Campaña de Lima

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BIBLIOTECA

HISTORICA

"BENJAMIN VICUA MACKENNA"

3_ _____( _b __: _____b_ __


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UBICACION ______________________

VOLUMENES DE LA

OBRA ..............

e_,::
CLASI FICACI ON ------

-1... ... .. . . . . . . . . ..

--~---------

~. ~. J:f :: ~' ... ..

NQ DE REGISTR O

1.

GUERRA. DEL PACIFICO.

H I'STO RJ A
DF.

LA ~AMPANA DE LIMA
1880-1881
POR

B. VICUA MACKENNA.

Ilustrada con planos, retr0-tos, etc., etc.

SANTIAGO DE CHILE
RAFAE L JOVER , EDITO R
CAUF. DE L PUENTEj N ~f.

1881.

15.

('

Es propiedad del editor .

SANTIAGO. -IMP . CERVANTES- I88 I .

UNA PALABRA AL LECTOR

El presente volmen es la continuacion natural de los tres


que le han precedido i forman la historia completa de la tercera gurra de Chile con el Per Alto i Bajo, conforme a la
denominacion antigua, lucha porfiada i formidable que lleva
de duracion cerca ~ de tres aos, como las guerras pnicas de
la antigiiedad, i que ha sido conocida hasta aqu a la luz de
un buen criterio con el nombre de Gue?'ra del Pacifico, porque
sus numerosos combates, todos gloriosos para Chile, se han li-.
brado en las aguas o en el litoral del vasto ocano que hoi es
nuestro.
El primero de esos volmenes abraza la poca de la preparacion de la campaa, desde la ocupacion de Antofagasta en
Jebrero de 1879, hasta el memorable combate naval de Iquique, que fu la verdadera iniciacion de la guerra activa.
Al movimiento puramente naval de esa primera edad de la
primera campaa, hllase tambien consagrado un volmen
aparte i especial pero complementario de esta historia j eneral, con el titulo de Las Dos Esmeraldas.
El segundo volmen abarca el cuerpo de la guerra misma
hasta la terminacion de la campaa de Tarapac en la san-

--

-6grienta batalla librada dentro de la quebrada de este nombre


el 27 de noviembre de 1870.
El tercer volmen, que acaba de salir de las prensas, forma
por s solo la historia de l a seg unda campaia de las armas de
la repblica desde la marcha del ejrcito a Ilo, en febrero de
1880, hasta la captura de Arica, hecho de armas gloriosisimo
verificado el 7 de junio de ese aio.
En consecuencia el libro cuya ejecucion ho acomet<:Jmos i
que ser, en su tanto, tan completo como el precedente, esi.
destinado a historiar la te rcera campaa de la guerra hasta la
ocupacion de Liilla.
Queda de esta manera cabal en cuatro volmenes la Historia de la G'uerra clel Pacifico, que hace dieziocho meses (febrero de 1880) emprendimos.
Naturalmente la parte mas viva, mas interesante i mas dramtica de esos anales militares es la que fo rma el argumento
del presente libro. Ignoramos si habremos de alcanzar la
fortuna de colocarnos por el brillo de l as formas i el atractivo
del escenario a la altura de los grandiosos acontec imientos
militares que su ciclo abraza.
Pero no creemos avanzar una pretension ex.ajerada <l e jlctancia, ase gurando al lector chileno o estranj ero que, en cuanto el propio esfuerzo lo soporte, como investigacion, como estudio i como imparcialidad, no habremos de quedarnos atras
ni en parte torcida del camino que hemos seguido, i cuyo faro
i meta es la verdad, augusta luz de la conciencia i en ocasionos del sacrificio.
Posible es que al gunos, concibiendo la historia i leyndola
solo delante de la ajitada llama de las jenerosas o exaltadas
pasiones que las batallas enj endran en el alma, encuentren
prdigas de favor en ciertos pasaj es del prese nte o de los volmenes ya puestos en crecida citculacion, las apreciaciones del
enemigo o de su hechos.
P ero nosotros, como en diversas ocas iones lo hemos dicho i
creemos haberlo puesto constante mente en obra en nuestra

-7-

vida de escr itor, que cuenta ya mas de treinta aos, no escribimos pot la pasion, el interes o el bullicio de las jeneraciones
que se ajitan en torno nuestro como lumbre efmera que el
soplo del tiempo apagar ante:> de la alborada de la noche,
sino para el juicio tranquilo, vasto i lapidario de la posteridad, nica i eterna entidad llamada a juzgar con inapelable
justicia los hechos de la historia i la vida, espritu i trabajo
de los que, luchando valerosamente con todos los peligros i
sinsabores de su propia, fugaz i sufrida existencia, los narran,
Jos enaltece n o los condenan.
Por otra parte, ha sido error evidente i ha ocasionado daos
de no pequea monta el sistema de vanagloria i optimismo absoluto que en nu estro pas han acaric iado juntos opinion i gobierno, prensa e historiadores, durante la presente guerr<J,
mostrando abultado menosprecio del adversario, porque en
ello no ha habido justicia, i mucho mnos ven taja, fuera de
que as se amenguaba sin motivo la lejtima i altsima gloria
de nuestras armas, deprimiendo las que con pujante brazo habamos tronchado.
Doloroso i acaso de grave compromiso es reaccionar contra
esa corriente popular liviana, pero, por lo mismo, impetuosa i
fasc inadora en su cada i en su curso.
Mas, acostumbrados a semejante tarea desde nuestra primera juventud en que escribamos libros de glorificacion i de
justicia hcia aquellos para quienes no eamos deudores sino
de sacrificios i de lgrimas, petseveramos deliberadamente
e n ella, en las puertas de reflexiva pero no egosta vejez.
Ademas, fu precisamente esa nu estra primera aprec iacion
i nuestro rum bo de crtica, de patriotismo i de conciencia desde crue tomamos la pluma para cooperar con ella a la presente
guerra en razon de nuestro humilde esfuerzo, i escri bimos en la
prensa diaria nuestro primer artculo, cuando aun no se haba
q uemado un solo grano de plvora, con el t tulo de El soldado
chileno en pl'esenci:a del soldado boliviano, en febrero de
1879.

-8Dadas estas lijeras esplicaciones sobre el tenor i el alma de


esta obra de no corto aliento, nos ponemos al trabajo con la
confianza i robustez de nimo que atrae siempre a todo autor
la noticia trasmitida por su benvolo e intelijente editor de
que sus ediciones se agotan a medida que salen de la prensa,
lo cual si no es una recompensa, por lo mnos, aun en nuestro
pas, divorciado por lo comun con la lectura de libros nacionales, es un poderoso estmulo en el taller i en la esperanza de
reposo i de justicia para mas all de la faena.

:}3. 'f.( ICU A

<j'v'lACKENNA.

CAPIT U LO I

EL CORONEU !LEIVA - EN AREQUIPA.

P osiciones que el ej rcito chileno ocup despues de lt toma de Arica.El coronel Ynldivieso nombrado gobeenado t militar de esta plaza i sus
trabajos de h ijiene i saneamiento.- Horrible quema de cadveres. -Jeneroso auxilio que los cirujanos de los buques de g uerra neutrales prestan a los heridos en ausencia de las ambulancias.- Los marinos chilenos dan honrosa sepultura a Mooe i a Bologuesi.-E l jeneral Baqnedano, ascendido a j eneral de division, fija su cuartel jeneral en Arica, i
trabajos .Je reconstruccion a que se eutrega. -Regresa a Tacna a fines
de junio i espera 6rdenes.-Sue rte que babia corrido el segundo ejrcito del sur en su retirada.- Planes i miras personales. mas que de estratejia i ele patriotismo, a que haba obedecido Pirola al orgauizar el
segundo ej rcito del sur.- E l jeneral Beingolea en l en i el coronel Gonzalez Orbegoso en .A.requipa. - P lan singular de Pirola para reconquistar a T arapac navegaudo por lo> lagos de Titicaca i Poop, i reconocimientos que encomienda con este motivo 1J coronel .Billinhurst.- .A.ctit ud fria i egosta de Arequipa.- El prefecto GonzalP.z Orbegoso consigue
organizar apenas un batallon de 300 plazas. - Ocurren Puno, el Cuzco
i las provincias con sus coutinjentes i se refunden en ellos los restos de
la division Gamarra, derrotada en los Anjeles.- Desastt:osa retirada de
estas fuerzas i su composicion al llegar a Paucarpata.-P i de guerra en
que se encuentra el segundo ejrcito del sur en los primeros d as de
abril de 1880, con sus jefes respectivos i elementos blicos de que clispone.- El coronel don Mariano Martiu Lopez, jefe de estado mayor.Carencia de armas i municiones. - - El dictador Pirola, que rehusa socorrer a Montero, despacha el Oroya el 30 de marzo con un valioso
cargamento ele armas, caones i pertrechos a cargo del coronel RecablTen.--Desem barca ste en Caman el 4 de abril i llega a Areqnipa el
U .- Curiosos telegramas que clirije a Gamnrra. - - RecabtTen, nombrado sub-jefe de estado mayor, organiza dos divisiones volantes i se propone emprender a med iados ele abril contra la retaguardia de los chiHIST. D L A C. DE LIMA

-10len os, que en esos momentos marchaba u h ci a Locumba i hcia Sama.


--Tmportancin que pudo tener ese movimien to i sus <m nncios, desde
mediados de a.bril.-Ln nube. JJ- f1Usas que retardan e~ta operacion i
ln. frustran. --Mezquindad del pueblo de Arequipa i curiosa nota indita del coronel R ecabrren sobre este pnrticular.--Riiias de Recab:\n en con el je'e de estado mayor L opez .---El primero intenta deponer
al ltimo.-Rodea el coro nel Lopez la casa en que R ecabrren celebra
un a junta sediciosa de jefes i lo prende por la fuerza. --El prefecto Gon:mlez Orbegozo asume el mando del ejrcito.-Renuncia del coronel
Gntierrez llamado r<El Sobrado,l) i antecedentes de es te jefe .--Doc umentos inditos sobre estos disturbios qn e establecan la gue rra civil en el
Per a presencia del enernigo.--E l coronel L eiva es nombrado jeneral
en jefe del 8egundo ej rcito del sur, en remplazo del jeneral Beiugolen, i ti U march<t detide Ica. -- C<trfteter i antecedentes ele este jefe i su
proclama al llegar a Arequipa el 30 ele ab riL-- Apremiantes cablegramas que le diri j eu Mon tero, Solar i Bolognesi.-El coronel Leiva
muestra desde el p rincipio mala clisposicion para marchar, i sospechas
a que ~e presta s u actitud como lugar-teniente de Pirola.-Al fincomienza a m overse el segundo ejrcito del sur e n los primeros dias de
mayo.- E l com andante Gu tierrez ocupa a Moquegua el 8 de ese mes.
- H.ecab:'trren sale el H i Leiva el 1\l en clireccion a 'l'Oiata. - Llega el 2G a este puelJlo el Sobrado con s u divisiou i cle scans a.-- cc Y~t
es tarde!)) ...

I.
El para siempre memo rable asalto i captum ele
la plaza fu erte de l~rica, llave martima. i terres tre
del Sur Per i de Boli vict, puso glorioso fin a la
segunda campaa de la. repblica el 7 de junio de
1880, como la terrible, desig nal e indecisa batalla.
de T arapac cerr su primer perodo de in es
periencia i hericas bisoadas el 27 ele noviembre
del ao precedente. La gue rra. comenzaba a. medirse por aos, i las operaciones no por combates
sino por campaas.
E l ejrcito vencedor qued, a consecuencia de
bs ltirnas batallaR, fra ccion.clo en dos porciones,
conforme a sus victorias. Los que haban triunfado
en Tncna se mantuvieron en esa ciudad i sns al-

-11-

rededores rehacindose. -Los que vencieron en


Arica vivaquearon, como en el campo de batalla,
en las ruinas de su ciudad i de sus fuertes. El jeneral en jefe, promovido por esos das, en recompensa de sus sealados triunfos, al grado ele jeneral de di vision, el mas alto de la repblica, en
medio de los aplausos del pas i las congra tulaciones del ejrcito, acamp con los ltimos acompaado de su j efe de estado mayor el coronel Velazquez.

II.
Pasada all la bulliciosa i desymst adora efervescencia, heces del caliz de la gloria militar que enjendran todas las victorias i especialmente en
las plazas tomad~s por asalto, i aplacada la ira i
la alegria desmandadas del soldado, consagrse con
su jenial actividad sica el j eneral Yenceclor a las
mltiples tareas de su puesto, haciendo en tetT<:tr
los muertos que eran numerossimos en el campo
eneinigo; restaando la sangl'e de los heridos en
improvisados hospitales, porqne las arnbulan.cias
no llegaron o no las habia; clespachn.nclo al Callao, .
en trasportes chilenos protejidos por la cruz roja,
los enfermos i los sobrevivientes del enemigo, i
poniendo en rclen todos los servicios, un tan to
des baratados clespues ele dos sangrientas bat<.Lll as.
La posesion imp ortantsima del puerto ele Ari-

-12-

ca, que el enemigo aliado babia artillado habilmente desde la primera hora de la contienda,
facilitaba en gran manera aquel mltiple trabajo
de reconstruccion; pero no era ste le ve para los
que tenian a su cargo su organizacion i su responsabilidad. Haba sido tan crecido el nmero de los
muertos del enemigo, que el coronel Valclivieso,
ayudante del j eneral en jefe i nombrado gobernador militar ele la plaza el mism.o dia ele su ocupacion, hubo de recurrir al arbitrio doloroso pero
hijinico de quemar los cadveres en grandes piras con parafina, gastando en esta horrible operacion qumica algunas docenas ele tarros de esa
sust.ancia, que as se transformaba, pot la calcina,
para el ambiente respirable en pesado aceite humano.

III.

Al mismo tiempo, i para la oportun~ i salvadora


quracion de nuestros heridos, bajaron a tierra, espontneam ente i con jeneroso espritu humanitario, los cirujanos de los buques neutrales anclados
en la rada i trabajaron con lat1clable teson durante
cuatro dias, con p articularidad los de la Iiansa,
fragata alemana, i los de la Garibaldi, de la marina ele guerra. ele Italia. El gobierno de Chile recompens tan noble celo con un voto ele gracias i
una medalla de honor, testimonio de la clemencia

-13-

de la caridftd universal en medio de las atroces


matanzas de la guerra.

IV.
Los marinos de Chile, siempre nobles'i siempae
oportunos, dieron por su parte sepultura a los mas
bravos i a los mas desdichados de sus adversarios,
i bajo tosca cruz labrada de madera de 1a invicta
goleta Oovadonga, yacieron hasta que llegaron a
buscarles sus compatriotas de Lima, Moore, Bolognesi i Zavala. (1)

V.
Preocupaba tambien en no pequea parte aljeneral en jefe del ejrcit'o de Chile la necesidad de
ponerse al tanto de lo que ocurria entre las rotas
h1.1estes del enemigo desalojadas ele Tacna, i con
mas particularidad lb que despues de aquel desastre habria podido emprender el llamado Segundo
Ejrcito del Sur, que~ al mando del coronel don
Segundo Leiva, habia partido de Arequipa en la
mediana de mayo para hostilizar su retagu:trclia,
( 1) La cruz de Bolognesi que tiene dos metros de altura existe en poder del autor de este libro. Est pintada de negro i en
una faz de su brazo se lee con letras b!anca.s-Bolognesi, i en
la otm-Covadon.qa: lacnico pero elocuent8iwo epitafio de los
bravos. ,

-14-

amagando interponerse entre Sama i la costa, movimiento peligrossirno para el caso de un no previsto reves.
I con estos motivos, cumplida su rdua tarea
de Arica, el jeneral Baguedano regres a rracna
con el ejrcito i su estado mayor en la ltima semana de junio. El coronel Valdivieso,con unos pocos infantes i artilleros i la mayor parte de la caballera distribuida en el gramadal i en los pastosos
valles vecinos, permaneci en Arica.
El cuartel jeneral volvi a quedar instalado en
la prefectura ele Tacna en los ltimos dias ele junio, i all i mintras en la capital ele Chile ocurra
un cambio incomprensible ele gabinete, los vencedores aguardaron rdenes.
'

VI.
Qu babia sido entretanto del andariego ejrcito ele Leiva? qu de las reliquias de Montero i
ele Solar? qu ele Campero i sus mutilados batallones, nicos que habian logrado retirarse en esqueleto?
Esto es lo que, prosiguiendo el hilo natural de
los sucesos, vamos a tratar de compendiar en el
presente i prximo captulos, ntes de asistir a las
emociones, a los aprestos i a las mudanzas que
en Lima i en Santiago tuvi eron lugar despues de
las victorias decisivas de Tacna i Ari ca.

15-

VII.
Referimos ya en el volmen precedente de esta
historia, como e] dictador Pirola., desde qne reuni. en su mano todos los poderes pblicos de su
p ~ttria. er~ los postreros dia.s de diciembre de 1879,
se 11abia preocupado, a impulsos de mezquinos celos i de escondidas :wzobras, mas que por mira patritica o estratej ia militar, de formar en el sur un
segundo ejrcito de observacion, encaminado en
realidad a tener en jaque, ntes a su aborrecido
rival Montero, encerrado a la sazon en Arica, que .
a los chilenos detenidos todava en l~s pampas del
Tamarngal.
Ech, en consecuencia, las bases de aquel ejrcito en varios pr:trctjes de la costa i del interior
dcsrle Ica a Moquegua el inquieto dictador, acantonando algunas fu erzas en el primero de los pueblos nombrados, al mando del jeneral de brigada
i antiguo mdico por profesion don Manuel Beingolea, al paso que nombraba perfecto de Arequipa a uno de sus adeptos mas fieles, al coronel don
Alfonso Gonzalez Orbegoso, mozo ele considerable
fortuna i aventajada. ell ucacion lograda en Europa; mientras que despachaba desde Lima a su
adltere el coronel Gamarra a tomar el mando de
la division cu;~,quea., qne a la ltima provincia .

-- -

-16-

habia llegado, al mando del coronel don Francisco


Luna en auxilio de Montero .

.VIII.
Tom el jeneral Beingolea posesion de su puesto en enero de 1880, pero se enferm (siendo mdico), o no quiso marchar largo i fragoso trayecto
de 300 leguas hcia Tacna; por cuyo motivo vino
de la ca-pital en su remplazo el anciano i moroso
coronel don Segundo Leiva.
Reciba a la vez el m.ndo de la fuerte provincia de Arequipa el coronel Orbegoso a mediados
de febrero (el dia 13) i Gamarra, agrupando lentamente la di vision del Cuzco esparcida en los valles de aquel vasto departamento i caseros, se
acercaba a Moq uegua, con encargo de defender a
sa.ngre i fuego 1~ entrada de Ilo, lo que no ejecut, por ri validn.des lugareas, hacindose a la postre batir ignominiosamente en los Anjeles por el
jeneral Baquedano el 22 de marzo.

IX.
Como el cerebro del dictador de Lima parecia
organizado solo para cosas estraas i peregrinas,
c0ncibi tambien por estos dias un vasto plan de
reconquista de la provincia de Tarapac, en cuyas
pampas i calichales los chilenos, malogrando las-

-17-

timosamente sus victorias, se m~nten1~n inmviles. Consista este singnla.rsimo pla.n de campaa,
semejante al qne Dctza propuso a Montero en la
vspera de sn caicla, en emh ~uca.r el segundo cjrcit'o en Puno, orillar el l~go Titicaca en balsa:s de
totora i 'vapores de rio, i en seguida descender
por el Desaguadero hasta, el lago Poop, i de all
por 1 el desierto hasta Huataconclo o la quebrad<t
de rrarapac. Hnbirase dicho que el mstico dicta~lor, antiguo alnnmo del Seminario ele Snto
Toribio en Lima, meditaba parodiar a Al~jan
dro en sus conq nistas de la Persia o repetir
la jornacl el~ J enofonte en la Armenia i en Jla
Mesopotamia; i en etecto comenz por onfiar el
reconocimiento previo de aquella inmensa ruta de riel, de lago, de 'rio, de desierto i de locura, que se dilataba en arco por espacio de mas de
quinientas leguas desde Areqnipa, a su antiguo i
juven compnero de aventuras el coronel Billinhurst, hijo de nn boticario de Iquique. Pero mint'ras este singular esplorador de las recnditas miras militares del nuevo 'caudillo, cumplia su cometido, conforme a. lo que mas adelante narraremos,
se hacian en Areq nipa los aprestos del levantamiento , de tropas, si bien faltaban por completo
las armas. '

!ns'.'.

DE

LA d.

DE

t..:U

-18-

X,

'

El prefecto Gonzalez Orbegoso habia, en efecto,


organizado desde ~m ingreso -al mando algunas
pequeas columnas de infnntera, traida.s de la
costa i .de los valle s~ porque el ''ecindario de Arequipa, valiente i empecinado para, defender su
eg:oismo, se mostr-a ba ahora srdido de su. sangre
propi::; i su tesoro como ofrenda comnn de la patria:
Por esto haba hecho desartjllar a M:olle.ndo, i cpn,ducido sus gruesos caones a sus propios .' muros.
Crecia ademas la ciudad de armamento, de
munieiones i de vestuario para uniformar aquella
escasa tropa, colectad tt mas en sus remotas provincias de la ::~ie rm que en su seno ptopio . . Llambq,nse estos cuerpos, que toda via existen. con su
rnisma denominacion de orij en, el Dos de Mayo, i
el Huancan , compuestos de jente punea, la
L ejion peruana, el Apurim ac (nombre cuzqueo),
cada cual mas o mnos con 300 plazas, i los batulloneHPirola i CuzadoreRele la U ni)n, que eran
propiamente arequipeos, as como las columnas
Mollendo i Gran ele la costa i valles vecinos.
Haba cooperado a lct organizacion de . estas
fuerzas, que alcanzaban a unos dos mil hombres
escasos el coronel don Mariano Martn Lopez,
hombre quisquilloso i amigo de prerogativas i de
trmites, que haba comenzado a desempear el

- 19 -

puesto ele jefe de estado mayor del segundo ej rcito del Sur, bajo el mand o superi or interino del
coronel i prefec to Gonzalez Orbegoso.

XI.
Cni.d el gobier n o de Lima con mas ahinco de
enviar recursos a esas fuerzas, que a las de ~1on
tero, i con ese propsito sali secret ament e del
Callao el trasporte 0Toya en la noche del 30 de
marzo, antes de t enerse all clara noticia del desastre de los Anj eles. Venia cargado de armas ,
provist o de vestua ri o en tela, con pouo dinero i
al gunos soldados, especi almen te art illeros, stos
en nmer o de ochen ta, a cargo del activo corone l
don l sn.ac Recab rren, paisano pero no amigo del
di ctador, i que acabab a de ser promo vido a coronel por su condu cta en Pisagu a, de cuya plaza era
gobern ador militar el di. a del asalto . Venia ahora
nombrado sub -j efe de estado mayor del segun do
ej rcito del Sur.

XII.
E ch aquel j'efe empre ndedo r su valiosa carga
a tierra en la abiert a playa de Cama n el 4 de
abril, i requisando bri gadas ele m ul as en todos
aquell os va1ls de an icros, i especi almen te c11
Hu i l ct~, Signas, Vtor i Tamb o, hizo su bulliciosa

-20-

eni.rada a Arequipa el12 de abril con unos cuat~


tos miles de rifles, cafl ones K rupp, fardos de vestuario i hast a ame tralladoras,

XIII.
Ooin.cid i el feliz i casi atrevido desembarco de
Recabrren en los mdanos ele Ohira, j unto a Caman, patria de Pieola i los G utierrez, con la noticia que aq uel j efe recibiera del desastre de Gamarra en las brefas de los Anjeles; i co mo hombre
arrogante i un tanto desmandado co n la di sciplin a, orden al ltimo por telgrafo , nna vez, se
qu edara hacindose fuerte e n las montaas, i en
se gui da que rotrocediern, a Arequ ipa para ir a dar
juntos ce el grito de ve nganza. (1)
N o cupo t amaf.a suerte al ve ncido de los A nj eles, porque al llegar a A reqni pa. a retag uardia ele
sus destrozadi-Ls i amo tinadas huestes, los arcqnipeos no quisieron recibirle sino a pedradas i :fir(1) E l coron el Hecabrren m uch o ma s impetu os o que pr u<1 cute, e. cr ibi el m ismo dia de s u d e.~ em b arco a Ga ma rra que
~e parap etase en 'l'ora.ta, esp res,nd ole que l vola ra en sn soCoJTO. - t<'l'enga f: ll evo g ran refuerzo le deca.
E to era el 4 o el 5 de abri l, pero el G Je enviaba el sig uiente
t ele(Yram a desde Cama n.- - lleg rese ns ted en el acto a r econcen t ra rse en Arequipa. Yo ll egar el Yirn es i da1emos el g1'ito

de ven,ranza.
E l \' m es em el !) de abri l, pero l1cca1rren no ll eg siu o el
l u es ll co n s u vol umin oso con voi conJu cio pPr el Oroyu .. Este
t ras porte sig ui sn Yi~j e nl su r, i apareci eu 'l'ocopilla el 6 de
abril reg resaudo ese mi. mo diu, al Callao.

-21

maron un act!} para fu~arle si le tenan a mano.


Refnjise, en con.s e cue nci~t; ' ~o'n sus tres batallo1ies
reducidos a esqueleto el. coron.el . Gamarra <:; n la
aldea vecina de Paucarpata, el San Bernardo de
1

Arequipa, i all, por rden del prefecto Orbegoso,


fn~ron incor:Po.rados los restos
su division ~~1e
1 . ..
no pasaria de 700 pla;Zas, alistndose lqs Granaderos del Cuzco en el batallon L ejion Peruana i
el Can chis i e Canas en el Apurimac. (1)

de

XIV.
De esta suerte, lf cuando
el sub-jefe de stado

mayor lle gap~ a Arequipa a mediados de a l5ril,


con oportul}.simo refuer~.o de . ~n~ici~nes, arn}amento i algnn dinero, podia contarse un pi de
ejrcito de 3; 188 ho.inbres en 1a forma que pasamos a espresar, recopilando en un cuadro los nu(1

((

(2) L a retirada de esta des moraliz ada.. tropa, que G3,p1:~ rra.
os l1amn.r herica (sic ), fu un verclade to escn (lalo. Su estado
de in;;ubordiu acion e inm oralidad es tal; esclibi a el prefecto de
M:oqueg ua L ayseca, en un despach o oficial que orijina l ten emos
a la v,sta, que es probable se oi erda comp1eta men te. Sus j efes
no obdecen a n adie, i es t al el d esacu ~rd o que exist e entre .ellos
que ca ca uno procede por si i aun pre te t~d e retirarse con su
fu erza al departamento de donde ha venid o.>>
Los r~s tos de la clivi sion.. de los A nj eles .fu eron in corporaJos
en esta ftr ma a la di visioo de Arequipa :-:WO Gran nderos del
Cuzco i 21 del Ca uchis a la Lejion P eruan a. El rest o del ltimo
ba tall on (\ 50) i el Canas (l S ), al Apurimac. El tut.al era apna s de 53~ .

-22-

merosos datos que encontramos esparcidos en papeles orijinales, capturados mas tarde en Lima:
Rejimiento Dos de Mayo, comandante teniente
coronel Manuel Isaac Charnorro ................ ..
Batallon Lejion Per1,1ana, comandante coronel
Manuel San Roman ............... ................ ..
Batallon Apurimac, comandante coronel Juan
Francisco Goyzueta ........ : ....................... .
Batallon Hnancan, comandandante coronel Antonio Riveros ......... . :.. ............ ....... .........
Batallon Pirola, comandante teniente coronel
Ignacio OJazbal....... ... .. . .... .. .. .. .. .. . .. .. .... .
Columna Cazadores de la Union.....................
Columna Moliendo.. ................. ..................
Columna Grau.......... .......... ................... ...
Esouadron volante de ametralladoras, comandante teniente coronel Jesus D. del Valle..........
Artillera, 6 caones, 2 de a 9 i 4 de retrocarga,
con artilleros......................... ................

. '

564 plazas.
539

'569

500

234
156
164
133

140

184

Total ......... .................. : ......... 3,188

>>

Tal era en su composicion, apresurada i colecticia, el segundo ejrcito del sur en la mediania
de abril de 1880, cuando los chilenos, mandados
ahora en jefe por el jeneral Baquedano, se alistaban para marchar hcia Sama i hcia Tacna. (1)
(1) En cuanto < las muuiciones i elementos de movilldad de
que podia disponer el ejl'cito de Arequipa, h aqu um cuenta
cabal:
155
Caballos ........... ..... .... ....... .. ... ........ .
:93
Mulas ...... . ........ ... ............... ...... ... .
Ti ros P eabody ... . ........................... . 179.000
Re1nington.......................... .......... .. 95,000

-23-

XV.

"'

Conforme a. sus instrucciones, recibidas perso . .


nalmente en Lima, el brioso coronel H~cabrreu
que llevaba en su alma la espin.a de un dolor supremo i en su frente el reflejo q.e fuego ele Pisagua, se propuso orgal,lizar con rapidez dos
di visiones volantes compue~tas ele Ir. flor qe )as
tropas que encontr acantonaclc1s en .A-requipE~:,
para lanzarse hcia Moq uegna i hostilizar la re;taguardia. de los chilenos.
Una ele esas divisiones seria mandada.: pqr el
ltimo de los Gutierrez, el coronel don l\1arcelino,
por apodo el sobrado, melc1nclico recuerdo de la
pira de Lima, ele la que le salvaron sus amigos
embarcndole en el Callao dentro ele un ataucl,
verdadera sobra i misericordia del popular pat'b.t~lo. Desde aquel tiempo .(julio ele 1872) habiase
retirado a una chcara. ele la com arca de Arequipa i all vivia en la mas complet<l oscuridad,' sorn'
brio corno su memoria, negndo se a tom ar
ningun
jnero de participacion en los negocios pblicos
ele su patria i de su pueblo. Pasaba por un soldado aguerrido i valiente, digno en esto de sus tres
Winchester .. ~................................... 10,000
Chassepot perttauo ........................... 148,000
Mini .......... ..... ........... , .. ............. ,. .
3,000

-24-

hermanos Toms, Silvestre i 1\IIa.rcelia.no sacrifi


cados en la hoguera. (1)
La segunda di vision volante marcharia a las
rdenes del coronel don Juan Francisco Goyzneta,
hom_bre flaco, poco probado en la guerra, pero 'i ns
truido, que fu en nn tiempo intendente de Lima.
Denominaranse estas di visiones de vanguardia, i se
compo~~lrian la l.a de l'os batallor1es L~jion perua
na, cuyo mando asmni el coronel Gutierrez, i
Ht~ancan, una brigada de artillera i el escnadron
volante de ametralladoras, i la segunda de los ba
tallones Dos de Mayo i Apurimac. Oobforn:ie a un
despacho del prefecto Gonzalez Orbegoso, estas
~olumnas ~sta'rian listas para 'ma1cbar,' bajo el
ma.ndo ~n jefe del cb1:onel Recabrren, el 22 de
abril, hecho de significado gravsi'mo para el ejr
cito chileno s1 se hubiese verificado en tiem

po.

(2)

( 1) Cuando el presidente PMdo, des pues de debelar la insurreccion de Pirola en 1874 'en Moquegua, pas por Areqnipa ca
mino de Lima, hizo llamar a Gutierrez en su retiro. Pero ste se
neg en absoluto a compn.recer, ma:nifestando su inCJ,nebranta.ble resolucion d~ vivit olvidado, sobradoJ> del mundo. (Dato cornu.nicado al autor por don Manuel Pardo.)
.
Los Gu tierrez eran de una: acomodada familia de arrieros del
valle de ~ajes, contiguo a Oaman.
(2) N oso.tros habamos sealado este peligro de un nlovimiento por retaguardia en esos mismos dias. Pede ver.se dos
artculos publicados en El 1J!Iercurio el 17 i el 27 de abril de
1880 con el ttulo de La Nube i la Nube 1eneg1ece.

-25

XVI.
Aque lla medid a habri a sido en efecto eficaz i
acertadsima en aquel la hora, porqu e esas fuerz as
se habr an movido casi paral elame nte por Torat a
sobre Locu mba i Moqu egua con las del ejrci to
de Chile en sus fa.tigosas march as por el desie rto.
Pero su jefe se encon tr, a su decir, en una ciudad yerta i :,n I><:ttriotismo, de la cual no le fu
dable sacar recursos, ni aun hipot ecand o el corto
haber de sus hijos, segun espsolo en nota orijinal que tenem os a la vista, para procu rarse un
poco de pao del Cuzco destin ado a ':estir a la lijera su tropa .
I en efect(', sea que Arequi.pa, ciuda d de piedr a
i de puna, mostr ara alma reacia a la corrie nte de
la guerr a porqu e no .fuera sn nodriza, o porque no
fuera su negocio ni su vanag loria, como asient o lejano i opule nto de la sierra ; sea que el jefe de la
division volan te gasta ra much o mas garbo i petulanc ia que lo que la j ente estira da de aquel remoto puebl o estuv iera dispu esta a tolera r en uno
de su propi a casta, fu lo cierto que todas las autorida des super iores se en vol vieron en los mas deplorables i vergonzosos disturbios, poni ndose a
dispu tar preem inenc ias i honor es el prefec to Gonzalez Orbegoso con Recab rren i ste con su jefe
inmediato, el coron el don Maria no Marti n Lope z,
IUST. DE LA C. DE LIMA.

-26-

jefe de estado mayor jeneral del 2. 0 ejrcito del


sur.
Resultado de aquella vergonzosa zambra, segunda representacion de los disturbios ele Moquegua, entre Garnctrra, V e larde i los Ohocanos, fu
que el ltimo de los jefes nombrados destacara
una compaa del batallon Lejion peruana i rodeara la casa hahitacion del coronel Recabrren,
sita en la calle de Santa Teresa, et1 los momentos
en que el ltimo celebraba una junta de guerra,
que era casi una rebelion, i lo prendiera. para. juzgarlo conforme al ya rr1emorable artculo octavo
del Estatuto que castigaba con la muerte todo
conato ele rebelion. El motivo inminente del disgusto que provoc lo ltimo, fu la renuncia que
de su puesto hizo el coronel Gutierrez, desafecto a
Recabrren, por lo cual fu ste preso por sn tropa i en su propio cuartel. H emos y <t dicho que el
Sobrado mandaba la L ejion peruana ..
Tenia.n lugar estos estraos sucesos, diagnstico inequvoco de la perclicion irremediable ele un
pais, el 19 de abril de 1880, i ele ello dan amplio
testimonio los diversos documentos orUinales e
inditos que publicamos entre los anexos del presente captulo.
En consecuencia de ellos el prefecto Gonzalez
Orbegoso reasumi el mando del ej rcito el dia. 20
de abril.
1

-27-

xvn.
Afortunadamente para la paz de Arequipa, una
semana mas tarde hacia su aparicion en ella, viajando por tierra desde Ica, el anciano i prudente
' coronel Leiva, nmnbrc-tdo jenera.l en jefe del 2.
ejrcito del sur en remplazo del jeneral Bejngo1ea.
Lei va llegaba a Vtor el di a 27 de abril i el 30 tomaba el mando del ejrcito de Arequipa. (1)
0

(1) Como es" de estilo en los ejrcitos americanos i en el Per.


hbito i vanagloria inveterados, el jeneral en jefe . del segun,ln
ejrcito notific su presencia i su mando a sus soldados en In. siguiente proclama que era t oda entent una elejia en prosa, a (da
herica Arequipa, i asi deca:
EL CORONEL SEGUNDO LEIVA AL PUEBLO DE AREQUIPA.

~Arequipeos!

Cuando el supremo gobierno me confi el mando del segundo


ejrcito del sur, ncept gustoso, no ~o lo porque se me presenta-
ba la ocasion de ponerme al frente del enemigo, sino tambien
porq ne venia a verm e rodeado de vosotros. Quera retempla1 mi
espritu en la ciudad de1 Misti i fortalecer mi valor eu el pueblo
de las grandes i hericas tradiciones.
>>Arequipa, cuna de tantos valientes, sepulcro de tantos tiranos,
pueblo alguna vez vencido, pero nunca. humillado, no .pouia permanecer impasible en la guerra actual; n, ella tenia qne ponerse a la altura de su no~nbre; i por eso, no contenta con haber
mandado sus !ejiones a los desiertos del sur, no satisfecha todava con haber vencido en Tarn.pacft arranca ndo al enemigo, sobre
el campo de batalla el estanda.rte del 2. 0 de ln ea, forma hoi i
organiza en sn seno el segundo ej rcito del sm, que estci. llamauo
n. dar uias de inmarcesibl e gl oria a la repbli ca.
Areqnipeios!
Tengo encargo especia1 de S. E. el jefe supremo, de sal u daros

-28-

XVIII.
Era el coronel Leiva un antiguo i acreditado
capitan del ejrcito del Per, sa1jento mayor en
Agua Santa (1842) i coronel en la Palma (1854) . .
Rabia sido segundo jefe del batallon Callao nmero 4 bajo la aclministracion Echenique. Soldado aguerrido de los que se llaman en el Per ele
la escuela de Ca,stilla>>, ocuple ste en la delicada comision de apoderarse ele Cob~ja en sus
reyertas con Linares, i a la cabeza de dos comp:tas de su cuerpo, tom posesion de aq nella nic<t
puerta de Boli \7 a, bloquendola con los bergan. tines Guise i Gamarra, en 1859.
Retirado mas tarde a la vida pasiva de Lima,
fu durante muchos aos p1;esidente de la comision ele gnerra de la Cmara ele Diputados, hasta
que el receloso presidente Pardo lo redujo a prieu su nombre, i de deciros que cuenta en todo caso con vuestro
patriotismo, vuestra decision i vuestro valor. El confia en que,
en. la hora del peiigro, sabreis corresponder a las esperanzas que
la nacion tiene cifradas en vosotros.
Amigos:
Estoi satisfecho de hallarme en medio de vosotros i de presenciar vuestra decision.
))Se es timul ar{t con vuestro ejemplo i se iluP.trar con vuestras
indi caciones, vuestro conciudadano i amigo

Segundo Leiva.
Areqllipn, abril 30 de 18RO.

-29-

sion por sospechas de trastorno drante su gobierno.


E~ coronel Leiva era hombre de respeto, de
juicio i de madura edad, propia mas para el consejo que para la accion; pero a ttulo de persegu ..
do por su mulo de 1874, Pirola confile el mando de un ejrcito bisoo destinado a operar en
terreno rido i montuoso.

XIX.
Bajo este punto especial de vista, la eleccion de
aquel jefe, cualesquiera que fueran sus dotes personales, era desacertada, i daria como tal sus frutos, junto con los celos incesantes de sus lugartenientes.
Apremiado en efecto desde la primera hora
de su arribo por telegramas sucesivos de Tacna i
Arica, comunicados por el dispendioso i por lo
mismo lacnico cable ingls de Moliendo, mostr
el coronel Leiva al principio alguna decision, i el
1. de mayo contestando a Montero decale estas
palabras de esperanza:-Prximamente dos columnas pequeas por puntos indicados.
Cuatro dias antes el prefecto Gonzalez Orbegoso, mas entusiasta, mas confiado o mas activo, habia anticipado esta esplndida noticia que regocij todos los corazones en Tacna i en Arica:-Areqnipa, .abril 27 de 1880.-Jeneral en jefe
0

-~

-- - --~---

-30~Leiva)

mente

lleg a

Vi~or.

Tres mil hombres completa-

listos.-GONZALEZ RBEGOSQ,))

(1)

xx.
Mas, pasaban los clias i las semanas, i el segundo
ejrcito no daba seales de vida en la campaa
en que el primer ejrcito del Sur estaba condenado a perderse en fatal aislamiento.
Al fin, cuando era ya demasiado tarde, esto es,
(1) El primer telegrama de Montero a Leiva que encontramf>s en nuestras colecciones de orijinales, dice as:

Tacna, rn,ayo 6.
Enemigo en Sama. Nosotros campamento Alto de Tacna. -

Montero.
El dia 12 Bolognesi escrihia lo siguiente:
Ejrcito a dos leguas 'racna.-Avanzadas enemigas a la vis~
ta.-Ansiedad por sus fuerzas aqu-Bolo.11nesi.'1>
Pero la tardanza estudiada, ordenada o simplemente caracterstica de Leiva, se hahia manifestado desde la primera hora. En
el mismo dia de su llegada a Arequipa el prefeuto Gonzalez Otbegoso enviaba, en efecto, el seguente telegrama que en otra
ocasion hemos publicado (febrero de 181;0) como mui sospechoso
de sus miras o de las de Pi1ola.
Seor prefecto Solar i ministro Bustamante i Salazar,
Tacna.

DCoronel Leiva, comandante en jefe, aqu. Dice dentro pocos


cli'J,S mandar columnas de Aniquip:1 a llamar atencion del enemigo, PERO NO PUEDE HACER OPERACIONES DECISIVAS NI OCuPAR POSICIONES INDICADAS EN TELF.GRAlli.A. hasta tener bien
organizado i ARMADO EL EJRCITO . Para operar con decision
necesita 'l'IEMPO. Conteste. Participe movimientos enemigos ~ A
Ilo l!Eigaron 2, 500 chilenos mas.

Gonzalez Orb egoso.>)

31 -

el14 de mayo, se movia con la ~ vangnardia Recabrren, reconciliado ya a la sumision por el patriotismo, i una semana des pues (mayo 19) emprenda su pesada marcha el coronel Lei va con el
grueso ele las fuerzas. (1)

XXI.
En efesto, la ltima. ciudad habia vnelto a ser
ocupada el 8 de m<tyo por los jendarmes del comandante Jimenes, i el 21 de e~e mes penetraba
Leiva con su bisoa hueste a la vecina poblacion
de rrorata: posicion estratjica.
Era ya tarde!
I esto no obstante, la division del Sobrado habia quedado a retaguardia con la artillera, emplazado aqul por su tardo jefe para hacer su jnncion con el ejrcito, en la ltima posicion nombrada, el dia 26 de mayo.
Tardanza fatal para los aliados i su socorro!
Un mes antes (segun ~bien lo pudo) sus manio-

(l) H a.qu el telegrama que anuncia la partida de Recabrren.

A1equipa, mayo 14 de 1880.


(4.2GP. 1\f.)

El:oi han salillo dos batallones mil i mas homb1es. Maana


saldrn mas. Dos columnas, 300 hombres estn
gua.- Gonzalez 01begoso.

ya en Moque-

__;; 32

bras hab.rian impuesto ruda fatiga i crueles vacilaciones al ejrcito in \rasor.

XXII.
En aquel preciso dia librbase en efecto la batalla de Tacna; i la derrota completa del primer
ejrcito en es~t gran jornada de heria en vol ver como en un ' alud ele terror al que venia en su socorro.
De cmo aconteci sto daremos razon en el
prximo captulo.

ANEXOS AL CAPITULO l.
NOTAS INEDITAS ,SOBRE LA ANTIPATRITICA ACTITUD DE
AR.I!.:QUIPA I LAS DESAVENENCIAS DE LOS JEFES
QUE EN ELLA MANDABAN ANTES DE LA
BATALLA DE TACNA.

I.
E. M. J . DEL 2. 0 EJRCITO DEL SUR.

Arequipa, abril 21 de 1880.


Seor secretario de estado en el despacho de guerra.

S. S.
Motivos mui poderosos me obligan a dirijirme a U. S. a fin
de que por su rgano llegue al conocimiento de S. E. el Jefe Supremo de la Repblica todo lo ocurrido en la noche del 19 de los

33 -

cOlTient es, entr e este E . :M:. J. i


el Sub -j efe de l coro nel don
I sa:1e Rec ab rr en.
Hai abusos grav es i de suy o pun
ibles, se or secr etario, que solo
l as difCiles circ uns tanc ias l_JOr las
que atra vies a el pas pueden
hucer que pase n desape rcib idos
i no se ponga.n en conocim ient o
del pb lico . Per o cua udo esto s abu
sos se rep iten po1' mas de una
vez, se hac e de todo l_JU!Oindi s,Pe
nsab le ep rirn irlos con bas tante ene rj a par a pod er conservar
inclum e la discipli na m il itar .
Hon rado alta men te con el nom
btaroieuto que S . E . el J efe
S upremo hizo en m i. pers ontt de
j efe de E . M. J . del 2. 0 ejr cito
del sr, mi ,-ehernente deseo no
ha sido ni. podia se r otro que el
de proc urar cum pl ir estr icta men
te con mis debereg, a fi n de correspon der de alg un modo a Lt
con fian za que se dep osit aua en
mi. P or eso es que al torn ar pose
sion de mi des tino no tuve otro
pensam ient o que el ele ce.i r mis
proc edim ient os a la lei par a no
incu nir en fc.tlta. alg una .
B ien pues: el Sub -jef e de este E.
M. J. coronel Rec ab rren , a
quie n por ause ncia del se.or j ene
ral en jefe del
ejr cito del
sur, t uve a bien inve stir lo con el
cctrcter de jefe de hts dos divisiones que en breve deb ian mar
cha r sobre nue st ros enem igos
del sur, fa.lt and o a sus deb eres, ha
desobedecido en mas <le un a
ocasion las rde nes i <.lis pos icio
nes de este E. M. J. h asta el
11mlto <.l e que rer i mpo ner me su
voln ntaJ ; i por eso en n roomen to oportuno, no va.cil en l lam
arl-o al _rd en vali nd ome <le
los med ios legales que era.n iu<l
ispen sab les.
P a.ra evit ar relatos, q ne tal vez tlU
C'len dist rncl ' bs aten cion es
<.l e U. S ., creo mas con veu ient e
adju ntar le, un.jo Jos nmeros
1, 2, 3 i 4, cop ia ccrt incr,d a. de
t oJo. los doc ume ntos r elat ivos
tLl asunto. i..tL sim p le lect ura de
ellos llev ar tt U . S . el conve ncimient o de que el coronel H.ecab<.
.rren, como enc arga do t ran sito ri ame nte de las fuer zas espe dicionar
t:> sob re el sur, ha com etid o
el grave ueli to de iusub oru inac
iou milit<tr; i que el jefe de E .
1\1. J . cons ec uen te con sn v rot'sito
de rest able cer el imp erio de
la lei, e u la esfe ra de sus a tri buc
ioncs, no lu~ hec ho otra costL
qu e cumJlir con su tleuer al h n.ce
L pres o al refe rido coro uel par a
sometorlo al juzg ami cuto rcsp ecti
,u.

z.c

Jlli;'l '. IJ.li: LA U. I H~ Lt~lA

-34El jeueral en jefe del 2.0 ejrcito del sur, que es a quien debia
dirijirme, se halla todava. ausente; i al dar a U. S. cuenta de lo
ocurrido, acompaando documentos autnticos como los que van
insertos, no lo hago pur sincerar mi conducta sino mas bien con
erintento de que se descubra la veedacl para que el Jefe Supremo haciendo la apreciacion legal de los hechos, se sirva aprobar
mis procedimientos.
Esta oportunidad me proporciona la gmta satisfaccion de
oftecer a U. S. mis setvicios i consideraciones personales, a la
vez que mi altri. estimaeion.
Dios guarde a U. S.
1lfariano Martin Lpez.

'

II.
COMANDA KC IA EN JEFE I>E J,A S FUER<I.I S
ESPI>l>ICIONAIUAS llN E!. S Ull.

Arertdpa, abrill5 de 1880.


Seor jeneral de brigada i en jefe del 2. 0 ejrcito del sur.
Seor J en eral:
l)Por el presente oficio se informad U. S. de mi pero.1anencia
en esta capital i de mis procedimientos hn.stt\ la feclm que paso
a narrar. Sensible me es tener que de~ ir a U. S: que des pues
del descalabto de Torab cuya responsabilidttJ esclu;;iva es del
coronel Gamarra, i cuya.s fuerzas encontr a mi llegada diseminadas i en mal rden, era de vital importan cia dude una orga.
nizacion, para cuyo efecto proced a refundir todas esas fuerzas i
detallar los nuevos cuadros de los cuerpos que debe n formar
pa.rte 2." del ejrcito del sur, ele cnya nueva. otganizacion se informar U. S. por la nlen j eneml que le.inclnyo. A mi llegada
he traiclo rifles; artillera i clemn.s elementos con los que espc-

'

,.

raba formar dos divisiones de infantera i que operando q.1;1


rapidez sobre 'l'orat:.t, era enevitable un triuufo para la Patri:a;
es decir, de acuerdo con el ej rcito de Arica i con esta combjna_
cion haber entretenido al enemigo i de este modo cruzar un plan
de operaciones qne hoi se reduce a circunvalar al ejrcito del
jeueral Montero i obligado a abandonar sus posiciones dt'tn<.lole
una batalla que ser funesta si no se mueven las tropas organizadas en esta capital. Cada da que pasa es un paso mas al abismo, i cumple a mi deber como patriota i soldado, de anunciar a
U. S. los inconvenientes con que toco: rechaza el corazon de peruano tener que decir que la desidia i falta ele enerja conducen
al pas a su ruina; estas tropas nuevas i sin equiparse, una de
mis primeras medidas ha sido llenar este requisito esencial: cuando lleno de ilusiones esperaba la protecciou de las autoridades
i su apoyo enrjico para que ee llevara a cabo la importante tarea que obligado por el patriotismo asum sin que inters mezquino ni pasiones me condujeran a tal empresa.. Pnes bien, seior
jeneral, mni sensible me es participar a U. S. que tocll:l,s las ilusiones que abrigaba de un pueblo patriota como ste ?ne han dado el fiasco mas escandaloso: todos los recursos que hubiera
obtenido por medio de la primera autoridad se me han negado,
i hoi para mas abundamiento he tenido que hipotecar los pocos
bienes que teugo i dejar a mis hijos sin rec nrs.os, con tal que se
vistan las fuerzas acan tonadas en la plaza, 1mes el seior prefecto llamado a salvar esto, se ha negado. Parece que al narrar todo
esto se ha estiuguido el patriotismo o que malas pasiones hacen
estraviar el juicio recto ciel que manda en situacion tan grave
como esta. Para salvar tan afl.icti va sitnacion espero del patriotismo de U. S. qne a la bre\red<td posible i bajo buena custodia
roe mande U. S. cien mil soles (S. 100,000) i si es posible constituirse ae dejando un oficial caracterizado para que siga la
marcha.
La presencia de U. S. en esta capital es de gran importancia,
e interpretando mi situacion -h aga U. S. un esfuerz o i salve lo
mas pronto el ej rcito de Arica.
No sen't ciernas que indique a U. S. que este din ero es para so-

3G -

correr i equipar las fu erzas de la plaza que constan de tres mil


hombres j venes i llenos ele entusiasmo.
Dios g uarde a U. S.-S. J.
Isaac Recabc rren .

III.
E. M. ,J. DE L

2. 0

EJ8nCITO DEI, SUI:.

A requipa, ctb?;il18 do 1880.

Seilor coronel Sub-jefe de E. M. J. encargado de las fu er. zas espedicionarias del2.0 ej rcto del Sur.
Por rden jeneral de 12 de los corrientes, di sp uso es te m. :M:
J. qt1e formndose dos divis ~ones de la.s . fu erzas venidas de 'I'o~

'

rata i de las ex istentes en esta pl aza, se encargase V. S. transitoriamente de su mando como Sub-jefe de este E. M. J. para
que a la mayor brevedad saliesen a operar sob re el enemigo .
Mas be visto cvn demasiada estraileza que V . S. separndo~e
de la rbita de sus atribuciones se ha abrogado facultades que
no le S()n tladas, pues se penr.itc aprobar cuadros de jefes i oficiales, dar rdeneil j eneeales, destinu.e i dar ele baja, i en fin, hacer lo que solo es potestativo de es te E. lVL J. i no de V. S.
V. S., relegando al olvido el carctet que invisto, en oficio de
16 del actual, en trminos imperativos pide ponga a su disposicion l a~ armas existentes en esta plr.zo. :;in haherrne ntes consultado, para ver si era o n de mi aprobacion.
'!'al proceder amengua en alto grado mi dignidad como jefe
de E. l\f. J. del 2.0 ejecito del sm, i por lo tan to prevengo a
V. S. qu e en lo sncesi1'o me d cuenta diaria tle lo que ocurra
en esas dos divisiones, cuyo mn.ndo le he datlo transitori amente,

37 -

como lo dejo dicho; i qu e no dicte medida alguna sin que <ntes


haya sido consultada con el que suscribe.
Dios guu de a V. S.
Ma1iano Jfa1tin Lrez.

IV.
COMANDANTE EN JEFI> DEJ.

2." EJERCITO DEL SU H.

Arequipa, abril 30 de 1880.

Seior coronel secretario de estado en el des pacho de guerra.

S. C. S.
Das .ntes de mi llegada a esta ciudad ha tenido lugar un
g rave acontecimiento de desacue ruo ent re el j efe i sub-j efe del
E. M. J. al estremo de haber hecho in terveni r por una i otra
parte la fuerza armada, dando lugar con tal conducta a la relnj ecion de la moral i .disciplina del ej rcito.
No me contraigo de un modo minu cioso a dar cuenta a U. S
de cuanto hn, tenido lugar, p or que t':lngo conocimiento que por
C)mtmicacion particular, S . E. i U. S. estn informados de un
modo detallado.
U. S. comprender que el mal procedimiento .de clichos j efes
l os inhabilito. para continuar al fr ente de sus respectivos cargos,
pues la emulacion ent re ellos entr?ni;.o;aria una anarqua ele fun estas consecuencias. Obligado a salvar tan gra ve cn.so, sol o espero que el jefe de E. 1\1. J . me d cuen t:1 de cuanto ha estaLlo
a su cargo para r emplazar a ambos; hab indome fijado pn.ra
relevar al coronel Lopez en el de igual cln.sc don Mariano Po
Cornejo, jefe de a.ntiguednd en el ej rcito i h ourosos antecede n
tes i con las aptitudes que el pu esto deman da.
Tan luego que ponga al frente del E. l\1. J. al referido jefe

---

_., -

3~-

dar cuenta a U. S. a fin de que lo ponga en conocimiento del


Jefe Supremo i se sirva conceder su aprobacion si lo creyere conveniente, reservndome dar al coronel Lopez i Recabrren otra
colocacio1, en que puedan prestar sus servicios con provecho a
la Patria.
Dios guarde a U. S.-S. C. S.

Segundo Leiva. (1)

_)

(1) L a nota precedente, estraidaorijiual de los arch:vos de Lima, tiene


al pi la siguiente anotacion con una rbrica de Pirola:-Lima, marzo 8
de 1880.- Con ts tese lo aco:dado.
T en0mos tambien a la vistz. un largo; sumario mandado levantar por el
prefecto Gonzalez Orbegoso par:, probar en su rivalidad con Recabrren ,
que l i no el ltimo lo habia hilcho todo en11l segundo ejrcito del Sud,
que no hizo nada. La emulacion ha sido casi siempre la causa mas eficaz
de la perdicion de los peruanos i la demostracion mas comun de su falta
de verdadero patriotismo.

. e
e:..

-- (_ ..--..

r '---

~-

in 'lic uii'"'

.EL JEN E RAL

DON MANUEL BAQUEDANO


Lit. P. Cndot.

Hu r f >~ nos

2a

R A FA EL JO V EN ,

edito r

CAPTULO II.
LA RI!TIRADA DE LOS ALIADOS.

El coronel L eiva despncha desde Torata un emisario de confianza a pedir


rdenes al cuartel jeneral de Tacn::t.-Respuesta e instrucciones varras
del jeneral Campero.-Leiva se mueve desde lVIoquegua el 28 de mayo,
esto es, dos dias despues de la batall a de 'l'acna, pero ignorudola.-::)u
lenta marcha h :'tcia Locumba.-Recibe el dia 30 eu la cuesta del Bl"oncc i por la via de l\'[ollendo i Arequip:1 la noticia del desastre.- Apremiantes llamados de socorro de Bolognesi. -Leiva se dirije hcia la rcjion montaiiosa de Candarave, i desde Sinti despacha uua comunicacion
a Campero ponindose a sus rde ues.-Estado la. ti moso en que los aliados se retiran de Tacna.- El aspe.cto de la ciudad en el momento de la
derrota.-La retirada de Campero.- H.ecibE> en Yarapalca la noticia de
haber sido nombrado presidente de Bolivia i en Calacoto contesta a
Leiva dimitiendo de hecho el mando de l ejrcito ali ado i da igual aviso
a 1\iontero.-Campero con certero juicio militar cree que los chilenos
van a dirijirse inmediatamente a Lima.-Contio a su retirada a Corocoro i salva de 800 a mil hombres i dos caiiones.-Horribles sufrimientos i depredaciones.-Llega Campero a La Paz el 10 de junio.-La retirada de Montero i de Solar hcia Tarata i Puno.-.Junta de guerra en
Tarata el :10 de mayo i acta que firman los jefes derrotados.-Conatos
de sublevacion en la tropa i fusilamientos que tieuen lugar eu Tarata
i en Tala.- Leiva, por su parte, se dirij o por !la.baya a To rata i alli
recibe rden de Pirola para marchar en socorro de l3olognesi.- Su negativa i motivos eL\ que la funda.-Retrograda a Areq uipa i Re propone
levantar un ejrcito de 8,000 ho u1bres . -I ~ l coronel 1.. eiva es depuesto
Reis meses mas tardo i remplazadopo1 el coronel Latorre.-Docnmeutos oficiales.

I.
l\fa.rcanc1o el lento ] tincrario del coroud Lci va

10-

en su tarda j ornada de A requipa a Locmnba., deciamos e n el captulo precedente qne este jefe hahia ocnpndo n 'l1 orut<t el 21 d \.) mayo, quedando
usa la e::;palcln cb los clrilcnos ,que a esas horas
se alistaban para emp re~1dcr el reconocimiento
preliminar de ht batalb definitiva . Tuvo esto lugar el c1ia 22.
Con reposo inverosmil, a mnos que ob ecleci.cra a un plan secre to frag uado desde Lima, permaneci el coronel L eiva, cuando los momentos
eran meses, una semana enterct enclavado en las
alturas ele Torata, aguardando la di vis ion Gut~e
rrez ern pi azada para. el di a 26.

II.
En el intervalo h~tbasc limitado el comandante ,
j eneral del segnndo ejrcito del SJ.:!r a enviar por
caminos estra viados al cuartel jeneral . de Tacna
un emisario de .confianza solicitando rdenes.
H c-t bble impartido ya s tas tmidamente Montero en una carta privada, i el prefecto Sol ~en
una comunicacion oficial hacindole presente, con
fecha 22 ele mayo, que en junta de jenerales se haba acord<:tdo hiciera su inmediato a\7 ance en direccion a Lo cumba i Sama ccpara cortar la retirada a los chileno s (as deci<:1. t es tual mente aquel
d espacho) hcia Ite .))

-41-

III.
No fu diversa la respue3ta del jeneralsimo
On.mpero llevada a Torat<t el din. 26, i por sn interes militar e histl'ico la copiamos en seguida
tal cual fn hallada en los archivos de Lima i di ,
ce as1 :
ESTADO ~B.YC>R Jli:NI<:RAL DEL EJRCITO UNIDO.

Oztartel jeneral en el campamento de la .Alianza,


a 24 de mayo de 1880.
Seor:
ContestanJo el oficio de U.S. de fecha 21 de los corrientes,
en que da parte a S. E . el supremo director de la guerra, de su
a rribo a esa c.iud,d con el segundo ejrcito del sur, encomendado a sus rdenes, me apresuro a fdicitl'!rle a nombre de S. E. i
del mio por su oportuno arribJ a tan imp l:t ~Hlte p unto de operaciones.
En consecuencia, S. E. me encarga trasmitirle las instrucciones sigui en tes:
1.a Como el dia :z del presente el enemigo ha practicado un
reconocimiento sobre nuestra lnea., segun se impondr U.S. por
el adjunto parte que elev a S. E., es probable que se prepare a
verificar un inmediato atar1ue jeneral con todas sus fuerzas, situadas en el valle de S::tma: en tal caso, procurar U.S. aprox imarse con hs de su m::tndo a la quebrada de Locumba, para
inqui etar la retaguardia del enemigo, desplegando sus guerrilleros, conforme a los avisos que tenga U.S. acercu. de los movimientos del enemigo.
z.a En el caso de que el enemigo acometiese al ejrcito de
U .S. con fuerzas superiore:;, podr emprender sn retirada hcia
HlST. DE LA C. DE LIMA.

-42Candarave, de donde le seria fcil tomar las posiciones de Tarata.


3~a Por lo demas que pudiera ocurrir, el conductor, que es de
tod tt b coufianz:t de U.S, le comunicar. las instrucciones i conocimientos verbales que se le lun Jado, para el mejot acnercl
de las opemciones que U.S. debe emprender.
Aprovecho esb oportnnidad para ofrecerme a U.S. mui atento i obsecuente, seguro servidor.

J. J. Perez .
A S. S. el coronel comandante en Jefe del 2. ej rcito del sur.

IV.
En c.:umplimiento de estas instrucciones, en el
fondo vagas i hasta tmidas, i reunido al fin en Torata todo el ej rcito de Areqaipa, que en sus despachos ofici<1les .el coronel Lei va disminuye a.
2,300 hombres, desce ndi al fin el ltimo con tardo
paso, cuando era preciso volar, sobre Moquegna el
28 de mayo, esto es: dos clias clespues que el ~jr
cito que venia desde hacia tres meses i desde lea i
Lima a. socorrer, babia sido aniquilado. La fuerte
division del Sobrado ha.bi ~t llegctdo al punto ele 'lct
cita el clia 26 ele mayo, dia de la f~:ttal batalla, i
e n vez de !cm zarlo a la llanul'a, el j efe supJrior le
detuvo a su lado cc desca.nsanclo .... )) Era a la verdad
tan estudiada (o acaso de suyo forzosa) la lentitud
de la mard1a. del segundo ejrcito, que el 29 de
mayo se adelant L eiva ap3nas hasta b Rinconach'll i solo ~l 30 lleg, caminando de noche, a. la

-43-

empin ada cuesta del Bronce, rumbo de Locum ba.


-EJ corone l Leiva hQ.bia hecho con jiles indios
de la sierra en cua,tro di as aquell a jornad a que los
sufridos i slidos chilenos ej ec nta.ron antes en dos.

V.
Iban, entret anto, corridos cinco dias desde que
el ejrcito de Chile haba ocupado a. Tacna , i es
ta.lla soledad de aquellos paraj es que nadie trajo
a la columna areqnipea, la fatal noticia, ni siquie ra su vago rumor. En los desiertos del Per ni los
pjaros se hacen mensajeros.
March aba en consecuencia el coronel Leiva a
segura perdicion, cuando por la via de ~tfollendo,
Arequ ipa i 1\tfoquegua alcnzole a la,s 11 de la maana del dia 30 el terribl e anunc io trasmi tido por
Bolognesi desde Arica. -ccEsf uerzo intil! decial e
el gobern ador del ltimo. reduct o peruan o en el
sur. Tacna ocupad o por el enemi go.))
E l telegr ama iba, dirijido al prefecto de Are-
quipa i en l agrega ba su autor, mante niendo su
pecho entero , que la situacion aunqu e desesp erada
pocli.a aun salvar se si L eiva amaga ba a Baque dano
en rracn a des le Sama o lograb a peuetr ar a Arica
por la costa ... ce Esfuerzo intil! (1)
( 1) Al mismo tiempo ol coronel B olognes i dirijia. es preso tras
esp reso al coronel Leiva por la via de tierra con el propsit o del

-44-

VI.
Recibi el anciano lugar-teniente de Pirola
aquella cruel nueva con nimo enflaquecido por
los sobresaltos en el pramo del Bronce, sitio adecuado para resoluciones de alto temple. P ero lejos
de oir el clamor de los que le llamaban desde la
llanura con la voz de la angustia, torci bridas,
como Garca i Garca en Angamos, i metindose
telegrama que citamos en el testo. H aqu uno de estos apremiantes despachos copiado de uu duplicado:
(.Reservado.)
JEFATURA DE LA PLAZA I COMANDANCIA JF,NERAL DE LAS BATERIAS
DE ARICA.

Mayo 28 de 1880.
-Benemrito seor coronel don Segundo Leiva.
Seor coronel:

no

He hecho varios propios al jeneral Montero, i bosta hoi


he
recibido su comunicacion. S que le queda una parte importante
del ejrcito; i el objeto de este, es decirle que Arica resistir
hasta el ltimo. Tengo todo listo para combatir, i Tacna i Arica se salvarn, si U.S., unindose al resto del primer ~jrcito, o
cem su jente sola, jaquea a Tacna desde Sama a Pacha, i hace
un esfuerzo para unirse a nosotros.
.
.Hui vveres aqu. No he recibido comnnicacion alguna oficial
que me indique la situacion delj eneral Montero. e que el enemigo ha quedado mas que diezmado.
Pngame al corriente de sus operaciones por medio de propios.
Dios guarde a U .S.

Ftancisco Bolognesi.

-45-

en la rejion montaosa de Candarave, camin6 toda la noche del 30 por las breas i el 31 de mayo
lleg6 a la aldea de Sinti a las 3 de la tarde con su
cansada tropa.
Inmediatamente, sin apearse del caballo, i no
para consultar la enrjica splica del gobernador
de Arica entregado a deResperante destino, sjno
para elejir mejor el sendero de la fuga, envi6 el
coronel Leiva a Campero el siguiente despacho
por acelerado espreso, una vez llegado a Sinti en
la tarde del 31.
COMANDANCIA EN JEFE DEL

2. 0

EJJb RCITO DEL SUR.

Sinti, mayo 31 de 1880.


Excelentisimo seor jeneral director supremo de la guerra don
Narciso Campero.
Escelentsimo seor:
Hoi en la maan:t he tenido conocimiento del desastre ocurrido al ejrcito aliado. De todos modos marcho co~ las fuerzas de
mi mando sobre Ilabaya; pero deseara que me comunique V. E.
BU pensamiento, a fin de saber si debemos reunimos, a dnde
debe tener lugar la reunion, i en fin, obrar de acuerdo, como
conviene a los intereo>es de las dos repblicas.
Dios guarde a V. E., escelentsimo seor.

Segundo Leiva. (1)


( 1) En este despacho hai una confusion de fechas, porque en
l dice el coronel Leiva que recibi en la maftnna del 31 la noticia de la derrota de Tacna, cuando fu el 30, i as consta de
otros de sus despachos que mas atlelante publicamos en los
anexos. ,-Todas las cabezas estaban trasnochadas i .los corazones
sin brjula ni almanaque, cual acontece de ordinario en las derrotas.

46-

VII.
La respuesta de esta mi si va tardara largos dias
en llegar porque no era ni con mucho tan aventajada la condicion de los restos del ejrcito aliado que escapaban desde Tacna, los bolivianos
hcia La Paz con Campero, ascendiendo en el
corazon del invierno el frjido Tacora, los peruanos marchando en completo desgreo con Montero i con Solar hcia Tarata i hcia Puno.
Desde el primer momento, la retirada se babia
convertido en fuga, i la fuga en rebelion i en salteo a mano armada. (1)
( 1) Media hora des pues de consumada la derrot:t, refiere un
oficial arjentino que en ella fu envuelto, las calles de Tacna
ofrecan el cuadro mas extraordinario.
Principalmente la Plaza de Armas i la calle del Comercio,
estaban materialmente repletas de soldados, oficiales i jefes
de todos los cuerpos, buli vianos i peruanos, en la. mayor confusion, cuhiertos de polvo, baados de sudor, muchos ensangrentados. Jinetes, infantes, artilleros-fusiles, espadas, lanzas,todo mezclado. Aqu entraban en una casa a examinar sus heridas-all, en las mismas aceras, se vendaban piernas i brazos
baleados;-de todas partes, principalmente de las casas del comercio estranjero, saliuu a la puerta para ofrecernos agua, refrescos, cerveza.
Tambien por todas partes se oia el llanto de las mujeres tacne as, acriminando a loR soldados bolivianos de haber sido ellos
la causa de la derrota. Hablaban sin saber. El Victoria las desmenta. N o obstante, los aliados no pueden hacerse semejan te
inculpacion; i cuando s ta fuera proferida por lg uien de elevado rango poltico, no solo carecera de razon, sino que rennirict
el carcter de una indisculpable lijerezn.
En aquellos momentos, llenas ya las calles por nueR tro ejrcito derrotado, desemboc el jen-eral Montero a la calle del Cu-

-47-

VIII.
Cuando la consulta del coronel Leiva datada
desde Sinti lleg a manos del jeneralsimo Campero, solo el 2 de junio, hallbase ste en Calacoto haciendo esfuerzos varoniles por mantener la
moralidad de su tropa desmandada. El valiente
comandante Pando, u otro oficial de su mismo
mrito i arma, habia logrado Scll va.r d0s caones
Krupp, i con este respeto i el prestijio de los jefes en nna nacion militar babia logrado el \eterano jeneral en jefe hacer seguir en mediano rden unos cuantos centenares ele soldados, mintras los desbandados, mucho mas numerosos, iban
a la vanguardia ejecutando atroces depredaciones
que recordaban el brbaro saqueo de todos los
.
mercio seguido de sus ayudantes.
Minutos des pues encontr en la misma calle al mayor J elabP.rt con el brazo suspendido de un pauelo : Paisano! me dijo,
ya no hai mas remedio que vol ver a nues tra tierra.
En t oda la ca.lle habia cundido la voz ele - A Pachia!
>>Varios jefes i oficiale me manifestaron que no nos quedaba
otro oriente que La Paz.
En Tacna era imposible organ iz ar un a resistencia. No haba
nada pr~parado de ant.emano_:.._Jos restos del ejrcito se hitllaban
disversos i des moralizados por la. derrota-i en tales coudi~io
nes, en vano hubiera sido toda tentativa, habiendo yn, asomado
a la ceja de la cuesta la boca de los caoues enemigos, que acto
contnuo empezaron a arrojar SI IS balas sobre ln. ciutbd.
:Aquell a masa de soldados, oficiales i j efes empez a evacuar
a Tacna en direccion a Pachia; pero sin rden i sin que nadie
tratara de imponerl o: cada cual marchaba a su antojo. (El
capitan arjentino don Florencio del Mrmol, obra citada varias
veces en el volmen precedente. )

-48-

pueblos de las quebradas de Tarapac despues de


San Francisco. (1)
En realidad el jeneral Campero babia dimitido
de hecho el mando del ejrcito aliado al descender de la colina ele la derrota, i en consecuencia
contest la consulta de~ comandante en jefe del .
ejrcito del sur, en los trminos siguientes que eran
en realidad una abdicacion i una evasiva:
(1) Considerable debe haber sido el nmero de reclamaciones
por despojos i otras violencias deducidas ante el gobierno de Bolivia por los perjudicados en el trayecto de sus tropas, porque
con fecha 15 de setiembre de 1881, esto es, ao i medio mas tarde, el presidente Campero ha librado en La Paz el siguiente decreto:
.
Narciso Campero, presidente constitucional de la repblica.
-Considerando:
1. 0 Que las demandas de indemnizacion por daos i perjuicios
causados por el ejrcito boliviano en su retirada despues de la
batalla del Alto de la Alianza, debieron haber sido propuestas
inmediatamente para que las pruebas recojidas reuniesen todos
los caracteres de veracida(l;
>>2. Que sin embargo, despues de trascurridos muchos meses,
se han iniciado todava estas j es tiones con el apoyo de declaraciones de testigos desconocidos cuya f es sospechosa ante el
gobierno, decreto:
Art. 1.0 Ninguna demanda de indemnizacion de daos i perjuicios causados por el ejrcito boliviano, ser admisible en lo
sucesivo ante el gobierno, sino en el caso de que ella hubiera
sido propuesta en cualquiera de las prefecturas de la repblica,
en el trmino de noventa dias, desde aq uel en que dichos daos
i pe1:juicios hubiesen tenid,, lugar.
Art. 2.0 Las jestion es iniciadas fuera del trmino mencionado, se pasarn a la corte su~rema de justicia, para que por b
via con tenciosa se tramiter~) resuelva la demanda.
1: El ministro de hacienda que da encargado de la ejecucion i
cumplimiento del presente decreto.
Es dado en La Paz, a los 15 dias del mes de setiembre de
1881 aios.
Narciso Campero.
Eleodo1o Viltazon.
0

-49REPUBL IOA DE BOLIVIA.


EL JENERA L EN JEFE DEL EJRCITO EN MARCHA.

Cal acoto funio 2 de 1880.


ce Seor:

Habindome visto obligado, despues del desastre del 26, a retirarm e del campo de batalla
con los restos del ejrcito bolivia no i dirijirm e a
Bolivia, deben cesar i cesan de hecho mis funciones de directo r de la guerra en el sur del Per;
debe, pues, en consecuencia V. S. obrar en conformidad con las instruc ciones que tenga del gobierno de Lima.
En mi concepto, el enemigo, aprovechando el
triunfo vbtenid o el 26, se p1~opondr como inmediato objetivo lct toma de Lima o Arequi pa; en est a segunda hiptesis, debe V. S. tomar todas las
medidas que crea conven ientes a efecto de defender aquella ciudad.
))Con este propsito, todo mi conato se dirijir
a organizar algunos cuerpos para envirselos a V.
S. como refuerzo.
))Con este motivo ne es grato repetir a V. S.
las consideraciones de estimacion i aprecio, con
que me suscribo su atento seguro servidor.
Narciso Campero . (1)
Al seor coronel don Segundo Leiva, comandante en jefe del segundo
ej rcito del sur del Per.

(1) Con esa misma fecha remiti al jeneral Montero, que ha


HIST. DE LA C. DE LIMA

-50-

IX.
Desde ese momento, i habiendo recibido el jeneral Campero en Yarapalca, lugarejo del Tacora, la noticia, grata sin duda a S~ alma de patriorectificado t:n esta parte un concepto de detq.lle del informe del
jeneralsimo Campero a la Convencion de Bolivia, una nota concebida en los trminos siguientes:
REPUBLICA DE BOLIVIA.
EL JENERAL EN JEFE D~~L EJUUITO EN 1\IARCHA.

Calacoto, junio 2 de 1880.


Seor:

~n marcha ya para la ciudad de La Paz, i a mrito de haberse puesto a mis rdenes, en vspera del combate, el seor comandante en jefe del segundo ejrcito del s'ur del Per, le dirijo
la nota cuyn. copia acompao; pues ignoro completamente cul
ser la resolucion del gobierno de Lima respecto del jiro qne
deuan tomar las cosas d>spues del desastre del 26.
))Con tal motivo, me es grato repetir a V. S. las cop.sideraciones de particula.r estimacion i aprecio con que me suscribo su
atento seguro servidor .
Nmciso Campero.
Al seior contra-almirante don Lizardo Montoro, jeneral en jefe del pri
f
mer ejrcito del sur del Per.

La alianza pareJia terminada de hecho por la derrota, i as


de seguro habria acontecido sin la fatal i absurda poltica que
despleg el'l seguida el gob ierno de Chile, confindolo todo, de
acnerdo con el espirita sooliento .del presidente Pinto, a la
inaccion, a los aplazamientos, a las espect&.tivas i a la paz ...
El lector se habr fijado indudablemente en que el jeneral
Campero, daba por segura e inmediata la campaa a Linia al
clia siguienle de la. derrota. E.l gobierno de Chile no pensaba
sin embargo en ella en octubre, esto es, cinco meses despuesl. .

'51

ta, de haber sido reelecto presidente de la Repblica por la Oonvencion convocada a, aquel'efecto,
continu su penossima marcha en medio de la
soldadesca de::;~and:tda cccon riesgos aun mayores,
dice l mismo, que los del campo ele batalla.))
Al fin, despues de diez dias de contnua marcha por caminos fragosos i sin recursos de vitualla, lleg el jeneral presidente a Oorocoro el 6 de
junio, i dejando all una fuerza competente para
reunir .dispersos, continu dos o tres dias mas tarde su marcha a Viacha, entrando a La Paz el
dia 10.
Hor.ribles fueron muchos de los cuadros de aquella retirada en la que logr empero salvarse hasta
la cuarta parte del ejrcito de Bolivia. (1)

(1) Qu marcha!-esclama.el capitan Del Mrmol que iba


en la hueste i tenia la envidiada fortuna de c:tbalgar en flaca
best~a-Qu frios! qu noches qu alimento!... Eramos verdaderos derrotados.
Eri el paso del Tacora, dos o tres jvenes amanecieron 'duros.
H1~bo necesid~d de machacar sus brazos a golpes de puo, de
restregar con fuerza todo su cuerpo, para conseguir la circnlacion ele la sangre.
, >>En esa retirada, atacado diariamente por la terciana, siempre
ala interperie, sin mas comida que maiz tostado i chancaca,
la marcha no podia. ser mni placentera.
llHabia algi.mos que inspiraban verdadera compasion. Un j6ven afectado del pulmon, muri sin amparo a pocas leguas de
Tacora, despnes de h aber pasado a mi lado la noche an terior, de
cuyas resultas me dej como recuerdo man chado m~ pellon de
mi recado con la sangre que esput en toda esa noche.
tro jven lleg tt La Paz con los pis enteramente llagados, i sin poder andar si n que cada paso fuera u u terrible martirio. Habilt pasado las aguas del ca mino con medias i botines

-52-

X.
Estrella mas opaca alumbr todavia el spero
sendero de los derrotados que a las rdenes de
Montero, pero sin obedecerle, tomaron por la fdjida sierra de Tarata el camino de Puno.
'
Acordse esta ltima resolncion por mayora d_e
votos en una junta de guerra celebrada en aquel
pueblo el 30 d<:r mayo; i aunque hubo al guna variedad de pareceres entre los jefes, prevaleci el del
prefecto Solar, que pareca dominar con su ene1ja
las vacilaciones de sus compaeros de derrota. Cceres i Pando estuvieron por ag uardar en Tarata
los acontecimientos, Dvila i Godinez por buscar
su juncion con Leiva por la va de Moquegua, i
Albarracin por quedarse con su cansada caballera
destacado ei1 aquel paraje de vanguardia. ~ero el
mayor nmero de los votos sigui al del prefecto,
i hubo en esta junta de notable que habindola
presidido i firmado su acta el primero de todos,
lVIontero no emiti en ella opinion alguna. (1)
Ese mismo dia o al siguiente pusironse en consecuencia en marcha los infelices dispersos hcia
i no haba tenido la prem:.ucon de sacarlos oportunamente. El
cuero del botn se encoji, la media se pudri i los pis se hincha~
ron i <;e llagaron horriblemente.J>
(1) Vase este documento entre los an exos.

,
-53-

Puno por la helada cordillera i en tristsimo talante.


Iban revueltos unos cuantos centenares de soldados, talvez trescientos, con igual nmero de oficiales; pero los motines, en demanda de la dispersion, hbito incorrejible del montaraz soldado
p.ei'Uano despues de los desastres, se sucedan casi
en cada jornada. Un sa1jento llamado Inocencio
Pineda di el grito de la desobediencia armada en
Tarata, i fu en el acto pasado por las armas. Pero
sin tomar escarmiento, ocurrieron sucesivamente
dos conatos de insurreccion en Tala. Fu sofocado el primero, huyendo los perpetradores, i en el
segundo sufri en el banquillo la pena de los traidores a la patria, conforme al famoso a~tculo octavo de Pirola, el sa1jento l. o Juan Veintimilla.
El prefecto Solar, que envi a Lima estas lgubres
noticias, acompandolas de cartas ntimas que
mostraban la indignacion del patriotismo contra
la, apata de los pueblos del trnsito, mostr indisputable vigor en esta marcha, secundado por el
prefecto ad honoren de Tarapac don Luis Felipe
Rosas, hombre notoriamente activo i animoso.
En ese mismo trnsito hzose encontradizo el
procnsul de Tacna con el coronel Belaunde, aquel
cobarde que venia fujitivo de Arica, abandonando
su cuerpo, su bandera i su honor en la vspera de
la prueba; i ste, menos afortunado que los sarjentos cabeza de motin, escapse de recibir el plo-

-54-

mo del :lntculo octavo del estatuto, pero np de su


estigma i el de la historia. (1)

XI.
Dando largo rodeo llegaron al fin los escasos
restos clel ejrcito de Tacna a Arequipa, i mintras Montero pasaba, cado i clesprestijiado a dar,
cuenta de su conducta a Lima, el favorito Solar
hacia simplemente una visita de cortesa al palacio i a sn hogar para regresar a hacerse cargo del
mando del departamento de Arequipa que todavm conserva.
/

XII.
En cuanto al coronel Leiva, no recibiendo respuesta ni del eco de las montaas que fatigaba
con sus marchas, continu su retirada por las gargantas de CandaraYe el dia 1. de junio, el 2 llegaba a l\!firave i el8 se encontraba en rrornta, preparndose para dar la vuelta a Arequipa, despues
de hnber ejecutado, como Santa Cruz en Zepita,
unn pequea cccompaa del talon.>)
0

(1) Al llegar a Areqnipa ucurria todava un cuarto o quinto


motin i el 1O de jnnio era pasado por las armas un soldado llamado Inocencio 1\IIa.cedo.
El lector hab1'11 observado quiz< que en el Per casi todo ~ los
soldado3 (especialmente aquellos que son fusilados) se llaman
lnocencios, af' como todos los coroneles Marianos.>>

..

-55-

Recibi all sin embargo en la tarde del dia 8


el azorado jefe una rden singular i casi melodramtica trasmitida en clave desde Lima i desde
Arequipa por el dictador Pirola, i fu la de dirijirse a salvar a Arica,, que ya en la vspera habia
caido en poder .de los chilenos. La fatdica p~""Lla
bra-tardeb) pareca haber sido inventada para
el desgr.aciado coronel Leiva,
En consecuencia, a mediados de junio hallbase con su division de regreso en Arequipa, i cuando se preparaba para. reorganizar un ejrcito de
ocho mil o mas hombres con recursos de todo jnero solicitados a Lima, (porque Arequipa, yerta
todava, nada daba ni nada ofrecia) llegle su sucesor .en la persona del coronel de caballera don
Jos Latone, desairado por Montero en Tacna,
i enaltecido. por lo mismo en el palacio de Lima,
donde respiraba a esas horas a sus anchas i ya sin
. rivales armados el dictador Pirola .. (1)
1

( 1) Mand' Leiva, decamos en un articulo publicado en El


Mercurio en marzo de 1881 i escrito sobre documentos encontrados en Lima, mand Le va di ve 1sos oficiales a remotos parajes de l a provincia a recojer caballos i dispuso levantar cuatro
nuevos batallones co n los nombres de Piquiza, Abancrzy, Azngaro i T ampac. El'a su propsito, a mediados de junio, r emoni
tar su ej rcito <ra ocho o nueve mil hombres,>) i para esto pedia
a Lima el 17 de aquel mes 200,000 tiros P eabody, 400,000 Remingt.on, 1,200 cartuchos para la artillera, 4,000 rifles, !100 carabinas, 500 sabl.es, .500 monturas i, como de costumbre, a~qunos
quintale's de dinamita, esta quinina esplosiva que ha remplazado a la antigua de ,la condesa ele Chinchon para retempla1 a los
peruanos.
Conviene advertir sin embargo que no fu Pirola sino Solar

-56-

XIII.
Llegado es por consiguiente el momento de
ocurrir a presenciar los sucesos i los aprestos que
despues de la derrota se desarrollaban en la capital del Per a cuyos sucesos todos los espectadores de la gran contienda comenzaban a volver
la vista como para presenciar la escena final i
terrible del largo i sangriento drama.
quien destituy a Leiva, i esto seis meses largos mas tarde, segun consta de los siguientes documentos.
JEFA'fURA SUPERIO,R POLTICA I MU.ITAR
DE LOS DEPARTAM3NTOS DEL SUR.

A1equipa, noviembre 22 de 1880.


Por convenir al buen servicio pblico i exijir1o as las necesidades de la guerra, seprase del puesto de comandante en jefe
del ejrcito del sur al coronel don Segundo Leiva, quien se presentar ante el supremo gobierno a dar cuenta de su ()onducta.
Comunquese i publquese.
SoLAR.

P. G. del Solar,
Secretario.

Nmbrase comandante en jefe del ejrcito del sur, al coronel


don Jos de La Torre, quien proceder desde luego a hacerse
cargo del puesto, con las formalidades legales.
Comunquese i publquese.
SOLAR.

P. G. del Solar,
Secretario.

57

ANEXOS AL CAPITULO II.

I.
ACTA LEVANTADA POl'l. LOS JEFE
S PERU ANO S VENCIDOS EN T ACNA
EN EL PUEB LO DE TARATA, MAY
O 31 DE 1880,
SOBRE EL ltD EN DE SU ltETI RAD
A A PUNO I AREQUIPA .

En el pueblo de Tara t a, capi tal de la


provincia del mismo
nombre, a los trein ta i un das del mes
de may o de mil ochocientos ochenta, reunidos el seo r contra-al
11l'irante jene ra.l en
jefe del primer ejrcito del !!Ur i todos los
seo res com anda ntes
j enerales i primeros jefes de los cuerpos
que forman dicho ejr
cito, con el objeto de resolver definitivamen
te respecto de la direccion que debe darse a los restos de
dicho ejrcit.o, exis tente
en esta plaza, i manifestadas las circunsta
ncias de ste, por el
seor jeneral en jefe, en cuanto a recursos
para su conserv~cion,
pidi que cada uno de los jefes pres ente
s man ifest ara su opinion en cuanto nl camino que debiera toma
rse; as como el destino de la referida trop a. En es te co ncep
t o:
El teniente coron el don Domingo Barbosa,
j efe de la brigadt\
de artil lera , opin por que, aten diuos
los recursos con que se
cuent~ por la vict de Puno , los restos del ejrc
ito debian mar char
por esa ruta a la ciud ad de Areq uipa
que es el centro del segundo ejrcito del sur.
El de igual clase don Mariano A. Gald os,
se adhiri a la opinion del ante rior.
Los tenien t es coroneles don Bruno Mor
ales, don Nicano r R.
Somocu rcio, don Andres A. Salcedo i Crl
os Morales, opinaron
en el mismo sentido que l os ante riores.
El ten iente coronel don Feli pe S. Cres
po, wa.nifest6 que el
batallon organizado mar char a a Arequipa
por la V<\, i que los
jefes i oficiales sin colocucion en l, qued
en gun,rneciendo esta
plaza.
J:UST. DE LA C. DE LIMA.

- , 58Los seores coroneles graduados don Melchor Bedoya, don


Valeutin Quintanilla, J on Fra ncisco J. Luna i el secretario que
suscribe Carrilio i Arizn: opinaron en el mi smo sentido que los
cinco primeros del acta.
El coronel graduado rhn Gr.og,)r:o Albarracin, fn de opinion:
que t odos los seores j efes i oficiales del ejrcito sin colocacion
hoi i el ba tallon organizado de infc.l.l: tera m:1rchasen a Areqnipa por la va d~ Puno; i que el escuadran que l m <tmla que de
en esta plaza de guarnicion por es tar su caballaua en mal es tado.
L os se uores coroneles Nieto, Meudez, Ca. ve ro, Ramirez i V elarde, opinaron por que se marchase por la va de Puno a Areq uipa atendiendo a los recursos de abrigo i subsistencia cou que
se puede contar por e:;a ruta.
El se iior coronel Godinez, opin porque deba,mos unirnos al
segundo ejrcito del s ur en Moqueg ua.
El seor co1'onel Cceres, porque se hag<\ algo contra el enemigo, se agnarJe la reunioa de m ayor nmero do tropas, i marchar a Arequipa por la ruta que ofrezca mayores recursos.
El coronel don Ju"to Pastor D.viht porque se m:trche directamente u Moqneg ua.
El coronel don Arualdo P <mizo, opin en el mismo sentido
qne ei seiior Coronel Uc.ceres.
El seor coronel don Luis ]J'. Hojn,s qne se una al segundo
ejrcito del sur en Areq ui pa por ~<L va de Puno.
El seor prefecto de este depart<"tmento doctor don P . Alejacdrin o del Solar, OJin,): pol\:ue los restus de este ejrcito debian
marchar a Areq uip:t p or la va de Plmo, pue5 l, com o autoridad
polt:ca, ca recia y:t de recn t;;os para sos ten!Jlh en elram::~ que
les correspouclia
El benemrito se or j eneral en jefe opin porq ne el resto del ejrcito que ha estado a sus rden es, debi:t marchar a Areq uipapor la
va de Puno, porque as lo exijia la f<d t:1 de recursos para sostenimiento de e.-;ta pl az a, i el estado de dicho ejrcito. ( 1)
(1) P or est ravio de este tww hai un enor en el tesi;o, pu<Js resulta de
aquel que Montero opin en la forma que espresa.

-59Concl uido el objeto de la reunion, la firmaron todos l os seoreil presentes.


1
L . JJ!Ionle1o.-Pecl1o A . del Sola1.-JI.
Vela1'Cle.-Luis Felipe
Rosas.-Aquiles ldenclez .-Justo P . Dvila.-Jos Goclinez.OsaT Caneva1o.-Rajael Ramirez .-A nclrs A . Ccaes. -J![elclw1' J . Becloya.- Pecho P. Nieto.-Arnaldo Pcmizo .-Francisco Javier Luna.-lvfanuel 0a1'1'itlo i Arizrt.-Annanclo Sc~Z
cedo .-Felipe S . Oespo.-Gre,roP:o Albarracin.-Bemijio lVIo 1'ales B ennucles.- Nicano1 R . de Somocurcio.-JJ!Iariano A . Galdos.-Domin_ro BaTbosa . -- C1Zos Jlforctles. - F. Quintanilla.

II.
NOTAS DEL CORONEL LEIVA REFI RIENDO SUS OPEJ:A.CIONES
I SU RETlRA.DA, ENCO TRADAS
EN EL ARCHIVO DEL MINISTERIO DE LA GUERRA EN LniA .
C<S ECRETAR A DE LA COMAND<IN C fA gN JEFE
DEL 2. 0 EJ RCITO DEI, SUR.

Mirave, junio 2 ele 1880.


Seor coronel secretario de estado en el despacho de guer ra.
Seor coronel secretario:
En cumplimiento ele mi deber paso a dar cuenta a U. S. de
las operaciones del ej rcito de mi mando.
Como particip a U. S. en mi comunicacion anterior, inmediatamente que llegue a Torata dirij un propio a S. E . el jeueral Campero, ponindome a sus rdenes, en cumplimiento de las
instrucciones que babia recibido de U. S., pidindole las que
tuviera por conveniente impartirme e indicndole el nmero i
condicion de la fuerza que traa, a fin ele que l tuviera un perfecto conocimiento de todo i pudiera obr ar segun bs circun stancias.
E l 26 del pasado lleg a Tora.ta 1a tercera di vis ion coro puesta.
de los batallones L ejion P eruana i Hnancan, con mas la briga-

-60da de artillera, dos ametralladeras i 'el escuadran de Artillera


Volante. I esta fuerzn, unida a la primera division i columnas
de vanguardia, daba nn t otal de dos mil doscientos a dos mil
trescientos hombres. Era necesario rlat por lo mnos un dia de
descanso a la tercera di vision que haba hecho marchas pesadas
desde Arequipa, i tanto por esta razon, cuanto por esperar al
propio que haba remitido ele Tacna i que deba traerme las instrucciones del director de la g uerra, acord permanecer en Torata todo el clia 27 . .Ese mismo dia regres el pr0pio trayndome las instrucciones que en copia adjunto a U. S., e indic~ndo
me verbalmente que bajara a Locumba por Moguegua, i que de
Locumba amenazase a Sama. Debe U. S. fijarse en que las instrucciones llevan fecha 24 de mayo, i el propio fu despachado
el 25.
En cumplimiento de las instruciones, el 28 descend de Torata a Moquegua, donde por inrlicacion mia se puso a mis rdenes
el escuadron de J endarmes que manda el col'Onel Jimenez, i el
29 acamp en la Rinconada; i como al dia siguiente tenia que
vencer la gran cuesta del Bronce>) i atravesar una distancin. de
doce leguas de desierto, se di rden de marchar para las 3 P M.,
a fin de cruzar la pampa por la noche, evitando as la fatiga del
soldado.
A las 11 A. M. de ese da recib el siguiente telegrama del
seor coronel Bolognesi, trasmitido por el prefecto de Arequipa.
-ccEifuerzo intil. Tacna ocupado por enemigo. Nada qficiaZ
recibido. Arica se sostendr muchos di as i se salvar, perdiendo
enemigo, si Leiva jaquea, ap1o.ximndose Sama i 8e une con nosotros. -I casi al mismo tiempo llegaron avisos particulares
que aseguraban que la dert'ota de nuestras fuerzas habia sido
completa i qtte los di spe rsos ttatab:.m de reuniese eu Tarata.
Colocado en tan difcil situacion , no cre deber bajar a Locnmba, pues el ejrcito de que deba disponer era escaso, mal
disciplinado i con un cargamento q11e impediria la rapidez de
nuestras marchas. Era ademas de presumirse que el enemigo
destacara por la rnta <;le Locumba un cuerpo ele ejrcito respetable, i sobre todo, era neeesario1 a mi juicio, reunirse a las tropas

-61dispersas de Tarata, tanto mas, cuanto se me babia sefala.do


este lugar como punto de retirada. Todas estas consideraciones
me obligaron a cambiar el itinerario, i en lugar de bajar a Locumba, emprendimos nuestra marcha sobre Sinti, al cual llegamos el 31 a las 3 P. M., desp nes de h abe r andado toda la noche.
Las noticias que t om en Sinti, sn)re el combate de Tacna,
no podan se1 mas t1istes, la dispe1sion era incontenible, i ni aun
a mi llegada no se !tabia trasmitido rclen al_runa, ni siquiera
se me ltabia dado parte qficial de la denota pam que yo tomara
mis medidas. Despach un propio a Taeata en buse<t del director
de la guerra, i el L 0 n :>s movimos sobre este lugar, adonde llegamos a las 5 P. l\1.
En oficio especial dar cuenta a U. S. de los movimientos que
.1
me propongo emprender.
Dios guarde a U. S.-S. C. S.

Segundo L eiva.

III.
SECRETARA DE LA COMANDANCIA EN JEFE
=DEL 2.0 E,JRCI'fO DEL SUR.

Torata, 8 de junio de 1880.


Seor coronel secretario de estado en el despacho de guerra.

S. C. S.
En este momento, 6 P. M., acabo de recibir el telegrama que
en clave me ha dirijido S. E. el jefe supremo, por conducto del
prefecto de Areq uipa.
S. E., al impartirme sus rdenes, ha credo que poclia contarse con el primer ejrcito del slll', i pon indome de acuerdo con
l, marchara a Sama, i cortando la comunicacion del enemigo
con la costa, salvara la plaza de Arica; pero ya S. E . debe saber

-62que de ese primer ejtcito solo se han podido re~mi1 300 a 400
hombres, la mayol'pa1te jefes i qflciales, l os cuales se han nter~
nado a Puno a las rdenes del sco t contra-almirante Moutel'O,
pnes el escelent.'iim0 selM j ene l'al C<till [1!:lro se retir a Bolivia.
No quedaban, pues, mas fu erzas dispo nibles que los 2,300 redu~
tas qu e forman el ej l'Jito de mi mando, con los cual es era itaposible intentar ning una hos tilidad contra un enemigo in .'nensa ~
mente sttperior en nutero i que estaba engredo por la victoria.
A pesar de que la primera noti cia del desas tre de Tac ua la
recib en la Rin con ada el 30 del ptsado, seg u, no obs tante mi
marcha a Sinti, Mimve e Ilahn.ya, C') n In. espemnzfl. de llegar a
Corneas o Tarata i encoutmr all una fu erza respetable, a la
cnal unirme para operar sobre Arica, pero cuando me inform
que el desastre sufriJo era completo i que ele nues tro b1illante
eJrcito solo se haban reunido 300 hornbtes, comprend que el
nico partido que me t ocaba seguir, era mandat una fuerza a
Candavare para reunir dispersos i rec~jer armas i I?Uniciones i
volver sobre Torata, para, dejando guardada esa posecion, 1egresar a Arequipa a continuar la formacion del segundo ejrcito, como lo comuniqu a U. S. en mi oficio anterior. As lo he
hecho, i espero que S. E. el jefe supremo apruebe mis procedimientos.
Dios guarde a U. S., seor coronel secretario.

Segundo Leiva.

CAP ITU LO III.

PIROLA 1 SU S SECU ACES EN EL

PODER.

Mtodo de la presente historia .-Actitud ambigua de Pirola al comenza


b complica cion de Chile con el Per i su manifiest o de marzo de 1879.r
-Sus prime ros actos de dictado r un aiio mas tarde.-S u misticism o depredestin ado i su epstoht a Lbon XIII.- us ideas preconce bidas de
<<rejeneradol')) i por qu se da el ttulo ele c Jefe Supremo.~-Su mana
ele cambiar los nombres de todas las cosas i de todas 1 <~'3 institucio nes.
-Crea siete secretar as de la dictadura en lugar ele los antiguos ministros.-El ministro de H.elaciou es Esteriore s don Pedro Jos Oalclerou
.
-Antece dentes, cat"cter i conviccio nes ele este bom bre p(tblico del Per.- Los secretario s de guerra i marina Iglesir.s i Villar.- El secretari o
uel interior Orbegoso .-Antece denteH i cadcte r del secretari o ele hacien la Barinag a.-Los secretario s Pauizo i Echegara y.- El Di ctador
promulga su famoso Estatuto , i su pasiou hereditar ia por lejislar.- Organiza cuatro ejrcitos por uu solo decreto i r evolucion a todos los so rvicios del ministerio de Lt guerra, del est,tclo mayor i de l a admiuis tracion militar.- Gl ej rcito del Jorte, sus di visiones, sus cuerpos i sus
jefes- Presuncio u antig ua de Pirola sobre su jenio mili tar i u rnauifestacion al vi ce-prestd ente L a P uerta a ese prop ito.- Las reservas i
lo que habian hecho los l)redeces oTes de l Oictador para la defeu. a de
Lima. -Af rancesam iento de la dictadura militur de Pi ro la i su afi cion
a copiar las ceremoni as del ltimo Imperio. --La rece pcion del 1.0 de
enero i aloc ucion que dirije al legado del Papa.-C rea e l Consejo de
Bstado po r la pauta de Napoleon l., i mensaje qne le clirije el clia de
su iustalacio n --Destru ye el rjimeu m uni cipal eu todo el P er i crea
ayuntami entos a su albedrio.- -P risiou <~rbitmr ia de los principal es diari. tas ele Lima i g1acia que leo con:lcde el dia de su cumple-a1io .--In
tri gas ele t lamo que se atribuye n al secretario Calcleron .- - T odo el
movimie nto de la dictadura es el r es ult<tdo l jico de las ideas preconcebidas, de la eclucaciou i canera ele Pirob. -- adcter peculiar ele este
cauclillo.- Su eclucacion en el :::\eminario ele Santo T oribio .-S us ideas
despticas manifest adas e n un trabajo universit ario al recibirse de abogado. - -Sn oscnridad i su natural honradez primitiva .- Oomo siendo

64ajente de Lamman i Kemp, fabricantes de agua florida, es nombrado


ministro de hacienda por el presidente Balta.--Sus fa:nosos contratos
i emprstitos con Dreyfus, base de su populari.dad en el Per.- -Nuestro primer bosquejo del dictador i cmo lo han acentuado los hechos.-T enacidad catalana de su carcter.-Curiosas revelac:ones a este propsito.-Una carta indita de Pirola desde La Paz en 1875.-Sus ideas
sobre Prado i sobre Pardo.-Pardo o yo.-Juicio posterior del doctor
don :Mariano Alvarez, i su acierto.-Previsiones de este patriota peruano sobre la conducta de Pirola con Montero, i cmo los acontecimientos le han dado completa razon, como al autor.-Es nombrado
prefecto de Lima don Juan Martn Echenique, i su circular caracterizando la poltica de la dictadura bajo el punto de vista de la rejeneracion del Per i de la guerra a Chile.-Documentos.

l.
Llevados por el primordial propsito de con-.
servar a la historia su indispensable unidad, i j untamente por el de tepartir con al3ierto los di verSQ$ agrupamientos de los SUCeSOS tan variados COmo mltiples de una guerra sostenida entr~ tres
repblicas por mar i tierra, hemos debido aplazar
eu el volmen precedente de esta narracion todo
lo que se refera a la pol~ica interna. i a la organizacion civil de los dos paises nas directa i mas
vivamente interesados en la contienda, a fin de
dar cuenta cabal i minuciosa de sus operaciones
militares.
Sin embargo, en el captulo V del volmen que
forma el tercero de esta srie, i b c~jo el ttulo de
Pirola Dictador, dimos razon de cmo este tenaz
cuanto osado caudillo se habia dirijido desde Chile a su patria al comenzar la guerra (abril de
1879) finjiendo miras i aspiraciones de paz i de
confraternidad en un manifiesto pblico poco recordado; i en seguida cmo habia maquinado en

-65-

Lima durante ocho meses (ele abril a diciembre


de 1879) para asaltar el pod~r, aparentando lealtad ele patriota, i cmo, el dia. 21 del ltimo de
aquellos meses, se habia lanzado a la plaza pblica con su batallon de secuace3 personales i el de
algunos correlijionarios de ltima hora, proY,lamndose ccsalvaclor, r~j ene rador, JJ i, por l;ltimo,
dictador, asumiendo jactansiosamente pero no -sin
copiar anticnaclaR parodias ele la revolucjon, con
el ttulo oficial ele Jefe Supremo del Per. (1)

II.
En ese htgar oportuno referimos tambien como
el taimado pretendiente i conspirador de diez
aflos consecutivos se habia adueado del po~er
por la revuelta i aceptado (as decia su impvido
decreto) el ttulo de Jefe Supremo que, con fa:

(1) El lector haria talvez bien en volver a leer el captulo


citado del volmen precedente para refrescar ;us recuerdos i
comprender mejor los sucesos ll ue enseg uida van a desarrollarse.
En cuanto al manifiesto de Pirola lanzado estudiosamente
desde Chile sobre la guerra i la pol tica de ~ u pas, aunque escrito con un esti lo metafsico i con esp ritu ev identemente solapado, es digno de ser consen~ ado en este lil.no histrico como
punto de partida de la cond ucta i acciou del dictador peruano.
En este ;;arcter lo reproducim os. entre los anexos de este capitulo.

Por lo den1 as es una pieza mni poco con ocida i a la cual el


pblico de Chil e le n,tribny reducida. importancia. al nparecer
en t< U p:ensa en marzo de !870, antes de estallar la guerra con
el Per. Pirolu. era entnces \lll simple pretendiente desacreditado por sus avent uras i sus reveses .
Hl ~T. DE LA C. VE L li\I.A

