Protección Constitucional de Los Compañeros Permanentes Del Mismo Sexo (Mauricio Albarracín Caballero)
Protección Constitucional de Los Compañeros Permanentes Del Mismo Sexo (Mauricio Albarracín Caballero)
Protección Constitucional de Los Compañeros Permanentes Del Mismo Sexo (Mauricio Albarracín Caballero)
“La lucha es el trabajo eterno del derecho. Si es una verdad decir: ganarás tu
pan con el sudor de tu frente, no lo es menos añadir también: solamente luchando
alcanzarás tu derecho. Desde el momento en que el derecho no está dispuesto a
luchar, se sacrifica; así podemos aplicarle la sentencia del poeta:
Es la última palabra de la sabiduría
Que sólo merece la libertad y la vida,
El que cada día sabe conquistarla”
Rudolph von Ihering2
La demanda contra la ley 54 de 1990 que condujo a la sentencia C-075 de 2007 tenía un
objetivo inicial muy claro: lograr la igualdad de derechos de las parejas del mismo sexo
en relación con la unión marital de hecho y todos los derechos y obligaciones de los
compañeros permanentes heterosexuales. No obstante, la Corte Constitucional decidió
abordar los derechos de de estas parejas en cada ámbito de regulación que los ciudadanos
pusieran a consideración. De hecho, la sentencia C-075 de 2007 fue presentada como un
pronunciamiento donde se reconocían derechos patrimoniales a las parejas del mismo
sexo. Las declaraciones e interpretaciones iniciales sobre este fallo indicaban que se
trataba de un avance importante para las parejas homosexuales, pero restringido a los
derechos patrimoniales. Esta forma de leer el precedente – privilegiada por sectores
conservadores – generaba muchas preguntas: en particular surgía una que tiene origen en
la estructura misma de la ley 54 de 1990, ¿cómo pueden las parejas del mismo sexo tener
derechos patrimoniales sin previamente constituirse una unión marital de hecho, y sus
integrantes no denominarse compañeros permanentes?
1
Agradezco a Juan Camilo Rivera su apoyo en la elaboración de este artículo.
2
Von Ihering Rudolph, La lucha por el derecho, Madrid, Editorial Civitas, 1995, p 136.
3
La idea de narrativa de progreso es tomada del trabajo de Julieta Lemaitre. Ver Lemaitre Julieta, “Los
Derechos de los homosexuales y la Corte Constitucional: (casi) una narrativa de progreso”, en Hacia un
nuevo derecho constitucional, Bogotá, Facultad de Derecho/Universidad de los Andes, 2005, pp. 181-217.
Por otra parte, es importante aclarar que este artículo analiza el precedente a partir de las sentencias de la
Corte Constitucional. No obstante, esta forma de abordar los derechos de las parejas del mismo sexo es sólo
una parte de una narrativa de lucha social, cultural y política del movimiento colombiano de lesbianas,
jurídico de las parejas del mismo sexo en Colombia”. Por tanto se describirá y analizará
la línea jurisprudencial posterior a la C-075 de 2007, sobre la protección constitucional de
los compañeros permanentes del mismo sexo. Para cumplir este objetivo se describirá
cada uno de los pronunciamientos y se mostrarán cuáles fueron los elementos
significativos de cada uno. Teniendo en cuenta lo anterior el texto se dividirá en seis
partes. En la primera parte, se analizará la sentencia C-811 de 2007, en la cual se
reconoció el derecho de afiliación en salud de los compañeros permanentes del mismo
sexo. Seguidamente, en la segunda parte se abordará el pronunciamiento de la Corte que
garantizó el derecho a la pensión de sobreviviente para los compañeros permanentes del
mismo sexo, la sentencia C-336 de 2008. Posteriormente, se hará referencia a sentencias
de tutela, T-856 de 2007 y T-1241 de 2008, proferidas por salas de revisión de la Corte
Constitucional en las cuales se profundizó y aclaró el precedente en torno a la protección
de la seguridad social de las parejas del mismo sexo. En la cuarta parte, se analiza la
sentencia C-798 de 2008, en la cual la Corte reconoció las obligaciones alimentarias entre
compañeros permanentes del mismo sexo. Luego en la quinta parte, se reseña la reciente
sentencia de la Corte Constitucional sobre la materia, C-029 de 2009, en la cual se
amplían los derechos y obligaciones de las parejas del mismo sexo, en distintos ámbitos
de regulación contenidos en 26 leyes. Finalmente, se plantea una reflexión sobre los usos
de estas sentencias analizadas.
La Corte analizó integralmente el contenido normativo del artículo 163 de la ley 100 de
1993, en el cual se establece la definición de los integrantes del grupo familiar,
beneficiarios de la afiliación en salud al régimen contributivo. Consideró el tribunal
gays, bisexuales y transgeneristas en los últimos años. Por esta razón, cada argumento constitucional que se
expresa en este precedente tuvo un correlato en la arena política y social. Por diversas razones, en este
artículo sólo se mostrará el derecho constitucional desde los textos de las sentencias, sin perder de vista que
son indispensables ejercicios de etnografía constitucional, que cómo lo afirma César Rodríguez, a
propósito del trabajo sobre el litigio de despenalización del aborto de Tatiana Alfonso e Isabel Cristina
Jaramillo, contribuyen “pensar críticamente el potencial emancipador y las limitaciones del litigio de
derechos humanos y el activismo judicial en América Latina y otras partes del mundo”. Ver Jaramillo
Isabel Cristina y Alfonso Tatiana, Mujeres, cortes y medios: la reforma judicial del aborto, Bogotá,
Universidad de los Andes/Siglo del Hombre Editores, 2008. Otros trabajos como el de Alejandra Azuero
han analizado con novedosas metodologías el funcionamiento de la Corte, ver Azuero Alejandra, “Redes de
diálogo judicial trasnacional: Una aproximación empírica al caso de la Corte Constitucional” en Revista de
Derecho Público 22, Bogotá, Universidad de los Andes - Facultad de Derecho, Febrero de 2009.
4
Magistrado ponente Marco Gerardo Monroy Cabra.
constitucional que los demandantes acusaban de una omisión legislativa relativa la
protección exclusiva de la familia y la no inclusión en esta protección de la pareja
conformada por personas del mismo sexo. Por tanto el problema jurídico que la Corte se
planteó para resolver la demanda fue: ¿viola los derechos constitucionales de los
miembros de las parejas homosexuales una disposición que no los reconoce como
beneficiarios del régimen contributivo de seguridad social en salud? El anterior
interrogante fue resuelto por la Corte de manera afirmativa, con el principal argumento
que la norma demandada establecía un palpable déficit de protección de las parejas del
mismo sexo, por cuanto las excluía de un beneficio del régimen contributivo de seguridad
social y se amparaba tan sólo en la orientación sexual de los integrantes de la pareja.
Para llegar a esta conclusión, la Corte recordó su extenso e importante precedente sobre
la protección constitucional de la orientación sexual5, la cual se encuentra protegida por
el derecho a la libre opción sexual y por la prohibición de discriminación en razón de la
orientación sexual. La Corte hizo una alusión explicita y extensa a la sentencia C-075 de
2007, así como a los argumentos que la sustentan, para afirmar que existe un mandato
constitucional de protección de las parejas del mismo sexo, que se desprende del
principio de dignidad humana (preámbulo y Art. 1º CP) y de autonomía personal (Art. 16
CP). La Corte tuvo en cuenta los elementos estructurales del precedente establecido en la
sentencia C-075 de 2007, la cual es hito y referente para resolver el problema jurídico
abordado en la referida sentencia. La Corte recordó que ese fallo se fundó en las
siguientes razones:
5
Consultar portal legal de la organización Colombia Diversa, disponible en www.colombiadiversa.org.
Última consulta 15 de febrero de 2009.
