Ecologia Acustica y Educacional
Ecologia Acustica y Educacional
Ecologia Acustica y Educacional
FICHA I:
Sonamos cada vez ms o escuchamos cada vez menos?
Qu es? me dijo
Qu es qu? le pregunt
Eso, el ruido ese
Es el silencio........... Luvina Juan Rulfo
Luego de las dos Guerras Mundiales del siglo pasado, cuando el mundo tuvo que
reconstruir su rostro, entr frontalmente en una nueva era expresiva. Un quiebre coincidente con la
mitad del siglo se haba producido; de los escombros no slo haba que reconstruir casas, generar
trabajo o producir pan para comer, sino que tambin haba que reaprender a oir despus de los
ruidos de metralla, caones, bombas, aviones, llantos ahogados, gemidos, dolor; ruidos nocivos,
ruidos malignos, ruidos significativos de destruccin; ruidos que nacan del altoparlante del
dictador, que traan la nada, el silencio de muerte, la decepcin, la fragilidad de la vida.
Otra Era Snica se avecinaba. Haba que construir un nuevo paisaje sonoro para la vida
despus de la guerra.
Paralelamente, la revolucin industrial y la invasin del espacio planetario lograda por el
hombre aviador, tecnolgico y cosmopolita, tambin aportaron nuevas sonoridades.
Los avances de la ciencia, la fsica y los medios masivos de comunicacin, incorporaron
realidades sonoras que, importadas desde las fbricas, los medios de locomocin, la televisin
satelital o la radio con antenas parablicas, llegaron a nuestras casas, se introdujeron en nuestra vida
cotidiana y se mezclaron con nuestras conversaciones y el ruido de platos y cubiertos mientras
comamos.
La era de los sonidos espaciales, de los amplificadores para la comunicacin de masas, de
los shows musicales hiperamplificados, gener nuevas maneras de oir, que modificaron nuestros
gustos y hbitos sonoros. Una nueva esttica sonora haba nacido, y no precisamente al servicio de
la buena escucha.
Primer principio para un ideario : los espacios sonoros amplificados deben respetar el espacio
individual.
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Fragmento de la conferencia El compositor y su entorno en Latinoamrica. ENEAC/94. FEM
Sin embargo existen an en nuestro habitat, culturas que conservan formas de vida ms
naturales, con reservas snicas de profunda envergadura y de significativa presencia que,
descubrindolas, valorizndolas, llevan sin interferencia a una forma de encuentro con la identidad
personal, regional y nacional. Para preservarlas y reconocerlas, es necesario crear polticas que
permitan ampliar la oferta de servicios al usuario, construyendo centros de atraccin del paisajismo
sonoro, los cuales, transformados en bienes de valor, tiendan al mejoramiento de la calidad de vida
del hombre comn.
Construir Reservas Snicas Naturales recuperando y preservando los sonidos del entorno,
puede ser uno de los objetivos esenciales de las polticas educativas nacionales de cualquier pas del
mundo.
La Ecologa Acstica es una ciencia que estudia la relacin de los seres vivos con su
medioambiente snico y se ocupa de la preservacin y defensa de ello, por lo que postula un
concepto de validez ecolgica : el sonido del entorno es un bien que sirve al sujeto que lo recibe.
Hoy en da el hombre, a la luz de sus enfermedades, est comenzando a comprender el
deterioro que sufre. El progreso en la mayora de sus campos de accin, lo llev de alguna manera a
un des-progreso. Olvid sus emociones, su calidad espiritual, su integracin armnica con los otros
seres de la naturaleza. Su medioambiente dej de ser paulatinamente el sol, el aire y sus energas
positivas naturales fueron reemplazadas por elementos orgnicos ficticios que generaron su nuevo
confort.
La luz elctrica, el aire acondicionado, los productos qumicos con sabor natural,
dominaron el avance en el siglo XX. Se olvid paulatinamente el olor, el gusto, el tacto, la visin, y
tambin el odo natural. Pero......como la naturaleza es sabia, ahora estamos buscando
desesperadamente en los recuerdos, en las prcticas obsesivas de gimnasia bioenergtica, en los
paseos de week-end, en los tratamientos de salud bo-energtica, en el descanso, esas sensaciones.