-66-

Cirtfnde's o'nmrr1odas)),
le confirieron espontnea.:.
,
.
.n.1e-n:te: los pueblos de Lima i el Callao, ratifican1do ' inrri~diatamente esta investidura el di.a 23 d
tcienbre el ejrcito .del sur, ni.andado por. el con-:
: t;almirante Montero i todas las secciones del
pdis p'uestas ~i habla -c'0n 1a cpi:t al por el tel~afo. 1
. I a la vercla'd, es osa. -en estremo caracterstica
He la' rdole estrfla i peculiar del hombre que
esde ent6nce's ha re'jido los clesti"nos de su infeliz
patria, acercndose mas en su mente i en sus ac.t os al tu.t~\lltuario Ma8~ni'ello que al ilustre J ua.rez,
su rebuscado modelo, el hecho de que su primer
1l.bto-p'b<1, la primera emanacion de su p ensar:~nt i vanagloria. de dictador fuem que, en el
'i Wstnte mis'm de 'clecrtarse a s pro pro la om.nipo'tem:a la mainei"~t de la. prpura antigua, la depnsie.:
ra a los pis del pontfice ele Roma, annncinclole
acle mas oficialmente, como al augusto pastor :d~ la
.cristiandad i juez rbitro de .la p <tZ de los pueblos
1 e'n stls 'i nhumana3 querellas; que su principal in. te~to-, ~ des)~~s de ~u sumision a la tin.1:a, por nadie
.:~plicitada, .era'; el ele preparar
. .el triunfo ele sus
'a rmas contra Chile.>)
Este docum-euto i~icial, poco . estudiado en su
~~~ pl'itn i qne anuncia desde ln, primera hora al
-Apu-camach:icuJc o Protector . de la razg, ind\jen, na.))
..,. 1 u'e
.J, '1 I'>
/ esta b a conce.b"d
' ,.
.
. e,r\l,
i o en 1os termmos
..
.st~~

guiente.;:

NTCOLAS DE

Pll~ROLA,

fi

.JF.FF. SUPREMO DI\ I.A

lU\PTIL~CA

DKI,

P~~n.

Beatsim o padre:
Un voto espontneo del Per emitido de consuno i unamme- '
mente por el pt~eblo i el ejtcito ele mar i tim'1a, aqaba de iu vestir.;
me del mando spremo de la repblica., conjacultacle.~ omnmodas, las cuales, conform e a las inspirac iones nacionale;~, manifes tadas perseve ranteme nte de tiempo attas, i a los deseos mas
ardiente s de mi corazon, ser:in . emplead as en la rejene1acion de
las institaciones polticas, que la demand a con urjencia, esforzndom e ante todo en prepara1 el triunfo ele nuestras armas en
la guena en que nos !tallamos empeados con Cltile.
Al comunicat a S. S. mi advenim iento al poder supremo de
esta repblic a, tan cara al paterna l corazou ele S. S., esperime~:
tola mu.s ntima complac encia en ratificar solemne mente lqs
sentimientos def inquebrantable i de amor filial con que beso las

augustas manos ele S. S, pidtndole su apostlica /;Jenclicion.

'

Dada en el palacio de Lima, a los veintitr es dias del mes de


diciembre del ao de gracia de mil ochocien tos setetJ.ta i nueve.
(Un sello.)
NICOLA S DE PIROLA .

:El secretar io de Estado en el despach o de Relacio nes Esterio-:


res i culto,

P. Jos

Oalder~Jn.~

III.
Cumplido este voto de so. concienci~ i satisfe:..
cha su vanidad de pontfice peruano, el rejenera~
clor ele su pti~blo se preocup de hacer su entrad~

:_ 8

triunfal a Lima, el dia 24 de diciembre, vspera


de Navidad," montado en caballo blanco como
Tomaso Aniello, el caudillo pescador de N pol.es,
escoltado por inmenso i regqcijado jen ti o, la canda
del Dios Exto, mientras todas las campanasecha-:das a vuelo, como a la entrada de los vireyes, atro
naban la . ciu~ad. (1) .
IV~

H~cho todo esto,'el dia 24 de diciembre, el dictador se ocup de organiza~ en esa mi.sma fech<t .
su gobierno dictatorial; pero, arrastrado por su
idea 'dominante i peregtina de cambiar los nombres a todas las cosas, a ttulo de ccrejenerador
del Per, aunque sin alterar su sustancia, no
nombr ministros sino que cre ele una plumada
siete secretar~as que serian servidas por sus adeptos personales mas ardientes, cmplices muchos
de ellos en antiguas revueltas. Et rejenera.dor
reagravaba as una de las llagas mas antiguas i
(1) Las ~ampanas que todo lo animan no cesaban de tocar
desde las 9 de la maana hasta las 7 de la noche, que fu la
hora en que hizo su entrada triunfal don Nicols de Pirola, en
medio de unos doce mil ciudadanos, entrando a la plaza principal.
Los balcones de la Municipalidad i los de Palacio se mostraban
llenos de jente. Ahora reina en la hermosa Lima la misma animacion que en pocas remotas. Las felicitaciones a don Nicols
son numerosWmas. (Carta intmceptad~t del estudiante don
J enaro Heirera a su padre don Ra.mon Herrera en Arica,}echa
c!a en Lima el 27 de diciem1e de , 1879 i oijinal en nuestro
pode10:)

G9-

corl'Osi vas de su suelo, el personalismo:D, en lugar de depurada . Juzgaba que con llamar secre-.
ta.rios a los funcionario s que en todos los paises
del' mundo ~:;e llaman ministros )) , la rejenera cion quedaba de hecho consumada.
Las secretara s de la dictadura eran siete, nmero mstico i hasta simblico, i llevaban las denominaciones siguientes:
De relaciones esteriores i culto.
De guerra.
De marina.
De gobierno i polica.
De justicia e instruccio n.
De hacienda.
De fomento, que comprend a los ramos de obras
pblicas, industria, comercio i beneficencia.

V.
Design el dictador para el primero de aquellos
pu_e stos al doctor don Pedl'o Jos Calderon, hombre de notorio talento natural, hijo de Lima, q11e
habia sido sn condiscpulo en el Seminario de
Santo Tm:ibio i hacia poco saliera del cuartel de
San Francisco de Paula, en cuyos muros su impetuoso partidaris mo le hizo sufrir largos meses,
acusado de secundar en la capital las conjura.ciones que el primero enhebrab a en todo el tenitorio desde Chile i desde Enropa. Criollo el~ casta,

'

-70-

vehemente, apasionado, grosero en sus hbitos,


trabajado su organismo por el deleit~, sin escrpulos morales, mstico en las formas, herencia del
aula de Santo Toribio, conw en Pirola., por lo,
cual elejia la cartera del culto; pero capaz, una
vez colocado tras el altar, de acometer aun las ac,..
ciones mas puestas en riesgo de compromete r el
honor, la moral i hasta el. simple tacto social,
propio de los hombres cultivados, hallbase el secretario Calderon dotado sin embargo, de indisputable enerja i de una resolucion a toda prueba
para llevar adelante lo que concebi11 o apadrinaba.
Mui jven todava, fu el nico pmn1.a.no que se
atrevi a poner su firma en el vergonzo,so pacto
de ]as Chinchas, ajustado el 7 de enero de 1865
. entre Vivftnco i Pinzon, i a proclamat aquella
mengua internaciona l como lei de su patri~i en su
calidad ele ministro de Relaciones Esteriores del
presidente Peze-t. Vuelto a la graqja, i 4l favor de
los dispensadores ele la fortun.a ( si~ndo hombre po- .
hre i de orjen oscuro) el president~ l3alta le ~nvi
de plenipo.teneiario a Alemania;i ele all le .r etir
la enemiga i el buen sentido prctico del presidente Pardo.
Por lo' demas, aunque su intelijencia. era clar~;t
i en ocasiones chispeante, su inv~ncible pereza
n atural, su t.lta de e,stt:1Clios adee:~la~os,. la l:'udeza
impertinent e de sus modales i hasta la mconye-

-71-

nienCia de sus formas de lengu aje en sus notas


oficiales, no mnos que en sus comunicaciones
privadas, no alcan zaran a reves tir sus esfuerzos
en favor de la dictadura. i de la guerr a, del brillo
q ne la.s esteri ori.da des huma nas presta n siemp re al
poder. Lleva ndo en sus entra as no poca porci on
de lR. sangr e africa na tan copio samen te espar cicla
duran te los siglos del coloniaje eri aquel la abiga rrada. capital, el docto r Ca.lderon, era un eleme nto
esplosivo i hasta peligroso de lct dictad ura, i en breve habri a de come nzar sta a .esper iment ar los efectos de su irrepr imibl e i burda fogosidad. En esta
parte la ndole sa.gaz i el apa.rato cortes ano i correcto en cuant o a hts apariencia.s ele su antig uo condiscpulo ele claustro i ahora seor, le avent ajaba
largo trecho para dominar, i hacerse perdo nar el
domino i hast<l.la omnip otenc ia. El minis tro Ca.lderon pretem lia remo ntarse a la alta cima desde
la cua.l imper Monteaguclo en Lima , pero apnas,
como homb re de seso, de activi dad i de xito si
logr sobrept~ar a Tram arria, el revoltoso mulat o
ajitad or de castas de la poca ele B.iv'a- Age ro
i de Bolvar.
El pnnto ele confluencia de aquellos dos hombres era, sin emba rgo, junto con la ambic ion que
no se cansa, el misticismo que no desfallece. Su
estadi o comun contin uaba siend o el Semin ario de
Santo Torib io i su pilar el obispo Huert a, maes tro
i prote ctor de mbo s. Por mera coincidencia de

'

-72 relijiosa correlacion; el ministro del Culto vi vi a en


, ht calle de los P lpitos, tras el Mercado de Lima.

VI.

' 1

Confi el dictador la cartera de guerra a uno


ele sus mas fieles compaeros de aventui'as, el coronel don Miguel Iglesias, rico hacendado de Cajamarca, donde secundara los conatos de rebelion
del pretendiente en 1874. Era este un hombre de
moralidad probada, de ' robusto c01azon, como lo
en la cima del .Morro
confirmaria un ao. mas tarde
.
Solar, ' de sano patriotismo, justificado por los
primeror.; actos de su vida. pblica. El coronel
Iglesias habia figurado, junto con los coroneles
Prado i Balta, entre los primeros patriotas de 1865,
desenvainando eri sns nativas montaas la espada
del honor de la patria mancillada., contra ese mismo ministro Calderon que ahora iba a ser su colega, . a ttulo del comun partidarismo. Ciudadano
honrado, laborioso, p<-tcfico, mediocre en todo lo
que no fuera prendas del alma, podia. decirse del
secretario de la guerra que no poseia. ninguno de
los defectos ni ninguna de las calidades de su
principal compa.ero de labores. El coronel Iglesias tenia tanto co ~azon como et doctor Calcleron
t enia voluntad i. t enia, pasiones.
l era entre e::;tos dos hombres, colocados como

73 -

las estremidacles de un eje real, donde existia el


punto cntrico i motriz sobre el cual j-irari la
dictadnra, porque todos los demas secretarios hasta el nmero de cinco no pasaban de simples m-'
diocridades allegadizas de antiguo o-de reciente
;
al dictador i a su triunfo.

VIL

1~

El -secretario de marina. i capitan de navo don


Manuel Villar era, en efecto, considerado, aun en
su carrera i por los de su clase, como un infeliz anciano, de pobre cuna i de mas pQbre heredad e
intelijencia. Haba pe rdido por accidente un ojo
en su moce chLd, pero aun poseyendo cabal el uso
de mbos no habra visto m as all de la borda
de su nave ni de la mampara de su despacho. '
1\!J:arino de la esc uela de l\!Iari teg ui i ele Salcedo,
discpulos de G uisse, en su juventud pas por
valiente, i mas tarde mereci el casual h.o nor de
mandar en j efe el c:,oneo de Abta.o contra los
espaoles, por la ausencia del comandante jerie:.,;
]_.al_ de la escuadra aliada, don J an Willi.~s,
que ese c1ia hallbase con la Esmeralda en Ancucl.
Pero fuera de esta. lijera aureola, viva el viejo
marino en su pais, i especial mente en la ciudad de
Arica donde resida de ordinario con su familia, en
la mas' profunda oscuridad; i era esto a tal punto,
HlST. D LA C. DE LlMA

10 .

i4-

q~w cuando los ma.l'inos surtos en la rada del Ca. llao tu:viero:n conocimiento de su designacion, se
:r eunieron e.n el Rimac acaudillados por el prestijioso capitan Villavicencio, protestaron contra ella
i, at~n acerc~ndose a la rebelion ele hecho i personal,
q ue entre los peruanos es t an fcil ele estallar como la plvora, manifestaron que aunque dispuestos a aceptar el cambio ele gobierno, no lo estaban
it reconocer la autoridad directa ele aquel jefe. (1)
VIII .
.E,l despacho del interior fn con 'fiado a don N emesio Qrbegoso, use nte a la sazonen sus haciendas de Trujillo, de .cuyo departamento habia sido
prefecto as como alcalde de Lima. H ombre tranquilo i al parecer honorable, h~jo del jeneral de
:s u mismo apellido i presidente del Per, conservaba, junto con el prestijio de SLl popularidad, que
h<:~bia sido en Lima tan grande como la de HivaAgiier~ i '1\amarria, el ele su fortnn ct. Oonstituale
~sta en p a.tricio i c:. tsi en cauiillo en Tr~jillo, conio lo era el coronel Iglesias en Oajarnarca.

IX.
Pa los negocios de ,justicia e instruccion, en
( l) ConRta este grave acnerdo de una comunicacion del pre. fecto del Callao don Pedro Jos Saavedra que orijinal tenemos
en nues tro archivo.

7'5 -

poca en que estas dos facu ltad es de goui erno


iban
a pon erse en receso a gn isn. de t rast os vi.ej os,
fu
nom brad o 1Jn j ven abo gado de I_jima., que
antes
de la dict adu ra divi da cm oda men te su tiem
po
entr e su bufete, su chcara i los port ales ; i prob
ablem ente sigui haciendo lo mismo clesp nes
de la
dictadura, porq ny to do lo que h~t que dad o
de l
. como m emoria es su nom bre. Lhl.mbase el
doc tor
don Fed erico Pan izo i era hijo del coro nel de
este
nom bre que man d con floj as pun tera s i mas
que
liviana alm a, la ar.t iller a peru ana en el Cam po
de
la Alianza.

X.
El resto de los secr etarios del dict ador , i que:
ha hecho, por acciden te i por los esca ncblos fina
nciero s i diplom ticos que autoriz con su firm
a,.
mas ruido en el man do que todo s sus cole gas
jun.tos, era el doct or don 1\IL:muel A. Ba.rinaga,
profesor i empleado ele hacienda, que hab ia sido
ministro de este ' ram o bajo la. aclministracion Ptad
O-
i de cuyo pues to caye ra con fulminal1te acus
acion
parl ame ntar ia de reciente elata. por complicidad
:~
en la emision ele los bonos fraudule~tos de
D~r
teano, Sch ell i otro s clirector e::; del Ban co del Per
.
Ignoramo::; por nue stra part e, a cien cia cier
ta,
~i el min istro Bar inag a se hizo o no re0 ele
aqu ella especial complicidad. Pero por su car cter
i su,

-76-

manem de se:~; no poco comnn entre los hombres


pblic.os de su pas, i por desgracia de otroo de la
A~rica espaola, podra definirse con una sola
espresion de clases- . el doctor Barinaga pertenece
.a la :clase numerosa de los que en poltica se HaIban cchorpbres-cmplices)) , que las leyes antiguas
icali:ficaba.n bajo el estigma de encuhridoreS)). Este fn~ - el ministro de la dictadura que en un des- .
pacho pblico llam salteadores)) a los chilenos.

XI.
En cuanto al sptimo secretario de la lista, el
injeniero don l\ianuel Mariano Echegaray, encargado de las obras pblicas, cuando stas iban a ser
demolidas o .c lausuradas, de la indttstria cuando
los impuest9s acabaran de sepultarla, del comercio en los momentos en qu_e el bloqueo comenzaba
a e.nmurallarlo, i de la beneficencia cuando la die.tadura aprestaba sus manos para el despojo de las
.. c.asas de -asilo i hasta ele los altares, todo a ttulo
de . fomentO)), era solo un nombre agregado a una
. lista. En cuantos a sus dotes i antecedente s personales, ;todo lo que hemos logrado saber ele l es
qu sus paisanos le calificaron con un apodo, . que
ten aquel.pas es una definicion acabad<:~ ele nulidad; . de pretension i petulancia. El ministro de
fomento .era lo que las limeas llaman esP,iritualmente un cndido)).
~

'

-77-

XII
Resumiendo opiniones i pre sentand~ hi sntesis
del primer gabin~te de la dictadura, un clia:rio de
Lim a, que no la h aba mirado con ojos de enemigo
airado, se espresaba. a los pocos dias de I'a c1 signacion de los siete secretarios, en los siguientes trminos que juzgamos exactos:
Las tendencias polticas del nuevo gabinete
son esencialmente pierolistas.
))E~ sistema de ideas quepredomina en su seno
es el de la escuela conservadora.
))Es, por lo t anto, un gabinete complet a.meni;e
hornoj neo, cuyos miembros todos obedecen pro~
bablemente a iguales inspiracioneS.)/
I, en seguida, por su cuenta i en prevision talvez
de la mordaza de . prensa que el ministro Calderon alistaba en un rincon de su gabinete, el diarista independiente aada :
Si se tratara de un gobierno a quien se le.
hubiera conferido la mision de reformar las instituciones polticas i sociales del pas, no vacilariamos en declararnos franca i abiertamente contra
el nuevo ministerio. P ero como se trata de combatir al enemigo estranj e.ro i arroj arlo de nuestro
suelo ,. i para esto pueden ser buenos lvs hombres
ele todas las ideas, no podemos ni debemos, pro-

-78-

cediendo patriticamente,
juzgarlo i absolverlo
o.
.
.
condenarlo a priori.
Los hechos recordados podri~tn ser su:ficimtes
para. juzgar si ~ l gabinete de hoi corresponder o
n a las exijencias de la opinion pblica i a las
necesidades de la guerra actual.
))Preferimos, sin embargo, reservarnos el derecho de juzgar al nuevo gobierno por sus hechos,
teniendo en vista principalmente su conducta en
rden a la guerra, que es por ahora a lo que deben
concretarse los esfuerzos comunes del pas i del
gobierno.).>
_
Tal era el franco criterio de la prensa i de lasituacion que la dictadura le creaba. lVIus, no h~
bia trascurrido todava una semana desde el nombramiento de los siete secretarios, cuando todos los
clia.ristas de Lima, nn:tero igual al de aquellos personajes, siete secretarios contra siete escritores,
haban sido llevados a la crcel segun en su opo1;.., .
tunidacl habr de verse ....

XIII.
Atornillada i ensamblada la armazon de la dictadura, en la forma personalsima que queda espuesta, era preciso darle alma; i para. esto, como_el
soplo de la Divinidad en el caos que transform
el lodo en ser, i la materia .inerte en radiosa vida,
don Nicolas de Pirola revel la mstica omnipo-

79 -

tEmcia de su mente en el famossimo Estatuto que


promulg en el tercer dia de su creacion, a ttulo
de provi siot:al.
Este singularsimo pero peculiar documento,
inspirado a tod<:ts luces por el antiguo alumno del
Seminario de Santo Toribio o su condiscp ulo el
mi~1istro Calderon, . de cuya pluma sali hecho
verbo, lm>; , castigo i rejeneracion del Per, decin.
as, t estualmente copiado de la C01Tecta Vel'SOU
telegrfica que, en medio del asombro de los simples habitantes ele Chile, circul el 8 ele enero de
1880, enviado por los alambres ese d ia desde Co-

..

putpo:
ESTATUTO

PH.OVISOHIO.

NI COL .\ S DE PliI{Qf, A 1 J E FG SU P IUD!() DI' L A REE' IJL ! C.l

Por cuanto es mi nimo conciliar los respetos debidos a la ,


justicia natural i fL la tradicion poltica de la. repblica con la
accion , m plia i espe<li ta que demandan la rej eneracion de n uestras in stituciones i el definitivo i glorioso triunfo de las armas
nacionales,
He veuiJ11
sa ncionar el siguiente estatuto prov isuri o:
0
Art. 1. La soberani\ e indepenllencia clel Per son elfuncla-

en

mento ele su vicla poltica i social.


Art. 2.0 La unidad ele la f amilia p eruana i la integridad del
territorio, que hist1ica i ju rtlicamente le pertenecen, llO pueden
rom perse, ni mengua.rse siu cometer un atentallo de lesa patl'ia.
Art. 3," No se alte r'a b} art. 4. 0 de la antigua constitucion r elatn a le\ r elijion del E~tado .
Art. 4. 0 El gobierno gara nti:::a la instn tccion p ri ma1i a a toclos
los ciudtodanos i f0menta la. instrncciou s uperior i ~cnlta;tiva.

80
Art. 5. 0 Queda sancionada la indopendencia del pouer judicial; p ero. el gobierno se reserva el derecho ele velar eficazmente
por la pronta i exacta administracion de justicia.
Art. (}.0 Los cdigos civiles i penales quedan en todo su vigor
i fuerza mil1tras se vayan haciendo en ellos las reformas necesarias.
Art. 7. 0 Quedan garantizadas bajo la lealtad del.qobierno: la.
seguridad personal, la libertad i la propiedad, el D I<.:Il.ECHO al
honor, la i g naldacl ante la lei, la libertad de imprenta quedando
proscrito el anni-mo, qne se perseguir como pasquin.
Los delitos cometidos por medio de la imprenta no cambian
su natU1aleza. En consecuencia, sern juzgados por los tribunales respectivos.
.
La libertad de industria, en cuanto no sea da'osa de modo l-

guno.
La libertad de asociacion.
El derecho ele pedir justicia o gracia individual o colectivamente; pero guardando las formas i por los conductos r egula-

res.
Art. 8. La traicion a l::t patria, la bbarda e iusubordinacion
militares, la desercion en campaia, el peculado, la pre,Ja1icacion, el coltecho, la difraudacion de bienes pblicos, el homicidio
premeditado i alevoso, i el bandolerismo, cualquiera que sea la
condicion del culpable, o el carcter que invista, sern, durante
la p'teseute guerra, juzgados militarmente, i penados co n la pena
capital.
L os bienes de sociedades annimas, de bancos industriales o
mercan ti les, sern considerados como bienes pblicos para .el j uzgamiento i apli cacion de la pena.
Art. 9.0 Las vi1tltdes cvicas i las acciones distinguidas i he1icas se1n p1emiadas jJm la munificencia de le~ nacion, qjerCida
0

po1 Slt jqft.


Art. 10. Crase u n Consejo de E stado compuesto del Re~eren
dsimo Metr()poli tano, del presidente actual del Con g reso de ju~
ristas, del presidente de la Suprema Corte ele Ju sticia, dcJ presidente del Tribunal i\Jayor do cuentas, del Prior del Cone ulado,
, .

-81del Rector ~e la Universidad de Lima, i de seis consejeros mas,


nombrad os por 131 j efe supremo de la Repbli ca, entre los cuales
figurar un jeneral del ej rcito.
Art. 11. A este consejo pedi r el gobierno su voto consultivo
respecto de l os as un tos que en su concepto Jo requieran
Ejercer igualmente las fun ciones de Tribunal de Apelaciones
i l tima instancia en los asuntos contenciosos administrativos.
Art. 12. Este estatuto rejir mintras se den las instituciones
definitivas a la repblica.
Dado en la casa de gobierno, en Lima, a los 27 dias del mes
de diciembre del ao de 187U .

N. a'e Pirola.

XIV.
ccLejislar ha sido una de las manas mas acentuadas del doctor Pirola, desde su mas remota
juventud, segun hab remos de ponerlo en evidencia al agru par los rasgos de su mvil fisonoma en
su retrato biogrfico i moral mas adelante . Hijo
. de mi naturalista i clasificador ele plantas, que fn
ademas presidente de asambleas lejisla.tivas, el
doctor Pirola parecin. haber bebido en el hogar
paterno la ciencia infusa de Solon i de Sieyes, como el doctor E gaa de Chile, hijo tambien de un
abogado i lejislador li meo; i el clebre Estatuto
del 27 de diciembre de 1879, con tod<:Ls sus .incon gruencias, neolojias, innovaciones, vaguedades i
misticismos, era un a prueba palmaria de que en
esto no levant amos fal so testimonio ni a su cuna
arequipea, ni a su escuela de Santo Toribio, ni a
su organismo de dictador.
HlST. DE LA C. DE LlMA.

11

-82-

XV.
Conjuntamente con la organizacion poltica del
Per bajo sn nueva planta terica, el fnturo ce Protector de indjenaSl) i encuadernador del (cLibro de
la gloria,)) en que se asignaria a s propio el primer
puesto, decret la orgnizacion de cuatro ejrcitos, cuya carne de caon serian, en el momento
oportuno, aquellos mismos infelices indjenas sus
protejidos.
Los cuatro ~jrcitos de esa suerte decretados en
el pa.pe.l, se denominaran, conforme al viejo i emblemtico estilo napolenic.o Primer i Segundo
EJrcitos del Sur, i ya estos dos nos son suficientemente conocidos.
Llevaran los otros los nombtes de EJrcito del
Norte, e~ cual fu .organizado inmediatamente en
Lima. con continjente de aquella parte del territorio, i el segundo Ejrcito del Centro, i este dara esperas. Desde la primer~ hora, el dictador
manifest marcada disposicion para gobermtr jeogrfica:mente a su pas, dividindolo en zonas.
:Mas . ~arde llegaria a hacer de cada hacienda una
zona ele defensa i de su mando.

XVI.
El decreto dictatorial que mandaba le~ran~ar, a

-83 la man era de Pompeyo, cuat ro ej rcitos a la


vez,
llam aba a las arm as a todo s los peru ano s de
18 a
50 aos, i los agru pab a en dos rese rvas, la una
activa, que se incorporaria, opo rtun ame nte en .el ~jr

cito, i lao tra sedentaria, com pue sta de los que


hubiesen cum plid o 30 aos . Se escep tnaba, com
o en
la cons crip cion france a, que el dict ado r haba,
to-:mado de seguro por modelo, a los en1plead
os,
profesores, tipgrafos~ mdicos, ahogados, i
como
en el caso de la ex-e mperatr iz Eujen1a, al
hijo
nico de la mad re viud a)) . La trad ucci on era
lite.,.
ra1. Constitui.a esta lti ma nn a escepcion fran
cesa ,
pero cre base tam bien una pecu liar sitn a clu
sula
0-el Per i que como tal apu ntam os:- ccla escepcio
n
del servicio mili tar de todo el que pag ase 50
soles
men sual es)) pn.ra sost en ele la gue rra;--pl ata
por
sangre, mu gre por patr iotis mo. ( 1)
( 1) E l dictador lo puso todo al derecho i al reves
en mate ria
de organizacion ruilit:w, conforme a ideas propi
as
i
de
antig uo
encarnadas en l, porque se j"uzgab a s mism
o
no
solo
un jnio en ese ramo s~no una especialid ad, desLle
las camp aas de
Torat a en 1874 i del" Husca1 en 1878. As
a
l mismo en una ocasion solem ne al vi ce-pr esidelo mnos lo dijo
nte, La Puer ta,
cuando ste le ofreci el mini sterio de hacienda
i l pidi el de
la guerr a. As tamh ien lo prob hasta el dia
de Mirafl.ores bajo
su casco prusiano, i todo a fuerza de decretos.
En esta virtud, l a secre tara (min isteri o) de g
uerra qued organizada con los sig uient es cuatr o s~ rvicios.
Seccion de servicio j enera l.
I d. del servi cio perso nal.
Id. del mate ri al.
I d. de contabilid ad.
I el estado mayor jener al en el duhl e, conform
e a esta pauta .
Seccion de :;ervi cio.

84 ___;

XVII.
'Ejecutado todo esto con vertijinosa rapidez i
sin escasear la tinta i el papel, el Ejrcito del Norte qued organizado el 3 de enero de 1880 en la
forma siguiente, bajo el mando en jefe 'del octojenario jeneral don Ramon Vargas Machuca, brigadier de caballera, afecto a las carreras i a los
caballos de su arma, i qne aun en el Per pasa por
ce loco>>, apesar de su edad mas que provecta. Es de
advertir que todos los jefes de division eran en lo
absoluto pierolistas como los secretarios de la dieId. de artillera.
Id. de infantera.
Id. de ~ballera.
Id. de contabilidad.
Id. do administracion.
Id. 'Oe justicia.
Id. <16 il'ljenieros.
En cuanto ~ lo administ-racion, u rden administrativo de los
ejrcitos, que el di ct~dor disting ua del rden tctico)) o militar,
h aqu el cmi.oso lecreto con ~ue organiz todos sn:; ramos,
novedad de suma trascendencin. en los 'h'bitos militares i administrati "os del P er, todo a ltt. francesa o a. la prusiana, como el
casco.
Considerando:
.
Que es necesario p ara la conveniente org anizacion de los ejrcitos, con arreg lo "" lm; .principi0s del arte militar, crear cuerpos
especiales de administracion, destmi.dos proveer a los ejrcitos
de los el ementos respe ~ti vos de movilidad, subsistencia, municiones, hijiene, etc.,
Decreto:
Art. 1. Cada uno de los distintos ej rcitos de la repblica
tendr para el servicio respectivo un cuerpo jeneral de administracion, subdividido en compaas en el rden siguiente:

-85

tadura, i su nomenclatura i la de los cuerpos qe


mandaban, la siguiente:
llrimera division.
Comandante jeneral, coronel don Jnan M. Vargas.
Batallon Guardia Peruana nmero l.
Id. Cajama.rca nmero 3.
Id. lea nmero 5.

Segunda division.
Comandante jeneral, jeneral de brigada don Javier de Osroa. (1)

Batallon Tarma nmero 7.


Id. Callao nmero 9.
Id. Libres de ~rujillo nmero 11.

Tercera division.
Comandante jeneral, coronel don Mariano Vargas.
U na compaa por cada division de infantera;
U na compaa por cada reji.miento de caballera;
Una compaa por cada rejimiento de artillera.
Art. 2. Cada una de dichas compaas co~star de las siguier1tes secciones:
Seccion de bri,radas, id. de parque, id. de subsistencia, id. de
sanidad, id. de mmeros i de material, que comprender equipaje i almacenes de equipo, de vestuarios i armamento.
La compaa de ttdministrMion, rel tiva a la caballera i artillera, tendr ademe.s 1a seccion de veterinaria.
Art. 3.0 Las atribuciones de cada seccion, el personal i los
elementos que le correspoo<la, se detallarn por separado.
Dado en ltt casa C1e gobie.rno, en Lima, a lus ocho das del mes
de enero de mil ochocientos ochenta.

NICOLAS DE PIROLA.

Miguel Iglesias.
Osma no era pierolista de escuela, i en consecuencia qued su nombramiento sn efecto.
~ 1)

- sa - .
.Batallon Junin nmero 13.
Id. Punyan nmero 15.
Id. Huancavlica nmero 17.

Cur1,1'ta division.
Comandante jenerl, coronel don Buenaveatura Aguirre.
Batallon Pancarpata nmero 19.
Id. Libres de Oajamarca nmero 21.
Id. Jauja nmero 23.

Quinta division.
Comandante jeneral, jeneral dori Francisco Diez Canseco.
Batallon Ancachs nmero 25.
Id. 1.0 de Concepcion nmero 27.
ld. Zuavos nmero 29.

Con,staba el Ejrcito del' Norte, como habr podido verse, de unos quince batallones, de los cuales el nico veterano era el Callao nm. 4, (ahora
nm. 9), que se habia mantenido fiel al ministro
Lacotera a las rdenes de su pundonoroso coronel
don Manuel Cceres. Hizo por esto el ltimo su
renuncia i entr t,t remplazarle el viejo c01:onel
don Antonio Rosa Jil, el mismo que le mandara
en Chorrillos i Mirafiores.

XVIII.
N o comprenda esa fuerza ni la guarnicion del
Callao, ni la de celadores de am]Jas ciudades, i
talvez habia cabido en ella solo una parte de la
guardia nacional de Lima que haba pasado en revista el presidente La Puerta el 22 de julio de 1879,
formando en la carretera del Callao hasta 10,000

'

-87-

hombres entre soldados i reclutas. El ejrcito destinado a la defensa de Lima no ha bia, en consecuencia, aumentado en satisfactoria proporcion durante la administra.cion Prado-La Puerta. (1)

XIX.
Del ejrcito pas la febril i aparatosa actividad
del dictador a ejercitarse en la. administracion, i
mintras el 1. de enero, a estilo de los soberanos
i de los po.n tfices en el viejo mundo, recibia en
audiencia _pblica i solemne al cuerpo d,iplomtico, presidido p)r un l~ga.do del Papa, el 3 .de ese
mes echaba, como Napoleon el Grande, las bases
de su Consejo de Estado personal i consultivo,
nombrando conforme al Estatuto, los siguientes
miembros de designacion libre de ese alto cuerpo
que seria montado en el pi del que acostumbraba presidir i hacer trabajar para su gloria el gr[J.n
capitan del siglo.
Como representantes del ejrcito, a los jenerales
Echenique i don Pedro Diez Canseco, antig-qos
presidentes del Estado.
0

( 1) Los peruanos, llevados de su natural i voltil orgullo nacional no se preocuparon de !a defensa de Lima sino despues ~e
la batalla de San Francisco librada en Tarapac el 19 de noviembre de 1879. En .:onsecuencia, el ministro del interior Elguera mand organizar la guardia nacional de Lima i el Callao
por decreto de 27 de aquel mes, i al mismo tiempo el prefecto
de Lima, Lara, hizo levantar algunos planos para fortificar la
ciudad, cuyos antiguos muros habi an sido en casi su totalidad
derribados para format un caminq de circunvalacion.

:..... 88-

En representacion de la marina, al capitan de


navo don Jos Elqorobarrutia.
1 como delegados del elemento civil, a los ciudadanos don J erni.mo Sanchez j don Bartolom
Figari, hijo este ltimo de humilde emigrado italiano como los Oanevaro i los-Denegr. (1)

XX.
Descuajando por sus mas hondas raiccs todas
las instituciones existentes, el rejenerador dal Per destruy asimismo de una plumada 'Ia administi:acion municipal del Per, dando p'or razon
que los consejos departamentales (los municipios
de proyincia) a: no tenan razon de ser, i los consejos provinciales o ayuntamientos lugareo's adolecan de gravsi m os defectos.
1 en segida di un rjimen automtico, completamente suis generz:s a todo el pais a su albedro i a usanza feudal, mezclando lo desptico i
lo democrtico, la edad media i la civilizacion, como dentro de un mortero. Design, en consecuencia, para prefecto de Lima a su antiguo cooperador
de emprstitos en Europa don Juan Martn Echenique, i despues de haber elejido l por su sober. na voluntad veinte i cinco vecino~ de Lima, los
( 1) Entre los anexos de este captulo publicamos las caractersticas arengas del dictador al cuerpo diplomtico i al Consejo de Estado al tiempo de su instalacion.

-89-

hizo alcaldes i rejidores, por el mismo proc


edimie nto de la -colonia, cuan do cada mag nate ,
para
tene r dere cho a usar el ttul o i bast on de ma
estre de campo)) com prab a su vara . (1)

XX I.
Fue ra de este copioso part o de decr etos i
de
institucione s, la 11rimera i prolfica sem ana
de la.
dict adu ra, que pare ca ven ir en cint a descle
larga
data , no fu mar cada. sino por un acto de arbi
traried ad pers ona l del min istro Ca.lderon, apa drin
ada por el dict ado r, con tra t odos los diaristas
de
Liw a que el dia 30 ele dici emb re fuer on ni clL1c
iclos
a prision en la crcel pb lica de Guaclalupe.
Su
sin gula r deli to con sist a en hab er omi tido
el re quisito de. sus firmas en sus escritos, violando
lo
dispuesto en el artc ulo 7. del Esta tuto , que
declar aba pasqtn, lo que no llevara firma, aun
que
el trozo an nim o fu era una pleg aria a la vtj
en o
uu him no al Ser Sup rem o.
El clicta.dor i su prim er secr etario hab an sido
diarista s, en su cali dad de reda ctor es de la Pat
ria,
el diar io por escelelCia pier olis ta ele Lim a;
pro
0

(L) Entr e los docu ment os del anex o figur ;tn


tam bien en est.mcto el cnrioso decr eto de la di ctadu ra
sobre mnni cipios, i la
pri mera circul ar de buen gobi eruo local que
cnmo w odelo para
t olla la r epb lica espid i el prefecto Ech eniqu
0
e el 1. de et1er o
de 1880 . Seg uu se ver., todo eu esos docu
ment os era cuest ion
de 1ejener acion i de gue?Ta a Chile.
HIS'l' . DE LA C. DE LJ:MA

12


-90-

uno i otro comenzaron su estreno de cmica enerja por encarcelar, a virtud del olvido de un insignificante detalle, innecesario en una dictadura, a
sus mas ardientes correlijionarios, como el doctor
don Pedro Alejandrino del Solar, des tin ado .a ser
el brazo derecho de Pirola dura nte la dictadura
i la guerra. (1)
Para hacer toda va mas grotesca aq nella parodia del rjirnen napolenico moderno, verdadera
colejiaJa,da que no traicionaba entereza singular
sino sn remedo, el dictador otorg la g racia de los
encarcelados en la mesa de la oppara cena de su
natalicio, servida en palacio, entre repiques, luminarias i castillos de plvora i sahu me rio, en la
noche del 5 de enero, hora en que el j efe supremo
cumplia 41 aos. (2)
(1) .Los esc ritores presos fu eron los sig uientes:. Ohacaltana
del Naciona l, Mir Quesada del Comercio, A ramb ur de L a Opinion Nacional, Solar de L a I-atria, el cann igo Tova.r de La
Sociedad, Zegers de La 'hibuna i Villena del I nclependzente.
E l lYacional q ue daba esta lista el mismo dia de s u ej ecucion,
ag regtLba por su pa rte i l"ese rvadamente lo que sig ue :
'Los citados caba.llerus han sid o conducidos a la crce l pbli ca de G uada.l upe, do nde permanecen ha:; ta este mo mento.
De rden uel in tendente se han colocado g uardias a las cinco
im prentas i prohibido en lo r: IJ.-; oluto la sali da de t od o impreso.
Ig nrase cu les sean las ca u. as que h ayan dado orij en a am' bas m edid <.~,s.
(2 ) .Los escritores peruan os r ehmmronnoblemente firm ar una
car ta en q ue se so licit~llm desdorosa clemencia; i dos di as desp ues ele ser pues to en libertad, el r edn,ct or en j efe del JYaciona l
don Cesa reo Ohacaltana, mozo intelije nte i entero, .ed ucado en
P a ri s, como su her mano Reinaldo, mue rto de plen ipotenciario en
Ch il e, estigmatiz la conducta ~el dictador en u n h ermoso art-

91

XXII.
N o faltaron en Lima, ciucla(l volnptuos ~L, rica
en diamantes, en pastillas olorosas, i en ardiente s
intrigas femeninas, espritus snspicaces i ma1igculo que tenia por ttulo Los prisioneros i del cual estraemos
los prrafos siguiRntes :

>> BfLjo el rjimen escepcionnl de las dictaduras , la libertad tiene que vivir de contin uas sorpresas, destinadas unas a restrinjirl a, otras a paraliz ar por completo su ejercicio.
La dictadura es el sumun de la arbitrariedad; la absorcion
por un solo individuo de todas las fuerzas s0ciales, la abdicacion
de la soberana de un pueblo en manos del que se levanta en nombre de la salvacion pblica aunque 1\US actos no tiendan en realid ad a ese fin. La dictadura es algo ruas qne la monarqua , mas
que el ahsoh1tismo, mas que el derecho divino de los reyes de
donde derivaban su fuerza i su autoridad los antiguos emperadores. Es la voluntad del dictador erijida en jnez, en rbitro, eu
dispensado r de garantas, de juf-ticia, de grucia, de cuan to el
hombre i el ci ud adano poseen por derecho natural inalienable .
Pero si la di ctadura es . un poder legalment e irresponsa ble
por lo mismo qne es un poder absoluto i est -sobre todas la~
leyes positivas, tiene, en el rden social, otro' jeuero de responsabilidad que nadie puede suprimir i que S'on, en t Gda circuns~
tancia, la garanta de los que se sacrifican en aras de las libertades pblicas.
Esa responsab ilidad, esa espiacion consiten en la conciencia
moral que cada uno tiene de los malos actos practicados, en .los.
fallos de In. opinion pblica, confo rmes con la moral i la justicia,
i en el veredicto de la historia.
La opinion pblica ha fallado ya. Una protesta casi unnime se ha. levantado contra las prisiones de la sem::t na ltima.
)) Nadie ha visto en ellas mas que ]a ostentacio n intil e incondncentf! de un poder cuya fnerza i estension podan d(:ljarse
sentir m ejor en provecho de la patria.
La conciencia del mal camino qne haba escojido el gobierno
para revelar sus facultades omnmodas, se ha manifestad o tamuien.
l>Lc's rep resentante s de la pren s<t, despnes de siete das de en-

nas lenguas, que en aquel encierro i amordazamiento en masa de los directores de la prensa
creyeran en con tmr, al menos respecto de uno de
los encarcelados que vestia. tnica talar i era de
seductor aspecto, una intriga de alcoba del 'feo i
voluptuoso ministro Calderon, en cuya vida el quin es ella? del majistrado ingles era como
un apndice obligado de todos sus actos en la
vida pblica i en la vida ntima, no obstante ser
hombre casado i padre bendecido por mellizos.
Mas segun otros, el mvil de tan singular
medida no p asaba de aquella cmegra honrilla
del escritor adocenado que hacia represalias entre
sus colegas de antig~1as crticas, insondable vanidad humana que L esage inmortaliz en el caso
del 'arzobispo de Granada i de su secretario Jil
Bias de Santillana. Estando a versiones lugareas,
el Jil Bla~ de esta comedia de palacio babia sido
el redactor don Pedro del Solar, colabor;:tdor principal de La Patria junto con Calderon.
cierro sin que se definiera su situacion, pidieron al nuevo secretario de gobierno que los pusiese en libertad o que se los sometiera a juicio, si acaso se les consideraba delincuentes.
))Al d~~retar la libertad, el . seor Orbegoso ha manifestado
lo difcil de la situacion que el mismo gobierno se habia creado;
ha revelado que, en su concepto, esa situacion no debi crearse
por un solo momento, sin qomprometer la fu erza i el prestijio
del nuevo gobierno, sobre todo cuanrlo ese gobierno necesita consagrar de preferencia su actividad para hacer la guerra al in vasor estranj ero.

-93-

XXIII.
Mas, a nuestro juicio i probablemente al definiti \7 0 de la historia, habr de ser preciso remontar-:se para formar el recto criterio de estos actos, as
como de los que les precedieron ilos esplican, a
causa mucho mas alta, motivada i natural que a esa
ftil chismografia, espuma del ocio en pueblos ajitados. Porque todo eso cabia dentro de la intn,l.ccion morall de los antecedentes, de la vida, de la
naturaleza, i de la educacion intelectual i poltica del dictador, segun cumple a nuestro deber
entrar a demostrarlo. Para ello no necesitaremos
mas que condensar nuestro propio juicio formulado a la lijera en la primera hora de la revelacion del personaje que hoi todavi~, despues de
dos .aos, ocupa por completo la a:tencion de su pas
i lo domina. (1)

XXIV.
Despues de la prueba larga i sufrida., nadie intentaria probablemente en la presente hora sostenef' que don Nicolas de Pi
rola, es un ho~bre vulgar, ni adocemado.
Puede ser, i a nuestro juicio es i ha sido un hombr~ estrao,
( 1) Si el lector tuviera curiosidad de ver este juicio completo,
puede leerlo en El Nuevo Jf'errocarril del 19 de enero de 1880,
en cuyo peridico se public inmediatamente despues de conocida eri Chile la e~altacion 'de Pirola i sus primeros actos.

-94
singular, no poco incomprensible bajo muchos conceptos que la
disposicion de su carcter ayuda a descifrar junto con las peripecias de su vida i las de su pas.
Pero a todas luces es un hombre dotado de ciertas cualidades
peculiares, de ciertos peruanismos, direrr:.os as, si la frase es
permitida, que dan raz on de su carrera, de sus luchas, de sus
triunfos, de su elevacion, de su popularidad i de su fuerza como
elemento de patriotismo i aun como caudillo nacional.

.X XV.
Que, bajo este ltimo punto de mira i para lograr lo que como
prestijio i como poder ha obtenido en edad comparativamente
juvenil, es el dictador del Per hombre de arrojo, su conducta
personal a bordo del Huscar en el clebre combate de .Pacocha, librado por l contra dos poderosos barcos de guerra de
S. M. B. (el Shq,h i el Amethiste) que logr burlar en la tarde
del 9 de mayo (le 1877, as como sus dos campaas del T ctlisman
i de Torata, habran sido manifestaciones sebradas, si otra vez
no hubiera pagado con su persona su ambiuion tenaz i desmedida en las calles de Lima. No haba sido a la verdad, casi un
.
'
acto de herosmo rec,)je r del suelo i a balazos la h~rencia d~l
ex-presidente Prado i de su inmolado antecesor?
De que ha sido un hombre laborioso bajo el clima de la universal molicie, su vida de abogado, de escritor i de ministro son
testigos.
Es un espritu organizador en medio del u ni versal desbarajuste, i es un estadista que has ta. a caballo lejisla. I poda requerirse mejor prueba de su afanoso empeo, que su ya clebre
estatuto de doce artculos, su mini sterio de siete secreta ras i su
decreto de cuatro ejrcitos, del norte, del centro i dos del sur?

XXVII.
Pero la condicion mas esencial de don Nicolas de Pirola i la

._ 95'que le ha llevado a.l capitol io, en cuyas gradas cay hace un ao


su rival, es su obstina cion .
. Don Nicolas de Pirola e:! de estirpe catalan a, es decir, de
raza de obstina dos. Pi rola. es el nombre de un lugarej o montaoso, de trescien tos vecinos, que dista siete leguas de Barcef oua
i es famOSO por ~U vigorOSO vino i SU cerril c3:za de jahal'e s i de
lobos.
I pasand o mas tarde a suelo americ ano, la _corteza del tronco
primiti vo endnrec ise en el agrio mdano i en el casero de caas bravas, porque Caman , patria de los Pirola peruan os, ha
sid,o cuna de verdaJ eros puerco- espines de indmi ta fiereza.
Los cuatro Gutierr ez eran de Majes, es decir, del rio de Uaman:. El jeneral Segura , tan brauo como aquello s arriero s-solda
dos i el brazo derecho de don Nicola s de Pirola en sus campai.as de Moqne gua, es camane o. En Caman naci tambie n aquel
famoso don Lorenz o de la L lamosa , ayo de Crlos IV, de q ni en
se decia que dictaba a siete escribi entes a la vez, lo que no impidi que su sabidu ra diera a Espaa el mas torpe de sus
reyes.
I como l, don N icolas de Pi rola dictaba , a su turno, a sus
siete secreta rios ..... ( 1)

( 1) Tenem os a la vista un cu;oso docum ento ntimo e indito que pone de manifie sto la tenacid ad catalan a del carcte
r
de don Nicols de Pirola . Es una carta dirijida por l a un respetable caballe ro de Santiago, con fecha marzo 3 de 1875 desde
la ciudad de La Paz a la cual haba llegado en la mas comple ta
derrota despne s de su doble desas tre de Moquegua i Areqni pa.
1'odo esto pareca le al pretend iente la cosa mas sencilla del
mundo i hasta conven iente para sus planes futuros . He aqu, en
efecto, alguno s de los prrafo s de la curta a que hacemo s alusion:
l\ii deseo i resoluc ion era traslad arme a Chile: no he podido
hacerlo , pues la sitnacio n poltica del Per no me lo ha permit
ido. Contra lo que podia sup onerse, el contras te sufrido no ha
hecho sino exaspe rar los nimos ; despert ar a los remiso s e indolentes i demost rar prcticamente i a. los ojos de todos la seO'uridad del triunfo . As hai hoi verdad era impaci encia por obt?ar,
que es ti.m~ oso que yo calme para asegur ar el resulta do, miutr as

-96-

XXVIII.
La tenacidad catalana i cmanea de don Nicolas de Pirola
~s su cualidad mas culminante i absorbedora; ~por esto era evidente que en el pas de todas las veleidades i de todas las inc.onstancias, inclusa la encantadora de la mujer, l habra de
s9bre,ponerse un dia como el trow de granito que ha rodado
pueda contar con algunas armas en mano i algun dinero, relativ-amente poco, en verdad. Con estos elementos ya estaria yo en
ej campo i en bien distintas condiciones que ahora poco. A obtenerlos i cuanto ntes es necesario conctetar todos los esfuerzos.
No he menester decir a usted cunto cuento para ello con usted.
En seguirla, con el aplomo de quien cree que las leyes solo son
b.\1enas cuando sirven para' un propsito dado, solicita que se le
despache sin ninguna formalidad legal. el armamento de importe
de 40,000 pesos que tenia en la aduana de V alparai so i que fu
confiscado mas tarde. I esto lo pid~ a los ami9os, (esta es la palabra que l usa,) los cuales eran nada mnos que el presidente
de la Repblica seor Errznriz, el candidato oficial seor Pinto
i el circunspecto seor Mon.t t.- Usted no desconoce, decia a su
respetable corresponsal, la necesibad que hai de no dejar pasar
el tiempo para entrar en accion inmediata.
1 mas a,delante conclua con estas revelaciones sobre su mision en el Per, especialmente con relacion al presidente Prado
i a don Manuel Pardo, a quien juzga di gno de su talla, i dice
as:
La farsa electoral se acerca i ya se ha exhibido la candidatu:ra Prado: esto no pasar de una ridcul bufonada i no me
inspira cuidado alguno. En la actualidad del Per no hai posible .s ino Pmdo o nosotros, ni cabe otra solucion que la de la
fuerza. Sobre que esto es evidente, no hoi un solo qj emplo en el
Per de presidente derrocado que haya logrado restablecerse,
aun cayendo sin el ridculo que Prado, con dotes personales i
partido que este no tiene: en situaciones mui diversa:> de la actual, Prado demostrara un a total carencia de sentido comnn si
tomase a lo srio su candidatura. Ya ha comenzado a ver como
lo miran los pueblos, aun con todo el ruido que procuran hacer
sus amigos i tomando en cuenta que mas de uno aparentar
tomar parte en las elecciones para no decla.rarse revolucionario
ntes de tiempo i traba.jar al abrigo de votante.])

97
sobre movediza rena.-<rSeora, hace treinta nos que conspiro
(deca don N {colas de Pi rola a una dama de Santiago en la
vis pera de la declaratoria de guerra gne le llev al Per), i
todava no s cundo acabar de conspirar. ... Es lo mismo que
decia a uno de sus confidentes militares cuando le acosaban
Pardo i Montero, Buendia i Rivarola en las alturas de Torata:
-<rEn revolucion, vivir es triunfar!:~>
El futuro i ya prximo dictador del Ptlr se engaab~t, empero, al otorgar a su taima un plazo indefinido. Sus propios enemigos estaban conspirando por l i para l. Desde que estall
la guerra, el jeneral Prado hizo cuanto fu preciso para cederle
el puesto i forjarle la dictadura, que desde hace dos af10s ejerce.
Ante3 que Prado, el rifle de Montoya habia hecho todo lo neceSttrio para dejarle ancho i espedito el camino hcia la altura.
Pardo vivo, Pirola no habria sido, de seguro, dictador:-menos
habria sido jeneralsimo.

XXIX.
Despues de su taima de propsitos, lo que prevalece mas intensamente en el nimo del actual dictador del Per, es el orgullo. Decimos mal. Esa condicion de su ~~;lma vive junto i bien
avenida. con su fibra, i l!i.Un supera hoi a la ltima para troncharla maana .
. Lo que ha elevado a don Nicolas de Pirola es su estoica
porfa.
Lo que le perder mucho mas aprisa de lo que l se imajina
es su petulante orgullo.
Es un hombre no solo intensamente, sino fastidiosamente vanidoso.
Es hombre capaz de perdonar que le llamen tirano, pero de
buen grado mandara a la crcel al primer vecino de Lima que
no le cediese bacera en su calidad de Jefe Supremo.
Don Nicolas de Pirob parece te11er el deleite reglamentario
del detalle: la tirana de las pequeas cosas, de las sal vas, del
HlST. D LA C. DE LIMA

13

-98un~forme, del saludo, del1kepi i del paiuelo. El dmine traicion a cada paso al hombre de mnnuo, al punto que por la omision de un simple detalle ineficaz e inoficioso hizo de todas las
imprentas de Lima una sola crcel.
Antes de la poca revu elta i alterosa, sin luz, sin ljica i sin
r.nmbo en que comenz su gobierno, don Nicolos de Pirola ha},ia solido llamarse a s propio <Hejetlet'aLlor del Per, a ejemplo
de Vivanco (su tipo) en 1840. I en,,efecto, desde que ceiiido de
espada i sombreada su fren te de galo!;leado kepi, pis la cubierta
del diminuto TalisJ.'?,an en abril de 1874, decretse en la 6rden
de!l . diael ttulo de jefe snpre!IlO, que mas tarde asumi en el
palacio de los Pizarras i en las breas de la Sierra.
I c.uidado que ese tratamiento era parte obligada del diario ceremonial a bordo! Don Nicolas de Pirola, ~areado i a
cien millas de la costa, se crea capitan j eneral de mar i tierra
i como tal proceda.
Siendo hijo de Arequipa, don Nicolas de Pirola, sea contajio, sea simple reflejo, tiene mucho del cndido de Lima. Hasta
hoi, el valor personal aparte, es solo una copia, o si se quiere
una mini tl.tura relamida del infortunado don Manuel Ignacio de
Vivanco.
Su entrada triunfal a Lima tuvo por esto todos los emblemas de {a apotesis; las coronas, el sahumerio, la ca u da de
los obispos, el redoble de los t ambores, los arcos triunfales, la
vocera de la muchedumbre, la plegaria de las monjas en el coro. Pirola es en el Per una especie de Nifio Dios de las Capuc~inas .........

XXX.
El padre de don Nicolas ele Pirola fn naturalista, lo que
sobra para decir que fu hombre pobre. Fn tam bien mini stro
de hacienda en el P er, bajo Castilla, este Solirnan el Magnfico
del Nue vo Mundo. I muriendo en la penuria demostr en demasa que era h"ombre probo i digno de respeto.

~9-

En esa escuela se educ el hijo, i es gnlto, com:o la vi~ta del


osis en la mitad del pramo, reconocer que su juventud fu pura i aun austera.
Desaparecidos en edad temprana el padre i el maestro, don
Nicolas de Pirola, hijo, am i ense su hogar con severidad de
trabajo i de costumbres, superior a sus a.fws i a su clima. H <t
sido el segundo padre <le sus hermanos, uno de los cuales (Emilio), muerto de ts en los primeros dias de la .guerra, fu mecnico i naturalis;ta, i otro (Exequiel) ha sido oficial de artillera. Del primero de aquellos dicen los qne lo conocieron que era
bajo muchos conceptos superior, como hombre int.rnsico, al dictador.

XXXI.
Entretanto la propia virtud dlmstica del ltimo deparle
jeneroso i bien venido protector eu monseor Huerta, obispo de
Puno, cuya mitra ste renunciara por el culto i la cultura de
Li1.n a i es hoi prelado de Arequipa.
.
Llevle el seiwr Huerta a.l Seminario de S_m to Torib!o, de
que era rector, i all dile lucida enseanza de novJcio i aun de
sacerdote. Pirola, como don Federico Err;_nriz, Yisti largos
aos la sotana, i aun tousurse de menores. I des<le el aula traicion su carcter altero, arrogante i aristocrt.ic(}, a la par que
estua ioso i tenaz . Recuenlau todava sus conU.iscimlos el lujo
de su traje, su:; medias de rica seda, sus h ebil~as de oro, su cuidadoso peinado sacerdotal, sus nfula~ de. doctor, su ergo dll
estudiante, su orgullo i su aislamiento de camarada.
;
Don Nicolas de Pirola dbase desde los duros bancos de la
escuela eclesistica aires de potentado; i el nico amigo de ju-'
ventud que le ha quedado fiel ha sido el exaltado don P eclr0 Jos Calderon.
Por e::;to, su primera dilijen cia de di ctador fn la de cartearse
de hombre a hombre, de potentado a potentado, de soberano a
soberano, con Su Santidad I.eon XIII. En esa carta de sublime

100-

petulaHcia, el dictador derram todo lo que le quedeba en l del


monigote.

XXXII.
Como s.e minarista, don Nicolas de Pirola hzose tambien telogo; i quin, al leer sus decretos, sus epstolas, sns frases, sus
modismos, su Estatuto, no descubre en el lejisl ador de veinticuatro horas los jiros peculiares de un antiguo i arraigado dogmatismo? En Piroln. la aficion i adulo al clero no es nicamente resorte poltico: es todava la ca uda del Seminario qu~ se arrastra
tras su sombra. El dia mas grande de su vida ha sido aquel en
que, unjido por la soldadesca, ha podido empinarse hasta la tiara.
Su carta a Leon XIII, cuando resonaban todava los bullicios
del motn, es u!JQ perfecta revelacion.

XXXIII.
Mas un dia, por arrebato juvenil si bien ljico de su naturaleza, el tonsurado de Santo Toribio colg los hbitos, hzose aboga~
do i tras. de abogado, escritor. Dile el seor Huerta_! os tipos viejos de una mala imprenta que haba sido del Seminario, i en su
consorcio, el discpulo tuQd en 1860 El Ptogreso Catlico, peridico que f'u el reflejo del que en Chile tenia mas u mnos
ese mi smo nombre .en esa poou- La R evista Catlica.
El doctor Pi rola (que as comenz a llamarse desde que
abri estudio) colabor, si no con brillo, .con amor a aquella publicacion. Era eso en su nimo, mas que una consigna, un tributo de gratitud a su maestro' i a su protector. Pirola ha mostrado te~er la virtud rara de agradecido, i en su organizacion
esa prenda del alma no es hija del esfnerzo, porque 1n. perseverancia es solo una forma benvola de la obatin acio n.
Don Nicoh.s de Pirola est~ organizado para amar i para aborrecer con igual intensidad. Haria por esto un gobierno de fa-

10.1 -

voritos i de odios, i desde temprano comenz a ponerlo en obra.


Todos sus ministros eran los compaeros, los aliados, los confidentes, los cmplices de su conspiraciou de siete aos, de supodero de unos cuantos pero deslumbradores meses. El tr.inistro
Calderon haba gastado por l toda su tinta, toda su saliva i toda su bilis. El ministro de la Guerra, Iglesias, torn las armas
por su causa en Ca.xamarca, .i otra vez le daria su hacienda i su
sangre.

XXXIV.
Dijimos ants que don Nicols de Pirola se recibi de abogado en 1860. Hemos visto un estracto de su memoria de prueba, i hoi, despues de veinte i un aos, es sa una pieza notabilsima de actualidad, porque es el prefacio de su dictadura i d
sus miras . Tom en ella. por tema la soberana nacional, i desde
esa poca justific la dicta.dura i anunci la monarqua casi co-
mo un dogma derivado de la misma soberana .... Era se entnces un plajio de Napoleon III i _sus plebiscitos inicuos, pero en
el seminarista-telogo i en el abogado-politiquero eso era una
doctrina.-e<Coloquemos frente a frente, decia a props.ito de su
tema, el triple aspecto del problema de la soberana, i concluiremos por afirmar que la soberana en accion consiste en LA. OBLI:'
GACION DE MANDAR. I rio est aqu vi va i palpitante la t orR.
de la conspiracion permanente para cumplir con la obli'g~cion
impuesta del mando, i una vez alcanzado ste, subir como cotisecuencia necesaria a la dictadura, que es la soberana en accion?

XXXV.
En 1864, el doctM Pirola fund un peridico laico, El Tiempo, i form desde Ya primera hora. en las filas de los reaccionarios, es decir, sostuvo a Pezet i a Mazarredo contrt'l. la honra de
su patria ; de suerte que cuando los traidores de las ChinG:has
cayeron, l cay con ellos.

ill02-

I descencli e'l O.ia.r ista ~an apri.5a los peldaos d'e la 'influencia,
que en 11868 el doctor Piuola .vi ,.a en su casa de la calle de
Melchormalo (que es centro at~istocrtico en Lima) mas como
ajente de Lantnan i Kemp i del empresario de anuncios de Pars
Legrand, qne como abogado o publicista; daba a luz reclames en
lugar de artmt\.os, i en su hon0r sea esto dicho porque, a ju.icio
nuestro) 1a u.ica eosa que degrada al sr humano es el ocio.
Desde gaan a pontfice, lo que ennoblece la vida no es el ttulo
sino el trabajo.

XXXIV.
En .t~les ci:rcunstancias, la fortun.a fu a golpear a las ptJertas
9rl cai_~o.. Por uno ,de sus arrebatos insanos, el presidente Bal~ s.e l~abia quedado sin p1inistro de Hacienda, .es decir, sin gobie.rno, (porque en el Per la hacienda pblica es el Per mism<;>) ~n los ltimos di as de diciembre de 1868, que fu el primero
d~ su fatitl gobierno. Un ponfidente de sus cleras, i que sola
ap~<::iguarla~ con un dicho qe gracejo, se !:J.Corq de que haba u~
abogtdo oscuro, pero de fibrfl., un escritor adocenado, pero de
lientos, i <!yo padre habi. sido ministuo de .Hacienda. Poda
presen~~rse mejor candidato en una hora de desesperacion? El
ltim9 argumento sobre todo, poda ser . mas cocluyente? En
el Per un n?venta ppr ciento de lo. poblacion blanca cree en el
misterio de a. ciencia infusa; ltJ. poblaciou indjena i mestiza
cree i adora el m1smo dogna de los blancos con unanimidad
perfecta.

XXXVII.
Pirola fn nombrado en consecuencia mi-nistro de Hacienda
el 5 de enero de 18(i\1, i cuatro das despues, esto es, el 9 de enero, condensaba su programa ante el Congreso eu e::;tas pocas palabras Je fal sa modestia, que encubran los apetitos de una am-

1!03' bicion inconteuible:-Pue db mui poco, dijo';..;_deseo : mucho;_!


tengo f i voluntad;-pnedo ofrecer el corazon en la mano;-no
tengo prevenciones ni com promiso.s con nadieJ> ...
En la sbita elevacion de PiP.rola h a.i una fecha curiosa, . que
sus sectarios h an acatado como un vaticiuio: tom posesion de
su cartera en el mismo da q ue curo }la treinta aios .
Pirola babia nacido en Caman el 5 de enero de 1839, es decir, dos semanas ntes de.la batalla de Ynngay. Fu ste acas0
otro vaticinio? ( 1)

XXXVlii.
En cuanto a su obra de ministro i a su vasto prestijio, que
dura todavia., era ese el asunto mas se!l.citlo del universo:
El Per tenia el 31 de julio de 1868 un dficit de 60.8~6,3dl
soles i 38 centavos de sol. Cuando entr Pirola el eclipse del'
sol era por tanto completo.
Pero el Per tenia debajo de la tierra i del eclipse dos milones de tonelada s de Imano por vender, lo que em, a 50 pesos to.:.
nelada, cien millones en caja. I una vez hecha la venta, el ecl1pse cesaba por completo.
Eso i nada mas fu lo q ue hizo Pirola, i de aqu su fa,ma
inesperada de h_acendista. Cllestion de simple m'iraje, porque los
perna.nos toman la cose~ ppr el hombre, el h uano por el ministr!J.
l'irola vendi el huano a Dreyfus, i en esa negoeiacion i su
hipoteca levant uno de los emprstitos mas colosales que -rejistran los anales financieros del mundo: 36.000,000 de libras esterlinas que equivalen a 180.000,000 de pesos. El doctor Pirola
ech en ese dia i con su sob fitma, sobre su pas, una deuda cuatro veces suverior a la que ha contraido Chile en sesenta a3s

(1) Publicbamos esta fr.:t se testual el 19 de enero de 1880,


i en un dia como se, en enero de 1881, el dictador Pirola hua
prfugo por las montaas de Canta, escapado de las derrotas de
Chorrillos i Mirafiores ocuuidas el 13, i el 15 de ese mes.

104-

de existencia. Podra haber mayor hombre de Estado a la pe. ruana?


Mas suprimiendo el huano, no quedaba de hecho suprimido
el ministro con su fama i con su gloria?
Pero en la ciencia ec :mrnic~ del Per vender en conjunto es
una habilidad suprema. El ministro Garca Q,tlderon, predecesor
fustrado de Pirola en el gabinete, su sncesor, fustrado tambien
en el mantlo, haba querido vender~~ menudeo para el reparto
acostumbrado de los consignatarios, i por esto habia cado. Pirola quiso tener un solo pa.tron, una sola escritura, un solo pretamista, un consignatario nico i judo entre los veinte o treinta
consignatarios coaligados, pero nacionales. Simple cuestion de
condensacion i de alambique, q,ue requera solo rpida manipulacion en el operario i que habra sido llevada a trmino con
igual primor por el primer corredor de la calle de Wall en N ueva York.
El ministro Pirola hipotec contra el pasado i el presente el
P?rvenir del Per, i jir6 contra la hipoteca: eso fu todo. l
qu patan que tiene tierras o tej!ldos, alfalfa o costales no hace
lo. mismo en los das en qu~ le da la regalada gana de ello?

XXXIX.
Quedse, con todo, el Per/por ese medio, con tal amplio i potente raudal de oro, que esta sustancia se convirti en fango ...
Tan solo en guilas americanas, de valor de 20 pesos, circulaban
en Lima ocho millones, i por este nmero podr contarse el de
los gavilanes i el de los halcones que en espeso torbellino jiraron
desde las calles de la ciudad a las cumbres de oro del Oroya i
del Vincocaya, tras las guilas ...
Pirola decret tambien la Ex:posicion de Lima, la Drsena
del Callao, la Aduana de eRte puerto, el puente de Balta, todos
gastos suntuarios -huacas del gran Chim, en que se enterraba
el oro i el honor por toneladas.
El Per entnces qued perdido porque qued hipotecado. El

agua florida de Lamnan se haba. trocado en st'lblir'nadd "co~r


sivo.

t..

.,

XL.
El hambre i la pem~ritt no tardaron en hacer su sombra aparicion despues del derroche, i las siete V<tcas flacas devoraron a
las siete de matanza. Entnces el rejenerador fu tratado con
mas dureza qne Nabucodonosor; acusronlo lo;; diputados por
doce captulos de, prevericato ante el Senado i fu ob~igado a expatriarse desde qne el elett~ento civilista, desairado en su tratado
con Dreyfus, subi con Pardo al poder eq 1872. Desde entucjes
contaba Pirola sus siete anos de conspirador: 1872-1879.
Tl fu la herencia.. del ltim; hombre de Estado verdadero,
delante de cuya talla, i prescincliendo de sus p<1siones i desdichas, Pirola no es ni ha sido sino mi simple aprendiz. Bastara
l
para ello leer las piezas oficiales del primero i la algaraba del
ltimo. El tratado secretu de 1873 pudo ser un crmen, pero no
fu una inep?ia. tli hubo inepcia en ello fu la de Chile i su
gobierno. Pardo crey qu,e toclava nos guiaba en las alturas la
sombra de Portares .... i este error suyo era suponernos una gloria
que por desuicha no t enamos.
Tal era entre tanto el dictador Pirola, bosquejado al lpiz,
pero con la fi.uelidad de quien no odia ni se humia.
Existe evidentemente en l, cualquiera que sea la dilataciqn
i espansion de sn naturaleza, un doble carcter, porque es un sectario i a la vez uu hombre de guerra, nn sold1:1do i un pe,d ante.
Su mision en la hor1:1 de su tt'iunf habtia parecido clam en todo el pas del mundo que no hubie;;e sido el Per, en el revoltijo
drl sus castas, sus soldadescas, sus indios i sus salitreras: ~s decir, la mision nica de hacer la guerra i contribuir a la dictadura para vigorizar i empujar esa misma guerra.

XLI.
Pero el sectario, el1ejeneraclor, el pedante, es decir, el tologo
HlST. D LA C. DE LU!!A
14

106-

i el con~p\rador de ideas preconcebidas i tenaces, se apoderara


infaliblemente del caudillo, i de aqui la estampa estraila i casi
siniestra de sus decretos i de sus actos postel'iores entl'e propios
i estraos, que ha hecho pensar a mnchos en este pas de Chile,
frio i calculador, que junto con la omnipotencia OI?nmoda comenz~ban a aparecer en las cavidades del cerebro del dictador
omnmodo los jrmenes de la demencia.
Pirola sera as por ventura solo el Masanielo de su patria
para asegurar definitivamente la victoria de Chile i la ruina de
Npoles? ...
No lo creemos, pero de lo que no' estamos distantes de persuadirnos es de que nuestros enemigos no haban proclamado en
su hora dictador a Csar sino simplemente a Tupac-Amf).ro.
1 siendo as, Dios tenga piedad de ellos!

XLII.
Condensada en la forma que precede, ruda pero
sincera, tal era 11nestra opinion, juicio que podramos llamar pre-histrico del dictador del Per,
al comenzar su labor en enero de 1880; i decimos
lo ltimo porque aquel bosqn~jo era inspirado
mas por los opacos reflejos del presentimiento
que por el estudio de cuerpo presente de su -fisonoma, de su vida i de su alma.
Pero los hechos sucesivos se encargaron pronto
de aplicarse como los colores a la tela, i el historiador, semejante a aquel pintor espaol 'que no
atinando a bosqu~jar la espurn del freno en el
caballo de lTelipe V, le arroj el pincel a los hocicos, 1 por maravilla logr as su intento.

W7-

XLIII.
I a la verdad, en Lima mismo en torno al
caro caudillo rodeado a esas horas de la aureola de
su xito, no tardaron en f01;mularse juicios anlogos que vieron la luz pblica mucho mas tarde
que el nuestro en las prensas de Chile.-ccMi opinion, escriba al jeneral Montero un hombre de
carcter independiente i de talento claro, juez de
alto tribunal en aquella ciudad i que acababa de
ser secretario deljeneral Prado en Arica, sin mas
mvil que el de j eneroso patriotif)mo, mi opinion
es que Pirola estar desprestijiado en quince dias
mas, i que no puede durar mucho su gobierno.
Esto iba a decrselo a U d. antes de lo que ha sucedido ayer; pero ahora lo digo con mayor razon.
Ayer puso presos a todos los periodistas, incluso
el cannigo Tobar al editor de La Patria, doctor Solar, porque los peridicos salieron ~in la firma que exije el llamado Estatuto provisorio. Aunque algunos creen que Tobar i Solar no han hecho mas qne una pape1ada para q~1e el golpe ca~
ga mas rcio sobre Jos otros, es difcil creer que
se hayan prestado a sufrir un vejmen por sumision al amo.
ceLas fa cultades omnmodas, agregaba el franco
corresponsal, han desagradado aqu a toda la jente sensl;l.ta. Pinla no tiene sino stt antiguo cr~

108-

culo, i alguna parte del pueblo, pegado a l porque cree que va a hacer la guerra; pero si l ha
subido con esta bandera, porque no poda hacer
otra cosa, no le veo ni el , rranqne, ni el desprendimiento que para hacerla de veras necesitara
manifestar. El que quisiera hace1~ de veras la guerra, no tendra tiem po para pensar en estatutos
provisorios, ni en el h~o de siete secretarios, ni en
reformas interiores que no llevan a aquel grandioso
fin. El aprovisionamiente> del ejrcito del sur, la
disciplina del d<:1 Lima, el estudio de la topografa
de esta capital para el caso de combate con el
enemigo, la indispensable campaa sobre Tarapac, son medidas para las que no le alcanzara el
tiempo a un vasto espritu. El q~te piensa en otra!J
cosas no p,uede pensar de veras en la g~terra .' (1)
(1) Carta del doctor don Mariano Alvarez, juez de la Corte
Suprema de Lima, al contra-almirante Montero escrita en Lima
con fec}.a ' 31 de diciembre de 1879,, comunicacion cue fu interceptada en Arica por el comandante Latorre i publicada en El
Ferrocarril de Santiago el 13 de febrero de '1880.
'
En esa misma carta el seor Alvarez espresaba los siguieptes
conceptos sobre la manera como hara la guerra el dictador, e'specialrnente en el sur, presuncion que en todo confirma lo que
nosotros hemos sostenido en el presente i el anterior volrp.en
con rel::.cion a Pirola i a Montero.
Le coufiesq a usted con Vflrdad qne si Pirola diese muestra
de querer hacer la guerra de veras, yo seria pierolista; pero estas
muestras debe1ian ser la protecciou rpida e inmediata al ejrcito del sur, la abdicacion de miras personales, i la administracion pblica conf,nme a las . leyes, no conforme a su absoluta
voluntad: la dedicacion de todo su tiempo a los as untos del ejrcito i no a. tonteras sobre reforma de mi nisterios u otras de rden domstic'o, que ni sabr hacer, ni lograr hacer i con las
cuales solo :conseguir perder el tiempo, ,perder su propia repu-

-10 9-

XLIV .
Tales eran los estrenos i los vaticinios de la
dicta dura en sus comienzos.
t acion i perder al pas entero.
Piro la toma la guerra solo como ~andera poltica, no como
su
arranq ue del corazon, i quiere dirijirla l mismo. P1imero es
c
Tarapa
sobre

cionar
espedi
se
No
.
guerra
la
s
despue
a,
person

hasta que l no se ponga al frente del ejrcito, i l no se pondro


segund
el
o
formad
tenga
no
que
hasta
o
ejrcit
al frente del
le
ejrcito del sur, al mando del Beingolea u otro; ejrcito que
una
de
dades
calami
las
i
os
chilen
los
pertenecer. Entre tanto,
situacion tirante nos devoran.
La guerra de Pirol a ser a usted i a los chilenos. Esta es
que
la misma guerra que quera hacer el gobierno i gabinete
acaban de caer.
omo para la realizacion de este plan tiene que pasar algun
tiempo, si usted pudier a entretanto dar un golpe seguro al enemigo, toda la fantas magor a actual de Lima desaparecera. no
El nomhre de usted se hace aqu cada dia mas aceptable,
han
solo porq~e los actos de usted, que ha revelado la prensa, odas
omnm
des
faculta
las
porque
sino
sido de agrado universal,
i sus consec uencias lo sealaban a usted como la persona destimunada a restablecer el imperio de la constitucion i ele las leyes,
os.
enemig
los
ele
o
ejrcit
su
con
usted
cho mas si triurifa
Pero Pirol a que no puede dejar de conocer que si usted
te,
triunfa de los enemigos, su poder desaparecer en el instan
accion
ele
medios
los
de
usted
a
'
privar
por
e
posibl
lo
har todo
i ?etardar por lo mismo la guerra cuanto pueda , con gran riesgo
de la causa nacional. Quiera Dios que me equivoque.
suEl doctor Alvarez conclua sus revelaciones c01i esfla frase
mistes
mucho
de
clave
la
es
que
fl:lamente com.pr omiten te pero
nos.
Puedo asegurarle que tiene usted un gran partid o en Lima,o
i que numer osas personas de la mejor posicion, me han habladno
de usted en trminos mui tlaros. No las menciono, porque
el
debo comprometer a los riesgos de una carta mas nombre querla,
mostra
debe
no
usted
i
ada
reserv
es
ella
e
mio, pues aunqu
puede una casualidad hacerla caer en manos enemigs.
Si de los depart ament os vienen protestas con.tra las faculta

-110-

I este libro destinado a encerrar en sus pjinas


la historia de su estrao desarrollo i su fatal irrevocable caida, habr de componerse forzosamente
de las comprobaciones que sus,antecedentes traan
desde poca remota aparejadas.
Los documentos que a continuacion reproducimos vendrn desde luego en auxilio de lo que hemos venido sosteniendo.

.ANEXOS AL CAPITULO III.

I.
MANIFIESTO POLTWO-PATRITICO DE DON NICOLAS DE PIROLA
AL TENER ~OTICIA EN CHILE DE LA PROXIMIDAD
DE LA GUERRA ENTRE ESTE PAIS I EL PER.

A LOS PUEBLOS DEL PERU,

Al pisar de nuevo las orillas del Pacfico, despues de un ao de


ausencia marcado pe.ra nuestra historia poltica por las mas abo
minables escenas, i para m, mas que para ningun otro peruano,
por dolores e indignaciones difciles de espresar, he encontrado
al Per en presencia del gravsimo conflicto ocurrido entre dos
pueblos hermanos: Bolivia, del cual apnas nos separa el hecho
des omnmodas con firmas respetables, seria un g1an paso en
favor del P er.
Escusado es decir que apenas lleg la noticia ele la publicacion de esta carta a Lima, el doctor Alvarez se ocult i fu a refujiarse a Guayaquil donde todava permanece.

llf
.

purame nte poltico de 1825, i que, por lo mismo, es aun hoi ca.Si
el Per; i Chile, inmedi ato vecino, lig~Ld0 a nosotros por todo jnero de estrech simos vnculos, que coufian al terrible recurso
de las armas la resolucion de sus diferen cias.
En semeja nte situacion, el Per est llamad a a una mision
altsim a, de interes f~aternal i americ:\no, de justicia i beneficio
comun i que nada que no sean los deberes de su posicion .i las
mas elevadas consideraciones ha de inspira r; mision tanto mas
alta i saludab le, cuanto que no son sus propios interes es sino los
de dos pueblos herman os los comprometidos en la contien da.
Los que en el hecho tienen la. represe ntacion poltica del Per
sabrian, a lo mnos en tales circuns tancias , traerlo a la actitud
que le corresponde i manten erlo en ella como es debido? Era
lejtimo esperar lo.
Como quiera que fuese, de ellos no tenan i tiene que recibirl a
la repblica. Pero a todo buen cind a dan o corresponde cooperar
al acierto de semeja nte decision, dejando im perar la calma de
las serenas resol~ciones de la justicia i el alto interes comun,
suprimiendo, sobre todo, cuanto pudiera pertmb ar la.
Pero sobre todas las diferencias interior es, ayer, como hoi, i
como maan a, estarn s~ empre para no5otros la dignida d i poW
'
tica esterio r del Per. Toda queja deba, pues, ser ahogad a,
aconculc
icos
aplazado e,! eje rcicio de nuestro s derechos domst
dos, para quitar a los que gobiern an todo cuid11do, todo preocu pacion interior , todo m6 vil ahora secundario, para dar al Per la.
completa unidad de accion que le es indispe nsable fuera.
Desem barazar por entero esa accion, apartar todo obstc ulo
para el acierto, era el consejo del patriot ismo. Uuanto mas hondo fuese el divorcio entre el puebl i sus actu tles jerente s, tanto
mas premioso era hacerle s sentir con nuestra conduc ta que le
dejbamos la mas comple ta libertad de obrar, que S(lo les pedamos volver los ojos al esterio r e inspira rse en la justicia i en
las altsim as con\' enienci as de un gran pueblo. .
Difcil mente podria presen tarse situa.cion interio r et'l que el
silencio i el aplazam iento fueran mas costosos para el patriot ismo. Era preciso, no obstant~, impone r, por decirlo as, al go

112-

bierno con nuestro duro sacrific,iola pureza i grandiosidad ~e


miras que la situacion le reclama.
No hemos vacilado un insta.nte en hacerlo as, i ni una sola
voz de queja se ha escapado a nuestros labios.
Ccin relacien al conflicto mismo, era bueno no esponerse a
dividir la unidad nacional, contrariando acaso con una palabra
pblica la senda en que se hubiese comprometido ya el gobierno. Mas al paso que, obedt:!ciendo a tal c~msideracion la silencibamos (con sorpresa de algunos de los nuestros mismos) me
apresur yo a hacer saber al gobierno, por medio de su plenipotenciario en Santiago, cul era a mi juicio b lnea de conducta que convenio. al Per, i nuestra resolucion de apoyarle en la
accion estrior que juzgase oportuno adoptar en servicio de los
grandes intereses nacionales.
Tal ha sido nuestra manera de proceder, i continuara obseryndola .yo ppr entero, si no fuP.se ya indispensable poner en
guarda a los buenos ciudadanos contra la culpable tarea interior
a que estamos asistiendo un mes h.
' Mintras el Per llena en el estranjero una mision de concordia i de paz, ambiciosos vulgares, traficantes conocidos i anatematizados por el sen ti miento pblico, se esfuerzan por.levantar
'
.
'
en e,l pueblo pasion?s de gLterra e iucenclios de odio, para esplo1
t.ar en provecho suyo la sit.uacion que stos traigan i sacar partido de los jenry rosos trasportes del. sentimiento nacional.
Estn resueltos a empujarnos a la. guerra, no en intere del
Per, mnos aun en el de Bolivia, sino en interes personal i propio; i como ayer no mas lo fu para ellos el combate de Pacochas, el co~flicto chileno-boliviano es hoi pa~a ellos mismos
campo de esplotacion politica, sin que falten jentes bien intencioJ,ladas que se dejen arrastrar en esa senda.
.
Como si pra el doloroso caso de hallarse comprometido por
cualquie~ motivo nuestro pabellon, el pueblo peruano no estu~iese dispuesto a toda hora a sucumbir por d!;lfenderlo, sin averiguar cmo ni por qu caminos se hubiese llegado a tal estremo;
como si para ello necesitase de insensatos estmulos de guerra, i
pu~iesen ser stos tolerables al propio tiempo que negociamqs

113 -

la paz ent1e los amigos; como si, fin,\ltn3n


te, no estuviese viva
la culpable histo ria de los ajita dore s en mayo
i junio de 1877 i
en los dos aos ltimos, i no hubi ese sta
reve lado al Per 1o
que vale para ellos el honor i la inde pend encia
de la patri a!
Seria injus to desc arga r sobre todo un crcu
lo poltico la responsabilidad de tan condenables propsito
s. No son, no pued en
ser esteusivos al mayor nm ero de los qne
se llam an civilistas,
pero es de entre ellos de dond e vie11en tales
man iobra s i debe n
ser ellos los prim eros en conj urarl as.
En todo caso es men eater que el pueblo
abra los ojos i est
prevenido cont ra la culp abl e tarea de quie
nes no se detie nen ni
ante la suert e de tres pueb los.
Tenemos f en la paz provechosa para todo:
;. La deseamos
ardie ntem ente .
Si a b guer ra se nos condujese, sin emb
argo , iremos a ella
con doler, pero con una sola preocupacion:
el respe to de nue.;tro
nom bre entre los pueblos, i el triun fo de nues
tras arma s, sin economizar para ello vida ni esfuerzo alguno.
Entr etan to, ha desaparecido par(l. nosotros
toda di ision, toda luch a inter ior. Esta mos cumpliendo hoi
en Bolivia, como en
Chile, una mision frate rnal i fecunda, i toda
tenta tiva de trastorno inter ior, como todo incentivo que se
oponga a esta, es un
aten tado cont ra el Per i cont ra la Amrica.
Valp arais o, marz o 21 de 1879.
N. de Pirola.

II.
ALOC UCIO N

D~~ L

DICT ADOR Pl&R OLA Er, 1.0 om


ENER O DE 1880,
CON'r ESTA NDO A LA FELIC ITAC
ION DEL
CUER PO DIPLO MTI CO PltES lDIDO
POR MON SE O ll MONC 'E'Nf,
DELE GADO APOS TLIC O DEL .PAPA
.

Seior decano: La cordial salut acion en que


V. E. ha unificado
a la rep blica peru ana i a su jefe, es una
pren da de feliz anguHIS'r . DE f,A C. DE LIMA
15

114-

ri,1 en este di a clsico en q ne las sociedades hu manas celeLran


el principio de un pel'o Llo que torna por tipo el p1'f!fijado en los
cielos por la mano Omnipotente del Oreaclor, al establecer la;
leye3 _naturales de nuestra habitacion terrestre.
En la aurora de cada nuevo aiio, la mente i el corazon del
homb1e se elevan al cielo, pidiendo el bienestar i mejoramiento
qne constituyen su incesante aspiracion.
Los que se hallan colocados corno ,r;uias i directores de los
pueulos, de quienes s tos tienen el derecho de espemr la realizacion de sus altos destinos, miden, con ocasion de cada nuevo
a o, la inmensa responsabilidad que traen consigo lu honra i el
brillo del poder.
Yo, sefwr delegado apostl ico, me siento estremecido al coutempbr, en este sulemne momsuto, a la nacion peru ana, que,
dndome, con todo sn amor, t odo el poder de que ella misma
dispune para decidir de sus de<>tinos, me ha impuesto una tarea
que seria abrumadllra, si no me sostuviese In. pasim ardiente
con que siempre he trabajado por su bienest ar, por su engrande
cimiento i por su gloria.
Yo me esforzar por corresponder al amor del Per como lo
merece esta noble i jenerosa nacion, a quien Dios ha ot orgttdo,
con prodigali dad, cuan tos elementos necesita para ser feliz.
Comprendo bien, cun vivificadora es la doctrina con que el
cristianismo enalteci la uatura.leza hmn ana, desde su orj en, i
levant a los pueblos, educndo los para ht libertad, por la prctica ele la ju sticia; i, por lo mismo, mantendr las sacrosantas
tradiciones de la f de nuestros pad res, 1} ue ab ra~ an en un lazo
de ardien te ca ridad a todos los hombres, cualesquiera que sean
sus creencias.
Recibid, seor decano, para vos i para el padre beatsimo, as como para el cuerpo diplomtico, de quien sois dignsim o-,rgano, Jamas cump lida cJrrespondencia al saludo que
acabais de dirijirme i a los votos que haueis espresado en favor
de b repblictt, i que yo hago, a mi turuu, por todas las naciones amig ~ts i por todos los j efes que presiden sus destinos.

. :

115

III.
DECRETO QUE ORGANIZ E f, CONSEJO DE ESTADO
1 !IIENSAJ E QUF. EL
DICTADO R LE ENVI EL DIA DE SU INSTALA CI ON.

Nicols de Pirola iefe supremo de la repblica.


Para la mejor ejecucion de los artcn os 10 i 1.1 del estatut o
provisorio, decreto:
Art. 1.0 El consejo de estado emitir voto consult ivo sobre lns
tratado s interna cionale s -para su ratificacion -por el gobiern o i
eobre los decretos conciliares, breves, bulas i rescrip tos pontificios que no pertene zcan al rden puram ente espiritutLl antes de
que se les conceda el pase respectivo.
Art. 2. Corresponde tambie n al consejo proponer en tema
para arzobispo i obi;po de la repblica.
Art. ~. 0 El consejo conocer, como tribuna l, en los recursos
de apelacion i de nulidad ;
1.0 Acerca de los pleitos que se suscite n sobre contrat os celebmclos por el gobierno o por sus ajentes ;
2. 0 Despojos hechos por el poder ejecnti vo para solo. el efecto
de l restituc ion;
3.0 Derechos contenciosos entre departa mentos o provincias i
pueblos de distinto s departa mentos ;
4. 0 Dirimi r las competencias que se suscite n entre las cortes
superiores i la suprem a, o entre el poder judicia l i las autorid ades municipales de los departa mentos o proYincias;
5. 0 Entend'3r igualm ente en lo relativo a la respon sabilid ad
de los vocnJes d la suprem a corte de justicia , q ne corresponde
en la actnali uad al tribunt~l de respons<l.bilillad, qne qneua suprimid o pura en adelant e.
Art. 4. 0 Elvese a quince el nmero de miemb ros del consejo
de estado, i se crean siete suplen tes crue sern propue stos en terna por dicha corporacion.
Art. 5.0 El consejo no podr celebra r sesiones sin la concu-

-116rrencia de los dos tercios de sus miembros, ni tomar decision


sino a pluralidad absoluta de votos. El presidente solo t endr
voto,; en caso de empat e.
Art. 6. 0 Los secretarios de estado tendrn asiento i voz en el
consejo para todos los a~untos quE> no fuesen de carcter judicial.
Art. 7. 0 El consejo formular i aprobar su reglamento, propondr la organizacion de su secretara i nombrar sus em-
pleados.
Dado en la Yasa de gobierno en Lima, a 29 de enero de 1880.

N. ele P i1ola.
Nemesio Orbegoso.

(MENSAJE.)
Honorabl es seores:
Al recibir, en la sitnacion mas difcil que sea dado imajinar
para un pueblo, la inmensa carga que el Per ha colocado sobre
mis hombros, mi primera preocupacion ha sido buscar en las
luces i la esperiencia de escojidos i rectos ciudaclanoR, ademas
de mis inmediatos consejos, vuestro provechoso concurso en las
rduas t areas del gobierno de la repblica.
Si algun momento de alivio puedo esperimentar, en medio de
las amarguras que la patria saborea en estos momentos, es el de
vueetra inst.al a~io n solemne con toda la solemnidad de la situacion p!tra el Per.
Profanado nuestro territorio por con'3ecuencia de sucesos de
los que apar.to resueltamente los ojos para no encender la indignacion; paseando insolente por nuestras mares el pabellon enemigo, el patriotismo jime de impaciencia por coner eu busca de
de l, llevando en lt.s armas nacionales la vindicacion de nuestra
honra, la sancion del derecho hollado; i es cien veces mas penosa la dura espera de los das que corren, que toda las fati g as ele
la campaa i la batalla-nuestra suprema i nica ambiciou en
este instante.

-117El mundo estima entre tanto, yo no dudo, nuestra presente


actitud.
' Derribando el Pert't en un solo instante con pasmosa unifor~idad i por un simple acto de su voluntad soberana, el viejo
rden de cosas, ha alzado ante los demas pueblos la ma~ elocuente protesta contra los sucesos realizados, i vindicado su
nombre, dem0strando que sus quebrantos i contrastes no eran '
su propia obra.
Destruida nuestra flota; destrozado nuestro ejrcito i desarmados no por el empuje i el poder dd enemigo, sino por nuestros
propios conductores, que nos dejaban al mismo tiempo sin tesoro ni crdito, pero rodeados de todo jnero de problemas interiores i esteriores, el Per se ve obligado a reconstruir, por uno
de esos esfuerzos omnipotentes qne levantan a los pueblos .a las
alturas del poder i de la gloria, sus elementos de combate. 1
cuando sin perder instante ni emitir esfuerzos se pone afanosa..,
mente a la obra, nadie podra ver, en la paciente .i fatigossima tarea de hoi, otra cosa que la seguridad del triunfo de maiana..
A esa labor asisten con simpatia las naciones del nuevo i viejo
mundo, que hacen justicia a nuestro derecho i a nuestra inque~
brantable voluntad de sostenerlo, cueste lo que costase, i con
los cuales mi gobierno nada omite por estrechar las cordiales
relaciones que con ellos mantenemos.
Bolivia, sobre cuya actitud han arrojado las oscu1idacles de
los ltimos desastres injustsimas sombras, se ha levantado
tambien vigorosa para condenarlos, clespid iendo con desden a
sus autores, i ha estrechado sus vnculos con el Per hasta el
punto de hacerse mu difcil distinguir en verdad qn se ha hecho la ar.ciclental separacion creada, por el acto puram ente poli-
tico de 1824 ; fusion magnfica de dos pueblos que la nueva
campaa presen tar. a los ojos de todos, sellada por el comun
esfuerzo en el combate, al respl andor de la victoria.
N uestros desas tres, honorables seores, no tienen sino una
sola es plicacion. Son el fruto necesario del malestar interior; i al
propio tiempo que el xito de nuestras arro'as acabar de conju-

-118rar este malestar, se hara imposible si no pusisemos eficazmente la mano sobre l.


Solo la prctica de la justicia da, poder i fuerza. La libertad,
frmula definitiva del bienestar i perfeccionamiento humano, i
que, se llama para los pueblos respeto de sus derechos i de su
nombre, no es realizable sino por aquella.
Ahora bien; la justicia tiene para los pneblus una sola forma,
un solo camino -relijioso: respeto por la le, lo mismo en los
que mandan que en los que obedecen; aplicacion inmediata i severa de la pena a los que la violan.
Darnos leyes apropiadas, pero sobre todo fidelsimamente
cumplidas, es, en resmen, el remedio de todo<; nuestros males
dentro, i la condicion indispensable para nuestro triunfo fuera..
I por lo mism o es entera la gran tarea a que t odo ciudadano
digno de este nombre debe cooperar incesantemente, pero en la
que, si yo he recibido directamente de la repbli ca el C[l.rgo i el
poder de llevarla a t rmino, os cabe parte inmediata i principal.
La inauguracion del nuevo rden de cosas deja detras grandes
responsabilidades de diverso rden. El deseo nacional habra sido
verlas realizadas. N o obstante l i limitndome a lleva.r al mejor
trinino las qne he encontmdo iniciadas, he apartado por entero
la vista de todos los demas.
No es esto por cierto favor a la impunidad ni complacencia
con el pasado. Nadie, como yo, podra estar mas a cubierto de
disposiciones de nimo semejantes.
Son sin embargo, tales i en tal m'tmero esas res ponsabilidades que absorverian en buena parte la atencion que los asuntos
del presente nos reclaman toda entera.
Alzando por el contrrio, muro infranqueable entre ayet i
hoi, debemos consagrar todas nuestras fuerzas a la labor que te. nemas delante, sin volver la cara atras. Los tristes ej emplos del
pasado proyectarn aun l:luficientemente sn siniestro resplandor
para no dejarnos olvidar sus dolorosas enseilanz as. Tenindolas,
pues, en mira, solo como tales, reservemos para hoi toda la severidad que hubiramos de aplicar a los autores del da.o que
sufrimos.

119-

Nuestra poltica est perfectamente definida por el carcter


mismo del rjimen en que nos hallamos. Todo ha sido falsificado aqu, (seflalamlo el mismo local) desde las leyes fundam entales del Estado ltast~ el signo mismo representativo de nuesttas
transacciones. El Per est necesitado de verJad i justicia: las
tendr, i en esta doble palabra es preciso que se encierre toda
nuestra accion en adelante.
Un nuevo perodo se ha abierto p:1ra. la rept'l.blica. Al confiarme el pueblo i el ejrcito del Per la suma del podet nacional,
me ha dado el mas vivo testimonio de su f en el xito i en mi
resolucion inquebrantable de alcanzarle. Yo la tengo completa
en l i en su concurso omnipotente i jeneroso, que vosotros representait> mui especialmente desue hoi. Para hacerle mas eficaz,
el gobierno estender vuestm intetvencion eu los asuntos pblicos hasta donde su propia ndole lo aeonsejase.
La Divina Providencia dispensar su proteccion a la Ranidad
de nuestrvs propsitos i a la justicia de nuestra causa.
Queda.n abiertas las :;;esiones del Consejo de Estado.

IV.
DECREn'O DIC1'A'l'ORIAL ORGANIZANDO EL HJUiEN MUNIUJPAL
~~ N EL PER.

(Estracto.)
NIGOLAS DE PI RO LA JEFE SUPREMO DE LA REPBLICA.

Por cuanto:
Los ConRejos departamentales cmecen de tazon de sm, i los
provinciales i de.distrito adolecen de gmvsimos defectos, cuyas
consecuencias prcticas se hace11 mas sensibles en las presentes
circunstancias.
Decreto:
Art. 1.0 Quedan suprimidos ios Consejos departamentales,

:_ 120los prov:incioJes i los de distrito en toda la estension de la repblca.


Art. 2.0 En lugar de ellos, cranse municipalidades en tollas
las capitales de provincia i de distrito, en la forma siguiente: La
muicipalidaJ de la capitttl de la repblica se compondr de veinticin0o miembros; las de departamento, de quince; las de provincia, de once; i las de distrito, de cinco. Los miembros nombrados para cada municipalidad elejirn entre s los propietarios
i los suplentes en la siguiente proporcion:
En Lima, quince propietarios i diez suplentes; en las capitale.s de departamento, diez propietarios i cinco suplentes; en las
de provincia, siete propietarios i cuatro suplentes; i en h\s de
distrito, tres propietarios i dos suplentes.
Art. 3.0 Podrn ser miembros de estas corporaciones los estranjeros distinguidos establecidos en el pas, que tengan en l
bienes races, o sean casados con peruana o tengan mas de dos
aflos de residencia.
Art. 4. Las juntas que de este modo se establezcan, elejirn
de su seno un alcalde i un sndieo, i de fuera de l uri tesorero;
i ejercern las atribuciones propias de su institucion, esto es
cuidar de la hijiene pblica, de la conserv;lcion, comodidad i orn\to de las poblaciones i de la seguridad del vecindario contra
siniestros. Ademas tendrn a su cargo t_odo lo relativo a la instruccion primaria i a los rej istros del estado civil, con arreglo
a la organizacion que actualmente tienen, mintras no fuese mo0

dificada.
Art. f.~ El personal de las muuicipali.lades, mintras se establece la manera de elejirlo, ser nombrado del modo siguiente:
en las capitales de departamento, por el gobierno; en las de provincia, por las municipalidades de la capital del departamento a
que corespondan; i en los distritos, por las de provincia; sometindose a la aprobacion del gobierno estas dos ariteriores elecciones, por el rgano de los respectivos prefectos, sin perj nicio de
funcionar inmediatamente.

CAP1TULO IV.

US FINANZAS DE LA DICTADURA 1 SUS ESCNDALOS.

El dinero i la guerra en el Pert..---Reseia fina.nciera de este P.ais ntes d

la guerra, i su inm~nsa riqueza.---Su comercio, sus rentas sus dep6si


tos de huano.---Los emprstitos de Pirola. en 1810 i los Dreyfus. ~ --Cq,
mo se desaparecen en dos aos 180 millones.-- El presidente Pardo
anunCia en persoaa al. Congreso al inaugurar su administrncion la banc arota del pais i suspende 'el servicio de las deudas.---Viaje del presidente Prado a Europa, i umo nace 1a Peruvian Guano .Compculj.---El
Per sujeto a mesadas.---Hostilidades entre los Dreyfus i la Peruvian.
---U nos i otros ;;e aprovechan de la gnerrn para poner nl Pllr la soga
nl cuello.---Inadmisibles proposiciones de la P e,twian i su protesta de
las letras del Gobierno.---Astutas propuestas de Dreyfus para quedars~ con e l stoclc de huano i chaucelar cuentas i reclamaciones atrasadas,
d ejando al Per con el negocio del muelle-drsena, valorizado en cu.~
renta idos millones de francos :---Vacilaciones para aceptar estas propuestas i las de la Peruvian del vice-presidente C.anevaro; i esplica
cion de su conducta como acciouista d e la ltima.---Los delegados fiscales del Peru, Althaus i Aranbar, rechazan las propuestas de Dreyfus.
---Guerra civil entre los delegados.---Althaus i Araubr son destitui
dos i se nombra plenipotenciario a don Juan Mariano Goyeneche, rsi
dente en Paris.---Envase como .comisado para secundarle ni doctor don
Francisco Rosas, i su Tiaje hasta Cherburgo i Paris. --Lazos i caricia!!
que le ofrecen Dreyfus i su crculo.---Honorahles proposiciones que hace
a Rosas r a Goyeneche el Crdito Industrial. do Paria, en nombre de
los tenedores de bonos franceses, belgas i holandeaes.-Los ajente!
peruanos se deciden por esta combinacion i firman un pacto recibiendo veinte millones do francos de anticipo el 7 de enero de 1880.-Pirola firma en Lima ese mismo din. un escandaloso contrato con los
Dreyfus, reconocindoles veinte millones de pesos que no se les deba.
-Antecedentes, documentos i pruebas de este vergonzoso fraude na
cional.-C6lera de Pirola porque El Come1cio de Lima censura stt
procedimiento i, a nombro de la honradez, de la moral i de la delicado
HlST. DE LA (', DE t, I)U.
16

12Z

zn, c1ausnra esa imp renta.-Sn f uror contra Rosas i Goye neche cuando tiene noticias del negociado con el ~Cr dito Industrial i ordena
confiscar sus bi e n es. -E~pli cacioues d~l doctor Rosas en el Snir de Paris.- - Atenu acio nes de La Patria de Lii:na ~o bre la enormidad del contrato con Dreyfus , i re baja de ocho millones de su cuenta.- Ac.ertadas
medidas de otro jnero que adopta el ' dictador.-Deroga el decreto de
interdiccion comercial con Chile i suspende varios impuestos locales,
absurdos i onerosos.-El imp uesto svbre el azcar.-Manda cerrar la
-t:mision fiscal en la suma de sesenta millones de pesos i decla'ra que el
oro es la nica moneda legal en el Per , dando por razon que el oro ha
-desaparecido por completo del pais.- -Despticas medidas sobre couversion de billetes en dinero i sobre el jiro que abate el cambio a 8 peniques por soi.-Cmo, segun la cuenta de sus adversarios, gast PiroJa en un ao 114 millones de pesos.

La guerra es el dinero, i _esto no desde los


. tj . .~~
.. . ' '; ..
'das comparativamente modernos de Napoleon
,ei gt.:'l.nde, quien hizo famoso el dicho, sino desde
i sus' numerosos 'mlites mercenals de Anbal
..
'
ros_. I 'i;i el flarnante clictadqr del Per hubiese
tenido 1.1F1a mediana in tuicion de su deber de pa-:triota i de su labor de hombre de mando, no hab~ia p 0nsadq desde la :primera hora de su asalto
:al poder i de su logo feliz sino en estas dos cosas:
-'--:la oouerra i el dinero. '
.;, -~ei~o tma i otra cosa ( qu~ son una sola) sob~e~
-v!nieron en sn nimo i en su .propsito despues de
su~ ca~tas pontificales id~ su .montr.a de decretos destinados .' a rejeneral')) el pais, es decir, a
-crearle embrazos i novedades en el camino de
;S~. rpida organizacion pilitar, a la cual los victriosos chilenos concedi'ml todos los plazos a pe- .

'

1
tecibles. Para un pueblo. que _conibate, . la nica
1

'

12:3 -

rejeneracion posible es la victoria; para nn.a nacion invadida el comienzo de la. rejeneracion no
est en cambiar nombres a las cosas ni en alterar
instituciones sino en la, espulsion del inva~.or.
1 el no haber comprendido esto, que era obvio,
trajo comprometi da i desacreditad a la di.c tadu,r l.t
ante propios i estraos desde sti entwnizami ento',
como lo hacia ya notar el 31. de diciembre de
1879 el ex-secretari o del j eueral Prado en .sn famosa carta aJ contra-almi rante Monter0,. e~crita
una semana cab.l despues del .X"ito.

11..

Por otra parte, como cuestion de vitalidad latente, de sangl'e arterial, de aire re spirable . ~~ los:.
pulmones, la inmedill.ta provision de recursos~ .para el exhausto erario del Per er~ la cue~~i~:m primoi'dial de la situacion-, i eso vino e~ pos de los
. ' '
r
dec1:etos r~jen eradores.
1
de eseurso
-el
N o entraremos a fondo durante
ta historia en el terreno de las finanzas peruanas, porque ese es el caos oculto en las cavernas del salitre i en las. ~~t.rata."s. del. h~u.n~ i de
sus fn~ndes. El Per,. el :mas rico pa ~~ ~lel, 9rbc~
su exisha sido en los ltimos cincuenta aos ,de
.
tencia la im j en viva de Tntalo; ~intras quetodos sus gobiernos i hombres de estado han eje.cntado la tarea de Sh;if0) lleva-n do sus in.ac;9>'ota~

124......,

bies tesoros a las cinias para echarlos desde all a


rodar a los abismos (1)
'

(1) Nos parece oportuno consignar en este lugar, a fin de


que el lector pueda darse razon cabal de la~ operaciones do
que nos ocupamos . en el presente capitulo, los siguientes da..:
tos comparativos sobre la riqueza efectiva del Per en medio
de su miseria i sus de.rroches .
Antes de la . guerra .las esportaciones del. Pen1 pasaban da
47.000,000 de soles de plata anuales como sigue:
Azcar 2:ooo.ooo qtls .................... S 13.000,000
~alitre 6.000,000 .......................... . .
17.500,000
Lanas diversas ..............................
4.500,000
.Algodon ................ .'.. , .......... . : .... .
2.500,000
Pil'lles, cascarillas, metale~ en bruto .. .
1.500,000
Metales preciosos ................ , ......... .
4.500,000
Huano.-En solo la parte que dejaba
disponible el oontr~to Raphael.. .....
3.600,000
S 47.100,000

Las retas del Per en la misma poca eran mas o mnos


las. siguientes;
'Aduanas....................... ; ... : ..... .'.. . S 7.700,000
'Jontribuciones .......................... . .. .
aoo,ooo
Ferrocarriles, en solo los rematadc;>s
hasta los ltimos al1os ................. .
160,000
R~ntas imprevistas ....................... .
400,000
S 8.860,000 .
Huano ~e Cuba i Puerto Rico, prxi:. mamente ........ .' ........ ................... S
300,000
Huano de China ............................
240,000
Aslgnacion del contrato Raphael. .... .
3.600,000
Salitre; deducido el servicio de los
certificagos ...........................:.. .. .
5.000,.000.
Resmen.; ................. S 18.000,000
En cuanto al valor representado por los depsitos de huano,

-1251

III.
.. Contamos ya en efecto en el captulo precedente cmo don Nl.col~s de Pirol.a, inesperto peroosado ministro de hacienda del pre.sjdente Balta
en 1870, habia iniciado la fatal exajeracion
de esa
.
riqueza, levantando; en el pretesto de obras pblicas improdiiCtiva.s e'n su mayor part; un emprstito de 180 millones de pesos con la casa israelita de Dreyfus hermanos, dos oscuros mercaderes franceses, improvisados del mostrador de
palo a la mampm:a de caoba de cristal de los
\

sin tomar en cuenta ~el del salitrn qu::J lo sper~ba, he aqui


la condensacion que un diar.io de Santiago (Los, Tiempos det
17 de enero de 1880) hacia de los clculos i datos publicados por un intelijente estadista chileno en un l'ibro volumino-so en esa mbma poca.
.
.
En Pabellon de Pica puede haber 100,000 toneladas de:
guano esportables i con lei de '5 por ciento de azoe.
En Punta de Lobos, a pesar de existr enormes cantidades:
de gua_no, solo podrn esportarse con provelt 60;000 toneladas.

.En Huanillos es posible una e s portac~on d9 200,000.


En Chipana se cree que lmi algo como 40,000.
En Chucumata puede haber hasta 80,000 ton e)!adas con una
lei que se a-proxima' al 4 por ciento.
'En la baha Indepe:.dE:' ncia queda un depsito de algo ,como
_25,00rt toneladas i con una lei de 4 a 5 por ciento.

En la is!a de Lobos hai todava un deps ito de guano como


de 35,000 toneladas i de lei de 2 i medio por cit:mto de azoe.
' En las islas de Lobos de Tierra puede calcularse que hai '
un depsito de 300,000 toneladas, pero de guanos de tan baj~
lei, que fu)ron -aba.Idonadcs por el gobierno del Ponb

l?G1

grandes banqueros, por SJl peculiar a'stucia. de raza,


en la calle de las Mantas o la del Correo en Lima.,
Derrochados as esos dineros en mrw s de dos
ads, cuando por entre la ,humareda de la pira
subi al poder en . agosto ele 1872 el presiden te
Pardo, declar en f~tlencia. el estado, ocurriendo l
en pe{s"ona ct revelarlo con plena . franqueza al
Congreso en tina ocasion soler~ne. Escusado es
decir que aquella hib1 sn impopularidad, porque
los ho'n{brs i los pueblos gustan mas ser engaa-'
dos que darse por apercibidos de su miseri& o de
BU impotencia.
Dos aos des pues (187 4), los servicios de la
deuda esterria, que haban sido }~echos esclusivamente con los suministros metlicos de elltt misnia, reGibienclo los prestami.stas ,.europeos como
uno lo que enti-egaban como :veinte, quedaron
pficialmente suspendidos, i el Per maniatado e .
hipotecado en manos ele los empresarios del emprstito, los Dreyfns i su crculo ..
Volvieron stos la espalda a sn deudor comun
i empobrecido, desde que tuvieron la prenda del
Imano en. sus bodegus del Havre, de Londres, de
Oporto, de Pars, de Amber:es, ' de J nova, de
Marsella, de Li verpool, i al pro'pio . tiempo desdeflaron las iJ;nportuniclades de los tenedore's de bonos en aquellos mercados, pagndose ells esclusivarnen.te, con la. honradez de Yerchideros israelita_s,
de sus auticipos1 de sus comisiones i de su ::idmi-

1:!,7 -

nistra cion. J n.mas otorg aron . un solo mar~wed a


los. acree dores pot' 'via de amor tizac ion o de in teres.
Ap nas si ahora. los t ende ros 'de trapo de la
calle de las Mc:m tas se digna ban dar respu esta a.
las clam otosa s nota.s de los mini stros de hacie nda
1 del
Per que haba n sido ntes sus prdi gos patro nes, desde Piro la: conv ertid o ahora en erran te
consp iradd r bajo su patro :;inio i su pecul io.

IV.
Elejiclo el jener al Prad o en 187 5 para suced er
al malo grado Pard o en el ao subsi guien te, juzg
aque l manclat<trio en cirn es indispensa~le hace r
en Euro pa una tenta ti Ya perso nal para cman cipa.rse ele la estre cha cuan to impe rtine nte tiran a.
Je los Drey fus. I con este objet o se diriji a Lndres i a Pa.ris a princ ipios de 1876 .
~r1 un senti do limit ado, alca.nz el spre mo
emis ario del huau.o, ntes ele sn pode r en la repblica , ~ito feliz porqu,e quit su consignac'ion i su
esclu s.ivo e irrita nte despo tismo a los banq ueros
judo s de Paris , enten dind ose en Lo.nu res con
sus rivale s por ellos despo jados , es decir, con lo.s
ingle ses, que como siemp re, en mate ria ele emprst itos, son los mas nume rosos i los tnas sanea dos: , Llam se esta opem cion el contrato Raph ael,
porqu e un judio de este nomb re, fuert e acc!o nis1

128-

de los emprstitos desacreditados de Prola, prest su firma para encubrirla; i a su nombre se organiz una compafla de esplotacion del huano
, compuesta de ingleses i de peruanos, encabezados stos por el segundo vice-pres.i dente de la repblica. don Francisco Jos Ca.nevaro, alma de la
negoClacwn.
Llamse la ltima P eruvian Guano Oompany, -~
impuso al Per para vivir, como -a hijo prdigo e
incorrejible de padre o tutor opulento; una anua-:lid.ad de 700 mil libras esterlinas que debera cubrr~ele por mensualidades, i 'de aqu que aquella
pension tomara el vergonzoso i humillante nombre d mesada.

v.
Con semejante, pr,opina arrancada a su propia
vida alent enf-rmiza e~istencia el Per durante
la administracion Prado, sin que J.os tenedores de
bonos, especialmente los del continente, recibieran ni el mas pequeo dividendo, no oqstante las
mas solemnes promesas i juramentos, cuando fu
preciso obtener de ellos su aprobacion al contrato
Raphael.
El Per i los tenedores de bonos habian encontrado en lugar de un tirano, dos espoliadores; i la '
Peruvian eon su nuevo stock de huano i los Dreyfus con el q.e conservaban en sus bodegas en pre-

-1 29 -

v1s10n par a var ios aos, puestos .ah ora


en irri tad a
concurrencia, arr ast rab an de con sun o
a su vc tim a
como el caballo de Mazzepa.

VI.
En esta s mis era ble s circ uns tan cia s
sob rev ino
la gue rra, act o de vet d<:tclera dem enc
ia del Per
en ruinas, i ent nc es los dos pre sta mis
tas cor rieron de com un acu erd o la jar eta ele
su bol sa par a
aho rca r a .su pla cer al vido bel ijer aut
e que hab ra
de ech[trse de rodillas a sus pis par
a sol icit ar de
ellos le oto rga ran los me dio s de viv ir
i de agr edi r
o defenderse.
Por su par te, Dreyfus, seguro de
su golpe, i
hos tiliz ado ade ma s por los <:~entes fisc
ales i liqu idadores del Per , qne le cob rab an var
ios mil lon es,
cop el mo nte del hua no i ofreci a
los del ega dos
Alt hau s i Ara nb ar un mil lon ele libr
as est erli nas
por que lo dej ara n en paz i en posesio
n per fec ta
dei stcolc o pro vis ion de hua no que por
cue nta del
gobierno tod av a adm inis trab a. Tal
era la sen cilla per o arr oga nte proposicion de
los jud os de
Par s.

VII .
Per o los isra elit as de Ln dre s, ent re
los que figur aba n varios per uan os a ttu lo de
ren ega dos , se
HlST . D LA C. DE LIMA

17

130-

mostraron mas tirantes. La Fenwian ofreci la


misma suma que Dreyfus, mas no por transaccion
de trampas ni por compra de valores existentes,
sino como oneroso anticipo, a cnenta del huano
recibido o a flote, i exij iendo, entre otras condiciones imposibles ele llenar, la neutralizacion de
los depsitos i el consentimiento del gobierno de
Chile para la operacion.
I como los ajent~s fiscales Althaus i Aranbar
se negaran a tal enormidad, Raphael i sus cmplices dieron al gobierno del Per el golp~ de gTacia protes.t ando las li~ranzas del ministro de haciemla Quimper, cu,a ndo el presiden te Prado se
hallaba todavia en Arica i el Huscar en las costas de Uhile.

VIII.
En medio de este insondable abismo de miseria
i de pertt~bacion, un rayo de luz habia descendido $Obre el acongoja~o Per, i esa vislumbre de
esperanza era la es tela de aquel pequeo monitor
de g uerra audazmente conducido. E xajerando, en
efecto, por medio ele la prensa de Pars, los peruanos residentes en Europa i en particular el archimillonario feudatario de Arequipa don Juan Mariano Goyeneche, que arrastraba fastuosa vida en
aquella capital, las proeza::; de aparato de aquel
barco en el litoral de Chile, habian lograLlo hacer

131

creer a muchos de los tenedores de bonos del con-


tinente, maltratados por los grupos -ingleses, que
la guerra iba a ser una cosecha de oro para .el Per; i tentados por la codicia o 'la desesperncion; los
ltimos propusieron a Goyen~che, p;r meuio de
sus ajentes principales los seres Gnillaume i
Bouillet, una combinacion mucho mas sopottable
que la cruel e impasible exijencia de Dreyfus, a la
cual la menguada protesta de letras ele la P~ ru
vian daba ahora visos ele ser un acto de clemencia i aun de jenerosidad.
A nombre de los tenedoes ele bonos franceses,
belgas i holandeses i en representacion ele una.
acreditada casa bancaria denominada Crdito Indust?ial, los ajentes mencionados ofrecieron en
primer trmino al vice -presidente Oa.nevaro, i por
vacilaciones de este fuerte accionista de la Peruvian, al millonario Goye~eche, un a. nti~ip.o de
veinte millones de francos, a conclicion de entre-_
garles la esplotacion direct<-t ele los nitrato13 de
"rarapac i de todas las covacleras dellitoral, .obli,.
gndose el Crdito Industrial a estraer durante
dos aos cuatrocientas mil toneladas de hnano
que pagaria a razon de 4 ;b, .siendo . dos de stas
en efectivo, a cu enta de su anticipo, idos en bonos
a fin ele dar salida i Yalor a stos.-Los acreedores
del continente perdonaban ademas los intereses
deferidos de cuatro aos.
Farn. estos fines se constituira en Pars una so-

132-

ciedad de esplotacion rival de la Peruvian i de los


Dreyfus, con cincuenta millones de francos, i
aqulla se comprometa a proseguir el contrato
por .un plazo indefinido si sus resultados correspondan a las espectativas. (1)

IX.
Sncedia esto en agosto de 1879, cuando todavia
el Huscar se enseoreaba en nuestras costas i no
se movia un soldado de nuestros campamentos;
de suerte que el negocio no era malo para los que
buscaban la hipoteca i la administracion de las
salitreras de Tarapac i de los depsitos de guano
de toda la costa.
(1) Un peruano residente en Pars daba razon de las vacilaciones de Goyeneche i Canevaro, al caballero don Luis Carranza, residente en Lima, en los trminos siguientes:
Cuando se reflexiona que hace cuatro meses Goyeneche
pudo firmar un tratado ventajoso para el Per, el mismo que
hoi se est discutiendo; que entnces se ofreca un adelanto
considerable, que habria. permitido al gobierno o a sus :J:ientes
comprar un blindado i lanchas-torpedos, i otros pertrechos de
guerra, i que por el jenio rtpocado de aqu el, o por culpa de Canevara, como algunos aseguran, no se lleg a realizar ese plan,
hai para desesperarse. Oanevaro, ar.cionista de la P eruvian Guano Company i pretendiente a la presidencia debe de sentir
amargamente su falta de decision; qu quiere usted? Cuando
los hombres .polticos de un pas son especuladores, es imposible
que sean verdaderos patriotas: ptimero piensan en su interes.
Esa es la gran desgracia del Per, es la maldicion que pesa sobre la principal fuente de sn riqueza: el guan o.
Esta carta estaba fechada en Pars el 5 de diciemb1e de 1879
i fu publicada en El j;Jercu1io de Valparaiso el 28 de enero
de 1880,

-133-

Desail1ados o simplemente aplazados los seo- .


res Guillaume i Bouillet por Canevaro, encontra~
ron benigna acojida en el caballero Goyeneche,
hombre indeciso pero honorable, i comunicada
por ste a Lima la situacion i sus planes, le nom~
br por telgrafo ministro plenipotenciario el vi~
ce-presidente La-Puerta con fecha 3 de setiembre,
a fin de que consumara todos aquellos m:jentes
arreglos i llegase cuanto antes el oro al Per convertido en armas, en plvora, en blindados i en
descuentos.
Con el propsito de reforzar al nuevo funcionario en sn accion, i a ~.rirtnd de una lei de recursos votada por el congreso peruano el 10 de octubre, de 1879, esto es, en la vC,.,pera de la invasion
de Tarapac por los chilenos, envi La-Puerta a
Europa como asesor i como comisario al d0ctor
don Francisco Rosas, mdico de crdito, hombre de
agradables modales i de notorio pero perezoso talento que habia sido ministro del interior del presidente Pardo. Los comisarios A.lthaus i Aranbar
fueron en consecuencia destituidos, acusados de
impotencia. Goyeneche era ahora el favorito.

X.
Desembarc el doctor Rosas en Cherburgo en
los primeros dias de noviembre de 1879, i sin divisar las altas cpulas de Lndres ni golpear si~

134-

. quiera a la puerta de sus sinagogas por el telgrafo,


encaminse con sus plenos poderes a Paris; donde
le aguardaban con impaciencia los dos grupos rivales de los Dreyfus i del Crdito indu.strial. En
cuanto a la Peruvian desde su protesta de letras,
estaba maldecida i repudiada .
. Ansiosos los primeros por liquidar cuentas a
rio revuelto, rodearon de agasajos al recien llegado delegado, recibindole en la estacion el ajente Dumet, jefe de estado mayor de los Dreyfus,
como el ingles don Federico Ford era su ministro
de hacienda sin cartera en Lima. Condjole aqul
al hotel del Louvre, i all pblicamente le abraz
en su salon de gala al dia siguiente el judo Drey. fus besndole en las mejillas, a la francesa .... N o
es por tanto una figul'a de estilo decir que era
aqul-el beso de Judas.>)

XI.
Hallbanse fuertemente empecinados los Dreyfus i ccsu grupo>), en que les admitieran los angns
tiados peruanos a toda costa sn anticipo de cien
millones de pesos a ueque de compra i de finiquito, e imponan n.demas la condicion de que el
Per se quedase con la negociacion del muelle
drsena del Callao, pagando a la Sociedad Jeneral
(as se llama sn empresa.ria i su constructura, constituida ahora en riesgo de quiebra) por la suma
de 42 millones de francos, que babia sido el pre-

-135-

cio ele costo de aquella obra mas suntuosa que de


utilidad, porque era una drsena de manpostera
dentro de una drsena natural, cual de suyo es el
Callao.
Rabia tenido lugar en este intervalo la captura
del Jlus car, la invasion de P_isagua, la victoria de
San Francisco, i to ~lo mas o mnos se sabia confusamente en Europa por los t enedo res de bonos. Solo los in gle~es se hallaban bien informados, habiendo sabido el banquero Brown, ajen te de la casa de
Eclwards ele Chile en Lnclres, la noticia del combate ele Angamos en el mi~mo clia en que tuvo lugar,
mediante un oportuno cablegraiila ele la ltima.
En tal situacion era fuerza darse prisa, i esto
fu lo que ejecntaron los comisarios del Per Rosas i GoyenP.che firmando en la famosa calle el' Antin, domicilio del 0Tdito industrial, ~l 7 ele enero
ele 1880 un contrato ele esplotacion, amortizacion
i anticipo que t enia casi las proporciones ele un
libro. (1)
( l ) Et 'Times de Lndres del lO de enero public un es tenso
estracto de este contrato i El Afecu1io del 10 de marzo lo rejistr nteg ro.
El contrato, que es una escrit ura de verdadera coustitucion
ue ~oci e d ad para esplotar, beneficiar i es portar todos los gua~
nos i salitres del Per, fu firmado en la oficina del Crdito I ndustrial, 66 Ohausse O'An ti n, por los seo res R osas i Goyeneche, i el presidente de aquella asociaciou Mr. Enrique Durieu.
Los ajentes cor..tratistu.s fu eron los seores Bouillet (autor conocido de un diccionario de ciencias i artes) i l\1. Guillaum e, empleado superior de la administracion del ferrocarril del Norte.
Este ltimo caball ero nos ha hecho el honor de e, cribirnos

-136-

XII
El Per iba a tener al fin unos cuantos millones
despues de haber pasado un ao de guerra en
irremediable penuria. Sus comisarios se mostraban altamente satisfechos. No obstante haber perdido en el intervalo a 'rarapac i sus tesoros, rimeros de libras esterlinas reluciran otra vez sobre las mesas de la Legacion francesa en la calle
de las Caballerizas de Artois, i, lo que no era para
ellos de metlor satisfaccion, habrian burlado al fin
los esfuerzos de los chilenos i castigado a Dreyfus de su terca i rjida tirana de diez aos.~(< Es
lo mejor posible, atendidas las circunstancias en
que ha sido negociado)), escriba el doctor Rosas
a un amigo el 15 de enero. I en seguida, entrando en algunos detalles m_as o mnos ntimos, pero que traiciona.ban su sincera satisfaccion, agregaba.:
La cuestion estaba reducida a saber si nosotros
o los chilenos celebra.rian el contrato. En los ltimos dias nos hemos disputado el terreno palmo
a palmo. La prensa de Lndres i Pa.ris les ayudaban, la mayor parte de los tenedores de bonos indiversas cart.as dirijidas a probarnos que su contrato es el mas
conveniente i honorable. i que Chile debia. acojerlo como suyo.
Nosotros nos hemos limitado a publicar estas cartas, ofreciendo
nuestra buena voluntad i nuestra consideraciou a su autor.

137-

gleses i aun el mismo gobierno ingles .. Y o he tenido conmigo a los tenedo res de bonos de Francia ,
Bljica i Holand a, i la justicia de la causa que defenda; i al fin he triunfa do.
Tal situacion, como usted ve; era. para hacer
un contrat o a todo trance, no ya para sacar ventajas, sino para impedi r que el enemig o pudiese
sacarlas. Qu verge nza para nosotros si los chi-'
lenos hubiese n podido continu ar hacind onos la
guerra con los recursos que les hubied.. propor cionado nuestro salitre i nuestro huano!
.

...... ...... ...... ...... ...... ...... .... .

Se ha estipul ado I(Ue se nos -adelan tarn dos


libras por cada tonelad a de huano que se esporte ;
pero ademas de este adelant o, he ajustad o otro d
;E, 800,000 en un tatado sec1eto; .pues no con venia
que los chilenos llegara n a saberlo para que se'
suscitasen dificultades. Este adelan to no ha podi ...
do conseguirse a descubierto.
>1E'n el estado de descrdito en que se encuen tra
el Per por la falta de exactitu d en los pagos i
por sns de1-rotas, esto e1a imposib le .. Se ha convenido, pues, en que se har sobre la patte que nos
corresponda en el ~uano q ne tiene la Peru,vi an
Oompa ny i sobre los conocimie1os de los buques
que estn cargan do en Lobos para ella. (1)
(1) Estos acpite~ de carta fueron publicad os m La Opinion
Naci.mal de Lima del 23 de mar;~o de 1880 .
18
Hl:ST. DE LA 0. DE Lll\1A

138 - '

XIII.
Pero los delegados finanpieros del Per no .hab~a.n contado con .los vaivenes huma,nos; mnos
con los de su .infeliz patria, tierra ele incesa:ntes
con:vulsione~, i por uno ele esos acasos singulares
en tod::ts partes, COITien tes en el Per, el mismo clia
7 ?e enero ( dia mircoles) en que Rosas i Goyeneche firrraaban. en el escritorio de la calle de Antin
la negoc.:iacion del C1dito inclnstrial el dictador
Pi~ola firmaba un pacto del mismo jn~ro en el
palaci<? de Lima, con el representante de sus antiguos prestamistas i habilitadores del T alisman;
del .llu.scar i del re ciente i afortunado motn de
Carceletas, don Federico Ford, apoderad~ jeneral
Qe lQs Dreyfus.

XIV.
Haba encontrado Pirola en fecto al aduear&e por sorpres::~ del poder las 4nellas de la negociacio Rosas-Goyeneche, e inmediatamente
despach a. Panam un telegrama en cifras que
lleg a P,aris el 4 de enero, ordenando a aquellos
ajen tes, a ttulo de su autoridad dictatorial, que no
cerraran ningun negociado sin ad-referendum. El
despacho iba firmado por el secretario de hacienda. ,
ttulo que no era reconocido oficialmente ni en el

139 -

Per ni por sus ajen tes, i a~emas (cosas de aquel


desdichado suel<? en que el desbarajuste es norma!) se habia olvidado remitir la clave de la cifra,
]a cual no lleg a la calle de las caballerizas de
Artois sino el 14 de enero, esto es, una sernan-a.
despues de consumado a firme d contrato de' la
calle de Antin.

XV.
Al impart!; aquella rden de interinato, el caviloso dictador babia tenido evidentemente el propsito de acometer por su cuenta na negociacion con Sl\8 patrones de diez aos i tal vez de la:
ltima hora, porque djose ~ltnces que Mr. Ford,
habia ido a Panam a telegrafiarse con sus poderdantes, e inmediatamente a su v~elta habia
estallado el motin militar del 21 de diciembre,.
orjen ominoso de su criminal dictadura ele rebelde .
. Para un hombre m~dianamente resp'etuoso de Sl;t
crdito moral hahria sobrado esta circunstancia i
sus relaciones ntimas con los Dreyfus ~esde slll'S
famosos emprstitos de 1870 para atajarle la ma-fio,
i aun el pensamiento de una negociacion irrespon':'
sable, consumada a la sombra de su adven.ediza;
omnipotencia.
Pero el dictador Pirola, dando testimonio ele
la arrogancia sin escrpulo con que se habia acos-

turnbra.do a jugar con los millones de su patria,


obr precisamente en sentido opuesto , i desde el
dia de su advenimiento al poder entr en una negociacion que talvez no ha sido sobrepasada por
ningun escndalo financiero en Amrica ni l
mundo. El complaciente secretario Barinaga i el
astuto apoderado ele los Dreyfns fneron sus crripliceR.

XVI.
Hornos dicho a.n terion!lente qne hostilizado
Dreyfns para dar cuenta <.l e sus saldos por los ajentes fiscales Althaus i Aranbar, h~bia propnesto
por buen avenimiento pagar un mi1lon de Jibras
esterlinas, i chancelar cuentas de todo jnero, por
las cuales aqullos le cobraban alcances que algunos hacia.n llegar hasta veinte millones de pesos.
Es probable que en esta cobranza habria exajeraeion, porque el Per babia estado siempr~ necesitado i exijente. Pero los Dreyfus, a estilo de
isra:elitas, formaron o f01jarori, para quedar en
buen niyel, umi contra-cuenta de embrollos que
arrojaba un saldo mas o menos anlogo contra el
tesoro del Per .....

XVII.
~gnoramos nosotros naturalmente lo que babia.

141

de verdad en aquel lal?erinto, porqu e aqu hacemos la crnica financ iera del Per mas no su liquidacion. P ero lo llano, corrie nte i ljico de la
situac ion era que el Per no debiese un solo maraved a los Dreyfus, segun aconte ce de ordina rio
en todos los casos de habili tacion de dinero sobre prenda , en que nadie es admit ido a jirar en
descubierto. Rabia. quedado esto demos trado preci.sam ente en 1870, cuando los Dreyfus tomar on
la habilit acion, a virtud de los emprstitos de Pirola, de manos de la antigu a Comp aia cons?gnataria del huano que enriqu eci a los Canev aro, a
lo.s Candamo, a los Valde avella nos i a otros primitivos i suculentos. esplot adores de las fabulosas islas de Chincha, porqu e aun en aquell os comienzos
clel arte, la sociedad result alcanz ctda en favor
del erario del Per en la enorm e suma de diez mi. nones 603,640 soles.
Por otra parte, habas e practi cado hacia poco
en :Lima, esto es, cuand o se quit la consig nacion
a loR jud.ios Dreyfus para pasarl a a los judios H.aphael, una liquid acion forma l i finiquitada, a virtud de la cual se declar aba por. el gobier no del jeneral Prado que los prime ros no solo no tenan
derecho para cobrar un ochavo al fisco peruan o, .
sino que eran deudores efectiv.os de un saldo de
657,384 soles i ctaren ta i seis centavos. Por su parte i . para no queda rse un solo punto a tras, los is
raelita s de Pars reclam aban en su favor la escan-

142-

dalossima suma de 18.776,925 soles i cuarenta centavos de so], alegando mermas i anticipos. (1)

XVIII.
I bien, pasando sobre todo esto, enormidades i
decoro, fraudes i buena fama, el audaz dictador
ajust con los acreedores i cobradores de su suelo
en agonas un pacto misterioso en el cual no solo
se daba por pagado del ltimo maraved de su
acreencia i por chance lada toda recla.macion ulterior en favor de sus derechos, sino que reconocia
la totalidad de la cob1anza Judaica a ~us amigos de
1870, 74, 77 i 79, cuatro peroaos de su confabulacion evidente con ellos ....

(1) H aqu. es te importante decreto que ha reproducido 111timamente don J oaqnin Santa Cruz en un folleto sobre los huanos i salitres de Turapadt.

Lima, junio 7 de 1878.


Resultando de la liquidacion practicada por la seccion de la
cuenta de la direccion de rentas del ministerio de hacienda que
el Estado, mui lejos de deber el saldo de S. 18.77-6,_945.40 que la
casa Dreyfus Hermanos i C." hacia figurar contra l, es mas bien
acreedor de dicha casa por la. cantidad de S. 657,38 1.46, compntadas las diferencias que resultan en el valor del huano, por
abonar la mencionada casa un precio menor al de S. 36.50 a que
lo han vendido, se declara fenec ido i estinguiclo el saldo, etc., etc.
Rbrica de S. E.

Garca

140-

El monto de la carga de esa manera impuesta


.al Per i al porvenfr con una sim pie rbrica echa.da sobre un papel en la niedia noche i 80 capa de
la impunidad i ele la omnipotencia de una. dictadura irresponsable, importaba. 4.008,000 jl, 7 chelines i 7 peniques, o sea. 21 millones de soles al
cambio ele 45.5 peniques. (1)

XIX.
Era tan notoria i tan flagrante .la enormidad ele
.aquel pacto, que aun en plena dictadura, el Oo- ,
mercio, diario decano de Lima, se atrevi en
su edicion de la noche del 10 de enero a. censurar

(1) Dimos nosotros cuenta es tensa de este escandaloso negoado en un artculo que con el ttulo de .Juan Lam publicam_os
el 25 de marzo de 1880 para demostrar la. inconcebible audacia de Pirola, parangonndola con la de este elebre escamoteador del crdito i del [oro; i para mayores detalles all puede
verse.
Dbamos en esa ocasion cuenta de una compra de bonos heCha ele una sola mano por Pirola, como ministro de hacienda de
Balta, al contratista don Enrique .M:eiggs, operacion que impor:taba 56 millones de pesos en oro, con la fianza de los Dreyfus . .
Podramos citar operaciones semejantes pero de mucha menor
CUanta intentadas en Chile i desde Limache por el pretendiente
para probar su falta absoluta de escrpulos en materia de dineros; pero pot hoi, aunque tenemos los documentos a la vista,
nos abstenemos. Seria tamuien til para juzgat a Pirola como
hombre de finanzas leer un articulo que ~ n octubre de 1880 pu:blicamos eu El 1Jfrc1trio con el ttulo de las Agachada~; de don

Nicolas de P 'i1ola.

144 -

la operacioll, publicando una. c~trta. de Pars e11 que


se proyectaba luz fa.vot'able sobre los ne.g ociados
trados a buen camino por los delegados ci vi lis.
t as Rosas i Goyenecb c.
E tall inmediatamente la irct del dictador por
aquella j usta i moderada apreciacion ele un hecho
financiero, de pblica cliscusion, i clispsose castigar inmediatamente a aquel diario con el sencillo procedimiento de los dspotas-la mordaza.
I para este fin escribi una c::u ta, en nombre de la
dccenci<t i .de la di gnidad, a su secretario de gobimno, i mand en seguida clausurar la imprenta.,
por el mismo camino del presidente .B <:t lta que
pretendi emparedarlo. (1)
( 1) El Comerciv Je Lima public en la noche del 10 de enero una cn.rta d e PMi fech :tdn. el 5 de diciembre en que se daba
cuen tn. f~wmable de la negociacion R osas Goyenech e con el Crdito l ndustria li de aqu la irn. del di ctadM.- Es indi spensable,
escribi el l timo con este motivo el di:t 1; de enero a s u ministro
Orbegoso, ocurri endo n.l si s tema de ccwlas ministeriales de Napol-eon JII i dan do por forj ada en Litmt la car t.!t aludida, es indispen sabl e d>-~. r a es te as un to una :.tt.eneion wefe 1ente. La. prensa de Lima, en s u mayora. i mn i especia lme nte El Comercio, ha
sido has ta h oi el principal coope md or del a l>n so polti co i administrativo que hemos ve nid o n. des tmir; de la timna i la esplotacion pblica. d e los l ti mos s'iete arws ; ele -lafc,rsa i el en,r;aio
szstem,tico que h n. trn.ido a l pa;; al punto en qu e le halln.mos.
Es preeiso que esto ce~e i c e~ e ium ecl ia ta meute.
))La prensa es g ran vehculo d e luz i de verd,ld. Cuando se la
emplea para engaii:tr i fll1:jar im po sturas, no hai nn.da q ne la
igu ale eu dn.: o i m::tl pbl ico,
Yo no conoz co delito mx s e norme q1te el trfico de las ideas i
Jn. especulacion hecha con la prensa, que le sirve de medio para
llifnndirla s.
)) Desg meiadamen te, la nues tra, sal vo h onrosas escepciones,
hu calumnindn si u emb 0zo ni c on'e ~k;o, i ha . ay \1dado, sin es-

145-

XX.
Mas, la clera del dictador no qued saciad~
con aquel arreoa.to i :::;u ejecucion, porque, cuando
Heg a su noticia que los comisionados Rosas i
Goyeneche habian firmadb, .en competenci a con
el suyo, un contrato mucho mas ventajoso, honorable, garantido i a firme pa1a el Per, olvidncrpulo i por paga, de lo que tengo pruebas recibidas, a los q tte
sin conciencia han es pecnh~do qc,m los tesoros i los mn.s caros
intereses del pas.
La discusion i discusion libte de los asuntos pblicos, co. meuzando por los actos del gobierno, es i debe ser nuestra mas
grande aspiraci on; pero no es aquella posible, si impunemente
puede f{dtarse a la verdad i deliberadamen te se emple;tla prensa en engaar.
Yo no puedo consentir en ello. H abra de mi parte olvido, i
mui culpable, del gran en cargo que la nacion me ha confiado,
no empleando los medios que ellu. h a pue;;to en mis m mos p a ra
_

eorrejir el dao.>>
I en consecuencia Je estos antecedentes, el 16 de enero se
mand suspender la publicacion del Commcio por nn decreto
que as deca:
1. 0 Prohbe.se la publicacion en lo sucesivo del diario .El Co-

mercio i de cualquier otro peridico en diclta imprenta; i.


;,o Decl.rase que sus directores-emp resarios !tan perdido el
ejercicio a'e un derecho que no han sabido usar sino en da?'io de
los demas.
1

Comunquese esta resolucion al prefecto del departamento


para su inm ediato cumplimiento.
Rejstre.s e i publquese con los documentos del caso.
Rbrica de S. E.

Orbegoso.
Por el interes peculiar de esta cuestion sui generis de la
dictadura, rep rodncimo:; en el anexo de este captulu el editorial
ominoso del Comercio i la carta que lo motiv.
HIST. DE LA C. DE LIMA.

19

146

dose que el que l mismo habia suscrito con Ford


habia sido ad referendurrt, c1estitny . ignominiosaaquellos dos servidores de'l p<:ts i libr un decreto
mente a ot:denando confiscar sus bienes como en los
di as mas aciagos delfeudali smo)al vaje. Por fortuna,
el doct or Ro sas, hombre a qnien aborrecia intensamente el doctor Pirola, acusndole del ccasesinat6)) de Herencia Cev,allos i ele Gamio, del ccenvenenamiento)) del j eneral Vi vaneo i otros mil
crmenes i patraas, no tenia sino escasos bienes,
escudo reluciente de honradez acrisolctda en el
.P er. I 'en cuanto a Goyeneche, para embargar i
vender su.. fortuna en remc:tte pblico era preciso
vender a .Areqnipa toda entera, cindad i campia,
con todas sns casFts de piedra i todos sns topos de
tierra. I por esto el brbaro decreto parece no pas mas all del papel. (1)
( 1) E 1 cargo cai)ital de Pi rola cons1st1a en que los dos com isionarl os ci vi 1istas ha bian desobedecido un telegrama recibido
el.4 de ene ro en Paris, esto es, 3 clias antes de firmar el con trato con el Crl!ditoo Inclustral. P ero a esto a legaban los encargados que ito timia7z la clave de la cifra i que ademas el despacho
iba firmado Sec1etcw io de lwcienda, empleo que ellos no cono1nollo que las ridcul as innovacion3s de Pirola se volcian .
van inm ediatamente contra 'l i sus propsitos.
En cu a nto a los 6:escargos qu e los comisionados peruanos haci a.n de su conducta delan te . del f uribundo decreto de confiscaeioo., h aqu algunos pa:;ajes de urut carta que el doctor Hosas
escriui6 al diario L e Soir de P <is con fecha marzo 19 para vindicarse ante los acon istas i directores del Crdito Industria l
ta n 'c me lmen te burlados. por Pi rola i los Dieyfus.

De

Se for r edactor:
Permtame usted recurrir a su cortesa pam publicar en su

147

XX I.

'
1

En tre tan to cu l ven taja pblic~:t


habi.a. der ivad o la dic tad ura de sn con trat o pro
Yis ion al cqn el
aje n te de los Dreyfus? He a..q n el.
mis teri o, por ,
que el sec ret ario Bar ina .ga se lim i.ta
a por.er p ,u nestim able diar io la sigu ient e not a,
en resp uest a los rum or es
tan mal volo s com o in te resa dos esp
ar cido s ltim ame pte resp ectv ul valo r de los poderes de los comi
sa1ios de l P er, i por co nsigu ient e al valo r del con trato que
h an firm ado el 7 de ener o en
Pari s con el Crdito In dustri al.
Pi$ rola , como el sefl or . Dreyfus,
esbtba.n perfectu. men t,e a;l
co_rriente de l as negociac iones j estio
natla s con el C rui to I ndu stnal .
Po r qu ent6 uces h an firm~d o junt
os en Lim a otro cont rato, sin prev en ir, como h lei lo exije
, a ning una d'e 'lu.s par tes en
.neg ociacion es en Pari s? Poi que teni
a inte res en concluir los
acue rdos que hnn escanclctlizado la
Eu1
r econ oce a la casa de Dreyfn s un opa, i por los cunles se
crd
100:000,000 de fran cos, pa gaderos sobr .ito no just.iiicado de
e un prod ucto form almeJ e afec tado al serv icio de los emp
r.st
ito .
1>Mas aun, sem ejan te conv enio no
podi a man tene rse en presencia; del cont rato firm ado por el se
or
la nece sida d de apar enta r de~conocer Guy enech e 'i .yo; de .all
la '1ej itim id'3Jd -cle este ltimo , lanz ando el decr ero cons igna do
en el Bull ioni st de L6n dies de 13 d este mes.

, .

Si este decr eto, <tue se dice habe r


sido prom ul gfl.d O e1 .23 de
febrero ltim o, fuese nicame nte absu
rdo,
l1er cibid o ; pero como :une nazt t lo; dere lo de.ia ri a .pa;;ar de. ach os i los inte rese s de las
t erce ras pers onas que h an cont rata
do en buen a f, al mism o
tiem po que ataca el h onor de )os com
isionados firm~mte s, creo de
rui debe r el cons a5ra rl e a~ gnna.s pl\la
bras
>> E st e decr eto decl ara nulo el cont rato .
del Crd ito Intlu stria l
so pret esto de gue:

>> 1.0 El adve nim ient o nl pode r de un


gobiern o r evolucionario
anu la los pode res de los com ision ados
del
>>2. 0 E l dict ador hahi a envi ado la. rde gobi erno Tll'ec eden te;
n.te iPgrfi cu. de no tratar s.in o ad 1'rferendMn.
3. El cont rato vi ola b nntoridn d del
sena uo con rela cion al
0

-148-

tos suspensivos donde tal vez se habla de millones.


Se ha creido, sin embargo, que el adelanto en dinero obtenido en la negociacion, era el mismo que
los habilitadores de 1870 habian ofrecido a Althaus
i a Aranbar, a Rosas i Goyeneche, esto es, cinco
millones al contado, en cambio de 21 millones que
el PerC1 les pagaria a, plazos i con hipotecas especiales, principalmente las de Lobos, aparte de muchas otras clusnlas estrechas i leoninas. (1)
nitrato;
4. 0 Los comisionados han cometido estraJimitacio,n de poderes.
~s ahsolutatnente conhario a las leyes constitucionales del
Pen, a ~u cdigo civi l i al derecho j eneral consuetudinario, que
el hecho del advenimiento al poder de un gobierno 'r evolitcionario anule los poueres de lus comisionados que se encuentran en
paises est.ranjeros encargados de un mandato conferido en virtud de una lei especial.
I la mayor prueba de que Pirola lo ha reconocido l mismo,
es que se ha creido obligado a anular los poderes del seor Goyenechei 'los mi os por un decreto especiq,l con fecha del 31 de
diciembre de 1879, en lo que no se hubiera molestado si hubiera
estimado nuestros poderes anul ados ipso facto. Etc., etc. '
( 1) H aqu el sencillsi mo decreto de h dictadurl;l., en el cual
con una sola rbrica i una nota de tres renglones puesta al pi
se consum tan desvergonzada iniquidad.

Lima, 7" de enero de 1880.


Visto el presente noyecto de contruto, i encon trndolo conveniente a los intereses.fiscales, se apruel>a en todas sus partes; i

en su consecuencia, trascrbase al ajente . finan ciero del Per en


E11ropa.
,
Rejstrese en el libro de documentos reservados del consej o
de secretarios i mchvese en ei mismo.
Rbri ca de S . E.

B a1ina,r; a.
Este decreto lleval>a la siguiente nota en el diario que lo pn-

14 9r

'.

,.,

XX II.

Fu era de est a - negociacion,


que ser de ete rno
ba ldo n pa.ra do n ~icolas de
Pi rol a, considerado
como ho mb re i como ad mi
nistra do r, i para. sus
cmplice-s,. esp ec ial me nte pa
ra su mi nis tr_o de ha . cie nd a Ba riu aga, que habiR.
esc ap ad o de un pro -
ces o pa rla me nta rio ha cia. un
ao .pa ra ~b rin;e a
s propio el. ha rto .ma s gra-v~e
de la. his tor ia, ~1 dictad or e~pidi algunos decretos
que rev ela ba n cier-'
ta cla ra int eli jen c.ia i fcil com
p1~ension de ,los neblic
:end
Si
o con ven ien te al Per
asciencle.el em pr stit o i la est no pub lica r la can tida d a que
ipu
16, se ha ma rca do el vaco con 1a on qn~ con tiene el arti cul o
De bemos agregal' 'sin em bar suspen~;ivos . '
go que como que dab an n,lg
cuel:ltioues que liqu ida r con
unas
Dre
d reducido a 12. 200 ,00 0 sol yfu s, e1 sa ldo de su c'ue nta que es, segun la sig uie nte not icia
' qt\e
Jara jus,tificar o ate nua r los
efectos del c0n trat o del 7 ele
enero
pub lic J,a Pa tria del 4 de
yo siguie nte .
... t<La me jor prn eba ele loma
.
dic
c,ados .aye r en este mismo dia ho son Jos fallos snpremos pub lirio i de los cuales result an
las 'si:gni ent es reducciones en el sal
do de la cita da cas a Dre yfu
s:
P or ~1 cupon del pri me .r sem
est re de 187.. .... S. 2.900,000
Por la cuestion cam bio ..... ....
2.500,000
.Po r rebaj a de inte res es .... .... .... . .~ .. .... .... .... . .
~ .200,000
.... .... . .... .. . .... . ..
Id. por economas ..... .... .... ....
2.200,000
....

.... ... .... .... . .

To tal .... .... .... . . . . .. .. . . .. . . ..


.. .. . . . . . ..

S.

--

8.800,000
De ma ner a que dicho sal do
que da r educido a 12.200 ,00
0 soles, reb aja que, podemos afil
marlo sin tem or de ser des
dos, tal vez no la hub iera con
me ntisen tido el trib una l mas sev
que se debe a .la 1cctitucl rl
ero i
j~fe
casa en juez rbitro pitr a la dec del estado, eriJiclo por la misma
ision de aquella.s inte rmi nab
les
cue stiones .

150-

gocios de un estado. El 25 de diciembre aboli el


ridculo decreto de interdiccion (copia del librado
en Chile al comenzar la ' guerra), por el cual' el
vice-presidente La Puerta habia prohibido el 8 de
noviembre an.terior todo comercio con Chile e n
represalias deL clese~barco de P'i sagua, i en seguida por decreto de 26 de enero aboli todos lo_s
nmios i odiosos gravmenes que una lei de recursos dictada por el Congreso el 4 de :febrero de
aquel ao haba impuesto al comer'cio, gravando
con 25 ~~r;ttavos todo bulto que se ~mb'arcase o
desembarcase, con 80 centavos la tonelada de fierro, carbon i otros metales, i con 30 centaYos adicionales los licores, naipes, cigarros i otros artcu-.
los de regala i vicio en aquel induljcute clima.
En cn~nto a la, azcar, ramo de esport_ac ion
que despues de la 09upacion de r~<trc.tp : -te por los
chilenos comenzaba a ser el artculo principal de
renta para el Per, aboli el decreto que la giavaba con un sol por quintal, pero le impuso otro
en realidad mas fuerte porque era mas efectivo, o
sea, 20 peniques por quintal espa:ol a la a~car
granulada, 18 a la mascabada, o ~tzcar de miel,
'i 15 al concreto o azcar de :purga, sin cristalizar .

. . XXII.
Dispuso tambien el dictador con fecha 14 de
enero de 1880 que la emision autorizada por el

151-

gobierno anterior se cerrase en 60 millones l. e sol~s


que era precisamente el de su mximun, lo cual era
cuerdo. Pero llevado ele su inquieto e incesante afan ele renovarlo todo, i en un decreto qne
comenzaba por declarar que el oro habia deSctparecido del todo en el Per, ordenaba eenero
14 ele 1880) que ~l .tipo legal de la moneda i los
contrato!; para lo futuro fuera el oro .... es decir, la
libra esterlina. Al propio tiempo adjudicaba dict<~torialmente al sol un valor legal ele doce peniques, cunelo aJ cambio coniente de la plaza era
mui inferior esa fozada i por lo mismo ficticia e
i n~fic.az eq ni valencia.

XXIV.
Tales fueron los estrenos financieros del dictador, arbitrios peligroso& que le condujeron por un
sistema fijo, en que la audacia hacia ele continuo
me ~lias con el empirismo, a invertir en el espacio
justo ele un ao la eno rme suma ele ciento catorce
millones de soles destinada a imponer a su pas
las mas tremendc~s derrotas de su historia. (1)
( 1) Est a cuenta ha sido hecha por peruanos, es decir, por los
sucesores de Pirola en el poder, i publicada por ellos en su diario oficial El Orden el 18 de 1881. Sus diversas partidas estn
formadas en el rden siguiente :
Emision de billetes fiscales .. ................... ... . S.
Billetes destinados al cambio de la emision de
los bancos ........ .. ...... ... ... ......... .... .... .... ..
Entrega del Banco del Per. (;C 50,000 a 4d) ...

32.000,000
8.000,000
3.000,000

152-

Suma exijida al seor don Jos V. Oyague ..... .


Rentas de la nacion en un ao (mas o mnos) .. .
_Plata i alhajas de las iglesias (S. 500,000 plata,)
Transacciou con T. Bonard (.t 60,000 a 4d) .. .. ;
- Dona ti vos para el blindado Almirante Gmu
(.t 200,000) .. ............... ..................... : ..
Subsidio para el ejrcito de reserva ...... . ....... ..
Eruision de incas a S. 10 cada uno (3.600,009) .. .

500,000

12rqoo,ooo
6.000,000
'3:6oo.,ooo
1:.ooo,ooo
,1.000,0110
' 36.000,000
._ ._,_

___

Total gastado en un ao .................. S. 114.600,000

EL mismo diario afirma ' que ~uando Pirola asalt el poder la


emisiou era de 28 millones i quedaban t odava 32 por emitir.
Se recordar que el dictador mand cenar esta emisiou preci samente cuando se agot, esto es, en la cifra de,60 millones.
El dictador es pidi tam bien algunos decretos tan desatiuado'3
como despticos ordenando la conversion en plata de los bille0
tes d.e los bancos que se hallaban en circulacion el 1. de agos to
de 1875, 'i lo;; de 1;1 ubsig uientes emi siones hasta el 17 de agosto
de 1870 a que el Estado tom sob re s la circulacion fiduciaria
integra del Per (Decreto de 8 de felwero de 1880). . .
Di esta absurda medida por res ultado un pnico indec ible
en los accionistas de bancos i en los clientes de s tos; i creyn dose amenazados de un despojo que ni la Comuna babia intentado en Paris, retiraron todos los deps itos. Con este motivo en nn
solo da ing resaron al Banco de L n llres G milloi1e.> da pesos en
metlico depositados sin intereses.
Otro de los decretos de la dictadura de la misma fech a, obli' gaba a los esportadores a pagae la diferenca del cambio entre
el ti po veedadero .i el fi cticio que Pi rola babia fij ado al billete.
Sobre este particular hubo u.co moLlos con los azucareros i esportadores de eata. sustaneia; pero por decreto de 6 de abril :;e
r evocan hs franquicias prov isionales que les otorg el dic tador, i
fueron obligados a p<tgar el derecho difereuci>tl, qu e el gob iern o
consideraba como la restitncion ele una ganuncia. idebichL de
los j ira dores ....

''

153-

ANEXOS AL CAPITULO IV.

I
CAR'rAS DE PAlUS A.L COMERCIO DE LIMA I REVELACilSES DE
ESTE DIARIO DF.r, ] DE ENI<:UO DE 1880, QUE MOTIVAHON
SU VlOLENTA. SUSPENSlON POI~ PIJ~HOLA.

P<Iris, 5 de diciembte de 1879;


Seor director de El Oome1cio

,.

u.~

Lima.:

Los asuntos financieros del P er presentan hoi un aspecto U!


::;onjero, desde que el doctor Rosas ha inicittuo, con el Crdit Industriel, bauco de primera cla~e, un nuevo arreglo sobre guano,
de acuer,lo con el comit uc tenedores de bonos pernanos.-Las
bases de ese nuevo contrato, son tan fa;orables a los intereses de
los tenedores, como a los del _qobierno, pues qned11.n slidamente
gamntizad0s los der ech os de uque1los para el presente i el futuro, as como u u a ren ~a fija para el fisco peruano; renta que no
bajara ele setecieu tag mil 1ibras esterlinas.
El doctor Rosas hR. tenido un:1 conferencia con los representante~ ue aquel bnnc0, i hoi o m aana debe n comenzar a discutirse . las clusulas fnndamenbles del arreglo, que, dada la
buena disposicion que el bn.nc.J ha mostrado, i la aquiescencia
de los tenedores, nos hace esperar qu e ntes del 15 del corriente, est firmado el contrato.
Ojal{~ a s sea, i que en este t iempo no sobrevengan imprevists acontecimientos que embaracen la. neg9<liacion, C?mo mas de
una vez ha, sucedido en otros. arreglos iniciados: pero ninguno
de los anteriores ha. ofrecido mas gamntias de seriedad que el
presente, pues, a Jos amplsimos poderes que trae el doct0r Rosas, se une la circunstancia de un perfecto acuerdo entre el ban.,.
co negociador i los tenedores de bonos.
HlST. D LA C. DE LUlA

20

154-

Estos haban presentado enjulio o agosto al seor Goyeneche


una propuesta formal, para un arreglo definitivo sobre guano,
-bajo las basesjenerales signientes:
Un adelanto de veinte millones de francos al gobierno;
Se consideraban cancelados los cup ones devengados hasta la
fecha;
. Comprot;Piso de pagar al gobierno dos libras dos chelines en
los mismos depsitos por ~ada tonelada, i ademas cuatro libras
en bonos de la deuda esterna; corriendo de cuenta i riesgo del
.sind icado de tenedores los gastos de trasportes i espendio.
El se_ior Goyeti~che rio ~e crey con autorizacion suficiente
para concluir este arreglo, i no di una contestacion clara i terminante, espererando t al vez que el gobie rno le diera instrucci~
nes sobre el particular.-Esta perpl13jid<1d e incertidumbre del
-comisionado perua.no, priv a la repb lica de los fondos suficientes para 'conseguir poderosos elementos navales, en la poca
-en que n s@lo blindado haba puesto de su parte la fortnna en .
la guerra.
Pero la'! ventuJas del arreglo prop uesto por los tenedores, no
-.solo lw.brian proporcionado al gobierno los m ed ios de conseguir
el triunfo sobre Chile, sino que t ambie n haban levantado su
abatido crdito en Europa, conq-uistndose las simpatas pblicas con las de sus tenedores, que habran hecho sn causa solida,ia con la del Per.
La frialdad con que se mir nntt cnestion de t an trascendental
J mportanci'a po,r los aj entes pemanos, h a causado, pues, al Per,
mas daos qne las ltimas victorias de los chilenos en Tarapac.
Ahora, aunque en momentos mas difciles i prem iosos para
-el Per, se van, a di scu ti~ las bases)enerales de un arreglo paTecido a e~e mismo _que propusieron cuatro me ses h{L los tenedores; pero . el doct<n: Rosas, para dctr mas solidez a cu<1lq uier
.contm.to que deba. ..:elebrars~ con sn firma, ha preferido entenderse, mas bien que con solo los tenedores, con una casa respetable que garantice a la vez que los intereses J:iscales del Per,
Jos de sus acreedores.
E.;.!:Qs, ap reciando el espritu recto del comisionado financiero,

105han solicitudo el apoyo del Ordit; InJ1tstriel con quien ha comerizado a entenderse desde luego el . doctor llosas, como ; he
indicado al prin'ciJ.IO de esta orrespondencia.
El grupo de la P eru'Cian i' el de Dreyf'us entretc~nto, hacen
todos los esfuerzPs imajimibles para embarazar cualquier negociacion con los t.enedores, a fin de ganar tiemr)o, esperando tlll
momento oportuno qu e los acontecimientos de l!t g ne!'l'a en e!
Pacfico, nteda p1~oporcionarles, pa1a ap roveckar de las an.qustias del P er, obligando al .c;obierno a copula1 co~ ellos.
No hai duda, que los intereses de esas dos casas consignatarias, han de oponerle al doctor Rosas dificultades mui serias
para cualquier arreglo que in ten te; pero si cuenta con el apoyo
firme 1 decidido del gQbierno, es seguro que l podr celebrar
un huen co'ntrato, dejando por muchoa n.os slidamente garantizado el .c rdito de.l Per en Europa.
'
.
P'e:t:o, no solo tiene qne luchar el comisionado peruano eon las
resistencias ocultas i ostensibles de los dos ~rnpos especuladores en guano qne hoi comparten las utilidades de. ~ste negocio1
sino tambien ~on las que le oponen los ajen t es ~ ~ . C hil e, como
puede verse por la siguiente carta dirijida por Gar1a al Dayle
'I elegraplt.
El 2 apareci en los diarios de ~nd tes la ~iguiente declarucwn:
Seor editor: In el usa hallflr usted la trad.t1ccion de una carta recibida hoi de S . E . el ministr~ chileno; ' co~6 ' ella es de
gran interes, particularmente para los .tenednis' d'e bonos pe. rua~os, rue~o a usted ht inserte en su a:rcuio; monetario de
maiana.-De usted atento servidor.-Toms liVeir; c<)nsul.
Dicl.embre 1. 0 - (Traduccion.)-Legacic;u de Chile, Pars, no. ~iembre :9 ..-Sef10r cnsUl: teniendo en ccinsicleracion los rumores que han aparecido en algunos peridicos de . Lndres, cou
referencia. a un contrato o contratos, baj o los cuales se aice que~
'el gobierno del Per va a trasferir a una t ercimi entidad la propiedad de los depsitos de guano i salitre en aquel pas autorizo a usted para declarar oficialmente q~e el. gobieruode Chile,
en actual posesion ele esos dep6s!tos, ?zo rconocer, por t<!tdo e1

-156tiempo qne permanezca en p osesion de ello;<, ning una r eclamacionbasada en cont ratos o a rreglos de cualqniet nat uraleza, qua
nfecten d ichos depsitos i que puedn.n habel'Se celebrado despne.s
tle la declaracion de la g uerra existente ent re Chile i .el P er.
Srvase usted hacer el mismo a nun cio r espect o a cna~q nicra
propiedad del mismo carc ter pertenec en te a .Bolivia.
Soi de usted se ti or c nsul atento scrviclor.-A . Blest Gana.
-Al cnsul de Chile en Lndres, T. K . W eir.

II.
J,A

~' R AN'SA C CIO N

CON DHEYFUS .

(Relaciones del Comercio de L ima del l O de enero de 1880.)

Tres doeu men.t oH (Je trasce ndentn.l int 3re;; p ::t.ra el crdito i. las
fin anzas del pa1s, ha n abier to la nueva. e ra. q ue el potler d e h oi
ini c:ia en el ramo de la hacienda pblica .
El pri mero se n fi ere a nn arreg lo definitivo de las cnestiones
p endientes con b casa de Dreyfus: el seg um]. a nn evas b~\ ses pa ra
el servieio de ludenda exte ma ; i el tercero a nn cn ntrato tle ernpr~ tiho, por un c~ uti da cl d0sconocida, con aqu ell a mi sma casa.
La in1por taucia especial de carla nn o de estos decre tos, nos
obligan un estudio separado, pa ra emi ti r nuestro juicio dd m odo mM prec-i::~o i clar o que nos sen p osible.
L a transaecion celeqrada con la anterior casa ct)nsig nntariu,
puede sintetizarse en los sig uientes t rminos:
Ei gobierno r econoce a fav or de Dreyfus nn saldo de cuat1u
11tillones ocho mil libras esterlinas ; aceptan do provision alm ente
como comnobaclos los di vP.:sos cargos h eeh os por l al gobierno.
El gobi erno i la cas a de Dreyfus sorn ':lten a la decision de los
tribunal es de la repuli cn t odos sns reclamos pendientes, i no
aceptan como ba>e para sns r esoluciones sin o las leye;_ i co ntrat os vij e nt e ~ , i los prin cipios de equidad i de justici<l en Jos casos
110 cstaul ec id t'H ]H'r aquell as i por estos.
P ara d n.r m :.t~ f uerza a este con venio, el gobi erno declara

i.

157

cancelado i no existen te el contrato de 14 lle al.Jril de 187,1, que


le daba dereclw para 1eclama1 un tanto de las utilidades obten idas por Dreyfus en la manipulacion .
. Sil?e juzgara este co nvenio aisladamente del contrato de emprstito, es tipul'}do en un arreglo apar te, seria incalificable pues
se ved a q uc se , hal.Ji~ concediJo a D reyfus muclw mas d e lo que
lt~tiese. esperado alcan zar nunw, aun en umt capitulctcion inconcli:-:ionql. dd. gobiemo, pues nadie ignora qne ah ora un a.o o , !'Oci D.reyfus ,una transacc!on. que in7;portaba la r ebaja ele un fl ?lo
eld saldo que entnce.~ r eclamaba, red ucindose este a mnos de
cillcOm iilones. de soles _o sea p.. un mi)lon <le libras es terlinas, dejatJdo. :pendientes cie.rt \ls. cargos que el .fi co le hacia, com> los
relatiy.os nl cupon que cobr i ndebidamente, a la rima de tres
millones de . so,es que se comp rom~ ti q. liOnar al gobiern o en
stt coutrato del.9, i las diferencias ele precio e!1 l ~s ventas del
guan0 ; cargps. que ar1~ojaban un monto de mxs ele veinte m illones
de soles, .sin calcular la prz1tida correspondiente a los provec.os
Uquidos de la ma1ip u!ac~on.
De tn ~uwra que Oreyfus ha r ealizado h oi lo que ahora. un ao
no se lp.'uria. at-revido ?,li a i~najinar.
Sin que sea nuestro uimo entrar
exmen detenido del
con lmto, es indispensable que hagamos notar la difereucia salt:\.nt~ q,ne hai entre la cantidad qu e paga.se porjorfait a la P e' ntv,i'.l.?.t i la que . f?e fija t ?itame nte en este nuevo arreglo. La
. '
Pert?ct n cobra: :1:.15, i Dreyfus cob ra r: 6. 15, puesto que eu
o ha parte se . seqah~, como.valor . in varl.;tble del guano, : 11.15,
sienun fcil probar qq.e el (01:/uit de 6. 15 deja. una utilidad de .

eu

:.2.10

'

'

Pero hai mas toda.va'; segun l a ltirria comunica.cion pasada

1;or . fos seores Aranva r 'i Altha.us con fecha. 30 de noviembre,


Drey fn :> reconoci eon franqueza que ell verdad corresponda al
gol.Jiertw una parte de las u.tiliclades que l haba obtenido en
virtuJ lle la concesion _que se le di para manipular el guano.
'roLloi! estos anteceJen les, h acen p res umir que la anterior casa
cons ignat <\ria h abria accedido con satisfaccion a un .arreglo que
no le costase mngnu desembolso, d ejndola en plena libertad

158

para vender el guano que tiene en almacenes, al precio i en for~a que mas le conviniese.
Consolidar la enotme fottunn. que le habJo. da.llo el contrato
del 69; anment.nJola considerablemente con las utilidades estraordinarias alcanzadas por la maniq nlacion, i aadir a sn activo el valor de mas de cuatrocientas mil toneladas de buen guano, que recibi con esceso ~obre los dos millones .de toneladas a.
que nicamente tenia dereeho segun el contrato, em sin duda,
ahom dos meses, el ideal de las aspiraciones del que hoi se en-

cuentra por segunda vez drbitro de la fvrtltna fiscal del Per.


Pero la transaccion que acaba de colocar a la casa de Dreyfus
en condiciones de ser en breve unr;r, de la., mas poderosa.~ de Eu
ropa, puede dar acaso motivo a 7.>~ui serias reclamaciones de
parte de lo8 tenedores de bonos peruano>3, dificltando, talvez,
la realizacion del contrato de emprstito que ha sido segummente el objetivo o el mvil real d el gob~erno, para haber hecho
tan rnplias concesiones a Dreyfus.
Los que han puesto un trmino semejante, a lag odiosas reclamaciones que haba pendientes entre lo. anterior casa consignataria i el gobierno, del:>en haber apreciado bien los peligtos
que esa transaccion envuelve pa.nL la presente ~ituacion del pas,
considerando las antipatas que contra el P~r despertarn en
el pblico eul'Opeo, i la actitud probable de aquellos cuyo poder
e influencia deben darnoil en qu pensar sriamente . en los momentos en que mas necesitamos de sus simpatas.
Tambien debe h::.berse t~nido en cuenta hl negociacion iniciada en Pars por el doctor Rosas con el Crdit Industriel, que
;egun la correspondencia que en se6uida publicamos, ofrecia un
buen prospecto para el fisco i para el adito de.l Per, dando
fundadas esperanzas de un prximo contrato celebrado con ese
banco, sobre bases amlogas a los que lo; tenedora; ofrecieron
al seor G c1yeneche cuatro meses h:.., una de -las cuales era. la de
un adelanto de veinte millonel de francos, o sea de cuatro millo-

nes de fuertes.

CAPITULO \ T.

'EL PLAN DE CAMPAA DEL DICTADOR PIROLA.

La conscripcio11 militar en el P er .-El 18 po cient o de 240,000 homb1es.


-.-Continjentes por departamentos.--Estado jeneral de conscripcion.EI con tinj e.n te de I... ima.- ' -l' re sos~ i '' amarmdos D.-- - Dese r tores.---Orga.nizaciou de la :lrtillel'a. ido 13. caballeta.---El bn.ta\lou de Marina.--]~sca.sez estraordinaria de arm a~ . e injenioso s a t b i ~ ri os de q ue fe valen
los peruano3 pim obtener\:1~.---i\fistetiosas acar re o~ de rifies.---Fundiciou de caiiones en b Piedra lisa.--- La deEe nsa de Limn. i e l alcalde Po"
rL a~.---Ap:1.ratos de inang t1racion de bs fortificaciones de :San Bartolom i Mirafiores.---1\fedidas de detalle.---Pi rola declara por decreto ?JC/1.. redr1res a los petuarios en 'l'arapac.---A.cepta la Uruz Roja.---Aneglo3
de familia.---Aspectu nti.li tar de Lima en los meses de verano. de 1880.
-Descanso del carnr.val.-El repo~o de f ebrero en la 1\'loneda i en el
palacio de Pizarro.-El dictado r declam, dos semanas despues de su
instalacion en el pode t, halla tse listo para emp rcude t la ca m palia de espulsion de los chilenos.-Circulnr que on este sentido clil'ij e a lo~ prefflctos.-Mision singular que coufi:1 al coronel Billinghurst para emprender una campn.tia de circunvalacion sob re 'I'amp:1c por los lagos
Titic<tca i Poopo.-Viaje del e mis;uio de Lima n. Arequipa i Puno.;us afanes en_e llago 'l'iticn.ca i como zozobra u l,,s balsas destinadas a
conducir el ej rcito.- l... lega Billinghurat :\ In. P az i Campero aprueba
con entusiasmo sus quimeras.- Oc talles i cariosas comunicaciones.Dosembarc:tn los chilenos en :Pacocha i so prese nta la escuadra en el
Callao el o de, abril de U~80.

l.
En otro lugar de este libro hemos dicho que la
conclicion dominante en el carcter de don Nico-

H>O-

la.s de Pie rola era la tenacidad,-cc tenacidad catalana,.))


Llevaba as al gobierno de su pas el dictador
areql!ipeo la misma fu erza que le haba. sostenido en la conspiracion-la intens ichd del prop sito, acompaacltt ele una laboriosicln.cl a toda
prueba, fantstica en ocasiones, p eto incan sable
siempre. Por la via ele los contrastes, la fuerza del
caudillo poltco de Chile en esas horas era-da
fuerza de la inercia.))

II.
Con el fin de dar cuerpo a sus resoluciones
militares de la prim3ra hora, dict en efecto el
j efe supremo del Per medidas eficaces o de det alle durante todo el mes ele enero de 1880; i
la. m~s importante de aq~1llas fu el planteamiento deJa: conscripcion militar en toda la repblica.
A~n:iliado probablemente por el censo de 1874,
i por los datos que, aun en pais tan desgobernado
como el Per, le ofreciera el rejistro civil, pdo
repartir con cierta equidad el dictador los continj ent es solicitados ele las diversas .provincias del
Estado, desde Lima al Amazo nas i desde Tumbes a las ql.1ebraclas ele Tarapac.
Siendo el Per un pais de tres millones ele habitantes: el recuento ele stos arroj un total de
245;793 individuos aptos para las armas entre Jos

161-

18 i 50 aos, que eran los trmin:os de- la cons ..


cripcion. Descontados 5,437 estranjer0s repartidos en el pas, el acervo lq nido de la carne de
caon quedaba en pi de 240,356 individuos. 1\ias
como se trataLa de poner sobre las armas solo la
reserva movilizable que debia incorporarse al ejrcito activo, se design el 18 por ciento del total o
sea 43,255 hombres p a.ra la inscripcion inmediata;
pero toclavia de este nmero se descont algo mas
ele la mitad (24,313) porque los ltimos haban
tomado ya las armas. El monto definitivo i exijible de hombres era solo de 18,942, todo en nmeros mas o menos aproximativos.

Il L
Hasta el da en que se hizo el llamam.ienrto jeneral (enero 24 de 1880), los departamentos colinclantes de Lim a i Junin habian sido los que
con mas fuerte s continjentes habian ocurrido a la
guerra, ele suerte que ~c rin escaso su raudal de
sangre ofrecido ahora a la form ttcion de nuevos
ejrcitos o reser vas movilizables.
Lima habia contribuido con 3,568 soldados, i.
le quedaba un sobrante disponible solo ele 725 .
plazas.
Junin estaba represe ntado en el ejrcito activo
por 2, 700 reclutas i su reserva llegaba apenas a
456 plazas. En cambio el Cuzco, que haba en~
HlRT. DE LA C. DE LI MA .

21

-162

tregado ya 2,400 indios ele guerra, contrib uira


todavia con 1,300, i la ego;ta Arequipa. que babia equipa do solo 2,000 hombre s ofreci un continjent e ele 771. ;
Del resto ele los departa mentos , i entre aquellos
qne con mayor abunda ncia pagaria n su tributo de
fuerzas activas , figuraban en primer lugar Puno
con 2,366 reclutas, Amazo nas con 1833, Cajama rca con 1;734, i Ancach s con 1,007. Los dernas en
propor cion inferior. (1)

IV
Por la parte que corresp onda a la ciudad de
Lima, ordense el cumpli miento del deqreto de
con scripcion de 26 de diciembre, por el intende nte de la cindad i j efe de su policia el corone l don
Marian o Bnstam ante el 4 de febre ro. El cupo de
limeo s propia mente tales era solo de 434, i se
dispon a en el llamam ien to local que si no se presentab an los designados en el plazo de una semana, serian presos .-Escn sado es decir que en todos
los departa mentos del interior, antes i despues de
ese plazo, los recalci tran tes serian ce amarrados.
(1) Por interes histrico , mil itar i estadstico que esta rese n.
ofrec~ pnulicam os en el a,nexo de este captulo el cuadro completo de la conscri pcion de l Per, tal cual fu repnrtido a todos
los departam entos por el mini stro del Interior Orhegoso el 26
de enero de 1880.

163-

N o es tampoco necesario decir que los deserto res eran tan numerosos como los inscriptos, i a
este grave particular se refiere la siguiente nota
circular que el ministro de gobierno cspicli reservadamente el 5 de febrero i qne orijinal tenemos a la vista.
SECRETA !U A DE GOBIERNO I POLICA.

L ima, feb1ero 5 de 1880.


Seor prefecto del depart!tmento de Tacna:
A lgunos cuerpos de voluntarios venidos a esta capital de los
distintos dapartamentos de la Rephlicn, con. motivo de la injust a gu erra a que nos ha provocado Chile, llan sufrid o conside 7'ables bajas poi' la desercion de in dividuos que estando enrolados en ell os han regresado, sin duda a su pas, sin la respec tiva
licencia final otorgada por la autoridad competente.
Como la tolerancia o impunidad de semej ante delito, aparte
de relajar la moral i disciplina militar que deben conservar se Em
todo su rigor, segun las prescripciones de las ordenanzas, traeria
fatales consecuencias para el ejrcito i mui especialmente pa1a
el pas; S. E. el Jefe Supremo me ha encargado preyenir a U.S
'que espida. las rdenes mas eficaces a lf!,s autoridades que le es tan subordinadas, para que en las provincias i distritos de su
mando proceda inmediatamente a perseguir, aprehender i remitir, por cond ucto de esa prefectura, a esta capital, a disposicion
del E. M. J., a todos los deser tores que se hallen en esos lugares,
siempre que no estn provistos de la respectiva licencia final que
los esceptne del servicio por intiles, espedida por quien corresponda.
E l gobiemo espera del acreditado celo de US. por el buen ser_vicio i del de las autoridades de su dependencia, que el an terio r
mandato ser pronta i exactamente cumplido.
Dios guarde a U S.

N emesio Orbegoso.

164-

V
Entre las medidas militares de detalle. que el
dictador espidi con relacion al ejrcito, despues
de las que en los captulos anteriores i el presente dejamos reco rdadas, fi guran la organizacion de
la artillera en una sola brigada, con cinco batallones i la de ht caballera en varias brigadas con
dos escuadrones cada una, siendo uno de estos de
c<l&nceroSll i otro de tiradoreS ll (decreto de 3 de
enero de 1880).
El 10 de enero se mand asimismo crear tres
cuerpos facultativo s de zapadores, de pontoneros i
de mineros .... i el 1. ele febrero, sobre la base de
la Gob_mna Gonstit'ucion del Callao, que daba la
guarnicion a los buques ele guerra, se cre el batallan de Marina, que tan lucida figura haria en
la batalla de Miraflores, un ao mas tarde, a las
rdenes de su bra~ro comandante el capitan de
navio Fanning.
0

VI.
El gran obstculo para la orga ni.zacion de los
ejrcitos del Norte i del Centro no seria sin embargo la escasez de jente ni. de decretos, sino la
penuria de arm as. Las que haban traido bajo el
gobierno del presidente Prado el Talisman, el

t
d
b

-165-

Limea, la Pilcomayo i otros trasportes desde Panam, haban quedado o en el campo de San
Francisco o haban sido distribuidas casi en su totalidad al ejrcito de .Tacna. El vice-presidente La Puerta despach a ltimos de su gobierno un comisionado especial con libranzas hasta por ]a suma de 200 mil pesos en oro a cargo
del segundo vice-presidente Canevaro, pero es~ts
remesas confiadas a los fabricantes de Estados
U nidos i compuestas casi esclusi vamente de fusiles Peabody, tardaran todava algunos meses.
En cuanto al armamento del ~jrcito colecticio
de Lima, haba sido dispersado en sn mayor parte en la asonada i combate del 21 de diciembre,
en que Lacotera i Pirola se disputaron a balazos
la dictadura.

VII.
Era a la verdad tan angustiosa la situacion a
este respecto (i bien debieron saberlo los jenerales chilenos para ajustar sus procedimientos a esa
pauta) que se habl de traer armas hasta por la
via del Amazonas, que era la mas remota, pero al
mismo tiempo la mnos insegura.-ccEl ministerio que ha ca ido, escriba a Montero el ex-secretn.rio del presidente Prado don Mariano Alvarez
desde Lima i con fecha 31 ele diciembre de 1879,
babia encargado a Europa considerable nmero

166-

de rifles, ametralladoras i caones, dicen que para hacer la guerra a Montero i .a los chilenos i establecer una dictadura. Pirola los ha ganado por
la mano, i dicen que seguir la misma poltica.
Dicen tamhien que Pirola no quiere buques de
guerra, que no har mas que la guerra terrestre;
i que los armamentos nos vendrn por el ro Amazonas, debiendo ponerse espeditos inmediatamente los caminos que lleven al mas inmediato afluente navegable.))
Esta idea que no era en manera alguna irrealizable, pues el apostadero amaznico del Per en
!quitos se halla mas o mnos a la misma distancia de Europa que Panam, haba sido sujerida
desde el principio de la guerra por el j egrafo
Paz Soldan, ministro a la sazon del presidente
Prado.

VIII.
A fin de obviar en parte aquellas dificultades se
ocurri al menesteroso pero til arbitrio de ofre~
cer una prima por las armas estraviadas i de per. tenencia del Estado que existan en manos de
particulares, i se acord pagar hasta 15 soles por
un rifle Peabody o Cornblain, 10 soles por una
carabina Winchester, 2 soles por un sable, un sol
por una lanza, i un sol por cada cien cpsulas metlicas.... tan grande habia sido el desbarajuste i

167-

el desparramo de la revuelta sobre cuyas espumas


babia mecido su cuna 1a dictadura.
Este bando, que lleva la firma del prefecto
Echenique i que consultaba tambien una medida
de seguridad interna i polticn, contra el vrtigo de
los trastornos, achaque tan nativo del Per como
el soroche, tiene la fecha del 21 ele enero ele 1880,
i fijaba diez dias para su ejecucion. Pasado este
trmino se practicarian <<visitas domiciliarias)), i
el que hribiese hecho alguna ocultacion seria penado con seis meses de crcel i doscientos soles.
A los delatores se les ofrecia por cada denuncio
cien soles. (1)

' \ l) Parece que este procedimiento di un buen resultado


aparte de otr1!l medidas rlirijida.s al mismo fin, pues en una correspondencia de m ediados de feb rero, leemos lo siguiente sobre
los armamentos del Per:
<r.Se han obtenido ltimn.mente ca.utidades considerables de
rifles .Remington de una manera. misteriosa. Algnuos creen ~a
ber, Slll embargo, que estas armas llegaron a la eosta en dos buques de vela, n11o con cargamento de C<trbon i el otro con trigo,
i traan estas armas debajo de sus cargamentos .
U na parte ele ellas fuero11 de;:;em b:>rcadas en Moliendo o en una
caleta cercana, segun se dice, a. pesar de la vijilencia de los cruceros enemigos; pero sob re este punto no hai nada seguro. No cabe
duda alguna de qne hai gra.ndes canticla.des de armas i municiones en el istmo de Panam pertenecientes al gobierno peruano,
pero n.pareutemente es m ni difcil tra.erlas !\ puertos peruanos.
'l'ocl o~ los vapores de la compn.lla inglesa que salen de Panau:
estn sujetos .a un rig uroso rejistro i se observa por los comandantes el mayor cuidado para precaverse contra la introduccion
cbnJestina de armas n. hordo. El coronel Larraiiaga, cusnl dd
Per en Pann.m, lleg aqu el 5 del presente, i se cree que el
objeto de su visita es conceb it algun pl a.n para tmerlas al Per.

-168-

JX.

Preocupse al mismo tiempo el dictador de hacer construir caones en la vasta i bien montada
fundicion que el mecnico ingles Whit.e tenia
montada en la Piedra lisa, al pi del San Cristbal, i ste fn el orjen de las innumerables pero
poco eficaces piezas de artillera que en nmero
de varios centeoares captur el ejrcito chileno en
San Juan, Chorrillos i :Miraflores. U no de los sistemas ele construccion se llam Wagner, por el de
su inventor; i segun un escritor militar de Lima los
caones no eran ni ele acero ni de bronce, sino de
una sustancia que tenia las virtudes de ambos metales combinados)) ... Su modelo era el de Vavasseur de a 4, con alcance de tres mil metros cortos.
Un injeniero peruano, o mas probablemente
mestizo, llamado Grieve, hizo ta,mbien fundir algunos caones que llevaron su nombre i pesabc.t n
diez arrobaS )) , con un tiro ele 4,500 metros calculados.
Es curioso observar que el calibre de los caones se contase en. Lima por arrobas, como en Chile el charqui; pero esto no era obstculo para que
el dictador, que en todo anclaba, los ensayase en
persona en la playa abierta ele Conchan, al norte
del Callao. Era ste su pasatiempo favorito del domingo durante los meses de enero, febrero i marzo.

149-

X.
Con el ensayo mas o mnos afortunado de los
caones en la arena, m!tduraron las aspiraciones
de d~fen s a de Lim que haban comenzdo a jerminar en el cerebro ya cansado del vice-presidente La Puerta i de su prefecto L ara; de suerte que
acaudillados un clia los limeos por su alcalde municipal don Meliton Porras, un flehtomo o vacunador de es::t ciudad enriquecido por el ~jio,
en unio!l de va'rios centenare.:; de voluntarios, principalmente bomberos i artesanos, iniciaron solem . nemente los trabajos de fortifica.cion cavando nna
zat~ja al pi del cerro de Sttn B:trtolom el primero o segundo domingo 23 de febrero de 1880.Ljos staban eutnces los defensores de Limft de
imaj inarse qu e lo qn abran con la azcHla no era
un foso sino una sepultura!

XI.
Para :fin t an p ~ttriti co pero efmero se con
gregaron los entusi<tstas al amanecer de aquel
clia veraniPgo e n h plaza pblica de Lim t.t, i
despues de oir un a misa i sermon qn c>'e n el atrio
de la Catedral d~jo el famoso cannigo Tobar, redactor de L a SJciedad, el diario 'rel~j ioso-po ltico
del Per, mar charon en columna de a dos, fran HlST. DE LA C. DE LIMA.

22

150-

cos hcia los ridos cerros que rodean por el oriente la ciudad, entonando algunos himnos i armados
de sus herramientas ele trabajo. Presidalos el injeniero don J oaquin Oapello, que en unos corrales babia demarcado el dia precelente el primer
:r,ig-zag. El inj eniero polaco n1alinonsky, hombre
de notoria habilidad, babia sido espulsado por
Pirola a cargo de antiguo civilista.

XII.
Con tal motivo diriji a los trabajadores eL alcalde Porras p ~ttri.tica alocucion, en la cual reluca por mas de una faz de su peculiar elocuencia
ht antiguc.t palanga1ia del nativo oficio, que en Lima ha creado secta,-cclos p<llang<tn<:lS ele LimaJJ-ccOonciudadanos, clecales en su altisonante arenga
el alcalde ex-sa.ngra,dor, en aquel clic.t. OJ cm'btemplo
con todo el entusiasmo que inspir<1.11 los nobles
movimientos popnlal'es. El espectculo que ofreceis halaga ampliamente al patriotismo. Despues
de los abnegados Scterificios que la culta ciudad de
Lima ha hecho para el sostenimiento de hi guerra,
vosotros, ciudadanos, que no creeis haber Penado
suficientemente vuestros deberes para con la patria, acuds presuros i entusiastas a prestar el concurso ele vuestro trabajo personal en esta grande
obra defortificacion de la ciudad.
ce N o son. peligros inminentes los que impulsan al

:;__ l5l -

munic'ipio de Lin1a. a la realizacion d.e. esta ardua


tar~a. ~o ciertan)ente ... ))

I proseguia as el alcalde en su verbosa afluen- .


eia entusiasmando a la abigarrada muchedumbre
que le segnia mas como a capataz que como a go
bernador de la localidad.

XIII.
Esto por lo que tocaba a las palabras, reglon
abundantsimo i barato en toda operacion limea,
sea de paz, sea de ~u ~ rra. Mas en cuanto a la accion efin.az, he aqu' como la describe un testi go de
vista:
Al llegar la b1illante division de voluntarios, que as puede
llmn'rsele, encontraron demarcado con un cerco cuadrado i una
pequea muralla de piedras, el lugar de la primera _trincherrf .
El seor alcalde diriji a la yomitiva la palabra, a la que eontest un digno ciudadano.
,

Se procedi a colocar e~ el suelo una estaca. comnemomtiva,


i dada la voz de principiar los trabajos, el seor alcaYde di la
primera palada, i ent6nces como movidos por un solo impulso,
todos los br azos se levc~ntaron i el sonido de los -in strumentos
que comenzaron a la vez s u obra de zapa, se mGJzclaba con las
dianas que ejecutaban las ba.nclas de msica, animando a los ciudadanos i comunicando vigor i fuerza hasta a las ma nos j amas
acostumbrad as a tomar una tosca herrami enta.
El eil pectculo entnce:. fu indescriptibl e; mas de dos mil
ciucladmos entre los qu e se hallaba n al lad o de j venes vigoro.sos, muchos padres de familia acompa1 ados de sus hijos i al gunos ancianos entre los qu e di stin g uirn os al entu siast a coronel
don Manu el Tafnr, se disputaban un pu e::; to erda tarett, i los di,

,...

'

152 _ ;
lijentes encargados de esta ollra de preparacion, seflalaban ince-

santemente el sitiv que deba demoler se, el que deba rellenarse, el


muto que clebia ser levantado i el camino llano que debia practicarse7>.

Dos percances sufrieron sin embargo los iniciadores que resfriaron un poco su patritico ardor, i
fu el uno la falta de agua para beber despues del
sudor del pico, i el que una seccion de artillera
que por San Bartolom hacia ejercicio, se entretuvo malamente un rato en caoneados ...

XIV.
Por lo dems, aquellos trabajos, si bien grotescamente dirijidos, no podian ser mas oportunos, i
aun desde entnces hablse de iniciar las lneas de
Miraflores que tan funestas fueton mas tarde a los
chilenos. (1)
El dictador, que al parecer no habia tomado
parte personal en aquellas disposiciones se fastidi
al fin con ellas, i declarando que las fortificaciones del alcalde Porras eran absurdas, mand suspenderlas, echndolas, conforine al dicho vulgar
del pas, ce a la porra.>)
(1) Los habitantes de los bafos vecinos de JJ!Iirafores, han
ofrecido tambien espontn eamente sus servi cios para la obra.
A un 1os pobres clesgraciudos naturales del Celeste lmperio se
di cen que estn contnjiados con el fneg o del entu siasmo, pero se
ha r esuelto sabiamente, pagar a todos los que asi:;tan al t.raba.jo
de defensa)).
(Suelto ~e la prensa de Lima del 13 de marzo de 1880).

..:
-153-

XV.
Por esos mismos das (enero 27) declar tambien don Nicolas de Pil'ola nulo todo lo actuado
en el proceso de los reos de Iquique Lopez-Lava lle, Guerra i otros, a ttulo de que el ministro de
la guerra Lacotera no habia tenido facultades para
proceder a su enjuiciamie nto; i en cambio, por decreto de 31 de enero declar vencedores a los combatientes de Ta.rapac como a los ele J nnin, Ayacucho i la Ralma.-En . el Per las victorias se
decretan, i el diploma de la de Tarapac debia
.contener estas palabras, como prueba.
El ............ .... venci en Tarapac. Enalteci i di lustre a las arma::; del Per combatiend o
en el. .............. ... el 27 de noviembre de 1879.

XVI.
Eh medio de estas incorrejible s vanidades que
traicionan una enfermedad ml'bida del espritu i
cuya exajeracian feb ril habremos de compulsar .
mas adelante, el dictador, reaccionand o vigorosamente en el sentido de la sensatez, dict el 25 de
febrero de 1880 el siguiente acuerdo que asociaba
al Per1 a ht.~ clemencias de la gncrm despues
de las feroces matanzas qne haban deshonrado su
bandera en Tarapac.

15.4

Visto el convenio internacional celebrado en Jinebra. en 22


de agosto de 1864 por varias potencias europeas, para aliviar la
condicion de los heridos en la guerra
Vistas las modificaciones del mismo convenio sancionadas
en Pars en 29 de agosto de 1867;
V,isto los artculos adicionales al propio pacto estipulados en
Jinebra a 20 de octubre de 1868,
Decreto:
El gobierno de la Repblica peruana presta su accesion al
referido convenio internaoion811, ajustado en Jinebra a 22 de agosto de 1864, as como a las modificaciones i adiciones del mismo, verificadas eu las fechas aniba esp1esadas, qnedando en
consecuencia sin valor alguno el de~reto referente a este mismo
asunto espedido en 2 de mayo de 1879 i cuyos trminos pudieron enjendrar dnda sobre la aceptacion co rn pleta p or parte del
Per de todo lo estipnlado hasta ahora en los mencionados actos
internaciom:iles.
El secretario de relaciones esteriores i culto queda encargado
de 1 p~ntual observancia d.el presente decreto i de mandarlo
publicar, comunicndolo en debida forma a quieneS corrsp~nda..
Dado en el palacio de Lima a los 25 dias del mes de febrero
de 1880.
NICOLAS DE PrROLA.

Pedro Jos Oalde1on.>>

XVII.
N o descuidaba en medio de estos afanes el dictador del Per ni su sangre ni su hogar, porque
mi en tras creaba coroneles a sus primos i a sus
hermanos (don Orlos i don Exequiel de Pirola ),

155-

nombr aba fiscal de la corte superi or de Areqtlpa


a: su tio :o primo don Manue l de Pirol a. Simples
arregl os de familia!

XVII I.
Por lo demas, i mint ras los <;!hilenos, o mas propiame nte sus directo res se reposa ban en las recias
calicheras de Tarap ac, la bianda i perezo sa Lima
comen zaba a tomar el aspect o de 1~na eiudad de
guerra. ccLima se ha conve rtido , decia una corres ponde ncia formal del14 de febrero, en un vasto
cua~tel, no habien do mn.os de quince mil soldados, princi palme nte de infant era, estacio nados en
ella en este mome nto, i el nmer o se aumen ta
c'o nstant ement e. Es verdad que la mayor parte de
ellos son reclut as que proba bleme nte no han visto ni mnos manej ado armas de fuego en su vida,
habiendo sido arranc ados por la fuerza a sus hogares para defend er a su patria , pues estos cndidos peruan os se imajin an eviden temen te que con
vestirlos con unifor me e instru irlos en un cuarte l
durant e un mes, es suficiente para conve rtirlos en
guerreros.

XIX.
Pero lo q:.~e afecta ba a la opm10n pblic a i
a los partid os, reinab a un compl eto desarm e
i armisticio que seria de larga cluracion.-cc La .

,
-

156-

poltica se encuentra en calma, deca el corresponsal antes citado, en la Ciudad de los Reyes, a
consecuencia de la llegada del Carnaval col.1 sus
numerosos das de fiesta i regocijo. El dictador,
despues de dar a luz un sinnmero de decretos,
revocando i corrijiendo muchos de los actos de
sus predecesores, parece que se ha entregado temporalmente al reposo, i mintras tanto todo marcha como si no hubiera tal cosa, corno si una guerra sria no comprometi era el porvenir del pas.
Es en verdad perfectamen te asombroso para el
observador superficial, ver la indiferencia con que
la mayora de esta jente mira este asunto, i mintras los vapores Jlegan unos tras otros del Slll' i
tra~n poco i nada de noticias, fuera de que Arica
que se considera inespngnabl e contina a la espectativa, no ocurre nada que pueda causar ese
estado de escitacion loca que cualquier rumor
de victoria o desastre produce in variablemen te
por un corto tiempo.))
I, cosa digna de ser recordada, esa misma profunda apata del placer o del descanso reinaba a
esas horas en Santiago, porque una persona que
visit la l\1oneda en los dias que precedieron al
carnaval de 1880, la ha comparado a un inmenso,
desierto i silencioso mausoleo.... As se hacia ln.
guerra, i a ese p ~tso caminaba la campaa en tan
importante, tan crtica i decisiva coyuntura despues de la victori a .....

-17 7\
,

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)

1,

1 (

!'l)

1
'j .

. . No era tan lent o sin embarg'o en sus fant sti


cas
conoe:pc~ones de cam pa a el dict ado r del Per
, como el flemtico min istro de la gt.erra de Chi le
qne
a la Hazon diri jiala s ope raci one s en Tar apa c,
porqu.e en los arch i v.os de Lim a se han enc ntra
do
documentos dle 1o.s cuale&a;parece que. dop_ Nico
l~\S
de Pir ola s pr,opon't .arro jar a los invaso_r
es el~
esa pro vinc ia p01' un Y,asto ,i singQ.lr rnovim.i
ento
de cite un valapion qne comen~aria e)l las m1:
j~nes
del lago Titi caca , como la.. misterios~ pe.regr'i
nacion de ,Manco Cap ac i ;Mama Ocko ~n los tiem
pos preh ist rico s del Per .
Con este propsito, el ~icta.dor refo rzab a
de
preferencia el ejr cito de Are quip a env iand o
una
espedicion, segu n ante s vimos, a carg o del coro
nel
Rc abr ren .cn el Oroya; aca'ntona.ba ' en 'Ica
nn
pi de fuerza confindolo al jene ral Bein gole
a el
30 de dici
emb
re
de
187
9,
i
en
los
ltim
os
das
'
de
'
.
enero despach~ba una espl orac ion sing
nlar sim a
de reco noci mie nto a los lago s Titic.aca, i Poo
po i
de su rio inte rme dio, el Desagna.dero, med ida
pereg na i casi estr afal aria de gue rr<:t a qne
ante s
hemos aludido.

Par a tale s fines comunic inst rucc iones secr


etas a su anti guo confidente, 'el coro nel Bill ingh
urst ,
i 'ste part i a su dest ino por la via ele Atico,
Are quipa i Pun o hc ia la Paz .
HlS'l'. DE LA C. DE LIMA.

23

l7R-

Hallbase en eRta ciudad el emisario del dictador a fines de febrero, i a su decir, habia encontrado la mas entusiasta adhesion a sus quimeras.
Era la base de stas la destruccion de los puentes
del Desaguadero i su navegacion en balsas de totora i cueros de lobos ....
I a la verdad, trat.base de ponerla en inmediata ejecucion, cuando sobrevino el desembarco
de los chilenos en Pacocha. Delante de semejante'
novedad los pianistas militares de Lima aomenzaron a despertar de sus nsueos, frnt0 de su imajinacion i de nuestra pereza .
. I para los unos i los otros era ya sobrado tiem-
po. (1)

XXI.
1

Un acontecimiento de mucho mayor sionifica'


o
J

(l) Por lo cnrioso de es te viaj e de esploracion i sus propsitos de arrojar al ej rcito de Chile de Tampac atact'Lndolo desde
la altiplanicie andina con recursos trairlos de Buenos Aires, ( disparate que ya se le babia ocurrido a Daza el dia. de su caida1 i
que este curioso personaje confirma en su reciente Manifiesto)
reproducimos entre los anexos algunos de los fragmentos de la
correspondencia de Billinghurst que nosotros poseemos orijinal
i que publicamos utegra en marzo ltimo con el ttulo de El
ce1eb1o de Pirola.
Entre los anexos figura tambien una circular de Pirola, del
5 de marzo, en la cual asegura que ya en esa fecha tenia resuelto su plan de campaa contra Chile, diez dias despues de haberse enraramado a la dictadura.

.-

179 -

cion acab aria da pert urb ar la plc ida conf


ianz a
de les lime os en su omn ipot enci a i en la timi
dez
e irres oluc ion atrib uida a los chilenos .-E nla
ma an a del 10 de abri l de 1880, por . entr e la espe
sa
brum a del otoo, hab ase sent ido den tro de la
rada
i a pocos cables de su drs ena del Cctllao una
teTrible deto naci on que pUSO en sobresaltO las
dos
ciudades.

Era la escu adra chil ena que haci a su apar icio


n
vini end o deRde Pac och a a las rde nes del con
traal.m iran te Riveros; i el esta mpi do que anu ncia
ba
su pres enci a prov enia del esta llido de un torp
edo
frustra.dq apli cado a la corb eta Uion en su prop
io
fondeadero.
Sem ejan te suceso desvia por su solo curso
la
pres ente rela cion hci a un rum bo ele may or bril
lo
i mov imie nto. Las host ilida des, desp ues de
cinco
meses de pansa, iban a com enza r en mar i tier
ra
con nuevo i feliz vig or.- Al fin!

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Arequipa . .. ... .
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Cuzco ... .. .... . ..
Apuri mac.... .. .
Ayacucho ...... .
Junin ..... .... . ..
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Lima ..... ....... .
Callao .......... ..
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Ancachs .. ..... .. .
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1

II

'

COMUNICACIONES DEL CORONEL BILLINGHURST AL DICTADOR


PIROLA SOBRE SUS OPER ACIONES DE ESPLORACION DEL
1
LAGO TlTICACA I DEL RIO DESAGUADERO PARA
ESPULSAR A LOS CHILENOS DE TARAPAC, EN ENERO I FEBRERd
DE 1880

(Fragmentos.)
tJ ')/.

I.

'

COMISION MILITAR DE ESPLORACION.

Ar.equipa,febre~o 18 de 1880. .
A S. S. el seor secretario de estado en el despacho de guerra.
Se0r secretario:
1

Despues ~e algunos inconveni~utes a m~usa de lo. f~lt~,tAe m9:-


vili~a~ e la; Punta Blanca de Atico i' e,n los p~ueblos del tr~n~i- .,
to, llegu'a esta ciudad el 12 del'corriente. A mi paso por la .
estacion
de
Vtor
hice un telegrama
al seO\' ieneral
Montero

..

1
'
.
{lf

;
anuqcindole la dispo ~icion del supremo gobierno de que el t~J'
ni~~ te. de la arm.a da ,que se enc;ue.ntr. embarca4o en,. el Manqp
OaIJac, don Bernardo Smith, se constituyera en Arequipa a re
l
cibir rdenes. Con posterioridad telegrafi, directamente aJ in- '
di cado oficial; ni Jel primero .ni del ltimo h~ te'nido hasta la .
fecha
con testacion .
.... , 1
. . . . . . . .. ,.: .. ... ... ... .. .. ; .. ..... ....... 1. : .. j . .. ,, . .. ; 1.. . .
A fin
de completar
el estudio que de es ~ parte del territo1

l
rio per-boliviano debe hacerse i p~Ller snn:;l.uistrar a .S . E. el
jefe del estado los datos que desea sobre el mtodo. que debera
e~plearse para establecer una corriente de comunicacion ent1e
Orur~, . Pampa'-Angalh}s o Salinas i la. Repblica A1j eutin~ para
proveer por esa rut!f al departamento de Tarapac. ,ele los vveres necesarios, ~e suplicado al seor don Manuel A. Loayza,
. ''l
..
respetable vecino de Iq uiq ue i conocedor como el que mas de
1

-~

'

'

'

,.,

'

'

1'

.,

...

1,

1~2-

esos caminos, que me acompae. El seor Loayza-patri6ticamente se ha prestado a someterse a los riesgos i privaciones de la
espedicion. Una vez en aquellos parajes estudiaremos este importante punto i dar cuenta de ello oportunam':lnte a V. S.
Aprovecho esta opo~t~nidad para ,ofrecer a V. S. mis respetos.
Dios guarde a V. S., seor secretario.- Guillermo E. BiUinghurst.

, II.
COMISION MILITAR DE ESPLORACION.

Puno, febrero 22 de 1880.


A S. S. el secretario de estado en el despacho de guerra:
Seor secretario:
Como lo tengo a V. S. anunciado en mi Gomuhicacion ,- de 18
del corriente, el da 20 dej a Arequipa en viaje para esta cudad, en la c~al me tiene V. S. desde anoche. Me han aconpaado' los seores Nash; :toayza i los dos ayudantes del .pri
,
,
..
.
t r
mero.
Esta maana, a fin de U:o perder tiempo, fuim.~s a reconocer
personalmente las dos lanchas que tiene la empresa, una 11~
mada Mara, que cala cuatro i medio pis, i _la otra Edmundo,
que cala tres i medio pis. Desde luego la que presta mejores
ventajas' par~t ' la navegcion fluvial es la _ltima por s~ calado;
desgraciadamente no est en condiciones de marcha. _Sin embargo, el represen tan te del seor Speedie me ha ofrecido arreglar-
la de mdo que est especlita para ei mrtes 24 en la maana. 1
:En la primera ele las lanchas hicimos un ensayo por el lago;
el and.a'r de esta embarcacion es de 4 a 5 millas.
1
El vapor Yapu1 se encuentra actualmente en reparacion; as
es qtle tendre~os qu~ esperar el ~egreso del Yavar, que ser
maana en la noche, para marchar a Chililaya.
He comprado tres b~lsas de totora, que son las que su emplean
aqu en la navegacion, i he tenido una prestada de cumo de lobo.

.,

-183Con estos elementos i unas cuantas provisiones creo que podr


cumplir mi comision.
'
..

................................
.
'.

Dios guarde a V. S., se.or seCI:etario.-Guillermo E. Billin,q ltur st.


No creo de mas comunicar a V. S. que a setenta millas de
esta ciudad i a cien metros de 1a orilla en la caleta de Llampopata se encuentran minas de carbon i que los vapores del lago
usan en la actualidad este combustible con buen xito.

III.

COi\IISION MILITAR DE ESPLORACION.


1

Cltililaya (Bolivia),jeb1'eto 26 de 1881.


A su seora el secretario de estado en el despacho de guerra.
Seor secretario :
A la una i media de ' esta maana zarpamos en el vapor Yava1' de Puno, llevando a remolque la lanchita Maria i dos
j
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balsas de t0tora; la balsa de cuero de lobo i la otra de totora


conseguimos, no sin algunos inconvenientes,, colocarlas en la
cubierta del vapor.

.
....................................
.... . ... . .. . ............... .....

La esp,edicion, mintras se reunen los seiores Smith i Tamayo, ha quedado organizada de este modo:
Capitan N ash i el que suscribe, dedicados a la mensura, sondaje i dem:as observaciones del ro i lago.
Don Manuel A. Loayza, encargado de la seccion balsas.
Don. Pedr;o Villalobos, encargado de las provisiones.
Don Jos G. Gonzalez, encargado de las brigadas (de mulas)
que d.eben recorrer por la ribera el curso del ro para prestarnos
los auxilios necesarios.
A las cinc.o de la maana, des pues de tres i media horas ' de
navegacion penosa i lenta, me di parte el capitan ,,del vapor
que las balsas que venian remolcadas se hn.bia!l inutilizado i

=- 184 =.q ,ue..la l~chita M.a1:a corr;ia rie~gp .,si insjstiamos en relllolcarlas. Me agreg que en el Desaguadero podl"iams comprar otras
1~als.a1'l , con. que r~mpl~zl].r ;; tas; que a su jiGio . (:leb EJ~iam.os
largarlas al ga1ete. Qmo el precio de ~;:ts l:Fvlsas es insignificante i como en realidad comprend que la lanchita corria peligro,
orden que se cortase la amarra i se largaran al garete las indicadas qos hal.sas. ,
A las ocho i .media de b noche atracamos al mueUe de Ohili,.
laya. En el ,acto dispuse la marcha . ~ La Paz para e1 dia, siguiente a las siete de la maana.
, Es cuanto puedo informar a V. S. por ahora.
Dios guarde a V. S., seiior secretario.-Gu illermo E. Bi ' 1
., ''
Uinghurst.

'

J,

IV .

~ 1

COMISION MILITAR DE ESPLORACION.

,.
A su

La Paz,feb1~ero 27 de 1881.

serror~ el secretario de estado en el despach.o de' la gtierra:


Seor secretario-:

Atribamos . a esta ciudad ay.er a la una i cuarto de. la tarJe.


.He creido conveniente traer conmigo al capitan Nash para que
me ayude a revisar los datos que sobre el De~aguadero existen
en las oficinas pblicas.
Poco despues de mi llegada rcib" la visita del seor ministro
de la repblica, doctor Qione.s; aprovech de sta :visita pa
esponer ante dicho funcionario el objeto de ' mi viaj i las instrucciones que traigo.
El sefu>r Quiones bondadosament e me nfr,eci visitar al jefe
supremo de esta repblico i obten er para hoi una entrevista.
Esta ha tenido 1ng ar esta tarJe. De acuerdo con. mis instrucciones desarroll ante S. E. el'j eneral Campero el plan de campaa a~orclado pm S. E. el iife supremo del P er, i le indiqu la

185-

clase de facilidades que necesito, que se reducen a nn permiso


para cortar l0s puentes del Desagu ade-ro i una circula r a los correjidores para que no me pongan obstculo en la marcha .
S. E. el jenera.l Campe ro se hn, manife stado vira ment entusiasta por el nu evo plan de campa a, i nos dijo que le agrada ba
tanto ms cuan to que las ideas del escalen tsimo sei:or Pirola

coincidan con las ele l1esp ecto del punto estratjico escojiclo p ct?'a el ataque a Tarapa c; i aplaud i el proyec to de surtil'8 e de
provisiones ele B uenos Aires, proyecto que l, por su parte ha tratado ele realizar.
Oree el escelen tsimo seor j eneraJ que Bolivia no podr poner sobre las armas diez millwmb1es ntes de seis meses, por
la escasez de recursos i la estenua cion en que ha quedad o esta
repbca a consecuencia de las malas cosech as i de la presen te

'

guerra.
Aprovech esta aportun idad para manife star una vez mas, a
nombre del jefe suprem o del Per, al iJicado se fi ar jeneral, los
propsitos verdaderamen te fratern ales de S. E. respect o de este
pas i en particu lar afecto por tuclo lo que con l se relaciona.
En resmen, el escelentsimo jeneral Campero nos ha ofrecido, al sei'ior ministr o plenipotenciario i a mi, t oda, clase de facilidacte s i aun agrega r a la comision al seor Mujia,, injeniero
militar de esta repbli ca.
Oreo pues, seor sccrctfL rio, que dentro de cinco dias podremos comenz ar nues tros estudios en el t erritori o deseado i que
en breve podr sri seora poner en co nocimi ento de S. E. el
fruto ele nuestra s investi gacione s.
Dios guarde a . V. S., seor secrehtrio.

Guillermo E. Biltinglturst .>>

tl:lST. D LA C. D'S: LIMA

24

186, -

V.
JENERAJ, EN JEr'E DEL PPIMER EJRCITO DEI, SU1t.

Arica,ferero 24 de 1880.
Selior secretario ele la guerra:
Por el apreciable oficio de V. S. fecha 28 del pasado, me he
impuestv de que en acuerdo supremo de igual fecha ha sido des
tinado al estado mayor jeneral del segundo ejrcito el coronel
don Guillermo E. Billinghurst, recomendndole a la vez una
importante comision _a los departamentos del sur.
Dios guarde a V. S.

L. Montero.

III.
CIRCULAR DEL DIC'fADOR A LOS PREFECTOS DEL PER ANUNCINDOLES QUE 'l'IF.NE CONCEBIDO SU PLAN DE CAMPAA
CON'l'RA CHILE EL 5 DE ENERO DE 188.0
SECRETAR~ DE GOB U: RNO 1 P0LICA.

Lima, enero lO de 1880.


Seor prefecto del departamento de Tacna:
S. E. el jefe supremo, cuyo principal programa consiste en
hacer efectiva la espulsion de nuestro territorio, del enemigo
invasor, se ocupa actualmente de dar la organizacion convenien
t e a las fuerzas que con laudable patriotismo, se hallan reuni-
das en esta capital, i las que deben reunirse en el sur; i aproX
mndose el momento de dar principio al plan de operaciones
que tiene formado S. E .; cree indispensable participado a US.,
con el objeto de que redoble su actividad en la vijilancia de la

-1 87 costa de su depa:rtamento, en faci


litar i asegurar el trnsito de
los correos i espresos, adoptando
todas aquellas medidas que a
su juicio sean eficaces, par a suplir
la falt a de telgrafo, en donue
estuviese interrumpido, !i. fin ele
que el servicio, especialmente
en la costa, sea cual corresponde,
en presencia de un enemigo
aleve, i evite sorpresas en el dep
arta men to de su mando, al mismo tiempo que, gal'antice el xit
o de las operaciones i el triu nfo
que estn en el deber de alcanza
r.
Uonfio en que el celo de US. cor
responder satisfactoriamente
a estos propsitos, que preocupan
par ticu larm ent e a S. E. el
jefe supremo i que l1egado el caso
de esperimentar sus ventajas,
el resultado ser tan cumplido, com
o lo hace esperar el ilustrado pat riot ism o de US.
Dios guarde a US.

N eme sio 01begoso.

CAP ITULO VI .

EL

ALMIRANTE

RIVEROS

EN

EL

CALLAO.

La escuadra de Chile, lfespues de trasportar el ejrcito a Pacocha, recobra la libertad ele sus movim ientos i se dirij e desde este pu erto a bloquear el Ca11ao.-Composicion de la escu adra.-Sus dos lanchas torpedos, i des tino que les da el contra-almirante Riveros antes de penetrar
con la fl ota en la r ada. - Preparativos del dictador para esperar a los
buqu es cbilenos.-Last imoso estado de su marina i de su artillera a flote.-Trescientos oficiales de mar para un solo buque .- Ochenta tenientes
i solo cuatro guard ia-marinas - Las eseuel::ts preparatorias del Ca llao.P lanes ele defensa del ministro Mendiburu desde mediados de 1879 i su
aguardiente con cascarilla1).-Formidables fortificaciones de tierra de
los peruanos.--El castillo de L a Independencia i las bateras Junin i
.A.yacucho en el centro.- Las Q!lteras de barlovento i sotavent o en la racla.- La hatera de (t mil en la Punta.- La drse na como abrigo de los
buques de guerm.-El fondeadero de la Union i sus paliz.a das.--Servicio
de vijas en la isla de San Lorenzo.- Motivos porque se f rustra el ataque
de las lanchas porta- torpedos J anaqtteo i Giwcolda. -Los pescadores Torres.- Escapada milagrosa de la Union. - Avance jeneral de la escuadra
hcia la rada.- No tificacion del bloqueo i notas a que esta medida da
l ugar entre el almirante, el prefecto i el cuerpo consular.- Inmensa
zozobra que produce en L ima la aparicion de la escuadra de Chile.-E l
dictador se traslada al C:tllao i le siguen diez mil curiosos.-La primera
noche del bloqueo i combate por equivocaciou entre las lauchas peruanas
U1cos e Inclependencia.-Peqneilas presas en la rada.- Los puercos de
Huacho.-El bloq ueo dnrante los clias 12, 13 i 14 de abriL - Asalto
imajin ario a la batera de ct mil. -La Compaa ele Vapoes del P acfico es tablece su cuartel jeneral e n Ancon.-Od.io de los pemanos contra
los ingleses i arenga co ntra los chil enos de l j eneral Va l'g~ts- ~ll:itchuca .-
El arzobispo de LimiL manda m ost rar al pueblo h s reliq ni~ts de Santa
Hosa i Santo T oribio para co!ljura t el bombardeo.- Novenas i preces en
la mis~t contra las b;tl~ts del .fius ccrr, i j eremadas de los pe man os a propsito el e este monitor.-P roclama del prefecto Echenique an unciando
el dia de l r ompimiento de las hosti lidades.

lR9-

I.
En el captulo ~I del volmen que pre.cede al
presente i bajo el ttulo comprensivo de En el
mar, referimos las operacion es de acarreo de tropas i las correras de aventura a que se haba entregado nuestra escuadra despnes de la feliz captura de la caonera Pilcomayo, ocurrida el 18 de
noviembr e de 1879, frente a Punta Col8s.
En seguida el Amazonas i el Matias Oousio
habian visitado las islas de Lobos, destruyendo,
conforme a una regla tan absurda como tenaz e
irreflexiva, los elementos de embarque de una
propiedad valiossima que la guerra i la fortuna
haban dejado en nuestras manos junto con las
covaderas de Ta.rapac. Tuvo lugar este hecho a
mediados de marzo de 1880, despues del desembarco del ejrcito chileno en Pacocha, maniobra
que dej libre el grueso de la flota para sus movimientos propios i ulteriores.

II.
Psose en consecuen cia la ltima en marcha
en b mai'ana del 6 ele abril con el objeto de entblar el bloqueo del Callao, que nuestras naves
no visitaban si11o de paso i a hnrt.adillas desde la
malograd a cspedicion que all llevra en mayo

190-

del ao precedente el poco afortunado contra-almirante Williams.


Componase la flota de bloqueo del Almirante
Blanco Encalada, capitana de la insignia, del monitor Huscar, ahora a las rdenes del brvo comandan.t e Oondell, de la caonera Pilcomayo, comandante Uribe, i de los trasportes Matias Cousio, Amazonas i Angamos, este ltimo armado
con una terrible colisa de reciente invencion con
alcance de siete mil metros, por cuyo motivo los
marinos chilenos le habian puesto <<el mal criado>.).:
Era un caon Armstrong, de retrocarga, de 18
pis de largo, pieza formidable de batir, que alcanz sin embargo msero fin en las aguas del
Call:to.
Comandaba la escua:lr destinada al penoso
servicio del bloqueo del Callao, que en realidad
era el bloqueo de Lima i el Per, el sufrido contra-almiran te Riveras, alta i merecidame nte prestijiado 'en el pas por sus recients servicios.

III.
Proponase el almirante corno eficaz estreno de
sn larga i montona vijilia, destruir por un golpe
de mano la corbeta Union, nico buque que por
su rpido andar i buenas condiciones marineras,
. podia incomodar a la escuadrilla bloqueadora, i
con este propsito llevaba listas, aparejadas i a

191

remolque dos lanchas torpedos de escelente construccion i considerable costo. Llambase una de
estas jiles embarcaciones, comprada en Inglaterra por el ajen~e del gobierno de Chile, la Janequeo, i habian puesto a la otra, para dar compaa
a la herica araucana, el nombre de Guacolda.
Era sta ltima la misma qu en el puerto de
Ballenita.R habia quitado el comandante Thomson a los peruanos, cuando anduvo escursionando
en diciembre o enero en .el Amazonas por los mares del Ecuador, junto con el Blanco i con el Loa.
Como el dominio de nuestra bandera en esos
dias era absoluto en el mar, hacian los marinos
de Chile sus aprestos cual si fuera dentro de su
propia casa, i a fin de realizar el intento de
hacer volar la Union, o en sn defecto, alguno de
los cascos que aun quedaban a flote tremolando
el pendon peruano, pusironse en cobro las dos
lanchas porta-torpedos durante la tarde del 9 de
abril; i ya entrada la noche, cuando la escuadra
distaba cuarenta millas de la isla de San Lorenzo,
desprendironse aqullas; al mando la. Janequeo
del teniente 1. don 1\!Ia.nuel Seoret i la Guacollla de don Juan Goi, de la misma gradnacion,
ambos oficiales de la dotacion del Blanco i jvenes tn intelijentes como animosos. El Huscar
escoltaba las dos veloces quillas, i partiendo a su
ohjetivo a toda mquina, encaminronse a su punto de cita, que era el cabezo de la isla de San Lo-

'

.,

-------==--=-=~-

-.,_..___ ..

192 -

renzo. All, antes del alba del dia 10, deban juntarse para combinar su accion i su sorpresa contra
los buques peruanos.
l mintras ava.nzctn una i otra a su destino, ser
til echar una mirada a los aprestos de ~e.fens ct
con que aguardaba a los chilenos el arrogante
dictador del Per, que h11bia tenido ya cien di as
de plazo bajo su bota i su estatuto para prepararse.

IV.
N o quedaba a los desdichados peruanos en sus
hor<:lS de angustia sino nn t ercio de los doce
buques de guerra que con 54 caones en sus portas
le haban servido i baluarte pcua retar, tan ufano
como insensato, a guerra tremenda)) a Chile.
I en realidad i de hecho no dispona sino de un
solo buque capaz de tomar el mar, cuctl era la
escurridiza corbeta Um:on. Todos sus otros cascos
de/ guerra haba desaparec ido. L ~t fragata Independencia fuse a pique con sus 22 caones; el Huscar
(5 caones) i la Pilcomayo (6 caones), estaban
en poder de los chilenos i aun form aban parte
de la escuadrilla bloqueadora para aumentar, si .
. era dable, la humillacion i pesadumbre de sus antiguos dueos (1 ).
( l) Los peruanos habian creido divisar por entre las brumas
de enero el monitor Huscar, voltejeando cerca del Callao, i cou

193 -

Uno de sus monitores de rio, el lJfanco Capac,


que hacia poco haba sido refa.ccionado, se hallaba
encerrado en Ari ca, bloqueado a la sazon por el
Cochrane, i con esto no mant ena la dictadura en
disponibili dad para la defensa del Callao sino el
este m otivo se h ab an en tregado, a la. manera de mujeres viudafl,
a los trasportes del mas vivo dolor. El amado e inolvidable
, I-luscar , escla maba co n este motivo La P atria de Lima del
dia de la so iiada aparicion del monitor, i pulsando el laud de
J eremn.s recojido de entre los escombros de J erusalen, el amado e inolvidable Jluscar asoma h oi su gall al"da fig ura frente al
Callao, como asomaban los cautivos cristianos la suya (7-ente a
las costas nativas, por entre las t1oneras de las galera,s berbe1'iscas.
Qu mal sentaba la bandera <.le los pi?atas arjelws flamean te a pvpal Era como ~>i ll evara. un inTi afrentoso en ese
trapo destinado a cubrir tant as vill a nas.
J>Ese buque .q lorioso, bendito con la sangre de tantos rnrti1'es del p at1iotisnw, eng rand ecido po r las h azaiias de su comandante i depositari o de sn g rn.nde esp ritu, que aun llena todos
los esp acios, s urc:.>, h oi nu estras ag ua s cauti vo i p1qjanado p or
Falrapac i de mas bri_tants de aq ue!!a leng ua de tierra quepa1'ece un la.ta?to p e,q ado a ta .Amrtca.
>> I sin embargo de ser para no::wtros tan quen'do, habrnmoslo 1ecibiclo a balaz os si se aproxima, como pudiramos hacerlo
con alg un os de sus ' ar matostes dign os de Williams i de Gal-
varino.
Cosas de est e mun do! Reveses: del destino!
Hespecto de la p rese ncia del m onitor en las aguas del Callao
no t enemos noti ci<t cier ta. Et Na cional de Lima publica el da
22 los sig uientes telegr:u nas:

Callao, ene1o 22 de 1880.

lluscc~r frente al puerto com o a 16 millas de distancia.


(A la 1.55 P. M.)

Huscm so pi erde de vi sta con rumbo N. 0.>>


Pero creemos qu e todo no pas de una simpl e vision del miedo, del mar o de la bru ma, sueii os de enamorad11 sirena. con el
amado e inolvidable p.riete....
\
. HIS'l '. DE LA U. D E Lli\fA

25

194 -

monitor AtakualjJCt, en psimas condiciones de servicio, la Union, buque de 1,150 toneladas con sus
13 caones de a 12, e] Ohalaco, .viejo trasporte
que montaba cuatro caones peqneos, i los trasportes desarmados, si bien fructfera e impunemente empleados como acarreadores de armas,
Limeria, Oroya, el T r;lism an i el Rimac, estos dos
ltimos cautivos. P ero t a.les cascos, desde que se
cerrara el puerto .a sus correras, iban ~~ ~e rvir
mas de 'e mbarazo i cuidado que de utilidad a sus
guardadores. El desgraciado P er haba perdido,
en un ao, ele sus 54 bocas de fuego de::;tinadas a
SU gnarda, 35. Quedbanle en con secuencia a flote
apnas 19 que serian harto ineficaces contra la.
poderosa artillera moderna de los acorazados chilenos, iuclusa la del Ji uscar. (1)
(1) Anclados en la baha del Callao teniau t ambien los peruanos Jos cascos del J!I a1aon, antig uo buque de g uerra de
201 5 toneladas, empleado como escztela de ap rendices ele marinmia; el 1lfeteoro (_1 121 toneladas) , dest inado por un a lei reciente a escuela. preparatoria ,de marina ; la c(\nocida fragata L1pzt1'mac, convertida en ponton -i en escuela de g uardia-marinas i

(l} ponton Packitea, para otros usos naval es,


En cambio, i por via de los coP.trastes peculiares a aquel pas
i que esplicau sn fatal destino, el P er poseia un personal de
marinos suficiente para comandar una de las escuadradas mas
poderosas, porque aquel constaba de 2 cont mlmira ntes, 1'einte i
dos capitanes de na vio, tteinta i siete capitanes de fl'agata, cuannta i tres de coberta, o c HENTA 1 Tt{ ES t enient,es i solo ~9 alfrezes de fragata i CUATRO guardia-marinas : t ot al 220 oficiales de
mar, que con 43 empl eados del cuerpo p oltico de la armada
<contadores, cirujanos, capellanes, etc.) suban a 263 P.mpl eados

de mar ... i un solo buque para u tilizarl os ...


(Sacam os estos curiosos dat os de la Jlfemoria de J.l farina tlel
Per, correspondiente a 1878 que t enemos a la vista) .

....

-1 95 -

V.
De mu i dis tint o car ct er era n las def
ensas terres tres de la pla za del Callao, .arm ada
en gue rra
como Valparn.iso, Val div ia i Pan am
desde el siglo XV II par a res isti r a. los buc ane
ros i a los
enenligos de Espafl::.t en el ma r del
sur , considerad o como un lag o domsti co por sus
rey es ( ma r e
clausttrn.)
En seguida, desde la po ca de la. ind epe
nde nci a,
i con ma s especialidad desde la. agr esio
n de Esp aa que tuv o su desenlace en aqu ella
s agu as el 2
de mayo de 1866, hab ia dispuesto el
gob iern o de
considerables ele me nto s i me tal de
res iste nci a. I
por su rd en vamos a enu me rar los .

VI.
En el cen tro de la anc ha i rem ans
q bah a
que esp ald ea a seis mil las de dis tan cia
, .a la ma ne ra de esplndido i nat ura l ma lec on, la
isla de San
Lorenzo, como la Qu irin a a. Ta.lcahuan
o, dej and o
solo dos bocas de ent rad a (lla ma das
el boqueron
al sur i la boca gran de hci.a el nor
te) ' alzba.se todavi<t enh iest o el clebre cas tillo
del Sol,
fuerte ciu dadela de pie dra ace rca de
la cua l los
mo nar cas cspaftoles aco stu mb rab an pre
gun tar, en

196-

vista de sus injentes costos, si era de material de


plata o talvez de oro ....
Est forti:ficacion, denominada ahora castillo de
la Independenc-ia, montaba dos caones Blakley de
500 libras, i estaba apoyada en sus dos costtldos
por la batera a barbeta Santa Rosa, al sur, i
Ayacuclw, al norte, con dos caones del mismo
calibre j sistema Rodoman, cada uno.
Hcia la banda sur de la rada que va u terminar en el sitio de baos denominado La Ptmta,
prolongbanse las clebres torres de la JVlerced,
ennoblecida con la sangre jenerosa de Galvez, i
la de Janin con dos caones Armstrong de 500
libras cada uno, en un todo semejantes a las dos
piezas del Huscar. La ba teria de t orrean M anco
Capac apoyaba los fuegos del castillo de la lndependerwJ hacia el centro i estaba. armado con
cuatro caones de a 300, sistema, Vavassenr. La
bate'r a de a mil, recientemente construida en la
estremidacl de esta angosta lengua de tierra tenia
tambicn un limitado campo de tiro, hcia Ja Mar
brava, rompientes que se dirijen bcia el sur i van
a apaciguarse en la playa de mol( cs de Chorrillos i Miraflores.

VII.

Rabian erijido ademas lo.s inj eni cros militares


del Pr con el nombre de bqteras ele sctcwento i

1!)7 -

badovento unos cuantos reductos armados con ca ones ele menor calibre denomin ados li!Iaip, Z epita, Abtcw, Pichin cha e In dependencia, sin contar
la f~trnOS< t batera de a mil que m :.1nclu.ba, en La
Pu.nta el capitan J\stBtc, ol hro0 del Sha h, ntim o del clicta.clor, i otrns ,obr::v; de mayor o m enor
cuent:1 construid as a la lij c1'a desde b m ediana
del primer ao ele la guerra . Entre stas se men cionaban la baterl,a 17 de m.an:.o, la Pacocha o
batera .Rodrnan (fechas i nombres de las revuelt as de Piro1a) i varios parap tos de stwos construidos en torno al muro de la drsena. (1)
( 1 ) El jenem l U<Lmdibnrn, minist ro ele la g u erra el la rtll mitracion P rado, :tclo a cm;:t-; ele inj enier ia, lHtbia ln<lermdn en
j ulio de 1879 al inj eni e ro mili tar clou .Pe1l ro Ma;o leva.nt:n l os
r lnn o::; el e l:t defensa t er:e ' tre cle[lJdlno, i con :Cec t:::t ~o de agosto ord en que u na comi sion prc:>i did:t p or el j ncrn l do11 Ped ro
Si l va i com pue;;ta del coronel d art i ll ed <t du u 1Ia.riauo D elgado d"' In. Flor i del coronqlllo infantera c on F derico Abri l, est udiaran la nplicacio u d e esos p buos sobre e l terreno . Pero solo
dos rneses m rLs tarde (oct ub re 1<1) se trat de poa er todo nquellu en cjecuc ion , ofre~itldose el minist eo iUe udibmu pam t t asluclarse en perwna. cou el os 1ablloncs : Cal Lto, a fiu de abrir en
el trmino de cuatro o cinco das)) una an cha zanja en el circuito ele b ciudad para protej crla p or el lado d e t ierra. I en efecto, el 15 de octubre sali de Lima con ese objeto e l batall on
J nuja, ordenando el mini s tro que trabajaran los soldados cun Jt
azada. cinco h onts di n. ri:1s i previnindu se les diese para 1etemplarlos dnmnte b fajina lmem1. rn:::ion lle aguaT'cliente con cascc~

tilla.

No par eci, sin embnr go, que es te tuico hu1 ieso produ<.:!iclo
so lclad f\ ~', p orqne en u na corres pomlencia del Cal lno dirijiJ:t al Comercio de L ima, en los primer os dias de dici embre, se ueciit lo siguiente :
No se ve aqu, por much o que se investi g ue, ln. n.ct.i vid1J,rl. bl:l ica q ue reclaman es t os ins t.:\ntes solemnes : cono se h an perdi do ocho meses, signe perdi n1 lJs0 b sti .l1 0 S ~ rn c ntv el tie:npo de

g ran efecto en el mscu lo ele los

- 1 98 -

VIII.
Mejor abrigo que el de sus caones prestaba a
los dbiles buques que aun conservaba el Per el
muro de su drsena, obra de lujo mas que de utilidad mercantil, de considerable mrito como construccion civil, ~j e cutada durante los ltimos cinco
:aos. Haban sido sus empresa,rios hbiles injeniel'OS franceses; sus capitalistas los de la Sociedad
J eneral i su costo e1 de diez millones de pesos ( 42
millones de franco s).
A sus costados o dentro de suremansa cabida
hallbanse acoderados i protejidos por palizadas ,
flotantes, como la Esmeralda espaola en 1820,
los barcos peruanos, especialmente la llnion, el
Olwlaco i el Oroy a, regresado ste el dia 8 de abril
de su ltima comision al Sur.
Et1 prevision de un repentino ataque, el dictador ha.bia mandado orgamzar al propio tiempo
una manera tan m an ifie!'!ta, que contemplada con el ~m imo exacCIbado por las decep ciones sufridas , aparece en l la duda de
quy acaso no sea so lo i ueptit ud lo que nos hu nde.
)) Por qu no se acelera la lnea de defensa?, Por q u no se la
artill a? F tdtan alg un os pis de pino? Faltan brazos?
)) Vndase, para co mprar madera, el carbou i nnecesario que se
consum e en hace r rondas con buques mayo res.
)) Tmese para el t rabajo a cuanto permtoo h.bil h aya en el
Cd lao, com o se les pretendi tomar para hacer estorbo en los
cua,rteles.
)) Pero hgase algo, siquiera para poder afirmar que se h::. trabajado para la gue rrrt. ))

'

-199-

(marzo 16 de 1880) un cuerpo de vijas en el peon de San Lorenzo, compuesto de un corto destacamento de marineros al cargo de un hombre
de mar llam.ado Mels.

IX.
Tales eran los aprestos i los sustos, las espectativas i las precauciones puestas en planta por
los peruanos en torno a su histrica ciudadela,
llave de Lima i de su imperio, cuando las naves
de Chile en vueltas en las densas sombras de la
noche i de la niebla se acercaban silenciosamente
a provocarlas.
Por desgracia, las dos lanchas torpedos, vanguardia i ojos de la flotilla destinada al bloqueo
de~ Callao, se estraviaron en la oscurid~cl, a consecuencia de una descompostura en la Gu,acolda,
como habia sucedido en el intento ele at<tque matinal emprendido contra Arica, seis ~eses hacia
(octubre ele 1879). La J anequeo fn a recalar diez
millas al norte del Callao, i su consorte, con igual
mala fortuna, si bien logr penetrar. sin ser sentida a las 4 de la maana al interior del fondeadero, no acert a encontrar al alcance de su botaIon armado de poderoso torpedo ninguna de las
quillas enemigas protejiclas por la oscuridad.
Cerca del amanecer tropez, sin embargo, con
un bote de pescadores qne ech a pique en el

,.,

--

-- - -,.:-___

....:;..,..----=-=~~

__. . _. .

200 -

o que llev aba


enc uen tro, inu ti liz ndo se el tor ped
cha la trip uarm ado a sn pro a. R ecojidrt en ht lan
rup o com pue slac ion , r~sult ser un int e resa nte g
llam ado s los
to de un a bue lo, s u' hU o i S tl nie to,
ida solo por
tre s ccTo rre s)), en a.qt:cli a b<th::t def end
torr es.
ent e Go i
Con duc ido por ellos el val ero so t eni
ic el seg unal sitio que oe npa ba la Union, le apl
, per o sin el
do tor p3do qne a su bconda llev aba
la m.quimt
xi to con tan to afa n bus cad o, por que
s de la cor -esplosi va rev ent a diez o doc e m etro
cha flot ant e
bet a, estr ell ndose en unn. vig a o per
icen cio hab ia
de las que el com and ante Vil lav
a pro tej erlo .
pue sto en der red or de fi n buq ue par
rim ent se su
La. esp losi on fu for micb.b le. E spe
a, se sin ti
sac ndi d<1. en t oda h bah ia i aun en Lim
b pri me ra nue esR.s ho ras, llevand o sn e -tp ito
la rad a. (1 )
vn ele la. pre sencia. de los chilenos en
la Union fu com plet a(1) S egu n ,.Jg nn o~;, ht s:llv ncion de
a entr ar fran ca i sin ser
iha
a
cold
Gua
m ente cas na.l, pOJq ne h
do descu idad ame nte e ntre las
sent ida poe un au cho port illo, dc::ja
es por su proa u u p eq ue u
trav
a
sP.
p erch a.s fl otan tes, cua ndo
s ito Je defe nsa habia sido
b ote que pOi' cas ualid ad i sin prop
el bo te desv i el botn lou
cou
ch oque
a ncla d o ea aCJu el sitio . E lante
o.
emp
ti
e
el
s
d el tor pedo i ste estn.JJ
nm ero del lO de abri l
u
s
eu
El l'Vac iond de Liru a coufil'!na
g unos de nues tros maal
a
oido
os
hem
que
ci on,
esta. mism a rela
s:
a
dice
i
rino ::;,
testigos p1esencia les clel
La Un ion sal v, segun lo aseg uran
emb arcacion men oe
una
que
h ech.o, por el inc iden te casu al de
, tle llt percha que
ente
isam
prec
o,
rmin
hab a s ido foud eacb . a l t
la cle ti!nd ia.
los ag reso res no cont;u,.
>)J\l eneon t mr es te olJ!;Lr.culo con r.rue

201 -

Retirse el comandante Simpson cubierto por


la metrl;tlla que de las cofas de la corbeta i del
Chalaco le hacian las tripulaciones puestas en
alarma por la esplosion de l torpedo, i gobern
mar afuera para reunirse a la escuadra que en
esos mom entos hacia su aparicion en el cabezo , o
promontorio setentrional de la isla. Adelantse
en seguida dc s cl <-~ all gallardamente la ltima hcia el fond eadero, ejecutando las di versas evoluciones que constan de un boletin, resmen telegrfico
de las impresionet:> de novedad, sorpresa i arrogancia de los peruanos, que dice as:
A las 6. 15 A. M. los cuatro buques chilenos se ponen en movimiento con rmnbo a l norte.
A las 6.31 un o de los buques hace proa al puerto i parece di rijirse al fondeaJero .
A las 6.4-0 se detienen toJos a.gnantados sobre s11 m(Lquina.
A las 6.50 un bnq u e acomrniado de U ll :t lancha a vapor viene
acerdLudose nuevamente.
A las 7 la baha toda, se llena de nieb la i los baques enem igos se pierden de vista.

han sin duda, el torpedo se desvi annqe mui poco, lo bastante


sin embargo para que esttdlara chocctudo coutr:1 el estremo sur
de b percha que defendia la nav e.
))Sin este i ncidente que podemos ll am::tr providencial, la Union
hubiera suc umb ido, pues nzn_qun bote ele 1onda ni Los oficiales de

guardia de nin_quno de los buques se ap3rcibi de la presencia del


enemigo, de suerte que ste pudo i:npnnem en te cnstunar su clesigu io, si corno h euws dicho antes, no se hubi era .! ncar,sarlo la
Providencia de realizar en f~tvllr ele nuestrl ca nsa lo que nicamente correspondL a la vijilaucia i previsiou de nuestras autoridad es.>>
HlS'l' . D LA C. DE Lll\fA

26

..
-202A las 7.20 se despeja la niebla. L os cu at ro buques i la lancha
a vapor parecen dirijirse al pu erto directamente.
A las 7.35 los buques enemi gos rectifica n su rumbo i se clirij en al sur.
A las 7.45 todos se ag-uantan sobre su mquina.
Nuestra escuadra. se alista par<1 move rse.
El e ntusir~smo que reina en las batertts es g ran de.
Sobre la cubierta de nuestras naves se nota mucho movimiento.
La ifame tentativa de hacer voln.r a la, Union es calificn.da
por los estranjeros como acto propio de los chilenos.
A las 9 la escuadm chilena pe1mauece evolucionando frente
al puerto. Ha engrosado con dos buques mas que vinieron del
norte a todo andar. ( 1)

(1) Es curioso tambien co nsiguar las imprecaciones i las bravatas de los escritores pernauos que a esas horas se despertaban sobresaltados en Lima.
Esta flota, deca La Pat1ia, anatematizanclo el acto perfectam ente lejtimo de guerra intentado contra la Union, esta flota,
que se titula reiuiJ. del P acfico i se ensaa contm nuestras
poblaciones indefen sas, ha p 1'ofanado las ctguas de l Callao entre
las somb1as de la noclte i ha tratado de aprovecharlas para inutilizar nuestros elementos blico.:;. Esos marinos, tan ensalzados
i glorificados por su prensa, no Izan tenido vergenza de penet1ar como salteadores en el vecino puerto e impunemente atacar
a la nave, etc. etc.D
En cnanto a los proyectos de herosmo, h aqu lo que escriba dos o tres dias des pues al Nacicmal su corresponsal
Horta .
En todos los buques de la escuadra reina grande actividad.
E stan li sto para cualquier erne r:jencia i con s us mquinas encendidas.
Tan pronto como evacuen el puerto loa buq nes mercantes,
nuestros buques seformarn en lnea ele batcttlct, pa1a 1ecibi1 el
empu.je del enemigo.>>
N o necesitamos agregar para dar razon de e.;;te portuguesada
que sn autor era portugnes.

:...... 203

X.
El bloqueo del Callao come nzab a de esta suerte, un ao caba l despues de decla rada la guerr a, i
a las doce del dia era notificado a las autor idade s
de tierra por la sigui ente jntim acion que cond ujo
un parla ment ario en una emba rcaci on del Blanco
a la que salile al paso otra del puert o, mba s con
band era blanc a.
REPBL ICA DE CHIJ,E.- --COMA NDANC IA
JENERA L DE LA E-SCUADRA.

Rada clel Callao, ab1il 1O de 1880.


Seor:
Por rden del suprem o gobierno de Chile, vengo a estable cer
el bloqueo de este puerto i de las caletas prxim as que
de l
dependan.
lJO notifico a V. S. haciu dole saber que
tengo instruc ciones
para conceder ocho dias de plazo a fin de que efecten su carga
o descarga las naves de comercio neutra les surtas en es ta bah::t
i se alejen de ella. Pudiendo las operaciones de la guerra hacer
necesario rompe r fuegos sobre las fortale zas, los edificios de
estas poblaciones i sobre cualquier punto de sta, creo de mi
deber
notificar a V. S. con el objeto de que estos habita ntes i los
buques 'neutra les se encuen tren preYenidos antic[pad:\me~te.
Dios guarde a V. S.

Galva1ino Ri?)ero s.
Al seor jefe milit:tr i civil lel Callao.

XI.
}ijn el mismo dia i pocos mom entos despues de
recibida 1a lacnica intim acion prece dente , el pre-

'

-204-

fecto del Callao don Pedro Jos Saavedra, antiguo tribuno popular i ministro del jeneral Prado
durante la dictadura, jven elocuente como Cass.
'pero sin elevacion mral de alma ni de costumbres, envi a bordo la siguiente respuesta:
1 PREFECTURA I COMANDAN0I A JENERAL DE ARMAS.

,Callao, abril 10 de 1820.


Seor:
Me ha sido entregado en este momento (12.30 P. M.) el oficio de V. S. de esta fecha, en que me comunica que de rden de
su gobierno viene -a establecer el bloqueo de este puerto i de
las caletas prximas que de l dependan, hacindome saber al
mismo tiempo que tiene instrucciones para ccn ceder ocho di as
de plazo a qn de que efecten su carga o descarga las naves de
comercio neutrales surtas en esta baha, i se alejen de ella.
Agrega V. S. que pudiendo las operaciones de la guerra hcer necesario el romp,er los fu egos sobre las forpalezas, los edificios de estas poblaeiones i sobre cualquier punto de esta rada,
cree V. S. de sn deber notificrm elo con el objeto de que estos
habitantes i los buques neutrales se encuentren prevenidos anticipadamente.
En contestacion debo decir a V. S. que quedo enterado de la
notificaciou de bloqueo que V. S. me hace, i que ele ella he dado
cuenta a S. E. el jefe sup re~10 del E stado.
En cuan to a que puede ll egar el caso de que las fuerzas del
mando de V. S. rompan sns fuegos sobre las fortftleza;; i edificios
de esta plaza o sobre cuall)_uier punto de esta rada, puede V. S.
estar seguro de que esa hostilidad seria rechazada con t odo el
vigor que exij en las agresiones injustas i violentas.
Dios guarde a V. S.

P ecbo Jos Saavedrct .


.Al jefe de las f uerzas navales ele Chile en esb rada.

-205-

XII.
Notificse al mismo tiempo aquel acto trascen- '
dental de la guerra ~el Pacfico al cuerpo consul~r en el Callao, por medio de su decano don Jos Flores Guerra, cnsul del Ecuador, otorgando
pJazo de ocho clias para el desalojo del puerto por
los buques neutrales, i aunque en acuerdo de
aquella misma fecha los ajentes consulares resolvieron solicitar una ampliacion doble de plazo, negse a ello cortesmente el almirante, prorrogando
solo por tres das mas la licencia C'oncedida (1 ).

XIII.
Indecible habia sido, entretanto, la zozobra
que la repentina aparicion de la escuadra chilena
en las aguas del Ca.llao, h~bia producido en el
vecindario de las dos ciudades. Habase el dictador trasbordado, con su aparato i bullicio acostumbrados, a las batel'as del puerto i se le veia correr de fuerte en fu erte acompaado del prefecto
Saaveclra i del j enera.l en jefe de la guarni.cion del
Callao, el ancinno Jeneral .de caballer1a don Ra. mon Vargas Machuca.
Despachbanse al mismo tiempo, i casi. de 1111( 1) En el anexo de este ('apitul o se da cabid1t a la corresponJ encia que medi entre el almirante i los cnsul es estranjeros.

-206-

nuto en minuto, numerosos trenes por las dos vas


frreas qu e ponen en eontacto las dos ciudades,
viniendo al puerto los curiosos i desopucados i
'trasladndose a la ciudad las azoradas familias
que huian ele la amenaza del bombardeo. Un conesponsal estranjero aseguraba, con fecha cinco
di as posteriores a la notificacion del bloqueo, que
la poblacion del Callao, com puesta de veinte i
cinco mil almas haba huido en masa hcia Lima i sus alrededores, i agregaba que la consternacion era j en eral en todos los ni m os (1).
(1) Con stern ation become g eneral at once, n.nd rapidly
spread t o Liru a . (Correspondencia del Call ao, abril 15 de 1879,
publicada por el f-lerald de N u eva York a fi nes de mayo ).
E st e n)ismo corresponsal agregaba que los bu ques estranj eros
surtos en la baha fneron fu ert emente sacudi dos (severely shaken) por la esplosion del torpedo de la Guacolda, especialmente
el blindado aleman H ansa que se hallaba anclado cerca; pero no parece efectivo qu e la fragata itali ana Garibaldi hubiese
estado en peligro do ser vobda po1 quivocacion segun entnces
se dij o.
T omaba not a el mismo coresponsal de los sen timientos que
auimabau a la poblacion peruana respecto de los es tranj eros, i
esplicando los qu e in spiraban los in gleses a los peruanos en esta
ocasion ( como en 1820 a los peni nsulares de Lima i el Uallao, )
vert a es tas fiases que no estaban ljos de in ter petrar las impref': iones del dictador i de su gobiern o. -H e oido en mas de una
vez manifes tar la opi nion de que todos los ing leses deban ser
mu er tos i sus propiedades puestr,s a saco>> ... . ...
A la mndanza en m asa de la pobl acion del Callao i a l a p:u ticular de la com pe. iiu inglesa de va pores, se r efieren los siguientes t elegram as que hemos encontrado in ditos en nuestras col ecciones:

Callao, ab1il 14 de 1880.


Seor prefect o de Li ma : - Estn mu nicipalidacl agradece a usted su ofe rt<1 de la p l a~a de Acho para a loj ar a las personas me-

-20 7-

No rnnos de ocho o diez mil almas v1meron


al siguie nte dia, mas por curios idad i. patrio tera
de novedosos, que por consa gracio n cvica de sacrificio, a visita r e'l puerto i a conte mplar la, lejana
siluet a de los barco s chilenos con anteo jos de larga vista desde las azoteas. Los ferroc arrile s hacia.n la c')secha del bloqu eo a costa. de la glori.:t barat~t ele ::;ns defensores, i segun un diario ele Lima ,
el 11 ele abril pagar on su pasaje en la lnea trasandi na no mno s de 3,253 patr-iotas .

XIV.
Por lo''clemas, duran te los diez clias del plazo
previo del blo'lueo, tregu a sino de Dios, ele los
fardos, no ocurri en la baha , co rno era, ele espe ..
rarse, nada de notab le.
En la noche del dia 10, i como augm io de su
desdichada suel'te, las dos lanch as torpe dos ele
que dispo nan los perLl<tnOs llamadas Urcos e Indepen den d a, se hicier on recprocam ente fuego,
pero luego se 'reconocieron i ap~acaron.
nestero sas de es ta poblacion. - Jos H. Fonsecc~. >>

Sttntct, mayo 25 ele 1880.


Sel10r coronel prefecto de Lirna:- Agr'adezco su telegra ma i
me es grato que usted /a podido allanar toda dificnl tad para el
l1l1en servi cio de los vapore s en Chanca y. Se ha estab lecido nn
servicio local de que se manda rn pormen ores por primer vapot. - -Fhtlt, ajen te jeneral.>>

208

Deslizse tnmbien e~ segundp dia'de la ansiedad


limea sjn mas novedad qne la. captura de un~
balandra llamada Mercedes AnduTa, que se acerc
a la boca. del Rimac con cincuenta de los sabrosos i afamados puercos negros de Huacho, regctlo
tentador par::~, la escnadm. T el 12 i 13 solo ocurri el desahucio de los va.pores de la mala inglesa.
que venan del sur i se vieron forzados a desembarcar sus pa~mjeros en Ancon, cuyo casero visit
el dictador . con su brillante squito el di~ 14. La
compaa de vapores haba trasladado a aquel
puerto su cuartel jeneral. (1)

XV.
con estraeza i. sobreRefitise, sm embarO'O
o '
(1) e<Si-n m as accidente que la captura de embarcaciones dedicadas al trfico de cabotaje, deca por esto desabridamente el
uoletin peruano del dia 14 de abril , la monotona del bloqueo
comienza a hacerse sentir de una manera poco agradable, por
cierto.
Durante la noche, ning un incidente estraordinario ha interrumpido el servicio de vijilancia en la baha i los fuertes i bateras de la plaza.
La posicion de las naves bloq neadoras es la misma que ocuparon ayer.
))A las 7.30 el vija del pnerto annnci que el vapor Bolivia,
procedente del sur navegaba en demanda del puerto. Poco 'despues uno de los buques en emigos le sali al encuentro, i ahora
le vemos detenid o frente al cabezo de la isla.
))Dos embarca,ciones a \'apor, la una del Llindado Shannon i
h otra d e la co rbeta n,meri cana A taska, se encamin an hcia el lugar en que est detenido el Bolivia.
))Es probable que los pasaj eros desembarquen en Ancon, i que
all se reciba la correspondencia traida por el vapor Bolivia. ))
'" J

-2 09 -

salto en la ma an a que sig ui a


aqu el p~:cfico i
sooliento da qne los chi len os hab
an asa ltad o la
bat er a de a mil del C<tpita.n As te te
en La Punta ,
siendo los aco me tedo res, co ~no de
ordinal'io, rechazados con no des precictbl es pr
didas. -:__ ccOon el
props ito de inu tili zar q Lli zs los
ca one s de la
bat era de L ct Pimla, dec a, e n
efecto, el pa.rte
diario de la P~.-ttria de I..Jima del di
e:t 15, los :fi.libus tero s del Pac fic o int e nta ron ano che
un desem bar co, que con fLten.a i enerja rechaz
la fuerza de
gua.rnicion de aqu el fae rte.
))Es posible que los agr eso res htLy<:tn
suf ri do algun as b aja s. L as primeras des car
gas de la gua r-

m:cion debieTon ser efic ac'es, por que


el sile ncio

ma s l:tbs olu to se .;igu i al tiro teo


que solo por un
momento sos tuv iero n los ene mig
os, sin que rn as
tard e se pusier an al alc anc e de
nne stra fusile- ,
na .))
P ero oh cru el bur la de la noc he
i del mie do
fo1j adc1. con tra el noc tur no her os mo
! Alg un as h oras ma s ta.rde la pre nsa de Li m.a rec
tificab a aqu ella aza ros a nue va dic ien do qne no
era n los chi lenos los que hab an de<)embarcaclo
en La Panta i
recibid o l as des car gas de su tumstac
l iza, guar~1i ci on ,
sin o un viejo pes cad vr q ue por ah
viva. i dur ant e
la noc he cruz del ant e de los hr o es
con sn p obr e
canoa en dem and a de corhin as ...
1

HlS'f . DB LA C. DE LI MA.

'2.7

-21 0-

XVI.
Por su part e, el jefe de la guarnicion, tan viejo
a
i alarmista. como el pesc ador de la Pnn ta,. hab1
visitado con alga zara los cuar teles el dia de la ante
vspera, i dand o cuen ta de sus aren gas a 'la tropa.,
un diario de Lim a copi aba esta s pala bras snya.s
de entu siasm o patr io i el~ reto al inva sor:
anzas de
En S. E. el jefe supre mo estn cifratlas las esper
su valor , palos verdaderos patrio tas. Tened confianza que con
tri otismo e il ustra cion salva r la honra; nacional.
el robo i el
Un enem igo aleve que no tiene mas princ ipio qae
patria , sin
pillaje, se ha atrevido a holla r el suelo querido de la
sus crmeno
tener en cuent a que con el valor del soldado perua
ento solemnes tendr n pront o castig o, i mien tras llega el mom
ne, ayuda dme a decir:
Viva la repblica!
Viva S. E. eljefe supre mo!
>>Vivan los jefes de los cuerpos!
ores jefs, ofi)) E stas palab ras fueron con testad as por los se U.
se ilot jener al
al
os
ciales i tropa con entus iastas vivac; dirijid
Varg as Machuca.

XV II.
El bole tin mar timo del dia 16 de abri l era, todavia mas pesado que los ante riore s, com part indose la monotori'a de los buques al ancl a con
la densa nieb la inve rnal que en esa esta cion del
a
ao cubr e como imp enet rabl e velo toda la cost

-211-

del Per, i de hecho, i sin notificacion prvia lo


bloquea.
El da amaneci nublado, deca el parte de
novedades correspondiente al 15 de abril, i que
nosotros copiamos como los anteriores, porq ne
dan idea apropiada de lo que esa operacin de
guerra, ya desusada, era en s misma:
<<A las 7 A. 1\II., hab iendo disminuido la densidad de h neblina, pndimos reconocer la posicion
de la e~cuadra bloqueadora i notamos que era. diferente de la de ayer.
<<Hla aqu:

Angamos i O' iliggins fondeados .en uua caleta


de la isla.
.l-Iuscar i una lancha torpedo, en otra caleta de
la misma, que est un poco mas al oeste qne la
anterior.
>>Pilcomayo aguantada sobre su m1uina Junto
al sur-oeste de la isla i a corta. distancia del Iiuscm.
))Blanco Encalada, fondeado a gran distancia.
del cabezo, pero formando lnea recta con los antenores.
))Matias Oousifo, fondeado a corta distancia. del
anterior.
)>No se avistaba el trasporte ~l egado ayer.J> (1)
(1) E ste trasporte era la O' lfig,qins, que venia del sur i seguia
sn vi~je a Paitf.t, i a las islas de Lohos segun mas adelante se

ver.

212 -

XVIII.
Entretanto algunos buques entraban sin ser
sentidos al fondeade ro, protejidos por la tenaz camanchaca del otoo, i los mas dejbanlo despues
de terminada en In, drse na su descarga.
La esc naclra chilena continuaba voltej eando en
los afu eras o fond eada. en San Lorenzo, mintras
lor::; buques de ronda, que eran ieneralmente el
Amazonas o el Angamos, re corran la cos ta desde
Chorrillos a Ancon, cruzando con igual objeto
las lanchas a vapor dentro de la bab ia.
I mintras todo esto aconteca en la mar, el arzobispo de Lima:, monseor Orneta, daba muestraR,
ti~ITa adentro, ele su piedad i del debilitamiento int electual ele su cerebro, prod ucido mas por los aos
que por la penitencia, publicando en Lima exhortos
que deban llevar el terror antes qne l ~:'t esperanza
al pecho de sus fieles; al paso qne el prefecto ele
la azorada ciudad, secundndole en su obra ele
apocamiento i de in qniet'nd, notificaba [11 pueblo
la cesacion ele la tregua intern acional i la apertuia ele lcts operaciones activas con la siguiente pro
clama., en la cual 1o bombstico de la fras8 no alcanzaba a disimnlar por en tero la inquietud pusllnime del alma:

-213Pueblo de Lima:
Hoi se cumpla el plazo sealado por los enemigos de lapatria para romper las hostilidades sobre la plaza del Callao.
Hoi un pueblo entusiasta se levanta con toda la altivez republicana para rechazar i confundir a esos ltijos estraviaclos ele
Amrica, cuyo avmicia i deslealtad constituyen el op1obio de su
raza i la vergenza de su ltistoria.
Qu laudable propsito persignen las naves de Chile en las
aguas del Callao?
>>El que han perseguido siempue en r\ntofagasta, en Mejillones, en Pisagua, en Iquique i en Arica: el ele revinclicacion i el
vandalaje.
Nosotros, en cambio, defendemos la libertad i la justicia,
esos sacrosantos principios que inspiraron a nuestros padres la
gloriosa epopeya de la independencia, i que hoi nos conducirn
a las resp landecientes alturas de la victoria!
Como tenemos la conviccion de nuestro derecho, as debemos
tener la conviccion de nuestro triunfo.
La gloria, que es la consecuencia de la virtud i del valor,
brillar en,la frente de nuestros soldados i marinos e iluminar
bien pronto la conciencia americana, perturbada por el crimen
de nn pueblo fratricida.
Felices los qne hoi pre3euten sus pechos a las balas enemigas, i mas felices todavia l0s que rieguen con su sangre jenerosa
e 1 suelo de esta patria querida!
Respetables matronas :

Nadct temais por vuestros hennanos, por vuestros hijos i esposos . l\f antened vuestro espritu tranquilo i levantado; no nos
amemtza el a?Tojo espaliol, como el 2 de M:n.yo de 1866; tenemos
delante la alevosa cltilena.
Solo podemos temer en tan solemnes circnnstancin.s que los
blindados enemigos no se coloquen j ama,s al alcance de nuestras
bateras.
J) Mas si escuchais el estruendo del caon, p1'epa1acl coronas i
'

--

~-~

214 -

lazt1elas pa1a cei1 la .fiente ele nuestros guerreros, p orque ese


estruendo, os lo juro, ser el anuncio de una espl ndida victoria.
J zr,an Llfa1tin Echenique.
Lima, a 20 de abril de 1880. ( 1)

(1) En su edicto del 17 de mayo el arzobispo dispona que


el 19, ltimo dia de la notifi cacion, se exhi biese en la cated ral
i en dive 1sas igl e~ i as de Lim a las reliquias de Santo Toriio i
ele Santa Rosa (santa que fu mi ta.d chi lena ) por via de conj uro
contra los chil enos, i en seguida se r e z a~ e a esos santos patrones
de la ciud ad un a novena q ne durara h as ta el 27 de a bri l. Al
mismo t iempo se di spona lo siguiente por los a rtcul os 4., 5 a
i 6.0 del edi ct o.
cc4.~ El martes 20 del presente, a las doce en pu nto del tlia, se
espondr el Santsimo Sacramento a la pblica adoracion de los
fieles, en todas las iglesias de la ciudad de Lima i continuar
espuesto hasta las seis de la tarde. Durante la espo:,i.cion, se
cantar h letana de los Santos, se har el piadoso ej ercicio del
via-crucis i alguna distribu cion en h onor de Santa Rosa, en el
tiempo i forma qu e dispongan los respectivos su periores de dichas ig lesias. Se esceptua11 de esta esposicion nuestra ig lesia
catedral i los templos de Santo Domin go, Santa Rosa de los
padres i Santa Ulara, a causa de estar espues tas las sagradas
'
reliqui as.
5. En la ma ana del mismo rlia martes i en los post eriores
mientras haya p eligro de bomba?Yleo, cuidar n ele enviar los prelados de los conventos ele relijiosos, a lo menos dos sacerdotes
al puerto del Callao, u otra poblacion amenazada, qu e, unidos
con los del clero ~e..: nlar, q ue Nos en viaremos, presten a los heridos el auxilio de su minis teri o sacerdotal i t odos los consue los
de la carid ad .
:<> 6.0 Todos los sacerdot es de u no i otro clero agregarn en la
misa la colect a quacumque tribulationes, siempre que el rito lo
permi ta i mientras perm&.,ne.zca en el puerto del Callao la escuaclm enemiga.
Ademas de esto, exhor tamos encarecidamente en el Seor, a
todos los fieles a la oracion i la peni tencia, que son las armas
qn e la mi sericordia di vina nos h <t dej ado para dej ar se vencer en
favor nu estiO.>>
, Mas prcti co i menos devoto 11n chu sco i mundan o diario de
Lima, apreciando la situ acion i Jos m edi os mas eficaces de de-.
0

-215 -

XIX.
En este estado de cosas lleg la termin acion del
plazo sin que hubiese oc urrido en la escuadra nada
digno de nota escepto el enjbo i partida hcia
Paita en demanda de armas enemigas de la corbeta, O' Higr1s que recal del sur el dia 15 de ~bril, i
la sin gular exencion. que el p residente de la Cruz
Roja en Lima Monseor R oca, prelado mas as tuto que evanj lico, solicit el dia 16 del puerto de
Chorrillos para establecer all sus hospjtales. (1)
Ace rc~b ase , por consiguiente el momento de la
accion, i sta deba iniciarse por un brillante refensa se espresaba por esos mismos dias en los sig uientes t r min os :
Fuera maulas.
Fuera camastrones.
Petacas a un rincon.
Hu esos al corral.
Ineptos a un lado .
0 a.mbie, bote, mude, c:1.s liig L1e, haga audar lp or el aire S. E . a
los em pleados subalternos.
Necesario es que se vuel va un poco renegon, un poco descontentadi zo, un poco ex: ij ente, un poco caprichoso para qne todo
el mu ndo ande lij ero.
Al aclio, al acto, sobre la marcha, sin demora .
Al acto, s ~ ii o r j efe supremo, al aclio, al acto .
Ya llam an nuestros enem igos a las puer tas de Lima .
Nos pi san ya la retaguardia .
E st n sobre nosotros.
Al acto, pues, al act<.
(1) A esta svlapada demanda el jefe de la escuadra co ntest
hbil mente, asegurando que res petaria los edificios que cu briese
legalmente la Cruz R oja, pe ro sin t omar com promiso alg uno
res pecto de los delier minados lugares de exencion que solicitaba el cabil oso clrigo ecuatoriano.

-216conocimi~-nto

de las posiciones enemigas que tuvo


l~' dia 22 de abril i al cual, as como a las
operaciones que le sucedieron hasta el dia memorable en que se recibi el aviso de la batalla i
victoria del Campo de la Alianza, habremos de
consagTar e1 proxtmo capitn 1o.
1

ANEXOS AL CAPITULO VI.

r.
NOTAS CAMBlADilS ENTRE ENTRE;, CUE RPO CON<:>U L AR D!!:L CALLAO
I EL ALMlRANl'E RIVEROS CON i\fO'l'IVO Dffi f,A NOTfFfCAC lON I
PRRHOGA SOLfCI'l'ADA DEL BLOQUEO .

CO}IANIJANCIA EN JEFE DE LA ESCUA DRA .

Radct del Callao, abra 10.


Seor:
Con esta fecha he dirijido al seilor jefe militn,r i civil de esta
plaza ht comunicacion siguiente:
Por rden del supremo gobierno de Chile vengo a establecer
el bloqueo de este puerto i de las caletas que de l dependen.
Lo notifico a V, S, hacindole saber que t engo instrucciones
para conceder ocho dias de plazo, a fin de que efeden su carga
i descarga los buques surtos en la baha i se alejen de ella.
Pudiendo las operaciones de la guerra ha:::er necesario el romper los fuegos sobre las fortalezas, edificios de esta poblacion o
sobre cualqniem punto de es ta rada, creo de mi deber manifes-

"
"
y

!!

.16

"

60

6<
67

COSTAS DEL PER


CHANCAY 1 ANCON

al a de
Ese "

. P(/IIJ07,1fuir(wws.25

150 ,'000

-217tarlo a V. S. con el obJeto de que estos habitantes i los buques


neutrales se encuentren anticipada~ente prevenidos. .
Como un acto de consideracion al honorable cuerpo consular
aqu iesidente i en salvaguardia de los intereses neutrales, he
credo necesario poner esa comunicacion en conocimiento de
V. S., rogndole que se sirva trasmitirla a sus estimables colegas.
Soi de V. S. atento i S. S.
Galvatino Riveros.
Al seiior decano del cuerpo consular residente en el Callao.

II.
CO~Sl'LA DO

JENEitAT. DEl. EUUADOlt I

DECANO DEI, CUI>HPO CONSULAH .

12 de abril ele 1880.


Seol':
Habiendo puesto en conocimiento de los seiores ministros residentes en la capital vuestra atenta nota, fecha 10 del presente,
nos permitireis haceros ob3ervar que ese plazo es insuficiente
para la mayor parte de los buques en rada que tienen que pre
pararse para un largo viaje.
Pensamos, pues, que un plazo de quince dias seria indispen
sable i esperamos que vtrestras instrucciones os permitirn el
conceclerlo.
En cuanto a las operaciones militares, debemvs llamar vues~
tra atencion, sobre el hecho que la mayor parte de las fortnnas,
muebles e inmuebles del C,tllao pertenecen a neutrales. Nos
creemos pues fundados en .esperar que esas operaciones sern
conducidas de tal manera como para ca utelar lo mas posible la
propiedad priva da.
En cuanto los casos estremos que indicais, en que hubiera

HlST. DE LA C. DE I,H1A.

28

218

nec~sidad

de hacer fuego sobre los edificios de ]a ciudad, debemos observar que no indicais. el plazo como es uso en idnticos
casos.
Suponemos, pues, que una operacion de es ta naturaleza seria
precedida de un aviso especial.
De nuevo se repiten de V. S. atentos seguros servidores. Jos Flores Guerra, cnsl j eneral del Ecuador i decano del
.cuerpo consular. -Roberts J. Clayton, cnsul de los Estados
Unidos de Amrica.-Eduardo Ondereyek, cnsul de Alemania.
-Robe1to lVeiss, vice-cnsul de Aus tro Hungra.- Jos E.
Gctrca, cnsul de Bolivia. ~Sil vino Grosb."f, cnsu l de Hawa.
--Enrique H ig,c;insson, vice-cnsul de la Repblica Arjentina.
- Cddos Radavero, cns ul de Guatemala i H ondmas.-Luis
Lopez, vice-cnsul de Portugal.-Ecluarclo B . .Ll iarclt, cnsul
de S. M. Britnica. -.LWarqus Domingo Papctlepore NicoLai, vice-cnsul de Italia..- Pa1d Armand S:tillarcl, vice-cnsul de
Francia. - Enrique E scard, vice-cns nl del Brasil i secretario
del cuerpo consular.

III.
(Contestacion.)
RE-P BLI CA DE CHf LE. - CO~fANDANCIA
E~

J ll;Fll

])g

L A ESCUADRA.

Seior:
En :lllntestacioa a vuestnt respetable nota i acced iendo cuanto me es posible u la indicacion que haceis, puedo ampliar por
dos das mas el plazo concedido para que salgan de esta rada
bs naves mercantes neutrales. Segun esto, e5as naves tendrn
de t rmino para alejarse hasta las 12 M. del dia 20 del presente
m es .
Viniendo a host;ilizar localidades rejidas i defendidas poc fuerzas enemigas, la circunstancia de existir en ' ellos p ropiedctdes
de neutrales no pueden mod ificar lts opel\tciones bli eas. Dcbeis

. -

21 9-

tene r la segu-:.-ida.d de que en cuanto


de mi dependa, esas propiedades ser n respetadas, pero no pued
o evit ar los daiios a que
est n espuestas a causa de encontra
.r.;;e en sitios q ne tendrn
forzosamente que sufrir las depo rabl
es consecnencias del estaclo
de guerra.
Eu cuanto a que no he inclicado 11laz
o alguno para q ne los
neu tral es se prev eng an en caso de
rom perse los fuegos con tra
esta plaza, debo hac eros notar que
esa prevencion que me imponan la hum anid a.d i los usos de la
gue rra, est hecha con bastant e anticipacion en mi nota del dia
10.
Lo que podr agre gar aqu, para prec
isar mej or aqu ella prevencion, es que la operacion de gue rra
indicada no lleg ar a tener luga r sino trascurridos los dias
designados, para que las naves mercantes neu tral es se alej en
de los pun tos bloqueados,
salvo el caso de una agresion de part
e del ene migo.
En esta circunstancia, mi deber es repe
ler i castigar inm edia tam ente la prov ocacion.
Soi, seores, vuestro atento i seguro
servidor.
Galvarino B.iveros.

'CAPITULO VII.

LOS COMBATES MARTIMOS DEL CALLAO.

(ABRIL I MAYO DE

1880).

F ciega de los ptlruanos en un bombardeo por la escuadm chilena en din


fijo, i su pnico.-Las impresiones del 2 de mayo.-Aprestos para rechazar "la escuadra chilena el 20 de abriL---Los mdicos en las bateras
i Pirola a caballo.---Vanas espectativas i telegramas.---Reconocimiento i caiioneo del 22 de abriL---El .fluscm ataca a los buques en la
d;irsena.---Impresiones i p,oclamas en Lima.---Uircular indita del min:stro Orbegoso sobre el bloqueo.---Carta orijinal de u u orijinaL---A t aque a la lancha-torpedo U1cos i sus bajas.---Bravezas del mar.---El
.Amazonas pesca dos enormes torpedos el 5 de mayo.-- -Mnerte del torpedista Ruiz.---Se vara el Matias Crntsi1io en la isla de San Lorenzo i es
puesto a flote.- --Regresa del norte la corbetn. O'Higgins traye ndo prisioneras a las autoridades de las islas de Lobos.---Ataque jeneral de las
bateras del Callao el 10 de mayo.---La O'.flir_rins en la Ma.r Brava, el
Blanco frente a la Punta, el.fluscar con la Pilcomayo, el Amazonas i el
.Angamos al centro de la lnea de ataque.---Heroismo del capit~u Condell que se avanza hasta 2,500 metros de la drsena.- --Destrozos caQ&'ldos culos buques peruanos i bajas en stos i en tierra.---I.as averas del
H!t .~cm. ---Resultado jeneral del combate.---La O'I-li_rgin.~ se dirije a
bloquear a Ancon.---Gran incendio en el Callao el 24 de mayo.--Uombate i duelo de los botes-torpedos Janaq u.eo e Indrpemlencia, que se van
juntos a pique.-Heroismo del teniente Galvez, qnieu es restituido a
su familia -Telegramas inditos.--Escaramuzas del 27 de mayo i
calma chicha del \!8.---Combate del 29 de mayo.---'l'elegramas i noticias
inditas.---Las as tillas del Chalaco en las patillas de s u comandante.--Sale el A talmalpct a provocar al .flu.scm i los peruanos se declaran victoriosos.--Llega el 1'oro con la noticia de la victo tia de 'l'acna i regocijo
qne causa a Lordo de la escuadra.---Primeros anuncios telcgnficos.---

-221

Sombrias impresiones de los peruanos i cmo se les da tiempo para


reaccionarse, malogrando el xito de nuestras victorias.---Cambio de
escenario.

l.

Los peruan os, pueblo tropical, oriundos ue casta andalu za, acostu mbrad os a vivir mas de impresio nes que de realida,des, se hallab an p~ofnn
damen te persua didos que el ltimo dia de la, notificacion del armist icio precur sor de los bloqueos,
seria para ellos un dia de prueb a i de comba te.
Nada parecj a anunc iar. en la escuad ra bloque adora semej ante propsito. Pero los habita ntes de
Lima, en cuyos hogare s se habia refundido ntegrame nte el vecind ario del Callao, record aban
qne en tiempo de los espa.oles habia precedido
un plazo .de gracia a,
famoso dos de mayo; i sin
mas que esto, era en todos los nimo s creenc ia invencible la de que las aguas ael vecino puerto i
las altas azote~"s de la ciudad iban a ofrecer el interesa nte espectculo de un nuevo dos de mayo
en abril. ... Por esto el arzobispo de Lima ordenaba exhibi r en ese preciso dia las reliqu ias de
Santa Rosa en las iglesias i el prefecto de la ciudad <<jurab<:u en una pro<cla ma que la victor ia seria de los de tie1~ra. Esceclia en esta el procn sul
al dictador, porqu e el ltimo se conten taba con
crear victorias, como la de Tarap ac, por decret o
simple i aqul las acot'daua bajo juram ento.

su

- 222 -

II.
Desde la. vspera hallbase por consiguiente todo listo en Lima i el Callao, que polticamente es
su suburbio i su puerta de calle, para aquel aniversario imajinativo. Rabian llevado a la verdad los
limeqs su aprehension al punt~ de distribuir el
cuerpo mdico i las mbulancias en las diferentes bateras desde la noche precedente (1)

III.
Hecho todo esto, losperuanos esper..tron, anhelantes los pechos, las ravizas de los caones en las
crispadas manos, i el dictador a manera de lanzafuego, a caballo i a pi en todas partes.
(1) H aqu como se hizo la iustalacion del setvcio sanitario
de las bateras entre los facultativos que ocurrieron como volun
tarios a prestar sus servicios en la inminente batalla.
Batera de a mil.-Doctor don Enrique Elmore i don Martno Mispireta.
Bateria de la Jferced.-Doctor don Manuel A. Ugarte i don
Tomas D. U galde.
B atma ele Santa R osa.-Doctor don Agnstiu Izarntegui,
don Hil ario Vera Tndela i don Manuel Montero.
Toneon ..i11anco-Capac.-Doctor don Ignacio Dandera,s i don
Pedro F. Galloso.
Torreon I nclepenclencict.-Doctor don Pedro J. Brito Alarco i
don Aoustiu Iturrizaga.
Bat~1a de Agacuclw.-Doctor don Jos Arnaiz i don Juan
N. Benitez.
Torre ele Junin.--Doctor don Enrique Basaclre i don Emilio
P. Garca,.

223 -

Mas los buques chilenos ni siquiera se balanceaban en su tranquilo fondendero, cmodo nido
del invierno i del bloqueo, labrado entre los altos
farellones del peon de San Lorenzo, jsla-parrilla como la del santo favorito de Felipe II, i San
Quintn.
Por mas que hicieran i esperaran los de tierra
no habra en aquel c1ia, 20 de ab ril de 1880, cmna
de San Quintn.>> (1)
(1) Lol'l siguientes t elegramas ofi ciales refl.ej m;on en Lima las
peripecias sucesivas i las inquietudes incesantes del Callao en
nq uel dia.
Callao, abril 20.
R ecibido a. la 1 P. I\1:.-Seior prefecto i comanda11t e jene1al.-Buqnes.
enemigos en el rdeu sig uiente: P ilco mayo navega pausadamente hcia el
norte. El lJf atias Cousino permanece quieto, lo mismo el Blanco, Angamos,
Loa, i t res buques mas de vela, cuyos nombres se ignoran.
L a actitud del Callao es tan imponente como entusiasta ; cada bat era
tiene sus caiiones i personal listos para cumplir con sus debe!es a la pri mera voz. L as compal1as de bomber os se han situado en la plazuela de la
Independencia.
Despues de recorrer t oda la lnea de fortificacion S. E. acaba de llegar
al arsenal.
Lo pausado i t ardo de las maniobras del enemigo da derecho a presumir que no atacarn.-Bcnito N eto.
1 P. M.-S. E . el jefe supremo r ecorre las bateras seguido de un inmenso squito.
E l movimiento en la poblacion contina mas animado que n tes.
_. L os buques enemigos conservan las mismas posiciones.
E l nu meroso jento que cubre la playa espem !npaciente verlos evolu cionar con direccion al fondeadero.

R ecibido a la 1. 14 P. M.- Seiior prefecto :-Pilco mayv se h alla en es tos


instantes entre los b uques neutm les q ue estn al norte de la baha.
B lanco ha p uesto proa hcia t ierra pero no avanza.
L os de masb uques contina n inmviles.- N eto.
R ecibido a la 1.50 P. J\'L- Seiior prefecto:-Pilcom ayo regresa convoyando va.por oriental Cha rr.ct.
Dos de los buques ele vela que ten an como p~e sos los httn soltado.

-224-

IV.
Solo con la caida de la noche lograron aquietarse las patriticas ansiedades del pueblo i de
la. guarnicion, 1 mientras los sacerdotes 1 las
monjas volvian a guardar en Lima sus milagroNuestros buques no se han movido de su fondeadero.-Nelo.
Recibido a las 3.15 P. M.-Seiior prefecto:-S. E. ha manifestado satisfaccion respecto de las buenas condiciones en que se encuentra.n las
bateras.
El seiior prefecto i comandante jeneral, coronel Saavedra, cumple los
deberes de su cargo visitando detenidamente las defensas militares de la
plaza.
El enemigo no se mueve ele sus posiciones.
Las bombas Ga1-ibaldi del Callao, Salvadora de idem, Union Chalaca,
Bellavista i Lima nm. 1 se han situado en las plazas de Arequipa, Ayacucho i calle de Lima.
El cuerpo de ambulancias ha levantado 's us carpas fuera de Bella vista.
- Neto.
Itecibido a las 5- hs. 25 ms. P . M .-!:'e:1or prefecto:-Decididamente los
buques enemigos no tienen por hoi el intento de atacar. Su actitud lo
manifiesta bien cl:no. Bl ni co buque que se ha alejado un poco ha sido
el Jlfatas Cottsi-11o, i eso tomando la precaucion de mantenerse con la proa
h cia los suyos pam en caso necesario buscar su ampa.ro.
8. E . el jefe supremo, acompa11ado del secretario de gue rra., varios jenerales ele alta gmduacion i multitud de j efes i oficiales, acaba de salir a.
recorrer las batiO'ras del Norte.
H an permanecido todo el dia aqu los se11ores secretarios de gobierno,
justicia i fomento.-Neto.
R ecibido a las 5 hs, 26 ms. P. JYI.-Seiior prefecto :-Acaban de de~ar
libre al vapor Clta1'r1 a.

Siguen los buqu~s enemigos concentrados en el cabezo de la isla.-Neto.

Callao, abril 20.


R ecibido a las 8.45 P. J\L-Seiior prefecto de Lima:-Desde mi ltimo
t elegrama a V. S. no ha ocurrido la menoi novedad en este puerto. Desde
que anocheci no se ha percibido ningun movimiento en la escuadra. enemiga, salvo el Jllatas Cousiiio que se perdi de vista con proa al norte.
S. E., despues de visitar los campamentos de sur i norte, acJ.ba de llegar, habiendo determinado quedarse aqu esta noche.- .Neto.

-225-

sas. reliquias en sus cajas de oro, los artille1os


cubran con ;:us fundas los caones que desde
el amanecer haban estado apuntando hcia f3an
Lorenzo, midiendo cada cual con anteojos o mi~romos las distancias que ,debia promediar el primer proyectil de la victoria decretada i jurada
de antemano.

V.
Pero los luctuosos acontecimientos que los peruanos a.guard<:tron en v.ano el dia 20 de abril, se
verificaron a su sabor dos dias mas tarde.
'
. De madrugada dispuso en efecto el almirante
Ri;reros el 22 de abril que los buques de mayor
potencia-de tiro verificaran un reconocimiento ' de
las bateras enemigas para medir prcticamente
su alcance, i al propio tiempo d,aasen con sus
piezas de calibre la drsena. i los buques peruanos
que dentro de ella se hallaban refujiados, al abrigo
de altos parapetos ele sacos i otras defensas adecuadas.
Avanzaron en consecuencia poco despues de
medio dia en rden de batalla el lluscar, el Angamos i la Pcomayo, i a las 2.10 de la tarde. rompieron sus fuego ~ sobre la drsena, apuntando con
especialidad sobre la Union, cuyos masteleros les
servan de punto de mira para tirar por eleva.cion.
El Huscar se habia colocado a cuatro ~il metros
HIST. DE LA C. DE LIMA

29

- 226 __;

<'e las bateras de tierra, i sus dos consortes algo


mas distantes.
Trabse en consecuencia un prolongado pero
neficaz caoneo en el que tomaron parte los buques i bateras peruanas i los tres b3.rcos ya nombrados. Produjeron las balas del monitor algunos
incendios en la drsena, en el arsenal i hasta en
las calles de la pobla.cion, muriendo a 'bordo de la
Union un marinero. Pero no ocurri nada digno
de nota. J actbanse los artlleros peruanos de haber hecho caer una bomba de la torre de la Merced mui cerca del Huscar, como el 2 de mayo .
de 1866 sobre la Numancia; i en con.i unto fu
~al la profusion de sus diRparos que la llnion, cuyos .tiros quedaban cortos en mnos de la mitad
de su trayectoria, arroj 72 proyectiles de lujo
con sus dos colisa.s, cayendo todos al agua.. . En
cambio, la pesada batera de a mil de la Punta hizo solo dos disparos.

VI.

No pas aquello, en el detalle, de un simple si. mlacro o ensayo de caones, retirndose los bu~
qns chilenos a su fondeadero a las cinco delatarde; pero no sin que el dictador se hubiese dado la
satisfaccion de un telegrama oficial datado en las
bater as a las 3.40 de la tarde i proporciondose
en seguida la ocasion de una proclama el verboso

~- - - ~- --

;,._ 227-

prefecto de Lima, quien a su v:ez, disparaba a su


manera, sobre los chilenos (1)
( 1) Ese telegrama i esa proclama decan as:
(Telegrama)

Callao, abril22.
Telegrama de S. E. el jefe supremo al aeor prefecto, kecko de
las bateras a las 3 i 40.-Siruulacro de combate. Buques fuera.
de alcance . . Ningun dao en la pdblacion. Ponga ut~ted en vigor
las rdenes del mrtes sobre ferrocarriles de ,locomociou. Disparamos de vez en cuando solo por responder.-PrROLA.
(Proclama)

Pueblo de Lima!
Yuestra actitud en este memorable dia ha sido la que corr~s
pondia a nn gran pueblo que tiene la conciencia de su p3der i
de la justicia de su cansa.
Digno es de alabanza el entusiasmo con que os haheis dirij_ido en masa a compartir el peligro con log valientes defensores
del Cal la o.
Pero, lo hnheis palpado: felones i cobardes, no osan nuestros
enemigos nedir su" armas con las nuestras en leal combt~te. N o
leR basta esta.r cubiertos con impenetrables murallas de fierro,
no, necesitan aun ponerse fuera. del alcance de nne~t:-as bateras, i as, solo as, se atreven a dirijir sus fuegos sin mts propsi.to que el de in9endio, sobre el mas rico i floreciente de
nuestros puertos.
El incendio i el rt1bo son sus medios ~e acciou; el saqueo de
Moliendo i el bombardeo de hoi nos dan la mas clara prueba. de
esto.
Pero estad ciertos de que no realizarn sus propsitos en el
Callao; confiad en el patriotismo de los valientes que cubren
nuestras bateras i tripulan nuestras dbiles naves; confiad en
el entusiasmo de las abnegadas }ejiones de bomberos nacionales
i estranjeros que dominarn la accion devastadora del incendio,
i en el jefe supremo de la repblica que, dirijiendo todos esos
elementos, sabr prevenir los infames intentos de tan indigno i
miserable enemigo.
Habitantes de la capital!
Volved a entregaros tranquilamente a vuestras labores ordi..

VII.
Quedaron un tanto acalorados los espritus con
el caoneo de aquel dia, i a la maana siguiente
hubo un encuentro de lanchas cerca de la drsena.
'
Segnn apeci entnces, la Janequeo i la Guacalda, com.andadas por sus dos bravos e infatigables comandantes Seoret i Goi, habian intentado un golpe de mano sobre el pesado monitor
Atahualpa que se hallaba anclado cerca de la
Unan al costado norte de la. drsena; pero sentidos, hubieron de retirarse.
Eran en esa coyuntura las 4 dP la maana del
23 de abril, i mintras se alejaban, aristwnse
con la lancha Ureas que ma~.:.daba el teniente peruano don Domingo Vallerriestra, hijo o nieto de
naria.s. Nada debeis temer; el honor ilustre de las armas de la.
repblica estli. en manos de quienes harn que la libertad i la.
justicia ostenten en su cat-ro triunfal los laureles de la victoria.,
si recordando el chileno la 1aza de que desciende viene al fin a
arrostrar el fuego de nuestros caones.
Lima, abril 22 de 1880.
JUAN MARTIN ECHENIQUE.

Dos dias mas tarde el secretario de gobierno Orbegoso comunic por circular a todos los prefectos del pas las diversas ocurrencias del bloqueo, desde su notificacion hasta el primer combate, i en el anexo reproducimos esa pieza de uno de sus orijinales que tenemos a la vista. Publicamos asimismo uua carta
orijinal de un orijinal de Lima, que sin conocernos, nos escribi
(como lo hizo en todos los casos anlogos) sobre el simulacro i
reconocimiento del 22 de abril.

'

conocido aimirante de su pas, i con el encuentro prodjose un lijero tiroteo. Los chilenos arrojaron una granada de mano a.l fondo de la Urcos,
hiriendo a su comandante, al teniente del batall<>n
de marina don Jos Maria Delgado i a cinco marineros i soldados. I con esto los guerrilleros del
bloqueo se retiraron a sus respectivos puestos.
En el mar con el vapor se pelea ahora como en
tierra--a caballazos ....
Uh

VIII.
Nq ocurri tampoco nada de notable en las dos
semanas subsiguientes; ni aun en el temido i esperado 2 de mayo se movi en la bahia ni una vela
ni una mosca. Haban sobrevenido en la rada las
mismas bravezas de mar que en ese momento se
esperimentaban, causando tan mortificantes retardos, en la caleta. de Ite, i con este motivo un telegrama del Callao a un diario de Lima del 5 de
mayo burlescamente decia-ccque el mar estaba
mas bravo que los chilenoS)) (1).
(1) Las alarmas eran diarias, por lo demas, en toda la costa
desde Chorrillos a Chancu.y, es decir, en t oda la zona martima
del departamento de Lima. A este propsito encontramos en
nuestras colecciones de teleg ramas inditos, el siguiente dirijido
por el gobern ador de Mirafloros al sub-prefecto de Lima, el coronel don Mariano Bustamante.
Miraftores, abril 28 de 1880.
Seor sub-prefecto:-Buques junto Santa Cruz, direccion

~ ~

~-

...___ __ ;:: -=::::-:..--

...

-230-

En cambio, 1os peruanos, que no se dorman,


lanzaron en la madrugada .le ese mismo da o en
la noche precedente dos enorrnes torpedos flotantes, especie de cilindros de cobre cargados con
dos o tres quintales de plvora, que hahrian podido volar as nuestros acorazados como los buques
de guerra neutrales surtos en la baha, porque
navegaban al garete arrastrados por el viento i la
corriente. Descubrilos afortunadamen te al amanecer del dia. 5 el Ama~enas, buque de ronda, i
despues de echar a nique uno dJ ellos a caonazos
.
con el auxilio de la Gaacoldrx, condujo el otro a
remolque al S<:tn Lorenzo, donde estall con terrfico estruendo al chocar contra una roca. Los
artilleros pemanos intentaron desviar la atencion
del Amazonas o atraerlo hcia otro punto de la
baha, con cuyo fin le hicieron algunos tiros, pero
en vano, desde las bateras del N o rte.
Mandaba uno de est.os reductos llamado batera Rodman)) el jven comandante de artillera
don Elias Latone, hermano del bravo i pundodel Huscar i que a la sazon blonoroso captor
,
queaba a Arica con el Cochrane (1).
1

Chorrillos. Tego jente bastante sin armas.-Escob~1..


I el sub-prefecto contest6 chuscamente como sigue:
<rl\1e alegro por los per'icotes.-Memorias a su mam.-Bustamante.))
(1) H aqu la descripcion que hacia de los torpedos destruidos por el Amazonas el almirante Riveras en comunicacion al
comandante Lynch dirijida a !quique.
Estos torpedos, en forma de tubos, de planchas de col!re, se

231

IX.
Pasaron algunos dias del eternamente montono bloqueo, sin mas novedad que la de haberse
varado en San Lorenzo en la maana del 7 de
mayo el trasporte Matias Cousio; pero nuestros
marinos lograron zafarlo con cortas averas dos o
tres dias mas tarde.
Con todo, i deseando probablemente el almi._
rante castigar la alevosa de echarle torpedos sueltos, que no tenian la e~cusa del valor de quien los
condujera o aplicara, orden un bombardeo formal
de todas las posiciones enemigas sealando el dia
10 de mayo para sn ejecncion (1).
Hubia regresado del norte, trayendo a su bordo
las autoridc.tdes de las islas de Lobos en la noche
hallaban cargados como con trescientas libras de plvora, a
juzgar por la esplocion del que estal l. El arco, que deba estar
en contacto con algun cido iuflamn.nte encerrado en deps_ito
de cristal, serva para producir el choque que rompert el dep sito as que encontrase resistencia. Esos torpedos, confiados a la
corriente, pudieron hacer daos a nuestros buques, lo mismo
que a los de guerra, neutrales i mercantes, que navegaban en
estas aguas.
(1) En realidarl, los mismos pernanos se infl.ijiau el castigo
de ~;us atentados porque por esos dia.s vol una parte de la poblacion de Ancon a cons ec :.~en e ia del estallido casual de un torpedo, i eu el Callao fn despedazado el inj enioso constructor del
reloj aut.omtico del Per i de la viltuela a1mnica, don P~dro
Rniz, en el acto en que este patriota ensaya ba un torpeo de
dim anita que seria de gritn efecto a su jui cio ... De modo que
esta vez bien puede , decirse del infeliz in ventor de la vihuela
armnica :- otra cosa es con guitarra.
'

!32-

del 9, la corbeta O'Higgins, i sta tomaria tarobien parte en el combate, al mando de su bizarro
i entendido comandante don J o1je 1\iontt.

X.
Ocuparon en consecuencia sus posiciones a-e combate, a la nna de la tarde del 10 de mayo, el
Huscar, la Pilcomayo, el Angamos, i el Ama_zonas frente a la drsena; el Blanco a la altura de la
batera de a mil de la Punta, i la O' lliggins, doblando sta por el lado de la M11r brava, p<tra atacar sus formidables piezas de enfilada, o por su
espalda.
Rotos los fuegos a larga distancia, como el 22 de
