Heidegger 1925
Heidegger 1925
Prolegmenos a una historia del concepto del tiempo, obra que corresponde a un curso
dictado por Martin Heidegger en 1925 en Marburgo. Este texto es considerado como una
primera versin de la gran obra de Heidegger, Ser y Tiempo aun cuando ambas difieren en
ciertos pasajes y en la forma de escritura.
Debido a que el tema a tratar en clase era la convivencia humana, nos enfocamos, por
ahora, en el 26, que lleva por ttulo El quin del estar-siendo-en-el-mundo, seccin que,
a su vez, nos remite a los 25, 26 y 27 de Ser y Tiempo que versan sobre el mismo tema
aunque expresado de forma ms llana que en la obra de 1927.
El anlisis de esta seccin comenz por el ttulo. Nos encontramos aqu con una
expresin aparecida tambin en Ser y Tiempo, In-der-welt-sein, estar-siendo-en-el-mundo.
A qu alude esta expresin? Si observamos la primera parte, estar-siendo, de inmediato
nos damos cuenta de que se est aludiendo a un constante quehacer, una constante
actividad. Aunque en un principio pudisemos pensar que el estar est refiriendo a algo
esttico, el gerundio siendo nos indica ya un movimiento, una alusin a lo dinmico.
Con respecto a lo mismo, podemos tener en cuenta lo que Ortega expresa en su obra
Historia como sistema: La vida es un gerundio y no un participio: un faciendum y no un
factum. La vida es quehacer. La vida, en efecto, da mucho que hacer. (O.C. VI, p. 33). Este
estar-siendo-en-el-mundo es un modo de ser de un ente en particular, el Dasein cuya
caracterizacin de su qu, es la de haber-de-ser (Prolegmenos, p. 295). En el 2 de Ser
y Tiempo, Heidegger lo describe como: este ente que somos en cada caso nosotros
mismos y que, entre otras cosas, tiene esa posibilidad de ser que es preguntar (Ser y
Tiempo, p. 28)
Los malentendidos no se dan slo con las traducciones desafortunadas sino tambin con
la forma en que entendemos este Dasein. Una de estas interpretaciones se relaciona con el
hecho de entenderlo como algo sustancial. Sin embargo, es importante aclarar que en el
caso del Dasein no hay sustancia sino su puro ser, ese ser que ha de ser, que tiene que ser,
en contraposicin a la sustancia que ya es y que no da cuenta de su propio ser. A modo de
clarificacin, citemos el 51 de la primera parte de Los Principios de la Filosofa, Sobre
los principios del conocimiento humano, en el cual Descartes expone su concepcin de
sustancia: Cuando concebimos la substancia, solamente concebimos una cosa que existe
en forma tal que no tiene necesidad sino de s misma para existir (p. 52). Una sustancia,
entonces, para ser tal, debe bastarse a s misma para existir. Segn esta visin, por lo tanto,
lo nico que puede ser considerado como una sustancia propiamente es Dios ya que no
hay cosa alguna creada que pueda existir un solo instante sin ser mantenida y conservada
por su poder (p.52). Esta forma de concebir la sustancia no sirve a la hora de describir lo
que Dasein es ya que se enfoca en el qu, a una cosa que est ah (lo que puede llevarnos a
malentender el Dasein como un ente intramundano) y no en el quin que es a lo que,
precisamente, apunta el Dasein: el puro ser de alguien y slo eso. Con esto, descartamos
entonces posibles relaciones entre Dasein y un yo puro o como un sujeto en contraposicin
con un objeto. En el caso del yo, en relacin al Dasein, se habla de la ocasionalidad del
yo es decir, un yo que se da en cada caso. Es por eso que, para informarnos sobre este ente
debemos preguntar por el quin y no el qu de ese ser. En Ser y Tiempo 25 Heidegger nos
dice que este ente que soy cada vez yo mismo; su ser es siempre el mo (Ser y Tiempo,
p. 135). Se trata, entonces, de una estructura ontolgica cuyo contenido an no conocemos.
Ms adelante, en los 25, 26 y 27 de la misma obra se hablar del quin del yo, el cual
remite al se o uno [das Man]: el ser del Dasein se concreta en este das Man.
El anlisis del apartado a) del 26 nos recuerda el anlisis del mundo que Heidegger
hace en Ser y Tiempo en el que nos dice que el mundo es siempre el que yo comparto con
los otros (Ser y Tiempo, p. 139). Estos otros comparecen pero de soslayo. Si en un primer
momento se pudiese creer que el momento mundo alude solamente a las cosas, en esta
seccin podemos ver que no es as. Heidegger mismo dice, a modo de ejemplo, que al
realizar un determinado trabajo:
[e]s verdad que hasta ahora no hemos tenido en cuenta a los dems y su ser, pero
tampoco y eso es algo que se debe tener bien presente hemos partido en
nuestro anlisis del presupuesto de que en principio est yo solo en el mundo o de
que en principio se d el yo sin el mundo [] hablar del aislamiento del yo o de que
<<est yo solo en el mundo>> es algo que carece de sentido (Prolegmenos, p.
297)
Referencias
Heidegger, Martin: Ser y Tiempo, Editorial Trotta, Madrid 2009; Traduccin Jorge
Eduardo Rivera.
Ortega y Gasset, Jos: Obras Completas vol. VI, Editorial Revista de Occidente,
Madrid, 1964.