Orações de Exorcismo
Orações de Exorcismo
Orações de Exorcismo
EXORCISMO
Aguamarine y Josep
LOS LIBROS DEL TEMPLO DE LA LUZ INTERIOR
Coleccin A la Luz de la Verdad
CENTRO DE ESPIRITUALIDAD
Y ALTA MAGIA BLANCA
ORACIONES DE EXORCISMO
Contra los malos espritus y el poder de las Tinieblas
Coleccin A la Luz de la Verdad Volumen 3
Aguamarine de Santantoni y Josep Riera
Derechos reservados. Prohibida la reproduccin
total o parcial sin permiso expreso de los autores.
A modo de presentacin
En Plegarias de Proteccin, el primer volumen de esta
nueva coleccin que Los Libros del Templo de la Luz
Interior ha iniciado bajo el ttulo genrico de A la Luz de la
Verdad, recogimos una significativa seleccin de oraciones
y plegarias de proteccin contra todo mal y las influencias
del Demonio.
En esa primera obrita ya decamos que el ngel cado sigue
entre nosotros porque no ha perdido nunca del todo el
poder que tena, segn el plan de Dios, en el gobierno del
mundo. Ahora utiliza este poder para seducirnos, tentarnos
e incitarnos al Mal, en todas sus formas y maneras.
Este libro que tiene usted en las manos, Oraciones de
Exorcismo, es la continuacin de ese primer volumen.
Dado que la oracin es un recurso muy vlido que tenemos
para conversar con Dios y siendo ms que evidente que uno
de los mayores males que los seres humanos sufrimos
actualmente es la perturbacin espiritual y la negatividad,
en sus distintos grados, originadas por las influencias
demonacas, se haca totalmente necesario que
publicramos una seleccin de rezos y plegarias de
exorcismo contra los poderes de las Tinieblas.
Algunas de estas oraciones de exorcismo son conocidas por
los lectores, pero aqu recopilamos tambin otras que son
muy antiguas y poderosas y que han sido mucho menos
divulgadas. Ojal que nadie llegara nunca a necesitarlas;
pero el Malo tiene muchas maneras de mostrarse y de
afectarnos con sus negativas influencias, y por ello es bueno
estar preparados y saber cmo defendernos de sus ataques.
Los autores.
Oracin diaria
Una persona que crea estar sufriendo en su cuerpo o
en su mente una influencia del demonio que va ms
all de lo natural, despus de rezar el Exorcismo de
Len XIII, puede decir cada da esta oracin:
Seor, Dios todopoderoso, misericordioso y
omnipotente, Padre, Hijo y Espritu Santo, expulsa de
m toda influencia de los espritus malignos.
Padre, en el nombre de Cristo te pido que rompas
toda cadena que los demonios tengan sobre m.
Derrama sobre m la preciossima sangre de tu Hijo.
Que su sangre inmaculada y redentora quebrante
toda atadura sobre mi cuerpo y mi mente.
Todo esto te lo pido por intercesin
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Pequeo exorcismo
Cada uno puede usarlo con agua bendita y la seal de
la cruz sobre s mismo o sobre otras personas, estn
ellas ausentes, en tentaciones o probaciones, sobre
personas hostiles enfermas y agonizantes:
Por los santsimos nombres de Jess y Mara, les
mando, espritus diablicos, aprtense de nosotros
(de ellos), de este (de aquel) lugar y no se atrevan a
volver, tentndonos y perjudicndonos!
Jess, Mara, San Miguel Arcngel, defindannos!
Santos ngeles de la guarda, presrvennos de los
ataques insidiosos del espritu maligno!
(Repetir tres veces):
Oh Mara, concebida sin pecado,
ruega por nosotros que recurrimos a ti! Amn.
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Splicas litnicas
Quien preside la celebracin u otra persona comienza
las letanas. Pueden agregarse, en el lugar
correspondiente, algunos nombres de santos o santas
(por ejemplo, del patrono del lugar, del fiel
atormentado, etc.) y tambin alguna intencin
especialmente apta para la situacin. Quienes
participan se unen en las respuestas comunes.
Seor, ten piedad.
Seor, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Seor, ten piedad.
Seor, ten piedad.
Santa Mara, Madre de Dios, ruega por l (por ella).