ahrq, hzose notoria. la osada del capitan Cndell,
quien sume1:jiendo sn buque mediante la inmersion de sus paoles de agua, para presentar menos
cuerpo al enemigo, se avanz con extraordinaria
rapidez hasta dos mil quinientos metros de la drsena,, i desde esa posicion, valientemente secundado por la Pilcomayo, cans gravsirnas averas a
todos los buques especialmente a la Union, al Lime1ia i al Ohalaco, recibiendo en cambio tres o
cuatro proyectiles en su costado, algunos de stos
de los caones de mas corto calibre de la plaza:
tal fn su ten1eraria proximidad i era as como se
vengaba Condell el sin vergenzm), apodo cuotidiano de los peruanos .en su agravio.

-233-

El capita.n tJribe, por su .parte, se mostr digno


ele su famaj sealse en aquel dia a la aclmiracion
ele la escuadra por sus certeras punteras un oficial ele batera del buque que aquel jefe mandaba,
el teniente 1. don. Crlos n1:oraga. El bravo i malogrado Orella, ausente a la sazon en Ite, habia
encontrado BU suoesor. /
Sostuvo con brillo su puesto la. O' lliggins,
peleando con evidente desventaja en una mar
alterosa; i a su turno, el buque almirante se mantuvo resueltamente dentro de la lne-a. ele los fuegos hasta que una bomba de a mil cayendo mui
cerca ele su proa ba el buque de agua, levantando alta columna que el viento dividi a tnanera
de sbana envolviendo toda su quilla.
Con este motivo retirse prudentemente el almirante fuera del alcance ele las fornidas piezas ele la Punta, cuyos artilleros, engredos por
aquella hazaa, pusironse locamente a disparar
cohetes en seal de burla i de victoria.
0

XI.
Llamse esta jornada el segundo bombardeo del
Callao, despues del ocu;rrido el 22 de abril, i como
de costumbre uno i otro contendiente atribuyse
la mayor suma de ventajas. Los buques chilenos
dispararon 408 proyectiles_i muchos de ellos fueron cruelmente eficaces, porque 'los peruanos puHtsT. D J,A C. DE LIMA

30

..___

--

.-

--

---

-234-

blicaron una lista de 30 heridos, perteneci entes


en su mayor nmero a sus buques, al paso que los
proyectile s de tierra. en nmero de 151, no causaron a bordo de Ia escuadra bloqueado:::a una sola
avera de importanc ia ni una sola baja. Por el
contrario, reconocie ron los defe nsores del Callao
la escelencia de las punteras de nuestro s a rtilleros, i paladinam ente ag regaban que si el bombardeo hubiese sido ej ecutado desde mayor proximicbd, el Callao habri a desaparec ido. Un a sola
bomba del Blan co o de la O'Fl iggins: lanzada sobre
la batera de la Punta, mat a dos infelices mujeres llamadas Patricia Vallejos i Victoria Palomino, cantinera s del batallon Mirave, que all preJXLrahan el rancho de la tropa .

XII.

El cc segnndo bombarde o)) dur cuatro horas,


desde la u na i m edia a las cinco i m edia de la tarde, segun consta del sig uien te parte oficial del
almirante chileno, siempre lacnico i ve rdico, fechado el 12 de mayo.
c<EI dia lO orde u nn nuevo ataque sobr3 la. cl {~:;e d a. i algunos fuertes de esta. pl aza..
l>Dispuse que la O'Hig_rins, toman do po~ ici o n h cin. el sur de
la. isla de Sa n Lorenzo, i al frente del can al de b boca chi ca, enfilase por e e costado las fortalezas de la P unta, se r vida con dos
ca.rwncs de a 1,000 ; mintras el B tanco, colocado e u el can al, a

-2354,000 meteos ele distancia, disparn.ria por el frente sobre esa:


fortaleza.
J>ml 1-fudscar debia situarse en el estremo de la linea. hcia el
norte; i entre ese monitor i el Blanco Encalada se colocariau ln.
P ilcomayo, el Amaz onus i el An_qamos, a 5,000 metros de tierra. El punt0 ele mirn. de e3os buques debia set el muelle darsena, tras del cual contina. u abriga.da.s ln,s naves enemigas.
La O'Jlig_qins, coloc<:tdit frente al canal d.e la boca chica, sostuvo sus fn egos como a 4,500 metros distante del fuerte ele la
Punta, sin poder ser daada f.cilmente por los proyectiles, a
causa de que los caones ele ese fuerte tienen poco ngulo de
tiro hcia el sur.
>>El Httsca?' rompi sus fuegos a los 5,500 metros fijados, i
fn paulatinamente acortn,udo la. distancit\ hasta llegar a mnos.
de 3,000 metros, pudiendo usar de los caones de su torre. Ha~
llndose el monitor en el estrerno norte de la lnea de a.taque no
poda ser alcanzado por las bateras de a 1,000, que son indudablemente las de mayo r alca-a ce en estas fortalezas. Sin embargo,
a(1uella nave, dispammlo a corta distancia., fu herida por un
provectil baJo la lnea, de fiotacion, que abri una va. de agua,
otros dos proyectiles choca.ron sin penetrar en su casco, i uno
cort dos obenques del palo mayor.
Del ex.men practicado resulta q'.le el proyectil que penetr
en el Huscm fn de cctiones de poco calib1e i lo alcanz probablemente cuando, a cansa de alg nn balance, esa nave descubra
las partes dbiles de sn fondo. Esas averas han sido reparadas
i el monitor puede sin. inconveniente continuar aqu sus importantes servicios.
Las otras naves 1de la escuadra, usando de sus caones de
retro-carga, sostuvieron los fuegos h,~sta 4.45 P. 1\{., hora. en que
orden suspenderlos.
>>La P ilcomayo continu, sin embargo, contestando con notable acierto algunos disparos hechos por el fuerte de la Punta
hasta las 5.30 P. l\1.
Segun los partes de los comandantes ele estos buques, se han
,gastado proyectiles en la proporcion siguiente:

---- .

-236llEl Huscar hizo 145 tiros, de los cuales 33 fueron con los
caf\ones de su torre;
La Pilcomayo, 108;
O'Higgins, lOO;
Angamos, 32;
Amazonas, 25;
Blanco Encalada, 8.
En jeneral, las punteras fueron certeras, pudiendo calcularse que el 70 por ciento de estos disparos ha caido en la drsena,
en los fuertes o en la poblacion, (1}

XIII.
A la maana siguiente todo habia entrado en
la acostumbrada soolienta quietud de los bloqueos, i el boletin peruano delll de mayo as lo
decia:
( 1) El total de los disparos hechos por los buques chilenos, fu,
Regun se v, de 408; i estando a la cuenta aproximada de los
peruanos, solo de 354. Lns de stos, por su cmputo propio, llegron solo a 151, fuera de los cohetes ele la China, de los que
quemaron, a guisa de n1os, innumerables paquetes.
Los disparos aproximados i cortos de los peruanos estaban
distribuidos as en sus bateras sur, centro i norte.
Sur.-Batera de la Punta, 20; id. Santa Rosa, 2; torre de la
Merced, 7.
Cent1o.-Torreon Manco Capac, 6; id. Independencia, 5.
Nmte.-Bateria Ayacucho, 10; torre Jnnin, 12; batera Pa~
cocha-Rodman, 24.
La escmtdra. dispar en esta proporcion :- Urtion, 31; Talis ..
man, 31; Rimac, 1; Limea, l; Oroya, l.
En consecuencia, los proyectiles cambiados el 10 de mayo
por una i otra parte alcanzaron a 559, o sea algo como cien
toneladas defierto. Tan solo los caones de la Punta arrojaron
al agua diez toneladas de metal en sus veinte proyectiles de a
mil libras.

-23 7-

Callao, mayo 11.


(Recibido a las 11.45 P. M.)

Seo i prefecto:
I_Ja escu adra enem iga aparece en la n1.aclrugada
de hoi distr ibuid a as: lhts car, Cou~>io i Tolten
cerca del cabezo, un poco hci a el norte ; Pilco mayo i Anga mos ele guar dia; Blanco mni alej ado. NETO .

Sin emb argo , la O' Higgins fu desp acha da ese


dia a bloq uear a Anco n, estre nand o sns cao nes
cont ra los trene s i facto ra de la plaza, que desd a
ese da dejar on de ftincionar. (1)
El 12, resca tado de su pelig rosa posicion sobre
una pefla, marchse al sur el anda riego llfatias
(1) La intimn.cion de bloqueo del capitan Mont t deca
como
_signe:
Rada de Ancon, mayo 11 de 1880.
Vengo por rden superior a establecer el bloqu eo
de
puerto i caletas vecinas, concediendo un plazo impro rrogab este
le de
ocho das para que los buques merca ntes neutra les
desocupen
su fondeadero.
Hago presen te a usted que mis instl'Ucciones me impon
en el
deber de impedir, en cuant o me se~ posible, el servic
io de este
ferrocarril, i har fuego sobre l, siempre que lo vea
en movimiento.
Las agresiones que desde tierra se intenten contra
stas u
otras naves del bloqueo, me obliga rn a rompe r fuego
sobre la
poblacion, sin aviso prvio.
JoRJE MoNT T

,A.l jefe militar i civil de Ancon .-Al decano del cuerpo


consular de
Ancon.

..

---

--

~.

-238-

Cousio,_ al mando de su entusiasta capit_a n Cat elston. Rabia ste presenciado del?cle a bordo del
Htscar las hazaas del capita.n Condell, i al trasmitir desde Iquique el dia. 19 de mayo su anuncio
telegrfico, rumor caloroso de aplauso clejse oir.
en todo el pas tributado a la conducta del feliz
vencedor de Punta. Gruesa.

XIV.
Los boletines sucesivos del bloqueo, que orijinales tenemos a la vi::;ta, recojidos en las oficinas
telegrficas de Lima i el Callao, acnsan calma
imperturbable durante la mediana de mayo, en
esta forma:

Callao, mayo 16 de 1880.


Seor prefecto:
L os btlques enemigos en el cabezo ele la isla .
.,A.ma:wnas, navegando al frente ele la bahia. Blanco, que sali esta maana con rumbo al norte, regresa en este momento.-ZuLETA.
Callao, mayo 21.-Seor prefecto.-Sin novedad.- NETO.
1\!I:ayo 22. - -Seor prefecto.---Sin noveclad.Z u LETA .

- 239 -

Mayo 24.- Sefwr prefecto .-I..Jos buqu es enemigos perm anec en inmviles en su fonc lead ero.
NETO .

Sin emb argo , en la mad ruga da del ltim o da


un viol ento ince ndio inte rrumpa. la monoto:1ia
del bloqueo i de los. parter.;. Comenz el fuego
a
las tres de la ma ana en el barr io de Chucuito
.
En pocas hora s destruy vari as prop ieda des, i cost
algunas vida s a ]os bom bero s de Lim a, acan tona
dos a firm e en el Callao para pres tar, como en to~
das part es, sus abnegados i hurn anitarios serv icios. (1)

XV.
No sobrevino, por 'lo demas, desde el ccseg undo
bombardeo del Callao, suceso digno de especial
memoria en el bloqueo, hast a la mad ruga da. del
25 de mayo, en que verificse en el cent ro de la
bahia. un duelo de botes-to rpedos, sin vent ajas
pero con dolorosas desg racias p<.tra los dos com batien tes, com part ind ose por iguales part es e:!ltre
ellos la. gloria. i el info rtun io.
Ech aron ele ver, en efecto, con la prim era clari dad del al ua de aquel dia los j afcttigahles vija s de la.
noche Seoret i Gofli ( quienes haci endo cons tan(1) Entre los anexos del prese nte capitulo 1mblicamo
s vario!;
telegramas inditos relutivos a este incen dio.

.
.\

. -

240-

temente la ronda de los buques para protejerlos


de asechanzas i de torpedos no pestaaban) que
por el lado de la Punta aparecian los humos d~
tres lanchas peruanas, i en el acto gobernaron
sobre ellas para cortarlas i librarles combate con
las suyas.
Era, en efecto, la lancha independeneia acompaada de la Ureas i de la Arlws, que a su vez
corrian la, ronda de sus posiciones. La primera,
que hacia de capitana, habia salido aquella noche
a las 11 del Oa.llao, mandada por el teniente de
marina don J<Js Gal vez, mozo herico, digno de
su padre. Era su segundo un jven guardia marina llamado San Martn.
Parecia por el corte de su quilla la Janequeo
un verdadero pez de mar, i rpida como el viento cort el vuelo a la Independencia, logrando
escapar sus consortes hcia las bateras. Conseguido _esto, lanzse inmediatamente el teniente Seoret, que mandaba aqulla, sobre su presa i le
. revent gallardamente el torpedo de su botalon
de proa bajo la roda.
Comenz a hundirse en el acto el pequeq barco peruano; pero alzdose sobre su bor~a con
esfuerzo verdaderamente digno de alma de hroe,
el jven capitan peruano, secundado por un practicante de medicina llamado U garte, de la dotacion del Atahua~Ja, que ele humorada se habia embarcado aquella noche, encendi con la luz de su

-241-

lmpara la mecha de un torpedo de cien libras


que llevaban prevenido a su bordo i lo arrojaron
entre mbos sobre el salon de fuegos de la lancha asaltante, disparando al propio tiempo Glvez con su revlver, como Ricaurte en San Mateo, para apresurar su estallido (1). Prodj ose
ste al segundo tiro, mat a los dos fogoneros
de la J anequeo i abri en sta ancho portillo por
el cual comenz a surne1jirse: de suerte que los
dos combatientes, como los luchadores del llfm~
fredo de Byron, que juntos rodaron al abismo,
furonse aferrados a. pique, quedando herido en
una mano el bravo Seoret i horriblemente desfigurado pero no muerto su digno antagonista, por
la esplosion de su propio torpedo.
Por fortuna lleg oportunamente la Guacolda
al socorro de los nufragos. Fueron sal vados siete
de los trece tripulantes de la I ndepende'ncia i entre stos su interesante j efe. Los tripulantes de la
Jan equeo se refujiaron n nado en las vecinas chatas neutrales i el teniente Gal vez, llevado respetuosamente a bordo del Blan co, fu de vuelto dos
dias mas tarde a su familia i a su patria. El guardia-marina San M.artin i el animoso practicant~

(1) En su parte datado en Lima el 27 de mayo, dice el teniente Galvez gne no pu(lo hacer fuego con su caon porque se
le inutiliz, as como la am etralladora de proa de su bote ... i de
esa manera andaban de continuo las armas del Per, aun en sus
servicios mas delicados.
HIST. DE LA O. DE LIMA

-242-

U garte, sucumbieron ahogados con el resto de los


tripuhntes de la Independencia, causando aquella
escaramuza la prdida de no menos de diez vidas
i 150 a 200 mil pesos para uno i otro belijerantes. (1)
(1) Las nmina'> siguientes contienen los nombl'es de los tri
pulantes de las dos lanchas chilenas i sus bajas.

(Janaqueo)
Comandante, teniente primero Manuel Seoret, herido leve.
Aspirante, Osear Seoret.
Cirujano segundo, Francisco J. Uyarzun.
Injeniero primero, Santiago Wright.
Mecnico, J nan de la C. Mr'quez,
Id.
CJeto Rios.
.
Fogonero primero, Manuel Perez, muerto.
Id.
Id.
Francisco Peia.
Id.
segundo Agustn Cana les, muerto.
Timonel, Manuel Gonzalez.
Capitan de altos, Manuel Emiquez.
Marinero primero, Joaqun Ponce.
Grumete, Guillermo Molina.
Soldado, Pastor Reyes.
Id.
Rafael Navarro.
,
Id.
Domingo Suarez, herido de gravedad en la cabeza i
el pecho.
Callao, mayo 25 de 1880.

JI,Januel Seoret.
(Guacolda)
Comandante, teniente 1.0 Luis A. Goi.
Aspirante, Roberto A. Qoi.
Aprendiz mecnico, Thomas Johnson, herido mortalmente.
Id.
Id.
Daniel Barra.
Fogonero 1. 0 , Vicente Melgr.
Id.
Id. Zenon Loyola.
Id.
2. 0 , Isidoro Gonzalez.
Patron de botes, Zenon Bustos.
Timonel, Bernardo Bastias.

-243-

XVI.
Tnvo lugar asimismo, a fines de mayo (el dia.
27) un tiroteo de caon durante el cual la peripecia
mas sealada fu la de que un diestro artillero del
Angamos puso dentro de la cmara del Chalaco,
en los momentos en que sus oficiales almorzaban,
una bomba que llen el lujoso salon del buque de
astillas, cayndole (as dice una re1acion del suceso) algunas de aqulla::; en la boca al guardiamarina Portal i otras en las patillas )) al comandante La Barrera, que se hallab a recostado muellemente en un sof, cociendo probablemente su
dijestion, mientras ~1 guardia-marina comenzaba
la suya.
Por lo demas, las peripecia; de este caoneo
estn contadas conforme a la version peruana en
los siguientes telegramas inditos.
Cllao 27 de mayo.

A las 11.20 A. M.-Seor Prefecto: A las 10 i 30 el Huscar


rompi sus fuegos sobre esta plaza: por 15 minutos ha so's tenido con alguna viveza el caoneo que contina aun. Lancha
Marinero
Id.
Soldado,
Id.

1 .~. Felipe Pnche.

Id. Jos del C. Villagran.


Francisco P. Bravo.
Manuel Palma.
Id. Fran cisco Tapia.
l)ada qel Callao, ma~o 25 de 1880,

J-uis A. Gofri,

----244portadora de comtston encargada de traer a Galvez entra en


Drsena en este momento.-Neto.
11.30 A. M.--Seor prefecto: Los tiros de tierra obligan a alejarse al Huscar a toda mquina. Angamos rompe el fuego.
Despues de varios certeros disp aros i mni especialmente de uno
de la Dnion, el Huscar sigue puesto fuera de tiro. El Angamos es el nico que sigue sosteniendo el combate.-Neto.
~

11.50 A. !!f.--Seor prefecto: Tanto de parte del enemigo


como de nuestras bateras ha cesado ya hace rato el fuego. El
Angamos signe navegando hcia afuera.-Neto.
8.38 P.~{. -Seor prefecto: Nuevamente dispara el .llu scar.
8 i 20. Angamos i Pilcomayo continuan disparando, el primero
hcia la poblaciou, la segunda hcia la batera del drsena, sin
xito. El !luscar con proa al norte permanece mudo. 8 i 30,
H uscar i Angamos hacen llego. Pilcomayo i 1!ngamos ponen
proa fuera.-Neto

XVII.
El dia subsiguiente fu, como los de casi toda
aquella pesada esta.cion, intensamente nublado, i
tanto era esto, que por la noche los buques se
hacan seales con caon para reconocerse.-ccEn
este momento, escriba el vija del Callao al prefecto fle Lima a las once de la noche del 28 de
mayo, se han sentido dos detonaciones mui lejanas. Son sin duda seales que hacen los buques
enemigos a causa de la neblina que cubre la hahia ,>)

'

-245-

XVIII.
Pero la calma precede de contnuo al huracan,
segun la leyenda del msxino i la esperiencia def
metereolojista, i esto fn lo que aconteci en las
aguas del Callao despues de su invernal i t enaz
camanchaca, porque el dia 29 ele mayo fu aniversario del clebre combate de Pacocha entre el
IJts car i el Shah. I como si aquel aguerrido
barco hubiese querido recordar su bieri alcanzada
gloria en ese da, se present impvido a.l frente
de las bateras.
Es interesante la version peruana e indita de
este combate matinal, especie de esquinazo de
guerra dado a la plaza, i por lo mismo vamos a
copiarlo de sus telegramas orijinales que as dicen:
Callao, mayo 29.
7.20 A. M. -Seor prefecto de Lima: Dos lan chas enemigas
empezaron fuegos contra las nuestras a las 6.20 . La Pilcomayo,
Angamos i Huscar se dirijen a la baha i la primera rompi el
fuego habi endo hecho un disparo el Husca1, virando luego ambos, por seales qne.les hacia el Blanco. Regresando inmediatamente, siguiendo los , tres los fuegos que eran contestados por
bateras plaza.-Zuleta.
7.40 A. M.-Seor prefecto: Angamos, Pilcomayo i Huscar
mantienen lentamente eJ fu ego sobre la plaza. Quedan mui cortos los disparos del enemigo.- Zuleta.

2488 A. M.-Seor prefecto: Pilcomayo sostiene el fuego con mas


empeo. Al parecer el enemigo est hoi colocado a mayor distancia que en los das anteriores. Huscar hace un tiro que cae
al mar, contesta la Union. La Pilcomayo se ha colocado cubriendo al Angai.'?-OS. El Blanco i nn trasporte a vi van sus fnegos.Zuleta.
8.13 A.M.-Seor prefecto: La batera de a mil ha roto el
fuego. El enemigo contesta. con lentitud. Huscar se mantiene
al frente de la baha sin hacer fuego. Los proyectiles del Angamos no caen en las bateras sino a la poblacion.-Zu leta.
8.15.-Seor prefecto: Rodman i batera de la Punta disparan con algun xito. El Husca1 trabajosamente i despnes de
largo rato, vira para hacer fuego al drsena. -Zuleta.

XIX.
Hasta este punto llegaba la parte indita i reservada de la comunicacion telegrfica; pero he
aqu los anuncios posteriores que los vijas del
Callao continuaron dirijiendo a Lima despues de
la ltima hora mencionada, i que el dictador hizo publicar ese mismo dia en sus boletines para
retemplar i retemplarse.
Recibido a las 9.5 A. M.-Seor prefecto: El monitor Atahualpa avanza en este momento hcia el centro de la baha.
Esta salida del monitor va a "poner en srios conflictos a nuestros cobardes enemigoa.-Zu leta.
Recibido a las 9.6 A. M.-Seor prefecto: 8.40. El Husear
huye coba1demente i se coloca fuera de tiro; el monitor sigue
avanzando. La Pilcomayo imita al flusca1 en su cobarda se
aleja haciendo fuego.-Neto.

-247Recibido a las 9.18 A. M.-Seor prefecto: Ha cesado por


cumpleto el fuego de los buques enemigos por haberse colocado a prudente distancia.-Neto.

XX.
N o obstante el descomunal herosmo atribuido
al monitor jemelo del que en beeves horas se zabulliria cobardemente en las agua.s de Arica, pa.
rece que el casi cuotidiano tiroteo acab temprano en aquel dia, porq ne el telegrama de la noche
no contena sino esta palabra, eterna rden del
dia de los bloqueos:
Callao, 29 de mayo de 1880.-Seor prefecto:
ccSin novedad.))-ZULETA.

U na peculiaridad peruana., sin embargo, habremos de notar aqu-la de las felicitaciones. Era
el 29 de mayo, segun dijimos, uno de los aniversario de la vida aventurera del dictador, cuando
pretendiente; i el gobernador de Ancon, mintras
se batian en el Callao, hacia vibrar los alambres
con el siguiente telegrama dirijido a sn jefe poltico, a rracna, semejante a los de Arica dirijidos
el 2 de mayo a Montero:
Ancon, mayo 29 de 1880.

Seor coronel prefecto don J. M. Echenique:


Felicito a U. S. en este gran dia de lejtimo or-

-248-

gullo para la patria que conmemora el gran combate de Pacocha de 1877. De U. S. respetuosamente.-PEDRO F. SuAREZ, gobernador.

XXI.
El da 30 de mayo hubo un corto tiroteo, acostumbrado desayuno matinal de los bloqueadores;
i despues todo entr en calma.
Los nicos boletines telegrficos de ese din. que
hemos encontrado dicen en efecto as:
Callao, mayo 30.

7.17 A.M.-Seor prefecto: A las 6.351a Pileomayo dispara


dos caonazos sobre las lanchas que estaban hcia el not;te de
la baha, fueron contestados por la batera del D{mena.-Zuleta

8 P. M.-Seor prefecto: A la puesta del sol, Pileomayo i Angamos cruzaron la baha hcia el lado norte. Los demas buques
enemigos en el cabezo, haciendo vapor. Hasta este momento no
ha ocurrido otra novedad.- Zuleta.

XXII.
Entretanto, i volviendo al caoneo del 29 de mayo, cuyo boletn de sen ~acion, ya dado a luz, decia:
-(<el Huscar huye cobardemente,)) llevaba ste
temprano a Lima las emociones matinales que los
nervios de sus habitantes requeran como incesante i necesitado pbulo. Lima no puede vivir sino

-249-

ele impresiones: ele victorias i pastillas , ele sahumerio i de plvora. Los chilenos se content an sencillamen te con mandar su prosaica plata a la
plaza ...
Pero aquella postiza alegra no seria de dura,
porque dos dias despues, es decir, en la maana
del dia 1. de junio, vease acercarse al costado
\
del Blanco una pequea embarca_cion a vapor
que llegaba del sur empavesadct, i en el acto todos los buques bloquea dores cubrian su jarcia de
vistosos trapos, salndau do ufanos con el caon de
las sal vas reales i el clari n de las dianas de guerra la noticia de inmorta l yictoria.
Era el aviso a vapor El T or:o que traia de Pacocha la nueva del triunfo complet o obtenido por
las armas de Chile sobre el ejrcito de los aliados
a la vista ele la ciudad i Yalle de "racna el memorable 26 de mayo de 1880. ( 1)
0

(1) He aqu el ominoso telegrama indito que llev al palacio


de Lima la primera sospecha de su desastre:

Callao, junio 1.0 de 1880.

(A las 12.5 P. M.)


Un pequeo vapor lleg en la maana de hoi al sitio donde
se encuentra la. escuadra ene:niga. Se ignora su nomhre. Los buques chilenos se hallan empavesados, i en este momento, doce
mnos cinco, estn haciendo salva.-Neto.
Al caer la. noche de ese dia. el avisador del C,d]ao enviaba todaviu. el siguiente telegrama :
Se lior prefecto:
El Angamos parece que est en demanda de algun buque o
HIST. DE LA C. DE LIMA

32

XXIII.
Indescriptible fn el jbilo qne se apoder de
las tripulaciones de lct escuadra en presencia de
aquella fausta, si bien no ~nesperada nueva, qne
venia a servir de grata necesitada pausa a las ttigas i a los insomnios de) bloqneo.
Anmentse aun mas, si ello em posible, la alegra i el bullicio de los tripulantes de nuestras naves que el tedio comenzaba a trabajar intensamente con la nueva de la captura de Arica, que
no tard en llegar en alas del viento, mintras
que a los infelices pernanos comunicbansela desde Pisco por el telgrafo sus propias autorida-

des. (1)
vapor proceclente del sur. Despnes de las 5 volteje incesantemente en varias direcciones. La escuadra blo.queadora sin
hacer salva, arri a las 6 todo sn empavesn.mien to. Ahora, 6 i
enarto, caldean como de costumbre sns mquinas. Por lo que
pLiecla convenir, debo participar a V. S. que durante el dia no
ha hahirlo comnnicacon alguna entre la escuadra chilena i los
neutrales.-N eto.
Ad vertimos 11 ne todos estos telegramas eran pagados, lo que
e8plica su laconismo, para ser tel egramas peruanos.
(1) H aqu cmo una correspondencia de la escuadra contaba la manera como los bloqu eadorei'l del Callao recibieron las
noticias de las victorias de 'l'acua i Arica.
El .Angarnos, que se encontraba de guardia fuera del Callao,
fn el primer0 qne divis ni Toro el 1. 0 de junio, ctun' ,lO llegaba
procedente de Pacocha. Luego el capitnn Lynch puso sea les
al Blanco que las trasmiti a los demas buques.-El Toro a la
vista empavesado.- Intil es referir aqu el entusiasmo de todos
los tripulantes. De todas partes se alistaron botes, i ruui luego
el pequ eio vapor portadO!' se vi cubierto de visitantes qne re-

-251-

XXIV.
Sombro estupor adnese en los primeros momentos del nimo de los impresionables peruanos,
siempre confiados en fcil i perezosa fortuna,
siempre engaados por prfidas arteras de ambiciosos, pero siempre cc retemplados por sus propias forjadas ilusiones i fahic'es esperanzas.
Mas la desesperacion tiene tambien sus mirajes, i pnas hubieron conocid el pueblo i el gobierno la intensidad ele sus desdichas, ton:iaroa
pi de ellas para cobrar nuevos brios; la prensa,
apellidando a sus hroes muertos, convoc con
tono pico a los vivos a las armas; el ejrcito _se
junt para contarse i para medirse en paradas
militares; tomronse medidas de nimo levantado
a fin ele tener hombres, armas i. dinero, i declarando el dictador que se senta fuerte en su prestijio,
en su alianza i en el apoyo de cinco millones ae
seres humanos que tenia a su espalda, juraba
solemnemente que no soltaria las armas hasta no
quebrarlas en el pecho ele los invasores, espulsndolos del snelo profanado ele la patria.
- - - - - - - -- - - gresaban a sns naves dando vivas a la patria. Todos los buques
empavesaron inmediatamente i el Blanco hizo una salva de 21
car10nazos. Este barco se comunic con los buques neutrales i
les trasmiti la noticia recibida.
Igual demostracion se efectu al tener conodmiento de la
victoria de Arica .

---

~-

--

-252-

XXV.
La guerra iba a entrar por consiguiente en su
faz mas decisiva, mas resuelta i mas terrible. Testimonios vivos de ello era todo lo que aconteca
en Lima, en Arequipa, en torno a nuestros buques, a la vista de nuestras avanzadas de tierra,
despues de las mas imponentes victorias alcanzadas.
I estos mismos xitos que una desacertada po-:ltica malograra respecto de Chile, no solo no
alcanzaban a solucionar la guerra, sino que la
compiometerian mas intensamente sellando la
ali_anza de los adversarios de la repblica con Sll
propia sangre vertida en campo comun de comun
infortunio.
Por manera que lo nico que en tan grave coyuntura pareca racional, oportuno, espedito i patritico, era aprovechar con vigor i celeridad el
aturdimiento i la desrnoralizacion que en todos
los pueblos producen durante sus primeras angustias lf~: adversidad contnua i casi implacable, para
marchar por el sendero" mas corto i mas recto a su
final avasallamiento..
I ese camino habi sido otra vez, como en tres
ocasiones anteriores, nicamente el de Lima, que
era, poltica i militarmente hablando, el Per, a fin
de consumar as en su centro la grande empresa

-2 5 3 -

que el de st in o i la fo
rt un a ha bi an dejado
en nuestr as m an os .

X X V I.
Fu er za i dolor nos
es pN ta nt o ca m bi
ar to ta lm en te el es ce na ri o
en que ha st a es ta p
oc a ha bi a
ve ni do desarrollnd
ose la guerra, pa ra
oc ur ri r pa ci en te m en te a pr es en
ci ar en el suelo de
la pa tr ia
un a srie in co nc eb ib
le de .er ro re s, de pe
queeces
de n im o i de co rt ed
ad a.bsoluta. de vista,
no cierta m en te en el pas,
sino en sus m an da
ta ri os , de
quienes hu bi er a po di
do decirse que de sl
um br ad os
po r los reflejos lu m
in os os que de ljos
ve ni an a
he ri r su vista miope
, ha bi an pe rd id o el
ru m bo i
es tr av ia do el se nd er
o de ht marcha. vict
oriosa de
la re p bl ic a.

254 --

ANEXOS AL CAPITULO VII.

I
CIRCULAR DEL SECRETAHIO DE GO:lHE ltNO A LOS PREFECTOS DEL
PER SOBRE LAS PRIMERAS OPERACIONES DEL
BLOQUEO DEL CALLAO.

(Indita.)
SECRETAR A DE GOB IE RNO

POLI CJA.

Lima, ab1it 24 de 1880 .


Setior Prefecto del departamento de 'faena:
En la madrugada del din. 10 del corri ente se present la es cuadra chil ena, compues ta de se is de sus buques, capiti1ne<td os
p or el blindado Blanco)), en el cal;>ezo de la isla de Sao LOIenzo, inmediata al puerto del Callao, i aprovechan do de la neblina
i Je la oscuridad, la nz un torpedo a la corbeta Uniou)), habiendo servido de g uia de los que t ripnl ahan el bote, un pesador q ll 6l sorprendieron cerca de la costa ; pero felizm ente estall
la Lomba como a och o varas de dstancia de la referida corbeta,
debido a las precauciones que h rtbia tomado su comand ,mte,
q ni en r ech az a balazos a los tripulantes de la embarcacion enemiga, asegurndose haber muerto, a consecuencia de las h eridas q ne sufrieron, el condnctot d el torpedo i un oficial chileno.
Este primer pnso de la escnadta enemiga hace comprender
que s n p ri ncipal obj eto, a l veni r al Ca lbo, habia sido vengarse
de la m anera que ac0stnmbra uuest.ro aleve enemigo, d e Ja burla que le:; hizo la, rcferi ch cor!Jet~t rvmJiei1dv p or cl'JS vece.;, en
pre:;encia ele !i Ll:i ]]i ndadot:, e1 1Jiorn eo ;le \rica; pero C(lrnO fnt -

253 -

casase t:lU premeditado phtn, notificaron el puerto del Callao i


sus caletas inmediatas, con escepcion de la de Ancon, que ha
quedado espedita para despachar i recibir los vapores de sur i
norte; i aunque ofrecieron bombardearlo tan luego que se venciese el plazo concedido e p. obsecJ. uio de los neutrales, lo que tenia lugar el mrtes 20 a las doce del dia., no se movieron de su
fondeadero, distante mas de ocho millas del puerto, hasta el '
jnves 22 a las dos de ht htrde en que se inici por el Huscar
un simulacro de bombardeo, colocndose a cinco mil metros de
distancia de nuestras bateras; pero habiendo sido ofendido por
ano de nues tros catlOnes, comprend i que la distancia no era la
que le con ven ia, i en el ucto se alej unos cuantos metros mas
afuera i desde all volvi a dirijirnos sus tiros en compaa del
A n,qamos i la Pileoma,yo, cuyos caones son ele m ayo r alcance
que los del Blanco, que no tom parte en esn. escamrnuza, temiendo ser ofendido.
H<tsta las EC:l de ht. tarde Jur este cambio de balas, h ora en
que se rctinuon los bu:p es e!l emigos <t su fo nd e ~td e ro, h lthiendo
sido los ltimos tiros de nu estl'a.s baterbs, cnyo servico fu s:lti sfacta.rio.
Ni en nuestros buques, que emn el blanco de los enemigos,
ni en la poblacion h a oc urrido desg~acic1 alg una de consideracion.
Durante esta funci on de armas S. E. el jefe supremo, acompaii ado del seiio'r secret<.tri o de gobieruo i polica i de varios jefes ue alta graduacion, reco l'ria todas las !:laterhs, estimulando
con su ~j e mplo i presenci<t el entu siasmo patri6tico de los que ltts
se r van .
L o que me es g l'ato parti cipar a U. S. de 6rclen del se ior secretario, pora su co nocimi ento.
Dios g uarde a U. S .

J. E. Jlfi1'anclr.t.

-256-

II
CARTA ORIJINAL DE UN ORIJINAL DEL CALLAO
S0BHE EL CAONEO DEL 22 DE ABRIL DE 1880.

Lima, abril 24 de 1880.


Seor don Benjamin V. Mackenna.
Querido seor: .
Como le deca en mi anterior, la escuadra de Chile ha cometido
una verdadera chilenada. El 22 ciel presente a las de la tarde se
pres~ntaron en son de combate en el puerto del Callao el Huscar, Angamos i Jlilemnayo, i rompieron los fuegos sobre la plaza
, a distancia de cuatro mil metros: el si m ulacro dur mas o mnos
t.res horas dando por resultado nada entre dos platos. Durante
dos hms he presenciado el hecho desde la punta del muelle drsena de donde me retir avergonzado, sin ser chileno, de ver tanta
cobarda de parte de los comandantes de los buques que entraron con intencion de combatir. El Blanco fn en esa farsa mero
espectador, i en mi concepto hizo bien: hu.biese sido demasiado
ridiculo el ver a un poderoso blindado almirante desafiar a las
bateras de tierra a cuatro mil metros de distancia. A ser yo
' jefe de las bateras peruanas les contesto con cohetes de la China, pero los hombres estaban tan deseosos de combatir que no
pudieron mnos ele hacer algunos tiros sin efecto por la gran
distancia en qne se colocaron lo3 renombrados marinos de las
naves de Chile.

Este acto ridculo lo ha prese nciado de b;tleone>< i azoteas una


multitud de mas lle diez mil almas, que hasta este momento resuenan en mis odos las carcajadas de aquella multitud inmensa
cad,t vez que pasaba alguna bala bramando como una tormenta del rio de la Plata.
En este momento, seis de la maana, circula la voz que la
escuadra ha desaparecido: si tal cosa es cierto mucho me temo

-2 57 que en el sur ocurra algo estraoa.dinorio,


tn.lvez sea la derr ota
del ejrcito que deba atac ar a Tacna: esto
se lo anna cio como
mui probable en mi prim era carta . Qu
quiere usted mi buen
seior! la causa de uste des es inju sta: sin
el auxilio de algu na
poderosa nacion, o la traicion de Bolivia,
a la larg a tienen que
sucumbir. Mucha cosa e:> una nacion que
defiende su independencia; los hombres salen de debajo las
piedras para rem plaz ar
a los que mueren en la. lucha defendiendo
su independencia, o a
la patr ia.
Tenga uste d mucho cuidado, mi buen seio
r: despues de algunos descalabros, el peligro est en Chile
mismo.
De uste d mui afectsimo S. S.
J. G. Escobedo.

Dicen que Alba rrac in ha hecho prisioner


os en Locumba 300
hombres.

III.
'rE LEGRAliiAS IND ITOS RELA TIVO
S AL INCE NDIO OCUl tRlDO EN
EL
QALLAO EL 24 DE li:[AYO DE 1880
.

Callao, mayo 24 de 1880.

3.10 A. M.- Sew r prefecto: Hace un poco


mas de media hora
comenz a arde r la part e de Chucuito. Ince
ndio sigue alar man te.- Zuleta.
4.7 A. 1\f.- Sefi or prefecto: Incendio
dominado. Ning una
desgracia personal. Tmb ajan activ ame
nte com pa as bomba
Chalaca, Garibaldi i Salv ador a. Las auto
rida des en el teo.t~o
del siniestro. El luga r quemado fu dep
sito perteneciente a
Beausire i Dart nell .-Z ulet a.
5.15 A. M.- Se or prefecto de Lim a: Trop
a de los bata llon es
Libertad, Jauj a i Lim a trab ajan con celo
en la estincion del
HlST . DE LA{' , DE LllllA .
33

-258incendio. Las ambulancias de la Cruz Roja estan presentes. Lamentamos la muerte de un bombero de la Chalaca, un inspector
de polica i otro bombero gravemente contuso. Un desplome ha
ocasionado este desgraciado incidente. En este momento una
seccion de ambulancias conduce otro contuso, es el sefor Gutierrez, bombero. Continan ardiendo los escombros. Finca asegurada, muchas familias que all dejaron sus muebles a guardar los
han perdido.-Zuleta.
6.30 A. l\1:.-Sefor prefecto: Merced a la poca brisa i al trabajo incansable el incendio est reducido. Aunque el horizonte
-se encuentra mui claro no se distingue ninguno de los buques
enemigos. -Zuleta.
6.46 A. M.- Sefor prefecto o sub-prefecto: Personas autori:zadas aseguran haber visto un individuo a caballo que en los
primeros momentos del fuego sac el escudo o plancha de la
cam paa de seg uros, -despues de lo cual parti a todo escape
por el .camino de Lima ele donde al parecer habia venido.-Zu-

.leta.
6.45 A. 1\f.-Seor intendente: Aun el incendio contina,
.pero se encuentra completamente aislado. A n.i juicio, ya no se
.necesita nada. El coronel Saavedra dice que no son indispensa,ble mas . esfuerzos. El fuego ya reducido en estos momentos. -

.Znleta.
8.5 A. 1\1.-Seii.or prefecto de Lima: E stingniJo, puede decirse ya, el incendio, debemos tributar una palabra de aplauso, aclemas de las autoridades de la plaza, como ya se comunic a
U . S., a los seiores jefes, oficiales i tropa de los batallones Li:b ertad, L1ma i Jauja, al jefe de esta di vision seior coron el Ve
,]arde i al seiior coronel comandante j encral de las bateras del
sur L. G. Astete, quienes han contribnido del morlo mas lnuda.ble a comlmtir en1jicamcnte el siniestro.-Z'tleta.

- 259 -

IV.
TELEGD.AUAS PERUANOS INDITOS RELALIVOS AL COMBATE
DE; LAS LAN CH AS JANEQUEO E INDEP ENDENCIA
EN LA BAH A D% C:'>.LL AO E L 25 DE' llfAYO DE 1880.

Callao, mayo 25 ele 1880.

8 A. M.-Seiior prefecto: Anoche de dos i media a tres se oyeron varios caionazos i un nntriclsimoJ nego de fu silera hcia el
norte del puerto. El enemigo haba despreuJiJ dos lauchas por
las inmediaciones J el dique las cuales se encontraron con A rno
i ~ Urcos sosteniendo por alg unos momentos un vivo comba te dichas lanchas.
5.35 P. M.-Sefr prefecto: Segun version que parece autorizada el herico t eniente Galvez est prisionero a bordo del
Blanco en compaiia de un maniquinista. i cinco marineros.
Galvez al hacer estalla.r el torpedo que conduca logr volar una
de las lauchas chilenas que sorprendieron a la Indep endencia.
9.28 A. J\II.-Seor prefecto : Tripul::tn la lancha I ndependencia 14 individuos, de estos faltan el teniente don Jos Galvez,
un guardia-marina M. G. San Martn, practicante de medicina
Ugarte del monitor A taltualpa, dos maquinistas, un fogonero,
i un marin ero. El Laura salv a seis tle los nufragos heridos.
Uno de ellos, que se vino a nado, confirma los dat.Qs que anteriormente comuniqu a .U. S.
Callao, mayo 26 de 1880.

5.8 P. M:.-Seiior prefecto: El jefe do la escuadra bloqueadora


ha dirijido un oficio al comandante jeneral de esta plaza manifestndole que no tenienllo a .bordo cmo curar las heridas del
t eniente segundo sei.or Jos Galvez, que fu capturado ayer en
la lancha I ndependencia, 1.o pondr a sus rdenes guardando

-260su derecho para reclamar el canje mas tarde. Con este motivo
el ayudante de la prefectura. mayor Zelaya, va a salir llevando
la contestacion al oficio aludido.-Zuleta.

Lima, mayo 27 de 1880.


De Bellavista.-Seor prefecto: Por este tren parte para esa
el teniente Jos Galvez. Se en0uentra un tanto postL"ado sin
que por esto sea su estado alarmante, tiene fracturada la clavcula derecha i una herida en la mano izquierda. La ca.ta. quemada. No ha snfndo dao alguno en los ojos.
Lo autntico ocurrido respecto del episodio de la Independencia es lo siguiente:
El denodado teniente Galvez arroj el torpedo sobre la cubierta de la lancha enemiga, hecho esto le hizo un tiro de revlver que produjo la esplosion.-.Neto.

CAPITULO VIII.

EL MINISTERIO RECABARRE.N.

Inaugrase el congreso al ruido del caiion de Tacna i Arica, i popularidad


qt;e adquiere el ministerio que preside el senor Santa Mara.-El discurso
presidencial i su rel acion incolora pero verdica de las operaciones de la
guerra.-Ausencia de propsitos ulteriores. -La prosperidad del pas i
justicia que el jefe del Estado hace a su patriotismo.--La noticia de la
captura de Arica desborda el entusiasmo del pais i consolida el presti.:.
jio del gabinete. -Henuncia s te, sin embargo, t res das dcspues.Sorpresa del pblico, i revista de los servicios i de las personalidades
del gabinete que desaparecia.- ccArma al brazo i a Lima! J- La guerra
comienza!.-El ministerio de junio i su personaL- Su matiz radicaLAntecedentes i prestijio de los seores Re cabrren i Lillo, i faltt de
preparacion del primero.-Nulidad poltica de sus colegas.-Carta del
autor al seor Lillo cuatro di as despues de su nombramiento.- Vagas
esperanzas de que los seores Recabnen i Lillo hicieran cambiar el
rumbo de su !)oltica al Presidente de la repblica con respecto" a la
guerra, pero sucede todo lo contrario respecto al primero.-Llega el seiior
Lilio del Callao i renuncia honrosamente sn cartera.--l:s ll amado ~
remplazarle don Jos Francisco Vergar~ , como una consecuencia n anatural de la posicion que babia ocupado en el ej rcito, i gravsimas circunstancias que desautoriza n este nombramiento.-Dezasones
del ex-secretario Vergara con el jeneral en jefe i jefe de Est ado mayor
del ejrcito.--Impresion profunda que produce en los campamentos
dell'er el anuncio de este nombramien to i trascendentales revl'lacicnes que llegan al gobierno.- Carta de don Mximo R. Lira, secretario
del jeneral en jefe, al Presidente de la repblica.-Interpelacion-protesta. del diputado Molina.--Tenacidad i estrechez de miras del Presidente de la repblica respecto de la guerra.- - Juzga sta concluida i se
dispone a buscar la paz por todos caminos, escepto eLde la especlicion
a Lima.-Notable telegrama per uano a este respecto.--Opinion contraria que manifiest a el pas desde que se r ompieron las hostilidade;
con el Per, i apoyo que esta corriente nacional encuentra en el Congreso.-El gal:>inete R ecabrren va a contrariar la guerra e u su desarro ~
llo natural i el Congreso a abrirle cauce .

'

-262-

r.
El congreso de Chile se reuni, conform e n su
estatuto , el 1. de junio ele 1880, al ruido del enon que anuncia ba las glorias i los regocijos ele
Tacna. La ocasion era solemne . La palabra inaugural del j efe ele la. nacion, siempre sobria e incolora, no correspo ndi al nivel a que habian alcanzado las emociones del patriotis mo popular; pero,
como ele costumb re en las cosas de su gobierno,
se mostr sincero, verdico i sin malicia. Contentse por esto con trazar, plida, fria, casi meneste rosa resei'a ele ht campaa , desde la captura del
Rimac en el ao ltimo, i termin su esposicion
de guerra. en estos glaciales trmino s:
0

a:La victoria del 27 ( 1) del pas:.tdo mn.yo, hn. sido el digno coronamient o de una campaa. que sedt rccordaLht en la historia
militar por las coutraried aues de todo j nero que fu necesario
vencer.
))En Te.cna, como en Pisagna, como en los Anjeles,Ia s posi- ,
ciones que ocupaba el enemigo, i que la naturaleza. i el arte haban fortificado, no fueron suficientem ente poderosas para dete, ner el mpetu de nuestros soldados.
:DTanto en mar, como en tierra, la fortuna ha sido adversa a
los aliados. Su marina ha sido aniquilada , i su tropa veterana,
concluida i desmoralizad<1 por una srie de derrotas. Permitido

\1) Durante muchos das se estuvo creyendo en Chile _qne la,


batalla de Tucnn, se haba librado el j neves 27 de mn.yo porque
ese dia era el ele San .Manuel, d.ia del j eneral Baquedano.

-263nos es esperar qu~ los gobiernos del Per i Bolivia, ucnJando el


fallo del destino, harn cesar una guerra injusta en su orjen, i
que ha sido desastrosa para los paises que ellos representan. >>

II.
En cuanto a la marcha interna del pas, demostr el presidente con cifras, mas que con palabras, su impertnrbable prosperidad, aun en medio
de la sangrienta i di spendiosa lucha en que nos
hallbamos empeados.
/

Las consecuencias ordinarias de la guerra, dijo S. E., poco se


han hecho sentir, al menos hasta este momento, entre nosotros.
Ha coincidido con la guerra una mejora notable en los negocios,
debido a las buenas cosechas de los dos ltimos aios, al alza del
precio del cobre i del salitre, i mas que todo, a que en el aio
pasado principiaron a producir su efecto las economas a que se
someti el pas par consecuencia de la crisis comercial e .industrial de los aios anteriores.
El dinero es en el dia mas abundante que antes de la g nerra;
el inte~es ha bajado; hai mas facilidad para las transacciones; i
los valores han tenido en j eneral una alza considerable.
El movimiento comercial del ao pasado ascendi a 5U .3 60,226
pesos. De esta suma, 36.620,226 pesos corresponden a la esportacion, i 22,740,000 pesos a la importaciou, superando, como lo
habreis notado, la primera a la segunda er:. 13.880,226 pesos.
La esportacion del ao pasado, comparada con la del ao de
1878, aument en 6.892,401 pesos; i la importacion disminuy
en 2.582,0ll pP.sos.
El valor de los productos agrcolas es portados ascendi en el
a.o pasado a la suma de 12.811,570 pesos, escediendo al ao
anterior en 4.138,000 pesos. Los productos de la mineria figuran
en la esportaciou por 20.280,258 pesos, suma superior eu

2G -1 -

2.754,392 pesos al valpr de los mismos productos esportados en


1878.
Las entradas ordinarias i estraordinarias en el aio 1879 ascendieron a la c:inticla.d de 27.693,087 pesos 74 centavos, i los
gastos a la cantidad ele 24.777,300 pesos 12 centavos. En esta
ltima eifra, no se comprende una buena parte de los gastos
hechos por nuestra. legacion en Europa, por estar aun pendiente
su liqnidacion.~

III.
Al conelnir su discurso de instalacion, el seor
Pinto encontr tambien . dentro de su helado pecho algunas palabras ele acompasada justicia hcia el pais.
Conciudadanos del SenlLdo i de la Cmara de Diput,ados, diJO al terminar i con aquel propsito.
Si os he hablado con grata complacencia de las glorias alcanzadas por nuestro ejrcito i nuestra marina, tengo tambien
la satisfaccion de hablaros de la misma manera de la nobltJ, serena i patritica actitttd que el pas ha conservado durante el
curso de esta guerra .
))La tan jenerosa como eficaz ayuda prestada al gobierno por
el pas entero, ha sido el primero i mas importante elemento
que ha ocurrido a preparar i obtener los triunfos que justamente
celebramos hoi. Dominados los partidos por un elevado esprittl
de patriotismo, se han impuesto un cuerdo i oJOrtuno silencio
respecto de todas aquellas cuestionas que pudieran encender los
nimos i provocar irritantes discusiones. Siempre ser un motivo de lejtimo orgullo para el pa.is, como para el gobierno, haber
sostenido la actual guerra, ta,!l dificultosa por los recursos que
ha sido menester emplear, en medio de la mas profunda paz interior, sin que se haya alterado el rden constitucional, ni sus-

-265pendido una sola de las garantas que las lej;es aseguran a to~
dos los ciudadanos.
nando un pueblo pnede, como Chile, emprender i sostener
una guena sin pertnrbttr el rden constitucional, ese pueblo se
ha conquistado una gloria no mnos envidiable que la obtenida
por nuestros soldados en lo:~ campos de batalla.

IV.
Fu bien recibida por la jeneralidad aquella
manifestacion del estado de las cosas, hacindose
notar nicamente, como un vaco estrao, la abs~
tencion absoluta de la palabra presidencial con
relaciona los propsitos ulteriores de la guerra, as
como a las arduas i mj entes medidas qne, a juicio de
todos, la campaa requera para sn feliz i pronta
terrninacion, aprovechando el b!io de nuestras
victorias i el desaliento de los vencidos. Aun ante
los espritus mas ciegos, la gnernt ib tt a entrar en
su <1z mas grave i a necesitar sn pronto, inevita ~
ble, fatal complemento en una espedicion rpida
sobre Lima.
Aumentse este sentinliento de espansion na~
tnral en el pas una se mana mas tarde, cuando
en la no che del 8 de junio el cable trasmiti de
lqnique la nneva de la esplndida victoria de Arica, que volvi .t enloquecer de alegra i de entu~
siasmo a t odas las poblaciones.
Por otra parte, con el brillo de aquellos triunfos
se habia acentuado i robustecido la popularidad
II!ST. DE LA C. DE LHJ A.

.34

-266 -

del ministerio que presidia el seor Santa.;1VIara,


tan vacilante antes de la captura delliuscar . .
A nadie se ocultaban, a la verdad, los mritos
personales i los servicios distinguidos ele cada uno
de sus miembros. Cualesquiera que hubieran sido
sus errores de concepto i de detalle, nadie hacia
ofensa. a su patriotismo, a su entereza, a su laboriosidad, ni mnos a sus rectas intenciones. Si no
era un ri1inisterio de hombres' de estado, era un
ministerio de patriotas.

V.
El .seor Santa lVIara, que lo re,p a, haba hecho en efecto dos viaj es a .A 11 tofagasta, en poca
a.zarosr.. i con decaden te snlud, acnlTendosc gravsimos compromisos personales a fin de enpujar
las .operaciones ele la campaa hcia nn rumbo
activo. El seflor Sotomayor, ministro de la g uerra
en campaa, habia muerto en el p;1esto del deber
i del patriotismo. Su remplazante en Chile, el
seor Gandarillas, ministro en propiedad de j ust icia, no obstante la. asperezn de us esterioricla"des~ i t : :Ll vez a causa de ellas , habic"t sido yunque
de trabajo, constituyndose en v~:.lp a1:ai so para la
Teorganizacion de nu eRtra marina. que di por
resultado la, aprehension del mon.itor enemigo qne
tenin en jaque a nuestro ejrcito.
No haban sido menos laudables la laboriosidad,

26 7-

cons ag nwion pn.tritica i


en erj a de esp rit u pa ra
pr oc ur ar ar m as i recurso
s al pas, atr ib ui da can
:.
ju sti cia al jven m inist ro
ele ha cienda, se or M at te ;
i au n se ala ba ba la ac
ti.tud resuelt a en lo s consej os del ~eor Am un te
g ui, mi nistro de R ela cio nes Este riores . Ha.bi a
es te h om br e polt ico volu nt ari am en te consen tid o
en oscu recer se bajo la
di reccion de u n caudill o
que no er a su ami go ni
pa rti cipabn. su s mi ras . N
o obsta nt e su s ele vado s
t n.le nt os i notorias vir tu
de s perso na les , el se o r
Amun te gui no fi gu rab a
pr opiam en te en el ga bi nete del seo r Sa nt a
M ar a como un a per so na
lid ad de gu er ra . Se le re
co noca por el co nt ra rio
el m rit o d0 la ab ne ga
cion al fo rm ar parte de
u.na comb in ac ion t <:t n aje
na a sus pr opsito s como
a sus t encle neias i en b cu
al en t rab a como simple
mo clerctor i amigo p2. rso
nal i an ti guo del jef e del
es tado.

VI .
rro mado en co nj un to el
gabi net e ele agosto .de
1879 , se sen tia po r cons ig
uie nt e no solo fu er te sino
pr estij ioso, i se espe rn.ba
qu e no se ria re m i-so en
co secb~Lr el fru to de los sacr
ific ios del pa s i de sus
pr opios es fue rzos, cuan do
u na m a an a en di a fr o
i lluvio so (la del dom ing
o 13 de ju ni o) co me nz
a cir cu lar por la ciu dad,
_el es tra o ru m or de un
a
crsh; m in ist erial co mplet
a, rno tiv ad a es pecia l-

2G8-

mente por las rcn nncias irrevocables de los seores Santa Mara. i Gandarillas,. las dos personalidades polticas mas acentuadas de b adminis tracion, i que por lo mismo no l~abian vi vid o Riempre en perfecta cordialidad. La 1\IIon ~da de Chile no fn nnnca la jaula de la familia f el,iz, del
empresario Barnum.
El hecho era entretanto singnlarme1i.te cierto, i
aunque en las primeras horas de la mudanza manifestaron inquebrantable propsito de retirarse
solo los dos ministros ya nombrados, la crsis se
hizo sucesivamente j eneral, i tres das mas tarde,
esto es, el mircoles 16 de junio, a las dos de la
tarde, el seor Pinto firmaba. los nombramientos
de un nuevo gabineto que quedaba coinpucsto de
la manera siguiente:
Interior.-Sefi or Manuel Recub<irren.
Guerrc,.~Seor Eusebio Lillo.
R elaciones Esteriores.-Seiior J:l,e1quacles Vlderrama.
Hacien da.-Sefior Jos Alfonso.
Jasticia ..;.__,_Sefior l\fanuel Ga.rca, ele la Hnorta.

VII.
Aquella composicion fu acoji<la con natural
frialclad por el pblico, que hacia ellejtimo contraste de los que se iban con los que llegaban; i
a la verdad, apartados de la crtica sns dos prime-

2G9-

ros nombres, aquella indiferencia hall:ibase j ustificada, no solo por el mrito que.hora se reconocia ::.t
sus antecesores, i porque los nu evos ministros pertenecieran en su gran mayora, casi en su totalidad,
n. un bando poltico qnc nada babia hecho por la
guerrn ni para la guerra, sino especialmente por
la insignificancin poltica casi absoluta de su personalismo.

VIU.

El ministerio Recabrren era radical cas1 en


su totalidad, pero carecia intrnsecamente de fuerza poltica, de prestijio en la repblica i en la direccion ele b guerra, d e razon de ser en la actualidad.
Era una combinacion tomada como al vuelo, una,
especie de t::~hla, de tra nsicion que babia ele servir
ele puente endeble a la guer!a, cu ando lo que en
realidad se necesitaba eran fortsimas cacle nas i
estribos ele piedra de silbr para sost ener i encarrilar la enorme gravitacion de deberes, ele poli- gros i de pruebas q ne a causa de sus mismas victorias iban a pesar sobre el pais.
La guerra iba a comenzar! (1)

(1) Precisamente con este titulo La gue?rct comienza! publi:


camos nn articulo el 16 de jnnio, es decir, el dia en que fue
nombrado el gabi nete Re cab~rre n , des t.inndo a demostrar p or
di versos conceptos qne la espedi cion a Lim a era in evitn.bl c i que
ln campaa ele 'l'acna habia sido solo un p recedente de ht gu e~

-270-

IX..
Nadie negaba al jefe del gabinete su hi~alga ,
cahallerosichcl pei'sonl, la honradez a toda prueba de su carcter, la firmeza i la unidad de su
conducta p oltica, ni mnos la j eneral simpatia que
disfrutctba, al mnos entre los hombres de su je:.
neracion, en toda. la repblica. Soldado animoso
de la caus<t lib eral en 1851, combatiente en las
trincheras del 20 ele abril de aquel ao junto con
el poeta Eusebio Lillo i el filsofo Francisco Bilbao, que como l empuaron un fnsil en ese clia
luctuoso, la j uventucl de dos jenera.ciones posteaquel
riores haba gua rdado intacto el prestijio
noble estreno de sn carrera.
.
Pel'o desde esa poca el seor Recabr~en, a t
manera de aereolito que brilla fugaz para con ver- J
tirse en opaca maRa metlica, eclipsse voluntariamente hacindofle campesino en i~ Requnoa.
;Habia figurado sin brillo en algunos congresos:. i
}lecho un~t coTb campa?. patritic~t a Chilo en

de

final q~e fhtal e histri camente debera desenlazarse en


Lima. AlgHnor:; con tradijeron este artculo publicado en Et
Nuevo Ferrocarril del 17 de junio, pero el porvenir se encarg
d e da.rl e pl ena i sangrienta razon. Antes, i con fecha 3 de jnnio,
c ufttld o se Gelebra btt en t odo el p[tis. el triunfo de Tacna, habam os esc l'it o en d m is mo sentido un artculo con este ttulo((Ar ma. :11 brazo i a Lim[t!,. J) -Peto t ocio. esto e-ra p.redicar. en el
Lb<> iel' t'>, es deci F, en la. Mo neda.
JTU

271-

1866, co1no secretario del almirante Blanco, su


deudo.
Pero no por esto poda decirse que el jefe del
gabinete de junio se hubiese preparado parn. dirijir la poltica del pai3 en un a situacion ordinari a,
mucho mnos en das de gravsimo conflicto.
Amigo personal i ant iguo del president e Pinto,
como lo era el seor Amun tegui, participaba,
del reposo i de la flema de ambos, condicion es negativas de su carcter en los momento s en q ue
lo que m a~ fu ertement e b crsis demandab a era
una voluntt~d ardient e i d ominador a que sacudiese
al fin la inercia i el invencibl e sopo r del j efe del
estado, que haba ido aloj ando la guerra, despues
de cada ca,mpaa parcial, como si hubiese sido el
ejrcito un campame nto de carretas en nuestros
antiguos caminos .pblicos de llanos i de cuestas.
X.

Mucho mas se esperaba en este sentido . de su


popular i brillante colega de la gue rra don Euse bio Lillo, a la sazon secretario del almirante Riveros, i que con la <:tb negacion i entusiasmo peculiares a su carcter i a su estro, entrara desde ht
primera hora a participar ele t odos los peligros,
penurias i sacrificios de la guerra. H aba tomado
parte desde a bordo del Blanco Encalada en el
combate de Angamos, i aho ra, sobrelleva ba ale-

-272-

gre i patriticilmente todos los sinsabores i disgustos del bloqueo cuyas principales peripecias acabamos de contar.
J uzgbase que no obstante la comparativa oscuridad, en que voluntariamente habia encerrado
su vida i su talento, quebrando su lira de oro en
los negocios i su esterilizadora prosa, el seo1; Lillo traera al gabinete el fuego de su patritico ardimiento i servira de estmulo i aguijon no solo a
la morosidad natural del j efe del estado sino a la
de sus propios compa:feros (1).
( 1) Como testimonio de la sinceridad incontrastable de nuestros actos i opiniones en este pmticular, como en todos los de
la guerra, reflejados en esta historia, nos permitimos estampar
nqu la Hig nien te carta que dirijimos al seior Lillo al Callao,
cuatro dias despues de su n ombramiento:

Santiago, junio 20 de 1880.


Seior don Eusebio Lillo.
Mi querido Eusebio:
Necesitas un a palabra de felicitacion mia al volver ele tu
camarote del Callao al solio de la Moneda?
N. P orq ue t sabes que todo lo que signifique prosperidad i
engrandecimieu to para t, significa alegra i aplauso para mi
alnm.
P ero vente luego, luego, inm eJi atame nte. A mi juicio tu eres
el nico hombre de esp olon en el11 uevo gab inete, i si no se encienden los sei:; calderos de la mq uina, nos empuntnamos
otra vez. I entoces nadie puede responder ele lo que suceder:.'~.
El pni s comio1na a cansarse de esta guerra de carretas.
'i'e ab ra:~a , en tretanto, tu antiguo i afectsimo amigo

B. Vicuia },fackrmna.

273 -

XL
En cuanto a los ltimos, el pas vi con profunda
indiferencia su de;ignacion, i esto por justo motivo.
Los sef10res Alfonso i Garca. de la Huei'ta habian
sido ministros en pocas recientes, pero todos bnscalJan ht huella ele sn paso por el gabinete sin ha
llarh. El seor Valderrama., sacado, como el pri- /
mero, de la majistratu.ra, almacen commetudina- 1
rio e inagotable ele ministros ele ocasion hasta que
lo empared b lei, era, como simple aparecido,
una esperanza para algunos, una novedad p~ra
todos. Tenia siquiera este fune;ionario el prestijio
de no haber sirlo todavia nade\ i rle su honorabilicl a el reconocida.

Xli.
Una noble espectativa alentaba sin embargo,
en medio de la dehilirlad conjnita del nuevo gabinete, a los homLres patriotas que haban arro jado su alma en el torLellino de la guerra corno
se arroja el pbulo de ntro d3 una. tea.. I era la de
qu e las dos person alidacles m as robn stas del gabinete lograran aduearse del e spri J~u del presidente de lct rep C
1blica, snp temo direc tor constitncionol de las operacion es, i lo lanzarian al fin por
la. anch tt via de las gr<:tn rles solucion es que sta a
gritos reclamaba.
HIS'l'. DE LA C. DE LIMA

35

-274-

Mas desgracia damente no sucedi aR; i si bien


por causas mui diversas del sincero acatamien to,
que como jefe de un parti.do prest al jefe del estado el patriota seor Varas, durante su corto
gabinete, i el que por miras polticas i opuestas
sirvi de rmora a los seores Santa l\1ara i Amuntegui, fu lo cierto que contra las espectativ as
del pas i las advertencias de sus mas leales amigos, el seor Recabrre n se dej ganr desde el
primer dia por la mano i por la apata suprema
que pesaba desde antiguo sobre)a administr acion,
haciendo causa comun con el sistema de contemporizaciones, retardos i aficiones inmatura s a la paz
que fueron causa de tantas humillaciones diplomticas para la repblica, de sus funestas e insensatas operaciones subsidiarias de merodeo, de las
terribles hecatomb es que sembraro n los campos
que rodean a Lima con los cadveres de seis mil
chilenos, i en seguida, de lo que seria mucho mas
funesto i desolador que todo eso, de una ocnpacion
indefinida del pas dominado, obra esclnsiva de la
pereza, de la petulanci a i de la cortedad ele miras
ele los hombres pblicos ele Chile (1}
( l) Como respecto del seor Lillo, podramos citar aqu testimonios ntimos de la lealtaci de estas convicciones i de la pre'ision i anun cio de los sucesos respecto del seftor Recah rren,
desde el primer dia (junio 18) en qne se present eu el Senado
como jefe del gabinete. Pero no con stando nuestra actitnd el e un
documento escrito, la reservam os.

-275-

XIII.
Empeorse todavia esta situacion con h renuncia que como hombre de corazou sano i levantado
trajo en persona desde el Callao el seor Lillo,
devolviendo al presidente la cartera de la guerra
sin haberla siquiera abierto, manife~tando as que
era digno de ella i dando lealmente como escusa la
de que no se creia con las fuerzas necesarias para
desempear en ocasion tan grave puesto de tantas responsabilidades. -El seor Lillo y,enia de la
guerra, sabia lo que era la guerra, creia en ella,
deseaba probablemente hacerla, i por lo mismo,
mirando en su derredor, se abstuvo de caracterizar una situacion en la cual probablemente los
sucesos i los caracteres lo dejarian solo. I fu de
esta manera como el nico hombre de guerra que
se presentaba en el dintel del gabinete recien
creado, renunci su puesto de ministro de aquel
ramo, que absorvia a esas horas la administraeion
entera.

XIV.
Como una devolucion natural i lej tima de la
situacion, rehusada la cartera de guerra por el secretario del almirante de la escuadra, se pen;;0
inmediatamente por sus amigos radicales, dueos

-276-

. de la mayora sino de la totalidad del gabinete,


en el ex-secretario del jencral en jefe don Jos
Francisco Vergara., c1nien, despues de prestar en
la campaa los sealados servicios que en el volmen -precedente dejamos leal i fielmente recorridos i aun ensalzados, habia vuelto a la capital despues de t batalla de Tacna en que. tomara parte aqtiva. Fu el primer oficial chileno
que entrara a aquella cin"dad i el primero tambien
que saliera del campo de batalla en direccion a
Chile, en demanda de ciertos agravios ~ontra el
jeneral en iefe i su seg1mdo el coronel Velazquez,
que databan desde antigua fecha i que en aquella
j0rnada se habin agravado.
Atribuase, en efecto, al jefe de la caballera del
ejrcito un profundo desabrimiento coi1 aquellos
jefes, i se aseveraba por el pblico en voz baja i
por la prensa desembozadamente; que los rumores que haban perturbado el criterio de la nacion
i aun del gobierno sobre los resnltados militares
de la gloriosa i cabal batalla que acababa de rematar la segunda campaa de la guerra, arTancaba de aquellos tristes der.;avenencias.

XV.
I tal era por desgracia la verdad mas all ele lo
imajinable; i como cumple a nuestro deber i a nuestra promesa f01:mnlada en ocasion sclialada dar

-27

razo n precisa de un acto tan desa certa do i tan


peligroso de la pol tiea del pres iden te Pint o, vamos a pone r de manifiesto en segu ida cul es eran
los sent imie ntos , las quejas i las recr imin acio nes
ardi ente s del ejrc ito i rle sus prin cipa les jefes en
los mom ento s en que el pres iden te de la rep blica., echa ndo a un lado las mas obvias conv enie ncias, desig12aba como su direc tor lega l en aque
l
ramo al anti guo secr etari o de los jene rale s Arte aga, Esca la i Baq ueda no.
Es el secr etari o del ltim o quien va a espl icar
la situa cion i sus a.::ares en cart a que escribi , por
enca rgo espreso de su j efe, al pres iden te de
la
rep blica con fecha 23 de julio i que te::;tualmente
dice as en los prr afos especiales i pert inen tes
que a tan delic ada mate ria cons agra ba:

XVI.
. El nom bram ient o de don Jos F. Ver
ga-

rct para min istro de la guer ra ha causado


en el

jrcito el efecto de la esplosion de una bom ba


i
ha venido a pert urba r prof unda men te l:, tran quilidad de que est bam os goza nd? I como pres umo
que Ud. no conoce la::; causas de esta ajita cion
,
voi a com unic rse las aqu aunq ue sea brev eme nte.
)>Estbamos sitia ndo a:Ar ica cuan do com enza ron a llegat de a bordo noticias rle l<t inqu ietu
d '
qne habin.n eansaclo en el RUl' las que el seo
r

..

1'

27~-

Ver.oara
haba trasmitido i comunica.do verbalo
mente sobre la batalla de Tacna i sus resultados.
Exajerando mucho sin dnda, como sucede en tales
casos, se le ntribuian palabras i conceptos destinados a herir profundamente el amor propio de los
principales jefes del ejrcito. Resumiendo la impresion dejada por las que se decan revelaciones
del seor Vergara, se aseguraba que Tacna haba
sido un segund_o Tarapac..
))Tomada Arica, las di versas personas que iban
bajando a tierra confirmaban estos rumores, i despues las cartas que llegaha_n del sur venan a robustecer la creencia de que el seor Vergat:a haba
procurado empequeecer la accion de Ta.cna. Puso el sello a esta impresion la correspondenCia \
del Mercurio que se crey inspirada por el mismo ,)
caballero con quien hizo su viaje al sur el corresponsal de aquel diario.
)>Hnbo con este motivo en el ejrcito un verdadero alboroto qne se tradujo en murmuraciones
violentas i en censuras acres contra los cucal(!)nes,
nombre que se complacan en dar al seor Vergara. Sin embargo aquello pas sin dejar huellas,
al parecer.
))Pero viene ahora su nombramiento de ministro, i he aqu qne han renacido todas las quejas i
todas las censuras con mayor violencia que ntes.
El j eneral dice que se retira porque es incompatible con su dignidad su permanencia en el pues-

-279-

to que ocupa siendo ministro el seor Vergara. El


coronel Velazquez se propone hacer lo mismo i
dice que lo acompaarn los artilleros que fueron-son sus palabras -los mas indignamente calumniados por el seor Vergara. Cuntos jefes
acompaarn a stos? N o lo s aun porque la noticia no es conocida de todos, pero s t emo que
sean algunos.
Seria posible dominar esta tormenta qne amenaza traer nna disolucion funesta en las actuales
circunstancias? Por el momento n, porque la irritacion es mui grande. Le dar una idea de ella el
telegrama que le ha dirijido en la maana de hoi
el jeneral Baquedano de acuerdo con el coronel
Velazquez. Atenuada en lo posible la dureza de
las espresiones i disfrazado cuanto sea dable el
pensamiento fundamental, siempre ha quedado
algo que bien . pudiera traer una crsis cuya solucion no veo.-ccEra el nico hombre, oigo decir a
cada momento, que no poda ser ministro de la
guerra porque nos habia injuriado. I aunque se
den esplicaciones, la mala impresion que alcanz
a robustecerse se ha hecho indeleble. )) (1)
(1) Las copias de la presente cn.rt.t i de otras no mnos importantes sobre la situacion en que mas adelante daremos cuent!t, existen en nuestro poder desde el 18 de marzo de 1880 ; i como lo espusim os ante el Senauo en el mes de junio, aguarrh1bamos la lejtim a, oportuna i reveladora bauquilidad de la his toria
vara cousig narlas. Nunca qui simos hacer arm& de partido, i mnos arma per sonal, de t an graves docu mentos .

280 -

xvu.
I es tas vivas i patriticas aprehensiones consignadas con meritoria sinceridad en un documento que acarreaba tantas responsabilidades al
ejrcito, i que el j eneral en j efe haba reiterado
en una comunicacion telegrfica dirijicla al j efe
del Estado, no era solo del dominio del gn,bi nete,
sino ele la ciudad i de todo el pas.
La atmsfera bajo cuya presion nacia el nue vo
funcionario era a la verdad candente, i de tal serte
que apenas se hizo pblico su nombramiento, un o
de los representantes mas modestos i acostumbrado a no tomar parte en los debates, el diputado
por Vichuquen don Seg undo Molina, llev al seno
de la Omant una inte tpelacion a manera de prot esta, inusitada i antiprlamentaria sin duda, pero
que no dej aba de ser por esto una revelac ion franca i patritica de la situ acion i sus peligros. (1)
( 1) H aq u( la versiou oficial del proyecto de acuerdo del
seor 1\'Iolina prese ntado el prim er dia en que el nuevo mini stro de la guerm compareci a l a Cmara:
La pat ria tiene derecho a exijir de sus hijos no solo el sacrificio de su sangre sin o tambien la ejec ucion de tod os aquell o:;
actos que la conduzcan por un sendero de paz i de prosperidad.
Impulsado por estas consideraciones me permito proponer el
s iouiente
proy13cto de acuerdo:
0
.Lrt crnara de diputados cree inconveniente pa1a la ma1cha
de la presen~e .ruerra la desnar:ion del se'o; don J os F1'an cisco Ver.qa-ra como sec1etario de Estado en los departamentos
de Guerrcb i 111arina,
El seor A. Mon tt soli cit in mediatamen te el aplazamiento

-281-

XVIII.
Pero descartando de esta rela.cion de los sHcesos, en cuanto ello es posible i decoroso, aquello
que pertenezca al dominio del personalismo, escollo muchas veces de la recta apreciacion de
los acon te cimientos, lo que resultaba como una
verdadera amenaza para el porvenir i el desenlace de la campaa i de la guerra, no era aquel
antagonismo funestament e creado entre dos fuerde esta in dicacion evidentemente antiparlamentaria. Se opnso
el seor V ergara alegando q ne no poditt q ueclar som etido n un
trmite indefin ido q ue afectaba s u delicadeza., i co n este motiv o
i pal'.t solucionar el inciden te 1a. C.mam se co nstituy en ses ion
secreta. De la par te ele sta que se h a publicado, regnlta que el
ministro ele la g a erra cli la siguiente repu esta a la s imputaciones ele desavene ncia i rup tura con los j efes del ejrci to, agregand o q ne al part ir, el j eneral Baq ued<H;o le haba estrechado
las manos i q ue res pecto del co ronel V ebz!f uez jamas se haban interrumpid n las buemts relacion es q ne entre mbos existan.
C ontes t el seuor Ministro Vergura (as dice el acta ) i comenz espresaudo ser cl nro pam l t euer qn~ in iciarse en b vid:_t pt.biica. cou n na CL1estion ele c ~tr~tete r pe rso nal. Afir m en
seguida q ue el hecho de sa desacuerdo con los j efes del ejrcito
em com pletamente f,Llso, calu m ni oso, r umor de cLllc, <le clnb o
de cotTe;po nsales de ck tr ir.>il q ue htmenta.Ga fu era r ecojiclo i
traido hasta el seno de la C,.m !tl'it .J)
En consecuencia de es tas e,.: p\icitas de claraci o n e~, el se itor
Molina retir su proyecto de n.cnerclo manifestando si n embargo
que l haba sido presen taclo honrada m en te en virtud de aseveraciones pbli cn.s, notorias i persistentes.
P or nues tra pa rte solo aita tliremos que la r elacion de es te
sing ular in cidente ha sido co piado del Boletin oticial de la Cmara de cl i putfl.dos, que el se ilor Vergn.ra fu nombrado ministro el 15 de _julil>, el in cide nte tuvo lngn.r el17, i 1!1 carta del secretario del jeneral en j efe ll eva la fecha 23 de ese mes.
HIST. DE [,A C. DE Lll\fA
3G

-282-

zas que debian ser ~sencia.lmente armnicas, el


ministro i el jeneral en jefe (temeridad cuyas consecuencias pagaria en breve harto cara el pas) '
sino la completa. unifi.cacion de miras que se estableci en oposieion a las del caudillo del ~jrcito,
del ejrcito mismo i del pas, entre el gabinete i
el conductor poltico de la guerra sobre la manera
de ver sta i de proseguirla.

XIX.
Habase imbuido en la mente i en el alma del
presidente de la repblica la creencia tenaz i singular que de que .la guerra iba a terminar de hecho i de derecho con la campaa subsidiaria de
Tacna i Arica, que como la de Tarapac, haba
afectado solo una de las estremidades del tenitorio i de los recursos de los aliados belijerantes; i en
consecuencia abrigaba la inmutable conviccion, a
todos por l llanamente manifestada, de que la paz
no tardara en sobrevenir, fuera por la ruptura de la
alianza, que acababa sin embargo de robustecerse
en un comun holocausto; fuera por el abatimiento
o el motin de la soldadesca que rodeaba al dictador Pirola, encerrado por nuestra escuadra en el
recinto de Lima i el Ca.llao; fuera, en fin, por el
<<predominio del elemento conservador i de sus
intereses en aquellas poblaciones, mana' que se
habia apoderado desde el principio de la guerra

2~3-

del espritu del seor Pinto, rejido en esto por sus


lecturas filosficas predilectas i por sus hbitos sedentarios i en el fondo conservadores. La guerra
era para. el presidente de la repblica una 8imple
tsis social i poltica que l siempre decida confor- .
me a su criterio i su manera de sr, esto es, por el
arbitrio de la paz:-cuestion de simple metafsica.
Rabia sido sta la norma invariable i porfiada
de su conducta durante tdas las crsis de la guerra, desde su iniciati va; i de esa manera es como
la historia se ha esplicado sus bochornosas conferencias con el enviado Lavalle, la ocupacion i desocupacion de Calama para reconciliarse con Bo- ,
li via, el bloqueo insensato i prolongado de Iquique
para obligar a doblegarse a los ricos de Lima., la
campaa de Pisagua para tomar en mano propia
la prenda de su codicia, i por ltimo la campaa
ineficaz de Tacna, llevada a cabo solo por no emprender la de Lima que era mucho mas breve,
mas barata en sangre i en caudales i mucho mas
segura como xito. I todo este cmulo de errores en que, no el sano patriotismo sino la pereza i
la adulacion eran p~rte, amoldronse los nuevos
ministros como la masa a la masa en el batido
que la forma.

XX.
La poltica del gabinete de junio iba en consecuencia a ser profunda e intencionalmente de )az,

-284-

cuando todo i aun la mas obvia ljica lo empujaba, incluso su nacimiento, hcia la guerra i sus soluciones.
I precisamente donde a toda costa se resista
el presidente a ir, era adonde el pas entero desde
el primer momento en que tom las armas i se
hizo ejrcito para marchar i para pelear, queria
ir:-a Lima.
En di versas ocasiones de esta hist oria i esparcidos en sus tres volmenes precedent es existen los
comprobantes de esta aspiracion nni versal, enrjica, con vencida i racional de la repblica, que no
era, como en el nimo presidencial i en el amen
de slls palaciegos, una sntesis abstracta, sino el
resultado del sentimiento pblico, ilustrado por la
razon, recalentado por el patriotiF< mo i sostenido
por la histori a, suprema g uia de los pueblos. A
Lima babia ido San Martn: i babia solucionado
con ese acto militar i poltico el gran problema
que la Amtica le encomendara; a Lima babia
llevado el j eneral Blnes su victorioso ejrcito,
dando pronto i radical remate a rdua campaa, i
a Lima, es decir a sus aguas que son las del Callao, zaguan martimo de aquella ciudad, haban
do sucesiva mente Brown, Cochrane, Blanco, Guise, Postigo, todos los capitanes de mar de la repblica.
Podramos agregar aqu nuevos e inescusables
testimonios de que sa .era babia sido la aspira-

..

-2 85 -

cion nica, del pue blo i del ej rcit o,


que era el
pueblo arm ado ; pero ser sobrado a
nue stro pro psito afirmar, mie ntr as en el lug
ar adecuado
a-lelan tam os esas pru ebas, que. ese era
el con ven cim ien to i el plan unnin1e o casi
un nim e del
Con greso, i especialme nte de la Cm
ara de dip utad os, que bajo nin gun con cep to se mo
stra ba hos til al gab ine te i m nos al gobiern o sino
su sinc ero
i. caloroso alia do.

XXI.

El divorcio del gobier no con el .Co


ngr eso estra.\o caso!) estaba hecho ; i ecaso ma
s estr ao todavt!) era el presid ente de la rep bl
ica, sn per Honalida d, i su ma ner a de ser i de
pen sar , no
par tici pad a talvez en el fon do por sus
min istr os,
lo que com enz aba a aho nda r, en f re
nte del peligro com un de la pat ria i del m.alog ro
de cru ent os
sacrificios, la sim a de la. des union de
los par tid os.
A dar cue nta de fe nmeno t an nue
vo como
i nteresante i di gn o c ser record ado
est con sagrado el prxim o C<'..pltulo.

'

CAPI TULO X.

LA

LUCHA

Er~TRE

POR

EL CONGRESO 1 EL PRESIDENTE PINTO


LA ESPEDICION A LIMA.

(AGOSTO I SETIEMBRI.!.: DE

18S0).

El proyecto para emitir seis millones de pesos es sometido al Senado.Cmo haba obtenido su primera ap robacion por este cuerpo.- E l senador Concha i Toro solicita la declaracio n prvia de si el gobierno emprende o no sobre Lima, i el ministro de hacienda rehuye la respuesta
como en la Cmara de dip utados.- E l senador Reyes convence al ministro de hacienda de que ha p'edido solo la mitad de los fondos que el
gobierno necesita i, en consecuen cia, la emision se aumenta a doce
millones de pesos i se apm eba.-Disc urso del senador por Coquimbo
con este motivo i condenacion i protesta esplcita que formu la contra
toda espedicion de merodeo a las costas del Per.-De bat e que con este
motivo se traba en el Se nado en el cual el minist ro de hacienda declara
qu e el gobierno acepta las es pediciones de merodeo.- Esplicacion de la
actitud del gobierno ante las dos ramas de l poder lejishttivo .-El presideute Pinto insist e en s u absoluta resis.tencia a satisfacer las aspiraciones del pais i del Cong reso enviando una espediciou a Lima.-Lo s
a censos de Tacna i cmo se escluy6 de ellos a t odos los pue pelearon
en T:;.c na.-Actit ud del Senado contra esta irrisoria injusticia, funesta
para el ej rcito i par a la g uerra.- H onras a los muertos. -Labores del
Cong reso i laudable actitud prescinden te del gobierno en todo lo que
no fu era ir a Lima.- E stablecimi ento de las incompati bilidades pa rlamentarias i abolicion del estanco.- Enorme impuesto sobre los salitres.
- -Llega a Chile a p rincipios de agosto el ministro de E stados Unidos
en Lima, Mr. Christiancy, sin ninguna especie de comision pblica de su
gobi nno ni del de P irola, i en el acto el presidente Pint o entra en
katos i pa os de mediacion es de paz con l, no obs tante la falta absolu La de f acultades e insinuaciones del ltimo.-Acertadas observaciones
de h~ pre nsa sobre los peligros de la mediacion norte-ame ricana, que se
han c umplido. - Adela nta el gobierno sijilosa mente h1s negociacio nes

287 -

de lo. mediaci on i el dia 10 de setiemb re quedan designados los


delegados de Chile en las futuras confe rencias. - lnterpelacion q ue
formula
al clia siguient e el diputado por Carelmapu don J . M. Balmace
H.espuest as cabalsti cas que da a esta interpel acion el ministro da.Valde r mma el14 de setiemb re, i niega redond ame nte qn e se hayan nombra
do negociad ores.- Notable discurso del se iior B almaced a sobre
t uacion i la. desintel ijencia del gobierno i del Congreso i proponela siun
voto esplci to de cens ura al ministerio.- Discurso del d iputado
B.odriguez a nombre del par tido conserva dor i s u proyect o de ac nerdo.El
seor H uneeus defiende la conduct a del gabinete en las negociac
iones de
paz pero declara paladina mente que el se or Christiancy no ha
n i por insinuac ion de P irola ni de su gobierno .- R ecbese la notiobrado
la prdida de la goleta Covadon r a .- Prolng anse los debates cia de
sobre
voto de censura i se acaloran .- Memorable sesion del 25 ele setiemb el
-El diputad o por Valparaiso don t~idoro Errzuriz salva al ministerre .
declar ando semi-ofic ialmente q ue se har la especlicion a L ima.-L io
ese mismo dia la noticia de la des b:uccion ele la haciend a ele P uentelegn.
la espedicion I ,ynch.- Cmo van a marchar paralel os, a viducl por
de un
inconceb ible ctiteri o, esta irritante , inefi caz i contrapr oducent e
empresa
de dest rnccionii merodeo i las quimric as negociac iones de pttz imciada
s
por el presiden t e de la epblica i el gabinete de junio.

I.

L a discusion ante el Senado del proyecto de


emision de seis millo nes de pesos, negoc io que se
verific ara entre el gobierno i el pbli co, o mas
bie n, entre el erario i los bancos, acent u tod<w ja
con mftyor inten sidad la polti ca de reticencias,
de desconfianz a i de pnsilanjmid ad del gabin ete
que habia nacido al calo:_ de las batall as de rr acna i de Arica, no para darles ancho campo de desarrollo sino, al contr ar io, para sujeta r por la brida al ejrci to victorioso i encerrc1.rlo en sus cam pame ntos duran te ocho meses, el mism o plazo
fatal (ao i medio!) en qu e se le habia amon ton::~.do i ~eteni do en los arena les de Ant ofagast a i
des pues en los de T arapa c.
El golDierno ; a pesar del en1jico clamo r del

- 288-

pueblo, no se correjia, sino que a la manera de


los nios mal criados i engredos, se amostazaba
con las advertencias i g ustaba de hacer lo opuesto de lo que se le peda.

II.
Llevado eu efecto el proyecto de enuswn al
Senado..' aprobado por la Cmara de Diputados el
29 de julio, comenz a discutirse en sesion secreta
el 4 de agosto. R abia sido ya aprobado este proyecto de guerra en su forma primitiva en aquel
alto cuerpo por unanimidad i sin debate el 7 de
junio anterior, i ahora volvia a su mesa con leves
mudanzas de detalle. (1)
(l) Este importan te pr<lyecto de leiqu e tan vi vamente ocup
al Cong reso Nacional durante dos largos meses estaba contenido en el siguiente lacnico mensaje:
CONCIUDADAN OS DEL S l<:NADO 1 DE L A CMARA DE DIPUTADOS.

Los fondos destinados a las operaciones de la g uena. se h all an al presente al agotarse i se hace in dispe nsau le anmentar las
autorizaciones conced idas al gobierno por las leyes de 3 de abri 1,
2G de agos to del ao ltimo i 3 de enero del ao en curso .
En co nsecuen cia, t~:mgo el hon or de someter n. vuestra considernciun, de acuerdo con el Consej o de E -tado, el sig ni ente
PROYECTO DE LEI :

>;Artc ul o nico. -Se autori za al Presidente ele la . Repbli ca


para que de fondos nacional es invierta hasta seis mill ones de
p esos en la con ti n uacion de la g nena con las rep bli cas de l Per i Bol ivia, debiendo re:H1 I' cuent,ts de sn inversion en las po-

-289-

Iniciada, la discusion en el clia. mencionado, la


alta Cmara. como parn manifestar su ardoroso
empeo en secundar los propsitos guerreros del
gobjerno, aprob la indicacion de uno de sus
casen que deben presentarse las cnen tas jenerales de la administracion pb ica.
Esta autoriz acion dnrari por el trmino ele un aio.
Santiago, junio 4 de 1880. -A. Pw1'o.-Jos A. Ganda-

rillas.>>
En cuanto a su discusion i aprobacion por unanimidad en la
sesion que celebr el Senado al da subsig uiente de haberse
presentado, esto es, el 7 de junio, he aqu todo el debate a que
cli lugar.
El seor Vicwa .Mackenna.-El proyecto qne esb en discusion, seor presidente 1 es de aquellos que el Senado debe votar,
como espero lo haga, con calorosa unanimidad, porque aqu no
solo se tmta d.:l concedet recursos al gobierno para la continuacion de la guerra, sino que ante todo se trata de satisfacer
el pago de la inmensa deuda que hemos contraiclu para con los
que hoi se sacrifican tan valientemente por la gloria de la
patria.
Al hacer uso de la palabra, seor presidente, no tengo el {mimo de demorar la discusion de este proyecto, sino sencillamente
manifestar qne el voto de aprobaciou que dar, no importa en
manera alguna un voto de cumplida aprobacion a las medidas
adoptadas por el gobierno en la direccion de la campaa.
En algunos das mas t:1lvez tendremos oportunidad de tratar estas cuestiones, i entonces los seiores Ministros, con alguna mas tranquilidad que en la, hora prese nte, tendran ocasion
de dar las esplicaciones que, a mi juicio, el pas necesita conocer.
Como he dicho, me rese rvo nmt entnces el derecho de esplicar
la opion que desde luego he in sinuado.
El SP01' presiclente.-No h abimlose hecho oposicion por
parte de ningun seior senador, daremos por aprobado el proyecto en jeneral i particular a la vez .
Aprobado.
El seior Ganclal'lllas (ministro ele la .v-uerra) .-Rogara: al Se- '
nado acordase pasar este proyecto a la otra Cmara sin esperar
la aprobacion del acta.
El seiim presidente. -Pare ce que no habra in conveniente por
parte del Senado.
As se acord.
JIIST. DE LA C. Dl' Lli\IA

37

290 -

miembros para constituirse como en permanenci a


celebrando dos sesiones diarias para su despacho.
Mas no debi ser pequea su sorpresa i su clisgusto, cuando interrogado el ministro de hacienda
por el senador por el uble, don Melchor Concha
{ i Toro, sobre si el gobierno se propona espedicionar a Lima, a fin de valorizar el monto definitivo
de la cantidad que debera vottuse, el representante del gobierno di por nica respuesta la
eterna evasiva que haba caracterizad o su actitud
en los azarosos debates de la. Cmara de Diputados que dejamos recordados. ccEl seor ministro
de hacienda, dice el acta de la sesion secreta de
aquel clia, que vi la luz pblica un ao mas tarde, conviniendo en j eneral en las observacion es
del seot Concha i Toro,, hizo presente, sin embargo, que en el pnnto relativo a la espedicion de
L1:ma, se veia obligado a ,qtarclar r eserva, asegurando solo que el gobierno d e se~tba estar preparado pa.nt toda eventualidad .

III.
E sto fu todo; i a la vel'dad no habriH. pasado
probableme nte de ese mutismo obstinado la discusion i sus espinas, si al v ic e -pres i d~nte del Senado, hombre sagaz i versado en cosas de hacienda, no se le hubiese ocurrido poner de manifiesto
con nmeros i demostraciows matemtica s que

-291

la cantidad que el ministro del ramo solicitaba


no era sino la mitad justa de lo que e.l gobierno
de mjencia requeria. (1)
Despues de tres o cuatro sesiones aprobse definitivamente el proyecto, m ~ts o mnos tal cual
habia sido e1wiado por la otra Cmara i por unanimidad, con la discrepancia de uno o dos votos
en materia. de detalles o de bancos.

IV.
Verificse este despacho de urjencia en la sesion del 9 de agosto, pero deseando caracterizar
la situacion i su voto uno de los pocos senadores,
tal vez el nico, que acostumbraba espresar al pais
i a sus comitent es con todA. plenitud los .mviles
de su conducta, el senador por Ooquimbo, us de
la palabra p R.ra significar al gobierno lo que el
pais tenia g ue reprocharle i lo que tenia derecho
( 1) Las palabras del seor Reyes sobre esta curiosa i casi inverosmil situacion que pone en trasparenca las aptitudes del
ministro de hacienda i en jeneral las del gobierno del seor
Pinto i su m~nera de comprender la guerra i su propi. mision
en ella, fu eron las siguientes, conforme al acta secreta de aquel
dia;
El seor vice-presidente, despues de lamentar que las esplicaciones del seor ministro no hubieran sido bastante esplcitas,
apoy las observaciones del seor Concha i Toro, haciendo ver
que dadas las deudas exijibles que pesaban sob1e el erario, la
cantidad p edida e1a de lodo punto insuficiente. Que en el estado
actual ele la guerra ern. preciso arbitrar recursos holgados i que
por su parte estara dispuesto a proponer que , se duplicam la
suma solicitada si el gobimno lo c1eia necesario.

- 292 -

a esperar de l, no obstante Sll fatal pereza 1 sn


reserva culpable, innecesaria e inmotivada para.
con los cuerpos colejisladores. I con tal motivo espressc ele la siguiente manera, ::;egnn el acta secreta de la sesion ya recordada:
Espuso, di ce aqnel documento, el seo t senador pot Coquim~
bo, que es tando ya conelnido en el proyecto de lei de subsidios
en CtHmto a sus efectos lej isla ti vos, a los q n3 habia coopcm.do
siempre con toda su vo lunt,1.d, en este caso i e ~1 los ante riores
en q ne el gobierno h:.tbia pedido auto:izac ion de fondos al Se
lHl.llo, crea de su deber motivar su voto de a pto!Mcion bajo el
aspecto de ln, siguificacion pol t ica de ste, t.r;lt.ndose de un acto ta.n tm;;cenJental com.::> cr.1 la emis ion de unn. snan cb papel
moneda q ue equivala casi al tot<tl ele ht renta de la rep blicn, i
al tres tantos de sta en poca no remota con hipoteca t!e las j enern ciones i del porvenir.
))Que en obedecimiento al espritu de -concordia qne siempre
lo h aba. gniado, hacia patritica i magntin inm sa lve clad de la
resistencia que habia opuesto el gobierno a revelar su<> planes al
Senado, res iste ncia que no ten ia razon d0 set desde q no no se
trataba de una m em interpelacion sino de votar una cantidad
con crct<l. de millones para obj etos que no solo er~ el debet sino
el pleno derecho del Senado conocer a fondo; i bajo el mismo
punto de vista prescinda de los datos incompletos que haba
prese ntado el seor minis tro de h aeieuda sob re emprs titos renovables pero colocados a it::.tereses mas fnettes que los corrientes de plaza i el pago ntegro i onerossimo d e servicios de buques q ne estaban en poder del enemigo o sep tlltaclos en el fondo
del mar, as como de los e~cesos de cuentas corrient<:Js en los
bancos~ con ajeutes de consignacion privada, lim itndose solo
a llamar la atenoion del gobierno al error e inj LBticia que se paJ ecia al considerar como gastos sin urjencia el pago de los h aberes del ejrcito, cuya penuria le constabtt i cuya deuda, a su
juicio, era la mas mj en te i ::wgmda ele todas, concluyenLlo e:;ta

.,

2D3

parte de su discnrso por esponet que, deja,mto al se or ministro


de hacienda en In. integridad de su reputacion como juez probo
e intelijentc, reput::tcion que le habritt h abil ibtdo para desempcfin.r con xito el miui:;terio de justicia, no poda rnnos de reconocer su falta de prepn.racioti para desempeiar el importantsimo cargo que hoi ej ercia.
Pas en seguida el seor se nador p:n Coqnimbo a ocuparse
largamente del espritu personal i de incorrej ible optimismo que
haba prevalecido en ht direccion superior de la gnerm, desde la
ocnpri.ciou de Antofagusta hasta la hora presente, hora de funes tas vacilaciones, espritu gue habia gastado . tres ministerios, i
que, a juicio de su seiora, estaba encarnado en la mente del jefe
del Estado, cuyos respetos pon.i a a salvo, hacindole responsable
de los errores a que se habian sometido los hombres de E stado que
babia llamado a su servicio. Trajo a colocacion a este respecto
el car.ctet puramente local i lngareio de la ocnpacion de Antofugasta-, limitada a su recinto salitrero; la desocupacion de Calama inmediatamente des pues de h aber sido tomada a vi va fuerza, mintras el Per i Bolivia marchaban, arma al brazo i unidos, para. acometernos; ol no haber ido al Cn.llao con b escuadra
cuando esa pln.aa se hallaba abie rb i lo:l btques enemigos en el
mas completo abandono; el largo i fatn.l bloqueo de !quique es
b,blecido solo como f:tlaz apremio contra Lim<"L, i la negativa de
ocupar ese puerto con la espedicioa que haba proyectado el miabril , cuyo prp6sito fn
nisterio del seior Prats en el mes
t :tl vez la verdadera causa de b cada de ese minis terio, porque
el"!l. un heclio evidente q ne S. E . el presidente ele la repblica no
haba comprendido nnnca ni qu erido ni mandado ej ec utar la ver
<ladera guerra, franca, resuelta i p ront(t, tal cual la habitt pedido
siempre el pas i exijido el cong;reso.

de

Protest, en consecuencia, s u seL'LOria contra 1&. aseveracion


que acababt"L de hace r el seior ministro de hacienda, asegurando
que cuando ht captura del R i maf' no se pens eu pagn.r inmediat a,mentc es te bn<1ne porque ell t nees er::. la op iuiou jeneral dd
pas qne h guera tcr minn.!ia pronto i el U!.W m~t!1erct fa \'Or<lble

-294para la repblica, opinion qne su seora, el seior senador por


Coquimbo, hn.bia contradicho siempre en este recinto, especialmente desde la sesiou de.l 21 de marzo de .187!.) en que pidi el
envio de todo el ejrcito de lnea a la fronteta del Loa i el
acuartelamiento de la.s guardias cvicas, solicitando que se ocuparan con ese objeto los t emp los mismos, si ello era preciso, como en la edad de f i de patriotismo de la independencia, aadiendo que esta misma opinion habia sido la de todo ~1 pas,
con escepcion de S. E. el presidente de la repblica, de su crcnlo privado i de los ministerios a que por desgracia habia logrado imponerla hasta el presente dia, sien do todos ellos responsables ante la historia de los males presentes i venideros del
pas.
Pas 'en revista con este propsito su seora las dos campaas terrestres de Tarapac i l\foqnegna, manifestando que, a
sn juicio, la primera habia sido una campaa esclusivamente
martima que termin en el glorioso combate de Angamos, cuya batalla naval nos di la verdadera posesion de Tarapac,
siendo el caoneo de San Francisco nicamente la repercusion
de ese combate i la salva de honor a la ventura de Chile, contra un ejrcito amiln.nado i disperso que haba sido vencido de
antemu,no por nuestra escu:1dra i el desierto; pot manera que, a
juicio da su seora, el gobierno pudo i debi, aun en esa poca,
ir a buscar la solucion franca de la guerra, en el centro del enemgo, que era Lima, revuelta por la guerra civil, desarmada i
sin gobierno, i que aun pudo intentar con fortuna ese desenlace en
la segundtt f,tz de la campaiin. en l\foq uegua i en Tacna, cuyos
euores estratjicos de embarques i desembarques, de marchas i
coatramarohas, su seiior<\ habia seialado en otra ocasion, limitndose por ahora a fijar estos dos graves errores polticos cometidos: el habet ido a atacar el ejrcito de Bolivia en el Campo de- la Alianza, junto con el de los peruanos, en los momentos
en que se bu scn.bu. por todos cami nos la segregacion de esas dos
entidades, dando por resultado ese choque la Confederacion
Per-bolivic1na, c1ue podia ser tan fantstica i deleznable como

-295se quisiera, i como su seora lo deseaba en vista de~)os rm~ores


que se acentuaban de reconcilacion con Chile en las clases influyentes de Bolivia; pero que no por eso dejaba de ser un hecho americano de considerable trascendencia i si~nificaciou poltica i militar. I segundo, la des.trnccion misma del ejrcito civilista de Montero, el nico e inquieto rival que tenia el dictador
en Lima, hoi por esta misma causa omnipote n~e.
l>Agreg, en consecuencia, su ~eora que no pudiendo apreciar la poltica actual del gabinete en razon de su silencio, se limitaba a condenar de la 1nanera twzs enrjica, en nombre del
pas, del senado i de su deb er, toda espedicion de merodeo que
no tuviera por base absoluta, firme e irrevocable la ocupacion
definitiva de Lima i del Callao, porque, a su juicio, esta. Iu.rgu i
gravsima campaa, nica que ha. debido hacerse con todo el
esfuerzo del pas i retardada durante meses i aos en su~ verdcleras oportunidades, era en el presente dia no solo una absoluta
e imprescindible necesidad de la .querra como ope1acion militar,
sino una ljica, inevitable i tenible espi.xcion de las faltas cometidas dar ante veinte meses.

V.
A todo esto, i conforme a una costumbre ya estereotipada, el ministro de hacienda (porque los
otros de ordinario no concurrian siquiera a los debates) replic sencillamente que en otra. ocasion
contestara (1 ).
( l) R aqu lo que reza el final del acta del 9 de agosto sobre
este particular i con relaciona otro punto no mnos grave, que un
ao mas tarde, 0on motivo del contrato de huanos de Lobos,
adquiri una importancia capital:
El sei.or ministro de hacienda espuso que reservndose contestar en otra sesion secreta los di versos cargos formulados por

2DG

I en efecto, conforme a su prom0sa. present el


seor rninistro ele hac ienda sus descargos en la.
prxima sesion del senado, que tuvo lugar en secreto como las anteriore s el 11 de agosto; pero su
argnmenta.cion, descolo rida como siempre, no ofreci sino el melanclico inters de descubrir In.
tenaz antipata q ne el gobierno abrigaba por una
esp edicion en g ran de escala a Lima,, rechazando
as implcitmnente el voto del Congreso i del pas,
acentuando, pa.l'a nEtyor dolot', su aficion a las funestas espediciones de merodeo en sustitucion de
aquelb radical, patritica e histrica empresa,
nic digna en tales horas de Chile i de la Amnca.
Por lo de mas, 'las respues tas i escusas del seor
ministro adolecieron de la eterna vaguedad que
se babia apoderado del gobierno que la victoria
babia hecho cabalstico i cobarde r:m lugar de devolverle toda su espansion i robusta, franqueza,
secreto de fuerza en las graneles c risis nacionales.
Concretndose (as dics en ef~cto el ac l<t respectiva) el sei.o r
ministro al cargo q :1e se le habin. hecho por no hab er solicitado
el seior senador por Coqnirnbo, pedia desde luego al Senado se
sirviera acordar que se pasara a la otra c.mara, sin esperar la
. aprobacion del acta, el proyecto de recnrsos cuya disc usion haba terrnin<LClo.-Se acord hecerlo as.
El sefor vice-presidente pidi por su parte al seir ministro
de hacienda que no ajusta1a nin_qun contrato drifinitivo sobre esplotacion ele huctno mi ntras estu viera pendiente el debate a
que pudieran cbr lugar las observaciones hechas por el seor
Vicuia.
EL SE OH i\IINISTlW Ol<'REQI IIA.CEI\LO AS.

-297una emi~ion mayor de seis millones de pesos en papel, hnbin


demostro.do que esa suma no bastaba ptwll. las necesidades
actuales, hizo presente que el gobierno haba observado en e!'ltO
cuso el procedimieu to segniclo desde el pri nci pi o ele la guerra
por estimarlo mas conve_niente, p ero que, como la discusion del
proyecto se haba prolongado por roncho. ti empo en tmbas cmaras, las nuevas necesidades que durante l haban snrjido,
lmbian hecho insuficientes los fvndos pmiti vamente solicitados;
que el reproche que se le haba hecho por babeT trado al sena-.
do un dato equivocado lo juz:;abn. nimio si se tornaba en cuenta
su buena fii, pues l le haba sido sum:nistrado . por unn. oficina.
pblica i rectificado por su seora. mismo en ht sesion siguiente.
P'or lo que hace ~l h echo de habel' aceptado la cartera de luh
1
ciencla sin estar especialmente preparado para desempearla con .
acierto, record que ha.h iendo vivido en un centro comerciaL
como Valparaiso, no le eran dd toclo estraias las grandes cuas
tiones que se 1oz aban con las finanz as del E stado; pero que si en
circunsttwcias normales no habra aceptado aquel puesto, 1!.!- situacion tan grave i solemne porque el pas atravesaba i que exijia
el sacrificio Je todo hombre patriota, lo habla inducido a tom!J,r.
'
de nue~o una participacion activa en los negocios pblicos. Po t
lo de mas, abrigaba el firme propsito de . conserv a,r la pureza en
la administracion de las rentas del Estado i llamar a los puest os de hacienda a personas de la mas reconocida probidad, siu
mirar su color poltico.
Con relacion al cargo deducido por el seor Vicutia de mant enerse al ej rcito insoluto de sus sueldos i en cierto a.bandono,
afirm su seora que durante el tiempo que ha desempeado el
puesto de ministro, i.cstaba perfectamente equ~pado i atendido
aun en sus mas pequeas necesidades; que ltimamente hauia ..
conferenciado con su colega el seor ministro de ht guerra i q u o
ste, q ne haba t::tmbicn tenido oportunicln.d pam notar cualquiera falta, le h abitt asegnrn.Jo que estaba tan bien atendido como
los mejores ejrcitos de Earopa; que a su juicio no podin.n ha
cerse con seriedad cargos como s te fundado solo en informacio-

uose

HIST. DE LA C. DS LDIA.

38

'

2D8-

nes privada& i no revestidas de la autoridad necesaria pira prestarles algun crdito.


>>Por lo que hace a la duracion de la guerra i al hech~ rle no
divisarle todava trmino, crea que no dependien do este resu ltado de la voluntad de uno solo de los belijerantes, no p odia
tampoco formarse un cJ,rgo srio; que poda tal ve;~ haber habido
algunos errores ele concepto en la forma. como ella se h aba llevado a cabo, pero que siempre el gobiemo haba tratado de hacerla espedita i eficaz, para lo cual no hn hi:t omitido dilijencia
ni sacrificio alguno, i que en esto habia perfecta conformidad de
miras entre S. E . el presidente de la r epblica i sus ministros.
Relativamente al nin g un resultado obtenido con la espedicion a Huanchaca, mandada por el seor L etelier, que ha.bia
impuesto al erario un gnwtl.men de ciento cincuenta mil pesou
el seor ministro di lectura a una carta del coman da nte de armas de Antofagasta seor Aniagada, en qnc se espone q ue e l
costo total de la espedi~ion suba a sesenta i cuatro mil p esos,
contando el valor del forraje de animales i otros gastos crecidos ;
pero que en realidad el mayor gravmen impuesto por aquella
no poda estimarse en mas de diez i ocho mil pesos ; que si la
'espedicion no se habia llevado a t rmin o, no por eso sus r esul:tados eran muos reales i evidentes, . pae.sto q ne co n ella. haban
'Conseguido distraer una. fu erzp. como de do s mil hombres rnan'(}a.da por el jenera.l Flores.
:Examinando en seguida Jos supuestos errores cometidos en
la. direcoion de la guerra por habe r operado pri mero sobre la
provincia de Tarapactt, despues en la d e l\1:oqnegua i p or ltimo sobre la de Ta cna, cuando h aba muchos q ue seablmr1 como objeto, si no' nico, 1rincipal, el ataque a Lima, hizo notar
que cualquiera que fuese el valor de esas crticas, lo cierto era
que Chile hahia llevado la victoritt a t odas partos; qu e era, a su
juicio, elementa~, q ue las mejores r eglas de estra t~ji a militar
consistan en llevar el ataque d centro de la resistencia del ene migo; que una espedicion sobre Lirn:1 tenia p ~Lm n osotros en I:L
primera poca el gran zconvcnicnte de sr:pamrnos ?.'utcho de

299 -

nuestra fu ente de recursos, i qne si con his espeu icio~1es anteriores habia.mos afia.nz a,do la perman encia de Pirola, atacando rt
L ima habr iamosfa;orecido a 1lfontero; pero que Chile no debia
tomar en cuenta b suerte ele tal o ctml cltudillo si11o solo consnl:..
tar sns intereses .
Termin el seilor ministro manifestltndo que las espedicio.nesde me1'odeo, como llts de 1Io1lendo, condenada por el seLOr Y jcuia 1\iackenua, estaban autorizadas por el deJ'eclw inte?nacional
i que la guerra bien cntenditla consistia en hacel' al ememigo el
mayor mal1osible.>>

,.

VI.
Como era. su hbito i su deber levantse el senador que habia pasado nt es en revista los funestos
errores del gobierno i condenado su fatal i volun.:.
taria persistencia. en ellos, i tenindose ya noticia
pblica., no negada siquiera por el gobie1no, de
que en 'l'acna se aprestaba. nna di vision destinada.
a asolar las costas setentrionales del Per, comprometiendo gravs intereses neutrales, como babia ocurrido en la fatal espedicion del mis.1o jnero a JYiollendo, i esto sin mas objeto que elu-dir torpemente con esa maniobra peligrosa i completamente ineficaz, el plan de una espedicion
formal a Lim a, hacindola mas dispendiosa i mas
sangrienta con la demora, formul. l~ts protestas
que ponemos a continnacion i que la historia dec~
dir, en vista de los resultados i de sus vaticinios,
si estuvo o n fundada. en razon.
a:Uontestando al seU.or minintro de hacienda, dice el acta de la.

1-

300
se-sion secreta de aquel uia (11 de agosto de 1880) al seior Vicuua lVlackenna, senador por Coquimbo, observ que limitara
su respuesta a los nicos puntos de su discurso anterior a que
babia aludido el seor ministro, esto es: al pago del ejrcito, la
duracion de la guerra i las espediciones aisladas.
Sub re el primer punto ley varias cartas de Tacna i Arica
que atestiguaban Jo que hahia afirmado i 'olvi a recomendar
el carcter urjente i sagrado de esta deuda para con los valientes defensores del pais.
:A propsito del segundo punto disert largamente el selor
:(mador sobre las ventajas de una accion total, rpida i central
que habria podido poner trmino a esta guerra, como a las anteriores, llevndola al corazon del enemigo i no a sus estremidades
como ha s"ucedido en la presente: dundo por resultado, a causa del
error en la estratejia i la pequeiez en las miras, que despues de
catorce, victorias i dos grandes batallas campales, In. solucion definitiva d~ la guerra sea tanto o ~nas ardua que a su principio,
lo que pone de manifiesto, a juicio de su seora, la equivocada
direccion que se ha impreso a la oampala, gastando treinta millones de -pesos i la mejor sangre de sus hijos en meros detalles,
,Sobre el tercer punto volvi a insistir su seliora en. que tod\1operacion subsidiaria que no tuviera pot' base uml grun medida
eshatjica ern un error i un dao, citando para el case~ las espediciones de 1\foqnegua i de Mollendo i la ltima hecha al in te- ,
rior de Bolivia, sin resultado prctico de ninguna especie, apesar de haberse gastado en ella la suma de sesenta i cuatro mil
}Jesos, segtm acababa. de revelarlo el seior ministro, perdindose
no menos de treinta hombres por el efecto de la puua.
:Habiendo entrado a la sala en ese momento el seor ministro de relaciones esteriores, el seor senador por Coquimbo concluy su discurso llamando la atencion del seor ministro sobre
el ,incompleto i .deficiente servicio de nuestra diplomacia americana, en contraposicion a los incesantes i esforzados trabnjos del
Per para conjurar cntra Chile a totlit la Amricn, lo que :poJ;
:nu~tra culpa i_ba sucedieudo.

JOl

11Cit a este respecte) varios hechos privados relativos a la r.ctitud de Colombia, leyendo cartas de sus hombres pblicos que
haba trado al senado hacia un afio i sometido, al parecer sin
fruto alguno, al ministerio de aquel tiempo.
))Concluy su seora por llamar la aten cion del seior ministro del ramo a la significativa p01tica americana de la Confederacion P er-Loliviana, espresando que, a su juicio, en su siguificacion militar era de poca monta; pero que no suceda lo mismo
en las raices. internacionales que ese hecho poda tener en el
continente.

VII.
Pero todo era en vano i aun contraproducente,
porque mientras todo esto tenia luga~ en el seno
de las dos ramas del poder lejislati vo, en los cuales el gobierno no h abia encontrado sino solcitos,
desinteresados casi entusiastas colaboradores, la,
actitud del gobierno para con el pas, para con el
congreso, para con el ejrcito mismo que habin.
vencido en '1.\tcna i en ~rica, continuaba inalterable.
Ve1:dacl es que en los primeros clias de junio el
gobierno se habia apresurado a solicitar del senado la promocion del jefe vencedor en aquellas
batallas al grado de j eneral de di vision, lo que fu
otorgado sin debate i con ferviente unanimidad,
en el mismo dia de su solicitacion (9 de junio.)
1\'Ias, tard un mes cabal el ej ecutivo en presentar el mensaj e de premios a los j efes que tan denodac!os sacri-ficios habian hecho a sn patri a i al de-

302 -

ber durante la campaa I cosa inaudita! pero ca..


racterstica del hombre. a toclns luces pequeo
que rejia los destinos de la guerra i que sin embargo h~.tbia sido colocado por la fortuna un puesto apropiado para refl~jar su inmensa gloria, aquel
mensaje, con una sola escepcion (i sta de favor
personal, como mvil) escluia a todos los que se
habian batido con honor, a fin de repartir holgadam ente grados, fajas i ascensos entre los que se
habian qnedaclo en su casa o en su tienda ...
Este inverosmil pero significativo mensaje que
fn recibido con mai'cacla i natural clesazon por el
senado en la sesion del 9 de julio, elevaba en efecto a la categora de j enerales de brgada a los coroneles Godoi, Prieto, Saavedra i Sotomayor, que
no haban hecho la ltima campaa, si bien respecto del ltimo era una deuda. pendiente de la ante-:o
rior; i n coroneles a los comandantes Ortiz (del
Buin) i Castro (del 3. que por su mala estrella
no habian peleado en parte alguna ....
Agravibase en cambio con torpe, srdido i culpable desaire al brn.vo comandante del Atacama
que haba perdido en la batalla a sus dos hijos; al
coronel Nio,. que mandara la vanguardia de una
clivision i tenia su graduacion ele antigua elata;
al viejo i herico comandante Barcel que habia
llevado una division entera al fuego i a la victoria,, i a muchos otros. Solo al comandante del
cuerpo movilizado de N avales, don lVIartinia.no
0

303-

Urriola, que era a la sazon teniente retirado de


ejrcito, se le hacia instieia de salto, pero no era
esto ciertamente a ttulo de su meritoria conducta
eli la batalla sino de amigo antiguo i personal
del jefe del Estado.
I aqu es de oportunidad hacer notar para poner en tra&parencia el triste personalismo i el es~
pritu estrecho i domstico ele aquella clistribncion
de recompensas a los militares que no haban peleado, en dao de los que habian derramado en la
v~pcra su sangre, que hallndose por esos mismos dias en marcha desde Arica el ministro de la
guerra seor Lillo, no consinti el presidente en
aguardarle un"as cuantas horas, como ' era de su
obvio deber, sino que despach su mensnje de urjencia con su complaciente secretario acl interin;
cuando antes habia demorado cuarenta, dts en
su confeccion. Infiuiria por ventura tan incalificable desaire en la. caballerosa renuncia del scflor
Lillo que lleg dos o tres dias mas tarde del teatro de las operaciones i de la justicia?

VIII.
Pero aun en los ascensos propuestos para la
marina se habia obedecido al mismo mezquino
propsito, despues de tan grandes luchas, elijindose solo dos nombres en su rico cscalafon. I si
bien babia justicia... en la promocion de aqullos

301

por escala, cqni vocba.se a. to chis luces' la oportunida,cl i su significacion, porque lo que resaltaba
con evidencia para el criterio del paS', clel ~jr
cito i de In ar mada, era .q ne no se recorn pensaban
l os servicios recientes de la guerra como estmulo
:smo la rutina de la antigedad. (1)
(1) rr aqu la mP,nera como uno deJos miembros del Senado
n.p :eci de:>de el prim er mo:nento, calificando de lista p?esidenc~l, es decir, de lista de fi1Voritos, el met'lsaje de ascensos, el
criterio a que el gob iern o babia obedecido al presentarlo, cuya caracterizacion pu blicamos junto con b r espues ta del m inistro del
ramo en la sesion del O ele julio en qu e el J ebate tuvo lngar.
El seiior Vicuiia J.lfachmzna manifest que, a s u juicio, las
propuestas Je ascensos, tomando en cne n t su espritu, sn oport.nnidad i su alcance, habian sido inspil'adas por un deplorable
cl'i t.eri o. Que lo qu e el pas esperaba i la, situn.cion r equera eran
premios prontos i efectiv os p n,m los bravos qu e se batan i morian por In, causa de Ch il e, al paso que el proyecto iba nicam ente a h acer revivir ascensos abandon ados desde largo tiempo,
p or raz ones de economh nun ca mas ap rem iantes que en la situacion actual, resultando que, en r eallad, entre diez pomociones se otorgaban ap nas dos ( clesp nes se supo que era solo
ww) a los combatientes de Tacna, i las demas a los q ue no han
peleado o se estaban tranquilamente en su~ casas. Que es to producira un efect o desttlentador en el ej rcito i en ht arm:1da, cuyas
comecnencias el gobierno no t:1.rdarict en palpar, i a este efecto
ley una carta que hacia poco habia recibido de u u j efe caractel'izaclo del ejrcito.
Hizo presente ademas la estra eza qu e le cansaba no se hubiera esperado la llegada del ministro de la guerra en propiedad,
que venia en viaj e desue Arica, i cuya opinion debi se r consultada pu es to qne ll egal>a del centro de las operaciones en que habia sido t estigo pre:;eucial i p oda uar testimonio no solo del
esp (ritu que prevaleca en el ej rcito, sino de sus gloriosos hech os i accioJJes distin guidas.
))Anali z en seguitb una a nna lns promociones, reconociendo
a todas rilayor ,, menor grado ele justicia intrnsica, pero negando In. oportnni th d de sn prese nt, io n, c:1 lo cual los seo res ministros parecan habe r aeep tado la inspinwion de S . E . el presidente ele la rcpbli c t~, i concluy por' m a n ifcs t~ir q nc h aba Ll

305-

IX.
En cambio de eRtas desalentadoras iniquidades
con los vivos, el pueblo junto con el gobierno sepultaba con tiernas manifestaciones ele respeto a
sus servidores i sus hroes caidos en el puesto del
deber. El 23 ele junio tenian lugar las honras fnebres del malogrado ministro Sotornayor i el 28
ele ese mismo mes las del" comandante Santa Cruz
i sus compaeros de gloria i rle martirio, conducidos, como l, en bntzos del pueblo a su ltimo
justicia i olvido en postegar a unos j efes i en premin.r u o;.ros; n.
lo que se agregab a, en el ca;;o del coronel Urriola, unn. violacion
flagrante do la lei de 12 de setiembre de 1878, en ltt cua l por
rn0tivo algun o poda consentir.
))En consecuencia, termin proponiendo como indicacion prva
la siguiente: El Senado acuerda suspender toda resolucion sobre la segunda parte del men~aje del ej t: cuti vo relativa a aseen~
sos militares hasta que se baya derogado por el Congreso la lei
de 12 de setiembre de 1878.J>
)) El seor minist1o de quena a.d interin ( secr Garca de In.
Huerta) combati la indicacion del seor Vicuiia, haciendo pre
sente que la. propuesta de los seores Castro i Ortiz estaba perfectamente ajustada a las prescripciones de la citada lei; que la
ni ca qu e pudiera ser discntiule seria la del seor U rriola, la
que, a su juicio llanaba tambien ese requisito, pues habiendo clesempeado desLle larg-os a os los empleos de teni ente coronel i
coronel de milicias i clisting udnsc en la presente gnerrn. por sns
importantes servicios, crea, que poda ser prom ovido a coronel
de ejrcito. Que el Senado en consecuencia, no podra, dentro
ele sns atribuciones constitucionales, !tplazar la consideracion de
la s propuestas sino aprobarlas como lo tuvies e a, bien.
))SU seora t enuin impugnando la iudicacion del seor Vi
cua respecto del alcan ce i propsito que atribua ni mensaje de
S. E. el presidente de la repblica que era objeto del presente
debate. >>
HIS'l'. DE LA U. DFl L lM.A.

39

._ 306 -

hogar:-Silva Arriagada, Dina.tor i Calderon. De


pi sobre las gradas de mrmol los seores Santa
Mara, Amuntegui, No\roa i otros ciudadanos
hacian siquiera al ejrcito la fcil justicia de las
tumbas!

X.
Por su parte, i en todo lo que era el rjimen interno i econmico del pais, continuaban las dos
ramas del Congreso funcionando con laudable actividad i con tan franca como meritoria e inusitada.
prescinpencia del gobierno. Discutanse as i se
aprobaban diversos proyectos de entidad, como
el de incompatibilidades parlamentarias, la abol:..
cion del estanco i el impuesto sobre los sctlitres,
que si tuvo ~1 mrito de ser jeneraJ a todas las
zonas ocupadas, fu eviclenten1ente demasiado
oneroso en su monto. A la verdad, el gobierno
dejaba pasar todo con la sola condicion de que
no lo obligaran a ir a Lima. El presidente, como los antiguos viajeros que hacan a carreta
de bueyes i picanas lajornada de la capital a su
puerto, qneria dormir la tercera siesta ele la guerra en Curac~1.\', es decir en Tacna. Las dos primeras las haba ya dormido en Antofagasta i en
Tarapac. (1)

....
( 1) Antes del entierro de los muertos de Ta.cna habian tenido

-307-

I a este propsito es digno de especialsima nota el siguiente telegrama peruano, que aunque
incompleto, pone en evidencia que los enemigoH de
Chile con ocian la mente ulterior i resuelta del presidente Pinto, aun ntes de la batalla de Tacna, porque .el boletin que va a leerse tiene la fecha del 27
de mayo, estaba datado en un punto del norte al
que solian arribar los vapores del sur, i as decia.
lugar en Santiago con tiema i solemne pompa. el de los mrtires de Tarapac,. En ese dia (sbado marzo 13 de 1880 ), la ciudad, la prensa, los hogares, las calles del trnsito, todos los corazones estuvieron vestidos de luto. DesJ.e la eat.acion del ferrocarril al cementerio el trayecto habia sido decorado con arcos~
cenefas e inscripciones fnebres, entre las cuales se hacan notar
las rguientes. En la estacion: La patn:a ane,r;acla en l.r;1imas
espera los estos de sus ltijos mas queridos. En la A lamed a, e::;quina de la calle de Ahumada: La ciudad de Santiago se posterna delante del.f1etro ele los M roes, i al pasx1 los saluda. En
la puerta principal de la Catedral: Et pueblo de Cltile ab1e sus
templos ct las almas de los qt~e por t mt~rieron, i en nombre de

la 1elijion, al1ecibi1las, las bendice.
A las 3 de la tarde una salva de a'l'tillera anunciaba desde el
Santa Luca que habiau ll egado a la estacion los restos de los
comanda ntes Ramirez i Thomson, del capitan Garreton, del
teniente Jorje Cuevas del Chacabuco i del aspirante Goicolea del
lfusca?'. El trayecto hasta el cementerio fu imponente, i estraordinariamente conmovedor, i sobre la tumba de aquellos
bravo3 chilenos se pronunciaron fnebres discursos por muchos
ciudadanos.
Por uno de esos contrastes comu nes en la guerra, el mismo
da en qne tenia esto lugar en Santiago se remataba en Valpa. raiso el primer salitre de Tarapac vendido en esta forma i
prodncia 200 mil pesos aproximativamente.
Sin embargo, b situacion de la haciendct pblica i del crdito
estaba l ~jos de ser satisfacto ria, apesar de las negociaciones de
paz i tal vez a cn.usn. ue ellas. N nnca. babia n.lca.nzauo a la verdad el
cambio sobre los ji ros de Europa una escala de mayor depresion
encontrndose en agosto a 2ti peniq nes seg un lo demuestra el
siguiente cnl'ioso ctutdro de la ~tita i baja de los fordos, ve-dade~

-3 08 -

Oltancai, ma yo 27 de 1880.
(3.27 P. M.)

Se or prefecto:
(Lim a).

nci Lon tu fonrle a la 1 P . n1. Las pri


las signienpaJes noticias de que es por tad or son
ce Va por

ro bar met ro de la gue rra.


18 79
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Marzo .. ..... ... . ..
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Jun io .. ..... .. . ...
Juli o ..... ... ... .. .
Ago sto . .. ..... ...

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30t
27

32!

30
28

en esta nota deja mos reFue ra de los suceso.'> domsticos que o de especial mem oria
dign
de
feridos, no habi::t ocurrido nad a
estr o de la Arti ller a que tuen la capi tal, con e~cepcion del sini
ciendo quince de S llH obrevo luga r el 27 de enero de 1880, pere o de los oficiales i trip utiag
San
ros, i el arri bo a Val para iso i
recibidos con verd ader as
lant es de la Esmeralda, que fueron tras lada ron a San tiago en
se
ovaciones de triunfo. .Los ltim os
casi desierta, recibieron del
febr ero i aun que la ciudad esta ba
. Los mar iner os trad os a
pueblo todo jne ro de manifes taciones embre antel'ior tuvi eron
dici
de
3
el
Val para iso por la Pilcomayo
urso8.
ropa nueva, alm uerw , brin dis i disc
vida de la cap ital era la
la
Otra de las man ifestacio nes ele
on despues de Tara pac el
de la acojida de los heridos que ll egar
mes de juni o. Fu herm o6 de di ciem bre i de Tac na en todo el

30\) -

tes: - --:M:inistro ele gu err a en cam


paa. So tom ayo r
fa.lleci rep ent ina me nte . H ILE
SUS

PEN DER LAS


OPERACIONES DE LA GU
ERR A SI TRI UN FAN EN TAC
NA.

As lo qu ier en los pri nci pal es cr


culos polticos ele
Sa nti ago , per o la pre nsa .... ))

XI .
En tre tctnt o cul era.la esp licaci
on act ual , jen uina i ver dad era , en el fondo filosf
ica e ina mo vib le,
en la superficie ena na i me zqu ina
ele tod o aqu ell o,
que sucedia. meses en pos ele
meses, mi nt ras el
enemigo se arm aba a tod a prisa.
i se for tifi cab a tra s
de sus trin che ras i nu est ro glor\o
so si bie n diezn"lado ejrcito tas cab a el freno ele la
im pac ien cia i casi
de la clera en sus cam pa me nto
s de Ta.cna?
L tt esp lic aci on de aqu el est ra
o enigrn<t, ele
aquel mi ste rio im pen etr abl e aun
qu e ma l gu ard ado, ele a.q uell as ocu lta cio nes per
sis ten tes , ele aq u e
llos apla~arnientos ind e:finiclol:l ,
era q uc mi nt ras ht
C ma ra ele Diput'-tclo s n.cc ntu ah
?. su r~solucion ele
em pu jar al gobierno a la guelT<
:Lma nte n iendo en
todos sns act os las decla.raci ouc
s del S e junio, a
conse cuenci ~L uel proyec to ele
::wuerclo W alk er
ssi ruf1. con es te m otiv o la. ::tct
itnd del pue blo de V::tlparaiso
i el
de b cap ital , esp ecif tlrn ente el
de la.s se or as, qnQ co n el cos
to de
mil es de pesos fun dar on var
i os h osp ital es de san g re. f3e
di sting uier on en este rd en las
fam ilia s Ma tte, Oss a, Vi.cua
Subcr~asea ux i otra s .

018-

Martinez, i mintras el Senado acababa de completar su obra de patriotismo votando por iniciativa propia la duplicacion de los millones que
se le exijian a ttnlo de g nerra, el gobierno, es decir, el presidente de la repblica, co n la triste complicidad de su gabin et e, babia entrado en tratos
de paz con un ~ente desantorizad o, peligroso i
estranjero i amparcl ose en una, mediacion que en
s mi sma i en su xito era una amenaza.

XII.
Por b hilacio.1 natnntl de esta historia. i por
su lj ica habremo f3 ele entrar en el fondo de aquel
n egociado en que el decoro del pais fu arrastrado
por el snelo i por el eRpnmarajo de los mares, como si hubieran sido los nuestros ti erra i mar de
vencidos, cuando hayamos de ocuparnos de las
malhaclad<:ts negociacion es ele Arica, q'Ie tuvieron
lugar en octubre de 1880 a bordo de la corbeta de
los Estados U nidos Laclcawana .
I por lo m ismo ser suficiente dec ir hoi que
h abiendo apo rt::t do a V al p<traiso en los primeros
das de agosto el ministro do los E stados Unidos
en Lima, Mr. C ri stiancy, en nn buque de g uerra
ele su nacion, co n propsi to. esclnsi. va m nte pe rsonal es o ele servicio interno de su gobierno, sin'
haber traido na sola pala wa, una sola base, ni
siquiera ln n:ut leve in ~;inuacio n de paz de parte

311 -

flel gob iern o del Per , el de Chi le se


puso inm ediata,mente al hab la con l i celebr
a escondidas
la cul pab le negociacion q ne era can
sa de tod os
sus mis teri os i ma nej os.
Per o aun hab ia a,lgq de m as sin gul ar
en aqu el
apresuramiento- por ace pta r la per son
era , por nadie reconocida,, de aqu el esc nt rico
per son aje a
quien pesR.res domsticos de tlctmo
, hab ian inducido R. dar se el pla cer o el consue
lo de las bri sas del ma r. Por q ne exi ste boi suficie
nte con stan cia de que no di siq uie nt aviso oficioso
ni pri-va .
do de sn viaje a Iqu iqu e i a Chi le a
las aut orid ades per uan as. I lo que era en un sen
tido inte rna cional mu cho ma s gra ve que eso, hai
con stan ct
de que conociendo el gob iern o de
Chi le por co municaciones aut nt ica s dep osi tad as
en su arc hivo, que el gab ine te d2 W a::;h ington
, que a b
sazon pre sid ia el anc ian o i pru Jen te
seor Eva rts,
hab ia prohibido (sic ) a sus rep rese nta
nte s en los
paise3 bel ijer ant es del P<:tefico inmiscn
i.rs e en negocios de mediacion, a. no ser cua ndo
fue ran formal i esp lci tam ente soli dta d, s petra
ello, arr ebat ado el pri me r fnn cionario c1e Chi le
por sus ansi<-tS inc ura ble s de p ~tz i sosi ego , soli
cit oficios< t
me nte la inj ere ncia in trnstt de <:1.q
nel viaj ero de
ocasion, i comenz a l \ vnr a la sordin
tt el hilo ele
la tram a, precisame nte d~ sde los clias
a que hac en
referenci<:t los lti mo s viriles i rev ela
dor es n.ctos
de1 Senar1o de que hcmoF hecho me mo
ria.

312-

XIII.
1 a la verdad con tanto ahinco, teson i al parecer buena fortuna llevaba el negociado el seor
Pinto, secundado por la complaciente mas que
oficiosa participacion de su amigo personal el seor Huneeus, a.jente intermediario, que hcia el
rlia 10 de setiembre quedaron designados en
palacio los tres plenipotenctrios que por parte de
Chile deban concunir a las ,conferenc'ias qne a
bordo de un buque de Estados Unidos tendran
lugar en un puerto del Per ocupado por nuestras
armas. Entendase que los negociadores por parte
de Chile serian los seores Irarrzaval ( qne para
el caso fu llamado a palacio) i los seores Santrt
l\{ara i Hnneeus, reconcili ados estos ltimos aparen temente para el caso.

XIV.

..

No se haban ocultn.do del todo aquellos manejos al pais i mnos a los representantes del pueblo, no pocos de los cuales ~tndaban e n la madej a.
La presencitt inusitada, irreg nbr en tiempo de
guerra, mi sterios::, en sus movimientos, segnida
paso a paso por b cmioRidad i por la, prensa, del
representante de E stados U nilos an te uno de los
belijerantes, diero 1 la alarma desde el primer clia.

~31:3

EL~~jj9 por su parte, que es el Argos moderno,

siempre receloso, despierto i suspicaz, . puso en


movimiento todos sus resortes incluso el cable
submarino, sin esceptuar siquiera las confidencias
ntimas de Lima; i all por los dias en que se
designaba en el palacio pam la hora. necesitada
a los ajentes de Chile, el pas entero se ajitaba
en la zozobra, en ]a. clcscon{anza i la protesta.
ccDcese, esclarnaba a este propsito el diario
que mayor influjo alcanzaba en la opinion pblica.
dentro i fuera del pais, dcese que el jefe del Estado no tiene embarazo para confesar que la ida
a Lima le desagrada por no ser ella, en su concepto, ni necesaria para el fin que se desea, ni
propicia para la gloria de nuestras armas. Adese que se quiere contentar al pueblo hacindole
el aparato de una porferosa espedicion, ht cual solo tendra lugar si fracasasen todos los planes qne
ef:!tn en mira i en obra.
)) Segun esto, se espera ele la diploma cia, se espera de las hostilidades en detalle, S(~ espera del
descontento i volt.tbilidad del pLteblo li m eio, se espera en fiu de BQ.li:via, qne al cabo concluir por
convencers - de que no le quecb otro recurso que
hacer ht paz con Chile i recibir e n cambio una
com nsneion de lo ne se le ha uita.flo.
<C Con re1acion a las hostilidades de detalle, corttinuaba observando el mismo ' diario a propsito a
la espedicion Lynch, que era ya un becho pblico,
H1 ST. D LA C. DE LTJ\IA

40

f/

3H -

aun siendo lo mas desvastadoras, nunca sern ell<tS


de tal naturaleza que inclinen en favor de la paz al
d1:ctador del Per ni tampoco a los rentistas 1: ne,qo. e/antes. de la capital.
Las provincias en el Per no valen nada; se
las oye como quien oye llover, se las ataca a discrecion, se las oprime a gusto de los bribones que
reciben del jefe del estado revestidnra intendentil, i etlando llega el caso en que se revolucionen,
se les amarra de pies i manos para esquilmarlas
meJOl'.
J> Qu podrn los a~ucareros i cafeteros del interior, aunque se les desuelle vivos, si en el nimo ele
los e,qotas de L~:ma no pesan 1tn adarme m: su
angustia ni sn veTgenza?

>> Las hostilidades parciales o en detalle irdtarn mas al dictador, harn mas desvergonutda a
su prensa i mas ~nsolentes a las turbas que all manejan el pual i la tea incend~'aria. >)
I por ltimo, encarndose a la misma acariciada
i funestsima quimera que a1berga,ba en su seno el
presidente de la repblic::t como Oleopatra el spid
que debi ~t morderla, el sesudo articulista censuraba
la intervencion del ajen te norte-americano como
daosa a los actuales i permanentes intereses del
pas.- e< Desde que los Estados U nidos, dice en
efecto al terminar, o cualquiera potencia europea
se mezclasen calurosamente en nuestros asuntos, la
mediacion arnz"stosa se convert?:na en humillante ~-

313 -

tervencion, i nosot'I'OS seriamos los primeros en


1echazarla.
E n qu pas da Eur opa han hecho al~o lati
mediaciones amistosas? >> (1)
XV .

En medio de esta pen osa situacion crea da eselusivamente por el capr icho i la re~erva cara
ctersti ca del jefe del estado i la pasiva sumisio
n de
su dbil, incoloro i ya prof und ame nte desp rest
ijiad o gab inet e de juni o, i mi ntra s que a ttul
o de
cohercion de paz se apre stab a en los cam pam
entos del ~jrcito de Chile la est ril i fata l espe
dicion Lyn ch, sobrevin-) un luctuoso aco ntec imie
nto que cubri de luto los ya preocupados cora zon
es
chi. leno s,-ta l fn la clesaparicion, si no de la.
rnas
poderosa, ele la mas que rida nave ele L.t repblica
.,
la gole ta 001_aJ.onga, emb lem a de caras glor
ias
nacionales ecb~ cl~ ve~~n~~samente a __ pique
por
un torp edo peru ano en las agu as ele Cha ncay
el'
13 de setie mbr e, es decir, cuando en San tiag
o se
designab~yn pote stat i vamen te los ne gociadores
de
la paz el ~ia 10.

- - - - - - - -- - - --- -- -- --- - - -

( 1) Edito rial uel 1l'fercurio lle V al pami:;o corre


spon dient e at

ti de setie mbre de 1880.

-316-

XVI.
Por un casual acaso, en sesion de la antevspera
de aquel dia haba formulado en la Cmara de Diputados el representante por Carelmapu don Jos Manuel Balmaceda una srie de pregnntas tenden tes a desenmascarar al gabinete i sacarlo del
terreno de sus incorrejibles i quimricos acomodos tan notoriamente repudiados por el pueblo i su
representacion; i en ausencia de todos los ministros ( qne era cosa habitual) las formulaba por escrito en los trminos siguientes a fin de 'que les
fueran con prontitud comunicadas:
ceLo Hai iniciadas negociaciones de paz?
({2. Si hai iniciadas negociaciones de paz,
quins son los negociadores i cul el desenvolvimiento que han tenido?
3. Cul es el estado presente de las negociaciones?
(c 4. Qu actitud de guerra asume Chile mintras se negocia?
cc 5. Qu elementos de guerra se han organizado despues del asalto de Ar~ca i cul es el objeto a que se destinan?))
(cCirculan, agreg el diputado interpelante para motivar Stl a.ccion i :-;us propsitos, circulan
apreciaciones que tacen mu poco honor a los
Re flores rninistr)S. As, por ~j e mplo, se dice q uc
0

317 -

hai ciertas vacilaciones en el gabinete, que a ser


ciertas podran traer una sria perturbacion en
nuestras operaciones blicas i gravsimas complicaciones en la misma negociacion de paz. ))
I ello no podia ser mas cierto, ni mas triste, ni
mas ocasionado a demoras tan funestas como las
derrotas mismas.

XVII.
Presentse a dar respuesta a estas interrogaciones el ministro de relaciones esteriores, seor
Valderrama, en la sesion prxima (14 de setiembre), vspera de las fiestas patrias, i encerrnrlose en una especie de estudioso mutismo, reflejo
del que a esas horas gastaba el jefe del estado, se
limit a dar esplicaciones que sin negar la efecti vidad de los tratos de pa7., los desnaturalizaba en
su esencia a.tribu.yndoles mM inicia ti va estraa,
cuando la deplorable realidad , co'mo a su tiempo
ha,br de verse, era que ~ la inj erencia estranj era, bajo ningun concepto solicit;tda. por el vencido, haba sido buscada i tomad~:t de los cabel_los
por los que tenan la representacion i la guarda
del decoro de Chile, a costa de tanta 1mngre i ele
tanta gloria vencedor.
No pareca esto creble i ello era., siu embargo,
hL estricta Yerdad le la sitnacion .

-318-

XVIII.
Ocupndose en efecto de la primera pregunta
del diputado interpelan te, es a saber, sobre si existan o no negociaciones de paz, el ministro se limit a responder estas palabras testuales:
Desde luego puedo decir que no hai j estion algtma oficial sobre este pnnto, i aunque esto me
escusa ele dar mayores esplicaciones, voi, sin embargo, a ser mas espl cito. Se han dado pasos
(quin los haba dado?) estra-oficiales dirijidos a
saber en qu disposicion se encontraba nuestro
gobierno i ha contestado lo que siempre ha dicho,
es decir, que no hace la guerra por simple espl"itu de guerrear, i que si los gobiernos del Per i
Bolivia se deciden por la paz, el gobierno de Chile est dispuest.o a oir las proposwwnes que considere aceptables .>>
Resumiendo en seguida, las dos interrogaciones
siguientes en una sola, el . seor ministro-enigma
las constest como
Efijie del Cairo de esta,
manera:
<<Estas dos preguntas se encuentran contestadas
en la primera, pues no existiendo hasta el presente negociaciones, sino simplemente los pasos oficiosos de que he hablado, el gobierno no ha po. d1:do octtparse ele nombTar n ego ciad01~es. Ello seria
importww o estemporneO.)J

la

:.)1 9-

I esto decia test ualm ente el min istr o de R.ela-

ciones Este rior es de Chile, cua,ndo el pue blo


repe ta de mem oria los nom bres de esos neg ocia
dore s,
cua ndo era noto rio que el 10 de seti emb re,
dia de
su alum bram ient o en el despacho pres iden
cial , se
hab ia producido un choque por la des igna
cion de
per8onas ene mis tada s entr e s, i cua ndo
precisamen te ese disg,lto i sus divulgaciones eran
lo que
habiFt hec ho rom per al difL sigu !ent e al s7
or Bal mac eda el velo de su hab itua l mod erac ion
par a
lanz arse en la~ ave ntur as de una inte rpe
laci on
mas patr iti ca que pol tica . .

XIX .
La man era ele solucion ar la ena rta pre gun
ta de
la inte rpel acio n, rela tiva a la acti tud qne asu
mir a
el gobierno de Chile dur ante las neg ocia
cion es
(ne gadas, pero en plen a v~jencia) fu tod avia
mas
enig mt ica, mas estudiosa i cab als tica . <e Est
a pregunta, esclam el se or min istr o inte rpel ado
, que
corresponde a una sitn acion que toda via
no se lw
producido, no pue de tene r una con test acio
n con
cret a i dete rmi nad a. Si la situ acio n a qne
alud e
la pre gun ta llega a prodL_tcirse, el gobierno
veT lo
que mas con ven ga a la hon ra e inte rese s del
pais.)>
Agr eg en seg uida el hon orab le se or Val
der ram a algu nas vag ued ade s rela tiva s a la
qui nta
pre gun ta, como la com pra ele algu nos tras
por tes,

----~~

:320-

el laborioso ~wmento del ejrcito, i pidi permiso


para clete ne rse, corno si uu solo 1aomento hubi ese
estado lanzado, e n hl. via ele la franqu eza i (lo las
r evelaciones.

XX.
Como e ra ovb io, sem~jante manera de trata r un
negocio que tanto preoc upaba a la repblica i an t e una cmara que haba man ifestado una adhesion tan absoluta i t a n patritica a la poltica ele
g uerra de los cuatro gabinetes que la haban cliriiido hasta aquel clia, estuvo rnui lejos de satistcer ni al diputado interpelante ni a la g ran mayora de sus coleg<ts Feprese ntan tes de todos los
coiores polticos ya un t ant o desteidos, pero que,
como en los tapices antiguos q ue poe h~o o curiosidad suele algun aficionado rnant ener colgados
e u el muro, tenan toc1a-\ria a la vista su lana i Sil
traina. - ccLas cont estacionnes, del honorable mini stro de relaciones esterires, repuso en efeeto el
seor Balmacedn, cuando el honorable seor Valderrama puso fin a su discurso qne . dur por reloj
tres min utos, no son bastante esplcitas i tienen nn
doble carcter para el debate : el o.ficial i el privado.
<e C mo distingnir el uno i el otro carcter entre
fun cionarios que ha.b1an a nombre de ln. repl'esentacio n de sus g obiernos? :F]l hecho eR srio i mere ce t oda la ntencion de la cmara i de l pas .

321 -

))Por otra parte, esclam el diputado autor de


la interpelacion, que en esto se llevaba el asentimiento i los aplausos no solo de todo el pas sino
ele todos su:-.; partido s en dcsarm c .-l~s este el
rnomento de negociar una paz conveniente i slida? La cnestion es profLmda,mente sria. Aqu
principian sin duda, las clife rencia,s de apreciacion
i l~jicam e nte os peli g ro s de l[ts mas srias clesin
tel~jen cias entre gobernantes i gobernados, entre el
ejecutivo i el Congreso .))

XXI.
Reiter como respuesta, i en un discurso que
encontr mplia cabida e n quince renglones del
boletn oficial, el imperturbable ministto seor
Valderrama, estico e impasible como su j efe, encastillndose e n sn propr::>ito de Ltcitmna reform a
para con b cmara; i en consec uencia el diputa,clo
por c ~trelrl1 a pn tl c.~j el tan inconcebible i vedi.t(b
actitud e n un gob ierno represent ativo con estn,s
di gnas i sevems palabras.
S u sefiora, ministro de Uelaciones E s teri o 1~es , jestor de h1
dignichd i de1 in te res de Chile con el m u;1clo ci vi 1i z~tclo, no puede h;thlar en carcter pri vado co n los re presentan tes an torizados de nn estado am igo. S n selOr puede comnn ic,use pblica
i priYachun en te con ell os ; pero en carcte r pri vn.do o de tal n::ttnraleza <lne escape a. su P'1.>icion oficial, es imposible.
))As pu es, t enernos que ll egrtr n. b co nclusion de que hai ne goc1n.ciones ini ciadas C nlidencia.lmente, que el gobierno est
H l'>'l'. P 1,A C. DE LDL\
4- 1

322 -

dispuesto a ir desde luego a la paz i que le ser for%oso corresponder a las declaraciones que ha hecho, si el Per quiere o le
conviene ponerse en camino de llegar a ello.
Entretanto tls posible llegar a una paz conveniente en estas circunstancias? I ntes de ocuparme de este g ravsimo aspecto del debate son los seores ministros que as nos niegan
el conocimiento de lo que hacen, los hombres capace.> de serv ir
las aspiraciones del ~ais i de conducirnos a nna paz que sea pre _
vision i futura seguridad?
Por otra parte, agreg el orador, hace ya cuatro meses que
se di6 la batalla de Tacna, i nada, hemos hecho has ta el presen- '
te. La situacion es para inquietar!
Con tanta mas razon cuanto que pal'<l nadie es nn misteri 0
ha habido una dualidad esterilizadora de la voluntad manifiesta
del pais. Unos han combatido i no han querido la espedicion a
Lima i otros la han querido i la qui eren.
Vienen negociaciones de paz. Cul ser el desenlace ljico?
El de facilitar por las condici ones de la paz el desisti miento de
la espedicion a Lima.

I colocando la cuestion de ac tualidad i de porvenir bajo su verdadero punto de vista, el bien


inspirado represen tante conclua dando vida a las
aspiraciones lejtimas de la repblica, i sus propias desconfianzas con L-1s palabras i la proposicion de censura al ministerio qne en seguida ,fan
a lee rse:
... (<Chile necesita en Tarapac. su comp~usacion
pero Chile necesita para su bienestar futuro, para sn
el mundo, para su seguridad de siem pre, ~ niqnilar,
lo que seria escesivo ; pero s al poder mi li tar del
corazon de su mas robusta exi stencia.
>> Es preciso que el P er quede sin escuadra que
pacfico dominio de nu estras nav<!s. l~s preciso que

pecu niaria;
prestijo en
no al Per,
Per en el
perturbe el
las fortale-

3'23 -

~as i ca1iones del Callao desaparezcan. Es


indis pensable qn e no
que de un solo puer to artill ado en el Per
i que no pued an artiliarse en cinco aos a lo mnos.
>>Esta es la segu ridad futura, esta la pre.::aucio
n inev itaul e para todo jner o de emerjencia>. To .1o puer to
fortificado en el Per
pueclr. ser un asilo de gran peligro para. la segu
ridad del Esta do.

I en consecuencia de todo esto el orad or


formul aba su pro yec to de cen sura en estos trm
inos :
La honorable C{tmara de d~putados, inspi
ra,da en la grav edad de la situacion esterior de la repblica
, decla ra la necesidad
de orga nizar el ministerio de modo que
corre spon da a la confian~a del pais i al r~jimen parlamentario.

xx r.
Rep rese ntab a en la Cmara, de Dip utad
os el
seor Balmacecla, anti guo mie mbr o del grup
o refOtmista, el mat iz libe ral mas acen tuad o
ele sus
partidos, i decimos lo lti mo porq ue el abig
arra do
ban do qne sigue a todos los min iste rios i
que vota a todo tran ce con ellos, nun ca ha sido
par a
nosotros part ido sino vien tre.
En contraposicion, llev aba la voz del part
ido
conservador en el grueso que en aqu ella
Cm ara
.:e sen t.aba, el dist ingu ido escritor i hb il
hom bre
pblico don Zor oba bel Roclrig nez; i apre cian
do ste desde su asiento de dipu tado la con duc
ta del
gobierno con rehwi.on a la paz i en vist a ele
la, actitu d i de los fueros del parl ame nto, ana tem
atiz
a los auto res de la sitnacion en el leng uaje
conciso .

1
1

contundente que es
como diarista:

324 ~n

peculiaridad como orador

<rEn vano se dice, esclam el diputado conservador por Santiago, que apenas h ai algo mas que unas cuantas ideas acerca de
la posibilidad de llegar a un arreglo, cambiadas entre nuestro
gobiemo i el honorable seior Christiancy; porque pasos como el
que ha dado ese caball ero no se dan sino cuando h ai una base
de discnsion que p roponer i cuan oo el que la pro pone tiene motivos srios para calcular que ella puede ser aceptada .
Ahora bien, no es posible sospech ar cul ser esa base de
discusion que h a parecido aceptable al gobierno de Chile? Por
mi parte creo qu e ell o no es difcil. Esa base no puede ser sino
tma que parezca aceptable a P irola i qne nuestro gobierno no
dista de creer satisfactoria. Siendo ello as, t engo por verosmil
que se trata. ahora de renontr la tentativa que, seg un 1:1e asegura
mui de cierto, hizo el ministerio anterior clespues de Tacna,
para ex ijir como co ndicion de la paz nada mas qne el abandono
liso i ll ano del terro ri o de Tarapac. El solo pensarlo me ent1ister:e i alarma, pero confi o en que la buena voluntad de nuestros
conductores para celebrar un arreglo semejante se estrellar una
segunda vez contra la inflexible voluntad del dictador peruano,
sostenido, mas que pot la es pect:1ti vn de una resistencia imposible, por el temor de que el pop nlacho de Lima le hiciera p agar
con la h orcr. o la h og uera sus promesas embusteras i sus ridculas ba1adronadts. U n l vez mas- lo e::>pel'o firmemente de la
bondad de nuestra estrella -la salud, en la hiptesis que considero, nos vendria ele nuestrJs enemi_ros.
>)No me mueve, se iior presidente, ni el d io ni el deseo de
venganla; n o me gozo en la id ea de la humillacion i rnina ele
los enemigos de Chile; pero obedezco a la ljica de la situacion
en que los acontecimientos n as han colocado. E sa s ituacion es
terrible i hai que sali r de ella a fi lo cle espada, despedazando i
reduciendo a l<t impote 11cia a n uestros en emigos de hoi, que hao
~ ido nuestros enemigos tradiciona.les deslle la poca <le la indc-

325 -pendencin, i que, si no los 1educimos a la impotenciu,


continuarn, con le~ 1abia en el corazon; acecltando el dia deprocwra1
se
san_q?iento desquite.
Con Bolivia hemos vivido en guerr a permanentfl de
hecho o
de derecho, i en guerr a perma nente tambi en con el Per,
-inci tador oculto de Bolivia, foco de la.s conspiraciones contra
Chile i
madri guera de los que lo aborrecen por emulacion, por
codicia
o por envidia.
Con enemigos como esos no se negoct la paz, sino que
se les
impone. La paz negociada no pondr ia trmi no a la guerr
a sino
en aparie ncia: en realid ad nos obligara a consu mirno
s haciendo
por aos i por siglos tal vez los sacrificios de la paz
armad a,
mucho mas pesados e insopo rtables que los que la gnerr
a demand a.
Si la Cma ra est de acuerdo con el que habla en estas
apreciaciones, me parece que lo que el patriotismo le orden
a es afirmar su opinion en presencia de los acto; no bien conoc
idos i de
las opiniones crepusculares del gobierno. Deja la palab
ra: no
ha llegado aun la hora de iniciar ni de acepta r negociacion
es de
paz,- i deja en su libert ad de accion al presidente de
la repb liC<t i a su minis terio.

En consecuencia, el seor Rodr igue z di eco a


s1s ideas en el sigui ente proyecto de acue rdo :
i.. a. Cma ra de Diput ados declar a que, en su opinio
n, no ha
llegado aun para Chile la oportu nidad de entrar en negoc
iaci ones de paz i mucho mnos de ofrecerla.

XXI I.
Tom en seguida su priesto en el torne o de los
oradores para pone rse del lado del gobierno, como
su auxi liar i conficlen te ntim o, el soor Hnn eeus ,
que hast a ese mom ento hab t estad o solo al ti-

:326 --

mon de las sec rctt-ts negociacio nes de ln <:allc de


San Antonio, residencia, de horas i casi de minutos del aparecido, a manera de duende, ministro Chri stiancy, emisario de) mismo i de la
locura de nuestros gobe n1 antes po r la paz, especie de mana no cnrada del tod o h asta el presente.
La paz no es un deseo que se satisface co mo el de
E va. Es un hecho que se impone con la espada.
Con su natural franqueza, el defensor de sn propia
causa comenz por ha cer una declaracion pre via
que era pualada mortal asestada al pecho de la
negociacion que hasta: ese momento su seora
dirijia i que ira a zozobrar lastimosamente en
otras manos.
cc Declaro de la manera mas enftica i categrica, esclam el seor diputado enftica i categrica.
mente, 1. 0 Que el seor Christiancy no ha venido
a Chile con rnision alguna del seor. Pirola, i
que no HA. I NIC TA.DO proposicion a lg una ele paz a
nombre clel gobierno p eruano . 2. 0 Que el seor
Christiancy no HA PI!.:DIDO a nuestro gobierno proposiciones de paz i 3.0 Que el seor Ohristiancy
ha venido a Chile simplemente a conferenci ar con
el seor Os borne ( el ministro residente de los
Estados Unidos), a fin de .J.ar cumplimiento a encargos de su gobierno refer0nt e a cuestiones que
han llamado la atenci on del gabinete de Washin '-g:ton>> .

J87 -

XXIII.
A la verdad, nada poda ser mas enftico ni
mas categrico que aquella declaracion del honrctdo i honorable representante por Elqni. Habla. ba en causa propia i deca toda la verdad.--El seor Christiancy no haba. venido a nombre de
Pirola, no habin, trctido jnsinuacion de ninguna
especie sobre la paz, no haoia pedido tampoco al
gobierno base alguna, su vtje tenia solo propsitos ele servicio interno para su pais. ] si esto era
as, cmo entnces i por via de cl encantamiento sucedie:t que de ese viaje haba sm:jido la idea
de tmtar con el Per i con Bolivia, i cmo en ese
viaje i el regreso de quien trm sin propsito lo
hiciera e ncontraron su punto de partida las negociaciones de Arica, que en breve sm:jieron sobre
ht superficie de la& agucts i vergonr.osamente se
malograron?
Ah! erct que se hacia o se buscaba la paz a escondidas del p ~Lis, corno una maniobra domstica,
como un reposo a la fatiga impuesta i aceptada de
mal g r~tclo, como mut manif3tacion fisioljica de
h tenden cia de espritu del jefe del estado que
habia vivido en vuelto tl ~lrante la guerra en el sncbrio de la paz, sintindose abrumadc bajo el
peso del yelmo, ele la coraza i de la espada que
ot.ros a la fuerza, i e tsi de sorpresa le cieean. La

328 -

paz, como se la prosegia i como se la habi<-t iniciado, no en Lima; no en La Paz ni siquiera en


Washington sino en Chile, en Santiago, en la ca~
lle de San Antonio nm. 16, era en realidad una
conspiracion del gobierno contra el pueblo i contra el Congreso de Chile.

XXIV.
Trabado as el dehate durante vanas sesiones
consecutivas desde el dia 11; la del 14 de setiembre convirtise, mas adelante i a virtud de la lei
natural que hace al agua bnscar su nivel en la
superficie i hervir cuando arrimada al fuego, en
ardiente palenque ele poltica, form ndose en lnea
de batalla los sostenedores del ministerio i sus
adversarios, que en fuerzas si no en votos (los ministerios tienen siempre por hbito i tradicion mayora d(~ urna en Chile), se balanceaban.
En la aesion del 16 de setiembre sost uvieron en
pr i el contra del debate ,los seores Aldunate i
Urza. I en esa ocasion terci por la primera vez
el ministro de la guerra para manifestar que por
su parte se tmbajaba con actividad en los aprestos
ele h guerra, (lo que con relacipn <t su ministerio
ere:1. tan cierto, como que en el ministerio ele rel a
ciones esteriores se tra.b<lj aba con igual ac tividad
por la paz), i para provocar nn lance personal que
el boletn oficial \' erte en estos trminos: '

:i29 -

<<El seiiOI' Arteag a A lempar te. -Sin embarg o, el seor mini stro h a dichu que se puede u orga nizar soldado s con tal rapidez .
>>El seor Ver.r;~r,.r ct (minis tro de guerra. )--N o h e dicho t al cosa .
El se1ior Arteag a Alemp a1'te. -Su seora habla entnces
con t oda la coufbn za de uu so ldado.
Else01' Yer.qara (m inistro de g nerra.) -- S, sefwr dipntaLlo;
s sostene r mi pabbra como soldado i como caballe ro, i no permito a sn seora que en este puu to me dirij:t interrn pcion ning un a.

XXV .
Crec a el calor en los espri tus i en los banco s
hasta la animo sidad i la amen aza. En la sesion del
21 de setiem bre lucha ron sobre 1a ya traqu eada i
revue lta, arena de hts negoc itwion es oficiales i oficiosas los seor es Balm aceda i Valde rntma , este
ltim o en isible eetintda.; i hasta el seor Hune eus
t elci en la brega por la, segunda, v ~z con el pro prsi to de justificarse del carg) de i nd iscrec ion
que en jener al habia form ulado con tm los nego
ciaclores de la calle de San Antor~io i la Mneda
el seflor R ecab rren en l<'t se.ou prece dente . ccNi
U d. ni los seflor es Sa!lta Mara e lrarrzav<:tl han
podido ser indiscretos)) dechtl e el ministtos e n mtr~
t a del di fl subsigu iente, i sin emba rgo el pblic o
habia est<:tclo al conie n te de todo el negoc iado
desde su primer a horH hacia ya un<:t l arga semana ..... (1)
(1) Llam lu, ateocion en esta ses ion por su acerva vivacid ad
42
HlS'I'. DE r,A O. DE Ll i\IA.

-330-

...
XXVI.

-'

Por ltimo, celebrse el dia 26 de setiembre una


sesion al parecer concertada de an teman u para
acomodos parlamentarios, ardid usual i triste, pero que esta vez el patriotismo cubria con su velo;
i dando cuenta de sus di versas peripecias un dia~
rio de ese mismo di a referalas en los vi ' ' OS trminos que por abreviar reprodncirnos.
;El di putaclo \Valker Martinez, clej anclo de camino las proposiciones qne antes habian formulado los seores Balmacecla i Rodrguez, present
como base del acuerdo una inclicacion ten den te a
el siguiente dilago sostenido entre los seores U rza i Huneeus,
apropsit.o de la usercion del primero ele que E;JI gobierno de Chile
babia buscado la mediacion de Estados U nidos.
El seiior Urza.-La Cmara debe saber si es o n cierto
que el ministerio que iba a llevar uua guerra activa. i enrjica al
corazon del Per, es ese mismo ministerio que ha conseguido,
que ha ido a buscar la mediacion.
El seiior Huneeus. -Eso no es cierto, seor!
Elseior Urza.-Si 1 seor, es cierto.
El seior lluneeus.-N, sei'ior.
El seor Urza.- S, seor.
El seor Iluneeus.-Es completamente falso i lo declaro por
el honor del pas.

El seo1' P1'esidente. -Permtame el sefor diputado por Elqui que lo llame al rden.
El seo1 D1za.- Yo afirmo el hecho i cumplo c<>n el deuer
de contestar.

831 -

decla rar que la cn1ara insis tia en que la solncion


de b guerr a debie ra enco ntrar se solo en Lima , i
carac teriza ndo la obtin ada inven cible resis tenci a
del jefe del estad o, se espres de esta mane ra:
((Al termin ar la se!'.ion anterio r manife staba el funest simo
influjo que ejerce el Presid ente de la Repb lica en el nimo
de los hombres phlicos. No tratab a de escitar pasione5, sino
de
cumpl ir con un deber. Sn seora, dentro de la Consti tucion
,
cree que tiene el derecho de discut ir los actos i las person
alidades de los hombr es pblicos.
Pues bien, el Presid ente de la Repb lica es el nico obstc
ulo que encuentra la espedicion a L ima i la prosecucion entjic
a
de la guerra . Todos los ministerios han escolla do en esa
roca
presidencial. (ilprobacion) .
Por eso su seora ha querido poner el dedo en la llaga, sin
detenerse en ningun a consideracion. Hai quienes se atreve
na
decir que es una falt<t de patriotismo hacer estas acusaciones
al
ministerio; al contra rio, seor, la falta de patrio tismo seria
la
indiferencia i el silencio; seria dejar que contin uasen esas miserables negociaciones de paz, que todo Chile rechaz a. ( Aproba
,cion).
Qu contes taram os a nuestr o herico ejrcito cuando nos
acusase por haber hecho estriles sus herosmos i sus sacrifi
cios?
Fruto de lu.s observaciones que su seor a ha hecho, es
el
proyecto de acuerdo que va a somet er a la Cmara, a nombr
e de
algunos de sus amigos polticos. Si su seor a hiciese una
indicacion a su propio nombre, seria la de que el Congteso se
reuniese para procur ar dar vida a un cadver, o bien para arroja
r
por la borda un fardo intil! (Vivos movimientos en los bancos
de
los diputados: ajitctcion profun da en la sala; manif estaciones
1'Cp1imicla.s en las galerias).
El proyecto que su seor a propone es el siguie nte:
L<t Cmar a pasa a la rden del da;, declarauclo que en
~u
opiniou el gobier no ele Chile no debe negoci :J.r, ni celel.m
~r la

332-

paz, sin haber obtenido ntes el desarme comp leto del Callao i
el aniquilamiento del poder milita.r i martim o del Per. .
Su seora cree que hasta los mismos ministros pueden votar sin inconveniente este proyecto de acuerdo . Con l el Presidente de la Repb lica se decidira al fin a llevar la guerra tal
como la quiere el pnis, sin descansar hasta qne nuestro ejrcito
entre vencedor en Lima, i hasta que el Oallao quede complet amente desarma d o. (Aproba cfon en la sala; aplau.sos comprimidos
en las gale1"ias).

Tom el presid ente d la Cmara., como era en


l deber i lealtad de amigo antiguo i de minist ro
recien te, la defens a del Presid en te de la Repb lica., 1. ese1amo/ :

Yo declaro que el Presidente de la Repblica no hft sido j amas un obstculo a la guerra activa, en1j ica i gloriosa .
))Esa es la verdad; el Preside nte de la Repblica ha traba:jado
incansablemente en la guerra activa i en1jica; no ha sido jamas
un obstculo, i por eso el honorable diputado que deja la palabra no ha debido juzgad o como lo ha hecho.

XXV II.
Igual i aun mas caloro so pero no mnos noble
testim on io person al di al Presid ente de la R epb lica su jven ex-mi nistro de Haci e nda~ que
estaba ah presen te, todo lo cua.l es honros o para
el ~lm a de los que ampar an al agred ido, pe ro no
es ni luz para la histor ia i mnos es contra diccio n
para los hecho s cons uma.dos.-D e ljos divis ha::;e ya ~en ir a la playa de Ari ca en la altura del
hum <Ll' peruan o d negro pennc ho del caon ele

'- 33v __..

rno de la corb eta Lack awana, i ese hech o develaba toda s las defensas que sobre los embr ollos fnnestos de la paz fOrmaba la vida diari a, i tene bros a
ele la Moneda.
En la histo ria, cont ra los acon tecim iento s no
hai argu men tos ni hai escusas, ni siqui era jene rosiclades. La histo ria no puede desm entir a la historia.
I en esta vez el jefe del est.aclo hab a sido sorpren dido en fla.gr ante acto ele flaqueza i ele contradi ccion con el pas, porq lie las negociaciones ele
paz, no solic itada s por el vencido ni por nadie,
estab an all en el fondo del mar peru ano, i lueg o
subiran como a alto pilor de caoba. a la cma ra
de la corb eta mediadora., su teatro i sn sepulcro.

XVI II.
Hab ase anun ciad o entre tanto en los corrillos
del pblico curioso que en aque l da seria lleva do
a la Cm ara ele Dipu tado s en braz os del ya esc ulido ministerio, un n.tlet a de pode r hercleo, que,
habindose man tenid o hast a cierto punt o apar tado
de aquellos fatigosos deba tes, enco ntrb ase mejor sost.enido por su pote nte i brill ants ima pqja nza de tribu no. En esta ocasion, al menos, el popular dipu tado por Valp Etraiso, com batid o por
todos los gobierno s anter iores , habl ara casi desde la altur<t de un mini stro sin carte ra o por lo

-334-

mnos, de un orador que llevaba la palabra del


gobierno i el encargo de salvarlo.
Con la notoria i deslumbradora elocuencia que
ha hecho comparar en muchas brillantes ocasiones de xito popular i parlamentario al seor
Errzuriz a Mirabean, tom la palabra en pos
del seor Walker Martinez, i despues de pasar en
revista los trabajos verdaderamente notables del
ministro de la guerra dirijidos a la remonta del
ejrcito, habl de las negociaciones de paz como
de una sii!lple tontera i de la espedicion a Lima
como una 'necesidad de la sitnacion, indispensable, absoluta i salvadora.
<tDespues de los rumores de paz, dijo el elocuente diputado
por Valparaiso, cree con franqueza que el ejecutivo se ha hecho
reo de una enorme in ocentada al aceptar conversaciones de paz
de ess eternos oficiosos que se mezclan en todo.
Pero la fruta de la paz no est aun madura, i por eso los
mediadores. oficiosos han sacudido intilmente el rbol, i la fruta no ha caido. La fruta caer cuando el brazo robusto de
Chile crea nece~ ario arrancarla del rb ol, sin necesidad de mediadores. ( Aprobacion en la sala i en las.9aleras) .
La fruta estan1. madura cuando los caones de Chile, coronando la cumbre del San Cristbal, hagan llover lluvia de buen
sentido i lluvia de verdad sohre la ciudad de Lima! ( Viva apro
bacion).
Seo:r, cuando treinta mil bayoneta>: brillan en elnorte al
sur de Chile, empujadas por un viento irresistible hcia Lima,
no caigamos en la puerilidad de estar preguntan do al mini ste
rio a dnde va ese ejrcito. ( Aprobacion ).
<r La cmara tien e medios constitucionales, no los remedios
q uirt'trjicos indicados por el diputauo por Santi ago, pam vencer

1a volu nbd personal cM presidente ele la


repblica. Segun el
seor

diputado, las campa::ts de Tarapac;i i


Tacna se hau hecho
contra la voluntad del presidente de
la repblica. l bien! Qu
se opone a que la espedicion a Lim a
se hag a tam bien con tra
la voluntad del presidente de la repblica
? (Apl'obacion).
Pero, seor, cmo pensar que el pres
idente de la repblica
perm ita arm ar trein ta mil hombres, si
no pien sa llevarlos a la
espedicion de Lima? Un cambio min
isterial en el caso actu al
pondra demora a la misma empresa que
queremos resg uard ar.
Por eso declaro a nombre de mis colegas
i en el mio que votaremos en cont ra de todo proyecto que
envuelva una censura
declarada u ocul ta . .!>

XI X.
El min iste rio estaba. salvado, seg un fn
la esp resion cor rien te en aqu el da en las trib
una s i en la
ciudad. El se or Rec ab rre n hab l en
un sen tido
anlogo, per o sin nom bra r tod av a la
pah bra . del
enigma, que era Lim a; t:-.mta era
la taim a i la
res erv a sup rem as sobre ese tema. par
ticu lar!
I hab ien do ped ido en consec uen cia
de los dos
discursos con ver jen tes del min istr o i
del trib uno el
seor Rod rgu ez que se suspendiese
la !::lesion: hzose as1.
El par lam ent o iba a. par lam ent ar.
/

XX IX .
1 tal aconteci, por que vueltos lo!:! dip
uta dos a
sus asientos se apr ob por 70 votos
con tra 6, es
decir, por casi la totalid;:td de la sala
una rd en

336 -

del dia sostenida brevemente por el seor Augusto Matte i que estaba conc~bida en los trminos
-siguientes:-Retirados todo~' los proyectos de
acuerdo presentados con motivo de la interpelacion pendiente, la Cm<:L ra pasan la rden del di a. )) ,
XXX.

Qued as terminado, con esta columna de difano humo, simple indicio del paraje en que la
hoguera haba ardido i se estinguia, el borrascoso
debate que comenzado el 11 de setiembre se haba prolon gado dur<tnte seis largas sesiones.
El ministerio, es decir, el persomtlismo de la actua.lidad, que es lo que en Chile se llama con vencionalmente ccgobiernO )) , haba quedado a flote, i
a la sa.lida de los diputados en el vestbulo i en
la plaza del Congreso, el pueblo, que h aba asistido tumultuoso a todas las borrascas precedentes,
como el viento al huracan, gritaba:-- Viva el ministerial-A Lima! A Lima! (1)
Mas hallbase por ventura sa,lvado l gobierno
como entidad moral i permanente de la repblica,
la guerra como peligro, como tardanza i como futuro i cruel derramamiento de sangre i de millones?
( 1) Suplemento a El Nuevo FerrocarTil del mismo dia.

337

XXX I.
A corto plazo hall base enca rgad o de resolver
lo ltim o el tiempo, porq ue nl dia sigui ente el
acnerdo abso lutor io del Congreso, lcts negociaciones de paz que tanto se hab a nega do o encu biert o, cont inua ban con may or ahinco, i al prop io
tiem po al dispersarse los dipu tado s por la ciud ad
iban leyendo con inten sa preocupacion en un boletn de la pren sa un telegee:tma del gobe rnad or
milit ar de Arica. recibido aque lla mafl ana i que
deca solo estas ominosas pala bras ele destr ucci on
ineficaz i de castigo -mal repa rtido e injusto, que
hara toda paz imposible:
(Despa cho recibido a las 10 hs. 20 ms. A.. M.)

.Santiago, set-iembre 25 ele 1880.


Seor presid ente de la Repb lica:
Acaba de fondear el Lontu del norte.
Comunica que la espedicion I.Jynch hct de3tru iJo a Chim
bote,
i por completo la ltaciendc~ del seor Derte <tno.
Seguir. a Pacas mayo .
Dios guarde a V . E.

Valdivieso.

XXX II.
De esta sue-rt e, i rnin tras una rama del Congreso, haci endo acto de mag nani mida d o de conHlST . D LA C. DE LIMA

43

descende ncia, absolvia al gohierno del seor Pinto


de sus errores, comenzaran a marchar paralelas
en las costas del Per l as dos empresas inse nsatas
i contraproducntes, que se escluian violentarnente entre s i que se d::tban, sin embargo i a virtud de
una. ceguecbcl in concebible, como cooperadoras .t
un solo fin.
Ese fin era una paz falaz e inmatura, i conocidas hoi hnjo los nombres de las OonfeTencias ele la
Lackawana i Espedicion Lynck, se convertirian
en las m as opacas sombl'as de la. guen'a, porque
no las habia. inspi rado la cordnra, el interes ni la .
gloria de Chile sino la codicia de la poltronera
de nn gobierno que en la rnitd de la jornada se
haba echado al suelo i no qneria oir los gritos del
pas que lo azuzaba. para. marchar hasta el fin,
ofreciendo lle,arlo en sus propios i robustos brazos victoriosos.

XXXIlL
l a fin de comprender mejot la enormidad de
aqtwll n.s faltas, que no eran des medro del pn.triotismo en el presidente de la repblica ni en sus mini stros, como ntes lealme nte dijimos, sino de int elij encia i ele clara i definida concepcion de b
gne !TH en. que u os ha.llbnmos lmcia clieziocho m e ses e mpeados, ser fuerza retrog rad e mos a. los
or0~ ~u:. s clo h resistenc ia de l Congreso a la pol-

ti.ca. gub ern ati va i.nn1ec1iatament


e despnes de r.rn.cna, tan to ma s e 1anto qne po r
nn lev e err or de
com paj ina cio n el im pre sor ha hec
ho ap<trecer ~1
cap tu lo que aqu acaba. a.nt es
del qne le signe,
sie ndo que su colocacion natnra1
i. c~ngruente era
la inv ers a.

CA PIT U LO X.

LA GUERRA

rEL

CONGRESO.

(.JUNIO I ,JULIO DE

1880).

Disl;iase la resistencia del presidente Pinto a em prendet; la campaa de


Lima, a la par con las noticias de las victorias de Tacna i Arica.--La.
c;mara de diP,utados aptueba en su segund a sesion una proposicion del
diputado '\V'alker :Martinez tendente a empujar !a administracion hoia
la campaa de Lima.-Singular resistencia del diputado por San Crlos,
don Francisco P uelma, i aprehensiones que su actitud suscita con el
pas.- Aplausos qu e recibe la condn9tn del se or vValker 1\fartinez.-lguales manifestaciones hechas en el Senado sobre In idea de espedicio-
nnr a Lima i no sujetar por In tercera vez al ejrcito despues de sus
victorias.- Discurso del senador por Coquimbo eu la sesion del 18 de
j unio.-El gobierno se desentie nde por completo ele lasaspiraciones del
congreso, i el presidente de la repbliea declara abi ertamente que la
espedicion a J_,ima es un solemne desatino.-E! ministro ele la guerra es
el nico que a la sordina trabaja por la guerra, mientras que el presidente tmuaja abiertamente pot la paz.-Se prosigue el sistema. de reclutar por levas, que da resultados vergonzosos, i se rehusa el concurso
del pas, para levantar un ej rcito.-Ofrecimie nto de Quillota, Linares
i otros pueblos. -'--lmpresion que causa el na ufrajio del L oa e interpelacion del diputado por Lin ares seiior Jordan sobre la actitud que asumirb. el gobierno en presencia de esa emerjencia.--Respuestas evasivas del
ministerio. - Solicita ste un a nu eva emision de seis millones de pesos i
se niega a declarar con qu fin es.- Se confabula en secreto la espedicion
L y ncb, i se hace venir a este j efe de Iquique a Sniltiago.- Discusioil del
subsidio de seis millones i de In interpelncion .Jordan en la cmara de
diputados.-Graves acusaciones de l ltimo dirijidas especialmente al
pre~idente ele ht rep(blica sobre la direccion de la guerra.-Notables
d i ~c ursus del diputado Bldmacecla sobre la situacion, i pl'Oposicion R_ue
formu la respecto del proyecto ele subsidios. solicitando su aplazamiento
hasta conocer la me u te del gobierno sobre la guerm.- Importantes

341 -

apreciaciones que el diputado por Elqni seor Hnneeus hace sobre la sitnacion i sus causas.-La prensa independiente comienza a traducir
a mediados de julio la impaciencia del pas. -Estolidez del gobierno i >\U
empecinamiento para creer en la paz a todo trance.-La cmara ele diputados rechaza por una gran mayora todo aplazamiento en el suministro de subsidios de guerra al gobierno, i vota la emision incondicional
de seis millones de pesos a fines de julio.

I.
Comenzaron a disearse en el congreso de Chile
los primeros. sntomas de la lucha parlamentaria
que creara la sord pero tenaz reRist.e ncia del presidente de la repblica para resolver a su manera i
a sn albedrio, a virtud de engreido i fomentado personalismo, las grandes, necesarias e histricas soluciones de ]a guerra, en la Cmara de diputados,
desde el segundo dia de sus funciones ordinarias i
una o dos semanas mas tarde en el pacfico Senado.
En la segunda sesion ordinaria qne la Cmara
de diputados celebr el 8 de ,iunio, el en1jico representante por Santiago, don Crlos vValker 1Yiartinez, present, en efecto, por escrito i como para resumir el sentimi ento i la opinion de aquel
cuerpo poltico ante el pas i el ejrcito, el siguiente proyecto de acuerdo para el cual solicit inmediata discusiou:
e<La cmara de diputados acueda un voto de admiracion i de
g racias a los jefes, oficiales i soldados vencedores en Tacna i
Arica i les anuncia que la opinion plJlica d e Chile, les seala
a Lima como corotHt i t rmino de sus hericos sacrificios.>)

:342-

Il.
Hubiera pcLrecido q e tan llano pensamiento i
ovacion tan mpliamente merecida estaban destinadas a encontrar el unnime i caloroso asentimiento ele 1a sala, mucho mas cuando aun no se
apagaba en los horizontes el ruido lejano del caon de las victorias.
I en realidad, as habra talvez acontecido si el
diputado por Talen don Ricardo L etelier, no hubiera caracterizado ljicamente la proposicion sometida al patriotismo de los representantes del
pueblo atribuyndole su verdadero alcance.- A
juicio del pafs, d~jo el jven diputado, tan resuelto
como su colega autor del proyecto de acuerdo, esta
guerra debe concluir por la ocupacion de Lima
salvo el caso en que se determine el gobierno
del Per a pedir la paz. En otros trminos, lo q~w
consulta el proyeto rlel honorable diputado es que
el gobierno ele Chile no har proposiciones de paz,
como se ha insinuado sin fundamento, a mi juicio,
por algunos, ni se paralizarn las operaciones de
la guerra antes de que el Per se haya sometjdo.
)) En este pensamiento todos estamos de acuerdo
i creo que no habr nna sola persona en este re.
cinto ni fnera de l que no piense rle ln 1r~isn1a
man ent )) .

III .
Eq uiv oc b ase , sin em bargo
, el honorn.l)le repre sen tan te po r Ta lca en !=> U
c mp uto tot al de las
a(lhesiones, po rqu e uno ele los
mi em bro s clel Con gre so de n:utyor inf lue nci a en
el ba nd o poltico a,
qu e pe rte ne ca , po r sus relnci
ones, su bri os1 en erjia i su for tun a, el di pu t<:tlo
po r s~la C rlos clon
Fra nc isc o Pu elm a, rico sal itr
ero el~ An tof ag ast a,
i a cu ya op ini on se atr ibu a gn
tn pese en los con sejos de la 1\llo necl<:t desde la
oc np aci on mi lita r ele
aq ue lht plaza, po r l v va me nte
solicita.cla i ob tenida., se lev an t pa ra for mu
br u mt npr~ciacion
tcm gn we con1o co ntr ad ict ori
a de los jui cio s i ele
los votos em itid os po r sns pre
decesores en el eleba te. Es ftS p<<tbras, qu e lle
va ron el aso mb ro a
tod o el pais, po rqu e po r no po
cos su psose en tn
el eco ele opi.niones i deseo s
co nst ituidos EL gra n
alt ura en la clireccion ele los
negocios de l Es tad o,
fueron teu tua lm cn te las sigui.
en t~s: conforme :'11
bo let in oficial ele aq ue l dia :
((He ped iJo la. palall ~a, dij o el
sei or Pue lrna , solo para. ma
nifest ar que n o ;reo, como lo h
an asegur ado lo:; se ores dip
uta
dos
por SLntiago i T~tlea, que la
opi tun un nim e del pai s sea
que
no debe pen ::;ars e en b paz mi
ntt".LS no Ucg ncmo:; a Lim a, i
qu e
el gobi.eino ha ria mn.l ~ i di
ese cn :tlq uie r pas o por aho:a
en un
sent,ido pacfico. Yo p ienso, p
e> r el cont.rario, i esta es tarp
hie
n h
upiniu11 Lle t oLlcts las pe;son
as seu sab s con qui enes he
ten ido
oGasion ele kt"la. r srohre esto
;t::a wto, cp1e eu el esta do ele
irri ta-

= -----

344 -

cion a que han llegado los nimos en ambos paises, no ser posible arribar a la paz sino pm la mediacion de potencias amigas,
i que seria un deber del gobierno p1or:ura1 esa mediar:ion.
))En la situacion en que nos encontramos, despues de los gloriosos triunfos que hemos alcanzado sobre et Per, creo que Chil e bien puede tender una mano jenerosa a su enemigo i ofecerle
la paz, sin que se nos acuse de debilidad.
>> En el estado de miseria i de completa itnpotencia a qne ha
llegado el Per, yo creo que si l va adelante en la guerra, es
solo por la exaltacion que en l producen los con tnuos bombardeos e incenJios que diariamente est sufriendo, i si fuera pos ible darle algunos momentos de calma para que apreciase su situacion i se le ofrecif:lse la paz, seria mui probable que la guerra
pudiera terminarse.
Yo no veo tampoco qu ven taj <l. pudiera hauer petra Chile en
llevar adelante esta g nerra a sangre i fuego i en arribar a la
paz por la ruina del Per. Despues de todo, el Per es el nico
consumidor obligado de nuestros productos, as como nosotros.
lo somos de los suyos; tenemos, pues, que mantener por fuerza
estrechas relaciones de comercio con l para lo futuro, i por lo
tanto no es t en el interes de Chi le q ue la g uerra se desenlace
por la ruina de ese pas.
))Por consiguiente, yo no concibo (as con cluy el honorable
clip u tado) que fu era una J esgr:1cia qtte el y'obiern o pensase ahmc~
en la paz; i creo, por el contrario, que, por lo mismo que Chil e
est triunfante, i el Per casi m oribundo, seria un deber de
nuestra parte tender una mano amiga a ese pais q ue al fin i al
cabo es nuestro lte1'mano.

IV
Salt de su puesto como herido en parte noble
de su sr el a uto r ele ht indicacion, i en breve pero acentuado di scur so replic al diputado por San

- - 045 -

Crlos, mer ecie ndo las con grat ulac ione s


de muchos ele sns cole gas i los aplausos ele dive
rsas poblac iones del pais, que como 1\'Ieli pilla,,
e. pres amen te le trib utar on.
Si hubi era sosp echa do, se i Ji' pres iden
te, escb .m en efect o
el di pnt.ado \ <V ,dk er M:ut in ez , que el .roy
ecto ele n.cuerd o que
he teni, lo el h onor Lle prese ntar iba a prom
over una. di scu::;ion de
e:; tn. nn.t nral er.:1., protesto que l o halnia roto
en mi l peda zos antes de darle ocasion de tener el senti mi.m
to de oir el discu rso
que acn.ba de pron uucim el h onor abl e dipu
tado seo r Pnel m a.
La cues tion prop uesta i comb atida . e
n los trm inos en que
la ha tratttdo el hono mh le diputu.do, ocul
tand o en s n fond o algo
que es profu ndam e nte ir rita ule para el
pcttrioti smo chil eno, es
indig na del paiR i de l a Oc.marn.. (.'1plauso
s en los bancos de

lo s

diputados) .
>)Yo soste n go

que seria un a men g ua p ara Chil e solic


itar mediaciones estra nieras, i no som0s noso tros
los que debe m os hu-

milla rnos h asta ese estre nw, cua ndo toda


nu estra ca;np aia es
un<\ conti nua srie de triun fo :~ i de glori
<tS .
Yo sostengo que de.,; pues de ltt cnn:l ucta
ob:>e rvaJ. <L por el
P er a ntes
};t guer nt i dma h te tuLb ell a h tLS t<'L e u
los momen tos prese ntes, no est ui e n nues tra
tlig nichtL~ ni en nues tra
honr a ir a ofree er esa paz de q ne habl a
con tanta hu tn<l.n idad el
seo r dipu tado ; i soste ngo, por l timo ,
<lll e seme jan te paso enlnbtri<L las band eras de la rep blica qu
e lu.tn fl.:1rn eado I.Ht::;ta
aq u i debe n fla mear siem pre, inm acul adas
i pnms.
Bie n :i, aacli el d iputa do <tnto r de
la g- lorifk3.cion p :tdament aria del r.j rcitn, que la ;;ne rra no
es un fin sino un n1 ctlio
de ll ega r ah\ paz; pero s tamb ien que los
que pu eden impo nerla con el hien o no deen soiicita?'lct pOl
' medi o ele spl icas . La
escri bir n a su 1lebidll tie mpo uues tras
b:t.y. H<et:ts, no n os \;1 daran las interv ent:i-o ue::> estra rtas. E l pas
no M:e pta ria j :unas
tanto esceso de debi lidad i Je c ul pabl e:;
00mp lacen ci,ts, p orqn e
los que hu.u triuu fado cou imn enso h eroi;;
mn en TttC:1ll. i Arica,

u0

Hl !-i'l' .

DI~

l .A U. DF. LI MA

44

0-: W-

no necesita~ de natlie para llevar sus armas victoriosas n. Lima,


i pata dictarla como vencedores, no como vencidos, ni siquiera
como iguales.
Confieso que me h!t sido doloroso or al seiior Puelma. Oh!
Su discurso habr hecho estremecerse en sus tumbas a las ilustres ceuizas de nuestros valientes soldados muertos en los campos de batalla.
Mal me ha comprendido el seor diputado cuando supone
que mi proyecto de llCUerdo lleva envuelto el pensamiento de
hacer la guerra al Per a sangre i fuego; ni mucho mnos que
considere como una desgracia el que ()hile haga lct paz con sus
enemigos. Mi idea es completamente distinta. Lo que yo quiero
es que esta pjina histrica concluya como empez, con gloria i
con valenta, no con proposiciones cobmdes, ni con tempmamentos tibios, que son los pe01es consejeros en los momentos sunemos.

.: , .. ...................................... ..........
<<El proyecto de acuerdo que he propuesto es la interpretacan de la opinion pblica que clama-A Lima! o sea, metafricamente hablando, al corazon de nuestros enemigos.
>>Aprobarlo, es el mas brillante testimonio que podrernos dar
a nuestros soldados de que sabemos apreciar en lo que valeit
su heroismo i sus hazaas.
No discuto l conveniencia de ir a Lima, porque no es ocasion oportuna de hacerlo; dejo solo consignado el hecho de que
el pais lo pide. Los romanos vencieron a Cartago yendo al pi
de sus mnros a imponerle sus condiciones, no detenindose en
E ~ riai"ta ni en Sicilia..

V.
Amain, i no poco con este arranque de calor
eh su primera. salida el diputado por San Crlos,
qne en su vir1a. parlamentaria habia solido vogar

347 -

mares bravos, i se content con pedit que se


agregase al proyecto de acuerdo solo una breve
frase de mitigacion pant aceptarlo.-Esa frase era
la de que se iria a Lima, si ellofaera preciso (1).
011

VI.
lVlanifestaciones anlogas no tardaron en stujir
en el seno de la otra Cmara, aprovechando uno
de los senadores por Coquimbo la primera ocasion
que se le presentaba para desa.rrollar su juicio sobre la manera como babia sido conducida la gue( 1) He aqu las palabras testuales del seor Puelma:
Y o propondra una sc.la modificacion al proyecto i que cousiste en
agregar a la ltima parte las palaLms: .~ iftbem preco.
Esplicando mi pensamient>, debo observar al honorable seior Walker
Martinez que l se refiere nicamente a que si fuera posible obtenet la
paz antes de continuar la guerra, yo eAtaria por la paz.l>

En la ~<esion inm ediata, el seiwr Pnelma, contmriado probablemente por la desfavorable hasta acerva acojida rue haban
encontrado en el pblico sus opiniones en oposiciou. a las del
serwr Walker Martinez, suscit el siguiente incidente que copiamos de la version del Mercu1io:
El seor Puelma protesta del discurso que en el Bvlel'in Ofictl aparece
como pronunciado en la Cimarn por el se1i or Walker :M:artinez. S u setiora asegura que el se1ior walker no dijo lo que aparece impreso, que a
haberlo dicho, habrin protestado en el acto. Esplica en seguida el sentido
de sus palabras cuando afitm que para llegar a la paz, se deberia Rolicitar
la. mediacion de una potenci<t estraujera. D e ninguna manera quiso espresar un concepto desdoroRo para Chile.
Cree hoi, como crey6 ayer, q ue nu estro pais apareceria siempre fu erte
i digno, aunque t endiese ahora una mano amiga al Per. La jenerosidad
es virtud del vencedor. Eu su puesto de diputado, cumple s u seilora con
un deber aconsejando al gobierno que toque los resortes que tiene a la
mano antes de llevar la sangre i el esterminio a la capital del Pedt.
JJPide que de sus esplicaciones quede constancia en el acta.
))El seiior P1esid&nle.--Bastar(t la publicacion en el D imio Oficial del
discurso de s u se i1ora.
JJEl se1ior Pue[,,-N , seiior. Quiero que queJe cou~b<Ln<Jia eu ol acb<L''

-348-

rra hasta esa hora, sealando los errores padecidos


las fi:lltas de obstinacion i voluntad en la colecta
de los soldados o en los planes de campaa i sn
ejecucion, las continuas ne glij encias de mando tan
cruelmente espiadas por el pueblo i el ejrcito, i
por ltimo los peligros que se diseaban para lo
venidero, -- todo esto con motivo de la lectura que
de su lacn ico programa de gobierno i de guerra
hizo el jefe del ministerio nombrado el16 de junio
en la sesion qnc aq uel alto c- uerpo celebr el clia
lS. Cierto es que el honorable seor Rcabrren
prmetia a nombre del gobierno (mna guerra activa)), tenaz )) i <<enijicaJJ ; pero mas all de los
fcil~s eptetos que son a los gobiernos, lo que los
rayos solares a las nnbes, :mples cambiantes
de color, comenznlm ya a colnmhrarse claram ente
en el horizonte qu e Jos propsitos del ministro no
eran en el fondo de su conciencia i de su voluntad snprema (irresistible para todo en Chile, aun
para la inercia) los del president~ de la repblica,
quien con honradez i perfecta franqueza no hacia
para. nadie misterio de sus planes i espe ranzas de
paz qnc en breve S<tlieron a la luz del sol para recibir la repulsion clel pas i sn mtstigo. (1)
( 1) El prog rama ele gaena que ley el se f or R ecabrren ~L l
Congreso estaba concebido en estas cin co lneas:
(dnspi r nclonos e n la opinion p b lica i el'l la jns tici:t de nn es tm C;Ul ,m , i tenienrl o prese nte, ademas, lns sac ri fi cios qu <.J el pais
~Hl ll.e?!w, p uusamo::; qu e bt gue n a dei.Je Cll tin uar nt:tiva, teua;.;
1 en el:Jl(.;<t, l:a.::;ta ll egar a una ]XL;I e::; b 1.,l e, houru:-;a i rcpa.radura.>J

-349-

'l1 omando , en efecto, pi de la d.eclaracion del


minister io i desconfiando evidente mente, no de su
sincerid ad sino de su ejecucio n i de sus medios, el
senador ya aludido .solicit el nso de la palabra. i
analizan do los di Yersosa contecim ientos sobreYenidos en la guerra hasta ese moment o i las tendencias que se diseaba n en los hombres de gobierno ,
es decir, en el presiden te de la repblic a cuyas
inspirac iones personal es habia.n seguido todos sus
gabinete s, espresse en estos trminos , conform e a
la version oficial de aquella sesion i dando respuesta a las promesa s de guerra del jefe del nuevo minister io.

VII .
.. . l ahora, qu decir, seior presidente , de la manera como
el gobierno ha llevado l a guerra i como se ha comprendi do, considerada sta como estrntejia?
Puede calcular el pais; puede darse cuenta el Sznado de lo
que cuesta a la nacion en dinero, en tiempo, este oro invisible
pero. pagadero en buena!! letras, en desprestijio ante nuestros
vecin os i ante nuestros propios enemigos el bloqueo de !quique,
ese triste espasmo de 117 dias que se acab por s solo, porque
los fondos de nuestros huq ues estaban . podridos, sus hornillas
caldeadas, sus quillas inmviles i agotadas hasta la desesperacion el escorbuto, la paciencia i las fibras de sus desgraciad os
tripulante s, sacrificados no s a qu interes, no s a qu porfa?
l est a ltima i lamentable campaa de Moq uegna, campaa
de cil'Cunvalacion, campa:t mediterrn ea, absolutam ente inn ecesaria, en la. qu e hemos tirarlo t!elibcrada ru eute a un lado del
camiuo l<tS C<~rtas jeogrMimts, los clerrotcros, las lecciones hist-

:.350 --

ricas de antao i de ayer, los avisos de la ciencia i los avisos de


de la csperiencia, que comenzaban en el arriero i acababan eu
Haimondy, cunto cuesta al pa s en vidas, en desesperacion, en
sed i en millones? Uampaa de veiute leguas, emprendida en el
mes de febrero i que ha venido a tennl narse en junio gloriosamente en las cumbres de 'faena, que el inmortal valor de los
chilenos ha acercado al cielo, ~nvolviendo sus cimas en eterna i
esplendente luz de victoria.
Ah! Si no hubiera sido, seores, por esos hombres de msculos de hierro i de almas de jigante que han atraves ado lo s
desiertos con los pis quemantes i las fau ces enj ut11s, apoyados
en el rifle i siguiendo la bandem, muelos, sombros, il'rita ~lo s ,
pero inven cibles, A. dnde, a qu hondJ abismo nos habran ll evado los autores de estas campaas al m enudeo, en un pa.is cuya topografi<t d6l desiertos i m outa<tS aisla los valles i confedera los pueblos en el mas completo aislamiento, de suerte que b
parlisis reina en las estremilades, mintras la vida fluye en un
solo rgano de fuerza i de espausion?
N, sei'ior presidan te. La guerra no tenia sino un objetivo
claro, preciso, nico; m.tl'<Ldo por b hist:Hia, m:uoado por la
victoria i pot todos los j ni os q uc se lun stwedido de~d~ Oochrane i San M<tl"t.in a Blnes i al Pililo, e:>te jeneral unjido
por el pueblo, porque ese j eneral que no es sino una comunidad
de deseos i de vulgar buen sen ti do, In dicho desde el primer
dia: -A Lima! A Lima!!>
Ah! si en lu gar de i r a Iqnique i <t s us md ,m os, hubisemos ido, como fueron :ltes todo:;, al. corazon del Per, la. gue na que hui rnje inm oland o a ese pai;; desveutunuio i poniendo
a prueba al fuerte nuestro, no llevctria de seguto diezinu eve
meses de duraciou, ni habr a necesitado de cuatro batallas campales que n os han dado solo una provincia, porque es evidente
que una soh gmn b:l.t<tlla lib m rh tem prJ.n'> i con hs puos
arremangados, habra solucionado esa g nerra en la victoria i en
la derrota de un o u otro de los dos contendientes .
Otra de las cc.tpitales f.tltas del sistema impulsivo de la
guerra es, a mi juicio, se or presidente, lu tctica de las demo-

351 -

ras i de los aplazamientos en las operaciones, ttctiea que se ha


constituido, a su vez, en sistema.
Por un motivo u otro, porque faltaban batallones o porque
faltabar. buqn.:ls o lanchas, o faltaban odres o caballera, o cn.iones o cartuchos, nos empantanamos ocho meses en Antofa.gasta.
I cuando est{L probado que pnLlimos ir a Iquiqne en la primera
quincena de mayo i tomarlo por asalto en media hom de fuegos, pues el enemigo nO los tenia sitiO p ~~ra veinte minutos, fuiIDOS a Pisagna en octubre. I cuando derrotamos a caionazos
el ej rcito aliado de la Encaada, i retirse ste Jesbandadu,
desnudo, h:1mbriento, sin j efe s, dese nga nclu.ndose sus artilleros
de los caiones que quedaban cargados a orillas del camino, i
despues del choque sangriento ele Ta.rapac{t, hny como los gamos en tropel por l11. ceja de l:L m antaa. ha.sta Arica, convertidos los hombres en fantasmas, nosotros que ra~os los tlueios
absolutos del mar, que ramos dueilos de la victoria i ele sus alas
i que habam os enviado como vanguardia al campo del enemigo ese terrible auxiliar que se llama el p~.nico , nosotws nos
crnzamos otm vez de brazos clumute tres meses i no s empam
pamos en las salitreras del Tamn.rugal, Cm o nos habamos embarbascado en las salitreras de An tof,~gasta.
(<Eu qu pais, seor, se lltt ~na e;; to hace r la gnerm, a pe,bcitos i con plazos, cortando poco a p ;~c los cupones? Si la victoria tiene alas, no es para plegar ::;tas sobre Sll pecho, corno la
mortaja de los njeles, sin o para re m o utat~e a la altura i sealar con su espuela refulj ente el ni pido sendero que conduce al
desenlace. Seot pre!>idente, n o hai por ventur.-L en este pas
hombres de Estado?
1 qu decir del funesto, rn.q utir.o i e mpobrecedor siste m a de
reclutar el ejrcito a qne ha obedecido el gobierno con una incteib le obstinacion ?
... Este pai s , set1 or pn!sidente, en es ta preci ~ a horri tiene
cien mil combatientes varn~; il es, prontos a march ar al sitio que
se le seilale en nombre de la pat1in, en nombre de la pro vin cia,
en nombre de la aldea .
Co usta de rLttos es tadbti cos qn e cuanrlo el g obiem n lle 18 10

352 -

confi la defensa del pais a un oficial de injenieros natural de


Irlanda, haba veintit.l'es mil hombres enrolados bajo las milicias
del rei, i ese jeneral estranjero pidi para armarlos veinticinco
mil fusiles, cifra que hoi espantara a muchos {mimos melindrosos.
No hace mucho leia la Mamoria de Guerra, suscrita por el
ilustre coronel Vidal; i de sus cuadros resulta que el pas tenia,
en la mediana del siglo, sesenta i dos mil g uardias nacionales
perfectamente bien organizados. I cuando se tom:t en cuenta
que en 1810 nuestra poblacion no llegaba a seiscientas mil almas, i en 1850 apnas pasaba de millon i medio, se comp render si es paradoja o si es un hecho estadstico, llano como la
aritmtica, el de que Chile tiene h oi cien mil combatientes, es
decir, apnas, el cuatro por ciento del tot al de sus dos millones
i tr<!scientos mi~ habitantes.
Pero el gobierno antel'ior, que h <t conducido la g uerra evidentemente con mano firme pero parsimoniostt , en vez de inspirarse en estas cifi'as que representan la igualdad de las cargas
i de los sacrificios, ha . vuelto In. espalda a las prcticas saludables de todas las naciones militares modernas p<tra seguir el
sistema antiguo del boclegon, del rea l i medio i del cabo , de vela, enganchando j ente a. g anel en las pul pe ras, en las ch inganas i en los campos indefensos, donde se a.list a por vengMza,
por mugre i por castigo.

VIII.
Tal era, resumida en tosco lenguaje, pero con la
fidelidad del calco sobre el papel, la espresion del
sentimiento pblico del pais acentuado por la discusion i por la. prensa hasta. en los ltimos rincones del territorio en esas horas. Pero en medio
de aquella ca1orosa unanimidad, comenza.ua a se-

353 -

flalarse por todos un a sola escepcioll. I sta era


la del palacio de la lVIcne d ~L, que continuaba ciego en su optimismo, imperturbable en ::;u repo so i
devorado por el malsano e incueable apetito ele
la paz, que empez b c~jo ht admi nistracion del
seor Pinto desde que e n la m ediania <L sn c mso sr~ declar la g nerra i no se acobard en su
propsito hasta qnc aqu ella t ermin en setiembre de 1881, dejando la g uerra, a fuerz-;a ele qu e rer la paz, tan empedernida i te na6 como al prin clplo .
N o se hizo pues concepto alguno ni a un el mas
leve, ni aun el de la eortesct, sin o el d o Lt critica
i alegre mnrmructe ion pa1a a i e ;~a, d e aqn ell os con ceptos i ad \ertenc ias q ne an;ancaban en mbas
ramas del poder l'ejisln.ti vo, por lo mnos de a1 mas
sinceras i de p echos patriticos.
I ntes por el contnu io, e m p e>~ a mn por esos das
a correr juntas l a polti ca i 1u gtl e lT<L po r r:;u carril
antiguo, divorciado e n lo absol nto el an h elo presidencial, qu e ent ht pa2 s in LimcL, i el ernpuje del
pa.is que em el de llegc1r cu Mt to nt cs ah capita:I
del enem igo pam i rnpou e r esa misma p az h twien do ro dar nu es tro s caones, C(lll10 e n G nict, por los
guijarroH d el r io que baa a aqu elLt org nllos; t
ciudad i por aquel tiempo comenzaba a r efl ejar
en su turbia oncb sn in solente dietr1dma.

Hl>iT . Dg LA (', DL<; LIMA.

354 -

IX.
Durante los primeros cuarenta dias que se sucedieron a las victorias de Tacna i de Arica hasta
aq nel en que por el llamamiento del s_e or Vergara
al ministerio de la gerra el 15 ele julio, ces tan
mortificante interinato, no se eli, en efecto, un
solo paso en el sentido de preparar una espeelicion
a Lima, que era el complemento obligado de la
campaa i su coronacion natural, i se dej vagar
el maltratado esquife ele la guerra a la meL"cecl ele
las olas de la. pereza i del optimismo, precisamentq cuando aun el gobierno mas omiso no habra
perdido un solo minuto para ap1 ovechar el xito
alcanzado'. Mui ljos ele ello. Todos los clias se esperaba en la Moneda un t elegntma de Iquique
anunciando una revolucion en Lima, o la ruptura,
de la alianza, o la caiela ele Pirola, o la sumision
ele est\:! caudillo a la paz, como lo habia asentado a
manera de ('speranza el j efe del estado en su me nsaj e del 1. 0 de junio. A esas horas era e n verdad
t ema de burlesca charla la espedicion a Lima en
el palacio, i el preside nte, que ha sido siempre
hombre de verdad en su trato pblico como en su
Yida familiar, calificaba a cada paso semejante
prop::;ito co1uo solemne desatino ( eran sm; palaoras te.stuales}, hacindole uat.uraJm ente CO I'O SUS
alicos i sus ministros.

353 -

Entre los ltimos, el seor Vergara. era a todas


luces hombre ele guerra, i en el fndo de BU espritu est;_tba indudablemente por la guerra; pero
sea sumision a las circunstancias, sea, como l lo
aseguraba a sus ntimos, que habia encontrado la
atmsfera rle palacio nemasiado adversa, contemporiz desde luego i aguard mejor hora. (1)
Verdad era que el seor Recabrren haba declarado en la mediana de junio, i a nuestro juicio
con perfecta sinceridad en cuanto a su sentir
propio, que el gobierno estaba resuelto a hacer
guerra eficaz i activa, i que el ministl;o de la guerra
haba reiterado esta misma manifestacion en el
dia de su primera conferencia ante el Congreso en
la mediania ele julio, asegurando que ((estaba de
acuerdo con S. E. el presidente de la Repblica i
el gobierno en la ?:dea ne activar las operaciones
de la guerra.))
Pero la verdad era que el ministro de la guerra
era tan completamente sincero como el del intenor, por cuanto se trataba solo de (oma idea ))
( 1) A mediados de agosto, es decir, cuando hacia un me;; que
el seilor Yeraara era ministro de la guerra, refiri ndonos sus
afanes i sus p~ogre:ws un amigo suyo, nos decia: - Ya consiente
don Anbal en oi1 hablar de Lima ....
I eso ern. materia de diaria observacion i de comento en todas
las tertulias de la ciudad. Concibiendo la situacion br.tjn ese
mismo punto de vista, es decir, el de la resiste ncia predencial i
la actividad del ministro de la guerra, publicarnos en el J.l{erczwio
a mediados de octubre un articulo cou el ttulo de Sisi/o. El
cclope era el ministro i el presidente la piedra .. ,. o si se quiere,

la montan~.

356 -

existiendo de hecho una paraliza.cion absoluta de


las operaciones.

X.
A.

-.

J\IIas ad~ lante nos haremos eargo de lo que esa


idea de activar las operaciones significaba, i cmo
de esa ide::t presidencial naci la mas absurda,
funesta i contraprodnecnte de las . empres::~.s llevadas a cabo por aq nel gobierno: In. espedicion
L ync h. Pero desde luego nos limitaremos a recordar qne, desdeando todos los consejos prcticos
i desinteresados q ne seflalalmn al gobierno la
actitud del pas ptl'esto todo de pi para marchar
a Lima, ofrecienrlo cada provi ncia, i cada ciudad,
ca(la monbi'a i cacla villorrio, su j eneroso eontinjente ele sangre, continuaba el antiguo torpe, ilegal, abusivo i hasta cobarde arbitrio de las antig uas levas, enrolando pequeos grupos de voluntarir1s , qne cada dia era n trados a] depsito central
de Santi ago bajo C<l.nd ado, por los tren es, conducindolos il <>e '-guida a tra ves de In Alam eda en la
hora del paseo, cab i~b ajo s e irri tados en tre dos
filas de tropa i en la proporcion de die7J, quince o
treinta cada di a.
Er::~. et:io lo que se 1l ctn1aua ccllena r Lajas)), es de-cir, sa tisf~te e r las venganzas o las conveniencias de
lo::; subdelegados, de los juece s e in sp ectores de
C<tmpo; permitir el negocio infame de los concha-

-357-

vado res de horn bres en el juego, en la be bid.a i la


crpula; pagar primas, como suceda en Colchagua,
a los que daban caza a balazos a los fujitivos asilados en los montes, i convertir, en conclnsion, por
tales medios la reclnta del ejrcito en nn acto de
est.erilizante villana i despotismo lugareo cuando el pas entero, como coinunidad i como colectividad, tascaba el freno por enrolarse i partir.
Verase esto en breve, cuando al fin de porfiada
brega, el congreso impuso sn volu ntR.d i la razon
su lei.
Le \rantronse a este propsito vi vas protestas
en el seno de la CmR.ra popular, i precisamente por aquellos representantes que mas a
pecho tenan la espedicion a Lima, conl.o los sei'ores \Valker-:M:artinez, Jordan i Urza, qne citaron casos irritantes de aquellas intiles Yejaciones, al punto de aseverar el primero de aquellos
valerosos dipnt.ados que las autoridades subalternas
tenan organizada en toda la repblica un::t verdadera ((Caza de hombreS)).- I sin embargo, mi entras esto se hacia, la m ayor parte de los pueblos,
i en especial Quillota, la Victoria, Linares,_Chillan i otros departamentos que han enviado despues batallones i rejimientos a la guerra, firmaban
solicitudes que eran llevadas al congreso por sus
repreF>entantes para que se aceptase el ofrecimiento espontneo i ardoroso de su voluntad i de .sn
sangte.

--

~3;)8

--

XT.
Entretanto, la accion del gobierno no pasaba de
aquel menguado arbitrio. El jeneral en jefe del
~jrcito , segun en su lng<tr lo comprobaremos,
solicitaba instrncciones, recmsos i rdenes para
marchar a Lima, i aun inrlicaba desde el8 de julio
(una semann antes del nor'nbramiento del seor
V mgara) el sendero para llegar hasta el corazon
del enemigo que fu el que mas tarde se sigui.
Mas el gobierno a nada respondia.
Rabia tenido lugar, por otra parte, en los principios de ese mismo mes (el dia 3 ele julio) el horribh hundimiento del Loa por un traidor torpedo
del enemigo, pero el Ropor antiguo continuaba
en las altas rejiones de la poltica. Al fin ~1 diputado por Linares, seor J ordan, formulando una
momentnea interpelacion sobre aquel espantoso suceso qne crisp aun las mas frias naturalezas en la repC1blica, pero sin sacudir una sol
fibr<:t del alma cbl gobierno, os preguntar, si el
ltimo ceno creia llegado el caso ele una accion
blica qne desenlazara pronto la guerra i de pedir
al pas todos los recursos que ella reclama. ))
Tenia esto lug<-tr en la sesion del 13 de julio
i el ministro de hacienda seor Alfonso, nico de
los miembros del gabinete qne se hallaba presente, contest evadiendo la insinuacion i manifes-

a5H -

tando, como de costumbre, que el gobierno baria


ce con mayor ene1ja la guerra)).
Tenia esta declaracion constante i cabalstica,
cierto significado de actualidad, porque ya desde
esa poca, i espectlmente desde que ocup su
puesto en el gobierno el seor V crgara, comenz
a hablarse de .correras de merodeo llevadas a las
costas enemigas para apremiar, por medio de la
confiscacion i destruccion ele los ricos injenios de
a.zcar de los valles del norte del Per aquellos
intereses conservadoreS)) que se creian sobresaltr~
dos, prontos a sublevar a LimfL para salvar sus
zurrones i echar la clictR.clnra por la ventana a fin
de con r;ervar intactos sus escudos, idea i phn f<:Lvoritos del seor Pinto. I en efecto, hzose venir
para combinar empresa tn ingrata i falaz al gobernador militar de Iquique don Patricio Lynch,
que desde el principio de la guerra en el mar, i en
aquel pueblo con mayor acierto i fortuna , haba
prestado notorios se~vicios al pas.
Esa especlicion era el secreto de la fortuna,
. ene1ja, actividad i eficacia )) de la g uerra de
que haba hitblo el seor R ecabrren, porque en
cuanto a la especliciou a Lim::L que la cma,ra
de diputados babia vo t<tclo implcitamente i por
unanimidad desde sn segunda sesion celebrada
el 8 de i unio, co ntinua La siendo en la tertulia
cnoticliana del presidente i de sus mini stros un
<r. delirio )) i nn ce solemne cliRparate )) .

--

--

- - - - -=----

;., -:'

360-

XII.
to ' por su parte ' el con ooTeso
Pros e oouia en tratan
:
en su laboriosa tal~<t de prestar sn desinteresado
i patritico concurso, no obstante su actitud de
estudiosa re se rva. i 'de pusilanirnidad notoria, al
gabinete de .i nuio, votando todos los proyectos ele
lei que el gobierno le presentaba, i aun duplicando, como lo hizo mas tarde el senado, el monto de
subsidios solicitado por el ministerio de hitcienda
para los gastos de la guerra.
Suscit este proyecto algnno~:> embar<:tzos en la
Cmara de Diputados; mas no por efecto de resistencia a otorgar cuantos, fondo s se exijiesen
par<:t la guerm, sino sobTe meros detalles ele emision i especialmente Robre la visible desconfianza
que sobre su inversion 8n obj etos positivos de
guerra reinaba en todos los espritus, dada la actitud del gabinete, i no obstante la escitacion
profunda que babia causado el aleve atentado
contra una nave de la rep blica en las agnas del
Callao.

XIII.
Torncmdo pi de esta situacion que comenzaba
a ser asatoz<t, el j{)\en i ardiente diputado por
Linares don .L:1 is J ordan, en cuy<t sangre 1 en

361 -

cnyo nomb re el p[l.triotisrno 011 accio n' era vieja


heren cia., inici, segun hace poco dijimos, nna es ...
pecie de inter pelac ion ele incligna cion conte nida
e n laH sigui entes inter rogac iones q ue eran en el
fondo un cargo contr :t la snpin a aton a en que
hasta esas horas (cuar enta Cll<.l.tro daS despu es
d e la batal la de T ~tcna !) se meci a el gob ierno i sus
minis tros llam ados de mj encia i de remu dct al pe
sa.do atala je de la guerr a:
1.~ Qu medidas ha tomado el gobierno con motivo del
desastre del Loa?
2." Qu piensa ele los bloqueos despues de ese des:.tst rc
i si
cree que las ~en taj as que le han procur ado bastan a compe
nsarlo?
3.~ Si no cree que ha llegado el momen to de una aoci(n
blicll. qne desenl ace pronta ment e la guerra i de pedir al pais
todos los recursos que ella reclame?

XIV .
Dijim os que el mini stro A lfonso di6 brev sima
respu esta por de pron to a estas pregu ntas, i pa.ra
mayo r eficac ia aqu estam p<-tmos lo que dijo:
Pido la pala.bra pa:a decir sohme nte que despues del ltimo desg raciado suceso , acae('ido en la:; aguas del Call ao, el
gobierno se propone imprim ir a L:t guerra 1nas activid act i
enerja .

La contestaci on minis terial era. a ht verda d


sucin ta, pero era. since ra, i como cojid a de sorpresa; el minis tro prom eta cc mas actividaLl i mas
HltiT. DE LA C.

Dl~

LiM A

46

32-

eneija.>). I esto claramente clqjaba por sentado


que unas i otras condiciones habian faltado hasta
esa hora a la mente i al brazo del gabinete.
XV.
Replic, sin embargo, con brioso aliento el diputado autor de aquella patritica. intcrpelacion, i
son dignas de ser conservadas pot varoniles i por
exactas .algunas de sus palabras i conceptos:
Este fracaso, esclam el seor J ordan, aludiendo al naufrajio del Loa, que mas adelante habremos de contar con todos sus h orribles detalles, este fracaso, seor, es debido no
solo a los eternos bloqueos, sino a la. lentitud, a las vacilaciones
con que se viene dirijiendo la guerra; pero el pas jamas se ha
equivocado; el pas ha reclamado guerra en1~ica, i solo el gobierno ha sido imprevisor i mas de una vez no ha s~tb ido aprovechar el sen timiento un~mime de entusiasmo que animaba al
pas entero. As vemos que este pequefo pero g ran pas ha
ofrecido al gobierno desle el primer instante todo cuanto podia
dar, siendo prtligo de .m dine'ro, de sns vidas, ofrecindolo todo
a la patria.
Pero el gobierno no ha sab ido comp renJe r lo hermoso, lo
grande Llel stterificio que los hij os de Uh ile anhelaban por ofrecer: la opinion pblic<L no hrt enaJo has ta ahora en s11 patri ti
coi segnro instinto; el pueblo entero se lev:tnt.tt enrjico i decidido, solo el goLJierno . ~ mntJstra v'<tcilantc i fl'io.-Sen\. porque
,cn ese palacio de la Muned tt se enfra tolo se ntimiento, se hiela
,todo .fervor patritico?
El Estado, respecto al pas, se p:.IeLl,~ llamar una pesacLt caneta que el pueblo htt oblgaJo :1 marchar; pero, a pesat de su
err.puje, mas de un(L vez ln permaneciuo inmviL
I>As vemos que uncstr:.> ejn:ito quetb largo;; me;;e:; chw<tclo

363 -

en la lnea del Loa, consnmindo~e intilmente en es~ril vidtt


de guarniciou.
A impulso del pais c v nqnistamo~ la provincia de Tarapac,
i volvemos a quedar largos meses estacionados en la linea de
Camarones. P or fin, a impul sos, otra. vez del pas i de la opinion
pblica, manifestada por med io d e meetings i por la prensa, el
gobierno hizo la campafla de Tacna i Arica, i va corrido mas
de mes i medio i t odava no s&.bemos si se han tom:tdo las medidas eurjicas que la situacion reclamn. i que la nacion viene
ex.ijiendo para reorg<tniz :tr nuest1o ~jrcito, continua.r la campaa, lanzando ele una vez nztestms columnas sobre el Callao i L ima pata dar nna terminacion pronta a la guerra.
Si el gobierno hubiera prestado oido a los hombres patriotas
i a la opinion pblica, tendra e11 esto:; momentos un medio f.
cil i espedito de llenar las bajas de nuestro ejrcito.
Si se hubiera pedido a cada provincia un> o mas rcjimientos,
segun su poblacion, i se le hubiera ohligaao, adamas, a mantener cada una un cuerpo de rese nra bien disciplinado, las bajas
de nuestro ejrcito se habrian ll enado en 24 horas.
>>No se eg uivoqne el gobierno, deci~t al terminar cou entereza
rara vez escuchada en aquellos "!Jancos el diputado por Linares;
la nica solucion posible es di?iji1 m~estro e;rcito sobre Lirna i
el Callao i destruir el poder rle ese dspota ridculo, que va, ya
tocando a su fin i qne solo se mantiene merced a la lentitud con
que dirijimos la guerra.

XVI.
Entrando, por su parte, no en el incidente doloroso, que era la prdida casual e irresponsable
del Loa con un centenar de nobles vidas, sino en
el fondo de la, cucstion en debate, que ent el de

3G1 -

los subsidios, solicitados con singular parsimonia


i apocamiento por el gobierno, el diputado por
Carelmapu don . J ose Manuel Balmaceda, representante antiguo i prestijioso, como miembro de
un partido qne solia darle su voz i sus votos,. crey llegado el momen to de apreciar la situacion
en jeneral, a fin ele llegar a una solucion parlamentari::.t mas o mnos concreta, i us estensamente de la palabra en aquella misma sesion del
10 ele julio en pos del fogoso diputado por Linares.
Llega el momento de considerar la cuantia de los recursos
propuestos, <lijo el honorable diputado, i ellos son, a mi juicio,
-insufientes. Lo son mas aun si la Cmara medita en las mzoues que eu mi jnieio particular, i sin {lnimo de imponerlo a los
,l)emas, obran para medir los recursos de guerra por las pro po~
dones mi smas ele la guerra.
Ser esplcito, manifestar mi pensamintn t odo entero i uir cmtles son las razon es de guerra que m e aconsejan proponer
una btLSO rls recursos mas vasta, m as en a rmouia cou b dignidad

.i riquezn del pa:3,


El apresamiento del H '.lscar nos di el dominio del Pacfi~o. P IH'O In guerra, eu cuan to e nt m enes te r obl igar a los ene mi.g os a lo. pa~, guedaba viva mientras no r eeorriramos estcts tres
.s ituaciones.
1." Tomar al enemigo sus recursos de g uena, como riqueza o
Como crdito en la provineia de Tarnpac.
2." D e st ro~ar la alianz a en el campo de batalla, aniqu ilando
,e n el corazon de s n organizacion mas r eg ular, las huestes e ue~nigas; i
fi.~ Obligar al Per a la paz, vencindole en s ns fur talezas del
Callao i .e n el l ejeudttrio palacio de los virrey e,.
~rror i f.D.H~ .gr,ve fn el de aquellos que crey ei'On q no la 0.cu-

363 -

pacion de Tara.p :w~l: nos h abia ue colocar en cond iciones de paz


o de ver alej :i r,;e a Bolivia del t eatw de la g uerra.
))De ig ual m:1nern. las jorna.d a s <le T:1cn:t i Arica, no no; han cond.Hciclo al t rmin o lle la g uerra, co mo a lgunos lo esperab<.t n. Ote
'S ie mr~e lo mi s mo. Lct paz posib le est en L imx o no est en
nin,qttna parte. Q 1iml o o no el g obiemo, dJse lo o n o el ejrcito, los aco nt~~cimie ntos, m as pode rosos que los h orn btes i q ne
sus preocu pacioll e:l, nos obligar .in a p_onrwnos en ma t clla a L i ma,.
N o podern os permanecer co n el ar mtt al b tazo, su friendo t od os los g rav rn elles de la g uena, si rt recoj er uing un n. d e sus
ventajas.
N o podemos prolongar !a contienda sin a1.H it a nch a huella a
complicr..ciones imprevistas .
No podemos ameng uar la virilidad de la repbli c:'t , siempre
r esuelta i siempre triunfante, sin m enoscabar el pre:.<tijio de
nuestras lll'mas i In. seriedad de nuestras fu erzas.
No podemos, se i ores, i nclina rn os an te el dest ino que est en
nuestras m an os dom in a r.
Hemos de se r chil en os, i para no d ejar de serl o, h emos de
p oner m anos a la obra i llegar h asta donde lo exij a el t rmino
de la guerra . Toda otra conduc ta es imprevis ora, t oda ot n\ ma-.
nera de d iscurrir, oeasion ada a vacilacio.t es q ue nos pierden o a:.
p ost:aci ones que nos humilla n .
. La empresa dem anda 40,000 h omb res. Di ez mil para guardar el t enitorio ocupado, ot ros diez mil para la reserva i 20,000:
para la operacion directa .

o . . . .

.... ....... .

.. .

.. .

.. ,

'l.

1 q n se h :tee para serv ir a estas miras que es t!l en la a t -.


m sfera del pat riotismo de t odos, en la concie ncii1 p blica? H ace ma3 de un m e3 i medio q ue post ramos a los <tliados eLl T acna;
h ace mas d e u ~1 m esq ue en j or na da impe tececleta le a niqu,ilam os en Arica . I qu hemos lwclw?
N o penetro los sec retos del gobierno; pero e~; t<t len titud me
incuieta. Mis p:tl abras, nacidas de un hom bre sin pasiones polticas i de un a migo leal del goLiem o, son la espresion d e un

-366sentimiento superior a toda consideracion personal: el interes


de Chile, tan sriamente comprometido en la. guerra contra dos
Estados vecinos.
:No veo que se alleguen rpidamente las fuerzas que demanda la ~>ituacion. Se procuran soldados con violaciones imprudentes
que hieren el patriotismo i la dignidad de la repblica. Se emplean p1ocedimientos tard os que exasperan el civismo i el anhelo natural por la accion.

Se quieren 15,000 hombres para enterar la fuerza efectiva.


de 40,000 soL:lados?
>>Pues, seores, si doce horas bastaron para dar una lei de curso forzoso, dos das bastaran para dar una lei de reclutamiento.
Seria la ltima.

..................................................................
Pero en. todos casos, que se obre con presteza. Toda demora
es consumo de gasto sin fruto real , toda lentitud uua falta que
sobrescita las naturales impaciancias del ci \'smo comun.
Bien, seores, concluy diciendo el correcto i elocuente ora- _
dor. Emprendamos la obra, lleguemos a Lima, i si somos felices,.
habremos hecho cuanto de nosotros exije el honor nacional, er
derecho de las naciones i nuestros honrados i lejtimos ptopsit os de paz.>>

XVII.
Con el propsito de imprimir a sus ide.as una
forma mas tanjible i ngulosa, sin que llegaran a
constituir una agresion ni siquiera un conflicto
pasajero para el ministerio de junio, ya tan fuertemente sacudido a virtud de los reveses del mar.
i su inaccian, el diputado por Carelrnapn, cuya
moderacion era notoria, concluy proponiendo la
siguiente indicacion de aplazamiento.

-367La C!mu.ra acuerda uombrar una comisinn ele siete miembros de su seno para q ne, tomando en cuenta ln.s necesidades de
la guerra, propongan todos los arbitrios ditijiLios a obtener los
Tecnrsos que se necesi tan para llevarla a trmin<J:

N o concurri el ministro de la guerra cul interim (porque aun no habia. sido nombrado, en remplazo del se.r Lillo, el seor V ergar<.t) a la ses ion
siguiente celebrada por la cm.ara tle diputados el
dia 13 de julio. I autorizndose cou tan inusitado
desaire, el diputado por Linares seor ,Jordan hizo
formal indicacion p<trct que se suspen<liese el deb~te Robre los subsidios solicitados po1 el gobierno
hasta que su interpelacion fuese contestada .
. Suscitse con este mti vo largo i desorientado
debate en que algunos dipntaLlos, como el seor
l\'Iac-Iver, secundando al ministro de hacienda, se
oponan a toda idea de apla:~.;amiento; otros, como
el seor Errzuriz-Echu rren, encontrando fundada la resistencia de su colega. de Linares, requeran de su condescendenci a la aplazase; i otros, por
ltimo, como el honorable i patriota diputado por
Oombarbal, don Jos Antonio Tagle Arrate, exijian se celebrase sesion secreta para darse cuenta
ele los planes del gobierno i de los propsitos con
que pedia emision tan consiclel'able ~e papel moneda, negndose perentoriament e a decir cul se ria su inversion lo que no solo era cstrafto sino
insolente.

3GS -

XVIII.
He nni esta ltima idea. mnchao

ailhcsione~ en

la ~ala, lo qne pona en clara. i a cns:v:lom evidenciEt la ansiedad patriti ca que come nzaba. a. prevalecer en el Cong reso por conocer las m iras secre tas clel gobierno, miras que nadie colejia ni
di vitmba, como si tenar, niebla se hubiese interpuesto entre los dos edificios casi colind antes por
su::; \Tientos eu que tienen su asiento el poder' qne
lejisla i el pocler qnc e.i ec utct. I a b verchcl, fu
aquel un da eRccsivamcnte oscm;o i llu vioso, ocurrien clo un incidente casnal que oblig a su~-:pe n
der largo rato In sesion, porqnc el ruido de ]a tca llu via, al azotaL Lts l11i:t mpn m<:; ele vidrio de la. .
nlta dara.boyn de la sala, no pennitia oir.

XJX.
Couvocatlos n segnnda. hom los .represe ntan.t es por la campanqb del en t~ ndi. rlo preside nte
<le lct Crn<m.t, que a la S<t Wn lo em don D'em8 trio
Last<Ll'l'n, empe el debate por un breve espa
co el seor Hunee Ll.:l, <1i pnt<tclo por Elq ni; i con
esa dif<tll<t traspare ncia de fnu;e i la crist<i.lin<t
limipiclez de sn eco i su p<tla.bra que se desliz<t
p n Lt garg;.mt<t i el oiJo cmo el a.g na q ue CO IT

po r el mrmol , car act.eri:; /) pcd'ec t:tmente los g ra.

---

--

- ~---

369 - .

ves sntomas de divorcio que comenzaban a prevalecer entre los dos grandes poderes plticos del,
pais, por culpa del .ministerio, caract~rizaudo la
flojedad i apartamiento sistemtico i no motivado
de uno de llos.
:Las discusiones que diariamente, dijo su seora, estn teniendo lugar en esta Cmara; eljiro que ha tomado el debate referente al proyecto que tiene por objeto proporcionar al Ejecutivo la suma de 6 ..000,0011 de pesos, los sordos murmullos de des contento, de 1ecelo i /asta tle desconfi"anza .que a .cada instante
se escuchan dentro ifuera deltecinto de esta seda, revelan que la
atmsfera que en ella respiramos es una .tmsf~ra cargada, una
atmsfera que no debe existir en las 1elaciones del Ministerio
con el Congreso. I, sin embargo, nunca mas que ahom es menester que esas relaciones se mantengan en el pi de la mas esttecha i pe1:fel:ta armon a.
))De qu proviene semejante situacion?
Parceme, seor, presidente, qne ella tiene su orjen en la
ignorancia completa que reina en la Cmara acerr:a de los propsitos del Eiec1ttivo en cuanto a la cliTeccion que se propone cla1
a la _querra en que nos encontramos empeados.
La~ opiniones se encuentran divididas acerca de este pnnto,
que est llamado a ejercer una influencia decisiva en la marcha
de nuestras finanza,s.
Algunos quieren, como lo quiere el honorable diputado por
Oarelmapu, que se emprenda um. tercera campaa sobre Lima
i el Callao, buscando en ella un medio de pouer trmino a la
guerra actual.
Si e:;a opinion hubi era. de prevalecer, no digo seis, ni quince,
ni veinte millon es de pesos, tal vez, bastaran, ap~td.e de lo que ya
tenemos gastado, p:u:a llevar a efecto ese pl an.
Otros querian que se m ej t~nte operncion no se emprendiera,
continu diciendo el h bil espo:; itor, acostumbntdo a la claridad
enfatica de la ctedra que rej enta desde niio. Teniendo presente
47
HlS'l'. DE LA C. DE Ln.IA

--

.-

:J70 -

que nuestro eJrcito i que nuestra escuadra han obtenido ya una


larga i brillantsima srie de victorias; que hemos batido al enemigo donde quiera que nos ha. presentado cara; que el brillo de
nuestras armas resplandece hoi como nunca, i que el res ultado
positivo de esta guerra debe ser para Chile el restablecimiento
del equilibrio, alterado desde hace ya algunos aiios, entre nuestros gastos i nuestras entradas, querran qu-e las operaciones
ofensi-;as terrestres no pasaran mas adelante en grandes proporciones. ( 1)

( 1) La prensa misma, aun la mas adicta nl gobierno, comenzaba a preucuparse de Jo que podrt en propiedad llamarse la
tercera siesta ele la guerra (des pues de la de A ntofagasta i la de
Tarapa c,) i en un artculo editorial dell2 de julio que llevaba el
ttulo de No mas palab1as.' a los her.hosl i con mflti vo del naufrajio' del Loa, la Patria de Valparaiso se esprcsaba eu los trminos siguientes:
No estbamos por cierto en un engaiio cun.udo el sbado
aseg-urbamos que la cobarde celada que pus() trmino a la exist encia del Loa babia de despertar en Chile entero un en1jico i
un nim e grito de indign acion i venganza.
La Cmara, de diputados, a las mismas horas que esas lneas
salian a la luz; repercuta bajo sus bvedas la ca loros a palabra
de un represe ntan te que peda igu a lm ente un sangriento castigo para los victimari os del Loa, i estraaba que la noticia de la
ejecucion no hubi era ll egn do :;tl 1ms conjnntamente i a la vez
con la del alevoso at,ague.
))tro seor diputado, a s u turno, desarroll;tba ante los ojos del
ministerio el plan popular, puede decirse as, de la campaa, o
lo que es lo mi smo, de la victoria.
))1'eneis en vuestras manos, le deca, la espada de Pompeyo;
golpead el suelo i los soldados brota1 n como las mieses a los
rayos del sol de esto.
>>Nece~itais dinero? Pedidlo con enterez a, i el dii1ero vendr
en abundancia a las arcas de !a gnena, ya bajo la forma de emprstitos, ya baj o la de emisiou.
>.)Ea! iPOr qu dndui s?
.
1 bien: qn rr.sp nest.ts tuvieron estas sinceras palabras de
labios de homb res del gohierno?
Da pena decirlo i confesarlo, peto laverdad est ah patente,
evidente, irrefutable.
,
))El gobierno, puede decirse, no ha hecho otro papel que ser la

-371-

I en seguida tomando calor en el trayecto (que


esto sucede a la palabra en. oposicion a la bala)
su seora terminaba enunciando la. opinion de
los que ya desde tan temprano no querian ir 3
Lima, alojndose en Arica como se alojan hoi los
jornada de
convoyes mortuorios en la mitad de

su

bomba apagadora de los incendios del entusiasmo.


I dos semanas mas tanle, en un artcul o titularlo-A la paz
por la guma, .rnhlicado el 27 de julio en el mismo diario, ana lizando la t orpe marcha del g obierno i log peligros de la situacion, hacia sn autor estas acertadsimas reflexiones, qne eran sin
embargo como an-cjar en el zagua.n tle la Moneda un carreton
de pa:ja para qne el viento la esparciera en seguida. por la ciudad i los establos.
Esto no nos conducir nunca a la paz. Si estamos en guerra,
i si nuestros enemigos estu dispuestos a hacerla tremenda i sin
cuartel, el pas, que ha aceptarlo el rto sin limitacion alguna,
pide qnc nuestras hostilidades estn a la altura de sn propsito.
Ha asumido el papel de belijerant,e sin sentirse an~drado por
ninguna estremidad, i desea que sus aleves enemigos esperimeoten en todo su rigor las consecuenrias de su nef>tnda conducta. Para ello exije que no se ahorre con ellos ninguna de las
medidas de rigor autorizadas por la prctica rle las naciones,
inclusas las mas sangrientas represalias por h~s incesantes violaciones del derecho internacional de que vienen hacindose reos
desde el principio de la contienda, arrasando, si es necesario, hasta los cimientos de ese ceutt-o de corrupcion i molicie donde se
fragu el pacto inicuo de nuestra ruina.
>)Para nna guerra de esta clase es pnm lo que el gnbierno debe
disponer los recursos. No es posible que cada paso de nuestro
ejrcito sea seguido, como ha sucedido hasta hoi, de una inactivi,lnd de meses que desmoraliza i abate el espritu de nuestros
solcldos i permite al enemigo levantar nuevamente el de sus
amilanadas huestes; rehacer sus ejrcitos destruidos, preparar
celadas i proveerse de recuraos para l;rolongar la lucha.
Es menester desengaarse : para llegar a la paz es indispensnble, de todo punto indispensable, que nuestros Gnernigos sientan en el corar.on los horrores de la g uerra. Solo la g uerra pondr. trmino a la guerra. Lo demas es formarse ilusiones que
toda.va pueden costar mui caro a nuestr-o pa:>.

-372-

la rnansion al cementerio, i concluia su notable


arenga con la siguiente vigorosa acometida; no ciertamente contra el ministerio sino contra el Per.
Los que piensan de esta segunda manera creen que Chile
debe limitarse a mantener la posesion de ]as porciones de territorio enemigo que hoi ocupa con sus armas, i a defenderlas con
entereza. Creen que, si nuestros enemigos no aceptan, dentro de
un breve i perentorio trmino las condiciones de paz que la victoria nos da el derecho de imponerles, Chile debe continuar con
ctividad, con decision i con enerja las operaciones marftimas,
manteniendo en constante movimiento a nuestra gloriosa escuadra; intentando desembarques donde . podamos hacer sentir al
enemigo los efectos de la . guerra: privndole de sus elementos
de riqueza; arrancndole contribuciones donde ello fuere posi-ble; i, aun f'i as persistiera en no ceder, anasndole una poblacion cada mes, cada quince dias, cada ocho dias, si ello fuere
menester, para hacerle comp1ender que debe somete1se a la dura
Zei del vencido.>> .

XX.
Di, entretanto, por resultado ta~1jible el debate de aquel dia que el seor Balmaceda modificase su inclicacion primitiva i la del seor Jordan,
aceptando por de pronto una sesion secreta de
esplicacion~s previas i reduciendo a seis das el
trmino de la .prrroga para seguir conociendo
del negocio de los-millones. Pero la Cmara, obedeciendo ljicaniente .a la propia aprehensin patritica que la trabajaba, no quiso aceptar ni siquiera la sombra de, tw. resistencia opuesta a los
1

'

,":",,

-37 3

pla nes del eje cut ivo , cua lesq uie ra


que esto s fuesen, i mu cho mnos un reta rdo en el
voto de sub sidios ped ido s parc.t la gue rra; i en con
sec uen cia i
por una vot aci on de 42 vot os ent re
54 mie mb ros
pre sen tes, rec haz la ind ica cio n de
apl aza mie nto
por seis dia s del deb ate .

XX I.
Tal era la act itud de la Cm ara de
dip uta dos
net am ent e pla nte ada por su vot o. La
sol a ide a de
apl aza r por una sem ana el sum inis tro
de rec urs os
al gob iern o par a pro seg uir con em pe
o la gue rra,
era rec haz ada por casi la tota lida d
de sus mie mbro s.
N o era esto ohstculo, ent reta nto
par a que el
gobierno, des ate ndi end o tan nob le
act itud de la
rep res ent aci on nac ion al, i ma nte nie
ndo su abs oluta inc om uni cac ion con los pod ere s
coleji.sladores,
ma ntu vie se apl aza da la gue rra, empfu\
.do sin em bar go en hac er cre er a las jen tes que
se hal lab a
em pe ado en col osa l i mis teri osa em
pre sa nesesitad a de mil lon es i de silencio.

XX II.
Al fin, i. despues de mu cho s inc ide
nte s parla.me nta rios de u car ct er pur am ent
e eco nm ico ,
la cmara. ele dip uta dos apr ob en
su 23." sesion

-374celebrad~t

el 29 de julio, el proyecto de emitir seis


millones, admitiendo en cambio depsitos graduales con el interes del cinco por ciento, a medida
que la emision echase al mercado sus billetes. En
consecuencia, el gobierno tenia yct din ero, pero no
sabict propiamente cmo ni en qu invertirlo, segun qued demostrado en la cliscu~ion del asunto
en la otra cmara.
N o se hace ahora preciso entrar en el fondo de
ese arduo debate i de sus in cidencias, que solo
encontraron trmino en la m::Hnorable sesion del
25 de setiembre i por la promesa mas o mnos
velada i recelosa ele que al fin se iri ~L a Lima: 'El
compajinador ele este libro anticip nuestro tema
en el anterior captulo arrancndolo a su curso
natural, i en consecuencia cbenos hoi solo la penosa tarea ele acentuar la gravedad de los hechos
que preocupaban al pais i. al parlamento, empujando al taimado jefe de b nacion a entrar en la
obra definitiva, con los formidables aprestos de
defensa en Lima i la quilla de nuestros buques de
bloqueo echados sucesivamente a pique en los
puertos del Per.

CAPITULO XI.

LAS DEFENSAS DE LIMA.

Estl"aordinat"ia actividad que desple<Ja el dictador Pirola para defe nder a


Limn, i sus singulates e~travagancias. - Se declara protector de la raza
indjena, crea la Lejion de m1ito, manda abrir el Gr an li bTo de la 1epblica i decreta curiosos honores a los tripulantes del HscaT por los
combates de Pacccha i de Angmnos.-Firma el 11 de junio el Pacto de
Confederacion con Bolivia, i el 27 manda pone: a Lima en pi de defensa militar.-Las exajeracione.:; del telgrafo i los ~~laridos del patr:.otismo en Lima, al saber la captn:a de Arica.- Cholos i rotos.-Temores
de una inmediata invasion chilena i notificacion a las monj as, calmando
sus zozobras.- Numerosos socorros que el dictador recibe de los departamentos del norte, especialmente con la complicidad de la Compaa
inglesa de vapores- In a . '~0i..r._1e provision de hombres de la sierra.-E l
doctor Duarte levanta e'{*"'-:<:ja una divison de tres mil hombres que
viene a formar la base del i>}rcito del centro. -- Marcha de esta dvision
i su solemne entrada a L ima.-Otras divisiones en las sierras. --El dictador manda organizar la reserva sedentaria.-S us d iez divigiones i sus
principales jefes. -Salmon al mando de la artillera de la reserva.Ureacion de zonas en el departamento de Lima-.Los trajes del ejrcito
i el casco prusiano de Pirola. ~Revistas i aca ntonamiento del ejrcito.
--Cmo se provey de armas el Per.-Complicidades en Centro Amrica i cohechos en Panam i en t re los cpit nnes de la Compaia inglesa
de vapores.-Primems armas que el coro riel Aramayo mand en mayo en
la P ilcomayo.-E l enviado E.eyes i los descuentos de Grace en Nueva
York.-El coronel L anaiiaga en Panam su 13stra.Jrdnara actividad.
-Cohecha al gobemador Iturralde, al superintenderite del ferrocarri l
Burt i a l o~ capitanes Petrie, !:'tedman i Nodder.-P. 8. N. C.- La
primera tentativa del buque E miqueta, i bizarra conducta de los chileuos H ermida i Whiting que estorban su salida de Panam. - La espedicion del Qadiana remolcado po r Steclman.- El denuncio del griego i
el viaje infructuoso del Arnazonas a Tumbes.-El capitan Nodde r remolca la En1irlueta a Pacasmayo i a Chimbote.-lnverosmil apata con

-376que el gobierno de Chile contempla el armamento sucesivo del Per i


cmo manda de estaciona P anam el Amazonas cuando todos aquellos
haban terminado por el mes de octubre.-Los recursos financieros de
Pirola.-Inventa una moneda nueva de papel a. la que da el nombre
de Inca i le atribuye por decreco el mismo valor que a las libra esterlina.-Curiosas evoluciones que para esto ejecuta.-La provision de
A requipa i el obispo del Cuzco.--.Las defensas de torpedos i su organizacion en el Callao.

l.
Mintras el Congteso ele Chile entablaba las
p~olongadas i esterilizadoras luchas de que dejamos dada cuenta en el captulo precedente para
sacar al camino real de las verd;Lderas soluciones
de la guerra el pequeo i empequeecedor gobie~no del presiden te Pinto, el dictador del Per, aun en medio de su. jenial insensatez, inclinada en todo a fantstico desman, encontraba
fuerzas, arbitrios i la cordllr<:t suficiente para. armar la capital, que era el Per, i preparar lo que
seria mas tarde la s,tngrienta i tripl.e hec;:ttombe
de San Jua.Jl, de Chorrillos i de Miraflores.

II.
Durante el mes de mn.rzo el dictador, ocioso
con la espectativa de Tacna, se haba entregado,
en verdad, a l:Ls mas singulares estra vagancias del
ocio i de sn peregrina fantas ~l; porque mintras que
por nna parte declaraba indigno ele ser ciudadan.o
deJ Per a. su pre(ieceflor en el m<tndo, el desgra-

= 377
ciado jeneral Prado, decretbase a s prop1o 1 a
s11s secuaces de motin los timbres de la gloria,
creando una rden de caballera bajo los principios inas incongruentes i disparatados, mezcla del
Quijot e i Napoleon I, i mandaba abrir el Gran
Libro de la R epblica para insCljbir las acciones
hericas, por los mismos das en que declaraba cobardes a muchos de sus antiguos mulos,
vencedores de su arro gancut en pas2.das guerras civiles. (1)
( 1) Los decretos del dictador en que declaraba in digno d e
la eiudadani.a p eruanx al ex-presidente Prado i eoba1cles a los
coroneles Velarde, Prado i Mori-Ortiz, tienen fecha de 22 de
mayo; i aquel en que declar hroes a los tripulantes del Husear por el combate del 29 de mayo de 1877 i el de 8 de oct ubre de 1879, la del 28 de ese mes.
El mismo dia 22 de mayo el dictador se declar protector de
indjenas i el 26 mand abrir el Gran Libro de la Repblica i
establecer el Instituto de la Lejion de Mrito, dividida en dos
clases, militar i civil, declarando indignos de la ltima a los que
adu ltetasen el voto popula1.
Parecera que en la ltima semana de mayo mala l una hubiese alumbrado el cerebro del dictador, porque del 22 al 28
no 'dej disparate por hacer. -El dia 22 decret tambien que
siendo sus facultades dictatoriales inst?'a??ferib les, en el caso de
faltar por algun motivo, no le sucedera otro dictado r como l,
sino un fun cionario que se llamara sencillamen te presiclent.e
i el cual obrara conform e a ciertas bases. M:as tarde design l
mismo a su minist ro Calderou para sucederle. P olticamente el
Per haba encontrado sn T upac A ma1u ......
Son tan peculiares algunas de estas locuras, mas propia d e
la poca incsica i ele los Catar, que de la dictadura de un
hombre civilizado, que entre los anexos del presente captulo
nos ha parecido conveniente reproducir alg unos fl'3.gmentos de
ellos, especialmente los relativos a las cintas, band as, medallas,
plumajes, etc., junto con la proclama quichua sobre el protectorado de indjenas.
HlST. DE LA C. DE LIMA:

48

.:/

-378-

III.
Entretenase el dictador, en otro sentido, .con
ln,s pompas de su Consejo de Estado, que era solo
una conjuracion solemne de cmplices o adoradores silenciosos, i en decretar la unificacion i
confederacion de los dos paises aliados, simple
quimera de un dia de conflicto, cuyos protocolos
firm e] 11 de junio con el ministro de Bolivia
Terrazas, nombrado ad hoc para aquel ensueo
internacional concebido en noche de zozobra i
pesadilla.

IV.
Difcil i hasta inverosmil hubiera parecido que
un cerebro sujeto a semejantes intermitenc.ias i
delirios tuviera la nutricion i mdula requeridas
para acometer la obra rdua de la defensa nacional encomendada por entero a su actividad fsica
i mental.
Mas, a virtud de los fenmenos que la naturaleza humana, como la herbcea, suele ofrecer en
los frvidos climas tropicales, haba en aquella
organizacion compleja i verdaderamente singular el pbulo suficiente para enjendrar i mantener vvidas las inspiraciones mas srias i trascendentales de un gobierno encargado por asalto de

-379-

defender sin recursos el suelo i la causa de la patria en peligro.


Persuadido, en efecto, en la mediana de junio
de la doble catstrofe de Tacna i Arica, en trminos que acusaban la absoluta imposibilidad de
emprender una campaa activa, el dictador preocupse solo de la defensa de Lima, que hasta ese
momento podia considerarse como una plaza
abierta de par en par al tardo vencedor. (1)

V.
Lanz el jefe supremo del Per al recibir quellas nuevas, a la manera de hondo alarido una pro(1) El exajerado i horripilante telegrama ofiCal peruano que
llev a Arequipa i a Lima la confirmaclon de la captura de
Arica estaba concebido en los trminos siguientes:
(Recibido de Quilca a las 9.35 P. M.)
Junio 15.

Seor prefecto de Arequipa:


N o tenemos ni un solo herido peruano, pues todos fueron pasados a r.uchillo por 1den del jeneral Baquedano.
En el combate de ,Tacna murieron tres mil ochocientos chile-
nos. En Arica, mas o mnos mil i tantos.
-Heridos de cinco a seis mil en mbos comhates.
Todos los trasportes chilenos se ocupan de llevarlos a Chile,
sin que puedan dar abasto t odas .las lanchas inclusive las del
vapor del sur, que su demora fu ocasionada por esto.
El coronel Alfont:o U garte, como todos los demas, no quiso
rendirse i habindosele acabado la municion, ech mano de su
revlver, empleando bien todos sus tiros; pero como fu acosado
por gran nmero de chilenos pereci6 al fin f!n ~~n caballo blanco.
Nuestros cadveres todos insepultos,
Crdenas.

380 _;

clama que no carecia de elocuencia, apellidando


al pueblo peruano a indmita resistencia. I juntamente hacindole eco patritico la prensa de todos los matices ele la poltica, invoc la concordia
i la union contrc"t el inhumano in vasor, cuyas cofas
se divisaban con la vista desnuda desde las azoteas
de Lim a, i en cuya amena planicie crean divisar
sus mujeres cada maana el t nue humo de los
primeros campamentos. ( 1).- cc Habeis oido? esclamaba el diario que se haba mostrado mas resuelto i animoso contra la dictadura, el N acional,
i baj o la firma de su principal redactor, el intelijente doctor indj ena Cesreo Chacaltana.
Habeis oido?
La virt ud escarnecida, el honor ultt;ajado, la hacienda sa-

(1) Como de costumbre las monjas de Lima figuraron entre


las mas alborotadas con motivo de los anuncios, recados i charla de locutorio sobre la prxima llegada de los salvaj es araucanos i sus desacatos con las vrj enes del seor. I la mstica
alarma subi a tal punto, que el prefecto Echenique vise obligado a dirijir a los claustros una especie ele proclama tranquilizndolos, porqde la ciudad de San ta Rosa seria <~'invencible.
P ara ncentuar m ejor esta resolucion se volvi a sacar para
el adoratorio cle1 pueblo las reli quias ele la santa i se pase por
t odas las calles de Lima en medio de nubes de incienso que iban
quemando en mmares de braserillos de plata sei1oras i mulatas,
as como el famoso seor de los milag1os. E ra este un lienzo
ahumado i a.ntiqusimo que los limeos de antao sacaban, pasendolo en lJrocesion despues de los t erremotos. Por haber
manifestado nosotros mediana estimacion artistica ele aquel lienzo en 1860, uu a negra qne iba quemndole incienso, nos puso como moros por ,r;1inqo i por herej e, pero no lleg a in:B.ijirnos el
cruel i traidor pellizco que cuenta Lord Byron le diera en un
caso an 1 logo nna sel1ora santiaguina, hace de ello mas de un
siglo.

-381queada, pueblos indefensos entregados a las llamas, la infancia


violada i presa en seguida del fuego alimentado por la misma
mano, no es bastante todava para el pais del crimen.
U na horda feroz se une a otra para lanzarse sobre nuestro
suelo privilejiado, para ejercer peores ~cciones; i si el sacrificio
de nuestras vrjenes en Pisagua, :M:ollendo, Tacna i Arica; el
asesinato de nuestros heridos en el lecho mismo del dolor; el
incendio de nuestras ciudades; el menosprecio de nuestros derechos i la consigna infame a que se conden hasta a la anciana i
al nio, nos impuso una mision que quizs descuidramos; la
union de esos salvajes i los nuevos aprestos nos prescriben el
cumplimiento de especial deber.
El deber de no omitir medio, de no vacilar ante nada, de .
arrostrar todo i sacrificarnos gustosos, con tal que C /ile encuentre su sepulcro en el suelo mismo que intenta prqfanar.
Lima debe ser i tiene que ser, o la tumba de todos, o la
eterna capital de la repblica.
N o hai medio . .
libres i seores de todo lo nuestro o que solo un monton
de cenizas determine en el porvenir el a dnde existi Lima (1).
(1) Hzose tambien notable por su verbosidad herica i sus
planes de defensa de la ciudad, un vocal de la Corte Superior
de Lima, llamado don Mariano Dorado, hombre bueno, chiquito i regordete, que public en La Patria una srie interminable de furibundos artculos con el ttulo de Paz o gnerra.
Los siguientes curiosos prrafos dan idea apropiada del alcance
i del estro de este nuevo Fabio Cuntator, que propona defender a Roma con piedras, con faldas i agua hirviendo desde las
azoteas.
No habr un habitante capaz de tomar una arma que no
est con vosotros. Como cada uno de nuestros combatientes se
proponga la tarea de mctta1' uno solo de nuestros enemigos, ellos
sucumbirn indefectiblemente, porque si ellos tienen la escelencia de sus armas, nosotros tendreu~os la ventaja del nmero.
Pues si habeis de morir infamemente asesinados como una
manada de tmidas ovejas, no es infinitamente mejor morir con

-382-

VI.
Pero descendiendo de la re,jjon de las palabras,
de las proclamas i de los elojios, mar fosforescente
en el que flota de ordinario la impresionable poblacion de la Ciudad de los Reyes, el dictador con
pulso resuelto ponia dos semanas mas tarde (el
27 de junio) la capital i su departamento en pi
de defensa militar i hacia el llamamiento inmediato de las reservas movilizables i sedentarias
creadas en el papel desde fines de noviembre del
ao precedente.
la gloria i con el esfuerzo de hombres libres? Desgraciado del
que tenga aliento para sobrevivir a la ruina i a la vergenza de
su patria. Morid mil veces matando a nuest?os enemigos, antes
que rendiros a ellos. Morid mil veces defendiendo vuestros hogares, vuestras esposas, vuestros hijos, criaturas dbiles i desamparadas, de quienes Dios i la natnraleza os han puesto como
custodios i guardianes! Morid mil veces matando a nuestros
enemigos en defensa de la honra nacional i de la gloria de nuestro pabellon que tan hericamente defendisteis a pecho descubierto el memorable Dos de Mayo!
En una escala inferior pero significativa de la situacion i del
estado de los nimos, el mismo diario publicaba el siguiente parangon con el ttulo de Los clwlos i los rotos.
... Los cholos no son de mui buenas facciones ni de esbeltas
apostums, pero en cambio la humanidad est mas satisfecha cou
el desatino de sus formas, que con la fria i siniestra catadura de
todos esos malvados que calent el sol de Chile con esa uniformidad de casta propia a ellos, que no es sino la uniformidad de
las panteras en el color de la piel e injnita pervmsidad.
I son bellos los soldados de Chile? ......
Todos cort~dos por una misma tijera, tienen el mismo aire
j e1oz i repulswo. La fealdad del alma escrita en el serublante.
Mestizos desgreados con ademanes de lobos, ojos de tig1e i dientes de chacal. Sanguinarios i?ifames el mundo los odia, porque ve
en cada uno, al tamerlan de c01vo que 1oba pm instinto i mata i
estup1a por necesidad.
>>Quines son mas feos? ......

-383

Con mucha anterioridad a ests medidas de


apremio, que el terror de una invasion inmediata
aviv como un peligro de horas, el dictador habia
logrado, mediante eficaces medidas, i contando
con bien remuneradas complicidades, aumentar el
ejrcito activo ele L1ma con valiosos continjentes,
ele la costa del Norte, abundante en caballera, i
con conscripciones de la Sierra, comarca vastsima e inagotable en indios, de los cuales) para el
caso, habase declarado segun vimos Apcamachicuk, es decir, Protector.
Desde fines de marza al 23 de abril habian ido
llegando en efecto por los vapores de la compaa inglesa a los puertos de Chimcay i de Ancon,
i encamindose desde all a Lima por tierra, los
cuerpos de caballera denominados Cazadores del
Rimac, (este desde su acantonamiento de Ruars}
los tiradores de Pacasmayo i el escuadron Pascua>>, embarcados todos con disfraz de peones, pero prvio pasaje adelantado. (1)
El 7 i el 11 de junio llegaban tambien en dos
partidas por los vapores TruJillo i Mendoza el batallon Piura, compuesto de los robustos habitantes de esta 'ciudad encargada de suministrar a sus
ejrcitos del Per, por lo comun de corta talla,
sus mas bizarros granaderos.
(1) Nosotros hemos publicado oportunamente todos los tele~
gramas de Casma, Trujillo, Ruaras, Ancon, Chancay, etc., que
ponen a descubierto estos negocios qne tan opaca luz refleJan
sobre la decantada neutralidad de la Compaa inglesa de vapo~
res del Pacifico.

:..... 384-

VII.
Por la parte de la sierra venian al mismo tiem~
po en marcha dos batallones desde el fondo de
las rejiones amaznicas, i hcia el 27 de junio, es
decir, en el mismo dia en que se decretaba el es~
tado de defensa militar del departamento de Lima,
hacia su aparicion en Ohicla, esto es, a la cabecera del ferrocarril de la Oroya, una di vision de cerca de tres mil indios del valle de Jauja, llamados
a las armas por el entusiasmo i desprendimiento
de un jven doctor i rico hacendado de la ciudad
de la Ooncepcion don Luis lVIilon Duarte. Tenemos a la vista un telegrama de ese entusiasta
patriota en el cual, anunciando su arribo a aquel
punto estratjico pf1.ra el 27 de julio, solicitaba
del jefe de ese canton, el coronel movilizado don
Antonio Bentin, activo industrial i minero en
aquellas hondas quedradas, raciones para 3,200
plazas (1).
(1) Parece sin embargo q.e ei coronel Bentin, dueo del
mineral e injenio de Ro-Blanco en el ferrocarril del Oroya, no
estuvo mui avenido con la llegada i pasaje de la division Duarte
por sus tierras i dominios, porque hemos encontrado un enigmtico telegrama dirijido por l desde Chicla al prefecto de Lima
que dice como sigue:
Cllicla, 29 de junio de 1880.
Sei.or prefecto:
Queda notificado comandante jeneral Durte. Retrome en

385 -

VIII.
La division Duarte, compuest-a de los batallones rrarija, Ooncepcion, Tarma i Manco Oapac,
hizo su entrada. ::;olemne en Lima el 6 de julio,
formando no mnos ele veinte idos batallones del
ej rcito' para darle la bien venidtt, en medio de repiques, msicas i cohetes, . a usanza de limeos i
de indios. (1)
este m om ento a Ro-Bl a nco, qneda.ndo n ot i~cndo el tenientego l,ernador para. no p1oporciona1 1ecursos. Quedan duefi.os ele la
po blacion. l1etrome con los pot:os j euda rmcs que me ob edecen. -

Bentin.
De este descontentndizo j efe de las quebradas tendremos ocasion de vol ver t hablar cuando los chi lenos se upruximeu a
Lima.
(1) En un tel egrama dirijido desde Chicla. por el coronel
Duarte al p refecto Echeniqne el uia ~7 de junio dcele e llti- ,
mo qne dejaba eo un esta.do mni av<tnzado en el vall e de J a uja
la for macion de dos batallones que tenan p(r nombre el uno de
2 1 de diciem1e, dia de la re belion de Pirola, i el otro este hart o mas veregri r1<1 H!jos de la ma1, sin q ne el telgrafo dije~e si
eran denomiua.dos as por el j eneral La Mar o simpl emente por
el mur.
En un di ario de Lima se h abln.ba de otm di vision sacada por
el mi:> m o activo D na r te de los departamentos de J unin i Huancavlica que ten an los sig uientes nombres:
Car.adores de Salaverry, al m ando del teniente .coronel :M:aximiliano Frias.

Tiradores ti e Crd oba, a 1as rdenes el el coronel Juan Carvo.


A cobamba, mandado por ei coronel Martinez .
Tayaca.ja, sn coronel ...
Respecto del batallon T a. yn.caja, qne ap::trece sin jefe, publicamos entre los anexos una carta in dita del caudillo qne de bi mandarlo i el cnn.l se ofrece a levantar en pocos dias tres
batn.llones i un rejimiento de cabal lera en H nancayo.
He aqu t odavia otro ba.tall on de la Sierra:
Trujillo, a_rosto ; de 1880.-Seil or secrdarlo de gn erra: HIST. D LA C. DE LIMA
49

38G -

Las tropas indj cnas que el coronel Dnarte


,conclnj0 del rion de la sierra fronteriza a Lima
:pasaron o formar ln primera di vision del Ejrcito
'del Centro, que fu confiado en primer trmino
al anciano jeneral dori Fermin del Castillo, i por
renuncia de este el coronel don Juan Nep.omuceno V m gas, veterano de ht independencia tan viejo casi como el ltimo i que ha muerto poco mas
tarde.

IX.
Tenia as puesto sobre las armas el Per dos
meses clcspucs de la batalln ele Ta.cna un segundo
ejrcito, i no hai exaj eracion en decir, que mintras el gobi erno de Chile se empecinaba en su
sistema ele reclutar por pnados los hombres, el
dictador habia logrado dnplicar el nme ro de los
.defensores efectivos i eficaces ele la ciudad, que
e l universo entero, con la sob escepcion del presidente de Chile i su gabinete, consiclerabc:t como
'el natural, necesario, inevitable obj cti vo de la
guerra.
Prefect o de Cnj n.m ar cn. r em ite sig uiente t elcgTama :
{(Batall on Cnjam arca, fuerte de 600 pl a:r.ns, li st o p ara salir.
E~: p e ro 6r denes i l a br~se mi lita r que tengo pedida de anteman o.
- U:illiNA GA. -Qne t r ascribo a V. S . - L AKFJUXCO .>)
C ua ndo el prision er o clJilcno don B~ nj n. m i n Baiiados er[l, i nterI. ndo [l, las sit- nas <le I on zou desde C 11imbote en :wo>;to de 1 ~ 8 0
en contr en Y tw ga: t1 os b:1talloncs cu m arult~, i uno ele e ~ tos
.e m proba J)entcnt.c el Cujam :uca .

387 -

En cuanto a, b reserva sedentaria, dispuso el


dictador por un decreto que el domingo 11 de julio ocurrieran todos los ha,bitantcs de Lima, entre
la edad de 16 a 60 aos, a inscribirse sin ccescluir
estado, clase ni po;icion sociab, bajo penas de diez
a diez mil incas, i el apremio de ser enrolados los
que no cumplieran con lo mandado en el ejrcito activo. Nombrbase j cncral en j efe de este tercer ejrcito al prefecto ele Lima don J ua,n J\'Iartin
Echenique, quien ceclia su puesto al coronel don
Juan Pea i Coronel, i se desig naba como jefe de
csta,do mayor a un rico azucarero de Lima, hijo
de frances i entenado del coronel aleman Althaus.
llamado don Julio Thenaud.
Recibidas las inscripciones con patritico fervor
en los dias sealados del 11 al 18 de-julio) altoque de arrebato de las campana~, al estrpito del
caon de Santa Catalina i al ruido de las msicas
militares que recorran la, ciudad tocando jenerala, qed durante un mes de asiduo trabajo formado el ejrcito domstico de Lima compuesto de
todas sus clases distribuidas en diez di visiones i
treinta batallones bajo la denominacion de nmeros pares desde el 2 al 62.
~

388-

XI.
lnjeniosa i por demas caracterstica de las costumbres de Lima que cant el impdico Terralb,
era la composicion de aquellas fuerzas, i la nomenclatura de sus di visiones dar mediana idea de
su ndole i estructura.
H rtllbase la primera di vis ion mandada por un
caballero solteron i rico hacendado de Caete,
hijo del clebre U nnue, i estaba compuesta ele
los eri1plearlos del rden Jndicial desde el ltimo
ministril al presidente de la Corte Suprema. N o
haba ni se aclmitia escepcion alguna en toda la.
.
.
'Jerarq ma.
La segunda division, cuyo jefe era el coronel
provisional, o temporero, como se decia en Lima
aun en documentos oficiales, don Pedro Correa i
Santiago, comprenda todo el ramo de in strnccion
pblic~ desde los mctestros de escuela a los claustros . de la fa. mosa u ni versiclad de s ~m l\!rrcos.
E m el coronel Correa i Santiago, antiguo i honorable miembro de la Beneficencia de Lima,
hijo de un meritorio compaero de San 1\fartin, el
coronel m:jentino don Estanislao Correa, avecindado en Lima desde 1821.
Mandaba h1 tercera division, que cuajaba en sus
filas la alta i baja finanza, desde el suertero de la.
lotera que callejea los portales i las plazas, hasta

080 -

los jefe s i dire ctor es de los ban cos, el an Li guo


diputa do, don Sera.pio Orb e6o so, h e.rm ano del
minist ro del inte rior.
La cua rta di vis ion esta,ba a las rJe nes ele
un.
desc end ient e de los opu lent os mar qnc ses de
Lur igaucho, don Jua n Alia ga, gan cho s~n tronco,
conoci do nic ame nte en Ljm n ( como el ccPiq nillm
)
de Son li) con el nom bre dim inut ivo de ccJu
noit o
Alia ga. Com pn ase esta trop a del ram o de
edificadores, desde el albaflil al arqu itec to.
En l quin ta division, que a.l prin cipi o man d
el
coro nel Pe a i Coronel, entr aban lo_ E-mcarga
do~
de vest ir al cuer po hum1:1no desde el calz ado
al
sombrero~
Com ponase la sesta, coro nel Mon te ro, del gremio de plat eros, herreros, fun dido res, la frag
ua
eri ter a ele V nlca no.
La stim a, coro nel Der teano, de los obreros
de
la pren sa desde. el enti ntad or al reda.cto r en
j efe.
La octa va, coronel Arr icta , del dulce i de suyo
poco belicoso ram o de los que en L ima vive n
de la
alm bar , el tam al i el al mirez, como los bizcoche
ros, incl uyendo en stos a los sirvient es, a los
mozos de los hote les i a los cantores de las chingan
as.
. Com pon ase la nov etM di vision, a carg o de
don
Bar tolo m Figa ri, m estizo itt.di~mo enri que
cido
con el abar rote , de los .d ecorado res de la ciud
ad
i del rost ro hum ano , com enza ndo por Jos
barb e
ros i acab and o por los emp apel ado res ....

-390-

Por ltimo, Ia dcima division, compuesta de


los empleados del ferrocarril ele la Oroya, del gas,
del agua potable, etc., quedaba sometido a.l coronel Bentin, seor ele las quebradas de la Oroya,
segun vimos.

XII.
En cuanto a los aguadores i otros trajinantes
a caballo en acmilas o en borricos~ se les reservaba para formar una brigada ele caballera a
las rdenes del cronel don Juan Francisco Elizalde, al paso que a los carroceros i en jeneral a
todo hombre que entenda en ruedas, se les destinaba el servicio ele una brigada de artillera, que
mandaria en jefe el conocido coronel don Adolfo
Salman, el de las fumosas cartas a su <e'querido
Patricio, antiguo cnsul del Per en Valparaiso
i que estuvo mas tarde al ser fusilado por sus espresiVas i poco cautelosas epstolas.

XIII.
Entte las di versas secciones del estado mayor
jeneral, que pasaban de ocho, crese tambien una
especial de inj enieros, a cargo del apieciable jven don Francisco Paz Soldan, notable como inj.eniero civil del Per i a q12ien el dictador di por
;mh-j efe a un entusiasta i hbil escritor llamado

301

Daniel Desmaison, hijo de frances, mozo de 30


aos (1).

XIV.
Hecho todo esto, el dictador mand suspender
el 14 de julio todas las obras de defensa de la
ciudad emprendidas por el alcalde vacnnado1: Porras, alegando que no obedecan a un plan cientfico, i conforme a su ndole orij in al dividi todo el
territorio del departamento de Lima en zonas, por
haciendas, encargando a cn.da uno de sus propietarios formar una columna ele reserva movilizable
que tuviera por objeto hostilizar al enemigo en
caso de desembarco, obran do como guerrilleros,
i prestar ausilio, en calidad de es ploradores, van~
guardia i arriadores, etc., al ejrcito activo, en caso de salir a campaa.
Esta-; zonas, cada una de las cuales comprenda
treinta o cuarenta haciendas, podan denominarse,
segun su ubicacion, en la forma siguiente:, l.a zona
(1) He aqu las principales reparticiones del estallo mayor
de la reserva i su personal <.!e j efes.

Seccion de servicio j eneral, coronel Alcal..


:r>
infan teda, coronel Bedoya.
:r>
arti ll crn, coronel Castan on.

cahn.ll erin, coronel Sala;-;:1r.

admillist ra cion , corone;l Fabricio Cccres.

co11 trr hilida d, coron el Hive1a.

inj cn ioros, Paz Solda n.

-j u:;t.ici,l , doctor l'cJro Ui \'era.

302 -

7. 'll
3'.a Ql,ancau-.n 'f
c. a Irr . ,7
varauw,~, o
..L aacno S l.lp c -~.
- 5.a Lur--igancho--6." ll.fagclalena- 7." Ate-8.a
Ohorrillos-9.nJanin-1 0." Ohilca-ll.a Oa.etei 12." L unalman, esta. ltima. encim ~L del Yalle de
J,e te i al pi de la Sierra.-La.s seis ltimas
derrwrabcm el sur de L ima, i por consiguiente
iban a t ener cierta importancia estratjica, en la.
campaa que por esa clireccion se desarrollara
se is meses mas tarde.
,f

XV.
N o descuid tampoco el dictador vestir su ej rcito a su ,gusto i a su usanza. Desde el principio
de la guerra babia realzado su diminuta figura
con un casco pmsiano 9L1.}'0 sol reluciente habia,
remplazado al guila imper ial de dos cabezas.
I en seg nicla, en confo rmida.d a este modelo, trat con el s:)mbrerero frances Segard de 20 a 30
mil cascos al precio de 3~ incas para los soldados i
41- incas para los oficiales, comprometindose. el
contratista a entregar 500 morriones por semana.
co n el nombre. de R?S de Olano, llamados a_s por
b forma del kep i especial que desde la campaa
de Africa hizo adopta.r e~te conocido jeneral al
ejrcito espaol. ljos cascos de los soldados deban ser ele cuero mate con un apndice llamado
cubre-nucct, qu e se ria movible, i los ele los o-ficialeR t endran, como el del dictador, el sol (Icl Pe-

-383-

r de bronce doraclo.-El artculo 4. 0 ele la contrata Seg1:n-cl era caracterstico i tcstualmen te clecia .
como s1gue:
'

<d." Los m orriones para j efes i oficial es ele infantera, cubi er-

tos de pa11o, orlad(Js de co1do n de sedct amar illa, vise1a de hule>


g ~twnecida

con u n sol en vez de cuca1dct, cubre -nu c,\ de lienzo i


p ompon de cn , si,.mdo la pn.rte m etlica. de cobre dorado, s er~n
fabricados en la cantid ad de tres incas veinticinco centavos
cadn. uno. El p lwn aje i banda bordada parn. los comandantes
de brigada i di vision i ay uda.ntcs de ca <:n p o1 no es tan compren di
dos en los anteriores precios.

.X VI.
Uniformado de la manera que queda referida i
que revela, notable trabajo ele detalles (en medio
eL risibles frusleras), espritu evidente ele organizacion i una constancia i ene1:ja a toda prueba en
pas de suyo casi ingobernable, el dictador dispuso
con clara percepcion prctica que el ejrcito saliera por di visiones a acampar f era de Lima., i
que las reservas se ejercitasen todos los das en el
manejo de las armas, desde las dos a las cinco de
la tarde, debindose cerrar para esto al toque de
un repique especial i sonoro de la Catedral, verdadero couvre f eiiJ ele la ciudad (m peligro, todos los
negocios i oficinas d la. metrpoli. (1)
(1) Las prim era s fu er zrrs qne el 31 de junio, acompaiadas
por el di.ctauor, sa liero n n nca mparsa en lns afneras de Lima
en el llan o eriazo ll amn.do Can to ~haud o, dos leg uas al oriente
H1S'l'. DE LA C. DE L I:HA
50

3D4 -

X VII.
La ciudad ele Lima hervia, de tropR.s desde
fin es de julio, i aun la congregacion nume rosde Lima i al pi del San Cristbal, estab~u com pnesbs de la 1."
i 2." division en esta for ma:
P 1'imera division.
Batallones.- G nardia per nana n m . 1, Cttja.rnarca nm. 2,
Ayacucho 9 de uiciembre nmero :3.

Segunda division.
Batallones.- Turma nm . 7, Callao nm. 9, Libres de Trujil1 o nm . 11.
I ban ademas dos brigadas de artill era, i las compaflas d9
.administracion que corresponden a las divi siones en marcha.
Seccion de i:1j enieros, con sus r es pectivos zapadores. I.Juerp o
'(le sanidad mili tar . Ambulancias, etc.
Est as fue rzas estaban distribuidas, segun nn teleg rama de
Chancay de 8 de setiembre que tenemos a ltt vi st a, en el rden
- ~>gu ie n te, con el t tulo de D ivisi.m ele obsenxtcwn.
Seiior j eneral secretn.rio ele g uerra :
Los batall ones de la division, en observancia de mis in struc-ciones, estn situados en. el rclen sig ui ente. 'l'ar ma en la hacienda de Pasamnyo, Callao en Huural i Libres de Trujillo en
.este p ueblo.>>
El dictador Pi ro~a, constituido en jenera1simo, haba h echo
m aniobrar estas divi siones en el campo de Can to G rande el 30
de agosto, fi nj iendo un simulacro de bat all a, co n los chilenos, i
el 28 de j '.l'lio en honor de la in depen dencia :1 ab ia p asado u na
r evista jeneml en L ima, llamando en ella es pecia lm ente la nt en,-c ion la artillera que mandaba su primo h en n ano do u E xeq uiel
.de P iP.rola.
<<Termin ada ln. fi esta de la Cated ral, (dice u n peridico del 2\)
-de julio) , el j efe supr emo qu iso ver des ti lar h1 arti llera i ofrecer a l mismo ti empo a l puebl o un es pectculo que una vez mas
l e ll evara el con vencimi ento de su pode r. Efectivame nte,. po r el
-espacio de mas de u na h ora fn desfilan do la artillera. Aquell o
.pttrccia u na inm ensa fortaleza ambulante. No podemos decir
.ruas a este respecto.J>

3Q:J -

sima de estranjcros que en aquel lnguido clima


del ocio hace el trabajo i la cosecha de los natu-'
rales, incitados por el dictador el 27 ele junio a
constituirse en guardia urbana. contra dos fer~ces
captores de Arica. que todo lo hahian pasado
a. cuchillo )) , haban cebbrado algunas reuniones prvias con aquel obj eto, eri sus r spcctivas
legaciones. La de los ingleses tuvo lugar el 10 de
julio.
Por lo clemas, en Lima podan armarse de tres
a cuatro mil cstranjeros, tan numerosa era su co
lonia, aumentada ahora. con la del Callao.

XVIII.
Pero en mec~io de esta abundancia de carne de
caon, que hacia subir los defensores de la Ciudad
de los Reyes a no menos ele 30 a 35 mil combatientes, reinaba casi irremediable penuria de un
elemento indispensable, que no era el pan ni el
dinero, sino las armas.
En otro lugar contamos cmo el co ronel boli-
viano Aramayo habia enviado por el mes ele mayo.
de 1879 las armas que de Estados U nidos i del
C,1llao, llev la. Pilcomayo a Arica, G"L Tacna e Iquique. (1)
(1) E st e primer pedi do consisti seis mil rifles Remingt.on que
fneron CDm pratlt>s cu N neva Y ork por \V. R . Grace, cn$ul d11 .
Cltile en uq uella ciudad i actun.l proveedor de su escuadra en el

30G -

, Pero rotos o cnpturador; esos armamento s en


las primeras victoriosas campaas de Chile, Lima
haba quedado a tal punto indefe nsa, i m[tS q ~w
indefensa, desarmada, elespues de la revuelta. ele
Pirola, que hubo ele rec urrirse, segun antes vimos,
al singular arbitrio ele recn pcrar, mediaute un a
prima, las armas dispersadas en los tu multos ci-viles.
Dise, sin embargo, trazas el dictador para ronovar sus pedidor; al estranj ero, i en el m es ele
ahril partia para N ueva Y ork un comisionado secreto llam<tclo don ,Jos ele los Reyes, provisto,
entre otros valores ele una libranza de 40,000 ;b
a cargo del banquero Canevaro, la cu a.l cle8contada en N ue va York por b. fa vorcc;icb casa eJe
Grace hermanos, produjo 192,374 pesos 26 centavos, el 4 de junio. subsigui9nte .
Sirvi este fondo para encargos de fbrica, compras de armas al contado violento en el m ercado i
cohechos en el camino, porque todas las adquisiciones en nmero ele no menos de quince a vein te
mil rifles, caones, ametra.lbclo ras, d ina mita, cpsulas etc., fn conducido salvo hasta Panam. I
cc,mo una muestra del ilimitado derroche i cpida
venalidad que todo aquello necesit, ser sufiUallao. Esas armas fneron trasportadas de abril a mayo en los
vapores C1escent City, Colon i Acapulco a Aspinval! i ll evadas despu es al Callao i a Arica por el Talisman, la Oroya, el
f-imeia i la Piloomayo.

307 -

ciente rccorcb,r que al supcrintcnc1cntc nach menos del fenocarril de Panam, Nir. G. A. Burt,
siendo director r esponrmble de una ernpresa, de
millonarios, le pagaron los ajentcs peruanos cuatro mil incas de plata ce por servicios personales)).Hacia cabeza en el gremio de los cohcchadores i
servidores en~~mam, el coronel Larraaga, hombre sumamente vivo, inte1ij ente i resuelto, que con
una pierna de palo, h~t hecho mas por la defens<.t
de sU: patria qne diez de sus jenerales a cabftllo.
El verdadero peligro de la remesa de armas comenzaba, sin embnrgo, en la. playa del P<icfico i
sus costas, que desde la, c<iptnra del H uscar habran pagado n1plio tributo a Chile si las hubieran visitado sus buques constituidos en cruceros. i
no en pontones de inaca.ba,bles bloqueos.
Siquiera un sistema misto habria producido
escelentes resultados para el desarme del enemigo.
Pero ni esto siquiera se hizo, i en varias espediciones sucesivas se remitieron a las costas de Tumbes i de Chimbote, desde mayo a setiernbre de
1880, armas suficientes para un ejrcito ele veinte
mil hombres.

XIX.
Intentaron los peruanos despachar el primer
<!argamento llegado a Panam en la goleta norteamericana En1'1:qucta, sobornando a sn capitan;

- 398 -

pero el jencroso denuedo de un grupo de chilenos


que en los primeros dias de mayo oali a cortarla
en las afueras de Panam, resueltos a tomada al
abordaj e i al mando ele los patri otas i meritorios
j venes chilenos H ermida i Whiting, retard por
lo menos aquel importante socorro algunos meses,
porque el ba.rco enemigo cobarde me nte manej ado
i protejido por las autoridades del I stmo, ganadas
vergonzosamente al P er por dinero, se rcfuji
dentro del puerto el mismo dia de su escapada (1 ).

XX.
N o haremos mencion en este libro de las complicidades verdaderas o supuestas, francas o solapadas, de simpata. o de cohechos que el Per en
(1) Ent re los an exos p ublicam os nna interesante carta in dita del patriota H ennida en que n os refiere los incidentes i la
persecucion de la go leta Emiqueta p or el be rg-a ntn San R arnon, fletado por los chil enos, i la injnsta .p rision que los tripulantes del ltim o padeciero n.
En cuanto a los gobernadores de Panam coh echados por Larraiiaga, se habl de vari o:> i especialm ente de un Iturralde,
que fu comprad) en 10 n f mncos, permu tados despues por
una ame tralln.dor u. A este propsito un diarista de Bogot , ci ud ad en que ex iste una poderosa sancion moral contra los deli tos ,
public a propsito del goben utdor Iturral de un denuncio esplcito que termin aba con es tas palabras.
(<Bien quisiera, aun a costa de u n g tT.n sacrificio, que fLwra
usted inocente; pero tengo el n t imo co nvencimiento de su cnlp n.bilidn.d, i no comprendo cmo puelle usted arrastrar tt?u vi-

dct manchada con et mas lwrtenclo crmen, no s comop ttecla us>


ted respimr el aire de la p atria que usted ha deshonraclo. >
B ogot, u.uri l 18 de 1880. - llianuel Briceio.

300 -

sus angustias logr proptemrse en las costas del


Pacfico donde Chile no mantena por desidia
cruceros ni aj 2ntes diplomticos por economia.
Pero en la prensa diaria se han rejistrado docnmentos que acusan al presidente Guardia de Cost a. Rica de haber negociado con el Per la venta
de seis mil rifles i la apertura de un puerto especial denominado Coco para mayor comodidad de
los envios. El ajentc del Per Lalama denunciaba
tambien a su gobierno la complacencia del j eneral
Barrios, presidente de G uatemala, dirijicla. a ejecutar trasbordos de armas en San Jos, si bien
sobre este particular el poco afortunado negociador se ha visto obligado cletipues a cantar la pa_.
linodia. (1)
Pero si es vedado al historiador entrar en este
'
jnero de revelaciones cu::tnclo no alcanzan a revestir la suficiente comprobacion internacional,
hcese de lejtimo derecho denunciar la infame
conducta de unos cuantos cap itanes de la compaa inglesa de vapores del P <:tcfico que se constituye ron en viles acarreadores de elementos de
(1) Nosotros publicn.mos en El J11 ercun'o del l. o de abril de
188 1 co n el ttulo de L a Conspiracion de la envid ia, mu chos
graves documentos orijin::d es i autnticos enco ntrad os en la canci llera de Lima que afectaban la. r esponsabil idn.d del gobieruo
de Costa Rica, del de Guaternn.la i mm del de Ecnn.dor, por cierto av iso de espedicion de armas de San F rancisco a las isln.s Ga.l pagos. Pero todos los gooicr;Jos aludidos en esas comnnicadoncs han dado despues esp lit<tc iones ofi.ciules mas o rnnos stt tisfactorias .

400

gnerra :t nno de los belijerantes , no a ttulo de


simpata,s con el infortunio, que eso era eseusable
1 en ocasiones noble, sino por coheuhos viles.

XXI.
El primero en hacerse reo de esa fea mancha,
clespues del eapitan Oross que a bordo del Ilo haba servido de espa a los marinos peruanos desde
el comienzo de la guerra, fu el capitan Stedman
del Bolivia. Tomando a remolque en el golfo de
Darien la goleta portuguesa Guadiana, clespachacla no obstante las protestas del activo cnsul de
Chile en P <Ln<"'"m don Orlos Rivera Jofr, para
d puerto de Esmeraldas , con d~j o l a , no sin merecidas peripecias de sobresaltos i de fugas, al pne.rto
p eru ano de lVInco rn, jnnto a Tumbes, i all desembarc el 7 de julio dos mil bultos que fueron
unediatamente inte rnados. El dilijentsimo cnsul L arrau aga, vino a C[lrgo de esta rem esa, i
aunque se dijo que trajo consigo veinte mil rifles,
los bultos de em barque, que eran 2042, descubren un nmero algo incrior. Larrauaga hallbasc
otra vez espedito en Paita el 11 de ese mes, i en
un telegrama de servic:o dect eso da al prefecto de Lima i sn antiguo camarada de empresas
pierolistas : <<Por qu no contestas?- Dimc qu
rcsnclve el j efe supremo? Voi a Panam o a.
Limn? J)

---

--------

401

:XXII.
Vino en pos de la. Guctdiana, la goleta Estrella
repleta de armas, i log r meters e en Paita, no
obstan te la v~jilancia tarda del Amazonas que fu
enviad o a virtud de un denuncio a Tumbe s i a
Guayaq uil. El 27 de julio hallbase aquel traspor te chileno en obscrvacion frente al Amorta jado a
la entrada del rio Guayt1quil, cuando hacia dos
semana s que el cojo Larra aga, semeja nte en esto
al gato que calzaba botas de Hiete leguas, haba,
echado a tierra su segun da remesa.
El Amazonas habia partido del Callao el19 de
julio con el obj eto de ap oderarse del armam ento
que segun el denuncio de un marine ro griego es
trado o espulsado del vapor P z'zarro, ha.bia que
dado en la playa de Tumbes. Mas, habiendo ha~
jado ste a tierra con dos marine ros encarg ados
de esplora r lo que pasaba en tierra, ni el griego
ni sus compa eros, que tenan rdenes de ma
t arlo en caso de traicion, regresa ron jamas a bordo, cayendo los dos ltimos en manos ele los peruanos. (1)
(1) El Amazona s vol vi al Callao el 31 de julio, i h ~ aCfn
c mo nosrefier c s us a ve ntu ras un correspom;al de la escuad ra.
El Amazona s ll ev a un g ri e.-:;o que fu el qHe traj o la uotiei <t
rl el descargo ue las ar mnH; pero a l ll egar a T nmbes d ijo el tal
griego que n tes de dc:>emba rcar los 40 bomures de d esembarco, seria convenie nte hace r tul reconoci mie nto de l Jugar. Al
HlS1'. DE LA C. DE L l:r.l.A

O1

-402 -

XXIII.
El ltimo en 1legara su destino fu el trasporte
!Ehriq.eta, pcrqne solo cuando el c-a pitan N odcler
,del ~mpor 1J1endoia, un h01i1bre sin honor, acept
traer ln goleta, a rcmolqne, pudo verificarse su viaje en condiciones d seguridad. E l piecio ordinario
de cohecho por cada, remolque era de dos mil libras
esterli nas al contado, es decir, el sueldo de cuatro
-aos de cada ca pitan; ganado as en cuatro di as,
pero ainb~ndo el :trabajo honr-ado i a plazo, por
.flagrante infamia sin descuento.
'.E l Jl:lendo~a entr a Gnayaqnil el 3 de agosto,
~ de]a tlo la goleta pintada de negro a cargo ele su
,capitm1, u n aventrero n orte-americano, junto a
Turnbes; i volvie11C10 a salir al di<t siguiente, encontrla pint<td<:t cic plorno i
esta forma la con'Clnjo coit 'su v'aliosi:t C?-rga a Pacasmayo el dia 6 de
.aquel ~1CS . . De all 1~ gole ta fu llevada rem o
l~asta ~h-~mbote, donde se hizo el reparto ele las

en

en

efrcto,
la noche se ech [1, ti err ~ con clos d e los tripulantes
dd Ama zonas que se ofrecieron voln dariameute, los-cuales iban
aleccionados pum matn.r a l g riego en caso de un a tmmpn.. E stos tres individuos debi:tn volver n: la noche sign iente ; pero hicieron lo del cuer vo del a rca. E l A mazonas es pe r dos noches;
p ero en vano. Entnces se d ir ij i el burne a J?nn (entrada del
To Guay:~.qu il ); i cl estle all des paeh un ofi cial, para qt1e fu era a
lJuscar n oti ci 1l~; pero ste lo nico qtw pudo nverigum' en las
