la compai'a de guerrilla del Canpo1ican a las rdenes del valiente jven santiaguino don Enrique Bernales De Putron, i al saltar
la tapia que a todos prote.fa a] grito de Viva Chi-.
le!, redoblaba el entusiasmo de los que quedaban.
-El teniente de Bernales era eljven don Alfredo
Val des que all sucumbira gloriosamente. U no de
los hermanos capitanes Pereira 1\.::;torga que perteneca a aquel cuerpo, caa, tambien, pero envuel0
),
..
1 ,14
lHG-
1147-
bos de 1n llannra su segund o i tercer jefe Herminio Gonzale7. i Enriqu e Astorga. que all se mostraron verdad eros hroes .-Los capitan es del 3.
Fredes i NoYoa, mozos valentsimos, iban t~tmbien
en aquel peloton de hombre s arrojados, tocand o la
car,sa. un col'IJeta de tiernos aos qne cay muerto
a su lado. El Va.ldivia, valews amente conduc ido por sus dos jefes lVfartinez i Uodriguez, haba
venido sosteni endo aquella. fuerza. en su herica
carrera , disting uindo se como siempr e en la furiosa carga el captan rrroncoso de la 3." compa a; i no ljos de aquello s jefes, se habia adelan tado solo, o casi solo, el corone l Barcel, coman dante jeneral ele la brigada , para hacer poner a la escuadra la seal de parar los fuegos.
0
XXVI II.
Iba el impertJTito vetem.no por la mitad del
llano, i reconociendo en el camino real al capitan de artiller a Flores que se adelan taba en su
caballo blanco, gritle que se apartar a de aquel
sitio que la. muerte barra con una onda compacta de plomo <lerretido. Mns no se haba apagado la \' OZ de carii1osa adverte ncia en la. gargan ta del veteran o, cuando el mas noble adalid del
ejrcito, a la. par con Torreb lanca i Dardigrwc,
caia atraves ado por una bala en sn ancha sien.
Hemos visto su sombre ro de ca:m)a0a, estilo de
1148 __;
XXIX.
L.a voz de la victoria, que es la mjica electricidad de las batallas, comenz a correr desde esos
momentos desde nuestra izquierda, i devolva la
confian~a aun a los cuerpos mas fatigados por la
lucha, el plomo o el cansancio.
<'En u u gl'Upo del Oolclngua, dice uua rela.oion de la batalla,
babia coiDenzado a cebarse el desaliento.
Por mas que los respectivos oficiales animaban sin cesar a su
jente, dice el conesponsal Oaviedes, nadie qneritt ser el primero
en esponerse a las LaJas del enemigo, que disparaba desde solo
cinco o seis metros de distancia.
El capitan-nyudu.nte del Colc:haguu. don Adolfo Krn;s, que
iba al manclo ele! primet batallon, es t.aba ya ronco de animar a
_,
__
l
\
,.
l lO-
XXX.
Hablando a Stl ve:r. (le las sangrient~s peripecias i ann las vacilaciones casi in vencibles de sn
pmpio cuerpo en aquella revuelta. j()ma<la., el comandante Dubl Almcida refi~re que en el ngulo de dos tapias en que el Atac<t.ma se habia
taimado en llll avance, cayeron sus mas nobles
oficiales Rarnirez, Zorraindo i el bravo, sufrido i
memorable coronel lVfartinez, jefe de la brigada
i el EpaJllinond as de estas batallas jemelas de
Chile.
El co'ronellVIartinez habia llegado adelante de
::;m: soldados i se h<t.bia adelantado a reconocer las
posiciones enemigas con el impasible i silencioso
vlJ_oi que le era pecnliat, hasta unas tapias desqu tenia a. su f'tente. Apese all del
mo.n!:ll~l~~
..... ..... ..
caballo, mir un trecho con su ante~jo i volvi a
subit a la silla. pa.n1. encaminar su brigada, elespues (le sostener un corto altercado do jerarqua
con el jefe ele estado mayot ele la tctceta clivision, Gorostiaga, que all se le present mostrndole el camino. Sigui entnces el rudo vcterano. su camino, siempre taciturno, i al apearse por la segunda vez ele su caballo, una bala le atmves el vi~ntre.-Su tristeza babia sido tan notoria como su bravura. i desde la junht
de Chorrillos la profunda melancola de su rostro
VISTA DE L I MA
'
1151 -
1152 --
el denodado segundo jefe del A taca ma Rafael Zorraindo recibia en la boca. nna bala qne le quitaba. instantneamente la vida, i el ca.pitan ayudante Marconi caia bandeado de su caballo junto
a sn jefe, despues de cumplir sus ltimas rdenes.
Cuan do volva de cumplir sn cometido, dice de l el comandante J?nbl Alm eida en su diario de campaa ya citado, i en
el. momento que algo iba a decirme, nm~ bala le atraves el pecho entrndole por debajo de la tetilla derecha i saliendo por la
espaldn.. g1 ayudante se inclin sobre su caballo i en segiilla.
cay a ht izquienla, quedndote enredadas las piel'l1as eu nnas
correas que tenia delante de la. montum.
Baj de mi caballo para sac.ulo de e.;a posicion i como no
tenia fuerzas pum levantarlo solicit la ayuJ ,t del coronel U ri'ioJa, que hacia algunos momentos nos acompa1iaba. Entre los dos
colocamos al n.yudn.nte en tierra. ste me conoci i me uijo:
-Sig<l su c:unino, seor, mi herida es mortal; qne me coloquen
donde no me d otra bala.
>>En seguida me entteg un lujoso pnfn.l para que cuando
viera a don Guillermo M atta se lo devolviera. Esta arma haba
sido obsequio de este f'Cor. Marconi fu colocado dettas lle una
tapia i me desped de l. ( 1)
(1) El capitan Marconi, soldado de los Loros en 185(), fnndador del diario El Atacama i eu 1874 secretario de la Municipalidad de Copiap, sobrevivi a su grave herida, i de l deca el
Heraldo uel 2::S de enero, escribiendo su oracion fnebre, estas
palabras:
Ocultaba. Elias Murconi bajo de una corteza dura, spera,
gria, uu c01azon nobl e, jeneroso i filantrpico. Hombre honrado, jamns trausijia con lo que l crea el mal. E spritu perseveran te, j a mas Jesnwyaba en la::; tareas del bien. Carcter leal,
...
]!5J-
,.
)
-1154parece mejor. I esto mismo haban hecho casi todos los jefes
de cuerpo. Ob ~ ervndole la presencia de cauallera a nuestra derech a, me dijo que era la nuestra (era Blnes despues de su
brillante carga).
Al mismo tiempo noto que rejimientos nuestros andan a
gran distancia a nuestra retaguardia i derecha (era Barbosa),
i comprendo que nuestra situacion es solo mala en la apariencia: pero cmo hacerla comprender a nuestros soldados? Convinimos con Canto en que los cornetas tocasen dianas, i nosotros corriendo a caballo con nuestros kepis levantados gritamos:
-Hemos triunfado: el enemigo en derrota.
A estas voces, repetidas hasta enronquecer, salieron de detras de las tapias mas de dos mil hombres de distintos cuerpos
gritando Viva Chile! Aprovechamos este momento de entusiasmo de las tropas i avanzamos sobre la lnea enemiga seguidos
al trote por nuestros soldados. Viendo es te buen resultado, nos
juntamos con el comandante Canto i nos dimos un abrazo de
satisfaccion. Creamos que el dia era nu~stro; pero no sabiamos
absolutamente lo que pasaba en otros puntos de la lnea.
XXXI.
Era aquella la hora maR terrfica de la batalla,
'
porque era su agoma.
pues? Francamente lo que me arredra es el dolor fsico, moralmente estoi mui bien, tengo la conciencia del deber cumplido.
Ahora lo felicito por la conducta de Guillermo: fu ~ uno de
los primeros que con un puado de soldados atac la trinchera
enemiga; ha sido un valiente a toda prueba.
::3i no lo veo mas, seor, creo que mis ltimos recuerdos ser n para Ud. i mis hermanas Carlota i Rosa.
Un abrazo a toda la familia. Su sobrino- Gregorio Ramirez.
Entre los bravos oficiales del Atacama, era herido tambien el
capitan Lopez, dignsimo oficial de orijen arjentino, i el subteniente Rauch, hijo de Vallenar.
1155-
En estos momentos, esclama uno de los jefes que en aqueHa parte i ala de la batalla andaba, el fuego es vi vi:limo
la artillera e infantera atruenan los aires. Yo i mis ayudantes estamos bajo una bveda de fierro i plomo en movimiento; nuestra artillera a retaguardia hace un fuego mu sostenido de caon; nuestra escuadra manda bombas en todas diret:Jciones; notamod fuegos de iufu.ntera por nuestra espalda de
nuestros grupos de tropas perdidos en los potrerillos; estn tirando muchos al vnelo; mucha jente est cayendo por nuestros
mismos tiros; qn diablos! l11 leona es espantosa; parece que
hasta el cielo est disparando armas de fuego; granadas enemigas con espoletas de tiempo revientan sobre nuestras cabezas,
pero a una altura mui grande; el efecto es precioso: parecen voladores de luces que se pierden en el cielo i despues revientan;
mis ayudantes estn mui contentos observando esta fiesta de
los diablos.
1156-
XXXII.
En cuanto al valeroso rejimiento Ooquimbo
que en aquella ala decidia la batalla, i que ya
habia visto caer sucesivamente a sus tres primeros jefes i que mandaba ahora el valentsimo cuanto modesto ca pitan don Artemon Arellano, antiguo
comandante de polica de Me1ipilla, se lanz a consumar la 'o bra que se le habia encomendado i lo
logr de una manera verdaderamente esplndida.
El Coquimbo avanz iracundo. La falta de resistencia enconaba mas i mas su nimo, i ahora senta a la vez ira i desprecio contra aquel cobarde enemigo que fundaba su osada, n en
la voluntad i el valor de sns soldados, sin esclnsivameute en
las inmensas dificultades naturales i artificiales de las trincheras que lo cobijaban.
El rejimiento chileno, saltando las tapias, atravesando . a
( 1) Carta del subteniente Prenafeta a su padre don Aniceto Preuafeta, 1877.
1157
de
XXXIII.
Faltaba todava al Ooqnimbo, o mas bien, como
lo espresa honradamente en su parte oficial el co(1) 0AVIEDEs.-Relacion citada.-El comandante del Coquimbo, el pundonoroso jven don Marcial Pinto Agero, que
habia comenzado la cam paa como simple capitan de estado
mayor, ascendiendo a teniente coronel de ej rcito solo en fu erza
de su mrito, recibi una g rave herida en un brazo i su segundo
el mayor Luis Larrain Alcalde, mozo de fig ura bellsima i de
apuesto corazon, una bala en la cara. Dotado de una gran fuerza de espritu, este interesan t e i desventurado oficial se diriji
a pi a la am bulancia de Chorrill os i all se le dij o que su herida
era leve, pero co nducido a Chil e, espir6 el mismo da de su llegada a Valparaiso en brazos de sus afl.ijidos padres.
Pereci tambien all, a causa de un a bala recibida en el vientre, el valiente capitan do n Marceli no Trib rren, un patriota de
corazon, natural de E lqu i, i el j ven t eni en te don Rafael Varela,
a qui en sus amigos de la Serena le haba n hecho profeca de sn
fin dendole:-No vayas a la guerra. Acurdate que los VareJas no pasan de tenientes,!> i en efecto en ese 'g rado haba
muerto otro V arela en Tacna.
1158 --
1159-
intrpido Cazador del Desierto que entr el primero al fuerte de rracna, i los subtenientes Arroyo, preceptor de escuela, i don Pedro J nan Cova- .
rrbias, natural de Coinco, minero en Caracoles,
ensayor eu Hu~nchaca, guerrillero en Calama que
babia entrado a su cuerpo de sarjento i que herido en Chorrillos tuvo fuerzas para batirse con los
suyos hasta el postrer momento. Entre los que
volaron en el aire al estallar la mina, contse a un
subteniente del Atacama llamado Juan Luis Rojas, que su comandante quiso enviar a una ambulancia a fin de curarlo pero no sin su protesta
porque l solo quera entrar a Lima aunque fuese
amarrado en un burrO>)! (1)
(1) Diario del comandante Dubl Almeida.