San Miguel, Gabriel y Rafael, rueguen por l
(por ella).
Todos los santos ngeles de Dios,
rueguen por l (por ella).
San Elas, ruega por l (por ella).
San Juan Bautista, ruega por l (por ella).
San Jos, ruega por l (por ella).
Todos los santos Patriarcas y Profetas,
rueguen por l (por ella).
Santos Pedro y Pablo, rueguen por l (por ella).
San Andrs, ruega por l (por ella).
Santos Juan y Santiago, rueguen por l (por ella).
Todos los santos Apstoles y Evangelistas,
rueguen por l (por ella).
Santa Mara Magdalena, ruega por l (por ella).
Todos los santos Discpulos del Seor,
rueguen por l (por ella).
San Esteban, ruega por l (por ella).
San Lorenzo, ruega por l (por ella).
Santas Perpetua y Felicidad, rueguen por l (por ella).
Todos los santos Mrtires, rueguen por l (por ella).
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Oracin deprecativa
Dios, creador y defensor del gnero humano,
dirige tu mirada sobre este siervo tuyo (sierva tuya)
N. a quien formaste a tu imagen
y llamas a ser partcipe de tu gloria.
El antiguo adversario lo (la) atormenta cruelmente,
lo (la) oprime con fuerte violencia
y lo (la) inquieta con cruel terror.
Enva sobre l (ella) tu Espritu Santo
para que lo (la) haga fuerte en la lucha
le ensee a rogar en la tribulacin
y lo (la) defienda con su poderosa proteccin.
Escucha, Padre santo,
el gemido de tu Iglesia suplicante;
no permitas que tu hijo (hija)
sea poseda por el padre de la mentira;
no dejes que este servidor (servidora)
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Oracin imperativa
Te declaro anatema, Satans,
enemigo de la salvacin humana;
reconoce la justicia y la bondad de Dios Padre,
que, con justo juicio, conden tu soberbia y tu
envidia: aprtate de este siervo (esta sierva) N.,
a quien Dios hizo a su imagen, colm con sus dones
y adopt como hijo (hija) de su misericordia.
Te conjuro, Satans, prncipe de este mundo:
reconoce el poder y la fuerza de Jesucristo,
que te venci en el desierto,
super tus insidias en el Huerto,
te despoj en la Cruz, y resucitado del sepulcro
transfiri tus trofeos al reino de la luz:
retrate de esta criatura N.,
a la cual Cristo al nacer hizo su hermano (hermana)
y al morir lo (la) redimi con su Sangre.
Te conjuro, Satans, que engaas al gnero humano,
reconoce al Espritu de la verdad y de la gracia
que repele tus insidias y confunde tus mentiras.
Sal de N., criatura plasmada por Dios,
a quien el mismo Espritu marc
con su sello
poderoso; retrate de este hombre (esta mujer),
a quien Dios hizo templo sagrado
con una uncin espiritual.
Por eso, retrate, Satans,
en el nombre del Padre +, y del Hijo +,
y del Espritu + Santo;
retrate por la fe y la oracin de la Iglesia;
retrate por la seal de la santa Cruz,
de nuestro Seor Jesucristo,
que vive y reina por los siglos de los siglos.
Todos responden: Amn.
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Diversos evangelios
+ Evangelio de nuestro Seor Jesucristo segn san
Mateo (4, 1-11)
Jess fue llevado por el Espritu al desierto, para ser
tentado por el demonio. Despus de ayunar cuarenta
das con sus cuarenta noches, sinti hambre. Y el
tentador, acercndose, le dijo: Si t eres Hijo de
Dios, manda que estas piedras se conviertan en
panes. Jess le respondi: Est escrito: "El hombre
no vive solamente de pan, sino de toda palabra que
sale de la boca de Dios".
Luego el demonio llev a Jess a la Ciudad santa y lo
puso en la parte ms alta del Templo, dicindole: Si
t eres Hijo de Dios, trate abajo, porque est escrito:
"Dios dar rdenes a sus ngeles, y ellos te llevarn
en sus manos para que tu pie no tropiece con ninguna
piedra". Jess le respondi: Tambin est escrito:
"No tentars al Seor, tu Dios".
