U1. Badiou - El Siglo PDF

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ALAIN BADIOU

EL SIGLO

MANANTIAL
Buenos Aires
Titulo original: Le siecle
Editions du Seuil, 2005
fNDICE

Diserio de tapa: Eduardo Ruiz

Cet ouvrage, publie dans le cadre du Programme d' Aide a la Publication


Victoria Ocampo, beneficie du soutien du Ministerc francais des Affaires
Errangeres et du Service de Cooperation et d'Action
Culturelle de I'Ambassade de France en Argentine.

Esta obra, publicada en el marco del Program a de Ayuda a la Puhlicacion


Victoria Ocampo, rccibio el apoyo del Ministerio de Relaciones Exteriores de
Francia y del Servicio de Cooperacion y Accion
Cultural de la Embajada de Francia en la Argentina.

Badiou, Alain Dedicatoria . 9


EI siglo - La ed. - Buenos Aires: Mananrial, 2005.
v. 1, 232 p. ; 20x14 ern. 1. Cuestiones de metcdo . 11
Traducido por: Horacio Pons
ISBN 987-500-079-5 2. La bestia . 23
1. Ensayo Filosofico Politico Frances. r. Pons, Horacio, trad.
II. Titulo 3. Lo irreconciliado . 45
CDD 844
4. Un mundo nuevo, sf, pero 2cuando? . 59
Hccho cl deposito que marca la Icy 11.723
Impreso en la Argentina
5. Pasion de 10 real y montaje del semblante . 69
2005, Ediciones Manantial SRL,
Avda. de Mayo 1365, 6 piso 6. Uno se divide en dos . 83
(1085) Buenos Aires, Argentina
Tel: (54-11) 4383-7350 / 4383-6059 7. Crisis de sexo . 95
[email protected] - www.emanantial.com.ar
ISBN: 987-500-079-5 8. Anabasis 109
Reimpreso: 2006
9. Siete variaciones 129
Prohibida su venta en Espana

Derechos reservados 10. Crueldades............................................................................. 145


Prohibida la reproduccion parcial 0 total, el almacenamiento, el alquiler, la
transrnision 0 la transforrnacicn de este libro, en cualquier forma 0 por cualquier 11. Vanguardias '" 167
medio, sea elecrronico 0 rnecanico, mediante fotocopias, digitalizacion u otros
metodos, sin el permiso previo y escrito del editor. Su infraccion esta penada por 12. Lo infinito 187
las leyes 11.723 y 25.446.
8 EL SIGLO

13. Epilogo. Desapariciones conjuntas del hombre y de Dios 207 DEDICATORIA

Bibliografia , . 223

La idea misma de estos textos s610 pudo ocurrirseme gracias


a que Natacha Michel, a contrapelo de los anatemas pronuncia-
dos sobre las revoluciones y los militantes, y despreciando la
anulacion de todo ello por los "dem6cratas" de la actualidad,
sentenci6 un dia: "1 siglo xx ha sucedido".

La matriz de estas trece clases proviene de un seminario die-


tado en el College international de philo sophie durante los ciclos
lectivos universitarios de 1998-1999, 1999-2000 y 2000-2001.
Agradezco por 10 tanto a la institucion, y sobre to do a su pre-
sidente de esos afios, Jean-Claude Milner, por haberme dado re-
fugio para la exposicion publica de estas consideraciones.
Agradezco a los oyentes del seminario, cuyo apoyo colectivo
permiti6 dar sentido a la iniciativa.
Y agradezco, para terminar, a Isabelle Vodoz, cuyas excelen-
tes notas tomadas al calor de las improvisaciones, asi como su
dactilografia, sirvieron de materia prima para este pequefio Ii-
bro.
1
CUESTIONES DE METODO

21 de octubre de 1998

2Que es un siglo? Evoco el prefacio que Jean Genet escribi6


para su obra Les Negres,' En el, Genet plantea ir6nicamente la
siguiente pregunta: 2que es un negro?, para agregar: "Y ante to-
do, 2de que color es?". Yo tambien tengo ganas de preguntar:
2cuantos aDOSson un siglo? En este caso se imp one la pregunta
de Bossuet.? "2Que son cien aDOS,que son mil aDOS,cuando un

1. Como casi todos los textos de Genet posteriores a sus novelas iniciales (y
por 10 tanto posteriores al enorme Saint Genet, comedian et martyr de Sartre),
Les Negres es un documento crucial sobre el siglo, en cuanto se trata de forrnu-
lar las relaciones de los occidentales blancos con 10 que podrfamos llamar su in-
consciente hist6rico negro. Del mismo modo, Les Paravents intenta teatralizar,
no las anecdoras de la aterrorizadora guerra colonial de Argelia, sino 10 que en
ella se despliega en cuanto a los sujetos, unica tentativa de ese tipo si se exccp-
nia, desde luego, la esplcndida y solitaria Tombeau pour cinq cent mille soldats
de Pierre Guyotat, que hace de la guerra una especie de poema materialista, simi-
lar al poema de Lucrecio.
La empresa literaria de Genet encuentra su consumaci6n en la que es, a mi
juicio, su obra maestra, Un captif amoureux, un escrito en prosa, esta vez, y ya
no una pieza teatral, que lleva a la eternidad un momento crucial de la guerra de
los palestinos contra Israel y tarnbien, con las Panteras Negras, un momenta de
esa perpetua y secreta guerra civil que llamamos Estados Unidos.
2. No creo que siga leyendose mucho a Bossuet, y menos aun el "Sermon sur
la mort", que cito aqui. Se trata, con todo +y en esto hay que hacer justicia a
Philippe Sollers, que sostiene esta idea desde hace tiempo, y con obstinacion-, de
una de las lenguas mas vigorosas de nuestra historia. Para quien se interesa adc-
12 EL SIGLO CUESTIONES DE METODO 13

solo instante los borra?". ~Nos preguntaremos, entonces, cual, es. siglo es un siglo maldito. Para pensarlo, los principales parame-
el instante de excepcion que borra el siglo xx? iLa caida del Mu- tros son los campos de exterminio, las camaras de gas, las masa-
ro de Berlfn? ~El secuenciamiento del genoma? ~Ellanzamiento cres, la tortura, el crimen estatal organizado. EI nurnero intervie-
del euro? ne como calificacion intrinseca, porque la categorfa de crimen,
Aun cuando nos supusierarnos capaces de construir el siglo, por estar ligada al Estado, designa la masacre masiva. El balance
de constituirlo como objeto para el pensamiento, ~se trataria de del siglo plantea de inmediato la cuestion del recuento de los
un objeto filosofico, expuesto a esa voluntad singular que es la muertos.v iPor que esa voluntad contable? Ocurre que el juicio
voluntad especulativa? ~EI siglo no es ante todo una unidad his- etico solo encuentra aquf su real en el exceso apia stante del cri-
torica? men, la cuenta de las victimas por millones. El recuento es el
Dejernonos tentar por esa amante del momento, la historia. punto en que la dimension industrial de la muerte se cruza con la
La historia, ese presunto soporte macizo de toda polirica. Yo po- necesidad del juicio. Es 10 real que suponemos en el imperativo
dria decir con toda razonabilidad, por ejemplo: el siglo comien- moral. La conjuncion de ese real y el crimen de Estado lleva un
za con la guerra de 1914-1918, guerra que incluye la revolucion nombre: este siglo es el siglo totalitario.
de octubre de 1917, y term ina con el derrumbe de la URSS y el Notemos que es aun mas breve que el siglo "comunista". Co-
final de la Guerra Fda. Es el pequefio siglo (75 afios), fuertemen- mienza en 1917 con Lenin (algunos 10 harian comenzar de bue-
te unificado. El siglo sovietico, en suma. Lo construimos por me- na gana en 1793, con Robespierre, pero en ese caso seria dema-
dio de pararnetros historicos y politicos completamente recono- siado extenso)," alcanza su cenit en 1937 por ellado de Stalin y
cibles y clasicos: la guerra y la revolucion. Guerra y revolucion
reciben aqui el calificativo de "mundiales". El siglo se articula en
torno de dos guerras mundiales, por un lado, y del origen, el des-
3. Que el recuento de los muertos vale como balance del siglo es 10 que sos-
pliegue y el hundimiento de la llamada empresa "comunista" co- tienen desde hace mas de veinte afios los "nuevos fiI6sofos", que se han propues-
mo empresa planetaria, por el otro. to someter roda reflcxion sobre las politicas a la exhorracion "moral" mas regre-
Otros, en verdad, igualmente obsesionados por la historia 0 siva. Debemos considerar la aparicion reciente del Livre nair du communisme
por 10 que denominan "la memoria", cuentan eI siglo de manera como una apropiacion historiografica totalmente malhadada de esa regresion.
En ese balance contable no puede entenderse nada en absoluto de 10 que se abor-
muy distinta. Y puedo seguirlos sin dificultad. Esta vez, el siglo
da bajo el terrnino comodin de "comunismo", en relacion con politicas inmensa-
es ellugar de acontecimientos tan apocalipticos, tan espantosos, mente diferentes en sus inspiraciones y sus etapas, y extendidas a 10 largo de sc-
que la iinica categorfa apropiada para decretar su unidad es el tenta afios de historia. Si se siguen los metodos de este libro que pretende
crimen. Crirnenes del comunismo stalinista y crimenes nazis. En consagrarse a elias, las enorrnes masacres y perdidas inutiles de vidas humanas
el corazon del siglo, entonces, esta el Crimen que da la medida que, de hecho, acompafiaron algunas de esas politicas, quedan completamente
sustraidas a todo pensamiento. Ahora bien, 10 que no se piensa insiste. Al con-
de todos los crirnenes, el exterminio de los judios de Europa. EI
trario de 10 que suele decirse, la prohibicion de una repeticion proviene del pen-
samiento y no de la memoria.
4. En la estela del discurso sobre la idenridad "totalitaria " de las politicas de
emancipacion, 0 de las poliricas no liberales, algunos creyeron acertar al buscar
mas, como suponemos que 10 hace ellector del presente opusculo, en el balance sus raices por ellado de la Revolucion Francesa, y sobre todo de su episodio cen-
de los siglos, es importante ver en Bossuet al defensor mas consecuente de una tral jacobino. Asi, a partir de los ultirnos dias de la decada de 1970 pudimos leer
vision providencialista, y por 10 tanto racional, aunque superior a los recursos de algunas necedades sobre un Robespierre-Stalin e incluso, como contraprueba, so-
nuestro intelecto, de la historia humana. bre el genio liberador de los vendeanos frente al "genocidio " provincial que los
14 EL SIGLO CUESTIONES DE METODO 1.5

en 1942-1945 por el lado de Hitler, y culmina en sus aspectos El metodo sera el siguiente: tomar de la produccion del siglo
esenciales en 1976, con la muerte de Mao Tse Tung. Dura, por algunos documentos, algunas huellas que indiquen como se pen-
ende, unos sesenta afios, Eso, si ignoramos a algunos supervi- so el siglo a si mismo. Y mas precisamente, como penso su pen-
vientes exoticos, como Fidel Castro, a ciertos resurgimientos dia- samiento, c6mo identific6 la singularidad pensante de su rela-
bolicos y descentrados, como el islamismo "fanatico ", cion can la historicidad de su pensamiento.
Sin embargo, para quien pase con frialdad por encima de ese Para ilustrar este aspecto metodol6gico, permitanrne plantear
pequefio siglo en su furor mortifero, 0 para quien 10 transforme la pregunta hoy provocadora y hasta prohibida, que es esta:
en memoria 0 conmernoracion contrita, sigue siendo posible 2cual era el pensamiento de los nazis? 2Que pensaban? Hay una
pensar historicamente nuestra epoca a partir de su resultado. En manera de volver siempre de manera generalizada a 10 que hicie-
definitiva, el siglo xx sera el siglo del triunfo del capitalismo y el ron (se propusieron exterminar a los judios de Europa en las ca-
mercado mundial. Por fin, al enterrar las patologias de la vol un- maras de gas) que impide absolutamente todo acceso a aquello
tad desatada, la correlaci6n bienaventurada del Mercado sin res- que, al hacerlo, pensaban 0 creian pensar. Ahora bien, el hecho
tricciones y de la Democracia sin orillas habria instaurado el sen- de no pensar 10 que pensaban los nazis impide tambien pensar 10
tido del siglo como pacificacion 0 sabiduria de la mediocridad. que hacian y, en consecuencia, veda toda politica real de prohibi-
EI siglo expresaria la victoria de la economia, en todos los senti- ci6n del retorno de ese accionar. Mientras no se 10 piense, el pen-
dos del terrnino: el Capital, como econornia de las pasiones irra- samiento nazi perrnanecera entre nosotros impensado y, por con-
zonables del pensamiento. Es el siglo liberal. Este siglo en que el siguiente, indestructible.
parlamentarismo y su soporte abren la via regia de las ideas rni- Cuando se dice con ligereza que 10 que hicieron los nazis (el
misculas es el mas corto de todos. Iniciado a 10 sumo luego de la exterminio) es del orden de 10 impensable 0 10 inabordable, se
decada de 1970 (ultimos afios de exaltacion revolucionaria), du- olvida un punto capital: que 10 pensaron y 10 abordaron con el
ra treinta afios, Siglo feliz, se dice. Siglo parvo. mayor de los cuidados y la mas grande de las determinaciones.
Decir que el nazismo no es un pensamiento 0, en terrninos
2C6mo meditar filos6ficamente sobre todo esto? 2Que decir, mas generales, que la barbarie no piensa, equivale de hecho a
segun el concepto, acerca del entrecruzamiento del siglo totalita- poner en practica un procedimiento solapado de absoluci6n. Se
rio, el siglo sovietico y el siglo liberal? La eleccion de un tipo de trata de una de las formas del "pensamiento unico " actual, que
unidad objetiva 0 historica (Ia epopeya comunista, el mal radi- es en realidad la promoci6n de una politica unica, La politica es
cal, la democracia triunfante ... ) no puede sernos de utili dad in- un pens ami ento, la barbarie no es un pensamiento: por 10 tanto,
mediata. Pues para nosotros, filosofos, la cuesti6n no es que pa- ninguna politica es barbara. Este silogismo no apunta sino a di-
so en el siglo, sino que se penso. 2Que pensaron los hombres de simular la barbarie -evidente, sin embargo- del capital-parla-
este siglo que no fuera el mero desarrollo de un pensamiento an- mentarismo que hoy nos determina. Para salir de ese disimulo es
terior? 2Cuales son los pensamientos no transmitidos? 2Que se preciso sostener, en y par el testimonio del siglo, que el nazisrno
penso que antes fuera impensado y hasta impensable? mismo es una politica, es un pensamiento.
Se me dira, entonces: usted no qui ere ver que, ante todo, el
nazismo y por afiadidura el stalinismo son figuras del Mal. Sos-
republicanos tenian en vista. En ese sentido, el siglo xx, si su esencia es la abo- tengo, por el contrario, que al identificarlos como pensamientos
minaci6n totalitaria, comienza para algunos extremistas de la Restauraci6n con
el Cornite de Salvaci6n Publica.
o como politicas me doy, finalmente, los instrumentos para juz-
16 ELSIGLO CUESTIONES DE METODO 17

garlos, mientras que ustedes, al hipostasiar el juicio, terminan ( ius, muy humanitarias cuando se trata de bombard ear Serbia 0
por proteger su repetici6n. 11';)k,apenas se inquietan por el exterminio de millones de africa-
De hecho, la ecuaci6n moral que identifica 10 "impensable" IIOS a causa de una enfermedad, el sida, que saben controlar y

nazi (0 stalinista) con el Mal es una teologia debil. Pues somos conrrolan en Europa 0 Estados Unidos, pero contra la cual, por
herederos de una larga historia, la de la identificaci6n teol6gica razones de econornia y propiedad intelectual, razones de derecho
del Mal con el no ser. En efecto, si el Mal es, si hay una positivi- cornercial y de prioridad de los financiamientos, razones impe-
dad onto16gica del Mal, debe deducirse que Dios es su creador y riales, razones completamente pensables y pensadas, no se daran
por 10 tanto su responsable. Para absolver a Dios hay que negar medicamentos a los moribundos africanos. 5610 a los blancos de-
to do ser al Mal. Quienes afirman que el nazismo no es un pensa- m6cratas. En ambos casos, el verdadero problema del siglo es el
miento 0 no es una politica (contrariamente a su "democracia" .icoplamienro entre las "democracias" y 10 que estas designan a
que ellos exaltan), no quieren mas que declarar la inocencia del posteriori como su Otro, la barbarie de la cual son inocentes. Y
pensamiento 0 de la politica, Es decir, camuflar el parentesco se- 10que debe deshacerse es este procedimiento discursivo de abso-
creto y profundo entre 10 real politico del nazismo y 10 que en la luci6n. 5610 asi podran construirse algunas verdades acerca de
pretensi6n de esta gente es la inocencia democratica. cste aspecto.
Una de las verda des del siglo es que las democracias aliadas La logica de esas verda des supone determinar su sujeto, esto
en guerra contra Hitler casi no se preocupaban por el exterrni- es, la operaci6n efectiva que se pone en juego en la negaci6n de
nio. Estrategicamente, estaban en guerra contra el expansionis- tal 0 cual fragmento de 10 real. Y eso es 10 que intentaremos ha-
mo aleman y en modo alguno contra el regimen nazi. Tactica- cer en relaci6n con el siglo.
mente (ritmo de las ofensivas, lugares de los bombardeos, Mi idea es que nos mantengamos 10 mas cerca posible de las
operaciones comando, etc.), ninguna de sus decisiones tenia el subjetividades del siglo. No de una subjetividad cualquiera, sino
objetivo de impedir y ni siquiera limitar el exterminio. Y ello a de la que se relaciona precisamente con el siglo mismo. La meta
pesar de que desde los primeros momentos estuvieron perfecta- es tratar de ver si el sintagma "siglo xx", mas alla de la simple
mente al tanto de su existencia.v Y aun hoy, nuestras dernocra- numeraci6n ernpirica, tiene pertinencia para el pensamiento. Uti-
lizamos un metodo en interioridad maxima. La cuesti6n no pas a
por juzgar el siglo como un dato objetivo, sino por preguntarse
5. En 10 concerniente a las informaciones transmitidas a los Aliados sobre el c6mo ha sido subjetivado, captarlo a partir de su convocatoria
proccso de cxterminio y las camaras de gas, conviene remitirse en particular alli- inmanente, como categorla del siglo mismo. Nuestros documen-
bro capital de Rudolf Vrba y Alan Bestic, Je me suis evade d'Auschwitz, traduci- tos privilegiados seran los textos (0 cuadros, 0 secuencias ... ) que
do del ingles por Jenny Plocki y Lily Slyper, Paris, Ramsay, 1988.
ape Ian al sentido del siglo para sus propios actores. 0 que hacen
Puede completarse esta lectura con el articulo de Cecile Winter, "Ce qui a
fait que Ie mot juif est devenu irnprononcable", en el cual se sefiala, entre otras del terrnino "siglo", cuando este esta en curso e incluso apenas
cosas, la manera en que el montaje del filme Shoah, de Claude Lanzmann, corta iniciado, una de sus palabras clave.
el testimonio de Rudolf Vrba.
Ellibro fundamental sobre las etapas de la empresa genocida sigue siendo el
de Raul Hilberg, La Destruction des Juifs d'Europe, Paris, Fayard, 1988 [trad.
cast.: La destruccion de los judios europeos, Madrid, Akal, 2005). conjunto de los problemas planteados al pensamiento por el balance de la politi-
En Natacha Michel (comp.), Paroles ala bouche du present. Le negationnis- ca nazi, y tarnbien el revisionismo construido sobre la negacion de la existencia
me: histoire ou politique?, Marsella, Al Dante, 1997, se encontrara una vision de de las carnaras de gas.
18 EL SIGLO
CUESTIONES DE METODO 19

De ~~emodo, quiza lograremos reemplazar los juicios por la


r:soluclOn de algu~os problemas. La inflacion moral conternpo- cripcion fenomenol6gica. Paralelamente, vigorosos genios como
ranea hace que el siglo sea juzgado y condenado por doquier. No Poincare 0 Hilbert refundan, en la estirpe de Riemann, Dedekind
tengo la.intenci6n de rehabilitarlo; solo quiero pensarlo y, por 10 y Cantor, todo el estilo de la maternatica. Justo antes de la guerra
tanto, disponer su ser-pensable. Lo que debe suscitar interes no de 1914, en el pequefio Portugal, Fernando Pessoa asigna a la
es, en primer lugar, el "valor" del siglo ante un Tribunal de De- poesia tareas herculeas. EI cine mismo, recien inventado, encuen-
rechos del Hombre tan mediocre en el plano intelectual como el tra en Melies, Griffith y Chaplin a sus primeros genios. Nunca
Tribunal Penal Internacional instalado por los norteamericanos acabariamos de enumerar los prodigios de este breve periodo.
10 es en el plano juridico y politico. Intentemos, mejor, aislar y Ahora bien, inmediatamente despues se inicia una larga trage-
abordar algunos enigmas. dia cuyo color fijara la guerra de 1914-1918, la de la utilizaci6n
Para terminar esta clase indico uno de ellos, de enorme al- sin escnipulos del material humano. Hay sin duda un espiritu de
cance. la decada de 1930, y dista de ser esteril; volveremos a ello mas
EI puntapie inicial del siglo xx es excepcional. Consideremos adelante. Pero es tan masivo y violento como inventivo y sutil era
como su prologo los dos gran des decenios transcurridos entre el de principios de siglo. El sentido de esta sucesi6n es un enigma.
1890 y 1914. En todos los 6rdenes del pensamiento, esos afios re- o un problema. Preguntemonos 10 siguiente: los terribles
presentan un periodo de invenci6n extraordinaria, de creatividad aiios de las decadas de 1930, 1940 e incluso 1950, con las gue-
polimorfa s610 comparable con el Renacimiento florentino 0 el si- rras mundiales, las guerras coloniales, las construcciones politi-
gl? de Pe.ricles.Es un tiempo prodigioso de suscitacion y ruptura. cas opacas, las masacres masivas, las empresas gigantescas y pre-
Veanse simplernente algunos puntos de referencia: en 1898 rnue- carias, las victorias de costo tan elevado que parecen derrotas,
re Mallarrne, despues de haber publicado 10 que es el rnanifiesto (todo eso esta relacionado 0 no con el inicio en apariencia tan
de la escritura conternporanea, "Un coup de des jarnais ... " En luminoso, tan creador, tan civilizado que constituyen los prime-
1905 Einstein inventa la relatividad restringida -a no ser que ros aiios del siglo? Entre esos dos fragmentos temporales esta la
Poincare se le haya anticipado- y la teo ria cuantica de la luz. En guerra de 1914. (Cual es, entonees, la significaei6n de esta? (Es
1900 Freud publica La interpretacion de los suehos y da asi a Ia el resultado 0 el simbolo de que?
revoluci6n psicoanalitica su primera obra maestra sistematica. Digamos que no hay posibilidad alguna de resolver el proble-
Siempre en Viena y durante la misma epoca, Schoenberg funda en ma si no se recuerda que el perfodo bienaventurado es tarnbien el
1908 la posibilidad de una music a no tonal. En 1902 Lenin crea del apogeo de las conquistas coloniales, la dominaci6n europea
la politica moderna, explicitada en JQue hacer? De esos mismos sobre Ia tierra entera, 0 casi. Y de ese modo, en otra parte, lejos,
comienzos de siglo datan las inmensas novel as de James 0 de pero tam bien muy cerca de las almas, y en cada familia, la servi-
Con~ad, y en ellos se escribe 10 esencial de En busca del tiempo dumbre y la masacre ya estan presentes. Antes de la guerra de
perdido de Proust y rnadura el Ulises de Joyce. Puestas en marcha 1914 esta ya Africa entregada a 10 que algunos escasos testigos 0
por Frege, con Russell, Hilbert, el joven Wittgenstein y algunos artistas calificaran de salvajismo conquistador y bienpensante."
otros~ la J6gica rnatemarica y su escolta, la filosofia lenguajera, se
despliegan tanto en el continente como en el Reino Unido. Pero
h~ ~quf que hacia 19~2 Picasso y Braque estremecen la 16gica pic- 6. Entre los contados testimonios de artistas franceses del siglo sobre el salva-
tonca. Con su encarnizamiento solitario, Husserl despliega la des- jismo de la colonizaci6n, citemos por supuesto eJ Voyage au Congo de Gide. Pero
tarnbien una minucia, una de las Chansons madecasses de Maurice Ravel, la que
20 EL SIGLO CUESTIONES DE METODO 21

Yo mismo miro con espanto ese diccionario Larousse de 1932, da idealizacion objetiva, proyectan la maternatica hacia una con-
heredado de mis padres, donde, en la entrada correspondiente a sumacion susceptible de mecanizarse. En ese sentido, el proyecto
la jerarquia de las razas, considerada como una evidencia para to- del hombre nuevo es un proyecto de ruptura y fundacion que ex-
dos, aparece el dibujo del craneo del negro entre el craneo del go- hibe, en el orden de la historia y el Estado, la misma tonalidad
rila y el del europeo. subjetiva que las rupturas cientificas, artisticas y sexuales de
Luego de dos 0 tres siglos de deportaci6n de la carne humana principios de siglo. Es posible sostener entonces que el siglo fue
con fines de esclavitud, la conquista logra hacer de Africa el re- ficl a su prologo. Ferozmente fiel.
verso de horror del esplendor europeo, capitalista y dernocratico. Lo curioso es que hoy esas categorias estan muertas, ya nadie
Y la cosa prosigue en nuestros dias. En el negro furor de la deca- se preocupa por crear politicarnente un hombre nuevo y, al con-
da de 1930, en la indiferencia a la muerte, hay algo que proviene trario, se exige en todas partes la conservaci6n del hombre anti-
sin duda de la Gran Guerra y las trincheras, pero tam bien, como guo, y por afiadidura la de todos los animales en peligro, y hasta
un retorno infernal, de las colonias, de la manera como en elias la del viejo maiz, en el preciso momento en que hoy, gracias a las
se consideran las diferencias en la humanidad. manipulaciones geneticas, las cosas estan listas para cambiar
Admitamos que el nuestro es el siglo en que, como deda Mal- realmente al hombre y modificar la especie. Toda la diferencia
raux, la politica se convirti6 en tragedia. A principios de siglo, radica en que la genetica es profundamente apolirica. Me creo
en la apertura dorada de la Belle Epoque, 2que elementos prepa- autorizado a decir incluso que es estupida, 0 al menos que no es
raban esta vision de las cosas? En el fondo, a partir de deterrni- un pensamiento; a 10 sumo, una tecnica, Es coherente, por 10
nado momento, el siglo se obsesiona con la idea de cambiar al tanto, que la condena del proyecto politico prometeico (el hom-
hombre, de crear un hombre nuevo. Lo cierto es que la idea cir- bre nuevo de la sociedad emancipada) coincida con la posibili-
cula entre los fascismos y los comunismos, y las estatuas son mas dad tecnica -yen ultima instancia financiera- de cambiar la es-
o menos las mismas, la del proletario de pie en el umbral del pecificidad del hombre. Pues ese cambio no corresponde a
mundo emancipado, pero tam bien la del ario ejemplar, el Sigfri- ningun proyecto. Los diarios nos informan que es posible, que
do que da por tierra con los dragones de la decadencia. Crear un podremos tener cinco extremidades 0 ser inmortales. Y esto su-
hombre nuevo equivale siempre a exigir la destruccion del viejo. cedera justamente porque no es un proyecto. Sucedera en el au-
La discusi6n, violenta e irreconciliable, se refiere a la definici6n tomatismo de las cosas.
del hombre antiguo. Pero en todos los casos el proyecto es tan Vivimos, en suma, la revancha de 10 que la apropiaci6n eco-
radical que en su realizaci6n no importa la singularidad de las nornica de la tecnica tiene de mas ciego y objetivo, contra 10 que
vidas humanas; ellas son un mero material. Asi como, arranca- la politica tiene de mas subjetivo y voluntario. Y en cierto senti-
dos a su armenia tonal 0 figurativa, los sonidos y las formas son, do, hasta la revancha del problema cientifico sobre el proyecto
para los artistas del arte moderno, materiales cuyo destino debe politico. Pues es asi: la ciencia, y esa es su grandeza, tiene proble-
reformularse. 0 asi como los signos formales, despojados de to- mas; no tiene proyecto. "Cambiar al hombre en 10 que tiene de
mas profundo"" fue un proyecto revolucionario, sin duda un

repite: "Desconfiad de los blancos, habitantes de la ribera". Ravel es un hombre


que rechazo la Legion de Honor porque el gobierno frances apoyaba en Rusia to- 7 En la fase inicial de la Revolucion Cultural, algunos dirigentes, entre ellos
das las maniobras posibles e imaginables contra la revolucion bolchevique. Lin Biao, sostuvieron la siguiente consigna: "Cambiar al hombre en 10 que tiene
22 EL SIGLO

mal proyecto, y se convirtio en un problema cientifico 0 acaso 2


solamente tecnico; en todo caso, un problema que tiene solucio-
nes. Sabemos 0 sabremos hacerlo. LA BESTIA
Desde luego, podemos preguntar: (que hacer con el hecho de
que sabemos hacerlo? Pero para responder a esta pregunta hace 18 de noviembre de 1998
falta un proyecto. Un proyecto politico, grandioso, epico, violen-
to. Creanrne, no seran las benditas comisiones de etica las que
responderan a la pregunta: "(Que hacer con este hecho: la cien-
cia sabe hacer un hombre nuevo?". Y como no hay proyecto, 0
mientras no 10 haya, la {mica respuesta es bien conocida. Ellu-
cro dira que hacer.
Pero, en fin, hasta el ultimo minuto el siglo habra sido eI si-
glo del advenimiento de otra humanidad, de un cambio radical Para nuestro rnetodo, que consiste en partir de los caminos y
de 10 que es el hombre. Y en ese sentido se habra mantenido fiel las maneras a traves de los cuales el siglo se relaciona consigo
a las extraordinarias rupturas mentales de sus primeros aiios. mismo, el poema "EI siglo" del poeta ruso Osip Mandelstam
Con la salvedad de que habremos pasado, poco a poco, del or- constituye sin duda alguna un documento ejemplar. Tanto mas
den del proyecto al orden de los automatism os de la ganancia. EI cuanto que data de la decada de 1920, luego de la guerra de
proyecto habra matado mucho. EI automatismo tarnbien, y se- 1914 y durante los primeros afios del poder bolchevique.
guira haciendolo, pero sin que nadie pueda designar un respon- Mandelstam 1 es hoy reconocido como uno de los mas gran-
sable. Convengamos, para dar razon de ello, que el siglo ha sido des poetas del siglo. Desde luego, no ocurria 10 mismo en los
la ocasion de vastos crirnenes. Agreguemos que no ha terminado: aiios que nos ocupan. No es, sin embargo, un escritor oscuro.
los criminales nominales son sucedidos por criminales tan anoni- Ha pasado por el frenesi formal de las escuelas poeticas de la
mos como 10 son las sociedades por acciones. preguerra y, a su manera, es tam bien un hombre de la guerra y
la revolucion. Los sucesos violentos e inauditos de su pais 10
afectan y suscitan su rneditacion poetica. En la decada de 1930
sera, por cierto, una suerte de artista insurrecto contra el despo-
tismo stalinista, sin contemplar jarnas la posibilidad de que su
destino este en otra parte que en la Union Sovietica ni convertir-
se en un verdadero opositor politico. Su juicio esta siempre ado-
de mas profundo". Muy pronto se advirti6 que ese cambio de las profundidades sado a la poesia 0 al pensarniento muy sutil que la rodea. Es de-
humanas exigfa en to do caso, y para obtener resultados muy aleatorios, una die- tenido una primera vez en 1934 despues de escribir un poema
tadura de hierro y arreglos de cuentas de la violencia mas inusitada. Adernas, ese
alumbramiento forzado del hombre nuevo fue denunciado, en una secuencia ul-
terior, como un exceso "izquierdista". EI propio Lin Biao, eleva do al pinaculo en
1969, dej6 la vida en esa contracorriente en septiernbre de 1971, probablemente 1 Para sus poernas de la decada de 1920 ellector puede remitirse al pequefio
liquidado entre bambalinas durante una reunion de dirigentes. En China, el epi- volumen Tristia et autres poemes, selecci6n y traduccion de Francois Kerel, Paris,
sodio sigue amparado por el secreto de Estado. Gallimard, 1982 [rrad. cast.: Tristia y otros poemas, Montblanc, Igitur, 1998].
24 EL SIGLO LA BESTIA 25

sobre Stalin,2 que es mas una especie de advertencia sard6nica y imprudente, hombre de ingenua confianza en el pensamiento,
amarga que un poema de critica politica. Mandelstam, hombre muestra ese poema a una docena de personas, quizas ocho 0

2. EI siguiente es el poema aludido, en una traduccion (ritmada y rimada) de No carece de interes comparar este poema ruso de la decada de 1930
Francois Kerel: con un poema frances de 1949 firmado por Paul Eluard, algunos de cuyos
fragmentos cito aqui:
Nous vivons sans sentir sous nos pieds de p ays,
Et l'on ne parle plus que dans un chuchotis, Et Staline dissipe aujourd'hui Ie malheur
La confiance est Ie fruit de son cerveau d'amour
Si jamais l'on renconire I'ombre d'un bavard La grappe raisonnable tant elle est parfaite
On parle du Kremlin et du fier montagnard.
Grace a lui nous vivons sans connaitre d'automne
II ales doigts epais et gras comme des vers L'horizon de Staline est toujours renaissant
Et des mots d'un quintal precis comme des fers. Nous vivons sans douter et meme au fond de l'ombre
Nous produisons la vie et regions l'avenir
Quand a moustache rit, on dirait des cafards, II n'y a pas pour nous de jour sans lendemain
Ses grosses bottes sont pareilles Ii des pbares. D'aurore sans midi de [raicheur sans chaleur [... J

Les chefs grouillent auteur de lui - la nuque [rele. Car fa vie et les hommes ont elu Stafine
Lui, parmi ces nabots, se joue de tant de zele. Pour figurer sur terre leur espoir sans bornes.

L'un siffle, un autre miaule, un autre encore geint- Y Stalin disipa hoy la desdicha
Lui seul pointe l'index, lui seul tape du poing. La confianza cs eI fruto de su mente de arnor
EI racimo razonable, a tal punto perfecto
Vivimos sin sentir eI pais bajo los pies,
Y ya no sc habla sino en murmullos. Gracias a el vivimos sin conocer otofio
EI horizonte de Stalin renace sin cesar
Si alguna vez damos con la sornbra de un conversador, Vivimos sin dudar y aun en el pozo de la sombra
Hablamos del Kremlin y del altivo rnontafies. Producimos la vida y arreglamos el porvenir
No hay para nosotros dia sin manana
Tiene los dedos gruesos y grasos como gusanos Aurora sin mediodia frescura sin calor [... ]
Y palabras de un quintal, precisas como el acero.
Pues la vida y los hombres han elegido a Stalin
Cucarachas parece su bigote al reir, Para representar en la tierra su esperanza sin limites.
Y sus grandes botas relucen como faros.
Pensar la subjetividad del siglo en cuanto a la subespecie stalinista del genero
Los jefes hormiguean a su alrededor, flexible el eogote. denominado "cornunisrno " es, en suma, pensar la distancia entre estos dos rex-
EI, entre esos enanos, se burla de tanto celo. tos, sin apresurarse a decir que Mandelstam tenia razon y Eluard se equivoeaba,
10 cual, en ciertos aspectos evidentes, no produce empero efecto alguno de pen-
Uno silba, otro maulla, un tercero gime; samiento. Es mas interesante considerar sin rodeos la verdad del enunciado del
Solo el seiiala con el dedo, solo el golpea con el pufio. ex surrealista Eluard, a saber, que el nombre "Stalin" designaba efectivamente,
LA BESTIA 27
26 ELSIGLO

nueve mas de 10 debido. Todo el mundo 10 cree perdido, pero II) IIIUY tributaria de los intentos anteriores de Henri Abril, Fran-
queda en libertad luego de una intervencion personal del Jefe. Se ,(lis Kerel y Tatiana Roy.
trata de uno de los efectos teatrales que, en beneficio de los artis-
tas, complacen a los despotas. Stalin telefonea a Pasternak en Siecle mien, bete mienne, qui saura
plena noche para preguntarle si Mandelstam es verdaderamente 2 Plonger les yeux dans tes prunelles
un gran poeta de la lengua rusa. Ante la respuesta afirmativa del OJ Et coller de son sang
escritor, la muy probable deportacion mortal se transforma en 4 Les uertebres des deux epoques?
residencia vigilada. Sin embargo, esto es solo un aplazarniento. 5" Le sang-biitisseur Ii flots
Mandelstam sera vfctirna de las grandes purgas de 1937 y mori- 6 Degorge des choses terrestres.
ra en Asia oriental, de camino a los campos. 7 Le uertebreur {remit Ii peine
El poema que estudiamos es muy anterior: data de 1923, afio 8 Au seuil des jours nouveaux.
en que reina una actividad intelectual intensa.I El devenir de la
URSS esta todavia en suspenso. Mandelstam tiene la conciencia 9 Tant qu'elle vit la creature
poetica de que algo fundamental esta en juego en el acontecer 10 Doit s'ecbiner jusqu'au bout
caotico de su pais. Trata de dilucidar para sf mismo el enigma de 11 Et fa vague joue
ese momenta de incertidumbre y oscilaci6n que 10 inquieta. Lea- 12 De l'invisible oertebration.
mos ante todo el poema entero. Lo presento en una nueva tra- 13 Comme le tendre cartilage d'un enfant
duccion, debida a los esfuerzos de Cecile Winter y yo mismo, pe- 14 Est le siecle dernier-ne de la terre.
15 En sacrifice une {ois encore, comme l'agneau,
16 Est o{{ert le sinciput de la vie.
para millones de proletarios e intelectuales, el poder de vivir "sin conocer oro-
no", y sabre todo el de producir la vida sin la necesidad de dudar. 17 Pour arracher le siecle Ii sa prison,
3. Las memorias de la mujer de Mandelstam, Nadezda -Contre tout espoir, 18 Pour commencer un monde nouveau,
tres vohimcnes, traduccion de Maya Minoustchine, Paris, Gallimard, 1975 [tra-
19 Les genoux des jours noueux
duccion espanola: Contra toda esperanza. Memorias, Madrid, Alianza, 1984]-,
son un documento muy inreresanre sobre la vida de la intelligentsia bajo el poder 20 II {aut que la flute les unisse.
sovietico, asi como sobre las etapas que llevan del activismo de la decada de 21 C'est Ie siecle sinon qui agite la vague
1920 a los temores, los silencios y las "desapariciones" de la decada siguiente. En 22 Selon la tristesse humaine,
ellas nos enteramos, par ejemplo, de que Ezhov, el gran organizador del terror de 23 Et dans l'herbe respire la uipere
1937, cuando hubo decenas de miles de fusilados y centenares de miles de depor-
24 Au rythme d'or du siecle.
tados, era justamente un intelectual refinado, bien conocido en el mundo de los
poetas y escritores.
De manera general, la pasion por enfrentarse al "nucleo duro" de la accion 25 Une {ois encore les bourgeons vont gonfler
llevaba a muchos miembros de la intelligentsia a desempefiarse en la policia 0 los 26 La pousse verte va jaillir,
servicios secretos. El caso habria de repetirse en Inglaterra, donde el "cornunis- 27 Mais ta uertebre est brisee,
mo" de los intelectuales de Cambridge se manifestaria principalmente en su apti-
28 Mon pauvre et beau sieclel
tud para el espionaje y la infiltracion. Esas trayectorias pueden tenerse por va-
riantes perversas de la pasion de 10 real [con respecto a "pasion de 10 real", vease 29 Et avec un sourire insense
nota del editor en pagina 38]. 30 Tu regardes en arriere, cruel et [aible,
28 ELSIGLO LA BESTIA 29

31 Comme agile autrefois une bete 31 Como agil, antafio, una bestia,
32 Les traces de ses propres pas. 32 Las huellas de sus propios pasos.

1 Siglo mio, bestia mia, 2quien sabra 1. La figura fundamental del poerna, la que prescribe su sen-
2 Hundir los ojos en tus pupilas tido, es la figura de la bestia, con ia cual comienza y termina el
3 Y pegar con su sangre texto, EI siglo, ese siglo apenas iniciado, pero que en Rusia ha
4 Las vertebras de las dos epocas? impuesto un corte mucho mas radical que en otros lugares, es
5 EI constructor de sangre a mares una bestia. Y el poema va a radiografiarlo, a producir la imagen
6 Vomita cosas terrestres. del esqueleto, la osamenta. Al principio es una bestia viva. Al fi-
7 EI vertebrador se estremece apenas nal, observa su huella. Entre uno y otro, la cuestion decisiva es la
8 En el umbra! de los dias nuevos. vertebracion, la solidez de la espina dorsal de la bestia. 2Que
prop one todo esto al filosofo?
9 Mientras vive, la creatura El poema intenta construir una vision organica y no rnecani-
10 Debe deslomarse hasta el final ca del siglo. El deber del pensamiento es subjetivar el siglo como
11 Y la ola iuega c:omposic:i6ovivieote. Pero todo el texto muestra que la cuestion
12 Con la invisible vertebracion. de la vida de esa bestia es incierta. EI poema pregunta: 2en que
13 Como el tierno cartilage de un nino sentido podemos considerar que un siglo esta vivo? 2Que es la
14 Es el siglo recien nacido de la tierra. vida del tiempo? 2El nuestro es el siglo de la vida 0 de la muerte?
15 Una vez mas en sacrificio, como el cordero, Nietzsche en lengua alemana, Bergson en lengua francesa (y
16 Se ofrece el sincipucio de la vida. portador, en comparacion con el loco de Turin, de nuestra mode-
racion nacional), son los verdaderos profetas de este tipo de cues-
17 Para arrancar al siglo de su prision, tiones. Exigen, en efecto, que de toda cosa se elabore una repre-
18 Para comenzar un mundo nuevo, sentacion organica unificada. Se trata de romper con los modelos
19 Las rodillas de los dias nudosos mecanicos 0 terrnodinamicos propuestos por el cientificismo del
20 Debe unirlas la flaura. siglo XIX. El gran interrogante onrol6gico del siglo naciente xx es:
21 Es el siglo, si no, el que agita la ola 2que es la vida? EI conocimiento debe convertirse en la intuicion
22 Segun la tristeza humana, del valor organico de las cosas. Por eso la metafora del conoci-
23 Y en la hierba respira la vibora miento del siglo puede ser la tipologia de una bestia. En cuanto a
24 Al ritmo de oro del siglo. la cuesti6n normativa, se formula del siguiente modo: 2que es la
verdadera vida, que significa vivir verdaderamente, con una vida
25 Otra vez se hincharan las yemas adecuada a la intensidad organica del vivir? Este interrogante
26 Y brotara eI retofio verde, atraviesa el siglo, en relaci6n con la cuestion del hombre nuevo,
27 Pero tienes la vertebra quebrada, del que el superhombre de Nietzsche es una anticipaci6n. El pen-
28 [Pobre y bello siglo rnio! samiento de la vida interroga la fuerza del querer vivir. 2Que es
29 Y con una sonrisa insensata vivir segun un querer vivir? Y si se trata del siglo: 2que es este co-
30 Miras hacia arras, cruel y deb il, mo organismo, como bestia, como poder osamentado y viviente?
30 EL SIGLO
LA BESTIA 31

Pues copertenecemos a este siglo vital. Vivimos por fuerza una vi- mas que de estar en el tiempo de la historia. Para mirar fijamente
da que es la suya. Como dice Mandelstam ya en el comienzo del al siglo-bestia es preciso tener una capacidad subjetiva muy su-
poema, el siglo como bestia es "bestia mia ", perior a la que simplemente marcha a la par de su epoca. El
Esta identificaci6n vital gobierna el movimiento del poema: pa- hombre del siglo debe sostenerse frente a la masividad de la his-
saremos de la mirada posada en la bestia a la mirada de la bestia. toria debe sostener el proyecto prometeico de una posibilidad de
Del cara a cam con el siglo al hecho de que este mira hacia atras, com;araci6n entre el pensamiento y la historia. La idea hegelia-
El pensamiento poetico del tiempo consiste, aun cuando las cosas na del siglo XIX consiste en entregarse al movimiento de la histo-
se yean con los propios ojos, en verlas con el ojo del siglo mismo. ria, "abandonarse a la vida del objeto "." La idea del siglo xx es
Tocamos aqui el historicismo asombroso de toda la modernidad, confrontarse con la historia, dominarla politicamente. Pues lue-
un historicismo que se instala incluso en el vitalismo del poema. Es go de la guerra de 1914-1918 ya nadie puede confiar en ella, al
que Vida e Historia son dos nombres de una misma cosa: el movi- extrema de abandonarse al supuesto progreso de su movimiento.
miento que arrebata de la muerte, el devenir de la afirmaci6n. Como subjetividad, la Figura de la relaci6n con el tiempo se
2Que es, en definitiva, esa problernatica narrativa y ontol6gica convirti6 en una Figura heroica, aun cuando el marxismo todavia
que recorri6 el siglo, la problematica de la vida? 2A que se opone? arrastrara, sin destinarla a uso alguno, la idea de un sentido de
A la idea de que la filosofia es una sabiduria personal. iNo!, dice la historia. Entre el coraz6n del siglo XIX y el comienzo del "pe-
el siglo, al menos hasta la Restauraci6n, que comienza alrededor quefio siglo xx", entre 1850 y 1920, se pasa del progresismo his-
de 1980. No, no hay sabiduria individual. Bajo los terrninos apa- t6rico al heroismo politico hist6rico, porque se pasa, tratandose
reados de Vida e Historia, el pensamiento siempre se relaciona con del movimiento hist6rico espontaneo, de la confianza a la des-
mucho mas que el individuo. Esta en relaci6n con una bestialidad confianza. EI proyecto del hombre nuevo imp one la idea de que
mucho mas poderosa que la del simple animal humano. Y esa re- vamos a obligar a la historia, a forzarla. EI siglo xx es un siglo
lacion impone una comprensi6n organica de 10 que es, una com- voluntarista. Digamos que es el siglo parad6jico de un historicis-
prension frente a la cual puede ser justo sacrificar al individuo. mo voluntarista. La historia es una bestia enorme y poderosa,
En ese scntido, el siglo es el del animal humano, como ser nos supera y, sin embargo, es preciso sostener su mirada de plo-
parcial trascendido por la Vida. 2Que animal es el hombre? mo y obligarla a servirnos.
2Cual es el devenir vital de este animal? 2C6mo puede concordar El problema del poema, que es tambien el problema del siglo,
mas profundamente con la Vida 0 la Historia? Estas preguntas radica en diazo entre el vitalismo y el voluntarismo, entre la evi-
explican la fuerza, en el siglo, de las categorias que exceden la dencia del poderio bestial del tiempo y la norma heroica del cara
singularidad, la categoria de clase revolucionaria, proletariado, a cara, 2C6mo se anudan en el siglo la cuesti6n de la vida y la
partido comunista. Pero tarnbien, es preciso reconocerlo, el peso del voluntarismo? Tarnbien aqui Nietzsche es profetico con su
interminable de las cuestiones raciales. "voluntad de poder ". El filosofo devel6 la dialectic a mayor entre
El poema no cede a ese tipo de trascendencia. Pero anuda con
firmeza el siglo a la imagen de los recurs os vitales de una bestia.

2. "2Quien sabra hundir los ojos en tus pupilas ... ?" La cues- 4. Es importante leer 0 releer el prefacio de la Fenomenologia del espiritu. Se
ti6n del cara a cara es la cuesti6n heroic a del siglo. 2Puede uno trata, sin duda alguna, de uno de los textos especulativos decimononicos cuya
resonancia es mas fuerte en el siglo xx. Podemos llegar incluso a decir que ese
mantenerse en pie frente al tiempo hist6rico? Se trata de mucho
texto era externporaneo en su epoca y enteramente pertinente hacia 1930.
32 EL SIGLO LA BESTIA 33

vida y voluntad. Hay una tension muy grande entre ambas, cuyo tencia del siglo, un punto muy sensible en la rnetaforica de Man-
simbolo se encuentra en el hecho de que, con respecto a 10 ocu- delstam y que tarnbien ocupa un gran lugar en otro magnifico
rrido en el siglo, los actores protagonicos siempre sostuvieron poema consagrado al tiempo y al sujeto del tiempo, el poema ti-
que correspondia a una necesidad vital, una coaccion historica y, tulado "Aquel que ha encontrado una herradura". EI poeta dice
al mismo tiempo, que solo podia alcanzarse por una voluntad tres cosas aparentemente contradictorias de esa osamenta de la
tensa y abstracta. Existe una especie de incompatibilidad entre la bestia, de esa consistencia del tiempo historico:
ontologia de la vida (homogenea, a mi juicio, a la ontologia de la
historia) y la teoria de la discontinuidad voluntarista. Pero esa a) La osamenta es pesada, aplastante, nudosa (versos 3-4, 19). En
incompatibilidad constituye la subjetividad activa de la bestia-si- filigrana, la radiografia revela una pesadez esencia!. Antafio la
glo. Como si la continuidad vital solo pudiera cumplir sus pro- bestia era agil (verso 31), pero ya no 10es. En 1923 se acaba de
pios fines en la discontinuidad voluntarista. Desde un punto de salir de la carniceria de 1914-1918 yen Rusia, peor aiin, de la
vista filosofico, la cuestion es sin duda la de la relacion entre vi- guerra civil y el comunismo de guerra. La esencia del siglo-bes-
da y voluntad, que esta en el centro del pensamiento de Nietzs- tia es la vida, pero una vida que vomita sangre y muerte.
che. La superhumanidad nietzscheana es la afirrnacion integral b) Ala inversa: la osamenta es de una extrema fragilidad (versos
de todo, el rnediodia dionisiaco como puro despliegue afirmativo 13-14), hay algo que aun no ha sedimentado, la bestia es in-
de la vida. Y al mismo tiempo, en una angustia que se acelera a fantil, naciente.
partir de 1886-1887, Nietzsche comprende que esa afirrnacion c) Para terminar: esa vertebra ya esta rota (verso 27). Aun antes
total es tarnbien una ruptura absoluta y que es preciso, segun sus de comenzar, el siglo tiene quebrada la espina dorsa!.
propias palabras, "romper en dos la historia del mundo v.>
Lo que debemos vcr es que la imposici6n de un heroismo de la Entendamos estos enunciados contradictorios como una des-
cliscontinuidad a la continuidad vital se resuelve, politicarnente, cripcion subjetivada del siglo. Iniciado en la pesadez y la sangre,
en Ia necesidad del terror. La cuestion subyacente es la relacion nos aplasta ya con su peso funebre. Sin embargo, esta en su albo-
entre vida y terror. EI siglo sostuvo sin estremecerse que la vida rada y, por 10 tanto, hay en el indeterrninacion, una promesa na-
s610 curnplia su destino (y su designio) positivo a traves del terror. ciente y fragil. Pero algo esta roto, es discontinuo e inca paz de
De alii una suerte de reversion entre la vida y la muerte, como si sostenerse.
esta no fuera sino eI medio de aquella, EI poema de Mandelstam EI poema puede decir todo eso al mismo tiempo, nunca esta
esta recorrido por esa indecidibilidad entre una y otra. obligado a dialectizar. Pues no se trata de un enunciado objetivo
sino de un montaje mental, cuyo nombre es "siglo". De hecho,
3. La gran cuestion planteada por el poema a la bestia-siglo mucho mas alia de Mandelstam, ese siglo estuvo obsesionado por
es la de su vertebracion. ~Cual es su osamenta? ~Como se sostie- su propio horror. Es un siglo que se sa be sangriento, sobre todo
ne? Vertebra, cartilago, sincipucio ... Es la cuestion de la consis- desde la guerra de 1914, que fue un trauma inconcebible. Ese
conflicto se vivio como algo distinto de una guerra: la expresion
"carniceria" aparece muy pronto. "Carnicerfa" quiere decir rna-
tanza, consumo lisa y llano de la vida de los hombres, por millo-
5. Cornenre con cierto detalle esta formula en el folleto de las conferencias
del Perroquet, justamente titulado "Casser en deux l'histoire du monde?" nes. Pero es igualmente cierto que el siglo se piensa como cornien-
[" (Romper en dos la historia del mundo?"]. zo de una nueva era, infancia de la verdadera humanidad,
34 ELSIGLO LA BESTIA 35

promesa. Hasta los exterminadores se presentaron bajo el signo central en la identificaci6n del siglo: su relaci6n con la centuria
de la promesa y el comienzo. Prometieron la edad de oro, la paz precedente. Nos preguntamos
de mil afios.
[2quien podra] pegar con su sangre
En efecto, la subjetividad del siglo organiza de manera com- Las vertebras de las dos epocas?
pletamente novedosa la relacion entre fin y comienzo. El poema
de Mandelstam yuxtapone estas dos ideas: "Pegar con Ia sangre": la idea es clara, si tenemos en cuenta
que la guerra y la masacre constituyen el limite entre ambos si-
Para arrancar al siglo de su prisi6n,
glos. Pero 2cual es el verdadero sentido de esa relaci6n? La cues-
Para comenzar un mundo nuevo
ti6n es absolutamente fundamental en el siglo xx. Puede decirse
EI siglo es al mismo tiempo prision y nuevo dia, un dinosaurio que el sentido de este esta fijado por la manera de pensar su vin-
condenado 0 una joven bestia naciente. c~lo con el siglo XIX. Ahora bien, hay ante todo dos vinculos po-
Resta leer el sentido de la fractura, del espinazo rota: sibles, ambos muy presentes en los enunciados referidos al siglo.

