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PROFESIONALES

EL CABO FRADERA, PUNTA

DE LANZA DE LA VIGILANCIA
FLUVIAL DEL TRAMO
INTERNACIONAL DEL RO MIO
Eduardo BERNAL LVAREZ

A pasado ya ms de medio siglo desde que el patrulle-

ro de vigilancia interior (PVI) Cabo Fradera (P-201)
lleg al puerto de Vigo desde el Arsenal de La Carra-
ca (Cdiz) a bordo del transporte militar Almirante
Lobo, arribando el da 10 de septiembre de 1963 a las
orillas de la Muy Noble y Muy Leal villa de Tuy
en su primera y nica singladura por mar abierto para
relevar al primero de su nombre en el Tramo Interna-
cional del Ro Mio (TIRM).
A da de hoy, el Cabo Fradera es el barco de
casco gris en activo con ms aos de servicio en la Armada y, como antao

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A bordo del transporte militar Almirante Lobo.

lo hicieran sus antecesores los caoneros Segura (1874-1899), Perla (1899-

1928) y el Cabo Fradera original (1928-1963), contina incansable de guar-
dia a lo largo de los 33 km navegables de frontera natural que recorre el
cauce del ro Mio, desde Tuy hasta su desembocadura en Camposancos (La
Guardia).

Un poco de historia. El escenario sociopoltico y militar

Segn apunta el Ceremonial Martimo, los buques de guerra son algo ms

que objetos flotantes o meras organizaciones, estn investidos de personalidad
propia y son capaces de portar penas y alegras y ser objetos y sujetos de
cortesa; es normal, pues, que se les conceda un nombre propio. De confor-
midad con los criterios adoptados por la onomstica naval, es bien conocida la
costumbre marinera de bautizar a los barcos de guerra con el nombre de aque-
llos que, de una u otra forma, han contribuido a engrandecer nuestra patria,
quedando as inmortalizados en los pasajes de la historia que recogen las
hazaas y mritos de los que dedicaron y dieron su vida por Espaa.
Hasta la fecha, son tres los buques de la Armada que con el nombre del
Cabo Fradera han antecedido al actual: el primero fue construido en La

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El Cabo Fradera a orillas de Tuy.

Habana en 1870, el segundo el 1895 en Cowes (Reino Unido), tambin desti-

nado en Cuba, y el tercero en la Unin Naval de Levante, en Valencia, en
1928, pionero con este nombre en ocupar su atraque a los pies de la Coman-
dancia Naval del Mio en Tuy.
El patrullero es llamado as en honor del cabo de mar Esteban Fradera i
Bohigas, nacido en la calle de las Alobas (1) de Malgrat del Mar, provincia de
Barcelona, un 26 de noviembre de 1837. En los aos previos a la guerra hispa-
no-sudamericana, prest servicio embarcado a bordo de la fragata Resolucin
bajo el mando del capitn de navo Manuel de la Pezuela y Lobo-Cabrilla,
formando parte entre 1862 y 1865 de la Escuadra del Pacfico, comandada por
el vicealmirante Casto Mndez Nez.
Al cabo de aproximadamente cuarenta aos de haberse declarado la Inde-
pendencia, la relacin entre el Per y Espaa no pasaba por su mejor momen-
to. Hacia la dcada de 1860, Espaa intentara recobrar su influencia en las
naciones americanas, reforzando su presencia naval en las aguas del Pacfico,
con la intencin de impulsar el prestigio nacional entre los pueblos de las
repblicas a lo largo de las costas atlntica y pacfica de Amrica del Sur por
el estrecho de Magallanes hasta Centroamrica, exhibiendo con orgullo el
pabelln espaol de nuestros buques de guerra.

(1) Calle cuya denominacin se cambi posteriormente, pasando a llamarse Cabo Fradera.

