Crisis Civilizacional, Pseudocultura y Educación
Crisis Civilizacional, Pseudocultura y Educación
Crisis Civilizacional, Pseudocultura y Educación
RESUMEN
En este ensayo se intenta resaltar el malestar cultural, en tanto condicin civilizacional, como objeto de
un intenso debate reflejado en las obras de relevantes pensadores de la contemporaneidad que han abordado y
diagnosticado el trnsito epocal como severa crisis de orden epistmico y ontolgico que, in crescendo, afecta
nuestros espacios socioculturales y en definitiva nuestra condicin humana. Esta crtica inicial, propicia en
trminos existenciales una pertinente, breve y concisa reflexin acerca de Frederick Nietzsche, desde algunos de
sus discursos, sobre el conflicto que representa la relacin orden civilizacional-cultura-condicin humana y el
papel que en ese escenario complejo juegan las instituciones educativas como reproductoras de un modo de saber,
pensar y actuar que muchos aceptamos en denominar La Modernidad. Desde esta visin, hermenuticamente, se
nos evidencia el efecto dominante de una episteme que en el orden de un discurso marcado por la racionalidad,
utilitarismo y objetivismo y el poder que le es inherente, termina por inculcarnos una pseudocultura (o cultura de
masas) que nos aleja de la vida en su verdadera interpretacin y sentido. La reflexin crtica sobre estos contenidos
plantea como conclusin, el reclamo en la contemporaneidad por una educacin de orientacin ms humana y
social, que valore y enfatice lo sensible, el carcter situado y nmade (contexto de vida y pensamiento) del sujeto
que aprende, y contribuya a desarrollar en el estudiante, por encima de lo instrumental y utilitario, una verdadera
cultura y condicin humana siempre orientada por el imaginario ontolgico de emancipacin y libertad.
ABSTRACT
In this essay it is tried, initially, to highlight the cultural discomfort, while civilizational condition, as object
of an intense debate reflected in the works of relevant contemporaneous thinkers which have approached and
diagnosed the epochal development as severe crisis of epistemic and ontological order that, in crescendo, affects
our sociocultural spaces and definitively our human condition. This initial critic, propitiates in existential terms
a pertinent, brief and concise reflection about Frederick Nietzsche, from some of his speeches, on the conflict
that represents the relation order civilizational-cultural human condition and the role that in this scene plays the
educational institutions as creators of an episteme that many of us accept in naming The Modernity". From this
vision, it is hermeneutically demonstrated, the dominant effect of an episteme that in its relation of power restores
a rationality, utilitarianism and objectivism that ends for inculcating us a pseudoculture that removes us from the
life in its real interpretation and sense. The critical reflection about these contents propitiates as conclusion, the
claim for an education in the most human contemporaneousness of orientation and social concordant with the
beginnings proposed for an education less prescriptive that values and emphasizes the sensitive thing and helps
to develop in the student a real culture and human condition always orientated by the ontological imaginary of
emancipation and freedom..
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y, as, alcance mostrarnos este invisible (la creciente estamos ante un nuevo desafo, definitivo y cuestionador
prdida de sentido) en lo visible (el modo de vida, o de las teoras y metarrelatos que nos ofrecen las ciencias,
forma de existencia) que gobierna desde la trastienda los discursos acadmicos y la pedagoga instalada en
nuestras maneras de pensar, actuar y sentir. nuestras escuelas. Y en lo convivencial, al modo como nos
vemos, sentimos a los otros y a la forma de organizarnos
La crisis de los valores y de sus referentes ticos socialmente. En definitiva, un verdadero sentido por la
no solo afectan nuestra visin sobre el mundo, sino vida, nos impone, en lo educativo, nuevas maneras de
que tiene efectos devastadores sobre el modo mismo pensar, sentir y ensear, y, en lo cotidiano, nuevas formas
de pensar-nos, de sentir-nos, de socializar-nos, de y maneras de incluir y excluir de nuestras vidas.
comportar-nos y, en definitiva, de vivir nuestras vidas.
Todo ello, en gran medida, producto del debilitamiento En el desidertum que representa intentar "leer" y
y creciente cuestionamiento a las premisas y universales reflexionar el mundo de la vida y el malestar cultural
de la cultura que, hasta este momento, han servido para que la acompaa, surge el insoslayable descubrimiento
conferirle sentido a nuestras existencias. Apreciacin de de que estamos viviendo un mundo que aceleradamente
crisis existencial y del sin sentido que, metafricamente, dej de ser real para convertirse en un mundo que
sentimos expresada en las palabras de Echeverra (op. pertenece al orden de lo hiperreal y de la simulacin. Un
cit., 72): Los dioses parecieran haber emprendido el mundo donde, sin percatarnos, somos transformados en
vuelo. El halo sagrado de los templos ha desaparecido. masa inerte, carente de sentido o simple consumidores y
Tenemos la sensacin de que los dioses han muerto o que usuarios de discursos regulados y de bienes y servicios
simplemente nos han abandonado. para satisfacer necesidades creadas.
