Tutorial Del Preceptor I
Tutorial Del Preceptor I
Tutorial Del Preceptor I
El rol de preceptor es un rol DOCENTE. Esto debe quedar bien claro, ya que el preceptor
es DOCENTE, porque est en contacto directo con los alumnos y forma parte de ese
grupo de personas dentro de la institucin educativa que tienen por misin FORMAR
PERSONAS.
Se puede afirmar que la figura del Preceptor ocupa un lugar estratgico dentro del
sistema educativo pues su presencia frente a los alumnos determina una modificacin
en la conducta, en el vnculo de entendimiento con sus pares y en la relacin con los
dems actores de la educacin, contribuyendo as a la educacin integral del mismo.
Todos sabemos que en este momento histrico donde se acenta la tensin poltica, se
ahonda la crisis econmica e ideolgica, aparece naturalizada la violencia y no se ven
salidas claras para nuestras vidas. Pero, donde los valores ticos y morales parecieran
desaparecer, se enciende la luz de la educacin, que como tal debe servir para
encontrar una solucin a los grandes problemas del momento y as proyectarnos un
futuro con nuevos vientos de fe y esperanza y como siempre y sin la menor duda los
preceptores seremos partcipes de ello.
En nuestro sistema educativo del nivel secundario est inserto el cargo de preceptor
que cumple un rol tanto pedaggico (tutora) como una tarea administrativa.
De esta manera puedo afirmar que: "El Auxiliar Docente es la persona que
complementa la labor del Profesor, buscando afirmar los valores morales, la autoestima
y la solidaridad de sus alumnos, logrando de esta manera la educacin integral del
educando"
De esta manera se puede decir que el preceptor complementa la labor del Profesor
pues toma participacin en todas las tareas tanto de carcter administrativo como
pedaggico tutorial frente a los alumnos.
Que afirma los valores morales dado que se ocupa de evaluar constantemente las
acciones de los adolescentes, pues los conoce y pasa mucho tiempo con ellos.
Que afirma la autoestima en tanto que alienta a sus alumnos para que posean mayor
seguridad y aprendan a valorarse y a tomar determinaciones propias sin que nadie los
maneje.
Que logra la educacin integral del educando porque mediante sus procedimientos
complementa los contenidos conceptuales y actitudinales.
El preceptor es la persona que facilita la interaccin del sujeto con el medio para el
logro de saberes socialmente reconocidos
Segn esta ltima definicin Preceptor posibilita actuando como nexo- la interaccin
de los miembros de la comunidad educativa, permitiendo "encuentros educativos", que
son los siguientes:
1. El Preceptor interacta con el Profesor y se establece una estrecha relacin, dado
que estamos a su servicio para todo aquello que necesiten para el desarrollo normal de
sus ctedras, como ser:
e. Solicitamos a los padres que se acerquen a conversar con el profesor cuando ellos lo
solicitan y si advertimos algn problema, y por algn percance o falta de tiempo, y
stos no lo solicitan, nos acercamos a hablar con l o los alumnos y si la situacin lo
requiere lo citamos nosotros.
Los alumnos llegan a confiar tanto en los preceptores que le hacen partcipe de sus
vivencias, experiencias, problemas particulares, familiares, escolares, etc.
Cuando algn alumno necesita algo, sea lo que fuese, recurre a sus preceptores porque
tiene la certeza de que no lo abandonar y lo proteger y siempre estar cuando lo
busque, amn de saber dnde encontrarlo en cada minuto del da escolar.
4. La relacin particular de los preceptores con sus alumnos, se extiende a los padres de
los mismos, dado que ante cualquier inconveniente que se les presenta o informacin
que necesitan, se dirigen en primer lugar y con toda confianza a nosotrosEsto es as,
porque son plenamente conscientes de que somos quienes recepcionan todas las
inquietudes de sus hijos, y que pueden contar con nosotros para darles solucin a
problemas que, a veces ellos no saben cmo enfrentar, porque en una gran cantidad de
ocasiones, sus hijos hablan ms con nosotros que con ellos, dado que en la mayora de
los casos y por razones de trabajo, no pueden estar tantas horas cerca de los chicos
como en realidad quisieran, ni como las que nosotros estamos.
En sntesis:
No es una utopa decir que los integrantes de la comunidad Educativa, para resolver
cualquier problema acuden, antes que a nadie, al preceptor, porque reconoce de hecho
que son quienes posee toda la informacin de los alumnos, tanto en forma individual
como grupal y desde cualquier punto de vista. Encontrando as la veta que posibilitar
la resolucin de distintas situaciones que se presentan al trabajar con adolescentes.
No quiero con todo esto restar importancia a aquellos que ejercen otras funciones
existentes en un establecimiento escolar, pero entiendo que resultara imposible para
un Director, Vicedirector, Profesor o Psicopedagogo, reconocer y relacionarse con la
totalidad del alumnado, dado que en una escuela concurren entre quinientos y mil
alumnos, y nosotros estamos para asistir y atender a una parte de ellos y no a todos,
porque cada uno trabaja en exclusividad para sus cursos y eventualmente con todos los
dems.
Sabemos que muy pocas actividades requieren un contacto humano tan permanente
como en la educacin. Y nuestra tarea es un ejemplo de interrelacin con la comunidad
educativa. Digo esto sin temor a equivocarme, porque nuestra labor se basa en
relaciones esenciales, a saber:
2. Padres con preceptor - consultas, resolucin de problemas, etc. - accin que trata de
sostener el rendimiento y contenerlos, contribuyendo con este aporte a una parte de su
funcin educadora.
3. Profesor con preceptor - apoyo administrativo y pedaggico y nexo con los dems
actores de la educacin, etc. - Mediante el manejo de las documentaciones le permite
tener una versin actualizada del rendimiento del alumno y el hecho de compartir la
jornada con l, realizar una evaluacin de su conducta, datos que son de utilidad para
el dictado de la clase del profesor y la relacin con los alumnos.
ANEXO II Guia 1
LECTURA DEL DOCUMENTO: ADOLESCENCIA PUBERTAD
Ausencia de autocontrol
Mal humor y mala predisposicin para realizar imposiciones del medio exterior
Ideas exaltadas
Muchas de estas caractersticas se podran explicar en base a los duelos que sufre el
adolescente, como consecuencia de los cuales se producen sentimientos de negacin,
resignacin y desafecto. Segn Aberasturi ( ) el adolescente tiene que superar tres
duelos:
i. Duelo por el cuerpo infantil: el adolescente sufre cambios rpidos e importantes
en su cuerpo que a veces llega a sentir como ajenos, extremos, y que lo ubican en un
rol de observador ms que de actor de los mismos.
ii. Duelo por el rol y la identidad infantil: perder su rol de la infancia le obliga al
adolescente a renunciar a la dependencia y a aceptar responsabilidades. La perdida
de la identidad infantil debe reemplazarse por una identidad adulta y en ese
transcurso surgir la angustia que supone la falta de una identidad clara.
iii. Duelo por los padres de la infancia: renunciar a su proyeccin, a sus figuras
idealizadas e ilusorias, aceptar sus debilidades y su envejecimiento.
Adems de los duelos citados est la accin del mundo sobre el adolescente que le
prohbe la accin y lo obliga a refugiarse en la fantasa y la intelectualizacin.
Otra caracterstica particular de los adolescentes es el hecho de formar grupos de pares
y en parte esto se corresponde a un agrupamiento de personas con problemas en
comn y que se agrupan para enfrentar esas circunstancias y defenderse en conjunto.
Aunque en los grupos de pares se pueden dar el caso de actitudes de orden
perturbador que se realizan para lograr la caracterizacin del grupo.
Frente a todo esto esta la educacin, que comprende a un proceso de comunicacin. Y
es con los distintos mtodos de comunicacin ( )y de educacin que se les impone a
los adolescentes, que se obtienen distintos resultados.
Muchas veces se enfrenta a un grupo de adolescentes con autoritarismo y se impone
una emisin de conocimientos por parte de un emisor que es el docente hacia los
adolescentes que actan como receptores pasivos de los que solo se extraen imgenes
que permiten ver como est llegando el mensaje. Un sistema de este tipo no hace ms
que confrontar con las caractersticas de los adolescentes y generarles repulsin y falta
de consideracin a lo que se le ensea. En un modelo de este tipo la pedagoga es
exgena al mismo, el educando es un objeto y la motivacin pasa por premios y
castigos. Totalmente contrario con las intenciones del adolescente que requiere
estimulacin en la participacin, que se estimule la criticidad, que se les escuche y
asuma los conflictos, que el error sea un resultado ms en el camino de bsqueda y que
como valores no se les de a la obediencia, sino a la solidaridad y a la cooperacin. Por lo
que trabajos de grupo, una funcin educativa basada en la accin-reflexin-accin y la
justificacin de la evaluacin basada en la necesidad de evaluar el cumplimiento de
objetivos que al sujeto le van a servir, son alternativas que acercan al educador con el
adolescente educando.
1. Los duelos en la posmodernidad:
Por los padres de la infancia: los padres en la posmodernidad buscan ser jvenes
el mayor tiempo posible, por lo que se alejan de aquella imagen de modelos, a su vez
empiezan a creer que su funcin es apoyar la creatividad y el saber que puedan aportar
en consultas oportuna. Por esto al llegar a la adolescencia el sujeto tiene que estar ms
cerca que nunca de sus padres, no crearse el duelo mencionado. Esto a su vez puede
ser contrarrestado por el hecho que el adolescente comprende y se acerca a sus padres
pero no puede hacer mucho por mejorar su realidad, lo que le puede traer en si
presiones y esta especie de "duelo por la personalidad adquirida".