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A pesar de las negociaciones de paz alcanzadas con Per a principios de

1865, el odio latente por las viejas cicatrices, reabiertas por los acontecimien-
tos ms recientes (los sucesos en la hacienda de Talambo, la ocupacin de las
Islas Chincha, etc.), continuaba muy presente en el corazn de los peruanos.

Hroe de El Callao: un ejemplo de coraje y amor a la Patria

En medio de este escenario militar y social, la

presencia de las naves espaolas amarradas
en el puerto de El Callao alimentaban el
clima de hostilidad desde antao
presente entre la poblacin limea.
Tal era la tensin reinante que
una tarde de febrero de 1865, a las
18:00 horas, estando el cabo
Esteban de franco de paseo fue
sorprendido por una multitud
local de manifestantes en pleno
xtasis antiespaol, que, pose-
dos, recorran los suburbios y
callejuelas de El Callao a la caza
de los marinos de las dotaciones
espaolas de las naves invaso-
ras atracadas en su puerto. La
masa enfurecida acosaba y perse-
gua a cuantos espaoles se cruzaban
en su camino con intencin de escar-
mentarlos dndoles linchamiento o lo
que fuere preciso para expul-
Retrato del cabo de mar Esteban Fradera sarlos de sus tierras, arrojando
i Bohigas.
piedras al tiempo que proferan
toda clase de insultos contra ellos y contra lo que sus uniformes representaban.
En medio de esta revuelta callejera, al grito de ya no aguanto ms, harto de
ser apedreado por la masa xenfoba enfurecida, armado tan solo con su sez (2) y
con el coraje propio de los de su estirpe, el cabo Fradera arremeti contra los
violentos con un instinto tan salvaje y primitivo que no exista en todo Per
rival capaz de contener su ira en el combate cuerpo a cuerpo.

(2) La sez era como se denominaba en la jerga marinera de la poca a la navaja reglamen-
taria de las dotaciones de los barcos de guerra de la Armada, en referencia al nombre de la
cuchillera que las fabricaba.

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Con el firme propsito de poner fin al ataque y de acallar los graves

insultos que profera la muchedumbre exaltada contra el nombre y el honor
de Espaa, tal fue la fiereza y bravura con que el cabo Fradera se enfrent a
la marabunta sedienta de sangre espaola que acab con la vida de tres de
sus agresores e hiri a otros tantos, sembrando el terror y la duda entre los
que, con ms miedo que gloria, se batieron en retirada y optaron por conti-
nuar el ataque a pedradas, fuera del alcance de la mortal navaja del cabo
Fradera.
Bajo una lluvia de afilados cantos, con un ojo colgando por el nervio pti-
co, que l mismo se termin de arrancar para continuar la batalla, sucumbi
lapidado y finalmente asesinado por la horda de asaltantes, no sin antes tener
la certeza de que el letal enemigo yaca aturdido y fuera de combate por los
impactos de las piedras sobre su cabeza y cuerpo.

Misiones y cometidos en el TIRM

La necesidad de un patrullero en el ro Mio, y concretamente en Tuy

(Pontevedra), nace a raz del Tratado de Lmites (3) que firman Espaa y
Portugal en 1864 y que tiene por objeto convenir un marco normativo que
determine los lmites territoriales de ambas soberanas en el trayecto de fron-
tera que se extiende desde la desembocadura del Mio hasta la unin del ro
Caya con el Guadiana, as como los derechos respectivos de los pueblos
confinantes. Con el tiempo, fruto del mutuo acuerdo entre ambos pases, se
han ampliado las competencias para abarcar la fiscalizacin de cualquier acti-
vidad, tanto profesional como recreativa y deportiva, siendo una de las ms
demandantes la regulacin de la pesca profesional en el ro por la riqueza de
sus aguas en especies bien cotizadas, como la angula y la lamprea. En otro
orden, tambin acta como polica de ro para el control de actividades
secundarias, como la prctica de la nutica de recreo, caza y pesca deportivas,
conforme a la normativa vigente, en colaboracin con la Capitana Martima
de Vigo y la Consellera de Medio Ambiente y Ordenacin del Territorio de la
Xunta de Galicia.
En este contexto, los cometidos principales asignados al PVI Cabo Frade-
ra en el Bajo Mio son la presencia naval para contribuir la proteccin de los
intereses nacionales, el control de los espacios de soberana nacional, la
contribucin para la regulacin del aprovechamiento pblico, el mantenimien-
to de las condiciones de navegabilidad, la fiscalizacin de la pesca profesional
y la vigilancia de otras actividades en el entorno del ro y sus mrgenes, como
el uso embarcaciones de recreo, la pesca y la caza deportivas en el TIRM.

