Proemio y Carta
Proemio y Carta
Proemio y Carta
Proemio y carta
En estos das pasados Alvar Gonzales de Alcntara, familiar y servidor de la casa del
seor infante don Pedro, muy nclito duque de Combra, vuestro padre, de parte vuestra,
seor, me rog que los decires y canciones mas enviase a la vuestra magnificencia. En
verdad, seor, en otros hechos de mayor importancia, aunque a m ms trabajosos, quisiera
yo complacer a la vuestra nobleza, porque estas obras, o a lo menos las ms de ellas, no son
de tales materias, ni as bien formadas y artizadas, que de memorable registro dignas
parezcan. Porque, seor, as como el Apstol dice cum essem parvulus, cogitabam ut
parvulus, loquebar ut parvulus, ca estas tales cosas alegres y jocosas andan y concurren con
el tiempo de la nueva edad de juventud, es a saber, con el vestir, con el justar, con el danzar
y con otros tales cortesanos ejercicios. Y as, seor, muchas cosas placen ahora a vos que
ya no placen o no deben placer a m. Pero, muy virtuoso seor, protestando que la voluntad
ma sea y fuese no otra de la que digo, porque la vuestra sin impedimento haya lugar y
vuestro mandado se haga de unas y otras partes, y por los libros y cancioneros ajenos, hice
buscar y escribir por orden, segn que las yo hice, las que en este pequeo volumen vos
envo.
Mas como quiera que de tanta insuficiencia estas obretas mas que vos, seor,
demandis, sean, o por ventura ms de cuanto las yo estimo y reputo, os quiero certificar
me place mucho que todas cosas que entren o anden so esta regla de poetal canto os
plazcan; de lo cual me hacen cierto as vuestras graciosas demandas, como algunas gentiles
cosas de tales que yo he visto compuestas de la vuestra prudencia. Como es cierto este sea
un celo celeste, una afeccin divina, un insaciable cebo del nimo, el cual, as como la
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materia busca la forma, y lo imperfecto la perfeccin, nunca esta ciencia de poesa y gaya
ciencia buscaron ni se hallaron sino en los nimos gentiles, claros ingenios y elevados
espritus.
De los griegos quieren sean los primeros Acatesio Milesio y, aprs de l, Fercides
Siro y Homero, no obstante que Dante 'soberano poeta' lo llama. De los latinos Ennio fue el
primero, ya sea que Virgilio quieran de la lengua latina en metro haya tenido y tenga la
monarqua, y aun as place a Dante, all donde dice, en nombre de Sordello Mantuano:
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Y as concluyo, ca esta ciencia poetal es acepta principalmente a Dios, y despus a
todo linaje y especie de gentes. Afrmalo Casiodoro en el libro De varias causas, diciendo:
Todo resplandor de elocuencia, y todo modo o manera de poesa o poetal locucin y habla,
toda variedad de honesto hablar hubo y hubieron comenzamiento de las Divinas
Escrituras. sta en los deficos templos se canta, y en las cortes y palacios imperiales y
reales graciosa y alegremente es recibida. Las plazas, las lonjas, las fiestas, los convites
opulentos sin ella as como sordos y en silencio se hallan.
Y qu son o cules aquellas cosas adonde, oso decir, esa arte as como necesaria no
intervenga y no sirva? En metro los epitalamios, que son cantares que en loor de los novios
en las bodas se cantan, son compuestos; y, de unos en otros grados, aun a los pastores en
cierta manera sirven, y son aquellos dictados a que los poetas 'buclicos' llamaron. En otros
tiempos, a las cenizas y defunciones de los muertos metros elegacos se cantaban, y an
ahora en algunas partes dura, los cuales son llamados 'endechas'; en esta forma Jeremas
cant la destruccin de Jerusaln; Gayo Csar, Octaviano Augusto, Tiberio y Tito,
emperadores, maravillosamente metrificaron y les plugo toda manera de metro.
Mas dejemos ya las historias antiguas por allegarnos ms acerca de nuestros tiempos.
El rey Roberto de Npoles, claro y virtuoso prncipe, tanto esta ciencia le plugo que como
en esta misma sazn micer Francisco Petrarca, poeta laureado, floreciese, es cierto gran
tiempo lo tuvo consigo en el Castil Novo de Npoles, con quien l muy a menudo confera
y platicaba de estas artes, en tal manera que mucho fue habido por acepto a l y gran
privado suyo; y all se dice haber l hecho muchas de sus obras as latinas como vulgares, y
entre las otras el libro De rerum memorandarum y las sus glogas y muchos sonetos, en
especial aquel que hizo a la muerte de este mismo rey, que comienza Rota e l'alta columpna
e el verde lauro, etc.