El demonio lo llev luego a una montaa muy alta;
desde all le hizo ver todos los reinos del mundo con
todo su esplendor, y le dijo: Te dar todo esto, si te
postras para adorarme. Jess le respondi:
Retrate, Satans, porque est escrito: "Adorars al
Seor, tu Dios, y a l solo rendirs culto". Entonces
el demonio lo dej, y unos ngeles se acercaron para
servirlo.
+ Evangelio de nuestro Seor Jesucristo segn san
Marcos (16, 15-18)
Jess Resucitado se apareci a los Once y les dijo:
Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia
a toda la creacin. El que crea y se bautice, se
salvar. El que no crea, se condenar. Y estos
prodigios acompaarn a los que crean: arrojarn a
los demonios en mi Nombre y hablarn nuevas
lenguas; podrn tomar a las serpientes con sus
manos, y si beben un veneno mortal no les har
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las
manos
sobre
los
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ten misericordia de m.
Por la seal de la Cruz +
lbranos de nuestros enemigos, Dios nuestro.
Por tu Cruz + slvanos, Cristo redentor,
t que muriendo destruiste nuestra muerte
y resucitando restableciste la vida.
Tu Cruz + adoramos, Seor,
tu gloriosa Pasin recordamos,
ten compasin, t que padeciste por nosotros.
Te adoramos, Cristo, y te bendecimos
porque por tu Cruz + redimiste al mundo.
Preces litnicas
Seor, ten piedad. Cristo, ten piedad.
Seor, ten piedad.
Santa Mara, Madre de Dios,
ruega por nosotros (por m).
San Miguel, ruega por nosotros (por m).
San Gabriel, ruega por nosotros (por m).
San Rafael, ruega por nosotros (por m).
Santos ngeles custodios,
rueguen por nosotros (por m).
San Juan Bautista, ruega por nosotros (por m).
San Jos, ruega por nosotros (por m).
San Pedro, ruega por nosotros (por m).
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t no sers alcanzado:
su brazo es escudo y coraza.
Con slo dirigir una mirada,
vers el castigo de los malos,
porque hiciste del Seor tu refugio
y pusiste como defensa al Altsimo.
R. T eres, Seor, mi refugio.
No te alcanzar ningn mal,
ninguna plaga se acercar a tu carpa,
porque hiciste del Seor tu refugio
y pusiste como defensa al Altsimo
R. T eres, Seor, mi refugio.
Ellos te llevarn en sus manos
para que no tropieces contra ninguna piedra;
caminars sobre leones y vboras,
pisotears cachorros de len y serpientes.
R. T eres, Seor, mi refugio.
Orculo del Seor
l se entreg a m, por eso, yo lo glorificar;
lo proteger, porque conoce mi Nombre;
me invocar, y yo le responder.
Estar con l en el peligro,
lo defender y lo glorificar;
le har gozar de una larga vida
y le har ver mi salvacin.
R. T eres, Seor, mi refugio.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amn.
R. T eres, Seor, mi refugio.
Oracin
Seor, t eres nuestra defensa y nuestro refugio;
te pedimos que libres a tu hijo(a) N. de la trampa
de los demonios y de la palabra cruel
de los perseguidores.
Protgelo(a) bajo la sombra de tus alas,
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Salmo 3
No ponemos nuestra confianza en nosotros mismos,
sino en Dios que resucita a los muertos (2 Cor 1,9).
R. T, Seor, eres mi protector.
Seor, qu numerosos
son mis adversarios,
cuntos los que se levantan contra m!
Cuntos son los que dicen de m:
Dios ya no quiere salvarlo!
R. T, Seor, eres mi protector.
Pero T eres mi escudo
protector y mi gloria,
t mantienes erguida mi cabeza.
Invoco al Seor en alta voz,
y l me responde
desde su santa Montaa.
R. T, Seor, eres mi protector.
Yo me acuesto y me duermo,
y me despierto tranquilo
porque el Seor me sostiene.
No temo a la multitud innumerable,
apostada contra m por todas partes.
R. T, Seor, eres mi protector.
Levntate, Seor! Slvame, Dios mo!
T golpeas en la mejilla a mis enemigos
y rompes los dientes de los malvados.
En ti, Seor, est la salvacin,
y tu bendicin sobre tu pueblo!