~eis horas qu e perm aneci en Gu flyaq uil, fl t yne el Guadiancr'h ahin. dese m barcndo _ya todo su armarnento i que ste hubia
.sido in tc:nado.

:..._ 403 __;

armas vi<t Huar8 i Huaclw en millares de mulas,


i borricos que para el efecto se aporrata,ron en
todos los campos del norte. (1)

XXIV.
Pero. ni aun esto, que constaba en Chile a todo
el pas i era noticia casi cnotidiana de los vapores, de los avisos de los cnsules i de las reclamaciones de la prensa, movia al gobierno ni a HU al:mirante a c~esprenderse de un buque de una manera permanente ni siquiera ocasional para dar ca~
za a los acarreos.
Clamaba esttt incuria al cielo, i en la escuadra
misma se murmuraba sin rebozo contra ella. Nada de lo que est sucediendo, esclamaba ,con este
motivo un intelijente oficial de manna en carta
( 1) El cupitan Petrie del Piza1ro cond n,iot.amhi~n armas,
caf.ones i aun do torpedos Lay para el Per, desembar ctnclol os en Chancai, dentr0 de barriles que tenia n la marca de mantequilla u otro engao. I a este prop ;;itc, com o hts iniciales de
los cuatro capitn.ucs sob ornados correspond a n a las cifras que
mala compaia, se hiz o un cu rioso monag ram a de la P . S. N .
C. en los nombres de P etri e, Stedm::tn, Noclder i Oross.
E l capitan Nodcler dennnei tambi en. al patriota jven BenjP-min .Ihados que veni :t a bordo del 1l{enc?oza, el cual confinado n. las monta itas de Mouz on con io s lita crueldad, sufri
por esta. causa honibl es padecimientos durante un ailo.
Respecto <lel a carreo terrestt:$ de las armas condtlcidas qe
P anam, poseemos cent:mare s de t eleg ramas que van marcando
.Sll estraordinario i csfor;~a<lo itinerario dtlr.ant e dos, tres, i.euatro
meses 1 hasta. la vspera misma de la batr.lla de Chorrillos. En~
tre los anexos del presen te captu lo i ha jo .el nm. IX p~lblica '
mos solo los mas interesantes, de stos.

<104-

confidencial al autor, de principios ele agosto, nada. se remediar si no se piensa. en mandar un


crucero hasta Panam o ele estacion en ese punto'
para evitar que el enemigo est armndos e hasta
los dientes, cnando dentro de tres o mas meses
venga a llegar aqu nuestro ejrcito. Cada da que
pasa el enemigo fortifica a Lima i Callao i levanta mas tropas i las arma con buenos Peabody, esto sin contar con las minas que son su fuerte.
Tambien estn trabajand o con empeo caones,
que por malos que sean, le servirn do mucho.))
Al fin, pero en las postrimer as de setiembre o
en octubre, cuando ya no haba casi objeto, psose
de guardia en Panam, el trasporte Amazonas; i
los peruanos, que ya haban remesado cuanto ne:..
cesitaban para las prximas batallas, se limitaron
a fastidiar con notas a los ajen tes de Chile, solicitando del gobierno del Istmo i del de Colombia
]a espulsion de aquel barco de guerra que con su
permanen cia violaba (a su decir) los tratados i la
ueutrnlida d.

XXV.
Queda todavia, apropsito de la acumulacion
de elementos de defensa que con tanta tenacidad
como fortunn hizo el dictador del Per durante
. los meses de profunda quietud i de f ciega en la
paz que sucedi en Chile a la batalla de Tacna,
un punto importan te qua -tocar.

:..._ 405
.

Era. ste el de los recur~os financieros que puso


en j nego la. dictadura para. procurarse los ci tn.dos
socorros del estranjero que dejamos enumerados,
i para vivir ademas con desahogo i aun con prodigalidad dentro de su propia casa.
En hombres del temple de don Nicolas de Pirola., acostumbrados a maniobrar sin escr C1pnlo
con lo s milbnes, todo esto entraba sencillamente
en la vida corriente ele aquel desventurado pais.
Desde su apoderamiento del mando haba contado, en efecto, el dictador con los 32 millones de,
soles que falta.ban por emitir a la.s autorizacione&
otorgadas al presidente Prado; co.n las cantidades.
misteriosas que estipul recibir en puntos suspensi 1ros en su contrato con Dreyfus, cuando le regaJ 20 millones de pesos mediante una rbrica;
con la venta paulatina del huano en los dos stolcs
principales ele Europa, a cargo de los mismos
Dreyfus i de la Peruvian; con los cargamentos
que a mansalva i sobre las quillas de los buques
chilenos estuvieron sacando los contratistas ya
nombrados de las islas de Lobos; con el producto
de la suscricion popular para comprar un blindado que se llamara el Almirante Gratt, que alcanz a mas de un m.illon de soles; con el producto
de los derechos ele azcar, lanas i algoclon, que se.
pagaban en letras sobre Europa por los espartadores, i por ltimo, con los bienes de lcts iglesias
qpe de acuerdo con el arzobi spo Orueta i Ca.stillon;

406-

fueron aplicados, desde fines ele junio, al sosten de


.la guerra. (1)

XXVI.
Habia ocurrido t mubien el dictador al singular
arbitrio de convertir el papel en oro por decreto,
(1) Estos valores, descontando cuatro fraudes escandalosos
que se constataror. en Lima i q ue el mismo Pi rola mand castigar, produj eron algunos millon es de soles. A mediados de
1881 se vend ian en L6ndres todava de esas joyas cedidas por
la iglesia o donadas por particulares en cerca de ()00 mil pesos, ltimos vestijios de la inmensa riqueza antig ua del Per.
Con la chafalona de las igl esias i las barras de Paseo se sellaban tambi en sumas no despreciables de dinero i en solo doce
(lias (del4 al Hi de julio) se beneficiaron en la casa de Moneda
de Lima 93 barras de plata que produj eron 1.160,200 pesetas,
quecl,ando una 9an tidad aproximati\Ta para continuar. A este
propsito La Opinion N acim?aZ de Lima publicaba la. sig ui en te
uemostracion d la plata amooedqda. durante los das referidos.
1880.

Barras.

Kilgs.

8 .... ..... .
9 .........
10 ........
1'1: .........

15
31
9
35
6
7

918,170
1.301,030
350,440
2.040,440
23i,890,
414 ) 080
. ..

Total .. .... ...... .......

93

Julio
))
))

))

))

])

4 .....
5 .. ......

P esetas.

)03,073 22
4:
72,645 45
456,888 3~
5 l ,67l. 45.
89,855 32:

~86.,~66

-----1.160,200 !&

EN'fREGADO EN CAJA. D E LA. !;>ASA DE J\fONEDA .

Jqlio 13. , .. , .. , ..... .. 12,00l


))
11 .............. . 10.000
))
10 ............. .. 15:ooo
'Por entregar .. , ............ .. 17,000

60,000
fiO,OOO
75,000
85,000
270,000

Existencia en rieles listos para acniirrr ......

890,200 18

-407-

creando una moneda llamada 1:nca que se sellaba


juntamente en la casa de J:VIoncda i en las litognt-.
fas, en estas ltimas con la cabeza de un inca, i
de aqu .el nombre.
A fin de atribuir al inca de pap el el mismo valor que al inca de plata que V<.tlia 43 peniques
(por decreto) se le impona un interes de tres poe
ciento, se le declaraba redimible en oro i se aceptaba a su responsabilidad di recta todas las rentas
inmediatas del estado. En consecuencia, el inca de
papel val:a diez soles papel. (1)
Pero el nivel de los negocios i de los cambios
( 1) Las disposiciones principales d el deceet.o q ne cre l r~s
incas estaban contenidas en los artculos siguiente~ que no carecen de orijinalidad como todas ln.i! cosas de don Nicolas.
Art. }.0 La unidad moneta1ia en el Per ser una moneda de
oro con el peso de un gramo i 61,200 <le gramo, con la lei de
novecientos milsimos finos i la denominacion de I ncas.
Art. 2. 0 Se fabri carn monedas de oro de uno, dos i cinco incas, con el peso i le que con arreg lo al artculo anteriot les correspondan. La tolerancia en la. le al fuer te o al feble ser de
dos milsimos. La tolerancia en el peso sed, al fuerte o al feble, por cada gramo en la moneda de cinco incas, dos i enarto de
miligramo en la de dos in cas, dos i siete octavos de miligramo;
i en la de uno, de cuatro miligramos. El di~Lr:netro see <le doce
milmetros en el inctt, de q ni nce en la de dos incas i en la de
cinco in cas de veintitres milmetros.
Art. 3 o El inca se dividid en cinco pesetas, ca.da peseta en
dos 1eales, cada real en dos medios de 1'eal i cada medio real en
cinco centavos.
Art. 4. 0 Se ftbrican.n monedas de cobre de uno i dos centavos i de plata, de medio real, de un real, de nna peseta i de ciuco pesetas.
La algaravia de nombres i <le pesos em g ra~ade como en todo
lo de mas; gramos, pesetas, re<tles i medios reales, centavos i
mil~imos toclo iba en el mi~mo almud, en el mism0 cleclitro i
eu el mismo cerebro.

:108

se impuso desde el primer momento por s solo, i


todos pedan i aceptaban el inca de plata dejando
en las arcas del tesoro los incas de papel, mas o
menos como se dejaban los antiguos soles.
]f<tS adelante-i a virtud del informe de una comision en que figuraban Derteano, Figari, Thenaucl
i otros capitalistas i banqueros, Piwla orden
emitir un emprstito ele cinco millones de inca~,
por mensualidades de quinientos mil incas, o sea.
cien mil libras esterlinas, con derecho a ser recibidos como metlico, en pago por mitad de contribuciones i derechos de aduana despues del tras-
curso de nn 9orto tiempo, a fin de mantener su
ilusoria i deleznable circulacion en el mercado. (1)
(1) H n.qn las garantas ideadas por Pirob peto en vano
para dar valo1 a los desgraciados in cas de su corta dinasta.
((Quedan especialmente afctos al pago en metlico de estos
bonos que se consiclern.dn como dencla prefere11te: 1. 0 Los valor es metlicos qne el gobierno renna en el interior del pais i las
tres cuartas partes de los que tenga. di s ponibles en Europa, desde la fecha hasta la. poca de sus respectivos vencimientos;
2. 0 La mitad de j,_,., derechos el e a.Ju ana ; 3. 0 L a mitad del
impuesto sob re l::t r~n t:t ; i <1. 0 en j enera l por mi tad, todos
l os bienes del Estado sobre los cual es no grilNa. responsabi lidad
o en la parte li bre de ellos.
Hespecto de la man era como vi via!l el pueblo i la sociedad
lim ea en jeneral, ser. de in t e1es para el curioso leer el a.rticn]o que con el ttnlo de Los Jldila.Jritos de L ima pnblicamos etl
El Jl'fercvrio del 7 de mayo de 1881. I sobre es te mismo particular valdra ht pena de r ecordarse nlla carta del oiJispo del
Cuzco, res id ente en .L ima que por esos das de p enuria encom endaba a un compad:e suyo, ernp}eaclo en el r amo de hacienda, a. cierto con tmti ~ta q ue of.-ec:ia vend er la carlle al ej rcito de
.Areqnipa pOl' dos peniques mnos la li b ra que los proveedores
actuales. Segu11 los clcalos del obispo, se ah0rmri a n doce mil
pcniqnc!O diarios, u lo q11c es lo mismo, uu largo mill ou de lH::-

~-

--

--~

--- -----

--

~-~~

--

-409-

XXVII.
1

N o descuidaba tampoco el activo dictador del


Per, que a virtud de su peculiat organizacion
cerebral i su temperamento eminentemente nervioso velaba cuando el presidente de Chile dormia, la agres_ion martima de la escuadra que le
bloqueaba, por medio de torpedos, ya, que de quillas de guerra habia quedado limpio el mar peruano.
Pero como este asunto, digno de ser tratado
<tparte por las desastrosas consecuenci::\s que para. la. armada de Uhile tuvo e,n las aguas del Callao i de Chaucai, juzg;;Lmos oportuno reserrarlo
para el prximo captulo.
sos plata al ao. Era esto lo qne sin duda ga.n:1bau los co ntra
tistas de Arequipa; i a ello probablemente se referia el mini stro
del Per en Bolivia, Bustamaute, i Salazar, cuando escrihia
confidencialmente al dictador que all los rohos i los gatuperios
eran estupendos.

iusT.

LA c. DE

LIMA

62

410

ANEXOS AL CAPITU LO XI.

l.
ES1'ABLl!:CU:UEN'l'O DE LA LEJlON DE ~fERl'l'O POR EI, D ICTADOH
PI EROL A EL 26 DF. li1AYO DE 1880.

(Fragme ntos.)

Considerando :
l." Que las acciones eminentes o notables deben set recom-.

pensadas con premio digno del motivo que las inspir i del servicio prestado i que, si es conveniente poner a cubierto de la
inopia a los merecedores, solo las distinciones de bonvr son dignas de stos;
2 .0 Qne los puestos pblicos constituyen carga i no premio,
no siendo pOl\ lo mismo, en verdad, hi dignacion a ellos sino la
cooperacion de servicios exijida al ciudadano, ni acordable sino
a las aptitudes de cada uno, con entera independencia del mere-

cimiento por p1erniar ;


3.0 Que es, en consecuen cia, falsa eu su fundam ento i daosa
en sus resultado; la pr.ctica de otorgar ascensos a los que han
pTestado un servicio pblico clistingu'ido, en cuant o ste no haya
servido para revetar aptitudes para un pue.~to superior ;
4. 0 Que es provechoso a la repblica sealar por signos sensibles i preminencias el ml'ito disting uid o, r" fin de presentarl o
como ej em plo i es tmulo a la imitacion de los demas;
5.0 Que las distinciones al mrito personal son la base de la
democracia i szt carcter distintivo,
Decreto:
1. Crase un instituto denomin ado Lejion del Mrito, al cual
pertenece nn todos aquellos a quien es, conforme a su estatuto,
se confiriese el diploma de miembro de ella.

-4112. 0 La lejion estar dividida en dos gtandes r amos- del mrito militar i del mrito civil ...
7.0 Lu. primera clase militar tendr un nmer o fij o de hasta
cinco miembros vivos, i chdt de rech o a l uso d e una con decoracion, consistente eu unr, banda ele seda al cuello, color 1ojo, de

rlos centnietTOS de anclw, terminru la en WZCl cruz grie;a ele ace?'o


con ,qzti?nalda esmtLltadct i la si.ruiente insc1ipcion: JD '1 el ttnve r so
- << La 1epblica al mrito milita1 ele ( nomb re del n,g ra.c i ~tdo ) i
en el reverso, el Jugat i fecha, del hecho premiade>. E s a nex a a
esta co n dec;~raci o n una pension mensual vi talici::t de quinientos
_u cas pagade r0s por el t esot'<l nacional.
8. o La segun da clase militar tendr. has ta cincuenta miembros ; .
los cuales gozrtru por decoracion una cruz de acero con ,quirnalda de (WO, al pecho, pendiente de una CIJ., Ca1ela ele sec~ roja, el e
dos centmetros e inscripcion ig ual a la. anterior. La pension
anexa ser de doscientos in cas.
9.0 La tercera clase militar usar p or distintivo una crnz de
acero con gunalcla del mismo metal, al peclw pendiente de cinta
rojt~

ele seda, de dos centrnet1os ele ancho.


10. El nmero de miembros de la Lejion del mrito civi l ser para la primera de hasta diez; para la segunda. de hasta
ciento. La condecoracion para las ttes clases de colm azul, con
ignal descripcion que para los m ili tare ~, debien do ser la cruz d e
plata, respectivamente con guirnalda esmaltada, de oro i del
mismo metal que la cruz. Las pensiones auexas vitalicias sern
de trescientos incas para la. primera clase i ciento para la segunda .

. . . ... .

1 .

...... .

. . . . ... .. .. ... .

"

o o

'

.......

18. L as opiniones personales i el partido poltico del candidato no pocbcn ser iamas tomados en cuenta para el otorgamien-
to del diploma.
24. Producir sepamcion inmecliatct del instituto i prclida
de sus goces, la deslealtad en los militares i, en todo ciuelaelano,
la pa1t'icipacion en cualquier forma, en la adulteracio;n del voto
ofraude electoml.

412 -

II.
:cREAO!.QN DEL GRAN LIBltO DE LA REPBLICA

NICOLAS DE PIEROLA,
,JEJCE SUPIU~MO DE LA RllP UHLlC A l PROTECTOH nE LA RAZA INOJENA

Considerando:
Que es debido i saludabLe uunmemorar las accioues meri'tvria,.;

i los hechos gloriosos para enseanza i P.stmulo de los cindadanus, motivo de lejtimo or,qullo i consiguiente engmclecimientv nacional, no mnos que acordar premios a los metecedores,
Decreto:
Art. 1." Crase el Gran .Ubto de la Repblica, en el cual se
consignarn los sztcesos notables como merecimiento i gloria para
sns actores, realizados pur los ciudadan0s del Per o pm habitantes ele l, prviamente _comprobados i sucintamente espuestos.
2. 0 En dicho libro se inscribirn tambien cronoljicamente los
nombres de los que hubiesen contraido merecimientos por aquellos hechos, con espresion de sus condiciones pmsonales i del
motivo de su inscripcion.
3. 0 Ningun }echo o nombre poclr{t ser rejistradv en el Gran
Libro, sino despues de severa comprobacion por el tribunal respectivo i ntes de los seis meses posteriores a la consumacion
del hecho.
4. El 28 de julio de cada alo ;e publicar solemnemente, en

cada ciudad de la 1epblica, por el pe1sonero ele ella, los nomb1es de 'los insc1itos en el quinquenio, junto con los ele los demas
notables, p1ecedentes.
5.0 En las escuelas de la repblica se ltard leer a los alumnos,
r.lel (han Libro, en sufecha. 1espectiva, las 1<-jemrides i aprender

-413de memoria la~ mas notables, tomando de ellas de preferencia. 3U8


ejemplos los pedagogos en la educacion de sus alumnos.
6. 0 Por disposiciones posteriores se asignarn a los perito.~ las
preeminencias de que deben gozar.
Los secretarios de Estado quedan encargados de la ejecucion
del presente decreto i de hacerlo publicar i circular.
Dado en la casa de gobierno, en Lima, a los veintiseis das
del mes de mayo de mil ochocientos ochenta,
(Firmado.)-N. DE PIROLA.-El secretario de relaciones esteriores, lledro Jos Oalderon.-El secretario de gobiemo i policia, N emesio Orbegoso.-El secretario de justicia e instruccion, Federico Panizo.-El secretario de guerra, Mi,ruellglesias. -.El secretario de hacienda, llfanuel Antonio Ba~inaga.
El secretorio de marina, Manuel Villar.-El secretario de
fomento, ManUf-l, J.l!ariano Ecltegaray.

III.
PREMIOS A LOS COMB.A.TIEN'l'ES EN EL HUSCARD CONTRA
EL SHAHJJ.

Nicolas de Pirola, jefe 8Up1'emo de la repblica .i protector


de la raza indjena

Considerando:
1.0 Que el combate naval de 29 de mayo de 1877 en las aguas

de I-acocha es por s mismo i por las circunstancias en que se


realiz, singularmente honroso para el Per i de mui especial
merecimiento para los tripulantes del monitor nacional fluscar,
sin qne has,ta la fecha haya recibido recompensa alguna oficial
en la repblica;
2.0 Que en esa jornada se distinguieron sobre los demas el teniente 1." de la armada, Bernab Carrasco i el cabo de luces
Baltasar Caycho,

414

Decreto:
1.0 El suceso mencionado i los nombres de los tripulantes del

Ifuscar el 29 de mayo de 1877, sern rejistmdos en el Gran


Libro de ta Repblica.
2. 0 Acurdase la cruz de acero de tercera clase al jefe superior
de marina, comandante i tripulantes de la espresada nave en la
indicada fecha.
3. 0 La conclecoracion acordada al teniente 1. 0 Bernab Carrasco i al cabo de luces Daltasar 0aycho llevar anexa, para el
primero la pension ntegra estflblecida en el artculo 12 del supremo decreto de 26 del presente, i media para el segundo.
El secretario ele marina queda encargado del cumplimiento
de este decreto i de hacerlo publicar.
Dado en la casa de gobierno en Lima, a los veintiocho das
del mes de mayo de mil ochocientos ochenta.
N.

Dlf. PIROLA.

El secretario de marina. - - .Manuel Villar.

IV.
DEC RETO POR EL CUAL E L

DIC1'ADOI~

PIEROLA SE DECLARA

PROTECTOR DE LA RAZA INDJENA

Nicolas de Pirola, jefe supremo de la 1epblica.


Considerando:
1.0 Que la raza indjena ha sido i es aun en el pais objeto de

desafueros i exacciones contrarias a la justicia i que reclaman


eficaz reparacion;
2.0 Que si bien la situacion de g uerra en que nos hallamos
no permite toda la cousagracion que la importancia de este

-415asunto demanda, no es posible~tampoco aescttendmla por mas


tiempo;
En uso de las escepcionales facultades de que estoi investido i
con el voto unnime del consejo de secretarios de estado, decreto:
Art. J.O D eclaro unido a m cardcter de jife supr~emo de la
repblica el ele ptotectm~ de la raza inrljena, ttulo i funciones
que llevar i ejmcer en adelante.
Art. 2. 0 Los individuos i corporaciones pertenecientes a esta
raza tienen el derecho de apelar directamente a m, de palabra
o por escrito, contra todo at1opello, injt~st icia o denegacion de
sta que sufriesen po1 pa1'te de toda autoridad, cualquiera que
sea su denominacion i jeru.rqutt, quedando escepttlado de las le
yes comunes a este respecto.
Art. 3. 0 En el caso de castigo por dao inferido a un habitante del pais, la circunstancia de pertenecer ste a la raza indjena ser considerada como agravante para la aplicacion de la
pena.
Art. 4. 0 Toda servidumbre o contribucion exijida al indio i
no impuesta a los demas, ser considerada como de dao pblico o como tal comprendida en el artculo 8.0 del Estatuto provisorio.
Art. 5. Los prrocos en sus respectivas doctrinas darn por
tres veces, a lo mnos, lectura solemne a este decreto, que se
publicar tambien en lengua qtdcltzta i aimar para conocimiento de todos.
Art. 6. 0 Encrgase a las autoridades locales, bajo la mas estricta responsabilidad, singular celo en la observancia del pre~ente decreto.
Los secretarios de estado en sus respectivos despachos quedan
encargados de su ejecucion.
Dada en la casa de gobierno eu Lima, a los veintidos dias del
mes de mayo de mil ochocientos ochenta.-N. de Pirola.-.El
secretario de gobieruo.-Nemesio 0 1begoso.
0

-416-

V.
DECRETO 1 P-ROCLAMA DHUJIDOS EN QUICHUA A LA RAZA
INDJENA DEL PER CON MOTIVO .DE LA DECLARACION
DEL PROTECTORADO.

NIGOLAS DE PIEROLA.

Apu-camachicuk jefe supremo sutiyok.

Unanchaspa:
."aupaknekempi-Imaidan nokanchik ucupi, indio niska runacunap, huinay cunanpas, n'acariynincu, cansaynincupi kolloehiska pisichaska caskancu, chekan hatun cutichinacta manan:
Iscaynekempi-Imainatakmi cunan aukanacuypi caspanchiktaycu, mana aticunchn cayman aucuy yuyay churaita hatunchayninman hina; manan chayhuanpas hinallactaka sakenachu:
Chairaycum, ashuan hatun atiyhuan callpachaska caspa.,
kellka Camayokcnnap, Consejo de Secretarios de Estado
niska, huccusca ricchayninhuan:
Camachiui:
N aupaknekenta -Apu-Camachik <tJ efe Supremo caskai tam
hvcllani indio runap amackchaken, yanapaknin Protector de la
ra~a indijena cayniyhuan; Caytam cunan suttincani: chairaycutakmi cunanmantaka hinacta sutichacusak, hinactaka rurasak.
Iscaynekenta-Llapa indi runacunam sapasapannin, tantanacnspapa, atiucu nuka quiquiyman huillacuhuayta munaspa rimaspalla, manachairi kellkapipas; camachicuknincunamanta
muchuslancuta, kollochiska, mana cuscachasca caskancuta; pi~
pas, imayna atiynikokpas cachan chay camachikukcuna. Hina
captinri, mana cnk hina cankacu, chay runacnnapak, naupak
camachi-kellkacuna:
Quimsaekenta- Maypachan pimaykantapas muchuchina

417canka indio-runacta kiriskanraycu, chaimycum ari ashuan hatun


muchuyta muchunka:
Tahnaekenta-fucuy mitta, chekacuypas iudio-mnaeuna-
llaman churaska, huccunacta pampachaspa, hinantin .kiri hinan
ricuska canka: clutypachatakmi chek:-tnchaska cauba Estatuto
provisori op pusakileken simipi ca machi ska,m:
Pislmekenta-Llapa curacunaman sapa.sapanoim llaktancupi
cay camachiska ta quim sa en tilla pas, su ttiuchanka.cu h cJ tn n simi pi, tucuy ruun cnunp yachayninman clw.y,man pak. Clw.ypakmi cay catnachicuy kellka, kecilua simiman a.imaranpas ticraska
can ka:
Soctaekenta-Cunacuchnn llacta camachicukcunarnan cay
camachiskata sinchi ynyayhnan huntanancupac; yallinrak, mana
hinacta ruraptincuri payounam huchachaska canka,
Cnuaskam cancu kellka Camayokcuna, Secretario de Estado
niska, comachiskacta sapasapanniu atiyuincupi hnntaehinaccupak.
Limapi-Palacio de Gobierno niska hnasipi, kuska: hucnaranka pnsakapachac pusakchuncayoc huatap, iscay chnnca
i~cay niyok Mayo qillap punchauninpi.
Kellkaska.-N. ele Pi1ola.
Kellkaska. - Nemesio Orbe,roso, Camaehicuypi kellka camayok.

VI.
CAH'I'A INEDlTA Dll: UN PA'rft!OTA DF. HUANCAY O AL H:NERAT. ~ILVA
J~N LIMA O~'IU!ClENOO~E PAHA L~: VANTAR UN.\ DIYIS ION

1m LA snmnA

Refior jeneral don P echo Silvn.


Mi distinguido i querido amigo:
Sabe tl:ited mejor que yo, que los tristes i sangrie tos contrastes del sur, la rnui prxima situacion de Lima, la urj encia
1IIST. DE LA C. DE J.JM.,,

53

418 -

de salvar a sta, i con ella L[ pas eutero, i la obligi1cion que


tenemos de vencer a Chile ~ e n nnestta propia casa son motivos
que nos mandan imperiosamente tornar
armas sin retardo
posible, para triunfar o s ucumbir, ta l como lo q niel'e el pas,
reco rdando ~ la vez el ftlto i patritico propsito del jefe de l Est ado. E s pam ello i acced iendo a, la opin ion reforzad a por person::ts co mpetentes que le dirij o sta, s:tludndol e i presentndole
mi pobre continjente, i en la que nada nu evo encontra,l' ust ed
si no es el r ecuerdo de hechos i sent imientos.
E s nna axioma al alcan ce de todo s~ que en el robustecimien to
de nu estro ej rcito est. la victoria ; por consig uiente, el g ob iemo
co mo el pueblo, n o puede ni deb e t ener mas ocupaciou q ne alistar soldados, i esta mision es m as exij ente desde que debemos
suplir con el nmero la f,\lta del buen armaml:lu to. P ero si lo dicho es una verdad, no lo es m no&la nece:>idad de dos ej rcitos :
uno fuerte, numeroso, escojido, i otl'o ele todos los cuerpos de
ltima organizacion; aqul ajente primero i fuerza activa de totias las operaciones del sitio, i ste fuerza de reserva; el 1.
acampado en Lima, i el 2. 0 en sus alturas; como lo son, los tenitorios del departamento de Junin que miran a la capital;
ngul compuesto de todo el ej rcito activo de esa, i ste ele la
reserva movilizabl e. Ahora bien: de estos dos ejrcito!> mandados levantar por clecre,to suprem o, exist en el 1.r i el 2. tal vez
en va de organizaciori lenta (aqni no); es por tanto mjentsimo
yuc se form e la, reserva movil.izable, para que desempefle la~
m il operaciones qne la plaza i fu erzas sitiadas demanden, para
aseg urar el triunfo i castigo al chileno.
E f' opinioo j eueraliz:1da que cu alquiera que sean las combinaciones Jel en emig-o eu Lim a., es evidente su fraca so ;.si. se tien e
reunida la reserva movilizabl e, en alguna de las provin cias
prximas a esa ; porque usted mj or que yo prevee que la exi st encia i oficios de la reserva est llamada a prestar al pa; in comen surables servicios ; por consiguiente, con mi patriotismo solo
deho pedirle por que la reserva movilizable se organice de preferencia en.Jos departamentos del centro, nica fuerza que tendr
siempre entrada en Lima, cnal e~ q ui e r a que sean lafil emerj e n ci a~

bs

-419

del norte i snr. As los cinco departamentos del centro rue usted
conoce, respondetn fcil i cmodamente ' con una fuerza de
10,000, soldados los que en las alturas de J unin, pueden ascender rpidamente en 24 horas a ]as comisiones que se les enco mendaran.
Esta idea, que no concentra las fuerzas activas i reservas en
la capital, ni mantiene a las segundas en sus pueblos sin objeto
inmediato; los utiliza de la manera mas importante i satisface
las exijencias de la prevision, supuesto que en la guerra la prevision es la victoria su falta la p rdida, como nos lo manifiesta los contrastes de todo el ao que dura la guerra. Pensando
as, creo que el talento previsor de S. E. in'\. mas ljos i mas
directamente con la reserva.
Pero ya sea en esta o aquella forma, mi propsito es cooperar
al gobierno i a usted en la defensa nacional, y<t que por causas
independientes de m, el comandandante jeneral Duarte, no recibi mi aceptacion para formar i comandar el batallan Tayacaja, segun la adjunta, esto es, que deseo hacer lo que ayer quise
hacer para cumplir. lVIe comprometo, pues, a forma,r en este departamento dos batallones de infanter.h, i un rejimiento, en el
menor tiempo posible, de la reserva movilizable de este departamento, se entiende, si S. E. el jefe supremo acepta este acto
ele mi esfuerzo, por intermedio de usted que lo soli cito. O en su
defecto, si aun fuese necesario nn batallon o un rejimiento del
ejrcito .activo, para marchar a Lima, tambien lo formar en el
dia, pudiendo comunicar que en tal caso hai vecinos que se proponen costeat el vestuario o los caballos, debindole en todo concepto, por la splica que le hago, de que formadas i entregadas
dichas fuerzas por m, lo nico que apetezco es servir en ellos
de simple soldado; i por esta suplico, a usted que me conoce lo
bastant~, se penetre de qu e solo deseo i aspiro no servir con
b vergenza de no haber hecho algun sacrificio por la defen sa
de mi pas.
'r ranquilo con b persuasion d~ qu e e~ta carta ser vista por
u~ted, con el testimonio de- mi estimacion i deferencia para cou

su persona a la vei que la. espresion ele mis sentimi entos, me


es grato complacerme en haberle saludad o como sn mas deci~
dido amigo i S. S.

Pedro P. Arana.
Hnancayo, julio 30 de 1880.

VII.
CARTA iNEDITA DEL PATRIOT A CHILENO DON JOAQUIN ,\. HERmDA
SOBRE EL INTENTO DE CAPTURA. DE LA. GOLETA. ~CENIUQUETA
POR UN GRUPO DE CHILENO S EN PANAM .

Panam, mayo 10 de 1880.


Seor Benjarnin Vicua lVIackenna.
Santiago .

Respeta do seor:
Por los nmero s de El 01onista, que incluyo, as como por la
nota oficial de nuestro cnsul jeneral en sta, podr enterars e
del odioso i arbitrar io atentado de las autorida des de Panam
con grave ultraje i perjuici o para la causa i nn.cionales de
Chile.
En dos palabras dar a usted cuenta de los hechos.
' Despue s de haber dechmd o el gobiern o de Colombia que los
belijera ntes del Pacfico teuian completa libertad para hacer el
embarq ue de pertrech os de guerra, la accion tle nuestros diplo~
mticos se redujo a pro !estar de ef.:a in consulta resol ucion, que
est en contradicciou con uno de sus artculo s de su tratado con
Chile i a repetir sus protesta s cada vez qu e se teuia conocimiento del emuarq ne de armame ntos para el PM.

-421Pero como protesttt.s son protestas, como nos?tros decimos, i


no tienen casi ning-un valor cuanr.lo no son debidamente apoyadas, bu!:lcamos el medio de !:laca: partido de la declaraciou del
gobierno para contrarrestar los esfuerzos de los ajentes peruanos
i resol vimos en consecuencia, haciendo grande::: sacrificios, org-anizarnos unos pocos, de acuerdo con nuestro cnsul, para cortar
el paso en alta mar a los buques que llevasen arma para el
.PertL

Al efecto fletamos el pailebot San Ramon, i debidamente provisionado i tripulado con nueve chilenos decididos a acometer
tan atrevida empresa, sin contar al que s uscribe, que tenia el
carcte t de primer jefe i al seor Guillermo F. Whiting, dig-no
i honorable comptttriota que acept el cargo de seg undo, n os dimos a la mar el juves 5 de mayo a las once i media de la noche i nos dirijimos a la isla de Taboga, distante doce millas de
Panam, a donde quedamos en observacion de la Emiqueta,
que deba salir en la madrugada del siguiente dia con un cargamento de armas mu valioso (medio millon de pesos, mal:! o
mnos.)
Nuestro objeto, como usted comprender, no era otro que el
de cortar el paso a la Enriqueta, fuera de lrzs aguas de Colombia i apoderarnos de ells. por la m zon o la fuerza .
A las 8 A. M. del da siguiente avistamos como uiez millas
de nosotros a la deseada Emiqueta i nos dispusimos a seguir su
rum~)o; pero no bien obse rv nuestros m ovimientos, larg todas
sus velas i viento en popa, principi6 su hazaiia ... de coner a
todo trapo. Nuestro velero b<trquichuelo le puso proa i principi
la caza.
A la 1 P. M. habiamos estrechttdo bastante la distancia por
lo que se le vi cambiar de l'llmho en distintas direcciones para
tratar de burlarnos. Mintms tanto nosotros seg uamos acortando la distancia i logramos ponernos a tres millas escasas de lla.
Fu aqu que di6 rumbo al norte i empren di su regreso a
P anam, como su nico medio de salvacion. No tenan valor
vara defender.ie a pesar de su inmensa superioridad i vergonw-

422 -

!lamente malograban su importante comi sion, volviendo a buscal su foudeadero al lado del buque de gnerra ingles!!
Efectivamente, a las 6 i media P. M. fondeaba. en PauanHt i
nosotros resolvimos hacer. otro tanto, pam comunicamos con
nuestro cnsul i tambien para proveemos de agua i de un bote,
pues no teniamo s ninguno a bordo.
Al pasar por la popa de la Enriqueta en demanda de nuestw
fondeadero, . fuimos S[tludados con 20 tiros de revlver i rifle,
cuyos proyectiles silbaron por nuestras cabeza s sin habernos
causado ning un darlO. R ra esta una valentonada mui propia de
peruanos . Auuqne me cre a utorizado para contestar sus fuegos
i aceptar su provocacion, me opuse e\)rjicamente a lo deseo.
de la tripnlacion i no se hizo un tiro de nuestra parte para no
1bt lngar ni nl mas peq uelo motivo ele queja i pretestos a las
aut&'r idades de Panam, en cuyas ag uas estftbamos fo udeaclo:; i
que por consiguiente debamos respetar.
Fondeamos 'a las 7.20 P. lVL a mu corta, dit~taocia de la Emiqueta i la noche pas a bordo de nuest ro bnrue sin novedad.
A las 5 A. M. del sig- uiente da 7, se present una embarcacion venida del muelle con treinta soldados ar mados i al mando
de un coronel i dos oficiales. Antes de llega.r a nuest ro costado
se nos impuso rendicion a nombre ele las autorid ades martimas,
i asegur al coronel que me renda con la correspo ndiente protesta.
P ed gara ntas i el mejor trato para n uestra jente i recib la
promesa de que todos seria n tratn.dos con las mejores consideraciones.
La tropa armada subi a nuestw bnque i se me exiji la entrega de las pocas armas que hab ia a bordo. Las entreg u i en
seguida desembarqu con el 2. 0 seor Whitillg i nos wese ntmos al j efe martimo, q nedaudo tocla la fuerza a bordo para cttstodiar nuestro buqu e i tripulacion .
No eneontramos n.l jefe i prometimos reg resar tt las 9 A. M. ,
hora eu qu e nos inJicaron llegara a la oficina.
!Vlintras tanto pasamos libremente a ver a uuestro cu:ml

- 423 para darle .c uenta de nuestr:t comision, lngmda en parte con


tanta felicidad, i para lWC\'enirlo del arbi t r:trio .procerler de las
autoridades.
En casa del cnsul supimos que el jefe peruano que clil'ijia la
Enr iqueta habia en loquecido. Fatales consecuencias del miedo!!
: A las 9 regresamo::; a la capita.na, i recibindonos afectuosa mente el capit.ltn nos dijo 'lile se ocupar a de p.sa r ;; u inform e
mas tarde, sin ex ijimos niugtFl!t dec!antcion i miot ras tanto
n0s intim de ponernos presos en nu estras casa." bajo palctb1a
de lwnor. Le di~os la promesa de hacerlo.
A las ll del dia se nos notific rden de prision por el jefe
mar timo, por el pretendido delito de infraccion clelTeglamento de
polica martima. i Ridculo recurso inventado torpemente por
el ajente peruano, quien ha. man~jado todo;o los hilos de este
asnnto i es consejero oblig<tdo de las autoridades locales en
cuanto tiene relacion con los inter eses del Per!
.;' Ofrecimos 'end ir ht fianza q ue nos exij iera, pero no fu aceptada, porque el p eruano querin. tener el gusto de que se nos
apresa:;;e i e;;talm en su mano conseguirlo, Y!t q ue las tntorida.des
le per ~en ece n en cue rpo i alma, se ent iende, por el cor respon di ente ama1ilto.
U u coronel nos condujo al cuattel de polica i :fuimos entre
gados como prisioneros al jefe de dicha fuerza. Han p<tsaclo tres
dias i no se nos ha tomado ning una declaracion ni le vantn.do
i nstructiva o sumario alguno; pero s se nos ha cambiado de
prision i se nos ha tras h~d ado al cuartel del :-!." ele lue:t.
Sabemos que los mentores i consejeros de la aut ')[idad andan
en grandes apu ros pam clasificar nue stro delito i q ne uno de
ellos, el cn sul, morir de rnal pal'to!
Tales son las considerac iones i garantas qae los chil enos en
contramos en el pas clsico ele la libertacl!
Nues tra jeute ha co rrido la misma suerte qne nosotros i toda
se encuentra presa en la crcel.
E!egun creemos, nuestra prision no pasar de uno o dos das
mas i esperamos se r puestos en libertad para hacer nue stta ill <\S

-424en1jica protesta i exijir el pago de una fuerte suma i la destitucion de los funcionarios que han tomado parte, como justa reparacion por la injuri~ que se nos ha hecho i los perjuicios que
hemos sufrido.
Igual cosa har. toda la tripulacion del San Ramon.
'l'otlos esperamos confiadamente que usted con cabal conocimiento de los hechos, que protesto a usted ser exactos en todas
sus partes, formar SLl juicio i se servir hacerlo ' llegar al conoci!lliento de nuestros compatriotas, como mej or se lo snjiel'a su
..... . ...... intelijencia i su bien probado amor a la patria.
Conviene adverti r que a fin de que no recaiga sobre los espedicionarios ninguna sombra de criminalidad i para dejar en teramente espedito uuestro derecho a reclamacion, se dice en la
relacion que hace el Ctonista que dicha jente solo tenia el propsito de seguir las aguas de la Enriqneta con el fin de cercior:.;.rse si efectivamente el cargamento que couducia se llevaba a
Guayaquil, sin ejercer ningun acto hostil contra ell1t1 debiendo
a la vez procurar encontrar en su viaje al buque de guerra chileno que hemos dicho venia en camino a Panam.
Re pedido el arraigo del buque i su cargamento i acusado
criminalmente a su comandaute por haber hecho fuego desde su
.
fondeadero sobre nuestro buque.
los planes
enteramente
Con este paso hemos desconcertado
de los ajentes peruanos i ya se ven enteramente perdidos e imposibilitados para seguir pasando sus armamentos.
Hemos logrado, pues, reducirlos a la mayor impotencia!
Es digna del mayor encomw la en;jica actividad con que
nuestro cnsul jeneml seuor Rivera J ofr, trata todos los asuntos que iuteresan a la causa de Chile i sus nacionales.
Otro tanto tengo que decir a usted respecto de la franc~t i resuelta actitud tomada por el estimable i cumplido caballero, seor lVI. R. de La Torre, redactor en jefe de El Cronista, en
quien ten emos un abnegado i valiente defensor de nuestra cara
patria.
AgradecienJo

it

usted a nticip:tJamente todo lo q ne se sirva

h t\cer en nuestro favor i rogndole se <ligue hacernos l:J.'l m cj ores- nclic<l.ciones para outener Jos buenos renJtados que bLtSCO.
mos, saluda a U el. respetuosn.mente, su segu ro servidor

.Joaquin A. Il:rmida.

P. D. Ultima hora.
Sabemos que los ajeutes peruanos ancbn con las caras amarillas. Han sido reducidos a b mayor impotencia i no pasar cin ya
mas armas, pu es el Lntn.sma. de los del San Ramon los ha llenado de pavor.

VIII.
ALG UNOS TELEGR.UHS SOBRE LA Rf,;MISION TERRESTRE D AR~lAS
DESDE LOS PUERTOS DEL NORTE A LIMA

Chancai, agosto 20.


Escclentsimo seiior jefe supremo: Maiir.na estann aqu los

caiiones a las 5 P. M., segun noticias del gobernador. Partir<.\


inmediatamente contando con los material es que viene!l de Hua
cho i ayuda del pueblo i h acen dados. Suplico mande al seiot'
Cilley los materiales q ne le he pedido desde hace tres clins. Ca.m ino lo t engo bien arre_; lado. Espero buen 6xito ca mi cornision.-.A. Benitez.

-.--Jluacho, rt!JOSto

2~1.

E scelents imo se uor j efe s uprem o: A y er, al embarcarse el coronel Lnrrnag a, m e en carg avisar .a V. E. el m om ento en qne
saliera b. cspedicion cond uci c:Hlo Lt, carga lti!na ll eg ada. Eu
Hl fiT . DE LA C. DE LnU.

5:!

:.._ 42G consecuencia tengo el' honor de deci r a V. E. que en este mom ento salen para Chn.nchn.i p ot el camino de Visquim h1 cargo
del satj ento mayor don llaf',tel Col>os, die~ caj ~n es, uno de ellos
uel peso de cinco toneladas i todos en perfecta. condiccion. -En-

rique R r..IJCS.
A.ncon, agosto 29.
Escelent simo seior: En vista. de las rd enes telcgr.ficas
de V . E. al seor co tonel Cano dir a V. E. que h espedicion estart't en la parte bnja de la cnes ta ue Piedras G ordas
el mrtes en la n oche, segun confe rencia que en la mailana h e
tenido con dicho coronel. Pa!'ece que los trabajadores le van escasean do, que la falta de rec ursos para la villa Lli lugar a algun
(lesu.liento, pero ya todo ed'L remediado. Le r emito en estos mo. m entas algun os barriles de agua i dos carg as de lea. Anoche
'}lU SO a mis rd enes un piqu ete de caball er1. que 0omuni caL:L
w i.s :tw.Lsos.-Dios g uarde a Y . E. muchos aos. - Pedro F.
:B am:c:::..

Chancai, setiembre 5.
( 1.~0 P. lVI.)
S eor Enri q ne E sr>inosa, secrebir_io privado de S . E .: Llegu
~moch e ; h e hall ado carg ameJ1to timdo a In. ori ll a de la mar, espu esto a ser t omauo por el cnen:igo, pues aqu no hai u n solo
l1 omb re aTmf].dO que lo on sto die. Mintras ll egn. la clivision N o.r.i ega para emprender la marcha, he h ech o Yenir el tren de Palrpa. i proceder a intemnrlo hastn. Huar l, diEtante tres leguas ele
Ohan ca i, donde lo creo mas seguro, mintras ll ega la di vi:- ioll.
All dejn.r un empleado con hombres d el pneblo a cargo tle l
cal'g<<rn.e.nto. Yo me paso con los Llemas inj enieros a estndiar la
cuesttt d e H na clw, conform e a lo onh.:nado p or V . E . IJ c ru eg0
no se ol vie Je los vveres qne para b marcha. me cf'rcci nsteJ

427 -

mandar pn.m los il~j en icros . Co noz co ya la carga que Llcbo conducir i tengo h con viccion que saldr bien en mi comision. -

.Adriano Brmit e.z.

NUEVOS C ,\ UGA~IEN'fOS D!i: AR:\IAS EN DICIRi\fBRF. .

P aita, diciembre \) de 1880.


Excmo. seior don Nicolas <le' Pirola: :Mircoles 1;) me remi te n J e Enrop n. por el vapor de Panam. 320 bu! tos mercade1as. Suplico a V . E. onlenn.r aJ capitau de es te puerto r eciba
e::;tn. carga en balsas i t ngttnln. 1.1entilando por prec\~n cion.--:

Fenzr.tndo VeJct.

CA PITUL O XII.
EL Sli\HESTRO DEL L0.6..

El bloqueo del Callao durante el mes de junio.-Llcgn. n el Loa i el L amcr.r


con h eridos peruanos i pertrechos.-L a Presirr. i la. flotilla ele hc roi nn.s
araucanas. -Viaje del Limciia a Arica i su regreso h:~jo la cr<~z r oja .Los funerales de Bologuesi i lVIoore.-Los t orpedi skts pcru:tn o~ i sns
esf uerzos por volar las n<tves bloqueadoras. -La divi sion de t o rpcdis tas
del ministerio de Fomento i la del min is te~io de :Marina..-El qumico
Cuadros.-Avi so que se trasmite a Chile describiendo el' totpedo que
vol al Loa i anuncio oportuno que hizo al almi rante d presidente de. la repblica.-Mi sterio.-Teleg rama converj cute de Pin l'la.- -El capitan P eiia del L oa descubre el bote-torpedo e n la tarde de l 3 de j ulio i serlirij e a reconocerlo.- E l t orpedo iba destinado al Blanco.-Alar m :}s n;
bordo.-El segundo d el buque, teniente l\1artinez, i el p iloto E s tabell
manifiestan sucesivamente sus temores al capi tan P e1ia, i ste bmscamente los rechaza.- Carcter i au tecedentes de este clesgmciado oficial.
-Se cumplen sus rde:1es i se produce la e.>plosion. sumerji~nd os e el
Loa con horrible e~trago. -Obs tinacion del capitan Pe .i a auu pn.ra salvarse.-Sooorr o de los n eutrales. i len titud de los buques chile nos p ~tra
ocurrir al sinies tro.-Uiento diez :nueve v ct ima~ .-I:.os gnardia-n:l'lJinas :Fierro, Huidobro i Oportus.- Et injeniero Cuevas.-Teleg mma.s
inditos sobre el hundimi ento del L oa.--. El bloq ueo dnmnte ol mes de
julio.--- Los buzos del B ta:nco i los tiburones en ('1 fond o del Loa .--1:~1
1eiuo de la niebla.-Tedio i enfermedades.--El bloqueo en agosto. -Se
iutima el bloqueo d e Chorri llos i los botes de l .Amuzona.s son r ecibidos
a balazos sin quQ se h aga f uego a los de t ie ,:a.- - Lc>s bombardeos de l
Angamos el !lO i el 31 de agosto i ell. 0 i 2 de se tiemb te.--Est.agos en In.
lhlio n.~La lnnc.ha U1cos den')ta, ;;egun los poru:tnos, toda la escnadm.
chilena . -~Combate del 4 de setiembre i prdida de la l ancha peruana.
Lima.-L:J.s opern.ciones del b loq ueo hasta mediados de se t.iembre --.Noble entereza del contra-almiran te H.iveros i j enerosa re~ignac i o u de.
n11estros m a rinos.-E l Cochrane llega al Callao i se marcha a Chile el
lluscar, paras(l r por la segu nda vez repn.mdo.---El con t rato Beausejourbcl::ogaray para volar los encorazn.dos ohilenos.-To rpedos i torped'itiJ.

I.
Desde que en ht maflann del l. o de J umo se

-429-

apareciera en las aguas del Ca1lao el nviso El To?"O, emisario ele gratas nuevas para. los ya fatigados bloqueadores, el asedio del puerto volvi a su
antigua, inalterable i estril monotona. Las nieblas del invierno se asentaron como un sudario
sobre la costa; i as, a manera de fantasmas, cruzando entre las olas i el espacio, permanecieron
nuestros sufridos marinos durante los meses de
junio, julio i agosto que en aquellos parajes son
l n solo nublado.
De cuando en cuando, la llegada de algun trasporte que traia noticias del hogar, peridicos, municiones i vveres frescos pant las esculidas bodegas de los buques, era toda la variedad i toda la
alegra de aquella operacio de guerra tan justamente cada en desuso i que tan funesta fn parct
Chile desde el bloqueo de Iquique.

II.
1

En la maana del 22 de junio se present en


la rada el rpido trasporte Loa, despachado de
Arica el dia 16 por el jeneral en jefe del ejrcito
chileno bajo la Cruz Roja i conduciendo 510 heridos ele los combates de 'racna i Arica. (1)
(1)

REPni,ICA m;; CIIILE.

JENERAL EN JEFE DEL EJRCITO DE OPERACIONES

Ari ca 18 de iunio de 1880.

E):! el

Cl'llCero

Loa se han embarcado, ror disposicion de' mi

-400-

El din 29 de ese mismo mes llegaba al cabezo


de la islEL el porta-torpedos l?resia, lancha a vapor, de dos chimeneas i de rapidsimo anclar, aclquiriL1a en Inglaterra, que venia a remplazar a ht
perdida Janeq_u eo, a cargo del entendido i bizarro
teniente don Hamon Serrano ~1ontaner, hermano
del cc abordaclor. La irresa era susceptible de recorrer hasta 21 millas en nD.a hora, i babia. hecho
la tra vesia desde Valparaiso por s sola. Por lo
demas, los nombres araucanos de la flotilla sutil
de Chile en las aguas del Callao, la Jcmerueo,
la Guacolda i la Fresia, no se avenan mal ciertnmente, a virtud de las leyes de b poliga.J11a que en la. tierra de aquellos hroes rije todavin, a t.i!1a flota mandada por un alm irante que se
1

lla,naba Ga1. va.nno )).


Hizo su a.paricon algo mas turde el trasporte
La17W1\ conduoiendo vveres, pertrechos i sesenta.
heridos del sur.
En el intervalo do tiempo que medi entre
los dos trasportes chilenos, se diriji u Arica el
gobierno, los so1dn.Jos perun.nos qne resultaron h-e ridos en las
lmtallas de T:wna i Arica i que se hallan en estado de embarcn.rse, pn.ra ser entregados en el Callao tt las autoridades de esa
reEbli ca.
Vnn asistidos por ciento veinte individuos de sus propias nmlmla1Cas, ctyos jefes preseu tariLu n. V. S. la listn. nominal de
t odos ell os.
Dios g qn.rdc a V. S.

Jli wmeZ Baruedano.

-431-

Limea, trasporte peruano, para acarrear los ltimos restos de los enfermos i mutilados de las
bata,llas del sm. Solicit esta gracia, pot conducto
del encargado de nego cios clcl Brasil, sefior Mello
e Alvin, el presidente de la Cmz Roja del Per,
monseiior Roca; pero este sacerdote, mucho m<ts
engredo i atrabiliario que cvanj lico, se hizo reo
ele poca, clelicaclez[t al confiar el mando ele aqu el
barco, despachado a una mision de gracia, l traidor Cross, que haba sido espulsaclo del servicio.
de la compafla inglesa de vapores por sus innninerables infidcncias durante la guerra. El representante del Brasil habia solicitado aquel fc.tvot
con apre~1iante s palabras ele hnrnanidttcl e-l clia 11
de junio, i habi endo acc~cliclo el aln1irantc por
nota del dia siguiente, el buque peruano se hizo <t
la vela, como el L~xm en enero, en su mision ele
consuelos i dolores, el 24 de junio.

III.
JHicntnts esto suceda, el L oa se habitt atracado
al Blanco para entregarle su c<:u ga ele p ertrechos
i caones, inclusa una picz<t ele a 70 de retrocal"g<t
des tinada a aquel ucorazar1o; i verificaclc.t en gran
parte esta operacion, qued el trasporte lmcienc.1o
la guardia del puerto al mando <b sn comancbnte
el capitan clc corbeta don Guillermo Pefb, natnru1 de Concc p<.:ion.
'

IV
Hasta esos clias i durante cerca de tres meses,
los pern'anos no haban alcanzado ninguna fortnna con sus ponderadas defensas de t orpedos fijos
o mo\'bles. Existia en el Ca.llao una numerosa division de torpedistas de di versas nacionalidades i a
cargo del relamido ministro de fom ento Ec-hega-
ray. Haban los ltimos sembrado la baha de todo
jnero de mquinas infernales, sin que ninguna de
ellas causara el menor mal a los bloqueadores i
ni siquiera a los neutrales que en ello, por sn
proximidad, corran mayor riesgo, si bien tenian
stos una Z'. ma fijada para su estada i aun para
sus conflictos.
Esto no obstante, eran aquellos aparatos tan
mal construidos que habiendo entrado al fondeadero en uno Lle los primeros das de junio la corb eta de guerra italiana Arcltimedes,pas a lle~arse
con su quilla un a red de torpedos, ninguno de los
cuales hizo esplosion; i esta fn la historia. ele
aquella tan t emida arma -de guerra desde el comienzo hasta el fin de la campaa martima para,
uno i otro belij erante. A la vcrclad, logrronsc por
los peruanos nicam ente aquellos que nuestros
marinos por cnlpable incautcla o voluntrrriamcnt e
se echaron encima para Yohr en astillas, seg nn
aconteci al L oa el 3 do julio, i al Covadonga cll3

DON PATRICIO LYNCH


Lit. P . Cadot. Hurfnnos 25

RAFAEL J O VER ,

editor

-433-

de setiembre. A su turno ~ los buques peruanos no


volaron sino por su propia dinamita. en la tenible
noche del 16 de enero de 1881.
Llegado es por tanto el momento de narrar el
primero de a.q uellos desastres.

V.
D 2scle que la corbet t O' fll.fJ.Jns hn,hin. entabln.do a fines <le 11ll)'O e l l> !o ruo (1~1 p ~l ~t o d ~ A ncon, rlistctnte del C.tllao so lo cin co L~g I:Ls i ea:;i a
su vist:t, los p ~ tn ; tn os se lubian esfvt.~ t h ~ n q ~ I e
marla por med io ele un bmlob inj et 1osa:n~ate
ptep :t rado: p3rO esta noticia Jleg.J a C:1 ile p:-n n.lgun oficioso o hien p :l g<do aviso, i el ptesi(lente
de la Repblica lo trasmiti por telgmfo al gobernaclot de Iquiqne a fin ele que fuem op : Htunamente comunicado al almirante de la. escnaclra
bloqueadora. Segun parece, la nueva lleg al
Callao en tiempo oportuno, i el jefe de la escuadra, por d emas 'reservado, se limit a comunicarlo
al capitan Montt que bloqueaba a Ancon en la
primera semana de julio. El aviso exac to i sc.Llvador, que solo se di en la rden jenera.l del dia
4 de julio, clecia testualmente as:
Oden del dia.-Juli o 4 de 1880.--Por telegrama S. E. dice
lo que sigue:
<.En Ancon preparando jven rY[anuel Cuadros un .;egnndo torpedo, apesar de haber tenido un fin. desgraciado el pJimero.
HST. DE LA O. OE LIMA

5G

-434He oido decir que el torpedo es de esta manera:


Se compone de una lanch:t grande de vela, cargada con comestibles, carnel'os, etc.; al quitat el ltimo bulto hai un resorte
que har reventar el torpedo ( 1 ).

Los peruanos no se daban, en efecto, por vencidos en sus ardides, i pam ello contaban con el
injenio i persevera ncia de un jven qumico e injeniero de minas que habia sido educaclo en un
laboratori o europeo i tenia gran csperienc ia i habilidad par:l, el manejo de los mistos. Crese qne
este entendido manipula dor fuese el ya nombrado
qumico Cuadros, hijo nico de un caballero areqnipeo de su mismo nombre a quien conocimos
en 1860 ya. mu anciano, i que casado en,la familt del rico minero de Huaneav lica i lV[ol'Ococha
1\:fr. Flucker, tenia tanta pericia como r.audal i
tiempo disponibl e para sus ensayos.
El jven Cuadros, que prepar los torpedos del
Loa i de la Covadonga, no pertenec a a la di vision
cosmopol ita del ministro Echegara y, sino a una
seccion de voluntario s que trabajaba n bajo la h( 1) N un ca se snpo tnien haba mandn,do a Chile con veinte
rlius de anticipacion nn aviso tun certero. Los peruanos, que de
to(lo culpaban a los ingleses, como en tiempo de L orrl Coehraue
i de Pezuela, han atribuido la noticia nl ministl'O de S. M. R.
Saint Jhon, o mas propiameute a su secretario que se mo~tru
ba adicto a Chile. Un ingle.; H:uris, duefw de la fundi<:ion
de gnlerws de plomo de la isht de San Lorenzn, que IJ~jaua frecnelltcmente tierra, pasaba por un espa doble en los dos campos, i talvez, sin prettn<krlo, ]9 era. Segun revelaciones perua.
na~, los franceses guardaron n.hs,Juta neutmlidad i Jos italianvs
i a.mel'cauos del norte una neutmlidad simptica al Pen~~

-435-

bil direccion del subsecretario de m?.rina don Leopoldo Sanchez, jven de distinguidos antecedentes,
i a la que pertenecan el capitan Uortinez, el teniente de marina Oyague i otros entusiastas.

VI.
Con el propsito de tentar la gula de los bloqueadores, azuzada por una cruel vijilia que duraba ya el doble del ayuno de los santos en el desierto, dironse .los torpedistas peruanos a lanzar
pequeas balandras i lanchas de cabotaje cargadas de apetitosos comestibles, gallinas, pltanos,
verduras: arroz, patos, camotes, un verdadero banquete de Tntalo confiado al azar de las olas desde sus caletas; i hai motivos para creer que tal
propsito babia sida puesto en ejercicio desde los
primeroR dias de junio, porque con fecha 11 de ese
mes encontnJ,mos un telegrama del dictador dirijido a las autoridades de la costa seteutrional del
Callao, que testualmente dice as, datado a ]as do ce de la noche:
ccPataeio, junio 1 1. de 1880.
Seor colllandunte de fuerzas estacionadas en lnfautas :Prevenga .U. inmedicaamente a las fuerzas que guarnecen la co i:l- .
ta de Bocanegra o Marquez que si alguna embareacion meno1
llega por all no la hostilicen en manera algun a . - PIROLA.>)

Era "ta la misma embarcacion que veinte


dias mas tarde ech a pique el trasporte Loa?

,. /

436 -

Lo ignoramos, pero es mas que posible que esa


n otra semejante rondara desde esa poca con
aquel intento. Personas que por su inmdiacion
al dictador han podido saberlo, aseguran que el
verdadero i bien meditado objeto de aquel . torpedo era e] buque almirante, porque los astutos torpedistas del Callao tenan bien o.bservado que todas las presas que se hacan en la baha eran llevadas inmediatamente al costado de aquella nave
i a su bordo se ejecutaba la descarga.

VIII.
Sea ello co:mo fuere, lo que est suficientemente averiguad\) es que en la noche del 2 de julio
una ' de esas halandms cargadas con esquisitas
provisiones fu dejada al ancla siete u oe;bo millas
al norte del Callao, con sus velas flotantes, como
abandonada de improviso i cargad<t con un torpedo de 300 libras de dinamita. colocado bajo una
falsa quilla, atado a un \ saco de arroz .que cubra
el aparato, i el cual, al ser Lmdo, provocara ia fatal csplosion. Tres quintales de dinamita equivalan a 45 quintales de plvora .

VIII.
Durante todo el dia 3 el traidor brulote se mantuvo desapercibido aun para los anteojos vjjilan-

-437-

tes de la escuadra, por mas que los peruanos, con


refinada astucia, le dejaran colgado el -relmen
al mastelero para darle horizot:te .
Al fin, i cuando ya la temprana tarde in vernal caia a plomo sobre la, costa i el oceano, el Loa,
que estaba ese dia de servicio i de ronda, se adelant a toda vela hcia el :qorte para reconocer el
estrao aparecido. I sin gular acaso! A esa misma
hora se desprendia de la playa un bote tripubdo
para recojer el biulob, por te:nor de qne zafndose de sus amarras fuese a estallar P.ntre los buques neutrales fondeados hcia el no1te de l<L bahia. Cuando los r ~ rneros pemanos columbraron
al trasporte chileno que se dirijia a su perdicion,
regresaron a todo remo i desde la playa se pusieron en acecho.

IX.
\

Despues de navegar tres cuartos de hora a toda


mquina, el capitan Pea detuvo su buque sobre
18 brazas ele agua i orden al teniente 2. 0 don Pedro N. 1\'Iartinez fuese a reconocer hi balandra
anclada e inmvil a pocos cables ele su proa.
De&ele el primer momento naci a bordo en todos los pechos, desde el segundo jefe, que lo era
el entendido teniente don L eoncio Seorct, hasta el ltimo grumete la sospechn. ele que lo que
tenian a la vista era un torpedo. Hicironse en

1.

-433-

consecuencia jcnerales Lts conversaciones i los


comen t,uios i lusta las ap:.I ~ :.; tas sob1e el p:trticnlar. El peligro p:trecia t itn evitlente, que era
precuo cerrar \"oluntariament e .los ojos para no
verlo.

X.

.,..
/~;d.

Pero habia. a bordo un marino, uno solo, que


no abrigaba tales temores, ni oia aquello3 avisos ni
hacia caso, ni corno hombre ni como jefe, de ninguu consejo, i ese hombre era el comandante del
buque don Guillermo Pea .
El capitan P e a, hijo de un honrado a.dminis_r
trador de correos de Ooncepcion, en cuya ciudad
naciera. en 1843, era, tom::tdo en conjunto, tin
buen marino, instruido, rqido i esforzado , compaero del curso ele P1at i ele Latorre, de Uribe,
de Montt, de Oondell i demas bizarros i cumplidos
capitanes de la armada. Pero allbase dotado de
una. ciega, obstinacion, de un propension caibrutal a los caprichos que una creciente falta de
sobriedad a vi \'aLa, l~jos de amortiguar. Notorias
s J habian hecho con este motivo en toda la escuadm sus faltas i sus traspis. Mandando accidentalmente el Huscm despues de su captura, habia
dado un fiero cncont1on al Abtao e!l Pisagua dentro de la lmha alumbrada por esplendorosa luna; bloqueando en seguida a Mollendo fu cau-

-430-

sa. de que ~e . ahogasen dos de los hcricos ma ~


rineros sobrevivientes el; la E:;n~ 3ra ld .t, por ha 1Jer
dado den d J p:ner el bn J:D ea 111)Virnie::l to
cuancb aqullos n:::> h:tbi:m sidJ n:.n iz:dJ_; E .1 el
combate de Al'iea negs3 coa su in vencible, canwterstica p:::>l'fb a co1tar el c:~.nno a b lanc h:t torpedo Alian:m., que logr6 cscrt?:trse por su s:>1a
culpa; i as cada cual en la escuadra hacia eauda.l,
por su parte, c~e algun grave rasgo de sus jenialiclades o de sus f<:tltas en el scnricio, dcri vadas todas de untt causa principal:-lcL totp::!za d ~ la obstinaeion. A la verdad, no hab1ia sido posible encontrar en toda la flota de Chile sino un b ~uco a
propsito para ser mandado pot' aquel desventurado marino, i ste (por su nombre al mnos) era el
1"hro ... Se ha asegurado ac.lemn.s que el gobierno
babia. manifestado su mas decidida voluntad para.
que el capitan Pea no estuviese en la mar, i se
le destinaba a la capitana de puerto de Talcalmano, donde en breve de heria casarse con una
seorita de Concepcion (1 ).
(1) En una cnrta fechada en l\Iollenuo a lioruo clel Huscar
el 15 de eneo do 18~0 se hacia pot uno de sns oficiales los cargog mas graves ul c:.tpitan Peila, i entre much os otra los siguientes:
"lJe;;de que ;;nlimos de Valpamiso, comprend lo que era el
coman<lnn te Peiln., i no me he eq ni voca<lo e u 111 i juicio. ~~~ Pisarrna por pum tP!'pez:t le Ji(> un topon al Abt,w: no :,; cual~s
se~iau la s averas de e:<e buque, pero 11osotros -perdimos do;~ botes que se hicieron CJmpletallleute pedazo;: i se destruy UIHl.
parte de la toldilla.

Cuaudo nos vcnJ.mos a Mollend0, por l'ec.Liar ~~ ('ste pu~r-

. 1

440

Agregaban que S<lo el almirante Riveros le


sostenia como jefe i como amigo en aqnel universal denunc:io de su incompetencia. Funestsimo
error!

XI.
En viRta de lo qnc pa~mbn. i qnc n to clos infun-

to, ;e pa.;:' eie n o mn; rnill:t~ al n 11-te, i sn!'>teuia. rne no nos hn.uLttt"s p:ts:tdo, pu e:~ dec i:t qu e l elllll<: :L tlltti h, ell h C<~!'>t t.
N tili ..:a.l el IJio:w .. a l1~ :t ttt.ori .l.t le,; de M lleul' el di :t 30
ul! di ~.: i l! llt l qe , h 111" nr 111 t11eu i.l lt t.;t L ul di 1 , ,. h , com~tfen
do todn .int., de c!l:l.nd., lt:t das. I~n el di :t f 111d e:tln"s en la caleta de 'J\ t111bn, q:1c est:'t 1111 l'"v al Slll' de ~l ., Jiendn , i e11 la
JtOehe cr!IZ:IIIIUS l're11b a la Cs ta peru :tiHt a t111:t.~ uchent.:t. o cien
111illas i muth" nm,; al nrte de l11s l'llt'rts indie.11lns. Fit<:il es
Clllllpl'ellder (jlle t~t:t llO es la 111:111 erot d t~ tUantCilel' Ull b:o ..nell
ni 111nns <le ten l' ,ijil:ttH:i:t; 1'"~' ~~::; ta raz on los vapotes de la
carrem i cuu. lo.~ uq1.1es puu:.aws han penetrnllo en lo~ pn<'rtos
Lloqueau .. s ,:in dific:dtad algu11a, llevautlo cumunieaciuues, pasaj eros, yj,ertR, nr111:1~, etc., etc.
ttEstando un dia tiH td t!ad"s en T ,tmho, entn) a 1\follen<lo, a
nue:<tra vi,:ta i pa.cit'IJe<t., el vapot~ Santa, R osct que venia del
Callno; RP io se le notifid> el ll oq11eo cnando ib:t a t:~cguir su vi<tje al sur ... Qu tal? J>,,r nt1a parte, la~ hn clus a vela pa3au
diariameute de Tambo a M"lle11do, tle MolletHlo a Islai i, sin
embargo, nudie les estorba su camino.
<l Los trenes ,;e C!'liZ:tn :t cn.d:t momento tl'asportando soldados,
muuieiune,.; i vve1es ; tos clwl<~s fol'mn.n al frente de nosotros,
hacen sus ejereie ios i se LMta.II con toda calma; mas el seiior
Peftrt dice <pte es prudente no lt ostiliznrlos. Qu ~era de noso tros si se les ocurriese a estos b:'trbatos lanzarnos un turpedo
a u nas veinte milltt,;, o, lo q ue se ria mas es pantoso todava, h acernos una tl~scarga cerrn.d:L de fu sileda. qu e no dejase ttere
con cabeza a borda Je este buqu e?
~n fin, este bloq neo, bajo la tlireccion del actual jefe, es una
buena pamplin:t ......
Esta Cctrt:t public tcb en Los Ti ~mpos a fines de enero de 1880
fn ntrilmida al aRpirnnte de marina don Hicardo Ahumada, i
en el neto fn preso i eujni eiado por su iracu ndo jefe. El aspiraate Ahumada, tnlZ iutelijeute, es hoi secretario de la intendencia de Biobio.

-441-

dia natural recelo, el segundo del buque, Seoret, manifest sus vivos t~\mores al comandante Pea; pero conforme a su costumbre, ste se
encoji de hombros. Aun el segundo piloto del
buque, un sueco llamado Stabell, hombre sumiso
i complaciente con sus superiores, se atrevi a
participarle sus inquietudes, mas con el mi smo
resultado. El comandante Pea se limi't a decir
secamente: - ce Los peruano s no tienen derecho
para introducir vveres en el puertO:>> (!)

XII.
Mientras esto suceda a bordo, e advertido teniente lVIartinez, despachado al peligroso servicio
de reconocer h balandr<:t. sospechosa, se haba
acercado a ella con la mayor desconfianza i casi
seguro de que esconda un aparato de destruc cion, hizo pasar a su bordo un marinero llamado
Donato Castillo. I ste, participando, a su vez, de
la universal zozobra, cort con su navaja la amarra del ancla, por temo r de que al izarla se produjese una esplosion.
De regreso a bordo, el teniente Martinez repiti
sus justas inquietudes al comandatfte; mas fu en
vano, i al contrario, clir~jindose el ltimo al cas(1) Declaracion del piloto Stabell en el sumario sobre la
prdida del Loa.
1-l. DB LA C. DE LIMA.

56

-442-

tillo ele popa orden izasen la. sabrosa carga por


el portalon de estribor, . descendiendo ocho marineros al fondo de la lancha, agrupndose no mnos de sesenta de los ltimos en la borda para
. asistir a aquel banquete de los Borgias en las
remansas aguas que luego serian su horrible sepultura. La tripnlacion del trasporte se compona
de 181 homl>res, de capitan a paje.

XIII.
Eran las cinco i media de ht tarde. Ocultbase
el sol tibio i rojo de los trpicos tras el pardo peon de San Lorenzo, i la mayor parte de los oficiales bajaban a esa hora a la cmara, comentando la obstinacion invencible de su jefe, cuando
penetr a su turno en el salon el teniente Seoret para participar su desazon, cada momento
mas vi va, a sus cama. radas. I no ha.bia acabado de
hablar, cuando horrsimo estruendo derrib a to. dos ele sus asientos, haciendo trizas h1 cmara.
El jven capitan alcanz a esclamar nicamente:
-No ven, pues! (1)

XIV.
En efecto, al izar por medio de un aparato el
(1) Declaracion del alfrez Victor Aquiles Bianchi, jefe de la
guarnicion militar del Loa i actual gobernador de Oasablanca.

1'
1

-443-

ltimo saco de arroz, como estaba matemti camente anunciado desde Arica i desde Santiago,
la esplosion se habia producido,' i los ocho hombres que hacia.n la operacion de la descarga haban sido aventados como menudos tomos en el
espaciO.
No haba sido menor ni mnos instantn eo el
estrago entre los infelices que se hallaban afirmados en la borda, pudiendo asegurars e que todos
pereciero n por la concusion espanto,a del torpedo.
Cay entre stos, desgarrad os los vestidos hasta la cintura, con una oreja desprendi da por un
fi.lon de dinamita, sustancia terrible que convierte
las rfagas de aire en acerados cuchillos, vomitando sangre por la boca i las narices, pero entero i obstinado todavia, el desventur ado capitan
Pea.
Sin aturdirse, subi al puente i ordt'-n al teniente Seoret disparase el caon de caza situado a
proa, en seal de alarma i de socorro.
Pero esto no era ya posible. El estallido de la
dinamita habia abierto en la popa del valioso
trasporte de fierro un portillo de catorce metro::;
de largo i dos de ancho, i en el acto mismo el buque comenz a irse a pique por ese compartimento, encabrit ndose de proa.
Para mayor desdicha, todas lai:3 embarcac iones,
con escepcion de dos, fueron destrozadas, i una
de st.as dema'3iado cargada de jente fu.se a pi- .

444 --

que, salvndose solame nte en la segund a los injeniero sDunc an i Oraig con trece hombre s de la
tripulac ion. El animoso marine ro Castillo, el mismo que habia cortado la amarra del torpedo, se
ech sobre el chinchorro con cinco de sus compaeros, i aunque estuvo esta embarc acion corto
rato a flote, logr salvar al cirnj ano don Demetrio Zaart u que nadaba aturdid o en el agua i
al infanti l aspiran te don Florenc io Guzma n, quien,
en el acto de estallar el torpedo, saborea ba un pltano cautivo con apetito i delicia de nio.

XV.
Entreta nto el ltimo en abando nar el buque
habia sido el capitan Pea en obedec imiento a su
deber. Inst le a salvarse su segundo i rehus.
Hizo ignal empeo el tenient e Martin ez con igual
resultado, como en el caso del aviso, conten tndose el jefe interpe lado con dar a su subalte rno
un salva-vida de dos que tenia en sus manos. Solo
cuando la nave se summji arrastr ando en espumoso remolin o todo lo que en su derredo r flotaba,
dejse arrebat rar el obstina do mozo por el destino i la corriente. (1)
(1) Traslad monos un insta nte al castillo de proa que poco a
poco ~e iba elevando i apuntand o el baupres al cielo. All se paseaba H;jitadsimo el comanda nte Pea acompaiado del teniente
l\'!ariinez,. presenta~1do e1 espectcu lo mas impon ente, ensan-

-445-

Afirman los que desde el agua le di visaron, co. m o el alferez Bianchi, que su aspecto era terrible, de pi sobre la borda, desgreado i cubierto de sangre, esperando el instante de la fatal
inrnersion. Hubirasele tomado por la encarnacion
herica i casi feroz del deber cumplido aun en la
culpa i en la espiacion; i en aquel tiempo se cont
que aun para morir haba sido obstinado negndose a nadar con calma, segun se lo suplicaban,
a porfia, los que a su lado luchaban con mejor
fortuna con la muerte.

XVI.
Entretanto llegaba apresuradamente la noche,
i un centenar de infelices babia ya perecido. Ningrentado; mechones de pelo pegados en los cogulos de su cara
ennegrecida con el polvorazo, medio traje raido i la vista e~pan
tada de la escena. I lo que contribuia mas a su estupefaccion,
aparte del sentimiento de inmensa responsabilidad que asaltaria
su mente, era la sordera completa que se le haba pronunciado '
que no le permita esplicarse el cuadro sino por lo qne abarcaban sus ojos.
-Btese al agua, comandante, se aventur a gritarle el teniente Martinez, al verle con un salva-vidas en la cintura i otro
en la mano, i dme uno de esos aparatos.
>>-El comandante debe ser el ltimo que abandone el buque,
le contest alargndole el sah'a-vidas que tenia en ht diestra, a
una segunda i significativa insinuacion de MartineZ}'.
(Relacion d'el naufrajio del Loa publicada en El Mercurio de Valparaiso).
Sobre el punto capital de si el capitan Pea tenia o n oportuno aviso del. almirante sobre el peligro de un torpedo de aquel
jnero, su hermano don Manuel Pea public en El Ferrocarril
del 14 de setiembre de 1880 una cornunicacion de la cual pareca
resultar con evidencia que tal aviso no le habia sido comunicado.

-446-

gun socorro de nuestros buques, fondeados a siete


u ocho millas de distancia, se columbraba entre
las sombras. El Amazonas se acerc un instante
como una esperanza para los pocos que aun exnimes sobrenadaban agonizantes; pero de repente el tmido trasporte par su mquina i de ello
hzose grave cargo a su comandante e1 teniente
Riofrio, quien diera por escusa el temor de los
pedos.
En cambio, los buques neutrales que se hallaban mas cerca enviaron todas sus embarcaciones.
I a sus abnegados tripulantes, especialmente a' los
de la fragata inglesa Thetis que salv 31, i a los
de la Alaslca, Garibaldi i la Decrs debise el salvamento de los que escaparon.
<rLos ltimos que fueron librados de la muerte, dice una relacion verdica del siniestro, por las embarcaciones de esta nave
de S. M. B. fueron los seores Bianchi, Bordali i el injeniero 1. 0
del Loa.
1J Ya los botes se retiraban cuando el subteniente Bianchi,
reuniendo todas las fuerzas que le quedaban rli voces. Urra de
las embarcaciones se acerc entnces i lo tom a su bordo. Privado del habla, completamente sordo i ya casi exnime, Bianchi
les indic, sin embargo, con una mano que cerca ele l habia
otros compaeros de naufrajio. Los humanitarios ingleses comprendieron las seales 'i no tardaron en dar con el contador don
Ricardo Bordal i el injeniero primero seor Wyllie qtl.e estaban
ya acalambrados i prximos a espirar. Al instante se les suministr una dsis de ron, les frotaron el cuerpo i los abrigaron
dndoles su:, propias camisas de lana.
Como a las nueve de la noche todos ellos eran trasbordados

-447al Blanco. Iban medio muertos por el cansancio, por las heridas
que recibieran al hacer esplosion el torpedo i por el fro del
aguo.. Al doctor Zaiartu cost no poco salvarle la vida, pues era
el que se encontraba en peor estado.

XVII.
A 63 lleg el nmero de los rescatados del Loa,
contando con ocho que en la tarde habian pasado
a bordo del Lamar a proveerse de vveres. Pero
el de las vctimas alcanz a la espantosa cifra de
119, cabiendo esta triste suerte a ttes jvenes
guardia-marinas llamados Fierro, Oportus i Huidobro, que dos dias mas tarde fueron encontrados
enredados en las jarcias del buque nufrago devorados por los tiburones.
El primero de aquellos desventuraclos nios era
hijo del antiguo comandante de artillera don
Francisso Fierro que hizo el crucero de la Rosa
de los Andes en 1820 i de la seo~a, Lorenza Beitia. Haba,se educado en la Academia Militar, i en
el combate de Angamos qued completamente
sordo, por lo cual dese queilarse en Santiago.
Mas como no tenia favor, no lo consigui.
El jven Oportus fu hijo de Curic i del intelijente i entusiasta juez de letras de esa provincia
don Rodolfo Oportus, mozo de 23 aos.
El guardia-marina Huidobro fu tambien mui
lamentado. Era natural de San Fernando i her\

448

mano del juez de letras de Santiago don Ramon


Huidobro. (1)

XVIII.
Sucumbi tambicn en aquella fatal, casi mconcebible celada, el jven injeniero chileno don
Emilio Cuevas, descendiente de los Cuevas de
Rancagua , i el mismo que condujera con esperta
mano i animoso corazon la goleta Oovadonga por
entre los arrecifes de Punta Gruesa el da memorable en que, persiguindola, se encall la I ndependencia. Este desgraciado jven, que hacia por
esos das un ao .recibiera. en Santiago las mas
calorosas ovaciones, a la par con Oonde.ll i coh
(1) La plana mayor de la tripulacion del Loa estaba compuesta de la siguiente manera:
Comandante, capitan de corbeta don Guillermo Pea.
Teniente primero, oficial de detall, don J... eoncio Seoret.
Teniente segundo, don Pedro N. Martinez.
Id. id. don Jos Mara Santa Ornz (trasbordado a la O' Higgins).

Guardia marina, don Luis Oportus.


Id. don Mnuel Huidobro.
Aspirante, don Florencia Gnzman O.
.
Oirqjano primero, don .l)emetrio Zaartu.
Contador segundo, interino, don Ricardo Bordal.
Ayudante de contador, don Crlos Prieto Z.
Piloto segundo, don Pedro E. Stabell.
Id. id., don Santiago Asenjo.
Injeniero primero, don Santiago Wyllie.
Id. segundo, don Juan Oraig.
Id tercero, don Andres Duncan.
Id cua rto, don Samuel Shearer.
Maestre de vveres, don Jos 2. Cortes.
Contramaes tre primero, dop Fernaddo Albornoz.

-44 9-

Lella., se halla ba en dep sito en ese trasp orte


para regre sar a Chile, i triste ment e se abog .
XTX .
En cuan to a los qtle nfanos i gozosos conte tl ..
plaba n desde tierra aqne l brba ro espectculo; s@
ha dicho que ~1 telg rafo habia ido trasmitenclq
al pa.lacio de Lima i en la hora de la sob1'emes .
cada una de las peripecias del sinies tro, desde que ;
el Loa comenz a acercarse al brnlo te. J;>ero eh
honor de la .verdad debemos decla rar que en nuestras colecciones de despa.chos indi tos figuran solo
los dos sjguientes:
Callao; julio de 1880.
(Sin fecha i sin hora.)
a:Viniendo del Norte el Loa se sinti hase pocos mome
ntos
una fuerte esplos ion . .Hace un minuto acaba de hundir
se completam ente dicho tra!'!porte. Los demas buques chilen os Ct\ldea
n.

-Net o.

Callao, julio 3.
(6.33 P. M.)

Huscr.tr i Blanco

han dejado sus fondea deros respec tivos,


ttno de los tt'aspo rtes enemig os se dirije a tuerza de mt.q
uina
hcia el lugat del hecho, el .Blanco avanza lentam ente
en la.
ru.isma direcci on i el J[ascar ha ocupiLdo el lug ar del
Blanco.
~Nee.

57

-450-

XX.
Tal fu el siniestro del L oa, obra casi esclusiva
de la fatalidad porque en l hicieron conjuncion
:la refinada astucia de los ageesores con la ciega
.torpeza del ageedido.-Fu un torpedo de tentacion i de estmago, como hai muchos cuando despues de la vijilia se busca la hartura en el esceso.
Por parte de los peruanos hubo mas perfidia que
inhumanidad, porque con igual intento iniciaron
los chilenos el bloqueo, i la dura lei de la reciprocidad es lejtima en la guerra. Pero como si el
destino hubiese querido echar en cara lo 'horrible
de la casual matanza a sus perpetradore s, al dia
siguiente rlel hecho, esto es, el 4 de julio, regresaba de Arica, a ttulo de buque de miserieorclia,
con pasavante chileno, el trasporte Lime1ia, ?Onducienclo los ltimos res to::; de los heridos de Tacna i los desp~jos mortales de Bolognesi, Moore i
Zabala, a quienes los chilenos haban dado en el
})as ele su sacrificio cristiann, i h.nrosa sepultura.
El Lime'i.a habia dejado parte de su carga humamt
. en Moliendo i cond1~jo haRta el Callao algunas
familias i 149 heridos, pertenecientes en sn mayor
nmero al ba.ta.llon Canevaro i al Ayacucho nmero 3, tropa limefia. (1)
{1) Los marinos de la Covadon_qa, qne a su turno deban su-

451

XXI
El di<t 6 de julio celebr el prefecto del Callao
las honras solemnes de :ms mtts nclita.s vctimas.
i caudillos del sur, cli'spttrando ht Union nn cao-
nazo cada media hora, i llevando lo .~ ftetros en
sus brazos los jefes mc.ts caracterizados del ejrcito
i ~e la marina. Igual pero mucho mas snnt.nosa
ceremonia. tnvo lng<~r en Lima el 8 de julio, recorriendo la fnebre comitiva. tocLt ht ciudad hasta
el cementerio, en un dia emcapot.<tclo de sombt~as
nubes i marchando en pos d~ los fretros los caballos de batalla de los infortunados defensot'es
del. honor peruano.
1)
.
.

xxn.
Despues del desastre del 3 ele j Ltlio una calma
parecida a la melancolia, al duelo i a la muerte,
rein en las aguas del Callao. Los buzos del Blancumbir en un acecho de mar, sepultttron de una manera especial a Moore i a Bolognesi. Con madera de su hu<1ue hiz.o el
capitan Orella labrar grandes cruces pintn.d~lS de negro con el
nombre de las vctimas en una faz. i en la. otttt el del buque
Covadonga. Nosotros tenemos en nuestto poder h\ ctuz de Bolognesi, segun creemos haberlo Jicho.

,: (1) Como anexo del presente captulo publicttmos un progra:.


ma indito de los honores tributados a Bo!ogne:'li i a. Mo.,re, que
fu enontrado en una de las oficinas del Callao por el siujento
de urtilleru. don Benjamin Vizcarra Donoso.
.,

-452-

co, a modo de sepultureros comenzaron a descender, desde el dia 5, al fondo del mar en el sitio
de la catstrofe, i lograron recobrar algunos objetos de guerra, especialmente el caon de retrocarga destinado a la nave almiranta., i esto no sin
sostener rudos i tenebrosos combates con los tiburones de los trpicos, cebados en aquel opparo
,i horrible banquete de carne humana.
,Por lo demas, a manera de manto funeml, la
niebla perpetua del invierno en aquell ~t cof:'ta indemente, hmeda pero sin lluvias, es decir, sin
vientos i sin sol, entumecia los miembros de los
desdichados bloq ne<:tdores, :i comenzaba a prodnrirles, junto con la carencia ocasional de vveres
frescos, mortificantes enfermedades al estmago
j

la

yj~ta.

El boletn del bloqueo era siempre por esto


~ma .rfaga

de qiebla. alternada con otra de pro-

fq~do tedio~
J t~lio 11 .-Intensa nebl ina . ri1l enem igo en las posiciones de
. CP1>tu,mb1e. Huscar de gul!-rdia 1---,..ff.e.to. >>
~J u,lo 21.-Signe la niebla. Solo se di stingue a la lJ1agallane~ j al 'J'~l~en en el sitio en que nau.fragq 11 Loa. -Neto.>)

, J.~~ niebla ;se ha talvez alzado qnc~ :emana. mas


tarda, porqt~\3 ~l corresponsal telegrMi0o cll=l la prefectuFf!. de Lipu., el oriental Neto, escribe en la
maana ,del cl~ko 28 ele julio la sgni~pte P<lladr9nada;

45:3 -

Los eemigos han defraudado las es peranza;s que afn:i;g..ba~


. mos de celebrar dignamente el da de la patria.>> (1- ).
Julio 80.-Noche tranquila. Los enemigos en elJ caLezo de Ia
isla. -Neto.

XXIII.
Ln. gnardia ele la baha se haba aumentado entre tanto con dos nuevos custodios desocupados
de su larga faena de. Arica, el Coehrane i laMagallanes. Dos pequeas lanchas a vapor, denominada una de ella::; Tucap el, habiaD: llegado tambien de Valparaiso.
Decase que el blindado captor del Huscar
venia. en remplazo de ste i del Blanco, cuyos
fondos se hallaban estrem~damente sucios. Era
esto ele tal manera que lbs tripulantes de la nave
almiranta solian darse el pasatiempo de comerse
en sopas los sabrosos choros i jugosos picos que
se pega.ban a su quilla ....

XXIV.
Di tambien sn vuelta de Tumbes el Amazonas
el da 31 de julio, despues de la fbula del griego
( 1) Se dijo tambien que el 28 de juli o h abian estado dos torpedistas del Callao a punto de aplicar un tmpedo Lay, es decir,
un torpedo automtico i submarino, dirtjido de<de tierra al Cocltrane a fin de conmemorar el da de la independencia; pero
no hemos llegado a saber con certidumbre lo que hubo sobre el
particular,

-454

ya contada que nos cost dos ptisioneros; i coil,lo


los limeos no solo continuaban viviendo con
hartura i hasta con prodigalidad con los suministros de la Sierra i de los valles vecinos, por el snr
i por el norte, desde Pisco a Hnaura, el almirante
resolvi cerrarles las caletas inmedi<:as de Chorrillos i Chira que les servan p<tra recibi1 pot
mar abundantes provisiones al pi del Morro Solar. Con este objeto se diriji el ltimo buque a
Chorrillos el 2 de Hgosto e intim el bloqueo,
otorgando un plazo perentorio de 24 horas a dos
buques que all se hallaban. Al dia. siguiente el
capitan del Ama.-~onas, petra hacer efectiva su ~o
tificacion de la vsp8ra, intentp .apoderarse de algunas pequeas embarcaciones de Chorrillos, p~
ro los peruanos hicieron insolentemente fuego de
rifle sobre nuestros botes, hiriendo en un pi a un
marinero ingles, i, con estraa mansedumbre, regres a su fondeadero el ~nsultado buq~e chileno,
sin haber cast.igado aquel desman con un solo catarde.
onazo, ni ese dia ni mas
.
El bloqueo comenzaba a dejenerar en una sim...;
ple guardia de honor de los pLlettos pexuahos.

XXV .
.Q.Q.prrilJos haba sido hitsta ese dia puerto fran. co :h.aio la quilla ' de nuestros buques bloqueadores. El 13 de julio la Garibald?: habia e~b~rc.ado

-455-

all varias familias italianas que huian ya del


prximo ase'clio de Lima; i cuando el dia 2 de
agosto el A~azonas notific el bloqueo de la caleta de Chira: estaban al ancla descargan do los
barcos ingleses Stuart i DaneZ.m i ia alemana
TifTm. Rohl.
N o por esto se paraliz, sin embargo, el trfico, i Yeinte dias mn,t; tarde se recibia en Lima el
siguiente telegrama que ponia de manifiesto la
ineficacia de los bloqueos modernos, tal cnal el
de los puertos peruanos por nuestras naves se llevaba a cabo.
ChmTillos, agosto 21.

Seor suh-secretario de marina:-Bo tes mandados Jaguay


regresan cargados a1roz i ca1bon. Estt~ noche salen nuevamenft
canoas all.-Ji'. JI. Frias.

XXV l.
La monotoni a del aRedio martimo de Lima
continuab a as cada dia mas tenaz i con menores
resultados.
El 14 de agosto el dictado"r visit a caballo las
bateras, especialm ente las de la Punta, a qne se
babia dado su propio nombre i el de Tarapac.
Mas por viu de pasatiemp o que de ens.ayo, hizo
el jefe supremo disparar sobre la isla de San Lorenzo una de las piezas de a rnil, i el dia 1.5 se
arroj al peon un proyectil de a 500 desde la
nueva bateda denomina da ((Dos de Mayo>'.

-456-

El boletn del dia 16 volva a acusar la somnolencia del bloqueo con estas palabras:
Callao, ctgosto 16.

illl Husca1 ha permanecido hoi cruzando frente al puerto.


1)El Amazonas se halla en el cabezo de la isla, al ~ostado del
Blanco. - Neto.

XXVII.
I as prosiguieron las cosas hasta que en los
dias 30 i 31 de. agosto el Angamos, que babia ido
a los puertos de Chi.le i se hallaba en mejor disposicion de emprender de nuevo los bomb<:trdeos
de mayo i de junio, comenz a tirar sobre la drRemt ct distancia variable de 6 a 8 mil metros,
apuntando especialmente a la Un,ion el capitan
Montga, quien en dos ocaRiones logr herir en
parte vital aquel importante buque. Prosigui por
0
este rden el bom bardeo durante los das 1. i 2
de setiembre, dispc-t rando el An,camos su gean caon cada 7 minutos por trmino medio i respondindole con ht misma lentitud los buques i bateras de tierra.
En el bombardeo del 1. de setiembre se cambiaron de esta manera 38 proyectiles i en el del
2 de setiembre 27, contando solo hasta el rnedioda, porque estos tiroteos solan hacerse en tres
jornadas, para qe cccomiera la jente.~) (1)
0

( l) H aqu los disparos del da 1. 0 de setiembre:

4.J7

XXVIII.
Di lug<tl', sin emb argo, el p:m6.ltimo de estos,
as llamados cc c o m b <~tes a una peregrina ocurrenci;J. de los peruanos, segun la cnal la pequea lancha Ur eas manda.cb por el ten iente don S ~tntiago
T orrico puso en fuga al Angamos, a la O ' J-I~cg1;ns
i aun a toda la escuadra.
,Despues de mi car ta de h oi doce i mecli a, dec i<t, en e {~: eto, el
p orhugnes H orhfL a! }'{acionc~l, en ]& crue d CUCil ta qnc el .:lngamos hacia fu ego en rehirad a, se le nni6 ltt 0'1-I(rgins i a rnhos
lmques se h ;tn empeilado en un co m bate, as mbrese el mundo
e ntero! con t re5 peq Helln.s l an ch a~ a vapor, q ue enarbolan rw es t rn.
g loriosa ba nde ra.

A ngamos .... . ....................


Lun chn. Utco8........... ... ......

1:3
14

Torre de la Merced. .. ...........


Batera de Pa coc ha..............
I ll. Mnell e i D irsena ~ ...........

L os del di a 2 a parecen dis tribuidos como s ig nen:

.An_qa1nos...................... ... ..
Blanco........... .. ................
O' Hig,rins ......... .. .... ; .. .. .. .. .
Ba tera de la d1seua..... ....
Fuerte de Ayttmch o........... .
L un ch itas a vapor..... .. .........

1O
:)
4
2
:)

Segun un teleg rama del gobem ador de Arien., eol"nl'\el. Valdivi eso, ele 9 de sctiem ln\:J, i refi rimlose a noticias tmidas por el
L amar, el An_rmnos dis par e l trein t<t qni uco t iros ; el 3 l , ,veinti cnut ro i el 1 .0 de se tiem brc 37.
Jll:S'J' , 0 1:: L :\ C. D I: LIM A
58

458-

'l>l no se cre1\, qne combatan de cerca, n, siempre a una distancia inmensa.


Los lmques iugleses, americanos, italianos i fianceses, deben
-est..1.r sorprendidos, absortos del triste i vergouzoso papel desempeado hoi por los buques tie guerra. de una naciou q ne en medio de su ridcula jactancia. se ha titulado la primera potencia
martima de Sud-Amrica ....
(~u dicen hoi lo,_, Riveros, los Lntorre, e~a plyade de hroes
formados por 1u prensa de Chile?
Qu dir maiiana mismo ei'ia pt'ensa al estnmjero, cuando
sepa que la s naves de g uerm, de esa:~ mismas naciones han prese nciado los hechos de hoi?>> ( 1).
( 1) De, est.a clerrota tle nuestra escuadra dice el coronel Valdi vi eso n tes citado, lo sigui ente :
Dos lancha salierou el tlia 2 i cuatro el dia 3 a tirarle al
An.r;arno.s sin nin g un "resu lta.lo . i su fi-iendo la prdida de una
l:ll.l cha i nnins muertos por un t!i:<paro del Angamos.
El resto de la escuadra si n novedad.
I el almirante con fechn. G agrega bn, por su parte, los siguientes pormenores:
E l dia 27 i ::lO de agosto re ;pectivamento llegaron a esta
rnda el .Lamcw i el :llatias Oousi11o con carbou i vveres para la
escuadra.
La corbeta de S. M. B. Pengnin embarc por Chorrillos el
30 del pasado algunas familias n eutrnles.
)) El Angamos ha bombardeado la d.r:,;ena durante los dias 30
i 31 del pasado, el 1. 0 , 2 i 4 del presente.
Segu n las noticias qne ha sido posible ohtener, los principales dafl.os cansados son:
>> Union, herida en la nt~tqnina con un proyectil.
l na chata, depsito de torpedos, a pique.
E l 4 salierou cinco 1<1.tJChas caonems e hicieren fuego sobre
el Angamos.
Las rechm~6 la O' Hig_qI.S, i nua de ellas, la .Li11a, estando
yn Jentro tle la d:.rsena r ecibi una granada del Anga?ttO.S que
la ech a pi qne, matando cuatro hombres.
Los fuertes de ti errn. hi t:ierott dis paros, todos cortos.
Las punteras del An,r;amos, h eehas todn::s por el capitu11
Mornga, han :;:ido m ni buenas.

-459-

XXIX.
Despucs de estos empefos iutennitentes que a:.
nada efectivo con<lucian sino al gasto de pl vont
i de :fierro, de tinta i de paciencia, cll>loqneo con-
tinuaba con sn letal, eterno abnnimicuto, fatigari-clo aun los cuerpos lll<H:l membrudos i los nimosmas acerados entre los tripulanteH de la armada
de Chile. Solo el coutra-almira11tc Hi veroB, cnya.
constancia; parecia a toda prncba, se mantEmia i mpasible, no obstante su deteriorada salud, en me:...
dio ele las torturas de la incertidumbre i las penurias de la lejan<L. Era un hombre eminentemente de deber, i lo cumpla cou admirable entereza.
Entre tanto, a lo qne hahian llegado todos los
espritus coino condnsion prctica erc:t a la con-
viccion de que el bloqueo del Ccdlao seria eficaz.
solctmente para mantener a raya a los desarmados buques peruanos, especialmente La Union.
De suerte qne por evitar las correras de este
ba.rco lijero, malgastbamos la fuerza de toda
nuestra escuadra, de:t.ndo lugar a qne los peruanos.
se a.rmaran a nuestras barbas, al pnnto de e-rijir
nuevas batern.s con nuevos caones para dominar
el peon de San Lorenw i nuestro fonde-adero.
De.una semana a esta parte, decia u u iutelijeu te correspoii!!al escribiendo desde la escuadra el 13 de setiemore i abundan-

-460do en In~ ideas que ahora i siempre hemos manteuido sobre los
bloqnens favorito s del Jefe del Estado, las na;es bloqueacloras
han tomatlo oeho o di ez lan chas en lns ce rcauias de Chorrillos.
El Ll oqueo ha sido e;:;tendido hasta Chilca, 40 millas al snr del
Cotllao, i al uorte comprende una Clsta de 25 millas hasta Chaucai. Las naves estn en constante movimiento. Ln O' Ifipgins
visit recienternen te el puerto de Huacho, pero no hizo daftn.
E~amln los papeles del vapor Chardta i de dos o tres bu q n es
costaneros i los encontr en regla. El Hitdscar ha ido para Valparaso a componerse. Los blindados Blltnco Encalada i Almirante Coch1ane coutinan frente al Callao, acompaados s iempre de un par de trasportes i de las lanchas torpedo;;. En esta
semana no han tratndo de bo~bnrdear al Callao, por haberse
convencido talvez de quees una tarea intil. Siempre han dirijido sus tiro;; contra el tuuell e-d.rsena, rlouu e estn guarecillas
las naves pe1uanas. La drsena tiene umt {tre rt de ocho acres, i
por lo jf;lt~en~l las bombas han ea ido en ella, i St)lo u os o tres
vecei> ha l.\ dado en ls hnCll1eS1 siq oat1sar a ~-era~ J e consideracion. La mayor parte de eilns han pnsmd o por alto sin cansar
dailo a la pob)acion, A, llll estremo del n~ t o ll e-drseua, hai
t.res batctas lijeras, i todas han quedad o iu ta ctas, a pesar de
p auer servido de blanco a centenares de proyectiles.

XXIX.
En cambio, los marinos de Chile haban comen ...
!lado a sufrir despues de la. nostaljia la natural i
mortificante enfermedad de alarmas, insq,mnios,
rond~ts, fantasmas i sobresaltos que se ha llamado
con propiedad torpeditis,
I a la verdad, desde el hundimiento del Loa
ex~stia ~uas que sobrado motivo para tales inqtlietud(;ls, porque por esos mismos das (11 de

-461-

setiembre) el almibarado ministro de fomento


Echega ray, jeneral en j efe de la division de torpedista::; del Callao, babia finn ado con dos avent.urerus llamados Pedro Beausejour, que de maestro de nios babia descendido al de volador de
buques por contrata, i un Aquiles Conti, obligndose a pagarles 600,000 pesos oro por cada uno
de los blindados, nn millon de soles papel por el
IIuscar i ochocientos mil soles papel por cualquient de los demas buques de la escuadra. (1)
<ron respecto a los que trab ajan en torpedos
para hundir nuestras naves, nos decia a este propsito nno de nuestros corresponsales de la escua- _
dra, se comprende su empeo desde que les sali
tan bien el que ech a pique el Loa. L os ingleses
de los buques de guena nos han dicho que desconfiemos hasta ele las banderas neutrales.))
I en efecto, un hecho profundamente doloroso
i aleve no tardara en venir a dar razon a los que
sin esperar mtcla de los bloqueos todo lo temian
de ellos.
(1) Este contrato fu encontrado orijinal en l o~ archivos de
Lima, i aunque la proposicion lleva la fecha del 11 Cle setiembre,
fu aprobada oficialmente solo el 8 de noviembre por el dictador.

A;\TEXO

I'J W(; J!AMA


..l

OI'I C IAL

IJ E

AL CAPJ'l'ULO XII.

l. iJS

l! O"'OJ!r :S

F :-IIWI !ES 'l'HIHU TADQS


1 J~ N Ll){A.

L C.\Ll.A O
BOfi JL;;-{,;; , ){001!1, ; J Z ,\13 .\L.\ J: N E

Callao ct 6 ele julio de 1880.

Sefior Ca pitan de N avo J efe de E:;ta.du Mayor.


ecreta rio de
En un oficio, pasad o por el selior coronel sub-s
en que
ayer,
de
Estad o en el depar tamento rle guerr a, con techa
cia el Jefe Sume tl'ascribe un decre to espedidn por su Escelen
tenor i el de
cuyo
to
te
prem o de Ja Rep blica, se ha dado el tlec
su refere ncia es como sigue:
ientes de la ciua: Debiendo ser tmsladados el di a 7 tle los COJT"
comn eles dil,
!os
de
, dad del Callao a esta capita l, los re st os
u A. Zaua.Franc isco Bolognesi, don Juan G . .M:oore i don Hamo
es cm res pon
la; i siend o ele j ustieia estricta t:'iuu tar los . h'Htot
ua entte
emn
j
diente s a los del que obtuv o mayo r gl'aduaeiou i
Bolognesi colos jefes mencionados; i. habiendo sido el coronel
que el de
vez
ht
a
,
Plaud aute jet1eral de las bater as de Arica
de este jefe se
mayo r clase militar, se dispo ne : que a los res tos
a los capile asignen Jos honores que las ordenanz:is presc riben
estos tres
de
ales
. taoes jenera les, i en esta virtud eu los funer
jefes se ouservan.n las cerem onias siguie ntes:
prefecto i coA las 11 A. M. una comision nombn1.da por el
oficiales i permand a.ute jenem l del C:tllao, compuest:l de jetes,
restos desde la
sonas notab les del Juga r, acom patiar n dichos
on del feestaci
la
hasta
capill a A rdieu te, donde se encueu trau,
batall ones franrroca rril trasan dino, debiendo forma r escol ta los
do. Al llega r a
cos de la plaza al ruando del jefe m a.'! carac teriza
coche especial
un
dicha estucion sern colocados los ata hudes en

-403 -

el que acompauado ele cuatro mas, partir a las 12 M. con el


acompaiatniento nombrado i escoltn.clo por una compaa ele infantera. Llegado el convoy a la estacion de los Desamparados, el
fuerte ele Santa Catalina har una salva de (liez i ocho caionazos: una comision de cuatro jefes del E. M. J. de los ej rcitos
recibid a la del Cttllao i lo;; atuhudes, debienclo conducir estos
ltimos _hasta depositarlos en los Cit.rros mortuorios en que deben ser llevados al cemcnt.erio jeneral.
La marcha del cortejo fnebre se verificar en el rden siguiente: cuatro b:ttidores: lo~ carros mortuorios: el caballo conducido por un soldado invlido retirado de la independencia::
dos caballos encaparazonados llevados por clns soldados de caballera: una escolta de intiwtert non bancht de msica: las comisiones nombradas: los deudo;; ele los fina:los i acompn.iiamientoparticular: dos cli,isiones del ejrcito prer.eclidas de cuatro batetas ele artillera, cerrando la marcha la escolta de S. E.
Trascrbase al E. M. de la Pln.za, nombrando en comision
para acompartar ha11ta Ir. capital los resto" de los coroneles Bolognesi, Moore i Zabaln., ni noronel don Miguel Coloma, comandante jeueral de !.u; bn.tern.s del ccut10, al (le igual clase dou Jos B. Huertas jefe del Tuneon Nianeo Oapac i al de igual clase
don Marittno Bolognesi primer jefe de la hn.tera 21 de Diciembre>J..
Lo qne trascribo a U. S. para sn eouoeimiento i demas. fines.
Dios gnanle a U. S.

P. J.

- __

__)

___

&~a~e drcc ..

CAPITULO XIII.

F.L H'.JNDIMlENTO Dr:: LA " COVADONGA" 1 SUS CONSECUEN CIAS.

El bloqueo de Ancon i de Uhanc:. - La Pilcomay o1> i sus diarios bom~


bardeos a la lnea f rrea en el ltimo p uerto.- I..a ;:emplaza la << Cova~
dongaJJ ni rna1ido de Orelh.- 8e lirije ste al nol'te en la O'Higgins i
se nsocia a la e.>pedi.cion L :-nch.- Toma el mando de l a goleta bloquea~
.d orn el c:tpitau Fel' rari.- Opemciones <t que se entrega este oficial el 13
de s~tiemb ;:e , i c;w a~ q ue le hicie ron co liciar la poses ion de un pe~
q uelio bote.--Ct)mo habia sido ste concl ucitlo desde el C;tllao h a~
cia cnat ro dt~ i su imperf ecto reconocimiento por el calafate de la.
tcCovadonga l).- La codicia ele b ma1ine l'b i el marasmo intelectual de
l os bloq neo.>.- Sngacidnd del t eniente :Merino i s u advertencia salvadora pero tardia.-II:tce esplosiou el bote-tol'peclo i estntgos que causa en
la golet;t echndola <t pique.-Telegramas pel' ua aos .- ~{dvanse los
principales o fic iales i se d irije n a lns islas ele las H ol'migas.--Los en~
cuenka el c:tpit:tu lVI omga i los saiva.--:VI uer te de F ermri i c.Smo los
peruanos rescatan J 5 n{tufragos q ne so n c::md ucid os a Lima --El capitaa .i\1omga reconoce el si tio del n<wfmj io i lleva la fata.l noticia a la
csc mtdra en la ma~ana del 14.- !ndignacion prof nncl a que este suceso
produce.- Celbrase una jn ntn ele guer ra a bordo ele! Blanco se
es-1e lve enviar el c\n gam o~ JJ a pedir in st r ucciones a Arica..--Tinese
noticia en Uhile del d e sn~t re de Clmuca i el J 7 de setiembn , e int enso
cl olor que h prdida de la <: Covaclonga>> cauRa en t odos los nimos pat riotas. --In it;wion de la p rensa con t ra el presidente Piuto i s u poltica
de p:tz i ele co nternpo tizaciones. --l n verosmi l ac uerdo del Mtimo, trasmitido al j ef e de h esc undrn. para solicita r la devol ncion del RimaCJ) i
In, entrega de la ((U niou.- Vergonzosos i hnm illau tes procedimientos a.
tu e esta estrafalaria solicitud da lugar.- Los chilenos son llamados
oficialmente salteadores o por el dictador, el mini st ro de la g uerra i el
prefecto del Callao, Aste te. - Ar rogaucia creciente de los perna.a os.-A taques noctumos a la isl;t ele San Lorenzo en las nocheR del 16 i
del 17 de setiembre.-At aq ues del 2 t a las l::tnch:~.s que bucean el casco .
de la ({Covadouga i estado en que s ta se encucmtm.- - !.<:1 cnp itan Boyton i ~u s aventmas- - El bom!xtrdeo de Chonillos, A neo u i Chancai el

-465 22 de setiembre i su complet o m al xito.-Tel egramns peru anos.-El


mini$trO de S. M. B . ::'> aint J hon conve rti do en bmmetro de bombardeos.-Comienza a lang uidecer visiblemen te el Lloq neo del Callao .-El
t orpe do flotan te del 1O de octu b re. --F ortificac ion de la isla de San
L orenzo i en qu se ocupan los alba1liles -Estado lastim oso de las t ripulaciones i su d e~ nud ez .-Lo s p rimeros seis meses del bloqu eo, i lo
que cog ta toa a C h ile . -L:~. C > m p C~s t u ta del " Bla nc::>l> i s us percances -.1!:1 almirante ltiveros es llamado a Arica i la guerra va a e utrar en su
ltima faz .

I.

Desde mediados de junio de 1880 el bloque o


del Callao se habia estendido por el norte primero hcia Ancon despues hasta Chancai, pobre
pero agra~able caleta ele mar situada en el camino d0 fierro de Lima a Huacho , que pone en comnnicacion los . ricos vall es de Huaura i del H.imac. Dista Chanca i 12 o 15 millas de Ancon ,
i Ancon algo mas del Callao.
Sosten an alterna tivame nte el bloqueo de Ancon la O'Higgins i el Amazonas, i el de Chancai
habi f:lido estable cido el11 de junio por la P leomayo, otorgan do su Cctpit a,n un plazo de 48 horas
a los dos nicos buques mercan tes que all se en contrab an, las barcas Lilly Gract: i Spartan.
Tenia por obj eto el bloqu3o de Chancai, no tanto el cierro del puerto, sino impedt r el trfico del
ferrocarril, evitand o as en lo posible el paso de
armas i vveres hcia Lima desde Huacho , trmino de aquel i de los ricos valles qne van tejiend o
uncl red de fertilid ad hcia el norte hasta Trujill o
i hasta Piura. El bloqueo de Ancon obedec a al
mismo propsito.
IUST. DE

J~A

C. DE I.H'IA.

59

-466-

II.
Daba esto lugar a un constante ejercicio de caon sobre los rieles, los carros i las recuas de mulas, pero con tan poco xito q nc q nedaba all j nstific<:tclo el dicho antiguo de que para matar a un
hombre en la gnerra cese necesita todo .su peso en
plomo)). Estanclo a la eRtadstica. ele los boletines
telegrficos de Ohancai firmados por un Menacho,
ln. Pilcomayo dispar el :3 ele junio cuatro tiros
sobre una recua de mulas, sin causar el menor
dao ni a los arrieros ni a las acmilas. El 1 . de
julio igual nmero de disparos i la misma impunidad. El 3 de julio 25 tiros i ninguna averia. El
4 de julio se hizo fuego a la playa con ametralladora, pero con re1-mltado negativo. El 14 de jnlio
11 tiros sobre el cerro de Peraloillo; mas el cerro
qued inmutable, i no moj sus rocas azotadas
por hts olas ni una ~ola gota de sangre peruan:t,
ni siquiera de cuadrpedo.
Notando tal ve?.: el poco acierto de las punteras,
o por otros moti vos de servicio, dispuso el almi. mnte el 1. tl e setiembre que la goleta Oovadonga
qne bloqueaba a. Ancon desde el 21 de agosto,
pasase a relevar a la Pilcomayo, al mando del intrpido i cuiJadoso Orella, el mejor artillero de
la armada.
Por desgracia, ln permanencia ele Orella no fu
0

.'

n'to'

- --------

67

F'

COSTAS DEL PER


CHANCAY I ANCON
M

:Es9nla de -m;~0

-467-

larga en Chancai, porque a los pocos das el almirante, que le distingua sobre manera, le confi
el mando de la O'HiJgins; i corno era diestro en
los desembarques, envi el .ayudante a ayuda,r al
comandante Lynch en la espedicion al Norte en
la mediana de setiembre. (1)
En su lugar qued uno de los oficia les de la
O'Higgins, el teniente primero don Luis Ferrari,
mozo instruido pero un tanto escntrico i desptico, como el ca pitan Pea del Loa. El teniente
Ferrari padeca una enfermedad de insomnios que
produca en su existencia una irritabilidad contnua, prfida consejera de resoluciones en el delicado servicio del mar i sus bloqueos.

III.
Mintras esto sucedia en la escuadra bloqueadora los peruanos, alentados por el xito terrible
del Loa, no cesaban de poner a prueba su fecund::.t.
inventiva para daarlo; i en consecuencia en los
mismos dias en que el comandante Oiella se dir~jia al norte, llegaba por tierra a Chancai el teniente Oyague (setiembre 9) a cargo de un torpedo injeniosamente colocado en las cajas de aire
( 1) Des pues de una corta escursion al norte en demanda de
armafl, Orella reg1es con la O'Higgins al Callao el 12 de setiembre, i ese mismo dia, vspera del sinie:>tro de Chancai, sali
'
en busca de Lrn(~h.

-468-

de un bote pertenecien te a la capitana de puerto


del Callao que haba sido coquetamen te pintado
de blanco i provisto de todo jnero de adminculos, inclusas las chumac~ras de reluciente bronce,
para tentar la codicia de los bloqueadores. Haban
sido probableme nte los inventores de este ardid el
qumico Cuadros i el sub-secretar io Sanchez, como lo fueran de la balandra del Loa. Un patron
de bote del Callao llamado Sosa haba conducido el prfido bote hbilmente por mar, burlando de noche la vijilancia del bloqueo.

lV.
Vnosele en mientes al capitan Ferrari, una
semana despues de haber tornado el mando pro
visiona! de la gloriosa goleta chilena, entrarse al
puerto para Teconocerlo i tirar sobre los rieles i el
muelle de fierro que sirve de cmodo desembar'cadero al puerto. I como desde hacia algunos das
se observara all una lancha i el bote mencionado,
orden echar una i otra embarcacion a piqu,e a caonazos.

V.
Conformbase en esto el capitan chileno a las
rdenes terminantes del almirante qne tal haba
dispnesto en las instruccione s conJiadas a todos

;_ 469-

l<;>s comandantes de buque, por rden jeneral del


7 de julio, estableciendo que no se reconociese
ninguna embarcacion sin permiso prvio de la na
ve de la insignia, i ordenando algunos dias mas
tarde (julio 25) que no se permitiera acercarse
a la mura de los barcos de la escuadra a mnos
de rnil metros ninguna embarcacion menor, cualquiera que fuese s bandera, a fin de evitar toda
ceJada.
La lancha que perteneca a los Grace, de Nueva York, estos Dreyfus martimos del Per, fu'
sume1jida con facilidad, p'ero el bote torpedo escap. I como a la simple vista todos admiraran
sus elegantes formas, orden el capitan Ferrari
al aspirante don Meliton Guajardo se dirijiese con
el calafate Jos Mara Avila a reconocerlo. No encontrndo estos nada sospechoso a su bordo trajronlo al costado de la goleta para izarlo.
Era el misn:~o desvaro, la misma codicia, ht
idntica fatalidad del Loa cuarenta das hacia.
Los bloqueos producen en el organismo humano
una perturbacion singular de criterio i de indiferencia que csplica muchos de los sucesos de que
venimos dando cuenta. Para el que navega en
alta mar sob1;evienen de ordinario percances, azares; emocipnes qne mantienen toda la vitalidad
de su esp1tu despierta i estimulada. Pero en los
asedios que duran dos, tres, seis meses, un ao
entero, la nosta.ljia que comienza en el alma i en

-470-

el spleen del hgado Ya a rematar al fin en el cerebro. I esto fn evidentemente ' lo que aconteci
a los infortunados capitanes Pea i Ferrari.

VI.
El calafate de la Oova donga, hombre rndo i sin
malicia, que sobrevivi singularmente al desrtstre
que sn jactanciosa torpeza moti vara, se cercior
a su manera de la inocencia del barquichuelo,
pasando un cabo en banda por su quilla para
verificar que no contena ningun aparato peligroso; i habiendo dado cuenta de su inspeccion, el
comandante espidi distradamente rden al oficia1 de guardia, el teniente don Froilan Gonzalez, para hacerlo izar, amarrndolo de las argollas que para ta.l objeto existian a popa i a proa
de la embarcacion. I era precisamente en esos
aparatos donde lt)S torpedistas peruanos haban
colocado el resorte de ignicion de la mquina in
fernal.

VII.
Ejecutaban esta operacion por la popa de la
goleta el oficial de guardia Gonzalez, i el contramaestre Constantino Micalv, rodeado de un grupo de griegos qne como l habanse hallado en
el combate de Iquique,--Kakaldi, PacuJun 1 Oha-

-471-

pull, Oancino, etc., i es de justicia declarar que


a ninguno de aquellos hombres espe1'tos en las
cosas del mar les haba asaltado la sospecha de
una traicion despues del reconocimiento del calafate A vila. Al contrario, jactbase ste en el
puente de haber regalado tan linda presa a su
comandante.
:M:as cuando ya estaban amalTados los cabos que
debian servir para izar el bote sobre la amura, i
el contramaestre griego tenia el pito en los labios, ,
esperando la seal del oficial de guardia, asornse
a un portalon el jven teniente don Vicente Merino Jarpa, que por sus dos apellidos es arribano,
es decir, ladino; i obsenrando la embarcacion pe-
ruana un poco sentada de popa., grit a Gonzalez:-ccQu va a hacer compaero? En esas cajas
de aire cabm por lo mnos 80 libras de dinamita,
i nadie las ha recouocidoh

VIII.
Acept el oficial de guardia la discreta insinuacion de sn compaero de servicio i Ol'(len suspender la operacion gritando en trminos de mar
--Pm'te la ~?.a del bote, i ditijise hcia la. proa a
tomar la venia del segundo jefe del buque, que
en esa coyuntura ralo el teniente primero don
Enrique Gutierrez.
Mas no babia hecho todava el jven oficial la

-472-

mitad de su camino en demanda de su dilijencia,


cuando sinti el estridente rnidb del pito de metal del contramaestre, e instantneamente una
detonacion espantosa que un marinero sobreviviente comparaba en Litna al estallido de cuarenta caonazos a un tiempo )) .
Como en el caso del Loa, todo habia . salido al
paladar de los peruanos, recayendo la culpa esclu~::~iva del desastre sobre la impericia, tenacidad o
aturdimiento de los jefes chilenos. E igual cosa
aconteca respecto de las embarcaciones de salvamento, porque o se hallaban stas en reparacion sobre la cubierta (i esto di tal vez pbulo al
deseo de adquirir un nuevo bote) o fueron voladas pol! el terrfico estallido. Solo qued ilesa la.
canoa .del comandante, i en ella lograron embarcarse hasta 29 de los 140 tripulantes de la nu~
fraga goleta, la mayor parte oficiales e injenieros.
El capitan Ferrari que en el momento de la esplosion se ocupaba en examinar tranquilamente a
popa una ametralladora, rehus noblemente, como el comandante Pea, salvarse en su propio
bote, porque t alvez no queria sobrevir a su responsabilidad.
El destrozado casco del buque chileno no tard
entretanto sino dos minutos en hundirse (la mitad de1 tiempo del Loa); pero hallndose por
fortuna solo en ocho brazas de agua, dej en
descubierto su arboladura i en ella, se salvaron no

-473-

mnos de cuarenta infelices. El tope de guardia


llamado Mellado ha.bia cado eon el sacudan del
buque, i hchose pedazos sobre la cubierta.
En cuanto al desgraciado Ferrari, sin desnudarse, se aferr de un madero; i como en ese momento hubiese una fuerte marejada, se le vi que
era arrastrado hcia el norte. Esta fu la ltima
noticia que de l se tuvo. Los dema.s fueron salvadoR por em,barcaciones peruanas que, dando
pruebas de laudable humanidad, vinieron de la
playa. Entre los ltimos fu recobrado el aspirante don Meliton Guajardo, horriblemente herido
pero que mejor mas tarde en Lima. Contbase
tambien en el nmero, de los salvados al injenie~o 3. del buque don Anjel Feites que babia
trabajado en el fenocarril de la Oroya i hacia poco se babia embarcado en Val paraso. (1)
0

(1) He aqu algunos de los telegramas peruanos anunciando


la prdida de la Covadonga, que al principio confundieron con
la PiZcmna,yo, e;omo utes habiau confundido al Loa con el .Ama-

zonas:
Chancai, setiemb1e 13 de 1880.
>>Seor secretario de hacienda:
La PiZcornayo :t pique en un f\Jndo que deja descubierta la
cofa; en sta creo hai uua am etralladora., i una embarcacion lle
este hnqne cou dificultnrl se dirije a Au con.

Domingo Romero.
Canto Gtande, nmero 7.
Escelentsimo seor:
E l ejrcito ha recibido con jbilo la noticia trasmitida resH. DE LA C. DE LIMA.

60

474 -

IX.
Entretanto, conducido el nico Lote salvado
por el hbil teniente Merino que llevabn el timon, hizo rumbo con rnar gruesa hcia los peones de las Hormigas de tierra, esper<tndo encontrar en su camino alguno de los buques chilenos
que sostenan el bloqueo de !a costa. lVIintras hubo luz se vieron perseguidos a fusilazos por un
bote q2e los peruanos tenian listo en el puerto, i
despu es por las olas que encapillaba la canoa
donde apnas era posible ,ogar por la apretura.
Iban treinta en un bote hecho para ci nco,-el
comandante i sus cuatro bogadores.
Despues de ri1il fingustias, a las diez de la noche
pecto de la Pilcomayo, comprendiendo que ese buque 110 podia,
permanecer impunemente en pode1 del enemi,ro. Felici to a V. E.

a nombre del j eneral .!\'ln.chnca i del mio .


Billing lt urst .

Cltancai, setiembre 13 de 1880.


(A las 6 P. "M.)

Escelentsimo setior j efe supremo.


llSeor secretario de marina:
El buque echado a pique no es la Pilcomago sino la Govadonga, segun los nufragos, que hasta este momento, 6 P. M.,
son trece. Se contina sah ndolos. El comandante Luis Ferrari, segun unos, se h a. sa lvado en un bote diriji ndose al sur, i
segun otl'os est entl'e nufmgos sobre un madero, i otros dicen
que ha perecido. Casi todos e.stn l'ios.

Benavides .

-475-

i en medio de lbrega oscuridad, el capitan Morag~t que haeia la ronda de Ancon, divis en la
cumbre de una ola el bote nufrago, i aunque en
el primer momento iban los marineros a hacerle
fuego, presumiendo fuera un torpedo enemigo, a .
los gritos reconoci a sns compaeros i recojilos
a su bordo cmtrtdo iban ya a sucumbir. (1)
(1) Los salvados en el bote del C;).pitan de la, Covadongu, fueron los sigui en tes:
Teniente don Enrique T. Gntierrez, id. 2." don Miguel P. Canasco, id. id. don Froi lan Gonzalez , id. id. don Vicente Merino,
id. de la guarnicion <lon Manu el2." Blanco, aspirante don Juan
V. Villa., contador 2. 0 don Francisco ~.o L eight)n, cirujano 1. 0
don :Manuel Espinosa, inj eniero 1. 0 don Cipriauo Encinas, id.
2. 0 don Francisco Guzmau, id. 3.0 don Ramon Rebolledo, aprendiz meJnico Enrique Ballest ero, mayordomo Manuel J. Leon,
mozo Ju an Miranda, id. Manu el A. Gonzales, carhone1:o Pedro
Ma.telnna, id. J os Cisternas, ayudante rle CCindest able Manuel
Vctor, maestre de seales Daniel Mancill a, marinero 1. 0 Juan
Hall, id. id. Juan Almouac, id. id. Ramon Montano, id. ~. 0 Emilio Martinez, g rumete Abelanlo Zamra, id. Santiago Meri, id.
i.mian Cuadrn., id. Delfin Mel end ez, id. Benjamn Barrios i
soldado E du::ndo Vergara. Torres.
Los rescatados en Lima, q ne fuero u conducidos a esa cintlad
por el cura de Chancai, convertido en g uerrill ero, i encerrados
en el cuartel de n,n Francisco de PanhL, constan de la nmina
siguiente que da un tobl de 74 salvad os i 66 muerto:s:
Anjel Feites, Teo.doro Olivera, Jos M. Avila, TcNloro Pinto
Tito Arellano, H.osendo Fig ueron., Nemesio Valdeuenito, Ignacio FaJardo, I sidoro Ramirez, Basilio Rnmirez, B11.rtoloru A vi la,
Jos de la U. Suarez, Pedro Opaso, J acinto Ruiz, Francisco
Cancino, Emilio Urbina, Antonio Donoso, Pantaleon Gallardo,
Manuel Ramos, Jm:i e Chepnri, Manuel Mellado, lVIarcelino Urqni ola, l\1atias Ortiz, Juan D. Vara.s, Jos M. Arratin., Emilio
Bohao, J os Fig-uerua, Jtwn D. N uil ez, Flix Rel;olledo, Lcas
Sil va, Juan Mendez., Clandi o Gutien ez, Pedro Loyola, Lino
Asensio Rivero, Juan Loayza., Lui;; Nla.rco ue, Pantaleon Dor,
Arturo Fragua, Ignacio Sen sano, J os Aru ej as, ,Jos ~leri s,
Juan Pino, Juan de D. BalJeabenito.
Seguu la relacion peruana se di ropa i calzado a todos los

-476-

X.
Adelantse el capitan Moraga aquella noche a
reconocer el sitio de la catstrofe, i no encontrando en la solitaria arboladura sino las pavesas del
naufrajio, regres apresuradamente al Callao a
cuyo punto llegaba a las seis de la maana del
mrtes 14 de setiembre i daba inmediatamente
cuenta de lo sucedido al almirante.-<<tJamas he
visto un hombre mas angustiado, nos escribia por
esos dias el emisario de la fatal noticia. Me di
pena ver el inmenso sufrimiento que se pint en
su fisonoma, i cuando supo que casi todos lqs
oficiales se nabian salvado se limit a esclamar:
-Loado sea Dios!>)
o
nufragos i ,un sol diario para alimentarse.
Hubo de comentarse qne entre los que perecieron se cont
a la mayor parte de los g1iegos que haban escapado al naufrajio de la. Esmeraldrr, i a un marinero natural de Coronel llamado
Grego.rio Sanhuesa, a quien el autor de este libro hahia conocido
a bordo de la Co1;aclonga, despues del combate de Punta Gruesa>), labrando con su navaja pequeos botes injeniosamente estrados del roto mastelero del noble barco.
En el nmero de los salvados por la Pilcomayo iba el maestre
de seales de la CovarloniJa, nn intelijente muchacho llamado Da o
niel Mancilla, hijo de nn preceptor de Valdivia, que escapado
de su casa a la edad de duce aos, a los veintidos haba dado ya
dos o tres veces vuelta al mund o. Este muchacho nos ha referido que, en el momento de la esplosion, el mayordomo de la
Covaclonga le es taha encargando ciertos rec(:Ldos porque (segun
clecia) iba a morir con el torpedo, i aun se ha contado que el co
rujano Espinosa sac el reloj para calcnlar lo que tardara el
buque en irse a pique desde que izara el fatal brulote.

-4 77 -

I no hab ria el pai s de esc lam ar


de igu al ma ner a i a su vez, re-v isti nd ose de
ma s rud a ent ereza, al sab er que los dos cap ita
nes nufeagos del
Lo a i de la Covadonga no hab
an sob re vi vi do a
sn fat al cre dul ida d o desobedienci
a? Po rqu e eso,
pro bab a al m nos que los ma rin
os de Ch ile qne
no sab an cum pli r con los deb ere
s rut ina rio s de su
pue sto , sab an siq uie ra mo rir.

XI .
Sor do est rem eci mi ent o de hor ror
Scteudi las
quillas de las nav es de Ch ile,
con den ada s desde
hac ia seis meses a in glorioso blo
queo, cl.e ret os no
con tes tad os i ele cob ard es im pun
ida des, al cun dir la nue va de que fue ra me nsa jer
o el capim Morag a en la ma an a del 14 de set
iem bre . No era
aquel~a peq ue a gol eta cie rta me
nte el bar co ma s,
im por tan te de la arm ada , per o era
el ma s que rid o i
acariciado por el pa s i su ma rin a.
N o bab ia sido
com pra do en ars ena les est ran jer
os al pre cio de libra s est erl ina s, sino H,dq nirido c0n
fornidos bra zos
chilenos en el ma r ele nue stro s hog
aTes i a sn vista, par te de que sn nom bre est aba
vin cul ado ato dos los enc uen tro s ma rti mo s de
las gue rra s de la
repblica, desde el P apu do a Ah
tao , desr1e Punta,
gruesa a la Po za de An tof aga sta
, desde el des em barco de P.isagna a los bom bar deo
s de Arica. Con
escepcion del Huscar, su dig no
consorte, o tal -

4i8-

vez tanto como l, la VrJen de Covadonga habia


'sido la nave mas batallado ra del Pacfico. (1)

XII.
Reuni6se en consecuen cia inmediatamei1te a
bordo del barco almirante una junta de guerra
para tomar una resolucion suprema. I, triste es recordarlo, apareci6se all como nica resolucion la
voluntad del president e de la repblica que habia
ordenado al almirante por cartas particular es no
bombarde ar ninguna plaza enemiga sin .su autorizacion prvia. La idea de comprom eter sus ensueos de paz preocupaba mas intensame nte el
alma del seor Pinto que todas las eme1jencias i
todas _las justas iras de la guerra. A la verdad, el
nico de los comandan tes de bnque que estuvo
por la accion inmediata i escarmen tadora fu el
j6ven capitan de la Filcomayo don Crlos Moraga. Hzose e3to pblico, i el mismo bizarro mozo
nos lo escribi por esos das.
En el acto, decanos en efecto, el capta.n Moraga dusde
Ohancai, en carta del 13 de setiembre, orden el almirante la
reunion de un consejo de jefes para acordar el temperamento
que debia adoptarse.
(1) Notaron algunos supersticiosos que el Loa se haba perdido el dia 3 i el Oovadonga en di:t 13, dos m'Imeros cabalsticos.
Mas singular que esa ha sido la circunstancia de haberse perdido sucesivamente todos los trasportes chilenos que llevaban nombres peruanos como el .Rimi-c, el Loa, el Lama1 i posteriormente
el Paila,

.,_.:

-478Des pues de leernos el almirante las in;struccione:s que tenia.,


se procedi a deliberar. Yo opin porque se bombardease en el
actv, si posible fuera, toda la costa peruana, i me fund para ello
en la clase de hostilidades que los enemigos nos hacan. Yo consiJero plazas furtificadas no solo las qne tienen caones sino
tamhi en aquellas que estan defendidas por torpedos, armas tan
terribles como traidoras.
En Oh r::illos se nos ha hecho fuego hirindonos un hombre,
en el Callao se nos ech a pique un buque con un torpedo traido de Ancon, en Chauca;i se nos ech a pique otro. Puede
haber vacilaci on en tomar una condigna represalia?:.

Xlll.
La junta de guerra se atuvo solo a las instrucciones del almii'<:~nte, es decir, a las rdenes del seor Pinto, i en consecuencia de las resoluciones
aeordadas de consultar a Santiago sobre eljnero i
tiempo del-eastigo que se deba inflijir al enemigo, clespachse aquel mismo dia el veloz trasporte An,qamos a Arica. I al hacer este buque su aparicion en aquellas aguas en la maana del 17 de
setiembre, vspera de regocijos para la repblica,
el telgntfo nmcl los aprestos en luto~ Aun los diarios mas adictos a la. administracion tronaron contra el alto funcionario a quien voz universal i ya \
implacable acusaba de aquellos atentados sin castigo, de ~quellas menguas sin reparacion.
.

<<Ha llegado, e~ clamaba La Patria de Val paraso el da 20 de


setiembre, al reaparecer despues de las amortiguadas fiestas cvicas, ha llegado la hora de la accion. Que cesen en Santiago los

-480bailes i tertulias, los banquetes i las comidas de felicitacion.


Que la capital imite el uohle ejemplo de este pueblo va1:onil;
que todo el pais se ponga de pi i no tenga sino una sola voz
para EXIJIR guerra en1jica, guena de estermi nio a fin de llegar pronto a la paz.
Si no lo hace, volvam os atr,ts; entreguemos todo el territorio conquistado; no pensemos mas en espedicion a Lima i resignmonos a soportar todo el fUbor de nuestra vergenza.
1!.:1 pais debe mostrarse a la al tu m de la situacion i dej arse
de vanas recriminaciones: hacindolo no habr gobierno que
pneda opon erse a su voluntad sobeni.na.D

XIV.
I al-da siguiente, entrando con voz de apremio
en el co_ro de to.das las condenaciones, ese mismo
diario agregaba en su artculo de fondo del 21 de
setiembre estas palabras de proft}nda pero acaso
tardia sinceriLlad, bajo e1 rubro de D eber 1: Responsab?: lidad:
. c<L~

prdida de nuestra g loriosa. Covadonga ha producido, como es natural, uua profunda inclig nacion en los pueblos de Chil e, indignaci ~ u lejtima i perfectamente motivada si se considera que hemos vnelto a ser vctimas de nna celada de nuestros
enemigos, casi a sabiendas. .
.Cuando ocurri la pr~licla, del Loa, despedazado tambien
por un torpe<lo perualJO, b, palaura ofi cial inculp del siniestro
al comaudn,nte de ese crucero.-Hoi se pretende hacer exactamente lo mismo en cuanto a la Covadonga; mas no es fcil cont ar en esta vez con ht inocente credulidad del pblico.
Lo cier to, lo que nadie ignora en Chile, es qne llevamos perdidos tres buques, sin otra razon que las punibles omisiones o
errores cl el jefe del Estado.

-481Qu rdenes se impartieron a: la escuadra clespues del hundimiento del Loa?


Nadie lo ha sabido en el pas, a pesar de las protestas i de
claracioues del ministerio de eutnces.
I ahora qu se ha hecho?
!I>Esto es lo que nos preguntamos todos con afan .
.))El fracaso de la Covadonga, ocurrido precisamente en momentos en que la opinio n acusaha al presidente de haber estado
trataudo de negociar una paz inoportuna i absurda con los enemigos de Ch ile, ha venido a acentuar mas las protestas repeti:da,; del pas contra la funesta. credulidad <le sns homhres pblicos qu e ha :-;ido i est siendo uu uu mauautial de coutraried"Ll e::; para la patria.

vv

.J..l...

,.. .

El pai:;, esclamaba por :.m pa rte el prudente Jlerr:uriu tle


Valparaiso del dia 20, en un a rtculo de colohora.ciou que ll eva1m con fecha de la vspera la firma del autor de e:stu. historia, el
pas al mnos lo sabe, i sabnt valorizar t(>dn lo c ne pasa. P ero las
operaciones de la g nena, incluso el tri :>te i vergo n~oso tributo de
los cien mil pesos de Chimbote, limusua \'ergouzante impuesta
1\ nuestros gloriosos soldados por la in sensatez gubernativa, taimada. mra, In, empresa de la guerra en grande, todo lo que tmsaba puede tra.zar~e fsicai ruoralmellte al apetito voraz de nna paz
tan imposible como menguada ........ Ah! si pudiramos hablar;
si !mdiraruos deci r al pa~ cmo se ha, jugado con s11 honra, a
llll ejrci to el precio que se ha asignado a su sangre, a la marina cul ha ::;ido 1:\ tasa de su gloria? ...... i por q uiu otra vez,
como en b mision Lavalle, que fu nu preludio c..le verge.q za
uficial para esta guerra de dos ai'os en que todo i casi todo ha
sido heeho por el b razo del pueblo cornhntieute! ......
Pero no nos antieipemo:; ;t !u. historia, qne hoi por fortuna
pisa la huella fre:sc:~ tod av ia de los que delinquen i aun de los
qu e ti'Opier.an.>>
HlS'l'. OE !J .~ t; , !JI; LI~IA
l

!182-

XVI.
I bien. La hora de la historia ha llegado, i hllase sta en el deber imprescindible de ratificar
todas sus apreciaciones i todos sns castigos, porque en ls in stan tes en que todo eso se escribia i el
pais palpitaba de clera, como el toro maniatado
en el redil de la matn,nza,' J.noni'a sn proa al Callao
el aviso Angamos llevando la rden condicional
de bombardeo de los puertos vecinos al Callao,
precedida de una conclicion que iba a impoi1e1 al
pais uua afrenta mas terrible que la de las catstrofes,- la afienta del ridculo.
Por el rubo r de )a historia nacional qnisiera.mos cubrir con denso velo semejante incompren:si.bl ~ procedimiento. en qne presidente i gab~nete
fueron cmplices, pero .dejamos encomendada a
las tri stes pjinas de la dipl omctcia el consignar
en sus helados documentos aque llos acu0rdos que
~iquiera ahorran al liarrador la fatiga i el dolor
.de recordarl os.
El Anga.mJJs se hallaba en efecto ele regreso en
el Callao el 21 de setiembre, habi ndole bastado
una cort<~ semamt para ir i volver u Arica; i apen ~ts haba echado stl ancla d costado del buque
>almirante, destacba,se de ste una embarcacion
co bandera de par amento i entregaba al prefecto Astete, que haL ia remplazado el 5 oe agosto al

-483-

doctor Saavedra, la sigui ente comunicacion en la


cnal se habia vaciado poL' ent ero la palabra i la
responsabilidad presidencial de Chile.
C 1lMANDANCIA EN JEFE DE L A ESCUAD I<A .

R ada del Callao, setiembtc 2 l de 1880.


Seiior:
Con motivo de la alevosa celad,Lq ue ha. ocas iuuado la prdi-
da de la goleta Covadon.r;a en el puerto de Cha.ncai, he recibi-
do instrn ccion es de mi gobierno para bornb<mleur los puel'tos
de Chorrlos, Ancon i Chancai, si en el tnuino de veinticuatro horas el gobierno del Per. no ha entregado a esta escuadra
la corbeta Union i el tras porte R imac.
Lo que digo a. V. S. pMa los fine :i consiguientes, previnindole que si mail an a 22 del corriente, a las 12 M. no me han sido entregados los citados buques Union i R imac, se ll evar a .- - cabo el bombardeo de los puertos ar r ib ~L nombtados, sin otro.
prevenciou .
Dios guarde a V. S. - Galvmino R ive1os.
Seior jefe poltico i militar del Callao.

XVI~.
.;

La respuesta del dictador, trasmitida por el Srgano del prefecto del Callao, sn antiguo-cmplice
a bordo del H uscar, no tard en llegar a manos
del contralmirante Riveros, i ella estaba concebida en los tl'minos siguientes:

48-1
Callao, setiemb1e 21 de 1880.

Seor jefe de las


puerto.

fu'3rZ<LS

navales de Chile, presentes eu e:; te

Seor:

Acuso a V. S. recibo de su nota de la fecha.


Mi gobierno, en cuyo conocimiento puse el contenido de su
citada comunicacion, es de selltir, que teniendo V. S. al frente i
en las mismas aguas a los buques peruanos Union i Rimar., puede V. S. veriir a tomarlos, si le acomoda; i que el bombardeo de
poblaciones indefensas como Chorrillos, Ancon i Chancni, es
digno de la monera como Chile ha::!e la guerra; sin que esto
pueda tornarle al Per de nuevo, pues se ha hecho ya fuego sobre Ancon, i Uhat: cai fu bom bardeado diariamente, antes de l:t
.destmcc(IIl !le la Covadon_qa.
El hundimiento de esta nave, llamado por V . S. alevosa cela.da, no ha sido mas que la condigna pen a que 1ecien los saltea.dores .en ma1 i en tierra: ser castigados por su pr... pio CI'tnen.
Que da de esta manera contestada la teryonzosa intimacion de
V. S., estraando de mi parte, que debienrlo conocer ]o,; qnilates del noble corazon peruano,. se haya avauzado a snpone1 que
pudiera pasar por tan indigna propuesta.
De las n&eiones civilizadas i grandes en can\cter1 es lucha.e
,con leaLtad, no eus.a.yar su saa con pobl aciones desarmad as.
Homoso seria para V. S. avanzar sobre las fortalezas de esta
~a~a, i no llaeer el simple papel de espectador, en el largq e s~
pRcio de einco IJI._es~s .traseurridos desde el establecimiento d~l
.bloq:~l~..

Dios

.,

~u&tde

a 1r. 'S.-L. G. ..ABtete

XVIII.

.I \Cit'Ulf.? s Jos peruauo.s huber.an querido hacer

-485-

mas acervo sn agravio i mas intensa su de~pre


ciativa burla a los salteadores) (oh r~engua!)
que les pedan con empeo dos de sus buques
por habernos echado a pique igual nmero de
quillas, publicaban el mismo dia el siguiente telegrama del ministro de la guerra al jefe milita1
de la plaz~ del Callao:
Lirna, 21 de

.~etiembre

de 1880.

(2 P. M.)

Seiior prefecto i comandante jeneral de armas del Callao.:


En este momento se recibe el oficio de V. S., elevando la verintimacion del almirante chileno.
La. destruccion del Covadonga, llamada por l alevosa celada,
no ha sido sino la C()ndigna pena cue reciben los salteadores en
mar i tierra! ser castigados por su propio crimen.
Conteste usted al almirante chileno que, teniendo a;l frente.
de las aguas mismas del Callao ln Union i el llimac, vef\ga a,.
tomarlos si le acomoda; i que en cuanto al bombardeo de pohlDt-,:
cioues indefensas, C()mo Chorrillos, Ancou i Chancai, es digno
ie la manera como Chile hace la guerra; i que no puede tomar~
nos de nuevo, pues se ha hecho ya fuego sobre Ancon, i Chauca.i
es bombardeado diariamente desde antes de la destruccion del
Covadonga.
Rbrica de S. E.
Villar. (l)
gonzos~

( l) Ijabia com.e~1Zarlo a abrigarse tal idea i tan honda desconpanza .l,i.e l.a manera como el pretlidente Pinto dirijia la guerra,
,a vi,rt~;~d de sus incontenibles apetitos de paz, que un correspon,sal del Mercu1io, resumiendo las impresiones del ejrcito de
Tac,na i Arica, se espresaba en los trminos si~uientes eu el dia
que el Angamos regresaba del ltimo puerto al Call:10.
<'l-Yo.~l9 ,hemos dicho, las anterjor~s notjr,ias ):)ap lado mrjen

.i-

486 -

XIX.

I fuera de esto, los peruanos, profundamente


irritados con los destro2os que a. esas mismas horas ~jecutaba la di vision Lynch en el norte, destruyendo por la tea con insensato i contraprodu-
cente encarniz<:tmiento propieclcLclcs ele particulares i ele neutraJes qne solo podian tasarse por millones de pesos, no solo acentuaban la insolencia
lle su provocacion en sus not<ts oiciales, sino en
los hechos. Durante d0s noches sucesivas haban
venido desde la::; bateras de la Punta a dar un
asalto a n.n estra guarnicion de San Lorenzo, desembarcando en la madrugada del 16 de setiem-
bre 200 hombres i presentndose en la nt,che del
17 al derredor de la f:;la una verdadei:a flotilla, .
de lanchas al mando del comandante don Manuel
Antonio Villavicencio .
1.1, una multitud de alarmantes rumores. Quienes creen que el
gohierno, &1 mismo tiempo que ordenaba ostensiblemente al
almi~ante el bombardeo i b llestruccion de los puertos ya mencim~ad,osJ i esto por medio de un telegrama que se hizo aqu casi
del dominio pblico, le .u audaba algun otro en cifra, desvirtuand;o el anterior i ctrdenndole no lo tomara en cuenta. De este
modo l;l.e calmaba la sobreesoitacion del pas i se daba tiempo al
t:empo.
,
Pe1o pl' mucho que se hable de las instigaciones pacficas del
p.r esidente rle la repblica, no es er1 manera algu~creible que
se tratase de engaar ta.n. burdamente a la opini.on pblica, i
mucho mnos aceptable aun que el a,lmirante Riveros se hiciese
.Cmplice de nn proceder que acalJaria de p~rderlo.D

-487-

En una i otra ocasion los asaltantes haban suo recilnza.dos por la gnarnicion de la isla compuesta de 75 soldados ele la Artillera de me-trina
qtle comandaba. el oficial don Pio GLtelTero i el
~Lntiguo i bravo sarjento ele la Covctdonga (ahont.
:subteniente) don Ramon Olctve. La.s lrmc11as a
vapor Prin,cesa Luisa eCOffictlldctn te R . Osorio) i
la Fresia ecomandante R. A.mengual) tornaron
p:trte princip:-tl en esto;; comh<ttc..; no c tumo.~, caone<tnclo b flotilln. sutil (b los peru<tnos i clisper1;ndola. En el ltimo de aqt1ellos encuentms el
bizc.trro teniente Amengual se meti en medio de
las lanchas enemigas i las ahJyent con el botaIon de su torpedo, recibiendo uno de sus tripulantes llamado Ca.stillo mortal herida de rifle.
Por fortuna ele los tripulan tes peruanos, el torpedo ele la Fresia en dos ocasiones no di fncgo. e1)
Tres dias mas tarde i ntes del regreso del
Angamos con su singular notificacion de trueque
de buques ech rtdos a pique por buques a flote, la
guarnicion peructn<t de Chancai lutbin. hecho tarobien fuego sobre las lanchas de la Pilcoma.yo que
-------------- ---

------- - - - - - -

( 1) Dijr,l>e qu e en unn. de esta~ o,: pe,liu ionr.s viuo como volnntnrio, u ma.::; bi en C llrl tl cu1i oso, el cG iehre nadad or norte ameicano Boyton , e l mi s mo q ue hacia d n>; n t.res :tilO;; hn.bia atravesado
el canal el e b Ma.nch :t a na,io, co mo Le:wdro el Bsforo, i descendiun el Tnj o en nu cachn eh o cle::;cl e .\ rani uez a Li shon.. El mismo B nytLI e~c ribia a un ll ;tr io do ~ n e va Yh~que babia quedado abandou;tt1o e n la is b i J1a.:;;td n t tJdo 1111 dH.L Je~;nndo eu uua.
c;~V e l'IHt, lw.:; ta. rpw eu no<.:h.e prxima pmlu regre~;<~.r u. uado .

-488-

se ocupaban en buscar i estraer del fondo de la


nufraga Oo'Vadonga, sn ametralladora, sus caones i parte de su armamento menor. (1)
( 1) H aqu los trminos en que un corresponsal de Ellf!lercurio refera el reconocimiento de la Covadonga, exajerando
talvez ciertos actos de inhumanidad, que no guardaban consonancia con el salvalmento de 45 nufragos hecho por los perua.nos.
Lo primero que se reconoci, como que era lo mas importan:.
te, fu la condicion en que se encoutraba el glorioso buque i .,
seria posible ponerlo u fiot.e.
Los buz os nota.ron que el caseo estaba un poco tnmbado sobre estribor, pero en mui buenas . Celndi ciones de e~tahilidad i
sin tener mayores averia.s. La rotura que le produjo el torpedo
no futa,n grande corno pudiem hacerlo presumir la lijereza (lel
hundimiento i toda la avera se limita a la falta de tres o cuatro
tablones en la lnea de flotaci on:
Para mayor fortuna, la Covadonga no sufre mucho con el
mnbate de las olas, qued con la proa en direceion al s~uoeste,
es de cir, precisa uiente hcia el lado de los vientos i marejadas
reinantes.
Lo que s no pudo reconoce r:>e ~in esperimentar un acceso de
violenta indig nacion, fueron las vergas i In:> palos de la cn.onera, qne ostentaban las hu ell as i las pruebas de (orueldad i de la
cohardia peruanas. 'Estalmn sa l picados d~ grandes manchas de
san g re, que eran mn.-; visibles aun en Ja; cle~trozada.s velas. LoE~
~tlevoso:; criminales, no satisfechos con la terrible catstrofe que
ocasinllaJ"On, o quiz tenwrosos de ser ven<.:idos por los inermes
unfragns que despues del huudillli cnto se refujiaron en la arLoladura, contin na ron desde los botes i desde ti erra haciendo
dispa1os sobre ellus, ase.-;i n ndolos fr:anH!ll te, i eso en momentos en que el a~esinato reves ta los mas o<li"so,; caract.eres.
<!Por eso queJ tan redueida la cifnt Lle los sobrevivientes que
llegaon a Lima prisioneros. Entre los mu '3 rtns no cab.e y <t duda
de que se encuentm tam bien el desgTaci :t~ ! o eomnndante Fenari .
Por su parte, el capitan de la Pilcomayo, que dirij ia. a(uellas
open~eiones en los das 18 i 19 de setiembre. 11"s escrihia algo
mas tarde (noviembre 6) estas palabms. - ce [,a C'ooarlongrt est
:;iempre en su mismo lecho de fango, reeost.a.da Robre su eost;tdo
Je estribor con sus dos masteleros i vergas altas sobre el agua,
so lo la verga de t rin ruete se han ll evado los enemigos. Estos 1~

- 480 -

XX.
Des pues de la arrogante cuanto insolente i provocadora ' respuesta del dictador i de su lugarteniente del Callao, reagravada por los actos anteriores, no quedaba al almirante otra. alternativa
que l a de formular la renuncia de su puesto o
cumplir las tmid3s i po testati vas in strucciones de
la Mn ecla, i a es to ltno se dispuso, ordenando
que simultneamente se ejecutc1se el di a 22 de setiembre el bombardeo de todas las caletas i puertos peruanos en el orden siguiente :
'E l Oochrane, acompaado del Tol~en , bnqnecillo que sostena el bloqueo de Chorrillos, bombardea ra este puerto .
El Blanco i la Princesa l../IJ,a se dirijirian con
i gual propsito a la playa de Ancon, i la Pcomayo
verificara a la misma hora el bombardeo ele Chancal.

XXI.
Conforme a est~:Ls rdenes, cumplidas con evidente desgano por el almirante i sns principaleR
lugarteaientes, i de soy~n clo una protes ta colecti V<t
del cuerpo diplomtico ele Li ma sobre el bomba.rti9nen a la goleta un terror pnico. Como vieron que varios
dius hice bajar un buzo para estraet' algunas piezas del buque
hau creido, si u duda, que le h ewos pues to un torpe<.lo i. por e:;o
no se atreveu u tocn.t absolu tamente nad<l.)>
HI ST . DE LA C. DE LIMA.

62

490

deo de plazas indefensas, los buques designados


se encontrar on en sus puestos ntes de las 'doce
del dia 22, i rompieron sns fuegos, el Cochrane
sobre Chorrillos a las 12 i 10 del medio dia, el
Blanco algo mas temprano i la Pilcomayo h el
intermedio.
Dur aquel ataque, a que los enemigos solo respondieron en la primera de las ciudades agredidas, cerca de cinco horas, i con tan po'co efecto,
que habiendo arrojado l<s buques chilenos cerca
de mil quintales de hierro sobre aquellas poblaciones construidas de delgada caa., no se produjo
ningun incendio ni siquiera causaron averas de
consideracion. El Cocltrane se babia colocado, por
recelo de los torpedos, tras el morro Solar, i tirando por elevacion (mintras el To!ten por medio de
seales rectificaba sus punteras ) logr poner solo
13 de sus proyectiles de~1o de la ciudad sin daarla, estraviand o 73 disparos en el campo. En
cambio, el dictador que, trasnochandcl en la noche
precedent e, habia improvisado dos bateras de
piezas Krupp, la una en el morro Solar i la otra
en el Salto.{ Asalto del .Fraile, deca el jefe de
ella, don Guillermo Yaez) mantuvie ron nutrido
fuego sobre el blindado a la distancia de 4,000
metros, i ann lograron meterle un proyectil en su
costado. (1)
1

(1) H aqu algunos telegramas peruanos sobre estos bom-

-49 1-

XX II.
A las cinco de la tard e aquel triste, ineficaz
i
sobre todo tardio simulacro, que babia. carecido
bardeos simultneos:
(Recibido

Ohorrillos, 3etiembre 22.


&

bs 12.35 P. M.)

Seor prefecto:
Han priucipiado los fuegos del enemigo; todos
pasan sobre la
poblaeion.
Los buques enemigos situado!! tras Salto del Frail
e.
Los pocos habit antes serien del bombardeo.
Lo que ocurr a avisar. - Tirado.
A hs cinco de la tarde se retiraro~ lo!! buques
chileu
baha, sin hacer dao a la pobl acio n.-E milio Pani o11 de la.
.z o.

Ancon, ietiembre ZZ .
Seor secretario de guer ra:
Un blindado i uua lancha enemiga bombardea
desde las 10.30. No hai hasta ahora desgracia n la poblacion
perso nal.- Sr.ta rez .
Ancon, setiemb1'e 23 ele 1880 .
Seor secretario de guerra:
(1.30 P. M.)

La P ilcomayo ha principiado a hacer fuego sobre


han cai.
El Blanco i Prin cesa Luisa h an suspendido
suB fu egos. Suar ez.

En cuanto l aspecto del bm;nbardeo de ClwrriHos \la nclitu


d

492 -

. c1e su principal j ustificativ o,-Ia instantan eidad


corp.~ represion, como castigo, i como enmienda ,
babia ~e.rminado por completo, i nuestros bai'cos,
c_9mo si h~1biesen (Sido humillados por _in gloriosa
tcnea, volvan lentamen te a su fondeadero, despues
de habe1 arrojado intilmen te a la playa enemi-

de las poblaciones riberan as del Barranco i Miraflores, que el


dictador P iroln. h aba recorrid o a media noche en la vi spera del
ataq ue, h aq u lo que con taba un escu rsioni sta que haba ido
en aquel din. a espet:imen~a r las emociones del ruido del cao11,
si bien no la de sus proy(!lcti les.
He dejado h oi el panorama montono del Callao para emprender un viaje a estas hermosas poblaciones, peq ueiios osis
.
qnc bordan el precipicio de la costa sur del Callao.
:Pesde que el eai1on retumb por primera vez en nuestras
ag.-nas en la aduaLg nen:a, no babia venido a est os s.itios, que son.

un verdadero sueo orientaL


reina
ue
q
tranquilidad
la
perturbado
ha
E l caon enemigo
aqu; ha profanado estos Jugares sagrados, donde se ll ega a
creer hasta en las m as fantsticas creaciones de la leyenda.
>>Chi le ha dejado de ser un, uacion civilizada: es la personifica-.
ciou de la barbarie.
A las nueve se asom el Coch1ane a la baha;
>)E l To lten estaba sosteniendo el bloq neo.
A las doce i diez minutos P,{ Coch1ane dispar su prim er caona!;o, no sobre Chorrillos, sino en direccion donde se aglomeraban los buenos chorrillanos, hij os de esa herica villa, cnna de
Olaya, pei'sonificacion del valor i abn egacion peruana.
>)E l fi:tmoso b lindado queria asesinar j eu te indefensa.
A las cinco se retir el Coch1ane.
Q u hizo?
)> Nada i nada.>>
Segun noticias particu lares, los peruanos creian que el a lmichileno comunicaha todos sus planes con an te rioridad a~
nte
ra
j efe del apostadero ingl es en el Call ao, i s te lo t ras mi tia a l mi-
nistro S aint J ohn . Era lo cierto que s te anun ciaba con la exactit.nd de un barmetro los bombardeos, i cuando el di a 2 1 lo vier on salir de prisn de Ohonil !os, donde se hallaba residiendo, to da la pob lttcion chorrillana lo sig ui} no cesando ese dt ele con er lus ircues para Lima.

---~

---

~-

--_

-493-

ga 424 bombas desde el calibre de 70 al de 250,


en esta forma. E l Oochrane 84, el Blan co 140 i
la Pilcomayo 100 : unas cuare nta o cincuenta tneb,das de metal i un cente nar de ba.rriles de
plvora para aorir alg unos agnjeros en la caa de
Guayaquil de las ciudades de baos del litoral de
Lima.
Chorrillos, el Barrane,o i l\tfirafl ores haban escapado ilesos, cual si estuviera escrito que implacable destino reservbaJos i nt a.ctos para mas
horrenda i f's,tal hecatombe.

XXIII.
Los bombardeos decretados tmida i tardamente por la Moneda fueron de esta suerte no
solo completamente inefi caces en su ej ec ucion,
siuo que ~ontribuyeron no poco a aumentar la
soberbia del dictador, qut:l a esas horas andaba.,
por otra parte, solicitado en trat os de paz por
aj entes qne haoian venido de Chile _tomando el
nombre de su gobierno como promotor de imposibles avenimientos. I en consecuencLde todo lo que _
pasaba i que no poda ser mas desdorosopara nuestro pre stijio aJcanzado en t an duras pruebas, las
operaciones martimas del bloqueo comenzaron a
languidecer de un a manera lamentable. De cuando en cuando nuestras lanch;-'u s a va.por s dirij i<+n
hcia el f0ndo de la baha a perturbar el sueo tl
hts guarniciones de las bateras disparando al cti.re

--~-

--..:::-:::::;--~

-494-

cohetes Hall, pero sin mas resultado que el entretenimiento recproco de los soldados i los marinos:-cohetes contra cohetes. Habase en otro
sentido, despnes de los ataques nocturnos de mediados ele setiembre, intentado fortific i r la isla
de San Lorenzo, i al efecto el trasporte BaTnaTd Oastle condt~o de Valparaiso caones i al-.
bailes; pero aquellos jamas fueron sacados de
sn bodega, i por dar alguna ocupacion a los ltimoR, se les tuvo varios dias atareados en erijir un
monumento fnebre de cal i ladrillo a los que habian perecido en el bloqueo .... I por ventura no
habra sido de mayor aciert0 consagrarlo a la memoria de los errores, que por culpas mas de ajenos que de propiol::l, habian convertido el soporfero bloqueo del Callao en uno ele los medios mas
poderosos de armamento i resistencia ulterior para el enemigo? (1)
1

( 1) En varias ocasiones hemos hecho 1encion de los insubsanables inconvenientes que ofrecen los bloqueos, cados justamente en <lesnso desde la a.plicacion del vapor i mucho mas
respecto de los paises que como Chile no tienen una escuadra
suficiente para establecer a firm e los bloqueos de la costa i el
servieio de cruceros que habran evitado el aprovisionamiento i
el armame~to del enemigo, i por Jo que puede conv enir como est udio, acopio de datos i lecciones aprovechables para el venidero,
copiamos en seguida las fechas i los ttulos de varios artculos
q ue sobre el particular dimos a luz en .El Mercu1io durante el
ao eh~ 1880,- ao de bloquaos.-Bloqueo de ventanas, febrero 6
de 1880.-Los Corsa rios i los bloqueos, setiembre 11.-Los bloqueos de 0/le, setiembre 12.- Rl bloqueo del Callao, noviembre 23, etc.
A e ~;i e mismo respecto, i refirindose a las opiniones de un

-495-

XXIV.
A la Yerdad, el bloqueo del Callao qne haba
durado ya cerca de seis meses i que en manera
alouna
habia evitado que el Per se armase
i ni
o
.
siquiera que Lima viviese con desahogo i. aun con
esplendor, nos costaba la prdirla de doscientas
vidas, un trasporte valorizado en medio millon ele
conocido diarista de Chile, El Nacional del Callao del 9 de junio se espresabn. en estos trminos:
a:Los bloqueos nos son fatales, dijo don Justo Arteaga
Alemparte.
Los hechos han probado que tenia razon el periodista chileno.
En el bloqueo de Iquiqne la Esmeralda se fu a piC)ue i el
Covadonga se salv por nn milagro.
En el de Arica el Huscar, Cochrane i la Magallanes, salieron averiados; el valiente comandante Thompson fu muerto.
En el del Callao el ~fattas Cousi o se var; la Guacolda i
el Loa, se fueron a pique instantneamente.
Lo dicho: los bloqueos son fatales pam los chilenos ; clon
Justo Artea.ga Alemparte tiene muchsima raz on.
Los cruceros han dado a Chile el Husca1, la Pilcomayo i
una lancha torpedo.
Pero ahora ya no tenemos buques: el crucero por eso no les
seria mnos til, les dara variedad de aires.>>

De la fortificacion de la isla de Sa n Lorenzo por los chilenos


se habiu. hablado en la escuadra desde los primeros meses del
bloqueo, i as nos los escribieron a nosotros el 20 de mayo. Pero
solo en octubre o noviembre se comenz a hacer algo, i el 3 del
ltimo mes La Pat1ia de Lima decia estas palabras:
Desdo el muelle drsena se diBtingue fcilm ente a nn nmero considerable de individuos que tnibajan act.ivan1ente en la
isla de San Lorenzo, sin que se pueda determinar el objeto a
que se dedican con tan manifiesto empeo.
Otro corresponsal agregaba que con el anteojo se podia distinguit un rebao de quince o veinte aninMl es ue cuerno que
los chilenos tenian en la isla, pero agregaba que no le era posible columbrar el sexo de las bestias ....

496 -

pesos, un barco que no admitia tasacion posible


en dinero, una valiosa lancha caonera, unas cuant as toneladas de proyectiles, innumerables carga-
mentos de carbon, el tedio moral de la escuadra,
el menoscabo de la salud de sus tripulaciones, la
contnua zozobra de los torpedos, uno de los cuales cargado con trescientos quintales de plvora
revent cerca del Cochrane en la maana del lO de
octubre; el deterioro de todos nuestros buques,
especialmente el del 1-Iuscar, que habia regresado
a Chile ~t componen;e i el del Blanco que recorran
los buzos en su propio fondeadero, i poe ~ ncima de
t odos estos daos, las humillaciones que en este captulo dejamos recordaclas: -tal et el sucint o epto me ele la vidn, i el frnto del bloqueo del Callao,
sin contar la impunidad con que de todas partes
llegaban a la:: ; caletas i pnertos del Per vveres
i armamentos. ( 1)
( l) H.especto del torpedo del 1O de octubre, solo diremos que
con sista en un lan cha n viejo que na vegaba entre nguas i que
iba a l apa recer p rovistv de un aparato de reloj era o mecha de
tiempo para p rod ueir s u ,efecto, porque h abin dolo descubier to
oport un amente el CochTetne } amanecer de aquel di a i a pocos
m etros de sn proa, revent a. los 9 de la maiana levan,tamlo inm ensa col u m a de ag ua en la baha.
E n cuanto a la reconida del Blanco qu e se in ten t traer a
Val paraso, despues a Calder,1 i clcspues a P isag ua (aban domiudose sucesivamente estas ideas) fu m alam ente ej ec ut ada en la
isla de San Lorenz o. A pr opsito de estos traj in es, un oficll de
la escuad ra nos es cri b~ el 20 de octu bre los signi entes detall es
que uo carecen de chispa i de significacio!l con m otivo de los
b l queos, s us r esultaC:os i sus t rw ites:- -E l t rabajo efecti vo ele
los buzos n o d ura sino tres homs al da, pero no creea u. ted que

-497-

XXV.
Por otta parte, i gracias a la parsimonia con
que ha sido costumbre atender a las necesidades
de nuestra marina desde los tiempos del gobernador martimo don Luis de la Cruz que ordenaba
en.trega.r a Lord Cochrane ccmeclio cable>> cuanclo
-e,l ltimo peda un calabrote~ las t.ripnlaeiones
enfernut::;, descontentas i desal en t;-~.das hallbanse insuficientemente provistas para su duro ser,

VICIO.

Da ris~t, escribia un marino del Blanco, en los ltimos clias


de octubre i cuando el bloqueo estaba eu su stimo rn e;;, da risa
oir por las tardes al guardian dar la voz de vestirse de ab rigo! i
q nedar tanto o mnos abrigado que en el dia, seg u u cual haya
sido la librea que hayan tenido puesta.
ccMucho'l he visto hace'!- su servicio . .:lon camiseta i blusa de
dril. As, no es estrao que el nmero de enfermos en los blin-

se les paga solo estas horas sino cin co o seis por lo mnos, porque para esto le<; cot'l'e el tiempo desde que empiezan a desvestitse Stl ropa para calarse el trn,je o aparato de buzo hasta que se
visten nue\7 amente co u su t.mje habitual. Por rclen del almirante reciben los buzos diariamente u rm pn.pelet:t, en la e ual se estampa el nombre, la s hora~ de trabajo, que podria.n llamarse
horas buza! es i las otras bucales, (seria bueno intrlldueir estos
neoloji~mos) i los metros cuadrados limpiado!< en este tiempo.
Casi me corto de risa cad<1 vez qne recuerdo este ltimo dato,
porque se me figura que al fin de la limpieza va a apHreeer nna
superficie ciu no o mas veces ~uperior a la de los fondos, pues el
mismo l.J uzo es el que tiene que dar este dato, i ya lo creo que
no se andar con cortedacle~. No dejaria de ser cnrioso este fenmeno, que con los lnrgos bloqueos crezcan lo s fondos de las na.,.
ves, us como el ahul'l'i miento de los tri.mhtntes.
HlST. J)F; LA U. 1!1!: LIMA

()3 .

-498dados flucte entre 12 i 20, i aun suba a :5, pues no son pocos
los catarros i reumatismos que ::;e agarran con motivo del cambio brusco de telllperatura entre el dia i la noche i de las perpe- .
tuas neblinas i frescos terrales.
<rTambien deja rnncho <!'le desr:n\l' la alimentacion, 1~ cual no
es de las mas a propsito para mantener la salud i el vigvr de
la jeute de mar. E u e:>taciones tan largas como sta (no se puede dar otro nombre) cou vellll ria dar mas raciones frescas que
secas; pero nqui rara vez toman las primeras, i su alimento diario co nsi~te en charqui, carue ::;alada, poroto::;, pau o galleta i la
clti.ca de aguardieute. Ya qne estamos de estacion en San Lorenzo, detJeria haber frecuentemente bueyes para dar a la jente
por lo mnos dos veces a la sem:~.na racin fresca i guardar el
charqui i caru e salada para cun.ndo se tiene que hacer. un largo
vi<l:ie en yne es difcil llevar animales; pero sucede que aqu se
<:mrece hasbL Je las papas i cebollas ......

XXVI.
'Tal era el bloqueo del Callao en las postrimeras del mes de octubre, i tales lHtoian sido en pocas anteriores los bloqueos de Tq uique i de Arica.
i continaJo siendo hasta hoi ( despues de tres
aos con corta diferencia) el bloqueo de Mollendo.
Pero si sus frutos haban sido escasos i aun negativos, babia que admirar en ellos la laudable paciencia, la, constancia inquebrantable, la re:signacion de verd<:tderos santos que hacia a nuestros
marinos i a su digllo jefe aguantarse meses de
meses sobre el puente de sus naves, sin dormir,
ca::;i f:'ill comer, pn ::;ando una cstae;iou en pos de

-499-

otra, el otofo, el inviel'l1o, la prinutvera i el esto,


en indecibles zm;obnt.s, Hiendo para elloR i eHpecialmente para el alinirante cllya escase:.;r, de salnd
era notoria, asunto de regoc~jo i ann ele lujo: po.-
derse desnudar de cuando en cuando para eparar sus fuer:.;r,as ele ~pnes de las ve la.clas i de los
torpedos.
Por fortuna. el estado de las cosas iba a cambiar radicalmente haciendo aparecer en el plomizo horizonte <lel mar, algo que solo los que en su
elemento viven alcanzan a comp render, -]a. esperanza, - -lm; de nn f<:tro invisibl e gne guia los
pechos i las quillas a lo nico que se apetece de
veras e intenS<l. rnente en las guer 1as,~al desenlace.
En la mediana de octubre sa.hase en efecto
que el rninistro de la guerra en campafll, sei"wr
Vergara, acompaado de nn grupo de jene1ales
haba llegado a Arica .e l 10 de ese mes: i citarlo
al almirante Ri ve1os . a una conferencia en ese
puerto, iba i vol vi a en el trasporte OTlos Roher.to,
instalndose en el Callao el 16 ele oc-tubre para
ejecutar operaciones qne seian al fin el prinoipi@
del fin.
No se precipitara el. ltimo sin ernbargo a su
cauce natural con toda l~t ene1~jia de una evolu<:ion fina] sino despues . de pruebas i dolores de
:Otro jnero, conocidos en la repblica i en la his- .

-500-

toria con los nombres de la 1lfis1:on Chr~'stiancy i


la Espedicion Lynch, a cuyo desarrollo, duro pero
ineludible deber nos obliga a con8a.grar algnnas
pjinas ntes de narrar las grandes, gloriosas i definitivas Jornadas de la guerra.

CAPITULO XIV.

t:Bueu:lS ofi :::ios i ((mediacion en las gue rras modernas.- Ofrece los p1imeros la Inglaterra en abril de 1879 i los rechaza con altivez el ministro
Irigyn.-Rechazo de parte de Chile de las mediaciones del Ecuador i
de Colombia.-Mal efecto que producen eu h glatena los bombardeos
del litoral de Tampac. i comision de ricos mercaderes que solicitan la.
intervencion de lord Salisbury contra Chile.-Cru zada de la fnglaterrar
Francia i Alemania dirijida a una intervencion comuu que de sb ~uatan
los Estados U nidos.-R evelaciones del coronel F ... sobre los aprestos de
b Inglaterra i parlas de mediacion delmiuistro <le! ltimo pas i del seor
Amun[ttegui, ministro de relaciones esteriores de Chile en la po ~a anterior a nuestras victorias.- Poltica egosta i estudiosamente desdeiio:;a que han usado siempre los Est ados Unidos co!l las repblicas Hispano-A;mericanas.-El ministro Evarts prohibe terminantemente a sus
representantes en los paises belijerantes del Pacfico ofrecer ni aceptar
mediacion de ningun jnero sino fuesen espresamente solicitadas por
todos conjuntamente.- Sus notables instrucciones sobre el ptic lar.Poltica tl'adicional de los E stados Unidos sobre no intervencion internacionaL-Motivos ntimos que dan pbulo a la accion diplomtica de
los Estados Unidos e:1 la guerra del Pacfico.-ccQuiu es ella? -El
ministro Osborn se dirije en abril a Nueva York con su esposa i df'sde
all lo hace volver sin ella un telegJ:amade Mr. Evarts.-Honrosos antecedentes de Mr. Osborn, i cpmo logra sujerir un plan de avenimiento que
le permita regresar pronto a su patria i a su hogar.-El gobierno de
Estados Unidos acepta este plan i comienza a ponerse en ejecucion en
agosto de 1880, aceptando Chile previamente la mediacion de los Estados
Unidos, sin consultar a Bolivia ni al Per.-Sbita llegada a fines de
aquel mes de 1\ir. Christiancy i episodios . a que da lugar.-Carcter i
antecedentes de este clebre personaje i su divorcio.-(( Quin es ella?"
otra vez.- Su viaje a Chile es de un carcter esclusivamente privado, i
la ansia. de paz que reina en el gobierno le atribuye carcter pblico i
.entra en tr.tosoficiq~os con Mr. Christiancy vor medio del seor H.

-502neeus.-Declaraciones contmdicto r ia~ de il'k Cluistiaucy sobre Pirola


i sus ptop~itos.- 1\<Ir. Christiancy en el Santa r.ncia.- Su regreso a .Li~
ma i su aviso a B olivia desde Arica. -Cmo la cancilletia boliviana
wuia noticia oficial tl.c la acep t,acion de h~ m ~ di~cion por Chile desde el
27 de agosto en La Paz i c)mo el gobieruo del Rerior Pinto se document para hacer creer qne habia acepta.Jo la mediacion solo el 6 de octtlbre.-Pi~ ro la nombra sus negociadores el 29 de se tiembre i declara a
sus ntimos que todo aquello es uua farRa.-Los seilores Arenas i Garca.
i Garca en Molleudo.- Los miuistroM bolivianos.-El se11or Osborn
parte eu el Snnla R osa i el seriot Altamirano en el Lontwi.-La prime m
cunfetencia de la. L ackc11C1W el 2B de octubre.-La gran ~esion del 25 i
la discusion de la minuta.-Eu qu consista sta i cu:iles emu los planes e iustruccio ne~ de los peruauos.-La sesiou del :n de octubre i la
conclusion de la pamplina..-Docnmentos i revelaciones.

I.
U na de las benficas modificaciones que la. civilizacion i el derecho moderno han impuesto a
la gneJTa es sin duda la de los ce bueuos oficioS))
de amiHtad de las potenciaH nentmles i amigas,
sea para evitar en tiempo los rompimientos armados, sea pam mitigar los desmanes de la guerra,
de suyo violentos i en ocasiones brbaros, sea para poner trmino, acechando la ocasion oportuna,
a sangrienta i prolongada lucha de pueblos o de
ejrcitos . .
[ esto fn precisamente lo que aconteci desde
las primeras horas en la gnerm entre Chile i las
repblicas aliadas del Pacfico, anticipndose, segun su costumbre, la poderosa, comedida e influyente Ingla.terl'n a ofrecer a. nombre de sq amist~:vl, en las apariencias, i en el fondo, de sus vastos intereses mercantiles comprometi<los, su mediaeiot1 oficiosa a los l~elijernutes.

-5 03 -

IL
Tu vo est e act o dip lom tic o lng ar
antes qne de
hec ho est alla se la gue rra cou el Per
~ elevando el
min istr o de S. M. B. Sai nt- :J oh u
el 24 de abr il
de 187 9 al gab ine te de Lim a una
not a llen a de
modera.cion ec am ina da a int erp one
r ni cam ent e
sus buenos oficios en hon t opo rtu na.
Per o el ministro Irig ye n, reb osa ndo de inf
atu aci on i de
odio, tm o a bie n no dar le curso,
con tes tan do al
benYolo aje nte de la rei na que
no le era dab le
ace pta r la. oficiosidad de terc ero s, des
de que Chile
fun dab a su agr esi on con tra Bo livi
a en un pri nci pio ele- usnTpaC'ion, i a esas hor as
hab ia <lado ya
comienr.o a la gue rra con actos que
rev est an ui1
carct e1' ele orubarie: cua l hab an sido
, en su con cepto, los bom bar deo s de Pis agu
a, Hu anl llo s i
Pah ello n de Pic a.
Est a res pne sta puso tr min o al pri me
r pro ps ito
de ofrecimiento, uo pro pia me nte
<le una me dia cion, que es act o int ern aci ona l ha.r
to grave, sino
de los sim ple s bue nos oficios de nna
cab alle ros a
i des inte res ada cor dia lida d ent re
am igo s.- cc Lo s
bue nos oficios ( clecia el min istr o
de Re lac ion es
Est erio res de la rei na Vic tor ia, Lo
. rd Gra n ville '
en nu cl ebre despa.cho al en:1bajado
r de Prusia.
en L )rlllres, el conde tle Bernstorff,
cua ndo Par i s
t;e lwl bbn ya as~ dia flo por
Wfoltke i por Bis ma rk

-504 -

el 21 de octubre de 1870) los buenos oficios (qood


o.ffices) de un gobierno pueden ser benvolos, mas
no as'la mediacion.J.)
Conviene por tanto ten er entendido que lo
que la. Gran Bretaa ofreca no era su mediacion
sino simplemente stis buenos oficios, i esto era lo
que de derecho i nada m~s le corJ espondia.

III.
El gobierno de Chile no acept tampoco, por
sn parte, el ofrecimiento de pacificacion de S. M:.
B., porqne ya la guerra estaba entablada de
hecho, i los bueno!:> oficios tienen cabida, por lo
comun, corno en los casos del duelo privado, solo
ntes de la consnmacion del ]an ce . E igual
res.._
puesta di el gaLin ete ele Santiago a Jos plausibles actos de fraternid<:\d americana dirijidos itl
mismo propsito que en los prjmeros meses de la
guerra, de abril a juuio, tnvi eron a bien rnanifestar]e los gabin etes de Bogot i de Quito, el primero por conducto de ::;u encargado de n egocios
en Chile, el apreciable caballe ro don Ricardo de
Francisco i en1 seguida
})Ol' Sil rni1l;tro e:-:pecial el
...
.
sei1or Arosernena; i ~~ ltimo, acreditando como
ministro plenipoten c_i ario ad lwc al jeneral Urbina, uno de los veteranos de sn independencia.

IV.
TY!a.s, trabada la acciot~ belic. i ejecntados los
peliglosoB bombardeos de puertos i caletas indus ..
triales a_que se entreg el almieante \Villiams en
las costas de rrarap~c., sin prever consecuencias
diplomticas ni nuestro propio negocio futuro,
comenzaron a sm:jir en las canciller:ts europeas,
i especialmente en la ele San James, que cm la
mas directamente inter.esacla. i damnificada, ve ..
leidades no ya ele btienos oficios, que no caban
en el estado de la~ operaciones ele la hnerra, sino
de mediacion poHiti nt, lo que era harto mas trils"'
cendentRl i 'ominoso para laR aspiraciones <le Chile.
El sbado 3 r1e mn.yo de 187D se pn~s c 11taron)
en efecto, en el destnwho del conde (le Salisbnry,
ministro de Relaciones l~ s teriores de -la reina en
el gabinete que el ao precedente habin. formado
el conocido i ya difunto Oisraeli, hombre fmgaz
pero dado a turbulencias diplomtica~, ,rarios comel~c iantes ele fuHte a recl imBr contta los actoR
blicos rle Cllile, ejecntaclos en mar~o i abril en
la:;; costas contrn. los intereses scmi-brituicos clel
departamento de Tarapac.
I..Ja dipn-tacion tlc rncrcadcros i c;1pitalist ~1R que
resucltarnnte ~:~oli8itaba la accion directa del go'
biernn ingl es para snjeta,r ln mr-tno i ann el caon
de Chile .eon el lmtzo i. el <;a'ion in gles, presidicht.
11.

OE l. A C. IJE .L l.\ Ir\.

(1-t

-506-

por los seores J m:je Browne, de Glasgow, i H.


W. Lowe, de Londres, Rolicit del noble lord por
conducto de su sub-secretario Mr. Bourke, en
aquella conferencia, entre otms cosas de menor
cuanta, lo siguiente que era de considerable i
signi:ficati d t entidad:
/

1.0 Que el gobierno bl'it nico 1equmese al de Chile para


que permitiera la recon::;tmccion ele las mquinas i muelles que
sus buques h aban <lestruido en las costas del Per, especialmente en l'ahellon de Pica i en Huanillos ;
2. 0 Que no se interrumpiese el embarque de huano en esos muelles, i de nin.!Juna manerrt el carguo de los buques britnicos que uhora se hallan en esns co;:.tas;
3.0 Qu e el gohierno ingleil reclamase del de Ch.ile el pago de
los daos i pmjuicios can sados a los armadores britnicos por
la destrueci on de dicha~ mquinas i muelles en los de psito~ de
huano, i por h aber impedido, en con secuencia, que completl\ran
su cargamento los buques ocupados e~ es te trfico.
Como de costumbre, los negociantes ingleses, que nute todo
son jentes prcticas i no hablan jama.s a secas, solicitaron qua
el almirantazgo enviara al Pacfico suficientes ca1ones para ha-

cerse oir.
El T imes del 6 de mayo de l -.79, Jaudo cuenta de la entrevista de los dmnn ifi cados de Tarapnc, agregaba, en efecto,
que entre las conclu:,;iones que aquellos h a,b iau sometido a su
gobierno, figuraba la sig uir nte :
4." Que huya en las costas de Chile i dP.l Per una fu erz a
su.ficir.nt.e para protej cr como se debe los intereses de los armadores inglese!:-1.

V.

E stas manifestaciones sordame nte clesfa ,orables, si no ab i ,~ r tnmc n te host iles a. Chite, como3n/

-507-

zaron a to~1ar cuerpo poco a poco en la prensa i


en los actos de los gobiernos europ~os, i con rpido crecimiento en la: prensa. i en las esperanzas
de nuestros enemigos. Ha.blb <tse en verdad i se
telegrafiaba con frecuencia en Berln, en Rom<.t,
en Paris i especialmente en Lndres, a propsito
de una intervencion colectiva (.joint action),
como la de la Santa Alianza de 1823, en la guerra del Pacfico, guerra incmoda, tasada por pe:-niques, i que tanta perturbacion llevaba d"i'ariit-mete a los escritorios de comercio de a:q uellos.:
paises esportadores.
Vease al misnro tiempo llegar a nuestros pner;..
tos i a los del Per una. verdadem flota de barcos
de guerra, i mintras esto se d.visaba a la distancia, los diarios de Lima se complacan en anunciar, a la. llegada de cada p~tque te de Panam., que
la hor<,~- del castigo de O hile, por ajena mano, iba
a llegar.
I en efecto, era cosa fueta de ~oda duda que el
ministerio tory, que presidia .en la qalle de Downing el inquieto israelita Disraeli, eterno perturador de Europa i del univetso, miraba con
enfado a Chile i meditaba b<~jo influencias i presiones poderosas la manera cmo sujetarle el brazo ntes que nuestras gloriosas bayonetas clesce1-rajaran en Pisagua las puertas del imperio del
hua.no i del salitre, sustandas hipotecadas o semihipotecadas por los peruanos al ingles.

508 -

I~l<.-'gse .

. a l<t ven1ad, en esa poca (julio de


1879) hatsta deci r on voz. b <~ia que el gobiel'no de
la reina ~OU ill t ibba on sns pontones dd P<tcfico

injentes oanti(lades de vi ve res, 0arbon i pertrechos


navales i milit<tres, en prevencion ele futunts i
tnlv e :.~ prximas crentnalidades.

VL -

,.

Es este lugar oportuno para

deci~

q ne esos rnrnorcs,. cie rtos. o e x,~jera.dos, ~jercierou cierta in:fiuelwia po:t\'i t n lo.:;, <~l!Oilt lc: imi eli t os internacionales, que fueron a t enEH' un ario mas tanle tan
desairado desenlace a bordo de la corbe ta. Lacl~a
wanna.: porque por esos dias (j ulio de 1879) venia de viaJe de N ne va. York pa.r<t Chile en el Y<:lpot' de Pa.na.m un coronel norte -a.m ~ ricc.tno, entusiasta admirctdor de nuestt'o ~me lo; i ste crey
en ti-e ver en las conversaciones que :t bordo tuvo
con un oficial de la. marina. ingleH.'L, el teniente
E ... (que por aquella via. venia n junt:us.e a. :-;u
bande m) el p elig-ro inminente d e nna co::t.licion europea coLtra Chile, o al m.nos contra. la gueJTn.
qne habamos emprendido sin xito i sin prestijio
hasta ese momento. Recurcle se qn e julio fu el
1

m~s

del Rimac ...

consec ue ncia, cnando aquel paquete in.gles


ontr de ~ubirl<t n Guayaquil, el corouel F .. ,, a.
quwq tJQfl r <;J fiJrimosl ~sc ribi t1esdc esa ciudad al
Etl

,)(}0-

snh-scctetario de R elaciones Esteriores de vVs-.


hington .M:r. Federico Sewanl, hijo Llej eminen te
es tadit:> t:t ele este uombre, nn rt carta fech<.t 13 i 14
de jnlio (carta que hemos vi sto) en la. que le participaba sns temores sobre b intcrvencio r de los
europeos en los negocios domsticos de a. Amrica, lo cual, a sn juicio, lesionaba. a ele '<.ts vistas
mm doctrina internacional intermitente i ctcomo..:
daticia, pero que los americanos del no te 4lan
manteuido de vez en cuando como nrm teora
de gobierno propia:- lE~ doctrina 1\!Ionroe))._Amer-1.:ca for the amen:cmis.
_
Las revelaciones i alarmas del comedido co miSJ.rio bostonense estaban principalmente funda,das
en las noticias secretas e indisc retas del ten iente
E ... I hora fueran stas de grave i m:j eq te ono-.
ter como lo parecan, ora fuese solo atTn.nque de.
jencrosa .r,ozobra, es lo cierto que por esos da~,
cincidiendo las fechas con los avisos e1wiados
desde Guayaqriil, comenz n sentirse algun movimiento en el gabinete de Washington, dirijida a,
cruzar los planes qne se atribuan a las nac iones
rivnlcs de su comereio en el otro lado del ocano.
De bueu orjen se amuicia, decia a este propsito una correspondencia semi-oficial dirijida al Hemldo de Nueva Y_ork el 16
de agos to del ao ltilllo, qu~ nuestro gnuierno ha enviado instnwciones al ministro Christiancy, en Lima, i al ministro Thomus
A. Osboru, en Santiago de Chile, a fin de rne com uniquen a los
gobiernos cerca de los cuales est u acreditados, q ne el de los
l!)statlos Unidos siente profundameuse el rompimiento desg ra

...;._ 510 '

ciado de las buenas relaciones entre Chile i el Per qne ha conducido a las dtlS naciones a hacerse la guerra; i que, aun cuando
nue.3tro ,qobierno no desea interponer su mediacion, sin embargo,
siendo mucho su anhelo por la paz i la prosperidad de m bos
paises,' est dispuesto, si lo desean m1~tuamente; a interponer sus
buenos qficios, a fin de conseguir un arreglo honorable de las diferencias entre los dos gobiernos belijerantes, cUANDo QUilmA
QUE ELLOS INDIQUEN QUE ACEL>TAN E-;os SERVICIOS 1>

VII.
Segun en diversos pa.saj~s de esta historia Io
tenemos recordado, a ttulo de lealtad, ignommo~
entonoes i oontim~amos ingnorndolo hasta el pre~ente, cul fnera el rumbo diplomtico q9e aquellas insinuaciones, no poco osadas de parte del
alto comercio ingles, recibieron de sn gobierno i
del nuestro propio, porque, como lo tenemos declarado, de propsito nos hemos abstenido siempre de levantar siquiera (pudindolo) la tapa superior de la carpeta. que guarda nuestros secretos
rl,iplomticos, dejando intacto este depsito para
fqttn'os historiadores, i dirijindonos solo po1 lo
que la. prensa i las revelaciones parlamentarias,
hechas pblicas: han venido poniendo en trasparencia, Pero dUose entonces que desde agosto de
1879, n. vi1tud tahrez de las st~jestiones interesadaR de Lord, Salisbury, o mas bien por el celo
monroeano que ellas despertaron en el nimo susceptib lerlel gobierno de Washington, acostum-

- ' 511-

~rado a saltar sobre la brecha en todo negocio

en que cupiera participacion directa o indirecta al


Nuevo l\lundo, insinu por su parte i en aquella
_ poca temprana de la. gueLT<L s_n~ buenos oficis
para moderarla o acercarla a una solucion americana, con prescindencia absoluta de los influjos europeos puestos en juego por los peruanos
o los ingleset:~. Sobre este p<:Lrticular, todo lo que
por hoi se sabe, es que c~1.da vez que el honorable
representante de los Estados U nidos en Chile 1\Ir.
Thomati A. Osborn, caballero leal i sagaz, se
acercaba en aquel tiempo ya remoto (en las p-ostrimeras de 1879) al honorable seor Amuntegui, ministro de relaciones' esteriores de Chile, cou
el oqjeto de hablarle de paz, encontraba en ste
distinguido hombre pblico blanda i cariosa aco- ~
jida. Eso . iba., de molde al carcter personal de
aquel funcionario, de suyo tranquilo, acomodaticio, enemigo de ruidos i por naturaleza bondadoHo.

VIII.
Mas vinieron una en pos de otra nuestras victorias; i stas, -si no crean derechos, como lguien
ha dicho, crean siempre respetos, porque desde
entnces los gabinetes europeos comenzaron a de~
silusionarse de la eficacia i eportunidad de su
Joint action, i parecan dispuestos .a dejarnos espedito el camino i la reparticiou de los ricos f~iles

012-

conquistados con nuestra sangre, entre sus sbditos acreedores hipotecarios del suelo redimido.
Hubo por consiguiente una tregua internacional
de mas de seis meses de dnracion, desde Pisagmi
a. Tacna, en t-Jda la lnea de la presion diplomtica sobre nuestras operaciones: era la tregua de
la .victoria.
El gobierno de Estados U nidos, egosta como
su raza, t erco como su poder, desafecto a complicaciones internacionales en ra.zon de su propio
orgallo, no menos que de los sanos consejos de una
tradicion que remonta hasta J 01:je Washington,
fundador de la Repblica, no se ha,bia sentido
dispuesto a entrometerse en las querellas de las
revueltas, naciones hispano-americanas, por las
cuales ha manifesta rlo sie!npre un estudioso desden, al punto de que para reconocer st~ independencia, sn gobierno fn llevado a remolque por
el de Inglaterra.-Canning arrastr a Clay.
1\'Ic:,_, __mtad_o a hont por las s1~jestiones europeas,
dejbase deslizar len tamente en el camino de nna
interve ncion amistosa., si bien Cctsi clesinteresacla
de influe'ncias polticas i especialmente mercantiles. I tan cierto er<t el desgano qne aqn~jaba a
aquel gobierno por envolverse en la guerm del
Pacfico, bajo cualquier concepto, qne habiendo
Yenido a Chile por el mes de junio de 1879 mi
personaie diplomtico i soltado ste algn nar:; palahras arnbignas ele iutervencion o prote~t:t, recibi

513 -

esplcito rechazo de su gobierno. Este primer heraldo de las intrigas qne han ido despues en creces,
i que tienen su asiento mas en los escritorios de
caoba de Nueva Yorl~ que bajo la cpula del capitolio de Washington, se lla,maba Mr. Peters, e
iba a su patriaen viaje desde Bolivia, donde babia
sido ministro de su patria.

IX.
, Ajustndose a estos antecedentes, el director
'de la poltica internacional de los Estados U nidos, :Thir. Evarts, traducia neta i honradamente
su pensamiento en instrucciones que han llegado
hasta nosotros de una manera privada i solo como
fragmentos, careciendo por tanto de fecha, si bien
su autenticidad se . halla perfectamente compro-,
bada.
Debo manifestar, deca en efecto Mt. Evarts a sus representantes en Lima i en Santiago, debo manifeE~tar a mted mi aprobacion de sus ideas, espresadas en la forma . que usted me indica
con respecto a la actual guerra entre Chile i el Per, como asimismo sobre la posibiliJad de una mediacion por parte de este
gobierno una vez que sta fuese SOLICITADA por parte de los belijP nteS COn e] prop~ito ele Ulla arbitraCOll pacifica honorabre! HACE ALGUl\iOS MES"ES i EN CONTESTACION A LAS IND!CACIONES DE LA GRAN BRETAR A I ALEMANIA sobre esta misma materia, este gobierno contest ESPLCI1'AMENTE que considerara
una medida
semejante COMO !~TEMPESTIVA en aquel .momento i
.
que NO TOMARlA PARTl~ EN UNA INTERVENCIO.N CUALQUIERA QUF.
PUDIESE MENOSCABAR LOS DERECHOS DE LOS BELIJERANTES.ll
H. DE LA C. DE LIMA.
65
<1:

-514-

X.
Vease en estas graves palabras, de cuya auten
ciclad respondi ante el Congreso el autor de esta
historia en la hora oportuna, confirmado con un
alto e irrecusable te::stimonio cuanto hemos venido diciendo respecto de la intentada coalicion
(Joint action) de la Alemania, de la Gran Bretaa
i talvez en secreto de la Italia i de la Repblica
Francesa, en nuestros negocios domsticos. Em
aquello asunto de mano levantada., i en taJes empresas hombres come Bismark, Disraeli i aun G<tmbetta necesitan solo de una guiada para ponerse
de acuerdo.
Cierto es que entre nn ao i otro ao, de 1879
a 1880, desde el mes del Rimac al mes de Tacna
i Arica, habian smjido para el vil'jo mundo nuestros gloriosos xitos militares, i respecto de los
Estados U nidos habase acentuado con hechos i
protestas el plan de los europeos de hacer de Panam una compuerta del viejo mundo dejada en
sns manos i a su arbitrio, plan de invasion mer/ cantil que, como el nivel de las aguas desposeera
a la Amrica del norte de la visible influencia que
ejercita en su desencuadernada consorte de medioda. Pero sea como sea, el gabinete de \Vashington resucit en provecho propio i el de Chile
la doctrina Monroe (la misma por la cual 15 a:j:ios

-515-

a tras metieron a la crcel de N ue va. York al que


esto escribe); i sea por el canal de Balboa, sea por
el desfiladero de Monroe, los .E stados Unidos hicieron a Chile un servicio positivo que obliga a
perpetuidad todo honrado "i:econocimiento.
A la verdad, el probo i circunspecto Mr. Evarts
habia ido aun mas lejos, porque habiendo tenido
noticias de las veleidades de intervencion de que
hablra a su paso por Santiago el ya mencionado
Mr. Peters, lo desautoriz por completo en la nota tan caballeresca como honrada ele que_venmos
haciendo mrito.
a:La visita <le Mr. P ....... deca el canciller americano en el
despacho citado, fu enteramente sili autorizacion por parte de
su gobierno, i -tengo eut.end(llo que el carcter no ofici;d de sns
esfuerzos ha ISiJil plen<tmente conocido po-r los gabinete~ de las
tres potencias. La relacion q ne lutce este sefor de sus en t. revistas con los sefores ministros d~ relaciones esteriores del Pe r 'i Chile hace imposible creer que su leng n:tje pudo habet siclo
recibido como abrigando una amenaza pm parte de los Estados
Unidos hcia cualquiera de los tres i MUC HO MI~NOS . CON'l'RA
CHILE. J.>

En el caso .CJ.ue usted encuentre, agregaba Mr. Evarts mas


adelante a su representante en Chile, qne exista en los c1culos
oficiales de ese pas <:UALQUHmA r::>EA DESFAVORABLE nacida
de los dichos o hechos del seior P ...... , podr usted, ~i as le
pareciere, robustecer 1:ms manifestaciones, asegurndoles que
este gobieruo Nl IN'fENTA, NI PROPONE UNl~S ~} A MOVUfi F.N TO
ALGUNO EN EL SEN'l'IDO DE UNA lN'fERVENC!ON AllflGA.BLE, A i\1NOS QUE NO

SF.A EVIDENTE QU E I.OS DES EOS DE TOD OS

LOS IN-

'L'ERESADOS EN LA LUCHA SON EN FAVOH D E TAJ. MEDIDA TEN


OBSEQUiO l\I;; L-<l 1'1\Z .J>

-516-

XI.
Echase de ver .a la distanci ~ de leguas la estremada i tradicional cautela con que el conductor
de la poltica internacional de los Estados Unidos, hombre anciano, docto i prudentsimo, pone
la mano en la llaga de la guerra, a fuer de esperto cirujano. Pero ese procedimiento no es enteramente personal en el manejo de las relaciones
diplomticas de la Gran Repblica. Al contrario:
los americanos del norte acarician como un dogma sagrado el sabio consejo de Washington en
su Farewell Adress, testamento poltico de aquel
grande hombre, en que aconseja a sus compatriotas, con el sagaz i previsor egosmo de su raza_, no
mezclarse jamas en cosa ajena que, cual .mas
cual mnos, resultar siempre en pleitos de casados....
'
-No entangling alliances, es el principio que
modera en los consejos del Potomac los mpetus
de la doctrina Monroe i la encierra casi siempre
dentro de los frios lmites de un pliego de papel,
jamas en la recmara de un caon, ni siquiera en
el cilindro de un revlver. Alianzas con nadie! esa
ha sido la divisa permanente ele la Union del
Norte, i como consecuencia su egosta pero sabio
retraimiento internacional de los clemas pueblos
de la tierra, con escepcion de aqullos cuya i-nme-

-517-

diata i dcil comunicacion est en sus intereses


esplotar. I en comprobacion de todo esto i con
conocida mala gana el ministro Evarts terminaba
su nota, que entendemos es de. agosto de 1879,
ofreciendo su condicionalsima i solicitada mediacion en los frios trminos que pasamos a coputr
de un despacho reservado:
En el caso de qne exista semejante deseo para verificar un
arreglo de la disputa i ese plan se limite a PEDIR los buenos qficios de los Estados Unidos POR s soLOs, sobre una base racional de arbitraCion de todas o una parte de las causas de las
cliferencias, est usted autorizado para empear los servicio~ de
este gobierno para su inmediata i sria consideracion, con el fin
de hacer .uso de todos sus esfuerzos para lograr la paz.

XII.
Mas para desdicha de Chiie, que a virtud de su
tradicional perenne fortuna avivaba la desn.brida,
mezquina i recelosa accion del gobierno norteamericano, sobrevino una circunstancia de rden
privado pero en s mismo tierno i elevado que seria parte en no pequeo grado para precipitar los
vacilantes deseos de la poltica del Potomac a la
funestajestion tpartita llamada de laLackawana,,
que tuvo a bordo de ese buque un desenlace aparente i de actualidad, pero dej vi Y as las heces que
enjenclraria mas tarde la levadura de funestos apetitos. I vamos a narrar, poniendo a tributo ~ues-

-518-

tros recuerdos ntimos, pero ya consagrados oportunamente en el papel, la manera como aquello
tuvo -lugar.

XIII.
Era el represen tan te de los Estados U nidos en
Chile desde 1876 el honorable Tomas A. Osborn,
uno de esos hombres que todo lo deben a s propios i hacen de esa suerte el mayor el~jio posible
de su carcter de su raza. Hijo, como Lincoln,
como Grant, como Gar:field, como Rayes, como el
mismo Mr. Christiancy i probablemente COffi () JVIr.
Adams, sus colegas futuros en la Laclcawrna, de
un simple campesino (Jarrner) de Pensil va.nia,
1\ir. Osborn, a la edad de veintiun aos haba
abandonado esa comunidad rica i culta para hacerse colono de la en aquella poca no remota
(1857) semi-salvaje Kansas. I, cosa digna de ser
tomada en cuenta en nuestro pais en que la juventud de los hombres pblicos es bice constan.:
te a sus servicios i a su engrandecimiento, a los
dos aos de estada en su ciudad adoptiva de Elwood, el jven emigrado de Pensil 'i-'ania era electo
senador a los 23 aos de edad, i en seguida, durante la guerra civil, presidente de esa cmporacion. En 1S62 era nombrado teniente gobernador, i en 1864 gobernador del Estado.
Cuando el emigrante de Pensilvania presidia
e.l senado de Knn sas haba cumplido apnas 23

-519-

aos; cuando gobernaba el Estado como vice-gobernador 26, i cuando fu propietario, por eleccion
directa, tenia 28 aos porque babia nacido en
Meadville por octubre de 1836. En los Estados
Unidos la electricidad es la fuerza universal de la
dinmica material, i la juventud, electricidad de
la vida, es la fuerza impulsiva del mundo moral
en todos sus sublimes ji ros.
Alistado en el partido republicano que acaba
de triunfar con Garfield i con Arthur en la Union
del Norte, amigo personal de Lincoln, que le ayud con su palabra en los campos i en las aldeas
del naciente Estado, ntes de ser presidente de
la Union; reelecto gobernador de Kansas en 1874
por una mayora que equivali<t casi a la unanimidad, i poderoso cooperador poltico en la eleccion
del presidente Rayes, ofrec.ilc ste, apnas subi
al supremo poder ejecutivo an 1876, la tranquila
. i codiciada legacion de Chile, a cuyo pais vimos
llegar al simptico emisario por el mes de agosto
del ao subsiguiente.
Desde entonces el honorable Mr. Osborn,
acompaado por una esposa jven, bella i madre
de una encantadora criatura, vivi entre sns compatriotQ.s i entre los chilenos rodeado de igual respeto, por su cortesa, su republicana franqueza,
su noble porte como amigo i como funcionario.

-520-

xrv.
Pero el viaje, la ausencia i el cambio sbito de
clima i lo que los franceses llaman con propiedad
pero sin definirlo-le mal de la patrie, afect en
breve profundamente la delicada complexion de
la afectuosa i amada compaera del delegado americano, situacion que vino a agravar un accidente
casual ocurrido en el verano que precedi a la
guerra en el Hotel de Via del Mar.
Preocupado con esta doble dolencia del fsico i
del alma, el noble ministro solicit del presidente
Rayes un corto permiso para conducir a su esposa
a los aires nativos, jeniales a su ndole; i el adios
de esa partida tuvo lugar en el Hotel Ingles de
Santiago el 17 de marzo de 1879, cuando la guerra
con el Per aun no era sino un peligro.

XV.
Embarcse en consecuencia el honorable Mr.
Osborn con sn dulce compaera el 4 de abril en
Valpar'aiso, rumbo de Panam. Pero un fatal cablegrama de su gobierno le ataj de sbito en
!quique, i tuvo el dolor de ver partir a sn esposa,
delicada i enferma sin mas compaa que la de
un tierno nio, en guen~era costa i por mal sanos
climas.

521 -

Con sorpresa., pero no sin placer, todos los amig os de M r . Osborn le vieron de r egreso en San tia go <1. fin es de abril. El gabinete de Vvashin gtori
le orden aba pe rentoriamente no abandonar su
puesto en el P acfico hasta la conclusin definiti
va de la gue rra, fuer a por lar ga tregnn, fnera por
la p az de hecho o de derecho .

XVI.
P er o el am o r no so1o tiene injen io sino aln s, i
como Miguel Anjel, el in qu ieto min istro, cautivo
en la lej ana c:iuc1n1l, pudo dec ir, p ensando en sus
:fiori dos b osques de lUwoo cl ele Kansas :
Chi mmt qn n.l d 1i mn ore
Non ha da gire ni cid thl Monde altr'ule.

F orj
ro err
. en consecnen cia, el ministro prisione
.
Chile en su R.1mu, i en sn pen sa,mien t o, estas dos
alas de l<L _vida, u n plan inj nioso p a ra escapar se,
siquiera por br ;:, v e~1 di as, siqui~ ra Yolanda, a1 apart ado nido .
Habia en efecto , segun 1 ill~ll s , intimado al mini stro vindo el severo M r. varts, cnyo ru goso
r ostro a n osotros mi smo psonos respeto cuando
fll nnestro a )ognclo contnt la cc Doctrina ck ~.'f on
l'OC)) en 1866, qne n
le seri n lcito levantar su
ti e ndn de peregrino e n Chile sino cuando la gue rra.
del Pacfico hubiese t eniclo una so lu cion cnalq uie . :
m; j e n con sec ue ncia t odos los anhelos del cautiHl~T. DE LA C. DE LIMA.

66

-522-

vo se encaminaron a procurar aquella paz que


era la propia suya. Por esto dijimos antes que en
ste negocio ele la Lackawanna hhia como orjen una historia interna del corazon, rei del universo, junto con el sol.
I no tard aqul en st~erir, a la preocupada inquietud del ministro, priE.ionero sin canje posible,
un afortunado arbitrio.

XVII.
Sabedor de que en los adentros de h 1\1oneda
i ent"re holgados divanes de tertulia o de platnicas lecturas de re1istas quincenales, se suspiraba
por la paz, djose a s misrno:-ccSi yo logro poner al habla al fiero caudillo del Rimac con el
manso conductor de Chile, seria algo como aproximar a la viga que arde entr~ las ruinas una tipa
d.e agua fria;-i a.:;, con un poco ele afan i otro poco
de maa pued apagar, si mas no sea temporalmente, el tenaz incendio. I una vez alcanzado es ..
to, yo logro visitar mis lares.).)
Para todo esto i mucho mas era suficiente una
corts invitacion enviada a1 palacio de adobe de
Lima i al palacio de cal i ladrillo ele Santiago,
una vez obtenida la indispensable vnia del cauto
:M.r. Evarts i el prstamo obsequioso hecho por
el cOinocloro Rogers de uno ele los muchos buques
que con la bandera de las estrellas en lo alto de

523 -

sns mstiles crnzahan en aquellas horas las agnas


del alborotado Pacfico.
Llennba as ademas el digno seor Osborn de
la mas cumplida manera su cometido pblico, segun el cual clebia acechar cualquiera oportunidad
para aceptar los tratos el~ paz de los bel~jerantes .
Segun lo tenemos dicho, la nota remisoria de
estas ideas tenia la fecha de 10 de mayo de 1879
un mes despues del regteso forzado del ministro
de Estados U nidos en Chile.

XVIII.
Parece que estas ideas de futuras conferencias
bajo la direccion suprema del gabinete de Washington enc~ntraron fcil acojida a orillas del
Potomac, i habiendo partido de Chile en mayo
como simples indicaciones, regresaban el 10 de
agosto a Santiago como rdenes i como un plan
definitivamente acordado entre parteK.

XIX.
Pero cuando iban tal vez a tomar su curso natnral las negociaciones as iniciad(tS, sm:ji nn
nuevo i peregrino incidente que no era, como el
mvil secreto del empeo del diplomtico de
Santiago, dulce llama de amor sino su triste pave . sa. Eu uno i otro caso era una mnjet h que ajita.-

....;.... 524 -

uraba los nim os i h ~cia, si n pret end erlo , de proc


esto
dora en los nego cios de la pa;;:, que al fin por
conv irti ron se en antojo i abo rto de muj er.
Vam os a espl icar nos este dob le mis terio.

XX .
Prec isam ente en los das en que el P er acep
(abr il
t aba la g uerra q ue le habi a decl arad o Chil e
con el
de 187 9) Ueg aba a las play as de aque l pais
estr acar cter de mini stro de E st ados Un idos el
vers alo pers ona je gue l1a -sid o mas tard e u ni
aba
men te cono cido por sus aven tu ras i q ue llev
ao s
el nom bre de lVIr. Cris tian cy, anci ano de 70
2, i
naci do en 1\ fon tgorn cry ( 1\1ic hi gu n) en 181
ha-:qn e de juez de la Cor te S upre m!t rle su Es tado
en
Lin, sido env iad o al sen ado de E: tados Un idos
1835 por la nnan imiducl de voto s ele sn pa rtido
de
e n la ciu dad de su re. iden cic.t, D etro it, cap ital
sn Es tado .
era
Como an cictno, co mo juez i co mo pol tico
ac1o de
hom bre de res peto s; pe ro ha ) cndo en vinc1
ocuun-a muj er epil ptinn, que le d ~j <ua h ij os ya
tle el
pad os en dest inos d c11e 1ta en sn p nis, t en
l'idem onio de la vej" z haci ndo le e ncon trar nna
tan
vaz S usan a en una jove n de q uinc e abri les,
var a
herm osa com o desc on tent ad iza que no lle
fl ores ,in o espi nas a su thu n i n ~m b oga .
1\!foti v prob able men te este desg l'aci a do i desi

-52 5-

gual enlac e su renun cia del puest o de senad or en


Wash ingto n i su vi~je al Per como minis tro, en
edad ya avanz ada, a lnguido clima i sin saber
una sola slaba del idiom a nacio nal.
, Sus desav enenc ias dom sticas no se calma ron
siquie ra en la bland a atm sfera, del Rima c, i al
contr ario llegar on al punto de un fulmi nante divorcio por sospechas o por ira. L a seor a Chrjs tiancy ha decla rado mas tarde q ne su esposo la
maltr at de hecho i hubo de fu garse del lecho
cony ugal acom paad a de uno de sus propi os en t enaclos. (1)

XXI.
Las cosas ll egaro n a la, verda d al punto que se
hizo nece:.:; aria nna se pa.mc ion ele cnerpo, i en los
prim ros meses de 1880 la j ven espo5a de l mi(1) H a.qu una n oti cia qne snbre el par ticul ar public la
prensa ele E s t aLlos Uniuos e n :etiem b re de 1881.
c(f udos los perili cos del doming o puhl ictm la declara cion judici~ l prestad tt po r la seom C hri:;tin.ncy a p resencia de stt
esposo el ex-min i stro de E sLdos Un id os en el Per. La seora
declar que su esposo la lmbia ma lt r:-ttado de h ech o v a rias veces
aqu i e n Limn hasta el punto de o\>l igar la. en. la l t ima ciml a.d
a buscar r efuj io en un h otel acompa ada. del hij o de su mar
ido.
P a ra. los deta ll es i porm e nores nos refe rimos a los pe ri d
icos
alnditlo:s en que se h a. n cebado ya los aficion ados a esdmcl
a1 o~.

Se agrega h< a esto' i nfor t uni o:> que el seor Ch ri stiancy hahill. sido r obado de nna caj a con brillan tes por valo r de 6,000
pesos i habia recibi do ademas un cartel de desafio del h erma.no
de
sn .desg r aciaua esposa .

-526-

nistro dej el hogar 'vacio de sus gracias i sus mimos, emprendiendo su vuelo hcia la patria.
Honda melancola se apoder entnces del anciano. Vag unos cuantos 1eses en Lima como
aturdido por golpe asestado al coral';on , i al fin,
as como por sus amores babia venido al Per,
por sus amores, es decir, por sus tristezas i - c;: -.;us
desengaos, tom la resolucion de hacer un paseo
martimo a Chile en la mediana de agosto de

1880.

XXII.
Hizo alistar con este fin la caonera W achussetts, surta en el Callao, i un buen dia (el 15 de
agosto) sin decir adios a nadie, ni enviar siquiera
la notificacion diplomtica usual al gobierno ante
quien estaba acreditado ni a sus colegas, puso
rumbo hcia Iquique, donde tenia algunos reclamos de cancillera que evacuar contra Chile, i en
seguida a Valparaiso.
Tan singular haba sido aq11el procedimiento,
que la p1~ensa misma de Lima, vida de novedades, no. acertaba a esplicarse los motivos ni los
propsitos de aquel viaje tan sbito como misteriOso.
Varios son los 1umores que han circulado con motivo de la
reciente partidu al ::mr del 'respetable ser Christiancy, decia
la Opinion Nacional de Lima del 20 de agosto, esto es, cinco

-527das despues de la partida del honorable caballero i cuando ya


su sombra, proyectndose con el sol poniente sobre los pardos
far ellones de Augamos, traia la inquietud antig ua de Sharp i de
Grau a todas nuestras co~;tas. Entre los que corren con mas
insistencia, aada el mism o diario lim eiio, dicen unos que la
Gran Repblica no puede permitir que en Amrica se hagan
guerras de c.o nquista, porque ellas traerian por consecuencia inmediata la ruptura del equilibrio continental i la guerra perpetua entre las diversas secciones de Sud Amrica, con todas
sus fatales consecuencias para los mismos E stados.
l los que tal dicen creen que el viaje del ministro americano
no tiene otro obj eto qu ltacer clicha notijicacion a ()hile.
>) Otros, que no son los moos por cierto, i que creen poseer
la noticia de autoriz adas fuentes, manifiestan que el viaje del ya
nombrado diplomtico no tiene otro fin que entablar una reclama cion con motivo de la estraccion de 27 de nue&tros compatriotas del consulado de Arica>).

XXIII.
Entretanto tan tranquila i reposadamente hacia su viaje de placer, o mas propiamente ele descanso o de consuelo el anciano juez de 1\'Iichigan, que habiendo sido a.vistado el wacltussetts el da
. 22 de agosto desde Mejillones, Tocopilla i Talta.l
alte.rnati van1ente, produciendo es te hecho, ti:asmiticlo desde Illapel, no peqnefa alarma por la.
sospecha ele que el buque aparecido fuese la Union,
echaba sus anclas en CnJdera el 23 de agosto i solo el 26 por la tarde en Valparaiso.
Al clia siguien te, i con la calma del que pasea ,
i se refresca. por su sola, cuenta (porque esta era
/

528-

la verdad desnuda del caso), Mr. Christip,ncy tomaba el tren lento de 4 i media, v~jaba como
curioso de Valparaiso a Santiago i se hospedaba
tranquilamente en el Gran H otel In gles aquella no che.

XXIV.
Visitaba al di a siguiente a su c.olega l\1r. Os
born en sn casa habitacion nm . 16 call e de San
Antonio, i so]o entnccs tornaba conocim ien to de
los plan es que el lt in.1o ha1lia adelantado hasta
hace r necesaria una esplicacion de los tres gob iern os llelij erantes i prec:isaba por con sig uien te su
inmedi ato regreso a Lima . A b verdad, si M r.
Christiancy hubiese demorado do s das mas su
partida del Callao, habria r ecibido h, noti:ficacio n
oficial de su gobier no p ara que.darse i ofi'ece r su
medi acion para reali zar el plan de ave nimiento
sujerido, desde el mes de m ayo por el h onorable
Mr. Osborn. I tan era ello a ~ , que hallndose a
mucho m::tyor distancia el ministro Adams recibi
su respectiva noti:ficacion en la Paz el 26 de agos
to, es decir, el mismo din que, i,?nol'ndolo todo,
llegaba a Va1paraiso el ministro de Estados U ni dos en Lima, i que en hora t<m poco propicia dejara Rn puesto para visitar r1e cnprieho a nn o de
, los belij erantes .

-529 -

XXV.
Quiso un destino adverso a Chile que ello
as snced_iera i que ]as insinuaciones de paz, que
nunca debieron partir sino clel campo en~rnigo i
vencido, tom aran arranque en el palacio de la Moneda, segun en un captulo anterior lo dejamos
recordado, ofreciendo comprobarlo.
El -mismo dia (sbado 28 de agosto) en que
los dos enviados norte americanos conferenciaban
sobre sus planes, presentse en efecto, de visita en
su alojamiento el seor J m:je Huneeus, i en el
acto, con la espedicion que es peculiar a este
hombre pblico i de negocios, qued trabada una
accion por parte del gobierno de Chile o, mas pro-:piamente, del presidente Pinto, a cuyo nombre
habl siempre el seor Huneeus cea ttulo de amigo personal i oficioso.)) Venia de aq n aquella escusa, verdadera solo en aparienci as, hipcrita en
el fondo, que haba, dado alas al seor Valderrama
para sostene r en la Cmara de Diputados, en la
scion del 14 ele setiembre ya mecionacla, que el
gobi"erno no trataba oficialmente, limitndose a
declarar qnc se haban dado ccpasoS)J para tentar
un avenimiento. A la. verdad, i seguE consta de las
notas del j eneral Aclams al ministro Carrillo ele
Bolivia i qne este publi c en su manifiesto, el gobierno del seor Pinto h aba aceptado de hecho
UlST. n t LA C. D~ LIMA

G7

030 '

Lt m ecl iacion, mucho ntes que de ello tu\ie ran


siquier a conocimient o los gobie mos del P e r i de
Boli \'in.

XXVI.

Aqucl]n, 1n isma tarde, que fu nuhlach i un tanto lluviosa, los dos ministros n orte americanos
hicie ron un a vi sitn, Cle c.:ortes a, i .de j eneraliclade s
al preside nte Pinto e. n su despacho; el 28 (da
domin go) fu de encierro a puerta cerrda. con
el comi sario de p alacio que i ba i venia; el 30 almorz el seo r Christiancy en el Santa Luca,
corno nn simple Yiaj cro, i el 31 se march a Valparaso, embarcrido se ese mismo di a para el Callao . A ht calma del vi<:~j e de subida suceda ahora
i nu sitacla i costosa celeridad. (1)
(l) D ando cuenta <lel almuerz o privado del Santn Lu cia. i d e
s u incide ncia s, el invitante (q ue fn el autor d e est.e li br o) r efni a m us tar de n. l:t prensa el s ig ni e nte episod io nlli ocurrido. '
(( E ;; fam~t que in\'itado el via:j ero del TVacltussetts a sentarse a la
soml.Jra de una r oca. que cnbria. el estandarte de Chile, m ostrando (']h Rtre ele su solitaria estre lla en el hi stri co montcul o, djol e s 11 :-wfitriun levantan do co padej eueroso vin o : Q ue sea est es1l'd b i nn el sol lejn no el q ne en In. conti en da d e la gu0rra o de
b pa;, triuufe en r l futu ro . I el anciu.uo en el neto re;pondiera:
B ien : mLe n los chilenos que yo amo las estrell as ..... Habeis
p or YCntnru cont::!d o t odas las qne bri ll an eH nuestr o propio palJe ll nu?l) E' pllt1'ius umtrn-'
<< [~: se fn el brndi s del Santa Lucia. Eu cuanto al brindis-de
la ~ln n eda i al de ln. Lacka?vanna., si los hu bo, n o h emos tenido
la iilltuna de rec ibir su confidencia, ni siquiera su espnma. .
111PrrwifJ del 8 <le di ciembre de 1880.)

- 531 -

XXV II.
Qu hab a acont ecido entre tanto e ntre los represe n tantes de Estad os Unido s i el gobie rn o de
Chile? Qu entre los seor es H nneeu s i Ch ristiancy , puest os al habla por el seor Osbor n? Nadie lo supo a punto fijo, i esto proba bleme nte no
se sabr sino cuand o los nctorc s ele la triste comedia diplom tica, que a la lij era record amos,
ha.l>len i se cle'fienda.n . Djose nica ment e que el
ministio Chri stianc y asegu r como conviccion
propi a i perso nal (pues to que para na la tenia
anto rizaci on. ni mand ato, ni insinu acion siquie ra
del gobie r no del Per) , que el dictador P1ro1a
cst<tbf~ dispu esto a h acer b pa;:; l> c.1jo la bttsc de b
cesion a Chile del depar tam ento de Tarap ac.
No ha.bia. nada que es tnvic m Jn_LS ljos de la.
lj ica, de la racion alidad , ele ht posib ilidad misma.
de las cosas humanaR ( ann en el Per) de q ue
t<.tl ,r>topsito existi era, como lo demo straba n los
hecho~, las clecla racione:s termi nautes i la actitncl
cacl<1. vez ma.s arrog ante del dictad or ele Lima i
de su pueblo; pero toman do aqnel desva ro como
ce un t clemostracion, que, si no e m matem tica pod a consi derars e como tah, el presid en t e Pinto
ahoga do por sus anRias de paz, cmba rcse con to do s bagaj e en aquel la ridcula. e llusori<L uego -

-532-

ciacion en la que e] pais no J:'ecojeria sino afrentas


i la guerra solo sangre. (1)
El 4 de setiembre el Wachnssetts tocaba de
regreso en Arica, i de ese puerto parta a media rienda un espreso a La P~tz, llevando la citacion de la mediacion, ya acordada en Chile, al
( ~) Ciertnmen te fu asunto de verdadera mistificacion para el
autor de este libro lo que se atribuy a Mr. Cristiancy sobre las
intenciones de Pirola i lo que el mismo le oy, porque esto fu
todo lo contrario. l\'Ir. C:ristiaucy le afirm, en efecto, en presencia del seor Ushorn, qne Pirola estaba completamente ensoberbecido i eusimismado, domo era natural i como res u! taha de
todos sus actos i decretos mas recientes, i segun habia sido la 16jica de toda su vida.
Fundado en estos antecedentes i en su manera de ver la gne
rra, el autor. de esta historia declar en la prensa, desde el primer momento, que las negociaciones de Arica no serian sino un
gran desatino, i en realidad una mengua para el pais vencedor;
i con este motivo public una srie de artculos, desde el 30 de
setiembre, manifestando las razon es en que se fundaba e increpando al presidente Pinto i a su gabinete su increble ceguedad.
Pueden verse en Et 1lfercudo de Valparaiso, entre otros, losartculos titulados La Govadonga en la cmara de diputados (setiembre ~~O).~La paz de la Monecla (octubre 11 ).-La conspimcim de la Jfoneda (octubre 14) etc. Pero no creyendo que
con esto dejaba cumplido su deber, promovi en el Senado, tan
luego como este cuerpo fn convocado a sesion estraordinaria, es
decir el 6 de diciembre, uua interpelacion condenatoria de la
conducta rlcl gabinete por las negociaciones de Arica, abrazando
la espedicion Lynch i el reconocimiento de la hipoteca de los
guanos del Per, interpelacion q_ue termin el 17 de diciembre
por un voto condenatorio de aquel alto cuerpo sobre el punto de
las hipotecas.
Entre los anexos del presente capitnlo publicamos tambien
un fragmento de las razones que desautorizaban la personera
del sefwr Cristiancy ante el gobierno de Chile i hacan completamente ilusorias las espectativas de paz, cuyo fmgmento ha
sido tomado de una srie de artculos que el autor public sobre
estos mi smos asnntos con el ttulo de La Pamplinct ele la Lacltamamza en Bt .Mercurio de Valpttrn,iso, de:;de el (i al 10 de diciembre de 1880.

530-

mininistro de Estados Unidos, jeneral Adams, i a


los plenipotenciarios bolivianos que P-1 gobierno
para el caso designase. El 10 de setiembre entraba la caonera portadora de la palabra de Chile a la ,drsena del Callao, despues de un viaje
redondo de 25 das, e inmediatamente el seor
Christiancy redactaba un mensaje diplomtico
conteniendo estas palabras, que verdaderas o falsas, harian snbir el tinte del rubor a la ft:ente ele
la nacion fuerte i feliz que en toda.s partes i en todas pocas haba humillado a sus enemigos castigndolos.
Acabo de 1eg1esa1' de S antiago, donde con el ministro americano M. sborn TUVE LARGAS CONFERENCIAS CON EL GOBIERNO
CHIT,ENO, que ACEPT la mecliacion de los E stculos UnirLos pam
ENTRAR EN NEGOCIACIONES DE PAZ CON EL PER I BOLIVIA.

>>Ahora estoi autorizado para decir que el Per acepta la mediacion i que las negociaciones de paz se inicia1n en seguida
Cuando conferenci con el gobierno chileno, NO E&TABA AUTORIZADo para clec que el P er a-:eptaria la mecliacion ele los
Estados Unidos; pero ahora estoi autorizado ]Jitt'<L decit q ne el
Per la acepta i que los plenipotenciarios de los belijetante5 se
reunin\.n en los primetos dias -de octubte con ese objeto.

XXVIII.
Tenia esto .lugar en Lima en las mismas horas
e~1 qne en el palacio de la Moneda se designaban
los negociadores que concurriran por parte de
Chile a las conferencias de Arica, segun lo tene-

1,

.
- 534 -

m os ya referido, i aqu lo recordatl].OS Rolo para


demostrar cuan grandes eran la confianza i la culpa del gobierno en la locma. que babia acometido,
sin mas razon ni' antecedentes que el propsito de
no proseguir la guerra i no marchar a Lima, como
continuaba solicitndolo con incesan te clamoreo el
pas entero, el congreso i el ejrcito.
A la ve rdcl, temeroso de la opinion pblica
que comenzaba a inquietarse, el g'o bierno por un
acto de cortesa diplomtica, se hizo ofrecer la
mcdiacion con fecha sei.<f de octubr e, cuando constaba que en L a Paz se babia declarado ofic ittlmente su formal aceptacion con fecha veinte i siete ele a.c;osto i cua ndo 'en Lima la acept Pirola
el 29 de setiembre, esto es, -cnarenta dias .ntes en
Bolivia i con ~ uterioridad de una se mana en Lim_a, segun consta todo d tristes do cumentos oficiales (1 ).

XXIX.
No tenemos el pwpbsito de profundizar es tas
vergenzas sino el de bosq uejarlas parct m pone r
a sus pe rpetradores el castigo de su propio engal'o i para que el pai-s i la posteridad recoj an de
( 1) Entre }o<; auexos del presente captulo publi cam os por
rdcn de fechas la aceptacion de la me.liacion .i sns Gases en los
tres pai seR belij erantes , i es te pun t,o sob re el qH e pllsarettHS de
lij ero es tanto mas dolmoso cuanto qn e a l ace ptar Pirola, dando
por raz on la declaracion de Uhi le so bre el caso, os llaumm o.;; eu
!J Otas vfi ciales vdndc~los i salteadores.

535 -

mano de la historia una lecc.:ion provechosa. I por


Jo misn'lo' bastar decit que el dictador del Per,
dndose aires de solicitado i hacindolo constar
as estudiosamente le documentos pblicos, nombr como negociadores de paz el 29 ele setiembre
(cuando los de Chi le estaban designados hacia
tres se rr.an a.) a Jos se ores Ant on io A renas j
Aurelio Gai'cn. i Garc:a, co n nn ;eJ\ 'OnaJ numeroso de secre ttios. i los desoach a l 11ncr to c1e
Mollendo en el t l'.t S~) ottc Ou:da co ol 30 d se '
tiernbre.
Por su parte, el gobierno ele Bolivia haba designado a los seores B aptistn. i CmTillo, gne se
uni eron a sus aliados en aqu el pue r to, i el _ele
Chile a los sei1orcs E ttse bio Li11 o, a lct R<tzon jefe
poltico ele '1\LC na, al ministro ele Lt g ne rm e n
campaa seor Vergant, q ne h ab ia ll eg<tdo a Arica el 10 ele octubre, i, e n remplazo del seor Santa Maria, al se f.or Altumirano .-Pmti ste el 15
o 16 de octubre e n el L ?ntlf. i el rli a 20 J1en,u<L a
las aguas de Ari ca ju nto con el 0/wlaco qn e traia
a los negociadores de la A lianzn, i q ne lmb ic n
Lecho punto de honor celeb rar su corrfe cn ci ~t e n
un puerto suyo ocnp ado p or la.s arrn <LS de Chile.
E l digno mini stro Osl>oro, qn e se habL <:t(bln.nt<tdo h aci tres diat> ell el Santa Rosa, pnso c nrjico t rmino a aquellos r=- srtbios el e vani'chtcl de
vencidos, empec:tclos en prese ntarse como vence dores, declarnnclo qne SI lc:ts confere ncias no te '

-536-

nian lugar en Arica no se celebrarian en


algnmi.

p~rte

XXX.
Reunidos, en consecuencia, en la cmara de
sombra caoba de Honduras de la Lackawana los
siete emisarios de ho, paz, celebraron durante los
dias 22, 23 i 25 de octubre las curiosas i bombsticas .conferencias que, por prolijas, estriles i de
todos conocidas, no detallamos aqu. Sobrar con
decir para el rubor-de la historia i su enseanza
que, empleado el primer dia en e] canje de poderes i en la presentacion de la minuta de las
condiciones de Chile (que haE.ta esta humillacion
nos cupo, cuando lo obvio era oir lo que los vencidos solicitaban) , en la sesion del 25 se descubri
el enign{a de un complot que desde entnces ha
seguido su sorda marcha como una am e na~a para
la repblica, por cuanto el plenipote nciario Garciu LGarcia propuso lisa i llanamente el arbitraje
de _los Estados U nidos en todas las cuestiones,
apoyndolo no sin algun calor el ministro Adams,
mintn~s qne el infeliz juez de l\1ichigan hacia el
papel de un convidado de piedra en su propio
banquete, i el seor Osborn, que presidia, el de
un -perfecto caballero i hombre honrado (1).
(1) La minuta entregada el di a 28 por el se or Altamirano
al nervioso negociador Are nas qne, sin leerla, la r~stregaba

-537-

XXXI.
A la verdad, la nica ses IOn efectiva i eficaz de
las conferencias fu la que tuvo lugar el 25 de
con trmulos dedos, estaba contenida en los siete captulos siguietes:
<rPRIMERA.-Cesion a Chile de los territorios del Per i Bolivia que se est.ienden al sm: de la quebrada de Camarones i al
este de la lnea que en la cordillera de los Andes separa al Per
i Bolivia hasta la quebrada de la Chacarilla, i al oeste tambien
de una lnea que desde este punto se prolongara h asta tocar en
la frontera. arjentina, pasando por el centro del lago de Ascotan.
<rSEGUNDA.-Pago a Chile por el Per i Bolivia, solidariamente, de la suma de veinte millones de pesos, de los cuales
cuatro millones sen'tn cubiertos al contado.>>.
<rTERCERA.-Devolucion de las propi edades de que han sid0
despojadas las e m presas i ciudadanos chilenos en el Pen1 i Do
livia.
UAltTA.-Dev.olucion del trasporte Rimac.
QUINTA.-Abrogacion del tratado secreto celebrado entre el
Per i Bolivia el aio 1873, dejando al mismo tiempo sin efecto
ni valor alguno las jestiunes practicadas para procurat una con
federacion entre mbas naciones.>>
<rSESTA.-Retencion por parte de Chile de los territorios de
Moquegua, Tacna i Arica, que ocupan las armas chilenas, hasta
tanto se haya dado cumplimiento a las obligaciones a que se
refieren las condiciones apteriores.>>
STIM<\..-Obligacion de parte del Per de no artillar el
puerto .de Arica cuando le sea entregado, ni en ningnn tiempo,
1 compromiso de que en lo sucesivo sen puerto esclusivamente
comercial.
Como los negociadores peruanos se guardaron, por su parte,
de exhibir uingun j nero de minuta, no se supo el alcance de
sus pretensiones sino cuando, habiendo entrado a Lima nuestro
ejrcito victorioso, se encontrnron en los libros del Ministerio
de Relaciones Esterior.:!f!, copias de las instrucciones a l0s seores Arenas i Garca, lns cuales, si aquel documento era autntico,
no podin.u ser mas inverosmiles ni mas disparatu.da,s, por cuanto el dictador tratabtt n. Chile como a vencido, le exijia la devo68
H. DE LA C. DE LIMA.
'

-538-

octubre en que se discuti la minuta durante tres


horas i se pronunciaron los discursos grandilocuentes de los plenipotenciarios, que a hurtadillas apenas disimulaban, los unos, sus zozobras,
los otros su mal humor i todos su absoluta incredulidad en el resultado. Por lo demas, las principales incidencias de aquel di a fueron trasmitidas a .
la prensa por sus corresponsales, i una de las mas
sobrias de esas comunicaciones estaba concebida
en los trminos siguientes:
La segunda reunion de plenipotenciarios dur desde la 1
hasta las 4.30 P. M., h ora en que regl'esa.ron a tiel'l'a los nuestros. En ese mismo dia debi quedar t erm inado definitivamente
todo, pues no haba arreglo posible ni la mas remota esperanza
de que l pudiera llegar 1:t tener lugar.
))El ministro peruano seor Arenas, al pronunciarse sobre las
bases chilenas, para rechazadas, pronunci un discurso que a
juicio de sus mismos compaeros era tlumamente estudiado para
producir efecto i conmover corazones. E stuvo elegante, florido,
sentimental i pattico!
))El seor .Baptis ta, boliviano, se espres con mnos sentimentalisrilo, pero mas prctico i varonil. Dicen que lo hizo bien.
))El seor Altamirano, segun lo hemos odo a miembros de la

lucion del territorio ocupado i un a fuerte indemnizacion por


gastos de guerra.

La verdad es que todo no pas de nna colejin.lada por parte


del dictador, que se reia con gmn desenfado de todo aquello,
llamndolo una farsa grotesca. I esto fu a tal punto que hiz o
desembarcar del Chalaco, el dia de sn partida, a sn ayudante i
secretario favorito don J. L. Jaimes que haba sido nombrado
secretario de los negociadores, declarando que le estaba .mej or
quedarse en su oficina que ir a 1-ierder su tiempo en tan ridcu la
comedia.

- ~----

~--

----

- - -

---~-------

539
plenipotencia boliviana, habl con mucha altura i elocuencia., e
hizo una pequea alusion honrosa en favor del seor Baptista,
a propsito de su discurso. Los plenipotenciarios aliados se han
formado una alta idea del senor Altamirano.
La conferencia dur casi todo el dia. Al fin, el honorable seor Baptista, deseoso de dar mas tiempo a los peruanos para es-.
tudiar su situacion i de arbitrar algun medio a fin de ll egar a la
paz, indic la idea de qne el Per reconociera una cantidad de
millones oomo deuda a Chile, cedindole en calidad de prenda
- pretoria los territorios de Tarapac hasta Camarones, con derecho de esplotacion i usufru cto hasta el pago total de la deuda.
Para disentir esta nueva proposicion, pidi una ltima conferencia, con la esperanza de poder consegnir en el nterin inducir a su aliada por el camino de la paz. Se le concedi la
nueva conferencia, debiendo tenerse presente q ~e el seor Osborn, ministro de los E stados Unidos, residente en Santiago,
manifest en u E>locuente discurso que no mribnclose a conclusiones ningunas de paz, declarara termiua({a su mision mediadora, garantizando qne_su gobiemo m:m tendria en lo sucesivo
la mas absoluta abstencion i neutralidad sobre la guerra del
Pacfico.
-La ltima conferencia ot0rgc1da tuvo lugar ayer 27, desde
las 12 M. hasta las cinco de la tarde.
Como a las dos baj a tierra el sefor comandante de la Lackawanna, i por l supimos que ya todo estaba roto, que no habia paz, i que los ministros norte-americanos haban declarado
~o~cluida su mision i continuaban guardtmdo l;:, mas severa neutralidad. En virtud de este aviso recibido por conducto tan
fidedigno i severo, les comunicamos lo ocurrido por cablegrama
de ayer.
A las cinco bajaron nuestros plenipotenciarios i h oi firmaron
los protocolos de la ltima conferencia, los cules co a~taban de
quince pliegos. Todo qued concluido. No hai paz i es imposible
que pueda haberla s~n que vayamos n di ctarla con las bayonetas
en Lima.

-540Ahora, en 30 minutos mas, parten los aliados para el


norte. ( 1)

(l) He aqu el telegrama en que los plenipotenciarios peruanos anuncian desde Moliendo el resultado de las conferencias
de Ari ca al dictador.

Mollendo, octubre 29 de 1880.


A. S. E. el jefe supremo:
>>Rechazada la pretension chilena sobre cesion de territorio,
propusimos someter los otros put:!tos de diferencio. al arbitraje
del gobierno de los Estados Unidos, lo que Chile rechaz terminantemente.
Terminadas conferencias, salimos hoi para el Callao con
Lackarvanna, llevando protocolo detallado i firmado. -Arenas.

- Ga1cia i Ga1cia.ll

Una semana mas tarde, dneos ya los plenipotel1ciarios de


su presa, es decir de la miuuta (que era lo que habian venido
a buscar), el ministro Calderon lanz el 5 de noviembre una
estpida i procaz citcular ann.lizando las pretensiones de Chile
i sealndolas a la ltila1idad (sic) del mundo.
Jarr:as se haba visto un documento diplom;i.tico mas insolente ni mas infame, i los siguientes pasajes son talvez los mas
benignos de su prosa.
Repleto ele odio i de envidia contra el Per, cuya superioridad no puede descon ocer sin borrar la historia i sin ahogar la
voz de una fama que ha pasado a proverbio unive rsal; ebrio de
sangre i devorado por la hidrpica sed de nuestras fabulosas riquezas, proclama el asalto a esta capital, que considera como el
ltimo baluarte de la defensa del Per.
Por eso no ha vacilado en rechazar de plano el arbitrio pro
puesto por nuestros plenipotenciarios en Arica, designando al
mismo tiempo como juez a la Gran Repblica del Norte, la cual,
por los mas altos ttulos i bajo todos conceptos, estaba llamada
a desempear tau noble como humanitario encargo.
Chile no lo ha quetido, bajo el frvolo pretesto de haber pa~
sado la oportunidad del arbitn~je; como si alguna vez o eu momento alguno dejase de ser bienvenida la intervencion de la sa~
bidura i la justicia, para dar fin a una lucha que es ya el escndalo, no solo de la Amrica, sino de la Europa; i esto cuando
acaba de ajustar con la Union Colombiana no h muchos dias,
el 3 de setiembre ltimo, una convencion en que se estipula terminar todas las diferencias entre ambas repblicas precisamen-

-541

XXXII.
La comedia habia concluido como comenzara.
Los males causados al pas i en jeneral a los belijerantes no podan medirse ni siquiera calcularse; pero el capricho supremo estaba mpliamente satisfecho, i el 27 ~e octubre por la noche
dos telegramas simultneos, recibidos, el uno con
profunda angustia en la Moneda por ;l jefe del
Estado i otro con intenso regocijo por los jefes i
soldados de Chile en los campamentos de Tacna,
anunciaban que la hora de los desvaros i del apoltronamiento habia pasado para abrir ancho camino a la solucion i a la gloria.
te por el arbitraje, i cuando el Per ha sido llamado a adherirse al indicado pacto por una invitacion recibida por nuestro gobierno apnas en la correspondencia del ltimo vapor.
:&El Per es, pues, una escepcion odiosa para Chile eu tratndoee de paz. Sea. Que venga, como imajina, a terminar, si no a
comenzar la guerra.

-542-

ANEXOS AL CAPITULO XIV.

I.
FRAGMENTOS DE PUBLICACIONES CONTEMPOHHEAS DIHIJIDAS A
DEMOS1'HAH ESTOS TRES ASPECTOS DE LAS NEGO CIACIONES
DE ARICA:

I La falsa personera de Mr. Christiancy.-II La absoluta ausencia de


perspectiva para una solucion satisfac toria.-lf l el concepto esterior
que se formaba de aquel negociado mientras el gobierno de Chile se embarcaba con absoluta confianza en l.
LA PEHSONALlDAD DE MU. CHUISTIANCY.

.... Establecidas ahora las cosas i las personas en el terreno de


absoluta verdad en que quedan, Mr. Uhristiancy no solo perda
en O~bile toda personalidad diplomtica sino que se constitua
de hecho en un husped peligroso, casi vedado contrabando de
guerra.,. como el mismo se adela.ntaba a reconocerlo, declarndose
volnntariament e paria.
J>Si l nada en efecto babia trado del Per, pais tres veces
vencio, nada podia llevar couforme al derecho, a la ljica sana

i a la dignidad altiva del pas tres veces vencedor.


DSi ninguna insinuacion, por tmida i sijilosa que hubiera sido, no haba pasado por el za.guan del revuelto palacio de los
Pizarros, en Lima, su voz, si hubiese osado levantarla en Chile,
habra debido estrellarse, como el -vi ento que silba de coritnno
en las calles anexas al palacio de Santiago, en las columnas de
~us sordos muros de cal i canto.
J>Llegamos todava mas ljos, porque la snsceptbilidad de la
honra de las naciones se asem eja a la pureza de la esposa de
Csar. Si el ministro ameri cano no se babia despedido en Lima
del dictador, estando en gnena, no tenia derecho el que tal babia hecho para visitar al pretiidente de Chile, porque esa visita,

-543
que establecia una desigualdad en el estricto ceremonial diplomtico, infera una sospecha. I ele all la negativa de Mr Christiancy para acercarse a la Moneda, a su mantel i a su solio en
las primeras horas de su llegada.-B. Vicu1'ct ]Vfaclcennct.
\

LAS .ESPECTATIVA S DE LA PAZ DE ARICA BAJO EL 'PUNTO DE


VI STA DE LA AC'l'l'l'Uf) DE LOS PERUANOS.

a:.; .. Entretanto, si a ese estudio obvio, sencill o i natural hubiranse entregado, i no a oficio de comadron es en suntuoso alumbramiento, los noveles conduct ores de b cosa pblica que rueda
hoi sin brida ni palanca, habran notado al mnos los retos del
enemigo desde el insolente Irigoyen al deslenguado Barinaga,
porque si aquel nos llam brbaros,)) al tronar el primer caon
de la guerra en las caletas de 1'arapac; marcnos el ltimo, en
plena negociacion de desacordada paz, con el ep teto de sal teadores,)) epteto infame ratificado oficialmente por su amo el dictador i el estlido silencio de los que oye ndo el clem1esto no lo
levantaron; habran vuelto a t rae r a su vist a las condicionea en
que su soada prepotencia de una hora, fruto ele nuestra temprana ineptitud e inesperi encia, coloc el P er mismo la paz en
junio de 1879, amenazando a Uhile con dis tribuirlo a lote eutre
sus vecinos, i a la protesta que Lima lev<tnt contra el desamparo provisional ele Iquique, declarando que el ceder la menor
porcion del territorio a poder estralo era el mas ne,r;ro crmen da
lesa patria.
Pero a que fatigarnos i fatigar la memoria del que lee? N o
tenian los sagaces negociadores ue la MoneJa., no tenian a lrL
vista las diversas proclmas i manifiestos pblicos del di ctador
peruano que habia empeado su honor i su vida en sos tene r la
causa de resistencia a todo t1ance, con cuya bandera, aferrada en
los dientes, escal6 a balazos el poder en dici emb re de 1879? I
no teuian constancia de la acti ~ ucl t aimada i del pacto de honor
celebrado con Bolivia, pacto sellado por nuestra impmdencia

-544con la eangre de 'l'cna vertida sobre nna sola tumba por la1
dos naciones coaligadas?
No haban escuchado siquiera los mil runores de la prensa,
_las opiniones del congreso, la voz entera de Chile que les gritaba incesantemente al oido: la paz es imposible?-B. Vicua
Mackenna.

LAS APRECIACIONES DE LOS ESTRANJEROS SOBRE EL RESULTADO


DE LAS NEGOCIACIONES DE ARICA ANTES QUE ESTAS
'fUVIERAN LUGAR.

..... Un telegrama de Montevideo publicado en Buenos Aires,


mucltos clias antes de que se reunieran los plenipotenciari~s en
Arica i reproducido por La Patria de Valparaiso del 8 de noviemb?e, refirindose a la nota pasada por Pi rola a M r. Ohristiancy, nota que, .salvo el sobrescrito, result cierta, 1se decia testualmente lo que sigue:
Por mi parte puedo agregar, con datos del mejor orien, que
al pasar la espresada nota Pirola i todo su gabinete estaban
.firmemente resueltos a no cede, una pulgada de trritorio a Chile,
prefiriendo sucumbir a pasar por tal humillacion.
ll Garantizo esta noticia.
Eso se deca a mediados de octubre, dnde? En Montevideo.
Pero, aun utes de t:sto, El Nacional de Buenos Aires, diario
reJactado por hombres emi11entes o mplemente sens<ttos, comentando las condiciones posibles de la paz ele Arica i q ne en
el Plata, como en todas partes, se adivinaban mejor qne en
Chile, deca con fecha 10 de octubre, dos semauas .antes de la
primera junta de los ple~lipotenciarios, lo que sigue, que es digno de especial acotacion, :por la firm eza tle sus aseveraciones.
comprobadas en el hecho:
Fara todos aquellos que hemos seguido con alguna dcteucion
i estudiado el desenvolvimiento de los sucesos del Pacfico, esa
reunion preli'minar no vn a ofrecernos nwla nuevo. Hace un ao
prximamente que hemos dicho en este mismo diario cules se~

-545rian las condiciones bajo las cuales Chile consentira en oir prOposiciones de paz, sea por via diJ:ecta, sen por una mediacion
~strafa, nica manera que desde entonces hemos visto de solucionar el confiicto del Pacfico.
I.cs seflores Altnminmo, actual intendente de Valparaiso
oradot distinguido i altamente considerado en su pas, i don
Eusebio Lillo, hombre de letras, subsecretario del ministro durante largos aos i prefecto de Tacna hoi, presentarn, mutatis
mutandis, las siguientes proposiciones a Jos plenipotenciarios
del Per:
1. 0 Oesion absoluta e incondicional a Chile de todos los territorios que se est.ienden desde el grado 24 de latitud hasta la
quebrado i el ro de Camarones que forman el lmite norte de
la provincia de Tarapac.
2. 0 Indemnizacion por parte del P er de los gastos i perjuicios por parte de la guenn, cuya suma no bajar seguramente de unos cinco millones de pesos fuertes.
3. 0 D esmantelamiento completa ele las f ortalezas del Callao i

Arica.
4. 0 Reduccion del ejrcito peruano a una cifra nfima, la que
no podr ser aumentada en ; m nmero determinado de afos .
5. Compromi so por parte del Per a reducir su escuadra
hasta el punto de no ser una fu erza martima.
Tenernos ln sEGl'niDAD ABSOLUTA de que las proposiciones
chilenas, presentadas en la forma iudicacl<t, SERAN RECHAZADAS
IN LlMINE por los representantes del P er, que tendran el coraje de regresar a su pais llevando las base ~ de un tratado que
no solo lo cubrira. eternamen'te de vergepza, sino que seria sn

senten~ia de muerte.>>
Eso era lo que se cr ea con seguridad absoluta en Buenos
Aires el 10 de octub1e, doce clia& antes de la primera conferencia
de la Lackamanna, i a mil leguas de distan cia del sitio de los
acomodos. Pues bien, ese mismo da ernbarcbase en el Santa
Rosa, con direccion a Arica, el ~ecretario de los plenipotenciarios de Chile, el intelijente i aprecible seor Gana, llevando en
su maleta la clebre minuta que los peruanos venan a buscar, i
H. DE LA C. UE J,JMA.

69

-546en la cual no estaba consultado el desmantelamiento del Callao,


pero existia la base primordial de la cesion incondicional de Ta- .,
rapaca que se h aba dado como un hecho consumado.
Cabe hacer comenta r ios sobre t odo esto?
Qudanos todava por exam in ar un ltimo pero no menos
doloroso aspecto de esta comedia que h a mantenido en la picota
de la bolsa de todos los a.jios durante sese nta dias a nuestra
h onrada patria en todos los paises en que se vende i se compra
nueRtro crd ito i el de nuestros enemigos.
Un despacho enviado desde ... R oma a Lndres, el 14 de setiembre, el mi smo dia en que el se or Chris tia ncy eriviaha a
Chim loote ~ ~~ c l e bre ofi cio conmin ato rio al cap itan Ly nch, telea b:l
rr ;t >ll a evideJ.J(e de especu];\'ioreS UCLlp ftdOS en bOllOS, a11 UI1C L
] pblico las uegot:iacio ues . Pet"O la legaciuu de Clli le en Lnclres, a esa altura de los trato3, nada sab ia .. P ero hai mas todava. E l cablegrama ele la Ciudad Santa, recibitlo tal -vez alli a
virtud de la infalibilidad pontificia, era tJ"asm itid o a Nueva
York, a Washington, a t odtts las ciudades del pas mediador, i
el r epresentante de Chile en \Vashington negaba la autencidad
de tal h echo, q ne estaba en l<1 noticia ele todos los compradores
de bonos del uni verso, porque l t mnpoco lo sabia. S imple olvido del oficial de partes del ministerio de r elacion es e:teriores,
sipple reparo de la contadura mayor por gastos de t elgrafos
m artimos.

fELEGR.AMAS PURLlC.ADOS EN EL COURRIER DES E'l.'A'l'S UNI SD , EL


27 DE SET1El\I BRE 1 ESTO ES UN MES ANTES QUE TUVIERAN
LUGAR LA S CONFERENCIAS DE ARICA .

L ncl1es, 14 de setiembre.
Un despacho de Roma a The Daily Nems anuncia que las tres
potencias belij erantes del Pacfico hnu aceptado las propuestas
de medi acion de E stados Unidos.D
E;;ta noticia no encuentra crdito ni en el departamento de
E stado ni en Ja. legacion chilena. E s en agosto de I 879 cuando

-547los ministros americanos recibieron el encargo de ofrecer los


buenos oficios de su gobierno a las tres potencias belijeran tes,
si estuvieran dispuestas a pedirlos. Desda esa fecha, Cllile se
ha !techo g1adualrnente dueiio de ta situacion. Es PROBABLE QUE
EL PER I BOLIVIA V!E!{AN HOI CON PLACER A LOS ESTADOS UNIDOS
El\1PLEAH SU INFLUENCIA EN TERMINAR LAS lJOSTILIDADES, pero
esta ltima potencia no ha modificado sus instrucciones orij inales) segtm las que sus buenos oficios deberan ser solicitados por
los tres gobiernos en litis, i C<NO ES DE PRESUMIR QUE CHILE EST DISPUESTO A DAR SEMEJANTE PASO.

El seor Astabnruaga, ministro chileno en Washington, hace-notar que Chile no tiene embajador sino solamente un cnsul
en Roma, de donde ha v~nido . la prsunta noticia, i que si ella
fuera cierta habria sido comunicada primeramente a los ministros chilenos en Paris i Lndres ntes que al cnsLll de Roma.
El ao ltimo algunos E stados europeos, deseosos de ver cesar
la guerra, invitaron a los Estados Unidos a que se nnie.ran a
ellos para una interven cion; pero tal oferta fu rechazada por
ese-gobierno, quien entnces propuso su mediacion nica a los
belijerantes.
No se ha sabido en Washington que hubiera sido aceptada.

II.
NOTAS DE LA CANC!LLC.:!UA DE llOf,!VlA ACEPTANDO J,A MEDfAC!ON
DE LOS ESTADOS UNlDvS EN LAS NEGO'CIACIONES DE PAZ QU!l TUVIERON
LUGAR EN ARlCA EN OCTUBRE DE 1880.

I.
Memorandum de la conferencia celebrada entre el seor J ua u C. Carrillo,
ministro de relaciones esteriores de Bolivia i el jeneml Crlos 1\dams,
mimstro residente de los Estados U nidos de Norte Amrica, a invitacion de ste, en La Paz, a 1. 0 de setiembre de 1880.
(Fragmento).

Jti. Aclcans.-Refirindose a, sn oficio del 27 ltimo, espone


que h:\ sido informado por Mr. Osborn, mini~tro de Estados

548
Unid0s en Santiago, de que el gobierno de Chile ha aceptado
la mediacion de los Estados Unidos, en los trminos siguientes:
cada uno de los belijerantes nombrar su plenipotenciario para
celebrar una conferencia en algun punto de la costa, i a este
propsito el gobierno de los Estados U nidos pondr a disposicion de los plenipote:1ciarios un buque de guerra norte-americano para deliberar a s bordo sobre las condiciones de paz, en
presencia i con los consejos i asistencia de uno o mas representantes de Nort~ Amrica que el gobierno de Estados U nidos
tenga a bien designar.
El seor Ca1'7illo pregunta si se han estipulado algunas bases precisas bajo las cuales Chile conviene en esta forma de pro-.
cedirnientos.
M?. Adams contesta que este acuerdo no htt tenido lugar;
pero que el objeto de la reunion seria llegar,~ en cuanto fuese posible, a un avenimiento sobre bases bajo las cuales puedan aceptar las tres naciones una paz honrosa.
El se1'01' Ca1-rillo interroga nuevamente: Ctll seria el resultado de la rei.mion si, co.mo era de esperar, los plenipotenciarios
no llegasen a un acuerdo definitivo; si en ese caso deba eomprender que ya no haba lugar a solucion alguna, o si por el contrario, se propona dejar la decisi on de t0das las cuestiones i las
condiciones de paz al arbitmje i fallo de los Estados Unidos.
Mr. Adam8, en respuesta, siente que el oficio ele Mr. Osborn
no sea bastante esplcito pura dat una 'conte;;taeion decisiva a
esta pregunta; pero como dicho oficio habla 1le que se deben
conferir plenos poderes a los respectivos plenipotencial'ios, i, como Mr. Adams cree que si las funciones de los representatites
americano~ estuviesen limitadas a hncerlo3 servir de simples es-
pectadores o de consejeros, la conferencia probablemente no ten
dria resultado, le parecia i se creia autorizado para decir que la
idea es o debe ser que en caso de que los plenipotenciarios de
las tres repblicas no pueden enten rlerse entre ellog, deberan
tener instrucciones i plenos poderes de sus gobiernos p,ra librar
la resolucion de todas la;; cuestiones i co ndiciones de pn.z al arbitraje, por decirlo as, al gobiemo de los Es~<tdos Unidos para

549que fuesen decididas, sea en los Estados U nidos o por medio de


comisionados nombrados en Wa'lhington, i cuyas deliberaciones
deberan tener lugar en presencia do los espresados plenipotenciarios; tanto mas, cuanto que comprenda que el gobierno Je los
Estados Unidos no ha ofrecido sus buenos oficioi3 para la mediacion simplemente por cumplimiento, sino con el deseo fijo ele terminar la guerra; por eso que, en cualquier caso, la decision deba ser final i absoluta.

II.
NOTA DEL JENERAL Al'lAMS, MINISTRO DE ESTADOS UNIDOS EN
BOLIVlA, ACUSANDO RECIBO DE LA ACEPTACLON CONVENCiONAL DE
ESTE GOBIERNO DE LA MEDIACION DE ESTADOS UNIDOS EN
LAS NEGOCiACIONES DE PAZ DE ARICA.
LEGACION DE LOS ESTADOS l,TNffiOS.

La Paz, 4 de setiembre de 1880.


'

Seor:
Tengo el honor de acusar recibo a la nota que V. E, tuvo la
bondad de dirijirme con f~cha de ayer i en la que declara en
trminos elocuentes que el gobierno de Bolivia est preparado
a aceptar la mediacion i si es necesario el arbitraje del gobierno
de Estados Unidos, como lo propone, si el gobierno aliado del
Per conviene en ello.
No dejar de participar a mi gobierno los sentimientos t:.tn
estimables i honorables de V. E. i de sn gobierno, i puedo solo
espresar la esperanza de que el del P er, animado por las mismas elevadas miras, ttmbien consienta en esta m111em de ponet
fin a una guerra cruel, inhumana i fratricida.
Si desgraciadamente est<tS tentativas no llegan a tenee efec- _
to, puedo a lo ,mnos atestiguar que Bolivi<t e::;bbt pront:t a
impedir ulterior efusion de sangre, i que la culpa stm. p.t m quien
lo. tenga.

-550Permtame renovar a S. E. los se ntimientos de mi mas alta


consideracion i eshrma, con los que tengo la honra de ser mni
afectuoso servidor,

Ocrlos A dams.
A S. E. don Juan C. Carrillo, ministro de relaciones este1iores de Bolivia.-Presente.

)II.
NTA DEL GOBIE RNO

DEL PER6

SOBRE E r, .M IS MO PAll"r lCU L:\R.

L ima, 2 de setiembt~e de 1880.


Seor ministro:
Impuest o S. E. el j efe sup remo de hs nu evas j es tiones que
V. E. ha hecho cerca de los gobiernos c0 mprometidos e n la actual g,uerra, i de que el res ultado de ellas, comun icado po t el
JVachus;ett, ha sidc' el haberse nombrado ya los ple;l ipo henciarios de Chil e i de Bolivia, que con los que nombre por su parte
el Per deben reunirse con los plenipotencia rios del gobierno
m ediador de los E stados Unidos de Norte A mrica para entabl ar las negociaciones a b?rdo de uno de s us buq nes de g uerra
i en un punto de nuestra cos ha, me ha ordenado con teshar a V.
E. en los trD?inos sig uientes :
Conocidos son ele V. E. el modo de pensar ele] gobiern o del
P er i los sentimientos que lo a ni man en la cuestion actual,
asi como la apreciacion que h ace del modo de pensat i sentir
del gobierno ele Chile; el oficio qne con fecha 14 del rns corriente tuve la honra de d irij ir a V. E. los co n sig~a de un a manera esplciha. De entnces ac, los nuevos h ech os realizados
por el enemigo, sin, significacion alg una para el xi to de la guerra, sin suj ecion a los prin cipios del derecho i consec uentes aclemas con. los anteceden tes de otra poca, colocarian al P er .en

..

551 -

el mas r erfecto derech o parn. esc~1sa rse de entrar a acepta


r otra
solu cion que no fu era la de las <mn as~ No es s ta, sin embar
go,
su determ inucion, i si la hace notar es par u justifi car la reser
va
qu e se hace de emplear por su parte i en ej ercicio de un
a justa
repres alia, las h ostilid ad~ s que pueda empl ear con tra u
n ene mi go a quien solo in spira n respeto los netos de la fu erza.
H echa es ta sal vedad, i cetliendo siemp re a los mvil es
espuestos reitera damen te a V . E., mi g obier no h a nombr ado
como
plenip otenci arios del P er para las negociaciones a los seore
s
doctor don Antonio Arenas i don Au relio Garca i Ga,rca
, a. los
cuales se les espedi rn los plenos podere s e h1stru ccione
s respectivas, a fin el~:: q ne coucm ran s ufi ciente ment e a utori zados
a
las confer encias en el da prefija.do por V . E .
Mi gobier no entiende que las co nferencias deber n tener
lugar en un pun to de la cos ta entre el Call ao i Pacoch a., que
ser
desig nado por los ple ni potenc ia rios de los E Btaclos U nidos
i al
cual concur rirn los plenip otenciari os de los es tados helij erante
s
en t rl1Spor tes aesarm ados . En es ta virtud , los del P er se
clirijirn directa men te a\ puert o ele Molleu do en el t raspor te
Cltalaco, recibir n all a los plenip ote llciarios ele Boli va i espe rar
n
en ese punto el aviso de V. E. para march a r al lugar design
ado
para las confer encias .
Tengo la h onra de reitera r a V. E . las consideraciones de
mi
t\lta estima cion i respeto.

1l1anuel A. Barinag a.
E scelent simo seiior I. P . Christi ancy, enviado estraor dinario
i ministr o
plenipot enciario de los E stados Unidos de Norte Amrica
.

552

lV.
NOTAS CAMBIADAS EJ'<TR'E EL MINISTRO DE ESTADOS UNIDOS
EN CHILE I EL GOBIERNO DE ESTE PAig SliRRE LOS
PROPSl TOS ANTERiORES.

(Traduccion).
L EGACION DE LOS ESTADOS UNIDOS.

Santiago ele Cltile, octubre 6 de 1880.


Seor:

V. E. sabe que el 6 de agosto ltimo me acerqu al honnont


hle presidente de la repblica de Chile con el propsito de saber
si el gobierno de Chile estara dispuesto a entrar en conferencias con los ministros de las otras repblicas belijerantes en la
presente guerra para arribar a una paz honrosa, bajo la media
cion, en forma de buenos oficios, de los Estados Unidos. V. E.
se dign informarme, en nuestra entrevisttt de 10 de agosto'
qne el gobierno de Chile aceptara los buenos oficios de los Estados U nidos en la forma suj erida, si el Per i Bolivia significaran por su parte su aceptaciou a esta idea.
E stando cumplidas las condiciones indicadas por V. E. en la
ent.revista mencionada, tengo n.hor,t la honra de ofrecer formalmente al gobierno de V. E. la mediacion del gobierno de los
Estados U nidos para que sea ejercida en la forma propuesta.
La forma que sujer en la entrevista aludida, tenia en mira la
celebracion de una conferencia de los ministros, debidamente
autorizados, de las tres repblicas belijerantes, a bordo de una
nave de guerra americana en Arica, en presencia i con amistosa
ayuda i asistencia de los representantes de los Estados Unidos
ante los gobiernos belijernntes.
Con sentimientos de alta consideracion, tengo el honor de ser,
seor, de V. E. mui respetuoso i obsecuente servidor.
(Firmado).

Tomas A. Orborn.,
Al honorable Melquades Valderrama, ministro de Relaciones Esterl ores.

-553MINISTERIO DE RELACIONES ESTERTORES DE CHIL .

Sa ntiago, octub1e 7 de 1880.


Seor:
He recibido la nota fecha de ayer que U. S. se ha servido dirijirme.
Despues de rocordar U. S. en ella los pasos que ha dado con
el objeto de inquirir si mi gobierno estara dispuesto a entrar en
conferencias de paz con los otros lJelijerante!', bajo mediacion, en
forma ele buenos oficios ele los E stados U nidos, i de recordar
tambien la disposicion favorable manifestada por mi gobierno,
siempre que los del Per i Bolivia hubieran aceptado por su parte igual sujestion, U. S. me hace saber que, habindose cumplido ya esta circunstancia, ha llegado la oportunidad de ofrecer
formalmente al gobierno de Chile, como lo hace ahora, la mediacion de los Estados U nidos .
.Su Escelencia el Presidente de la Hepblica; a cuyo conocimiento he elevr.d s el despacho de U. S, me ha encargado trasmitir a U. S. la espreson de su gratitud por el notable interes
con que el g obierno de J,1s Estados U nidos procura el restabl ecimiento Je la paz entre Chile i las repblicas aliadas.
lVIi gobierno acepta la rnediacion, , en forma de lJuenos oficios,
que U. S. me ofrece en nombre de los Estados Unidos, i acepta
igualmente el procedimiento que O. S. sujiere para llevarla a
efecto.
Debo, con todo repetir aqu, para evitar dudas i ambigedades, que est a acep ta.cion no envuelv e la snspen sion de nuestras
hostilidad es.
A provecho esta oportunidad para ofrecer a U. S. los sentimientos de elevada consider;wion con que tengo la honra de suscribirme de U. S. atento i seguro servidor.
(Firmado).
1lfelquades Val d ermma.
Al secr 'l.'homas Osbom, E nviado Es t raordinario i l\:Iinistro Plenipotenciario de los E stados Unidos de Nor te Am rica.
H.

DE LA C. lJE LIMA.

70

CAPITULO XV.

LA ESPEDICION

LYNCH EN CHIMBOTE.

La espedicion Lynch se hace a la vela de Arica el mismo da en que el


ministro Christiancy llega a ese puerto con un:t mision de paz.-Puntos
de mira absurdos i carcter completamente estril i contraproducente
de esa operacion de guerra.-Se encamina a des tl'Uit los valores que
servii'ian a indemnizar a Chile i a da1iar la industria particuhtr naciente en un tenitorio en que el fisco peruano no tenia propmmente intereses.-La espedicion atacara mas al capital estranjero que a la tierra,
nico interes verdaderamente peruano.-La sublevacion de los chinos i
sn alianza forzosa con nu estro ej rcito.-Euajenacion de las simpatas
de los neutrales i peligros para el f utmo.-Protestas i advertencias patriticas que no son escuchadas.--Acer tada eleccion que se hace delco
ronel Lynch para mandar la espedicion.-C omposiciou de stP. i su estado mayor.-:ffil comandante Stuven i el secretario Carrasco Albano.L a espedicion en la isla de las Hormigas i consulta de su jefe con el almirante Riveros.--Altera el coronel Ly uch su plan de campaa i se dirije a Chimbote escoltado por la Chacabuco.- Amanece la espedicion el
10 de setiembre en Chimbote i desembarca sin resisteucia.-Antigiiedad, riqueza i portentoso porvenir de aquella comarca.- Pizarro i Cieza
de Leon en Chimbote.-Don Luis Gonzalez de l'tiego i su herencia. Derteano i su v iuda. -Formacion del inj enio de P alo Seco i sus prodijiosos valores.-El coronel L y uch intima al hijo de D erteano un rescate de cien mil pesos i ste acepta.~ Consultado el d ictador Pirola, declara traidor a la patria al que pag ue un solo maraved a los chilenos i,
en consecuencia, se prend e f uego a Palo Seco.-Honibles escenas de
estrago.-Llega b OJiiggins del Callao i da aviso de encontrarse nna
gran cantidad do arm amento en Supe, al sur de Chimbote.--El coronel
Lynch se dirije aceleradamente a ese puerto con un batallan del Buin
en la noche del la de setiembre.-No encuentra las armas; pero destruye el valioso injenio de cian N icoias de Laos.-Regresa el jefe de la espedicion a Chimbote i se alista para par tir inmediatamente.-Estricta
severidad con que el cm:or:el Lynch mantiene la disciplina i momlidad
de su tropa en medio del plan de destruccion que le presGribeu sus instrucciones.

555 -

I.
Por un a de esas aberr acion es que acusa n la incurab le flaqueza del espr itu huma no, sea en los
gobiernos que osan o se enga an, sea en los pueblos que aplau den o se resig nan, clmante las mismas horas en que el minis tro de Estados U nidos
Mr. Chris tianc y recal aba a Arica en su mi sion de
paz, el 4 de setiem bre, i desde all, ajitanclo en el
horiz onte blanc a band era de parla ment a hada a
su coleg a de la altipl anici e boliv iana i a su gobier-:no un esplcito llama mien to a la paz, smca ba
aquel las aguas en plci da noche la espedicion que
iba a lleva r la tea del estra go, de la ester ilida d i
de la provocacion de impla c~thle gu rra i eter nos
rencores a los mismos pueblos que por ocult os protocolos conv idba mos a la recon cili acion. Cundo hubo jama s en la histo ria absurdo ni contr adiccion semejantes?

II.
Aque lla cruza da de aprem io i destr uccion era
la que es ya conocida hist ricam ente con el no m bre de <rLa Espe dicio n Lync ln, la ct1Rl emba rcaclR
en los trasp ortes ]tata i Copiap, rlirij asc a asolar los ricos valles e injen ios del norte del Per , a
ttulo de presi on de guerr a pari:t emp uj a r aquel
desgo berna do pas hcia la paz.

-556-

N o habra podido, a la verdad, idearse, ni aun


dentro de un cerebro enfermo empresa mas fuera
de razon, de propsito i de oportunidad, sin tomar
en cuenta la implcita barbarie que a toda espedicion de destruccion de propiedades va afecta,
sea en el mar o sea en tierra firme. I en efecto,
prescindiendo de la cuestion de derecho internacional que sin duda faculta el mayor dao del enemigo, pero encerrndolo cada vez en mas estrechos lmites de civilizacion i de clemencia, aquella
cruzada, destinada en apariencias contra el Per
lo era en realidad contra nosotros mismos, cual
lo habian demostrado las funestas desvastaciones
martimas del litoral de Tarapac que ahora era
nuestro litoral. Ibamos a resucitar los dias de los
corsarios en nuestro propio suelo, cuando el mundo entero, de comun acuerdo, acababa de abolirlos.

III.
Hechos sncesi vos i elocuentes se encargaran
de demostrar esta verda.d i de dar amplia razon a
la protesta que el autor de esta historia hizo desde su asiento ele senador contra semejantes empresas, apnas comenz a hablarse de ellas vagamente en el pblico en los primeros dias de
agosto. (1)
( 1) f3es ion del Senado del 9 de agosto ya citada.

-557 -

Porqu e si la guerra nos c.ondu cia fatalm ente a


adue arnos de las riquezas i de los destin os del
Per, como ha acontecido, lo que estaba en nues. tra manifiesta utilida d era conser var con los menores menoscabos posibles aquellos bien es que
bamos a usufructuar a ttulo de indem nizaci on
i de reparo.

IV.
Por otra parte, si bien era cierto que los valores sobre los cuales espedicionbamos eran de importancia, rio renda n a nuestr os enemi gos sino
le-ve utilida_d para sus arrriamentos, porque la industria del azcar era nacien te en aquellos climas como artculo de espor tacion al estran jero i
se hallab a sometido a un rjimen de protec cion
en el cual el fisco utilizaba solo cortas entrad as.
Por maner a que el dao que bamos a causar era
mas a la indust ria local que al centro de la resistencia a1;mada que a la sazon estaba radica da esclusivamente en. Lima.

V.
Pero existia ctnn nua consideracion de mayor
vala para no llevar nuestr as armas, su prest~jio
i sn poder a aquellas remon tsima s com~trcas separadas por centen ares de leguas de desier tos de

-558-

la enloquecida capital. I era aquella la de que los


deterioros, los apremio~:~ i destruccion es en cuya
prosecucion nos embarcbamos no tendran la me~
nor influencia de reaccion en el nimo de 1os nacionales que sostenan la dictadura, porque ademas
de las causales que dejamos apuntadas, casi la totalidad de los intereses efectivos que la espedicion
encontrar a delante de sus quillas o de sus baJonetas no perteneca n . a peruanos, a virtud del ocio
eterno de aquellas jentes, sino a sus habilitado res,
ingleses, fran ceses, italianos i alema'nes. El Per,
el pais mas portentosa mente rico del universo, que
tiene cerros de plata en sus cun1bres andinas, un
litoral que vale como el oro a orillas del ocano i
valles en que rivalizan en lujo i opulencia las producciones mas valiosas de la natnralmm, es una
colmena en Ja cual solo trabajan a vejas forasteras
desde el chileno al chino.

VI.
I aun de este ltimo endeble i peligroso elemento de prosperida d futura, la raza amarilla,
ibamos a privar a las comarcas de la azcar prieta
que meses mas tarde ocuparamos con nuest ras
armas en demanda de una justa devolucion de
valores i que por lo mismo no hallaramos en estado de producir resarcimie nto. La espedicion
Lynch, entre otros inmensos irreparabl es males

- 559-

iba a sublevar forzosamente una colonia de cincuenta mil siticos i a vol verlos o salteadores o
prias, como de hecho ha sucedido.

VII.
El mayor de los males que una empresa de ese
j nero traera aparejado~:; no seria sin embargo el
cmulo de peligros i depe1juicios, que dejamos a
1~ lijera recorridos, sino el de que mintras por una
parte depejbamos la guerra de su carcter noble
i herico, lanzaramos a nuestros soldados en el
terreno de aventuras que no reportaran bien alguno a su moralidad actual ni a nuestra civilizacion futnra, siendo todava mas grave i trascenden tal qne todo esto, el que una. cruzl-tda de
tnerodeo en la cnal los intereses neutrales serian
casi esclusi vamente afectados, nos enajenara por
completo las simpatas de las naciones estranj eras
i dara orijen a umt verd::t dera montaa de reclamaciones diplomticas, orjen de las mas graves
perturbaciones ulteriores.- Acaso con lo sucedido seis meses ntes en Moliendo no tenamos sobrado?

VIII.
Pero a mtda de todo esto, daos positivos i peligros inminentes a qne un patriotismo sano i

-560-

desinteresado di frmulas como alerta 1 como


amenaza, se prest oido por los mapricos que al
amparo de una naturaleza completamente vedada a las grandes resoluciones, se habian apoderado "de las riendas del pais i de la guerra. Lo mas
que sus conductores eficaces solian decir por
escusa, era que aquellt espedicion seria solo un
ensayo de transaccion con el presidente de la repblica, que esperaba. ele aquel apremio la paz, i
que no vindola ve nir, se decicliria al fin por e mprender sobre Lima.

IX.
rrales eran, bosquejadas mui a la lij era, las condiciones en que se emprencli_a en los primeros
dias de se tiembre la por todos ttnlos fa ta,l, inglori osa i no solo estril i esteri lizado ra sino contraproducente espedicion co nfiada al ca pitan de na-
vo don Patricio Lynch desde principios del mes
precedente.
Por fortuna, el caudillo habia sido bien elej ido.
Frio, sereno, sagaz, bra,vo sin arrogancia ni precipitacion, conocedor profundo no solo de la superficie del cora.zon h umano sin o ele sus abismos,
sumiso al deber i a la consigna, el coronel Lynch,
educado, por otla. parte, desde la. niez en la escuela de las aventuras i de los peligros, era t al vez
el nico j efe de nuestro ej rcito qne habria tenido

-56 1-

hgad os sufic iente para realiz ar las respo nsabi lidades de aque lla rnision i aun para acept arlas .

X.
Disele por esto facul tades discr ecion ales, i elijiend o de prefe renci a aque llos cuerpos que le
habia n acom paa do como guarn icion dura nte su
corta. pero brillar~te adm1istracion de rrara pac,
form un ncleo de dos mil homb res que emba rc el dia ~ de setie mbre en Iquiq ue i el 4 en
Arica en los dos trasp ortes menc ionad os. L a composicion de la fn erza de las tres arma s era la siguiente:
Rejmi ento Buin, coman dante J. L. Garcia ..... .
Batallo1 Talca, coman dante J. S. Urizar ........ .
Batallon Colchagua, cvman dante J. M. Soffia ...
Cien Cazadores a caballo, capita n Montauban i
cien Grana deros, capita n L:'!ren as, al man,lo
en jefe del comandant~ Muoz Bezan illa... ...
Una seccion de artille ria Krupp , a cargo del capital} don Emilio Contre ras :......,.. ...... .. .... ...

800 plazas.
550

550
))

200

30

:rotal. ........ ........ ....... 2,130 plazas.

Con la. agreg acion del cuerp o de ayud antes , entre los que figur aban el bravo ingle s Robe rto
Souper i el mayo r movilizado don Juan Franc isco
LmTain, el senic io sanit ario, la maes tranz a i demas impe dime nta, la espedicion escedia de dos
mil doscientos hombres, i toma ndo en cuent<t la.
HlS'l'. D L A.

c.

DE LIMA

71

,
-562-

tripulacio n de los trasportes i de los buques de


guerra destinado s a convoyarlos, no descender a
en mucho de la. cifra. de tres mil plazas efectivas;
lm .pequeo ejrcito en suma.

XI.
Acompa aban al jefe de la espedicion en ea.lidad de ausiliares tres hombres que valian por un
rejimieto , i eran estos el inf.igabl e cuanto patriota comandan te de injenieros don Federico
Stuven, jefe de las maestranz as del ejrcito i de
la arma_d a en campaa, apnas recobrado de sus
heridas en Pacay, i sus dos lugar-ten ientes el capitan l\1arcos Lahta.m, verdadero Hrcules de trabajo i el injeniero catalan Quellart.
El secretario del jefe de la espedicion don Daniel Carrasco Albano, aunque mui jven, se haba
hecho ya de cierto nombre por su habilidad como
secretario de la gobernaci on de !quique, i su conducta durante la azarosa campaa que iba en
cierta manera a dirijil' bajo su delicado punto de
vista internacio nal, confirmar a plenamen te cuanto de l se esperaba.
-.

XII.
'rermina.dos los ltimos aprestos de fa marcha,
la espedicion se hizo al mar, segnn dijimos, en la

-503-

noche del 4 de setiembre, conduciendo el ]tata


todas las fuerzas con escepcion del Buin acondicionado en el Gopiap. I sin mas contratiempo
que la prdida de una pequea lancha a vat)or
que el ltimo trasporte llevaba a remolque i se
fu en la tercera noche de viaje a1 garete i a pique, el convoi se hallaba el 8 de ~etiembre frente al Callao en las islas de las Horndgas; i desde
all enviaba el jefe de la espedicion a la corbeta
Chacabuco (comandante Viel), que a su paso habia tomado en Moliendo, a solicitar noticias i a
recibir instrucciones del almirante Riveros.
Habase dado por punto inicial a las operaciones del coronel Lynch el apoderamiento por sorpresa de uno de los numerosos de cargamentos de
armas de que ntes estensamente hemos dado
cuenta i que habian sido desembarcados en 'rumbes: en Paita i en Chimbote; i si bien para el logro
de esta tentativa habria sido mucho mas eficaz un
simple crucero, era ya tarde aun para quitarlas
por la fuerza a una tropa de arrieros, mucho mas
a una fuerte di vision internada con su presa en
las sierras.
En consecuencia, i con mucho mas acertada inspiracion, olfato certero del hombre de mar, el coronel Lynuh resolvi dejarse caer en Chirnbote,
donde lmcia en esos momentos quince o veinte
dias habia fondeado con su valiosa carga la. goleta Enriqueta.

-564-

XIII.
Puesto de acuerdo sobre aquel particular con el
contralmirante que bloqueaba el Callao, el jef~ de
la espedicion apresur su marcha, i a las siete de
la mafiana del 10 de setiembre anclaban sus barcos en las remansas aguas de la esplndida baha
de Chimbote, cerrada por altos cerros i blanquecinas islas, i denominado con propiedad por su
amplitud i por su abrigo el Ferrol del Per.

XIV.
Constituye la comarca de Chimbote, verdadero
portento de fecundidad, el centro jeogrfico i mercantil de los valles i puertos azucareros del Per.
I su ferrocarril, iniciado ya hcia Huar.s, en el.
corazon de las sierras, i su sistema de irrigacion
calcado sobre el prodijioso mecanismo de los incas, o n'las propiamente del mulo de los ltimos
el Gran Chim, rei de Chimbote i de Chicama
(Trujillo ), estn destinados a hacer de su vasta
i clida planicie no solo el rival del Callao en el
porvenir sino el competidor de Valparaiso i Guayaquil. I precisamente ~0l, entre los dos rios
qne fecundizan sus terrenos llanos, inverosmilmente ricos, el rpido)) Santa i el azulado rematu;o Vir, que di su nombre (Pel) a toda la

565 -

tierra, fu donde Francisco Pizarro puso por la


primera vez, como Blnes trescientos aos justoiS
mas tarde, su planta de conquistador victorioso
en las playas del continente al sur del Ecuador.
Lo que mas admir cuando pas por este valle, dice el viejo Cieza de Leon, intendente de los Pizarro, fu ver la muchedumbre que tienen de sepolturas: y que por todas las
sierras y secadales en los altos del valle ay nmero grande
de apartados; hechos a su usanQa, todo cubiertos de huessos
de muertos. De manera que lo que ay en este valle mas que
ver es las sepolturas de los muertos, y los campos que labraron siendo vivos.

XV.
Esta labranza primitiva era verdaderamente
prodijiosa, i con haber aprovechado solo un ramal
ele la acequia llamada del Inca que sale del .rio
Santa i tiene una estension de 50 kilmetros, uno
de los propietarios del valle, vuelto solitario por la
matanza i clispersion de cien mil pobladores, haba habilitado en los ltimos aos una estension
de seis mil fanegadas, o sea 103 millones de me- .
tros en cultivo.
Tenia Chimbote en 1862 solo 452 habitantes;
pero habiendo heredado, por su tlamo, del dueo
principal de aquellos terrenos don Luis Gonzalez
del Riego (que fuera el primero en regarlos) anciano mas aficionado a los gallos que a los cilinclros, su dependiente don Dionisio Derteano,

!'>66-

jven sagaz, natural d~ Lima, que cas con su


viuda (la seora Mercedes Saavedra), mediante
el impulso que en poco tiempo diera con capitales estranjeros, a las haciendas casi eriazas de
Puente i Palo Seco, la hered~d de Gonzalez del
Riego, psolas desde 1873 en el pi de produccion cerca. de medio millon de quintales ele azcar, que importan cinco o seis millones de eRportacion al ao.

XVI.
'rom con esto tal incremento el puerto ele
Ohimbote, que al comenzar la guerra era una pequea ciudad i su estancia vecina de Palo Seco un
palacio. Construido su injenio i sus dependencias
en l873, con capitales suministrados especialmente por la casa inglesa de Graliam Rowe i por
los Dreyfus de Paris, a cuyo favor reconoca una
hipoteca de cuatro millones de pesos, aquel establecimiento azucarero pasaba en setiembre de 1880
como el mas val' oso del Per.
Sus capitales semovientes i ferrocarriles, decia un diario de
Lima a este respecto, costaban 150 mil libras esterlinas.
>>Los edificios que ocupaban los talleres de carpintera, carrocera., herrera, fbri ca de gas, tonelera, hojalatera, etc., con sus
respectivos tiles, representaban un valor de 80,000 libras esterlinas.
>) Lr.s ca.~a.s parn. empieados, incluyendo 36 casas de fierro i
mad era con struidas en E ~ ta,dos Unidos, valian mas ele 40,000 libras esterlinas.

-567)) La oficina de uestilacion, tan complet i escelente como mede serlo la mejor de Europa i que posei1t un alambique de la
conocida casa de Mac-Lareu de Escocia, alambique que produca
180 galones de alcohol de 40 grados por hora., significaba un desembolso de 40,000 libras esterlinas.
))La casa de pailas i aparatos para elaborar la azcar mandada construir por el intelijente e infatigable injeniero don Santiago Cahll, bajo su inmediata inspeccion i la del apreciable i
laborioso caballero don Jeremas Murphy, de cuyn competencia
responden los resultados obtenidos durante la elaboracion, tenia
un valor de 240,000 libras esterlinas.
:Su importe ttal podia estimarse por esto en un millon de
libras esterlinas o sea cinco millones de pesos fuertes.)) (1)

(1) La descripcion que del injenio de Puente o Palo Seco hicieron sus propios demoledores no es en nadn. inferior a estos
portentos de la industria. u:Los edificios de este establecimi~nto,
dice el corresponsal del Mercurio, que all n.ndaba, i cuyos talen tos descriptivos hemos puesto no pQcas veces a contribncion en
esta historia, eran obras de todo lujo, en que se consultaban las
comodidades L1e la vida junto con las ventajas industriales. Su
conjunto lo hallaron algunos parecido a nuestro palacio de
la :Moneda, aunque otros le veian mas semejnnz~t, por sus fmmus
art.sticas, con el palacio de la E sposicion de Santiago.
))Era aquel, en efecto, un verdadero palacio, o mus bien una
srie de palacios ducales, pues estaba. diYidido en siete cuerpos .
El principal era el que contena la inmensa maquinaria para la
elaboracion de la cafla de azcar, i ste tenia mas de una CU1\cha
de estension, siendo de cal i la<lrillos las paredes de sus tres pisos.
))Los demas cuerpos del edificio estaban ocupados por casas
habitaciociones dotadas de todas las comodidades de la vida
moderna, sin que faltasen ni lujosas bibliotecas, ni amenos i pintorescos jardines, ni caballos i hasta perros de rnzn, encontrndose entre los primeros un potro que cost en Inglaterra 1,500
libras esterlinas, i que pertenece a la mas alta aristocracia hpica
como que es hijo del famoso Gladiator.
)) .... Como a una milla de distancia de ste se levanta el injenio
de arroz, dotado tambien de buenas casas i escelentes bodegas
pero no tan suntuoso como el del azcar.
La maquinaria del establecimiento a:wcarero era una mara-

-568-

XVII.
Ahora bien, apnas hubo desembarcado el dilijente cuanto inexorable coronel Lynch, en medio de
Yilla por su buen gusto i por su calidad, principalmente los aparatos destilatorios, bastando mencionar, para dar una idea de su
mrito, que la sola maquinaria para elaborar la caa haba costado en Europa la enorme suma de 800,000 pesos en plata.
En el interior del edificio reinaba el mayor rden i aseo; los
bronces relucan como espejos; las caprichosas escaleras de hierro,
que daban acceso r~ los distintos departamentos, parecan recien
cinceladas i bruidas, i todo aquel conjunto daba una grande
idea de lo que podra llegar a ser el Per trasformado en nacion
trabajadora i honrada.
Por sn parte i completando esta relacion, uno de los cirujanos de la escuadra (el doctor Salamanca) se esplicaba sobre sus
grandezas en los siguientes trminos.
<<La hacienda ele Palo Seco es mni estensa i rica. Posee grandes potreros de calitt de azcar, alfalfales, arroz, etc., i una gran
c antidad de animales "Vacunos i caballares, algunos de ellos de
pura sangre.
Los cuerpos de edificio son mggnficos i el del frente de mas
una cuadra de estension i de cinco pisos, est ocupado por la
maquinaria de elaboracion del azcar, que es una de las mejores de Sud Amrica, toda es de rico acero i cobre; elabora 500
quintales diarios de azcar i su valor se calcula en tres millones
de pesos. El edificio de las mquinas posee cuatro torreones de
defensa i una torre central con un reloj de cuatro esferas. Encima del reloj existe la siguiente inscripcion:
Hacienda del Puente
Propiedad del seor don Dionisio Derteano
Se coloc la primera piedra de esta obra
el 5 de agosto de 1874
i se inaugut el 9 de febrero de 1876
Hizo los planos i diriji su ejecucion
el seor don James P . Cahill,
injeniero i arquitecto.
La superintendencia estuvo a cargo
del seiior don Enrique Pingel.

Otra corresponden cia decia todavia lo siguiente a propsito de


la maquinaria de Chimbote i de la Lurfico, clebre hacienda

-569-

la sorprendida poblacion del puerto i la campia;


dirijise con 300 hombres del Colchagua i un peloton de Granaderos a la hacienda de Palo Seco,
por el tren, i conforme a sus instrucciones intim
al hUo del propietario que all se hallaba, donArturo Derteano, el pago de una contribucion ele
rescate en especies o en dinero sonante hasta el
importe de cien mil pesos que deberia pagar en
el trmino perentorio de tres dias, so pena de destruir por el fuego aquel gran establecimiento, orgullo de la industria sudamericana.
Pre~t se de b uen grado el jven Derteano a
aquel avenimiento que le hacia ahorrar varios
millon es, i consultado por el telgrafo con su padre, que se hallaba. en Lima, ratific su palabra.
I de hecho habase comenzado a llevar por los l;ieles al puerto, del que distaba solo tres leguas, una
gran cantidad de valores en azcar i otras especies, siendo opinion comun que stas habrian bastado para cubrir por s solas el cupo exijido, ann
sin necesidad de ocurrir a letras ele cambio o a
metlico.
l\'Ias cu~ndo se hacia el trasporte de las merca-
propiedad sucesiva del coronel Balta, de Mr. Meiggs i de los
D1eyfu,, en el vall e de Chiclayo.

t(Esta maq uinaria consta de 28,130 piezas; su peso es de


2.610,400 kil grar.n os; fu traida con la de la hacienda de Lurfico en ouce g ra ndes buques; fn .c onstruida por Nerrick e Hijo
de Filadelfia; i su costo ha sido de 280,000 soles oro americano, importan do la constmccio i colocacion 800,000 soles.
HI S'l' . (lg LA C. UE LIMA.
72

-570-

deras a los buques, dmantc los dias 11, 12 13


de setiembl'e, lleg pol' la tanle del ltimo da un
f~ttal telegrama de Pil'ola, el cual se mostraba
inexo1 able dentro de la ljica de su derecho i de
::;u poltica, prohibiendo el pago de un solo maraved so pena de tra.icion a la. patria i su castigo.
c<Apenas C(ln oeida esta r~s oluci o n, dice la pluma. que mejor
ha relatado estos hol'J'ibl es s ucesos i a cuy<\ narracion la nuestra
invenciblemente se resiste, se comunic al comandante Soffia,
del Colcha gua, Jara que ptocediera a tomar las medidas oportunas a u de desLruit el injenio.
Se di al in stante suelta a los trescientos o cuatrocientos
chinos que desd e la llegada de nuestras fuerzas habian sido encerrados por el administrador como en un corral de vacas, i era
de ver el gozo con que aquellos infelices abandonaban su duro
cautiverio i el entusiasmo con que corran en todas direcciones
en busca de combustible para quemar lus suntuosos edificios, en
medio de alegres gritos: cqFlegue, Jatlon! Vi va Chile! Muela
P el! salpicados de Ol'angutancscas jesticulacivnes.
Un puco mas tarde, preparados ya los elementos de destrucdou, reeibia el comandante Stuveu la. nleu de destrozar la
maquinaria, i he aqu cmo n os describe l mismo esta importante .operacion :
El dia 13, u. las dos i meda dJ ht tarde, tecih rden de destru t' la l>ret.:i usa maquinaria de la hacienda. D ~b:1 l.stim<l emprender esta de:;truccion.
))Cunoeedor de la maquina ria, d rdeu de <tplcar dina.mita a
las piezas nobles ; los balancier de las m quin,s a vapor saltaron en pedallos ; los ciliudrllS de las mismas se inutilizaron, las
}Jla:stra.s de fiert'U del es tablet.:imiento Se rompieron COU dinamita; .el .tiempo em cu rtt> para nnct J es tmccivu completa. E 1
fuego invada los pisos superiores ; las escalas de fierro fundido
se derretialt al ualur J el fueg o iu tenso; los tachtJs vacios de cobre

-571se inutilizaban con dinamita; la mn.estranz:t perdi suq mquinas importantes: los ternos . taladros i herramientas ~:~e inutilizaron; los calderos <1 u e dan vapor a las m t1cha.s mq ni11a!-1 a vapor, no pudieron des truirse completamente; el hamo, el fuego i
otras circunstancias dific11lt.tron ht operfl.ciou. 1~1 inmenso trapiche para esprimir el ju~n de la c:ta querV> pnr es t o casi intac-
to, i no me estraar q ne se pueda hacer chan c;\Clt tl~ a ndo. los;
, dos calderos poco deteriorados.
El alambique, lo mas compl et o que he vi:;to, h erm0so edificio, preciosos cubos, e sta n qu e~, et c., qued completamente roto
e inutilizado; el injenio de arroz se destruy del todo; hts casas
de habitacion del injenio i <le la azmtr, qn em:ulas completn.mente; all se encontra.han cnadros, pian os, espejos i toda c l m~e
de muebles: no qued nada; ruina c>mpleta, esce pb los trapiches de la caa i calderos.
>>Al mismo tiempo que la dinamita <l el com ~md :tnte Stuven
cansaba en la maquinaria tan terribles estmgos, el fu ego devoraba los edificios, los mnebl es i los caave rale~ , sin cesar atizado
por los chinos de la hacienda, que, minuciosos i concie nzudos en
su tarea, se m e ti~m en medio de Lts llamas para remove1 los tizones i hacer que no quedaran ni vestijios de lo;; muebles, tile~
i herramientas que no habian sido aun del todo consnmid os.
Los soldados, por otro lado, trituraban i despedazaban las
piezas pequeiias de la maquinaria i contribuan a dar mas pbulo al incendio, derramando el ron que contenan bs pipas i
atracando a las paredes el bt~gazo o resclno de la , cana el a horada.
Esta misma precipitacion de los nuestros i de los chiaos para hacer q ne ardiera pronto el edificio, per:j ndic la tarea de
destruir concienzudamente la enorme maquinaria. P ero a pesar
de so, la ruina puede deeirse que fu completa, i ya a las cinco
de la tarde estaba el enorme establecimiento convertido en una
inmensa e inestinguible hoguera. Solo se haban sr.lvn.do los
animales de 1ujo i las principales obras de la escojida biblioteca;
todo lo !lemas, hasta los alfombrados i pipas de ron i de pisco,
fn~ devorndo por las llamn.s.

572

A las ocho Je la noche r eunt el comanda nte Stuven todas


las locomotora;;, i carros de lll. hacienda, se embarcaba en ellos el
Uolchagua. i al);mdont)(Ill todos el lugar en dond e haba exi.tido la hacienda o haciendas del Puente, Palo Seco i Rinconada.
Los chinos contin u ab~Ln ahora la obra de devustacion1 d.J:"pnes
de haberse apoderado de todas. las m e1cadr ras i eomestih les q ne
e~istian en la tienda, i desde ljos se contemplaba con emocion
nquellll. enorme masa de llamas coronada de e pesa cabe llera
de hum o, que auunciabn. a los pueblos de las ce:rcauas el castigo i la veuganza de Chile. ( 1)

XVIII.
I sin em llargo, haci<t pocos meses que formulando el progl'ama de la guerra activa i eficaz el
gobierno del seor Pinto por el rgano de su ministro en campaa, e1lamentado seor Sotomayor, habase espresado en los t rminos que sig nen
con el a.plaqso de todas las almas honradas i especialm ente de todas las almas patriotas:
(1) AVIEDES. Oonesponclencia del Merctt?i o.-EI ciruja no
Salama.uca agrega por su J-Htrte:
A las seis de la tarde n os pusimos eu marcha para Uhimbo.