He aqu la animada ma11era como este jefe refiere estas ltimas escenas del combate en la derecha:
En este avance, el cabo del Atacama Raruon J nlio Villanueva mata a un abanderado enemigo, toma el estandarte i se lo
entrega al teniente del mismo Labb Tagle, natural de Curic.
El comandante Canto se detiene en el fuerte a reunir su rejimiento.
Contino con soldados del Atacama i de distintos cuerpos.
En cada pequea altura veo que nos sigue en dispersion un inmenso nmero de soldados. Al llegar a un callejon encuentro
al comandante Arstides Martinez que se ha detenido cerca i al
fi~ nco derecho del ltimo fuerte de la izquierda de la lnea enemiga, tratando de contener a nuestra tropa que avanza i avanza. Arstides me hace notar el peligro que corre esa jente llegando a Lima o sus alrededores, i me pide le ayude a contenerla.
N os dedicamos a esta difcil pero necesaria operacion, i detenamos a los soldados que all llegaban. En poco tiempo se reunieron all como dos mil hombres. El fuerte de San Bartolom
principi entnces a hacernos fuego, pero sus proyectiles pasa-
llou -
El capitan Arellano, como jefe de aquella tropa, cubrise all de imperecedera gloria, i un reflejo de sta cupo al mayor Daniel Cuervo, ay\ldante del ministro 1 de la guerra, i al comandante
Gorostiaga que all se hallaron en el momento
crtico del porfiado i sangriento encuentro.
han sobre nuestras cabezas e iban a reventar a nuestra retaguardia sin causarnos dao alguno.
Desde all pudimos ver el asalto que nn puaqo de nuestros
soldados daban al ltimo fuerte de la izquierda que todava
defendan los peruanos. Como unos cien soldados suban por
sus flancos dirijidos al parecer por un oficial a caballo (era Salinas) a quien, con el comandante Martinez, aplaudamos desde
el punto en que nos encontrbamos.
Dos vece'l los asaltantes fneron rechazados del fuerte, pero
a un tercer esfnerzo los nuestros dominaban el fnerte i se les oia
el grito de Viva Chile! haciendo a la vez flamear banderas chilenas soldados parados sobre los caones enemigos. Nosotros no
pudimos sino aplaudirlos desde el lugar donde nos hallbamos
i salndar a los bravos en union de los soldados que nos rodeaban i que ansiosos observaban aquel asalto. Pero repentinamente sentimos una fuerte i espantosa esplosion, la atmsfera se
cubri de polvo i la tierra se estremeci como sacudida por un
fuerte tero blor.
La fortaleza peruana habia volado por medio de traidora
mina. Un silencio sepulcral se sigui. Los soldados que nos rodeaban espantados miraban hcia el lugar de la esplosion, i nadie murmur una palabra.
Ese silencio era la plegaria que todos dirijian por los bravos
que all haban perecido.
Distinguironse en el asalto de la Calera de la Merced, aclemas de Arellano, Rahausen, Rojas Mascareo i el herico Salinas,
los capitanes Garai i Joft del Coquimbo i el subteniente Arroyo, preceptor de la Serena. Jofr fu el primero en clavar la
bandera chilena en el reducto i Anoyo acompa a la tropa en
todas sus acometidas hasta apoderarse de la posicion.
11 61 -
XXXIV.
,.
,j
!!_
14G
--
1162 -
cheras ab,mdonadas y<t por los peruanos se precipit a posesionarse de la estacion i pueblo de lVIiraflores, 1lave estrat~jica de la derrota, porque lamayor parte de los fujiti vos se salvaba por los rieles.
Rabian olvidado los ltimos en sn pnico llevarse un con'ioi de carros cargados con vveres i
mnniciones que aguardaba en lct estacion; pero re~
solvieron rescatarlo, i en sus ltimos apuros dcspaeharon una mquina blindada con tres o cuatro
carros blindados i repletos de fnsileros.- c(Vienen
a llevarse el tren de vveres! ... )) esclaman los hambrientos soldados de Lagos, i apartndose a mbos
lados de la va en dos filas los aguardan, comandados toda va por Fuensalid<:t i el mayor CaRtillo
del Santiago.
Acercse entnces impvidamente el tren
de guerra a la estacion haciendo nutridsimo
fuego de rifle i de caon; pero los cansado'J chilenos que no solo disputaban ahora la gloria sino su
pan, los atacaron con tal clera i pujanza que la
mquina a su turno tom el camino de Lima
llevando su convoi repleto de muertos i de heridos. Oanse claros los alaridos ele los ltimos cuando el fnebre tien de la derrota con la mquina
a.cribi1lada, daba, contravapor i se alejaba. (1)
..
(1) El avance de esta mqu:ua produjo un nuevo pnico femenino en el campo chileno, como el que ocurriera al principio
de la batalla, porqne aquellab merodeadoras que obran solo por
impresiones i por gritos, corrieron otrtt vez a retaguardia gri-
1163-
XXXV.
Eran_las cinco i media de la tarde, i despues de
tres horas de ruda, incesante, herica lid sostenida casi cuerpo a cuerpo, la batalla de lVIiraflores
estaba terminada. I como para confirm~rlo, un arco iris luminoso se ostentaba en ese momento
cual si fuera una colosal bandera tricolor suspendida entre los Andes i el cielo.
La derrota de los peruanos habi<t comenzado a
-pronunciars e en su derecha desde que, a eso ele
las tres i media ele la tarde, los certeros disparos
de la escuadra no solo apagaron los fu egos ele caon del reducto Alfonso U ga.rte sino que dcsmontaron sus dos piezas Rodman; i en el centro, ntes
que en sn izquierda, cerca de las cinco, a virtud
del implacable avance del Santiago i del Concepcion, del Val di via i -del Canpolican.
De sbito notamos, dice uno de los ay ncla.ntes de la reserva
pernana que se bata en esa p<t rte de ht lnea junto al reducto
t an do derrota! Fu necesario que la brigada Gana se adelantase desde Chorrillos con el Buin i el Chillan para cub rir la lnea
frre a, Hi bien no hubo necesidaJ ele hacer un solo disparo. En
realidad, ademas de la fuerza de B arbo~sa. envi<tcltt contra la izquierda peruana, ha\.Jia a esas hora.s formath frente a Chorri ll os
una segunda ln ea de batalla con la base de la brigada Gana, que
en M:intfl.ores no dispar un fu silazo, el batallon Blues, la artillera de Wood, env iada a primera hora a retaguardia, i la caballera de Granaderos i Cazadores, en todo unos cuatro mil hombres de las tres armas, sin contar la escuadra.
1164-
de
c1ucis.
De sbito se dej 0ir el g rito: cqah viene la cn.ball era chilena! i vimos en efecto a lo lj os una inmensa polvareda. E sa
fu erza de caballer, a no duda d o, se des plegaba en g uerrill as
como para recojer prisioneros, pero pronto reconocimos que era
la nues tra.
-1165Mintras todo esto se pasaba, el tiroteo continuaba debilsimo del lado del mar. Los fuertes de San Bartolom, del Pino i
fa Calera de la Merced disparaban tambien de tierr.po en tiempo. Pero mas tarde los chilenos establecieron una batera en los
cerros i de all caonearon casi perpendicularmente a este t.lt.
mo reducto.
El camino real i los potreros estaban cubiertos de dispersos
que se retiraban en medio de las bombas i las halas.
Por segunda vez presenciamos las escenas que para reorganizar el ejrcito tuvieron lugar en Miraflores. La caballera trataba de contener a los dispersos i les hacia tiros; stos contestaban tambien i al travs de zanjas, tapias i potreros, huan en
pequeos grupos.
Nos reunimos en Snrquillo. De cinco ayudantes uno haba
salido herido, Flavio Castaeda; dos haban sacado heridos sus
caballos; de cinco ordenanzas, cuatro estaban heridos. Los fuertes disparaban con cortos intervalos.
La batalla habia terminado. U u arco ris desplegbase majestuosamente en el cielo! Oh sarcasmo del destino! ( 1).
XXXV l.
Quedaba solo por consumar la persecucion i la
matanza, i sta fu tttn rpid<t como es pan tosa.
Era casi imposible contener a los soldados i el
cansancio mas que las rdenes des)bedecidas de
los jefes contuvo a muchos casi en los suburbios
de Lima.
Fn horrorosa la carnicera que hicieron los chilenos durante
la persecusion, dice uno de los suyos. Las cercanas de los fuer-
11t36 -
tes, las tapias que los respaldaban, los potreros i hu ertos, los
caminos i los callejones, todo quedaba sembrado con los cadveres de los fujiti vos. Por los callejones que hcia el lado de
Tebes se dirij en a Lima i por el camino de este nombre, habia
a trechos verdaderas natas de cuerpos humanos. G ran parte de
ellos eran de pobres se rranos calzados con oj otas, pe1tenecientes
a los batallones recien llegados a Lima de distintos puntos del
interior.
Aquel rosario de cadveres llegaba mas all de la hacienda
de San Borja, hasta tres o cuatro cuadras de Lima por el lado
de Barbones. Entre ellos haban muchos cuerpos de los caballos
en que haban montado algunos jefes i ofici ales para escapar con
mas Jijereza de las certeras balas, pero que de e:,e modo lograron solo llamar sobre si la atencion de sus perseguidores. Fu
aquella una verdadera cacera, una corrida de huanacos humanos.
1167-
En el postrer momento los Carabineros de Yungai dieron tambien un galope por los potreros,
simple paseo de la tarde que un lpiz complaciente ha denominado cc carga de MirafloreS )), i en seguida las tres di visiones durmieron, como los franceses en Maren go, sobre el campo de batalla. La
brigada Barbosa en la chacra ele Monte-Rico, la
divisionLynch en la pampa histrica de la Palma
i la fati gada di vision Lagos en torno a la estacion
de Miraflores, cuyo pueblo, situado algunas cuadras
al oriente, ardi aquella noche como habia ardido
el Barranco en la noche del 14.
XXXVII.
Con escepcion del combate de rrarapac en
qne perecieron dos tercios de los qne a11 pelearon bajo la bandera de Chile, la batalla de Miraflores fu la mas sangrienta, encarnizada, i tenaz
de nuestros anales. Cayeron all, conforme a los
estados oficiales 2,124 chilenos, siendo de stos
149 jefes i oficiales; i si bien estas cifras acusan
una disrninucion ele 1,186 vctimas sobre las hecatombres de S<:tn Juan i de Chorrillos, es preciso
no olvidar que esas fueron dos batallas separadas
i que en ellas tomaron parte, mas o mnos, todos
los cuerpos del ejrcito.
En las batallas del13 tuvo el ltimo 3,310 bajas, contando con la matanza postrer<:t i fratricida
1168-
de Chorrillos, sobre un total de 23,000 combatientes; pero en Mira:Bores lucharon apnas 10,000 chilenos contra igual o mayor nmero de peruanos, al
paso que en las lneas de San Juan luch desesperadamente el esfuerzo de cerca de 50 mi.l combatientes.
No debe olvidarse tampoco que de parte de los
chilenos la 2." division, reforzada por un r~jirniento
i un batallon de la l. a (la Artillera de marina i el
}felipilla) no dispar un solo tiro.
Ademas, la mayor parte de los cuerpos, especialmente los que comandaba el coronel Lynch,
entraron a formar con nn tercio mnos de su efectivo i muchos con la. mitad apnas de sus bravos
oficiales. De stos, 15~ cayeron en las batallas del
13 a la cabeza de ~3,000 hombres i casi igual nmero (149) sucumbi en Miraflores al frente de
un tercio de aquella cifra.