Para la Corte, los criterios establecidos en la sentencia C-075 de 2007 constituyen el
“marco conceptual que determina el alcance actual de los derechos de las parejas del
mismo sexo”, y que los criterios doctrinarios “marcan la perspectiva actual en el
tratamiento jurídico del tema”. Esto confirma que la sentencia C-075 de 2007 tuvo un
impacto muy amplio en protección de las parejas del mismo sexo, en la medida en que
estableció la doctrina del mínimo de protección obligatorio para estas parejas. Pero la
Corte en la sentencia C-811 de 2007 va más lejos al establecer que el déficit de
protección puede presentarse de forma más grave cuando involucra otros derechos
fundamentales, como ocurre en este caso, con el derecho a la salud y a la seguridad
social.
Adicionalmente, esta sentencia plantea con claridad que la causa directa de la exclusión
de la afiliación en salud es la orientación sexual de los integrantes de la pareja, lo cual
vulnera el derecho a la igualdad (Art. 13 CP) y a la dignidad humana (preámbulo y Art.
1º CP) de las personas homosexuales. De esta manera, la Corte hace uso directo de
disposiciones del derecho internacional6, especialmente del artículo 24 de la Convención
6
La Corte Constitucional se inscribe dentro de la tendencia de los tribunales internos a utilizar argumentos
y criterios del derecho internacional como fundamento de sus decisiones. Así lo ha hecho la Corte en
decisiones relevantes relacionadas con la despenalización del aborto (sentencia C-355 de 2006, MM. PP.:
Clara Inés Vargas Hernández y Jaime Araujo Rentería); derecho a la consulta previa de los pueblos
indígenas y afrodescendientes (sentencia C-030 de 2008, M.P.: Rodrigo Escobar Gil); derecho
internacional humanitario (sentencia C-291 de 2007, M. P.: Manuel José Cepeda Espinosa); declaratorias
de estados de excepción (sentencia C-070 de 2009, MM. PP. Clara Elena Reales Gutiérrez (e) y Humberto
Antonio Sierra Porto), derechos de las víctimas de graves violaciones de derechos humanos (sentencia C-
370 de 2006, varios ponentes) y derechos de la población desplazada (sentencia T-025 de 2004, M. P.:
Manuel José Cepeda Espinosa), entre otras sentencias. Para un análisis doctrinal del uso del derecho
internacional por la Corte Constitucional, ver Uprimny Yepes Rodrigo, “El bloque de constitucionalidad en
Colombia: un análisis jurisprudencial y un ensayo de sistematización doctrinal”, en O’Donell Daniel (Ed.),
Compilación de instrumentos internacionales derecho internacional de los derechos humanos, derecho
internacional humanitario y derecho penal internacional, Bogotá, Alto Comisionado para los Derechos
Humanos. Oficina en Colombia, 2007, 7a. Edición; y Arango Olaya Mónica, “El bloque de
Americana de Derechos Humanos y del artículo 26 del Pacto de Derechos Civiles y
Políticos. Dichas disposiciones establecen la prohibición de discriminación en razón del
sexo, así como de su propia jurisprudencia en torno a la dignidad humana (preámbulo y
Art. 1º CP) como principio fundante del Estado Social de Derecho. En este sentido la
Corte concluye:
La sentencia aporta otro elemento trascendental al análisis de los derechos de las parejas
del mismo sexo, en particular sobre la metodología que debe usarse cuando se analiza un
caso relacionado con la orientación sexual como criterio sospechoso de discriminación7.
Por tanto, en este pronunciamiento la Corte realiza de forma explícita el test estricto de
proporcionalidad. Bajo este análisis se concluye que la medida no es proporcional ni
necesaria. Sobre la proporcionalidad de la medida indica que: “la exclusión derivada de la
norma sub judice somete a una presión desproporcionada, y por tanto inconstitucional, el
libre ejercicio de la opción sexual (art. 16 C.P.), en cuanto que impide que personas que
han decidido conformar una pareja estable -en un modelo que la Constitución acepta y
ampara-, reciban los beneficios de un sistema que se ofrece a otros individuos –de
distinto sexo- que también han decidido hacerlo”. Además, la Corte agrega que esta
exclusión compromete el derecho a la vida de los integrantes de la pareja del mismo sexo.
Sobre la necesidad de la medida la Corte concluyó que desproteger a las parejas del
mismo sexo, no constituye una acción necesaria para cumplir la finalidad de proteger a la
familia heterosexual. En este sentido la Corte estableció que
“la exclusión de la pareja del mismo sexo del sistema de salud tampoco es
necesaria para los fines previstos en la norma, dado que la inclusión de la
misma no implica la indefectible desprotección del núcleo familiar. La
Sala considera que la detección del déficit de protección que afecta a las
parejas del mismo sexo no necesariamente implica la reducción de
beneficios a la célula familiar, ni la disminución de los niveles de atención
a los miembros de la pareja heterosexual, por lo que no existe justificación
alguna para señalar que una medida como la que ahora se impone
involucre afectación de la protección que la Constitución ofrece en esta
materia”.
8
Colombia Diversa, el Centro de Estudios Derecho, Justicia y Sociedad – Dejusticia- y el Grupo de
Derecho de Interés Público de la Universidad de los Andes – GDIP-. Demandas de inconstitucionalidad,
expediente D-6362, sentencia C-336 de 2008 y expediente D-7290, sentencia C-029 de 2009.
criterio orientador de este desarrollo progresivo”9. Este giro en el uso de los principios de
la seguridad social está relacionado con el nuevo marco de análisis que la Corte
estableció en la sentencia C-075 de 2007, aunque no deja de ser cuestionable la forma
como la Corte ignoró los mencionados principios en el año 2001.
Hay que añadir que la Corte introduce una aclaración sobre una consideración planteada
por el Ministerio de Hacienda y los sectores parlamentarios que se oponían a los derechos
de las parejas del mismo sexo. Se argumentaba que aprobar una medida legislativa o
judicial que incluyera a las parejas del mismo sexo generaría fraudes al sistema general
de seguridad social en salud. La sentencia recogió esta crítica de la siguiente manera:
“Esta Corte entiende que el ingreso de parejas del mismo sexo al régimen contributivo
podría conducir a la comisión de múltiples fraudes por parte de personas del mismo sexo
que, sin ser pareja, pero aduciendo dicha condición, pretendan hacerse a los beneficios de
salud del sistema”. Para responder a esta cuestión y establecer los mismos requisitos y
condiciones en el acceso a la salud, la Corte recordó el precedente establecido en la
sentencia C-521 de 2007 y consideró que las parejas del mismo sexo deben acudir al
mismo mecanismo establecido en la sentencia mencionada para las parejas
heterosexuales para acceder a la afiliación en salud, es decir, la declaración conjunta ante
notario en la cual conste que la pareja existe y que tiene vocación de permanencia.
9
Colombia Diversa, el Centro de Estudios Derecho, Justicia y Sociedad – Dejusticia- y el Grupo de
Derecho de Interés Público de la Universidad de los Andes – GDIP-. Demanda de inconstitucionalidad,
expediente D-6362, sentencia C-336 de 2008.
10
Algunos magistrados salvaron o aclararon su voto respecto de la decisión adoptada por la Corte. El
magistrado Jaime Araujo se distanció del fallo de la Sala Plena – al igual que en la sentencia C-075 de
2007 -, indicando que la sentencia era limitada e insuficiente, ya que dejaba sin protección a las parejas del
mismo sexo a un amplio número de derechos. Por su parte, la magistrada Catalina Botero expresó su
opinión sobre la ausencia de discusión sobre el derecho a fundar y conformar una familia por parte de
parejas del mismo sexo. El magistrado Nilson Pinilla expresó su salvamento de voto en relación con la
eliminación de la exigencia de los dos años de convivencia como requisito mínimo para el acceso de las
uniones maritales de hecho a los servicios de salud (sentencia C-521 de 2007). Adicionalmente reiteró su
aclaración de voto de la sentencia C-075 de 2007 y argumentó que la sentencia tendría un efecto financiero
negativo.
(i) El uso de la sentencia C-075 de 2007 y sus criterios doctrinarios, como marco
conceptual para la decisión del caso. En particular la doctrina constitucional
sobre el déficit de protección constitucional y la lesión que produce este vacío
regulatorio en los derechos a la dignidad humana (preámbulo y Art. 1º CP), el
libre desarrollo de la personalidad (Art. 16 CP) y el derecho a la igualdad y
no discriminación (Art. 13 CP).
