Crisis Civilizacional, Pseudocultura y Educación

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 16

ENSAYO

Saber, Universidad de Oriente, Venezuela. Vol. 27 N 4: 635-650. (2015)


ISSN: 2343-6468 Digital / Depsito Legal ppi 198702SU4231 ISSN: 1315-0162 Impreso / Depsito Legal pp 198702SU187

CRISIS CIVILIZACIONAL, PSEUDOCULTURA Y EDUCACIN:


REFLEXIN DESDE EL DISCURSO DE F. NIETZSCHE
CIVILIZATIONAL CRISIS, PSEUDOCULTURE AND EDUCATION: REFLEXING FROM
F. NIETZSCHE`S SPEECH

Orlando Fermn Pacheco

Universidad de Oriente, Ncleo de Nueva Esparta, Escuela de Hotelera y Turismo,


Coordinacin Postgrado en Turismo, Isla de Margarita, Venezuela
E-mail: [email protected]

RESUMEN

En este ensayo se intenta resaltar el malestar cultural, en tanto condicin civilizacional, como objeto de
un intenso debate reflejado en las obras de relevantes pensadores de la contemporaneidad que han abordado y
diagnosticado el trnsito epocal como severa crisis de orden epistmico y ontolgico que, in crescendo, afecta
nuestros espacios socioculturales y en definitiva nuestra condicin humana. Esta crtica inicial, propicia en
trminos existenciales una pertinente, breve y concisa reflexin acerca de Frederick Nietzsche, desde algunos de
sus discursos, sobre el conflicto que representa la relacin orden civilizacional-cultura-condicin humana y el
papel que en ese escenario complejo juegan las instituciones educativas como reproductoras de un modo de saber,
pensar y actuar que muchos aceptamos en denominar La Modernidad. Desde esta visin, hermenuticamente, se
nos evidencia el efecto dominante de una episteme que en el orden de un discurso marcado por la racionalidad,
utilitarismo y objetivismo y el poder que le es inherente, termina por inculcarnos una pseudocultura (o cultura de
masas) que nos aleja de la vida en su verdadera interpretacin y sentido. La reflexin crtica sobre estos contenidos
plantea como conclusin, el reclamo en la contemporaneidad por una educacin de orientacin ms humana y
social, que valore y enfatice lo sensible, el carcter situado y nmade (contexto de vida y pensamiento) del sujeto
que aprende, y contribuya a desarrollar en el estudiante, por encima de lo instrumental y utilitario, una verdadera
cultura y condicin humana siempre orientada por el imaginario ontolgico de emancipacin y libertad.

Palabras clave: Crisis civilizacional, cultura autntica, pseudocultura, educacin moderna.

ABSTRACT

In this essay it is tried, initially, to highlight the cultural discomfort, while civilizational condition, as object
of an intense debate reflected in the works of relevant contemporaneous thinkers which have approached and
diagnosed the epochal development as severe crisis of epistemic and ontological order that, in crescendo, affects
our sociocultural spaces and definitively our human condition. This initial critic, propitiates in existential terms
a pertinent, brief and concise reflection about Frederick Nietzsche, from some of his speeches, on the conflict
that represents the relation order civilizational-cultural human condition and the role that in this scene plays the
educational institutions as creators of an episteme that many of us accept in naming The Modernity". From this
vision, it is hermeneutically demonstrated, the dominant effect of an episteme that in its relation of power restores
a rationality, utilitarianism and objectivism that ends for inculcating us a pseudoculture that removes us from the
life in its real interpretation and sense. The critical reflection about these contents propitiates as conclusion, the
claim for an education in the most human contemporaneousness of orientation and social concordant with the
beginnings proposed for an education less prescriptive that values and emphasizes the sensitive thing and helps
to develop in the student a real culture and human condition always orientated by the ontological imaginary of
emancipation and freedom..

K ey words: civilizational crisis, authentic culture, pseudoculture, modern education.

EL MALESTAR EN LA CULTURA Nuestra civilizacin, progresivamente, ha entrado en una


decadencia que ya afecta el suelo profundo de nuestros
Disimular es fingir no tener lo que se tiene. espacios socio-culturales y la convivencia humana.
Simular es fingir tener lo que no se tiene. All, donde antes solo se proclamaba y creamos ver
Lo uno remite a una presencia, lo otro a una ausencia. progreso, seguridad y libertad, hoy en da se manifiestan
rupturas, vaciamientos y comportamientos que solo
(J. Baudrillard Cultura y simulacro) significan y magnifican recurrentes sintomas de una
crisis civilizacional que en su indiscutible complejidad,
En la sociedad contempornea los signos de fundamentalmente se aprecia en la desigualdad social,
resquebrajamiento y derrumbe del orden establecido estn rezagos en el desarrollo humano y en " el sentido" que
a la vista en nuestros espacios de vida y sus cotidianidades. hoy damos a nuestras vidas.

Recibido: diciembre 2014. Aprobado: julio 2015.


Versin final: agosto 2015.
635
Fermn Pacheco

Relevantes pensadores de la contemporaneidad de cuya reflexin emerge y se nos presenta instalada


(Nietzsche, Touraine, Feyerabend, Foucault, Morn, la pregunta por lo que significa la vida verdadera y
Baudrillard, Maturana, Lyotard, entre otros), seres, autntica. Dudas acerca de cmo otros, a travs de
existencialmente, preocupados por la condicin humana, "aparatos culturales" institucionalizados, han logrado
desde sus visionarios y cuestionadores discursos nos hacer de la vida una ficcin. Crisis que en su comprensin
convocan y estimulan a ver ms all de los "lmites ontolgica se complejiza ante el creciente percatamiento
establecidos" por una episteme de pensamiento de de que lo percibido cuando vemos, olemos, omos y
cuya accin reduccionista y homogeneizante no nos sentimos no es tal cual como se nos presenta, porque
percatamos. Ellos, interpretados como peregrinos, siempre algo se nos escapa o est, paradigmticamente,
aventureros o colonizadores de otros mundos de vida condicionado por nuestros simbolismos y misteriosas
y esperanza, no han dudado en denunciar que estamos interioridades. Todas estas contingencias, in crescendo,
transitando una poca de severa crisis que toca diversos van generando en nosotros estremecedoras dudas acerca
mbitos de nuestras vidas. de lo que concebimos (porque as se nos ha dado) como
verdadera vida y realidad.
En el creciente convencimiento de las contradicciones
de lo dado y lo racionalmente institucionalizado es que, Definitivamente, con todo lo que en trminos
tempranamente, Nietzsche presiente y predice, en las econmicos, polticos o ambientales la crisis del hombre
entraas misma del orden establecido y en la lucha por la moderno pueda incluir y representar, responsablemente
identidad, la aparicin de seres de inclinacin universal, debemos reconocer que por encima de todo se trata de una
revestidos de muchos sueos e imaginarios dispuestos situacin ms compleja y profunda en la interpretacin
a denunciarla. As pareciera hacerlo cuando en El ontolgica y epistemolgica que representa la crisis
nacimiento de la tragedia (2000: p. 179) criticando a la del hombre, de su espritu y sentido existencial, de
cultura moderna y a la ciencia como instrumento para la valores, de fines vitales, de coordenadas orientativas,
dominacin expresa: de convivencia, de justicia y, sobre todo, del sentido de
autenticidad y trascendencia.
Mientras el infortunio que dormita en el seno
de la cultura terica comienza paulatinamente Reconocer la crisis contempornea implica, para la
a angustiar al hombre moderno, y ste inquieto, condicin humana, la toma de conciencia de que la cultura
echa mano del acervo de sus experiencias para dominante (la Modernidad en trminos posmodernos)
encontrar medios para repeler el peligro sin ha escindido la unidad primigenia de nuestra
creer realmente en dichos medios; mientras l, naturaleza humana (utilitariamente la ha fragmentado
por tanto, comienza a vislumbrar sus propias y especializado), separando cuerpo, mente y espritu
consecuencias, las naturalezas grandes de (Boff 2004). La sociedad en que vivimos, seala Sabato
inclinacin universal han sabido, con su (2007: p. 136): Escindido el pensamiento mgico y
presencia de nimo increble, servirse de la el pensamiento lgico, el hombre qued exiliado de su
mquina de guerra de la propia ciencia para unidad primigenia; se quebr para siempre la armona
evidenciar los lmites y la relatividad del entre el hombre consigo mismo y con el cosmos.
conocer y para negar as de forma decisiva
la pretensin de la ciencia de tener validez y Los anunciamientos y seales del derrumbe
metas universales. civilizacional estn por todas partes: El desencanto de la
juventud, el deterioro ambiental y social, el debilitamiento
La crisis civilizacional, por su carcter existencial, no de la organicidad de la voluntad colectiva expresada en
se reduce solo a una crisis econmica, como usualmente la ausencia de sueos e ideales comunes, la creciente
expresa y pretende inculcarnos el discurso poltico y proliferacin de estados individuales y colectivos de
tambin el lenguajeo convencional y cotidiano en nuestros anomia producto del vaciamiento de los contenidos
espacios de vida. Tampoco se trata, como expresan normativos, el creciente percatamiento de las mentiras
comnmente ambientalistas y eclogos, argumentando acerca del progreso y la crisis del conocimiento ante el
una crisis centrada en nuestras posibilidades, como fracaso de la razn centrada e instrumentalista como
especie biolgica, de seguir existiendo o no. nica va para comprender el mundo, la vida y a nosotros
mismos, son algunos de los develamientos de un malestar
Contrario sensum, todas esas manifestaciones o de la incmoda presuncin acerca de la decadencia
representan fugas de una crisis mayor y ms profunda, y el agotamiento de nuestra cultura/civilizacin (la