Llamaron por esto los soldados a aquel terrible hecho de armas cda bat~ll <t de los futreS))
honrando a su manera el heroismo de sns superiores, as romo la honra de otros encuentros, i especialmente .el de Tacna, habia sido atribuida ccal
jeneral Pililo)), esto es, al hbil i jeneroso roto ele
Chile. En Tacna sobre 2,001 soldados, el cuerpo
de oficiales tuvo solo 107 bajas. (1)
( 1) La siguiente demostracion estraida del cuadro de bajas de
jefes i oficiales publicado por el estado mayor del ejrcito chileno
en Lima el31 de ,enero de 1881, esto es, mucho ntes que se to-
1169-
XXXVIII.
Reunidas en una sola fnebre lista las tres batallas que cost, por una criminal demora, la
posesion de Lima, arrojan un total de 5,443 vctimas de los cuales 1,299 se computaban a fines
de enero como muertos i 4,144 como heridos, o
sea un 20 por ciento de la cifra total del ejrcito
espedicionario: pero tomando todo en cuenta no
habra error de exajeracion en decir que esos hechos de guerra representan para Chile dos mil
vidas i cuatro mil hel'idos, un gran total de seis
mas e razon del in crebl e nm ero de muertos que result entre
los oficiales heridos, da una idea comparativa de las prdidas de
aquellos en las dos batallas.
San Juan i Chorrillos
Coroneles. ...............
Tenientes coroneles.. ...
IS arj entos mayores.. ... .
Capitanes............. ...
Tenien tes.............. ...
Subtenientes......... ...
Aspirantes............ ....
1
7
5
40
24
78
5
Miraflores.
. .. . ... . ........
.... . ... .. ......
.. . .... .... . ......
.. .. .. .. . .. . .. .. . .
......... .........
.. .. .. .... .... ... .
.. . . ...... ..... . ..
1
8
4
37
29
68
2
158
149
Total de bajas de jefes i oficiales en ambas btallas-307.
El corresponsal C,wiecles hace s ubir en vari s centenares las
cifras de las unj as de b hatnlb de Mi rafi ores qu e segun l fu eron de 2,505 siendo 144 oficiales i 2,361 plazas de tropa. Seg un
el mismo, estas prdidas representaban un 20 por 100 de baj as,
o sea, dos por ciento mas que las que se ha asign ado al ejrcito
aleman en las campa us de 1870.
Entre los anexos publicam os las listas de bajas por cuerpos,
recojidas por aquel hbil escritor, as co mo al g un os da tos estadsticos militares que l apunta en ausencia de todo trabajo
sobre el particu~ar por parte de nuestros militares.
HIST. DE LA C. DE LU!A
147
1170-
( 1) Segun las relar.iones publicadas en la prensa, las prdidas de oficiales de la 1." di visin es taban representada; por las
crueles cifras siguientes en cada uno de sus cuerpos:
Muertos.
Plana mayor...............
Atacama...... .. . . .. . . . . . . .
Coquimbo .......... .. .... ..
A1tillera de Marina.;.,,.
~. de lnea.................
4.0 de id.....................
TaJea ..................... .,.
ChacaLuco.. ......... ...... ..
Colchagna..................
.Melipilla ...................
0
Heridos.
1 .. . . . . . . . 7
5.
16
4 ........ 12
1
4
5
2
Total. ........ 35
. . . .. . . . .
Total.
8
21
16
7
11
11
]G
10
14 ......... 22
16 ......... 19
4 ......... 6
94
133
1171 -
XXXIX.
Entre aquellas nobilsimas vctimas, holocausto del deber, la historia no puede dejar en el olvido la memoria de un j ven marino qne sucumbi
en el desarme i casi en el repo:3o de la batalla al
hacer estraer del nima de un caon del Blanco
una granada cuya esp leta ardia despues de la
(1) En el anexo de este capitulo puede verse una lista completa de los oficiales chilenos muertos en las tres b~tallas de
Lima tal cu al se public eu un diario de Santiago en el primer
aniversario de aqullas.
Es mui posible que un una relacion tan variada, tan labori osa i tan mltiple como la presente, no hayamos alcanza<lo a hacer justicia a todos los que en suelo estrao lucharon por su patria i especial m en te a los que se sacrificaron p:> L" el la; pero bien
se comp1ender que esto no ha dependido de la ftlta de clil~j e n
cia, ni mnos de la de voluntad en tan rdno trabajo repa rtido en
cuatro volmenes de mas de mil p~jinas cada uno.
I co rno es posible, visto el favor escepcional con que esta
obra ha sido acqjida, que se h aga lll <tS t<urle unn nueva i mas
complettt i depuraJa edicion, abrimos Jesde ah ora la puerta a
todas las rectifi caciones justas causa'hts por error u omson.
Lo nico que entretanto deseamos dejar bien establecido,
es que jamas por j amas h emos de.~cuidado un solo medio de ll egar a la vMdad, i j a mas por jam as hemos vuelto la espalda a
sta, aun cuando se tratara de encarnizados adversarios, o, lo
que para otros es mas rduo, de gratuitos enemigos.
1172 --
refriega:-el teniente segundo don Avelino Rodrguez. Era este intelijente i valeroso jven natural de Santiago donde habia nacido en 1854, i
despues de brillantes estudios en Chile habalos
perfeccionado a bordo de la marina de guerra de
la repblica francesa, especialmente en los navos
acorazados el Magnanime i el R1:chelieu.
Llamado por el gobierno a servir en la escuadra de operaciones, hizo toda la campaa martima i el 13 de enero mand al pi del Morro Solar
la lancha a vapor del Blanco a cargo de una ametralladora. Su muerte fu un duelo para la escuadra i especialmente para el almira,n te Ri veros,
que as lo manifiesta en su parte de la jornada.
XL.
Los peruanos, por su parte, desplegaron en el
ltimo de aquellos combates librado a las puertas de sus hogares un valor digno de mnos desdichada suerte que la que all les cupo. Distinguironse los cuatro cuerpos de la reserva
sealados del 2 al 8, sucumbiendo muchos de sus
jefes i oficiales en los reductos que le fueron confiados. Vestidos con la huniild3 tnica de mezclilla azul del soldado raso, los representantes de la
majistratura, del Congreso, de la prensa, de la
administracion, de la juventud, de la fortuna, perecieron en la lucha centenares de nobles hombres
'
1173 -
cubriendo con sus cadveres la brecha que cerraba el paso a los invasores hcia lo mas santo que
guarda i defiende el hombre:-el hogar, emblema
de la patria. Contronse entre los primeros al
doctor don Manuel Pino, juez jubilado de la corte superior de Puno, anciano de 60 aos, a los
jueces de letras de Tumbes i de Iquique, don Manuel Iribarren i don Flix Olcay, i el secretario
de la junta de comercio don Francisco U gariza.
Como sal vagnardia de la lei de su patria, perecieron all los diputados don N a talio Sanchez, segundo jefe del batallon 6 de reserva, el doctor
Hernando, a quien su colega Qnimper llama en
su relacion de la batalla el puritano liberal, i
el secretario de aquel cuerpo don Javier Fernndez, ciudadano honorable que dej diez hijos
hurfanos.
La administracion pblica del Per se hizo representar en aquel holocausto por los dos hermanos La Jara, vista el uno i tesorero el otro del
Callao, los dos hermanos Los Heros, don Ramon i
don Ambrosio, deudos del oficial que pereci en el
H Ltscar, i el primero oficial mayor del ministerio
de relaciones esteriores. Sucumbieron tambien all
don Francisco Segnin, oficial de ministerio, don
Ricardo Garcia Calderon, secretario de la junta
de injenieros i don Samuel Mrquez, hermano
del clebre poeta i ex-cnsul del Per en Chile i
otros paises.
1174-
1175 -
XLI.
Entre los jefes superiores del ejrcito peruan o
las prdid as fueron tambi en numer osas i se nsible s,
prueb a de la honro sa tenaci dad con qu e se batieron.
Re ~:mltaron herido s los j enerales Vargas Machuca,
Silva i Segura, el ltimo ya compl etame nte sordo, el corone l Ccere s que sac cinco herida s leves,
Can e varo, herido en un hombr o i muchos otros de
menor cuenta que murieron corno los coman dantes Seminario i La. Rosa que manda ban dos bata.llones de Piura (el 61 i el 67) el tenien te corone l
Surez, seg undo del batallo n de Marina, el bnwo
indio Antay , los coman dantes Oalderon, Saavedra.,
Balua rte, Quiones, Lastra i el jefe de los indios
morocuches, llegad os de Ayacu cho en la vspera de
las grand es batallas. Llam base el ltimo el coronel Miola.
A la verdad, en cada reduct o de la derech a i como para dar testim onio su dejen eroso patrio tismo,
qued en su puesto alguno s de sus coman dantes :
-el corone l don Narcis o de la Colina, injenie ro e
indust rial opulen to de Iquiqu e con su seg undo el
diputa do Snch ez i el corone l Juan de la Fuent e
en el reduct o nmer o 2; el corone l Gmez en el3.
i el coronel Richa rdso, del Callao, en el4. todos
jefes de la reserva, as como el coronel Crlos
0
1 ~
1176-
XLII.
En el ejrcito de lnea, ademas del pundonoroso coronel AgL:.:-a e, que en Chorrillos se abriera
paso con los re:;tos de su division i del coronel
don J. M. Fanning que en Mira:flores sali de sus
trincheras, se contaron entre los muertos al coronel Diaz, jefe de la 3.a el~ vision, el coronel don
Hiplito de la Melena, jefe de zona, Ortiz i el
bravo don Jos Gonzalez llamado el patom)
sub-jefe de la l.a division, tan conocido por su
porfiada defensa del palacio de Pezet en 1865.
Como jefes del cuerpo perecieron el coron el don
Julian Arias i Arguez, comandante""'del Jauja i
hermano del de Arica, los comandantes Odicio i
Moreno de la Artillera, el coronel Verstegui,
comandante del batallon Esploradores i el coronel arequipeo don Mximo Abril, antiguo prefecto i hombre de notoria influencia que serva
ahora como edecan del Senado. En todo unos dieziocho o veinte coroneles del ejrcito i de la reserva.
Ni en muchos siglos olvidar el Per tan cruel
hecatombe; pero su propia sangre asjenerosamente vertida por el deber habr tal vez de servirle
ele estmulo i ele rejeneracion.
1177-
XLIII.
Con respecto a la carne annima de caon, la
carnicera de los infelices peruanos fu espantosa,
especialmente en la derrota, cual sucede de orclinario en las batallas americanas, o mas bien en
todas las batallas, desde Zama, derrota de An bal.
Segun una espresion del campamento chileno, que
hemos citado, los cuerpos de los fujiti vos hacan
nata)) en algunos parajes, especialn1ente al borde
de las acequias i a las orillas de las tapias que no
les era posible salvar. No seria exajerado calcular,
a falta de estadstica, en tres mil quinientas bajas
las que all tuvo el ejrcito peruano, si bien solo
se bati un tercio de su reser va. En las tres batallas perdieron los vencidos probablemente diez mil
hombres, la mitad muertos.
XLIV.
;
,..,
En cuanto al dictador, j efe :supremo i j eneralsimo de los ejrcitos del Per, no supo encontrar
la muerte ni siquiera un vendaje que restaara en
su propio pecho la sangre que a raudales su atolondrada arrogancia hiciera verter a sus desdicha~
dos compatriotas. Mantvose a la izquierda, donde no habia peligro, durante toda la batalla, i all
como en San Jnan i como en Chorrilles, se retir
148
HIST. DE LA C. DE LIMA.
\1
;;
---
--
lli8-
XLV.
Seria este el momento de tomar en cnenta i
discutir lo que se ha llamado cela traicion de Mirafiores>> perpetundose este calificativo hasta la
hora presente como un hecho consumado e irrevocable. Pero de la nttrracion sencilla de los hechos
que hemos venido trazando con la imparcialidad
de la historia, inapelable por mas que sea rigorosa,
naturalmente se desprende que aquello fu solo
un fantasma que recprocamente se apareci en
uno i otro campo en ala~ de la sorpresa i de loH pavores del primer instante. Sorpresa hubo, i sta
fu culpa evidente de los peruanos. Pero cctraicion))
en el sentido jennino i deliberado de esta. palabra.
i de su signi:ficacion histrica. i moral, no. poda
existir, desde que con disparar primero atolondradamente los peruanos se perdieron.