El odo histrico de nuestros recuerdos, puede recuperar los sonidos que ennoblecen la vida
como el del dilogo a media voz, la risa clara, el canto del pjaro, el agua corriendo, la brisa, el
ladrido del perro, la palabra amable de un reencuentro. Podra tambin defenderse de la
contaminacin creando paisajes sonoros saludables y evitando los ruidos inaudibles de las mquinas
en las fbricas, del motor de los autobuses, de los restaurants atiborrados de gente, de los formatos
comunicacionales a gritos de los medios de comunicacin. Se trata en definitiva, de recordar
para identificar, caracterizar y reformar para recuperar los sonidos de pertenencia.
De esta frmula puede nacer el concepto de identidad, tan aorado y poco alcanzado en
especial en pases en va de desarrollo.
El presente anlisis, conlleva tambin objetivos interdisciplinarios, ya que se inserta en una
sociedad con hbitos mltiples y que debe resolver sus problemas con la participacin, la mirada, la
ptica de muchos y con variados intereses y de distintos estratos y roles sociales.
Ya no alcanza con que el investigador en su laboratorio o el explorador interesado en la
problemtica, provean informacin, descubran causas, propongan planes de accin. Es necesario y
fundamental, lograr la inclusin y el compromiso de la familia, los legisladores, la escuela, las
organizaciones no gubernamentales, los programas de turismo, los programas de salud, los
comunicadores. Es necesario crear polticas educativas discutidas y aprobadas por todos ellos, a
partir de las herramientas de accin que le compete a cada mbito de los mencionados. Incluso, es
necesario poner de moda el tema, y hasta convertirlo en camino para la expresin de diferentes
campos artsticos y recreacionales.
Cuarto principio para un ideario: la sociedad del presente milenio necesita programar la
Ecologa Acstica como proyecto gubernamental, para gubernamental y no gubernamental.
La Ecologa Acstica desde su lugar cientfico, puede ayudar a recuperar la pureza del odo,
limpiarlo de interferencias y sensibilizarlo para que la nueva orquesta sea el universo tal como
define R. Murray Schafer.
El educador y compositor canadiense R. Murray Schafer desarroll el New Soundscape
Proyect (Proyecto del nuevo paisaje sonoro) en la Simon Fraser University, en la dcada de los
sesenta del siglo pasado, constituyndose en el primer estudio sistemtico e interdisciplinario
referido a la educacin sonora ambiental, que se nutri de los aportes de la fsica, la acstica, la
comunicacin, la ecologa y la msica.
Los sonidos del hbitat tienen un ciclo de vida inmutable: nacen con un ataque, se
prolongan durante un determinado tiempo y finalmente se extinguen. La Ecologa Acstica es la
ciencia que se ocupa de evidenciar sus fuentes, cuantificarlas, observar sus balances y proporciones.
En este campo de anlisis, tambin entra el silencio, fuente inmanente del sonido y razn de
ser del mismo. Cuando un sonido irrumpe el silencio, se produce algo as como cuando un trazo de
color se instala en el blanco de la tela del pintor. Cada timbre y calidad de sonido es percibido en
ese marco, como un color diferente porque se produce un efecto de perspectiva similar al del paisaje
visual. Un sonido muy fuerte se percibe como cercano, mientras que un sonido muy dbil es casi
imperceptible y aparece como lejano, como fundindose en el horizonte.
Nuestro espacio sonoro cotidiano est invadido por mquinas de todo tipo por lo que muy
poco espacio queda para el silencio. Sin embargo en la antigedad, se utilizaban instrumentos
musicales como los clavicordios que producan en las salas de concierto sonidos muy tenues, que
sin embargo podan ser escuchados porque las ejecuciones tenan lugar en un mbito arquitectnico
adecuado, y porque no imperaba la moda del sonido fuerte.
