Elementos de Derecho Constitucional Economico
Elementos de Derecho Constitucional Economico
Elementos de Derecho Constitucional Economico
I. ECONOMA Y DERECHO
1
Loewenstein, Karl, Teora dela Constitucin, Bosch, Barcelona, 1965, pg. 29.
2
Por sistema econmico se entiende el conjunto de actividades econmicas de los
particulares y las acciones del Estado, actuando en el mbito de un ordenamientojurdico.
De all que se desdoble en sector pblico y sector privado, lo cual desde la perspectivaju-
rdica signica que existen relaciones econmicas entre los particulares que implican la
reglamentacin de derechos de stos por los cdigos de fondo (art. 75, inc. 12, Const. Nac.)
y tambin relaciones entre los particulares y el Estado cuya reglamentacin surge funda-
mentalmente de los restantes incisos del art. 75, y del art. 4 en cuanto prevn actuaciones
del Estado en distintos mbitos econmicos, incluyendo la regulacin de los servicios
pblicos, ahora expresamente implicados en ln Constitucin (art. 42, 2do. prr.).
236 LECCIONES Y ENSAYOS
mativo tuvo importancia decisiva para la formacin de la ciencia del derecho constitu-
cional, recordando que tal concepto relaciona tanto las normas. cuanto las exigencias axio-
lgicas (pg. 55).
El aspecto material remite a una concepcin total de Constitucin en la que tambin
interviene la realidad, o una sntesis o relacin entre elementos estticos y dinmicos. por
lo que se entiende que la Constitucin es un producto. De all que si la normalidad fctica
es capaz de producir una normatividad. a su vez la normatividad. mediante la valoracin
que hace de aqulla y el cumplimiento exigido, tiende a provocar una normalidad en la
conducta (Heller, H., citado por Garca Pelayo).
LECCIONES 237
pondrn.
'
tenido econmico.
Campos, G., Tratado._., cit. El Tomo l'V de la obra citada est precisamente
7 Bidart
dirigido a este anlisis (sociologa del derecho constitucional). La sociologa del Derecho
en-
contrara su objeto en dos aspectos de un nico fenmeno social: los factoressociales que in-
uyen en el derecho y las repercusiones que el Derecho refracta en la
soc1edad(T. IV. pag.
18). Se vera' ms adelante cmo las distintas ideas econmicas y las circunstanCias, producto
de la vida social, tienen una manifiesta correlacin con los textos constitucionales, ycmo
travs moldean los comportamientos
a de la interpretacin de stos se adecuan y a su vez
sociales. _ h
3
Oyhanarte, Julio, Poder poltico y cambio estructural", interpretacin judiCial
encadenada al pasado, concluye con la conocida causa Avico c/De la Pesa (1934). Fallos,
172:29.
Un claro ejemplo se ha tenido frente al denominado
estadodedeemergencia econmi-
ca" que para algunos a] no estar previsto en el texto constitucional 1853,
no
admitiala
adopcin de determinadas medidas consideradas imprescindibles y fundadas en el mien-
tras que para otros aun sin estarlo, habilitaba el dictado de normas obligatorias por fuera
En esta lnea la
de la Constitucin (Sags, Nstor, L.L., 1990-D-1039). Corte Suprema en
la causa Peralta, Fallas, 3152513, siguiendo criterios provenientes de lajunsprudencia de
los EEUU. admiti el derecho de emergencia como previsto implcitamente por la Consti-
tucin Nacional. .
En otra causa ms reciente se sostuvo, con cita de Alberdi, que la verdadera sancin
de las leyes reside en su duracin, debindose remediar sus
defectosno por la abrogacin
Sino por la interpretacin, estando predestnada a recoger y regir hechos posteriores (Fa-
llas, 315158, YPF c/Pcia. de Corrientes", 3-lII-1992, cons. 27).
238 LECCIONES Y ENSAYOS
9
Robbins, Lionel, Ensayo sobre la Naturaleza y Signicacin de la Ciencia Econmi-
ca, F.C.E., Mxico.