Se ha buscado por algunos la clave de aquella
impntacion en ciertos telegramas subalternos in-
1179-
1180 -
XLVI.
Pero aparte de que aquel sera t alvez el primer
ej e mplo de un ej rcito que dos veces vencido provocara deliberadamente una tercer batalla, teniendo a S'2 frente un ejrcito superior i victorioso
i una escuadra formidable en su flanco, para que
hubiese habido traicion era indispensable que hubiera habido plan, concierto, cmplices i ejecutoruptura del fuego por la temeridad con que se adelant hcia las
lneas peruanas.
Segun los ayudante3 de Pirola, es te crey positivamente que
el fuego haba sido roto por l os chilenos, i al sen tir rechin ar los
vidrios del co medor aereo de la quin ta de ScheU, cayendo en
fragmentos sobre su cabeza, por el efecto de la concusion de las
bombas que comenzaron a caer, sali demudado g ritando-T?a i
cion! traicion!, pidiendo su casco, su caballo i su espada. I de
aqu su nota de Canta en que de buena f insista sobre la traicioo de los chi\enos. La idea que prevaleci en el primer momento en el cuartel j eneral peruano, era la de que el coronel
Lagos haba descendido a la playa, i dan do vuelta por la Magdalena, los haba tornado por la retaguardia .
Entre muchos datos extra-oficiales que van comprobando nuest ros asertos se cita el de la muerte del famoso coron el peruano,
el pat.m Gonzalez, subj efe de la primera di vision de la reserva.
H all base ste en el red ucto que rompi el f uego, desp ues de
h aber dado contnn os avisos de la nproxiruacion de los chil enos;
i como In. rden cue reciban era la de no dspamr, los nerviosos
reservistas comenzaton a g ri tar- traicion!J> - traicion! contre sus propi os j efes. Roto el fuego contra su rden, el coronel
Gonzalez, qniso htteerl o cesar, i aun maltrat con su espada a
un voluntario q ue no Je ouedecia; i fu entnces cuan do une de
stos g ri tndole traidor! lo mat con su r ifle. ce La traiciom)
es la sombra i el fa ntasma de todos los mi edos.
En todo caso, si hubiera hab ido traicion en lVIirafl.qres hauri a sido contra la Ing laterra i la Francia mas q ue contra Chil e.
P or lo demas, h aqu los pocos telegramas en que hasta };loi
1181 -
Seor prefecto:
Del ferrocarril de l\1iraflores participan que dentro ele pocos
momentos comenzar combate. La lnea tenclicla solo espera la
rden ele ltacm.fuego. Mucho entusiasmo.
Velasco.
(4 hs. 30 ms. P. M.)
Mira/lores .
1182-
XLVII.
N ; tras los parapetos de Miraflores no hubo
tmicioa porque no hubo propsito, ni premedita-
11-83 -
. .
cion, ni clculo, ni connivencia, m. eJecucwn:hnbo solo sorpresa i miedo como ha ocurrido en
cien casos sem ejantes.
Pero si bien la historia futura e imparcial de es
tos sangrientos combates absolver de segnro al
dictador del cargo de felona, no limpiar cierta
mente su fama de su egoismo personal i de la in
famia positiva de haber ocurrido por la primera
vez durante la campaa al uso de las balas esplosivas, hecho que ha sido en esta ocasion completamente comprobado. (1)
XLVIII.
Prescindiendo ele todo esto, simples accidentes
i episodios de una gran cattmfe, el resultado
militaT de la batalla ele Miraflores nunca ni por un
solo momento pudo ser dudoso para los chilenos,
( 1) Desde la batalla de San Francisco se h abia hablado de
estos proyectiles infames; pero todos los que nos fueron presentados como prueba no resultaron tal es. Mas los que hemos vistos i poseemos recojidos en el campo de Mirafiores, no d ~j an posible duda sobre su uso. H aqu lo que sobre el particular dice
ad emns el corresponsal del Fmrocmril.
,
l como si los proyectiles de sus largos P eabody i de sns llemin a-ton, los en contraran poco m ortferos, acudi eron tam bien a
las balas esplosivas. I esta infami a est perfectamente co mprobada i r.onstatada no solo por varios ej em plos qu e vi mos en manos de los coroneles Ly nch, Amuntegui i Urrutia i de varios
jefes i oficiales del ej rcito, por los segmentos q ue los cirujanos
estrajeron a los heridos, si no tambien por docum entos ofi ciales
permtnos tom ados en el cuartel de Sa nta Catalina, i por los estados de los trabajos diarios de la maestranza.
,.
1184-
-.
1185-
(1) Aunque seguramente se h abr fij ado en ell o el fec tor, nos
parece opor tu no de es te 1ug a.t llama r su atencion a que los datos contenidos en esta historia i con particularidad los rel:'Lti vo s
a sus ltimas batallas, sin contradecit ~t los y a conocidos i snministrados por los cronistas i corresponsales que seguittn al
ejrcito i escriban en la prime1a hora para saciar la curiosidad
pblica i escitar el patri1tismo de los chilenos, son en su mayor
parte nuevos, inditos i fundados en rel aciones de jefes i docu
mentos pertenecientes a uno i otro belijerante.
Es cierto que de propsito no hemos consultado los archivos
HIST. DE LA C. l>E LIMA.
149
1186-
I.
NMINA DE LAS BAJAS QUE LOS DIVERSOS CUERPOS
EJRCITO TUVIERON EN LA BATALLA DE MIRAF'LORES.
DEL
l.a
DIVISION.
Jefes i ofica)es.
Jefes de brigada.............
Estado mayor.................
Coquimbo... ... ... ... ....... ...
Quillota........ .. . ... ... .......
2. de linea... .. ...............
Atacama ...... .. . ........ ......
Co1chagua... ... ... ... ... ... ...
Ta1ca.. . ... ....... ... ... .......
4. de lnea...... ... ...... ....
Chacabuco.............. .......
Me1pilla .. . ................... .
A rtilleria de Marina ...... ..
0
1
1
11
8
4
6
6
5
6
2
Total............ ..........
50
2.a DIVISION.
Ruin .......................... ..
Esmeralda .................. . ..
Chillan ... ... ................. .
Lautaro ............. .. ........ .
Curic ........ . ................ .
Victoria ... ................... ..
Total. ... ................ .
Tropa
Total.
147
129
129
107
92
85
73
35
1
1
158
137
133
113
98
90
79
37
1
798
848
oficiales del gobierno, porque no creamos necesitarlos, pero asimismo no hemos tomado en consideracion muchos ue los escritos de la campP.iia que estaban nicamente basados en la pasion
poltica que surji en pos de los acontecimientos de la guerra .
..
1187-
3.a DIVISION
.Jefes de brigada.............
1
Navales........................
11
Aconcagua... ... ...............
10
18
Santiago.......... ... ....... ...
Valdivia...... .............. ...
5
6
Oaupolican.-.. .............. ...
Concepcion... ....... .... ... ...
10
Blnes ....................... ..
290
264
248
106
108
301
274
266
111
115
125
61
1133
1194
3. 0 de linea....................
117
Zapadores......................
Valparaiso... ........... .......
5
ll
125
122
121
130
133
Total. .................... .
20
364
384
Total.....................
114
RESERVA.
CABALLERIA.
<
22
3
24
Total. ................... .
25
27
3
6
lO
23
13
29
33
42
3
2
ARTILLERIA 1 P.\RQUE.
Total. ................... .
INTENDENCIA DE EJRCI'l'O.
Arrieros........................
Telegrafistas .. ... .. .. .. ... .. .
50
848
.61
20
798
5
1133
364
2
9
2
33
3
144
2361
RESMEN.
2.a
Total jeneral............
25
5
1194
384
27
42
5
2505
11 88 -
II.
CONSUMO DE
200
70
50
300
230
200
200
200
130
70
200
200
70
100
120
110
60
15
5
8
60
6
40
5
20
1189-
f,
III.
NMINA DE LOS JEFES 1 OFICIALES MUERTOS O QUE HAN SUCUMBIDO
EN LAS BATAL} AS DE SAN JUAN, CHORRILLOS I MIRAFLOREB
\.:o.::.
1190-
1191 -
gas, tenientes Manuel J. Arratia i Juan B. Seplveda., subtenientes Francisco A. Rodrguez i Abraham Reyes.
Rej~miento I,auta1o.-S ubtenientes Zenon Navarro R., N.
l\fc. Am i Jos Manuel Ruedas.
Rejim{ento Coquimbo.-Sarjento mayor Luis Larrain Alcalde 1
capitanes Juan Marcial Paez i Marcelino Iribrren, teniente
0
Rafael Varela S., subtenientes Jos R. Salinas i Daniel 2. Mascareno.
R eiimiento Valpa1aiso.-Teniente coronel Jo:; Mara Marchant, teniente Juan Guillermo As torga, subtenientes Crlos
Diaz Gana, Luis :_o Wargny, Alfredo Baignol, Juan J ullian,
Norberto Perez, Juan Antonio Silva D.
Rejimiento Aeonr.agua.-Capitan ayudante Augusto Northenflicht, capitan Abraham Ahumada, tenientes Benigno Caldeta,
Oristbal Gonzalez i Miguel Emilio Letelier, subtenientes Florindo Bisivinger i Andres Cabrera.
Rejimiento Oolcltagua.-Capitanes Pedro Antonio Vivar i
Juan Domingo Rey te, tenientes Manuel A. Palacios Zapata i
Manuel J. Carrasco, subtenientes J os Maria Villarreal i Jenaro
Molina.
R ejimiento Talea.-Ten iente coronel Crlos Silva Remtrd,
capitanes Alejandro Conclut i Eneas F~rnandez, subtenientes
Francisco A. Wormald i Crlos M. Fernandez.
R ejimiento Concepcion .-Subtenient es Francisco Y nseff i Jos
N. Claro.
Batallon Valdivia.-T eniente Belisario Val_enzuela, subteniente Francisco J. Guevara.
Batallan Caupoliean. -Smjento mayor Hamon Dardignac.
Batallan 1lfelipilla.-C apitan Alberto Perez G., subtAniente
Federico Valdivieso Huici.
Batallan Quillota.-C apitan J. Pragmacio Vial, subteniente
Dionisio Cienfuegos.
MARINA.-Teniente 2.0 del Blanco, Avelino Rodrguez.
.J
1
(1 7
18
DE ENERO DE
1881.)
r.
1193 -
( 1) La batalla de San Juan b abia durado cuatro horas, desde las cuatro i medi a a hts ocho i media de la maiiana; la de
Ch orrill os cua tro.horas i media, desde hts diez ele la ma a na a
las dos i media de la ta rde.-La de Mira fl.ores cuatro horas,
desde hts dos i media a las seis i medi a de l<t ta rde.-Cuatro
hora:: es el mximum de res istencia f sica del combatiente peruano. La del rcio ehil eno es tri ple. P or consig uiente, baj o el
pun to de vi sta de la es trud ura fsica i la div e t~e n c i a de razas,
en todo en cnentro de eh i le nos i de pe m anos, es tlecir, de ara ucan os i de qui chuar., la vi ctoria es solo cnestiou de tiempo o mas
propiameu te de rel oj.
HIST. D LA C. DE LIMA
1194-
1195-
III.
Aquella notificacion fu inmediatamente escuchada, i a las dos de la tarde del domingo 16 de
enero se presentaba en el cuartel jeneral de Chorrillos el alcalde de Lima don Rnfino 'rorrico, hijo segundo del jeneral de este nombre, antiguo
oficial de caballera i amigo de los chilenos en
cuyos colej os se educara, mozo srio, de seso i de
fortuna, ntimo ademas de Pirola i depositario
de sus ltimos votos e instrucciones.