636
Crisis civizacional, pseuducultura y educacin...

Modernidad) y la episteme que la configura. algo profundo y complejo. Al intentar, discursivamente,


hacerla visible y comprenderla, irremediablemente nos
La Modernidad y su programa metafsico, como termina refiriendo a los tipos y maneras como hoy da
proyecto acerca de la concepcin de la vida y del vivimos, pensamos y actuamos en la sociedad moderna,
hombre, ante el colapso de sus premisas ontolgicas, la cual, desde mltiples discursos, hemos dado por llamar
epistemolgicas y ticas, se manifiesta, hoy en da, el "sin sentido de nuestras existencias" o, en palabras
exhausta e incapaz para proporcionar la seguridad y ms concretas y nominativas del sndrome civilizacional,
libertad que como imaginario su antropocentrismo cultura del simulacro (Baudrillard 2012), pseudocultura
nos ofreca. Los sntomas de desfallecimiento y (Nietzsche 2000), sociedad del riesgo (Beck 2006) o
percatamiento de nuestros vaciamientos y soledad civilizacin del espectculo (Vargas 2012).
existencial cada da son ms evidentes en nuestros
comportamientos y actitudes. Acaso no ser por esto, Nuestra reflexin crtica acerca de la crisis
como expresa Echeverra (2011: p. 72), que las calles civilizacional desnuda crecientes procesos de anomia
se llenan de escpticos, de individuos que buscan con individuales y colectivos que evidencian en lo social
desesperacin fuentes alternativas de sentido, fuentes que primigenia condicin de lo humano presa de supuestos
sin embargo no siempre logran proveer una estabilidad y procesos liberadores e igualadores de nuestra condicin
una satisfaccin duraderas? humana todo vale y que por no ser plena y cabalmente
entendidos o por estar, sutilmente, manipulados por
Las enfermedades de la civilizacin que nos soterrados intereses de poderes y rdenes de discursos
acosan no son reductibles a aquello que puede ser establecidos, terminarn por revolverse en contra de
atribuido a individuos concretos. Ellas (anomia, nuestra innata condicin social; apreciacin que se
desarraigo, nihilismo, masificacin, entre otras), en sus observa ya planteada en Baudrillard (op. cit., 172):
manifestaciones, representan modos supraindividuales
de decaimiento, de desvitalizacin, de prdida de sentido Pero entonces, si lo social es a la vez destruido por
y de la potencia vital que yace en cada ser humano y en lo que produce (los media, la informacin), resorbido
cada pueblo, condicin que vemos expresada en Verd por lo que produce (las masas), se sigue de ello que
(Nacach 2008: p. 14): su definicin es nula, y que ese trmino que sirve de
coartada universal de todos los discursos, ya no analiza
A la mxima diversificacin de las mercancas nada, ya no designa nada. No solamente es superfluo e
corresponde el anhelo de la diversificacin de la intil -por todas partes donde aparece esconde otra cosa:
identidad de los sujetos, uno a uno. Todo el mundo desafo, muerte, seduccin, ritual, repeticin- esconde
desea ser un t diferente y, en el extremo, la pasin que no es ms que abstraccin y residuo, e incluso
por la singularidad se traduce, paradjicamente, en el simplemente efecto social, simulacin y trompe-l'oeil.
gran fenmeno de masas.
La crisis cultural, civilizacional y existencial del
Todos distintos, todos iguales. De esa paradoja se deriva hombre contemporneo se refleja en las formas de
un decepcionante malestar en la cultura y una cultura organizacin material e institucional (familia, gobiernos,
del malestar como fuerza decisiva para perseguir la escuelas, empresas, entre otros) donde se perfilan
satisfaccin en cualquier nuevo punto inaugural que se y transcurren nuestras existencias; all siempre son
alce ante la vista. visibles. Pero, lo grave es que su base es sobre todo
tectnica, de profundidad no material por ello sus causas
Paradoja ontolgica que termina afectando nuestra y consecuencias no son evidentes a primeras vistas
visin del mundo y la ntima autocomprensin que, y, por lo tanto, difcilmente detectable por quien la
como referencia de accin social, el individuo y la padece, a pesar de que estn ah, en el fondo de nuestras
comunidad necesitan para la construccin intersubjetiva cotidianidades.
de un compromiso tico, expresados en la elaboracin
de proyectos de futuro, cuya ejecucin y logros afecten Para percatarnos de ella, es necesario que nuestra
el sustrato sobre el cual, ontolgicamente, crece la mirada sea introspectiva, crtica, sensible y serena;
autoestima, la aceptacin y la trascendencia. asimismo, epistmica, arqueolgica y genealgica.
Mirada, que evitando el maniquesmo y reduccionismo
El denunciado malestar de la cultura (Nietzsche, que nos imponen las maneras establecidas de pensar,
Baudrillard, Beck, Tourraine, Vargas) entraa y nos oculta actuar y ver, permitan trascender los hechos y situaciones

637
Fermn Pacheco

y, as, alcance mostrarnos este invisible (la creciente estamos ante un nuevo desafo, definitivo y cuestionador
prdida de sentido) en lo visible (el modo de vida, o de las teoras y metarrelatos que nos ofrecen las ciencias,
forma de existencia) que gobierna desde la trastienda los discursos acadmicos y la pedagoga instalada en
nuestras maneras de pensar, actuar y sentir. nuestras escuelas. Y en lo convivencial, al modo como nos
vemos, sentimos a los otros y a la forma de organizarnos
La crisis de los valores y de sus referentes ticos socialmente. En definitiva, un verdadero sentido por la
no solo afectan nuestra visin sobre el mundo, sino vida, nos impone, en lo educativo, nuevas maneras de
que tiene efectos devastadores sobre el modo mismo pensar, sentir y ensear, y, en lo cotidiano, nuevas formas
de pensar-nos, de sentir-nos, de socializar-nos, de y maneras de incluir y excluir de nuestras vidas.
comportar-nos y, en definitiva, de vivir nuestras vidas.
Todo ello, en gran medida, producto del debilitamiento En el desidertum que representa intentar "leer" y
y creciente cuestionamiento a las premisas y universales reflexionar el mundo de la vida y el malestar cultural
de la cultura que, hasta este momento, han servido para que la acompaa, surge el insoslayable descubrimiento
conferirle sentido a nuestras existencias. Apreciacin de de que estamos viviendo un mundo que aceleradamente
crisis existencial y del sin sentido que, metafricamente, dej de ser real para convertirse en un mundo que
sentimos expresada en las palabras de Echeverra (op. pertenece al orden de lo hiperreal y de la simulacin. Un
cit., 72): Los dioses parecieran haber emprendido el mundo donde, sin percatarnos, somos transformados en
vuelo. El halo sagrado de los templos ha desaparecido. masa inerte, carente de sentido o simple consumidores y
Tenemos la sensacin de que los dioses han muerto o que usuarios de discursos regulados y de bienes y servicios
simplemente nos han abandonado. para satisfacer necesidades creadas.