En el contexto de la crisis civilizacional, tambin desde Toma de conciencia (en algn momento de nuestras
los mbitos espirituales y religiosos del pensamiento vida), que como situacin lmite existencial, nos
cristiano, se nos alerta acerca del sin sentido de la vida del evidencia no ser dueos de nuestras vidas, porque
hombre contemporneo. Planteamientos que, entendidos nuestras actuaciones estn marcadas en la distancia
como crticas profundas de nuestros actuales estilos de por contenidos y simbolismos impuestos desde una
vida, no se alejan de exigencias propias de la Teologa episteme modeladora de nuestras subjetividades a
de la Liberacin aparecida a finales de los aos sesenta travs de aparatos institucionales que reproducen,
en el seno de la Iglesia Catlica latinoamericana como uniforman e instrumentalizan nuestros modo de ver-nos,
corriente renovadora de carcter social. pensar-nos y sentir-nos. Es en esta situacin lmite de
carcter existencial donde la educacin, reinterpretada
En Evangelii Gaudium, (La Alegra del Evangelio), o repensada como camino para lograr ser lo que se es,
S.S. Franciscus (2013: pp. 2-8) expresa: El gran riesgo adquiere especial relevancia en la bsqueda de sentido a
del mundo actual, con su mltiple y abrumadora oferta nuestra existencia.
de consumo, es una tristeza individualista que brota
del corazn cmodo y avaro de la bsqueda enfermiza Nietzsche, una alerta temprana?
de placeres superficiales, de la consciencia aislada.
O cuando en el mismo documento cita a S,S. Pablo VI No hay nada ms terrible que un estamento
1975 (Exhort. ap. Gaudete in Domino AAS 67 (1975), brbaro de esclavos que ha aprendido a
292): La sociedad tecnolgica ha logrado multiplicar considerar su existencia como una injusticia
las ocasiones de placer, pero encuentra muy difcil y se apresta a tomarse la venganza,
engendrar la alegra (ibid., 2-8) Tambin es posible no solo para s, sino para
leer en una simple hoja dominical llamados de atencin todas la generaciones venideras
a reflexionar la prdida de nuestra verdadera libertad y
sentido existencial; all se lee: Sutilmente te encadenan (F. Nietzsche El nacimiento de la tragedia)
hilos invisibles. Has cado en la red, inmensa tela de
araa donde chupan tu sangre de mosca muerta. No te En el contexto de esta visin epistemolgica y
dejes enredar: vive la libertad de ser t mismo, pobre, ontolgica acerca de la crisis civilizacional, para
dbil pero humano, siempre t a pesar de todo (Bazarra comprenderla e intentar transitarla, surge en todo su
2010: p. 1). vitalismo, potencia de reclamo y vigencia contempornea
el discurso de Friedrich Nietzsche, que, en un lenguaje
En el reclamo por un verdadero sentido de la vida, genealgico y contradictorio, a travs de sus palabras
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y metforas, muy tempranamente, nos alerta acerca realidad (ya dada) valida. Tambin fingir cuando, una
del drama que representa para la condicin humana vez construida la supuesta descripcin o explicacin del
y la verdadera cultura, la subyugacin por el orden mundo, olvide que todo ello es una mera construccin.
civilizacional moderno de nuestras originales maneras de
pensar, concebir y darle sentido a nuestras vidas. La filosofa de Nietzsche, la del devenir y del
emprendimiento, si lo consideramos as, no es otra
Leer e interpretar a Friedrich Nietzsche impone el cosa que una invitacin personal al reconocimiento de
reto de recorrer una estructura discursiva complicada, nuestra vital y verdadera condicin humana, la cual en
de un personaje en quien la hermenutica encuentra una trminos ontolgicos es concebida como multiplicidad
mxima aplicacin y justificacin. En l, la tensin entre estructurada, inestable, cambiante e irreductible, al estar
palabras y metforas asociadas a la cultura, historia, integrada por fuerzas en oposicin (lo apolneo y lo
filosofa, ciencia, educacin y poltica, es frecuente dionisiaco), en permanente enfrentamiento entre ellas.
como va para expresar desde su genealoga un corpus Desde esta concepcin de transformacin constante (de
epistmico, en cuanto a la pregunta por el Ser Humano, origen heraclitiano), Nietzsche nos invita a emprender el
su tragedia existencial, sus limitaciones y posibilidades viaje sin retorno, de avanzar interpelando ese mundo de
para alcanzar llegar a ser un ser en s mismo. vida, construyndolo nosotros mismos, conscientes de
que nuestra naturaleza humana acta desde pulsiones de
Nietzsche, un "ser solitario", ajeno e incomprendido destruccin y construccin que son la gnesis y fuente de
en su poca, fue un personaje enigmtico, ambiguo y nuestro vitalismo como verdadera expresin de vida. Es
provocador de contradicciones al expresar sus angustias en este originario pensamiento nmada (Maffesoli 2004)
y sospechas acerca de la vida, del hombre y del orden que Nietzsche (Sobre el porvenir de nuestras instituciones
civilizacional que le toc vivir. Ese fue el fermento educativas) acusa a las instituciones educativas como
atormentador y convulso que lo empuj a una lucha pica aliadas confesas del orden civilizacional, de la ciencia y
a travs de los enigmas y enrollamientos de las palabras del Estado Mistagogo (Nietzsche 2000), para en definitiva
que exteriorizan su tragedia. Discurso cuya fuerza, configurarnos como seres subyugados, prosaicos, sin
cuando lo descubrimos, inicialmente, nos desconcierta criterios y practicantes de una pseudocultura (cultura de
y nos "mueve"; pero, luego, termina seducindonos, masas).