te i dej amos al in cendio, en medio de sn majestuosidad destruct ora, q ue siguiera su curso. En los edifi cios de las mquinas de
destilacion existian inmen'>as pipas de aguardiente, r on i chicha
de maz, las que fu eron abiertas i derramado el lquid o que con~
teniau, aadiendo de esta man era un combus ti ble poderoso a la
inm ensa llama. En las mquinas de al:lcar se dejaron armados
varios tirot'l de dinamita q ue con sus esplosiones como caiionaz;os,
daban mayor importancia al espectmdo.>>
Entre los anexos de est e captulo figuran algunas de las co~
municaciones cambiailas entre el coronel Lynch i los Derteano
con motivo de la. destru ccion de Chimbote.

-573-

({Nada de destTucciones insensatas de propiedad, qv.e a nadie aprovechan i q~~ e redundaran en esta
ocasion en dao ele nosotros mismos. N aela ele violenas cn:m1:nales contra personas indefensas e inofensivas. El ejrcito de Chile se halla. obligctdo
por la grandeza de s~s hechos pasados a manifestarse tan humano en el campamento como es
irresistible en el campo de. batalla.

XIX.
lVIintras tan horribles escenas de devastaciou
tenian lugar tierra adentro, habase apaL'ecid.o et~
Chimbote, vinienio del Callao, fa. corbeb O' Higgns, segun ntes vimos, tl'ayenclo graves pliegos
de protesta de los neutrales, i la noticia de que al
pasar frente a ht caleta "" de Supe, habi<t visto su
comandante Orella, que t enia ~jo s de lince i con
el auxilio del anteojo, la playa repleta de bnltos
que no podan ser sino de armas.
Con laudable celeridad ernharcse en esa misma. noche el coronel Lynch lievando en el Copiap un batallon del Buin, i clnrante el dia 14, si
bien no d.i alcance a ~<lS ~muas, que eran, a su
decir, cinco mil 'rifles Peobody, hizo quemar un
centenar o dos de miles de Cl'~rtuchos que quedaron rezagados en la fu ga ele los arrieros, i en seguida, como para castigar a stos, hizo volar con
dinamita . i arder con petroleo el injenio azucare-

574-

ro de San Nicolas de Laos, que por stt p1'opia tasacion vala un millon de pesos (1). '

XX.
de prisa todo esto el di a 14, el incansable esterminado r de la fortuna pblica i particular del Per regresaba . el 16 de setiembre a
Chimbote, i despues de haber heclw destrozar a
golpes de dinamita siete locomotoras i quemar la
aduana de madera de la que no qued el mas leve vestijio )), volvi a . hacerse a la vela hcia el
norte en la madrugada del 17 de setiembre.
La caballera chilena haba llegado por ese mismo rumbo hasta, el rio Vir, pasando i rPpasando
el Santa, i si bien no haba hecho por fortuna
ningun dao a la propiedad particular, ni alcanz
a descubrir las armas que persegua, destruyeron
los jinetes de] comandante lVIuoz Beza.nilla. con
~jecutado

( 1) A la venlad, cuando el coronel Lynch lleg a Chimbote


todos las haciendas vecinas estaban llenas de armameuto que
los peruauos internaban hac:a Ruars o llevaban por la costa
con inmensos sacrificios hasta Chancai. 1'odo esto cousta de telegramas peruanos que hemos publicado, i que hablan de bultos
de peso hasta de cinco toneladas, i probablemente eran caones
destinado!! a la defensa de Lima. El chileno don Benjamn Baados, que se hallaba preso en la crcel de Ruars, f'Stuvo presenciando durante todo el mes de setiembre la entrada de tropas con armamento a esa ciudad, Jo cual se baca. en medio de
al egres repiques. Eran las armas nevadas por la Enriqueta a
Chimbote. Si Lyuch se interna o llega dos semanas ant.es, lo
captum todo o casi todo.

.._ 575-

sus sables no mnos de diez lerruas


de telO'mo
o
fos. (1)
Consuela dar testimonio de que en medio ele
tantos desmanes de la guerra, el c.o ronel Lynch
mantenia su tropa dentro de los lmites de una
disciplina de hierro, i esto al punto de que solo
por una leve sospecha, Retnejante a la que hacia
cuarenta aos babia obligado al almirante Blanco
Encalada a fusilar en la plaza de Arica al bravo
capitan Carrillo (1837), el segundo jefe del Buin,
que se justific esplndidn.m~nte mas tarde i fu
absuelto en 'racna, qued separado de su cuerpo ,
i obligado a h<teer en calidad de preso la campaa, siendo un jefe valentsimo.

XXI.
La especlicion del coronel Lynch se haba reembarcado co cierta premura en Chimhote despues
de una semana de el:ltada, i este apresnmmiento
teni<t por causas motivos importantes que serian
(1) No pudiendo transpor b.r una cantidad de anim ..lles cojidos eu el valle, los sd dados del Buin mataron a palos i a culatazos en la playa de ~up e un rebaiio de 500 ovej as que habra.
siJo 1le considerable utilidad para el ej rcito. Los corres pnns;des
de la espeui cion se quejaban po r es to de la n eglij encit del gobierno de no enviar trus portes a vela agreg:tdns 11 la escuadrilla,
asegurando qu e solo de la hncie11 d:t ele Chim bo tc puclo e ~ tme r
se no mu o:; de 500 reses. No fu est<) obstticnlo par:.1 qu e lo:-~
valiosas caball erizas clel opulento Derte:m o envi aran a bonlo del
Q.opiop sus mej otes tipos u. tt ul u de boti u de guen a.

-576

de la mas valiosa i de la. 11as lejtirna


,p resa de su espedicion. Pero antes de partir ser
de justicia recordctr, al dar cnenta ele tamaos
estragos, nna dolorosa si bien casi equitativa compensacion del destino i de la gnerra: i era aq ull}~
la de que cuando el coronel Lynch orden la destrnccion de la adnctna de Chimbote, del material
rodante de su fenocarril a Huars i del muelle
mtsmo ( q ne solo pa.rcialmente pudo Hevar:-:~e a
efecto) acababa de t ener noticia del horrible si,.
niestro de la Oovadon.7a octirrido en Chcmcai, el
mismo dia (13 de setiembre) en qne el injenio de
Palo Seco, con vertido en inmensa, pira, era reducido a cenizas.
or~jen

ANEXO AL CAPITULO XV.

ALGUNAS COMUNICACIONES CAMBIADAS ENTRE E L CORONEf, LYNCH f LOS


PEltTEd.NOS P ADRE E HIJO, DUEOS DE LA HACIE:<IDA DE PALO S IO:CO
'
EN CHUIBOTE.

Telegrama de Nepea recibido en Lima el 11 de setiembr(>.

Seor Derteano:
Ayer recibimos el siguiente telegrama para Ud., que no pudi'
mos trasmitr por intennpcion de ht lnea.
Seor Derteano:-Con arreglo a las instrucciones de migobierno; imponso a su injenio de Palo Seco una contribucion
de gnerrn de cien mil peso_s en plata o l especies que va.lgan

577

esa suwn. Si no contesta Ud. inmedi ntamente, dando l ns rdenes


correspondientes u w empl endu para q ne sati sfaga la in dicadn,
pontrib ucion, t endr el dolor de arrasar completamente su injenio de Palo Secm) . Puede Ud. indicar los medios de pa.gar la
mencionada contribucion de guerra.
J efe de la division del ejrcito chileno en Chi mbote.

S ctiem1e 11 de 1880.
Sei or Dionisia Derteano,
Calle de Ayacucho, 76.

Chi lenos posesion hacienda, esperan h asta m aana contestacion sobre pago cien mil pesos pl ata, o destruy en fun do. Estoi
bien. No me h e movido de aqui, pers(Jnalmcnte los recib, el trmino es has ta 1O A. IYI.- .ATt-ltTO Dmteano.

L ima, setiembTe 12 de 1880.


Dionisia Derteano a Arturo Dert eano.
Contes ta por escrito al seiior comandan te de la espedicion
;hilena, que m e h as comunicado su e oti fic<tc ion i q ue es pantpclo
del procedimiento tle su gob iern o e im poten te como cinclaclano
aislad o an te la fu er z<Lmili tar q ue manda, t engo qu e som ete rme
a b s co nsecuencias qu e mi. pat ri otismo me im po ne, pero qne
h abiendo en Pal o Seco vnJiosos in tereses de terce ros n eutrales
com prometidos baj o ia f de m i palabra, i por ob ligaciones com erci,tl es, les h e impues to de lo que pasa a fin de q ue los res guarden hast a don de les sea po ible. -D ionsio DeTteano.

Hl f>T . DE LA C , DE LIM A.

-578Chimbot.e, setiernb1e 13 ele 1880


Se1ior comandante jenerul:
Tengo el honor de dirijirme a V. S., dndole a saber que, a
pesar de los esfuerzos que cre de mi deber hacer para salvar el
fundo de mi seor padre, no he conseguido mi intento, porque
~
un decreto del jefe supremo de la repblica, trasmitido por telgrafo, prohibe hacer transacciones de este jnero.
Mi seor padre me encarga hacer presente a V. S. 'que el
fundo Puente se halla afecto a una responsabilidad de valiosos
in te reses de un tercero neutral i que V. S. se sirva tener esto
en consideracion.
Me permito indicar a V. S. que actualmente se hallan en el
fundo ~lgunas familias de empleados esimnjeros, por lo que solicito que V. S. se sirva dar sus rdenes, a fin de que con las
mnyores segu::idades posibles sean traEladadas por ferrocarril a
este puerto para ser embarcadas.
Soi de V. S. atento i S. S.-A?turo Derteano.
Seor coronel don Patricio Lynch, comandante jeneral de la division
chilena.

E~to no obstante, se asegur6 en aquel tiempo que el trasporte de guerra italiano Arcltimedes habia llegado el 14 a Chimbote
llevando los cien mil pesos reclamados pqr el coronel Lynch i
unft person. ~ autorizadt1. para entregarlos. Pero lleg tarde.


CAPITULO XVI.

LA ESPEDICION

(DESDE

PAYTA

LYNCH.

ARICA.)

Reclamaeiont-s diplomticas de que es portadora la O'Higgin& a Chimbote.-Presion de los ministros de Inglaterra, Francia e Italia.-Despa
eho amenazante del ministro Cristiancy.-Cmo se cumplan las previsiones para el presente i las amenazas para el fut)lro.-Protestas desoidas del senador Vicua Mackenna el 9 de agosto i el 29 de setiembra.En el primer desembarco se reconoce la inefieia de la espedieion Lynch
como apremio de paz, pero aquella prosigue su tarea.-Captura de 8 millones de soles en el Islay .-El teatro de las operaciones del coronel
L~mh desde Supe a Payta.-Prodijioso desarrollo de la. industria azucarera en el Per eu los ltimos diez aos.-Lo. azcar domstica o de
alambique en el sur.- Los distritos de la azcar de esportacion en el norte i sus diversos grupos.-El grupo de Chancay,_Huaura. i Supe.- El grupo de Santa. i Chimbote.-El grupo ile Trujillo i del valle de Ohicama.El grupo de San Pedro i Guadalupe.-La esportacion de 1870 i la de 1879.
-La guerra afecta levemente la industria azucarera en el Per ; pero la.
espedicion Lynch la reduce a la mitad de su produccion.-Llegan los
chilenos a Payta el 19 de setiembre i queman su aduana i otros establecimientos fiscales. -- La caballera se adelanta hasta la Huaca i quema
algunos paraderos i el material rodante del ferrocarril de Payta a Piura.--Captura del vapor norte-americano Isl-uga, i falsa protesta de sus
dueos que estn al servicio del Por.-Reembrcase la espedicion el
::!2 de setiembre; destruye los elementos de esplotacion de las islas de
Lobos i se presenta en Bten el 24 de setiembre.- Los puertos del Per
segun el viajero Hutchinson.- Etimolojias chinas.-Dificultades del
desembarco durante los dias 25 i 26. -t.-lanera como se escapan las locomotoras de Eten, i persecucion que . se propone ha.cerles a pi el comandante Stuven.-Cmo este jefe se toma con su baston i en dos dias
de marcha t res ciudades que contienen 30,000 habitantes.-Profunda.
11.pata e inmoralidad d las pobla.ciones.-El coronel 'rrujillo i las gallinas de :Mousef.-Avanza. el coronel Lynch con todt\ la division a Chi-

580 -

clayo e impone una contribucion de 20,000 pesos a esta ciudad.-Se


niegan a pagarlo i se s ucede un a se rie de incendi os de propiedad es
particulare,;.-Horri bles i des moralizadoras escenas.--Marcbn esforzada de los chilenos por tier m h{cia el valle de Chicama.--El coronel
Lynch intima desde Paij an al pr ef ecto Salmon el pngo rle 150,000 peso~
como r escate ele las haciendas de l departamento ele la Libertad.-- Veleidades i singula res cartas de Salmon al coronel Ly neh.-Salmon.ofr ece r ecibir a los chilenos a balazosll i Pi rola ordena que todo rescate
se paO'ne e n plomo.>l -- Am ago ele combate en 1\.fonte Seco, i fuga vergonz;sa de Salmon .-Chocope, bar rio de la Cbina.--Los comandantes
G-arca i :M:uoz Bezanilla p ersig uen los restos de Salmon hasta Ascope.-Recibe rde nes el co ronel Ly nch en Paijan ele regresar al sur i
valor es que colecta en letras de camb io.-- Onrioso denunci o de un cannigo de Trnjillo a Pirola.- 1!:1 capi tan Latham dest ruy e el magnfico
viad'ucto de Ch icama i el inj euie ro (~ue ll art. la mae stran za ele Chocope.
--Reembrcase la especl icion en :M:alab rigo i Pacasmayo, ahogndose
algunos soldados i mari uos, i pnsa delante c.el Cal la el 29 de oc tubre.
-- <<Los gavilanes.ll-- Ocu:ia el coronel Lynch a i.Juilca e l 1. de noviembre i llega a Ar ica el 10 de ese mes, eles pues de una campaiia de 67 dias.
--Inventario ele los valores adquiridos _por la espedicion Lynch. --Re
flexion es .--La guerra ele miodeo' i la verdadera: guerra .

I.
Decamos al fin alizar a~ captulo precedente que
la corbeta O' ~r:hgr;ins, llegacla. del Callcto a Chimbote (navega_cion ele veinte i cuatro horas) el13
ele setiembre, habia conducido pliegos ele reclamacione~ diplomticas de casi toda's las l~gacio
nes estranjeras acreditadas en el Per, en prevision ; guarda i aun amen az?~ ele los daos que la
especlicion Lynch pudiera ocasionar a los in terese's neutrales, direc ta o indirectamente coiT_lprometidos en el vasto ji ro ele la produccion de la azcar
de esportacion que el Per comenzaba a producir
en escala considerable i ann prodijiosa; i asimismo,
dejamos ya demostrado cmo esta industria era
casi _esclusivamente estranjera en el territorio
norte d.el Per, con relacion a l capital, a la ma

-5 81 -

qui nar ia i a. la adm inis trac ion, por que


solo la tierra i las hip ote cas era n lej tini'l.tnente
per uanas.

II.
I en efec to, suc esiv ame nte fueron lle
gan do a
man os del 'cor one l L ync h i de sn ent end
ido secretari o pro test as cada, vez mas vi vas co ntra
el pla n
de destruc cion que hab a com en.za<io en
el inj enio
de P~lo Sec o, hip otec ado a los Dre yfus
i a Gra ham
Row e (sb dito s de Fra nci a i de Ing late
rra) el 13
de seti emb re. El min istr o de S. 1\1. B. den
unc iab a
no menos de cinco pro pied ades de sus
nacionales,
pue stas baj o el amp aro de su ban der a i
esp resa ba
form alm ent e que la esp edicion chi len a esta
-ba obligad a a resp eta rlas en el curso ele sus ope
raciones,
esp ecia lme nte la del ferr oca rril de Ete
n a Lam bayeque. El rep rese nta nte de la rein
a Vic tori a
agr ega ba a sn enu meracion es~as gra ves
pa1abras,
- g raves sobre tod o en un des pac ho brit
ni co. -ccO nalqnier da o que se h::tg a a esta
pro pie dad
espondr a usted a las mas srias re el a
mac 1:ones
qne sern sost enidas por el gobiern o de
S. M. B. ))
El min istr o de Fra nci a M. de V org
es se
alaba, por sn par te, la neu tral ida d de
PaJo Seco
en la vspent de sn destruccion por su
hip otec a a
los Dreyfus; el de Ital ia, se or Viviani.,
pon ia repar o en los inte reses del conde Giu sep
e Oan eva ro, s sb<iito, residen te en Flo ren cia,
ame nazan-

-582-

do al coronel Lynch con e<la reserva espres de


los derechos ele los ci ndadanos italianos i la accion del gobierno del rei>), i por ltimo, con mnos escrpulo i mayor avilantez, el ministro de
Estados U nidos Mr. Christiancy, en dos despa
chos sucesivos del 14 i del 17 de setiembre que
llega~on en pos de la O' Higgins, declaraba que
por su parte haria respetar la propiedad i los derechos de sus nacionales comprometidos en el fe. rrocarril de Chimbote, cuyo material ro dan te, a
su decir, perteneca a ciudadanos ele la Union,
as como las haciendas de Suchiman, propiedad
del injeniero Dubois, Clichin i ha.cienda de Arriba de J. W. Grace, i las de Lache, Palmilla i
otras varias situadas en el valle de Chicama, que,
como las anteriores, se hallaba.n fuertemente afectadas a la casa habilitadora de Pre\'Ost. I aunque
result mas tarde, como el jefe chileno lo previera en sus sa.gac~s respuestai> evasivas o afinnativas del derecho de Chile, que muchos de aquellos
ttulos eran acomodaticios o de ltima hora, como la reclamacion de la rica hacienda, de ctyalti, propiedad de los peruanos Aspillaga, no p.or
esto la situacion que aquella funesta cruzada iba
a cr~9.r en el porveni.r al gobierno ciego i sordo
que la habia ordenado, podict ser ni mas embarazosa, ni mas ocasionada a gravsimos peligros i desazones.
({No quiero ni puedo, escribi, en efecto, el ministro Chris-

-580tiancy al coronel Lyuch el 3 de octubre, asumir la responsalibi


dad do contrariar las instrucciones que V. S. haya recibido de
su gobierno, ni tampoco la lnea de conducta que V. S. ha adoptado. Pero V. S., lo espero, apreciar mis razones i las del gobierno que represento (que es igualmente amigo de todos los
belijerantes ), al sujerirle yo, tanto como sus rdenes se lo permitan, lo prudente que seria i lo favorable a la pronta conclusion de la paz, evitar toda depredacion i cansas ele encono que
no sean obligatmias por sus rdenes.
l>l V. S. me permitir decirle que los ministros estranjeros,
tanto aqu como en Santiago, lamentan las depredaciones en
propiedades,privadas no exijidas por las necesidades militares,
al atacar las fuerz as armad11S del enemigo, e imponerles contribuciones; i .si especialmente esas depredaciones . vienen a convertirse en contribuciones forzadas sobre la propiedad ptivada conocida como propiedad de ciudadanos neutrales i de naciones amigas, fcil es ver 'que surjn de esto muchas complicaciones i
reclamaciones. El gobierno de Chile ser instruido desde luego
de la aceptacion por parte del Per de la amigable mediacion
de los Estados Unidos i su prontitud para entrar en negociaciones bajo tales auspicios.
Si yo hubiese podido, mintras estuve en Santiago~ asegurar
al gobierno chileno la bueno. voluntad del gobierno del Per
paro. entrar en estas negociaciones, como Chile convena en
hacerlo, me inclino a creer que su espedicion no se habl'in
realizado de modo alguno i quiz le habrian dado rdenes mas
restrinjidas i mnos apremiant,es que las que tiene actna.lmente;
pero yo no pido a. V. S. que adopte mi opinion, i recon ozco por
completo el hecho de que V. S. debe obrar segun su mejor parecer en vista de las circunstancias i de las rdenes que haya recibido de su gobierno.

Los ingleses, pol' su parte, i como para acentuar mas su actitud, enviaron a Ohimbote la cafwnera de guerra Pz:ngw:n, con rden de segmr

.584-

como su sombra a los chilenos, i as con verdadera


..persistencia britnica cumplilo el comandante
de aquel barco.

III.
Participando, a su manera, i dentro de la )ejtima esfera de su patriotismo, de su fianqueza i de
su deber, como representante del pueblo, el nico
senador que ntes de emprenderse aquella operacion bajo todos ttulos desastrosa protest contra
elht como UI} peligro para el fut uro i una esterilidad manifiesta para las operaciones de la guerra,
volvi a alzar su voz en el Senado en, ht sesion
secreta del 29 de setiembre ::L fin de reiterar sus
protestas solemnes i sus avisos patriticos, siempre i sistemticamente desdelaclos por el gobierno.
Antes de pasar a la rden del dia, dice el act a r espectiva que
p ub lic sult) u n a o mas tarde, el seo r Vicna Mackenna,
toman do pi de Jecl amcioues espl ci tas que habin. he cho en ht
sesion secreta de 9 de agoo:;to condenando toda espedicion de metodeo que no tu viera P01' objeto esclusivo i decto la, ocupacion ele
. Limct i el Gcdlao, oLjeti vo ui co de las op eracio11e:> q ue desde la
prim era hora de la g uerra debi ero n teu er nues tro ~j rc ito i escmtdrn, a su entender, se h ailaba en el c:tso de protestar de n ueYO contra ese jnero de h acer la guerra, con m otivo de los despachos telegrficos en q ne se anu nciaba la destruccion, no solo
de las propiedades fis cales del gol!ierno de l Per en el puerto
de Chimbote, sino el incendio de valiossim rs propiedades particulares, embarcndose por cuenta de la repblica mercade ras

se

51:15 -

i fruto8 cuyos precios se indicnb:m como en unn fnctnra de comercio.


A juicio de sn se<;ra, esas o~eraciones eran indignas de
nue~;tro ejrcit<;> i con stituan una verdadera deshonra para la
repblica, para SU g rand eza moral RU }Jstoria fnturn ; ndemas
de creerlas 110 solo in eficaces como medida de guerra, sino coutmproducentes, puesto que Lima i el Per eran hoi gobern ados
por un dictador inm oral i omuipotf!nte, lenwtado en hom lnos
de una soldadesca en medi,> de la cual habian desaparecido, como en una vort'tjine, todos los elementos conservadores de las
sociedades bien orgunizauas. Su se iloi'a pidi quedara constancia espresa de esta segundtt protesta euya para salvar as, ya
que su voz no era escuchada, los deberes qne le impona la representacion del pueblo.

I por ventura t ardaron mucho los hechos en


dar razon a estas aprecia ciones, a estos a nun cios,
a estos graves temo res i consecuencias?
Pero fuerza es scg1.1ir a la espedicion Lynch, en
su itinerario marcado en todas partes por la huella ele la dinamita, el e Chimbote a Paita, de Paita
a Lnmba.yeque, de LmnLuyeq ue a Trujillo, de
Tn~illo i sns cercanas a Qnilca i a Ari ca.

JV.
Referamos <ntcs que un n:H so imp ort~mtc habia apresurado la salida de la espedicion ele Chi mbote en la noche del 16 al 17 de setiembre; i
/ -aqul era nada mnos que nn t elegmma encontrado en la oficina de ese puerto, del cual reRn1 taba que a bordo del Islay, vapor de la compa.n
H! ST. DE LA

e.

DE LTMA

74

-586-

inglesa del Pacfico, Yenia un vcrdndero cargamento de dinero para el exhaustc erario del Per,
exactamente como los renombrados tesoros que,
(cEl Draque )) i lord Anson persigneron en lqs galeones del mar del sur en sus respecti vo a siglos.
La diferencia de tiempos requera nicamente
que en Jugar de las pesadas i relucientes barras
de plata de Potos, la riqueza se hallara representada por pequeas tiras de papel litografiadas en
Nueva York i contenidas en treinta i tres caj-as
con un importe ele cerca de 8 millones de pesos
nominales o sea 800 mil pesos valor efectivo.
El Islay conduca en efecto la cantidad de
7.290,000 soles papel i un importe de 375,000 soles en estampillas de correo de la U nion postal; i
sorprendido infraganti el barco contrabandista
a la salida de Chimbote por la Ohacabuco, que
seguia con la, O' Higg1.s convoyando la espedicion,
aquellos papeles listos pa.ra la ci rcnlacion fueron estraidos .e incorporados por su valor efectivo
al tesoro nacional. Esta importante i valiosa presa, debida propiamente al servicio de crucero ~11H
rtimo que iba haciendo el con voi, fu un poderoso ausilio pam el ejrcito de Chile, i puede decirse qne lo que produjo el resto de las operaciones en efectivo no alcanz a la mitad de sn importe, sin contar estrn.,~ios, menoscabos e inevi-
tabl cs nsmp;:,ciones.

5f:l

V.
A dnde se dirijia entr etan to la espedici
on
Lyn ch?
N adjc lo sabi a.
El resu ltad o de sus operaciones en Chi mbo
te
hab ia sido diam etra lme nte opu esto a las
esp ecta tivas del gobierno, por cua nto, en lug ar
de ami lana r a los ricos i a los conservadores de
Lim a,
habalos irrit ado has ta la desesperacion,
rob usteciendo as a la dict adu ra con el encono
mismo
de los egoismos provocados. El ince ndio
de Pal o
Seco hab ia dado calor i pb ulo al patr ioti
smo de
los l)eruanos en la mism.a prop orci on que
hab a
debilitado las sim pat as de los neu tral es, dam
nificados o amenazados, hc ia nuestra, caus
a. Per o
era forzoso al jefe de la escu adri lla seg uir
su rum bo, conforme a sus inst rucc ione s; i despnes
ele ha
ber acabado de des trui r lo poco que que
dab a en
pi como aperos de catguio en las isla!=; de
Lobos
de Afuera (pa ra reco nstr uido s despnes -por
cue nta
del gobierno ele Chile o a espensas ele sus
con t.ra.tista s ), la espedicion se apareci en la
ma ana
del 19 de seti emb re en Pai t<-t, esp lnd ida
b~thia
situada doscienttts legu as al nor te de Lit:n
a, i en
una pos1c10n au loga a la de C1:1.ldera resp
ecto do
Santiago.

-.388-

VI
A fin de abarcar en un solo cuadro el conjunto
de las operaciones de devastacion encomendadas
al coronel Lynch, ser suficiente decir que el
puerto de Paita, clebre por su luna i su chanca-
ca (porque en todo lo ciernas es solo una sucia
ranchera) formaba el lmite norte de aquella escursion por todos los valles azucareros del Per,
que propiamente arranca del grupo de Supe,
Huaura i Huacho hcia el norte, hasta Piura.
Verdad es que el cultivo de la caa comienza en
el Per propiamente en el valle de Locumba i con
mas particularidad en los de Tambo i Caman, del
departamento de Arequipa, encontrndose en la
ltima de aquellas comarcas la famosa hacienda de
Chocaventos, del italiano don Pedro Denegri. Pero la produccion sacarina de esos lugares se destina Lle preferencia a los alambiques para emborrachar a los indios bolivianos, al paso que el
pinge rendimiento de las haciendas del valle ele
Chincha, cien leguas mas al norte, i las ele Caete, cuyos ocho poderosos injenios producen 400
mil quintales de azcar, tienen un consumo mas
local que forastero , ns como los ricos establecimientos que rodean a 'Lima, especialmente los de
Villa, San Ju::tn, Iufanttl.s i otros de menor cuenta.
M<t~ , lo:-; ce utro~ productores de azcar en .brn-

-58~-

to i destinada a la esportacion hllanse esparcidos


en di versos grupos desde el ya mencionado de
Supe; visitado de prisa por el coronel Lynch el
14 de setiembre, hasta Piura, en una estension de
cerca ele 200 leguas, alternadas de estriles mdanos i horrible~:' desiertos, como los ele Guarmey,
Pativilca i Sechura, con valles feracsimos. Para
mejor comprension del lector chileno agruparemos esos centros de riqueza, siguiendo el itinerario
de tierra desde Lima.

VII.
El grupo azucarero de los valles de Ohancay,
Hnanra i Supe, dista. 30 leguas de Lima, promedindose el primero a doce leguas i el segundo a
veinticuatro. De Huaura a Supe hai solo seis leguas peruanas.
Desde all, es preciso atravesar 70 leguas de
pramos i despoblados para llegar al valle de
Santa, emporio futuro de la azcar i r~jion comparativamente aisla_da porque la vieja villa de igual
nombre dista 101 l~guas de Lima. Ohimbote, .regado profusamente por lm; aguas de aquel rio i sus
ramificaciones, es el segundo centro productivo en
grande escala de azcar de esportacion en el Per.
Siguen des pues sucesiva mente los . valles de Vir, diez leguas al norte del rio Santa i el de Tl'lljillo, hoi dia el mas opulento de aquella tierm

5110-

colmada de dones por la naturaleza. Trujillo dista por tierra de Chimbote unas 25 leguas chilenas, i tan solo en su famosa planicie de Chicama,
jardn i mis oppara del gran Chimu, se ostentan
las chimineas de 42 injenios de azcar que valen
de seguro otros tantos millones i valdran
problamente el doble si el agua destinada a la
sedienta caa fuera mas copiosa. El injenio de
Casa gTande, propiedad del caballero aleman don
Luis Albrccht, situado entre Ascope i Cbocope,
recuerda por su estencion i magnificencia el de
Palo Seco.

VIII.
Cuarenta leg uas al norte de Trujillo se dilatan
los tres clidos i opulentsimo.:; vc.tlles ele Chicla.yo,
Lambayeque i Zaa, famoso el ltimo desde los
. yesqueros de la coloni1;t por su plebeyo tabaco i
su riqusimo arroz.
La azcar ha ido esptilsando aquellas antiguas
producciones coloniales, i todas las haciendas que
riegan las aguaR ele aquellos poderosos rios, desde
lVIonsef a Ferriflafe i Ptapos, pi'opiedad esta
ltima del chileno don Jos rrornas Ramos, no
son hoi sino una srie de valiosas fbricas ele azcar, prieta llamado (( Ernilia Rosa>) i ele (CConereta>),
desparramadas en una estension de 44 kilmetros.
En su conjunto todas ellas van a tener su salida
en el puerto artificial de Eten, formado, como

591 -

:M:ollendo, para propsit os de njio, de cohecho s i


fetTocarriles. El antiguo puerto de Lamba.yeque
era. Snn Jos sit uado un poco mas al norte, como
el de Trujillo era Huanch aco i el de Arequip a primero Qnilcn i mas adelante Islay.
Desde hace seis u ocho aos ha sustituid o al
famoso puerto de Hnanch aco, casi inaccesi ble por
sus rompien tes, pero unido a Trujillo por una deli ciosa alam eda de sauces de dos leguas de curso,
la caleta artificia l de Salaverr y,, una o dos leguas
mas al sur. De este puerto arranca el ferrocar ril
que, pasando por 1\ujillo , hace una <:tmplia. curva
nl tmves del valle o planicie de Ohicama , recoITi enclo i esplotan do todas sus haciend as i va n
termina r en Ascope, pueblo de porvenir seguro,
sit uado cerca de b ceja de los Andes i en el paso
de los departam entos de Oajamar ca i Loreto que
cond ucen a las rejiones amaznicas.
Fu conceso nario del ferrocar dl de S<:tlaverry a
Cajamar ca un especula dor espafiol, llamado Larraaga, i ste como todos sus predeces ores hizo
cambiar de puerto de entrada a la lnea. frrea,
mas por el negocio de vender sitios eeiazos a los
poblado res q 1.1 e por la comodid ad del trfico. Es
la misma vieja. historia de Pacocha sustitny e ndo
~t Ilo; lVIollend o a Islay, Salaverr y a Huanch aco i
E ten a 'San Jos. El inve ntor dei puerto de E ten
fn el conocido diplom tico cbn Jos Antonio
, . G ,
G/1.l'CU't 1 ~tl'CHl.

-502 -

Entre los valles de Trujillo i de Lambayeque


existe una zona intermedia de desiertos i de osis
de azcar, en medio de los cuales los mas famosos
son los de San Pedro, Pueblo N nevo i Guadal upe, i estos van a encontrar su salida por el antiguo puerto de Pacasmayo, la caleta de Malabrigo i otras inferiores en importancia. De San
Pedro a Pacasmayo existe un corto ramal ele ferrocarril.

X.
Por lo de mas, ha sido tan rpido el crecimi en
to de la industria azucrl.rera. en los valles del norte
del Per, que habiendo alcanzado su esportacion
en 1870 solo a 251 toneladas, cuatro ai'os mas
tarde (1874) babia subido a 25,700 toneladas. I al
ao subsiguiente (1875) dnplicse esa suma, rindiendo lu estadstica una cifra de 50,000 mil toneladas.
La procluccion continuaba. en aumento hasta
1878. en que alcanz a 83,800 tonelc1.clas, i si bien
la guerra pftraliz en 1879 un tanto su vuelo, hacindola descender a 81.,600 toneladcts, la especi.cion Lynch la hizo quebrar ele golpe en un tercio. La esportacion de 1880 decay en efecto a
62 mil tonelacbs, i hoi se dice que no alcanza a
producir la mitacl clel valor que antes rindi era, to do en detrimento efectivo del pas que ocnpa

-593-

aquellas rejiones i que con sns hombres i sus fiebres las domina desde hace ya un ao. (1)

XI.
Tal era el teatro en el cual, conforme a las desatentadas rdenes de la Moneda, tristsima transaccion entre la poltroneria del jefe del Estado
que no quera emprender la guerra en grande escala i el entjico grito del pas que la exijia como
solucion, ajustaron en mala hora sus ministros, i
especialmente el que divorciado de hecho con el
ejrito sepultado en Tacna, acababa de tomar la
direccion del ramo especial de las armas i la manna.
(1) La azcar es portada a Inglaterra de los valles del Pert1
representaba en 1879 la cantidad enorme de 1.800,000 quintales, i la trada tan solo a la refinera de Vifia del Mar alcanzaba
a un te~cio de esa suma conforme a las cifras siguientes:
Azcar- sacos

Concreta-chancaca

28,953
79,047
67,069
27,915
27,4!U

5,146
208
. 3,946
7,000
3,804

1877
1878
1879
1880
1881, hasta la ltimll fecha

Total. ........ 230,393

20,104
'i!:< . - .')"{

Puede consultarse con fruto sobre este particular un interesante trabajo publicado por don Rafael Vial en la R evista Cltilena
del 5 de setiembre de 1881, con el ttulo de P1oductos del Per.
El mejor mapa del Per para consultar el itinerario de la espedicion Lynch es el publicu.do en Lim:\ en 1881 pot el injeniero peruano don Daniel La Barrera. El viajero ingl es Hutchiuson public en 1873 una reduccion de esta carta que l co11sidera
mejorada.
75
HlST. D LA C. D& LU.IA

594' -

No nos detendremos, por consiguiente, en aquella dolorosa cruzada que dur sesenta i siete c1ias
(desde el 4 de setiembre al 10 de noviembre), i
nos contentaremos con ir marcando en el mapa
las etapas de su marcha qne la tea i no la gloria
de Chile fu ah1mbrandO.

XII.
Desembarcada en Paita unn parte del batallon
Tal ca (al cual ahom tocaba el turno de ir a tierm
i a quemar), el coron el Lynch .impuso al pueblo
nna contribucion de 10 mil pesos, i como nadie la
pagara porque las autoridades hnyeron, se orden
volar con dinamita la valiosa aduana de hierro del
puerto i en seguida incendiar su conteni do, escepto lo reconocido i reclamado como propiedad neutral i la parte d3 saqueo que cupo a la h~un brie nta
plebe lugarea. Igual suerte corri la estacion del
ferrocarril i otras dependencias fiscales. Por su
parte, la caballera conducida por el comandante
Muoz Bezanilla, lleg por los rieles hasta la estacion de la Huaca, situada 30 kilm etros hcia el
interior en direccion a Piura, junto alrio de la
Chira de azules i aterciopeladas aguas, i all qnem unos cuantos carros i garitas. (1)
(1) En la tarde se le aplic la tea a la adu nua de Paita,

i a las siete i media de la noche ardia por todas partes. La enor-

-595-

Despues de tres dias en que imper solo la dinamita, la espedicion chilena dej a Paita en la
tarde del 22 de setiembre, llevando por nica
presa de importancia unas cincuenta _pacas de
algodon i el vapor l sluga que con bandera norteamericana babia es tado haciendo el servicio de
los peruanos pero que sus tripulantes impvida-

m e m .>sa de lla.m ~s, dnnitienrlo el zinc del techo i alim entada


por el mader men i los muebles, a lum braba esp lndidamente t
pobla"cion i la bah ct. Una neg ra columna de humo suba recta
hcia el cielo, en m ed io ele nna atmsfera tibia i trasparente. La
tr,mquilidad de la noche i ht apariciou da ba n a la escena un
tono de gandiosid(tcl i mi sterio, ruintras el populacho paiteo,
sobre todo las negras i !a,s cholas, se apresuraban a sacar las
im j enes, las ~tlfv m b ms i los ornamentos de la vecina ig lesia,
cnyo t echo Je pa ja era contin uamen te empapado por la bomba
a fi n de q ne no se le com nnicase el fuego.
))H ubo un m0mento de g rave alarma para los nues tros, i sobre todo para los poures paiteos: el in ceu clio amtb<tba de comuuicarse a una de h1s pn,redes lctterales ele la casa del cnsul britnico, i u~1a vez cebado en ella era punto mnos que imposible
salvar de un total d esastre ::~que ll a poblacion construida con
paredes de resecas caas i con techos ele paja o de totora media
calciuadn, por los ra.yo~ del sol tropical. Pero trabajaron los
nuestros con tn,l empeuo i constancia, tornndose de incendiarios
en salvadores, que pronto qued apagado el fu ego i salvada la
ca a del cnsul.
)) T,a igles ia em salvada tam biea de la t emida conflagracion, i
eutn ces el cura convocaba al pueblo al atrio para dar las gracias a Dios por haber salvado de las llamas su santa casa. Con
este motivo pronnnci un discurso adecuado a las circunstancias,
en que pu ~o de oro i azul a lo.s gobiernos del Per, a quienes
califi c de hdrone s i opreso res del p obre meLlo. Se en carniz
espe(";i:.tl'11ente contra l os inicuos promot0res :.le 1ft guerra i con tra el di ctador Pi rola,, asegurando q ne l tenia la cnl pa de las
desgracias del pais, junt.o con los icachos i politiqueros de LimH, no la j en te pobre i honrada, q ne solo aspira a trabajar i a
vivir en paz)).
(CAvn:oK:;. --Correspond encia de El Mercurio).

-596-

mente no entregaron sino con falsas protestas de


neutralidad. (1)
( 1) H aqu el tenor de la protesta i sus mentiras.
AJENCIA CONSULAR DE LOS ESTA-DOS UNIDOS DE AMRICA.

(Nota-protesta martima)

PueTto de Paita, Lima.


En e.ste dia, 20 de setiembre, en el au de Nuestro Seor mil
ochocientos ochenta, nnte m, Gem~ge R. Rutter, ajente consular
de Jos E~tados Unidos de Amrica, en Paita, Per, i demas
dependencias, apareci personalmente Thomas Gaige, capitan
de la lancha a vapor Isabel, (alias Islu.qci) de poco mas o mnos 35 toneladas de capacidad, i declar que el 6 de setiembre
babia zarpado en la referida lancha del puerto de Supe, en lastre i llegado en la misma lancha, el dia 10, a Paita; que como
a unas cincuenta millas al snr de Paita el ~ie de la maquina se
descompuso i por consiguiente el capitan Thomas Gaige se vi
obligado a tocar en Paita para reparar esta avera que le eTa
mui necesaria para continuar el vinje i por consiguiente presenta esta nota-protesta para hacer uso de ella, mas tarde, si lo
juzgase necesario.
(Firmadoe.)- Thomas Gaige, capitan. -Ludomig Otsen. -Robert Mc-Leish, injenieros.
Certificada ..:_(Firmado.) Gemge R. Rutter, ajente consular
de los Estados Unidos.
Entretanto ellslu.qa haba estado sirviendo no solo al acarreo
sino al espionaje de los peruanos, i entre otros comprobantes
hemos encontrado en nuestras colecciones de telegramas inditos el siguiente:

Huacho, agosto 28 de 1880.


Seor secretario de hacienda: En vista de las circunstancias
p1oporciono 1ecursos pecunia1ios pam la mo1;ilidad de la tancita Islu.qa.. Srvase V. S. autorizarme si lo eree conveniente..11/end.oza.
El Islu.qa, que est.aba valorizado e11 unos 18 mil pesos, no po
dia. por tanto ser mas lejitima presa.
En cuanto a los daos causados al puerto de Paita, h aqu
como los resume el injeniero Stuven en el helado lenguaje ele
los nm eros, en su arte oficia.! de la jornada, datado a bordo del

-597-

XIII.
Despues de visitar con propsitos de innecesaria i contraproducente destruccion las islas de
Lobos llamadas de Tierra, la espedicion Lynch
se present en el puerto de Eten, cabecera de los
valles de Chiclayo i Lambayeque en la maana
del 24 de setiembre, pero oon paso tan tardo que
cinco locomotoras se escaparon sucesivamente
del puerto por los rieles. Culpse a la Ohacabuco
de la demora.
Es el puerto artificial de Eten sumamente peligroso por sus bravezas, como la mayor parte de
los del norte del Per, i en jeneral de su costa,
con escepcion de los del Callao, Santa: Chimbote
i Paita; i de ellos dice no sin espiritualidad i malicia un viajero ingles que los visitara en)872,
que al observar su incesante furia, parecale que
<<habian sido creados espresamente por Dios para
que nadie entrase a aquella tierra ni nadie saliera
de ella)). (1)
ltata el 31 de octubre de 1880.
En la espedicion de Paita se quemaron las estaciones del
puerto, Huaca i dos pequeos edificios en la mediana del trayecto, como asimismo diez carros de carga i un ~coche de pasajeros de 2." clase. Tambien se volaron con dinamita en este
pnerto diez columnas de las principales que sostenian las-magnficas bodegas de hierro de la adnana, quedando completamente
iuservibles, i a las 9 P. M:. arda i se consuma hasta los cimieatos el etlificio en donde se encontra.ba.u las oficinas fir;cales.>>
( 1) The ports along the sea coast of Per were formed by

598 -

XIV .
Luc hand o con gran ds inias dificu ltad es no obs~
tant e la ventn.j u de un espl ndi do mue ll e ele sete
pucien tos metr os de este nsio n q ue los peru anos
dier on defe nder con sie te hom bres en un desf ilade
ros
ro, i echa ndo una esca lera de man o dos mari ne
t11_s
del Itata, pudi eron subir aq nel da a t ierra
t ecom pa as del Oolc hagna, i en la noch e, por
m or c1e un <-L sa.lto sobr e Ltn d bil fu erza en valle
rpobl ado por mas tl 50 mil mom dores, dese mba
c, u no a uno, por med io el cor n 1-s lo ~ 92 hom
c1e1
bres de su com pa la g ncrl' ilL rl el c:tpi tan
e
Buin don P e:trm e nio Sanc hez, mtt ural de Q ui rihu
i ag regn do hoi a la asH. n blea ele L elm .
Con t nu / el desc rnba rco con mil pe ripe cias, esas
pecia.lm eJJ te p ara. la caba ller a d ura nte los di
r25 i 26, i solo e n h:.. t a rde del ltiulO log r pone
co se e n mar cha hr.c ia el i nte rior el i n f,l.tig FLblo
s
ma nd ante S tu ven en pers ecuc ion de las mq uina
esca pada s. en .la ma ana de l 24.
E l co n anda n te S tu"e n ib a a pi con. un bt.ton
del
en la m e:m o i esco ltado solo por la com pafJ, a
as
capi tan Sanc hez qno rn:uc h a ba n rd ag nardiH, i
~o

t.hat non e of
the Creator of the Uni ve l'~e with th in tent,io!l
any people
th11t
or
out,
come
eve:
ld
1
t
the resid ents inside sho
J . HuT(F.
in.>)
o
fi-om the ou ter worlJ tt broad :oh,ml d e ver g
133) .
pj.
n)
voL
1873,
on
Cll JNSO ' 11vo yea1'S in P er) Lond

'

599 -

fu ocnpanc1o, uno en pos de otro, todos los pue blos del valle, sin el menor amago de resistencia
de aqu elb s poblaciones degradadas por el vicio; el
clim a i ol chi no. H ubiern parecido que la embringuez asi.stica del pio i la estpida apata que en
el organ ismo produce la coca en los qu e ab usan
de sn estmul o, se ln1hiesen ali ado para su mc r:jir
aqu ello s Yalles en la infame inopt de la eobnrdn.
E l prefecto Agnirre, lleno de balandrou adas, hizo
en la p ri mera hora del peli gro poner a arrebat o
las campanas de Chiclayo i de L arn bayeqne, ci udades de 12 i 14 mil almas que han soliclo librar
san gri entas batallas de riva1idad civil o lu gareas,
pero fu aquello solo 1 ua h ni r. Ostentac o ff! lsa
cne1ja, adelantse en un tren con trop:::.s hasta
lVIo.n e1, pueblo di stante seis kilmetros J el puert o; pero no bien columbr en l::t dist::tn ci los b ui-nes del capitan Sanchez, qne avaozaLa u con Stuven por los rieles, cuand o se retir a todo el bramar de la mquina para no Yolver a vrsele.
El com andante Stuven, sin mas armas que sn
baston i Rin mas nrreo que su sombrero de eneaIon (modelo el e los oficiales de la Indt) , ocup,
Hegnu dijimos, en la tarde del 26 de setic nbro el
pu eblo de Et.en , que dist a t res kilm etros de la
c~ sta, i no siete leg uas segun apun ~a el j egrafo
peruano Paz Solda n, localidad enrio. a, como la
j eogra.fn del ltimo, <1ne pose adernas, al decir
de los curiosos, la particularidad de que los chinos

-600-

que llegan del Asia se entienden con sus indios


tejedores de esteras i cigarreras en un comun
idioma. I probablemente de esta farsa filoljica
proviene se diga que Ancon procede de Honcong
i Ohancai de Shangay ..... (1)
En seguida, el enrjico mestizo hzose dueo de
Monsef, cuyo cura. sali a efrecerle su iglesia i
cuyo alcalde le brind su tlamo .... Pero aunque
Monsef contaba con una poblacion de 4 mil almas, el jefe de la vanguardia chilena se limit a
pedir por oprobio i castigo de cobardes al coronel
Trujillo, especie de oranguntan que rnanda aquel
?anton i cuyo retrato, debido al feliz lpiz de un
oficial chileno, tenemos en nuestras colecciones,
na contribucion simblica de doscientas gallinas, la cual fu en ~1 acto cubierta i desplumada.

XV.
Marchando inmediatamente parte de la noche i
sin soltar su baston apropiado para las gallinas i
los que se les parecan, el comandante Stuven, conocedor antiguo de aquellos parajes i que pasaba
ahora con el nombre del coronel ingles,)) lle( 1) HmcHIsoN, obra citada. Este mismo viajero pregunta
bruscamente si Eten no se deribar, a RU turno, de Eton, clebre
lugar de estudios en Inglaterra. Eten en el idioma quichua
q ni ere decir lt~gar en que se pone el sol, i a h. rerdad en esta
vez psose all el astro del dia para los peruanos:

601

g a las 11 de eRa noche a Chic1ayo, despnes de


haber recorrido 18 kilme tros; i volviendo a resumir su marcha a las 6 de la maana , almorz aba
en Lamba yeque suculen ta cazuela a las 10 de la
maan a del 27 de setiem bre, habiend o ocupado
en el espacio de 24 horas con 92 hom hr~ s , i :-;in
dispara r un tho, tres ciudades qn e encerra ban
en conjun to nna poblacion ele 30 mil almas.
Cundo se vi jamas mayor oprobio para un
pueblo?
En la tarde de aquel mismo .dia continu el feliz
esplorador su viaje a Ferria fe pueblo, situado a. 43
ldl6me tros de la costa, siempre en perseccion de
las fujitivas mquinas, i solo en el da sig'uientc i
en los sucesivos vino a recobra rlas en la haciend ~t
de Ptapo s, escondidas las princip ales piezas en
los caave rales i denunc iadas por los chinos, los
implac ables enemig os del peruan o. (1)
(1) Be aqu una rden que orijina1, en papel de earta rayado, tenemos a la vi sta de letra del coronel Lynch, i di ce s: .
C') MANDANCI A

EN JEFE DEI, EJ HCJTO J::S PEDJCJ ONARJO


m: , PEH .

AL NOltTE

Cltir.la,yo, setiemb1e 29 de 1880.


a:El teniente coronel don F ederico Stuvcn, una vez cum pli da
su comi sion en Ferriafe, se dirijir:i al puebl o de Lamba.ye qn e,
establecindose en In es tn.cion del ferrocani l , sin permi tir a s n
tropa ni oficiales la entrada a la. poblacion . E sperar ah rd enes; pero si .!guen le entregar a la ca u ti dad de cuatro mil pesos plata, 1 egresar a Chi cln.yo.

Lynclt.

I como se orden se hizo. Stuven recoji en su hondo somHlST. DE LA C. DE LlMA.


76

-602-

XVI.
Entre tanto, el coronel Lynch se babia avanzado, por sn parte, con la division entera en pos de.
Stuven; i o.c npaba a Ohiclayo el 27 de setiembre
imponindole un cupo de 20 mil pesos. Mas como nadie se presentara a pagarlo, comenz, cual
en Ohimbote i como en Paita, la tarea fatal i
horrible de la pira, haciendo saquear las propiedades sealadas para la destruccion a:r:ttes de aplicarles los tizones.
Escuchemos otra vez de ajenos labios estas o minosas relaciones.
a:Dos horas ntes de vencer el plazo sefialado, dice el corresponsal Cuviedes, para el pago de la contribucion de guerra, se
di la rden de principiar la destrnccion de propiedades enemigas. La primera que se design para ptesa de las llamas fu la
de un ricacho llamado don Jos Mara Arbul, la que era gmnde i espaciosa i tenia buenos muebles i muchos objetos de valor ..
Despnes de sta signi la ele un manco Lastres, mui conocido en Chiclayo por su ap odo, i que a pesar de ser manco em el
brazo derecho del prefecto Agnirre i su compaero inseparable
de chupeta i de parrandas.
Antes de incendiar ambas casas se dio permiso al pueblo
chiclayano para que las desocupara, i entnces era de ver la pecha de los cholos para pejzetrar a las habitaciones i la alegra
con que.se apoderaan de toclos los objetos. Salan cargados como
hrero los 4,000 pesos del rescn.te de Lambayeqtw i ilOr via tle
1,000 pesos mas de Ferriiiafe., i entreg el tesoro, peso so
bre peso, al cuartel jeneral.

.'lfapa

'

'

600 -

mulas, llevando a cuestas l'illas, mesas, alfombras, platos, ollas


'i toda una infinidad de menudencias que a veces se acbatahan
nnos a otros en medio de disputas que dejenerabau en encarnizadas peloteras.
Nuedros soldados, mintras tanto, dejaudo tranquilos a los
~bolos que hicieran su agosto a costillas de sus paisanos,
?Ontemplaban aqu,ellas escenas en medio de mllas i de carcajadas, sintiendo mas bien lstima que desprecio hcia aquellos infelices cholos a quienes la prensa limea representa como
hroes de.'i tinad:1s a auiq uilarnos entre sus brazos varoniles
Ningun soldado chileno se ensuciaba>> en granjear utensilios.
muebles o ropas, i solo servan, en ocasiones, para mantener el
rden i apartar a los contrincantes, i en otras para dar justicieros fallos respecto de los objetos en disputa.
El dia siguiente continua1on las destntcciones, incendindose
el loca l del cabildo, gran edificio que tenia una elegante i elevada torre con reloj, t?es casas ocupada8 por la subprefectura i
oficinas fiscale;:;, i la propiedad ele un sel1or Villasis. Estos incendios se verificaban, por supuesto, despues de Hbril' las puertas al cholaje chiclayano, que por su nmero pareca haber brotado de la tierra, i que dejaba peladas las paredes i pisos de las
. casas.
Fu perdonado de la destruccion el teatro, edificio ,que tiene
mu cha semejanza con el de Variedades de Santiago i que era
en. parte de estranjeros, como igualmente la casa de upa seora
Salazar, que se supo era viuda i tenia siete hijos menores sin
contar con otros bienes que su casa. Se perdon tambieu el loval
de un colejio de nifls, para acceder al pedido de una comision
de veinte niilitas que vinieron a suplicar al coronel Lynch revocara la rden que haba dado para prenderle fuego.
>>Al incendiar una de las casas designad as, sitnn.da entre dos
propiedades estranje;.as, se encontraron stas en grave peligro
de ser tambien presa de la!l llamas . P ero entnces las soldados,
que contemplaban el incendio divirtindose, como de costumbre'
con hts escenas de Ji:;,!Jnta i afanes de los ;holos, organizaron el

604-

servicio de salvamento con haldes de agua i hachas, trabajando


con el entusiasmo, ardor i arrojo de verdaderos bomberos.
))Sus esfuerzos fueron coronados con el mas feliz xito, pues
lograron salvar de todo dao las propiedades de neutrales. Los
oficiales de la P enguin, que haban seguido a la fuerza chilena
en sus peregrinaciones por el departamento, felicit~ron calorosamente a nuestros jefes por la conducta de la tropa, alabando su
abnegacion i su arrojo, i lo mismo hicieron muchos vecinos de
di versas nacionalidades.

XVII.
En cuanto a las estorsione s ejecutada s en el
c::~mpo, h aqu lo qne ~ecia." una relacion peruana,
evidentem ente falsa o exnjera.da, publicada por el
f!uscar, peridico de Ohiclayo, bajo la fil'ma de
su redactor Oarvaj al.
Las haciendas iucendiadas hasta hoi son las .del Combo, de
don Jos Mara Arbnr i la Vista Florida de don Ramon Pinto.
Se llevan grandes cantidades de arroz, azcar, tabaco i concreta, i reses i caballos, todo lo que han encontrado a su paso:
fuera de alhajas arrebatadas al prestamista don Ramon Palacios i dinero sellado que puede estLraarse en mas de 20,000 soles
plata, sin contar diferentes casas donde han descubierto entiede dinero.
Han dado libertad a todos los chiuos de las haciendas en
que han tocado, pudindose calcular todas las prdidas suftidas
en el departament o en mas de 1.000,000 soles plata.
ITOS

Las haciendas que mejor escaparon fueron las


del chileno Ramos, a la cnal se impuso solo una
contribuc ion en animaleo i en especies, i la de Turilan , propiedad del difuuto pret:lident e Pardo, i

'

-605-

que como casi todas las estancias de azcar del


Per estaba hipotecada por su capital i su administracion a Ull estranjero. La hacienda de Combo, que la relacion peruana antes citada da por
incendiada, pag por va de rescate 500 pesos
plata.

XVIII.
Verificado todo esto en el espacio de dos semanas, el coronel Lynch resolvi animosamente conducir por tierra su espedicion hasta Tn~illo a fin
de poner a rescate las haciendas del trayecto, especialmente las de San Pedro, Pueblo N uevo i las
del distrito de Guadalnpe, clebre por su fria de
noviembre i por hallarse situada dentro de sus
lindes la renombrada hacienda de Talambo que di
orjen a la guerra con Espaa de 1864-66, con motivo de las riasde sus colonos vascos. Compr 'este fundo, que todava posee su antiguo dueo
Salcedo, su inmunidad al barato precio de cincq
mil soles papel.

XIX.
Aquella marcha de cincuenta. legun.s chilen_as i
de dos semanas fu dnra i penosa, i h aqu como
la compendia en fragmentos uno de los que a. caballo la ejecutara:

-606 <t:EI 5 de octubre a las cinco de la ma<tna, rlice el i utelijent.e


cirujano del Buin, varias veees citado eu e.~ta relacion, en carta
familiar a su hermano, salimos de )!Jten para la hacier;da de
Llape, propiedad de m~~ seora Voca. Recorrimos si~te leguas
de un desierto arenoso i pesado, cubierto de trecho en trecho de
montones de arena fina i sutil.
A las 4 tres cuartos P. M. llegamos a. la hacienda, que es
hermosa, i tiene estensos planteles de caa de azcar, alfalfales
i muchos bosques i montaas. Se le ha puesto una contribucion
de 2 000 soles, 1,000 quintale~ de chancaca i algunos cientos de
1

sacos de azcar.
A la hacienda de unos seores Aspillaga, (Cayalti ) que est
cerca de _sta, se le sacaron 2,000 libras esterlina s i bastante
azcar, que se embarca r como la otra por la caleta de Chenipe.
A las 10 i media del 6 de octubre, salimos en direccion de
Pueblo Nuevo, sufriendo todo el calor de esa hora. Se qued.aron
en Llape el secretario seor Carrasco i los Granaderos para recibir i hacer embarcn.r lo qne se pag.
. Atravesamos la hacienda por en medio de bosques i montaas inmensas, formados por tamarugo s mu alto':! i antiguos i
gran variedad de rboles i arbustos . Si hubiramos salido por la
maana temprano, habra sido un paseo ag~adable.
En seguida pasamos una esteusion de algunas leguas, de una
pampa rida i arenosa, cubierta de rboles secos. Recorrimos
seis leguas, i a las 9 P. 1\'L alc)jamos en un campo agradabl e i
con agua., a pocas cuadras de Pueblo Nuevo.
El coronel ha recibido la noticia de que dos correos nos buscan, para anunciarnos la suspension de las hostilidades.
El pueblecito es pequeo, de tres o cuatro callejuelas de
ranchos viejos i miserables. .
La mejor casa es la de la hacienda de Montevideo, donde
estamos, que es propiedad de un seor Palan.
A la 1 P. M. del 7, despues de aJmorzar la tropa, emprendimos camino para el pueblo de Guadalupe. El camino' que seguimos es angosto, rodeado ror canales de agua cristalina que corren por cercos de rboles tupidos i frondosos.

-607La vejetacion es mui rica i es el campo mas precioso qne he


recorrido de todo el Per. Bosques, montaas, potreros de verde
i tierna alfalfa, trigo, arroz, platanales, limoneros, naranjales,
jardines, etc., bamos encontrando .a nuestro paso.
A las 4 i media P. M., entrarnos al pueblo por la calle central que da a la playa; la tropa llevaba armadas s'ls bayonetas i
la banda tocaba marchas marciales.
El pueblo, aunque pequeo, presenta una vista agradable,
mucho mas estando colocado en medio de un v~lle tan frtil.
Su plaza es estensa i tiene algun~s edificios cmodos, como
el que ocupa en la plaza el jefe de la division, de propiedad de
un coronel Goibnro, i el que sirve de alojamiento al Bnin, de
unas seorit1as Pardo.
Las mquinas i trenes que comunican a esta poblacion con
el puerto de Pacasmnyo i la sierra, las han llevado a este l.'lltimo punto, a una distancia de 30 leguas, i no se ha mand ado a
buscarlas.
... Hoi reuni el coronel a algunos peruanos del pueblo para
el asunto de contribuciones.
Cmo en todos los otros pueblos que hemos recorrido, las
familias se hau ido i solo queda alguna jente del pueblo.
Los hoteles t~~bien so~ de chinos i a pesar de ht escasez
que reina por nuestra llegada, la comida uo es tan mala.
>>Como se paga en billetes peruanos, los precios son mni bajos i nua comida .o un a:lmuerzo cuesta dos solesl que vienen
siendo mnos de veinte centavos, plata.
Guadal u pe i sus a:lrededores ha dado 1,453 lib1as esterlinas.
Un caballero espaol q!le se ha encontrado en los arreglos (sei'ior Larraaga) me asegura que Guadalupe ha dado 900 libras.
La hacien da de Lurifico, que est cerca., es de propiedad de
Dreyfus hermanos, de mucho valor, i su maquin aria para In
elabornci on del azcar, es igual a la de Dertean o. Una comision
de estranjeros ha venido del pueblo de Chepin, que est a distancia de dos millas, i ha dado 100 libras. El comandante Garcia ha recibido de la hacienda de 'falambo, :5,000 soles pertH~
nos.

,,

-608-

... A la diana delll, el coronel i sus ayudantes se pusieron


en marcha.
El comandante Muoz Bezanilla i el secretario, que se haban quedado en Llape, llegan en la tarde con la caballera. Nosotros salimos a las 6 P. :M:. Atravesamos campos que me hacian
~ recordar a los de Chile, por su aspecto amr.no i bello. Despues
de costear unos cerros, llegamos con una noche pura i una luna.
brillante, al centro de un bosque, el que atravesamos a pesar
del pequeo sendero practicable i deb~jo de un techo verde i
compacto.
El cnmino se nos perda. en la abundancia de la vejetucion,
lo que nos hacia caminar despacio i sijilosos, temiendo el estraviarnos, pero gozando del espectculo mas magnfico de la
naturaleza.
En los puntos donde descansbamos, los 300 chinos, que
con tanto gusto nos seguan, encendan grandes hogueras en los
rboles inmensos de la montaa, que nos alumbraban a gran
distancia i producan en su vorjine r~pidu e invasora, un ruido
parecido al fuego de fusilera.
Poco despues atravesamos los dos brazos del rio Lequetepegue, que es el mas c::~.uduloso que he vist o en el Per.
Cansados i rendidos, a las 3 de la maana se di la rden
de detenernos.
~A las 5 A. M. del 12 de octubre estbamoH otra vez en pi,
vimos con la luz del dia, que hab::lmos perdido un tiempo precioso en la noche i contramarchado mas de dos leguas. eu direccion al punto de pa.rtida.-Siguiendo la lnea del ferrocarril,
llegamos a las 10 i media A. :M:. a San Pedro, i fuimos a ocupar,
como cuartel, el edificio de la recova. En este ruismo punto est.uvo .alojado un tnl Barrenechea, que estaba formando una lejion
de caballera i que solo le sirvi para lmcer sn ne~ocio con los
.leclutamientos. Esto pinta bien el patriotismo ahnegado de los
peruanos del norte i tambien de los del sur.l)

-609-

XX .
. Comenzaron a llegar desde este puerto a los
alojamientos del coron el L yncb, por medio de
mensajeros sijilosos, las famosas cartas del prefecto Salmon, i aun vino ste a San Pedro, sin poderse esplicnr a sus anchas con el coronel Lynch,
su antiguo amigo, por hallarse rodeado de ccimpertinentes tbanoS. ))
Son tan curiosos i especialmente tan peruanos
estos mensajes de nn coronel de artillera a un
capitan de navo, que mas que retos dt. guerra
habran parecido citas de amor, que no podemos
mnos de reproducir algunas de ellas que as dicen:
Octubre 9.
Seor coronel don Patricio [ ynch.

Mi querido amigo:
N un ca cre que llegara el dia de que Chile i Per, Patricio
Lynch i Adolfo Salman, se pegara n de b~tlaz os i se ptoc uraran
su ruina.
Antes de separarnos, quizs para siempre, le daria el abrazo
de despedida co mo smbolo anti cipado rle l::t necesMia rec onciliacion de los paises.
Suyo si empre i en toda. circnn sta nci,t amigo n.fectbimo i S. S.

A . Salm.on.

HI ST. DE LA C. DE Lfi\[A .

77

610Clwcope, octubre 13 ele 1880.


Se flor coronel Patricio Lynch, etc., etc.

Mi querido Patricio:
Rode~do de impertine11tes tbnnos, no pude encvnt.rnr opor-

tunidad de ~ablar a solas con usted, cuando mi viaje a San Pedro no tnvo otro objeto. Impaciente por lograr este propsito,
he ideado mandar el parlamento que le entregar el pliego oficial, que usted no debe aceptar, evadinJose cortesmen te, i aprovechando la oportunidad, me escribe indicndome dnde i cmo
nos vemos a solas. Creo que el mejor lugar seria Pascamayo,
en cusa de Kauffman, persona circunspecta i reservadsirna. Si
le parece bien, avsemelo para salir en el acto, a fin de llegar
tarde de la noche. Mucho tenemos que conversar.
Suyo afectsimo.

Adolfo.

XX T.
A estas estraordinarias insinuaciones de unjefe
encargado de la defensa i de la honra de su suelo
i que era seguido de numerosa. hueste de jente armada i de c<impm:tinentes tbanos,>> contest el
jefe de la espedicion chilena desde San Pedro el
dia 13 de octubre en los concisos i sbrios trminos que s1guen:
Sefior corouel don Adolfo Salmon.

Sa.n P erl?o, octub1e 13 .de 1880.


E stimado amigo:
He fl entido m\who, P)r la ~merte qne probablemente correr

611-

Trujillo i el rico \'allc de Chicama, que no hubiera tenido usted


paciencia-para esperarme en este pueblo.
El tiempo, que es tan capital en las operaciones de la guerra,
me obliga h oi a no postergar mi marcha para dar lngar a. ttna
entrevista de resultados desconocidos. Lo nico que puedo hacer
en obsequio a uuestra cordia.l amista. l i al de;eo que tengo rle
no causar daos in.Liles a pol.J1acioues que no han tomado una
parte directa en la guerra, es esperarlo maana en la noch e en
el lugar que me indica, no para disentir arreglos, sino para recibir la cantidad de ciento cincuenta miZ sotes e plata u oro, como contribucion de guerra que le impondra hoi a rrujillo i su
valle.
Si no puede venir con el obj eto que le indico, seria mejor
qne ahorrara un viaje penoso, que no tendra para usted ningun
resultado prctico.
Para que pese bien las consecuencia<; ue podra. traer una
negativa ele su parte para el pago de la cantithd iudicada, ser
bien que tenga presente que a mi division sigue uwz fatanje de
mas de miZ cltinos, qu e no puedo dedicarme a cuidar i que son
los que podrian saquear algun lugar a mi p:tsada.
Cualquiera que sea su resolncion, las fuerz<tS de mi division
se pondrn pronto en marcha en direcciou allugr en que usted
se encuentra acampado.
Desendole felicidad, lo saluda su afeCtsimo amigo que desea
1 1 .

verlo. 11 ~: / :
~

/1' ' .... ""

Patricio Lynclt.

XXII.
No se clescwim por esto el prefecto de Trujillo, apasionado de su rival, como Pedro el grande
de Orlos XII en Puta.lwa, i al dia, siguiente envile toda va por es preso desde Choco pe la siguiente curiosa misiva:

-612Chocope, octub1e 14 de 1880.


Seior coronel don Patricio Lynch.
lVIi querido Patricio:
Su carta de hoi me pone en apuros. Cmo reunir en horas a
cnarenta i cinco hacendados, consultarles, resolver i disponer el
pago de la fnerte suma que usted ex:ije coN PEl~FECTO DERECHO
como contribucion de guerra? Porque en pnridad de verdad, hoi
eu el Per es cuestion sria disponer de ciento cincuenta mil soles plata, i aun menor suma.
Justo me parece darme veinticuatro horas mas. Espero respuesta para ir a Trujillo i volver el mismo dia.
Qu le ha parecido la rica costa del Pe1? Cunto campo
hai eu estas comarcas para el trabajo i la industria i todo per.~
dido en esta funesta guerra!
Le estrecha la mano su afectsimo amigo.

A. Salman.
l,

XXIII.

Era Chocope, pueblo de una sola calle, situado


. a lo largo del. ferrocatTil de Trujillo a Cajamarca,
i qne hoi termina en Ascope, (cnatroocinco leguas
mas al oriente) el cuartel jeneral de las fuerzas
del departamento de la Libertar1, la antigua
Huayl.1s de la colonia; pero mas que ciudad peruana parece a:gul un barrio del Celeste Imperio,
especie de Pekn en miniatura, en el cual corre
como refran lugdreo que solo dos de sus vecinos
llamados don Juan .Flores i don lVIrcos Carranza
<no saban beber, )) sin embargo de andar de con:..

-613-

tinuo como la uva ..... A la verdad, mucho mas


cruel habia sido para el Per el flajelo de lofl chinos que el de los chilenos. Junto al pueblo de
Chocope existe tambien la hacienda de la V~',ita
propiedad de . don Aurelio Garca i Garca que se
rescat con 500 libra::; en libranza::;. Igual rescate
pag la hacienda, de la Vi::t i diez o doce mas del
valle de Chicama.
~

XXIV.
;

Resuelto entretant o el coronel Lynch a poner


trmino a aquellas ridcul~ts idas i venidas envueltas en almibarad as epstolas, se puso en marcha, hcia. Trujillo el 14 de octubre, empeado en
tomar posesion del ferrocarri l en Ohocope, ncleo
de las mas valiosas haciendas .
Desde el pueblo de San Pedro al viejo casero
de Paijan, situado a la cabecera del fertilsimo valle de Chicama, esplendor de rrn~illo, se estiende
un despoblado de doce leguas, i en consecuencia
juzg el coronel Lynch prudente organizar sn division en aquel pueblo para marchar en rden
a cobrar por s mismo. el dinero del rescate, que
en varias parcialida des venian a brindarle voluntariament e los hacendad os del valle, e:=;pecialmente el rico aleman Albrecht, que entre ellos, por
anciano, por opulento i por neut.ral, hacia ca-
hez a.

6_14-

XXV.

Mas, como mintra1:l el prefecto Salman, al


paso que ofreca todo jnero de rendimientos aljefe chileno escriba por el telgrafo al dictador que
lo recibira a balazos, a fin de finjir que cumpla
su palabra, se situ con 800 hombres en un paraje
adecuado a la entrada de Paijan llamado Monte Seco; i no hizo sino divisar er despliegue de nuestras
primeras guerrillas, como el prefecto Aguirre
en Monsef, cuando fug .cobardemente. I de esa
suerte la columna chilena comprometida en aquella marcha de quinientas leguas por cinco florecientes departamentos del Per, no encontr un
solo hombre que supiese defender su suelo, ni su
hogar, ni siquiera su azcar .... I a la verdad esta
demostracion de eterna mengua para e] Per i de
pttianza viril para Chile fu el nico resultado
verdaderamente satisfactorio de aquella cruel cruzada. (1)
( 1) El perfecto Lanfranco babia organizado la r esistencia en
Trujillo publicando un bando el 22 de julio para organizar las
zonas militares bajo multas de 500 a 5,000 soles a los inasist entes.-Las zonas eran 4 i se lla maban Guauape, Salaverry,
Malalr>rigo i Pacasmayo.
Por sn parte, Salmon ofrtJci a Pirola, seg un dijim os, recibir a
balazos a su querido Patricio i el dictador orden qne no se
nin oun tributo al t!nerui <r O de la patria sin o en plomo. He
Pa,.ase
. 'da d es ..
o telegtamas cambt.o, d os sobre estas 11eroo01
o algunos
aqui
en el papel :

-615

Unicamen te en San Pedro o en Chocope, unos


cuantos desalmados atacaron en un bosque a un
soldado del Colchagu a i lo hirieron con cuchillo i
un tiro de pistola; pero cuando el jefe de la division se preparaba a vengar aquella con un condigno escarmiento, el soldado herido fu trnido a
su preseneia en demanda de perdon. I aquel rasguo f(I todn la defensa que medio millon de peruanos hizo durante dos meses contra dos mil
chilenos ....
Lima, octub1e 15 de 1880.
Prefecto de la Libertad.-C hocope.
En este momento recibo el telegrama en que V. S. me trascribe la comunicacio n del jefe chileno i la de los cnsules de
Estados -U nidos e Inglaterra.
Reiterando a V. E. mis anteriores prevenciones , debo decirle
que nosot?os no pagamos rescate sino en plomo. Lo que hai que
hac~t nicamente es defenderse a toda costa i hacer al invasor
cuanto dao sea posible. Es preciso, absolutamen te preciso, que
no suceda a.ll lo que en el resto del norte. Qne por lo muos les
cueste la invasion.
En cuanto al oficio del cnsul sefior Kanffman, lo enviaremos
a la legacion americana para que aprecien ella i su gobierno como merece el calificativo de perfecto derecho aplicado al merodeo chileno sin semejante en ningun otro pueblo ............... ..

... .................................
Resolucion i obra eficaz.

Pirola.
( Recibido en palacio el dia 15 de octubre a las 7.50 P. M.)

Malabriyo, lf) de octubre de 1880.


liJRcelen tsimo seor jefe Rnpremo:
He mandndo dec~r al seor T... ynch que venga cua.ndo quiera~

616

XXVI.
De Paijau dirijise la columna chilena a Ohocope camino de Trujillo i all recibi su jefe, el
coronel Lynch, rden de suJetar su marcha i regresar a Arica con premura. Limitse en consecuencJa a recojer las contribuciones que los esque se le recibir a balazos. E" probable que maiana o pasado
estn en Ohicama o se reembarquen en Malabrigo al vm la ac-

ti tud ele este valle.


Dios me da su apoyo para honra delEPer i de este esfmzaclo

pueblo.
Salmon.
(Recibido en Lima a las 3.25 P. l\L)

Clwcope, octub1e 18 de 1880.


A S. E. el jefe supremo:
Vengo de recorrer los lugares donde tengo la jente. Aq n recibo el telegrama contestando al que dirij a V. E. El secretario
ha cometido una falta grave por descuido, o no s por qu, intercalando en el oficio del cnsul la fra~e lejtimo derecho,
siendo estas palabras toma.das del oficio de Lynch.
Los chilenos reunen cmretas para traer agua. Aun no tengo
aviso de su salida de Sao Pedro.
Hoi espero un espreso.
Salman.
No ser demas agregar que reducido a juicio Salmon por sus
cartas a Lyuch, en que recon oc~ la justicia de Chile para declarar la g uerra i que fueron imprudentemente publicadas, Pirola quiso fusilarlo; pero habiendo negado la autenticidad de las
cartas el reo, fu preciso entrar en prueba. En esto sobrevinieron las batallas de Lima, i el acusado escap con la vida pero
talvez no con la honra.
Nos parece de iuteres publicar en esta parte la siguiente

617

trari.J' eros le ofi-ecia.n en letras sobre


I n oola terra '
,
hizo volar el magnfico viaducto de Chicama, que
haba costado medio millon de 'pesos plata (i nos
cost a nosotros hartas vidas i sacrificios re pararlo), volando 21 de sus 24 magn :ficos arcos. I
mintras esto ejecutaba el mayor Latharri, el injeniero Quellart destrozaba la maestranza, estacion
i locomotoras en Chocope, centro importante de
la lnea de Trujillo.
ci1cu.lar telegrfica del dictador, haciendo sin embargo la sencilla sal vedad de q ne el minis t ro de gobierno Orhegoso fu el
primer(> en ordenar se salv ~tse s a hacienda de Trnjillo pagando
sn rescate no en pl omo siq L> en bttenas libras es terlinas . El si
guiente documento es in dito.
'J'E LE GRAl\iA CIRCULAR NM.

3.

Lima, setiembre 12 de 1880.


El sefor sub-secret a.ri o de gobierno me dice lo siguiente :
Seor director de telgrafos:
Uircule usted a hts .autoridades de la costa del sur i noTte el
decreto siguiente para que lo hagan publicar en su respectiva
jurisdiccion.
'
Visto el presente t eleg ram a qu e quedar archivado en la secretaria de gr>bierno, i no pudiendo ser considerado el pago de
cien mil soles a las fuerzas chilenas siuo como un auxilio dado
a un en em igo del Per lo que constituir delito contra l, si n
que obste la am enaza de destruir el fu ndQ mismo i que no es
lcito evitar por !iruel meclio,
Prohi bese <tbsolutltmeute el envio de aquel despacho telegdtfico i se recuercl que ht entrega de tod:1. suma al enemigo por
el haqendado de~ Puente, cualqu iera que sea la forma en qne se
verifique ser perseguida i penada como J elito de traicion a la
Repblica.
D eclrase, adema.s, ipso Jacto ele la pertenencia del E stado
HlST. DE LA C. DE LJMA.
78

.....,.. !S-

Ejecutado todo esto, que importaba, sumando la


destruccion con sus anteriores items, la suma de
cinco millones de pesos, i despues de una espedi
cion nocturna llevada por los comandantes Garca
i Muoz Bezanilla contra S<:tlmon, quien despues
de su fuga de Monte Seco se babia refujiado en el
pueblo de Ascope i volvi a hnir, la columna se
diriji a la costa para embarcarse.
toda pr0piedad en la que se summ1strase al enemigo dinero o
especies r1ue uo tomase este a viva fuerza i por si mi"mo.
'l'ngase esta resolucioo como regla j encral para casos de igual
natural eza, dndose cc,pia de ello i del tdegrama de su referencia a los iuteresados si lo den;a.ndasen.
Publquese i rejstrese.
Rbrica de S. E.

Orbegoso.
El sub-secretario de gobierno.
Lo que comunico a U. S .. en cumpliento de lo ordenado.
Paz S oldan, jefe de telgrafos.

No omitiremos tampoco publicar la siguiente carta que orijinal


fu encontrada entre los papeles de Pirola i la cual, dando
cuenta de cmo los peruanos se trampeaban los uuos a los otros
sus cupos, dice t.estualmente as:

Trujillo, noviernbte 16 de 1880.


Exmo. seor don Nicolas de Pirola, Jefe Supremo de la Re
pblica.-Lima.
Exmo. seor:
No siendo posible tolerar por mas tiempo' la escandalosa burla que cierto crculo de esta sociedad hace de las sabias dispo!!ciones de V. E., no vacilo un momento mas en tomarme la

619

XXVII.
En consecuencia de todo esto la infantera se
embarcab.a. .el 24 de octubre en el puerto de Malabrigo1 no sin pP.rder en sus terribles rompientes
alta honra de dirijirle la presente, para manifestarle lo que sigue .
Segun tenemos conocimiento, por disposicion de V. E ., se
ha man(htdo levantar el sumario corr espondi ente pnra descubrir
quines son los que hnn dado dinero a las hordns chi lenas que
comandadas por Lynch, profanaron el norte de lu Rept'lhlica.
Este hecho ha dado lugar para que l o~ enemig,1s de B. E. traten eon mayor einil:lrno hacer ' alarde del niugun respeto que
tienen a sus disposiciones, i de la burla que de ellas se hacen;
pues apesar de estar:>e siguiendo el espresado sumario, el don1ingo 14 del que cursa, el ~eor juez de primer.t instancia de
esta provincia, doctor don Santiago Pacheco, en union del doctor dou J aeintu Valderrarna, se presetaron a las tres de la ta.rde en casa del ::;eilor Chantre de esta s;tut::~ iglesi <1 Catedral,
doctor don Jos Maria Gutierrez, a exijirle cien soles en pla.ta
sellada cupo impuesto por el coronel Patricio Lynch, jefe de las
fuerzas chilenas inv . soras, i en virtud de no haberse hallado
dicho doctorGut.ieiTez eu esta ciudad cuando se le impuso el cnpo,
ellos hahiun quedad o encargados para recnjerlos cnau<lo llegase.
Este procedimiento !tltamente escandaloso i criminal fu rechazado por el doctor Gutierrez, i lo pres':lnciaron don M.annel IYL:.ria Paredes Quirs i don Juau Galvez vecin bs del departamento de Simba!, que se hallaban de visita. De la casa del seor
Chantre se dirijieron los seores Pacheco i ValdeiTanta, a casa
de la seora Josefa Jil de Acevedo c ~ n el mi smo objeto, i cuya
seora censur tambieu la conducta de estns c:.t baller-:>s, dieiudoles que como era posible que peruan os estn recojienJo plata
para los enemigos de la patria, mucho mas en las a ctuales circuns.tancias en J,s que se est siguiendo juicio sobte ell o pot
disposicion de V. E.
>>Me reservo p<tra otra ocat:~ion comunicar a V. E. asuntos mas
graves que pasan en esta sociedad i que no lo hago ahora temeroso de que esta no llegue a sus manos.
Con sentimientos de la mas alta consideracion i respeto, soi
de V. E. su mas huruilde i respetuoso servidor.

1!:'. V. Gutimrez.l>

-620-

algunos soldados del Buin (dos o tres i otros tan;tos marineros), i_la caballera en Pacasrnayo.
El29 de octubre la cspedicion Lyuch pasaba
de esta manera en su regreso por delante del Callao: i mintras los peruanos los esperaban en Pisco desde el 20 octubre, iba a recalar a Quilca el
1. de noviembre, finjiendo hbilmente un movimiento de agresion sobre Arequipa. (1)
0

( 1) El coronel Zamudio, j efe militar de Pisco, escriba el 20


de octubre al corresponsal Neto el siguiente telegrama, a propsito del temor de ver parece a los chilenos en aquel puerto.1
No han llegado todava por aqu los gavilanes.
En cuanto al desembarco en Quilca, donde haba tenido lugar
hacia pocos dias los mas escandalosos esceso~ entre el gobernador poltico (un tal Briseo) i el ca pitan de puerto Arce Riega,
al punto de darse de balazos por la cuestion de las zonas, que
el ltimo no gueria aceptar, he agn los embusteros telegramas
que anunciaban a Arequipa el arribo de los chilenos:

Noviembre 2.
Seor prefecto:
.

>>Ayer fu tomado por el enemigo el puerto de Quilca, habindose recibido antes un parlamento, en el que exijia desocnpacion de .la plaza en trmino de cinco minutos. Habindome
retirado en el momento de saltar a tierra el enemigo, permanec hasta las siete de la noche i no se h an podido notar los daos '
ocasionados. Fn perseg uido por mas de tres veces en el ceno
del Castillo. Han quemado la poblaciou antig ua i el valle, los
almacenes i casns particu lares. Del puerto nada se pudo notar.
Correo que vino con correspondencia para el norte lo he tomado
i traigo conmigo, salvando la balija. El enemigo aun no se retira i creo sigue a Oaman.>)

I. Calderon .

(Recibido de Vtor a las 9.15 P . l\'l .)

No1Jiemb1e 2.
Sefi.or prefecto:
:vSoi:J las 8.30 1'. M. en que recibo, el aviso del ca. pi tan 1\.ai-

-621-

Diez dias despues, esto es, el 10 de noviembre,


la espedicion entraba con su escaso i triste botin
al puerto de partida, en el cual por fortuna i par'a,
indemnizar a la guerra i la a historia de los dolorosos trances que hemos venido resumiendo, todo a
esas horas eraall alegres i varoniles aprestos para
marchar a Lima.
La espedicion Lynch, que fu un dogal, habia
terminado casi a un tiempo con la mision Ohristiancy i las conferencias de Arica, que fueron solo
una vergenza (1).

XXVIII.
Terminaba as aquella famosa empresa de guerra que no quem un solo grano de plvora i s
mundo Tapia, que dice que el enemigo desembarc en Quilca
ayer a las dos de la tarde i que como a la oraciorr incendiaron
todo el puerto; los habitantes huyeron.
))Los buques eran cuatro. Todos esos puntos estn vijilados.
J>Luego que adquiera otros datos los comunicar a. V . S.

Perez.
( 1) H aqu algunos d,1.tos i valorizacioncls en globo de los
daos causados al Per por la espedicion Lynch. -;-El comandante Stuveu los resuma en el final de su parte citado, en la
forma siguiente:

Chimbote ................... ...... ......


En Supe .... ..... .. .................. ..
En Paita ...... ...... ...................
Uhocope . . . .... . .. . . . . .. .. . . . . . .. . . . . .. .
El puente deChicama ...............

$ 2.600,000

Total.. .................

$ 4.700,000

600,000
500,000
500,000
500,000

622 .:_

muchos quintales de dinamita. En manera alguna


logr el objeto primordial i casi nico a que fu
destinada, esto es, atemorizar a los ricos de Lima
mediante la. destruccion de sus intereses, a fin de
arrancar al dictador una paz pronta; i por el contrario con la ruina de sus propiedades habinse envalentonado hasta llamarnos salteadores:~>,
cuando ellos probaban ser de hecho tristsimos
cobardes.
En cuanto al botn de guerra, que ni la riqueza, ni la moralidad, ni el buen nombre de Chile
i fnera de la captura imporpara nada necesitaba,
'
,
tante del Islay i la del Isluga, consista aqnl en
defin ti va en unos ttes mil sacos de azca.J, 700 a
800 sacos atToz, 500 pctcas de algodon, 17 bultos
de chafalona de pl<;.ta, 29,0.50 libras esterlinas en
jiros sobre Europ<t, que no sabemos si fueron alguvez cubiertos, 11,428 pesos plata, cinco mil soles papel, i cuatrocientos chinos del peor tipo de la
raza amarilla que desde entnces C(menz a invadir desde A6ca los puertos de Chile, sin hacer
ettenta de una infinidad de pequeos artefactos o
ingredientes qne por rubor no nombramos. (1)
.I quedaba as plenamente confirmado el hecho
i la prediccion t antas veces sostenida. con calor
en esta histoiia, en la prensa i en el parlamento

na.

(1) Vase entre los anexo~ el inventario completo de los valores adquiridos por la espedicion Lynch.

. 1

-623-

de Chile, ele que no habia sino una guerra digna,


eficaz i de positivos resultados:-la guerra en
grande, nica digna de los. grandes pueblos.
Para dicha i honra de la patria esa guerra iba
ya a comenzar, i ella hara tal vez acreedoras al olvido i casi a la absolncion todas aquellas faltas
que eran el fruto del empecinamiento i pequeez
de nimo, si bien no de la carencia de patriotismo del jefe del estado i de su crculo ntimo i
oficial.
A contar tan grandes hechos est reservada la
segunda parte del presente volmen i ltimo de
la historia de la guerra.

ANEXO AL CAPITULO XVI.


INV~<;NTARIO

DE LOS PRINCIPALES VALORES CAPTURADOS


POR LA ESPEDICION LYN(;H.

Cuad~o

de las contribuciones pa.rada en dinero.

Procedencias.

Plata.

Ferrocarril de Eten.......................... .f. 3250


Ciudad de Chiclayo...... ...... ...... .... ...
1923
Hacienda Combo..............................
500
Id. Cayalti... ...... ... ... ...... ... ... ... ... ...
1000
Molino de Pacasmayo i hacienda Fuente.
550
100
Pueblo de Chepen ................. : ...... ...

624 -

Hacienda Talambo ............. ............. .


Puerto de Pascamayo ............. ......... .
Ciudad de S3.n Pedro .......... ....... ...... .
Ferrocarr il de Pascamayo ............. ... . .
Haciendas Laredo i Panacho .. .... . .. .. .. .
Id. Chiquitoi ..... ......... ........ ........... .
Id. Chiclin ............. ............. ......... ..
Id. Chicamita ............. ............. ...... .
Id. Pamp~s ............. ............. ......... .
Id. Facal ......... :.. ............. .......... .
Id. Tulape ............. ............. .... ..... .
Id. San Antonio ............ ............ .... .
Id. Lache i Santa Ana ............. ....... .
Id. Mcan ............. ............. .......... ..
Id. Santa U! ara i Licape ............. ... ..
Id. Trapichito ............. ............. ...... .
Id. Arriba ............ ............ .......... ..
Id. Gazape ............. ............. ..........
Id. Farias i Tu turnan ............. .......... .
Id. Bazan ............. ............. ............ .
Id. Viita ........ ......... ............. ..... .. .
Id. La Via ............. ............. ........ ..
Id. Santa Elena i Carmelo ...... ........ .. ..
Id. Nazareno ............ ............ ........ .
Id. Salamanca ... .. ........ .. ... ......... ... . ..
Id. Santo Domingo ............. ............ ..
Ciudad de Trujillo .. .... ............. .. .. .. ..
Hacienda Menocucho ............. .......... .
Id. Maco~lope ..... ............. ... .. ......... ..
Pueblo de Ascope ............. ............. . .
Ciudad de Lambayeque ........ ........... ..
Id. Ferriafe ............. ...... .. .. .. .. .. . . .. .
~

5000

lOO
1000
4000
1000
1000
1000
1000
1000
1000
1000
1000
1000
1500
1000
500
500
500
500
500
500
500
500
110
110
. 110

3000
110
110

4000
4000
1000

29050 11428 5000

-625VAPO;R !TATA.

Nota de los a1tculos embmcados a bordo de este vapo1'.


571 sacos azcar, 538 marquetas chancaca, 2 cajones lacrados, 1 saquito conteniendo plata sellada, 5 bultos plata, 80 sacos azcar.-Total 1,197 bultos.

Recib a bordo del trasporte Itata, del seor coronel don


Patricio Lynch, lo siguiente: .
1 cajon sellado conteniendo oro chafalonia, etc., 1 id., id.
id. plata, 1 id. id. sellada, 1 id. id. id., 1 id id. chafo1ona, 1
id. id. sellada, 1 id. id. chafalonia, 1 id. id. i sellada.-Tota1
17 bnltos.
A bordo, etc., octubre 30 de 188p. -J. R. Lira, contador.

VAPOR

COPIAP )) .

Manifiesto de la ca1ga que conduce a bordo.


1,430 sacos azcar, embarcada en Chimbote, 28 barriles
miel, id., 9 pipas ron, id., 380 sacos arroz, id., 9 fardos sacos,
id., B rollos jarcia, id., 31 cajones aceite, id., 2 bu] tos bronce,
i.l., 45 sacos ncar .de 1 quintal, 2 sacos alfalfa, id., 144 sacos arroz, embarcados en St;pe, 159 pacas algodon, id, 134 .
marq netas concreto, id., 337 pacas alg.)don Pai ta, 58 sacos
arroz, id., 58 zurrones cascarilla, id., 4 fardos, id., 223 marquetas concreto, Eten. 261 sacos arroz, id., 215 sacos azcar,
id., 36 fardos tabaco, ,J., 11 ruedas de goma, id., 800 sacos vacos, id., 264 sact)s azcar, embarcados en Malabrigo.-F. Caces, contador.

HlRT. DE LA C. DE LIMA.

79

-626CORBETA (( CJ-IACABUCO ))

Guia de 1os art-culos ,r;ue se esp?esan, ?'emitirlos al t1aspmte Itatm) a clisposicion del sem comandante en jefe ele la especlicion.

2 saquetes clavos de cobre, cinc uenta libras, 9 tarros aceite


colza, l quin\al clavos de alambre, l saquito con estoperoles
de cobre, 25 libras empaquetadura de patente, 24 palas de
carbon, l rolo de filstica l.danca, l juego de tarrajas en dos
cajas, 1 cajon de vidrios de 24 por 18, 14 piezas cabo blanco
de lt pulgadas, 2 id. piola, 60 mangos madera para martillos
i combos, l rollo de goma en plancha, 6 faroles de color, 18
paquetes de limas surtidas, divetsas piezas de carpintero, 6
barriles de azarcon, 2 barras de acero, lO remos, 4 t' stanques
de fi0rro surtidos, 3 barras de bronce, 1 cajon fsfo ros, 1 farol
reverbero, 2 cajones tubos, l fardo deshecho de algo don, l roll o molduras, l barra acero d recorte, .8 caones de fierto de
do~ pulgadas, l piedra molejon, 2 planchas do hierro de 6 por 0
pis i ~/ 16 de grueso, 30 tablas madera de pino, 13 sacos azcar.
A bordo etc., Chimbote, setiemLre 13 de lR80.-J. CHAPARRo.-V.o B. O. VmL.-Intervine, Francisco 2. Sanchez.
0

..

CORBETA CCCHACABUCO))

Guia de los (Wtculos que se espresan, remitidos al trasporte


Itatar , a disposicion del seior comandante en jefe ele la espedicion.
2 rollos elstico blanco, 12 faroles de dos ojos para ferro.
carril, l saco con varias herramien tas.
Chimbote, setiembre 14 de 1880.~-F. CHAPI\RRo.--Intervine , FTancisco 2. 0 Sanchez .

627 -

Ademas lo siguiente: 21 ta.1-ros p intwa coloradu, l rollo


many uera de _.7ama.--Fecha ut supra, J. CHAP,mRo.--In tcrvine, F. SANCI-I EZ.--Recibi (:onforme, J. R. Li7a.

--Recib a bordo del trasporte nacional !tata del seor coronel Jon Patricio Lynch lo sig Len te:

Nm.
))
))
))
))

>>
))
))

2 l
3 l
4 l
5 l

cajon sellado conteniendo oro chafalona, etc.


))
))
))
plata
))

sellada.
"
))

))

))

))

))

7
8

))

))

Sjn

banas plata.

Total

17

bultos .

))

chafalona.
sellada.
chafalonia.
sellada.

A bordo, octubte 30 de 1880.--J. R. Lim, contador.

CAPITU LO XVII.

LAS ESPEDICIONES DE LOS CHILENOS A TARATA, A MOOUEGUA 1 A


HUANCHACA.

(MAYO-OCT~BRE

DE 1880.)

Telegramas de guerra que pusieron fin a la paz de Arica.--Activida d del


jeneral Baquedano en este puerto i en Tacna.- Embarca todos los heddos i prisioneros.-Vis ita el can ton de Pacocha.-Gaptu ra del capitan
Ohacon en Palea, i como este suceso da lugar a la espedicion del coronel
Barbosa a Tarata.-Macha esforzada de esta columna i accon de Tarata.-Los chilenos en Ticaco.-Operaci ones simultneas del comandante Wenceslao Blnes hcia Torata, i porque no se verific la juncion de
estas dos colnmnas.-Conq uista de desertores chilenos en el valle de
Sama por los peruahos.-El jeneral Baquedano resuelve recobrarlos i
castigar estos avance~.-Despacha a fines de setiembre al comandante
don Feliciano Echeverra, i ste vergozosamente se regresa.-fndign acion del jeneral en jefe ..- Confa al comandante Salvo una espedicion, i
ste la saca de Pacocha.-$ u marcha esforzada hasta Moquegua.-Se le
reune en el Hospicio el comandante Vargas con caballera i caones.LlQga Salvo delante de Moquegua, convoca el pueblo e impone una contribucion de sesenta mil pesos en plata.-Exajerac ion db esta requisicion de guerra i dolorosas escenas a que da lugar.-Las matronas de Moquegua i su elocuencia de romanas.--Canti dades que se colectan en una
semana i su estrecha contabilidad.-V uelve el comandante Echeverra i
se estaciona en Homo.-Falsas alarmas venidas de Arequipa, i como
stas dan lugar a que el coronel Lagos se avance precipitadamente con
el rejimiento Santiago por Sama i Sitama.-Retrog rada es cuerpo a
Tacna i deja cuarenta desertores en aquellos valles.-El comandante
Salvo, que 'ha venido en busca. de los ltimos, da la vuelta dejando siete.
- El regreso a Pacocha i a Tacna.-Incendi o mal aconsejado de injeJOs industriales.-La espedicion a Huanchaca en juni) de 1880 i sus
desastl'es, su estratejia i su costo.-- La vida en los campamentoii.-C Q-

-629
medias i ejecuciones militares.-Lo8 ocho' desertores del 3.0 i el arriero
, Silva, de Codao.-Asesinato del capitan La Barrera i ultrajes impunes
al pabellon de Chile.-Fallecimiento del comandante Vargas Pinochet.
-Bl estandarte del 2.0 de lnea i cmo se recuper en Tacna.-Regocijo
del Ej rcito.-<.tEl Atacameo i El Hueco.--Incendio en !quique i
como se hacia la chilenizaiion de Tarapa<i.-Estado de los campamentos
del ejrcito de Chile a la llegada a Arica del ministro de la guerra el 10
de octubre i del coronel Lynch ellO de noviembre.

r.
Las conferencias de Arica tuvieron un desen:.
lace, que h~biera sido desastrOS'.) si no hubiera sido
risible, el 27 de octubre; i en consecuencia, en ese
mismo dia, o en el siguiente, cambironse entre .
el diplomtico que hacia ca.beza en el triunvirato de los negociadores por parte de Chile i el je~
neral en jefe, los siguientes telegramas:
La diplomacia ha dejado la. palabra. La tiene ahora el ojr
cito!

E. Altamirano
Si la diplomacia ha cesado, el ejrcito celebrar la paz en
Lima.

M. Baquedano.

Era' ya tiempo!

II.
El dia mismo en que se cerraron aquellos inverosmiles trmites de la guerra, cumplanse a la
verdad cinco meses desde que el ejrcito chileno
entrant victorioso a 'racna', i aunque n ese lapso

-630-

~120 una escuadra i aun un ej1cito hubieran podido dar desa.hog;adamente la vuelta al
mundo, las operaciones de la guerra encomendadas a la voluntad del presidente de la repblica,
no habi.a n avanzado una sola pulgada en e~ territorio enemigo despues de aquel maravilloso i
completo triunfo.
Al contiario: todo lo que habamos hecho era
perder tres buques, algunos centenares de miles
de pesos en carbon de piedra (1), no pocos millones en efectivo i el doble en justas espectat\ as
de indemnizacion, reduciendo a ceniza8 algunos
de los mas saneados bienes de nuestros adversaros i deudores. I de esta srie de males, hij s de
la inaccion i de la pereza, derivbanse todava dos
de mayor entidad, cuales eran el armamento completo del enemigo i las/ reclarnaciones.diplomticas que por todas partes r::;eguian el paso depredatorio de nuestros soldados.
Ah! cunta sangre, cuntas complicaciones,
cuntos dolores habria evitado a la repblica un
solo momento de decision! Qu decimos? Cunto
7

(1) Como un dato cuiioso publicamos el siguiente:


Desde el 12 de abril de 1879, hasta el 7 de diciembre do 1880
el Coclwane ha consumido 7,617 toneladas.
I como cada tonelada tle carbon, puesta a bordo de la escuadra, cuesta una clase con otra, 14 pesos, resulta qu e el Coclwane solo ha gastado mas de 100,000 pesos durante la. primera
parte ue la guGrm.

'

..

63_1-

mas rpida, felz i eficaz habra sido la solucion


de la guerra, a la que se habia puesto esposas en
las manos i grilletes a los pis, si el gobierno hubiera querido oir un sol da la voz del Congreso,
la splica siquiera del jeneral en jefe que desde
los primeros dias de julio peda solo tres mil hombres para llenar suR bajas i marchar arma al brazo sobre I.Jima!

III.
Llega r en breve ia oportunidad , grata a la
historia, de dejar demostrada esta ltima e intere sante faz de la campaa,-la accion personaLcw1 .
j en eral en jefe en sus operaciones. Mas, por ahora
ser suficiente dejar demostrado que ste no se
mantuvo un solo mon1ento. en el ocio ni en la espectati va despues de las victorias caru.mente compradas de Tacna i Arica.
Al contrario, permaneci el jeneral Baquedano
en el ltimo puerto hasta fine; de junio empeado en despachar a Chile, a Lima i a La Paz los
heridos de los combatientes que en nmero de
tres o cuatro mil yacian en hospitales insuficient es o en descuidadas :vnbulancias; i ya hemos
visto cmo sucesivamente fu remitiendo al ca.:..
llao en el Lime.a, en el Loa i el Lamar la carga
humana que corresponda al Per. Los heridos
de Chile habian sido enviados con anterio_ridacl

-632-

hcia !quique i Antofagasta, la Serena, Valparaiso i Santiago, cuando no haba riesgo en su


tra.slacion, i en el !tata marcharon al sur los prsioneros de las dos batallas a cargo del comandante Salvo el 12 de junio.
.
En los primeros dias de julio el jeneral en jefe
visitba tambien por mar el malsano canton de
Pacocha, guardado por los novicios batallones
Caupolican i Valdivia que la fiebre i la inaccion
diezmaban.

IV.
Al mismo tiempo, fuera de las sucesivas circnnstancias de la campaa, o para hablar con mas
propiedad, de la inaccion, el jeneral en jefe haba
despachado desde Tacna i desde Arica di versas
espediciones subalternas, entre las cuales las mas
notorias fueron las que emprendi el coronel Barbasa hcia Tara.ta i Ti caco, es decir, al rion . del
Tacora en lo mas fr~jido del invierno, i las que
los comandantes Echeverra i Salvo condujeron
por la costa ncia Pacocha en ht primavera de
1880. Hadase con tan sealada pausa la guerra
que el tiempo daba holgura para elejir una en pos
de otra todas las estaciones.
.
Cabe por tanto narrar aqu mui sucmtarnente
esos dos hechos de guerra, q ne en su poca i en
ausencia de empresas de mayor aliento, preocuparon al pais.

-633-

V.
Desde mediados de junio el ejrcito chileno se
babia escalonado por di visiones desde .Tacna a
Pachia, tomando lo que habria. podido llamarse
sus cuaTteles de invierno, si tal estacion fuera capaz de hacer sentir su adusto paso en aquellos
dulces valles semi-tropicales. La 4.a di vison, que
haba peleado en el ala izquierda de Tacna, haba
marchado a ocupar posiciones anlogas entre ~
lana, Pachia i Calientes, en el carnino real hcia
Puno i hcia La Paz que as quedaba cubierto.
Segun se recordar, el coronel Barbosa mandaba
esta brillante tropa compuesta de los rejimientos
Zapadores, Lautaro i Cazadores del Desierto, cuerpo que algo mas .ude fu disuelto i refundido en
los anteriores. (1)
En cierta maa,na de julio, varios oficiales del
Lautaro invitados por el valiente capitan don
(1) Mas o mnos, las posiciones eu qne los diferentes cuerpos
del ejrcito de Tacna pas<:t ron el invierno i parte de la primavera do 1880, fueron las sig uientes :
Alto de Lima. -Rejimientos Bnin 1. 0 de lnea, Esmeralda i
Chill an i batallon Navales .
Pocollay.-Rcjimientos :2. 0 de lnea, San tiago i Atacama.
Ca)ana.-Hejimi entos 4. de lnea, Ch[l.cab nco i Coquimbo.
Pacha.-Rejimieutos 3. 0 de linea i Lautaro.
Calientes.-Rejimient.o Zapadores.
Arica.-Parte de la tu:tillNia, rejimientos Granadervs i Cazadores a caballo i Carabineros de Yuugai nm. 2.
Tacna.-El res to de la artillera, i batallon Bln.es.
HIST. DE LA C. DE Lli\'[A,
80
0

..

~ :

-634-

Bernab Chacon para una partida de caza en las


cordilleras de Calientes, se dirjjieron en demanda
de huanacos hasta el punto llamado Palea, en el
camino del Tacora; i cuando los cazadores se hallaban en una choza de indios departiendo sobre .
frugal colacion, una descarga a quema ropa les
intim hallarse prisioneros. Era la guerrilla de
Pacheco Cspedes, aventurero cubano que se deca
sobrioo del ilustre caudillo que intent libertar la
Gran Antilla i sucumbi en la demanda corno
bueno i aun corno grande, porqne estando ciego
muri peleando.
Componase la imprudente comit.i va de escursionistas, del capitan Chacon, el teniente don Ramon Luis Alvarez, del Lautaro, i del cirujano don
Moises Pedraza. Rabia no.t ado ste que al llegar
al rancho en que se albergaban, un nio haba
salido hcia el campo; i receloso, montaba a caballo cuando fueron asaltados .
Herido por tres proyectiles logr sin ern bargo
escapar i di la alarma aquella mit;ma tarde en
Pachia. Era el 16 de julio de 1880.

VI.
Puso en el acto el coronel Barbosa en movimiento la caballera de su division, i esa noche
sali en persecncion de los guerrilleros el alfrez
de Granaderos don Juan Est van Valcnzuela, j-

-635-

ven oficial de probada bravura que desapareci


mas tarde eri los valles vecinos a, Tacna de una
manera misteriosa sin que hasta hoi se sepa. su
paradero o su fin.
N ~_tela se descubri ese da ni al subsiguiente, salvo que los prisioneros chilenos estaban vi vos i cortesmente custodiados por el capitaneja Cspedes.
Mas, deseos_o el jeneral en jefe de limpiar los
alrededores de su campo de incmodos merodeadores, orden con aquel motivo al coronel Barbosa marchase hcia el Tacora donde los guerrille~
ros ele Cespedes i los del jven i valiente oficial
peruano don Leoncio Prado, compaero del ltimoen Cuba, ocultaba su nido i su reparo. Se recordar que el ltimo tenia a sus rdenes desde ntes
de la batalla ele 'J.1acna UE cuerpo franco de caballera con el nombre de Guerrilleros de Vanguardia.
VII.
Mui de madrugada en la maana del 19 de julio psose en consecuencia en marcha el infatigable coronel Barbosa, hombre que duerme so,.
bre el lomo del caballo con mas placer que en blanda almohada, a la cabeza de una di vis ion de 700
hombres. Iba sta compuesta de 500 infantes del
La utaro (comandante Robles), 200 caballos . con
los oficiales Jimenes de Carabineros i Valenzue-

-636-

la de Granaderos, i dos piezas de montaa a cargo


del teniente don Guillermo Nieto.
Al propio tiempo, i haciendo un rodeo por los
valles ele Sama, de Sinti i ele Ilabaya, el comandante don W enceslao Blnes, a la cabeza del
primer escuadron de Carabineros de Yungai, que
en ausencia de su hermano comandaba, iria a
cortar la retirada de los guerrilleros d_el Tacora,
situndose a la altura. de Tarata en la vecindad
de Moquegua. Aqella doble espedicion completara su circuito en dos nombres que por su semejanza muchos confunden en uno. solo:--Tarata
i Torata.
El coronel Barbosa debia arrear las partidas de
Cspedes i de Prado, as como las fuerzas de infantera que por all mandaban el coronel Rosas,
prefecto sin prefe"ctura de Tarapac, i el doctor
arequipeo Prada, desde Tarata a Torata.
N o necesitamos agregar, despues de haber apuntado estos dos nombres de jefes peruanos que no
tenian mn.ndo sino nombres 1 que mbos vivian en
perpetua rii'a por el mando. Es lo que aparece
en toda circunstancia en que dos caudillos o dos
caudill~jos logran en aquel desgraciado pas ponerse el uno junto al otro .

. VIII.
Caminando dos das consecutivos por desfiladeros ancl.inos 1 <;as1 imtccesi bles, sin detenerse en

-637-

las noches que luna difana e invernal iluminaba


con intenso reflejo sobre el hielo en las alturas, sino para dormir en el sendero, i despues
de haber atravesado los lugarejos desiertos de
Estique villorro miserable i harapientO)) i el de
Tnricachi, verdadero nido de guilas suspendido
en altsima rocas, la sufrida columna chilena amanecia el 21 de julio, dia frijidsimo, en la vecindad del p\leblo ind~jena, pero comparativamente
rico e industrioso, de Tarata. En otra ocasion dijimos que este distrito montaoso, cuya poblacion
pasa de 1,500 individuos, la mayor parte arrieros,
sirvi de granero al ejrcito aliado de .Tacna en
sus dias de penuria.
El guerrillero Cspedes habia tomado una direccion opuest a a aquella en la qne se le perseguia,
i el bombstico coronel Rosas se habia retirado
a Ticaco, nombre de montaa i de laguna, tres
leguas mas adentro de la sierra, dejando de avanzada al coronel Prado con sus guerrilleros. El
mismo Prado guardaba a Tnricachi, posicion inespugnable; pero en la vspera babia salido con su
tropa a poner en paz a Prada i a Rosas, i no solo no
lo consigui sino que cay enfermo en Torata. (1)

IX.
Sin vacilae, i no obstante su dolencia que lo
(1) Datos comunicados al

~utor

por el coronel Prado.

-638-

postraba en cama, sali el ltimo a medio vestir


al encuentro de los chilenos que casi sin ser sentidos se haban posesionado de un elevado portezuelo: cubierto de arbolado, que domina el pueblo.
Pero, como de contnuo, los soldados huyeron de- .
jaudo miserablemente a su jefe entre las breas.
Peleaba ~te armado de carabina Spencer de 18
tiros, i al primer animoso lautarino que le intim
rendicion lo dej en el campo disparndole boca de jarro, con su arma. Pero como se hallase
rodeado en todas direc ~es, se rindi al fin como
si hubiera sido un simple soldado. Los suyos en
la hnida haban dejado :6 muertos i 24 prisioneros, tres de estos heridos. Nuestras prdidas haban consistido solo en el soldado del Lautaro que
de hombre a hombre mat Prado.

X.
Descans el coronel Barbosa un di:a en 'faiata
para dar aliento a la caballera contra el cansancio i al soldado contra el soroche, i el dia 22 continu hcia Ticaco, donde solo encontr sobre el
hielo la huella de los fujitivos.
No siendo posible, a causa del frio i la distancia,
marchar mas hcia Puno i mnos dirijirse hcia
Torata, dando vuelta por las aspersimas serranas de Candara ve, el jefe. resolvi regresar a Pacha despnes de consultada debidamente esta me-

-639-

dida. Mintras el espreso iba i volva, solazronse


los solda dos comiendo sin tsa de rancho ni de
estmago cuanto hubieron a mano, porque asaban en grades fogatas esqui sita carne de ternera
i millares de cuyes que aquellos indios, tan prolficos cmo estos roedores, crian en sus .ranchos i
corrales con mas profusion que las ratas. I tomando el 26 de julio el mismo camino de regreso la
espedicion del Tacora, ingresaba a su campamento arreando abigarrado pio de cabras, de vacas,
de O\'ejas i de llamas, cada soldado caballero en
un borrico, el 27 de julio dando su mision por terminada.
Posesionado de Ticaco, dice uno de los m!l-S intelijentes ayudantes del estado mayor divisionario qne acompaaba a. la espedi cion i hechas algunas esploraciones i tomados datos seguros,
se vi6 el coronel Barbosa en la imposibilidad de cumplir las rdenes recibidas de juntarse con Blnes, pues de Ticaco a Tarata,
babia ocho o diez diaz de camino por las sierras, los que n uestra t.ropa no poda. ejecutar. As es que consultado sobre este
punto el jeneral Baquedano, di6 6rden de volverse a Pacha. La
espedicion solo habia costado la vida de un hombre; se babia
mantenido durante ocho das con los recursos del enemigo i llev una buena cantidad de ganado vacuno, lanar i cabro, ade- .
mas de volvet toda la infantera convertida en caballera, pues
se reunieron. 500 burros. Por manera que la. economa de la espedicion importabrJ. una gruesa suma i militarmente haba sido
llevada a trmino con gran estratejia i felicidad. El enemigo se
retiraba a Puno i a Arequipa, de donde no era fcil intentase
volver, sabiendo que los chilenos venc an con facilidad las inmensas difinltades de una marcha por la fragosa sierra. (1)

(1) F. A. Sahercaseaux.-La espedicion a Tamta.-Articu-

-640-

XI.
En cuant a la tropa de caballera que el comandante don Wenceslao Blnes condujo hasta
Torata para hacer el rodeo estrat~jico de los guerrilleros, sufri algnnas inclemencias en el trnsito de las montaas, i en una sola noche perdi
cinco caballos estenuados por el frio; pero logr
estacionarse oportunamente en el lugar de su elestino, i solo regres a Tacna cuando se le comunic
aviso de la retirada del coronel 'Barbosa a su campamento de Pachia.

XII.
Causas anlogas a las que haban motivado el
~nvio de la especlicion Barbosa hcia el Tacora.
dieron orjen, tres meses mas tarde, a la esc:ursion
de castigo i ele rescate que por los mdanos de la
costa llev a la ciudad ele Moquegua el comandante don J. de la C. Salvo.
Aprovechando su conocimiento en los lugares
habase aproximado despues de la derrota de Tacna al valle vecino ele Sama el comandante de los
jendarmes de Moquegua Jimenes, trocado ahora.,
lo publicado' en Et N uevo E e1Toca1Til del 21 de julio de 1881,
aniveisario del comandante de ese nombre.

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---

-641-

bajo el nombre indjena Gzacuyan en guerrillero


con su jente; i sea por medio de halagos o por sorpresa h tbia ido aduendose en aquellos pan1jes de
no mnos de dieziocho soldiLdos chilenos la mayor
parte pertenecientes al agraviado i disuelto bataHon Cazadores del Desierto, con sus ann ~1s. Cireulahau ademas profusamente en los campos ve~
einos a nuestras avanzadas incitaciones impresas
en papeles microscpicos que testnalmente as deCian:
A~rrso IMPORT,\.NTE.-La prefectui'a de la provincia litoral
de Moquegua, ofrece dar a los desertores del ejrcito chileno
.(! que se p1esentasen armados, una gratificacion de vinte soles
<r i sin armas diez; i aderuas tendrn los mismos seg uridad de
trabajo libremente donde les convenga. >>
~

Agregbase a todo esto que el atentado de los


moqueguanos cuando apresaron a traicion al alftez Letelier i mataron su escolta, acn.udillados
por el coronel Flores, habia quedado impune, i de
ello se aprovechaba aquella jente para insolentarse
en nuevos desmanes.

XIII.
A fin de poner reparo a tales avances i castigarlos debidamente, despach el jeneral en jefe
desde Tacna, a fines de setiembre i por el camino
del Hospico, al comandante don Feliciano ~che
verra con el escuadron. de aguerridos Ca~adores
H1S1'.

pE

LA O. DE I.ll'tiA

81

642

qne mandaba. Mas este jefe, impresionado al llegar a Conde, por la vista de los guerrilleros del
comandante Jimenez, que no llegaban a. cincuenta, i segun otros, asustado por algunos riscos que
a la distancia figurab ~m tropas, torci bridas a su
encargo i a su fama i regres al cu ~utel jeneral,
declarando que Moquegua estaba fu ertemente ocupada por el enemigo i que, por consiguiente, no se
habia atrevido a tomarlo a sable i carabina. Pedia
refuerzos, i venia a busearlos en persona. La .retirada del comandante Echeverra delante de las
piedras: habia tenido lugar el 28 de setiembre.
Indignado el pundonoroso jeneral Baquedano
por aquella conducta tan estraa en un jefe chileno, hizo poner un tren, i conociendo la resolncion
natural i enetja de carcter del comanchnte don
J. de la C. S?tl vo, que se hallaba en Arica, reciende Chile i a caroo
temente reoTesado
o de la artillen
ra del Morro, se diri.i i en persona a aquel puerto
i le orden saliese inmediatamente por mar con
direccion a Pacocha, organizase all de lijero una
espedicion de infantera i m :.t rc b ,~se sobre Moquegua, al paso cue el comand<mte de Carabineros don
B.afael Vargas avanzara por Sama con su escuadran i una batera de montaa p<tra reunrse]e i
operar juntos, si las noticias que el comandante
E che \ erra haba trado resultaban exactas. El
jeneral Baquedano orden a este mismo jefe, que
sin tomar descanso regresara con su desairada tro7

-643-

pa a dejar cumplida, costase lo qne costase, sucomision primitiva. La espedicion vengadora. contara de esta suerte de mas de mil soldados de las
tres armas.

XIV.
rrenia esto lugar en la noche del 30 de setiembre. Al dia siguiente embarcbase el comandante
Salvo en el Paquete clel Maule con su jven e intel~jente ayudante don Jos Alberto Bravo, uno
de los mas entusiastas voluntarios ele la. campaa,
i, antes de amanecer el dia 2 ele octubre, se hallaba en Pacocha.
Con la celeridad que la sitnacion requera i dando vuelo a sus naturales bros, el comandante Salvo
elUi tres compaas del batallan Val di via que all
mandaba el coronel don Lucio Ma.rtinez, segun
dijimos, i 275 soldados del Caupolican, que estaba
desde la muerte ele ::su jefe i organizador don Flix Valdes, a las rdenes del comandante don Jos Mara del Canto, i sin dar espera a aprestos
indispensables en hu., ma.rchas por el desierto i
reclamados por una. dolorosa esperiencia, el impetuoso artillero se movia en direccion a Moquegua
aquella misma tarde con su division de 575 infantes, a pi i solo con 27 cargas de agua i de v veres. A cargo de la tropa del Vnldivia iba el mayor don Jos Joaquin Rodrguez, escelente hom-

.,..... 644-

bre de guerra, i de los caupolica.nes el capitan


ayudante don Telsforo Infante, oficial movilizado pero e1.1tusiasta i e1.1rjico.

Caminando pesadamente toda la noche del2 i


a trechos el dia 3, llegaba la fatigada division
Salvo al Hospicio a las doce de la noche del ltimo da; i aunque haba hecho un des vio por el
valle siguiendo la quebrada llamada de Loreto,
padecan los soldados i aun los oficiales las mismas
torturas de sed que tanto habia angustiado a las
divisiones del ejrcito en su marcha hcia. Locumba, cinco meses hacia. U no de los espedicionarios
escriba por esa poca, entre otros detalles al autor de este libro, .que una parte no peq nea de los
soldados iba deacalza, en traje de verdaderos pililos de faena carrilana, i, lo que era mucho mas
grave, tan mal provistos de caeamayolas, que
e( para cada vein te soldados lle \ aban una )) (1).
En 1a maana del 3 de octubre, despues de una
arenga militar del jefe de la division, se haban regiesado a Pacocha 34 soldados del Oaupolica.n que
declararon hallarse incapaces de continuar la

( 1) Cartct. del papi tan del Caupolican don Eduardo Kiuast,


Poc.,lJay, uovi ern, bre 6 de 1880.

-645-

nlal'cha, asi como el subteniente do u Jos Flix


Calleja ccenfermo del hgado (1).

XVI.
En la hora exacta de la cita, reuni6se en el
Hospicio al teniente coronel Salvo, el comandante Vargas, que aunque enfermo i echado sobre sn
montura, sabia cumplir militarmente su consigna.
Junto con el refuerzo de caballera ele Vargas, llegaron cipco piezas Krupp de montaa, a cargo del
capitan Nieto (el mismo de Ta.rata), i una abund~nte tropa de mulas con vveres i ag~a.--Las
dos di visiones fcrmaban un total de 855 plazas.
Consagraba el comand~:tnte Salvo el dia 4 de
octubre a organizar sus fuerzas, en prevision de
un encuentro, el 5 bajab~t a Conde i el 6 a las 2
ele la tarde se presentaba a la vista de Moquegua
en el Alto de la Villa, despnes de haber recibido
en las afueras de la poblacion una diputacion de
estranjeros presidida por el italiano don Felipe
Revoredo, encargado de pedir gracia a nombre de
la neutralidad i de la indefension de la ciudad ~
que databa desde el mes de agm;to.
Sin tomar en mucha cuenta este aparato, i sin
( 1.) Diario indito de la campaiia a Moquegua del comandante Salvo, o mas propiamente de su secretario el ayudante
:Bravo, <JUC tenemos orijinal en nuestro poder, i es un documento notaul.e por su prolijidad.

-646 -

descen der del Alto de la Villa, orden el coman dante Salvo que los vecinos del pueblo se convocasen a las doce del dia siguien te en la sala capitular, presididos por su .sndico o alcalde, para que
all tomase n conocimiento del pesado rescate que
Ja vengan za de Chile iba a imponerles. Llamb ase el ajente munici pal don Juan Daniel Navarr ete.
Hzose as, i en la hora fijada del dia 7 de octubre una docena o dos de Trecinos aguard aban al
coman dante Salvo, i ste con una alo_cucion mas
o mnos eficaz, en que recorda ba a los moque guanos su prfida conduc ta para con el ejrcito de
Chile, los conden aba a entrega r, 110r via de multa,
en la caja de la division, en el espacio de veinte i
cuatro horas, la enorme suma de cien mil pesos en
plata.

XXVI I.
La imposicion en dinero era justa en tal evento; pero el motivo debia conside rarse como cruelmente exajera do para un pueblo empob recido por
la guerra, cuyos vecinos pudien tes habian huido i
que a virtnd de la imrasion crecien te del pape 1
moned a rio tenia en realida d arbitrio s para llenar
ni la mas leve parte de aquel cupo en especie, es
decir, en dinero i en pastas metlicas.
A consecuencia de una reclamacion de los circunstan tes, el jefe de la espedicin chilena cosnin-

647 ...;_

ti en bajar la cuota a 60 mil pesos, amenazndo los con el apremio de terrible represalt en caso
denegado; i fu dolor i falta evidente de tacto no
haber hecho descender el tributo a lo que montase el dinero disponible, porque siempre ser desdoro para un ejrcito despojar a las matronas de
su mas ntima i recndita vajilla (como aconteci
en aquel lance) i a las jvenes de sus zarcillos de
gala i hasta de sus sort\jas de alianza, para. echarlas en los platillos el rescate de Brerio.
Mostrse, a la verdad, inexorable sobre ese particular el jefe chileno.
<rPor todas las calles, dice el alcalde o sndico municipal Nnvarrete, en una relacion que pas al prefecto de Arequipa sobre
la breve ocupncion de Moquegua por los caupolicaues, se cruzaban gmpos de personas, tanto de varones corno' de mujeres,
afanosos por ausilin.rse mtuameute para contribuir con lo que
les era posible, depositndolo en mesas colocadas en la plaza.
Cumplidas las 24 hora.s, ocuparon en efecto las fuerzas chilenas
esta poblacion i muchas seoras se presentaron ante el jefe a
pedir la disminucion del crecido impuesto i prroga para cubrirlo, o que se les sealase un lugar de asilo para poner a salvo sus personas i honor, lo q tle no consiguieron a pesar de las
splicas que emplearon i las lgrimas que vertieron; objeto que
tampoco consiguieron el seor cura viMrio i otro sacerdote, seor Comas, que lo acompa ante el jefe:.

XVIII.
El 8 de octubre a ~as 12 (lel dia en punto, el
comandante Salvo descenda a la plaza del pueblo

-648~on

toda su di vision en son de guerra para imponer .el rescate, mintra.s el alentado mayor Alzrreca, segundo jefe de Carabineros, iba a hacer
una prorrata de animales en Torata.
Form el comandante Salvo su division en cuadro como para una ejecucion, en la plaza del pueblo, i tomando su puesto a la cabecera de una
mesa provista de balanzas, iba a comenzar la operacion del rescate, cuando, como en Roma, sintise la voz sentimental de un grupo de damas que
venan a solicitar clemencia.
Recibilas el comandante Salvo con su cortesa
caracterstica, i entnces con eco acentuado pero
suplicante hablle en los siguientes trminos la
seora Dominga Llosa de Duran, que por el apellido parece arequipea i por el alma i la lengr1a
hija de Roma:
Seor:
Nuestros acongojados semblantes mas bien que nuestras pa
labras demostral'.n a usted la tristsima situacion en que nos
encontramos. Tiene usted la fuerza. i con ella la suerte de este
pueblo, su fortuna i su vida; pero esperamos de su corazon mag
T;lnimo i jeueroso que, in spirndose en nobles sentimientos, en
el recuerdo de su esposa e hijos, conceda un lugar de refujio
para la vida de nuestros hijos, para el honor de nuestras hijas.
Hemos dado todo cuanto tenemos; el dinero destinado a nues
tro alimento, las alhajas que conservbamos con cario. Estamos dispuestas a dar mas, todo lo que tengamos, nuestras propiedades i nuesttos muebles. Pero que el honor i la vida de los
inocentes i db iles quede salvaguardada de los desrdenes de
l~t ~ropa. Pedimos nrr luga r .dfl asil.Q .para nuestros hijos. Pedi-

{)4\;J-

mos mayor plazo parn cumplir ln, obligncion impuesta al puehlo,


i todo esto pedimos por lo ma s ::;:m t o i sagrado qne baya en su
corazon>>.

-xrx.
El arroga nte comandante Salvo, puesto-de pi,
contest inmediatamente, i conforme-a su diario
de campaa, de la manera que pasamos a espresar:
S eora:
He escuchado con profundo respeto i emocion las nobles palabras que usted, a nombre de las di stinguidas seoras de esta
ciudad, me acaba de dirijir.
((Represe n tan te, i10 de mi voluntad, sino de u~a_ volun tad snperior, yo no soi aqu sin o el mero ej ecutante de las di sposiciones del gobierno de Chile. Tengo el h onroso mandato del gobierno de, mi patria, i dejando a un lado los impulsos prsonales
que pndieran moverm e a alterar mi lnea de co nducta, me es
doloroso, no poder acceder a todo lo qne ust edes, seoras, me
piden. Las hostilidades del ej rcito de Chile s dirij en contra
los que h Qccn hosti lid ades en dao de Chile, no con tra las mujeres, nios i hombres ind efensos : la.s contrib rociones de g uerra
pesa~ sobre t odos Jos h ab it,a ntes de los i1neb los. Al . h acerlas
efectivas, 1as propiedfld es i las casas deben servir para sat isfacerl as, no lP.s personas . Pne .l o aseg ura.; a mtedes, seoras, que
ni un cabello ele per;o na alguna ele e:; t() p neb lo ser toca el o por
nuestt:os soldados. Uste des pueden reposar tmnq nil as. N o necesitan lu gar alg un o de asilo .
. En cuanto a p.rorogar el trmino para el pago de la con tribucion, me es absolutamente imposible hacerl o. He fij aJo UJ{
trmino fatal: no est en mi nim o altera rl o. Lo siento, pero no
puedo hacer nuts>> :
HIST. D L A C. m : LTJHA
82

-650-

XX.

Terminando HS esta pltica histe i singular,


tom la palabra la seora doa Mara N oe] de
Tizon, hija probablemente del bravo marino de
aquel nombre (el capitan Noel) que se ahog en
Paita. en 1850, i con un acento de desesperacion
que hizo asomar las lgrimas i el sonrojo a todos
los circunstantes, esclam:
Es justo, es necesario, seilor, que ya que usted significa que
se harm hostilidades en la poblacion si no se alcan~a a cumplir
el impuesto, es indispensable que usted indique qu har. Tenemos P.l dPrecho de saberlo, porque, como madres, tenemos la
obligal,.,)' de cuidar de nuestros hijos; trataremos de ponerlos
en salvo. J srero se sirva usted contestarme: qu har usted:t?

El comandante Salvo, respondi:


~{Repito, sefiora, no tienen ustedes que preocuparse de la seguridad de las personas: su vida i su honor estn seguros bajo
las turnas de Chile:&.

Agregan las crn~cas moqueguanas encargadas


de perpet~ar estas escenas dolorosas que recuerdan
las ciudades puestas a saco de tesoro i de vrjenes
en la antigedad, que notando la impasibilidad
con que el jefe chileno exijia el monto total del
rescate, una de las damas que rodeaba la mesa,
crispando su puo i su lengua, lo apostrof dicindole:- A este hombre no lo lta parido J?Ujer!

-651-

XXI.
N o hubo arbitrio (si bien, a juicio nuestro, habria sido preferible encontrarlo) i, en consecuencia, comenz la operacion de la colecta de dinero
i de valores que debia durar cuatro mortales dias.
-Por lo que se referia al del primer plazo, he
aqu como el rescate de Atahualpa fp ~ contado:
.l!:l comandante pas con su ayudante a ocupar la sala consistorial i las seoras se retiraron entre e5clamaciones i lgrimas. La comision de vecinos entr6 t a.mbien a la sala exhibiendo
unas tale5as (\On dinero unas balanzas para pe5ar las pa!>tas
metlicas.
Entregaron lo siguiente:
1.7
1
1
250
87
3

talegos de a mil soles cada uno................. 17000


2000
id. de a dos mil soles...................... ........
3000
id. id. id. tres mil id................... .........
marcos plata, a ocho soles cada uno............
2000
87
pesos en billetes chilenos..........................
vales de artculos comprados para el ejrcito ............. ;..................................
306 50
En alhajas: tasadas por una comision mista
de oficiales i vecinos.......... .. . . . . . . . . . . . . . .. .
3024
Suma total en soles....... ,..... ...

27420 50

XXII.
Em aq-uella ct ta apnas la mit,.cl del monto
del cupo ele guerrtl., i para que -_sea posible darse

-6 52 -

el ente1p
cue nta de las ang usti as i sa~rificios que
s moquede su tota l debi cos tar a los infelice
por que
guanos, en su may or nmero inocentes,
ian huido,
los cabezas i los hom bre s de accion hab
uje pero:.
copiamos en seguida, dia por dia, el estr
nzas, sassimo de lo que se recjbia en las bala
ares: '
cado del fondo mas recndi'to de los hog
(Octubr-e 9).
...... -10,0 00
10 taleg as de a mil soles .... ...... ....
920
...
1 id. -cun 920 soles ...... ...... . ....... ......
458
..
1 id. con 458 sol es ...... . ~ ..................
592
...
...
..
......
74 mar cos chafa lo na ele plata ...
ta37,720 soles en bille tes pern anos a 10 cen
.. .
......
......
.
...
377 20
vos cada uno ... ...... ...... ...
.. . ... . 12,3 4 7 25
Tota l ele lo recibido en ese dia ...... ... ~
, .... 27,4 20 50
Recibido el dia ante rior ...... ...... ...... .
.... 39,8 78 75
Sum a de todo en sole s.... ...... ...... ......

i no habi endo tiem po,


Que daba n aun varia s alhaja8 por tasa r,
sigu iente a las 8 'A. M.
se dej para cont inua r la.op eracion al dia
( Octubre 12)

'

. .... .
93 marcos plat a chafit!ou:.i, en soles ....
..... .
En pia , 9 marc os 16 dcimos ...... .....
En alhajas tasa das seg un convenio ...... .....

744 00
96 00
182 33

1,022 3ll
Tota l en soles plata .. ...... ...... ...... ..
(Octztbre 13) .
' U tul~gu;;

1 itl.

CUll

co n :o l r.~; ...... ...... .. , ..... .. ... .. .. , 12,0 00


59
id.' .. : ...... ...... ...... ... .. ... , .. , ...... ,

-65327 marcos de plata chafalona ..................


137 id. id. id..........................................
En billetes chilenos a la par.......................
En wri vale por quinina ............................~ .

316
1,100
41 5
10

Total en soles plata .. .................... ,. . 13,900

(Octubre 15) .
2 talegas de a mil soles ....................... $ 2,000
1 id. de a 331.60 ...............................
331 60
En billetes chilenos............................
20
43 marcos chafal on~a. de plata..............
3q6
Total de soles .................................... $ 2,687 60
Hecha esta entrega se liquidaron con los comisionados las
cuentas de todo lo entregado, i result as:
Entregado el dia 8, valor en soles
Id.
id. 9,
id.
Id.
id. 10,
id.
id.
id. 12,
Id.
id.
id. 13,
Id . .
id.
id. 14,
Id.

plata ........ .... ..


27,240
id .............. ..
12,347
id . ............ ..
:3,101
1,022
id ......
id .. ..............
13,900
id ................
2/)87
'
Total en soles de plata .......... ,. ...... . .... $-. 60,4 78

50
25
25
33
50
60
93

Estaba pues pagada la contribncion pecunaria impuesta por


el j efe chileno. ( 1)

(1 ) El comandante Salvo haba ordenado tambien en su requisitoria del dia 8 que le serian entregados 30 animales vacnno s, 20 quintales de arroz, 30 quintales harina, 10 quin tales
azcar, 5 quin tales caf, todo lo cual se comp ut en 5,880 pesos .
E l comandante Alzrreca conduj o tr.mbien ele Torata 25 vacas, 10 caballos, 6 llamas i once animcdes menores, i en el pnehlo de Moquegna se colectaron po t medio ue visita 1lomiciliariaf;
38 caballos, .26 mulas, 26 lbmas, 58 yeguas, 22 v-aui:l.~ crn cra.
(j ci'ia,s de pi i 79 borricos .

-654-

XXIII.
En mas de una vez aquella penosa operacion
que traa convertidos, era virtud de rden superior, a los nobles soldados de Chile en judos
venecianos, fu interrumpida por falsas alarmas
de las avanzadas. En una de las primeras noches'
se anunci por tres espresos sorprendidos a la vez
(lo que debi ser ardid peruano) que el coronel
.. Leiva se avanr;aba con ocho mil hombres a arrojar a los invasores de Moquegua. De esto di aviso
inmediato el comandante Salvo al cuartel jeneral i motiv viva alarma all i en el pas. En
consecuencia, el nunca cansado coronel Lagos se
diriji a Pacocha, i de all, con los comandantes
del Valdivia i del Oaupolican, a Moquegua. Por su
parte, el comandante Salvo se babia adelantado
valientemente con 200 caballos i 3 caones hasta
Horno, camino de Arequipa, donde se persuadi
que la noticia de la bajada de los arequipeos babia sido falsa.

XXIV.
El 8 de octubre habia llegado el comandante
Echeverra con su escuadran (103 plazas) i 31
, h01abres del Blnes montados en mula, habiendo
partido de Tacna, el dia 4. Como un castigo co-

-655-

mo una enmienda fu enviado con su tropa a la


vanguardia, es decir, a Horno, por donde se esperaba ver llegar las-columnas de Arequipa. La division de Moquegua, con estos refuerzos, ascenda
a 983 plazas de todas armas.
Con motivo de las alarmas dadas, el rejimiento
Santiago haba partido tambien por tierra i llegado hasta. Sitana sembrando aquellos valles de
desertores. Segun el diario del comandante Salvo,
pasaron stos de 40, i era cosa digna de ser nota. da que aquellas correras en demanda de desertores concluan por aumentar su nmero. El mismo
jefe de la espediciou dej siete de stos, de los cua-
les dos eran del Blnes, uno de Cazadores i ci1atro
de Carabineros. Los peores i mas lobos eran los
trompetas, que tal vez por esto han hecho de su
oficio un mal nombre.
XXV.
De acuerdo con el coronel Lagos (que el 14 de
octubre haba avanzado hasta Conde), regres la
infantera en tres dias a Pacocha por el camino
de la. ida, siguiendo el comandante Salvo con la
artillera, la caballera unos 350 jinetes) i el
tesoro a Tacna por la va de Sama. Lleg esta
columna a su destino el 19 de octubre de madrugada i, despues de haber entregado su jefe con la
mas laudable delicadeza hasta el ltimo ma.rav~:-

-656-

d i el ltimo anillo de oro a la caja del ejrcito,


traslad se por mar a Arica la fuerza que en .Pacocha babia quedado i se incorpor hcia -el 22 'de
octubre al ejrcito de operaciones que presenci aba
a esas horas con el arma en descanso las inverosmiles conferencias de la Lackawana. (1)

XXVI.
Con mucha anterior idad a las operaciones, mas
de botn que de guerra, referidas ya en el presente
- captulo, babia tenido lugar una de las mas estravagante s i culpables maniobr as militare s de esta
guerra en que todas las _operaciones en_ grande
han sido coronadas de xito brillante ,_i las de
simple merodeo en desmedro o en baldon, desde
la de Moliendo a la de Ohimbote.
( l) Segun el informe que ntes hemos citado del alcalde don
J uan David Navarrete , los chilenos al retirarse quemaron en el
valle varios injenios i especialme nte el del cqjo FI:Oresl>, autor
' de la 1-1sonada en que perdieron b vida vnrios Granaderos.
El diario del comandan te Salvo no menciona este hecho, pero
rejistra tristement e el incendio ejecutado de las propietJades de
don Csar Chocano, don Gaspar Zapata i don Domingo Barrios
que haban sido autoridade s en Moq uegna.
Tuvieron lugar estos actos deplorable s (porque eran inconducentes) el 16 de octubre, i para quemar el injenio de Chocano
fuP. preci:so que el comandan te Echever-r a regresara de mala gana
desde la estacion de San Jo5 hasta Jos suburbios de Moquegua.
Por lo demas, el comandan te Salvo mantuvo su jente con mucha
disciplina, i por el solo hecho de notarse que dos arrieros haban
disparado sus carn.binas, sin que hubiera declaracion de agravia

do, les hizo dar 50 palos a cada uno.

-657-

Con el singular propsito de ir a llamar la atencion de la quinta division que en las alturas de
Lipez mandaba a fines de 1879 el jeneral Campero, i cuando hacia ya un largo mes que se hallaba aquella fuerza incorporada al ejrcito de Tac
na, i en la vspera inmediata de esta bata1la, librada a doscientas leguas de distancia, sali en
largo tren de carretas fletadas por 10 pesos diarios
cada una a la casa de Artola, sin incluir vveres ni
forraje, la espedicion que se llam de Huanchaca i
que condujo el comandante de artillera don Ambrosio Leteher bajo la direccion superior del coronel don Marco Aurelio Arriagada, gobernartor militar del territorio de Antofagasta i por rdenes
del gobierno de ht capital.
Con relacion a la estratejia de la guerra { dadas las distancias i el tiempo de la, ejecucion,
aquella empresa era simplemente un desvaro.
Pero por la hora en que se le dej partir fu casi
un crmen.

XXVII.
Era el mes de mayo, poca d~ indecibles rigores en las cordilleras de Bolivia, i en C0nsecuencia era materialmente imposible para tropn bisoa i aun para los mas aguerridos veteranos, ejecutar aquellaJ:..: marchas, que en diversas tentativas
anteriores i verificadas en el verano haban dado
HIST. DE LA C. DE LIMA;

83

-658-

...

lugar a demostr ar su absoluta imposibilidad. Los


bolivianos mismos, que son gamos en la guerra,
no se atreviero n nunca a descend er desde Ornro,
ni siquiera de~de Potos i de Huanch aca hcia la
costa, i ahora con un puado de reclutas del Melipilla, unos cuantos jinetes del escnadro n Maip
i dos caones, se pretend a hacer en el cora.zon de
frijidsirno invierno tal locura.
La espediri on parti de Calama a mediados de
1TI!1JO, apenas habia comenzado a encumb rarse
en la cordillera vecina que va a descender a Canchas Blancas, en la altiplani cie boliviana, la colecticia tropa dise cuenta por sus primero s padecimientos de los qne mas all le' aguarda ban .
Desde que salimos de Santa Brbara (segunda jornada de
Cnlama), dice una relacion de aquellas aventuras, principiaro n
nuestros sufrimient os pasando da s enteros sin comer, i lo que
es mas horrible, quince das casi sin dormir, pues no era suficiente forrarse en cueros i bayetas; el fro era insufrible. Bsteme
decirle que los escupos dentro de nuestras carpas eran a los dos
minutos un pequeo pedazo de nieve; el agua de las caramayolnEt, el vino i todo lquido se couvertia en hielo; en los pequeos
riachuelos tenamos que romperlo para que bebieran nuestros
caballos. Cuntas noches tuvimos que azotar a individuos para que no fuenm vctimas de mHt muerte segura! (I por qn no

azota1 hoi a los que los mandnron? )

XXVII .
Arrastr ndose as ]a maltrata da colnmna. rota
dispersa en trozos, marchan do al paso de las ca-

-659-

rretas por los pramos heladoH i las cuestas inaccesibles, logr descender hcia. ~1 reves de Canchas Bli:l,ncas, donde ocmri un siniestro que mat
a dos artilleros.
Por fortuna un rayo de luz penetr en la ca vi.
dad ce rebral ele los que habian fraguado aquella
empresa cruelmente temeraria, i el comandante
Letelier recibi, en medio de las mas horribles
penul"ias, la rden de regresar a Oalama, sin haber
divisado siquiera las tentadoras lomas mjentferas
de Huanchaca.

XXIX.
Mas cruel que el viaje de subida fu el de regreso, porque coji !1 la desbaratada hueste un
recio temporal de viento i hielo q ne estuvo a
punto de hacerla perecer. I as habria acontecido
casi sin remedio sin la estraorclinari<Lene1~jia i sagacidad militar de su jefe.
Desde que salimos de la posta de Viscachilla (que es t al
otro lado de la cordillera), !lice la relaciou que hemos venido citando, principi un temporal de viento; el prime dia, que fu
de marcha. hasta Tapaquilcha, no fu tan terrible como los dos
dias consecutivos de esteltimo punto a Ascotan i Polape, dias
terribles i que no los olvidar nunca. Cua.tro cn.ballos se me
quedaron en el camino apunados; tres hombres helados, uno de
ellos, alemau, pedia le cortaran el pescuezo i buscaba el cuchillo
en las botas (el que ya un soldado le habia quitado); los que tle
libraron de la muerte fu mediante a las atenciones del doctor
seor Mamerto del Campo, quien se ha portado mui atento con

-660todos los de la division durante la campaia; las mulas se nos


estrellaban unas con otras con el recio viento; no podamos
abrir los ~jos con la tierra que volaba en el espacio; se les corran las lgrimas a los pobres soldados, i preferan pasarse sin
comer con tal de no parar hasta llegar a un punto donde siquiera encontrsemos peas en que refnjiarnos.

XXX.
Tal fu, someramente compendiada, la espedicion a llnanchaca, que era la stima de su especie despnes de las tres de Moquegmt, la de Moliendo, la de Ohimbote, la de Tarata; todas mas
o mnos ineficaces para el gran objetivo de la
campaa, que en la primera faz de la guerra fn
Tacna i en la segtmda Lima. (1)

XXXI.

Con escepcion de las operaciones que mni a la


lijera hemos referido (i aun mayor quisiramos
hubiese sido nuestra premura) no ocurri en los
campamentos nada de notable durante la estada
de cinco meses que le impusiera la absurda, ciega
1 obstinada poltronera del gobierno .
Eu la vida de espera i de aburrimiento, que es
( 1) Para mayores detalles puede verse un artculo que en julio de 1880 publicamos en el Mercurio con el ttulo de la Espedicion a los hielos, i la inte1pelaciou del mes de agosto de ese
nio sobre la direccion jeneml de la guerra. En ese debate fu
cuando el ministro de hacienda. declar qne la espedicion Letelier babia costado solamente 74,000 pesos!

-661-

la consecuencia peligrosa de las guarniciones, solo


tenan lugar lances penosos, i aun horribles. Ya
eran ocho soldados del3. que se desertaban con sus
armas con direccion a La Paz, i rodeados de la
caballera rompan contra ella sus fuegos. Cuatro
de stos murieron con gran bravura en el banco
de Pachia i cuatro yacen toda via en la Penitenciara de Santiago.-En otra ocasion se fusilaba
en Pocollai a. un soldado del Caupolican que haba hecho fue go sobre su capitan en la marcha de
Pacocha a Moquegua, i en Arica era ejecutado
hcia el 22 de agosto un arriero natural de Codao
llamado Silva. Asest ste un balazo con su revlver al conductor de equipajes Bascuan i muri en
seguida al pi del Morro con una entereza quemaravill a todos los qne se hallaban presentes. No
consinti en que le llevaran en un carreton al sitio del suplicio ni que le vendaran la vista para
saludar i despedirse de sus conocidos, hasta que
cay por el plomo sin haber sido soldado, sino
un infeliz arreador de mulas.
Fu especialmente autorizado aquel escarmiento por rdenes del jeneral Baquedano, que desde
Tacna se alarmaba de los fiecuentes crmenes cometidos en el vecino puerto.
Un capitan de buque haba sido encontrado
asesinado dentro de un foso i un contador de la
armada, que baj a tierra con dinero, habia desaparecido de una manera misteriosa.
0

-662

XXXII.
N o escaseaban tampoco en Tacna los sucesos
dolorosos, porqne, aparte de un oficial chileno que
fu asesinado por nn cabo que qustodiaba una casa, el valiente capitan del 4. 0 ele lnea don Jos
Miguel La Barrera, que tanto se babia distinguido en el asalto ele Arica, pereci vctima de una
celada peruana en noche de placer. El capitan La
Barrera era natural de Chillan i en 1861 habia
comenzado su carrera en el 4. 0 de lnea como simple soldado, a ejemplo de sn jefe el malogrado
San Martn; i cuando aguardaba sus despachos de
satjento mayor cay vctima de una daga que le
atraves de parte a parte el costado.
Los peruanos no ces<:tron ele mostrar su aversion tenaz hcia los invasores i llevaron en ocaswnes su venganza hasta el insulto i la villana.
(<El 18 de setiembre, esc1ibia un oficial a su familia desde
Tacna, hubo misa de gracias a la cual asistieron la l. a i 2." divisron.
Des pues de la misa desfilaron por la calle del Comercio, donde estahaba el j efe para pasarles revis ta. Cuando tenia lugar este desfile, le tiraron agua sucia al estandarte del Atacama i de
pedradas al del Santiago, i no s a qu otro cuerpo. Todo esto
se ha dejado impune, ha pasado desapercibido qu tal? (1)
( l) Carta del teniente Roherto Aldunate a su madre la seora Albina Bascuiian de Aldunate, setiembre 21 de 1880.

-663-

XXXII I
Atentad os de ndole tan indigna en pas avasallado por sus derrotas , habian encontra do sin embargo con anterior idad esplndi da compens acion,
porque, guiado el intelij ente capitan de inj enieros
don Enrique Munizag a por el dic:hc' de un soldado prisione ro i en seguida por la revelaci on del cura italiano de la iglesia parroqu ial de Arica, supo
0
que el estanda rte del 2. de lnea, perdido en Tarapac, se hallaba escondido e n la sacri sta de ht
iglesia de San Ramon de T acna, i ayudado por el
capellan de ejrcito don Ruperto lYiarcha nt Pereira
i por un cabo del La u taro llamado Oipriano Robles,
lo estraj del fondo de una caja de casullas elll de
junio, con intenso regocijo de todo el ejrcito, que
as quitaba al enemigo su nico trofeo. (1)
( 1) H aqu cmo en una carta dirijida al E standmte Catlico bajo la firma de El nmero cinco i que fu publicada en
Santiago el 27 de junio, se daba cuenta de este feliz suceso que
en otras edades habria sido de seguro terna de milagr os . .. Virjen Santisima del C:irmen, murmurab a en voz baj a el capell an
cuyas m anos temblaban, devl venos nu P.stro esta ndarte ~ Se
abri la seg unda caja: como en la an terior nadn! Queda ba una
tercera mui an tig ua sobre la q ue se encon traba n dos g randes
im jenes de bul to. El cabo tom en sus brazos una de ell as, i
mintras la trasl adaba a otro sitio: Anj el mio, murmur con
voz apagada i tembl orosa, perdnam e, pero .. . ti enes que entregar el estandarte! Volvi por la ctra irn {~j e n i, al trasladarla ,
de nuevo la diriji la. mism a irn precacion: Anjel mio, percl0nam e, pero .. tienes qne entreg ar el es tandarte! La caja es taba
abierta: creo qu e en aquel momen to: como los golpes de un pu-

-664-

XXXIV.
Pereci por estos dias en lecho rodeado de respeto i de afectuosos cuidados pero no a infltjo de
las balas que tenan snrcado su cuerpo en los
comb ~ttes que se haban sucedido en ]a repblica
en el ltimo medio siglo, desde Lircai a Tacna,
desde Piura. a Cerro Grande, el bravo entre los
bravos, comandante del r~jimiento Chillan Vargas Pinochet, a quien por la fama de sus hechos
militares i en memoria de ser el ltimo capitan
del viejo Carampang ue pusironle sus amigos al
morir-Var gas Carampang ue. Tocado dos veces
en Tacna por e1 plomo, se mantuvo entero, pero
anciano ya de 67 aos, sucumbi en esa ciudad a
una rcia pulmona, fruto de sus patriticas fatigas.
dulo, se podan contar las palpitaciones de esos tres corazones.
El capellan sac un cojin forrado en damasco, lu ego otro, i en
seguida, de repente, se agach abriendo con fuerza con las dos
m anos una bolsa de brin que estaba en el fondo i esclamando:
Aqu esta!!. ... ; luego lo bes i lo pas al cabo que se abraz
de l llorando, be:>ndolo i esclamando: tqE I Estandarte! el Estandarte! Mintras se volva a arreglar la caja, colocar los santos en su lugar i se cerraba la puerta, el capellan lo tomaba otra
vez i medio doblndolo lo cruzaba sobre su pecho bajo la sotana
i luego salia a la calle con tanta precipitacicn que apnas si poda seguirlo el capitan. Ambos se dirijieron a casa del coronel
Amuntegui, comandante jeneral de la plaza en ese entuces.
El seor coronel habia salido pero estaban sus ayudantes i el
comandante Dubl.-Qu sucede? preguntaron a una voz al
ver llegar al capellan qu noticias trae? El capellan por toda
respuesta desabroch el pecho de su sotana, apareciendo la hermosa estrella <.le plata del Estandarte que todos se quedaron
mudos i silenciosos con templando ... >>

-665-

XXXV.
Por lo ciernas los soldados i oficiales del ~jrci
to hacian cuanto les era dable poT matar hones-
tamente el tedio de su existencia condenada a
eterna espera. En los campamentos de Pocollai,
Calana, Arica, Dolores, Pisagua, etc., se sucedan
las representacione s teatrales amenizadas con juevos acrobticos, tteres i pantominas, i aun, elevando un tanto mas su estro, los sa1jentos del
Atacama comenzaron a publicar en Pocollai una
hoja manuscrita i humorstica titulada El Atacameo, al paso que los oficiales de algnnos cuerpos
daban alegremente vida a un peridico impreso
en Ta.cna en octubre, al cual por remedar al Eco,
diario que babia sido ele los perua.nos, le pusieron
por nombre el Hueco, hasta que la autoridad, celosa de la disciplina, lo mand suprimir.

XXXVI.
Ocurri tambien a fines de ese mes un desastroso incendio que consumi en ocho horas veinte
i siete manzanas de la ciudad de Iquique, valorizndose el dai'o en tres millones de pesos. (1)
(1) Por los siguientes elatos exactos relativos a las prdidas
de las compailr.s de seguro en 1q uique podr apreciarse la inHfST. DE LA C. DE T.IMA.

84

666-

Fuera ele esto nada de importancia se habia


hecho en aquellos distritos salitteros sino habilitar algunas oficinas, encerrndolas en estrecho
monopolio, a virtud ele un escesi vo derecho que
alejaba la competencia de nuevas industrias, i de
esa manera retardaba torpemente, por la avidez
de los escudos, lo que podria llamarse la chilenizacion ele Tarapac.
En cambio se habia. fortificado a !quique con
7 caones, a Pisagna con 4, a Pa.bellon ele Pica
con 3 i en Huanillos no se habia alcanzado a
montar un caon de a cien por falta ele agua 1
ele tiempo. (1)
tensidad del dao causado a aquella prspera publacion:
Hamhnrgc Magdeburguesa ..............
HPVIal ............ ........ .................
Tn;!>lltl!'mtica, de HamLurgo.............
Sc(tti~h ( :ommercial...... ...... ...... . . . .
Loudou aud Imperial. .....................
La c, .nfiance ........................ ......
Northern ...................... , ..............

20.000
(( lUO.OOO
8 0,(JI 0
20,000
30,000

5,0 10
50,(100

305,000

(1) La plaza de Iquique fu fortificada por el intelijente mayor de inj enieros don Emilio Gana co n 4 caioues Parrots de a
200 que all dejaron los peru anos i en la isla de I qniq ue (llamada ahora Esmeralda) se pu so uu caon de 150 estraido de la
Inclependencia.-Pis ngua qued defendido co11 los mismos cafionet~ de a 68 que en ese puerto se encontraron el 2 de noviembre,
i, en jeneral, todo fu hecho a costa del Per i de sus derrotas.
En cuanto a la organizacion adn;inistrativa de provincia chilenaque se di al departamento de Tarapac por eljeneral Villagran, que alli continuaba mandando la reserva, compuesta de dos
o tres batallones, aparte de algunos nombramientos de jueces de

G67-

XXXVI.
Tal era, mas o mnos, la situacion de los campamentos chilenos a l_o largo del litoral del Pacfico desde Antofagasta a Pacocha, desde Pachia a
Arica, cuando el 10 de octubre llegaba al ltimo
puetto el ministro de la guerra en campaa acompaado de los jenerales Saavedra, Sotomayor i
Ma.turana, a quien seguiria en breve el jeneral Villagran ascendido recientemente a .ieneral de division, con numeroso grnpo de j efes de (li vers<ts
jerarquias en el vapor Valtlivin, i cuando disipada
la paz de Arica como si hubiera sido espesa ca
manchaca de aquel pesado clima, penetraba, un

letras i de n.lzn.d <t (que eran los mismos constituidos en tribunal), se dict la sigu iente pbnta. jndicittl pam t.odo el territorio
ocnpado, nombn\nctose jueces ele subclelegacion con el ttulo peruano ele jue-ces de paz.--Di striL1 de Tarapac. El Cercado (la
misma ciudad), Laonsana, Guavia., Coscn.ya, Sibaya, Limacsin::t, Mocha, U smagana, Si piza ( clt~bre por una capi lla en que
el fanatismo in cljena ceb su ambician) . Guasqnia, .Ma'1liia,
Parca, Macaya, Pica (clebre por sus vinos, ma~: esquisitos que
el mejor oporto estranjero ), Matilla, Valle de Qumna, Canchanca, Huatacondo, Quilhtgna, Chiapa, Sotica, lsluga. (inmediato al vokm ele su nombre), Casiqnima, camina i Soga. En
Ta.rapac i Pica hai dos jueces de paz, atendida la mayor poblacion; en los ciernas solo uno.
Los distritos judiciales en que se dividi Iquiquo, fueron: El
Cercado (el mismo puerto), Pisagua, Meji llon es, Pabellon de
Pica, Huanillos, La Noria, Sal de Obispo, Sa n Francisco, Zapiga, Pampa Negra, Negreiros, San Antonio, La Perw., Tacna i
Camarones. En Iq uiq u e hai cuatro jueces de paz; en los de mas
uno.

' .'

fl6 8-

bre), el coromes cabal mas tarde (10 de noviem


e infructuosa
nel Ly nch de regreso de su ter rib le
espedicion al N orte.
de concenOperbase as al :fin un movimiento
dias felices
tracion jen era l que seria augurio de
nt es de empar a el ejrcito i el pais, i de esto,
os de seguida
pre nde r la jor nad a hcia Lima, vam
con satisfaccion a ocuparnos.

CAPITULO XVIII.

EL EJRCITO DE OPERACIONES SOBRE LIMA.

Atraso que la paz crea en el arte militar.-Nuestros jenerales no consienten en ir mas all de Y ungai i de Loncomilla. -El gobierno, por su
parte, se obstina en el raqutico sistema de levas i de enganches.-Esfuerzos intiles de la prensa i de la opinion por cambiar estas tradiciones i rutinas.-Apelacion a la autonoma del pas i resistencia del
gobierno durante ao i medio a este arbitl'io para levantar ej rcitos.-Se resuelve al fin a cambiar de t ctica, i esplndidos resultados que se
obtiene.-Todo Chile sobre las armas.-El jeneral Baquedano solicita
marchar a Lima desde el 8 de julio, i cmo detalla su plan que es el
mismo llevado a efecto seis meses mas tarde.-No se le contesta.-Propone enviar una espedicion lijera a La Paz i se le responde encargndole
despache un emisario a tratar el rescate de dos oficiales chilenos.-Se
pretende hacer creer, para cohonestar la poltronera del gobierno, que
el ejrcito no est dispuesto a ir a Lima.-Demostracion de esta calumnia, i como se manifiesta que, desde Antofagasta, la espedicion a. Lima fu la nica ambicion del ejrcito i cmo los peruanos mismos as lo
creian.-Carta del jeoeral Castillo.--Cuales eran los aprestos del gobierno para la espedicion a Lima cuando negociaba en octubre la. paz
en la Lackawana.--Importantes revelaciones del delegado de la. intendencia Perez de Arce sobre este particular.-Las relaciones del ministro de la guerra en campaa i del jeneral en jefe, i su primera entrevista
en Tacna.-Irregularidades i agravios del gobierno para con el ltimo.
-Se distribuye el ejrcito en divisiones, se les nombra jefes i se le
asigna desde Santiago Jefe de Estado Mayor i sub-secretario sin su
consentimiento ni siquiera su consulta.-1~1 fracaso de las negociaciones de Arica salva la honra del pas i cmo el ejrcito se alista para emprender la campaia de Lima.

I.

En diversos pasajes de los tres volmenes qu

-670-

sin contar el. presente, van corridos de esta historia i revista de la guerra, crnica minuciosa i
comprobada de hechos que sigue el carro ele aqulla cual si fuera su sombra i su reflejo en la revuelta i ensangrentada arena, hemos venido midiendo el incalculable trecho que nos haban dejado atras las artes prolongadas de la paz en el
arte de la guerra. Mui pocos, si alguno de nueR
tros jefes, habian pasado mas all de Yungai, refriega de montaas i de fusil de chispa, o de Loncomilla, pelea no de ejrcitos sino de perros bravos en que fu nn lujo matarse a culatazos i con
fusil de . fulminante.
Rabia sido ::;to, a la verdad, de tal manera,
que el jeneral en j 3fe habia resistido con invencible tenacidad (ca.so inveroRimil!) a la agrnpacion
de su ejrcito en divisiones, al paso que el gobierno, ciego al espritu del pas i sordo a sus gritos,
continuaba (cosa increble!) empeado en reclutar i reformar el ejrcito por medio del sistema
colonial, podrido, injusto i negativo de las levas i
el enganche, los garitos i la chicha (1).
(1) A este propsito, uno de los oficiales mas intelijeutes del
ejrcito, el capitan don Jos Miguel Moscoso, nos escriba desde
Valparaiso el 1.0 de marzo de 1880 las siguiente!:! palabras:
<r.La organizacion de batalloP.es por provincias i pnr departamentos, es la verdadera, la que, como a Espaa en 1808, puede
salvar i hacer la grandeza de Chile, i no la leva o el enganche
de jente perdida como se est haciendo hoi.
Como Ud., seor, en su artculo del Nuevo Ferrocarril Je
hoi dice <Cj Arriba mat> jente! no puedo dejar de noticiarle la

-671-

IT.
Gota a gota, seman a tras semana, meses en poR
de meses, fueron acumulndose as, en el cuartel
de depsito de la CAadilla de Santiago, desde
m ayo a julio, los in di vid uos recojidos en los ca mpos i a gran el para llenar las bajas de la campaa,
i aun para esto su nmero no era suficiente. Un
manera c mo el g obi erno sig ue ll am ando la j ente que se necesita pnra l a gu erra.
Desde ayer ti ene rden el capi tan do n Luis Sa nch ez pr.ra
en gan char desde quini en t os h as t a mil h omb res, con un enganch e d e 14 pesos por so ltlado, con mas u no. prim a de 50 ce ntavos
al q ue consigue saca?' de las c/ticlteras o casas ele juego a los
nu evos sold ados veucedores.
>> D esde aye r a h oi :se ha n enganch ado siete soldado s; si Ud .
v iera, 5e11r, q n sol dados, le rla ri a g rim n..
8 11 CLH.nto t iem po se vend rn a renui r los q ui nientos o nl
qne :se uece::<it.a n?
l'or sn pa rte, el nutor d e este li bro, qu e desde el p rim er mon~e uto hauia. trabaj ado en la nen:;a po rque se diese al ejrcito
su orga nizacion tcn ica i nat ural e n r eji rnientos, d i vi s ion e.~ , estados m ayores, etc., h ab ia 1uchaclo tam bien s in t regua i sin
fruto p er.o co n ahi nco a fin de q ue se ll amase al pas a las a r mas
por co nt ij':l ntes de p rovin cia ; porqu e se p usieran sobre las a r mas
al mnos 30 m il h om b res, i porq u e se acometiese al fi n la guerra,
como em presa nacional de la rgo ali ento i cl uracion, i como a tal
se la co ndujese. Los q ue quisiera n iu fo r mn,rse de esta tenacidad
de prop itos escuch n,da solo a lt ima horn,, h a ria.u bien en l ~er
los a rtcn los q ue en seg uida eitamos po r s us t t ulos i s us fechas,
los cuales fu e ra de los q ue en otra ocas ion h en:.os ci tndo, v ieron la
l nz en el Nu e1;o Fnroca?Til, el perid ico del ejrcitOll . - San
J uan en el desierto, feu re ro 2 de 1880.-El Gcuampangue en
Loncomilla, marzo 15 de 1880. - Guerm de contado i guer1a a
plazo, m ayo :.s de. 1880. - E n el Merczuio de Val paraso se p ublicaron con el mi smo propsito l os sig uien tes a r tculos: E l p rime7' aniversario, febrero 14 de 1880.-Lo que ltemos heclw en
ttes meses, febrero 20 de 1880.

-.1

-672-

diario de Valparaiso que tom nota de la remesa mas fuerte de esta carne cruda i annima
de caon despachada en el trasporte !tata el 3 de
agosto de 1880, apuntaba las siguientes partidas
de remplazo:
Para el Talca... . . . . . . . . . . 351
Para el Colchagua . . . . . . . . .. 286
Para los Navales. . . . . . . . . .. 231
Para varios cuerpos. . . . . . . . 605

III.
Era eso hacer la guerra a retazos para que fuera mucho mas cara i mas sangrienta. I era en vano que la prensa clamara contra ta.n anticuado i
estril arbitrio, porque mintras en las provincias
se juntaba jente para un trasporte, otro trasporte
traia del norte, a ttulo de licenciados, de in validos o de enfermos, un nmero aproxima ti vamente
igual de bajas. La guerra se habia hecho de esta
suerte, la imajen viva del tonel de las N ere.idas.
El sistema invariable adoptado hasta aqu, decia un escritor, preocupado constantemente de las
cosas de la guerra, en un artculo que di a 1uz en
El Me1cw'o del 3 de 1880, ha consistido en estas dos cosas:-1. Hacer economas de yuartillos
para gastar mas tarde millones, i 2.a No creer en
las fuerzas vivas del pas i n esplotarlas con
tiempo para la victoria.

-673-

-Ocurrid a las provmCias, decase de toda~


partes al gobierno, i aun lo solicitaban con patritica humildad las provincias mismas en sus contnuos memoriales.-Apelad a la potente autonoma de este suelo de soldados, en cuyos campos i
bosques, uncidos al arado, al hacha o a ]a gavilla,
existen diseminados cien mil combatientes. -- Descentralizad la guerra de la capital i de sus aspira tes a puestos i a galon es, volva a decrsele.
Llamad a las armas por masas la guardia nacional, que esa. es la lei de justicia i patriotismo, i
as tendreis ~jrcitos cuantos querais, para lo que
querais i en la hora que querais>). (1)
(1) Sobre este particular el autor de este libro public tarobien una srie de artculos que durante un alio no fu eron tomados en cuenta, por mas que sus demostraciones eran evidentes. El primero de esos artcul os t enia por ttulo La autonoma
militar de Chile i fu publicado el 3 de noviembre de 1879, i
el ltimo, cuando ya el gobierno vari de tctica con inmenso
prnvecho suyo i de la guerra, el 3 d ~ setiembre de 1880 con el
ttulo de T1iunjo de la autonoma del pas.
A esa misma exijencia correspondan los siguientes trabajos de
actualidad militar: La guerra comienza, junio 17 de 1880.- A
las armas! julio 10. -A11iba la Guardia Nacional, agosto 3, etc.
Un diario de provincia, La 1qualdad de M: ulchen de 15 de
julio de 1R80, baj o el rubro de J.lfovilizacion de la Guardia
Nacional, decia a ese mismo propsito estas palabras:
... Aceptando el pensamiento de aq uel.. .. que, inspirado siempre en los grandes sentimientls d ~ amor a '3U patria i a sus conciudadanos, dirije la r.ampaa desde su bufete de escritor, de
historiador, de estadista, de publicista, somos de op!nion ele
que marchen al campo ele batalla, de la gl oria, los cuerpos cvicos ele las provincias sealadas por el decreto de junio ltimo, en busca de laureles i de victorias con qu engalanar e inmortalizar el n,Hnbre de la provincia que le vi nacer i que sirve de cnna al fruto de sus amores i de patria a aquellos que le
dieron el ser.
HIST . DE LA C. DE LIMA..

85

-674-

IV.
Al fin, el ministerio escuch el nni \ ersal clamor, i en los ltimos das de julio de 1880, cuande la guerra llevaba de duraeion afio i mecho,
dict un decreto en el que se llamaba a las armas
el eleme11to autonmico de la repLlica, es decir, se
adrnitia en ht participacion directa de la guerra a
las pro\'incias rnedinnte la orgnnizacion de los
cuerpos del ejrcito con sus propios ofi ciales i
sollhclos, sn denom inacion lugarea, la bandera
del hogar, etc., como se babia practicado en 1839
i como era de lei el volverlo a poner por obra.
I vise entnces con n:;om bro por los incrdulos qne en el espacio de dos o tres meses el ejrcito se duplic como por encanto, con virticndo
cada provincia sns bat.allones primitivos en r~ji
micnto::;, como el Atacama, el Coqnimbo, el Aconcagn<t, el Colchagna, el Ta.lca, el Chillan; el
Chacabnco, etc., i dando otros pueblos nn evns ]ejiones que se llamaron el Valparaiso, el Rnncagua,, el Rengo, el Victoria, el Con cepcion el San
l i'c rn ando, el Vicbuqnen, el L ontn, el nble, el
:Maule, el Biobio i otros mas.
Con fecha 30 de setie mbre se dispuso tttmhicn
cnerr1arne nte organi;ar en las provincias centrales
m1 t'j rci to d_e reserva comp uesto (1e die;~, mil hornbrcs i :t cargo r1el co ronel don JJni s Arteaga.
7

-675-

V.
Verificado todo esto mas en e~ papel que en el
terreno, el ministro de la guerra se embarc con
destino a Arica en los primeros clius ele octubre,
segun ntes vimos, con el propsito de activar la
marcha del ej rcito hcia Lima, cuando la mano
de los negociadores de la p:~,z le diese n suelta i
licencia eu Santiago i en Arica.
Tenia esto lngar cuatro largos meses despues
de la batalla de 'faena, qne para el ejrcito i el
pas no habia sido sino el prlogo de b marcha. i
ocnpacion de Lima.
VI.
Apnas habia trascmrido en efecto nn mes desde el asalto de Ari ca, cua.ndo el j eneeal Baqueda- .
no, con ojo mucho 111as militar que los politiqueros
de Santiago, co n mucha mayor prevision que su
gobierno, habia soli citado marchar a Lima, sin
poner otras condicion es que la de que f)e llenase n
laR b e:~jas de las dos ltimas bat<tllas i del clima..cc Para espedi.cionar sobre Lima, cree el j eneral, es criba por su rden su secretario don Mximo Lira
al presidente Pinto desde 'faena el 8 de julio, que
basta el ejrcito que tiene actualmente bajo sus

-676-

rdenes, contando con los batallones que hai en


Pacocha i llenando todas las bajas. Efectivamente
as se completarn mas de dieziocho mil hombres
que bastaran para batir a los 22, o 23 mil que
componen el ejrcito bisoo de Lima.))
Prosegua en seguida el interesante documento
indito de que copiamos el anterior pasaje como
un timbre de alta honra para el jeneral en jefe de
Chile, enumerando al pormenor los recursos con
que a esas horas se contaba en tropas, en buques,
en movilidad terrestre, en vveres, municiones,
etc., i terminaba por insinuar al gobierno exactamente i casi palabra por palabra en la primera
semana de julio de 1880, el mismo plan que se
lle"\ a cabo en la segunda semana de enero de
1881, esto es, medio ao mas tarde!
Propona, en efecto, el jeneral Baquedano al
presidente Pinto, que continuaba siendo el jeneralsimo de la campaa, el trasportar el ejrcito
en dos divisiones sucesivas de nueve mil hombres
cada uua al puerto de Ohilca, apoderarse a viva
fuerza del valle de Lurin que consideraba como
una fortaleza natural, )) aguardar all la incotporacion de la segunda mitad del ejrcito i marchar
en seguida sobre Lima que a esas horas apnas
comenzaba a preocuparse de su defensa. Para esto el jeneral en jefe contaba con ocho rejimientos
i doce batallones de infantera con 1.200 caballos i ochocientos artilleros a cargo de 40 piezas

-677-

Krupp, en todo 18,800 plazas que sobraban para


la empresa. (1)

VII.
Corresponda por otra parte aquel plan de operaciones al sentimiento universal que palpitaba
en el c01azon de todos los chilenos, ora bajo el
burdo poncho de sus labriegos, ora bajo la tienda .
de lona de los campamentos. Pero todo aqnello
el'a formar coro al viento i a las nubes, porque lo
nico que se buscaba por el gobierno, con la escepcion evidente del ministro de la guerra, a
quien en propiedad lg'.!ien puso entnces el nombre de Sisifo, era la paz. I si bien se firmaban
decretos de creacion de cuerpos i fletamento de
trasportes, verificbase, esto segun en seguida va
a verse, sin soltar ni por un momento la rama de
olivo cada vez mas i mas marchita qne el jefe del
estado traa asida con sus dos manos. Llegse a la
verdad hasta afirmarse por ulicos complacientes
que el ejrcit? se mostraba desazonado i hasta
( 1) H aq ui la condensacion que hacia la carta mencionada i
que tenemos a la vista.

6
2
12
3
1

rejimientos de lnea completos........... 7,200


id. movilizados.............................. 2,400
batallones id. de 600 plazas....... .. ..... 7,200
rejimientos de caballera .. . . . . .... . . . . . . . . 1,200
rejimiento de artillera............... . . . . .
800

6i8-

reacio para marchar a Lima, cuando se era pre cisamente su mas anti guo i mas vehemente anhelo . (1.)
I aqu es de notar que los peruanos mismos
creyeron que la campaa sobre Tacna seria solo
un movimiento disimulado para ~jecutar la gran
medida estratjica ele la guel'ra.-ccTem o mucho,
escribia el mas anciano i entendido de los jenerales peruanos a un hijo s uyo que servia en el ejrcito de rracna, temo mucho que L ima sea el verdadero punto de la eleccion ele los chilenos, porque ~
si quisieran ir sobre ustedes no lo dirian .)) (2)

--------"------------------------------- --------(1 ) A fin d e desvanecer esta impostura, el autor de esta his toria se vi en el caso de publicar a fine s de setiembre de 1880
un artculo con el ttulo de L ct Calumnia de Li ma, en el que se
rejistraban muchas de las m atl co nstante~ i an tignas r eclamacio .
nes del ejrcito i de la prensa en favor d e la campaa de Lima.
En el anexo de este captulo damos cabida a algunas de esas
manifestaciones que d <1t aban a la verdad desde los campamentos ele T mapac, ntes de emprender sobre Tacna i Arica.
(2) C.arta del j ene ral don Fermin del Cas tillo a su hijo
Eduardo, fe chada en Lima el 7 de febrero de 18 0.--En cuanto
a nosotros, ese habia. sido nuestro programa invariab le desde
que estall la guerra, i por esos mismos dias, e1i nn trabajo demostrativo que ll ev:tba el ttulo de- A L ima.' A L ima/ (marzo
1. 0 d e 1880) esclambamos con indestructible colwiccion: A Lima! A Lima! ser nuestro g rito de g uen a h oi como en el primer dia rlel ao en curso, que es el seg un do de la mtmpaun..
N u estros conductores han prefe rirlo, en lugar de la lnea tecta
del Pacfico qne n0s seftalaron San M:artin i BI.lnes, la cnrva
que en 1837 eliji con opaca estrella, a tra.ves de los pramos i
i de los valles el almirante Blanco. Sea! I vamos todos con ellos
a la batalla, a la victoria i al deber. Pero una vez hecho esto,
que de la sangre j ene rosa que va a verter8e se alce este solo grito, q ue es h aspiracion unnime del p:tis i del so ldado A Lim a!
A Lima!
I esto era cuatro meses ntes de Tacna!

-679 -

VIII.
Pero era tan dolorosamente cierta ]a ciega invencible resistencia rlel presidente Pinto i sn crculo al plan qu e t an hbilmente bosqu ejaba el
j eneral en jefe por mano ele su secretario, que ni
siquiera (aunqu e esto parecer ia completamente
invero smil) se ]e acus recibo de sns proposiciones!
Medit tambien por esa poca el jeneral en j efe despa char un a especlicion de tres mil hombres
a L a Paz, a cargo del activo e intehj ente comandante don Arstides Martinez, i au nque semejant e operaci oE pndo dar en aquellos momentos los
mas feli ces res ulta.clos, se ]e co nt ~s t qu e enviase
un oficial a proponer el canj e de los dos oficiales
chilenos qne haban caido prisioneros en Locumba ..... (1)
Comenzaba aquello ciertamente a ser profundam ente irritante.

IX.
Verdad era que desde fi nes de se tiembre habian llegado <1 Ar ica al gu uos buques a vela fleta( 1) Cartas del secretario Lira a l p;esidente Pinto, Tacna ..iuJio :3 de 1880. Datos co m un ica.:los al autor por el jeneral Haq uedan o, el ser retario Lira i el coron el lVfar ti n ez .

-680-

dos a gran costo, i que se babia comprado por el


gobierno, despues de Tacna, tres o cuatro trasportes a vapor, entre otros el Chile i el Paita de
la compaa inglesa. Pero no por eso se daba el
mas mnimo impulso efectivo e inmediato al desarrollo de la campaa; tanta era la preocupacion
absorvente de la paz i su negociado.-A mediados de octubre, nos escriba desde Arica precisamente el entusiasta patriota don Alberto St tven
que se babia hecho cargo ae acelerar el alistamiento de los trasportes surtos en aquella babia,
puedo asegurarle que absolutamente nada se haba
hecho para la espedicion a Lim::t: el ejrcito careca de lo mas indispensable, vveres i ropa; a los
trasportes de vela anclados por largo tiempo en
Arica no se les habia pleparado en lo mas mn~mo.

X.
Pero como a cada cosa i a cada homb;e llega
en la historia su hora i su pjina, sobreviene ahora el m\so de ocurrir al testimonio del delegado
jeneral de la intendencia del ejrcito, empleado
de alta responsabilidad hoi mismo, quien lleg a
Arica el 17 de octubre, i apreciando la situacion
de guerra qne el gobierno del seor Pinto babia
creado a la guetra basta una semana antes del
rompimiento de las negociaciones ele paz en Arica,

- 681 -

se espresa en los graves trminos que a continua.


.
cwn copiamos:
Llegado a Arica, mi primer cuidado ftt visitar los almacenes. No habia nada en ellos . Ni vveres, ni forraje, ni vestuario,
ni equipo. Algunos de estos artculos se haban pedido por tel
grafo a !quique, para que de all se remit iera lo que se pudiera
reumr.
a: En los trasportes de vela no se habia puesto una tabla ni un
clavo, ni hecho una sola manguera para veutilaciou.
En una palabra, no habia ni un solo pTf!pa1'Cttivo para la espedicion.
Los primeros materiales para trabajar en los - eras portes, los
entregu a don Alberto Stuven afines de octub1e, por rden telegrfica del Ministro de guerra.
a:Pocos dias despnes, por rden del mi smo Ministro, proporcion al seor S tu ven todos los prim eros materiales para ~a
constru ccion de un esten so mu elle que pres t importantsimos
servicios para el embarco de la espe dicion.
Se principiaron n hacer, por 'telegrnfo, a V al paraso) pedidos
de grandes cantidades de vveres, vnte mil vestuarios i otras
tantas piezas de equipo, com o tambien mucltas municiones que
faltaban .>> (l)

X T.
Ta1 ern la. guerra en medio ele la paz, i no po clia bajo ningun concepto ser de otra man em, dada la ndole fsica i moral dd mandatario que
desde su gabinete se obstinaba a su mane ra en
dirijirla.
( 1) 1ltfemoria. que el delegado ele la intendencia jencml del
ejrcito don Hermjenes P e1ez de ..t11ce ha pc~sado al seor intendente.- Lima, 188 1.
HIST. DE LA O. DE LlMA;

86

-682-

l\fas des~le el arribo del ministro de la guerra i


del delegado Perez de Arce i su bien dirijido personal de ansiliares, comenz visiblemente a cambiar el aspect,o de las cosas, si bien el gobierno
continuaba ncaricinndo en sus mullidos divanes el resultado de las negociaciones que por esos
mismos di as se trababan en A rica i el de la espedicion Lynch, que se juzgaba como una medida
efica7- i coopera ti va a la de las conferencias ele
Arica en el sentido de atraer a los peruanos a
la paz.

XII.
Por fortuna, las relaciones de los dos conductores rivales de la guerra iban a ser desde el primer
dia tan cordiales corno era menester, no obstA-nte
que en el fondo ele los corazones las intenciones i
los agravios quedaran inalterables. En la noche
de sn llegada al cnarteljenerar de Tacna el jeneral en jefe visit de etiqueta al ministro de la
guerra, i ste al devolYerle al dia siguiente su
cortesa: acompaar:lo del prefecto de la ciudad
don Eusebio Lillo, crey oportuno entrar en ciertas esplicaciones personales sobre los acontecimientos ya pasados que aclararan un tanto los
horizontes. Oidas esas manifestaciones, el jeneral
Baquedano dijo al ministro en su lenguaje peculiar i soldad~sco:-c<Ud., ministro. Yo, jeneral.

-683-

Lo pasado .... como humo que el viento disipa en


los tejados.)) I as era la verdad, porque el humo
dej ara ele aparecer en la superficie, a rdi endo la pira de las discordias intestinas solo dentro de los
nimos di virlidos por los co nsej os ele nn a poltica.
fat al.

X III.
Conviene, a fi ll de valorizar todo es to, ch;ja l'
aqu constancia ele que el gob iem o no solo no
acept las proposiciones militares del jeneml en
jefe para especlicionar sobre Lima i sob re L a Paz,
sino aun que el ej rcito fu ese distri buido et1 di visiones no en su tienda ni bajo ~: us ojos ni a su dictado, si no en el gabinete del presiden te, cnal si fu era.
aquella cuesti on de agrnpar fardos e n la aduana, i
qne aun se nombraron en S<:mti ago j efes i subj efet:i
para aqullas, incluso el del estado mayo r j eneral ,
sin haber solicitado siquiera su parecer i mnos su
vnia, ni aun para quitarle su secretario personal
nombrndole otro. (1)
(1) El intendente de Va lparaiso don guJ ojio A lta mirano fu
nombrado secretario jeneral del ejrcito de operaciones, pero no
lleg a t omar posesion de su des tin o pot h ;1ber significado el
jeneral en j efe que se hallaba satisfecho con Jo; se rvicio:> del seor Lira. El nombramiento del seor Al ta mira no decia asi :

Santiago, octubre 8 de 1880.


He acordado i decreto :
E l intendente de la provincia de V alparaiso. don E ul ~jio Al

-684-

Tal era la poltica del gobierno del presidente


Pinto, no solo para con el jeneral que habia v:encid.o en 'racna. i en Arica, sino, lo que era mucho
mas grave, para con el caudillo a cuya discrecion
i responsabilidad estaban confiadas las mas trascendentales operaciones militares de Sud-Amrica
en el presente i en los pasados siglos.

XIV.
Por fin, i para ventura de Chile, el 27 de noviembre fu arrojado al agua por uno de los portalones de la Laclcawana el castillo de naipes que
pacientemente habia venido encumbrando el jefe
del estado para fmj arse ante s propio las ilusiones de una paz imposible; el 10 de noviembre regresaba la division complementari a del coronel
Lynch; i desatadas as todas las amarras en el
cuartel jeneral como en la baha, dise rden a la
escuadra para estar lista a levar i al ejrcito para
embarcarse, despues de cerca de dos aos de gueITa, en demanda del nico objetivo capital de la
.
gner1~a,-de la capital del Per.
tamirano, se trasladar al norte a desempear el cargo de secre.
tario jeneral del ejrcito de operaciones.
Tmese razon i comunquese.
PINTO.

M. Garcia de la Huerta.

-685-

Fu aquel un da de lejtimo e inmenso regocijo en los campamentos, hogar del soldado i en


las ciudades, hogar del ciudadano.
XV.
Para aquel fin, el ejrcito chileno, que hasta esa
fecha habia ido contando bajo sus banderas i en
diversos parajes hasta 54 mil hombr~s, fu distribuido en el nmero de 24 mil soldados de las
tres armas i en el rden siguiente para formar,
aparte de las reservas, el verdadero ejrcito de
operacwnes:
PRIMERA DIVISION.

Comandante jeneral, el jeneral de division don Jos A. Villagran.


Jefe de estado mayor, coronel don Gregario Ul'rutia.

Primera brigada.
Coronel don Patricio Lynch.
Rejimiento Atacama, coronel Martinez.
Id.
2.'' Je linea, comandante del Canto.
Id.
Talca, comandante Urizar.
Id.
Colchagua, comandante Soffia.
Batallan Quillota, comandante Echeverra.

Segunda brigada.
Coronel don Jos Domingo Amuntegui.
Rejimiento 4.0 de lnea, comandante Solo Saldivar.
Id.
Chacabuco, comandante Toro Herrera.
Id.
Coquimbo, comandante Jos Marin Soto.

-686Batallon Melipilla, comandante Balrnaceda.


Caballel'ia, Granaderos a caballo, comandante Y vat.
Artillera, dos brig::tdas, comandan te Salvo.
SEGUNDA DIVISION.

<Jomandante jeneral, el jeneral de brigada don Emilio Sotomayor.


Jefe de estado mayor, comandan te don Adolfo Silva Vergara..

P1imem

br~rada.

Coronel, don. Jos Francisco Gana.


Rejirnieuto Buin, comandan te Gcuca.
Esmeralda, comandan te Holley.
Id.
Chillan, comandante Guiez.
Id.

Segunda

br~qada

Coronel, don Orosimbo Barbosa.


R.ejiruiento Lautaro, comandante Robles.
Curic, comandan te Rodrguez.
ld.
3. de lnea, comandan te Gurierrez .
Id.
Caballera, Cazadores a caballo, comandante Soto Agnil ar.
Artillera, dos brigadas.
0

TERCERA DlVIS!Ori.

Comandan te jeneral, coronel don Pedro Lagos.


Jefe de est!ldo mayor comandante, don J. E. Gorostiaga.

Pn'mma brigada.
Coronel, don Martinian o Urriola.
Rejimiento Zapadores, comandan te Martinez .
Aconcagua, comandante Diaz Muoz.
Id.
I los batallones Navaleg, (comanda nte Fierro) i Victoria,
l comandan te Baeia).

-687Segunda brigada.
Coronel, don Frnncisco Barcel.
R ejimiento Santingo, Comandante Fnenzalida.
Id.
Valparniso, comandant.e La Rosa.
Batnllones movilizad os B1lrel'l, coi:rwndante Echevera; Valdivia, com:mdante Martinez; Caupolican, comnndante Canto; .
Concepcion, comandante Segel.
Caballeria, Carubineros de Yungai, C(Jmandnnte Blnes.
Artillera dos brigadas.
Tota 1 del ejrci f o de operaciones.- Tres divisiones, seis brigadas, diez i seiR rejimientos i ocho batallones de infantera;
tres rPjimientos de caballera i dos de artillera, divididos stos
en seis brigadas, que dan en cifras redondas, uu total j eneral de
24 mil plszas efectiYas de combate, divididas en tres divisiones
mas o mnos de ocho mil hombres cada una.

Contando con el personal de la escuadra i trasporte&, (32 quillas): el servicio sanitario, parque.,
bagajes, arrieros, etc., la especlicion chilena sobre
Lna escedia en mucho una cifra de treinta mil
hombres, empresa tardia pero grandiosa del patrio6smo chileno a la que vamos a consagrar las
ltimas i mas gratas p~jinas de eRte libro.

-688-

ANEXO AL CAPITULO XVIII

I.
LA COMPARA A LIMA EN NUESTROS CAMPAMENTOS DE ANTOFAGASTA
1 TARAPAC.

(Fragmentos de correspendencia de oficiales, escritores,


corresponsales, etc.)

EL CAPITAN Dlil ESTADO MAYOR DON JUA!oi PARDO A SU HERMANO POLfTICO


DON EMILIO ORREGO J.\TCO .

(Fragmentos).

Dolores, diciemb1e 23 de 1879.


La organizacion del cuartel jeneral i del estado mayor ha sido psima i ha habido una completa confusion en las atribuciones i deberes de mbas oficinas. As, el jeneral, en vez de pasar
de cabeza sobre los mapa; i formar sus planes para las diverilas
eventualidades, ha pasado ocupado en cosas enteramente ajenas
al carcter que inviste. En Antofagasta el cuarteljeneral era
una especie de notara: el mas insignificante decreto del gobier. no apropsito de la licencia de un oficial por enfermo, del nombramiento de otro, de la mesada que asignaba un tercero, era
cuestion de media docena de trascripciones, que, en todo caso,
serian de la competencia, si era indispensable efectuarlos, de
una de la!! ramas u oficinas del estado mayor. Por lo demas,
si faltaba un saco de chuo para enfermos, herraduras para las
mulas; si se trataba de la COII)pra de dos o tres animales que se
necesitaban; si se disenta sobre si al soldado se deba ra.cionar
con tantos gramos de harina o cuantos de ga.lleta, eran estos
asuntos que solan distraer das enteros la atencion del jeneral

68\) -

en j e[e i aun del ministro i q ue orijinaha.n vivs ima s p ol mic's.


De qu distinta mnnera con cibo Jebe se r un verdadeto j eneral,
sin que por ello dej e de ostentar su vijiln.ncia en la ejecucion de
detalles i cosas al parecer nmias! I con corta diferencia el mal
ha continuado ann ac..
En cambio de lo q ne t e relataba sobre el cun.rtel jeneral el
estado mayor se ha preocupado n o s de qn. Los planes i apuntes sobr e las localida;les en qne operaria el ej rcito no han sido
ni estudiados del modo que se debia, ni po r lo tantn s nministra<los por l; algo se prescri bi respecto a lo que debe ll eva r
el soldado, a conduccilm de P.q ui pa.jes, e tc., lu mi s mo que jamas
se ha observado; la principal in stru ccion r1u e se ha dado a la
t ropa ha sido tendente a que se man iob re, te rcie i desc1tnse es pecialm ente, con una unif(nmiJ;t asombrosa i se ha. d escuidatlo
en cam bio el ti ro al blanco, el estudio ele hts marchas, se rvi cio
de avanzadas, etc., etc. Vi ene el e mba rqu e l e\ Aj rcito, i cttlmll os
i ronchas otras cosas se m eten en los bnq 11es C< llll ll q nien eciHt
trastos viejos a un ena rto. Por ltimo, jamas se ha prestttd <) ltt
atencion debida i que es estricta obl!g acion de un estado mayor
delrecunocimie uto de los citmp<tme ntos i sob re todo <.le los alrededores de los en que ha estado el ejrcito. Ah ( tienes la ign orancia respecto a Pisa.g un. i vias a l interior, co mpro bn.d:t co ntra
otros hechos por el de la ma r~h <\ que de Junin hizo nn11 di visiott
para cortar la retirada a los combatientes de Pisag ua.; ah t ie nes lo ocurrid o reR pecto a elecuion de posiciones en Dolores, etc .
Como te he dich o en nn princip io, pienso q ue ua.da. hai decidi do
t odava sobre futnros movimientos.
Con todo, a lo que se s us urra., lo mas probabl e q a izas sen. la
espedicion a Aric<~ de ntro Je al g un tiempo, es decir, t res o
cuatro meses, \luraute los cuales ~e org<tuiz a r nu ej rcito de
operacione;; de di ez n. doce mil hom bres i <'tl'll de reserva de m as
o menos seis mil pant dejar bi e11 g uar tl euich b provinc i :~ de Tarapac. Rtjo todos con ce ptos juz;gn pref>:!rib lc la ma rch :\ sobre
Limn. Pat;,~ obrar sobre uno n ot.ro punto requ eri rrmos a proximadamente ig ua l nm e ro de t ropas i talv e;r, m no s para n.t.acar
a Lim tt ru e a Ari ca. En Lim a nu puede lmuer en la actua lidad
H! ."l'. DE LA U. rn; LlM A

-690mas de diez o doce mil hombre,;, t.m-;i e11 sn tot~l itLd g"i.Litr.l~ts
ll <tt:ion <des de loma> reclutas i mui mal anuarios, s mu reeientellL Cnte no h an recib ido otras arm as . P<tra q ne puedas n.ptec in.r .
ht l'tl rdad de Jos hechos, te contar rrue CU;"Lndo toda Ja prensa
pcmana refera aguell ,, clebre revista J e 15,000 hombres, creo
r ue <L med iados de ftg cHto, un espa, cuya c:u ta he leiclo, esc ribin.: ((he contado el ~j rcito uuo a un o i solo han pasado revista
G, 050, de tnodo qne con lo.s que hai en el Callao, calcu lo un
m.ximun ent.re esta poblacion i Ll.lla de 8,050 hombres. En el
norte no tienen t ropas ni pueden recl atarlas.
l desrle esa fecha aun han enviado mucha parte de la tropa a
Ari ca e Tqnique. En Arica supongo podrn formar de doce a
catorce mi l hombres, tropa sin duda mui superior a la J e .Lima

..

'

actualmente.
Para obrar sobre Aric<t o Tacna la cuestion desemb;trq ue ofrece mas difi cultad es, i todava enormcm ute mas lo de m:m;har
por tierm.... .. . . . .. .. .. ( unotacio n de distancia , detall es, etc. )
Los puntos para desembarcar pueden ser Ii o, Sama, Arica o
Oa maroue::;. llo con bs caletas Je Pacocha, el l i1g les, etc., ofrece
g ra.ucle~ difi uultade" para un desembarque, pero los cam inos por
ti erra pre::;ent,w num erosos inconven iente:; [l<'l t UII ejrcito,
cte. .. .. . .. . ... (<1 esc1i pcion, etc. d ltts via.s a Ari ca "i 'l'ncna.)
Sama i c;~l eta s veuiuas por Ja couform ;w i ~ n i bntve2: tL.~ de! l.llur
son II ;Wccs ibl es ..... . ....... .. (tlescipcion, di st, il uia, etc., viu n.
Taeua i Aricn.) Por lo que haco a entr;'tr po;: el mi .mo A rica
qn e cls un esce lente pu ll :ro, ] empr c~ a. po drin, si g nifi<.: arnos 1<L
pnlicb ele tlii O '' du;:; de JIIIC:' t in s 1nejorcs buq ue.<.......... ... .
( r! ese r ip ci o n C() JJl() la <bll f,e rior.) i.'l" n:; e u da (J;HD Ul"\HIO::l. De Camarones a Aric.;a hn.i, ete. Ds te t;;"Ltll itO <'S :; in reu ur~ o s i creo q ue
tam p n,~o pueuen co udu ci::;._ por l veh e: tl o.; i art il! eritL de cam p:tna; si se pu ede, seria c.u11 sum t rai1 :1j '' Hai mucuo:; fJll e a l
pre:;eute no le toma11 e l pe:.w a lo de tra,;pu:"te dt-1 vveres i agua,
JUIIIIc.;oll e ~, etc., etc., JIIIl to que acrece ea lll [H>rta ucia desde que
toda previ:;ion puede fai[;lt' por UJm r e ~i t; te u c ia :n as o runus larga o i uesperad tt, etc., etc.
PanL O[I en:r ::;uure Lim u. :;e pd ri;t dt.!.iil tb:trc.;n.r eu ADcuu ; eJl

691 -

uno. playa que dicen hn mui cerclt tlel <1lho, en Chonillos o


en Chilea.
D e Anco n a Liru;t htti co mo 6 !egu;t-;. E ! de;;e mb<trqu e es rnni
fcil , pu es er a un ju ego para nues tra escuadm b me;- con l a~
fortificaciones de tierra.
El gran peligro en l.rit.:n. e:; ln, ba teri:L del m0J'l'o a 15'2 metros
sobre el nivel del mar, que pu ede emb rom:H' nn bli ndMiu co n
un balazo sob re cubierta i qn es di fcil por sn el ev<lcion n,ta,car
con xito. En Ancon la phtyn. es plaua i b :~.i::t. El tl'ttyecto de
Ancon a Lima es en s n m;tyor Htrte un medanill sin rec urso alguno, habiendo en l un 0 o d .> sitio::; de sencilla, defensa. Co n
t odo, por los detn. ll e8 qu e m t,; ftl'i'lU .t te he .ia tl.>, cJ mprende r.s
que es m neho mas fccil ir ele Ancon a Limt qae de los puntos
antes citn.d os po r tierm :t Arica u 'l'acna.
En Chorrillos no dehe pan '<trse. Tj ~t play.t e lmwa, peqtleia
i escarparb, i as de f<'t cil d f n t. Chilc:t a mas o mnos 12 leguas de Limn , e,, a mi juieio, el s itio que debe prefe rirse, que
au nrue cal eta de reclneidns dimensiones ofrece bas Ga ntes faci lidade: para un desembarco. Cre> que no est act uttlm "nte defendida; pero aunqu e lo estnvie m seri<L pa :t nuest ra escuad ra
cosa llam1 el protejer aqu el.
A unlt j ornarln. de Ch ilcn, se encnentt;t el valle de Lurin, mas
o mnos 6 leguas, en que hai vMirts hc1cien rla.s de caa, leg um bres, gann.do, strficien te n.grm, etc., ett.:.
Desembarcando, pue., en Ancon o Chi lc:1 b:; recu rsos para el
roanteni mieuto de nuestro ejrcito, o parte de ell os, se t endran
a un a j ornad<t de marcha: sig uiend o la 1." via en el vall e del .rio
Chillou, i sig uiendo la 2. 0 en el delrio Lu rin .. .. ..... etc., etc.
Al g un os cree n probabl e la. venida del ej rc ito de Tar apac a
Arica. Ausol11tamente hab lantl(l, no es posib le, pero est lejbimos de ser probable.
De Arica a b provin ci;t de T ttrap ac h a.i do:; camin :>s por tiernt: el de la co ~ t<t, <le A ri c ~t a Pisagua, de uuts o mnos 30 leguas
i el que signe las faldas de la COI'dillem, tle Tac:1:1. a 'J',Irapac,
de mas o muos 80 leg uas. Ambos so n cas i im pr.wticab les para
un ej rcito de 8 o 10 mil homb res qu3 ll uierau llegar al trmino

602 -

de la jornada, o q ne qui emn eu su m archa halla1so eu aptitud


de p1ese ntar Ct>rn bate. H tee rl o pueden cua.ndo van a encon tmr
al fin el desca uso i elausilio; i, no obst.:'l.nte, una division bolivian a, de mas o menos 3,000 h ombres, qu~ efectn6 hace tres o
cuatro meses ese vi a:je sufti muchs im o i anib eu un lament able estado. El de la costa es mu ch o mas de;<prtvist o que el
del interiOL' i ha i cuest as mui pendientes i penosa s. P or ninguno de los <los se podl'ia n t raer vehcul os, ni cai'iones de ca.mpaii a, ete., etc. Sel'ia menes ter disponer de g ra n cantida.cl de
m u las i c;tball os i escalonrtr acopios de provi sio nes en di versos
sitios. I esto lo per mi tira mos noso tl'"s, por lo menos desde la
qubl'adn. ele Cama tu nes hcit\ el su r? ol'robom mis ase rtos lo
que aca ha de sncederl e a. lla7.a con su division de 3 a 4,000
.hombres, ap esar rle la cdtebl'e coca, i n o obstante de venir su
0
~i rci to avec tous les lt.ms del entusias mo. Un sarjento del 2. ,
el que se fu g con dos soldados ye ndo pri : > ionero, r P.fi ere que
van en direccion a Ari ca como 5,000 homhtes, incluy endo habita ntes de alg unos pueblecillos que se h an uuido al ej rcito que
se retir6 de Tarapac, i que en el trayecto han m zterto ya ha,;ta.
oficiales de hambre. No se figuran alg un os lo que son los
desiertos.
H e leido en los di arios que piesan elevar el ej rcito a 40,000
ho n~ bres . D esde el momento que encarga.ron a r mas deb a n ha ber
tenido listo ese nmero de hombres, para id os dotando, a medida que se piden, de armamento m odern o i h acerl os entrar en
campaia, proceder a la prusiana, i colocar a Chile en a lt. i es
pectable posicion q ne infundiese respec tn a la. Amtica toda i
diese elevada idea de su podet a las demas naciones. Mas n,
seor. Por economa, la campa a que ha de dumr un mes, dure
seis, organizando h oi un batallon, marm na una compaia i pasado maana otra. No tienen sobradas armas y a?

JJolmr!S, enero 1 fi
P or mi parte, me ]Jn rece preferi ble, si se pi eil:m dejar bien
g uarnecida la provineia de Tarapad con 4 o 3,000 hombres a

-693 lo mas, que hasta se hi ciese el ojo gordo a fin de que los alittdos
acumulasen mn.s trnpas entre l'acna i A rica, retir{mdol a.s de Lima, i para dar nosotros el golpe e u esta ciudad. H e leido en
nuestros diarios varios artculos de diarios pernanns i todos pideu
al gobierno el aume nto de las fuerzas de Ari ca; e< pues que indu cbhlemente tenem os que obrar sobre este lugar ntes q ue wb re el
Callao o Lima, porqu e 11 0 pode mos dej ar un ej rcito a la es palda.J) I qn puede hace mn s dicho ej rcito siendo uuestro el mar
i estan do regubrmente guarneci da l a pmvincia de 'l 'arapac(L?
I lu tsta buques 11 0 se ria e;;t rafto obtuviese el Per si vam os demorando i demorando .
La revolucin de T<tCmL en vez de d isol Vtlr ha afirmado ht
alianza, i, en jenem l, con la s nl!i Ja. ele Pi m la, el es pri tn pblico en el P er veo que se ha reanimado. No pens que lVIonte ro
se sometiera sin el menor inconve niente. Por todo esto mism o
debemos ob rar cui1nto ntes.

Juan Pa1clo.

ll.
DON RAMON LARR AI N P LAZA.

( Articnlo pahlicado en Et F errocmTil del 12 de dicie rnlJL"e de l 87(l


con el ttu lo de E t Pin.)

e<Es riesgoso ir a, buscar al enemi go e n Lima, i es m ejo r fo rtificarse e n Tarapac i es p2rarl o.l) - L u sabemos, i c ree m o::; fl ne
todo el m un do pen s::tr lo mi:;mn; pe ro rr u ga narnos con s ~th e r
lo? Es por eso mn us cier to que e n tod tt gtterm h a tle habe r un
enemigo qu e se q ue ele en s u castL u e1t s u; pos iciones, i el otro
t enga qne ir a Luscarlo? Si nosntros , con un e jrcito victo rios(l
en mar i tie rra, cree rn os ma s c rnodo for t ifi.c:trnos i es perar que
se nos ataque, e ~ enemigo, des l1 echo i vencitln en ca la e uc ue n tro
vend r alguua vez a busc;\l"llt)s, vendr a cl eeirno; a ll vo i para
que me den el golpe de gracia? Es claro q ne n. Lo ljico i uatural es s up one r que el mas dbi l sea el q ue se fortifiq ue i bus-

(394 --

que las ventajas del teneuo pa ra contrapesar de alg un modo el


mayor poder de su enem igo.

III.
EL CORHESPONSAL DEL

M~:RCUJUO>)

Pisagua, diciembre 8 de 1879.


ccSi se quisiera emptenclm la campatia a Lima o A tica, nada
!tabria tnctsficil, porque el espritu de nuestra jente es escelente, su estado sani ta.rio bueuo, i en cuanto a prvvisiones, tenem os de sobra pam echarn os sobre cualquiera de esos puntos,
donde hui recu rsos locales i atl emm; se h au aglomerado en gran
cantidad introd'ucindol os del norte.
>>Otra co nsideracion deberia tene rse prese nte para e~pedicio
nar sin p rdida de tiempo. El clima de estas rejiones, desde
Antofugas ta a Arica, es detestable. En el dia h ace U ll cal or sofocante i por hL noch e baj<1 unn. ueblina dens<1 i arrastrada que
penetm hasta los b uesos, i seria raro que no hubiera hecho estragos en nu estro ej rcito si no fuese que nuestros ratitos son
de corazon de espino i de luma . Pero el dia mnos pensado se
declara una epidemia, i entnces D ios nos tenga de su mano.
Por otra parte, se hace insoportable la p1olon.cacion de una
campa1ia que pudo ser terminada mttclw tiempo h . Drnosle
r emate pronto, que ser lo mas f;'LCil i 'provedLOso. Vuelva. cada
cual a su trabajo, i engrande..:ido Chile por el esfuerzo de su
pneblo, dedquense a darle G rHt bneu11 orgauizacion que estimul e
Stl potencia mttura.l, que es tan g ranJe como grande ha sid la
maua i esfuerzo de los que t tnto tiempo lo ha n estado- sofocandv.
1
>) Pem p:wa semej ante renacimiento se requ ieren muchas cosas, i la prim era es que se tenpa la voluntad ele poner inmediato
t1mino a la contienda.
TOD O S ~ SOLDADuH, C LA Sl~S, OF IC IALES , JEF ES, "'l'C., E1' C.) HAS~
'l'A LOS CUC ALONF. S, PI DI<:N ~;J GO L Pg A L I MA.>>

m)5-

IV.
EL COR IU~S PONSAL DB LA P _\TlUA)) DI!: VA LPARATSO

---

Pisagua, diciemb1e 10 de 1879.


Iremos a Arica, esc lamaba ese diario que se ha ma r!ten ido
siempre eu dig na iuclependencia, como Et Mercurio, iremos a
Arica, a Lim a n al Call ao:'
>> H ah ]a pregnnta QU I~ TODOS, JEFES I SOLDADOS SE HACI!:N
A CADA INWl'ANTE .

No es que se dude nn momento rlel x: ito, cualquiera que


sea el camino que se elija: siuo que preocnpa la iden. de AC ABAR
PRONTO CON EL P RFIDO ENE;\liGO QUE ESTA ~IOS CvllfB ATIEN DO.

Ir a Ari ca importr1 uu bombardeo qne concluira con un desembarco, despues de habe r destruido las hnJ.edas i fllertes; importa una batalla desp ues del desembct?'CO i la posesion de dicho
p1u1to i de Tctcna, despu.es de la batalla.
Pero conociendo la adruirah le ajili da:l de unestto enem igo ,
inO es presu,nble que se retire a Jl1oqueyua i A requip a, despues
de sn de?'I'Ota, como lo hiz o ( Tarapacd despues de Dolores?
>) I entnces Ch ile se vera obli.r;ado a mr,ntene1 un ejrcito ele
ocupacion en Tacna, que dismint1'n st&s fuerz as, lr; obli.raria a
o1gc6nizm nuevas trop as i demorara, por consiguiente, lct yue?'?'a .
Por otra parte, f,,rtili.caL!O Cam:u't>nes i DTRlJ'lD O EL GOLPJ<;
SOBRI': LnrA, lo5 nl1d os q; ech rian completamente <ti ~ lacl tl ~ en
Arica, impotente:; pa ra atn.earnos pnr el sur i en un es tado de
c01 npleta i desnwrali zatlora. i. n<tceio n.

-6 96 -

V.
UHIL
.EL CORU ESPO.NSAL DEL FEL{ROCA

I.
S anta Cata lina, cliciembte de 1879.
o; si lo que aqu se
<rSi la id ea pred omin ante en el ej rcit
a ll ,, dir a usted que
pien sa o se desea, q uiere ser co nocid o por
ame nte la guer ra, a
en prim et lug u aspir a n ttldo s a seg uir activ
.
.
aa
empr ende r nuevas i g lori osas camp
e la de batir el ejr))La idea de m A LJMA E i:i MA S J ENJm ALqu
cito tle Aricn.
it0 se r etira, tend ra)) Ihi much os qu e cr een que si es te ~jrc
>; para conti nuar Ja
mos necesidad de a.pel1Lr a. g mncles f uerza
g uarnicion en Aric a i
guer ra, pues habr a que dejar una fuert e
Tacn a ntes de segu ir adela nte.
, i dejar a islado i
Otr os opin an por i? di?ectam.ente a Lima
en el s ur el paso de
bloqueado el ejrc ito de Aric a ; defe ndie ndo
.>>
Cam aron es con tres o cuatr o 1nil h0m bres

II.
EL MIS~IO DESD E JQ UIQ UE.

JiJne1o 2fl ele 188 0.


au uncia sa ldn en
<rTndos habl an sobre la es ped icion qu e :>e
. A qu punt o? Naocho o diez das mas en di1eccion al norte
est{tn cliviJidas . Se
die lo s:,be, i, a es te respe cto las opini ones
tores de la guedirec
os
ir <t Lima o se ma,rchar so bre Aric a? L
ce que nna. es ped icion
rra lo sa brn ; pero mi ntra s tan to, pare
sin d~ja1 a retag uarsobre Arica nos ndu earia. de aqu ell ,t pl aza
seguitla ava nzar sobr e
dia ni11g nn ej rcito enem ig o, pudi end o e11
Lima .
rmi.s co nve11iente
)) No falta11 pers onas auto rizad as que crean

-697operar sobre Lima, porque as se realizara un doble golpe, te.


niendo el ejrcito de Arica que rendirse por s solo, desde que
careca de recursos i desde que la capital del Per habra cado
en nuestro poder. E sta opinion que muchos comparten i qne en
efecto presenta mayores probauilidades de xito i mnos prdidas de vidas, sujiere otra cuestion. Tomada Lima, nos habramos apoderado de la capi ta l del Per? N, pues el dictado r
l'irola ha declarado en un reciente decreto que el punto donde
se encuentre el poder ser la capital del P er.-Se terminara
la guerra?-N o faltan qui enes crean que se prolongara, pues
quedara a los peruanos i bolivianos la g uerra de recursos, guerra
que les seria, si no imposi bl t:J, mui difcil hacer una vez destruido
el ejrcito_del sur, concentrado hoi en Arica i 'I'acna. P ero en
fin, son los directores de la guerra los llamados a resolver estas
cuestiones.

HIST. DE LA C. DE LIMA.

88

CA PITULO XIX.

LA DIVISION

VILL A GR.~ N

EN PARACAS.

Mudanzas que opera el patri otismo en el ej rcito, una vez concluidas las
negociaciones de Arica.- lumensa actividn.d en los aprestos para la espedicion a Lima .-El delegado P etez de Arce i su labor.-Carencia de
todo.-Importantcs revelaciones del comandante Silva Vergara.--La
cuestion agua i la cucstion caramayolas.-E s nJmbrado inspector de
trasportes don Alberto Stuvn i los alista con es traonlinaria actividad,
dotndolos de ag ua snfici.ente.-Laudable celo de la intendencia jenera l en Valparaiso. - Plan adoptadc para el :wanc.e del eJrcito sobre
Li ma.--La division V!llagr:m se diriji d sobre Pisco para hacerse all
fuerte, coufo rmc al plan del jeneml Baqucdano en julio.- Comienza el
embarque de la 1." division el l.::? de noviembre. - 1!.:1 .Atacama i el 2. 0
de lnea.--Nmero i capacidad de los trasportes.- Alegres escenas del
embarque.- La dist ribucion ele los cuerpos en los t rasportes i la racion
del soldado.- Orden de marcha del convoi.-Freute a Eama i frente a
Chala. - Aclmirablc tempeatnra i alegres pasatiemp os a bordo.-La vihuela del ca pitan 1bafu:z.- E l 18 de noviembre en la mar.- Se adelantan
los buques lijeros a la caleta de Par,tcas.-Llega todo el convoi en 1 :~
maana del 1\) i noble proclama que el jeneral Villagran clirije a su
division.- La actitud de los peruanos.

I.
Concluidas las ntcilaci ones, las esperanzas i los
acomodos de la j ente civil, egosta i miedosa, el
ej rcito espedicionario sobre Lima comenz a em-

-69 9-

barc arse el 12 ele noviernbre, dos dias despnes del


regr eso a, Arica ele la espe dicion del coronel
Lyn ch.
Hac ase todo ahor a con una puja nza pode rosa ,
con una aleg ra inten sa, con un entu siasm o casi febril. Era la reaccion del patr iotis mo, com prim ido
entr e las tabl as de caob a de una nave estra nj era
,
que reco brab a en los cam pam ento s aJ aire libre
toda su espa nsion. Era el esp ritu de Chile, q ne
rotas las ligad uras con que los pusi lmi nes i los
obst inad os le hab an trad o atad o como dent ro de
un saco ele aj nste s dipl om tico s in verosmiles, recobr aba otra vez sn in:!p erio i su nivel.
Tod o era patr iotis mo i se cnm pli an los mila gros del patr iotis mo .
E l min istro ele la g uerr a en cam paa trab ajab a
con sn noto ria activ idad .
El j ener al en j efe, sin cuya cons ulta tcn ica,
sin cuyo bene plc ito de eligniclael, siqu iera de cortesa, se hn.bi a fr;tecionado el ejrc ito en di visiones
i en brig adas , entr egan do sta s a jefes i j ener ales
tmid os de Sant iago , sin su anto riza,cion i aun con
sn sosp echa, se h abia, resig nado jene rosa mcn te
a,
t odo i clejaba hace r, con tal de no crea r emb araz
os
a la solu c: on final, anhe lo anti guo ele los cora
:~ ones.

Tod os los chile nos ansi aban una sola cosf~:cnm plir su debe r para con la patr ia, pero cmn
plirl o eu Lim a, cloncle el simp le instinto les hab
a

-700-

sealado desde la primera hora la meta natural,


ineludible de la guerra.

II.
La intendencia jeneral del ejrcito que ahora
iba a asumir un papel capital, acababa de ser
puesta por fortuna en manos de un delegado tan
intelijente como activo. Don Hermjenes P erez de
Arce, intendente de L ebu, i jven sealado por
sus notables dotes administrati vas desde sus primeros aos de empleado pblico, haba sido sacado de su puesto el 9 de octubre, por renuncia
del coronel U rrutia; i el 17 tomaba en Arica po"
sesion de su destino que a esas horas, segun ntes
vimos i consta de su propia declaracion, era el
vacw.
Se habia estado a la verdad, tan ljos de la
guerra en medi de la guerra, a virtud de las quimeras de la paz, que no habia nada, absolutamente nada listo para la campaa, escepto los solda-
dos i sus armas que el jeneral en j efe haba mantenido en severa disciplina i rjida instruccion en
sus campamentos. _ E ~istian, es cierto, al terminarse las negociaciones de la Laclcawana treinta
quillas en la baha, i e ntl'e stas ocho grandes feagatas fletadas que pagaban estada en el ocio
mas completo. El agua era la gmn necesidad de
lct campaa, i no babia a bordo de los buq ues He/

-701-

tados ni un solo estanque ni siquiera un barril de


respeto. U na parte de los cuerpos no tenan caramayo las, i reunidas las de todo el ejrcito un mes
mas tarde faltaron mil quinientas de stas para
la l.a division que constaba de 8,500 plazas. (1)

III.
Por fortuna, la pericia i la labor incansable del
nue vo delegado ele la intendencia j eneral i de sus
subalternos a todo supla . H abase r odeclo el seor
Perez ele A rce ele hombres competentes, elej iclos
especialmente por el intendente j eneral seor Dvila Larrain del cuerpo de bomberos ele Santiago,
como los seores Tulio Q,ralle i B uenaventura
Odiz, en calidad de inspectores, i de un grupo ele
( 1) Carta del primer ayudante del estado mayor don Adolfo
Silva Vergara, 'l'acna, noviemhre 17 de 1880.-Este mismo esperimentado jefe agregaba sobre ia situacion las sig uientes g raves revel acion es:
Si no est todo pronto, no es culpa del esta<l o mayor ni del
jeneral en jefe, sino de la intendencia. P or all n o saben mas
qne decir a Lima i no piensa n qu e a Lima no se puede ir sin
los elementos del caso. Cuando llegam os a sta todo faltaba, no
babia las armas suficientes, ni vestuario ni caram ayolas, ni
mulas, etc. Toda la demora ha pendido i pende en la fa! ta de
estos elementos. La prim .:lra division ha tei:! ido que marchar como con mil quinientas caramayolas mnos: la segunda solo bo
se recibe el vestuario en Arica i s te es para esta divisiou; no
se pueden imajin ar lo que son: nos mandan de a poquitos: en
cada remesa solo viene para tapar aguj eros, como se dice, i sin
embargo nos tachan de perezosos i que nada se ha ce i toda la
culpa de esto viene esclt1sivam ente de all . Otro tanto sucede
con las provisiones i pasto para forraj e: el charqui que nos traen
e:; podrido, no se puede comer i falta pasto para la caball ada.

i02-

jvenes intelijentes i de trabajo que con el mtodo i el vigor remplazaria.n la labor perdida. Don
Francisco Alvaro Alvarado, industrial de empuje
i hombre de notorio t alento de organiza.cion, seria
su brazo derecho.
Por otra parte, el delegado de la intendenc'ia
habia t enido la fortun a ele tropezar con los servicios ele un voluntario que acababa de llegar a Arica a sus espensas, en demanda ele patritica tarea.
E ra ste el hermano menor del comandante Stuven, don Alb rto Stu ve n, i se tn vo la feliz idea de
nombrarle nspector j eneral de los tmsportes ociosos en la b<-t hia, sin designarle sueldo. No obst
esto ciertamente para que (~ o n una consagracion
que no se con ciliaba ni con el sueo ni con el
hambre, Stuven, que haba comenzado su tarea en
el mismo dia que el delegado Arce (octubre 17),
tuviese listos en tres semanas ocho trasportes a
vela con sus cocinas para la tropa, con el servicio
adecuado para cien oficiales e n cada buque, co r:
capacidad para 1,800 bestj a.s, i lo que era mas importante que todo esto, con 400 toneladas de aitm,
en todo jnero de vehculos. Se calculaba que ese
seria el mnimun para ocho mil hombres i mil
trescientos caballos i acmilas de trabajo, a razon
de tres litros diarios por hombre i treinta por
animal durante cinco dias. (1)
( 1) Nemoria del delegado de la intendencia jen era1 al inten-

-703-

IV.
Hecho todo esto: i recibidcs de V al paraso los
elementos pedidos en gran abundancia al intendente jeneral que los despachaba con laudable
celeridad, el mini stro J.e la guerra en campaa
visit los traspor tes a ve la el mismo dia en que
anclaba en A ri ca la espedicion L ynch (10 de no viembre); i sat.isfe.cho de su cmoda instalacion,
di spona el embarque de la primera division para
el subsigui ente clia 12 de noviembre. Conforme al
plan primitivo del j eneral Baqnedano, formulado
en su carta del 8 de j nlio, la cspedicion contra
Lima emprendera, su marcha en dos di visiones a
fin de consultar b capacidad ele los tra;:;portes.
La primer:, division, cuya composicion ya conocemos, se dirijlri<t en consecuencia a Pisco, i
all se hara fuer te mintn>..s lle <::>oaba la se ooLmcla '
dos o tres ;;emanas mas tard . El pbn no poda
ser mas sencillo ni mas eficaz, contndose siempre
con la incurable desidia, timidez i ri vc-tlidades caseras ele los pern <tnos, causa esta ltima ele su
eterna perclicion.
dente jeneml.-Lima 1881. El se uor Perez de Arce h ace cabal
justi cia a la uctividad del in spector de tra portes, i declara. que
a sus esfuerzos se debi la dotacion de agna a todos los buques.

-704-

V.
Los primeros cuerpos que llegaron de Tacna
el da 12 de noviembre fneron, como de costumbre, el Atacama i el 2. de lnea de la brigada
Lynch (l.a division,) i stos se embarcaron con
notable facilidad en dos o tres muelles cortos i
anchos construidos para el efecto por rdenes del
jeneral Baquedano i del delegado Perez de Arce.
Al da siguiente cupo su turno en el arribo por
los rieles i en el embarque al Ooquimbo i al Ohacabuco i en seguida al4. de lnea. El ministro de
la guerra presidia a los embarques junto con los
jefes de cuerpo los marinos de la escuadra i los
empleados ele la intendencia jeneral. Todo se h:;.Cia con el mayor rden i buena disposicion de
.
ammo.
ce rrres di as consecutivos, deca una corresponclencia del ejrcito a La Patria de Valparaiso
dur la operacion del embarco del ~jrcito, sus
bagajes i elementos de mo vilidad. Era cosa digna
ele verse. -Se trabajaba desde las 4 A. 1\'I. hasta
las 10 P. M. sin cesar un instante. --El muelle,
toda la esplanada ele la baha se notaba llena ele
jente en acti viclacl. Aquello era un grande hormiguero que estaba mudndose con su despensa, de
tierra a bordo.
))En una parte se embarcaban caballos i mulas,
0

-705-

hacindolos saltar de tierra firme a las ]anchas


planas, semi-vara das para el o~jeto. En otro, un
donkey de mano levantaba en alto las piezas de
artillera i dejbalas caer sua.vente sobre las lanchas atracadas a la orilla; mas all, los r~jimien
tos desfilaban por compartas de la esplana.da al
muelle i del muelle a las lanchas en el m tyor
rden, i sin otm !wvedacl que los vivas entusias~
tas de los soldados i los acordes marciales de las
bandas de msica, qne anunciab an el comienzo
de una nueva jornada de gloria.
Qll laberinto de afanes! qu cuadro tan completo i _mltiple!
La bahia estaba cubierta de em barcacio nes
menores, botes, fal as, lan chas i remolcad ores.
Las falas de los buques de g uerra, es pecialmente la del Blanco, gobern adas a di ez remos,
remolcab an tambien cargamen tos desde el muelle
a su destino. Los remolcadores no p<traban un solo instante: chas, chas, chas, chas, g ritaban todo
e~ din. por sus chimeneas, yendo i viniendo sin
cesar.
Los donkeys de los trasportes no tenian un
momento de sosiego: desde el muelle se veian
bultos, caballos, bueyes, caones, que aparecan
izados en el aire, i desaparecan en seguida cletras
de las escotillas .
<....

HIST. DE LA C. DE LIMA.

S9

'

/
>'

VI.
A las 9 de la noche del 14 de noviembre el jeneral en jefe decia sus adioses al ministro de la
guerra, i ste se embarcaba en el cmodo trasporte !tata, acompaado del jeneral Villagran, de
don Eulojio Altamirano i don Isidoro Errzuriz
que marchaban mas como voluntarios del patriotismo que como adictos a una scccion especial i
determinada de servicio a la campaa del N orte .
El primero teni a el ttulo de plenipotenciario para el caso de entablarse negociaciones de paz i el
ltimo el de secretario del ministro de la guerra
en campaa.

VII.
Habase credo zarpar al amanecer del dia 15
de noviembre; pero a virtud ele los mil tropiezos
de detalle que sm:jen en hi hora postrera en toda
empresa acelerada, el convoi solo comenz amoverse en ala i en dos di visiones del fondeadero a
las dos de la tarde de aquel dia.
Con Rtalm el eonvoi de quince cascos, il e los
ctinJcs la mit.acl enm vapores, e iba resgu:mlado
por las corbetas Clw crdmro i O' Ht:qgi'll s. El comnndanh' de la prinJ c ra, <l nn ticar Viel, qu e en
esta espedicion cli muestras de notable pericia

-707-

en el manejo de los buques, iba a cargo del derrotci'O como oficial m ;ls antiguo .
El t'llen de marc~ha, qne esta vez se conserv,
gracias a la espetie nc;ia i a. b. clulimt'<t escepci onal
de la tcmpem tura, con aLl,1lirable p1ecision: era
el siguien te :
PHilii f<: llA FILA.

L imar,
E xcelsio1,

Lama1,

!tata,

J ulia,

Nm'folk,

SEGUNDA FILA.

C(ulos R oberto, S anta L uca, Cop iap. Angamos,


O' H iggins,

Chacabuco,
Orcero,

21 de JJf.ayo, I nspector, IIumberto I ,

H u.anay .

VIII.
En cuanto a la distribu cion de los cuerpo s en
cada uno de los traspor tes, consta del siguien te
compre nsivo cuadro de la intend encia jeneral :
!tata.- Artiller a i cabalgad uras de id.
N01jolk. -Atacama, i oficiales.
Lama1. -Rejimiento 2. 0 de lnea .
.Julia.-O aballos custodiados por g1anarleros.
Limar.- Rejimie uto Oolchagua.
Exeelsio r.-Oaballos con granader os i bagajes.
Angamo s.-Primet batallon uel rejimicn to Talca .
. Ifumberto l.-Caballos i mubs, custodiad os ~ pot granader os.
Oopiap6 .-R.jimie nto Coquimbo i algunos animales.

-708Inspector.-Rejimiento 4.0 de lnea.


Santa Lnca.-3 compaas sueltas.
21 d~ .Jtfayo.-Rejimiento Chacabuco.
Crlos Roberto. -2. batallon del rejimiento Talca.
Orcero.-Mulas i caballos custodiados por granaderos.
Huanay.-Ambulancias.
O' Riggins, Chacabuco.-ArtilJera rle marina.
0

IX.
IJa composicion total. de la espedicion estaba
representada por 35 jefes, 292 oficiales i 8,090
soldados, sea 8,500 hombres en todo, fuera de las
plazas ucccRorias de la intendencia, bagajes, ser,icio sanitario, etc. El ltimo iba embarcado en el
vapor Haan ay, a cargo del cirujano San Cristval. El totaljen eral ele hombres de guerra era ele
8,864 con 19 caones, i el ele los animales de
servicio 1,439. La fragata Norfollc llevaba vveres
para <Jiez mil hombras durante 15 dias, i en el vapor Lz'mar se hizo . provision pp.ra. dos dias, a fin
de atender a las necesidades urjentes de un inmediato desembarco. Ademas, cada buque llevaba
su provision especial i aguada para quince dias,
figurando, en la honorfica proporcion de costumbre el charqui, el Jr~jol i la harina tostada. (1)
( l) Segun la memoria citada del delegado Perez de Arce los
trasportes llevaban para el consumo de la travesa 170 sacos
harina tostada, 13 sacos aj, 25 de sal, 30 de caf, 940 fardos
pasto i 465 de cebada. El Lirnad llevaba ndemas 200 !!'.!'dos
pasto i 360 de cebada. La racion de ordenanza conforme a las

-709-

X.
La distribucion de las tropas se babia. hecho no
con el cruel agrupamiento de los primeros convoyes
sino con el desahogo que la salubridad i el bienestar que lajente requera. El buque mas recargado era el vapor Oopiap que conduca el rejimiento Coquimbo (1012 plazas) i las fragatas Norfolk
(a cuyo bordo iba el Atacama) i el Inspector con
el 4. de lnea. El espacios;) tntsporte !tata marchaba, esta vez completamente desahogado, pues
::iOlo conduca la artillera, a las eclenes de Salvo
con 402 plazas, 275 caballos i, segun dijimos, 19
cafwnes Krupp. La caballera de la espedicion,
0

instrucciones del delegado, que no constan de su memoria, era


la siguiente por soldado a bordo:
230 gram os carne o en su defecto charqui.
350 gramo!! frejoles.
120 gramos frangollo para tropa i arroz pnra oficiales i para
enfermos.
200 gramos galleta. Se puede dur harina para oficiales si se
hace pan a bordo. Si no, no se da sino galleta. Se ha mandado
duplicar esta racion.
;OO gramos harina tostada.
50 gramos grasa.
3 gramos de uj.
20 gramos de sal.
25 gramos de azcar, cuando hai blanca se da sta para
oficiales.
10 gramos de caf.
Cebollas, cuando las hai, se di stribuyen prudencialmente.
La racion de las bestias era de 6 kilgramos de pasto, 3 kilgramos de cebada i 50 litros de agua.

\.

710'-

compuesta. (lel reJimiemto ele Granaderos, iba distribuid:t en los trastwrtc ..; Ex JelsioJ, lle 1253 toneladas, i ,ftdiu de 1 L)J ( 1).
(1) Los trasportes de que dispona el eJrcito, eutl'e barcos a
vela l}4) i npores (13), eran '27, i estaban pata mayor comodidad numerados con grandes cifras en sus costados. Su rden
de enumeracion i su capacidad ~en tonelaje era la siguiente
que apuntamos para evitar alusiones posteriores en la siguiente nmina:
Nm.
1
2

3
4

5
6
7

8
9
lO
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27

Nombre.

El vira Alvarez ................... , .... ..


21 de Mayo ........................... ..
Norfolk ................................... .
Excelsior ................................ .
Umberto I ................................ .
Inspector ............................... .
Elena ............... . .. .......... ......... .
Murzi ..................................... .
Avestruz ................................ .
Julia ...................................... .
Orcero ................................... .
Lota ..................................... ..
Dordrecht ................................ .
Juana ..................................... .
!tata .... : .... . ............. ............... .
C?pia~6 .................................. .
L1mar1. .................................. .
Lamar .................................... .
Carlos Roberto ........................ ..
Santa Luca ............................. .
Matas Cousio ........................ ..
Paquete de Maule ........ . ........... ..
Huan ay ............... .-.. ... . ............ .
Chile ...................................... .
Payta ................................... ..
Pisagua .................................. .
Barnard Castle .................. . ...... .

Toneladas.

1,000
1,000
1,396
1,256
1,080
1,480
827
1;333
747
1,159
1,093
1,260
835

550
1,211
800
900
1,300
550

500
900
350
350
1,000
1,000

1.000
1,000

-711-

XL
Mediante estas intelijentes instalaciones, que
tanto honor reflejaban en la intendencia jeneral, i
gracias a la cariosa beni gnidad de la estacion, el
viaje de la primera di vision se hizo: hasta Pisco,
con mayor celeridad que lo que se esperaba, i
con incomparable fortuna i buen humor. Aunque
el convoi, consultando la demora de los remolques, no avanzaba sino a razon de cinco o seis
millas por hora, a las 11 de la- noche desde el dia
de su partida habia alcammdo a la altura del morro de Sama, i el 17, navegando a la vela con acarici adora 1re.ntolina del sur, pasaba en anloga
hora frente a Chala, mitad de su itinerario.
En consecuencia, el 1~ de noviembre a las cinco de la tarde, se cli rden para gu e los vapores
que no llevaran remolques forsaran sus mquinas
a fin de presentarse delante de Pisco el 19 ele madru gada, i en este rclen se adelantaron la O' Higg~s con la Artillera de l\1arina, el Angamos con
un batallon delrejimiento rralca, i el Copiap con
el Ooguimbo.
El m:w conti11nala trnn'lnih rl ice hnld :1nrl0 de ese ltimo
dia de V:I.J C el <'? l'l'e:<p ll ~H I 1 : p je , ltS. j l'l hOI' t."ll t<! S I II"II S;t, j
t r; tspnr elltP. Pa r a :tiii Cit t. t i' In ltl l t' tot , 1. del i'::,.;n.ie 110 telti an

los e..; pedil'l! IJ :ti' u:,;, rL<:o::;tulltill : lll ns y :L :t la lt al t tnd de [,a,nza


del Pacfico, ru a:> g rato espect mlu Llue el de t.:uu templal' con

-712atnitos ojos las esplndidas puestas de sol de estas zonas tropicales, donde son desconocidl!-s las borrascas i las tormentas.
El sol, snmerjindose majestuoso entre las ondas, reflejaba en
las tnues nubecillas los suaves cambiantes del palo i del topacio i pareca alejarse de la. tierra despues de enviarle una
dulce sonri-;a entre sus mil rayos de oro. La atmsfera, tibia i
enervante, predispona el cuerpo a la somnolencia i a la inercia,
i eut6uces les era a tatlos fcil esplica.rse el crter tmido, afeminado i muelle del peruano,,

XII.
Las bandas de rnsica hacan constante eco a,l
bullicio casi infantil de los espedicionarios, que no
~:;e cuidaban un solo instante en preguntar a las
plcidas azule::; olas si aquel camino era el de la
muerte.-El capitan del 4. de lnea, don Casimiro Ibaez, qne deba. perecer gloriosamente al pi
del morro Solar, escelente e incansable cantor en
la vihuela, tenia eu arma. su trasporte, el Inspector, i en cada buque habia bailes nacionales, cogollos i esquinazos.
0

<~:Ha llegado la noche del 18, cuenta un viajero que iba incorporado al Coqnimbo a bordo del ' Copiap, i parece que la jente
de este buque se ha enloquecido . .La banda toca zamacuecas, i la
zapatean; en seguida se largan a C;l.lltar la. caucion de Yungai
con entu siasmo loco. En el salon de los camarotes sucede lo
mismo: los oficiales tienen un concierto infernal de voces humanas i notas del piano. Estn con una alegra suma. Tocan zamacueca, cantan, aplauden, se di vierten.
: En lo mejor de la fiesta, suenan lns cornetas su toque cuo-

-713tidiano de silencio. Las mt'Isi cas cesan, lns voces empiez:tn A.


apagars e . ..
Un rato d espues, todo el mundo est durmi en do tranquilo a
bordo.
No ha habido ni un solo avance ni desrden, ni desacuerdo,
ni di sputa. Todo ha si do alegra i fraternidad.>)

XIII.
Al fin, en la madru gada del 19 de n0\ embre
penetrand o por la angostura de San Ga11an, clebre desde las di scordi as de los Pizarros i de los
Almagros, los buques delan teroR de la escuadrilla.,
doblando la pennsula de Paracas, a las n ueve de
la maana, iban a echar sus an d as en la clebre
rada de aqnel nombre, en cuya blanda. a rena ech
San Martn su famosa espedicion li bertadora el
memorable 8 de se tiembre de 1820. Chile ti ene
aprendido de memori a el camin o de las invasiones histricas del P er. - Aquella era la quinta,
contando con las dos de Cochrane, la de San Martin i la de Blnes.
7

X JV.
Circulaba a esa mi sma hora i era leida con regocijo en todos los trasportes del convoi la siguiente noble proclama del comandante en jefe
de la primera division, que era un coron amiento
adecuado de la hasta ese momento felicsim a j orHrsT. DE LA C. DE LI MA

90

714 --

nada., i en cierta. manera una digna protesta. contra la manera como en el ocio de las armas habase llevado la guerra por las insensatas instrucciones de la. Moneda.-Ese noble documento decia testualmente as:
o: Soldados de la primera division l
>> El ej rcito encargado por Chile de resg uardar su honor i sn
derecho va a come nzar su tercera i l tima campai a contra los
enemigos ~e la patri a.
,
A vosotros ha tocado el honor ue..iorma la vang uardia dt:l
""" las fuerzas chilena s.
...
>> En pocas horas mas vuestms plan tas victoriosas lwllaru el
suelo de una de las mas h emosas i ricas comarcas del Per i os .
encon trareis in:;talados firmemente como sei10res a pocas j ornadas de la ciudad de Li ma, ce ntl'O de la resistencia i do los recursos postreros del enemigo, rne el ejrcito chileno tien e encargo de rendir i someter.
Soldados de la primera division!
Antes de que hayan trascurrido muchos das habrn acudido a sosteneros i acompa iaros en el avance contra la org ullosa
i muelle ciudad de los virreyes vuestros compaieros de la segunda i tercera division.
>> Antes de much os dias, el poderoso ejrcito gne ha hecho
surjir del suelo el patriotismo inquebrantable de la nacion chilena se hallan unido i en aptitud de marchar con paso rpido a
poner a la guerra un trmino digno do los sacrificios i las glorias de !quique i de Pisagua, de Angamos i Sau Franeisco, de
de Tacna i de Arica.
Entretanto la primera division vivid, de los abundantes recursos que le br.ind,t la fttil rejiou en em iga que prvnto ocupar;
i su jeneral, lo mismo que el gob ier no i el pns, e;; r,eran de ell a

il5-

que mintro.s llega la hora de los combates, se pa dar al ej rcito


ejemplos de disci plinn, de moralidad i de cultura.
))Nada de destruccionM insensatas de propiedad, que a nadil'l
aprovechan i que redundatian en esta ocasion en dalia de nosotros mismos. Nada de violen( ~ ias criminales c.mtra per::. nnas indefensas e inofensivas. El ejrcito de Chile se halla ob ligado por
la gmndeza de su~ hecho.; pasados, a m:tnifest,tt'se t :m hurn ;m o
en el campamento como es itre~is t ible en el campo de bat::.lla.
l>~oldado8:

1>En vspera de nuevos esfuerzos i de nuevos triunfos, os saluda a nomhre de la nacion chilena i del gobierno,
fTuest1o J enerctl.>> ( J )

XV.
Entretanto, qu hacan los perua. no:::; pttr<t ag uardamos, avisados como se halle:tban de nuestra
marcha con la anterioridad de tn.ntos meses?
Cambiando totalmente de escena, eso se r lo
que con el rubor de la historia i del honor ele lo s
pueblos reunidos en una sola lstima ha.brerno ;
Je contar por separado en el prx imo captulo con
documentos tristsimos i hasta hoi no conocidos.
(1) P or un cambio de nomb res e u la mem ol'i<t, estaf> palabmil
fueron atribuidas eu uno ele los captulos preceuauces al ministro Sotomayor, cuya voz a esa h om 8e haba es tinguiJ o para
sierupr..l. Por fortuna, el hecho de la l)l'otestt queda en pi i el
honor cabe a quien la hiciera.

CAPITULO XX.
LOS CHILENOS EN ICA 1 EN

TAMBO

DE

MORA.

Las zonas meridionales de Lima hasta Pisco e Ic <~. i sn horrible estado de


degradacion moraL- - E l cholo Miranda i el montonero lVle rejO)) en' la
zo na de L uri n.--G uerra de castas.- Estaclo miserable de la zona de Caiiete, i cmo el coronel Alvizuri, j efe militar de ese cant on, renuncia
cobardemente su puest o.- Guerra de negl'Os i de blancos_en los valles
de Chincha.- H orribles asesinat os de hacendados.- -El co ronel Latone,
jefe de aquel dist ri to, renun cia tambien su puesto.-E l subprefecto de
P isco don Agustn Ma tu te i s u justificacion.- Matute es el nico peruano que se sacrifica por su patria.- Ancdota caracterstica " del comandante St uven en P ue blo Nnevo.- Crmenes en las zonas; del norte del
P er en los momentos en que se acenta la invasion chilena.-Es nombrado j efe militar de las zonas de Pisco el coronel de caballera Zamudio, i se re bela contr~t su autoridad el pref ecto de lea, Villena.- Cmo
aquellos cobardes se defiende n con mentiras i mandan envenenar los
pozos.- - Pirola en i'l'[ ala, i considerab le fuerza que alcanza a reunir
Zamudi o, i su escelente armamento.- E l caos i el Per a:la:)legada de
los chile nos .-La comarca de Pisco. --L a pampa de Guay ur.- Caucato
i Agua San t a. -E l Pueblo Viejo i el Puerto.- El jeneral Villagran
destaca el .Angamos a intimar rendicion al lti:no.- Arrogaute :.;contestacon de Zarnud10, i cmo se anuncia a Lima la aparicion de los chilenos.- Movimiento del convoi en Paracas, i cmo el comandante Souper
se t oma a P isco solo con su cahallo i con su sable. - Operacioncs de
este jefe en aqu el dia i su segunda intimaciou a Zamudio.- Fuga de
~s te i de t oda su jentc en la noche del 19.-Marcha t oda la division el
dia 20 i ocupa a Pisco Alto i B ajo.-E l comandante Toro H errera es
nombrado gobernador milita r de Pisco.--E l coronel Amuntegui ocupa
a lea el 23 de n oviembre con el 4.0 de lnea i un escuadron de Granadero.. - Los seiiores Altamirano i Err zuriz se apoderan de Caucato
por via de paseo.- L os chinos i sus crueles an cdotas.- E l ministro de
la guerra oc upa por tierra la.s dos Chinchas, i el comandante Vidaune
toma posesiou de Tambo de Mora por ma r.- R egresa el 11eor Vergam
a rica a act iYar la partida del rost o del oj rcito .~ ~ .-.\nexos.

-717-

l.
Nunca en su ya larga historia de dolores i de
culpas, mostrronse mas a lo vivo los sntomas
del mal antiguo, tenz i ya incurable que corroe
las entraas del Per i lo precipita a insondable
decadencia, que en los hombres, los sucesos i los
crmenes que precedieron a la entrada de los chilenos a Pisco, en la mediana de noviembre de

1880.
Siendo aqullos los 1nas ricos parajes de esa esplndida zona tropical, a la par de los de Trujillo en el norte, con valles que destilan su rjqueza
en alambiques de oro i que jamas estinguen sus
fuegos, disponiendo de fcil, abundante i barato
trabajo servil, la diversidad de sus castas, por una
parte, negros libertos, chinos esclavos, serranos
imbciles, i por la otra; la esplotacion, el desenfreno, la codicia i la maldad ele los blancos, convirtieron esos centros en verdaderos arrabales ele
cobardes i de esplotadores que en la crsis ele que
nos ocupamos echaron eterna mancha sobre sus
ya desgarradas banderas arrastradas por el polvo
de las cler,rotas.

TI.
El dictador Pirola habia dividido aquellos va-

7l~-

lles, segun antes dijimos, en zonas, desde Lurin a


lea, i habia designarlo nn jefe para cad;.t una de
aquellas mal cortaclr.ts po~ciones del territorio;
pero apnas hubo tomado su puesto cada uno de
aquellos funcionarios, trocse en strapa.

IIJ.

'

Hallbase la zona de Lurin a cargo de un personaje mui conocido en Lima, don Manuel Miranda
<Cel cholo Miranda>), hombre de casta, sumamente
aficionado a lides de toros, al punto de haber ido en
persona a Espaa a elejir toros padres del Jarama, i para reproducirlos en los trpicos tenia mTendado en aquel ameno valle una hacienda, a fin de
proveer el Acho de que era asentista. I no bien
inv;ti cierta autoridad, convirti el pacfico valle
en verdadero toril de rias i exacciones, acusando
a todos sus vecinos de tmidores, denuncindolos
a Pirola, a quien denomin-aba en sus notas <<su
patrmu, i a la postre, suscitando por sus violencias el alzamiento de los moradores.
Un montonero llamado Merejo)) se habia ido
al monte con los descontentos, mintms otws cabecillas, oficiales del ejrcito, robaban !3Scan1alosamente caballos para regalarlos al jeneral Vargas Machuca, i aun salteaban las tropas de asnos
que desde los valles vecinos de Caete, Chincha i
Pisco eran enviados para la institucion humanita-

7-19 -

ria que en Lima se llamab a El pan del pobre. El


16 de abril de 1880 un j efe militar que mt1ri con
honor en :M:iraflores, el coronel de la lVIelena ( sic),
anunciaba que Merejo >) andaba alzndo se con los
negros de Chinch a i que no tenia como desarm arlo. Un mes mas tar.d e, un tal Idiaquez, comisario
de r eclutam iento, daba cuenta, desde Lurin que el
mayor Ari s se ocupab a .en recluta r j ente 1<a balazos >> , i con esa misma fecha, mas o mnos, enviaba a Lima el siguien te telegra ma que en Chile
parecc ria cosa inintelijible o in verosmil.
Lima, mayo 16 de 1880.
Seor subp refecto:
Grave molestia ro n coronel Miranda por t omarse libertad
hacer tocnr a rrebato con campana: yo porque snl a oponerm e,
he sido gravemente ultraj ado por el capi tu u in structor d-iciendo
ambos que tanto usia como las campanas es taba n bajas (sic)
sus rdenes por ser l el comanda nte militar.
Todo esto euced i en momentos que de todos los ('ampos habiau concurrido un os a toma1 boletos de insri pcion i otros convocados para arreglar provisionalm ente el batall an. Un remedio
prontn.

Idiaquez .

IV.
No era mas sosegad a ni mas patrit ica la condicion del vecino valle de Caete, verdad ero infierno de negros i de chinos. A fin de manten er a
raya estas dos razas que se detesta n del fondo de

-720-

sus entrafias, cual si el Africa i el Asia fueran los


dos polos del odio humano, habian estacionado
en la capital de aquella subprefectura una brigada
de caballera mandada por el coronel don Jos
Mariano Alvizuri, que diez aos atras, gobernara
aquellas revueltas tribus como autoridad poltica.
I lo mnos que habian hecho los oficiales de uno
de esos cuerpos, el 3. de caballera, babia sido dar
una feroz paliza en la plaza pblica al subprefecto
del lugar, despnes de una borrachera 9elebrada
en el caf de un austriaco, sito en uno de los costados de aqulla. El subprefecto qued maltratado,
i mal herido en la cabeza un practicante de medicina llamado Iturrizaga que se meti brio en la
zambra (1).
0

(1) Tenemos en nuestro poder el proceso orijinal de este escndalo ocunido el 1. 0 de setiembre de 1880. Aparecen en l
como culpables los alfreces Garcia, Canales i Tngle, a los que
se conden a penas leves.
He aqu algunos telegramas inditos sobre este mismo rden
de cosas en Caete:
Caete, julio 6 de 1880.
Seor prefecto:
Cada dia se hace mas nt:j en te la fuerza; seria bueno que los
20 hombres que me dice U. S. me remitir para completar los
50, salgan en el dia. Montonera, segun se me dice en Chincha
i Lunahuan con motivo de la venta forzosa de mulas, amotinados, u lo que se agrega las cosas anteriores que me obligaron a
pedir a U. S. la fuerza.-Melena.

Caete, j,ulio 14 de 1880.


Eel'or prefecto:
Anoche se denunci que loa negros de la quebrada iban a ata-

-721-

V.
C ulmin este clesba.ra j nste e u ]u re nuncta qu e
cobardcmeutu hi:;.o J e su puesto elj efe que cubria
con sus f1w rza!'l el opulento valle de Caete, i a
e:;;e p ~L r t i c ul ar ha ce referenci a el t; [:rnie nte curioso
teleg mm tL:
hsco, octub1;e 2i de 1880.
(Oficial) .

Seor coronel Al vizuri:


Te suplico vuelvas en s i reorgctnices tu cu1acion. Oficia por
el cambio que te indiqu . E spe1amos p i ratas en estos clias. Dos
mil lw mb?es en 1'evista de los di s trito~ i .seiscientos monta.clos.
Ha ll egado prefecto Orbegoso i coronel Dvila: marchan por
tierra. R ecibe un abmz o.- Z amudio. >
>

V J.
Pero donde la anarqua, lobo hambriento e insacia.ble q ne ha devorado ht vida del Per desde
su cuna, dej nelole apenas existencia raqutica i
rniserable a. tmves de las edades i ele las pruebas
mas crueles, donc1e la n.narq ua Re mostraba en
mayor amplitud e insolencia, era en los fertilsim os valles de Chincha, verdadero paraso de los
car ln. hacienda H nalca r, iu rn ecliatamente me constitu en di cho
lngar con doce j endarm es.-Melena .
11 18'1'. D T. .\ C. Dl~ LI MA

91

-722

trpicos. El ocio ha hecho all feroces, como los


hrntos, a los seres humanos, i despues de Jarga
:-;erie de crmenes, los negros sublevados contra el
trabajo i ,contra el blanco, como el hombre amariJlo se subleva contra el negro, habian asesinado all
brbaramente, despues de la bata.lla de San Francisco, por la. pascua de N a'1idad de 1879, a los ricos propietarios Carrillo i Albornoz, un jven inofensivo, i a don Antonio Gonzalez Prada, antiguo
dandy ele Lima., de Santi::tgo i de P<tris, que fu
atrozmente sacrificado, a ttulo ele anti guo patron,
en su hermosa h<Lci enda (1e Laran.

VIL
Manchtba en aquellos lugares como comandante jeneral, el coronel don M<triano ele La Torre,
pero bRjo su autoridad, o contra ella, vino un abogado de Lima llamado Lopez 'rorres que con el
nombre ele reclntador desquici por completo lo
poco que quedaba en pi e n aquellos parajes como rden i como fu erza: 'forres con~ra Latorre.
H aqu uno de esos ' tele g ramas peculiares del
Per qnc anunciaba una de aqnellas novedad<~s .
Pisco, octub1e 17 ele 1880.
Se or prefecto:
El cot nau clante Lopez Torres rlc"stac fuerzas r ec lutas eu pue_
tom i ro m pi bol e tus de las reserv as; el pu eblo toc campana i recha z partiJas.- .M. A. Z nmudio.

ulo tle Chi ucha,

T23-

Vino de esta o de otras cansns qne iban a condensarse probablemente en un so lo or~jen, que era.
el miedo, la rerlllnci<:t que de su puesto hizo, como
el Al viznri de <tete, a la vista del enemigo in~
t erno i esterio r, el co ronel L ~ rorre de Chincha,
sin qne fu eran bas tant e a retenerlo bs amones taciones de su j efe superior, el coronel Zamnclio,
nombrado hacia poco cornand<tnte superior ele totas las zon::ts vecinas a Pisco, donde a la sazon te ..
nia el ltimo su cuartel j eneral (1).
( 1) Los sigui en t<7.s teicgratqas se refie ren
cion:

:1

esa estra a si tua-

Pisr;o, octub1e 26 de 1880.


(Oficial).

Seor coronel comandan te j eneral don lVbriano de La Torre:


Habri a dese ado no rec ibir s n tel eg rama; sus impedimentos ,
con.t?aproduc_entes. Tropa a pi; el que tenga a caba llo. E l pe1"Uano muere por S'I.~ pat?ia. Los dce res cont ra la reserva rle ah:
serian efecti vus con su telegrama, que lo doi por no 1ecibido.
Permanencia aqu, cuarenta i ocho h oras; ~:tANCHO LLS'l'O. Po rm enores he darlo de oficio. Ven ga V. S . POR Dl<a.ANTF. .
1li. A. Zamurlio.>>

P isco, octubre 17 ele 1880.


Sefor comandante j eneral don Mariano ele La Ton e:
A Chincha.

Los cargos son irrenun ciab les cuando es t de pM medio la


sal vacion de b pat.ri<1; se cie1Tu,n los ojos ha (sic) exaj eradas
pretension es. No hai, pues, atuqne a w cl e li cad (~l\a per11uua l.
Todo t ieuue nl cnmplimieoto militar i nada mas. E s ::;olo un pa-

seo militar, no se van a batir i no querlar ninruna viuda.


SlMPRF. sJNEr.os

])g-

V. S.>)

M. A. Zarnuclio .
I todavi tt este ot.o, fecha de 22 de octnhre .
Las caus:t les, pcrl itlos i fundam entos de su tri stsi ma escusa,

724

VITT.
Prosignienrlo este itinerario de vergenzaS',
encontranws al fin un hom bre que revela cierta
cne1:ja i asarnos de patriotismo en aquella rejion
de esclavos ahados i de m<tndones ~;in honor; i:
se es aquel infeliz sn bprefec to de Pi sco don
Agustin Matute, a qnien sn desgraciado apellido
i su tri ste suicidio con una navaja., di era en Chile
injusta rep utacion de misere:1hle. De los libros de
la. subprefectura de Pisco que en una carga. de camello te nemos a la vista., de sus telegram a.s i ele
sns cartas resulta., en efecto, que aquel eles ven turado tenia el propsito de servir con desinteres ~t
sn pas i se afanaba por levanta rse. al nivel de la
situacion, apartndose del fango e n qne se veit
snmmjido, Colectaba vveres; en viabn a Lima los
recursos de las iglesias; corra ya en un<t direcci.on,
ya en otra para allegar fuerzas i apo rrnta.T caballos,
i por ltimo, e~ponia sn propia vida para mantener el rden en sn distrito, haciendo fusilar mon ton eros i facinerosos, i entre es tos el. dos hermanos
Santa Ana. i un Lobaton, qu e Oi'(1e u ej ec utar con
rigorosa crueldad en 'rumbo de Mora.
Mas, como hiciera todo esto, los desalmados le
:po a(:lmiten mns pnl almt qn e el cnmplimi ento de I<J mn ndado .))
JVI. A . Zamurt-io .

.,

725 -

pro fmmba n odio in t en so, 1 e u nna ocnsw n ( el 30


de ngos to) en que fu u estorba r en P isco una ri~t
ele g ;Lllos, q tl c e l habi a p rohib ido p.o r hm1 d o, lo.;
tab un~B lo asaltar n a gol pes, le bo ta ron con s n
pro pi o n' \61ver los di e n t es i le robaron cerca de
clor:; mil soles q ne lle vaba, a su decir, en los bol ~
sill os ( 1) .
(1) c ,.q,;t!t es to de comurrC<tCo ne$ de Matu te al preftlCto de
I c<t q ue nos Jt.;os hemos publicado, [ e u los an exos del pr ese nte
C<tp[t ulo tLtmos cubid<t a varios tlocu m n to:;; honrosos p Ha e:> te
fn nciona.rin .
.Po r lo demas, no se crea qu e todo esto era local i esclusivo rle
nqnell os vall es, i para el caso enumeramos solo los s ig uiente:'!
h echos C P~ Lneos e u los val les del norte:
.-\ llr il l 7 de 1880. -E I gobern ador de Oha ncai a nu nc ia por
t el6gmf- , qu e env a preso a Lima al t eleg mfls t>t d e este lug ar.
H uacho, julio 3.-So su icid el capi t::t.11 de p uer to <hn DaJI id de la R osil , de;; pues d e he rir a l lJoga Ag ustn Basabr .))
H nacho, mayo 8.- Telegrama al j efe sup re mo. E l se?''w subprefecto de sta se h a fugado h aci ndose r eo d el ra pto de una
seorit<t h ija d e fa mi lia.))

(Telegra m a de la m adre de la robada a Pirola).


Mayo 12. - ccS eo r j efe suprem o: D 0sde el virues 7 del present e el seim subp refecto ele esta, cou esc,nd,d o h orrible, se ba
l levado a mi hij a i aun permanece en s u puesto ltrzciendo almcle
ele su accion. -Naclie p uede dar rdenes p ara r ecojer a la nia .. . ... )) - Jl!fa1.a L . viuda, de C ... .. .. . .

1 cm o, san tos cielos, se mej a nte pas pod a sal varse?

H~~ aru t oda va otro t eleg rama suelto de P isco.

P isco, octub1e 20 de 1880.


Sellor prefect o i coma ndante j enera l,
! ca.

Subp refecto acus a ofi cial Bc rmu rlul q nc e u via je de Ta mbo


el e Mora hab a, p ues to e n li be t tad :t Llll h ombre rior Clll CUe nta
soles, pu se preso a oficia l, por la not<t ac usa,ciolt no la htt pasaJ o, hui se b ex ij o porr1ne he SttbiJo qu e e man da nt e La 'rorre a

12G-

IX.
I en mellio de todo esto, aquellos tristeR hombres no encontmban mar-; arbitrio eficaz para defenderse, qne inventat noticias noveleras, propias
para nirios, o mandar envenenar los pozos del
desierto, proeza 1 recurso ele canbales que recuerda los ardides de los mas infames crrneil8 Rasiticos en sus gneJTas de brbaros afeminados (1).
dirijido a Zamudio ofici 1 sobre este asunto, pero con fines reprobados cambiado el nombre, lo que comunico a US. para que si
lo e!'tima conveniente ordene esclarecimiento.
Est en libertad Ormefw i Chacaliaza.

Lopez T.n.,.es.
(1) En materia de invenciones i de mentiras , fuP. notable la
siguiente que tmsmiti, a mediados ue octubre, el capitan del
puerto ele Pisco, que era el mi s mo de la Union en el C\mbate
de Clli pana.

Pisco, octub1e 17 de 1880.


Seitor secretntio jeueral de marinn.-Palacio.- Del snr se
me comunica: Odio J eneml (sic) por suceso Oovadonpa contra
su golierno (e l gobierno de la Oovadonga?); que Santa Maria
remplazar. a Pinto; Montt ha muerto; uu hatallon enemigo
amotinado i dispersaJo en 'faeua . Qne es pedi cilHHtr.n en estos
dias sohre Lima.- Portal.>>
N o las tenia, sin embargo. t odat' consigo el bra.vo Portal, porque e l 29 du octubre envialm a los capitanes de puerto de ChiiC!1, Cerro Al-lttl i Callao, el signi eut.e telegrama , eco de mnch os
Bobresaltos. Srva use US. decirme dnde est la espedicion
Lvn ch.>)

En c1t nuto al llocumento relativo al euve ne:~amiento de las


aguas, h aqu eltne :>e public eu tu<l1t la pren sa de Chile sin

- 727 -

X.
A fi u <le po ner e n media no rde n los escomb ros
ele aq nel. C;LO H q ue e m In, imj en viva del Per,
e n la hom clel pe li g ro, el rl ict <LClo t e nvi a Pisco,
e n los p rimeros di as ele oct ub re co n el t tt1lo de
co ma nd a nte j e n er ~tl, al co ronel ele caball e ra don
Manuel Ant oni o Z amn d io, j efe q ue g ozaba de
cierto pres t\ji o mili tar, i se dec: ia era hij o fle un
ilnstre jenera l d e caball era ele Chil e, fmto de
a mores de poscripto.
I , a la verdad, co nsta de los pnpeles sorpre ndidos en Pisco, que Z a mudio hizo torlo lo posible
por cumplir su cometido, i as es deber decla.ra.do.
Mas para poner a lo qn e ah p asaba e l sello del
qne t.eng;1m os noti cias hn.ya s ido d esm en t id o o <tten nad o por los
p eruan os:

.1..Voviemre 8.

Se l'i or prefecto comaudanr.e j e neral d el de parta m ento:

En con testnci ou a su mu e:; timado teleg ra ma fech a 5 del


prese nte dir a V. S . qu e en el m omento proce d a. buscar a la
jen te, ln qu e no pude co nsegui r por falta <l e f uerza mra hn ce r
cnmplir la rd en de \'.S.; tuve a Li en qu e c'currir a l se or co.-n a ndante j en era l pa ra qu e me propnreiona r:;e sei s h om b res de
caball era; mas es te caba ll ero me preg u nt con rn obj eto era, i
tnve que m o~trar el parte d e V . S . i M.E D IJ O QU I~ NO HARTA NJ<: Cl~JD A D, !"~::; L T ffil"fA P l lEP A H A DO TODO DF: A N T !!: M ,INO

DICHOS P v li ()S 1 QU IO: SU OBJ I: To l<: RA

'1'000 ~:li T A B A P REP Ai t A I>U


EST H t\ 'f .Jl C.: O~

l'AltA

,; ,

SOBH J<:

ENV g Nb:NA lt ~; .L .\ GU A , Q UJ:

POBQIJ J>: EH A l'NO VI!: LOS ~; LI.llii': N T O S

E NE M I GQ)) .

Dios g uard e u. V. S .-S . P. C. J.

11. Fer n.ndez.

- 728 -

desgobierno i de la locura, el prefecto de lea, de


que aqu ellos valles hasta Caiiete depe ndian, un
tal Villena, se sublev contra la autoridad militar de aquel delegado, seg un consta del sig uiente
t elegrama que coincid p recisamente con el primer
reconocimien to de deRembarco que en la direccion de Pisco hicieron los chilenos a principios de
noviembre.
Pisco, 3 de noviemb1e de 1880.
Se or secretari o de guerr a :
Lima, (Palacio) .

"'

Maga llanes anclada i un traspor te en b pe nn sula de Paracas. No he rcibido rden al g una como poner t rmino a esta.
criminal situacion. El prefecto desco noce ni autoridadJ>.
'

Zamudio.
- ~----- --

'

XL

Todo esto carecera de nombre en un pas en que


las nociones iaun los .instintos salvadores del patdotismo tu vieran algnn valimiento. P ero la ve rdad es que las provincias del P er que Chile iba
invadiendo sucesivame nte, presentaban la imjen
de otros t an tos cadveres q ue al paso ele sus armas se estremecan i caan en tomos, a. semejan-
za de lo que con sus momias seculares acontece.
Porque es preciso no olvidar que mintras todo
esto te nia lugar en la.s zonas sur del Per, t an den sam ente pobladas como las del norte, el coronel
Ly nch se paseaba, arma al bi'azo, por la.s l t imas,

72D .,

sin sentir siquiera el diRparo de un VlC.J O t rabuco


co nt m su hueste in vaso m. Qu decimos? R efiere
el comandan te Stu ve n, en un a carta ntima, que
habin dose eRtra vi ndo cerca de Pueblo Nuevo, en
el departament o de L a tnbayeque; entr solo a la
al dea, i vi ndose rodeada de n n gru po numeroso
de desconocidos cuya actitud ig noraba, oc urr ise le decirles: -cc Seores, no t ema n ustedes nada.
IIe dado rden a la caballera qne no moleste u
los moradores pacficos)) . I sin mas q ue esto, todos se quitaron los sombreros i con voz suplicante
le uij eron:--Gracias, rni Jeneral!

X1I.
Al.g;o semej an t e iba a. ocurrir en Pisco porque
a unq ne el co ronel Za mud io ha bia logrado re unir
has ta t res m il hom bres i t enia batallones que se
denominaban San Mnrtin , Sunampe, Chincha Alt a i Baj a, et c., su composicion moral era lo q ue
p necle cole,ii rse por los ante cedentes que hemof:i
ven ido rea nudando; i en c:o 1secuencia bast que el
co manda, nte So uper se mldanta.ra :::;olo e n su c:almllo, blandiendo su sable pnm a huye ntar ::; ns a van zaclas, i e n seg uid a t res o cna tro clispa ros ele la
Chacabuco , pnra poner en fuga la n ume rosa t:aballc ra de lo::; valles el clia del desembarco, 19 de
uoviembre de 1880 (1).
( l ) f~ l ig ui ente teleg rama dir ij idu a Chil ca a l ex prefecto le
HI ST . DE L A C. DE L I MA.

1)2


-730-

XIII.
No babia soltado sus anclas el !tata en el blando fango de la histrica caleta de Panwas, sirnAre<JUpa Gonzalez Otbegoso cuand o pasaba a Lima con el coronel llirila, a fitH~S de octubre, da una idea. del estado de las
fuerzas de Piseo i de lo que poda e~pe rarse ele ellas. Lo trasladamos clirectameute del orijinal, i dice M :

Pisco, octubre 31 de 1880.


(Oficial) .

Seor prefecto don Alfonso Gonz nlez Pinillos. (?)


(.;bilca.

Hoi se verific una gran revista con el nmero de mil quinientos de infantera i trescientos montados, pu es lleg el tercero de Chincha i caballera de Chin cha Baja. Todos con el mas
grande entusiasmo; dichas fuerzas esMn acuarteladas i resueltas, aunque desarmadas, por no haber proporcionado stas el
prefecto, pero no obstante, el entusia~mo por amor a nue:-;tro
suelo, creo, sin engallarse el que suscribe, que haremos cuan to
est a nuestro alcance pam repeler al enemigo i q ne estas aban donadas playas, por falta de autoridad poltica, que <1Psgraciadamente nu sabe cumplir con su deber sino gastn.r mncho dine ro
sin saberse en qu, pero eu su defecto, el pueblo en ma.sa, cumo
est, hani lo que e:;t a sn al cance, inclusive, como tu saes, las
principales personas visibles del lugar.
Siu ahrignr pa!;ion alguna, sin o nuestra honra, i para a li viarnos de la :sit.uaciou ctt que et;tamos de abandono, por fa.lta de
arrna.m e u to i de apoyo del seo r prefeeto, pu es ha tenido h temeridad de Juandnr la <:ulumna, uica qne se encuentra armada,
a m:a di l' t nneia t;O tt side ra lde; te estimar en obsequio a nuestra
rel ucion, hagn; de t u parte en el acto cun nto est a tn al cance,
para que ;;ea remediada la desesper<~ci o n en que particularmente liJ e eut; uentro, en ei cargo que iuvisto por uo p-oder dar 11n
part e cunw deseo, pur cuuo;idemcioues de recomendacion a quien
correspoud e.- -Te u prese ute que tenemos a l enemigo invasor mui
cct C<L i que lw.i f]He repelerlo a todo tra nce, nico medio como
quedan.'L Licu puesto, l.HJ particular mi ll ombre, i en jencml, el

-731 -

ple albergue de pesca.cloreR i del viento (que ah


se llama paraca ), cuando el jeneral Villagran enviaba el Angamos, capit<.tn Lynch, mas que a intimar rendicion, a tomar lenguas de lo que p<:tsab<.t
en el puerto de Pisco, dist<tnte once millas al norte por la plaze:t. I de.;de ht estrernid<td de t-JU mnelle, obra m:)numental e n cnctlquier pas del mando, fabricado en Inglaterrct hace veinte aos, soltaba el capitan del ~jil trasporte uno de sus oficiales, el teniente don Adolfo Hodriguez i este llevaba a Zarnuclio la notificacion de rendirse.
A tan poco cort::; mensaj e, el comandante jeneral de las z;onas del Pisco respondi por escrito
con el siguiente herico cartel:
CO~IANDAN C L\

EN .JEJE DE LA PL.\ZA.

Pisco,

?touiembrr~

19 r.le 1880.

Al j efe de las fuerzas espediciouariat~ de Chile.


En contesta.cion a su iutimacion verual de la rendiciou de
esta plaza, digo a V. S. que puede proceder a t0marla u viv~
fuerza, i que un solo peruano no arriar. el pabellon a las hues tes invasoras.
Manuel A . Zamuclio.
de nuestro pas. >>

Juan Jos. P inille.s.


Parece que en e:;te estado desesperante de cosas, Pirola intent venir n. aquelllls rejiones, como en setiembre habia ido con
una division hasta Uhancai, porque en uu telegrama del 27 de
octuLre en con tramos estas palabms.- El iefe stLpremo estc en
Meda,_es decir, n. u11a j ornada de Cauete.

-738-

Entretanto hal>ia echado In O'l-It'gg1s a tierra


en Paraca~-; la comp't.a Clcl capitan Rojo de ht
Artillera ele Marina i unos cuantos pelotones de
Granacltnos que iban ensillando i saJienclo po
grupos al interior o por la playa.

XIV.
Es In cotn<Ll'C<Lde Pi sco llan ;t i a1onosrt con estensas vistas, no desprovistas de rasgos pintorescos, porque hai pc~.lm c ras, viedos i m;ttorl'ales.
-Hcia el sur de la ciudad dil ~tase un rido
desierto llamado la pampa de Guaynr, que va
hasta. Jea, comarca rica en agnardientc:.s esquisitos, dieziocho leguas mas hcia el metlio da por
Jos rieles.
Por el lado norte de la cinclacl co rre en lecho
pedregoso i desigual, en trecho::; ele cesped i de
vegas, el crecido rio de Pisco, q uo des pues de
abrirse paso por lo::; desfila.de ros de Hnm <ty, seis
o siete leguas al interior, se de_rrama tnrbio i fe rtilizante, en la estacion veraniega, que cr:; la de las
lluvias en la Sierra, por las haciend rus de caas i
los viedos, el maz i los camotnles.
Poca.s cuadras hcia el norte, p<tsa.do el rio por
cmodos vados, se encuentm b .e sp1cinc1 ida hacienda de Oauoato, el nombre de LL ten ca p er uana, en cuya vecin chd los pern anos peleando como
verdaderos caucatos, se derrotaron i r111 ye ron rcC

733 - -

procn.mcntc en lu clebre jornada de Agua Santa,


en 1842.

XV.
Et vi~jo pueblo de Pisco con sns manzanas tiradas a cordel, sus calles polvorosas, como ]as de
Melipillct; ciudad ele viedos i arboledas, cual la
ltima, no ostenta como lujo sino su plaza con su
vieja parroquia de azoteas i cpulas jesuticas, i
dos o tres con ven tos, hoi solitarios i derribados.
H llase esta antiq uisimc.t villa sobre un alto
ribazo, i el puerto propio diez o doce cuadras
hcia la playa, desendiendo por una. pendiente
arenosa, bordada en avenida formada ele raquticos_sauces de Castilla. El pnerto es miserable, con
unas pocas bodegas que hacen contraste con su
magnfico muelle de seis cuadras (700 metros) de
largo, con struido sob re elegantes i altsimas columnas piramidales ele hierro. El mat es all abierto, i tan somero que se ancla muchas ctiaclras sobre la tosca, lamida por la pamca, antes ele poder
tomar un bao hasta la cintura. E se pasatiempo es,
sin embargo, peligroso, i a un soldado del 4. 0 que
mas tarde se ba all ' por rclen superior ' alaun
o
bicho martimo venenoso le pic un tendon i fu
preciso cortarle Hna picro.a. Dos de sus compaeros escaparon apenas a la amputacion .

7:34 -

XVI.
Haba puesto Zamndio su cuartel j enc ral en el
puerto, mintras su jefe de estado mayor Pinillo::;
a.trincheralm Rll cobarde j en t e en el pueblo viejo,
i all por s solo, Rin clispamr un solo fusilctw, se
rlispers, no obstante hallarse competen teme nte
nrmadu (1).
1

XVII.
Habra parecido paradqja decir que el con1and~:mte Souper se habia. tomado a Pisco, como si
(1) Apesar de lo qne tlecian Pinillos i Zamudio, todos los soldatlos peruanos de caba,lleda qne se pasa1on (po rque hubo tres
pasarlos) i ot ros <li f>pcrws que se tomaron, es taban armados de
carabinas Speuce r.
Desde el 31 de agosto el coronel Mirauda, jefe de la zona de
Lurin, auunciaba que existan eil Chilca 205 ca,iones de armamento para esas fuerzas, i uu tal Comej o telegrafiaba desde Ic<t., el
4 de octub re, quP. tenia reuni das 600 bestias para la movilidad.
No f,t!tabnn por cousigniente rec ursos a aq uellas jentes. Lo que
les faltaba er-a corazou i vergenza.
1 h aqn todava dos telegramas que lo confirman:
Caitete, noviembre 13. -Seor subprefecto: Hace tres dias
tengo W mul as e::; pern.ndo ig ua l nmero de Cf_trga~, que me dice
e l prefecto remite ~t Pi::;t.:o, seg un me Cllur,estA) anoche, hace dos
dia!ol h al, ia salido de Lima, supong~> ::;ea11 esbas las que u sted me
jnclicn. estnrn en Ch ilc<t, )lle5 uo tengo conociruieutu de mas.
- Afelnzc~. >)
Pisco, 14 tle noviembre.- (Recil.Jido a las 3 P. lVI.)-Seor prefec to: Ayer sali el armamento de Lim<1 segun me lo
com uni ca el secretario (re g uen a, mas b pl1oru. qne ped por
t eleg ramn.-M. A. z~anudio .

...

-735-

hubiera sido un sorbo de su .rico mosto veTde, pero esa fu histricamente la verdad, porque al:
verlo avanzarse solo por la playa le dieron alcance Jos paisanos don Isidoro Errzuriz, don Alber~
ta t)tuven i don Daniel Cuervo, i luego ocho
Granaderos al mando del alfrez Ibarra. I sin mas
que divisarlos, los custodios de los dos pueblos
huyeron.
Poco mas tarde, se incorpor n los atrevidos
esploradores el capitan Rojo con su compaia, i
esto afirm la resolucion ele aqullos para marchar
adelante.
En consecuencia, e ignorando la intimacion del
Angamos, acordaron Sonper i ELTzuriz enviar
como parlamentario a don Alberto Stuven, i ste
regres ya entrada la noche con la mi~ma altisonante respuesta de Zamudio, i con sus dos asistentes ~ien provistos ele sabrosas ga.llinas que habian sacado, eomo para hacer irrision a tanto cobarde, de sus dormideros.
I en efecto, aprovechando la no che los tres mil
soldados de la zona de Pisco se escaparon hcia
Humay en el mas ridculo clesrden, olvidando el
coronel Zumudio prenda que rnra vez d~ja en su
derrota un jefe pcruano,-sn baston de ceremonia
con empuadura de oro qne hoi con su cifra esculpiaa por entero- c<Zanzudio))-1uce un caballero en las aceras de Santiago.
En las horas a que en el cnrso de la guerra ha-

73G-

b iamos llegado hasta las puert:ts de Lima, hubirase dicho no quedaban en el Per sino dos homb res, i stos eran don Nicolas de Pi rola, a pesar ele
sus estravagEtncias, i el subprefecto Matute, apesar
ele sus pnicos, porq ne ste fu al mnos el nico
peruano que se mat por sn patria o por su causa.
Segun una carta enviada a La PatTia ele Lima
por los telegrafistas ele Pisco, el coronel Zamuclio
orden la conccntracion de las trope1s en Pisco
Alto a las 4 ele la t ctrde i a las .7 la retirada, abandonando l a es<:t hora la ciudad en compaa del
capitan de puNto Portal, clesp ues de haber dest ruido ste las embarc:wiones menores .ele la rada
i los carros de mano qne sobre rieles hacan el
ser vicio del muelle.

XVIII.
Averiguado todo esto por la partida de voluntarios del comandante Souper, que en la noche
retrocedi por rdenes t erminantes del jeneral
Villagran hcia Paracas, avanz toda la di vision
en rclen por la ]Jlaya el clia 20, i en la tarde fu
a estacionarse cmodamente en los dos pueblos.
- E l Coqnimbo i el Chacabuco pasaron a guarnicionar la ciudad propia, i al j efe del ltimo reji rniento, el e ntjico comandante T oro Herrera, fu
nombrado gobernador militar de la plaza.

- 737 -

Pisco habia sido ocupado como si hubiera sido


un a vasjja i no una ciudad. (1)
(1 ) L a prensa de Lima daba sin ruboriz<trse las sig uientes
noticias sobre la cmoda instalacion de los chi lenos en aqu ella
esce l ~nte posicion mi li tar, ta n cer t~,m e nte elejida por San
Martm en 1820,
La divisiou se acuartel pnrte en la playrt, i parte en Pisco.
La de la playa se in sta l en b aduana, la Vincola, In. bod eg a
Boza i la cstacion ; i ln, de Pi sco, en la snh-prefectu ra., el cuartel
i casa de Cuello.
Los jefes i ofi ciales tom aron aloj amien to en las mejores casas, apropindose de todo lo que eucontraban en ell as. Villagran
se domicil i en la s casas de Molfino, acompa:D.ado de su estado
mayor.
nando stos estuvieron alojados, la t ropa obtuvo puerta i
permi.so para saquear las casas peruanas no ocupadas por sus
supen ores.ll
Reproducimos iambieo alg unos de los telegra mas enviad os
esa maana a Lima , t odos los cuales respiran indecible prwor i
sorpresa.
Pisco, noviemb1e 19 de 1880.
(Recibi<lo a, ln.s 8.45 A . M.) - Seor secreta.rio de guerra : Cin co buques chil enos n la vi sta.--Llf. A . Z amuclio.
(H.ecibiclo a las 9.40 A. M.) - S or j efe supremo: - Siete
b uques penetran en la baha; nno de e llos se cli rij e a P aracas,
fu era del radio de las fortificaciones . Mi j cnte ocupando sus
pues tos. - Zamuclio.
(Recibido a lus 9.50 A. 111.) -Er:,celentsimo seor:-Son tres
trasportes remolcan do cada. u no una fragata., nnn. corbeta en cabeza de lnea. que ha llegado al fondeadero de Paracas, i un vapor que cierra la cola.
No se conoce es te ltimo.-N . Portal.

rA las 10.40. )-Seo r j efe suprerno :- L os lll1q ues enem igos


son cuatro de vela, remolcados por cuatro vapore s i un blindado.
-Zamudio.
(A las 10.M.)-Escelentsi m o seor j efe supremo: -De P isco
el seor P ortal comunica al seor secretario de mnriua lo siguiente:
Se avist an dos buques mas, uno a vapor i otro a vela; se dim sT . DE LA (), DE LlllfA.

93

-738-

XIX.
Establecido slidamente el jeneral Villagran
en PiRco, con cmodo cuartel, forrajes suficientes,
rijen tambien a Paracas.
~eii or sub-secretario de marina:--Angamos pide verbalmente
rendicion del puerto. Contesta Zamndio altivamente. Se rompero lo >fuegs. (l)
Telgrafo va a ser quit~tdo i remplazado por posta.-N.
Portal.

(Recibido a la 1.30 P. M. )-Seior secretario de marina: Anga.mos viene a este fondeadero a comunicar con el vapor ingles caletero. Trae jente de desembarque. - N. Pmtal.
(1.35 P. M.)-Seor secretario de guerra:-Eo este momento
Angamos al cabezo del muelle con tropa a la proa; yo en este
momento all esperando parlamento.-Z amudio.
Seor jefe supremo:-Ha comenzado el bombardeo.
Todas las fuerzas en sus puestos; 1'esisti1emos hasta mmir (!!!).
-Zamudio.
El bombardao a que alude Zamudio fueron dos o tres caonazos del Angamos i un torpedo peruano que se frustt en el muelle.
A propsito de las peripecias del da en Paracas, he aqu
algunos fragmentos de lo que nos escriba el malogrado capitan Reyes Campos, del 2. 0 de lnea.
Noviembre 19 ele 1880.

( 7 A. M.)-La escuadra se halla a la vista del canal de Paracns.


Se han adelantado: la Chacabuco, Angamos, Itata, .T-ima1 i
tres buques mas.
El Lama?' va a cuatro millas a retaguardia, a seis de ste
viene el resto de la escuadra.
( 8t A. 1\'1.) -Los buques que van a vanguardia entraron ya
al boqueron. El Limar se aproxima a l.

(10 A. M.)-Los primeros buques pasaron el canal. El Lima-

-739-

pan i choclos en abundancia, se prolong la ocupacion hcia el sur marchando el coronel Amuntegui con el 4. de lnea i un esc uadron de Granaderos i 4 piezas hasta lea, cuyo suculento pueblo ocup el dia 23 de noviembre, huyendo el prefecto Villena, como huan todos, segun el interesante parte oficial que se rejistra en el anexo. (1)
0

1'

va entrando a l.

( 12 I\1.)-Los buques tntes nombrados han et;trado a la rada


de Paracas. Nosotros, es decir, el Lamr,r va saliendo del canal
en direccion al fondeadero. El resto de la escuadra sigue a retaguardia a todo vapor.

(12.5 P. M.)-Nos hallamos a dos milla!> del fondeadero, i


en este momento se ha cortado la espa con que el Lamar remolca a Julia ~ ......
Se ve que los primeros buques han fondeado. Las lanchibs a
vapor principian a remolcar lanchas con trop ~t para ticna ...
Qu desesperacion se nota a bordo del Lamar por el inciden te
de la espa que no nos permite avanzar! ... Vamos virando en
redondo para alcanzar otra espa a Julia .... ..
(12.11 P. M.)-Gracias a Dios! ya est afianzada la otra espa ... Seguimos avanzando hcia el fondeadero.
(12. 15 P. M. )-Se siente un caonazo en el puerto de Pisco.
Debe ser la voz de alarma .... Otro caonazo . .. Otro mas.
Parece, ?Or estas demostracion.es que los seores peruanos se
preparan a la defensa. Tanto meJor.!
(1) e<lca es un pueblo de siete a ocho mil habitantes ; est rodeado de chcaras dedicadas especialmente al cultivo de las vias qne producen el famoso pisco; sn irrigacion se hace durante los meses de diciembre, enero, febrero i marz o, que es cuando
el rio trae el agna de las lluvias de la sierra. La ciudad, de un
aspecto parecido al del resto de las ciudades peruanas, es desaseada i de edificios vetustos. Sus calles, por el contrario, son
anchas. Las iglesias son numerosas, s:endo su interior recargado
de tallados de iucreible paciencia. Su comercio est esclusi vamente en poder de italianos i chinos: consiste principalmente en

-740-

Por el norte, el dia 21 nuestros esploradores,


que ahora lo eran por ra de paseo, los seores
Altamirano i Errzuriz, escoltados por un peloton
de Granaderos al mando del teniente Padilla,
ocuparon a Cancato, cuyos chinos sublevados pedan, como en todas partes, venganza contra sus
crueles amos. (1)

XX.
Cuatro clias mas tarde salian por tierm 200
Granade1os al mando del comandante Yvar con
200 infantes del 2. a ocupar a Chincha Alta i
Baja i a Tambo de Moia, que es la caleta casera
~

la imp ortacion de mercaderas estranjeras i en la esp01-tacion de


vinos i aguardiente. L as frutas son abundantes i so bre todo las
ricas sandas que nuestros soldados preferian a todo : a la llegada del tren a Pisco he visto soldado que ha pagado hasta veinte
soles por una sanda. La moneda que usa nuestro ej rcito son
los billetes peruanos es traidos del vapor lslai,. que se le da con
carg o a sus haberes por el va.lor de diez centavos cada sol.
H.es pecto de las comodidades que la l." division encontr en
Pisco i el servicio d'3 !u. intendencia a cargo del delegado seor
Al varatlo, publicamos tambien en el an exo un in teresante ac pite de carta de este escclente empleado.
( 1) De uno de estos asiticos, ta n e m eles como dbileR, que
acompaaba al coronel Amnmttegui hasttt l ea, se cuenta lo sig uiente :
Hasta la llegada a l ea, el hijo del Celeste lm pe l'io era todo
al egra i charla ; pe l'o tan lnego como se acanto n la tro1m despues de t omar posesion tranquilamente i con todo rden de la
ciudad, el chino camhi co mo por encanto i se puso taciturno i
callado, r epitiendo de cuando en cuando:
>>Chilenos lesos, no sabe u ha-:: ht g uerra: m ut a. too, too m ng uares i,nitlo, chileuo leso!>.)

-741-

de aquel valle. El ministro de la guerra, acompaado del seor Altamira.no, conducia esta espedicion, mintras que en el A ngamos se dirijia el
comandante Vidanrre, con una seccion de su cuerpo (250 hombres i 4 caones de bronce), a tomar
posesion de a.quel importante desembarmtqero. (1)
(1) <dill pueblito de Tambo de Mora es chiquito, pero mui pintoresco: tiene una sola calle de norte a sur i cinco cuadras de
naciente a poniente. Las calles que arran can de la principal para
el oeste, va n al mar, que est a m nos de un a cuadra d e aquella ; i las que parten al oriente, desembocan en un a pampa hmeda i g ramosa, a poco m as de doscientas varas de dist ancia.
)) las casas del puebl o, cuyos fondos cla n a la espresada pampa,
tienen huert::ts i j ar dines prec iosos . A bundan tolla clase de {trboles t ropicales-! es pecialmente los banan eros i las pan as.
))El clima debe ser m alsano, porque el terreno es en jeneral
hmedo i lleno ele paj onales, totora les i vegas.
:oLos edificios son casi todos de dos p isos : en el superior viven las familias i en el inferior n o h ai sino bodegas espaciosas i
cmodas .))
En cuan to a las costumbres de sus habi tantes no carece de interes local la siguiente comuoicacion que fu encontmda en poder de su gobernador el ale man don Bruno Sindemberg .

R. P.

Santiago de Chincha, julio 28 de 1880.

Al seor gobemador don Brun o Sindemberg:


Seior g obernador debiendo comunicar A. u. en que h oi a las
och o de la ma ana se selebra r una mi sa can tada dP. Rogativa
al Seor del l\1a i t an lu ego que termine In. Misa saldr la procicion dirig indose al puerto ele t ambo de Mora a fin de qu la
divina probidencia por via de nuestras suplicas y R ogativ as
emp ida la Venida de nu estros enemigos chilenos: dgnese u. l
Hecibir la procicion.
Dios g uarde A. u.-Lorenzo Gtterra.
Ce rca de Pisco se hallan tambi en hts c leb res salin as d e
Otusca, descubiertas eu 1752 por el capittm don P ech o Vila, i
cuyos arrendamientos producan ntes de la g uerra diez mil so-

-742-

Hzose esto conjuntamente con la llegada de


los Granaderos por la playa, despues de haber
domina.do las dos pobla.ciones mediterrneas del
valle i todas sns ricas haciendas, especialmente la
de Laran. Al penetrar en las calles de Chincha
Alta al amanecer del 26 de noviembre, fu toma.;.
do prisionero el clebre subprefecto de Pisco Matute, i conducido este infeliz a Pisco, se degoll
con nna navaja en sn calabozo.
El ministro de la guerra regres a Pisco el 29
de noviembre, dejando instalada la cabeza ele
nuestra lnea. seis leguas al norte de Pisco i diez
al sur ele Caete, a cargo del cuidadoso comandante Vidaurre, i el 2 de diciembre se embarcaba con rumbo hcia Arica para acelerar la partida del segundo convoi, que ya tardaba.
les al santo que hoi mas necesita el Per i que se reverencia en
Pisco: o:Nuestro Seor de la Paciencia i Humildad.

-743-

ANEXOS AL CAPITULO XX.

I.
DOCUlliEN'rOS HELA.TlVOS A LAS OPERACIONES 1 DESGRACrAS!DEL
CLEBRE RUB-PREFECTO MATUTE.

l.
TELEGRAMAS SODRE RODOS DE ANIMALES COMET IDOS POR OFICIALES DEL
EJRCITO PERUANO,

Pisco, junio 19 de 1880.


Seor prefecto del departamento:
El oficial don Pablo Chavez que vino con el seor Medrano a
comprar caballos, sac unos varios de la propiedad de don Fermin Guerra i los ha llevado sin pagar su valor. Si comisionados
as vienen a robar en las haciendas, tendr que pedirles fianzas
ntes de que llenen su cometido. Yo persigo sin treg ua a los
bandidos, i si los oficiales de ejrcito son los primeros, no estraie U. S. lo que haga con ellos. Por correo dar cuenta con comprobantes.- 1.l1atute.

II.
NOTA DE MATUTE SOBRE EL BANDOLERISMO DE LA PROVINCIA
DE PISCO.

,
(Fragmentos del libro copiador de corl'espondencias de la prefectura.)

... Respecto de los bandidos de Santa Clara i U rrutia, voi a


mandar una comision de caballera con el sarj euto Benjamn para que los capture i conduzca a esta villa. Con sentimiento
tambieu aviso a U. S. qne los famosos asesinos i malhechores
que U. S. tuvo a bien mandar a Lima que son el negro Marqui-

-744na, Elleuterio Aparicio i Silvestre N., han regresado i como es de


presumirse que vuelvan a cometer las depredac~ones a que estn
acostumbrados, he dado rdenes terminantes para que los capturen donde quiera que se les encuentre. Como mis viajes en los
lugares mencionados son tan rpidos, no tengo el tiempo necesario para organizar pot mi mismo la polica rural, i ya comprender U. S. la precision en qne me encuentro de velar por
m mismo toda la provincia, pues para ello cuento con mi fuerza de voluntad i la robustez que me ha dado la naturaleza: i si
en el campo me ayudase el comisn.rio teniente coronel don Juan
J. Luza con 4 o 6 hombres de caballera, alg ) se hara en beneficio de esta provincia.
III.
INVENTARIO DE LAS JOYAS DE LAS IGLESIAS DE PJSCO RlGCOJlDAS
POR

~I AT U'l.'E .

Ter;go la grata satisfaccion de acusar a us tecl recibo de su estimable oficio fecha de ayer al que ha acompaado las especies
recojidas en las iglesias, i valorizadas las mismas que entregu
al seor secretario de la prefectura don Jos Froilau Sanchf'z
para que las condujera a la capital de la repblica con las seguridades debidas, son segun el tenor de su mencionado oficio
como sigue:
NVENTARIO.

12 piezas de plata que se componen de centelleros


con el peso total ele marcos............... ............. 30 5
48 id. en tubos de plata con el peso total de id....... 48 2
6 id. que componen un depsito de plata del Sant7 2
simo Sacramento con peso total de id................
1 id. de plata qne compone una custodia moutacla
en diez diamantes con id., id... ....................... 12 4
2 id. de id. que la forman una corona i un arco es2 6
trellado, todo con id............ ............... .......

-H5id. qnc constituye nna corona de plat.a con el pe,.;o total de id.. .. ... . .... .. . ......... . . . . . . . ........... ..
1 id. que constituye un ineensnrio de plata con
e l id., id.. ............. .. . ....... ... ... .. ............. ... .. .
11 iJ. de pla.ta que las constituye un ctliz i diez
mila_qros co n id . . . .. .. . . . .. . .. .... ...... .. . .. ..... . ..

4
4 2
2 2

82 piezas con nn total de ma rcos . . . .. . . . . . .. . . . . . . . .. . 111 7

~d-te recibido del sefior subprefect o de la prvvincitt de Chincha (lun Agustn l\fatute los ol~jeto~ qne se es1)l'esau en el presente oficio en un cajou cerrado i hicmd. como comisiona do por
la prefectura para llevar las alhajas de la ciudad de lea i las de
esltL villa, cuyas alhajas son pertenecie ntes a las iglesias Je los
referi .los luga1es. - Pisco, agosto 8 de 1880.- .Jos Froilan
Sa.nclwz.
lJi os guarde a usted.

Agustin Matute

IV.
O'l'ltOS 'l'f:LECJU ~lA!:'

DI~

MATU 'fE,

Pisco, setiembre 16 de 1880.


Sef1 ll' Gouernn.dor del distrito de Tambo de Mora:

El ~e il n r prefecto del dep:Lrtamento espone qnc en el (lia n ot i~


fi Jne usted :t los hacendados i vecinos del te tTitorio de la eom~
prensim de su ma.nd o para (jll e inmediat<u nente i siu prdida
de tiempo, :;a.qnen para, la l:!i ena todos sus an imales, (ue no les
t~eall tilos para el trabado, como son: bueyes, vacas, mulas, caballos, yeguas, hunos, ch:tn chos, carneros, C<Lbms etc., a tin (le
evitar de que sil'V':l!l e:> tus elernento5 p:1ra los chilenos que <lfl
un dia. a otro deben prese n t;tl'Se a este puerto a desembarcar i
talar los puebl os, G<Lmpos i hacienJati, comu lo han heeho en el
sur i lo e;;tn haci endo en el norte.
HL::;T.

DJ~

LA C. IJE LIMA .

94

746
Advirtales usted tambien, que llegado el caso, se les impar
tir nueva rden para que saquen los animales tiles i 'los chinos, porque se los estn llevando a trabajer a las <>ali treras de
!quique, Antofagasta, etc.
Mui pronto me constitnit personalmente de hacienda an !u.
cienda, de pueblo en pueblo, para ver si han cumplido con esta
rdeu que es mui terminante i que no nece ~ ita de mas aclata
ciones ni observaciones de ningun jnero, si no el qne se cum
pla estrictamente el mandato superior por el bien de los mis
rrios dueos i para cortar ese recurso al enemigo.-Dios gnarde
a usted.-(Firmado.-Agustin Matut e.>>

(Jhinclta, noviembre 21 ele 1880.


Seilor secretario de guerra :
Municion toda enterrada: -;oi a Caete para hacer regl'esar
armas porque aqu no hai esperanzas, ni un jefe que vaya al interior, ni soldados, que no existen sino Jara pasar revista. Chilenos en Pisco. Emigracion de vecindario. No hai ni que co1ner.

-A. 111 atute.

II.
PAR'l'E OFICIAL DEL CORONEL AMUNkl'EGUI D ETALLAN DO SU
OCUPACION DE I CA.
I>IVISION ESPEDICIONARIA S'HlHE !CA .

Icct, noviembre 26 de 1880.


Sefwr jeneral:
En cumplimiento Je las ins trncciuus de V. S., a las 2t A.
M. me puse en marcha le Paracas hcia lea co r1 l:ts fuerz rts siguientes: reji'1lien to 4. ue lnea, 200 Granaderos a caball o, i
una batera de moutaia. El terreno que debamos tttrave ,;a t eu
0

747

una distancia de i37 kilmetros, que e!l la qne separa a lea de


Paracas, ora un comp leto desierto de arena movediza, lo que
hizo que ra marcha fu ese difi.eultosa i pesada i el andat lento.
Me dirij directamente a l oriente ha'lta ll ega r a la lnea frrea
en busca de la estacion M illa 18, qne dista ese nmero de millas de Pisco, donde, segun not icias, debia h abet una abundante
aguada. Efectivu.ment.e, e11 e,;te punto la troptt i cabalgaduras
pudieron mpliam ente satisface t sn sed.
Al am anecet del cli <t 2 emp1e nd nu evamente b marcha, i a
las 2 P. M. hice adelantar a don A lberto S tuven co n 12 Gmnaderos i 20 mul as a to rna.t pnsesion del :pueblo Je Guadalupe,
que dist::t como 1: kilm etros de lea, con el fin de q ne me remitiese agua, ele que ya iba cateciendo L1 division. Aun cuando
el agua era sumamente escasa en Guadalu pe, el se ot Stnven
pudo proporcion rsela i mandrmela de la hacienda de Macacona, situada entre G uada lu pe e l ea. A la media noche del 22
acamp en la. referid a hacienda i proseg u n~i mfl.rCh<t sobre lea
en la maana del <.li:t 23, llegan<.lo a las got eras de lea ese mismismo dia a b s 1: M. Aq ni fu recibido por com isioues de
n eutrales que me manifesLt ron q ue la ciudad estaba indefensa
i que poda tranqu ila mente tomar poses ion J e ella, pues las autoridades penmn as la h ~tlJian ab:tadonado con anterioridad.
A las 2 P. M. del J ia 23 ent 1 a b ciudad co n las fuetzas de
mi mando, en medio del rd.en mas inal te rable, ocupando cada
cuerpo sus respectivos cuar teles.
Inmediatame nte Ol'dfm al se or Stuven que tomase posesiou
del ferrocarril pat'1t re!:ltablecer la comnnicacion con Pisco. La
lnea frrea haba sido co rtada en tres distintos puntos i las
prin cipa les piezas de las nuqui uas oc ultarlas. El clia 24, despues
de prolijas investigaciones, las r efe ri cb s piezas, que estaban ent errad;ts a t res ki lmetros de la ciuda d,. fueron descubiettas i la
lnea frrea comp letamente repctrada. El mismo da qued tambien restab leeida la cornun icacion telegrfica, merced a los teleg rafi,;tas i maquinitas telegrficas que V. S. t an oportunamente