1
Vito, Francesco, Economa Poltica, Tesoro, Madrid, 1958, pg. 20
u as que
Puede entenderse posicin a una liberal manchesteriana y egoista, sucede
la aceptacin de la economia poltica, por problemas que ataen a toda la sociedad.
existir
para pasar a una economia institucional que exige el compromiso del Estado. Ver Mario
Bonfanti, Apuntes para una cuestin enigmtica: la relacin derecho-econorna", JA, 7-X-
1998. nro. 6110.
LECCIONES 239
ticulares como al Estado. Pero ste acta desde una doble posicin, es
decir: dentro del sistema econmico, como un protagonista ms, o por
fuera de l, como sujeto que ja las normasjuridicas que regulan o hacen
de marco a la actividad econmica privada y pblica.
Ese cometido del Estado de producir los bienes y servicios que Ire-
de tambin
quiere la comunidad, para lo que debe disponer recursos, que
en denitiva toma de ella, pero que de todos modos son limitados y de
240 LECCIONES Y ENSAYOS
cede el Estado a los recursos necesarios para obtener los medios (factores
de la produccin) con que cumplir sus objetivos (programa de gastos
pblicos que determinan los bienes y servicios producidos), aspectos
todos, como se vio, de la actividad nanciera, pues se trata en cambio de
reglamentar con nes de bienestar general derechos de los particulares
(arts. 14, 14 bis, 17, 18, 19, 41, 42, 28 y 75, inc. 32, Const. Nac.).
Para esto ltimo entonces, se ejerce principalmente el denominado
poder de polica 12, con el que el Estado da forma a la estructura jurdica
que condiciona la bsqueda de las soluciones al problema econmico, enfo-
cado ste tanto desde la perspectiva individual, como de la social. Adems
reglamenta la prestacin de los servicios pblicos, mediante gestin pri-
vada y pblica, o fomenta determinadas actividades consideradas de n-
ters pblico.
12
Este concepto. junto con el de servicio pblico y el de fomento integran, aunque no
exclusivamente, las tcnicas del Estado intervencionista y ser desarrollado en otra oportu-
nidad. Vid. Casagne, Juan Carlos, La Intervencin Administrativa, Abeledo-Perrot, Buenos
Aires, 1994, pgs. 62 y 69.
LECCIONES 241
dadanos para que, slo dentro de las bases as jadas, puedan ejercerlos
dando solucin al problema econmico, tal como su libre voluntad indi-
vidual lo visualiza (arts. 14 y 28, Const. Nac.). l
la
13 Se toma ac la expresin poltica nanciera como
representativa de actividad
nanciera, nanzas pblicas o hacienda pblica. En la doctrina extranjera es habitual el
concepto de scal policy, o poltica de presupuesto para distingmrlo de otras manifesta-
o cambiaria (Lescano, Fiscal
ciones como la de poltica monetaria Marcelo,Poltica rela- y
Dinero, Depalma, Buenos Aires, 1988, pgs. 4 y 17). Slo por desconocimientopuede
cionrselo a la expresin de polica scal que se vinculacon el ejerthlO de
facultades de
contralor fiscal, a cargo de la Administracin. que nada tienen
que
ver con la
scalpolicy,
tambin de la
herramienta normativa de regulacin econmica del Congreso e integrante
polica de la prosperidad (Oyhanarte, J., Poder...', cit., pg. 33).
242 LECCIONES v ENSAYOS
que no
hace Sino resaltar el vnculo entre economa y Derecho, no es el que se des-
cribe de modo prioritario en los textos constitucionales, que slo establecen
los contornos en los que pueden expresarse los derechos; ms bien en gene-
ral el texto constitucional est directamente dirigido a jar los lmites y
competencias del poder pblico. De all que el enfoque que en estas lec-
ciones se hace del problema constitucional est limitado exclusivamente a
una calicacin del Derecho en cuanto enfoca sus consecuencias econmicas, y que tiene
verdadero auge luego de la Primera Guerra Mundial al dicharse el conocido conjunto de
normas dirig'istas tver entre otras separata de la revista Informe, citada, ao l'V. nro. 34 y
ao V, nro. 36). Tampoco puede omitirse la obra del acadmico Enrique Olivera.