Por el rol y la identidad infantil: para comprender este duelo y sus modificaciones
producto de la posmodernidad tenemos que aclarar dos conceptos: el yo ideal y la idea
del yo. El yo ideal es omnipotente, no puede esperar para satisfacer sus deseos y no es
capaz de considerar al otro. Los padres primeros y los maestros despus tienen la difcil
tarea de provocar la introyeccin de otra estructura, el ideal del yo, el cual tambin
tiene sus propios valores: esfuerzo, reconocimiento y consideracin hacia el otro, as
como postergacin de los logros. En la sociedad posmoderna los medios divulgan los
valores del yo ideal, es decir all donde estaba el ideal del yo est el yo ideal y hay que
atenerse a las consecuencias. Por lo tanto los valores primitivos de la infancia no se
abandonan, sino que se sostienen socialmente, por lo que parecera no haber duelo
alguno
ANEXO II GUIA 2
Luego de la lectura del documento de apoyo ADOLESCENCIA Y PUBERTAD,
realizar las siguientes actividades:
c) Puesta en comn
ANEXO II GUIA 3
ACTIVIDADES
a) En forma individual se propone realizar una comparacin de lo que fue
la propia adolescencia con la adolescencia que viven los chicos y chicas
que concurren a nuestras escuelas hoy.
MI LA SEMEJANZAS DIFERENCIAS
ASPECTOS A ADOLESCENCIA ADOLESCENCIA
COMPARAR ACTUAL
*jugar al futbol *
Formas de *ver pelculas
Diversin *andar en bici
*ir al boliche
Formas de vestir
y expresarse
Relacin entre
varones y
mujeres
Vivencia de la
sexualidad
Opinin sobre
los adultos
Cosas que
alegran, cosas
que angustian
Otros
Entendiendo aquello que es lo vivido por nuestros jvenes podremos comprender los
mensajes que sus voces (como palabra, como gesto, como conducta, etc.) nos develan.
De esta manera seremos capaces de construir puentes que nos comuniquen.
-Para entender lo que ocurre al adolescente en relacin al sentido que adquiere su vida,
es necesario primero reflexionar sobre el contexto socio cultural que lo rodea y lo
condiciona. Las continuas crisis econmico-sociales que fueron deteriorando la
situacin del pas, especialmente en estos ltimos aos, junto con el grado de violencia
y peligrosidad social del que todos somos vctimas, atraviesan su cotidianeidad,
influenciando significativamente su subjetividad.
Cmo? Marcando, significando el sentido que para ellos adquiere el vivir: el estudiar,
el trabajar, el pensar en su futuro, sus salidas, sus pensamientos, sus miedos, etc. Nada
de estas cuestiones existenciales dejan de estar atravesadas por la realidad socio-
cultural actual.
Actualmente, el adolescente frente a la pregunta de lo que quiere ser, por ejemplo, en
relacin al estudio, encuentra varias contradicciones entre una educacin que, en vez
de ensearle a pensar, razonar, a desarrollar un pensamiento crtico, propio, original,
creativo, le transmite contenidos de manera desarticulada y descontextualizada, que
entra en serie con la variedad y cantidad a la que tiene acceso a travs de Internet y los
distintos medios de comunicacin, y ante la cual se halla solo y falto de herramientas
para procesarla y acomodarlas constructivamente a sus estructuras (reflexionar,
cuestionar, repensar, etc.).
De la misma manera, el pensar en los estudios universitarios adquiere para ellos esta
misma significacin: estudiar no para desarrollar la verdadera vocacin, los intereses y
aptitudes singulares a cada individuo, para disfrutar trabajando de aquello que le causa
verdadera satisfaccin personal, sino para posicionarse mejor en la sociedad. Esto
implicara, no elegir aquella carrera o profesin que responde a sus verdaderos y ms
profundos intereses y motivaciones, sino aquella que le asegure un mejor futuro socio-
econmico, aquella que, segn el imaginario social, tiene mayor salida laboral, mejor
posicionamiento econmico o una supuesta mejor valoracin.
La mayora de los flamantes adolescentes sufren, porque ven que la naturaleza, los
desaloja de su cuerpo de nios sin aviso y el mundo de los adultos est an ajeno y
lejano. Los padres se cuestionan y oscilan entre la angustia y la indulgencia. El estado
de adolescencia se prolonga segn las proyecciones que los jvenes reciben de los
adultos y segn lo que la sociedad les impone como lmite de exploracin.
Los jvenes sienten que algo les est sucediendo, incmodos y preocupados, sienten
intriga y miedo por los impulsos sobre todo en el plano sexual, el cuerpo puede
parecerles prestado, que no est hecho a medida, se enamoran de s mismos y al
mismo tiempo no se cuidan al vestirse o asearse. Niegan su nuevo aspecto, tratan de
hacer como si no existiera. A pesar de la informacin todo ello puede espantarlos.
Otra de las cuestiones que descolocan a los jvenes es que se espera de ellos actitudes
de adulto. Esto los obliga a dejar de refugiarse en su rol de nio y por eso deben
reacomodarse. Les fastidia su nuevo aspecto, pero quisieran volver a su antiguo rol.
Este cambio afecta a los jvenes segn su carcter y educacin.
Es frecuente que los jvenes no puedan verbalizar sus temores, muchos tienden a
aislarse, otros desarrollan sntomas, y si estos miedos no son tomados a tiempo,
pueden generar angustia, ansiedad y depresiones que paralizan y a veces se
transforman en conflictos que arrastrarn de por vida.
Los padres dejan de ser los valores de referencia. Los jvenes se sienten vulnerables,
son sumamente sensibles a las miradas y palabras de los que los rodean y que les
concierne, ms all de su familia.
En este momento de extrema fragilidad, lo que viene de dentro y fuera de sus familias
puede favorecer la expansin y la confianza en s mismos, al igual que el valor para
superar impotencias, o por el contrario puede estimular el desaliento y la frustracin.
No puede abandonar completamente los modelos del medio familiar sin antes disponer
de modelos de relevo. Pero se carece de ritos de paso donde los adultos decreten, no
tienen puntos de referencia claros proporcionados por la sociedad, que les permitan
superar los riesgos, dado que slo se les espera en la otra orilla, por lo tanto en la
actualidad hay cada vez ms adolescentes desesperados que huyen al mundo
imaginario de la droga y el alcohol.
El tiempo del adolescente aparece constantemente salpicado de alegras inmensas y de
penas tan repentinas como pasajeras. Sufre y goza, y su humor oscila continuamente
entre la depresin y la exaltacin.
Ningn joven atraviesa la adolescencia sin tener ideas sobre la muerte, y de que es
preciso que supere a su modo las relaciones infantiles. l vive en forma metafrica el
fantasma del suicidio y de que hay que pensar en acceder a otro nivel.
Hay muchas razones por las que los jvenes pueden zozobrar, los duelos que deben
atravesar en esta crisis vital.
Los padres pierden el lugar absoluto que se les asignaba en otro momento. Las
relaciones con el grupo de pares, la falta de una actividad laboral adecuada, un trabajo
a travs del cual podran recuperar la confianza en s mismos, lo cual puede ser una
promesa de futura liberacin, cuando esto ya no es posible los jvenes se ven
arrastrados a medios ilcitos de ganar dinero y obtener placer.
Esta crisis inquieta a los jvenes, ya que implica ruptura, en muchos casos tratarn de
ocultarla porque remite a angustias muy primitivas. Se vuelve imperioso aliviar el
sufrimiento y la desolacin de forma inmediata. Los jvenes necesitan suturar una
herida abierta que los desgarra, son capaces de dar la vida y la dan. As comienzan las
adicciones.
El recurso de los txicos y en primer lugar el alcohol, es una de las vas de escape. Los
txicos a los cuales los jvenes se hacen adictos representan una seal de alarma, en
este perodo crtico. Lo que se busca es la solucin a los problemas graves de identidad.
Es el esfuerzo de integracin, a todo precio, al mundo de los adultos, ser como todo el
mundo ya que no se puede ser uno mismo.
TRIBUS URBANAS
Tienen una visin negativa de la vida y suelen mostrarse al mundo como pesimistas y
victimas de una sociedad creada pensando ms en el capital y en los intereses privados
que se olvida de las personas y sus verdaderas necesidades.
Atuendo: Peinado engominado cubriendo parte de la cara, piercings, zapatillas
Converse, muequeras, sudaderas con capucha, camisetas ajustadas (generalmente
negras) y calzoncillos a la vista.
Gnero musical preferido: esta cibertribu no tiene gustos musicales tan marcados como
los heavys o los punks que escuchan msica ms concreta
La palabra grunge significa mugre, hace referencia a una esttica desaliada y sucia en
las distorsiones, en las voces y en el en look.
Gnero musical preferido: sus grupos principales son Nirvana, Pearl Jam, Sonic Youth y
Soundgarden
Gnero musical: Tienen grupos propios, pero suelen escuchar heavy metal y otros
gneros parecidos
Tendencias violentas: A pesar de llevar una indumentaria que parece dar a entender
que son una tribu violenta, en realidad no suelen emplear la violencia y son una tribu
pacifica dentro de lo que cabe
Los adolescentes suelen rebelarse ante los padres as como tambin ante las leyes y
normas de disciplina y convencin social. Los cuestionamientos hacia la sociedad
engloban en realidad uno ms abarcativo que tiene que ver con cuestionarse su propia
existencia: quines son?, qu se espera de ellos?, cmo deberan ser?; lo nico que
queda por fuera de estos planteos es el grupo de pertenencia.
El grupo al proporcionar apoyo ejerce una poderosa influencia tanto en las actitudes
como sobre el comportamiento y pensamiento de los jvenes. Puede influenciar
presentando un modelo a seguir o de manera ms directa; generalmente es el miedo al
rechazo, al ridculo y especialmente el miedo a ser diferente lo que asegura que los
miembros de un grupo se atengan a sus normas.
Todo joven necesita un grupo dentro del cual desarrollarse, la adolescencia es una
etapa muy compleja como para atravesarla en soledad. Si bien el grupo de pertenencia
del adolescente una vez terminada esta etapa ir cambiando y el joven continuar
relacionndose con quienes compartan sus ideales y valores; durante la adolescencia el
grupo es una herramienta fundamental para atravesar este momento complicado y
formar su identidad. Paradjicamente ser necesario formar parte de un conjunto, casi
sin distincin entre sus miembros, para que luego se pueda alcanzar una identidad
propia, con matices nicos en cada uno.