En cambio, el medioambiente sonoro actual es artificial. El micrfono aumenta y embellece
nuestra voz, al punto que se torna una atractiva tentacin y se vuelve imprescindible para cualquier
conferenciante, as est a pocos metros de su pblico. Porqu? Simplemente porque el sonido
pequeo, el natural, es despreciado por el gusto actual. Pareciera que lo nico que interesa es el
sonido jerarquizado por un aparato amplificador. Sin embargo, el vuelo de una paloma, la brisa, la
voz de un nio o el pisotear en la hierba, tambin son sonidos merecedores de nuestra audicin
atenta y valorativa
A partir de esta desfiguracin de los sonidos del habitat (tanto naturales como concretos2)
por los medios de amplificacin y por la costumbre de escuchar solo aquello que sobresale por
intensidad (volumen alto), el hombre conteporneo y a diferencia del de la antigedad - ha ido
perdiendo sensibilidad auditiva, dado que su capacidad de audicin no es solo fisiolgica sino
tambin psicolgica. Esto es, no mediando una intencin de oir, no se oye, o se oye menos. Por
tanto, si la cultura donde el hombre se desarrolla no tiende hacia la sensibilidad auditiva, el rango
de audibilidad se achica, sectoriza y hasta deforma.
Esta tendencia al uso de sistemas de refuerzo electrnico, responde a pautas culturales que
definen nuestra relacin con los sonidos.
Quinto principio para un ideario: la sociedad del siglo XXI debiera desarrollar y compartir
un sentido de alerta como estrategia auto-defensiva de los excesos sonoros.
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Entendemos por sonidos concretos aquellos que son producidos por el hombre o por los elementos que el
hombre fabrica
FICHA II:
Contaminacin acstica
La gran cloaca del sonido en el futuro ser el cielo
R. Murray Schafer
La contaminacin acstica constituye hoy uno de los males del fin de siglo ya que soportar
el ruido constante de una gran ciudad, puede provocar irritabilidad en el carcter, jaqueca y hasta
problemas cardiovasculares, digestivos y neurolgicos.
La contaminacin es definida por el diccionario como radiacin peligrosa emitida por una
sustancia maculada por impurezas.3
Los vocablos que conforman la definicin resultan pertinentes para la contaminacin
sonora; radiacin, el sonido se propaga e irradia por el aire sin que podamos neutralizar su
percepcin (en esto se diferencia de la percepcin visual en la que contamos con la estrategia de
cerrar los ojos); peligrosa, la convivencia con la polucin sonora es biolgicamente daina ;
emitida por una fuente maculada por impurezas, en sentido general puede considerarse que los
emisores de sonido que se han tornado habituales en nuestro habitat son francamente impuros.
Faltara a la definicin aludir a la penosa mixtura a la que el ser humano est expuesto ya que
algunos sonidos podran no resultar polutos si se escucharan aislados.
Uno de los problemas de la actualidad es el valor agregado de la confluencia de fuentes
insalubres. Por ello las medidas restrictivas para la polucin sonora deben trascender el anlisis de
un emisor per se. Hace falta analizarlo como un factor que agregado a otros configura polucin.
La exposicin a ruidos intensos por tanto, causa prdidas auditivas que son a veces
temporarias y a veces definitivas.
El ruido puede provocar tambin alteraciones durante el sueo, como despertar a quien ya
est dormido, impedir dormirse a quien lo desea o penetrar en el sueo con pesadillas.
Desde hace aos se realizan experiencias con el ruido y el sueo, usando EECG
(electroencefalograma mapeado), TACM (tomografa axial computada y mejorada, inyeccin de
sustancias de contraste radiactivas y seguimiento por reas, etc. En relacin con el sistema nervioso.
Los trastornos del sueo por ruido comienzan a tener efectos ms marcados a partir de los
35 dB (A). Ya 40 dB(A) un 5% de las personas expuestas se despiertan y a 70 dB(A) las
probabilidades aumentan hasta 30% aproximadamente. Las perturbaciones del sueo son en un 10%
con 40 dB(A) y del 60% con 70dB(A). Claro que no todas las personas son igualmente susceptibles
en su sueo respecto al ruido. Esto vara de acuerdo a la edad (los nios y los ancianos son ms
sensibles), el sexo (las mujeres son menos tolerantes), la raza, la formacin de hbitos, la cultura, el
estado fisiolgico, el uso de medicamentos, el estado salud/enfermedad. La adaptacin se produce
solamente cuando los estmulos sonoros son de baja intensidad. Sin embargo se ha verificado
adaptacin a ruidos relativamente intensos en personas viviendo en las cercanas de viaductos
ferroviarios o autopista; si bien el nivel estara situado en los 35 dB(A) hay quienes podran tolerar
algo ms.