19Los cultores del derecho tributario bien las dicultades
conocen de relacionar en es-
ta rama. los aspectos econmicos y jurdicos. El tema apuntado en el texto dio lugar entre
nosotros a la discusin entre Francisco Martnez. Estudios de Derecha Fiscal, Contabilidad
Moderna, Buenos Aires. 1973, pg. 169 (El criterio econmico y la importancia que para el
dered'io scal tiene la divergencia en el negocio jurdico entre la intencin emprica [inten-
tio factil y la intencin juridica lintenlio iurisl), y Dino Jarach, recientemente fallecido, El
Hecho Imponible. 2' ed., Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1971. Se trat all si para interpre-
tar las leyes scales deba atenderse a la realidad econmica con prescindencia delas gu-
ras jurdicas o si el principio de la consideracin econmica, tal como es previsto por el art.
12 de la ley 11.633. Slo est referido a la posibilidad de prescindir de una gura jurdica.
cuando esta ltima no es la que corresponde a la intencin emprica perseguida.
LECCIONES 243
11. El
mercantilismo. Generalmente se atribuye al mercantilismo el
primer hito en el largo camino de la evolucin de las doctrinas econmicas,
ya que si bien esas ideas no constituyen propiamente una teora general, al
menos consistan en respuestas a problemas de idntica naturaleza, Siendo
importante resaltar aqu que se produjeron Principalmente en oportu-
nidad de la constitucin de los grandes Estados nacionales. Es en los siglos
XVII y XVIII, luego de 'las guerras religiosas, que los problemas derivados de
la moneda que ya haban sido detectados con mucha anterioridad- y el
balance comercial, dieron pie para propiciar el fomento de las exporta-
ciones como un modo de obtener la moneda metlica que sera el bien mo-
vilizador y demostrativo de la riqueza de una Nacin. De all se deriva la
adopcin de medidas para aumentar la produccin interna y desalentar las
importaciones, que produciran el efecto contrario. As se ubican las distin-
tas corrientes como el comercialismo ingls, el industrialismo francs o el
tad hu'rnana, Sino ms bien por imposicin divina, del que se derivaba un
orden natural que no debe ser interferido. Por otro lado la actividad eco-
tarea para la que tiene mejores aptitudes y menores costos. De este modo
si cada quien realiza la labor para la que est ms habilitado, el conjunto
como antiinflacionaria.
13 Vid. Spots, Alberto A., Nueva dimensin poltica de lo econmico". L.L., 3-V-
1995, nro. ll, pgs. 39 y sigs.
LECClONES 247
i
La crisis petrolera.
20. Es a partir de 1973, despus de la crisis pe-
trolera, volvieron
que a tener auge generalizado las ideas econmicas li-
berales, en el sentido de evitar los excesos a los que haban conducido las
polticas de dcit presupuestario. El Fondo Monetario Internacional
propici y presion sobre las naciones en desarrollo de las que era consul-
tor y acreedor para el respeto del equilibrio presupuestario y la prescin-
dencia, por parte del Estado, de aquellos servicios que no se consideran
fundamentales o bsicos para que el Estado los desempee y que seran
los causantes de ese mayor gasto pblico ineficiente.
19
Hansen, Alvin, Poltica Fiscal y Ciclo Econmica, Fondo de Cultura Econmica.
Mxico, 1963, pg. 312.
2 La rpida descripcin que gura en el texto, se desarrolla en las materias perti-
nentes, como Finanzas Pblicas. Ver una buena ampliacin en Jarach, Dino, Finanzas
Pblicas y Derecho Tributario. Cangallo, Buenos Aires, 1983 y Mordeglia, Roberto M.,
Manual de Finanzas Pblicas. 2' ed., AZ, Buenos Aires. 1968.
LECCIONES 249
21
Haller, Heinz, Poltica Financiera, D. Financiero, Madrid, 1963, pgs. 172 y sigs.
22 Ello lleva a reexionar si se trata. efectivamente, de una nueva concepcin del
a situaciones Ver leyes 23.696 y
Estado y sus nes, o ms bien de una respuesta casuales.