La mayora de las personas, cuando hablamos de grupos tenemos una idea sobre a qu
nos referimos. Entendemos, que un grupo, se trata de un agrupamiento de individuos
que en conjunto presentan una dinmica y una forma de relacin que por separado
sera diferente. A su vez sabemos que no basta con agrupar personas para tener un
grupo y que de los diferentes agrupamientos que se hagan saldrn grupos distintos y
cada uno tendr su particularidad.
Por lo general los grupos se forman a partir de intereses o actividades comunes que
realizan sus miembros.
El grupo escolar en muchas representaciones sociales aparece como el lugar natural del
nio o del adolescente. Esta representacin aleja la idea de construccin, de artefacto
diseado para el funcionamiento escolar. Por otro lado excluye otras realidades de
nios y jvenes que no tienen la contencin del marco escolar.
Esta construccin marcar un modo de relacin entre sus miembros en funcin de una
tarea, la tarea escolar, y un agrupamiento por edades que tender a homogenizar
procesos de aprendizaje.
La dinmica, los ritmos, los tiempos, las vivencias del grupo escolar, no podrn leerse al
margen de la institucin que le dio origen.
A su vez la particularidad de la escuela en la que funciona un grupo escolar incidir en
su dinmica. Se suele identificar esa particularidad institucional con el nombre de clima
o cultura institucional, que describe el modo en el que circula en una escuela la idea de
comunicacin, la idea de poder, de autoridad, de participacin, de trabajo, de exigencia
acadmica. La historia de esa escuela, los relatos que sobre ella se traman, las marcas
que ha tenido. En sntesis modos y atributos asignados a la institucin que inciden,
aunque no necesariamente determinan, las caractersticas de sus grupos escolares.
Son momentos donde se pone en juego un universo referencial nuevo, donde los pares
adquieren una resonancia mayscula desplazando as a las personas adultas.
En esta poca se consolidan los lazos grupales sirviendo stos como sostn de los
procesos personales.
Cabe sealar no obstante que este trnsito no tiene un mismo punto de partida ni un
mismo final para todos los adolescentes dependiendo de las condiciones sociales de
cada uno de ellos.
S.Duschastzky y C.Correanos advierten que el modelo escolar aparece como un modelo
normativo y normativizante y deja de lado otras experiencias de adolescentes que
construyen sus trayectorias vitales por fuera de este marco.
Podramos decir que es esperable que el contexto escolar brinde un espacio para el
despliegue y desarrollo de los grupos, que estos encontrarn un motivo explicito de
reunin a partir de la tarea escolar pero que la construccin de ese espacio ser
propicio para la tramitacin de las variadas vivencias de los adolescentes. Es por ello
que las instituciones escolares funcionan (o deberan funcionar) como un espacio
garante para las identificaciones de los sujetos.
Los educadores tenemos que empezar a pensar en encontrar la manera de que la familia y el colegio
trabajen juntos a fin de lograr ayudar a los adolescentes para que comprendan el valor del estudio y del
esfuerzo en pos de conseguir lo que se propongan. Para lograrlo es fundamental el rol de la motivacin,
que los psiclogos definen como la energa que nos mueve a proponernos objetivos y nos ayuda a
lograrlos.
La autoestima y la motivacin para aprender son las resultantes directas de la atencin que los
adolescentes reciben en casa y en el colegio. Educadores y padres deben esforzarse para crear un
ambiente que favorezca el dilogo tanto en el hogar como en la institucin escolar y deben trabajar
juntos para crear las condiciones necesarias para la construccin colectiva del conocimiento,
asumiendo responsabilidades y superando diferencias y expectativas recprocas equivocadas.
Es de vital importancia que los docentes revisen crticamente qu es lo que funciona en la prctica y
qu es lo que ya no sirve pero se sigue haciendo por comodidad o por inercia. De esta forma se podr
ver qu modelo de enseanza podra reemplazar al modelo de institucin tradicional que an
predomina y que resulta anacrnico en la sociedad posmoderna.
Las prcticas pedaggicas deben adecuarse a la poca que nos toca vivir y la escuela debe explotar al
mximo las posibilidades que nos brinda la tecnologa, debemos reconocer que el estudio, y por lo
tanto el proceso de aprendizaje, implica esfuerzo y requiere tiempo y dedicacin individual.
Los adultos nos quejamos de la apata y de la falta de inters de los adolescentes, pero no debemos
olvidar que el colegio es un microcosmo que refleja lo que sucede en la sociedad en la que est
inserta. La costumbre de llegar a obtener lo que se quiere con el mnimo esfuerzo y lo ms rpido
posible se ha enraizado en todos los mbitos y es lgico por lo tanto que tambin lo haya hecho en el
colegio y, especialmente, en la etapa de la Educacin Obligatoria Secundaria.
La escuela ya no se posiciona como el lugar del saber, esto ha quedado para el pasado. sta se ha
convertido en una especie de guardera de adolescentes cuyo nico objetivo es alcanzar la nota de
aprobado de cualquier manera posible (copiando, mintiendo, etc.), siempre que no incluya el esfuerzo
individual que implica estudiar.
Los adolescentes no encuentran el sentido de tener que estudiar cosas que en nada se relacionan con
sus propios intereses y que a su juicio, no les servirn para nada en la vida real, en un futuro que
vislumbran incierto y sin horizontes. Los modelos que se les muestran como exitosos no son los
cientficos, los acadmicos, los esforzados, los perseverantes, los honestos. Por el contrario, triunfan
en la vida el vividor, el que roba, el que traiciona o el que engaa segn vemos en los medios
audiovisuales. Los chicos tienen como modelo a imitar, en palabras de los mismos adolescentes, a
aquel que es joven, tiene dinero y hace lo que quiere.
Por todo lo comentado hasta el momento, la escuela puede se el lugar desde dnde las distintas
visiones del mundo que tenemos adolescentes y adultos se encuentren y dialoguen. La relacin
docente-alumno es por naturaleza asimtrica, y as debe ser, pero hoy la autoridad ya no se impone:
debe construirse da a da por medio del respeto, que es un camino de ida y vuelta.
Comprender la situacin actual exige observar atenta y reflexivamente un mundo exterior a la
institucin escolar que se muestra confuso y desorientado. En ese mundo interactan padres, docentes
y alumnos, con el mercado y los medios de comunicacin ms all de los muros del colegio y sus ecos
resuenan dentro de ella. Es comn ver el desajuste de expectativas entre padres, docentes y alumnos,
que muchas veces contribuye a desacreditar la autoridad y debilitar el rol formador de la escuela.
Por la parte que le corresponde, la didctica intenta entender y dar respuestas vlidas para estos
tiempos de cambio vertiginoso a travs de diversas propuestas pero sabemos que la escuela tiene sus
propios tiempos y que las adaptaciones y los cambios dentro de la institucin son lentos. Ante esta
situacin tan difcil que se da esnecesario que cada institucin cuente con la ayuda de profesionales
idneos en otros campos como la psicologa, el psicoanlisis, la dinmica de grupos, etc.,que orienten a
los alumnos y trabajen colaborando con los docentes, quienes tendrn que adaptarse a los cambios y
aceptar un nuevo rol de perfiles an no muy bien definidos, ya que el contexto en el que vivimos es
nuevo, al igual que muchas actitudes de los alumnos.
De algn modo debemos encontrar la forma de escuchar a los adolescentes; de ayudarlos a reflexionar
crticamente sobre el uso de su tiempo libre, sobre el rol del estudio en sus vidas y sobre la influencia
que sobre ellos tienen estos nuevos agentes de socializacin. Habr que buscar estrategias para llegar
a resultados positivos y destinar tiempo institucional para este fin.
El colegio no puede competir con los modos tecnolgicos que les aportan a los jvenes otro tipo de
saberes a travs de Internet, la comunicacin va chat y los telfono mviles, la inmediatez de la imagen
en la televisin y la msica de moda que llevan a todas partes. Pero s se puede desde la
enseanza abrir un espacio para el dilogo,indagando a cerca de los nuevos contextos socioculturales,
respetndolos y tratando de integrarlos, reconociendo que los productos que promueve el mercado a
velocidad de vrtigo y los medios de comunicacin, son parte muy importante de la vida juvenil y
sacando de ellos el mejor provecho posible.
Del fracaso escolar se culpa, segn los intereses dominantes, al docente, a la institucin, a los jvenes
o a la familia. Pero no debemos olvidar que de esta crisis tambin puede salir la oportunidad de hacer
una institucin atractiva y amigable nuevamente que cumpla con sus fines formativos y no slo
contenga a los jvenes, no debe olvidarse el hecho incontrovertible de que la institucin escolar sigue
cumpliendo el mandato social de transmitir conocimientos y valores. Dar pasos hacia una mejor
enseanza que brinde a los adolescentes una ptima formacin que los prepare para enfrentarse al
mundo complejo, tecnolgico y competitivo en el que viven.
Ana La Passarotto Profesora de Ingls de nivel terciario con amplia experiencia en el dictado de ctedras,
cursos y en la formacin de formadores. Magster en educacin con Orientacin en Gestin por la
Universidadde San Andrs(Argentina),
Las tcnicas de estudio son un conjunto ordenado de acciones que realiza el estudiante para lograr
comprender y memorizar conceptos, principios o hechos de manera permanente. Tras observar la manera de
estudiar de estudiantes que consiguen buenos resultados acadmicos, se han podido establecer las
estrategias ms eficaces. El uso habitual de dichas estrategias permite al estudiante no experimentado
aprovechar mejor sus recursos intelectuales y, por lo tanto, mejorar sus resultados acadmicos.
ADOLESCENTES Y TECNOLOGA
1. El primero gira en torno a lo que estamos viviendo en este tiempo en relacin a las
nuevas tecnologas de la informacin y la comunicacin. Aqu quisiera trabajar sobre el
modo en el cual se estn articulando los cambios de poca.