(3) Tambin conocido como Tratado de Lisboa o de Lindes de Lisboa.

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El Cabo Fradera abarloado al costado del NRP Rio Minho, atracado en Vila Nova de Cerveira.

Para garantizar la consecucin de las misiones encomendadas y el cumpli-

miento de dicho Tratado de Lindes, as como de los convenios alcanzados entre
ambos pases en el mbito de cada actividad correspondiente, el patrullero Cabo
Fradera mantiene una estrecha colaboracin a travs de la Comandancia Naval
del Mio, que ostenta la representacin institucional de la Armada en Ponteve-
dra y el mando operativo del buque, con otros organismos e instituciones del
Estado y del pas vecino, participando de manera activa en cualquier operativo
de salvamento martimo, incidente con riesgo de contaminacin medioam-
biental, narcotrfico, contrabando, inmigracin ilegal, vigilancia de pesca u
otra situacin de emergencia que se presente.
Del mismo modo, a iniciativa y demanda de las distintas entidades organi-
zadoras, tambin ha colaborado en los eventos nutico-deportivos y ldico-
culturales locales que se celebran en el seno del tramo fronterizo, y otros de
naturaleza religiosa, como son los actos conmemorativos a Nuestra Seora
de la Virgen del Carmen y los celebrados en honor a San Telmo, patrn de
Tuy, de cuya congregacin el barco es cofrade de honor.
Entre las actividades operativas recientes que ha realizado cabe resear la
participacin en los dispositivos de bsqueda y rescate de los cadveres de
dos personas desaparecidas, el simulacro de contaminacin fluvial UME-
GAS FENOSA, el ejercicio SAR en colaboracin con la Agencia Gallega de

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Emergencias de la Xunta (AXEGA), el apoyo prestado al Club Kayak Tuden-

se en la llegada del Descenso Internacional Profesional y Popular del Ro
Mio.

El Cabo Fradera y la sociedad tudense

Desde el mismo da en que el patrullero dio su primera estacha a tierra en

la orilla del Muelle de Santo Domingo, junto a la pequea playa de la Marina,
el Cabo Fradera ha mantenido un estrecho vnculo con el pueblo de Tuy,
llegando a formar parte de la identidad de la ciudad.
La veneracin compartida a Nuestra Seora del Carmen con las gentes de
Tuy, fiel protectora de los pescadores y santa patrona de la Armada, ha afianza-
do los lazos de unin entre el pueblo tudense y la Armada, que una vez al ao
festejan con devocin los actos en conmemoracin a la Estrella de los Mares.
As, cada 16 de julio, el Cabo Fradera tiene el privilegio de portar a la
Virgen, acompaada de tantos devotos como da cabida su cubierta, en una
solemne procesin fluvial escoltada por decenas de embarcaciones menores
engalanadas para la ocasin.

El Cabo Fradera atracado en Tuy con el NRP Rio Minho abarloado a su costado momentos
antes de dar la salida a la procesin fluvial en honor a la Virgen del Carmen.