Juan Bocacio, poeta excelente y orador insigne, afirma el rey Juan de Chipre haberse
dado ms a los estudios de esta graciosa ciencia que a ningunas otras; y as parece que lo
muestra en la entrada proemial de su libro de la Genealoga o Linaje de los dioses gentiles,
hablando con el Seor de Parma, mensajero o embajador suyo.
Cmo pues o por cul manera, seor muy virtuoso, estas ciencias hayan primeramente
venido en mano de los romancistas o vulgares, creo sera difcil inquisicin y una trabajosa
pesquisa. Pero dejadas ahora las regiones, tierras y comarcas ms longincuas y ms
separadas de nos, no es de dudar que, universalmente en todas, de siempre estas ciencias se
hayan acostumbrado y acostumbran, y aun en muchas de ellas en estos tres grados, es a
saber: sublime, mediocre e nfimo. Sublime se podra decir por aquellos que las sus obras
escribieron en lengua griega y latina, digo metrificando. Mediocre usaron aquellos que en
vulgar escribieron, as como Guido Januncello, bolos, y Arnaldo Daniel, provenzal. Y
como quier que de estos yo no he visto obra alguna, pero quieren algunos haber ellos sido
los primeros que escribieron tercia rima y aun sonetos en romance, y, as como dice el
Filsofo, de los primeros primera es la especulacin. nfimos son aquellos que sin ningn
orden, regla ni cuento hacen estos romances y cantares de que las gentes de baja y servil
condicin se alegran.
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Despus de Guido y Arnaldo Daniel, Dante escribi en tercia rima elegantemente las
sus tres comedias Infierno, Purgatorio y Paraso; micer Francisco Petrarca, sus Triunfos;
Checo d'Ascoli, el libro De proprietatibus rerum; y Juan Bocacio el libro que Ninfal se
intitula, aunque ayunt a l prosas de gran elocuencia a la manera del Boecio consolatorio.
Estos y muchos otros escribieron en otra forma de metros en lengua itlica que 'sonetos' y
'canciones morales' se llaman.
Extendironse, creo, de aquellas tierras y comarcas de los lemosines estas artes a los
glicos y a esta postrimera y occidental parte que es la nuestra Espaa, donde asaz prudente
y hermosamente se han usado.
De entre estos hubo hombres muy doctos y sealados en estas artes; ca maestre Juan
de Loris hizo el Roman de la rosa, donde, como ellos dicen el arte de amor es toda
inclusa; y acabolo maestre Juan Copinete, natural de la villa de Meun. Michaute escribi
as mismo un gran libro de baladas, canciones, rondeles, lays y virelays, y ason muchos de
ellos. Micer Otho de Grandson, caballero estrenuo y muy virtuoso, se hubo alta y
dulcemente en esta arte. Maestre Alen Charretiel, muy claro poeta moderno y secretario de
este rey don Luis de Francia, en gran elegancia compuso y cant en metro y escribi el
Debate de las cuatro damas, La Bella Dama san mersi, el Revelle matin, La gran pastora,
el Breviario de nobles y El hospital de amores, por cierto cosas asaz hermosas y placientes
de or.
Los itlicos prefiero yo, so enmienda de quien ms sabr, a los franceses, solamente ca
las sus obras se muestran de ms altos ingenios, y adrnanlas y compnenlas de hermosas y
peregrinas historias; y a los franceses de los itlicos en el guardar del arte, de lo cual los
itlicos, sino solamente en el peso y consonar, no se hacen mencin alguna. Ponen sones as
mismo a las sus obras y cntanlas por dulces y diversas maneras, y tanto han familiar,
acepta y por manos la msica que parece que entre ellos hayan nacido aquellos grandes
filsofos, Orfeo, Pitgoras o Empdocles, los cuales, as como algunos describen, no
solamente las iras de los hombres, ms aun a las furias infernales con las sonorosas
melodas y dulces modulaciones de los sus cantos aplacaban. Y quin duda que as como
las verdes hojas en el tiempo de la primavera guarnecen y acompaan los desnudos rboles,
las dulces voces y hermosos sones no apuesten y acompaen toda rima, todo metro, todo
verso, sea de cualquier arte, peso y medida?