En el contexto de la crisis civilizacional, tambin desde Toma de conciencia (en algn momento de nuestras
los mbitos espirituales y religiosos del pensamiento vida), que como situacin lmite existencial, nos
cristiano, se nos alerta acerca del sin sentido de la vida del evidencia no ser dueos de nuestras vidas, porque
hombre contemporneo. Planteamientos que, entendidos nuestras actuaciones estn marcadas en la distancia
como crticas profundas de nuestros actuales estilos de por contenidos y simbolismos impuestos desde una
vida, no se alejan de exigencias propias de la Teologa episteme modeladora de nuestras subjetividades a
de la Liberacin aparecida a finales de los aos sesenta travs de aparatos institucionales que reproducen,
en el seno de la Iglesia Catlica latinoamericana como uniforman e instrumentalizan nuestros modo de ver-nos,
corriente renovadora de carcter social. pensar-nos y sentir-nos. Es en esta situacin lmite de
carcter existencial donde la educacin, reinterpretada
En Evangelii Gaudium, (La Alegra del Evangelio), o repensada como camino para lograr ser lo que se es,
S.S. Franciscus (2013: pp. 2-8) expresa: El gran riesgo adquiere especial relevancia en la bsqueda de sentido a
del mundo actual, con su mltiple y abrumadora oferta nuestra existencia.
de consumo, es una tristeza individualista que brota
del corazn cmodo y avaro de la bsqueda enfermiza Nietzsche, una alerta temprana?
de placeres superficiales, de la consciencia aislada.
O cuando en el mismo documento cita a S,S. Pablo VI No hay nada ms terrible que un estamento
1975 (Exhort. ap. Gaudete in Domino AAS 67 (1975), brbaro de esclavos que ha aprendido a
292): La sociedad tecnolgica ha logrado multiplicar considerar su existencia como una injusticia
las ocasiones de placer, pero encuentra muy difcil y se apresta a tomarse la venganza,
engendrar la alegra (ibid., 2-8) Tambin es posible no solo para s, sino para
leer en una simple hoja dominical llamados de atencin todas la generaciones venideras
a reflexionar la prdida de nuestra verdadera libertad y
sentido existencial; all se lee: Sutilmente te encadenan (F. Nietzsche El nacimiento de la tragedia)
hilos invisibles. Has cado en la red, inmensa tela de
araa donde chupan tu sangre de mosca muerta. No te En el contexto de esta visin epistemolgica y
dejes enredar: vive la libertad de ser t mismo, pobre, ontolgica acerca de la crisis civilizacional, para
dbil pero humano, siempre t a pesar de todo (Bazarra comprenderla e intentar transitarla, surge en todo su
2010: p. 1). vitalismo, potencia de reclamo y vigencia contempornea
el discurso de Friedrich Nietzsche, que, en un lenguaje
En el reclamo por un verdadero sentido de la vida, genealgico y contradictorio, a travs de sus palabras

638
Crisis civizacional, pseuducultura y educacin...

y metforas, muy tempranamente, nos alerta acerca realidad (ya dada) valida. Tambin fingir cuando, una
del drama que representa para la condicin humana vez construida la supuesta descripcin o explicacin del
y la verdadera cultura, la subyugacin por el orden mundo, olvide que todo ello es una mera construccin.
civilizacional moderno de nuestras originales maneras de
pensar, concebir y darle sentido a nuestras vidas. La filosofa de Nietzsche, la del devenir y del
emprendimiento, si lo consideramos as, no es otra
Leer e interpretar a Friedrich Nietzsche impone el cosa que una invitacin personal al reconocimiento de
reto de recorrer una estructura discursiva complicada, nuestra vital y verdadera condicin humana, la cual en
de un personaje en quien la hermenutica encuentra una trminos ontolgicos es concebida como multiplicidad
mxima aplicacin y justificacin. En l, la tensin entre estructurada, inestable, cambiante e irreductible, al estar
palabras y metforas asociadas a la cultura, historia, integrada por fuerzas en oposicin (lo apolneo y lo
filosofa, ciencia, educacin y poltica, es frecuente dionisiaco), en permanente enfrentamiento entre ellas.
como va para expresar desde su genealoga un corpus Desde esta concepcin de transformacin constante (de
epistmico, en cuanto a la pregunta por el Ser Humano, origen heraclitiano), Nietzsche nos invita a emprender el
su tragedia existencial, sus limitaciones y posibilidades viaje sin retorno, de avanzar interpelando ese mundo de
para alcanzar llegar a ser un ser en s mismo. vida, construyndolo nosotros mismos, conscientes de
que nuestra naturaleza humana acta desde pulsiones de
Nietzsche, un "ser solitario", ajeno e incomprendido destruccin y construccin que son la gnesis y fuente de
en su poca, fue un personaje enigmtico, ambiguo y nuestro vitalismo como verdadera expresin de vida. Es
provocador de contradicciones al expresar sus angustias en este originario pensamiento nmada (Maffesoli 2004)
y sospechas acerca de la vida, del hombre y del orden que Nietzsche (Sobre el porvenir de nuestras instituciones
civilizacional que le toc vivir. Ese fue el fermento educativas) acusa a las instituciones educativas como
atormentador y convulso que lo empuj a una lucha pica aliadas confesas del orden civilizacional, de la ciencia y
a travs de los enigmas y enrollamientos de las palabras del Estado Mistagogo (Nietzsche 2000), para en definitiva
que exteriorizan su tragedia. Discurso cuya fuerza, configurarnos como seres subyugados, prosaicos, sin
cuando lo descubrimos, inicialmente, nos desconcierta criterios y practicantes de una pseudocultura (cultura de
y nos "mueve"; pero, luego, termina seducindonos, masas).
porque sus denuncias y reclamos acerca del orden
civilizacional y su dominacin tambin se extienden a En esta aproximacin epistmica y ontolgica es que
quien lo lee y acaba por enfrentarnos, incmodamente, se inscribe este breve ensayo, y en el particular inters
con el reconocimiento estremecedor de nuestra propia y por el acotamiento de las categoras cultura y educacin
particular tragedia existencial. desde el discurso nietzscheano. Todo ello, quizs,
incentivado por experiencias de vida y el impacto que
Desde sus lecturas, Nietzsche (1844-1900), nos significa el personal reconocimiento de la dominacin,
plantea una ruptura a travs de un camino lleno de reduccionismo y cosificacin de nuestras subjetividades
sospechas e interpelaciones acerca de un mundo que, y la polmica que suscitan estas categoras en el trnsito
en trminos hegemnicos y sutiles, domsticamente, epocal y su crisis civilizacional, particularmente en los
como rebao, hemos asumido en trminos metafsicos y mbitos de los aprendizajes y la formacin. Condicin
cotidianos como un mundo ya construido, dado y por lo que por ser an para muchos invisible, es preciso
tanto incuestionable; mundo al que solo podemos tratar plantear y mostrar, incluso a costa de pasar como remedo
de representar. intempestivo al querer revelar la intangibilidad que flota
en nuestras vidas.
Segn Nietzsche, el hombre moderno, en su exagerado
logo-antropocntrico en la concepcin ontolgica como La Cultura, una excitacin de la existencia
ser fijo e inmutable (nocin parmenidiana y fundamento
del programa metafsico moderno), el finge al creer que Nuestra ms ardorosa esperanza es reconocer que,
existe un mundo (exterior) ya dado, que es independiente bajo la inquietud de nueva vida civilizada,
del sujeto que lo observa y lo percibe, y del cual cree que bajo las convulsiones de nuestra cultura,
puede lograr una descripcin exacta por estar fundado, en se oculta una fuerza primordial, soberbia,
su supuesto entendimiento, por la correspondencia entre fundamentalmente sana que, en verdad no se manifiesta
pensamiento y realidad. El hombre finge y se engaa en el poderosamente sino en momentos excepcionales,
punto que considera que existe una verdad que la propia para dormirse de nuevo y soar