porque sus denuncias y reclamos acerca del orden
civilizacional y su dominacin tambin se extienden a En esta aproximacin epistmica y ontolgica es que
quien lo lee y acaba por enfrentarnos, incmodamente, se inscribe este breve ensayo, y en el particular inters
con el reconocimiento estremecedor de nuestra propia y por el acotamiento de las categoras cultura y educacin
particular tragedia existencial. desde el discurso nietzscheano. Todo ello, quizs,
incentivado por experiencias de vida y el impacto que
Desde sus lecturas, Nietzsche (1844-1900), nos significa el personal reconocimiento de la dominacin,
plantea una ruptura a travs de un camino lleno de reduccionismo y cosificacin de nuestras subjetividades
sospechas e interpelaciones acerca de un mundo que, y la polmica que suscitan estas categoras en el trnsito
en trminos hegemnicos y sutiles, domsticamente, epocal y su crisis civilizacional, particularmente en los
como rebao, hemos asumido en trminos metafsicos y mbitos de los aprendizajes y la formacin. Condicin
cotidianos como un mundo ya construido, dado y por lo que por ser an para muchos invisible, es preciso
tanto incuestionable; mundo al que solo podemos tratar plantear y mostrar, incluso a costa de pasar como remedo
de representar. intempestivo al querer revelar la intangibilidad que flota
en nuestras vidas.
Segn Nietzsche, el hombre moderno, en su exagerado
logo-antropocntrico en la concepcin ontolgica como La Cultura, una excitacin de la existencia
ser fijo e inmutable (nocin parmenidiana y fundamento
del programa metafsico moderno), el finge al creer que Nuestra ms ardorosa esperanza es reconocer que,
existe un mundo (exterior) ya dado, que es independiente bajo la inquietud de nueva vida civilizada,
del sujeto que lo observa y lo percibe, y del cual cree que bajo las convulsiones de nuestra cultura,
puede lograr una descripcin exacta por estar fundado, en se oculta una fuerza primordial, soberbia,
su supuesto entendimiento, por la correspondencia entre fundamentalmente sana que, en verdad no se manifiesta
pensamiento y realidad. El hombre finge y se engaa en el poderosamente sino en momentos excepcionales,
punto que considera que existe una verdad que la propia para dormirse de nuevo y soar
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Argumenta Nietzsche que la vida (la verdadera el pueblo, al que se atribuye una cultura, debe ser,
existencia) no tiene un fundamento exterior ni posterior en todos los aspectos reales, una unidad viva y no estar
(lo extra-terrenal) a ella. Su valor y belleza radican en s miserablemente desgarrado entre lo interno y lo externo,
misma, en su incertidumbre, en sus imponderables, en entre un contenido y una forma. El que aspire a forjar y
sus aciertos y desaciertos y en cmo la enfrentamos en promover la cultura de un pueblo, que forje y promueva
un mundo real en constante destruccin y construccin; esta unidad superior y que colabore en la destruccin
bipolaridad insuperable que expresa el carcter dual y de la culturalidad moderna, a favor de una verdadera
trgico de la condicin y existencia humana. La cultura cultura y que ose reflexionar cmo la salud de un pueblo,
verdadera implica a la vida entendida en su dimensin perturbada por el historicismo, puede ser restablecida y
biolgica, instintiva, irracional, como creacin y cmo redescubrir sus instintos y con ello, su autenticidad.
destruccin, como mbito de alegra y dolor, donde habitan (ibid., p.74)
en tensin constante y trgica lo dionisaco y lo apolneo;
physis donde el ser, como expresin de voluntad, se da su En Nietzsche no observamos un definido intento por
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Figura 1. La pregunta por la condicin humana: sinopsis interpretativa en la estructura discursiva de F. Nietzsche.