(ii) En esta sentencia se consolida el mínimo de protección obligatorio para las
parejas del mismo sexo en caso que se encuentren frente a necesidades
análogas a las parejas del mismo sexo. En este sentido, cuando estas
necesidades comprometan otros derechos o principios constitucionales,
especialmente relacionados con la vida y la salud, el déficit de protección
adquiere una mayor gravedad.
(iii) La exclusión de un grupo de personas de un beneficio por razón de su
orientación sexual se traduce en una sanción a su modo de vida y en una carga
que no debe soportarse.
(iv) En este caso la aplicación del test estricto de proporcionalidad lleva a la
conclusión que la medida no es necesaria para proteger a la familia, ni
proporcional por cuanto afecta gravemente el derecho a la libre opción sexual
(Art. 16 CP).
(v) La ampliación de la protección de las parejas del mismo sexo en materia de
afiliación en salud es un desarrollo de los principios de progresividad y
universalidad.
(vi) Las parejas del mismo sexo deben acudir a los mismos requisitos y
condiciones establecidos para las parejas heterosexuales (sentencia C-521 de
2007) con la finalidad de acceder a la afiliación en salud.
11
Consejo Nacional de Seguridad Social en Salud. Acuerdo 244 de 2003, Artículo 8°: “Núcleo familiar.
Para el proceso de selección y afiliación al Régimen Subsidiado, se aceptará un único núcleo familiar que
estará integrado por: 1) El cónyuge o compañera(o) permanente cuya unión sea superior a dos años según
lo establece el artículo 163 de la Ley 100 de 1993. (…)”
12
Esta sentencia ha sido citada en al menos tres oportunidades por la Corte Constitucional. En la sentencia
T-760 de 2008, la Corte manifestó que la salud es un derecho fundamental que debe ser reconocido a todas
las personas, ya que de lo contrario se generará un déficit de protección. Como ejemplo, recordó que en la
sentencia C-811 de 2007, la Corte había declarado la inconstitucionalidad de una norma que excluía de su
protección a las parejas del mismo sexo, por cuanto tal exclusión generaba un déficit de protección hacia
III. Derecho a la pensión de sobreviviente de los compañeros permanentes del
mismo sexo (sentencia C-336 de de 2008)
las mismas. En la sentencia T-1054 de 2008, la Corte recordó que la jurisprudencia constitucional ha
admitido que algunas personas que no han sido reconocidas por la ley como beneficiarias del régimen
contributivo de seguridad social en salud, puedan ser afiliadas al mismo dependiendo de la situación
específica del afectado, cuando tal afiliación sea necesaria para proteger los derechos a la salud y a la
seguridad social. Como ejemplo del problema estudiado en esa oportunidad citó la sentencia C-811.
Finalmente, en la sentencia C-1065 de 2008, la Corte, al analizar la constitucionalidad de un inciso de la
norma que establece quiénes son beneficiarios del régimen contributivo de seguridad social en salud, la
Corte recuerda que la calidad de beneficiario fue extendida a las parejas del mismo sexo mediante la
sentencia C-811 de 2007.
13
Inicialmente la demanda estaba dirigida con los artículos 1º de la Ley 54 de 1990 y 163 de la Ley 100 de
1994, frente a los cuales la Corte determinó que existía cosa juzgada constitucional por efecto de las
sentencias C-075 de 2007 y C-811 de 2007, respectivamente. Los demandantes incluyeron en su demanda
el artículo 1 de la ley 54 de 1990, debido a la falta de claridad y la complejidad constitucional que la Corte
había generado en su precedente inicial en torno a la interpretación, restringida o amplia, de los alcances de
la expresión “compañero permanente” y “unión marital de hecho” contenidas en la ley 54 de 1990.
14
El 30 de marzo de 2007, el Comité de Derechos Humanos expidió un dictamen en contra el Estado
colombiano con ocasión de una petición presentada por el señor X, quien alegaba haber sufrido un trato
discriminatorio, por cuanto se le negó el carácter de beneficiario de la sustitución pensional de su
compañero permanente, con el que habitó los siete años anteriores a su muerte. Las autoridades nacionales
habían negado la petición del señor X, argumentando que la legislación colombiana no permitía conceder la
petición pensional a parejas del mismo sexo. Con base en los anteriores hechos, el Comité concluye que el
Estado colombiano violó el derecho a la igualdad, por cuanto discriminó al señor X por razón de su
orientación sexual. De acuerdo con el Comité, no existía prueba de que el trato diferenciado que se otorga a
las parejas del mismo sexo y las parejas heterosexuales no casadas en materia de pensión de sobrevivencia
fuera objetivo y razonable. Por lo anterior, el Comité declaró que el Estado colombiano violó el artículo 26
del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que consagra el derecho a la igualdad y la
discriminación contra un ciudadano que convivía con su compañero y le fue negada su
pensión de sobreviviente. Al final, se señaló en la demanda, que ha existido un letargo
legislativo en esta materia que ha impedido la aprobación de la ley que regule los
derechos de las parejas homosexuales en asuntos patrimoniales y de seguridad social. Los
demandantes consideraron que la Corte se encontraba habilitada para garantizar los
derechos fundamentales de las minorías ante la acción permanente y reiterada del
Congreso de la República que se ha negado a regular los derechos de las parejas del
mismo sexo15.
Para resolver esta demanda, la Corte se planteó el problema jurídico en los siguientes
términos: ¿son constitucionales las normas acusadas que limitan la pensión de
sobrevivientes a las parejas heterosexuales y por lo tanto excluyen a las parejas del
mismo sexo? Con el fin de resolver dicho cuestionamiento, la Corte reconstruye su
jurisprudencia acerca de la protección de las parejas del mismo sexo. Hace explícitos los
tres pilares del reconocimiento y protección de la orientación sexual dentro de un Estado
Social de Derecho: la dignidad humana (preámbulo, Art. 1 CP), el derecho al libre
desarrollo de la personalidad (artículo 16 C.P.) y el derecho a la igualdad y a la no
discriminación (artículo 13 C.P.). Estos tres derechos generan el marco de interpretación
a partir del cual no sólo se protege al homosexual como individuo, sino también a las
parejas que ellos conforman La Corte recuerda que la persona en su dimensión individual
y social, constituye el centro del Estado Social de Derecho, y por esta razón la dignidad
humana es el fundamento del régimen constitucional. Este valor constitucional implica
protecciones para el ciudadano y obligaciones (tanto positivas como negativas) para el
Estado, quien debe garantizar las condiciones inmateriales y materiales para el desarrollo
del individuo. Esto último se expresa en las tres dimensiones de la dignidad humana que
16
la Corte ha conceptualizado : vivir como se quiere, vivir bien y vivir sin humillaciones.
17
Comité de Derechos Humanos, Naciones Unidas, Comunicación Nº 941/2000: Australia. 18/09/2003.
CCPR/C78/D941/2000.
18
Este asunto fue presentado por los demandantes dentro del proceso: “Ahora bien, en virtud de la cláusula
de favorabilidad o del principio pro hominem, la Corte debería optar por aplicar el dictamen del Comité al
presente caso, dado dicho dictamen implica una interpretación más favorable a la protección y vigencia de
los derechos fundamentales de las personas homosexuales si se la compara con la jurisprudencia sentada
hasta la fecha por la Corte en materia de beneficios de seguridad social para las parejas” Colombia Diversa,
el Centro de Estudios Derecho, Justicia y Sociedad – Dejusticia- y el Grupo de Derecho de Interés Público
de la Universidad de los Andes – GDIP-. Demanda de inconstitucionalidad, expediente D-6362, sentencia
C-336 de 2008.
19
El valor de los dictámenes del Comité relacionados con la orientación sexual genero debate al interior de
la Corte. En un primer momento la Corte en la sentencia C-481 de 1998, uso el dictamen de Toonen contra
Australia para determinar el alcance de la protección de la orientación sexual a la luz del artículo 26 del
Pacto de Derechos Civiles y Políticos. No obstante posteriormente, en la sentencia T-349 de 2006, la Corte
desestimó el caso Young contra Australia, argumentando que este no desvirtuaba la jurisprudencia de la
caso de Young contra Australia, y no haga ninguna mención al caso X contra Colombia,
tal y como los demandantes lo propusieron. Al margen de esta omisión, la Corte da un
valor importante a estos dictámenes para decidir sobre los derechos de las parejas del
mismo sexo.
