Vivir La Eucaristía en Familia

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Vivir la Eucarista en familia

Si tenemos necesidad de conocer con amplitud y profundidad el significado del sacramento


de la Eucarista habremos podido comprobar que en internet hay ya sobrada informacin al
respecto desde diferentes perspectivas y con distintos acentos, pero podemos hacer de todo
ello una sntesis ms que decente.
No obstante, hay dos formas mucho mejores de documentarse:
1. Nuestra propia experiencia. Es vivindolo, participando en las celebraciones
eucarsticas, que mejor podremos llegar a conocerlo.
2. Buscando recursos formativos presenciales. En nuestra propia parroquia o
dicesis. Ellos nos permitirn afrontar al instante cualquier cuestin que al respecto se
nos plantee al mismo tiempo que interactuamos con otras personas interesadas en el
mismo contenido. El "aprendizaje colaborativo" es una herramienta de grandes
posibilidades.
Es importante tambin que detectemos primero cules son nuestras lagunas, nuestras
dudas al respecto, las necesidades,... pues de esta manera podremos dirigir mejor
nuestros pasos y tambin podremos ser mejor ayudados.
Con este artculo pretendemos tambin apuntar hacia la "educacin en la fe de nuestros
hijos en relacin con la Eucarista".

"Vamos a Misa".

Con esta expresin estamos diciendo: "Vamos a dedicar un rato a nuestra relacin con
Dios pero no a solas cada uno con l sino en familia, en comunidad con nosotros
mismos pero tambin con otras familias que acudirn como nosotros a participar
de la celebracin de este sacramento; vamos adems con el convencimiento de que
acudimos respondiendo a una llamada, una invitacin a VIVIR la Cena del Seor,...
con todo lo que ello significa".
Pero nuestros hijos no siempre adoptan una actitud receptiva y se muestran crticos,
reticentes y nos sueltan argumentos que... en parte compartimos, o hemos expresado alguna
vez tambin nosotros:
- "Es que me aburro, siempre parece todo lo mismo".
- "No me gusta porque no entiendo nada, dicen palabras muy raras".
- "Para qu?, estamos all una hora que podra emplear en hacer los deberes o
irnos a jugar al parque".
Y nosotros, los padres, cuando ellos no manifiestan disposicin positiva acudimos a mil
argumentos ms o menos razonables pero nos descorazona su falta de motivacin y tampoco
sabemos cmo darle la vuelta a esto.

Por qu sucede esto?. Los nios nos dan las pistas


para poder entender:
1. El formulismo repetitivo hace parecer que todo es lo mismo... (cuando en realidad
sabemos que no es as); ellos lo perciben as no obstante.
2. Hay un amplio desconocimiento de la simbologa, de su significado y de su
conexin con los lenguajes y signos de hoy.
3. Si no hay "actualizacin de lenguajes, no hay conexin eficiente con su
sentido". Utilizando el lenguaje informtico: es "como intentar hacer funcionar bien un
programa de ltima generacin en la base de un sistema operativo que funcionaba
perfectamente para programas de su poca... pero no tena previsto esto de ahora
mismo".
4. Y sobre todo: Estas respuestas, sobre todo la del "para qu", nos hablan de "falta de
conexin de nuestra vida cotidiana con la Eucarista y su significado". Aqu
est el ncleo del problema.
Algunas sugerencias para ir cambiando la situacin.
Sin nimo de dar recetas, porque no las hay, vamos a enumerar al menos algunas
propuestas:
1. Vivir nuestra fe. Hacer vida lo que creemos y de manera especial el significado de la
Eucarista. sta es la primera, principal e insustituible manera de animar a nuestros
hijos a darle importancia a participar de la celebracin eucarstica.
2. Asumiendo que somos los primeros y principales catequistas de nuestros
hijos, hagamos dilogo con ellos de este sacramento:

Acogiendo sus dudas y tratar de resolverlas buscando juntos una respuesta.

