Cameron, Averil - El Bajo Imperio Romano
Cameron, Averil - El Bajo Imperio Romano
Cameron, Averil - El Bajo Imperio Romano
y El mundo
mediterrneo en la Antigedad tarda, 395-600 d. C., podran componer un solo libro,
extraordinario, cannico, que empieza con Diocleciano y termina con las invasiones
rabes. Junto con El legado de Roma, una historia de Europa de 400 a 1000 de Chris
Wickham, que abarca hasta el Occidente post carolingio, es todo lo que un lector no
especialista, aunque exigente, puede necesitar. El libro de Bryan Ward-Perkins La
cada de Roma y el fin de la civilizacin es un buen complemento para los gibbonianos
confesos, como yo, al hacer hincapi en que la invasin germana de Occidente fue
violenta y signific un descenso del nivel econmico y cultural de esta parte del
Imperio. A m tambin me interesa cmo se extendi en cristianismo entre los siglos I y
III, para lo que tendr que recurrir a la obra de Ramsay MacMullen Christianizing the
Roman Empire, A.D. 100-400 que resear pronto, que Cameron cita en su bibliografa
con el aviso para una visin escptica.
El enfoque de Cameron se funda en el anlisis precavido y hasta receloso de las fuentes,
tanto narrativas como arqueolgicas, la visin gradual de los procesos de cambio
econmico, militar, social, cultural y religioso, y el examen equilibrado y eclctico de
las diferentes hiptesis que intentan explicar esos cambios. Para explicar el derrumbe
del Imperio se muestra favorable al concepto de colapso de sociedades complejas de
Tainter (1).
En desacuerdo con las teoras que defienden el viraje brusco entre los mandatos de
Diocleciano y Constantino dice:
Una vez consolidado como nico emperador, Constantino pondra en movimiento
grandes transformaciones que han invitado tanto a los historiadores de su poca como
a los modernos a contraponerlo tajantemente con Diocleciano; pero l mismo era
producto de la Tetrarqua y, en muchos sentidos, el heredero de Diocleciano; as, gran
parte de las transformaciones sociales, administrativas y econmicas ocurridas durante
su reinado simplemente llevaron a su lgica conclusin las innovaciones iniciadas por
Diocleciano.
En el balance del mandato de Constantino, lamenta no disponer de la versin de Amiano
Marcelino (2) y dice:
Sin embargo, parece que no se produjeron grandes protestas por parte de la poblacin
pagana, y puede que las acciones de Constantino fueran ms ambiguas de lo que deja
entrever Eusebio. Esa ambigedad no exista en lo que se refiere a la filiacin de sus
hijos, sobre todo de Constancio II, sobre quien escribe Amiano:
La llana y sencilla religin de los cristianos fue complicada por Constancio con
fantasas de viejas [...]; el transporte pblico llevaba a toda prisa a un tropel de
obispos de aqu para all para asistir a lo que llaman snodos y, con sus intentos de
imponer conformidad, slo consigui Constancio paralizar el servicio de correos
(XXI.6).
Al observar las primeras fases de esta evolucin y contemplar las nuevas iglesias
imperiales en construccin, muchos sbditos paganos de Constantino tuvieron que
compartir la exasperacin de Amiano
Un aspecto llamativo es cmo influy la supresin de las penas por celibato por parte de
Constantino en la proliferacin del ascetismo cristiano. Se observa que a finales del
siglo IV los monjes se calculaban por millares.
El libro sigue con un anlisis de las relaciones Iglesia-Estado que leg Constantino, el
intento frustrado de Juliano de restaurar el culto pagano, el estado tardo romano hasta
Teodosio, la economa, los asuntos militares y la cultura.
Por ltimo, mencionar la interesante bibliografa comentada que nos deja al final del
libro, muy til para el que desee profundizar en algn tema concreto.
Deberes: 1. Leer la Historia de Amiano Marcelino, sin duda la mejor fuente de la poca,
y 2. Profundizar en el tema del entorno neoplatnico con tendencias, ascticas, msticas
y milagreras, en que prosper el cristianismo.
NOTAS
(1) The Collapse of Complex Societies, de J. A. Tainter (Cambridge, 1988)
(2) Amiano Marcelino: Historias (Akal )
(3) Erwin Schrdinger: La naturaleza y los griegos (1997)
(4) E. R. Dodds: Paganos y cristianos en una poca de angustia (1968). Explica
que antes de iniciarse la poca eremitica cristiana, ya haban ermitaos paganos.