23.697. Los temas principales de estos cuerpos legales constituyen temas centrales del
derecho constitucional econmico, como el papel de los servicios pblicos, la responsabili-
dad del Estado, el arreglo de la deuda interna, el fomento de determinadas actwrdades, la
actuacin del Banco Central y el nanciamiento del Tesoro, etc., todo lo cual se examinar
ms adelante.
250 LECCIONES v ENSAYOS
de paridadcambiaria el
(ley 23.928); se propicia ajuste de las cuentas
pblicas, nanciando el gasto preponderantemente con recursos tribu-
tarios, aunque sin negar la utilizacin de emprstitos en funcin de la
tasa de inters y los lmites de aquellos, anunciando simultneamente
la reduccin del gasto pblico; coincidentemente se consolida la deuda in-
terna impaga (ley 23.928) y se impone el mecanismo de privatizacin de
empresas y activos estatales (ley 23.696); por ltimo se anuncia el n de
las regulaciones de la actividad privada bajo todas formas, aun las vincu-
ladas al fomento (promocin industrial, ley 23.697; dec. 2284/91, rati-
cado por ley 24.023).
En ese marco parece claro que los objetivos de equilibrio del sistema
y desarrollo econmico (lucha contra el paro o desocupacin) son realiza-
dos por caminos totalmente inversos a los propiciados por la teora inter-
vencionista, apareciendo la redistribucin, o meta de la justicia social,
como tambin es denominada, como un producto ulterior o subsidiario de
los otros nes prioritarios.
que vuelve al juego de las leyes del mercado, aunque siga la modalidad
de un arbitraje por el Estado en defensa de la competencia.
En la discusin
concreto abarca la existencia y caracteristicas de la
decisin del Estado para asumir la titularidad del servicio (publicatio); el
rgimen jurdico especial que debe gobernarlo (se habla de la fuga del
derecho administrativo) y consecuentemente el mantenimiento o no de la
distincin entre servicio pblico o servicio de inters general?1 asi como
los distintos mbitos en que uno u otro operarian.
sas facetas:
a) se sostiene a veces que la Constitucin de 1853 no prevea clusu-
la alguna que autorizase al Estado a realizar la gestin directa de los ser-
vicios pblicos, pues el derecho de ejercer actividades de naturaleza
econmica slo resultaba reconocido en forma expresa a favor de los par-
ticulares (art. 14, Const. Nac.);
b) no obstante la constitucin liberal, en la segunda mitad del siglo
se dio un proceso de nacionalizacin de los principales servicios pblicos;
c) enl para atribuir un carcter ms bien con-
lajurisprudencia se
24 o asistenciales, de contenido
Dejando de lado los servicios sociales no
economico
estos dias tambin la
en los que no se niega la gestin estatal, aunque parece que en
garantizar continuidad
su y regularidad y en la medida en que el fun-
cionamiento del mercado no permita la libre eleccin de los consumidores
en un marco de oferta y demanda, es decir, cuando la presencia de posi-
ciones dominantes distorsione el mercado;
e) la regulacin econmica constituira entonces una de las funcio-
nes esenciales, pero del Estado subsidiario, para imponer como emana-
cin del poder de polica, limites y topes al ejercicio de la libertad, cuando
no exista la posibilidad de prestar el servicio segn las reglas de la libre
concurrencia;
f) esta idea guardaria armonia con lo propuesto por el nuevo artculo
42 de la Constitucin Nacional en cuanto impone a las autoridades el de-
ber constitucional de proveer a la defensa de la competencia contra toda
forma de distorsin de los mercados;
g) quedan excluidas, claro est, de ese principio desregulatorio, las
prestaciones de naturaleza no econmicas denominadas servicios so-
ciales y asistenciales;
h) el principio constitucional de igualdad (art. 16, Const. Nac.)juega
como una garanta de los usuarios para obtener igual trato jurdico y eco-
nmico, sin discriminaciones, salvo los derivados de la distinta situacin
en que se presentan los usuarios; y se reere tanto al acceso como al pre-
cio o tasa que percibe el prestatari025.
discrecin del rgano legislativo y con base en ella del Poder Ejecutivo,
determinar los supuestos y los modos de privatizacin.
c) Perolo esencial es la inteligencia que se haga del principio de
igualdad. ste en el constitucionalismo moderno ha sido entendido como
la necesaria respuesta para lograr que los derechos que se declaran o
29. Los recursos se rigen por iguales reglas; deben ser lo ms limita-
dos posibles y utilizarse aquellos que provoquen la menor interferencia,
al modicar los costos empresarios.