Además, la Corte aclara que si bien la Constitución Política no hace una alusión explicita
a los derechos de los homosexuales, esto no significa que sus derechos sean
desconocidos, pues a la luz de la dignidad humana (preámbulo y Art. 1º CP), el derecho a
la igualdad (Art. 13 CP) , el principio del pluralismo y muy especialmente el derecho al
libre desarrollo de la personalidad (Art. 16 CP) , la diversidad sexual está protegida por la
Constitución.
Corte que en ese momento no protegía a las parejas del mismo sexo. El magistrado Jaime Córdoba Triviño,
en el salvamento de voto de la sentencia T-349 de 2006, sostuvo una tesis muy similar a la que la Corte
acogería en la sentencia C-336 de 2008.
La Corte recuerda la naturaleza y finalidad de la pensión de sobreviviente en el
ordenamiento jurídico colombiano como un argumento que respaldaría la
inconstitucionalidad de la exclusión de las parejas del mismo sexo. En este sentido, la
sentencia recoge los precedentes de la Corte Constitucional, de la Corte Suprema de
Justicia20 y del Consejo del Estado21 para argumentar que la pensión de sobreviviente es
una prestación derivada de la solidaridad y que tiene como fin la protección de la persona
que mantuvo una relación afectiva, personal y de apoyo mutuo con el pensionado. En
efecto,, la pensión de sobreviviente es la garantía el compañero que debe “atender las
necesidades propias de su subsistencia y hacer frente a las contingencias derivadas de la
muerte del pensionado o afiliado”.
Como ocurrió en la sentencia C-811 de 2007, la Corte estableció un medio para probar la
convivencia de las parejas del mismo sexo con el fin de acceder a la pensión de
sobreviviente. Por lo tanto, la Corte determino que “a los compañeros o compañeras del
mismo sexo les corresponde acreditar su condición de pareja, para lo cual deberán acudir
ante un notario para expresar la voluntad de conformar una pareja singular y permanente,
que permita predicar la existencia de una relación afectiva y económica responsable”.
Esta forma de probar la convivencia generó dudas sobre la viabilidad del mecanismo de
prueba, debido a que se admitía una interpretación restrictiva, según la cual, los dos
20
“(…) No puede hacerse abstracción del sentido mismo y finalidad de la institución de la pensión de
sobrevivientes que busca precisamente impedir que quien haya convivido permanente, responsable y
efectivamente, y prestado apoyo afectivo a su pareja al momento de su muerte, se vea abocado a soportar
aisladamente las cargas, tanto materiales como espirituales, que supone su desaparición” Corte Suprema de
Justicia. 17 de abril de 1998, Radicación 10406. Citada en C-336 de 2008.
21
“(...) Puesto que el espíritu que orienta la normas que rigen la sustitución pensional a cargo de los
empleadores particulares es el de proteger a la persona que en realidad prestó asistencia y compañía al
trabajador o a la persona pensionada hasta el momento de su fallecimiento, claro está, que sin perjuicio del
cónyuge que no lo pudo hacer por culpa del causante” Consejo de Estado, Sección Segunda, sentencia del
1º de julio de 1993, citada en Corte Constitucional, sentencia C-336 de 2008.
integrantes de la pareja deberían concurrir simultáneamente a la notaría, y esta situación
no sólo es discriminatoria frente a las parejas heterosexuales, sino que además genera
dificultades prácticas toda vez que en muchos casos donde se reclama este derecho, el
pensionado fallece sin que exista la posibilidad de acudir a la formalización. Por esta
razón los demandantes solicitaron la aclaración de la sentencia, la cual fue negada por al
Corte en el Auto 163 de 2008. No obstante, la Corte precisó que “contrario a lo expuesto
por los solicitantes, la Sala considera que las expresiones sobre las cuales recae la
petición de aclaración no generan equivoco, duda, ambigüedad o perplejidad en su
intelección, pues su texto envía a las previsiones de la Sentencia C-521 de 2007 y en ésta
no se encuentra expresamente establecido que los integrantes de la pareja están obligados
a concurrir simultáneamente ante el notario”. En este Auto se agregó que los abusos que
puedan ser cometidos por los operadores jurídicos pueden ser enfrentados con acciones
judiciales para la defensa de los derechos fundamentales.
Por último, es preciso retomar un cuestionamiento del Ministerio de Hacienda sobre los
derechos de las parejas del mismo sexo que la Corte responde con lucidez y vehemencia.
El Ministerio considera que la pensión de sobreviviente debe ser establecida por el
legislador bajo criterios económicos y presupuestales. Este cuestionamiento es abordado
por la Corte en tres dimensiones: legal, económica y axiológica. Frente a la primera, el
Tribunal manifiesta que el legislador tiene libertad de configuración en relación con el
sistema de seguridad social, pero que es una facultad limitada por la Constitución. En lo
económico, asegura que no existe un desequilibrio financiero, debido a que se hace un
cambio en el orden de los beneficiarios de la pensión de sobreviviente. Además, la Corte
recuerda al Ministerio que el sistema axiológico del Estado Social de Derecho hace que
los derechos de las personas, en particular la dignidad humana (preámbulo, Art. 1 CP) y
el libre desarrollo de la personalidad (Art. 16 CP), no puedan ser desconocidos por una
“defensa a ultranza de la libertad de configuración legislativa y, derivada de ésta, la
posibilidad de excluir del sistema de seguridad social en pensiones a un grupo de la
sociedad habitualmente discriminado como lo es la comunidad homosexual”.
22
El magistrado Jaime Araujo Renteria realizó un salvamento parcial de voto en cuanto a las sentencias C-
075/07 y C-811/07, a las cuales se dispone estar a lo resuelto en esas oportunidades. Manifestó su
aclaración de voto en relación con esta decisión teniendo en cuenta que él ha mantenido una protección
amplia e integral de los derechos de las parejas del mismo sexo. Por su parte el magistrado Nilson Pinilla
expresó su salvamento de voto, debido a que a su juicio la pensión de sobreviviente es una prestación
reservada a la pareja conformada por un hombre y una mujer. Agrega que las normas demandadas debieron
declarase constitucionales teniendo en cuenta que fueron expedidas acordes al ejercicio de la potestad de
configuración del legislador en materia de seguridad social.
pilares que garantizan la protección constitucional de la orientación sexual de
los individuos y de las parejas que conformen los homosexuales.
(ii) El derecho a la igualdad y a la no discriminación en razón de la orientación
sexual se encuentra garantizado en el derecho internacional de los derechos
humanos, en particular en el artículo 26 del Pacto de Derechos Civiles y
Políticos y la doctrina del Comité de Derechos Humanos. Adicionalmente, el
principio de favorabilidad o pro hominem es fundamental para interpretar el
contenido y alcance de los derechos de las parejas del mismo sexo.
(iii) Las sentencias C-075 y C-811 de 2007 y sus criterios doctrinarios, constituyen
el marco conceptual para analizar la omisión legislativa en materia de pensión
de sobreviviente de parejas del mismo sexo.
(iv) Existe un déficit de protección constitucional de las parejas del mismo sexo en
relación con la pensión de sobreviviente, lo cual afecta sus derechos a la
dignidad humana (preámbulo y Art. 1º CP), al libre desarrollo de la
personalidad (Art. 16 CP). Además se constituye en un trato discriminatorio.
(v) La aplicación del test estricto de proporcionalidad lleva a la Corte a mostrar
que las normas acusadas no cumplen ningún fin constitucional imperioso, no
son necesarias para cumplir el fin, ni tampoco son proporcionales debido a
que afectan gravemente los derechos fundamentales.
(vi) Se atendió a los principios y finalidades de la pensión de sobreviviente para
definir la constitucionalidad de la norma. En particular, al principio de
solidaridad y reconocimiento del apoyo y socorro mutuo de los integrantes de
la pareja.