Dialogando sobre la Palabra de Dios escuchada en la Eucarista, de lo que


ella nos est diciendo, de su eco en nuestra vida cotidiana.
Compartiendo nuestras percepciones sobre lo que hemos visto, escuchado,
sentido y vivido.
Buscando juntos alguna implicacin prctica a vivir a lo largo de la semana
relacionada con la Eucarista vivida.
3. Tengamos una relacin ms estrecha con la Comunidad cristiana de base o
Comunidad parroquial, de manera que "podamos compartir los padres y madres todas
estas cuestiones y aprender unos de otros maneras de afrontar mejor nuestra labor
catequtica o de educadores en la fe de nuestros hijos".
4. Presentemos siempre y en todo caso la participacin en este sacramento
como:
"Una oportunidad de crecer en unidad consigo mismos": Jess ha venido
para curar a los enfermos no a los sanos. Por lo tanto recibirle a l no es un
premio sino una necesidad. Nuestros hijos -como nosotros- necesitan ver en
Jesucristo alguien que les reconcilia consigo mismos, alguien que les acoge
como son y les devuelve la paz que slo l puede dar.
"Una ocasin de unirse ms a Jess": recibindole en la Eucarista forman
uno con l.
"Un medio para vivir la unidad con el resto del pueblo de Dios": Si todos
le reciben, si participan de l en la Comunin,... todos somos uno con l y en l.
"Camino y fortaleza para vivir en el mundo con las mismas actitudes
que vivi el Maestro de Nazaret": Somos en la Comunin enviados a
Anunciar el Reino de Dios COMO Jess lo hizo, amar COMO Jess lo hizo.
Y una ltima recomendacin ms:

Si bien es cierto que la Iglesia Cristiana Catlica insiste mucho por activa y por pasiva en la
necesidad de que el pueblo cristiano participe de este sacramento, al menos los domingos y
"fiestas de guardar", no lo hace por obsesin del cumplimiento de una norma sino por la
"conviccin profunda de cun importante y esencial para un cristiano es vivir este
sacramento".
Si presentamos este sacramento slo como una obligacin... acabaremos creando la idea de
que "es una cosa ms, una carga, una obligacin ms,...". Cuando alguien que nos ama,
como Dios nos ama, nos invita a participar de su vida cmo puede entenderse que
lo que motive nuestra adhesin a l sea slo una obligacin que nos imponemos?.
No es se el sentido de las recomendaciones de la Iglesia sino el de la coherencia con lo que
Jesucristo significa para nosotros.
La participacin en la Eucarista es una oportunidad para el gozo, la alegra del
ENCUENTRO con l, con el resto de la Comunidad y fuente de vida cristiana. se es
el sentido de tanta insistencia en que participemos en ella.

PARA NUESTRA REFLEXIN:


Qu nos contestan nuestros hijos cuando les decimos: "Vamos a Misa"?.

Si, por el contrario, son ellos quienes desean "ir a Misa" y somos nosotros los
remolones... (suele suceder en algunas familias que llevaron sus hijos a la parroquia
para la catequesis infantil y una vez que el hijo o hija tom la 1 Comunin ya se
olvidaron completamente de la parroquia) qu nos indica esto?, qu podemos
hacer?.
Cmo hemos interpretado hasta ahora esto de "ir a Misa todos los domingos y fiestas
de guardar"?. Cmo ha influido o influye esto en nuestros hijos?.
Hacemos conversacin de este tema ("educar en la vivencia del sacramento de la
Eucarista") con otras familias de nuestra parroquia o comunidad cristiana?, qu
conclusiones obtenemos?.
PARA AMPLIAR, CONTRASTAR O PROFUNDIZAR:

Benedicto XVI explica la Eucarista a los nios.

Jess, pan de vida.

Catequesis de la Misa.

Por qu asistir a Misa los domingos?.

Iniciacin a la Misa con nios.

Preparacin de la Misa con chicos.

Las partes de la Misa (ilustraciones).

Dinmicas para nios sobre la Eucarista.

Recursos sobre la Eucarista para nios.

Recursos para la catequesis.


Recursos didcticos para la catequesis.

Publicado por Santi Cataln en 9:25

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