Pero tienes la vertebra quebrada, a) La finalidad ideal: el siglo xx cumple las promesas del siglo
iPobre y bello siglo mio! XIX. EI siglo XX realiza 10 pensado por el siglo XIX. Por ejern-
plo, la Revoluei6n, sofiada por los utopistas y los primeros
La idea atraveso todo el siglo: que su oportunidad ya habia marxistas. En terrninos lacanianos, esto puede decirse de dos
pasado. Que solo podia emprender una penosa reparacion de su maneras: 0 bien que el siglo xx es 10 real de aquello cuyo
propia impotencia. Justamente por ser vitalista, el siglo indaga en imaginario fue el siglo XIX, 0 que es 10 real de aquello de 10
su vitalidad y duda con frecuencia de ella. Justamente por ser vo- c~al el sig~o XIX fue 10 sirnbolico (los elementos con los que
luntarista, evalua las insuficiencias de su voluntad. Se asigna ob- hizo doctnna, 10 que pens6 y organize).
jetivos tan grandiosos que se convence con facilidad de su incapa- b) La ?iscontinuidad negativa: el siglo xx renuncia a todo 10 que
eidad de alcanzarlos. Se pregunta entonees si la verdadera el siglo XIX (edad de oro) promena. El siglo xx es una pesadi-
grandeza no esta detras de S1. La nostalgia 10 aceeha constante- 11a,la barbarie de una civilizacion hundida.
mente; el siglo tiende a mirar hacia arras. Cuando cree haber per-
dido ya su energia, se representa a sf mismo como una pro mesa En el primer caso, el punto clave es que uno se siente inclina-
incumplida. do a aceptar cierto horror de 10 real. Se ha dicho muchas veces
Vitalismo (la bestia poderosa), voluntarismo (sostenerse frente que la barbarie del siglo xx se debfa a que los actores, revolucio-
a el}, nostalgia (ya todo ha pasado y las energias faltan): no son narios 0 fascistas, aceptaban el horror en nombre de la promesa,
contradicciones, es 10 que el poema describe en 1923 como subje- en nombre de los "porvenires que cantan". Estoy convencido, a
tividad del pequefio siglo que comienza. La osamenta nudosa, el la inversa, de que 10 que fascin6 a los militantes fue 10 real de ese
cartilage infantil y la vertebra rota designan el siglo alternativa- siglo. Hay, de hecho, una exaltacion de 10 real hasta en su ho-
mente con dena do, exaltado, afiorado. rro~. Los acto res no eran, por cierto, panfilos manipulados por
ilusiones, [Imaginen la resistencia, Ia experieneia y hasta el de-
4. Pero si miramos hacia arras vemos el siglo XIX y planteamos sengafio que podia haber en un agente de la Tercera Internacio-
a la sazon una cuestion fatidica, una cuestion particularmente nal! Durante la Guerra Civil espanola, euando un delegado eo-
EL SIGLO LA BESTIA 37
36

munista ruso de las Brigadas Internacionales recibe de improviso el que camina adelante, una figura ligada al despertar de los pue-
la orden de regresar a Moscu, sa be muy bien que alli 10 esperan blos, el progreso, la liberacion, el despuntar de las energias ..
el arresto y la ejecucion. Sabe, desde los primeros momentos, Pero ya obsoleta a fines del siglo XIX, la imagen del poeta guia
que Stalin, a quien no Ie gusta que la gente experimente nada al queda invalidada por completo en la centuria siguiente. En la es-
margen de su control, se ha propuesto liquidar practicamente a tirpe de Mallarrne, el siglo xx funda otra figura, la del poeta co-
todos los veteranos de Espana. (Va a huir, defenderse, ofrecer re- mo excepcion secreta actuante, preservacion del pensamiento per-
sistencia? En absoluto. Los delegados que se encuentran en esas dido. EI poeta es el protector, en la lengua, de una apertura
circunstancias se emborrachan a la noche y a la manana siguien- olvidada, es, como dice Heidegger, el "custodio de 10 Abierto't.f
te emprenden la partida hacia Moscu, 2Se nos dira que es el efec- EI poeta, ignorado, monta guardia contra el exrravio, Persistimos,
to de las ilusiones, las promesas y los mananas que cantan? No, desde luego, en la obsesion por 10 real, porque el poeta garantiza
sucede que para ellos 10 real entraiia esa dimension. Que e1 ho- que la lengua conserve el poder de nombrario. Tal es su "accion
rror nunca es mas que uno de sus aspectos, y la muerte forma restringida", que sigue siendo una funcion muy elevada,
parte de el, En nuestra tercera estrofa se ve con claridad que el arte, en el
Lacan vio con mucha claridad que la experiencia de 10 real siglo, tiene el papel de unir. No se trata de una unidad masiva si-
siempre es en parte experiencia del horror. La verdadera cuestion no de una fraternidad intima, una mana que se une a otra, una
no pasa en modo alguno por 10 imaginario, sin~ por sab~r que rodilla que toea otra. De lograr su cometido, el arte nos preser-
cosa hacia las veces de real en csas experirnentaciones radicales. vara de tres dramas.
Con seguridad no, en todo caso, Ia pro mesa de dias mejores. Por
10 dernas, estoy convencido de que los resortes subjetivos de la a) EI de la pesadez y el encierro. Es el principio de libertad del poe-
accion, del coraje y hasta de la resignacion siempre estan en pre- rna, unico que puede sacar al siglo de su prision, que es el pro-
sente. (Acaso alguien hizo alguna vez algo en nombre de un fu- pio siglo. EI poema tiene cl poder de arrancar al siglo del siglo.
turo indeterminado? b) El de la pasividad, de la tristeza humana. Sin la unidad pres-
cripta por el poema, la ola de la tristeza nos hace tambalear.
5. La importancia de la tercera estrofa radica en otorgar un Hay, entonces, un principio de alegria del poema, un princi-
papel decisivo al poema y al poeta. En sustancia, se nos dice que pio activo.
si querernos comenzar un mundo nuevo, es menester que "la c) EI de la traicion, la herida al acecho, el veneno. De acuerdo
lauta" (el arte) junte las rodillas de los dias, unifique el cuerpo con la formula de la serpiente (tan trabajada por Valeryj;" el
siglo tambien es la tentacion del pecado absoluto, consistente
del tiempo.
Encontramos aqui otro rema obsesionante del siglo: (cual es
la Iuncion del arte, que medida cornun hay entre este y el siglo?
La cuestion como saben, ya acosa al siglo XIX, y es la resultante 6. Los rextos de Heidegger sobre la poesia son muy abundantes. Los mas
de una tension entre el historicismo y la absolutidad estetica. equivocos son sin duda los mas signifieativos para la busqueda que emprende-
mos aqui: los puntos extremos del siglo. Convendra entonees remitirse a la anro-
Durante toda una parte del siglo XIX tiene vigencia la Iuncion del logia Approche de Holderlin, eon tradueciones de Henry Corbin, Michel Deguy,
poeta guia, cuando el absoluto del arte orienta a los pueblos en Francois Fedier y Jean Launay, Paris, Gallimard, 1979 [trad. esp.: Aclaraciones a
el tiernpo. Hugo es su arquetipo frances y Whitman .10 es e~ Es- la poesia de Holderlin, Madrid, Alianza, 2005].
tados Unidos. Hay una Figura de vanguardia en sentido estncto, 7. Del "Ebauche d'un serpent" a "La jeune Parque", puede deeirse sin duda
38 EL SIGLO
LA BESTIA 39
en abandonarse sin resistencia a 1o real del tiempo. "Ritmo
de oro" quiere decir: sentirse tentado por el siglo mismo, p.or En el fondo, ya en 1923 Mandelstam nos dice que con res-
s,u cadencia y por 1o tanto aceptar sin mediacion
, la violencia, pecto a las violencias del siglo, y sin retirarse, el poema se instala
la pasion de 10 real [fa passion du reel]. en la espera. En efecto, no esta consagrado al tiempo, ni es pro-
mesa de futuro, ni pura nostalgia. EI poema se mantiene en la es-
Contra todo esto s610 tenemos la flauta del arte. Se tra.ta sin pera como tal y crea una subjetividad de la espera: de la espera
duda del principio de coraje de toda e~pres~ de pensarnrento: como acogida. Puede decir que, sf, la primavera volvera y "bro-
ser de su tiempo, mediante una manera l~audlta de. no serlo '. Pa- tara el retofio verde", pero que, con un siglo roto sobre las rodi-
ra hablar como Nietzsche, tener el coraje de ser lllte~pestlvo. lias, seguimos intentando resistir la ola de la tristeza humana.
Todo verdadero poema es una "consideraci6n internpestiva".
Este siglo ha sido el de una poetica de la espera, una poetica
del umbral. Aunque este no se franquee, su mantenimiento ha-
bra de significar el poder del poema.
que la scrpicntc cs UIlO de los animalcs de Valery, como 10 es, junto con el aguila, Querrfa terminar esta clase mostrando tres puntuaciones
de Zaratustra. En 10concerniente al siglo, Valery csta lejos de s~r un pensador que
muy diferentes de ese motivo: Andre Breton, Heidegger e Yves
pucda dcjarnos indifcrcntcs. La serpicntc design? en su cl~~blematIcal~ rnordedura Bonnefoy.
del conocimicnro, cl dcspcrtar ala concrencra hicida de 51 mlsmo',Senalcmos ~ue,
a su manera, Valery planrca la gran cucstion que indagamos aqui ~,Ismo: iCO~O
garantizar nuestro ucccso a 10 real? En su poema mas consumado, . Lc clmctler~
marin", concluyc, ell cl cstilo vitalista del siglo, que 10 real ~Icmpre es arrancamren A) ANDRE BRETON, L'AMOUR FOU (1937)
to a la reflexion, caida en 10 inmediato y cI insranrc, cpifanfa del cuerpo:
En el siglo, 1937 no es poca cosa. Es un afio metonimico en
Non non! Debout! Dans l'ere successive
Brisez, mon corps, cette [orme pensive, el cual se organiza algo esencial. Es un concentrado absoluto,
Buucz, mon scin, la naissance du vent! dado en su esencia, en el exceso de su esencia, del terror stalinis-
Une [raicbeur de la mer cxhalee tao Pues es el afio de 10 que se ha denominado "el gran terror".
Me rend nton (line. 6 puissance salee Las cosas comienzan a ir mal en la Guerra Civil espanola, que es
Courons cl l'onde en rejaillir vivant!
una miniatura interna del siglo entero, pues en ella estan presen-
jNo no! jDe pic! [En la era sucesiva tes todos los actores (comunistas, fascistas, obreros internaciona-
Ro~ped, cucrpo mio, esta forma pcnsativa, listas, cam pesinos insurrectos, mercenarios, tropas coloniales,
Bebed, scno mio, el nacimiento del viento! Estados fascistas, "democracias", etc.). Es el afio del ingreso irre-
Una frescura de la mar exhalada versible de la Alemania nazi en la preparaci6n de la guerra total.
Me devuelve cl animo. [Oh, potencia salada,
Y tarnbien del gran punto de inflexi6n en China. Y en Francia,
Corramos a revivir en la ola!
en 1937, ya es evidente que el Frente Popular ha fracasado. No
,_En frances el sentido de "fa passion du reel" mantiene la posibilidad de una olvidemos que los diputados de 1937 son los mismos que, dos
doble Iectura: la pasion puede ser la accion de estar apasion~do por, algo (actlvo,~ afios despues, votaran el otorgamiento de plenos poderes a Pe-
como el padecer, soportar (pasivo). Se ha e1egido traducirlo _la.pasIOn de 10 real tain.
debido a que la opcion "la pasion por 10 real" borra es~ arnbiguedad y al acentuar
Y despues de todo, tarnbien es el afio de mi nacimiento.
uno de los terrninos, anula la posibilidad de estar poseido por 10 real. (n. del e.).
2Que nos cuenta Andre Breton en 1937? Una variante fuerte
EL SIGLO LA BESTIA 41
40

de la poetica de la espera, que es la del vigia. Presentemos el co- B) HEIDEGGER


mienzo del capitulo 3 de L'Amour fou:
.Cito un. extracto de :'L'homme habite en poete " (1951), in-
[En la aurora del descubrimiento, desde e! instante en que los cluido en Essais et conferences, Paris, Gallimard 1980 con tra-
primeros navegantes tuvieron a la vista una nueva tierra hasta aquel duccion de Andre Preau:' ' '.
en que pusieron pie en la orilla, desde el instante en que tal 0 cual
cicntifico pudo convencerse de que acababa de ser testigo de un fe- . La Frase: "EI hombre habita en cuanro 'eonstruye'" [baut] ha re-
norneno antes desconocido hasta aque! en que cornenzo a apreciar el cibido ahora su sentido propio. El hombre no s610 habita en cat
alcance de su observaci6n -abolida toda sensaci6n de duraei6n en la limi uno
se irruta a organizer su morada en la tierra, bajo el cielo, a rodear
cmbriaguez de la suerte-, un muy fino pined de fuego revela 0 COI11- de c~ldados, como labrador [Bauer], las cosas que creeen, y al mis-
plcta como nada el sentido de la vida.] mo tle~1poa levantar edificios. EI hombre s610 puede construir asi si
El surrealisrno siempre ha aspirado a ese estado particular del es- ya hahira [baut] en el sentido de la torna de medida del poet El
piriru, desdeiiando en ultima instancia la presa y la sornbra por 10 verdadero habitar [BauenJ ~contece cuando hay poetas: cuandoahay
que ya no es sombra y aun no cs presa: una y otra funclidas en un hombres que roman la medida de la arquitecronica de la estructura
relarnpago iinico. Se trata de no dejar que, tras nuestros pasos, los de la habitacion. '
caminos del dcsco sc lIenen de malcza. Nada protege mcnos, en el
arre, en las cicncias, que esa voluntad de aplicaciones, de botin, de Hay un desprccio poctico por todo 10 que es instalacion,
acopio. [Mnldiro todo cuurivcrio, sea a las ordcnes de la lItilidad cosec.l:a, presa, que se constata en toda la poetica del siglo. La
universal 0 en los jardincs de piedras preciosas de Moctezuma! Ni cuestion pasa por sostener la espera, la vigilancia pura.
siquicra hoy cspero nada sino de mi mera disponibilidad, de csa sed
Tod? se remite a una condicion preliminar, que es una toma
de vagabulldear al cncucntro de todo, que me ascgura mantenerme
en C0ll1unicaci6n mistcriosa con los orros scrcs disponiblcs, como si
de medida, y esta terrnina siempre por darse en la figura del ace-
estuvicramos dcstiuados a rcunirnos de improviso. Me gustaria que cho y la custodia. ~o ~oetico como tal consiste en ocupar el um-
mi vida IJO dcjara tras de si otro rnurrnullo que el de una cancion de bral, el_luna reverslbl!ldad entre el franqueamiento y el no fran-
ccntincla, una ca ncion para cnga iiar la espera. Con prescindencia de q.ueamJento. Poder rmrar a la vez hacia arras y hacia adelante. EI
10 que pase 0 no pasc, 10 magnifico es la cspcra. siglo d~ los poetas es el siglo umbral, sin franqueamiento alguno.
La Idea aparece en la ultima estrofa de Mandelstam. Hay sin
El centincla es una de las grandes figuras artisticas del siglo. d~>dauna novacion, las cosas van a fiorecer, renacer, pero tam-
Perrnite que solo exista la intensidad del acecho yes, por 10 tanto, bien ,hay ruptura, la piedra rota del umbral, en la cual se origina
aquel para quien la sombra y la presa se confunden en el relampa- la mirada hacia atras, la obsesion. por las huellas. Adelante hay
go unico. La tesis del acecho 0 la espera es que solo podemos pre- u~a promesa q~e no puede cumplirse (definicion de la mujer se-
servar 10 real si somos indiferentes a 10 que ocurre 0 no ocurre. Es gun Claudel, dicho sea de paso);8 arras, nada mas que nuestras
una de las tesis fundamentales del siglo: la espera es una virtud car-
dinal, porque es la iinica forma existente de indiferencia intensa.

, ".Ha: tIt'aducci6n espanola: "Poeticamente habita el hombre", en Conferen-


etas y articu os, Barcelona, Ediciones del Serbal, 1994 (n, del t.},

8. En el tercer acto de su obra La Ville, la heroina declara:. "So y Ia promesa


42 EL SIGLO
LA BESTIA 43
propias huellas. EI siglo se vio poeticarnente a la vez como impo-
sibilidad de franqueamiento y como el trazado que conduce a el, ic], Heidegger, Holzwege, traducido al frances como Chemins
cntredos de la huella y el destino. qui ne menent nulle part( y una tierra que termina. EI poeta me-
dita entre ambos.
A mas d.emedio siglo de distancia reaparece la misma figura, la
C) YVES BONNEFOY, "PAR 0T) LA TERRE FINIT",
del poema instalado entre la huella que se borra y el sentimiento
EN CE QUI FUT SANS LUMIERE (1987) de un m~ndo acabado. No se puede entrar a ninguna parte. ~Que
ha sucedido que nos lIeva a tener ese desplazamiento del umbral?
Puisque c'est ala tombee de la nuit que prend son uol l'oiseau de EI poema es la fina lamina entre huella y acabamiento.
Minerve, c'est le moment de parler de uous, chemins qui uous effa-
cez de cette terre victime. Subjetivamente, nos dice Mandelstam, permanecemos en el
Vous avez ete l'euidence, uous n'etes plus que l'enigme. Vous ins- umbral con una "sonrisa insensata". "Sonrisa" porque estamos
criuiez le temps dans l'eternite, uous n'etes que du passe maintenant, en el umbral; "insensata" pues, al ser este infranqueable 'por
par oil fa terre [init, la, deuant nous, comme un bard abrupt de fa- que/ ~onrelr.
/ ) V.amos d e Ia VIid a, de la esperanza (sonrisa), a 'la( au-
faise. sencia de sentido de 10 real (insensata). ~No sera esa la maxima
subjetiva del siglo?
Puesto que el p.ijaro de Minerva emprende el vuelo al caer fa 110-
che, es hora de hablar de vosotros, carninos que se borran de esta
tierra victima,
Hahiais sido fa evidcncia, ya no sois mas que el enigma. Inscri-
biais cl tiernpo en la ctcrnidad, ahora 5610 sois pasado, por donde [a
tierra term ina, alli, frcnrc a nosotros, como eJ borde abrupto de un
acantilado.

Como ven, Yves Bonnefoy dice mas 0 menos 10 mismo que


Mandclstam. EI siglo cs cl transite, la movilidad del umbral, pe-
ro jarnas su franqueamiento. Por 10 dernas, Bonnefoy escribi6
otra coleccion que lIeva el titulo de Dans le leurre du seuil ["En
la tramp a del umbral"]. Estamos entre un camino que se borra

que no puede cumplirse". Es sumamente interesante sumergirse en Claude I y


cornpararlo con Brecht, que 10 admiraba mucho. Tarnbien Claudel, bajo la
cobertura de una especie de catolicismo denso, casi medieval, llega a la convic- mente por excederlo, Ie dan acceso a la grandeza de una trascendencia intima. Y
cion de que 10 que dispone 10 real nunca es el conocimiento erudito, y tampoco tarnbien el considera el humanismo (a su juicio un horror protestanre) yellibera-
la moralidad ordinaria. Que hace falta un encuentro erradicante y definitivo, y Iisrno (otro tanto) como pobrezas condenables.
una obsrinacion absoluta en el seguimiento de sus efectos. Tambien el cree que cl ~Es decir, "Caminos que no llevan a ninguna parte". En espafiol la obra se
individuo jamas es orra cosa que el signo fragil de fuerzas y conflicros que, justa- tradujo como Sendas perdidas, Buenos Aires, Losada, 1960, y Caminos del bos-
que, Madrid, Alianza, 1995 (n. del t.).
3
LO IRRECONCILIADO

6 de enero de 1999

(Como Ilamar los ultirnos veinte afios del siglo si no segunda


Restauracion? Comprobamos, en todo caso, que esos afios estan
obsesionados por el mimero. Como una restauracion nunca es
otra cosa que un momento de la historia que declara imposibles
y abominables las revoluciones, y tan natural como excelente la
superioridad de los ricos, es facil imaginar su adoraci6n por el
nurnero, que es ante todo el mimero de escudos, d6lares 0 euros.
La amplitud de esa adoraci6n es perceptible en las inmensas no-
velas de Balzac, el gran artista de la primera Restauraci6n, la
posterior a la Revolucion Francesa de 1792-1794.
Pero, mas profundamente, toda restauracion se horroriza ante
el pensamiento y solo se com place con las opiniones, en particular
la opini6n dorninante, concentrada de una vez por todas en el im-
perativo de Guizot: "jEnriqueceos!". Los ideologos de las restau-
raciones, no sin algunos buenos argumentos, consideran que 10
real, correlato obligado del pensamiento, siempre es susceptible de
dar acceso a la iconoclastia politica y por 10 tanto al terror. Una
restauracion es en primer lugar una asercion en cuanto a 10 real, a
saber, que siempre es preferible no tener relaci6n alguna con el.
Si el mimero (encuestas, cuentas, mediciones de audiencia,
presupuestos, creditos, tendencia alcista de la bolsa, tiradas, sa-
lario de los ejecutivos, stock options, etc.) es el fetiche de los
tiempos actuales, es porque donde falla 10 real el nurnero ciego
ocupa su lugar.
46 EL SI(;U) LO IRRECONCILIADO 47

EI hecho de que sea ciego denota el lila 1numero, en el sentido Podran entenderlos a partir de dos temas cuyas lineas princi-
en que Hegel habla del mal infinito. La disrincion del numero pales, al rnenos, habran de contener estas lecciones sobre el siglo:
como forma del ser y del mimero como parche de Ia falla de 10
real es a mi juicio tan importante que le he dedicado todo un li- a) EI lazo o~curo, casi ontol6gico, que une a la Europa satisfe-
bro.! Conforrnemonos aqui con un contraejemplo: Mallarrne es cha y el Africa crucificada. Africa como negrura secreta del
un pensador del nurnero en la Figura del "tiro de dados". Pero lava do moral del blanco.
para el el numero es cualquier cos a menos el material de las opi- b) La cuesti6n de 10 que vuelve a denominarse, como en los me-
niones. Es "el unico numero que no puede ser otro", el mornen- jores momentos de las dictaduras burguesas, "utopia igualira-
to en que el azar, a traves del lanzamiento de los dados, se fija ria".
como necesidad. Hay una articulaci6n indisociable entre el azar,
que un tiro de dad os no puede abolir, y la necesidad numerica. He aqui entonces, con la mayor sequedad posible, mis cifras
Ei mirnero es la cifra del conccpto. Por eso, concluye Mallarrne, del dia:
"todo pensarniento lanza un tiro de dados". 1. En la actualidad hay alrededor de 500.000 personas infec-
Hoy, el nurnero es el I1lln1CrOde 10 numerable indefinido. A la tadas por el sida en Europa. Gracias a Ia triterapia, la mortali-
invcrsa del ruirnero de Mallarrne, la caracteristica del nurnero de dad esta en cafda libre. La gran mayorfa de ese medio millen de
la Restauracion consistc en poder ser, sin inconveniente, cual- person~s vivira, al precio de un tratamiento gravoso y cr6nico.
quier otro numcro, La variabilidad arbitraria es su esencia. Es cl En Africa hay 22 millones de personas infectadas por el sida.
nurnero flotante. Porque en su segundo plano estan las incerti- Los medicamentos estan practicarnenre ausentes. Una abrurnado-
dumbres de la bolsa. ra rnayoria morira; entre ellos, en algunos paises, rnorira uno de
La trayectoria que va del numero de Mallarrne al mimero de cada cuatro nifios, y quizas uno de cada tres.
la encuesta es fa que transforrna la cifra del concepto en varia- La distribuci6n a todos los enfermos africanos de los medica-
cion indiferente. mentos necesarios es absolutamente posible. Basta con que cier-
(Por que este preambulo? Para introducir un preambulo, jus- tos paises que rienen los medios industriales para ello decidan
tamente, desvinculado en la practica de 10 que vendra a conti- elaborar genericos y entregarlos a las poblaciones en cuestion,
nuacion, En plena Restauracion, yo tambien voy a dar mis nu- ~sfuerzo econornico minirno, muy inferior al costo de las expedi-
meros. Los tomo de algunos diarios serios.I que los sacan, a su crones militares "humanitarias".
vez, de informes oficiales aun mas serios. Un gobierno que no se resuelve a actuar de ese modo decide
ser corresponsable de la rnuerte de varias decenas de millones de
personas.
1. Escrito hace unos quince afios, ese libro se llama Le Nombre et les nom-
bres, Paris, Seuil, 1990.
2. Entre los diarios franceses que intentan sustraerse alliberalismo consen- politicas y apenas se atreve a aventurarse en eI ambito que, en definitiva, es esen-
sual y pretenden conservar algunas de las fuerzas inrelecruales del siglo, es preci- cial: Ia critica del parlamentarismo y del rerna "democrarico" que Ie sirve de pan-
so mencionar Le Monde diplomatique, del que provienen la mayor parte de las talla, una critica que supone Ia meditada puesra en juego de una concepcion muy
cifras mencionadas aqui. El limire de ese diario es que, virulento en 10 concer- distinta de Ia politica y de la democracia. La concepcion propuesta, en resumidas
niente a las situaciones sociales y las enormidades de la injusticia econornica, si- cuenras, por la Organisation politique, entre cuyos miliranres tengo el honor de
gue siendo bastante respetuoso en 10 que respecta a las cuestiones propiamente contarme.
48 ELSIGLO LO IRRECONCILIADO 49

2. Las tres personas mas ricas del mundo poseen una fortuna jo incluso el amplio desarrollo de un psicoanalisis cristiano, 10
total superior al producto bruto interno conjunto de los 48 pal- cual indica, con todo, que el cuerpo religioso tiene la sensibilidad
ses mas pobres del mundo. del bronce cuando se trata de digerir un veneno.
3. Supongamos que se quiera dar a toda la poblaci6n del Una tesis esencial del cristianismo establecido, el cristianismo
mundo un acceso cuantificable a los alimentos, a saber, 2.700 convertido en poder de Estado, es que el mundo nuevo nace ba-
calorias diarias, aSI como al agua potable y a los recursos sanita- jo el signo del suplicio y la muerte del inocente. La nueva alian-
rios basicos; la suma total necesaria equivaldria mas 0 menos a za de Dios con los hombres, encarnada por el Hijo, comienza
10 que los habitantcs de Europa y Estados Unidos gastan anual- por la crucifixion. 2Como recuperarse de semejante inicio? 2CO-
mente CIl perfumes. mo hacer caso omiso de la violencia absoluta del comienzo? Este
4. Si t0Il1<1I110S
cl 20'1., mas pobre y el 20% mas rico de la po- es desde siempre uno de los grandes problemas del cristianismo
blacion mundial, cn ] 960 Ia franja superior tenia un ingreso oficial. Pero fue asimismo, en suma, uno de los problemas de los
trcinta veccs mris alto que cl de [a franja inferior. En 1995, ese inicios del siglo xx, en razon de la guerra de 1914, la revolucion
ingreso era ochcnta y dos veccs mas elevado. de 1917 y tambien, en un segundo plano, las innombrables prac-
5. En scrcnta puises (esto cs, el40% de los paises del mundo), ticas del colonialismo. La cuestion consiste en saber como com-
cl ingreso por habiranrc cs rncnor que hace veinte afios, en cifras patibilizar las atrocidades del comienzo con la promesa de un
constantcs, hombre nuevo. 2Que horror asedia la promesa? 2Como respon-
He terminado COil mi introduccion, der al sacrificio inaugural?
Frente a este tipo de problemas, siempre hubo dos orientacio-
Hoy partite de la scgunda estrofa del poema de Mandelstam nes del pensamicnto.
que nos sirvio de base la vez pasada. En ella sc trata del comien- Primera orientacion: como las cosas comenzaron asI, nos en-
zo del siglo como Ingar de un sacrificio: contramos en el tiempo de la muerte, el tiempo del fin. Es 10 que
creyeron los primeros cristianos: la muerte de jesucristo signifi-
Como el tierno cartilage de un nino
caba que el fin del mundo era inminente. Apenas terminada la
Es cl siglo recien nacido de la tierra.
Una vcz m;1S en sacrificio, C01110 cl cordero, guerra de 1914-1918, la idea dominante, sobre todo en Francia,
Sc ofrcce cl sincipucio de la vida. era que semejante carniceria solo podia significar el fin de las
guerras y la paz definitiva. Esto se manifesto en la consigna de
Sin lugar a dudas, hay aqui una mctafora cristiana, la de un "la paz a cualquier precio" y el extremo vigor cobrado por la co-
lazo entre la novedad, el anuncio y la promesa, por un lado, y la rriente pacifista. La tesis era que 10 iniciado en la sangre declara
mucrtc del inoccnte y el sacrificio, par otro. No olvidemos la que esa sangre es la ultima. "La ultima de las tiltimas" ["fa der
pcrsistencia y hasta la renovaci6n del pensamiento cristiano en el des ders"], se decia de la guerra de 1914.
siglo. EI anticristo Nietzsche suscito su anti anticristo. En las de- Segunda orientacion: como las cosas comenzaron en la vio-
cadas de 1920 y 1930 hubo una moda cristiana. Y, de Claudel a
Pasolini, pasando por Mandelstam, existieron gran des poetas
cristianos 0 en dialectica rigurosa con el cristianismo. Hubo una
3 Sobre este aspecro, el lector puede remitirse al excelente breve ensayo de
persistencia de la filosofia cristiana y una absorcion casi com ple- Dominique Janicaud, Le Tournant theologique de la pbenomenologie [rancaise,
ta de la fenomenologia por el moralismo cristiano.I Y se produ- Combas, Ed. de l'Eclat, 1998.
50 EL SIGLO
LO IRRECONCILIADO 51

lencia y la destrucci6n, es preciso consumar una y otra a traves


hablamos de Mandelstam. EI siglo se penso a sf mismo simulta-
de una destrucci6n superior y una violencia esencial. La mala
neamente como fin, agotamiento, decadencia, y como comienzo
violencia debe ser sucedida por la buena, legitimada par la pri-
absoluto. Una parte del problema de la centuria es la conjuncion
mera. Fundaci6n belica de la paz: pondremos fin a la guerra ma-
de es.ta.s,dos con~ic.c~ones.Digarnoslo de otra manera: el siglo se
la par medio de la guerra buena. concibio como mhrlrsmo, pero tarnbien como afirrnacion dioni-
Estos dos caminos se entrelazan y se enfrentan, sobre todo
siaca. Segun los momentos, parece actuar de acuerdo con dos
entre 1918 y 1939. (A que dialectica da acceso un cornienzo
n:~ximas: una (hoy, por ejemplo) es de renunciamiento, resigna-
guerrero? (A la dialectica guerra/paz 0 a la dialectica buena gue-
CIon, mal m~?or, rnoderacion, fin de la humanidad como espiri-
rra/mala guerra, guerra justa/guerra injusta?
tualidad, cntrca de los "grandes relates"." Otra, que domina el
Tal es la historia del pacifisrno frances entre las dos guerras,
"pequefio siglo", entre 1917 y la decada de 1980 retoma de
que era principalmcnte una corriente "de izquierda" y, de mane-
Nietzsche la voluntad de "romper en dos la historia del mundo"
ra paradojica, fue en terrninos de opinion uno de los fermentos
y se prop one un comienzo radical y la fundacion de una hurnani-
del peta inismo. Pues el petainismo da forma, desde el punto de
dad reconciliada.
vista politico, al gusto por la capitulacion , Cualquier cos a cs me-
La relacion de las dos intenciones no es simple. No se trata
jor que la guerra. Es el camino del "eso nunca mas",
de una correlacion dialectica, sino de un entrelazarniento. EI si-
EI inconvenicntc cs que los nazis sostenian Ia otra orienta-
glo ha sido frecuentado por una relacion no dialectica entre ne-
cion: replantear la mala guerra, que adcmas habian perdido, a
cesidad y voluntad. Esto es notorio en Nietzsche, que en ese as-
traves de una buena guerra imperial, nacional y racial, una gue-
p~c:~ es un profeta del siglo. Nietzsche hace un diagnostico de
rra dccisiva, fundadora de un Reich milenario. De resultas, la
nihilisrno extremadarnente detallado, asignado a la genealogia de
paz a cualquicr prccio, para los franceses, queria decir la paz con
los afectos negativos (culpa, resentimiento, etc.). Pero al mismo
la guerra total, la paz con los nazis y por 10 tanto la inclusion
tien~po es~a 1a certeza voluntarista del Gran Mediodia, que no
pasiva en una guerra "absoluta", una guerra que reivindicaba el
sostiene nmguna relacion de resultado 0 de relevo dialectico con
derecho al exterrninio. Esa cs la escncia del petainisrno: hacer la
la dorninacion del nihilismo. No hay teoria de la negatividad que
paz con la guerra extcrrninadora y por consiguiente ser su com-
pueda asegurar el pasaje, y Deleuze tiene mucha razon al dar a
plicc abyccto, tanto mas abyccto cuanto que era un cornplice pa-
esa relacion que no 10 es el nombre de "sintesis disyuntiva't.I
sivo solo prcocupado por sobrevivir.
Es caracteristico que De Gaulle, en 1940, tuviera que decir
simplerncntc que [a guerra continuaba, Los resistentes y el de-
bian, en suma, rcabrir la guerra, reinstalarla. Pero tropezaban, 4. jean-Francois Lyotard dio forma a una suerte de adi6s melanc61ico al si-
de todos mod os, con una paradoja: (como podia el siglo, que glo (a la "modernidad") al pronunciar el final de los "grandes relates" 10 cual
habia comenzado con una guerra atroz, continuar con una gue- segun su parecer, significaba sobre todo el fin de la politica marxista, el fin del
"relato proletario". Lo hizo con elegancia y.profundidad, buscando en los refi-
rra aun peor? (Que pasaba en ese eslabonamiento con la prome- ?amientos del arte conte~poraneo la manera de relevar, en 10 discontinuo y 10
sa "cristiana" del hombre nuevo? infirno, I~ Totalidad perdida, la Grandeza imposible. Es menester leer Le Diffe-
rend, Pans, Minuit, 1984 [trad. esp.: La diferencia, Barcelona, Gedisa, 1988].
Lo que digo sabre la guerra tiene como base una subjetividad 5. EI concepto de "sintesis disyuntiva" esra en el nucleo de la concepcion ela-
paradojica, cuyos mecanismos comcnzamos a dcscribir cuando borada por Deleuze sobre la "vitalidad" del ser, que es 10 mismo que su univoci-
dad productiva. De hecho, designa el poder de 10 Uno que se manifiesta incluso
52 EL SI(;LO LO IRRECONCILIADO 53

En el orden de la historia y su sumision voluntarista a la poli- Como sa be cualquiera de los actores del siglo, 10 real es ho-
tica, esa disyunci6n constituye un problema. A causa de ella, el si- rrible y exaltante, mortffero y creador. Lo indudable es que esta,
glo esta integramente marcado por una violencia singular, que no como Nietzsche 10 dijo magnificamente, "mas alia del Bien y del
es solo una violencia objetiva sino una reivindicacion subjetiva Mal". Toda convicci6n sobre la llegada real del hombre nuevo
que a veces llega hasta el culto. La violencia llega hasta la disyun- esta marcada por una fuerte indiferencia a sus costos y una legi-
cion. Sustituye una conjuncion faltante; es como una ligazon dia- timaci6n de los medios mas violentos. Si se trata del hombre
lectica forzada hasta la antidialectica. nuevo, el hombre antiguo bien puede no ser otra cosa que un
La violencia se legitima por la creacion del hombre nuevo. Es- material.
te motivo, desde luego, solo tiene sentido en el horizonte de la Para el moralismo temperado de nuestros dias, que no es sino
muerte de Dios. EI hombre sin Dios debe ser recreado, para reem- la promoci6n del crimen aseptico, as! como de la guerra virtuosa
plazar al hombre sometido a los dioses. En ese aspecto, el hombre o la ganancia limpia, el pequefio siglo, el de las politicas revolu-
nuevo mantiene unidos los fragmentos de la sintesis disyuntiva, cionarias reunidas bajo el nombre equ!VOCOde "cornunismos",
porque es a la vez un destino, el destino del hombre en la epoca fue barbaro porque su pasion de 10 real 10 situaba mas alla del
de la muerte de los dioses, y una voluntad, la de superar al hom- bien y del mal. Por ejemplo, en una franca oposicion entre poli-
bre antiguo. Si es cierto que e1 siglo es enormemente ideologico, tica y moral. Pero, desde las entrafias del siglo, este se vivio con
es porque da Figura a la sintesis disyuntiva que constituye y traba- un caracter heroico y epico.
ja sus orientaciones de pensamiento. EI famoso "fin de las ideolo- Cuando leemos la Iliada, nos vemos obligados a constatar
gias", con el que se sefialan nuestra modestia y nuestra pieclad que se trata de una sucesion ininterrumpida de masacres. Pero en
humanitaria, no es sino la renuncia a toda noveclacl clel hombre. el movimiento de la cosa como poema, esa situacion no se pre-
Y ello, como ya clije,cuando todo sc apresta para modificarlo por senta con rasgos bar baros, sino heroicos y epicos. El siglo ha si-
entero, mediante manipulaciones ciegas y traficos financieros. do una Iliada subjetiva, aun cuando la barbarie se comprobo y
En rigor, el factor actuante en el siglo xx no es la dimension denuncio con frecuencia, pero por 10 general en eI otro banda.
ideologica del terna del hombre nuevo. La pasion cle los sujetos, De alli cierta indiferencia a los signos objetivos de la crueldad.
los militantes, se deposita en la historicidad de ese hombre nue- En esa misma indiferencia nos instalamos al leer la lliada, por-
vo. Pues estamos en el momenta de 10 real del comienzo. El siglo que el poder de la acci6n es mas intenso que la sensibleria moral.
XIX anuncio, sofio, prornetio; el siglo XX, por su parte, declare Ejemplos Iiterarios celebres dan testimonio de esa relaci6n sub-
que el hacia, aqui y ahora. jetiva estetizada por el sentimiento epico con los episodios mas
Esto es 10 que propongo Hamar pasion de 10 real, convencido barbaros del siglo. En 10 concerniente a la guerra de 1914, pode-
de que es preciso hacer de ella Ia clave de toda cornprension del mos remitirnos a Los siete pilares de la sabiduria (1921) y las des-
siglo. Hay una conviccion patetica de que se nos convoca a 10 cripciones de Lawrence de escenas de horror, no s610 en el bando
real del comienzo. enemigo (los turcos que masacran a todos los aldeanos) sino en el
propio, cuando el "sin cuartel" sale de sus labios, as! como la
consigna de no tomar prisioneras y rematar a todos los heridos.
Ninguno de esos actos se justifiea -al contrario-, pero todos ellos
en las series mas divergellt(~. IIIIt'll Il' reconstruir todo esto (y diferenciarrne racio-
nalmcnrc) en Dclenz, Lt rl.unrur til' l'etre, Paris, Hachette, 1997 [traducci6n es- se hacen uno con el molde epico de la "guerra arabe". En la ver-
panola: De/L'II,ZI', I" (',,/I/fl/, til" W/', Ivuenos Aires, Manantial, 1997]. tiente de las revoluciones citaremos La esperanza (1937) de Mal-
LO IRRECONCILIADO 55
54 EL SIGLO

raux, sobre todo cuando, con referencia a la Guerra Civil espano- nara con la guerra sera la guerra, otro tipo de guerra. Pues la
la, el autor menciona y comenta la practica de la tortura y las eje- paz, entre 1918 y 1939, es 10 mismo que la guerra. Nadie cree en
cuciones sumarias, no solo entre los franquistas sino en el bando ella. Hace falta otra guerra, que sera verdaderamente la ultima.
republicano. Tambien en este caso la grandeza popular epica de la Mao Tse Tung es una Figura tipica de esa conviccion. Dirigio
resistencia arrastra to do 10 dernas. Malraux, en sus propias cate- una guerra durante mas de veinte afios, de 1925 a 1949, y reno-
gorias, aborda la sintesis disyuntiva por ellado de su parte mas vo por completo la reflexion sobre las relaciones entre guerra y
opaca, la Figura de la historia como destino. Si las atrocidades no politica. En un texto de 1936, Problemas estrategicos de la gue-
son 10 que puede dar un sentido "moral" ala situacion, es porque rra revolucionaria de China, desarrolla la idea de que, para obte-
estamos, como en el tatum que Nietzsche toma de los estoicos, ner la "paz perpetua", es preciso inventar una nueva guerra,
mas alia de toda considcracion de ese tipo. En las situaciones in- oponer a la guerra corriente la que enfrenta a los poderosos de la
tensas, es preciso que cada cual pueda encontrar su destino y ha- hora, una guerra nueva organizada por los proletarios y los cam-
cerle frente, como debia hacerse frente a la bestia-siglo en el poe- pesinos y que el den om ina justamente "guerra revolucionaria".
ma de Mandelstam. Pues, dice Malraux, la Espana exangiie toma Antes de Mao, y aun en el pensamiento de Lenin, la guerra y
conciencia de sf misma, de modo que cada actor del drama es co- la revolucion eran rerrninos conrrarios, que componian una si-
participe de esa conciencia. Las atrocidades solo son una parte de tuacion dialectics compleja. Como 10 muestra vigorosamente
csta revclacion, si tcnemos en cucnta que 10 que revela la historia Sylvain Lazarus," Lenin se refiere a Ia cuestion de la guerra para
como dcstino cs, casi siempre, la experiencia de la guerra. separar la subjetividad politica de la conciencia historica cuando
Esto me llcva al elemento que, lucgo de la pasion de 10 real, sefiala, en la primavera de 1917, que la guerra es un dato claro,
cs sin duda la principal caracterizacion del siglo: que haya sido el mientras la politica es oscura. El tema maoista de la guerra revo-
siglo de la guerra. Lo cual no quiere decir unicarnente que esta lucionaria instaura una completa distincion, que opone diferen-
Iieno, hasta nucstros dias, de gucrras feroces, sino que ha esrado tes tipos de guerras, organicamente ligadas a politicas diferentes.
bajo el paradigma de la guerra. Sobre esa base, corresponde a la guerra (politicamente justa) po-
Los conccptos fundamentales a traves de los cuales el siglo se ner fin a las guerras (politicarnente injustas). Asi, en esc texto de
penso 0 pcnso su estrategia creativa estuvieron subordinados a la 1936, extraido del ya mencionado Problemas estrategicos de la
guerra revolucionaria de China:
scmantica de la guerra. Advirtamos que no se trata de la guerra
en el sentido de Hegel, de la guerra napoleonica. Para Hegel, la
La guerra, ese monstruo que lleva a los hombres a matarse unos
guerra es un momento constitutivo de la conciencia de sf de un a otros, terrninara por ser erradicada gracias al desarrollo de la so-
pueblo. Es creadora de conciencia, en particular de conciencia ciedad humana, y 10 sera incluso en un futuro no lejano. Pero para
nacional. La guerra del siglo xx no ha sido asi, pues la idea pre- suprimir la guerra hay un unico medio: oponer la guerra a la guerra,
dominante es la de la guerra decisiva, la ultima guerra. Para to- oponer la guerra revolucionaria a la guerra contrarrevolucionaria
do el mundo, el conflicto de 1914-1918 es la mala guerra, la [... J. Cuando la sociedad humana llegue a la eliminaci6n de las cla-
guerra infame, que no debe repetirse; de allf Ia expresion "la ul- ses, a la supresion del Estado, ya no habra guerras, ni contrarrevolu-
tima de las ultimas". Es absolutamente necesario que la confla-
gracion de 1914-1918 sea la ultima de esa categoria de malas
guerras, En 10 sucesivo la cuestion pasa por poner fin al mundo . 6. Sabre este punto, vease Sylvain Lazarus, "Lenine et Ie temps", en su gran
libro /sntbropologie du nom, Paris, Seuil, 1996.
que ha engendrado la guerra infame. Ahora bien, 10 que terrni-
56 EL SIGLe) LO IRRECONCILIADO 57

cionarias ni revolucionarias, ni injustas ni jusras. Sera la era de la rnalizacion integral, las viejas intuiciones cientificas. EI arte rno-
paz perpetua para la humanidad. Al esrudiar las leyes de la guerra demo desmantela cl universo relativo de la representaci6n. En la
revolucionaria, partimos de la aspiraci6n de suprimir todas las gue- destrucci6n y 10 definitivo hay un par fundamental. Y otra vez,
rras; en esto radica la diferencia entre nosotros, los comunistas, y los es un par no dialectico, una sintesis disyuntiva. Pues 10 definitivo
reprcsentantes de todas las clases explotadoras. no es el fruto de la destrucci6n, de modo tal que hay dos tare as
Y dos afios despues, en Problemas de la guerra y de fa estra- bien diferentes: destruir 10 viejo, crear 10 nuevo. La guerra rnis-
tegia: rna es una yuxtaposicion no dialectizable de la destruccion atroz
y del bello heroismo victorioso.
Estamos a favor de la abolici6n de las guerras; no querernos la Por ultimo, el problema del siglo consiste en situarse en la
guerra. Pew la guerra s610 pucde abolirse mediante la guerra. Para conjunci6n no dialectica del motivo del fin y cl motivo del co-
que no haya l11~\S Iusiles, cs prcciso tomar el fusil". mienzo. "Terrninar" y "empezar" son dos terrninos que, en el si-
glo, se mantienen irreconciliados.
Estc motive del fin de las guerras a traves de una guerra total EI modclo de la irreconcializaci6n es la guerra, la guerra defi-
y ultima sosticne todas las eonviceiones, que jalonan el siglo, de nitiva y total, que exhibe tres caracteristicas:
UIl arrcglo "dcfinitivo" de tal 0 eual problema. La forma negra, la

forma atroz y cxtrcmista de esta conviccion, es sin duda Ia "solu- a) Pone fin a la posibilidad de la mala guerra, la guerra inuti I 0
cion final" del pres unto "problema judio" decidida por los nazis conservadora, cuyo modelo es 1914-1918.
en la contcrcncia de Wannsee. No es posiblc separar por cornple- b) Debe erradicar el nihilismo, porque prop one un compromiso
to cste cxtrernismo ascsino de la idea, de difusion general y en to- radical, una causa, un verdadero cara a cara con la historia.
dos los .imbitos, de una solucion "absoluta" de los problemas. c) Va a fundar un nuevo orden hist6rico y planetario.
Una de las obscsioncs del siglo ha sido la de obtener 10 defini-
tivo. Podernos vcrla en accion hasta en los sectores mas abstrac- Esta guerra no es, como la de 1914, una mera operacion del
tos de la cicncia. Basta pcnsar en Ia ernpresa maternatica deno- Estado; es una implicaci6n subjetiva. Una causa absoluta que ge-
miuada "Bourbaki", cuya aspiracion es eonstruir un monumento nera un nuevo tipo de sujeto, una guerra que es creaci6n de su
matcmarico integra mente formalizado, completo, definitivo. En combatiente. Finalmente, la guerra se convierte en un paradigma
cl artc, con el fin de la rclatividad de las imitaciones y las repre- subjetivo. El siglo ha sido portador de una concepcion cornba-
sentacioncs, se cree posiblc lIegar al arte absoluto, al arte que se tiente de la existencia, 10 cual qui ere decir que la totalidad rnis-
mucstra entcrarncnte como tal, que, al tomar como objeto su ma, en cada uno de sus fragmentos reales, debe representarse co-
propio proceso, es exposici6n de 10 artistico del arte, fin prod i- mo conflicto. Cualquiera sea su escala, planetaria 0 privada,
gado, en el cute, del arte mismo, y por 10 tanto: ultima obra de toda situacion real es escision, enfrentamiento, guerra.
arte, en la forma del arte desobrado, En el siglo xx, la ley compartida del mundo no es 10 Uno ni
En todos los casos se comprueba que la obsesion por 10 defi- 10 Multiple, sino 10 Dos. No es 10 Uno, pues no hay arrnonia,
nitivo se alcanza como mas alia de una destrucci6n. El hombre hegemonia de 10 simple, poder unificado de Dios. No es 10 Mul-
nuevo es destrucci6n del viejo hombre. La paz perpetua se consi- tiple, pues no se trata de alcanzar un equilibrio de potencias 0
gue por destruccion, en la guerra total, de las viejas. guerras. EI una arrnonia de facultades. Es 10 Dos, y el mundo representado
monumento de la ciencia consumada dcstruyc, mediante la for- en la modalidad de 10 Dos excluye la posibilidad tanto de un so-
58 EL SIGLO

metimiento unanime como de un equilibrio combinatorio. Es 4


preciso resolver. UN MUNDO NUEVO, sf, PERO lCUANDO?
La clave subjetiva del siglo es que todo el mundo cree que el
siglo va a decidir, a resolver. La capacidad de los hombres de in- 13 de enero de 1999
ventar 10 Dos es considerable; el siglo 10 muestra. La guerra es la
visibilidad resolutiva de 10 Dos contra el equilibrio combinate-
rio. En ese sentido, la guerra esta omnipresente. Sin embargo, 10
Dos es antidialectico, Contiene una disyuncion no dialectica, sin
sintcsis. Debemos examinar como se presenta ese paradigma en
estctica, en la relacion de los scxos, en la agresividad tecnica.
La "bestia" de cste siglo, mencionada por Mandelstam, no es
otra que la omnipresencia de la escision, La pasi6n del siglo es 10
real, pero 10 real es el antagonismo. Y por eso la pasi6n del siglo, En una frase: el siglo, presa de la pasion de 10 real, puesto ba-
ya se trate de los imperios, las revoluciones, las artes, las cien- jo el paradigma de Ia guerra dcfinitiva, dispone subjetivamente
cias, la vida privada, no es otra que la guerra. "(Que es el si- un frente a frente no dialectico de la destruccion y la fundacion,
glo?", pregunta el siglo. Y responde: "Es la lucha final". en beneficio de cuyas necesidades, al pensar la totalidad y el mas
rninimo de sus fragmentos en la figura del antagonismo, plantea
que la cifra de 10 real es 10 Dos.
Hoy, por decirlo asi, haremos pasar esta frase a traves de un
texto de Brecht, para que tome su fuerza y su color.
Brecht es un personaje emblernatico del siglo xx, aunque por
otra parte se 10 yea como escritor, dramaturgo, dialectico mar-
xista, cornpafiero de ruta del partido 0 mujeriego. Varias razones
10 explican, de las cuales rnencionare cuatro: Brecht es aleman,
director de teatro, alia do del comunismo y conternporaneo del
nazrsmo,

1. Es un aleman que comienza a escribir en la inmediata pos-


guerra, en esa asombrosa Alemania de Weimar tanto mas crea-
dora cuanto que sobrelleva el trauma germano, que es mas pro-
fundo -por desdicha, as! 10 confirrnaran sus secuelas- que la
derrota. Brecht es uno de los artistas del trastorno identitario de
su pais. Y arreglara cuentas con la Alemania que ha salido de la
guerra de 1914 en una especie de hipnosis frenetica.
De hecho, Brecht forma parte de esos alemanes que anhelan
con desesperacion producir un pensamiento de Alemania aleja-
60 EL SIGLO UN MUNDO NUEVO, sf, PERO (CUANDO? 61

do por completo del romanticismo, sustraido por completo a la tal, sostiene una meditacion muy compleja sobre las relaciones
mitologia wagnerian a (menos relacionada con el genial Wagner entre el texto, la actuacion, el espacio, el publico.
que con su apropiacion por el resentimiento pequefioburgues: el ~Por que, en nuestro siglo, esa invencion de la puesta en esce-
tcndero arruinado con aires de militarote que se toma por un na teatral? Brecht, que es uno de los grandes artistas del teatro,
Sigfrido con casco puntiagudo). La disputa con el romanticis- uno de los pocos que se mantuvo a la vez cerca del texto y de la
rno, Ilevada a veces hasta el celo neoclasico, es un tema mayor actuacion, reflexiono tarnbien sobre la contemporaneidad del
del siglo. Desde ese punto de vista, Brecht mira con frecuencia teatro. Se pregunta, por ejemplo, cual es la teatralidad de la po-
bacia Francia. Un personaje esencial de su etapa de juventud es litica, cual es, en la produccion de la conciencia politica, ellugar
Rimbaud. En Baal y En la jungla de las ciudades encontramos de la representacion, de la puesta en escena. ~Cuales son las figu-
tcxtos del poeta frances incorporados sin cam bios. Es que para ras manifiestas de la politica? El debate alrededor de este punto
Brecht la desdicha de los alernanes consiste en debatirse con el es muy intenso entre las dos guerras, sobre to do en relacion con
espcsor de una lengua siernprc vuclta hacia los tam bores de 10 el fascismo. Conocemos las vigorosas formulas de Walter Benja-
sublime. Su ideal es cl frances del siglo XVIII, un lenguaje a la min: a la estetizacion (fascista) de la politica hay que oponer la
vez ligero y sensual, por ejcmplo el de Diderot. En ese aspecto, politizacion (revolucionaria) del arte. Brecht va mas lejos, en
por 10 dennis -yen 111LlChos orros-, Brecht dcsciende mas direc- cuanto suma a1 pensamiento teorico una experirnentacion con-
tarnente de Nietzsche que de Marx. Nietzsche tarnbien quiere creta, una invencion artistica. Pero com parte la conviccion de un
dotar a la lcngua a lcrnana de una ligereza francesa, aSI como, vinculo singular entre teatralidad y politica.
COil malicia, prctcndc cscoger a Bizet contra Wagner. Todo esc <.Aque esta ligada esa teatralidad? Probablemente, al nuevo
rrabajo penoso de Alcmauia sobre y contra si misrna es central papel asignado a las masas en la accion historica desde la revolu-
ell los dcsasrrcs del siglo. ci6n de 1917. Pensemos en la formula de Trotsky;' para quien el
elemento caracteristico de nuestra epoca es "la irrupcion de las
2. El destino de Brecht es principalmente teatral. Sera durante masas en la escena de la historia". La imagen de la escena es muy
toda su vida lin escritor y un profesional del teatro. Propone y llamativa. Las categorias de revolucion, proletariado y fascismo
cxpcrimcnta rcforrnas fundamentales de 1a dramaturgia, tanto en remiten a figuras de irrupcion masiva, a fuertes representaciones
10 conccrnicnte a 1a cscritura co.1110a la actuacion y la puesta en colectivas, a escenas inmortalizadas: toma del Palacio de Invierno
csccna. Ahora bien, puede afirmarse (yes un punto sintomal im- o Marcha sobre Roma. Una cuesti6n se ventila constantemente:
porrantc) que el siglo xx es el siglo del teatro como arte. El in- ~cual es la relacion entre el destino individual y la irrupcion histo-
vento de Ia nocion de puesta en escena corresponde a esa centu- rica de las masas? Pero el interrogante tam bien puede formularse
ria, que transforma en arte el pensamiento de la representacion asf ~quien es actor de que obra, y en que escenario?
misma. Copeau, Stanislavski, Meyerhold, Craig, Appia, Jouvet, Brecht se pregunta como representar, figurar, desplegar tea-
Brecht, luego Vilar, Vitez, Wilson y muchos otros, transformaron tralmente la relacion entre el destino personal, el personaje y el
en un arte independiente 10 que solo era el montaje de la repre-
sentacion, Dieron origen a un tipo de artista que no se situa ni
en el registro del arte del escritor ni en el del interprete, pero que 1. Su Historia de fa Revofuci6n Rusa es un libro excelente, y no hay por que
crea en el pensamiento y el espacio una mediacion entre ambos. negarlo. En el, Trotsky equilibra con claridad el sentido epico de la "irrupcion de
El director es una suerte de pensador de Ia rcpresentacion como las masas" (la formula aparece en el texto) y el analisis politico de sesgo marxista.
62 ELSIGLO UN MUNDO NUEVO, st, PERO (CUANDO? 63

desarrollo historico impersonal, la irrupcion mas iva. El siglo xx gada 0 diagonal. Esa gente de teatro era cornpafiera del partido
retoma la cuestion del cora y el protagonista, y su teatro es mas con mucha franqueza y a la vez no muy francamente. EI teatro
griego que rornantico. Eso es 10 que gobierna laoinvencion y el es un buen ejercicio para esas acrobacias. Lo seguro es que
progreso de la puesta en escena. El teatro, en, el sl~lo xx, es otra Brecht se hace cargo -con honestidad- de la cuesti6n del arte en
cosa que la representacion de obras. Con razon 0 s~nella, se cree las condiciones del marxismo 0 el comunismo: ~que es un arte
que su objetivo se ha modificado y que en 10 sucesivo se trata de didactico, un arte al servicio de la lucidez popular, un arte prole-
una dilucidacion histories colectiva. tario, etc.? Ciertamente, nuestro autor es un personaje central de
Hoy, en ausencia de una conviccion de este tipo, bi~n podria esas discusiones, pero al mismo tiempo es un artista muy grande,
ser que la puesta en escena fuera condenada y se volviera a l~s cuyas obras se representan hoy en todas partes, aun cuando los
maneras anteriores: un buen texto, buenos acto res iY basta! De- debates sobre la dialectica del teatro y la po Iftic a ya no existen.
jennos de fastidiar con la conciencia politica .a los griegos. Brecht es sin ninguna duda eI mas universal y el mas indiscutible
Para Brecht, cualquiera sea la obra, anugua 0 moderna, se de los artistas que vincularon de manera explfcita su existencia y
trata de plantearle la cuestion de la relacion ent~e el perso~aJe y su creacion a las llamadas politicas comunistas.
cl destino historico. ~Como representar el devenir de un sujeto y
esclarecer a la vez el juego de fuerzas que 10 constituye, pero que 4. Brecht conocio el problema del nazismo en Alemania. La
es tambicn el espacio de su voluntad y sus decisiones? Brecht es- cuesrion de la posibilidad del nazismo, la posibilidad de su exito,
ta seguro de que el teatro debe cambiar y ser otra cosa que una 10 afecto de manera directa. Y en torno de esa cuestion multipli-
autocclcbraci6n de la burguesfa espectadora. co los ensayos y las piezas teatrales, como La resistible ascension
En nucstros dias tarnbien se estima que el teatro tiene que su- de Arturo Vi, de donde proviene la famosa (y dudosa) formula:
frir un cambio: dcbe convertirse en la celebracion del consenso "Aun es fecundo el vientre del cual salio la bestia inmunda". Du-
dernocratico y moral, una sucrte dc cora taciturno sobre la~ des- dosa en cuanto pretende hacer de la singularidad nazi la conse-
dichas del mundo y su contracara humanitaria. Ni heroe III con- cuencia estructural de un estado de las cosas y los sujetos, cami-
flicto tipico ni pensamicnto, nada mas que la ernocion corporal no no muy prometedor para pensar realmente esa singularidad.
unanime. Pero de todos modos Brecht inrenro, con los medias de que dis-
Brecht y los artistas de teatro de la epoca, por su parte, medi- ponia, y en caliente, una didactica teatral en definitiva refinada
tan sobre la interpretacion, el personaje, e intentan comprender de la llegada de Hitler al poder. Como consecuencia, vivio la Se-
como este, que no preexiste a las circunstancias teatrales: se gunda Guerra Mundial en caracter de exiliado. Esa es otra de
construye en la actuacion Ijeu], que es ante todo un juego [jeu] sus fuertes adhesiones al siglo, para el cual el personaje del exi-
de fuerzas. No nos situamos ni en la psicologia ni en la herrne- liado es esencial, como podemos verlo en la produccion noveles-
neutica del sentido ni en los juegos de1lenguaje ni en la parusia ca y sobre todo en las novelas de Erich Maria Rernarque.? Hay
del cuerpo. EI teatro es un aparato de construccion de verdades.