R. T, Seor, eres mi protector.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espritu Santo
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amn.
R. T, Seor, eres mi protector.
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Oracin.
Seor y protector nuestro, atiende nuestra afliccin,
porque se han multiplicado quienes atormentan
a tu servidor (tu servidora) N.; t que sostienes al
que persevera, derrama tu bendicin abundante sobre
l (ella) para que conozca a tu Salvador, Jesucristo,
que venci las insidias del diablo. Por el mismo
Jesucristo, nuestro Seor. Todos responden: Amn.
Salmo 10
No teman, porque valen ms
que muchos pjaros (Mt. 10,31).
R. Confo en el Seor.
Yo tengo mi refugio en el Seor,
Cmo pueden decirme entonces:
Escapa a la montaa como un pjaro?
R. Confo en el Seor.
Porque los malvados tienden su arco
y ajustan sus flechas a la cuerda,
para disparar desde la penumbra
contra los rectos de corazn.
Cuando ceden los cimientos,
qu puede hacer el justo?
R. Confo en el Seor.
Pero el Seor est en su santo Templo,
el Seor tiene su trono en el cielo.
Sus ojos observan el mundo,
sus pupilas examinan a los hombres:
el Seor examina al justo y al culpable,
y odia al que ama la violencia.
Que l haga llover brasas
y azufre sobre los impos,
y les toque en suerte un viento abrasador.
R. Confo en el Seor.
Porque el Seor es justo
y ama la justicia,
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Salmo 12
Que el Dios de la esperanza los llene de alegra y de
paz en la fe, para que la esperanza sobreabunde en
ustedes por obra del Espritu Santo (Rom. 15,13).
R. Mi corazn se alegrar en tu salvacin.
Hasta cundo me tendrs olvidado, Seor?
Eternamente?
Hasta cundo me ocultars tu rostro?
Hasta cundo mi alma estar acongojada
y habr pesar en mi corazn, da tras da?
Hasta cundo mi enemigo prevalecer sobre m?
Mrame, respndeme, Seor, Dios mo!
Ilumina mis ojos,
para que no caiga en el sueo de la muerte,
para que mi enemigo no pueda decir:
Lo he vencido,
ni mi adversario se alegre de mi fracaso.
R. Mi corazn se alegrar en tu salvacin.
Yo confo en tu misericordia:
que mi corazn se alegre porque me salvaste.
Cantar al Seor porque me ha favorecido!
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Salmo 21
El dirigi durante su vida terrena splicas y plegarias,
con fuertes gritos y lgrimas, a aquel que poda
salvarlo de la muerte, y fue escuchado por su humilde
sumisin. (Heb 5,7).
R. Slvame de la boca del len.
Dios mo, Dios mo, por qu
me has abandonado?
Por qu ests lejos de mi clamor
y mis gemidos?
Te invoco de da, y no respondes,
de noche, y no encuentro descanso;
R. Slvame de la boca del len.
Y sin embargo, t eres el Santo,
que reinas entre las alabanzas de Israel.
En ti confiaron nuestros padres:
confiaron, y t los libraste;
clamaron a ti y fueron salvados,
confiaron en ti
y no quedaron defraudados.
R. Slvame de la boca del len.
Pero yo soy un gusano, no un hombre;
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la gente me escarnece
y el pueblo me desprecia;
los que me ven, se burlan de m,
hacen una mueca y mueven
la cabeza, diciendo:
Confi en el Seor, que l lo libre;
que lo salve, si lo quiere tanto.
R. Slvame de la boca del len.
T, Seor, me sacaste del seno materno,
me confiaste al regazo de mi madre;
a ti fui entregado desde mi nacimiento,
desde el seno de mi madre,
t eres mi Dios.
No te quedes lejos,
porque acecha el peligro
y no hay nadie para socorrerme.
R. Slvame de la boca del len.
Me rodea una manada de novillos,
me acorralan toros de Basn;
abren sus fauces contra m
como leones rapaces y rugientes.
Soy como agua que se derrama
y todos mis huesos estn dislocados;
mi corazn se ha vuelto como cera
y se derrite en mi interior;
mi garganta est seca como una teja
y la lengua se me pega al paladar.