2. Otra cuestin sobre la que me gustara reflexionar es sobre la televisin. Esta es una
tecnologa que, habindose inventado en la dcada del 30 y 40 del siglo pasado, no ha
dejado de tener importancia. De hecho, creo que sigue teniendo importancia
estratgica para pensarla en la sociedad contempornea, en la cultura y tambin en el
mbito de la educacin. 3. Quisiera terminar este encuentro con algunas apreciaciones
acerca de cmo los jvenes estn atravesados por estas tecnologas. Creo que hay un
cierto consenso en relacin a que buena parte de los cambios culturales que estamos
viviendo hoy tienen que ver con la irrupcin de las nuevas tecnologas de la
informacin y de la comunicacin. Nosotros podemos hacer una entrada no
tecnolgica a estas tecnologas teniendo en cuenta, por ejemplo, el impacto que
tienen en la economa y en el mundo del trabajo, en la organizacin de las instituciones,
en la cultura, en los lenguajes y en esas otras instituciones por las cuales transitamos
habitualmente la mayora de los que estamos aqu: las instituciones educativas. Y creo
que hay que comenzar por hacer este reconocimiento porque el entorno tecnolgico
en el que hoy estamos viviendo, y el modo en el cual estas tecnologas se conectan con
nosotros, no guardan correlacin con lo que suceda hace 20 aos. Hace pocos das fue
el Da del padre. Entonces yo miraba los anuncios de los diarios, porque en las ofertas
se ve claramente qu se debe regalar al padre segn la industria de las empresas; hay
algo del imaginario de qu debe tener un padre hoy. Y mirando las ofertas uno se da
cuenta de que somos padres tecnolgicos. La afeitadora siempre fue un objeto que
todo hijo debera regalarle a su padre, pero ahora aparecieron los televisores de
plasma, las pantallas de computacin, las notebook, nuevos celulares hay una especie
de imaginario de padre tecnolgico. Y si uno presta atencin a los anuncios del Da del
nio, esto es ms agresivo porque la oferta tecnolgica es mucho mayor. Como signo de
una poca, esto nos muestra no slo la omnipresencia de las tecnologas, sino adems
el imaginario, las culturas, lo que despierta las tecnologas en los vnculos sociales. Lo
que podemos ver es cmo se establecen las relaciones sociales a travs de estas
tecnologas y cmo estas forman puentes de conexin absolutamente nuevos y
originales. Estamos en medio de un Big Bang, en plena explosin, y por eso no siempre
es fcil detenernos a reflexionar. Pero yo les propongo que mejor hagamos algunas
reflexiones en el medio de la explosin, porque la explosin sigue. Si ustedes leen la
literatura de principios de los noventa sobre las tecnologas y lo que iba a ser el mundo
tecnolgico del futuro cercano, ao 2001/2010, van a notar cun erradas estaban todas
esas proyecciones. Incluso eran erradas las que hicieron los grandes gures de las
tecnologas como Bill Gates, Negroponte o los investigadores del MIT1 . En realidad lo
que est pasando hoy con las tecnologas es que nadie tena idea de que esto iba a
ocurrir; estamos en medio de un parque tecnolgico y de una aparatologa que era
impensada hace 15 aos. Les propongo hacer el ejercicio al revs y pensar cmo va a
ser la aparatologa de aqu a 15 o 20 aos. Somos capaces de imaginarlo? Ahora, como
nosotros no tenemos una preocupacin ni industrial ni tecnolgica, sino que tenemos
una preocupacin educativa, la pregunta que traigo para que veamos juntos es qu
impacto tiene esto en el mundo que nos incumbe a nosotros, en el que transitamos,
que es el mundo de la educacin. Lo primero que quiero dejar planteado es que este
abordaje no tcnico de las tecnologas, este abordaje cultural, me obliga a pensar que 1
MIT: Siglas del Massachussests Instituto of Tecnology. Instituto de Tecnologa de
Masachusets adems de ser aparatos sobre los cuales hay cierta fascinacin, tambin
implican la aparicin de nuevos lenguajes. Y esos lenguajes suponen aprendizajes de los
cuales muchas veces las escuelas no pueden hacerse cargo. Sin embargo forman parte
del lenguaje de socializacin de los jvenes. La segunda cuestin que aparece y que
recin mencion, son los vnculos sociales. Ustedes saben que en Internet han
proliferado decenas de sitios muy transitados por los jvenes, que tienen que ver con
lugares donde los chicos se encuentran. Surge as un nuevo espacio pblico, un nuevo
lugar de encuentro. Este nuevo espacio de socializacin est en las redes, est dentro
de Internet adems de estar en otros lugares que nosotros tradicionalmente
conocemos. Hay un barrio que no conocemos mucho que son las esquinas de la Web,
las esquinas de Internet donde se encuentran los jvenes, como My Web, Facebook,
Youtube, lugares que a los adultos, nos cuesta entender su cdigo, cmo funcionan. Les
doy un dato de la industria: en este momento la Argentina cuenta aproximadamente
con ocho millones de telfonos fijos, y cincuenta y dos millones de tel- fonos celulares.
Llama la atencin este crecimiento exponencial de los celulares; hay ms aparatos que
poblacin. Esto no quiere decir que cada habitante de Argentina tenga un celular, sino
que hay algunas personas que tienen dos, tres, cuatro celulares. Entonces vemos que la
distribucin de esta nueva tecnologa se est dando de modo muy desigual Claro que
este fenmeno no es local, sino que se est dando en todo el mundo. Esta presencia de
los celulares nos obliga a pensar qu tipo de vnculos sociales establece, qu nuevos
puentes de interaccin propone entre las personas en el mundo del trabajo, en el
mundo de las instituciones, en el mundo de los jvenes. La otra cuestin que quera
plantear es que en realidad todas estas tecnologas, viejas y nuevas (la televisin, el
cine, y ahora se suman la televisin por cable, por Internet, la telefona celular, etc.), se
van redefiniendo segn las de ltima generacin. Un ejemplo: la radio, que es un viejo
medio de comunicacin, est presente en el 100% de los hogares, es decir que en cada
casa hay por lo menos una radio, hay radios en los autos, hay radios en los lugares de
trabajo y hay mucho consumo de radio. Si le preguntamos a la gente si consume radio,
cerca del 90% nos dice que s. Ahora la radio tambin est teniendo cambios
industriales, se estn concentrando, se estn formando cadenas nacionales, y tambin
est sufriendo algunos cambios debido al impacto de nuevas tecnologas. Lostel- fonos
celulares y los equipos MP3 que se estn vendiendo tienen radio, pero slo FM, y esto
marca un cambio que podramos explicar as: como usuario de telfono puedo ser
usuario de radio, pero ya la tecnologa me segment y me quit la vieja AM. Lo que
est sucediendo entonces es que las industrias de AM, estn migrando hacia las salas
de FM. Si ustedes hoy escuchan radio Continental, Mitre, Cadena tres o cualquier otra
de las grandes radios, empiezan a dar una direccin: me encuentra en AM 590 y en FM
105.3. Hay una migracin de las AM a las FM. Y esto es producto de que hay una
tecnologa que les cambia el negocio. Tengamos en cuenta que son empresas, a las
cuales se les est yendo la audiencia. A estas miradas industriales, econmicas y
tecnolgicas a m me gustara agregarles algunas miradas culturales. La otra propuesta
que les traigo es pensar que estas nuevas tecnologas implican que miremos, por
ejemplo, los usos de estas nuevas tecnologas, los nuevos lenguajes que generan, las
distintas formas de apropiacin de estas tecnologas. Por qu propongo esto? Porque
en realidad que exista una tecnologa no quiere decir que cada uno de nosotros haga el
mismo uso de ella. Si yo tuviera que estudiar hoy el fenmeno de Internet, me
interesara en el vnculo que tienen con esa tecnologa los abuelos, la tercera edad. Esto
es interesantsimo. Primero porque estn aprendiendo, es decir, se estn alfabetizando
digitalmente. Y cmo lo hacen? A travs de la escuela? No. La alfabetizacin se la
hacen los nietos. Cuando mi mam, que es una seora grande, me pregunta algo a m,
yo la mando a mi hija. Se est invirtiendo la llamada pirmide de aprendizajes. Por qu
los abuelos se ponen a aprender a usar Internet? Porque saben, intuyen y tienen la
experiencia de que algo de este mundo pasa por ah, y de que algo de la vinculacin de
sus seres queridos pasa por ah. Las migraciones producen mucho esto; los abuelos que
se quedan y los jvenes que migran. Y no slo pasa en la Argentina sino en muchos
pases, y se constituyen en fenmenos culturales que tenemos que estudiar y aprender,
porque este tipo particular de impacto tecnolgico no pas antes en toda la historia de
la humanidad. La manera en la cual hoy se procesan los registros de la telefona, de la
Internet, han cambiado algo de las estticas tambin. Un ejemplo: los medios de
comunicacin, las grandes cadenas de televisin, nos piden que enviemos fotos o que
enviemos lo que grabamos en un evento particular con un celular. Ese fenmeno se da
en primer lugar, porque con esta metodologa las empresas tienen millones de
corresponsales (que somos todos nosotros) que, sin que nos paguen un peso,
registramos algn evento importante, algn accidente. Y ellos lo emiten diciendo
nosotros llegamos primero. Y esto se da en situaciones muy terribles, los pocos
registros que hay de los atentados de subte en Londres, fueron de usuarios que con sus
cmaras y sus celulares los enviaron a los medios. Pero por otro lado, en un siglo en
donde hay una especie de mxima estetizacin de las imgenes, los medios de
comunicacin estn privilegiando y aceptando como vlidas y atractivas las imgenes
ms borrosas y ms rsticas que se pueden sacar, que son estas que sacamos nosotros
con nuestras cmaras. Entonces estn surgiendo nuevas estticas, y en Internet esto se
ve mucho con el tema de la fotografa de los jvenes. Las fotografas que cuelgan los
chicos en sitios como Fotolog.com y en los cientos de sitios similares, no tienen la
misma esttica que nosotros conocemos, que es la que tiene el cine. El cine ha fijado
parmetros de imgenes con las cuales ya nos familiarizamos. Estos impactos tambin
estructuran un cierto imaginario en la sociedad. Estamos en medio de un siglo, el siglo
XXI, en donde lo que hay es proliferacin de imgenes y desconfianza de las imgenes,
las dos cosas juntas. Estamos absolutamente atravesados por una cultura de la imagen
y a la vez nadie le cree nada a una imagen, porque la creencia en que una imagen es el
mejor testimonio, muri el da en que todos nos enteramos que con las imgenes se
puede manipular cualquier cosa. Frente a esta desconfianza en la imagen, sucede que
la foto rstica de un pobre ciudadano aparece mucho ms autntica. Entonces la
autenticidad est ligada a la precariedad y no a la perfeccin de las imgenes. Esto
tambin es un fenmeno absolutamente nuevo, y los jvenes saben que estas
rusticidades forman parte tambin de las estticas de este tiempo. Las fotos que los
jvenes suben a los sitios de Internet, a los miles de sitios de Internet, y a los miles de
videos y fotografas que se suben a esos sitios, estn caracterizadas por la rusticidad y
no por el profesionalismo de las imgenes. Hay entonces un imaginario, una imaginera
nueva y esto se da desde el soporte fsico (fotos y videos) y desde la relacin que
nosotros tenemos con esas imgenes. Las tecnologas de la informtica y la
comunicacin han creado nuevos entornos materiales, nuevos vnculos sociales, nuevas
estticas y nuevos puentes de relacin entre vnculos. Las nuevas tecnologas han
creado tambin una especie de produccin en cadena. Qu quiero decir con esto?