En situacin de stress
Bajo condiciones especiales de estmulos sonoros intensos, en el eje endocrino-nervioso del
hipotlamo (parte profunda del encfalo) con la hipfisis y la glndula suprarrenal, se libera el
ACTH (hormona adrenocorticotrfica suprarrenal) y otras hormonas importantes como las
catecolaminas, tambin se liberan en la mdula suprarrenal. Estas hormonas del stress son
importantes porque pueden medirse, ya sea en la sangre o en la orina.
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Diccionario Enciclopdico Planeta
Se observa tambin que la exposicin a ms de 70 dB(A) afecta al sistema simptico del
sistema nervioso autnomo ocasionando esta liberacin de adrenalina y otros mediadores qumicos,
pudiendo registrarse midriasis (aumento del dimetro) de la pupila, taquicardia (disminucin y
alteracin de la capacidad conductiva elctrica de la piel). Tambin se observan por el stress,
impactos a nivel digestivo y hasta lceras gastroduodenales.
Efectos audiolgicos
Existen incrementos temporarios (prdida reversible) e incrementos permanentes (prdida
irreversible ) del umbral de audibilidad. El incremento temporario est relacionado con el nivel de
presin acstica del ruido (a mayor nivel en dB, mayor incremento del umbral ), con la frecuencia
y el espectro del mismo ( cuanto mayor sea la frecuencia, hasta 6.000 hz, mayor ser el incremento)
y con el patrn temporal del ruido ( los ruidos intermitentes producen menos prdidas temporarias
que los continuos.
Observamos que la sensibilidad auditiva se recupera totalmente recin 48 hs. despus de la
supresin de la fuente de ruido. Si una persona reactiva dicha fuente a las 8 hs. de haberla apagado,
su umbral ser 10 dB mayor que el normal, obligndolo a aumentar 10 dB la potencia de la fuente
acstica: su odo ver multiplicada por diez la energa recibida. Este proceso se realimenta varias
veces hasta alcanzar niveles capaces de provocar daos no reversibles.
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Basso. Fragmento de Conferencia de ENEAC/94
El conocimiento que poseemos del incremento permanente del umbral de audibilidad, se
basa en estudios realizados en industrias y en experimentos con animales. De ellos se desprende que
existe una relacin aproximadamente lineal entre las prdidas de sensibilidad y el nivel sonoro de la
exposicin por encima de los 80 dB (A).
Efectos fisiolgicos
Adems de los efectos sobre el sentido de la audicin, el ruido produce trastornos
fisiolgicos que se manifiestan como cambios en el control de los msculos voluntarios, en la
transmisin nerviosa a los msculos autnomos y en el comportamiento del sistema simptico que,
a travs de las catecolaminas ( especialmente la adrenalina ) regula gran cantidad de funciones
fisiolgicas.
Los efectos de corta duracin se manifiestan en la forma de vasoconstriccin, aumento del
ritmo cardaco, aumento del ritmo respiratorio, etc. Los efectos de larga duracin provocan
respuestas nerviosas y hormonales que pueden configurar un cuadro de stress generalizado. Esta
situacin provoca, en determinados individuos, cuadros de gastritis, lceras, cefaleas, asma,
hipertensin arterial, etc.
Si bien no se puede decir que el stress urbano est causado nicamente por la
contaminacin acstica, se la debe considerar como una de las causas del mismo y, segn la
susceptibilidad de cada persona, como una de las causas ms importantes. Es especialmente
relevante el deterioro de las condiciones del descanso nocturno en las grandes ciudades.
A modo de ejemplo se puede citar un estudio realizado en Francia en 1988, en el que se
muestra que trabajadores textiles sometidos durante cinco aos a un nivel de presin sonora de 95
dB (A), desarrollaron un porcentaje mucho mayor de hipertensin arterial y de patologas cardacas
que los operarios de la misma fbrica con ocupacin en reas tranquilas.