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Finalmente, la comitiva regresa a puerto tras haber recibido una lluvia de

ptalos de flores que caen desde el puente ferroviario internacional que une
Tuy con Valena do Minho. Una vez en tierra, comienza la fiesta, donde mari-
nos y vecinos comparten entre viandas a las orillas del Mio las coplas que
tradicionalmente dedican a sus marineros:

La caonera de Tuy
Todo lo tiene bueno
Buenos palos, buenos remos
Buenos chicos marineros.

La relacin que se ha consagrado a lo largo de este tiempo entre el barco y

el pueblo no se limita al mbito religioso. Cada vez son ms las ocasiones en
las que el patrullero abre sus puertas a los visitantes que desean acercarse a su
amarradero y conocer de primera mano la historia y las misiones de este vete-
rano buque de la Armada. Entre los ms jvenes son populares los bautismos
fluviales que se brindan a los centros y agrupaciones locales coincidiendo con
la semana de celebracin del da de la Fuerzas Armadas, y que finalizan
pasados por agua tras la ya tradicional oracin que la dotacin les dirige
como condicin indispensable para obtener sus diplomas de bautismo, mien-
tras son salpicados entre risas y aplausos con un mocho empapado desde la
cubierta de botes:

El Cabo Fradera abarloado al costado del NRP Rio Minho, con los alcaldes ribereos de ambos
pases a bordo.

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Yo os bautizo,
En el nombre de Mio,
Que separa Portugal de Espaa,
A bordo del Fradera
Que es la caa!

En este afn de servicio a la sociedad, el patrullero y su dotacin cada vez

concurren en ms eventos, sociales e institucionales, en torno a las aguas del
Minho. Como muestra de ello, recientemente particip en el acto de firma
solemne del Auto de Reconocimiento de Fronteras que anualmente se celebra
entre los alcaldes de los municipios ribereos de ambos pases.

El Baixo Mio: navegacin fluvial en un entorno privilegiado

Para transitar por las

aguas del ro Mio es nece-
sario conocer bien los
fondos y los peligros que
esconde la navegacin bajo
sus aguas.
La corriente fluvial, las
riadas, las lenguas de sedi-
mentacin en las desembo-
caduras de los regatos y la
influencia de la marea,
sobre todo en la zona del
estuario, convierten el cauce
de su tramo navegable en un
escenario cambiante, impo-
sible de cartografiar y sin
apenas marcas de baliza-
miento, con la excepcin
de la boya que sealiza el
bajo del Carnero, ms cono- Tramo navegable entre Tuy y la desembocadura
cido como el Cabrn, que del ro Mio.
vela en bajamar.
A diferencia de la nave-
gacin martima, donde el gradiente de la plataforma continental gana profun-
didad a medida que se aleja del perfil de la costa, en el ro el perfil del fondo
es muy irregular, pudiendo albergar fosas de ms de 20 metros rodeadas de
aguas poco profundas con extensos arios de no ms de cinco metros de
fondo en pleamar.

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Atardecer en el Mio con el Cabo Fradera amarrado en su atraque habitual de la Comandancia

Naval.

Este entorno exige que los navegantes que se aventuren a recorrer su cauce
tengan unos conocimientos bsicos de la localizacin de las zonas menos
profundas, de forma que puedan calcular su derrota teniendo en cuenta la hora
de paso por los canales ms someros en funcin del tiempo que ha pasado
desde la ltima bajamar o el que falta para la siguiente plea.
El Cabo Fradera navega por un canal de aguas libres, y a lo largo de los
aos sus dotaciones se han ido adecuando a los cambios del cauce del ro. De
esta forma, casi de manera instintiva, desfila entre los bajos del Mal Paso
en las inmediaciones de la isla de San Pedro Amorn, el bajo del Cabrn y
el de las Ovejas, los de Forcadela, el paso de norte de la isla Bohega y los
arios de las islas del estuario, con la seguridad que proporciona medio siglo
de veterana y que, con la ayuda de la Virgen del Carmen, seguir haciendo
mientras sus orgullosas cuadernas lo resistan.

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