639
Fermn Pacheco

con un despertar futuro. propias formas, i.e., se desborda a s mismo en el devenir,


en el poder llegar a ser lo que, verdaderamente, se es,
(F. Nietzsche El nacimiento de la tragedia) siempre en las posibilidades que nos ofrece una realidad
plural, contingente y conflictiva.
Nietzsche se adelant a su poca en la construccin
de un pensamiento contestatario frente a la cultura Para Nietzsche, la verdadera cultura se constituye y
occidental (la modernidad), constituyndose, a travs de configura como una unidad viva, en la confluencia de lo
sus mltiples obras, en uno de los grandes crticos de la interno y lo externo, acoplamiento de donde surgen su
episteme que ella representa e impone. Una cultura que contenido y forma. All, en ese tensionamiento trgico, de
en su opinin no es tal, sino que es una pseudocultura, lo errante y lo arraigado, en la bsqueda de lo invisible en
decadente y enferma, que ha hecho del hombre un ser de lo visible, que es contradiccin y afinidad, sufrimiento y
cultura degenerada, convirtindolo en una sombra de lo alegra, desilusin y esperanza, destruccin y creacin, es
que en realidad debera ser (op. cit. 2000). donde bulle y se interpreta en su plenitud y sentido la vida
y lo verdaderamente humano como expresin de voluntad
En Nietzsche, la cultura autntica es lo que emerge que aspira a transitar todas las formas del ser, del saber
desde nuestra naturaleza original (lo natural y lo biolgico) y del pensar. Condicin innata de nomadismo intelectual
y desde nuestras incertidumbres y contingencias se y espiritual, que en un inagotable ritmo de creacin
expresa y conjuga el espritu como manifestacin de vincula a la cultura, como forma histrica, al devenir del
nuestra existencia, a travs de la accin significada del hombre a travs de sus diversas formas y manifestaciones
comportamiento creativo, y donde conviven obras y espirituales, sociolgicas, antropolgicas, econmicas y
mentalidades (vitalismo), mientras que la ciencia y artsticas.
la moral representan sus principales destructores. La
primera porque, a travs de ella, los racionalistas y Nietzsche concibe la verdadera cultura como una
manejadores del mundo nos cuentan fbulas acerca de interpretacin de la realidad no ajena al cuerpo, por lo
la felicidad terrenal (Mann 2000: p. 103); la segunda, tanto subraya y resignifica lo biolgico y la naturaleza
porque como mantenedora de la verdad, ataca la vida de como condiciones prioritarias para intentar comprender la
la vida (ibid., 103), la cual, en definitiva, no es otra cosa vida. Nuestra moderna cultura no es algo vivo, es decir,
ms que apariencia e ilusin. no es, de hecho, una verdadera cultura sino solamente una
especie de saber sobre la cultura, se queda en una idea y
Desde esa interpretacin, la cultura verdadera, como en un sentimiento de la cultura, pero no surge de ah una
aristocracia de la vida, no es otra cosa que un tipo de resolucin cultural (2010: p. 72).
vida, donde, en una especie de nomadismo perenne del
pensamiento, antes que su ritualizado arraigo, el arte y el Desde esta concepcin construye Nietzsche un
instinto se sincronizan en una verdadera manifestacin de discurso contestatario, como crtica a la moral, la
lo humano, constituyndose en fuentes y condicionantes filosofa, la religin judeo-cristiana, la historia y la
de la expresin de nuestras ms diversas realizaciones ciencia occidental (como nueva religin), las cuales en
(conocimiento, manifestaciones artsticas, filosofa, su integracin han postergado la vida y la cultura como
hbitos de estado, educacin, relaciones sociales y otras). signo y expresin legtima y verdadera de lo humano.

Argumenta Nietzsche que la vida (la verdadera el pueblo, al que se atribuye una cultura, debe ser,
existencia) no tiene un fundamento exterior ni posterior en todos los aspectos reales, una unidad viva y no estar
(lo extra-terrenal) a ella. Su valor y belleza radican en s miserablemente desgarrado entre lo interno y lo externo,
misma, en su incertidumbre, en sus imponderables, en entre un contenido y una forma. El que aspire a forjar y
sus aciertos y desaciertos y en cmo la enfrentamos en promover la cultura de un pueblo, que forje y promueva
un mundo real en constante destruccin y construccin; esta unidad superior y que colabore en la destruccin
bipolaridad insuperable que expresa el carcter dual y de la culturalidad moderna, a favor de una verdadera
trgico de la condicin y existencia humana. La cultura cultura y que ose reflexionar cmo la salud de un pueblo,
verdadera implica a la vida entendida en su dimensin perturbada por el historicismo, puede ser restablecida y
biolgica, instintiva, irracional, como creacin y cmo redescubrir sus instintos y con ello, su autenticidad.
destruccin, como mbito de alegra y dolor, donde habitan (ibid., p.74)
en tensin constante y trgica lo dionisaco y lo apolneo;
physis donde el ser, como expresin de voluntad, se da su En Nietzsche no observamos un definido intento por

640
Crisis civizacional, pseuducultura y educacin...

resolver el mundo ni la pregunta por la condicin humana (Fig. 1).


desde una visin filosfica unitaria o un punto de vista
definitivo. Su pensamiento, aunque insondable, indefinible Con esas referencias, Nietzsche establece un conjunto
y tortuoso, alrededor de la vida, el cuerpo y el devenir, de sntomas para leer desde el nihilismo positivo el lugar
permea y esboza una visin de pensamiento nmade, que de la contradiccin de los valores impuestos (siempre
a manera de resistencia latente expresa y apuesta por la a costa del ser) por las instituciones modernas (estado,
sospecha y rebelin contra el orden establecido, el cual se escuela, religiones, entre otras), que alejan al hombre
manifiesta fundado en un estilo de pensamiento objetivado de una autntica cultura, a cambio de una pseudocultura
(arraigado) y representacionista heredado de Descartes. donde la imaginacin dominante promociona la ilusin
Constantemente, desde estos referentes (la vida, el metafsica y la racionalidad cientificista y utilitarista,
cuerpo y el devenir), es posible interpretar en Nietzsche las cuales, para su autoafirmacin, imponen al
un corpus o estatuto epistmico fundamentado en las individuo estados fisiolgicos de nula o baja excitacin
nociones de decadencia moral, pseudocultura, conciencia de sentimientos opuestos a la belleza, desdeando
falsa, pesimismo, resentimiento, error, nihilismo, y, en su la bsqueda interior que terminan por imponer la
visin de propuesta ontolgica positiva: las nociones de negacin total de lo esttico y verdaderamente humano.
voluntad de poder y superhombre, entre otras categoras

Figura 1. La pregunta por la condicin humana: sinopsis interpretativa en la estructura discursiva de F. Nietzsche.

641
Fermn Pacheco

Frente a esa cultura moderna (pseudocultura), En el contexto de esta reflexin y crtica, Nietzsche
Nietzsche busca, con afn y angustia, una afirmacin plantea que las instituciones para la vida (as las
de la vida: de lo corpreo, de lo sensible, de lo que denomina) se han adueado de los mbitos educativos, y
acontece, antes que de lo estatuido por los valores de lo las mismas, bajo la supervisin y gida del Estado (Estado
suprasensible (lo metafsico), que en la cultura occidental mistagogo) y la erudicin microlgica cientificista (lo
est representado por la moral, lo histrico, la ciencia y lo disciplinario y especializado), promueven la formacin
religioso como destructores natos de la vida, la conciencia de individuos con fines mercantilistas a quienes solo
y el conocimiento. Nietzsche critica al Estado, a la los mueve la satisfaccin de sus necesidades cotidianas
ciencia, a las religiones y a las instituciones educativas y, errneamente, consideran al Estado como la cima y
como aparatos reproductores de una supuesta cultura que fin ltimo de la existencia humana. Es decir, la cultura/
a final de cuentas, en nombre del progreso y la realizacin civilizacin moderna se preocupa, a travs de sus
personal, sabe solo cmo conservar la vida, no cmo instituciones (caravana cultural segn Nietzsche),
crearla (Nietzsche 2010: p. 64). Condicionantes de por ensearnos solo cmo conservar la vida en esas
linealidad y estatismo que solo terminan por seducir a instituciones, su organizacin burocrtica; no instruye
los individuos y someterlos como seres rudos y prosaicos ni forma para crearla, ni para cmo dignificarla. Sus
a la servidumbre intelectual y a la necesidad creada de fines son otros: la uniformidad, el pragmatismo y el
lo material, y que se han constituido en valores de un utilitarismo.
supuesto y representado mundo verdadero; pero a
final de cuentas lo verdaderamente cierto es que est Fundamentalmente enfatiza que una educacin
construido lejos de la vida y en oposicin a la promocin desde afuera, solo estimula y crea en el estudiante
de una autntica cultura y termina convertido en mundo impulsos cientficos que, a fin de cuentas, terminan
de ficcin. constituyndose en promotores de alianzas entre la
erudicin y lo prosaico, y donde la necesidad de bsqueda
La educacin, una institucin para la cultura? interior est ausente. Las instituciones educativas
promovidas por el orden moderno no educan en funcin
...Se debe aprender a "ver", se debe aprender a "pensar", de proporcionar una cultura autntica y emancipadora,
se debe aprender a "hablar" y a "escribir"; sino que, en manifiesto sojuzgamiento a los intereses de
el fin de estas cosas es una cultura selecta... lo establecido (el Estado, la ciencia, orden econmico
Esta es la primera preparacin para la intelectualidad: o la religin), a travs del control de los discursos
no reaccionar sbitamente a un estmulo (logofilia) y empleando docentes carentes de imaginacin
sino ser dueo de los instintos inhibitorios, y sensibilidad por lo humano, desarrollan una instruccin
de los instintos que excluyen puramente prctica que solo ha promovido la creacin de
individuos rudos y prosaicos, carentes de sensibilidad y
(F. Nietzsche El Ocaso de los dolos) esttica, cuyo proceder en la sociedad est regido por la
individualidad, la retrica vaca y la poca originalidad.
Ya en su poca, Nietzsche (1872), evidencia y En definitiva, las instituciones educativas, al ponerse al
presagia la educacin como institucin neutralizada servicio de lo establecido, han equivocado uno de sus fines
y culturalmente inerte. Situacin que percibe como culturales primigenios: ser espacios para la bsqueda de
un producto del entrecruzamiento de la vida cultural la verdadera cultura, la independencia y la autonoma.
(pseudocultura) y el desarrollo de la racionalizacin Acaso no es esto lo que posteriormente tambin percibe
burocrtica propia de la modernidad, que han terminado Foucault (2009) cuando se pregunta: Qu es, despus de
por convertir los mbitos educativos en lugares cargados todo, un sistema de enseanza, sino una ritualizacin del
de pasividad, metarrelatos y homogeneizacin, por lo habla, sino una cualificacin y fijacin de las funciones
tanto, donde se propaga una cultura que no es autntica. para los sujetos que hablan, sino la constitucin doctrinal,
Una pseudocultura, basada en la erudicin microlgica, cuando menos difuso, sino un distribucin y adecuacin
siempre al servicio de los intereses del orden y poderes del discurso con sus poderes y saberes?
establecidos y que supone, a final de cuentas, una
negacin de la cultura autntica y la condicin humana, En este ambiente cultural es que Nietzsche, en su
situacin que puntualmente Nietzsche denuncia: T poca, temerariamente, plantea su crtica temprana a
eres un hombre de cultura degenerado, has nacido para la un orden civilizacional que como episteme y proyecto
cultura y te han educado para la no cultura Miserables de vida pretende ejercer su hegemona a travs de
inocentes vueltos culpables! (Nietzsche op cit., p. 54). la educacin como hacedora de cultura. Institucin