Los catalanes, valencianos y aun algunos del reino de Aragn fueron y son grandes
oficiales de esta arte. Escribieron primeramente en 'novas rimadas', que son pies o bordones
largos de slabas, y algunos consonaban y otros no. Despus de esto usaron el decir en
coplas de diez slabas a la manera de los lemosines. Hubo entre ellos de sealados hombres
as en las invenciones como en el metrificar. Guilln de Berved, generoso y noble
caballero, y Pao de Bembibre adquirieron entre estos gran fama. Mosn Pero March el
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Viejo, valiente y honorable caballero, hizo asaz gentiles cosas y entre las otras escribi
proverbios de gran moralidad. En estos nuestros tiempos floreci mosn Jorde de Sant
Jorde, caballero prudente, el cual ciertamente compuso asaz hermosas cosas, las cuales l
mismo asonaba, ca fue msico excelente; hizo entre otras una cancin de opsitos que
comienza Tos jons aprench e desaprench ensems. Hizo la Pasin de amor, en la cual
compil muchas buenas canciones antiguas, as de estos que ya dije como de otros. Mosn
Febrer hizo obras nobles, y algunos afirman haya trado el Dante de lengua florentina en
cataln, no menguando punto en la orden del metrificar y consonar. Mosn Ausias March,
el cual an vive, es gran trovador y hombre de asaz elevado espritu.
Y despus hallaron esta arte que 'mayor' se llama y el arte comn, creo, en los reinos
de Galicia y de Portugal, donde no es de dudar que el ejercicio de estas ciencias ms que en
ningunas otras regiones y provincias de la Espaa se acostumbr en tanto grado que no ha
mucho tiempo cualesquier decidores y trovadores de estas partes, ahora fuesen castellanos,
andaluces o de la Extremadura, todas sus obras componan en lengua gallega o portuguesa;
y aun de estos es cierto recibimos los nombres del arte, as como 'maestra mayor' y 'menor',
'encadenados', 'leixaprn' y 'manzobre'.
Acurdome, seor muy magnfico, siendo yo en edad no provecta, mas asaz pequeo
mozo en poder de mi abuela doa Menca de Cisneros, entre otros libros haber visto un
gran volumen de cantigas, serranas y decires portugueses y gallegos, de los cuales toda la
mayor parte era del rey don Dions de Portugal, creo, seor, sea vuestro bisabuelo, cuyas
obras aquellos las lean, loaban de invenciones sutiles y de graciosas y dulces palabras.
Haba otras de Joan Suares de Pava, el cual se dice haber muerto en Galicia por amores de
una infanta de Portugal; y de otro Fernand Gonzales de Senabria. Despus de ellos vinieron
Vasco Peres de Cames, y Fernand Casquicio y aquel grande enamorado Macas, del cual
no se hallan sino cuatro canciones, pero ciertamente amorosas y de muy hermosas
sentencias, conviene a saber Cativo de mia tristura, Amor cruel e brioso, Seora, en quien
fiana y Provei de buscar mesura.
En este reino de Castilla dijo bien el rey don Alfonso el Sabio, y yo vi quien vio
decires suyos, y aun se dice que metrificaba altamente en lengua latina. Vinieron despus
de estos don Juan de la Cerda, y Pero Gonzlez de Mendoza, mi abuelo, hizo buenas
canciones y entre otras Pero te sirvo sin arte y otra a las monjas de la Zaida, cuando el rey
don Pedro tena el sitio contra Valencia; comienza A las riberas de un ro. Us una manera
de decir cantares as como escnicos plautinos y terencianos, tan bien en estrambotes como
en serranas. Concurri en estos tiempos un judo que se llam Rab Santo; escribi muy
buenas cosas y entre las otras Proverbios morales, en verdad de asaz recomendables
sentencias. Pselo en cuento de tan nobles gentes por gran trovador, que as como l dice en
uno de sus proverbios:
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No vale el azor menos
por nacer en vil nido1,
ni los ejemplos buenos
por los decir judo.
Alfonso Gonzlez de Castro, natural de esta villa de Guadalajara, dijo asaz bien e hizo estas
canciones Con tan alto podero y Veis que descortesa.