R. Slvame de la boca del len.
Me rodea una jaura de perros,
me asalta una banda de malhechores;
taladran mis manos y mis pies
y me hunden en el polvo de la muerte.
Yo puedo contar todos mis huesos;
ellos me miran con aire de triunfo,
se reparten entre s mi ropa
y sortean mi tnica.
R. Slvame de la boca del len.
Pero t, Seor, no te quedes lejos;
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anunciarn su justicia
a los que nacern despus,
porque esta es la obra del Seor.
R. Slvame de la boca del len.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espritu Santo
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amn.
R. Slvame de la boca del len.
Oracin
Dios, que reconciliaste contigo al mundo por la pasin
de tu Hijo, te suplicamos humildemente que no
postergues el auxilio que necesita de ti, este hijo tuyo
(hija tuya) N.; defindelo (defindela) y lbralo
(lbrala) de la boca del len que busca arrebatarlo
(arrebatarla).
Por Jesucristo, nuestro Seor. Amn.
Salmo 30
Jess, con un grito, exclam:
Padre, en tus manos
encomiendo mi espritu.
Y diciendo esto, expir (Lc. 23,46).
R. Lbrame del poder de mis enemigos.
Yo me refugio en ti, Seor,
que nunca me vea defraudado!
Lbrame, por tu justicia
inclina tu odo hacia m
y ven pronto a socorrerme.
S para m una roca protectora,
un baluarte donde me encuentre a salvo,
R. Lbrame del poder de mis enemigos.
Porque t eres mi Roca y mi baluarte:
por tu Nombre, guame y condceme.
Scame de la red que me han tendido,
porque t eres mi refugio.
R. Lbrame del poder de mis enemigos.
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Oracin
Seor, s una roca protectora para tu servidor
(servidora) N., y ya que lo (la) redimiste con la
preciosa Sangre de tu Hijo, lbralo (lbrala) del lazo
del enemigo que lo (la) persigue; ilumina tu rostro
sobre l (ella) y slvalo (slvala) por tu misericordia,
T que conoces las ansiedades
de su alma. Por
Jesucristo, nuestro Seor. Todos responden: Amn.
Salmo 34
Fortalzcanse en el Seor con la fuerza de su poder.
Revstanse con la armadura de Dios, para que puedan
resistir las insidias del demonio (Ef. 6, 10-11).
R. Despirtate, Seor, y ven en mi ayuda.
Combate, Seor, a los que me atacan,
pelea contra los que me hacen la guerra.
Toma el escudo y el broquel,
levntate y ven en mi ayuda;
empua la lanza y la jabalina
para enfrentar a mis perseguidores;
dime: Yo soy tu salvacin.
R. Despirtate, Seor, y ven en mi ayuda.
Que sufran una derrota humillante
los que intentan quitarme la vida;
que vuelvan la espalda confundidos
los que traman mi perdicin.
Que sean como la paja ante el viento,
mientras el ngel del Seor los arrastra;
que su camino sea oscuro y resbaladizo,
mientras el ngel del Seor los persigue.
R. Despirtate, Seor, y ven en mi ayuda.
Porque me tendieron sus redes sin motivo
y me cavaron una fosa mortal:
que los sorprenda un desastre imprevisto;
que sean atrapados por sus propias redes,
y caigan en la fosa que ellos mismos cavaron!
R. Despirtate, Seor, y ven en mi ayuda.
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Salmo 53
Confen, soy yo no tengan miedo (Mc. 6, 50).
R. El Seor sostiene mi alma.
Dios mo, slvame por tu Nombre,
defindeme con tu poder,
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Salmo 67
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Salmo 69
Seor, slvanos que perecemos (Mt. 8, 25).
R. T eres, Seor, mi ayuda y mi liberador.
Lbrame, Dios mo!
Seor, ven pronto a socorrerme!
R. T eres, Seor, mi ayuda y mi liberador.
Que se avergencen y sean humillados
los que quieren acabar con mi vida.
Que retrocedan confundidos
los que desean mi ruina;
que vuelvan la espalda
avergonzados los que se ren de m.
R. T eres, Seor, mi ayuda y mi liberador.
Que se alegren y regocijen en ti
todos los que te buscan;
y digan siempre los que desean tu victoria:
Qu grande es nuestro Dios!.