Desde el punto de vista de la economa moderna slo hay tres clases
de recursos posibles o esenciales, a los que incidentalmente podemos agre-
gar un cuarto. Pero recursos que pueden ser permanentes hay slo tres.
LECCIONES 255
a) El sistema
tributario, es decir, el conjunto de los impuestos, tasas
y contribuciones. Consisten en un ujo de medios obligatoriamente obte-
nidos de los particulares. Este ujo est representado, desde el punto de
vista jurdico, por el establecimiento de prestaciones de dar sumas de
dinero, obligaciones ex Iege (su base est en la ley),
b) El emprstito pblico, es un prstamo de consumo tomado por el
Estado, y a diferencia del caso anterior, el ujo se produce por un acuer-
do de voluntades, pudiendo tratarse de un prstamo interno o externo.
30. En el modelo liberal los impuestos deben ser los menores posi-
bles, hay que acudir poco al patrimonio de los particulares, lo contrario
reduce la posibilidad de decisin individual de stos. Por ello se utilizan
principalmente pocos impuestos proporcionales, con nes puramente re-
31. En lo que atae al crdito interno, ocurre que hay una transfe-
rencia de disponibilidades o medios de pago al Estado. Como esta trans-
ferencia depende del benecio o utilidad ofrecido, incide sobre la tasa de
inters, es decir, el Estado acta en los mercados. Presiona en
el mercado
de capitales la tasa de inters, desplazando las posrbilidades
y se eleva
de inversin privada.
o el momento de la deuda
Examinado desde la perspectiva interna
que se genera, tambin se produce otro fenmeno. El
Estado entrega ti-
a ser acreedores por esos ttulos pblicos. Para pagar esa deuda que con-
trae ste deber nanciarla, debiendo imponer nuevos impuestos para el
futuro para poder atender al pago y es posible que se produzca una dis-
tribucin de riqueza desde los contribuyentes a los tenedores de los ttu-
los pblicos. Esa redistribucin puede afectar los niveles de riqueza y la
direccin de las expectativas de consumo e inversin privadas.
Para el emprstito externo se toman recursos del mercado externo,
de modo que no se presiona en el mercado local de capitales y no hay
efectos sobre la tasa interna de inters, salvo su baja originaria, ni se
34. El
modelo intervencionista. Este modelo manteniendo
aun como
en el caso anterior la apropiacin de recursos en base al derecho de pro-
piedad y el consiguiente funcionamiento de las reglas del mercado, res-
ponde a una losoa diferente.
Se parte de las limitaciones del modelo anterior que deja librado a
funciones.
x
pblico, puesto que permite aumentar el gasto estatal y utilizar por apre-
ciacin del ya sealado efecto multiplicador y acelerador, factores deso-
cupados aumentando el producto interno y por consiguiente la renta na-
25
Lascano, Marcelo, Poltica... cit., pg. 2. Este autor seala que para el premio
Nobel de Economia J. Tobin. el dcit puede proceder no de un exceso de gasto, sino de la
LECCIONES 259
gatorio para
Se ve asi que aun utilizando iguales mecanismos, en este tipo de ac-
tividad financiera los recursos, el gasto y el resultado presupuestario
cambian de dimensin y de objetivo.
curso, se
que cumplan los objetivos del plan: forman parte del control 'de
gestin permiten con otras medidas
y adecuar los objetivos a las circuns-
tancias, incluso reprog'ramando los precios (los precios no son estipula-
dos porel mercado, sino que surgen de contratos planicadas). El control
de gestin consiste en asimilar la informacin que se obtiene por ste y
otros medios, y reciclarla, es decir, analizarla y reelaborar los objetivos
originalmente jados para adecuarlos a su nueva situacin.