Despus de estos, en tiempo del rey don Juan, fue el arcediano de Toro; este hizo
Crueldad y trocamiento, y otra cancin que dice De quien cuido y cuid. Y Garci
Fernndez de Gerena.
Desde el tiempo del rey don Enrique, de gloriosa memoria, padre del Rey Nuestro
Seor, y hasta estos nuestros tiempos se comenz a elevar ms esta ciencia y con mayor
elegancia. Y ha habido hombres muy doctos en esta arte, principalmente Alfonso lvarez
de Illescas, gran decidor, del cual se podra decir aquello que en loor de Ovidio un gran
historiador describe, conviene a saber, que todos sus motes y palabras eran metro. Hizo
tantas canciones y decires que sera bien largo y difuso nuestro proceso, si por extenso aun
solamente los principios de ellas a recontar se hubiesen. Y as por esto, como por ser tanto
conocidas y esparcidas a todas partes sus obras, pasaremos a micer Francisco Imperial, al
cual yo no llamara decidor o trovador, mas poeta, como sea cierto que si alguno en estas
partes del ocaso mereci premio de aquella triunfal y lurea guirnalda, loando a todos los
otros, este fue. Hizo al nacimiento del Rey Nuestro Seor aquel decir famoso En dos
setecientos y muy muchas otras cosas graciosas y loables.
Fernn Prez de Guzmn, mi to, caballero docto en toda buena doctrina, ha compuesto
muchas cosas metrificadas, y entre las otras aquel epitafio de la sepultura de mi seor el
almirante don Diego Hurtado, que comienza Hombre que vienes aqu de presente. Hizo
muchos otros decires y cantigas de amores, y aun ahora, bien poco tiempo ha, escribi
proverbios de grandes sentencias, y otra obra asaz til y bien compuesta de Las cuatro
virtudes cardinales.
Al muy magnfico duque don Fadrique, mi seor y mi hermano, plugo mucho esta
ciencia, e hizo asaz gentiles canciones y decires, y tena en su casa grandes trovadores,
especialmente a Fernn Rodrguez Portocarrero, y Juan de Gayoso y Alfonso de Moraa.
Ferrn Manuel de Lando, honorable caballero, escribi muchas buenas cosas de poesa,
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imit ms que ninguno otro a micer Francisco Imperial, hizo de buenas canciones en loor
de Nuestra Seora, hizo as mismo algunas invectivas contra Alfonso lvarez de diversas
materias y bien ordenadas.
Los que despus de ellos en estos nuestros tiempos han escrito o escriben ceso de los
nombrar, porque de todos me tengo por dicho que vos, muy noble seor, hayis noticia y
conocimiento. Y no os maravillis, seor, si en este proemio haya tan extensa y largamente
narrado estos tanto antiguos y despus nuestros autores, y algunos decires y canciones de
ellos, como parezca haber procedido de una manera de ociosidad, lo cual de todo punto
deniegan no menos ya la edad ma que la turbacin de los tiempos. Pero es as que como en
la nueva edad me pluguiese, hallelos ahora, cuando me pareci ser necesarios. Ca as como
Horacio, poeta, dice quem nova concepit olla servabit odorem.
Pero de todos estos, muy magnfico seor, as itlicos como provenzales, lemosines,
catalanes, castellanos, portugueses y gallegos, y aun de cualesquier otras naciones, se
adelantaron y antepusieron los glicos cisalpinos y de la provincia de Aquitania en
solemnizar y dar honor a estas artes. La forma y manera cmo dejo ahora de recontar por
cuanto ya en el prlogo de los mis Proverbios se ha mencionado.
Por las cuales cosas y aun por otras muchas, que por m y ms por quien ms supiese
se podran ampliar y decir, podr sentir y conocer la vuestra magnificencia en cunta
reputacin, estima y comendacin estas ciencias haberse deben, y cunto vos, seor muy
virtuoso, debis estimar que aquellas dueas, que en torno de la fuente de Helicn
incesantemente danzan, en tan nueva edad no inmritamente a la su compaa os hayan
recibido. Por tanto, seor, cuanto yo puedo exhorto y amonesto a la vuestra magnificencia
que, as en la inquisicin de los hermosos poemas como en la pulida orden y regla de
aquellos, en tanto que Cloto hilare la estambre, vuestro muy elevado sentido y pluma no
cesen por tal que, cuando tropos cortare la tela, no menos dlficos que marciales honores
y glorias obtengis.