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Frente a esa cultura moderna (pseudocultura), En el contexto de esta reflexin y crtica, Nietzsche
Nietzsche busca, con afn y angustia, una afirmacin plantea que las instituciones para la vida (as las
de la vida: de lo corpreo, de lo sensible, de lo que denomina) se han adueado de los mbitos educativos, y
acontece, antes que de lo estatuido por los valores de lo las mismas, bajo la supervisin y gida del Estado (Estado
suprasensible (lo metafsico), que en la cultura occidental mistagogo) y la erudicin microlgica cientificista (lo
est representado por la moral, lo histrico, la ciencia y lo disciplinario y especializado), promueven la formacin
religioso como destructores natos de la vida, la conciencia de individuos con fines mercantilistas a quienes solo
y el conocimiento. Nietzsche critica al Estado, a la los mueve la satisfaccin de sus necesidades cotidianas
ciencia, a las religiones y a las instituciones educativas y, errneamente, consideran al Estado como la cima y
como aparatos reproductores de una supuesta cultura que fin ltimo de la existencia humana. Es decir, la cultura/
a final de cuentas, en nombre del progreso y la realizacin civilizacin moderna se preocupa, a travs de sus
personal, sabe solo cmo conservar la vida, no cmo instituciones (caravana cultural segn Nietzsche),
crearla (Nietzsche 2010: p. 64). Condicionantes de por ensearnos solo cmo conservar la vida en esas
linealidad y estatismo que solo terminan por seducir a instituciones, su organizacin burocrtica; no instruye
los individuos y someterlos como seres rudos y prosaicos ni forma para crearla, ni para cmo dignificarla. Sus
a la servidumbre intelectual y a la necesidad creada de fines son otros: la uniformidad, el pragmatismo y el
lo material, y que se han constituido en valores de un utilitarismo.
supuesto y representado mundo verdadero; pero a
final de cuentas lo verdaderamente cierto es que est Fundamentalmente enfatiza que una educacin
construido lejos de la vida y en oposicin a la promocin desde afuera, solo estimula y crea en el estudiante
de una autntica cultura y termina convertido en mundo impulsos cientficos que, a fin de cuentas, terminan
de ficcin. constituyndose en promotores de alianzas entre la
erudicin y lo prosaico, y donde la necesidad de bsqueda
La educacin, una institucin para la cultura? interior est ausente. Las instituciones educativas
promovidas por el orden moderno no educan en funcin
...Se debe aprender a "ver", se debe aprender a "pensar", de proporcionar una cultura autntica y emancipadora,
se debe aprender a "hablar" y a "escribir"; sino que, en manifiesto sojuzgamiento a los intereses de
el fin de estas cosas es una cultura selecta... lo establecido (el Estado, la ciencia, orden econmico
Esta es la primera preparacin para la intelectualidad: o la religin), a travs del control de los discursos
no reaccionar sbitamente a un estmulo (logofilia) y empleando docentes carentes de imaginacin
sino ser dueo de los instintos inhibitorios, y sensibilidad por lo humano, desarrollan una instruccin
de los instintos que excluyen puramente prctica que solo ha promovido la creacin de
individuos rudos y prosaicos, carentes de sensibilidad y
(F. Nietzsche El Ocaso de los dolos) esttica, cuyo proceder en la sociedad est regido por la
individualidad, la retrica vaca y la poca originalidad.
Ya en su poca, Nietzsche (1872), evidencia y En definitiva, las instituciones educativas, al ponerse al
presagia la educacin como institucin neutralizada servicio de lo establecido, han equivocado uno de sus fines
y culturalmente inerte. Situacin que percibe como culturales primigenios: ser espacios para la bsqueda de
un producto del entrecruzamiento de la vida cultural la verdadera cultura, la independencia y la autonoma.
(pseudocultura) y el desarrollo de la racionalizacin Acaso no es esto lo que posteriormente tambin percibe
burocrtica propia de la modernidad, que han terminado Foucault (2009) cuando se pregunta: Qu es, despus de
por convertir los mbitos educativos en lugares cargados todo, un sistema de enseanza, sino una ritualizacin del
de pasividad, metarrelatos y homogeneizacin, por lo habla, sino una cualificacin y fijacin de las funciones
tanto, donde se propaga una cultura que no es autntica. para los sujetos que hablan, sino la constitucin doctrinal,
Una pseudocultura, basada en la erudicin microlgica, cuando menos difuso, sino un distribucin y adecuacin
siempre al servicio de los intereses del orden y poderes del discurso con sus poderes y saberes?