(vii) El legislador para garantizar el principio de universalidad, no puede excluir a
un grupo social de las protecciones del sistema de seguridad social.
(viii) Las parejas del mismo sexo deben acudir a los mismos requisitos y
condiciones establecidos para las parejas heterosexuales (sentencia C-521 de
2007) con el fin de acceder a la pensión de sobreviviente.
(ix) La ampliación de la protección de las parejas del mismo sexo en relación con
la pensión de sobreviviente no genera un desequilibrio financiero y se
encuentra respaldada en valores y derechos constitucionales.
La Corte ha tomado en revisión dos casos sobre derechos a la seguridad social de los
compañeros permanentes del mismo sexo (afiliación en salud y pensión de
sobreviviente), en los cuales ha ratificado el precedente anterior y ha proporcionado
nuevos elementos que ayudan a garantizar los derechos reconocidos por dicho tribunal.
En estas dos sentencias se muestran los distintos obstáculos que tienen las parejas del
mismo sexo para hacer efectivos sus derechos después de los pronunciamientos
judiciales, y además, se hace evidente la necesidad que los operadores jurídicos
incorporen estas decisiones en sus prácticas cotidianas. Como se verá en las sentencias
comentadas, en caso que se incurran en nuevos actos discriminación el juez de tutela
tiene la potestad de intervenir y de corregir la exclusión de hecho que realicen
instituciones o personas.
Interpretación sistemática y obligatoriedad del precedente (Sentencia T-856 de 2007)
Con el objeto de resolver el anterior problema, la Corte reconstruyó la línea trazada por la
jurisprudencia constitucional respecto de la protección de las parejas homosexuales como
beneficiarias del régimen contributivo en seguridad social en salud, en la cual se pueden
distinguir dos momentos: la primera fase de la jurisprudencia en la cual se negaba la
posibilidad de que el compañero permanente del mismo sexo fuese beneficiario de la
afiliación en salud; y la segunda fase de la jurisprudencia, posterior a la sentencia C-075
de 2007, en el cual se reconocía la afiliación como un derecho de los compañeros
permanentes del mismo sexo24.
23
Magistrado ponente Humberto Antonio Sierra Porto.
24
Estos dos momentos jurisprudenciales, uno de desprotección y otro de reconocimiento, es desarrollado
por Alejandra Azuero en el artículo contenido en este libro. Sobre la jurisprudencia de desprotección de las
parejas del mismo sexo, previa a la sentencia C-075 de 2007, pueden consultarse los trabajos de la
organización Colombia Diversa, ver Albarracín Mauricio, “Iguales derechos, nada más nada menos”,
publicado en Plataforma Colombiana Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo, Deshacer el
Embrujo. Alternativas a las Políticas del Gobierno de Álvaro Uribe Vélez, Bogotá, Editorial Antropos,
2006; Fajardo Andrés, Voces Excluidas: legislación y derechos de lesbianas, gays, bisexuales y
transgeneristas en Colombia, Bogotá, Colombia Diversa, 2004. Diversos trabajos académicos se realizaron
en torno a esta cuestión antes de producirse la sentencia C-075 de 2007. Ver entre otros trabajos, Céspedes
Lina, ¿El fin o la modificación del juego? Las parejas homosexuales frente al derecho de afiliación a la
seguridad social en salud, Tesis de grado maestría en género, Bogotá, Universidad Nacional de Colombia -
Facultad de Ciencias Humanas. Escuela de Estudios de Género, 2004; Lemaitre Julieta, op. cit.; Bonilla
Daniel, “Igualdad, orientación sexual y derecho de interés público. La historia de la sentencia C-075/07”,
en Parejas del mismo sexo: el camino hacia la igualdad, sentencia C-075/07, Bogotá, Colombia Diversa y
Universidad de los Andes, 2008, pp. 11 – 39; Moncada Patricia, “La huida de la Corte: el derecho al
onanismo”, en Revista Tutela, Tomo 3 Número 25, Bogotá, Editorial Legis, enero de 2002; Motta Cristina,
“La Corte Constitucional y los derechos de los homosexuales”, en Observatorio de justicia constitucional:
La Corte Constitucional – el año de la consolidación, Bogotá, Universidad de los Andes/Siglo del Hombre
Editores, 1998, pp. 290 – 299. Estrada Alexei Julio, “La orientación sexual y el derecho a la igualdad en la
La Corte recuerda que en los años 2000 y 2001 la jurisprudencia interpretó que las
normas legales que otorgaban un trato diferenciado a las parejas heterosexuales y a las
homosexuales respecto de la condición de beneficiarios –reconocida para las primeras y
negada para las segundas–25 se ajustaban a la Constitución, ya que se trataba de un
tratamiento diferenciado que estaba justificado por dos razones: de un lado, la norma
otorgaba un tratamiento diferenciado a supuestos de hecho distintos, por lo que no era
posible afirmar que otorgaba un trato discriminatorio, y de otro lado, la norma perseguía
una finalidad constitucionalmente imperiosa, que según la Corte era proteger a las parejas
heterosexuales, en tanto conforman una familia.
La línea trazada por la Corte en los años 2000 y 2001 tomó un giro radical y fue
corregida con ocasión de la sentencia C-075 de 2007. La Corte explicó la relevancia de
esta sentencia frente al problema jurídico bajo estudio, señalando que la ampliación de la
institución de la unión marital de hecho con el fin de incluir a las parejas del mismo sexo,
debía tener como consecuencia que el legislador reconociera a los compañeros
homosexuales la calidad de beneficiarios, ya que esta noción se había elaborado a partir
de la noción de unión marital de hecho. En palabras de la Corte:
Asimismo, la Corte expresó que este razonamiento había sido ratificado por la sentencia
C-811 de 2007, que declaró la exequibilidad de una norma que no reconocía a las parejas
homosexuales como beneficiarias, en el entendido que los compañeros permanentes del
mismo sexo también debían ser considerados como beneficiarios del régimen
contributivo de seguridad social en salud. La Corte recordó las conclusiones a las que
había llegado en esta sentencia, donde afirmó que la norma establecía un palpable déficit
de protección, que afectaba los derechos a la igualdad (Art. 13 CP) y a la dignidad
humana (preámbulo, Art. 1 CP) de los integrantes de las parejas del mismo sexo.
Esta sentencia aclara dos elementos que son fundamentales para la interpretación y
eficacia del precedente constitucional en relación con las parejas del mismo sexo. Por una
parte, la Corte recuerda la nueva perspectiva en relación con el problema jurídico
planteado. Esta nueva perspectiva consiste reconocer la existencia de una unión marital
de hecho entre parejas del mismo sexo. En palabras de la Corte:
El otro elemento que la Corte enfatiza en esta decisión, se relaciona con la obligatoriedad
y efectos vinculantes de las sentencias sobre los derechos de parejas del mismo sexo. La
sala recuerda la jurisprudencia constitucional en torno a la obligatoriedad del precedente
tanto para las autoridades públicas y los particulares. Por tanto, los operadores jurídicos
no pueden desconocer injustificadamente el precedente sentado por la Sala Plena de la
Corte Constitucional27.
26
La Corte no ordenó la afiliación del accionante, toda vez que la persona se había afiliado como cotizante
independiente al régimen de seguridad social, por lo tanto se produjo la carencia actual de objeto en la
acción de tutela.
27
La Corte Constitucional ha construido y consolidado una línea jurisprudencial que le otorga fuerza
vinculante a las decisiones judiciales. De acuerdo con la Corte, la obligatoriedad de las decisiones
judiciales se desprende de distintas normas constitucionales, como los son los derechos a la igualdad y al
debido proceso, y el respeto de la seguridad jurídica, entre otras. Ver, en este sentido, Corte Constitucional,
sentencias SU-049 de 1998, MM. PP.: Alejandro Martínez Caballero y Carlos Gaviria Díaz. Asimismo, la
Corte ha aclarado que la fuerza vinculante de sus decisiones no se extiende a todo el contenido de sus
sentencias, sino tan solo a la parte conocida como ratio decidendi. Sobre esto, ver especialmente, Corte
Constitucional, sentencias C-836 de 2001, M. P.: Rodrigo Escobar Gil y T-292 de 2006, M. P.: Manuel
José Cepeda Espinosa. A nivel doctrinal, puede consultarse López Medina Diego Eduardo, El Derecho de
los Jueces, Bogotá, Editorial Legis, 2006 2ª Edición.