Serranillas
7
grafas del original eliminando las variantes grficas no significativas, y por eliminar las
marcas de editor, asumiendo, cuando lo creemos oportuno, las correcciones,
reconstrucciones y enmiendas propuestas por Gmez Moreno y Kerkhof.]
Serranilla I
La serrana de Boxmediano
Serranillas de Moncayo,
farades caballero.
Ya se pasaba el verano, 5
encima de Boxmediano
8
Respondi como'n desgaire: 15
d'esta ir mi prisionero.
e dejad la montera.
9
Finida
pasaremos el febrero.
Serranilla II
La vaquera de Morana
En toda la su montana
de Trasmoz a Beratn
Partiendo de Conejares,
cerca de la Travesaa,
camino de Trasobares,
poco ms ac de An,
a guisa de Estremadura,
10
cinta e collera labrada.
Respondiome: Caballero,
ca primero probaredes 20
vaquerizo de Morana.
Serranilla III
All en la vegela
a Mata el Espino, 5
en ese camino
que va a Lozoyuela,
de guisa la vi
11
que me fizo gana
la fruta temprana. 10
Garnacha traa
de oro, presada
A ella volv 15
e dije: Serrana,
S soy, caballero;
si por m lo habedes,
decid, qu queredes?, 20
fablad verdadero.
Respondile as:
Yo juro a sant'Ana
Serranilla IV
La mozuela de Bores
Mozuela de Bores
all do la Lama
psom'en amores.
12
Cuid qu'olvidado
Amor me tena, 5
de tales dolores,
queman amadores. 10
Mas vi la fermosa
de buen continente,
la cara placiente,
de tales colores 15
la vuestra beldad 20
saldr desd'agora
dentr'estos alcores,
de grandes loores.
Dijo: Caballero, 25
tiradvos afuera;
dejad la vaquera
pasar al otero;
13
ca dos labradores
me piden de Frama, 30
entrambos pastores.
Seora, pastor
ser si queredes;
mandarme podedes,
como a servidor; 35
mayores dulzores
ser a m la brama
que or ruiseores.
As concluimos
el nuestro proceso 40
e nos avenimos.
de cabe Espinama
los encubridores. 45
Serranilla V
Menga de Manzanares
14
non vi serrana ms bella
15
vos quiero luchar dos pares.
Serranilla VI
La moza de Bedmar
acerca des'Allozar,
e de alcorques se calzaba.
Si mi voluntad ajena
16
non me pudiera escusar
Preguntele d vena,
quel'guardaban en Racena,
e pasaba al Olivar
aquende de Guadana,
de la guarda de Abdilbar;
seor, de mi compaa; 30
ca Miguel de Jamilena
17
Vos tornad en hora buena.
Serranilla VII
La vaquera de la Finojosa
non vi en la frontera,
com'una vaquera
de la Finojosa.
Faciendo la va 5
del Calatraveo
a Santa Mara,
perd la carrera, 10
do vi la vaquera
de la Finojosa.
En un verde prado
de rosas e flores,
guardando ganado 15
la vi tan graciosa,
18
que fuese vaquera
de la Finojosa. 20
de la primavera
si antes supiera
de aquella vaquera
de la Finojosa;
su mucha beldad, 30
porque me dejara
en mi libertad.
dnde es la vaquera 35
de la Finojosa?
lo que demandades; 40
non es deseosa
aquesa vaquera
19
de la Finojosa.
Serranilla VIII
La mozuela lepuzcana
De Vitoria me parta
un da d'esta semana
do vi moza lepuzcana.
la vi guardando ganado,
en un hargante de grana, 10
Yo lo las de Moncayo
e la mozuela de Bores;
en toda la Sumontana
20
cierto non se fallara,
De la moza de Bedmar,
a fablarvos ciertamente,
Serranilla IX
La serrana de Navafra
El comendador de Segura
De Lozoya a Navafra,
acerca de un colmenar,
21
A la cual desque llegu, 5
mi padre lo va fablar, 10
maguer no me conoscades,
Garca de Pedraza
22
Serrana, si vos queredes
Serranilla X
La vaquera de Berzosa
Madrugando en Robledillo
23
la que dicen de Berzosa,
Si voluntad no m'engaa,
no vi otra ms graciosa: 10
lela su namorado.
24