establecidos y que supone, a final de cuentas, una
negacin de la cultura autntica y la condicin humana, En este ambiente cultural es que Nietzsche, en su
situacin que puntualmente Nietzsche denuncia: T poca, temerariamente, plantea su crtica temprana a
eres un hombre de cultura degenerado, has nacido para la un orden civilizacional que como episteme y proyecto
cultura y te han educado para la no cultura Miserables de vida pretende ejercer su hegemona a travs de
inocentes vueltos culpables! (Nietzsche op cit., p. 54). la educacin como hacedora de cultura. Institucin
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c) Desde su vocacin, erudita y utilitarista, Considera Nietzsche que una institucin para la
promueve la adquisicin de una cultura rpida, expresada cultura, abocada a la transformacin y desarrollo del
en la alianza entre inteligencia y posesin como ser, que actu regida por los criterios antes expresados,
manifestacin objetiva de xito individual, progreso no representa una institucin cuya accin cultural se
y aseguramiento del futuro; condicin cultural que la fundamente en aspectos axiolgicos que realmente
institucin educativa moderna logra presentar como una propicien la transformacin del individuo en un ser
exigencia moral. pensante, gestor y evaluador de realidades en el mbito de
su cotidianidad y donde est presente el reconocimiento
d) En su organizacin burocrtica, se evidencia de fuerzas o pulsiones (lo apolneo y lo dionisaco),
como una institucin controlada por el Estado "propiciador lo dado y lo dndose (como estados de una realidad),
de cultura" (Estado mistagogo segn Nietzsche), desde que en sus complejas y oscuras relaciones definen
donde se concibe la cultura en trminos de una unidad de nuestro vitalismo, la verdadera vida y por ende, nuestra
pensamiento y formas estandarizadas de actuacin de las inacabable bsqueda de sentido existencial. Es por ello
masas, asignando a las instituciones educativas, segn que en El porvenir de nuestras instituciones educativas
sus intereses, su divulgacin y masificacin. (op. cit.), repetidas veces, a travs de cuatro dialogantes
personajes, clama, en trminos metafricos, por una
e) Las instituciones educativas, abocadas al servicio institucin educativa que, como autntica institucin
de las necesidades e intereses polticos y econmicos del para la cultura, sea capaz de devolver todo el valor a la
Estado, hbilmente organizan sus tareas de formacin vida desde lo corpreo y lo sensible. Desde all intenta,
para interiorizarlas en el individuo, generalmente en tempranamente, alertarnos acerca de lo que realmente
detrimento de sus habitus, a la vez que promueven una nos pasa y cmo desde las instituciones educativas
imagen del Estado para que sea entendido como cima y modernas, se derogan los valores de lo sensible.
fin supremo de la existencia humana.
Nietzsche plantea que el objetivo de las
f) Los docentes, desde afuera, a travs de sus instituciones educativas no puede ser la cultura de
mtodos de enseanza especializada y "microlgica", masas (pseudocultura), reproductora de los intereses
a costa de la autonoma del sujeto, direccionan, de los poderes y sus racionalidades (estado, ciencia y
superficializan y homogenizan los saberes, en detrimento religin), sino que desde la bsqueda interior propicie
de lo subjetivo y la real emancipacin del individuo. la emergencia del vitalismo y voluntad de poder que
subyace en cada individuo. En la transformacin de los
g) No busca atender las necesidades afectivas, hombres, el verdadero aprendizaje comienza sobre las
cotidianas y existenciales profundas del individuo. bases de las experiencias y cotidianidad, porque son
Hbilmente limita en el sujeto la bsqueda interior, que las ms significativas en su vida y las que realmente lo
es donde reside la libre expresin de las genialidades confrontan con los problemas y situaciones que da a
y capacidad creadora individuales, cualidades estas da le evidencian los estados propios de su existencia,
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signada por lo catico, lo bello y lo incomprensible. Es disciplinario, revalorice al "otro" y sus saberes, los saberes
all donde se inicia y plasma la educacin del hombre, excluidos, la diversidad, la bsqueda interior y, por ende,
porque de all, de la contingencia de sus espacios, de nos permita comprender la vida, sus contingencias y las
donde emana nuestro particular vitalismo y se expresa la responsabilidades individuales y conjuntas.
autntica cultura.
Coda: Educacin para el simulacro y la ficcin? o
La bsqueda y concrecin por una cultura autntica Educacin para vivir la excitacin de la existencia?
exige a quien la aspira, demostrar perseverancia,
tenacidad y disposicin a luchar desde la soledad que La educacin es el arte de rebautizarnos
le impondr el orden cultural establecido. Nietzsche o de ensearnos a sentir de otra manera.
se manifiesta convencido de que lo establecido y su
aparato cultural, son propiciadores de una pseudocultura (F. Nietzsche Tratados Filosficos)
y representan un adversario duro de vencer. Ambos, en
el campo de lo acadmico, cuando se sienten advertidos Definitivamente, el pensamiento tico-racionalista
y denunciados, poseen la capacidad de transformacin moderno proporcion el sustento epistmico-curricular
y seduccin, asumiendo variados disfraces (mimetismo a un modelo educativo diseado para ensearnos a
acadmico). Asimismo, la capacidad de retroceder ante pensar y a conocernos bajo los principios universales de
las evidencias que lo desnudan como antihumanos, pero la razn como estrategia para lograr concretar la urgente
tambin capacidad de contraatacar con renovados bros. necesidad de proporcionarnos una identidad nica y un
Por eso, advierte Nietzsche, que los hombres buenos y modo de vida volcado hacia lo exterior, al utilitarismo
honrados, desprendidos de intereses materiales y que y la promocin del afn de tener como evidencia de la
pretenden una cultura autntica, antes de emprender realizacin personal.
cualquier accin, deben aclararse a s mismos y ante los
dems esta situacin, si es que de veras quieren, a cambio En esta condicionante ontoepistmica, marcada por un
de su esfuerzo y soledad, algo mejor (ibid.). Acaso no logo-racionalismo extremo, se propici una subjetividad
ser esta su preocupacin cuando metafricamente clama centrada y performatizada que propici el ocultamiento
en uno de sus personajes: quin os ha dicho que miris del mundo de lo sensible y por ende, la correspondiente
a las estrellas fugaces? Ya explotan por s solas, sin levedad de los estados de concienciacin que en ellas se
vuestra intervencin; cuando se usan las armas hay que desarrollan. Construccin que termina por expresarse en
saber lo que se quiere (Nietzsche ibid., p. 48)? la pasividad de la conciencia, impidiendo percibirnos a
nosotros, a otros, y, en consecuencia, en una manifiesta
Es desde esta crtica, y los retos que nos exige lo limitada capacidad de insercin liberadora en el mundo.