642
Crisis civizacional, pseuducultura y educacin...

socializadora y homogeneizadora que al inculcar una vinculadas con la cultura autntica.


cultura de masas (pseudocultura), su accin reproductora
queda evidenciada, brevemente, en los siguientes h) El aparato cultural educativo moderno concibe
trminos: la cultura en trminos de una unidad de pensamiento
y formas estandarizadas de actuacin del individuo
a) Desvirta la educacin libre y autnoma, y las masas, por lo tanto, no valora ni promueve la
promoviendo una cultura histrica, basada en ctedras consideracin de los habitus (Bourdieu 2010: p. 31,
filolgicas que han desterrado la filosofa y el arte, que como condicin humana y social, en los procesos de
son imperativos concretos de cualquier cultura. formacin.

b) Representa una institucin reproductora, basada i) Las instituciones de cultura, fundamentalmente


en el cultivo de la razn y la ciencia (erudicin microlgica las universidades, a travs de un mtodo acroamtico
y cientificista), en detrimento de lo sensible, afectivo e de enseanza, promueven una falsa idea de autonoma
intuitivo. Su inters primordial es hacer progresar a cada de enseanza y aprendizaje (libertad acadmica), pero
individuo en la medida en que su naturaleza le permite al final lo que realmente se evidencia es un aislamiento
ser corriente. acadmico entre alumnos y profesores.

c) Desde su vocacin, erudita y utilitarista, Considera Nietzsche que una institucin para la
promueve la adquisicin de una cultura rpida, expresada cultura, abocada a la transformacin y desarrollo del
en la alianza entre inteligencia y posesin como ser, que actu regida por los criterios antes expresados,
manifestacin objetiva de xito individual, progreso no representa una institucin cuya accin cultural se
y aseguramiento del futuro; condicin cultural que la fundamente en aspectos axiolgicos que realmente
institucin educativa moderna logra presentar como una propicien la transformacin del individuo en un ser
exigencia moral. pensante, gestor y evaluador de realidades en el mbito de
su cotidianidad y donde est presente el reconocimiento
d) En su organizacin burocrtica, se evidencia de fuerzas o pulsiones (lo apolneo y lo dionisaco),
como una institucin controlada por el Estado "propiciador lo dado y lo dndose (como estados de una realidad),
de cultura" (Estado mistagogo segn Nietzsche), desde que en sus complejas y oscuras relaciones definen
donde se concibe la cultura en trminos de una unidad de nuestro vitalismo, la verdadera vida y por ende, nuestra
pensamiento y formas estandarizadas de actuacin de las inacabable bsqueda de sentido existencial. Es por ello
masas, asignando a las instituciones educativas, segn que en El porvenir de nuestras instituciones educativas
sus intereses, su divulgacin y masificacin. (op. cit.), repetidas veces, a travs de cuatro dialogantes
personajes, clama, en trminos metafricos, por una
e) Las instituciones educativas, abocadas al servicio institucin educativa que, como autntica institucin
de las necesidades e intereses polticos y econmicos del para la cultura, sea capaz de devolver todo el valor a la
Estado, hbilmente organizan sus tareas de formacin vida desde lo corpreo y lo sensible. Desde all intenta,
para interiorizarlas en el individuo, generalmente en tempranamente, alertarnos acerca de lo que realmente
detrimento de sus habitus, a la vez que promueven una nos pasa y cmo desde las instituciones educativas
imagen del Estado para que sea entendido como cima y modernas, se derogan los valores de lo sensible.
fin supremo de la existencia humana.
Nietzsche plantea que el objetivo de las
f) Los docentes, desde afuera, a travs de sus instituciones educativas no puede ser la cultura de
mtodos de enseanza especializada y "microlgica", masas (pseudocultura), reproductora de los intereses
a costa de la autonoma del sujeto, direccionan, de los poderes y sus racionalidades (estado, ciencia y
superficializan y homogenizan los saberes, en detrimento religin), sino que desde la bsqueda interior propicie
de lo subjetivo y la real emancipacin del individuo. la emergencia del vitalismo y voluntad de poder que
subyace en cada individuo. En la transformacin de los
g) No busca atender las necesidades afectivas, hombres, el verdadero aprendizaje comienza sobre las
cotidianas y existenciales profundas del individuo. bases de las experiencias y cotidianidad, porque son
Hbilmente limita en el sujeto la bsqueda interior, que las ms significativas en su vida y las que realmente lo
es donde reside la libre expresin de las genialidades confrontan con los problemas y situaciones que da a
y capacidad creadora individuales, cualidades estas da le evidencian los estados propios de su existencia,

