El Escritor Que No Sabía Leer

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El escritor que no saba leer

y otras historias de la Neurociencia


Jos Ramn Alonso

El escritor que no saba leer


y otras historias de la Neurociencia
Esta obra (bajo el ttulo Dispara t primero y otras historias de la
Neurociencia) ha sido galardonada con el premio Prisma de
divulgacin cientfica al mejor texto original e indito
de los museos cientficos corueses (A Corua, 2012).

Jos Ramn Alonso Pea, 2013


Talenbook, s.l., 2013

Primera edicin: noviembre de 2013

Reservados todos los derechos. No est permitida la reproduccin


total o parcial de este libro, ni su tratamiento informtico, ni la
transmisin de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea me-
cnico, electrnico, por fotocopia, por registro u otros mtodos,
sin el permiso previo y por escrito de los titulares del copyright.

Guadalmazn Coleccin Divulgacin cientfica


Edicin de Antonio Cuesta
www.editorialalmuzara.com
[email protected]@editorialalmuzara.com

Imprime: Lince Artes Grficas


ISBN: 978-84-941552-0-8
Depsito Legal: CO-1829-2013
Hecho e impreso en Espaa-Made and printed in Spain
A Eduardo Weruaga y David Daz,
compaeros y amigos.
Quiero agradecer sus lecturas, comentarios y correcciones a
Enrique Saldaa, Fernando Prez Barriocanal, David Daz,
Eduardo Weruaga, Laura Lpez-Mascaraque y Catalina
Gonzlez. Ellos hicieron que este libro sea mejor de lo que era.
ndice
Presentacin 15

Dispara t primero17
Semforos en Daltonia 23
Pequeos olvidadizos 31
Hable con ella 39
H.M. 43
La piedra de la locura 53
El lmite cerebral de Facebook 65
La nia que borr el aura 75
Nicole Kidman y las fobias 81
Mal de altura 85
El cerebro del burro 95
323 aos despus101
El gen de la tontera 107
Alien y el control mental115
El crneo de Farinelli 121
En la cabeza o en el corazn? 127
La muerte de Amy Winehouse 133
El hombre elefante 139
Cocana, Coca-Cola y psicoanlisis 145
Las lobotomas de Rosemary y Eva 155
Calor humano 165
El viaje de Gulliver por la Neurociencia171
Volviendo a Uyuni 183
El escritor que no saba leer 189
El rgano cerebral de la avaricia 197
Nina Simone y otros doctores 209
Goya y la Duquesa de Alba, una vez ms215
Tienen asperger los replicantes de Blade Runner? 225
El mejor invento espaol 233
Un grito en la oscuridad 239
Descartes y el jet-lag 245
Y un cerebro que bosteza 251
El pjaro loco no est loco 257
El nio alsaciano y monsieur Pasteur 263
Alcohol y literatura 271
El cerebro de un hombre lobo 281
Las mujeres nos atontan Demostrado! 287
Feliz cumpleaos, Dr. Hawking 295

13
Presentacin
El objeto de este libro es ensear, divertir, captar la atencin y el inters del
lector por la Ciencia y, en particular, por ese campo cientfico dedicado al
estudio del cerebro, del sistema nervioso: la Neurociencia. Hablamos del
cerebro, de sus funciones, sus enfermedades, su pasado y su futuro, de la
investigacin ms reciente de los laboratorios y de los aspectos histricos
de cuando, como ahora, intentbamos entender el mundo y a nosotros
mismos buscando en nuestro propio interior.
El estudio de la mente es tambin el estudio de quines somos. Todas
las creaciones sublimes del ser humano: la literatura, la pintura, la
escultura o la msica y tambin todos nuestros sentimientos, pensamien-
tos y decisiones tienen lugar en el cerebro. Y desde l, desde esas neuronas
que disparan chispas y sopas qumicas en medio de la ventisca, llegamos
a nuestra vida cotidiana, a nuestras leyendas, a nuestros miedos ances-
trales. Por qu hay personas que sienten que se transforman en hombres
lobo? Por qu el Pjaro Loco no se daa el cerebro? Por qu los cas-
trati cantaban de una forma tan hermosa? Por qu Goya segua disfru-
tando de la vida a los 80 aos? Qu nos pueden ensear en el campo
de la Neurociencia Nicole Kidman, Nina Simone, Eva Pern o el capitn
Gulliver? Estas preguntas parecen un juego, y quiz lo sea si recupera-
mos a travs de estas lneas un poco de ese cerebro de nio que nos haca
disfrutar explorando, mirando a las hormigas, formulando preguntas y
obteniendo respuestas.
En un mbito como el de la Neurociencia, en el que los descubrimien-
tos se suceden a un ritmo vertiginoso, es imperativo mirar hacia atrs
para ver cunto hemos avanzado, todo lo que hemos recorrido, y deducir
as cunto nos falta an por descubrir, por saber. Es una historia carac-
terstica de nuestra especie, llena de fracasos y de pasin, de risas y de
miedo, de sueos y de dolor, de valientes y malvados, de lo mejor y de lo
peor de los hombres, porque son historias humanas, estas historias de la
Neurociencia.