Acompabanlo, a ttulo de fiadores, los ministros de Francia e Inglaterra, sus almirantes i el
capitan Sabrano, comandante de la estacion naval
italiana en el Pacfico; i en una: breve conferencia
se pact que Lima seria entregada inmediatamen( 1) Entre los anexos de este :--ostrer captulo figuran las ltimas notas del jeneral Baquedano al cuerpo diplomticJ i el
acta de la entrega incondicional de Lima.
1196-
IV.
N o fu dable al ltimo representante de la autoridad en el Per cumplir sus empeos, porque
en la noche de aquel mismo dia, sueltas, desbandadas i hambrientas las tropas que la derrota babia
esparcido en Lima i el Callao, se echaron a manera
de hordas feroce s, primero sobre los puestos de comestibles i licores i en seguida sobre los mas valiosos almacenes para ponerlos a saco, incendiando i matando cuanto encontraban en la vorjine
de su sangrienta o1jia, despedctzando especialmente a los infelices chinos.
/
,_.::. d
Y"
.h
. ,/
ll97-
r on volad as a disparos de rifle o despedaza das a hachazos, saqueadas i por ltimo entregadas al fuego.
>>De ah pasaron a los g raneles i valiosos alm acenes que acumulaban las j oyas, t elas i de mas obras p rimorosas de la manufactura china, los cuales fueron r obados i quemados co mo
aqullos.
Del n umeroso comercio de est a nacion, no ha quedado en
Lima mas que rastros hu meantes i ensangren tados, porque al
robo i al incen dio se agreg necesariam ente el asesinat o de los
infelices que intentaron sal var sus propiedad es. Calcl ase que
no mnos de trescientos asiticos fneron in molados en las calles
de la ciudad i en las chacras circunveci nas.
U no de los mas acaudalado s comercian tes chinos, cuando
vi que sus almacenes ardan, hizo sellar sus libros de negocio
en la L egacion ing lesa, i hoi prueba que ha sido vctima de una
,
prdida de ciento cuarenta i nueve mil libras esterlinas.
alacio,
P
>
>
,
chor-malo
Mel
s,
Las call es de Bodegone
{( Pol vos Azules, Zavala, apon, Albaquit as, Hoyos
i casi todas las que quedan abajo del puente, f ueron otros tantos t eatros ele estas escenas de horror i desolacion .
En esta ltima parte de la ciudad, no solo fu eron asaltados
i saqueados los almacenes asiticos, sino t ambien los de alg un os..
italianos. En el de la Ni?ifa, per tenecien te a sbdito de esta ltima nacionalid ad, se encon tr el cadc ver de su clueiio en la
---
.,
1
1
~
'
o<.
'
V.
Idnticas, verdaderamente horribles i a.un mas atroces haban sido las escenas de despojo i
muerte ocurridas simultneamente en la poblacion ma.s impresionable i mas revuelta de razas i
pasiones del Callao. Gobernada esta plaza por un
hombre de cerebro perturbado, brio i sordo, la
tropa insolentada le babia proclamado dictador en
medio de infernales libaciones; i en seguida el populacho, i especialmente las mujeres, se habian entregado a todos los furores de la rapacidad i de la
clera. Aquel ruido de dos ciudades saqueadas, incendiadas, vilmente deshonradas por sus propios
h~jos eu la vspera de su sumision irremediable a
un vencedor estranjero, tenia algo de brbaro, in u-
1199-
VI.
Agregbase a este cuadro de espanto social,
aviso precUI'Ror de la disolucion moral de un pueblo, el espectculo ele la destruccion cobarde de todas las defensas de tierra del Callao i de sus buques i embarcaciones de todos portes, inclusos sns
pon tones. Sin sentirse con bros para intentar siquiera una fuga que les habra permitido escapar
dos o mas de sus trasportes, o morir com b~tiendo,
o rendirse siquiera en el puente de una nave, hab les prendido fuego i echdolas a pique haciendo volar con dinamita todos los caones, para lo
cual estaban cavilosa i villanamente preparados
de antemano. (1)
( 1) He aqu los telegramas que lo prueban
Callao, diciembre 30 de 1880.-Necesito tres mil metros
g1as.-Astete.
..
1200 -
VII.
Habanse encargado cada cual a su m ~tnera, de
aquella obra de destrnccion i de barbrie contra
s propios, especjalmente cuando se estaba pracen defensa. La necesito ausolutamente.-.Astete.
't.-
1201 -
151
1202 -
VIII.
Quemaron as lo8 peruanos los ltimos restos
de su poderio naval por sus propias culpables
manos, i de esa manera completaron en el mar
las postreras Yictorias , de Chile. Su ponderada
corbeta Urdan, los trasportes Rirnac, Chalaco,.
Limefa, Oroya i Talism.an, el monitor Atahualpa,
jcmelo del de Arica, sn lancha Urcos, sus pontones mismos, como el Pachitea i el Apurirnac, Larrenados por torpedos ele dinamita, desaparecieron aquella fatal noche en medio de espantosos
estallidos i naufraj ios que simulaban la agona e~ e
de todo un pueblo.
IX.
I fu esto de tal manera que para salvarse de
calibre.
JiJl ataLLUe de nues tras fuerzas terrestres sobre el Callao la
anunciarn nuestras lanchas a los buques de la escnadra con
solo tres cohetes, Real que repetinl. el Tolten.
En ambos casos los buques de la division se dirijirn al iuterif'r de la rada, obrando de acuerdo a las circunstancias.
Las lan chas porta-t orped os reconoce rn toda emharcacion que
trafique de noche dentro de la bahia, t en iendo presente q ne el
trfico desde los buques neutrales a tierra est prohibido i que
se debe, por tanto, disparar sobre esas embarcaciones, si las
circunstancias lo requiern.
En este caso no se lanzarn cohetes para evitar alarmas
intiles .
Santo para esta noche: um. s co~ destellos.
Sea, id. id. id. nm. 3 id. id.- La tor-re.
1203-
,__:.
1204-
X.
/
En consecuencia de estos sucesos i de lo pactado en la tarde del 16 ele enero, tres mil hombres
de las tres armas, de los que la batalla habia dejado en mejor pi, se alist::tron en el campo ele
Miraflores, i despues de bruir sus caones i fnsiles i ele acepillar sus pol \7 0rosos trajes como para
una fiesta de parada, se dirijieron a Lima a las
tres de la tarde del lnes 17 de enero, llevando a
su cabeza al jeneral ele brigada don Oornelio Saavedra, que acababa de ser nombr_tdo gobernador
militar de la ciud:::,d i su distrito.
Oomponse aquella hermosa columna de honor
de los siguientes cuerpos, que en el rden apuntado desfilaron por las calles principales de la
ciudad en clireccion a la plaza pblica, en medio
de una poblacion que se mostraba mas curiosa
que consternada. Tres bateras ele campaa bajo
las rdenes del coronel Velazquez rompian la.
1205-
Despues de haber desfilado en corn puesto i dig no silencio pero con las frentes ergui das i el ros-
tro fiero aquella brill an te Yanguardia a las 6 de la
t arde delante del atri o de la Catedral, a cuyo fren t e se situara el j efe que la mandaba como para
pasarle revista de honor, su s diferen tes cuerpos
se dirijieron a sus cuarteles, i la org ullosa ciudad
de Lima era pacfica i totalmente ocupada a los
_--;
1206 -
1207-
XII.
El jeneral en jefe del ejrcito de Chile ocupado
entretanto de la piadosa f~1.ena ele recoj er los
muertos, de sal vftr a los heridos i de reunir los
trofeos inmensos de tres baktllas i del ased io del
Callao, no habia. conse ntido e n entrar a Lima ,
dando en ello rnn estras relevantes de una di g na
modestirl i del jeneroso apego al deber e n todos
los oficios de su noble c:.t rrera. T res maiendo todo
esto en un boletin sucinto pero qne en sus cifms
remedaba las mas abultadas pjinas de la glori <l
militar de pueblos famo sos, decia as al gobierno
d_e la nacion a que sen.t.
En nuestro poder ha dej ado el enemigo municion es i mateterial de guerra. Nos hemos apoderado de 2:,n c:ton es; en el Oullao de 57, desde el c,tlibre de a 1,000 hasta el de 200; en los dos
ca m pos de batalla de 41, desde el calbre ele 600 has ta el de 32; i
de 124 piezas de cmnpaa i de montafta, comprenclicla.-:; en stas
19 ametralladoras. Tenemos tambie n recojiclos hasta Ja fecha
cerca de 15,000 rifles de di ve rsos sistema;;, m:.ts de 4.000,000 de
tiros i nua. llllen:1 cautid<td de plvot' i de <l itu m it-t. Agrega.d
a esto que el poclet naval del Per lm clesapwecd o t a n com ple
tam ente que n o le qa e ~la ya en e l mu el m:1.3 p.:l'}ll eiio f,tln
eh o.>) ( l)
-~
1208 -
XIII.
Hecho todo esto con el teson infatigable de los
deberes sin brillo, de la disciplina sin vanagloria
i del triunfo sin ostentacion, el jeneral Baquedano
se diriji en la tarde de ese mismo dia, 18 de enero de 1881, antevspera de una fecha clsica en sn
vida de soldado i en la historia de la repblica, a
la ciudad de Lima donde 42 aos hacia, entrara con su ilustre padre, guardador entncos de su
adolescencia. Al apearse en la puerta del palacio
ele gobierno, ech de ver qu e la gloriosa bandera tricolor de Lima i ele Yun gai, de Tacna i de
Arica, de San Juan i 1\lirafl.ores, no haba sido
aun izada en el mstil viudo de la mansion histrica. de Francisco Pizarro, de . Sa.n Martn i de
mecanismo Rmington; 4.500,000 cpsulas id., id., Wi.nchester
i R mington; 100 caones de carupaila i montala, siendo la
mayora de fi.wdicion peruana; 25 calones grueso calibre, desde
el 32 al de 600, i mil tiros ele caon, varios sistemas; 130 quin
tales plvora, sin contar la ensaqnetada que es mucha, 1,000 tiros Rmington de balas esplosivas.>)
Segu n una razon escrita por el capitan don Narci so Castaileda del Victoria (batallan encargado de entenar los muertos) se
recojieron entre el 20 i 23 de enero 1,002 cadveres i los de 126
caballos.
Por via de contraste, i por el interea que ell o puede tener al
final ele esta historja, reproducimos en el anexo del presente
captulo una razon de lo gue ha cos tado la g nen a al pas en dinero segun una publicacion bastante exacta hecha el 2 de enero
de 1882 por el diario Lct Capital de la ciudad del Rosario en la
Repblica A1jentina.
1209-
152
1210-
XIV.
Repartase as e instalbase cmodamente en
torno a la insensata ciudad que guardara durante
siete aos el pacto secreto de una conspiracion
continental fraguada contra Chile, el glorioso
ejrcito que con sns bayonetas lo rompiera, en
catorce batallas de mar i tierra. l ron este motivo
llegados todos al trmino de la prolon gada, fiera
i sangrienta contienda, justamente enorgullecido
de su obra comun, el jeneral en jefe dirija.les en
la rden del dia del 18 de enero estas palabras,
que eran los ecos de la gnttitud de Chile envueltos en los rayos de su gloria:
Hoi, al tomar posesion, en nombre de la Repblica de Chile,
de esta ciudad de Lima, trmino de la grau jornada que principi en An tofagasta el 14 de febrero de 1879, me apresuro a
cumplir con el deber de enviar mis mas entusiastas felicitaciones
1211
a mis com paeros de armas por las grand es victorias de Chorrillos i Mirafl ores, obtenidas mexced a su esfuerzo i que nos
abri eron las puertas de la capital del Per.
La obra est consumada. Los g ra ndes sacrificios h echos en
esta larga campa a obtienen hoi el mejor J e los premi os en el
inmenso placer que inunda nuestras alm as cu ando vemos flotar
aqu, embell ecida por el t riu nfo, la qu erida band':lra de la pa tria .