3. Bertolt Brecht se unio al comunismo, aun cuando -como


muchos otros hombres de teatro, por 10 demas, y pienso en la 2. La obra de Erich Maria Rernarque punnia diferentes dramas del siglo,
desde su gran clasico sabre la guerra de 1914, A l'Ouest rien de nouveau, traduc-
singular afiliacion comunista de Antoine Vitez 0 Bernard Sobel-
cion de Alzir Hella y Olivier Bournac, Paris, Stock, 1968 [trad, cast.: Sin nove-
encontro la manera de que esa union fucra sicmpre un poco ses- dad en el (rente, Barcelona, Edhasa, 2003J, hasta las figuras de errancia, acci6n
64 EL SIGLO UN MUNDO NUEVO, sf, PERO (CUANDO? 65

una subjetividad muy particular del exilio. Y especialmente del Como se ve, hay numerosas razones para convocar a Brecht
exilio en Estados Unidos, donde residian muchos intelectuales como testigo del siglo y documento legitime en el metodo inma-
alemanes proscriptos por el nazismo. Esos artistas, escritores, nente que propongo, el de un examen de 10 que ese siglo signifi-
musicos y cientificos cornponian un pequefio mundo extrernada- co para su gente.
mente activo, dividido e incierto. Debemos decir que para Brecht
America era, desde mucho tiempo arras, una cosa extrafia, que El texto de Brecht que elegi lleva en la traduccion francesa el
10 fascinaba por su modernidad chillona, su pragrnatismo, su vi- titulo de "Le proletariat n'est pas ne en gilet blanc" ["EI pro leta-
talidad recnica, Brecht es tarnbien un buen testigo europeo de Es- riado no naci6 con chaleco bianco"], y se vincula directamente
tados Unidos. Y, por ultimo, es un hombre que experimenta en con una de nuestras hip6tesis centrales: el siglo que se empeiia en
Ia Republica Dernocratica Alernana el "socialismo real", en su pensar, bajo el paradigma de la guerra, el nudo enigrnatico de la
forma mas voluntarista y cerrada. En Alemania oriental se con- destruccion y el comienzo. Se trata de un escrito de 1932, inclui-
vierte en una especie de personaje oficial, no sin divisiones, arre- do en Ecrits sur fa politique et fa societe (1919-1950) (Paris,
pentimientos tortuosos y acciones enmascaradas. Un episodio L'Arche, 1971). Como veran, el objetivo inmediato de este texto
fundamental de sus ultimos aiios (rnurio bastante joven, en es la cultura, las categorias subjetivas de la cultura. Se constata
1956) es la insurreccion obrera de 1953, reprimida en Berlin por que la gran cultura burguesa ya ha pasado, pero la nueva cultu-
el cjercito sovictico. Brecht escribi6 una carta a las autoridades ra todavia no esta presente. Brecht se plantea una pregunta ca-
comunistas del Estado, en uno de cuyos fragmentos (el unico da- racteristica del siglo: 2cuando llegara por fin 10 nuevo? 2Esta ya
do a conocer) aprobaba la rcpresion, pero en otra parte, "pr iva- 10 nuevo en acci6n, podemos discernir su devenir? 20 estamos
cia", plantcaba temibles interrogantes sobre el aplastamiento de atrapados en el espejismo de 10 que s610 es una forma antigua de
una revlieIta proletaria por el "Estado de los obreros y los cam- 10 nuevo, una "novedad" aun demasiado vieja, porque esta cau-
pesinos". Que haya podido ser el hombre de esas circunstancias tiva de la destrucci6n? La pregunta, entonces, es: "2cuando?".
tornadizas se adivina dctras de las modificacioncs sucesivas de la Destaco en el texto una suerte de Ietania central, puntuada por el
que es sin duda su obra maestra, Vida de Galileo, uno de cuyos "cuando":
tcmas es la duplicidad del cicntifico frente a las autoridades (ya
durante la epoca del cxilio, en los llamados afios del rnacartis-
1110,3 Brecht, sospechoso de actividades comunistas, habia tenido
que dcclarar ante la policia y la justicia norteamericanas).
persecuciones dirigidas principalmente contra los intelectuales y artistas, entre fi-
nes de la decada de 1940 y comienzos de la decada siguiente, con el pretexto del
anticomunismo. La denorninada Cornision de Actividades Antinorteamericanas
y arnor desolado del periodo de entreguerras, en Les Camarades, traduccion de estaba presidida por el senador McCarthy, razon por la cual este periodo recibe
Marcel Stora, Paris, Gallimard, 1970 [rrad. cast.: Tres camaradas, Barcelona, el nombre de "rnacarrismo". Su particular intensidad se debe a que cada testigo
Edicioncs G. P., 1984]. se vefa frente a la exigencia de delatar a los otros. Quienes practicaron la dela-
3. La brevedad y la pobreza de la historia de Estados Unidos -imperio hege- cion, para no ser a su vez objeto de sospechas y conservar su trabajo, fueron mu-
monico de nuestros dias, por otra parte- hacen que los contados episodios de te- chos y en ocasiones ilustres. El caso mas discutido fue sin duda el del gran ci-
nor politico indudable sean objeto de exarnencs impiadosos y vigorosas formali- neasta Elia Kazan. Innumerables artistas, actores, guionistas y direct ores
zaciones artfsticas. Asi sucede con la Guerra de Scccsion, dcsde luego, y en comparecieron ante la cornision. Las alusiones a este perfodo atiborran literal-
terrninos mas generales con la cuestion del Sur. Y ramhicn con la secuencia de mente el arte norteamerica no desde entonces, y sobre todo el cine.
66 ELSIGLO
UN MUNDO NUEVO, sf, PERO (CUANDO? 67

En sintesis: cuando la cultura, en pie no hundimiento, este cubierta


la logica de la relacion de fuerzas. No es previsible que 10 nuevo
de manchas, casi una constelaci6n de manchas, un verdadero
pueda imponerse por ser mas fuerte que 10 viejo. Tratandose de la
mula dar de inmundicias;
cuando los ideologos sean demasiado abyectos para atacar las rela- vieja cultura, 10 necesario e imaginable, como espacio de una no-
ciones de propiedad, pero tarnbien demasiado abyectos para de- vedad posible, no es su debilitamiento sino una descornposicion in
fenderlas, y los senores a quienes habrian querido servir sin sa- situ, una podredumbre nutricia.
ber hacerlo los hayan expulsado; b) EI adversario, por 10 dernas, no se presenta verdaderamen-
cuando, puesto que las palabras y los conceptos ya no tendran casi te como una fuerza. Ya no 10 es. Es una especie de abyeccion
nada que ver con las cosas, los actos y las relaciones que desig- neutra, un plasma, en ningun caso un pensamiento. No puede
nan, sea posible cambiar estos sin cambiar aquellos 0 cambiar haber relevo dialectico de esa neutralidad en putrefaccion. Si el
las palabras y dejar intactas cosas, actos y relaciones; paradigma de la guerra depende de la vertiente de la guerra defi-
cuando sea preciso, para tener la esperanza de salir con vida, estar nitiva 0 final es porque los protagonistas de esta no son conmen-
dispuesto a matar;
surables, no suponen el mismo tipo de fuerza. Pensamos, desde
cuando la actividad intelectual quede restringida al extrema de afec-
luego, en la oposicion nietzscheana de las fuerzas activas y las
tar el proceso mismo de explotacion;
cuando ya no pueda dejarse a las grandes personalidades el tiempo fuerzas reactivas, de Dionisos y el Crucificado. Signo adicional
que nccesitan para abjurar de si mismos; de 10 que sostenia hace un momento: con frecuencia, Brecht esta
euando la traicion cese de ser util, la abyeccion, rentable, y la nece- mas cerca de Nietzsche que de Marx.
dad, una recornendacion; c) Un aspecto muy importante para el artista es que uno de
cuundo aun la insaciablc sed de sangre de los curas ya no baste y sea los sintomas de Ia descornposicion es la ruina de la lengua. La
rnencster expulsarlos; capacidad de nombrar de las palabras esta afectada, y la relacion
cuando ya no quede nada pOI descnmascarar, porque la opresion entre ellas y las cosas se ha relajado. Se comprueba (una gran
ha hr.i avanzado sin la mascara de la dernocracia, la guerra, sin la verdad de nuestros dfas) que un punto central de toda opresion
del pacifismo, la explotacion, sin la del consentimiento volunta- en sus momentos finales es ese derrumbe de la lengua, el despre-
rio de los explorados;
cio por cualquier norninacion inventiva y rigurosa, el reino de la
cuando reinc la mas sangrienta ccnsura de todo pensarniento, pero
lengua facil y corrompida, la del periodismo.
sea superflua porque ya no habra mas pensarniento;
ah, entonees el proletariado podra hacerse cargo de la cultura en el d) Lo que Brecht viene a decir, signo de la violencia del siglo,
mismo estado que la produce ion: en ruinas. es que el final solo esta verdaderamente presente cuando enfren-
tamos esta alternativa: rnatar 0 ser matados. El asesinato es una
suerte de icono central. En el hay una metonimia de la historia.
Como el texto es perfectamente claro, me limitare a hacer
Volvemos a encontrar aqui el estigma de la pasion de 10 real, es-
cinco puntualizaciones. tigma tanto mas terrible cuanto que aparece en el medio de una
a) Ternatica esencial: 10 nuevo solo puede llegar como tornado
lengua ahora incapaz de nombrar. Como pensamiento del fin
de la ruina. Solo habra novedad en el elemento de una destruccion
(del fin de la vieja cultura), el siglo es la muerte bajo las especies
integra mente consumada. Brecht no dice que la destrucci6n va a del asesinato innombrable.
engendrar por si misma 10 nuevo. Su dialectica no es meramente Lo que me sorprende es que esta categoria se convirtio efecti-
hegeliana. Dice que ella es el terreno donde 10 nuevo puede apo-
vamente en una categoria fundamental del espectaculo contem-
derarse del mundo. Sefialernos que no nos movemos del todo en poraneo. El personaje mas representado termina por ser el serial
68 EL SIGLO

killer. Y el serial killer reparte de manera universal una muerre 5


desprovista de toda simbolizacion y que, en ese sentido, no logra PASION DE LO REAL
ser tragica,
La tesis de la conjuncion entre el asesinato y el desfallecimien-
Y MONTAJE DEL SEMBLANTE
to de la lengua es muy fuerte. En todo caso, es un emblema espec-
tacular del siglo agonizante. Brecht advirtio la concomitancia de la lOde febrero de 1999
huida de las palabras y de algo que toea a la muerte, al cuerpo
que, cuando la simbolizacion desaparece, ya no es mas que un re-
siduo.
e) La cuestion de la mascara. EI final, dice Brecht, llega cuan-
do las figuras de la opresion ya no necesitan mascaras, pues se
ha instaurado la cosa misma. Es menester pensar aquila relacion
entre violencia y mascara, una relacion que los marxistas, hasta (Que es el "distanciamiento " del que Brecht hacia una maxi-
Louis Althusser, tam bien denominaron en el siglo la cuestion de ma para la actuacion del actor? Es una puesta en evidencia, en Ia
la ideologia. Volvcremos a ella. acruacion misma, de Ia brecha entre esra y 10 real. Pero en un ni-
(Que significa "desenmascarar" una opresion? (Cual es la vel mas profundo es una tecnica de desmontaje de los lazos inti-
funcion cxacta de la mascara? Brecht es un pensador del teatro mos y necesarios que unen 10 real al semblante, lazos resultantes
como capacidad de desenmascarar 10 real, precisamente porque del hecho de que esta ultima es el verdadero principio de situa-
cl teatro es, por excclcncia, cl arte de la mascara, del sernblante." cion de 10 real, 10 que localiza y hace visibles los brutales efectos
La mascara teatral simboliza la cuestion que a menudo se desig- de la contingencia de 10 real.
na, sin razon alguna, como la de la importancia de la mentira en Una de las grandezas del siglo consistio en consagrarse a pen-
el siglo. Es mucho mejor plantearla asi: (que relacion hay entre sar la relacion, a menudo oscura en un principia, entre violencia
la pasion de 10 real y la necesidad del semblante? real y semblante, entre rostro y mascara, entre desnudez y tra-
vestismo. Encontramos este aspecto en registros muy diversos,
que van de la teoria politica a la practica artistica.

Comencemos por los marxistas 0 marxianos. Los del siglo


atribuyeron una extra ordinaria importancia a la nocion de ideo-
logia, que designa el poder de travestismo de la falsa conciencia
con respecto a un real descentrado, no aprehendido, no sefiala-
do. La ideologia es una figura discursiva a traves de la cual se
efecnia la representacion de las relaciones sociales, un montaje
imaginario que, no obstante, re-presenta un reaL En ella, por 10
tanto, hay sin duda algo casi teatral. La ideologfa pone en esce-
,. EI terrnino frances semblant se ha rraducido por "scrnblanre", de uso na figuras de la representacion en que Ia violencia primordial de
cornun en el vocabulario lacaniano, en lugar de "apuricncin " (n. del t.). las relaciones sociales (Ia explotacion, la opresion, el cinismo de-
70 EL SIGLO PASION DE LO REAL Y MONTAJE DEL SEMBLANTE 71

sigualitario) esta enmascarada. Como el distanciamiento brech- les se puede tener acceso consciente a 10 real de un sujeto solo en
tiano en el teatro, la ideologia organiza una conciencia separada la construccion intima e imaginaria del yo [moiJ. En ese sentido,
de 10 real, expresado, sin embargo, por ella. Para Brecht, el tea- la psicologla de la conciencia es una ideologia personal, 10 que
tro es una didactica de esa separaci6n; rnuestra c6mo la violencia Lacan llama "rnito individual del neur6tico". Hay una funci6n
de 10 real s610 es eficiente en la brecha entre el efecto real y su de desconocimiento que hace que 10 abrupto de 10 real opere ex-
representacion dominante. EI concepto mismo de ideologfa cris- clusivamente en ficciones, montajes, mascaras.
taliz~ la certidumbre "cientifica" de que las representaciones y El siglo despliega el motivo de la eficacia del desconocimien-
los discursos deben leerse como las mascaras de un real que ellos to, mientras el positivismo del siglo XIX afirmaba el poder del co-
denotan y disimulan. Segun advirtio Alrhusser.! hay en ello una nocimiento. Contra el optimismo cognitive de ese positivismo, el
disposicion sintomal; la representaci6n es sintorna (que debe siglo xx descubre y pone en escena el extraordinario poderio de
leerse, descifrarse) de un real, y ella es la localizaci6n subjetiva la ignorancia, 10que Lacan llama con justa razon "pasion por la
de este como desconocimiento. EI poder de la ideologla no es si- ignorancia" .
no el de 10 real, en cuanto ella transita por ese desconocimiento.
La palabra "sfntorna" indica desde luego que, con respecto a Pensado como puesta en accion, por parte del semblante, de
esc poder del desconocimiento, hay algo en cormin entre el mar- su propia distancia con respecto a 10 real, el distanciamiento
x.ismo del siglo y eI psicoanalisis. Lacan cxpuso con singular cla- puede considerarse como un axiom a del arte en el siglo, y sobre
ridad este punto al mostrar que eI yo [moW es una construccion todo del arte de "vanguardia". Se trata de hacer ficcion del po-
imaginaria. En esta construcci6n, el sistema real de las pulsiones der de la ficcion, tener por real la eficacia del semblante. Esta es
s610 es legible a traves del recorrido de toda clase de descentra- una de las razones por las cuales el arte del siglo xx es un arte
~nientos y transformaciones. La palabra "inconsciente" designa reflexivo, un arte que qui ere mostrar su proceso, idealizar visi-
justamente el conjunto de las operaciones por medio de las cua- blemente su materialidad. La mostracion de la distancia entre 10
facticio y 10 real se convierte en el objetivo principal de la facti-
cidad. Para los marxistas esta claro que una clase dominante ne-
cesita una ideologia de la dominaci6n, y no s610 la dorninacion.
1. Inrcresado desdc epoca mlly remprana en In ernpresa de Lacan, Alrhusser
C0J1cct6directarnenrc cl conccpto marxisra de idcologia con eI efecto imaginario
Si el arte es el encuentro con un real por los medios exhibidos de
de las formaciones inconscicnrcs en el psicoaruilisis. En definitiva, hizo de la ins. 10 facticio, el arte esta por doquier, porque toda la experiencia
tancia "sujeto", de 10 que 61llama "intcrpelacion en tanto que sujeto", cI resorre humana esta atravesada por la diferencia entre la dominacion y
de la eficacia de las ideologias y sus aparatos materiales. Conviene leer al rcspec- la ideologia dominante, entre 10 real y su semblante. Por todas
to e1 articulo "Idcologfa y aparatos ideologicos del Esrado",
partes hay ejercicio y experiencia de esa diferencia. Por eso el si-
Testimonio personal: en 1960 yo era alumno de la Ecole normale superieure
y acababa de descubrir con sumo entusiasmo los textos publieados de Lacan,
glo xx propone gestos artisticos anteriorrnente imposibles 0 pre-
cuando Althusser, que era director de los estudios de filosofia en la escuela me senta como arte 10 que antes no era mas que desecho. Esos ges-
encargo hacer ante mis condiscipulos una presentacion sintetica de los conceptos tos, esas presentaciones, atestiguan la omnipresencia del arte, en
de ese autor, por entouces completamente desconocido. Tarea que cumpli en dos cuanto el gesto artistico equiva1e a una efraccion del semblante
exposiciones que atin hoy me guian inreriorrnente.
que deja ver, en estado bruto, la distancia de 10 real.
,. En castellano, "yo" traduce a las palabras francesas moi y je, con senridos
distintos. Para evirar la arnbiguedad, en el caso de la ocurrencia del moi se haec
En ese aspecto, un gran inventor -tanto mas cuanto que es
la aclaraci6n en el texto (n. del t.). por completo ajeno al marxismo e incluso tributario de las peo-
72 EL SIGLO
PASI6N DE LO REAL Y MONTA]E DEL SEMBLANTE 73

res representaciones burguesas: familias cerradas, adulterios y sa- con los ojos desorb ita dos, aterrado por la fuerza de vida de su
lones- es Pirandello. Su tesis esencial es que la reversibilidad de propia ficcion, que en un instante 10 ha arrastrado hasta el cri-
10 real y el semblante es la unica via de acceso artistico a 10 real. men". Aunque se refiera a la fuerza de vida de la ficcion, y por
Pirandello presenta el conjunto de su teatro con un titulo parti- ende a 10 que hace de esta un poder real, la acotaci6n no es del
cularmente sugestivo: "mascaras desnudas". Lo real, 10 desnudo, todo concluyente. No hace sino decir que una fuerza s610 transi-
es 10 que se da directamente en la mascara y el semblante. ta por una ficci6n. Pero una ficcion es una forma. Se did, enton-
La fuerza de la teatralizaci6n de esta tesis es que se plantea en ces, que una fuerza, cualquiera sea, solo es localizable 0 eficaz a
un contexto subjetivo de rara violencia. Al respecto, un pasaje traves de una forma que, sin embargo, no puede decidir el senti-
muy caracteristico es el final de Enrique IV, a mi juicio una de do. Por eso es preciso sostener que 10 que se presenta como mas-
las piezas mas vigorosas de Pirandello, junto con Como tu me cara es exactamente la energia de 10real.
quieres, El placer de fa honestidad y La senora Morti, dos en
una. EI Enrique IV en cuestion es un soberano aleman del siglo Las formas aterradoras de esta tesis no faltaron en el siglo, y
XIII. EI heroe de la pieza es un hombre de nuestros dias que a 10 debemos mencionar en primerisimo lugar la puesta en escena de
largo de toda la obra afirrna ser Enrique IV, organiza a su alrede- los procesos de Moscu a cargo de Stalin y su grupo, a fines de la
do: lU~ {..'()'[t{;);(.,j' de {X:[J'.(/\~fr~Sque per ~~~Fe{'sasrezones sccpten scr decada de 1930. Despues de todo, e[ objetivo Iiso y Ifano de esos
complices conscientes de esta fabula y al final comete un asesina- procesos es matar gente, liquidar una parte importante del esta-
to. Esc crimen se puede comprender en el registro "historico" so- blishment comunista. Estamos en la pura violencia real. La "vie-
bre la base de los rasgos de caracter y las circunstancias existen- ja guardia bolchevique", como dice Trotsky, que es su emblerna
cialcs que cabe suponer en el Enrique IV "real". Tarnbien puede y que tambien morira asesinado, debe ser aniquilada.
cornprcnderselo en el registro subjetivo, a partir de la vida y las (Que necesidad hay de montar procesos en los cuales se ha-
pasiones del he roe de la pieza que, acasc., utiliza la mascara his- ra contar a victimas designadas, y en su mayoria resignadas, co-
torica de Enrique IV. Durante 10 esencia] de la accion, la tesis de sas completamente inverosirniles? ~Quien puede creer que indi-
la rcvcrsibilidad, dispuesta con un paSlIlOSOvirtuosismo, se ex- viduos como Zinoviev 0 Bujarin fueron durante toda la vida
prcsa en el hccho de que no podemos decidir si el heroe se toma espias japoneses, criaturas de Hitler, agentes a sueldo de la con-
"rcalrnente" por Enrique IV, 10 cual querria decir que esta loco trarrevolucion y asi sucesivamente? ~Cual es la finalidad de ese
(en cl scntido corriente del terrnino}, 0 si, por razones complejas enorme semblante? Se pueden plantear hipotesis racionales so-
que obedecen al contexto de su vida privada, simula tomarse por bre la necesidad, a criterio de Stalin, de liquidar a toda esa gen-
esc soberano y, por 10 tanto, "hace semblante" (Ia expresi6n es teo Se puede intentar reconstruir el escenario politico de las
particularrnente atinada) de estar loco. De todas maneras, una grandes purgas.? Es mucho mas dificil establecer la necesidad de
vez cometido el asesinato las cosas carnbian. En 10 sucesivo, si
no quiere arriesgarse a ser condenado por el crimen, el heroe se
ve definitivamente obligado a hacer creer que esta loco y, si rna-
to, 10 hizo porque se toma por Enrique IV. Mas alla del sern- 2. Si tenernos en cuenta la tendencia moralizante de los historiadores fran-
blante surge una necesidad del semblanj.-, que tal vez es desde ceses de nuestros dias e incluso, como 10 muestra el libro de Francois Furet so-
siempre su real. Pirandello introduce entcmces una notable didas- bre el comunismo, la coqueterfa can que se ernpefian en no ser mas que propa-
gandistas liberales, habra que acudir sin duda a los ingleses y norteamericanos
calia, que les cito: "Enrique IV ha perrnanecido en el escenario en busca de estudios intelectualmente convincentes acerca del perfodo stalinista
74 EL SIGLO PASI6N DE LO REAL Y MONTAJE DEL SEMBLANTE 75

los procesos, tanto mas si se tiene en cuenta que, despues de to- que, no obstante, solo era susceptible de convencer a aquellos
do, numerosos encumbrados dirigentes, en particular militares, (muchos, a decir verdad) que habian decidido de antemano de-
fueron liquidados en los sotanos de los servicios secretos sin la jarse convencer. Pero estos comunistas convencidos, despues de
menor figuraci6n publica. Pues esos procesos son puras ficcio- todo, habrian convalidado de igual modo la liquidacion sin ro-
nes teatrales. Los acusados mismos, preparados con cuidado, deos de los "enemigos del pueblo". No tenian necesidad alguna
incluso por medio de la tortura, deben ajustarse a un pape!, cu- de un proceso para dar su aval. Su pasion de 10 real, segun pare-
yas replicas han sido discutidas y practicarnente escritas en los ce, los habria dispensado tanto mas de ese penoso semblante
corredores policiales del regimen. En este aspecto es muy ins- cuanto que las mas de las veces tropezaban con much as dificul-
tructivo leer el relato del proceso de Bujarin," en el cual se pro- tades para explicar su mecanismo a los escepticos, EI enigma
duce un desliz significative que durante un momenta trastorna persiste, y concierne a uno de los grandes interrogantes de! siglo:
toda la puesta en escena, como si ]0 real del sernblante pertur- 2cual es la funcion del semblante en la pasion de 10 real, que or-
bara su funci6n. ganiza la politica mas alia del Bien y de! Mal?
Al parecer, la absoluta violencia de 10 real (aqui el Partido-Es- Creo que la cuestion es la siguiente (y este aspecto fue percibi-
tado terrorista) se vio forzada a pasar por una repr~sentaci6n do muy pronto por Hegel, en relacion con el terror revoluciona-
rio):" 10 real, tal como se concibe en su absolutidad contingente,
nunca es 10 bastante real para que no se sospeche su condicion de
en la URSS. Con rodo, como punro de partida sobre 10 que fue la figura del pa- semblante. La pasion de 10 real tambien es necesariamente la sos-
drccito de los pueblos, cs uril leer la antologia de documcntos reunidos y comcn- pecha. Nada puede atestiguar que 10 real es real, salvo el sistema
tados por Lilly Marcou, l.es Staline uus par lcs hotes du Kremlin, Paris, Julliard, de ficcion en el cual representara el papel de real. Todas las cate-
1979, col. "Archives". gorias subjetivas de la politica revolucionaria 0 absoluta, como
En 10 que rcspccra nuis parricularmcnre al gulag sibcriano, nada es mas ilus-
trativo que las novel as breves de Varlam Shalamov rcunidas cn frances con cl
"conviccion", "lealrad", "virtud", "posici6n de clase", "obedien-
titulo de Recits de la Kolyma, rraduccion de Catherine Fournier, Paris, La Decou- cia al partido", "celo revolucionario", etc., estan marcadas por la
vcrrc/Fayard, 19S6 [rrnd. csp.: Relatos de KO/YI1Ui(scleccion), Barcelona, Monda-
dori, 19971. Esos rclaros son sin la mcnor dud a una de las obras macstras del si-
glo, muy supcriorcs a las pcsadas construccioncs de Solzhenitsin, acerca de las
4. Es necesario releer el rnuy denso pasaje de la Fenomenologia del espiritu
cualcs sc advirrio dcsdc cntonces, sin que sus perdidos admiradores, los rcncga-
dedicado al terror. A titulo de rnera incitaci6n, 10 cito aqui (en la traducci6n de
dos del maoismo, se dcmoraran en clIo, que iban a scr e1 marco de una visi6n de
Jean Hyppolite, porque es la de mi juventud, y no por desconsideraci6n hacia la
las cosas cslavofila y un poco antiscmita. [Ellibro de F. Furet al que el autor haec
versi6n, mas aspera y contemporanea, de Jean-Pierre Lefebvre):
alusion CIl cI primer parrafo de esta nota es Le Passe d'une illusion. Essai sur n.
dee communistc au xxe siecle, Paris, Robert Laffont, 1995, del cual hay traduc-
Si la voluntad universal se atiene a [a acci6n efectiva del gobierno como
cion espaiiola: EI pasado de una ilusion. Ensayo sobre la idea comunista en el si-
al crimen que este comete contra ella, el gobierno, por el contrario, no tiene
glo xx, Mexico, Fondo de Cultura Econ6mica, 1995 (n. del t.)].
nada de determinado 0 exterior a traves de 10 cual se manifiesre la culpa de
3. Un pequefio libro excelente sobre esta cuesti6n es el de Pierre Broue, Les
la voluntad opuesta a d, pues frente a el, en condici6n de voluntad universal
Proces de Moscou, Paris, Julliard, 1964 [trad. esp.: Los procesos de Moscu, Bar-
efectiva, s610 esra la voluntad pura ineficaz, la intencion. Ser sospechoso sus-
celona, Anagrama, 1969], incluido en la muy notable (y desaparecida) colecci6n
tituye a ser culpable 0 tiene su significaci6n y su efecto; y la reacci6n extern a
"Archives", en la que tarnbien figura, por 10 dernas, el libro de Lilly Marcou
contra esa efectividad que reside en el interior simple de la intencion consis-
mencionado en la nota anterior. La lectura de todos los libros aparecidos en esa
te en la destrucci6n brutal de ese si mismo en el elemento del ser al que no
colecci6n es la mejor manera de aprender considerables fragmentos de [a historia
puede quitarse otra cosa que su propio ser.
universal.
76 EL SIGLO PASI6N DE LO REAL Y MONTA]E DEL SEMBLANTE 77

sospecha de que la supuesta calidad real de la categoria no es en sospechar que tal 0 cual sujeto esta rraicionandola. En definitiva,
realidad mas que semblante. En consecuencia, siempre es preciso la esencia de la libertad absoluta se da entonces, en la experien-
depurar publicarnente la correlacion entre una categoria y su refe- cia concreta, como libertad que debe ser traicionada. Virtud es el
rente, 10cual significa depurar a ciertos sujetos entre aquellos que nombre subjetivo de la verdadera libertad. Pero es imposible sa-
reivindican su pertenencia a la categoria en cuestion, y por 10 tan- car a relucir un criterio confiable y compartido de la virtud. To-
to depurar a los propios cuadros revolucionarios. Y es importante do permite suponer que reina 10 opuesto a ella, cuyo nombre es
hacerlo de acuerdo con un ceremonial que imparta a todos la en- "corrupcion'l.> La esencia de la Iibertad real es finalmente la [u-
sefianza de las incertidumbres de 10real. La depuraci6n es una de cha contra la corrupcion. Y como la corrupcion es el estado "na-
las grandes consignas del siglo. Stalin 10 dijo claramente: "EI par- tural" de las cosas, to do el mundo es en potencia el blanco de
tido solo se fortalece al depurarse". esa lucha, 10 cual quiere decir: todo el mundo es sospechoso. La
No querria que ustedes tomaran estas consideraciones un po- libertad, por ende, se concreta con toda 16gica como "ley de los
co asperas como agua para el molino de la blanda y moralista sospechosos" y depuracion cronica,
critica conrernporanea de la politica absoluta 0 el "totalitaris- Lo que nos importa es 10 siguiente: sospechamos cuando care-
1110". Hago aqui la exegesis de una singularidad y de su grande- cemos de to do criterio formal que nos permita distinguir 10 real
za propia, aun cuando csa grandeza, atrapada en las redes de su del sernblante. Y al faltar ese criterio, se impone la logica de que
concepcion de 10 real, tenga como reverso extraordinarias vio- cuanto mas se presenta una convicci6n subjetiva como real, mas es
lencias. necesario sospechar de ella. En consecuencia, la mayor cantidad
Para cortar de plano cualquier interpretacion antipolitica de de traidores se encuentra en la cumbre del Estado revolucionario,
esas negruras, quiero destacar que la depuracion, por ejemplo, donde el ardor por la libertad se declara sin descanso. EI traidor es
fue asirnismo una consigna esencial de la actividad artistica, Se el dirigente y, en el limite, uno misrno. En esas condiciones, 2que
husco con ansia el arte puro, en el cual el papel del sernblante no es 10 unico seguro? La nada. Solo la nada no es sospechosa, por-
consiste sino en indicar la crudeza de 10 real. Mediante la axio- que no pretende ningun real. La 16gicade la depuraci6n, sefiala fi-
rruitica y el formalismo se prctendio depurar 10 real maternatico nalmente Hegel, es provocar el advenimiento de la nada. La muer-
de todo 10 imaginario, espacial 0 numerico, de las intuiciones. Y te es, en definitiva, el unico nombre posible de la libertad pura, y
asi sucesivamcnte. La idea de que la fuerza se adquiere en virtud 10 unico de 10 cual no se puede verdaderamente sospechar es el
de la depuracion de la forma no es en modo alguno patrimonio "bien morir". La maxima -bastante simple, en resumidas cuentas-
de Stalin. Ni de Pirandello. Lo cornun a todas esas tentativas es, es que, propiamente hablando y a pesar de que el teatro procede
una vez mas, la pasion de 10 real. en sentido contrario, es imposible hacer semblante de morir.
De ello resulta que nuestro siglo, arrebatado por la pasion de
Volvamos un momenta a la anticipacion hegeliana. Hegel in- 10 real, fue en toda clase de ambitos, y no solo en politica, el si-
tenta explicar por que la Revolucion Francesa fue terrorista. Su glo de la destrucci6n.
tesis es la siguiente: la revoluci6n presenta la figura subjetiva de
la libertad absoluta. Pero la libertad absoluta es una libertad que
no esta asociada a ninguna representacion objetiva del bien. Es, 5. Sobre eI conjunto de las cuestiones relativas a la Rcvolucion Francesa, y en
por 10 tanto, una libertad sin criterio, una libertad cuya efectivi- una perspectiva antidialectica, es preciso remitirse al esrudio de Sylvain Lazarus,
dad nunca es atestiguada por nada. Siempre hay motivos para La Categoric de revolution dans la Revolution [rancaise.
78 ELSIGLO PASI6N DE LO REAL Y MONTA]E DEL SEMBLANTE 79

Pero hay que discernir de inmediato dos orientaciones. Una exponer sus obras. En 1926 publica en aleman un articulo cuyo
que, al asumir la destrucci6n como tal, se interna en 10 indefini- titulo es decisivo: "Die gegenstandlose Welt" ["EI mundo de la
do de la depuraci6n. Y otra que intenta medir Ia ineluctable ne- no representacion "]. Muere en 1935.
gatividad, que yo llamaria "sustractiva". Es un debate central en En el orden de la pintura, el Cuadrado blanco sabre fonda
el siglo: destrucci6n 0 sustracci6n. 2Cual es la Figura activa de la blanco es el colmo de la depuraci6n. Se elimina el color, se elimi-
vertiente negativa de la pasion de 10 real? Soy mucho mas sensi- na la forma y s610 se mantiene una alusion geometrica, que sos-
ble al conflicto de estas dos orientaciones porque, al respecto, tiene una diferencia minima, la diferencia abstracta del fondo y
tengo una trayectoria personal. Toda una parte de Theorie du la forma y sobre to do la diferencia nula entre el blanco y el blan-
sujet (1982) se denomina "Manque et destruction" ["Falta y co, la diferencia de 10 Mismo, que podemos Hamar diferencia
destruccion "], En la epoca me refugiaba detras de un enunciado evanescente.
muy proferico de Mallarrne: "La destruccion fue mi Beatriz". En Encontramos aqui el origen de un protocolo de pensarniento
LEtre et l'euenement (1988) hice una autocritica explicita sobre sustractivo que difiere del protocolo de la destrucci6n. Es preci-
ese punto y rnosrre que un pensamiento sustractivo de la negati- so evitar interpretar el Cuadrado blanco sabre fonda blanco co-
vidad puede superar el imperativo ciego de la destrucci6n y Ia mo un sirnbolo de la destrucci6n de la pintura; se trata, mas
depuracion. bien, de una asunci6n sustractiva. Es un gesto muy pr6ximo al
Para pensar el par destruccion/sustraccion el primer hilo con- de Mallarrne en poesia: la puesta en escena de la diferencia mini-
ductor es el arte. El siglo se vive como negatividad artistic a, en ma, pero absoluta, la diferencia entre ellugar y 10 que tiene lu-
cuanto uno de sus motivos, anticipado en el siglo XIX por nume- gar en el, la diferencia entre lugar y tener lugar. Presa en la blan-
rosos ensayos (por ejemplo el texto de Mallarrne "Crise de vers" cura, esa diferencia se constituye en la borradura de todo
0, mas lejos aun, la Estetica de Hegel), es el del fin del arte, el fin
contenido, todo surgimiento.
de la representaci6n, del cuadro y, a la larga, de la obra. Detras 2POrque es algo distinto de la destrucci6n? Porque, en vez de
de ese motivo del fin la cuesti6n pasa una vez mas, desde luego, tratar 10 real como identidad, se 10 trata desde el principio como
por saber que relacion mantiene el arte con 10 real 0 cual es el distancia. La cuesti6n real/sernblante no se resolvera mediante
real del arte. una depuraci6n que aisle 10real, sino cornprendiendo que la dis-
Sobre este punto me gustaria apelar a Malevich. Nacido en tancia misma es real. El cuadrado blanco es el rnomento en que
Kiev en 1878, llega a Paris en 1911. Ya entonces practica una se ficcionaliza Ia separacion minima.
pintura geornetricamente organizada. Luego, hacia 1912-1913, Hay una pasi6n de 10 real que es identitaria: captar la identi-
adopta otra doctrina, el suprematismo, con la colaboraci6n de dad real, desenmascarar sus copias, desacreditar los falsos sem-
Mayakovski. blantes. Es una pasion por 10 autentico, y la autenticidad es, en
Malevich adhiere a la revolucion bolchevique. Vuelve a Mos- efecto, una categoria tanto de Heidegger como de Sartre. Esa pa-
cu en 1917 y en 1919 es designado profesor de la universidad de sion 5610puede cumplirse como destruccion. Y esa es su fuerza,
esa ciudad. En 1918 pinta el muy famoso Cuadrado blanco sa- porque, despues de todo, muchas cosas merecen ser destruidas.
bre fonda blanco, que esta en el Museo de Arte Moderno de Pero tambien es su limite, porque la depuraci6n es un proceso
Nueva York. En la decada de 1920, cuando la situaci6n comien- interminable, una Figura del mal infinito [mauvais infini].
za a ponerse tirante para los artistas e intelectuales, es traslada- Hay otra pasi6n de 10 real, una pasi6n diferencial y diferen-
do a Leningrado con la prohibici6n mas 0 menos implicita de ciadora, que se consagra a construir la diferencia minima y pro-
PASI6N DE LO REAL Y MONTAJE DEL SEMBLANTE 81
80 ELSIGLO

pues mancha oscura ellos yacen sobre tus h.ibitos


poner su axiornatica. EI Cuadrado blanco sabre fonda blanco es
en la sabiduria, y en el soplo de la ola
una proposicion en pensamiento, que opone la diferencia mini-
se dibujara para ti 10 nuevo.
ma a Ja destruccion maxima. Tu pensamiento encontrara los contornos, imprirnira el sello de tu
En el arte, esa oposicion remite a una conviccion con respec- rumbo.
to al comienzo. La pasion de 10 real es siempre la pasion por 10
nuevo, pero ~que es 10 nuevo? Y, como preguntaba Brecht, Hemos trabajado aqui lo suficiente para que pueda entender-
(cuando Ilegara, y a que precio? se de inmediato, en este poema, el entrelazamiento de dos cosas.
Para tenninar con esta cuestion de 10 nuevo, quiero citarles La primera, tipica del profetismo del siglo en ~U~?to a 10 real,
un poema de Malevich, escrito justo antes de la realizacion del es que el pensamiento debe interrurnpir la re petrcton . Debe .ha-
Cuadrado blanco sobre fonda blanco. Es el siguiente, en una tra- ber, y habra, un acto nuevo, un "nuevo nacimiento" ~ue el s~glo
duccion de Andre Markowicz: tiene que inventar. Se trata, de una vez por todas, del imperativo:
"Borra los dias antiguos".
Essaie de ne [amais te repeter - ni dans l'icone, ni dans le tableau, ni EI segundo punto es ese oido que es preciso lava.r para .~ncon-
dans la parole, trar los contornos. La atencion se cum ple como mvencion del
si quelque chose dans son acte te rappelle un acte ancien, contorno, sello de un rumbo, y no a traves de la captacion de
alors me dit la voix de la naissance neuve:
Efface, tais-toi, eteins le feu si c'est du feu,
una idealidad preexistente. . .
Por ultimo Malevich nos dice que es el acto sustracnvo: 111-
pour que les basques de tes pensees soient plus lcgeres et qu' elles ne
rouillcnt pas,
ventar el contenido en el lugar mismo de la diferencia minima,
pour entendre le souffle d'un [our nouveau dans le desert. donde no hay casi nada. EI acto es un "dia nuevo en el desierto".
Laue ton ouic, efface les [ours anciens, ce n'est qu'ainsi
que tu seras plus sensible et plus blanc,
car tache sombre ils gisent sur tes habits
dans la sagesse, et dans le souffle de la vague
se tracera pour toi le neu].
Ta pensee trouuera les contours, imprimera le sceau
de ta demarche.

Trata de no repetirte nunca, ni en el icono ni en el cuadro ni en la


palabra,
si algo en su acto te recuerda un acto antiguo,
me dice entonces la voz del nuevo nacimiento:
borra, ciliate, apaga el fuego si es fuego,
para que los faldones de tus pensamiento sean mas ligeros
y no se enmohezcan,
para escuchar el halito de un dia nuevo en el desierto.
Lavate el oido, borra los dias antiguos, s610 asi
seras mas sensible y mas blanco,
6
UNO SEDIVIDE EN DOS

7 de abril de 1999

El siglo, entonces, no es en modo alguno el de las "ideologias",


en el sentido de 10 imaginario y las utopias. Su principal determi-
nacion subjetiva es la pasion de 10 real, por 10 que es practicable
de inmediato, aqui y ahora. Hemos mostrado que la importancia
del semblante no es sino una consecuencia de esa pasion.
2Que dice el siglo del siglo? En todo caso, que no es el de la
promesa sino el del cumplimiento. Es el siglo del acto, de 10 efec-
tivo, del presente absoluto, y no el siglo del anuncio y el porvenir.
El siglo se vive como la centuria de las victorias, luego de milenios
de intentos y fracasos. Los actores del siglo xx atribuyen el culto
de la tentativa sublime y vana, y por 10 tanto el sojuzgamiento
ideologico, al siglo precedente, al desventurado romanticismo de-
cimononico, El siglo xx dice: jSe terminaron los fracasos, ha lle-
gado la hora de las victorias! Esta subjetividad triunfante sobrevi-
ve a todas las derrotas aparentes, porque no es ernpirica sino
constituyente. La victoria es el motivo trascendental que organiza
el fracaso mismo. "Revolucion" es uno de los nombres de ese mo-
tivo. La revolucion de octubre de 1917 y luego las revoluciones
china y cubana, asi como las victorias de los argelinos 0 los viet-
namitas en las luchas de liberacion nacional, valen como prueba
empfrica del motivo y dan jaque a los fracasos, reparan las masa-
cres de junio de 1848 0 de la Comuna de Paris.
El instrumento de la victoria es la lucidez, teorica y practica,
con respecto a un enfrentamiento decisivo, una guerra final y to-
84 EL SIGLO UNO SE DIVIDE EN DOS 85

tal. EI hecho de que esa guerra sea total sugiere la idea de que la la contradicci6n. Por el contrario, todo se orienta hacia la supre-
victoria es efectivamente victoriosa. En ese concepto, el siglo es si6n de uno de los dos terrninos, EI siglo es una figura de yuxta-
-ya 10 hemos dicho- el siglo de la guerra. Pero este enunciado en- posici6n no dialectica de 10 Dos y de 10 Uno. La cuesti6n consis-
trelaza varias ideas, que giran alrededor de la cuesti6n de 10 Dos te aqui en saber que balance hace el siglo del pensamiento
o de la escisi6n antag6nica. EI siglo ha dictaminado que su ley era dialectico. En el desenlace victorioso, (el elemento motor es el
10 Dos, el antagonismo, y en ese sentido el fin de la Guerra Fda propio antagonismo 0 el deseo de 10 Uno?
(irnpcria lismo norteamcricano contra campo socialista), que es la Al respecto me gustaria mencionar un episodio a la vez cele-
ultima Figura total de 10 Dos, es tambien el final del siglo. Sin em- bre en su momenta y muy olvidado en nuestros dias, correspon-
bargo, 10 Dos sc declina de acuerdo con tres significaciones. diente a las revoluciones chinas. Hacia 1965 se inicia en China
10 que la prensa local, siempre inventiva en la designaci6n de los
a) Hay un anragonismo central, dos subjetividades organizadas conflictos, llama "una gran lucha de clases en el campo de la fi-
a escala planetaria en un combate mortal. EI siglo es su esce- Iosofia". Esta lucha opone a quienes creen que la esencia de la
nario. dialectica es la genesis del antagonismo, dada en la f6rmula
b) Hay un antagonismo no menos violento entre dos maneras di- "uno se divide en dos", y quienes consideran que dicha esencia
tercnres de considerar y pensar ef antagonisrno. Esa es Ia esen- es la sintesis de los terrninos contradictories y, por consiguiente,
cia misma del cnfrentamiento entre comunismo y fascismo. Pa- la f6rmula justa es "dos se fusionan en uno". Escolastica aparen-
ra los cornunistas, el enfrentamiento planetario es en ultima te, verdad esencial. Pues se trata de la identificaci6n de la subje-
instancia el de las c1ases. Para los fascistas radicales, es el de las tividad revolucionaria, de su deseo constituyente. (Es el deseo de
nacioncs y las razas, Aqui, 10 Dos se divide en dos. Hay un en- la divisi6n, de la guerra, 0 es el deseo de la fusi6n, la unidad, la
trclazamicnto de una tesis antagonica y de tesis antag6nicas so- paz? Sea como fuere, en la China de la epoca se declara "de iz-
bre cl antagonismo. Esta scgunda division es esencial, acaso quierda" a quienes sostienen la maxima "uno se divide en dos",
m.is que la OWl. En clefinitiva, habia mas antifascistas que co- y derechistas a quienes propician la formula "dos se fusionan en
munistas, y cs caracrcristico que la Segunda Guerra Mundial se uno". (Por que?
haya librado scgun ese c1ivajederivado y no segun una concep- Si la maxima de la sintesis (dos se fusionan en uno), tomada
cion unificada del antagonismo, que s610 dio una guerra como f6rmula subjetiva, como deseo de 10 Uno, es derechista, es
"fria ", salvo en la periferia (guerras de Corea y Vietnam). porque en opini6n de los revolucionarios chinos resulta com ple-
c) EI siglo es convocado como siglo de la produccion, por inter- tamente prematura. EI sujeto de esta maxima no ha atravesado
medio de la guerra, de una unidad definitiva. El antagonismo 10 Dos hasta el final, no sabe aun que es la guerra de clases inte-
sera. superado por la victoria de uno de los campos sobre gramente victoriosa. De ello se deduce que 10 Uno del que se nu-
otro. Por 10 tanto, tarnbien podemos decir que, en ese senti- tre el deseo ni siquiera es pensable todavia, 10 cual significa que,
do, el siglo de 10 Dos esta animado por el deseo radical de 10 bajo fa apariencia de sintesis, ese deseo convoca a 10 Uno anti-
Uno. Lo que nom bra la articulacion del antagonismo y la vio- guo. Esta interpretaci6n de la dialectica es, par 10 tanto, restau-
Iencia de 10 Uno es la victoria, como consrancia de 10 real. radora. No ser conservador, ser un activista revolucionario en el
presente, es desear obligatoriamente la divisi6n. La cuesti6n de
Sefialernos una vez mas que no SI." trara de un esquema dialec- la novedad es de inmediato la cuesti6n de la escisi6n creadora en
tico. Nada permite prever una sinrcsis, LIlla superacion interna de la singularidad de la situaci6n.
86 EL SIGLO
UNO SE DIVIDE EN DOS 87

En una furia y una confusion inimaginables, la Revolucion


1975 proporciono una inspiracion crucial al maoismo frances,
Cultural opone en China, sobre todo durante 1966 y 1967, a los
que fue la unica corriente politica innovadora y consecuente del
partidarios de una y otra version del esquema dialectico, En ri-
gor, estan quienes, dctras de Mao -que en la epoca es practica- periodo posterior a mayo de 1968. Es innegable, en to do caso,
mente minoritario en la direccion del partido-, creen que el Esta- que la Revolucion Cultural marca el cierre d~ toda una s.ec~en-
cia, aquella cuyo "objeto " central es el partido, y su principal
do socialista no debe ser el fin civilizado [polieee] y policial de la
politica de rnasas sino, al contrario, un estirnulo a su desencade- concepto politico, el de proletariado. ..
Digamos de paso que entre los restauradores del servilismo
namiento, bajo cI signo del avance hacia el comunismo real. Y
imperial y capitalista esta de moda en nuestros dias calificar ese
estrin aquellos que, alincados con Liu Shaoqi y sobre todo con
Deng Xiaoping, estiman que, como la gestion economic a es el episodio sin precedentes de bestial y sangri~nta '~l~ch~por e} po-
der", en la cual Mao, minoritario en el buro politico, mtento por
aspecto principal de las cosas, las movilizaciones populares son
todos los medios remontar la pendiente. Se responded, ante to-
m.is nefastas que nccesarias. La juventud escolarizada sera la
do, que calificar un episodio politico de ese tipo de "~ucha por el
punta de lanza de la linea maoisra. Los cuadros del partido y un
poder" es derribar de manera ridicula una puerta ablert~ de par
gran numero de intclcctualcs sc opondran mas 0 menos abierra-
en par. Los militantes de la Revolucion Cultural no deJ~ron de
mente a ella. Los campcsinos sc mantendran a la expcctativa.
citar a Lenin cuando este afirmaba (tal vez no fue 10 mejor que
Por ultimo, los obrcros, fucrza dccisiva, estaran tan desgarrados
hizo, pero esa cs otra cuestion) que, en definitiva, "el ~r~blema
en organizaciones rivalcs que, ala larga, a partir de 1967-1968 y
es el poder". La posicion amenazada de Mao era un o~Jetlvo ex-
ante cl riesgo de que cl Estado sucumba en la tormenta, se haec
plicito, y habia sido sefialada oficialmente por el mlsm~. Los
ncccsaria la intcrvencion del cjercito. L Se abre a la sazon un pro-
"hallazgos" de nuestros interpretes sinologos- no son mas que
longado pcriodo de cnfrcntamicntos burocraticos cxtrernada-
temas inmanentes y publicos de la cuasi guerra civillibrada .en
mente cornplcjos y violcntos, que no cxcluycn algunas irrupcio-
China entre 1965 y 1976, cuya secuencia propiamente revolucio-
ncs popularcs; la siruacion pcrsiste basta la muerte de Mao
naria (en el sentido de la existencia de un nuevo pensamiento po-
(1976), r.ipidamcntc seguida por un golpe termidoriano que lle-
va a Dcng Xiaoping al poder. litico) es solo el segmento inicial (1965-1968). Adernas, ~desde
En cuanro a sus objetivos, esta tcrnpestad politica es tan no-
vedosa y al mismo tiempo tan oscura que aiin no se han extraido
2. EI principal organizador de la sinologia antirnaoista -hombre de talento,
muchas de las lecciones que, sin lugar a dudas, ella entrafia para
por otra parte- es Simon Leys, que en 1.971, en plena populandad '~teleetual de
el futuro de las politicas de emancipacion, si bien entre 1967 y la Revolucion Cultural, publico el ensayo Lcs Habits neufs du president Mao.
Chranique de la Revolution culture lie, Paris, Champ libr~, 1.971 [trad. esp.: Los
trajes nuevas del presidente Mao. Cronica de la Reuolucion Cultural, Barcelona,
1. Como en 10 concerniente a la Revoluci6n Cultural todo se ha olvidado 0 Tusquets, 1.976], que hizo las veces de bomba iconoclast,a: EI hecho de que Leys
ha sido encubierto por el periodismo calumniador, es preciso volver a las fuentes haya sido honrado como la valerosa vanguardia del espmtu re,negado y contra-
contcrnporaneas del acontecimiento, pero tam bien imparciales y ponderadas. Un rrevolucionario hace justicia, por eierto, al coraje de su opll1lOn, y del eual sus
libro que permite hacerse una idea sintetica del periodo inicial (el unico que con- adeptos, todos maoistas arrepentidos, jarnas di:ron prueba -ni en ~aepoca, cuan-
tiene ensefianzas universales) de 10 que los chinos denominan por entonces Gran do "todo el mundo" era maoisra y ellos tam bien, 111 en nuestros dias, cuando ese
Revoluci6n Cultural Proletaria (en resumen, la GRe!') cs cl de Jean Esmein, La mismo "todo el mundo" esta exclusivamente eompuesto de arrepentidos, cosa
Revolution culturelle chinoise, Paris, Seuil, 1.970. que ellos se apresuran a ser-, peru no puede persuadirnos de que sus libros son
excelentes. Remitase elleetor a ellos y saque sus propias conclusiones.
88 EL SIGLO UNO SE DIVIDE EN DOS 89

cuando nuestros filosofos politicos consideran un horror que un den ererno que somete la sociedad a la riqueza y los ricos, al po-
dirigente amenazado procure recuperar la infJuencia perdida? der y los poderosos, a la ciencia y los cientificos, al capital y sus
2No es 10 que interpret an todo el dia como esencia deleitosa y servidores, y no da valor alguno a 10 que la gente piensa, a la in-
dcrnocratica de la politica parlamentaria? Se dira a continuacion teligencia colectiva obrera ni, en verdad, a ningiin pensamiento
que la significacion y la importancia de una lucha por el poder se que no sea hornogeneo con el orden en el cual se perpetua la in-
juzga por sus objetivos. Sobre todo cuando los medios de esa lu- noble regia de la ganancia. EI terna de la ernancipacion total, lle-
cha son clasicarnente revolucionarios, en el sentido que llevaba a vado a la practica en el presente, en el entusiasmo del presente
Mao a decir que la revolucion "no es una cena de gala": movili- absoluto, siempre se situa mas alia del bien y del mal porque, en
zacion sin prececlentes de millones de jovenes y obreros, libertad las circunstancias de la accion, el unico bien conocido es aquel
de cxpresion y organizacion verdaderamente inaudita, manifesta- del cual el orden establecido hace elnombre precioso de su sub-
ciones gigantcscas, asamblcas politicas en todos los lugares de sistencia. La extrema violencia puede erigirse entonces en la reci-
cstudio 0 tra bajo, discusiones csqucmaticas y brutales, denuncias proca del extremo entusiasmo, pues se trata, en efecto, de trasva-
publicas, lISOrciterado y anarquico de la violencia, inc!uida la lorar todos los valores. La pasion de 10 real carece de moral. La
violencia armada, etc. Ahora bien, 2quien puede sostener hoy moral, como 10 advirtio Nietzsche, apenas tiene el status de una
que Dcng Xiaoping, calificado por los activistas de la Revolu- genealogia. Es un residuo del viejo mundo. Y por consiguiente,
cion Cultural de "segunda de las mas altas autoridades que, aun- el umbral de tolerancia de 10 peor, segun 10 vemos desde nuestro
que micmbros del partido, se intcrnaron en la via capitalista ", pacifico y viejo hoy, es sumamente elevado, cualquiera sea nues-
no sc ubicaba, ell efecto, en una linea de desarrollo y construe- tro campo de pertenencia. Eso, sin duda, lleva a algunos a hablar
cion social diamctralmcnte opucsta a la propiciada por Mao, co- en la actualidad de la "barbaric" del siglo. Sin embargo, es muy
lcctivista c innovadora? Una vez muerto Mao, cuando Deng injusto aislar esa dimension de la pasion de 10 real. Aun cuando
Xiaoping torno cl poder mediante un golpe de Estado burocrati- se trate de la persecucion de los intelectuales, por desastrosos
co, 2no se constato que desplcgaba en China, a 10 largo de la de- que sean el espectaculo y los efectos, es importante recordar que
cada de 1980 y hasta su rnuertc, una especie de neocapitalismo la hace posible el hecho de que no son los privilegios del saber
cornplctamcnte salvaje y COITlIptO,y tanto mas ilegitimo cuanto los que gobiernan el acceso a [0 real. Como ya decia Fouquier-
que, por orra parte, mantcnia cI dcspotisrno del partido? Con Tinville durante la Revolucion Francesa, al juzgar y condenar a
rcspccto a todas estas cuestioncs, y en especial a las mas impor- muerte a Lavoisier, fundador de la quimica moderna: "La Re-
tantcs de todas (rclaciones entre ciudades y campo, entre trabajo publica no necesita sabios". Palabras barbaras si las hay, com-
intelectual y trabajo manual, entre el partido y las masas, etc.), pletamente extremistas e irracionales, pero que debemos saber
habia por 10 tanto, sin lugar a dudas, 10 que los chinos lIamaban entender, mas alla de S1 mismas, en su forma axiomatica y com-
en su sabroso lenguaje una "Iucha entre las dos clases, los dos pendiada: "La Republica no necesita". La captura politica de un
caminos y las dos lineas", fragmento de real no deriva de la necesidad, del interes 0 de su
Pero 2Ylas violencias, a menudo extremas? 2Los centenares correlato, el saber privilegiado, sino de la aparicion de un pensa-
de miles de muertos? 2Las persecuciones, sobre todo contra los mien to susceptible de colectivizarse, y solo de el, Lo cual tam-
intelectuales? Diremos 10 mismo que de todas las violencias que bien puede decirse de la siguiente manera: la politica, cuando
marcaron en la historia, hasta nuestros dias, los intentos mas 0 existe, funda su propio principio en 10 concerniente a 10 real y,
rnenos manifiestos de politica libre, de subversion radical del or- por 10 tanto, no necesita de nada salvo de S1 misma.
90 EL SIGLO UNO SE DIVIDE EN DOS 91