m e en vi cle Pisco. E l 25 por la maau a sali el prirner tren

(-B-

para Pisco, i desde entOnces l ~t com Ltnic:ICion ha seguido con


normalichtcl. El mismo dia de mi al'l'ibo asum el g()biel'llo de la
provincia. El rden se h tt cnnsetvatlo siemlle inn.ltemhle. i la
division se mantiene abundantem ente 1le los recursos del pueblo.
Me ha,go un deber en recom en1hr a V. ~ . al seor jefe 1le
Grana.deros don Br(tllolsoo i\~uoz R Jz:willa, al jefe del 4 .0 de
, lnea don Luis SLIJ,) de Zd.lvat' i al lH pit:Lll <le :wtillera 1lm
Gumetsindo Fontecilla, p:n las acertar1ts rq cr]ichs que h :ut sabic\o, tom~.l' '[)1\..ra. Cll f\ St!l'V M J:t rn LS e.-;tl' ct.L d i ~:J pli !l tL i IYP!'<.d thd
de la trop,a. Del lt1. mism :t rrnneta a los seiwres oticiale; e imlivid~os. de tt:opxl._:wr ~ ~~ illbWllahlo co~dn.cta el'\ b, ncq.laciult d(l
esta duducl ,_
Di o~ gn:mle a V . S,

J D. Amundteguz'.
Al

~eiior

jeueral de la primera division esp.e,dicior\H't\.

He arni algunos telegramas sohre In fuga clel prdectn Vi


llena;
cr J,.Yoviembte 21.

(8 P. i\1.) -Doctor Solar, Arequipa.- N<J s ofi cialm ente la


ocupacion de Pisco: el pnico domina. tt1d n. z ,mnJ,, huy (, a
Humay. Espero al enemigo acn. Imposibl e re:> isteneia porqne
todo entregu a Zamudio. De otro punto dlll' notiuias.- Vi lle1w.>>

lea, not'!mbre de 1880.


>>Seor N. N.:

!DI comandan. te sigue soportando con g r,tn fuerza. de sa~ nd i


admirable grandeza de alma su trem et11l ~ <le"g rn.cia. -N. N. >)
Ignoramos qtcu fuere este jefe poltico i mili btr de <uien tan
mala cuenta dan sns suborclinados de P ;sc:fl, Chiucha, etc. Pero si
es un mttyor Villeua )> que en 18-lo ac> mpMt a dL>n Pedro

7-19 -

F li x: Vi:~ui'ia c u sus escu rsiones p or la Na sca i otros paraj es de


las s ier ras vecinas a l ea, debe ser yn. hom bre m ni a nciano.

n r.
EL S ERV JC lO DE L ,\ I NT EN D 8NC IA b": N PI SCO.

(Fragme ntos do carta al autor, del legado de la intende ncia e n P isco do n


F rancisco Alvaro Alvarado.)

P isco, diciemb1e 30 de 1881 .


... Aue nas ~_te utt buque c1ue t ra.ia el alm:1cen j eneral de v ver es pa ra qu in ce d i:ts, pu simos en cad ;L co ll em raciones p;trn dos
dias de tuda la di visi on i <lilllos 6 rue ;1 rd empleado de hL inte ndencia i capitan es de bn q ues qu e el bnqu e mas avanzado, cbd la
sea l de desemlarq ue, echara dos ht.::ch a~ a l ag mt i los vveres
r especti vos ; medi ante es ta J>l'e\isinn, en Pam ca;; ll egaron a la
pl aya los vveres cmt la prim era hnehada de so l d adll ~ i e:t l'isco
al desembar car y o n no de lo,; p riu1e ros, eneu utr sobre el m uelle una lanchada desca rgttdn, i otm :Ll cos tado.
En Arica se p ret end a te r min a nte me nte q ue no trnj e ramo;;
l anch ero~ pues el tmbt~j o lu h tt rian los so ldad os i nutrin e r0s de
Jos b nq ues. Pero conseg n de A rce qne contra t odo co nsej o pid iera 50 a ! qu iqu e q ue vi ni e ra n por el vapot de la c:t n era i los
tuvimos acuartelados en uu buque h<tstn la sa li da d e la. espe di
e ion en que los repar tieron co n su s ch umaceros, remos , e tc ., e n
l os di ferentes bu q ues seg nn las l:w chns qu e tra an . D e modo
q ue en Paracas en un santia men se vi b ba b tL co n '1,7 bn chas
t ripuladas. En A ri ca se m e pegaron un os 30 mas que t a mb ien
1 1S a1lm it. Esos 80 hombres t rabaj aron dia i noch e co mo unas
b e.; t i as, sin almo tzar, comer, ni desertu$n.t un mo me11 to. Ah, rotos
bra,osl
A n teaye r ll eg la prim e ra brigad a de la 2 ." div isio n, te nian
preparad os sus cn:trtele,;, una pi 1ft d ~ provi ;; inll e,.;, rico p:lll, ch oclos, papas, un g ran pisco p or r ejimieuto i un buei gordo a ma-

-7501rado a In puetta: un bote esperaban. los buques a meclidn que


llegalmn para prevenirles que con la primer lanchada desembarcaran 8tl5 fo ndos o cocinas, de modo que tttvieton su comida.
caliente al ll egar.
En Arien. tien en la.s bod~gas perfectamente aregbdas i guardadas, i la contabilitlad de espacies, correcta. corno en una bodega mercantil.
Aqu tambien los almacenes estn en todo rden pero la
contabilidad de especies no tan estricta, porque la situacion es
anormal, movimi entos de cuerpos de un campamen to a otro,
caren cia absoluta de provisione.:J a venta qne da el J erecho a tedos de pedir a la iuteudeneia, aunque a la verdad todos hacen
parte de la espedicioJ J.
La intendencia t iene un a hacieudn. ( Caucat o de los Monte
ros) . All t~ngo un en:pleado para cuidar bueyes, corderos i
cabras, co mprar papa, choclos i verduras q ue remite diariamente en cuatro carretas tripuladas que gauan un sol diario, un
pan .i una tira de charqnj. Las papas cuestan 6 soles i segun
nu estra a.preciaci on 60 cts., los bueyes 151 ~t~l es = 15 pesos, vaca
p arida 100 soles=lO pesos, el sa; ll g rande de ca motes 17, pero
n o gnsta, la armba. de ag uardi ente de uva 14 soles=! .40.
Todas las comp ra s i adelantos al ejrcito se hacen con los soles que pill Lynch ( 7.1 80,000 Sls.) i creo qu e nos sobra para
llegar a Lim a.
L os rotos n adan en la ab uudau cia i en el agua pues se baan
diariamente por rej imientos en esta inmensa playa. Les he repartido a todo:; jabon 8in ca1yo para que se desmugren, i sin
cargo tambien nu os fardos de tabaco que aparecieron en la bodega de un peruano.

CAPITULO XXI.

EL.EJRCITO DE CHILE EN PISCO.

Llega la brigada Gana a Pisco en el momento en q ue abandona el puerto


el ministro de la guerra.-Increibles deficiencias que haba pl'Oducido
en el equipo del ej rcito la paralizacion i las ilusiones de la paz.-Faltau veintiseis mil artculos, i a ltima hora ochocientas mulas.- Escenas
grotescas a que este pedido da lugar en los pueblos de mulas i de rguenas de Chile, al recibirse el pedido, en los ltimos di as de noviembre.
-Curiosos telegramas i notables relacione~ de un ay udante del estado
mayor.-Actividad del jeneral Baquedano en 'l'acua i del intendente
jeneral en Valparaiso.-El ministro de la guerra hace venir del Callao
el Cochrane sin consultar al almirante, i ste hace su renunci a en Arica
-El ministro de la guerra iza su insignia en el Cochrane.-Comienza.
el embarque del ejrc.ito el 9 de diciembre.-Orden en que se embarcan
los cuerpos i ocurrencias felices de los soldados. -Alegra i descripcion
de las escenas de b baha.-Salida del convoi i su rden de marcha el
15 de diciembre.- El jeneral Baquedauo se embarca en el Ch ile con el
cuartel jtmeral i el estado mayor.- Ahora yo mando!"O.-Composicion
del tercer couvoi.-Los dos primeros dias de vi aje.-Mar boba i mareo.
-El 18 de diciembre la brisa restablece los es tmagos i reina a bordo
una indescriptible alegra. -Dardignac i sus ca nto~. - Impresiones.- El
Cochra ne i en seguida los buques lijeros se adelantan a Pisco en la tarde
del 18.-El tercer convoi delante de Pil;co e n la maiana dtl 19 de dic:embre.

I.
Cnando el ministro de la guerra en carupnfla
se dirijia a Arica el 2 de di ciembre de 1880 pnxa

-732 -

acelerar la par ti<la <101 pes'-tclo con voi q~t ~ d t~bia


conclncir el resto 1lel e j rcito e.;peicio :1ario f:l obte
Lima (las divir-;ioues Sotornnyor i Lagos), avistalu el puerto de Pisco una. eSCl ttdriH<t de ~ ~!iS bnques compn c~ta ele tres vapores i su s res pectivos
remolques a vela. Era la brillan te brig<tdct Gana,
la misma que nos abriria el camino de la victorin.
en Lurin i en San Juan, que llegaba de Aric<t, ele
cuyo puerto h<Lbi~t partido el 29 -~le noviembre sin
mayor embarazo. V euia el reji miento Esme ralda
.- embarcado en el cmoclo vapor Chile, recie ntemente comprado, el 13uin en el tms po rte Dor
drecht, a remolque dellfuanay, cl_Q_hillan, hur-_
r.1 .. fano _d e su 'raleroso jefe el bmvo Vargas-Oar<.!_~
~ ~ pang~1e, m.rier to hacia poco en Taena ele viol~ nta._

"" pulmonia, en el il!Iatias Oonsz~i'J) . El Q/r, ,!os R oberto,


vapor de la Compa<~ <le Lota q e hal>ia regresado
ele Pisco, conduca el lucido batallon Quillota,
recientemente incorporado al ejn.:ito.

II.
N o hn.bia sido cli fcil desp<tehar aqu ella segundct retu escl tle tropas, procurndoles equipo i esp ecialm e nte agnada, a costa ele la8 que ann quefbban ~tg nardanclo su turno en los campamentos
(le Tacna. I a la verdad, cu<:tnclo eljen c ral Matunwa e n su cali cla (l ele jefe de estctdo nMyor jeneml, di :-;e cuenta del e::;t.aclo verdadero de las co-

-753-

ss, tuvo lugar de asombrarse de los ca~n nTeparables daos que en materia de elementos de
guerra haban causado los ahncos de paz del gobimno i sus fatales aplazamientos. Sumadas las
cosas i tiles que faltaban para equipar la mitad
del ejrcito que aun no babia emprendido viaje,
result, en efecto, que hacian falta no mnos de
veinte i seis mil piezas de todo j nero, segun aparece del si guiente despacho que se mand a Val paraso por el cable, nni ur.f ente, el 25 de no viembre, es decir, en la vspera de la salida de la brigada Gana:
INT E NDE NCI A J E NERA L DEL EJ BRCI'r O.

N oviernb1e 25 de 1880.
(De T acna a Val paraiso. )

Los 800 aparejos son indispensables. Aqu no hai donde buscmlos. All puede usted h ece rlos comprar en .Aconcctgucb i otros
pun tos. I ,os 300 caball os que ped son para remonta. Si h an
venido 180, faltan todavitt 120.
Ta mbien se necesitan doscientos sables J e caballera con tiros,
dra.gonas i ganch os de bandoleras, quinientos p orta- mosquetones
GOO suJ aderos, 600 pares e. pn elas, ~ 0 0 frenos, 200 cabe7. adas ,
200 riendas la rg as, 200 cor ta s, 500 correas de balij a, 500 de capa, 400 mantas de caball o, 1,300 dolmanes, 2,200 blusas de pai o, 2,600 pantal ones de paii o, 3,300 ealz oncillos, 1,200 cami sas,
3,300 frazada s o man tas, 4,000 porta-capotes i CJRN'.PO C INCU im 1' A Al1 RIEnos con sus mon turas. Todo es m:j ente lo mi smo que lo
pedid o en telegrama de nye r i an teayer,

J.l1. 2.0 Ll{aturana.


HlST. D LA C. DE LUIA

95

-754-

III.
Pero la necesidad mas apreniiante de la situacion i que el jeje de estado mayor se habia apresurado a poner en conocimiento del gobierno, era
el convoi de ochocientas mulas qLle a ltima hora
se hacan absolutamente indis.pensab1es junto con
sus ap arejos para movilizar la mitad del ejrcito.
Di lugar en el pblico este afanoso pedido a
comentarios, ya dolorosos, ya burlescos, sobre la
incuria en que se habia vivido, i para darle cumplimiento, hzose preciso and51-r arrebatando por
los va1l'es ele Santiago, ele San Felipe, Quillota i
otros parajes, sus mulas ele servicio a los infelices
.argueneros que reparten sus menestras a clomicilio, ademas que en Aconcagua se compraron algunas piaras por el precio que sus dueos exijieron
i sin regatear (1 ).
( 1) A esta curiosa circunstancia se refiere los siguientes telegramas que copiamos del libro de rdenes del Estado mayor jeneral del ejrcito:
Noviembre 24 de 1880.
(De Tacna a la Moneda).

a:Seor ministro de guerra:-Para movilizar la segunda i tercera division se necesitan, con mucha urjencia, 800 mulas, 300
barriles vacos de dos arrobas i 300 arneses para carretones. El
seor ministro de guerra en campaa, a quien se representaron
estas necesidades, debe haberlos pedido al sur; pero como no
llegan hasta ahora, i ya el tiempo urje, me veo precisado a rogar a V. S. se sirva dar las rdenes para que se remitan cuanto

-755-

V.
I a la verdad, aquel ausilio aunque incompleto
i tardo, fn eficacsimo, porque sin las mnla.s de
los argueneros de Renca, que llegaron a fines de
ntes, a fin de evitar
visiones.

mayore~

retardos en la marcha de las di-

:Dios guarde a V. S.-M. 2.0 Maturana.


Noviembre 25 de 1880.
(De Tacna a la Moneda).

Seor ministro de la guerra: Ruego a V. S. se sirva hacer


apurar en lo poaible el envio de los artculos qne se necesitan
para mover la segunda i tercera divisiones. He pedido antes
800 mnh>s, sin contar las que deben venir de Antofagasta. Este
envio es mni urjente.
Dios guarde a V, S.-..ilf. 2. 0 Maturana.
Tacna, noviembre 27 de 1880.

a:Al intendente jeneral del ejrcito, en Valparaiso:-Son indispensables i mjentes las mulas i aparejos pedidos.
El terreno no es aparente para carretones. -M. 2. 0 ..ilfaturana.
Noviembre 27 de 1880.
(A la Moneda).

Seor ministro de la. guerra: Intendente D.vila me dice que


no puede en plctzo corto mandarme las 800 mulas i 800 aparejos que necesitamos. Tales elementos son indispensables. Sin
ellas el ~rcito no puede anclar.
.
La brigada que embarcamos hoi no las lleva, ni las tiene
tampoco el resto del ejrcito que va pronto a encontrarse al frente del enemigo.
V. S. comprender la mjencia del caso i espero har los ma-

-756-

diciembre a Curayaco, el ejrcito no habria podido marchar ni con la mitad de sns pertrechos i
recursos de aquel desembarcadero a Lurin i desde
Lurin a Lima.
H e sido testigo, nos deca a este mismo propsitv un inteliiente oficial del estado mayor, don Fidel Urri tia en cart a de Tacna, diciembre 10, h e sido tes tigo de. la actividad desplegada por
nuestros directores para la movil izacion de este ejrcito; pero
los refuerzos de tropa, la remision de armamento, vestuario i
equipo, h a sido t an lento, qne solo debido a esa circunstancia,
se han perdido dos meses del mas precioso tiemp o. Verdad es
t ambien que h emos tenido q ue vencer Ja negativa, absoluta del
presidente para seguir adelante, pues este seor, solo despues
del fracaso de las negociaciones de paz, vin o a dar su asent imiento. A pesar de es to, ll evamos cuerpos mal eq uipados i a un
yores esfuerzos i sacrificios para proveernos de lo necesario
cuanto ntes. Aqu no es posible encontrar nada. El pas no tien e esos recursos.
Con ig ual tu:i encia necesitamos los obj etos de vestuario i
equipo que h e pedido sin los cu ales las tropas que aun tenemos
ac no pueden moverse.-M 2. 0 M atwana.
I todo est o no era nuevo, porque prescindiendo de muchos
a margos denun cios sobre las defi ciencias del ej rcito en los mom entos en que tenan lugar las conferencias de la L aclca?vna,
un corresponsal de la flat1ia, escriba a es te diario desde P ocoll ai, el 30 de octub re, lo siguiente :
E st.o no n os cansaremos de repetir lo. Al ej rcito le falta en
gran p arte el equi po i de esta deficiencia debe responde r esclusivamente la intendencia j eneral.
All se ha dicho que n o falta nada, que aq u hai pro.visiones
para un siglo i equipo para medio universo. P ero todo es bombo i farsa, alharaca i ment ira. La int endencia no llena por aqu
ni la mitad de sus obligaciones. As deben decirl o todos al pas
i pedirle en su nombre que remedie mej or las necesidades del
ej rcito.
De esto depende, como ya lo hemos com nni eado a ustede1l,
que poda mos marchal' pronto sobre Lim a.
E s preciso que n o lo olvidem.

-757hasta faltos de ca.ramayolas; verdad es que no pasan de mil


hombres los que marchan en esta condicion. La falta de caramayolas talvez alcanzramos a suplirla con medidas adoptadas
por el jeneral Maturana, quien se ha dirijido a Antofagasta_.
!quique i Pisagua a fin de que le remitan ese utensilio tan indispensable en estas localidades.
El embarque de tropas, caballos i material de guerra en Ai.:_
ca, se ha hecho con toda rapidez i felicidad, debido en todo al
continjente de bu ena voluntad con que ha contribuido cada uno
de los encargados de ese trabajo, vijilado por el seor ministro
de la guerra en campaa. Ayer, a las 7.15 A. M. , se remitieron
a Arica 1,500 hombres i a las 10.40 estaban ya a bordo, habindose embarcado a mas en el mi smo da 400 caballos. E sto le
dar la medida de nuestro deseo para salir de estas poblaciones.
Termino sta esperando continuarla en Lima, si la suerte
as lo quiere.
En este instante acaba de fondear en Arica el vapor del nor. te procedente de Chimbote; confirma la noticia de la existencia
de 40,000 hombres en Lima, sin la reserva, i un nmero de caones que hacen supir a 200, de distintos calibres, a mas de las
minas de dinamita, que las hai en abundancia.
Esperamos cartas de Lima, que inspiran mas confianza que la
noticia comunicada por pasajeros (1).

(1) Segun el autor de esta interesante carta i conforme a los


estados del ejrcito espedicionario que tuvo la bondad de enviarnos en copias de prensa de los orijinales, las fuerzas que haba partido de Tacna i las que en esos momentos se embarcaban estaban distribuidos en el rden siguiente:
1.a division ......... . ....... . ... .... .. ... . 7,854
2.8 brigada de la 2." division .......... . 3,274
600
Batallon Quillota ..... .. .. .... ...... .. .. ..
Fuerzas existentes en Tacna ...... .. .. . 12,784
Total .... . .... , ... . .. . ....... 24,512
En los de>artamentos de Tacna, de Ta.rapac i de Antfagas-

75~-

VI.
Al tocar en tierra en Arica el ministro Vergara el 4 de diciembre, encontr en consecuencia
allanadas la mayor parte de aquellas dificultades
de detalle, que son graves en la guerra, porque
en ella todo es detalle, desde el espiral del rifle
que dispara, al miscrocpico proyectil que mata i
a la cramayola que lleva la vida del soldado.
Existan fondeados en la bahia no mnos de
25 buques, por mitad de vela i a vapor, siendo de
notar que el ministro, sin consulta del almirante,
habia hecho venir del Callao el Oochrane, dejan
do el bloqueo confiado solo al Huscar , como buque de respeto. Este acto de arbitrariedad innecesaria, di lugar a la instantnea renuncia del
almirante, arranque de hidalgua i de agravio que
el patriotismo por de pronto acall. I de esta
ta quedaron de guarnicion solo unos cuantos cuerpos de moder-

na formacion como los rejimientos Rancagua, Linares, batallones Rengo nm. 1 i nm. 2, etc., unos cuatro o seis mil hombres
en todo. I esto era sobrado, porque la linea de Moquegua haba
sido desocupada desde la ltim ~~ invasion del comandante Salvo. En cuanto a Bolivia, se mantenia est.e pas en una situacion
espectante desde la batalla de Tacna, como si estuviese en tregua de hecho con nosotros. Por este motivo no hemos vuelto a
ocuparnos en esta historia de la situacion de aquella repblica
con la cual la guerra haba cesado, al mnos con relacion a las
operacione:~ hostiles contra Chile i recprocamente de este pas.
Tacna i Arica estaban abiertas al comercio de Bolivia con mas
franquicias qne en tiempos del Per.

-759-

suerte, mintras se haba dejado partir la brigada


Gana sin la guarda del mas pequeo barquichuelo de guerra, el ltimo llevara de h~josa custodia
los dos acorazados i la O' Hig,qins. El ministro de
la guerra, como en seal de reto al almirante, orden izar el pabellon tricolor en el Oochrane, buque que eHji para su instalacion, haciendo as
alarde de una insignia i de una autoridad que. las
ordenanzas navales no reconocan ni definan siqmera.

VII.
Prescindiendo de estas contrariedades, resultado ineludible de la reparticion de mandos en el
manejo de un ~jrcito que debe ser ntes que todo unipersonal, elembarque de la tercera division
i parte de la segunda se hizo con felicidad, rden
i rapidez en los das corridos del 9 al 15 de diciembre. El comandante Latone secundaba al
ministro de la guerra en ~u actividad en el muelle,
al paso que el jeneral en jefe remitia en el rden
debido los cuerpos espedicionarios desde Tacna.
Onpo el puesto de preferencia en el embarque
al Ooncepcion el 9 de diciembre, i en seguida
desfilaron el Santiago, el 3.c. el Aconcagua, siendo uno de los ltimos el Lautaro i los cuerpos
que llegaban recientemente del sur, como el Onric i el Valparaiso.

' J

-760-

VIII.
El 15 de diciembrtJ, cuando se cumpla un mes
cabal de la partida de la division Villagran, comenzaban a moverse en una imponente masa los
veinte i cinco buques del ltimo convoi; i como
nada da una idea mas grfica de las emociones i
episodios de tan solemne acto, los adioses de un
pueblo, que aquellas impresiones recojidas al doble vaiven del alma i de la quilla por alguno de
los noveles i entusiastas espedicionarios, copiamos
del diario de un jven capitan del rejimiento
Valparaiso, que iba en la fragata N o1jolk, los sigientes pasajes, que desde su llegada. a Pisco nos
enviara:
A la 1.15 P. M. Blanco dispar un caonazo.-2 P. M.
Laman deja su fondeadero i remolca a la barca rcero. >)2.20 Copiap remol ca Norfolk. -Amazonas deja su fonileaclero.-2.25 <rPaita)> remol ca a Julia.-lnmenso jentio en
el Morro.-Todas las bandas rompan los aires t ocando Cancion
Nacional e himno ele Yungai.-En los sem blantes de todo el
Rejimiento Val paraso se nota la aleg ra i contento por ver confirmadas en un hecho sus mas ardientes aspiraciones. E sto es
probar que son o ser.n dign o~ de admiracion, como sus mulos
los batallones Va,lparaiso del 39 i 79.-2.28 Luis Cousim)
remolca la fragata Ginsseppi Murzi.-2.35 'Higgins deja
su fondeadero.-2.:16 Blanco di spara otro caionazo.-2.37
Cochranne principia a movers e.-2.38 dej a su fondeadero i
pasa por estribor de nosotros.-Infi11itas chalupas i botes cruzan
la baha.-:~~ Huanay deja su fondeader o, lleva la ineignia

7(51-

de la Cruz Roja al palo mesana, pasa por babor de toda la flota,


ya formada en dos lneas.-Todos los buques que estn en movimiento pasan por la proa del .o:Copiap.-2.40 el a:Cochrane
a distancia de un cable pasa con su majestuoso andar por estribor de la a:Norfolk.-2.42 o: Santa Luca remolca a a:J nana.
-3 a:Huanay vuelve a su fondeadero i se aguanta sobte sn
mquina.-3.01 Blanco iza seiiales i se pone al habla con el
o:Paita.-3 .02 se divisa el tren que parte cie Aric<t con dir~c~
cion a Tacna con un numeroso couvoi de carros, talvez conduciendo al batallon Rengo que acababa de llegar de !quique en
el Amazonas.-3.03 a:Norfolk iza seilales pidiendo agna.3.08 <c0opiap6 silva de un modo significativo.-3.10 con el
anteojo de a bordo diviso una gran muchedumbre en el muelle,
talvez se despiden del cuartel jeneral.-La e~tensa i mal resguarda baha de Arica va quedando solitaria de buques, se ve
solo al pouton a:Vnldivia, pintado de plomo, como un testigo
que presencia la partida del convoi.-3.15 todos los oficiales del
rejimiento bailan de contento en la esplndida cubierta del buque que nos conduce al campo de la gloria.-3.41 se desprende
un bote de estribor de la Norfolk, va el capitan en busca del
vapor aguador. -4. blindado ochrane>) iza sein.les, son contestadas por la <rO' HigginS.>) -4.01 llega el ca pitan u. bol'(lo precedido del vapor aguador. -4.06 el vapor aguador llega al costado de la N orfolb i dice no hai agua! -4.30 Pisagna remolca a Avestruz.>)-4:.50 Banuud Castle remolca a Lota.>)
-5.40 a:Chilell se larga de su fondeadero i remolca a Humbetto 1. .-5.50Limarremolca a Excelsior.1>-5.55 'Higgins
remolca a barca Wilhelm. -u. nos ponemos en movimiento
rumbo SSE. En este movimiento nos ponemos frente all\'Iono
divisamos a la poblaciou toda embanderada . .Las band;lS rompen los aires con la polka guerrera La Victoriosa.-6.35 a:Co piap>) remolcando a ltt Norfolk toma rumbo al 0.-6.40 es
imponente ver en este momento una flota compuesta de :z buques en movimiento. (1)
0

(1) Diario del ca pi tan del Val paraso don Federico 2. 0 Ba96
HIST. DE LA C, DE LmA

-762-

' 1

IX.
En medio de alegres vtores de adios a aquella
tierra. de espera, simple alojamiento de una campaa hecha. en carreta, i haciendo resonar el
air~, cubierto de penachos de humo, los parches
i los bronces de las bandas, junto con los estridentes sil vi dos del vapor, la.nzse a la mar el convoi, alumbrado por esplndida luna, como el primero, i una vez acollaraclo con sus remolques
avanz hcia. al oeste, con mar tranquila pero boba, en el rden siguiente:
rabona.
Son tambien caractersticas de un dia de embarque de soldados chilenos las :;iguientes ocurrencias contadas por los conesponsales ue aquel tiempo.
Un soldado del Concepcion, cuando la lancha en que estaLan embarcados, se desatracaba dijo a uno de los lancheros, que
era peruano: .
-Mira oh, que los tiren (remolque) luego, pa que le llevemos memorias a tus paisf1nos no tenis una cartita .. ?
tm al despedirse de sn camarada, le decia: Hijita, vyese
p&. Chile. Al lao de su mamita estar mejor. Adios. Si mu{'ro
rece por el alma de su 'Viejo.
lnfiniJnd de dichos anlogos a los que dejo apuntados po
dria continuar narrando -h asta lo infinito.
Eran tambien curiosos algunos de los santos i seas del ejrcito en movimiento en aquellos das. H aqu algunos que nos
envi el nutlogrado capitan Reyes Campo del 2. 0
Noviembre 24.- Chile-siemp1e-adelante.
Novierubre 30.-.F'tt- v -i venc.
Diciembre 1.0 - Cltilenos - nunca-1etroceden.
Diciern bre 5.- H agamo.s-patria-.q!oriosa.
Diciembre 9. -Patria -gloria-victoria.
Diciembre 12.- Asia- Chilca -Mala.

763

A
Blanco

A-Vapor de guerra

Angamos
Chile

P aitct

Copiap

L imar

S. Lucia

O 4 cables O 4 cables O 4 cables O 4 cables O


4 cabls. 1

()

il:l ~ H w nb. I

1 4 cables.

()

()

()

()

Ju lia

Norfolk

E xcelsior

J uana

~ ~

-'8 ;,
~

~ 8
O

A
~

:;:

.-<

.....

() Pisagua

B. Castle

Lamar

!J{. Cousi1io

Amazonas

() 4 cables () 4 cables () 4 cables () 4 cables

O
A vestruz

()

()

Lota

Orcero

Jlttrzi

O
1

()

-e

()
1

o
Otto

Willwln~

X.
El jeneral en jefe se habia embarcado en el
Chile a las 2 de In. tarde con el cuarteljenenil, i
es fama que al imprimir la mquina su primer
vuelco al barco qne parta, esclam aquel sin re~
bozo:--Al fin se acab el telgrafo ..... Afloa mando
yo!-Tal haba sido la anmola, estraa i casi inverosmil tutela ~n que se haba mantenido para
las cosas mas simples i no necesitadas de consulta,
al jeneral en jefe que sin ayuda de nadie, escepto
de sn ejrcito, haba dado a la repblica tres de
sus mas gloriosas victorias.

-764-

XT.
Iban embarcados ahora en el tercer convoi tres
jenerales, un vice almirante, un ministro de la
guerra en campaa, un intendente jeneral (cada
cual en bnq ne aparte), 94 jefes, 621 oficiales i
12,784 soldados, unos catorce mil hombres, contando con el servicio sanitario que navegaba tambien en buque separado (el Paquete del Maule).
Condncia tambien el convoi los parques division arios del ~jrcito i el parque jeneral (unos doce mil bultos con nueve millones de tiros de fusil) i ademas 1,475 caballos i 420 mulas. Un buen
nmero de stas habia llegado en la fragata Otto,
fletada por la activa intendencia jeneral de Valparaiso, i pertenecia a la misma prorrata callejera
de los primeros di as de diciembre, ?peracion de
g~erra que hizo encarecer las frutillas de Renca
por falta de vehculo .... (1).

XII.

Con la blandura del clima que es propia del


mar del sur en sus ttpicos, desde que el viento
de su nombre, que es rcio en las costas de Chile
( 1) En el anexo de este captulo publicamos un cuadw con la
cl istribucion de los cuerpos en los diversos buques del convoi.

-765-

i all lnguido i tibio, se desata de ss caverna.8


del polo, hzose aquella tercera navegacion tan
tranquila, rpida i feliz como las dos primeras.
El 16 i el 17 hubo una mar boba que mare la
jente; pero en la tarde del ltimo dia, el viento
enderez las quillas, i la alegria, las msicas i los
bailes se improvisaron sobl'e todos los puentes.El bravo Dardignac, que iba en el Santa Lucia
con sn cuerpo (el Oaupolican) hombre de salon,
de guerra i de todo, no soltaba la vihuela, cantando ya plaideras coplas, ya cantos i bailes nacionales, como el capitan Ibaez en el primer convoi. Ambos iban a morir ....
N uestro hermoso convoi, decia uno de sus tripulantes instalado en el Cochrane, contina hoi dia 18 de diciembre en mo.r i
cielo favorables. Sopla una lijera brisa que apenas alcanza a
.hinchar las velas de los trasportes, i los cascos de las naves se
destacan en un horizonte claro i despejado.
Qu dias, qu noches son las de esta benigna rejion i en estas circunstancias!
Antenoche paseaba. el Cochrane los vivos torrentes de su
aparato elctrico, i era hermoso el efecto que hacan los buques,
el mar i el cielo envueltos en la combinacion fantstica de la
lflz artificial con los suaves fulgores de la luna de los trpicos.
l bajo este velo de poesa i de encantado silencio, cunta
fuerza varonil, cunto esfuerzo poderoso de una nacion, cunta
maravilla de prevision, vijilancia i organizaciou, cunt" i cun
activa vida en los espritus i en los corazones!
Muchos son, sin duda, en esta ciudad flotante de quince mil
hombres, los que van acercndose a la intP.resante capital peruana con el pecho lleuo i ~~:jitado esclusivamente por las impre:>ioncs del peligl'O, de la ira, del deber i de la esperanza de un

-766momento; pero la l':l olemnidad histrica de estos dias se impone


irresistiblemente a toda alma capaz de sentir i de recordar, i forma en honor nuestro como una segunda atmsfera que conservar. sus colores i su brillo al travs de los siglos.

XIII.
A las cuatro de la t<:tl'de de ese mismo dia (18
de diciembre) se adelantaron como, en el caso del
primer convoi, los buques lijeros de la escuadra,
la O'H/ggins, el Chile, el Pa,:ta i el Amazonas, i
a las once de aquella noche echaban sus anclas
en la rada de Pisco. El Cochrane los habia precedido algunas horas, i se encontraba en su fondeadero desde las cuatro i media de la tarde. Al
dia. siguiente, mni de madrugada, toda la flota penetraba por el boqueron de San J ulian, despues
de una noche fresca hasta ser helada, i se dirijia
a formarse delante de Pisco para desde all emprender en aquel mismo dia o el siguiente la ltima jornada. (1)
( 1) Al caer la noche, la babia de Pisco resuena con los ecos
de las bandas que celebran el dia festivo, con alegtes tocatas,
en los buques que tienen la fortuna de llevarlas a bordo. En
algunas de las naves hai tteres i representaciones de diverso
jnero.
A bordo del Coch1ane la ttipulaciou, agrupada en el castillo
de proa i formando tupidos racimos humanos en la jarcia, usiste
a una funcion de acrbatas primorosamente vestidos.
Ejercicios en la cuerda i toda clase de jimnstica, msica
alegre, gracias i travesuras del payaso, nadafaltaba. Era una
escena verdaderamente ..intoresca i caprich(!Sa la que presentaban los centenares de alegtes marinos i soldados que se prepa-

-767-

XIV.
A esas horas i un mes justo despues del arribo
de la primera espedicion al puerto en que San
Martin desembarca ra hacia sesenta. aos con cuatro mil aliados, veinte i cinco mil chilenos alistaban sus armas para llevar el castigo i la victoria,
,por la tercera vez en un siglo, a la insensata i
provocadora capital de sus mas irreconcilia bles i
antiguos enemigos.

ANEXO AL CAPI'fULO XXI.


CUADHO DE J.Ol:l Bl:QUF.S DEL 'fERCER CONVOl QUE LLEV .AL EJit RCITO DE
ARICA A PI SCO (15-19 DE DICIEMBRE DE 1880) C0N LA
ESPE.CIFICACION DE LOS TRASPO:!'fES EN QUF.
LOS DIVERSOS CUERPOS IBAN EMB,\RCADOS.

Cltile.- Cuartel jeneral, Estado .Mayor Jeneral, Plana Mayor


2.a division, Comandancia Jeneral de Artillera, Id., id. de Cnballeria, Comisara, Servicio sanitario, Batallon Blues.
Humbmto l.-Carabinero s de Yungai, Plana Mayor 2." division, Comandancia Jeneral de Artillera, id., id. de Caballera,
Batallon Blnes.
raban riendo i aplaudiendo las piruetas i las chuscadas de improvisados saltimbanquis para el saltar de la batalla, que ser
acaso mortal para muchos de ellos.
l)La guerra parece haber fomentado a bordo de los buques de
guena el arte coreogrfico, la comedia i la poesa. Por otro lado,
ha sido funesta, a veceE, a los artistas. A bordo del Abtao haba
el :g de agosto una compaa mui renombrada de acr6batas, i
lns granadas del lluscar se cebaron en ella hasta esterminarla.

-76 8Julia. - Carabineros de Yunga.i.


Paita.- Rejim iento Curic, Batallon Victoria, Rejimiento 3.Q
de linea, id. Lautaro, Plana Mayor 3." division, ~stado mayor
Jeneral.
Copiap.-Artillera, Rejimiento Santiago primet batallon,
Batallon Valdivia.
/
Norfol k.-Reji miento Valparaiso, Ambulancias.
Limar.-Reji miento Concepcion.
E x celsior. - Cazadores a caballo.
Juana. -Baga jes, Parque 3 .a division.
'Santa Luca. -Batal lon Caupolican.
Pisagu a.-Bat allon Valdivia, Artillera.
Avest1uz.-Parque Jeneral.
Barna rd Castle .-Rejimiento 3." de lnea.
Lota.- Id. Aconcagua.
Lama1.-Zapa dores.
Orcero .-Caza dores, Amhulaucia, Batallon Caupolican, R~jimiento Santiago, id. Valparaiso, Batallon Valdivia.
ldatias Cousio.-Rejimiento Santiago, segumlo batallon.
Mur zi.-Id Lautaro.
Blanco, Cocltrane i O' Higgin s.-Zap adores , el resto.
Itata. - Melipilla.
Amazo nas.- N avales.
Wilhelm.-Artillera..
Otto.- Cazadores, Artillera, In tendeuci11.

CAPITULO XXII.

EL EJRCITO DE CHILE EN CURAYACO.

Desazon del jeneral Baquedauo al saber en Pisco que el jeneral Yillagran


no se habia movido con toda su division en el da convenido.-Anlisis
de esta medida estratjica i su absoluta inutilidad desde que disponamos del mar i el enemigo no se movia de sus atrincheramientos-En
qu consisti la verdadera culpa del jeneral Yillagran, i su~ causas mas
morales e histricas que de actualidad.--Los cuatro jeuerales de ltima
hora en el campamento de Tacna.-Ordena el jeneral en jefe retrogradar a Pisco la brigada Amunt egui de la division Yillagran i embarca
la brigada Gana ele la division Sotomayor.-Llega a Pisco el Itata con
el primer r ejimiento de artillera i el batallon 1\ielipilla.--En la n oche
del 20 de diciembre diez i nueve mil chilenos se dirijen en 34 trasportes
a Chilca.- -Plan de desembarco en este puerto pasado por el estado
mayor en Tacna.-- Curioso desembarco del comandante Stuven i como
se a poder del pueblo de Chilca acompaado de un corresponsaL--El
cholo Miranda i su ChepitaJ).--El Cochmne reconoce las caletas de Uruz
de Palo, Curayaco, ~te., has ta la embocadura del Lurin.--E l piloto milans Raine ri.--Se resuelve definitivamente el desembarco al sur de
Lima i comienza ste el 22--Se ordena echar a tie rra la brigada Gana
para ocupar a Lurin, i el Buiu no tiene caramayolas.--Desembarca en
su lugar el 3. 0 -Toda la brigada Gana i 200 Cazadores en tierra.-- Injustificable arrebato del ministro de la guerra contra el almirante ltiveros.-Aquel funcionario no est ya en sn verdadero puesto . -1~1
coronel Gana acampa su division a la vista de Curayaco i a media noche emprende sobre Luriu, gui;ndose por los postes del telgrafo.--Los
comandantes Vargas i Letelier a la vanguardta.--El cholo Miranda dispara sus carabinas a tiro de caon i huye hcia Villa.-- Alarma que producen en el campamento de Curayaco los disparos de Lurin, i violenta partida del jeneral Sotomayor.--El cirujano Llauss.-El coronel
Gana se apodera de I.urin sin ninguna resistencia en la maana del
23 de diciembre.-Uontina el desembarco el 23 i el 24 i caso raro
quo le ocurre al Curic.-Se anuncia la llegada a Lurin el dia de Navidad de la division Lynch.
HIST. DE LA C. DE LIMA.
97

-770-

I.

_.

Graves sino inesperadas desazones aguardaban


al jeneral en jefe al llegar a Pis~o con el tercer
convoi del ejrcito que comandaba en la madrugada del 19 de diciembre de 1880.
Rabia sido punto ccnvenido i ordenado de su
plan de operaciones, inciertas todava en gran
manera, que en la vspera o a.ntevspeTa de su
partida. de Arica con la mitad del ejrcito, la division Villagran, acantonada en Pisco desde hacia
un mes, se moveria por tierra hcia Ohilca, puerto sealado, aunque no de unc.t manera absoluta,
para el desembarco jeneral, ljituado diez leguas al
sur de Lima i el Callao.
En consecuencia, el jeneral Villagran debia haber emprendido su marcha por el pesado camino
de la costa el 13 de diciembre, <:i. fin de encontrarse, des pues de quince o veinte esforzadas j ornadas por los mdanos en la playa de Ohilca i hallarse as en aptitud de sostener el desembarco
total del ejrcito.

II.
Semejante medida no corresponda a In verdad.
a ningun propsito eficaz de estmtjia, porqne
desde que tenamos el dominio absoluto del Pa-

-771-

cfico i de todas sns caletas, hasta el Callao, corno


lo probaba el bloqueo, i hasta Paita, segun lo haba demostrado la espedicion Lynch, no se presentaba ninguna razon suficientemente autorizada de estmtjia. que aconsejara hacer marchar
fatigosamente por el desierto 8,500 hombres, un
verdadero ejrcito de las tres armas, para ocurrir
al desembarco i desfile de otro ej rcito.
En diverso sentido, era evidente que los peruanos fiaban toda su defensa a sns reductos en torno a Lima; i si en un largo mes, clespues del torpe i cobarde desnmparo de Pisco i de sn rica
comarca, no haban tomado el campo contta un a
sola division repartida en las treinta leguas que
corren de Tambo de Mora a Ica emprenderan
ahora la menor agresion contra todo el ejrcito
reunido en nn solo puerto al abrigo de sus naves?
Era evidente que n.
I por consiguiente aquella marcha impuesta a
la 1." di vision por un territorio inclen1.ente, sin
aguadas, sin recursos, escepto en el valle intermedio ele Caete, i espuesta a contnnos asaltos de montoneeas, era solo un lujo costoso de
precaucion militar, segun el hecho lo cl~j en se:guida demostrado a costa de las fatig~ts del pobre
soldado, jinete e infante. Eu todo caso habria sido sobrado que un rejimiento ele caballera, con
unos cuantos fusileros a la grupa i un pequeo

-772-

trasporte a la vista hubieran ejecutado aquella


operacion, siguiendo el camino de la playa.

III.
Mas no porque estas reflexiones sean evidentes, debe entenderse en la rjida compajinacion
de la milicia i de la historia que tal movimiento
no debi ejecutarse desde que estaba ordenado i
convenido. Todo lo contrario. Mayores que hubieran sido los obstculos, deber obvio del comandante jeneral de la primera divi sion era haber
obedecido sin vacilar, porque esa es lei ineludible
de la guerra. I si bien es cierto que el jeneral Villagran comenz a ejecutar su movimiento adelantando desde Pisco 1a brigada Lynch el di a
convenido, que fu el13 ele diciembre, es tambien
notorio que se someti a este rden con desembozado desabrimiento, declarando que aquella
marcha era un absurdo, i aun dejando una protesta escrita por los fr~casos que su sumision pudiera acarrear a sus fuerzas.
Por manera que si hubo culpa militar en el jeneral Villagran (i en nuestro concepto 1~ hubo,
por mas que participemos de su opinion sobre
quel movimiento), no fu obra. de desobediencia, como se ha dicho, sino de mala voluntad, o
segun es mas exacto decir, del secreto antagonismo que en su pecho exista desde antiguo contra

-773-

el jeneral Baquedano, por amargas querellas de


preeminencia i de oficio que estallaron entre uno
i otro dnrante la administracion Errzuriz, parcial en todo al ltimo. I aquella diverjencia de
posiciones i de miras que deberia producir uno de
los mas penosos incidentes de la campaa, cual
era un asomo de discordia a la vista del enemigo,
no fu en el fondo de ]as cosas humanas sino el
resultado ljico e imposible de evitar del atolondramiento (si es que no militaban peores i secretos propsitos), con que se habia rodeado a ltima hora aljeneral en jefe de un grupo de oficiales
ele alta graduacion, que l no solo no ha.bia solicitado, sino que con militar franqueza declar no
necesitar para su ltimo esfuerzo. El jeneral Baquedano acostumbraba decir sin reserva que con
sus coroneles)) tenia ele sobra para tomar a Lima.
I tal era la verdad i fu el resultado.

IV.
De todas maneras, di muestras de viva contrariedad e irritacion de nimo el jeneral en jefe
al tener conocimiento en la rada de Pisco ele lo
que oc].Irria, i poco mas tarde escribi al gobierno
un despacho hacindole saber que aquella circunstancia le obligaba a modificar su plan ele operaciones. En consecuencia, i como la brigada
Lynch se habia ya movido, i ese mismo dia debia

-774-

hallarse por Caete, orden al jeneral Villagran


telegrficamente, contramrchase desde Tambo
deMora a Pisco por tierra con la brigada Amuntegui, i mintras esto se verificaba, recibia a bordo
de sus buques durante el dia 19 i parte del 20 la
brigada Gana que perteneca a la 2.a division i la
completaba..
V.
A las 2 P. M. del ltimo dia hallbase terminada esta operacion, i al ponerse en franqnia la
escuadra por la tarde del 20, avistaron por el boqueron de San Gallan los humos del trasporte !tata
que llegaba conduciendo directamente de Valparaiso el primer r~jimiento de artillera a las rdenes del comandante don Crlos W ood i desde Arica el batallan Melipilla, comandante Balmaceda.
Con este refuerzo, el ejrcito espedicionario
sobre Lima subia a 26 mil hombres efectivos, i el
que ahora se dirijia al puerto vecino de Chilca,
navegacion lenta de una noche, constaba de 19
mil soldados de las tres armas embarcados en
treinta i cuatro trasportes que navegaban m~jes
tuosamente al norte, desde las siete de una noche
difana, vspera del dia en que la luz alcanza mayor duracion en el estio, i en la forma siguiente:

-77 5Blanco

()
Angamos

Magallunes

()
Valpami8o.

In~pec tor

Chile

Paila

Copia1J

.
() 4 cables
4 cables
4 cabls. 1
1

.,

""'

Humb. I

:: -

o
El vil a

A lvur~Jz

L imar

O 4 cables O
1

Santu L ucia

4 cables

()

()

J utia

N mfollc

O
1 4 cables.

o
E xcelsior

()

<.:> .-<

c3 Pistt!ftut
()

B. Ca8tle

Lwnar
111. Cou8'to Amazonas
() 4 cables () 4 cables () 4 cables () 4 cables ()
1
1
1
1
1

()

Avestruz

Lolct

Orcero

C. R uberlu

o
1

4 cables

()

A btao

()

Mwzi

Otto
Ita la

-!cables

o1
o

Elenn

Edmond

VI.
De madr ugada al. clia siguiente, 21 de diciembre, hallbase aquel la flota cuyas quillas i cuyos
humos los espedicionarios no poclian mnos ele
conta r i recon tar con orgullo desde su borda, a la
vista. de los pardos farellones de Chilca, en una
costa profu ndam ente desga rrada , llena de caleta s

-776-

mas o mnos seguras, i que en aquellas horas


la bruma matinal envolvia en propicio manto de
confianza i de reposo.
A las diez de la mafana, refiere a su diario el corresponsal
del Mercurio de Valparaiso, en carta de ChilM de aquel dia,
aclar el horizonte, i se dej ver a nuestra izquierda un grupo
de cerros de variadas formas, que bajan, en partes, en suave
pendiente hasta el mar, formando una especie de anfiteatro.
Uno de los mas avanzados morros es la isla de Chilca, tras de
la cual se halla el puerto, p~queo pero abrigado i cmodo.
La soledad i el silencio reinan en toda la comarca, algunos
creen divisar en los cerros uno que otro fnjitivo.
El Blanco, seguido de los buques de guerra con sus remolques, llegan al frente del puerto i chan sus botes al mar con el
objeto de rastrear en busca de torpedos.
Los clemas buques van arribando uno tras otro i aguantndose sobre las mquinas, a alguna distancia. >>

VII.
A medio dia en punto toda. la escuadra echaba
sus anclas frente a Chilca, clespues ele haber esplorado el Blanco i sus consortes de guerra el
puerto i sus inmediaciones. Al misrho tiempo, i por indicaciones ele Ull pescador italiano
llamado Agustn Raineri, natural de Milan, i antiguo marinero del Tibre, que hacia dos meses
babia salido ele Chilca en circunstancias singulares de que mas adelante daremos noticia, el Oochrane se adelant- a reconocer las pequeas bahas jemelas de la de Chilca q~1e se estienden en

-777-

un espacio de ccz a quince millas hasta dar frente, poe el norte cerca. de los islotes llamados de
Pachacamac, al valle ele Lnrin. Esas caletas se
llaman sucesivamente Cruz depalo, Crtt,~ ele hueso,
Curayaco (que en indio q uerria decir corral de
piedra) i por ltimo una pequea ensenada que
por sn oficio de.nominan los lugareos ce caleta de
pescadores, l) junto a la boca del ro Lurin.
Muclw se ha hablado i aun levantado la voz
con Yanagloria sobre los esploradores que a:descnbricronll aquellas caletas, como si stas no hubiesen existido a la vista i en las cartas i en el
continente, probablemente desde la formacion del
mundo i en noticia de todos los navegantes i pescadores que en ellas desde eLlacles inmemoriales
traficaban o vi vian.

VIII.
l\1:intras el Ovchrane hacia aquel sencillo reconocimiento hcia las caJetillas del norte, al caer
la tarde desembarcaba en Ohilca el infatigable
comandante Stuven, vanguardia del ejrcito,
acompaado del animoso corresponsal del P errocarril don Eduardo Hempel, i, seguidos de un piquete de 25 hombres del ~ln~s, estos j~ndarmes
del ejrcito ~que al mando del teniente Bravos
para escolta de aqullos echaron a la playa como
en tierra amiga un rato mas tarde, fueron a toHtST. DE LA C'. DE LIMA~

98

-778-

mmse e1 'P1'le!blo de Chilca, por el est'ilo qne el


primero se habi<t tomado todos los ele Lambaycqne i Pueblo N nevo, a ttulo no ele injeniero smo
de jcneral ingls.)) (1)

(1) Son cur1osos los incidentes de esta ese nrsion qne pone !le
manifiesto la insondable desidia, timidez i abandono de los peruanos en todas las operaciones de la guerra, i por esto copiamos eu seguida algunos interesantes fragmentos de la corres
pondencia Jel emisario de la. pre113a santiaguino. que la ejecutara i diera seneilla i veraz cueutn. Je ella en los t.Srminos siguientes:
A las einco i minutos atrnclmmos a la. playa de Chi)c,t i
saltbamos a tierra sin encontrar mas seres vivi entes que una
inu1ensidad de ~raiins de ru ar o cangrejos (jUe, al sentir nn estras
pisadas en la arena, huin.n presurosas i engrifitdas a ocultarse
en sus angostas i redoucluR cuevas.
La ensenadita, tersa como un espejo i apenas njitada por
U!H\ suave brisa, es verdaderamente admirable. En sns costados.
sn r, oeste i parte del norte se encuentra encerrada por cerros de
gmnito, quedando al este la aneha. i blanca plRya.
J>No hai en toda la ensenada. mas edificios oue nuas veinte
chozas de pescadores del mas miserable a~pect~ i formadas con
totora i calias. En las aguas de esta encantadora. euseuada se
meca muellemente una peqneiia balandra., i en la ribera halh'thnnse baradas ll!HtH pocas canoas.
>>Todas e sas mseras cahaiias, as como una casucha de ma<(lem, oficina de la Compaiiia inglesa de Vapores, estaban enter.amente abandonadas i acusando que sus iufe lices moradores
J1abinn huido npresmadamen te.
,>>En la cumbre de uno de los cenos vecinos distinguimos dos
ho.mLres, a (1uienes se hizo seales amistosa!i para que ba;~aran,
efectu:\.ndolo, en efecto, algunos momentos mas tarde. Eran dos
pescadoFes, de orjen griego el uno i de las riberas del Guayas
el otro ..
Estos individuos aseguraron que en el pueblo de Chilca IIC
habiaj ente armada, i que haLia algunos pozos o pnquios de
escelen.te agua.
Marcharo11 en consec ne11 cia de esto los J os solitarios esp loradores por los mdanos hcia el puebl o, que suele contar hasta
tnil almas; i babie11d n ll egado ent rnda Ja noche, p<lSUron las
aveutura.s que el dilijente corresponsal cuenta en seguida en eo-

770 --

JX.

Entretanto el Cochrane, llevando a su bordo af


ministro de la gnerra, habin. adelantado su reco- tos trminos:

~~:Pur fin, t~ tr:t\'es ele las tcnrlijas de nna cuineltn. dtl citiill.S'
pctci bim o,; nn :t dhi 1 lur.. Nos :.wc team<~s i ll:tm:unos, Uit,hombre c11vncltn eu un poncho 1lc,;at6 tm cmJcl i dej<', es-pe,J.ta _la.
e n ta~..h., eo rri enrl" la l[ltinchn. cnnl!o rut:t cortina. Tdo CI'a. srllido i trigte en c,:t tni:-;era.blc c:tbn.iHt,. fulnmlmtda apenas por un
humoso i ftido candil.
>>!C llwm hr0 co1 t t.embloms:t voz i servil a.ctitu<l contest a las
interrogn.eiones que fiC le hi ci eron, dc~ie1Hlo que f< inmed iaciones
de la. igl esi;t habit t.re:3 m rptios-1lc buena agua qne s urt.ian perfee:ameutn al pue]]O: qn-e d'csrle clias ntt:tR se hn.bia sauido in.
marcha del ejrcito chi lel lo-h:icin. Lima., i la de unn. d.ivision que
venia pnt tierm, pnr l o eu;tl hahian em igradl a la':l quebradas
Y ecina:~ i al in te riGr el goln!nntlln1, el seiuw cu;i. i C:<i: i todas las
milias tle la loc:o:lid<tll, uelnmlo soln Uli'>S 40 o 50 httbt.tnt.es,
en ;;u m :tyor p:ute pe:;l..aulorcs o cul ti \'ures de l;t:-; pec nertas
ch:tcras que rodea n la polJlaeion.
>>E u cm'\llt.o a fu ert:tt annada, ftseg nr que solo ltabia existi1lo
una gu:tr.li :t de seis hnmbres, qu e tamhiea hn.hia tocttdo retirn.<ia. l:'iclintlulc el sciior <::tuvcn que uns acomp:1itara, contest
inclin;.nJosc hrtstn. el ~nelu:
- ~u\. las rdenes de vnr.stras personas i seiiors
servi rl a'l.>>
>LA... wcn a n1la encontramos ot.rn pa.isano amigo del anterior,
i que ma s despcjallo que sn toeayu- Pedro llam;Umn se los dosdi mas rnplias c,;plicacinnes aeerca de lns puntos sobre 'lue so
le intcrro,.ainl. ennfir nHilt tlo lo dicho t>lW f: ll compaiiero i por los
in1livi lln o~ flll~ lnjunn . 1ln los rcnn::~ ~n Pucnsn.nn..
P ru:>egnimn:; n11est.ra marcht n._ tnwes del pueblo, i :t fin tl0
dctr algu!t escam;o a lit trop:t, se ]uzo altP c11 lo:; cnn ednre:> Je
una cas<t situada al frente de h< que ocnpn.l.Ja pocos dias t't r;tes el
gohenmdur.
YJ l'l'l intras esto suced a, se ll:tm a h puerta. de otra casa en
quo hahia lm:, i que t-~ e nbri inmeiatamente, cuando a la prcg1:nta de t<l,l luin es?, el teniente Bravo contest con vibmute
vor.: (<h il e ~ J> En el umbral se present un hombre de ulgnnu

rmra

iSO-

nocimiento hasta la boca del rio de Lmin, sin distinguir, como Stuven, ni rastro del enemigo, -ui
una carpa, ni una mula., ni un humo.
Al fin, dice una relacion prolija <le arnellas operaciones de
mar, despnes que cmzan varias veces los botes entre el Cochrane
_i el Blanco i que el almirante va en perso1Ht a conferenciar con
el ministro, el Oochtane avanza a la 1 P . .M. hcia el n orte, en
direccion al grnpo <.le las ishts de Fachacaruac, medio perdidas
todava en la neblina.
La lancha a vapot del Btnco se haee cargo del reconocimiento de las caletas.
A las 5 P. M. se halla de nuevo el Cochmne en sn fondeadero.
:r:Del resultado del reconocimiento, se ha podido averigll!tr
hasta aqu, con seguridad, lo siguiente:
El Lurin desemboca frente al grupo pintoresco de las islas
de Pachacamac; entre stas i el continente hai espacio i fondo
eclarl i que, segun supimos luego, era don Manuel Velazquez, el
haLitaute mas estimado de la localiJad i antiguo guberrmdor en
tielllro de Castilla i de Echeiiique.
De can.cter servicial, se ofreci como gnia para acompaiiarnos a los pozos e indicarnos otros puntos J onde el agua se encontraba a poca profundidad.
El seor Velazquez haba llegado bncia dos dias de Lima, i
por l supimos que Pirola concentraba toJos sus elementos de
resistencia en Lima i sus alrededores, con tHndo con un ~jrcito
nn menor ue cuareuta mil hombres i con Lueuos cafwues i obras
d-e defensa.
1 a propsito ue la soledad de Chilca, he [tf)U uu curioso te legraJJHt uel chuLo Miranda i su Chepita:

Lurin, a.r;osto 22.


Sefwr secretario privado de S. E.:
Hace diez das no h ti capitan de p1t erto en C\ilca. H ace ignn.l
que pas por aqn segnu me dijo cou pe1miso; hai necesidad de esu al)toridud. Dime cmo sigue Clu:pita.-Miranda.

f <Ch !t

-781!inficientes puta los bnques, i eu Jias buenos, es postble desembarcar en la playa abierta.
]}l valle no puede tener, hasta <lnn<le n.lc;tnz:t la vi sta, m-uos de 2,500 a 3,000 metros de anchurn; osten ta -a hun<lante i
loza na vej etacion; i es forma<]<, al norte i al s ur por al tnras que
van subiendo de la ribera, en la misma forma n.n fi teatral que
h emos observado tle,;de Chilca, i que queJan bajo los fu egos de
la escuadra.
Entre grnpos <le rboles, asoman en el fun do del valle i en
las faldas de las colinas q ne lo cierran por el snr, edificios de
haciendas i del pueblo de San Pedro de Lurin, i a lo lj o@ , rio
nniha, anrece entre la niebla un cerrito oscu1o ea furnu de
cono.
En toda la comn.rra no se ha n descul,ier to e:1emig,H, i en
cuanto ha siJo posible apreciar h a brin. sido i ~t til cu<d qllier<L tentttti va para impedirn os el acceso al rio.
Las posiciones que hubiera podido ocupar el ejrcito peruano, ce:ca del mar, habran quedado espnest :ts a ser evitadas o
envueltas por el interior del valle i flanqu eada:; a la ir.1nierda
por la escuad m.
E,;te reconocimiento ha tenido por primera i m as importante consecuencia el abandono del propsito de efectuar el desembarco por el norte.
La marcha por el sur es mas larga i obligar al ej rcito n.
maniobrar cuidadosamente para ocupar las lineas de ataque contla la. cindad; en cambio, vemos el camino espedito i franco ante uosotros i tendremos tiempo para concentrar las fuerza:> i organizar el avance.
ARi, pues, adelante por Lmin , ll evando al frente In. caballeria a fin de encubrir nuestros movimientos i observar los del
enemigo i oulicuan <lo firm emente sobre la derecha. ha sta llegar
a b altura tlul norte de Lima. i cortar ul di ctador los camiuos de
la re ti rada.
Adelante!
>>Un caonazo qne el Blanco tlisparad . matana a la::; -! A. M.

-782pttra los btlllllcs del convoi la scial de abandonar el fonrle,tdero i de dirijil'se a la Cmz de Palo i Cnmyaco, en donde
tcn,lr lllg<tr el desem b:uque. (1)

' f;ht

X.
'roclo Ci>to habia tenido lugar el 21 de diciembrc, frente a la costa de Chilca, i a la vista: de
Lmin, es decir, frente a Lima, el <-1i::~ 21 de diciembre, i em notoria a todos la vacilacion de los
nimoR a bordo, porque, segun ntes dijimos, no
hahia ni poda, haber un plan definitivo de desembarco i de campaa. acordado de antemano.
Chilca babia sido sealado por el jeneral en jefe
desde el mes ele julio como el o~jetivo mas cerT
cano de aquella evolncion i este mismo itinerario
marcn,ba en sn crquis el estado mn.yor que presidia el jeneral Matnrana. (2)
Pero hablbase tarnbien ele Ancon, i aun se
dijo que en aqnel dia el ministro ele la guerra haba insinuado la conveniencia de dirijirsc en clemnncla de aquel clesembarcaclero, lo cual el'<t
sencillsimo. Sin embargo, semejante maniobra ha.:
bria dejado aisla(la la brigada Lynch que avan-

(lJ CAVIJWEs.-Hclacinn citada.


(:1) E11tre los anexos de e:>te Citptnlo pahlic;unn;; un frag-mcllto del phtll de de:;emhu.rco er.t Uhilea. tra:t.ado pot el e;t.ado
Tlll.)'<Jr, i qu e, :oegun se dijo, .Labia :;ido id eado pM el intelijente,
f' bi en II!r tant1 f~tntstico co m:~ndaJJte don Am~1rosio Leteli er,
uuo Je lus ayllllautc::; mas Iwt,tiJi es de aruel cue rpo facultativo.

-783-

zaba lentamente por tierra, al paso qne descubria de lleno la flaqueza est.ratjiea de la opera;cion terrestre que se haba. encomendad o aljeneral Villagran i que ste por fortuna haLin, solo
cumplido en parte.

XI.
Resuelto ahora a fi.!'mc el desembarco en las caletas meridionale s del rlepartamcn to ele Lima con
el propsito inminente i esencialsimo ele tomar
posesion del hermoso valle de Lurin i all concentrar i reorganizar el ejrcito para las jornadas definitivas, comenz el desembarco en la caleta de
Curayaco, no sin los tropiezos que el cambio contnno de los trasportes en sn itinerario i en su posicion dehia orijinar. Rabia cabido a la brigada
Gana, como~ la mas descansada del mar, el honor
de desembarca r la primera i marchar inmediatamente a posesionarse de Lurin qne distaba de
aquella caleta de tres a cuatro leguas de camino
pesado i medanoso.
:La nave almiranta, dice la relaci0n que hemos venido citando en el presente capitulo, apareci, cuando hubo iuz el dia 22,
fondeada frente a Curayaco, i lo~ burues del convoi que se hallavan ngrupudos mas al sur, frente a . Chilca, se encontraban entregftuos a la sola inspiracion del buen sentido de sus capita~es i tripulautcs.

>>Poco a poco, uvarlzan cu di rece ion al Blanco i las caletas


del nort~.

- 784 A las 8.~0 A. M., el grupo se encuentra al frente de la Cmz


tie Palo.
Durante algun tiempo, buques i embarcaciones menores bogan un poco desorientados; pero el rden se establece al fin, i a
las 8.30 se desprende de la fri agallanes la priri1em lan chada del
ejimiento Chillan.
ontint\ desembarcando tropa del Esmeralda, del Abtao i
la Elena, chillanejos de la Ma,qallanes i el Angamos i algunos
buines de la lnspectO?'.
Estas fuerzas pertenecen a la brigada del coronel Gana (1."
de la 2." division).
La caballera de esta misiua division comienza a salir de la

Evcelsior i de la Orcero.
No mucho despues de las 10 A. M. se ven formando sus cornpailas sobre un ele vado fald eo al Uhilbn i al E ~ memlda.
A medio dia avanzan estos cuerpos por el camino que conduce al norte sobre la primera corrida de bajas coliuas, presen ..
tndose a trechos i desapareciendo a trechos a nuestra vista.
En la caleta de Curayaco se detienen i establecen su campamento, del cual se dirijen a. Ja playa i a los oe l'l'os iumeJiatos
enjambres de soldados.
Estos movimientos lo mi s m ~ que los de la ba.hn., son ouservados desde las alturas que cierran por el sur e l vall e de Lnrin
por una avanzada enemiga, que se mantiene en ese punto h~sta.
puestas de sol, hora en que marcha en esa direceion el primer
piqu ete de Cazadores a cauallo.
))En la segunda parte del dia, se interrumpe el desemharque
de la brigada Ga ua, porque faltan al Buin algnuas carn.mayolas,
que se le distribtJro a bordo, i bajar el 3: de lnea entero i
parte del Lautaro, rejimientos que pet tenecen a la brigada Barbosa.
1> Viene la noche quedando en tierra unos 3,500 hombres de
infantera i ma.s 1le 100 jinete:l.>>

785-

XII.
N o era en manera alguna escaso el nmero de
soldados echados aquel dia a tierra, visto que todos los que desembarcaban tenian que desfilar
por una tabla; i stos a la verdad sobraban para
cualquier emerjencia de aquel dia. Mas atribuyendo falta al almirante en este servicio; el ministro de la guerra, que no daba pruebas de prudencia i pareca ya carta de mas en aquel juego,
envile una nota de reconvencion que ahond sin
justicia los recelos i las divisiones. El ministro
Vergara babia prestado indudablemente servicios
sealados a la campaa, pero desde que el ejrcito iba a entrar en operaciones puramente militares, que necesitaban la mas absoluta unidad i responsabilidad de direccion, U puesto evidentemente no era aqul, i l rnismo tuvo ocasion de conocerlo as prcticamente mas tarde. (1)
En Arica, como intermediario entre el gobier(1) I esta opinion no solo era nuestra, sino la de los amigos
polticos del seor Vergara, i como prueba de ella el diario radical El H eraldo, publicaba el 3 de diciembre las siguientes lneas editoriales:
El pblico ha est.raado qne el seior ministro de la guerra,
que es el delegado del supremo gobierno i el director de la campaia, se encuentre en Pisc a la vangu.rdia del ejrcito, i mui
ljos del cuanel jeneral. El puesto 11ue le corresponde no es ese.
Se nos ocurre que su presencia en Arica habria sido mui til,
mucho mas de lo que puede ser en lea o Tambo de Mora. El jeneral Villngran es suficiente autoridad para gobernar acertadamente la division que estt a sus rdenes.
HIST. DE LA C. D"E LIMA

99

-786-

no i el <:;jrcito, sn desempeo habria sido mas til,


mas alto i evidentemente mas conforme a sn estatnto. En Bin gun pais del mundo los ministros de la
guerra hacen campaas, i esta innovacion ha sido
una singular costumbre i aberracion constante del
sistema militar de Chile dnrant~ la ltima guerra.
For lo den:as, la acusacion de morosidad contra
le alrnirante era completamente injusta, porque
dadas las condiciones naturales i nuticas del dese mlmrcadero, no era posible haber hecho mas;
i si hal>ian ocurrido entorpecimientos inesperados
como el no desembarco del Buin, a causa de no
ll evar caramayolas suficientes, no em ciertamente
al jefe de la marina a quien semejante responsabilidad cabia.

XIII.

Entretanto, aquella misma noche el coronel


Gana form su valiente brigada en una loma fuen"L del alcance del puerto i en un compacto cuadro, porgue no se S<thia a punto fijo si el enemigo
se hall aba o no en fuerza en Lurin, como la mas
vulgar prevision lo habria hecho esperar. La verdad era entretanto que los peruanos nos habian
cedido sin disparar un fusilazo el valle de Lurin,
qu e era posicion formidable contra un ejrcito que
Jl eg-aba sediento, como nos habian cedido ntes
el ferrocarril i las aguadas de Pisagna al desemlnircnr en '1\ trapac i como nos haban cedido el

-787-

ferrocarril de Moq uegua i el delicioso valle de Ilo


al desembarca r en Pacocha .... Il usion fantstica clc
la esperanza pareca aquel don, pero era entretanto la realidad del miedo, de la incuritt, de ht
decadencia visible de una nacion que iba cayenrlo
en escombros bajo la tosca suela ele las botas amarillas de nuestros soldados.
Al rejimiento Buin, habia remplazado en el desembarco el rejimiento 3. 0 , no rnnos fc.tmoso i eficaz, i es preciso no echar en ol \rielo la C<l.usa de este
cambio a la vista del enemigo: -la falta de caramayolas en aquel cuerpo que era considerado sin
embargo como de preferencia ...... Cul seria la
condicion de los otros?
XlV.
Vijlante i sin apearse del caballo pas aquella
noche el coronel Gana, que era novicio en las peripecias de la guerra, mas no en su arte como antiguo alumno de Metz i jefe clel cuerpo de inj e nieros. Rodebanlo sus tres j efes division arios:
Gutierrez del 3. 0 , Hollev del E smerald :t i Guiez
del Chillan.-C ien cazc1dores haban marchn,clo
adelante llevando la desc ubierta, al mando del
mayo1 don Jos Francisco Vargas, acompaado
ste del comandante L ctelicr.
Aunque no tenia rdenes mui precisas, el comandante jeneral de la 1." brignda de la seg nndct
division, er ausencia de su jefe superior el jene-

-788-

ral Sotomayo r), que aun no habia desembarcado,


crey prudente levantar su campo a la una de la
noche i marchar cautelosamente sobre Lurin, siguiendo en la oscuridad la lnea de los postes del
telgrafo.
Al amanecer, el mayor Vargas envile aviso de
que se avistaban enemigos i con esto redobl su
marcha. Pero era solo la guerrilla de la zona de
Lurin que mandaba el cccholo Miranda, un verdadero palangan a de Lima, que despues de hacer
disparar a su jente sus carabinas a largo tiro de
caon (a tres mil metros), torci bridas, i galopando por la Tablada fu a rematar su caballo
junto a la tienda de su patron i jefe el dictador,
a la sa.zon en ce Villa Y>, que para el caso debi tener la agregacion de ccDiego .... Probable mente
el cholo de Lima iba en busca de su Chepita.
En consecuencia, a las 9 de la maana del 23
de diciembre el coronel Gana se posesionaba
tranquilam ente de Lurin, donde no encontr sino
unos pocos chinos libertos de las haciendas all
vecinas. El alfrez Harringto n, de Cazadores a
caballo, soldado voluntario del Cabo de Buen~
Esperanza, persigui buen trecho con sn mitad al
alfjero seor feudal de la zona militar de Lurin.

XV.
Al mismo tiempo que recibiera el aviso del mayor Vargas sobre la posibilidad de una resistencia,

789 --

que era tan natural suponer en las escarpadas riberas del rio, si mas no fuese para prolongar la
punzante sed del invasor, trasmitila al coronel
Gana al cuartel jeneral por via de precaucion.
I cuando esta vaga noticia, trada a galope tendi..:
do por el bizarro cirujano Llauss, que pag algo
mas tarde el tributo de su noble i juvenil vida a
sus fatigas, lleg a Curayaco, suscitse estrao alboroto i ansiedad en el campamento. Comenz a
d~cirse que la brigada Gana, que a esas horas almorzaba los toros bravos de Miranda cazados a
bala i esquisitas cazuelas en los gallineros de Lurin,
haba sido temerariamente comprometida, i el jeneral Sotomayor parti a escape con refuerzos, solicitando el inmediato envio de caones. Nuestros
jefes no acababan de conocer todava a los peruanoE<.

XVI.
Continuaba entretanto en Curayaco el desembarco con mayor actividad durante todo el dia
23, i en los subsiguienteo del 24, 25 i 26, i a medida que los cuerpos descendan a tierra eran
despachados con mas que reglar premura i poco
rancho hcia Lurin. Toda la artillera de campaQ
a quedaba a bordo.
El 23 por la noche march hcia el interior el
rejimiento Curic desembarcado en esa t arde, pero
estraviado en la oscuridad, i como si todava se ha-

790-

liase sometido a ht influencia del mareo, describi


un crculo en redondo, de suerte que cuando creia
snjefe descender al osis de Lnrin not con asombro
al segundo dia que haba regresado a Curayaco .....
El 24, vspera de N a vi dad, desembarca ron el
rejimiento Valparaiso i los batallones N aval, Blnes, Victoria i Caupolican, as como los arrieros i
sns mulas para el acarreo de vveres, i el 25, dia
de ntimas alegras i l'ecuerdos, el cuartel jeneral
i la mayor parte del ejrcito celebraba las memorias de la patria ausente en el pintoresco valle i
casero que su incansable buena estrella les haba
deparado. Sin metfora habia podido decir::;e que
la e::;trella de los reyes magos condncia a los chilenos a la ciudad de los reyes. (1)

XVII.
I en efecto, en ese mismo da hcia la una de la
tarde desfilaba por delante de las arboledas de
Lurin, montada en abigarrada carabana de asnos, a la manera de los peregrinos de la Tierra
Sa.nta., una muchedumb re de jente que ttpnas dejaba ver por entre el denso polvo que les cubria
sns arreos militares. ~ra la cabeza de la division
(1) Entre los anexos de este captulo damos cabida a los despachos en que el jeneral en jefe i el ministro de la guerra resuman estas felices operaciones. Esos despachos fueron trasmitidos a Santiago desde !quique por el telgrafo i se publicaron
por suplemento el 27 de diciemdre para satisfacer la inmensa
ansiedad del pas.

-791-

Lynch, que despues de una marcha de doce das


(del13 al25 de diciembre) llegaba de Pisco, haLiendo recorrido sin mayores contratiempos, pero
con innecesarias fatigas un desierto de mas de 30
leguas a lo largo de la costa.

ANEXO AL CAPITULO XXII.

I.
EL lJESENBARCO EN CHILCA, SEGUN LOS PLANOS DEL ESTADO
1\iAYOR DEL EJRCJTO DE CHILE.

(Fragmento) .

..... El puerto de Chilca ofrece un esrelente desembarcadero,


hallndose ademas situado siete leg uas a1 sur del Lurin) separado de aquel valle por medanal es i cerros que dificnl tan su rpida cornunicacion.
Es posible creer que el ejrcib> que defiende a Lima no se
atreva a avanzar mas al sur del Lmin; porque r,vanzando con
grandes fuerzas hasta Chilca, dehilitario. considerablemente la
defenso. de la capital, dejndola espuesta a ser tomada por un
golpe de mano, que el invasor disponiendo liure i esclusivamen te de la costa del mar, podra emprender, ejecutando un rpido
desembarco por el norte del Callao i cayendo sobre Lima ntes
que el ejrcito establecido en Chilca hubient tenido el tiempo
suficiente de replegase sobre la capital i acudir a sn defensa.
Un ejrcito de diez mil hombres necesitara emp lea cuatro buenas jornadas a lo mnos para replegarse desde Chilca a Lima.
S, pues, sucediera, como puede esperarse, que el puerto de
Chilca est indefenso, el ejtcito chi l.eno uesembarcar all co n

-7922.ntera libertad. Pero previamente conviene siempre echar a


tierra cuatro o cinco piquetes de Zapadores, al mando de un ofi
cial cada piquete, provistos de herramientas, encargados de recorrer i examinar prolijamente la playa i sus inmediaciones
hasta asegurarse completamente de que no hai minas, esta arma
traidora tan en boga entre los peruanos.
Si las hai las destruir cuidadosamente i un<t vez libres ele
tales obstculos la playa, se proceder a un desembarco.
No estar demas prevenir que ntes de acercarse los buques
que llevan el ejrcito a tomar sus fondeaderos, debe hwerse por
los botes un prolijio i cuidadoso reconocimiento de la baha,
para cerciorarse de que no hai torpedos, i destruirlos si los hai.
A medida que desembarca el ejrcito, se distribuir entre las
escasas haciendas del valle, estendiendo su lnea al oriente, i
enviando una parte de su caballera al norte para reconocer hasta el valle de Lurin, i otra al sur para apodemrse de los pocos
recursos que ofrece el valle de llfc~la i sus pobres haciendas,.
h!lsta Bujama, en donde hai crianza de ganado vacuno.
Suponiendo qne el desembarco en Chilca no pueda hacerse libremente por haber fuerzas enemigas en tierra, ocurrir entnces uno de estos dos casos:
1.0 Que las fuerzas que pretendan oponerse al desembarco
sean escasas o que su nmero no pase de diez mil hombres.
2. 0 Que su nmero sea. mayor que la fuerza indicada.
En el primer caso, la flota se estab lecer en el puerto, aguardando que el ejrcito del jeneral Villagran ataque al enemigo
por tierra, a fin de aprovechar el momento de efectuar el desembarco i ayudar a a~ uel ejrcito a acabar con los restos vencidos
del enemigo.
En el segundo caso, si las fuerzas enemigas son bastante numero~as para resistir al ataque del ejrcito de Pisco, se reforzar este ejrcito con tropas de a bordo, desembarcando en las caletas de Mala o de Asia las suficientes para formar un ejrcito
capaz de a rrojar al peruano que defienda a Chilca. El resto se
marchart'L en la flota i se establecer en el puerto, como en el

-793caso anterior listo pn.ra ejecnbtr el desembarco en el momento


oportuno.
Si el ejrcito enemigo en Cl?ilca fuese mui numeroso i bien
arnmdo i equipado, ser esto indicio seguro de encontrarse In. capital mui debilitada, i entnces se puede tentar un golpe de mano sobr0 ella con la tropa que lleva la flota, mintras el ejrcito
del jeneral Villagran mantiene en jaque al peruano de Chilcn.
para que no pueda replegarse al norte en ausilio de la capital.
Este plan se ria en el caso propuesto el mas acertado, i para
llevarlo mejor a efecto, se pueden tomar algunas tropas de las
que tiene el jeneral V illagran para reforzat la flota, d~jando a
este j enera l solam ente la fuerza. necesaria. para sostenerse al
frente del enemigo, elijiendo buenn.s posiciones defensivas en
uno de los valles ele Cafete, .Ai>ia, o ilfala.
Si el ejrcito perun.no qu e debe defender a Chilca se avan,za
mas al sur para detener al j enera l Villagra.n en alguno de los
valles de Jiala, Asia o Caete, este j eneral se detendr al fren
te del enemigo sin ofrecerle combate, el iji enclo po~i ciones ''entajosas para la defensiva. El ejrcito que Vt a bordo de la flota
mn.rchar rpidamente a desembarcar en Chilca o en la cn.leta
mas prxima i convenitltlte a espalda del ejrcito enemigo, desde la cual ejecutad. un movimiento retrgrado pam venir a colocar al enemigo entre dos fu egos i darles batalla en combinacion con el ejrcito que va por tierra desde Pisco.
De todo lo espuesto se desprende que la marcha de la di vision
Villagran por tierra desde Pisco al norte, debe hacerse en combinacion i comunicucion con la flota a fin de acordar en cualquier
momento que se tenga noticias de encontrarse el enemigo cercano, el plan mas ventajoso para atacarlo i destruirlo de modo
que no pueda efectuar una retirada sobre la capital.
A bordo del vapor Chile.-Diciembre 20 de 1880.

Firmado.

M1cos 2. 0 lriaturana.
HIS'l'. Df; LA C. DE LUlA

1011--

-794-

II.
DESPAC:ijOS DEL ,JENERAL EN JEFE 1 DEL l\IJNJSTRO DE LA GUERRA EM
CAMPA~A SOBRE

LAS OPERACIONES DEL EJRCITO D ESDE SU

PARTIDA DE ARICA HASTA LA OCt'PACION DE LURIN


EL 23 DE

DICIEMBRE.

Curayaco, 24 de diciembre ele 1880.


Habiendo partido de Arica, como anunci oportunamente a.
Y. E. en la tarde del 14 con h tercera division i una brigada de
la segunda, llegu con parte del convoi a Pisco en la noche
del 18.
All supe que de la primera division qne deba haber emprendido su marcha por tierra el diu. 13 para llegar a Chilca el
:Gl o 22, jnotameute con el resto del ejrcito que iba por mar,
solamente la primera hrigada, a las rdenes del coronel Lynch,
babia avanzado hasta Caete el mismo da 18, estando aun la
otra brigada con eljeoeral Villo.gran en Tambo de Mora, a una
jornada de Pisco.
1
1 en cousecuencia, me vi obligado a dn.r ln. rden de que esta
segunda brign.dn. retrocediera a Pisco para. ree mbarcarse all
oportunamente. La del coronel Lynch con 1<1. caballera. i artillera de toda la division debin. seguir avanzando por tierra.
Reembarcada en los di as 19 i 20, la primera brigada de la. segunda .diiVision, salimos en la tarde del ltimo da con rumbo a
Chilca a donde llegamos a la una de Jn. tarde del 2 1.
Se ocup el resto de ese dia en hPcet reconocimientos de las
calettts que ha.i al norte de Chilca i con :l5 hombres tlel batallan
13lnes que desembarcaron, de las aguadas de este pueblo.
El resultado lle esta operacion fu que se acordara hacer el
desembarque en la caleta de Curayaco i otras adyacentes, opei'acion que principi con toda felicidad i sin resistencia en la
maana del 22.
Ayer a las once i media de la mai1nna el jeneral don Emilio

-795Sotomayor, con una brigada de su division, se apoder de Lurin. Doscientos hombres de infantera i cien de caballera que
se encontraban en aquel punto se retirarc:> u al acercarse nuestras
fuerz as, hacie ndo alg unos disparos que no nos causaron da o
alguno. H oi quedarn desembarcadas t oda la infantera i caballera. De la brigada del coronel Ly nch se sabe que pernoct
anoche en Ohilca i va en marcha para LUIin.
Los buques en que deb e reembarcar; e la segunda brigada
de la primera division salieron ayer para Pisco.
Nos hallamos, pues, en posesion de un punto estratjico importantsimo como es el rio i vaUe de Lurin i a dos jornadas
cortas de Lima.
Et~pero que la fortuna ha de seguir- sindonos propicia como
hasta aq ni.
Dios guarde a V. E.
MkNUI!:L BAQUEDA.!fO .

Lurin, di':iembre 2l de 1880.


Seor presidente:
Ministro de guerra me dice para V. E.:
La flota se encuentra anclada en la caleta J e Curayaco, seis
millas al norte del puerto de Chilca.
El viaje h a sido escepcionalm ente feliz, porque no ha ocurrido nada que lo- entorpeciera.
Al fin del cuarto da recalamos a Pisco en demanda de la
hr!gada Gana, que principi a embarcarse el 18 i termin el
20. (1)
El 21 a medio dia arribamos a Ohilca, pero para evitar una
parte del camino que es mui mo.lo ~ quebrado, se. resolvi ejecutar el desembarco en esta caleta, que presta las facilidades necesarias para una operacion de esta clase.
(1) En las fechas de estos dos despachos hai algunos pequeos erroret
que en el testo aparecen subsanados.

-796A las 1O A. 1\1. del 22 se echaron a tierra las prlme1.as tropas:


i a las 6 P. M. se haban desembarcado los rejimientos Esme0
ralda, Chillan, 3. de lnea, un batallon del Lantaro i como 200
Cazadores a caball o. Al amanecer del <.la siguiente march esta.
tropa bajo las rdenes del coronel Gana a ocnpar el vnlle de Lurin, lo que realiz sin encontrar resistencia.
Solo se avista ron alg unas partidas lijeras enemigas que huan
a todo correr cuando avanzaban nuestros jinetes.
El Yalle tiene buena agua, mucha vej eta cion i nn clima sano:
su importan cia militar es in estimable para nosotros, porque nos
permite oru enar COil tranquilidad e] ej rcito D OS facilita la
conduccion de los elementos qne n ecesita pura ~ u accion.
La distan cia de Curayaco a Lurin es cosa de tres i media leguas. El ~3 se continu el desembarco sin n ovedau, i cuatro
mil infa ntes con seiscientos jin etes marcharon a reforzar a los
ocupantes de Lurin. As es que a estas hora s n os encontra mos
, slidameu te establecidos en dicho vall e. P a rece qu e el ejrcito
peruano se defenden't en los alrededores de Lima i rue si est{tn
r esueltos a librar su sue rte en una batalla cam pal, sta tendr
lugar a un a o dos leg as de la ciudad.
Nuestro m ovimi ento ofensivo uo se emprentl en't sino cna1Hlo
t odo est pronto pam e ntrar en accion.
Caleul o que permaneceremos en Llll'in de ochn a die;1 dia s.
La brigada Lynch acaba de llega.r a Ohil cn. i coutinuant maana n in corporarse n.l ej rcito.
En la trave:;a ha sitio m olestada por los mqnf;cmc ros, que h an
cun suJo tres o cnatro bajas, si end o m ayores las q ue ell os han
esperim eutado. La ctra hrigadn. <.le la pr itnera cli vis io n priu cipinr a llegar maun.na en los vapores ma nll:tt!tls a P i$CO para

tranrla.
En dos dia s mH s todo el ej rci to rneclar:'t a<:H ill]1ttdo a ocho
leguas d e Lim a.

:3;tl pd i u i mn

e ~c e k 11 tes.

'

.Jos; l'. Y ~: i W A lL\ ,

CAPITULO

XX II I.

LA MARCHA DEL "PRNCIPE ROJO" DE PISCO A LIMA.

El itinerario de la division Lynch de Pisco a Lurin.--L a primera jornada.


-Caete i Cerro Azul.-A~ia i Mala.--El mal paso. -- Cbilca i sus tejedores.- C< Las treinta jornadas de Pisco a Limall del autor, i cmo es falso que sus opiniones influyeran en el Animo del jener~l Villagran. - -La
veracidad de su relato confirmada por los hechos.- Cartas de Daniel
Riquelme i de Vctor A. Bianchi.-Los Cazadores del Itimac i cmo h~
incorrejible cobarda de los peruanos no caus verdaderos destrozos en
la brigada Lynch.--El primer campamento en el Jagtiey.-- El jooeral
dinamita i las agnadas.---Disensiones entre los jefes de la brigada Lynch
i sus motivos.-Docnmentos inditos.- Orden de marcha de los 5.000
hombres que conduce el coronel L ynch.- El jeneral dinamita a b des-.
cubierta con su lejion infernaL-Los Granaderos a vanguardia i h division asit ica en el centro.- Orden de marcha de los infantes i de In artillera.- Sorpresa que inten tan los Cazadores del Rimac contra los Gra naderos al bajar al valle de Caliete en la mallaua del l \J de diciembre.J"ynch en Hervn.y bajo.- La col nmn:t chilena almuerza en Montalvan
en la mn.iiaua del 20 de diciembre. - -Los italianos Del Pino i el cnndro
de l:t deposicion de O'H iggius de Monvoisin.- El comn.ndante Yv,r
ocnpn. el mismo dia a Cerro Azul i su entrevista con el m1wstro de es
cuela del lugar. - -Fatigosa marcha de la inf:ucra por los callejones
anegados de C:.uiete.--L:t nica defe ns;t de les peman os es el :tg ua Lyuch impone una contribucion de ~0,000 peso;; a la, bacieuda de Gomez, i sn aveutam con Jos alemanes.-- El Prncipe H.ojo en Asia.---La
h:tcienda de Bnjama i sor pres:t que int ent:t eu sns bosruos el gue rrill ero
Conde.-Muerte de Hn solclndo del 'ralea i de un cabo de l 2. - L ynch
ord ena :t h lcjion i:1femal de Vill:ttToel qu emar los pueblos de Mala i
San Antonio en castigo de aq11ella alevosa i fusila a nu priaionero. Brillante nccion de l alfrez Armaza, que so re une a L ynch con :!5 cazadores el 2<3 de diciembre. - Las ltimas jomadas de la brignda Lynch.
- Curiosos teleg ramas de los coroneles Zamudio i Sevilla sob1e sus opera ciones.- El corone l Lyuch lleg:t a Lurin el 25 i el coronel 1\iartinez
0

-798el26 con el Atacama i el Colchagua.-Comienza este ltimo dia el deaembarc"> de la artillera de campaila en la caleta de Pescadores i bajan
a tierra los ltimos cuerpos de infa:ttel'a.-Llega. el jeneral Villagrau a
Curayaco con la brigada Amuntegui i es dep uesto dd mando de su division.- Le sucede el coronel Lynch.-Interesantes documeutos.-El
jeneral Baquedano eu Lurin.--El ltimo dia del aiio I880.--Trei11ta i
cuatro mil chilenos, treinta i cuatro trasportes , cincuenta i seis caones
i cuatro mil caballos i mulas de servicio.- Los prodijios del patriotiam()
'ID preaencia del empequeecimiento del gobierno.

I.
_F orma la distancia. de 50 leguas que separa los
valles de Pisco i de Lnrin un rido desierto de
arenas muertas, que el viento an;astra lentamente
describiendo montculos de caprichosa forma llamados mdanos. Fu en uno de stos, un poco al
sur de Pisco, donde naufrag en 1823 el escuadran
de Granaderos a caballo que el coronel Lavalle
sHlv de la rota de Torata, i todavin. las osamentas de sns jinetes sealan al viajero su fatal itinerariO.
II.

En el primer tercio del camino encuntrase el


valle de Caete, doce leguas peruanas distante
del de Pisco, i en seguida mas hcia Lima, los oss mas bien que valles de Asia i Mala, donde don
Francisco Pizarro tuvo su clebre conferencia de
engao con el incauto i jeneroso Almagro. En estos dos ltimos lugarejos su!:l escasos pero pacficos habitantes vi ,ren de sus sembradios cuando el

79~-

agua de la sierra llega hasta. sus pramos. Son terrenos de temporada i de chacarera, i hace cuarenta aos vivia ah en humilde condicion ele albergador de viajeros un tio del jeneral en jefe del
ejrcito chileno, i que si nuestra memoria no nos
es esta vez infiel, tuvo su propio nombre.

III.
Mas all de esos parajes diltanse las montuosas haciendas de secano, pobladas de bosques de
rboles espinosos, como la antigua Colina en Chile, llamadas de Retes i Bnjama, famosas por sus
toros bmvos del Acho mulos el,~ los que el ce cholo
lVIirancb, )) tn~jera de los clidos valleR toledanos
que el T~~jo riega i encoleriza..
Pasa el viajero desde all a las lomas medanosas de Chilca, villa situada en i.ma hondonada pero que tiene hermosa iglesia, en otros aos opu' lenta en joyas i hoi en harapos, i un poco mas hcia el norte, siempre por camino enjuto, grio i
penoso, se desciende al valle de Lnrin, que reverdece de cafta i alfalfa, de . menestras i camotales.
La tra ve s~~ de Chilca a Caete ( decia el propio autor de este
libro, haciemlo en la hora oportuna el resmen de las marchas
que iba a emprender infructuosamente, a su sentir, parte del
ejrcito), travesa que nosotros hemos recorrido en un esforzado
da a caballo, es penosa, pero es comparativ:ameute corta i !kvadera. Por el contrarie;>, la de Caete a Lima es prolonga.dsi-

-800 ma, abruma dora, i si no fuera empren dida con,tra peruano s podra ser hasta peligros a para las colummts que marchan por la.
ardiente arena, agoviad as con el peso del fusil, del monal, del
abrigo i de la caramay ola, que es preciso rellenr a cada etapa,
sin saber en dnde. Lo nico que refresca nt al soldado en esa dura travesa es la proximi dad del mar i IR vista constan te de los
trasport es en que mas felices compa eros adelant arn alegres
sus cmodas j ornadas .

IV.
Enconttar.n los espediciouarios de la division Villagra n, su
ptimer refrijerio contra la sed i el calor despues de abandon ar
los caseros ci vilizaclos de Caiete, en el valle ~e Asia, osis de
tempora da, cuyos escasos habitan tes han podiJo segumm en te
en la presente est::acion, a causa de la abundan cia escepciona l de
l::ts aguas, cultivar s us chacras de ca motes, de zapallos dulces i
de yucas en mas que regular acopio. Como de costumbre, el
enemigo, que ha podido talar el campo hasta reducirl o a pavesa
del ante del invasor, lo habr. dejado tambien intacto. Por todos
caminos, despnes de un:t esforzad a m ttrcha de cinco legLtas per uanas, el ~jrcito chileno habr encontra do en Asia. nn poco de
agua para reponer sus caramay ohts i sus esta nqu es de hietTo, si
el jeneral Villagl'a n ha logrado llevar stos cons igo. Por lo demas, Asia no es un empol'io, sino un pobre adu:tr de indios labradore s, que viven de las clemenc ias del cielo cuando en la
sierra llueve i corren las quebrad as.>> Cuando esto no sucede,
la mayor parte ele los hn.bitant% emtgra.n a C;1r1ete, tierra de
promisi on .

V.
Entre Asia ~ Caiete ex iste, en un desfiladero que el mar
corta a pico, un cerro arenoso, i de. los flancos Je ste ruedan

-801galgas enormes. Es este el~clebre Malpaso, terror de los viajeros. Atraveslo en noche de densa oscuridad un viajero chile~o
que haba salido de Asia con los huesos molidos de cansancio a
la una de la maana, i cuenta l que en silenciosa c:travamt i
junto a una dama que, como todas las peruann.s, dignas desendientes en estu de las amazonas que descubri Orellana, ib:t jinete a horcajadas, cual los hombres, en brioso palofren de sutil
paso, i platicando las cansadas horas de la noche, como Erei la
i sus castellanos cuando contbales eu Arauco la historia i el
dolor de Dido, djole aqulla:
-Si hubiera luz no iria usted tan sereno. La mar ha cortado todo el cerro que llevamos al costado, dejando grandes trozos volados de donde solas se desprenden grandes piedras que
matan a los animales i tambien a los pasajeros, siendo todo el
espacio que hemos andado del aspecto mas horrible.I> ( 1)

VJ.
Otras cinco leguas peruanas : (cerea de siete de las nuesttas)
han conducido a los chilenos al valle de n-Iala, que no es mal o,
sino al contrario, un paraje encantador en qne los habitantes
descansan de sus menudos afanes ele labranza a la sombra de
verdaderos bosques de naranjos i limoneros. Mala es una especie de Chincha en miniatura, pero en tan reducidas proporciones
que bien ptHliem caber todo 'lU panorama dentro de la tela de un
cuadro de cortas dimensiones o en el foco opaco de una m1 nina fotogrfi ca. Antes dijimos que all viviera un tio lejitimo del
jeneral en jefe de nu es tro ejrcito que se enamor de aqnellas
sombras, i puso, en medio de la jenial incuria, un pequeo negocio de que viva auxiliado por la azcar de Montalvan. Su
paisano i su husped de alojamiento, el jeneral O'Higgins, .vendale sta con buena cuenta o a Bll paso se la obsequiaba.

(1) P. F. Vicua. Ocho meses de destierr-o, en el Per. 1846.


HlST. DE LA C. DE LIMA;
101

-802Andando en lo montado i en buena mula de paso se llega en


tres horas de Asia a Mala.

VII.
Las j ornadas de Asia i de Mal a ser n, a pesar de t odo, las
mnos duras i las mas socorridas para nuest ro ej rcito, porque
en el l timo de aquellos valles comienzan propiam ente h s arenas muertas que los vientos fnri osos, las paracas del es to,
arran can a los mdanos i van esparciendo en blandas i sueltas
faj as por todo el trayecto h asta la caleta de Chil ca i en seg ui da
hasta el an gosto vall e de Lurin, i mas all Ins ta ol Morro Solar, a cuy o pi setentrional est Chonill os, comenz ando all
mi smo la planicie i el cul tivo del valle del Rimac.

VIII.
Ohilca uo es, como Asia, un sembrado, ni como Mala un oloroso i fresco bosquecillo, sino una msera caleta de pescadores,
i un poco mas hcia la tierra una aldea de tejedores de son1bre~
ros i de ciga.reras, que vive de esta renombrada industria, cultivando el fino esparto en enjutos, reducitlos i salobres lagun at os. La caleta es abrigada pero redu cida, i Pirola ha pretendido
fortifi carln. para darn os el placer i la ve ntaja de un pequeilo Pisagua. La aldea o ranchera de los indios tej edores dista unas
pocas cuadras de la lengua. del ag ua, i todos los viaj eros qu e
por all para su mn.l han tmnsitado t:lstn de ac uerdo en declarar que en ning una pa rte del mundo han visto un lngar mas
misem ble : roretchecl village la llama Stchudi en sus viaj es (pj.
228), ald ea miserabl e que no tiene n~d a, absolu tam ente nada,
de lo que es capaz de su ministrar el sustento i la existencia al
h ombre.
I sin embargo, otro viajero aseg ura cue, gracias al paciente
tejido de sombreros de pita i de cigarreras labradas i de colores

-803gayos, los chilcanos llegaron a disfmtar ntes de la independencia de una magnfica iglesia, con costo de 300,000 pesos, i
un hospicio j euerosameute servido por ellos mismos. Es fama
que en este ltimo dbase sustento al viajero i fonaje para s u
bestia, pero con la precisa condicion ele que el tl;auseunte no se
detendra jam as en sus tierras mas de doce horas.
Atribuase esta singular limitacion de hospitalidad a los celos de aq uellos indios selvticos, ocupados de entretejerse entre
s, i logrando asi mantener pura su raza i al propio tiempo conservar el monopolio de la red i Jos somb reros. 'I'odo lo que ha
cambiado desde la independencia ac es el culto del santuario,
porque, al decir de los ttajinantes modernos, donde los chilenos
t enan ntes a la Vrjen han puesto hoi la i::reverente efijie del
dios Caco. ( l)

(1) Estas descripciones fueron publicadas en El Mercurio ele


Valparaiso el 20 de diciembre en una srie de artculos titulaLas t1einta jmnadas ele Pi.~co a Lima, i justas, con la diferencia de pocas horas, esas jornadas resu ltaron cabales desde
el 18 de diciembre en que fueron escritas i enviadas a la prensa,
all7 de enero en que el ejrcito chileno hizo su entrada a Lima.
Djose entnces que su lectura haba sido parte principal
a que el jeneral Villagran se desalentara en Ta.mbo de Mora
para proseguir su marcha; pero ell o es materialmente inexacto
porque cuando salieron a lu z (d el 20 al 2; de diciembre) ya el
comandante en jefe de la 1." division haba recibido rden de
retroceder a Pisco, i los tales artculos solo pudieron llegar a
Pisco o a Lurin una semana mas tarde por lo mnos. I oj al. no
hubiera sido as, porque en algo habramos contrib niLio a evitar
la consnmacion de aquel error estratjico.
Alg unos, por inventar, nos han culpado, sin embarg1), de haber exajerado nuestra descripcion, i a los que tal piensan nos
refe rimos a la carta que el a lfrez de artill era don V. A . Bianchi nos escribi al ll egar a Lurio, que publicamos entre los
anexos, i al sig uiente p<nafo del intelijen te co rres pon sal del
Fleraldo don D~Lt1ie1 Riquelm e que iba en ar nelb j ornada.
Es mni clig no de obse r v~trs~, en lo que J ejo reftlri<lo, qne la
resist encia del soldado chileno pam hacer a pi marchas tau pesadas i difcil es, es superior a toda poncleracion . Don Benjamin
Vicuia Mackenua en un artculo publicado por El Mercurio,
dijo con mztchct 1azon que el camino de Chincha al norte era

-804-

IX.
Aadase estas dificultades naturales la posibilidad de encontrar una resistencia de asaltos i
emboscadas en todo el largo del trayecto, especialmente en lps lugares boscosos como el de Hervay
bajo, en el paso del rio de Caete, famoso por su
fortaleza incsica que lo domina, en los callejones
de las haciendas de caa o en los bosques espinosos
de Bujama. Pero los peruanos, siempre ineptos i
siempre pusilnimes, se habian limitado a destacar hcia Caete desde Villa el rejimiento de ca- '
br.llera Cazadores del Rimac, que Pirola habia
hecho descender de los valles de Lambay_eque en
los primeros dias de su dictadura, i lo confiaba
ahora al coronel de caballera don Jos Sevilla,
jefe que pasaba, como Zamudio, por esforzado.

impracticable para un ejrcito, i que perdera la mitad de su


jente (tal ni cosa parecida, segun se habr visto, dijimos) aquel
que acometiese tan rdua empresa.
Pero este es el caso de decir que no hai regla sin escepcion
i que los soldados chilenos son una escepcion de bdos los demas soldados. Nada es comparable al sacrificio de estos hombres patriotas i abnegados i es mui satisfactorio verlos a todos
aqu tal como salieron de Tambo ele MMa, contentos i con inquebrantable buena voluntad para. continuar la obra del bien
de la patria. No se ha quedado ni un solo hombre en el camino:
todos se han mostrado superiores a las diticultatles de la naturaleza i las han vencido con bizarra.
La buena ditecciou del jefe ha contribuido en mucho i debemos tributarle nn merecido aplauso. Nosotros se lo enviamos
con sinceridad i entusiasmo.

-805 -

Una guerril la de cien infante s montad os al mando del co:ronel Arciniega, se le agreg en Caete,
al paso que otra monton era al mando del guerrillero Celestino Conde, merode aba por los vallejos
de Asia, Mala i Bujama.

X.
La parte mas angusti osa de aquella larga travesia iba a ser, tratnd ose, no de la marcha de
simple viajero, sino de una column a pesada, la
que se estiend e desde Tambo de Mora a Caete,
porque en aquel pramo no existia sino un escaso
bebedero en el sitio llamado el Jagey , a pocos
metros ele la playa i bajo un grupo ele elegan tes
palmeras, reinas del osis i de sus copas de verde
follaje.
Sin embarg o, desde que los chilenos se posesionaron de Pisco i de sus valle.; ribereos, una guardia de veinte i cinco Granaderos, a cargo del alfrez Daroch, custod iaba aquel tesoro i lo ponia
a cubiert o de las infames maquinaciones que se
habian descubierto a los peruanos. Oportu namen te
lleg tambie n all, por rclen cleljen eral Villagr an
el patriot a, intelije nte i abnegado Yoluntario dori'Arturo Villarroel, renomb rado mas tarde con el
ttulo de Jener al Dinam ita )) ; i ayudado este infatigable gastad or del desierto por unos cuan tos
chins, ensanch aquella vertien te hasta eonver -

-806-

tiria en un espacioso bebedero de 14 metros de


largo por una vara de profundidad,-c cun hermoso
bao de nataciom), seg un l mismo nos decia.
Contando con este poderoso ausilio i deslinda,daR ciertas dificultades qne agriaron los nimos
de algunos jefes de la primera brigada contra el
coronel Lynch que la mandaba, ste ltimo dilijente capitan, denominado a su vez por la acti vidad de sus marchas el Prncipe Rojo)) de la guerra en el Per, se puso en marcha desde Tambo
de lVIora el 16 de diciembre, habiendo dejado a
Pisco el 13, segun estaba acordado. (1)

XI.
Dividi el coronel Lynch diestramente su columna en dos trozos, i con una jornada de intervalo hzola marchar, ponindose l a la cabeza de
la primera mitad, compuesta de los Granaderos
de Yvar, que iban a la vang uardia, de la Artillera de Marina, rejimiento que andaba suelto,
sin pertenecer a di vision determinada, del 2. o de
lnea, del Ta.lca i de una seccion ele artillera.
(1) Las disensiones a que hemos aludido i que motivaron
las renuncias de los comandantes de los rejimientos 2.0 de lnea i
del Colchttg ua constan ele los documentos que publicamos en el
anex o. Fn necesario que i nterviniem el jeneral Villagl'an para,
aquietar justas susceptibilidades. N o obstante, el coronel Lynch
nos ha iu fo rm ado que no fu l sino el coronel del Atacaron. don
Juan Martinez qui en diera hl omi nosa, nlen que hacia solidarios a los jefes de las fattas i aun de los delitos de los sold t dos,
i aadiendo que por no desairar al viej o veterano, la mantuvo.

- -

807-

La segunda porcion venia confiada al coronel


Martinez i se componia del Atacama i del Colchagua.
Eran en todo unos cinco mil hombres, i su rden fijo de marcha fu el siguiente: advirtindose
que solo se andaba con la fiesca i descan sando
veinte minutos por cada hora de ayance.
Entrando mas en el pormenor de aquellas duras jornadas, adelante de todos iba el jeneral cc Dinamita)) con su lejion asitica llamada cede Vulcano)): porque era la que desenterraba las minas i
los torpedos; en seguida los Granaderos apoyados
por 25 fusilero s del 2. al mando del subteniente
don Filomeno Barahon a; en pos la artillera de
campaa del capitan don Jos A ntonio Errzuriz; mas atras un enjambre de chinos aliados,
arriando sus bueyes i sus mulas cargadas con marmitas o barriles para el rancho de la diYision, i
_ en pos los infantes de los cinco rejimientos en el
rden ya apuntado.
0

XII.
La, primera jornada nocturna de la sufrida, brigada fu al J agey, donde bebi a sus anchas el
agua vertida en la media no che el 16 de diciembre, i all se acamp hasta las cuatro de la tarde
del siguiente dia.

-808A las 11 de la maana. del 17, dice un corresponsal de la


1
prensa que lleg a esas horas a aquel paraje, encontramos aclmpada la division.
All haba un verdadero puebJo improvisado de carpas t arobien improvisadas: pareca que una tribu de nmadas acababa
de sentar sus reales en el lugar, que se veia poblado de hombres, mujeres, caballos, bueyes, vacas, mulas, burros, cabras,
ovejas i hasta perros.
Rabia carpas grandes i las h aba formadas con mantas
puestas sobre fusiles empabellonados o sobre pedazos de caa
plantados exprofeso.
En el centro de esta poblacion ambulan te, i como a dos cuadras de la playa, o sea de la orilla del ocano, se alzaban tres
palmas hermosas i verdes, unidas por el tronco, bajo cuya ancha sombra se veia el abundante pozo que surtia de agua a los
precarios pobladores ....
A las 5.20 de la tarde agrega el mismo narrador, se toc
nuevamente atencion, i en seg uida marcha, i la inmensa columna se puso en movimiento con un 1den verdaderamente admirable. El coronel Lynch, desmontado i con el caballo de la rienda, vi d~s filar torht la divi sion hasta su ltimo hombre, i en
seguida parti a tomar la cabeza, una vez que se cercior de que
todo marchaba bien.
La tropa ibtl, fresca i contenta, pues el camino era llano i
sin mdano. El tiempo fresco i agradal.lle.
El telgrafo continuaba siempre a nuestra derecha.
))A poco de habernos movido, cincuenta mulas cargadas con
barriles pasaron ad elante del ejrcito, conduciendo agua para
esperarlo en cierto punto dado, a fin de que la tropa pudiera
rellenar sus caramayolas, caso de necesitarlo. ( 1)

(1) Daniel Riquelme, correspondencia al Heraldo, Cerro


Azul, diciembre 20 de 1880.

~09-

XIII.

Hizo su segunda jornada del 18 de diciembre


la division del ce Prncipe .Roj'o )) sin novedad; pero
al aproximarse a las barrancas que cierran el valle de Caete por el sur, junto a Hervay, di aviso
a aqul el comandante Yvar de una sorpresa que
le cost un herido, un prisionero i cinco caballos
muertos. Fu sta la nica hazaa de los Cazadores del Rimac i de los guerrilleros ele Arciniega,
que parapetados tras unas tapias en un callejon i
aprovechando la hora del amanecer i de la camancliaca, lanzaron a quema ropa varias descargas sobre los Granaderos. Hecho esto huyeron
hcia Caete llevndose dos o tres heridos i dejando uno de los suyos en el,. campo.
Al recibir el aviso de aquel nocturno asalto, el
coronel Lynch avanz con sus fnerzas en son de
batalla, pero al disiparse la niebla ech ele ver
que el enemigo se haba disipado con ella.-Segun
una espresion favorita del jeneral Baquedano, los
peruanos son todos mas o mnos nieblas>> .....

XIV.
Acampse aquella tarde la division en Hervay
bajo, hacienda abandonada, teniendo a la vista su
pintoresca fortaleza i el rio de Caete que all coHlST. DE LA C DE LIMA~

102

-810-

rre crecido; i a la maana siguiente (20 de diciembre) pudo almorzar con abundancia de caf
i de arroz con leche bajo los anchos corredores i
frescas arboledas de his casas i hacienda histrica
de Montalvan, situadas sobre corpulenta huaca indjena a la entrada del pueblo de Caete i a tiro
de piedra de su plaza ele armas. (1)

XV.
Para defender aquel riqusimo valle, poblado
ele haciendas que valen millones, los perua,nos no
encontraron mas arbitrio que desbarrancar las.
acequias que riegan sus caas, zanjear los angostos callejones que separan los plantios ~ echar por
ellos los cauces, gastando asi estpidamente el
agua de los riegos, ya que no saban quemar la
plvora de los combates.
(1) La hacienda de Montalvan haba pasado a poder de unos
bodegoneros italianos, los hermanos Del Pino, que la usura sobre prendas habia hecho millonarios. De uno de sus dueos
publicamos hace poco curiosa i desaliada carta en que alega
sus ttulos de dueo, i stos suman un largo medio millon
de pesos. El coronel Lynch hizo respetar aquella propiedad,
contenttndose con estraer el cuadro histrico de la Deposicion
de O' fliggins, pintado por Monvoisin, cuya tela, apesar de sus
grandes proporciones, fu robada en el camino, i es lstima,
aunque su mrito artstico no alcanza mui subidos quilates.
La nica hacienda que grav el coronel Lynch en Caete
fu la de Gomez, propiednd de don Jos Unnue, con una libranza de 20,000 pesos; i cuentan que los alemanes que administmban aquel injenio, sin sospechar que hablaban con el jefe
de la espedicion Lynch, decan a ste que si el tal hubiera venido, algo mas l~ habran pagado ... cuando ste rindose les dijo:
-Yo soi Lynch! i los alemanes se fueron de espalda.

--~

811

Chapaleando por aquellos angostos pantanos i


sumetjindose a veces hasta el cuello en los tajos
encubiertos, avanzaron en la noche de aquel dia
penosamente los cuerpos de vanguardia hasta Cerro .Azul, posicion importante que desde temprano ese da habia ocupado el coronel Yvar sin resistencia. (1)
(1) Para trazar el itinerario del coronel Lynch hemos seguido una interesante i minuciosa relacion que desde Lurio nos
envi6 en varios pliegos el malogrado capitan del 2.0 don J.
Reyes Campos, relacion que no tiene mas defecto que ostentar
a cada. paso una gran irritacion contra el coronel Lynch.
En cuanto a la ocupacion de Cerro Azul, no hubo mas incidente que el grotesco siguiente, que apunta el ameno corresponsal del Heraldo:
... Presentse tambien un futrecito con mucho salmo en el
andar, morenito de color i raqutico de estatura, llamado Jos
Leon Mendoza, i se exhibi con un speech, poco mas o mnos,
.
en estos trminos:
l>Seor jefe: Yo soi peruano i no estrailar su seora que,
como tal, desee el bien de mi patria (aplausos). En este pueblo
ejerzo el majisterio i soi apstol de la instruccion de la humanidad, reconociendo por lo tanto a todos como mis semejantes.
Mis compatriotas han huido i corrido como unos gamos en todas direcciones, i yo no he podido hacerles comprender que los
chilenos son jenerosos i mui civilizados i que es falso cuanto
han dicho de ellos. El dia del combate con el ejrcito de Chile
en las alturas de Hervai-bajo, es decir ayer, pas por aqu el
coronel Zamudio, i no hallando vapor en qu embarcarse, se
fu por tierra a Lima. Los coroneles Arciniega i Sevilla se han
fugado con sus fuerzas, dirijindose para .Lima por las H01rnigas, es decir, por Cailete adentro. S que mis compatriotas han
muerto a ustedes ochenta Granaderos i que nosotros hemos te.nido solo cinco hombres muertos, que se ent.erre~ron ntes de
huir, catorce heridos i tres caballos tambien .muertos. Su seora me tiene a sus 6rdenes, i si se le ofrece algo que interrooarme, puedo hacerlo desde luego, pues estoi pronto a contestarle.
Yvar le respondi: Est mui bonito su discurso; yo le interrogar cuando lo crea necesario. Puede usted retirarse a su
casa. Est despachado.
El preceptor sali6 braceando i _borneando la cola. Era u u

-812-

XVI.
El 21 de diciembre, a las 9 de la maana, esto
es, a, la misma hora que el convoi avistaba a Cbilca por la mar, el grueso de la di vision Lynch penetraba en Cerro Azul i all almorzaba.
El 22 amanecia, caminando de noche, en Asia
i all a la sombra de los guarangos descans ha~:~ta
la tarde.

XVII.
A las dos de la maan . del 23 continuaron su
estril jornada aquellos sufridos soldados, i al llegar al bosque de Bujama sintise intermitente tiroteo de emboscada. Era la guerrilla de Conde
que parapetada tras los rboles asesinaba un soldado del Talca llamado Olegario Reyes i al cabo
del 2. 0 Juan de Dios Rivera. Un granadero desapareci tambien en la brega, i quedaron dos heridos, probndose as cun fcil habra. sido causar
c.recidos daos a aquellas fuerzas, si los peruanos
hubieran imitado siquiera a sus gallinazos i no a
sus gallinas.
En cas.tigo de aquella alevosa el coronel Lynch
destac la brigada infernal de Villarroel a la que
peruano en regla: nos hizo reir mucho.

-813-

se habian incorporado en Caete no mnos de


ochocientos chinos alzados, e hizo arrasar hasta sus
cimientos las pequeas poblaciones de Chala i San
Antonio. Un guerrillero vestido de paisano que fu
tomado con las armas en la mano, fu pasado instantneamente por ellas. (1)

XVIII.
Era, segun llevamos dicho, aquel dia e 23 de diciembre, el mismo en que el coronel Gana ocupaba a Lurin; i colcase aqu un episodio interesante de aquella jornada. Desde Curayaco babia sido
enviado hcia el sur en busca de la brigada Lynch,
cuyo -:-umbo se ignoraba, el bizarro teniente don
Agustin Armaza, oriundo de Chillan, como el Armaza de Locumba, i mbos hijos de un soldado de
Yungai que aun existe. Acompabanle solo 25
Cazadores, de los primeros que montaron a caballo,
i el impetuoso mozo, abrindose paso por el bosque que herva de enemigos, cumpli su comision
reunindose al coronel Lynch al ama.necer del 23
en Bujama. Durante largo rato Granaderos i Cazadores estuvironse midiendo a la distancia, juzgndose enemigor:;, i cuando dos mitades avanzaban resueltamente a encontrarse sable en mano,
( 1) Hacemos figurar en el apndice una s rie de curiosos telegramas de Zamudio i de Sevilla sobre sus operaciones combinadas contra Villagran i contra Lynch.

-814-

a los gritos de: Son los Oazadores!-Son las Granaderos! se reconocieron unos i otros; .... i lanzando alegres sus caballos en forma de torneo los
valerosos jinetes vivaron en medio de las selvas
a la patria. A.rmaza fu ascendido por aquel hecho como en el campo de batalla.

XIX.
Desde Bujama, la marcha de la brigada ~o
ofreci episodio digno de nota. El 24 de diciembre a las 10.40 de la maana acampaba en el
pueblo de Ohilca, conquistado sobre Jos peruanos
por un corresponsal, i el 25, pasando al amanecer
por el c01don de lomas que dominan a Ourayaco, los fatigados soldados saludaban con regocijo la vista del con voi amigo fondeado en las caletas. A. la una de ese mismo dia penetraba en
pintoresco tropel de asnos, sombreros de petate i
toda clase de arreos la primera mitad de la brigada
al campamento de Lurin; i el resto de ella llegaba
con el mismo talante a cargo del coronel Martinez al dia siguiente. Djose que el jeneral en jefe,
al divisar la apostura de los oficiales, que se habian provisto de sombreros peruanos para protejerse contra el sol, les intim arresto; mas parece
' que la cosa no pas de una simple reconvencion
un si es no es amistosa. En los detalles como en
el conjunto, el jeneral en jefe se mostraba ine:x;o-

-815-

rabie, i mas de un oficial pas sentado en un cuerpo de guardia larga noche de vela por haber olvidado una prenda cualquiera de su vestuario ele
ordenanza. El olvido de la espada al cinto constitua verdadero delito, i se castigaba con prision no
de horas, sino de dias i aun de semanars.

XX.
El jeneral Baquedano habia llegado a Lurin,
dos horas despues que el coronel Lynch, el dia de
Navidad, i en esa misma clsica fecha el almirante Riveros reconoca en persona a bordo de la
M agallanes la conocida caJeta de Pescadur~s para
~1 desembarco de la artillera pesada, a la vista de
Lurin.
El dia 23 el Angamos i el vapor Barnard Castle se habia dirijido a Pisco a conducir la bri ga~a
Amuntegui de la division Villagran i luego les
sigui el Chile i otros buques que se desocupaban.

XXI.
Gastando laudable act.ividad1 e ~tas tropas llegaban a Curayaco el 26, i al di~ siguiente el jeneral
Villagran reciba a bordo del Chile la rden de regresar al sur a disposicion del gobierno, en casti go
de s~ desobediencia, acto que caus dolorosa impresionen el ejrcito, porque no hai mas duro apre-

-816-

mio para un hombre de honor i de guerra que


privarle del mando de su tropa en la vspera de
la prueba. El coronel Lynch fu nombrado para
remplazar al jeneral Villagran en el mando de
la l.a division. (1)

XXII.
Ese mismo dia 26 de diciembre comenz el
desemba1co de la artillera pesada, i se concluy
el de la infantera, siendo los cuerpos mnos favorecidos en aquella larga operacion los Zapadores i el Ooquim bo que solo el 27 pudieron marchar a Lnrin.
1

XXIII.

Por fin, el ltimo dia del ao hallbase cmodamente instalado en sns diversos campamentos
a una i otra banda del remanso, cristalin i pintoresco rio de Lnrin, el ejrcito mas brillante, nummoso i aguerrido que Jamas hll)iera paseado ss
/
banaeras
por as~c<;>marcas el Pacfi_s.g i aun de
la Amrica espaola.-Oomponase a esas horas i

-- -

~---r.....-

(1) En el anexo de este captulo publicamos todos los importantes documentos relativos a la marcha de la 1." di vision, que
el j eneral Villagran ley en la Cmara de Diputados en la flesion del 7 de enero de 1881 para solicitar su desafuero, como
diputado, resolucion que la Cmara no acord . .

-817-

segun el prolijo estado que mas adelante insertaremos ntegro, de 27,674 plazas en esta forma:
5 jenerales
189 jefes
1,061 oficiales
26,422 soldados.
Dispona ademas el ejrcito chileno de 56 caoneR, 4 ametralladoras, 2, 777 caballos i 798 mulas, que en breve se aumentaron a mil doscientas
con unas cuantas piaras que llev la barca Valdivia, fletada en Valparaiso i qne pas por Arica el
22 de diciembre.
I agregando a estas cifms las tripulaciones de
treinta i cuatro buques i todo el personal sin calificacion militar determinada que sigue a los ejr citos, poda asegurarse que treinta i cuatro mil
hombres se alistaban el 1. de enero de 1881 para
colocar los destinos de Chile a la altura de una
gran mi sion americana (1).
Milagros del patriotismo que la ceguedad ele
un gobierao miope, desconfiado i pusilnime haba tenido pata1izaclos cerca ele dos aos, empleando sus mas robustas fuerzas en operaciones que
0

(1) En ese nmero no va incluido el ejrcito ausiliar uel Celeste Imperio, que en aquellas horas reconoca por jefe al asitico Quintin Quintana, hoi especie de emperador de 1a China en-
tre los chinos del Per.
103
lliS'l'. DE LA U. DE LIMA.

-818-

no eran una solucion sino el retardo de esa solucwn.


Por ventura la hora de la ltima iba a llegar.

ANEXOS AL CAPITULO XXIII.

I.
RDEN DEI, DJA DE LA BRIGADA LYNCH DEL 15 DE DICIEMBRE
DE 1880 1 PROTESTAS A QUE DI LUGAR.

DIA

15.

Mes de diciembre de 1880.-Chincha-Baja,


Orden de la brigada 1. de la l. division.

<rJefe de servicio ... etc.-Las avanzadas ... etc.-Por motiv.o


de habr.r llegado al conocimiento del seor jeneral de la division
algunos reclamos por faltas cometidas por individuos de esta
brigada, se recomienda a los seores jefes no permitan salir de
su campamento ningun individuo de su cuerpo mintras no sea
para algun asunto de completa necesidad i con rden por escrito de su respectivo jefe.
......
Tambien se recomienda a los seores jefes no permitan que
ningun individuo de su cuerpo tome animales de ninguna especie, mintras no sea de su propiedad, o se les ordene tomen algun otro.
Los jefes de los cuerpos sern responsables de todos los delitos cometidos por individuos de su cuerpo, o que se encu&ntren
fuera de su campamento, faltando a lo que se exije por esta rden.-De rden del jefe.-Guarda.

-819
REJIMIENTO

2.0

DE LNEA.-NM.

696 . .

Chincha-Baja, diciembre 16 de 1880.


La 6rden de la brigada fecha de ayer, afecta en absoluto la
de los jefes de cuerpo por los delitos que cometan los individuos de tropa que lo componen.
Espero de U. S. se sirva decirme el alcance de dicha 6rden
sobre la responsabilidad del que suscribe.
Dios guarde a U. S.
re.:~ponsabilidad

E. del Qanto.
Seor coronel jefe de la l. brigada de la l. division.

CONTESTACION.

Comandancia de la

1.n

brigada de la

l,n

division.

Tambo de Mora, diciembre 16 de 1880.


La 6rden de la brigada dictada ayer por el seor coronel jefe
accidental de ella, no afecta en absoluto su responsabilidad mas
all de lo que determina la ordenanza jeneral del ejrcito.
Dios guarde a U d.
P. Lynch.
Al comandante del rejimiento 2.0 de lnea.

II. ._
TELEGRAMAS DE LOS CORONELES PERUANOS ZAM UDIO I SEVILLA
SOBRE SUS OPERACIONES CONTRA LA 1." DlVISION CHILENA
EN N0VIEMBRE I DICIEMBRE DE 1880.

Pisco; lO de noviembre de 1880.


Seor secretario de guerra:
Para poder proteje?' la 1etirada al interior de intereses i re-

-820cursos que pudieran servir al enemigo, tengo elementos esplosivos en la angostura de Humay i el plan ele reti1ada despues
de agotadas las municiones, impidiendo desembarco para ese
distrito. Someto a la aprobacin suprema este plan.

Zamudio.

Chincha, noviembre 19.


Seor secretario de gobierno:

4-

Segun telegrama que hice ayer a S. E., departamento perdido. Chilenos en Pisco. Los jendarmes de caballera se defeccionaron. Los de Sunampe, mui ofrecidos por Francis0o Pachos,
hicieron otro tanto. Coronel Zamudio sali6 anoche con 400 hombres. Ignoro la suerte del batallon San Martn. R ecoj a1mas
en camino de los def eccionados, sin embargo de est ar abandonado por la prefectura, que no me da ni un solo hombre que me
acompae. Como peruano tomar Utl rifle, i co mo autoridad srvase decirme V. S. lo que debo hacer sin tener fuerz a armada
porque la que h ai va a esconderse en Jiumay sin haber nado un
solo tiro. Todo es una.farsa: parece que no fu ramos peruanos.
Espero aqu respuesta de V. S. para marchar sobre Lima i no
sacr?jica1me estrihnente desde qne he sido relevado.

Matute.

COMANDANCIA EN JEFE DE ESTADO ~IAYOR DE RESERVA DEL


DEPARTAMENTO DE ICA.

1lumay, Huaya Grande, noviemb1e 26 de 1880.


Escelentsimo seor don Nicolas de Pirola:
:~>Me

encuentro en este punto con trescientos diez hombres,


inclusive cuarenta i nueve de caballera.
1>~sta fuerza descalza, clesnucla i descontenta, pues le viene

821-

desde los jefes i oficiales que esponen haber ya cumplido con su


compromiso, no pudiendo convencerlos del sa.r;rado deber que los
obliga i penas de que se /acen reos, se dese1'tan con escndalo;
no hai garantas de avanzadas.
El prefecto no cumple con mi pedido ele la jendarmeria. Se
encuentra en Humay. En las condiciones de no poder maniobrar
esta fuerza consulto a V. E. si para salva?' el armamento i alguna fuerza me dirijo o Chincha i de ah cuando convenga a
Caete, pues se han agotado los eifuerzos de mi parte.
M. A.

ZAMUDIO.

Sevilla.

Bujama, diciemb1e 3.

<.<Seor E. Espinosa, secretario privado de S. E. el j efe snpremo.-Harto tiempo llevo aguardando la ocasion de que usted
haga. Estoi ocioso, buscando gallinas pam saca? pollos; oficiales que traje se han ido a Cafiete por estar destinados a la z ona
undcima. Estoi tan empecatado que bueno sen se olvide contestarme; deseo goce buena salud. -Mercado.>)

(Recibido en Caete el1 8 de diciembre. )

Seor Romero: Dle a Sevilla a mi nombre que todo el


mundo tiene ac fijada su atencion en l, i que esperan sal dr con honor nuestro pabellon i que proceder con la pruden cia i tino que todos se comphtcen en reconocer en l. Ojal se
les hostilice ahora eficazmente.-Paz Soldan.

(Recibido en Caete el18 de diciembre.)

Seor Romero: Me alegro de resolucion ele coronel Sevilla;


hzle presente que nadie espera combates campales, ni triun fos sino resistencia tintes de retirarse, i que si logra tomar pri-

-822:D

sioneros i mandarlos a Lima, se har hroe i retemplar el

entusiasmo que hoi est en aumento en Lima.-Paz Sol dan.


(Recibido en Caete ell8 de diciembre de 1880.)

Telegrama de Lima.-Seor Romero: Es positivo el avan ce del enemigo? Dile a Sevilla que lo que ha perdido a todos
en la opinion pblica i del gobierno ha sidf) las 1etiradas vergonzosas, sin disparar un solo tiro. Que resista, que hostilice
l> al enemigo aunque solo le queden diez hombres i se limite a
l> hacer guerra de montonero si no puede mas. Todos ac tena mos confianza en su conocida intelijencia, valor i prudencia.
l> Que s que el gobierno est decidido a premiar a todo el que
se maneje con herosmo, para que esto sirva de estmulo a
oficiales i tropas.-Paz Soldan.
l>

Oaete, diciembre 9.

Sefor secretario de guerra: Sin novedad 70 rifles, dinamita,


municiones, etc, etc., a mi disposicion, de rden Zamudio; alarma ayer sin objeto: en Sunampe dieron muerte a dos chilenos:
jefe Tambo de Mora, Vidaurre, destac 50 hombres en busca de
hechores i esta tropa supusieron avanzadas en Caete.- Sevilla.

Ca1iete, diciembre 15.

Seor -secretario de guerra: Avanzadas de infantera i caballera enemigas a cinco leguas de Chincha, camino de Caete. Infantera trae vveres i tropa en carretas, avanzada al interior en
Cruz Caa, solo caballera. Chincha, fuerte division. Parece no
aguardan avenida clel rio. Arciniega se nos ha unido, ruta Lunahuan; trae 112 hombres.-Sevilla.

-823Diciembre 18.
Seor secretario de gobierno: Jefe de servicio telegrfico de
Caete me comunica enemigos estaban al frente. Comunicacion
telegrfica aun espedita.-.Paz Soldan.

Diciembre 19.
Eacelentsimo seor i secretario de gobierno: El jefe de servicio telegrldico del sur me dice de Bujama lo siguiente:
Acabo de llegar con la brigada de Sevilla. El combate, solo
tres heridos de nuestra parte; los chilenos no podemos apreciar
el nmero. El telgrafo todo salvado, i destruido todo lo existente. Empleados i aparatos salvados. Traemos un prisionero

chileno.
Saludos para todos.
Lo que pongo en su superior conocimiento.-Paz Soldan.

III.
NOTAS OFICIALES SOBRE LA ESPEDICION I DESTITUCION
DEL JENERAL VILLAGRAN 1 L"!!:IDAS POR STE EN LA CllfARA DE
DIPUTADOS DE CHILE EL 7 DE ENERO DE 1881

I.
INSTRUCCIONES COMUNICADAS AL JENEIUL VILLAGRAN AL PARTilt DE
TACNA.

Nm. 290.-Jeneral en jefe.-Tacna, 12 de noviembre de


1880.-Resuelta, de acnerdo con el seor ministro de guerra en
campaa, la marcha de la division del mando de V. S. hcia un
punto mas prximo al teatro de las futuras operaciones milita
res, i hallndose V. S. en aptitud de partir, paso a dar a V. S.
las instrucciones jenerales a que ajustar sus procedimientos en
la espedicion que se le confia.

-824l.-Como el punto convenido para acantonar las fuerzas de


su mando es el puerto de Pisco, el desembarque, que no es siempre facil alli, lo verificar V. S. en la baha de Paracas, que
ofrece mayores comodid ades para esta operacion, o en ambos
puntos a la vez, si as lo estimara V. S. posible i conveniente.
II.-Estando unido el puerto de Pisco con la ciudad de !ca
por un ferrocarril de que es necesario ap oderarse, i siendo talvez mas fcil conseguir ese objeto desprendiendo de h divi sion
una fuerza lij era de caballera i artillera que amagara a Tea por
retaguardia, con lo cual se log toria tambien que no se in ternasen los recursos de la costa, V. S. har desembarcar, siempre que
ello sea fcil i pertin ente al objeto indicado, la caballera i artillera de montaa en algunas de las caletas que hai al sur de
P aracas i mas prximas a la desembocadura del ro lea, para
aprovechar los recursos de ese valle.
III.-El avance de la dision que V. S. manda no tiene por
obj eto abrir desde luego las operaciones de la campaa activa
que en breve emprender todo el ejrcito. Por consig uiente
V. S. se limitar a mantenerse a la. defensiva elijiendo para
ello, ap nas desembarque, las posiciones mas adecuada s a su
objeto, for tifi cndolas i adoptando las demas providencias necesarias paia ponerse a cubier to de cualquier ataq ue que pudiera
i ntentar el enemigo con fuerzas superiores.
Naturalmente, pudiendo V. S. operar con ventaj a sobre fu erzas enernigas en puntos que no disten mucho de sus posiciones,
lo har. Queda esta resolucion sometida esclusivamente a la discrecion de V. S. que apreciar las circunstancias con arreglo a
los consej os de su in telij encia i patrioti smo i a la alta responsabilidad que trae consigo la suerte de una gran parte del ej rcito confiado a su p rudencia i a su celo.
En caso de ser agredido por fu erzas mui superiores, V. S.
cnidarli ele an unciarlo con t oda presteza a este cuartel jeneral,
por me dio del buque de g uerra que qu edar en Pisco, para enviarle refuerzos oportunam ente.
IV.-Para apoderarse ele ls recursos del enemigo en los valles prximos a Pisco, V. S. desprender de su division fuerzas

RAFAEL SORRAINDO
Segumlo jefe: rlel
Lit P. Cnrlot .

Ata e ~ma .
RA - AlH.

, I QVl:h .

-825lijeras de caballera que los recorran en todas direcciones con


todas las precauciones que V. S. juzgue necesarias i q'.le creo
intil recomendarle.
V.-Respecto de otras operaciones que se relacionen con el
plan jeneral de las que va a ejecutar el ejrcito reunido, V. S.
esperar las rdenes que se le impartirn oportunamente.
No entro en mayores detalles porque repito a V. S. que tengo
f en su intelijencia i celo i por ello creo im.til hacerlo. Agrega
r solamente que del acierto en la operacion confiada a V. S. depende en mucha parte el xito de las que se emprender{m mas
tarde.
Dios g-uarde a V. S.
Manuel Baquedano.
Al seor jeneral en jefe de la primera division.

11.
INSTRUCCIONES ENVIADAS AL JENERAI, VILLAGRAN PARA AVANZAR
DESDE PISCO A CIIILCA P0R TIEHUA.

Nm. 365.-Jeneral e.n jefe 'del ejrcito de operaciones del


norte.-Tacna, 7 de diciembre de 1880.-Debiendo ponerse
prximamente en movimiento el resto del ejrcito de !ni mando
para operar contra las plazas de Lima i el Callao, paso a dar a
V. S. las instrucciones necesarias para el movimiento de su diVJS!On .

l.-Siendo el puerto de Ohilca el elejido para desembarcar


el grueso del ejrcito, V. S. se pondr en marcha por tierra en
direccion a ese punto a la mayor brevedad que le sea poble,
no saliendo en ningun caso de Pisco despues del dia catcnce del
corriente.
II.-Para que la -parcha de sus tropas no le sea mui fatigosa
i t eniendo en cuenta las dificultades del camino, V. S. la arre
glar de manera que recorra la distancia que media entre Pisco
i Chilcn. en el plazo mximo de ocho das.
104
C. DE LIMA
HIST. DE

-826Ill.-V. S. llevar consigo toda la division de su mando, esceptuando nicamente la artillera de campaa que deber quedar en Pisco para ser reembarcada.
IV.-Se unir a la division de V. S. i marchar con ella el
rejimiento de artillera de marina.
V .-Dejar V. S. al coronel don Jos Francisco Gana para.
que haga embarcar en los buques de vela que haya en esa baha,
prefiriendo el que tenga donke, la artillera de campaa, previnindole al mismo tiempo que tenga lista la brigada de su mando para reembarcarla en el momento oportuno.
Escusado me parece advertir a V. S. que, debiendo operar la
division del mando de V. S. en combinacion con las que saldrn
de Arica para desembarcar en Chilca, el buen xito de la operacion depende del cumplimiento exacto de estas instrucciones.
Dios guarde a V. S.

Manuel Baquedano.
Seor jeneral en jefe de la primera division.

IV.
CARTA DEL MlNIS'l'RO DE LA GUERRA Etll CAMPAA MANIFESTANDO
AL JENERAL VILLAGRAN SU OPINION SOBRE LA MARCHA DE SU DIVISION.

A 1ica, diciemb1e 7 de 1880.


Sei'or jeneral don J. A. Villagran.
Pisco.

Mi estimado jeneral:
Ya est decidida la partida para ir a buscar el desenlace de
nuestra contienda. El virnes pdncipian a embarcarse las tropas i ealculo que ellneR al amanecer podremos darnos al mar.
Aunque yo considero mni penosa la marcha por tier:a de toda
una division, la opinion del jeneral i de sus otros compafieroa

-827prevaleci -sobre lamia i aceptamos que Ud. avanzara por


tierra para unirnos en Chilca.-Temo que tenga que sobrellevar
algunas penurias, pero con buen nimo todo se soporta i no dudo que Ud. sabr superar todas las dificultades. U se las mulas
para auxiliarse i para conducir agua eu las travesas. El Carlos
Roberto i la Magallanes, en caso de apuro, podran llevarle auxilios a Cerro Azul.-En caso necesario U d. puede dr las rdenes del caso.-El Qu,illota quedar en el puerto esperando el
convoi que va con el grueso del ejrcito.
Desendole fortuna i salud, se despide de Ud. su afectsimo
seguro servidor i all!igo,
J. F. Vergara.

V. .
NOTA DEL JENERAL BAQUEDAMO DESAPROBANDO EN PISCO LA
CONDUCTA DEL JENERAL VILLAGRAN.

Jeneral en jefe.-Nm. 393.-Pisco, 19 de diciembre de 1880.


-Anoche recib la nota de V. S., nm. 212, fecha 10 del presente, en la que V. S. acusndome recibo de la que le dirij con
fecha 7, me dice que cumplir las rde.pes contenidas en ella,
salvando su responsabilidad por los desastres que pueda sufrir
su division en una marcha de largas jornadas, sin agua, careciendo de los elementos indispensables para hacerla.
Junto con la comunicacion de V. S., recib la noticia de que
V. S., habindose puesto en marcha el 13, se haba ' detenido en
el trmino de la primera jornada i que solamente el dia anterior
habia seguido avanzando la primera brigada de su division.
Este tropiezo inesperado me oblig a modificar mi plan primitivo de operaciones, corriendo el grave riesgo, si no de un fracaso, a lo mnos de sacrificar estrilmente uu nmero considerable de vidas.
V. S. comprender por eso con cunto desagrado recib la noticia de <ue mis rdenes uo haban sido ejecutadas i cunta es

-828mi contrariedad al verme obligado a dar cuenta al Supremo


Gobierno del mal principio que ha tenido, por una falta que no
es mia, la ltima jornada de esta guerra hecha hsta ahora con
tanta. felicidad.
Debo agregar solamente que no es aceptable la salvedad que
V. S. hace al terminar su nota en resguardo de su responsabilidad. Responsable de las consecuencias de una 6rden es nicamente el jeneral en jefe que la imparte, sin que tenga el ejecutor el derecho de calificarla, puesto que cumple con su deber
limitndose a obedecerla.
Dios guarde a V. S.
J.l fanuel Baquedano.
Seor jeneral j.efe de la primera division.

VI.
NvTA SEPARANDO AL JENERAL VILLAGRAN DEL MANDO
DE LA 1." DIVISION.

Nm. 400.-Jeneral en jefe.-San Pedro de Lurio, 25 de diciembre de 1880.--Hoi he decretado lo que sigue:
Nm. 288.-Vista la nota precedente del seor ministro de
la guerra en campaa, decreto:
Seprase del mando de la primera division del ejrcito de
operaciones al jeneral don Jos Antonio Villagran, quien mar- char a Santiago a ponerse a disposicion del supremo Gobierno.
Antese, comunquese i dse cuenta al supremo Gobierno para
su aprobacion.
Lo trascribo a V. S. pa.ra su conocimiento i de mas fines.
Dios guarde a V. S.
Manuel Baquedano.
8eior jeneral de division don Jos Antonio Villagran.'

829

VII.
CARTA DEL ALFREZ DON v. A. BIANCHI SOBRE LA MARCHA. DE LA
BRIGADA LYNCH DE PISCO A LURIN.

Lu1in, diciembre 29 de 1880.

S. D. B. Vicua Mackenna:
Santiago.

Mi apreciado seor amigo:


En contra de la opiion de la prensa i de las personas sensatas se llev a cabo por tierra la espedicion de Pisco a Lurin, que
son 55 leguas largas, las cuales acabamos de hacer en 9 cUas de
una marcha fatigosa i pesada, habiendo quedado en el camino
algunas bestias de carga i llegado a sta no pocos soldados con
los pis hechos pedazos.
Caminos arenosos eu parte, pedrego3os en otm i con algunas
dificultades para la artillera de montaa que iba, llenos de em
boscadas, sin agua en parte i mu desabrida en otras, espuestos
a morir no solo de sed sino tambien a manos de un enemigo
traidor que escondido en bosques impenetrables nos hacia un
fuego vivsimo.

Tal ha sido, seor, en bosquej o la marchn, que han obligado a


llevar a cabo a 5,000 hombres del ej.rcito chileno resueltos atodo. Esta espedicion, que no h a tenido objeto, habiendo desembarcado nuestro ejrcito al sur de Lurin ntes que nosotros llegsemos i que ha sido tan pob re en resultados para nuestra
causa, lo nico que se ha saca do en lim pio d~ ella es la separacion del jeneral Villag ran que la calific de absurda i estpida.
Felizmente las ba:ias que hemos ten id e- son pocas, un soldado
del 2. 0 muerto i dos heridos, otro del Talca i un caballo de un
oficial del mismo que cay al pasar el ro.
Las balas llovan, pero como es tanta nuestra buena estrella
no han sucedido cosas peores.

-83 0Anto nio


El pueblo de Mala fn destr uido en parte i el de San
ser uno de los
por completo, cabindome a m la satisfaccion de
cosa los que se
que acerqu la tea al templo. No merecan otra
ocult an para mata r.
habie ndo alLos chinos de Caete fueron puestos en libert ad
as.
caden
i
s
gunos que hacia 5 aos estaban con grillo
on ellos en
En Asia i Chilca nada hicimos porque nada hicier
contr a nuestra.
esta esYo haba pensado escribir una correspondencia sobre
al de La Papedicion pero como nos acompaaba el correspons
confidencialsta
o
escrib
trirz he credo inoficioso hacerlo, i solo
ment e a Ud.
no mand ar
Muchos desaciertos se han cometido como el
igo iba haenem
el
descubiertas i avanzadas para saber lo que
tramos eu uu
ciendo adelante, as fn que una noche nos encon
hasta el pescamino con el agua hasta la cintu ra i no pocos
haciendo fosas
cuezo. Los peruanos nos haba n echado un estero i
bamos per....,d.e-trecho en trecho suceda que en lo mejor all
una noche
en
a
suced
esto
--~ dindonos entre el agua i el barro, i
os habe r sido
oscura i en medio de unos caare.-J donde pudim
percances de
asesinados impunemente, i as, poco mas o mnos,
esta natur aleza ha habid o en el camino.
Soi su afectsimo.
V. A. Bianchi.

CAPITULO XXIV.

LOS

LTIMOS

APRESTOS

DE PI ROLA.

Languidez de las operaciones de la guerra en Lima i el Callao.-La ltima faz del bloqueo. -Rondas, cohetes i combates de lanchas.- Lorenzo Bloqueo>>.-Regresa del sur el I:T~tscm. -Comb ate de lauchas-torpedos i muerte del aspirante Morel el 6 de diciembre.-Muerte del teniente Perez en el A11gamos el !l.-Bombardeo de Ancon el 4 de enero
de 1881.-0rijinalidades de Astete en el Callao.-Bscasa influencia del
bloqueo en el abastecimiento de Lima.- La defensa de esta ciudad solo
toma calor al saberse el desembarco de los chilenos en Pisco.-Impresiones de la prensa.-El Peruano i La Patrict.-Proclama de los prefectos de Lima i el Callao.--En qu consisti" el ej rcito de Lima en marzo
de 1880 i su aumento prodijioso en diciembre del mismo ao.-Los ej rcitos del Norte i del Centro i sus divisiones.-Se refunden en cuatro
cuerpos de ej rcito.-Los agraviados son llamados al servicio. -Los estranjeros en Lima i el es pi a Birkedale.-La fiesta del 9 .de diciembre i
la bendicion de la espada de Pirola.-El injeuiero Gorbitz i sus trabajos de defensa militar.- Se recibe en Lima la noticia del desembarco de
los chilenos en Curayaco, i el ejrcito de lnea pasa a ocupar el :.!3 de diciembre lu lnea de .Chorrillos.-Curiosos telegramas de Miranda.-El
25 se moviliza la reserva hcia las lneas de Miraflores i escenas a que
esto da lugar.-El arzobispo de Lima i el ayuno de los inocentes.-Aspecto de Lima en los primeros dias de enero de _1881.

r.
La misma mano de hielo que desde la tablazon
de un buque estranjero sujet en las aguas de

-832-

Arica el curso de nuestras quillas en su rumbo


victorioso por el Pacfico hcia la solucion de la
guerra i hcia Lima, paraliz hasta cierto punto
la actividad blica de esta ciudad i la del Callao,
que eran a la sazon las dos \7 ~Uvulas en actividad
del corazon del Per.
El dictador Pirola no crea en la paz; pero sabia que el gobierno ele Chile sentia sed insaciable
de ella, i se dejaba mecer en la esperanza que esa
codicia podia llevar a algun estrao des vario a sus
mulos i vencedores.

II.
Por otra parte, los marinos chilenos que blo
queaban al Callao, si no tenian f en la paz, se
sentan profundamente hastiados del bloqueo, que
era la peor forma de la guerra, i llenaban su tarea
con sealado desabrimiento i desengao. Desde
el mes de octubre en que dejbamos anclada a
manera de ponton nuestm relacion marti-ma, a
los bombardeos i a los cornba.tes de lanchas habian sucedido las rondas nocturn as i las alarmas
matinales en el cuarto de guardia que los antiguos llamaban ce de la modorra )) . Los cohetes incendiarios haban remplazado a los caones, el
sueo del cansancio a la vijilancia del desvelo.

-833-

III.
El 12 de octubre el trasporte Pisagu.a (ntes
Barnard Oastle) babia entregado a la escuadra
srta en San Lorenzo dos ~jiles porta-torpedos,
qne iban a ser de considerable utilidad en un bloqueo de alarmas, i con stos se ensay desde fines de aquel mes el sistema de asustar por las noches a los peruanos, quemando cohetes de nueva
invencion, pero del sistema Congreve, que no hacian el menor dao.
Tomaban esto a diversion los marinos chilenos
juntamente con los bloqueados, i u nos i otros asistan al espectculo como a la quema de fuegos de
artificio.
El dia est fresco, decia una correspondencia portuguesa de
los diarios de Lima, contando las peripecias cnotidianas del bloqueo, con fecha 13 de octubre.
Los buques enemigos parecen imjenes de fantasmagora
sobre un telon ceniciento.
Media escuadra chilena e>3t reunida en el Cabezo.
Esa jente se encuentra frente a esta plaza, quizs para llevar
a cabo algun plan.
Siete buques, mas un vaporcito-lancha i dos lanchas portatorpedos, nos custodian.
Son los dragones que guardan la entmda del jardn de las
Hesprides.
Les voi a pasar lista por rden de gradnacion.
Los blindados-El Blanco i el Cochrane.
El primero fondeado bajo la farola, con su chimenea i cofas
pintadas de amarillo.
105
HlST. DE LA C. DE LIMA;

1'34-

El segundo a quinientos metros al norte del Cabezo, con la


insignia de almirante en el tope de mesana, i una bandera cuadrada, insignia de ministro en el tope del palo mayor, lo que
revela que a bordo de ese buque est hospedado un personaje
de vara alta, un ministro chileno; el pico del mismo palo tiene
una bandera cuadrada azul, que no s lo que significar.
U na corbeta, la Pleo, que lleg esta maana del norte a
las siete, est{t fondeada a trescientos metros del Coclt1'ane, ap roada afuera.
El vaporcito-lancha Princesa Luisa, en el ptomedio de la
baha, con la insignia. de buque de guardia i atascado de tripula.cion como sardinas en canasta. Parece nn peq neo Ifuscar,
la jeute hace ejercicio de caiion a proa.
El Pisagua, fondeado entre los dos blindados, especie de caricatura del ilngamos por su forma.
El Orlos Albe1to entre la PiZco i el buque almirante.
El Matias Cousio trasbordando carga, atracado a babor del
Blanco.
El Tolten, con su chimenea, que parece ave ue pescuezo largo, proyectado sobre tierra.
Las dos lanchas-torpedos Fresia i Guacolda, en la caleta
Pescadores haciendo limpieza.
D~spues de pasar revista a los buques enemigos vamos a
re posarnos en la islu.
La caleta de Pescadores es el campamento de los bloqueadores.
Un gran cordel atestado de ropa blanca, en su mayor parte
sbanas, prueba que hoi fu dia de lavaje Je la ropa blanca de
los oficiales.

IV.
A la. Yerdad, habia dejenerado de tal manera
en una operacion simplemente mecnica i doms-

-835-

tica el asedio martimo del Callao, que una mujer di a luz un nio, como en su casa, en la isla
de San Lorenzo, i los aburridos tripulantes de las
naves de Chile pusironle en su rida pila de piedra i cascajo, como para onsagmr su eterno fastidio, el nombre del santo mrtir que el peon recordaba: -Lmenzo Bloqueo.

V.
Entretanto, en los primeros dias de noviembre
habia regresado del sur i de su refaccion el monitor Huscm, i el 3 de ese mes comenz su tarea
disparando, en remplazo del Angamos i su caon
rnal criado, contra la Punta. Los peruanos respondieron, a su decir, cc por pura cortesia>>.
Un mes mas tarde, esto es, el 6 de diciembre,
tuvo lugar entre las lanchas de ronda un combate
que los cronistas de la guerra ":n artima en tierra
firme llamaron maravilloso)), i en el cual ]a lancha a vapor Fre.sia se fu a pique, siendo puesta
a flote _poco mas tarde. Muri ahogado en este
encuentro el aprendiz mecnico d esa ernbarcacion, i sobre su cubierta, al ir tt buscar una compresa para un marinero herido, cay el jven i
animoso aspirante Morel. Herido mortalmente a
bala, porque estos combates nocturnos o del alba
se libraban casi cuerpo a cuerpo, espir el infeliz
mancebo al llegar a la escalera de lft Ckacabuco,

-836-

donde iba a ser curado. Sus nobles restos fueron


enviados a Chile. (1)
( 1) Los peruanos sufrieron tambien algunas prdidas, i a
ellas se refiere el siguiente telegrama del jefe del apostadero
del Callao:
Diciembre 8 de 1880. -Seor subsecretario de marina: El
i soldado del batallou Guarnicion de Marina que fueron heridos en el combate de la maana del 6, fallecieron anoche; los cuerpos se han corrompido que parece hubieran sido
envenenados i es necesario enterrarlos hoi, dgame si se les pone en nicho temporal.-Gar cia.
sa1j~nto

Por via de variante, h aqu un alegre telegrama del campo


peruano, una semana posterior al precedente, en el cual cada
frase es una mentira:
Ancon, diciembre 19 de 1880.-Seor secretario de marina:
El capitan de la fragata Gerup me comunica que Vergara est
en Arica, Baquedano en Valparaiso, i que de Arica han marchado a Santiago seis jifes en comision del ejrcito chileno, a pedir el aumento de ste para invadir a Lima, por ser mayor la
fuerza peruana.- Ha za.
Todava las siguientes falsas noticias inditas que los peruanos mismos inventaban i que en realidad solo servan a los invasores:

Callao, dicieru bre 27 de 1880.- A vise en el acto al Presidente o a quien le remplace, que los chilenos tienen cuatro mil
!tambres a bordo sin desembarcm para atacar el Callao, en el
momento que por otro lado ataquen al ejrcito.
Garantizo este dato.
Aqu (el Callao) no estn bien prepatados: faltan armas i
jente: sobre todo armas para la reserva.
En Chile quedaban (10,000) diez mil hombres de reRerva
para ir a Arica, Tacna e Iq uiq ue.
Los ha visto un amigo mio.
Esta tambien podra ser la jente que se teme desembarque
por Ancon.
Es copia del aviso que se ha dado a la secretaria de relacioues esteriores i que sta, a su vez, tmsmite a la de guerra con
la debida reserva. -El secretario privado, Liza,rdo Velasco.

-837-

VI.
Pero la desgracia de mayor cuenta ocurrida a
nuestra escuadra en aquel largusimo i estril blo-
q ueo de diez meses, fu la prdida del famoso caon del Angam~s i la 1auerte del teniente segundo don Tomas Perez, interesante oficial de mar i
distinguido artillero, que en ese momento i por
aficion lo servia.
Sucedi tan triste lance de la siguiente manera:
Rabia ordenado el almirante el 9 de diciembre
que el Angamos se ocupase esclusivamente de disparar sobre la Union, nico barco de cuenta que
quedaba a los peruanos, i en cuyo honor se bloqueaba en realidad el surjidero desde hacia tantos me~es; i como el capitan 1.\-Ioraga de la Pleomayo, tuviera reputacion de ser, a la par con el
capitan Orella, de la O' Higgins, el artillero mas
feliz de la eiicuadra, pasaba aquel todos los dias al
Angamos a dirijir las punterias a su objetivo.
V erificse esto con algnn resultado en los dias
9, 10 i 11 de diciembre, arrojando quince o veinte bombas sobre la Drsena cada dia i daando
visiblemente a la codiciada corbeta peruana. Mas
en el ltimo dia, el prefecto Astete hizo adelantarse el Atahualpa como en proteccion del a veriado barco, i habiendo hecho seales el almiran-

- 838 -

te chileno de rechazar aquel ataque, el capitan


Moraga se traslad a s~1 buque, dej ando el caon
del Angamos a cargo del teniente Perez i del mecnico ingles que por encargo de su constructor,
el injeniero Armstrong, lo estudiaba; cuidndolo
esmeradamente, como pieza de ensayo.
Intent hacer el teniente Perez, hijo de Valparaiso i de uno de sus mas honrados vecinos, un
ltimo disparo, despues de la partida de Moraga,
i al tirar la rabiza vise con asombro que el tubo
del caon se desprendia por completo del aro que
lo sostenia en los muones, i se iba por atras,
salvando el buque corno un simple proyectil, sumerjindose para no ser jamas encontrado en el
fondo de f<ln go de la babia. Probablemente, recalentado el caon con la frecuencia de los disparos,
babia quebrantado, en fuerza de la espansion, su
cohesion metlica en el aro central de sostenimiento i de aqu la catstrofe, porque al escaparse por su parte posterior mat instantneamente
al desgraciado teniente Pea i al cabo de caon
F aguelo, que se hallaban en su puesto.

vn.
Desde ese dia hasta el 4 de enero de 1881 en
qne la O'Higgins acompaada del Tolten bombardearon a Ancon durante dos o tres horas, puede
decirse qne no hubo novedad martima en la

-839-

campaa. Los peruanos se jactaron de haber rechazado aquel con::t.to de desembarco >> con su
artillera volante i un batallen de la reserva (el
24) que all hizo su estreno . (1) _

VIII.
Fuera de esto, el prefecto i com andante militar
de las bateras, cuyo tral>ajo no se haba paralizado un solo dia hasta el 31 de diciembre, conti
nuaba.n ostentando a cada. paso sus j enialidades,
ya armando querella al comandante j eneral de
marina, un viejo capitan de navio llamado Garcia, por cuestiones de simple etiqueta, ya solici
t ando se le otorgaran las prerrogativas i honores
de una comandancia en j efe de ej rcito, dando
(1) El siguiente bombstico telegrama dabn. cuenta de este
ataque, que los perua nos tomaron co mo nn p reludio de desembarco del ej rcito chileno por Ancon :
Ancon, 4 de enero.-He cambiado tiros con el pueblo con tra
el enemigo chil eno, quedanrlo por el Pe r las ,rlorias de este
brbaro i des~rua l combate. Est1aordinmia, ASOMBROSA ha sido
la actitud de los difensores del suelo patrio. Tiene V. S. a Anco n como siempre puro en su 'homa, apagado el incendio sob1e
los fu egos enemigos.
El pueblo carga los carros ele v ve res q ue tengo listos i que
V. S. puede mandar carros para el t rasporte.
Mi parte oficial lo dar mas tard e.
Conced mis facultades al comisario i capitan del puerto.
Comun icar los datos.
A la noche t oma1' p osiciones.
Def'gracias mui pocas.
>
Viva el P er! -P . F. Sua1ez.>

-840-

por razon para ello la de que tenia a sus rdenes


cuatro mil hombres i doce bateras. (1)

IX.
Por lo demas el bloqueo no habia alcanzado, como medida. eficaz de guerra ni aun su objeto mas
obvio, cual era encarecer los sustentos en Lima; i si
bien el dictador con fecha 9 de noviembre tenia
no m bracla una comision de aprovz'sionamiento, presidida por el caballero tacneo don Modesto Basadre, fu esto no en vista del bloqueo, que era
un acto negativo, sino de un asedio posible por la
parte de tierra.-A la verdad, no es desde el Callao sino desde Jauja de donde puede bloquearse a
Lima como ciudad de consumos, porque, hasta ltima hora la capital peruana vivi en la abundancia,
vendindose a lo sumo la mejor carne a 1 sol 30
centavos de papel la libra, la manteca de puerco
que es la grasa de Lima, a 1 sol 90, i la mantequilla serrana a 2 soles 50: el arroz 60 centavos, los
huevos 15 centavos, la azcar 60 centavos, etc., en( 1) Nota oficial de As tete al ministro de guerra i marina del
4 de setiembre que orjinal tenemos n. la vista. En cuanto a sus
rivald~de~ con el. ?omandandante de marina, citaba aquel en
comumcac10n de dtctembre 13 el caso de Napoleon que, siendo
jveu de 24 a os, habia. comandado jenerales con tres veces mas
aiios que l, i el de Saint Arneand al elejir como su sucesor a
Canrobert en Crimea. La curiosa carta de As tete, que en el final
de este captulo damos a luz, versa tambien sobre este mismo
asunto.

841 _ ,

tendindose que el sol valia apns 7 u 8 centavos


porque el cambio corria de 3 a 3 i medio peniques.

No habia sido mas activa la guerra en su faz terrestre desde las conferencias ele Arica, que fueron
solo un falaz mirnje, reflejado en lienzo destinado a ser cuajado en sangre a la. postre ele criminales ilusiones. Los peruanos, a semejanza del
pastor i ele los lobos de la fbula, a fuerzn. ele repetir que los chilenos no se atrevian a venir a Lima, habian concluido por creer que no venian.
Por manera que cuando en la. m:1.fana del 19
de noviembre de 1880 circularon por las calles ele
la engaada i muelle ciudad los altisonantes telegramas de Zamudig desde Pisco, todo fu carreras, alarma i alharacas.
Las noticias, deca el Peruano (diario oficial~ del 22 de noviembre, recibidas del valle ele Chincha, despues d'los telegramas oficiales del virnes, que anunciaron la presencia en Pisco
de varios buques de guerra i de trasportes enemigos, confirman
la llegada .a dicho puerto de la espedicion que se prepara hace
tanto tiempo en Chile contra estn. capital i las fuerzas que la
defienden.
o:La situacion en que se encuentran nuestros enemigo11, que
los obliga a gastos superiores a sn exhausto tesom, no poda dejat ele obligarlos a intentar este supremo esfuerzo, en que van a
perder talvez en un instante todns las ventajas con que los ha
favorecido la suerte en los dieziocho meses de estn. sangrienta
guerra.

niSl'. DE LA C. DE Lll\IA.

lOG

-84 2ndida con


I luego ngreg aba:- ccLa capita l no ha sido sorpre
iendo hace seis
-estos acontecimientos, para los que se est previn
n, revelando
meses, no ha esperimentado la menor pertur bacio
el poder de
en
en su calma i seren idad la confianza que tiene
-los medios de defensa de que se ve rodeada.

XI.
N o con tenidos por el pudo r oficial, los diarios
sueltos de Lim a volvan a su tarea de ensa ars e
cont ra los invasoTes como si insu ltar fuera vencer,
i la Patrla del dia sigu iente al desembarco en nn
artc ulo titul ado Anb al ad portas se espr esab a en
1os trm inos que siguen:
nes con
-<<El prfido enemigo que preten de justif icar sus crme
depar el
a
el xito de sus armas, pisa ya con su inmu nda plant
tame nio vecino a nuest ra capita l.
que deber
Sese nta Jegnas nos separ an de l; sesen ta legua s
o que
castig
regar con su sangr e ntes que reciba el ejemp lar
merece.
ele envidia,
ccVienen a~uzados por la codicia, vienen repletos
dos que
inmun
viene n con el alma satura da ele todos los apetitos
su sangr e los
:forman su delicia ... Vengan, pues, nhogaremos en
estmulo~ de SHs torpez as i de sus infamias.

XII.
Entr etan to, el ejrcito defensor de Lim a habi a
crecido ccen nmerO)) desde las prim eras hora s de
1
la dictadura, a una cant idad prodijiosa. 'l enemos
a la vista estados oficiales i orijinales del ejrcito

-843-

de Lima correspondi ente al mes de marzo ele 1880


i de ellos resulta qne la fuerza efectiva ele que sus
dos ~jrcitos podan disponer era de 10,715 reclutas, con escepcion del batallon Callao, 9 de lnea,
de 450 plazas, que en aquella poca mandaba en
Chorrillos el veterano coronel Rosa Jil. (1)

XIII.
Pero otorgados al dictador todos los plazos que
quiso para hacer descender desde las mas altas
peas de las cordilleras i aun de los valles amaznicos su serraneria )) , Pirola poda jactarse de
ostentar el dia en que los chilenos desembarca ban
en Pisco un doble ejrcito de lnea i de reserv::t
(1) El nmero efedivo que at;roja el estado idudido es 12,222
plazas; pero estn apuntados en l como desertores mil quinientos i siete hombres i se nos ha informado l)l' peruanos que al
mnos otro tanto debe cvntarse como plazas supuestas. El batnllon Callao solo tenia 40 desertores pero habia ouerpos como el.
Mirave, mandado por el clebre ex-prefecto Sl\avedra, que sobre401 plaza pteseutaba 192 desertores i un efctivo de 209 sobrelas armas.-El .::uerpo mas fav01ecido er<~ la escolta del dictador, porqne soure 105 jinetes tenia solo 4 desertore ~ . Este in-.
teresante docnmAnto est firmado por el coronel .J. I. Chariarse
el ll de marzo de 1880 con el visto bueno del jeneral Sil va.
En otro documento hemos visto que.el batallon Ln.mat um.
77 tenia. entre sus desertores ~8 h omb res de Ruacho, 1O de Supe, 6 de Huaura i 20 de Sayan. Tal era m tts o mnos la fuerza
con que el ejrcito de Chil6 se habia encontrado despues de Tacn a, i cuntos minutos le habran bastado para derrot arlo en
campo raso? -El armamento de los cuerpos em de cuatro clases:
P eauody, Ueming tou, Chussepot i Mini, i su fuerza efectiva no
pasaba de ocho mil hombres; su fuerz '1. de combate apuas si
llegarill. a h1. mitad de esa cifra.

-844-

que eEcedia de 45 mil homb1eH en cifras, pero del


cual al mnos la mitad era carne cruda de caon.
Hallbase la tropa de lnea. di vid ida. en dos ejrcitos, que era uno solo con los nombres de 1Vorte i
Centro, el primero bajo el mando del anciano jeneral Vargas Machuca, vencedor de Pichincha,))
en sus cantones de Santa Clara, i el segundo a las
rdenes del coronel don Juan Nepomuceno Vargas, desenterrado para el caso de entre las momias
de la independencia. ~1 coronel Vargas no era un
anciano: era un fsil.

XIV.
A su vez hallbase el ejrcito del Norte fmcciona.do en cinco divisiones, en el rclen siguiente:
l.a Division, coronellVIariano Noriega.
2.n Coronel Manuel Reguino Cano.
3.n Coronel Pablo Arguedas:
4.a Coronel Buenaventura. Aguirre.
5.n Coronel Andres Avelino Cceres.

XV.
Anloga era la clistribncion del ejrcito del centro, i sus diYisiones se hallaban coman cladas ele la
manera signiente:
l.n Coronel Jnsto .Pastor D\'ila..
2. 11 Coronel Csar Canevaro.

- 845 -

ca

3.a Coronel Miguel Iglesias.


4. 8 Coronel Fabian Marino.

XVI.
En este rden mantuvironse los cuerpos hasta
fin es de diciembre; pero el mismo dia en que se
supo en Lima la presencia de los chilenos en Chilca (diciembre 22), juzgando llegada la hora del
combate, el dictador, que en todo segua la estela
francetsa, orden concentrar los dos ejrcitos del
Norte i Cantro en cuatro cuerpos de eJrcito, confindolos a sus mas aguerridos lugartenientes en
este rden:
Primer cuerpo de ej rcito, compuesto de la l.\
2.a i 3.a clivision del ej rcito del Norte, a l mando
del coronel Iglesias.
2. Cuerpo, formadopor la 4. i 5. clivision del
mismo coronel Sud1:ez.
3. cuerpo, de las divisiones 3." i 5.a del ejrcito
del Centro: coronel D vila.
4. Cuerpo de la. l.\ 2. i 4." clivision del anterior: coronel Creres.
3

11

11

Cada uno de estos g ra ndes cuerpos del ej rcit,l, d ecia moJesbunen te un di a rio l imeo, pocl nin m erl i rse ven taj osa.men te corr
cualq uiera ele ,s tli vis ioncs ch il e nn.s . Par <\ un Villag mn habr
u n Iglesia, pa ra. Utl Lynch un S uarez, p:tr<\ u n Lagos un Dvila, pam un Sotom11JOI' u n l.ce rcs; con esta. especialsima. circunstancia, q ue los j efes pe t'Ui1nos estn mas fogiteados i mas

habi tuallos al rnando que lus cllilenos.

-. 846-

XVII.
Al tomar su pnesco ele combate, el pundonoroso
coronel Iglesias ceda la cartera ele guerra al subjefe de estado mayor, el prolijo coronel Secada,
hombre ele gabinete, i en ese mismo clia eran llamados al servicio activo los jenerales Buenclia. i
Montero, en calidad de ayudantes ele honor del
dictador, cortndose el proceso del primero i otorgndose al ltimo una libertad que solo en el
nombre haba disfrutado hasta hacia poco.-Para
ir a Ancon el 29 de noviembre eljeneral Montero
haba necesitado pasaporte especial del prefecto
de Lima Pea i Coronel.
Algo mas adelante se llam al servicio al coronel Velarde <<por su honrosa conducta en 'wna));
i solo los coroneles i prefectos Salmon i Aguirre,
que acababan de asistir ilesos al paseo triunfe:tl del
coronel Lynch, no disfrutaron el pri vilejio ele ir a
la batalla. El coronel Alejandro Herrera quemandaba una columna en Trujillo, pidi gracia. para
asistir al combate)).
XVIII.
Por su parte, la reserva fu acuartelada e,l 6 de
diciembre: i con esto la alegre Lima, con vertida

-847-

:thora en lgubre ciudadela., pareca, al decir de


sus fciles hijos, solo un inmenso sepulcr())). (1)
( 1) Por supuesto, a la llegada de los chilenos a Lurin los.prefectos de Lima i el Callao lanzaron sus iu.evitu.bles proclamas,
las cuales al terminar decian como sigu e:
a:Pueblos del departament0:
La defensa. de la capital es hoi la defl'msa de la repblica.
Chile vencido en las puertas de Lima, e5t vencido para siempre.
Acudid a la. defensa de la capital, venid a ella a cumplir vuestros deberes!
Compatriotas:
Que la mas estricta union prceda a todos nuestros traba:jos,
q ue un solo pensamiento nos anime a todos, que una sola accion
dirija nuestras voluntades. As seremos fuertes i haremos pagar
bien caro la osada de los que, en su locura, hau pensado en
conqnist arnos.
Preparmonos hoi para rechazar a Jos invasores; maana
.celebraremos las glorias de la patria en el campo de la victoria.
)) Por mi parte, estar siempre a vuestro lado i en cualquier
vuestro
puesto, i aul'l. en el de mayor peligro, encontrareis
com patriota i ango

. ... JuAN PEA 1 CORONEL.

Lima, diciembre 23 de 1880.

Chalacos!

:~>Me siento orgulloso i fel.iz de estar a vuestro lado en estas


'Ci rcunstancias de escepcional solemnidad para la repblica. Teneis acreditada repntacion de valor i sois patriottts. Cuando el
peligro asome, acordaos del 2 de mayo, acordaos de Arica i rodead a vuestros j efe s, para quien es regla de conducta que vale
mas morir con houra qtte ' 'ivir sin ella.

Lurs J ER<\tAN
Ca llao, Jliciembre 24 de 1880.
.,

A sT-ETE.

-848-

XIX.
A fin ele contar su jente, animndola con espectculos adecuados a la grandeza de la situacion, el
dictador ide inaugurar la fortaleza que fcmtsticame.nte habia. hecho constrnit a toda prisa en la
cumbre del cerro de San Cristbal, el 9 de diciembre de 1880, aniversario ele la. batalla de Ayacucho, en medio de una fiesta patritica i militar.
A ella asistira todo el ejrcito para presenciar la
bendicion de las banderas de los cuerpos, la del
reducto que se llamaria ciudadela Pirola, confiada al afortunado marino Villavicencio, i la de la
propia espada del dictador, constituido ahora en
jeneralsimo.
Solemne i en estremo fantstica i pintoresca
fu aquella ceremonia celebrada en claro dia veraniego en ht cumbre de los cerros. Precedido de
banderas i de corporaciones i seguido ele innumerables lejiones, el dictador babia ascendido a caballo hasta la cima, siguiendo los zig-zags recient emente labrados por las tropas, i entregado su
es pada a. su vicario jeneral castrenS'e el doctor don
Antonio Garcia: En seguida devolvisela ste como el ventero de los campos ele Montiel a don
Quijote mmaclo caballero.
Beudigo a vuestros j efe s totli>s, esclam el orador sagmdo,
mecindose en las rw bes ele las sal vas q ne coronaban las alturas, .;-

-849que no economizarn su sangre, como no la economizaron Grau,


Aguirre, Bolognesi, .Moore, Ugarte, Zavala i tantos otros que
tan alto han levantado el nombre de j~::fes del ejrcito; os bendigo a todos, soldados del Per, que en cit!n combates habeis
mostrado vuestro valor i vuestro arrojo; bendigo vuestras armas
para que, con la gracia qne el cielo les comunica, seais invencibles; bendigo estas fortal ezas pn.ra que, defendidas por el poder
de Dios, sean inespugnables; bendigo el pabellon del Per, el
smbolo querido de nuestra patria, para que, con la proteccion
divina, permnnezca levantado e inclume ante nuestros enemigos.
Echado este discurso, aade una descripcion de la fiesta publicada el propio da, procedi el mismo seor vicario castrense a
bendecir lns armas de los ejrcitos, i en seguida pas el concurso del lugar en que est la cruz al fuerte principal. En el trnsito el mismo seor vicario devolvi al jefe supremo su espada,
que tambien haba sido bendecida.
En la plataforma se hizo a continuacion la bendicion de los
fuertes i del pahellon de la repblica, que fu izado i snlndado
con una salva de 21 caonazos, habindose disparado el prime
ro a las diez i cuarenta minutos, cuya snlva fu contestada por
el Callao i las bateras de Chorrillos i Mirafl.ores, ejecutndose
al mismo tiempo la cancion nacional pnr todas la~ bandas de
lo.s ejrcitos.
No pueden espresarse en toda su estension i sublimidad las
emociones que esperimentaron en aquellos solemnes momentos
cuantos presenciaban tan grandioso espectculo.
El pabellon peruano flotando orgulloso en la encumbrada
cima del gran cerro, como si quisie-ra enviar a la Amrica un
saludo de paz i en vol ver a los americanos en un abrazo de fraternidn d. >> ( 1)

( 1) Para jnzgar de la catadura del capellan castrense de Pirola, bast<1r lee!'. la siguiente descripcion de su traje oficial, co
piada del Libro ele rdenes del Callao, correspondiet e al 28 de
H[ST. DE LA C DE LJMA.

107

-850-

XX.
En cuanto al dictador, como de costumbre, tarobien habl en la cspide de1 monte, i esta vez se
mostr digno del sitio i de si ruismo:
s lo he dicho varias veces, esc!arn, i no me cansar de repetirlo, porque es mi conviccion de toda hora: el Per para ser
grande en el continente i en la hi storia no ha menester sino adquirii~ la conciencia de su propia fuerza.
Puede i debe serlo.
1>Es preciso que lo sea i lo serli.
Este mismo sol que alumbra la afanosa i sangrienta tarea de
hoi, es el que alumbr la lejendaria epopeya de Ayacncho. I como entonces sellamos la emanc.ipacion de un continente, como
entonces consagraremos ahora el imperio de la justicia i del derecho en Amrica.
Un pueblo fatricida; pueblo rebelde a la civilizacion cristiana; pueblo sin la conciencia en los destinos del mundo de Colon, aprovech de nuestro descuido para apoderarse de parte de
nuestro suelo i de nuestros tesoros, llamando conquista a lo que
no es sino la cuitada c/cupacion del salteado1, juzgando duradera
la criminal fortuna de una hora.
>>En la ebriedad de un efmero xito, para nadie mas soragosto de 1880, la cual dice as:
Sombrero redondo, segun modelo, con borlas azules celestes.
Sotana negra cerrada con ojales i botonadura del mismo color i
las borlas del somb1mo, cuello i botamangas de jene1al de brigada: una estrella de plata a manera de pecto1al pendiente de un
cordon de seda del mencionado color azul, esclavina negra con
botonadura i ojales azules; i en las asistencias de ceremonia, en
lugar de la esclavina, manteo del mismo color que la sotana,
so:;te11ien do en el ruello con cintas de idntico azul que los ojales
i lo. botonadura de stu.; i faja de seda con borlas tambien azul
celeste.

-851prendente que para l mismo, entregndose n. atentados i desmane! que afrentarn al siglo en que vivimos, ha cado en la
ceguedad del que corre en pos de su castigo.
Ese pueblo est loco.
l)Ha soado ocupar a la ciudad de Pizarro, la ~iudttd de los
titanes del ao 21 e imponer desde ella la lei al Per i a la
Aml'ica del Sur.

XXI .
. A .. estas palabras, i despues de consumada. la
hostia del sacrificio en aquella ceremonia singular, qu3 recordara bajo mas de un concepto el
pacto de celos tres locos de Panam)) descubridores del Per, tron alternativamente el caon saludando al Dios de las Alturas en la ciudadela
Firola, en el Callao, en Miraflores i en la.s remotas lneas de Chorrillos, perdidas en la bruma de
los trpicos.

XXII.
Encon rbanse, en efecto, en gl'an parte artilladas estas posiciones de defensa, verdadero palladiun ele Lima ntes que su ejrcito, i si bien
habremos de ocuparnos de ellas con alguna detencion mas adelante, ser necesario por ahora
decir, que esos trabajos de fortificacion emprendidos perezosamente i mas como estudio que como
ejecttcion desde febrero de 1880, solo habian tomado calor desde que, a mediados de noviembre,

-852-

se aparecieron los chilenos con el jeneral Villagran en Pisco.


Rabian sido sus principales directores un injeniero austriaco llamado Mximo Gorbitz, que se jactab~ de haber construido las fortificaciones lijeras de
Plewna que mantuvieron a raya el ejl'cito ruso en
la guerra de 1877-78, i el injeniero militar Arancibia, hijo de chileno i educado en Bljica donde
su padre fn cnsul. U no de sus principales ayt~
dantes, a mas de algunos injenieros peruanos, habia. sido un tal Michel, retocador de retratos fotogrficos del taller de Garreaud i c.a de Lima. (1)
( 1) Tenemos a la vista comunicaciones orijinales de Gorbit.z,
fecha 18 de febrero de 1880, en gne pide cierbos instrumentos i
ayudantes para dirijirse a San Juan a hacer reconocimietL'S.
En cu<mto a la coopenwion qne a la defensa de Lima hayan
prestado otro.5 estntnjero;;;, no tenemos noticia positiva. Respecto dfl los italianos de que tanto se habl, solo hemos hallado
una presentacion de un tal Jos Dolchetti, casado i de profesion
comerciante, que ofreci sus servicios por dos aos en la Artillera, i los dos voluntarios del Uallao de que habla el siguiente
tslegmma:
Callao, diciembre 22. -(7 P. M) -Seor secretario de guerra: Los ciudadanos don Alberto Figini, italiano avecindado
aqu once aoa, i don Ricanlo Ro.:;sell, sndico municipal, se
han presentado con gtan entusiasmo a prestar sus setvicios.
Ureo digno aceptarlos co:no ayudantes acl honorem de esta comandancia. en jefe en clase de c:1.pitanes temporales. Espero
aprobacion de esta medida. - Astete.
Segnn el Libro 6le rdenes del Calla.o, que orijinal tenemos a
la vista, el frances don Leop oldo Favre obsequi cuatro caones
i. 20 mulas i fu hecho ca pitan de ejrcito.
Todos los t01pedisbas, eucabeza.dos por el clebre Rurange,
. .
erilrt tambien estranjeros.
La totalidad de los estmnjeros hbiles para. el servicio de las
armas que residian en Lima en nmero de 4 o 6 mil se e. rol

-853-

XXIII.
En cuanto a la ciudadela Pirola, ltimo desatino militar del dictador, fu construida por Gorbitz en los ltimos dias de diciembre, alternndose los cuerpos militares en el trabajo mediante
primas en incas de plata que se les pagaban. El
injeniero austriaco, con fecha 13 de diciembre da
cuenta de estas primas, i todavia el 31 de diciembre el secretario jeneral Garcia i Garcia disponia
que cien ce matriculados (fleteros) del Callao viniesen a prestar sus servicios en la cima Jel San
en la Guardia U1bana, a cuya custodia qued confiada la ciudad, i. es de notar que pocos de stos confi aban en el xito.
Uno de los ltimoR, que es un injeniero notable, escriba al aut or de este libro el 26 de noviembre estas palabras :-ll n'est
pas douteux que vous entrerez a Lima quand vous voud1ezl
Cabe aqu hablar de cierto personaje misterioso, un tal Holger Birkedale, injeniero i dibujante eximio, oriundo de una familia distinguida de Dinamarca, que vivia en Ovalle de su teodolito i que se ofreci a servir a Chile de espa en Lima. Aceptados sus servicios por el ministro de la guerra, parti para el
Per con una corta suma, i fu estraido del vapor Lontu en
Chilca ell4 de setiembre, segun tel egramas que tenemos a la
vista.
Preso durante un mes en Lima, obtuvo su libertad i aun un
pasaporte i dinero, con el cual regres a Chilca a fin es de octubre, logrando e.mbarcarse en el A ngamos, despues de pasar una
noch e de peligros en el mar, acompa ado del piloto Rainer o
Baglieri, de que ntes hablamos i cuy11 embarcacion tom aquel
por sorpresa. Hecibido con frialdad i auu con desden por el
ministro Vergara en Ari ca, di la vuelta a Chile en di ciembre
Birkedale, i tres o cuatro meses mas tarde en una condicion miserable fu llevado como de limosna a sn pais. De todos modos,
el viaje a Lima, fuese o no en pro de Chile, fu el peor negocio
que Birkedale jamas hiciera.

-854-

Cristbal, a las rdenes del comand ante Villavicencio. El 2 de enero se ensay la luz elcteica
en la cumbre de Lt fortaleza 1 el 5 qned establecido el telgeafo i solo el 9 de enero fu montad a
a brazos la ltima colisa del Apurim ac.
Con fecha 17 de diciemb re el dictadoe habia
dispuesto asimismo que a la fortaleza de Mira-flores mas vecina al mar se le diese el famoso nombre ele Alfonso U garte, en memori a del bizarro
mozo que, como La Rosa en Iquique , se habia
despea do al ocano desde la cnmbre del morro
ele Arica.
Hecho todo es to i tomada poseson militar ele
las vias frreas el 22 de diciemb re, el clctacloe
orden el da sig ui ente, 23 de diciemb re, que el.
ejrcito de lnea en nmero de 20 mil hombees
ocupase las lneas de Chorrillos i que la reserva
saliese el dia de Navidad a ocupar sus puestos en
las de Mirafiores. (1)
( l ) A la ocnpacion de las ln eas de Ch'H'l'ill os i Sa.n Juan
por el ej tci to peruano el dia 23 de diciemlne era dirijido el sig uiente telegrama del coronel Cceres:

Chorrillos, diciemb1e 23 de 1880.


Seor secretario de g uerra: H e llegado a s ta a las 10.30 ;
seg unda di vision lista pa.ra moverla, peto le f altan bagajes. Cuar
ta di vision en marcha para San J nan. Contina ht marci1a a dar
alcance a la p rirneta di vision dej ando a la segunda pam que e m
prenda SI L marcha tan luego como le lleg ue su briga!la ( de mLl
las) . - Gceres.
Los cLuiosos telegrama s sguientes anunciaro n a Lima la in-

855-

Di esta ltima resolucion lugar a tieinas escenas que pusieron en alto relieve la virilidad del
corazon de la mujer limea, tan superior bajo todos conceptos al sexo que la domina. L as columnas desfilaron Clesde sus respecti vos cuarteles a
la estacion de los ferrocarril es unidos bajo una
lluvia de flore s, de lgrim as i de pre ces, comunicndose con stas de un a manera especial el diocesano de Lima.
Lleg nuestro turno, dec iu un soldatlo ele la reserva que perteneca al batallon nm. 8, mand ado por el coronel Rivero, i
tomamos el tren. Parte el convoi i con voz de trueno se entona

minen te aproximacion de los chilenos :

L u1i1z, diciernbre 2 1 de 1881.


Acabo de ll egar de Curay ac(l. El enemigo dese!llharca en
Pin san o. La ffor (por :flota) se compone poco mas o mnos de 20
lmques. A S. E. participe lo ocurrido.-111anda.

D iciembre 22.
Excmo. seor: Coronel Miranda dice lo siguiente.
Buques de vapor remol can buques para Curayaco en nmero de ocho.- 1Jfi1anda.
Lo que comunico a V. E.-Paz Soldan.

Lu1in.
<<Sefor secretari o <le marina: Todo el ej rcito desembarca en
Curayaco. La fu erza de aq u probable a Pacbacamac. Qu hago?.-Holdan.>>

Ghonillos, diciernb1e 22.


Seor sub-.;ecretario de marina: Ayer mucha neblina. Hoi
despejado. Catorce buq ues en Chilca, dot~ se dirijen a Jagey.J. N. Frias.
t ....

-856pot todos la cancion nacional. Em la msica de los libres i de


las glorias de la independencia saludando a los nuevos defensores de la integridad nacional.
Llegados a Miraflores, .nos encaminamos a nuestro cuartel.
Orden mas completo no es concebible. Alli pasamos la noche i
al despuntar el dia frrmaba. el batallon para dirijirnos a nuestro campamento.
J>A partir de l'l1iraflores se encadenan los reductos i fortalezas
que circundan la capi tal. Los batallones 2, 4, 6, 8, 10 i 12 fuervn tomando sus posiciones en rden en que estn indicados.
A nosotros nos toca ocupar un magnfico reducto. No debemos
decir nada de la defensa ni de nuestros elementos. Baste sabet
que si siempre se ha tenido i se tiene segu1idad del triunfo de
nuest1a causa, con las nuevas obras es indefectible.
De una de las eminencias de nuestro campamento dirijimos
la mirada, ausiliados por el anteojo de un compaero, a la lnea
de In. reserva. Qu golpe ele vista! Qu grandeza~ Qu prodijio! Aquello no puede describirse. Se siente la impresion, pero
no hai como darle forma espresiva.
Esas !ejiones de voluntarios se han amoldado desde luego a
la vida militar. El dia en que se instalaron en sus posiciones las
fuerzas de la reserva, nacieron como por encanto con injenio i

el

prontitud.
El sol, abrasador desde las primeras horas del dia, hizo que
se fabricasen esos nuevos pueblos en miniatura. El carrizo i la
caia no escasean. Todos han levantado en pocos instantes su
tienda de campaa. ( 1)
(1) Correspondencia del gacetillero Yarlequ. En cuanto a las
oraciones del arzobispo ele Lima eran destinadas como siempre
a alentar a las devotas mas bien que a dar brios lt los combatientes. H aqu algunos fragmentos de sn pastoral del dia 25
de diciembre, esto es, del mismo dia en qne se movia la resetva
hcia Miraflures:
El enemigo del Per se encuentra a las puertas de Lima.
Su defensa esttl. confiada al esforzado valot de nuestro ~jt
cito i a la incesante actividad i abnegado patriotismo del jefe

-857-

XXVI.
Tales eran ios aprestos i tales la actitud i las
escenas con que la orgullosa Lima aguardaba al
del Estado, que todo lo ha previsto i todo lo dirije al anhelado
fin de coronar de iumarcesibles laureles la frente de la patria.
Pero, mi ntras nuestros soldados van a medir sus armas con
las del enemigo i a oftecet su sangre jenerofla en holocausto por
la honra e integridad de la nn.cion, hasta, sacar triunfante su
n obil:>ima cansa i su gloriosa, bandera, es dP.ber nuestro humillarnos en presencia del Seor Dios de los Ejrcitos, para pedirle, deshechos en lgrimas, arrepentidos de nuestras culpas i
reconociendo su soberano dominio sobre todas las cosas, que
tenga misericordia del Pet; que uo mire la gravedad de nuestros pecado!", sino los merecimientos de los innumerables santos
que han florecido en esta ciudad; i que por la intercesion de
Sn.nta Rosa de Lima, de nuestro glorioso predecesor Santo To1"ibio de 1Jfog1ovejo, de San Francsco Solano i de los bienaventurados ~Mmtin de PorTes i Juan Masias, deje caer en nuestro
campo la palma de la victoria, en el inminente com!..He que va
a librarse contra el ejrcito chileno.
Como en las pocas de calamidad pblica, es necesaria l!\
penitencia pblica, ordenamos nn ayuno con abstinencia a todos los fiel es, que no estn lejtimamente impeuidos de hacerlo,
para el clia 2S del cm'l"iente, en que la I_qlesia, interrumpiendo
sus cnticos ele jbilo por el nacimiento rlet Salvador, se viste de
duelo al recorda1 el martirio de los Santos .Inocentes sacrifica_
dos por !-ler6des.
Ea, pues, venerables sacerdotes i amados hijos! Derramemos los afectos de nuestro corazon contrito i humillado al pi
de los altares; imploremos la misericordia de aquel Dios de bondad, por l!l. intercesion de su Santsima. Madre la Inruoculnda
Vit:jen Mara, nu estra tiern~ima n.bogacla, i de todos los santos
protectores de Lima; lloremos nuestros pecados con la sinceridad de un a penitencia verdadera i el srio propsito de nna enmienda. efi caz , i no dudemos de q ne Dios estar con nosotros en
esta gmve tribulaci on con qne se ha dignado aflijirnos.
Entretanto, vn estro indigno pastor alzar al cielo sus cansados brazos, como Moises, implorando para su pueblo la victori .\
sobre sns enemigos.
108
HIST. DE LA C. f, E l.H[A.

-85 8-

poderoso ejrc ito que desde tan 1jos veni a a com batir la, en los ltim os dias del segu ndo ao de la
guer ra i en los princ ipios del terce ro.
Patria
La poblacioh contina silen ciosa i tranqu ila, dice La
o i los
de Lima del 4 de enero de 1881, el comereio est cerrad
'Objetos por las nubes; nadie puede alcan~arlos.
idad i
La guard ia m:t:Jana r ecorre t odas las calles con prolij
an i
suscit
se
que
denes
esmero, pone trmin o a los pocos de.;r
tan
transi
conduce presos r~ los que si u cansil. legal i j nstifica::la
a desho ms ele la noche.
1
'l oda la vida de aque l pueb lo muelle, facil i feliz estab o ahor a conc entra da en sus lnea s de San
Juan i Miraflores, donde, arma al brazo, bajo la
lona i el carrizo, palp itaba n los corazones de 40
mil com batie ntes.
La hora grav e i final del larg o dram a se acercaba, i a esa breve e inmo rtal epop eya de tres
dias, la mas gran de como cuad ro milit ar ele la
Am rica espaola, vamos noso tros en segu ida a
asist ir.

'

-~5 9-

ANEXO AL CAPI'fLTLO X X IV.

CARTA DEL CAP ITAN AS TETE, P RE E'ECTO D E L CALLA O,


AL MINISTRO I G LESI AS SO BR E SUS DISIDENC IAS CON EL CO]')fANll ANTE J ENERAL DE 1tiA.RlNA DE AQU ELLA PLAZA.

Ca llao, diciembre 13 ele 1880.


Querido Mig uel:
Pam que ag reg ues a los documentos de la cuestion con la.
Com and ancia J en eral de Marina., te remito copia de la nota que
h e pasado aye r a esa autori da d.
Son tan claras i ta n manifi estas las razon es que en mi cont es tacion espongo, que no dudo h arn la fu erza de convi c_eion
n ecesaria en el ).ni mo de l Presidente para clefini1 de una vez el
alcance de las at ri bucioues de mi cargo. Y o no me fundo en caprich os, como lo obse rvars p or la lC::ctura de la . adjunta copia :
tod os mis razo nam ien tos son basados en la lei i sujetos a los
p rincipios t erminantes del Derecho de J entes. Tengo, pues, en.
mi favor la justicia t oda ell a ; si apesar de esto hubiera di verj encia de opiniones co n el criterio de S. E., lis to es toi pam dejar
el p uesto, porque nr;ula, a bsolutamente 1wcla, har que yo ameng ile mi dig nidad i los fu eros del pu esto que ocupo. Si se q uier en p agodas chinas, bsq uense fundidos en otro m olcle q ue sea
di stin to al en que es ta mos fu ndidos los cab:l.ll eros. T engo m ni
enhies ta la. es pin a do r.~a l para pode r uaj <tl' la cabeza a to do :- la
unj ar, s, pero t an solo eu obsequi o a l:.t razo n i lo jnsto.
Regalo de p r ncipe ha siJ o la mon tum que aye r r cc iu, me
h as cop ado en toda reg la. Ltt es tren ayer mi smo i hn hecho
nu g ran efeeto entJo los intclij tmtes. E stoi empavn.d o, l o confi eso.

-860Procura despacharme algunos arreglos que estn sometidos a


esu secretara, la revista se viene encima i hn.i necesidad de aprobar algunas traslaciones que la urjencia i el bien del servicio me
han obligado a practicar.
Con ansiedad espero tu contestacion sobre el aguoto que hahimnos. Lele al Presidente la not que en copia te adjunto.
Tu amigo i hermauo

S. G. AsTE':m.

CAPITULO XXV.

LOS

( EL

CHILENOS

EN

MANZANO

LURIN.

AT E.)

L a guerra de la sed.-El campamento de Lurin, i colocn.ciou ele los d i ve ~


s0s cuerpos del ej rcito.- E scenas i entretenimiento~. -Ln. remision de
vveres i el comandante Bascuan.-Los primeros re conocimiento~ sobre las lneas enemigas.-Los comandantes Dubl i L etelie t el 24 i el
25 de diciembre.-El combate del Manzano el 27.-Sus aprestos i peripecias.-1\fuerte de los comandantes Olano i Arstegui.-Pn.rtes inditos de los coroneles Batbosa i Corts.-El gran reconocimiento del 6 de
enero i medidas que a la vista del campo enemigo toma el jeneral en
jefe -Reconocimientos por mar de la derecha del enemigo.- Reconocimiento definitivo i recio combate de Ate el 9 de enero.-El capitan
Serrano i el alfrez Vivauco.-Carta estratjica del jeueral Vargus
Machuca en la vspera de los g randes dias.

l.
Desde el 23 de diciembre ele 1880 en que el
coronel Ga na. tom posesion con su brigada del
ameno i anch uroso valle de Ln1'in, hasta. el da 26
en que hizo sn entrada. la segunda mitad de la
brigada Lynch al mando del coronel Martinez,

8G2-

no cesaron ele llegar los cuerpos chilenos desde


Curayaco a aquel hermoso campa,mento. Era un
verdadero rio humano que iba a derramarse co n
las fauces secas en aquel delicioso cauce de agua
cristalina para apagar su inestingnible sed. ~
Los peruanos nunca supieron hacer la guerm
de recursos a sus invasores. L a sed nati\ra del chileno, sr criado a orillas de las acequias o al borde ele las vegas, era su mejor aliada; i en todas
partes, en vez de cegarlos, le dejaban intactos los
p ozos, los estanques, los: pnqnios, los indjenas
jagueyes i bebederos de los chasques. I as, mintms los chilenos solan olvidar aun sus caramayolas, aquellos desventurados les abandonaban hasta sus ros caudalosos como en Dolores, como en
llo, como en Pisco, como en Lurin, o se los echahan e1wima para anegarlos, que era lo que los
chilenos codiciaban.

JI.
Forma el valle de Lurin, que clesciende estrecho i tortuoso de las sel'l'anictS de la costa, una especie ele ancho delta al e ntmr al Pacfico, i en esta
.p radera boscosa, frtil i risue a existen s e p ~tl'<tclas
por nn callejon <lo froud osos sn.u ces, camino real
de Lima a Caete, las haciendas de Bn enavi sta i
de San Pedro, csttt ltima ele j es utica traclicion.
El rio Lurin corre acostado, lmpido i jeneroso, la-

-863-

miendo el pi de unas colinas medanosas hcia el


norte del valle; i desde el pueblo indjena que da.
nombre a la comarca i que se halla situado donde comienza el valle por el sur, al punto de suspension del rio, donde aquel termina, corre una
distancia n1eclicla a cordel de 4,800 metros, o sea
cerca de legua i media de Chile. (1)

III.
En ese trayecto sucesivamente acampse el
ejrcito chileno a medida que iban llegando sus
rejimientos.
La brigada Amuntegui pas el rio i se situ
con el Ooquimbo junto al mar, i en seguida el
Chacabuco, el 4. i la Artillera de Marina, al pi
setentrional de la cerrillada que ostenta las maraviUosas ruinas de Pachacamac, templo, fortaleza
i cementerio de una raza formidable i prehistrica
anterior evidentemente a la estirpe i al podero
usurpado de los incas.
SegGian sucesivam ente en escalones por rejimientos, i en mbas orillas d el camino real ya citado, la. brigada. ::i\{artinez; en pos la brigada Gana,
0

(1) Las medi da s i alturas en metros de qu e haremos mencion mas adelante, son estra.idas a campas i escala del escelente
pl ano indito de las ba tallas de Ch orrillos i Miraflores, dibujados por el inj eniero don Aug usto Unego, que se encuentra depositado en la oficina hidrogr fictt de Santiago.

\\

\
-864-

i junto al pneblo de Lurin cubriendo todo su frente la brigada Barcel, de la di vis ion La.gos. La
artillera de campai'a desembarcada en la caleta
de Pescadores el 30 de diciembre, haba llegado
en la tarde de ese mismo dia al campamento.
La brigada Barbosa de esta clivision, haba ido
a acantonarse en otra cerrillada qne yace unos
600 metros hcia el oriente del pueblo de Lurin,
valle arriba, donde existe el casero de vi vos i de
momias llamado tambien de Pachacamac, capital
de distrito con 435 habitantes. Lurin, aldea antiqusima de 900 pobladores, es tambien cabecera
de jurisdiccion, i en los monlP.ntos de la ocupacion chilena se hallaba completamente desierto,
como todo el valle hasta sus cabeceras de 1\ia.ncha.y i Cieneguilla, que son estancias de . monte
proveedoras de lea de Lima, como Colina lo es
todava de Santiago. Lurin es el nombre ele un
pequeo pjaro incljena del Per, parecido altordo, i de aqu viene que este nombre sea comun a
muchos parajes. Lurin-Chincha )), Luringancl1o )) , etc.
La caballera forrajeaba en los potreros de alfalfa
que clan
carga a los borricoH ele Lima, i la artillera ocupaba el centro envuelta por la reserva.

su

Desde el puente de Lurio, deca una <.lescripcion animada


del campamento eu los primeros di as de enero de l881, i volviendo h.cia el pueblo, se van encontrando a uno i otro lado, en
estensos potreros, los campamentos de nuestrn. tropa .

-865El primero a la izquierda es el del rejimiento de Cazadores,


que tiene campo bastante para su caballada, i un poco a la costa, los Carabineros de Y ungai. A la dereeha los cuerpos estt.u
esealonados en este rden: Aconcagmt, V alparaiso, N ttvttle:;,
Concepcion, Caup olican, Valdivia, Blnes i Santiago.
Ah corta al otro el camino que conduce a .Pachacamac, intern ndose al oeste i dejando a la iz quierJ ;~ de su intetseccion
una ll amada plaza, uonde est lt\ maqui naria. a vapor de la Hacienda i unas ca.sas de alto que ocup,tn el j eneml Btq uedan o,
sus ayudantes i. los serwres Errttzuriz, Godoi, Altu.miru.no i
otros.
Al frente, en utla srie de catpas, el jeneral Sotomn.yor i lo:'!
ayudantes de sn estado mayoe.
Sigtliendo direct<tmeute al puente, una Lateri;' de a.rtill era,
Buin, Chillan, Gtanaderos a C<thallo, Latera de artillera, T .-dea,
2.0 de lnea, Artill ed a de 1\iariun. i Melipilla, toca.nJo al rio
Lurin.
E u Pachacamac, que dist:v bien una leg ua de San P eLll'O,
est acampada la Lrigaua llarLosa. El camino que cnncluce ah,
ancho i cmodo en algutlos trecho.>, se a11g o:~ta en otros h;\sta
convertirse en sendero por el profuso crecimiento de log rboles
de las orillas, faldea un cerro i cae por fin en otm plaza, centto
del distrito, que no e:> m<ts que el patio grande de una hacienda
chilena, con una ig lesia decente en un cos tatlo. Frente a ella
h ai, como eu todos los dem as templos de por ac, una column:t
de la pasion, tal como la de los C,tpnchinos de s ~mtiag o . Un
soldado, no sabiendo como llamada, dijo con t od<t irreverencia
que era la Me1ceria del Gallo.
))Si {Liguien quiere te11er idea, aiade el aleg re cronist~\, de lo
que es el conjunto de cada campamento, no tiene uus que figurarse un jigantesco paseo al campo. En cadu. gmpo se hn. constmido una ramada de h ojas verdes, que adornan con b:mdera.s,
cabezas de pltanos i otros distintivos.
Es algo como el golpe de vista que ofrece la canch:t de carreras de Via del Mar el din. de su gran fiesta de octubre.
HlST. DE LA l!. DE LIMA.

10\)

-866Una que otra tiendtt alteta el fondo verde del conjunto, que
es el mas animado i pintoresco que pueda imajinarse, con aquel
mundo de j~nte que pnl11la en torno de hts ramadas, qne rie,
canta i se ocupa en mil quehacere;; diferentes, desde el lavado
de ht ropa, la cocina i ltt co;;tura hasta la matanza de auimn,les,
traba:jo de zapatera, fmgun., peluquera, cuanto hai en este mundo. La f<Lnt,asia de los soldados eucuentJa en e~ ta vida especial
de aislamiento ntimo en medi o de es:1 gran muchedumbre que
le rodea, ancho campo en que luci r sus caprichos tah orijinales
como agudos.
Por los callejones se oye pregonar cuanto no existe en esta
tierra, sino en sus recuerdos.
-Papas i frejoles, buen medio.
--Guindas i cerezas negras.
-U va blanca i de la otra.
-Alguna cosa de tienda .
... Preguntarl e a cada soldado qu anda haciendo un poco perdido por los bosques, i la respuesta es infalible:-Andamos
viendo.
En cuanto a la temperatura, no he reco jido mas datos que
los que yo mismo he esperimentado, encontrando que ni el calor
es tanto, ni tanta la humedad de las noches, i para defenderse
de los primeros estlb tan a la mano el recu1so de los baos i de
las ramadas' de caii.a en las orilla:; de las acequia,s, o la sombra
de los grandes rboles.

IV.
No bai nada que se asemeje mas a la devastadora langosta que el soldado, de suyo voraz i libertoso en todos los paises; i en consecuencia, en
mnos de tres das t odo aquel frtil campo qued
talado de caas de azcar i menestra:;, ele camo-

-867-

tes i de asnos. 'Tan solo el rejimiento Chilbn, se


comi siete de los ltimos ....
La provision suministrada al soldado era, a la
verdad, escasa, porqu~ las recuas de mulas apnas trasportaban lo que 26 mil hombres consuman cada clia, pues era. preqiso trasladar al propio tiempo el parque i los caones. (1)

V.
Mataban entretanto su tedio i su apetito' los
al~ gres soldados de Chile, que divisabanyn. las
codiciadas cpulas de Lima, como mejor les era
posible, con ~jercicios ele armas,. construcciones
. (1) o: Acampado nuestro ej rcito en Lurin, el.aprovisiouamiento se tu vo que atender desde las playas de Cumyaco durante
los dias compretulidos des de el :~ d e diciembre lutsta el 13 de
e nero.
El desembarco de vveres i forraj e se h acia. en las lanchas
que haba mos traido de Ariea. Los bultos se di vidian en otros
mas peq ueuog, para que las mul as pudieran trasporbll'los a Lurin. So hacia tres via:jes al di a.
En este penossim o trabnjo se distin g ua por su teson in ca n-.
sable, su buen rden e intelij encia, el comandante del cuerpo de
bagajes, don Francisco Bascuan Alvarez, entre la ti erra, la
arena, sofiJCado debaj o de carpaH, que' eran verdaderos hornos,
ba:jo la ttt:)cion de los a rdentsimos rayos de un sol abrasador,
cu bierto de sudor i de polvo i enredado entre mil aparejos, carretas, co rreas i patas <le mul a, se veia t()do el dia el comarHlante Bascuan, Rin descansar un solo momento, despach ando petsonalm ente las piaras de mulas qu e llevaban los v veres .i municiones n Lnrin. I en m edio de a;quellaherin to i hacinami ento de
mil obj etos am ontonados en rto nfusiou, h abia bastante tin o para
qu e todo se despn.chara en bncn rd en, sin enredos ni r etardo;;,
sin q ne un a so la piara dej a ra de ll evar a L uriu sn correspondiente g uia eseitu. de los Lultos qne con ducia.-(Pmmz m: AnCJ: , Memoria ci ta da.)

, )

SGS-

caprichosas {le tiencbs i enramadas, entregas de


estandart~s como la qne tnvo lnga1 con imponente ceremonia para (levolver al 2." tle lnea su prcnrla ele 'rarapac, fiestas cabahsticclS de chinos,
funciones acrobticas o de tteres, cnyo hroe o
don Cristbal era ordinariamente Piro1a, i cRpecialmente con las emociones de Ios contnuos reconocimientos qne b;ia las lneas peruanas se
emprendan.
Coa viene reconlar aqu que el ejreto de Pirola habia ocnpctdo sus posiciones definitivas desde Villa a l\ion tcl'rico ( nnn especie de arco d<'J tres
leguas) el mismo dia en que la brigada Gana tomaba posesion ele Lurin, esto es, el ~3 de dicienl bre; i en consecuencia, a la maana siguiente de
la ocnpa;cion, el comandante Dnbl Almeida. (Die~
go) ernptendi un reconocimiento por el lado de
M.nchai, rejion boscosa del oriente, con 150 Cazadores i algunas compaas del Esme l'a.lda i del
3. Hubo en una asechansa del bosque uno o
dos mnertos de nuestra parte, porque el enemigo
se par<tpet en unos riscos inaccesibles, i cortado
el mayor Silvl. del ltimo rejimiento por algunos
guerrilleros~ tuvo que abrirse paso a sabla:ws entre
s u; medl'osas filas. Este prnner reconocimiento
com;derse frustrado.
0

VI.
El 25, c1in. de Navidad, el coma.ndautc don A m-

8G9-

hrosio Letelier, sostenido por nn peloton de Carabineros al mando del valiente mayor Alz rrec ~-1.
se adelant en direccion de Villa, hacienda de
caa, al pi meridional del morro Solar, i se bati , pajonal de por medio, Junto a In playa con
los Lanceros ele Torata, que comandaba el coronel
Bermudez, i los infantes del batallan Callao, all
acantonados de gran guardia.
Ese mismo clia, ele madru gada, el mayo r don
Manuel Rodrguez, animoso esplorador del ej rcito desde Cal<tma i que vino n morir en ingrato
ol vitlo pocos mese::> eles pues de sus seiialados serYicios i por su causa, captur un oficial del batallen 71 (clivision Canevaro) qnc f' C hab ia cs t raviado con un soldado en las pam pas do La TaMada. Llmase as la llanura. que sopara a L urin de
las cerrilladas ele Villa i ele San Juan , donde, caminando hcia, el norte, comienza el vallo i la
planicie del Rimao. (1)
( 1) El reconocimiento de Lctclier i Al r. rreca el di a de pascua
d lug iLl' a los sig uientes t eleg ramas en viados al palacio de Lima desde las lneas peruanas .
D ciem1e 25.
E scelentsimo se or jeftl snpremo; - Em pleado de V illa comunica lo sig uiente : <'l 'ropa se avist:t en nm ero crecido, parece
no ser a vanz ada. Avanz a sobre str1- l:l - Pa z Solclan.

P aZaoio, 25 de diciembre,
E scelent::;im o se ii or jefe s uprem o: -Teleg ra fi sta de Villa 111e
dice: Eu este mom euto se rompen los fuego:,;. Enemigo nos

-87 0-

VII.
l\i intr as todo esto teni a luga r ince sant eme nte,
da pot dia, casi hora l?Or hora, al fren te del enemigo, la brig ada Barb osa le t_tses taba un rudo golpe por uno de sus flancos en la noch e del 27 ele
dicie mbre i en los di as sncesi vos, segu n pasamos
brev eme nte a referirlo.
Desde que en la albo rada del 18 de dicie mbre
el coronel Sevilla. inte nt una sorp resa sobre los
Gran ader os que form aban la vang uard ia de la brig adn Lyn ch, al desc ende r a H erva i a orillas del
l'io de Ca ete, habase puesto aqul a reta guar dia,
del ltimo pero tan intim idad o, no obst ante su
repu tacion de valie nte, que se cont enta ba con se
e
g Hirle sus pasos sin disp arar stqm era. de noch
,cod a la 1etira da --Ra u.
Lo que comu nico a V. E.-P az S oldan .
Diciembre

2 ;),

r parte
S.e riOJ' COI'nn el seere tario de g uerra :- Acah o de recibi
nuesde
do
huven
b
.c
retira
o
c.l e V il!:~. Eu emigo h lt empr e ndic.l
.
n
Solda
Paz
ias.w
<lcsgn
s
nemo
te
no
tros.fuepos; pa re ee
Gran< le po: el
El 30 hubo otm reco nocim iento h .cia Pamp a
de l en es tos
a
cuent
daba
1
3
el
d
atria
P
La.
i
n,
na
lado de Sau J

t rmin nf' .
a G ra ud e, lo
Aye r una fu erza chilen a se p!'CRe nt e n Pamp
pa rte de
Una
igo.
que !lizo cree r qu e fu ese todo e l ej rcito enem
re pl e se
os
nemig
e
los
ro
pe
ro,
nt
ncue
pues tra fu erza sn li6 a su e
cion
inten
su
que
esta
nuifi
m
e
qu
lo
irM,
t
eros
g aron ;l los prim
to.
u
e
ocimi
era solam ente pract icar uu recou

-Sil-

sus carabinas Remington. El rejimiento 3. o Cazadores del Rimac constaba de 333 plazas, i su
jefe que se babia batido con valor en CasmH. i en
IngaYi, pasaba a esas horas como una de las esperanzas de honra del Per, segun en otra ocasion
lo hemos recordado. El coronel Sevilla era natural
de Piura, i segun se ha dicho, hUo de ruso en
Yientre de espaola, hombre de pelo en pecho i
canosa barba, ele mas ele 60 aos ele edad.
0

VIII.
En aquella marcha casi paralela i que dur nna
serna na, supo Sevilla el elia 23 ele diciembre que
los chilenos, desembarcando en Chilca, le habian
cortado el camino real hcia Lima, i en conse
cnencia. se diriji el 24 hcia Calango, lugar distante cinco leguas de la costa. Efesde aqu _proponase adelantar sus jornadas hasta Lima por el
camino llamado de los Lomero::;, es decir, internndose hcia la sierra para ir a caer al valle de
Lurin en sus cabeceras, por Manehai i Cieneguilla.
Con este propsito march encubierto el jinete
peruano con los snyos por los montes i matorrales los das 25, 26 i 27 de diciembre, habiendo
el~jido la noche del ltimo dia para descabezar el
valle i escapar.
Pero el viejo coronel peruano no babia contad~

~-

8i2-

con la sagacidad i la vij ilancia incansable del coronel Barbosa, encargado, segnn ntes dijimos,
desde su campamento de Pa.chacq,mac, do proteier el flanco derecho de nuestras est.ensas posiciOnes.
Desde su instalacion habia. hecho en efecto aquel
jefe adelantar grandes guardias i avanzadas hcia
una quebrada lateral que desemboca en el valle
de Lurin por el sudeste i que los naturales llaman del Manzano o Pueblo viejo; i gracias a est~t
precaucion logr tomar lenguas por el estravo de
un espreso del coronel Sevilla i de sn inmediata
aproximacion en la tarde del 27 de diciembre. (1)
Tom en vista de esto el coronel Barbosa todas las medidas que la situacion requera i que
dieron por resultado el completo encierro de la
columna peruana i su dispersion i captura conforme al siguiente boletn, que ha . sido conservado
indito, ignoramos por qu motivo, i que hemos
copiado espresamente del libro ele rdenes ele la
2." brigada de la clivision Sotomayor. El lector no
habr echado en olvido que esta habin. sido la primera en ocupar a Lurin.
El comprensivo parte de lo que se ha llamado
la jornada del lVIanzano i que se publica por la
primera. vez, dice as:
(1) Tvose en realidad noticia en Llll'in de la pn.sada de Sevilla desde el dia 2;:l por un espreso qu e incautamente fu a
alojarse en el campamento del Chillan, jnzgt.naolo amigo.

-873-

Diciembre 29 de 1880.
Seor jeneral jefe de la 2." division:
Tengo el honor de comunicar a U S . que a consecuencia de
haber llegado a este campamento repetidos denuncios de que se
aproximaba una fu erza enemiga de caballera salida de Calango, hice colocar en prevision de todo evento fuerte s avanzadas
de los di stintos cuerpos de rui wando procm.ndoles una colocucion ventaj osa desde la cual pudieran observar el movimiento i
direccion del enemigo.
El da 27 del corriente a las 6 P. M. el capitan de una de las
avanzadas del rejimiento Ouric di aviso de que en direccion a
:Manzano o Pueblo Viejo se avistaban fuerzas enemigas de infantera i caballera.
<nmediatamente me traslad al lugar amagado i en previ sion
<le que las fuerzas avanzadas fueran numerosas i de que el j efe
enemigo proyectara una sorpresa, orden que todo el rejimi ento
Ouric se pusiera en marcha con el objeto de reforzar sus compaflas de avanzadas i apoyarlas en el combate.
A retaguard!\ de este rejimiento hice colocar cinco compafias del 3.0 de lnea escalonadas en el trayecto que forzosamente
tenia que recorrer en su marcha el enemigo, procurando evitar
que en ninguu caso pudieran cruzarse sus fuegos i ofenderse red procamen te.
El resto del rejimiento 3.0 de lnea, Lautaro, batallon Victoria i la batera de artillera, recibieron tambien rdenes de estar
listas para el ataque, i al efecto ocuparon las posiciones qne estim mas ventaj osas p:~ra corttu la retiradn. del enemigo.
Media hora despues de haberme trasladado al sitio qne
desig n como centro de operacioues, el euemigo rompi sus fuegos sobre nnestrns tropas, fuegos q ue fu eron inm ediatamente
contestttdos por las compa ias de avanzadas i poco despues por
el resto del 2.0 hatallon del rejimient,o Cnric.
Quin ce minutos despues ele empefad a la accion, temeroso ,
lllST. D I;; lA C. DF: LlMA
110

-874n. cnus.-1. de la. oscuridad de la noche, de qne qudieran nuestras


tropas ofenderse, mand parar el fu ego, qrden que fn puntualmente obedecida.
Veinte minutos mas tarde, el enemigo repiti el ataque i dos
veces sucesivas con cortos intervalos, pretendi abrirse paso a
viva fuerza pot entre las filas de nuestm infantera la que repe
li con bros la acometida, consiguiendo tomarles algunos prisioneros i obligndolos por ltimo a ponerse en fuga. en completa dispersion con direccion a los cerros que dominan la planicie
en que tuvo lugar el encuentro.
:Apesar de que la oscuridad de la noche era intensa, orden
!l. la escasa fuerza de cazadores a caballo que tenia a mis rdenes, saliera a cortar el paso de los fujitivos, designndole al
efecto, ~::~e apostara en un portezuelo vecino al camino que haba
dado acceso al enemigo; hice avanzar al rejimiento Ouric i
acampar diez cuadras mas adelante de sus primeras posiciones
con rden de emprender ntes del alba la persecucion. Dos
compaas del 3. 0 de lnea fueron asimismo desplegadas eu
guerrilla a retaguardia de nuestra caballera con el objeto de
apoyar sus movimientos.
l>A las 3 A. M. la. infanter<t designada al efecto, reforzada
por la caballera que pocas horas ntes ped al cuartel jeneral i
que oportunamente se me euvi6, emprend la persecucion del
enemigo acordopaudo pot los infantes todos los cerros vecinos i
enviando pequeas fuerzas de caballera i de infantera a todas
las quebradas i llanos en que oculto o fujitivo supona est<1r el
enemigo.
La persecncion se prosigui con toda actividad el dia 28 i
parte del 29, dando los favorables resultn,dos que rne prometa.
Hau cado en nuestro poder tres de sus ptincipales jefes, siendo
uno de ellos el comandante del rejimieuto HimfLC, seiior coronel
Sevilln,; 9 oficiales, 1 cirujano, 1 rndcticante, 1 telegrafista i 1211
individuos de tropa. (1)

(1) He aqu la lista de los principales prisioneros que fueron

-875El m.mero de muertos que durante el combate i la persecn- .


cson ha, tenido el enemigo pasa de 13, entre stos el teniente
coronel2.0 jefe don Baldomero Arstegui. ( 1)
Ademas de las ventajas anteriormente consignadas, se tomaron al enemigo mas de lOO ca.rabinas B.emington, casi igual nmero de lanzas i sables i 120 caballos, i como complemento, mas
de 1,000 animales entre vacunos, lanares i cabrios. Cay asimismo en nuestro poder el aparato telegrfico de qu(;l se serva
el enemigo, el instrumental de su banlla de msica, la documentacion del rejimiento e importantes comunicaciones privadas i oficiales.
M:e es doloroso tener que comunicar a U. S. que el precio de
este triunfo obtenido sobre el enemigo ha sido costa de algunas prdidas de nuestra parte, siendo la mas sensible de todas

conclucidos a !quique en el vapor ]tata en los primeros das de


enero de 1881.
Coronel don Pedro Jos Sevilla.
Sa~jento mayor don Jos Cabrera.
don Federico J ere da.
>>

Capitan don Jos Chuman Garcia.


don Pedro P. Espinosa i Ramirez.

Juan de la C. Anticona.
Teniente, don Guillermo Zavala.
Alfrez, don Telsforo Urias.
don Ismael Virnes.

don Discorides Ramirez.

don Abraham Garcia.


:&
don Exeq uiel Valerezo.
))
Practicante, don Augusto Iturrieta.
Farmacutico, don W enceslao S. Marchan t.
Telegrafista, don Dario Gomez.
( l) Este desgraciado jefe era natural de Lima, soltero i de 36
aios de edad. Hjido instructor, no pareca ser mu amado por
su tropa, i aunque logr escapar en la refriega, sorprendido al
dia siguiente en una casa. solitaria por un teniente del Curic,
hizo fuego sobre l con su revlver i en seguida se rindi. Pero
lo3 soldados, irritados por la muerte del comandante Olano, le
timron a su vez i lo mataron en la tarde del 28. Seg-un su ruda ljica, hauien\lo muerto el ~. 0 jefe del Unric debi<t perecer
por la lei del tnliotl el 2. 0 j efe del Rimac.

8i()ellas la muerte del 2. 0 jefe del rejimiento Curic, t eniente coro


nel don J os Olan o, que muri en su puesto a hts primeras des
cargas del euemigo. Por lo dcmas, nuestras baj as se redu cen a
4 individuos d e tropa h eridos del mi smo rejimiento, dos de ellos
de gravedad.
Me hagl) un deber en munifi!star a U. S. el digno comporta
miento de los se liores j efes, ofi cial es i soldados del r ej imiento
Curic.: que fu quien sostuvo el ataque, como asimi sm o la. dis
cipliua i serenidad que dara11te la u.ccion observaron lu.s fuerzas
de mi mando ocupando cada nn o de los c u erpo~ las posicio!:es
en que fueron apos tada:; sin que se notara dum.nte las dos horas
en que se sucedieron los fn eg os d el enemigo otros movimientos
que los que tuve a bien orJenar, en prevision de que este nos
atacara por el flanco. Tam hien me es grato recomendar a U. S.
los eficaces servicios que durante el combate prestaron mis n.yu
tlantes de campo mayor Subercaseaux i capitanes Lermn.ndo Ta
gle Cu.st1 o i San Martn i el alfrez U rrutin., jefe del piqnete d e
Cazn.durea a oaballo qu e esUL a mis rdenes, com o ig ualmente
los que al da siguiente del combate prestaron en la persecucion
de los fuj i ti vos i apresameu to de stos los mayDl'es Lira, Pan
toja i Vi l!agran, lo capitanes Teran i Leteli er, tenientes Wal
]~e r, F urn s i H ermosilb i los alfreces Larrain, Montt i Solar.
Estinw, seor jenera.l, q ue las ventajas obte11i,la.s por la bri
gnda d e mi mando en la. jornada de la noche del 2i, atendido n
<JIH~ ol rtjimicnto Rimnov totalmente Jesttuido, era la m ej or ca
lmll<l'a con que contaba el ejrcito enemigo, son de alguna con
sidenwion i l'or ella me es satisfiwtorio feli citar a U. S. como
mi j efe inmediato, por un triunfo que inicia de una man era en
mi concepto fi.woyab] o, nues tra campaila suhl'e la capital del
Pen't.
No terminar in hacer presente a U. S. cu e tanto en el ataque co:n n ca lo3 tecu nucirnicutos n.n te rio re:4, m e h a. acomp:tii ado
em 11o ayu .laut e prestaudo buenos servidos el sc ftot Anjel Cu,to
dio Vicuiw.
I ncluyo a U. S. el pa rte rn e el co m:tncLt:,tc J el rejimiento

Si7-

Curic6 me pasl\ sobre el hecho de armas de la noche del dia


27. (1)
Dios guarde a U. S.

O. Barboza.

IX.
Despues de la fausta sorpresa del Manzano,
verdadero aguinaldo de ao nuevo que fu recibido con vivo regocijo en el ejrcito i en el pas,
enturbindolo solo la muerte del bravo comandante Olano, mozo de increble perseverancia e
innunembles aventuras romancescr.t.s, continuaron
los reconocimientos de ftente hcia las lneas del
enemigo.
El mas formal de estos tuvo lugar el 28 de diciembre bajo la direccion del coronel Lagos, que
da a dia recorra las avanzadas i se acercaba a
tiro de rifle de las posiciones enemigas en San
Juan como en Tacna, en Chorrillos como en
Arica. El coronel Lagos maquinaba constantemente <<robarse una avnnzada enemiga, hasta
que a fuerza de acechos i de vijilias se enferm en
(1) E ste parte, indito como el precedente, va en el anexo
del presente captulo.
Los restos del re.Jimiento Uimac ll egaron a lu. quebrada de su
nombre, por el pueblo de Cocachacra solo el 2 de enero, segun
el siguiente telegrama del jefe de aquella zona:

(<Cocachacrn, en ero 2 de 188 1.--Seior se<:ret:uio de gu erra:


En este momento (2 P . .M.) entra a este puelJi o elt.nayur Ormu
za co1_1 restos del Uejimieuto Rimac. Se les prepara rancho.-

B entm.

-878-

su ruda ramada ubicada en un potrero sembiado


de sabrosas yucas. (1)
En pos de estas operaciones, emprendise un
reconocimiento mas formal el dia 31 por el lado
de Pampa Grande, que colinda con Ate. Condujo
ste el activo comandante don Jmje Wood, a la
cabeza de 150 Cazadores i Carabineros. El 2 de
enero el jeneral en jefe se intern en es9. misma
direccion acompaado del coronel Velazquez i
de sus ayudantes.
Otro reconocimiento tuvo lugar el dia 5 por la
quebrada llamada de Picapedreros, en la cual, sorprendido el coronel Barbosa, espuso sn vida; i puede decirse que no pasaba da sinque los oficialeH del
cuarteljeneral o del estado mayor -no adelantasen
alguna nueva jornada bcia las lneas enemigas.
Por la marina ejecutronse tambien diversos
reconocimientos, llegando nuestras naves varias
(1) El reconocimiento del 28 di lugar a los curiosos telegmrnus que en seguida copiamos de la coleccion Pirola encontrada en el palacio de Lima.
28 de dicit3mbre.
Seor secrt>tarlo de guerra: De Villa. comunican lo siguiente:
Avanzadas enemiga~ de caballera aparecen por la pampa de
Villa.-Et jefe de la o/icinct.
Central, 28 de diciembre de 1880.
Sefior secretario de guerra: -El coronel Tenaud dice que desde 1\'Iiraflores observa combate srio sobre las lomas de San
Juan desde las 11 A . l\1.; pero el coronel Faz Soldan dice del
Bananco que en San Juan no hai novedad. Espero ratificacion.
-M: Paz Soldan.

-879-

veces hasta el pi del Morro Solar i a la vista de


Chorrillos. El 2 de enero hizo una esploracion
preliminar en el vapor Gaviota el capitan de corbeta don Manuel Riofrio, el cual fn ratificado
por la Magallanes el dia 4, embarcndose en este
buque los coroneles Lagos i Lynch. El ltimo iba
a medir su propio campo de batalla.
Por ltimo, el5 de enero, esto es, cuando el coronel Barbosa vagaba en la quebrada de Picapedreros, el almirante Ri veros se cercior de las posiciones enemigas embarcado en el vaporcito El Toro.
Lstima i no pequea fu, sin embargo, que en el
curso lento de aquellos dias la escuadra no bombardeara reciamente las lineas enemigas, porque esto
hal:;ria ,sido de gran efecto para su vacilante moral
i sus aprestos.

X.
Esto no obstante, el reconocimiento definitivo
de las lneas que defendan la ciudad de los Reyes solo tuvo lugar el dia 6 de enero, a ni versa.rio
de su advenimiento i de su ttulo. Presidi esta
importante jornada en persona el resuelto jeneral
en jefe, a fin de sealar a cada uno su puesto ele
combate, i h aqu como refiere la primera parte
del afanoso dia uno que en el hecho anduvo:
El dia 6 de enero, al toqu e de la diana, llegaban a la tiendo.
del jeneral, los j efes de divi sion, de brigada, de la mayor parte
de los rejimientos, i los oficiales de los estarlos mayores divi sio

- .880narios. Se iba a practicar un reconocimiento sobre Villa, pues


en los das ~5 i 28 de diciembre solo ~e hn.biun hecho lijeras esploraciones por fuerzas de nuestra caballera..
A la invitacion del jeueral en jefe, t od0s habian acudido
gnstosos, pues iban a ver i ohsetvar las posiciones enemigas lo
que era de suma utilidad en vsperas de ht bn.talln.
Formaban parte de la espedicion cuatro piezas de artillera.
de campaa, dos Armstrong idos Krnpp; 100 buiues montados, los Granaderos, parte de los Cn,zadores i los Carabineros de
Yungai; asi stan tambien a este recon ocimiento los distinguidos
jefes i oficiale:S de la marina. iuglesn., fmncesa, ib~lianrt i de los
Estados Unidos que haban acompaado deslle Arica nl ejrcito.
A las 7.52 A. M. llegaba la artillera a la ceja de la Tablada, distante ocho mil a nueve mil metros de las lneas enemigas, hacia alto i colocn.ba su~ piezas en bateria, los Armstrong
tomaban la vanguardia por tener mnos alcance: los bnines se
desmontaban i avanzando dispersos en guerrilla hacan alto a
mil quinientos metros aproximadamente.
La caballera qued en unas lomas i los jefes i oficiales tomaron la colocaciou que les plugo en las diversas colinas que
dominan el hermoso valle del Rimac. ( 1)

XT.
Lo de mas est contado sucesivamente en los
siguientes telegramas que resumen las peripecias
(1) Episodio del reconocimiento del 6 de enero que con el
ttulo de Los tres jinetes public el intelijente mayor don F. A.
, Snbercuseaux, que all estaba presente corno nyudante del coronel Barbosa. Los tres jinetes eran los cnpitanes de art,illera
Jarpa i Flores con el asistente del ltim o, que con est.raord inario arrojo se adelantaron hastct las ln eas peruanas. El mayor
movilizado i ex-capitan don Teod osio Martinez Ramos se distingui tambien en esta jornada reconociendo bajo los fnegos
del enemigo las al?uas de la laguna de Villa para cerciorarse de
si eran o no. potables.

881

de aquel dia en el campo peruano i en el palacio


de Lima.
Palacio, 6 de enero.
Seor secretario de guerra:-De San Juan anuncian que el
enemigo se avista, segun propio llegado.-Paz Soldan.
9.50 A. M.-Seor secretario de gnerra:-Contina el fnego
de caion i rifle en la lnea.-Paz Soldan .

11 A. M.-Seor secretario de guerra:- Ces el fuego; parece


ha sido gran reconocimiento. Nuestras tropas entusiastas. Regresan a su campamento, segun ltimo aviso.
12.16 P. M.-Seor secretario de guerra:-El enemigo permanece cerca de Tablada, tres mil mas o mnos. Suspendido
fuegos.-Paz Soldan.
Seor secretario de guerra:-Despues del gran reconocimien to, el enemigo perdise de vista.- C. Paz Soldan. (1)

XII.
El' reconocimiento en fuerza del dia de los
Reyes ejecutado por el centro de las pvsiciones
enemigas equivali al del 22 de mayo frente al
Campo de la Alianza. Conforme a su hbito
de guerra, el jeneral Baquedano, que no acostumbra tomar resolucion definitiva sino a la vista del
enemigo, fu llamando a su lado uno por uno a
los jefes de di vision i de brigada, i sealndoles
(1) Telegramas encontrados en el palacio de Lima. El dictador crey en la posibilidad de la batalla para ese da o en el
prximo, segun resulta de sus rdenes i telegramas de aquel
dia que publicamos en el apndice.
HIST. DE LA C DE LIMA .
111

-882,;....;

con el brazo los diversos rumbos de los reductos


enemigos que se veian erizados de caones i de
bayonetas, fnles esplicando en su lacnico i peculiar lenguaje lo que a cada uno le cumpla hacer en el dia ya prximo e inminente de la fatal
arremetida.
Cuando caia la tarde, i el sol se escondia entre
las ondas azules que forman orla al verde osis
de Lurin, la comitiva atravesaba de regreso i en
pintoresco desrden el elegante puente del rio, i
all se detena delante del foco de una mquina
fotogrfica para recordar al arte i a la historia los
asentuados perfiles de su grupo de recios esplora..:
dores. El de la manta blanca es el coronel Lagos.

XIII.
Esto no obstante, i a fin de completar diferentes esploraciones que por mar habian ejectttado
jefes de tierra i el almirante Riveros en persona
sobre la estrema derecha del enemigo, es decir,
hcia sus posiciones de Chorrillos i del Salto del
Fraile, dispuso el jeneral en jefe al subsiguiente
clia de su reconocimiento del 6, qne el incansable
:.. .- coronel Barbosa, jefe de nuestra estrema derecha,
en el campamento de Lurin, lanzase el dia 9, antevspera del dia fijado para la batalla, mas que
un reconocimiento, un verdadero ataque sobre la
estrema izquierda del enemigo, que se apoyaba

;.... 883-

en Monterrico, dando para ello un largo rodeo por


el spero camino montaoso denominado la Rinconada de Ate. Para este efecto, una di vis ion de
cerca de dos mil hombres escojidos fu pnesta a
disposicion de aquel jefe, sacados de las tropas
de su propia brigada, en la tarde del 8 de enero,
e inmediatamente se diriji a dar cumplimiento
a tan riesgosa como importante comision en el
rden siguiente:

XIV.
Cien hombres del Buin, montados en caballos de los Granaderos, iban adelante con 150 de estos fornidos jinetes. El mayor
Vallejos, soldado de los Anjeles, conocido por su rudo valor,
. mandaba los Buines. El entusiasta mayor Marzau conduca los
Granaderos como en el Campo de la Alianza.
Marchaba ea pos el rejimiento 3.0 de lnea al mando de uno
de los mejoret~ i mas cabales jefes que cuenta el ejrcito de la
repblica, el hoi coronel don J os Antonio G tttierrez, i el segundo batallon del Lantaro iba a las rdenes del viejo i bravo
:Robles, roble de batalla, i de su segundo i bizarro jefe, el mismo
que lo habia llevado a Moquegua eu su famosa visita del ao
nuevo, que acababa de espirar, jven de raro mito i que es hoi
una de las mas brillantes esperanzas de nuestras armas, el comandante don Ramon Carvallo, hijo de Valparaiso.
Iba ademas en la columna, protejida de cerca por el Lautaro, una seccion de artillera compuesta de dos piezas Krupp,
mandadas por el mayor Von Koeller, prusiano de nacimiento,
mozo esforzado de nimo i recio de miembros, que hahia hecho
hacia poco las victoriosfLS campaas de su patria.
Un pelo ton de 25 Cazadores al mando del alfrez A varia, oficial que comenzara su carrera con buen nombre en la

-884Guardia Municipal de Santiago, serva de escolta al comandante en jefe de la espedicion.


Venan tambien a su lado, como representantes del estado
mayor jeneral, los ayudantes don Ricardo Walker, mestizo atacameo, i don Manuel Hermjenes Maturana, hijo de San Fernando, diarista en este pueblo i en Quillota, soldado de injenio
i de hgados, que haba sido compaero de aventuras i de hazaas en La Verde del ca pitan Dardignac, el bravo entre los
bravos.

XV.
f Conforme a las rdenes impartidas en la maana del 8, hallronse todas aquellas fuerzas, qu13llegabau por diversos sen(':
deros a las cuatro de la tarde de ese dia, en el solitario i abandonado casero de la, hacienda de Manchai, estancia boscosa del
valle de Lurin, pl'opiedad de un viejo coronel Arias, proveedor
de lea en gmnde escala de la ciudad vecina.
All, i conforme a su costumbl'e, haba precedido a todos el
jefe de la espediciou, el jinete mas recio del ejl'cito despues del
coronel Lagos, centauro de hierro. El coronel Barbosa en campaa~ no duerme sino sobre el lomo del caballo. Le acompaaba
su inseparable ayudante, el mayor Francisco Subercaseaux Latorre, uno de los vluntarios mas brillantes del ejrcito movilizado, mozo lleno de valor, de iealtad i de intelijencia, que ha
peleado bizarramente en todas partes, en la segunda i tercera
campaa, en Tarata i en Ate, en Miraflores i en Chorrillos.
Acamp en Manchai la columna hasta la media noche, i a esa
hora se puso silenciosamente en marcha por el monte. Iban
adelante Buines i Granaderos guiados por el comandante Carvallo que haba visitado todos aquellos parajes, i esperaba sorprender una avanzada que en cierta loma conocida mantenan
los peruanos.

-885-

XVI.
Forma propiamente lo que los labriegos limeos llaman la
Rinconada de Ate, tinas cuantas pequeas chcaras vegosas
que las acecruias del Rimac riegan i revienen junto a su mrjen
izquierda i cuyo centro ocupa la aldea de Ate, formada por una
sola calle de solares abiertos i de ranchos pajizos, abrigo de un
centenar de cultivadores que proveen con sus menestras el diario mercado de Lima.
Mas all del terreno reducido a escaso cultivo de pasto i dividido en pequeos potreros, intrnase a manera de quebrada
dominada por altos cerros desnudos i arenosos, la rinconada
propia, que es ca~cajosa, estril i va angostndose hasta formar,
como los cajones de Chile, una estrechura i garganta de pocos metros de espacio. Su mayor mbito entre los dos cerros no
pasa de dos cuadras, i la cadena que la domina por la derecha es
mucho mas alta i peinada que el cordon de lomas que cae al
lado de la costa. U u portezuelo cietra por las dereceras en que
veniau los chilenos, es decir, por el sur, el cajon i su desarrollo,
i desde su cirrl, que es comparativamente aplastada, coh\mbranse entre la bruma amarillosa de los valles tropicales, los contrafuertes de San Bartolom i de San Cristbal, i mas hcia el
poniente las cpulas opacas de Lima a sus pis.

XVII.
Tal era el terreno que iba a reconocerse, i en el cual los peruanos nos aguardaban.
Aquel dia no tenian colocadas sns avanz adas en el paraje acostumbrado, por lo cual fm strse su captura ; pero conforme a su
triste sistema de defensa automtica, haban sembrado el cajon
i las laderas de bombas escondidas, que por esta causa i la conocida gula de la jente chilena denominaban ellos burlonamen-

-886te-a:camote s ... En cuanto a su lnea de resistencia, apoyada a


la distancia por el San Bartolom, consista en anchos fosos i
trincheras de tierra que cortaban la quebrada de banda a banda,
junto a los terren os de cultivo, d ~ j ando un reducido paso a la
derecha que conduca al Rimac i era el desfiladero previsto de
la fug.
El camino tran sitable desde el portezuelo corre por el costado izquierdo de la quebrada inclinndose a los cerros de la costa.
Por consiguiente, el campo de batalla iba a ser simplemente
una quebrada, o mas propiamente lo que en Chile denominamo s
a:un cajon,-el cajon de Ate.

XVIII.
Con los primeros inciertos albores del amanecer del domin go
9 de enero, la trasnochada pero valiente vang uar dia del coronel
Barbosa, Bnines i Granaderos, halcones i gavilanes, en demanda
de matutina presa, llegaban al portezuelo de Ate, i nna bomba
traidora, que heria mortalmente a nn soldado del Buin, era el
aviso dado con su estrpito estridente, a los unos i .}L los otros,
de que el combate iba a comenzar.
La division chilena apresur en efecto el paso, i los peruanos
de Ate, despertando en sus campam.entos del valle, comenzaron
a rellenar el foso i a coronar las empinadas alturas de la derecha con cuadrillas de carne de caon.

XIX.
P asada la primera emocion de la alevosa, b divisiou de reconocimiento baj en rden al valle; i en los momentos en que
el sol de enero derramaba ancha i rojiza luz en las ridas i plomizas cimas, el coronel Barbosa, que habia trepado a pi a un
mogote del cajon, dispona con consumada maestra el plan de
ataque, disendose en su tostado rostro, tipo hermoso del

887-

araucano de la selva i del beduino del desierto, su peculiar


sonrisa de husmeador del fuego.

XX.
El 3. 0 de lnea estaba destinado a llevar en sus hombros el
peso i la gloria del da, como en Arica.
Orden para este fin el coronel Barbosa que tres compaas
de aquel bien probado rejimi en to avanzaran por el fondo del
valle al mando de su tercer jefe el mayor don Gregorio Silva,
soldado arribano alentadsimo, llamado por su tropa el zunc
porque le faltaba un dedo ~e la diestra, si bi~n le sobran brazo, corazon i espada.
La cuarta compaa, que era la guerrillera, del primer batallan fu despachada a reconocer los cerros de la derecha del cajon, por cuyas cabeceras suban en ese momento enjambres de
enemigos con la velocidad de gamos. Iba esta jil i adiestrada
tropa al mando del capitan don Ricardo Serrano, hroe del dia,
i que en el sitio ganara su ltimo grado en su juvenil carrera.
En pos de l iba la compaa que mandaba Luis Alberto Riquelme Lazo, capitan de 19 aios. I triste episodio de carnicera
guerra! aquellos dos mozos que en Ate se cubriran de denodada
gloria, en Chorillos serian solo dos mutilados cadveres, el uno
junto al otro, all como en la inmortalidad.
Los cien Buines del mayor Vallejos apoyaban desde la distancia este atrevido movimiento, llevando su vanguardia el animoso teniente Ibarra, uno de los muchos jenerosos estudiantes de
medicina que haban cambiado en la campaa, por entu siasmo
patrio o por desengaos en el se rvicio, el es cal pelo por la
espada.

XXT .

.M:intras se da lugar a que los capitanes Serrano i Riquelme


(otra curiosa coincidencia con los dos nombres i los dos herois -

-888mos de la Esmeralda)' trepen la escarpada cima, avanza lentamente por la opuesta ladera la compaa del 3.0 que manda el
capitan Eleodoro Guzman; i porque sus jefes no le ven llegar a
las trincheras a paso de carga, como se le tenia prevenido, pide
al dia siguiente su baja del ejrcito: tanta era la emulacion de
la gloria i del deber en la vspera de los grandes dias!
El capitan Guzman se rehabilit por lo mismo, mantenindose en Mira:flores en lo mas crudo del. fuego como ayudante
del jeneral Maturana; i as obtuvo en un campo de batalla la rehabilitacion de su honra comprometida en otro campo de batalla.
En las campaas de Chile en el .Per, la gloria no ha dado
treguas, ni quitas, ni esperas a la gloria.

XXII.
El capitan Serrano avanzaba entretanto por la fatigosa
subida, i como su tropa iba vestida de blanco, i se cansaba, r~
zagndose algunos soldados por la fatiga, mas no por el miedo,
juzgaban los que desde el valle les divisaban, que eran heridos
\
o muertos que caian.
Los peruanos haban roto desde el primer momento un fuego
desatentado que les sirvi solo para quemar su plvora. En ningun combate de tierra sus puntera<> haban sido mas infortunadas.

XXIII.
Entretanto, i con admirable acierto, el capitan Von Koeller
ha bia roto sus fuegos de caon sobre los fosos i sobre las crestas, i tan fijo era su ojo, ojo de prusiano, que dejaba poco trabajo a los infantes. Media hora despues del primer disparo vease
en ~:ecto ~ los peruanos huir en todas direcciones. Por su parte,
el Jil cap1tan Serrano no solo haba coronado la altura con su
tropa victoriosa e inerme, sino que precipitndose a las chcaras

-889i caseros de Ate haba hecho prisionero a un injeniero norteamericano llamado Murphy, viejo maoso, que a su decir era
administrador de una hacienda del valle, pero que llevado a la
tienda del ministro de la guerra aquella tarde di importantes
detalles cientficos sobre las defensas del enemigo.

XXIV.
Al propio tiempo, el mayor Silva avanzaba por el fondo de la
quebrada a paso de trote, sostenido ahora por los Buines del
mayor Vallejos, sobre los fosos enemigos, resuelto a tomarlos
a la bayoneta. Era aquella una terrible apuesta de den uedo en
terreno de secano entre dos terribles lleulles de ultra- Maule.
Ignoraba en ese momento el coronel Baruosa, que en sus anchas narices aspiraba el olfato a la Latalla, el nmero de los
enemigos que iba a combatir; pero como sus instruciones se
limitaban a descubrir su fuerza i a amagarla, sin comprometer
por esto un combate decisivo, juzg que era llegadoel momento
crtico del encuentro i orden el avance jerieral de , su division
esploradora, infantes, jinetes i caones. A la hora i media de
fuego, dice un testigo de vista en una relacion annima de la
prensa de Valpar~iso, el capitan Serrano era dueo de las alturas de la derecha; solo las fuerzas ocultas en los fosos hacian
fuego; mand a la carga Barbosa, i el valiente Sil va carg a la
bayoneta, al mismo tiempo que Vallejos por la izquierda ejecutaba con igual resolucion la misma carga. En esos momentos
llega un ayudante anunciando la. dispersion del enemigo; inmediatamente el coronel Batbosa, radiante de coraje i de entusiasmo, proclama en breves pero arrebatadoias pal.abras a, los Granaderos, que con la celeridad del rayo desenvainan los afilados
sables i en medio de un sonoro chivateo desaparecen envueltos
en el polvo que levantan sus caballos i el humo del fuego; llegan a los fosos: no hai pasada, son demasiado anchos para. sal-:
tarlos; qu
hace1l
El Lravo mayot que 'los manda, e.mpiundose
.
.
en los estribos, dtJscubre la nica i est.recha pasada entre el ceHIST. DE LA C. DE LIMA.

112

-890rro i los fosos, i en medio de un diluvio de halas ejecutan una


contramarcha tan perfecta como si hubiera :;ido en el campo de
instruccion: colocad os entre los fosos i . las trineheras, carga la
primera mitad al mando de Vivanco i acuchilla sin piedad a
los pocos que no alcanzan a ganar las trincheras, distantes 15
metros de los fosos; 3 oficiaJes i 22 soldados caen en estn. atrevida carga; tras de esta mitad se precipita la segunda al mando
del bizarro Varela, se estrella por dos veces contra las tapias
del frente i por sobre stas logra acuchillar a unos cuantos enemig<'s. ( J)
(1) Relacion publicada en La Nacion, mayo de 188 l.
siguientes t elegramas peruanos se refieren nl comhate de
Ate.
Salamanca, enmo 9.
I~ os

Seor, sub-secretario ,]e guerra.-Los chilenos en combate en


Pampa Grande.-C. Vargas.

Enero9.
( 9.40 A. ~!.)-Seor secretario de guerru:-Contina el combate. Se manda mas fuerza nnestra.-Paz Soldan.

Palacio, enero 9.
(6.14 P . M.)-Se1or secretario de guerra:-Todo terminado
i enemigo retirdose; no tengo pormenores aun.-Paz Soldan.

Segun versiones peruanas posteriores, el batullon Puchacamac


que guarneca la lfn ea de A te fu completamente destrozado
por los Grnnaderos, pereciendo no mnos de cuarenta de su!!
soldados. Estnndo a una relacion publicada en La Bolsa de
Arequipa los muertos fueron 8 i los heridos 37, i entre stos el
capitan don :Manu ~l Carrern , bandeado en el vientre, i elnyuJante d~>n Agn stin N. Melgar que recibi un hachazo en una
mano. Pirola lleg n Ate al caer la tarde del dia del combate con
la division D1vila, i era tan viva la alarma que estos golpes despertaban, temerosos de una batalla campal, que a las 1O de la.
mafwna de ese dia el jefe de estado mayor de la reserva Tenaud
] Jamaba hcia el campo de la accion un batallon (el 24) que
tenan de des tacamento hcia Chancai, conforme al telegrama

S91-

XXV.
A. esta bizarra carga agregaremos un simple detalle de nomure, o mas bien de p1ofesiones: el capitan Varela em un jven
abogado de Concepcion que babia ido a la guerra por la conviccion del patriotismo; el subteniente Vivanco, ex-preceptor de
Linares, haba ido, como muc~de sus colegas, Teran, Villar,
Arroyo, Elgueda i otros, por e! entusiasmo del patriotismo. En
esta guerra los obreros de la intelijencia han tenido tambien
sus duelos como los lleulles, hijos i escarmentadores de los brbaros. Un detalle doloroso todava: el alfrez Vivanco, que en
la caballera mereci los honores del da, junto con Serrano capitan de infantes, alcanz en el borde de una ancha acequia de
regado a un jven oficial peruano i lo atr:wes de parte a pat.
te con la espada. U na hora des pues, cundo los chilenos eran
completa.meute dueos del campo de Ate, algunos de sus oficial~s ob;;ervaron, posedos de dolorosa imwesion, que el agua de
los regados pasaba sobre el lvido rostro del enemigo muerto,
lavando con melanclico murmullo la ancha herida que le atra-

siguiente que indito tenemos a la vista.


Seor coronel Luna o Laiseca.
(Reparticion.)

EmbRrque U. S. inmediatamente, sin ptdida de tiempo, el


btttallon nmew 24 en ptimer convoi que est listo, desembarque en la estacion de Viterbo i avance rpidamente a situarse
en la hacienda de Vazquez adonde recibir rdenes.-Tenaud.
Todava elll de P-nero, dia de completa quietud en el campo
de Lurin, los telegrafistas peruanos enviaban al pala:.lio el siguiente telegrama.
Palacio, 11 de enero.
(U.25 P. M.)-Seot Secada:-A las 6.20 P. l\1. se crea
campamento a la derecha proximidad enemigo. Snponase formar lne.-Paz Soldan.

-892vcsaha el pecho. El alfrez Vivanco fu ascendido.por su bizarra, i es hoi teniente de su rejimiento.

XXV l.
Con la dispersion del enemigo que protejia la estrema izquierda del ejrcito peruano contra un movimionto envolvente,
a lo Moltke, quedaba terminada la comision que en la vspera
haba recibido en el cuartel jeneml el coronel Barbosa. Los caones del San Bartolom, que ?erraban en esa direccion el paso
de Lima, situada a su espalda, comenzaban tambien a enviar
mal dirijida:s bombas hcia la quebrada; i aunque entnces se
dijo que el jefe de la columna chilena habia pedido un refuerzo
de 3,000 hombres, comprometindose a tomar la capital peruana por la espalda de sus lneas de defensa, es lo cierto que como
buen soldado, limitse a cumplir sus instrucciones.
A las doce del dia el coronel Barbosa estaba en plena, tranquila i ordenada retirada; i tan lejos habanse hallado los enemigos vencidos de molestarlo, que los Granaderos lacearon un
buei a su vista i sabrosamente lo carnearon.

XXVII.
Terminada as con rara flicidad aquella operacion de guerra que debia llevar en hora tan crtica de la campaa. honda pertuebacion al real peruano, no quedaba ya nada mas que hacee sino
levantar de prisa el campo de Lurin i marchar
resueltamente sobre las formidables barreras que
el enemigo habia levantado a nuestro frente i que
hora por hora se guia reforzando. (1)
(1) Sobre las . petpl~jidades que el ataque de Ate produjo en
el campo enemigo, publicamos entre los documentos del apn-

-893-

I esto fu lo que qued acordado en junta de


guerra del dia 11 de enero, ltima. fecha de consultas i de movimientos preliminares ntes de las
\
grandes batallas que serian las ltimas jornadas
de la campaa i del presente libro.

ANEXOS AL CAPITULO XXV.

I.
PARTE OFICIAL INDITO DEL COMANDANTE DEL REJIMIENTO
CURIC SOBRE LA JORNADA DEL MANZANO,

Diciembre 29 de 1880.
Conforme a la rden dada por US. de colocar una compaa
en el lugar de El ManzanoD o Pueblo Viejo, envi a este punto al capitan don Jos Mara Barahona. El 27 del corriente a
las 6 P. M. recib la noticia que inmediatamente comuniqu a
US. de que haba avistado el enemigo con una fuerza de infantera i caballera de mas de 300 hombr~s. En el momento de
salir a poner este hecho en conocimiento de US. orden al 2."
jefe saliese con el segundo batallon a protejer esa fuerza, mintras US. dispone lo conveniente.
A mi vuelta march con el primer batallon al trote, mandado por el sarjento mayor don Ruben Guevara. El 2. 0 jefe entretanto coloc su batallon en el mismo sitio que US. habia tenido a bien designarme.
dice una interesante carta del jeneral Vargas Machuca al dictador, fecha 12 de enero, encontrada en la quinta de Schell en
Miraflores i que existe onjinal en poder del ex-intendente jeueral del ejrcito don Vicente Dvila Larrain.

-894 A las 7 i media el enemigo rompi sus fuegos iubre la compafla del capitan Barahona, quien les contest oportuname nte.
Al llegar al trmino de mi partida, nos hallamJs al fteute de
un grupo de mas de cuatro jinetes, i el que suscribe acompaado del sarjento mayor hicimos prisioneros a tres de ellos, remi tindolos en la misma noche al estado mayor de la brigada.
El <enemigo entretanto quiso aprovechat la salida del valle
para escapar, pero fu rechazado por la compaa del capitan
Barahona. Por tres veces seguidas pretendi romper nuestras
filas i otras tantas fu rechazado por el vivo fuego que hacia el
segundo batallan. Por ltimo, des pues de un tiroteo que se
mantuvo con algunas intermitenci as por espacio de dos horas,
el enemigo fu completamente deshecho i huy en dispersiou
hcia las quebrada~ i los cerros vecinos. Inmediatam ente recib
rden de US. de adelantar mis posiciones i al efecto acamp
algunas cuadras mas adelante con el propsito de cumplir las
instrucciones de US., empezando al amanecet la persecucion
del enemigo. Como a las 3 i media de la maana inici con
tres compaas separadas la persecucion del enemigo i tengo la
satisfaccion de comunicar a US. que la tropa de mi mando se
condujo en esta. nueva operacion como soldados aguerridos, haciendo al efecto numerosos prisioneros.
El enemigo tuvo algunas bajas que US. podr ver en la lista.
adjunta, previnindole que si stas no sou mas numerosas fu
porque la noche del combate fu mu oscura i apnas si nos era
dado percibir a veinte pasos al enemigo.
Tengo el sentimiento de comunicar a US. que de nuestra
parte hubo tambien lamentables prdidas. El comandante del
segundo batallan, teniente coronel don Jos Olano, en el momento mismo en que alentaba a su tropa para la pelea, recibi
simultneam ente dos balazos, uno en el estmago i el segundo
en la cabeza, que le ocasionaron una sbita muerte. Muri en
su puP-sto i cumpliendo como valiente su deber. Tambien hubo
cuatro heriaos de ttopa, dos leves i dos de bastante gravedad.
La conducta de mi rejimiento1 tanto de oficiales como de

-895tropa, fu mui satisfactoria. Las compafus que mas se distinguieron i que sostuvieron lo mas rcio del combate, fueron la
3.n del segundo i 2.n del mismo hatallon, mandadas por los capitanes don Jo.; Mara Barahona i don Anselmo Blanlot Holley i comandadas por el capitan ayudante don Nicanor 2. 0 Molinares, quien tom el ruando tan pronto como sucumbi el teniente coronel don Jos Olano. El capitan Molinares atent con
su entusiasmo i serenidad a su tropa. Se distinguieron tambren
por su valor los tenientes se.ores Cabeza i Semir i los demas
oficialt:s de estas compaas.
ALrigo la conviccion de que US. habn nprohado e] .comportamiento del rrjimiento de mi mando en la noche del 27 i en ]a.
persecuciou del 28. Si los resultados del combate no fueron tod~via mas satisfactorios, es porque no hubo una fuerza numerosa de caballera que hubiese secundado oportunamente nuestros
esfuerzos.
Pronto remitir a US. un crquis de esta accion.
Dios guarde a US.
Joaquin Cortl.

II.
'T ELEGRAMA S l RDENRS DE PIROL A C0 N MO'l'IVO DI!:L GRA N
HECONOCIMIEN'IO r'J<; L 6 DE El\ ERO SO BR ~~ LAS POSICiONE S
ENEl\1JGAS.

Santa Catalina, 6 de enero de 1881.


Srfor secretario de guerra:
Acabo de recibir el siguiente telegmm11 de Bcmanco: <ril1uniciones, municiones, . municiones mjeu para el campamento de
cuat.ro divsiones.-.11-fontani. Es un modo raro de pedir pertrechos, no hacien~o ni especificando su caliJad i sin decir de rden de quin.
Srvase V. S. decirme si sabe algo sobre el particular. - 1:Jrr!o.

-.896
EL DICTADOR

CREE EN LA PROXIMIDAD DE LA GRAN


1 PIDE REFUERZOS.

BATALLA

Cho1'1'illos, enero 6.

Se.or secretario de guerra:


Ordeno en la fecha al coronel Negron, que est en Huarochiri con un batallon guardias civilel'l, se venga inmediatamente
a Lima. Al efecto V. S. har salir un tren esp-reso que conduzca
a esta fuerza cuando maa tarde maana temprano, dando avi:So
de la hora en que sale el tren, i lo que llegue la fuerza a Lima
proceda a V. S. a proveer esta noche misma de uniforme albatallon Canta, que acaba de llegar, tomndolo del parque jeneral, i si all no lo hubiere, aunque sea de la fbrica, i avseme
para comunicarle rdenes. En todo caso, preprele rancho para
mafiana, por si acaso. Dgame si tiene personal de jefes i oficiaJes.-Pirola.
ChO?rillos, enero 6.

Seor secretario de guerra:


Haga V. S. que la fuerza de Canta, uniformada o n, -venga
maana temprano, es decir, en la maana del 7, a Chorrillos,
por el tren. En el caso de no tener recibido su uniforme, se remitir a V. S. a esta villa. Ordeno al coronel Velarde que se venga con la parte que tenga lista de su columna, a amanecer si es
posible en Monte-Rico Chico, el'! donde hallar armas. Vea V. S.
al sefior secretario de hacienda en lo relativo a la fbrica de
uniformes, sin perjuicio de lo que yo le dir. He ordenado al
jefe de la reserva que acuartelado como se halla el nrr.. 32, d
con el dia guardia en palacio i moneda i tenga el resto listo para guarnicion de Santa Catalina, en caso llegado, a fin de utilizar el batallon que all hai ahora. Relevada la guarnicion de
palacio, que se venga aqu toda la fuerza de Junin.-Pirol a.

-897-

HL
CARTA D~L JEN !<: ltA[, VARGAS llfACHtTCA Af, DI CTADOJ: Pll~HOLA
CON J\W'l'IVO DEL lUWONOCillflgNTO D l3 ATE I LOi; PLANJi:S
QUE SJi; ATIUBUIAN .AL l!:J lWlTO CHILENO.

Santa 1'mesa, 12 de enero de 1881.


Exmo. seor coronel don Nicobs de Pirola.. -Chorrillos.
Escelentsimo seiwr i amigo :
Un jefe del ejrcito, amigo mio, i conocedor mti.i pdLCtico.. de
todos los alrededores de Lima, reflexionando sobre loR planes de
campaa que puede adoptar el enemigo, convencido como parece .
esta.1lo de nuestras 1;entaiosas posiciones, me ha. formulado la
hiptesis siguiente, cuya realizacion mas o mnos probable, es
V. E. el nico que puede apreciar.
De Pachucamuc, donde se encnentm el invasor, puede tomar,
el camino de Pampa Grande, dejndose caer a Paro pa Chica
donde estuvo el dict 9 (Ate), i volteando el cerro llegar a Vitarte; as interrumpira la comnnicacion de la quebrada, encon
trando bastantes recursos en t od ts Lts h aciendas de ese lado i
las del frente. Si fu ere acometido pm nosotros se posesionara
del estrecho de Sanee Redondo i Huascata, teniendo libres los
caminos de Santa Ines o de Chnclacaya a Cienegnilla p ~l ra su
retirada a Lurio.
Si no es atacado, de Vitarte espedicionaria sobre el vall"l que
baa el ro Chillon para salir por Canto Graullc o mas arriba a la.
chacra de Punchauca, sin ser ofendido por los fuegos de nuestros fuertes.
'l'omado Punchauca, impos ibilitadas los posiciones de Cerro
Partido i de Piedras Gorda.11 i marchando por Asna puqui o se colocari a en Boca Negra para interpon erse entre Lima i el Callao
con el objeto Je emprender el ataque sobre este ltimo.
Pam verificar es te movimiento de circnnvalacion no hai nemsT. !J l.A C. DJ<; L IMA

113

898 __;

cesidad de audacia ni de llevar mucho parque. En la cadena de


cerros consegniria magnficas posiciones militares; las distancias de unas a otras son cortas i los recursos no le escasearan.
Tomando su escuadra el parque lo conducira a Ancon o Mrquez, protejiendo la marcha del ' ejrcito por la playa norte del
Callao. 1\proximadamente recol'l'era las distancias siguientes:
:De Pacnacamac a la Rinconada de Ate, cinco leguas.
De la Rinconada a Vitarte, una legua.
De Vitarte a Canto Grande, tres cuartos de legua:
De Canto Grande a Punchauca, tres leguas.
~De Puuchauca a Cerro Partido, dos i meda leguas.
De Cerro Partido a Piedras Gordas, un tercio de legua.
Direcl;amente de Punchauca a Asnapuquio, tres leguas.
.
De all a Boca Negra, una legua.
V. E. con el mttpa a la vista rectificat este plan que indudablemente ha estudiado ya i que le comunico apesar de eso
porque mi deseo es que como cabeza del ejrcito tenga perfecto
.cozwcimiento de todo.
Solo agregar que con un espionaje activo i organizado a toda costa, como lo tiene sin 1luda el estado mayot jeueral, no se
nos ocultar el menor movimiento del enemigo i eataremo.3 listos para prevenirlo.
Esta gran necesidad de la guerra es tambieu un elemento
que no debe faltar a un jeneml en jefe en ningun caso, i creo
por lo mismo intil su recomendacion a V. E.
Segun pa1ece, tos sucesos del 9 (el ataque por Ate) tuvieron
por orijen el descuido en este pa1ticulm, en cuyo caso ya estamos advertidos.
No tetmnar sin man~festar a V. E. que aunque la tropa est contenta i entusiasta, los tropiezos para su pronta paga orijinan murmuraciones; i como ellas provienen de la carencia de
cambio aqu i en Lima para los billetes de 5 i lOO incas, que
son los que ordinariamente recibe la seccion de c0ntabilidad de
mi dependericia, se allanaran fcilmente con aumentar la circnlacion ele los fraccionarios.

899 Prometindome para otra vez, aunque peque. de importuno,


mas importantes observaciones sobre la campaa, que procuro
adquirir para mi mejor ilustro.cion i con el fin de someterlas al
. exmen de V. E., me repito su mui amigo i servidor

Bamon Vargas Macltuca ..


P. D.-No seria conveniente i posible intentar una sorpresa ,
sobre Pachacamac con una columna lijera?' Y a V. E. se habr.
dado la respuesta.
Saludo a V. E., etc.

Ramon Vargas Macltuca ..

CAPITULO XXVI.

LA BATALLA DE SAN JUAN.

Jun ta de guerra. que el jeneral en jefe celebl'U en San Pedm de Ltnin el 11


de enero de 1 88 l.~EI plan de Ate i el <<plan de San Juan.- .Tuuta
de jefes de cuerpo a medio dia de ll 2 i ar enga de l jenera l Baquedano.Su proclama al ej rcito i e l des fil e de s te .- La Tablada i el ca min o de
Otoc ongo.-La> hac;endas de Villa i San .Juan i 1as zonas del sur.-M a rcha nocturna de las divisiones.-La arti lle ra de campaa e n el portezuelo de Mancha i.- La marcha a media noc he del cuar't.el j eneral -Las
defensas de los peruanos.-- Las lnea~ de Chorrill os i ~a n J uan H IS ceri'O S artillados.-Las abras de Sanlct T eresa i de San Juan.- Pla n de ataque del jeneral en j efe.-Aspecto jcnera l de l cam po de batalla.- Confianza de les peruanos.-La8 minas de Pam pa Gmnde i su com pl eta
ineficac ia -Casos p1cticos. -Errores de la rclacion de Qu imp er. - La
verdadera falta estratjica d3 Pii'Ola .-Colocac i:.> ll de sus cu e1p os 'e
eje1cito.-lg lesias defi ende la abra de Sant a Te1esa i Cceres la de San
Jnan.-D{tvila en Pampa-Grande i Sua re7. en Chorri llos.-La Division
volaniP- i la UJl umna de honor.-Pdncipales j e fe~ di visionari os del ej ercito de-l Pcr.--El cuartel jeneral en Chorill os i confianza en qu e no se
librai'n la batalla has ta el 20 de onei'O.~ - S ec re t a in qui e tud de Pirola
i C J I11 '> la aviva una ca rt.a del j eneral Ya1gas Machuca.- - El di c tador se
diri.i e a Ate en la media noche del 12.-Las aywzaclas ele Villa ooj en un
;mbulante ehile no, i ste da aviso de la mar.c ha de l ej rcit o.-lVluj eres
que a1crlan en ello.- Se a les en toda la ln ea .-Lrs peruan os eF t n li ~
t.oF.-- Como acampa aru clla noche el corone l Ly nc h su dvi sion.--El
comnel Velazqn e7. coloca e n posiciones e n el medi o de las ~ o mb1'a8 la
H tillera de campaa.- - Total de las fu erzas d13 combate por di viFiones.
--L~ !l :lhnll c 1~.-La re sel'\'a.-El ltimo dcsp el'tar en el ~ am p o de balnll a.--)\l.ar~J iq. dl'l Atacarna i su post1e1a pleraria.-El di a rio indito
rL,l CO I'O ilf'i U11bl ...\hucida.-El capitan l:arnire~. del Atacama i su a rm,jarla hazaa -La ZG!lQ. de la mnnrte a l pi dn los morros.-Dest.ellos de
seiiaies co n r1un los nenl:ti iOS inician la batalla e n b o.'cu ri dR d.- Ca rct e l' de l soldado chil ew: i s1 1 int!i,idu alidad podr rosa e n la I.Ja fnll a.- Como se c)i sper,a n i se ent:, ~mc.cla n los cu e1pos. - - Curioso caso del sub-

--

901 __;

teniente Larena3.--Zozubfa de Lynch al verse solo l!u estoicimo en


la batalla.-Tardanza de la division Sotomayor i como se ha exajerado
esto suceso.-El j eneral Baquedano suple su demora con el empleo
opol'tuno de la reserva.-E l encuentro de los comandantes Canto i Marchant en el campo de batalla.-El despliegue del Buin su irresistible
empuj e.-El sarjento capitan Daniel Reboll edo.-El Buin se apodera de
la ab ra de San J'uan i mata a bayoneta a todos sus defensores.-Horrbles CLtadros.--La brigada Barbosa en las nub es.- La art illera de vVood
completa la victoria de la brigada Gana.-HP.roismo que de spliegan todos los j efes empeados en ia accion.-MuP.rte de los segundos jefes del
Chillan, del Talca i del Chacabuco.- Vacilacion del Colchagua i muer~
te herica de Roberto Souper.-Su diario de campaa .--El capitan Rey~
tes.-Los muertos del 2.0 de lnea. -Jefes peruanos fuera de combate.Lucha en las alturas de la brigada de artillera Emilio Gana contra. el
Morro Solar.-La division Lynch se apodera de la abra de Santa Teresa en los momentos en que el coronel Gana toma a viva fuerza las casas
de San Jua.n.-Cargas de caballera en b dcri'Ota.--Los comandantes
Blnes i Yva.r i muerte del ltimo.--Los capita.Rcs Rivera i Donoso del
Buin.-A las 8 de la maana la batalla de San Juan, es una victorin
completa en sus dos alas i en el centro.

I.
Re::melto irrevocablemen te desde el dia 6 de
enero en el clculo i en el herosmo el plan de
ataqne de frente a las formidables posiciones de
los peruanos en la. lnea de Chorrillos a. San Jnan
por los tres hombres de guerra que haban fOJ:jado la ba.tall ~t campttl de Tacnn. i el asalto victorioso de Arica., es decir, por el jeneral Baqnedano
i por los coroneles Velazquez i Lagos, convoc el
primero el da. 11, a. la, hora. del medio clia, en sn
alojamiento de ]as casas de San Pedro, especie de
claustro, granero i fortalezajesutic a, una junta de
guerra, no para cubrir Sll responsabilidad sino para aee n tuarla.
Asistieron a esa conferencia los j e nerales Maturana., j efe de estado mayor; Saavedra, inRpector

902 __:

jeneral del ejrcito; Sotomayor, jefe de la 2.n division; el coronel Lynch, comancla.nte jeneral de
la 1." di vision; el ministro de la guerra en campaa., el ex-ministro de Chile en el Per don
Joaquin Godoy i los secretarios Altamirano i Lira. El coronel Lagos, comandante jeneral de la
tercera division, no se hall presente a causa de
_ una lijera indisposicion motivada por los insomnios i la fatiga. El elemento militar estaba casi
balanceado en el consejo por el elemento civil.
Espuso eljeneral en jefe netamente su plan en
aquella junta., i no encontr sino dbiles contradictores. El jeneral Saavedra habria preferido elemorar el asalto hasta hacer venir nuevas reservas
ele Tacna. El ministro de la guerra, que desde el
reconocimiento de Barbosa en la quebrada de
Ate i por los informes del injenero Murphy que
all fu tomado, segun ntes dijimos, se haba impresionado en el sentido ele lanzar el ejrcito por
esa via de eircunvalacion, insinu su conveniencia, pero no con el calor que la pasion poltica ha
atribuido despues fi aquellas di vmjencias. Era. una.
simple opinion que l sujeria a la responsabilidad
del jeneral en jefe, i que en definitiva dejaba. a su
albedrio. Por ltimo, el jefe de estado mayor, que
desde Tacn<t tra.ia madurado un plan de batalla
concebido en tres jornadas sncesi vas i por aquella
misma direccion, apoy sin entusiasmo al ministro;
pero fn combatido en lo absoluto i con ene1jia

-903-

por el coronel Velazquez. En su conclicion de jefe


de la artillera de campaa, natnra.lmente, no era.
dable al ltimo aceptar una maniobrct en terreno
desconocido, que hubiese podido embara7.ar el
uso de sus caones i los de la escuadra, que en la
combinacion por Ate quedaban por necesidad. eliminados.
Por su parte, i con su laconismo acostumbrado,
el jeneral en jefe aleg las graves razones que
con trasparente claridad apunta en su parte oficial de las batallas de Lima, i entre aqullas figuran en primera lnea la falta de movilidad para
emprender un movimiento que habra podido durar dos o tres dias, marchando peligrosamente por
el flanco, la temeraria prescindencia de la cocperacion ele la escuadra i el peligro inminente de
que el enemigo hubiese podido ocupar a Lurin
maniobrando a su retaguardia i cortndole, no solo su base de operaciones sino sn natural re ti rada.
A todo esto habra podido agreg<:t r que en la cienda i la esperienci<:t de la guerra est demostrado
que quien lleva un asalto de feente lleva la ventaja, si cuenta para ello con la oscuridad i la sorpresa, la disciplina i el valor conocido del soldado.
Por otra parte~ i as como habda sido probable que, chtnclo la vuelta por Ate, hubiese podido el ejrcito de Chile ocupar a Lima casi sin
resistencia, habra sido acaso esa misma ventaja.
ocasionada a. er~contra.r en escala mas abultada.

90-! -

los gravsimos inconvenientes que el vencedor


hall a su paso algunas horas mas tarde en la conflagrncion i en el alcohol de Chorrillos. (1)

II.
Acordada definitivamente In marcha de frcute,
se dispuso todo para verificarla en la tarde del 12
de enero, i a fin de detallar a cada cual lo que le
corresponda ha.cer en la batalla, el jeneral Baquedano cit en la maana ele a.q uel dia a una
junta. de jefes en su sala de despacho, asistiendo
todos los comandantes j ene rales de brigadct i de
cuerpo.- El 12 por la maana., .decia el coronel
Gana en una carta ntima de familia escrita desde Lima el 29 de enero, fuimos citados todos los
jefes a la presencia deljeneral Baquedano. Reunidos en un gran salon de la hacienda de San Pedro, el jeneral nos dijo:-Esta tarde a las seis
marchar todo el t~rcito para caer sobre el ene( 1) Nosotros publicamos nq. artculo crtico i desapasionado
con el ttulo de .El plr:tn de Baquedano i el plan de J~Iaturana))
en El 1lfmcurio del 24 de febrer o de 188 1, pesand(} tranqnilamente lns razones de uno i otro movimiento, el de Ate i el de
Han Juan, i ese trabajo puede ser de til c:on~ulta asi como un
bien pensado artculo estratjico que el coron el don Tomas \ Valton di a lnz el 4 de enero de 188 1 en El H rwaldo. Despnes de
esa poca i con motivo ele la candidatura delj eneml Baquedano
a la presidencia ele la llephlica, se form una atmsfera fa luz i
ardentsim:L en torno de esta cnestion de g nerrn ; pero nosotros que escribimos para la posteridad i no pnra los politiqneros,
no tenemos para qu tomarlo en cuenta nqu..

..

CORONEL

DON FR ANCISCO
Lit . P CR<lot. Hutfanos

BARCEL
~ AFAEL JOVER ,

EO I TO P

-905-

migo ntes de aclarar; la primera division atacar


el ala derecha del enemigo, la segunda el centro
por San Juan i la tercera la izquierda. Yo espero,
aadi, que todos cumplirn con su deber. omos
chilenos i el amor a Chile nos seala el camino
do la victoria. Adios, compaeros! Hasta maiana.
despues de la batallah)
Visible era la sant a i j euerosa espansion del
patriotismo en todos los semblantes al oir aquella
arenga de soldado i de patriota. Algunos, como
el coronel :M:artinez, del . Atacama, se mostraron
sombros pero resueltos; otros entusiastas i alegres. Cuntos de nosotros estaremos maana
Yivos! )) dijo al comandante Holley uno de sus
compaeros de bri gada.-ccQu importa, le respondi el ltimo, si la victoria de Chile est mas
all de la m nerte !>) (1)
En seguida todos arreglaron sus relojes por el
del jeneral en jefe. renwntaron a sn nivel sus corazones, i de all marcharon a ocnpar sus puestos
al frente de sns tropas.

III.
A esa hora en aquel memorable dia circulaba
'asimismo de mano en mano en los afanados i bulliciosos campamentos una proclama manuscrita
del jeneral en jefe (porque se babia descuidado
( 1) Carta citada del coronel Gana.
114

11 1ST. D E LA C . DE Ll!lfA .
-

-906-

llevar siquiera una prensa litogrfica porttil),


que resumia hts nobles impresiones de todo el
ejrcito i estaba concebida en los trminos siguientes:
A los seiio1'es jefes, oficiales, elases i soldados del ejrcito.

Vuestras largas fatigas tocan ya a su fin. En cerca de dos


anos de guerra cruda, mas contra el desierto que contra los
hombres, habeis sabido resignaros a esperar tranquilos la hora
de los combates, sometidos a la rigorosa disciplina ele los campamentos i a todas sus pri Vitciones. En los ejercicios diarios i en
las penosas marchas a tra.ves de arenas quemadas por el sol ,
donde os torturaba la sed, os habeis endurecido por !.1 lucha i
aprendido a vencer.
Por eso habeis podido recorrer con el arma al brazo casi todo
el inmenso territorio de esta repblica, que ni siquiera procuraba embarazar vuestro cateino. I cuando habeis encontrado ejrcitos preparados para la resistencia detras de fosos o trincheras,
albergados en alturas inaccesibles, o protejidoa por minas traidoras, habeis marchado al asalto firmes, imperturbables i resueltos, cou paso de vencedores.
Ahora el Per se encuentta reducido a su capital, donde est
dando desde hace muchos meses el triste espectculo de la agona de un pueblo. I como se ha negado a aceptar en hura oportuna su condicion de vencido, venimos a buscarlo en sus ltimos
atrincheramientos para darle en la cabeza el golpe de gracia i
matar all, humilhndolo para siempre, el jrrnen de aquella orgullosa envidia que ha. sido la nica pasion de los eteruos vencidos por el valor i la jenerosiclad de Chile.
Pues bien: que se haga lo que ha querido: si no lo han aleccionado bastante sus del'lotas sucesivas en el mar i en la tierra,
donde quiera que sus soldados i marinos se han encontrado con
los nuestros, que se resig ne con su suerte i sufra el ltimo i supremo cast,igo.

-907Vencedores de Pisagua, de San Francisco i de Tarapac, de


Anjeles, de Tacna i Arica: adelante!
El enemigo que os aguarda es el mismo que los hijos de Chile aprendieron a vencer en 1839 i que vosotros, los herederos
de sns grandes tradiciones, habeis vencido tambien en tantas
gloriosas j ornadas.
Adelante! A cumplir la sagrada mision qne nos ha impnesto
la Patria! All, detras de esas trin cheras, dbil obst{LCulo para
vuestros brazos armados de bayonetas, os esperan el triunfo i
el descanso; i all, en el suelo querido de Chile, os aguardan
vuestros hogares, donde vivireis perpetuamente protejidos por
vuestra gloria i por el amor i el respeto de vueskos conciudadanos.
Maana, al aclarar el alba, caereis sobre el enemigo; i al plantar sobre sus trincheras el hermoso tricolor chileno, hallareis a
vuestro lado a vuestro jeneral en jefe, que os acompaar a en
viar a la Patria ausente el saludo del triunfo, diciendo con voso tros:-Viva Chile!
Manuel Baquedano.

IV.
A las cuatro de la tarde de aquel mismo da
comenz el grandioso desfile del ejrcito hcia el
puente de hierro de Lurin. Los rejimientos marchaban por el flanco, lUeros los corazones, risueos los semblantes, jiles los msculos. Al fin,
aquellos hombres sufridos iban a Lima, despues
de dos aos de impaciencia i ele esperanza. Las
bandas ele msica que los prececlinn alentaban sn
marcha ejecutando aires patriticos, i unn, hont
.despues
el campo de la Tablada que separa el va,

-908-

lle de Lurin del de San Juan , hervia con los ji ros


i los pasos de veinte i cuatro mil combatientes que
se adelantaban a cumplir los destinos de su patria.
La distancia lineal de Lurin a San Juan, conforme
a los planos del injeniero Orrego, es de 17,400 me tros, o sea mas o mnos, contando con las ondulaciones del terreno, cinco leguas chilenas. El leguario antiguo del Per arr~ja una distancia de 6
l~guas espaolas ele Lima a Lurin i 7 de Lurin a
Chilca.

V.
El telTeno que los chilenos tenian que recorrer
era llano pero pesado. Denomnase con propiedad
aq nella comarca rida i medanosa la T ablada de
Lurim), porque es una meseta que se empina algunos metros sobre el nivel del rio i va a morir en
el del Rimac, que a sn vez comienza en San Juan
o en Chorrillos, di vid idos ambos all por spero
lomaj e.
Tiene aquel paraje algo ele semej tt nte a la fo rmacion jeoljica del llano de lVIaipo entre el Mapocho
i el rio de aquel nombre, salvo que las arenas del
m:tr vecino esp:trcidas por vientos seculares siembran sn espacio de montculos movibles i han form <:tdo dos series de mdanos paralelos que corren
de sur a norte, el uno jun to a las playas i el otro
tJg unas cuadras mas hcia el interior. Llmase la

-909-

Tablada en realidad solo el espacio arenoso com- .


prendido entre esas dos cadenas de mdanos, i por
su centro coreen el camino de Caete, el trazado
de un futuro ferrocarril i los postes del telgrafo.
Mas hcia el oriente, i separado por los mdanos
interiores que dejamos indicados, corre un camino
de atravieso llamado de Otocongo o la Capilla, por
una ruina que en su mediana existe, sendero de
mulas que el dueo de la hacienda leera de Manchai, un coronel Arias, haba hecho hacia poco carretero para el trfico del combustible a la ciudad.
Este camino penetra en la Tablada hcia su mediana por un blando portezuelo de tres o cuatro
caracoles.

VI.
El derrotero que corta por su centro la Tablada va a desembocar en Villa) hacienda de regado,
es decir ele alfalfa i ele caa, situada a espaldas ele
la qne fu fastuosa villa balneari a ele Chorrillos i
forma lo que se llama el camino re al del sur en el
Per. El sendero ele Otongo o camino de Manchai, es mas propiamente la va montaosa ele Ayacucho i de Arequipa, i sta, cortando las cerrillach s de Chorrillos en su centl'O, va a pasar por la
hacienda ele San Juan, jemela ele la de Villa, pero situada en el faldeo opuesto de los cerros, i
en seguida por las de T ebes i la P alma, famo sas
stas ltimas en las guerraf::l civiles del Per.

-910-

La hacienda de Villa fu heredad hace algunos


aos de la familia feudal ele Lima de La valles i es
ahora propiedad de los Goyeneche, familia feudal
ele Arequipa. San Juan perteneci hasta hace poco c:t un chileno natural de Talcahnano llamado
Fernandez, hombre terco i orgulloso, que dej
infeliz familia de dos hijos, uno de ellos loco en
San Anclres i el otro en poder de prfido tutor,
conocido hombre pblico del Per, ele quien se dijo que por heredar a su pupilo lo arr~j vivo al
crcamo del injenio, i all pereci.

VII.
En la organizacion mucho mas fantstica que
efectiva que el jenio meticuloso del dictador habia
impreso a las rejiones agrestes i despobladas que
forman cintura a Lima, el distrito ele Chilca llevaba el nombre de zona nm. 10, i el ele Lurin,
comprendiendo las haciendas ele San Pedro i
Buena-vista, zona nm. 9. La zona de Chorrillos
(nm. 8) abrazaba las poblaciones de Chorrillos,
Villa, San Juan, Surco, Barranco i Miraflores, i la
zona 7 .a las haciendas, aldeas i chcaras situadas
en la rinconada de Ate o sus lindes, como Vazq uez, l\!Ionte- Rico, Melgarejo, la lVIolina, etc.
La zona nm. 6 era la de la lVIagdalena antigua i
moderna; i pasado el rio, seguan hcia el norte
seis zonas rnas, todas dentro del departamento li-

-911-

toral de Lima, Huacho i Supe. Por el sur las zonas


terminaban en Caete con el nm. 12, de suerte
que haba seis zonas ctl norte del Rimac i seis al
sur.

VIII.
Conforme a esta disposicion del terreno i a la
mision encomendad a a cada una de las secciones
del ejrcito de Chile la div:lion Lynch avanz de
frente por el centro de la Tablada., destacando
por la orilla de la playa al rejimiento Coquimho i
al batallon Melipilla a cuyos cuerpos se encomend la arriesgada tarea de atacar el casero de Vi
lla i sus fortificaciones por sorpresa i por el flanco.
La division Lagos, que pas el puente de Lurin
en pos de Lynch, deba ejecutar en el centro "de
la Tablada una conversion hcia su derecha para
caer sobre la izquierda enemiga, al paso que la
division Sotomayor, haciendo un corto rodeo por
los potreros del valle, tomara el camino de Otocongo, pasando el rio por un puente provisional.
La artillera de campaa recorrera esa misma
senda, que por su posicion resgnardada era mucho
mnos medanosa i fatigara mnos sus tiros. La
artillera de montaa repartida en brigadas segu ria a retaguardia de las respectivas di visiones a
lomo de robustas mulas i en el rclen signiente
en cada division .

-91 2-

Aco mpa aba a la division Lync h la bdga da


del 2. r~jimiento man dada por el sa1jento mayor don Emil io Gana , comptu~sta de las hate ras
de los capi tane s don Gum esind o Fonteci11a i don
Jos Anto nio Err zuriz ; a la 2.a la brig ada del
sarje nto may or don Man uel J. Jarp a, del mismo
rejim iento nm . 2, i form ada por las bate ras de
los capi tane s don Ed uardo Sanfqentes, don Emi lio A. Ferr eira i don J o1je von Koll er, i por fin,
a la tercera, la brig ada del prim er rejim iento a
las inme diata s rdenes del sa;jento may or don Jos Lore nzo Herr era i al man do supe rior del segu ndo jefe de ese cuerpo, tenie nte coro nel don Anto nio R. Gonzalez, com pues ta de las bate ras del
capi tan don Fran cisco Ruiz i del tenie nte don
l\ian uel J ofr.
0

IX.
A las 7 de la tarde todos los cuerpos hab an
cruzado el rio Lurin i no qued aban en el camp amen to sino dos com pa as del Curic al man do del
capi tan don Tris tan Lope z i un pelo ton de gran aderos con el alfrez Padi lla, para prot~jer a los enfermos, cuyo nm ero llega ba a 200, los vveres i
los bagajes.
La caba llera debi a parti r a las 10 de la noche
para llega r fresca al cam po de la accion , i el cuar tel jene ral se mov era solo despnes de med ia no-

--

913-

che entre las sombras. El parqne seguia en sec


ciones el a vanee jcneral de las di visiones. (1)

X.
luna que al dia siguiente seria llena., entoldada por nubes que velaban sn claridad sin estinguirla, alumbraba tnuemente el camino de
las tropas. En marcha i avanzando con intervalos
de una hora de fatiga i veinte minutos de descanso, en seis horcts completarian las tres divisiones comodamente su jornada.
L~

(1) <~:Cada division habia ido acompaada por la seccion de


parque que le estaba destinada de antemano, i este importantsimo servicio, gracias a las medidas del comandante Ansieta,
que era su jefe, i a la ayuda prestada. por el ct~mandante de bagajes, don Francisco Bascuan, estaba. arreglado de tal manera,
que no podia caber temor de que se repitieran ahota las tristes
escena de la batalla de Tacna.
<~:Cada. division tenia una seccion de parque a sus rdenes,
siendo jefe de la primera el mayor don Pedro Herreros, de la
segunda el mayor don Flix Urculln, de la tercera el mayor
don Emilio Contreras, i del parque de artillera el mayor don
Exequiel Fuentes.
La comandancia de bagn.jes, por su parte, con cuyos arrieros,
mulas i de mas elementos iba a hacerse el servicio del parque,
tenia por cada division un empleado con el nombre de comand <1nte, i lo eran: don Feliciano Encina de ln. ptimem, don Pablo
Vigneaux de la segunda, don Segundo Fajardo de la tercera, i
don Benito Ahtmos del parque de artillera.
De las 1,000 muhs con que contaba la comandancia debag;~jes a la. salida de Lul'in, fueron destinadas por rden del estado mayor ,ieneral 650 apar~jauas i 200 entre de silla i en pelo
para dedicarlas al setvicio del parque i a las otras necesidades
del ejrcito.
( CAVIEDES.-Corresp ondencia al Mercurio.)
HIST. og LA C DE LlMA

115

-914-

A la 1 de la noche el coronel Lynch tendia, en


efecto, su di vision en la arena agrupada en columnas por rejimiento, i all los fatigados infantes
dorman su ltimo sueo frente a los tres empinados morros que iban a ser
tumba i su diadema.
La division Lagos, que tenia. mayor esten. sion que recorrer en su marcha. oblicua, segua
.avanzando hasta las dos de la ma.ana, i Re detenia .solo a la vjsta de los cerros de la derecha
,q ue iba a e11volver, mintras que la division Sotomayor, desembocan do por el portezuelo de las
carretas leeras de Manchai, penetraba a la Tablada media hora mas tarde i se al~jaba demasiado a retaguardia de su puesto de combate en un
repiiegue del terreno, junto a unos corrales. Los
caones de campaa del coronel Vela.zquez habian
seguido aquella misma ruta, pero en la curn bre
del portezuelo debieron aguardar largo trecho para dar paso a los infantes. Hubo aclemas un momento de a.lar_m a en aquel sitio, porque clise aviso
que en la llanada s~ avistaba caballera enemiga.
Orden el coronel V clazquez en sern~jante conyuntura se adelantaran a reconocer sus ayudantes
0\--alle i Guevara, i cuando stos deseendian de la
colina encontraron al infatigable esplorador del
ejrcito, el bravo capitan Flores, en su tradicional
caballo blanco, con la noticia de que los jinetes
avistados eran nuestros. Bien pronto habremos de

su

- !)15-

saber quienes eran aquellos csploradores de la noche i por qu por ese rumbo andaban.

XI.
Verificbase todo esto en el mas profundo silencio, i como para hacerlo mas intenso i propicio,
la matutina camanchaca del desierto i del ocano
se adelant aquella noche a su hora quedando los
dos ejrcitos a. la vista pero en vueltos en densa
niebla a la distancia mxima de ocho mil metros
dos leguas) el uno del otro.
Eran las 2 de la maana, i a eHa hora llegaba
-el jen ~ ral en jefe con el estado mayor i el cuartel
jenera.l una loma alta i central que desde el reeonocimiento del 6 de enero haba quedado designada como el divisadero jeneral del campo de
batalla i su sitio mas adecuado para dirijirla.

<!Esperando tJne llegara la h ort. ele la partida, dice uno ele la:
<Comitiva del j ene ral en jefe, fijada en las d oce de la noche, me
a:eLm en las bodegas de las casas al jeueral Matnrana i a los
-otros amigos que, t endidos sobre los lios ele charqu-i i sacos de
galletas i frejoles de la proYision del ejrcito, charlaban, entreteniendo la velada con los ma.> alegres cuentos i con un suculento asado, comido a dedos i a mordiscos, que habia tenido la
buena idea de prepa.rar el simptico coronel V al di vi eso.

La marcha de aquella carabana fn breve pero


silenciosa i casi melanclica. Nadie hablaba. Los
corazones latan silenciooamente dentro de los

-916-

pechos que frijida niebla envolva., i cada cual


mantena all con el distante hogar el dilogo callado de los recuerdos, de los presentimientos i de
los adioses.
Llegados allngn.r del acech1, agregaba el nanad or que acabamos de ci tar, all permanecimos tres largas horas sin que na
die, ni las besti;~ s, hi cieran el mas perceptible ruido. Solo el
caballo del ministro J e la g uerra, el mismo en que cargara en
Tacna, a lil. c1ber.a de los Gr,tnt\deros, relin ch por tres veces
cuando nos acercbamos a las lneas enemigas. El noble bruto
reconoci6 sin duda a sus antiguos contendores i quiso desafiarlos impaciente, con su guet-rero i bullicioso clarin ...

XII..
Qu hacan entretanto los peruanos dentro de
sus temerosas lneas de combate?
Segnn lo tenemos referido, el ejrcito de lnea
del dictador en nmero de veinte mil hombres
habia comenzado a ocupar el 23 de dieiem.b re las
fuertes posiciones naturales que se estienden desde el Morro Solar, escarpe formidable del ocano,
hasta l\{onte-Rico Chico, chca.ra de faldeos, especie de Pea.lolen de Lima, situada en la base de
los cerros de Vnzqucz, chcara de mayorazgos,
n bica.da en ll.J.r:; dereceras de la ciudad.
'renia ese movimiento lugar el mismo dia en
que la brigada Gana ocupaba a Lurin. El ejrcito
de reserva, a sn turno, marchaba a oc:1par la segunda lnea de Mi !'aflores, que corria de ese pne-

-917-

blo hasta los cerros de Vazquez, apoyndose en


una batera denominad~t la Calert de la Merced i
repartindose en una estension de cerca de dos
leguas. De esta manera los peruanos tenian dos
lneas sucesivas de combate qne se desarrollaban
una i otra en el espacio de cerca de cinco 1~ ...
guas, defendidas por ciento veinte caones i treinta i dos mil hombres, de los cuales doce mil correspondian a la resel'va. El S;:tn Cristbal i el
San Bartolom, dos alto.s cerros qu ~ cubren a Lima. por el oriente como dos slidos contrafm~ rtes
de los Andes all vecinos, semejantes al San Cristbal de Santiago i al de Badajoz en Espaa, formaban la tercera i fantstic-a lnea de flefensa de
Lima con Sllf) poderosas bate'as de ntarina servidas por jente de la escuadra.

XIII.
Segun se obsenrar desde luego, las lneas de
defensa . de ht capital del Per eran demasiado
estensas, abiertas i mltiples. Et ltimo era su

1
ma::; notono def~ cto de flaqueza, porque no qued<-tba. en manera. alguna vedado al ejrcito invasor atacarlas en detalle, cual aconteci, librndoles tres batallas en tres das.
Las lneas de Mirafiores, consideracbs en s mismas, haban sido hbilmente dispuestas, i fneron
ejecutadas por iojenieros en tendidos en ei arte

-918-

militar. Pcr lo opuesto, las de Chorrillos a MonteRico chico, cuyo centro estaba en San Juan,