En esta hora de jbilo i de espansion quiero tam bien J.eciros
que estoi satisfecho de vuestra conducta i que ser siempre la
satisfaccion mas pura i mas lejtima de mi vida haber tenido la
honra de mandaros.
Cuando vuelvo la vista hcia atras para mirar el camino recorrido, no s qu admirar mas: si la enerja del pais que acometi la colosal empresa de esta guerra, o la que vosotros h abeis necesitado para lle varl a a ca.bo. Paso a p:1so, sin vacilar
nunca, sin retrot.:eder j amas, habeis venido h aciendo vn e~;tto
camino dejando seialado con un a victoria el trmino de cada
jornada. P or eso, si Chile va a ser una nacan gra.nde, prs pera,
poderosa i res petable, os lo deber a voso tros.
)) En las U03 ltim:1s ~ angri e nt as babllas, vu'lst l'O va.lor rea.liz verdaderos prodijios. E sas formicla.bles ttin chet,ts qu e se rvan
de amparo e los enemigos, t '1 madas al asalto i rn :trclna do a pecho descubierto, ser n perpeturtmente el mejot testimoni o de
vuestro heroismo.
)) S saln J.o otra vez, va lientes a migos i co mpa icros de n.rm a.s ,
i os decbro e ue h <tbeis merecido bi<m d e b pa tria.
))Felicito es pecialmente a los jefes de division, j enera.l Sotomayor i coron eles Ly nch i Lagos, por ht se renid<td qu e h<tn manifestado en los combates i por la precision con qu e h an ej ec utado
mis rdenes; a los jefes de las brigtda.s i a los j ef'3s de los cuerpos, por su arroj o i por el n0bl e ej emplo q ne da ban a sus sol
dados ; a stos, en fin, por su brav ura sin ig ual.
)) Debo t ambien mis ~ li c itac io n es i mi g ratitud a mi infatigable colaborador el jeneral don M tcos Maturana, j efe de es tado mayor jeneral, al comandante j eneral de a rtillera, coronel
don Jos Velazquez, que tanto lustre ha dado al arma de su
1212-
XV.
Quedaba de esta suerte cumplida, por la tercera vez en el curso incompleto ele nn siglo, la evolucion antigna, misteriosa e irresistible que en la
dejeneracion de los pueblvs, ele las razas i de las
pocas iba marcando a Chile el sendero de su podero i de su apoderamiento del Pacfico, aspiracion de su pueblo, smbolo de !:!U destino manifiesto i coronamiento de la obra inmortal de su
ejrcito i marina, cuyas etapas hemos venido siguiendo con respetuosa adhesion e incontrastable
fidelidad en los cuatro volmenes de esta historia
contempornea consagrada a la verdad, a la gloria i a la imperecedera grandeza de la patria i de
sus mas nobles servidores.
1213 -
I.
LTIMA
Seor decano:
V. E. sabe que a consecuencia. de la iniciativa oficiosa tomada por el honorable cuerpo diplomtico de Lima en favor de la
cesacion de las hostilidades contm aquella ciudad, no llev a
efecto en la maana de hoi el ataque preparado contra las fuerzas del ~jrcito peruano que defendan a Miraflores.
Sabe tambien V. E. i los seores ministros de Francia e
Inglaterra, que yo, en las conferencias que hoi tuvimos, me negaba a ampliar los plazos que se me pedan para interponer sus
buenos oficios cerca del supremo gobierno del Per con el mismo
objeto pacfico, i que al fin, cediendo a las repetidas instancias
de V. E. i de sus honorables colegas i como una prueba de especial deferencia en favor de los neutral es, acced !!. esperar, sin
que mis tropas tomaran la ofensiva, la respuesta que V. E. deba darme a la media noche de h oi.
Pues bien; el ejrcito enemigo, cuyos jefes deban tener conocimiento de las j es ti oues iniciadas por el honorable cuerpo diplomtico i haber recibido las rdenes convenientes, rompi hoi
a las 2 hs. 20 ms. P. M. sus fuegos contra el infrascrito, su jefe
de estado mayor'jeneral i aycluantes qne recorran el campo para inspeccionar la sitnacion de nuestras tropas.
Esta deslealdad del enemigo me obliga a acelerar las operaciones de la guerra.
1214 -
Mas, como quiero guardar n. los honorables representantes estranjeros todas las consideraciones de deferencia que me sea
posible, me dirijo n. Y. E. rognd ole se sirva comunicar a sus
honorabl es colegas mi resolucion de bombardea r desde hoi mismo si lo cree oportuno, la ciudad de Lima, hasta obtener su
rendicion incondicional.
Con sentimiento de cousideracion distinguida soi de V. E.
atento i seguro servidor.
MANUEL BAQUEDANO.
IJ.
ACTA DE LA RENDICION.
P eti t Thouars.-Spencer St. Jhon.-E. Altamirano.-J. Sab?ano. -J. H. Sti1'ling.-M. R. Lira, secretario.
<
1215-
III.
LO QUE HA COSTADO A CHILE EN DINERO LA GUERRA CON EL
PER DESDE FEBRERO DE 1879 A AGOSTO DE 1881, SEGUN CWULO
APROXIMATIVO.
762,871 82
192,866 85
54,487 28
82
8,218
62,787 28
4.902,496 33
47
10.620,701 05
33,501.),086 80
16.877, :~68
11.354,134 85
1.847,014 39
$ 46.710,286 04
Las entradas han sido mas o mnos equivalentes conforme
a la siguiente especificacion:
Aduana
Id.
Id.
Id.
Id .
Id.
del
de
de
de
de
de
8.470,578 12
1216-
106,620 76
Salitres de Tarapac. Saldo .... .
142,306 95
Donativos par J. la g uerra .. ...... .
Contribucbn de gue rra .......... . 2.197,194 47
Producto de g uano ... ... . ...... . 209,76!;) 15
Venta de bienes tomados al
enemigo .. . ....... ,..... ....... ...
11 3, 128 93
:H.edencion de censos ... .... ..... .. 2.842,609 18
Emprstito ........................ ..
E mis ion de papel-moneda .... ..
5.611,629 42
2.000,000
28.000,000
44.082,207 54
1.419,112 65
45.501,319 19
FIN.
5 ..
H IS TORI A
DE L A
CAM PA A DE LIMA .
--------~+- ~-+~--------
NDIC E
UNA PALABR A AL LECTOR . .. .................. ......... .. ........ .... ... .. ... ..
P j . 5
CAPITULO J.
il
INDJGE.
11
-Curiosos telegramas que dirije a Gamarra.--Recabrren, nombrado sub-jefe de estado mayor, organiza dos divisiones volantes i se propone emprender a mediados de abril contra la retaguardia de los chilenos, que en esos momentos marchaban hcia Locumba i hcia Sama.
--Importancia que pudo tener ese movimiento i sus anuncios, desde
mediados de abril.-La nube.ll-Causas que etardan esta operacion i
la frustran.--1\fezquindad del pueblo de Arequipa i curiosa nota indita del coronel Recabrren sobre este particular.--Rias de Recabrren con el jefe de estado mayor Lopez.---El primero intenta qeponer
al ltimo.-Rodea el coronel Lopez la casa en que Recabrren celebra
una junta sediciosa de jefes i lo prende por la fuerza.-- El prefecto Gonzalez Orbegozo asume el mando del ejrcito.-Renuncia del coronel
Gutierrez llamado El Sobrado,l) i antecedentes de este jefe.--Documentos inditos sobre estos disturbios que establecan la guerra civil en el
Pen~ a presencia del enemigo. --El coronel Leiva es nombrado jeneral
en jefe del segundo ejrcito del sur, en remplazo del jeneral Beingolea, i su marcha de~de Jca.'--Carcter i antecedentes de este jefe i su
proclama al llegar a Arequipa el 30 de abriL--Apremiantes cablegramas que le dirijen Montero, Solar i Bolognesi.-El coronel Leiva
muestra desde el principio mala disposicion para marchar, i sospechas
a que Ee presta su actitud como lugar-teniente de Pirola.-Al fincomienza a moverse el segundo ejrcito del sur en los primeros dias de
mayo.-El comandante Gutierrez ocupa a Moquegua el 8 de ese mes.
-1-tecabrren sale el 14 i I,.eiva ell9 en direccion a Torata.- Lle
gael 26 a este pueblo el Sobrado con su division i descansa.--Ya
es tarde!)) ..... ............... ....... .............................................. Pj. 9
1~
CAPITULO II.
1.
-------- -
- -
l!I
IN DICE.
CAPITULO III.
CAPITULO IV.
IV
IN DICE.
. tos de huano.---Los emprstitos de Pirola en 1870 i los Dreyfus.---Cmo se desaparecen en dos aos 180 millones.-- El presidente Pardo
anuncia en persona al Congreso al inaugurar su administracion la bancarrota del pas suspende el servicio de las deudas.---Viaje del presidente Prado a Europa, i cmo nace la Pmuvian Guano Company.---E1
Per sujeto a mesadas.---Ho&tilidades entre los Drey'fus i la Pmuvian.
---U nos i otros se aprovechan de la guerra para poner al Per la soga
.al cuello.---Inadmis ibles proposiciones de la Pemvian i su protesta de
las letras del Gobierno.---Astu tas propuestas de Dr,;yfus para quedarse con el stock de huano i chancelar cuentas i reclamaciones atrasadas,
dejando al Per con el negocio del muelle-drsena, valorizado en cuarenta idos millones de franeos.---:Vacilaciones para aceptar estas propuestas i las de la Pertwian del vice-presidente Canevaro, i esplicacion de su conducta como acciollista de la ltima.---Los delegados fiscales del Per, Althaus i Aranbar, rechazan las propuestas de Dreyfus.
'--Guerra civil entre los delegados.--.Althaus i Aranbar son destituidos se nombra plenipotenciario a don Juan Mariano Goyeneche, residente en Paris.---Envase como comisario para secundarle al doctor don
Francisco Rosas, i su viaje hasta Cherburgo i Pari's.---Lazos i caricias
que le ofrecen Dreyfus su crculo.---Honora hles p roposiciones que hace
a Rosas i a Goyeneche el Crdito Industrial de Pars, en nombre de
+os tenedores de bonos franceses, belgas holandeses.-Los ajentes
peruanos se -deciden por esta combinacion i firman un pacto recibiendo veinte millones de francos de anticipo el 7 de enero de 1880.-Pirola firma en Lima ese mismo da un escandaloso contrato con los
' Dreyfus, reconocindoles veinte millones de pesos que no se les debia.
-Antecedentes, documentos i pruebas de este vergonzoso fraude nacionaL-Clera de Pirola porque El Comercio de Lima censura su
procedimiento i, a nombre de la honradez, de la moral i de la delicadeza, clausura esa imprenta.-Su furor contra Rosas i Goyeneche cuando tiene noticias del negociado con el Crdito Industrial i ordena
confiscar sus bienes .-E~plicaciones del doctor Rosas en el SoiT de Paris.--Atenuacione s de Ln Patria de Lima sobre la enormidad del contrato con Dreyfus, i rebaja d ocho millones de su cuenta.~Acertadas
medidas de otro jnero que adopta el dictador.--Derog a el decreto de
interdiccion comercial con Chile i suspende varios impuestos locales,
absurdos i onerosos.--El impuesto sobre el azcar.-Manda cerrar la
emision fiscal en la suma de sesel).ta miilones de pesos i declara,que el
oro es la nica moneda legal en el Per, dando por razon que el oro ha
desaparecido por completo del pais.--Despticas medidas sobre conversion de billetes en dinero i sobre el jiro que abate el cambio a 8 peniques por soL-Cmo, segun la cuenta de sus adversarios, gast Pirola en un ao 114 millones de pesos ........................ ...... ....... Pj. 121
CAPITULO V.
'
INDIO E.
CAPITULO VI.
VI
CAPITULO VII.
l !l80)
CAPITULO VIII.
El ministerio Recabrren.