que hoy hemos dado por llamar "malestar de la cultura", En otras palabras, se propici la manifestacin de un
"enfermedades de la civilizacin", o sencillamente, individuo generalmente diestro y especializado en el
"crisis civilizacional", que creo entender la esencia del manejo del mundo fsico y natural, pero tambin marcado
reclamo de Nietzsche a las instituciones educativas de por la ausencia de una ontolgica reflexin acerca de
su poca (supuestas instituciones para promover la la existencial y recursiva dicotoma hombre-mundo,
verdadera cultura), como advertencia que se extiende mundo-hombre (Freire 2010).
y contextualiza en nuestras instituciones educativas, a
las cuales, en los inicios de un nuevo milenio, y en el En consecuencia, al mundo de lo interior, lo subjetivo,
contexto del malestar cultural, se les exige e impone de lo diverso y complejo, se le obvi y se le tematiz, pero
como fin primigenio lograr formar seres humanos no se le intent comprender. A lo simblico, lo sensible,
crticos, integrales y libres, unidos a la naturaleza y a su lo vivido, se le mir como imagen velada y subalterna de
entorno comunitario y planetario. Instituciones donde lo real, de lo normal, de lo objetivo, por lo tanto,
sus relaciones no estn reducidas a una forma nica de se le excluy de lo considerado como racionalmente
racionalidad, al contrario, que estn configuradas en una comprensible y linealmente programable.
racionalidad plural y conflictiva como expresin de la
realidad donde se hallan inscritas. En este contexto se instalaron y funcionan las
instituciones educativas, a las cuales, en cualquiera de
Si as comprendiramos, quizs los docentes, en la sus niveles, las caractersticas que hasta ahora mejor las
contemporaneidad, desarrollaramos otro tipo de prctica han definido son la rigidez, la inmediatez, lo normativo
pedaggica, menos prescriptiva, que, ms all de lo y jerrquico, con nfasis en lo cientfico-tecnolgico,
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una vocacin conductista, la sobrevaloracin del mundo y estructuradora de nuevos esquemas cognitivos
exterior, y todo ello en detrimento de la bsqueda interior. (pensamiento complejo, lgica sensible, conocimiento
Desde all la episteme moderna construy sus modelos ordinario, entre otras) y el replanteamiento ontolgico
de naturaleza humana (universales). Sin embargo, en el de la condicin humana en sus inmensas posibilidades
devenir, estos principios han evidenciado estar siempre de transformacin y accin social, exige a nuestra
en pugna con la individualidad, la bsqueda de sentido advocacin por educar que lo imaginativo, lo sensible, el
y la humana e indeclinable necesidad de emancipacin cuerpo, lo cotidiano, lo particular y divino estn presentes
y libertad, por lo tanto, han terminado convirtiendo lo en la configuracin de nuevos espacios sociales
programado (formar e instruir), en una situacin aportica (Bourdieu 2010: pp. 28-29) y estrategias de formacin.
y, en muchos casos, conflictiva. Esto ltimo, en lo social, desde la construccin de un
concepto de transdisciplinariedad que, sustentado en
La gran contradiccin del aparato educativo criterios de justicia, inclusin y alteridad, se corresponda
moderno, y de lo cual hoy nos percatamos, es que con una experiencia de formacin determinada por la
al darle preponderancia a sus principios racionales, diversidad cultural y tnica, y, en lo ontolgico, en la
burocrticos, uniformadores y utilitaristas, se olvid posibilidad de repensar el fenmeno humano desde el
lo ms importante: nuestra existencial necesidad de lenguaje y la cotidianidad como creadores de realidades
lograr ser un ser en s mismo, consciente de lo que nos y ejes de todo proceso de emancipacin, transformacin
domina y reprime. Convencimiento que se magnifica personal y accin social (Fig. 2).
ante nuestra creciente toma de conciencia acerca del
carcter construido, sistmico y complejo, de todo lo que En el contexto de esta visin pedaggica,
nos rodea e intentamos significar. Irremediablemente, fundamentalmente de orientacin ontolgica, luce
nos percatamos de que no somos independientes de la pertinente afirmar que la verdadera formacin debe
compleja y contingente realidad que estamos pensando revelarse desde el arranque de procesos inditos
y manipulando. de produccin de sentidos subjetivos (Gonzlez
2007: p. 15), que se inician y desarrollan al vincular
Es all, en la complejidad de la situacin antes y contextualizar las preguntas de nuestro aprendizaje
esbozada, donde podemos encontrar una plausible con problemas y situaciones lmites (Freire 2010:
explicacin acerca del porqu, an hoy en da, actuamos p. 13), en los contextos socio-simblicos y socio-
doctrinal, disciplinaria y performativamente en nuestros estructurales (lo existencial concreto), expresados en
"prefigurados roles" de docentes. Pues, en definitiva, situaciones transcendentales de vida como son, el amor,
no somos otra cosa ms que el resultado de un orden el lenguaje, el trabajo, lo poltico, lo econmico; todos
civilizacional que concibi la educacin como un mero ellos, comnmente transversalizados por habitus que
instrumento forjador de identidades y vaso comunicante condicionan nuestras maneras de ser, percibir, y, en
de universales morales que hacen de la vida y de la definitiva, en nuestras maneras de actuar.