Tambin existen gastos pblicos, pues con el producido de esos im-
puestos lo que se hace es apoyar o robustecer los objetivos del plan que se
consideren ms necesarios, por ejemplo la educacin. Pero todo esto fun-
ciona de manera subsidiaria, lo esencial es el funcionamiento del plan, y
toda esa actividad financiera coopera y colabora con el desarrollo de ese
plan, que a diferencia de la planicacin slo indicativa del modelo ante-
rior, es obligatorio.
Es innegable que luego de la cada del rgimen sovitico, ha perdido
inters el anlisis exhaustivo del modelo socialista ortodoxo, siendo que
los diversos pases que lo seguan, han variado hacia formas ms o menos
prximas al modelo intervencionista, al reconocer la libertad econmica y
el derecho de propiedad en los medios de produccin; claro es que con una
intensidad variable. De todos modos desde los cambios en la Constitucin
sovitica de 1977 haba comenzado un movimiento para agilizar el fun-
cionamiento del sistema econmico y la correspondiente planicacin.
27 El orden econmico
Quiroga Lavi. H.. constitucional, L.L., Actualidad del 28-
VI.-1988. Recuerda que en 1983 surgieron los documentos crticos de la Academia de Cien-
LECCIONES 261
40. El
constitucionalismo llamado clsico. Nacido al n del siglo
XVIII yel XIX, se caracteriz
en por contener mecanismos para lograr el
respeto de
los derechos individuales frente a la accin estatal, objetivo
plasmado tanto por la inclusin de una declaracin de derechos, cuanto
por la descripcin de los procedimientos bajo los que se ejerce el poder, eS
decir que la parte dogmtica y la organizativa conuyen a la misma na-
lidad de poner lmites al poder.
La diferencia entre las formulaciones anteriores en el tiempo (Ingla-
terra, Siglo xm y espaola), con las declaraciones de los estados nortea-
mericanos y las de la Revolucin Francesa, consisti bsicamente en que
aquellas mplicaron la conrmacin de situaciones o derechos preexis-
tentes que se
aspiraba a mantener, y que, adems, correspondan a agru-
paciones o categoras particulares, que presuponan la existencia de un
poder absoluto del gobernante que se pretenda limitar. Por el contrario,
el constitucionalismo del siglo XVIII signic una propuesta ms bien uni-
versal, un modelo para todos los pueblos, un proyecto dirigido a Obtener
el bienestar general por va del respeto a la libertad.
Simultneamente en materia econmica los fundamentos y las con-
clusiones de las ideas clsicas llevaron al reconocimiento absoluto del
derecho de propiedad, que en el orden de las relaciones privadas plasm
luego en el funcionamiento libre de la oferta y la demanda de los bienes
apropiables, as como la libertad contractual en todos los rdenes, derri-
bando incluso la reglamentacin de las corporaciones que afectaron las
relaciones laborales.
No es casual as
que esa correlacin en el tiempo inuenciara en los
textos de las declaraciones de derechos. Sin embargo, de esa sincrona no
sera dable colegir una igual coincidencia en el tiempo entre los ideales
del liberalismo poltico y las ideas propias del liberalismo econmico,
pues el primero es anterior al absolutismoa.
En ese marco, la accin estatal, como encarnacin de un poder cuyo
antecedente fue la monarqua y el absolutismo, resulta desechable, en
en el siglo xx.
29
Benyto, Juan, Historia de las Doctn'nas Politicas, Aguilar, Madrid, 1948, pg.
365. Si bien la doctrina del contrato social predispona favorablemente para la ordenacin
en forma esu'ita, fue el autor del Esprit de Lois (Montesquieu) quien sistematiza de tal
manera los elementos observados en la tradicin inglesa, que no es sta sino su propia
teora en lo que se inspir el movimiento constitucional europeo (pg. 405). Tambin se dio
la llamada admiratia americae (pg. 368) que se liga al constitucionalismo y se anticipa al
desarrollo europeo, no slo de Amrica del Norte, sino tambin del Sur (pg. 368).
LECCIONES 263
nes y de admitir cierto grado de apliacin del poder. Hay as una adecua-
cin entre Constitucin y la estructura social, que no es mecnica ni asume
el rbete de dependencia pues aqulla tambin es capaz de actuar sobre
la ltima, como un programa que debe aplicarse; pero no es menos cierto
que sin necesidad de cambio radical de la Constitucin, o reforma expre-
sa de sus disposiciones, la alteracin de la estructura social produjo mu-
taciones de aspectos parciales 3.