Pero (puede ser que hoy todo intento de someter el pensa- reencuentra la nada, la nada-de-real, y en ese sentido nunca se
miento a la prueba de 10 real, politico 0 no, sea tenido por bar- deja el marco del nihilismo. Pero como se ha suprimido el ele-
baro? La pasion de 10 real, muy aplacada, cede su lugar (2provi- mento terrorista -el deseo de depurar 10 real-, el nihilismo que-
soriamente?) a la aceptacion, ora gozosa, ora lugubre, de la da desactivado. Se convierte en nihilismo pasivo 0 reactivo, es
realidad. decir, hostil tanto a toda acci6n como a todo pensamiento.
La otra via esbozada por el siglo, la que intenta mantener la
Es verdad -y creo haber dilucidado su mecanismo- que la pa- pasion de 10 real sin ceder a los encantos paroxisticos del terror,
sion de 10 real esta acornpafiada por una proliferacion del sern- la he denominado, como saben, via sustractiva: exhibir como
blante y, por ende, siempre es necesario reiniciar la depuracion,
Ia pucsta al desnudo de 10 real.
u:
punto real no la destrucci6n de la realidad sino la diferencia. i-
nima. Depurar la realidad, no para aniquilarla en su superficie,
Querria subrayar que depurar 10 real quiere decir extraerlo de sino sustrayeridola a su unidad aparente para detectar en ella la
la realidad que 10 rodea y oculta. De alli el gusto violento por la diferencia rninuscula, el terrnino evanescente que la constituye.
superficie y la transparencia. El siglo intenta reaccionar contra la Lo que tiene lugar difiere apenas dellugar en que eso tiene lugar.
profundidad. Lleva a cabo una fuerte critica del fundamento y el En esta excepcion inmanente, todo el afecto esta en el "apenas".
mas alla, y promueve 10 inmediato y la superficie sensible. Propo- En las dos Vias, la cuestion clave es la de 10 nuevo. 2Que es 10
ne, en la progenie de Nietzsche, abandonar los "trasmundos" y nuevo? La pregunta obsesiona al siglo porque, desde sus inicios,
plantcar que 10 real cs idcntico al apareccr, EI pensamiento, justa- este se convoc6 como Figura del comienzo. Y ante todo (re)co-
mente porque no 10 anima cl ideal sino 10 real, debe aprehender mienzo del hombre: el hombre nuevo.
cl aparccer como tal, 0 10 real como acontecimiento puro de su Este sintagma tiene dos sentidos opuestos.
aparcccr, Para lograrlo, cs preciso destruir todo espesor, toda pre- Para toda una serie de pensadores, particularmente en los
tension sustancial, toda ascrcion de realidad. La realidad pone arnbitos del pensamiento fascista, y sin exceptuar a Heidegger, el
obstaculos al dcscuhrimicnro de 10 real como superficie pura. Ahi "hombre nuevo" es en parte la restituci6n de un hombre anti-
se situa la lucha contra el sernblante. Pero como el semblante-de- guo, obliterado, desaparecido, corrompido. La depuracion es e?
rcalidad adhierc a 10 real, Ia destruccion del semblante se identifi- realidad el proceso mas 0 menos violento de retorno de un on-
ca con la destruccion lisa y llana. AI final de su depuracion, 10 gen desvanecido. Lo nuevo es una produccion de autenticidad.
real como auscncia total de realidad es la nada. Daremos a este En definitiva, la tarea del siglo es la restitucion (del origen) me-
camino, tornado por innumerables iniciativas en el siglo -iniciati- diante la destruccion (de 10 inautentico}.
vas politicas, artisticas, cientificas-, el nombre de via del nihilis- Para otro grupo de pensadores, sobre todo en los parajes del
rno terrorista. Como su anirnacion subjetiva es la pasion de 10 comunismo de sesgo marxista, el hombre nuevo es una creacion
real, no es un consentimiento a la nada, es una creacion y convie- real, algo que jarnas existi6, porque surge de la destrucci6n de los
ne reconocer en ella un nihilismo activo. antagonismos hist6ricos. Esta mas alia de las clases y del Estado.
2D6nde nos encontramos hoy? La Figura del nihilismo activo El hombre nuevo es entonces una restituci6n 0 una produccion,
es tenida por completamente obsoleta. Toda actividad razonable En el primer caso, su definicion tiene rakes en totalidades rni-
es limitada y limitativa, y el peso de In rcalidad la restringe. Lo ticas como la raza, la nacion, la tierra, la sangre, el suelo. El
mas que puede hacerse es evitar el m,11, y para ello la via mas hombre nuevo es una colecci6n de predicados (nordico, ano,
corta es la evitacion de todo contacto COil In real, Finalmente, se guerrero, etcetera).
92 ELSIGLO UNO SE DIVIDE EN DOS 93

En el segundo caso, se declina, en cambio, contra todas las tuaci6n en otros lugares. Cuando el meollo de estos cien afios se
envolturas y todos los predicados, en especial contra la familia, habia puesto, desde Freud, bajo el signa de la histeria devastado-
la propiedad y el Estado naci6n. Es el programa del libro de En- ra: 2que tiene usted para mostrarnos de nuevo? 2Cuales son sus
gels El origen de la familia, de la propiedad privada y del Esta- creaciones?
do. Marx ya destacaba que la singularidad universal del prole- Por eso no es malo entrar tambien al siglo por el psicoanalisis,
tariado consiste en no llcvar ningun predicado, no tener nada y
sobrc to do carecer, en sentido fuerte, de "patria". Esta concep-
cion antipredicativa, negativa y universal del hombre nuevo
atravicsa cl siglo. Un aspccto muy importante es la hostilidad a
la familia, como nucleo primordial del egoismo, cl arraigo par-
ticularista, la tradicion y el origen. EI grito de Gide: "Farnilias,
os odio", participa de Ia apologctica del hombre nuevo aSI con-
cebido.
Es muy sorprendente ver que, en este fin de siglo, la familia
ha vuclto a convcrtirsc en un valor consensual y practicarnente
tabu, Los jovcncs la adoran y, por 10 dernas, perrnaneccn cada
vcz m.is tiernpo en su seno. EI partido de los Verdes alemanes,
prcsunrarncntc contcstatario (todo cs relativo: esta en el go bier-
no ... ), consider6 en algun mornento la posibilidad de denorni-
narsc "partido de la familia". AUI1 los hornosexuales, porta do res
ell el siglo, como acabamos de vcrlo con Gide, de una parte de la
impugnacion, rcclarnan hoy su insercion en el marco familiar, Ia
hercncia, la "ciudadania ". Lo cual cs una manera de sefialar
dondc nos encontramos. EI hombre nuevo, en el presente real del
siglo, significaba ante todo, cuando uno era progresista, escapar
a Ia familia, a la propicdad, al dcspotismo estatal. En la actuali-
dad parece que la "rnodernizacion", como dicen de tan buena
gana nuestros maestros, consiste en ser un buen padrecito, una
buena madrecita, un buen hijito, llegar a ser un ejecutivo eficien-
te, enriquecerse todo 10 posible y darselas de ciudadano respon-
sable. Ahora, la divisa es: "Dinero, Familia, Elecciones".
Es que el siglo termina con el tema de la novedad subjetiva
imposible y la comodidad de la repetici6n. Esto tiene un nombre
categorial, obsesion, EI siglo llega a su fin en la obsesi6n por la
seguridad, bajo el imperio de una maxima 1111 poco abyecta: esta
bastante bien estar donde estamos, hubo y 11;1 y otros en pear si-
7
CRISIS DE SEXO

5 de mayo de 1999

cHablar del psicoarialisis? cOtra vez? Todo esta dicho y uno


llega demasiado tarde cuando hay psicoanalistas que adernas ha-
DIan. Par 0[1'3 parte mi mrerrogacrcn es rnucno mas rnorreren-
ciada que las cuestiones que la filosoffa suele plantear a un psi-
coanalisis de con stante mal humor. Cuando Mallarrne intenta
pensar el balance del siglo XIX -su balance poetico, aciaremos-,
prop one la siguiente formula: "Hernos tocado el Verso". Trato
entonces de saber si, en el siglo XX, hemos tocado el sexo. Con-
voco al psicoanalisis con referencia a ese pun to, Ie pregunto si da
testimonio de que, en nuestro siglo, hemos pensado y transfer-
mado la sexualidad humana de tal modo que nos abre otra pro-
mesa de existencia. Lo exhorto a decirnos que nos paso en cuan-
to al sexo.
Al respecto, creo que debemos partir de Freud. En 10 con-
cerniente a las relaciones del pensamiento y el sexo, a 10 que
es preciso llamar una ineluctable sexuacion del deseo de pen-
sar, hay una verdadera inauguracion freudiana, un coraje per-
sonal fundador de Freud. Le aplicaremos nuestro metodo in-
manente. (De que se siente responsable Freud en 10 relativo a
la sexualidad? (Cree ser el agente de una ruptura en 10 real del
sexo, mas alla de la transgresion de algunos tabues morales 0
religiosos? cTiene la conviccion estremecida de haber toea do el
sexo, en el sentido en que, despues de Hugo, se ha tocado el
verso?
96 EL SIGLO CRISIS DE SEXO 97

Para instruir la cuestion comentare cuatro textos tornados de propia audacia en 10 concerniente a 10 real del sexo 0 la gene a-
los Cinq psychanalyses y escritos entre 1905 y 1918." logia mental de la sexualidad, e incluso la instauracion -cuyo
La cornpilacion titulada Cinq psychanalyses es en mi opinion primer sujeto es el mismo- de un cara a cara entre el pensa-
uno de los grandes Iibros del siglo. Una obra maestra en todos miento y el sexo que no s610 no adopta la forma de la inquisi-
los aspectos: invencion, audacia, brio literario, inteligencia pas- cion moral, sino que ademas examina el poder determinante de
mosa. Esos textos pueden leerse como producciones magistrales los avatares reales del sexo sobre la constitucion del pensamien-
del espiriru humano, creaciones de magnifica evidencia, con to, y no la mayor 0 menor capacidad de este ultimo de dominar
cornpleta independencia del interes que, por 10 dernas, se preste el impulso sexual.
al razonamiento psicoanalitico. Por otra parte, es particularmen-
te notable que a despecho de miles de tentativas, llevadas a cabo Comencemos por un texto extraido del prologo del caso Do-
POf personas de gran talento, ningun rclato de caso, ninguna co- ra, que es de 1905, como la primera revolucion rusa, esa que los
municacion de un proceso unalitico singular, haya podido llegar bolcheviques calificaron de manera retrospectiva de "ensayo ge-
siquicra a los talones de uno de los cinco estudios de Freud. Po- neral" (de la revolucion de octubre de 1917). Cito los textos de
driamos dccir que tcnemos en ellos los casos definitivos, tratese la traduccion francesa habitual, sin duda insuficiente en la actua-
de la histcria con Dora, de la obsesion con el Hombre de las Ra- lidad, de Marie Bonaparte y Rudolph Lcewenstein, He aqui, en-
tas, de la fobia con el pequefio Hans, de la paranoia con el presi- tonces, las confesiones y precauciones defensivas de Freud:
dcntc Schrcbcr 0 de las frouteras de Ia neurosis y la psicosis con
e] Hombre de los Lobos, Tornados de un material generalmente En esta observaci6n, la unica que me permitieron las restriccio-
desolador de las formaciones inconscicntes, esos cinco estudios nes exigidas por el secreto profesional y la indole desfavorable de
son incxplicablcs "Iogros para siempre". Para !levar a la eterni- las circunstancias, se discuten con franqueza las relaciones sexuales;
dad las miscrables cocinas del caractcr humano era preciso mos- los 6rganos y las funciones sexuales se Uaman por su nombre, y mi
exposicion podra convencer allector pudoroso de que no he retro-
trar una resistencia y un genio poco comunes.
cedido ante la discusi6n, con una muchacha, de temas semejantes
En consecuencia, es indudablemcnte legitime preguntarse co-
en un lenguaje de esas caracteristicas. ~Tambien es preciso, enton-
mo aborda Freud, en los Cinq psychanalyses, la cuestion de su ees, justificarme frente a esa acusaei6n? Reivindieo simplemente los
dereehos del ginecologo 0, mejor, derechos mueho mas modestos.
Seria una muestra de extraiia y perversa lubrieidad suponer que ta-
,- Los Cinq psychanalyses, Paris, PUF, 1954, reunen Fragment d'une analyse les eonversaeiones son un buen insrrumento de exeitaei6n y saris-
d'bysterie (Do,-a) (1905) [trad. csp.: Fragmcnto de andlisis de un. caso de histeria, facciones sexuales.
en Obras completas (OC), vol, 7, Buenos Aires, Amorrortu, 1979], Analyse d'une
phobic chez un petit garcon de 5 ans (Le petit Hans) (1909) [trad, esp.: Andlisis de
la [obia de un niiio de cinco aiios, en OC, vol. 10,1980], Remarques sur un cas de Este texto, sobre el tema que nos ocupa, es verdaderamente
neurose ahsessionnelle (L'homme aux rats) (1909) [trad. esp.: A prop6sito de un muy denso. En el Freud manifiesta una conciencia aguda de las
caso de neurosis obsesiua, en OC, vol. 10, 1980], Remarques psycbanalytiques sur modificaciones que introduce en la cuestion del sexo y 10 sexual.
l'autobiographie d'un cas de paranoia: Dementia paranoidcs (Le president Schre- Al mismo tiempo, una inquietud defensiva, de tipo "social", sin
ber) (1911) [trad, esp.: Puntualizaciones psicoanaliticas sobre un caso de paranoia
(Dementia paranoides) descrito autobiogrcificamente, ell OC, vol, 12, 1980] y Ex-
duda combinada con resistencias inconscientes, 10 lleva a una ne-
trait d'histoire d'une neurose infantile (L'homrne aux loulls) (1918) [trad. esp.: De gaci6n no analizada que, en verdad, no se Ie habria escapado en
la historia de una neurosis infantil, en OC, vol. 17, 1')791 (11. del t.). el casu de otra persona. Segun sabemos por toda clase de signos,
98 EL SIGLO CRISIS DE SEXO 99

una de las grandezas de Freud (como asimismo de Cantor, quiza En 10 concerniente a este punto, Freud es consciente de su
la tercera fuente intelectual del siglo xx junto con Lenin y preci- originalidad y su coraje, y as urne el cara a cara entre pensarnien-
samente, Freud) consiste en haber obrado contra si mismo y da- to y sexualidad como una verdadera ruptura.
do a 10 sexual, en 10 que respecta a sus efecros de pensamiento, 2. "No vacilo en discutirla con una muchacha." La cuesti6n
una extension para la cual no estaba preparado en modo alguno de la femineidad, de la auronomia de la sexualidad femenina y de
y que incluso suscitaba en el una antipatia espontanea. Del mis- s~s.e.fectos, es una de las principales conmociones que el psicoa-
rno modo que, en 10 tocante a 10 infinito y al despojarlo de su la- n~hs,s ?rovoca, acornpafia y, a la vez, terrnina por seguir a cierta
zo sublime con 10 Uno, Cantor quebrantaba sus propias convic- distancia. En el caso Dora, por 10 demas, se trata mas de escuchar
ciones reologicas. (tomar al pie de la letra) 10 que una joven tiene para decir sobre el
Si nos movernos de 10 explicito a 10 irnplicito 0 de las tesis sexo que de "discutirlo" con ella. Pues eI psicoanaiisis naciente es
conscicntcs a las operaciones inconscientes, el texto de Freud nos ante todo la decision de escuchar eI decir histerico, sin hacer de el
dice cuatro cosas: al instante una brujeria que compete tan pronto a la anecdota co-
'I. "No hago mas que nornbrar 10 sexual tal como es, doy sus mo a la hoguera. Y Freud se ernpefia en sostener hasta en los ar-
nombrcs a las cosas del sexo, hablo con franqueza." Esta decla- canos de un sexual fundador ellaberinto dificil de soportar de ese
racion parccc muy simple u obvia. En realidad, en las condicio- decir, para crear de ese modo una nueva regi6n del pensamiento.
nes de la epoca, es fundamental. La invcncion psicoanalitica con- EI hecho de que, tratandose de ese pensamiento, no haya que
siste por cierto ell sostcner el pcnsamiento frente a 10 sexual proteger a las mujeres sino todo 10 contrario, es algo atestiguado
como tal. Pero 10 importante cs que no se trata de una mera re- por la numerosa cantidad de psicoanalistas mujeres, y ello desde
lucion de saber. Como Foucault 110 dejo de proclamarlo, la vo- el alba de la disciplina. Situaci6n a traves de la cual comienza en
lunrad de "saber cl sexo " no falto jamas, pues esta vinculada el siglo, la larga historia de una metamorfosis de la sexualidad
dcsdc sicmprc a los cfectos de podcr de un control de los cuer- principalrnenre ocasionada por la inclusi6n explicita, en el pensa-
pos, y sobrc todo del law de los cuerpos. La singularidad de rmento, de su dimension femenina y luego, un poco mas adelante,
Freud cs que cl cara a cara con 10 sexual no es del orden del sa- de 10 que su componente homosexual tiene de verdaderarnente
ber sino del orden de una norninacion, una intervencion, 10 que creador. El psicoanalisis, en verdad, no es el iinico que actuo en
cl llama una "discusion franca", que busca precisamente desvin- ese sentido. Pero basta leer eI caso Dora, justamente, para com-
cular los cfectos de 10 sexual de toda aprehensi6n puramente pro bar que en 1905 Freud no estaba a la zaga.
cognitiva, y por consiguiente de toda subordinaci6n al poder de 3. La formula por cuyo conducto Freud afirma reclamar un
la norma. Desde ese punto de vista, la constataci6n de una "on- papel mas modesto que el del ginecologo nos adentra en la estra-
tologia " de 10 sexual (10 sexual tal como es, "6rganos y funcio- tegia defensiva. El ginec6logo, cuya desaparici6n no por nada
nes") sostiene a las claras una emancipaci6n del juicio. Poco a desea hoy el Estado, es quien mantiene el motivo de una relaci6n
poco, y quieralo 0 no, el psicoanal isis acornpafiara eI debilita- puramente objetiva con los avatares del sexo. AI abrigo de esa
miento de las normas explicitas a traves de las cuales se organi- objetividad, millones de mujeres encontraron la forma de defen-
zaba el saber de la sexualidad. Es que al pensarla en un cara a der secretamente ciertas zonas corporales de su subjetivaci6n. La
cara, como 10 insabido de todo pensamiento, el psicoanalisis da econornia moderna esta resentida con esto, segun eI siguiente ra-
a la sexualidad un status y por decirlo asi una nobleza que nin- zona~iento inevitable: si es objetivo, su medida es el costo, y la
guna de las normas anteriores podia accprar, especialidad es demasiado gravosa. Vaya a ver a su clinico. Si es
100 EL SIGLO CRISIS DE SEXO 101

subjetivo, no existe y, en especial, no debe costar nada. Prescin- No es uno de los menores aportes del siglo el hecho de haber
da de ello. 0 si no, es un lujo. Tome un avion para hacer una pensado por fin -en el surco abierto, sin duda, por el Banquete de
consulta en Los Angeles. Platen- la inmensa irnportancia de las operaciones transferencia-
Tal es la ley de nuestro mundo: 10 objetivo debe alinear sus les y contratransferenciales en todo 10 concerniente tanto a la
costos con 10 determinado por el mercado, y 10 subjetivo, ser transrnision de los saberes como al aglutinamiento de los grupos
incxistente, salvo como lujo inabordable. humanos en torno de algun fetiche oscuro. Como suele sueeder
Sca como fucre, cuando Freud reclama el papel del ginecolo- con los maestros fundadores, Freud lleva adelante a la vez una
go, dcsubjetiva vigorosamcnte el entrelazamiento de su pensa- penetraci6n pensante en las regiones donde la verdad se sostiene
micnro y el decir sexualizado de la joven histerica. 2Que entien- de una barra puesta sobre el sexo, y retrocede un poco ante Ia no-
de, adcmas, por los clcrcehos "mas modestos"? (Que Dora no se minacion explicita de su practica. No par ello habra de tocar me-
dcsvista? Freud 10 sabe perfeetamente: la consideracion de la se- nos el trastorno deseante al cual se expone quien quiera dilucidar
xualidad por el lado de SLl cficaeia en la constitucion de un suje- la incidencia de una verdad sobre la singularidad de un sujeto.
to supone una dcsuudcz (transitoria) con la que el desvestirse
medico no se cornpara. ~Que nos dice de nuevo acerca de 10 sexual eI caso del peque-
En la aurora de las rransformacioncs, vemos a Freud vaciJar no Hans, texto de 1909? Torno de el un fragmento significativo:
en cuanto a la version publica que prcscntara de elias. (Se trata
de adoprar cl modclo de la objetividad medica, que desde siem- Pero incluso el psicoanalista puede confesar el deseo de una de-
pre rcgistra cl cucrpo y eI sexo? (0 cs cucstion de una subjetiva- mostracion mas directa, obtenida por caminos mas cortos, de esas
cion subversive que afccrc el relate sexual y sus cfectos, y de la proposiciones fundarnentales. ,Seni imposible, entonces, observar
dircctamente en el nino, en toda su frescura vital, esos impulsos se-
cual nada, ni la [cmincidad tal como sc la admire, ni el innorn-
xuales y esas formaciones construidas por el deseo que en el adulto
brahlc goec, y mcnos .nin la dilucidacion del deseo de pensar, po-
exhumamos con tanto esfuerzo de sus propios escombros, y con res-
dra salir indcrnnc? Rcsulta m.is que clare que en medio cle csa pecto a los cuales creemos que son el patrimonio cormin de todos
vacilaci6n, cl ideal de la cicncia y su vicario, el ginecologo, sir- los hombres y en los neur6patas s610 se manifiestan reforzados 0
van para aplacar la angustia de 10 nuevo. desfigurados?
4. Ningun desco, nos ascgura por fin Freud, circula en este Con ese fin, desde hace a110Sincito a mis discipulos y amigos a
asunto, y scria de una "pcrversa lubricidad" creer 10 contrario. reunir observaciones sobre la vida sexual de los nifios, acerca de la
EI parrafo termina as! con una negacion que podria servir de ca- cual de ordinario se cierran mafiosarnente los ojos 0 se la niega de
so de manual. rues se sabc (y no hay mas que leer el caso para manera deliberada.
saberlo de buena fuentc) que el deseo, en efecto, circulo de ma-
nera intensa entre la joven histerica y su analista, a punto tal que En esta oportunidad se trata, en efecto, de 10 que suscito y
Freud literalmente huyo, razon por la cual eI "caso Dora" quedo aiin suscita (veanse las declaraciones a veces verdaderamente in-
en gran medida sin decision (yen ello reside parte de su encanto sensatas que provo can las pracricas pedOfilas) las resisteneias
literario). De ese modo, Freud lege a sus discipulos -corno a si mas violentas, a saber, que existe una vigorosa sexualidad infan-
mismo- un paradigma de 10 que luego se denominaria contra- til, escena donde se construye el futuro de un sujeto. Por afiadi-
transferencia, mediante la cual un analizante seductor logra rna- dura, para Freud esa sexualidad esta tan marcada por su perver-
nejar al maestro-arno [maitre] que 10 analiza. sidad polimorfa que cualquier idea de que la naturaleza imp one
102 EL SIGLO CRISIS DE SEXO 103

su norma al sexo parece de inmediato inconsistente. Freud ~iene el contrario, Ia animalidad del nino y la necesidad de 5U domes-
perfecta conciencia de la capacidad de ruptura de est~ doctnna y ticacion, EI obstaculo es, mas bien, la idea de que el nino es un
por cso, sin duda, exhorta a sus discipulos a multiplicar las o~- inocente, un angelito, el deposito de todas nuestras ensofiaciones
servaciones directas, a fin de armarse de un vasto aparato ernpi- trilladas, el pequeiio recepraculo de toda el agua de rosa del
rico para utilizar en las controversias. . mundo. Eso es 10 que vemos en los repetidos llamados a la dela-
Vuelvo a decirlo: no es seguro que el coraje de Freud sea hoy cion, la pena de muerte y el linchamiento inrnediato cuando se
inutil. . ,. trata de la relacion sexual con un nino. En esos llamados violen-
EI siglo dio por tierra, en verdad, con una de ,las tests clas,~~s tos, frente a los cuales la autoridad publica tiene muchas dificul-
sobre la infancia, por ejemplo la de Descartes, segun la cual el mno tades para permanecer impavida, nunca, 10 que se dice nunca, se
no era sino una suertc de intermcdio entre el perro y el adult~, y tiene en cuenta 10 que Freud destaco con su valentia habitual:
que, para que Ilegara a [a jcrarquia de hombre, era preciso adies- que la infancia, muy lejos de cualquier "inocencia", es una edad
trarlo y castigarlo sin la menor vacilacion. Hoy nos atenemos a la de oro de la experirnentacion sexual en todas sus formas.
Declaracion Universal de los Derechos del Nino y vemos los proc~- Desde luego, la ley debe decir quien es nino y quien no 10 es,
sos iniciados sabre todo en los paises escandinavos y por denuncia a que edad se puede disponer libremente del propio cuerpo y co-
de los vecinos, a los contados padres que aun creen posible g?,lpear mo se castiga a quienes quebrantan esas disposiciones legales. En
a sus vastagos. Si esta mutacion sc rorna aisladamente, .2q~len,no cuanto a los asesinatos, como siempre, deben ser reprimidos de
ha de felicitarse por ella? La dcfcnsa del antiguo colegio ll1gle~y la manera mas justa y mas severa. Dicho esto, no s610 es imitil
sus casrigos corporales csni sin duda pasada de moda. La cuestJ{)~l, sino profundarnente reaccionario y nocivo recurrir para ello a re-
no obstante, consiste sicmpre en conocer el prccio que, en materia presentaciones arcaicas de la infancia, al moralismo mentiroso
de definicion del hombre, se paga por cualquier ampliacion de sus anterior a Freud, y olvidar que poderosas pulsiones, una curios i-
dcrcchos. Pucs una igualdad cs reversible. Si ol nifio tiene los dere- dad sexual siempre despierta, estructuran cualquier infancia. No
chos del hombre, esto pucdc significar que es un hombre, per~) obstante, es ciertarnente delicado evaluar el grado de cornplici-
tam bien tener por condicion que este ncepte no ser ~as que un 111- dad de un nino con quienes se proponen seducirlo sexualmente,
no. De igual modo, si los maca cos y las marranas tienen de~echos aun cuando nos planteemos, 10 que es justo, que la existencia de
inalienables la situacion pucdc scr un indicio de refinada piedad. esa complicidad no implica la absolucion del adulto dispuesto a
Pero acaso tambien quiera dccir que estamos obligados a no creer- aprovecharla.
nos demasiado difercntes del mono 0 del cerdo. Agreguemos que los organizadores de petitorios, delaciones,
En ello radica toda la importancia de un interrogante plan- sitios de Internet y linchamientos descontrolados de los pedofilos
teado particulannente por Rousseau: "2Q'~e es 1 a 111f a~Cla..,
.;l"
. harian bien en examinar la estructura patogena, incluso en el
Freud responde que la infancia es el escenano de la cOnStIt~Clon plano sexual, de la familia. Una abrumadora mayoria de los ase-
del sujeto en y par el deseo, en y por el ej~rcic~odel placer ligado sinatos de nifios son cornetidos, no por turbios pedofilos solte-
a representaciones de objetos. La infancia fija el ma~co sexual ros, sino por los progenitores, y sobre todo por las madres. Y la
dentro del cual, en 10 sucesivo, todo nuestro pensamlento debe aplastante mayoria de los tocamientos sexuales son incestuosos,
mantenerse, por sublimadas que sean sus oper~cion~~. . a iniciativa, esta vez, de los padres 0 los padrastros. Pero sobre
Lo que aun en nuestros dias constituye la dlm:n~l?n subversi- todo esto, mutis y boca cerrada. Madres infanticidas y padres in-
va de esta tesis no es que se Ie oponga como objecion, muy por cestuosos, infinitamente mas numerosos que los asesinos pedofi-
104 EL SIGLO CRISIS DE SEXO 105

los, solo encajan de manera trabajosa en el cuadro idilico de las 10 referido al objeto al cual se fijan. Su represion inconsciente so-
familias en el que se quiere inscribir la relacion deliciosa de los lo es de por sf el efeeto de las reglas sociales, los esquemas farni-
padres ciudadanos y sus criaturas angelieales. . liares, la ley del padre, etc. No tiene nada de natural. En cuanto
Freud, por su parte, no acepto ninguna traba, cualesquiera a la salida psicotica, si bien Freud despliega con virtuosismo su
fueran sus propias retieencias burguesas. Explico el pensamiento logica, tiene la precaucion de decir que la causa es pura y simple-
humano a partir de la sexualidad infantil y nos dio todos los ms- mente desconocida. En otras palabras: el lazo entre el fantasma
trumentos para comprender 10 que hay de fietieio, neurotico y homosexual y el delirio, aunque inteligible, no deja de ser com-
desesperante en el universo familiar. Tarnbien anticipo algo que pletamente contingente. Las fuerzas libidinales en juego habrian
hoy ya resulta evidente: el recurso creativo que constituye la ho- podido organizarse de "otra forma". En consecuencia, Freud
mosexualidad, latente 0 explicita, de to do sujeto humano. Con- asume la homosexualidad como una posibilidad entre otras, un
sideremos, por ejcmplo, estc fragmento del analisis del pre siden- recurso para el eneauzamiento de la pulsion. Su universalidad es
te Schreber, un texto de 1911: la resultante de la imposibilidad de aislar figuras puras del deseo.
Toda fijacion de objeto esta contaminada por su contrario, todo
Ya no rendrcmos, nco, necesidad de levantarnos contra la hipo- deseo contiene el de estar "en ellugar" del otro sexo.
tesis de que un fantasma de deseo de naturaleza femenina (homose- Hay una subversion de la relacion entre la universalidad y la
xual pasivo) ha sido la causa ocasional de la enfermedad, un fantas-
referencia al deseo sexual que, en el siglo, va sin duda mucho
rna que tomo C01110objero a la persona del medico. En Sch.reber se
mas alla de 10 que Freud imaginaba, pero que el supo anuneiar
suscito una viva rcsistencia a esc Iantasma, cmanada del conjunto de
su pcrsonalidad, y la lucha defcnsiva rcs~dtante -una lucha q~e, de con el vigor implacable del logico de las pulsiones.
igual modo, habria podido tal vcz rcvesnr otra forma- ~dopto, por No es sorprendente, entonees, que este hombre inflexible con
razoncs dcscollocidas para 1l0SOtroS,la forma de Ull delirio de per- respecto a las exigencias del pensamiento se haya dado cuenta
sccucion. muy pronto del peligro en que se vela su empresa debido a las
resistencias de la "normalidad". Asi 10 testimonia este pasaje del
Freud sostiene con intrepidez que la homosexualidad nunca easo del Hombre de los Lobos (1918):
es otra cosa que uno de los componentes de la sexualidad gene-
rica. EI hecho de que para un sujeto el objeto del deseo este con- En la fase actual del furioso combate en torno del psicoanalisis, la
tenido en el otro sexo no tiene nada de natural 0 evidente. Es el resistencia contra sus descubrimientos ha asumido, como todos sabe-
resultado de una construccion prolongada y aleatoria. En el caso mos, una nueva forma. Antaiio bastaba con negar la realidad de los
de Schreber se sefialara que el elemento conducente al delirio no hechos expuestos por el psicoanalisis, y el mejor medio para ello pare-
cia consistir en evitar exarninarlos. En apariencia, esa actitud se ha
es en modo' alguno la pulsion homosexual, sino las condici?nes
abandonado poco a poco; se reconocen los hechos, pero las conse-
del eonflicto al que la represion de esa pulsion arrastra al sujeto,
cuencias derivadas de ellos son eludidas por medio de reinterpretacio-
EI fantasma de Schreber es un deseo "femenino", no por su pura nes, 10 cual permite defenderse con igual eficacia contra novedades de-
forma pasiva sino porque la cuestion, como 10 muestr~n las me- sagradables, EI estudio de las neurosis infantiles demuestra la total
tamorfosis finales de dicha fantasma, pasa por conquistar el lu- insuficiencia de esos intentos de reinterpretacion superficial 0 arbitra-
gar de la mujer del Padre (eonvertirse en cl objeto sexual ~e ria. Deja ver, asimismo, el papel preponderante desempeiiado en la
Dios). En sf mismo, el fantasma no haec m.is que dar testimoruo forrnacion de las neurosis por las fuerzas libidinales que se repudian
de la ambivalencia universal de las pulsioncs, su versatilidad en con tanta ligereza y revela la ausencia de toda aspiracion encaminada
106 ELSIGLO CRISIS DE SEXO 107

a metas culturales distantes, de las que el nino aun no sabe nada y En 10concerniente al sexo, el sentido y la verdad, Freud com-
que, por consiguiente, no pueden tener ningun significado para el. prornetio al siglo en una gran batalla, que Lacan solia presentar
como un combate entre religion y psicoanalisis. La apuesta del
En este texto, Freud analiza una segunda oleada de resisten- conflicto es saber si el sexo tiene sentido 0, para hablar como
cias al psicoanalisis. Si en un primer mornento el escandalo era Lacan, si en el existe algo razonablemente ligado, algo asi como
motivado por la confrontacion del pensamiento con el mandato una "relacion" sexual; 0, por el contrario, si el destino subjetivo
sexual, ahora los csfucrzos tienden a "espiritualizar" ese manda- de la sexuacion somete al sujeto a una verdad insensata, debido
to, a erigirlo en un fenorneno cultural. Como es evidente, se ha- a que, como tambien dice Lacan, no hay relacion sexual.
ec alusion aqui a los arquetipos de lung, a traves de los cuales el Para decirlo simplemente: la funcion antirreligiosa del cara a
clemente sexual qucda formalizado de entrada en la Cultura. cara entre pensamiento y sexo bajo el signo de la verdad consiste
Freud dcnuncia csa sublimacion cultural como una resistencia un en apartar el decir del sexo de las pretensiones de la moral.
poco mas sutil. Es absoilltamente neccsario l_nantener el cara a Ese apartamiento significa una revolucion de tal magnitud que
cara con 10 sexual y rcconstituir sin temores !11 evasivas la escena cabe dudar que el siglo la haya Ilevado a buen puerto. Es cierto,
donde acruan las "fuerzas libidinales". extirpo el sexo de las figuras mas evidentes de la moralidad. ~Lo
Por 10 tanto, ya en 191 X Freud ve con much a claridad la rna- desrnoralizo, sin embargo? La moral puede ocultarse bajo el hedo-
niobra que dcsdc cntonccs no ha dcjado de rcalizarsc, consistcn- nismo. El imperativo "igoza!", hoy proclamado por todas las re-
te en rcrnitir la artieulaei6n del dcseo y su objeto al scntido vistas para adolescentes, mantiene y agrava las estructuras que sin-
preestablecido en la cultura , la mitologia, la religion. Esta rna- tetizaba cl imperativo "[no goces!". La revolucion freudiana, que
niobra procura consruntemcntc poner cl sentido en lugar de la acompafio cn cl siglo la disputa intima con la estructuracion reli-
vcrdad c inycctar cl elcmcnto "cultural" en la libido. Se trata de giosa del sentido, ha quedado hoy en suspenso, enfrentada a nue-
Ia maniobra herrncncutica, y Freud advierte de inmediato que vos modos de subjetivacion sexuada en los que la forma aparente
hay en ella una insidiosa negaci6n de su descubrimiento, po~ 10 (heterosexual u homosexual, femenina 0 masculina, activa 0 pasi-
cual es mcncsrcr, en surna , volver al scxo dcsnudo y su radical va, neurotica 0 depresiva, y asi sucesivamente) tiene menos impor-
auscncia de sentido. tancia que la angustia provocada por la cosa innornbrable que en-
Que se traraba asimismo del combate contra la religion: de cubre todo goce, en particular todo goce obligatorio.
la forma modern a de esc cornbare, Ia forma exigida por el siglo Como se sabe al menos desde el Bajo Imperio Romano, cuan-
xx, Freud, esc gran espiritu rnaterialista, tambien 10 sabia. Lo do el goce ocupa el lugar del imperativo y es 10 que toda vida
que cspanra a la religion no cs la importancia del sexo; muy quiere asegurarse, se termina inevitablernente por gozar con la
por el contrario. Los Padres de la Iglesia conocen algo sobre ~l atrocidad. Vemos llegar la hora de la obscenidad general, de los
sexo, sus perversiones, sus efectos, y son los iiltimos en subesti- gladiadores, de los suplicios en tiempo real, que hara afiorar has-
mar su importancia. No, 10 que los espanta es que el sexo ~ue- ta las matanzas politicas del siglo muerto.
da imponer una concepci6n de la verdad separada. ~el sentido. EI coraje de Freud nos resulta, sin duda, inspirador en ese as-
Lo terrible es que el sexo sea rebelde a toda donacion de s~~t~- pecto, porque supo domar de manera ejernplar el pensamiento y
do mientras que Ia religi6n se juega su cx istcncia en la posibili- ofuscar Ia 16gica frente a aquello que, aunque solo sostenido en
dad de espiritualizar y por 10 tanto otorgar significado a la re- 10 innombrable, no deja sin embargo de ser un ingrediente inevi-
laci6n sexual. table de nuestra verdad.
108 EL SIGLO

El hecho de haber sabido !legar a 10 teal del sexo y no a su 8


sentido hace de Freud uno de los muy grandes heroes del siglo, ANABASIS
uno de aquellos que autorizan a decir que los afios tan a menudo
consagrados a la horrible y vana indiferericia de los particular is-
mos no fueron imitiles para 10 que el pensarniento tiene de uni- lOde noviembre de 1999
versal.

~Como concibio el siglo su propio movimiento, su trayecto-


ria? Como un ascenso hacia la procedencia, una dura construe-
cion de la novedad, una experiencia exiliada del comienzo. Una
palabra griega reune esas significaciones y algunas otras: "ana-
basis". Anabasis es en particular el titulo de un relato de Jeno-
Fonte que cuenta la historia de un ejercito de alrededor de diez
mil mercenarios griegos contratados por uno de los bandos per-
sas en una disputa dinastica.
Sefialernos este punto: los "barbaros" apreciaban a los grie-
gos no tanto por su civilizacion refinada como por sus cualida-
des militares. ~Y cual era el micleo duro de la fuerza militar
griega (luego macedonia y luego romana), el factor que la hacia
superior a los enormes conglomerados guerreros reunidos por
los persas 0 los egipcios? La disciplina. No por nada el regla-
mento militar precisa, en su primer articulo, que "la disciplina
es la principal fuerza de los ejercitos". La hegemonia conquista-
dora de 10 que se conviene en llamar Occidente descansa de
manera fundamental sobre ella, una disciplina de pensamiento,
fuerza compacta de la certeza, patriotismo politico finalmente
concentrado en la cohesion militar. Del mismo modo, cuando
Lenin quiere que en el partido proletario reine una "disciplina
de hierro", 10 hace porque sabe que los proletarios, desprovis-
tos de todo, no tienen la mas minima posibilidad de imponerse
si no se autoimponen, como consecuencia y Figura material de
110 ELSIGLO ANABASIS 111

su consistencia politica, una inigualable disciplina de organiza- mar, exclaman: lJ~ACXcrcrCX,lJCXACXcrcrCX!


"iEI mar, el mar!" Es que
cion. el ~ar,. pa:a un grIego, ya es un fragmento legible de patria. Su
Asi, toda anabasis exige que el pensamiento acepte una disci- VISIOnindica que la errancia inventada traza probablemente la
plina. Sin ella no se puede "remontar la pendiente", uno de los curva de un retorno. Un retorno inedito,
sentidos posibles de la palabra griega. Jenofonte y sus diez mil Vemos asomar 10 que hace de la palabra "anabasis" el posi-
compaiieros 10 experimentaran. Pues en la batalla de Cunaxa su b/les?porte de una meditacion sobre nuestro siglo. En efecto, el
patron persa muere y los mercenarios griegos se yen solos en el terrnmo, e~ la trayectoria que nombra, deja sin decision las par-
corazon de un pals desconocido, sin apoyo local ni destino tes respecnvas de la invencion disciplinada y de la errancia aza-
precstablccido. "Anabasis" designata la retirada hacia "su ca- rosa, y hace una sintesis disyuntiva de la voluntad y el extravio,
sa", un rnovirniento de gente extraviada, fuera de lugar y fuera Por 10 demas, la palabra griega ya atestigua esa indecidibilidad,
de la ley. porque el verbo CXVCX~CXVlV ("anabasear", en suma) quiere decir
Indiqucmos tres aspectos caracteristicos, ya desde el mlCIO, a la vez "embarcarse" y "volver". Este apareamiento sernantico
delmovimiento denominado "anabasis": con:riene, sin ninguna duda, a un siglo que no deja de preguntar-
se si es un final 0 un comienzo.
a) Jenofonte describe el derrumbe del orden que daba sentido a Y he aqui, en efecto, que con cuarenta alios de diferencia y
la presencia colectiva griega en el corazon de Persia. Luego de como marco del micleo duro del siglo, es decir las decadas de
Cunaxa, los griegos que dan brutalmente desprovistos de toda ~93? y ~9,:0, dos poetas escrib~n sobre este mismo significante:
razon para estar donde estan, Ya no son mas que extranjeros anabasl~ . Ante todo, en la decada de 1920, Alexis Leger, lla-
en un pais hostil. En la raiz de la anabasis hay una suerte de mado Saint-john Perse. Luego, a principios de la decada de
principio de extravio. 1960, Paul Ancell (J Antschel, llamado Paul Celano Del contraste
b) Los griegos s610 pucdcn contar consigo mismos, su voluntad de esas dos anabasis trataremos de extraer la conciencia del siglo
y su disciplina. E11os,que estaban alli por otro, en una posi- en 10 concerruente a su movimienro, su precaria creencia de ser
cion de obediencia y scrvicio rcmunerado, se yen de irnprovi- el ascenso hacia una morada propiamente humana, la anabasis
so librados a sus rneras decisiones y, de algun modo, forzados de una elevada significacion.
a inventar su destino. Los dos poetas mencionados no pueden ser mas diferentes en-
c) Es imperativo que los griegos encuentren algo nuevo. Su mar- tre sf. ~ermftaseme puntuar esa diferencia, pues para el siglo tie-
cha a traves de Persia y lucia el mar no toma ningun camino ne s~ntIdo, desde un punto de vista poetico, haber acogido bajo
previo, no corresponde a ninguna orientacion anterior. Ni si- la ITIlSma"anabasis" dos tipos de existencia tan violentamente
quiera podra ser un simple retorno, pues inventa el camino contrapuestos.
sin saber si es efectivamente el de regreso. La anabasis es, en-
tonces, libre invencion de una errancia que sera a fa postre un Alexis Saint-Leger Leger, llama do Saint-John Perse, nace en
retorno, un retorno que, antes de ella, no existia como cami- Guadalupe en 1887 y muere en 1975. Es un antillano blanco un
no de vuelta. hombre de estirpe colonial, de buena familia de propietarios de
plantaciones establecidos en ese archipielago caribefio desde dos
Una de las escenas mas conocidas de Ia anabasis es el episo- si~los arras. Segiin .su p.ropia opinion, nace en un paraiso, el pa-
dio en que los griegos escalan una colina y, por fin a la vista del raiso que las colonias siernpre fueron para los colonos, cualquie-
112 EL SIGLO ANABASIS 113

ra fuera su buena voluntad progresista. Simpatizo, en el sentido En el fondo, a partir de la dec ada de 1950 Saint-John Perse
etimol6gico, con Saint-John Perse cuando evoco mi primera in- ocupa ellugar dejado por Valery, el de poeta oficial de la Repu-
fancia en Marruecos, entre mis nodrizas opulentas y veladas. Me blica. Es un hombre colmado de satisfacciones: infancia paradi-
acuerdo de Fatima, a quien, par 10 demas, llamabarnos "Fatma"; siaca, importante carrera en el Estado, noble exilio, amores sere-
una cosa lleva a otra: para los colonos, toda mujer arabe, habida nos, grandes distinciones. Ninguna de las violencias del siglo
cucnta de que los "indfgenas" (otra categorfa crucial de ese tipo parece poder alcanzarlo. En ese sentido, en continuidad y como
de paraiso) formaban una espccie cuyos individuos son mal dis- consolidaci6n de la Figura claudeliana del poeta diplomatico, con
ccrniblcs, se convertfa en "una [atma", Y las imageries de mi pa- un lado mandarin chino (escribo estrofas sobre el exilio y la in-
dre, un simple profesor de maternatica, a quien, desde 10 alto de constancia de las cosas humanas, pero no dejo que nadie ignore
nuestra villa blanca por debajo del violeta de las buganvillas, yo que soy subsecretario del emperador), Saint-John Perse establece
vela volver de Ia caza con perros y servidores, hundidos bajo el una Figura que, en pleno siglo xx, perpetua las circunstancias del
peso de los ani males abatidos. No me sorprende, por 10 tanto, siglo XIX. Es verdaderamente un hombre de la Tercera Republi-
que para cl pocta csa infancia sea una intancia deslumbrada. La ca, un hombre de la epoca del imperialismo tranquilo y del Esta-
rcgistrara ell su primcra colcccion, Eloges (1907-1911), una de do bonach6n, un hombre de la sociedad de clases civilizada y
cuyas secciones se titula "Pour fcter LIneenfance" I"Para cele- ahita, adormecida sobre su poder, y cuyo genero literario domi-
brar una infancia" I. En ella plantea un verdadcro interrogante nante es el discurso de entrega de premios. Basta leer su discurso
sobre la memoria, una pregunta digna de Proust: "(Que habia de recepci6n del Premio Nobel para sentir su familiaridad con
entonces, fuera de fa infancia, que ya no hay?". Sabernos que ese ejercicio y advertir que puede rivalizar con Valery (un reco-
hoy podemos contestar: cl obsceno y 111,1S que suculento nirvana nocido maestro de ceremonias academicas y de liceo) en el rna-
colonial. nejo elegante y, en definitiva -cosa nada facil-, satisfactorio para
Alexis Leger deja las islas ell 1g99. Se presenta en un concur- el oido de las generalidades pomposas.
so en cl Ministerio de Asuntos Extranjcros y se convierte en di- (Que puede un hombre de ese tipo guardar del siglo y su pa-
plornatico. Haec fa guerra de 1914 en los ministerios, va a China si6n de 10 real? (Por que apelar a el? Pues bien, justamente por-
como agregado de embajada y viaja por Asia central, como pode- que, desde el fondo de su sill6n dorado de una republica rnori-
11l0S imaginarlo al leer Anabasc, que es de 1924. A partir de me- bunda, Saint-John Perse percibio a la perfeccion, como se
diados de fa dccada de 1920 es cl ejemplo mismo del alto funcio- percibe un rumor lejano cuya causa se ignora 0 se desdefia, que
nario. Durante casi veinte afios no publica mas poemas. Su el siglo tenia una dimensi6n epica, Y acaso aun su altiva distan-
maximo cargo sera el de sccrctario general del Quai d'Orsay en- cia, su desafecci6n secreta, tanto mas radicales cuanto que ocu-
tre 1933 y 1939. En 1940 se exilia en Estados Unidos y Petain 10 paba un puesto clave del Estado, le permitieron comprender me-
priva de la nacionalidad francesa. Sus arnistades norteamericanas jor que a otros que esa epopeya era, en su esencia, una epopeya
le permiten lIegar a ser director de la Biblioteca del Congreso. Es para nada. La sintesis disyuntiva contenida en la poesia de Saint-
un estadounidense de adopcion, tarnbien alejado de Francia debi- John Perse es la del vacio espiritual y Ia afirmaci6n epica. La
do a su franca antipatia por De Gaulle. Inscribe su situaci6n en su imagen del siglo promo vida por el, sin mencionarla nunca direc-
poema sin duda mas personal, Exit, y luego celebra la epopeya de tamente, se ajusta a un imperativo que es sin duda de ese tiempo
las vastas llanuras del Oeste en Vents. Viaja y vuelve a escribir, es- y puede expresarse asi: que tu fuerza sea nihilista, pero que tu
ta vez un canto al amor, Amers. Se le otorga cl Prcrnio Nobel. forma sea la epopeya. Saint-John Perse va a cantar la alabanza
114 EL SIGLO
ANABASIS 115

de 10 que hay en la precis a medida en que existe, sin intentar vin-


cuiarlo a ningun sentido. Su anabasis es el puro movimiento de
Un grand principe de violence commandait a nos mceurs.
Ia epopcya, pero contra un fondo de indiferencia. EI poem a pien- Leyes sobre la venta de yeguas. Leyes errantes.
sa el lazo muy profundo que ha existido, en el siglo, entre violen- Y nosotros mismos. (Color de hombres.)
cia y ausencia, Learnos, como ilustracion de esc lazo, la seccion Nuestros compariercs esas altas trombas en viaje,
VlIl de Anabase: clepsidras en marcha sobre la tierra,
y los aguaceros solemnes, de una sustancia maravillosa, tejidos de
Lois sur la vente des [uments. Lois errantes. polvos e insecros, que perseguian a nuestros pueblos en las are-
Et nous-tncmes. (Coulcur d'hommes.} nas como el impuesto de capitacion.
Nos C()171/1agl1ol7s
ces hautes trombes en voyage, (iA la medida de nuestros cora zones se consumio tanta ausencia!)
clcpsydres ell marchc sur fa terre,
et les auerscs solcnnellcs, d'une substance merueilleuse, tissecs de La etapa no fue esteril, no: al paso de los animales sin alianzas
poudres et d'inscctcs, qui poursuiuaient 110S peuples dans les sa- (nuestros caballos puros de ojos de antepasados), muchas cosas
bles comme I'imp()t de capitation. emprendidas en las tinieblas del espiritu - grandes historias se-
(A la mesure de 110S cceurs [ut tant d'ahsencc consomntee J) leucidas en el silbido de las frondas y la tierra entregada a las ex-
plicaciones ...
Non que l'etape fut sterile: au pas des betes sans alliances (nos che-
vaux purs aux yeux d'aines), beaucoup de choscs cntrepriscs sur Otra cosa: esas sornbras, las prevaricaciones del cielo contra la tie-
lcs tenebres de l'csprtt -grandcs histoires scleucides au sililemellt ITa...
des [rondes et la terre liurce aux explications ... Jinetcs a traves de tales familias humanas, donde los odios a veces
cantaban como herrerillos, ~levantaremos el larigo contra las pa-
Autre chose: as ombrcs -Ies prevarications du ciel contre la terre ... labras castradas de la dicha? -Hombre, pesa tu peso calculado
Cavaliers au travers de tcllcs [antilles hurnaines, ou lcs haines parfois en trigo. Un pais aqui no es el mio, ~Que me ha dado el mundo
chantaicnt C011l11lC des tnesanges, leucrons-nous Ie [ouet sur les sino ese ondular de pastes? ...
mots hongres du bonheuri - Homme, /Jese ton poids calcule en
[tennent. Un pays-ci n'est point le mien. Que m' a donne Ie mon- Hasta ellugar llama do del Arbol seco:
de que cc tnouuement d'hcrhes? ... y el relarnpago farnciico me asigna esas provincias en el Oeste.
Pero mas alla estan los mayores placeres,
[usqu 'au licu-dit de I'Arbre sec: y en una gran comarca de pastizales sin memoria, el ana sin vinculos
ct I'eclair [amelique m 'assigne ces provinces en Ouest. y sin aniversarios, sazonado de fuegos y auroras.
Mais au-dele sont les plus grands loisirs, (Sacrificio a la manana del corazon de un cordero negro.)
et dans un grand Caminos del mundo, uno os sigue. Autoridad sobre todos los signos
pays d'herbages sans memoire, l'an nee sans liens et sans anniuersai- de la tierra.
res, assaisonnee d'aurores et de [eux. [Ah, Viajero en el viento amarillo, gusto del alma!. .. y la semilla, di-
(Sacrifice au rnatin d'un cceur de mouton noir.) ces, del cocculus indio, posee -jtrituremosla!- virtudes ernbriaga-
Chemins de monde, l'un uous suit. Autorite sur tous les signes de la doras.
terre.
o Voyageur dans le vent [aune, gout de l'iint I... ct fa graine, dis-tu, Un gran principio de violencia dictaba nuestras costumbres.
du cocculus indien, possede, qu'on la brou:' des uertus eniurantes.
116 EL SIGLO ANABASIS 117