R. T eres, Seor, mi ayuda y mi liberador.
Yo soy pobre y miserable: ven pronto, Dios mo;
t eres mi ayuda y mi libertador, no tardes, Seor!
R. T eres, Seor, mi ayuda y mi liberador.
Gloria al Padre y al Hijo
y al Espritu Santo como era en el principio,
ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn.
R. T eres, Seor, mi ayuda y mi liberador.
Oracin
Ven a nuestra ayuda, Seor, y apresrate a socorrer a
este hijo tuyo (esta hija tuya) N., para que, vencidas
las insidias del diablo permanezca siempre protegido
(protegida) con tu presencia. Por Cristo, nuestro
Seor. Todos responden: Amn.
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El Segundo Exorcismo
Sacerdote: Roguemos al Seor. Coro: Seor, ten
piedad.
Dios, Santo, temible y glorioso en todas sus obras y
en su poder, inconcebible e inescrutable, l mismo ha
ordenado para ti, oh demonio, la recompensa del
castigo eterno, y por medio de nosotros, sus
servidores indignos, te ordena, a ti y a todos tus
poderes aliados que te alejes de aqu, del recin
sellado (de la recin sellada) en el nombre de nuestro
Seor Jesucristo, nuestro verdadero Dios. Por lo
tanto, te conjuro, espritu astuto, impuro, maligno,
inmundo y extrao, por la autoridad de Jesucristo,
que tiene toda la potestad en el cielo y en la tierra, y
que dijo al demonio sordomudo: Sal del hombre y no
vuelvas a entrar en l; aljate. Reconoce la vanidad
de tu poder, que no tiene dominio ni siquiera sobre
los cerdos. Teme a Dios por cuyo decreto la tierra es
establecida sobre las aguas, que ha hecho los cielos y
ha dispuesto las montaas con un cordel, y los valles
por medida; y ha puesto limites a las arenas del mar y
una senda firme en las aguas impetuosas; el que toca
los montes y humean, que se cubre de luz como de
vestidura, que extiende los cielos como una cortina,
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El Tercer Exorcismo
Sacerdote: Roguemos al Seor. Coro: Seor, ten
piedad.
Seor Sabaoth, Dios de Israel, que curas toda
enfermedad y todo dolor, mira a tu servidor(a) y
prubalo (la) y examnalo (la) y arranca de l (ella)
toda operacin del diablo. Reprende a los espritus
inmundos y explsalos, y purifica las obras de tus
manos, y ejerciendo tu viva fuerza, aplasta con
rapidez a Satans bajo sus pies, y concdele la
victoria sobre el mismo, y sobre sus espritus
impuros, para que, habiendo obtenido misericordia de
ti, sea hecho(a) digno(a) de participar de tus
celestiales misterios, y te rinda gloria, a ti, Padre, Hijo
y Espritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de
los siglos. Coro: Amn.
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La Cuarta Oracin
Sacerdote: Roguemos al Seor. Coro: Seor, ten
piedad.
T que eres Seor y Maestro, que has creado al
hombre a tu imagen y le has dado el poder de llegar a
la vida eterna y que no desprecias a los que han cado
en e1 pecado, sino que has dispuesto la salvacin del
mundo por la encarnacin de tu Cristo, T mismo,
Seor, librando tambin a esta criatura tuya de la
esclavitud del enemigo recbela en tu reino celestial.
Abre los ojos de su entendimiento de modo que la Luz
de tu Evangelio brille en l (ella). Une a su vida un
ngel de luz, que lo (la) libre de todo engao del
adversario, del encuentro con el mal, del demonio del
medioda y de ilusiones perversas.
El sacerdote sopla en forma de cruz en la frente y el
pecho del catecmeno, diciendo: Arroja de l (ella)
todo espritu malo e impuro, escondido y anidado en
su corazn. (Tres veces)
El espritu de error, el espritu de maldad, el espritu
de idolatra, y de toda concupiscencia, el espritu de
mentira y de toda impureza inspirada por la accin
del diablo. Y haz de l (ella) una oveja racional del
santo rebao de tu Cristo, miembro honorable de tu
Iglesia, vaso consagrado, hijo(a) de la luz,
heredero(a) de tu Reino, a fin de que, habiendo vivido
segn tus mandamientos y habiendo conservado
intacto el sello y su vestidura sin mancha, reciba la
bienaventuranza de los santos en tu Reino.
