Amores Perros

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De amores perros y el poder de sentir. Alejandro Schujman.

Una cachorrita recin incorporada a la vida de un psiclogo y su familia


dispara reflexiones en torno al amor, el deseo y el miedo.

No hay ninguna duda... el amor obnubila los sentidos, nos obstaculiza el sentido
comn... y qu bien se siente.
Escribo estas lneas con Gala a mis pies. Gala es una cachorrita marca perro .
S bastante de las emociones humanas, trabajo con ellas hace casi 30 aos. Nada s de
animales y perros.
Y desde hace una semana estoy empezando a entender algunas cosas desde la maravi
llosa experiencia de vivirlas.
Nunca pude tener un perro antes, mi madre psicoanalista, su consultorio pegado a
l patio de la casa de mi infancia.
Animales y pacientitos (ella especialista en nios), era una combinacin difcil, o no
, si lo veo en perspectiva, pero en aquel momento no fue posible.
Y hoy, yo tambin, casualmente o causalmente, psiclogo y especialista en familias,
aqu estoy con mi perra escribiendo sobre el amor.
Hace unas semanas hable con Ruben, veterinario, padre de un amigo de mi hijo men
or. Le ped que estuviera atento a alguna perrita que estuviera
por dar a luz para adoptar un cachorrito. Decisin tomada despus de largas delibera
ciones internas, de pensar mucho.
Aquellos lectores familiarizados con tener animales dirn porque tanto lo y vueltas
, y tienen razn.
Pero ocurre que todo lo nuevo es, en la mente humana, factor de estrs, de temores
abiertos y miedos ocultos.
El deseo y el miedo, dos caras de la misma moneda. Mis ganas de tener un perro e
ran (y lo pongo en tiempo pasado) directamente proporcionales a
las resistencias a enfrentar una nueva situacin. Motivos, excusas, muchas. Yo via
jo seguido, trabajo muchas horas por da, mi agenda es a menudo
imprevisible, y sigue la lista. Simplificar es la tarea, o debiera serlo.
Cuando tomamos coraje y cotejamos fantasa con realidad, el alivio surge, y mucho
ms si el resultado es del orden de lo placentero.
Sigo con el relato entonces. En esos das, mi amiga Mariana, publica en las redes
sociales que encontr una perra abandonada en la puerta del Teatro Coln, el 8 de Ju
lio.
Despus de pasar el aviso en todas las redes mascoteras, nadie se hizo cargo, y co
menz a buscarle un dueo ya que ella ya tiene a su perra Efi y dos animales eran mu
cho para ella.
Fuimos con mi hijo Santiago a conocerla. Todava sin nombre, salta y nos llena de
besos. Vamos a que la vea Ruben (mi amigo veterinario). Mariana me dice, cuando
me la da para que la sostenga y as subirla al auto: No sabs Ale tu cara de susto . Y
era cierto, tena una perra entre manos, no saba muy bien qu hacer con ella, pero no
tena dudas de que algo distinto empezaba a armarse.
Al da siguiente, Gala (as la llamamos), de ocho meses segn calcul Ruben, y cursando
ya su primer celo, vino a nuestra casa. Fue una semana maravillosamente agotador
a. Tuve que hacer algunas reformas en mi casa, adaptar un entrepiso para que el
animal no cayera al vaco, avisar a mis pacientes que quizs oyeran a una cachorrita
en perodo de adaptacin. De hecho Gala lloraba aproximadamente cinco minutos al co
mienzo de cada sesin, entre ruidos de puertas y voces que le haran pensar, imagino
, que estara por hacerle compaa.
Al tercer da estbamos casi adaptados. Agotados yo y el resto de la familia, pero f
elices. Pensaba, y sobre esto quiero que pensemos juntos, sobre el amor, y cmo se
gesta, o cmo se siente. Oigo a diario hombres y mujeres en el consultorio tratan
do de entender si estn o no enamorados de tal o de cul persona.
Frases tales como:
Este hombre es buen candidato, es amable, caballero, tiene ya resuelta su vida la
boral, se separa hace tiempo largo ya. Pero no quiere compromisos a largo plazo,
aunque quizs se enamore de m y cambie de sentir. Yo no s muy bien qu me pasa con l,
me gusta verlo, pero no tengo mariposas en la panza ni me suenan violines alrede
dor.
Es la mujer ideal, pero no fluye la charla con ella. Tiene hijos muy pequeos, teng
o miedo de cmo me llevare con ellos. Igualmente yo con los chicos tengo buen feel
ing.
Tenemos mucha cultura psi encima, mucho Google, mucha data que a veces nos compl
ica la posibilidad de sentir. Si algo se mueve en el plano de lo emocional, de l
o afectivo, sucede.
No creo yo, a esta altura de mi vida personal y profesional, que el amor nazca e
n ninguna parte del cerebro. Sera cursi ubicarlo cerca del corazn, pero creo que e
s mucho ms preciso situarla por esos lares del ser humano.
Pienso en estos das, en cmo se comenz a construir el vnculo con Gala, en cmo los sacr
ificios tienen absoluto sentido por las ganas de cuidar a quien quiero. Deja v de
los inicios
de mi paternidad, (mis hijos ya grandes, de 15 y 22 aos).
Suena mientras escribo, en este momento, "Let it be". Y de eso se trata en las r
elaciones humanas, o ms bien debera tratarse. Y no hablo del fluir del new age. Ha
blo de romper las arquitecturas cuadriculadas que nos habitan y en las que habit
amos para volver a las aldeas circulares dentro de nuestras cabezas, y mirar, y
sentir.
Cuando uno quiere o algo del amor se gesta no saca cuentas. Y digo con esto que
la especulacin y la generosidad que nos lleva a bajarnos muchas veces de la posib
ilidad de correr riesgos emocionales es una pena. Cuando se ama hay riesgos de s
ufrir, de ser golpeado, de no coincidir, de pelear, pero tambin, como dice la her
mosa cancin: Solo se trata de vivir esa es la historia, con la sonrisa en el ojal,
con la idiotez y la locura de todos los das. A lo mejor resulta bien .
Son las 9.30 de un domingo. Mi familia duerme, yo ya llev a pasear a mi perra, de
sayun y aqu estoy escribiendo. Si lo pienso no s qu hago a estas horas un da de desca
nso cuando a m me gusta remolonear, pero lo que siento por este animal es muy par
ecido al amor. O quizs definitivamente lo sea, pero mejor no lo paso por la cabez
a. Mi cansancio es un cansancio bonito, sin dudarlo.
Galeano dice que estamos hechos no de tomos sino de historias. Y la calidad de nu
estras vidas depender de la intensidad y el alma que pongamos en jugar la parte d
e estas historias que dependen de nosotros, el azar y el destino se ocuparn del r
esto. Quiz sea tiempo en estos das de caza de pokemones de pensar algo menos, y se
ntir bastante ms.
*Alejandro Schujman es psiclogo especializado en familias. Autor de Generacin Ni-N
i y coautor de Padres a la obra.

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