Jmiugrase el congreso al ruido del caiion de Tacna i Arica, 1 popnlandad
que adquiere el ministerio que preside el seiior Santa Mara.- El discurs()
presidencial i su relacion incolora pero verdica de las operaciones de la.
guerra,- Ausencia de propsitos ulteriores.-La prosperidad del pais i
justicia que el jef e del E stado hace a su patriotismo. --La noticia de la
captura de Arica desborda el entusiasmo del pais i consolida el prestijio del gabinete.-Renuncia ste, sin embargo, t res das despues.Sorpresa del pblico, i revista de Jos servicios i de las petsonalidades
del gabinete que desaparecia.- Arma al brazo i a Lima! - La guerra
comienza!.-El ministerio de junio i su personal. -Su matiz radicaLAntecedentes i prestijio de los seores Recabrren i Lillo, i falta de
preparacion del primero.-Nulidad poltica de sus colegas.- Car ta del
autor al seiior Lillo cuatro das despues de su nombramiento.- Vagas
esperanzas de que los seores Recabrren i Lillo hicieran cambiar el
rumbo de su poltica al Presidente de la repblica con respecto a la
IN DICE.
VII
CAPITULO IX.
SETIEMBR DE
1880)
El proyecto pata emitir seis millones de pesos es sometido al Senado.Cmo haba obtenido su primera aprobacion por este cuerpo.- E l senador Conch a i T oro solicita la declaracion prvia de si el gobierno emprende o no sobre Lima, i el ministro de hacienda rehuye la respuesta
.como en la Cmara de diputados. -El senador Reyes convence al ministro de hacienda de que ha pedido solo la mitad de los fondos que el
gobierno necesita i, en consecuencia, la emision se aumenta a doce
millones de pesos i se aptueba.-D isc urso del senador por Coquimbo
con este motivo i condenacion i protesta esplcita que formu la contra
toda espedicion de merodeo a las costas del Per.-Deb ate que con este
motivo se traba en el Senado en el cual el ministro de hacienda declara
q pe el gobierno acepta las espedicione s de merocleo .- Esplicacion ele la
actitud del gobierno ante las dos ramas de l pode r lej islativo.-El presidente Pinto insi~te en su absolu ta resist encia a satisfacer las a~piracio
nes del p11.is i del Congreso enviando una espedicion a Lima.-Los
ascensos de Tacoa i cmo se escluy de ellos a todos los que pelearo n
en T :1cna.-Acti tud del Senado contra esta irrisoria injusticia, funesta
para el ej rcito i para la guerra.- H onras a los muel'tos.-L abores del
Congreso i hLudable actitud prescindent e del gobiemo en todo lo que
no fuera ir a Lima.- Establecimi ento de las incompatibilida.des padanentarias i abolicion del estanco.- Enorme impuesto sobre los salitreH .
.,;!,lega a Chile a principios de agosto el ministro de Estados Unidos
~ n .C,i~lJ., Mr. Christiancy, sin ninguna especie e comision pb(ca de su
gobiernQ ~j del de Pirola, i en el acto el presidente Pinto entra en
:;;r:.tos i paso~ l-9 mediaciones c:e paz con l, no obstante la fa lta absolutlJ. facultad.es e ip.sinuaciones del ltimo.-A.c ertadas observacion es
pe l ~J. prensa sobre lo.s pEHgros de la mediacion norte-ameri cana, que se
han cumplido. -A.delant:. el $9bierno sijilosament e las negociacion es
de la medilJ.cion i el dia 10 de setie!]!.l:re quedan designados los delegados de Chile en las futuras coq.feren9i :.s:=IIJ.t~ rpe l acion que formula
al da s.guante el diputado por Catelmapu <}ot1 J. \~. ~9-lma!)\)da ,. :.
VIII
IN DICE .
Respuestas cabalsticas que da a esta interpelacion el ministro Valdenama el14 de setiembre, i niega ' redondamente que se hayan nombrado negociadores.- Notable discurso del seor Balmaceda sobre la situacion i la desintelijencia del gobierno i del Congreso i propone un
voto esplcito de censura al ministerio.- Discurso del diputado Rodrguez a nombre del partido conservador i su proyecto de acuerdo.- E 1
seor Huneeus defiende la conducta del gabinete en las negociaciones de
paz pero declara paladinamente que el seor Christiancy no ha obrado
ni por insinuacion de Pirola ni de su gobierno.- Recbese la noticia de
la prdida de la goleta Covadonga.- Prolnganse los debates sobre el
voto de censura i se acaloran.- M:emorable sesion del 25 de setiembre.
-El diputado por Valparaiso don I~idoro Errzuriz salva al ministerio
declarando semi-oficialmente que se har la espe1icion a Lima.- Llega
ese mismo dia la noticia de la destq1ecion de la hacienda de Puente por
la espedicion Lynch.- C6mo van a marchar paralelos, a virtud de un
inconcebible criterio, esta it-ritaute, ineficaz i contraproducente empiesa
de destruccion i merodeo i las quimricas negociaciones de paz imciadas
por el presidente de la repblica i el gabinete de junio ... .... .. . Pj . 286
CAPITULO X.
La guerra i el Congreso.
(JUNIO 1 JULIO DE
1880)
-..!
1NDIDE.
lX
empecinamiento para creer en la paz a todo tranc~.-I.a cnmarn de diputados rechaza por una gran ma yora todo aplazamiento en el suministro de subsidios de guerra al gobiemo, i vota la emision incondici(nal
de seis millones de pesos a fineR de julio... ...... .... .. .. ... .. ... ... P:.j. B40
CAPITULO XI.
CAPITULO XII.
..,.:t
).
h!DICE.
t:APITULO XIII.
----------~--~-~
NDICE.
;:
dolo..- qae la prdida de la o:Oovadonga causa en todos lo~ {wimog patriotas.--lnitacion de la prensa contra el presidente Pinto i su polt ica.
de paz i de contemporzaciones.-- [nverosmil ac:J.erdo d lll ltim )1 t rasmitido al jefe de la escuadra pa m solicitat la de volucion del Rim ac ~ i
la enttega de la UnionJ>.- Vergonzosos i humilla ntes procedimie ntos a
que eRta estrafalaria solicitud da lugar.- Los chile nog so a llamados
oficidmente salteadores por el dictador, el miuistro de la. g ue rra. i el
prefecto del Callao, Astete.-Arrogancia creciente de los peru anos.-Ataques nocturnos a la isla de San L ore nzo en l a~ noches del 16 i
del 17 de setiembre.-Ataques del 2t a las lanch:ts q ue b ucean el casco
de la CovadongaJ> i estado eu q ue s ta se e ncae ntra.-- El c11.pi ta.!1 B oy t on i sus aventuras--El b ombardeo de Cho rrill o~, Ancon i Chancai el
22 de setiemb re i su completo mal xito.-T eleg ramas per uanos. -Elministro de S. l\I. B . f'aint Jhon convertido en bnrmetro de bombw deM.-Comienza a lang uidece r visiblemente el Lloq neo del Callao.-EI
t orpedo flotante del 1O de octubre. --Fortificacion de la Mla de San
Lorenzo i en qu se ocupa u l o~ albaiiiles - Estad o lastim oso de b s t ripulaciones i sn desnudez.-Los primeros seis meses del bloq ueo, i lo
que costaron a Chile.-La compostura del <<Blanco i s us percauces. -El almirante Riveros es llamado a Arica i la guerra va a entrar en su
ltima faz.... ... ... .. .. .. .... ... .. .. . ... .... . ... ..... ...... ..... .... .... .. ... P tj. 464
CAPJTULO XIV.
La paz de Arica.
B uenos oficios>> i mediacionl) en las g uerras modern as.-Ofrece los primeros la Inglaterra en ab ril de 187!! i los rechaza con altivez el minis tro
lrigyen.-Rechazo de par te de Chile de las me::l iacioues del l':c uad or i
de Colombia.-:M:al efecto que producen en Iugla terra los bombardeos
dellit9ral de Tarapac i comision de ricos mercaderes que Rolicitan la
intervenciou de lord Salisbury contra Chile.-Cruzada de la Inglaterra,
}'rancia i Alem:tnia dirijidn. a una intervenci ou com un q ue desbamta n
los Estados Unidos.- Revelaciones del coronel F .. . sobre los aprest os de
la Ingla terra i padas de mediac ion del ministro del lt imo pas i de l se iior
Amnntegui, ministro de relaciones es teriores de Chile en la por:a a nterior a nuest ras victorias.-Pol tica egosta i es t udiosamente desdeosa que han usado siempre los Es tados Unidos con las rep blicas Hisp:tno--mericanas.-El minist ro E varts prohi be terminantemente a s us
representantes en los paises belijerantes del P acfico ofrecer ni aceptar
mediaciou de niugun j nero si no fu ese n espre~am e n te Rolicitadas por
t odos conjuntamente.- Sus notab.les instru cciones sob re el pn.rti cula r .Poltica tradicional de los li;st ados Unidos sobre no i ute rve ucion internacionaL-Motivos ntimos que dan p:bulo a la accion diplomtica de
los E stados Unidos en la guen-a del P acfico. -Q ui u es ella?-El
ministro Osborn Re dirij e en abril a Nueva York con su esposa i dPsde
all Jo hace volver sin ella un t elegrama de :Mr. E va~ ts. -H. o nrosos antecedentes de 1\Ir. Osborn, i c mo logra suj erir un plan de ave nimiento que
le permita regresa r pronto a su pa tria i a s u hoga L".- EI gobierno de
Estados U nidos acepta este plan i comienza a ponerse en ejecucion en
agos to de 1880, aceptando Chile previamente la m ecliacion de los Estados
Unidos, sin c:ms ultar a B olivia ni al P er.-Sbitn. llegada a fines de
aq uel me ~ de l\I L". Christiancy i episodi os a q ue da lugar .-Carcter i
antecedentes de este cle bre personaj e i su d ivorci o. - Quin es ella?
otra vez.- Su viaje a Chile es de un cadcter csclusivamente privado, i
la ansia de paz que reina en el gobierno le atribuye carcter pblico i
XII
NDI CE,
entra en tratos oficiosos con Mr. Christiancy por medio del seor Huneeus. -D eclaraciones contradictorias de Mr. Christiaucy sobre P irola
i s us propsitos.- Mr. Christia ncy en el Santa Lucia.- Su regreso a L im a i su aviso a Bolivia desde Arica. - Cm o la cancillera boliviana
tenia noticia oficial de la aceptacion de la med t'l.cion por Chile desde el
27 de agosto en La Paz i cm o el gobie mo del se ior Pinto se document pam hacer creer que h aba aceptado la mediacion solo el 6 de octubre.-Pirola nombra sus negociadores el 29 de se tiembre i declara a
sus ntimos que todo aquello es una farsa.- Los seores Arenas i Garca
i G arca en M ollendo.-Los ministros bolivianos.-El seor Osborn
parte en el Scmlct R osa i el seiior Altamirano e n el L onttt. -T.a primera
confe rencia de la L aclcawana el 23 de octubre.-La gran :;esion del 25 i
la discusion de la minuta.- En qu consista sta i cules eran los planes e instrucciones de los per uanos.- La sesion del 27 de octubre i la
conclusion de la pamplina.-Documentos i revelaciones.. ... ... P j. 501
CAPIT ULO XV .
NDICE.
Xlll
CAPITULO XVI.
iNJJiCY..
CAPITULO XVI l.
1880)
CAPITULO XVIII.
N DICE.
XV
CAPITULO XIX.
CAPITULO XX.
XVI
W I 0E.
CAPITULO XXI.
~IJll:K.
XVII
CAPITULO XXII.
". .
