Estudio Bíblico de Esdras 1
Estudio Bíblico de Esdras 1
Estudio Bíblico de Esdras 1
Esdras 3:1-3
El captulo 3 trata sobre la reedificacin del templo en Jerusaln. Vimos, hace un
momento, que el primer grupo que regres a Jerusaln despus de la cautividad en
Babilonia estaba formado por unas 50.000 personas. En la siguiente delegacin
seran unos dos mil que regresaron bajo la direccin de Esdras, y aparentemente
hubo otros que lo hicieron de diferentes maneras y que elevaron a unos sesenta mil
el nmero de los que regresaron. Sin embargo, tena que haber varios millones de
personas en esa poca, pero la mayora permaneci en la tierra de Babilonia y en
otras zonas, en lugar de regresar a la tierra prometida. Bien, leamos ahora el
versculo 1, de este captulo 3 del libro de Esdras:
"Cuando lleg el sptimo mes, y ya establecidos los hijos de Israel en las ciudades,
se congreg el pueblo como un solo hombre en Jerusaln".
Evidentemente hubo un perodo de tiempo que transcurri entre el final del captulo
2 y el principio del captulo 3. Notamos que el captulo 2 termin cuando los hijos
de Israel regresaban a su tierra. Y vimos que ellos haban trado con ellos grandes
riquezas, que se les haban entregado para que reedificaran el templo, y para que
restauraran su tierra. Aparentemente, durante ese perodo transcurrido, la gente se
dedic a edificar sus propias casas, porque veremos ms adelante, cuando
lleguemos el Libro de Hageo, que l los reprendi por haber edificado sus propias
casas, descuidando la reedificacin del templo. Puede que hayan pasado semanas o
meses, o incluso puede haber sido unos dos aos. Pero veamos en el versculo 3 lo
siguiente:
"Entonces se levantaron Jesa hijo de Josadac, con sus hermanos los sacerdotes, y
Zorobabel hijo de Salatiel, con sus hermanos, y edificaron el altar del Dios de
Israel, para ofrecer sobre l holocaustos, como est escrito en la ley de Moiss,
varn de Dios".
Para nosotros, el detalle de mayor inters es que ellos examinaron las Sagradas
Escrituras y encontraron lo que estaba escrito en la ley de Moiss. Y cuando
encontraron lo que se haba escrito, no hubo all ninguna controversia, ni
diferencias de opinin. No slo regresaron a su tierra, sino que tambin volvieron a
reconocer la Ley de Moiss. La Biblia era su autoridad y por lo tanto, ni las ideas ni
las opiniones de los individuos interfirieron en su decisin. Las cosas no se hicieron
por oportunidad, o por conveniencia. Ahora, ste es un gran principio de mucha
importancia para nosotros, y tiene una aplicacin para nuestras propias vidas. Lo
que las personas dicen o piensan, no es lo importante. Las Escrituras son
totalmente suficientes y contienen, creemos, todas las instrucciones necesarias
para la gua de aquellos que quieren ser fieles a Dios, en cualquier perodo concreto
de la historia de la Iglesia.
Es por esa razn que nosotros, no presentamos instrucciones detalladas o
especficas sobre diversos temas que preocupan a los individuos o a la sociedad en
general. Sino que nos limitamos a aplicar a la vida diaria los principios expuestos en
la totalidad de la Palabra de Dios y no slo en algunos pasajes Bblicos conocidos.
Damos gracias a Dios por esos pasajes que nos resultan tan familiares como
entraables, pero creemos que algunos de ellos han recibido un nfasis mayor, a
expensas de otras secciones igualmente importantes de la Palabra de Dios.
Creemos que si tomamos la Palabra de Dios de forma integral, y la apreciamos en
su totalidad, el Espritu Santo que la inspir nos ayudar a encontrar las respuestas
que vayamos necesitando al confrontar los interrogantes y problemas de nuestra
vida diaria, a nivel personal, y en relacin con la totalidad de nuestras relaciones de
nuestra vida en sociedad. Leamos, finalmente por hoy, el versculo 3 de este
captulo 2 de Esdras:
"Colocaron el altar firme sobre su base, porque tenan miedo de la gente de la
regin, y ofrecieron sobre l holocaustos al Seor, los holocaustos de la maana y
de la tarde".
Este altar para ofrecer holocaustos nos habla de la cruz de Cristo. El holocausto,
que era un sacrificio en el que la vctima se quemaba por completo, era una figura
del la persona de Cristo y de Su sacrificio por nosotros. Cristo se ofreci a S
mismo, sin defecto alguno, a Dios. l muri en lugar del pecador. Lo que ellos
estaban haciendo al ofrecer este sacrificio era reunirse alrededor de la persona de
Cristo en Su muerte expiatoria. ste es tambin en la actualidad, el lugar de
reunin de los creyentes cuando se renen para recordar Su sacrificio en la cruz.
Cada creyente debera comprender que aquellos que han confiado en Jesucristo
como Salvador y han sido bautizados por el Espritu Santo en el cuerpo de los
creyentes, que es la iglesia, son hermanos. Un hermano es aquel con quien uno
puede tener compaerismo y comunin. Ese compaerismo no depende del color
de la piel de una persona, de su posicin social, ni de los bienes que posea.
Tampoco tiene nada que ver con que una persona pertenezca a una determinada
iglesia o a otra. Esas diferencias externas no cambian nada ni establecen una
distincin entre los individuos. La pregunta fundamental es si esa persona es un
creyente en el Seor Jesucristo. Eso es lo importante. Si una persona es un hijo de
Dios, ella y yo podemos reunirnos y disfrutar del compaerismo cristiano, lo cual
constituye una hermosa experiencia.
En aquellos israelitas que regresaron de la cautividad vemos una maravillosa
unidad, que debera caracterizar a todos los hijos de Dios. El autor del Salmo 133:1
dijo: "Mirad cuan bueno y agradable es que los hermanos habiten juntos en
armona". Aquellos viajeros que haban regresado a la tierra eran pobres y
humildes. Y no estaban buscando una posicin en la vida; slo estaban intentando
cumplir la voluntad de Dios.
Estamos todos viviendo en el final de la poca, y resulta apropiado que aquellos
que tienen una comprensin de los tiempos, desechen toda presuncin y
pretensiones. Dice el Salmo 25:9, "l dirige a los humildes en la justicia, y ensea a
los humildes su camino". Y es con esa actitud de humildad que debemos reunirnos
alrededor de la persona de Jesucristo, as como aquel remanente que regres a su
tierra se reuni alrededor del sacrificio que simbolizaba la persona y el sacrificio de
Cristo.
Estimado oyente, si usted se acerca a Dios reconociendo que es un pecador que
necesita de Su gracia, con la actitud del que sabe que no tiene nada que ofrecer
para lograr su salvacin, l le recibir. Recuerde las palabras del Salmo 138:6, "El
Seor es excelso, y atiende al humilde, ms al altivo mira de lejos".
Copyright 2001-2017 ( TTB - Thru the Bible, RTM - Radio Transmundial, EEA - Evangelismo en Accin). Todos los
derechos reservados