643
Fermn Pacheco

signada por lo catico, lo bello y lo incomprensible. Es disciplinario, revalorice al "otro" y sus saberes, los saberes
all donde se inicia y plasma la educacin del hombre, excluidos, la diversidad, la bsqueda interior y, por ende,
porque de all, de la contingencia de sus espacios, de nos permita comprender la vida, sus contingencias y las
donde emana nuestro particular vitalismo y se expresa la responsabilidades individuales y conjuntas.
autntica cultura.
Coda: Educacin para el simulacro y la ficcin? o
La bsqueda y concrecin por una cultura autntica Educacin para vivir la excitacin de la existencia?
exige a quien la aspira, demostrar perseverancia,
tenacidad y disposicin a luchar desde la soledad que La educacin es el arte de rebautizarnos
le impondr el orden cultural establecido. Nietzsche o de ensearnos a sentir de otra manera.
se manifiesta convencido de que lo establecido y su
aparato cultural, son propiciadores de una pseudocultura (F. Nietzsche Tratados Filosficos)
y representan un adversario duro de vencer. Ambos, en
el campo de lo acadmico, cuando se sienten advertidos Definitivamente, el pensamiento tico-racionalista
y denunciados, poseen la capacidad de transformacin moderno proporcion el sustento epistmico-curricular
y seduccin, asumiendo variados disfraces (mimetismo a un modelo educativo diseado para ensearnos a
acadmico). Asimismo, la capacidad de retroceder ante pensar y a conocernos bajo los principios universales de
las evidencias que lo desnudan como antihumanos, pero la razn como estrategia para lograr concretar la urgente
tambin capacidad de contraatacar con renovados bros. necesidad de proporcionarnos una identidad nica y un
Por eso, advierte Nietzsche, que los hombres buenos y modo de vida volcado hacia lo exterior, al utilitarismo
honrados, desprendidos de intereses materiales y que y la promocin del afn de tener como evidencia de la
pretenden una cultura autntica, antes de emprender realizacin personal.
cualquier accin, deben aclararse a s mismos y ante los
dems esta situacin, si es que de veras quieren, a cambio En esta condicionante ontoepistmica, marcada por un
de su esfuerzo y soledad, algo mejor (ibid.). Acaso no logo-racionalismo extremo, se propici una subjetividad
ser esta su preocupacin cuando metafricamente clama centrada y performatizada que propici el ocultamiento
en uno de sus personajes: quin os ha dicho que miris del mundo de lo sensible y por ende, la correspondiente
a las estrellas fugaces? Ya explotan por s solas, sin levedad de los estados de concienciacin que en ellas se
vuestra intervencin; cuando se usan las armas hay que desarrollan. Construccin que termina por expresarse en
saber lo que se quiere (Nietzsche ibid., p. 48)? la pasividad de la conciencia, impidiendo percibirnos a
nosotros, a otros, y, en consecuencia, en una manifiesta
Es desde esta crtica, y los retos que nos exige lo limitada capacidad de insercin liberadora en el mundo.
que hoy hemos dado por llamar "malestar de la cultura", En otras palabras, se propici la manifestacin de un
"enfermedades de la civilizacin", o sencillamente, individuo generalmente diestro y especializado en el
"crisis civilizacional", que creo entender la esencia del manejo del mundo fsico y natural, pero tambin marcado
reclamo de Nietzsche a las instituciones educativas de por la ausencia de una ontolgica reflexin acerca de
su poca (supuestas instituciones para promover la la existencial y recursiva dicotoma hombre-mundo,
verdadera cultura), como advertencia que se extiende mundo-hombre (Freire 2010).
y contextualiza en nuestras instituciones educativas, a
las cuales, en los inicios de un nuevo milenio, y en el En consecuencia, al mundo de lo interior, lo subjetivo,
contexto del malestar cultural, se les exige e impone de lo diverso y complejo, se le obvi y se le tematiz, pero
como fin primigenio lograr formar seres humanos no se le intent comprender. A lo simblico, lo sensible,
crticos, integrales y libres, unidos a la naturaleza y a su lo vivido, se le mir como imagen velada y subalterna de
entorno comunitario y planetario. Instituciones donde lo real, de lo normal, de lo objetivo, por lo tanto,
sus relaciones no estn reducidas a una forma nica de se le excluy de lo considerado como racionalmente
racionalidad, al contrario, que estn configuradas en una comprensible y linealmente programable.
racionalidad plural y conflictiva como expresin de la
realidad donde se hallan inscritas. En este contexto se instalaron y funcionan las
instituciones educativas, a las cuales, en cualquiera de
Si as comprendiramos, quizs los docentes, en la sus niveles, las caractersticas que hasta ahora mejor las
contemporaneidad, desarrollaramos otro tipo de prctica han definido son la rigidez, la inmediatez, lo normativo
pedaggica, menos prescriptiva, que, ms all de lo y jerrquico, con nfasis en lo cientfico-tecnolgico,

644
Crisis civizacional, pseuducultura y educacin...

una vocacin conductista, la sobrevaloracin del mundo y estructuradora de nuevos esquemas cognitivos
exterior, y todo ello en detrimento de la bsqueda interior. (pensamiento complejo, lgica sensible, conocimiento
Desde all la episteme moderna construy sus modelos ordinario, entre otras) y el replanteamiento ontolgico
de naturaleza humana (universales). Sin embargo, en el de la condicin humana en sus inmensas posibilidades
devenir, estos principios han evidenciado estar siempre de transformacin y accin social, exige a nuestra
en pugna con la individualidad, la bsqueda de sentido advocacin por educar que lo imaginativo, lo sensible, el
y la humana e indeclinable necesidad de emancipacin cuerpo, lo cotidiano, lo particular y divino estn presentes
y libertad, por lo tanto, han terminado convirtiendo lo en la configuracin de nuevos espacios sociales
programado (formar e instruir), en una situacin aportica (Bourdieu 2010: pp. 28-29) y estrategias de formacin.
y, en muchos casos, conflictiva. Esto ltimo, en lo social, desde la construccin de un
concepto de transdisciplinariedad que, sustentado en
La gran contradiccin del aparato educativo criterios de justicia, inclusin y alteridad, se corresponda
moderno, y de lo cual hoy nos percatamos, es que con una experiencia de formacin determinada por la
al darle preponderancia a sus principios racionales, diversidad cultural y tnica, y, en lo ontolgico, en la
burocrticos, uniformadores y utilitaristas, se olvid posibilidad de repensar el fenmeno humano desde el
lo ms importante: nuestra existencial necesidad de lenguaje y la cotidianidad como creadores de realidades
lograr ser un ser en s mismo, consciente de lo que nos y ejes de todo proceso de emancipacin, transformacin
domina y reprime. Convencimiento que se magnifica personal y accin social (Fig. 2).
ante nuestra creciente toma de conciencia acerca del
carcter construido, sistmico y complejo, de todo lo que En el contexto de esta visin pedaggica,
nos rodea e intentamos significar. Irremediablemente, fundamentalmente de orientacin ontolgica, luce
nos percatamos de que no somos independientes de la pertinente afirmar que la verdadera formacin debe
compleja y contingente realidad que estamos pensando revelarse desde el arranque de procesos inditos
y manipulando. de produccin de sentidos subjetivos (Gonzlez
2007: p. 15), que se inician y desarrollan al vincular
Es all, en la complejidad de la situacin antes y contextualizar las preguntas de nuestro aprendizaje
esbozada, donde podemos encontrar una plausible con problemas y situaciones lmites (Freire 2010:
explicacin acerca del porqu, an hoy en da, actuamos p. 13), en los contextos socio-simblicos y socio-
doctrinal, disciplinaria y performativamente en nuestros estructurales (lo existencial concreto), expresados en
"prefigurados roles" de docentes. Pues, en definitiva, situaciones transcendentales de vida como son, el amor,
no somos otra cosa ms que el resultado de un orden el lenguaje, el trabajo, lo poltico, lo econmico; todos
civilizacional que concibi la educacin como un mero ellos, comnmente transversalizados por habitus que
instrumento forjador de identidades y vaso comunicante condicionan nuestras maneras de ser, percibir, y, en
de universales morales que hacen de la vida y de la definitiva, en nuestras maneras de actuar.
cultura un simulacro, un continuum de representaciones
expresadas en infinidades de mscaras alienantes y Es desde esta particular concepcin, acerca de la
deformadoras de nuestra real y verdadera esencia. naturaleza inacabada de lo humano y la naturaleza
compleja y contingente del plexo social que
Desde esa crtica se evidencia y valoriza, en nuestro recursivamente la circunscribe y modela, que advertimos,
conflictivo e indefinido trnsito epocal, la bsqueda de en y desde lo transdisciplinario y el encuentro de saberes,
formas otras de instruir y formar, que desde otros que se dimensiona y propicia la aspiracin ontolgica
referentes epistemolgicos y metodolgicos posibiliten, de la bsqueda de sentido, como el punto de partida a
los crecientes requerimientos de una transformacin del cualquier acto o accin social de formacin desde una
pensamiento y los crecientes deseos de humanizacin y advocacin comprensiva (sensible). Aspiracin que
emancipacin del sujeto estudiante. En otras palabras, se potencia en nuestra concepcin gnoseolgica de lo
una educacin que se constituya en mbito de sentido indeterminado, lo complejo, lo incierto y lo impreciso.
para el conocimiento crtico y reflexivo, al estar volcada En lo transdisciplinario y su encuentro de saberes, se
y extendida hacia el contexto histrico del hombre, como potencian mltiples y desconocidos puertos de arribo
verdadero objeto de una intencionalidad liberadora antes que emergern durante su proceso ontolgico (la bsqueda
que performadora. de sentido), en su proceso epistemolgico (la visin
compleja del pensamiento) y en su proceso metodolgico
Hoy ms que nunca, en la articulacin organizadora (implicacin-convivencialidad), todo ello en la humana