CAPITULO XXlll
C'
XY!ll
iNDICR.
c.;ubertrt con su lejiou iufernal.- LoR Granaderos a v:tuguaruia i In clivi~ i o n us it. tic:l en el ceutro.- Orclen de m:trcba de los infantes i de la art ille ra.- Sorpre~ a que in tent:tu los C:tzadorcs del Jtimac contra los Graua dc ro~ ni bajar al valle de C:LJicte e u la marlaua del 1~J do diciernbre.Lynch en Hcrvay bajo.-La columna chileu:1 almuerza en Montalvan
en la mariaua del :?O de cliciembm.--Los italian o~ Del Pino i el cuadro
r1e h clcposicinu de O'Higgius do 1\Ionvoisin.-b;l comandante Yvar
ocupa el mi,mo d a a Ceno Aw l i s u ontrovi~t:t co u el maestro ele escuela del lngar.- -Fatigosa marcha de la infanter:t p L' los callejones
aneg:tdos de Cariete.-- La (mic:t defensa ue lus porn :tnos es el :tgua i..ynch impone mm contribucion de :W,OOO p e~o s a l:t hacienda rle G-omez, i ~~~ aventura con los :dem ane~ ---El Prncipe R ojo en Asia.---La
!t:tciend:L de Bu jama i sor re :1 1 ne inte nta eu sns bo~ques el guenillero
ConJo.-M nerte de nn sold ado del T :Llca i de un cauo del ~ : -Ly n ch
oruena a b. le:jiou iufe rual ue V illarroel quemar los pueblos de Mala i
;-;an An to ni o e u cas tigo de aquella al ovo;;ia i fusi la a nn pri -ionero.Brillantc :1 cciou del alfrez Armaza., que se re une a J,ynch con ~5 cazadores e l 2il de d iciemhre.- Las ltimas jornadas de l:t brigada Lyncb .
-Curiosos tclegl'ttmas pe l o~ co ron eles Zamudio i Sevilb sobre gus oper:tciones.-El cor ouel Ly nch llega a Luri n el 2:i i el corouel Mar tinez
el: eou e l Atac:tm:Li el Colch:tg ua.- :.Jomie nz:t e~t.e c'tltim<> di a el deHemb:ttco ue l:L adiller h de camp;th e n la c:tl et:t d e Pe~ca l nce s i b:<j:m
a t ier:a los ltimos cne:po; ric iufa nte 1a.-Lleg:t el jcnc ral Vi ll:t~mu a
1 ~ um y ac0 co n l:t b rigad:t Anwu:'1teg ui i es depuesto dd matl'lo de ~ u divi~i o n. -fJe sucede el coro ne l fJr uch. - Inte reR:nr tes uocume utos. - El
jeueral Baquedano en Lurin .-- El ltimo cli:t del acio Pl8\l.-- 'l'rein!(L i
<'!utllo mil chil eno~, treint:t i cu:ttro trasportes , ci ncuent:L i seis cairone~
i cuat ro mil caballos i mulas de servicio.--Los prodijio" del patr iot i ~ m o
en presencia del empeque l1ecimiento ,~ .: gob iem o.......... .... P ;j. i'J7
CAPITULO XXIV
1:-.nrnr..
XJX
La guerra de la setl.-EI campamento de Luriu. i colocacion de los rliversos cuerpo~ do! ejl>rcito - t:scenas i eutretcui ruieuto . ;.-La remision de
vveres i el com:wdaute lia cnfran.-Los primeros reconocimieutos ~o
bre las lneas enemigas.- Los comandantes DulJJ,: i Letelier el :n i el
~i de tliciemure.-~1 combnte del Manzano el :!7.-:-ius apre~tos i pcripecias.-l\1uerte tle los com:uulantes Olauo i Arstegui.-Partes iu.~ di
tos de los co roueles !3arbosn i Corts.-!:! gran recouocimieuto del li de
e nero i wetlitlas que a la vistn del campo enemigo toma el jeueral eu
jefe -Heconocimiento~ por m:u rle J,. derecha de l e nemigo. - HL e u c:miento definitivo i recio collluate de Ate el !1 df' euero.- El capi!au
~ettww i ei alf,!roz Yiv:tuco -Carta estratjica del jeueral Ya ga~
.Machuca en la v,;pera de lo~ gmudes dias....... .... . ...... ...... lJ:j. Hlil
C:\PJT L! LO XXYI
1:-~mcc.
1110
CAPITULO XXVII
La batalla de Chorrillos.
Cmo la batalla de San ,Juan temrin a las 9 de la maiana.-Los primeros
derrotados pmuanes llegan a la linea de .Mil'aflorcs.-La conducta de
Piclola en ht bata\la.-Su presencia en San .luan, en Surco i en Chorrilt o ~.-Su conferencia con Iglesias, i juicio de Quinq1c1' sob re e. e aeto. l'dencs del dictadO!' a Suarc1. i desobedienc ia dn stc. -Cual debi sc 1
la tctica de los chilonos en esa a ltul'a de la lueha.-,Pndo la division
Lagos apodcra1se de Lima en aque l dia1-D cscl'i pcion de San .luan, de
Surco i de Chorrillos.-Las chcaras de Lin1a.-Dcscripeion de las cerrilladas de Churrillos.-El morro SoJa i l a~ bateras del Salto del
Frailc n i de la Calaveral>.-Tropas peruanas rne se rcfuj ia n en estas
posiciones.~ Temera1io e ineficaz aalto del 4. de lnea i del Chacabuco al morro Solar.- Los cuatJo capitanes del Chacahuco.-~lucrte hero ica del ca pitan l ba1ez. -Conflicto. - Bizarm condu cta del coronel
Urrutia i herois mo antiguo del comandante Ul'iza r -Rechazo de los
chilenos i avance del encmigo.-La brigada de artille1ia Emilio Gana
.bandona SU posicion por falta de JliUnicionos.--EJ SC I'VCiO f)C esta~, i
1oble conducta del comandante Bascuan i del vo luntario don Benito
Alamos,--Los arrieros de Chile en la batalla . -~lucrte de Roberto Alduna.te .-Se renueva ia. batalla, l todo el rjrcito se la nza a rc~cata r la
cl ivslon Lynch comprometlda.-1\larcha de la rese rv a i de la bl'ig-ada
Ga.na. haia el morro Solar.-La Arlillera de caJupaia.--El coi'Onc l Recah;rcn se desprende de la division l:'uare:r. i e l E"meralda ;:e nncuc nl ra.
rode~do.-.~lpm in e nt e peligro de la brigada .Ta rp a l e artillera de montaa. i aomo se dcliendc.- - EI 3.' de lnea i sn hcrico comand ultc en la hatall a.--Dcl't'Ota de RccabJTen i su captura.--Sciia lado herosmo del
a lferez llabaca.- Mue1tc p;lorio~a del ma.\'Or ~ciTan o i de las cap itanes
\'alenzue la i Rirnelmc Laso del 3.'--EI subtcltiE'ilte :::al'lteliccs.-Amnce de la dil'ision Lagos i lcrriblc desfile del E=antiago por las call es de
NDIC E.
xn
CAPITULO XXVIII
CAPITULO XX IX
XX:l
llmrr:F..
C!nern ..-Sin g ul a l'e;~ 111crodead.wes.-Topografa de l te l'l'cno entre Chonill <H ~l i ra . lo r e~ i a.:crt.adas <lipo~i c iones 1e toma e l t:mouel La:;""
-:\mnza l:l il." division hcia el Ba J'I'anco e n la tarde de l 1-l i e l cnmnel La:;o~ Ol'llena ruem:u esa pniJlacion .-!nonictudc, del con nel
YeL.1.z;ucz en la nocho del l-1.- Solicita pci'lllso pam avant.ar con la :utilleria de ca mp:liia, i al ama neeer del l: la culu.:a en p o~ i ein n cs a
van:;nardia de l HaiT,Lnc.-Aduie rc es te j de ol co nvc neim ie nto de una
ha talla inmine nte, ape,a!' de l armi.-;tici>, i comun ica sus irupi'es ioncs atodos !osjefoJs i al j eneml B:quml:tno.-:\,i.>lls dd capitaa Brwn culocal
e m10 vijia i del cOilllWdante (.i.m>stiw;:l.-IJivt'!rsM l'ecnnuc imicntvs d:J
hl cahalleria i episodio>.> <ld alfo!rez Sup er i de los tres Gazad n 1e~ .
Posieiones 'fil C el ejt!rc itl! chilew> ocnpalm a la~ doce del dia l> de eneI"<J .-I,a IJrie!:ad:l Barcd" en la v :l n g nanli ~. - -Ma i c ha de las divisionns
L vnc!1 i Soto!IHlY.lr deodc los alrodcdoics do C lHHTill os. --La ~ avanzadas
do~! capitan '[', J~do .-LJ ega delante de la;; linea' tiH ~I I'a 'l ol'(l~ el j o!r ieral llarncd:ln'> i 8 fl da eIC nt a de sus fonnithbles dden,as.-Ot'h'' f<JC I'tcs
i cuatru ciId .dclas.-EI cjic ito de lin ea e n las c) rt inas artillada" i la
rcsc l'\a en los rcdnc t()s .-El h ata Jl ,~ n Ol:w-Ba t. is ta --l:ctwni uc i
'l'<!aand en la l inea de ~l onte -Ri c<1 a (Jtil,,s.-El di t; ta,loi' l'i mb I'CY ~
ta sn ej ici to e n la um !iana dd 15, i en la hom en n! eljcneral Hanc<hno, pa<a a su frente. alnHJcrza con los aliui1:.t ut e~ dtl FI'.UH.: ia i de ln~t a -
t e rra .- ~!otivos lJUe hab a n Jle,atlo a s.tos a :\liralioi'CS i singulares
incid entes pw ncliiTi c ron entre c lhs i el miHi,;to Ca ltlcmn en L ima.-- .\ c t itnd . de l al mil'antc Du Pe t it Th ua 1~ . --lmprcsio n es dlll'antc el
alm:tl!rl.J del dictad<JI'.-Sc )l'esc nta awrado e l coma ndante j encml Dci'tcnno i an.tncia que los c hilenos a\anza n en toda la linea.- IJl cgan
. ayudantes eu todas direcc iones comnuicand J ala1mante;; noti cias, i el
dictador los tl'ancuiliza.-El cnc tpo diplomtico se presenta en !\liraflores i hace antesala al dictado1, cuando estalla una descarga en las
lneas peruanas.-La batalb de Miratlore s va a comenzar ..... Pj. 1059
CAPITULO XXX
La batalla d Mirafiores.
Confianza ruc rei na en e l camp o chileno, .en el momento en que las lneas
peruanas mmpen el fn e~o en 1\liratlores.-Escenas pas toril es en los rejimi cnto~ .-Confu s ion indescriptible del primer momento.-Posicion rue
ocupaban la s divisiones del ejrcito chileno al comenzar l:1 batalla. La artillera, la reserva i la esc uadra.-La bri~ada Barcel i la hriga:la
UlTIOla.-OJd en de suspend er el fue!'o i admirable cj ecucio n de la e~
cua dra.-F.I com nel Lagos en la batalla.-ln'jnebrantabl~ solidez de la
hrig-a da Barcel.-Difcil posicion de los Navales i su bizarm conducta
dmante la primera hora de l com ba te.-R a~~"s he1oicos de l coma ndant e
Fierro.- Los Navales i e l Aconcag-ua son al fin re c haza(ios, i los peruanos salen de sus atJinchcramicntos para tl anrneal'ios por su derecha.Hcrica muerte de l .-mhtcnicnte Lata.-EI comncl U.tiola pide refuerzos
al cn mn"e l La~0s i <ist hace a va nzar Ll rccrva.-Valcroa carg-a del
\'alparai,;o i Zapado res i C<)nVJ ~aen sus Yalientes j efos ~archant i Zille mclo. - Com pl'Ornc tida la reserYa. avanw la division Lynch a cubri1
la derec ha de los c hi le nos.-Inm ensas difi cultados que este jefe encuentra en su camino, i su enc rja para vcnce da~ . -Vacil:~ c ion jenera! de sus
tmpas i pnico que producen las m1jeres.-Los cc>misarios de Francia e
InglatcJTa Cll la batalll\.- Ordenes toiribles que el coronel Lagos
imparte a sus ayudantes contra los cobardes. - Cmo ent ra en l-
:S DICE.
XX I TI
CAPiTULO XXXI.
18
DE ES tmo
J)"
1881.)
. XXIV
i~-: ni.:;E
..