15
Dispara t primero

Niels Bohr, el fsico dans, est considerado como uno de los


mejores cientficos de la Historia. Adems, en la II Guerra
Mundial se port como un valiente. En su Instituto de Fsica
Terica de Copenhague ahora llamado Instituto Niels Bohr
dio refugio a colegas, judos principalmente, que huan de la per-
secucin nazi. Usando sus conexiones con la Resistencia danesa,
salv la vida a muchos de ellos hacindolos llegar clandestina-
mente a Suecia, territorio neutral. Cuando en 1940, a travs de
un microfilm oculto dentro de una llave, recibi una oferta de
los britnicos para incorporarse al proyecto Manhattan y as
ponerse a salvo y a su vez apoyar el esfuerzo blico de los aliados,
declin diciendo:

Considero mi deber en nuestra desesperada situacin resistir la


amenaza contra la libertad y ayudar a proteger a los cientficos
exiliados que han buscado refugio aqu.

Solo cuando le lleg informacin de que iba a ser arrestado


inmediatamente por la Gestapo, Bohr y su familia escaparon
a Suecia en un pesquero. All fue inmediatamente a ver al rey
Gustavo V y le convenci de que anunciara pblicamente que
Suecia dara asilo a los judos que se vean forzados a huir de
Dinamarca. De Suecia le llevaron a Inglaterra escondido en el
compartimento de bombas de un avin Mosquito. El piloto
decidi volar muy alto para evitar los cazas alemanes que domi-
naban los cielos de Europa, por lo que aconsej a Bohr que se
pusiera la mscara de oxgeno. Sin embargo, Bohr no tena pues-
tos los auriculares y no se enter. Cuando el avin gan altura,

17
Visin ventral de un De Havilland DH.98 Mosquito del Escuadrn 248 de la raf,
perteneciente a un Destacamento Especial con sede en Portreath. Se pueden obser-
var las compuertas que dan acceso a la bodega donde se alojaban las bombas.
[Imperial War Museums].

Dos soldados de la raf cargan, en el compartimento donde viaj el cientfico Niels


Bohr, las bombas que armaban al cazabombardero Mosquito.