Al respecto es conocida la tesis que seala que frente al Estado libe-
ral, la manifestacin prctica result ser el intervencionismo administrati-
vo o lo que es semejante, que los principios de la teora clsica en materia
econmica, y por consiguiente, su reejo en el constitucionalismo liberal
o burgus, nunca fueron verdaderamente aplicados o no lo fueron en su
totalidad 31.
Ello necesariamente demuestra la existencia de apartamientos o
3 Comparado, Manuales de la
Garca Pelayo, Manuel, Derecho Constitucional .Re-
Vista de Occidente, Madrid, 1967, pg. 125. Seala este autor que desde el
punto de Vista
de apreciacin del o el de-
poltico se dio este fenmeno, por ejemplo en el cambio sufragio
as la diferencm entre reforma
clinar de la Cmara de los Lores en Inglaterra. Se advierte
distincin a Laband (1895), en la
constitucional, y mutacin constitucional atribuida
invariable el texto, pero se da una incongruencra entre las normas escritas
que permanece
y la realidad juridica constitucional (pg. 137). I
Cita de Bas-
31
Quiroga Lavi, H., El orden...", ct., L.L. Actualidad, 28-V1-1988;
con
Sols Coma, M., Constitucin y Sistema Evonmico, Tecnos, Madrid, 1985, pg. 25.
264 LECCIONES Y ENSAYOS
32
Schmidt, Carl, Teora de la Constitucin, Revista de Derecho Privado, Madrid,
pgs, 27, 33 y 35. Schmidt seala que presentaba una reunin de programas y principios
positivos basados en distintos contenidos y convicciones polticas, sociales y religiosas:
garantas individuales de libertad personal y propiedad privada y puntos de programa so-
habilitante.
cial logra que le dejen actuar de ese modo, la libertad ya no signica ac-
tuacin ilimitada del individuo, sino el libre aprovechamiento de la
fuerza social mediante organizaciones sociales 35.
contenido y limite resultan de la ley (pg. 153), que no es igual a la inviolabilidad, o dis-
crecionalidad del dominio.
36
Schmidt, C., Teora... cit., pg. 196. Es clsica la distincin entre derechos de
primera generacin o fundamentales, de segunda generacin (sociales y econmicos) y aun
33 Bohm
Stein seala como representante de esa escuela a W. Ekkehert, y a.F.
al plano jurdico ese tipo de economia. De todos modos la
como transportador indica'que
Constitucin de Bohm fue entendida por otros escritores de manera dispar, como instau-
rando un orden econmico mixto (Huser), o aun como reclamando un rgimen que garan-
tice la economa social de mercado (Ehmke). Stein. L., Derecho..., cit., pg. 186.
39 Sentencia del 2D-VI-1974. Stein destaca que con arreglo al art. 15, incluso sera
nes de
factible la estatizacin de medios de produccin. pues se admiten all colectmsmo
la reserva
de la tierra, el suelo, los espacios naturales y los medios de production pero bajo
a la Vista al promul-
de ley. Aclara este autor que esta posibilidad no se tuvo seguramente
gar la ley fundamental (pg. 188).
4
Camota, Walter, Una visin..., cit._ quien referencia la elaboracin Corte
dela la
Constitucional de Colombia respectode la Constitucin de ese
pas
de 1991.
Adiciona
opinin coincidente de Snchez Agesta, Luis (El Sistema
Poltica'de Constitucin'Es-
paola de 1978, Madrid, 1980, pg. 82), en el sentido de que SOClaI implica unacalicaCin
de los nes el Estado debe asumir, ser un mandato para el los
legislador y
que que parece
jueces.
n
Stein, L., Derecho..., cit.. pg. 188.
268 LECCIONES Y ENSAYOS
do, a
la que se suma su rol para conseguir una conexin social en los
derechos fundamentales.