Mecanismo de prueba de la pensión de sobreviviente (Sentencia T-1241 de 2008)28
En esta ocasión, la Corte estudió el caso de una persona que había convivido por más de
treinta años con un Sargento Primero(r) a quien la Caja de Retiro de las Fuerzas
Militares le había reconocido una asignación de retiro desde 1973. El Sargento Primero(r)
murió en 1999, por lo que su compañero procedió a reclamar la sustitución de la pensión,
la cual fue negada porque según la entidad ni la Constitución Política ni la ley le
reconocían al compañero permanente del mismo sexo la calidad de beneficiario de la
sustitución pensional. Años más tarde, el actor interpuso acción de tutela, afirmando que
se habían producido modificaciones legislativas (específicamente, se refiere a la
expedición de la ley 979 de 2005) que ordenaban que a los compañeros permanentes del
mismo sexo se les reconociera el derecho de ser beneficiarios de la sustitución pensional,
y que al no hacerlo se le estaban violando sus derechos a la vida (Art. 11 CP), a la salud
(Art. 49 CP) y al mínimo vital. Teniendo en cuenta estos hechos, para la Sala de
Revisión, los hechos que configuraban el caso objeto de revisión obligaban a plantearse
el siguiente problema jurídico: “[¿]el actor reúne las condiciones necesarias para reclamar
a través de la acción de tutela la pensión de sobreviviente causada por su compañero
permanente[?]”.
Teniendo en cuenta el anterior marco analítico, la Corte pasa a ocuparse del caso
concreto. A juicio de la Corte, la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares realizó una
interpretación inconstitucional de las normas jurídicas que regulan el reconocimiento de
la pensión de sobrevivientes, debido a que no tuvo en cuenta la jurisprudencia establecida
28
M. P.: Clara Inés Vargas Hernández.
29
M. P.: Clara Inés Vargas Hernández.
30
La Corte además recuerda que, de acuerdo a su jurisprudencia, para ser beneficiario de la pensión de
sobrevivientes, debe probarse la calidad de compañero permanente, mediante declaración hecha ante
notario. Ver Corte Constitucional, sentencia C-521 de 2007, M. P.: Clara Inés Vargas Hernández.
en torno a la protección de los compañeros del mismo sexo. En consecuencia, le ordenó a
la Caja de Retiro “ajust[ar] todos sus procedimientos internos a los fundamentos jurídicos
establecidos en la sentencia C-336 de 2008, permitiendo dentro del régimen prestacional
de la fuerza pública el reconocimiento y pago de la pensión de sobreviviente al
compañero o compañera permanente de las parejas homosexuales, siempre que
cualquiera de ellos cumpla con los mismos requisitos exigidos a los integrantes de las
parejas heterosexuales”31.
En relación con esto último, en esta sentencia se avanza en precisar cuál debe ser el
estándar de prueba de la convivencia de los compañeros permanentes del mismo sexo. En
primer término, la Corte en la decisión de la sentencia enfatiza en la aplicación “los
mismos requisitos exigidos a los integrantes de las parejas heterosexuales”, lo cual es la
regla general y obligatoria que ha establecido la jurisprudencia desde la sentencia C-075
de 2007. En segundo lugar, la prueba de la convivencia debe ser al menos una
declaración juramentada ante notario en la cual se acredite el vínculo, y la apreciación de
esta prueba debe partir de la aplicación del principio de buena fe.
Para la Corte, la demanda hace necesario que se planteen dos problemas jurídicos: en
primer lugar, debe determinarse si el ordenamiento jurídico colombiano reconoce la
obligación legal en cabeza de los compañeros permanentes del mismo sexo de dar
alimentos. En caso de que así sea, debe estudiarse una segunda cuestión: “[¿]vulnera la
31
Notas al pie omitidas.
32
Parágrafo 1° del artículo 1° de la Ley 1181 de 2007, modificatorio del artículo 233 de la Ley 599 de
2000 (Código Penal). La norma establecía: Para efectos del presente artículo, se tendrá por compañero y
compañera permanente únicamente al hombre y la mujer que forman parte de la Unión Marital de Hecho
durante un lapso no inferior a dos años en los términos de la Ley 54 de 1990.
Constitución la disposición legal que confiere consecuencias penales al incumplimiento
de la obligación alimentaria a cargo de uno de los miembros de una unión de hecho
cuando esta es integrada por dos personas de distinto sexo y, sin embargo, no otorga la
misma garantía reforzada al incumplimiento de la misma obligación por uno de los
miembros de una unión de hecho integrada por dos personas del mismo sexo[?]”.
Para resolver el primer problema, la Corte realiza una interpretación sistemática de las
normas civiles que establecen la obligación de dar alimentos y de algunas de sus
decisiones en las que se ha referido a estas normas. La Corte recuerda que en la Sentencia
C-1033 de 2002 condicionó la exequibilidad de un artículo del Código Civil, para que se
entendiera que la obligación de otorgar alimentos no sólo recaía en los cónyuges, sino
que también era exigible de los compañeros permanentes. Asimismo, afirmó que la
sentencia C-075 de 2007 modificó el alcance de la expresión compañeros permanentes,
con el fin de que se incluyera a las parejas del mismo sexo. A juicio de la Corte:
Ahora bien, teniendo en cuenta que la obligación alimentaria existe entre los compañeros
permanentes del mismo sexo, la Corte procede a estudiar si la norma penal otorga un
trato discriminatorio a las parejas homosexuales, en relación con las consecuencias
penales de su incumplimiento. Con este fin, la Corte empieza por recordar que la
jurisprudencia constitucional ha establecido que las medidas que conceden un tratamiento
diferenciado a las parejas heterosexuales y a las homosexuales deben ser analizadas a la
luz de la metodología del test estricto de proporcionalidad36, sobre el particular
manifiesta que: “la Corte ya ha establecido una doctrina coherente, consistente y
reiterada, en virtud de la cual el déficit de protección de las parejas homosexuales en
materia patrimonial no encuentra justificación constitucional alguna y debe ser corregido
de conformidad con lo establecido por el artículo 13 de la Constitución”. Esto tiene como
consecuencia que sólo podrán considerarse constitucionales las normas si estas persiguen
una finalidad imperiosa y son estrictamente necesarias y proporcionadas para alcanzar tal
fin. Aplicando este test estricto a la norma que tipifica el delito de inasistencia
alimentaria, la Corte concluye que la exclusión de las parejas del mismo sexo es
inconstitucional. Sobre la finalidad imperiosa, la Corte verifica que no es posible
identificar una razón que se persiga para “dejar a los miembros más débiles de las parejas
del mismo sexo sin la protección reforzada que se confiere a los miembros más débiles de
las parejas heterosexuales”; ahora bien, en relación con la necesidad de la norma, se
verifica que la norma no es necesaria por cuanto la inclusión de la pareja del mismo sexo
33
“La Sala deberá establecer si la protección que se concede al cónyuge y al compañero o compañera
permanente de las parejas heterosexuales, impide válidamente que el compañero o compañera permanente
de una pareja homosexual acceda a la pensión de sobrevivientes” (subrayado fuera del texto). Sentencia C-
336 de 2008.
34
“7.3. Trato discriminatorio para las parejas del mismo sexo que conlleva a que se encuentren en un
déficit de protección en cuanto al beneficio de la pensión de sobrevivientes. Por tanto, con el fin de
remover la citada situación, contraria a la Constitución, la protección otorgada a los compañeros y
compañeras permanentes de las parejas heterosexuales, debe ser ampliada a los compañeros y compañeras
permanentes de las parejas del mismo sexo, por cuanto no existe un fundamento razonable y objetivo
suficiente para explicar el trato desigual al que vienen siendo sometidas las personas que en ejercicio de sus
derechos al libre desarrollo de la personalidad y a la libertad de opción sexual, han decidido conformar una
pareja con una persona de su mismo género” (subrayado fuera del texto). Sentencia C-336 de 2008.