Con Paul Celan -Paul Ancell, 1920-1970- hace irrupci6n, a Si consider amos 10 que he llama do el "pequefio siglo", el si-
la inversa, 10 real mas crudo del siglo. Ninguna dinastia, ningu- glo anterior a la Restauraci6n de los ultimos veinte afios, es licito
na canonjia oficial protegen al sujeto, nacido en Cernovic, en la tener a Celan por el poeta que 10 cierra.
provincia rumana de Bucovina. Sefialernosque en 1920 el diplo- Nunca vi otra cosa que periodismo sensacionalista en el rno-
matico Saint-John Perse tiene treinta y tres afios y esta escribien- tivo, cien veces repetido, de una impotencia radical de la filoso-
do Anabase. Celan pertenece a una familia judia, Su infancia 10 fia para medirse con los crimenes del siglo. La filosofia hizo I~-
sumerge en una multiplicidad linguistica: aleman, yiddish, ruma- gar a esta cuestion tan bien y tan mal como todos los demas
no. Estudia medicina en Francia entre 1938 y 1939. En 1940, a metodos de pensamiento. Mejor, en to do caso, que quienes le
raiz del pacto germano sovietico, la URSS anexa la Bucovina. plantean esa objeci6n. jarnas crei, tampoco, que tuviera el menor
Celan comienza entonces a estudiar ruso. Sera traductor durante sentido decir, como Adorno finge suponerlo, que despues de
toda la vida, y una de sus rccopilaciones esta dedicada a Man- Auschwitz es imposible escribir un poema. En consecuencia, no
dclstam. En 1941 se lanza Ia ofens iva nazi y los rusos retroce- considero de manera alguna una paradoja que Celan, para quien
den. Se crea un gueto y los padres del poeta son deportados. EI Auschwitz es una cuesti6n de singular intensidad, una suerte de
padre morira de tifus y la madre sera ejecutada. Celan es envia- fuego negro, un referente a la vez universal y sombriamente inti-
do ell J 942 a un campo de trabajo para jovcnes, En 1944 los so- mo, no haya dejado de inventar -y, supremo desafio, de forzar
victicos liberan la region. Cclan rctorna eI estudio del ingles, En- esa invenci6n en la Iengua alemana, la de los asesinos- una poe-
tre 1945 y 1947 traduce sobre todo novelas breves de Chejov del sia capaz, precisamente, de hacer una apreciaci6n de 10 sucedido
ruso al rumano. Escribe sus primeros poemas y adopta el seudo- a los hombres en las decadas de 1930 y 1940. Testigo poeta de
nimo con que llegara a conoccrsclo. En 1948 viaja a Paris, don- esos afios, Celan cierra el periodo, abierto por Trakl, Pessoa y
de estudiara aleman. Vel110sconstituirse su imagen nornade. En Mandelstam, en que Ia poesia tiene la tarea de nombrar el siglo.
Alcmania realiza varias lecturas de pocmas, actividad en la que Despues de el sigue habiendo muchos poemas,2 pero ya no hay
sicrnpre rcndr.i mucho intcres. En 1958 obtiene la designacion de poemas del siglo. Este, pensado como meditaci6n sobre sf mis-
lector de aleman en la l~cole norrnale supcrieure de Francia (don- mo esta poeticamente terminado.
de Samuel Beckett habia sido lector de ingles antes de la guerra). El poema "Ana base" de Celan forma parte de la colecci6n
EI micleo de su obra esta compuesro por los poemas de princi- Die Niemandsrose [La rosa de nadie], aparecida en 1963, cua-
pios de la decada dc 1960. En 1967 se produce un episodio fa- renta aiios despues del poema "EI siglo" de Mandelstam, a quien
moso, el cncuentro con Heideggcr, que dio Ingar a numerosas in-
. terpretaciones y tambien a un pocma muy enigmatico del propio
Celan.! Tres afios despues, eI poeta se suicida. Una parte no des-
2. Es preciso mencionar, de todos modos, y como factor perturbador de ese
defiable de su obra esta constituida por recopilaciones postumas, cierre, el caso de Algui, el poeta chuvash de lengua rusa (y chuvasia), de quten
puede decirse que, emparentado en las formas con Celan, pero nutrido por una
experiencia completamente distinta, se incluye entre los elementos que d~ntro del
siglo hacen un balance reflexivo de los poderes de la lengua. Antoine Vitez, que
1. En 10 relarivo al cncuentro de Heidegger y Celan, y en lineas mas genera- conocia antes que nadie a rodos los grandes poetas de la tierra, se cornplacia en
les al lugar que conviene dar a Celan en las cucsrioncs Iilosoficas de nuestros llamar a Aigui "el Mallarrne del Volga". A modo de inrroduccion, puede leerse a
dias, ellector debe remitirse al indispensable libro de Philippe Lacoue-Labarthe, Leon Robel, Ai;gui, Paris, Seghers, 1993, en la famosa colecci6n "Poetes d'au-
La Poesie comme experience, Paris, Christian BOllrgois, I ')X(,. jourd'hui".
118 EL SIGLO ANABASIS 119

aquel preferia entre todos los poeras. Y tam bien cuarenta aDOS Escrita estrecha entre muros
despues de la Anabase de Saint-John Perse. Impracticable verdadera,
Asi frasea Celan su anabasis. La cito en 1a traduccion france- esta
sa de Martine Broda: ascension y vuelta
en el porvenir claro corazon.
Ecrite etroite entre des murs
Irnpraticable-uraie, Alia.
cette Escolleras
mantee et retour de silabas, color
dans l'auenir clair-cceur. mar,lejos
en 10 no navegado.
La-bas.
Males Luego:
de syllabes, couleur espaldar de boyas,
mer, loin boyas pena,
dans lc 11011-lulVigue. con,
bellos como segundos, saltarines,
Puis: los reflejos del aliento - : sonidos
espalier de bouccs, de la campana luminosa (dum-
bouccs-chagrin, dun-, un-
auec, unde suspirat
beaux contmc sccondcs, bcmdissants, cor),
lcs rcflcts du souffle - : SOilS repetidos, redimidos,
de la cloche lumincuse (dum- nuestros.
dun-, un-
unde suspirat De 10 visible, de 10 audible, la
cor), palabra-tienda
re/)(ites, redirncs, que se libera:
notres.
Juntos.
Du visible, de l'audible, le
mot-tente
Entre los dos poetas y las dos anabasis no solo hay una dife-
qui se libere:
rencia de estilo. Lo que difiere es 1aconcepcion misma de 10poeti-
co. Digamos que aqui se inva1ida cierta Figura de la elocuencia.
Ensemble.
Llamo "elocuencia" a la conviccion de que 1a 1engua dispone de
recursos y cadencias que es preciso exp1otar. Si el poema de Ce1an
120 EL SIGLO ANABASIS 121

no es elocuente, es porque expone una incertidumbre en cuanto a tro pensamiento del siglo, anotaciones sobre eI sujeto, la ausen-
la propia lengua, a punto tal que s610 la presenta en su corte, su cia y Ia dicha.
costura, su rcfacci6n riesgosa, y practicarnente nunca en la gloria y 1. Todo texto poetico 0 narrativo plantea una cuestion sobre
la ditusion de su recurso. Lo cierto es que, para Celan, la decada el sujeto. Esa cuesti6n es: (quien habla? Debemos a Natacha Mi-
de 1940 no hizo irnposible la poesia, sino obscena la elocuencia. chel toda una logica del "quien habla", investida por ella en una
En consecuencia, es necesario proponer una poesia sin elocuencia, teoria muy novedosa del incipit novelesco.I En respuesta a esta
porque la verdad del siglo, desde cI punto de vista dellenguaje, es pregunta, encontramos en eI poema de Perse una cuasi equivalen-
impracticable si sc prctcnde dccirla en las figuras y las ornarncnta- cia entre un "yo" y un "nosotros". En verdad, esa equivalencia se
crones a las que un Saint-John Perse aiin apela de manera profusa. establece desde el principio mismo de Anabase (recordemos que
La anabasis, dice Cclan, contienc 10 "impracticable verdade- s610 leemos aqui su seccion VIII), inicio en el cual encontramos, en
ro". I-Ie aqui una fucrtc sintesis disyunriva. EI poema debe insta- el mismo movirniento, enunciados como "tengo un buen augurio
lar 10 verdadcro del tiernpo en [0 impracticable de la [engua he- sobre el suelo donde he fundado mi ley" y "bellas son nuestras
rcdada. Una manera de sefialar la coaccion que 10 fuerza, arrnas en la manana, y el mar". Segun veremos, esta equivalencia
micnrras que Saint-John Pcrse instala SLI poerna en una cornodi- de las primeras personas, inscripta con naturalidad en el vocativo
dad vcrdadcrn simholizada por cl arco ritmico y la evidcncia co- del poerna, pierde en Celan toda evidencia e incluso cualquier ca-
Iorcada de las imagenes. La misma palabra, "anabasis", asume pacidad de reconstruirse. En la Anabase de Perse, la fraternidad,
dos oricntacioncs casi opucstas ell 10 concernicnte a las posibili- mediante la cual eI "yo" puede ser reciproco del "nosotros", es
dudes y dcbcrcs de la pocsia. to inrcresante, entonces, es pregun- una condici6n de la aventura, su sustancia subjetiva. En la anaba-
rarsc: (por que, no obstante, esa misrna palabra? (Que significa, sis de Celan, 10 que importa provocar, en un temblor incierto, es
como signo poctico del siglo, la anabasis? eI advenimiento de la palabra: "juntos", que nunca es, entonces,
La distancia cs, en parte, la que scpara cl siglo xx dcsnudo y una condicion y si, siempre, un arduo resultado.
cruel cle las prolongaciones del siglo XIX dentro de el, la continui- Sera razonable dar eI nombre de "axioma de fraternidad" a
dad de un suciio imperial cuyo horror es lejano y discreto, en la convicci6n de que toda empresa colectiva supone la identifica-
tanto su fucrza paradisiaca y viajcra es ornniprcsente. En marcha cion de un "yo" como "nosotros" e incluso la interiorizacion, en
hacia la anabasis en el scntido de Saint-John Perse, cl siglo choco la accion, de un "nosotros" como sustancia exaltante del "yo".
con una negrura real tan grande que debio modificar la direcci6n En Anabase, Perse crea una frarernidad viajera y puede hacer va-
del movimiento al mismo tiernpo que la resonancia de las pala- ler Ia identidad poetica de un "nosotros mismos (Color de hom-
bras para dccirlo. bres.)" y un "relampago farnelico me asigna esas provincias en el
Por 10 tanto, la eventual univocidad de Ia anabasis como sig- Oeste". Puede circular con libertad entre la exclarnacion "jA la
nificante clave de la trayectoria del siglo debe construirse, sin medida de nuestros cora zones se consumio tanta ausencia!" y la
duda, en la heterogeneidad inicial entre eI colmo de la retorica interrogaci6n "(Que me he dado el mundo sino esc ondular de
heredera (un poco a la manera de Hugo) y la poesia menos auto- pastos?". "Fraternidad" designa la equivalencia del sujeto en
rizada posible (un poco a la manera de Nerval),

Procedere por medio de extracciones ternaricas. En el texto de 3. La doctrina de Natacha Michel se resume en un pequefio libro esencial,
Saint-John Perse, ante todo, propongo, en resonancia con nues- L'Ecrivain pensif, Lagrasse, Verdier, 1998.
122 ELSIGLO ANABASIS 123

singular y plural. Y es indudable que el maximo deseo del siglo, esas aventuras hay una conciencia vacante: "jA la medida de
antes de encallar contra el individualismo competitivo, fue la fra- nuestros corazones se consumio tanta ausencia!" El destino de la
ternidad. anabasis no es sino un tipo de ficcion negativa. Se apunta a un
En la ficcion poetica, Saint-John Perse pone en escena la idea lugar donde los signos del espacio y el tiempo han quedado abo-
de que el axioma de fraternidad solo vale para una aventura lidos: por un lado una "gran comarca de pastizales sin memo-
real, una aventura historica que crea su sujeto, precisamente co- ria", por otro un afio "sin vinculos y sin aniversarios".
mo sujeto fraternal, advenimiento de una pluralizacion del "yo" Ese nihilismo establece una cornunicacion entre la poesia so-
y una singularizacion del "nosotros". Por eso Anabase cuenta lemne de Perse y la conciencia que el siglo tiene de sf mismo co-
una cabalgata de conquista en altiplanicies de leyenda. mo puro movimiento violento, de desenlace incierto. El sujeto se
Pero, de resultas, la fraternidad se convierte en una nocion representa como una errancia y representa esta como valida por
mas compleja. 2Cual es el protocolo de delimitacion del "noso- sf misma. EI hecho de que, como dice Perse, la errancia nornade
tros"? La cabalgata en esa Mongolia imaginaria debe, desde lue- sea principio del corazon del hombre en su ausencia misma es
go, atravcsar la adversidad, inventar su enemigo. El "yo" solo se una buena metafora geografica y viajera de una epoca que se
arnplia al "nosotros" en las cercanias de la guerra, y por eso el gloria de carecer de seguridad.
viaje no pucde bastar, El elogio del "viajero en el viento amari- Es preciso comprender por que, en el corazon del siglo, la re-
llo" solo cobra senti do en la formula que cierra nuestro texto: peticion de las decepciones no hace mella alguna en la capaci-
"Un gran principio de violencia dictaba nuestras costurnbres". dad de inrerpelacion del movimiento. Pero nos cuesta compren-
La violencia es cl horizonte necesario de la errancia. Para que es- derIo, porque hoy todo el mundo suscribe un seguro costoso
ta sea el cquivalcntc de "grandes historias seleucidas" es preciso contra cualquier decepcion, aun la de algunas gotas de IIuvia
llcgar al "silbido de las frondas". Mas aun: el principio de cono- durante las vacaciones estivales. Es que los militantes del siglo,
cimiento y litigio ("Ia tierra entregada a las explicaciones") vale ya 10 sean de la politica, del arte, de la ciencia 0 de cualquier
unicamcntc si esta acornpanado del elogio de la hostilidad ("los otra pasion, creen que el hombre se cum pie no como plenitud 0
odios a veces cantaban como herrerillos"). Del mismo modo que resultado sino como ausencia de sf mismo, en el arrancamiento
los "carninos del mundo" y las "cornarcas de pastizales sin me- a 10 que es el, y suponen que en esa extirpacion radica el princi-
moria", indicios de la libertad mas completa, solo concuerdan pio de toda grandeza aventurera. Si Perse pertenece al siglo es
con una suerte de despotismo grandioso ("autoridad sobre todos porque poetiza el lazo entre la obligacion de la grandeza y la
los signos de la tierra"). Por otra parte, much as imageries del vacuidad de la errancia.
poel11ainsisten en que la atrocidad misma no es sino uno de los EI siglo xx no es un siglo prograrnatico como 10 fue el ante-
recursos del viaje, un episodio obligado de la anabasis; por ejem- rior. No es un siglo de la promesa. En el se acepta de antemano
plo: "Y Ia colada vuela, como un sacerdote despedazado". que una promesa no se cumpla y un programa no se ejecute de
Fraternidad como equivalencia del "yo" y el "nosotros", vio- manera alguna, porque solo el movimiento es fuente de grande-
lencia inherente al viaje, errancia que es reciproca del mandamien- za. Saint-John Perse encuentra las nobles figuras de esa entrega
to: tales son los motivos del siglo agenciados por la anabasis. del corazon del hombre al valor victorioso de la negacion de 10
2. Todo esto se ve doblado por una interrogacion sobre la fi- que es e instituye el valor poetico de la ausencia de sf, con pres-
nalidad, una duda sobre el sentido; en pocas palabras, una espe- cindencia de cualquier destino. Se trata de conquistar la desliga-
cie de nihilismo que intenta ser sereno. ],0 cxplicito es que en zon, el fin de todos los lazos, la ausencia de sf del desligado.
124 EL SIGLO ANABASIS 125

En esta direcci6n, el siglo ha sido mas profundamente rnarxis- "las tinieblas del espiritu", hay que saber conformarse con un
ta de 10 que imaginaba, segun un Marx emparentado con Nietzs- "ondular de pastos" y meditar sobre la ausencia. Acaso se acep-
che, el Marx que an uncia en el Manifiesto el fin de todas las vie- tara, Ilegada la noche, capturar la embriaguez ilicita que procura
jas costumbres, es decir, el fin de los viejos lazos de obediencia y "Ia semilla del cocculus indio".
estabilidad. La temible fuerza del capital consiste en disolver los
contratos mas sagrados, las alianzas mas inmemoriales, en "las (En que lugar de la anabasis nos encontramos cuarenta afios
aguas heladas del calculo egoisra ". El capital dicta el fin de una despues? (Que nos dice Paul Celan luego del nazismo y la guerra?
civilizaci6n fundada en el vinculo. Y es indudable que eI siglo xx Ala pregunta: (quien habla?, el poema responde: nadie. No
busca, mas alla de la fuerza meramente negativa del capital, un hay mas que una voz, una palabra anonima captada por el poe-
orden sin vinculos, un poder colectivo desligado, para devolver a ma. Casi en elmismo momento, Beckett, en Compaiiia, cornien-
la humanidad su verdadera potencia creativa. De alli las palabras za con: "Una voz, en la negrura". Perse hacia equivaler el "yo" y
clave, que son las de Perse: violencia, ausencia, errancia. el "nosotros", pero en el poema de Celan, como en la prosa de
Mediante cultas expresiones privati vas, el poera captura ese Beckett, ya no hay ni uno ni otro, sino una voz que intenta tra-
anhclo nihilista, pero crcador, de un orden puramente viajero, zar un camino. En las lineas breves y casi silenciosas del poema,
una fraternidad sin destino, un movimiento puro. Asf, los "ani- muy lejos del amplio versiculo de Perse, esa voz que es el trazado
males sin alianzas" 0 las "prevaricaciones del cicio contra la tie- de un camino va a decirnos en un murmullo que es la anabasis,
ITa". Los unicos compafieros del hombre de la grandeza son las "ascension y vuelta", traducci6n exacta del verbo avaBavElv.
"altas trorubas en viajc". Todo esc deseo se recapitula en el ad- Lo hace al comienzo mediante tres conexiones fragiles y casi im-
mirable oxfmoron de las "lcyes errantes". probables: "cscrita estrecha", "impracticable verdadera", "en el
3. Por ultimo aparccc -particularmente oscura en la actuali- porvenir claro corazon",
dacl- la afirmacion de la supcrioridad de la grandeza n6made so- Lo que se murmura de ese modo es la posibilidad de un cami-
brc la dicha, Ilevada al extrerno de una duda acerca del valor no, el de un claro sensible ("claro corazon"). Para Saint-John
mismo de esta. La exprcsion "las palabras castradas de la dicha" Perse el camino es 10 abierto del espacio y, como dice al principio
(rccordemos que un capador Ihongreurl es un especialista en la de Anabase, "a nuestros caballos entregada la tierra sin almen-
castraci6n de caballos) parecc indicar que, para el hombre de la dras". No hay un problema del camino. Celan, por el contrario,
anabasis, y hasta en Ia lengua, la obsesi6n por la dicha es una se pregunta: (hay un camino? Y responde que si, sin duda, hay
mutilacion. Y por eso, contra las palabras de la felicidad, el poe- un camino, "estrecho entre muros", pero que, por verdadero que
ta exige "levan tar el latigo ". Para nosotros, hedonistas cansados sea, y en cuanto 10 es, es impracticable.
de este fin de siglo en eI que toda grandeza esta ausente, esas pa- Nos encontramos en la otra vertiente del siglo. EI nihilisrno
labras son una provocacion. epico, en su figura nazi, solo creo un matadero. En 10 sucesivo
EI nihilismo activo, violento y hasta terrorista del siglo, que resulta imposible moverse con naturalidad en el elemento epico,
se deja oir incluso en Ia alta poesia de nuestro embajador, esta como si tal eosa. Ahora bien, si no hay interpretacion epica in-
mas cerca de Kant que el doblete conternporanco de la satisfac- mediata, (que es la anabasis? (Como lIevar a cabo la "ascension
cion y la caridad. Pues plantea que el obstaculo de la grandeza es y vuelta"?
el deseo de felicidad. Y que, en suma, para cmprcnder la aventu- En este aspecto, Celan pone en juego la dimension maritima,
ra n6made tejida "de fuegos y auroras", para ilurninar un poco el "iel mar, el mar!" de los griegos. La anabasis comienza con un
126 ELSIGLO
ANABASIS 127

llama do maritimo. En algunos puertos hay balizas que emiten


sonidos cuando el mar baja, Los sonidos de esas balizas, los "50- el estar juntos, pero no hay fusion fraternal: el "nosotros" de
nidos de la campana luminosa", los sonidos tristes de las "boyas Celan no es un "yo".
pena", componen un momenta portuario de llamado, de serial. La anabasis es el advenimiento en calidad de "juntos", gra-
Para la anabasis es el momento del peligro y la belleza. cias a nuestra apropiacion de un llamado infimo, de un "noso-
La significacion de esta imagen es que la anabasis requiere al tros" que no es un "yo". .,
otro, la voz del Otro, Al asumir el Hamado y su enigma, Celan El siglo es asi testigo de una profunda mutacron d~ la cues-
rompe con el tema de la errancia vacia y autosuficiente. Es preci- tion del "nosotros". Existia el "nosotros" de la fraternidad, que
so encontrar algo. Las imageries maritimas funcionan como indi- Sartre en la Critica de fa razon dialectica -publicada, sefialernos-
cadores de la alteridad. Digamos que el tema de la fraternidad es 10 enlos an os en que Celan escribe "Anabasis">, califica de fra-
reemplazado por el tema de la alteridad. Donde valia la violencia te;nidad-terror. Es un "nosotros" cuyo ideal es el "yo", y no hay
fraternal aparece la diferencia minima del aliento del otro, el lla- otra alteridad que la del adversario. EI mundo esta libra do a es.e
mado de la boya, el "dum- dun- un-" que evoca un motete de "nosotros" errante y victorioso. Esta Figura actua con suntuosi-
Mozart ("unde suspirat cor"), como para probar que la pobreza dad retorica en el aventurero nomad a de Saint-John Perse, Ese
infima del llama do es portadora de la mas elevada significacion. "nosotros-yo" vale par sf mismo y no necesita tener un destino.
Todo csta construido para llegar, en y por los sonidos "repe- En Celan, el "nosotros" no esra bajo el ideal del "yo", porque la
tidos, redimidos" de un llamado, a esc "nuestros" que ya no es diferencia como Hamado infirno, esta incluida en el, El "noso-
el "oosotros" de la epopeya. Como hacer nuestra la alteridad: tros" esta aleatoriamente suspendido de una anabasis que, al
csa cs la prcgunta de Cclan. Una diferencia se deja oir, y el pro- margen de todo camino preexistente, se remonta hacia ese "jun-
blema consiste en hacerla nuestra. Hay anabasis en la medida en tos" todavia poseedor de la alteridad.
que 10 lograrnos. No hay interiorizacion ni apropiaci6n. No hay A partir de fines de la dec ada de 1970 el si~lo n~s lega esta
sustancializacion del "nosotros" como "yo". Hay un puro lla- pregunta: .que es un "nosotros" que no esta bajo el ideal de un
mado, una difcrencia infima, que es preciso hacer nuestra sirn- "yo", un "~osotros;' que no pretende ser "" s~jeto? El problema
plcmenre porque nos hemos topado con ella. es no concluir en el final de todo colectivo vrviente, en la desapa-
La dificultad -prcsente, es cierto, en toda anabasis- es que ricion lisa y llana del "nosotros". Nos negamos a decir, con l~s
nada preexiste a esa tentativa, nada la prepara. No estamos cer- actores de la Restauracion: solo hay individuos en competencia
ca de nosotros mismos ni en un camino ya explorado. Estamos por la felicidad, y toda fraternidad activa es sospechosa.
-admirable norninacion de la anabasis y de to do el siglo- "Iejos Celan, por su parte, mantiene la idea del "juntos", q~e era,
en 10 no navegado". Yes justamente alii, en el punto de 10 des- advirtamoslo, la principal y extrafia consigna de las manifesta-
conocido y 10 extraviado, donde es necesario emprender "Ia as- ciones de diciembre de 1995. No habia ninguna otra -en to do
cension y vuelta", y donde se juega la posibilidad de que algiin caso, ninguna otra que fuera una invencion- que tuviera la capa-
dia podamos volvernos hacia "el futuro claro corazon". La ana- cidad de nombrar la anabasis de los manifestantes. Y no era un.a
basis se inventa alli. palabra vana, pues pudimos ver en pequefias c~udades tranqui-
Lo que crea entonces su movimiento no es un nosotros-suje- las, como Roanne, por ejemplo, a mas de la mitad .de,I~ pobla-
to, es la "palabra-tienda / que se libera: / Juntos". Una "palabra- cion salir a manifestar en varias ocasiones, para decir urncarnen-
tienda" es una palabra que da abrigo. Podcmos protegernos en te "todos juntos, todos juntos, sf". Es que to do 10 que to~avia
no esta corrompido se pregunta hoy de donde puede surgrr un
128 EL SIGLO

"nosotros" que no este sometido al ideal del "yo" fusional y 9


cuasi militar que ha domina do la aventura del siglo, un "noso-
SIETEVARIACIONES
tros" que vehicule libremente su propia disparidad inmanente y,
no obstante, no se disuelva. 2Que quiere decir "nosotros" en
tiempos de paz y no de guerra? 2C6mo pasar del "nosotros" fra- 12 de enero de 2000
ternal de la epopeya al "nosotros" dispar del "juntos", sin aban-
donar jamas la exigencia de que haya un "nosotros". Continuo,
yo tam bien, en ese interrogante.

Soportamos hoy la dorninacion de un individualisrno artificial.


A los millones de manifestantes de diciembre de 1995 que reivin-
dicaban, como Paul Celan, la palabra tienda "[juntos!", la propa-
ganda opone la "evidencia" del individuo lanzado a Ia busqueda
competitiva del exito y Ia felicidad. Aun en el orden literario, la
producci6n conjunta de biografias y autobiografias satura el mer-
cado. S610 se considera como digno de interes 10 que los chinos,
fascinados por las listas, habrian llarnado "las tres relaciones": re-
laci6n con el dinero, relaci6n con el exito econ6mico y social, rela-
cion con el sexo. EI resto no es mas que abstracci6n arcaica, y pro-
bablemente totalitaria. Lo "moderno" es la generalizaci6n, como
ideales del yo [moij, de las tres relaciones en cuesti6n. He aqui, no
10 que es, sino aquello que, con una especie de encarnizamiento
vindicativo, se procura imponernos como deber ser.
Al menos podemos ser conscientes de que esa propaganda, le-
jos de volver, como pretende, a una naturaleza de las cosas y los
sujetos democraticamente inscripta en los media, es un forzamien-
to lIevado a cabo a traves de una inversion, de una extraordinaria
brutalidad, de todo 10 que el siglo dese6 e invent6. En efecto, la
corriente de pensamiento que identifica la epoca que termina, y
cualesquiera hayan sido sus variantes, a rnenudo violentamente
enfrentadas, ha sostenido que toda subjetivaci6n autentica es co-
lectiva y toda intelectualidad viva es construcci6n de un "n050-
tros". Es que para esa corriente un sujeto es, por fuerza, evaluable
SIETE VARIACIONES 131
130 EL SIGLO
constitucion como sujeto, es cornpletamente modificable. Se tra-
en funcion de una historicidad 0 capaz de hacer resonar, en su taba, desde luego, de una suerte de acompafiarniento filosofico
composicion, el poder de un acontecimiento. Esa es una de las for- del tema del hombre nuevo. Por ejernplo, uno de los primeros
mas de 10 que he llamado pasion de 10 real: la certeza de que, pro- textos de Sa~tre,.La trascendencia del ego, despliega la intuicion
cedente de un acontecimiento, la voluntad subjetiva puede realizar de una conciencia constituyente abierta, cuyas concreciones co-
en el mundo posibilidades inauditas; que muy lejos de ser una fie- ~~ "yo [moil" 0 como "ego", y por ende como individuo iden-
cion impotente, e1 querer" afecta intimamente 10 real. tificable, solo son exterioridades transitorias. EI ser inmanente
Hoy, al contrario, se nos quiere imponer la conviccion de que ?e [a .c?nciencia no se capta en la trascendencia 0 la objetividad
el querer, dominado por un principio de realidad aplastante cuyo identificable del yo [moil. Mas adelante, Sartre extraera las con-
concentrado es la econornia, debe mostrarse extraordinariamente secuencias ontologicas ri~urosas de esa intuicion, cuando plantee
circunspecto, so pena de exponer al mundo a graves desastres. que el ser de la conciencra es nada, 10 cual quiere decir libertad
Hay una "naturaleza de las cosas" que no debe violentarse. En el absoluta, y haga asi imposible toda idea de una "naturaleza "
fondo, la filosofia espontanea de la propaganda "modernizado- subjetiva. En el psicoanalisis, y sobre to do en su recreaci6n enca-
ra " es aristotelica: que la naturaleza de las cosas despJiegue sus rada por Lacan, el yo [moil es una instancia imaginaria y el suje-
propios fines. No hay que hacer, sino dejar hacer. Es de imaginar to como tal tamp~co puede ser una naturaleza 0 un ser, pues esta
la distancia que la separa de la conciencia de quienes cantaban, (y esto es 10 .que slgni~ica ~',inconsciente") excentrado con respec-
bajo las banderas rojas, "cambiemos el mundo de base". to a su pro_Pladeterminacion.' Lacan denomina Otro el punto de
Si se cree que el mundo puede y debe cambiar absolutamente, exc~ntramlento, de modo que todo sujeto es como la Alteracion
que no hay naturaleza de las cosas que deba respetarse ni sujetos d~,sl. 0, como 10 habia anticipado Rimbaud, "yo es otro". Tam-
prcformados que sea ncccsario mantener, se admire que el indivi- bien en este caso es imposible pensar al individuo como natura-
duo puede ser sacrificable. Lo cual significa que no esta dorado leza objetiva.
por sf mismo de ninguna naturalcza por cuya permanencia valga A~ i~novar en materia de teoria del sujeto, el siglo piensa a
la pena esforzarse. este ultimo como distancia con respecto a si mismo como tras-
A partir de ese motivo de la no naturalidad del sujeto huma- cendencia i.nt~rior. En mi propia doctrina, el sujeto'depende de
no y, en resumidas cuentas, de la inexistencia del "hombre", y un acontecrmrento y solo se constituye como capacidad de ver-
por 10 tanto de la vacuidad de los "derechos del hombre", que- dad, de manera que, al ser su "materia" un procedimiento de
rria proponer hoy algunas variaciones. verd~d 0 procedimiento generico, el sujeto no es naturalizable
de nmguna manera. En el lexico de Sartre, se dira que el sujeto

VARIACI6N 1, FILOs6FICA
1. Dos articulos de Jacques-Alain Miller siguen siendo canonicos acerca de 10
En Iorrnas muy diversas, entre las decadas de 1930 y 1960 que c~be inferir, en cuanto al concepto de sujeto, a raiz de su determinacion por
los filosofos trabajaron la idea de que 10 real de un individuo, su ~na logica :n la cual no es el centro sino, mas bien, el efecto lateral. El primero es
La s~ture , Les Cabiers pour l'analyse, 1, enero-febrero de 1966, reeditado en
Un debut dans la VIe, Paris, Gallimard, 2002 [trad. cast: "La sutura", en Mate-
mas u, Buenos AIres, Manantial, 2003]; el segundo, "Matrice", en Un debut dans
,. Vouloir: verbo que corresponde al sustantivo "volunrad", se traduce habi- la VIe, op, CIt.[trad. cast: "Matriz", en Matemas II, op, cit.].
tualmente por "querer" (n. del t.).
ELSIGLO SIETE VARIACIONES 133
132

no tiene esencia (tal es el sentido de la famosa f6rmula "la exis- hoy dominante, bajo el nombre impuesto de "democracia", es
tencia precede a la esencia"). En el lexico de Lacan, se dira que que 10 iinico que cuenta es la libertad. Libertad, por 10 dernas,
un sujeto solo se identifica con el punto de la falta, como vacio tan afectada por el desprecio que recae sobre los otros dos terrni-
nos (la igualdad es utopica y antinatural, la fraternidad conduce
o falta-en-ser.
Si el sujeto se constituye como falta-en-ser, la cuesti6n de su al despotismo del "nosotros"), que resulta puramente juridica 0
real sigue abierta, pues ese real no es una esencia ni una natura- reguladora: "Iibertad" de hacer todos las mismas cosas , de
leza. Es posible sostener entonces que un sujeto no es sino que acuerdo con las mismas reglas.
adviene, en ciertas condiciones, alii, diria Lacan, donde "eso fal- La libertad asi concebida fue objeto de una denigracion cons-
ta". EI imperativo de Nietzsche, "deviene aquel que eres", en- tante durante el pequefio (en el sentido de breve) siglo xx, exten-
cuentra aqui un eco a su medida. Si es preciso devenir sujeto es dido desde 1917 hasta 1980. Se la denominaba "Iibertad for-
porque uno no 10 es. EI "aquel que eres", como sujeto, no es mal" y se Ie oponia la "libertad real"; adviertase la pertinencia
otra cosa que la decision de devenirlo. del adjetivo. "Libertad formal" quiere decir: libertad que no se
Como yen, se esboza a la sazon diazo entre la tesis de que un articula con un proyecto global igualitario ni se practica subjeti-
sujeto no es del orden de 10 que es sino de 10 que ocu~~e, del ~r- vamente como fraternidad.
den del acontecimiento, y la idea de que se puede sacrificar al 111- Durante el siglo, la igualdad es la meta estrategica. Politica-
dividuo a una causa historica que 10 supera. Ese lazo consiste en mente con el nombre de comunismo, cientificamente con el nom-
que, de todas maneras, puesto que el ser del sujeto es la falta-en- bre de axiomatica, artisticamente bajo el imperativo de la fusion
ser un individuo s610 puede con tar con atribuirse algun real sub- del arte y la vida, sexualmente como "amor loco". La libertad,
, I cc como poder ilimitado de 10negativo, se presupone pero no se te-
jetivo si se disipa en un proyccto que 10 supera, Por eso, e noso-
tros" construido en esc proyccto cs 10 unico vcrdadera y matiza. En cuanto a la fraternidad, es simplemente 10 real mis-
subjctivamcntc real para el individuo que 10sostiene. EI indi~iduo, mo, (mica atestacion subjetiva de la novedad de las experiencias,
en rigor, no cs nada. EI sujeto es el hombre nuevo, que se ubica en porque la igualdad sigue siendo programatica y la libertad, ins-
el punto de la falta-en-sl. Por 1o tanto, cI individuo es e.n su esen- trumental.
cia misma la nada que debe disiparse en un nosotros-suJeto. Insisto: la fraternidad es la manifestacion real del nuevo mun-
El reverso afirmativo de esa evidencia sacrificial del individuo do y por consiguiente del hombre nuevo. Lo que se experimenta,
es la inrnortalidad del "nosotros" construido por una verdad, y en el partido, la accion, el grupo artistico subversivo, la pareja
cuyo soporte, asi como 10 que esta en juego e~ el, es el h?mbre igualitaria, es la violencia real de la fraternidad. (Y cual eS su
nuevo. EI "nosotros" es inmortal en cuanto existe no segun una contenido si no Ia aceptaci6n de la preponderancia del "noso-
naturaleza perecedera, sino segun una ocurrencia eterna, eterna tros" infinito sobre la finitud del individuo? Eso es 10 que desig-
como el tiro de dados de Mallarrne. na la palabra "camarada", casi caida en desuso. Es mi camarada
aquel que, como yo, solo es sujeto por pertenecer a un proceso
de verdad que 10 autoriza a decir "nosotros".
VARIACI6N 2, IDEOL6GICA Por eso sostengo que en to do esto no se trata en modo algu-
no de utopia 0 ilusi6n. EI dispositivo de emergencia del sujeto es-
.Como reorganiz6 el siglo los tres grandes significantes de la ta sencillamente completo. Segun los terrninos de Lacan, la igual-
Re:olucion Francesa: libertad, igualdad, fraternidad? La tesis dad es 10 imaginario (porque no puede advenir como Figura
134 ELSIGLO
SIETE VARIA ClONES 135
objetiva, aunque sea la razon ultima de todo), la libertad es 10
simbolico (porque es el instrumento presupuesto, 10 negativo fe- Esta.do. Mientras este siempre fue el alfa y eI omega de la vision
cundo) y la fraternidad es 10 real (es decir, 10 que a veces se en- fascista de la politica, Estado apoyado en eI supuesro de la exis-
cuentra, aqui y ahora). tencia de grandes colectivos cerrados, en la historia delleninismo
y luego del maois~o nunca fue otra cosa que el obsraculo opues-
to P?r la. brutal finitud de las operaciones de poder a la movili-
VARIACI6N 3, CRITIC A dad infinita de la politica.
., Asi, podemos formular en rerrninos mas filosoficos la oposi-
EI riesgo de seguir articulando la constitucion del sujeto con CIOnabsoluta de esas politicas en el siglo. Los fascismos intentan
una trascendencia colectiva y por 10 tanto universalizable consis- ~p?ner a 10 infinito de la ernancipacion el sangriento tope de una
te en transferir al colectivo las propiedades "naturales", 0 al me- finitud predlca~le, la~ p~opiedades _:numerables de una supuesta
nos objetivas, que los liberales suponen patrimonio del individuo sustancra (el ano, el JUdlO,el aleman ... ). Los "comunismos" vi-
humane. EI siglo hizo poco por ahorrarse esta desviacion. Los yen la ~n.tinomia (seiialada por Marx con su genio habitual) en-
fascismos no dejaron de remplazar la universalidad subjetiva de tre la finitud del Estado y 10 infinito inmanente a toda verdad
los procedimientos de verdad (invencion politica, creacion artis- incluida, y sobre todo, la verdad politica. Las entidades referen~
tica, etc.), que detestaban, por la determinacion de grandes co- cia.lesmiticas acornpafian la victoria de los fascismos y signan in-
lectivos referenciales: la nacion, la raza, Occidente. Podernos de- fahblemente la derrota de los "comunismos".
nominar "stalinismo" a la sustitucion, proclamada sobre la base Sin em~ar~o~ es cierto que, ya se las idealice y se haga de elias
del poderio del Estado sovietico, de los procesos politicos reales desde el pnnC1pl~ el sosten subjetivo de una politica de conquis-
-cuyo pensador habia lIegado a ser Lenin y que Mao, a su turno, t~~ya n~ .sean mas que los nombres pomposos de una paraliza-
intentaria identificar- por entidadcs semejantes (clase obrera, Clo~ politica, hay en efecto produccion de entidades rnacroscopi-
partido, campo socialista). cas imagmanas, de nombres hiperbolicos. Esas grandes entidades
Sciialernos de paso, para no coincidir con la grosera identifi- no son el "nosotros-sujeto" del cual hablabarnos antes. No se
cacion, bajo cl nombre de "totalitarismo ", del nazismo y el pre- ?riginan en una ocurrencia 0 un acontecimiento, son colectivos
sunto cornunismo (de hccho, cl Estado stalinista), que esas dos ~n~rtes:,Sus devotos las consideran necesarias para cualquier sub-
disposiciones politicas fueron com pieta mente opuestas hasta en Jet~va~lOn,como una materia objetiva cuya reflexion 0 despliegue
la genesis de las entidades referenciales. Pues fue precisamente pracnco es el nosotros-sujeto. Yo propondria de buena gana de-
contra los procesos politicos de ernancipacion ligados a la pala- nommarlas cuerpo pasivo de la subjctivacion,
bra "proletario ", procesos que se les mostraban con justa razon ~Por que, aun en la prueba del control del Estado, no con-
como desligados, imposibles de atribuir, cosmopolitas, antiesta- formarse con el "nosotros" real, el "nosotros" que envuelve el
tales, que los fascismos propiciaron, de manera absolutamente "yo" en el devenir efectivo de una invencion de pensamiento?
explicita, el sometimiento a totalidades referenciales nacionales 0 ~Por que Ia determinacion de la singularidad activa debio repre-
raciales y a sus supuestos representantes. Las sustancializaciones sen~arse con ~a~ta frecuencia como conciencia 0 experiencia de
del Estado stalinista, por su parte, son reificaciones de procesos ent~~ades objetivas, de hipostasis miticas? ~Por que dotar a la
politicos reales, reificaciones cuyo origen es la imposibilidad del accion de un cuerpo pasivo? Tendremos la oportunidad, en todo
leninismo de integrar a su dispositivo mental cl dominio sobre el caso, de ver q~e es~,objetivacion temible interviene en el proble-
ma de la nomtnacion de los procesos, en la teoria de los nom-
136 ELSIGLO SIETE VARIACIONES 137

bres.2 Podemos preguntarnos si las grandes totalidades macros- Europa. Es obvio que se trata de laboriosas y criminales ficcio-
copicas no son invocadas, en el caso de su pertenencia "cornu- nes. La "ciencia" de las razas es purarnente imaginaria. Habra
nista", como nombres (politica proletaria, arte burgues, campo de ~econocerse que tam bien existi6 una ciencia marxista imagi-
socialista, campo imperialista, Estado de los obreros y los cam- nana, aun cuando no era ella la que determinaba las subjetivida-
pcsinos ... ) cuyo valor reside totalmente en la universalizacion a des revolucionarias del siglo. Ese marxismo sin correlato real
buen precio de un proceso en el momento mismo de su esterili- prerendia ser, simplemente -yen ello radicaba su fuerza- una
dad 0 su (ijacion estatal. EI nombre es 10 que destaca la singula- fraternidad cientfficamente legitima. '
ridad mas alia de sf misma. EI manejo de los nombres por el si-
glo tambicn csta cautivo de 10 Dos, de la sintesis no dialectica.
Por L1I1 lado, es importante no querer otra cosa que singularida- VARIACI6N 4, TEMPORAL
des activas (Ia fraternidad); por otro, es preciso historizarlas,
aun en los mementos en que falta la invcncion, esos mornentos EI siglo propuso su propia vision del tiempo historico, Tuvo
en quc, como dccia Saint-Just, "Ia revolucion esta congelada"; una vision genealogica de gran amplitud de los enfrentamientos
cs ncccsario poner en cvidcncia su universalidad, mediante politicos; siguio en ello al Marx que escribia que toda la historia
nombres que contengan objetividades identificablcs. de los hombres era la historia de la lucha de clases, Los mismos
EI problema, ell definitiva, es cI siguiente: 2por que en el siglo h.istoriadores acadernicos se dedicaron a la larga duracion y con-
se nccesitan grandes colectivos (objetivos) para dar nombrcs? sideraron la escala de una vida humana como una cantidad irri-
2Por que los procesos politicos de cmancipacion adoptan siern- soria en comparaci6n con los flujos de significaciones.l De rna-
pre cI nombre de supucstas cntidadcs sociales objetivas, como el nera que esta historia no era en modo alguno "humanista".
prolctariado, cI pueblo 0 la naci6n? Es muy asombroso constatar que en nuestros dias ya no tene-
Creo posiblc dcrnostrar que se trata del tributo pagado a la mos practicamente ningun pensamiento del tiempo. Para casi todo
cicncia, y por consiguicnte de los aspectos subsistentes, en pleno e! mundo pasado manana es abstracto y antes de ayer, incornpren-
siglo xx voluntarista, del cientificismo del siglo XIX. La objetivi- Sible. Hemos entrado en un periodo atemporal, instantaneo, 10
dad, en cfccto, es una norma cicntifica crucial. La legitimidad de cual muestra hasta que punto, lejos de ser una experiencia indivi-
los nombrcs adecuados al nosotros-sujeto se busco en las cien- du~1 compartida, el tiempo es una construcci6n e incluso, puede
cias mas 0 menos consolidadas, como el "materialismo histori- decirse, una construccion politica. Intentemos repensar durante un
co". Aun el nazisrno es una mitologia racial con pretensiones
cicntificas, En sus aspiraciones de sojuzgamiento y exterminio, el
nazismo creyo poder apoyarse en la jerga antropologica racialis- 3. La escuela de los Annates, cuyo impulso inicial proviene de Marc Bloch
ta que, desde cl siglo XVIII, acornpafio la expansion imperial de prornovio una teoria del "tiernpo largo" cuyo manifiesto es el gran libro de Fe":
nand Bra~del, La Mediterrantie et Ie monde mediterraneen a l'epoque de Philip-
pe I:, PaIlS, Ar~and Cohn, 1949 [trad. cast.: EI Mediterrdneo y el mundo medi-
terraneo en la epoca de Felipe II, Mexico, Fondo de Cultura Econornica, 1953J.
2. Sobre los nombres y sus avatares en el pensamiento del siglo, es indispen- Que haya podido considerarse que la empresa de Francois Furet es la continua-
sable el ensayo de Jean-Claude Milner cuyo titulo indica ya su pertinencia con cion de esta escuela es al menos tan sorprendente como tener la obra de Haber-
respecto a la cuesrion que nos ocupa aqui: Les Noms indistincts, Paris, Seuil, mas puesta en su totalidad bajo el signo del juridicismo, por la continuidad de la
1983 [trad. cast.: Los nombres indistintos, Buenos Aires, Manantial, 1999J. escuela de Francfort y, por 10 tanto, de la dialectica negativa de Adorno.
138 EL SIGLO
SIETE VARIACIONES 139
instante, por ejemplo, los "planes quinquenales" que estructura-
ban el desarrollo industrial de la URSS stalinista. Si el plan puede VARIACION 5, FORMAL
exaltarse hasta en obras de arte, como el filme La linea general de
Eisenstein, es porque mas alla de su significacion econornica (ade- (Cuales fueron, en el siglo, las formas dominantes de la mate-
mas dudosa, como es sabido), la planificacion designa la intencion rialidad colectiva? Puede sostenerse, creo, que el siglo fue el siglo
de someter el devenir a la voluntad politica de los hombres. Los de la manifestacion. (Que es una "mani"? Es el nombre de un
cinco afios del plan quinquenal son algo muy distinto de un mime- cuerpo colectivo que utiliza el espacio publico (la calle, la plaza)
ro: son una materia temporal en la cual se inscribe, dia tras dia, la para mostrar el espectaculo de su propio poder. La manifesta-
voluntad colectiva. Son, en rigor, una alegoria, en y por el tiempo, cion es el sujeto colectivo, el sujeto-nosotros, dotado de un cuer-
del poder del "nosotros". Todo el siglo, de diversas maneras, pre- po. Una manifestacion es una fraternidad visible. La reunion de
tendio ser un siglo constructivista, 10 cual implica la puesta en es- los cuerpos en una sola forma material en movirniento tiene la
cena de una construccion voluntaria del tiernpo. funcion de decir: "nosotros" estamos ahi, y "ellos" (los podero-
Hubo el tiempo inmemorial del campesinado, que era un sos, los otros, los que no participan de la composicion del "no-
tiempo inmovil 0 ciclico, un tiempo de labor y sacrificio, apenas sotros") deben tener miedo y tomar en cuenta nuestra existencia.
compensado por eI ritrno de las festividades. Hoy sufrimos el par La manifestacion, en el siglo, solo se comprende en el horizon-
del frcnesi y el descanso total. Por una parte, la propaganda dice te subjetivo de un "podriamos cambiarlo todo". Legitima en 10
que todo cambia minuto a minuto, que no tenemos tiempo, que visible el enunciado de La Internacional: "Los nada de hoy todo
es preciso modernizarse a toda marcha, que vamos a perder el han de ser". La manifestaci6n esboza esa totalidad a la cual aspi-
tren (el tren de Internet y la nueva economia, el tren del telefono ra la reunion de esas "nadas" que son los individuos aislados.
cclular para todos, el tren de los accionistas innurnerables, el tren EI siglo ha sido el de las manifestaciones, atravesadas de rna-
de las stock options, cl tren de los fondos de retiro, y no sigo). nera perdurable por la figura insurreccional de la politica. La in-
Por otra parte, ese alboroto disimula mal una especie de inrnovi- surrecci6n es la fiesta final del cuerpo del que se ha dotado el
lidad pasiva, indiferencia, perpetuacion de 10 que hay. EI tiempo "nosotros", la accion ultima de la fraternidad. Sf, la concepcion
es cntonces un tiempo sobre cl cual la voluntad, individual 0 co- que el siglo se hizo de la fiesta, al inscribirse en el paradigma de
lectiva, no tiene ninguna influencia. Es una mixtura inaccesible de la manifestaci6n y la insurrecci6n, sostenia que ella debia en to-
agitacion y esterilidad: la paradoja de una febrilidad estancada. do caso, interrumpir brutalmente el regimen ordinario delas co-
La idea fuerte del siglo -aun cuando, como sucede a menudo sas. Hoy la fiesta, consensual y sin peligro para nadie, es de rna-
en el momenta de una invencion, se manejo con torpeza y dog- nera ejemplar 10 que nos aparta de toda inquietud politica,
matismo - debe seguir inspirandonos, al menos contra la tempo- Vemos a expertos gubernamentales de semblante preocupado in-
ralidad "modernizante" que anula toda subjetivacion, Esta idea formar que el pueblo demanda "signos festivos fuertes". Vemos
es que, si se quiere lIegar a 10 real del tiempo, es menester cons- a diarios serios comparar los festejos por la victoria de Francia
truirlo, y esa construccion solo depende, en definitiva, del cuida- en la Copa del Mundo de hitbol con las manifestaciones por la
do puesto en erigirse en agente de los procedimientos de verdad. Liberacion de Paris en 1945. (Por que no con la toma de la Bas-
Alabaremos al siglo por haber lIevado en su seno la propuesta tilIa 0 con la Larga Marcha? Digamos que en nuestros dias la
epica de una construccion integral del tiempo. fiesta nom bra algo que se asemeja a una contrarnanifestacion.
EI filosofo debe recordar aqui que "rnanifestacion" es una
palabra hegeliana, una palabra de la dialectica, que designa la
140 EL SIGLO SIETE VARIA ClONES 141

"salida de si" de una realidad cualquiera. Una de las tesis funda- ~ncuentra, se manifiesta, se construye, pero no se representa.
mentales de Hegel sostiene que el manifestarse es la esencia del Ese es el escollo. Si toda legitimidad es representativa, la legiti-
ser," La esencia de la esencia es el aparecer. En este aspecto, el si- midad no es mas que una ficcion con respecto a 10 real que ella
glo, tan profundamente antidialectico en otros sentidos, ha sido misma reivindica.
dialectico. Para una fraternidad, cualquiera sea, y por 10 tanto Una manifestacion, una insurreccion y, en terrninos mas gene-
para un nosotros-sujeto en vias de constitucion, manifestar es rales, una secuencia politica, al igual que una creacion artfstica
rnanifestarse, EI ser del "nosotros" se muestra, pero tarnbien se tomada en la violencia de su gesto, no son representables de rna-
agota, en la rnanifestacion. Hay una gran confianza dialectica en nera alguna. La fraternidad no es representable. Como ya 10 su-
csa mostracion, Es que, a la postre, el "nosotros" no es otra co- geri, la convocatoria indebida de gran des conjuntos macroscopi-
sa que el conjunto de sus manifestaciones. En ese sentido, 10 real cos inertes (clase en 51, raza, nacion ... ), y por eso mismo
del "nosotros", que es 10 real a secas, es accesible a cada cual en supuestamente "objetivos", se inmiscuye en la subjetivacion del
y por la manifestacion. Ala prcgunta: (que hay de real?, el siglo sesgo de la legitimidad representativa. Pues solo la inercia es re-
responde: manifestar. Lo que no manifiesta no es. presentable. Se pasa entonces del modelo real del acontecimiento
y la manifestacion al modelo ideal de la ciencia.
La representacion y la Iegitimacion facticia a partir de totali-
VARJAC[()N 6, CRiTICA OTRA VEZ dades inertes taponan los agujeros de 10 que se presenta real-
mente y que siempre es discontinuo. Desde un punto de vista fi-
Una de las grandes dcbilidadcs del siglo en materia de pensa- losofico, el fondo del problema es que 10 real es discontinuo.
micnro -cn to do caso, una zona de incertidumbrc- es que se dio Como dice Lacan en una grafica formula, 10 que hay son "gra-
una concepcion representativa de la legitimidad. En polftica, por nos de real". En terminos de mi vocabulario: s610 hay multiples
cjernplo, sostuvo y llevo a la practica con insistencia uno de los procedimientos de verdad, multiples secuencias creativas, y na-
enunciados tardios de Lenin, que su autor presentaba como "el da que disponga entre ellos una continuidad. La fraternidad
abece del marxismo", pero que no por clio deja de ser dudoso: misma es una pasi6n discontinua. En rigor, no existen sino
"Las masas estan divididas en clases, las clases son representadas "momentos" de fraternidad. Los protocolos de legitirnacion re-
por partidos y los partidos son dirigidos por jefes". Partidos y je- presentativa intentan hacer continuo 10 que no 10 es, dar a se-
fes extra en su Iegitimidad de una operacion representativa. cuencias dispares un nombre unico, de hecho extrafdo de obje-
La puesta a prueba de esta concepcion de la legitimidad en la tividades ficticias, como "gran dirigente proletario" 0 "gran
pasion de 10 real tropieza con el obstaculo de que 10 real no se fundador de la modernidad artfstica" .
representa, se presenta. En sus diferentes invenciones (el partido EI hecho de que el siglo tambien necesitara falsos heroes es
politico revolucionario, eI manifiesto de una escuela artistica, la sin duda una faceta oscura del relato epico, en la que eI siglo se
didactica integral de una ciencia, etc.), eI siglo no dejo de cho- complacio,
car con la inadecuacion entre real y representacion, Lo real se