Que toda esta aparatologa ha comenzado a conectarse cada vez ms. El telfono
celular, por ejemplo, debera cambiar de nombre. Nosotros llambamos telfono a ese
aparato que est en nuestras casa, pero los celulares no se caracterizan por sus ventajas
en relacin a la telefona, sino que se usa mucho ms para enviar mensajes de texto,
para escribir, para sacar fotos, para bajar canciones, para navegar en Internet El
celular se transform en un espejo de la convergencia tecnolgica, y lo mismo podemos
decir de las pantallas de Internet, porque ah tambin encontramos una interrelacin,
una fusin con todos los otros medios existentes. Entonces vemos que la industria
acta en cadena y los consumidores tambin actuamos asociando aparatologas. Los
jvenes son especialistas en transitarlas de manera trasversal, de meter todo eso en
una sola cosa, o concebirlo casi como una especie de entorno natural. Nota a pie de
pgina: en realidad la naturalizacin de las tecnologas es una caracterstica de todas las
pocas de la historia, no solo de sta. A nosotros nos llama la atencin cmo los
jvenes naturalizan todo este mundo, pero nosotros tambin naturalizamos mucha
tecnologa. Yo nac con el telfono en mi casa, entonces nunca me hice una pregunta
filosfica acerca del telfono, porque era como una silla, simplemente estaba ah. Nadie
escribe un tratado sobre la silla hogarea, y esto es as porque naturalizamos las
tecnologas. A nosotros, los adultos que no nacimos con este parque tecnolgico nuevo,
nos cuesta entender que los jvenes naturalizaron estas tecnologas, las volvieron
solamente entorno, paisaje, algo con lo cual ellos nacen y se desarrollan. Y como ellos
las naturalizaron, es a nosotros, a los emigrantes a ese mundo, a quienes nos toca
reflexionar sobre estas nuevas tecnologas. Hay otro concepto sobre el cual me gustara
reflexionar, que es el de acceso a las tecnologas. Porque hay polticas sobre el acceso,
porque hay discusiones sobre el acceso, porque hay igualdades en el acceso, etc. Para
usar con ms precisin este concepto, me gustara decir que supone cuatro cosas.
3. Tercera cuestin: tener esas destrezas asociadas con el mundo del trabajo. Y aqu es
la parte que nos compete a nosotros, los que estamos vinculados a la escuela. Para
qu debera preparar la escuela? Tiene que ensearle a un chico a crear un acceso a
un sitio como Facebook, como Snico o como MySpace? Yo creo que no, porque esas
son redes sociales que se las arreglen ellos. Pero todo aquello relacionado con el
mundo del trabajo s debera ser enseado. Entonces la escuela debera garantizar el
acceso a las destrezas que el mundo le requiere a ese joven, a esa persona que
nosotros tenemos que alfabetizar. 4. El ltimo escaln que quiero proponer para pensar
el acceso, es la capacidad que tenemos nosotros para crear y producir en estas nuevas
tecnologas. Yo creo que el acceso es incompleto si no adquirimos ciertos dominios que
nos permitan tambin ser emisores y no slo receptores de lo que nos propone
Internet. Habra que pensar, por ejemplo, qu capacidades tenemos para crear
comunidades de conocimiento, comunidades de aprendizaje, comunidades de
memoria, comunidades de intercambios culturales mutuos, etc. Ver cunta capacidad
tenemos de ser nosotros los que creamos. Esta complejidad del acceso est ligada al
rango etreo; los jvenes tienen una gran predisposicin a conseguir los medios para
acceder, para aprender estos lenguajes, para aprender rpidamente con lo bsico
necesario para manejarse en el mundo del trabajo y tambin a ser creadores. Los
jvenes no son los nicos pero s los mayores creadores de este mundo. Google hoy es
una de las empresas ms valiosas y fue creada por tres chicos en el stano de su casa
en EEUU. Los jvenes siempre estn ah, en esas creaciones, en esos momentos de
innovacin, de invencin, etc. Quiero ahora hacer un salto y plantearles esta misma
problemtica desde otro punto de vista, que es el de los cambios en el hogar, en la
familia. Estos hogares han vivido tambin cambios enormes producto del desembarco
de tecnologas. En los ltimos diez o quince aos ingresaron decenas de tecnologas en
nuestros hogares. Nuestras casas se cablearon, se llenaron de aparatos, con ms o
menos calidad y seguramente con una distribucin desigual entre ellas. Pero todos los
hogares tienen cada vez ms tecnologas, desde los ms pobres hasta los ms ricos. Las
investigaciones que realizamos muestran como los sectores de menos ingresos estn
ms dispuestos a gastar en tecnologa que los sectores con ingresos ms altos. Esto no
quiere decir que gasten ms en trminos absolutos, sino que destinan un porcentaje
ms alto de sus ingresos a la adquisicin de tecnologa. Para decirlo mal y pronto: los
plasmas estn en las casas de los ms ricos, sin ninguna duda, pero la proporcin de
ingresos que invierten los sectores menos pudientes es mayor como proporcin que la
que invierten los ms ricos. O sea que los sectores de menores ingresos estn muy
dispuestos a invertir en el acceso a un parque hogareo de televisor, DVD, cmaras
digitales, telefona, cable o satlite, se han tecnologizado bastante y continan
tecnologizndose bastante. Entonces, la tecnologizacin de los hogares es un fenmeno
que se da en toda la sociedad, de manera desigual, pero que atraviesa toda la sociedad.
Este fenmeno ha hecho que cambie la estructura de poder dentro del hogar. Las casas
tienen hoy una geografa distinta a la que tenan hace veinte o treinta aos. Con
geografas quiero decir espacios en los que se ubican las cosas dentro del hogar, las
luchas por el poder dentro del hogar, dnde va la computadora, dnde est el televisor,
quin es el que tiene en su cajn la cmara digital. Y si hay un adolescente o un joven,
va a querer todo y pelear como si fuera la tercera guerra mundial por todo y se sentir
excluido y luchar contra el poder paterno si no tiene todo, absolutamente todo
Bueno, esas luchas se dirimen dentro de las paredes donde vivimos, y son luchas que
nos enfrentan al dilema de cmo administrar todo esto. Yo creo que la administracin
(cultural, no material), es un dilema que llega a la escuela pero que se plantea en
primer lugar en la familia, que nos llega al aula pero est en los hogares. Y nos enfrenta
a la pregunta sobre qu hacer con las tecnologas. Desde hace muchos aos yo trabajo
en el tema de televisin, y en muchas discusiones, docentes y padres preguntaban
cunto hay que dejar a un nio ver televisin. La respuesta es que no hay medida, sino
que implica una administracin compleja, una negociacin. Los hogares estn viviendo
un fenmeno asociado a esto que es la personalizacin de los aparatos. Cuando yo nac,
en mi casa no haba televisin. Con los aos se compr el primer televisor, y fue un
evento social: venan a verlo los amigos, los vecinos, los parientes. El televisor se puso
en el living; y se administraba desde el poder de mi padre y mi madre desde el living,
era un televisor comunitario y lo fue as durante muchos aos. Pero ahora hay una
tendencia a la personalizacin, en los telfonos celulares, que es un caso muy claro, en
las cmaras digitales, pero los televisores tambin. Una encuesta realizada en todo el
pas, aplicada a todos los estratos sociales dio como resultado que hay un promedio de
2 televisores y medio por hogar. Esto no quiere decir que todos los hogares tengan
televisin: hay hogares que no tienen ningn televisor pero tambin hay hogares que
tienen cuatro o cinco, y aqu se ve la tendencia a la personalizacin de esos aparatos
que antes parecan comunitarios. La ltima cosa que quiero sealar con el tema de los
hogares es que esto de las personalizaciones nos obliga a preguntarnos cules son los
momentos, o espacios familiares y cules son aquellos que empiezan a quedar
arrinconados a consumos personalizados. Hay un autor francs, que se llama
Dominique Wolton, que analiz los vnculos entre los modelos familiares y la grilla de
programacin de la televisin. En los aos 60 o 70, en los hogares haba una nica
televisin, y un solo canal para toda la familia. Entonces la programacin estaba
pensada para la familia. El televisor apareci y se instal y se program pensando que
al medioda la familia almorzaba junta, entonces haba programas como los almuerzos
de Mirtha Legrand (que cumpli ya 40 aos); que por la tarde la seora se quedaba
haciendo tareas de hogar, entonces all se instalaron programas como Util- sima o
como las telenovelas; que los chicos volvan de la escuela y tenan dibujos animados;
que de noche el seor volva de trabajar, entonces haba un noticiero para adultos y se
terminaba la televisin. La estructura del ritmo familiar tuvo mucho que ver con la
programacin de la televisin. Ahora ya no queda nada de todo esto, empezando por
esta estructura familiar, que es lo principal. La mujer trabaja y el hombre trabaja; el
hombre est desocupado y est en su casa; la madre vive sola con sus chicos o el padre
con sus chicos; la madre y el padre, y los chicos por otro lado; se des-estructur la
familia de los aos 60, se des-estructur la familia para la cual la televisin cre un
proyecto. Entonces, qu sucede? Cada miembro de la familia no slo quiere tener un
aparato, sino que cada uno quiere tener su propia programacin. Y esto no es tener
slo un canal, sino tener todos los canales disponibles y hacer su propia navegacin, su
propio recorrido. En estas encuestas que mencionbamos antes, realizada en todo el
pas y en todos los sectores sociales, preguntbamos en qu momento del da se ve
ms televisin en familia. Y la respuesta es que se ve ms tele en familia a la hora de la
cena. Es decir, est prendido el televisor mientras se cena. Yo les propongo dos miradas,
dos ejercicios de interpretacin. Uno, el apocalptico: cmo puede ser que cuando la
familia se sienta a cenar, que es uno de los pocos momentos familiares que tenemos
todos, est encendido el televisor, esta es la versin apocalptica Pero una versin, una
mirada integrada, podra decirnos: si el televisor no estuviera prendido, estara la
familia toda reunida alrededor del televisor? Es para pensarlo. Siguiendo con el tema
de la televisin, me gustara hacer un par de reflexiones, algunas hiptesis sobre la
televisin hoy.