no fueron ni con mucho tan cuidadosament~ s
tudiadas ni dispuestas conforme a preceptos de
la ciencia de la guerra, i esto porquP en realidad
no lo necesitaban. U na spera naturaleza se haba anticipado all a la labor del hombre i hchola. hasta cierto punto escusada.

XIV.
De;;cle el Morro Sol<~r i con una lijcm inclinadon hcia el nordeste levntase una cerrillacla
.arenosa que va formando diversas curvas, contrafuertes i picos salientes, algunos de los cuales se encumbran hasta la altura. de 180 metros
sobre la arena muerta de la Tablada ele Lurin.
Ell\1:orro Solar, que recuerda por sn posicion,
por su estructura i por el herosmo chileno, causa
de HU renombre, el famoso 1Jforro ele An:ca, empnase abrupto, sombro i casi inaccesible hasta
una altura, recientemente medida, de 275 metros,
algo que equivaldr cinco veces a la elenteion
vertical del peon de Santa Luca ele Santiago,
cuya mas encumbrada roca se alza 66 metros sobre el plan ele la ciudad. Cuando se habla ele po-
siciones tornadas al asalto i a la bayoneta, la medida en metros de los lugates es la mas acentuada revelacion del herosmo, porque cada pulgada

-919-

de ascenso representa un esfuerzo sobrehumano.


Sucdese en pos, camino del oriente, una cadena desigual erizada de morros que ostentan su
rida cabeza en el horizonte calc:inado por el sol
i por el cierzo. De stos, tres son los principales, i
contando desde el mas vecino al mar, se encuentran a 50, a 64 i a 96 metros sucesivamente. Tales eran los terribles morros, verdP.deros castillos naturales, que debia atacar ntes de rompet
la luz del alba la division L ynch.

XV.
Continuand o hcia la derecha. destacbase aquella noche, mostrando sn parda silueta en la scmidaridad de la luna anublada, una cuchilla de una
altura mas o mnos uniforme, en forma de meseta inclinada; i en seguida toclavia mas hcia el
-oriente los morros llamados propiament e de San
Juan, que miden respectivam ente 168 i 176 metros de clevacion.
De esht maneru. el ejrcito chileno, aparte del
.M:or.ro Solar, en cuya aitsima cumbre exista una
batera de ocho cafwncs de a 12 i tres formidables
ametrallado ras bvaras de oscilacion, i sin tomar
en cuenta muchas eminencias ele menor importancia que interrnmpia n la lnea enetniga i la hacan mas inaccesible, tenia delante ele tms pasos no

..

'

-920-

menos de nueve alturas a1tillaclas que eran otras


tantas fortalezas natmales casi in esp ugnables.
Por consiguiente, las obras artificiales de defensa ejecutadas por los peruanos consistia.n solo en
algunas profundas cortaduras para ligar aquellos
contrafuertes naturales entre s, i de trecho entrecho slidos para.petos de sacos con plataformas
colocadas en los sitios mas ade-cuados para manejar sus bateras de caones de tiro i campo medidos. Sesenta. ele stos estaban distribuidos desde
Chorrillos a San Juan en la estension de 4,400
metros.
Encontrbanse tamhieu desde San Juan a lVIoute-Rico chico unas pocas pi ezas mal distribuidas,
porque la distan6a de la lnea entre los ltimo's
puntos era ele 8,000 metros, o sea dos leguas:-total de las distancias, estimadas a vuelo de pjaro, o mas propiamente siguiendo el trazado del
compas en el mapa, 12,800 metros:-treR leguas.

XV I.
Desde Srm Juan al Morro Solar aquella compacta cerrillacla se ag rnpa como si los vientos furiosos hubieran arremolinado las arenas, i en seguida petrificdolas el hlito candente del sol tropical. I esto es de tal modo, que empedernidos
mdanos solo dejan dos pasos transitables para
la rueda ele los vehculos o la ua ele las arrias:-

-921-

una al pi del morro Solar que llaman el abra


ele Santa T eresa, por un caaero de este nombre que
all hubo, i el otro el abra de San Jnan que forma un portezuelo de solo 26 metros de altura sobre el nivel de la planicie.
Por el abra de Santa Teresa penetra el camino
real i un canal ancho que trae el agua del Rimac
por el canee llamado rio de Surco hasta Villa, i es
la ruta de mayor trfico ente Lima i ~urin.
Por la abra de San Juan encuentra paso el camino de mulas de Otocongo o de Manchai, recientemente ensanchado para, cruzar en seguida por los
caseros i hacienda de su propio nombre (San
Juan), la de Tebes i la de la Palma situadas en el
centro de la 1lanura que separa a Chorrillos de Lunn.
Aquells dos aberturas de la cuchilla medanosa de Chorrillos, verdader.os lechos del muro de
granito que guarda a Lima por el snr, eran en
consecuencia las dos llaves maestras, las verdaderas puertas de calle de las posieiones enemigas. A
fin de destruir a fondo el ejrcito del dictador, ern;
forzoso conquistarlas a toda costa, as como era
forzoso para tomarlas apodertrse prviamente de
los morros que las dominaban a manera de fortalezas naturales erizadas de soldados i de caones .

XVII.
En la abra de Santa Teresa estaban tendidos
HTST. DF: LA C. DE LUlA

116

-922-

en batalla, a derecha e izquierda del desfiladero,


los batallones Ica i Libres de c~jamarca, sosteniendo una brigada de artillera volante mandada
por el sarjento mayor don Enrique Dellorme, jven
descendiente de frances, que siendo cadete babia
sido promovido a capHan por una infantil hazaa
en el combate del Dos de mayfJ contra la escuadra
espaola.
Los peruanos, mucho mas estratjicos que lo
que vulgarmente se les reconoce, se habian dado
clara cuenta del valor militar de sus posiciones i
tenan formadas en esa virtud sus agrupaciones
de armas con notoria precision i habilidad.
El observador, deciu en efecto un cirujano de las ambulancias peruanas establecidas en San Tadeo, el doctor don Avelino
Vizcarra, escribiendo a un hermano suyo residente en el Cuzco
i describindole minuciosamente aquellas posiciones, el observador, colocado en la mas elevada de estas colinas, situada casi
delante del injenio de San Juan, a donde se hallaba establecida
la oficina de seales semafricas de nuestro ejrcito; ve desplegarse a su frente una inmensa llanura rida i de una arena
suelta., que sirve como de prembulo a la mui conocida tablada
de Lurin. La vista se pierde en un horizonte triste i desolado, i
all a lo ljos, en medio de la compacta uniformidad del desierto, se notan algunos puntos negros sobre las leves lomadas que
lo ondulan; con ayuda de anteojos se distinguen claramente
grupoR de caballos: son las avanzadas del enemigo.
Al oriente del cerro de que hablamos, la cadena se rompe
bruscamente para reanudarse sin solucion de continuidad, for
mando asi un hondo i ancbsin10 camino defendido por un sinnmero de bombas automticas enterradas, que debian estallar
a. la mas leve presion.

-923Al poniente del mismo cerro, como a distancia de una milla,


e3tindese verde i fiorida la hacienda de Villa, formando una
nueva interrupcion a la srie de colinas que van aumentando ele
elevacion hasta el morro Solar i que vienen naturalmente a servir ele barrera de defensa contta toda. in vasion por ese lado. Sacos de arena, ametralladoras, caones, minas i anchos fosos
triplican, al parecer al mnos del soldado imptovisado, la natural fortaleza de tan formidables posiciones. La estrema izquierda
de nuestra linea es Teves. La estrema derecha es Chorrillos;
hai dos leguas i media de un punto a otro. ( 1)

XVIII.
Maravillado de la solidez de aquellas defensas el
facultativo peruano que acabamos de citar, aseguraba. que ni sesenta mil hombres se abriran camino a tra.ves de aquella inespugnable barrera; i cosa notable, ele idntica opinion fu el capitan
Marckham del acorazado ingles Triumph, cuando
invitado a almorzar en sus lneas por el suntuoso
anfitrion Oanevaro citle ste para el banquete
final de la victoria el 19 de enero en su palacio
de Lima. (2)
, (1) Boletn NatJional ri-el Cuzco de febrero de 1881.
(2) Datos del capitan Hastings Markham al a~tor. Canevaro
estaba rodeado de sus ayudan tes aquella maana 1opez, Laos, i
entre Rtos notbase el cn.pitan don Juan Castilla, nico vstago
de injerto del mariscal de este nombre i que all pereci. El capitan Markham visit en Lima a Canevaro, no ea la tarde del
19 sino en la del 20 i le encontr herido i refujiado en una legacion pero sin olvidar por esto su convite ....
El capitan Markham es un brillante oficial, natural de York
i compaero del famoso esplomdor .Nares en el polo norte, i sobre este particUlar ha escrito un interesante libro titulado Grea

;.._ 924 -

XIX.
1\Ias al oriente de San Juan , las defensas de los
peruanos se debilitaban en razon de la naturaleza
del terreno. La cerrillada no se pega all a la cordillera de la costa sino que huyendo bruscamente
hcia el norte i disminuyendo sus lomas i perfiles
a un promedio de 70 metros de altura, deja hcia
el oriente una llanura rida que va denominndose, segun la zona o chcara que sus lindes tocan,
Pampa grande, Pamplona i Pampa del Cascajal,
esta. ltima en la vecindad de Monte-Rico chico ,
trmino setentrional de las lneas de Chorrillos.
All los injeniero; peruanos, mas noveleros que
prcticos, habian recurrido a una defensa especial,
que fu empero del todo ineficaz para sns propsitos. N o pudiendo colocar caones en un terreno
abierto, lo sembraron con millares de cubos de hierro que contenan tres o cuatro libras de dinamita, los cuales enterrados en la tierra dejaban solo
en l superficie una especie de c1esta a manera
de corcho de botella. des tinado a producir la ig nicion por la presion del pi del soldado o la pezuFrozen Sea, London, 18RO. Considrasele como el mas jven de
los ca pi tan es de la flota acorazada de Inglaten a, visit en dos
ocasiones el campamento chileno, h ltima el 6 de enero. Como se sabe, desde Pisco acompaaban al ejrcito chileno emisarios militares de Francia, Inglaterra, Italia i Estados Unidos.

-925-

a del caballo sobre un depsito de picrato de


potasa. Muchas de estas minas automticas estaban cubiertas por un guij arro i las de mayor calibre solian atarlas a algun objeto reluciente o de
codicia para tentar al soldado. Se ha dicho que en
algunos pusieron hasta reloj es i billetes de banco en un rollo, lo cual la verdad era inj enioso
i no era caro. (1)
La division Lagos, seguida de la caballera, de-

(1) Nosotros sostuvimos, con mucha anterioridad a los sucesos, que aquell as defensas mas eran obra de embeleco i de aparato que de eficacia, i a fin de desimpresionar a nu estros soldados i obedeciendo a lo que la es periencia ha dej ado demos trado
en el uso de las minas, casi siempre contraproducentes, publicamos los siguientes artcul os:-Las minas ele L ima en el Mercu1io
del 14 de octubre i L as minas ele di na mita i la dinamita clel corazO?~ el 16 de diciembre de 1880.
No tenemos a la verdad noti cia de ning un estrago s rio ni
siquiera una muerte importante cau sada por este invento, a no
ser la de un perro del Lautaro que, segun cuenta el seor Subercaseaux Latorre, en un artcul o pi ntoresco titulado L os camotes, fu el primero en descubrirlos. De j efe s i oficiales sabemos
que reventaron bombas bajo los ca ballos del jeneral Soto mayor i
del comandante Blnes sin hacc d es el menor mal. E l mayor del
Curic don Ruben Guevara, hombte g meso, revent un a mina
con su slido pi, i sta solo le sollam el ros tro, i otro ta nto sueedi al oficial del Victoria, don Elias Roselot, descen diente de
frances, pero hij o de un caballero de San J nan en C uyo. S uhercaseaux refiere tambien el caso de un soldado del Lautaro
llamado Neim que yendo cargado de cara ma,Yolas en una m ula
vol con s ta, pero sin recibir el menor ch fl o. Despnes de las
batallas un ofici al Rodrig uez del Curic q ne recojia los capotes
de RU tropa abandon ados en el campo, hizo es tall ar una bomba
que le fractur una pierua, i eu esta couclicion, que es la mayo r
aventura por nosotros conocid a de las bombas de Pirola, le encontramos en un hospital de Valp araiso. E n conjunto, no creem os que las bombas de las ln eas de Chorrillos i Mi raflores
causaran mas de 30 baj as en nuest ras filas, casi todas de heridas leves.

-926-

heria recorrer aquella traidora planicie para descender a los campos irrigados de San Juan i Surco, sujetando as las fuerzas que de la lnea de
Monte-Rico o de Lima pudieran correrse para sostener las posiciones centrales del enemigo.

XX.
Las mas respetables obras de fortificacion pasajeras de los peruanos existian en el fondo de los
dos pasos que ya hemos descrito i consistan en
trincheras de sacos i en zanjas profundas para el
abrigo de la infantera. En Saiita Teresa haba
ubicado el dictador el cuartel jeneral, la estacion
telegrfica central i hcia un lado, en el fundo llamado San Tadeo, su primera ambulancia.
-A ltima hora habian conseguido tambien los
injenieros peruanos unir las dos estremidades de la
lnea desde Santa Teresa a Monte-Rico chico, frente a Tebes, con una lnea telegrfica i un servicio
de postes de seales para trasmitir las rdenes i
las alarmas en la noche.
Por todo esto se dejar comprender cuan poco
exacta es la relacion peruana de la batalla de San
Juan, cuando el escritor don Jos Mara Quimper,
hombre srio, haciendo cargos al dictador por la
cl ~ bilidad de su primera lnea de defensa, dice estas
palabras testuales:
tEs uu error el creer que la lnea peruana estaba fortificada.

-927Por nuestra derecha, pequeas pero insignificantes escavaciones


en el terr~no, i en San Juan algunas zanjas con el pomposo
nombre de reductos, fu todo. Nuestra artilleria, numerosa pero
de poco alcance i de mala calidad, estuvo inconvenientemcnte
colocada en la misma lnea, sin mas defensa que la de los cner. pos de infantera que la. formaban.

A la verdad, solo poda decirse que la lnea de


San Juan no se hallaba artificialmente fortificada
sino en comparacion con las de Miraflores, porque
la ltima obedecia a principios fijos de castraJaentacion militar. I en esta virtud mucho mas justo i
mas srio cargo debera hacerse al dictador Pirola por no haber agrupado todas sus fuerzas, lnea i
reserva, en una sola masa a fin de librar una batalla decisiva en que el nmero i la naturaleza
habra sido formidable atajo contra los chilenos.
T1;einta i un mil soldados defendiendo tras de un
muro sus hogares, contra veinte i tres mil que venan a escalarlos a pechos descubiertos, esa habra
sido la proporcion, la desigualdad i el peligro.

XXI.
Dada la disposicion del terreno i la proyeccion
demasiado estensa. de la lnea de San Juan a Santa Teresa, que de abra a abra meda al menos legua i media, contando con las depresiones i emi
nencias del terreno, los peruanos tenan colocados
los cuatro cuerpos de ~jrcito en que haba refunrden siguiente,
dido sus divisiones de lnea en

el

-928-

contando de derecha a izquierda, es decir, desde el


mar hcia el oriente.

XXII.
El primer cuerpo de ejrcito estaba a las rdenes del coronel don Miguel Iglesias i era formado
por las tres primeras divisiones del ejrcito del
Norte, a saber la l.a coronel Noriega, veterano de
la escuela. de Castilla, la 2.a coronel Manuel Reguino 9ano, natural de Cajamarca como su jefe
superior. La 3.a division tenia por jefe al clebre
coronel don Pablo Atguedas, autor del motn que
hizo a Pirola dictador.
Esta masa de tropas compuesta de mas de seis
mil hombres tenia avanzado de gran guardia en
las casas de Villa el veterano batallen Callao a
las rdenes del coronel Rosa Jil. (1)
Hallbase el cuerpo de ejrcito del coronel Igle( 1) H aqu la composicion de estas ttopa"' segnn un estado
de la antevspera que fu encontrado en Santa Teresa:
Jefes.

Com~ndancia en jefe del detall. ....... .


Primera division ......................... ..
Segunda division ..... ..................... .
Tercen t division ......................... ..
Brigada de artillera rodada, segundo
esc11adron. . .. . . . . . . . .... .. . . . .. . . . . . . ... . .
Id. de ca mpana............................
Escuadran escolta de S. E..............

Oficiales.

Soldados.

11
11
11

2
92
90
82

2
2
2

lO

126

27
14

386

317
Total. ... ,. .. .. . .. . .. .. . .. . . .. .. .. . 46
Campamento de Santa 'I'eresa, enero ll de 1881.

5,798

1,744
1,693
1,654

195

-929-

sias formado por tropas escqjidas por l mismo como ministro de la guerra, i figuraban entre sus mejores batallones el Ayacucho, el Cajamarca (que l
babia trado de sus na ti vas montaas) i la Guardia.
peruana, cuerpo favorito del dictador i mandado
por su propio hermano el coronel don Crlos de
Pirola. Estos tres batallones formaban la division
Noriega, i componan la del coronel Cano, el Taona, el ag.nerrido Callao i los libres de Truj illo, estos ltimos comandados por el coronel movilizado
don J ustiniano Borgoo, hijo de un j efe chileno,
natural de Petorca i antiguo vecino de Trujillo,el jeneral don Pedro Antonio Borgoo.

XXIII.
En seguida, con rumbo al oriente i coronando
un mamelon largo i poco accidentado en sus
crestas, se mantena slidamente atrincherado el
cuerpo de ejrcito que mandaba el bizarro coronel (hoi jeneral) don Andres Avelino Cceres,
ayacuchano i reputado el mejor infante del Per.
Sus brigadas formadas por la V', 2.a i 4.n di vision
del antiguo Ejrcito del centro estaban colocadas
en este rden: division lVIerino, division Ayarza i
di vision Canevaro, esta ltima en cargada de guardar a sc:m gre i fu ego la abra ele San J nan, barrera
de la victoria en el centro de la lnea. (1)
(1)

H.cc~e

necesario allvcrtir

HlST. DE LA C. DE LI ~ IA.

C]UC

a, l t im:t h ora i a. co nse-

]17

- 930 -

El coronel Fabian lVIerino, era uno de los mejor reputados jefes del ejrcito peruano i hasta
hacia poco habia mandado el batallon U nion.

XXIV.
Mas adel ante i torciendo un ng ulo casi recto
al norte, con vista al oriente i a las pampas qne
ntes hemos descrito, defendidas por su esterilidad, SU aspereza i por S'lS minas, Se hallaba, mas
que formado, esparcido a trechos el cuerpo de
ejrcito del coronel Dviln, jefe moquehuano, mas
:turbulento que bravo, perteneciente a aquella es~
cuela antigua de soldados que creen que la murJ.n uracion es la mejor parte del valor, i la practican.
r:renia Dvila a sus rdenes la 3." i 4." di vision
del ejrcito del centro, i como sus tropas, jirando
cual si fuera sobre un ej e central, podian ser lla~
madas a sostener a Cceres i a Iglcl::iias por su derecha, o corrindose hcia V azquez i San Bartolome, dar la mano n. la reserva en caso que los
chilenos (como se temia), n tacase n por A te, le habiau agregarlo la.s mejores tropas de la g uarnicion
cuencia de un s rio disg ust o q ue t uvo Cn.nevaro con C.ceres,
qued aq uel in co rporado nl cuerpo de ej rcito de D:vil a, pero
encargado siem pre de l:1. defensa de l paso ele iSa n J ua n.
El rden numri co de los cuerpos de ej r ~ito del Per era el
siguien te: 1.0 I glesias, 2.0 Su arer., 3.0 D vil a i 4. Ccere s.

-931-

de Lima, entre st.as nna division Haniacla volante


compuest a de mil celadores o jenclarmes de las
dos ciudades vecinas, bajo las rdenes del coronel
lVfariano Bustaman te, sub-prefecto ele Lima i cmplice ele Pirola en el motn del 21 de diciembre
que f()lj la dictadnra . El coronel don Manuel Ve-
larde mandaba tambien en esa ala una columna
de honor compuest a de oficiales indefinidos i que
sin duda lo eran tales por el escaso salario i el
valor.
U no ele los mas slidos batallone s del ala ele D:
vila era el Pirola. que comandab a el jven coronel don Reinaldo Vi vaneo, mozo bravo i aun atre-
vido, hU o del famoso jeneral ele este nombre i que
all pag su nombre con su vida. Atribuas e asimismo por los limeos importan cia suma al batallon ele camaleros, jente de aparato que babia cambiado el cuchillo ele degolladores ele reses por el
rifle; pero al primer caonazo fueron los primeros
en huir hasta el camal....

. XXV.
Albergba se, por ltimo, en el punto centralde Chorrillos, como reserva jeneral, el 2. cuerpo
de ejrcito a las rdenes del coronel don Belisa.rio Suarez, que perdi en las tres jornadas de Lima su fama de Arequipa i Tarapn.c. 'renia bajo
su mano dos di visiones, la 4." i 5." del Norte i
0

:__ 932

mandaba la primera. el bravo coronel civilista i


vencedor ce Iglesias en 1874 don BnenaYentura
Aguirre, que herido en Chorrillos, pereci gloriosamente en Miraflores.
En resmen Iglesias i Dla tenian cada. uno
nueve batallones a sus rdenes, i Cceres i Suarez
seis: un total de 30 batallones de lnea, mas o mnos disciplinados, bajo el rifle: no as, segun se
Y, bajo el plomo.

XXVI.
Tales eran los aprestos con que los peruanos
aguardaban a sus aborrecidos huspedes desde el
ltimo tercio del mes de diciembre. El dictador
Pirola tenia su cuartel jeneral en el elegante
rancho-palacio del escritor don l\1anue1 A. Fuentes, i vease rodeado de un estado mayor digno
de un emir asitico, por los galones i los ttulos,
figurando en l no mnos de seis ienerales i treinta o cuarenta coroneles i jefes, incluso su propio
hijo, el capitan Pirola, especie de prncipe imperial de 18 aos, que el proteetor de indjenas criaba como a predestinado de su raza. Entre
los primeros se contaba a los j enerales Bnendia,
Montero, los dos Can seco, don An dres Segura,
el coronel Lciva., una cohorte, en fin, de entorchados, aparte do su secretario jeneral Garcia i
Garcia i de su ayndante favorito i secretario pri-

-933-

!/

"'

vado el clebre escritor boliviano don Julio L.


Jaimes.
La actividad fsica i mental del dictador parecan i~~tinguibles en medio de aquel dorado torbellino, i hacia quince das que no se quitaba las
botas de jeneralsimo, arrimando apnas su easco
prusiano vara dormir sobresaltado i solo de vez en
cuando sobre un canap de campaa.
Mas, i precisamente en aquel dia, vspera de
sangrientas i sucesivas jornadas, cierta calma, signo de la confianza, reinaba en los diversos campamentos del dictadol'. Retardada la batalla campal
desde el dia 6 ele enero en que se crey positivamente iba a tener lugar, circul desde entnces
la noticia ele que los chilenos haban pedido refuerzos a '1\wna; i en otro sentido, nunca se apart
del todo de la mente de los recelosos defensores
de Lima el temor fundado de una agreswn en
masa por el lado de Ancon, lo que ciertamente
no era difcil llevar a cabo.
Ademas de esto, ciertas supersticiones lugareas q ne el miedo suele acariciar por la demora,
hacales esperar relativamente tranquilos el curso
de aquel da. Estaba mui cerca el 20 de enero,
aniversario de Yungai, i no querran los chilenos.
elejir esa fecha para renovar sus Jejenclarias hazaas? Otros, de mas largo aliento, hablaban del
aniversario de Ohacabuco que caa el 12 de febrero, i no falt quien asegurase bajo la tienda

-934-

de los jenerales ayudantes del dictador, que el jeneral Baqueclano no se batira nunca en dia
13 )) . (1)

XXVII.
Sin embargo, el dictador, lnnos pueril que sus
consejeros, se mostraba preocupado aquel dia, especialmente a causa del ataque que en la ante
vspera haba llevado tan oportunam~nte por la
rinconada de Ate el coronel Barbosa; i aviv en .
su nimo Sltspicaz esta ansiedad la carta que el
jeneral Vargas Machuca escribient aquella muflana (la del 12) sealndole por aquel rumbo el itinerario de los cha enos.
Dominado por estas impresiones mont a ca-ballo el jeneralsimo a las .once. de la noche,
acompaado del coronel moquehuan o don Octavio Ohocano, que le servia de inseparable compaflero i de vaquean o, de su hijo i de un peloton de
soldados de su escolta. I con esta comitiva se cliriji de lijero hcia Vazqnez i A te, para visitar
personalme nte esa ala. Su cuartel jeneral i el se. creta ro Garcia i Garcia que daban en Chorrillos
encargados ele comunicarle telegrficam ente todo
lo que ocurriese.
( l) Dato comunicado por el seior Jaimcs, ayudante de Pirola.

-935-

XXVIII.
I la novedad que le traia inquieto no tard smo
minutos en smjir.
A las once i media de la noche, en efecto era.
llevado a la presencia del secretario jeneral que
a esas horas dot;mia, un ambulante chileno tomado prisionero por las avanzadas de Villa i que
de golpe revel la pa.rtidn. del ejrcito chileno de
su campo de Lurin. Era uno de esos pobreH diablos, cuyo nombra por fortuna se ha perdido, que
habia reclutado el servicio mdico a la aventura,
i que declar haber sido sirviente de una casa de
Santiago sita en la calle del Estado, sin embargo
de llevar a su espalda la mochila de curacion de
su ministerio i la cruz roja al brazo. En presencia
de los ayudantes del dictador reiter sus cobardes
avisos, i stos fueron en el acto trasmitidos por
el telgrafo, siguiendo a aqul en su escursion
nocturna.
I cosa estraia, el ltimo, nna hor<:t despues telegrafi de Vazqnez afirm<:tndo que ya todo lo sabia.... Cmo?-N un ca se h tenido noticia de este
segnnclo aviso, si bien se ha referido que fn una
mujer peruana que por el lado de JY.[a.nchai corri
con la nueva hcia los suyos. (1)
( 1) El corresponsal del Mercurio, Caviedes, dice, si n afirmarl ~!

-936-

Por otros se ha asegurado que caus aquella


novedad una chilena-estra~a, como el empleado de las ambulancias; pero no hai motivo para
creerlo, porque desde la. madrugada del 12 una
compaa de Granaderos al mando del capitan don
Federico Yvar (muerto mas t arde) i dirijida por
el oficial de est ado mayor don Florentino Pantoja, habia ac01donado toda la Tablada, de cuchilla
a cuchilla, para no dejar pasar a van guardia un
solo ser ,~ viente. I estos jine tes fueron precisamente aquellos que a la media noche, vagando como espectros en la. llanura, habia.n dado lugar a
l~t alarma de los artill~ros en el portezuelo del camino de la Capilla, segun en su lugar contamos.

XXIX.
Dise en consecuencia la alarma a la lnea de baque en el campo de Luriu h abia dos biza rras es pas limeifls llamadas un a Juanita>> i otra Encarna cionJ>, i que una de stas
fu lo. portadora del aviso.
El ambul ante santiagui no refiri sencill ame nte en el campo pernano que l se haba atrasado en la salid<t de Lurin i que galopand o a lo largo de b playa por alcanzar al ej rcito no haba encoutrado a nadie has ta que le dieron el alurta los centin elas de
Vill a.
Habn notado el lector que en este li bro no hemos abierto
juicio definitivo ni hecho estudio prolijo sob re el se rvicio sanit:lri o del ej rcito en la prese nte i en las anteri ores cam paias, i
esto ha provenido de una causa mni sencill a .
Hasta la prese nte h ora se agual'<h el inform e jeneml del jefe
de ese servicio i se an uncia. la mbli cacion de di vers<Js t rabajos
eu pro i en con tra de materia tn.n dispntacla, i n. la. ve rdad tan
ppco conocirb , escepto como cnestion personn.l. P or este motivo
noso tros, a ll u es tro t um o, ng uarda mos.

---

-937-

talla por el telgrafo i por medio de las luces de "Sealel:j a todos los cuerpos del ejrcito, de tal 'i-uaneia que a las doce de la noche del 12 de enei:o:
vease en la larga fila de postes colocads desde
Santa Teresa a Monte Rico ' los tres faroles de colores rojo, azul i blanco (los colores de Chile) que
en su alfabeto de guerra figul"'ddo queran: decir-_
ccEl ejrcito chileno avanza en' masa sobre rn1estras poswwnes. ))
U no de los principales-elementos de ,v ictoria
con que habia contado el jeneral Baquedano-la
sorpresa--estaba as malogl'ado por la culpa de
' un imbcil. Pero quedbale todava la noche_i el
pecho de bronce de su ~jrito .
J' .

XXX.
Eran, en efecto, his tres i media de la maaa
del memorable 13 de enero, i todos comenzab-an
a ocupar sus puestos de combate en las divisi~nes
chilenas, sacudiendo cada cual la ltima i dulce
pereza dt> la vida.
El coronel Lyr~ch haba mantenido agrupada
sn compacta division sume1jida n las som bras i
- el silencio. De propsito orden que nadie llevase
asnos en la marcha, i solo una mula de la artillera
~de campaa, echndo tal vez de mnos la alfalfa ele
:Lurin o de Rancagua, interrumpi con un relincho la pavorosa soledad de la alta noche. A esa
HlS'r. D LA C. in~ LIMA

- l8

-938-

misma hora el coronel Lagos, que se babia detenido una. larga hora aguardando el desfile oblcuo
de la segunda division, con versaba con sus ayudantes echado en la arenn, cual en Arica, i este es-perimentado capitan de guerra manejaba su jeq.te
con tanta cautela, que habiendo encendido un cigarro bajo sn poncho el comandante Ambrosio
Letelier, ordenle a aquello apagara. La vislumbre de una chispa baria mal a aquella jornada en
que millones de disparos esparciran en breve<;
'
momentos por todas partes la muerte.
Mas atrasada en su marcha, a cansa de su intempestivo alojamiento, la division Sotomayor
comenzaba apnas a es:t hora a desfilar por la retaguardia de Lagos en su marcha diagonal hcia.
San Juan; i mintras se verificaba todo esto, el
jeneral en jefe divisaba desde su sitio central el
titnico esfuerzo de los artilleros i de sus lozanos
brutos conductores de los caones de campafl.a
trepando aqu i all con recios bros i diez o doce
parejas las colinas esparcidas en la 'fablada para
dominar con sus fuegos las cumbres que servian de
inespugnable parapeto al enemigo.
Tenia ste medido su campo de tiro en todas
direcciones; pero desde el reconocimiento del 6
de enero el coronel V elazquez babia aprendido,
como en San Francisco i como en Tacna, dnde
debera colocar sus bombas en medio de las mejor guardadas trincheras enemigas.

.,.... 939-

XXXI.

La artillera de campaa del primer rejimiento


( dieziseis piezas) mandadas por el comandante
don Crlos W ood, iba a la cabeza de la di vision
Lagos, destinada a rebasar el llano de Pampa
grande para batir por el flanco o por la retaguardia las posiciones enemigas, i fu singular acaso
que esta fuerza recibiera la primera el bautismo
del fuego de una avanzada peruana.
La caballera, compuesta de 1,375 jinetes,--Granaderos (495) i Carabineros (440), se mantenia
agrupada al abrigo de los cerros al mando del comandante don Emeterio Letelier i destinada a
cooperar a las maniobras envolventes de la _division Lagos, cuya mision principal era rodear al
enemigo i capturarlo en su denota. El r~jirniento
de Cazadores ( 440), favorito del jeneral en jefe,
seguia de cerca sus pasos i una compaa mandada por el capitan don Juvenal Calderon le servia de escolta.
Segun el parte oficial del jeneral Baquedano,
las fuerzas que en la madrugada. del 13 de enero
entraron en combate alcanzaban a 23,129 plazas,
i estas estaban distribuidas mas o mnos en el rden siguiente, en las tres divisiones que componian el grueso del ejrcito:

-940Division Lynch, 9 rejimientos i 1 batallon...... 8,000 hombres.


Division Sotomayor, 7 rejimientos i 2 batallones................................................... 7,000
>>
Division Lagos, 4 rejimientos i 4 batallones.... 6,000
>>
Total 20 rejimientos i 7 batallones, sin contar la artillera. (1)

XXXII.
La reserva, compuest~ de tres mil hom~res i
formada por los rejimientos 3. Zapadores i Valparaso, haba sido. elejida -esta vez con mas tacto .
militar que en Tacna, porque siendo el ejrcito a
que iba a servir mucho mas abultado, era inferior
a aquella en cuerpos i en nmero. Habase ofreci~
do su mando el dia de la vspera al jeneral Saavedra, i no habiendo ste aceptado, condjola bizarramente' por el centro el~ la Tablada, llenand,o
los claro.s de 11;\s ~ivisiones, el comandante de injenieros
don"
Arstides Martinez.
.
.
. .
..
0

XXXIII.
Las disposiciones d~l ejrcito chileno no podan
ser, en consecuencia de todo esto, ni mas acerta-
das, ni mas felices, ni mejor combinadas.
( 1) En el anexo del presente capitulo publicamos .J1 esb.ado .
compl-eto de las fuerzas del ejrcito es pedicionario -sobre -Lima -
de l resulta que el rejimiento mas. completo era el Ataca.ma
con 1,145 pl azas i el mnos fuerte el Concepcion coil674 plazas:
En jeueml, los cuerpos de la division Lagos eran los mnos numero:;,os.

-941-

Ellas daran por tanto . sus frutos en la accion,


i mucho mas aprisa de lo que aun los mas optimistas habria.n podido imajinarse.

XXXIV.
Faltaba un cuarto de hora para las cuatro de
la maana, que es el comienzo del amanecer del
_estio en aquel clima, en el reloj del coronel Lynch,
cuando este jefe, puntual e impasible como su
reloj, di en voz _baja a los re~pectivos jefes la
rden de ir a asaltar los fuertes que Re les tenia
sealados i que, mostrndoles con el brazo los
tres morros de su frente, fnles uno a uno indicando.
El 4. i el Chacabuco, que formaban la estrema
izquierda de su posicion, marcharan de frente
sobre el morro de Santa Teresa. El Atacama sostenido por el Talca, el del centro, i el 2. de lnea
apoyado en el bisoo Colchagua, el de la estrema.
derecha. La artillera d3 Marina acudira donde
fuera preciso, obrando como rese rva divisionaria. (1)
0

(1) H aqu cmo en su diario indito de campaa describe .


el cor\"mel Dubl Alm eida, j efe del Atacama, el avance d e la divisi<?li I..yuch por b TablaJa. has ta el sup rem o momento e u que
rornpleron los seis r~jimie ntos su marcha sobre los muros.
La claridad de la 1una habia fa.voreciclo hasta e~lt n ces nuestra marcha, i podiamos obset'\'al'
camino que cada reji'm iento
segua. Los svldallos march'l.ban si lenciosos i pensativos; no se
oia sino el acompasado marchar de los rC:jimientos que semeja-

el

94~-

XXXV.

El Atacania, acostumbrado a servir de vanguardia al ejrcito desde Pisagua, fu el primero


en tomar las armas i moverse.
Pero cuando ya me dispona a formar en batalla, esclama
su jefe en su diario de la campaa para emprender la marcha,
se me acerc uno de los capellanes del ejrcito, creo que un seban a la distancia enormes serpientes.
A nuestro frente se diseaban perfectamente tres elevados
cerros que constituan tres fuertes, posiciones las mas avanzadas del enemigo que se unian por su izquierda con una esteusa
linea de fosos i trincheras a los cerros fortificados de San Juan.
1>A las 3 A. M. del 13, el coronel Lynch se acerc a m i bajndose del c~ballo me comunic cual era el rden i disposicion
del ataque, indicndome con la mano que el cerro del centro
que se veia a nuestro frente era el que debia tomarse el Atacaroa, secundado por el TaJea que marchara a nuestra retaguardia. Me recomend que hiciera lo p0sible por ejecutar el asalto
del cerro enemigo ntes que amaneciese. Se despidi de mi i
continu hcia los otros cuerpos que tenian tambien la tarea importantsima i difcil de tomar los cerros que fla:uqueaban el del
~entro; el del lado del mar deban tomarlo el 4. 0 i el Chacabnco,
i el de nuestra derecha el 2. 0 i el Colchagua.
El Coqnimbo i el Melipilla ejecutaban el ataque al morro
Solar por la orilla del mar.
Tan pronto como se retir el coronel Lynch, form el rejimiento en columna cerrada i orden que todos echasen al suelo
sus rollos, operacion que se ejecut inmediatamente i en un se.
pulcra! silencio. Encargu a los msicos que quedaron. cuidando
el equipo del rejimiento sin moverse de ese lugar. Anunci al
Atacama que el jefe de la division habia hecho el honor al rejimiento de designarlo en el puesto de vanguardia en el ataque i
asalto del cerro central que tenamos al fente, i que era necesario corresponder dignamente a esa distincion.
Un sordo murmullo de aprobacion se oy en las filas. A no
existir la rden de no hablar por estar mui prximos al enemigo,
los llOldados hubieran prorrumpidos en atronadores vivas.

-943or Vivanco, i me pregunt si tendria inconveniente en permitirle dirijir la palabra al rejimiento.


Le contest que podia hacerlo siempre que no hablase mui
fuerte, pues estbamos mui prximos al enemigo.
Para que al capellan pudieran oirlo mejor hice estrechar to
do lo posible las filas de la columna i en esta disposicion les
habl de la patria i de la relijion, concluyendo por hacer arrodillar al personal del rejimiento i absolverlo.

Fn aquel a la verdad uno de los cuadros mas


lgubres i mas sublimes de la guerra i del patriotismo i, cuando, despues de elevada al cielo ntima, muda i misericordioHa plegaria, aquellos
hombres de hierro, mimados por cien victorias,
movieron sus brazos para llevar a sus pechos i a
sus frentes la seal del cristiano, fervoroso bullicio
cundi en torno a la densa columna que la relijion
i la esperanza ajitaban como en el vaiven de onda
callada i poderosa.

XXXVI.
Desde el sitio en que las columnas de la di vision Lynch haban hecho su postrer descanso hasta el pi de los morros que debia tomar a filo de
bayoneta, se cstiende una faja pesada i arenosa
de ochocientos a mil metros de estension, i era
precisamente aqul el campo que los peruanos tenan medido a palmos para alza de sus caflones
Grieve i sus rifies Peabody de largo alcance. I
reconociendo este peligro; la mayor parte de los

-944 -

jefes de rejimiento se empeaban en atravesar


aquella zona de la muerte protejidos por las inciertas sombras en que la noche cambia su manto
al acercarse el alba .
Mas, apnas haban tocado sus dinteles las tres
columnas chilenas, seis mil hombres dispersos en
guerrilla, observronse en los cerros de la derecha
destellos de seales i en el instante un horrsimo
fuego rle fusilera i de caon estall en todo su
frente.
..

XXXVII
Eran las 5 mnos 5 minutos de la. maana por
los rel~jes de los comandantes jcnerales, i en ese
momeJ?.tO despuntaba apnas en el horizonte de. las
maanas neblinosas rle los trpicos la primera tnue i vagorosa claridad del di a. Oolumbrbanse por
esto los fuegos rle las lneas peruanas en la distancia, a la manera de esas cornisas vvidas i cambiantes de fuego que en la.s noches de regocijos populares suelen alumbrar los edificios pblicos de las
ciudades, iluminando all el mar i las montaas con
siniest,ros resplandores el larnpo contnuo del caflon i del fusil.
La marcha de los chilenos habia sido durante
tres cuartos ele hora sumameute pesada por la
arena i por las sombras, i por lo que aconteci a.l
Atacama es dable juzgar de la prueba a que fue-

-945-

ron sometidos los rejimientos mnos ~jiles i fornidos que marchaban en sus alal::l. El comandante
Dubl Almeida babia despachado a la vanguardia
como esplorador al valeroso capitan atacameo
don Gregorio Ramirez con su compaa, que era
la 3. del 2. batallon; i e'sta preferencia dirale el
comandante a la ltima sin ser compaa guerrillera, porque el coronel Martinez le babia. recomendado para tales empresas a aquel brillante oficial. l fiel al consejo, sealbale ahora el puesto de
mayor peligro, que en breve veremos en demasa
mereCia.
8

XXXVIII.
Ejecutado este -movimiento por la compafia del ca pitan Ramirez, refiere en efecto el jefe citado, en su relacion in.dita, el rejimiento Atacama despleg en batalla i principi la fntigosa
marcha por un pi8o de arena sumamente blanda i por un a superficie irregular que hacia mui penoso el camino, sobre todo yendo
formados en batalla. A cada instante' las hileras se echaban encima unas de otras o se separaban a grandes distancias a causa
de la irregularidad del terreno. Los soldados no perdiau de visb1
el cerro enemig0 que a cada momento se iba haciendo mas i
mas ir:pperceptible a causa de la neblina que aumentaba.
As marchamos veinte minutos, a paso rpido. El cansaucio
en la tropa era mni grande. Se oia la respiracion fatigosa del
soldado a gran distan eia.
Orden hacer alto i mand al ayudante Fontanes que fuese
a decir al capitan Ramirez que marchaba a unestro frente que
con su compaa hiciera lo mismo. Nada veamos a 300 metros
de nosotros. Se.;iamos a nuestra retaguardia el sordo ruido que
formaba la marcha del resto de hi division.
HIST. DE LA C. DE UMA.
lHl

...... 946En ese moment0 aparece cerca de nosotros i a nuestro frente


un jinete. Es el comandante don Wenceslao Blnes, ayudante
de campo del seor jeneral en jefe, que anda en desempeo de
sus funciones i a quien la camanchaca ha estraviado. Le pregunt si no hahia pasado por entre nuestra guerrilla que marchaba a vanguardia. Me contest6 que n.
El ayudante Fontanes tampoco aparecia.
Continuamos la marcha despues de veinte minutos de descanso. El comandante Blnes, ya orientado, se me separ en busca del jeneral en jefe.
El camino era cada vez mas fatigoso. Supona que estuvisemos mui cerca del enemigo. Eran las 4 de la maana. El ayudante Fontanes volvi despues de una hora de.ausencia con su
caballo gastado. No hahia encontrado al capitan Ramirez a
nuestro frente ni a nuestros flancos. Mucho me 'inquiet el estravio de esta compaa.
El cansancio de la tropa era estrnordinario. Principibamos
a subir una loma suave. Las posiciones enemigas apnas se di:;ef.abati a causa de la camanchaca. Eran las 4 hs. 40 ms. La
suave pendiente que subamos hahia terminado.

XXXIX.
Lo que caracteriza, mas que la solidez, la obediencia i el valor estico al soldado chileno en
la batalla, es su individualismo para obrar i sn
impetuosidad para avanzar sobre el enemigo que
lo dna. El combatiente de esta tierra es todava,
como en el Arauco no domado del poeta, eminentemente agresivo. Pega primero pero pega dos
veces, i esto no es ardid sino propension heredada
del indio i del ibero que nunca retroceden i pre-

-947-

fieren por instinto, a la fuga que derriba i avergenza, el combate cuerpo a cuerpo que proteje i
honra.
As es qne desde el primer disparo todos los re
jimientos se arrojaron al trote i a la carrera hcia
los morros, sin disparar un tiro, atravesando los
arenales, muchos cayendo en las grietas del terreno, echndose al suelo, los unos por tctica, los
otros por cansancio, en los faldeos i a\ra.nzando
siempre i siempre hasta ponerse a cmodo tiro de
fusil de chispa. I hecho esto, precipitronse todos
en confusa masa cual vorjine de fuego sobre los
parapetos enemigos dejando a su espalda innmerables hileras de heridos i de cadveres.
Una hora despues de emprendido el ataque todos los cuerpos se hallaban en efecto a media falda, en demanda de las altsimas crestas, marchando revueltos los soldados de los rejimientos i aun
de las brigadas hcia las cumbres i tomando a la
bayoneta todos los reductos i defensas esteriores
que opstruian su paso.

XL.
La marcha de los seis rejimientos de la division
Lynch, ~ la que se habia agregado como auxiliar
la Artillera de marina, era desordenada pero simultnea e impetuosa a la manera de esas densas
bandadas de aves que al venir la hora de la luz

-948-

abandonan la enramada del bosque, en busca de


la mies i van todas a la misma altura i en pintorescos grupos en una ancha faja del espacio.
cr El estandarte del 2. 0 Atacama, dice su propio jefe, describiendo aquel ascenso que recuerda a lo vivo el E xcelsiorl Excelsiorl Excelsorl del bardo americano, serva de guia. Este se
hallaba cubierto de sangre. Al tomarnos las primeras trincheras, una granada enemiga revent sobre el soldado Adolfo Morales que formaba parte de la escolta, i su sangre i aun pedazos
d carne cubrieron el estandarte.

I esto sucedia de tal manera, que habindose


apoderado en uno de los reductos del cen'tro, d~
nna ametralladora manej ada por ingleses el
subteniente del2. 0 de lnea don Marcos Aurelio
.Larenas, hijo de Concepcion, cont los soldados
que le acompaaban i resultaron ser 49 pertenecientes a la di vision Lynch en esta forma: 11 soldados del 2. 13 del Ataca ma, 9 del Talca, 8 de
la Artillera demarina, 5 del. Colchagua i 3 del
Coquimbo, cuyo cuerpo distaba de aquel -paraj-e
al menos media legua. (1)
Los 13 atacameos venian mandados por el capitan Ramirez, aquel bravo espl{llador ~el alba,
que perdido en la camanchaca ascendi por su
0

(1) Carta de Larenas al autor; Callao, enro 27 de 1881.:._


Larenas peg en la ametralladora un papel :en que d ej a ~a constancia de su captura usan do la miga de una tortilla,' i dice que
los soldados mataron a dos de los iiJgleses que manejaban la
ametralladora dicindoles al enterrarl es el ya tagan: '- Tonia
.

neutral!

-949-

cuenta el spero morro, dejando casi toda sn compaa muerta en las laderas. En los momentos en
que le encontraba su jefe, i entre airado i radioso
l reconvena por su temeraria accion, le acompaaban solo los subtenientes Martinez i Fritis i
los trece soldados de la fama que dejamos mencionados.

XLI.
Entretanto, un siniestro silencio reinaba en el
ala derecha de la division Lynch, que hacia larga
media hora tenia empeada la batalla. Aquel hombre de bronce, impasible como una esttua de granito, interrogaba con su anteojo de batalla los horizontes ya claros de la alborada i despachaba sus
ayudantes uno en pos de otro en demanda de noticias a Souper, a W alker, a Juan N epomueno
Rojas, al capitan de marina Barahona, hoi pacfico labrador, a Alfredo Cruz V ergara, a todos i se
quedaba solo .
. Pero nada ni nadie venia.
Los ayudantes mismos no regresaban, porque
en el torbellino de plomo que corra a raudales
por el llano . desaparecan como si la tierra los
ocultara en sus entraas. As habia cado el mayor Rafael Guerrero, i as caera en breve llenando
va1erossima mision, Roberto Souper.
.. - . ~QtJ, irn a . dejarme solo!)); .. oyse escla-

-950-

mar una o dos veces al coronel Lynch, i esta fu


la nica seal de impacienc ia de aquel jinete de
mrmol en medio de todos los conflictos.
XLII.
Igual ansiedad sealaba en el cuart~l jeneral a
cuya cabeza en una alta colina el jeneral Baquedano contempl aba el denodado avanze de aquellos siete mil valientes contra todo el ejrcito
peruano.
Por fortuna, la artillera de montaa que acompaaba la division Lynch siguindole pat:lo a paso,
i especialmente la artillera de campaa admirablemente manejada por el coronel Velazquez, mudando de tiempo en tiempo sns alzas, hacia prodijios.
d a propsito de artillera, esclamaba con este motivo unu de
los jefes mas intelijeutes que en la funcion de los infantes tomaba parte principal, debo decir que los fuegos de sta cnando el
Atacama i el Talca ascendan los cerros en las primeras horas
del combate, nos ay~daron i secundaron de un modo esplndido.
Confieso que tuve temores que a. la larga distancia a que estaba
colocada pudieran sns fuegos causarnos algun dao; pero obserT que a medida que subamos las punteras de nuestros artille-

ros se elevaban.
Durante dos horas hemos marchado i combatido bajo lal!l trayectorias de los proyectiles de la artillera chilena.:& ( 1)
( 1) Dubl Almeida.-D iario citado. El comandante Dubl
haba enviado a retaguardia para dar aviso de su ascenso, a su
ayudante Abinagoitis, valiente mozo espaol, natural de Bernedo que en T!l.cna. i en Chorrillos fu herido. Haba sido car-

-951-

XLIII.
-Dnde est la division Sotomayor?-era entretanto la interrogacion de todos los labios, la
ansiedad de todos los pechos, la visnal de todos
los anteojos.
Retardada en su marcha por la causa que ntes
dejamos apuntada i por cierto estravo del rejimiento Chillan, debido a rivalidades de cuartel
que hu.bian comenzado en Caucato, el jenere.l Sotomayor no rompia todava el fuego en esas horas,
cuando su ataque a fondo era la verdadera i gmn
maniobra de la jornada i 'la victoria.
I...~a impaciencia azotaba con rfagas de fuego
el rostro del jeneral en jefe, i sus ayudantes corrian en todas direcciones en demanda del comandante jeneral de la segunda division que se creia
fatalmente estraviada. I mintras se le veia aparecer, con un golpe de vista de a~mirable precision i serenidad, ordenaba aqul al comandante
Arstides Martinez lanzar los tres magnficos rejimientos de la reserva en sosten de las fatigadas
columnas de la division Lynch, Zapadores alcentro, el3. a la izquierda, el Valparaiso a la derecha
destinado a sostener al 2. de lnea, all como en
0

lista i serva a la casa de Arestidbal en Copiap, cuando estall la guerra i ontr al Atacama.

-952-

todas partes acosado por el nmero. Cuando los dos


bravos jefes de aquel] os rejimientos, Estanislao del
Canto i Jos Mara Marchant, se reconocieron en
la hora del apuro i del socorro, corrieron recprocamente al encuentro el uno del otr0 i con efusion .
se abrazaron. El V alparaiso llevaba al 2. no solo
la victoria sino la venganza, porque ya haban caido algunos de sus mas bravos capitanes, Reyes
Campos, HinoRtrosa i el jven subteniente donArtemon 2. Cifuentes. Rindi as noble vida a su patria en hora temprana aquel animoso mancebo,
voluntario de San Felipe donde su padre era estimado administrador de correos. El capitan don
Salustio Ortiz, h1;oe all como en Tacna i en todas partes, estaba ya herido i su va1erosa compa
a hecha pedazos. por el plomo . .
0

.,

'

. XLIV.

Por dicha de Chile i de sus armas, en el momento mas necesitado por el apremio llegaba a escape al cuartel jeneral el bravo jeneral Sotomayor,
i des pues de haber sentido el estallido de una
bomba automtica bajo el vientre de sn caballo i
el eco de una protesta amistosa pero militar del
jeneral en jefe por su tardanza, salt sobre best~a
de res ,___,__,..
1eto con la ajilidad de un nio, i corri a
empujar sus atrasadas columnas a la accion.
Fu grave contraste por la sangre que costara

-953-

]a tardanza de tres cmu:tos de hora escasos que


emple la di vision Soto mayor en entrar al fuego;
pero ademas de que este involuntario retardo ha.
sido exajeraclo en sus causas i en su duracion, es
lo cierto que la division Sotomayor cumpli de
sobra su cometido militar, i a su empuje C!ebise
aquel clia la victoria que a la hora de sn entrada
en lnea era dudosa.
I en efecto, cuando el jeneral Sotomayor llegaba a sus lneas a lm: 5 i tres cuartos de la maana,
ya la brigada Gana que iba adelante, se haba
lanzado vigorosamente sobre los formidabl es atrincheramientos que cm;raban a nuestro ejrcito la
entrada de San Juan, eje 1eal de la batalla.
En los primeros momentos la falta de rdenes
superiores habia causado cierta vacilacion, i una
bomba cada en medio de la segunda compaa
del 2. 0 batallon del rejimierito Chillan formado en
columna, mat impunemente siete hombres entre
tres mil.
Inst en tal coyuntura, con la voz conmovida del
herosmo sacrificado a la rutina, el comandante
del rejimiento Esmeralda al jefe de su bri gada
para desplegar los cuerpos i lanzarlos al ataque, i
esa voz fu escuchada en noble pecho, porque haciendo el coron el Gana una hbil conversion sobre
su derecha, burl las punteras fijas de los caones
de San Juan i lanz el Buin, seg uido del Esmeralda i ste del Chillan, al asalto de las posiciones
HIST. DE LA C UE LJMA.

120

-954-

que tenia a su frente, i que iba envolviendo por


la derecha, al paso que la brigada Bnrbosa despejaba sus flancos de enemigos parapetados en los
ltimos contrafuertes de la cordillera. Uno de es
tos espolones andinos que se empinaba hasta h\
altura de 284 metros sobre la rida pampa i que
coronaba un batallon peruano como en Pan de
Azcar, tomlo a la bayoneta el Curic, cayendo
en la subida su bravo jefe el comandante Cortes.
El coronel Barbosa babia encomendado tan atrevida empresa a aquella tropa bisoa, gritando a
sus soldados: -Aquel cerro que est vomitando fuego, le toca al Owic. (1)
El Lautaro ascendiendo al mismo cerro en otras
direcciones se cubri tambien all de gloria.

XLV.
Entre tanto, jamas habase visto en las briosas
cargas a la bayoneta de la infantera de Chile
avance mas impetuoso i acelerado que el dclrejimiento Buin. Retenido este cuerpo de preferencia
histrica i militar como reserva en todos los combates de las tres campaas, recobraba ahora por
]a primera vez su suelta de guerra. i queria probar
a sus compaeros de armas que sn nmero de r( 1) Parte oficial del 2. 0 jefe de este rejimiento clon Ruben
Guevara.

;;_ 955 _.:,

den no era solo una cifra muerta encima de la


: visera de su kepi.
Marchando en guerrilla como en un ejercicio
del Campo de Marte al toque de corneta i entu~
siasmados por una promesa que llev a sus filas
un ayudante del ministro de la guerra, ofreciendo
el grado de capitan al primero que clavase la
bandera de Chile en las alturas, los tres rejimien~
tos iban dejando largo reguero de muei-tos en su
esforzado avance contra la metralla i los fusiles
de largo alcance de la di vision Cceres, i uno de
los primeros en cae1 habia sido el segundo jefe
del Chillan, el mayor don Nicolas Jimenez Vargas, oriundo del uble .i sobrino del bravo comandante Vargas Pinochet, que all le habia lle~
vado.
U na bala disparada de soslayo de uno de los altos
cerros que asaltaron hcia la derecha los cuerpos
de la division Barbosa, le quit la vida; i al divisarle, echado de bruces con su largo palet negro
ceido a sn cintura por una faja de seda azul,
muchos de los que pasaban hcia adelante le tomaron por uno de los capellanes del ejrcito, pues
stos en todas partes se esponian a las balas. Sucedi tambien un lance oscuro pero doloroso en
el avance de la brigada Gana porque habindo se
quedado con una rodilla. en tierra un soldado anciano del 2. bata.llon del rejirniento Esmerald a,
le reconvino aquel jefe, i al darle con vos trmula
0

-956-

una escusa el infeliz se desplom sobte su rifle,


mnrmurando:- Mi coronel, estoi bandeado!J>
'

XLVI.
Entretanto, el comandante Garca que condu
cia al Buin en persona, hubia logrado tomar de
reves dos cerros arenosos i bregando por sus faldas con esfuerzo verdaderamente titnico, llegaba
casi sin ser percibido por los soldados de Cceres i
Canevaro i coronaba la altura aclamando a Chile.
Fu all donde el smjento Daniel Rebolledo de la
segunda compaa del ;egundo batallan del Buin,
mozo humilde i alegre ele Villa Alegre de Loncomilla, adelantndo'se diez pasos hcia la. cima,
clav el primero la banderola tricolor del rejimiento i pidi testimonio a su bravo jefe de su
hazaa i de su premio.
Llegaba el ltimo a caballo en aquel instante a
la cumbre, i ordenaba al valentsimo mayor Vallejos, su segundo, se precipitara con toda la jente
. disponible sobre la trinchera qne tenia a sus pis
en el desfiladero, i que desde aquella eminencia
quedaba flanqueada i cojida por la espalda. A la
. manera de hambrientas guilas trescientos Bnines que haban llegado a la cresta lanzronse a la
carrera sobre. su presa i en n1nos de dez' minu. tos mataron ar arma blanca tres veces su nmero
de enemigos.
.

-957Aqu de la matanza, esclama. uno de los mas pintorescos


cronistas de la guerra.-Aqu de las mas horribles escenas de
la guerra. De todo aquel cu~rpo de tropas numerossimo; de to
dos aquellos batallones de refresco, cuyo nmero era por lo mnos cinco veces superior al de sus vencedores, de todos ellos
mui pocos escaparon. Los soldados del Buin, sin perder su calma de veteranos ni aun en aquellos estruordinarios momentos,
no se preocupaban tanto de avanzar, sino que, siguiendo las rdenes de su comandante, se detuvieron all, i rlesde las faldas,
desde la cumbre, desde la planicie, concentraron terrfico fuego
sobre la entrada del puente.
Los peruanos eran derribados a centenares, como cuando la
guadaa del segador echa abajo las maduras espigas. Habia all
vertladeras gavillas de cadveres. Unos sobre otros, tendidos boca abajo, en la actitud de la fuga, con los brazos abiertos hca
adelante, mordan el polvo vergonzosamente heridos por la espalda. Los que mas atras , venan encontraban all una muralla
de carnes palpitantes que les impeda el paso, i caian a su turno. Al contemplar aquellos montones de cuerpos se nos figuraba
que as debieron quedar las puertas de la Compaiia cuando las
vctimas, huyendo del fuego, tropezaban con el nudo humano
que forcejaba por salir. Solo que aqu no eran hermosas vrjenes
las que moran, sino aleves peruanos, enemigos jurados de nuestra bandera i nuestra patria.ll (1)
(1) CAVIEDEs.-Relacion citada. ~ Todos los que por aquel
desfiladero pasaron en pos del Buin (i fu la mitad del ejrcito,
incluso el jeneral en jefe) nos han referitlo con el mayor horror
aquella. escena de matanza al arma blanca i a culatazos. Un soldado burdo deca que daba asco ver tanto muetto amontonado,
i un coesponsal de la prensa de Santiago confirmando todo esto agl'egaba este tremendo episodio: Cuando el jeneral en jefe
recorra las trincheras t omadas poi' el Bt1in, Esmeralda i Chillan, trincheras en que los cadveres de los peruanos estaban
uno aliado del otro casi sin intenu pcion, nos llam la atencion
un grupo formado por un soldado del Bnin i dos peruanos del
nm. 67. El cuerpo del soldado del BLlin estaba doblado hcia
atras, con una ancha herida en el pecho. Su rifle quebraao en la

-958-

XLVII.
El comandante Garca se habia mantenido en
la altura reuniendo sus soldados que jadeantes llegaban por las arenosas cuchillas i min tras el mayor de su cuerpo don Jos Evanjelista Vallejos,
seguido del capitan ayudante don Juan Ramon
Rivera, descendan del opuesto reves de la cadena
persiguiendo a los fujitivos para recibir el uno gravsima herida en la sienes i golpe mortal el otro
en el pecho, regresaba el jefe a retaguardia al encueutro de sujefe de brigada gritando-e<prictoria!
garganta i con la bayone.ta encorvada pareca que acababa de
desprenderse de sus crispadaa manos. A sus pis yacan los cadveres de los dos peruanos, uno de ellos con el crneo destrozao i el otro con una profunda herida en la garganta.
El distinguido presbtero don Salvador Donoso, que lleg a
Chorrillos al dia siguiente del combate i recorri el campo recojiendo heridos, confirmaba. este mismo relato en los siguientes
trminos: a: Se .conoca que los buines haban hecho mas uso de
la bayoneta i de la culata de sus fusiles que de las balas; porque
todos los crneos drl los peruanos estaban despezados por completo. Vi a un cholo estrechado con un huin; aqul le haba calado la bayoneta en el . pecho i ste con las ansias de la muerte
le habi roto la cabeza de un culatazo, partindosela en dos
partes. De estas escenas horribles se ven a cada paso recorriendo
el campo de batalla.
El sarjento Rebolledo fu ascendido a capitan algunos das
mas tarde i nadie le ha disputado el honor de haber clavado la
bandera del Buin en la alta cima. Sin embargo, el corone.! Dubl
reclam por escrito desde el Callao la prioridad pata las dos
banderas del Atacama que conducan dos mozos hericos Lavergne i Escuti, i para la del Talca, que tremolaron apnas media hora :.ntes que la del Buin, en las alturas de la izquierda. IJJl
sarjento 2.0 Ohamoret acompaiaba a Rebolledo i no"s ha reclamado por cartas el honor de afirmarlo as.

-959-

victoria!, ireclamando los caones del comandante Wood para completarla en la opuesta llanura,
hcia San Juan.
XLVIII.
N o . babia durado todo aquel terrfico empuje
mas de una hora, porque daban las 8 de la maana cuando la brigada Gana, coronando con sus
tres hericos rejimientos las crestas de San Juan,
rompa en su centro la lnea de resistencia del
enemigo, i rechazando sus dos alas hcia su base
hacia que el cuerpo del col'Onel Iglesias, acosado
ya de cerca por la division Lynch, se trepara al
morro Solar como a un ltimo refujio, mintras
que las tropas de Dvila, sorprendidas por el m~
petu de la acometida, se desbandaban por la planicie i sus potreros, casi sin disparar un tiro, hcia
las lneas de Miraflores. Rabia bastado que el ma. ..
yor Castillo del Santiago se avanzase por la Pampa grande con las compaas guerrilleras barriendo
su frente en rden disperso, para que los jenda.rmes de Lima, los famosos camaleros, i la columna
de honor del coronel Velarde se dispersasen c~ji
dos todos de irreflexiva cobarda. El clculo del
jeneral en jefe en todos los detalles de la accion
babia sido verdaderamente admirable, i cada cosa
se cumpla en su hora i como l lo ha,bia previsto.
Es .posible que eljeneral Baquedano no haya leido

-960-

muchos libros de guerra, pero conoca a fondo su


ejrcito i el del enemigo, i por esto en todas partes,
como hombre de guerra, acertaba.

XLIX.
I en efecto, a esa hora cabal, las ocho de la maana, el coronel Lynch se babia apoderado de la
abra de Santa Teresa i tenia asida la victoria por
una de sus -alas, mintras el jeneral Soto mayor enclavaba la otra en sus trincheras. Todos los rejimientos habia.n estado a la altura de su mision,
con escepcion del Oolchagua cuyo segundo batallan se atras notablemente en la subida. Envi
por esto a su jefe duro reto el coronel Lynch con
su ayudante Roberto Souper, i fu en los momentos en que este hombre que desde el vientre de
su madre babia venido a luz reido con el miedo,
estaba cumpliendo su mision animando con su
ejemplo a los bisoos i a los intimidados, cuando
siete balas le postraron con su montura. (1) Su
(1) Segun datos del contra-almirante Lynch, no tuvo este
jefe motivo para enorgullecerse de la conducta del Colchagua.
en la batalla de San Juan. Pero Souper en su diario indito de
campaa se limita a decit que unos cuantos oficiales se haban
amilanado i parapetdose tras de unas tapias, i por sacarlos de

ellas fu herido.
El diari o de c:1mpaiia de Roberto Souper es talvez el mas
completo de la guerra i lo tenemos en nuestro poder indito.
Pero de propsito no lo hemos citado sino mui parcamente porque abrigamos la esparanza de poder darlo a luz como nna

-961-

famoso caballo Pedro Jos, que aun sobrevive,


recibi cinco proyectiles i dos .el jj nete, fracturndole una pierna de lo que muri siempre herico
i siempre sonriente dos semanas mas tarde (a las
5 de la maana del 2 de febrer<?) en un hospital
de Lima. Por lo de mas, algunos oficiales del Oolchagua como los capitanes Pumariuo i Gajardo que
quedaron fuera de combate i el ca pitan don Juan
Domingo Reytes, valiente mozo hijo de un industrial france::; vecino de los Anjeles i que se hahia
sealado por su bravura en Pisagua, donde fu herido bajo la bandera del Buin, volvi a serlo en el
ascenso de las cumbres. I abandonado all, le encontraron al tercer dia de su agona e_u una cueva que l mismo se babia. labrado para guarecerse .... Tal era la obra i la misericordia del servicio
sanitario en el campo de batalla!

L.
El ascenso grandioso de las cumbres de San
Juan i de Santa Teresa que babia sido la victoria, fu sumamente mortfero para los diez r~ji
mientos chilenos que pele-aron all a cuerpo descubierto. Pero la muerte pareci ensaarse contra
los segundos jefes de los rejimientos porque hemos
historia intima i pintoresca de la guerra. Formara de seguro un
hermoso i entretenidsimo volmen de amena literatura.
HIST. DE LA C. Dli: LUf.A
121

-962-

visto como cay el del Chillan 1 como fn herido


el del Buin en San Juan en los momentos en que
el segundo jefe del Talca, el brillante oficial don
Crlos Silva Renard i el segundo del Chacabuco
tan bizarro i pundonoroso como l, don Belisario
Zaartu, mbos heridos en Tarapac, reciban
mortal herida a que sucumbiran pocas horas mas
tarde. A esas mismas horas era herido levemente
en una mano el tercet jefe del Colchagua, el mayor don Avelino Villagran, apuesto mozo, hijo de
Lota.

J.J.L
En cambio, en la lnea enemiga haban sucumbido en la di vision Iglesias el fmoso coronel Arguedas, comandante jeneral de divjsion i en el
cuerpo de Cceres el coronel don Domingo Ayarza, notorio desde la quema de los Gutierrez. El
mismo pundonoroso jefe de aquella ala perda dos
o tres caballos i en diferentes sitios del vasto i
accidentado campo de batalla. pel~.Dian, corno en
Tacna, no rnnos de diez jefes peruanos dignos
de su causa i su bandera. Oontbanse entre los
sealados el coronel Bernal, rico minero de Cajamarca, jefe del cuerpo de este nombre i que espir el dia 15 a a consecuencia ele sus heridas, el
coronel J. G. Ohariarse, militar facdtativo, jefe
del batallon Paucarpata, el coronel M. Porras de~
J un in, M. P. Sevilla del 2. Ayacucho i el coronel
0

-963-

Zorrilla que habia remplazado a ArguQdas en el


mando del batallon lea.
Sealronse tambien para ejemplo de los em
pleados de las ambulancias de Chile, dos practicantes de medicina llamados Moya i Montes que
,perecieron cumpliendo su honroso deber en el
campo de batalla.

LII.
De los oficiales s..1.balternos del ejrcito de Chile
harase demasiado prolija tarea dar cuenta minuciosa. Pero no es posible dejar sin especial mencion
entre cien bravos ya olvidados a los dos capitanes
del 2. Reyes Campos, que fu derribado de su
caballo en los momentos en que saludaba con su
kepi la victoria i e] viejo Hinostrosa que morbundo en Santiago se embarc solo pata pelear i
para morir, desembarcando en Curayaco el dia de
la vspera de la batalla.
0

LIV.
A las ocho de la maana la victoria de San
Juan era completa eri toda la lnea, i los cuerpos
de }:;). reserva peruana que desde lo alto de sus
parapetos contemplaban ansiosos el cuadro lejano
de la batalla como en una tela, solo divisaban a
esas h<nas dos bateras de caones que parecian

-964-

batirse, por una ilnsion_de 6ptica, en las nubes:Era la brigada de artillera de montaa Emilio Gana (capitanes Errzuriz i Fonte.cillas) que
habiendo coronado las inaccesibles lturas conquistadas por nuestros infantes, caoneaban los
ltimos restos del cuerpo de Iglesias refujiados
en la cumbre del morro Solar, al abrigo de sus
arrecifes i de sus parapetos.
A su turno, la artillera de campaa del comandante W ood, colocada en batera en las cumbres de San Juan, vomitaba la metralla sobre los
postreros fnjiti vos que c01rian hcia las casas .de
aquella hacienda por las pendi~ntes arenosas de
las cuchillas o por los potreros regados i anegadizos, cuajados de caaverales.
I mintras esto sucedia en la division Sotomayor, l~ caballera del coronel Lagos, completando
su obra de circun valacion por la Pampa, des hacia
a sablazos en dos ocasiones i en dos campos sucesivos los ltimos cuerpos organizados de Dvila
i de Cceres. En una de estas cargas cay6 bizarramente el comandante Yvar, cargando a ]a altura del tercer escuaclron de su rejimiento, atravesado por una bala que le perfor6 la mano de la
rienda i el vientre, (1) al paso que el comanaan-

(1) El comandante Y var espit tranquilamente a las 12 de


la. noche del .dia de la victoria i durante toda la campaa, se
condujo como nn verdadero soldado. He aqu algunos datos de

965.....;

te de Carabineros don -Manuel Blnes, digno de


la fama de su nombre i su fortuna tradicional, salia ileso de una valerossima acometida que con
sus jinetes di en los potreros de Surco a dos
batallones peruanos. El jefe de uno de stos, el
bravo Reinaldo Vivanco, cay a filo de sable sin
rendirse, i entre los jinetes de Chile pereci el
capitan Teran de Carabineros, recibiendo grave
herida el capitan de Granaderos don Jos Luis
Contreras, soldado de Pilocoyan, lugarejo de Linares.
Ensaronse los centauros de Chile en -sus sables i no dieron cuartel a prfugos ni a rendidos
por vengar los unos a su jefe i por precaucion de
guerra los mas, porque habiendo hecho gracia de
la vida a un infante el valeroso capitan Temstocles Urrutia que mandaba la compaa delantera
de la carga de los Granaderos, le tir aqul por
la espalda sin acertarle. El elemento cholo coh~ja. de servicios.
El 11 de febrero de 1847, cadete.
llEl 6 de mayo de 1851, alfrez del rejimiento de Granaderos
a caballo.
El 12 de enero de 1852 fu ascendido a teniente i el18 de
febrero de 1859 a capitan del mismo cuerpo.
Sarjent(l mayor el 22 de agosto de 1861.
El 11 de julio de 1866 pas al estado mayor de plaza.
El 23 de julio de 1874 fu ascendido a teniente coronel efectivo del rejimiento de Granaderos a caballo.
Los Granaderos estaban afectos a la primera division, los Cazadores a la segunda i los Carabineros a la tercera, pero obraban segun las circunstancias, en conjunto o aisladamente.

su

-966-

mo todas las razas serviles i abatidas, es de suyo


aleve.

LIV.
El jeneral en jefe, que en persona habia tomado aquellas oportunsima.s medidas coronadas, de
xito tan maravilloso, poniendo ahora adisposicion
deljeneral Sotomayor la artillera de \Vood i orde-
nando las cargas sucesivas de la caballera, atravesaba en esos momentos, rebosando en justa
alegra, el desfiladero q Lle abriera a SU IJaSO la bri
"" Gana i corria a felicitar a este jefe i al cogada
mandante 'del Buin que tan gallardamente condujera su rejimiento. Estos jefes en ese momento
calmaban i reunan sus soldados en las casas de
aquella hacienda que a esas horas eran solo nn
campo de atroz carniceta. Su iglesia, segun la espresion de un testigo de vista, era solo (<Un mon
ton de cadveres i de fusiles ensangrentados. >) En
el camino bordeado de sauces que por los potreros
conducen al caminante desde el desfiladero al injenio, un cabo del Buin la.vaba afectuosamente bajo
1111 rbol el pecho ensangrentado de un oficial chileno. Era el capitan Rivera del Buin que al pasar
el jeneral en jefe le devolva sus salutaciones con
el grito desfallecido de una alma herica.-'-e<Mi
jeneral! hemos ''encido. Viva Chile! Qu importa
aho1a mmir? ))

-967-

Con tales hombres a qu sitio de la Amrica


uo habrn de llegar algun dia las armas i las
banderas de Chile? (1)

LV.
Seguro ya de su dia i seguido de los tres rejimientos de la reserva, el jeneral en jefe atraves
el camino de San Juan hcia Chorrillos, siendo
aclamado en todas partes con frentico entusiasmo
i fu a situars.e en una colina que dominaba todo
el verde campo, donde apendose de su caballo,
sentse a descansar.
Eran las ocho i media de la maana i la victoria era tan completa como la batalla hbia sido
diestramente combinada, logrndose todos sus objetos. El mismo ~irola babia huido, i a esas horas
solo quedaba en las lneas peruanas un puado
ele hombres completamente acorralados .e n la alta
meseta del morro Solar. De los nueve batallones
del cuerpo de ejrcito de Iglesias, la mayor parte se habian dispersado, especialmente el lea i el
(1) Igual salutacion hacian los jefes al pasar al ca pitan Donoso, .del Bnin, que aunque peligrosamente herido logr recobrarse en un hospital de V al paraso. El ca pi tan Rivera. falleci en ,
la escuela de cabos de Chorrillos i fu altamente lamentado en
el ejrcito. Era natural de Linares, de 42 u.ios de edad i babia
servido en el Bnin, desde la clase de soldado raso, durante 20
ailos, pues sent plaza el 11 de marzo de 1859. Era el mismo
alentado infante que babia acompaudo la caballera del jeneral
Baquedano cuando ocup por la primera vez a Moquegna.

< .

-968-

Cajamarca que guardaban el desfiladero, muriendo


a los primeros tiros el mayor Dellorme que mandaba all la artillera. Solo el coronel N oriega de la 1.
division babia logrado abrirse paso hcia Chorrillos con unos cuantos grupos organizados, empero
mucho mas dispuestos a la fuga que al combate.
La batalla de San J mm era por consiguiente
una de las mas grandes i mas cabales jornadas
militares de la repblica; i si bien fu cierto que
cost raudales de jenerosa sangre a sus mas nobles hijos, la gloria compensaba el sacrificio, i el
logro alcanzado corresponda a los titnicos esfuerzos.
.,

LVI.
lVIas, por una de esas aberraciones del destino,
i como suele suceder en los incendios de las grandes ciudades en que del foco ya apagado se comunica la chispa que. reduce a cenizas la parte mas
florida, as, cuando habra sido suficiente rodear el
morro a la distancia i caoneado hasta rendirlo,
colocando fuera de la lnea de los fuegos los fatigados cuerpos de ir}fantera, trabse sin propsito
i sin motivo una nueva, mas encarnizada i ras
sangrienta batalla que en manera alguna iba a
compensar con sus resultados las prdidas que
Impuso a nuestro ya mutilado aunque invencible
ejrpito.

-969-

Esa segunda batalla ser la que en la historia


habr de llamarse de ccChorrillos>> o del Morro
Solar, en todo diversa de la que en ceSan Jnan))
nos babia dado la posesion de Lima i de toda :m
comarca, i a ella consagraremos nuestro prximo
captulo.

lilST. [)Jj! LA. C. DE LUU

70

ANEXO AL CAPITULO X XVI.

ESTADO JENERAL DE LA FUERZA DE[, EJRCITO DE OHrLE


ANTES DE LAS BATALLAS DE LIMA.

.,

CUERPOS O SECCIONES.

rfJ

....
<

z
(,

....

<

Q
:>.

..,

,:

------------------ -- -Cuartel jeneral. ............. .. ........... .... . .


Estado mayor jeneral .. .... .......... .. ... .. .
Inspeccion delegada.......... .. .... . . . . . . . . . . 1
Comandancia jeneral de artillera .. ..... ..... . .
Id id de caballera .... ... ... .. ...... .. .. .. ..... .
Inte~de~ci a jeneral.. ............ ... . ........ .
Com1s:um .... .... ..... ..... .. ...... ... ... .. .... ...... ..

Capellanes ...... .......... .......... .. .... ..... .


Rejimiento Zapadores .............. ....... .... . ... '
Id Artillera nmero 1........... ....... . .. .. .
Id nmero 2.. .... .. .... .. . .. .... .. .. .. .. .. ... .. .
Id de marina.............................. .. .. ..
PRIMERA

"'

....

m
.,
:>.

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S

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- - - -11
3
22
11
15
18
1

,_

<

D
~

---5
35
54

18
2 ......

14

1050 14
827 450
400 300
\J
650

......
150
100

17 ................... ..
6 .................... .

6
6
4
3

39
37
16
24

.....

DJVISION.

1.n Brigada.

Comandancia en jefe .... .......... :.........


1
Estado mayor de division .... .. ..... ...... ..
Comandancia de la t.n brigada............. ..
H.ejimiento Atacama .............................. .
Id ~ .' de lnea .... ......... ........ ...... ..
Id Colchagua ............. .. ... ... ........ .
Id 'falca ...... ... ....... ... .. .............. .

1
2
4
2
2 ......
3 34
3 32
3 26
3 33

4
6
2
1145
!l32
854
1135

B6

4 .. ....
2
6 ......
945
935 17 ......
1012 ...... ......
3 ......
550
495 559 ......

7
2
7
5
8
7

2
......

......

.... ..
......
......

2. Brigada.

Comandancia--de la 2. brigada ............... .. .

4: de lnea ....................... ..... .. .......... .. ..


Cl1acabuco ............. ........................ .
Coquimbo ............... .. ........... . .. .. .......... .
Quillota ...................... ... .. ..... : ............. ..
Granaderos a caballo: ....................... , .... ..

3
2
3

32
41
21
28

-971-

CUERPOS O SECCIONES

"'r.1

"'r.1'"'
-.:

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...,"'

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o:

E-o

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<

P:

<
"'
...::

...l

:S

SEGUNDA D!VISION.

1 B1igadct.
Comandancia en jefe. ........... ............ 1
Estado mayor de division ....... ........ .. .
Comandancia de la l. brigada......... .. . . ... . .
Buin .......................... ... .. .. . ................ ..
Esmeralda .................. . ........................ .
Chillan ......................... : .... . ................ ..
Melipilla ......... .............. .............. .. ..

2
3
1
3
3
3

4
2

7
5

10
8

3
2

17 ......
18 ......
17 ......
5 .. .. ,.

40
38
32
23

1032
1046
1021
430

2
3
3
3
2
4

1
42
t!5
38
26
22

3
6
2
1110 17
;141 16 ......
(}80
4 ... .. .
595
6 ......
440 500 ......

31

5
4
4 .........
2
3
910
34
46 1014
851
31

2. BTigada.

Comandancia de la 2 brigada ................ ..


3.0 de lnea............ .... .......................... ..
Lautaro .............. ............ ...... ... ....... .. .. ..
Cnric.... .......... ................................... ..
Victoria .. .... ... ......... .............. ..... .......... .
Cazadores ....................................... .
TERCERA DIV!SION.

1. Brigada.
Comandancia en jefe .............. .. ............. . .
Estado mayor de division ....................... ..
Comandancia de la 1. brigada.................. .
Navales ................................ : ...... ....... ..
Aconcagua .......... ..................... . ........... .
Valparaiso .................................. .... .

1
2

!!

...... ......
4 ......
10 .. ....
8 ......
8 ......

2. B1igada.
Comandancia de la 2. brigada .... ...... ..
Santiago .. ..... ... .. ............... ...... ...... .. .
Valdivia ....................... ................. .
Caupolic11.n ................ ......... .................. .
Concepcion .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . . .. .. .. . .. . .. . . ..
BMnes ......... . ..................................... ..
Carabineros de Yungai ; ... .. .... ............ .. ..
~ag3:j~s

....... ... ....................................... .


ServiCIO sanitariO ... .... ... .... ;.................... .

TOTAL..........................

1
3
2
2
3
2
3

3
42

30
31
35
18
24

1
7
42 149

2
5
1050 20
5:32
5
435
7
674
4
470
5
1
140 450

......
......
......
......

......

68 126 440
360 246 1

189 1081 26422 2767 7\J8

CAPITULO XXVII.
LA BATALLA DE CHORRILLOS.

Cmo la batalla de San Juan termin a las 9 de la maana.-Los primeros


derrotados peruanos llegan a la lnea de Miraflore s.-La conducta de
Pirola en la batalla.- Su presencia en San Juan., en Surco i en Chorrillos.- Su conferencia con Iglesias, i juicio ae Quirr.per sobre ese acto.Ordenes del dictador a Suarcr. i desob ediencia de ste. -Cual debi ser
la tctica de los chilenos en esa a ltura de la lucha.-iPudo la division
Lagos apoderarse de Lima en aquel dia1 -Descripcion de San Juan, de
Surco i de ChOtrillos.-Las chcaras de Lima:-Descripcion de las ce
rrilladas de Churrillos.-gl morro Holar i las bateras del ((Salto del
Fraile i de ((la Calavera.-Tropas peruanas que se refujian en ests
po s icione s.~ Temerario e inefi caz asalto del 4. de lnea i del Chcabu'
co al morro 1iiolar.-Los cuatro capitanes del Chacabuco.-Muerte hero ica del capitan Ibaez. -Conflicto . - Bizarra conduc ta del coronel
U rrutia i herosmo antiguo del coma ndante Urzar.-Rechazo de los
chilenos i avance del enem igo.-La bri gada de artillera Emilio Gana
abandona su posicion pot falta de municiones.--El servicio de stas, i
noble conducta del comandante Bascu a n i del voluntario don Benito
Alamos.--Los arrieros de Chile en la ba talla.-Muertc de Roberto Aldmate.-Se renueva la batalla, i todo el ejrc ito se lanza a re~ catar la
di vision Lynch comprometida.-Marcha de la rese rva i de la brigada
Gana hc ia el mono Solar.-La Arliller a de campa a.-El coronel R'ecabarren se desprende de la division ~uare z i el Esmeralda se encuentra
rodeado.--Inminente peligro de la brigada Jara de art iller a de montaa, i como se defiende.--El 3: de lnea i su herico comandante en la batalla.--Derrota de Recabrreu i su captura.--Sealado herosmo del
alfre7. Ilabaca.- Muerte gloriosa del mayor Serrano i de las capitanes
Valenzuela i Riquelme Laso del 3.'--E l subtenien te :3al!te lices.-Avance de la divi sion Lagos i te rrible desfil e del ~ an ti ago por las calles de
Chorrillos.-- Incomparab le denuedo del comandante Fuensalida.- El
abandetado Maj orell.-Muerte dP. los dos Calderon i de los dos Salinas .-H e ro i ~mo del capi tan Troncoso i muerte sublime del soldado Jos

-973Riquelme.--C aptura de prisioneros en la cima.--La marcha del Coquimbo i del Melipilla, i sus peripecias.-M uerte del capilan Paez.-La lancha a vapor del Blanco i el t enien te Rodriguez.--Ba{as del ej rcito
chileno en las batallas del 13. -Desrdenes en Chorril os i mue1te del
comandante Dubl Almeida i del teniente de Zapadores We ber.-C norrillos es la segunda noche t riste de la guerra,

I.
Al finalizar el captulo precedent e, ,demostr bamos que la gloriosa i admirable batalla de San
Juan estaba completa mente terminada en toda
la lnea a las ocho i media de la maana. El jeneral en jefe fija esta hora media hora nas tarde,
cuando dice en su parte oficial de la jornada: << La gran batalla pudo considera rse terminad a a
las nueve de la maana con la dmrota completa
del poderoso ejrcito c-lnemi go. >)
Cuatro horas de constante herosmo i de una
prevision i tctica de guerra fielmente ejecutada s
en el terreno, haban bastado para alcanzar aquel
maravillo so resultado que poRtraba al pi del asta
del .pabellon de Chile, colocado en doce eminencias inace(sibl es: un ej rcito de treinta mil hombres. que defenda el org ullo i los hogares de sn
nac10n.
A esa hora cabal por el reloj ele los comandan tes j enerales, el coronel L ynch se babia apodera do por completo ele h ga rganta ele Santa T eresa
i la dominaba con los doce caones ele la artillera ele montaa del mayor Gana trepados con

974

brioso esfuerzo a las mas empinadas altunts del


campo de batalla. Los batallones que custodiaban ese paso, especialmente el Ica i el Oajamarca, habian sido despedazados i su artillera estaba
en nuestras manos. Las ambulancias mismas de
San Tadeo habian caido en poder de los vencedores, i segun el testimonio de uno de sus propios
facultativos (el cirujano Vizcarra) habian necesitado los ltimos meterse en la acequia 'de Villa
con el agna a la cintura para escapar a la nuttanza.

II.
En el centro, la victoria era mucho mas completa, porque la division Gana i en seguida los jinetes de Y var i de Blnes habian barrido toda
la planicie de enemigos; al paso que la division
Lagos marchando arma al brazo i sin quemar un
cartucho, escepto en sus guerrillas mandadas por
Castillo, avanzaba desde Pampa Grande hci~ los
potreros irrigados del valle, en vol viendo la aldea
de Surco i acercndose a los faldeos de V azq uez,
donde apoyaba su izquierda la en ese momento
desguarnecida i azorada lnea de Miraflores. Estando al testimonio de los peruanos que cuidadosamente hemos recojido, si el coronel Lagos
hubiese recibido rden a esas horas de marchar
sobre Lima por ese rumbo, la .habria ocupado sin

9i5-

disparar un fusilazo: tan grande era el desconcierto i el p.nico introducido por los fujitivos de las
lneas de Chorrillos, San J mm i Monte Rico en
las de Mira:flores.

III.
'
1

A la verdad, en los primeros momentos en que


los batallones de la resen'a, parapetados tras sus
muros sintieron al amanecer, los primeros rumores de la lejana batalla, se manifeRtaron poseidos
de cierto blico ardimiento, i tomando de prisa
las armas grita1)an a sns jefes:-A Surco! A
Surco!>)
Su inspiracion, como sucede de contnno en la
colectividad de los soldados, era feliz i aun era certera; pero a esas horas era ya tardia. Si la reserva
peruana hubiese sido llevada a Surco i a Barranco
el dia de la vspera, la batalla de San Juan habria
sido solo un Loncomilla o una San Bartolom.

El camino de Barrancos a Miraflores, (dice, en efecto, confir.


mn.ndo esta relacion en todas sus partes, un oficial del campo
peruano que serva como ayudante de uu jefe superior en las ltimas trincheras) estaba sembrado de dispersos que huan en el
mas espantoso desnlen, unos h eridos i aryastrtndose; otros pi
diendo auxilio; unos con armas, otros sin ells, llenos de sangre
i la ropa hecha pedazos, presentando el espectculo mas desgarrador.
>>Por el terraplen de la va frrea avanzaba un largo cordon
de jente; por el medio de los potreros tambien conian los solda-

-976.dos en pequeos grupos. Se les llamaba, se les gritaba, pero no


hacan caso; no respetaban ni los grados ni las amenazas, sino
los balazos. No era esa la actitud de un ejrcito victorioso. Un
amargo desaliento se apoder de nosotros; nos miramos unos a
otros sin poder articular palabra i lanzamos nuestros caballos
sobre los dispersos. Varias compaas de los batallones se desplegaron en guerrilla i pequeas fuerzas de caballera se escalonaron en los puntos mas aparentes para cortarles el camino de
Lima.
Pero, a medida que el tiempo ttascurria, se hacia inas doloroso el cuadro de esa multitud que hua despavorida por todas partes; la caballera llegaba a bandadas, las mulas cargadas de cajas
de municiones i de aparejos para los caones de montaa, los
caones i ametralladoras rodadas; caballos sin jinete a galop~
tendido; artilleros, coroneles, jefes de toda graduacion inundaban las avenidas del ferrocarril, formando nna espantosa confu
sion. No provenan t antos dispersos de una division desbanda da, como habamos odo decir; era todo un ejrcito en fuga. Algunos batallones entraron ntegros en nuestra lnea, como el
Concepcion i el Valladares i gran parte de otros de la di vis ion
Pereira, que qued formada el arma al brazo a la izquierda de la
lnea frrea. Serian las diez de la maana cuando lleg Pirola
con un reducido estado mayor, en el que se notaba a .los jenemles Buendia, Segura i coronel Suarer. . (1 )

IV.
A esas horas todo estaba definitivam ente tetminado como accion de guerra, i el jeneral Baquedano que contemplab a el campo intermedio
entre San Juan i Miraflores desde un punto de
( 1) Lo qtw yo v.-Helacion de un 1eservi,sta publicada en El
Otden de Lima en febrero de 1881.

'

-977-

vista diverso pero conve1jente al del narrador peruano, llegaba a idntica conch~sion.
La batalla de San Juan haba sido rpidamente
ganada por los chilenos, i las bandas de msica
tocaban en todas partes, a lo largo del estenso
campo de batalla conquistado por los chilenos, las
alegres i embriagadoras dianas de la victoria.
A la verdad, lo que babia caracterizado mas
especialmente la batalla de San Juan, bajo un
punto de vista dinmico i militar babia sido el
mpetu i la celeridad de la carga de los infantes
que de hecho babia comenzado en Lurin a las
cuatro de la tarde en el da de la vspera i que babia durado dieziseis horas consecutivas. La que~
ma de cartuchos fn comparativa mente escasa,
i cuando los jefes de los parques di visionarios
abrieron sus cajones en el revs opuesto de las
colinas i trincheras arrebatadas a la bayoneta, los
soldados de la segunda di vision, desfilando por el
flanco, apnas tornabn uno o dos paquetes para
remplazar los consumidos. (1)
Por otra parte, la presencia del dictador en la
retaguardia de su ltima muralla de defensa a las
diez de la maana, estaba probando que la batalla
empeada en sus primeras lneas se hallaba irre(1) Dato del ayudante jencrnl del Estado Mayor jeneral, comandante Sil va V ergara.
HlST. DE LA C. DE LIMA;

-97 8-

vocab lemen tc perdi da para los con-fiados defensores ele Lima .

V.
Qu haba hecho enti:e tanto el ltim o por cubrir su inson dable respo nsabi lidad ante su infeliz patria otra vez vencida, desde que le dejamos en
la media noche de la vspera en sn escursion de
zozobra i vijilartcia hcia Vazguez?
El jenera lsimo habia recibido el doble aviso
de la aproximacion de los chilenos cl0 qne ya hemos dado cuent a, i por consi guien te no era dueo
de alega r la sorpr esa como escusa de sus proce dimie ntos.
Mas, en lugar de regre sar a su cuarte l jener ai
de Chorrillos en aquel la hora supre ma, torci por
Surco hcia San Juan, i all pas . aqnep a noche
las )ocas horas que tard en aparecm el alba veranie ga orlad a esta vez con una diade ma de fuego. De suerte que cuand o la briga da Gana atac
aquel la posicio i la captu r a la bayon eta, el dictador estab a a,ll pero a respetuosa distancia. El
.b atalla n Vei?diuno de mayo, al mand o del coronel
lVlejia i fuerte de 533 plazas, defenda las casas
de aquel la estan cia como dentr o de un castillo.
Vind ose arroll ado por la corrie nte de los fujitivos que nada ni nadie conte na, retroc edi ele
nuevo el jenera lsimo hasta Surco en los mome n-

....;... 979 .-....

tos en que por otro rumbo llegaban a galope sus


veinte o treinta ayndantes" de honor precedidos
por Montero, trayndole' la infausta n ueva de que
ya haba sido forzada pt los chilenos ,la br0cha
de Santa Teresa.
Aquel vistoso grupo de jente de parada babia
intentado en las primeras horas del combate dirijirse a Villa o por lo mnos a San Tadeo; pero
los proyectiles chilenos que all caan como el
granizo de una tempestad de verano, les atajaron
el paso, i hubieron de retroceder por los pajonales derribando tapias i vadeando zanjas para reunirse a su caudillo.
El cuerpo de ayudantes inform a Pirola que
solo los restos del cuerpo de ejrcito del coronel
Iglesias mantenan el campo, completamente aislados i sin remedio humano.
En cuanto al cotonel Suarez que tenia bajo sus
manos seis batallones en la Escuela de Cnhos de
Chorrillos, no babia dado un paso hcia adelante,
sea por taima, sea por irresolucion, sea, lo que es
mas probable, por antipatritica represalia de pasados i re cien tes agravios. U no de los mas grandes erroref; morales i estratj icos del dictador haba sido, en efecto, confiar a ltima hora el mando
superior de sus crudas e inconexas di visiones a
jefes que stas no conocan i que adornas se habian sealado por intensa o disimulada animaclversion a su persona; i en consecuencia, todos los

-980-

lugar-tenientes ~e rracna, Cceres, Dvila i Suarez,


especialmente los dos ltimos, no estuvieron, aquella maana en man-era alguna a la altura de sus
antecedentes militares. Por el contrario, el primer
cuerpo de ejrcito compuesto de tropas del norte
i mandado por un jefe del norte, secuaz ardiente
del caudillo, se babia batido i seguiria batindose
con sealada bizarra.
En tan crtica coyuntura tuvo el jeneralsimo
un arranque de aliento, homenaje debido a la fidelidad de los que por l morian. Despues de un
momento de vacilacion se precipit en su caballo
blanco de batalla por el camino que conduce directamente de Surco a Chorrmos se guillo de unos
pocos de sus mas esforzados ayudantes. Entre stos iban el fiel Chocano, el coronel Montero Rosas, rico hacendado de Chancai que en la vspera
babia venido a pedir un puesto de combate, su
propio imberbe hijo i el capitan Canseco natural
. de Arequipa.
Hasta ese momento los que le habian contemplado en la batalla habian echado de ver nicamente su tristeza i su silen,cio. Era la partida demasiado grande para su alma, i el azar le traia
aturdido.

VI.
Con indisputable-arr ogancia subi sin embargo
el dictador por el camino carretero que en forma

-981-

de zig-zag habian labrado los peruanos por el lado


de Chorrillos al morro Solar, i all conferenci con
su denodado lugarteni ente Iglesias exhortndolo a
no desmayar en el combate. Para esto prometile
los inmediatos i poderosos resfuerzos de Suarez i
aqullos que l podria enviarle o conducir en persona desde las lneas de Miraflores. (1)
Hecho esto afirm las espuelas en los hijares
de su caballo i descendi al pueblo de Chorrillos
para impartir rdenes.
Salieron a escape a cumplir stas el coronel
Montero Rosas i el capitan Canseco; pero ni uno
( 1) Estando a la relacion evidentemente apa8ionada i parcial
del ex-ministro Quimper, el dictador no babia subido al Morro
Solar para alentar a Iglesias, sino para descorazonarle, lo que
es inverosmi l.- H aqu sus palabras:
Pirola no se babia dejado sentir en toda la maana. Ni
Dvila que mandaba en la izquierda, ni Cceres que sostena
el centro, ni Iglesias que se batia hericamente en la derecha,
recibieron una rden suya. Estaba en Chorrillos o en los callejones de Villa, paseando como un curioso i escuchaniio como un
autmata los ruidos de la fusilera i las detonaciones de la artillera en todas direcciones. Realizbase su gan plan.
1>Continuaba batindose i sostenindose en sus posesiones el
coronel Iglesias, cuando divis a las diez i media de la maana
que de una de las cumbres de los cerros adyacentes al Morro
Solar se desprenda una cabalgata. Tom su anteojo i reconoci
al dictador que a largo paso de su caballo se precipitaba sobre
Chorrillos en la direccion de la bajada de los baos. Salile al
encuentro i le mamfest la necesidad de que se le enviasen re.
fuerzos. Pirola por toda contestacion le dijo:
-Coronel, todo est perdido; vngase en mi compaa.
I diciendo i haciendo se lanz a todo galope en direccion a
Mirafl.ores.
Iglesias le volvi al dictador la espalda con desprecio para
ocupar su puesto a la cabeza de sus tropas que aun luchaban
con entusiasmo.

--

~-~

.......

........

-982-

~:

ni otro regresaro n. Fu muerto el primero por


una bala de rifle, cumpliend o noblemen te su deber, i aun cuando se asegLH que su opulenta familia ofreciera cinco mil duros por su cadver o
sus arreos de soldado, encontrar on solo su caballo,
ensillado a la usanza de los lujosos hacendad os
peruanos. El capitan Oanseco cay tambien herido i no volvi a reunirse a su jefe.
Despues de comunica r el ltimo.; rden perentoria al coronel Suarez de avanzar desde la ~s
cuela de Cabos en proteccio n de Iglesias, descendi por la ancha rampa de los baos de Ohorrillcs,
i galopando una buena legua por la arenosa playa al pi de los altos farellones qne forman all a
manera de muralla la abrupta costa, fu a ascender por la escalinata de madera que sirve a los
baistas de Miraflores, ejecutand o por consiguiente verdadero s prodijios de arte hpico. Harto mejor que eso habrale estado para su fama ponerse
a la cabeza de los vacilantes batallone s de Suarez
i conducirlos en persona a rescatar el dia o a
morir en las laderas que ,en hora de tanta angustia enrojeca a raudales la sangre de sus desventurado s compatrio tas.
N o seria lcito por esto sostener, dentro de la
justicia de la historia, que el dictador del Per se
hubiese mostrado cobarde en aquella gran jornada. Lo qu e don Nicolas de Pirola no alcanz en
esa vez, como en todas las crsis anteriores de su

-983-

ajitada. vida, fu colocarse a la altura de la


nanimidnd, que es el heroismo del deber.

rnag~

VII.
Dada la sitnacion, la rapidez iln hora de la
gran batalla, la mayor de su historia, alcanzada
por los chilenos en San Juan i arrojados sus contendores, que eran veinte mil, a ht cirn tt de una
roca a maneru de nufragos, en nm ero de nnos
cuantos centenares de revueltos infantes i artilleros, parecia que la uica maniobn1. necesitada.por
la situacion era continuar el movimiento envolvente de la division Lagos hasta Barranco, es
decir, hasta la orilla del mar i colocar nuestra poderosa artillera de campaa en posiciones a fin
de silenciar las cinco o seis piez as tras de las cimles se parapetaban los peruanos en la altnra.
Habia tarnbien otro arbitrio militar un tanto
mas aventurado pero ele grandiosa solucion para
el jenio de los j efes i el coraj e de los soldados de
Chile; esto es, poner asedio ?.1 pnu.ado de defensores del Morro Solar con ln escnadra, la di vision
Lynch i la reserva, i ordenar al impe tuoso Lngos
continuase, reforza,do por Sotomayor, su marcha
victoriosa por Monte-Rico i Vazqnez, precedido
por la caballera que babia aterrad o a los peruanos
i segnido por 30 caon es de campafa. Con este empuje dos horas mas tarde los chil enos babri an fo r-

-984-

zado de seguro la lnea de Miraflores por su iz~


quierda; i as las dos ltimas batallas de aquella
gran jornada de tres dias acaso se habran reunido
en una sola fecha i en una sola gloria para Chile.
Mas por desdicha no aconteci de esa manera,
i para comprender cmo, a ejemplo de lo que sucediera despues de Maipo en las casas de Espejo,
volvi a smjir del fondo de una campal victoria
una nueva batalla completame nte infructuosa,
no necesitada i ca1~nicera, hcese preciso describir los principales perfiles del terreno en que se
librara.

VIII.
La angosta planicie de tres leguas que se estiende desde las cerrilladas de Chorrillos a Lima
entre los ltimos faldeos de la cordillera real i
el ocano, asemjase en su formacion a la Tablada de Lurin, sabo que la barrera que aquellos
levantan en frente de los vientos del sur protejen la ltima planicie contra las arenas i los mdanos, formando los riegos del Rima.c amenos i
fertilsimos campos en todo su circuito. Sirve de
cauce principal, o de acequia madre a aquellos
cultivos de caa i de alfalfa, ele legumbres ijarclines, el rio, o mas bien, el zanjon de Surco, especie de Zanjon de la Aguada ele Lima. Este
cauce, en oposicion al de Santiago, corre ele nor-

-985-

te a sur i proyecta uno de sus ramales hasta la hacienda de Villa, atravesando la abra de Santa Teresa hcia el sur, como la acequia de Paine atraviesa en el valle de Maipo la angostura de ese nombre.
El rio Surco riega principalme nte i en rden
sucesivo desde los arrabales de Lima las cbcaras
ele Ate, Quiros, Tebes, la Palma, Vazquez, propiedad esta ltima de la familia de V azquez de
Velasco, cuyo ltimo retoo viva en Madrid en
1860, i en seguida las heredades de Monte-Rico,
San Juan i Surco. Surco es una aldea rural como
Ate, formada por unos cuantos mseros chacare.
ros. La propiedad rstica se halla en torno a Lima tan dividida i fraccionada como sus castas, i
no representa ninguna fortuna de consecuencia.
La mas considerable es la de rrebes, que puede
medir 150 cuadras, i a cansa de la humedad de
sus terrenos, su ltimo propietario el doctor Melendez, cambi su usufrncto de caa por el de alfalfa. V azquez mide la mitad de esa estension, i en
la poca de la guerra se hallaba arrendada a don
Ramon Roca i Boloa, jefe de un batallon de la
reserva; i la de la Palma, que es mucho mas reducida, a un portugues llamado Rodrguez.
De Surco parte un camino de travieso hcia
Barranco i Chorrillos, i de San Juan una especie
de avenida recta i recientemente abierta a la ltima ciudad; pero como las lomas que se estiendeu
al sur sujetan los derrames del valle, se han forHIST. DE LA C. DE LIMA.

124

-986-

mado al pi de aqn llas estenSOS p ~ijonales cubeL'tos de verde totora. La misma causajeoljica i agrcola ha' formado al otro lado de los ce rros el pajonal de Villa i su lagunn., exacta.rn e nte como suce de en Quintero,
Bucalenm: en Cahuil, donde
quiera qne haya ag ua, riegos i mcbnos en Chile.
Sauces de Castilla i una especie de algarro bo
que los :peruanos lhunan guarangos, crecen descui- :
dados en aqueHas zonas que el arado del trab<:1jo
libre I;fi.ra vez perturba, i ann esas mismas benficas planH1s son entregadas al hacl1a del lefwd or
estranjo para el consumo ele Lima. Poco nt.es
de la llegada de los chilenos, el admini st radO!' ele
la hacienda de San Juan, un tal Dbalos, babin
vendido n un italiano Gorella las alamedas ele San
Juan para lea, por un precio que. equivnlia a
1,200 pesos de la n1oneda de Chile (12,000 soles).
Todo lo demas del terreno est rep artid o en
pequei'os cercos o diminutos potre ros, destinados
a larhorioso i manual cultivo. La campia ele Lima no ha salido toda ~Tia del perodo i nclijenn, o
mas propiamente, ha vu elto a L
'"rodo esto por lo que se refi ere a b topografa
del llano;

en

'~

IX.
La rejion que podra llamarse montaftosa del
distrito de Chorrillos, se compone de la cadena

U87-

trasvert)al que y<t hemos descrito , :mbo que su 'scenso por el lado del norte es mucho mots Sll <LVC i.
tendido a caus('L ele que las arenas s.e cuhtres lHtn
irlo formand o en esa. clireccion una especie ele.
plano inclinad o que facilita su subida.
. .
El morro Solar levutas e sin embargo abrupto :
i sombro en el horizont e, divisnd ose .desde Lima
corno el mono de Arica se present<:t .a 1tt clistanci('L en alta mar. Imnedia tn.men te i e.n forma lonjitnd inal, siguiend o la curn1 del bttrmn -,
co que domina a. sns pis, yace la famosa ci udad
ele baos de Chorrillos con treinta o. cuarenta
manzan as irregule.res distribuida:? en calles angostas pero pintorescas. Dos anchas nvenida s. moclcr:.:
nas . se cliseabar1 qe rca ele la estacion tlel fe rrot~ a
rril, simple galpon de rstica n1. ctden~ que serva
de panbC1ero a los ntes felices i desocup ados pobladores de Lima. En el sen tido del ocio, del placer i del deleite, Chorrill os, o cc cl Cho rrillo>), seg un
decan los antig uos por la gri eta ele agua qt1e se
ve todava en su barranc o martim o, era pna sim;
ple sucursctl de Lima i sus locos, deletre os i co rrosivos devaneo s.
Apodera do ahom el demonio ele b guerra de
aqnel sitio ele indnljen tes deli cias, los peru anos habin.n trocado el n1orro, que ostentari.l nt.es como
el de Santa Lucia 1a. cruz de su f, en castillo for- .
midal>le r odeado de obra~ acce!:iori as de fortifica cion. La mas slida de stas haba sido colocad a en

-988-

una especie de promontorio que el morro Solar proyecta hcia el mar, el cual lleva el nombre singular del salto del Fraile i que nuestros soldados llamaban de la Casita blanca por una pequea coustrnccion que la coronaba. En este paxaje, de suyo
fuerte hasta parecer inespugnable contra la infantera, habian colocado los injenieros peruanos con
grandes fatigas un caon de a 300 estraido de las
bateras del Callao, i en una eminencia inmediata
llamada La Calavera>) pusieron dos piezas de
marina de a 70 a cargo ele un comandante de artillera llamado Benitez. Un contramaeslre portugues que hacia 40 aos serva en la marina del
Per habia dirijiclo este trabajo con las peonadas
de los pueblos o zonas eomarcanas. Su nombre
era Jos GQerrero. (1)

X.
Al derredor de esas crestas cuyos fuegos tenian
campo de tiro hasta San Juan por el oriente i
(1) Consta esto de un sumario que se levant a Guenem en
el <\llao al verle llegat derrotado el mismo uit\ 13, porque para cuerpos de autos los peruanos son mucho mas eximios artfices que para presentar su cuer)o a las balas. Las columnas suministradas pot las poblaciones de la 8." zona, o sea la zona de
Chorrillo.s, estaban representadas por las siguientes escasas cifras: Chorrillos 154, casi todos de nombres indjeuas; Mirafl.ores
120, Barranco 1<18 i Villa 80. Total uuos 500 brazos, tan escasa
es la poblacion de la yetma campia de Lima, .ciudad opulenta
solo eu blondas i eu deleites ......

-989-

hasta Barranco con direccion al norte, los peruanos, envalentonados por la visita del dictador i su
promesa de inmediatos socorros, se dispusieron a
defenderse con una enetja desesperada i que ciertamente refleja honra no pequea sobre sus jefes.
Las tropas all asiladas, aparte de unos cien o doscientos artilleros i matriculados de Chorrillos eran
restos de los batallones Guardia peruana mandada por don Crlos de Pirola hermano del dictador; el Callao, de Rosa Jil, desalojado de las casas
de Villa por el Coquimbo; el Ayacucho nmero 5
i los tres cuerpos del Norte que el coronel Iglesias habia elejido como jente suya, el Cajamarca,
el Trujillo i el Tarma. Los artilleros pertenecan
a las piezas de campaa o de gran calibre ya
nombradas, a la artillera volante i a las secciones especiales de Chorrillos i del Callao encarga- .
das de defender la crOalavera)) i el crSalto del
Fraile. Visibles estn todava las argollas, postes i aparatos que sirvieron a los peruanos para
alzar a tamaas alturas caones que solo se miden
por el peso de sus toneladas, i cuyo arte de instalacion hace recordar el jenio maravilloso de sus
predecesores en el arbitrio de erijir construcciones ciclpeas sin mas recursos que sus brazos. Para subir a la cumbre, habian construido tambien
lti1aamente un camino carretero de zig-zag como el de San Cristbal.
Agregbase a todo esto que la poblacion de

-990-

Chorrillos, aunque construida de caas i de movedizas azoteas, qne se mece n b <~jo los pis. de los
curiosos, podia ofrecer una rneclian.a resiste ucitt
en un combate de fusilera i cuerpo a cncrpo: no
as' al caon 'que la. habra reducido a escombros'
disparando con fuegos rasantes desde las colinas.

XI.
'

Dadas estas condiciones del terreno, de ht perspectiva i del nervio de la defensft del ltimo baluarte peruano, n~ babia nada mas sencillo que
someterlo a las armas ve!1cecloras de Chile, sin
quemfl,r una sola cpsula de rifle, sin derramar
una gota mas de l,a rica sangre de sus filas ya demasiado prdigamente vertida. Encerrados por
el lado de la costa i del sur por los caones i ametralladora~ de nuestra escuadra i por L.t di vis ion
que por Villa haba conducido el v~:tliente connn- ,
dante Soto del Ooquimbo; apretados co ntra :lus
laderas por la mano de fierro el~ Lynch en todo
s mbito del oriente, no se hacia ahora n ecesario
sino prolongar el _ mov-i miento del coronel L~gos
tendiendo sn di vis ion e n el centro del valle que
miya al n~rte i m ~mtenerla en esa. posicion, < lc.t
man era de esos cordones de fuego que nuestros
vaqueros encienden en los altos montes, i en seguida pedir a caonazos a los obstinados de-la
altura. 'el. trapo blanco de la rendicion.
.

-991-

XII.
Pa.recia esto sobre mallera bvio i era lo que
habria ejecutado sin vacilar cualquie~ ejrcito e uropeo, f01jando all un pequeo Seda. n. Pero fueia
qnenuestro s jefes, i especialmente el coronelLynch,
se d~ja.sen arrebatar ele la inl.petnosidad incontenible cl~l soldado chileno, fnera error de estratejia
o desconoc miento de lo in 3spugnable de las posiciones enemi gas, es lo cie rto que t~ rrni nach la
hatalltt de San J nn,n, i cu:1nclo Y't no se oinn sino
los <1isparos clisperBOS de los prfnoos i el los que
los perseguan, orden el coma,n chnte j c n ral de
la, primera division qu e los rejimi cntos 4 .0 de ln ea i Chaca buco q ne haban 9apt ur<:tdo un o e n pos
ele otro cuatro fuer tes reductos, marcharnn temerariame nte a~ asalto del inltcccsible morro Solar
por su falda del oriente.
Era la misma fatn,l maniobnt del 11 L1111e ro 1 f1e
Coquin1bo e n la jornada de \i::tipo cunn r1o b lnta1la h abia ya cesa,r1o por completo .
El resultado de aC]_ nclla opem c0 !1 cmprcncl ilh ,
cuando el so] i la sed, los rifl ~.::. ca1c1eaclo s i el snclo cubierto de candente are na, rernat ~tbrtn el cansancio del infdi:~, sollctdo:, nO- p c.d i:t ser lndoso . El
Clmbabuco babia p erdi.do ya sus <los bizarros j efes i n~a.rc~hab c.t mrtndado solo por sns capitanes, en
todo digno;, de aqu ll os. El caball e resco coro nel

-992-

Toro Herrera babia perdido dos caballos i una


tercera bala, recibida en el muslo, le habia puesto fuera de combate, al paso que su segundo el
herico Belisario Zaartu, el zapador invicto de
Tarapac, caia tres cuartos de hora mas tarde para morir, bandeado mortalmente en el estmago.

XIII.
Junto con aqullos, se adelantaban a la cabeza
de sus compaas los capitanes Otto Moltke, Ramon Sota-Dvila, Camilo Ovalle-dos nios de
veinte aos-Benjamin Silva (ca pitan ayudante);
i todos estos denodados mozos sucumbiran en el
fatal ascenso par,a no divisar otra vez su bandera.
El 4. de lnea iba mandado por su intrpido
segundo jefe don Luis Solo Saldvar con sus escaladores ele Arica entre los que el alegre i herico
Casimiro Ibaez marchaba risueo a vanguardia
sosteniendo su oriflama. Ibaez, el festivo cantor
de la odisea martima de su rejimiento, quera
volver a colocar la bandera de Arica en aquel
otro morro que tenia a sus pis a Lima i su comarca.
El bravo capitan Benjamin Lastarria, subteniente del Y nngai en 1851 i ayudante ahora del
coronel Amuntegui, jefe de la brigada, les acompaaba as como muchos voluntarios de otros cuer- _
pos.
0

- 983 -

XJV.
No poda haber nac1a mas aud az i al mismo
tiempo n ada t a n pelig roso i t an i nnecesario como
aq11 ella ma niobra. lVI il i nfmtes ngobiaclos por una
luch a de seis h oras cr{tn cnv <dos a . .clcsalojar . dc
un a alturn cor tada en to cLs direc<.!io nc s a pico b.
postre!-a di m i Illl t a i desesp erada g uarn iei on del

Per.-- Pam cu?


E l fracaso in e vitable no se hizo e. o ' rar .
Hicieron los pe rnan o:~ co?-ve1:jer sus am e tralladoras, sus rifles i sus cnfio nes h.ci a la cuc:hilln por
dond e trepaban los asaltantes, i vom itando Rob re
sus filas nn verd ade ro tor!'ente ele p lomo los di ez . maron en pocos m i untos , m atando o hiri endo a
sns principales j efes i oiiciH es . Bl Chac~-tl.mco tn ro
en esa j onwda 19 ofi ciales, sobre 35, fn qrn. de
combate i .el4. de lnea 14. E ntre los do s hericos
i m altratados r ej imientos recibil;ron ese aciago
dia 645 bnjas, ca1icnc1o 35G al C hacab nco i 289
L

al4.

U no de los p rimeros en suc u mb ir e n el mismo


cnmpo t1 e b a,t nll ct fu .el hcri::o Ibacz, i no tand o
que su fiel ;:~ s i :::; ten te se quechb:t a RU lado p :1I'<t velar su agona t u vo tod nYa fuerz~ts i a utoridad para
decirle que no lo uecesita'Ga i qne sigui era peleanclo. Magnnimo so lthLdo !
Ibaez h ab a prometid.o a sus camarl'tdas en la
HI ST. DB LA C

125

DE LI MA .
1

-994-

vspera de aquel dia ejecutar una hazaa de renombre con su compaa, i como llevara la bandera
del rejimiento en sus mitades pereci por sostenerla, despues de haber cado cinco de sus defensores,
entre ~:~tos el cabo Estanislao Jara i los subte- _
nientes Prieto i l\iartin Bravo, este ltimo, natural
de Talca i herido gloriosamente en Arica.
Delante de aquella. horrible matanza se detuvie-
ron las filas enrarecidas i desgarradas por el plomo, i notando los de arriba su flaqueza lanzaron
sobre ella una columna al mando del coronel Borgoo del Trujillo que a paso de vencedor descendi a media falda.
;;.
j'

, .,

XV.

La situacion era sumamente crtica. En la retirada fu derribado recibiendo una bala ~n el pecho el valeroso capitan Moltke, descendiente de
una distinguida familia de Altona, en Dinamarca;
i tan ele cerca hacian ahora su persecucion los peruanos que se apoderaron de su cuerpo i lo despe:-dazaron con la culata de sus rifles i la cuchilla de
sus yataganes.
Durante algunos minutos los diezmados restos
del Chacabuco i del 4. 0 , reunidos a la voz de Solo
Saldvar, nico jefe que_el hierro babia respetado,
intentaron hacerse fuertes tras un muro a cuyo
pi corre la acequia ele Villa basta que les llega-

-995-

ran refuerzos. En esos momentos aparecia en


aquel paraje un jinete de rostro tostado i de enrjica fisonoma a quien se habia visto en todas
partes animando las filas. Era el bravo coronel
don Gregorio Urrutia, jefe de estado mayor de
la l.a .division que notando el peligro venia al
socorro.
-ccComandante Saldvar, gritle el soldado de
Arauco, es preciso hacer aqu un esfuerzo supremo.--Carguemo s sobre el enemigo que avanza! ,... ))

XVI.
Pero eso era ya imposible. El cansancio postraba todos los brazos, i ni aun los mas colricos
soldados podian levantar sus rifles del suelo.
Para mayor confusion, la brigada de montaa
del mayor Gana, que hasta ese momento habia
sido el nervio de la l.a division, apag sus fuegos
por falta de municiones, i aunque el vi~jo i patriota
voluntario don Benito Alamos, que acababa de
recibir en sus brazos a dos de sus cuatro hijos
guerreros heridos mortalmente, se present con
algunas cargas de cartuchos de artillera ouyo
parque servia, no por esto fu mnos indispensa~
ble bajar aquellas doce piezas de la altura para
ponerlas al reparo. (1)
(1) El servicio de las municiones en las batallas jemelas de
San Juan i de Chorrillos fu notahle i satisfactorio en alto gra-

996 -

Cobraron de nuevo brios los defensores del


inaccesible morro, i desce ndiendo en di versas dido baj o In. direccion del in can sa ble com a ndan te Basc aan Alvarez, que alli perd i s u h erm mm rnn lrt fa.vorita ele jida entre mil
i que l cabalgaba. Muri tn.mbien honrosam ente en la batalla
el capa taz de mulas Fran cisco Gu<~jard o, i entre ot ros fn h erido
el arriero Al ej os Olguin, cump li endo todos como chi lenos su debt:r. S,)lo un oficin. l dell\'Ieli p!l !a, se neg a entregd.r un paTque
que custodiaba. p or el laci o del m ar i fn preciso que los o:fj.cial es del Coquimbo Covarr bias i Arroyo amenazaran fusilarlo
para hacerl o eutrnr eH mzon.
En cuanto a l valeroso an ciano don Beni to Alamos, pad~e
del comandante de este apelliclD, tuvo el dolor d e ver monr
en. sus brnlos a su hij o prim oj n ito J os Mara, te niente del
B nin i al l tim o 1uH:ido Juiu t H. A tamos, ten iente del 4. 0 , heri do antes g nw cmeote en A ri c<~ i que vi nt> n. mo ri r a Santi~.go .
Pag t a m bien all j en erosn tri bu to ~L un a rranqlle d e amor
fmt~rnal el teui ente Je ttrt ller:t don R obe rto Alduo ate, oficial
del pn rque, p :m ue habi ndol e ri. lg uien dich o qu e su her mano
Crl os, subteniente del 4 .0 , b abia sido h erido, 1.u e tise en medio
de la refriega i t.ll recibi morta l h er la de la que s ucumbiq en
V al pa raiso.

La brigada Emilio Gtt n:1 estaba compnest'a de dos bateras


en esta forma:
PIUMEHA BATE.HA.

Capitan J os Anton io Enzuriz .


'l'enieu te B.nberto Sil va Renarcl
Alfrez V ctor A. Bianchi (rontu so)
Jorj e Boonen
Manuel F . Sald va r (h e rid o)
lifurtin 8. Ortzar.
SGGUNDA B AT ERA .

Bctteda de montaiict 2." de la

z.a

Capita n G 1nnesindo Fontecill as


T eniente Jenaro F rei re V .
Alfrez P ed ro N . Vida l
F ederi co Viclela
Reinalclo Boltz
.T. 1:\ lberto B ravo
Jul io Aluerto A .
Esta brigad rt tuvo 2 m t.1er tos i unos 1O h eridos

-997-

recciones por las laderas o avanz a.ndo desde OhorTillos; comenzaro n a ganar terreno sob re los batallones ya completamente estennados de la primera
di vis1on .

X VII.
Al anuncio del ri esgo inmine nte i del rechazo
del 4. 0 i del Ohacabnco haban corrido todos los
j efes en pos del coro nel U rrntt, notndose entre
los mas resn eltos el tres veces herico coma,ndante del T aJea don Silvestre U rzar Grfias, hij o de
la t 1:es veces herica San F elipe que con su mant a. te rciada sobre el pecho i sin consentir apearse
un solo instante del calJallo q ne le llevaba corno
de blanco, pele en aquel dia con una bravura
ve rdaderamente subli me por su fir meza i su modes tia. Cuando sus jvenes oficiales le gritaban
que se baj ase del caballo, contestbales sonri endo
con esta espontn ea si mplicidad de chileno:Para qu? L o mismo se mu-ere a pi que a caballo....
A su vez el co ronel L ynch, impasible en la buena como en la mala fort una, tomaba eficaces me. di das para rehace rse i despachaba sus ay udantes
en todas direcciones en busca de socorros.

XVIII.
Eran las di ez i media de la maana i la izquier-

...

-998-

da chilena: vencedora desde la primera hora comenzaba a retroceder barrida por el plomo que
caia desde la cima a manera de candente cascada
de lava derretida por todas las grietas del terreno.
Por fortuna llegaba en ese momento un tanto
recobrados de su fatiga el rejimiento Atacama reducido a la mitad de su efectivo, i algunos destacamentos del Talca, que el coronel Lynch lanz
inmediatamente en proteccion del Chacabuco i
del 4. Los valerosos comandantes Vidaurre i
U rzar conducan esta tropa con imperturbable
denuedo; pero el implacable cerro erizando sus lomos de fuego los rechazaba hcia el llano por la
tercera vez.
La posicion era completamente inespugnable, i
la obstinacion en asaltarla era locura.
0

..

XIX.
El coronel Lynchmand en esta crtica situacion un ayudante a llamarme (refiere del lance el comandante del Atacama en
su diario citado de campaa).-Encargu al mayor Valenzuela,
mi tercer jefe, el cuidado de mi jente i que reuniese a todos los
dispetsos que por ah andaban.
Sub a la eminencia en que se hallaba el coronel. Desde
all se veia el combate desesperado qne sostena en las primeras
faldas del Morro Solar el 4. 0 , el Chacabuco i Artilla de marina.
Nuestros soldados se retiraban en gran nmero hcia Villa. El
coronel Lynch me orden qne fuese con mi rejimiento a atajar
por el bajo que se estendia a nuestra izquierda a aquella jente
que se retiraba del campo de batalla. Baj del cerro i al trote

-999me dirij con los atacamei1os hcia los potreros de Villa. En el


camino encontr que llevaban unos arrieros varias cargas de
municiones. Las hice tornar i descargar, abriendo los cajones,
a lo largo de una gran acequia que corre paralela a una muralla o tapia en los afueras de Villa i que cierran los potreros por
el lado norte. En rden i con sns caones a lomo de mula se retiraba del campo de batalla una batera de artillera chile n<t.
Habian ccncluido sus municiones. En seguida venan oficiales
i soldados de Artillera de marina, del 4." i del Chacabuco, a
quienes se mand hacer alto. Todos decan que no teni1tn municiones. Se les indic la acequia que estaba cubierta de ellos, i
all se dirijieron cesando la uefecciou. Los demas que llegtlban
juntos con los primeros se tiraban al suelo sumamente cansados.
Tomaron agua, se municionaron, pero no se rnovian. Era
precio dejarlos descansar. La defeccion habil cesado.
1>Detras de .todas las lomas bajas, que all ha.i mnch!!s, lle las
tapias de las t.riucheras, haba centenares de soldados i oficiales
que no pouinn moverse de cansados, i permanecan smdos e indiferentes a las rdenes, a los ruegos i a las amenazas pata continuar la marcha. As pasaron como treinta minutos. Desde
una altura pude ver a mi frente que los cuartos, chacabucos i
marinos ann mantenan las posiciones que haban tomado, pero
con fuegos mui flojos. En el valle, a mi derecha i a g1an dis
tancia diviso varios cuerpos que avanzan al trote hcia nosot ro~ .
Son cuerpos de nuestta reserva. Bajo i doi l1t buena uotici!l. a
los cansados. Los atacameos los animan. Se levantan, gtitttn
viva Chile.' i avanzan alegres al morro Solar.
Al grito de viva Chile! o mas bien, al patriotismo del soldado chileno, se debe mas de la mitMl de nuestras victori<LS. El
sentimiento de amor a la patria en los dias de comb,tte es ma;;
poderoso qnc l.a disciplina i qne todo.

La fuerza que llegaba por el lado del oriente


era la ieserva, otra vez oportunamente despacha-

-~

1000 -

da al rescate de la primera divi sio n por el jeneral


en j efe.

XX.

En efecto, i mintras se prolongaba en las laderas contiguas a la abra t1e Santa Teresf.t i en los
speros reco,dos del Morro Solar, aquel te rrible
combate de escaladores en saados, como los rritan es antiguo s, en llegar a la cspide, en la llanura se
desarrollaba una doble accion. Chilenos i peruanos
corria n en defensa de los SL1yos, gLri ado s por el
, estrpitQ del cn.on qn e repercuta en las gar gant as i por el apremiante avi so de los ay udantes
que en ese . dia hici eron ver laderos pro clij ios de
h onor i de acti vidad .
E l jeneral en jefe del j reit.o chiteuo qn a las
- 9 habia dado por t erminacb Lt eJM de aq ue l
cEa, i habia descerHlido de su ~tmo s o caball o Diam ante, bridon colchagino, sorprendido aho ra por
la sbita re crudescencia del co mlxtte, luw a t onMr
las arm as a los tres cuerpos de la rcservn qne te ni a
a su lado, el 3.0 , Za,pMlores i Valp itmi so, i de.'pH chaba ayndante tras ay ur:t mte e n dernan cl a de Lt
bri gada Gana, que habiu dej arlo en_ S<tn Juan i de
la di vision L agos que e n ese mome nto dese mbocaba de los p ramos de b P .rn [XL G rande en trc
los verdes. potrero s i pf!:jonales clel valle. Di vis.banse en efecto desde t empra no fornido s reji mien-

..

1001 -

tos marchan do por el flanco a semejan za de inmensas pardas serpient es arrastr ndose en el csped.
Con ojo de verdadero soldado el jeneral Sotomayor habia hecho tocar tropa a su jente en los
patios de la haciend a de San Juan, i en esta virtud, cuando tron el caon de Chorrill os estaba
pronto a marchar .
Al primer llamado lanz en consecu encia en el
camino directo de San Jt~an a Chorrillos, que corre al pi de las cerrillada.s, la brigada Gana, el
Esmeral da adelante . U no de los batallon es de eRte lucido rejimien to haba sido despach ado h.cia
Surco al mando de su tercer jefe el bravo mayor
don Saturnin o Retamal es, para sostener nuestra
caballer a; ele suerte que con el primer batallon
marchab an solo el primero i segundo jefe, Holley
i Lopeteg ni.

XXI.
Por el camino recto que hemoR dicho pone en .
comunic acion directa a Chorrill os con San Juan,
por el faldeo de los cerros, se adelanta ban los tres
cuerpos de la reseiTa, i por el centro de los po. treros cargado s de matorra les i de bombas, la
artiller a de campa a mandad a por los capitane s
lVIontanban, Besoain i Ferriera , i mas atras la divisio.n Lagos.
HlST. D LA C. DR LIMA

126

1002-

No haba alterado su paso este esperto jefe en


los primeros momentos, contestando al ayudante
del coronel Lynch, Ricardo Walker, que no le era
dable emprender nada sin rden superior. Pero
cuando vi llegar cubierto de sn<lor i con el rostro animado por patritica ansiedad al capitan
Juan Nepomuceno Rojas, uno de los mas intelijentesoficiales del estado mayor del coeonel Lynch,
hacindole ver lo apurado del caso, di la voz de
trote i lanz el Santiago i el Valdivia hcia. el socorro. El jeneral Matuiana llegaba en ese momento, i colocndose al lado del coronel Ba.rcel
conduca su brigada personalmente al fuego, co
mo si hubiera sido un simple guia. En poca.; batallas de Chile se babia hecho mayor gasto de
buena voluntad i de heroismo que en aquella
cruel jornada.

XXII.

h. i

Avanzando con redoble acelerado no haban


tardado por su parte los bravos del Bnin i del Esmeralda en llegar al pueblo de Chorrillos en los
momentos en que el Valparaiso i Zapadores, conducidos por el brillante jefe de la reserva i guiados por el valiente capitan de marina Barahona,
que servia de ayudante al coronel Lynch, se precipitaban por los faldeos de los cerros a sostener
por su flanco la acribniada pnmera division tan

1003-

imprudentemente comprometida despues de haber


cumplido por entero su faena militai'. El 3. descendia a la llanura para atacar por otro rumbo.
Llegado a las primeras bocacalles de la poblacion, el Esmeralda dividi su diminuta fuerza en
dos porciones, marchando el comandante Lopetegui con una buena parte hcia el Salto del Fraile
por el lado de los cerros, e internndose el comandante Holley en la ciudad para cortar la retirada a los combatientes del Morro.
Pero el incauto jefe chileno ~lo habia contado ,
con las estraas peripecias dft" las batallas americanas; porque al notar la reserva de Suarez, que
ya se replegaba sobre Miraflores, la renovacion
del combate a sus espaldas, hizo alto, i se trab
una ria de jefes por ir a pelear noblemente al
lado ge los suyos.
Poseido de un verdadero Yrtigo, cuya causa no
se ha esplicado todavia, el coronel Suarez se negaba abiertamente a obedecer las-rdenes del dictador, alegando que con posterioridad el jeneral
Sil va le habia impartido otras en contrario, i ele
esto result que su jefe de estado mayor divisionario, el valiente cuanto petulante coronel Recabrren, le exiji le d~jase marchar siquiera con
un batallon hcia Chorrillos.
Con su consentimiento o sin l, el pundonoroso arequipeo se puso a la cabeza del batallon
Zuavos de Lima, i sostenido por dos caones co0

1004 -

locados en carros blindados, corri por los rieles


a restablecer el combate a retaguardia. En ese
mismo instante el coronel Cceres partia con
igual propsito de las lneas de Miraflores a la cabeza de dos mil soldados de todos los cuerpos derrotados, que daban seales de querer volver por
su honor perdido en la alborada.

XXIII.
Comenzaba de esta suerte la segunda batalla
de aquel memorable dia i la nica que por los sitios en que se libr es acreedora al nombre jenrico que se ha dado a los hechos de armas de aquella doble jornada, - <cla batalla de ChorrilloS. ))En la de San Juan no brill siquiera un sable ni
un fusil en aquella ciudad ni en todo su circuito.
Al penetrar el coronel Recabrren por las calles de la poblacion, dejaba cortado el peloton de
la Esmeralda que seguia a Holley i lo reducia a
la alternativa de rendirse o de morir. Pero parapetndose tras unas tapias, los esmeraldinos, que
no eran sino 22, se dispusieron a vender su sangre por subido precio, mintras un mozo verdaderamente herico los salvaba. Fu este el ayudante don Desiderio Ilabaca, natural de Chimbarongo, que gritando Viva el Per! atraves las
lneas enemigas i lleg hasta donde se encontraba
el coronel Gana: en demanda de socorro. Cuando
~

\ '
' \

l.

-- 1005 -

el mancebo daba su recado caia su caballo bajo sus


pis, i rejistrado le encontraron cinco balazos que
lo bandeaban. ceLos soldados Juan Cortes, Eujenio Escobar i Belisario Cuevas, han sido hmes
en esta jornada)), dice de los que le acompaaban
el jefe del Esmeralda, i a su vez el actual jeneral
en jefe del ejrcito de ocupacion de Lima comprobando el hecho en un sumario tardo pero justiciero, ha pedido al gobierno un premio especial
para todos ellos.

XXIV.
Pero el peligro de Holley i de Lopetegui no
consista solo en su aislamiento, porque la artillera de montaa de la division Sotomayor hbia ido a tomar posiciones cerca de los rieles
demasiado alejada de la infantera para encontrar
buen campo de tiro, cuando de sbito se vi asaltada por los Zuavos de Recabrren i otws cuerpos que llegaban en carros artillados de . la lneit
ele Miraflores. Entre stos se ha dicho que venia
el Zepita i que all muri su segundo jefe.
Increble i nunca visto hasta aquel momento
era el arrojo i encarnizamiento con que se batan
los peruanos. mandados ahora en la cumbre i en
el llano por la flor de sus jefes, i tan apurados tuvieron a los artilleros del mayor Jarpa que hubo
ste de recurrir al ltimo reparo de su arma, a la

1006 -

metralla disparada a boca de jarr. Sobrevino un


instante de tan rcio apremio que los artilleros
zafaron sus carabinas de la espalda i se batieron
como en duelo.
Eran en ese momento las once i media del dia,
i el combate, a semejanza de los incendios de las
selvas, tomaba de improviso proporciones colosales que nadie atinaba a esplicarse.
Las tres divisiones estaban comprometidas.
Los enemigos parecan caer de las nubes i brotar de debajo de la tierra.
Singular zozobra reinaba en los pechos recalentados por el ardor del clia i por la ira clespues ele
la ilimitada confianza de la victoria i la espansion
de sus regocijos.
Qu iba a suceder?
Nade acertaba a esplicarse como se habia verificado aquel cambio so mbrio ele clecoracion en el
paisaje sangriento del combate, pero vagaba en
los nimos el presentimiento ele que la di vision
Lynch habia caiclo en una celada i que era preciso meter ele cabeza todo el ejrcito en los abismos para sacarla salva.

XXV.

Por fortuna, en instantes de tanto apuro i ansiedad llegaba a escape por el polvoroso camino
ele San Juan un jinete de tostado rostro, j esto ele
>

1007-

fuego, brazo inflexible, con voz semejante a la del


ronco grito de la corneta que toca en la batalla
las seales del vencimiento.
Quin era?
Era el comandante del 3. don Jos Anton~o
Gutierrez, que desprendindose de la reserva con
su indmito rejimiento, llegaba al rescate de la
artillera i del Esmeralda.
-Coronel Gana, aqu estoi, fu su nico saludo a) jefe de la brigada all comprometida. -Qu
ordena., su seora?
--Lance un batallon a defender las piezas de
Jarpa i otro a salvar a Holley en la poblacion, fu
la respuesta.
I entnces ,el jefe recien llegado, arrancando a
su bronco pecho la sonoridad del bronce que el
aire del pulmon imprime a los instrumentos de
guerra, mand desfilar por los flancos a derecha
e izquierda los dos batallones que llegaban a canera. I aquellos hombres qne aborrecan a los
peruanos desde el fondo de sus entraaB a causa
de su espulsion inhumana del desierto, valientes e
implacables como la metralla, se lanzaron sobre los
Zuavos de Rccabrren i el Zepita de Fonseca qne
ocupaban la lnea, i los barrieron ele ella. como el
mata-vacas de las locomotoras avienta la paja i el
polvo de la. trocha. All fu muerto el comandante del batallon Zuavos de Lima i herido de gravedad en un hombro el valiente Recabrren.
0

1008-

Los soldados iban a matarlo pero salvlo un


sa1jento Roman, i cubierto de sangre lo present
al jeneral Sotomayor que lo hizo su husped. El
comandan te de caballera peruana Barrenechea,
que acompaaba a Reca.brren en su valerosa acometida, finji rendirse levantan do en el aire la
culata de una carabina, pero al asirle la brida un
tercerano, clav las espuelas a su caballo i desapareci. (1)
El batallon de la izquierda seguia entretanto
al trote por el callejon sembrado de cadveres, di- .
rijindose a envolver el pueblo por el faldeo del
morro Solar en cuyo ye rmo declive brillan todava lgubremente las paredes del cementerio de
aquella Capua de todos los deleites.
Arremolinronse all los pelotones de tropas
que a esas horas bajaban de la altura esforzndose por abrirse paso hcia los ri0les a reunirse con ~
los que venan en su auxilio, i uno de estos destacamentos venia a cargo del coronel Noriega,
que all fu herido en la cabeza. En cambio, juntos, casi asidos ele las manos i formando un gtupo
digno del cincel de la inmortaJiclad, haban sido
clerri hados en aquella fa tal carrera tres de los mas
juveniles i mas valientes capitanes del aguerrido
3. Avelino Valenzuela, Luis AlbeTto Riquelrne,
natural de Santiago, i Ricardo Serranode lVIelipilla,
0

( 1) Parte del comandan te Gutierrez.

1009-

el mismo que en Ate se babia cubierto de gloria. i


recibido un ascenso en el campo' de batalla. Cuando en la tarde de aquel encuentro aciago el her' mano del hroe recoji su cadver, not que nn
viejo sa1:jento pareca haber querido protejer con
su vida la de sn jven caudillo, porque yaca delante de l cubrindol e con sur::; brazos.
A velino Valenzuela <t hijo de Curic i mozo
apnas de 29 aflos. Hauia sido C(1ucado en la academia militar, sirvi en la marina i hacia solo tres
meses que era capitan. Alberto Riquelme Lazo,
sobrino bisnieto del jeneral O'Higgins i nieto del
majistrado don Silvestre Lazo, era capitan hacia
dos dias; i en aqnella pira tle la juventud jenerosa,
asocibase con su sangre i sn valor sobrenatural
el nio Juan Ramon Santelices~ natural de Vichnquen, que escapado de 1111 colejio de Valparaiso
sent plaza de solrlado raso en el 3. 0 , i por su mrito probado en seis batallas, em ya oficial.- En
Ate escap ileso, escriba el ltimo a un amigo;
pero aqu me han .... )) i empleaba tal espresion de
soldado que ni al herosmo es lcito reprl1ncirht,
por mas que Carnbronn e la iurnortalizara en
\iVaterloo.

XXVI.
Era la hora del metlio dict, i con la intensidad
del sol tomaba un calor horrible la refrieoa.-Lu
o
HIST. DE LA C. DE Ll!IIA

J2.7

1010-

artillera de campaa de Chile babia ocupado posiciones ventajosas en el llano, i mintras caoneaba con admirables pero un tanto morosas punteras las ,bateras del Salto del Fraile i de la Calavera que hacan graves estragos en las filas de
nuestros rejimientos en marcha, daba lugar i des
ahogo para que atraYesando innumerables potreros i bordeando profundos pajonales llenos de
emboscadas, llegase en hora oportunsima la brigada Barcel de la division Lagos. Los rejimientos iban al trote, i cuando los ayudantes llegaban
acesando a apresurar su paso, el estico viejo que
los mandaba se limitaba a decirles sonriendo: - Ya llegaremos .... Acordaos qu e hace da i medio
que venimos marchando .... I esa era la verdad.

XXVII.

Con la presencia de la brigada Barcel, que lle


gaba intacta i fogosa al pi del morro Solar se
restablecian todas las vent~:\jas del combate en un
momento balanceadas por la sorpresa. El Smtiago, sediento de venganza, se preeipitaba como un
torrente de fuego sobre los arrabales de la ciudad,
i por donde pasaban sus terribles hileras ardian
como heno resecado los edificios i los palacios de
los que mataban a mansalva a sus camaradas ... .
I una vez que dejaba prendida a su espalda la hoguera del castigo, trepaba a las laderas para aca-

1011 -

bar sn obm de esterminio en la alta ciri1a. Hacia


bien la capital del Per(l en sentir miedo i sudor
frio cuando nombrba al rejimiento qne en el ejrcito invasor tenia el nombre rle la capital de Chile.

XXVIII.
Fu aquel el momento mas febril, mas ansioso i
a la vez mas pintoresco i dramtico de aquella terrible batalla llena de estraordinarias peripecias.
En medio de horrsono fuego i entre riubeR de
humo i fuego vease por todas partes la ascension
de los chilenos al empinado morm, el Valparaiso
i Zapadores por el lado ele Santa Teresa; el Santiago reYnelto con el Valdivia i el Caupolican por
, el ancho zig-zag de Chorrillos. En algunos parajes
los soldados clavaban sus yataganes en las grietas
para hacer seguro su paso, i as cargaban de frente sobre los caones, desparramados a manera el<_..
lobos hambrientos sueltos por los riscos.- ccDaria
nn brazo por un cornetab) esclamaba el herico
comandante del rejimiento santiaguino don Demonio Fnensalida. Tanta era su ansiedad por llevar en fila compacta su tropa i cn.er encima ele las
bateras que no cesaban de diezmado!
~ XXIX.

Renobba.nse en todas parte-; las escenas de un

1012-

inestinguible herosmo. El abanderado Majorell,


de estirpe alemana, arengabt una mitad del Buin
i la conducia al trote a la p elea, i cuando casi todos
aquellos bravos habian cado, volvia por otro i otro
repuesto de aquella manada de leones. Eea su propsito anebatar una banderola que flotaba erguida en la ladera, i solo cuando lo hubo conseguido
soseg sus brios.--Hoi esa banderola adorna el
tranquilo gabinete ele traba.jo ele su jefe ele brigada.
l\ias all, el capitan Ilabaca de los Czaclores a
caballo, pedia a gritos le dejaran cargar sobre los
caones enemigos, i como si aquella batalla en
anfiteatro sirviese de emnlacin a todas las graneles almas, el heroismo se paseaba con mjico
clesrnau de file en fila retando a la muerte.

XXX.
No lejos de aquellos grupos caia en el Santiago
el adolescente Arnaldo Calderon, natural de Cauquenes, que habia ido a la campaa a vengctr a su
hermano Emilio, tan adolescente como l, sacrificado en 'racna; i bajo la bandera de los Zapadores, que habia senriclo de mortc~ja en el Campo de
la Alianza a un nieto ele la beldarl de Chile doa
Ana Mara Cotapos, sucnmbia su segundo hermano al trepar la spera cumbre. El nombre del
ltimo era Justo Pastor Salinas.

1013-

La patria babia concurrido por familias a esta


campaa, que se hizo una cruzada domstica i casi
una guerra santa cuando se le seal a Lima como
trmino. Una familia de Cauquenes envi siete
hijos a las filas. Los Alamos eran cuatro, los Fernandez Letelier i los Bravos, de Tal ca, tres en cadEt. grupo, i el mayor nmero de los que hemos
nombrado enrojecieron aquel suelo en ese dia con
su sangre.
En el a.salto del Morro Solar i al afirmar el capitan del Atacarua don Remijio Barrientos una mano
sobre la bauda de una tapia, cual si hubiese sido
la lengeta de una v vora, nna bala la perfor de
.parte a parte. El capitan Barrientos era natural
del Tai, cerca de Castro, i habia sido bandeado
por la mitad del cnerpo en Pisagna. Como Torreblanca i como Paez, pas los Andes al rumor de
la guerra para ofrecer a la patria ausente el pago
de la deuda de amor de todos los chilenos.

XXXI.
Mas quien sobresali a mayor altura entre todos los jvenes oficiales que se hallaban presentes
en aquel _sangriento lance qne era de final victoria,
fu el arrogante ca pitan del Val di via don Belisario Troncoso, mozo de mil empresas atrevidas,
hijo de Blnes, que en temprana mocedad haba recorrido una buena parte del mundo, i que

1014 -

llegando el primeto a las cre~tA.s del Sc~.lto del


Fraile, hacia silenciar sns caones i renda all
un centenar de artilleros.
Pero un soldado oscnro, oriundo de Arauco i
llamado Jos Riquelme, sobrepujle a su turno
en sublime bravura, porque queriendo su capitan
poner una bandera chilena como seal a nuesttos
artilleros para que suspendiesen sus fuegos en la
llanum, pregnnt:-Qu in se anima a tenerla?
-Yo, mi capitan, contest el bravo; i cuando la
batia ufano del honor i del riesgo que corra, una
bomba de nuestros propios caones lo mat. (1)

XX XLI.
Los peruanos entretanto comenzaban a desfallecer en sus reductos. Estaban rodeados como en
un corral de buitres. Porque mintras por el norte i por el oriente los envolvan seis rejimientos
chilenos, el Ooquimbo i el l\!l:elipilla, desembarazados de los mil obstculos que h::tbian retardado
su vuelo, llegaban a la altura por el lado de Villa
i del mar. Aquellas fuerzas destinadas a obrar
aisladamente en sitio mal reconocido, haban llenado su rnision hasta aquel momento con laudable esfuerzo, pero escasa fortuna.-Diero n al amanecer un asalto victorioso a las casas de Villa i a
( 1) Este ltimo episodio ha sido referido por el Ferrocar1il
del Sur, peridico de Ouric del 4 de enero de 1882.

1015-

sn red neto, tomando geis caones i varias arnetra.lladoras, pero dejaron all dos existencias apena!:!
comenzadas que valian mas que el bronce de cien
bateras, porque los primeros tiros de la altura
troncharon en flor la vida del capitan Alberto
Perez, amable e intelijente nio de 22 aos, i la de
Federico Valdivieso Huici, .mbos del Melipilla,
amigos del aula i del barrio, del corazon i del hogar,
de la tienda i del sepulcro.
Continu bizarramente avanzando el comandante Soto, que mandaba en jefe aquellos 1,500
bravos, rechazando todos los puestos avanzados
del enemigo hcia la altura, hasta que, como suele
acontecer a los hatos de gamuzas en los Alpes,
llegaron a un desfiladero que no tenia salida sino
sobre la boca de tres ametralladoras que los peruanos tenian de antemano asestadas en aquel
pasaje i con campo de tiro medido por milmetros.
Imposible de todo punto era pasar.
El comandante Soto se morda los canos bigotes
de clera, i de momento en momento hacia una
arremetida hcia . el flttal desfiladero, pero en
vano.
Hzose voluntario para pasar con su jente. el
capitan Marcial Paez del Coqnimbo, hombre _de
hgados i de encuentros que ha.bia sido soldado,
minero, arriador de ganado en las pampas mjentinas i habia regresado a Chile al grito de guerra

1016-

como los bravos ya. nombrados i como Juan Nepomuceno Rojas, este ltimo profesor premiado
en Venezuela. Un proyectil dejle muerto instantneamente . El plomo corria por aquella rendija
de la montaa en un verdadero raudal, i no haba
otro paso practicable. Para dar el ejemplo adelantse el jefe i cay a su vez bandeado en un hombro co 1 hcri.cb casi mortal . L os peruanos tenan
apostada a muerte en aquel desfiladero.

XXXIII.
En vano la lancha a vapor del Blanco que recorra la ribera del mar en la misma clireccion que
ascenda el Coquimbo, disparaba. sin cesar, ametralladora. contm ametralladora, en proteccion de
los nuestros. I coRa dolorosa, el auxiliar mas eficaz
de aquella columna aislada, el teniente Avclino
Rodriguez que comandaba la embarcacion de ht
nave almiranta, estaba tambien destinado a moril:.
-El combate de Chorrillos no fu una batalla,
fu una horrible inestinguible matanza. Cuando
al clia siguiente los empleados del servicio ele la in tendencia desembarcaban en Chira i. en Chorrillos,
veian las rocas que forman la base inferior del
sorpbro morro cubiertas de puntos blanquecinos.
Eran los cadveres de los peruanos que por millares l~'1.bian rodado a los precipicios i cnya vestidura ele dril blanco las olas espumosas lavaban

'

'

.'

1017-

con su pesado ir i vemr como la lavaza de la


muerte.
Por la parte del mar, la cooperacion de b escuadra fu casi t an ineficaz en las batallas clell3,
como decisiva i poderos;:, en la del 15. Verdad es
que la mayor parte ele los buques, a virtud de la
posicion ele sus cafiones, no t enan n gulo de tiro
suficiente para domin ar las alturas. La O' ll iggins
i la Pi lcomayo, sin embargo, con sus portas abiertas, podan arroj ar proyectiles hasta en la cumbre del morro Solar. Pero a poco de comenzada
la batalla el distinguido teniente de marina don
Alberto Silva Palma, que haba sido comisionado
para el servicio ele comunicaciones desde tierra con
la escuadra, puso seiales, por rden superior, ele no
hacer fuego, i los buques quedaron convertidos en
meros espectadores.

XXXIV.
. ,.

Por fin, calmado o dirijiclo .en otro rumbo el


fuego mortfero ele las ametralladoras bvaras, el
entusiasta comandante Balmaceda que habia tomado el mando de la hueste coqnirnbana, valientementesecnndado por el comandante Pinto Agero, segundo j efe de aquel denodado r~jimie nto,
di rden de ganar la cima marchando l adelante con vistosa. . bandera para lucir su brillante harnsT . DE LA C. DE L IMA;

128

101 8 -.

zaa. _E n esa carg final, el 1\t(elipilla hacia 80 prisioneros i el Coquimbo 200.


Daban en ese momento las dos i media delatarde, i despues de sauclo lidiar que duraba ya siete .
horas en la mitad mas clida del di a, los peruanos
dieron seales de rendirse; i protejidos por la autoridad i la presencia de los coroneles Barcel i
Fuensalida entregaban a estos j efes sus e;padas
los uoroneles I glesias, BiHinghurst, Val1e-Riestra,
iefe i R u~j efe de est ado mayo e de aq11el cuerpo de
ejrcito, el coron el Panizo, comandante jeneral de
la artillera en Tacna, don Orlos de P irola, hermano del dictador, el coronel cajamarquino Cano, i
el jefe del Trujillo, Borgoa, que no quara rendirse sino al coronel L ynch, dicindose su deudo. El
coronel Pirola estaba herido i babia muerto a su
lado su segundo don Pedro Alcocer. 1\i(as nosotros, por la irreflexiva i casi culpable
codicia de conseguir tan 1nezquin o botin de harapos i afl icciones, compensado apnas por un des tello de herosmo en el campo peruano, habamos perdido el doble de aquel nmero de bravos
i entre ellos algunas de las mas caras vidas del
ejrcito. (1)
(1) Los muertos i heridos de las dos bata1las del 13 de enero
se ca lculan en 6,000 por los peruanos i en 3,310 las prdidas
de los chilenos en este 11den .
La 1." division tnvo 442 muertos i 1,401 heridos.-La 2.",
159 muertos i 187 heridos.-La 3." 534 i G10.
La reserva perdi 83 hombres muertos i 313 heridos.
La Artilleria solo tuyo 4 muertos i 25 heridos, i la caballe-

XXXV .
I todava aquello no se ra. todo, po rque vagando por entre los maderos calcinados i las cenizas
calientes de Chorrill os, batindo se en cada p uerta,
de azotea en azotea, de tronera e n tronera, vida
po r vida, la mat anza en pos de la matcmza, la embri aguez del alcohol en pos ele la de la sangre
calcinad a, grupos de soldados de todos los cuerpos
que habian tom ado par te e n el asalto se entregaban, al caer lR. noche, a br utal o1ja, arranqu e de
nuevos 1 mas dolorosos sacrificio s.
r a. 14 mu ertos i 43 h eridos . G ran t ota l 3,3 1O.
Los cu erpos qne mas su frieron fiteron el e l 4. (3 10 bfl:ias), el
Bni u (315), el Talctt (300), el Chacabuco ( 3W) i el Atacama.
360.
E stas datos p er tenecen al E stado Mayor ; pero hai a lg unadiscrepanc ia con los qu e ap nu tan en sns partes los j efe s de cuerpos. P or ej emplo en la r ese rva., segun el comandan te l\iar tinez
que la mand, ltnbo 125 m uertos i 287 h ericlos, total, 4 14 .
En el a nex o de es te cap tulo p nbli camos, solo como dn to
aproxima tivo de las ba tall as del 13 de en ero, el est ado que form en L ima el d ilij onte CO ITc,ponsal del Jllercw io dou E loi Caviedes.
E l total ele los prisioneros en las dos h:all as del 13, f n so lo
de 1,500 sold ados i de 1 I:: ofi cia les. De s tos, 9 ernn coroneles,
7 tenien tes co roneles, 9 satj eutos m ayor es, 17 capi tan es, 30 teni entes i 35 ::mb te n i e n~e s . - I... os so ldados fueru envia dos a In.
isla de Siln Lorenzo i los ofi ciles repa rtid os en el Cop iap i la
fragata I n sp ector . U no de los ofi cia les p risioneros en e l .i\Iorro,
el empleado de aclm inistracio n do n Osear do h Bnn era, f u
m uerto por un soldado chil eno, i al d ia. sig ui eu te otro mat al
ofi cial Qn intan il la <]tt e se asomaba imp md eutem ente a una ven-
t nna de la E scuela de Cabos; p ero no es exaeto lo que se h a dicho del fusilami ento en musl\ de prisioneros peruanos.
0

1020 --

l . os jefes chilenos echaron lamentablemente en


olvido en aquel c1ia una propension irresistible de
la sangre aran~ana, que prevaleca al mnos en
dos tercios en las filas; porq ne es sabido que cuando los abor~j enes celebran sns 01:jias de pla~er o
de victoria, sus mnjere::; invariablemente esconden
las armas ele los guerreros, porque saben que, na
ve~ turbada ~u razon, se acometen i se matan implacableme nte eutre s. Ese olvido fatal queda en
consecuencia a cargo del jencral en j efe, del jefe
de estado mayor i Je todos los comandantes de
cuerpos que consintieron en dejar las armas a su
jente, cuando la batalla, en todas partes haba
terminado .
Pereci en aquel vrtigo fatal de Lt victoria i
el botn el intelijente pundonoroso comandante
Baldomero Dubl Almeida, hermano del del Atacama i el teniente de Zapadores don Federico W euer, hijo de aleman i vecino de Cons t.itucion,
solclaclo-di.a rista sacrificado en el albor de la vida
por cumplir un deber de hnmanidad despues del
deber .del patriotismo,

XXXVI.
(<-1\.q nel'lo era, un i tlfie:no, dice un testigo presencial del vr~
t igo de Chorrillos., et una relacio11 n.lita. Por todas las calles
,e veiau destrgzos de todo juero, muebles dtlsped ~t~ados, cad<.~eres i hei-i:Jos tanto ehilenos como pE'ru;;.no;;, casas que princiJlialxtn a iuceud.ii1rse, _puertas i ven La,nus dc\Strozttd::ts, sil vid os

1021 de balas disparadas del in terior de bs hautacion es a los q ne


psaban, caballera nuestra q ue a travesaba las ca,lles a escape,
soldados brios que salian d e los alm.cenes i q ue caan h eridos por traidora bala dirijida de l in t erior de algu na casa vecina.
Aquello era terrible i p roduca mayor efe ct o moral que la vsttt
de un campo de batalla.
>>Ard ua, difcil tarea. eta la de hucet salir a los soh lu. dos de
aquella ratonera. D esp ues de r ecorrer toda la poblucion, log r
sacar 1le ella g ran nmero de atacameos i conducirlos al Cem enterio donde ponan siempre inconvenientes para. en trar, aduciendo que ellos no podan pasar la n och e con los muertos. l\hs
pronto oe conformaban cuando les decitt que y o tambl en do rmida con -ellos en .e se lugar.
Eran las 6 P . M. cnan.do terminaba la tatea de recoj er dispersos. Con todo, no a lcanzaba el nmero ele Atacame os a 500
hombres. ( 1)

XXXVII

!'

La noche de Chorrillos ser de t odos modos


m1a fecha lgubre en la hist ori a de la repbli ca, i
t an to mas di gna de dolorosa memoria cuanto q nc
precedi a una grande e inmortal victo ri a. que en
( 1) D un r.. Ar.i\IETDA-Ucln.cion ci tada. -Nnn ca el auto r de
este libr o ha podido precisar ni a.prox ima tivam entc el nm ero
Ut! vtim as del alcohol i del dese nf reno en aqu ell a acin g n. uochc.
L os ela tos va ran ue r,o a 200 i auu a 300; pero h s og cifras
ltimas uos parecen una en ormidad i probablemente la ve rdar! est mu cho ma s ce rca de la primera, c1esco u ta ndo todos
los nbultam ieutos de Jn. pasiou o J el c{dcu lo pos terior pan1 Lh Jia.r. De todaq sue rt es, 50 villas as pe rdi das ::;on u n :1 g ran ver genztt i un dolor nacional. L o;; oficia les del B lnes r efieren que
siendo sn cue rpo el mas violenta me nte a ta cado, en parti culn l'
por los soldados del Sa ntiago qn c lo:, a bon ecian , solo t uvo cincu
h erid os lo\' eS en In. prolongarla. bncann.l ele rt!] uelht uoche.

,.

1022

breve vamos a narrar. Fn aqulla, clespues de la


de lYiollcndo, la segunda noche triste de Mjico;
pero siquiera fn la noche que precedi a Otumba .... (1)
(1 ) Pero a qu procurar de scri bit el ve rgon zoso espect{tculo que sig ui presentan do Chorrill os duran te t oda aq uella noche
de h orrores? Los disparos no cesar on un in sta nte. L ct intensidad
del t iroteo semej a ba a veees el de nna sang ri enta batalla.. La
sang re chilena co nia a torren tes. E l siniestro r es plandor de los
in ce ndios nln mbraLa solo r epugnar,teR escenas ele orja ide est erminio. Muchos soldados, t irados com o mu ertos en lai'\ casas
eran alcan zados por las ll amas i pereca n quem ados . Alg unos
logra ba n ser a n astraclos h ast a la call e por sus eompaeros i all
pasa ban la noch e. Las sa ng rientas riitas se sucedan a centenal es. Los oficiales q ue se a treva n a circular por entre los avinados g rupos, solo p od a n desempeiiar el papel de m ediadores. A
mui pocos lograron conducir a sus campamentos. T odos se emp ecin aban en continuar ence negados en aquella espantosa r emolienda.
)) Al clia sig uiente casi todos t enan agot adas sus mps ula s. La
mortand ad h abia sido honor osa . L os cadveres sembraban todas las call es. N o h aba m nos de 300 baj as. Alg un os las hacen
subir a 400. L os cm pu tos mas moderados h acen baj a r esta ci.frn. a 250. P ero ni un solo h erido. Todos mu erto s.))
(CavrtmEs.-Relacion citad o.)

1023 -

ANEXO AL CAPITULO XXV I I.


CUADRO APROXIMATIVO DE LAS BAJAS QUE 'rUVO E L EJi!;LlCITO
DE CHILE EN L AS BATALLAS DEL 13m: ENERO DE 1881.

l. a

DIVISION.

Jefes i
Es!ado mayor.... .. .... .. .. ...
Chacab uco ...... . .. ..... .. .. ...
Coquimbo ...... ..... .......... .
l\1:e1pilla .. . .. ...... .... ... .. .. .
4.0 de linea .. ... ... .. .. .. .. .. ..
Atacama ..... ... . ... .... .... ...
Ta1ca ...... ... .... ..... ... ......
2." de linea .. ..... ... ... .... .. .
Colchagua ... .... .. ..... . ... .. .
Artillera de Marina....... .

ofictalcs. Tropa .
4
19
321
84
5
17
6
296
~4
S46
14
295
5
7
235
185
lO
94
4

Total.
4
340
89
23
310
360
300
242
195
D8

88

1,873

1,961

13
4
3

246
DO
86

259
94
89

20
Total. ... .. .. .... .. . ......
2.a DIVISlON.
1
Estado n1ayor ... .... .. ... .... .
12
Ruin ...... .. . ... ... ..... .. . ~ ....
3
Es1neral da ....... ........ ......
- 6
Chillan ... ..... . ... .. .. ... ... ...
5
.
..
.
......
Lautaro ... ... .... ....
3
Curic ........ . ........ ... ..,. ...
2
.
...
..
........
..
....
....
Victoria

422

442

303
72
172
60
38
16

1
315
75
178
65
41
18

32

G61

693

Total. .. ..... .. .. ... .......


RESERVA.

3. 0 de lnea ..... .. ... .... ......


Zapadores ... ........ ... . ... ....
Valparaiso ... ...... .... . .. ... ..

102-1 ---

3.a

DIV ISJON,

Navales ...
Aconcagna .. . ..... ... .. ... .. ...
Santiago .. ........
Caupolican ... ... .... .... ... .. .
'laldivia .. . ...... ... . .... ... ...
Blnes .. . .......... .. ...... . ...
Concepcion ... .. .... . ...... . .. .
Total. .......... . ...

5
25
18

11
23
105
5
25
18

ll

11

19.2

ID~

3
1

37
5
3"0

40
5
34

75

70

1
3
2

.... ...

10
20
103

CABALLERIA .

Granaderos .. . ...... . ........ ..


Cazadore s ... ................. .
Carab ineros ............ . . . . . . '

Total ...... .. ... .. ..... ...

ARTILLERJA 1 PARQU E.

.=---._

'

Rej imien to nm. l ...... ....


id. 2 ...........
Id.

4
30

Total. .... . .. . ... ...... ...


1

34

30

Comandancia de bagajes .. .

l. a division ... ... ...... ..... .. .

88

id.
id. ...... ............ ..
Re serva ........... .. .. ........ .
Caballera ... ..... . .......... ..
Artillera i parque ..........
Bagajes .. . .. . .. ... ....

3'>
v
G

1,961
6fl3
198
442
79
39

1,873
661
192
422
75
34
3

To tal j eneraL .. .. ~ ......

1.56

3,260

3,41G

3~

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RESUMEN .

')<l.
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3<1

20
4
5

77") 20'al Oeste rk Orenuvich:.


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CAP ITU L O XXV III.


EL ARMISTICIO DE SAN JUAN.

La j otnada del 14 de e net'o.- DespLtes de la ba ta lla.-Aprovisionamient o


de vveres i mJnic ioncs po r Chrrill o, .-Recojicb de h eidos. - Aspecto
h otTi ble de la _.; ;cctela de ca'Jo~. - L os ca!n pame ntos del ej tc ito e n la
noche dJl 13 al l.J..- .\lisiotl Igles ia; i fa ta l insp iracion que suj iti e~ t e
paso. - Vent aj a~ cp e d J e ll as Racato:l lo; perua nos. - Singulal' pe tu la ncia del mayo r L ita l~t' t'i wriz e n el ca ~np o enemi go.-E l se ntim ie nto de
la pat. en los ca m pa m c n tos. -:\1 e di da~ de t'es is tencia del di c tadot desp:tes de la ba tall a.-Ret ira de l Ca llao una patte de su gua m icion .- Al
pasa r por Lima el j e nera l La Coten\ a tenga e ~ta l l'Opa i la inc ita a suld eva rse .- Junta de g ~t e t't'a e n Mi ta'iotes.-Al t ercado de Pirola i de
Sna rez.-El e )t'onel A:;. tirre i lo.> j efes de la rcse r va.- Dert ea no i Cortea-Sa ntiago. - E l a ~ p ecto ele Lima i s1 inclefe nsion.-Los lim eos no
oye n el rumot' de la lata lla, i fd lsos te le; tarnas que circulan co n la fitma del di ctadot.- Llegada d J ayuda nte Lanfra nco, i ptime t'as so.; pec has de la de t't'O ta de San .Jua n.-lncliferent ismo de los perua nos i su
espemnza en los milag t'Os.- Ll at oamiento a la'> a rm as el di a 14.- Por q11
el minis tro Calderon habia di suelto la guMd ia urb a na es ttanj e ra.-S11
persecuc ion a Ri vagiiero i La Gote ra como a tta idores.- No tan do la ause nc ia de gobi emo i de ptotecc ion, el CLterp o diplom ti co se constituye en una es pec ie de ta telaj e inte rn ac ional i ce lebra un a primera
rennion e n ca;a del ministl'O aieman.- Se nomb ra una com ision r11 e
se ace rqu e a los comba tie nte$ pat'a pl'ovocat la cesac ion de las hostilidades i salva r a L tma ele la suel'te de Chol'l'illos.- Consulta n a
Piiola i s te acepta e ntta e n t1a tos ele paz.- La comi sion se tr-aslada e n le noche del 1-l a Mira:totes, co nfel'enc ia con Pitola i sigue a
Chol'l'i llos, pero no es l'ee ibi da a11ella noc he por el j e nera l Ba1t 1eda no .
- Confe te ncia e n San .Jnan e n la m ~nl t' Lt gacl a del 15 i acuetdo rl e un a
suspension i n d ~ t el'm i nad ,t de a rm a ~, r1ue no es prop ia mente un a tmis tieio
- Base s prvias pam tra.tat.- Las ace pta Pictola i ma nda c<mvocat' l o ~
a l to~ dig tlata tios de Li ma para somut tse las.-E l cne1po dipl o;n ti co se
dirij e e n co rporac ion a Mim1ores tmra a le ntal'le e n est os props itos i
le e ncuentra en eon fer~ nc i a cJn los almiran tes de Ftanc ia e l nglate n a
que pel'siguen ot l'Os obj e tos.- Se ace tca la hora del desenlace.
lliST. DE LA C. DE LIMA.
129

1026-

l.

El 14 de enero, clia virnes, vspera de Miraflores, fu una jornada comparativamente tranquila


i harto necesitada de sosiego.
El ejrcito, ntes que todo, debia dormir, porque habia pasado en vela las dos noches del12 i
del 13, dos grandes vijilias entre dos sangrientas
batallas.
Cosa corriente es en el vulgo de los juicios humanos que las horas que siguen a los combat~s
son de una suprema dicha. i de indecible regocijo
para los que en ellos vencieron; pero tal creencia
est basada en engao evidente del nimo, porque lo que naturalmente sucede a la tension violenta del alma i de todo el ser que trabaja i padece, es la reaccion de profunda fatiga, el sueo,
el cansancio, el llanto de las lstimas ntimas
que corre silencioso hcia dentro de los corazones, las alarmas, las iras comprimidas, la compasion misma que inspira al bravo el cuadro de los
enemigos inmolados, los tropeles lvidos de los
cautivos que confunden en el campo sus dolorosos
alaridos con los que triunfando cayeron. I eso con
mayor intensidad deba acontecer a los combatientes de San Juan i de Chorrillos, que habian marchado sobre la arena ocho leguas para pelear consecutivamente igual nmero ele horas.

1027-

II.

11

Por fortuna, el plan de posesionarse de Lima


siguiendo la ribera del mar, en cuyas aguas flotaba un segundo i poderoso ejrcito que era nuestro
baluarte, i no por los faldeos andinos, donde habramos ido a encontmr el mas cruel de Jos adversarios que el chileno ha hallado en su camino
durante esta guerra de desierto-la sed,-permiti renovar en pocas horas todo el material movible1~ del ejrcito especia] mente los vveres i las municiones. La escuadra mandada en persona por el
contra-almirante Riveros, haba fondeado al amanecer del dia siguiente al de la victoria en la abierta rada de Ohorrillos.despues de haberla esplorado
impvidamente el capitan Moraga con el buque de
su mando, la Pilcomayo, traida del Callao. La quilla de la caonera no tropez con un solo torpedo,
fuera porque no existan o fuera porque su mala
construccion i el agua corrosiva del mar los habia
inutilizado. Estaba escrto que en nuestra guerra
mart.i ma no lesionaran a los barcos de Chile sino
los torpedos que sus propios comandantes se echaran encnna.
Desplegando celo recomendable la intendencia .
jenera.l, precedida por su intelijente jefe don Hermjenes Perez de Arce, que haba venido espresamente de Arica para atender aquellos servicio~,

1028-

desembarc por el muelle de Chorrillos vveres


frescos en abundancia i municiones en cantidad
sobrada para dos nuevas batallas.
La fragata A vestru7.- con el parque jencral fu
acercada a pocos cables de tierra para el caso.
I si en tal coyuntura nos hubiramos alejado de Chorrillos, como se pretenda, qu habriamos hecho?
El Oochrane, al mando de Latone pas aquella
noche custodiando los trasportes de Curayaco.

III.
Recojironse asimismo los heridos mas cercanos al campo de batalla de Chorrillos; i la Escuela de cabos, vasto claustro construido a la salida
de Chorrillos en direccion a Lima, fu convertido
en el hospital comun i horroroso de ambos combatientes. l\ias de tres mil heridos ensordecan en
aquella noche fatal el sangriento recinto con los
. quejidos de su desamparo o de su agona.
En cuanto a los muertos, nadie pensaba en ellos,
a no ser algun compasivo amigo que cumplia un
voto o un contrato de fidelidad mas all de la vida.
Jeneralmente los que van a morir hacen compaa, i sta sin escritura ni testigos se cumple en
un. hueco de la tierra con una azada i una l ..
gnma.

1029-

IV.
El ejrcito babia amanecido aquella maana en
sus improvisados campamentos en torno a Chorrillos, al morro Solar i a San Juan. En la vecindad
de esta ltima espaciosa casa de campo, que el
olor a los cadveres i sus rimeros hacan inhabitable, haba plantado su tienda, bajo los frondosos
rboles de la avenida que conduce a Chorrillos,
el jeneral en jefe, al paso que el coronel Lynch
habia dormido con su division sobre su propio
campo de batalla, es decir, en las alturas que rodean a Santa Teresa i el morro Solar. La division
Lagos se babia tendido adelante de Chorrillos, i
la que mandaba el j enera.l Sotomayor en el camino recto de la ltima pob1acion a San Juan.
Aquella disposicion no era inconsulta para el
caso de una renovacion del combate por parte de
los peruanos, si bien nada estaba mas ljos de
acontecer. N o hai memoria en el Per de que un
ejrcito vencido se haya rehecho. El indio peruano huye hasta sn choza, al paso que el chileno, el
H.Jjentino i el colombiano retrogradnn solo hasta
su campamento o su cuarteL I de aqu lYiaipo despues de Cancha H.ayada. De aqu Ayacucho despues de Matar.

1030-

V.
Sin embargo de esto, los hombres que en el
campamento de Chorrillos representaban el elemento civil i que mas tarde tan hondamente se
ensaaron contra las disposiciones blicas de los
jefes que venan conduciendo el ejrcito de victoria en victoria desde Pisagua i los Anjeles, cometieron un grave error, lo inspiraron o lo consintieron. Fu ste el estraer de su prision en los
aposentos altos de la Escuela de cabos al ministro
de la guerra Iglesias i enviarlo al campo de Miraflores acompaado de don Isidoro Errznriz, secretario del ministro de la guerra, para intimar a los
peruanos una especie ele voto por la cesacion de
las hostilidades, despues de le. cruel carnicera de
la vspera i de la noche.
Aquella mision como propsito humanitario no
mereca reproche. Pero era cuerda? Era oportuna i ocasionada a un resultado prctico cualquiera? O en realidad aquella conferencia, proporciona,dtt a sus anchas al dictador i a su ministro de
la guerra, en su prpio campo, siendo portador el
ltimo de todos las novedades de que babia sido
testigo no era una ventaja enorme concedida
gratuitamente al adversario?

1031 -

VI.
I en el hecho as aconteci, porque habiendo
partido sus dos emisarios de la tienda del ministro de la guerra (que babia fijado sn residen-.
cia en la vecindad de la del jeneral en jefe) a
las 9 de la maana, eran detenidos una hora des" pues por las avanzadas peruanas que adelante de
las lneas de l\1iraflores mandaba a esas horas el
coronel don Julian Arias i Aragues, hermano del
jefe que tan bizarramente babia perecido sin rendirse en el fuerte ciudadela de Arica. El coronel
Arias sujet la comitiva, di paso fr~nco solo al
coronel Iglesias, i despues de dos horas de mplia
conversacion con su amigo de intimidad, el diQ.tador, regres el emisario hacindose portador de un
mensaje de frmula que era casi una. burla tratndose de la respuesta de un vencido. Don Nicolas
de Pirola se negaba a recibir a un simple parlamentario, pero aceptara conferencias con nn plenipotenciario debidamente autorizado si los chilenos tenian a bien enYtrlo a sn campo.

VII.
Aparentemente al mnos, el dictador no se
apeaba nna lnea de su antjgua arrogancia, si
bien es cierto qne esa era sn mejor 1ctica., as co-

-----

1032-

mo la de los ofrecimientos i piedades mal comprendidas de los chi1enos eran simplemente un


absurdo de la situacion. (1)
(1) Agrav. el caso la inaudita petulancia de un oficial
chileno, el mayor moviliz ado don Guilletmo Lira Errzuriz,
quien, despnes de l a partida de Ern.;mriz i de Igles ias, se present en las fil as peru a nas iutiman do rendicion i finjiP.ndose
parl amentario. La culpa era grav sima i mereca hasta la muerte; pero el haber tomado los peru anos aquel sain ete a lo srio lo
hizo risible i hast a dig no de indulj encia. No fu poca nuestra
sorpresa dice un a relacion pernan a, a propsito de la aparicion
de aquel singular intruso, cuando dos h oras despues vimos apearse a un coronel chileno a la puerta del ra ncho que ocupaba desde el principio de la campMia el detall de nuestra di vision i en
que se ha ba establ ecido el estado mayor j eneral. Jven, como
de treinta i tres aos de edad, era el parlamentario; de elevada
estatura i simp tica fiso noma, hien por ta.do, ll eva ba barba cerrada, t alisman de pat1o azul mui parecido a l de nu e.> tros ofi ciales, pa ntalon carm es fl otaute rec.ojido dent ro ele mecl ias botas.
Sin manifes tar embarazn nin g un o en s u acti t ud , hizo a los qu e
lo rodeamos una profunda reverencitt i e nt r a la sala de despacho.
)) Pasara media hora, al caub de la cual volvi a salit, i dicind onos en un tono quiz un ta nto irnico: caballeros, hasta
despues,)) mont a ca'Jallo, psole un ofi cial una venda sobre los
ojos, tom un ordena.nza la urida de sLi cahalg adurt i atraves nues tra ln ea, diriji udose al cuartel j eneral chil eno. En cuant o volte la espalda, co menz a ron en los corrill os los comentarios
sobre su prese ncia. Decittn unos que los chilenos teni au mi celo
de arriesgar un a segunda batall a; otros, q ne Pi rola no haba
querido recibir a Errzuiz, as es que e.>te no se h abia entendido sino con el secreLctriu j eneral, G.Lrca i G.trca. Pero lo cierto
es que la voz jeneral estaba porque se l!e_rase lo mas pronto a
una solucion p acfica, que debamos- resig narn os a nuestra suerte de vencidos, q ue basta nte sang re h aba co nido i que ent locura sac rificar intilm ente Lan preciosas vidas.))
El sentimiento de la paz se haba pronun ciado fu ertemente
en el campo perua no. Al d a Rigni ente un j efe sup erior dijo al
ministro arjentin o en Lima: c<Si h oi no se firm a un arreglo, todo
esto se lo lleva el di aulo i amarrcm al j efe supremo.
Sin embargo, los peruanos sacaron gran partido Je la falta ele
tacto de sus adversarios, e inmeclitttamente des pnes de la vi sita
del prisionero Iglesias, enviaban a Lima el siguiente telegrama:

1033-

A la verdad, eljeneralsimo de las lneas de San


Juan i de Chorrillos no pudo mnos de sentirse
envalentonado con aquella doble visita de los vencedores. Desde de la vspera, la mayora de sns
jefes r~unidos en consejo a las tres de la tarde haban tomado la resolucion de librar un nuevo combate defensivo; i toda dilacion o aplazamiento era
nn auxiliar que llegaba a sus reductos. I todavia,

Lima, enero 14 .

A las 5 P.M.-Seor prefecto: Nuestra lnea contina sin


novedad en Miraflores a Vazquez. Nuestra segunda lnea intn.cta.
Enemigo impotente p am ataca1; esto lo p ntea el haber solicitado la suspension de lwstilidctdes. Las prdidas del enemigo
mayores. Las nuestras en su fuerza de caballera i parque : todo
ha volado por las min as.
Se sabe positivamente que el nmero de muertos de ellos
pasa de 9,000.-Secacla.
Por su l)arte, un a relacion chil ena narrando las peripecias del
dia 14, se espresaba en los t rminos siguientes:
cr.La idea de la paz snrji en el acto en el espritu de los vencedores. Todo indicaba que se en contraban en el trmino de la
larga i sang rienta jornada que comenz en febrero de 1878 . La
esperanza de la pronta vu eltn. a los lej anos hog ares, realzada
por la emocion embriagadora de la prx im a en trada triunfal
a la ciudad de los Virreyes, inundaba de regodj o l os corazon es
e iluminaba los semblantes.
El nico osbtculo que todava podia encout rar el pen ~ami en
t o de la pa z era, sin duda, el amor propio escesivo de la nacion
peruana. P ero esta suscept ihilidad, qn e babia impu es to ya t an
crueles sacrificios, dcbia desaparecer ante el co,tvencirnieuto de
la inutilidad de toda nneva t entativa de resist encia i ante la
idea de que el honor militar del P er quedaba completamente a
salvo, despu es de una j ornad a t an crudam ente di sputada como
la del dia precedente. (Rela.cion publicada en Limn. en sr.is idiomas inmediatamente des pues de la ocnpacion chil ena i atribnida
a don I sidoro Errzuriz.)
HIST. DE LA C. DE LTMA

130

1034-

segun una carta pstuma del dictador, escrita al


jefe de estado mayor de su reserva desde Jauja el
_3 de febrero, su plan era formar una tercera lnea
de combate en torno de Lima apoyndose en el
Callao i en las fortalezas del San Cristbal i de
San Bartolom.

VIII.
Despues de su romntica pero bajo ningun concepto herica escapada del morro Solar 110r la
lengua del mar i la escalinata ele Miraflores en la
maana del clia 13, el dictador se babia ocupado
en efecto en recorrer la lnea desde el fuerte Alfonso U garte, construido a pocos paSOR del barranco del ocano, hasta. el reducto nmero 8, que era
el ltimo en las faldas de los cerros de V azquez,
hcia el oriente. A esas horas (las diez i veinte
de la maana) llegaban los clispenios no en grupos,
sino en bandadas i por batallones; i de tal suerte que la reserv, ayudada por la caballera, apnas lograba contenerlos en su invencible pnico.
A fuerza de sable i de revlver, pudieron los jinetes de retaguardia juntar hasta tres mil derrotados, especialmente del cuerpo de ejrcito de Dvila que se habia desbandado sin disparar un solo
tiro.-Uno de estos soldados, como el zuavo de
Regnault en el campo ele Sedan, levant los puos e increp al dictador al verlo atravesar los

1035-

rieles a caballo, i el jeneralsimo vencido i humillado se content con decir usando una espresion
peruana i vulgar:-ccNo me metan barullos.>>La di vision Suarez se haba retirado en buen rden. El coronel.Oanevaro que, acompaado de un
animoso prctico (el famoso negro Jil),se haba
acercado al Morro Solar para conferenciar con
Iglesias, despues de la retirada de Pirola, trajo consigo hasta unos mil hombres desde el Barranco donde haba logrctclo sujetarlos. En todo,
los peruanos haban hecho una adicion de seis mil
hombres del ejrcito de lnea a su reserva.

IX.
Continu Pi rola su escursion hast<1 Vazq uez,
donde lleg a las 11 de la maana, i all se qued
profundamente dormido en un escao. Pusieonle
centinela para velar su repO!::iO, pero una hora mas
tarde nctando sus ayudantes por el sonido i el humo la recrudescencia esttaordinaria que a esas
horas tomaba el combate en torno a Chol'l'illos, le
despertaron i regresaron con l al cartel jeueral
de Miraflores. Desde Vazquez orden el dictador
por un telegrama que Astete enviara a las lneas
]a guarnicion disponible del Callao que era de tres
mil infantes i artilleros.
En consec11encia, aquella tarde la mitad de esct.
fuerza mandada por el capitan de navo Fct.nning

1036- .

la tropa de marina i por el coronel don Crlos


Arrieta la reserva denominada Guardia chalacct,
atravesaba las calles de Lima en demanda del campamento. I cosa singular, pero peculiarsima de
aquella tierra! cuando aquellos dos resueltos jefes
marchaban a rendir la vida por su patria, un tercer caudillo, el jeneral La Cotera, salales al paso
para tentar su fidelidad i ofrecerles el poder a nombre de la constitucionalidad, la rebelion i la derrota ....
I en esos momentos, como una leccion terrible
que el destino se empeaba en ofrecer a aquella
desu,consejada jente, alzbase en espirales el humo
de una ciudad entera, testigo ele su molicie, convertida por la guerra en pira de fuego, de sangre,
de espiacion i ele cadveres.
Dilsde las tres o cuatro de la tarde, dice el Teservista que en
otra ocasion hemos citado, notbase del lado del ferrocarril una
lijera humareda que se crea proviniese de las descargas, pero a
medida que el tiempo pasaba, iba aumentando mas i mas, hasta
que una columna de humo negro se levant sbitamente rodeada de inmensas llamas. De noche, la inmensa fogata, desprendiendo nubes de chispas, proyectse sobre la mole de los cenos
e ilumin a lo ljos el cielo i la esteusiou del mar. l nosotros
del alto de los parapetos, contemplbamos, en silencio, ese horroroso cuadro, sin saber que igual suerte esperaba tambien a
Miraflores. El 15 por la maana, al traves del manto de una
espesa nehlina, veanse arder las ltimas casas: Chorrillos no era
mas qne un hacinamiento de escombros. Los chilenos le haban
prendido fuego como le haban prendido fuego a San Juan. >)

1037 --

X.
Reposado apnas de sus fatigc.ts, de su insomnio
i sus galopes en la tarde del 13, el dictador haba
citado a junta de guerra a todos sus jefes i especialmente a los de la reserva en su rjia mansion de
Miraflores, ubicada en la quinta del banqneto
Schell, rodeada de amensimos jardines.
En efecto, continua diciendo el autor de la relacion que acabamos de recordar, no tardaron en llegar de sus di visiones i reunirse losjenerales Montero, Buendia, Segura; los coroneles Dvila, Montero, Oceres, Snarez, Iglesias, N 01iega, Figari, Pereira,
Derteano, Correa i Santiago, La Fuente, Echeniqne i muchos
otros cuyos nombres se me escapan. Se form en el salon un
gran crculo. Se mand despejar Ios corredores cerrar h ermticamente las puertas. De nuestro escondite oamos claramente
la voz de S. E.
Comenz por es ponerles que los haba reunido no para conocer sus ideas personales sob re la situacion, ni si estaban listos para dar su vida si necesario fuera, de lo que no dudaba,
sino para que le manifestaran el espritu que animaba a las tro
pas i si podan stas hacer una sria resistencia; aadiendo que,
como condicion prvia rara entrar en negociacion de paz, exijia
el j eneml chileno 1a entrega inmediata de la lnea de Miraflores,
en todos sus red uctos i defensas, pero que l rechalaba tan
hnmillan te proposicion. Tres o cuatro de lo::; jefes opinaron por
que la tropa estaba mu desalentada e incapaz de sostener clie:.~
minutos de combate.

XT.
Aceptando como smceras las revelaciones in-

1038-

trnsecas de aquella conferencia secreta, el que


manifest mas hondo desnimo fu el coronel
Suarez, i este jefe, tan altamente reputado ntes
de laR pruebas de aquel dia, lleg a increpar a
Pirola que la batalla se haba perdido por su
inepta direccion i por su culpa. -El~ dictador le
reproch a su vez su clesobedi~ncia, i hubo con
este motivo un altercado de calor. Pero en j eneral los comandante~:; j enerales de la lnea se mostraron resueltos, especialmente el coronel Aguirre, que se hallaba e n vuelto con los trapos sangrientos que vendaban una herida recibida en las
~ie n es .-Inte rrogados los .comandantes jenerales
de la reserva Derteano i Ooirea i Santiago, contestaron que respondan de su jente, porque ningun reservista quera vol ver a Lima con su fusil enjuto, conociendo al soez populacho ele aquella ciudad i en especial a sns magnficas i desdeosas muj eres.

XII.
La bat.alla qued e n consecuencia acordada
aquella misma noche, i durante todas sus horas
se trabaj activamente en terminar muchas ele las
comenzadas obras de la defen sa.--Entre los redu ctos nmeros 1 i 2 se coloc en aquella tarde
un caon de a 120, i en el c.amino real dos Vavasseur escapados de San Juan .

1039 --

En el reducto nm. 2 se instalaron dos ametralladoras salvadas tambien de la derrota, i en el


espacio qne se estendia hasta el nm. 3, pusironse no mnos de diez caones i ametralladoras,
asomando sus bocas por las aspilleras de gruesas
tapias convenientemente 'horadadas. El ejrcito peruano se haba convertido en faena de obreros, i si
bien no alcanzaron aquella noche a montar ningun
ca on en el reducto nm. 3, los artilleros peruanos
convirtieron en una verdadera ciudadela las casas
arruinadas de la hacienda de la Palma, all contigua. Fu ese ellug:tr de fama en que Castilla, penetrando en columna por su ancho callejon, derrot a Ec!1enique i le quit la banda i la silla en
1854. Colocronse all dos caones de grueso calibre. La lnea de l\1iraflores hacase as formidable.
Veinte i cuatro horas mas tarde se habria convertido talvez en inespngnable.

XIII.
Qu tenia lugar entretanto durante estos intervalos en Lima, la ciuda,d impresionable, olvidadiza i veleidosa por escelencia, mal llamada ce de
los reyes>>, porque solo la mujer es all reina i los
hombres de todas las razas, sns esclavos?
Por un efecto de la configurncion del llano i
las montaa::;, o por el viento qne no encuentra
ecos acsticos, o por el blando sopor de la pobht-

1040-

cion adormecida a la sombra de sus plataneros i


de sus jazmines en las noches de caloroso esto,
nadie habia sentido al amanecer el lejano rumor
de la batalla. Pero desde las ocho de la maana
comenzaron a llegar dispersos i cobardes contando las patraas jactanciosas de todas las derrotas.
Los que huyen acostumbran finjir que vencen para cohonestar su ignominia.
Corria poco despues de mano en mano un telegrama que llevaba la firma de Pirola i en el que
se anunciaban ventajas que no existan. Ley este
despacho el ministro ingles, pero lo contradijo
con mejor autoridad el representante de los Dreyfus, Mr. Federico Ford: que en estos tiempos, el
,.-- ajio sabe de continuo mas que la diplomacia i los
gobiernos.
A eso de las diez de la maa11a vise atravesar
a galope las calles de la ciudad un ayudante del
dictador i deudo suyo llamado Lanfranco. Nadie
necesit ver sino su plido rostro para conocer que
u na nueva derrota habia visitado las banderas del
Per.
A medio dia, la certidumbre del fracaso era
universal; pero los pueblos acostumbrados a vivir
solo en los vaivenes del deleite i del dolor, frmanse nna especie de filosofa aparte, en que la
indiferencia i el prodijio se a1ternan a la par con
las horas de la existencia i la esp~ranza . Lima sabia que estaba perdida; pero con fiaba toda vi a en

1041-

algo misterioso, como la aparicion prehistrica del


Titicaca o como los milagos de Santa Rosa; i as
creia que con orar i confiar iba a sujetar a los vndalos del sud. No encontraran sin embargo, los
ltimos a Santo rroribio de Mogrovejo bajo los
arcos de sus histricas portadas para detenerlos.
En otro sentido, la jente de aquella tierra cree
que las proclamas son cosa parecida a la victoria
o parte de ella, i con leerlas se engrie i se ccretemplaJ>.-A mediodia circulaba, en efecto, en
una hoja suelta que contenia un boletin de falsedades, el siguiente llamamiento al patrioti smo en
a goma;
jA LAS AlU\IAS!

Ya el enemigo acerca su planta aleve, i Lima debe pagar &n


tributo de sangre.
Mucho tiempo hemos estado esperan do estos momentos i
nuestra enerjia debe retemplarse al aproximarse la hora de ht.
venganza.
Antes la muerte que la deshonra!
Este debe ser nuestro nico credo.
Tenemos al frente a la horda que viene asesinando desde
hace tiempo a nuestras dbiles m'ljeres, a los invlidos ancianos, a los tiernos nios.
Un momento de debilidad entregar al enemigo la honra i
la vida de nuestras esposas, de nuestros hijos, de todo lo mas
caro para nosotros.
Habr quien pueda sobrevivir a la deshonra de su hermana,
de su esposa o hija?
N, mil veces nl
No hai en Lima quien pueda soportar ta1iam&. aftenta.
A las armas, pueg!
HIST. DE LA C DE LIMA,

131

1042-

J>! aunque nuestro ejrcito sabr contener al enemigo e impedirle la entrada a Lima, que Lima se levante i presente el
hermoso aspecto de una reserva inagvtable.

En el fondo de los. corazones el desaliento era


entretanto profundo. Al caer la noche babia regresado a la ciudad el contralmirante Montero, i
a nadie disimuluba su conviccion de que todo estaba perdido i q~1e en pocas horas mas los chilenos en trarian a Lima con la espada o con la tea,
segun se les exijiese. A su juicio, la situacion era
completamente desesperada i acaso en secreto su
alma acariciaba esa creencia como una represalia.
Singular pas en que la derrota sucesiva de sus
caudillos los venga alterna ti vamen te de las derrotas
sufridas! s an Francisco veng a Moore nufrago i
preso en Arica; Tacna veng a Buendia encausado en Lima, i ahora San Juan i Chorrillos vengaban a Montero mintras llegaban el turno histal dictador i a sus sucesores .....
XIV~

Por lo demas, la ciudad estaba completamente


desarmada. En ausencia de Pirola, gobernaba su
ministro del culto, o mas propiamente su ministro
universal, don Pedro Jos Oalderon, hombre sibarita e insolente pero incapaz de levantarse en las
horas de grave conflicto a la altur::i. del deber, mnos a la del sacrificio.

1043-

Todo lo contrario, i p;r castigar un desman de


la gua_rdia urbana, compuesta de cuatro mil estranjeros, i una de cuyas patrullas le habia llevado. descompuesto i disfrazado a un depsito de
polica en una de aquellas noches de solemne espectativa en compaa de un aleman cmplice i
usufructuario de sus o~jias, la di sol ,ri por un
ukase en los momentos en que la ciudarl entera
confiaba a aquel cuerpo protector su custodia. El
ministro de la guerra Villar habia cooperado a
aq'uella medida insensata i criminal enojado porque, conforme a lo ordenado en un bando reciente de polica domstica, un destacamento le obligara a cerrar su puerta de calle a las 10 de la
noche. Qu hombres para semejante situacion!

XV.
Pero si los limeos i sus seides tomaban las cosas de esa manera, no obedecian a criterio semejante los representantes de las naciones estranjeras qne en aquella ciudad cosmopolita, como
Alejandra o como Esmirna, tenan bajo su responsabilidad tantas importantes vidas i tan valiosos
intereses. En un sentido industrial i mercantil,
Lima no es una colonia, es una colmena, i all las
abejas que trabajan acumulan su propio caudal i
el de los znganos.

'\.

1044-

XVI.
Era el miembro mas influyente del cuerpo diplomtico residente en Lima el ministro de S. M.
B. Mr. Spencer Saint J ohn, hombre serio i esperimentado durante una larga carrera consular en
las Antillas. Habase mostrado este fnncionario
en varias ocasiones deferente hcia Chile, especialmente a causa de los canjes de prisioneros, i
con este motivo pero sin razon los peruanos le aborrecan. Mas tarde en con trronse despachos de
Calderon en que le acusaba de parcial, de testaruJo i hasta de mal criado i sospechoso.
El ministro de Francia M. de Vorges, era un
hombre de carrera, que babia ascendido por la
escala de sus servicios i de sus aos, al paso que
su colega de Alemania M. de Gramatsky, personaje obeso, alegre i bonachon, era considerado
como una improvisacion en la diplomacia. Rabia sido juez en Berlin cotno Mr. Christiancy, ministro de Estados Unidos, lo babia sido en Detrit. Por lo demas, pasaba por un hombre de
buena ndole, aunque un poco sensual, por el estilo del ministro Oalderon, su amigo i su camarada. El ministro de Italia, seor Vi vi en era un
ex-majjstrado de Florencia, i del del Beasil ya en
otra ocasion hemos hablado.
Por un acaso era el decano de aquel cuerpo el

1045-

caballero salteo don J orje Tezanos Pinto, i el


mas moderno de los representantes su compatriota e hijo poltico el ilustrado doctor Uriburu, qTie
en dos ocasiones habia presidido el Congreso de
su patria.

XVII.
Alarmados justamente por la suerte de Lima i
de sus connacionales; sabiendo que Chorrillos ardia, que los chilenos se ensaaban i notando,
por ltimo, que el procnsul Calcleron no se ocupaba sino en perseguir a los civilistas acusndolos de traidores, como a Ri va Agero, a quien
quiso estraer por fuerza de la legacion francesa
en que habia tomado asilo, ya mandando prender
a La Cotera para fusilarlo por su alocucion a las
tropas del Callao, creyeron llegada la hora de
convocarse espontneamente, i puesto que no
habia gobierno en Lima, constituirse en su tutela
a manera de curadores ad litem en el ltimo litijio de aquella infeliz nacion desgobernada. Los
almirantes Sterling i Du Petit 'rhouars comand~nte en jefe de las estaciones de Inglaterra i
Francia en el Pacfico, cooperaban con su autoridad i sus caones a aquella accion protectora.

XVIII.
En consecuencia del estado: de cosas indescrip-

1046 -

tibie que dejamos rpida mente trazado, celel?r


el cuerpo diplomtico una reunio n:apre miant e en
casa del ministro alema n en ]a maan a del 14, i
all acoedse por unanim idad de parece res interponerse entre lc>s belijerantes, o mas propia mente, e ntre los combatientes, para ver maner a de
alcanz ar estos tres laudab les fines: 1. o Abrir los
caminos hcia la paz por medio de un armisticio
o suspension de armas; 2. Evitar mayor efusion
de sangre; i 3. Salvar a Lima, esto es, protej er
sns propios hogares. El espectculo de Chorrillos
traia) spant ados=a todos los hombres que cobijaban una familia bajo su techo.
Resuelto el plan, consultse por telgrafo al
dictador, i ste inmed iatame nte envi su aquies encia esplc ita al propsito de una negociacion de
pa~ que comen zara por una suspension de armas.
0

XIX.
Venia aquell a idea a salvar a don Nicolas de
Pirol a i a poner a cubierto sus mas recnd itas
ambiciones. Su gran ideal era el poder. Lo haba
perseguido toda la vida, desde el claustro, desde la
escuela, bajo la auster a sotana de Santo Toribio,
bajo la casaca recam ada de oro del Jefe St~premo
improvisado ilugar eo en Moquegua i en Torata .
I Pirol a amaba el poder no solo como pasion per~
sonal sino como destin o manifiesto, porque a vir-

1047-

tud de ciertas propensiones msticas de su espritu


incubadas en el Seminario, en la prensa re1ijiosa i
en el altar, se cn>:ia destinado a ser no solo el salvador de su patria sino su rejenerador. Por comliguiente, la idea de conservar su dictadura con un
ejrcito i con una marina que serian sus baluartes
contra la ola popular o el alboroto indomable de la
soldadesca, le desviva en el fondo de su alma inquieta, por mas que aparentase no ambicionar
otra cosa que desafiar las iras del cielo hasta espulsar a los odiosos invasores de su suelo.
De este rden de sentimientos imperantes en
su espritu abundan pruebas en su carrera ntes
de aquellos das i en horas posteriores; pero uno
de sus mas ntimos confidentes, el prefecto Echeniquc, ahora jeneral en jefe de su reserva, no haba sentido embarazo para acentuar su persuasion
de que el Per vencido o victorioso seria por larga dcada su presa.- Tenemos para diez aos,
por lo mnos, sola esclamar en el seno de la
confianza. Si triunfamos, la victoria ser nuestro
pilar. Si sucumbimos, quin querra harerse cargo del cadver?
En lo ltimo, sin embargo, el favorito del dictador se equivocaba, porque hoi estn aferrados a
las argollas i a los cordones del ataud mucho mayor nmero de lgubres portadores que los que a
sus costados caben.
Pero esto no obstante i con la refinada astucia

1048-

que es propia de los hombres del Per, i en jeneral de la jente de los tr6picos, que viven del perpetuo envite de -.;ms codicias o de sus ambiciones,
el dictador deseaba en sus adentros que otros hicieran su juego. I esto era precisamente lo que a
]a sordina estaba sucediendo, talvez por ocultas i
bien gnardadas sujestiones suyas.

XX.
Obtenido as el consentimiento esplcito del dictador, nombr6se por el cuerpo diplomtico una
comision:encargada con plenos poderes de iniciar
las negociaciones, i sta quecl6 compuesta del ministro decano i de los representes ele Inglaterra i
de Francia. N o se habl6 en esa reunion de las bases de un tratado, tema prematuro de cliscusion
desde que lo que se buscaba era una tregua, pero
todos tenan por cosa subentendida que las bases
de la paz definitiva no poclian ser sino las impuestas por Chile en Arica, reagravadas ahora por la
prodigalidad ele la sangre, del oro i ele la gloria
de Chile, alcanzado todo a costa del vencido i a
su cargo.
l en efecto, la comision parti6 aquella misma
noche del 14 en un tren especial; enganchado a
las diez de la noche, para conferenciar con el dictador en su propio campo ntes de trasladarse al
del jeneral Baquedano:

-- 10!9-

XXJ.
De lo qne pas en aquella entrevista de :Mi mflores durante una larga hora no ha quedado por
ahora consta,ncia. Pero el criterio de la historia
est autorizado par<L suponer que en presencia de
dos diplomticos del calibre de los emb<~jaclorcs
de Franc:ia i de Inglaterra i de loH 30 caoncs <le
campaa del coronel V clazqnc;~, puestos ya en
posiciones, no era posible discutir fantasas ni
petulancias sino las faces mas o mnos sombras
de una horrible realidad.-- V ro vict,:s!
rfoclo lo clemas, inclnS<L la papeJacla que Se eneontr en los libros del Ministerio ele Relaciones
EstCI~iores i que se ha tomado como el trasunto del ultimatun de Pirola en Arica, son esos
simples mdides de la diplomacia peruana clestin-a dos a engaar solo a. aquellos que deseen engaarse. La cesion incondicional de 'rarap'ac ent la
base primordial ele todo tratado de paz, o mas
propiamente, de tochL negocmcwn encaminada a
la paz.

XXII.
Sea de ello lo que fu ere, mintras ht luz definitiva'"

llega, en h meda noche clel14 ele en ero perturbaba el sneio de los campamentos chilenos el estrao
HIST. l> LA C. JH; Lh\IA

1"'0 .~)

-- JO.JO -

ruido de una locomotora que arrastrando un carro


se deslizaba por los rieles ostentando junto a su
larola una enorme bandera blanca. Eran los tres
ministros ya nombrados, que continuando su viaje
desde 1Vliraflores, iban a solicit.ar una conferencia
.del jeneral vencedor.
Acept el ltimo con la cortesa debida aquella
splica, pero como en hora tan a anzada. nada
poda hacerse, qued n,p1azada la entrevist::t para
el siguiente difl a las siete de ]a maana . .

XXIII.
Puntuales como ingleses se presenta.ron los comisionados a la cita en la madrugada del 15 de
enero~ i de esta manera aquel dia que iba a cspi;rar, alumbrnndo con los ltimos destellos del sol i
de la plvora 1111 Clladro de horrible carnicera, em pezaba con los anuncios de alma paz. Los soldados
chilenos, que tienen el instinto burdo pero certem
.d e todas las grandes situaciones, no se engaaron
sin emb0-rgo, i a medida que el tren avanzaba hcia Chorrillos ostentando sn trapo de parlamento,
los unos levantaban sus kepiB, saludando con entusiasmo no n los recien Yeniclos sino a Chile,
Hlintras que los mas lo dejaban p ctSar recelosos,
, ,r epitindose los unos a los otros que aquel era
(ccngao de ingleseS )) .
En la Escuela de Cabos agnardaba. a esas horas

1051 -

los comisiomiclo; el j efe de cstrtdo mayor, j ene-

..

ral lVIatnrana, con caballos li stos, i l mismo los


escolt a. l<t tienda del j eneral en j efe, que a esa
hora desayunaba sn fru gal t matin al de spucs del
t de la media noche i de todas las horas. Sin esfuerzo, el j eneral Baqnechmo iba a hacer a Mr.
Saint John una recepcion ri goro samente in glesa.
Rodeaban al j eneral en j efe del ejrcito de
Chile en esos momentos el mini stro de la. guerra
i los seores Altamirano i Godoi, qtte' Jatriticamente sobrellevaban las penalidades i los peligros de la campaa. Delibersc brevemente, i el
jeneral Baquedano ,aconsej ado por los plenipo,_
tenciarios que le acompaaban ( sin q ne l hnbiese recibido notifi caci on oficial ele ello) , irnpu so
como condicion in apelable para acepta r lll1<t sns pension de armas, la. entrega prvia del Callao i
de sus fu e rtet-l. Solo In posesion de esa plaza de
guerra sal varia la. pla~a abierta e intlcfe nsa de Li
ma 1 sn comarca.
Los delegado::; del cueq ro diplom tico del Pe r
asumi eron c11 est;t Ye7. co n leal franqueL:a el simple rol de intermedi arios, i ofrecieron so meter
aquella chm\ pero inclispen>5 able co ndicion al di ctador; i pa ra darso ti ernpo soli citaw n una snspcnsion informal de _Lts hos tilidaclef3, sin mas base
cierta qn e el co mprom iso mo ral de l j eneral e n
j efe del ejrcito de Chile i s11 propin, palab rn ele
represcnt:tntes de tres nacjon es ami gas. - No so

--

1052-

puso po1 escrit.o _urut sola lnea 1 co1:no en tan gm.:.


ves casos es obvia lei tle precan c ion i de g uenn.
Despues de algunas vacilaciones i consnltas,
fules otorgado lo que pedan, e::;tendinchsc b
promesa de no romper los fuegos lw.sta la.s doce
de la noche <le aquel dia, pei'O quedando entendido qtJe mbos belijorantes po cli.an ocnpn.r lns po~iciones que mejor l es <.:011\'niem:-L't {w icn prohihicion espres:t em n o poner el dedo en el gatillo.

XXlV.
Allolecia. aquel fatal pacto <le un tlefecto lamental>lc, esto es, su . vaga. informalidad i su carencia tle personera directa i responsable.
N o ltaLia en realidad armisticio militar, porque
no babia delegados militares, ni e:0 m; te, ni ltkas
definidas, nada, en fin.
N o era aqnello propiamente nn contrato, era
llliH promesa,
N o en}. una. suspension de arn.1as efectiva i de teJminada. Era un<t cortesa inte m;_tc_ional que
obligaba a. los belijemntes pat'<L con terceros oficioms, pero en realidad no los oblig<tba entre ~i.
Un annisticio, es dec il', como s a nombre lo implic<l, tHH~ parali~ ac ion mom c n tc.nc;l del nso ele
]as armas, es un acto dcter1_ninaclo de guerra qne
p(' ~tjusta <1irec.:tamcnte entre las partes _compro-

1053-

mctidns, detnllnclose una a una sus condiciones,


siempre o casi siempre por escrito i por .funcionarios diputados por los jenerales en jefe para tan
importante caso. Un armisticio no es m'iwhas veces sino un preliminar ele un tratado, i en las relaciones recprocas ele los estados nada hai mas
au stero ni mas solemne que semejantes empeflos,
no solo en la frmula, sino en el esprit u i hasta
en el lenguaje.
Reunia una sola de esas condiciones el as Ila~
mado m1nist1'cin rle JJfirrJjlores, o como .debiera
llamarse, si tal lwbiera existido,-armisticio de
San J uan,-porqnc all fu donde se trat de celebrarlo?
Ni e n lo mas mnimo, porque la. nica promesa
clelj e nerl en jefe no iba mas all de no hacer
mateiialmente fuego sobre las lneas en emigas, i
en todo lo domas se dejaba absoluta i mplia libettacl en un movimiento, Poc.lia as flanquearhts
i enYolvcrla ~ , no solo con sus rejimi cntos sino con
sus l>uq nes, lo cual e ra harto mas peligroso para
el desenlace de la inminente batalla que el hecho
de disp<U'Hl' los ri:fl ns. A n tes se ga nau1.1.n o pe rdan
}ag batitllas mn tant1o, D escle N apolco n I h.nst<L
l\'1o~tk e 1 se ganan o se pierden rn an iobl'ando.

XXV,
P e ro, lo que es mn c.: lt o

111 :1 s

t msec nclcntal que

'

..

10j4-

todo esto, de parte de los peruanos no hubo compromil;o directo ni csplcito de ningun jnero, ni
siquiera hubo promesa declarada. como la del jeneral chileno. Los negociadores manifestaron q ne
solicitaran la vnia de Pirola. en favor ele ese
acto militar, pero nunca que nosotros sepamos se
envi al cuartel jeneral del vencedor ni pliego, ni
mens<,je, ni siquiera una esquela que sirviera de
testimonio de la aceptacion esplcita, i tal cual es
indispensable en tan inminentes situaciones, de la
aceptacion de aquellos tratos por el jeneralsimo
del Per.
Sin ernbargo, donde falta. la documentacion
histrica, hai pruebas ele mil jnetos que ponen de
rnanifiesto que al regreso ele los plelipotenciarios,
el cli cta(lor no solo ace pt la base de la entrega
prvia del Oaltw pam tmtar, sino que la escribi
f19 fH! puf10 i letra para conocimi ento i constaneia
(lel puerpo diplomtico en Lima.
]111 cqq.qto n Lt cnnclicion rcdproc<t de no romper los fl1ego s, no se estamp 1ucla i se dej como
cosa snbente ncli c};t i sqbordina<Lt a las FCripecias
:L qu po<lri<~q dar lugal' los movimientos estrat~ji
co (l'lC cada cual so rese rvaba pone r e n iume(1iata
cjecucion, J~ s mui posible, i qosotros lo tenemos
por segmo, que esta manem ele Y l' el acto sillgnl<w qtie se h : ~ ll<~111acl a e l armisticio cb l\1iratlorer-;
i que en s.eguida se cam bi en la c1 en ominacion de
c<tmici on de .MirufioreS )), habr. de Ir apa recierHlo

1055 .....

del testimonio internacional ele todos los que en


l tomaron parte; i desde, luego el nico de sus
cooperadores que has ta hoi ha hablado, Re esptesa en los t rminos signientes:
Las condiciones del armisticio permita n a los chilenos mover stt a1tller .a a lct iz quierda durante el dict, puesto que el
armisti cio duraba solam en te h asta h s doce de la noche, pero
con la espresa cvndi cion de que no avan zar an sus fu erzas mas
alh1 del punto ocnpa.do por su g ran g uardia.
))Es un h ech o que cuando se suspendieron las h ostilidades,
los chilenos avanzaron sus fuerzas cerca ele nn cuarto de milla
llcia la lnea peruana i en alg un os mom entos tan cerca que se
p odan reconocer con los del lado contrari o, i est o induj o n. los
peruanos a comenz n.r la batalla, an t icip ndose a un a taque inmediato de parte de los chil en os.>) ( 1)

XXVI.
Entretanto; i cuando los delegados del cuerpo
diplomtico constituido en permanencia en Lima
llegaban al cuartel jeneral de l\iirafiores desde
el campamento de San Juan, eran las diez de lamaana, i despnes de conferenciar largamente
con Pirola., prosiguieron su viaje a Lima. Vaga es
la enunciaciou de los ltimos, pero se ha asegurado por personas altamente colocadas como actores en aquellas negociaciones confidenciales, qne
(1 ) R elacion publicada en los din.ri os de Washington por
.Mr. 0hristiau cy el 13 Je di ciembre de 188 1.

1036-

de

el jefe supremo del Per iba


lleno a la paz, con
cesion de territorio e indemnizacion de guerra,
agregndose que para cub rir su responsabilidad
con la ajena i dar al acto d ictatorial que iba a.
~tcometer toda la fu erza qne su sitnacion requerin,
orden que para aquella miRma tarde se citase en
Lim a al Consejo de 'Estado, a la Corte Suprema,
en una palabra, a toclos los gran de s dignatarios
qu~:J, suprimido el Congreso, rodeaban como una
corte la personalidad del j efe supremo.

XXVII.
Dise cuenta de todo esto en la re union que
poco despues ele meclio dia celebr<-tron los r~~pte
sentantes ele las naciones nentmles, i p:tnt fortificar al dictador en su sensata i en el fondo
patritica actitud, resol vieron a.slaclarse in mediamente en cuerpo al campo de l\firaflores.
Snceclia esto poeos minutos ntes de las dos de
la tarde, i cuando en medio de la njitacion de un
campamento que se alista para librar una batalla
o recibirla, se presentaba el cncrpo diplomtico
en la antesala de la quint<L de Schell, hogar i
despacho del jefe supremo del Pe r, se les introduca por los ayudnntes a una sala ele e::;pera rogndoles se sirvieran aguardar que S. E. (lespachara su almuerzo en qne familiar i tranquilamente departiJ. con los alrnintntes Stcrling i Du

1057-

Petit Thouars i el capitan Sabrano de la fragata


italiana Garibaldi, q.ue tambien les hacia compan1a.
-~

XXVIII.
Qu significab la presencia de t ctn ilustres
huspedes en aquellc~ hora, en tal sitio i con precedencia inusitada a los rep resentantes diplom.ticos de sus paises a cuyas rdenes jeneralmente
aqullos hllanse sometidos en sus estaciones?
Punto de novedad es ese destinado a ser puesto en evidencia en el prximo captulo de este
libro que a grandes jornadas se acerca, balancendose corno frjil i quebradi~o madero entl'e las
alterosas vacilaciones ele la guerra i de la paz, a su
ltima pjina i a su postrer desenlace en los
mas sangrientos campos ele batalla. ele esta parte
de la Amrica espaola. (1)
(1) La mayor parte de los datos contenidos en este captulo,
si no todos, han sido obtenidns de fuentes altas, dignas de todo
crdito i reservadas. Por esta ltima circunstancia no ofrecemos
nombres propios, pero esperamos que en las relaciones que, una
vez terminada la guerra o :intes, han ele publicar los gob iern os
neutrales de sus ajentes, estas noticias han de ser confirmadas
por su testimonio mas o mnos acorde, i otro tanto decimos de
lo que mas adelante habr ele leerse sobre la fam osa i fantt'tstica
tmicion de Maftmes.
El lector discreto habr. observado tambien que en la rdaciou
de las grandes batallas de Lima, que la poltica .iterua ele la
repblica luego troc en ardientes palenq nes de diatriba i ele
difamacion, no hemos seguido en lo menor las ltimas, sino
nu estros propios documentos, aprovechando a trechos solo la
parte saneada i limpia de aquellas relaciones.
HIST, DE LA C. D.E LIMA

133

-- 1058 E stamos mui lojos de creer sin embargo que lo que nosotros
referimos sea definitivo i absoluto, pues nada reconucemos como
mas falible que nuestro propio criterio. Pero despues de treinta
i dos aos de honrada labor en la prensa hi stri ca de Chile i
de la Am ri ca, t al vez nos ser lcito no hacer la misma salvedad
respect.o del teson i la constancia, la buena fe i la altura de miras con que, sin acordarnos para nada del presente ni de sus
hombres ni de sus pasiones, trabajamos para la. justiciera posteridad en este libro que ha tardado dos aos en salir a luz, i en
otro,; que talvez le harn compaa.

CAPIT ULO XXIX.

LOS

CHILENOS ~

DELANTE DE MIRAFLORES .

Plan del joneral Baquedano para atacar las lneas de Miraflores.-L a terceta division la escuadra.-La btigada Barbosa.- Reconocimientos
previos.- El coronel Lagos espiara el Barranco en la maana del 14 de
enero.-Singu lares rnerodeadore s.- Topografa del t erreno entre Chorrillos i Miraflores i acertadas disposiciones que toma el coronel Lagos.
- Avanza la 3." dtvision hcia el Barranco en la tarde del 14 i el coronel Lagos otdena quemar esa poblacion.- Inquietudes del col'J nel
Velazquez en la noch e del 14.- Solicita permiso pam avanzar con la arti llera de campaa, i al amanecer del 15 la coloca en posiciones a
vanguardia de l B a rrt~.nco. -Adcuiere este j efe el convencimien to de una
batalla inminente, apesar del armisticio, i comun ica sus impresiones atodos los jefes i al jeneral Baquedano.- Avisos del cap itan Brown colocado
como vija i del comandante Gotost iaga.-Diversos reconocimie ntos de
la caballera i episod ios de l alftez Souper i de los tres Cazadotes.Posiciones que el ej rcito chileno ocupaba a las doce del da 15 de enero.- l"a brigada Barcel en la vanguardia.--M archa de las divisiones
Lynch i Sotomayor desde los alrededotes de Chorrillos.--L as avanzadas
de l capitan Toledo.-Lleg a delante de las lneas de Mi taflores el j eneral Baquedano i se da C<Ienta de sus formid ab les defensas.- Ocho fuertes
i cuatro ciudade las.-El ej rcito de lnea en las cortinas artilladas i la
reserva en los reductos.- El batallsn lan- Batista -- Echenicue i
T enaud an la lnea de Monte- Rico a Quirs.- El dictador Pil'Ola revista su ejrc ito en la maana del 15, i en la hora en que el jeneral Baquedan o, pasa a su frente, almuerza con los almirantes de Francia i de Inglaterra .......,Motivos que haban llevado a stos a Mimflo tes i singula res
incid entes que ocurrieron entre ellos i el miuistro Calderon en Lima.--Actitud del almirante DLl Petit Thouats.--Imptesiones durante el
almuetzo de l dictadot.-Se presenta azorado e l comandant e j eneral Dert eano i awmcia que los chilenos avanzan en toda la lnea.- Ll egan
ayudantes en todas di tecc iones comunicandJ a larmantes noti cias, i el
dictador los trancu iliza.-El cuerpo dipl omtico se presenta en Miraflore s i hace antesala al dictador, cuando estalla una descarga en las
lneas peruanas.-La batalla de Miratlores va a comenzar.

1060-

I.
l'.iintras las derrotados de San Juan i de Chorrillos ponan en angustiosa tension su ltimo
esfuerzo para fortificar sus postreros parapetos delante de Lima, los chilenos no estaban ociosos.
El jeneral en jefe, sin darse reposo despues de
las bat.allas de la vspera, babia combinado el dia
14 un plan de ataque sobre los atrincheramientos
de Miraflores que, tomando en cuenta l~s vagas
noticias de aquella lnea tendida e invisible en la
llanura i los imperfectos reconocimientos que habia sido dable emprender desde la distancia, no
carecia ciertamente de tacto i de inspiracion militar.
La base de ese plan en una de sus alas, era la
escuadra, i el jeneral Baquedano que guardaba
siempre, en oposicion al ministro de la guerra, la
mas estrecha i cordial intelijencia con el almirante Ri veros, le envi a llamar oportunamente a su
campo. El jefe do la escuadra, a fin de utilizar en
un -combate de tierra los caones de mas largo
alcance de sus buques, babia despachado en la
madrugada del 14 el Oochrane a sostener el bloqueo del Callao i trado a Chorrillos el lluscar i
la Pilcomayo.

1061-

II.
Oonsistia el plan de combate del jeneral en jefe del ejrcito chileno en un doble movimiento
envolvente por los flancos del enemigo, destinado
a cojera Lima dentro de una red de fuego: co.mo
a Sedan.
Para esto, la division Lagos que haba quedado comparativamente inclume en la batalla del
13, atacaria, sostenida por la escuadra, la estrema
derecha de los peruanos que se apoyaba a orillas
del mar en la fortaleza Alfonso Ugarte, posicion
verdaderamente formidable, al paso que la segunda division ejecutara un ataque simultneo por
la izquierda, faldeando los cerros de Vazquez i
siguiendo las sinuosidades del cauce de Surco, como quien, pasado el Maipo por el puente colgante
de Pirque, se adelantase a asaltar a San,.tJago por
los ~ncho& rebordes del canal de Maip i sus potreros.
La fatigada di vis ion Lynch, repuesta apenas de
"' las fatigas del herosmo i del desrden, empea ria mas dbilmente el ataque de frente, sostenida
por la reserva del comandante Martinez. Las bateras del Morro Solar, manejadas ahora por marinos de la escuadra serviran de respeto a retaguardia i aun podrian quebrantar, disparando por
elevacion, las lneas enemigas.

-- 1062 --

III.

t
Para poner en ejecucion estas bien combinadas
medidas, el t erreno haba sido diversamente estudiado desde el mediodia del 14.
A las diez de esa maana el nunca cans:tdo i
siempre vijilante coronel L agos se habia adelantado desde Chorrillos a. Barranco, pueblo sucursal
del placer de aquella ciudad, distante nna media
legua por el barranco del mar o sea 2,400 metms,
medidos como se mide el vuelo de las aves o la
trayectoria de la bala de C<:ton. El laborioso capitan iba acompaado del co ronel Barcel, su
amigo desde la niez, as como lo era de 1nbos
el comandante del Santiago don Demofilo Fnen salida, natmal de Rancagua, como Barcel. Al
principio de la g uerra esos tres j efes, columnn.s del
ejrcito, habian en trado al ltimo rejimiento como primero, segundo i tercer jefe, i ::;u vieja am istad llevada al altar, los hacia vivir como dentro
de una sola familia: los tres eran compadres.

IV.
Siguiendo los rieles, el coronel Lagos haba de tenido su caballo a la puerta de una panadera
situada a cinco o seis cuadras del Barranco, i all

1063 -

supo por dos italianos que custodiaban sus hornos


i bateas que el pueblo estaba desierto.
Pero sus informantes de buena f lo engaaban,
porque al pctlctrar en sus solitarias calles la comitiva not con asombro que diversos pelotones
de soldados chilenos, en nmero de quince o veinte, r~jistraban a su:::; anchas las casas i especial
mente las bodegas, pisando los t alones a los enemigos que huian. Interrogados por aquella avilantez, contestaron como siempre qu e ccandaban
viendo)).
Todas las suntuosas habitaciones del lugar se
hallaban abiertas i abandonadas; muchos de los
muebles, especialmente lujo::;os sofs i cmodos
divanes tapizados de brocado carmes o ele amarillo, habian sido sacados a las aceras para el
regalo o el sueo ele aquellos atrevidos sibaritas,
teme1aria i eterna Tmngnardia de todas las marchas i de su botin. En el salon de gala de una casa
primorosam ente alhajada, uno de los ayudantes
del j efe de la t ercera division, a quien debernos estos detalles, encontr sobre mesa ricamente tallada un albun ele fotografas, en cuyas hoj:~.s curioso hallazgo! se notaban alternadas con las mas
renombrad<"tS beldades del Rimac algunos h.e rmosos tipos de chilenas. El arte ca.prichoso habia
fmjado aquella alianza de la belleza i la gracia.
que la tea i el plomo convertiran pronto en hedionda i ensangrentada pavesa.

,;

1064-

V.
Reconocido el pueblo que debe su nombre a la
hondonada profunda en que yaca esparcido, formando vistosas pero singulares construcciones a
orillas del mar i del barranco, la partida de reconocimiento se adelant ocho o diez cuadras hcia
:M.irafl.ores, siguiendo siempre la trocha del ferrocarril o el camino carretero, que en toda esa distancia hasta las portadas de Lima corre mas o mnos
paralelo a la va frreai por su costado del poniente.
Mirafl.ores dista una legua ele Barranco o sea 4000
metros en lnea recta. Desde Mirafl.ores a las
puertas de Lima es decir, al edificio de la Esposicion, situado en las afueras ele su barrio sur, como si se dijera en el Camino de cintura ele la
capital de Chile, hai una distancia lineal de 6,_800
metros, o sea cerca de dos leguas. En consecuencia la distancia total de Chorrillos a Lima, es de
12,600 metros, mas o mnos la misma que de San
Bernardo a Santiago, i por idntico rumbo i llano, salvo en el ltimo la lejana del mar, no as la
de las cordilleras que por el oriente lo acordonan.
Desde el paraje abierto en que el coronel Lagos sujet su brida en la llanura, podan divisarse
con la vista desnuda los puntos avanzados de la
lnea de Mirafl.ores, echados los jinetes perezosamente sobre la verde hierba a la sombra de los

1065-

naranjos o de los pltamos, mintras que otros


corran en diversas direcciones llevando rdenGs
i alarmas. Estudi el jefe de la 3.a division durante larga media hora el sitio, recorrindolo en varias direcciones con sus ayudantes, i despues de
esplic<"J,r a stos los diversos puntos en que deban colocar los cuerpos de su seccion, regresaba tranquilamente a Chorrillos a las dos de la
tarde de aquel dia. Su punto principal de mira
habia sido una casa pintoresca de cinco miradores que perteneca a un opulento italiano llamado Bregante i un molino de viento que quedaba
un poco a su derecha.

Dos horas despues, i en cumplimiento de rdenes recibidas, ht 3. di vision se mova por el mismo camino que haba recorrido su comandante
jeneral, condncicla en perRona por el coronel
Barcel, jefe de brigada, i se acampaba a las seis
ele la tarde a cuatro ctmdr~ts del pueblo de Eananeo. (1)
3

(1) Desde por la mafHtna hasta las dos de la tarde nos ocupamos en revisar i amunicionar los cuerpos.
A las 12 recib rden del coron el pura poner en marcha a
las 4 P. l\1. la divi sion i acamparla en ln ea de batalla al sur de
la poblacion de Barrancos. A las 7 P. M. la di visi on estaba
acampada i el <;orouel ru e dijo que yo me situara a retag ua rdia
del ala izqnierd;t i l a la derecha. (Dia1i o de campaa del coHrST. DE LA C. DE LIMA.

134

1066-

Una hora despues, jinetes chilenos a las rdenes


de un oficial reconocian la abandonada i pintoresca. poblacion i le prendian fuego por sus cuatro
costados. Era una resolucion terrible pero inevitable del coronel Lagos, vengador de su patria en
el Per. El espectculo horrendo de Chorrillos i
de sus escesos era nn fantasma que con razon no ;e
apartaba de la vista de los jefes chilenos; i la sahld de su ejrcito contra la mjia o contra. la metralla, les autorizaba plenamente para ejecutar tan
crueles pero salvadoras providencias.
La presencia de los merodeadores de la maana era ya un sntoma de mal augurio.
El ejrcito de Chile durmi en consecuencia
aquella noche iluminados sus campamentos por
dos inmensas piras.

VII.

Por su parte, i llevado de natural inquietud en


vista de lo vago de la situacion, el coronel Ve-
lazquez babia solicitado en la noche del 14 la
vnia del jeneral en jefe para ejecutar en la alborada ::;iguiente una esploracion prolija del campo, destinada especialmente a encontrar una situacion adecuada para la artillera de campaa i
mandante J. E. Gorostiaga, jefe de .estado mayor de 1a 3. 3
sion.)
J

divi~

1067-

de batir que estaba a su cargo i que deba llevar


.
consigo.
Obt\'Ola con plenas facultades el sagaz capitan cuyo pecho no ces de trabajar aquella noche
el insomnio i el presentimiento, d\3 tal suerte que
ntes de romper la luz estaba a caballo en los
callejones de San Juan con sus cuarenta caones
i sus intelijentes i afectuosos ayudctntes, camino
del Barranco i de Miraflores. Entre los ltimos
se contaban el valiente mayor Gormaz, voluntario desde Calama, Roberto \ralle, herido en Tarapac, Salvador Larrain que dejaba un lucrativo
puesto de banco, J nan Brown, mozo millonario
hijo de Valparaiso, Salvador Gnevara, soldadoescritor, Elias Lillo, soldado-cin~ano, Alonso
Toro, Anjel C. Baso, todos mozos entusiastas i
probados.

VIII.
El aspecto del campo enemigo, el ir i venir de
los ayudantes, el bullicio de las mquinas aearreadoras, todo revel a la mirada esperta. del
comandante jeneral de artillera que se trataba
de los aprestos de una nueva batalla, i taciturno
vol vi a al campamento, cuando en la estacion de
Chorrillos descendan del tren los plenipotenciarios de Francia, de Inglaterra i del ~al vador para
dirijirse a las conferencias que produjeron el, as

1068-

llamado, armz"sh"cio de San Juan. I como el coronel Velazquez, a guisa de viejo i malicioso soldado, sospechase el primero lo que mas t arde aconteci, adelantse a galope por los polvorosos callejones para comunicar sus sombrias impresiones
al jeneral en jefe, sin cuidarse, contra la recomendacion del galante jeneral Maturana, encai~
gado de recibir aquellos peligrosos huspedes, de
las nubes de polvo qne les dejaba con su comitiva
en pos.
Sus ca~ones habian quedado a buen recaudo
adelante de la lnea de batalla.

IX.
Derribando tapias en los potreros e improvisando puentes en las acequias de riego, babia avanzado,
en efecto, el coronel Velazquez hasta colocar su
poderosa artillera cuatro o cinco cuadras a vangnardia mas adelante de ~ue s tras columnas de
infantera, i aunqe un tanto desguarnecido se
juzg aquer j efe dueo de la situacion si le dejaban obrar.

Entre las diez i media i las once de la maarra, dice el jefe


de eBtado mayor de la 3.8 divi sion en su diario de cam paa que
acabamos de citar, lleg el coronel Velazquez con sus ayudantes, i momentos despues toda la artillera de campaa sin nin
gun a tropa de infa nteda; la artillera se detu vo at frente de uria
casa con los cinco'miradores de 1~ seora Mo ntesin o de Bregan-

1069-

te, como a ocho cuadras del puente de Barranco. En este lugar


convers con el coronel Velazquez sobre la importancia de traer
mas infantera, desde que la artillera habia llegado a ese lugar.
Le previne tenerle como 1,200 hombres de avanzada al frente
con tales i tales rdenes. Despues de esta conversacion el coronel Velazquez con sus ayudantes avanz a buscar un lugar
donde colocar sus caones.
A las 12 40 P. M., agrega el mismo jefe, encontr nuevamente al coronel Velazquez, inmediato a la casa de los miradores i
me dijo: Tengo colocada la artillera en una posicion que sern barridos los enemigos; los voi a arrollar. Aydeme U d. para que dejen obrar la artillera si nos volvemos a batir, i ver
Ud. entncesl .....

Las seis bateras de campaa de los capitanes


Flores, Nieto Ortzar, Fontecilla, Besoain i Montauban quedaron as avanzadas nn poco temerariamente cuatro o cinco cuadras adelante de nuestra
infantera.

Aquella misma noche (la del 14) se habian


practicado por la caballera i especialmente poe
los cazadores divididos en pequeo > pelotones, esploraciones en di versos sentidos. U no de stos al
mando del alfrez don Orlos F. Souper guiado
por el ca pitan Mac Oncheon, que de corresponsal
de un diario neoyorquino habia. pasado a ser oficial i prctico en el estado mayor del ejrcito de
Chile. El capitan norte-americano conocia apnas
la coniarca ele Lima; i despues de ha be~ vagado en

1070 _:.

los campos i en los senderos de Vazquez cubiertos


de cadveres sableados por los chilenos en la maana del 13, gl'upos siniestros que ponian espanto
a los caballos en la oscuridad, se dirij eron al amanecer hcia las lneas de Miraflores, i es tu vieron
escuchando un rato sus dianas del despertar, con
la pierna echada sobre la crin de los caballos.
Aquellos lejanos toqnes del alegl'e clarin matinal serian los postreros que oiria en ordenadas filas el ejrcito peruano ntes de dispersarse en mseras montoneras, i Souper regres a su campamento sin mas novedad que el sacrificio de un
tierno potrillo que, muerta la madre peruana en
los combates de la. vspera, se puso a la siga de su
caravana; i como relinchara a cada instante, dos
soldados se bajaron de sus caballos i despnes de
enlazarlo, de un sablazo lo mataron.

XI.
En la mariana del 15 continuaron con mayor
actividad las esploraciones, i mintras los plenipotenciarios charlaban de paz i bebian t en la
tienda deljeneral en jefe, en las-avanzadas se daban a mansalva de balazos.
A eso de las nueve de la maana (dice un oficial peruano q ne
a esas horas estudiaba el campo con sus jemelos desde la lnea
de Mirafiores) minbamos con el anteojo las llamas que rodeaban
a un edificio del Barranco, en cuyo mirador flameaba una ban-

1071-

dera francesa, cuando presenciamos un incidente de avanzadas.


Como ntes hemos dicho, la va frrea est~ costeada como a una
cuadra de distancia por una tapi~, detras de la cual haba fuerzas
nuestras emboscadas. Pues bien, de detras de unas casitas blancas, dos jiner.es primero, en seguida tres i a corta distancia dos,
salieron de un bosquecito que se es tiende en el frente, como a mil
metros del reducto nmero 2, i avanzaron por el terraplen de la
va frrea. Los que nos rodeaban los notaron igualmente; mas
al ver la seguridad con que se dirijian a Miraflores ces toda
SOS!Jecha. Sin embargo, se detuvieron un momento como para
reconocer el terreno, i solo despues de algunos minutos emprendieron de nuevo audazmente su marcha. De sbito parten repe
tidas detonaciones i los jintJtes huyen al triple galope de sus
caballos. Dirijmouos a.l instante al lng<\r de donde haban partido los tiros. Cuando llegamos a l Yim o.:; a unos soldados en
posesion de un caballo que conducan en triunfo; uno habase ya
calzado un par de meJias botas amarillas i otro enseaba una
polquita de mujer que deca ser del difunto. Efectivame~te, a
uno de los lados del terraplen de la va frrea, hallbase tendido un sa1:jento chileno con el crneo atravesado por un balazo i
el pecho por dos. No sabemos de donde sali un mataperros como
de 13 aios que nos enseii triunfante su cartera, su retrato i un
pauelo blanco, en cuyo fondo estaban bordadas dos manos entrelazadas. Pobre mozo, probablemente estaba de novio! (1)

(1) Lo que yo v, relaciou citada..-Segun CavieJes, en este


encuentro los esplora.dores chilenos per<lieron solo tres caballos,
porque dice: Los tres piquetes avanzaron paralelamente en
direccion a Miraflores i llegaron a encontr:m:;e a mu pocos metros de hts primeras lneas enemigas, que r ompieron sobre ellos
ellos un nutriJo fuego desde las tapias i potretos . No hicieron
por fortuna en la pequea tropa mas que las bajas de tres caballos, cuya prdida qued compensa.da con la ventaja de descubrir de un modo cierto la posieion de las avanzadas enemigas,
lo cual permitia concentrar all la vijilancia de nuestras tropas.

1072-

XII.
Entretanto, la conferencia diplomtica de que
tenemos dada prolija cuenta en el captulo precedente estaba terminad tt.
Daban las doce del da i el ejrcito entero, conforme a lo vagamente convenido con los representantes neutrales, emprenda un movimiento
jeneral de avance hcia los ltimos parapetos del
ejrcito del Per.
A esa hora las posiciones i movimientos de las
diversas fracciones del ejrcit.o de Qhile, eran los
siguientes:
La division Lagos, la mas avanzada desde la
vspera, se tenda en lnea de batalla frente a las
lneas de Mirafl.ores, a retaguardia de nuestra artillera de campaa, protejida a mas por el 3. cubriendo el espacio comprendido entre la lnea frrea i el barranco del mar la hrigada Barcel,
i unindose hcia su d0recha, es decir, hcia el
oriente, a la brigada Urriola (Navales i Aconcagua).
Un poco a vanguardia de la primera posicion
de estas fuerzas i en unos potreros abiertos que
pertenecan a don Amelio Garca i Garca, el ccronel Velasquez haba colocado con rapidez. sus
caones, i hacia situarse n la cima de un molino
de viento all vecino a su ayudante el capitan
0

1073-

don Juan Brown Cces pant que le infvrmara minuto por minuto del los movimie:o.:.tos del enemigo. El rnismo subia con frecuen cia a la azotea ele
la. casa.-quinta ele Garcn i Ga.rcLt, i con ~u anteojo recorra ansiosamente los horizontes, oyn<lol'c
sus ayudantes esclarnar ft caso paso:- l<N os atacan! Nos atacan! )) El coronel Velazquez fn el
Argos de la batalla de Mirnflores, i si se hubieran
seguido su~ jnspiraciones, se habria perdido tal ve/.
un poco de gloria pero se habra ahorrado torrentes de jenerosa i ma.1gastad<t sangre.
Pocos minntuos despnes i haciendo el dilij ente
j efe de estado rnayor de la 3.a di vision las mismas
observaciones desde unil. de las torrecillas ele In.
casa ele cinco miradores, dirijic"t por escrito al jefe
de su division, que en esos instantes se hallaba a
retag uardia, el siguiente significativo i alarmante
aVlSO:

:l. las 12 i media P. l\L


Desde un mirador de In._casa. italiana observo rne el en emigo refuerza npres nrn.damente sn ln ea; veo llegar infantei'a. i
caballera; e"l t ren acarrea fuerzas; conviene veng:\ i!uneLliatamente la diYision, disponga US. lo que guste.-J. E. Gorostiaga. (1)

( 1) Diario de campnia citado. -El autor agrega en este pasaje lo siguiente:


El coronel me orden por medio del ayudante Pozzi: on
la rapidez posible establezca la di vision como ya he autorizado
a Ud.J>
1~ .)
nTST. DE LA t , DT!: Ll~(A.

1074-

.. ,

XIII.
A eso de la una del da hallbanse por consiguiente, frente a frente del enemigo, separados por
un espacio de cuatro a cinco cuadras (unos 600
metros) mas o mnos unos tres mil chilenos, infantes i artilleros, distribuidos mas o mnos en la
forma siguiente, por el rden de su antigedad i
de su formacion, contando desde el barranco del
mar:
Rejimiento Ooncepcion, comandante Seguel....... ... . . 665
BQ.tallon Oaupolican, comandante Canto............... 416
Batallon Val di vi a, comandante :Martinez...... ... .. .. .. 493
llejimiento Santiago, comandante Fnensalida......... 872
Rejimiento Aconcagua, comandante Diaz :Muoz ..... 1,000
Batallon Naval, comandante Fierro..................... 870

El Ooncepcion se estendia hasta los arrecifes


cortados a pico del ocano i ceun.ba as nuestnt
lnea por su estrernidad izquierda.
Todas esas tropas se hallabctn guarecidas tras
de una muraJlct, escepto dos compaas del Ooncepcion mandadcts por los capit<tnes :B...,ierro i Villar Eizaguiree que quedaban a descubierto en una
loma rida encima de la phiya.
La reserva, mandada siempre por el intrpido
comandante Arstides Martinez, haba llegado a
esas horas a la a1tma. del Barranco i nll se haba

"

1075 -

tendido en lnea de descanso sobre ]as arrnas, esperando rdenes.


A ruegos del coron el Velazquez, el 3.0 de lnea
se haba adelantado un t anto para cubrir sus ca ~
ones demasiado avanzados sobre el enemigo .
La caballera, Granaderos i Carabineros, se
gnarecian ta rnbien tras los muros calcinados por
el fuego de aquella mttla ventnrada poblac ion.

XIV.
Al mismo tiempo, i por rde nes cspresa.s del
jcueral en j efe, tom aba n las armas -las di vision es
L ynch i Sotoma.yor, i escalonndosc sus numerosos cuerpos por la t rocha ele la va frrea i por el
polvot'Oso sendero de callej ones qne corre a su
costado, como el camino real en el ferrocarril del
Sur de Chile, a vanzaba simultneamente pa ra tomar su colocacion de combate, la primera en el
centro i la segun da en su estrenli:t derecha. 1~1
rejimiento E smeralda (coni.andante Holley) quedaba en la E scuel a ele cabos custo diando a los
enfermos i a los prisioneros, i el Blnes desempeaba a esas honts en Chorrillos el humilde oficio
de enterrador de muertos.
Descontadas es tas mermas, clicz iocho mil chilenos avanzaban en esos instantes sobre Li.ma,
resueltos a aduearse de ella sin que nada. ni nadie fu era poderoso a suj etarlos.

...... 107G -

El jeneral en jefe, acompaii~tdo del estado ma-


yor, t-ie adelantalm eu esas mi smas horas a ocupar
su . puesto i era reciLid o en lo mas avanzado de
la lnea por los coroneles Lagos i Vehtzqnez qne
le daban cuenta de In situacion i de sus alarma s.
El jefe de eEitado mayor de h 3." di ,ision comandante Go rostiaga 1t aL~ en viad o a su inm ecliato superi or repeti dos a\isos sobre los morimientos del enemigo, i uno ele estos por escrito,
segun ya vimos, a fin de cubrir su responsalJilidad.
Una comp.tLcL del Sa.n tiagv, dc ..;t:teMh t emprano de vanguardia al mando del cntu~in.sta capitan don Pedro Pablo 'roiedo, natural de Henca,
1tabia sido recibida a b:tlazos (en pleno armisticio) i se babia hecho preciso n.forzarla co n otra
comp<lfla del Santiago, a las rdenes clcl C<tp itan
Monroi, soldado burdo pero valiente qu e IIHll'i
m as tarde asesinado en Lim a, i otm del Aconcagua qne conduj) el c<:t pitan ayucl mte don Augusto Nordhenflicht, quien en aquel dia ofrecera a su
p;ttrict el tributo de su sangre esclareciclct
Esas tres compaiias quedaron toda la ma.fLana
t enddas en guerrilla cubriendo el fre nte de la
bti gacla Barcel qu e S:3 estenJia d ~s de lo3 rieles
a la playa. Desde aquella parte, .el camino de hierro
de la cstacion ele Chorrillo:; no s~ scp:tra de la
playa mas de 000 a mil m etro s, de modo qu e el
viajero qne reco rre a<Jnclb planicie tie ne siempre

10i7-

a s vista el mar, d esde qne avista a Mimflores.


Miraftorcs es el Mirarnar del Per.

XIV.
Solo cuando pudo dominar desde aquellos ptt ..
raj es con sn anteojo l a rida planicie q nc en for~
ma, d e h ondonadct separaba l as posicione-s del
ejrcito, o mas propiamente de la 3.a division, de
l a.~ c1ne serv an de parapeto i de co rtin a al ej rcito
p e l' ll<WO, pudo tlarse cuenta el jencntl en jefe de
que a.tlll qu ~<hba. por acometer, ntes de penetrar
a Lima, objetiYo de la campaa, un a rdna j orna cb,

XV.
Cualquient que fuese el valor moral de las tropas pcnHtnas; en todas partes arrolladas, sus postl'cras defe nsas eran a la verdad formidaLles i
m ni superiores a las de S:m Juan i d e ChotTillos,
porqu e eran unidas, compac tas i cientficaH .
L :-ts lneas de Miraflores form aban un verdadero
campo atrinc:berac1o semejante a los u sados por
los ro mano~ en la guerra. de las Galins, porque sus
inj t~ niero s lwLian sacado Ye ntaj<.t de todos lo s perfil( S naturales i artificiales del terreno. En su csten sion t1e cerea de dos leg uas formaban llJHt srie
de fn ertcs tendidos en la llanura, i por cons iguien te eran s tos mu cho m ;ts p eli g ro sos q nc los reduc-

.-

1078-

tos colocados en alturas, porque no solo es difcil


flanquearlos sino casi imposible dominarlos desde
que toda la zona de combate enrecia de relieve.
Fuera de esto, los ti ros rasan tes ele 'las bocas ele.
fuegos, riies, caones i ametralladoras, colocadas
a flm ele tierra son mucho mas mortferos que los
disparos perpen diculares de las alturas destinados
. po:r lo jeneral a herit en las cstrerni(bdes a los
COTQ].Latientes que pelean ascendiendo. Una bala
lanzada en e~a proycccim1, si no toca al individuo,
-se entierra inerte e inofi:msiva en el suelo, al paso
que en la llanura los proyectiles barren todo su
campo ele tiro sembrando la muerte en toda la profundidad de su trayectoria.
Por otr<.t parte, el e nemigo se mantena completamente invisi!Jh i solo se tenia noticin de sus
movimientos por los avisos del capitan Brown
constituido en vija i que (le cuarto de hora en
cuarto de hora anunciaba la Hegacla de un tren
con tropas o pertrechos a los p:trapetos. A su vez,
el coronel Velazqnez haba fatigad(~ los caballos
do sus ayudantes hacindolos correr a meclia rienda ~l ounrtel j ene ral cbn(lo aviso de aquellos movimientos i repiti ndoles en cadc.t ocasion su con vencimiento ele que iban a se e atacttos en aquel
mismo dia. El caj)tan 1'0ledo daba asimismo
cnen ta desde s'i..t acecho de vanguardia, que con la
vista desn uda veia a lo::; soldados enemigos abrir
portillos 1 aspilleras en todo su frente, conocin,

',_,(""'

,<;....

/tj/ 1
., 1 ; .-r/

1079 --

dose l).quclla operacion por el pcho que las barretas levantaban al penetrar en los gruesos
adobones. (1)

XVI.
La fuerte lnea peruana se estcndia ocho o diez
(1) El comandante Velazquez ha consignado sus impres"ones
de aquel dia en las siguientes lneas de su parte oficial d la
Latalla:
Ell5 a las cinco de la maiiana, de rden de U. S., . puse en
movimiento la artillera de campaa, i practiqu un reconocimiento de las posiciones del enemigo en Mirafit'JJ:.e.... Me ncompafiaron los oficiales de esta comandancia jenernl. Me acerqu
cuanto fu posible i pude con vencerme de que los pernanos se
movan hcia nosotros, ocupaban sus trincheras i se ' alistaban
para la resistencia i el ataque. Trenes cargados de tropas llegaban segundo por segundo de Lima.
>>Cuatro horas mas tarde, la artillera de campaiia de ambos
rejimientos tomaba colocaeion en distintos potrer0s, cuatro o
cinco cuadras a vanguardia de la tercera divisiou, la mas avanzada i que acampaba en Barrancof!. Para ello fu preciso romper paredes, arreglar el terreno i cortar en muchas partes el
espeso ramaje que imped ~a la vista i el paso de los pwyectiles.
Con veneido como estab~ de que el enemigo observaba nuestros movimientos i podia, en cualquier momento darnos nn guipe de mano, puse estos hechos en conocimiento de U. S. i ped,
en repetidas ocasiones, l11 inmediata proteccion de la artillera,
desde la primera hora al alcance de ln.s balas de rifle. U. S. orden entnces el avance de la tercera division i autoriz me para
dar a la infantera la colocacion que creyese prudente i necesaria.
>>A las doce, debo confesarlo, volvi un tan fo la tranquilidad
a mi espritu,-inquieto desde el amanecer porque vea al enemigo acercarse ma<; i mas sin encontrar delante de nosotros una
lnea que lo opusiera fuerte resisteneia,-cuando vi a la tercera
division av.anzar apresuradamente para servir de muro i defensa a nue~tros cafioncs. Desde esa hora las lneas que se situaron
frente a frente del enemigo comenz :u on a ser reforzadas por
distin tos cuerpos. Ya 110 habia que temer por la suerte de la
artillera, eolocada como he dicho a vanguardia.>)

1080-

cuadrns al frente de Miraflorcs por el espacio de


dos leguas, mas o mnos, como la. de San Juan,
entre el alto e inaccesible barranco del mHr que
por el poniente le servia de reparo 1illsta los cerros de Vazquez, esto s ltimos erizados de miwts
i provistos de caones de calibre, servidos por la
marinera, i teniendo a su espalda. succsintmentc
las altas batera::; del San Hartolom i del San
Cristbal. Los peruanos hahian ido a buscar asilo
a su miedo hasta en las nnbc::;.
Cada ochocic~ltos o rnil nwtros, aquella lnea
desig ual, que segnia ]a, dircccion de las paredes
de los potreros irrigados, separndolos del crin.zo
u hondonada del Barranco i de las chcaras de la
pampa, estaba interrumpida por U!:l reducto de sacos de arena de siete a ocho hileras de clevaciou,
con un ancho foso lleno de agn<t por el frente,
escarpa j contra escarpa para. re'i;t ir a los ca.orres
de batir i provistos por la. parte interior con una,
srie de escalinatas proporci( ,nadas a las tallas de
la tropa, para que sta pndicse herir sin ser daada i. aun sin ser vista. El mag poderoso de aq nellos reductos estaba colocado sob re nna. eminencia
a cincuenta m e tros de la playa i era . el que a fines de diciembre los peruanos habian bautizado
por '& u ubicacion i su recuerdo con el nornbre de
Alfonso U garte. Era l:lta una fortaleza completa,
ele forma circnl aJ, cjccntada pn.ra re sistir el ataque de una esC' uaclra, i cstaha n.nTlc:tdet, arlen,as ele

1081 -

varias ametr<:tlladoras, con dos c:toncs Ro rlman


rle gran calibre estmidos ele hs batel'hs del C<tllao. Aquel educto era la torre de Malakoff del
Sebastopol peruano.
La prolongada cortina, mas o mnos accidenta<la, que se c:;;tendia hasta el paso de los rie1 es estaba armach de trecho en trecho con caones;
Grieve fundi <los en LinM i sera clefendid tt en
aquella jornadtt pot lag tropas dd coronel Cceres que ap enns habi<m peleado en San J11a.n, pero
no en Chorrillos.

XVII.
AT estrellatse los p:trn.pctos de la defensa en un
solo punto convet:jcnte con la via frrea i la via
carretera, la.s obt'as ele fortificacion se redoblaban.
Los peruanos haban querido le van tar all sus
'rermpilas, i aq nellos dos pasos estaban cortados
por trinch cnts, fosos i un fomido tn ~11o en forma
de media lnn :t dunomin ~t( lo l'e(lucto nm. 2.
En esa parte,. las lneas de tapias se e::::qni vaban
violentamente h.cia el notdeste en direccion rr1aR
recta a Lima., de modo qne la fLterza de resistencia presentaba all un ngulo o codo en que los
fuegos se crnzarian, rechazando todo ataque por
el flanco i por el centro. No me nos de once caones guarnecan n. trechos eota oegunda cortina, i
Hl:ST. DE LA C. OF. LIMA

136

-- 1082 --

a ltima hora babia sido fortificado a su espalda,


:segun vimos, el caserio histrico i macizo de la
Palma i colocdose dos caon ~ s Krupp de montaa aastrados desde San Juan en la antevspera, para barrer a metralla la lnea fnea. Los
fuertes as escalonados en una lnea teansversal
de sudoeste a nordeste eran ocho en nmero, i a
su espalda, a manera de ciudadelas ele segunda,
lnea, los injenieros Arancibia i Gorbitz haban
mijiclo, aprovechando jeneralmente viejos edificios o huacas incljenas, gruesos reductos de proteccion. Contando con stos, los reductos de l\!Iiraflores llegaban a doce, i para juzgar de su resistencia formidable e imponente en muchos C<'t.sos, bastar estudiar las fotografas que de ellos
tom el artista Spencer despues de las batallas.
'Estos ltimos fuertes, dice un corresponsal de la prensa de
Valparuiso, tenan dos i hasta tres fos03 concntricos, gracias a
{')C,upar algtnHts eminencias que dominaban las cercanas. Tras
-el ;foso es-terior se levantaba una fuerte palizada con m uralla de
.tierra q ne -estaba. destinada a ser\'r de resguardo a 50:1 u 800
tiradores. Estos, en caso de apuro, )odian .replegar:>e lu.cia el
interior del fuerte por un camino cubierto que corra a lo largo
ue ht paliznthl, i ocupar la siguiente, que dominaba a la primera
i que esttlba a la vez defendida por un nuevo foso. Por ltimo,
tras el tercer foso se levantaban los gruesos muros de la obra
principal, coronados de cafones, de nmetralbdoras de fusileros, todos los cuales podian hacer fu ego sobre los asaltr~ntes al
mismo ticm~ o que los de las trinchents bajas, i, d e ~pues de tomadas s tas, volarlns por medio de enormes minas ele dinamita

=--- - --- -

~=_..,.

__....,..__....,.....,_.......

illli

1083 -

pr~ara.da~ en diven 0R sitio~, sin dejar de seg uir

a cribill a ndo a
Lal! s a los que sa ln nan ue las ttem endas esplosiones. ( 1)
.

In 4_udablemente era aquel el sitio mas recio de


las defensas enemigas, i el que costaria mn.s sang re dominar. 1\'In.ndbalo el coton el S narez.

XVIII.

'.

Jn ternbase mas hcia el mien te n. 800 metros'


de di stancia del ferro ca.rril i del eamino pblico
el reducto nm. 3, a cuyo pi se encontraron al-
gnnos caon es de gran calibre qu e aun no haban
sido montados,_i as en seguida, de dis tancie~ en
di stanc)a, las ocho bateras o baluartes de sacos
de arena que hemos descrito, hasta tocar en los
cerros de Vazquez en un paraje llamado Calera de
(1) CA V l F. DEE~, relacion citada. S obre las ciudadelas J e la segunda lnea, el corresponsal del Perrocarl'il agregttba lo sig ui ente:
.
l(Pero los redu ctos art ill ados que se destacaban entre Vazquez
i Mira fl orel<, no co ustituian toda la segunda ln ea, el e defensa de
los pernanos.
>>En t re el seg undo i terce r reclu cto i domin ando enteramente
el cami no carretero i la lnea frrea, se hallaba n tr es car1 ones
Krnpp de m ontniin , l ti mo mo delo, colocados detra s ue es pesa R
trin cheras q ue iuan a formar nn ng ulo en cuyo v rtice se perciba por la trouera cmlu uwt de esas mtLquiuus de g uer m.
Entre el terce to i cuarto redu cto habia nuevas olmts de defensa, constituidas con g ra ndes trmr. os de tnpias derribadas con
ese obj eto i a cuyos pis r.onia un canal, artilladas con siete
ca ones i dos ame tra dorns.
>>Es tas dos ltimas obras ligabau, p or decir as, a los fu ertes
entre los cual es habiau sido coustrui dos ; como para no dej a r ~: o
lu cion de con tinui dad en esa larga cadett<t de fortifi caciol) es.

...... lOR4-

111. Merced qne habla sido minaclo con dinamita


para atajar en esa direccion el paso de Jos invasores, Pot lo jeneml las minas ele lVIind:lores no
eran automticas como las de San Juan sino de
comtinicacion elcttica, i fn fcil a los soldados,
como en Arica, preca \ etse de su estrago cortando
los alambres con sus yatagane~. Distingui::;e en
esta. tarea hasta. recibir dos graves heridc-ts el jeneroso i valiente voluntario don Artnro Villanoel,
l'ei de la dinamita.
Los batallones de la r~senra habian sido colocados al a.bdgo de los fuertes pot su rden nnml'co, confindose a los soldados de lnea i especialmente a los artilleros la defensa de las cltinas. La. Guardia Cha.laca, reserva del Callao, al
lna.nclo del coronel don Crlos Anieta, ciuLladano
de prestijio en aquella poblacion i jefe do su octava zona, habia siJo instalada en la confluencia
de los dos caminos junto con el batallan de lnea
llamado de Marina, que no era sino la antigua.
colum.na Constitucion encargada de suministrar
guarniciones militares a los buqnes de la armada.
El capitan de navio F<:\nning, hombre ele honot i
buen marino, que habia comenzado sn carrera a
la par con Astete en 1845, i que en ln gnerm con
Espai\a era ca.pitan de corbeta, mandaba. aquella
tmpa. que all di pruebas notorias de valor i clisci p1ina.
7

-- 1085 --

XIX.
Los batailones de la reserva qne en sn hora entraran al fuego, estaban esca1onat1os en el rdcn
siguiente dentro de los fuertes: El nm 2 (la nnmeracion de la reserva era 1xu, a fin ele dirstingursela de la del ejrcito) en el fuerte Alfonso U grte,
al mando de sn comandante el coronel don lVIanuel
Lecca, aprec:iuble comerciante de Lima, i como su
jente perteneciese casi en su totalidad al comercio de tmpos i al por menor, las espirituales limeas les haban puesto por sobrenombre el batallon ltolan batista .... De igual manera denominaban . batallvn D etente! al que mm1llaba un herm<tno de monseor Roca, i al cual haba distribuido
ste c1ertoR esm1opularios de la vrjen con esa. pi<tclosa i conocida inscripcion -Detente!)) ....
El nm. 4, comandante Ribeiro, compuesto de
jente ele la prensa i de cmiales, ocupaba el fuerte
nm. 2, i el nm. 6, que en ese clin se cubri tia de
justo renombre, habin. sido instalado en el reducto nm. 3 al mando del injeniero de Tarapac La
Colina i del diputado San chez. El batallon nm. 8,
comandante Hil>ero, se bati comparativamente
bien, i estos cuatro batallones fueron los nicos
que tomaron parte en la batnlla.. Toclas estas fuerzas caan bajo el mn.ndo t1irecto del coron el Cceres, cuya fortuna no se haba eclipsado todava.

108-

XX.
La izq uiercla de combate en Miraflores como
en San Juan estaba a las rdenes del petulante
pero humillado Dvila, que en ninguna parte babia sabido morir sino bravear.

xxr.
lHas all ele esn agrupacion de combate, se hn.bian guarecido dentro de los fuertes, hasta la
chcara de Quirs, que queda al oriente de Lima, como la de la Providencia en Santiago, doce
btttallones de la reserva mandados por su jeneml
en jefe Echenique, hombre de intriga, i su jefe
de estado mayor 'renaud, hombre de azcar, que
all seria el macho cabrio de la cobarda i del infortunio de sus compatriotas. El parque jeneral a
las rdenes del coronell\'Iariano Bolognesi. hermano menor del ele Arica, se hallaba situado en la
chca.ra de Limatambo, a retaguardia de la lnea i
en el camino ele la Palma a Lima.
Los peruanos, en su segunda lnea, reforzada
por la reserva de Lima i del Callao, presental.Htn
una fuerza balanceada eu nn1ero a l.n. de sus
atrincheramientos de San Juan. Exajeracion del
entusiasmo o de la parcialidad aparte, cosas repudiadas por la historia, qnetlar en adelante esta-

1087 -

blccido que <.mbos belijcmntes se batieron con


fuerzas equilibradas en San Juan i en 1\:'Iiraflores.
En Chorrillos, nl contrario, ]a desproporc]on ele
los chilenos fu enorme, porque veinte mil de stos rodearon como en un corra] ele piedra a mil
quinientos derrota dos.

XXII.
En cua.nto al aspecto jcnet'<ll de la carnpia en
que iba a libratse en btevcs hora<; sangrienta lid
de sorpresa, ele arrebato i carnicera, el lector no
ha podido mnos ele veda desarl'Ollatse en panorama. a sus ojos, en razon de las analojas caseras
que hemos ido tra?;a ndo. Pudiera. decirse, sin forzar demasiado el blando declive de la perspectiva
mucho mas majestuosa. en la comarca. de Santiago, que las Hneas de l\firaflores estaban tendidas
respecto de Lima en las chcara.s de Su bercaseaux
i ele Ochaga.va, jemelas en potreros, en vifi.as i
en batallas, cortando la ltima los rieles i el camino que conduce al sur.
Forma el vulle de Lima, di ce a propsito de estos perfiles
jemelos un escritor que se ha h echo notori o por su brillante talento descriptivo, un tringulo irregular cuya hase corre casi de
oriente a poniente n lo largo del Uirnac por el norte en una estension de mas veinte qnil metrm,, es decir, cuatro leguas i media, t enie tHlo en sus ladlls unos tliez i si ete q uil metros. Esta
ltima mas o mnos es tum bi en la di stancia que separa a- Sau
Juan i Chorrillt~> de Lima.

-- 1088 Toda la superficie de terreno ah:ucJ.d<t por este espaci)so


tringulo no ofrece casi puntos sa,lientes que medn.n gervit ele
mira para orientarse res pecr.o de l 11 situaciotJ de las tli,,e rsas localidadef'. H ai de cuando en cuando alguuos pe uen:; mont"culos esparcidos entre Limu i l\Iirafi()res, perc' tan bajos, que
solo llegan a descubrirse a algunos pasos de distancia. Parecen
formados por los pulverizados restos de antignas po!Jlaciones
indjenas o por las huacas donde los sbditos de los antecesores
de Pirola sepultaban devotamente las momias de sus ante-
pasados. Pero sn color arenoso los hace perderse entre el conjunto del terreno, i no alcanzan a altentr la unit!Jrruiacl de la
planicie.
JI Esta aparece, pues, sin mas accidente que las intrincadas i
revueltas tapias ele h>s callejones, de los caminos, de la::; huertas
i de los potreros; . i en cuanto a las fortalezas levantadas de
oriente a poniente desde Mirafiores hasta Ate, ann a poca <listancia se confunden sus escarpas i esplann.das con la'> lneas de
tapias que por todas partes i en todas drecciones lo eitcLmdan.
En todo aquel espacio n se levantaba nna sola tapia que
puuiera dar abrigo a los asaltantes. El terreno aunque tan fr-.
til sin dudt como el de los alrededores de Chorrillos i de Ba.
rranco, no est cruzado por acequias ni tapia ~, po::-que su pe
dregosa superficie lo hace completamente intil para las labores
agrcolas.
))Seria de creer, en vista del aspecto qne ofrece aquella estrecha zona, que por ella ha pasado en remotos aos un caudaloso
estero, o que en alguua inusitadtt tempestad lluviosa se descolg
desde los cerros de Tebes copiosa avenith que fu a descargarse
. en el mar por ar1nel punto, socavando el barranco que bordea
los ltimos potreros del pueblo ele este nombre. A l o mnos t6"
das las demostraciones inducen a cree~lo as. Aquella t:1ja d'3
terreno, desde su nacimiento hasta el principio del barran co,
est cubierta de menuda piedra de rio (rue forma casi UtHt capa
sobre el legamoso terreno.
En algunas parte:<, sobre todo eu las mas cercanas al camino
real i a la va frrea, se utilizaba nli os atms la piedra 0011 el

1089-

objeto de pavimentar las calles de Lim,a i el Callao, i todava


que dan de trecho en trecho en todo lo ancho de la hoodauada
multitud de montecillos ele esa piedra, preparados para ech ttrl os
a las carretas que los conduca n a Lima. E~ tos montecillos tienen casi la altura de un hombre, i no son de form as redoncleadas sino ovales o cuadril ongas, como las parvas que se for man
con el trigo despues de sacarl o trillado de la er<L
Como es natural, n o prese ntan reg ul aridad alguna en su
formaci on. P or el contrario, es t u se parados uno de otro por
diez o doce metros de distancia en los pnn tos en donde se hallan en mayor nmero, i a meditla que se avauza hcia el interior de la h onda oadtt se present::tn mas separados i mnos numerosos, existiendo much os en forma de irregulares i recien
comenzados monton es o simples agrupacion es de piedras.
La sola vista del campo de batalla no hacia mas que
aumentar la vacil acion i los t emore5. No habia all, como
en San~Juan i en Chorrill os, elevados morros que indi casen la
natural colocacion de las tropas enemigas; no se di visaban las
anclias i estensas trin cheras que coronaban las cumbres i un an
las abras i portezuelos, i hasta las tropas mi smas, ocultas tras
de las interminables tapias, uo haciau otra ost en tacion de
sus movimientos, como momentos an tei:l de rompe rse los fu eg os.
))La mirada abarcctba solo una este nsa pl anicie, sembrad,t de
rboles, de casas i de potreros, q ne ; frente se est.endia por un
ludo hasta los suburbios del lej ano Callao, cuy os torreones dibujaban en el h oriz onte sus rojizas siluettts, i por el otro hasta
las negras i confu sas m a ms del San J er ni mo i d e l .~ San Cri st bal, a cuyos pis dej aba ver coq uetamente Lim a sns misteriosos
en cantos, velados a medias por nmbrios sotos que ocultaban
a nuestra vista sus desconocicbs bellezas. A nuestra izqui erda
moria el valle en las barrancosas riberas del ocano, mintras
que por la derecha se al zaban , en primer trmino las empi nadas
cumbres del San Bartolom, resg uarchdo a sus pis por los cerrillos de Vazquez i de Vald ivieso, 1 en segundo, ::tll por el
HlST. D LA C. DE LIMA

137

1090-

fondo de Ate, las primeras serranias que sirven de contrafuertes


a las escelsas cumbres de los Andes.>> f l)

Un deta1le importante olvid sin embargo el


escritor paisajista en su bien colorido cuadro, i fu
el de un puente bajo i descalabrado, al parecer de
construccion espaola, que en el f<ndo de la hoyada del Barranco servia al trfico del camino calTetero sobre aquel cauce. Ese viaducto de uno o
dos arcos es al camino' carretero de Lima a Chorrillos lo que el del zanjon de la Aguada al ,de
Santiago a San Bernardo.

XXIII.
rral era el aspecto del campo, de la estratejia,
de los aprestos i de la defensa de los peruanos,
cuando a eso de la una i media de la tarde llagaba el jeneral Ba.quedano por el _terraplen de la
via frrea, i conducido como de la mano por el
coronel Lagos visitaba la brigada Barcel slidamente es:tablecida tras un largo muro desigual
en direccion i en altura, entre los rieles i los arrecfes de la costa.

XXIV.
El jeneralsimo del campo peruano habia ejecuta(1) CAVIEDEs, relacion citada.

1091 -

do igual operacion con algunas horas de anterioridad recorriendo desde las 11 de la maan sus lneas
hasta Vazquez; de suerte que en el momento de que
hablamos, :se reposaba sentado a m P.lesa con todos sus ayudantes i acompaado de los almirantes
Stirling -i Du Petit Thouars i del comandante Sabrano, almorzando esplndidamente, servido por
aseados mayordomos chinos, en el suntuoso comedor del banquero Schell. Consista ste en una
construccion semi-oriental, cubierta de paredes i
techumbre de vidrios de colores, a manera de conservatorio, con plantas trepadoras i vvidas flores
en todas direcciones. El dictador del Per no babia
hecho, corno el Cid, el juramento de no comer pan
a manteles ntes de sacudir el yugo de su patria.
Al contrario, i al parecer tranquilizado sobre la.
situacion, comia con buen apetito i departa con
su natural animacion con aquellos huspedes estranjeros que el destino pareca haber enviado a
aquel sitio para ser testigos i rectificadores de
uno de los sucesos mas graves, mas dramticos i
contradictorios de las guerras modernas.

XXV.
Colcase aqu la esplicacion del episodio de
aquella visita no poco singular er1 el campo peruano en tales horas, i brevemente vamos a estamparla llenando un vacio i una promesa de

1092-

esta relacion. Persuadidos los jefes de las estaciones navales del Pacffico que Lima caera irremisiblemente en manos de los chilenos, i temerosos
de que una p~rte de su poblacion recibiera el
cruel castigo de Chorrillos i el Barranco, que a
esas horas todava ardian iluminando el horizonte,
se resolvieron en la media noche del 14 al 15
trasladarse del Callao a Lima para ofrecer sus
servicios a la desgobernad a ciudad i a sus infelices pobladores. Tenian aquellos jenerosos estranjeros atestados sus buques de familias asiladas, i
querian ahora estender su ampa.ro a las mnos
favorecid as, estableciend o a su costa en Ancon un
asilo provisional bajo tiendas formadas con el velmen de sus buques para las que no cupiesen a bordo. Pero qn erian prviamente obtener el permiso
necesario i el servicio libre del tren de Chancai.
Dirijironse con este motivo los dos almirantes
i el comodoro italiano ntes de arnanecer el dia
15 a golpear a la puerta del obsequioso ministro
de la Repblica A1jentina seor Uribnru, i rogronle los cond11j ese a la presencia del gobierno,
si es que tal cos:t a esas homs exista en Lima.
Juzgando que los ministros estuviesen constituidos en permanenci a en instantes de tanta angnstia para la patria, los ilustres marinos fueron
a golpear a la pu e rt~t del palacio i lo encontraron
vacio. Nadie responda. Al fin le '' an tse de mal
humor un portero, i requerido, fu a buscar al

1093-

ministro Calderon que dormia en su casa a buen


recaudo. I mintras llegaba, pasendose por los
solitarios i ten ebrosos corredores q ne presenciaron la matanza del primer Pizarro, el almirante
de Francia con su honrada injenuidad bretona esclamaba de vez en cuando alzando sus ojos al
cielo: Man Dieu, mon Dieu! Quel pays! quel pays! ...

XXVI.
A1 cabo de una hora, presentse en su despacho
el sooliento ministro de relaciones esteriores, i
escuchando la humanitaria proposicion de los marinos, contestles con brutal enfado que aun no
estaban vencidos para aceptar asilos i que en todo
caso sera el dictador i no l quien podia autorizar aquel exodo de la poblacion indefensa i femenina.-Para este fin ofreci dar un pase Ubre a
los ~tres nobles estranjeros, i stos, haciendo acto
de magnanimidad, consintieron en ir por el primer
tren a Miraflores.
I de aqu su entrevista i su almuerzo en el palacio de verano del jeneralsimo.

XXVII.
Como para aumentar la solemnidad de aquella.
sitacion que llevaba a ser testigos i casi mrtires de una terrible conflagracion a los represen-

1094-

tantes de la mitad de Europa:.. llegaban a esa hora


i por un segundo tren los miembros del cuerpo diplomtico empeados en ofrecer Pirola su concurso i su aliento en las miras de paz de cuya iniciativa i desarrollo en el captulo precedente dimos cuenta.
Los diplomticos hacian antesala en consecuencia en el salon de la quinta Schell, aguardando
que el dictador i los almirantes terminaran en paz
su colacion.

XXVIII.
Rabia sido ]a ltima turbada en mas de una
ocasion por estraos i siniestros anuncios.
Poco despues de servido el primer plato por los
cocineros del Celeste Imperio, se habia presentado
azorado en el comedor el comandante jeneral de
la l.a division de la reserva don Dionisia Derteano, i solicitando hablar al dictador hzole saber, en presencia de los almirantes, que los chilenos in vadian por todas partes la planicie que se
estiende delante de los atrincheram ientos i coronaban las alturas opuestas de aquella hondonada,
albergndose al amparo de sus tapias. Replicle el
jeneralsimo dando por testigos a los almirantes,
que se calmara, que en el armisticio aquel movimiento quedaba consentido, i .....que por lo demas
tenia all, en su propia mesa, a los representan tes

1095-

de las naciones que babian intervenido en aquel


pacto i le servian de garantes.
E,egres Derteano con esta respuesta a las lneas, situadas, segun hemos dicho, un cuarto de
lgua a vanguardia de la aldea de Miraflores; pero
no babia desaparecido todava entre los rboles
aquel primer emisario de la alarma, cuando llegaba a toda brida un ayudante, despachado de diversa parte de la lnea, a anunciar al jefe supremo
qli;;! los chilenos avanzaban en masa sobre su
frente i sus flancos.
Era probablemente que a esas horas el N aval i
el Aconcagua tomaban posiciones delante de los
rieles.
Dile igual respuesta el dictador, si bien un
tanto .enfadado por el apremio, i prosigui su a petitoso almuerzo.
El jenet~alsimo se mostraba completamente
tranquilo. Aguardaba i comia.
Todava otro ayudante de campo llega con alarmantes mensajes, i esta vez el dictadoe, positivamente incomodado i casi coleico por la insistencia, rehusa recibirlo. Su edecan ele servicio, el comandante Jaimes, se encarg por l de contestar
que no babia cuidado.

XXIX.
Era aquel el primer momento en que eljeneral
Baquedano despues de inspeccionar la lnea ocu-

-1096-

pada por la brigada Barcel, satisfecho de su actitud iuacompaado por el coronel Lagos, atravesaba los rieles hcia el oriente i visitaba el campo
sembrado de potreros en que deban acampar la
primera i la segunda division. El jeneral en jefe,
completamente dueo de la situacion, avanzaba
seguido de sus ayudantes i ele los del jeneral Matnrana con el guion del cuartel jeneral a su espalda. Distara en esos momentos cinco cuadras al
oriente de los rieles i solo tres de la lnea que en
esa altura guarneca el batallan Ri veiro, compuesto de estudiantes, jente impresionable. I es preciso
confesar que era aquella accion asaz imprudente
de su parte, porque casi era una provocacion.
El jeneral en jefe del ejrcito chileno crea, sin
embargo, usar de un lcito derecho i sentase, por
lo mismo, completamente tranquilo -Si no se
someten esta noche a las doce, acababa de decir
al coronel Lagos, maana esos caballeros amanecern rodeados como en Sedan.-Barbosa romper el fuego por su retaguardia, ntes de amanecer i U. i la escuadra fos envolvern por su clerecha.-rrodas las medidas estn tomadas.))

XXX.
Hacia pocos momentos, en efecto, que se haba
separado cleljeneral en jefe el contra-almirante Rivera&; despues de haberle manifestado su plan para
circunvalar por mar i tierra a los peruanos si, como

1097-

estaba estipulado, Pirola no poniu en sus manos


las 1Ja,res del Callao qne emn las llaves de Lima; i
regresaba ahora, siempre confiado en el pacto de la
maana, hcia el sitio que ocupaban con In artille ra los jefes Velazq uez i Woocl en los potreros ele
Garca i Bregante. Impaciente por ::;u inercia i
a;jitado de vehqmentsimas sospechas, el comandante j ene ral de la artillera le lutbia rogado en <los o
tres ocasiones le permitiese hacer fuego sobre las
trincheras que t eni a al frente; pero elj eneral se limitaba a contestar:- Armisticio! Armisticio!)) (1)
Poco mas tarde, comprendiendo que se hallaban
espuestas sus pieza.s sin la suficiente infant,era para
su reparo, rog aquel mismo j efe al coronel Lagos
(1) H e aqu los t tminos en que el j efe de esta, lo mayor rle
la 3.n division describe la revist :"t a la ln ea de batalla pasftda
por el j eneral Baquedano, de cuya rel acion parece desprenderse
que el plau del ltim o era n o move r de s u pue:>to la 3." division,
en lo cual te11ia perfecta r<lL: on, sino m.llli ob tar co u b re.:;ei' V<t i
la division Lyn ch.
El prrafo se refiere a lo que suceda a las 12 i 50 P. M., i
dice as:
Un mom ento despues volvi el coronel Velazqn ez con el jeneral en jefe, i un poco mas adelante de la casa con miradores
sal a recibirlos : le comu ni q u al sefior jenem l lo que se haba
hecho para observar la ln ea enemiga, las fuerzas que haLia
de ava nzadas por instruccion del seor coronel Lagos i tambic n
le d cuenta de haber mand<tdo ya dos ay udantes en bu sca ele
toda la uivi sio n.-Eij eneral, Ctminand u siem pre eu direct:ioll a
un molino de viento donde Velazquez h aba co loeado artillcrht,
yend o yo a su derecha i V elazq 11ez a su izq ui ercla, como a se is
cuadras de la lnea elejida para la 3.n di vision i oc upada ya e n
parte. El jeneral d:jo en el cami no a \' elazquez: - Las fuerzas
que Ud. quiera, coronel. Disponga Ud. como crea cunveni entc.J>
A m me dij o : 3 ." division, no; l.~ d ivision i ClHUanda nte Martinez, i Zapadores, que vengan pronto; 3.n division, n .
-

H!ST. DE LA C. DE LJMA.

138

1098-

solicitase el envo de nn rejimiento, i el ltimo regresando i con sonrisa irnica le replic:-ccHornbre, no quieren por lo del armisticio! ... >>
En jenerallos militares babia.n mirado con profundo i mal disimulado recelo aquellas idas i venidas de los hombres de corbata blanca cuando
no pocos de ellos vestan todava tnicas radas i
polvorosas, manchadas a trechos de jenerosa sangre Ni Lagos ni Vlazquez se engaaron.

XXXI.
No haban pasado sino unos cuantos minutos
desde la doble accion que como las unidades del
drama antiguo hemos descrito en un solo anfiteatro, en la. quinta de Schell i en la hondonada del
Barranco, cuando estttll de una m<mera fulminante la mas horrenda, tenaz, carnicera e inesplicable batalla de los anales militares de la Amrica del Sud.
Cuando el jeneral en jefe del ejrcito de Chile
se dirijia de regreso de la estrema derecha de la
division Lagos hcia su centro, es decir, al punto
en que cortaban aquella en dos trozos los rieles,
sintise de repente una rpida. crepitacion de fusilazos i en seguida, con intrvalo de algunos minuto~, un fuego tan horrsono i nutrido de toda
la lnea enemiga, que hubiese parecido la. ignicion sbita de un ancho regnero de plvGra acumulado en hondo foso.

1099-

La batalla de Miraflores iba a comenzar por


una sorpresa intentada, o por lo mnos, dirijicla
por los vencidos de la v:-;pera al jeneral vencedor, que confiado en su estrella i en su pujanza,
recorria por la ltima vez sns lneas de batalla,
casi a tiro ele pistola de las del enerni go .
L~s avanzadas del batallon nm. 4 de ht rese rva, o segun otros las del dA Marina, que estaba
en sn cercania, habian roto el fu ego sobre el grnpo
a cuya cabeza columbrbase con la vista desnncla
desde las lneas permmas la apuesta figura del
jeneral en j efe, notable por sn bizarro caballo i
su traje de campaa, en que resaltaba el pantnlon
ga1ance i los bordados ele su silla.
La bat--tlla de Mira:flores, como el primer pecado , comenzaba por nna tentacion. (1)
(1) Sobre la hora exacta en qne comenz el fuego en Miraflores no hai acnerdo, a vittucl ele l a eterna i conocida versatil idad de los relojes del fabulista espa.ol.-Segun los reloj es que
con mi t, dice el comandante Gorostiaga, e n el momea to de
romper los fn egos, unos m a.rcaban 2.1 O P. M., ottos 2.20, otros
2 i un cuarto, otros las 2 i media. El mio sealaba esta ltima
h ora.
Es oportuno advertit aqn que en el P e r i especi<Llm ente en
Lim t los din.s son mucho mas cortos que en la zuna media de
Uhile. As, por ejemplo, mintrn.s q ue en el ltimo pas el sol
apareca el 13 ele enero en el horizo~1te a las 5.4 minutos ele
la ma a na, en Lima salia a. las 5.50, es d ecir, casi una hora
mas tarde.-El dia mas largo del afio en este hemisferio comienzn. en Chile con In. luz solar a las 4.47 m. i en el Per a
las 5.37.
Oon viene tener presente estos datos pJ.ta. r eg ubr la h ora ve rcladem en qtle comenza.rou i concluyeroil las tte, bat,dlas de Lim a.. Ell:"i de e11ero, di <t de la bat-tlla de ~'Iirafl.o r es, el sol se puso

a las 6.29 P. M.

CAPITULO XXX.

LA BAT I>.LLA DE MIRAFLORE1:.

Confi a nza rue rei na e n el campo chil (;) no, en el mome nto en eue las lneas
perua nas romp e n el fu ego en 1\liratlores.-Escenas pastoril es en los rejinoicntos.-Qorifu sio n indesc riptible de l prime momento.-Posicion e ue
ocup aban las divisiones de l ej rcito chileno al comenzar la batalla.La arti lle ra, la reserva i la escuadi'a .- La bri gada Barcel i la briga-:la
U1Tio la - Orden de sus pen :er el fuego i admirab le ejecueion de la escua dra.-El comne l Lagos en la batal la.-Inquebrantable solidez de la
brigada Barcel.- Difcil posicion de los Navales i su bizarra conduc ta
du1ante la primera hora del combate.-Rasgos heri cos del comandante
Fierro.- Los Navales i el Aeoncagua so n a l fin re chazados, i los peruanos salen de sus atrin c heramientos para flanquearlos por su dereeha.Her ica muerte del subteni ente Lai'a.- E l corone l Urrio la pide refuerzos
al coronel Lagos i ste hace ava nzar b. reserva.-Vale rosa ca rga del
Va lparai so i Zapadol'es i eom0 caen sus val ie nt es j efes J\iai"ehant i Zill erLIClo.- Compromet ida la reserva, ava nza la diVIsion Lynch a cub rir
la derec ha de los c hile nos.-l nmensas d ificu ltad es que este j efe encuentra en su cam ino, i sn e nel'j a para ve nce rlas.- Vac ilac ion j e ne ral de sus
tropas i pnico rue producen las mujeres.-Los ce>misarios de Francia e
1nglaterra en la batalla.- Ordenes t erri bles qe el comnc l Lagos
impa rte a sus ayudantes co ntra los coba1des. - Cmo e ntra en lnea la tl'abajada di vision Ly nch.-A.parcce la brigada Barbosa a retaguand ia de su es trema. derec ha, i Pi Jola OJ"d<.l na cargar a la caba ll era.Jm ponen te despli egue del Coru imbo i bisoo hero smo del Qui llota.Oportuna i valerosa a i'J'Cm e t ida de ios Carabi neros de Yunga i - B ln cs i
Urri ola.--Cmo esta~ operac iones estab lece n i a~eg u l'a n toda la lnea
rl c comba te.-E l je ne ra l Bae ueda no, que ha tomado todas es tas medidas
rlc ac uerdo co n S! J j efe de estado may r j ene i'al, re fu erza a Barbosa con
la Arti lle ra de i\-l a tin a, el iVleli pilla i la brigada de a t ill era Emilio
Gana - Baquedano i Pirola gonfluyc n en e l pensamiento cue la batall a
solo puede ga narse o pe rderse Jl OI' la i1-cui erda. -Reve lacio nes..-La primera faz de la bata lla est ()Onc luid a. -Se orden a el asalto de tod as las

1101 -

posiciones enemigas.-Incontrastable herosmo del Rejimiento E=antiago,


i cmo todas las evoluciones de la batalla jiran sobre este valeroso cuerpo.-Quines son esos colorados?. -Triple heroiemo de Lagos, Barcel i Fuensalida.-La batalla de l0s tres compadres.-Estraordinaria
bravura de Rodolfo Serrano i cmo venga a suR hermanos del Huscar i
del 3:-Los eirujanos-soldados en la batalla de Miraflores.-La carga
del Concepcion en la es trema izquierda.-El capitan Vill ar i los preceptores-soldados del ejrcito.-El Caupolican i su segundo jefe Dardi gnac.
-Una lejion de hroes.-El asistente Arredondo.-El capitan Palacios
del Caupolican plan la la bandera de Chile en el fuerte Alfonso Ugarte i
toma su mando el comandante Seguel, del Concepcion.-Avanza el comandante jeneral Barce l i es gravement e herido.-Heroica muerte del
capitan Flores.-El Oolchagua i el At.acama en la batalla.-El capitan
Vivar.-Muerte del coronel Martinez i del mayor Zorraindo.-Los capitanes Ramire7. i Marconi del Atacama.-El Chacabuco i el subteniente
Enrique Prenafeta.-El Coquimbo de ci de la batalla en la estrema izquierda como en Maipo i en Tacna.-El asalto de la batera de la Merced
i sublime herosmo del subteniente Salinas, de Combarbal.-EI teniente Mascareo del Coquimbo i el subteniente Rojas del Atacama.-Cmo
se decide la batalla de Miraflores en el centro.-El coronel Lagos
avanza con tres mil hombres de todos los cuerpos i ocupa la estacion de
Miratlores.-Confia este puesto al comandante Gutierre1. del 3.0 i obliga