Por la gracia, compasiones y amor al hombre de tu
Hijo Unignito, con quien eres bendito, juntamente
con tu Santo Espritu Bueno y Vivificador, ahora y
siempre y por los siglos de los siglos. Coro: Amn.
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Conjuro
Te conjuro, serpiente antigua, por el juez de vivos y
muertos, por el Creador del mundo que tiene poder
para enviarte a la gehena, para que pronto te alejes
de esta casa. Te lo ordena, maldito diablo, el que
orden a los vientos y al mar y a las tempestades. Te
lo ordena el que te mand sumergirte desde lo alto de
los cielos a las profundidades de la tierra. Te lo
manda el que te mand retroceder. Oye, pues,
Satans, y teme, y vencido y postrado aljate,
conjurado en el nombre de nuestro Seor Jesucristo,
que ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos y
al mundo por medio del luego. Amn.
Se recitan los Salmos 120 al 124 mientras se asperjen
con agua bendita los diferentes lugares de la casa.
Seor, ten piedad. Cristo, ten piedad.
Seor, ten piedad. Padre nuestro...
V. Seor, escucha nuestra oracin.
R. Y llegue a Ti nuestro clamor.
V. El Seor est con vosotros. R. Y con tu espritu.
Oremos
Entra, Seor, clementemente en tu casa y haz de los
corazones de tus fieles tu perpetua mansin y
concdenos que en esta casa no domine maldad
alguna de los espritus malignos por Cristo nuestro
Seor. Amn.
Se recitan los Salmos 125 al 129 mientras se asperjen
los diferentes lugares de la casa.
Seor, ten piedad. Cristo, ten piedad, Seor, ten
piedad. Padre nuestro...
V. Seor, escucha nuestra oracin.
R. Y llegue a Ti nuestro clamor.
V. El Seor est con vosotros. R. Y con tu espritu.
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Oremos
Visita, Seor, te rogamos esta casa y aleja de ella
todas las insidias del enemigo: que tus santos ngeles
habiten en ella, que nos guarden en tu paz, y que tu
bendicin permanezca siempre sobre nosotros. Por
Cristo nuestro Seor. Amn.
La bendicin de Dios Todopoderoso, Padre , Hijo y
Espritu
Santo,
descienda
sobre
vosotros
y
permanezca siempre. Amn.
Psalmus 69
DEUS, in adjutorium meum intende Domine,
ad adjuvandum me festina.
Confundantur et revereantur,
qui quaerunt animam meam.
Avertantur retrorsum et erubescant,
qui volunt mihi mala.
Advertantur statim erubescentes,
qui dicunt mihi: Euge, euge.
Exsultent et laetentur in te omnes,
qui quaerunt te, et dicant semper:
Magnificetur Dominus
qui diligunt salutare tuum.
Ego vero egenus, et pauper sum,
Deus, adjuva me.
Adjutor meus,
et liberator meus es tu, Domine,
ne moreris. Gloria Patri.
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Coleccin
A la Luz de la Verdad
Volumen 3 Los Libros del Templo
de la Luz Interior
Santiago de Chile
ORACIONES DE
EXORCISMO
Contra los malos
espritus y el poder
de las Tinieblas
Este librito que tiene usted entre
las manos, amigo lector, es la
continuacin de Plegarias de
Proteccin, el primer volumen
de la coleccin A la Luz de la
Verdad, que editamos en este
formato sencillo y econmico
para facilitar que llegue a cuanta
ms gente mejor. Dado que la
oracin es un recurso muy vlido
que tenemos para conversar con
Dios y siendo ms que evidente
que uno de los mayores males
que los seres humanos sufrimos actualmente es la perturbacin espiritual
y la negatividad, en sus distintos grados, originadas por las influencias
demonacas, se haca totalmente necesario que publicramos una
seleccin de rezos y plegarias de exorcismo contra los poderes de las
Tinieblas. De todo corazn desearamos que nadie llegara nunca a
necesitarlas, pero el Maligno es insidioso, artero y busca tentarnos de mil
formas y maneras; y por ello es bueno estar preparados y tener armas
eficaces y poderosas para defendernos.
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