645
Fermn Pacheco

bsqueda de transformacin y trascendencia. el nfasis en la reflexin y entendimiento de procesos de


marginalizacin, negacin y opresin (sociales, culturales,
Bsqueda de sentido que implica una aventura, un polticos, entre otras) en categoras de temporalidad e
viaje, un pensamiento nmada, siempre a la intemperie en historicidad. De naturaleza fenomenolgica, porque el
los dominios (hasta ahora) de lo normado y prefigurado abordaje y comprensin del fenmeno se postula desde
como camino dado por una episteme de pensamiento que, la categora de espacio (ambiente natural y/o cultural, el
desde su utopa de progreso y libertad, sin percatarnos, lugar, el escenario, el contexto geogrfico) pero tambin
nos disea y ensea guiones y roles performatizados de de un todo comprensivo. De naturaleza etnometodolgica,
actuacin desde los cuales, ilusoriamente, nos hace creer porque se impone comprender en el lenguaje, habitus
que, en tanto seamos ms racionales tanto ms seremos y diversidad cultural, cmo los actores juntos perciben,
individuos soberanos dueos de nuestras vida y destinos. describen, proponen (dan sentido) y realizan sus acciones
cotidianas (comunicarse, tomar decisiones, razonar).
Del imaginario pedaggico que aqu se intenta postular, Todo ello en el contexto de complejos procesos de
tiene su eje representado en una artesana intelectual subjetivacin- intersubjetivacin y formacin que se
(Mills 1969) liberadora. Ella significa y bastilla nuestro generan e impulsan como indito viable ante una situacin
imaginario, en un abordaje metodolgico de triple lmite de negacin, exclusin u opresin que en trminos
naturaleza. De naturaleza crtico-dialctica, porque coloca humanos exige cambios y transformaciones (Fig. 2).

Figura 2. Dilogo de saberes e investigacin convivencializada: fundamentos epistemolgico y metodolgico en proceso de


subjetivacin y formacin.

646
Crisis civizacional, pseuducultura y educacin...

Argumentada desde el vitalismo nietzscheano, permiten situar al sujeto en el marco de su propio


la transformacin de hombres, como expresin del descubrimiento respecto de su contexto de vida
verdadero aprendizaje, se construye sobre las bases de (Zemelman 1992) y pedaggicamente transforman lo
las experiencias y su cotidianidad, en trminos estticos, comunitario en espacio de formacin y de autoconciencia.
configuradas en las fuerzas naturales que simbolizan
los conceptos antitticos de lo apolneo y lo dionisiaco, Una verdadera educacin debe acercarnos a la vida en
porque son los estados significativos en la fisiologa su belleza, en su pobreza, injusticias, miserias y alegras
de su vida y los que realmente lo confrontan con los como contextos que la expresan. Es decir, en trminos
problemas y situaciones que da a da le evidencian los de mxima sensibilidad, debe acercarnos a otros saberes,
estados propios de su existencia, signada por lo bello y los marginales y populares que, a pesar de no aparecer en
armnico (lo apolneo) y lo catico e incomprensible (lo anuarios y revistas cientficas, no son menos importantes,
dionisaco). pues ellos representan experiencias de vida, y tambin
constituyen conocimiento desde los cuales adquieren
Desde esa interpretacin, la formacin se concibe sentido y posibilidades de interpretacin nuestras vidas,
como una comprensin de la realidad no ajena al la del "otro" y, en definitiva las de nuestras comunidades,
devenir histrico, condicin que la vincula a lo socio- porque todos ellos, en suma, representan aspectos
simblico y socio-estructural como mbitos del devenir multidimensionales de nuestra compleja y circunstancial
y de la autocreacin del hombre como expresin de realidad humana.
una verdadera cultura y de un vitalismo y tipo de vida
donde se sincronizan diversas manifestaciones humanas, La consideracin en una propuesta pedaggica,
arte, filosofa, hbitos de estado, educacin, relaciones instalada en lo cultural diverso y lo imaginario colectivo,
sociales y otras. como fuente de produccin de sentido existencial y
bsqueda de mundos esperados por las personas y los
Es all donde se inicia y plasma la verdadera formacin grupos, se construye a travs de procesos horizontales
del hombre, porque es all donde radica y expresa su de interaccin, que involucren las propias prcticas de
autntica naturaleza, su cultura, saberes y su natural los agentes implicados y la permanente confrontacin
condicin de vitalismo; esto es la motivacin y la fuerza entre lo terico y lo prctico, como generadores de
para comprender-se y transformar-se. Inequvocamente, una dialctica de accin social transformadora, desde
todo ello centrado en la actividad pensante y constructiva donde emergern, en el devenir histrico, prcticas y
de un sujeto en formacin que, en su particular situacin movimientos sociales comprensiblemente configurados
individual y social, existencialmente cargado de como inditos emancipatorios (imaginario castroridiano/
emociones y aspiraciones, anda en la bsqueda de un indito viable freireano). Apreciacin que reforzamos en
saber histrizado expresado en un lenguaje ajustado lo expresado por Zemelman (ibid., p. 33) cuando seala:
en su discurso a factores de contextualidad (biografa,
intencin y relacin). Lo anterior supone una utopa o visin de futuro, y su
consiguiente necesidad de apropiacin, que es en lo
En el desdibujamiento y creciente desaparicin que consiste la idea de realidad como construccin;
de las solidaridades naturales, socio-culturales e lo cual implica el reconocimiento de las opciones
histricas (el malestar cultural), nuestro ideal de formar contenidas en el esfuerzo por transformar la utopa en
individuos autnomos a partir de procesos subjetivos e realidad material.la culminacin de todo este proceso
intersubjetivos de significacin del mundo y la subjetiva es la posibilidad de que el agrupamiento pueda llegar
interiorizacin de ser parte vital de l, nos impone a expresarse en un proyecto, que, a diferencia de la
aceptar que la conducta de los individuos debe ser vista pura utopa, no consiste solamente en una necesidad de
como producto de la experiencia con la colectividad futuro sino en el imperativo de su construccin.
(Perlo 2009: p. 142). Experiencia esta que se origina y
adquiere un sentido individual y colectivo en el plexo de De esta afirmacin se desprende nuestra aspiracin
interacciones humanas evidenciadas en la construccin por una verdadera vinculacin de los mbitos educativos
de comunidades de prcticas (ibid., p. 142), donde (la escuela, el bachillerato, la universidad) con la vida.
se negocian significados (participacin y reificacin) Condicin que enfatiza la trascendencia del ejercicio
e independientemente de lo individual-diverso, se sensible, hermenutico y fenomenolgico como puntos
construyen identidades en procesos de historias de partida de una nueva concepcin del acto educativo
compartidas de aprendizaje, que existencialmente humano, vinculante, transdisciplinario y sustentado