La socializacin tecnolgica: los jvenes mediticos que recibe la escuela Licenciado en Sociologa y graduado
en la cole des Hautes tudes en Sciences Sociales de la Universidad de Pars donde obtuvo la Maestra en
Sociologa. Se desempea como Director del rea Comunicacin de la Facultad Latinoamericana de Ciencias
Sociales (FLACSO - Sede Argentina). Es Profesor Titular de Sociologa Poltica en la Universidad de Buenos Aires
(UBA) y Director del Posgrado Internacional Gestin y Poltica en Cultura y Comunicacin de la FLACSO.
Asimismo se desempea como Miembro del Comit Acadmico de la Maestra en Periodismo del Grupo Clarn y
la Universidad de San Andrs (Argentina). Dirige y ha publicado tres tomos de la investigacin sobre Consumos
Culturales en Argentina (2004-2007) Forma parte del Directorio de Educ.ar, el portal educativo del Ministerio
de Educacin, Ciencia y Tecnologa de la Nacin
Las horas que pasan los adolescentes en internet - sobre todo en redes sociales tipo Tuenti o Facebook - no son
en absoluto tan peligrosas como empiezan a pintarlas algunos medios de comunicacin ni una prdida de
tiempo como insisten en sealar desde generaciones anteriores. Interesante echarle un vistazo a un estudio
realizado por la MacArthur Foundation (va NYT), analizando a 800 jvenes en Estados Unidos durante tres
aos.
La conclusin del estudio es que el tiempo empleado por los adolescentes en redes sociales no slo no es una
prdida de tiempo, sino que resulta valioso en trminos de cultivar habilidades sociales y tcnicas. Seala dos
tipos de interaccin con medios digitales: uno motivado por mantener el contacto con los amigos durante todo
el da (que por aqu hemos llamado la bsqueda de lo relevante en el plano personal) y por otro el motivado
por otros intereses que implican el acceso a contenidos y comunidades centradas en una temtica (la bsqueda
del contenido de calidad).
Todava hay quien se escandaliza porque el adolescente medio emplea su tiempo en Tuenti y no accediendo a
"contenidos de calidad" creados por medios de comunicacin, entonando a continuacin la tpica cancin "esta
juventud se pierde". Por un lado, es algo completamente lgico: lo que ofrecen los servicios de redes sociales
en internet como Facebook y Tuenti es mantener el contacto con el grupo, la pandilla: comentar la fiesta de
ayer, saber lo que anda haciendo esa persona que tanto le interesa, las fotos y comentarios de los ltimos
das... todo mucho ms cercano a su rea de intereses personales que el mejor contenido editorial que desde
cualquier medio se pueda construir.
Por otro lado, lo que este estudio apunta es algo que cualquier adolescente nos podra explicar, los servicios de
redes sociales ayudan a socializar de una manera muy similar que otras experiencias en grupo. Gestionar la
imagen personal dentro del grupo, aceptar y procesar el feedback proporcionado por los contactos ante sus
conductas o la bsqueda y perfeccionamiento de formas de expresin personal son algunas de las habilidades
sociales que potencian los servicios de redes sociales, que no sustituyen las relaciones "del mundo real" en
forma de "segunda vida" (como he ledo recientemente a ms de uno) sino que extienden y complementan a
las mismas.
Adolescentes y redes sociales es una mezcla que no resulta ni tan peligrosa ni tan carente de valor como se
insiste en pintarla desde anlisis superficiales y alarmistas. Incluso para quienes estamos ya crecidos suponen
una herramienta valiosa siempre que est bien gestionada: si en el servicio elegido est la gente que realmente
te importa, entonces aportar mucho valor, si los contactos no son amigos reales... pues aporta mucho ruido.
Tuenti o Facebook, incluso Twitter son una apuesta por intentar ofrecer al usuario lo que le es relevante desde
el punto de vista personal, entendiendo internet no slo como una plataforma de publicacin sino tambin de
comunicacin de lo personal. Como todo, pasarn y en algunos aos aparecern otras nuevas estrellas de la
red (o ellas evolucionen lo suficiente para evitarlo), pero la necesidad que cubren seguir ah.
Los adolescentes y las redes sociales Del patio del colegio a la Red desde la habitacin
Las redes sociales, con ms ventajas que inconvenientes, suponen una revolucin de la comunicacin entre los
ms jvenes
Son muchos los padres que afirman conocer el significados de algunas de las palabras ms utilizadas por sus
hijos, como 'tuenti', 'myspace', 'livespaces' o 'facebook'. Sin embargo, cuando se les pregunta por su significado
se limitan a responder de forma vaga que "es algo relacionado con Internet". Todos estos trminos hacen
referencia a nombres de redes sociales muy populares y en las que los jvenes participan de forma activa. Esta
prctica refleja el cambio de hbitos que han experimentado los adolescentes en los ltimos aos: ya no se
pelean por ver la televisin en el saln, discuten por la pantalla de su ordenador y, a poder ser, en la intimidad
de su cuarto. Con el telfono se cumple el mismo patrn: ya no se puede decir que los jvenes pasen las tardes
enganchados al aparato, sino que controlan la comunicacin con todas sus amistades a travs de Internet y
mediante determinados servicios conocidos como redes sociales.
Qu hace mi hijo adolescente toda la tarde frente al ordenador?
Lo ms comn es mantener la comunicacin que ha iniciado a medioda en el patio del colegio, slo que de un
modo diferente. La relacin en las redes sociales no es tan intensa en el plano fsico como la presencial (se
pueden ver, pero no tocar), aunque ofrece cientos de maneras de comunicarse sin la necesidad fsica de verse
frente a frente: vdeo, audio, voz, imagen, texto, juegos... Esta frmula no es exclusiva para los amigos del
colegio, del lugar de veraneo o la discoteca; hay miles de adolescentes ms de todos los rincones del mundo en
Internet con los que pueden establecer este tipo de relaciones virtuales. Para el adolescente, la red social es
una prolongacin de su mundo, del grupo donde se siente comprendido y con el que se identifica.
El primer objetivo del adolescente cuando entra y se inscribe en uno de estos servicios es conformar su pgina
personal y crear as su identidad virtual. En esta pgina 'colgar' fotografas con su imagen y la de sus amigos,
incluir los vdeos que le gusten, los enlaces a sus sitios de la Red favoritos, las canciones que ms escucha y
contar sus experiencias y pensamientos. A partir de ah, se encontrar con amigos virtuales con los que
interactuar y ampliar su espectro comunicativo.
Es normal que muchos padres quieran saber qu hacen sus hijos en estas redes, en qu consisten y con quines
hablan. Con el fin de que este inters no sea calificado por los hijos como una intromission, conviene
preguntarles a ellos directamente y que les inviten a observar alguna de sus charlas, siempre con cautela y
respeto. En caso de que se nieguen, no es recomendable, ni necesario, usar el ordenador filial para ver la
pgina personal del joven y lo que all escribe. Conviene entrar desde otro terminal a la pgina general de la red
social y, desde all, navegar por las pginas de sus miembros para ver su diseo y los contenidos que muestran.
En el caso de que se trate de redes cerradas a las que no se tenga acceso, se puede contactar con los padres de
algunos amigos cuyos hijos se comunican mediante este sistema con el fin de conocer qu hacen en estas
redes. Pero ante todo no hay que obsesionarse, tampoco se tiene un conocimiento exhaustivo de lo que hacen
los jvenes en cada momento cuando va a las discotecas y no por ello se les prohbe ir.
Aunque se han dado algunos casos en que las redes juveniles se han utilizado con fines deshonestos por parte
de adultos, stos han sido muy minoritarios. Adems, estos servicios cuentan con un estricto control de la
privacidad y de los contenidos que se publican para evitar que se expongan mensajes perniciosos o que
vulneren los derechos del menor. Los lmites de edad, los botones de aviso de contenidos molestos y las
clusulas de responsabilidad son frecuentes.
Por lo general, la influencia de las redes en sus usuarios es muy positiva. En primer lugar, porque les familiariza
de un modo ldico con unas tecnologas que sern en unos aos sus principales herramientas laborales.
Tambin porque las redes sociales suponen una segunda oportunidad para los jvenes que en el mundo
exterior no logran comunicarse con su entorno: en las redes, el joven tmido, con dificultades de relacin o que
tiene problemas para encontrar a personas de inters en su ambiente puede comunicarse a su manera, sin
complejos y para un pblico mucho ms amplio.