4. Encontramos una vigorosa exegesis del motivo hcgcliano en el importante


libro de Michel Henry, L'Essence de fa manifestation, Paris, PUF, 1963.
SIETE VARIACIONES 143
142 EL SIGLO

quien no esta con el partido esta contra el, que la izquierda debe
VARIAcrON 7, ANTIDIALECTICA
aterrorizar al centro para aplastar a la derecha 0 que una van-
guardia artistica debe buscar la disidencia y el aislamiento, para
He insistido sobre la singularidad de la teoria de 10 Dos que no quedar "alienada " en la sociedad del espectaculo.
anima a la intelectualidad del siglo en todos los ambitos.? Se tra- En el coraz6n del siglo, por razones que obedecen a la anti-
ta de un Dos antidialectico, sin sintesis. Ahora bien, en toda
diale~tica de toda dualidad primordial, se juega la contradicci6n
manifestaci6n de la fraternidad tenemos un Dos esencial: el del propiarnente dialectica entre formalizaci6n y destrucci6n. Mao
"nosotros" y "10 que no es nosotros". EI siglo hace que se dIOsu forma a esa contradicci6n derivada en un texto sumarnen-
enfrenten dos maneras de concebir "10 que no es nosotros". 0 te innovador.'' al distinguir las "contradicciones antag6nicas"
bien sc ve en el una amorfia multiforme, una realidad no organi-
-qu~ c~recen de hecho de sintesis- 0 antidialecticas y las "con-
zada, 0 bien otro "nosotros", un sujeto exterior y pOl' 10 tanto tradicciones en el seno del pueblo", referidas a la manera de tra-
antagonico. EI conflieto entre estas dos concepciones es funda-
tar las primeras y, finalmente, a la opci6n entre formalizaci6n y
mental y organiza la dialectica de la anridialectica. En cfecto, si
destrucci6n. La directiva esencial de Mao es no tratar nunca las
el "nosotros" se rclaciona exteriormente con 10 informe, su tarea "contradicciones en el seno del pueblo" de manera antag6nica.
consiste en formalizarlo. Toda fraternidad es entonces el mornen- PO,r 10 tanto: zanjar el conflicto entre [ormalizacion y destruc-
to subjetivo de una "puesta en forma" de su exterioridad infor- 0012 mediante la formalizaci6n.
me. Sc aducira, por ejernplo, la necesidad de que el partido con- Se trata quiza de una de las lecciones mas profundas pero
quiste a los indifercntes, se dira que la izquierda debe unificar el tarnbien mas dificiles, que el siglo nos lega. '
centro para aislar a la derecha 0 que una vanguardia artistica de-
be cncontrar las forrnas de una llcgada sensible a todos. Pero el
siglo sc ve a la sazon como Ull siglo formalista, en euanto todo
sujeto-nosotros es una produeci6n de forrnas. Lo eual quiere de-
cir, en definiriva, que el acceso a 10 real se da a traves de la for-
ma, como sin lugar a dudas 10 pensaron, justamente, el Lenin de 6. Los dos grandes ensayos de Mao sobre la dialectica son Sobre fa contra-
2Que hacer? (el partido es la forma de 10 real politico) y los dicci(~ny Sabre el tratamiento correcto de las contradicciones en el seno del pue-
blo_.EI pnmero de cllos (cscrito en 1937) dcspcrt6 la admiraci6n de Brecht, que
"formalistas" rusos luego de la Revolucion, aSI como los mate-
10 cita en su Journal de travail 1938-1955, traducci6n de Philippe Ivernel, Paris,
maticos de la escuela Bourbaki 0, segun 10 hemos mostrado, L'Arche, 1976 [trad. cast.: Diario de trabajo, vol. 3, 1944-1955, Buenos Aires
Brecht y Pirandello. Por el contrario, si el "10 que no es no so- Nueva Visi6n, 1979] a principios de la decada de 1950. A mediados de la deca-
tros" ya esta obligatoriamente siempre [ormalizado como subje- da siguiente, Louis Alrhusser 10 utilize sutilmente en el fundamental articulo
tividad antag6nica, la tarea prirnera de toda fraternidad es el "Contradiction er surdererminarion (notes pour une recherche)" en La Pensee
106,1962, reeditado en Pour Marx, Paris, Maspero, 1965 [trad. 'cast.: "Contra:
combate, con el objetivo de destruir al otro. Se dira entonces que
di~ci6n y sohredererminacion (noras para una investigaci6n)", en La reuolucion
teortca de,Marx, Mexico, Sigle XXI, 1968]. Yo misrno comente uno y orro texto
en mi opusculo de mediados de la decada del setenta, Theorie de la contradic-
5. Un debate que mantengo sobre to do con Christian Jambet procura deter- tion, Paris, Maspero, 1975 [trad. casr.: Teoria de la contradiccion, Madrid, jucar
minar si la antidialectica del siglo es una teoria de 10 Dos 0, mejor, una teoria de 1976]. La desaparici6n total de estes escritos de las librerias, sin excepci6n, cs UI~
10 Uno, pew de 10 Uno parad6jico, tal como 10 remarizaron algunos neoplatoni- signo de los nernpos, cuando seria muy apropiado verios incluidos en algun pro-
cos y luego los pensadores iranies del islam chiira. Sobrc cste punto, vease Chris- grama de concursos universitarios.
tian jambet, La Grande Resurrection d'Alamiit, Lagrussc, Verdier, 1990.
10
CRUELDADES

26 de enero de 2000

Comienzo sin demora con dos citas. Esta es la primera, toma-


da de un vasto poema, sin duda uno de los mas grandes del si-
glo, escrito al parecer en 1915:
[Hay una sinfonia de sensaciones incompatibles y analogas,
Una orqucstacion en mi sangre del tumulto de los crimenes,
De la batahola espasrnodica de las orgfas de sangre de los mares,
Furiosarncntc, como una ternpestad de calor soplando en el espiritu,
Una nuhe de polvo caliente que ensombrece mi lucidez
Y s610 deja ver y sonar todo esto a traves de la piel y las venas!
[Los piratas, la pirateria, los barcos, la hora,
Esa hera maritima en que las presas son asaltadas
Y el terror de los cautivos se desliza hacia la locura -esa hora,
En Ia toralidad de sus crimenes, horrores, barcos, genre, mar, cielo,
nubes,
Brisa, latitud, longitud, estrepito,
Querria que fuera en conjunto todo mi cuerpo, sufriendo,
Que fuera rni cuerpo y mi sangre y cornpusiera mi ser en rojo,
Que floreciese como una herida punzante en la carne irreal de mi al-
ma!
jAh, ser todo en los crimenes! jSer todos los elementos que constitu-
yen
Los asaltos a las naves, las masacres y las violaciones!
[Ser cuanro sucedi6 en ellugar de los saqueos!
[Ser cuanto vivio 0 naufrag6 en el sitio de las tragedias de sangre!
[Ser el pirata resumen de toda la pirateria en su apogeo,
146 EL SIGLO
CRUELDADES 147
y ser la victima sintesis, pero en carne y 11Ueso, de todos los piratas
Nuestra simpatia.
del mundo!
No era Iacil hacer 10 que debia hacerse.
No han sido ustedes quienes 10 condenaron, sino
A continuacion la segunda cita, tomada de una pieza teatral La realidad.
escrita quince afios mas adelante:

Los TRES i\(;ITADORFS: 2Que tienen en com un estos dos textos? Desde luego, ni los
Dccidimos: autores ni el estilo y ni siquiera la postura subjetiva 0 la figura
Enronces el debe dcsaparecer, y por complete. de compromiso. Lo cormin es que, tanto en uno como en otro, 10
Pucs no podcmos ni llevarlo ni deja rio. real se considera como inseparable de la cruel dad, de una suerte
Por cso dcbcmos fusilarlo y arrojarlo a la fosa de cal, porque de fascinacion por 10 que tiene la forma del crimen mas abomi-
La cal 10 qucrnara. nable.
EL CORO DE CONTROl.: EI primer texto es un breve fragmento de la Oda maritima,
2N () encon tra ron otra sa lida? poema firmado por Alvaro de Campos, un "heteronimo " del
Los TRFS A(;nAI)()RES:
poeta portugues Fernando Pessoa. EI segundo pertenece a la es-
\~.X\\\\\, \'>~)'-~) '\.\\:\,,\,>,) \)~) h\:\"~,,,,\'>w-.\\'-\\) \:.w:.,-,\,\t';'3.Cotc.'3. sslida.
As! como cl animal ayuda ,11 animal,
cena 6 de La medida, una de las lIamadas piezas "didacticas" de
'Iumhicn nosotros dcscar ia mos ayudarlo, a cl, Bertolt Brecht.
Que lucho con nosotros, por nuestro causa. Aunque Pessoa sea mayor, podemos decir que historicarnente
Durante cinco minuros, bujo b mirada de los perseguidores, ambos hombres no estan muy alejados entre si, con la salvedad
I Ic IIIos buscndo de que el portugues escribe desde antes de la guerra de 1914-
Una mancra mcjor, 1918 y, debido a su prematura muerte en 1935, no conocera la
Tambicn usrcdes busquen .ihora Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, tanto uno como otro es-
Una mancra mejor, tan en plena creacion en las decadas de 1920 y 1930.
[Un silcncio.) La distancia que los separa no es temporal; se encuentra en la
As], dccidimos: ahora
rclacion entre 10 central y 10 lateral en la Europa de esos afios.
Corrcmos de nuestro cuerpo nuestro propio pie.
Brecht, a quien situe en la clase titulada "Un mundo nuevo, sf,
Es horrible marar,
Sin embargo, no s610 mararnos a los otros silJO tarnbien a los nues-
pero 2cuando?" [capitulo 4 de este volumen], maneja todos los
tros, cuando es preciso. hilos del drama europeo: Alernania, las dos guerras, el nazismo,
Pues s610 la violencia puede carnbiar el comunismo, el exilic, la relacion con Estados Unidos, el "so-
Este mundo asesino, como cialismo real", etc. Pessoa elige con orgullo identificarse exclusi-
Lo sabcn todos los seres vivientes. vamente con Portugal, y por 10 tanto con los margenes de Euro-
Todavfa no nos esta perrnitido, deciarnos, pa, un pequefio pais adorrnecido bajo republicas irnpotentes y
No matar. luego bajo la dictadura de Salazar, cuyo autoritarismo gris, ca-
Solo la voluntad inflexible de cambiar el muntio ha motivado rente de otro contenido que la conservacion de las cosas y un
Esta decision. atesorarniento policial avaro, se opone por completo al fascismo
EL COItO DE CONTROL:
radiante. En ese ambito, Pessoa, convertido por sf mismo en la
Sigan con su relaro, se han ganado
grandeza que falta, escribe, a no dudar, la poesia mas intensa y
148 EL SIGLO CRUELDADES 149

variada del siglo. Pero es sintornatico que, hasta donde yo se, el diante la invencion de una complejidad poetics sin precedentes.
y Brecht se hayan ignorado totalmente. Brecht, pOl'su parte, tiene una relacion inrnediata con la com-
Adernas cle la separacion clebida a los lugares de la historia, plejidad de las situaciones y no necesita crear el espacio poetico
tam poco los destinos personales son comparables. de estas. Su problema consiste, mas bien, en encontrar puntos de
Nacido en Sudafrica y anglofono virtuoso, Pessoa, instalado referencia eficaces, simples y organicos, en una situacion com ple-
desde muy jovcn en Lisboa, ya no dejara esta ciudad. Su vida es ja y que se ve a S1 misma como tal. Por eso se convertira en un
una sintesis entre la invisibilidad relativa del empleado de co- enorme hombre de teatro, porque este es el arte por excelencia
mcrcio y cl activismo del poeta de vanguardia. Pessoa sabe que de la simplificacion, del poder estilizado. Brecht se pregunta que
esta -como, para su desdicha provisoria, el propio Portugal- al nueva poetica teatral tendra la capacidad directa de educar al
abrigo de la historia. Sin embargo, 1a atraviesa de manera obli- publico sobre el problernatico devenir de la epoca,
cua (esc es uno de los sentidos de un gran poem a tirulado "Llu- Podemos decir, para terminar, que la mayor diferencia entre
via oblicua"), y para hacerlo debe prorcgerse de cualquier vi- Pessoa y Brecht consiste en que uno lucha contra la simplifica-
sion unilateral de las cosas y construir, en soledad, un mundo cion a traves de una poetica de la complejidad y otro procura
mental de una extrema complejidad. Pessoa, en suma, rcernpla- trazar en la complejidad los caminos de una simplificacion poe-
za la intensidad politico historica, agotada en su pals dcsde la tica activa.
gran cpoca de los c1escubrimientos, por la complejidad de las Esto hace aun mas sorprendente su convergencia en la repre-
construcciones del pensamiento. Un elerncnto crucial de esta sentacion, a mi juicio casi complaciente, de la extrema violencia,
opcracion cs el "dcvenir varios", a la cual clio cl nombre de la crueldad mas radical. Ese punto hace que uno y otro pertenez-
"hctcronimia ". La obra poctica, en cfccto, se propone bajo cua- can a este siglo. Pues la crueldad es un tema importante del siglo
tro nornbrcs yes, ell verdad, el conjunto imposible de totalizar xx literario. A decir verdad, podemos vincular de inmediato esa
de cuatro obras ITlUY difcrcntcs por su estilo, su alcance, su me- insistencia de la crueldad en las artes con la omnipresencia de la
tafisica, etc. Esos heter6nimos son Alberto Caeiro, Alvaro de crueldad de los Estados. Pero eso no basta. Lo que se trata de
Campos, "Pessoa en persona" y Ricardo Rcis.1 Es como si un considerar es la cruel dad a la vez como materia y como fuente de
hombre hubiera asumido la tarca de escribir todas las virtuali- la produccion literaria. En el siglo, aquella fue menos una cues-
dades de la poesia portuguesa en el siglo. Poesia digna de la si- tion moral que una cuestion estetica (una deuda mas con Nietzs-
tuacion historica planetaria de la cual el Portugal historico se che). Piensese en Artaud y su reivindicacion de un "teatro de la
habia retirado. Pessoa lucha contra la esclerosis temporal me- crueldad", en las reflexiones de Bataille sobre el sacrificio y tam-
bien, como ya hemos visto, en la dureza bastante serena, frente a
las peores violencias, de los escritores aventureros como Lawren-
1. En 10 conccrnicntc a la funci6n poetica de los heteronimos en la poesia de ce 0 Malraux.
Pessoa, y sobre todo a la disposicion mental que esta "tecnica" autoriza en cuan- En Pessoa la cruel dad esta contenida en la metafora de los pi-
to a las rclaciones entre poesia y mctafisica, es necesario remitirse a la unica ver- ratas. En un segundo plano, se trata de la crueldad colonial, cu-
dadcra "cspecialista" en esas cuestiones, Judith Balso, Ala espera de la aparicion yos iniciadores fueron los portugueses. Para Brecht, el terrnino
de su libro de sintesis Pessoa, Ie passeur metaphvsique, se podra lee-r,en Pascal
Derhurens y Maria-Alzira Seixo (comps.), Co/loque de Cerisy: Pessoa, Paris,
"agitadores" remite al Partido Comunista, a sus exigencias, a
Christian Bourgois, 2000, su articulo "L'hereronymie: une ontologie politique aquello de 10 que este es capaz en materia de crueldad y de su
sans rneraphysique". justificacion racional. Pues la decision de los agitadores consiste
CRUELDADES 151
150 EL SIGLO

la idea impasible, universal, trascendente, se encarna en un cuerpo


en liquidar al "joven camarada" que no esta de acuerdo, que historico compuesto, por su parte, de cuerpos no impasibles, cuer-
quiere separarse del partido pero sabe demasiado acerca de el pos sufrientes. Como proceso, una verdad es un cuerpo a la vez
para dejarlo en manos del enemigo. sufriente (por sus componentes) e impasible (por su ser de idea).
En ambos casos hay un establecimiento textual de un lugar de La crueldad, por ello, no es un problema, es un momento, el de la
crueldad. Nos encontramos en el momento en el cual el individuo union paradojica entre cuerpo sufriente y cuerpo impasible.
es trascendido de algun modo por algo mas vasto, la pirateria co- Metaforicarnente, como 10 cornprendio Mandelstam, es cier-
mo ernblerna dellugar maritimo devorador 0 el partido como fi- to que el siglo tiene algo de cristico. Pues el siglo plante a la si-
gura de la historia. Momcnto en que la subjetividad personal es- guiente pregunta: (que es una encarnacion? Y la plantea de esta
talla, sc disuclvc 0 se constituye de otra manera. En el fondo, la forma: 2que es 10 absoluto en Ia historia? EI emblema de Dios
crueldad cs cl momcnto en que debe decidirse la disolucion com-
encarnado era el cuerpo supliciado de Jesucristo. En el siglo hay
pleta del "yo". La cruel dad es necesaria, dicen Alvaro de Campos
un prolongado martirologio, que es la exposicion del cuerpo su-
y Brecht, para que el "nosotros" y la idea se hagan uno y nada li- pliciado de la idea.
mite Ia autoafirmacion del "nosotros". La idea s610 pucde cobrar Desde el punto de vista filosofico, se trata de un platonismo
cucrpo en un "nosotros", pero el "yo" no accede a su disolucion al reves. Para Platen, el problema es extraer la Idea de 10 sensi-
sino asumicndo el ricsgo, incluso descado, del suplicio. ble. En el siglo, Ia cuestion pasa por dar a la Idea su poder sensi-
Uno y otro caso muestran la aceptacion de la crueldad como ble. Se trata de una antidialectica descendente en vez de una dia-
Figura de [0 real. Para ambos cscritores, [a relacion con [0 real lectica ascendente,
nunca se da como armenia: es contradiccion, rudeza, corte. Scgun En definitiva, to do se juega en el "yo" yen el "nosotros". Es
cscrihc Brecht, "s610 [a violcncia puede cambiar este mundo ase- necesaria la cornposicion de un sujeto mortal y sufriente y de un
sino". Y segiin cscrihc Campos, es precise interiorizar 10 puro sujeto inmortal e impasible, inseparables entre sf. EI problema
multiple "en [a totalidad de sus crirnenes, horrores, barcos, gente,
consiste entonces en saber a que pruebas es sometido un cuerpo
mar, ciclo, nubcs, brisa, latitud, Iongitud, estrepito ". Lo real ter- originariamente no impasible por 10 absoluto de la Idea.
mina siernprc por ofreccrsc como prueba del cuerpo. La idea de No hay verdadera crueldad sino en la Idea. Sin duda es eso 10
que el unico cuerpo real cs el cuerpo torturado, despedazado por que en la crueldad fascina a nuestros artistas. Hoy sabemos que
[0 real, es terrible pero antigua, Eso es 10 que merodea tanto en la
cuando la Idea esta muerta, el verdugo tarnbien muere. Queda
imagen de los piraras como en Ia siniestra vision del cuerpo del por saber si del deseo legitime de que el verdugo muera debe in-
"jovcn camarada" arrojado a la calera. 2La vocacion de la poesia ferirse el imperativo "vive sin Idea".
y el teatro no es acaso decir 10 que no se dice, 10 que la politica
!leva a la practica sin confesarlo verdaderamente? La prueba de Por el momento no respondere este interrogante. Volvamos,
que un cuerpo ha sido expuesto a 10 real es la herida. En el fon- mejor, al punto central, la articulacion del sujeto como cuerpo
do, la aceptacion de la crueldad por los militantes de una verdad individuado y el sujeto como produccion anonirna de la Idea. Pa-
obedece a que el nosotros-sujeto se representa como un cuerpo ra ello, dare una vez mas la palabra a la Oda maritima de Pessoa
insensible por ser eterno. La sensibilidad a la violencia no es mas y La medida de Brecht, no sin algunas puntualizaciones previas.
que el componente individual de un "nosotros" inmortal. La Oda maritima es un inmenso poerna de arquitectura rnuy
La verdadera dialectica se sinia, por 10 tanto, entre cruel dad e solida, pero tarnbien muy compleja. Se desplaza de Ia soledad a
impasibilidad, impasibilidad de la verdad. E[ siglo xx sostiene que
152 EL SIGLO
CRUELDADES 153

la soledad, de modo que su ultima palabra no es el "nosotros".


[B]
La crueldad colectiva, presentada en la imagen de los piratas, es jAh, los piratas! [Los piratas!
un pasaje, largo, sin duda, y casi rnachacon, pero de todas mane- La pasion por 10 ilegal unido a 10 feroz!
ras un pasaje, una especie de ensofiacion alucinada. jLa pasion por las cosa absolutamente crudes y abominables,
En el poema podemos distinguir siete mornentos: Que roe como un celo abstracto nuestros cuerpos desmedrados,
N uestros nervios femeninos y delicados,
1. Soledad del proferimiento: en Lisboa, un "yo" indeterrnina- Y puebla de grandes fiebres alucinadas nuestras miradas vacias!
do, pero que se encadena al poema, mira bajo eI sol el estua- [ ...]
rio del Tajo, el puerto, el muelle. Una grua gira en el cicio. [Curnplir siempre, gloriosamente, el papel snmiso
2. Momento platonico, La soledad sale de sf misma al provocar En los sucesos sangrientos y las sensualidades divididas!
cl advenirniento de una idea pura de las cosas. Promueve co-
mo esencia de su vision el "Gran Muellc", eI muelle esencial, 5. De improviso, una interrupcion. Como si el impulso de diso-
3. Esc memento se dcshacc debido a 1<1puesta en escena de un lucion Ilegara a un limite del poder imaginativo en materia de
multiple absolutamcnrc furioso. Ese multiple crea un llamado crueldad y sometimiento. Tras 10 cual el "nosotros" se desha-
colectivo <11"nosorros" y rompe 1<1soledad. Presento un ex- ce y hay algo semejante a una regresi6n melanc61ica hacia el
tracto de esta cesura (cita A): "yo" .
6. Sin embargo, otro tipo de multiplicidad dilata una vez mas la
fuerza creadora del sujeto. Esa multiplicidad no es dinamica,
IAI
jQuiero ir con vosotros, quiero ir con vosorros, extatica y cruel como la de los piratas. Es comercial y racio-
Al mismo ricrnpo con todos vosotros nal, atareada y diligente. Alvaro de Campos la calificara de
Dondequicru hay.iis estado! "burguesa". Se trata, en verdad, del momento humanista del
[Quicro cnfrcutarmc cam a cara con vucstros peligros, poerna. Mi cita C procede de ese sexto momento:
Scntir ell cl rostro los vientos que azotaron los vucstros,
Escupir por la boca la sal de los mares quc bcsaron las vucstras, [C]
Poncr mann a vucstra facna, compartir vuestras tormentas, Los viajes, los viajeros -jlos hay de tantas clases!
Llcgar con vosotros, por fin, a pucrros extraordinarios! [Tantas nacionalidades en el mundo! [Tantas profesiones! [Tanta
11 gente!
jlr con vosotros, arrancarrnc -jah, vere de aqui!- [Tantos destinos cliversos que pueden darse a la vida,
Mi traje de civilizado, rni calma en la accion, La vida, a fin de cuentas, en el fondo siernpre, siempre la misma!
Mi miedo innato a las prisiones, [Tantos rostros singulares! Todos los rostros son singulares
Mi vida pacifica, Y nada despierta tanto la religiosidad como mirar mucho a la gente.
Mi vida asentada, estatica, reglamentada y revisada! La fratemidad, en definitiva, no es una idea revolucionaria.
Es algo que se aprende de la vida exterior, cuando es preciso tolerar-
4. Como efecto deillamamiento precedente, se produce el esta- 10 todo
llido total del "yo" en la multiplicidad pirata, una suerte de Y uno empieza a considerar agradable 10 que debe tolerar,
Y termina casi llorando de ternura por 10 que ha aguantado.
dilatacion extatica del sujeto personal en un "nosotros" abso-
jAh, todo esto es bello, todo esto es humano y va unido
lutamente cruel. De alIi mi segundo fragmento (cita B):
A los sentimientos humanos, tan sociables y burgueses,
CRUELDADES 155
154 ELSIGLO

corre el riesgo de agravarse. Pero la 16gica politica impone no ac-


Tan complicadamente simples, tan metaffsicamente tristes! tuar de inmediato. Un joven camarada opina que, a despecho de
La vida flotante, diversa, termina por educarnos en 10 humano.
esa Iogica, es preciso actuar sin dilacion alguna en razon del sufri-
jPobre gente! [Pobre gente toda la gente!
miento de la gente, pues no tolera que este persista sin que los res-
7. Incapaz de incorporarse al humanismo, plegar su palabra a Ia ponsables politicos hagan algo. Los otros militantes intentan en
tolerancia universal tratada como una eleccion y una ternura, vano ganarlo para la racionalidad politica, contra la sensibilidad
el poeta se retira 10 mas cerca posible de la Figura inicial, la inmediata. Como se resiste y pone asi en peligro a todo el grupo,
de una soledad que, a grandes alturas sobre el puerto, colum- sus camaradas, que acnian como sujeto-nosotros 0 como partido,
bra cl movimiento circular de una gnia, deciden ejecutarlo y arrojar su cuerpo a una calera.
Brecht dispone las cosas a fin de que el espectador simpatice
La medida es una picza calificada de "didactica" y escrita en con el joven camarada e incluso se identifique con el. Es que este
1930. 2Cu,il cs la cnsciianza, el esclarecimiento que aporta? Nos militante habla como un sujeto individual cornun y corriente. A
instruye sobre el partido, cl Partido Comunista, concebido como su sensibilidad legitirna se opondra, en el registro distanciado de
subjctividad politica, cncargado de las tarcas de la rcvoluci6n y la razon pura polftica, una logica estrategica, que es el discurso
sohre todo paradigms organizado de la articulaci6n del "yo" y del "nosotros".
cl "nosotros". Por comprornctida que sea esta obra en cl plano Cito a continuacion, tornado de la escena 6, un fragmento del
politico, cs includable quc Brecht habla del partido desde una po- debate entre los activistas comunistas del partido.
sici6n de artista. Su intcrcs no radica en la coyuntura 0 la tacti- EL JOVEN CAMARADA:
ca. Brecht quierc manifestar en el csccnario la cscncia del parti- Pero el Partido, (que es?
do, Sl1funci6n generics en cl pcriodo poslcninista. (Esra en una oficina con telefonos?
EI titulo de la pieza cs muy precise.' Indica que cl terna central (Son secretos sus pensamientos, desconocidas sus resoluciones?
cs cl partido tornado COl1l0 una maquina de dccidir, 2Ql1Cquiere (Que es el Partido?
dccir que cl partido decide? 2Cu,llcs son los motivos y los procedi- Los TRES AGITADORES:
micntos de una decision tomada en su nombre? 2Que puede exigir EI Partido somos nosotros.
Tu, yo, ustedes, todos nosotros.
el partido de sus militantcs, en nombrc de su capacidad trascen-
Se abriga en tu chaqueta, camarada, y piensa en tu cabeza.
dcnte de decision? En una elecci6n artistica, una elecci6n de la ex-
Donde yo vivo, esta en su casa; cuando te atacan, combate.
periencia de los lirnitcs, Brecht teatraliza una decision abomina- Muestranos el camino que debemos tomar y
ble. La obra cucnta la historia de unos agitadores comunistas Lo tomaremos como tu; pero
rusos enviados a China. El escenario, figura abstracta de la Inter- No tomes el buen camino sin nosotros.
nacional Comunista, es por 10 tanto la tierra entera, asi como pa- Sin nosotros, es el peor de todos
ra Pessoa los piratas nom bran una violencia c6smica. Donde se [No te separes de nosotros!
encuentran los agitadores la situacion es terrible para la gente y Podemos equivocarnos y ni puedes tener razon, por 10 tanto
[No te separes de nosotros!
EI camino directo es mejor que el rodeo, nadie 10 discute:
Pero si alguien 10 conoce
* La pieza, cuyo titulo original es Die Massnahme, sc conoce en frances co- Y no sabe mostrarlo, (de que nos sirve su ciencia?
mo La Decision (n. del t.).
156 ELSIGLO CRUELDADES 157

jCompartela con nosotros! cion de que, cuando se trata de la accion creadora, 10real solo se
jNo te separes de nosotros! da en la subsuncion de un "yo" por un "nosotros". Formula par-
EL JOVEN CAMARADA: ticularmente concisa de Brecht: "EI Partido somos nosotros".
Tengo razon, por 10 tanto no puedo ceder. Yeo con ambos ojos que
Pero elleitmotiv del pasaje citado es la exhortacion "no te se-
la miseria no puede esperar.
pares de nosotros". La exigencia del "nosotros", cuya forma
EL CORO DE CONTROL:
Elogio del Partido. concreta es el "Partido", se presenta como una conminacion a la
Pues cl hombre solo tiene dos ojos, inseparacion. Brecht no sostiene la necesidad de alcanzar la diso-
Y el Partido ticne mil. lucian lisa y lIana del "yo" en el "nosotros". Todo 10 contrario,
EJ Partido conoce los siete Estados, porque "podemos equivocarnos y til puedes tener razon ". La
Ei hombre solo conoce una ciudad. maxima, en definitiva bastante sutil, es que el "yo" se mantiene
EI hombre solo ticne su hora, en el nosotros de una forma inseparada. Todo el motivo del de-
Pcro el Partido ticnc rnuchas. bate reside en el mantenimiento de esa inseparacion. Esto quiere
EI hombre solo pucde ser aniquilado, decir, en concreto, que el "joven camarada" puede y debe com-
Pcro cl Partido no pucdc scrlo
batir en el seno del partido por su conviccion (que es preciso ac-
Porq uc cs la vanguardia de las masas
tuar de inrnediato), pero no puede rnantener esa opinion como
Y libra su combatc
COil los mcrodos de los cl.isicos, rornndos
decisi6n separada contra la opinion de los otros. Cuando el jo-
Del conocimicnto de la rcalidud.
yen camarada dice: "Tengo razon, por 10 tanto no puedo ceder",
desconoce la construccion de 10 real en el punto de articulacion
Forrnalmcntc, tod a Ia cscena csta construida en torno de los inseparada del "yo" yel "nosotros", desconoce al partido como
pronornbrcs (tu, yo, nosotros ... ). Esta obscrvacion cs tan sorpren- forma de captura de ese real. Deberia decir: "Tengo razon, pero
dcntc que atrajo la atcncion del inmcnso linguisra y enrico que rni razon solo es real si cedo, aunque sea de manera provisoria,
era jakobson, quicn dcdico al jucgo de los pronombres en La me- al nosotros, 10 iinico que Ie confiere una existencia politica ".
dida Ull articulo IllUY notahlc.I En el elleOntramos Ia confirrna- o bien: inferir de "tengo razon " un "no cedo" que tiene la for-
ma de la sepcracion con respecto at "nosotros", equivale a susti-
tuir la politica por la moral y por 10 tanto a liquidar todo 10 real
de la situaci6n. La esencia del "nosotros" no es e1 acuerdo 0 la
2. EI articulo de Roman Jakobson cs "La structure gramrnaticalc du pocme fusi6n sino el mantenimiento de 10 inseparado.
de Bcrrolt Brecht Wir sind sic"; traducido del alcmar, por ] .-P. Colin. EI pasaje
coral de La mcdula concerniente a la idcntidad del partido circul6, en efecto, co-
mo poema scparado.
EI "nosotros" de Alvaro de Campos es muy diferente, pues es
Agrcgucmos 10 siguicnte. Haec UDOS treinta afios, bajo el estandarte hcgcmo- el "nosorros" extatico de 1a violencia. Su construeci6n se lIeva a
nico del formalismo iingiiistico, las obras de jakobson y Benveniste eran muy eo- cabo en 1a proliferaci6n cruel de una especie de dilataci6n y ago-
nocidas. Seria hora de que volvieran a serlo, pues, mas alia de la corriente que les tamiento del individuo. EI "yo" esta empapado de la voluptuosi-
abrio una vasta carrera, y que rceibe el nombre bastaIlte erroneo de "estructura- dad de una sumisi6n absoluta ("jCumplir siempre, gloriosarnen-
lismo ", son obras capitales del pensarnienro en el siglo. Diria otro tanto de las
obras (antropologicas) de Mauss y Durnezil, las de }Coyre (pensarniento de las
te, el papel sumiso en los sucesos sangrientos y las sensualidades
ciencias) 0 las de Marc Bloch 0 Moses Finley (de historia), para no mencionar si- divididas!"), un sometimiento masoquista que va mucho mas
no a algunos gran des que ya han rnuerto. alla de la servidumbre voluntaria. Pues esa sumisi6n absoluta se
158 EL SIGLO
CRUELDADES 159

ajusta a un principio de placer y no al mero consentimiento. La


2. Una figura de 10 inseparado, que es mas dialectica. EI "yo"
disipacion del "yo" pone en juego la energia contra la inercia. Se
establece una conexi6n inseparable con el "nosotros", pero
trata, ante todo, de "arrancar [... ] [ell traje de civilizado", rom-
subsiste alii, incluso como problema interno. Aqui, el elernen-
per con la vida "asentada, estatica, reglamentada y revisada", ir
to politico es muy paradigrnatico y esta muy proximo al ele-
"dondequiera [vosotros, los piratas] hayais estado". Y ese arran-
mento militar y tarnbien a la novela y el cine cuando estas ar-
camiento autoriza la desaparicion como sujeto personal y la ab-
tes aceptan su procedencia epica.
sorcion en el "nosotros" feroz que anima "Ia pasion por las co-
sas absolutamente crueles y abominables".
Un examen mas fino de los textos debe permitirnos sefialar,
En dcfinitiva, Alvaro de Campos y Brecht testimonian a favor
en 10 concerniente a la forrnalizacion de 10 real, las maxirnas res-
de Ia existencia de dos figuras fundamentales de la relacion "yo-
pectivas de la fusion exratica y Ia articulacion inseparada.
Inosotros" en cl siglo.

1. Una figura disolutiva, que propicia la dcsaparicion extatica


1. CITA A DE LA aDA MARiTIMA
del "yo" en un "nosotros" violcnto y org,'inico. Se trata de
una sucrtc de naturalizacion cosmica del "yo" en cl "noso-
La palabra fundamental de todo este ataque es "con", signifi-
tros" de la crucldad orgi.istica. En csta figura aparecc con frc-
cante de la absorcion del "yo" en un "nosotros" nornada. Con
cucncia cl clemente sexual, y otro tanto pucde ocurrir con la
csa obsesion por la partida y el viaje, ese "ir dondequiera hayais
droga, d alcohol () la idiotcz." Y tambicn con cl pocma, la
estado", volvemos a encontrar el motivo de la anabasis cuando
rnusica y la danza.
cl operador de la construccion del nuevo sujeto es la "ascension
y vU,e1ta",la Figura de la travesia de los oceanos 0 los desiertos.
Alvaro de Campos indica con lucidez la condicion de ese no-
3. La scxua lidad C0ll10 vector de una disolucion del yo Imoil "privado " y ci- madismo colectivo: el arrancamiento a Ia familiaridad, a la insta-
vilizado en las [ucrzas cosmic.is cs lilt lema central de la obra novclcsca de D. H. lacion, Hay aqui una anotacion profunda y, a mi juicio, exacta:
Lawrence. Quicn dcscc cornprobarlo podr.i rclccr J:AlIlallt de Lady Chatterley, para que el individuo se convierta en sujeto es preciso que supere
rraduccion de E Roger-Corrtaz, Paris, Le Club fran<;aisdu livre, 1965 Irrad, casr.: cl temor, cl "miedo innato a las prisiones", sin duda, pero mas
E! ainante de Lady Chatterley, Madrid, Alianza, 20011, pero mejor aiin Plumed
aun el miedo a perder toda identidad, ser desposeido de las ruti-
Serpent (Quetzalcoatl), Nueva York, Knopf, 195 I [trad. cast.: La serpiente em-
plumada, Barcelona, Brugucra, 1983], que fija la logica fusional en cmblcmas nas dellugar y el tiempo, de la vida "reglarnentada y revisada".
metafisicos y lcgeudarios. Este motivo recorre el siglo, y en su accion y sus obras es a
EI cjernplo mas consumado del papcl del alcohol en la subversi6n de los limi- menudo un llamado al valor. EI miedo inmoviliza al individuo
tes habituales del "yo" es sin duda Au-dessous du uolcan, de Malcolm Lowry, 10 transforma en impotente. Y no tanto el miedo a la represi6n ;
traducci6n de Stephen Spricl con la colaboraci6n de Clarisse Francillon y el au-
el dolor como el miedo a no ser mas 10 poco que se es ni tener 10
tor, Paris, Le Club francais du livre, 1949 [trad. cast.: Bajo el uolcan, Barcelona,
Tusquets, 2002].
poco que se tiene. EI primer gesto que lleva a la incorporaci6n
En cuanto a la idiotez como dilataci6n "elemental" del yo [moil, es magnifi- colectiva y la trascendencia creadora es dejar de tener miedo.
cada por el personaje de Benjy en William Faulkner, Le Bruit et fa fureur, traduc- Nos gusta que nuestra vida este reglamentada para escapar a la
ci6n de Maurice E. Coindreau, Paris, Gallimard, 1949 [trad. cast.: EI ruido y la inseguridad. Y el custodio subjetivo de la regIa es el miedo. Ahora
[uria, Madrid, Alianza, 2004].
bien, este hace que seamos incapaces de querer 10 real de la Idea.
160 ELSIGLO CRUELDADES 161

De ello se desprende una cuestion fundamental, saber como no ser dialectica mas) entre la ferocidad mas extrema y el sometimiento
un cobarde. Aqui se juega, en efecto, el poder del pensamiento. absoluto si examinamos la funci6n de la pasividad, en Alvaro de
Entre 1920 y 1960 innumerables obras, novelescas y sobre todo Campos y mucho mas alia. La pasividad, en efecto, no es otra
cinematograficas, abordan esta cuestion, 1'al vez la gran contribu- cosa que la disoluci6n del "yo", la renuncia a toda identidad
cion de Norteamerica a la ternatica del siglo sea haber instal ado en subjetiva. En el fondo, para dejar de ser cobarde, es preciso
el corazon de su cine la cuesrion de la genealogia del valor y fa lu- aceptar en su totalidad 10 que deviene. La idea crucial es la si-
cha Intima contra la cobardia. Esto haec del western, cuyo tema guiente: el reverso de la cobardia no es la voluntad, sino el aban-
pr.icticamente unico es esa lucha, un genero solido, moderno, que dono a 10 que sucede. Lo que nos arranca a la regia ordinaria, a
autorizo una cantidad excepcional de obras maestras, Ia "vida asentada, esratica, reglamentada", es un tipo particular
La preocupacion por el vinculo entre corajc e Idea ha perdido de abandono incondicional al acontecimiento. Para Campos: el
en nucstros dias, sin duda, mucho de su vigor. En 10 fundamen- abandono a la partida pirata n6mada.
tal, para el siglo acabado, uno cs cobardc cuanclo se qucda don- Yo mismo experirnenre de una vez y para siempre esa correla-
de cst.i. EI conscrvadurismo sccuritario cs cl iinico contenido de cion entre transgresion y sornetimiento, en mayo de 1968 y los
la cobardia corricnre. Eso cs cxactarncntc 10 que dice Alvaro de afios siguicntcs. Senti entonces que el desarraigo de mi vida ante-
Campos: cl obsraculo al dcvcnir cxt.itico del "nosotros" furioso rior, la de un pcquciio funcionario de provincia, casado y padre
cs la vida "pacifica" 0 "asenrada ", Ahora bien, 10 que se glorifi- de familia, sin otra vision de la salvacion que la de escribir li-
ca en nucstros dias es prccisarncntc csa vida. Nada merccc que bros; Ia partida hacia una vida sometida, ardientemente someti-
IlOS apartcmos de la cobardia corricnre, y mcnos aun Ia Idea 0 cl da a las obligaciones militantes en lugares antes desconocidos,
"nosorros", sobre los cualcs nos apreSUr,1J110S a declarar que 110 hogarcs, tabricas, mercados suburbanos; el enfrentamiento con
SOil sino "fantasmas totalitarios". Entollees, ocu PCIl10110S de la policia, las dctenciones y los procesos, rodo eso no provenia
nucsrros asunros y divirtrirnonos. COIllO dccia Voltaire, uno de de una decision hicida sino de una forma especial de pasividad,
los mas notables pcnsadorcs de la mcdiocridad humanitaria y vc- un abaudono total a 10 que sucedia.
ncnoso cncmigo de Rousseau, cl hombre del valor: "Dcbcrnos Pasividad no quiere decir resignaci6n. Se trata de una pasivi-
cultivar nuestro jardin ". dad casi ontologica, una pasividad que cambia nuestro ser al
arrastrarnos y hacernos depender de un "otra parte" absoluto.
Es sorprendente que Campos disponga esta pasividad, tan crea-
2. CITA B DE LA aDA MARiTIMA dora como disolvente, bajo emblemas femeninos. He comproba-
do, en cfecto, que las mujeres se adecuaban mas profunda mente
Este pasaje comb ina dos temas en apariencia contradictorios, que los hombres a ese desarraigo abandonado, asi como, a la in-
la transgresion ("pasion por 10 ilegal", "sucesos sangrientos", versa, son mas severas y obstinadas en el temor y el conservadu-
"grandes fiebres") y el sometimiento ("papel sumiso", "nervios rismo. Cuando deja de ser la organizaci6n dornestica de la segu-
femeninos y delicados", "miradas vadas"). Todo esto va a pro- ridad y el miedo, 10 femenino va mas lejos que nada en la
vocar en el poema una extensa rapsodia masoquista, llevada has- anulacion de toda cobardia. Por esa razon evocare aqui a Ulrike
ta la imaginacion de un cuerpo desmernbrado, disperso, real en Meinhof, revolucionaria alemana de la Fracci6n del Ejercito Ro-
fragmentos de "sensualidades divididas" jo, que se suicido en su calabozo. Y tambien a Nathalie Meni-
Solo podemos comprender esta alianza (una correlacion anti- gon, revolucionaria francesa del grupo Acci6n Directa, que se
162 EL SIGLO CRUELDADES 163

pudre actualmente en nuestras prisiones nacionales. Esas mujeres h.umanismo religioso, burgues y tolerante, que en ultima instan-
tuvieron, en todo caso, "la pasi6n por 10 ilegal unido a 10 feroz". CI~ve for d?quier .al hombre y concluye, por 10 tanto, que s610
e~lste jla VIda, a fin de cuentas, en el fondo siempre, siempre la
misma!").
3. CITA C DE LA aDA MARiTIMA Par:icularmente sobrecogedora es Ia alusi6n de Campos a la
fraternidad, en la cual he propuesto ver la subjetivacion ejemplar
Campos explica por que, a su entender, esa Figura del aban- del ~oder del "nosotros". Cuando el poeta declara que "Ia fra-
dono debe fracasar. El "razonamiento", por decirlo asi, es el si- rernidad, en definitiva, no es una idea revolucionaria" nos inci-
guiente: quien se abandona por cornpleto y se dispersa extatica- ta a distinguir la fraternidad propiamente dicha, que es arranca-
mente en la crueldad de la vida universal, se aparta de la nuenro a la vida legitima, abandono al poder acontecimiental
cobardia corriente. En esc sentido, toda grandeza es abandono, [evene~entielleJ del "nosotros", y una fraternidad derivada y co-
toda idea poderosa cquivalc a ponerse en manos de un destino. rrornpida, que no es sino humanismo piadoso, cuya formula es
Pero en la duracion, la pasividad sufre cl dcsgaste cle su fuerza la tolerancia hacia todo, la aceptacion de las diferencias los
crcativa. No puede sino convertirse en aceptacion, tolcrancia. "sentimientos humanos", a cuyo respecto es muy justo decir que
Ahora bien, la tolerancia cs 10 contrario del abandono. Lejos de son "metaffsicamente tristes", porque implican una renuncia a
construir una grandcza, cs eI dato basico del hurnanismo bur- toda pasion de 10 real.
gucs. Donde antes sc situaba cl dcvcnir otro del sujeto sc instala Para el pesimismo poetico de Campos, esta segunda versi6n
cl lloriquco hurnanisra, cuando se "tcrrniua casi Ilorando de ter- de la fraternidad impone su ley y nos reduce, salvo que tolere-
nura por 10 que [sc] ha aguantado". Donde cstaba la violcncia mos ser todavia cobardes, a la mas complera soledad. Pues una
pirata del "riosotros" aparcccn "los scntirnientos humanos, tan vision cxtatica y fusional del acceso a la Idea, y por 10 tanto de
sociables y burgucses". la relacion "yo"I"nosotros", que en el siglo es su clave no funda
Es que 10 multiple dcsatado en eI cual eI "yo" cncontraba el ningiin tiernpo y se disipa en su cornienzo. Toda insistencia ya es
cxtasis de su disipacion rambien pucdc, cuando la cncrgia de los un duelo.
cornienzos se dilapida, convcrtirsc en una cducacion tolerante a Campos considera que la Idea es un acto, nunca la construe-
las diferencias. Succdc cntonccs que "la vida fIotante, diversa, cion de un tiempo.
terrnina por cducarnos en 10humano". Esta dialectics desalenta-
cia es Ia de otra pasiuidad; la resignaci6n, la tolerancia, esa que
I1evaa exclarnar "pobre genre to cia la gente". 4. LA CITA DE BRECHT
Esta melancolia terminal es caracteristica del pensamiento
poetizante. Campos, en definitiva, cree que no hay nada mas P~~a Brecht, el problema politico del partido, asi como la
grande que la partida, el impulso ilegal y multiforme que rompe cuestion fundamental del arte, es justamente el hecho de no con-
la cobardia corriente. Pero en la devocion a 10 multiple -el paso f~rmarse con los prestigios del acto y el instante, y crear, en cam-
del "yo" al "nosotros" - todo se consume en aceptaci6n y tole- bio, un tiempo, dar forma a una Figura duradera de la relacion
rancia. De modo que, por la mediacion del sometimiento orgias- oartid 0 es Ia f orma material de la duracion
yo nosotros. "v El parti
""/"
tico y cruel, pasamos en suma de una cobardia primaria (el rnie- politica, y la teatralidad epica no aristotelica, la forma de la nue-
do, la vida pacifica y asentada) a una cobardia secundaria (el va duraci6n teatral, La pieza La medida anuda una y otra.
164 ELSIGLO
CRUELDADES 165
La concepcion leninista del partido se extrae del balance de
En el fondo, que el partido sea 10 inseparado quiere decir que
las insurrecciones obreras del siglo XIX, y sobre todo de la Comu-
s610 es compartir, sin que se sepa de antemano que se comparte.
na de Paris. Esas insurrecciones son siempre aplastadas. Aunque
La esencia de la cuestion es la fraternidad. EI "nosotros" es 10
extaticas a su manera, terminan, precisamente, en sangrientas re-
compartido. Si bien un "nosotros", como el partido, solo esta
presiones. No es po sible ninguna victoria que solo sea una irn-
hecho de una pluralidad de "yo", hay una circularidad constitu-
provisacion del momento. Sera necesario, por ende, darse una
tiva, marcada por el hecho de que 10 inseparado es la ley de ese
disciplina del tiempo, y esa es la principal funcion formal del par-
"nosotros", pero Ia inseparacion se da unicamente cuando el
tido. Luego de la Revolucion de Octubre de 1917, los p~rtl~~)s
nosotros instaura su ley. La disciplina es el nombre de esa circu-
comunistas de la Tercera Internacional fueron la generalizacion
laridad, el nombre de los efectos posibles de la conminacion "no
de una expcricncia, la del partido leninista. La fuerza de esa ge- te separes de nosotros".
ncralizacion radicaba en la idea de que, por primera vez, la gente
de abajo, los proletarios, iba a disponer de su propio tiempo. D~-
o tambiem en todos los registros de Ia obra y el pensamiento,
un impcrativo del siglo habra de ser: "No sin nosotros".
jarian de moverse ell el tumulto cspasmodico, en fa cruel dad 1?1-
Un predicado muy importante del partido, que sostiene -10
rata a Ia rnanera de Campos. Se crcaria para ellos Ull cuerpo dis-
hemos dicho- el poder material de la Idea como encarnacion en
ciplinado, pucs sin disciplina no hay constfucci()~l, del tiempo.
10 colectivo, es su indestructibilidad: "EI hombre solo puede ser
l'cro esa disciplina no era otra cosa que fa accptacion, por parte
aniquilado, pero cl Partido no puede serlo".
de innurnerablcs "yo", de SLi concxion con cl "nosotros".
Entre 1917 y 1980 el siglo se propuso crear algo indestructi-
EI Partido Comunista aun revolucionario (yen 1930 Brecht
ble. 2Por que csa aspiracion? Porque la indestructibilidad, Ia no
habla de 61 () picnsa en 61) cs una cristulizacion de los "yo", 1l~1<1
finitud, es cl estigma de 10 real. Para crear algo indestructible
concrccion subjctiva. No ticnc nuda que vcr con 10 q~le lIegar~~a
hay que dcstruir mucho. Asi 10 saben muy en particular los es-
scr el Partido-Estado impotcntc y siniestro, hurocracia a medias
cultores, que dcstruyen Ia piedra para que a traves de sus vacios
terrorista y a medias demagoga. Por scr un conccntrado de pen-
sc etcrnice una idea. Lo real es 10 imposible de destruir, 10 que
sarnicnto y voluntad pura, propene, como dice Brecht,. una (or-
resiste, sicmpre y para siempre. Solo se hace obra si se tiene la
rna singular de inseparacion del "yo" y el "nosotros ", EI partido
imprcsion de medirse con esa resistencia.
designa una manera singular de construir, s61~)con multiples
Siglo de las resistencias y las epopeyas, destructor sin remor-
"yo", un "riosotros" duerio del tiempo. EI partido, C01110 diccn
dimicntos, el siglo habra querido igualarse en sus obras a 10real,
los agitadorcs, es "nosotros, tu, yo, ustedcs", "piensa en tu cabe- por cuya pasion ardia.
za"
.~ , cs el "nosotros" de cada cua!.
Se comprende entonces que su imperativo sea "no te scpa:es
de nosotros". A diferencia del extasis pasivo de la Oda mariti-
ma la articulacion politica del "yo" y eI "nosotros" no es una
fusion. En consecuencia, es posible separarse, pero el partido so-
lo existe en tanto no hay separacion, El partido es 10 inseparado.
Es "cada cual, pero con nosotros", ellugar en que se comparte,
en cuanto ningun conocimiento es util si no se dice: "Cornparte-
10con nosotros".
11
VANGUARDIAS

Tt de marzo de 2000

Me mantengo fiel al metodo inmanente establecido al comien-


zo de este cicio y pregunto: ~que es 10 que el siglo mismo, desde el
punto de vista de las obras de arte que se rnostro capaz de produ-
cir, declare a proposito de las singularidades artisticas? La pre-
gunta es tambien una manera de sorneter a verificacion, en uno
de los gran des tipos de procedimiento generico, la hipotesis que
anima estas clases y que hace de la pasion de 10 realla piedra de
toque de las subjetividades del siglo. 2Hay 0 no en este una vo-
luntad de obligar al arte a extraer, de la mina de la realidad, y por
los medios del artificio voluntario, un mineral real duro como el
diamante? 2Vemos desplegarse una critica del semblante, de la re-
presentacion, de la mimesis, de 10 "natural"? Mas alia de estas
verificaciones, ya arnpliamente emprendidas, constatemos que
una vigorosa corriente de pensamiento afirmo que era mejor sa-
crificar el arte que ceder en cuanto a 10 real. Podemos denominar
vanguardias artisticas del siglo xx a los diferentes avatares de esa
corriente, todos ornados de vocablos abstrusos como dadaismo,
acrneisrno, suprematismo, futurismo, sensacionismo, surrealismo,
situacionismo ... Ya entrevimos, con el Cuadrado blanco sabre
fonda blanco de Malevich, que el siglo es iconoclasta de buena
gana. No vacila en sacrificar la imagen para que 10 real advenga
por fin en el gesto artistico, Pero, sin duda, con respecto a la des-
truccion de la imagen es preciso agregar de inmediato que sigue
existiendo la otra tendencia, la de la sustraccion, que procura la
ELSIGLO VANGUARDIAS 169
168

imagen minima, el simple rasgo creador de imageries, la imagen Toda vanguardia proclama una ruptura formal con los esque-
fugitiva. La antinomia de la destruccion y la sustraccion anima mas artisticos anteriores. Se presenta como portadora de un po-
todo el proceso de destitucion de la semejanza y la imagen. Hay der de destruccion del consenso formal que, en un momenta da-
en especial un arte del enrarecimiento, de la obtenci6n de los efec- do, define 10 que merece el nombre de arte. Ahora bien, 10
tos mas sutiles y perdurables, no mediante una postura agresiva sorprendente es que, a 10 largo del siglo, 10 que se juega en esa
en relaci6n con las formas heredadas, sino a traves de los ordcna- ruptura se mantiene sin cambios. Se trata siempre de ir mas lejos
mientos que disponen esas formas al borde del vacio, en una red en la erradicaci6n de la semejanza, 10 representativo, 10 narrati-
de cortes y c!esapariciones. EI ejcmplo acaso mas consumado de vo 0 10 natural. Digamos que una 16gica antirrealista situa la
esta mancra de actuar es la musica de Webern.1 fuerza del arte sea dellado del gesto expresivo y la subjetividad
Sea como fucrc, nos toca identi ficar en el arte del siglo las pura, sea dellado de la abstraccion y las idealidades geornetri-
formas sacrificiales c iconoclastas de la pasion de 10 real, a la vez cas. Desde luego, el gran modelo es aqui el devenir de la pintura,
que cxpcrimcntamos, caso por caso, la correlaci6n entre destruc- pero se encuentran equivalentes en rmisica, en la escritura (cen-
trar la creacion litera ria en el solo poderio de la lengua) y hasta
cion y sustracci6n.
Un ingreso en esa identificacion pasa por cl cxarncn de las en el cine 0 las artes coreograficas. La polernica mas profunda de
significaciones de [a pala bra "vanguardia". TOllo el arte del siglo las vanguardias, que llega a la prornocion de to do 10 anterior-
xx rcivindico en mayor 0 mcnor medida una [uncion de van- mente tenido por feo, se despliega contra el axioma clasico que
guardia, y hoy rosulta que esc tcrrnino es obsolcto e incluso pc- posrula la existencia de formas mas naturales, mas apropiadas,
111:01S agradablcs que otras. Una vanguardia pretende romper con
yorativo. Estamos, por 10 tanto, frente a un sintorna de primcra
toda idea de vigencia de leyes formales de 10 bello, deducidas del
magnitud.
acuerdo entre nuestros receptores sensoriales y la expresion inte-
lectual. Se trata de terminar con los retofios de la estetica de
Kant, que hacen de 10 bello eI signo de una armenia de nuestras
facultadcs, sintctizada por su parte en un juicio reflexionante.
I. La obra musical de Anton Wcbertl brilla dinrnautina ell cl cor.izon del Una vanguardia, aun cuando propicie ciertos dispositivos forma-
siglo. Es SU conccurrnclo m.is admirable, por huber llcvado I1lUY lcjos el rcqucri- les en desmcdro de otros, sostiene in fine que toda disposicion
micnto del cnfoquc sustracrivo de 10 rca I. Elemental aunquc de una infinira COI1l-
plejidad, SlIspcndida nunquc fcrtil en sorprcsas, casi inaudible aunque prodigio-
sensi ble puede producir un efecto artisrico, si se sabe compartir
samentc variada en sus cfectos sonoros, proponc al silencio ornn mcntos tan su regia. No hay norma natural, solo hay coherencias volunta-
sublimes como impalpablcs. Sin embargo, indica a no dudar que, de descartar en rias que sacan partido del azar de las ocurrencias sensibles.
cxccso la dcstruccion, nos alcjamos de toda politica, pero en beneficio de una EI resultado es que la ruptura proclamada afecta, no s610 un
suerte de misticismo sin dcsccndencia. La paradoja de Webern, cfectivamcnte, re-
esrado coyuntural de la produccion artistica, sino los grandes
side en habcr scrvido, a partir de la decada de 1950, de referencia universal a un
programa, el serial, cuya finalidad parcccn legitimar las estructuras de su obra,
dispositivos formales que alcanzaron poco a poco una posicion
pero del cual esta muy distante el efecto sensible de esta, esa especie de plegaria de hegemonia en la historia artistica de Europa: la tonalidad en
misteriosa que la anima. rmisica, la figuracion en pintura, el humanismo en escultura, la
Un soldado norteamericano mato por accidente a Webern durante Ia libera- inteligibilidad sintactica inmediata en poesia, etc. Por eso, las
cion de Viena. Arquimedes, otro genio (rnatcmatico) sin descendencia inmediata, vanguardias no son exclusivamente "escuelas" esteticas se con-
muri6 de manera no menos accidental, un poco mas de dos mil afios antes, por
la mano de un soldado romano durante la conquista de Siracusa.
vierten en fenornenos societales, referencias de opinion, contra
170 EL SIGLO VANGUARD lAS 171

las cuales se desatan violentas polernicas, mucho mas alla de las eternidad, la creacion de una obra cuyo juez sera el futuro. La
citas de las obras 0 el conocimiento de los escritos teoricos. Es vanguardia tiene la arnbicion de que haya un presente puro del
que una vanguardia afirma, a menudo en los te~minos mas v~h~- arte. No hay que esperar. No hay posteridad sino un combate ar-
mentes, rechazar el consenso sobre 10 que autoriza 0 no. un JUlClO tistico contra la esclerosis y la muerte, aqui y ahora, y la victoria
de gusto, y se postula como excepcion de las reglas habituates de es imperiosa. Y como el presente esta bajo Ia arnenaza constante
circulacion de los "objetos" artisticos. del pasado y es fragil, es necesario imponerlo mediante la inter-
Para mantenerse firmes en las tempestades de opinion que de- vencion provocadora del grupo, que asegura la salva cion de 10
sencadenan, las vanguardias siempre estan organizadas. "Van- efirnero y del instante contra 10 establecido e instituido.
guardia" quiere decir grupo, aun cuando este reducido a Ul?~S Esta cuestion del tiempo del arte es antigua. Cuando Hegel,
pocas personas, y grupo que da a conocer su existencia y su dls~- en sus lecciones sobre la estetica, sostiene que el arte es en 10 su-
dencia, que publica, actua y esta animado por f~ertes p~rsonah- cesivo una cosa del pasado, solo quiere decir, no que ya no exista
dades poco propensas a compartir su poder. ASI ocurrio de rna- actividad artistica, sino que el arte ha dejado de poseer el supre-
nera ejemplar, y para limitarnos a Francia, cO.n el surr:ahs~lO mo valor del pensamiento, como 10 poseia desde la epoca de los
bajo la ferula de Andre Breton y con su descendiente, el situacio- griegos. EI arte ya no es la forma historica privilegiada de pre-
nismo, liderado por Guy Debord. . . sentacion de la Idea absoluta. De ello se deduce, sin lugar a du-
Esta dimension organizada, y con [recucncia vigorosamente das, que las obras del pasado son insuperables, porque son ade-
sectaria, teje ya un lazo, al menos alegorico, entre las vanguar- cuadas a un momento de la efectividad del Espiritu, meta que
dias artisticas y la politica (en la cual, por 10 dernas, los partidos ninguna obra del presente, por mas talento y hasta genio que
cornunistas tambicn se presentan como vanguardia de las masas muestre, esta ya en condiciones de alcanzar.
popularcs). Hayen las vanguardias una agresividad, un elemcn- Reconoccmos aqui una concepcion verdaderamente cldsica del
to provocador, una aficion por la intervcncion publica y eI escan- arte e incluso, dentro del clasicismo, la que enfrenta a antiguos y
dalo. La organizacion casi militar de la baralla de Hernan~, _or- modernos, Prueba adicional, por si fuera necesario, de que la este-
questada por Thcophile Gautier, habr~a de ser un ant~clpo tica de Hegel no es romantica de manera alguna, y acaso ni siquie-
bastante bueno de las practicas vanguardistas del siglo xx. EI ar- ra moderna. Los grandes artistas franceses del siglo XVII ya estan
te, paw las vanguardias, es mucho mas que la ~roducci?n solit~- convencidos de que el gran arte pertenece al pasado y que la Anti-
ria de obras geniales. En el se juegan Ia existencia colectiva, la VI- giiedad grecorromana produjo mode1os inigualables. Si 10 conside-
da. EI arte no se concibe sin una violenta militancia estetica. ramos con mayor detenimiento, el verdadero sosten de ese clasicis-
Pues las vanguardias, en efecto -y tal es su manera de dar ca- mo es el esencialismo. Hay una esencia de 10 bello, distribuida por
bida a la novisirna pasion de 10 real-, solo conciben el arte en reglas en los diferentes generos artisticos, EI arte consumado es
presente y quieren forzar el reconocimiento de ese ~resente. La aquel que esta a la altura de su propia esencia 0 da el mas elevado
invencion es un valor intrinseco y la novedad es deleitosa de por ejemplo de 10 que ese genero es capaz. Con la salvedad de que
S1. Lo antiguo y la repeticion son aborrecibles, y por eso la rup- aquello de que es capaz ya se ha apreciado y experimentado. Dar
tura absoluta es saludable: la ruptura que limita las conse- el ejemplo siempre es volver a darlo. Decir que el arte debe ser 10
cuencias al mero presente. Entre las vanguardias predomina esa que es (efectuar su esencia), tambien es decir que debe devenir 10
interpretacion de la senten cia de Rimbaud: "Hay que ser a.~solu- que ya tuvo la posibilidad de ser. No hay, a Ia postre, distincion al-
tamente moderno". EI arte no es en esencia una produccion de guna entre el futuro del arte y su pasado.
172 ELSIGLO VANGUARD lAS 173