647
Fermn Pacheco

en una relacin indisoluble de seres que sensiblemente planificarn y ejecutarn procesos educativos realmente
involucrados en una urdimbre de interrelaciones supere descubridores y transformadores en la bsqueda de
la conciencia ficticia y unipersonal por una conciencia sentido a nuestras vidas. Por lo tanto, estos deben ser
ms plena y abarcadora en la que nuestro ser se sienta concebidos como un continuo y permanente acto de
incluido en el ser de todos, de una gestalt (self organismo construccin y deconstruccin. En otras palabras, que
entorno) de un ser mayor (Fig. 2). el estudiante, la comunidad y sus miembros, a travs
de un proceso de construccin y desconstruccin, de
Hablamos de un imaginario pedaggico "otro", equilibrio y desequilibrio, de orden y desorden, logren
cuyo telos, sin quedar determinado en definiciones, un aprendizaje y emancipacin, siempre conscientes
caractersticas, teoras o postulados, su naturaleza de que la incertidumbre, el azar, el caos, son los signos
sensible y humana, por si solo se cuela y transfiere como definitorios de nuestros tiempos y, por ende donde, se
aspiracin liberadora en el orden azaroso y marginado construyen y definen nuestras vidas.
de mltiples discursos (Nietzsche, Freire, Maturana,
Foucault, Feyerabend y Morn, por citar algunos), Es en esta apreciacin donde reside nuestro anclaje
en cuyo anlisis genealgico descubrimos mltiples epistemolgico, ontolgico y metodolgico en el
categoras, que sin nombrarlo, acotarlo o definirlo, proceso enseanza-aprendizaje, y que, de hecho, nos
lo aluden, lo reclaman y lo postulan en una comn remite, como estrategia de accin definida, a revalorizar
interpretacin otra de pedagoga, verdaderamente el pensamiento crtico, el dilogo de saberes (como
reconciliada con procesos de humanizacin, antes que expresin de lo transdisciplinario) y lo fenomenolgico,
con el simple cultivo y performatividad de aptitudes y como posibilidades de articulacin multidimensionales
talentos naturales presentes en el individuo. en los espacios educativos concretos (comunitarios,
nacionales y planetarios).
Se trata de un imaginario que, como boceto,
se sugiere para su comprensin y aceptacin, en el Es en la intercepcin de esas categoras (lo ontolgico,
ineludible reclamo de revaloracin de lo humano, en el lo epistemolgico y metodolgico) donde deben buscarse
sentimiento de percibirnos como seres inacabados pero las lneas maestras para futuras concreciones didcticas
con inmensas posibilidades de construirnos, alejados de y funcionales en la formacin. Ellas, en sus mltiples
toda performatividad disimulada, y donde la palabra, asociaciones y relaciones, no configuran una arquitectura
en definitiva, sea la manifestacin del ser, el cual, en su de pedagoga dada normada ni rigurosamente instituida.
enunciacin, dionisiaca y apolnea, nos da cuenta de la Contrario sensu, ellas representan las bases de infinitas e
vida, de sus contingencias, de sus campos de luces y de impensables construcciones posibles. Su actividad estriba
oscuridad. en construir un aura esttica desde donde lo humano
y lo emancipatorio sean pensados y concebidos como
A este nivel de nuestro discurso, es oportuno lo verdaderamente trascendente, no como un fin dado
reconocer que, la aspiracin para una pedagoga "otra", ni predeterminado, sino como un fin en s mismo que
de condicin abierta, fundada en lo sensible, contingente resignifica un modo otro de pensar-hacer la formacin,
e indeterminado, se interprete como una debilidad y donde lo individual, lo diferente y lo comunitario como
constituya un objeto de crtica para quienes aspiran a las espacio de relacionamiento, proxemia y alteridad
formulaciones de propuestas o soluciones acabadas, culminan al transformarse en una epopteia, en la medida
normadas y evaluables desde lo positivo en su condicin en que los agentes involucrados llegan a interesarse
de medicin, objetividad y performatividad. Pero, para en el conocimiento del "si" trascendente (el ser), para
nosotros, los esperanzados en otros modos o maneras de poder intentar el conocimiento de lo otro (el mundo).
forma de formar e instruir, es all, en su sentido amplio Apreciacin que podemos reforzar ayudados por Alzuru
de bsqueda de sentido y trascendencia, de apertura y (2009: p. 13) En esos desencuentros, en esas tensiones,
libertad, donde ella como imaginario se reviste de su en esos engranajes, en esos dislates, la magia se apodera,
principal fortaleza y humanismo y se transforma en los lenguajes se trastocan y se escucha entonces la
indito viable de formacin, aprendizaje, y, quizs, de lo creacin, el llanto, la alegra, los sueos, las tragedias,
ms dramtico: de emancipacin y liberacin de nuestras las utopas, de un alma que tiene una visin del mundo
mscaras. y ella,.

Conviene aclarar que ser en un futuro incierto, y En trminos conclusivos, se aspira a una educacin
en comunidades excesivamente complejas, donde se ms humana, sensible y emancipadora. Contextualizada

648
Crisis civizacional, pseuducultura y educacin...

con los espacios donde se origina y que contribuya la condicin humana. (3 ed.). Bonum, Buenos
a desarrollar en el estudiante una visin crtica y de Aires, Argentina, pp.122.
vinculacin social, concordante con los principios
propuestos para la educacin contempornea: el aprender Echeverra R. 2011. Mi Nietzsche: la filosofa del
a conocer, a hacer, a convivir y a ser. Costar entenderlo? devenir y el emprendimiento. Granica, Buenos
Por qu no nos damos la oportunidad? Quizs, ser Aires, Argentina, pp. 234.
entonces cuando la educacin se constituir en una
verdadera institucin de emancipacin y liberacin y no Fermn O. 2012. Subjetivacin, Formacin y
de dominacin y homogenizacin. Quizs sea entonces Subjetividad: Claves enunciativas de una
cuando podremos entender ms cabalmente el reclamo de pedagoga comprensiva. Cuman: Universidad
Nietzsche y tambin la indefinible y humana aspiracin de Oriente [Disertacin Doctoral], pp. 197.
que interpreto y siento expresada en el poema Amor
despus del amor: de Derek Walcott (en Fermn 2012: Foucault M. 2009. El orden del discurso (1a. ed.).
pp. 183-184). Tusquets Editores S.A, Mxico, pp. 76. (Trad. A.
G. Troyano). (Original en Francs, 1970).
Llegar el da
en que, con jbilo, Freire P. 2010. Pedagoga del oprimido (3a ed. 2a
te recibas a ti mismo que llegas reimp.). Siglo XXI Editores S.A., Buenos Aires,
hasta tu propia puerta, frente a tu propio espejo, Argentina, pp. 230.
y uno al otro sonriendo se den la bienvenida.
y se digan: sintate. Come. Gonzlez F. 2007. Investigacin cualitativa y
Volvers a querer al extrao que fue t mismo. subjetividad: los procesos de construccin de
Saca el vino. Y el pan. Que regrese tu corazn la informacin. McGraw-Hill Interamericana,
As mismo, al extrao que te ha querido Mxico, Mxico, pp.156.
toda su vida, al que ignoraste
por otro, al que te sabe de memoria. Maffesoli M. 2004. El nomadismo: Vagabundeos
Esas cartas de amor en las estanteras, iniciticos. Fondo de Cultura Econmica,
qutalas; y las fotos, las notas abrumadas. Mxico DF, Mxico, pp. 213.
Corta tu propia imagen del espejo.
Y sintate. Hoy hay fiesta en tu vida. Mann T. 2000. Schopenhauer, Nietzsche, Freud.
Alianza Editorial S. A., Madrid, Espaa. pp. 103.
REFERENCIAS BIBLIOGRFICAS
Mills CW. 1969. La imaginacin sociolgica (3a.
Alzuru J. 2009. Boceto para una esttica del vivir. ed.). Fondo de Cultura Econmica, Mxico DF,
FACES-EBUCV, Caracas, Venezuela, pp. 188. Mxico, pp. 236.

Baudrillard J. 2012. Cultura y Simulacro. Kairs S.A. Nacach P. 2008. Mascaras sociales: Las relaciones
(10 ed.), Barcelona, Espaa, pp. 193. (Trad. A. personales en el mundo actual. (1.ed.). Random
Vicens y P. Rovira). (Original en Francs, 1978). House Mondadori S.A., Barcelona, Espaa, pp.
195.
Bazarra C. 2010. El Domingo el da del Seor. San
Pablo. Caracas, Venezuela, pp. 4. Nietzsche F. 2000. Sobre el porvenir de nuestras
instituciones educativas. (Trad. C. Manzano).
Beck U. 2006. La sociedad del riesgo. Hacia una nueva Tusquets, Barcelona, Espaa, pp.140. (Original
modernidad. Paids Surcos, Barcelona, Espaa, en Alemn, 1872).
pp. 393.
Nietzsche F. 2007. El nacimiento de la tragedia. (19.
Bourdieu P. 2010. Capital cultural, escuela y espacio ed.). Editorial Edaf S.L., Madrid, Espaa, pp.
social (2 ed.). Siglo XXI Editores S.A., Buenos 229. (Trad. E. Knorr y F. Navascus).
Aires, Argentina, pp. 182.
Nietzsche F. 2010. Sobre la utilidad y los perjuicios
Boff L. 2004. El guila y la gallina: una metfora de de la historia para la vida. (4.ed.). Editorial

649
Fermn Pacheco

Edaf S.A., Madrid, Espaa, pp. 160. (Trad. D. Aires, Argentina, pp. 214.
Garzn).
S.S. Franciscus. 2013. Exhortacin Apostlica -
Nietzsche F. Genealoga de la moral. [Libro en lnea]. Evangelii Gaudium. Ciudad del Vaticano, Roma,
Disponible en lnea en: www.proyectoespartaco. Italia, pp. 142.
com (Acceso 16.05.2014).
S.S. Pablo Vi. 1971. Carta ap. Octogesima Adveniens
Perlo C. 2009. El aprendizaje en el contexto (14 mayo 1971), 23: AAS 63 (1971), 418.
organizativo, aportes para la atencin a la
diversidad. En: Sagastizabal MA. (Coord.). Vargas M. 2012. La civilizacin del espectculo.
Aprender y ensear en contextos complejos. Santillanas C.A., Madrid, Espaa, pp. 226.
Multiculturalidad, diversidad y fragmentacin.
Noveduc, Buenos Aires, Argentina, pp. 105-198. Zemelman H. 1992. Los horizontes de la razn.
Uso crtico de la teora (Tomo I). Anthropos,
Sabato E. 2007. Antes del fin. (6 ed.). Booket, Buenos Barcelona, Espaa, (Tomo II) pp. 191.

650

También podría gustarte