Efectos psicolgicos
Es en el campo psicolgico donde las variaciones de sensibilidad individual frente al ruido
se muestran mayores.
En la literatura especializada se considera incmodo un ruido cuando un grupo de personas
expuestas trata de reducirlo o de abandonar el rea afectada. En general, el ruido incrementa la
excitacin general del sistema nervioso y tiene varias consecuencias como:
-estimular la concentracin sobre ciertas fuentes de informacin o tareas primarias en detrimento de
otras secundarias.
-mejorar la memoria intencional pero empeorar la incidental.
-ser positivo para la ejecucin de tareas montonas, en tanto sea usado a niveles moderados.
-ser nocivo cuando es intenso pues aumenta la intolerancia y la agresividad social.
Basso propone tambin imaginar dos escenarios acsticos contrapuestos:
Entre los hbitos ms comunes entre los jvenes de la actualidad se encuentra el uso de los
walkman; estos aparatos de difusin musical comparten el primer puesto para la investigacin en
materia de sordera como mal emergente ya que son de uso masivo y continuo, a veces durante la
mayor parte del da como fondo musical para estudiar, recrearse, viajar, etc.
El nivel sonoro de un walkman puede alcanzar los 115 decibeles, siendo solo 80 el mximo
nivel aconsejable para la audicin. Sin embargo, el dao que causa la superacin de la media en
decibeles, no tiene solo que ver con la cantidad sino con la duracin o permanencia de los mismos.
Esto es, no solo daa un nivel alto de volumen de audicin, sino tambin la cantidad de tiempo
ininterrumpido que se consuma. Superar los 80 decibeles por ms de una hora seguida asegura la
sordera parcial. Se produce una especie de anestesia por lo cual lo audible deja de serlo.
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Basso. Fragmento de Conferencia en el ENEAC/94
La exposicin continua a ruidos o sonidos no deseados, provoca tambin distorsiones en loa
hbitos esttico-sonoros, porque si aceptamos con naturalidad que durante un da de calor el ruido
del aire acondicionado, por ejemplo, nos acompae por muchas horas, el paisaje sonoro se ir
contaminando y modificando imperceptiblemente, al punto que dejaremos de orlo de manera
conciente.
El basurero del ruido acumular sonidos descartables y arrumbados en el inconsciente
provocando, sin duda, la prdida de sensibilidad para degustar microsonidos, tanto naturales, como
concretos o musicales. No importar la calidad del sonido que suene, sino que simplemente no se
tendr capacidad para identificar tanto un sonido bueno como un sonido malo. Nos hemos
olvidado tanto de las fuerzas comparativas entre las distintas fuentes que en la sala de una casa por
ejemplo, se oyen con igual sonoridad las grabaciones de una guitarra y de una orquesta sinfnica
completa. Para superar el ruido de fondo de las ciudades comprimimos la intensidad hacia niveles
cada vez ms altos en las casas generando una suerte de autismo acstico que nos asla del entorno
y de los otros. El ruido polariza la atencin hacia una tarea en detrimento de las dems, potenciando
el aislamiento caracterstico de la sociedad posindustrial.
Como conclusin podramos decir que el paso hacia la prevencin de los efectos nocivos
del ruido en una poblacin dada, es el establecimiento de lmites de exposicin seguros y
aceptables. Por cierto no es tarea fcil porque la cuantificacin de un fenmeno tan complejo dentro
de una nica escala, debe promediar gran cantidad de situaciones distintas, incorporando la
dispersin de las respuestas de los individuos frente al mismo estmulo. No basta con aplicar
normas restrictivas.
Otra formar aconsejable de prevencin es la de detectar la susceptibilidad sonora de un
individuo a travs de la examinacin audiomtrica. Este examen cuya toma se aconseja anual -
es posible realizarlo en la mayora de los hospitales pblicos en forma gratuita.
El dao para la audicin es generalmente un proceso lento, insidioso, inaparente e indoloro.
Por eso mismo debemos prevenir antes que curar.
La resea precedente fundamenta la eleccin del
Sexto principio para un ideario: la sociedad actual necesita darse cuenta de los efectos dainos
del ruido y generar programas de salud diseados para tratar este mal.