18
Bohr se desmay y estuvo a punto de morir por asfixia. Le salv
que el piloto se inquietase al no obtener ninguna respuesta de
su pasajero y decidiese reducir la altitud. Recientemente se ha
sabido que el aviador tena rdenes de abrir el compartimento
de las bombas y dejar caer a Bohr al mar si le atacaban. La prio-
ridad era evitar cualquier riesgo de que el fsico dans pudiese
ser capturado por los alemanes, quienes podran aprovecharlo,
por la fuerza, en su propio programa atmico. Est claro que no
conocan la fortaleza y el carcter de Bohr.
Bohr tena fama de ser difcil de entender en una confe-
rencia que dio en ingls pusieron traduccin simultnea al
ingls y al mismo tiempo se le consideraba implacable en su
deseo de comprender bien las cosas, en la bsqueda de la ver-
dad. Tras asistir a una conferencia de Schrdinger, lo acorral a
la salida del aula para discutir con l sobre un punto dudoso de
sus experimentos. Schrdinger tena tal gripazo que solo que-
ra irse a la cama, pero Bohr lo sigui hasta su hotel, explicn-
dole sus argumentos, se meti en la habitacin tras l y sigui
hablando toda la noche, mientras Schrdinger, acostado, pre-
tenda sin conseguirlo dormir. Bohr deba de tener tambin
buen humor y cuando le criticaron por tener en la puerta de su
casa de campo una herradura de la buena suerte, respondi: Ya
s que es una estupidez, pero me han dicho que funciona incluso si no
crees en ello.
Bohr tuvo tres medallas del premio Nobel en sus manos. La
primera fue la suya, y la subast para conseguir fondos para los
desplazados finlandeses que huan de la II Guerra Mundial. Las
otras dos se las confiaron cientficos que huan de la guerra y
estaban en su poder cuando los nazis conquistaron Dinamarca.
Temiendo que cayeran en manos de los invasores, Bohr y el qu-
mico De Hevesy las disolvieron en agua regia, una mezcla de
cido ntrico y cido clorhdrico, capaz de disolver el oro. El
frasco con aquella disolucin de oro permaneci junto a otras
botellas en una balda del laboratorio hasta el final de la gue-
rra, sin que nadie sospechara su valor. Al terminar la contienda,
Bohr y De Hevesy precipitaron el oro y lo entregaron al comit
Nobel para que volviera a acuar las medallas y las entregara a
sus legtimos propietarios.

19
Hay una historia de Bohr que me gusta especialmente.
Cuando visit el Instituto de Fsica de la Academia de Ciencias de
la Unin Sovitica, los colegas rusos le preguntaron cmo haba
sido capaz de generar una escuela de Fsica de primer nivel en
un pas pequeo como Dinamarca. Bohr contest: Probablemente
porque nunca me ha avergonzado confesar a mis estudiantes que no tena
ni idea, que me senta un idiota. Cuando la charla se public en la
prensa rusa, la frase de Bohr fue recogida como: Probablemente
porque nunca me he avergonzado de decir a mis estudiantes que no tienen
ni idea, que son unos idiotas. Tpico de los lugares con jerarquas
inflexibles y un fervoroso culto a la personalidad.
Volviendo a la Neurociencia, Niels Bohr alumbr una teora
para explicar por qu el Bueno siempre gana los duelos en las
pelculas del Oeste. Su explicacin era simple: el Malo, en su
maldad, siempre maquina e intenta desenfundar primero. Eso
hace que el Bueno reaccione automticamente, de una forma
prcticamente refleja y, por lo tanto, utilizando un circuito con
menos neuronas y disparando ms rpido. Niels Bohr someti a
comprobacin esta hiptesis con revlveres de juguete y distin-
tos colegas. Y s, siempre gan esos duelos. Me encanta imagi-
narme al ganador de un Premio Nobel de Fsica por sus trabajos

Un sello postal danes que muestra la efigie de Niels Bohr en la celebracin del quin-
cuagsimo aniversario de su clebre teora atmica. [Archivo de Antonio Abrignani ].

20
sobre la estructura del tomo y la mecnica cuntica desenfun-
dando frente a otro investigador prestigioso, George Gamow en
muchos casos, en un pasillo de la Facultad, los dos armados con
pistolas de juguete.
Qu hay de cierto en la hiptesis de Bohr? Se ha demos-
trado que se tarda unos 20 milisegundos menos en desenfundar
en respuesta al movimiento del oponente, que en desenfundar
de forma consciente, lo que en principio le da la razn a Bohr.
Sin embargo, un trabajo reciente de Andrew Welchman, de la
Universidad de Birmingham, refuta la hiptesis. Existen claras
diferencias entre los movimientos voluntarios cuando decides
sacar el revlver y los movimientos reactivos un manotazo
si un animal se nos echa encima o desenfundar tras percibir
el movimiento del contrario. Distintos circuitos neurales se
encargaran de estos dos tipos de movimientos. Los movimien-
tos reactivos son ms rpidos, tal como sostena Bohr, pero existe
un tiempo de reaccin, un retraso de aproximadamente 200
milisegundos, en iniciar el movimiento de respuesta a la accin
del contrincante. Adems, los movimientos reactivos son menos
precisos, otro problema para el Bueno, que no debera acertar
tanto. Aquellos viejos revlveres Colt eran pesados, mal calibra-
dos, y resultaba realmente difcil acertar a algo. De hecho, sola
ganar el duelo no el que sacaba antes, sino el que mantena la
calma y apuntaba con ms cuidado.
Pero volviendo a nuestro experimento, para que el chico de
la pelcula ganase el duelo tendra que desenfundar tan rpido,
que su tiempo de reaccin ms su tiempo de apuntar fuera menor
que el tiempo de apuntar del que haba iniciado el movimiento
voluntario. Demasiado difcil! Todo indica que el segundo tira-
dor morira, aunque feliz quiz por ser el ms rpido del Oeste.
Entonces, por qu Bohr ganaba aquellos duelos en los pasi-
llos de la Universidad? Un cientfico de verdad jams hara tram-
pas en un experimento y menos si tambin va su honrilla en un
duelo a muerte; por lo tanto, debemos descartar que los colegas
dejasen ganar a Bohr. La mejor explicacin es que quiz le ayu-
dara la memoria procedural, aquella que nos permite hacer ms
rpido las cosas que practicamos mucho o, si no, es que Bohr era,
realmente, verdaderamente, y eso es cierto, uno de los Buenos.