35
“Segundo. PREVENIR a la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares para que en adelante ajuste todos sus
procedimientos internos a los fundamentos jurídicos establecidos en la sentencia C-336 de 2008,
permitiendo dentro del régimen prestacional de la fuerza pública el reconocimiento y pago de la pensión de
sobreviviente al compañero o compañera permanente de las parejas homosexuales, siempre que cualquiera
de ellos cumpla con los mismos requisitos exigidos a los integrantes de las parejas heterosexuales”
(subrayado fuera del texto). Sentencia T-1241 de 2008
36
La Corte recuerda que esta subregla fue establecida a partir de la Sentencia C-075 de 2007.
en esta protección no implica la desprotección, ni disminución de los beneficios de la
pareja heterosexual.
La Corte concluyó que no existía razón que justificara la diferenciación entre parejas, por
lo que procedió a declarar la exequibilidad condicionada de la norma revisada, en el
entendido de que los efectos penales de la norma deben proteger también a los
compañeros permanentes de las parejas del mismo sexo37. Para tomar esta decisión la
Corte tuvo en cuenta los siguientes criterios: (i) la interpretación sistemática de la ley 54
de 1990, tal como fue interpretada en la sentencia C-075 de 2007, lleva a concluir que la
unión marital de hecho puede estar conformada tanto por compañeros permanentes
homosexuales y como heterosexuales, y (ii) la subregla que indica que cuando se
discrimine a las parejas del mismo sexo debe aplicarse un test estricto de
proporcionalidad.
Durante los años 2007 y 2008, la Corte Constitucional había establecido igualdad de
derechos de las parejas del mismo sexo en tres ámbitos de regulación: patrimonial,
seguridad social y obligaciones alimentarias. Esta situación generó la necesidad de
aclarar cuál sería el criterio constitucional para definir los derechos y obligaciones de las
parejas del mismo sexo frente a otros derechos y obligaciones en los cuales la Corte no se
hubiese pronunciado. En este orden de ideas, Colombia Diversa, el Centro de Estudios
Derecho, Justicia y Sociedad – Dejusticia- y el Grupo de Derecho de Interés Público –
GDIP-, formularon una demanda contra disposiciones normativas contenidas en 26
leyes39, en las cuales se reconocían derechos y beneficios, y se imponían cargas en contra
37
Frente a esta decisión se presentaron una aclaración y un salvamento conjunto de voto. La aclaración fue
suscrita por el magistrado Jaime Araujo Rentería, quien se refirió a la necesidad de otorgar una protección
integral de las parejas del mismo sexo, que no se agotara en medidas concretas como la adoptada por la
sentencia C-798 de 2008. Por su parte, el salvamento conjunto lo firmaron los magistrados Rodrigo
Escobar Gil y Nilson Pinilla Pinilla, quienes manifestaron su desacuerdo con la decisión adoptada por la
mayoría, argumentando que la Sala Plena había interpretado de forma errónea el alcance de la sentencia C-
075 de 2007, al afirmar que este fallo extendió los efectos de la unión marital de hecho a las parejas del
mismo sexo. Por el contrario, los magistrados que salvaron el voto manifestaron que a su entender la
sentencia C-075 de 2007 tan solo había previsto que quienes convivieran en circunstancias similares a las
de la unión marital de hecho quedaban amparados por la presunción de sociedad patrimonial, por lo que no
debía tener efectos en otros ámbitos normativos, como es el caso de las protección penal por inasistencia
alimentaria. El salvamento critica además que la Corte haya construido su decisión a partir del test estricto
de igualdad. Para los magistrados que salvaron el voto, la Corte no debió utilizar esta metodología, por
cuanto las uniones heterosexuales y las homosexuales no son supuestos equiparables sino diferentes. Por el
contrario, el tribunal debió preguntarse si la supuesta desprotección penal configuraba un déficit de
protección respecto de los miembros de parejas del mismo sexo, que –al entender de los magistrados – fue
la misma pregunta que se formuló la Corte en la sentencia C-075 de 2007.
38
Al momento de escribir este artículo no se conocía el texto completo de la sentencia de la Corte
Constitucional, razón por la cual, no es posible analizar en detalle los argumentos de la Corte y solamente
se presenta brevemente la decisión y los antecedentes de la misma.
39
Las normas demandadas fueron los artículos 2 y 3 del Decreto 2762 de 1991; artículo 24 literales a, b y d
del Decreto 1795 de 2000; artículos 411 y 457 del Código Civil; artículos 4 de la Ley 70 de 1931; artículos
de parejas heterosexuales, con exclusión de las parejas del mismo sexo. Entre los temas
regulados por estas normas se encontraban los siguientes: patrimonio de familia
inembargable y afectación de bienes inmuebles a vivienda familiar; obligación de prestar
alimentos; derechos de carácter migratorio para las parejas homosexuales y derecho a
residir en San Andrés y Providencia; garantía de no incriminación en materia penal;
beneficio de prescindir de la sanción penal; circunstancias de agravación punitiva;
derechos a la verdad, la justicia y la reparación de víctimas de crímenes atroces;
protección civil a favor de víctimas de crímenes atroces; prestaciones en el régimen
pensional y de salud de la fuerza pública; subsidio familiar en servicios; subsidio familiar
para vivienda; acceso a la propiedad de la tierra; beneficiarios de las indemnizaciones del
SOAT por muertes en accidentes de tránsito, y deberes relacionados con el acceso y
ejercicio de la función pública y celebración de contratos estatales.
1 y 27 de la Ley 21 de 1982; artículo 7 de la Ley 3 de 1991; artículos 283 numeral 2 y 286 de la Ley 5º de
1992; artículo 5 de la Ley 43 de 1993; artículo 8 numeral 1 literal g y numeral 2 literales c y d de la Ley 80
de 1993; artículo 244 de la Ley 100 de 1993; artículos 14 numerales 2 y 8 y 52 de la Ley 190 de 1995;
artículos 1 y 12 de la Ley 258 de 1996; artículo 2 de la Ley 294 de 1996; artículo 2 de la Ley 387 de 1997;
artículos 222, 431 y 495 de la Ley 522 de 1999; artículos 10 y 11 de la Ley 589 de 2000; artículos 34, 104
numeral 1, 170 numeral 4, 179 numerales 1 y 4, 188 b numeral 3, 229, 233, 236, 245 numeral 1, 454 a de la
Ley 599 de 2000; artículos 40, 71 y 84 numerales 1, 2, 3, 6, 7 y 9 de la Ley 734 de 2002; artículos 8º literal
b, 282, 303 y 385 de la Ley 906 de 2004; artículo 3 numerales 3.7.1 y 3.7.2 de la Ley 923 de 2004;
artículos 14 y 15 de la Ley 971 de 2005; artículos 5, 7, 15, 47, 48 y 58 de la Ley 975 de 2005; artículos 2 y
26 de la Ley 986 de 2005; artículo 1º de la Ley 1148 de 2007; artículo 18 de la Ley 1153 de 2007; artículos
61, 62, 80, 159, 161 y 172 numerales 2, 4, 6, 7, 8 y 9 de la Ley 1152 de 2007.
40
Magistrado ponente: Rodrigo Escobar Gill. El magistrado Nilson Pinilla Pinilla manifestó su salvamento
parcial de voto. El magistrado Rodrigo Escobar Gil expresó que presentaría una aclaración de voto en
“en el sentido de que todas esas disposiciones, comprenden también, en igualdad de
condiciones a las parejas conformadas por personas del mismo sexo”. En el comunicado
de prensa la Corte expresó que en esta sentencia se reiteró su línea jurisprudencial sobre
los derechos de las parejas del mismo sexo, establecida en la sentencia C-075 de 2007, y
en consecuencia reconoció que todas las normas acusadas generaban una discriminación
contra los compañeros permanentes del mismo sexo. El alto tribunal fue enfático en
afirmar que “según reiterada jurisprudencia, las parejas gozan de los mismos derechos y
beneficios y tienen las mismas cargas, independientemente de si se trata de parejas
heterosexuales o parejas homosexuales”. La Corte por tanto eliminó “la interpretación
violatoria del derecho fundamental a la igualdad de trato y en consecuencia declaró la
exequibilidad condicionada de las normas impugnadas, en el sentido de que todas esas
disposiciones, comprenden también, en igualdad de condiciones a las parejas
conformadas por personas del mismo sexo”42.
relación con los fundamentos de la decisión. Finalmente, el magistrado Jaime Araujo Renteria anunció la
presentación de una aclaración de voto en relación con los conceptos de familia y matrimonio a la luz de la
Constitución Política.