cultura un simulacro, un continuum de representaciones
expresadas en infinidades de mscaras alienantes y Es desde esta particular concepcin, acerca de la
deformadoras de nuestra real y verdadera esencia. naturaleza inacabada de lo humano y la naturaleza
compleja y contingente del plexo social que
Desde esa crtica se evidencia y valoriza, en nuestro recursivamente la circunscribe y modela, que advertimos,
conflictivo e indefinido trnsito epocal, la bsqueda de en y desde lo transdisciplinario y el encuentro de saberes,
formas otras de instruir y formar, que desde otros que se dimensiona y propicia la aspiracin ontolgica
referentes epistemolgicos y metodolgicos posibiliten, de la bsqueda de sentido, como el punto de partida a
los crecientes requerimientos de una transformacin del cualquier acto o accin social de formacin desde una
pensamiento y los crecientes deseos de humanizacin y advocacin comprensiva (sensible). Aspiracin que
emancipacin del sujeto estudiante. En otras palabras, se potencia en nuestra concepcin gnoseolgica de lo
una educacin que se constituya en mbito de sentido indeterminado, lo complejo, lo incierto y lo impreciso.
para el conocimiento crtico y reflexivo, al estar volcada En lo transdisciplinario y su encuentro de saberes, se
y extendida hacia el contexto histrico del hombre, como potencian mltiples y desconocidos puertos de arribo
verdadero objeto de una intencionalidad liberadora antes que emergern durante su proceso ontolgico (la bsqueda
que performadora. de sentido), en su proceso epistemolgico (la visin
compleja del pensamiento) y en su proceso metodolgico
Hoy ms que nunca, en la articulacin organizadora (implicacin-convivencialidad), todo ello en la humana
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en una relacin indisoluble de seres que sensiblemente planificarn y ejecutarn procesos educativos realmente
involucrados en una urdimbre de interrelaciones supere descubridores y transformadores en la bsqueda de
la conciencia ficticia y unipersonal por una conciencia sentido a nuestras vidas. Por lo tanto, estos deben ser
ms plena y abarcadora en la que nuestro ser se sienta concebidos como un continuo y permanente acto de
incluido en el ser de todos, de una gestalt (self organismo construccin y deconstruccin. En otras palabras, que
entorno) de un ser mayor (Fig. 2). el estudiante, la comunidad y sus miembros, a travs
de un proceso de construccin y desconstruccin, de
Hablamos de un imaginario pedaggico "otro", equilibrio y desequilibrio, de orden y desorden, logren
cuyo telos, sin quedar determinado en definiciones, un aprendizaje y emancipacin, siempre conscientes
caractersticas, teoras o postulados, su naturaleza de que la incertidumbre, el azar, el caos, son los signos
sensible y humana, por si solo se cuela y transfiere como definitorios de nuestros tiempos y, por ende donde, se
aspiracin liberadora en el orden azaroso y marginado construyen y definen nuestras vidas.
de mltiples discursos (Nietzsche, Freire, Maturana,
Foucault, Feyerabend y Morn, por citar algunos), Es en esta apreciacin donde reside nuestro anclaje
en cuyo anlisis genealgico descubrimos mltiples epistemolgico, ontolgico y metodolgico en el
categoras, que sin nombrarlo, acotarlo o definirlo, proceso enseanza-aprendizaje, y que, de hecho, nos
lo aluden, lo reclaman y lo postulan en una comn remite, como estrategia de accin definida, a revalorizar
interpretacin otra de pedagoga, verdaderamente el pensamiento crtico, el dilogo de saberes (como
reconciliada con procesos de humanizacin, antes que expresin de lo transdisciplinario) y lo fenomenolgico,
con el simple cultivo y performatividad de aptitudes y como posibilidades de articulacin multidimensionales
talentos naturales presentes en el individuo. en los espacios educativos concretos (comunitarios,
nacionales y planetarios).