Otra de las grandes ventajas de las redes es su carcter colaborativo. Sus jvenes comparten contenidos de
manera constante y, de ese modo, tambin conocimientos. Incluso se pasan apuntes de clase y se consultan
dudas. Es decir, aprenden a estudiar y trabajar en equipo, cualidad muy valorada en las empresas. Por tanto,
estas redes, lejos de aislarles, socializan todava ms a los jvenes.
BULLYING
Por Daniel Korinfeld
Dicen que un fantasma recorre las escuelas, es el fantasma del Bullying e insisten que lleg para
quedarse. En verdad por momentos se cree verlo en todas partes, en ms ocasiones de las que
correspondera nombrar lo que acontece con ese nombre. Si durante cierto tiempo evitamos referirnos a
esta categora fue en el intento de no otorgarle una consistencia mayor. Impulsado por su constante
presencia en numerosos medios de comunicacin parece haberse instalado cmodamente en las
escuelas. Muchos tips, pocas preguntas y menos cuestionamientos, situacin que nos lleva a seguir
pensndolo.
Si bien la nocin de Bullying vendra a nombrar especficamente las situaciones de acoso, amenaza,
hostigamiento y otras formas de maltrato verbal, fsico o psicolgico que se da entre nios/as y
adolescentes de forma sistemtica y repetida, podramos pensar que el modo en el que se ha
implantado y su generalizacin designa un campo mayor de cuestiones y problemas. Podemos decir
que Bullying es hoy uno de los nombres del malestar en las instituciones educativas.
Por momentos parecera que se trata de una problemtica con rasgos epidmicos algunos autores as
lo caracterizan- una suerte de enfermedad o mal social que se propaga irremediablemente y que emerge
en cada una de las escuelas de un modo irrefrenable.
El tema forzosamente nos conduce a nuestra propia experiencia escolar y automticamente intentamos
comparar aquel otro tiempo con ste. Buscamos explicarnos lo que sucede, considerar sus
caractersticas y ponderar la gravedad de los hechos actuales, los resultados de esa exploracin en la
memoria suelen llevarnos a minimizar y naturalizar el estado de la situacin o por el contrario la
comparacin pueden conducirnos a acordar con la idea de que su presentacin actual no solo tiene
caractersticas diferentes sino que es de una escala mucho mayor. Esta comparacin puede que sea
inevitable, de hecho es uno de los recursos que usamos los adultos para ubicarnos y tomar posicin ante
las cuestiones que se nos presentan en el encuentro con los nios/as y los adolescentes, pero como en
otras temticas ese recurso es tan ineludible como improductivo si termina siendo la va principal y
exclusiva de nuestros anlisis. Es cierto que nos recuerda que algunos aspectos en las modalidades de
subjetivacin atraviesan las diversas experiencias generacionales, pero lo que efectivamente nos
interesa son precisamente las formas y los sentidos que retoma y renueva en las actuales condiciones
culturales, sociales e institucionales. Como refiere Agamben, ser contemporneo es una relacin
singular con el propio tiempo, capaz de adherir a ste y al mismo tiempo tomar distancia.
Se escriba en una nota reciente, (.) el bullying se instal como una palabra que no necesita ser
explicada () para nosotros,(1) no slo es una palabra que necesita ser discutida, cuestionada y en
cierta medida desinstalada si queremos abordar mejor los sufrimientos subjetivos e institucionales que
se ponen en juego.
El nombre de un malestar
Cuando decimos que expresa un malestar nos referimos a aquello que Freud ubic como desajuste
estructural en lo que construimos como cultura y aquello que no cierra en el funcionamiento y la vida
cotidiana de las instituciones. Las tensiones entre las lgicas institucionales y las subjetivas. Lo
imposible de las prcticas educativas, la constante insuficiencia de sus resultados, que en la actualidad
se encarna tambin en todo aquello que no deja de sorprendernos por lo inesperado, por lo extremo o
por su insistencia sin resolucin o transformacin. Y se dice y se vive: las nuevas subjetividades
hacen crujir las viejas institucionalidades. Silvia Bleichmar (2005) dira que se trata de un sobre
malestar o malestar sobrante, circunstancias sobreagregadas de las condiciones de poca que llevan a
la resignacin de aspectos medulares de la posicin subjetiva y la funcin institucional.
Podemos pensar el efecto bullyng, la representacin y vivencia de una epidemia como una
formacin que lo que pone en evidencia ms all de una especificidad es la inespecificidad de un
malestar. Como mascaron de proa, como punta del iceberg nos conduce a un conjunto interrelacionado
pero no homogneo de problemticas que persisten, que adquieren nuevos rostros, que cambian sus
nombres. Pero tambin decamos nuevas problemticas que irrumpen, situaciones para las cuales no
tenemos an las palabras para definirlas, comprenderlas, aceptarlas, nombrarlas y por tanto, modos de
tratarlas y repertorios de accin para afrontarlas.
En ocasiones un nombre puede condensar transitoriamente el incremento del malestar y los
sufrimientos concomitantes. Si al inicio lo llamamos fantasma no solo fue por jugar con aquella frase
legendaria que agitaba aires revolucionarios en los albores del siglo veinte; apuntamos crticamente a
una dimensin imaginaria que supone, imagina una entidad -psico-sociopatolgica?- consistente y
definida, con una proyeccin de pandemia estremecedora. Crueldad infantojuvenil desatada, rasgo que
podra estar incrementndose en la poblacin y que nos sume en el desconcierto y nos indica la
impotencia para darle tratamiento a aquello que irrumpe con la marca de lo inevitable y lo intratable.
Una amenaza, una verdadera amenaza latente.
Condensa las problemticas de convivencia institucional que incluyen otras situaciones de violencia y
un conjunto de interrogantes, de impensados e informulados, cuestiones que an no logran pensarse
ni formularse como problemas institucionales y subjetivos- en estrecha relacin con las vacilaciones y
contradicciones, con las ambigedades y ambivalencias de la posicin que los adultos toman.
Decimos que el bullying parece expresar un conjunto de problemas que encuentran un nombre que los
condensa, ni es cualquier problema ni cualquier nombre y podemos conjeturar algunas de sus mltiples
razones as como las operaciones que facilitan su implantacin.
Es claro que cuando analizamos una situacin de acoso u hostigamiento siempre estn operando
cuestiones subjetivas, las marcas, huellas y rasgos de las identificaciones y desidentificaciones de cada
uno/a de los que all estn involucrados. Nos resulta ms sencillo y evidente registrar las debilidades y
fragilidades de quienes son objeto de crueldad; requiere otra elaboracin reconocerlo en quienes la
cometen o en la mayora que ms o menos silenciosamente oficia de espectadores ms o menos
participantes.
Hay all en el marco de las prcticas institucionales tambin un lugar para una interaccin posible con
esas formas de sancin grupal, intervenciones necesarias que ponen freno a alguna de los modos de
crueldad entre pares.
Los movimientos de identificacin-desidentificacin y subjetivacin se producen en una
contemporaneidad de intensas transformaciones interrelacionadas: cambios culturales impulsados por
la tecnociencia que producen mutaciones en formas y contenidos (2) , el impacto de la
espectacularizacin que propician gran parte de los medios de comunicacin, los efectos performativos
de la nominacin como Bullying. Todo ello en un contexto que podemos llamar de mercantilizacin
indefinida como bien lo defini Alicia Stolkiner (2013).
Exclusin, segregacin, violencias en un grupo entonces resuenan de un modo particular. Su dimensin
poltica y social no nos puede resultar extraa cuando hemos registrado los efectos que la entronizacin
del Mercado y el Ideal del Individuo- ha generado en nuestras sociedades y la concomitante erosin
de la ley y las instituciones, los ideales individualizantes que disemina y los daos colaterales que
genera, un tipo de lazo social que en el mejor de los casos las instituciones educativas se pueden
proponer resistir pero no pueden obviar. Esa modalidad de lazo social supone excluidos, subraya
superioridades y capacidades adaptativas, porta ms o menos visible el ideal del superviviente que
triunfa, triunfo tan ilusorio como frgil y efmero.
EL TALLER
La palabra TALLER proviene del francs atelier que significa estudio, obrador, obraje.
El taller requiere de una decisin personal ms que de normas impuestas. No debe ser una imposicin, como
tampoco puede improvisarse.
El taller se constituye en una experiencia social en la medida que los participantes interactan entre s en torno
a una tarea especfica. Dicha experiencia modifica el rol pasivo a un rol protagnico en el aprendizaje. El sujeto
participa del grupo para vivir un proceso colectivo de conocimientos tendiente a la comprensin global de la
realidad. De esa manera el proceso de conocimiento es asumido por el grupo, el que cuenta con una
coordinacin de carcter operativo y que favorece la democracia grupal.
La vivencia puede entenderse como el primer paso en el cual se implementarn ciertas tcnicas disparadoras
con el objetivo de romper el hielo y movilizar algunas estructuras cognitivas en relacin al tema que se trate.
Esta vivencia puede desarrollarse progresivamente desde un escaso compromiso intelectual-afectivo, hasta un
momento de alto grado de compromiso. Ello depender del tipo de grupo, del grado de confianza e integracin
de los miembros del mismo.
El tiempo-espacio para la reflexin es tan rico como el anterior. En l se repiensa acerca del cmo se sinti la
experiencia y qu ideas aporta, desde ese pensar, cada integrante, con lo cual se van hilvanando distintos
contenidos ms emocionales que conceptuales, en relacin con las tcnicas disparadoras. Estos contenidos se
dejan en suspenso hasta la siguiente etapa, en la que se busca articular aqul hacer con el sentir para producir
nuevas hiptesis que llevarn a la sntesis y conceptualizacin final.
Es necesario destacar que todo aprendizaje parte de una experiencia previa y de una red de interacciones, que
en el Taller se ponen de manifiesto, mostrando una acuarela de fragmentos que es preciso integrar. Por lo tanto
el Taller puede convertirse en un lugar de vnculos, de participacin, donde se desarrollan distintos estilos de
comunicacin y, por ende, un lugar de produccin social de objetos, hechos y conocimientos.