41
La Corte no estudio el concepto de familia, ni los distintos tipos de familia protegidos a la luz de la
Constitución Política, teniendo en cuenta que no se configuró un cargo de constitucionalidad sobre esta
materia, y además por ser una cuestión que no resulta relevante para el problema jurídico planteado.
42
Los demandantes plantearon la complejidad técnico-constitucional que enfrentaba la Corte al resolver
esta demanda en bloque. Plantearon diversas posibilidades de peticiones y entre ellas se planteo la vía que
la Corte tomó en esta sentencia, a saber, declarar la inconstitucionalidad de la interpretación
discriminatoria. Sobre el particular se dijo en la demanda: “una de las vías que, desde la perspectiva
técnico-constitucional, podría emprender la Corte para declarar la inconstitucionalidad de los contenidos
materiales asociados a las expresiones acusadas y a las disposiciones que las contienen sería constatar la
existencia de dos interpretaciones posibles de dichas expresiones: una que incluye a las parejas del mismo
sexo y que por ende es constitucional, y otra que excluye a dichas parejas y que por ende es
inconstitucional y debe ser retirada del ordenamiento jurídico. Si la anterior fuera la vía escogida por la
Corte Constitucional, esta tendría dos posibilidades técnicas para excluir del ordenamiento jurídico la
interpretación inconstitucional de las expresiones acusadas: (i) declarar la exequibilidad condicionada de
tales expresiones de tal forma que las mismas sean consideradas constitucionales solo en el entendido de
que las disposiciones que las contienen incluyen en su ámbito de aplicación a las parejas homosexuales”.
Colombia Diversa, el Centro de Estudios Derecho, Justicia y Sociedad – Dejusticia- y el Grupo de Derecho
de Interés Público de la Universidad de los Andes – GDIP-. Demanda de inconstitucionalidad, expediente
D-7290, sentencia C-029 de 2009.
43
Colombia Diversa ha usado esta expresión en un libro sobre la sentencia C-075 de 2007 y en el informe
de derechos humanos de la población LGBT. Ver Colombia Diversa y Universidad de los Andes, Parejas
del mismo sexo: el camino hacia la igualdad. Sentencia C-075/07, Bogotá, Colombia Diversa y
Universidad de los Andes, 2008; Albarracín Mauricio y Noguera Mauricio, op. cit., pp. 211-238.
compañeros permanentes del mismo sexo tienen los mismos derechos y obligaciones de
los compañeros permanentes heterosexuales en todos los ámbitos de regulación.
Es muy notable que las sentencias tuvieran como fundamento el principio de la dignidad
humana, asunto que caracterizado que Juan Marco Vaggione ha caracterizado como “las
políticas de la dignidad”44. La idea que estuvo presente en los debates de la Corte
Constitucional fue poderosa y sencilla: iguales en dignidad, iguales en derechos, por
tanto, iguales en protección. Esta reformulación del problema de la discriminación fue
fundamental para develar las injusticias que se derivaban del ordenamiento jurídico en
relación con las normas sobre el reconocimiento de parejas. Junto con la dignidad
humana, la Corte incorporó en su análisis de esta cuestión el derecho internacional de los
derechos humanos y el principio de favorabilidad, lo cual amplió la protección de las
parejas del mismo sexo. Además, el uso del test estricto de proporcionalidad constituye
una garantía metodológica que permitirá resolver nuevas discriminaciones contra las
personas LGBT en distintas materias y situaciones de hecho.
La Corte también creo una subregla con la cual se pueden llenar vacíos de interpretación
relacionados con la aplicación de las sentencias: los compañeros permanentes del mismo
sexo deben cumplir los mismos requisitos y condiciones exigidos para los compañeros
permanentes heterosexuales. Esta regla procedimental es de gran importancia para los
operadores jurídicos quienes deben tener en mente que la igualdad de derechos implica
igualdad en requisitos y procedimientos. En este sentido, cualquier procedimiento,
requisito o interpretación que obstaculice o anule el disfrute de los derechos de las parejas
del mismo sexo será inconstitucional.
La sólida doctrina desarrollada por la Corte hará muy difícil que se pueda dar una vuelta
atrás en el camino de la igualdad. Una Corte Constitucional conformada por nuevos
magistrados deberá respetar este precedente y aplicarlo a todos los casos que sean
sometidos a su conocimiento. Por su parte el Congreso de la República no podrá anular
los efectos de estas sentencias, debido a que se creo un mínimo de protección
constitucional para las parejas del mismo sexo, el cual debe ser respetado por el Estado y
los particulares.
Para las parejas del mismo sexo el camino de la igualdad no ha concluido. Aún es
necesaria la igualdad plena frente al matrimonio y a la adopción conjunta por parte de los
compañeros permanentes del mismo sexo. También son indispensables medidas
adecuadas y eficaces que remuevan los obstáculos que impiden el acceso y goce efectivo
44
Vaggione Juan Marco, “Las familia más allá de la heterosexualidad” en La Mirada de los Jueces.
Sexualidaddes diversas en América Latina, Tomo 2, Bogotá, Siglo del Hombre Editores, 2008. pp. 13-87.
de los derechos de los compañeros permanentes del mismo sexo. Por esta razón, los
jueces de todas las jurisdicciones y los órganos de control tienen un papel indispensable
para una interpretación y aplicación progresista de estas sentencias. El Estado en su
conjunto tiene el reto de realizar una implementación efectiva de los derechos de las
parejas del mismo sexo, en todos los servicios públicos, incluso en los que administran
los particulares.
45
En diversos informes de derechos humanos se han documentado diversas formas de violencia y
discriminación que sufren las personas LGBT. Se destacan una variedad de actos y escenarios donde estas
conductas pueden ocurrir, se destacan, la violencia en razón del prejuicio, el abuso policial, las precarias
condiciones carcelarias, la discriminación en la garantía de los derechos a la educación, la salud y el
trabajo, así como diversas formas de discriminación ligadas al ámbito familiar. Albarracín Mauricio;
Noguera Mauricio y Sánchez Marcela,op. cit.; Albarracín Mauricio, Fajardo Andrés y Sánchez Marcela,
op. cit.
46
Williams Patricia, “La dolorosa prisión del lenguaje de los derecho” en La crítica de los derechos,
Bogotá, Universidad de los Andes/Siglo del Hombre Editores, 2003.
Bibliografía
Albarracín Mauricio, “Iguales derechos, nada más nada menos”, publicado en Plataforma
Colombiana Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo, Deshacer el Embrujo.
Alternativas a las Políticas del Gobierno de Álvaro Uribe Vélez, Bogotá, Editorial
Antropos, 2006.
Céspedes Lina, ¿El fin o la modificación del juego? Las parejas homosexuales frente al
derecho de afiliación a la seguridad social en salud, Tesis de grado maestría en género,
Bogotá, Universidad Nacional de Colombia - Facultad de Ciencias Humanas. Escuela de
Estudios de Género, 2004.
Colombia Diversa y Universidad de los Andes, Parejas del mismo sexo: el camino hacia
la igualdad. Sentencia C-075/07, Bogotá, Colombia Diversa y Universidad de los Andes,
2008
López Medina Diego Eduardo, El Derecho de los Jueces, Bogotá, Editorial Legis, 2006
2ª Edición.
Vaggione Juan Marco, “Las familia más allá de la heterosexualidad” en La Mirada de los
Jueces. Sexualidaddes diversas en América Latina, Tomo 2, Bogotá, Siglo del Hombre
Editores, 2008. pp. 13-87.
Williams Patricia, “La dolorosa prisión del lenguaje de los derecho” en La crítica de los
derechos, Bogotá, Universidad de los Andes/Siglo del Hombre Editores, 2003.