Las vanguardias, en este aspecto mas rornanticas que clasicas, siguiente: si el comienzo es un imperativo, (como se distingue de
sostienen en general que eI arte es eI mas alto destino de un sujeto un recomienzo? (Como hacer de la vida del arte una suerte de
y que su poder no ha Ilegado a manifestarse: la reacci6n clasica, manana eterno sin reinstaurar la repeticion?
justamente, Ie ha puesto obstaculos constantes. Entonees, en opo- Como hemos visto en el poema frenetico de Campos, estas
sicion a 10 que dice Hegel, eI arte es una cosa del presente, y 10 es euestiones producen un desgaste fatal del comienzo. La conse-
de manera esencial. Para las vanguardias, el heche de que su tiem- cuencia mas mediocre 0 mas comercial de ese desgaste es la nece-
po sea eI presente es mucho mas impartante que Ia ruptura con e( sidad de inventar de manera casi constante otra doctrina radical
pasado, que solo es una consccucncia y no imp ide de ningun mo- del comienzo, carnbiar de paradigms formal, sustituir una van-
do, como 10 eomprobamos con el surrealismo, la determinacion en guardia por otra, el suprematismo por el acmeismo 0 el futuris-
el pasado de una gencalogia de las intensidades del presente (Sade, mo por el sensacionismo, Esta forma ramp Ion a adopto en las de-
algunos rornanticos ale manes, Lautreamont. .. ). cadas de 1960 y 1970, sobre to do en Estados Unidos, el aspecto
Un grupo de vanguardia cs el que decide un presente, pues el de una sucesion acelerada de "mutaciones" formales, de manera
presente del arte no ha sido deeidido por el pasado, como supo- tal que la vida de las artes plasticas era una replica de la vida de
nen los clasicos; ese pasado, mas bien, 1o ha impedido. EI artista la moda vestimentaria. La forma elevada, que intenta preservar
no es ni un heredero ni un imitador, sino quien declara con vio- Ia intensidad presente del acto artistico, consiste en concebir la
lencia el presente del arte. pro pia obra de arte como combustion casi instantanea de la po-
La cuestion oritologica del arte en el siglo xx es la del presen- tencia de su comienzo. La idea directriz es que comienzo y fin
teo Y creo que este aspccto esta ligado a la eonvicci6n, atestigua- terrninan par coincidir en la intensidad de un acto unico. Como
da eon frecucncia, de que el siglo cs un comienzo. EI clasicisrno ya decia Mallarrne, "el drama se produce de inmediato, en el
rarnbicn pucde definirse como la ccrteza de que, en materia de tiempo de mostrar su derrota, que se desarrolla de manera fulgu-
artc, la cosa crnpczo haec mucho tiempo. La vanguardia dice: rante ". Esas "derrotas", que son la victoria del presente puro,
nosotros comcnzarnos. Pcro la verdadera cuestion del eomienzo singularizan por ejernplo las piezas de Webern, que durante algu-
es la de su prcscnte. (C6mo sentimos, como nos damos cuenta nos segundos rozan un silencio que las absorbe, 0 ciertas cons-
de que corncnzamos? La respuesta mas habitual de las vanguar- trucciones plasticas que solo aparecen para borrarse, a algunos
dias a esta cuestion cs que solo la intensidad vital de la crcacion poemas devorados por el blanco de la pagina.
artistica perrnite rcconocer el cornicnzo. En el siglo xx, el arte es Como en ese caso las obras son ineiertas, casi desvanecidas
la constatacion del cornicnzo como presencia intensa del arte, antes de nacer 0 mas concentradas en el gesto del artista que en
como su presente puro, eomo presentificacion inmediata de su su resultado (asi ocurre con la action painting en sus distintas
recurso. El arte del siglo xx tiende a centrarse en el acto y no en formas), es preciso conservar su finalidad en la teoria, el comen-
fa obra, porque el arte, al ser potencia intensa del cornienzo, s610 tario, la declaracion. Es necesario guardar mediante la escritura
se piensa en presente. la formula de esa pizca de real arraneado por la fugacidad de las
La dificultad, bien conocida, es saber que doctrina del tiern- forrnas,
po, de la duracion, envuelve la doctrina del comienzo como nor- Por eso proclamaciones y manifiestos son, a 10 largo del siglo,
ma. Ronda la tesis de un comienzo perpetuo, que es una de las actividades esenciales de las vanguardias. A veces se dijo que esa
quimeras del siglo, y una quimera suicida, que muchos artistas era la prueba de su esterilidad artistica. Como yen, ataco de fal-
pagaron con la vida. Pero hay otros problemas, en particular el sedad esos desprecios retrospectivos. El manifiesto testimonia, al
174 ELSIGLO VANGUARDIAS 175

contrario, una violenta tension apuntada a sornerer a 10 real to- calizado por la escritura, es el mismo problema, en este caso glo-
dos los poderes de la forma y el semblante. bal, de la funcion de los manifiestos. ~Donde se situa el punto de
equilibrio entre la presion de 10 real, que es voluntad absoluta
2Que es un manifiesto? La cuestion me interesa mucho mas del presente, disipacion de la energfa en un solo acto, y 10 que el
por la sencilla razon de que yo mismo escribi, en 1989, un Mani- programa, el anuncio, la declaracion de intenciones suponen de
feste pour la philosophie. La tradicion modern a del manifiesto espera y respaldo basado en el indiscernible futuro?
queda establecida en 1848 con el Manifiesto del Partido Comunis- Mi hipotesis es que, al menos para quienes en el siglo son vic-
ta de Marx. Parece innegable que eI manifiesto es un anuncio, un tim as de la pasion por el presente, el manifiesto nunca es mas
programa. "Los proletarios no tienen nada que perder [... ] mas que una retorica que sirve de refugio a algo distinto de 10 que
que sus cadenas. Ticncn, en cambio, un mundo que ganar", COl1- nom bra y an uncia. La actividad artistica real se mantiene siem-
cluye Marx. Esc "rnundo que ganar" es una opcion sobre el futu- pre descentrada con respecto a los programas que proclaman
ro. Lo prograrnatico no es, al parecer, del orden de la urgencia con insolencia su novedad, asi como todo 10 que hay de inventi-
presente de 10 real. Se trata de una finalidad, de las condiciones de vo en el pensarniento de Heidegger es ajeno al anuncio paterico,
10 que algun dia sucedera, de una promesa. ~Como entender que y muy efectista, de una "inversion salvadora" 0 la venida poeti-
el imperativo del acto y del presente se haya inscripto en tantas ca y pensante de un Dios.
proclarnas y manifiestos? ~Cu,ll es adcmas esa dialectica del pre- EI problema es, una vez mas, la cuestion del tiempo. EI mani-
sente y el porvenir, de la intcrvencion inmediata y la anunciacion? fiesto es la reconstruccion, en un futuro indeterminado, de aque-
Sin duda cs hora de dccir unas palabras sobre Andre Breton, 110 que, por ser del orden del acto, de la fulguracion fugaz del
a quicn pcrtenccc el tcxto del dia que lccre dcntro de un mornen- instante, no se deja nombrar en presente. Reconstruccion de algo
to. 2Quicn 1\1,1S que 61 ato en eI siglo las promesas del arte nuevo para 10 cual, atrapado en la singularidad evanescente de su ser,
a la forma politica dclmanifiesto? Para testimoniarlo basta men- no conviene ningun nombre.
cionar, como cs cvidente, eI primcro y el segundo Manifiestos del De Wittgenstein a Lacan, el siglo esta recorrido por el enun-
surrcalismo. Pero, de mancra mas insistcnte, todo cl estilo de ciado "no hay metalenguaje". Lo cual quiere decir que ellengua-
Breton se vuelca hacia la torrncnta del futuro, la certeza poetica je esta siempre anudado a 10 real, de tal modo que ninguna te-
de LIllavenida: "La belleza sera convulsiva 0 no sera". ~D6nde rnatizacion lenguajera secundaria de ese nudo es posible. EI
reside entonces esa bclleza, cuyo atributo ("convulsiva"), como lenguaje dice, y ese "dice" no puede volver a decirse en ningun
puedc verse con claridad, es el de un real violentado, pero que, al decir apropiado. Una lectura informada de los manifiestos y pro-
margen del presente, queda pendiente de la alternativa "ser 0 no clamas de las vanguardias debe hacerse siempre a partir del axio-
ser ", asi como Marx podia poner la historia humana frente al rna: no hay metalenguaje apropiado a la produccion artistica. En
angustiante dilema de "socialismo 0 barbarie"? EI genio de Bre- cuanto una declaracion atafie a esa produccion, no puede captu-
ton se concentra a menudo en estas formulas, en las cuales la rar su presente y es muy natural, por 10 tanto, que le invente un
imagen muestra el peso de la urgencia, pero, al mismo tiempo, futuro.
no se atestigua que la cosa misma ya este alli, En el texto que Esa invencion retorica de un porvenir de 10 que esta exis-
voya leer encontramos 10 siguiente: "[La rebelion] es la chispa tiendo bajo las trazas del acto es, sefialernoslo, algo utiI y hasta
que busca el polvorin". La chispa es sin duda consumaci6n del necesario tanto en politica y arte como en el amor, en el que el
presente, pero 2d6nde esta, entonces, el "polvorin" buscado? Lo- "te amo para siempre" es el manifiesto, evidentemente super rea-
176 ELSIGLO VANGUARDIAS 177

lista, de un acto incierto. Cuando Lacan dice: "No hay relaci6n Lo que caracteriza nuestra actualiclacl, que poco merece ser
sexual", quiere decir asimismo que no hay metalenguaje del se- llamada, para retomar una expresion de Mallarrne, un "bello
xo. Ahora bien, puede enunciarse como un teorema que donde hoy", es la ausencia de todo presente, en el sentido del presente
no hay metalenguaje debe advenir una retorica proyectiva. Esa real. Los afios posteriores a 1980 se asemejan a 10 que el propio
retorica da abrigo en la lengua a 10 que tiene lugar, aunque sin Mallarrne, justarnente, dice de los afios posteriores a 1880: "Fal-
nombrarlo ni aprehenderlo. EI "te amo para siempre" es una fi- ta un presente". Como los period os contrarrevolucionarios se
gura rctorica muy util para la protecci6n de los poderes actives parecen entre si mucho mas que las revoluciones, no hay que
dcllazo sexual, aun cuando no tenga con estes relaci6n alguna. asombrarse cle que luego del "izquierdismo" cle la decada de
Cornprobar que ninguna de las promesas cle un programa es- 1960 se vuelva a las ideas reactivas posteriores a la Comuna de
tctico se ha cumplido cs haccr una mala critica de este. Es cierto, Paris. Es que el intervalo entre un acontecimiento de la ernanci-
las bellezas indiscutiblcs del artc poetica de Breton no tienen na- pacion y otro nos cleja falazmente cautivos cle la idea de que na-
cia de "convulsive". En elias se reconocc, mas bien, la restaura- cia comienza ni va a comenzar, aun cuando estemos envueltos en
cion de una Icngua franccsa olvidada, a la vez carnosa, lIena de una infernal agitaci6n inm6vil. En consecuencia, hemos vue Ito al
imageries y muy solidamcntc arquitccturada por una sintaxis clasicisrno, sin tener los medios: todo esta ya iniciaclo desde
oratoria. Pero un prograrna no cs un contrato ni una promesa. siempre y es imitil imaginar que fundamos a partir de nacla y que
Es una retorica que s610 manticnc con 10 que ha sucedido cfecti- varnos a crear un arte nuevo 0 un hombre nuevo.
varncntc una relacion de cobcrtura y protcccion, Esto autoriza a decir, sin duda, que el siglo ha terminado,
Las vanguardias activaron en cI prescntc las rupturas forma- porque el arte del siglo xx, y 10 que las vanguardias forrnaliza-
lcs y produjcron de manera simultanca, ell forma de manifiestos ron a su respecto, puede definirse como la tentativa radical de un
y dcclaracioncs, la cnvoltura rctorica de csa activacion, Envolvie- arte no clasico,
ron cl presente real en un futuro ficticio. Y dierou a esta doble Algunos fundamentos subjetivados cle ese no-clasicismo, al-
proclucci6n cI nombre de "nueva cxpcricncia artistica ". gunos elementos de su programa y muchos ejemplos de su reto-
No habr.i de sorprcndcrnos, por 10 tanto, la corrclacion entre rica protectora estan contenidos en el texto de Andre Breton con
obras cvanescentes y programas rimbombantes. La accion real el cual voy a concluir.
cxisrc, sicmprc prccaria y casi indistinguible, de modo que debe
scr indicada y destacada por mcdio de fuertes proclamaciones, AW, en ese minuto desgarrador en que el peso de los sufrimientos
un poco a la manera del maestro de cercmonias del circo cuando padecidos parece devorarlo todo, el exceso mismo de la prueba oca-
arnplifica cl anuncio y haec batir el tarnbor para que una pirueta siona un cambio de signo que tiende a poner 10 indisponible humano
de la trapecista, l1111ydificil y novedosa, pero tambien muy fu- dellado de 10 disponible y atribuir a este ultimo una grandeza que no
hubiera podido conocer sin ella [... ]. Es preciso haber ido hasta el
gaz, no pase inadvertida para el publico.
fondo del dolor humano, haber descubierto sus extrafias capac ida-
En clefinitiva, toclo esto apunta a dedicar las energias al pre-
des, para poder saludar con el don sin limites de si mismo 10 que vale
scnte, aun cuando la subjetivaci6n de este se enligue a veces en la la pena vivirse. La iinica desgracia definitiva que pod ria padecerse
ret6rica de la esperanza. S610 la constataci6n de una fabricaci6n frente a tal dolor, por hacer imposible esa conversion de signo, seria
del presente convoca a la gente a las politicas de emancipaci6n 0 oponerle la resignacion, Cualquiera fuese la perspectiva en que fren-
al arte conternporaneo. Y aun el futurismo, pese a su nombre, te a mi te valieras de las reacciones a las cuales te expuso la mayor
era una fabricaci6n del presente. desdicha que te hay a sido posible concebir, siempre te vi poner el mas
178 ELSIGLO
VANGUARDIAS 179

alto acento sobre la rebeli6n. No hay, en efecto, mentira mas desca-


rada que la consisrente en sostener, aun y sobre todo en presencia de
Cuatro observaciones para sostener la lectura.
10 irreparable, que la rebelion no sirve de nada. La rebelion se justifi-
ca por sf rnisrna, con plena independencia de Sus posibilidades de mo- 1. "El exceso mismo de la prueba ocasiona un cambio de
dificar 0 no la situacion de hecho que la dererrnina. Es la chispa en el signo."
vicnto, pew la chispa que busca el polvorin. Veneto el fuego sombrio EI problema planteado desde el principio de este fragmento es
que arde en tus ojos cada vez que vuelves a tornar conciencia del da- el de las condiciones de un exceso afirmativo. ~Como producir
no insuperable que te han hecho, ese fuego que se exalta y se ensom- un exceso que se oriente hacia la intensidad de la vida, un "don
brcce aun mas al recordar a los rniserables sacerdotes que entonces sin !imites", una "grandeza", "llamas claras" enlazadas en "qui-
trataron de accrcarse a ti. Se tam bien que es ese mismo fuego el que meras vivientes"? Conocemos ahora la naturaleza de este proble-
tanto eleva para Ill! las llamas clams, y las enlaza en quimeras vivien-
ma. Se trata de saber como puede la vida real asegurar con su
res ante mis ojos, Y se que el arnor que ya solo cuenra a esc extrerno
fuego la combustion creadora del pensamiento.
consign misrno no se recupcra y que mi amor por ti renace de las ce-
nizas del sol. Por cso, cada vez que una asociacion de ideas, traicio-
Sobre este pun to, Breton sostiene una idea de apariencia dialec-
ncra, te devuclve a esc punto en que toda esperanza se desdijo un dia tica y filiacion rornantica: el iinico recurso esta en ese exceso nega-
para ti y, dcsdc las alturas ell que re encucntrns entonces, amenaza, tivo que es el dolor. Una disposicion creadora, sea vital 0 artisti.ca,
como fltcha ell husca del ala, prccipitarre una vcz mas en el abismo, debe ser la conversion de un exceso negative en exceso afirmarivo
sinricndo yo mismo la vanidad de toda pa labrn de consuelo y renien- y un dolor insondable en rebelion infinita. Ella efecnia 10 que ~~e-
do por indigna cunlquicr tcntativa de diversion, me convcnzo de que ton llama en un principio "cambio de signo" y luego "conversion
s610 una f{)J"Illula m.igica podria scrvir aqui, pero 2que formula sa- de signo". Se trata, en verdad, de una inversion. No, sin embargo,
hrin condcnsar en ella y dcvolvcrte al instanre toda la fuerza de vivir, bajo el efecto de una progresion dialectica cuyo motor sea la con-
de vivir con roda la inrcnsidad posible, cuando s6 que esa fucrza vol- tradiccion, sino a la manera como una operacion alquimica (cono-
vio a ti tan lcntnmcnrc? Aquclla a la cual dccido atcnerme, la unica
cemos Ia resonancia de este motivo en el conjunto de los surrealis-
mediante la cual jllZgO aceptablc hacerte rcgresar a 1111 cuando te in-
tas) conmuta los signos del plomo en los signos del oro.
clinas de improvise hncia la orra pendiente, cabe en estas palabras
con las que, cuundo comicnzas orra vez a desviar la cabeza, s610
Debe sefialarse que Breton no dice que un exceso creador pue-
quiero rozartc los oidos: Osiris cs un dios negro. da producirse directamente a traves de la negacion de la vida co-
rriente. No, es preciso que ya exista un exceso, justamente el "ex-
ceso mismo de la prueba". No hay alquimia capaz de carnbiar el
Este bello texto, de una retorica amorosa arrebatada y oscura,
signo de los estados ordinarios y, a partir de un signo neutro, pro-
contiene muchas maximas dignas de envolver los actos reales de
ducir un exceso de encantamiento, una rebelion creadora. Solo se
una vanguardia, cualquiera sea su nombre. Se trata de un frag-
puede pasar de un exceso sufrido, infligido, de un terrible signo
mento de Arcane 17, quizas el rnenos conocido de los trabajos en
negativo, de un signa negro (como el dios Osiris) ala posibilidad
prosa de Breton, menos, en todo caso, que Nadja 0 L'Amour {au.
conquistada de saludar "10 que vale la pena vivirse ". Ese paso es
Es un texto relativamente tardio, uno de los textos maduros, pero
una operacion a la vez voluntaria y milagrosa que invierte el sig-
tam bien vagarnente dcsencantados, de la guerra y la posguerra (se
no del exceso, y a la que Breton da el nombre de "rebelion".
publico en 1944). Aunque ellibro solo contuviera el axioma que
La leccion capital de todo este planteo es que la capacidad de
plantea la autosuficiencia de la rebelion y Ia indiferencia a la prag-
soportar los mas terribles dolores es una virtud creadora, y ~ada
matica de los resultados, hoy mereceria ser Ieido y releido.
valdria la pena si no estuvierarnos expuestos al exceso. En esta idea
180 EL SIGLO VANGUARDIAS 181

volvemos a encontrar el tipo particular de estoicismo que induce el sidad alguna de evaluarse por sus resultados. La rebelion es chis-
deseo de arrebatar a la vida todo 10 que ella tiene de intensidad. Y pa vital (el presente puro, por 10 tanto), "con plena independen-
tam bien el elogio parad6jico de la pasividad creativa, que ya vimos cia de sus posibilidades de modificar 0 no la situacion de hecho
especialmente en el poema de Pessoa. Pues la aceptaci6n de la lee- que la determina". La rebeli6n es una figura subjetiva. No es el
cion de 10 que haya de peor es una condicion de Ia intensidad vital. motor de un cambio de la situacion, sino la apuesta de que es
Es menester, por intermedio de un consentimiento rebelde, "haber posible cambiar el signo del exceso.
ido hasta el fondo del dolor humano, haber descubierto sus extra- En ese punto entra en escena el personaje de la resignacion,
fias capacidades", para poder restituir "toda Ia fuerza de vivir, de que Breton denomina el miserable sacerdote. Su astucia 10 lleva a
vivir con toda la intensidad posible". Cualquier afirrnacion debe no sostener directamente que la rebelion es mala. EI "sacerdote"
conquisrarse 0 reconquistarse a partir de una exposici6n consenti- se vale de una voz insidiosa que es hoy la que murmura 0 vocife-
da al signo negativo del exceso, y la pasividad riesgosa de una ex- ra por doquier, la voz de los politicos, ensayistas y periodistas.
posicion a 10 pcor es el recurso mas profundo de la vida afirmati- Esa voz demanda dia tras dia que la rebelion se evalue segun sus
va. La crcacion, en cfecto, no pucde ser mas que un cambio de resultados y, de acuerdo con ese iinico criteria, se la compare con
signo del exceso, y no la irrupcion del exceso mismo. En esc senti- la resignacion. Establece entonces, con un triunfo modesto, que
do, y al trasladar las limaduras del espiritu del polo ncgativo al po- para resultados objetivos comparables y rnuchas veces incluso
lo positivo, ella cs, scgun otra imagen cara a Breton, una operacion inferiores, la rebelion es extremadamente costosa en vidas, dolo-
magnctica. Opcraciou que, al poner "10 indisponible humano del res y dramas. Breton declara magnificamente que esa ornnipre-
lado de 10 disponiblc", confronta al sujero con su imposibilidad sente voz "realista" no hace sino enunciar la "mentira mas des-
propia y por 10 tanto con su capacidad propiarnentc real. carada", visto que la rebeli6n no mantiene relacion alguna con
la pragmatica de los resultados.
2. "La rcbclion se justifica por sf misma." Una de las poderosas formas de la pasion de 10 real, de la ac-
Cuando se experimenta 10 negative, "el peso de los sufri- cion pensada aqui y ahora, del valor intrinseco de la revuelta
mientos padccidos", se propone la antinomia fundamental entre (vease el axioma de Mao: "Hacemos bien en rebelarnos"), ha-
rcsignacion y rebclion. En cI cxccso negative, todo el problema bria de ser, hasta estos ultimos afios, el rechazo altivo a compa-
consistc en saber para cual de csas dos orientaciones nos elegira recer ante el tribunal tramposo de los resultados econornicos, so-
la vida. En este punto la rnagia magnerica y Ia voluntad son in- ciales, "humanos" y otros. En el fondo del alegato realista del
discernibles. "Rebelion" quiere decir que en el extrema ex peri- sacerdote no hay mas que el deseo reactivo de forzar a los suje-
mentado del exceso negativo se mantiene la certeza de que se tos a elegir el plato de lentejas que se les sirve como contraparti-
puede cambiar su signo. La resignacion, por el contrario, es lisa da de su resignacion.
y llana aceptacion del caracter inevitable e insuperable del dolor. Si el siglo ha sido nietzscheano fue tambien porque vio en el
Y sostiene que solo las palabras de consuelo se adaptan a el. sacerdote mucho mas que un funcionario de las religiones esta-
Ahara bien, Breton considera esas pa1abras como lamentables blecidas. Es sacerdote quien deja de considerar la rebelion como
"tentativas de diversion", por cuanto nada indica en ellas 1a po- un valor sin condiciones, y 10 es quien pondera cualquier cosa
sibilidad superviviente de la intensidad vital. segun sus resultados "objetivos". En este fin de siglo el sacerdo-
Viene a continuacion el muy hermoso pasaje que afirma la te, [ayl, esta en todas partes.
completa suficiencia de la rebelion a la vida, pues no tiene nece-
VANGUARDIAS 183
182 ELSIGLO

3. "Mi amor por ti renace de las cenizas del sol." fiar el movimiento en virtud del cuallas mujeres subian al escena-
EI siglo ha sido un gran siglo de promoci6n del amor como rio del amor como las masas habian subido al escenario de la his-
figura de verdad, 10 cual es muy diferente de la concepcion fata- toria: para convertirse en sujetos de una verdad. Cuando Breton
lista y fusional del romanticismo tal como se inrnortalizo en el escribe que "el amor que ya solo cuenta a ese extrema consigo
Tristan e Isolda de Wagner. EI psicoanalisis no tuvo poco que ver mismo no se recupera", dice algo esencial. EI amor ya no puede
en esa transformaci6n, al igual que las oleadas sucesivas de la lu- ser fusion mistica, conjuncion astral, proposicion al hombre de un
cha por los derechos de la mujer. La apuesta crucial es pensar el Eterno femenino, ni siquiera para Ilevarlo "a 10 alto"." Es una
amor, no como destino, sino C01110encuentro y pensamiento.I aventura dual del cuerpo y el espiritu, experiencia y pensamiento
devenir igualitario disimetrico, invenci6n de sf. de 10 que es 10 Dos, mundo refractado y transfigurado en el con-
traste, Un mundo del cual no hay recuperacion.
EI surrealismo fue una etapa de esa reconstruccion del amor
C01110 escena de verdad, cI amor como procedimiento para una
En el fondo, al enlazar el amor con la antidialectica del exce-
so, Breton 10 incluye entre los recurs os pensantes de la vida, en
verdad de la diferencia.:' S610 una erapa, pues el surrealismo atin
csta aprisionado en mitologias sexuales que evolucionan alrcdedor la apuesta de la intensidad. Por ello, como nuestro texto 10 testi-
de una femineidad misteriosa y fatal, la que se pasea por las calles monia, es indudable que hoy corresponde mas a una mujer ser la
de la mctropoli dcsnuda bajo un abrigo de pieles. Deriva de ello heroina indiscutible y acabada de esa apuesta.
una vision ll1UY unilateralmentc masculina, cuyo clasico reverso es
cl clogio hiperb61ico de la Mujer. En el texto citado, cuando se ve-
nera "cl fuego sornbrio que arde en tus ojos", se deja oir algiin in-
dicio d~ una idolatria mas cstctica que arnorosa. Sin embargo, el 4. Como balance de cierto siglo XVIII (incluyendo en el a Napoleon) que vivio
surrcalismo, y en especial Breton, hicicron algo mas que acornpa- la invencion sexual de la Mujer, el viejo Goethe concluye de este modo el Segun-
do Fausto (en la agradable traduccion arcaica -jI875!- de Henri Blaze):

Le tempore! et le perissable
Ne sont que symboles.
2. Entre los filosofos conrcmpor.incos, uno de los que rncjor mcditan sobre el
Ce qui fait defaut est ici parvenu.
arnor en su vinculo mcuos COil cl scxo que con In carne cs sin ninguna duda Jean-
Uinexplicablc
Luc Nancy. Por 10 dermis, en 10 conccrnientc a muchas otras cuestiones este au-
Est accompli,
tor se prcgunta, con agudcza, pero tarnhien con cl tip a de ponderaci6n ccuanime
Uirracontable.
que distinguc su cstilo, donde nos cncontramos en este fin de siglo. Propongarnos
Leternel [eminin
leer en tonccs, sin mas demora, la recopilacion Une pensee finie, Paris, Galilee,
Nous attire au ciel.
1990 [trad. cast.: Un pcnsamiento [inito, Barcelona, Anthropos, 2002].
3. Toda una verticnte de la obra de Jacques Derrida gira no solo en torno del
Lo temporal y 10 perecedero
sentido destinal que debe darse a la diferencia (son bien conocidos sus aportes
No son sino simbolos,
cruciales de la decada de 1960 sobre este punto; lease 0 release L'Ecriture et la
Lo que falta helo aqui arribado.
difference, ParIS, Seuil, 1979 [trad. cast.: La escritura y la diferencia, Barcelona,
La inexplicable
Anthropos, 1989]), sino, de manera cada vez mas insistente -al extremo de susci-
Se ha cumplido,
tar sospechas acerca de alguna virtualidad "religiosa" en ellaberinto actual de su
La inenarrable.
pensarniento-, de la desconexion entre la diferencia y la alteridad (del Otro),
El eterno femenino
punto en el cual Emmanuel Levinas es el interlocutor obligado, y la sexuacion,
Nos atrae al cielo.
una matriz inagotable.
184 ELsIGLO VANGUARD lAS 185

4. "5610 una f6rmula magica podria servir aqui." En el colma de su concentraci6n, el arte del siglo -pero tam-
He dicho que la potencia del acto, 10 real del presente puro, bien, de acuerdo con sus propios recursos, todos los procedi-
prohibian la nominaci6n y legitimaban la envoltura "a distan- mientos de verdad- apunta a conjugar el presente, la intensidad
cia" en proclamas y manifiestos. De todos modos, tambien debe real de la vida, y el nombre de ese presente dado en la formula,
aludirse a los intentos de las vanguardias y sus artistas de ajustar que tambien es siempre la invenci6n de una forma. EI dolor del
directarncnte al acto creador un concentrado nominal de su po- mundo se transforma entonces en alegria.
dcr. Es esto Jo que desdc Rimbaud podemos llamar la "formu- Producir una intensidad desconocida, contra un fondo de do-
la", en el scntido que le cia este autor cuando escribe: "He en- lor, mediante la interseccion siempre improbable de una formula
conrrado cllugar y la formula". Y tarnbien, descie luego, en el y un instante: tal es el deseo del siglo. Por eso, y a despecho de
scntido de In "formula rnagica ", la que tiene la capacidad de su crueldad multiforrne, este logro ser, por sus artistas, sus sa-
abrir todos los lugares secretes ("jSesamo, abrete!"). bios, sus militantes y sus amantes, la Accion misma.
Para la mujcr devasrada, q ue en vi rtud de la rcbelion conse-
cutiva a la dcsdicha absoluta esta cxpuesta a "precipitarjse] una
vcz mas cn cI abismo", cl arnor inspira a Breton una formula, la
unica digna, la unica quc 110 CS Ull consuelo, es decir, una invita-
cion a Ia rcsignaci6n: "Osiris es un dios negro". Esta formula
conccntra la idea de que toda mctamorfosis, todo rcnacimicnto,
toda divinizacion sccundaria, ticncn como condicion una actitud
de firmcza frcntc a los 111,1S tcrriblcs ensombrecimientos de la vi-
da. En la formula sc conjugan la donacion prirncra del cxccso en
Sl1 forma ncgativu, las fucrzas instantancas de la creacion rcbelde
y la clcvada Icngua de los 111<1 ni ficsros.
Pucs la formula es cso: el punto supucsto de conjuncion entre
cl acto en prcscnrc y cl porvcnir que cl programa cnvuelve. En po-
litica, todo cl mundo sabc que la formula es la consign a, cuando
csta se apodera de la situacion y millares de personas en marcha la
haccn suya. Cuando se la encuentra, ya no se puede distinguir en-
tre cl cucrpo material y cl cspiritu de invenci6n que 10 habita, y
uno cs como Rimbaud -otra vez eI- al final de Una temporada en
el in(ierno: "Me sera dado poseer la verdad en un alma y un cuer-
po". Para Breton, la formula da su nombre al cambio de signo, al
pasaje rebelde del dolor a la intensidad afirmativa de la vida. Una
buena parte de las empresas del siglo, tanto politicas como artisti-
cas, se consagraron a halIar la f6rmula, punto infirno de enganche
en 10 real de 10 que anuncia su novedad, estalIido en la lengua a
traves del cual una palabra, una sola, es 10 mismo que un cuerpo.
12
LO INFINITO

28 de marzo de 2000

1. ANALOGIAS DE LA MANANA

,Como pensar, cuando estamos hoy tan lejos, ellazo intimo


existente durante todo el siglo entre el arte y la politica? Ese lazo
no es s610, y ni siquiera principalmente, el que someti6 el arte a la
politica, incluso a politicas oficiales y en definitiva a censuras de
Estado. No siempre se trata -a decir verdad, las mas de las veces
s610 se trata de manera indirecta y secundaria- de las diatribas de
Zhdanov contra el arte burgues decadente (en rigor, la totalidad
del arte conternporaneo) 0 de las conversaciones de Mao, en Ye-
nan, sobre el arte y la literatura. La resis mas significariva, soste-
nida fundamentalmente en Occidente, y promovida en particular
por las corrientes mas innovadoras y activistas, es la de un valor
y una capacidad de influencia politica del propio arte. Las van-
guardias llegaron a decir con frecuencia que habia mas politica en
las mutaciones formales del arte que en la politica "propiamente
dicha". Esa era todavia la convicci6n del grupo Tel Quel en la de-
cada de 1960. Y algunos escritos de Jacques Ranciere son hoy un
eco sofisticado de esa idea.! (Por que fue posible este tipo de afir-
maci6n en las operaciones creadoras del siglo?

1. En esta linea de pensamiento (que en Ranciere duplica y matiza la linea ar


queol6gica obrera, pero sigue inmersa en el siglo XIX) citaremos ante todo la edi-
188 ELSIGLO LO INFINITO 189

Una primera observaci6n, totalmente descriptiva, puede enca- Esta depuraci6n cr6nica dista mucho de haber sido patrimonio
denar esta clase con la anterior. Es innegable que, entre las es- exclusivo de los stalinistas. Personalidades tan divers as como
cansiones importanres del siglo, debernos incluir la aparici6n de Freud, Andre Breton, Trotsky, Guy Debord y Lacan sustanciaron
grupos que se conciben de manera explicita como poetico politi- duros procesos por desviacion y estigmatizaron, excluyeron 0
cos. Esos grupos afirman que en ellos hay identidad entre una es- erradicaron a numerosos herejes.
cuela de creaci6n artistica y una organizaci6n que posee y lleva a La exclusi6n esta seguramente ligada a 1a dificultad de deter-
la practica las condiciones intelectuales de una ruptura politica, minar los criterios de la accion Iegitirna, cuando su piedra de to-
En el calificativo "poetico politico" se entendera "poetico " de que es la subversion real. Todo empuja entonces a la identifica-
manera amplia, como designacion de un tipo de estetica subjeti- cion negativa a la que ya me referi: la esencia de 10Uno esta en 10
va de la cmancipacion. Los surrcalistas, los situacionistas y por Dos y la seguridad de la propia unidad solo se obtiene en la prue-
ultimo cI grupo de la revista Tel Quel ejemplifican respectiva- ba de la division. De alli la solemne puesta en escena de las esci-
mente en las dccadas de 1920 y 1930, de 1950 y de 1960 y 1970 siones y exclusiones. Una de las grandes maximas del Partido Co-
esa vocacion de hacer indiscernibles el arte y la politica, munista Frances [PCF] en su alta epoca sta1inista -la unica, para
Dc! hecho de que toda politica se rcsuclve en acetones colecti- ser sinceros, en la que ese partido mediocre signific6 al menos al-
vas discutidas y dccididas en rcuniones sc deduce que las iniciati- go- era que uno no dejaba e1partido: se 10 excluia de el. No po-
vas pocrico politicas no pueden ser Ia obra exclusiva de artistas demos liberarnos sin mas de 10 real si 10 hemos tocado. Es el e1
indcpcndicntcs; tam bien deben scr la resultante de reuniones y que nos juzga indignos de su contacto. Otra manera de decir, co-
decisiones colcctivas. En cI mundo de los artistas, como en el mo vimos que 10 hacia Brecht: "No te separes de nosotros".
mundo de los pcqucfios grupos politicos, para no mcncionar las A decir verdad, interrogarse sobre la frecuencia de las exclusio-
cscuclas de psicoan.ilisis, cste aspccto de las cosas no deja de es- nes y escisiones en los grupos poetico politicos equivale a poner el
tar acompaiiado por un gran furor divisionista, diatrihas ince- acento en la palabra "politica". En definitiva, (que designa en el
sautes contra tal 0 cual y protocolos de exclusion. siglo esta palabra, para que pueda transferirse a los imperativos
Serb Il1UY intercsantc cstudiar la cuestion institucional de la del arte la tradicional vio1encia de los conflictos de poder? E1ter-
exclusion, como pr.icrica fundamental de todos los grupos mas 0 mino "polftica" tiene una historia, y debemos postular que e1siglo
menos invcntivos del siglo, se trate de vastas potencias cstatales, reinvent6 su significaci6n. Cuando se atribuye al arte una voca-
como muchos partidos comunistas, 0 de muy pequefios agrupa- cion politica, (que quiere decir "polftica"? Desde la decada de
mientos esteticos, como los situacionistas. Al parecer, la con vic- 1920, Ia palabra se dilata al punta de designar, de manera vaga,
cion -grave, en resumidas cuentas- de que se va a tocar 10 real toda ruptura radical, cualquier apartamiento del consenso. "Poli-
provoca una fcbrilidad subjetiva extrema, una de cuyas rnanifes- tica" es el nombre cormin para aludir a una ruptura colectiva re-
taciones es [a designacion permanente de herejes y sospechosos. conocible. En esc sentido, cabe imaginar por que hay innumera-
bles grupos "politicos", tanto artisticos como psicoanaliticos,
teatrales 0 civicos, poeticos 0 musicales, y por que se ha llegado a
sostener, como sucedio despues de mayo de 1968, que "todo es
cion del muy notable seminario dirigido par este autor y que llevaba, como ellibro politico", en especialla sexualidad. "Politica" nombra el deseo del
que rcunc sus ponencias, cl significativo titulo de La Politique des poetes, Paris, Al-
bin Michel, 1992. Pero rambien es preciso mcncionar, esta vez consagrado especial- comienzo, el deseo de que algun fragmento de 10 real se exhiba
mente a la prosa, el pequefio libro La Parole muette, Paris, Hachette, 1998. por fin sin miedo ni ley, gracias al solo cfecto de la invencion hu-
190 EL SIGLO LO INFINITO 19]

mana, la artistica, por ejemplo, la erotica 0 la de las ciencias. La Tus ojos son tan profundos que al inclinarme a beber
conexi on arte/politica es incomprensible si no se da a la palabra He visto a todos los soles acudir a reflejarse en ellos
"politica" ese sentido dilatado y subjetivado. Y lanzarse a la muerte a todos los desesperados
Sin embargo, por transformada que este, la palabra "politica" Tus ojos son tan profundos que en ellos pierdo la memoria.
siempre remite, en ultima instancia, a la politica profesional, la re-
lativa al poder, al Estado, y tanto mas cuanto que los terrninos y el mismo Aragon que, con referencia al socialista Leon Blum, de-
"rebelion", "revolucion" y "vanguardia" se reparten entre el arte clara: "[Hagan fuego contra el oso amaestrado de la socialderno-
como politica y el arte politico (fue Lenin quien dijo que la insu- cracia!"; que vela por la ortodoxia literaria de conformidad con
rreccion era un arte). EI peligro radica entonces en transformar la las directivas de Zhdanov, 0 escribe un extrafio poema sobre el re-
vocacion politica del arte, que es su vocacion por el comienzo real, torno a Francia de Maurice Thorez, secretario general del peF,
en sometimiento oportunista al partido 0 al Estado. Dos procesos luego de una larga estadia en un hospital sovietico, un poema tan
se entrelazan: un proceso interno del arte, tocante a la ruptura, la obsequioso como lirico: "Y el maquinista detiene su maquina, el
pasion de 10 real como manana del ser tal como se !nventa en l~ vuelve, el vuelve... "; entre esos "dos" Aragon, no debe postularse
activacion de las formas, y un proceso externo, refendo a la POSI- la existencia de esquizofrenia, a pesar de 10 que el mismo, en el
cion del arte y los artistas con respecto a politicas efectivas yorga- ocaso de la vida, procure hacer creer. Esta la paradoja real de rno-
nizadas, sabre todo las politicas revolucionarias, que tam bien ha- mentos de indiscernibilidad entre la creaci6n y la obediencia, y
blan de la ruptura y la manana, pero 10 hacen en nombre de un otra paradoja, tal vez una variante de la primera, la de la subs un-
infinito colectivo que las mas de las veces se presenta como tras- cion del espiritu de revuelta e invencion por la necesidad de disol-
cendente a todas las rupturas particulares. Es inevitable entonces vcr el "yo" en un "nosotros" a veces poco seguro de la libertad
indagar sobre la cuestion del grado de autonomia de las revolucio- colectiva que presuntamente debe organizar. Y tarnbien esta la
nes artisticas, y por 10 tanto de las vanguardias del arte, con res- confusion, mucho mas corriente, entre el gusto acido de la revue 1-
pecto a la revolucion politica y en consecuencia al partido que es ta y el sabor, un poco mas grasoso, del poder sobre otro.
su dirigente, 0 al menos el garante de su posibilidad. Para quienes Por medio de esas paradojas, e incluso de esas confusiones,
aceptan razonablemente la inclusion de unas en la otra, hay mo- avanzo la idea de que, a la larga, no se podia, sin dejar escapar
mentos en que la libertad absoluta reivindicada por el arte se con- sus consecuencias singulares, llamar "pclitica" toda promesa de
vierte en sumision absoluta a las directivas del partido. Este enig- una manana del pensamiento. La revancha de 10 real sobre una
ma dialectico no es mas que una de las sintesis disyuntivas en las aprehension demasiado unificada de su fragrnentacion consistio
cuales se concreta durante el siglo la pasi6n de 10 real. No es una en que ni el arte de vanguardia ni la politica revolucionaria fue-
contradiccion formal. Entre el Louis Aragon surrealista que difun- ran los beneficiarios de su proclamada fusion. Hoy sabemos que
de a escondidas la ensoiiaci6n pornografica de Le Can d'Irene, el son dos procedimientos de verdad distintos, dos confrontaciones
que mas adelante dice del icono femenino: heterogeneas de la invenci6n pensante de las formas y la indistin-
ci6n de 10 real. S610 10 sabemos, sin embargo, gracias a haber re-
Tes yeux sont si profonds qu'en me penchant pour boire pensado el destino de las vanguardias y saluda do para siempre
j' ai vu to us les soleils y venir se mirer su esplendida y violenta ambicion.
S'y jeter Ii mourir tous les desesperes Ademas, en el momento mismo de los grupos poetico politi-
Tes yeux sont si profonds que j'y perds la memo ire cos, la verdadera esencia de la "fusi6n" radicaba en servir de
192 EL SIGLO LO INFINITO 193

vector a una cuesti6n mas antigua y propia de las verda des del de los actos es a mi juicio, tanto en arte como en otros arnbitos,
arte, la cuesti6n de la objetividad artistica, la cuesti6n de 10 que uno de los avatares de una tare a que el siglo se fij6 y no pudo
producen las artes. llevar a buen puerto: la de encontrar los medios de una ruptura
decisiva con el romanticismo.
iCual es el tormento del siglo? Proponerse terminar con el ro-
2. IN FINITO ROMANTICO, INFINITO CONTEMPORANEO manticismo del Ideal, atenerse a 10 abrupto de 10 efectivamente
real, pero hacerlo con medios subjetivos (el entusiasmo sombrio,
En uno u otro momento, todos los artistas conternporaneos el nihilismo exaltado, el culto de la guerra) que aiin son y segui-
sc vieron obligados a interrogarse sobre la noci6n misma de ran siendo romantic os.
obra. Por la raz6n que ya hemos mencionado: la primacia del ac- Esto ayuda a comprender las incertidumbres del siglo, aSI co-
to, 10 Linico a la meclida del presente real. Muy tempranamente mo su ferocidad. Todo el mundo dice: "[Basta de sonar y cantar
se critico, por ejemplo, la finitud y la inmovilidad del cuadro, su el Ideal! jA la acci6n! [Hacia 10 real! JEI fin justifica los me-
exposici6n inactiva, su objetiviclacl comercial. En nuestros dias se dios!", pero la relaci6n exacta, en esta subjetividad tensa, entre
10 rccmplaza a menudo por "iustalaciones" cfirncras. As! como la finitud de los deseos y la infinitud de las situaciones, sigue
en politica la idea de producir una comunidad ideal ha sido marcada por una exageraci6n romantica. En el antirrornanticis-
abandon ada, de modo que Blanchet 0 jcan-Luc Nancy meditan mo del siglo se discierne, sobre la base de la persistencia del ele-
sohrc la comunidad "desobrada" y Giorgio Agamben sobre la mento rornantico, algo rabioso, un encarnizamiento de la acci6n
comunidad "que vicnc", en arte sc planteo que 10 importante era contra SI misma y de todos contra todos, que perdurara hasta
cl acto y hasta cl gesto, y no el producto. Lo cual converge, des- que, por obra del cansancio y la saturaci6n, se establezca la pre-
pucs de todo, con la critica del fetichismo del resultado, que yo sunta paz apesadumbrada de nuestros dias.
mismo he formulado. En su forma mas radical, la orientacion Pero, en definitiva, ique es el romanticismo? Dos cosas, deli-
hacia un desobramiento del arte sostiene que este rnismo, como cadamente articuladas en las obras y las proclamas.
nctividad independiente, debe dcsaparecer y realizarse como vi-
da. Estc hipcrhegelianismo propone superar el arte en una esteti- a) EI arte es el descenso de 10 infinite del Ideal a la finitud de la
zacion de 10 coridiano. Con la condici6n de que ese devenir-arte obra. EI artista, exaltado por el genio, es el mediador sacrifi-
de la vida fuera inmanente y estuviera intensamente subjetivado, cial de ese descenso. Transposici6n del esquema cristiano de
y jamas propucsto como espcctaculo, el planteo constituia una la encarnaciori: el genio presta al Espiritu las forrnas de las
de las orientacioncs fundamentales del situacionismo. Las pelicu- que es duefio, a fin de que el pueblo pueda reconocer su pro-
las de Guy Debord, y sobre todo la muy atractiva In girum imus pia infinitud espiritual en la finitud de la obra. Como en de-
noctc et consumimur igni, intentan ser a la vez actos, incluso finitiva es esta ultima la que atestigua la encarnaci6n de 10
destructores, y los manifiestos de esos actos; enunciar el fin del infinito, el romanticismo no puede ahorrarse su sacraliza-
cine como producci6n de espectaculos y realizar ese fin en filmes cion.
que sean no-filrnes (en realidad s610 son, asunto ya considerable, b) EI artista eleva la subjetividad al plano de 10 sublime al veri-
bellas meditaciones nostalgicas; pero eso es otra historia). ficar que ella tiene el poder de ser mediadora entre el Ideal y
Esa discusion torturada y que nunca llega realmente a una la realidad. Asi como la obra es sagrada, el artista es sublime.
conclusi6n sobre la inutilidad de las obras y la puesta en escena Damos aqui el nombre de "romanticismo" a una religion es-
194 EL SIGLO LO INFINITO 195

tetica, 0 bien a 10 que Jean Borreilllamaba advenimiento del (Como puede el arte asumir la finitud obligada de sus medios
artista rey.? e incorporar a la vez a su pensamiento la infinitud del ser? EI ro-
manticismo prop one decir que el arte es precisamente la llegada
Terminar con el romanticismo en el arte equivale, entonces, a de esa infinidad al cuerpo finito de la obra. Pero solo puede ha-
desacralizar la obra (que llegara hasta su repudio en beneficio cerlo al precio de una especie de cristianismo generalizado. Si se
del ready made de Duchamp 0 de las instalaciones provisorias) y quiere romper con esa religiosidad latente, es importante encon-
destituir al artista (que llegara hasta propiciar la dispersion del trar otra articulacion de 10 finito y 10 infinito. EI siglo no fue
acto artistico en la vida cormin y corriente). En ese sentido, el si- capaz de hacerlo de manera verdaderamente colectiva y progra-
glo xx fue sin duda el primero en atribuirse como objetivo un ar- matica, y oscilo entonces entre el mantenimiento de una subjeti-
te ateo, un arte realmente materialista, y eso es 10 que hace de vidad rornantica que posee en sf 10 infinito, al menos como pro-
Brecht, quizas el artista dotado de la conciencia mas brutal de grama de ernancipacion, yel sacrificio integral de 10 infinito, que
esc proposito, uno de sus actores privilegiados. (Por que, enton- en realidad es liquidacion del arte como pensamiento. EI tormen-
ces, los artistas, los filosofos y los ensayistas permanecen con to del arte conternporaneo con respecto a 10 infinito 10 sinia en-
tanta frecuencia en el elemento de 10 que combaten? (Por que se tre un forzamiento prograrnatico en el cual reaparece el pathos
valen aun tanto del pathos romantico? (Por que la prosa de Bre- rornantico y una iconoclastia nihilista.
ton y la de Debord, para no decir nada de la de Malraux en sus Ningun verdadero artista, sin embargo, es reducible a los ca-
escritos sobre cl arte, In de Heidegger cuando confia a los poetas llejones sin salida colectivos, aun cuando comparta publica men-
la custodia del ser 0 la de Rene Char, ese poeta talentoso que a te sus enunciados. Su obra traza un camino medio entre roman-
veces se tom a por Heraclito, por que todas esas retoricas estan, ticismo y nihilismo, y reinventa en cada oportunidad una idea
en el fondo, tan cerca de la de Hugo, incluida la intrigante pues- original de 10 infinito real, aunque pocas veces sea explicita. Esa
ta en cscena de una postura sublime del pensador artista que me- idea equivale a tomar 10 infinito como si no fuera otra cosa que
dira sobre la historia? 10 finito mismo, dado que se 10 piensa, no en su finitud objeti-
Ocurre que se trata de 10 infinite, y esta cuestion, en cuanto a va, sino en el acto del cual resulta. No hay infinito separado 0
su nudo con la cuestion de 10 real, dista de haber alcanzado en el ideal. Hay una forma finita que, tomada en la animacion de su
siglo una dilucidacion capaz de autorizar una salida serena del acto, es 10 infinito del que el arte es capaz. Lo infinito no se
romanticismo. Digamos que las lecciones fundamentales de Can- captura en la forma, transita por ella. La forma finita puede
tor, profeta aislado y estremecido de una concepcion fntegramen- equivaler a una apertura infinita si es un acontecimiento, si es 10
te laicizada de 10 infinito, rodavia estan lejos, aun hoy, de pene- que adviene.
trar en el discurso dominante de la modernidad artistica. EI arte del siglo xx -no en las declaraciones de las vanguar-
dias, sino en su proceso concreto- esta marcado por una cons-
tante inquietud formal, una total imposibilidad de mantener una
2. Desaparecido de manera demasiado prematura, Jean Borreil habia conso- doctrina de los agenciamientos locales, y ni siquiera de las ma-
lidado su originalidad en la exploracion de los grandes arquetipos salidos, en la croestructuras. (Por que? Porque la forma es trans ito del ser, su-
union de los efectos societales y las creaciones literarias, de 10 que podriamos !la- peracion inmanente de su propia finitud y no mera virtualidad
mar discurso de las artes. Su libro de sintesis es L'Artiste-roi. Essais sur les repre-
sentations, Paris, Aubier, 1990. [Ellibro esta firmado con el seudonimo de Joan
abstracta para un descenso del Ideal, bajo cuya presion no ten-
Borrel (n. del t.I].
dria mas que "mover" los dispositivos establecidos. No puede
196 EL SIGLO LO INFINITO 197