21
En el western clsico, el vaquero bueno nunca desenfunda a traicin...
pero es capaz de hacerlo ms rpido que su prfido oponente. [morris everett.]

Para leer ms :

Pollard J. (2010) Boffinology. The real stories behind our greatest


scientific discoveries. John Murray, Londres.
Wogan T. (2010) Better to React Than to Act. Science. http://news.
sciencemag.org/sciencenow/2010/02/03-01.html.

22
Semforos en Daltonia

Algunos cientficos quieren seguir haciendo descubrimientos


despus de morir. Para ello tienen un material nico, del que
conocen toda su trayectoria, sus posibilidades y limitaciones:
ellos mismos.
John Dalton era un cuquero. En los pases hispanos, este
grupo religioso no ha tenido una gran expansin, por lo que no
son muy conocidos. Forman un grupo heterogneo pero una de
sus creencias principales es que cada persona lleva algo de Dios
dentro de s; as, cada ser humano puede y debe tener un con-
tacto directo con la divinidad, sin necesidad de recurrir a sacer-
dotes ni a sacramentos. Dalton era ingls y en la Inglaterra de
finales del xviii haba una iglesia oficial, la Iglesia Anglicana,
por lo que a los disidentes bajo la corona britnica, ya fueran los
catlicos irlandeses o los cuqueros ingleses, se les prohiba asis-
tir a la universidad y, mucho ms, ensear en ella. Por todo ello
Dalton tuvo que seguir un camino ms complejo y tortuoso para
conseguir una educacin.
Entr a los diez aos a servir como criado de Elihu Robinson,
un cuquero con medios econmicos que, gratamente sorpren-
dido del inters de John por aprender, decidi darle clases de
matemticas por las tardes, estimulando el deseo del muchacho
por instruirse y progresar en la vida. Y as fue. Cuando el maes-
tro donde haba aprendido las primeras letras se retir, John
Dalton se convirti en el nuevo maestro de su comunidad. Tena
catorce aos. Sus alumnos eran desde nios pequeos a los que
tena que sentar en su regazo para consolarles, a jovencitos que
le retaban a pelear cuando les reprenda. Estuvo all dos aos y

23
luego entr de ayudante, junto con su hermano Jonathan, en
otra escuela cuquera dirigida por un primo. Cuando el maes-
tro se retir, los tres hermanos su hermana Mary haca de ama
de llaves de la escuela se hicieron cargo del negocio educa-
tivo. Empezaron a ganar dinero, pero su fama no era muy all,
se pasaban con los castigos y se quedaban cortos en la prepara-
cin de las clases. Aun as, John Dalton ley, estudi y se form,
desarrollando una buena base terica y una formacin amplia
y slida. En ese periodo, tuvo la suerte de que John Gough, un
filsofo ciego y erudito, se ocupase de mejorar su educacin,
ensendole un poco de latn, otro poco de francs y un poco
ms de griego. Gough le mostr tambin, entre muchas otras
cosas, cmo llevar un diario meteorolgico. La primera entrada
en el cuaderno de Dalton es una aurora boreal presenciada el 24

John Dalton (Eaglesfield, Cumberland, 6 de septiembre de 1766 - Mnchester, 27 de


julio de 1844) fue un importante qumico, matemtico, naturalista, meteorlogo
y por descontado daltnico britnico.