Se trata de un imaginario que, como boceto,
se sugiere para su comprensin y aceptacin, en el Es en la intercepcin de esas categoras (lo ontolgico,
ineludible reclamo de revaloracin de lo humano, en el lo epistemolgico y metodolgico) donde deben buscarse
sentimiento de percibirnos como seres inacabados pero las lneas maestras para futuras concreciones didcticas
con inmensas posibilidades de construirnos, alejados de y funcionales en la formacin. Ellas, en sus mltiples
toda performatividad disimulada, y donde la palabra, asociaciones y relaciones, no configuran una arquitectura
en definitiva, sea la manifestacin del ser, el cual, en su de pedagoga dada normada ni rigurosamente instituida.
enunciacin, dionisiaca y apolnea, nos da cuenta de la Contrario sensu, ellas representan las bases de infinitas e
vida, de sus contingencias, de sus campos de luces y de impensables construcciones posibles. Su actividad estriba
oscuridad. en construir un aura esttica desde donde lo humano
y lo emancipatorio sean pensados y concebidos como
A este nivel de nuestro discurso, es oportuno lo verdaderamente trascendente, no como un fin dado
reconocer que, la aspiracin para una pedagoga "otra", ni predeterminado, sino como un fin en s mismo que
de condicin abierta, fundada en lo sensible, contingente resignifica un modo otro de pensar-hacer la formacin,
e indeterminado, se interprete como una debilidad y donde lo individual, lo diferente y lo comunitario como
constituya un objeto de crtica para quienes aspiran a las espacio de relacionamiento, proxemia y alteridad
formulaciones de propuestas o soluciones acabadas, culminan al transformarse en una epopteia, en la medida
normadas y evaluables desde lo positivo en su condicin en que los agentes involucrados llegan a interesarse
de medicin, objetividad y performatividad. Pero, para en el conocimiento del "si" trascendente (el ser), para
nosotros, los esperanzados en otros modos o maneras de poder intentar el conocimiento de lo otro (el mundo).
forma de formar e instruir, es all, en su sentido amplio Apreciacin que podemos reforzar ayudados por Alzuru
de bsqueda de sentido y trascendencia, de apertura y (2009: p. 13) En esos desencuentros, en esas tensiones,
libertad, donde ella como imaginario se reviste de su en esos engranajes, en esos dislates, la magia se apodera,
principal fortaleza y humanismo y se transforma en los lenguajes se trastocan y se escucha entonces la
indito viable de formacin, aprendizaje, y, quizs, de lo creacin, el llanto, la alegra, los sueos, las tragedias,
ms dramtico: de emancipacin y liberacin de nuestras las utopas, de un alma que tiene una visin del mundo
mscaras. y ella,.
Conviene aclarar que ser en un futuro incierto, y En trminos conclusivos, se aspira a una educacin
en comunidades excesivamente complejas, donde se ms humana, sensible y emancipadora. Contextualizada
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Crisis civizacional, pseuducultura y educacin...
con los espacios donde se origina y que contribuya la condicin humana. (3 ed.). Bonum, Buenos
a desarrollar en el estudiante una visin crtica y de Aires, Argentina, pp.122.
vinculacin social, concordante con los principios
propuestos para la educacin contempornea: el aprender Echeverra R. 2011. Mi Nietzsche: la filosofa del
a conocer, a hacer, a convivir y a ser. Costar entenderlo? devenir y el emprendimiento. Granica, Buenos
Por qu no nos damos la oportunidad? Quizs, ser Aires, Argentina, pp. 234.
entonces cuando la educacin se constituir en una
verdadera institucin de emancipacin y liberacin y no Fermn O. 2012. Subjetivacin, Formacin y
de dominacin y homogenizacin. Quizs sea entonces Subjetividad: Claves enunciativas de una
cuando podremos entender ms cabalmente el reclamo de pedagoga comprensiva. Cuman: Universidad
Nietzsche y tambin la indefinible y humana aspiracin de Oriente [Disertacin Doctoral], pp. 197.
que interpreto y siento expresada en el poema Amor
despus del amor: de Derek Walcott (en Fermn 2012: Foucault M. 2009. El orden del discurso (1a. ed.).
pp. 183-184). Tusquets Editores S.A, Mxico, pp. 76. (Trad. A.
G. Troyano). (Original en Francs, 1970).
Llegar el da
en que, con jbilo, Freire P. 2010. Pedagoga del oprimido (3a ed. 2a
te recibas a ti mismo que llegas reimp.). Siglo XXI Editores S.A., Buenos Aires,
hasta tu propia puerta, frente a tu propio espejo, Argentina, pp. 230.
y uno al otro sonriendo se den la bienvenida.
y se digan: sintate. Come. Gonzlez F. 2007. Investigacin cualitativa y
Volvers a querer al extrao que fue t mismo. subjetividad: los procesos de construccin de
Saca el vino. Y el pan. Que regrese tu corazn la informacin. McGraw-Hill Interamericana,
As mismo, al extrao que te ha querido Mxico, Mxico, pp.156.
toda su vida, al que ignoraste
por otro, al que te sabe de memoria. Maffesoli M. 2004. El nomadismo: Vagabundeos
Esas cartas de amor en las estanteras, iniciticos. Fondo de Cultura Econmica,
qutalas; y las fotos, las notas abrumadas. Mxico DF, Mxico, pp. 213.
Corta tu propia imagen del espejo.
Y sintate. Hoy hay fiesta en tu vida. Mann T. 2000. Schopenhauer, Nietzsche, Freud.
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