haber mas, justamente, dispositivo establecido. Solo hay la mul- Que 10 infinito, con una forma parcial pero rigurosamente decidi-
tiplicidad de las {ormalizaciones. da, pueda ser la resultante de un azar escenico: tal es el ideal del si-
Los comentaristas, en su mayorfa partidarios de la actual glo. Y tal es su direct iva para salir, con dificultad, del romanticis-
Restauracion -que tambien es sin lugar a dud as una reaccion ar- mo. Es el ideal de una {ormalizaci6n materialista. En ella, 10
tistica, cuyo alfa y omega es la siniestra mania anticuaria de las infinito pro cede directamente de 10 finito.
interpretaciones "barrocas" de cualquier rmisica-, sostienen a EI filosofo sefiala que con respecto a este punto, como en 10
menudo que "el arte conternporaneo " (curiosa expresion, cuan- concerniente al motivo del "fin del arte", el siglo mantiene una
do se sabe que a veces se trata de obras, como las de Schoenberg, discusion con Hegel. Esta vez, sin embargo, en una proximidad
Duchamp 0 Malevich, que tienen alrededor de un siglo) ha sido inconsciente y no de acuerdo con una referencia obsesionante
"dogmatico " y hasta "terrorista". Bien pueden llamar terror la pero conflictiva.
pasion de 10 real, 10 admito, pero cuando denuncian la obstina- Para juzgar esa proximidad es preciso leer, en la seccion "La
cion en apriorismos formales cometen una burrada espectacular. cantidad" de la Logica, el desarrollo titulado "Infinitud cuanti-
EI siglo esta marcado, al contrario, por una variabilidad sin pre- tativa". Me remito a la traduccion francesa de P.-J. Labarriere y
cedentes de los imperativos de construccion y ornamentacion, Gwendoline Jarczyk. La definicion sintetica propuesta por Hegel
porque no esta interpelado por ellento movimiento hisrorico del (hablo aquf su lengua) es que la infinidad (del quantum) adviene
equilibrio de las formas, sino por la urgencia de tal 0 cual forma- cuando el acto de salir de sf se retoma en sf mismo. Hegel agrega
lizacion experimental. que en ese mornento 10 infinito excede la esfera de 10 cuantitati-
EI arte estigmatizado por los restauradores qui ere a la vez vo para devenir cualitativo, deviene una "cualidad pura de 10 fi-
desbaratar la encarnacion, la figura cristiana de la finitud de la nito mismo". En suma: 10 infinito, de acuerdo con su concepto
obra, y mantenerla como soporte de una apertura de la forma en real propuesto -segun yo sostenfa- por el arte contemporaneo,
que 10 infinito adviene como desencarnacion. La vision mas radi- es una determinacion cualitativa de 10 {inito. Pero <en que condi-
cal es, por supuesto, la de la sustirucion de la objetividad de la ciones? En este punto nos es iitil el analisis hegeliano.
obra por precariedades acontecimentales, agenciamientos forma- Hegel parte de la constatacion de que 10 finito, tornado en su
les destinados a ser desinstalados y hasta happenings coextensos realidad concreta, siempre es, como toda categoria concreta, un
con su duracion, Tarnbien se recurre a la improvisacion en todas devenir, un movimiento. Y el hecho de ser repetitivo asigna ese
sus modalidades porque disipa los limites de la forma, impide movimiento a la finitud. Es finito 10 que solo sale de sf para per-
preverla e incluso fijarle puntos de referencia estables. Esa es la manecer en sf. "Salir de sf" (das Hinausgehen) es el nombre que
razon, adernas, por la cual el jazz, esa asombrosa escuela de irn- le da Hegel. Lo finito es 10 que sale de sf en sf mismo, es decir,
provisacion, es real mente un arte del siglo.
Instalaciones, acontecimientos, happenings, improvisaciones:
todo orienta la biisqueda hacia una suerte de teatralidad generali- lazos, a veees infinitamente sutiles, que asoeian este arte a las diferentes forma-
zada, porque el teatro siempre se hizo cargo de que era un arte ciones intelectuales del siglo, se !leva a cabo de manera ejemplar en los libros y
precario, artesanal, ligado a innumerables contingencias publicas.r' artieulos de Francois Regnault. Comiencese entonees por Le Spectateur, Paris y
Nanterre, Beba/Theatre des Amandiers/Thearre national de Chaillot, 1986. Lue-
go, para verificar que los axiomas de Regnault permiten crear un nuevo pensa-
mien to de la historia del teatro, lease La Doctrine inouie: dix lecons sur Ie thea-
3. La exploraei6n de todo 10 que el siglo debe al teatro, y de los ineontables tre classique [rancais, Paris, Hatier, 1996.
198 ELSIGLO LO INFINITO 199

aquello que, al salir de si para producir 10 Otro, se mantiene en esa capacidad creadora inmanente, ese poder indestructible de
el elemento de 10 Mismo. En lugar de una alteraci6n de si, hay "franqueamiento" de los limites.
una iteraci6n. Notemos que el arte del siglo xx se interroga igualmente so-
Me parece muy profunda la idea de que la esencia de 10 fini- bre las nuevas formas de la repeticion. En un texto hoy demasia-
to no es el confin, el limite, que son intuiciones espaciales vagas, do famoso, Walter Benjamin puntualiza (a partir de la fotogra-
sino la repetici6n. Freud y luego Lacan asignaran a la "compul- fia, el cine, las tecnicas de la serigrafia, etc.) que el siglo da
sion a la repetici6n" la finitud del deseo humano, cuyo objeto acceso a la serie artistica, al poder de la "reproducibilidad tecni-
vuelve siempre al mismo lugar. ca". Con el rea lee artistico del objeto serial (la bicicleta de Du-
Hegel prosigue entonces planteando que el salir de SI como champ 0 los collages de todo tipo del cubismo) se trata de cir-
serie repetitiva, estancamiento de la salida de SIen 10 Mismo, es cunscribir, poner en escena el acto repetitivo al margen del valor
el "mal infinito" idas schlechte Unendliche), aquel que, por bruto de la repeticion, Esos gestos artisticos son mostraciones de
ejemplo, hace que despues de un nurnero haya otro numero y aSI la "recuperacion en si mismo" hegeliana. Muchos proyectos ar-
sucesivamente "al infinito". EI mal infinito representa la esterili- tisticos del siglo aspiran a hacer sensible en una repeticion la po-
dad repetitiva del salir de S1.En ese sentido, no es otra cosa que tencia de acto de la repetici6n misma. Es exactamente 10 que He-
10 finito mismo, en su determinaci6n negativa (la repeticicn). gel denomina infinito cualitativo, que es la visibilidad de la
En este punto cl analisis de Hegel efectua un viraje. Hasta potencia de 10 {inito.
ahora hernos considcrado el salir de sf, que es cl ser concreto de En un plano ideal, la obra de arte del siglo xx no es, en efec-
10 finito, iinicamente en su resultado: la esterilidad repetitiva, la to, mas que la visibilidad de su acto. En ese sentido supera el
iteracion, la insistencia de 10 Mismo. Sin embargo, constata He- pathos rornantico del descenso de 10 infinito en el cuerpo finito
gel anticipandose a los artistas de nuestros dias, podemos inten- de la obra. Pues en materia de infinitud solo puede mostrar su
tar aprehcnder y pensar ese salir de si, ya no en su resultado, que propia finitud actuante. Si la "obra de arte" se inscribe en esta
no es mas que "un mal infinite", sino en su acto. Aqui es preci- norma, se comprende con claridad que no sea precisamente una
so distinguir y tratar de separar eI acto y el resultado, la esencia obra y menos aun un objeto sagrado. 5:i un "artista" no hace si-
creadora del salir de SI y el fracaso de la creacion. 0, diriamos no hacer visible el acto puro inmanente a una repeticion cual-
hoy, cl gesto y la obra. EI hecho de que un acto sea esteril no nos qui era, es notorio que no se trata exactamente de un artista, un
dispensa de pensarlo como tal. Hegel descubre entonces que algo mediador sublime entre el Ideal y 10 sensible. Se consuma aSI el
es realmente in{inito en el "mal infinito", a saber, el acto de salir programa antirrornantico de una desacralizaci6n de la obra y
de si, en cuanto se logra desvincularlo de la repeticion. En la len- una desublirnacion del artista.
gua hegeliana, esa desvinculacion de la repeticion y por 10 tanto EI problema fundamental que surge entonces es el de la hue-
del resultado se dice "retomar en si mismo". Contra la tirania 11a,0 la visibilidad de 10 visible. Si solo tenemos un recurso infi-
del resultado objetivo, la "recuperacion en si mismo" del acto de nito en la pura cualidad activa, ccual es la huella de esta cuali-
salir de SI permite pensar el fondo "subjetivo" de 10 finito, esto dad, suficiente para que pueda separarse visiblemente de la
es , 10 infinito real inmanente a su movimiento. Se aleanza a la repetici6n? cHay hue11asdel acto? cComo aislar el acto de su re-
sazon 10 infinito como creacion pura por la reconquista de 10 sultado sin recurrir a la forma siempre sagrada de la obra?
que hace valer "en sf", y no en la repeticion subsiguienre, la obs- Subrayemos el problema por medio de una analogfa: cse pue-
tinacion del salir de S1.Lo infinito como cualidad de 10 finito es de anotar rigurosamente una coreografia? Desde los ballets rusos
200 ELSIGLO LO INFINITO 201

e Isadora Duncan, la danza es un arte capital, precisamente por- rceuvre"], impureza siempre disponible. La danza es 10 contra-
que no es mas que acto. Paradigma del arte evanescente, la dan- rio: puro instanre siempre borrado. Entre danza y cine se en-
za no hace obra en el sentido corriente. Pero ~cual es su huella, cuentra la cuesti6n de 10 que es un arte no religioso. Un arte en
donde entonces hace pensamiento circunscripto de su singulari- que 10 infinito no se extraiga de otra cosa que de los efectos de
dad? ~Solo habra huella de la repeticion, y nunca de su acto? En acto, los efectos reales, 10 que solo se expone en un principio co-
ese caso, el arte seria 10 irrepetible de una repeticion, No tendria mo vacuidad repetitiva. Un arte de la forrnalizacion y no de la
otro destino que dar forma a ese elemento irrepetible. ~Hemos obra. Un arte muy alejado del comercio de los humanos.
resuelto el problema? Es dudoso. Pues si 10 irrepetible acepta
una forma, ~no es porque su resultado es una repeticion? ~y no
debcmos concluir que el arte trata unicarnente 10 irrepetible co- 3. LA UNIVOCIDAD
mo si fuera la instancia formal de la repeticion? Habria que
comparar aqui dos sentidos de la palabra "forma". EI primero, Infinito en su acto, el arte no esta en modo alguno destinado
tradicional (0 aristotelico), sc sinia del lado de la puesta en for- a la satisfacci6n de los animales humanos en su vida corriente es-
ma de una materia, de la apariencia organica de la obra, de su tacionaria. Mas bien, apunta a forzar a un pensamiento a decla-
evidencia C01110 totaliclacl. EI segundo, que es el senticlo caracte- rar, en 10 que le concierne, el estado de excepci6n. Lo infinito
ristico del siglo, vc la forma como 10 que el acto artistic a autori- cualitativo es aquello que, al dar razon del acto, excede siempre
za en cuanto nuevo pensamiento, La forma es entonces una idea todos los resultados, todas las repeticiones objetivas, todos los
prescutada en su indicio material, una singularidad solo activa- estados subjetivos "normales". EI arte no es expresion de la hu-
blc por el influjo real de un acto. Es, esta vez en el sentido plato- manidad corriente y de 10 que en ella se obstina en sobrevi vir 0,
nico, cI eidos del acto arristico, yes preciso comprenderla desde diria Spinoza, "persevera en el ser". EI arte da testimonio de 10
el prisma de fa [ormalizacion. Pues la formalizacion es en el fon- que hay de inhumano en 10 humano. Su destino, y por eso las
do el gran poder unificador de las tentativas del siglo, desde la declaraciones y manifiestos son tan graves, tan pesados, es nada
maternatica (las logicas formales) hasta la politica (el partido co- menos que obligar a la humanidad a cometer algun exceso sobre
mo forma a priori de toda accion colectiva), pasando por el arte, sf misma. En ese sentido, el arte del siglo, al igual que sus politi-
tratese de la prosa (Joyce y Ia odisea de las formas), la pintura cas 0 sus formalismos cientificos, es claramente antihumanista.
(Picasso, inventor, frente a cualquier aparicion de 10 visible, de Sin duda es eso 10 que hoy se Ie reprocha. Se pretende un ar-
una forrnalizacion adecuada) 0 la musica (la construccion formal te humanista, un arte dellamento par aquello de 10 que el hom-
polivalente del Woyzeck de Alban Berg). Pero en "formaliza- bre es capaz contra el hombre, un arte de los derechos humanos.
cion" la palabra "forma" no se opone a "materia" 0 "conteni- Y debemos reconocer que del Cuadrado blanco sabre [ondo
do", se acopla a 10 real del acto. blanco de Malevich a Esperando a Godot de Beckett; de los si-
Estas cuestiones, extremadamente dificiles, agitaron al siglo. lencios de Webern a las crueldades liricas de Guyotat, al arte
Planteo la hip6tesis de que, sobre la base de una concepcion pos- fundamental del siglo el hombre Ie importa un bledo. Sencilla-
rornantica de 10 infinito, cualitativa pero tambien evanescente, el mente porque considera que, tal como es corrientemente, el
arte del siglo se inscribi6 de manera paradigmatica entre la dan- hombre no es gran cosa y no hay que hacer a su respecto tanta
za y el cine. EI cine prop one una reproducibilidad tecnica inte- alharaca, 10 cual es muy cierto. EI arte del siglo es un arte de la
gral e indiferente a su publico. Se realiza como "iterobra" ["ite- superbumanidad. Admito que, de resultas, es un arte sornbrio.
202 EL SIGLO LO INFINITO 203

No digo triste, descompuesto, neurotico; no: sornbrio. Un arte EI siglo habra sido -y por mi parte espero que 10 siga siendo
en el cual la alegria misma es oscura. Breton tiene razon, Osiris mas alia de la actual Restauracion, tanto mas mentirosa y equi-
es un dios negro. Y ese arte es sombrio aun cuando es frenetico y voca cuanto que se pretende humanista y convivial- el siglo de la
dionisiaco, porque no se consagra a nada que en nosotros, los univocidad. Deleuze afirma con vigor la univocidad del ser y, en
ani males humanos preocupados por su supervivencia, sea inme- efecto, nuestro tiempo quiso, a traves de obras en las cuales se
diato y tranquilizante. Aunque proponga el culto de un dios so- deposita una universalidad sin resto, rivalizar inhumanamente
lar y afirmativo, los instrumentos de esta propuesta son som- con el ser.4 Y explore sin debilidad, en todos los ambitos los ca-
brios. EI "sol negro" de Nerval es la mejor imagen anticipada minos de la forrnalizacion, '
del arte del siglo, y tal vez de todo el siglo. No es la luz apacible Sostengo que el pensamiento del ser en tanto ser no es otra
que bafia un mundo naciente. Es un sol para el fenix, a proposi- cosa que la matemarica. Por eso, no me parece sorprendente
to del cual no podemos olvidar las cenizas de las que se levanta. que la matriz de los proyectos grandiosos del siglo xx haya sido
En estc pun to, otra vez Breton: el arte, como el amor, la politica la tentativa de los maternaticos del siglo, entre Hilbert y Grot-
o Ia ciencia en su arnbicion mas elevada, renace "de las cenizas hendieck: "Romper en dos", para hablar como Nietzsche, la
del sol". Sf. El siglo: sol ceniciento. his tori a de la maternatica, a fin de instaurar una formalizaci6n
La superhumanidad impone la abolicion de toda particulari- integral, una teoria general de los universos del pensamiento pu-
dad. Ahora bien, como animales que somos, solo en la particulari- roo Producir asi la certeza de que todo problema correctamente
dad hallamos un placer sencillo, Por cso, si el siglo ha de per mane- formulado puede resolverse sin lugar a dudas. Reducir la mate-
ccr en la memoria de los hombres, no sera por nada que tenga que matica a su acto: el poder de univocidad del formalismo, la
ver con la satisfacci6n. EI deseo del siglo, tanto en la edificacion fuerza desnuda de la Ietra y sus codigos, EI gran tratado de
del socialismo como en el arte minimo, tanto en la axiornatica for- Bourbaki es la contribucion francesa a ese ciclopeo proyecto
mal como en los incendios del amor loco, es una universalidad sin mental. Es preciso referir todo a una axiornatica unificada
resto, sin adhesion a ninguna particularidad, Como la Bauhaus en someter la dernostracion de su pro pia coherencia al forrnalismo,
arquitcctura: un edificio que no se singulariza en ningun aspecto, producir de una vez por todas la "cosa maternatica ", no aban-
pues se reduce a una funcionalidad rrashicida, universalmente re- donarla a su penosa y contingente historia. Es necesario ofrecer
conocible y desdciiosa de toda particularidad estilistica. Se advier- a todos una universalidad maternatica anonirna e integral. La
te con claridad que la consigna es aqui la formalizacion a ras de 10 forrnalizacion del acto maternatico, que es el decir de 10 real
real, y justamente eso produce al instante el austero efecto de una
indiferencia ante el juicio de los hombres.
Lo sobrehumano es aquello que, dispensado de las particula-
4. Utilizo a propos ito la palabra "ser", pues me sinio sin vacilacion en la tra-
ridades, se sustrae a toda interpretacion. Si la obra debe ser in-
dicion onrologica "occidental". No debe ignorarse que, como tal, esta decision se
terpretada, puede ser interpretada, significa que hay en ella de- transvalora en las proposiciones de Francois Laruelle. Para este autor, el acceso a
masiada particularidad subsistente, que no ha alcanzado la 10 real esta cortado por la decision filosoficn de erigir al ser en concepto central.
transparencia pura del acto, que no ha puesto al desnudo su real. Lo que garantiza ese acceso, bajo el nombre (inesperado en este punto, por 10 de-
Que aun no es univoca. La humanidad es equivoca, la superhu- mas) de "ciencia", es 10 que Laruelle denomina "Ia vision en Uno". Ese enfoque,
que suspende la decision filosofica, sera Hamado no-filosofia Para los detalles
manidad es univoca. Pero toda univocidad resulta de una forma-
que como siernpre son 10 que cuenta, vease Francois Larueile, Philosophie e;
lizacion cuyo real localizable es el acto. non-pbilosopbie, Lieja y Bruselas, Pierre Mardaga, 1989.
LO INFINITO 205
204 EL SIGLO

Es muy sorprendente que no sea esa la leccion que Codel el


maternatico, y no una forma aplicada a posteriori a una materia
mas grande genio en cuanto al examen de la esencia de la mate-
inasible. matica desde Cantor, extrae de sus propias demostraciones.v En
EI monumental tratado de Bourbaki es equivalente en mate-
estas ve una leccion de infinitud y eI tributo de ignorancia con
matica a 10 que era en poesia el proyecto mallarmeano del Libro.
que se acornpafia todo saber tomado de 10 real: participar de una
Con la diferencia de que el tratado, aunque inconcluso, existe
verdad tarnbien es apreciar siempre que existen otras, de las cua-
-"en varios tomos", como 10 queria Mallarrne-, contrariamente
les todavia no participamos. Esto separa la formalizacion como
al Libro. Prueba adicional de que, como 10 sostenemos desde el
pensarniento y proyecto, de un mero uso pragmatico de las for-
inicio, el siglo xx siempre hizo 10 que el siglo XIX se conformaba
mas. Es preciso, sin desalentarse nunca, inventar otros axiomas
con anunClar. ot:as logicas, otras maneras de formalizar, La esencia del pensa~
As! C01110 cl prcsunto "fracaso" de Mallarme se ha converti-
rmento reside siempre en el poder de las formas.
do en un lugar C0111UI1, cn nuestros dias, cuando aun en mate-
. Hoy es deseable, sin duda, seguir siendo godelianos, al menos
matica la "modestia concreta" esta de moda y, sobre todo, los
SI queremos salvar en nosotros Ia inhumanidad de las verdades
marcmaticos dcscan con dernasiada frecuencia llegar a ser ana-
contra [a "humanidad" animal de los particularismos, las necesi-
listas financieros, much os se complacen en decir que el proyecto
dades, las ganancias y las supervivencias ciegas.
de Bourbaki ha fracasado. Lo cual s610 es cierto si se 10 reduce
2Cuales son nuestros axiomas? 2Y a que consecuencias debe-
a uno de sus aspcctos, el 111,1S fechado y rnenos realmente inno-
mos llegar, que se deduzcan implacablemente de ellos? Indiferen-
vador: el dcsco de cierre logico (de "completitud", diccn los 10-
tes a la opinion de los restauradores, tenemos la obligaci6n de
gicos). Codel, rccucrdese, mostro la imposihilidad de que un
responder estas preguntas. Y nadie nos apartara de hacerlo.
formalisl11o matcmatico posecdor de los rccursos de la aritmeti-
Terminado el siglo, debemos rehacer la apuesta que Ie fue
ca elemental (10 minirno, sin duda ... ) contuviera una dernostra-
propia, la de [a univocidad de 10 real contra el equivoco del sem-
cion de SLl propia consistcncia. Pcro la pasion de 10 real en el
blante. Volver a declarar y esta vez, acaso -2quien sabe?-, ganar
proyccto de Bourbaki s610 csta ligada de manera muy secunda-
es: guerra en el pensamiento que fue la del siglo, pero que ade-
ria a la propicdad de la completitud, que se remontaria, mejor,
mas ya oponia a Platen y Aristoteles: la guerra de la formaliza-
a las ambicioncs sisrematicas de la rnctafisica ciasica. Lo impor-
cion contra la interpretacion.
tantc es que la presentaci6n formal de la matematica envuelve
una radicalidad fundacional en 10 concerniente a la naturaleza
de su acto. Y esc punto sigue siendo a mi entender una exigen-
cia del pcnsamiento, tanto para los mate maticos como para los 5. Con seguridad, no seria inadecuado concluir este ligero repaso del siglo
filosofos. con I~"lectura del articulo capital de Godel, ."What is Cantor's continuum hypot-
Algunos han interpretado el resultado tecnico de Godel en el hesisi . Lo reitero: el hecho de que las meditaciones "estructuralistas" hayan sa-
turado a esos auto res no implica que hoy podarnos imaginar la posibilidad de
siguiente scntido: toda disposicion formalizadora del pensamien-
hacer !ilosofia sin haber leido los textos canonicos de Cantor, Frege y Godel. Y
to deja un resto, y por consiguiente hay que abandonar el suefio tarnbien los muy grandes textos filosoficos de condicion maternatica que son los
del siglo de un acceso univoco a 10 real. A falta de formalizacion, ensayos de Cavailles, Lautman y Desanti. [EI articulo de Godel mencionado en
el residuo no tratado e intratable sera ineluctablemente interpre- esta nota se publico en Paul Benacerraf y Hilary Putnam (comps.), Philosophy of
tado. Es preciso retomar los viejos caminos sobrecargados y Mathematics: Selected Readings, segunda edicion, Cambridge y Nueva York
Cambridge University Press, 1983 (n. del t.)]. '
equivocos de Ia herrneneutica-
206 ELSIGLO

Esta guerra tiene muchos otros nombres menos esotericos: la


Epflogo
Idea contra la realidad. La libertad contra la naturaleza. EI aeon-
tecimiento contra el estado de las cosas. La verdad contra las
opiniones. La intensidad de la vida contra la insignificancia .de la DESAPARICIONES CONJUNTAS
supervivencia. La igualdad contra la equidad. El l~vanta~lento DEL HOMBRE Y DE DIOS
contra Ia aceptaci6n. La etemidad contra la histona. La ciencra
contra la tecnica. EI arte contra la cultura. La politica contra la
gesti6n de los asuntos. EI amor contra la familia.
Si, todas esas guerras por ganar, como 10 afirma el chuvash,
"entre los sobresaltos del soplo de 10 no dicho".

En nuestros dias, 0 sea en el afio 4 del siglo XXI, no se habla de


otra cosa que de los derechos humanos y del retorno de 10 religio-
so. Algunos nostalgicos de las oposiciones brutales que fascinaron
y devastaron el siglo xx sostienen incluso que nuestro universo se
organiza en torno de la lucha mortal entre un Occidente defensor
de los derechos del hombre (0 de las libertades 0 la democracia 0
la emancipaci6n de las mujeres) y los "fundamentalismos" religio-
sos, en general islamicos y barbudos, partidarios del retorno bar-
baro a las tradiciones procedentes de la Edad Media (mujeres en-
cerradas, creencias obligatorias, castigos corporales).
En ese juego, llegamos a ver en Francia a algunos intelec-
tuales verdaderamente ansiosos por promover -en un campo
conflictivo ahora obturado por la guerra del Hombre (0 del De-
recho) contra un Dios (terrorista)- un significante amo de recarn-
bio. Renegados del izquierdismo de la decada de 1970, estan, sin
embargo, sin consuelo ante el hecho de que la "Revoluci6n" ha-
ya dejado de ser el nombre de todo acontecimiento autentico, el
antagonismo de las politicas ya no nos revele la clave de la histo-
ria del mundo y de que el caracrer absoluto del Partido, las Ma-
sas y la Clase se haya hundido. Aqui estan, entonces, pobres in-
telectuales sin verdaderos recursos, en simetria con los falsos
profetas barbudos y su Dios mas 0 menos petrolifero, ocupados
en hacer del exterminio nazi de los judios el acontecimiento uni-
co y sagrado del siglo XX; del antisemitismo, el contenido de des-
208 EL SIGLO DESAPARICIONES CONJUNTAS DEL HOMBRE Y DE DIOS 209

tino de la historia de Europa; de la palabra "judie", la designa- Y sepase que ya no doy importancia alguna a palabras como
ci6n victimaria de un absoluto de recambio, y de la palabra "frances" 0 "europeo ", En otra parte prop use la lisa y llana disi-
"arabe ", apenas oculta detras del terrnino "islarnico ", la desig- pacion de esas categorias nacionales.?
naci6n del barbaro. A partir de ello es interesante releer una pagina del siglo xx
De esos axiomas se desprende que la politica colonial del Es- de la cual fui testigo presencial: los ultimos sobresaltos del anti-
tado de Israel es un puesto de avanzada de la civilizaci6n demo- guo concepto del hombre, en su correlaci6n con la retirada defi-
cratica, y el ejercito norteamericano, el ultimo garante de cual- nitiva de 10 divino.
quier mundo aceptable. Remonternonos un poco en el tiempo.
Mi posicion, con respecto a ese patetico "gran relato" del Se sabe que Dostoievski, junto con algunos otros, plante6 es-
combate final de la democracia humanista contra la religi6n ta drarnatica pregunta: <que adviene el hombre si Dios esta
barbara, es de una pasmosa simplicidad: el Dios de los mono- muerto? cPuede realmente existir un hombre "sin Dios"?
tcisrnos ha muerto hace mucho, sin duda al menos doscientos Para situar la fuerza de este interrogante es preciso recordar
afios atras, y el hombre del humanismo no sobrevivi6 al siglo la disposici6n anterior de los lazos entre "hombre" y "Dios", tal
xx.! Ni las complicaciones infinitas de las politicas de Estado en como la rnetafisica modern a maquin6 su concepto. A partir del
Medio Oriente ni los estados de animo esponjosos de los "de- momento en que se pone de relieve por su propia cuenta la terna-
mocraras" de nuestros paises tienen la mas minima posibilidad t~ca del hombre como sujeto (sobre la base del motivo poscarte-
de rcsucitarlos. siano de la conciencia de sf), ccual es el devenir filos6fico de la
La guerra de las civilizacioncs, cl conflicto de las democra- relaci6n entre la cuestion del hombre y la cuestion de Dios?
cias y cI tcrrorismo, la lucha a mucrte entre los derechos huma- Avancemos a la velocidad de una maquina historica de vapor.
nos y los dcrcchos del fanatisrno religiose, y la prornocion de Para Descartes, Dios es necesario como garantfa de la verdad.
los significantes raciales, hist6ricos, coloniales 0 victimarios, co- Por eso la certeza de Ia ciencia encuentra su justificaci6n en El.
mo "arabc ", "judio ", "occidental" y "eslavo", no son mas que Por 10 tanto, sera licito decir, en la lengua de Lacan, que el Dios
un teatro de sornbras ideologicas detras del cual se representa la de Descartes es el Dios del sujeto de la ciencia: 10 que constituye
unica pieza verdadera: la dolorosa, dispersa, confusa y lenta un nudo entre el hombre y Dios no es otra cosa que la verdad tal
sustitucion de los comunismos difuntos por otro camino racio- como, bajo las especies de Ia certeza, se propone a un sujeto.
nal de emancipaci6n politica de las grandes masas humanas hoy . La segunda puntualizaci6n es Kant. Aquf hay un desplaza-
libradas al caos. miento mayor: el anudamiento del hombre con Dios ya no es un
operador del sujeto de la ciencia, que Kant rebautiza como "su-
jeto trascendental". La verdadera relacion entre el hombre y
l. En 10 concerniente aDios, rcmito al primer capitulo de mi Court traite
d'ontologic transitoire, Paris, Seuil, 1998 [trad. cast.: Breve tratado de ontologia
transitoria, Barcelona, Gedisa, 2002], titulado "Dieu est mort", que los rraducro-
res alemanes eligieron para designar ellibro entero: Gott ist tot. En cuanto a la 2. En Circonstances 2: Irak, foulard, Allemagne-France, Paris, L. Scheer,
muerte del Hombre, propongo esta vez mi L'Ethique. Essai sur fa conscience du 2004 [trad. cast.: Circunstancias 2, Buenos Aires, Libros del Zorzal, 2005], pro.
Mal, Paris, Hachette, 1993, y Caen, Nous, 2003. En ese libro desarticulo los ter- pongo la fusion de Alemania y Francia, con el objetivo de dar nacimiento a una
minos de los derechos del hombre. En suma, la maxima, adaptada de una consig- nueva potencia que anule sus componentes iniciales y ponga bajo su direccion la
na anarquista, podria ser: "Ni dios ni hombre". lenta y caotica consrruccion europea.
210 EL SIGLO
DESAPARICIONES CONJUNTAS DEL HOMBRE Y DE DIOS 211

Dios compete a Ia razon practica. Es un lazo instituido -corno


A 10 largo de toda la travesia por 10 Verdadero, el Bien y la
queria Rousseau- par la conciencia moral. Para parafrasear al
historia de la inmanencia vemos avanzar el punto mas importan-
propio Kant, podemos hablar de una religion dentro de los limi-
te para nosotros: una indecidibilidad nominal circula entre
tes de la mera razon practica. EI hombre no tiene ningun acceso
"hombre" y "Dios". 2Tenemos una divinizaci6n del hombre
puramente teorico a 10 suprasensible. EI Bien, y no la Verdad, 10
una suerte de cristianismo al reyes? 20, mas cerca del motivo de
abre aDios.
la encarnaci6n, una humanizacion de 10 divino? Ambas cosas, en
Esta idea esta muy cerca del Dios norteamericano de nuestros
estado de reversibilidad. Se mantiene una analogia divina, pero
dias, que es 10 bastante vago para no tener otros atributos apro-
en una figura ahora intrinsecamente inseparable del hombre. Di-
vechables que su aval al humanismo conquistador de los "dere-
gamos que la esencia del humanismo rnetafisico clasico es la
chos humanos" y la "democracia". Dios cuya funcion nacional
construcci6n de un predicado indecidible entre humano y divino.
consiste por entero en bendecir a los militares humanistas dedi-
La intervencion desesperada de Nietzsche no tiene otro obje-
cados a bombardear e invadir las comarcas barbaras. Al margen
to que deshacer ese predicado, decidir en el punto mismo de 10
de ello solo existe su funcion privada: bendecir a los buenos pa-
indecidible. EI Dios debe morir, y el Hombre, ser superado.
dres de familia.
Nietzsche se levanta s610 en apariencia contra la religion yes-
Con Hegel, nuevo desplazamiento. Lo que el Ilarna Dios es el
pecialmente contra el cristianismo. Pues s610 vaticina sobre Dios
devenir absoluto del espiritu, 0 la Idea absoluta, "el absoluto co-
y los sacerdotes en cuanto constituyen una figura de la (im)po-
mo sujeto", 0 bien 10 Universal concreto. Mas precisamente, el
tencia humana. EI famoso enunciado, "Dios ha muerto", es des-
devenir absoluto del espfritu subjetivo, que es nuestro propio de-
de luego un enunciado sobre el hombre, en un momenta en que,
venir, realiza el despliegue de Dios. Puede decirse que Hegel pro-
luego de Descartes, Kant, Hegel y Comte, Dios se encuentra en
pone un anudamiento inrnanente: Dios es el proceso del hombre
una situaci6n de anudamiento indecidible con d. "Dios ha muer-
supuestamente consumado.
to" quiere decir que el hombre tarnbien esta muerto. EI hombre,
Esta vision escatologica es particularmente ajena al comienzo
el ultimo hombre, el hombre muerto: eso es 10 que debe superar-
caotico de nuestro siglo XXI. Para este, toda figura del absoluto
se en beneficio del superhombre.
es sospechosa -en nombre de la finitud, que es la esencia ontolo-
2Que es el superhombre? Simplemente, el hombre sin Dios. El
gica de la "democracia"-, y mas aun la que absolutice de mane-
hombre tal como puede pensarselo al margen de toda relacion
ra inmanente tal 0 cual devenir de una vanguardia humana.
con 10 divino. El superhombre decide la indecidibilidad y fractu-
Sin embargo, solo en ese senti do ("Dios" reducido a no ser
ra asi el predicado humanista.
mas que un viejo nombre de las verdades a las cuales somos ca-
El problema es que el superhombre todavia no esta aqui,
paces de incorporarnos) sigo siendo hegeliano, como 10 fue todo
Solamente debe venir. Y como no es otra cosa que el hombre pro-
el siglo xx que importa.
piamente dicho, el hombre desvinculado de Dios, debemos decir
Para terminar, el positivismo, que radicaliza la inmanencia de
que, al profetizar todo el siglo XX, Nietzsche hace del hombre un
Dios en el hombre tal como la esboza Hegel. En efecto, para Au-
programa. "Soy mi propio precursor", declara Zaratustra. El su-
guste Comte Dios es la humanidad misma -sumados vivos y
perhombre es el desenlace venidero de la historia del hombre.
muertos-, una humanidad a la que rebautiza "gran Ser". EI po-
Asi, el siglo xx comienza -10 hemos repetido de muchas ma-
sitivismo propone una religion de la humanidad, que es el resul-
neras- con el tema del hombre como programa y ya no como
tado del proceso de inmanentizaci6n cientifica de 10 Verdadero.
dato.
212 ELSIGLO DESAPARICIONES CONJUNTAS DEL HOMBRE Y DE DIOS 213

Seiialernos que cierto siglo XXI, bajo el signo de los derechos Creo que podemos Hamar humanismo radical ese motivo de
hurnanos como derechos del ser viviente natural, de la finitud, de la ocupacion imposible, pero necesaria (0 real), dellugar vacio
la resignacion ante 10 que hay, intenta volver al hombre como da- clejado por los dioses. El hombre es en sf mismo su propio abso-
to. Ya 10 he dicho: 10 hace justamente cuando la ciencia autoriza luto 0, mas exactamente, es el devenir sin fin de ese absoluto que
(ipor fin!) la rnodificacion del hombre hasta en su subestructura el mismo es. Casi puede decirse que Sartre 11eva al absoluto 0
cle especie animal. Vale clecir que ese "retorno" ha fracasaclo an- transforma en metafisica la dimension prograrnatica de las poli-
tes de producirse. Y nuestra pregunta sigue siendo, mas que nun- ticas revolucionarias, sobre todo en su version comunista. El
ca: (que puede prometernos el programa de un hombre sin Dios? hombre es 10 que el hombre debe inventar. Tal es el contenido de
Ahora bien, durante la gloriosa decada del sesenta del siglo 10 que se presenta menos como una moral personal que como
clel que hablo expcrimentarnos la existencia de clos hipotesis en una hipotesis de ernancipacion. EI solo deber del hombre es sus-
conflicto sobre esta cuestion. eitar su propio advenimiento como unico absoluto.
En cuanto a la primera de elias, el clato textual podria ser el Esta hipotesis, desde luego, esta en inreraccion con todo un
tcxto de Sartre "Cucstioncs de metodo ", publicado en 1959 en sector del marxismo. Se vincula a las intuiciones primordiales del
Les Temps modernes, antes de convcrtirse en la inrroduccion de Marx de los Manuscritos de 1844. La humanidad generica lleva
Critica de fa razon dialectica. Y con respecto ~1la segunda, el fa- en sf (con el nombre de "proletariado") 10 necesario para haeer
1110S0 pasaje del libro de Foucault, Las palabras y las casas advenir su propia esencia, mas alla de las alienaeiones que la des-
(1966), dedicado a la mucrte del hombre. pliegan en la historia concreta. Por eso Sartre va a plantear a la
La prirncra gran hipotesis cs que el hombre sin Dios debe ocu- vez que el contenido del saber positivo es la alienacion del hom-
par cl lugar del Dios muerto. No se trata de un proceso de divini- bre, y la cuestion real de ese saber es el movimiento en virtud del
zacion inruancntc. Se trata de la ocupacion de un lugar vacio. eual se "existe", la alienacion como programa de desalienacion.
Entcndarnos que la ocupacion efcctiva de esc lugar es sin du- Se did simultanearnente que "el saber marxista se refiere al hom-
da imposible. Al final de El ser y la nada, Sartre dice en sustan- bre alienado" (puesto que la servidumbre es el medio historico
cia que la pasion del hombre invierte la pasion de Cristo: el actual de existencia de la libertad, 10 cual hace del hombre libre
hombre se pierde para salvar a Dios. Sin embargo, afiade, la idea LInmero programa) y que el problema -ya no correspondiente al
de Dios es contradictoria, de modo que el hombre se pierde en orden del saber- es que "el cuestionador comprenda de que ma-
vano. De alli la farnosa formula con que concluye el libro: "EI nera el cuestionado -es decir el mismo- existe su alienacion, la
hombre es una pasion imiril", supera y se aliena en esa misma superacion".
Mas adelante, Sartre cornprendera que esc romanticismo ni- El hombre como programa es esto: la cornprension existen-
hilista es decorativo. Si el proyecto del hombre es suscitar su cial cle la superacion de la alienacion del hombre, con vistas a
propio aclvenimiento allugar del absoluto, la esencia del hombre una ernancipacion cuyas etapas son siempre nuevas formas de
es ese mismo proyeeto, de manera que su "rel1lizacion" no es la alienacion. Y tarnbien: la dialectizacion del saber (objetivo) de la
medida de su despliegue. Hay practicas historicas hornogeneas a servidumbre mediante la comprension (subjetiva) de su condi-
ese proyecto, y otras que no 10 son. En consecuencia, existe una cion, que es la libertad: "[La} libertad practica solo se aprehende
lectura humanista posible de 10 que tenemos que hacer 0 no ha- como condicion permanente y concreta de la servidumbre, es de-
cer, aun cuando la supuesta figura consumada del hombre dios cir a traves de esta servidumbre y por ella en cuanro es 10 que la
sea ontologicamente inconsistente. haee posible, su fundamento".
214 EL SIGLO DESAPARICIONES CONJUNTAS DEL HOMBRE Y DE DIOS 215

La palabra "fundamento" recapitula la metafisica del huma- posibilidad, program a de pensamiento. Por eso ambas orienta-
nismo radical: el hombre es el ser que es su propio programa ciones se cruzaran en muchas situaciones, sobre todo en los epi-
para S1 mismo y, que en el mismo movimiento, funda la posibili- sodios revolucionarios.
dad de un conocimiento prograrnatico de si: "El fundamento de En cierto sentido, las politicas del siglo, 0 en lineas mas gene-
la antropologia es el hombre mismo, no como objeto del Saber rales las politicas revolucionarias, crean situaciones subjetiva-
practice sino como organismo practice que produce el Saber mente indecidibles entre humanismo radical y antihumanismo
como momenta de su praxis". radical. Como 10 advirtio de manera sobresaliente Merleau-
Ocupar ellugar del Dios muerto es devenir el unico fondo de Ponty -pero para extraer de 10 indecidible conclusiones indeci-
10 que se es. sas-, el encabezado general bien podria tener un aspecto conjun-
La segunda gran hipotesis, nietzsche ana en su contenido prin- tivo: "humanismo y terror". El siglo XXI, en tanto, se abre con
cipal, es que el ausentarse de Dios es uno de los nombres del au- una moral disyuntiva: "humanismo 0 terror". Guerra (humanis-
sentarse del hombre. La gozosa catastrofe que afecta a la Figura tal contra el terrorismo.
divina (los dioses, repite Nietzsche, se murieron de risa) es al Esa dimension conjuntiva, ese "y" que ya se percibia en el
mismo tiempo la gaya ciencia de una catastrofe humana, dema- pensamiento de Robespierre 0 Saint-Just (Terror y Virtud), una
siado humana: la disipacion, la descornposicion de la Figura del conjuncion que autoriza, luego de cuarenta afios, escribir sin pa-
hombre. El fin del humanismo. Como escribe Foucault: "En radoja "Sartre y Foucault", no veda sino que, al contrario, exige
nuestros dias ya no se puede pensar mas que en el vacio del +para estar a la altura de 10 que viene-- formalizar el conflicto de
hombre desaparecido". Y como Nietzsche, Foucault no pretende las orientaciones radicales. Conflicto que en el plano ernpirico
sino oponer a quienes "aun quieren hablar del hombre, de su rei- tarnbien es, en el siglo, el vuelco de la decada de 1950 a las de
no 0 de su liberacion", 10 que el llama "una risa filosofica, es de- 1960 y 1970, antes de que la decada del ochenta lleve a la super-
cir, en cierta forma, silenciosa". ficie, como un pez muerto, una disyuncion explicitamente des-
La hiporesis abarcada por esa risa 0 ese silencio es en verdad provista no solo de toda radicalidad, sino de toda esperanza uni-
la del advenimicnto historico de un antihumanismo radical. versalizable.
Podemos decir, entonces: cierto siglo xx filosofico se deja (Que es la filosofia para el humanismo radical? Sartre 10 dice
idcntificar, en la mitad de Sll transcurso, hacia las decadas de con vigor: una antropologia. Hay un devenir anrropologico de la
1950 y 1960, por el enfrentamiento entre humanismo radical y filosofia. Ese devenir esta, desde luego, pendiente de la creacion
antihumanismo radical. del hombre por el hombre. La filosofia es a la postre una antro-
Como quiere el pensamiento dialectico de las contradiccio- pologia provisoria que espera la efectuacion historica, 0 por se-
nes, hay una unidad de las dos orientaciones en conflicto. Pues cuencias, de ese programa que es la absolutidad del hombre.
tanto una como otra abordan la cuestion: ~que pasa con el En el marco del antihumanismo radicalla palabra "filosoffa"
hombre sin Dios? Y tanto una como otra son programaticas, se repudia desde el principio. (Por que? Porque, nos dice Fou-
Sartre quiere fundar una nueva antropologia sobre la inrnedia- cault, "la antropologia constituye acaso la disposicion funda-
tez de la praxis. Foucault afirma que la desaparicion de la Figura mental que goberno y condujo el pensamiento filosofico desde
del hombre es "el despliegue de un espacio donde por fin vuelve Kant hasta nosotros". Pero para un nietzscheano, quien dice
a ser posible pensar". El humanismo y el antihumanismo radi- "antropologfa" dice tarnbien "teologia" e incluso "religion". De
cales coinciden en el tema del hombre sin Dios como apertura, resultas, la filosofia, largamente formada como antropologfa, es
216 ELSIGLO DESAPARICIONES CONJUNTAS DEL HOMBRE Y DE DIOS 217

sospechosa. Se preferira en consecuencia -esta vez con Heideg- Si a.fines de la decada de 1960 el programa antihumanista ra-
ger- la pala bra "pensamiento" y no "filosofia". En el fondo, el dical termina por imponerse (y sigue siendo, a mi juicio, el pun-
"pensamiento", en la vision antihumanista radical (de hecho an- to del cual hay que partir), es porque vehicula las ideas aparea-
ticipada por Heidegger desde la decada de 1920), designa 10 que das del vacio y el comienzo. Ahora bien, estas ideas dernostraran
reemplaza la filosofia euando se abandona la antropologia, con su utilidad para los insurrectos de 1968 y de principios de la de-
la eual la primera esta demasiado eomprometida. Se trata, segun cada del setenta. Suele creerse entonces que algo esta a punto de
Foucault, que conserva no obstante el estilo prograrnatico, de suceder. Y ese "algo" merece que uno Ie consagre sus energias,
"pensar sin pensar de inmediato que quien piensa es el hombre". justamente porque no es un enesimo refrito del humanismo y se
Pensar "en el vacio del hombre desapareeido" y, por 10 tanto, trata, en cambio, de una figura del comienzo inhumano.
empezar a pensar. Como se ve, esta cuestion del humanismo termina por desig-
Asi, en la linde de las decadas de 1950 y 1960 Ybajo la con- nar un reparto en cuanto a la historia, El humanismo radical
signa unica de la muerte de Dios, hay dos definiciones de las ta- mantiene la ternatica hegeliana de una historialidad de 10 ver-
reas de la filosofia: dadero. La palabra programatica "hombre" designa cierto ira-
bajo historico del hombre. Por 10 dernas, el segundo volumen de
a) una antropologia general que acompafia un proceso concreto la Critica de fa razon dialectica debra dedicarse a la historia, des-
de ernancipacion (Sartre), y de Egipto hasta Stalin. "Hombre" es la nocion, de esencia nor-
b) un pensamicnto que permite la aparicion de un comienzo in- mativa, que permite la inteligencia del trabajo monumental de la
humano (Foucault). historia de la ernancipacion.
Bajo el signa del antihumanismo, Foucault prop one una vi-
Sarrre llega demasiado tarde. Propone reactivar el humanis- sion de la historia a traves de secuencias discontinuas, singulari-
mo radical, que ya constituia el fondo del voluntarismo terroris- dades historicas que el denomina epistemes. "Hombre" debe en-
ta de Stalin, quien, repitarnoslo, habia escrito: "El hombre, el tenderse entonces como una mas de las palabras utilizadas por el
mas precioso capital". Pero ademas, en un estilo muy hegeliano discurso filosofico moderno. Por eso, la historia como continui-
(0 "joven marxista"), Sartre irnagina su antropologia humanista dad del sentido 0 devenir del Hombre es una categoria tan obso-
no s610 como un saber comprensivo que acornpafia Ia praxis re- leta como la del discurso que la sostiene (fa filosofia como antro-
volucionaria, sino tam bien como el devenir concreto del pensa- pologia). Es preciso estar absoluta y exclusivamente atento a la
mien to, como la incorporacion historica del intelecto filosofico: cuestion de si algo comienza, y en que redes discursivas se situa
"La reintegracion del hombre, como existencia concreta, al seno ese cormenzo.
de una antropoiogia, como su apoyo constante, se presenta nece- ~La historia es un monumento 0 una sucesion de comienzos?
sariamente como una etapa del 'devenir mundo' de la filosofia ". En el siglo, "hombre" sostiene esta alternativa.
En definitiva, todo sucede como si Sartre propusiera a la URSS De tal modo, el programa del hombre sin Dios dispuso dos
y al Partido Comunista una inyeccion de animo, en el momento en proposiciones diferentes: 0 bien es el creador historico de su pro-
que, como figuras paradigrnaticas de la emancipacion, ese Estado pia esencia absoluta, 0 bien es el hombre del comienzo inhuma-
y ese partido no son ya otra cosa que cadaveres politicos. no, que instala su pensamiento en 10 que viene y mora en la dis-
Sartre dibuja la figura patetica y formidable del cornpafiero continuidad de esa venida.
de ruta sin ruta. En nuestros dias hay un abandono simultaneo de ambas pro-
218 EL SIGLO DESAPARICIONES CONJUNTAS DEL HOMBRE Y DE DIOS 219

posiciones. Ya no se nos ofrece mas que la restauracion del hu- tidad, no merece otra cosa que la desaparicion. Sartre y Foucault
manismo clasico, pero sin la vitalidad del Dios, presente 0 ausen- piensan 10 siguiente: 0 bien el hombre es el porvenir del hombre
te, que sostenia su ejercicio. (Sartre),o bien es su pas ado (Foucault). No podria ser su pres en-
EI humanismo clasico sin Dios, sin proyecto, sin devenir de 10 te sin reducirse a los contornos de la bestia que el contiene a que
Absoluto, es una representacion del hombre que 10 reduce a su constituye su infraestructura. Los reaccionarios de hoy en dia,
cuerpo animal. Afirmo que si salimos del siglo por invalidacion por ejemplo quienes escribieron el libelo Pourquoi nous ne som-
simultanea de los dos programas de pensamiento que eran el hu- mes pas nietzscheens.t declaran, al contrario: el hombre es el
manismo y el antihumanismo radicales, soportaremos necesaria- unico presente del hombre.
mente una figura que hace del hombre una mera especie. Habra de admitirse, sin embargo, que si asf fuera, y en vista
Sartre ya decia que si el hombre no tiene por proyecto el co- de la condicion de nuestro presente, el hombre no valdria un ar-
munismo, la igualdad integral, no es sino una especie animal dite.
apenas mas interesante que las hormigas 0 los cerdos. En la retroaccion del humanismo animal vemos con mayor
En eso estamos. Luego de Sartre y Foucault, un mal Darwin. c1aridad los rasgos comunes del humanismo y el antihumanismo
Con un toque "etico ", pues en 10 concerniente a una especie 10 radicales, que son tres:
unico que debe preocuparnos es su supervivencia. Ecologia y
bioctica se ocuparan de nuestro devenir "correcto" de cerdos u 1. A partir del hombre a de su vacio, Sartre y Foucault dibu-
honnigas. jan una figura abierta. En los dos casas, la busqueda apunta a un
Recordemos de todos modos que una especie es, por excelen- proyecto total. Para Sartre, la antropologia amplia la filosoffa a
cia, 10 que se domestica. las dimensiones del mundo. Para Foucault, mantenerse en la au-
Con todo, para escandalo de algunos, debo expresar mi con- sencia del hombre es veneer el obstaculo que "se opone obstina-
viccion de que esa dornesticacion, subyacente al humanismo sin damente a un pensamiento proximo". Tanto para Foucault co-
programa que se nos infiige, ya acnia en la prornocion, como es- mo para Sartre, la cuestion clave es la apertura de un posible
pectaculo y norma, del cuerpo victimario. inedito, posible del pensamiento para uno, de la humanizacion
En cfecto, (cual es el motivo de que hoy solo se trate del hom- del ser para el otro. EI "hombre", devenir 0 vacuidad, no es otra
bre en la gravosa forma del torturado, el masacrado, el ham brien- cosa que uno de los nombres de esa posibilidad, esa apertura.
to, la victima de los genocidios, como no sea que el hombre ya no
es sino el data animal de un cuerpo, cuya constatacion mas espec- 2. Sartre y Foucault manifiestan una viva hostilidad a las ca-
tacular; la unica vendible (y estamos en el gran mercado), como se tegorias sustancialistas. El primero polemiza contra toda separa-
sabe desde los juegos del circo, es el sufrimiento? cion sustancial de la libertad practica y sus alienaciones. Es im-
Digamos que las "democracias" contemporaneas pretenden
imponer al planeta un humanismo animal. En el, el hombre solo
existe en cuanto es digno de cornpasion. EI hombre es un animal 3. Ellibro colectivo publicado hace un tiempo con ese titulo -Alain Boyer et
lastimoso. al., Pourquoi nous ne sommes pas nietzscbeens, Paris, Grasset, 1991- reunia a
Esta ideologfa dominante del siglo XXI naciente quiere des- muchos j6venes (y no tan j6venes) enanos deseosos de estrangular en publico a
las grandes figuras intelectuales de la decada de 1960, como habian intentado
truir por completo el punto cormin a Sartre y Foucault. A saber,
hacerlo, en ese castigo denominado La Pensee 68, Paris, Gallimard, 1985, el fu-
que el hombre, si no es el program a infinito de su propia absolu- turo bonzo Alain Renaut y el futuro ministro Luc Ferry.
220 ELSIGLO DESAPARICIONES CONJUNTAS DEL HOMBRE Y DE DIOS 221

posible "suponer que la libertad del proyecto se recupera en su corregir los excesos eventuales de la naturaleza. Lo que se teme,
realidad plenaria bajo las alienaciones de nuestra sociedad". In- 10 que se qui ere forcluir, es 10 que no es natural ni enmendable
separable de 10 que 10 mantiene fuera de su propia absolutidad, por el solo derecho. Lo monstruoso, en suma. Y de hecho, Aris-
el hombre es una trayectoria de desalienacion 0 un proyecto, toteles tropezaba con delicados problemas filos6ficos bajo las
nunca una identidad separable. Foucault, por su parte, se buda especies del monstruo.
cruel mente de quienes "aun plantean interrogantes sobre 10 que Foucault y Sartre abrigan un verdadero odio hacia ese natu-
es el hombre en su esencia". ralismo neoaristotelico. Uno y otro, en realidad, y como convie-
EI hombre del humanismo animal es en cambio una categoria ne, parten del monstruo, de la excepcion, de 10 que no tiene nin-
sustancialista 0 natural, a la cual tenemos acceso por ernpatia en guna naturaleza aceptable. Y a partir de ahi, y solo de ahi,
el espectaculo de los padecimientos. Aun un talento tan vivo consideran la humanidad generica como 10 que se sinia mas alla
como el de Guy Lardreau creyo necesario entregarse a esta meta- de to do derecho.
fisica opresiva de la piedad." Pero la piedad, cuando no es la ins-
tancia subjetivada de la propaganda favorable a las intervencio- 3. Sartre y Foucault proponen un concepto central, que sos-
nes "humanitarias", solo es confirmaci6n del naturalismo, de la tiene su definicion, sea del hombre 0 del pensamiento, como co-
animalidad profunda a la cual queda reducido el hombre en eI mienzo, proyecto, apertura. Para Sartre, la existencia (0 la pra-
humanismo conternporaneo. xis) es un operador de ese tipo. Para Foucault, es el pensar 0 el
Nuestra epoca, al menos par ellado de los pequeiioburgueses pensamiento. Para uno, la existencia es 10 que se trata de com-
"occidentales", es sin duda la de la ecologfa, eI medio ambiente, prender en la alienaci6n misma, y se mantiene irreductible a los
la hostilidad a la caza, ya se trate de gorriones, ballenas u hom- saberes. Para el otro, el pensar es algo distinto de la mera ejecu-
bres. Es preciso vivir en nuestra "aldea planetaria", dejar hacer a cion de las formaciones discursivas de una episteme. Convenga-
la naturalcza, afirrnar por doquier los derechos naturales. Pues mos (en cuanto plat6nicos) en dar a esos operadores el nombre
las cosas tienen una naruralcza que debemos respetar. Es imp or- de ideas. Podremos decir entonces que el imperativo fundamen-
tante descubrir y consoli dar los equilibrios naturales. La econo- tal del humanismo animal es: "Vive sin idea".
mia de mercado, por ejemplo, es natural y hay que encontrar su A traves de las grandes voces de Sartre y Foucault el siglo ha
equilibrio, entre algunos ricos desaforrunadamenre inevitables y preguntado: el hombre que viene, que debe venir, bajo las espe-
los pobres desgraciadamente innumerables, asi como conviene cies de una existencia 0 un pensamiento, es una figura suprahu-
rcspetar el equilibrio entre los erizos y los caracoles. mana 0 una figura inhumana? Vamos a dialectizar la figura del
Vivimos dentro de un dispositivo aristotelico: esta la natura- hombre, a superarla? (0 nos estableceremos en otra parte? Un
leza y junto a ella el derecho, que se esfuerza mal que bien por "otra parte" que Deleuze declaraba "interestelar".
Al final del siglo, el humanismo animal pretende abolir la dis-
cusion misma. Su gran argumento, con cuya obstinacion nos
cruzamos much as veces, es que la voluntad politica de 10 sobre-
4. En La veracite, Lagrasse, Verdier, 1993, Lardreau intenta desesperada- humano (0 del hombre de nuevo tipo, 0 de la emancipacion radi-
mente fundar una moral sensitiva (0 materialista) sobre el sentimiento inducido
par eI sufrimiento del otro. En ese estadio es todavia un "nuevo filosofo" y has- cal) solo ha engendrado 10 inhumano.
ta un ideologo de las injerencias humanitarias. Sin embargo, podemos decir que Sin embargo, era preciso partir de 10 inhumano: de las verda-
no 10 es verdaderamente. des. Y a partir de alli, solamente, considerar 10 sobrehumano.
222 EL SIGLO

Foucault tenia raz6n (como 1a tenian A1thusser y su "anrihu- BIBLIOGRAFfA


manisrno teorico ", y Lacan y su deshumanizaci6n radical de 10
~erdade~o) a1.decir que esas verda des inhumanas nos obligan a
forrnalizar SIn antropologizar".
En la aurora de un nuevo siglo, y contra el humanismo ani-
mal que nos asedia, hablemos por 10 tanto de la tarea filosofica
como de un in-humanismo formalizado.

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