24
de marzo de 1787. En los 57 aos siguientes, hasta su muerte en
1844, registr doscientas mil observaciones sobre el cielo y las
condiciones atmosfricas en este diario.
Tras su paso por aquel colegio familiar fue contratado como
profesor de Matemticas y Filosofa Natural en la Escuela
Nueva, otro centro educativo para disidentes de la iglesia ofi-
cial. La mala situacin econmica de esta academia hizo que
tuviera que buscar otro empleo, colocndose como profesor par-
ticular en Mnchester. All empez a escribir y publicar.
Las obras de Dalton fueron muy diversas. Comenz con
Observaciones y Ensayos de Meteorologa, luego le sigui Elementos
de Gramtica del Ingls, pero quiz lo ms famoso son sus estudios
sobre los pesos atmicos de los elementos qumicos. Actualmente
se usa una unidad para los pesos de los tomos que lleva su nom-
bre: el dalton.
La teora clsica de la visin en color propone que tenemos
tres fotopigmentos en los conos de la retina. Estos pigmentos
son sensibles a la luz roja, verde y azul, permitiendo su combi-
nacin percibir todos los colores del arco iris. Esta teora, deno-
minada de la visin tricromtica, consideraba que cada persona
hereda un gen para cada uno de los tres pigmentos, pero recien-
temente se ha visto que la situacin es mucho ms compleja: que
hay muchos otros genes implicados, que hay mujeres que ten-
dran no tres sino cuatro tipos de conos, lo que se llama tetracro-
masia, y que los tipos de ceguera al color son ms variables de lo
que en un principio se pensaba.
John Dalton tena ceguera para el color. As describe el descu-
brimiento de su discapacidad y su naturaleza hereditaria:

Siempre fui de la opinin, aunque no lo mencionaba a menudo,


de que varios colores tenan nombres injustificados. El trmino
rosa en referencia a la flor de tal nombre [en realidad, el
pink de Dalton hace referencia un Dianthus, la flor que
nosotros llamamos clavelina, el clavel silvestre], me pareca
apropiado; pero cuando el trmino rojo se sustitua por rosa, pen-
saba que era totalmente inapropiado; tendra que haber sido azul,
ya que en mi opinin, rosa y azul me parecan muy prximos entre
s, mientras que rosa y rojo tenan muy escasa relacin.

25
Lo que nos hace sospechar que Dalton era insensible al com-
ponente rojo, y que su rosa en cuestin deba ser ms cercano al
malva. Dalton sigue:

En el curso de mi dedicacin a las ciencias, la ptica reclam


mi atencin; y me familiaric bastante con la teora de la luz y
los colores antes de que me diera cuenta de una peculiaridad en
mi visin. No haba, sin embargo, prestado mucha atencin a la
discriminacin prctica de los colores, debido, en cierta medida,
a lo que yo consideraba la rareza de su nomenclatura. Desde el
ao 1790, el estudio ocasional de la Botnica me oblig a prestar
ms atencin a los colores. Con respecto a lo que era blanco, ama-
rillo o verde, rpidamente estaba de acuerdo con el trmino apro-
piado. Azul, prpura, rosa y carmn parecan poco distinguibles
entre ellos, siendo, de acuerdo a mi idea, todos un tipo de azul. A
menudo me ha pasado que he preguntado seriamente a una per-
sona si una flor era azul o rosa, pero normalmente pensaban que
estaba de broma. A pesar de esto, nunca cre que existiese una
peculiaridad en mi visin, hasta que accidentalmente observ el
color de la flor de un Geranium zonale a la luz de la vela en
otoo de 1792. La flor era rosa, pero durante el da me pareca
claramente de un color azul celeste; a la luz de la vela, por el con-
trario, estaba sorprendentemente cambiada, no teniendo nada de
azul en ella, siendo lo que yo llamo rojo, un color que forma un
fuerte contraste con el azul [una persona con el daltonismo de
Dalton normalmente la vera como gris o casi negra]. Sin
dudar que el cambio de color sera igual para todo el mundo, ped
a varios de mis amigos que observaran el fenmeno. Para mi sor-
presa todos estuvieron de acuerdo en que el color no era diferente
del que se vea a la luz de da, excepto mi hermano, que lo vio
igual que yo. Esta observacin claramente prob que mi visin no
era como las de otras personas.