En el taller confluyen prcticamente, el mtodo y la tcnica, es decir, una metodologa que, como tal, exige la
relacin lgica entre los objetivos, los contenidos en que se plasman los objetivos, los mtodos con los cuales
se lleva adelante el proceso de generacin y apropiacin de contenidos, al mismo tiempo se deben tener en
cuenta las tcnicas o instrumentos que se requieren para generar acciones de cambio tendientes a los objetivos
planteados en la planificacin.
El espacio del Taller se inicia con la presentacin de un problema, a partir del cual se da un proceso de
desestructuracin, de reconstruccin, para llegar a travs de los pasos sucesivos a una nueva estructuracin.
Proceso ste, dialctico por naturaleza, que nos permitir ir de la accin a la reflexin y a una nueva
conceptualizacin, resultado de la dinmica que se produce en el Taller.
La dinmica de la cual hablamos, en tanto grupal, va generando un proceso educativo, un aprendizaje, pero al
mismo tiempo, efectos teraputicos por cuanto aparecen conflictos personales intrasubjetivos que se ponen en
juego durante la experiencia y que es posible visualizarlos a la luz de la explicitacin, en un mbito de
comunicacin y confianza que se facilita en el taller y que ayuda a pensar y a co-pensar con el otro.
En definitiva, el Taller es un nuevo camino con alternativas pedaggicas que estimulan el aprendizaje, las
intersubjetividades, la creatividad, en busca de la aprobacin del objeto de conocimiento. Pero, cmo se
planifica un Taller para lograr la eficacia, eficiencia y efectividad
Cada taller necesita una programacin pertinente y previsible. No es cuestin de improvisar a partir del uso de
determinadas tcnicas, sino por el contrario tener en cuenta algunas variables fundamentales.
En relacin a los pasos previos al desarrollo de cualquier actividad, es fundamental tener presente:
1- Conocimiento de las personas que formarn parte del taller. Si es un grupo conocido; si algunos integrantes
se conocen y otros no; qu caractersticas tienen esas personas; son miembros de una comunidad barrial, de
una escuela, son profesionales, tcnicos, docentes, padres, adolescentes, embarazadas, etc.
2- Conocer cul es la demanda del grupo, en otras palabras, cul es la necesidad. Diferenciar entre necesidades
personales, grupales, comunitarias o institucionales. Esclarecer concretamente tal necesidad para enfocar la
tarea profesionalmente. Descubrir si esa demanda tiene relacin con algn programa nacional, provincial, zonal
o local, para mantener la coherencia.
3- A partir de especificar bien la demanda, elaborar objetivos de alcance concreto, si es posible, factibles de
lograr en el taller o disparadores para analizar en un corto plazo.
4- En coherencia con la demanda y los objetivos, planificar el nmero de encuentros que sern necesarios para
cumplimentar la tarea. Muchas veces se solicita un taller, pensando errneamente que de esa manera se
producirn los grandes cambios y naturalmente que esto no ocurre, lo que deja una cuota de frustracin
importante como para rever la situacin.
5- Quin va a oficiar de Coordinador; aqu es importante analizar cul es su capacidad, su experiencia, su grado
de compromiso, su habilidad para tomar decisiones en relacin a la necesidad del grupo o la Institucin.
6- A veces, teniendo en cuenta los puntos anteriores, se pierde de vista la relevancia del tiempo y el espacio
fsico, y entonces, la tarea se suspende por no haber previsto este tema. Es otra de las cosas que puede generar
sensacin de fracaso. No lo olvide.
7- Algo muy importante. No dejar librado al azar el tema de los recursos, y los materiales. Es parte de la
infraestructura educativa. Muchas veces, en pleno taller, nos damos cuenta que nos olvidamos de algunas
herramientas imprescindibles y tenemos que modificar toda una planificacin sobre la marcha. Esto no es serio
y responde a una falta de responsabilidad con toda la tarea.
8- Por ltimo, para muchos talleres es fundamental contar con material bibliogrfico adicional ya que los
participantes, a travs del taller, descubren otros conocimientos y sienten avidez por este tipo de material.
Para planificar el Taller propiamente dicho tenemos que pensar en el / los OBJETIVO / S.
Los objetivos pueden definirse como conductas deseables a alcanzar en un tiempo determinado y a las que se
procura llegar a travs de acciones previstas y por medio de recursos efectivos. Las acciones hacen referencia a
todo movimiento consciente o inconsciente que realiza todo ser humano o grupo social.
Los objetivos, una vez planteados, facilitan la seleccin de actividades y de recursos y el trabajo en equipo.
Adems permiten la identificacin de las condiciones que deben darse para que se produzca el cambio
esperado y, al mismo tiempo, la autoevaluacin del sujeto o grupo con el que se est trabajando. Deben estar
expresados claramente, en forma precisa, y en lo posible, en positivo.
Que estn formulados para poder alcanzarlos y no que sean tan difciles como para no lograr el cambio
deseado. Otra de las condiciones es que los mismos estn planteados en funcin de los sujetos que deberan
modificar su comportamiento.
Si los objetivos estn pensados en conductas a lograr, sin tener en cuenta un contenido, estn mal formulados,
por cuanto yo puedo decir que la conducta esperada es que las personas puedan describir, pero si no le agrego
el contenido de la descripcin, el objetivo est inconcluso.
Debera decirse: Que las personas puedan describir las caractersticas del proceso grupal, por ejemplo o que
las personas puedan observar la dinmica interna de la organizacin.
La tcnica de formulacin de objetivos operacionales, como los enunciados, posee cuatro elementos
fundamentales: conducta, contenido, condicin y rendimiento.
La conducta siempre se piensa a partir de lo que el sujeto de aprendizaje debe hacer y se formula con un verbo:
organizar, informar, realizar, etc.
El contenido manifiesta qu cosa debe relacionarse con el comportamiento observable, por ejemplo, los del
prrafo anterior.
La condicin se refiere a las reglas del juego para ser evaluado; por ejemplo, describir... en una fotografa,
debatir... en grupo, etc. y el rendimiento mnimo se refiere a la cantidad del logro deseado, por ejemplo,
describir cuatro caractersticas..., programar dos talleres..., etc.
En funcin del objetivo, reflexiono internamente desde la propia experiencia de participante, acerca del
disparador ms apropiado para el primer momento del taller, que es el espacio para la vivencia.
Cuando digo vivencia estoy pensando en alguna actividad que promueva la movilizacin del pensar a partir del
sentir. Estas actividades, tcnicas disparadoras, deben ser las ms cercanas para ese grupo y lo sern en la
medida que no se pierda de vista las personas que lo integran y sus caractersticas.
Ejemplo: en un grupo que se rene por primera vez, es necesario, en el inicio del taller, plantear claramente el
encuadre de la tarea, aludiendo con ello, a una pequea introduccin para armar un clima que nos permita
evaluar, en esta instancia, cmo estn las personas, qu grado de flexibilidad tienen, cules son sus
expectativas, es decir, que le permita al coordinador elaborar algunas hiptesis diagnsticas para llevar
adelante su trabajo. El encuadre y luego la presentacin de los participantes, ayudan a romper el hielo y
empezar un nivel de comunicacin ms distendido, posibilitando una mayor escucha de los otros.
En un grupo que ya viene compartiendo una tarea, en el inicio hay que contemplar las redes de identificacin y
el juego de roles que se pone de manifiesto, investigando, al mismo tiempo, esa historia grupal que puede
favorecer u obstaculizar el proceso. Por lo tanto va a haber que cuidar mucho el tipo de tcnicas que se van a
proponer.
Es muy importante estar atento y con amplia escucha en este momento de la vivencia, que puede ser
dialogada, jugada con diversos materiales o dramatizada, para poder reflexionar despus de la experiencia. Este
es el segundo momento del taller. En esa reflexin aparecen pensamientos, generalmente profundos acerca del
sentir. Comienza aqu una red de ideas que se van entrelazando y constituye la base de nuevos conocimientos
producidos a travs del interjuego de relaciones de los distintos integrantes, de las ideologas subyacentes, de
las necesidades compartidas.
Si el coordinador pudo ir enlazando las ideas, conceptos, pensamientos, en el ltimo momento, se
conceptualiza, se realiza la sntesis de contenidos grupales. Muchas veces, he visto coordinadores que se
quedan en la pura reflexin y as las personas del grupo se van con un grado de frustracin, con sensacin de
haber perdido el tiempo. Cuidado, de lo que se trata es de implementar estrategias pedaggicas alternativas
que no reproduzcan los viejos modelos tradicionales, donde la ltima palabra la tiene el docente.
El cuarto momento es el de la evaluacin, y muchas veces este espacio se pierde por falta de planificacin o por
mal uso del tiempo dedicado al taller.
No por ser el ltimo paso deja de tener importancia tanto para los participantes como para el coordinador o el
equipo de coordinacin. Los primeros necesitan hacer un recuento de lo vivido y explicitarlo, no slo a nivel de
experiencias positivas, sino tambin las negativas. Es un espacio para la catarsis y al mismo tiempo para
escuchar el anlisis del coordinador en relacin al rendimiento del grupo.
Los que coordinan necesitan recibir una devolucin de las vivencias del grupo, sobre todo para ratificar o
rectificar el modelo del taller y de esa manera encontrar nuevos aprendizajes.
Es muy importante dejar un espacio para la evaluacin conceptual, emocional y reflexiva, ya que ella ser el
punto de enlace con las siguientes reuniones, si las hubiera o para dejar una impronta que permita
reencontrarnos en otra oportunidad.
3-CMO ES LA RELACIN CON LOS PADRES DE SUS ALUMNOS? DE QUE FORMA LA ENRIQUECE?
LA LOGRA?
5- UTILIZA LAS HORAS LIBRES PARA ESTE FIN? TIENE ESTRATEGIAS PREPARADAS PARA TRABAJAR
DENTRO DEL AULA? DESCRBALAS
10 -EN ALGN MOMENTO ALGUNO DE SUS ALUMNOS LE CONTO SOBRE, ABUSO, VIOLENCIA
FAMILIAR, U OTROS PROBLEMAS? Cmo ACTU?