al comandante Fuensalida a curar sus heridas.-El ltimo tren artillado
de los peruanos i el segundo pnico de las rabonas chilenas.-Avanza la
brigada Gana desde Chorrillos.-Completa derrota de los peruanos i su
horrible camicera en la fu ga -El arco iris.-Se toca alto a todos los
cuerpos, i las tres didsiones duermen en el campo de 'batalla.-Muerte
del teniente Rodrguez, del Blanco.-Bajas de los chilenos.--Seis mil
ch ilenos i die1. mil peruanos en las tres batallas de Lima.- Pormenores.
-Los jefes del ejrcito i de la reserva del Per i sus terribles bajas.Los ciento quince muertos de Chile i su perdurable gloria.-Omisiones i
rectficaciones.-Hubo traicon en Miraflores?-Discusion i documentos.
-El ci'men de las balas esplosivas i su comp rob acion.- Datos i reflexiones.

I.

Cuando en la mitad del memorable 15 de enero


de 1881 ( dia sbado) a la manera de sbito i snbterrneo trueno estall a los pis de los desapercibidos rejimientos chilenos el fuego ele la sorpresa, si bien no de la traicion, hallbanse en tegaclos los ltimos a la: confiamm i a las mas pacficas
tareas de los campamentos. Prevaleca en los nimos el sentimiento ele segnridacl que inspiean al
:pecho del soldado el h4bito de 1~ victort\ i la con-

1102-

viccion del amilanamiento del enemigo. Parecales a los soldados que ya haban sacado su taren,
como en la siega o en la arada nativas, i que solo les faltaba el bullicio, el premio i el botin de la
era i la cosecha que eran Lima. H allban se por esto entregados a la tarea manual de los mil menesteres de su rancho, que en algunos de sus cuerpos
comenzaba a hervir bajo la lea ele los incendios i
el hocico de los chinos. El tercer rejimiento, bravo
i merodeador por escelencia, se hallaba en ese momento encorvado sobre un campo de repollos, i
como en la.s fiestas de los galos, cada uno traia sobre su kepi, a manera de tnrb ante, los verdes
pmpanos de aquella fresca menestra, grata a la
marmita i que en el Per pondera Garcilaso. Por
lo mismo, el Aconcagna, el rejimiento mcts sediento del ejrcito, como que el nombre de su
tierra parecera significarlo, llenaba en esos precisos momentos sns cnramayolas en un estanque
vecino, dejando arrimadas sus armas.
El campo chileno estaba mas de fiesta que de
vijilia, i mintr,ts los soldados iban i venan, los
jvenes oficiales sentados en los enjutos lomos de
l:ts tapias con su~ piemns p3rezosamente suspendidas hcia las lneas enemigas, charlaban con
templando ris2eos el afan de los ltimos, mas
como un espectculo curioso que como un peligro.
Se habin. visto moverse, dice hacindose cargo de esta precisa situaeion el jeneral Maturana en su parte de la accion, en

1103-

el campo enemigo gruesas masas de tropas de un lado a otro.


Se babia notado que el ala derecha peruana avanzaba hasta ponerse en son de combate mui cerca de nuestra lnea. Se haban
observado diversos trenes que lleg<tban del lado de Lima, conduciendo considerables refuerzos. Pero t odos estos movimientos, que en realidad eran los preliminares que hacan presumir
una gran batalla prxima, se haban atribuido al natural empeo del enemigo de prepararse parn. el combate del siguiente
dia, en el caso de que las negociaciones entabladas no dieran resultado, o bien solo a una maliciosa osteutacion de fuerzas i de
posiciones formidables para obtener ventajas en el ajuste de las
condiciones preliminares de que se trataba. ( 1)

II.
El dia estaba medio nublado hcia la cordillera,
luminoso en su zenit, abierto al ocaso, si bien son
pocos los que en la guerra se cuidan de los efectos misteriosos del cielo i aun de las perspectivas
de la comarca.-La naturaleza es una especie de
(1) Los artilleros de la 3." di vision se haban al~jado de sus
piezas i buscaban con qu acondicionar su comida en un potrerilln vecino sembrado de legumbres i h ortaliz as, tatea en que
los acompaaban infantes de los diferentes cuerpos de la misma
divisiou. Otros dorman bajo los armones o Cll:tLs de municiones.
De los soldados de infantera, mi ntras unos acarreaban agua
i leia o preparaban el ran cho, otros se entregaban al reposo. De
al ounos cuerpos hnbia.n sa !ido pcq ueuas partidas a traer los rollo0s i frazadas que dejaron en el campamento anterior para
abrigarse durante la noche de et:>e dia 15 en que creian poder
disfrutar de un sueo tmnq ni! o.
>>En una palabra, los que no se encontraban descansando, andaban en busca de agua i vi vered, preparabcn su comida o
charlaban en pequeios corros i se referan los episodios de la
ltima jornada, amenizndolos con sus chistres i graciosos dichos.-(A. llEMPEL. - Oorrepondeciu del Ferroca1ril).

1104 ......

accesorio de la marcha, de la jornada o la batalla, i el soldado hambriento como la bestia exhausta que cabalga., solo contempla los campos i
los admira nicamente en virtud de la vista las
mieses que viene a talar.
En obediencia a esta lei muda de los seres, muchos de los oficiales se haban esparcido en todas
las fincas de la vecindad, i uno de ellos que era a
la vez cirujano i soldado, el valiente i patriota
mayor Martinez Ramos, ayudante del coronel Lagos, acababa de ensartar un pavo con sn espada,
despues de haberle hecho alegre autopsia para
asarlo en rstica fogata, cuando reson el clarin
de alarma que tocaba a tropa i a las armas. Los
chilenos pelearon con rabia en Mira,lores porque
pelearon con hambre, as como el heroismo incomparable de Tarapaca babia sido en gran manera la no saciada desesperacion de la sed.

III.
A causa de todo esto, acontecia que cuando a.
manera de torbellino de plomo sacudi las paredes que cubrian nuestros rejimientos el fu ego
compacto i atronador de la lnea peruana, naJa
escepto los frreos pechos ele los chilenos, estaba
listo para 1a eme1jencia.
La confusion fu indescriptible en los primeros momentos,
esclama con este motivo un coresponsal que presenciaba de

1105 -

cerca aquel contrast e, desde que nadie esperaba un ataque ntes de la espiraci on del armisticio.
Los ayudan tes de campo i del es tad o may or corrian en todas direcciones, siendo bla nco de las bnlas enem igas, a comunicar las rdenes de sus j efes.
Los proyect iles formaba n u na nube compac ta; de todos los
fuer tes de la lnea de Miraflores, de las bateras de la Magdalena, del San B<trtolom, los cao nes t rnu ab::m vomitando me
trall a. Trenes artill ados recorran t oda la. l nea frrea i adelan
taban disparan do sus piezas de grueso cali bre donde quier<L qu e

se veia j ente nuest ra.


No encuen tro palabras p ttnt pin tar aque l cuad ro aterrado r.
Cada altura del terreuo setnej tba uu Ves ubio de fuego, calla
trincher a semej aba una in mensa lava de pl omo hirviente q ue
con h orren do es trpito amen azaba envolve t a nuestro ej rcito.
Las bah~ de rifle cun.l intermi nable e infi nita faja de lang ostas, oscurec an, podemos decir sin hi prb ole, el espacio, cayendo en medio de las tropas q ne ac udan en demand a ele sus
armas o avanzab an por el angosto call ej ou .
El bronco estruendo de la artiller a se co nfun da con los
ag udos toques de los clarines i corn etas, el estrpit o de las herraduras en el pederna l, el sordo ruido de los . carros de municiones i pesados caones de camp r~ i a, relin chos de los caball os,
las voces de mando de los jefes i oficiales .
I t odo aquel cuadro qued env-uelto en el h umo de la plvora, en el espeso poi vo que levantab an las caballeras, form ando
un revu elto torbellin o.

IV.

Segun lo tenem os record n,do, a esn. hora (las


dos i media ele la t arde) sol o 11:l. brigad a Ba.rce l
se hallab a de:fini ti va me nte forma da en el espacio
compr endido entre los ri eles i el mar al abri go de
HIST. DE LA C. DE LIMA,

139

11!)6 -

las altas tapias de las chcaras i potreros del Bananco,-e~ Concepcion apoyado a la playa; en
pos el Val di via, mas a la derecha el Caupolican i
junto a la via frrea el invicto .rejimiento Santiago, ualnarte del ejrcito de Chile en aquella batalla, como el Buin lo habia sido en San Juan.
La brigada Urriola, despojada en esa coyuntura
del Blnes, que recojia heridos i muertos en Chorrillos, i del Valparaioso incorporado a la reserva,
solo podia presentar en lnea el batallon de N avales i el rejimiento Aconcagua, unos m trescientos infantes escasos, i a~m el segundo batallan del ltimo rejimiento, apnas saciado de su
sed, comenzaba a ent.rar en lnea conducido por
el jefe de estado mayor de la 3. _division don J.
E. Gorostiaga i el mayor don Julio Argo medo,
aydnnte favorito del coronel Lagos, cuando comenz el fuegc. I como los peruanos estaban contemplando este despliegue con la vista desnuda i
casi al alcance de la voz natural, hai moti vos para vacilar en decidir sobre si fu la presencia
del jeneral en jefe i de su vistoso grupo o el avance del Aconcagua por los ri eles al llenar el cla-
ro que quedaba entre el Santiago i los Navales,
lo que determin la inesperada arremetida del
campo de Pirola.
3

V.
Calmada la sorpresa del primer momento, i es-

1107-

cuchada en todas las filas la voz poderosa del coronel Lagos, que a galope sealaba a cada cual
su puesto, comenz el combate con resolucion
admirable por parte de los seis cuerpos de la 3."
division, destinada a sobrellevar durante larga
hora todo el peso del combate. El primer soldado
que sucumbi en desigual i sbita refriega perteneca al Concepcion, i se llamaba Amador Jara,
de la compaa del capitan Fierro, de Talcahuano,
que formaba al descubierto sobre una loma a orillas del Pacfico. I como una muestra de la admirable serenidad que reinaba en el espritu de los
jefes, se vrden parar los fnegos, porque muchos
creyeron, i entre stos el jeneral en jefe, que la
vio1acion del armisticio provena solo de una mala inte1ijencia de los peruanos. Al propio tiempo,
era escusado prodigar el fuego contra un ejtcito
jnvisible cuyos soldados haban ocurrido a. la estratajema de colocar sus kepis sobre los morros
para finjir una lnea de batalla imajinaria, mintras que, rodilla en tierra, fusilaban a sus acl versarios por las .aspilleras. La mayor p<ute ele los
cuerpos peruanos, segun se observ mas tarde, no
tenian sus municiones en sns cananas i morrales
sino en verdaderos rimeros, como la fruta veraniega ele Chile, en el suelo, i as se esplica la estraorclinaria actividad del fuego i que .las balas
corl'leran, segun el ' decir de nuestra jente,-cca
ponchadas))

Dur la pausa del fuego en la Inya chilena unos


pocos minutos, si bien los artilleros no cesaron en
realidad de disparar por elevacion a su retaguardia sobre los parapetos enemigos.
El nico hombre que no habia sido tomado de
sorpresa en aquella pora suprema era el coronel
Velazquez, de suerte que pudo responder con rpido vigor al caon enemigo. El mayor Fras
arrastr la batera de campaa del capitan Ortzar
hcia la izquierda i comenz a batir el fuerte Alfonso U garte a poco mas de mil metros de distancia en lnea recta. - -El mayor Gomez hacia otro
tanto en la derecha con la batera Nieto i en el
centro se mantenan como dentro de un castillo
los capitanes Flores, Besoain i Montauban bajo el
mando personal del coronel V elazquez.
La artillera del rejimiento que habia llevado
desde Santiago el comandante Wood ~e dividia
asimismo en dos mitades, mandando una seccion
ele campaa aquel valeroso jefe i otra el mayor
Perales, min.tras que las piezas de montaa eran
distribuidas con igual acierto por derecha e izqnierdamandadas por sn jefes Gonzalez i Herrera.
Hallbase por tanto la espalda de la 3.a division cubierta por una verdadera. muralla de bronce, cuyos claros vino a llenar pronto la brigada. de

:.... 1109 __;

montaa del mayor J arpa (bateras V on Keller i Ferreira) que llegaron de Chorrillos al trote largo de sus mulas, poco despues de roto el
fuego.

VII.
Pero si nuestra infantera, escasa en nmero, se
hallaba esplndidamente sostenida de frente en
esa seccion, no lo estaba mnos por su izquierda,
no obstante los mortferos fuegos de la fortaleza
Alfonso U garte.
En esa ala los caones de la escuadra comenzaban a hacer prodijios, i nos aseguraban la victona.
Fondeados o sobre sus mquinas encontrbanse, con su proa al norte desde el amanecer i por
prvia combinacion, frente a la rada abierta de
Mirafl.ores, que es la misma de Chorrillos, nuestros buques artillados con piezas de mayor alcance, segun ntes d\jimos, i en el rden siguiente de
batalla, con sus costados a tierra por el norte, el
Huscar mandado por el bravo Condell, el Blanco buque almirante, l.a O' Higgins, capitan Montt,
i el diminuto Toro, capitan Asenjo.
La Pi lcomayo se habia dirijido en la maana al
fondeadero de Chorrillos conduciendo al almirante Riveros llamado por el jeneral en jefe, cual
ntes vimos, para combinar el plan de la batalla.

1110-

No babia regresado todava el ltimo, cuando se


sinti el ruido lejano del caon i comenzaron a
llegar hasta Chorrillos los proyectiles enemigos.
En tal emerjencia, el capitan don Crlos Moraga
que mandaba aquella caonera, de sn propio albedro rompa los fuegos i hacia seales a sus consortes para ejecutarlo por su parte. En esos propios
instantes el almirante Ri veros llegaba a la escala
del muelle de Chorrillos, i emba1:cndose a toda
prisa marchaba a tomar sn puesto en el Almirante Blanco i a dirijir la batalla el la parte que sta
tenia de naval. I fu tan eficaz la ltima que los
vencidos de Miraflores encontraron. una frmula
para cohonef::tar su fracaso:--ccNosotros vencimos al ejrcito de tierra, han dicho los peruanos,
pero su escuadra, a su vez, nos derrot a nosotros.))
Durante dos horas largas nuestros buques, que
habian comenzado el fuego solo diez minutos despues del asalto de los peruanos, dispararon no runos de 357 proye_rtiles, en esta forma:--40 el Blanco con sus CctOll .'}S de proa, 93 la O' Higgins, 101
la Pilcomayo i hasta el Toro jug diez i seis veces
su pequeo caon de proa. En cuanto al Hu.scar,
situ!tdo a mas de cinco mil metros de la orilla para aprovechar el campo de tiro de sus grandes piezas, bata _toda la lnea peruana hasta cerca de
Vazquez, de tal manera que una de sus formidables
bombas cnicas, penetrando por el muro de un le-

1111

jano reducto, mat al estallar sesenta a ochenta


de sus defensores. ( 1)
Los 4,500 infantes del coronel Lagos peleaban
de esta manera como emparedados dentro de un
muro de fuego, al paso que por su ala derecha eran
si no in vulnerables, in vencibles, desvaneciendo de
lleno este solo argumento de hecho las opiniones
insensatas q i.le habran querido prescindir de la
cooperacion de la escuadra, cuando la escuadra en
la victoria i el fracaso, en el ca.mpamcnto i en la
marcha, era nuestro mas slido sosten . (2)

VIII.
1\.fas no aconteca. lo mismo por desgracia en
( 1) Segun el corresponsal Ca.viedes, que nos ha referido este
ltimo dato, el I-luscar hizo 40 tiros con sus grandes caones
i 51 con los de cubierta.
(2) Si nuestro ejrcito, en lugar de atacar por Chorrillos,
como lo hizo, lo hubiera hecho por el poniente, CI'eo-i ah estn las cartas jeogrficas, planos i crqnis para corroborar esta
creencia- que se habria visto rodeado por completo, sin salida
posible, sin la proteccion de la escuadra, ljos de todo recurso,
soportando los fuegos del Sa.n Cristbal i San Bartolom, fusilado por 1 '1 espald<l i el frente por las formidables lneas de San
Juan i fhorrillos, lVIiraflores i Monte Rico.
>>Si lit victoria de Chorrillos cost a nuestro g lorioso ejrcito
muchas i lamentadas bajas, el ataque por el estremo izquierdo
del enemigo nos habra causado prdidas mui superiores i mas
dolorosas, i quin sabe!. ..
Los hechos, que hablan mas alto que todo, han venido a
probar de una manera incontestable que eljeneral Baquedano i
los jefes que apoyaban su plan de batalla, tuvieron razon para
insistir en que el ataque se efectuase por Chorrillos.-( HEMPEL.
Correspondencia citada.)

-1112-

nuestra estrema derecha, a.islada mas all de los rieles en la abierta pampa de Miraflores. Por una singularidad del destino, habales tocado a los bravos
si bien demasiado impetuosos Navales formar all,
como en el Campo de la Alianza, el ala derecha de
una lnea poco protej id~, i como en aquella tenaz
batalla, fueron tam bien a estrellarse no solo con
un frente de batalla sino con un codo fortificado
del enemigo, que por la disposicion de las tapias
que lo guarnecan en aquella parte tenia tropas
en tres direcciones, ademas de numerosos caflo11es,
entre los reductos nm. 2 i nm. 3.
Cupo por consiguiente a aquellos entusiastas
soldados la parte mas riesgosa i mas dbil de la
jornada, i aunque mandados por herico jefe i animossimos oficiales, mas de una vez fu fuerza que
flaquearan i aun qae retrocedieran junto con el
Aconca.gua. N o mnos de siete arremetidas hicieron hcia el fondo del barranco que lo separaba
de la lnea enemiga, hasta que su bandera cubierta de balas fu plegada sobre lo~ cadveres de un
largo tercio de sus defensores. Siete veces, esclama con la sencillez del verdadero valor su comandante don Francisco Javier Fierro, distinguido
oficial de injenieros, h\jo de un soldado de la independe.nc"ia, siete veces vacil i aun .cay la bandera del pabellon: fueron otros tantos brazos, otros
tantos hombres, que heridos o muertos, c'aian vivando a Chile.

lll3-

Hubo un momento en que el denodado mozo


que esto cuenta, secundado all briosamente por
su jefe de brigada que con el pecho de su caballo
sujetaba a los dispersos, enterraba su espada en el
suelo i gritaba a sus soldados. - - De rr,qu nadie pasa, i esclamando:-A vence1 o morir, los encaminaba otra vez a sus puestos. Los Navales haban
contado en sus filas solo tres muertos i seis heridos en la doble jornada del 13, pero en :1\!firaflores
sucumbi casi la mitad de snjentc, quedando en
el campo 62 muertos, 226 heridos i a mas 12 oficiales, tres de ellos muertos: total 300 bajas,
enorme prdida para un simple batallon!-Ninguno de los rejimientos alcanz a ese n1aero.

IX.
Durante los primeros tres cuartos de hora de la
batalla, se babia mantenido el coronel Lagos a
caballo al pi de coposa higuera en el centro de
la lnea de combate. No vesta ese dia, como Ossorio en Maipo, su tradicional m'l.nta blanca, pero
montaba su mcts corpulento i ~jil caballo de batalla, un hermoso animal colorado, n1anchado de
blanco sin ser overo, qne mas tarde adquiri famn.
en el Acho toreando los novillos del Per, exactamente como su amo babia toreado a sus soldados
en los campos de batalla. [ era tal la profusion
de las balas, q ne el frondoso rbol perdi en pocos
HlST. DE LA C. DE LIMA.

14

1114

--

minutos sn follaje i sus retoos, podados por el


plomo, cubriendo sus verdes ramas al jinete i su
bridon. Por qu no fueron aquellas hojas laureles?
Eran las tres de la tarde i el jefe de la 3.a division, gnin soldado de Chile i hroe de aquella terrible sorpresa, sacando su reloj dbase cuenta
de que aun estaba solo como Lynch en Santa
Teresa. Pero se mostraba tranquilo porque de todos los puntos de la lnea de combate sus animosos ayudantes le traan noticias satisfactorias. Los
peruanos disparaban como locos contra muros de
tierra que el valor chileno habia .trocado en granito.

X.
Pero pocos minutos despues de las tres, llegaba
a escape un ayudante del coronel Urriola (el capitan Fontecilla) an?ncindole que la izquierda
flaqueaba, i aun que el enemigo comenzaba a salir de sns trincheras dando alaridos de victoria.
Erfl, el batallon de marina que notando la diRpersion de los chilenos por su frente, salia del reclncto nm. 3 con su bravo comandante el capita11 de
navo Fanning, para completar su victoria en esa
parte capital del campo de batalla que era el centro chileno. (1)
(1) Aludiendo a esta ventaja de los suyos en la mediana del

lll5-

El rejirniento Aconcagua i el batallan Naval,


habian sido en efecto rechazados en una de sus
tentativas para ganar terreno, i corno prueba de
su bravura i de su infortunio, los ltimos habia.n
dejado materialmente ensartados en las bayone
tas del batallan de marina al subteniente don
Ramon Lara, un nio hijo de un capitan de Ynngai i digno de l. En esos momentos era tambien
herido para .morir en breve el ca pitan Pedro Dueas, tipo acabado del soldado caballero i del naval
porteo, sacrificado por su patria a los 26 aos de
edad. El capitan Dueas tenia en sus venas la
sangre ele los Carreras, i como llos acab temprano la suya.

XL
Comp.r endi el coronel Lagos el grave peligro
que corrr1a su izquierda, i despach inmediata.-

combate, el secretario jenera.l Garc11 i GcHCa enviaba a Lima


el siguiente telegrama:
Batallan Marina rompi lnea. Pase victorioso quebrada
Barmnco i volvi victorioso a su puesto.
Triunfamos.
>>Tres veces rechazado el enemigo i la tercera en completo
desrden, para no volver.
>>Reserva esplndida.>>
Parece oue el batallan de reserva Guardia Chalaca., ma ndado
por el cor;nel Arrieta, del Callao, acompa al batallan de Ma
rina en su valerosa salida, i como el ltimo, perdi tarnbie n all
su jefe. Pi rola. alaba juntamente a est0s dos cuerpos por su bi
zarra conducta.

-lll6-

mente a su animoso ayudante Martinez Ram()s i


al emisario Fon tecilla a pedir refuerzo a la reserva, situada unos pocos centenares de metros a su
retaguardia, el Va.lparaiso adelante, los Zapadores mas a retaguardia. i el 3. .custodiando la artillera de campaa en diversas direcciones. Cuatro
compaas de este cuerpo hapian marchado, como
en Chorrillos, al mando de su segundo jefe el fornido comandante Castro, hcia la orilla del mar
para protejer al Concepeion i al Caupolican, es
decir, nuestra estrema izquierda.
0

XII.
Habanse mantenido estos cuerpos, desde que
comenz el fuego, en columna, echados en los potreros al reparo de las tapias, pero las bombas
peruanas solian caer en sus filas matando algunos
soldad?s. Traia esto inquieto i desazonado al pundonoroso comandante Marchant que recorra a
caballo sus filas alentndolas con su palabra i su
admirable serenidad; de suerte que cuando son
la corneta que daba la seal de avance, un murmullo de alegra reson en todas las hileras, e in-
mediatamente, al toque de ~rote i seguido de los
jiles Zapadores, lanz aquel noble jefe su tropa
en colurrma por los rieles.
El despliegue de aquellos dos rejimi~ntos, fu
tan hermoso como carnicero en su pujante aco-

-1117_;

metida. Llegab ~tn en hora. oportunsima porque


rete mpiados los peruanos por las vacilaciones de
nuestra izquierda, comenzaban a sacar de sus
atrincheramien tos sus mejores tropas en pos del
batallan de marina, i fu en este avance, nico
de la guerra despues del de la antevspera en
Chorrillos, cuando los soldados mataron a bayonetazos al imberbe Lara que no quiso recular.
Peleaban as los Navales del Callao contra los Nayales de Valparaiso, i era precisamente un rejimiento de este nombre i de este pueblo el que
venia a decidir la sangrienta liza con su paso.
El V alparaiso con su sola presencia desbarataba,
en efecto, la primera ventaja de los peruanos, de
suerte que la valerosa vanguardia de los ltimos
dej la llanura sembrada d~ sus gorras cuadradas
de vivos encarnados. Su jefe el coronel Fanning
qued con ellos, i caudillo por caudillo, rindi all
su nobilsima vida el comandante Marcl1ant, traspasado su ancho pecho por tres balas que a un
tiempo le postraron para levantarle en la fama i
en la gratitud de sus compatriotas. El comandante, ascendido a coronel por la posteridad, caia de
bruces sobre los rieles, cuando avanzaba a 1~ carrera no obstante su herclia corpulencia, i vomitando cuajos de sangre en el acto espiraba.
Tomaba el mando del cuerpo en ese momento
crtico su segundo jefe el bravo comandante La
Rosa, i haciendo subir un corneta a la grupa de

1118 -

su caballo, hacia avanzar sn lnea tocando ataqne


i calacuerda.

Poco despueR de la cada del comandante, escriba aquel jefe a nno de sus capitanes que babia venido herido a Chile, el
centro de fnego del enemigo hizo volvera varios de los nuestros
que con otros de distintos cuerpos se etiraban n ocultaban a
orillas de las tapias; en vano era rue les ofdenara renirse i
atacu, porque no era obedecido; los momentos eran anguatiosos
i podan tt';lel' funesbs consecuencias. Felizmente se me ocnni
tomar un corneta i hacerlo subir a las ancas de mi caballo, ordenndole tocara at:tque i gtibtndo a la tropa que ya el enemigo corria. del fuerte que tenamos al frente, el cual nos babia
causado muchas bajas. Animando a la tropa i gritando mucho
mas, reun como ciento cincuenta hombres, i cargando sobre el
enemigo le hicimos desal~jar el fuerte i corrimos hasta el pueblo de Miraflores, en donde tom varios prisioneros. All reun
como seiscientos h ombres de distintos cuerpos i varios oficiales
que andaban sueltos, a los que d mando en dicha tropa, i nos
dirijimos en busca del enemigo, que ya principiaba a huir en
todas direcciones. Entre los oficiales de mi cuerpo que me acompaaban se encontmban el seor Perez, ayudante Rtmos, Puerta de Vera i Escala; de otros cuerpos recuerdo al mayor Solis,
del Aconcagua, c:1pitun Gacita, del Quillota, i muchos otros
que no conozco por sus nombres, pero que al dia siguiente me
felicitaban por haberlos tomado a mis rdenes.:& (1)

XIII.
Por su parte los Zapadores, arrastrados por su
impetuosa cargrt, fueron n estrellarse al pi de los
(1) Carta in:lita rl el cr>maud,mte La llosa. al capitan del
Valparaiso don Federico Barahona. Lima, febrero 14 de 1881.

1119-

parapetos enemigos, entre ell.o i el 2. reducto, i


all nna bala. dispar::tda a boca de jarro heria mortalmente a su jefe el valiente comandante don
- Guillermo Zilleruelo, hacindole jirar largo trecho a la manera de veleta sobre sns talones, tan .
recio fu el golpe que de cerca le atraves el rostro .a la altura de los ojos.
0

XIV.
La reserva en Mira:B.ores, semejante a su accion en San Juan, salvaba la crsis, ce el movimiento sicoljicO)) de la contiei1da, i esta vez era
la division Lynch la que, a su turno, llegaba con
atraso a cubrir el frente de batalla que le haba
sido designado. (1)
(1) La reserva se bati admirablemente en San Juan, en
Chorrillos i en Mira:flores, en oposicion a lo que haba acontecido sin su culpa en todas las h<ttallas anteriores . .La culpa era de
los peruanos, que huiau tntes de que aqulla fnese llamada.
La reserva chilena en las hatallas de Lima, siendo compuesta
de solo tres rejimientos, es decir, de mnos de tres mil hombres,
perdi en las tres batallas 740 plazas, en esta forma, segun un
estado de su jefe el coronel A. Martinez:
El 3.c en Chorrillos 253, en Mira :flores 115; total, 368 bajas.
Zapadores, en Chorrillos 74, en Mira:flores 97; total, 171.
Valparaiso, en Chorrillos 87, en Mira:flores 114; total, 201.
En un estado orijnal del 3. 0 formado en el campamento de
San BoJ;ja el 23 de enero por el mayor Silva, que tiene el visto
bueno del coronel Gutierrez i que ste nos obsequi, las bajas
del 3. 0 aparecen disminuidas eu una fra.ccion de 5 individuos, en
esta forma: 4 capitanes, 5 tenientes, 7 subtenientes, 21 saJ:jentos, 37 cabos i 313 soldados: total, 363, esto es, mucho mas del
tercio de su efectivo.

1120-

Aquella dilacion provena de causas mltiples,


algunas dolorosas i otras ineludibles, que no estaban a cargo de los jefes, sino de la situacion, del
terreno i de la sorpresa.
Dejbamos en efecto, a las dos de la tarde marchando la division Lynch en rden de rejimientos por el flanco, la brigada Amuntegui adelante,
seguida de la maltratada brigada Martinez, i en
pos de ambas, la di vision Sotomayor destinada
a cubrir la estrema derecha de la lnea de batalla.
Las dos brigadas de la ltima se hallaban separadas. Gana estaba en Chorrillos con el Buin, el
Esmeralda i el Chillan, i all se qued. Barbosa
con el Lautaro, el Cnric i el Victoria que venia
de San Juan, contramarch ele la mediana del
camino que unia estos dos puntos por ir a cubrir
nuestra derecha.
La marcha de Lynch por la trocha de los rieles i
por los callejones que forman la ~ 'trreteea ele Chorrillos era de suyo lenta i pesada por la hora i el
calor; pero cuando sobrevino el apeemio del fragor
del combate que llegaba con espn.ntoso aparato de
la vanguardia: hzose angustiosa. Por marchar
mas a prisa cansba.ns3 los sold:tdo;,, i se rezagagaban. Muchos de aquellos cuerpos diezmados en
Chorrillos habian peleado siete hor~:ts i no haban
recobrado del todo su aplomo i solidez en . el reposo, es decir, en el sueo i el alimento, de suerte
que no era raro ver grupos que se ocultaban

1121-

en las zanjas i q ni ebras del canuno o tras los


muros.
De all sacbanlos los oficiales a planazos i vise al mismo coronel L ynch hacer uso de su sable
para escarmentar al gun cobarde.
U na circunstancia fatal, imprudente i casi culpable vino todava a con vertit aquella sitnacion
en nn peligro srio de cofusion i conflicto, porque
notando qne las piezas de campaa del comandante Wood haban agotado sns municiones; alguien les di rden de retirarse hcia retaguardia
para municionarse i esperar rdenes.
Aquella medida era completamente innecesaria
porque pareca mucho mas acertado traer las municiones para los caones que llevar stos a las
mulas. Por otra parte, a pocos pasos de la posicion en que el comandante Wood se haba batido
con tanto denuedo, recibiendo estraa herida en
su costado de una bala de rifle que destroz la
guarnicion de marfil de su pual de monte, encontrbase la casa-quinta de Garca i G<uCa, i a sn
abrigo era fcil colocar aquellas bateras. H <tll
base el edificio rodeado ele huertas i altas paredes,
i a la. sombra de sus plataneros estaban echados
en la hierba los comisarios ele Inglaterra. i Francia,
los comancbntes Ancland i Le Leon, departiendo
alegtemente con el comandante Stuven, cuando
sobrevino el fuego. El prudente britnico se habia
levantado, i tomando sn caballo, habia corrido a
HlST. U LA C. D~ LIMA

141

1122-

retaguardia perseguido por las balas i esclamando:


This bP,qins to loo le rather serious. ( 1)
No imitaron esta cautela los artilleros . del primer rejimiento, porque sin toma,r en cnenta qne
todo el ejrcito venia avanzando a esas horas por
el camino real, metironse en sus veredas de vuelta encontrada, produciendo el doble efecto de causar inclescriptibl8 confusion en las filas i de desmoralizar la jente que vea, sin podrselo esplicar,
retreceder la mejor parte de la artillera. Agregbase a esto que la caballera, estacionada desde
que comenz el combate al reparo de las mura.llas
de Barranco i en sus calles, habia recibido a esas
horas rden ele avanzar hcia el frente, lo que aumentaba la confusion i el desrclen, dando a los
revueltos i angostos callejones por cuyo centro
avanzaba el ejrcito el aspecto de un campo en
derrota.
En este momento, dice, en efecto, hablando de aquella crtica sitnaciori el comandnte uel Atacama, se produca un gran
des6rdcn i alarma. l'or el callejon que conduce a Chorri.Jlos
aparecen gran ' nmero de caballos que vienen desbocados i
atropellan a los atacameftos. Algunos venan montadGs por las
cantineras o mujeres que acompaaban al ejrcito, qne gritaban
que estbamos derrotados. (Estos demonios no han servido en
la ca m pafta sino de estorbo; no han sido tiles para nada.; solo

( l ) El comandante Ancland es natural de Devonshire i su


padre es un distinguido profesor de lit cinuad de Oxford. Es
probable que a su pluma deba la h;toria de la guerra del Pacneo mas de una interesante pjina.

1123-

sirven para desmoralizar al soldado e inducirlo a cometer faltas. Jamas debe permitirse la presencia de mujeres en un ejrcito en campaa.) Los gritos de las mujereR i nios que lloraban
i eran arrojados de sus cabalgaduras; el tropel de los animales
que arrojaban sus cargas atropellado todo en aquel angosto
callejon; el fuego del enemigo q ne aumentaba a cada m omento
i que principiaba a causamos algunn,s bajas; las cletonacinnes
qne produca la esplosion de algunas granadas qne reventaban
a nuestra inmediacion; la caballera nuestra qne luch:i.ba contra
aquella corriente para pasar adelante, produca uu efecto elesmoralizador i terrible entre los soldados que impasibles obser. vaban aquel desrden. Nunca los atacamei'os dieton mayores
pruebas de disciplina que en aquellos terribles momentos.
I mintras tanto nadie venia a comunicarme rden alguna i nadie entre nosotros tenia idea de cu{tl fuese la , posicion del enemigo.
den al rejimiento qne se apoyase contm la mumlla a fin
de fiar paso a la caballera, que demorab:1. tanto en pastr.
Al fin vino nn ayudante qne rue dijo fle rden del jeneral
en jefe que marchase al trote a ocupar la detecha ele nuestra lnea. I cul era Ja derecha de nuestra linea? El ayudante tampoco lo sabia. (1)

XV.
Al fin, luchando con todo jnero de obstculos,
derribando tapias, saltando acequias de regado i
avanzando siempre digonalmente hcia la. derecha para dejar campo espedito a l.a formacion de
sus di versos cuerpos, el coronel Lynch llegaba una
hora, despues de rotos los fuegos a su lnea de tiro
i lanzaba al frente, como de costumbre al rej i(1) CoRONEL DuBL ALMEIDA. Diario de campai'a ya citado.

1124-

miento mrtir del ejrcito, al valeroso 2. de lnea,


mutilado en todas partes, en Tarapac, enlosAnjeles, en rracna, n Chorrillos, pero siempre a la
vangt1ardia i esta vez a las rdenes de su bizarro
comandante don Estanislao del Canto, soldado
cabal i cumplido como el acero de su cinto. I en
pos del 2. march corrindose a la derecha el
Ataeama, i sucesiva mente el Talca, el Colchagna,
el Chacabuco, mandado este ltimo ahora por sn
tercer jefe el mayor don Julio Quinta valla. Pero,
a la manera de esos maderos que echados en la
hoguera p_o r una de sus estremidades van rpidamente consumindose a medida que se les empuja hcia el fogon, as aquellos cuerpos, recibiendo de lleno en su marcha de flanco el fuego
de la fusilera i de _la metralla de la lnea enemiga, se arremolinaban, costando inauditos esfuerzos
a sus oficiales mantenerlos en lnea. Por manera
que aquellos maltratados rejimientos, sin faltar a
su deber ni a su consigna, no marchaban con sus
antiguos bros al asalto. Un soldado del Cokhagua se arrastr fatigado hcia donde el coronel
Lagos tomaba medidas enrj icas para sostener la
batalla en toda s1 pujanza, i con voz dolorida le
gritaba:--<< Mi coronel, estamos derrotados.!Fusilen a este miserable! fn la nica respuesta
del en~j c:tdo capitan, i desde este momento di
rden a sus ayudantes qne a quien volviese cara,
fuese coronel o tambor, ]o matasen.
0

,;_ 1125 -

XVI.
N o cesaba, por lo que se habr observado en el
desarrollo de esta singular batalla, el peligro gravsimo de que el enemigo desbordase nuestra izquierda, como desde el primer moment habia
demostrado intentarlo, i al contrario, corrida hcia la izquierda mucha. de su jente de su derecha
que hua del terrfico fuego de la escuadra, se reforzaba as .por s sola :m lnea frente a aquella ala
de la nuestra en que ramos comparativamente
maR dbiles.
El mismo Pirola lo haba comprendido as, por
esto, dejando su derecha al mando de Snarez i de
Cceres, habia ido a ~ituarse en el centro de su izquierda, mas all del reducto nm. 4. donde, preciso es recordarlo tambien, no llegaban las balas.
Contemplaba desde all el jeneralsimo el as,_ pecto total de la batalla, i como el viejo _Carvajal
en Xaxijaguana podia cantar el estribillo de los
cabellicos desde la primera h01;a del combate. En
el campo que miraba a su frente distingua, aun
sin el uso del anteojo, que grandes masas chilenas
se acumulaban al pi de las lomas i ~e alistaban
para :flanquE'ar su dbil izquierda.
Era en efecto la brigada Barbosa., que reforzada
por la Artillera de marina, por el batallon 1\ielipilla i la brigada de artillera Emilio Gana, se
0

1126-

aproxima ba por rdenes espresas i perfectam ente


concebida s del jeneral Baquedan o, segun en sn lugar veremos, a decidir la batalla en esa direccion,
ya que por la estrema derecha no tenia narlaque
temer.
Dise cuenta al jeneralsi mo pernano ele lo srio de aquel peligro, i mand avanzar fnerteR guerrillas a su frente, ordenand o a su pwpia escolta.
i a los lanceros de Torata, es decir, a toda. su ca ballera (unos quiniento s jinetes) que cargase. (l)
De repente, esclama un oficial peruano, aludiendo a esta carga.
en masa de la caballera p e wa.n ~t a fundo sobre nuestra, derecha,
de repente vimos a nuestra izquierda levantarse una gran nube
de polvo.-Nu estra cab:1.llera carga!, omos decir, i todas las
mimdas se dirijieron n.ns iosas hcia una masa como de 200 caballos que sglv al galope unos mil metros del camino que conduce a San Juan. Detvose el grupo Rbitamente. Dos o tre~
jinetes se desprendiero n de l i se pusieron a hacer tiros de revlver.
a: La pol vtuecla nos impidi ver mas. (2)

(1) La cball era de Pirola constaba a mediados de 1880 ( junio) de 260 Lanceros de Torata, coronel Bermudez; 319 Cazadores del Ritnac, 105 soldados de la escolta al mando del mayor Barreda, un total ele 700 pl azas, cne con la dispersion del
Manzano qued reducida a unos 400 jinetes.
(2) Lo que yo vi.-La batalla de Mirafio:es contada pot un
reservista.
En su famosa carta ele Jauja al coronel Julio Tenaud, jefe de
estado mayor de la reserva de la. izquierda, en la cual el dictador se esfue1.:" para vinclicarle de la afrenta de cobarde que imputaban al ltimo los lim eitos, asegura que toda su preocnpacion
dur,mte la batalla fu su izquierdtt, i agrega que por esto no
dist.rajo un solo soldado de la lnea de lVIoute Rico a Quirs, para correr en auxilio de C~.ceres a la. derecha.- Desguarneci da,

1127-

XVII.
La sitnacion en esa altura de la batalla i en esa
ala era, nl mnos aparentemente ,crtica, porque
los que peleaban en el centro ignoraban que Barbosa estaba all a su espalda, para prestarle sn fornido brazo en el momento oportuno. Pero una
maniobra tan ac~rtada como herica evit al fin
aquel riesgo en esa parte, un tanto remota del
campo ele batalla.
Fuerzas pe1uanas, dice el coronel Lynch en su parte oficial
al jeneral en j efe, en nmero considerable trataban de envolver
nuestra ala derecha; pero en ese momento me man chha U S. el
rejimiento Coqnin~bo, que al mando de su j efe el coma.ndaute
don Marcial Pinto Agt"iero, se formaba en batalla en medio de
las las balas enemigas, i desfilando con la izquierda a la caheza
dice en esa carta escrita dos semanas despucs de la batalla,
aquella parte de nuestra lnea de defensa (la izquierda), h abramos entregado al enemigo las im portn.ntsimas posiciones de
Vazquez i Pino, qne era cna nto el enemigo poda ap etecer i sin
disparar un tiro habra podido flan<ju ear nuestros reductos de la
Calera a l'lliraflores i batir! os por retagu a rdia., o dejarlos de lado,
marchando sobre Lima o el Callao, que ::e trataba de defender.
l mas odelante agrega esta refiexion !]Ue nos parece completamente exacta. Si nuestm derecha, suficientemente gnarnecida,
i que ciertamente no cedi6 por falta de tropa;, se hubi ese mantenido poco tiempo m ~1s, es evidente que el enemigo habra rliri-

ji do su ataque hci ,J. nuestm izquie1'Cla .


Eefectivamente, en mas de una ocasion el jeneral Baq ueJano
_;.-.-os ha afirmado que l tenia confiada al coronel Barbosa la decision de la batalla, i aun se ha agregado bajo la f imparcial del
ayudante del cuerpo don W eucesbo Blnes, que cuando ste le
comunic lo noticia de que aquel jefe ejecutaba su movimient o
envolvente por la izquierda, el jeneral en jefe esclam: -Aho-

1"a no importa que me ?naten!

1128-

que dirijia su bravo i pundonoroso jefe, entr en lnea con precision admirable i sostuvo el avance que por ese frente hacia el
enemigo apoyado por artillera de gmeso calibre que tenia en
los fuertes i por una columna de caballera que amenaz nuestra derecha.))

El Coquimbo llegaba as en su hora. histrica, i


como en Maipo i en el Campo de la Alianza sal- .
vba el dia; porque los que vieron su despliegue
en el fragor de la batalla aseguran que fu una
cosa asombrosa, como si hubiera sido ejecutado
al son de corneta en un dia festivo en el cawpo de
parada.
ccEl Coquimbo, refiere do sus nobles hechos un narrador de la
batalla, recibi a eso de las cuatro de la tarde rden de abandonar la posicion que ocupaba, escalonado frente a la izquierda
enemiga i de marchar a contener su atrevido movimiento.
))El comandante Pinto Agero di entnces la rden de desplegar el rejimiento en guerrilla, yendo el primer batallon a las
rdenes del capitan ayudante don Artemon Arellano i el segundo a las del mayor don Luis Larrain Alcalde . .Siete compaas
formaron linea frente al enemigo, i la 4.a del 1." que iba a quedar sumamente retirada del centro, a causa de la estension de
la guerrilla, hizo un cambio de frente avanzando la derecha,
por lo que form ngulo recto con el rejimiento i coji al enemigo de flanco. Este despliegue lo ejecut el Coquimho con tanto lucimiento i buen rden, como el mas veterano de nuestros
rejimientos de lnea .
.))En seguida rompi sus fuegos con suma viveza, i bien pronto el combate se hacia encarnizado i terrible. Al ver la marcha
decidida e incesante del rejimiento chileno, el enemigo contuvo
su avance como asombrado de que se hubiera puesto tan oportuno atajo a su oculta maniobra, i parapetndose tras las innumerbles tapias de los potreros, hacia fuego de mampuesto por

ug-

las aspilleras, perfectamente resguardado contra los tiros de


nuestros soldados.
Se continu entnces el fuego .en avance, i lanzando a una
el tremendo grito de Viva Chile! avanz el Ooquimbo como
furioso tonente, saltando tapias, atravesando potreros, arrostrando impvido los innumerables disparos de los peruanos, rivalizando en ardor los oficiales con la tropa i los dos jefes con
sus oficiales.
El enemigo, impotente para resistir el impetuoso ataque del
bravo rejimiento chileno, aterrado por el hermoso aspecto que
presentaban aquellas ordenadas filas, acobardado por el estoico
valor de sus atacadotes, no repar en que stos a vanzabau a pecho descubierto i que l se h ~tllaba parapetadv tras de invulnerables trincheras. Abandonando las primeras tapias que lo guarecan, huy cobardemente a bs segn..:tdas, no sin que muchos
soldados fueran alcanzados por las balas del Ooquimbo.
Los fujitivos abrieron desclt! aru nuevamente nutrido fnego
aumentado por los cuerpos que tras de ellas se encontraban
ocultos, i de nuevo principiaron a hacernos terr;?les bajas.>>

XVIII.
El novicio Quillota venia en pos del Ooguimbo
conducido por su v<:ileroso jefe, el comandante don
Jos Ramon Echeverra q ne en 'su rostro marcial,
animado de varonil sonrisa, ma.rcaba a sus bisoos
soldados la confianza de los veteranos. Con admirable intrepidez se precipitaba aquel peqneo
batallon, que solo en esa maana haba desembarcado en ChorriUos, llegando de Pisco donde haba
estado cerca de un mes de guamicion. Recibido a.
balazos por los propios nuestros que eq m vocaron
HIST. DE LA C. DE LIMA.

142

1130-

::;n tn1j e de brin sucio con el de los peruanos, mas


con ]a galana bizarra del primer fogueo, a la
voz de su segundo jef el valiente Daniel Ramirez, avanzaron los denodados quillotanos como
los toros de sus valles hasta los parapetos enemigos, perdiendo un nmero considerable de jvenes i valientes soldados i entre ellos al capitan
don Pragmacio Vial, mozo de grandes esperanzas,
natural de Melipilla de cuyo banco era cajero,
puesto que abandon por el honor de morir por
su patria como los Santa Cruz i los Serrano de su
pueblo. (1)
(1) Las bajas del Quilloto. en Miraflores pasaron de cien en
una hora, i ntes hahia perdido en una escaramuza de Humay
algunos soldados i al valiente capitan. don Ricardo Gutierrez,
soldado hercl'tleo que babia sido sarjento de Cazadores a caballo
i comandante de polica en Quillota.
En esa misma lnea el TaJea, que entr con 786 plazas al
combattl, tuvo 63 bajas i 362 en las tres batallas.
De las bajas del Colchagua no se ha publicado constancia,
pero su comandante apunta los nombres de 16 oficiales que sucumbieron en aquellos gloriosos combates, distinguindose eutre
todos el capitan Vivar, telegrafista de San Fernando i hermano
11el comandante del 2.Q de lnea, q~e all muri digno de su nombre. Este ltimo rejimiento fu de nuevo ncribillndo, como en
todas partes, i de tal manera, que hubo compaiia, como la del
capitan Ortiz, en que sucumbieron todos los sarjentos, con escepcion de uu sarjento segundo que tenia el mismo nombre del
abuelo materno deljeneral O'Higgins, Simon Riquelme, i era
probablemente de Chillan. Entre Jos que sucumbieron se contaba el sarjento primero Felipe Machuca, mozo de la Serena, herido en el estmago; Abraham Seplveda, de la provincia del
Maule; Jos Santos Vivanco, de San Crlos, i Jos ' del Crmen
Arestegui, de Concepcion, que recibi dos balazos.-EI sa1jento
segundo Honorio Marcomt, de Valparaiso,escap herido. (lJatos
del sarjento del 2.0 N. Guajardo.)
El 2. 0 entr en Miraflores con 646 plazas i tuvo 95 bajas, de

1131-

Es de oportunidad advertir aqu que la mayor


parte de nnestros cuerpos pelearon en las batallas de Lima con sus trajes de parada, aprovechando el envo de veinte mil uniformes recientemente hecho desde Europa.
Entretanto, el efecto de la carnicera batalla era
a esas horas cruelsimo i jeneral en toda la lnea.
Qu fuego se hacia all!-esclama una relacion peruana, hablando del reducto nm. 1 de su izquierda-qu cantidades
de plomo vomitaban los Remington! qu sangre fria i desprecio por la muerte mostraban algunos jvenes, cuyas manos
habramos querido estrechar! U no que otro, tal es la verdad,
levantaba los brazos i jal>Lba el gatillo; pero muchos tambien
descubran el busto, apuntaban con sangre fria i disparaban. Algunos graduadan la mira, observaban el efecto de su tiro, i notbase en su rostro el deseo de centuplicados. U na de las ametralladoras colocadas en la cortina del reducto se descompuso,
otra hizo fuego hasta el ltimo momento. El oficial que la dirijia daba vueltas al manubrio como si se hubie:;e hallado en un
simulacro.
Eran, entretanto, las cinco de la tarde. Vease a lus chilenos avanzar mas i mas entre el reducto nmero 1 i 2; el fuego
no era ya tan sostenido por nuestra parte; las municiones se agotaban.
Si hubiramos recibido tropas de refuerzo, aade eu esta parte
el narrador peruano, si hubiera habido municiones en abundancia;
(i las hbia de sobra) si quienes tenan el mando superior de las
tropas tendiJas entre Velazquez, Qnirs i los Perales, hubieran
stas :4 muertos i 71 heridos. En las dos batall as el 2. 0 , como el
Atacama i el 3. 0 , el Talca i el Buin, el Chacabuco i el 4. 0 , perdi
mas de un tercio de su jente. De los funJadores de este bravo i
desdichado rejimiento sobreviven hoi da ~pnas 3 o 4 oficiales i
de 30 a 35 individuos de tropa.

1132

tenido un momento de inspiracion; si stos hubieran acudido,


parte a sostener nuestra lnea desfalleciente i parte a tomar a los
chilenos por el flanco, cortando en la direccion de Surco, es evidente que habramos dormido esa noche en las formidables posiciones que ya solo tres mil hombres defendan contra un ejrcito
de 15,000 soldados victoriosos de la vspera. Pero el momento
terrible , se acercaba i ya era un triste presajio de debilidad de
nuestra resistencia.
Nosotros mismos, al recorrer de un lado a otro el redUcto
veamos la jente no con muos entusiasmo que pocos momentos
ntes, pero s agazapada detras del parapeto, esperando que se
enfriase el caon de sus rifles que, caldeados por un fuego de
tres horas, les despellejaba las manos, mintras el enemigo trataba, visiblemente, de interponerse entre los reductos nmero l
i 2 i entre el 3 i 4.>>

XIX.
Las prdidas causadas en nuestra derecha a virtud de los fuegos encubiertos del enemigo no podan ser mas dolorosas. En la artillera de campaa, que en toda el ala se bata con vigor estraordinario, haban sido puestos furra de combate
no mnos de diez oficiales. Los alfreces Torreblanca, (hermano del hroe de Pisagua i de los
Anjeles) Araya, Baccarreza i Errzuriz habian
cado en la batera del mayor Fras no ljos del
barranco del mar; en la brigada Gornez recibia
dos proyectiles el bravo teniente Faz, el mismo
que habia salvado un caon en Tarapac; i el Alfrez Toro caa hrido en un brazo, en los momen-

1133-

tos en que el subteniente Eusebio 2. Lillo, hijo del


ilusti-e poeta i prefecto de rracna, era gravemente
herido en la batera Besoain.
Casi al mismo tiempo era muerto al pi de los
caones del comandante Wood el teniente Leon
Caballero, nieto de un arquitecto de Santiago, famoso en la colonia, i el alfrez Rafael Gaete.
0

XX.
Pero la hazaa del Quillota i del Coquimbo en
la estrema izquierda i una animosa acometida
de los Carabineros de Yungaique al mando del intrpido comandante Blnes se presentaron con brillante oportunidad en esa direccion, segun habremos de referir mas adelante, restablecieron la lnea
de combate en toda su estension hasta la altura del
4. reducto peruano, situado en el centro de su
izquierda; i de este modo la batal~a que se habia
mantenido indecisa durante hora i media, entraba
ahora en su _segunda faz.
0

...

Una horamas, grita el a udante de la reserva que en diversos pasajes hemos citado.-Una hora mas, una hora decamos, i
hacia ya una hora que nuestros soldados disparaban sin cesar.
El ataque de los chilenos dirijase solamente sobre la derecha de nuestra lnea ocupada por la 1." division; i el punto a que
se concentraba sensiblemente P-ra la estrema derecha, precisamente la que habia sido reforzada el dia anterior.
Hacia dos horas, sin em bargo, que combatamos i la izquierda no daba seales de vida.

.Y

:v

1134-

El coronel Cceres dirijia su anteojo sobre las polvaredas


que pudieran indicar tropas en marcha. Refuerzo ninguno. Eran
mintras taut.o las cuatro de la tarde i el fuego continuaba con
gran vivacidad.

Dos horas de porfiada, sangrienta, horrenda lucha librada casi cuerpo a cuerpo, potrero de por
medio, i all los cercados tienen apnas la proporcion de un anfiteatro, duraba ya la batalla, i sta
estaba ganada en sus alas i en su centro, a ejemplo de la de Sao Juan, por los chilenos.
Mas que un combate, babia sido aquella sorpresa recproca un pujilato encarnizado i tenaz en
que el notorio individualismo del chileno debera
al fin triunfar.

XXI.
El jeneral en jefe, en efecto, recobrado de la
emocion natural de su sorpresa i de su violento
galope, porque su caballo de batalla herido en un
pi se carg a las riendas en el momento en que
casi a quema ropa recibiera la primera descarga
de los peruanos, dominaba ahora el' campo i la
accion jeneral al pi del molino que en la maana babia servido de vijia a los chilenos. El valeroso jeneral Maturana le acompaaba, i en mas
de una ocasion le hizo decir que all corria un
peligro inminente e innecesario, bastando l para
las medidas de detalle que el combate requeria a
su vanguardia.

- 1135-

Entretanto, la mas vi va preocupacion del jeneral en jefe no era la suerte de nuestra derecha i
de nuestro centro que l veia suficientemente cubiertos. Con su ojo certero de soldado, condicion
de guerra que nadie se atreveda a negar a aquel
caudillo que no solo no ha perdido una sola batalla sino que jamas ha hecho una falsa maniobra, meda el campo en toda su estencion i ii:e
daba cuenta de que solo siendo atacado vigorosamente por su izquierda podia perderse aquella
gran partida prematuramente comprometida.
Los peruano: tenan en esa direccion sus ce- rros artillados, sus fortalezas inaccesibles ele San
Bartolom i de San -Cristbal, minas de calibre,
once batallones ele ]a reserva i su caballera intacta compuesta de los Lanceros de Torata, fornidos
negros del norte, la escolta del dictador i lm; restos del rejimiento Rimac, unos seis mil hombres
en todo.
Pero por fortuna no se movieron, como debieron haberlo hecho i como parecia obvio lo habrian
ejecutado si la rnptura ele 'ros fuegos en su derecha hubiqse sido la seal ele una bien urdida
traicion, i no como en realidad fu una sorpresa
recproca de recproco aturdimiento.
Pero aquella inmo,~ ilidacl de plomo que ha hecho a los peruanos acusar de traicion a los jefes
de esa aJa Echenique i Tenaud, di lugar a que
contramarchando a la derecha la brigada Bar-

1106 -

bosa (en marcha ya hcia Miraflores i en el


camino de San Juan a Chorrillos) por rdenes
directas del jeneral Baquedano que le llev el
comandante Blnes, i haciendo largo i peligroso
rodeo al afanoso trote de sus rejimientos, llegase
en la oportunidad debida para sujetar su arranque
en ese rumbo. Con la misma sagacidad que inspir
al jeneral en jefe aquella medida, despach de.sde
el Barranco i por un camino de atravieso la brigada de montaa del mayor Gana que perteneca
a la division Lynch, hacindola custodiar por el
rejimiento de Artillera de marina i el batallon
Melipilla a traves de los campos i de los senderos. Con este refuerzo la brigada Bmbosa adquira la solidez debida i el costado derecho de los
chilenos se hacia completamente in vulnerable, como su ala izquierda sostenida por la escuadra.

XXII.
Colcase aqu por su rden natural uno de los
mas hermosos i mnos conocidos episodios de
aquella batalla de episodios: la carga de los Carabineros de Y llngai sobre la caballera peruana,
en los momentos en que el dictador en persona
hacia avanzar los lanceros de Torata i su propia
escolta por su izquierda, segun ntes vimos. El
comandante Blnes, colocado en lnea en las calles del Barranco junto con los Granaderos, reciba

1107 -

en efecto rden de ir a galope a rechaz ar el peligroso avance de la caball era por nuestr a derecha, i sal van do tapias i potrer os, estuvo en pocos
minut os en aptitu d de obrar.
Los jinete s enemi gos se haban hecho invisibles; pero luego pre~entsele el valien te coronel
don Grecro
rio Urrnti a, jefe ele estado mayor de
o
'
la l.a clivision que en todas partes prodig aba su
vida, i que auaba ba de ver a su hijo i ayuda nte
suyo caer envue lto en un nnbe de polvo levantad a por una bomba del San Bartol om.
I este jefe, que habia seguido con ansied ad el movimien to envolv ente de los peruan os, condu jo el
intrp ido rejimi ento chilen o a un campo despejado donde podia organi zarse i cargar . lVIas apnas habia destac ado el bLmrro Blne s una mitad
a cargo del tenien te don Anbal Godoi i dado la
voz de (Cargnenb> huyero n como en todas partes
los jinetes peruanos, a todo el correr de sus caballos. Sigui ronlos de cm ca los Oarabi neros, percHendo alguno s de sus soldados i resulta ndo herido el
alfrez Sotomayor, i con esta maniobra., la mas
oportu na tab'ez del comba te i cuyo honor cupo
al jenera l en jefe que la dispuso i a los jefes Urrntia i Blne s que la ejecut aron, b estrem a derech a
de los chilenos qued limpia de' enemioos alcruo
'
nos de los cuales habia.n osado llegar hasta olas
casas de San Juan donde tomar on prision eros tres
sirvien tes de ambul ancia.
HIST. D LA O. DE LIMA

143

1138-

Poco despues apareca por esa direccion la brigada Barbosa, i colocando sus doce piezas de
montaa el mayor Gana en una cuchilla que Pirola denomina el Cerro amarillo, comenz a caonear los batallones de Tenaud. Acab esto de
desmoralizarlos, i de tal modo que cuando el dictador intentaba mover alguna parte de aquella
fuerza para robustecer su centro, al llegar a la
confluencia del camino de Limn con Chorrillos
cuerpos enteros se fugaban hcia la ciudad. (1)
Eran en ese momento las cinco de la tarde i
la batalla de Miraflores ~staba ganada en toda la
lnea bajo su faz estratjica i militar.
Faltaba solo arr~jar al enemigo de sus atrincheramientos, i esto sera solo cuestion de msculo, de bayoneta i de reloj.

XXIII.
Con alguna anterioridad a la altura del combate
que hemos venido trazando solo en sus rasgos
mas salientes, el coronel Lagos habase apercibido que trabajado terriblemente el enemigo en su
flanco derecho por la artillera poderosa de la escuadra i la de tierra que tenia a su frente, comenzaba a debilitar gradualmente el brio estraordinario de su primera hora i juzg que era llegado
( 1)

Carta citada de Pirola a Tennud.

ll39-

el momento del asalto de las posiciones enemigas


en toda su lnea i especialmente en aquel costado.
EH asunto mas digno, mas conjenial i apropiado al estro del poeta libre i grandioso que al r.oolde helado en que el historiador vacia de ordinario
sus juicios i aun sus imjenes, la pintura de aquel
cuadro a la vez terrible i pintoresco en que se ve
un ~jrcito entero atravesar a pecho descubierto
una llanura de fuego contra bien parapetado e invisible enemigo hasta llegar a su propia guarida
i sacarlo de ella en la punta de sus armas i arrojarlo de parapeto en parapeto a su completa ruina
i su castigo.
XXLV.

El rejimiento Santiago, digno del nombre que


llevaba inscrito en su bandera, i que durante lo
mas recio de la pelea haba sido como la pieza. de
resistencia, eje real del ejrcito colocado en sn centro i jirando entre la victoria i la muerte en la trocha frrea de la via qne le cupo ocupar, fu el primero en lanzarse al asalto sahrando las altas paredes que lo habian al principio resguardado. El comandante Fuensalida, no obstante su corpulencia,
haba sido el primero en sal va.r con la. espada en
los dientes aquella barrera de la muerte, i en pos
de l, compaa tras compaa, la del valiente
capitan arribano don Orlos Gatica la primera

1140-

todo el rejimiento tendise en guerrilla en el


pedregoso llano. I como por la interposicion de
un muro lateral no oyese la voz de ce carguen h el
comandante del segundo batallon don Anacleto
Lagos, hermano del jeneral, trepse a la tapia
fronteriza, en que las balas remedaban el sil vid o
del viento i el ruido sordo del granizo, un mozo
de corta estatura que ese dia despert la admiracion de todo el ejrcito. Era el cirujano don Rodolfo Serrano, hermano del que sobre el puente
del Huscar habian dejado morir los peruanos
con inmisericordiosa indiferencia i del que el dia
ele la v'spera cayera a las puertas de Chorrillos
acometiendo la ciudad.
Pocas horas hacia que en hombros de soldados
i en los suyos haba llevado al ltimo a su sepultura en aquel pueblo. Sobre sus manes aun tibios
aquel oficial de raza haba hecho el juramento de
vengarlo. I para cumplirlo al romperse los fuegos,
i mintras el grito de ce !traicion! )) --cqtraicionb)
resonaba en las filas, aquel mancebo, que retirado
del cuerpo mdico serva ahora de ayudante al
coronel Lagos, haba ido de hilera en hilera recomendando a los soldados del Santiago (que a la
verdad no lo necesitaban) no dar cuartel, i as lo
cumplieron. Serrano perteneca a esa numerosa i
escojida. lejion de mdicos-soldados a quienes el
a.bsurdo o el fe:woritisn.1o vedaba el derecho de
curar a sus compaeros de armas, i forzados a

1141-

elejir entre el patriotismo i el ocio, tomaron una


espada para ayudarles a matar. (1)
Todo lo que se diga de la bravura de este oficial, esclama en efecto el comandante del rejimiento Santiago, que en el elojio es parco, hablando del hermano menor de los Serrano, ser
plido comparado con 1~ realidad. Su valenta
torn en locura i se disputaba ser el primero en
asaltar las trinoheras i animaba a la tropa i la
dirijia al lugar de mas peligro. ))

XXV.
Era est@ ltimo el puente desbaratado que hemos sealado en el centro del campo de batalla i
al cual, para estorbar el paso de los asaltantes, converjian todos los fuegos de las trincleras,--fusilera, caones i ametralladoras.-Fu animando a
su tropa en eRe desfiladero donde sera derribado
para no erguirse otra vez sobre su espada que llevaba levantada eu alto, el bravo e intelijente capitan Sil va del Canto, mozo de estudio que solia
ganar su vida en los tribunales de Santiago. I no
( 1) En este sentido fu eron dig nos de honrosa memoria por
sus servicios el doctor Martin ez Hamos ya citado, el capitan de
artillera Montanban, Emil io Moreno, bravo oficial del Concepcion que result herid o, los ciruj anos !barra del Buin, Llauss del 4.0 , P erez del Cocuimho, Jnlio Gutierrez i Julio Pinto
Agero, que pelearon como ay udan tes i Filomena Ximenez que
pereci como soldado en los altos de Chorrillos.

1142-

ljos de l, junto al canee, una bala atravesaba de


parte a parte el cr neo al subteniente Adolfo Lagos, deudo inmediato del comandante jeneral de
la division.
A su tnrno i ya. mui cerca de las trincheras, tres
proyectiles heran a.l comandante Fuensalida en
el pecho i en el brazo, que todava, despnes de un
ao, lleva en banda; pero dejando correr libremente su sangre aquel hombre tres veces herico,
no consinti siquiera en vendarse sino cuando
tarde de la noche le obligaron a sentarse en un
aposento de la estacion de Miraflores para hacerle salvadora cura.
Vesta el rejimiento Santiago, como el 3. el4.
i el Oaupolican pantalon rojo en aquel dia, i poda .
trazarse con la simple vista, ntes de la recojida
de los sepultureros, el itinerario de su obstinado,
invicto herosmo. El mismo Pirola que lo divisaba maniobrar en la hondonada, reunindose i dispersndose, al toque de la corneta, preguntaba a
cada instante a sus azorados ayudantes:-Quines son esos colorados? )) (1)
0

(1) Dato del comandante Jaimes.


El aguerrido Santiago era el que tenia mas bajas entre sus
oficiales. Ah estn para probarlo el comandante Fuensalida, los
capitanes Orlos Gati ca i Antonio Silva del Canto, el teniente
Manuel R. E!lcob:u i los subtenientes I.Juis Alberto Gonzalez
Francisco E. Rami1ez, Hil ari on Galab m n, Domingo Olarqueaga, Arn aldo Calderon, Csa r Leon Luco, J os M. Lucero, Desiderio Hnrt:vlo Solill, Belisario Lopez P. -(CAVIEDES)
El subteniente Csar Leon apuntado en la nmina anterior,

1143-

Eran los hijos de Santiago, que ese da tomal'Ian a los peruanos 30 caones i 12 ametralladoras.

XXVI.
No era mnos briosa. la acometida del Concepcion en su confin. All el cauce del barranco que
da nombre al lugar se hace invadeable cuando la
marea penetra por la arenosa playa; pero arrojndose en l con el agua a la cintura, los bravos de
Penco acostnm brados a sus caudalosos ros i precedidos por su jefe atravesaban la hondonada, de. salojaban a bayonetazos de unos hornos de cocer
teja que tenan a su frente al enemigo, i dejando
nobles vidas esparcidas en su itinerario, llegaban
a la meta con 106 bajas. Cay en la carga el juvenil alfrez Yusep que babia recorrido una buena parte del mundo, i al alza1: la cabeza para llamar a un corneta mat una bala al subteniente
Claro, nio de 15 aos que el dia de la vspera babia cambiado su jineta de sa1:jento por un galon
de honcr para morir. Casi mortalmente qued
tambien herido en el campo el capitan \Venceslao
Villar Eizaguirre, preceptor de escuela de Batuco,
mozo en quien el patl"otismo era convencimiento i
era un niiio de 14 aos, recibi dos heridas i despleg notable
bravura, como el alfrez del Coquimbo Alenk Escala, muchacho
de su mismo temple i edad.

1144-

el.~pundonor

gua, como en muchos de los que en


su condicion sirvieron en la guerra.-Teran en el
Santiago, Arroyo en ei Coquimbo, Vivanco en
los Granaderos, Elgueda, subjefe de la escue]a superior de Illapel, muerto bajo la bandera del Ohacabuco, i muchos otros.-Eterno honor sea tributado a estos magnnimos defensores de la patria
salidos de la cartilla que ensea i que reclime!Bastaran sus nombres para eniwblecer la. historia de esta guerra si los colejios i las escuelas de
la repblica no hubiesen enviado su mas rico continjente a las batallas.-El asilo de de;arnparados
de San Jos, ,de Santiago, tuvo por s solo once
representantes en los campos de batalla. (1)

(1) Nos hacemos un grato deber de citar ademas en la lista


de estos modestos servidores del pas a don Baldomero Rojas
preceptor de la escuela nm. 2 de Caldera, que sent plaza de
soldado; a don Emeterio Figueroa, preceptor de Caupo!icau; a
don Manuel Vargas, de Lontu ; a don Amador Mujica, de Le, b; a don Crlos Negrete Sota, de Caupolican, i a don Mximo
Urizar, de Valparaiso.
No ha sido por tanto dato antojadizo asegurar que Chile dehe
~na gran porci~n de sus victorias a la instrnccion de su pueblo;
1 en este sentido nos es altamente satisfactorio recordar el
nombre .de un simple soldado, que sin queret ascender de este
rango h1zo toda la campai1a en el Santi~too i fund en s~wnida
0
en Lima el peri6dico El Hrcules, public~cion de mucho interes que l llenaba por completo con exelentes artculos i aun
con versos. Su nombre e:3 Lorenzo 1\-Ionsalve i en la. misma.
condicion de soldado raso en que hizo la O'Uerr~ volvi a Chile
rehusando los galones de oficial que en varias ocasiones le
ofrecieron sus propios jefes.

ll -1 5-

XXVII.
'
La arrogancia con qne mai'ch6 al asalto el btallou Caupo1ican, que espaldeaba al Concepcion
(i a rnbo::; un batallon del 3. es de fama lejcn
daria desde que quien lo condujo en lo mas rei'i
do de la carga fn su segnn(~O jefe el mayor Darclignac, el bravo de los bravos)). En los primeros ruomentos, este hroe chileno an ':1. uvo en- las
filas ofreciendo el fuego ele su cigarro a sus jvenes oficiales para sentir los latidos de su pulso, i
formndoles en seguida en corrillo, djoles que
. si despues de la traicion que se atribuia c1l enemigo alguno de ellos perdonaba una sola vida,
les pedira satisfttecion no como jefe sino como
armgo.
El pundonoroso comandante don Jos M~ara
del Canto hahia hecho salir un momento hacia, i
en obedecimiento a una rden jeneral del comandante Bareel, la compai'a de guerrilla del Canpo1ican a las rdenes del valiente jven santiaguino don Enrique Bernales De Putron, i al saltar
la tapia que a todos prote.fa a] grito de Viva Chi-.
le!, redoblaba el entusiasmo de los que quedaban.
-El teniente de Bernales era eljven don Alfredo
Val des que all sucumbira gloriosamente. U no de
los hermanos capitanes Pereira 1\.::;torga que perteneca a aquel cuerpo, caa, tambien, pero envuel0

),

..

His 'l'. DE LA C, DE Lll\IA

1 ,14

lHG-

to en la bandera que con arrognncia suma conclucia nl frente de las filas.


Hecho todo esto, el impetuoso De:t rdignac, acompaado del valiente voluntario R afael Pe njcan,
hijo de un honrado mercader de Crcega, i de su
fiel asistente Arredondo, bravo muchacho del barrio del Ba.ron en Valparaiso que le llevaba el capalio por la brida. el hroe de L Et Venle avanz
i avanz hasta que una bala, despedaz ndole el
huso de ht pierna derecha, pmcl C~ole herida mottal a la que sucumbi di<ts mas tarde con estoicismo jncomparable. (1)
U no de sus compat1eros, el capitan santiaguino don Vicente Palacios, seguido de cerca del teniente Penjean, fu el primero en plantar d~11tro
del fuerte Alfonso U garte el pabellon de Chile, i
momentosdespues, entrando revueltos en el recinto
soldados del Concepcion, del Valcli 'ia. i del c ~mpo
lican, tom el mando de aquella reYuelta fnerza el
comandante Segncl a qnien cupo el honor de la
captura como a j efe. Seguanlo por diversos rum( 1) El as i!'tente ArreLlondo acom paii con la fid eJi,Jacl hnmiiJe d el perro a su j efe has ta que espir eu la casa de San J)s
en Valparai so el 2 o 3 de feurero. No~;o tr os le vim os en esa ocasiou escobillando por la ltima vez la tosca tnica de ~;o ldado
ele Da rdig ua c, cuyo cadver vijilab:1, i uos hizo notar IIIH1 pcr1om ciou en la !I,lau g a derecha de a q l1 Cila pi eza de ve:-> bdo que
ac usa ba nn n nueva herid a, <1~ la que Oa rJig nac nHuca ha ld .
Dist.i ug ni ro nsc taml1icn en este cnerpo los valieutes o-ficia les
Jua u de Dios J:lri cto i l~o b e rt o Pmd el qu e quedaruu heri tlo.; en
el avan ze soLrc la:> trin ch eras enewig ns.

1147-

bos de 1n llannra su segund o i tercer jefe Herminio Gonzale7. i Enriqu e Astorga. que all se mostraron verdad eros hroes .-Los capitan es del 3.
Fredes i NoYoa, mozos valentsimos, iban t~tmbien
en aquel peloton de hombre s arrojados, tocand o la
car,sa. un col'IJeta de tiernos aos qne cay muerto
a su lado. El Va.ldivia, valews amente conduc ido por sus dos jefes lVfartinez i Uodriguez, haba
venido sosteni endo aquella. fuerza. en su herica
carrera , disting uindo se como siempr e en la furiosa carga el captan rrroncoso de la 3." compa a; i no ljos de aquello s jefes, se habia adelan tado solo, o casi solo, el corone l Barcel, coman dante jeneral ele la brigada , para hacer poner a la escuadra la seal de parar los fuegos.
0

XXVI II.
Iba el impertJTito vetem.no por la mitad del
llano, i reconociendo en el camino real al capitan de artiller a Flores que se adelan taba en su
caballo blanco, gritle que se apartar a de aquel
sitio que la. muerte barra con una onda compacta de plomo <lerretido. Mns no se haba apagado la \' OZ de carii1osa adverte ncia en la. gargan ta del veteran o, cuando el mas noble adalid del
ejrcito, a la. par con Torreb lanca i Dardigrwc,
caia atraves ado por una bala en sn ancha sien.
Hemos visto su sombre ro de ca:m)a0a, estilo de

1148 __;

la. l ndia, i el ptoycctil homicida toc Rolo el Lor~


de .de la visera para matcar su fatal paso. A sn
tumo, el coronel Barcel, all corno en Tacna, era
derribado por una bala que le atraves de parte a
parte el cuello dejndole. sin embargo, inclume:
-un verdadero milagro, porque los que le recojieron exminc del sitio, creyeron que no sobrevivira. De las tres columnas del rejimiento Santiago,
solo el coronel Lagos q necl en pi en aquella,
es pan tosa breg<t, i as pudo socorrer aq nella noche a Sl4S dos amigos. Por la in timidarl i la firmeza de estos tres hombtes de guerra, un escritor
insigne ha llamado pintorescamente la batalla de
~lit:aflores.. dc.lt batalla de los tres compadreH .... >>

XXIX.
L.a voz de la victoria, que es la mjica electricidad de las batallas, comenz a correr desde esos
momentos desde nuestra izquierda, i devolva la
confian~a aun a los cuerpos mas fatigados por la
lucha, el plomo o el cansancio.
<'En u u gl'Upo del Oolclngua, dice uua rela.oion de la batalla,
babia coiDenzado a cebarse el desaliento.
Por mas que los respectivos oficiales animaban sin cesar a su
jente, dice el conesponsal Oaviedes, nadie qneritt ser el primero
en esponerse a las LaJas del enemigo, que disparaba desde solo
cinco o seis metros de distancia.
El capitan-nyudu.nte del Colc:haguu. don Adolfo Krn;s, que
iba al manclo ele! primet batallon, es t.aba ya ronco de animar a

_,

__

l
\

su consternada tropn, i al oir uno ue los soldados sus voces, se


atrevi a decirle:
-Vaya, ca.pitan! Por qu no va uste Ll adelante? Entnces
todos nosotros le seguiremos.
El capitan Krug acept el reto del solda:lo, i en cot~pa.iiI\
del capitan del mismo Colchagna don PP.dro A. Vivar, que llevaba en la mano una bandera chilena, salt intrpid<tmente las
tapias, arrastrando con su ejemplo a la entusiasmada. tropa.
El capitan Kmg llegaba ileso al otro lado de la tapia, a
pe1:1nr de que una bala enemiga le daba en medio del pecho;
pero por fortuna se embotaba el proyeetil en el poncho qne llevaba terciado, i esto lo libmha de una muerte segura. El capitnn Vivar, al contrario., era vctima all de su temerario nrroj0.
U na bah de Peabody, penetr:.ndole por la boca, iba a.. salid e
por el cerebro i le produca una muerte instantlnea.
Durante toda la batalla hahia dado el capitan Vivar las mas
elocuentes pruebas de valor i de serenidad. Su muerte, ljos de
desalentar a la tropa, le di nimos i escit sus deseos de vengar la sangre de aquel valeroso oficial que con la espada en una
mano i la bandera chilena en la otra habia avanzado a una
muerte casi segura para sealar a sus soldados el peligroso
puesto a q ne lo~ llamaba su deber'.
To:io >, con el c ~lpibn Krug a la cabeza, asaltaron como un
uyv las tapias del frente, haciendo e~ pantosa. camiceda en el
atrincherado enemigo, que ni aun tuvo tiempo para poner pis
en polvorosa.
>>Eutr~ los oficiales del T.tlca que ~e enconttaban en el gruro
guiado al asalto por los ca pi ta.nes Vivar i Krng del Colcha.gua,
era heri1lo el capitan don Eneas Fernandez Let elier. El pruyecti l enemigo, penetrndole por el cuello, iba a. salir! e por la espalda, i le causaba por lo tanto una herida de snma graved:id,
El capitan Fernandez haba ma:chado hasta entnces a la cabeza de su tropa, alentndola con sus palabras i su ejemplo, i
ahora caa al att:tvesar el angosto callej on qne separab:~. los dos
campos contrarios.

,.

l lO-

XXX.
Hablando a Stl ve:r. (le las sangrient~s peripecias i ann las vacilaciones casi in vencibles de sn
pmpio cuerpo en aquella revuelta. j()ma<la., el comandante Dubl Almcida refi~re que en el ngulo de dos tapias en que el Atac<t.ma se habia
taimado en llll avance, cayeron sus mas nobles
oficiales Rarnirez, Zorraindo i el bravo, sufrido i
memorable coronel lVfartinez, jefe de la brigada
i el EpaJllinond as de estas batallas jemelas de
Chile.
El co'ronellVIartinez habia llegado adelante de
::;m: soldados i se h<t.bia adelantado a reconocer las
posiciones enemigas con el impasible i silencioso
vlJ_oi que le era pecnliat, hasta unas tapias desqu tenia a. su f'tente. Apese all del
mo.n!:ll~l~~
..... ..... ..
caballo, mir un trecho con su ante~jo i volvi a
subit a la silla. pa.n1. encaminar su brigada, elespues (le sostener un corto altercado do jerarqua
con el jefe ele estado mayot ele la tctceta clivision, Gorostiaga, que all se le present mostrndole el camino. Sigui entnces el rudo vcterano. su camino, siempre taciturno, i al apearse por la segunda vez ele su caballo, una bala le atmves el vi~ntre.-Su tristeza babia sido tan notoria como su bravura. i desde la junht
de Chorrillos la profunda melancola de su rostro

VISTA DE L I MA

Imp. Cmvnntos , Pncnto l!i-D,

'

1151 -

atezado i rigoroso hauia impresionado a todos sus


compaii.eros. Em. tal vez la memoria de sus sacrificados hijos la que as atormentaba su alma estoica?-El coronel Martinez, dice en sn diario de
campaa el jefe de estado mayor de la tercera division: hablando de los precisos momentos que
precedie)'(ln a sn cada, se mostr mui sereno, pero
not en l cierta tristeza que no estaba en armona con su modo de siempre. lVIis ayudantes me
observaron igual cosa.))
. Sucumba tambien hericamente en aquel paraje, que pareca el apostadero de la muerte, el
capitan del Aconcagua don Augusto Northenflicht
que se haba precipitado con un puado de valerosos soldados de su cuerpo hcia los ltimos
atrincheramieiltos del enemigo i mintras una
bala le atravesaba la. frente al saltar una tapia. (1)
(1) Segun el coronel Din.z Muoz, comanclante dti!l Aconcagua, el ayudante Northenflicht fu muerto al avanzar con seis
soldados reznga.dos desde el Barranco, en un potrero abierto;
pero h aqu lo que sobte su fin refiere el comandallte Gorostiaga:
El capitanA. NortheQ.{iicht, del Aconcagua., lleg tnmhien en
comision al monton de escol)Jbros, i despnes de darle un trago
de pisco de una botella que tmia mi ayudante Carreiw, le dije:
Vaya, capitan, a incorporarse a su cuerpo, fif)U no puede estar
usted, i se fu al frente. Al poco rato supe lo habian muerto de
un balazo en la frente.
Del comandante del Aconcagua dice el mismo jefe lo siguiente.
El comandante Diaz Muoz estaba enfermo desde el dia an
terior, i yo creia que l no vendtia con el cuerpo, i al vel'lo liegar moutmlo en su macho colorado a la caLeza de su rejimiento
lcJ felicit, dicindole: -die alegro hayas \'o;lido con tu cuerpo

1152 --

el denodado segundo jefe del A taca ma Rafael Zorraindo recibia en la boca. nna bala qne le quitaba. instantneamente la vida, i el ca.pitan ayudante Marconi caia bandeado de su caballo junto
a sn jefe, despues de cumplir sus ltimas rdenes.
Cuan do volva de cumplir sn cometido, dice de l el comandante J?nbl Alm eida en su diario de campaa ya citado, i en
el. momento que algo iba a decirme, nm~ bala le atraves el pecho entrndole por debajo de la tetilla derecha i saliendo por la
espaldn.. g1 ayudante se inclin sobre su caballo i en segiilla.
cay a ht izquienla, quedndote enredadas las piel'l1as eu nnas
correas que tenia delante de la. montum.
Baj de mi caballo para sac.ulo de e.;a posicion i como no
tenia fuerzas pum levantarlo solicit la ayuJ ,t del coronel U ri'ioJa, que hacia algunos momentos nos acompa1iaba. Entre los dos
colocamos al n.yudn.nte en tierra. ste me conoci i me uijo:
-Sig<l su c:unino, seor, mi herida es mortal; qne me coloquen
donde no me d otra bala.
>>En seguida me entteg un lujoso pnfn.l para que cuando
viera a don Guillermo M atta se lo devolviera. Esta arma haba
sido obsequio de este f'Cor. Marconi fu colocado dettas lle una
tapia i me desped de l. ( 1)

i aunque hubieras estado mas enfermo, has be::ho bien de venir.>)


El me conte~t :- ((Qu quieres, pueH, mi jefe! Aqu Yengn, yo en
estos casos uo me quedo jamas en cama.>>

(1) El capitan Marconi, soldado de los Loros en 185(), fnndador del diario El Atacama i eu 1874 secretario de la Municipalidad de Copiap, sobrevivi a su grave herida, i de l deca el
Heraldo uel 2::S de enero, escribiendo su oracion fnebre, estas
palabras:
Ocultaba. Elias Murconi bajo de una corteza dura, spera,
gria, uu c01azon nobl e, jeneroso i filantrpico. Hombre honrado, jamns trausijia con lo que l crea el mal. E spritu perseveran te, j a mas Jesnwyaba en la::; tareas del bien. Carcter leal,

...

]!5J-

Vuelto a la lnea de batalht, v que la situacion era difcil.


Sostenan el fuego mu pocos de nuestros hombres. Casi todos
se haban ido a retaguardia, detras de las tapias, donde permanecan sentados e indiferentes a todo.
>>Anduve como doscientos metros a la derecha i encontr al
comandante Canto, del 2. 0 de lnea, que revlver en mano contenia en la lnea de combate a los pocos que le quedaban.
Le babia sucedido, mas o mnos, lo que a m. Le pregunt
qu rdenes t~nia, i me contest: Ninguna; me bato como rue

,.
)

eRtuvo siempre dispuesto a sacrificarse por qnienes le haban


prestado algnn servicio, i cuando cay herido en los campos de
Mirafl.ores, su ltimo recnerdo fu para el amigo ausente, para
el distinguido patriota, para Guillermo Matta, que le hal.Jia dado un puesto en las filas de los vengadores de la honra nacional.
-Llevad este cuchillo, dijo ya moribundo al comandante
Dubl ; llevadlo al Intendente de Atacama, i decidle pue he
muerto en defensa de la patria.
l e!;pir en medio de los cantos de la victoria.
Fu tambieu herido en aquel ngulo fatal el capitan del
Atacama Puelma, mozo santiagnino de un valor a toda prueba, que haba servido en la polica de Copiap, i el denodado capitan Ramirl:lz, el mismo que ejecutara tan se ala<la hazaa en el ascenso del Mono Solar. Creyendo que iba a morir, lo
que estuvo a punto de suceder durante seis meses de rdna curacion, este nobilsimo soldado escriba a su tio don Santiago
Toro, conoeido minero de Atacama, la siguien te carta que public un diario de aquella provincia i que insertamos aqu corno
modelo de jeneroso patriotismo.
Ambulancia de Chorrillos.- -Enero 17 de 1881.-Seilor Santiago Toro. -Copiap.-M:ui seor mio i tio:
j Viva Chile! Ya su glorioso tricolor flamea en Lima. La
Amrica tiene que admirar el v:1lor de su ejrcito en estos dos
ltimos combates, Chorrillos i Mirafl.ores. Nada h11 resistido a
nuestros soldados, ni la superioriJad numrica ni las fuertes
posiciones del enemigo.
Yo tuve la mala suerte de ser herido en el ltimo combate.
Mi herida es gra.ve: tienen que arnputarme el brazo izquierdo i
no me hago ilusiones.
Siento perder la gloria de haber muerto en el campo de batalla i tener que ir a ella por un camino de rodeos, t'.qu hacer,
HIST. DE LA C. DE LIMA.
145

-1154parece mejor. I esto mismo haban hecho casi todos los jefes
de cuerpo. Ob ~ ervndole la presencia de cauallera a nuestra derech a, me dijo que era la nuestra (era Blnes despues de su
brillante carga).
Al mismo tiempo noto que rejimientos nuestros andan a
gran distancia a nuestra retaguardia i derecha (era Barbosa),
i comprendo que nuestra situacion es solo mala en la apariencia: pero cmo hacerla comprender a nuestros soldados? Convinimos con Canto en que los cornetas tocasen dianas, i nosotros corriendo a caballo con nuestros kepis levantados gritamos:
-Hemos triunfado: el enemigo en derrota.
A estas voces, repetidas hasta enronquecer, salieron de detras de las tapias mas de dos mil hombres de distintos cuerpos
gritando Viva Chile! Aprovechamos este momento de entusiasmo de las tropas i avanzamos sobre la lnea enemiga seguidos
al trote por nuestros soldados. Viendo es te buen resultado, nos
juntamos con el comandante Canto i nos dimos un abrazo de
satisfaccion. Creamos que el dia era nu~stro; pero no sabiamos
absolutamente lo que pasaba en otros puntos de la lnea.

XXXI.
Era aquella la hora maR terrfica de la batalla,
'
porque era su agoma.
pues? Francamente lo que me arredra es el dolor fsico, moralmente estoi mui bien, tengo la conciencia del deber cumplido.
Ahora lo felicito por la conducta de Guillermo: fu ~ uno de
los primeros que con un puado de soldados atac la trinchera
enemiga; ha sido un valiente a toda prueba.
::3i no lo veo mas, seor, creo que mis ltimos recuerdos ser n para Ud. i mis hermanas Carlota i Rosa.
Un abrazo a toda la familia. Su sobrino- Gregorio Ramirez.
Entre los bravos oficiales del Atacama, era herido tambien el
capitan Lopez, dignsimo oficial de orijen arjentino, i el subteniente Rauch, hijo de Vallenar.

1155-

En estos momentos, esclama uno de los jefes que en aqueHa parte i ala de la batalla andaba, el fuego es vi vi:limo
la artillera e infantera atruenan los aires. Yo i mis ayudantes estamos bajo una bveda de fierro i plomo en movimiento; nuestra artillera a retaguardia hace un fuego mu sostenido de caon; nuestra escuadra manda bombas en todas diret:Jciones; notamod fuegos de iufu.ntera por nuestra espalda de
nuestros grupos de tropas perdidos en los potrerillos; estn tirando muchos al vnelo; mucha jente est cayendo por nuestros
mismos tiros; qn diablos! l11 leona es espantosa; parece que
hasta el cielo est disparando armas de fuego; granadas enemigas con espoletas de tiempo revientan sobre nuestras cabezas,
pero a una altura mui grande; el efecto es precioso: parecen voladores de luces que se pierden en el cielo i despues revientan;
mis ayudantes estn mui contentos observando esta fiesta de
los diablos.

Batanse todos los cuerpos del centro i de la


izquierda chilena con el furor, casi con la angustia de la de.sesperacion, i todos hacan titnicos
esfuerzos por decidir la tremenda i ya prolongada
brega.
Rabia perdido el rejimiento Chacabuco, que
peleaba no l~jos del Atacama, la mayor parte de
sus oficiales en Chorrillos, pero pudo ofrecer todava un tierno i doloroso holocausto a su bandera. El subteniente Enrique Prenafeta, nieto de
un soldado catalan de Maipo, nio de un raro
valor, era derribado de espaldas al asaltar una
trinchera i moria en seguida a bordo .de uno de
los sepulcros flotanteS)) que se llamaron trasportes de heridos, con una enerjia estraordinaria pa-

1156-

ra sus aos. Era mozo de grande alma, i habiendo


sido cadete i en seguida bachiller a los 18 aos,
escribia a su padre en esa poca estas palabras
que eran su divisa. <<Necesito, seor, trabajar para llegar al grado mas alto a que puede llegar ~n
hombre.)) (1)
Pobre nio! La gloria le arrebataba en sus brazos en el primer ensayo de su arrogante i jenerosa
ambicion!

XXXII.
En cuanto al valeroso rejimiento Ooquimbo
que en aquella ala decidia la batalla, i que ya
habia visto caer sucesivamente a sus tres primeros jefes i que mandaba ahora el valentsimo cuanto modesto ca pitan don Artemon Arellano, antiguo
comandante de polica de Me1ipilla, se lanz a consumar la 'o bra que se le habia encomendado i lo
logr de una manera verdaderamente esplndida.
El Coquimbo avanz iracundo. La falta de resistencia enconaba mas i mas su nimo, i ahora senta a la vez ira i desprecio contra aquel cobarde enemigo que fundaba su osada, n en
la voluntad i el valor de sns soldados, sin esclnsivameute en
las inmensas dificultades naturales i artificiales de las trincheras que lo cobijaban.
El rejimiento chileno, saltando las tapias, atravesando . a
( 1) Carta del subteniente Prenafeta a su padre don Aniceto Preuafeta, 1877.

1157

carrera ]a angosta est.ension de los potreros, fusilando a los po.


cos que alcanzaba a cortar, pronto lleg a la linde meridional
la zona pedregosa a cuyo largo se hallaban estendidas las
tropas de la primera division, i sin detenerse continu embravecido su irresistible marcha, mintras los peruanos se acojian
E.uevamente tras las tapias del frente, detenidos por los cuerpos
que se hallaban all acantonados.
El hbil movimiento de flanqueo de parte. de los peruanos
estaba ya completamente desbaratado. El Coquimbo, que en
pocos momentos haba rechazado i puesto en fuga los numerosos cuerpos peruanos que marchaban a la cabeza del avance,
daba brillante trmino a su importantsima tarea i adelantaba
ahora, en compaa de toda nuestra lnea de batana, a atacar
al enemigo en sus propios formidables reductos, tapias, trincheras i fortalezas. (1)

de

XXXIII.
Faltaba todava al Ooqnimbo, o mas bien, como
lo espresa honradamente en su parte oficial el co(1) 0AVIEDEs.-Relacion citada.-El comandante del Coquimbo, el pundonoroso jven don Marcial Pinto Agero, que
habia comenzado la cam paa como simple capitan de estado
mayor, ascendiendo a teniente coronel de ej rcito solo en fu erza
de su mrito, recibi una g rave herida en un brazo i su segundo
el mayor Luis Larrain Alcalde, mozo de fig ura bellsima i de
apuesto corazon, una bala en la cara. Dotado de una gran fuerza de espritu, este interesan t e i desventurado oficial se diriji
a pi a la am bulancia de Chorrill os i all se le dij o que su herida
era leve, pero co nducido a Chil e, espir6 el mismo da de su llegada a Valparaiso en brazos de sus afl.ijidos padres.
Pereci tambien all, a causa de un a bala recibida en el vientre, el valiente capitan do n Marceli no Trib rren, un patriota de
corazon, natural de E lqu i, i el j ven t eni en te don Rafael Varela,
a qui en sus amigos de la Serena le haba n hecho profeca de sn
fin dendole:-No vayas a la guerra. Acurdate que los VareJas no pasan de tenientes,!> i en efecto en ese 'g rado haba
muerto otro V arela en Tacna.

1158 --

ronel Lynch, a todos los pelotones de los diversos


cuerpos que se haban agrupado bajo su bandera,
su ltima hazaa i su postrer asalto para consumar por completo tan sealada victoria en la estrema derecha de la estensa i quebrantada lnea
de batalla de los chilenos. Fu aquella el asalto
verdaderamente herico del reducto de la Merced,
defendido con obstinacion por los pernanos, que
all, a ejemplo de Arica, tenan por auxiliar formidable mina subterrnea que estall con horrsono
estrpito. El hroe de aquel episodio de la batalla fu un jven subteniente, natural de Oombarbal, de cuyo cabildo era rejidor i se llamaba Jos Rafael Salinas. Herido en la cabeza, empapado
de sangre i montado en caballo oscuro como la
plvora que el mismo habia quitado al enemigo,
acaudill por tres veces a los que queran seguirle hasta la fatal loma minada, verdadera fortaleza
defendida por gruesos caones sobre cuyas cureas se precipitaban aquellos hombres posedos de
indmito i delirante entusiasmo.
Fu muerto tambien all el subteniente del Ooquimbo don Daniel Mascareo, escribiente de oficina en la Serena, pero dotado de tan vehemente
enerja que en Ohorl'illos perecieron no mnos de
30 peruanos acorralados por l en una casa i a los
cuales no quiso dar cuartel. Distinguironse asimismo en ose asalto los capitanes Machuca, profesor del liceo de la Serena, Rahausen, el mismo

1159-

intrpido Cazador del Desierto que entr el primero al fuerte de rracna, i los subtenientes Arroyo, preceptor de escuela, i don Pedro J nan Cova- .
rrbias, natural de Coinco, minero en Caracoles,
ensayor eu Hu~nchaca, guerrillero en Calama que
babia entrado a su cuerpo de sarjento i que herido en Chorrillos tuvo fuerzas para batirse con los
suyos hasta el postrer momento. Entre los que
volaron en el aire al estallar la mina, contse a un
subteniente del Atacama llamado Juan Luis Rojas, que su comandante quiso enviar a una ambulancia a fin de curarlo pero no sin su protesta
porque l solo quera entrar a Lima aunque fuese
amarrado en un burrO>)! (1)
(1) Diario del comandante Dubl Almeida.
He aqu la animada ma11era como este jefe refiere estas ltimas escenas del combate en la derecha:
En este avance, el cabo del Atacama Raruon J nlio Villanueva mata a un abanderado enemigo, toma el estandarte i se lo
entrega al teniente del mismo Labb Tagle, natural de Curic.
El comandante Canto se detiene en el fuerte a reunir su rejimiento.
Contino con soldados del Atacama i de distintos cuerpos.
En cada pequea altura veo que nos sigue en dispersion un inmenso nmero de soldados. Al llegar a un callejon encuentro
al comandante Arstides Martinez que se ha detenido cerca i al
fi~ nco derecho del ltimo fuerte de la izquierda de la lnea enemiga, tratando de contener a nuestra tropa que avanza i avanza. Arstides me hace notar el peligro que corre esa jente llegando a Lima o sus alrededores, i me pide le ayude a contenerla.
N os dedicamos a esta difcil pero necesaria operacion, i detenamos a los soldados que all llegaban. En poco tiempo se reunieron all como dos mil hombres. El fuerte de San Bartolom
principi entnces a hacernos fuego, pero sus proyectiles pasa-

llou -

El capitan Arellano, como jefe de aquella tropa, cubrise all de imperecedera gloria, i un reflejo de sta cupo al mayor Daniel Cuervo, ay\ldante del ministro 1 de la guerra, i al comandante
Gorostiaga que all se hallaron en el momento
crtico del porfiado i sangriento encuentro.

han sobre nuestras cabezas e iban a reventar a nuestra retaguardia sin causarnos dao alguno.
Desde all pudimos ver el asalto que nn puaqo de nuestros
soldados daban al ltimo fuerte de la izquierda que todava
defendan los peruanos. Como unos cien soldados suban por
sus flancos dirijidos al parecer por un oficial a caballo (era Salinas) a quien, con el comandante Martinez, aplaudamos desde
el punto en que nos encontrbamos.
Dos vece'l los asaltantes fneron rechazados del fuerte, pero
a un tercer esfnerzo los nuestros dominaban el fnerte i se les oia
el grito de Viva Chile! haciendo a la vez flamear banderas chilenas soldados parados sobre los caones enemigos. Nosotros no
pudimos sino aplaudirlos desde el lugar donde nos hallbamos
i salndar a los bravos en union de los soldados que nos rodeaban i que ansiosos observaban aquel asalto. Pero repentinamente sentimos una fuerte i espantosa esplosion, la atmsfera se
cubri de polvo i la tierra se estremeci como sacudida por un
fuerte tero blor.
La fortaleza peruana habia volado por medio de traidora
mina. Un silencio sepulcral se sigui. Los soldados que nos rodeaban espantados miraban hcia el lugar de la esplosion, i nadie murmur una palabra.
Ese silencio era la plegaria que todos dirijian por los bravos
que all haban perecido.
Distinguironse en el asalto de la Calera de la Merced, aclemas de Arellano, Rahausen, Rojas Mascareo i el herico Salinas,
los capitanes Garai i Joft del Coquimbo i el subteniente Arroyo, preceptor de la Serena. Jofr fu el primero en clavar la
bandera chilena en el reducto i Anoyo acompa a la tropa en
todas sus acometidas hasta apoderarse de la posicion.

11 61 -

XXXIV.

,.

Diversa pero de igual manera arrojada era la


maniobra que p~u ia fi n a h ha talla en el estremo
opuesto de la. estensa lnea defoncliclct ya ap nas
por el desdichado coroll el C.ceres, abandonado,
como I glesias, a s u sne rte po r el dictador. -cc H a.ca mas de tres homs q ue combatamos, exclnma un ayudante del ala derecha pel'lla na, la ln ea
de fnego no se este ndia sino desde el reducto n mero 4, i sin e mba rgo no r ecibamos ningu~~ re f uerzo!
)) Cceres, desesperado, decia confide ncialment e
en un grupo: ce No tene mos ya mnni cioncR, es tarnos perdidos )) .
Reuniendo entonces el coronel L agos t odos los
destacamentos ai s l a~l os que, con forrne a la i nco rrcjible costumbre del chile no, peleaban e n todo el
mbito en que se esc uchaban las dianas de la vic torin., ma rch adeln te con cere;t ele t res mil honlbres qne confi al mando inmedi ato el e los co :n:wdantes Fuensalida i Gntierrez del 3. cuyo cue rpo,
all como en Chorrillos, habia estado fr accionn.tlo
por compaas batindose en cinco o seis pan\j eH
diferentes. I entre roncos gritos de en t usiasmo, a
manera de hirviente alud human o dcsbo rcl acl o,
aquella llla.sa de combatie ntes qn c sobre vivan a
la matanza ele diez rejimientos, sal\rando las tri a -

,j

!!_

HIST. DE LA <.!. DE U llfA.

14G

--

1162 -

cheras ab,mdonadas y<t por los peruanos se precipit a posesionarse de la estacion i pueblo de lVIiraflores, 1lave estrat~jica de la derrota, porque lamayor parte de los fujiti vos se salvaba por los rieles.
Rabian olvidado los ltimos en sn pnico llevarse un con'ioi de carros cargados con vveres i
mnniciones que aguardaba en lct estacion; pero re~
solvieron rescatarlo, i en sus ltimos apuros dcspaeharon una mquina blindada con tres o cuatro
carros blindados i repletos de fnsileros.- c(Vienen
a llevarse el tren de vveres! ... )) esclaman los hambrientos soldados de Lagos, i apartndose a mbos
lados de la va en dos filas los aguardan, comandados toda va por Fuensalid<:t i el mayor CaRtillo
del Santiago.
Acercse entnces impvidamente el tren
de guerra a la estacion haciendo nutridsimo
fuego de rifle i de caon; pero los cansado'J chilenos que no solo disputaban ahora la gloria sino su
pan, los atacaron con tal clera i pujanza que la
mquina a su turno tom el camino de Lima
llevando su convoi repleto de muertos i de heridos. Oanse claros los alaridos ele los ltimos cuando el fnebre tien de la derrota con la mquina
a.cribi1lada, daba, contravapor i se alejaba. (1)

..

(1) El avance de esta mqu:ua produjo un nuevo pnico femenino en el campo chileno, como el que ocurriera al principio
de la batalla, porqne aquellab merodeadoras que obran solo por
impresiones i por gritos, corrieron otrtt vez a retaguardia gri-

1163-

XXXV.
Eran_las cinco i media de la tarde, i despues de
tres horas de ruda, incesante, herica lid sostenida casi cuerpo a cuerpo, la batalla de lVIiraflores
estaba terminada. I como para confirm~rlo, un arco iris luminoso se ostentaba en ese momento
cual si fuera una colosal bandera tricolor suspendida entre los Andes i el cielo.
La derrota de los peruanos habi<t comenzado a
-pronunciars e en su derecha desde que, a eso ele
las tres i media ele la tarde, los certeros disparos
de la escuadra no solo apagaron los fu egos ele caon del reducto Alfonso U ga.rte sino que dcsmontaron sus dos piezas Rodman; i en el centro, ntes
que en sn izquierda, cerca de las cinco, a virtud
del implacable avance del Santiago i del Concepcion, del Val di via i -del Canpolican.
De sbito notamos, dice uno de los ay ncla.ntes de la reserva
pernana que se bata en esa p<t rte de ht lnea junto al reducto

t an do derrota! Fu necesario que la brigada Gana se adelantase desde Chorrillos con el Buin i el Chillan para cub rir la lnea
frre a, Hi bien no hubo necesidaJ ele hacer un solo disparo. En
realidad, ademas de la fuerza de B arbo~sa. envi<tcltt contra la izquierda peruana, ha\.Jia a esas hora.s formath frente a Chorri ll os
una segunda ln ea de batalla con la base de la brigada Gana, que
en M:intfl.ores no dispar un fu silazo, el batallon Blues, la artillera de Wood, env iada a primera hora a retaguardia, i la caballera de Granaderos i Cazadores, en todo unos cuatro mil hombres de las tres armas, sin contar la escuadra.

1164-

nm. 2, que la ti-opa de l nea rn e estaba a nuestra izquierda,


en lugar tl e di spara.t en el mi smo sentido que nosotros sobre el
enem igo que se e:; tentl ia, pot delan te, hacia fuego por el lad o
cont rario. El co mandante jene ral lo uot t;tm bien. E st1\m os
fl anqueados, nos decamos, i este es el momento decisivo. No bien
hab ia hecho es tas rp idas refl exiones, cuando se produjo en las
tropas cierto movim iento ; alg un os baj a ron las g radas de la banqu eta como para ir a ej ec utar la rdeu de res tablecer los fuegos
de la izquierd a.
El coronel Ri beiro que ponia el pi en el es tribo en ese mom ento, se volvi i mand a reforzar la izquierda. No bien acababa de prouun ciRr estas palab ra s cua ndo se abalanzaron alg:.tnos soldados al lugar desig nado; sus compaeros, que no conocan la rden de move r>Je, los imitaron, pero en masa ; prodjose entnces una in esp licab le confusion: hnuo un destden jeneral i en mnos de un m innt.o, sin c.splicrnoslo i co mo por efect0
de un golpe mjico, se p rec ip itaron esos solrln.dos hcia a fuera
del reducto ......
.. .... La sbita, intel'ru peion de los fu egos del nm. 2, daba
al ag reso r mas valor i audtc ia. H aba pene tmtlo ya en nuestra
lnea, nuestros soldados caian por centena te3 ea la retirada. El
enemigo hacia un fu ego infern al i el nmero de cadve res se aumentaba a cada paso.
En los reductos ha ba perecido much n. j ente . Pero al salir da
ell os, sea que fuese n a tropell ados por los caballos, sea q ne se
agua, sea qne t n\' e
enco ntrase n co n los aceq uiones lle nos
ran qu e saltar tapia.~, i q~1 e todos es tos obs tculos cl emn ti empo al enemigo para hace r certeros disparos, lo c ~e r to es que
hubo una espantosa cn.m ic3ra, i q ne n.l da sig uiente una. masa
confusa de cadveres se11a laba el sit io de tan sang rienta via

de

c1ucis.
De sbito se dej 0ir el g rito: cqah viene la cn.ball era chilena! i vimos en efecto a lo lj os una inmensa polvareda. E sa
fu erza de caballer, a no duda d o, se des plegaba en g uerrill as
como para recojer prisioneros, pero pronto reconocimos que era
la nues tra.

-1165Mintras todo esto se pasaba, el tiroteo continuaba debilsimo del lado del mar. Los fuertes de San Bartolom, del Pino i
fa Calera de la Merced disparaban tambien de tierr.po en tiempo. Pero mas tarde los chilenos establecieron una batera en los
cerros i de all caonearon casi perpendicularmente a este t.lt.
mo reducto.
El camino real i los potreros estaban cubiertos de dispersos
que se retiraban en medio de las bombas i las halas.
Por segunda vez presenciamos las escenas que para reorganizar el ejrcito tuvieron lugar en Miraflores. La caballera trataba de contener a los dispersos i les hacia tiros; stos contestaban tambien i al travs de zanjas, tapias i potreros, huan en
pequeos grupos.
Nos reunimos en Snrquillo. De cinco ayudantes uno haba
salido herido, Flavio Castaeda; dos haban sacado heridos sus
caballos; de cinco ordenanzas, cuatro estaban heridos. Los fuertes disparaban con cortos intervalos.
La batalla habia terminado. U u arco ris desplegbase majestuosamente en el cielo! Oh sarcasmo del destino! ( 1).

XXXV l.
Quedaba solo por consumar la persecucion i la
matanza, i sta fu tttn rpid<t como es pan tosa.
Era casi imposible contener a los soldados i el
cansancio mas que las rdenes des)bedecidas de
los jefes contuvo a muchos casi en los suburbios
de Lima.
Fn horrorosa la carnicera que hicieron los chilenos durante
la persecusion, dice uno de los suyos. Las cercanas de los fuer-

(1) Lo que yo v.-Relacion citada.

11t36 -

tes, las tapias que los respaldaban, los potreros i hu ertos, los
caminos i los callejones, todo quedaba sembrado con los cadveres de los fujiti vos. Por los callejones que hcia el lado de
Tebes se dirij en a Lima i por el camino de este nombre, habia
a trechos verdaderas natas de cuerpos humanos. G ran parte de
ellos eran de pobres se rranos calzados con oj otas, pe1tenecientes
a los batallones recien llegados a Lima de distintos puntos del
interior.
Aquel rosario de cadveres llegaba mas all de la hacienda
de San Borja, hasta tres o cuatro cuadras de Lima por el lado
de Barbones. Entre ellos haban muchos cuerpos de los caballos
en que haban montado algunos jefes i ofici ales para escapar con
mas Jijereza de las certeras balas, pero que de e:,e modo lograron solo llamar sobre si la atencion de sus perseguidores. Fu
aquella una verdadera cacera, una corrida de huanacos humanos.

Las minas i las voces de traicion jeneralizadas


en toda la. lnea habian desbordado todos los lmites del encono, i hubo oficial chileno que habia
perdido en las campaas dos hermanos, i que encontrando refujiados en nna casrt del camino hcia
Lima hasta treinta peruanos, los hizo fusilar sin
compasion en los stanos en que se habian metido.
Entre los que mas se avanzaron hcia Lima
fueron notorios el teniente Serrano, el 'raliente
mayor de Navales, don Loredano Fuensalida i el
capitan de este mismo cuerpo E las Beitia, oficial
de primer rden que fu ele capitan a la guerra.
i de ca pitan volvi a su sosegado puesto en uno
ele los bancos de Valparaiso.

1167-

En el postrer momento los Carabineros de Yungai dieron tambien un galope por los potreros,
simple paseo de la tarde que un lpiz complaciente ha denominado cc carga de MirafloreS )), i en seguida las tres di visiones durmieron, como los franceses en Maren go, sobre el campo de batalla. La
brigada Barbosa en la chacra ele Monte-Rico, la
divisionLynch en la pampa histrica de la Palma
i la fati gada di vision Lagos en torno a la estacion
de Miraflores, cuyo pueblo, situado algunas cuadras
al oriente, ardi aquella noche como habia ardido
el Barranco en la noche del 14.

XXXVII.
Con escepcion del combate de rrarapac en
qne perecieron dos tercios de los qne a11 pelearon bajo la bandera de Chile, la batalla de Miraflores fu la mas sangrienta, encarnizada, i tenaz
de nuestros anales. Cayeron all, conforme a los
estados oficiales 2,124 chilenos, siendo de stos
149 jefes i oficiales; i si bien estas cifras acusan
una disrninucion ele 1,186 vctimas sobre las hecatombres de S<:tn Juan i de Chorrillos, es preciso
no olvidar que esas fueron dos batallas separadas
i que en ellas tomaron parte, mas o mnos, todos
los cuerpos del ejrcito.
En las batallas del13 tuvo el ltimo 3,310 bajas, contando con la matanza postrer<:t i fratricida

1168-

de Chorrillos, sobre un total de 23,000 combatientes; pero en Mira:Bores lucharon apnas 10,000 chilenos contra igual o mayor nmero de peruanos, al
paso que en las lneas de San Juan luch desesperadamente el esfuerzo de cerca de 50 mi.l combatientes.
No debe olvidarse tampoco que de parte de los
chilenos la 2." division, reforzada por un r~jirniento
i un batallon de la l. a (la Artillera de marina i el
}felipilla) no dispar un solo tiro.
Ademas, la mayor parte de los cuerpos, especialmente los que comandaba el coronel Lynch,
entraron a formar con nn tercio mnos de su efectivo i muchos con la. mitad apnas de sus bravos
oficiales. De stos, 15~ cayeron en las batallas del
13 a la cabeza de ~3,000 hombres i casi igual nmero (149) sucumbi en Miraflores al frente de
un tercio de aquella cifra.
Llamaron por esto los soldados a aquel terrible hecho de armas cda bat~ll <t de los futreS))
honrando a su manera el heroismo de sns superiores, as romo la honra de otros encuentros, i especialmente .el de Tacna, habia sido atribuida ccal
jeneral Pililo)), esto es, al hbil i jeneroso roto ele
Chile. En Tacna sobre 2,001 soldados, el cuerpo
de oficiales tuvo solo 107 bajas. (1)
( 1) La siguiente demostracion estraida del cuadro de bajas de
jefes i oficiales publicado por el estado mayor del ejrcito chileno
en Lima el31 de ,enero de 1881, esto es, mucho ntes que se to-

1169-

XXXVIII.
Reunidas en una sola fnebre lista las tres batallas que cost, por una criminal demora, la
posesion de Lima, arrojan un total de 5,443 vctimas de los cuales 1,299 se computaban a fines
de enero como muertos i 4,144 como heridos, o
sea un 20 por ciento de la cifra total del ejrcito
espedicionario: pero tomando todo en cuenta no
habra error de exajeracion en decir que esos hechos de guerra representan para Chile dos mil
vidas i cuatro mil hel'idos, un gran total de seis
mas e razon del in crebl e nm ero de muertos que result entre
los oficiales heridos, da una idea comparativa de las prdidas de
aquellos en las dos batallas.
San Juan i Chorrillos

Coroneles. ...............
Tenientes coroneles.. ...
IS arj entos mayores.. ... .
Capitanes............. ...
Tenien tes.............. ...
Subtenientes......... ...
Aspirantes............ ....

1
7
5
40
24
78
5

Miraflores.

. .. . ... . ........
.... . ... .. ......
.. . .... .... . ......
.. .. .. .. . .. . .. .. . .
......... .........
.. .. .. .... .... ... .
.. . . ...... ..... . ..

1
8
4
37
29
68
2

158
149
Total de bajas de jefes i oficiales en ambas btallas-307.
El corresponsal C,wiecles hace s ubir en vari s centenares las
cifras de las unj as de b hatnlb de Mi rafi ores qu e segun l fu eron de 2,505 siendo 144 oficiales i 2,361 plazas de tropa. Seg un
el mismo, estas prdidas representaban un 20 por 100 de baj as,
o sea, dos por ciento mas que las que se ha asign ado al ejrcito
aleman en las campa us de 1870.
Entre los anexos publicam os las listas de bajas por cuerpos,
recojidas por aquel hbil escritor, as co mo al g un os da tos estadsticos militares que l apunta en ausencia de todo trabajo
sobre el particu~ar por parte de nuestros militares.
HIST. DE LA C. DE LU!A
147

1170-

mil bajas, cuando, en hora oportuna, un quinto de


ese nmero nos habria asegurado hartu mas ven
turosa victoria.
Descendiendo en efecto a los detalles, tuvo en
Mirafl.ores la di vision L agos, que entr al fuego
con mnos de 4,500 plazas, 1,131 bajas, es decir,
una cuarta parte de su efectivo, al paf5o que la
division Lynch, comprometida cerca de un a hora
mas tarde, cont en la tropa una prdida de 686
individuos, esto es, apnas un tercio de su matH.nza en Chorrillos donde cl~j en el campo 1,843
soldados. Lynch perdi 92 oficiales al pi del Morro
Solar i 53 al pi de los parapetos que en la llanura le cerraban el paso hcia Lima. (1)
En todo, i tomando en conjunto las nminas
del campo ele batalla i las de las ambulancias i
hospitales de sc1ngre, mas crueles que el plomo ele
las batallas, la captura de Lima cost a la rep,

( 1) Segun las relar.iones publicadas en la prensa, las prdidas de oficiales de la 1." di visin es taban representada; por las
crueles cifras siguientes en cada uno de sus cuerpos:
Muertos.

Plana mayor...............
Atacama...... .. . . .. . . . . . . .
Coquimbo .......... .. .... ..
A1tillera de Marina.;.,,.
~. de lnea.................
4.0 de id.....................
TaJea ..................... .,.
ChacaLuco.. ......... ...... ..
Colchagna..................
.Melipilla ...................
0

Heridos.

1 .. . . . . . . . 7
5.
16
4 ........ 12
1

4
5
2

Total. ........ 35

. . . .. . . . .

Total.

8
21
16

7
11

11
]G

10

14 ......... 22
16 ......... 19
4 ......... 6

94

133

1171 -

blica en enero de 1881 las vidas ele un coronel , 6


tenientes coroneles, 4 sarjentos mayores, 24 capitanes, 25 tenientes i 55 subtenientes i aspirantes.
Gran total 115 nobles hijos de Chile qnc snclm1bieron en el puesto del deber. La gloria i ht
gratitud perdurable de los siglos sea con sus
manes! (1)

XXXIX.
Entre aquellas nobilsimas vctimas, holocausto del deber, la historia no puede dejar en el olvido la memoria de un j ven marino qne sucumbi
en el desarme i casi en el repo:3o de la batalla al
hacer estraer del nima de un caon del Blanco
una granada cuya esp leta ardia despues de la
(1) En el anexo de este capitulo puede verse una lista completa de los oficiales chilenos muertos en las tres b~tallas de
Lima tal cu al se public eu un diario de Santiago en el primer
aniversario de aqullas.
Es mui posible que un una relacion tan variada, tan labori osa i tan mltiple como la presente, no hayamos alcanza<lo a hacer justicia a todos los que en suelo estrao lucharon por su patria i especial m en te a los que se sacrificaron p:> L" el la; pero bien
se comp1ender que esto no ha dependido de la ftlta de clil~j e n
cia, ni mnos de la de voluntad en tan rdno trabajo repa rtido en
cuatro volmenes de mas de mil p~jinas cada uno.
I co rno es posible, visto el favor escepcional con que esta
obra ha sido acqjida, que se h aga lll <tS t<urle unn nueva i mas
complettt i depuraJa edicion, abrimos Jesde ah ora la puerta a
todas las rectifi caciones justas causa'hts por error u omson.
Lo nico que entretanto deseamos dejar bien establecido,
es que jamas por j amas h emos de.~cuidado un solo medio de ll egar a la vMdad, i j a mas por jam as hemos vuelto la espalda a
sta, aun cuando se tratara de encarnizados adversarios, o, lo
que para otros es mas rduo, de gratuitos enemigos.

1172 --

refriega:-el teniente segundo don Avelino Rodrguez. Era este intelijente i valeroso jven natural de Santiago donde habia nacido en 1854, i
despues de brillantes estudios en Chile habalos
perfeccionado a bordo de la marina de guerra de
la repblica francesa, especialmente en los navos
acorazados el Magnanime i el R1:chelieu.
Llamado por el gobierno a servir en la escuadra de operaciones, hizo toda la campaa martima i el 13 de enero mand al pi del Morro Solar
la lancha a vapor del Blanco a cargo de una ametralladora. Su muerte fu un duelo para la escuadra i especialmente para el almira,n te Ri veros,
que as lo manifiesta en su parte de la jornada.

XL.
Los peruanos, por su parte, desplegaron en el
ltimo de aquellos combates librado a las puertas de sus hogares un valor digno de mnos desdichada suerte que la que all les cupo. Distinguironse los cuatro cuerpos de la reserva
sealados del 2 al 8, sucumbiendo muchos de sus
jefes i oficiales en los reductos que le fueron confiados. Vestidos con la huniild3 tnica de mezclilla azul del soldado raso, los representantes de la
majistratura, del Congreso, de la prensa, de la
administracion, de la juventud, de la fortuna, perecieron en la lucha centenares de nobles hombres

'

1173 -

cubriendo con sus cadveres la brecha que cerraba el paso a los invasores hcia lo mas santo que
guarda i defiende el hombre:-el hogar, emblema
de la patria. Contronse entre los primeros al
doctor don Manuel Pino, juez jubilado de la corte superior de Puno, anciano de 60 aos, a los
jueces de letras de Tumbes i de Iquique, don Manuel Iribarren i don Flix Olcay, i el secretario
de la junta de comercio don Francisco U gariza.
Como sal vagnardia de la lei de su patria, perecieron all los diputados don N a talio Sanchez, segundo jefe del batallon 6 de reserva, el doctor
Hernando, a quien su colega Qnimper llama en
su relacion de la batalla el puritano liberal, i
el secretario de aquel cuerpo don Javier Fernndez, ciudadano honorable que dej diez hijos
hurfanos.
La administracion pblica del Per se hizo representar en aquel holocausto por los dos hermanos La Jara, vista el uno i tesorero el otro del
Callao, los dos hermanos Los Heros, don Ramon i
don Ambrosio, deudos del oficial que pereci en el
H Ltscar, i el primero oficial mayor del ministerio
de relaciones esteriores. Sucumbieron tambien all
don Francisco Segnin, oficial de ministerio, don
Ricardo Garcia Calderon, secretario de la junta
de injenieros i don Samuel Mrquez, hermano
del clebre poeta i ex-cnsul del Per en Chile i
otros paises.

1174-

La prensa contribuy con noble continjente,


pero no figuraron entre los que all supieron morir los insultadores sistemticos de Chile, sino
jente de mas humilde nombre como el ciudadano
don Enrique del Campo, . administrador del Peruano, el cronista Orlos Arnzaga, de La Patria
i don Satnrnino del Castillo, autor de obras didcticas>>. El intelijente i populat tradicionalista
Ricardo Palma se bati all como los otros i escap ileso, no as su mansion i su rica biblioteca
americana, que fu' aquella noche fatal presa de
las llamas.
Sacrificse tambien en aquella prueba noblemente lajuventud ele Lima, pereciendo un hijo del coronel Iglesias, el valeroso jven don Francisco Hetes, que siendo clneo de una cuantiosa fortuna se
hizo voluntario del lluscar i cay prisionero en
Angamos, don Eujenio Lembeke, qt;:;:: dej tierna
desposada destinada a segnirlo loca a la tumba, i el
adolescente don Crlos Gonzlez Larragaa, cuya
madre, hermossima aparicion ele la juventud en
lejanas tierras, le habia dejado apnas alejarse
rlel regazo. Entre aqnellos jenerosos mancebos
rindi tambien la vida el abanderado de San Marcos Torres Paz, un nio lejendaJ io en el Per,
bachiller en la Universidad i que haba paseado
la bandera de su claustro por entre el humo de
San Francisco i de r:rarapac, de Tacna i de San
Juan.

1175 -

XLI.
Entre los jefes superiores del ejrcito peruan o
las prdid as fueron tambi en numer osas i se nsible s,
prueb a de la honro sa tenaci dad con qu e se batieron.
Re ~:mltaron herido s los j enerales Vargas Machuca,
Silva i Segura, el ltimo ya compl etame nte sordo, el corone l Ccere s que sac cinco herida s leves,
Can e varo, herido en un hombr o i muchos otros de
menor cuenta que murieron corno los coman dantes Seminario i La. Rosa que manda ban dos bata.llones de Piura (el 61 i el 67) el tenien te corone l
Surez, seg undo del batallo n de Marina, el bnwo
indio Antay , los coman dantes Oalderon, Saavedra.,
Balua rte, Quiones, Lastra i el jefe de los indios
morocuches, llegad os de Ayacu cho en la vspera de
las grand es batallas. Llam base el ltimo el coronel Miola.
A la verdad, en cada reduct o de la derech a i como para dar testim onio su dejen eroso patrio tismo,
qued en su puesto alguno s de sus coman dantes :
-el corone l don Narcis o de la Colina, injenie ro e
indust rial opulen to de Iquiqu e con su seg undo el
diputa do Snch ez i el corone l Juan de la Fuent e
en el reduct o nmer o 2; el corone l Gmez en el3.
i el coronel Richa rdso, del Callao, en el4. todos
jefes de la reserva, as como el coronel Crlos
0

1 ~

1176-

Arrieta que mandaba la Guardia Chalaca o re


serva del Callao.

XLII.
En el ejrcito de lnea, ademas del pundonoroso coronel AgL:.:-a e, que en Chorrillos se abriera
paso con los re:;tos de su division i del coronel
don J. M. Fanning que en Mira:flores sali de sus
trincheras, se contaron entre los muertos al coronel Diaz, jefe de la 3.a el~ vision, el coronel don
Hiplito de la Melena, jefe de zona, Ortiz i el
bravo don Jos Gonzalez llamado el patom)
sub-jefe de la l.a division, tan conocido por su
porfiada defensa del palacio de Pezet en 1865.
Como jefes del cuerpo perecieron el coron el don
Julian Arias i Arguez, comandante""'del Jauja i
hermano del de Arica, los comandantes Odicio i
Moreno de la Artillera, el coronel Verstegui,
comandante del batallon Esploradores i el coronel arequipeo don Mximo Abril, antiguo prefecto i hombre de notoria influencia que serva
ahora como edecan del Senado. En todo unos dieziocho o veinte coroneles del ejrcito i de la reserva.
Ni en muchos siglos olvidar el Per tan cruel
hecatombe; pero su propia sangre asjenerosamente vertida por el deber habr tal vez de servirle
ele estmulo i ele rejeneracion.

1177-

XLIII.
Con respecto a la carne annima de caon, la
carnicera de los infelices peruanos fu espantosa,
especialmente en la derrota, cual sucede de orclinario en las batallas americanas, o mas bien en
todas las batallas, desde Zama, derrota de An bal.
Segun una espresion del campamento chileno, que
hemos citado, los cuerpos de los fujiti vos hacan
nata)) en algunos parajes, especialn1ente al borde
de las acequias i a las orillas de las tapias que no
les era posible salvar. No seria exajerado calcular,
a falta de estadstica, en tres mil quinientas bajas
las que all tuvo el ejrcito peruano, si bien solo
se bati un tercio de su reser va. En las tres batallas perdieron los vencidos probablemente diez mil
hombres, la mitad muertos.

XLIV.

;
,..,

En cuanto al dictador, j efe :supremo i j eneralsimo de los ejrcitos del Per, no supo encontrar
la muerte ni siquiera un vendaje que restaara en
su propio pecho la sangre que a raudales su atolondrada arrogancia hiciera verter a sus desdicha~
dos compatriotas. Mantvose a la izquierda, donde no habia peligro, durante toda la batalla, i all
como en San Jnan i como en Chorrilles, se retir
148

HIST. DE LA C. DE LIMA.

\1

;;

---

--

lli8-

casi solo, ordenando la disolncion de la reserva,


la destruccion de la eBcuadra en el Callao i encaminndose en la misma noche de su fuga hcia el
corazon de las sierras, donde, despues de vagar un
ao, sus propias tropas lo repudiaran.
A las doce de la noche el dictador se despeda.
al pi del San Cristbal de sus favorHos Echenique
i Tenaud, que como l no se habian batido.

XLV.
Seria este el momento de tomar en cnenta i
discutir lo que se ha llamado cela traicion de Mirafiores>> perpetundose este calificativo hasta la
hora presente como un hecho consumado e irrevocable. Pero de la nttrracion sencilla de los hechos
que hemos venido trazando con la imparcialidad
de la historia, inapelable por mas que sea rigorosa,
naturalmente se desprende que aquello fu solo
un fantasma que recprocamente se apareci en
uno i otro campo en ala~ de la sorpresa i de loH pavores del primer instante. Sorpresa hubo, i sta
fu culpa evidente de los peruanos. Pero cctraicion))
en el sentido jennino i deliberado de esta. palabra.
i de su signi:ficacion histrica. i moral, no. poda
existir, desde que con disparar primero atolondradamente los peruanos se perdieron.
Se ha buscado por algunos la clave de aquella
impntacion en ciertos telegramas subalternos in-

1179-

conexos i sin responsabilidad encontrados en


diferentes oficinas; pero adernas de que es<ts co
municaciones no hacen sino afiernar el hecho verdadero de que el ejrcito peruano est<tba listo
para combatir tras de sus tapias (lo cual ciertamente no era un hecho de traicion), no avanza
la mas insignificante revelac ion sobre la felona.
del jeneralsimo, nico qne podia haberla consentido i rna.ndado ejecutar. I por el contrario resulta
que a nadie sorprendi mas hondamente el sbito
i fatal estallido del fuego que al dictado1, ocnpado
evidentemente en esas horas de pactos de paz con
el cuerpo diplomtico i dispuesto a todos los sacrificios, escepto uno, el de su poder tan largo
tiempo buscado i a costa de tanta sangre i de
tantos sacrificios obtenido. (1)
( 1) D~ esto dan razon todos los representan tes de los paises
neutrales que se hallaban en ese momento -en el cuartel,ieneml de
Minrtlores, quienes afirman la profunda turbacion, palidez i sobresalto de PiP.rola en aquel instante. A la verdad, el ltimo, al
romperse Jos fuegos, no atin siquiera a saludar a los ministros
que hacan antesala ni a sealarles el camino por donde podan
retirarse salvos o mediamente protejidos a Lima. Entendemos
que sus relaciones. a sus gobiernos, que no tardarn en ver la
luz pblica, confi rman plenamente estas aserciones.
Po uestra parte no hemos tenido ocasion de hablar personalmente con los almirantes Stirling i Du Petit Thouars, que
en ese preciso momento estaban sentados a su mesa; pero los
capitanes Markham, de la Triumph, i el capitan Le Leon de la
Victorieuse, nos han afirmado esplcitamente que esos dos altos
testigos aseguraban que no habia habido de parte de Pirola ni
de los peruanos el menor propsito, ni plan ni deseo de violar
el armisticio qne les protejia, i aun se inclinaban, como M1.
Cristiu.ncy, el ministro de Estados Unidos, a ponct a cargo del
jeneral eu jefe del ejrcito de Chile la responsabilidad de la

1180 -

XLVI.
Pero aparte de que aquel sera t alvez el primer
ej e mplo de un ej rcito que dos veces vencido provocara deliberadamente una tercer batalla, teniendo a S'2 frente un ejrcito superior i victorioso
i una escuadra formidable en su flanco, para que
hubiese habido traicion era indispensable que hubiera habido plan, concierto, cmplices i ejecutoruptura del fuego por la temeridad con que se adelant hcia las
lneas peruanas.
Segun los ayudante3 de Pirola, es te crey positivamente que
el fuego haba sido roto por l os chilenos, i al sen tir rechin ar los
vidrios del co medor aereo de la quin ta de ScheU, cayendo en
fragmentos sobre su cabeza, por el efecto de la concusion de las
bombas que comenzaron a caer, sali demudado g ritando-T?a i
cion! traicion!, pidiendo su casco, su caballo i su espada. I de
aqu su nota de Canta en que de buena f insista sobre la traicioo de los chi\enos. La idea que prevaleci en el primer momento en el cuartel j eneral peruano, era la de que el coronel
Lagos haba descendido a la playa, i dan do vuelta por la Magdalena, los haba tornado por la retaguardia .
Entre muchos datos extra-oficiales que van comprobando nuest ros asertos se cita el de la muerte del famoso coron el peruano,
el pat.m Gonzalez, subj efe de la primera di vision de la reserva.
H all base ste en el red ucto que rompi el f uego, desp ues de
h aber dado contnn os avisos de la nproxiruacion de los chil enos;
i como In. rden cue reciban era la de no dspamr, los nerviosos
reservistas comenzaton a g ri tar- traicion!J> - traicion! contre sus propi os j efes. Roto el fuego contra su rden, el coronel
Gonzalez, qniso htteerl o cesar, i aun maltrat con su espada a
un voluntario q ue no Je ouedecia; i fu entnces cuan do une de
stos g ri tndole traidor! lo mat con su r ifle. ce La traiciom)
es la sombra i el fa ntasma de todos los mi edos.
En todo caso, si hubiera hab ido traicion en lVIirafl.qres hauri a sido contra la Ing laterra i la Francia mas q ue contra Chil e.
P or lo demas, h aqu los pocos telegramas en que hasta };loi

1181 -

res aleccionados, o lo que es lo mismo, era preciso


que hubieran existido jefes apostados que aprovchndQse de la sorpresa hubieran emprendido
11
brae fi caz, especialmente
alguna rramo
por nuestra.
ha reposado la teora i la creencia de la traicion, hecho que
abiertamente contradecimos, reconociendo que ello ha de costarnos lo que siempre cuesta la verdad al primero que contra
el error vulgar la levanta.
(Telegrama de palacio al prefecto del Callao.)

Lima, enero 15 ele 1881 .


(A la 1.15 P. M.)

Seor prefecto:
Del ferrocarril de l\1iraflores participan que dentro ele pocos
momentos comenzar combate. La lnea tenclicla solo espera la
rden ele ltacm.fuego. Mucho entusiasmo.
Velasco.
(4 hs. 30 ms. P. M.)

Mira/lores .

La batera de 150 volada al tercer tiro por nosotros.


Chilen os en retirada.
No s que suerte haya corrido Vera.
Ministros pasan moj ados i ba~dos de agua, pues chilenos
son mu infames.
Viva la 1eserva!
Los mas mojados de los desgraciados ministros que haban
dado aquella carrera de dos leg uas eran M. de Vorges, que siendo miope se meta en las acequias de regado hasta la cintura, i
el ministro aleman, a quien, para volverle de un desmayo causado por su o~J esidad i el cansancio, sus colegas le echaron
a la cara varias sombreradas de agua con su propio sombrero de
castor. El pamje en que los ministros estuvieron mas espuestos
fu en la estacion de Mirafl.ores donde, por ir a buscar el tren que
los babia conducido, se encontraron sin l i entre dos fuegos. Un
oficittl Ortiz fu el nico que se comidi ofteciendo su caballo
al ministro Uriburu; pero ste lo rehus para correr la misma
suerte que su padre poltico el seor Tezanos-Pinto, decano del
cuerpo diplomtico,

1182-

derecha que en ese momento se hallaba totalmente desguarnecida, encontrndose la brigada


Barbosa encargada de cubrida a mas de tres leguas de distancia por el rodeo de Se:tn Juan. I
precisamente fu esa ala de los peruanos la que
se qued inmvil, cuando en su centro i su derecha obligaban sus fuegos a concentrar todo el
ejrcito chileno disponible.
I esta apreciacion no es nueva porque esa fu
precisamentela primera i correcta irnpresion del
campo chileno, especialmente entre los hombres
de guerra que conocan la guerra i no se dejaban
dominar por pasajeras i vulgares impresiones del
momento.
En el cuartel jeneral chileno, dice en efecto la relacion polglota de las batallas de Lima que ntes hemos citado i que fu
impresa en esa ciudad en enero, domin en los primeros das que
siguieron al combate la idea de que la ruptura inesperada de los
fuegos fu consecuencia natural de la vaguedad de ciertas estipulaciones del armisti(}io i resnltado inmediato de la preci pitacion
de algun jefe peruano bisoo i nervioso. I esta interpretacion
encontraba su apoyo en la circunstancia de que, al principiar el
ataque, el dictador peruano se hallaba acompaado de los principales ministn)s del Cuerpo diplomtico de Lima, en torno de
la mesa de once, en su alojamiento de Miraflores.

XLVII.
N ; tras los parapetos de Miraflores no hubo
tmicioa porque no hubo propsito, ni premedita-

11-83 -

. .
cion, ni clculo, ni connivencia, m. eJecucwn:hnbo solo sorpresa i miedo como ha ocurrido en
cien casos sem ejantes.
Pero si bien la historia futura e imparcial de es
tos sangrientos combates absolver de segnro al
dictador del cargo de felona, no limpiar cierta
mente su fama de su egoismo personal i de la in
famia positiva de haber ocurrido por la primera
vez durante la campaa al uso de las balas esplosivas, hecho que ha sido en esta ocasion completamente comprobado. (1)
XLVIII.
Prescindiendo ele todo esto, simples accidentes
i episodios de una gran cattmfe, el resultado
militaT de la batalla ele Miraflores nunca ni por un
solo momento pudo ser dudoso para los chilenos,
( 1) Desde la batalla de San Francisco se h abia hablado de
estos proyectiles infames; pero todos los que nos fueron presentados como prueba no resultaron tal es. Mas los que hemos vistos i poseemos recojidos en el campo de Mirafiores, no d ~j an posible duda sobre su uso. H aqu lo que sobre el particular dice
ad emns el corresponsal del Fmrocmril.
,
l como si los proyectiles de sus largos P eabody i de sns llemin a-ton, los en contraran poco m ortferos, acudi eron tam bien a
las balas esplosivas. I esta infami a est perfectamente co mprobada i r.onstatada no solo por varios ej em plos qu e vi mos en manos de los coroneles Ly nch, Amuntegui i Urrutia i de varios
jefes i oficiales del ej rcito, por los segmentos q ue los cirujanos
estrajeron a los heridos, si no tambien por docum entos ofi ciales
permtnos tom ados en el cuartel de Sa nta Catalina, i por los estados de los trabajos diarios de la maestranza.

,.

1184-

ni logr ofrecer a sus adversarios la mas remota


esperanza de xito. I para probarlo ser suficiente
recordar que la mitad de nuestro ejrcito, esto es,
la brigada Barbosa, la brigada Gana, es decir, la
di vis ion Sotomayor toda entera, varios cuerpos de
la division Lynch, como el Melipilla i la Artillera
de Marina; el batallon Blnes de la di vision Lagos; la brigada de artillera Emilio Gana, toda la
caballera, compuesta de mas de mil jinetes, el
primer rejimiento de artillera que fn retirado
temprano del fuego, i por ltimo, la escuadra puesta a tiro de rifle del flanco peruano i dominando
su lnea en toda RU estension, estaban nll intactos, cuando la derrota inevitable se pronunci en
las aturdidas filas del enemigo.
N. Las batallas pueden tener sus incertidnrn
bres, pueden los pueblos acariciar creencias absurdas, guardar a veces inestingnibles rivalidades;
pero la augusta i reparadora verdad brilla al fin
i sobre el campo de los caones i la espesa humareda ele la plvora. N. Miraflores, como Gua, fu
una sorpresa recproca, pero no fu una traicion.
No fn propiamente ,una batalla campal ele xito
. dudoso, sino, como Lonco milla, un puj ilato encarnizado i terrible i una matanza brbara i herica,
tarda i suprflua: una verdadera fatalidad ele la
guerra.
Las puertas ele Lima habian sido en efecto sacadas en sus dos goznes reales en San Juan i en

-.

1185-

Santa Teresa, i el sangriento combate de Miraflores no fu sino la brega t errible i obstinada de


los que en la ltima avenida luchaban por entrar
i por resistir en compacto torbellino de rifles, caones, ensangrentados pechos i brazos crispados
por el dio i por la cl era.
Miratlores no fu la ltima batalla del Per, fu
su hecatombe.
Su orgullosa capital queJaba a los pis del ejr-
cito de Chile tres veces vencedor all c;omo en
Tarapac i com~ en Tacna; _i para dar fin al drama i a su historia, solo se necesitaba abocar los
caones a sus po.r tadas i m archa r de frente i en
columna de honor hc ia s n plctla, sn catedral i su
palacio. .
I eso fu lo que se hi;;;o.
Sucesos de ta.l rn :tg nitll.l es lo ni co q Ll 3 no3
qneda por comp <:~jin a t e n est a crni ca q tw ya t .)ca
a. su fin como historia de la g uerra i ser lo que ha.bremos de cumplir con suma brevccl. ttcl e n el prximo captulo qne es su eplogo. (1)

(1) Aunque seguramente se h abr fij ado en ell o el fec tor, nos
parece opor tu no de es te 1ug a.t llama r su atencion a que los datos contenidos en esta historia i con particularidad los rel:'Lti vo s
a sus ltimas batallas, sin contradecit ~t los y a conocidos i snministrados por los cronistas i corresponsales que seguittn al
ejrcito i escriban en la prime1a hora para saciar la curiosidad
pblica i escitar el patri1tismo de los chilenos, son en su mayor
parte nuevos, inditos i fundados en rel aciones de jefes i docu
mentos pertenecientes a uno i otro belijerante.
Es cierto que de propsito no hemos consultado los archivos
HIST. DE LA C. l>E LIMA.
149

1186-

ANEXOS AL CAPITULO XXX.

I.
NMINA DE LAS BAJAS QUE LOS DIVERSOS CUERPOS
EJRCITO TUVIERON EN LA BATALLA DE MIRAF'LORES.

DEL

(Version del Merctt1'io) .

l.a

DIVISION.

Jefes i ofica)es.

Jefes de brigada.............
Estado mayor.................
Coquimbo... ... ... ... ....... ...
Quillota........ .. . ... ... .......
2. de linea... .. ...............
Atacama ...... .. . ........ ......
Co1chagua... ... ... ... ... ... ...
Ta1ca.. . ... ....... ... ... .......
4. de lnea...... ... ...... ....
Chacabuco.............. .......
Me1pilla .. . ................... .
A rtilleria de Marina ...... ..
0

1
1
11
8
4
6

6
5
6
2

Total............ ..........
50
2.a DIVISION.
Ruin .......................... ..
Esmeralda .................. . ..
Chillan ... ... ................. .
Lautaro ............. .. ........ .
Curic ........ . ................ .
Victoria ... ................... ..
Total. ... ................ .

Tropa

Total.

147
129
129
107
92
85
73
35
1

1
158
137
133
113
98
90
79
37
1

798

848

oficiales del gobierno, porque no creamos necesitarlos, pero asimismo no hemos tomado en consideracion muchos ue los escritos de la campP.iia que estaban nicamente basados en la pasion
poltica que surji en pos de los acontecimientos de la guerra .

..

1187-

3.a DIVISION
.Jefes de brigada.............
1
Navales........................
11
Aconcagua... ... ...............
10
18
Santiago.......... ... ....... ...
Valdivia...... .............. ...
5
6
Oaupolican.-.. .............. ...
Concepcion... ....... .... ... ...
10
Blnes ....................... ..

290
264
248
106
108

301
274
266
111

115

125

61

1133

1194

3. 0 de linea....................

117

Zapadores......................
Valparaiso... ........... .......

5
ll

125

122

121
130
133

Total. .................... .

20

364

384

Total.....................

114

RESERVA.

CABALLERIA.

<

Carabineros..... . ....... .. ...


Granaderos ................... .
Cazadores .................... .

22
3

24

Total. ................... .

25

27

3
6

lO
23

13
29

33

42

3
2

ARTILLERIA 1 P.\RQUE.

Rejimiento nm. l...... ....


Id.
id. 2...........

Total. ................... .

INTENDENCIA DE EJRCI'l'O.

Arrieros........................
Telegrafistas .. ... .. .. .. ... .. .

Total. ............. . ..... .

50

848

.61
20

798
5
1133
364

2
9
2

33
3

144

2361

RESMEN.

l.a division............ .......


id. .. ................. .
3a
id. .. ... ;..............
Reserva........................
Caballera.....................
Artillera......................
Intendencia.... .. .. .. .. .... .. .

2.a

Total jeneral............

25

5
1194

384
27
42
5

2505

11 88 -

II.
CONSUMO DE

PROYE(J'l'ILES EN LAS BATAL LA S DE SAN JUAN I


DE CHORRILLOS.

(Version del Mercu1io.)

El nmero de tiros por hombre disparados en las dos batallas


por cada cuerpo, segun los clculos .mas aproximados que en
cada un o de ell os ha sido hecho, es el siguiente:
Chaca buco.. ............................. .. . . . .
Coquimbo.. .... ...... ... ........ ..... . . .. .....
~Ielipi llr. . . . ... ... ... ..........................
4.0 de lnea........... ... .. . .. .. .. .. .. .... .. .
Atacama.......... ... . . .. .. . .. .. .. . .. .. . .. .. ..
TaJea .......... ... .... ...... ............. ..... ..
2.0 de lnea .. . .. . ..... . .. .. . .. .. . .. .. .. . ... ..
Colchagua....................................
Artillera de Marina......... ...............
Valparaiso ... ... .............. ...............
3. 0 de lnea... .. .. . . .... . .. . . .. .. .... . .. .... .
Zapadores ............ .........................
Buin ........... .... ....................... ......
Esmeralda ....................................
Chillan...... .. .. .. . .. . . .. . .. . .. .. .. ... . .. .. . ..
Lautaro............. ........ ...... ............
Curic .............................. ... ...... .
Victoria.. ..... ................................
Navales.......................................
Aconcagna.. ... ... .. . .. . ...... .. .. . ..... . ... ..
Santiago.. ..... ... .......... .. . . . .. .. . . .. .. . ..
Caupolican .. ..... ..... ..... .. .... .. . .. .. .. . ..
Valdivia...... .. .. .......... ........ .. .........
Blnes.. .... ... ...... .. .................. ......
Carabineros...................................

200
70
50
300
230
200
200
200
130
70
200
200
70
100
120
110
60
15
5
8
60
6
40
5
20

1189-

El trmino medio jeneral de los tiros de rifle es por lo tanto


de 106.75 en las dos batallas del13.
En la artillera, el primer rejimiento dispar con sus bateras
de montaa un trmino medio de 60 tiros por pieza, i unos 65
con las de campaa. El segundo rejimiento hizo con sus caones de montaa, esceptuando los de las bateras Errzuriz i
Fontecilla, 'un trmino medio de 60 disparos, i con las de cam
paa unos 40, habiendo sido la del capitan don Guillermo 2.0
: Nieto la que hizo mayor nmero de tiros, pues alcanz a unos
70 por pieza.
Las b~tedas de montaa de la brigada del mayor Gana, a
cargo de los capitanes Errzuriz i Fontecilla, que acompaaban
a la primera division, fueron, sin embargo, las que se llevaron
la palma en las batallas del 13, sobre todo en la de San Juan.
La batera del capitan Errznriz, con solo cinco caones, hizo
un total de 673 tiros, o sea mas de 134 por pieza, i la del capitan Fontecilla con sus seis caones no mnos de 720, o sean 120
por pieza.

f,

III.
NMINA DE LOS JEFES 1 OFICIALES MUERTOS O QUE HAN SUCUMBIDO
EN LAS BATAL} AS DE SAN JUAN, CHORRILLOS I MIRAFLOREB

(Version del Fer1ocmril.)

Estado mayor jeneral.-Teniente coronel Roberto Souper, teniente Ricardo Walker.


Estado mayor de la 2." division.-Teniente coronel Baldomero Dnbl Almeida.
Rejimiento de Artillera nm. l.--Teniente Luis Leon Caballero, alfrez Rafael E. Gaete.
Rejimiento de Artillera nm. 2.-Capitan Jos Joaqun Flores, teniente Roberto Aldunate.
Granaderos a caballo.-Teniente coronel Tomas Yvar.

\.:o.::.

1190-

Carabineros de Yungai.-Oapitan Ramon Teran.


Rejimiento Buin 1. 0 de lnea.-Oapitan Juan Ramon Rivera,
teniente Jos M. Alamos, subtenientes Santiago Castillo, Domingo Menare i Trista n Calderon.
Reiimiento 2." de lnea.-Capilanes Jos de la Cruz Reyes
Campos i Francisco Inostrosa, subtenientes A rtemon 2. 0 Ofuentes, Juan E. Rodrguez i Enrique Ewer.
Rejimiento 3. 0 de lnea.-Capitanes Ricardo Serrano Montaner i Avelino Valenzuela, tenientes Domingo Laiz i Luis A:
Riquelme, subtenientes Justiniano Boza i Jos Ramon Santelices.
R eiimiento 4. 0 de lnea.-Oapital! Casimiro Ibaez, teniente
Juan R. Alamos, subtenientes Anjel C. Corales, Pedro W. Gana, Jos Antonio Montt, Samnel Vicente Diaz, Manuel O. Prieto, Miguel Bravo Mrquez, Crlos H. Bon i Celedonio Moscoso.
Attille1'a de .Ma1ina. -Teniente Eduardo 2. 0 Zegers, subteniente Jos 2. 0 Aravena.
R~imiento Zapa-clores.-Teniente Federico Weber, subteniente Justo P. Salinas.
Rejimiento Santia.? o.-Capitan Antonio Silva del Canto, teniente Jos Antonio Jaramillo, subtenientes Adolfo Lagos, Arnaldo Calderon, Luis Alberto Gonzalez Fuensalida i Ernesto
Seplveda.
Batallan de Artillera NavaZ.-Oapitan Pedro A. Dueas,
tenientes Manuel A. Guerrero, rlos Escobar Solar i Santiago
R Blackeley, subtenientes Ramon Lara i rlos A. Lopez.
Rejimiento Esmeralda.-Teniente Juan de Dios Santiagos.
ReJimiento Atacama.-Coronel Juan Martinez, sa1:jento mayor Rafael Zorraindo, subtenientes David Patio, Juan 2. 0 Alvarez i Cesl'eo Huerta.
Rejimiento Ohacabuco.- Teniente col'onel Belisal'io Zaartu,
capitanes Camilo Ovalle B., Ramon Sota Dvila i Otto von
Moltke, teniente Federico Sullivan, subtenientes Onofre Montt,
Enrique Prenafeta, l!'ilomeno Jimenez i Eluodoro ~rgueda.
Rejimiento (}!tillan. -Sa1:jento mayor Nicolas Jimenez Var-

1191 -

gas, tenientes Manuel J. Arratia i Juan B. Seplveda., subtenientes Francisco A. Rodrguez i Abraham Reyes.
Rej~miento I,auta1o.-S ubtenientes Zenon Navarro R., N.
l\fc. Am i Jos Manuel Ruedas.
Rejim{ento Coquimbo.-Sarjento mayor Luis Larrain Alcalde 1
capitanes Juan Marcial Paez i Marcelino Iribrren, teniente
0
Rafael Varela S., subtenientes Jos R. Salinas i Daniel 2. Mascareno.
R eiimiento Valpa1aiso.-Teniente coronel Jo:; Mara Marchant, teniente Juan Guillermo As torga, subtenientes Crlos
Diaz Gana, Luis :_o Wargny, Alfredo Baignol, Juan J ullian,
Norberto Perez, Juan Antonio Silva D.
Rejimiento Aeonr.agua.-Capitan ayudante Augusto Northenflicht, capitan Abraham Ahumada, tenientes Benigno Caldeta,
Oristbal Gonzalez i Miguel Emilio Letelier, subtenientes Florindo Bisivinger i Andres Cabrera.
Rejimiento Oolcltagua.-Capitanes Pedro Antonio Vivar i
Juan Domingo Rey te, tenientes Manuel A. Palacios Zapata i
Manuel J. Carrasco, subtenientes J os Maria Villarreal i Jenaro
Molina.
R ejimiento Talea.-Ten iente coronel Crlos Silva Remtrd,
capitanes Alejandro Conclut i Eneas F~rnandez, subtenientes
Francisco A. Wormald i Crlos M. Fernandez.
R ejimiento Concepcion .-Subtenient es Francisco Y nseff i Jos
N. Claro.
Batallon Valdivia.-T eniente Belisario Val_enzuela, subteniente Francisco J. Guevara.
Batallan Caupoliean. -Smjento mayor Hamon Dardignac.
Batallan 1lfelipilla.-C apitan Alberto Perez G., subtAniente
Federico Valdivieso Huici.
Batallan Quillota.-C apitan J. Pragmacio Vial, subteniente
Dionisio Cienfuegos.
MARINA.-Teniente 2.0 del Blanco, Avelino Rodrguez.

.J
1

CAPITULO 'XXXI Y LTIM.O.


ENTRADA DE LOS CHILENOS A LIMA.

(1 7

18

DE ENERO DE

1881.)

La noche de Miraflores.- La resistencia fsica del soldado chileno i la del


peruano.--El coronel Cavero se ent rega prisionero i anunc ia el desarme de Lima.--Los ltimos teleg1amas i los ltimos trenes.--El alcalde
de Lima don Rufirio Tarrico se presenta en el campo chileno i ofrece
entregar la ciudad incondicionalmente el dia 17.-- Correspondencia del
j ene1al Baquedano con el decano del cuerpo diplomtico.-Terribles
sucesos que tienen lugar en Lima i en el Callao en la noche del 16.Saqueo i matanza de chinos i estranjeros.--Des trucciou completa de la
escuadra peruana i de las bateras de l Callao.-- Incend io de los baos de
Chorrillos i combate de Lu1in el 17 de enero. - -El alcalde de Limallama en su socorro a los chilenos i stos entran a la ciudad mas como salvadores que como victoiiosos. - -Colull!na de honor que con este objeto se
forma en Mi rafiores i que ocupa a Lima en la tarde del 17 de enero de
188 1.-Los primeros cucalones que entran a Lima.- El jeneral Baqueda
no en los campamentos.- Socorro de los heridos i ent ierro d(l los~muei'
tos -Inmenso botn de guerra.- Lo que sta haba costado en dinero a
Chile.- -El jeneral en j efe es pide el 18 de enero una rden jeneral al
ej l'cito, congratulndolo por su herosmo i recordando la memoria de
sus mas ilusties vctimas.--Las p1imeras noticias en Ch ile i sus intensos regocij os nacionales.- - El jeneral Baquedano se dirije a Lima sin
ninguna ostentacion i el 18 de enero hace iz,r el pabellon nacional en
el palacio de los virreyes en un dia histrico.-Conclusion.

r.

La noche triste, nebulosa i fria que sucedi a


la batalla de Mirafl.ores, pas sin sealada nove-

1193 -

dad en el campo profundame nte dormido de los


vencedores. El ejrcito chileno haba peleado do~
ce horas i media durante tres das casi sucesivos,
i ht victoria, como el vino j eneroso, trae blando
1sc ulo.
sueo al encendido prp<:tdo i al cansado mC
Despnes de la batalla duermen los muertos i los
que han vencido. Solo los que huyen velan. (1)

A eso de las diez i media de aquella noche, se


present en las avanzadas que mandaba, diez cuadras adelante de la estacion de Miraflores, el capitan del Oaupolican don Eduardo Kinast, el coronel peruano Ca ve ro trayendo cinco fusiles por
delante de su caballo, i aunque venia pregnntando por la tropa de su nacion, todos comprendie ron
que quera entregarse para llorar bajo la tienda,
como el Oavero de la I ndep endencia bajo el ms-

( 1) La batalla de San Juan b abia durado cuatro horas, desde las cuatro i medi a a hts ocho i media de la maiiana; la de
Ch orrill os cua tro.horas i media, desde hts diez ele la ma a na a
las dos i media de la ta rde.-La de Mira fl.ores cuatro horas,
desde hts dos i media a las seis i medi a de l<t ta rde.-Cuatro
hora:: es el mximum de res istencia f sica del combatiente peruano. La del rcio ehil eno es tri ple. P or consig uiente, baj o el
pun to de vi sta de la es trud ura fsica i la div e t~e n c i a de razas,
en todo en cnentro de eh i le nos i de pe m anos, es tlecir, de ara ucan os i de qui chuar., la vi ctoria es solo cnestiou de tiempo o mas
propiameu te de rel oj.
HIST. D LA C. DE LIMA

1194-

til. Por l se supo que Lima estaba postrada i que


no tarda.ria en rendirse. Pirola babia huido. (1)
Poco mas tarde, a media noche, en las horas de
las apariciones, se present una locomotora. Juzgndola enemiga, el coronel Gutierrez que mandaba en Mira:flores i velaba a la lumbre de su incendio, le hizo disparar dos caonazos, pero era
solo mensajera de tratos de paz. Por su parte, el
jeneral en jefe, retirado a su tienda de San Juan,
babia dict.ado aquella misma noche a su secretario una comunicacion dirijida al decano del cuerpo
diplomtico de Lima en la cual denunciaba la
(1) Los dos telegramas siguientes, itinerario de una sola fuga., son los ltimos qne hemos encontrado en los archivos peruanos llegados hasta nosotros. El primero pertenece al sub-secretario de guerra coronel Secada i el segundo al ministro de
trabajos pblicos que escriba en la propia oficina del ferrocarril
de la Oroya.

Lima, enero 15 de 1881.


Seor superintendente de la lnea de la Oroya.
Srvase U. poner a disposicion del portador de la presente un
tren estraordinario de esta capital hasta el final de la lnea de
la Oroya.
Dios guarde a U. m. a.-Fmncisco de P. Secada.

Lima, 16 de enero de 1881.


<CSeor superintendente de los ferrocarriles de Lima al Callao,
Ancon i Chicla.
Hasta nueva rden todos los trcles queclann a disposicion
del seor alcalde municipal don Rufino Torrico, cuyas rdenes
sern acatadas.-Echegarai.

1195-

insigne deslealtad que habia dado lugar en su


concepto a. la batalla de la tarde e intimaba que
procedera a bombardear la ciudad hasta obtener
su rendicion incondicional.
La tienda de campaa del jeneral Baquedano
habia sido instalada en el promedio del camino
recto de San Juan a Chorrillos, a pocos pasos de
la ramada que al abri.go de unas tapias albergaba
al ministro de la gueira. (1)

III.
Aquella notificacion fu inmediatamente escuchada, i a las dos de la tarde del domingo 16 de
enero se presentaba en el cuartel jeneral de Chorrillos el alcalde de Lima don Rnfino 'rorrico, hijo segundo del jeneral de este nombre, antiguo
oficial de caballera i amigo de los chilenos en
cuyos colej os se educara, mozo srio, de seso i de
fortuna, ntimo ademas de Pirola i depositario
de sus ltimos votos e instrucciones.
Acompabanlo, a ttulo de fiadores, los ministros de Francia e Inglaterra, sus almirantes i el
capitan Sabrano, comandante de la estacion naval
italiana en el Pacfico; i en una: breve conferencia
se pact que Lima seria entregada inmediatamen( 1) Entre los anexos de este :--ostrer captulo figuran las ltimas notas del jeneral Baquedano al cuerpo diplomticJ i el
acta de la entrega incondicional de Lima.

1196-

te, comprometindose el alcalde a desarmar los


restos del ejrcito i a influir eficazmente para que
el Callao, sus bateras i su escuadra fueran entregadas ilesas al vencedor. (1)

IV.
N o fu dable al ltimo representante de la autoridad en el Per cumplir sus empeos, porque
en la noche de aquel mismo dia, sueltas, desbandadas i hambrientas las tropas que la derrota babia
esparcido en Lima i el Callao, se echaron a manera
de hordas feroce s, primero sobre los puestos de comestibles i licores i en seguida sobre los mas valiosos almacenes para ponerlos a saco, incendiando i matando cuanto encontraban en la vorjine
de su sangrienta o1jia, despedctzando especialmente a los infelices chinos.
/

Pretestando tener hambre, dice la relacion sucinta de las


tres ltimas jornadas de Lima que se public en seis idiomas
diversos en esta ciudad, en la primera semana de su ocupacion
por los chilenos,-pretestando tener hambre, se lanzaron sobre
las tiendas de vveres de los in ermes asiticos: las puertas fu e-

(1) De todo esto se levant un acta que con la. notificacion de


bombardeo de1j eneral Baquedano puede leerse en el anexo de
este captnlo . Es sensible que en este l.timo .dGCUinen to. suscrito por todos aquellos personajes, Re estip ul ara que las tropas que
se destin aran a la ocnpacion de Lima, debcri:w ser <rescojidas
para conse1;var el rclen, porque esa, conuicion en vol vi a tcitamente una humillacio ti para el resto del ejrcito, no escojido.

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ll97-

r on volad as a disparos de rifle o despedaza das a hachazos, saqueadas i por ltimo entregadas al fuego.
>>De ah pasaron a los g raneles i valiosos alm acenes que acumulaban las j oyas, t elas i de mas obras p rimorosas de la manufactura china, los cuales fueron r obados i quemados co mo
aqullos.
Del n umeroso comercio de est a nacion, no ha quedado en
Lima mas que rastros hu meantes i ensangren tados, porque al
robo i al incen dio se agreg necesariam ente el asesinat o de los
infelices que intentaron sal var sus propiedad es. Calcl ase que
no mnos de trescientos asiticos fneron in molados en las calles
de la ciudad i en las chacras circunveci nas.
U no de los mas acaudalado s comercian tes chinos, cuando
vi que sus almacenes ardan, hizo sellar sus libros de negocio
en la L egacion ing lesa, i hoi prueba que ha sido vctima de una
,
prdida de ciento cuarenta i nueve mil libras esterlinas.
alacio,
P
>
>
,
chor-malo
Mel
s,
Las call es de Bodegone
{( Pol vos Azules, Zavala, apon, Albaquit as, Hoyos
i casi todas las que quedan abajo del puente, f ueron otros tantos t eatros ele estas escenas de horror i desolacion .
En esta ltima parte de la ciudad, no solo fu eron asaltados
i saqueados los almacenes asiticos, sino t ambien los de alg un os..
italianos. En el de la Ni?ifa, per tenecien te a sbdito de esta ltima nacionalid ad, se encon tr el cadc ver de su clueiio en la

p uerta del alm acen.


La luz del sol del dia 17 vi no a alum brar t antos i tan funes tos cuadros.
La cuad ra de P aht0O se hallaba sembrada de cadveres
lo mi smo que la ele Polvos Azules, i las clema invadidas ;
1)ero donde babia campeado e, crmen baj o todas sus faces babia sido en ccH oyos ccAibaqbitas i abaj o del puen te, eu donde
las turbas haban cl estror.ad o lo 11ue no pod a n posee r.
A las prim eras horas del di<L ncncli eron las bombn,s a los lugares i ncendiados con el fin ele e::;tiog ni r el f uego; pero las turbas comtmistas se oponi<tu a viva fuerza a permi tir qu e las
bombas funcionase n.

---

.,
1

1
~
'

o<.

'

-- 1198Tan nutrido era el fuego que bacian sobre el cuerpo de


bomberos, qne ste tuvo que abandonar el campo para salvar la
vida, i entnces trataron de incendiar las bombas, logrando su
intento con algunos carros.
Un bombero fu herido por hala de rifle.
Las colonias estranjeras que constituyen la guardia urbana
de bomberos i salvadores neutrales, en vista de tantos crmet.es
i de que sus autores trataban de continuar su infame tarea de
desolacion, asumieron en la maana del 17 una actitud enrjica. Solicitaron armas i municiones, que el seor alcalde municipal don Rufino Torrico se encarg de proporcionarles, e inmediatamente formaron algunas patrullas, que partieron a los
lugares invadidos a disipar los grupos apostados en las calles,
logrando Cbntener la sangrienta bacanal q ne' declinaba tambien
por la fatiga del sueo i la embriaguez.

V.
Idnticas, verdaderamente horribles i a.un mas atroces haban sido las escenas de despojo i
muerte ocurridas simultneamente en la poblacion ma.s impresionable i mas revuelta de razas i
pasiones del Callao. Gobernada esta plaza por un
hombre de cerebro perturbado, brio i sordo, la
tropa insolentada le babia proclamado dictador en
medio de infernales libaciones; i en seguida el populacho, i especialmente las mujeres, se habian entregado a todos los furores de la rapacidad i de la
clera. Aquel ruido de dos ciudades saqueadas, incendiadas, vilmente deshonradas por sus propios
h~jos eu la vspera de su sumision irremediable a
un vencedor estranjero, tenia algo de brbaro, in u-

1199-

sitado i repugnante que presentaba desnudas las


mas culpables flaquezas del corazon humano que
el deber, la relijion i el trabajo no han redimido.
En la media noche del 16 de enero de 1881, la
comuna negra se enseoreaba sin freno alguno en
la capital del Per i en su puerto. Los Gntierrez
haban resucitado ....

VI.
Agregbase a este cuadro de espanto social,
aviso precUI'Ror de la disolucion moral de un pueblo, el espectculo ele la destruccion cobarde de todas las defensas de tierra del Callao i de sus buques i embarcaciones de todos portes, inclusos sns
pon tones. Sin sentirse con bros para intentar siquiera una fuga que les habra permitido escapar
dos o mas de sus trasportes, o morir com b~tiendo,
o rendirse siquiera en el puente de una nave, hab les prendido fuego i echdolas a pique haciendo volar con dinamita todos los caones, para lo
cual estaban cavilosa i villanamente preparados
de antemano. (1)
( 1) He aqu los telegramas que lo prueban
Callao, diciembre 30 de 1880.-Necesito tres mil metros

g1as.-Astete.

..

~{Callao, diciembre 30 de 1880.-Seor secreta rio de guerra:


Mndeme V. S. 30 quintales plvora-1\HNA i ocho 1ollos .quias.
Ped utes la plvora, pero me alcanza tiempo para utilizarlo

1200 -

VII.
Habanse encargado cada cual a su m ~tnera, de
aquella obra de destrnccion i de barbrie contra
s propios, especjalmente cuando se estaba pracen defensa. La necesito ausolutamente.-.Astete.

't.-

Callao, 10 de enero de 1881.-Seior secretari o de g uerra:


Tengo urj ente necesidad de Cumsen para comunica1 la cltispa
elctrica,-- As tete.
En la v;spera, es decir el 16 de enero, ocurri tambien un iucenclio en los baios de Chorrillos, que el iutendente Perez de Arce
crey intencional i que puso en gran pel-ig ro de quemar nuestro
parque depositado en ese sitio i en In, fragata Avestr uz.-Varios
tor pedos reventaron en tierra, cubriendo de ceniz as i polvo la
bahia.
El almirante Riveras entr al Callao en la maana del 17,
llevando consigo 1,500 prisioneros, que fuero n depositados en la
isla rle San Lorenzo en la mas msera conclicion. Un ce ntenar
de oficiales qued a bo rdo de la fragata Inspecto1 . E l 18 de
enero llegaron t am bien al Callao los sig uientes trasportes: Elvira Alvarez, Veintiuno de llfayo, Inspecto1, Elena, 1Ylu1zi,
Avestruz, 01cmo, Lota, Dmd!recltt, J uana Otto, Villwn , 1-lerminia, Valclivia, T alca, Don Emique, Doria, I sabel, Union, Colc~&1'a, Vitala, Adolfo i los vapores !tata, Copiap, L ima1't, Lamar, O1los Uoberto, etc.
En la maana del dia en que el ejrcito entraba a Lima, una
gruesa partida de montoneros atacaba nuestros hospitales i bagajes en Lurin, despues de haber a e.,inado algunos arrieros que
sorprendieron descui dados en l as caletas; pero las dos compaflas del Cu ric dej adas all a cargo Je los cttpitanes do u Tri stan
0
Domiogo Lopez (2." del 2. 0 ) i Jos N icolas Mujica (4 ." del 2 . )
i un peloton de Granaderos a las rdenes del teniente don Enrique Padilla, bastaron para, escarmentarlos, matn doles 13 individuos i tomLtdoles 4 prisioneros. Los chilenos tuvieron solo 3
heridos; pe ro este ataque de retaguardia demostraba a l at> claras
cun peli g roso habria sido d~jar a n uestra espalda a Lu rin para
internarnos por Ate. Habra sido cometer la misma falta estratjica de los peruanos al abandonarnos insensatamente aquel valle.

1201 -

ticando el salvamento de la capital, el prefecto


Astete, por lo que tocaba a las bateras de tierra
i el comandante jeneral de marina don Jos Mara
Garca, llamado ce el pelon, )) respecto de los buques,
mintras el comandante Latone bloqueaba el
puerto solo con cuatro naves insuficientes para
custodiar una de sus salidas. Las detonaciones de
las minas comenzaron a media noche i se prolongaron hasta el amanecer, ejecutndose todo en las
sombras i en la impunidad como los crmenes
privados i de lesa-patria. (1)
(1) Por su parte, guardaba el puerto aquella noche, reforzado
desde la maana por el R uscar i In 0'1-lig.qins que haba regresado en la noche de Miratlores, el bravo cuanto vijilante comandante del Almirante Coc/uane dispuestas de la mejor manera posible aquellas fuerzas Jara llenar sn azaroso cometido.
H aqu la rden jeneral que sobre ese particular babia espedido el jefe de. la escuadra en el ltimo dia del bloqueo:
Callao, enero 16 de 188 1.-Los buques de la division cruzarn de noche segun las lneas siguientes:
Cocltrane, del cabezo al O. t S.
Chacabuco id. id. al O. N. O.
Mayallanes id. id. al NO. t N.
O' Hig,q ins id. id. al N.
Estos buques darn sus bordadas de modo a no alejarse mas
de tres millas del fondeadero.
Rusca1 i P ilcomayo al norte de la rada, cerca del fondeadero de las chatas mercantes.
Tolten i Lautaro defendiendo el smjidero de la. escuadra
frente al cabezo.
Fresia, Guacolcla, Tucapel i Colocolo en las cercanas del dique flotan te.
Toda tentativa de uno o mas buques enemigos para abandonar durante la. noche la drsena i escapar, se1 anunciada por
tres cohetes i disparos de a metra li ad oras, hechos por la primera
porta-torpedos que descubra la tentativa. El Totten repetir la
seal con tres cohetes i disparos con sus caones de menor
HIST. DE LA C. DE

151

1202 -

VIII.
Quemaron as lo8 peruanos los ltimos restos
de su poderio naval por sus propias culpables
manos, i de esa manera completaron en el mar
las postreras Yictorias , de Chile. Su ponderada
corbeta Urdan, los trasportes Rirnac, Chalaco,.
Limefa, Oroya i Talism.an, el monitor Atahualpa,
jcmelo del de Arica, sn lancha Urcos, sus pontones mismos, como el Pachitea i el Apurirnac, Larrenados por torpedos ele dinamita, desaparecieron aquella fatal noche en medio de espantosos
estallidos i naufraj ios que simulaban la agona e~ e
de todo un pueblo.

IX.
I fu esto de tal manera que para salvarse de
calibre.
JiJl ataLLUe de nues tras fuerzas terrestres sobre el Callao la
anunciarn nuestras lanchas a los buques de la escnadra con
solo tres cohetes, Real que repetinl. el Tolten.
En ambos casos los buques de la division se dirijirn al iuterif'r de la rada, obrando de acuerdo a las circunstancias.
Las lan chas porta-t orped os reconoce rn toda emharcacion que
trafique de noche dentro de la bahia, t en iendo presente q ne el
trfico desde los buques neutrales a tierra est prohibido i que
se debe, por tanto, disparar sobre esas embarcaciones, si las
circunstancias lo requiern.
En este caso no se lanzarn cohetes para evitar alarmas
intiles .
Santo para esta noche: um. s co~ destellos.
Sea, id. id. id. nm. 3 id. id.- La tor-re.

1203-

s misma la capital del rer hubo de implorar de


los chilenos, casi como unn clemencia, la ocupacien i apoderamiento inmediato de sus aemas, qne
en lid abierta no haban sabido sujetal'. Temprano
en la maana del 17 de enero el alcalde i posteel'
jefe poltico i militar ele la capital del Per ciiriji al jeneral en jefe del ejrcito chileno a su
campo de lVfiraflores, una angustiosa nota que no
era solo una oondicion, sino un dolorido Ilftmamiento a la misericordia.
Caso estrao i revelador del porvenir, que sin
embargo no fn escuchado por hombres presuntuosos, que malograron una era entera de jenero
sos sacrificios! El Per llamaba a los chileno~ para salvarse del Per, i Lima puesta de rodillas
pedia a sus invasores de 1820 i de 1~39 que apre smasen el paso para protejerla t s misma. -Lq,
nota suplicativa de su alcalde estaba, en efecto,
concebida en los trminos siguientes :
.\!UNlCll'ALIIJAD 1 ALCA LDIA DE LHH.

Lirna, enero 17 ele 188 1.


Seor jencral:
>>A mi llegada ayer a esta capital, encontr que gran parte
de lns tropas ~e h rtbinn disuelto, i que haba un g ran nmero
de dispersos que conservaban sus armas, las qne no haba sido
posible recoj er. La guardia urbana no estaba organizada i armada hasta este momento; la consecuencia, pues, ha sido que
en la noche los soldados, de,;moralizados i armados, han atacado las propiedades i vidas de gran nmero de ciudadanos, cau-

,__:.

1204-

sando prdidas sensibles con motivo de los incendios i robos


consumados.
on estas condiciones, creo de mi deber hacerlo presente a
V. E. para que, apreciando la situacion, se digne disponer lo
que juzgue conveniente.
He tenido el honor de hacer presente al honorable cuerpo
diplomtico esto mismo, i han sido de opinion que lo comunique
a V. E., como lo verifico.
on la espresion de la mas alta consideracion me suscribo
de V. E. su atento i seguro servidor-R. Torrico.

X.
/

En consecuencia de estos sucesos i de lo pactado en la tarde del 16 ele enero, tres mil hombres
de las tres armas, de los que la batalla habia dejado en mejor pi, se alist::tron en el campo ele
Miraflores, i despues de bruir sus caones i fnsiles i ele acepillar sus pol \7 0rosos trajes como para
una fiesta de parada, se dirijieron a Lima a las
tres de la tarde del lnes 17 de enero, llevando a
su cabeza al jeneral ele brigada don Oornelio Saavedra, que acababa de ser nombr_tdo gobernador
militar de la ciud:::,d i su distrito.
Oomponse aquella hermosa columna de honor
de los siguientes cuerpos, que en el rden apuntado desfilaron por las calles principales de la
ciudad en clireccion a la plaza pblica, en medio
de una poblacion que se mostraba mas curiosa
que consternada. Tres bateras ele campaa bajo
las rdenes del coronel Velazquez rompian la.

1205-

marcha, precedidas de su banda que ejecutaba, no


aires nacionales absurdamente prohibidos, sino
alegres tocatas de marcha i pasos dobles de tropa
como en las retretas. Segua en pos el Buin de la
brigada Gana, vencedora en San Juan, los Zapadores de la rese rva con el comandante :Thtfartinez a
la cabeza, el batallon Blnes destin ado a la custodia de la ciudad, i cerrando la retaguardia, los
lucidos rejimientos de Carabineros i de Cazadores
a caballo, terror de los peruanos i tema de admiracion para los estranj eros, numerossimos en
aquella ciudad cosmopolita, cc Babilonia de la Amrica del Sm)) , seg un la espresion de Santa Cruz
en una ocasion clebre.
Era aquella la primera muestra que se vea en
Lima de la verdadera caballera sud-ameri cana i
la tercera entrada de su gloriosa, probada, in vencible infantera.
XL

Despues de haber desfilado en corn puesto i dig no silencio pero con las frentes ergui das i el ros-
tro fiero aquella brill an te Yanguardia a las 6 de la
t arde delante del atri o de la Catedral, a cuyo fren t e se situara el j efe que la mandaba como para
pasarle revista de honor, su s diferen tes cuerpos
se dirijieron a sus cuarteles, i la org ullosa ciudad
de Lima era pacfica i totalmente ocupada a los

_--;

1206 -

dos aos mnos un os cuantos dias, desde que el


14 de fehrew de 1879 se emprendiera de hecho la
g uerra, nzuzac1a por sus cbalcts i ::;us codicias secretas. (1)
Al din sig uiente, 18 de enero , la di vision Lynch
:;;e clirijin. 11.simi smo al Oa.llao, ocupando la pl<tza
desmantelnda i saqueada, a ttulo de gobe rnador
militar. I algun ns horas mas tarde el coronel Lagos atravesaba de banda a banda la ciudad i el
rio por su puente histrico, camino de la chcara
de Aliaga. Era este el campamento destinado a
ht 3." divi sion por el lado norte, mintras ladivi::;ion Sotomayor acampaba al pi de los cerros de
Vazqnez, que la dominan por el sur.
(1) La artill era se diriji al cuartel de Santa Catalina, el
Buin n. la Penitenciaria (cuarteles situados en los barrios meridionales de la ciuda d) los Zapadores al cuartel de la Guardia
Peruana en la m isma direccion i la caballera al cuartel de Barbon es a la salida ele la puerta de es te n ombre hcia el ori ente.
E l B tlnes se instal en el pala cio para custodia de la nueva
.
a utoridad i del pueb lo.
Tres o cuatro h oras n tes q ne esta columna penetrase en Lima, ya hahian tomado posesion ele ella e in sta ldose cmodamente eu el hotel Mauri, a U la cuadra de la plaza de armas,
cuatro jvenes chil enos que no ll evaban espada i pertenecan
por consig uiente a la clase denominada los cucalones. Fueron
es t os arrojados ga ;taclores de la ocup acion ele Lima don I sidoro
Errzuriz, don Ecl narclo Hempel corresponsal del Fenoca1'1'il,
dvn Rafae l Gan a, qu e acababa de desempelar el puesto de capitan de puerto en Pisco prestando buenos servicios i don
Luis Castro actual empresario d~ el diario El Com~tcio en el
Callao,

1207-

XII.
El jeneral en jefe del ejrcito de Chile ocupado
entretanto de la piadosa f~1.ena ele recoj er los
muertos, de sal vftr a los heridos i de reunir los
trofeos inmensos de tres baktllas i del ased io del
Callao, no habia. conse ntido e n entrar a Lima ,
dando en ello rnn estras relevantes de una di g na
modestirl i del jeneroso apego al deber e n todos
los oficios de su noble c:.t rrera. T res maiendo todo
esto en un boletin sucinto pero qne en sus cifms
remedaba las mas abultadas pjinas de la glori <l
militar de pueblos famo sos, decia as al gobierno
d_e la nacion a que sen.t.
En nuestro poder ha dej ado el enemigo municion es i mateterial de guerra. Nos hemos apoderado de 2:,n c:ton es; en el Oullao de 57, desde el c,tlibre de a 1,000 hasta el de 200; en los dos
ca m pos de batalla de 41, desde el calbre ele 600 has ta el de 32; i
de 124 piezas de cmnpaa i de montafta, comprenclicla.-:; en stas
19 ametralladoras. Tenemos tambie n recojiclos hasta Ja fecha
cerca de 15,000 rifles de di ve rsos sistema;;, m:.ts de 4.000,000 de
tiros i nua. llllen:1 cautid<td de plvot' i de <l itu m it-t. Agrega.d
a esto que el poclet naval del Per lm clesapwecd o t a n com ple
tam ente que n o le qa e ~la ya en e l mu el m:1.3 p.:l'}ll eiio f,tln
eh o.>) ( l)

e1) Entrando en mas minuciosos detall es, el j efe del parque


jeneral comandante de nrtili era dou Exc,tuiel F nentes daba
cuenta del armamento recojido dura nte los prim eros dias en los
siguientes trminos:
7,000 rifles, varios sistemas, dominando los P eabody; 1,500

-~

1208 -

XIII.
Hecho todo esto con el teson infatigable de los
deberes sin brillo, de la disciplina sin vanagloria
i del triunfo sin ostentacion, el jeneral Baquedano
se diriji en la tarde de ese mismo dia, 18 de enero de 1881, antevspera de una fecha clsica en sn
vida de soldado i en la historia de la repblica, a
la ciudad de Lima donde 42 aos hacia, entrara con su ilustre padre, guardador entncos de su
adolescencia. Al apearse en la puerta del palacio
ele gobierno, ech de ver qu e la gloriosa bandera tricolor de Lima i ele Yun gai, de Tacna i de
Arica, de San Juan i 1\lirafl.ores, no haba sido
aun izada en el mstil viudo de la mansion histrica. de Francisco Pizarro, de . Sa.n Martn i de
mecanismo Rmington; 4.500,000 cpsulas id., id., Wi.nchester
i R mington; 100 caones de carupaila i montala, siendo la
mayora de fi.wdicion peruana; 25 calones grueso calibre, desde
el 32 al de 600, i mil tiros ele caon, varios sistemas; 130 quin
tales plvora, sin contar la ensaqnetada que es mucha, 1,000 tiros Rmington de balas esplosivas.>)
Segu n una razon escrita por el capitan don Narci so Castaileda del Victoria (batallan encargado de entenar los muertos) se
recojieron entre el 20 i 23 de enero 1,002 cadveres i los de 126
caballos.
Por via de contraste, i por el interea que ell o puede tener al
final ele esta historja, reproducimos en el anexo del presente
captulo una razon de lo gue ha cos tado la g nen a al pas en dinero segun una publicacion bastante exacta hecha el 2 de enero
de 1882 por el diario Lct Capital de la ciudad del Rosario en la
Repblica A1jentina.

1209-

Bolvar, i orden se levantara all en permanencia


en seal de definitiva poses ion a .l a manera de los
Cruzados i de los Conquistadores del nuevo mun'do cuando cnatro siglos nte s tomar<tn posesiou
de su suelo. (1)
(1) Tuvo esta ceremonia lngar el 20 de ene ro a medio clia,
pero ntes el capitan de marina don Alejandro Walker habia
izado en la t:J.rde del 17 un a pequea bandera de bote en el
mastil del cuartel de Santa Catalina.
Dise por dis;culpa de aquelht singul ar omi::;ion que revelaba estrao apocamiento de nimo (contra el cual se ha reaccionado sqlo un aio mas bnle) el q ne la dl'izu de la bandera
estaba cortada .. ..
Nada sin embargo era mas fcil de temediar, i por el ofrecimiento de 20 soles (que eran solo dos pesos de nuestra moneda)
se. presentaron dos postores para aquella operacion, un negro i
nu chino, sien~o el !timo preferiJo como mas raqutico i liviano de cuerpo. I ai:l el Africa i el Asia veoian en auxilio de la
toma de posesion de la ciudad de los Reyes como si hubieran
sido aquellos dos acrbatas los verdaderos reyes del pesebre i
de la fundacion.
Al da siguiente de la batalla se enviaba tambien a Chile el
primer aviso de la victoria, anuncio que enloquecera a la repblica entera en .la noche del 19 de enero- i en los das subsiguientes, i que solo atenuara el triste cargamento del navio
conductor (el vapor Itata) de gloriosos heridos destinados en
su mayor parte al cementerio.
La primera noticia de In.s grandes victorias de Lima lleg a
Santiago, va de Iquique, a ras 8 mnos 5 minutos de la noche del mircoles l de enero, i fueron comunicados en el rden
siguiente por el prefecto de !quique.
!quique, enero 19 de 1831.
(Recibido a las 7.55 P. M). -Sor ministro de la guerra:
Viene un vapor lleno de lQces.-Alfonso.
(A las 8.15 P . .M.)-El trasporte dispa.ra voladores.-Alfonso.
(A las 8.15 P. M.) -El trasporte fondea. dispatando los dos
HlST. DE LA C. DE LJMA.

152

1210-

XIV.
Repartase as e instalbase cmodamente en
torno a la insensata ciudad que guardara durante
siete aos el pacto secreto de una conspiracion
continental fraguada contra Chile, el glorioso
ejrcito que con sns bayonetas lo rompiera, en
catorce batallas de mar i tierra. l ron este motivo
llegados todos al trmino de la prolon gada, fiera
i sangrienta contienda, justamente enorgullecido
de su obra comun, el jeneral en jefe dirija.les en
la rden del dia del 18 de enero estas palabras,
que eran los ecos de la gnttitud de Chile envueltos en los rayos de su gloria:
Hoi, al tomar posesion, en nombre de la Repblica de Chile,
de esta ciudad de Lima, trmino de la grau jornada que principi en An tofagasta el 14 de febrero de 1879, me apresuro a
cumplir con el deber de enviar mis mas entusiastas felicitaciones

caonazos. Indica buenas noticias.-Alfonso.

(A las 8.50 P. M.)-Seor presidente: Comunicacion traida


por !tata m ni larga: batall:1 en Chorrillos.
Triunfo completo para nuestras armas.
Seis mil hombres del enemigo entre muertos i heridos.
Las prdidas por nu estra parte son gntndes i sensibles.
Entre los pri ioneros el minis'tro de la guP.rra Iglesias, un
hermano de Pirola i muchos jefes de alta gmduacion .
Por nuestra parte, comandante Y var muerto a la cabeza Je
su rejimiento que se ha llenado de gloria.
Luego ir el parte oficiai.-Alfonso .

1211

a mis com paeros de armas por las grand es victorias de Chorrillos i Mirafl ores, obtenidas mexced a su esfuerzo i que nos
abri eron las puertas de la capital del Per.
La obra est consumada. Los g ra ndes sacrificios h echos en
esta larga campa a obtienen hoi el mejor J e los premi os en el
inmenso placer que inunda nuestras alm as cu ando vemos flotar
aqu, embell ecida por el t riu nfo, la qu erida band':lra de la pa tria .
En esta hora de jbilo i de espansion quiero tam bien J.eciros
que estoi satisfecho de vuestra conducta i que ser siempre la
satisfaccion mas pura i mas lejtima de mi vida haber tenido la
honra de mandaros.
Cuando vuelvo la vista hcia atras para mirar el camino recorrido, no s qu admirar mas: si la enerja del pais que acometi la colosal empresa de esta guerra, o la que vosotros h abeis necesitado para lle varl a a ca.bo. Paso a p:1so, sin vacilar
nunca, sin retrot.:eder j amas, habeis venido h aciendo vn e~;tto
camino dejando seialado con un a victoria el trmino de cada
jornada. P or eso, si Chile va a ser una nacan gra.nde, prs pera,
poderosa i res petable, os lo deber a voso tros.
)) En las U03 ltim:1s ~ angri e nt as babllas, vu'lst l'O va.lor rea.liz verdaderos prodijios. E sas formicla.bles ttin chet,ts qu e se rvan
de amparo e los enemigos, t '1 madas al asalto i rn :trclna do a pecho descubierto, ser n perpeturtmente el mejot testimoni o de
vuestro heroismo.
)) S saln J.o otra vez, va lientes a migos i co mpa icros de n.rm a.s ,
i os decbro e ue h <tbeis merecido bi<m d e b pa tria.
))Felicito es pecialmente a los jefes de division, j enera.l Sotomayor i coron eles Ly nch i Lagos, por ht se renid<td qu e h<tn manifestado en los combates i por la precision con qu e h an ej ec utado
mis rdenes; a los jefes de las brigtda.s i a los j ef'3s de los cuerpos, por su arroj o i por el n0bl e ej emplo q ne da ban a sus sol
dados ; a stos, en fin, por su brav ura sin ig ual.
)) Debo t ambien mis ~ li c itac io n es i mi g ratitud a mi infatigable colaborador el jeneral don M tcos Maturana, j efe de es tado mayor jeneral, al comandante j eneral de a rtillera, coronel
don Jos Velazquez, que tanto lustre ha dado al arma de su

1212-

predileccion; al comandante jeneral de caballe~a i jefes que servan a sus rdenes.


En cuanto a los que cayeron en la brecha, como el coronel
:M:artinez, los comandantes Yvar, :M:archant i Silva Renard,
los mayores Zaartu i Jimenez i ese valiente capitan Flores, de
la Artillera, que reciban en su gloriosa sepultura las bendiciones que la patria no alcanz a prodigarles en vida.
Cumplido este deber, estrecho cordialmente la mano de todos i cada uno de mis compaeros de armas con cuyo concurso
he podido realizar la obra de tan alto honor i de tan inmensa
responsabilidad que me confi el gobierno de mi pas.
Palacio de gobierno, Lima, 18 de enero de 1881.
MANUEL BAQUEDANO.

XV.
Quedaba de esta suerte cumplida, por la tercera vez en el curso incompleto ele nn siglo, la evolucion antigna, misteriosa e irresistible que en la
dejeneracion de los pueblvs, ele las razas i de las
pocas iba marcando a Chile el sendero de su podero i de su apoderamiento del Pacfico, aspiracion de su pueblo, smbolo de !:!U destino manifiesto i coronamiento de la obra inmortal de su
ejrcito i marina, cuyas etapas hemos venido siguiendo con respetuosa adhesion e incontrastable
fidelidad en los cuatro volmenes de esta historia
contempornea consagrada a la verdad, a la gloria i a la imperecedera grandeza de la patria i de
sus mas nobles servidores.

1213 -

ANEXOS AL CAPITULO XXXI.

I.
LTIMA

NOTA DIPL0MT ICA RELATIVA A LA RENDlCION


INCONDICIONAL DE LA CIUDAD DE LIMA.

J:NERAL EN JE F E DEL EJ RCITO DE OPER ACIONES DEI, NORTE .

Chm1illos, 15 de enero de 1881.


(A lasll P. M.)

Seor decano:
V. E. sabe que a consecuencia. de la iniciativa oficiosa tomada por el honorable cuerpo diplomtico de Lima en favor de la
cesacion de las hostilidades contm aquella ciudad, no llev a
efecto en la maana de hoi el ataque preparado contra las fuerzas del ~jrcito peruano que defendan a Miraflores.
Sabe tambien V. E. i los seores ministros de Francia e
Inglaterra, que yo, en las conferencias que hoi tuvimos, me negaba a ampliar los plazos que se me pedan para interponer sus
buenos oficios cerca del supremo gobierno del Per con el mismo
objeto pacfico, i que al fin, cediendo a las repetidas instancias
de V. E. i de sus honorables colegas i como una prueba de especial deferencia en favor de los neutral es, acced !!. esperar, sin
que mis tropas tomaran la ofensiva, la respuesta que V. E. deba darme a la media noche de h oi.
Pues bien; el ejrcito enemigo, cuyos jefes deban tener conocimiento de las j es ti oues iniciadas por el honorable cuerpo diplomtico i haber recibido las rdenes convenientes, rompi hoi
a las 2 hs. 20 ms. P. M. sus fuegos contra el infrascrito, su jefe
de estado mayor'jeneral i aycluantes qne recorran el campo para inspeccionar la sitnacion de nuestras tropas.
Esta deslealdad del enemigo me obliga a acelerar las operaciones de la guerra.

1214 -

Mas, como quiero guardar n. los honorables representantes estranjeros todas las consideraciones de deferencia que me sea
posible, me dirijo n. Y. E. rognd ole se sirva comunicar a sus
honorabl es colegas mi resolucion de bombardea r desde hoi mismo si lo cree oportuno, la ciudad de Lima, hasta obtener su
rendicion incondicional.
Con sentimiento de cousideracion distinguida soi de V. E.
atento i seguro servidor.
MANUEL BAQUEDANO.

IJ.
ACTA DE LA RENDICION.

En el cuartel jeneral del ejrcito chileno en Chorrillos se


presentaron el 16 de enero de 1881, a las dos ele la tarcle el
seilor clou Hufino Torri co, alcalde municipal de Lima; S. E. el seor ele Vorges, enviado estra0rdinario i ministro plenipotenciario de Francia; S. ID. el seor Spencer St. Jolm, ministro residente de su majestad britnica; el seor Stirling, almirante
brit!\,nico; el seor Du Petit Thouars, almirante frances; i el
seor Sab~ano, coma ndante de las fuerzas navales italianas.
El seor Torrico hizo presente que el vecindario de Lima,
convencido ele la inutilidad de la resistencia de la plaza, le haba comisionado para en tenderse con el seor jeneral en jefe del
ejrcito chileno respecto de su entrega.
El seftor jeneral Baquedano manifest que dicha entrega
deba ser incondicional en el plazo rle 24 horas, pedido por el
seor Torrico para desarma r las fuerzas que aun quedaban organizadas. Agreg que la ciudad seria ocupada por fuerzas escojidas para conservar el rden.-(Firmados.)-MANUEr, BAQUEDA~o.-R. 'I OITico.- E. de Vorges.-.J. F. Ve1gara. -B. Du

P eti t Thouars.-Spencer St. Jhon.-E. Altamirano.-J. Sab?ano. -J. H. Sti1'ling.-M. R. Lira, secretario.

<

1215-

III.
LO QUE HA COSTADO A CHILE EN DINERO LA GUERRA CON EL
PER DESDE FEBRERO DE 1879 A AGOSTO DE 1881, SEGUN CWULO
APROXIMATIVO.

Gastos heclws en la gzmra r:lescle 18i9 hasta agosto de 1881.


Ministerio del interior ............. .
Id.
del esterior ........... ..
de jusf.ic ia, culto e
Id.
instruccion pblica:
Seccion de justicia ................. ..
Id. de culto ..................... .
Id. de instruccion pblica ...

762,871 82
192,866 85
54,487 28
82
8,218

62,787 28

Ministerio de hacienda .......... ..


de guerra ............ ..
Id.
de marina ...... ........ .'
Id.

4.902,496 33
47
10.620,701 05

Total de gastos clasificados ......


Cantidades destinadas a gastos de
la guerra i de que aun no se han
rendido las respectivas cuentas:
Cuentas pendientes en fin de 1880
Remesas hechas a Europa hasta
ell2 de setiembre ............... ..

33,501.),086 80

16.877, :~68

11.354,134 85
1.847,014 39

$ 46.710,286 04
Las entradas han sido mas o mnos equivalentes conforme
a la siguiente especificacion:

Aduana
Id.
Id.
Id.
Id .
Id.

del
de
de
de
de
de

Callao ................................. . $ 1.760,985 33


1.052,470 60
Arica .................... ."............. .
3.542,594 75
lquiqne ............................... .
390,537 51
Tocopilla ............................. .
1,640 37
l\'Iej illones ............................ .
1.720,450 56
Antofagasta ....... .... ............... .

SL1ma de las entrada'l por las aduanas del norte

8.470,578 12

1216-

Entradas por otras oficinas:

106,620 76
Salitres de Tarapac. Saldo .... .
142,306 95
Donativos par J. la g uerra .. ...... .
Contribucbn de gue rra .......... . 2.197,194 47
Producto de g uano ... ... . ...... . 209,76!;) 15
Venta de bienes tomados al
enemigo .. . ....... ,..... ....... ...
11 3, 128 93
:H.edencion de censos ... .... ..... .. 2.842,609 18
Emprstito ........................ ..
E mis ion de papel-moneda .... ..

5.611,629 42
2.000,000
28.000,000
44.082,207 54

Utilidad obtenida en la amonedacion de moneda feble ..... .

1.419,112 65
45.501,319 19

FIN.

5 ..

H IS TORI A
DE L A

CAM PA A DE LIMA .
--------~+- ~-+~--------

NDIC E
UNA PALABR A AL LECTOR . .. .................. ......... .. ........ .... ... .. ... ..

P j . 5

CAPITULO J.

El coronel Leiva en Arequipa.


P osiciones que el ejrcito chileno ocup despues de la. toma de Arica.RI coronel Yaldivieso nombrado gobernador militar de esta plaza i sus
trabajos de hij iene i saneamiento.- Horrible quema de ca.dveres.-J eneroso auxilio que los cirujanos de los buques de guerra neutrales prest an a los heridos en ausencia de las ambu lancias.--Los marinos chilenos dan honrosa sepultura a Moo1e i a Bolognesi.--E l jeneral Baquedano, ascendido a jeneral de division, fija su cua.rtel jeneral !)n _\rica., i
trabaj os de reconstruccion a que se entrega. -Regresa a Tacna. a fines
de junio i espera 6rdenes. - Suerte que habia corrido el segundo ejrcito del sur en su retirada.- P lanes i miras personales. mas que de est ratejia i de patriotismo, a que haba obedecido P irola al organizar el
segundo ejrcito del sur.- E l jeneral Beingolea en ! ca i el coronel Gonzalez Orhegoso en Arequipa.- P lan singular de Pirola para reconquistar a Tarapac navegando por lo> lagos de Titicnca i Poop, i reconocimientos que encomienda con este motivo al coronel Billingurst.- Aditud ia i egosta de Arequipa.- El prefecto Gonzalez Orbegoso consigue
organizar apenas un batallon .de 300 plazas - Ocurren Puno, el Cuzco
i las provincias con sus coatinjentes i se refunden en ellos los restos de
la division Gamarra, de,Totada en los Anjeles . - Des:~strosa retirad; de
estas fuerzas i su composicion al llegar :l Paucarpata.-- Pi de guerra en
que se encuentra el segundo ejrcito del sur en los primeros das de
abril de 1880, con sus jefes respectivos i elementos blicos de que dispone.- El coronel don Mariano Mai-tin Lopez, jefe de estado mayor.-Carencia de armas i municiones.- -El dictadot Pirola, que rehusa socorrer a Montero, despacha el Oroya el 30 de marzo con un valioso
cargamento de armas, cai1ones i pertrechos a ca.rgo del coronel Recabrren.--Desem barca ste en Oaman el 4 de abril i_llega a Arequipa elll .
R. DE LA. C. DE LIMA.

il

INDJGE.

11

-Curiosos telegramas que dirije a Gamarra.--Recabrren, nombrado sub-jefe de estado mayor, organiza dos divisiones volantes i se propone emprender a mediados de abril contra la retaguardia de los chilenos, que en esos momentos marchaban hcia Locumba i hcia Sama.
--Importancia que pudo tener ese movimiento i sus anuncios, desde
mediados de abril.-La nube.ll-Causas que etardan esta operacion i
la frustran.--1\fezquindad del pueblo de Arequipa i curiosa nota indita del coronel Recabrren sobre este particular.--Rias de Recabrren con el jefe de estado mayor Lopez.---El primero intenta qeponer
al ltimo.-Rodea el coronel Lopez la casa en que Recabrren celebra
una junta sediciosa de jefes i lo prende por la fuerza.-- El prefecto Gonzalez Orbegozo asume el mando del ejrcito.-Renuncia del coronel
Gutierrez llamado El Sobrado,l) i antecedentes de este jefe.--Documentos inditos sobre estos disturbios que establecan la guerra civil en el
Pen~ a presencia del enemigo. --El coronel Leiva es nombrado jeneral
en jefe del segundo ejrcito del sur, en remplazo del jeneral Beingolea, i su marcha de~de Jca.'--Carcter i antecedentes de este jefe i su
proclama al llegar a Arequipa el 30 de abriL--Apremiantes cablegramas que le dirijen Montero, Solar i Bolognesi.-El coronel Leiva
muestra desde el principio mala disposicion para marchar, i sospechas
a que Ee presta su actitud como lugar-teniente de Pirola.-Al fincomienza a moverse el segundo ejrcito del sur en los primeros dias de
mayo.-El comandante Gutierrez ocupa a Moquegua el 8 de ese mes.
-1-tecabrren sale el 14 i I,.eiva ell9 en direccion a Torata.- Lle
gael 26 a este pueblo el Sobrado con su division i descansa.--Ya
es tarde!)) ..... ............... ....... .............................................. Pj. 9

1~

CAPITULO II.

1.

La retirada de los aliados . .


El coronel Leiva despacha desde Torata un emisario de confianza a pedir
rdenes al cuartel jeneral de Tacna.-Respuesta e instrucciones vagas
del jeneral Gampero .-Leiva se mueve desde 1\foquegua el 28 de mayo,
esto es, dos dias despues de la batalla de 'l'acna, pero ighorndola.-Su
lenta marcha h:Jcia Locumba.-Recibe el dia 30 en la cuesta del Bron. ce i por la vi a de 1\1ollendo i A req ui pa la noticia del desastre.- Apremi antes llamados de socorro de Bolognesi.-Leiva se dirije hcia la rejion montaosa de Candara ve, i desde Sin ti despacha una comunicacion
a Campero ponindose a sus 6rdenes.-Estado l:J.stimoso en que los aliados se retira.n de Tacna.-El aspecto de la ciudad en el momento de l:J.
derrota.-La retirada de Carnpero.-Recibe en Yarapalca la noticia de
h:tber sido nombrado presidente de Bolivia i en Calacoto contesta a
Lciva dimitiendo ele hecho el mando del ejrcito aliado i da igual aviso
a Montero.-Ca.mpero con certero juicio militar cree que los chilenos
van a dirijirse inmediatamente a Lima.-Contioa sn retirada a Corocoro i salva de 800 a mil hombres idos caones.- Horribles sufrimient os i depredaciones.-Llega Campero a La Paz el 10 de junio.-La retirada de .Montero i de .Solar hcia Tarata i Puno.-J unta ele guerra en
'Tarata el :10 de mayo i acta que firman los jefes derrotados.-Conatos
de sublevacion en la tropa i fusilamientos que tienen lugar en Tarata
i en Tala.- Leiva , por su parte, se dirije por Ilabaya a Torata i all
recibe 6rclen de Pirola para marchar en socorro de Bolognes.-Su netiva i motivos en que la funda.-Retrograda a Arequipa i se propone
levantar un ej rcito de 8,000 hombres.-El coronel Leiva es depuesto
seis meses mas tarde i remplazado por el coronel l;atorre.-Documenios oficiales ............................ .. .......... ...................... ....... Pj. 39

-------- -

- -

l!I

IN DICE.

CAPITULO III.

Pirola i sus secuaces en el poder.


Mtodo de la presente historia.-Actitucl ambigua de Pirola al comenzar
la complicacion de Chile con el Per i su manifiesto de marzo de J 87!:!.
-Sus primeros actos ele dictador un aio mas tarde.-Su misticismo de
predestinado i su epstola a L&on XIII.-Sus ideas preconcebidas de
rejenerador i por qu se da el ttulo de Jefe Supremo.-Su mana
ele cambiar los nombres de todas las cosas i de todas la::; instituciones.
--Crea biete secretaras de la dictadura en lugar de los antiguos minis
tros.-El ministro de Relaciones Esteriores don Pedro Jos Oalderon.
-Antecedentes, cttrcter i convicciones de este hombre pblico del Per.-Los secretarios de guerra i marina Iglesi:ls i Villar.-El secretario
del interior Orbegoso.-Antecedente~ i carcter del secretario de hacienda Barinaga.-Los secretarios Panizo i Echegaray.-El Dictadot
promulga su famoso Estatuto, i su pasion hereditaria por lej islar.-Organiza cuatro ej rcitos por un solo decreto i revoluciona todos los setvicios del ministerio de Lt guerra, del estado mayor i de la administracion militar.-El ejrcito del Norte, sus divisiones, sus cuerpos i sus
jefes-Pre~uncion antigua de Pirola sobre su jenio militar i su mauifestacion al vice-prestdente Lft Puerta a ese propsito.-Las reservas i
lo que haban hecho los predecesores del Didador .para la defensa de
Lima. -Afrancesamiento de la dictadura militar de Pirola i su aficion
a copiar las ceremonias del ltimo Imperio.--La recepcion del 1." de
enero i alocucion que dirije al legado del Papa.-Crea el Contiejo de
Estado por la pauta de Napoleon l., i mensaje que le dirije el da de
su instalacion.--Destmye el rjimeu municipal en todo el Per i crea
ayuntamientos a su albedrio.--Prisiou arbitraria de los principales diaristas de Lima i gracia qne les concede el dia de su cumple-aiios. --In
trigas de tlamo que se atribuyen al secretario <Jalderon.--Todo el
movimiento de la dictadura es ei aesultado ljico ele las ideas preconcebidas, de la educacion i carrera de Pirola.--Carcter peculiar de estecaudillo.-Su educacion en el Seminario de Santo 'l'oribio.-Sns ideas
despticas manifestadas en un trabajo universitario al recibirse de abogado.--Su oscuridad i su natural honradez primitiva.-Cmo siendo
ajen te de Lamman i Kemp, fabricantes de agua florida, es nombrado
ministro ele hacienda por el presidente Balta.--Sus fa:nosos contratos
i emprsti"tos con Dreyfus, base de su populat"i.dad en el Per.--Nuestro primer bosquejo del dictador i cmo lo han acentuado los hechos.-Tenacidad catalana de su carcter._,.Curiosas revelac:ones a este propsito.-Una carta indita de Pirola desde La Paz en 1875.-Sus ideas
sobre Prado i sobre Pardo. - Pardo o yo. -Juicio posterior del doctor
don Mariano Alvarez, i su acierto.-Previsiones ele este patriota peruano sobre la conducta de Pirola con Montero, i cmo Jos acontecimientos le han dado completa razon, como al autor.-Es nombrado
prefecto de Lima don Juan Martn Echenique, i su circular caracteriw.ndo la poltica de la dictadura bajo el punto de vista de la <nejeneracion del Per i de la guerra a Chile.-Documentos ...... .. Pj. 63

CAPITULO IV.

Las finanzas de la dictadura i sus escndalos.


El dinero i la guer ta en el Per.---Reseiia financiera de este pas {mtes de
la guerra, i su inmensa riqueza.---Su comercio, sus rentas i sus depsi-

IV

IN DICE.

. tos de huano.---Los emprstitos de Pirola en 1870 i los Dreyfus.---Cmo se desaparecen en dos aos 180 millones.-- El presidente Pardo
anuncia en persona al Congreso al inaugurar su administracion la bancarrota del pas suspende el servicio de las deudas.---Viaje del presidente Prado a Europa, i cmo nace la Pmuvian Guano Company.---E1
Per sujeto a mesadas.---Ho&tilidades entre los Drey'fus i la Pmuvian.
---U nos i otros se aprovechan de la guerra para poner al Per la soga
.al cuello.---Inadmis ibles proposiciones de la Pemvian i su protesta de
las letras del Gobierno.---Astu tas propuestas de Dr,;yfus para quedarse con el stock de huano i chancelar cuentas i reclamaciones atrasadas,
dejando al Per con el negocio del muelle-drsena, valorizado en cuarenta idos millones de franeos.---:Vacilaciones para aceptar estas propuestas i las de la Pertwian del vice-presidente Canevaro, i esplicacion de su conducta como acciollista de la ltima.---Los delegados fiscales del Per, Althaus i Aranbar, rechazan las propuestas de Dreyfus.
'--Guerra civil entre los delegados.--.Althaus i Aranbar son destituidos se nombra plenipotenciario a don Juan Mariano Goyeneche, residente en Paris.---Envase como comisario para secundarle al doctor don
Francisco Rosas, i su viaje hasta Cherburgo i Pari's.---Lazos i caricias
que le ofrecen Dreyfus su crculo.---Honora hles p roposiciones que hace
a Rosas i a Goyeneche el Crdito Industrial de Pars, en nombre de
+os tenedores de bonos franceses, belgas holandeses.-Los ajentes
peruanos se -deciden por esta combinacion i firman un pacto recibiendo veinte millones de francos de anticipo el 7 de enero de 1880.-Pirola firma en Lima ese mismo da un escandaloso contrato con los
' Dreyfus, reconocindoles veinte millones de pesos que no se les debia.
-Antecedentes, documentos i pruebas de este vergonzoso fraude nacionaL-Clera de Pirola porque El Comercio de Lima censura su
procedimiento i, a nombre de la honradez, de la moral i de la delicadeza, clausura esa imprenta.-Su furor contra Rosas i Goyeneche cuando tiene noticias del negociado con el Crdito Industrial i ordena
confiscar sus bienes .-E~plicaciones del doctor Rosas en el SoiT de Paris.--Atenuacione s de Ln Patria de Lima sobre la enormidad del contrato con Dreyfus, i rebaja d ocho millones de su cuenta.~Acertadas
medidas de otro jnero que adopta el dictador.--Derog a el decreto de
interdiccion comercial con Chile i suspende varios impuestos locales,
absurdos i onerosos.--El impuesto sobre el azcar.-Manda cerrar la
emision fiscal en la suma de sesel).ta miilones de pesos i declara,que el
oro es la nica moneda legal en el Per, dando por razon que el oro ha
desaparecido por completo del pais.--Despticas medidas sobre conversion de billetes en dinero i sobre el jiro que abate el cambio a 8 peniques por soL-Cmo, segun la cuenta de sus adversarios, gast Pirola en un ao 114 millones de pesos ........................ ...... ....... Pj. 121

CAPITULO V.

El plan de campaa del dictador Pirola.


La conscripcion militar en el Per.-El 18 por ci(mto de 240,000 hombres.
--Continjentes por departamentos.- -Estado jeneral de conscripcion.E l continjente de Lima. -ccPresos i amarrados>> .---Desertores.---O rganizacion de la artillera i de la caballera.---El batallan de lVIarina.--Escasez estraordinaria de armas, e injeniosos arbitrios de que se valen
los peruanos para obtenerlas.,--lVIisteriosos acarreos de rifies.---Fundicion de caones en la Piedra lisa.---La defensa de Lima i el alcalde Porras.---Aparatos de inauguracion de las fortificaciones de San Bartolom i Miraflores.---Medidas de detalle.---Prola declara por decreto ven-

'

INDIO E.

cul01es a los peruanoe en Tarapac.---Acepta la Cruz R oja. ---Arreglos


de familia.---Aspecto militar de Lima en los meses de verano de 1880.
-Descanso del carnaval.-Elreposo de febrero en In. Moneda i en el
palacio de Pizarro.-El dictador declara, dos semanas despues de su
instalacion en el poder, hallarse listo para emprendetla campaa de espulsion de los chilenos. -Circular que en este sentido dit:ije a lo~ prefectos.-1\fision singular que confia al coronel Billinghurst para emprender una campaa de circunvalacion sobre Tarapac:. por los lagos
'riticaca i P oopo.-Viaje del emisario de Lima a Arequipa i Puno.Sus afanes en el lago Titicaca i como zozobran lds balsas destinadas a
conducir el ejrcito.-Llega Billinghnrst a la Paz i Campero aprueba
con entusiasmo sus quimeras.- Detalles i curiosas comunicaciones.Desembarcan los chilenos en Pacocha i se presenta la escuadra en el
Callao el iO de abril de 1880 ...... . ......... .......... ...... .. ......... ... P j . 159

CAPITULO VI.

El almirante Riveros en el Callao.


La escuadra de Chile, despues de trasportar el ej rcito a Pacocha, recobra la libertad de sus movimientos i se dirije desde este puerto a bloquear el Callao.-Composicion de la escuadra.- Sus dos lauchas torpedos, i destino que les da el contra-almirante Riveros antes de penetrar
con la flota en la rada.-Preparativos del dictador para esperar a los
buques chilenos.-Lastimoso estado de su marina i de su artillera a flo
te.-Trescientos oficiales de mar para un solo buque.-Ochenta tenientes
i solo cuatro guardin.-marinas.-Las escuelas preparatorias del Callao.Plancs de defensa del ministro Mendiburu desde mediados de 1879 i su
<<aguardiente con cascarilla.-Formidables fortificaciones de tierra de
los peruanos.---El castillo de La Independencia i las bateras Junin i
Ayacucho en el centro.-Las bateras de barlovento i sotavento eu la rada.-La batera de a mil en la Punta.-La drse na como abrigo de los
.buques de guerra.-El fondeadero de la Unio~ i sus palizadas.-Seryicio
de vijas en la isla de San Lorenzo.-Motivos porque se frustra el ataque
de las lanchas porta-torpedos Janaqtteo i Guacolda.-Los pescadores T ot-res.-Escapada milagrosa de la Union.-A vanee jeneral de la escuadra
hciala rada.-Notificacion del bloqueo i notas a qne esta medida da
lugar entre el almirante, el prefecto i el cuerpo consular.-lnmensa
zozobra que produce en Lima la aparicion de la escuadra de Chile.-El
dictador se traslada al Callao i le siguen diez mil curiosos.-La primera
noche del bloqueo i combate por equivocacion entre las lanchas peruanas
Urcos e Independencia.-Pequeiias presas en la rada.-Los puercos de
Huacho.-El bloqueo durante los das 12, 13 i 14 de abriL- Asalto
imajinario a la batera de a mil.--La Compaa de Vapores del P acfico establece su cu artel jeneral en Ancon.-Odio de los peruanos contra
los ingleses i arenga contra los chilenos del jeneral Vargas- 1\fachuca.El arzobispo de Limit manda mostrar al pueblo las reliquias de.Santa
Rosa i Santo T oribio para conjurar el bombardeo.-Novenas i preces en
la misa contra las balas del .f:htscar, i j eremiadas de los peruanos a pro6sito de este monitor.-Proclama del prefecto Echenique anunciando
e:tmi del romp imiento de las hostilidades ..... ... .... ....... .. ....... P j. 188

VI

CAPITULO VII.

Los combates martimos del Callao.


(ABRI L 1 MAYO DE

l !l80)

F ciega de los peruanos en un bombardeo por la escuadra chilena en dia


fijo, i su pnico.-Las impresiones del 2 de mayo.-Apt:est os para rechazar la escuadra chilena el 20 de abriL--- Los mdicos en las bateras
i P irola a caballo.---Vanas "lspectativas i telegramas.---R econocimiento i caiioneo del 22 de abri L---E l Iluscar ataca a los buques en la
drsena.---Impresiones i proclamas en Lima.---Uircular indita del ministro Orbegoso sobre el bloqueo.- --Car ta orijinal de un orijinal ---Ataque a la lancha-torpedo U1cos i sus bajas.---Bravezas del mar.---El
Amazonas pesca dos enormes torpedos el 5 de mayo.---M nerte del torpedista Ruiz. ---Se vara el J.fatia s Cou silio en la isla de San L orenzo i es
puesto a flote .---Regresa del norte la corbeta O'Hi[l_qins trayendo prisioneras a las autor idades de las islas de Lobos.---A taque j eneral de las
bateras del Callao el 10 de mayo.---La O'Ili_q_gins en la Mar Brava, el
Blanco frente a la Punta, el Ilu.scar con la P -ilcomayo, el A ma w nas i el
A n_gamos al centro de la lnea de ataque.---Heroismo del capitan Condel! que se avanza hasta 2,500 metros de la drsena.---Destrozos ca usados en los buques peruanos i bajas en stos i l!n tierra.---I.as averas del
H uscrw. ---Resultado jeneral del combate.---La O'Hi_ggins se dirije a
bloquear a Ancon.---Gran incendio en el Uallao el 24 de mayo.-- Combate i duelo de ,los bot es-torpedos Janaq t~eo e Independencia, que se van
juntos a piq ue.-Heroismo del teniente Galvez, quien es restituido a
su f amilia - Telegramas inditos.-- Escaramuzas del 27 de mayo i
calma chicha del 28.--- Combate del 29 de mayo.---T elegramas i noticias
inditas.--- Las astillas del Chalaco en las patillas de su comandante.--Sale el A talmalpa a provocar al Huscar i los peru anos se declaran victoriosos.-- Llega el T o1o con la noticia de la victoria de T acna i regocij o
q ue causa a bordo de la esc uadra.-- -Primeros anuncios t elegr.ficos.--Sombrias impresiones de los peruanos i cmo se les da tiempo para
reaccionarse, malogrando el xit o de n uestras victorias.---Cambio de
escenario....... .. ..... .... ....... .... .... . ... ... ... ... . ... ...... ... ... ..... .... P j. 1220

CAPITULO VIII.

El ministerio Recabrren.
Jmiugrase el congreso al ruido del caiion de Tacna i Arica, 1 popnlandad
que adquiere el ministerio que preside el seiior Santa Mara.- El discurs()
presidencial i su relacion incolora pero verdica de las operaciones de la.
guerra,- Ausencia de propsitos ulteriores.-La prosperidad del pais i
justicia que el jef e del E stado hace a su patriotismo. --La noticia de la
captura de Arica desborda el entusiasmo del pais i consolida el prestijio del gabinete.-Renuncia ste, sin embargo, t res das despues.Sorpresa del pblico, i revista de Jos servicios i de las petsonalidades
del gabinete que desaparecia.- Arma al brazo i a Lima! - La guerra
comienza!.-El ministerio de junio i su personal. -Su matiz radicaLAntecedentes i prestijio de los seores Recabrren i Lillo, i falta de
preparacion del primero.-Nulidad poltica de sus colegas.- Car ta del
autor al seiior Lillo cuatro das despues de su nombramiento.- Vagas
esperanzas de que los seores Recabrren i Lillo hicieran cambiar el
rumbo de su poltica al Presidente de la repblica con respecto a la

IN DICE.

VII

guerra. pero sucede todo lo contrario respecto al primero.-L lega el seiior


Lillo del Callao i renuncia honrosamen te sn cartera.--E s llamado a
templazarle don J os Francisco Vergar:l, como una consecuencia natural de la posicion q ue haba ocupado en el ejrcito, i gravsimas circunstanci as que desautoriza n este nombramiea to.-Desazunes
del ex-secretari o Vergara con el jeneral en jefe . i jefe de Estado mayor
del ejrcito.--Im presion profunda que produce en los campamento s
del Per el anuncio de este nombramien to i trascendent ales revelaciones que llegan.al gobierno.- Carta de don Mximo R. Lira, secretario
del jeneral en jefe, al Presidente de la repblica.-I nterpelacio n-protesta del diputado Molina.-Te nacidad i estrechez de miras del Presidente de la repblica respecto de la guerra. --Juzga sta concluida i se
_dispone a bnscar la paz por todos caminos, escepto el de la espedicion
a Lima.-Not able telegrama peruano a este respecto.-O pinion conttaria que manifiesta el pas desde que se rompieron las hostilidades
con el Per, i apoyo que esta corriente nacioaal encuentra en el Congreso. -- El gabinete Recabrren va a contrariar la guerra en su desarrollo natural i el Congreso a abrirle cauce ....... ..... .. .......... .... ... P j. 261

CAPITULO IX.

La lucha entre el Congreso i el presiden te Pinto por la


espedicio n a Lima.
(A GOSTO

SETIEMBR DE

1880)

El proyecto pata emitir seis millones de pesos es sometido al Senado.Cmo haba obtenido su primera aprobacion por este cuerpo.- E l senador Conch a i T oro solicita la declaracion prvia de si el gobierno emprende o no sobre Lima, i el ministro de hacienda rehuye la respuesta
.como en la Cmara de diputados. -El senador Reyes convence al ministro de hacienda de que ha pedido solo la mitad de los fondos que el
gobierno necesita i, en consecuencia, la emision se aumenta a doce
millones de pesos i se aptueba.-D isc urso del senador por Coquimbo
con este motivo i condenacion i protesta esplcita que formu la contra
toda espedicion de merodeo a las costas del Per.-Deb ate que con este
motivo se traba en el Senado en el cual el ministro de hacienda declara
q pe el gobierno acepta las espedicione s de merocleo .- Esplicacion ele la
actitud del gobierno ante las dos ramas de l pode r lej islativo.-El presidente Pinto insi~te en su absolu ta resist encia a satisfacer las a~piracio
nes del p11.is i del Congreso enviando una espedicion a Lima.-Los
ascensos de Tacoa i cmo se escluy de ellos a todos los que pelearo n
en T :1cna.-Acti tud del Senado contra esta irrisoria injusticia, funesta
para el ej rcito i para la guerra.- H onras a los muel'tos.-L abores del
Congreso i hLudable actitud prescindent e del gobiemo en todo lo que
no fuera ir a Lima.- Establecimi ento de las incompatibilida.des padanentarias i abolicion del estanco.- Enorme impuesto sobre los salitreH .
.,;!,lega a Chile a principios de agosto el ministro de Estados Unidos
~ n .C,i~lJ., Mr. Christiancy, sin ninguna especie e comision pb(ca de su
gobiernQ ~j del de Pirola, i en el acto el presidente Pinto entra en
:;;r:.tos i paso~ l-9 mediaciones c:e paz con l, no obstante la fa lta absolutlJ. facultad.es e ip.sinuaciones del ltimo.-A.c ertadas observacion es
pe l ~J. prensa sobre lo.s pEHgros de la mediacion norte-ameri cana, que se
han cumplido. -A.delant:. el $9bierno sijilosament e las negociacion es
de la medilJ.cion i el dia 10 de setie!]!.l:re quedan designados los delegados de Chile en las futuras coq.feren9i :.s:=IIJ.t~ rpe l acion que formula
al da s.guante el diputado por Catelmapu <}ot1 J. \~. ~9-lma!)\)da ,. :.

VIII

IN DICE .

Respuestas cabalsticas que da a esta interpelacion el ministro Valdenama el14 de setiembre, i niega ' redondamente que se hayan nombrado negociadores.- Notable discurso del seor Balmaceda sobre la situacion i la desintelijencia del gobierno i del Congreso i propone un
voto esplcito de censura al ministerio.- Discurso del diputado Rodrguez a nombre del partido conservador i su proyecto de acuerdo.- E 1
seor Huneeus defiende la conducta del gabinete en las negociaciones de
paz pero declara paladinamente que el seor Christiancy no ha obrado
ni por insinuacion de Pirola ni de su gobierno.- Recbese la noticia de
la prdida de la goleta Covadonga.- Prolnganse los debates sobre el
voto de censura i se acaloran.- M:emorable sesion del 25 de setiembre.
-El diputado por Valparaiso don I~idoro Errzuriz salva al ministerio
declarando semi-oficialmente que se har la espe1icion a Lima.- Llega
ese mismo dia la noticia de la destq1ecion de la hacienda de Puente por
la espedicion Lynch.- C6mo van a marchar paralelos, a virtud de un
inconcebible criterio, esta it-ritaute, ineficaz i contraproducente empiesa
de destruccion i merodeo i las quimricas negociaciones de paz imciadas
por el presidente de la repblica i el gabinete de junio ... .... .. . Pj . 286

CAPITULO X.

La guerra i el Congreso.
(JUNIO 1 JULIO DE

1880)

Disase la resistencia del presidente Pinto a emprender la campaa de


Lima, a la par con las noticias de las victorias de 'l'acna i Arica.-- La
cmara de diputados aprueba en su segunda sesion una proposicion del
diputado Walker M:artinez tendente a empujar la administracion h{tcia
' la campaiia de Lima.- Singular resistencia del diputado por San Crlos,
don Francisco Puelma, i aprehensiones que. su actitud suscita en el
pas.- Aplausos que recibe la conducta del seor Walker Martinez.- Iguales man ifestaciones hechas en el :3enado sobre la idea de espedicionar a Lima i no sujetar 'por la tercera vez al ej rcito despues de sus
victorias. -IJiscurso del senador por Coquimbo eu la sesion del 18 de
junio.-El gobierno se desentiende por completo de las aspiraciones del
congreso, i el presidente de la repbli~a declara abiertamente que la
espedicion a Lima es un solemne desatino.- El ministro de la guerra es
el nico que a la sordina trabaja por la guerra, mientras que el presidente trabaja abiertamente por la paz.- Se prosigue el sistema de reclutar por levas, que da resultados vergonzosos, i se rehusa el concurso
del pas, para levantar un ej cito.- Of1 ecimiento de Quillota, Linares
i otros pueblos. -Impresion que causa el naufmjio del Loa e interpelacion del diputadb por Linar\S seor J ordan ~obre la actitud que asumir:.t el gobierno en presencia de esa emerjencia.-L{espuestas evasivas del
mini s te rio.-~olicita ste una nueva emision de seis millones de pesos i
se niega a declarar c0n qu fines .- Se confabula en secreto la espedicion
L y nch, i se hace venir a este ' jefe de !quique a Santiago.- Discusion del
subsidio de seis millones i de la iuterpelacion J "ordan en la cma1 a de
diputados.-Graves acusaciones del ltimo dirijidas especialmente al
presidente de la repblica sobre la direccion de la guerra.-Notables
discursos del diputado Balmaceda sobre la situacion, i proposicion que
formula respecto del proyecto de subsidios, sc.licitando su aplazamiento
hasta conocer la mente del gobierno sobre la guerra.- Importantes
apreciaciones que el diputad o por Elqui seiior Huneeus hace sobre la situacion i sus ca.usas.-La prensa. independiente comienza. a traducir
a mediados de julio la impaciencia del pas. - Estolidez del gobierno i su

-..!

1NDIDE.

lX

empecinamiento para creer en la paz a todo tranc~.-I.a cnmarn de diputados rechaza por una gran ma yora todo aplazamiento en el suministro de subsidios de guerra al gobiemo, i vota la emision incondici(nal
de seis millones de pesos a fineR de julio... ...... .... .. .. ... .. ... ... P:.j. B40

CAPITULO XI.

Las defensas de Lima.


Estraordinaria actividad que despieza el dictador Pirola para defender a
I~imn, i sus singulares es travagancias.-Se declara protector de la raz:1.
indjena, crea la L ejion de m1ito, manda abrir el Gran libro de la 1ep blica i decreta curiosos honores a los tripulantes del ]{~M SCr por los
combates de Pacccha i de Angamos.-Firma el 11 de junio el P acto de
Confederacion con Bolivia, i el27 manda poner a Lima en pi de defensa militar. - Las exajeraciones del telgrafo i los alaridos del pa triotismo en Lima, al saber la captura de Arica.-Cholos i rot oS>).- T emores
de una inmediata invasion chilena i notificacion a las monj as, calmando
sus zozobrns. - Numerosos socorros que el dictador recibe de los departamentos del norte, especialmente con la complicidad de la Compaiia
inglesa de vapores- Inagotable provision de hombres de la sierra.-E l
doctor Duarte levanta en Ja uja una division de t res mil hombres que
viene a f ormar la base del ejrcito del centro.--Marcha ele esta division
i su solemne entrada a Lima.- Otras divisiones en las sierras.-- El dictador manda organizar la reserva sedentaria.-Sus diez divisiones i sus
principales jefes, -:-Salmon al mando de la artillera de la reserva.Crencion de zonas en el departamento de Limn- .Los t raj es del ej rcito
i el casco prusiano de Pirola. -Revistas i acantonamiento del ej rcito.
--Cmo se provey de armas el Per.- Complicidades en Centro Amrica i cohechos en Panam i entre los capitanes de la Compaa inglesa
de vnpores.-Primeras armas que el coronel Aramayo mand en mayo en
la Pilcomayo. - El enviado Reyes i los descuentos ele Grace en Nueva
York.-El coronel Larraiiaga en Panam i su estra.Jrclinaria actividad.
-Cohecha al gobernador lturralde, al superintendente del ferrocarril
Bnrt i a los capitanes Petrie, l-'tedman i Nodder.-P. S. N. c.~-La
primera tentativa del buque Emiqueta, i bizarra conducta de los chilenos Hermida i Whiting qu e estorban su salida de Panam. -La espedicion del Guadiana remolcado por Stedman.- El denuncio del griego i
el viaje infructuos o del Amazonas a Tumbes. - E l capitan N odd er remolca la Enriqu.ela a Pacasmayo i a Chimbote.-Inverosmil apata con
que el gobierno de Chile contempla el armamento s ucesivo del P er i
cmo manda de ~staci o n a Panam el Amazonas cuando todos aqu ellos
haban terminado por el mes ele oc tubt e.- Los recursos finan cieros de
Pirola - Inventa una moneda nueva de papel a la que da el nomure
de l ncalJ i le atribuye por decreto el mismo valor que a la libra esterlina . .:_curiosas evoluciones que para esto ejecuta.-La provision de
Arequipa i el obispo del Cuzco.--Las defensas de torpedos i su organizacion en el Callao...... ..... ... .. ... ... .... .. ......... ... ... ....... ... ..... P j. 375

CAPITULO XII.

El siniestro del " Loa".


El bloqueo del Callao durante el mes de junio.-Llegnn el L oa i el L amao
con heridos peruanos i pertrechos.-La F1esia i la flotilla de heronas
araucanas.- Viaje del L ime1ia a Arica i su regreso bajo la cruz roja.ll!S'l'. DE LA C. J)E LIMA,

..,.:t

).

h!DICE.

Los fun erales de Bolognesi i Moore.-Los torpedistas peruanos i sus


esfuerzos por volar las naves bloqueadoras.-La division de torpedistas
del ministerio de F omento i la del ministerio de Marina.-El qumico
Cuadros.- A viso que se trasmite a Chile describiendo el torpedo que
vol al Loa i anuncio oportuno que hizo al almirante el presidente de
la rept'blica.-1\fisterio.-T elegrama converje ute de Pirola.-El capitan Pe iia del L oa descubre el bote -torpedo en la tarde del 3 de julio i se
dirije a reconocerlo.- El torpedo iba destinado al Jlla nco.-Alarmas a
hordo.-El segundo del buque, teniente Martinez, i el piloto E stabell
manifiestan sucesivamente sus temores al capitau Peiia, i ste bruscamente los rechaza.-Carcter i antecedentes de este desgraciado oficial.
-~e cumplen sus rde:Jes i se produce la esplosion, sumerjindose el
L oa con horrible e:>trago.-Obstinacion del capitan P e a aun para salv ar~e. -8oco::ro de los neutrales i lentitud de los buques chilenos para
ocurrir al siniestro.-Cie nto diez i nueve vctimas.-r,os guardia-marin as Fierro, Hnidobro i Oportus.-El injeniero Cuevas.- T elegramas
inditos sobre el hundimiento del L oa.-- liil bloqueo durante el mes de
julio.---Los buzos del Blanco i los tibu rones e n el f ondo del L oa.- --El
reino de la niebla.- T edio i enfe rmedades.--El bloqueo en agosto.--Se
intima el bloqueo de Chorrillos i los botes del A m a ~ o nas son rtcibidos
a balazos 3in que se haga fu ego a los dt tie rra.-- Lts bomhardeos del
An gamos el :lO i el 31 de agosto i el L i 2 de setiembte.---Estragos en la
Union.-I...a laucha Urcos derr.,ta, ~egunl o s peruanos, toda la escuadra
chilena.--Combate del 4 de setiembre i prdida de la laucha peruana
L ima.- Las operaciones del bloqueo hasta mediados de set.iembre --Noble entereza del contra-almiraute Hive ros i jenerosa resignacion de
n ues tros madnos.-El Cochrane llega al Callao i se marcha a Chile el
Jiu sccw , para ser por la segunda vez reparado.---El contrato Beausejour-Echega ray para volar los encorazados chilenos.-Torpedos i lorpeditis ..... ...... . .. . ... . .. ... .. .. .. ... . ... ..... .. .. ..... ... . . .. .... .. ..... . .. ..... .. P j . 423

t:APITULO XIII.

El hundimiento de la "Covadonga" i sus


consecuencias.
El bloqu eo de Aucon i de Chancai.-La Pilcomayo i sus diarios bomb a rdeos a la lnea f rrea en el ltimo puerto.-La remplaza la Covadonga lJ al mand o de Orella.- Se dirije ste al norte en la O'Higgins i
se asocia a la e ~ pedici o n Lynch .-Toma el mando de b goleta bloqueallora el ca pitan FetTari.-Operaciones a q ue se entrega este oficial el 13
de Retiembre, i causas q ue le hicieron codiciar la posesion de un pequ eiio bote.-Cmo haba sido ste conducido desde el Callao hacia cuatro dias i su imperfecto reconocimiento por el cal:lfate de la
,,covadonga . -La codicia de la marinerht i el marasmo inte lectual de
los bloqneos .-Sagacidad del teniente Merino i su advertencia salvadom peto tardia.-Hace esplosiou el bote -torpedo i estragos que causa en
la o-oleta echndola a pique.-Telegramas pemanos.- S{tlvanse los
pri;cipales oficiales i se dirijen a las islas de las Hormigas.--Los encuen ti-a el capitan l\foraga i los salva.--Muerte de Ferrari i cmo los
peruanos rescatan 45 n{mfragos que son conducidos a Lima --El capitan Moraga reconoce el sitio del nanfrajio i lleva la fatal noticia a la
escuadra en la maiiaua del 14.-lndignacion profunda que este suceso
prodn ce.-Celbrnse una junta de guerra a bordo del Blanco i se
)esuelve enviar el Angamo~ a pedir instrucciones a Arica.--Tinese
noticia en Chile del desastre de Chancai el 17 de setiembn, e intenso

----------~--~-~

NDICE.

;:

dolo..- qae la prdida de la o:Oovadonga causa en todos lo~ {wimog patriotas.--lnitacion de la prensa contra el presidente Pinto i su polt ica.
de paz i de contemporzaciones.-- [nverosmil ac:J.erdo d lll ltim )1 t rasmitido al jefe de la escuadra pa m solicitat la de volucion del Rim ac ~ i
la enttega de la UnionJ>.- Vergonzosos i humilla ntes procedimie ntos a
que eRta estrafalaria solicitud da lugar.- Los chile nog so a llamados
oficidmente salteadores por el dictador, el miuistro de la. g ue rra. i el
prefecto del Callao, Astete.-Arrogancia creciente de los peru anos.-Ataques nocturnos a la isla de San L ore nzo en l a~ noches del 16 i
del 17 de setiembre.-Ataques del 2t a las lanch:ts q ue b ucean el casco
de la CovadongaJ> i estado eu q ue s ta se e ncae ntra.-- El c11.pi ta.!1 B oy t on i sus aventuras--El b ombardeo de Cho rrill o~, Ancon i Chancai el
22 de setiemb re i su completo mal xito.-T eleg ramas per uanos. -Elministro de S. l\I. B . f'aint Jhon convertido en bnrmetro de bombw deM.-Comienza a lang uidece r visiblemente el Lloq neo del Callao.-EI
t orpedo flotante del 1O de octubre. --Fortificacion de la Mla de San
Lorenzo i en qu se ocupa u l o~ albaiiiles - Estad o lastim oso de b s t ripulaciones i sn desnudez.-Los primeros seis meses del bloq ueo, i lo
que costaron a Chile.-La compostura del <<Blanco i s us percauces. -El almirante Riveros es llamado a Arica i la guerra va a entrar en su
ltima faz.... ... ... .. .. .. .... ... .. .. . ... .... . ... ..... ...... ..... .... .... .. ... P tj. 464

CAPJTULO XIV.

La paz de Arica.
B uenos oficios>> i mediacionl) en las g uerras modern as.-Ofrece los primeros la Inglaterra en ab ril de 187!! i los rechaza con altivez el minis tro
lrigyen.-Rechazo de par te de Chile de las me::l iacioues del l':c uad or i
de Colombia.-:M:al efecto que producen en Iugla terra los bombardeos
dellit9ral de Tarapac i comision de ricos mercaderes que Rolicitan la
intervenciou de lord Salisbury contra Chile.-Cruzada de la Inglaterra,
}'rancia i Alem:tnia dirijidn. a una intervenci ou com un q ue desbamta n
los Estados Unidos.- Revelaciones del coronel F .. . sobre los aprest os de
la Ingla terra i padas de mediac ion del ministro del lt imo pas i de l se iior
Amnntegui, ministro de relaciones es teriores de Chile en la por:a a nterior a nuest ras victorias.-Pol tica egosta i es t udiosamente desdeosa que han usado siempre los Es tados Unidos con las rep blicas Hisp:tno--mericanas.-El minist ro E varts prohi be terminantemente a s us
representantes en los paises belijerantes del P acfico ofrecer ni aceptar
mediaciou de niugun j nero si no fu ese n espre~am e n te Rolicitadas por
t odos conjuntamente.- Sus notab.les instru cciones sob re el pn.rti cula r .Poltica tradicional de los li;st ados Unidos sobre no i ute rve ucion internacionaL-Motivos ntimos que dan p:bulo a la accion diplomtica de
los E stados Unidos en la guen-a del P acfico. -Q ui u es ella?-El
ministro Osborn Re dirij e en abril a Nueva York con su esposa i dPsde
all Jo hace volver sin ella un t elegrama de :Mr. E va~ ts. -H. o nrosos antecedentes de 1\Ir. Osborn, i c mo logra suj erir un plan de ave nimiento que
le permita regresa r pronto a su pa tria i a s u hoga L".- EI gobierno de
Estados U nidos acepta este plan i comienza a ponerse en ejecucion en
agos to de 1880, aceptando Chile previamente la m ecliacion de los Estados
Unidos, sin c:ms ultar a B olivia ni al P er.-Sbitn. llegada a fines de
aq uel me ~ de l\I L". Christiancy i episodi os a q ue da lugar .-Carcter i
antecedentes de este cle bre personaj e i su d ivorci o. - Quin es ella?
otra vez.- Su viaje a Chile es de un cadcter csclusivamente privado, i
la ansia de paz que reina en el gobierno le atribuye carcter pblico i

XII

NDI CE,

entra en tratos oficiosos con Mr. Christiancy por medio del seor Huneeus. -D eclaraciones contradictorias de Mr. Christiaucy sobre P irola
i s us propsitos.- Mr. Christia ncy en el Santa Lucia.- Su regreso a L im a i su aviso a Bolivia desde Arica. - Cm o la cancillera boliviana
tenia noticia oficial de la aceptacion de la med t'l.cion por Chile desde el
27 de agosto en La Paz i cm o el gobie mo del se ior Pinto se document pam hacer creer que h aba aceptado la mediacion solo el 6 de octubre.-Pirola nombra sus negociadores el 29 de se tiembre i declara a
sus ntimos que todo aquello es una farsa.- Los seores Arenas i Garca
i G arca en M ollendo.-Los ministros bolivianos.-El seor Osborn
parte en el Scmlct R osa i el seiior Altamirano e n el L onttt. -T.a primera
confe rencia de la L aclcawana el 23 de octubre.-La gran :;esion del 25 i
la discusion de la minuta.- En qu consista sta i cules eran los planes e instrucciones de los per uanos.- La sesion del 27 de octubre i la
conclusion de la pamplina.-Documentos i revelaciones.. ... ... P j. 501

CAPIT ULO XV .

La espedicion Lynch en Chimbote.


La espl:ldicion Lynch se hace a la vela de Arica el mismo dia en que el
ministro Christi ancy llega a ese puerto con una mision de paz.-Puntos
de mira abs urdo~ i Cl1rcter comple tamente estril i contraproducente
de esa operacion de g uer ra.- Se encam ina a destruir los valores que
serviran a indemni zar a Chile i a daiat la indust ria pt1 rticulat naciente en un territorio en que el fisco peruano no tenia proptamente intereses.-La esped icion a taca ra m as f1l capital es trau jeto que a la tierra,
nico in te res verdaderamente -pem ano.-La s ublevacion de los chinos i
su alia nza fo rzosa con n uestro ejrcito.- Enajenac ion de las simpatas
de los neutra les i pelig ro3 paia el fut uro .-Peotes tas i :1d vertencia.s patriticas que no so n e~ c uch adas . -Acer tada eleccion que se hace del co
ronel Ly nch para m and ar la espedicion .-C omposicion de s ta i su estado m ayor.-El comandante Stuven i el secretario Carmsco Albano. L a espedicion en la isla a e las H ormigas i consulta do su jefe co n el al mirante Riveros.--Altera el coronel Ly nch sn pla n de campaJ\a i se dirij a a Chimbote escoltado por la Chctcabtteo.- Am anece In espedicion el
10 de seti emb re e n Chimbo t e i desemba rca si n resis tencia.-Antig eda d, riqueza i porte nto3o p o~ ve n i r de aq uella com'lrca .- Piz:l.l'ro i Cieza
de Leon en Chimbo te.-Don Luis G onz:tlez de Riego i su hel"e ncia.Derteano i su vi ud1. -For m<tciocl del inj enio ele P alo Seco i sus prodijiosos valores.- E l coronel L y nch in tim<1. al hijo de D ertea no un rescate ele cien mil pesos i ste ace p ta .~ Cous ultad o el dictador Pirola, declara tmidor a la pat ria al q ue pag ue un solo m aravedi a los chi lenos i,
en consec uencia, se p:e nde fu ego a Palo Seco. -Hol"ribles esce nas de
estrago.- L lega la O'H iggins del Callao i da aviso de e ncontrarse una
g mn ca 1tidad de armame nto en Supe, al sur de Chimbo te.--El coronel
Ly nch se dirije acele tadamente a ese puerto con un ba tallon de l Buin
en la noche del Vl de setie mbl"e.-No e nc ue nt ra las a t"m as, pero des truye el valioso inje uio de .::>a n N icolas de Laos.-R eg resa el jefe de la espedicion a Chimb ote i se alis ta p:t:a p:trti r inmedia tamente.-l!]stricta
seve ridad con que el coronel Ly nch m antiene la discipli na i m otalidad
de su tropa ett medio del plan de destt"uccion que le presGrib en sus instrucciones .... .. ..... .. ... . .. ...'. ...... ... .... ...... .... .. ..... ... .. .... ... ... P j . 554

NDICE.

Xlll

CAPITULO XVI.

La .espedicion Lynch desde Paita a Arica.


Reclamacionl"s diplomticas de que es portadora la O'Hig,qins a Chimbote.-Presion de los ministros de Inglaterra, Francia e Italia.-Despacho amenazante del ministro Cristiancy.-C6mo se cumplan las previsiones para el presente i las amenazas para el futuro.-Protestas desodas del senador Vicua Mackenna el 9 de agosto i el 29 de setiembra.En el primer desembarco se reconoce la ineficacia de la espedicion Lynch
como apremio de paz, pero aquella prosigue su tarea.-Captura de 8 millones de soles en el Islai.-El teatro de las operaciones del coronel
Lyneh desde Supe a Paita.-Prodijioso desarrollo de la industria azucarera en el Per . eu los ltimos diez aos.-La azcar domstica o de
alambique en el sur.-Los distritos de la azcar de esportacion en el norte i sus diversos grupos.-El grupo de Chancai, Huaura i Supe.- El grupo de Santa i Chimbote .-El grupo de Trujillo i del valle de Chicama.El grupo de San Pedro i Guadal u pe.-La esportacion de 1870"i la de 187!).
-La guerra afecta levemente la industria azucarera en el Per; pero la
espedicion Lynch la reduce a la mitad de su produccion.-Llegan los
chilenos a Paita el l!l de setiembre i queman su aduana i otros establecimientos fiscales.--La caballera se adelanta hasta la Huaca i quema
algunos paraderos i el material rodante del ferrocarril de Paita a Piura.--Captura del vapor norte-americano Isltga, i falsa protesta de sus
dueos que estn al servicio del P<lr.-Reemb rcase la espedicion el
22 de setiembre; destruye los elementos de esplotacion de las islas de
Lobos i se presenta en Eten el 24 de setiembre.- Los puertos del Per1
segun el viajero Hutchinson.- Etimolojias chinas.-Dificultades del
desembarco duraute los rlias 25 i 26 . -Manera como se escapan las locomotoras de Eten, i persecucion que se propone hacedes a pi el comandante Stuven.-Cmo este jefe se toma con su baston i en dos das
de marcha tres ciudades que contienen 30,000 habitantes.-Profunda
apata e inmoralidad de las poblaciones.-EI coronel Trujillo i las gallinas de Monsef.-Avanza el coronel Lynch con toda la division a Chiclayo e impone una contribucion de 20,000 pesos a esta cindad.-Se
niegan a pagarla i se sucede una serie de incendios de propiedades
particulares.-Horribles i desmoralizadoms escenas.--Marchn. esforzada de los chilenos por tierra hcia el valle de Chicama.-El coronel
Lynch intima desde Paijan al prefecto Salmon el pago rle 150,000 pesos
como rescate de las haciendas del departamento de la Libertad.- Veleidades i singulares cartas de Salmon al coronel Ly nch.-Salmon ofrece recibir a los chilenos a balazos)) i Pirola ordena que todo rescate
se pague en plomo. >>--Amago de combate en Monte Seco, i fuga vergonzosa de Salmon.--Chocope, barrio de la China.--Los comandantes
Garca i Muiioz Bezanilln. persig uen los restos de Salmo u hasta Ascope.-Recibe rdenes el coronel Lynch en Paijan de regresar al sur i
valores que colecta en letras de cambio.--Curioso denuncio de un cannigo de Trujillo a Pirola.-EI capitan Latham destl'llye el magnfico
viaducto de Chicama i el inj eniero Quellart la maestranza de Chocope.
-Reembrcase la espediciou en Malabrigo i Pacasmayo, ahogndose
algunos soldados i marinos, i pasa delante del Callao el 29 de octubre.
--Los gavilanes.))-cupa el coronel Lynch a Quilca el l. de noviembre i llega a Arica el 10 de ese mes, despues de una campaa de 67 dias.
--Inventario de los valores adquiridos por la espedicion Lynch.--Reflexiones.--La guerra de merodeo i la verdadera guerra....... Pj. 579

iNJJiCY..

CAPITULO XVI l.

Las espediciones de los chilenos a Tarata, a Moq_uegua


i a Huanchaca.
(~1.\YO-OCTURRE DE

1880)

Telegramas de guerra que pusieron fin a la paz de A.rica.--Actividad del


jeneralllaquedano en este pue rto i eu Tacna.- Embarca todos los heri- .dos i prisioneros.-Visita el can ton de Pacocha.-Captura del ca pitan
Chacon en Palea, i cmo este suceso da lugar a la espedicion del coronel
Barbosa a Tarata - ~archa esforzada de esta columna i accion de Tarata.-Los chilenos en Ticaco.-'Jperaciones simultneas del comanuante Wenceslao Blnes h{wia Torata, i porque no se verific la juncion de
estas dos colnmnas.-Conquista de desertores chilenos en el valle de
Sama por.los peruanos.-El jeneral B aquedano resuelve recobrarlos i
castigar estos avauces .- Despacha a fines de setiembre al comandante
don Feliciano Echeverra, i ste vergozosamente se regresa.-Tndignacion del jeneral en jefe. ~ Confa al comandante Salvo una espedicion, i
ste la saca de Pacocha.- Su marcha esforzada h:;.sta 1\ioquegua.- Se le
reune en el Hospicio el com andante Va rga,; con caballera i cal1oues.LlQga Salvo dela nte de Moqu egua, convoca el pueblo e impone una contribucion de sesenta mil pesos en plata.-Exajeracion dt> es ta requisicion de guerra i dolorosas escenas a que da lugar.-Las matronas de 1\ioqnegua i su elocuencia de romauas.--Cantidades que se colectan en una
semana i su estrecha contabilidad.-Vuelve el comandante Echeverra i
se estaciona en Homo.-Falsas ala rmas venidas de Arequipa, i como
stas dan l ugar a que el coronel Lagos S?. av<mce precipitadamente con
el rejimiento Santiago por Sama i Sitama.-Ret rograda e~e cuerpu a
Tacna i deja cuare nta desertores _e n aquellos valles.-El comandante
Salvo, que ha venido en busca de los ltimos, da la vuelta dejando siete.
- E l regreso a Pacocha i a Tacna.-Incendio mal aconsejado de injenios industriales.-La espedicion a Huanchaca en junio de 1880 i sus
desastres, su estratejia i su costo. - - La vida en los campamentos.-Comedias i ejecuciones militares -Los ocho desertores del 3. i el arriero
Silva, de Codao.-Asesinato del capitan La Barrera 'i ultrajes impunes
a l pabellon de Chile.-Fallecimiento del comandante Vargas Pinochet.
- ~1 estandarte del 2. de lnea i cmo se recuper en Tacna.-Regocijo
del Ej rci to .-d~ l Atacnmem' i El Hueco~.--Inccndio en !quique i
como se hacia la chilenizacion de Tarapac.-Estado de los campamentos
del ejrcito de Chile a la llegada a Arica del ministro de la guerra el 10
de octubre i del coronel r~ynch el 10 de noviembre.. ........ .... P j. 628

CAPITULO XVIII.

El ejrcito de operaciones sobre Lima.


Atraso que la paz crea en el arte militar.-='l uestros jenerales no consienten en ir mas all de Yungai i de Loncomilla.-El gobierno, por su
parte, se obstina en el raqutico sistema de levas i de enganches.-Esfuerzos intiles de la prensa i de la opir.ion pot cambiar estas tradiciones i rutinas.-Apelacion a la autonoma del pas i resistencia del
gobierno durante atlo i medio a este a!bitrio para levantar ejrc~tos.--

N DICE.

XV

Se resuelve al fin a cambiar de tctica, i esplndidos resultados que se


obtienen.-Todo Chile sobre las armas.- El jeneral Baquedano solicita
marchar a Lima desde el 8 de julio, i cmo detalla su plan que es el
mismo llevado a efecto seis meties mas tarde.- No se le coutesta.-Propone enviar una espedicion lijera a La Paz i se le responde encargndole
despache un emisario a tratar el rescate de dos oficiales chilenos.-Se
. pretende hacer creer, para cohonestar la poltronera del gobierno, que
el ej rcito no est dispuesto a ir a Lima.-Demostracion de esta calumnia, i como se manifiesta que, desde Antofagasta, la espedicion a Lima fu la nica ambicion del ej rcito i cmo los peruanos mismos as lo
creian.-Catta del jeoeral Castillo.--Cuales eran los aprestos del gobierno para la espedicion a Lima cuando negociaba en octubre la paz
en la Lackawa na.--Importantes revelaciones del delegado de la intendencia Perez de Arce' sobre este particular.-Las relaci9 nes del ministro de la guerra en campalia i del jeneral en jefe, i su primera entrevista
en Tacna.-Irregularidadc s i agravios del gobierno para con el ltimo.
-Se distribuye el ej rcito en divisiones, se les nombra jefes i se le
asigna desde Hantiago Jefe de Es tado 1\fayot i s ub-secretario sin su
consentimiento ni siquiem su consulta .-l!a ft-acaso de las negociaciones de Arica salva la honra del pas i cmo el ej rcito se alis ta para emprender la campaa de Lima... .. ...... ...... .. ........ .. ............... P{tj. G69

CAPITULO XIX.

La division Villagran en Paracas.


'1-

:Mudanzas que opera el patriotismo en el ej rcito, una vez concluidas las


negociaciones de Arica.-Inmensa actividad en los aprestos para l:t espedicion a Lirna.-El delegado Perez de Arce i su labor.-Carencia de
t odo.-Importantes revelaciones del comandante Silva Vergara.--La
cnestion agua i la cuestion cararnayolas.-Es nJmb rndo inspect or de
traspmtes don .Alberto Stnven i los alista con estraordinaria activid ad,
dot;1ndolos de agua suficiente.-Laudnble celo de la intendencia jeneral en Valparaiso.-Plan adoptadc para el avance del eJ rcito so bre
Lirna.--La division V11lagran se dirijir sobre P isco para hacerse all
fu erte, conforme al plnn del jeneral Baquedano en julio.-Comiem.a el
embarque de la L division el 12 de novi embre.-El A tacama i el 2.0
de Inea.--N mero i capacidad de los traspor tes.-Aleg! e~ escenas del
embarque -La distribucion de los cuerpos en los trasportes i la racion
del soldado.- Orden de marcha del couvoi.-Frente a Sarna i l'ente <t
Chala.-Admirable temperatura i alegres pasatiempos a bordo.-La vihuela del capitan Jbniiez.-El 18 de noviembre en la mar.- Se adelantan
los buques lijeros a la caleta de P ar acas.-Llega t odo el convoi en la
rnaliana del 19 i noble proclama que el jene ral Villagran dirij e a su
division.-La actitud de los peruanos................. .. ...... . ...... P ;j . G!18

CAPITULO XX.

Los chilenos en lea i en Tambo de Mora.


-Las zonas meridionales de Lima hasta Pisco e lea i sn horrible estado de
degradacion moraL--El cholo Miranda i el montonero Merejo en la
zona de Lurin.--Guena de castas.- Estado miserable de la zona de Caliete, i c~o el coronel ~lvizuri , jefe militar de ese c~pton, renuncia

XVI

W I 0E.

cobardemente su puesto.- Guerra. de negros i de blancos-en los valles


de Chincha.- Horribles asesinatos de hacendados.--E l coronel Latorre,
jefe de aquel distrito, renuncia tambien su pueRto.-E l subprefecto de
Pisco don Agustn Matute i su justificacio n.- Matute es el nico peruano que se sacrifica por su patria.-Ancdota caracterstica del comandan te St uven en P ueblo Nuevo.-Crmenes en las zonas .del nor te del
Per en los momentos en que se acenta la invasion chilena.-Es nombrado j efe mili tar de las zonas de Pisco el coronel de caballera Z:tmudio, i se rebela contra su autoridad el prefecto de lea, Villena.- Cmo
aquellos cobardes se defienden con mentiras i mandan envenenar los
pozos. --Pirola en .Mala, i considerable fuerza que alcanza a reunir
Zamudio, i su escalente armamento.- El caos i el Per a.Ja llegada de
los chilenos.--La comarca de Pisco.--La pampa de Guayur. - Cau<'ato
i Agua Sauta.-El Pueblo Viejo i el Puerto.- Bl jeneral Villagran
destaca el Angamos a intimar rendicion al lti:no.-Arrogante contestacion de Zamudw, i cmo se anuncia a Lima la aparicion de los chilenos.-Movimiento del convoi en Paracas, i cmo el comandante Souper
se tom~t a Pisco solo con s u cahallo i con su sable.-Opera.ciones de
este jefe en aquel dia i s u segunda intimaciou a Zamudio.- Fuga de
s te i de toda su jente en la noche del 19.-Marcha toda la division ('1
da 20 i ocupa a P isco Alto i Bajo.- E l comandante T oro .Herrera es
nombrado gobernador mi litar de Pisco. --E l coronel Amun teg ui ocupa.
a. l ea el 23 de noviembre con el 4. 0 de lnea. i tlll escuadron de Granaderos.- Los seiiores Altamirano i Enzuriz. se apoderan de Caucato
por via de paseo.- Los chinos i sus crueles :mcdotas.-E l ministro de
la guerra ocupa por tierra las dos Chinchas, i el comandante Vidau rre
toma posesion de Tambo de Mora por mar.- Regresa el seor Vergara
a Arica a activar la partida del resto del ejt:rcito. --Anexos ... Pj 716

CAPITULO XXI.

El ejrcito de Chile en Pisco.


Llega la brigada Gana a P isco en el momento en q ue abandona el puer to
el min istro de la guerra.- Increibles deficiencias que habia producido
en el equipo del ejrcito la paralizacion i las ilusiones de la paz.-Faltau veintiseis mil artcul os, i a ltima hora ochocientas mulas.- Escenas
grotescas a que este pedido da l ngar en los pueblos de mulas i de rguenas de Chile, al recibirse el pedido, en los ltimos t.lias ele nov iembre.
-Curiosos telegramas i notables relacion e ~ de un ayuclaute rlel estado
rnayor .-Activid:1d del jeneral Baquedano en 'faena i del intendente
j eneral en Valparaiso.-El ministro de la guerra hace venir del Callao
el Coclnarw sin consultar al almirante, i ste hace su renuncia en Arica.
-El ministro de la guerra iza su insignia en el Coch1'Une.- Comienza.
el embarque del ejr('.ito el 9 de cliciembre.-Orden en que se embarcan
los cuerpos i ocurrencias felices de los soldados.-Alegra i descripcion
de las escenas de la baha.- Salida del convoi i ~u rden ele marcha el
15 de d iciembre.-E l jeneral Baquediwo se embarca en el Chile con el
cuartel jeneral i el estado mayor.- Ahora yo mando!'i>.-Composicion
del tercr convoi.- Los dos primeros dias de viaje. - Mar boba i mareo.
- E l 18 de diciembre la brisa restablece los estmagos i reina. a bordo
una indescriptible alegra.-Dardignac i sus cantos.- Impresiones.- E l
Cochrane i en seg ui da los buques lijeros se adelanta n a Pisco en la. tarde
del 18.- E l tercer convoi delante de Pisco en la maiiana del 19 de dic:embre .................. , ........... .. ........................................ Pj . 751

~IJll:K.

XVII

CAPITULO XXII.

El ejrcito de Chile en Ourayaco.

". .

Desazon del jeuernlllnquedano al saber en Pisco que el jcneral Villngrau


no se hat)ia movido con toda su divi~iou en el dia convenido.-Anlisis
de esta medida estratjica i su absoluta inutilidad desde que disponamo~ del mar i el enemigo no se movia de Hl18 atrincheramientos-l~u
qu consisti la verdadera culpa del jcueml Villngmn, i sns causas mas
mornle!\ e histricas que de actualidad.--Loscuatro jeuerales de ltim:~.
hora en el campamento de 'l'acua. -Ordena el jeneral en j efe retrogradar a Pisco la brigada Amun:tegui de la division Villagmn i emb:1rca
la brigada Gana de In division Sotomayor.-Llega 11 Pisco el !tala con
el primer rej imiento de artillera i el batnllou l\:Ielipilla.--En la noche
del 20 de diciembre diez i nneve mil chilenos se dirijcn en 34 trasportes
a Chilca.--Plan de desembarco en este puerto pasado por el estndo
mayor en 'I'acna.--Curioso desembarco del corrumdante Stuven i como
se apoder del pueblo de Chilca ncompa1iado de un correspon~ai.-El
cholo Miranda i su uChepit:~.--El Cochrwzc reconoce las caletas de Uruz
de Palo, Curayaco, etc., hasta la embocadura del Lnrin . -1~1 piloto mi
bns Raineri.--So resuelve definitivamente el desemb:uco al sur de
Lima i comienza ste el 22-Se ordena echar a tierra la brigada G tlll~
para ocupar a Lurin. i el Buin no tiene caramayolas.--Desembarca en
HU lugar el 3.- Toda la btigada Grma i :lOO Cazadores en tierra.--1 n
justificable arrebato del ministro de la guctTa contra el almirante Jtiveros.-Aquel funcionario no est ya en su verdadero puesto.-t;l
coronel Gana acampa su division a la vi~ta de Curayaco i a media noche emprende sobre Lurin, guindose por lo~ postes del telgrafo --Los
comandantes Vargas i Letelier a la vanguardta.- - El cholo Miranda dispam sus carabinas a tiro de caiion i huye h:kia Villa.-- Alarma que producen en el campamento de Cur&yaco los disparos de Lurio, i "Violenta partida del jeneral 8otomayor.--El cirujano Llani!:R.-El corone l
Gana se apodera de I.urin sin ninguna resistencia en la maliana del
2H de diciembre.-Contin{m el desembarco el 2:1 i el :l4 i caso raro
quo le ocurre al Curic -Se anuncia la llegada a Lurin, el dia de Navidad, de la division Lynch. ...... ... ........ . ..... .... ................. . P:j. 7G!)

CAPITULO XXlll

La marcha del " Prncipe Rojo'' de Pisco a Lima.


El itinerario de la divisioJI Lynch de Pisco :t Lurin.~-La primera jocnadn:.
-C:uiete i Cerro Azul.--A~ia i Maht.~-El mal paso.--Chilca i ~m tejedores.-Las treinta jornadas de Pi~co a Lima)J del autor. i c6mo es falso que ~us opiniones infiuyeran en el nimo del jeue tal Vilbgr:m.-- La
vemcidad de su relato confirmad:t por lo11 hech o~. - Cartas de Daniel
Riquelmc i de Vctor A. Bianchi.-Los Cazadores del Riniac i "c6mo la
incorrejible cobardia de los PL'ru:moB no caus verdaderos. destrozos en
la brigada Lynch.--El primer campamento en el .Jagey.-- El jeneral
dinamita i las aguallas.---Diseusioues entre ls jefes de lHJ brfgada Lynclt
i sus motivo~.-Documentos inditos.-Orden de. m:rdia de los ii.OUO
hombres que conduce el coronel Lync.h.- El jeneral dinarnit:i a la d.e~HIS'I'. DI!: LA C. DE LIMA

C'

XY!ll

iNDICR.

c.;ubertrt con su lejiou iufernal.- LoR Granaderos a v:tuguaruia i In clivi~ i o n us it. tic:l en el ceutro.- Orclen de m:trcba de los infantes i de la art ille ra.- Sorpre~ a que in tent:tu los C:tzadorcs del Jtimac contra los Graua dc ro~ ni bajar al valle de C:LJicte e u la marlaua del 1~J do diciernbre.Lynch en Hcrvay bajo.-La columna chileu:1 almuerza en Montalvan
en la mariaua del :?O de cliciembm.--Los italian o~ Del Pino i el cuadro
r1e h clcposicinu de O'Higgius do 1\Ionvoisin.-b;l comandante Yvar
ocupa el mi,mo d a a Ceno Aw l i s u ontrovi~t:t co u el maestro ele escuela del lngar.- -Fatigosa marcha de la infanter:t p L' los callejones
aneg:tdos de Cariete.-- La (mic:t defensa ue lus porn :tnos es el :tgua i..ynch impone mm contribucion de :W,OOO p e~o s a l:t hacienda rle G-omez, i ~~~ aventura con los :dem ane~ ---El Prncipe R ojo en Asia.---La
!t:tciend:L de Bu jama i sor re :1 1 ne inte nta eu sns bo~ques el guenillero
ConJo.-M nerte de nn sold ado del T :Llca i de un cauo del ~ : -Ly n ch
oruena a b. le:jiou iufe rual ue V illarroel quemar los pueblos de Mala i
;-;an An to ni o e u cas tigo de aquella al ovo;;ia i fusi la a nn pri -ionero.Brillantc :1 cciou del alfrez Armaza., que se re une a J,ynch con ~5 cazadores e l 2il de d iciemhre.- Las ltimas jornadas de l:t brigada Lyncb .
-Curiosos tclegl'ttmas pe l o~ co ron eles Zamudio i Sevilb sobre gus oper:tciones.-El cor ouel Ly nch llega a Luri n el 2:i i el corouel Mar tinez
el: eou e l Atac:tm:Li el Colch:tg ua.- :.Jomie nz:t e~t.e c'tltim<> di a el deHemb:ttco ue l:L adiller h de camp;th e n la c:tl et:t d e Pe~ca l nce s i b:<j:m
a t ier:a los ltimos cne:po; ric iufa nte 1a.-Lleg:t el jcnc ral Vi ll:t~mu a
1 ~ um y ac0 co n l:t b rigad:t Anwu:'1teg ui i es depuesto dd matl'lo de ~ u divi~i o n. -fJe sucede el coro ne l fJr uch. - Inte reR:nr tes uocume utos. - El
jeueral Baquedano en Lurin .-- El ltimo cli:t del acio Pl8\l.-- 'l'rein!(L i
<'!utllo mil chil eno~, treint:t i cu:ttro trasportes , ci ncuent:L i seis cairone~
i cuat ro mil caballos i mulas de servicio.--Los prodijio" del patr iot i ~ m o
en presencia del empeque l1ecimiento ,~ .: gob iem o.......... .... P ;j. i'J7

CAPITULO XXIV

Los ltimos aprestos de Pirola.


Lan guid ez de las operacioueR de la guena en Lima i el Callao.-La ltima faz del bloqueo. -llonda~ , cohetes i combates de lanchas.- " Lorenzo B loqueoL-Regres:t del sm el Jh {(.~car. - Combate ele lanchas-torpedos i mu e rte del aspirante 1\Iorel el (i de diciembre.-1\Inerte del teni ente P t! rer. en el A nya111 o.s el 1 l.-Bombardeo de Ancou el 4 de enero
de 188 1.-0rijinalidades de Astete en el Callao.- E~casa influ t- ncia del
Lloq ueo en el abnstecimiento de Limn.- Ln defensa de esta ciudad solo
toma calor al sabe rse el desembarco de lo~ chilenos ctl Pisco.- fmprcsiones de la prens:t.-Rl Pa~tann i Ln P a tria .--Procln.ma de los prefectos rl e Lim:L i el Callao.-- En qu consist., el ej rcito de Lima en m:trzo
de 181>0 i su Rnmento protlijioso en diciembre del mismo a1i o.-Los ejrcitos del Norte i del Centro i sus divisiones.-Se refund en en cuatro
cnerpos de ejcircito.-_. os agraviado~ son llamados al servicio. -Los esi;m nj e ros en L;ma i el es pia Bnked:Lle.- fJ:t fi est:t del fl de diciembre i
la bendiciou de l:t ef\pacln de Piro.Ja.-E l injeuiero Gorui tz i sns trab:tjos de defe usa mili tar.- Se recibe en Lima la noticia del desembarco ele
ios chilenos en Cnrayaco, i el ejrcito de lnc :L pas<t a .ocupar el ~3 de di c.ie mhre !:1 luc:1 de Chorrillos . -C mi o~os telegramas de 1\Iiranda.-El
2:) se movili1.a h resen-a hcia las l n ea~ de J\liraflores i csceuas a que
este da lugar.--El :trzobispo de Lim:t i el ay uno ele los inocentes>.-.Aspecto de f, ima en lo primeros das d e eueru ue lti$1.. .. . . P :Cj. 831

1:-.nrnr..

XJX

CAPIT CLO XXV

Los chilenos en Lurin.


(!::L )1.\~;!,.\XO ! ATE.)

La guerra de la setl.-EI campamento de Luriu. i colocacion de los rliversos cuerpo~ do! ejl>rcito - t:scenas i eutretcui ruieuto . ;.-La remision de
vveres i el com:wdaute lia cnfran.-Los primeros reconocimieutos ~o
bre las lneas enemigas.- Los comandantes DulJJ,: i Letelier el :n i el
~i de tliciemure.-~1 combnte del Manzano el :!7.-:-ius apre~tos i pcripecias.-l\1uerte tle los com:uulantes Olauo i Arstegui.-Partes iu.~ di
tos de los co roueles !3arbosn i Corts.-!:! gran recouocimieuto del li de
e nero i wetlitlas que a la vistn del campo enemigo toma el jeueral eu
jefe -Heconocimiento~ por m:u rle J,. derecha de l e nemigo. - HL e u c:miento definitivo i recio collluate de Ate el !1 df' euero.- El capi!au
~ettww i ei alf,!roz Yiv:tuco -Carta estratjica del jeueral Ya ga~
.Machuca en la v,;pera de lo~ gmudes dias....... .... . ...... ...... lJ:j. Hlil

C:\PJT L! LO XXYI

La batalla de San Juan.


Junta de guerra que el jener-al en j efe cclehra en !'an l'cdm dr l.urin rl J 1
de e nel'l> de J)t) J.- El plan de Ate i el plan de San .luan.- .Junta
de j efes de euerpo a medio da del 12 i arenga del jeneral Ha'fucdarrtt.Su proclama al ejrc ito i e l de8 fil e de ste - La Tablada i el camino de
Otocongo.-Las hacien das de \'illa i San .luan. i la~ zona8 del sur.- .\l a rcha noctu rna de las divisiones.-La artillcria de campaia en el portew elo de Ma nchai.-La. marcha a media noche del cua rt el jeneral-LaH
defensas de los pe nranos.--Las lne a~ de Chorrillos i San Juan i ~ us cenos artillados.- La s abras de San ta 1'ere.a i de San Juun .- Plan de ataque de l jeneral en jefe.- :\specto jeneral del campo de batalla.- Confianza de los peruanos.-Las mina~ de Pampa Grande i su completa
ineficac ia.- Caso~ pr:'tcticos. -E t-rores de la relacion de Quimpcr.- La
verdadera f,,Jta est ratji ca dJ Pirola.-Colocaciort de . us cuei'J09 .e
cjerc ito.- lglesias defiende la abra de Santa Teresa i Cr ceres la de ~au
.lnan.-D(lVila e n Pampa-Gr,tnde i Suarcz en Chorrillos.-La /Jiri.irm
tnlallle i hL Columna de hnnnr.-Pl'incipale s jefes di visi onari os del ejercito del Pet.--El cuartel jenct al en Chorillos i confianza en qtHl no se
librai'a la batalla hasta el :!0 de enero.--Secreta inrui efud de Pirula
i como lrr aviva una carta del j eneral \'aq;as Machuca.--EI dictador se
ditij e a Ate en la media noche del 1~.- Las a~anzada . de \'illa c11jcn un
ambulante chi leno, i ~te da aviso de la marcha de l cjrcit o.-J\lujeres
cue andan en ello.-Scu !('s en toda la lnea.-Los peruanos ef'tn listos.--Como acamp a aquella noche el coronel Lynch i su division.- - El
coronel Velazquez coloca en posiciones en elmedio de las so ntbras la
arLillera de campaiia.- - Total de la~ fu erzas de combate por di vi;. iones.
- - La cahallel'a.-La reserva.-El ltimo despert:tt' en el <'alllpO de batnlla.--.\larcha del Atacma i su postrera plcgatia .-El dial'io indito
del coronel Dubl Almeida.-El eapi tan Hamitcz del Atacuma i su annj ada haza.a.-La zona de la muerte al pi de los mor't'O>' .-Des tellos el e
r;ciaies con que los petuanos inician la l~atalht en la m;c uridad.-Cartc-

1:-~mcc.

tor del @OI{iado chi leno i Rll indi\"idualidad podero~a en la IHdalla.-Co


se disper~an i se CJJ'emc7.c lan lo3 cuerpos. - -Cnrioso caso del subt eniente L.are ua>.--Z01- Jbm de Lynch al verso solo i su es toic ismo en
la bata\la.-Ta J'<\anza de la div ision Sotomayo1' i como :e ha c-.;aj cl'ado
este suoeso.- 1';1 j encral Barucdano Hlple su demom con el empleo
O!JOI'tL\1\0 de la, rcse r\' a.-El encue ntro de los c0nmndantcs Canto i .!\larchant en el campo de batalla.-El despliegue del Huin i s11 ir1csistible
cmpujc.-1~1 sarcnto capitan Daniel Rebol lcdo.-El Huin so apodera de
la abra de San .Juan i m.tta a bayoneta a todos sus d<lfensores.-Honible6 cuadros.--l,a urimda Barbosa en l~s nubes.-La al'tillera de \Voud
completa la victoda de la brigada Gana.-Hnl'Oismo que desple!!nn todos los j efes emp eiados en ~a accion.-.Muerte de los SC'~llndos jefes del
Chillan, dd Talca i del Chao:ibuco.-Vacilacion del Cnlchagua i muerte kerica de Robo 1to Souper.-Su diario do campaiia - - El capitan Reyto~.-Lo~ mne1tos del 2 o de lnea. -.le fes peruanos fcWI'a de combatc.Lucha en las alturas de la bl'il!ada de :p'till ei'a Emilio Gana con ti'"- el
lo1:ro Solar.-La di \' ision Lynch se apode m do la ah ra de Santa Teresa en los mome ntos en que e l coronel Gana toma a viva fne1za la~ ca~as
de ~lj.n .l m~n.-Carg.-s de caba ll era en 1t doota.--Los comandantes
j3lnes i Yvar i muerte del ltimo.-- Los capita11os Riv c1a i Donoso del
lluin.-A J~s 8 de la maiiana la batalla. de Sal) .Juan, es una victoria
con,pletlj. en sts dos 11!as i en el cent1o................ ....... .. .. . P{tj. ()00

1110

CAPITULO XXVII

La batalla de Chorrillos.
Cmo la batalla de San ,Juan temrin a las 9 de la maiana.-Los primeros
derrotados pmuanes llegan a la linea de .Mil'aflorcs.-La conducta de
Piclola en ht bata\la.-Su presencia en San .luan, en Surco i en Chorrilt o ~.-Su conferencia con Iglesias, i juicio de Quinq1c1' sob re e. e aeto. l'dencs del dictadO!' a Suarc1. i desobedienc ia dn stc. -Cual debi sc 1
la tctica de los chilonos en esa a ltul'a de la lueha.-,Pndo la division
Lagos apodcra1se de Lima en aque l dia1-D cscl'i pcion de San .luan, de
Surco i de Chorrillos.-Las chcaras de Lin1a.-Dcscripeion de las cerrilladas de Churrillos.-El morro SoJa i l a~ bateras del Salto del
Frailc n i de la Calaveral>.-Tropas peruanas rne se rcfuj ia n en estas
posiciones.~ Temera1io e ineficaz aalto del 4. de lnea i del Chacabuco al morro Solar.- Los cuatJo capitanes del Chacahuco.-~lucrte hero ica del ca pitan l ba1ez. -Conflicto. - Bizarm condu cta del coronel
Urrutia i herois mo antiguo del comandante Ul'iza r -Rechazo de los
chilenos i avance del encmigo.-La brigada de artille1ia Emilio Gana
.bandona SU posicion por falta de JliUnicionos.--EJ SC I'VCiO f)C esta~, i
1oble conducta del comandante Bascuan i del vo luntario don Benito
Alamos,--Los arrieros de Chile en la batalla . -~lucrte de Roberto Alduna.te .-Se renueva ia. batalla, l todo el rjrcito se la nza a rc~cata r la
cl ivslon Lynch comprometlda.-1\larcha de la rese rv a i de la bl'ig-ada
Ga.na. haia el morro Solar.-La Arlillera de caJupaia.--El coi'Onc l Recah;rcn se desprende de la division l:'uare:r. i e l E"meralda ;:e nncuc nl ra.
rode~do.-.~lpm in e nt e peligro de la brigada .Ta rp a l e artillera de montaa. i aomo se dcliendc.- - EI 3.' de lnea i sn hcrico comand ultc en la hatall a.--Dcl't'Ota de RccabJTen i su captura.--Sciia lado herosmo del
a lferez llabaca.- Mue1tc p;lorio~a del ma.\'Or ~ciTan o i de las cap itanes
\'alenzue la i Rirnelmc Laso del 3.'--EI subtcltiE'ilte :::al'lteliccs.-Amnce de la dil'ision Lagos i lcrriblc desfile del E=antiago por las call es de

NDIC E.

xn

Cho1rillos. --Incomparab le den uedo de l comandantn Fuemmlida.- El


ubandemdo Majoreii.-Muerte dP. los dos Calde i'On i de los' do8 ~ a li
nas.-He lo ismo del capitan Troncoso i muerte sub li me del solda do ,J os
Riquelme.-- Ca ptura de pri sioneros en la cima.-- La marcha del Coqn imbo i dell\l elipill a, i sus peripec ias.-M ue rte del capitan Pacz.- La lancha a vap o1 del Blanco i el teniente Rodri guez. -- Baj as dol ej 1c i to
chileno en las batallas del !:J.- Desrd enes e n ChorTil los i 11111CI't c do l
comandante Dub l Alrn e ida i del t eniente de ZapadOI'Cs Web c r. - Chonillos es la segunda noche triste de la g uerra... .. ............. . P j. ()72

CAPITULO XXVIII

El armisticio de San Juan.


La jorn atla del 1-i de ene ro.-Despues de la ba ta ll a.-:\ l)l'o-vi sionarniento
de vveres i municiones pOI' ChOI'I'i ll oo.-R ecoj ida ac hcidos.-Aspcct.o
horrible de la Escuela ele c a b o ~. -L os campame nto;; d :~ 1 cjrci to en h1
noc he c;lol 13 al 14.-M sion Iglesias i fatal inspiracion qu e snjiri este
p 1>0.-Ventajas que de e llas sacai'On los pe!'ll :tn o~ . - S in !O lllar pe tulancia del mayo r Li1a Errzuriz en e l campo cncn1 igo .-El se ntimiento de
h par. en los campam ~ ntns.-~1edidas de resi st enc ia dtll di c t.arlol' d e ~
mes de la ba tall a.- lte til''\ de l Callao una pa1tc de su guarn ic ion.- Al
pasar por Lin1a el j enera{ La Gotera arenga esta ti'Op a i la inc ita a sublevarse.-Junta de guerra en .Mirafloes.-Altercado de Pirola i de
Suarez.-El coronel ff;uirre i los jefes de la reserva.-De1tcano i Cori'ea-Santiago. -El a~ p ec to de Lima i su indefe nsion.-Los li meiios no
oye n e l rumor do la batalla, i falsos telegramas que circulan con la firma de l dictado1.-Llegada del ayudante Lanfranco, i p1imems sos pec ha> de la del'I'Ota do San Juan.-lndifcrentismo de Jog peruauos i St\
e~p e ranza en los milagros.-Liarnamicnto a las armas e l da 14.- Por ru ilol minist ro Ca lderon hab ia disuelto la gua1dia urbana es tmnjcm.-Su1
persec ucion a Rivage ro i La Gotera como a t rairlores. -~o tando la au-.
sencia de gobierno i de protcccion, e l cuerpo diplomti co se consti-.
tuye e n una especie de tu te laj e internacional i celcbm una primera
re\tnion e n casa del ministro aleman. - Se nomb ra 'una comi s ion que
se .aec.rque a los combati entes para provocar la cesac ion de las host ldados i ~a lv a r a Lima de la sue rte de Chol'I'ilos.- Consultan a
Pi1ola ste ace pta entrar en tiatos de paz.-La com ision se tra ~-
lada en le noaho del 14 a .Miraflores, conferencia con Pirola i s i ~ue a
Chol'lillos, pero no es rec ibida al\Iclla noc he por e l jeneral Rar1u edano
-Confere nc ia en San Jna n en la madn1gadt del 15 i acuel'lo de un a
suspension indeto1mnada de a rmas, qne no es p1opiamente un armisticio.
-Bases p1vias pam tratar.-Las acepta P icrola i manda convocar los
altos di g natmios de Lim:t para sometrselas. - El cuerpo diplomtico se
dirijo cu cor pomc ion a Miiaflorcs para a len ta rl e en esto propsi tos i le
encue ntra en conferencia con lo: almimntes dc.F 1ancia e Ingl a te rra qne
pe1siguen ot ros obj e tos.-Sa acerca la hora del dese nlace .... Pj. 1025

CAPITULO XX IX

Los chilenos delante de Mirafiores.


Plan del j encral Baqucdano para atacar las lneas de l\li m flores.- La ter..,
ce1a divi sion i la cscuadm.-fJa b1i gada lhrbosa.-Reco nocim icntos
pre vios.-El coronel Lago3 es plOI'!l. e l 13a rranco en la ma ii ana del 14 da

XX:l

llmrr:F..

C!nern ..-Sin g ul a l'e;~ 111crodead.wes.-Topografa de l te l'l'cno entre Chonill <H ~l i ra . lo r e~ i a.:crt.adas <lipo~i c iones 1e toma e l t:mouel La:;""
-:\mnza l:l il." division hcia el Ba J'I'anco e n la tarde de l 1-l i e l cnmnel La:;o~ Ol'llena ruem:u esa pniJlacion .-!nonictudc, del con nel
YeL.1.z;ucz en la nocho del l-1.- Solicita pci'lllso pam avant.ar con la :utilleria de ca mp:liia, i al ama neeer del l: la culu.:a en p o~ i ein n cs a
van:;nardia de l HaiT,Lnc.-Aduie rc es te j de ol co nvc neim ie nto de una
ha talla inmine nte, ape,a!' de l armi.-;tici>, i comun ica sus irupi'es ioncs atodos !osjefoJs i al j eneml B:quml:tno.-:\,i.>lls dd capitaa Brwn culocal
e m10 vijia i del cOilllWdante (.i.m>stiw;:l.-IJivt'!rsM l'ecnnuc imicntvs d:J
hl cahalleria i episodio>.> <ld alfo!rez Sup er i de los tres Gazad n 1e~ .
Posieiones 'fil C el ejt!rc itl! chilew> ocnpalm a la~ doce del dia l> de eneI"<J .-I,a IJrie!:ad:l Barcd" en la v :l n g nanli ~. - -Ma i c ha de las divisionns
L vnc!1 i Soto!IHlY.lr deodc los alrodcdoics do C lHHTill os. --La ~ avanzadas
do~! capitan '[', J~do .-LJ ega delante de la;; linea' tiH ~I I'a 'l ol'(l~ el j o!r ieral llarncd:ln'> i 8 fl da eIC nt a de sus fonnithbles dden,as.-Ot'h'' f<JC I'tcs
i cuatru ciId .dclas.-EI cjic ito de lin ea e n las c) rt inas artillada" i la
rcsc l'\a en los rcdnc t()s .-El h ata Jl ,~ n Ol:w-Ba t. is ta --l:ctwni uc i
'l'<!aand en la l inea de ~l onte -Ri c<1 a (Jtil,,s.-El di t; ta,loi' l'i mb I'CY ~
ta sn ej ici to e n la um !iana dd 15, i en la hom en n! eljcneral Hanc<hno, pa<a a su frente. alnHJcrza con los aliui1:.t ut e~ dtl FI'.UH.: ia i de ln~t a -
t e rra .- ~!otivos lJUe hab a n Jle,atlo a s.tos a :\liralioi'CS i singulares
incid entes pw ncliiTi c ron entre c lhs i el miHi,;to Ca ltlcmn en L ima.-- .\ c t itnd . de l al mil'antc Du Pe t it Th ua 1~ . --lmprcsio n es dlll'antc el
alm:tl!rl.J del dictad<JI'.-Sc )l'esc nta awrado e l coma ndante j encml Dci'tcnno i an.tncia que los c hilenos a\anza n en toda la linea.- IJl cgan
. ayudantes eu todas direcc iones comnuicand J ala1mante;; noti cias, i el
dictador los tl'ancuiliza.-El cnc tpo diplomtico se presenta en !\liraflores i hace antesala al dictado1, cuando estalla una descarga en las
lneas peruanas.-La batalb de Miratlore s va a comenzar ..... Pj. 1059

CAPITULO XXX

La batalla d Mirafiores.
Confianza ruc rei na en e l camp o chileno, .en el momento en que las lneas
peruanas mmpen el fn e~o en 1\liratlores.-Escenas pas toril es en los rejimi cnto~ .-Confu s ion indescriptible del primer momento.-Posicion rue
ocupaban la s divisiones del ejrcito chileno al comenzar l:1 batalla. La artillera, la reserva i la esc uadra.-La bri~ada Barcel i la hriga:la
UlTIOla.-OJd en de suspend er el fue!'o i admirable cj ecucio n de la e~
cua dra.-F.I com nel Lagos en la batalla.-ln'jnebrantabl~ solidez de la
hrig-a da Barcel.-Difcil posicion de los Navales i su bizarm conducta
dmante la primera hora de l com ba te.-R a~~"s he1oicos de l coma ndant e
Fierro.- Los Navales i e l Aconcag-ua son al fin re c haza(ios, i los peruanos salen de sus atJinchcramicntos para tl anrneal'ios por su derecha.Hcrica muerte de l .-mhtcnicnte Lata.-EI comncl U.tiola pide refuerzos
al cn mn"e l La~0s i <ist hace a va nzar Ll rccrva.-Valcroa carg-a del
\'alparai,;o i Zapado res i C<)nVJ ~aen sus Yalientes j efos ~archant i Zille mclo. - Com pl'Ornc tida la reserYa. avanw la division Lynch a cubri1
la derec ha de los c hi le nos.-Inm ensas difi cultados que este jefe encuentra en su camino, i su enc rja para vcnce da~ . -Vacil:~ c ion jenera! de sus
tmpas i pnico que producen las m1jeres.-Los cc>misarios de Francia e
InglatcJTa Cll la batalll\.- Ordenes toiribles que el coronel Lagos
imparte a sus ayudantes contra los cobardes. - Cmo ent ra en l-

:S DICE.

XX I TI

nca la trabaj ada division Ly nch.-Aparcce la brigada 13ai'1Josn a reta~


guardia de su estrcmn dclccha, i Pirola Ol'dlla ca1ga l' a la ca ba ll era.lmponcnte despliegue del Coqniml)o i hisoiio hcruismo del QLiillota.Oportuna i v a l e ro~a arreme tida de los Carabin cms de Yunga i - Bln cs i
Ul'liola.--Cmo es ta~ ope racio nes res tabl ece n i aseguran toda la ln ea
de combate.-E l j e ne ml Barucda no, que ha tomad.) todas esta-; m ed ida~
de acu e rdo con su jefll de e~tado mayo r j eneml, rc fu e11.a a Uarbosa co n
la Artille1a de J\larina, . e l .i\lclipil la i la brigada dll ar tillera Ellliliu
Gana -lla ulldano i Pi mla co nliuy e n en e l p ~ u sam i e nt o que la batalla
solo pu et1 <1 ganarse o pe rde rse pOI' la i1.cu.icrda.-Rc vclac iones.-La p1imc1a fa1. de la bata lla cst co ncluida -Se ordon a e l asalto de t o da~ las
pos:c iones c nc111igas.-lncontrast a blc hc roislllo de l Hcj im iento San t iagr1,
i c!n1o todas las evolucione. de la bata lla jiran so bre ca te val e roso c 1 1e r~
p o. - , (~ ui ne s son esos colomdos? . -Trip le hcroi:>n10 de Lagos, Barccl i Fu! u>'a li cla .-La La ta lla de le>s t res compadles.-Estmordina lia
uravnm de Rodolfo Sena no i cmo venga a su~ herma nos de l Husca r i
del ::!."-Los c irujanos-soldados en la uata lt a de Miraflore s.-La carga
de l Conccpc ion en la cstrcrHa i1.q ni crcla.-El cap itan Yillar i los piecc pto res- soldado;; del cj 1c ito. - El Caupolican i su segundo j efe Dardignac.
-U na lcjion de hroes.-1:1 asi~t.ente Arrcdondo.- EI cap itan Palacio~
del Caupolican plant a la Lanclera de Chil e en e l fu e rte Alfonso Ugartc i
toma su mando el comandante Seguel, del Concep cion.-Avanza el coma ndante j encra l Barce l i es gravemente herido.-Heroica muerte del
capitan Florc s.-El (~ o lc ha gua i el Ata cama en la batall a.-El capitan
Viva1.-J\Iucrte del coronel Martinez i el mayor Zor ra ind o.-Lo~ ca pi~
t a ncs Ram irc1. i :.\larco ni del Atacam, - El Chacabuco i e l suLtenientc
Enrique Prcnafe ta.-EI Co,quimLo dec ide la batalla en la est.renm izquierd a como en Ma ipo i en 'faena.- El asa ! lo de la bater11 de la Me rced
i sublime hcroismo del snh tcn ientc Salina.>, de Comba1bal.-El tcnie n~
te Mascareio de l Coquimbo i el subteniente Rojas del Atacama.-Cm"
se dec ide la batalla dfl l\liratlo1es e n el ce ntro.-El co rone l Lagos
ava n1.a con tres mil hombres de todos los cuerpos i ocupa la cs tacion de
Mimtl o 1 c~. - Co nfi a este puesto a l comandante Gut ierrc7. del 3." i obliga
al comandante Fucnsalida a curar sus h cridas.-EI ltimo tren artillado
de los l)C f'u&nos i el segund o pflllico de las rabonas clt ile nas.-Avan1.a la
briga d:1. Gana desd e ChorTillos.-Comp leta derrota de los peruano;; i su
horrible carnicera en la fu ga -El a rco i1is.-Se toca alto a todos. los
cuerp os, i las t1cs divisiones dun rmcn en el campo de uatall a.-Mucrt c
del te ni ente Rodri g u.~z, del Blanco.-Raj as de los chilenos.--- Se is mi l
c hil crH)S i dic1. mi l pctua nos en las tres batall as de Lima.- Pormenore s.
-Los j efes del c.jre ito i de la l'csc rva del Per i sus t c1Tibles bajas.Los c iento ruincc muerto;; dll Chile i su perdurable g loria.-Omisiones i
rcct.ificac iones .-;Hubo traicon en Mirafl o re ~?-Discusion i documentos.
- El c rmen ele las ba las csp losi vas i su comprobacion.- Datos i re~
flexion es........... ... ........ ................... ....... .... .. ........ .. ... P j. 1100

CAPiTULO XXXI.

Entrada de los chilenos a Lima.


(17

18

DE ES tmo

J)"

1881.)

La noc he de 1\liranorcs.- La l'esistcne ia f sica del soldado eh ilcno i la del


peruano. --E l co ronel Cavc m se cni i'Cfit p 1isioncro i an un cia el de~ar
me de Lin1a .--L.1s ultimas tclcg-raruas 1 lo;; ltimos trencs. --EI alcald e

. XXIV

i~-: ni.:;E

<le Linia don Rufino Torrico se presenta en el campo chileno i ofrece


: entregar la ciudad incondicionalmente el dia 17.--Correspondencia del
. jeneral Baquedano con el decano del cuerpo diplontico.-TeiTibles
~ sucesos que tienen lugar en Lima i en el Callao en la noche del 16.' Saqueo i matanza de chino~ i estranjeros.--Destruccion completa de la
escuadra pemana i de las bateras del Callao.--lncendio de los baos de
Chorrillos i combate de Lurin el 17 de enero.--El alcalde de Lima 11 ma en su socoiro a los chilenos i stos entran a la ciudad mas como slvadores que como victoriosos.--Colun!na de honor que con este objeto se
forma en !IIiraflores i que ocupa a Lima en la tarde del 17 de enero de
1 881.-Lo~ primeros ;ucalones que entran a Lima ......;EJ jenerd Baquedano en los campamentcis.:_Socorro de los heridos i entierro de los muert-os -Inmenso botin de guerra.- Lo que sta haoia costado en dinero a
Chile.--El jeneral en jefe espide el 18 de enero una i.lrdcn jeneml al
ejrcito, congratulndolo por su herosmo i recordando la memoria de
sus mas ilustres vctimas.--Las primeras noticias en Chile i sus intensos rogocijos nacionales.--El jeneral Baruedano se dirije a Lima sin
ning11na ostentacion i ei 18 de enero hace i1.tr el pahellon nacional en
el palacio de los virreyes en un dia histrico.-Conclusion .... Pj. JJ\:)t

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