La mala percepcin de los colores de Dalton tambin le caus


algn problema social. Los cuqueros, muy austeros, vestan con
gran sobriedad y normalmente de negro. John, en cambio, ves-
ta en ocasiones con unos colores estridentes, terriblemente mal
combinados, que dejaban asombrada a su comunidad religiosa.

26
Esquema de un ojo humano. A la derecha se ampla un corte histolgico que muestra
la arquitectura tisular donde se representan, entre otras clulas, los conos y bastones.
En tres tonos de grises destacan distintos conos con los tres pigmenteos bsicos: los
ricos en eritropsina, ms sensibles a las longitudes de onda largas (luz roja); los que
poseen cloropsina, sensibles a longitudes de onda medias (luz verde); y los que tie-
nen cianopsina, con mayor sensibilidad a las longitudes de onda menores (luz azul).

Al llegar a Mnchester, fue elegido miembro de la Sociedad


Filosfica y Literaria. A las pocas semanas present su primer
trabajo titulado Hechos extraordinarios relacionados con la visin de
los colores. Hasta ese momento, en el que Dalton escribi sobre s
mismo, la falta de percepcin del color en algunas personas ni
siquiera haba sido formalmente descrita ni observada oficial-
mente. La naturaleza profunda y metdica de su investigacin
sobre su propio problema visual fue tan ampliamente recono-
cida que daltonismo se convirti en un trmino comn para
la ceguera al color.
Los grados de daltonismo son muy variables y hay muchas
personas que no se dan cuenta de que no distinguen matices
de colores que para otros estn claros. Entre las personas famo-
sas con daltonismo estn el escritor Mark Twain, los cantantes
Meat Loaf y Bing Crosby, el golfista Jack Nicklaus, el actor Keanu
Reeves y el ex presidente Bill Clinton.

27
La teora de Dalton era que vea el mundo a travs de un filtro
azul. Pensaba que el humor vtreo, la sustancia gelatinosa dentro
del ojo, deba ser, en su caso, azulada. Dio instrucciones para que,
a su muerte, su ayudante, Joseph Ransome, los analizara y com-
probara la hiptesis. Ransome hizo como se le indic, colocando
el interior de uno de los globos oculares en un vidrio de reloj.
Para sorpresa de Dalton si lo hubiera podido ver, muerto y sin
ojos el humor vtreo era perfectamente pelcido, totalmente
transparente. A continuacin, Ransome practic un agujero en
el fondo del otro ojo de su maestro y mir a travs de l para ver
si el rojo y el verde se vean idnticos, ambos de un color gris. El
resultado fue negativo otra vez. Rojo y verde se distinguan per-
fectamente y Ransome concluy que el defecto deba estar en el
nervio ptico que conecta la retina con el resto del cerebro.
Los ojos de Dalton se pusieron en un bote con un preservante
y se dejaron al cuidado de sus amigos de la Sociedad Literaria y
Filosfica de Mnchester. Ah estuvieron durante casi un siglo,
salvndose, afortunadamente, del bombardeo de la Luftwaffe
del da de Nochebuena de 1940, que destruy muchos de los
registros y documentos de Dalton.
En 1995, un grupo de fisilogos de Cambridge obtuvo per-
miso para coger una pequea muestra de la retina de Dalton,
amplificar su adn mediante la reaccin en cadena de la polime-
rasa y examinar los genes, para entonces perfectamente caracte-
rizados, de los conos retinianos implicados en la visin de color.
Pudieron demostrar que Dalton, en realidad, tena un tipo de
ceguera al color poco comn, la deuteroanopia, en la que fal-
tan los conos sensibles a las longitudes de onda intermedias
en lugar de tener una mutacin en el pigmento, como en el tipo
ms comn de ceguera al color. Adems de los azul y prpura,
Dalton sera capaz de reconocer un solo color, amarillo, o como
l dice en su publicacin:

que parte de la imagen que otros llaman rojo me parece poco


ms que una sombra o defecto de luz. Despus de eso, el naranja,
amarillo y verde parecen un color que desciende bastante unifor-
memente de un intenso color amarillo hasta uno poco frecuente,
creando lo que podra llamar diferentes tonos de amarillo.