Con respecto a lo primero, esa obligacin se da en el marco de nece-
sidades sociales que deben ser jadas y atendidas directamente por el
Estado; y tambin encargndolo de custodiar el funcionamiento de la
economa en su conjunto. Coincidentemente pasa a ser misin del Estado
la necesidad de imponer lmites jurdicos a empresas econmicas, subor-
dinando e] principio de mxima ganancia al de cobertura de las necesi-
dades, pues el reconocimiento de la renta se basa en la simultnea satis-
faccin de las necesidades sociales 42.
Por consiguiente se inserta aqu la consigna de que el individuo no
es slo objeto de una posible actividad del Estado, sino portador de dere-
chos propios en cuanto participa de la comunidad estatal. Mientras que,
en un principio, el auxilio social fue concebido exclusivamente como una
2 Este tema remite al principio del beneficio social, analizado por los hacendistas
como causa del tributo, que es un instrumento de redistribucin.
"3
Stein, I... Derecho..., cit., pg. 190.
Stein, L., Derecho..., cit., pag. 191. Este autor describe con toda precisin la dife-
rencia entre uno y otro concepto del Estado: En el Estado de Derecho liberal, todos los
derechos fundamentales tenian formalmente la misma posicin juridica, sin referencia a
bas estaban a la disposicin de todos en igual medida, sin dar importancia al hecho de que
la mayoria no tuviese en propiedad objetos de valor estimable ni estuviese en situacin de
realizar actividades empresariales. Lo mismo puede decirse de la libertad de contratacin,
esto es. del derecho de cada cual a celebrar los contratos que le sean ms favorables. Este
derecho se concedia por igual al hambriento como al panadero que dispona de la ltima
provisin de pan en una situacin de necesidad; a los parados corno al empresario que dis-
pona de los puestos de trabajo. Al Estado le resultaba indiferente que se burlaran del
hambriento cuando pedia pan a un precio moderado, o del parado cuando reclamaba tra-
bajo en condiciones adecuadas. Ambos tenian el derecho de concertar contratos que les fue-
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sen favorables y a ellos corresponda ver como lo lograban. Esta concepcin liberal de los
derechos fundamentales los convirti en derechos de las minoras dominantes, permitin-
dole desarrollar plenamente su poder social.
45 No otra es la doctrina que considera ejercicio del poder de polica vlido conceder
alos trabajadores remuneraciones que les aseguren un nivel de vida adecuado (art. 14 bis,
Const. Nac.) toda vez que cuando la libertad de contratar entra conflicto la
en con
liber-
tad contra la opresin, sta debe prevalecer sobre aqulla, porque as lo requieren los prin-
cipios que informan un orden social justo" (CSJN, Prtico, 20-V-1960, Fallas, 246343,
cons. 7). Tal doctrina reproduce la opinin del juez Hughes de la Suprema Corte de
EEUU. en West Coast us. Parrish" (300 US 379).
Como destaca Bidart irrefutable que la libertad econmica forma
Campos, parece
parte de la libertad indivisible, es
pero tambin necesario computar la igualdad al lado de
la libertad, para que la libertad econmica no rinda benecios solamente sectarios (Trata-
cit., nota 3, pa'g. 187).
46 Vid. Cassagne, J. C..La Intervencin... cit., pgs. 111, 114 y 120.
47 En rigor el Tratado de la Unin Europea formula el principio de subsidiariedad
derechos (arts. 41, 2do. prr., y 42, 2do. prr.) y al incorporar como obli-
gacin estatal propia la conducente al desarrollo humano (art. 75, inc. 19)
que se agrega a las disposiciones de los artculos 14, 14 bis, 28 y 75, incs.
18, 23 y 32, no parece fcilmente compatible con la denicin de un Estado
subsidiario.
la cual se al Estado
encarga remover los obstculos de orden econmico y
social limitando
que, de hecho la libertad y la igualdad de los ciudadanos,
impidan pleno el
desarrollo de la persona humana y la efectiva participa-
cin en la organizacin poltica, econmica y social del pais.
La Constitucin espaola de 1978 rearma la primaca del valor
constitucional de la dignidad de la persona humana y su consecuencia,
que es el desarrollo integral. En cuanto a la relacin libertad/igualdad, a
grado de desarrollo que recin se insina en estas hojas, que slo pre-
tendieron reunir elementos para construirlas.