28
Aunque hay genes capaces de causar daltonismo en 19 cro-
mosomas, la mayora de los relacionados con la visin del color
estn en el cromosoma X. Por tanto, el daltonismo es mucho ms
frecuente en los hombres 8% de los varones caucsicos que
en las mujeres menos del 0,5%, que al disponer de dos cro-
mosomas X pueden tener una vista perfecta pese a tener daado
uno de los dos cromosomas. La proporcin de daltnicos es ms
alta en comunidades aisladas: zonas rurales de Finlandia, islas
de Escocia, etc. La mayor riqueza gnica del cromosoma X para
la visin en color explica que algunas mujeres, al parecer, ten-
gan cuatro tipos de conos en vez de tres. Esta sera la explica-
cin a la caracterstica discriminacin de tonos de colores de la
que hacen gala, mucho ms matizada y rica que en los hombres.
No hay ms que ir de compras con una de ellas para compro-
barlo y ver la decena de nombres distintos que usan para lo que
para cualquiera de nosotros es simplemente marrn. Bromas
aparte, parece lgico pensar que se mezclan tambin aspectos
culturales como la diferente importancia y atencin que unos y
otros dan a la ropa; algo que tambin se refleja en la variedad
cromtica en complementos femeninos tales como las tonalida-
des de maquillaje, lpiz de labios o laca de uas.
Una caracterstica gentica recesiva como el daltonismo, que
persiste a un nivel tan alto como el 5% de la poblacin, debe
tener alguna ventaja evolutiva a largo plazo. La respuesta la dio
el ejrcito americano al descubrir que los soldados daltnicos
distinguan mucho mejor que el resto a los enemigos camufla-
dos entre la vegetacin. Es posible que nuestros ancestros dalt-
nicos asentados en zonas boscosas pudiesen reconocer con ms
facilidad entre la vegetacin tanto a predadores como a posibles
presas, mejorando as su supervivencia y logrando que sus genes
se preservaran.
Un trabajo reciente ha mostrado que un trasgn transpor-
tado por un vector vrico ha sido capaz de corregir la ceguera
para el color en dos monos uno de ellos llamado Dalton.
El gen, introducido por William Hauswirth y su grupo de la
Universidad de Florida, es para la L-opsina, la protena de los
conos de la retina que responde a las longitudes de onda largas
del espectro visible. Los monos curados del daltonismo son

29
capaces de distinguir los rojos de los naranjas y amarillos con
mucha ms exactitud. Ms de dos aos despus del tratamiento
no se ha visto ningn efecto secundario y la mejora de la vista
de los monos persiste. Es posible, por tanto, que estemos a las
puertas de la cura de la ceguera para el color y de que ya nadie
entienda el chiste de los semforos de Daltonia, ya saben:
Un conductor se salta un semforo y al ser detenido por un
polica le dice:
Disculpe agente, es que soy daltnico.
Y qu pasa, que en Daltonia no hay semforos?

Para leer ms :

Devlin H. (2009) Scientists discover genetic cure for red-green


colour blindness. The Times. 17 de septiembre. http://www.
timesonline.co.uk/tol/news/science/medicine/article6837392.
ece#cid=OTC-RSS&attr=797084.
Henry WC. (1854). Memoirs of the Life and Scientific Researches of
John Dalton. London: Cavendish Society. http://books.google.
com/?id=sWVKAAAAMAAJ&printsec=frontcover&dq=Scient
ific+Researches+of+John+Dalton. Retrieved 2007-12-24.
Hunt DM, Dulai KS, Bowmakerm JK, Mollon JD. (1995). The
Chemistry of John Daltons Color Blindnes. Science 267 (5200):
984-988.
Dalton, John (1766-1844). Dictionary of National Biography,
1885-1900. Smith, Elder & Co, Londres.

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