El león atrapa a un ratón que jugueteaba sobre su cabeza mientras dormía la siesta, pero lo perdona cuando el ratón le promete que podría ayudarlo algún día. Pocos días después, el león queda atrapado en una trampa para cazadores y pide ayuda, siendo rescatado por el mismo ratón que roe la cuerda hasta liberarlo. A partir de entonces, el león y el ratón se vuelven amigos.
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El león atrapa a un ratón que jugueteaba sobre su cabeza mientras dormía la siesta, pero lo perdona cuando el ratón le promete que podría ayudarlo algún día. Pocos días después, el león queda atrapado en una trampa para cazadores y pide ayuda, siendo rescatado por el mismo ratón que roe la cuerda hasta liberarlo. A partir de entonces, el león y el ratón se vuelven amigos.
El león atrapa a un ratón que jugueteaba sobre su cabeza mientras dormía la siesta, pero lo perdona cuando el ratón le promete que podría ayudarlo algún día. Pocos días después, el león queda atrapado en una trampa para cazadores y pide ayuda, siendo rescatado por el mismo ratón que roe la cuerda hasta liberarlo. A partir de entonces, el león y el ratón se vuelven amigos.
El león atrapa a un ratón que jugueteaba sobre su cabeza mientras dormía la siesta, pero lo perdona cuando el ratón le promete que podría ayudarlo algún día. Pocos días después, el león queda atrapado en una trampa para cazadores y pide ayuda, siendo rescatado por el mismo ratón que roe la cuerda hasta liberarlo. A partir de entonces, el león y el ratón se vuelven amigos.
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El len y el ratn
Adaptacin de la fbula de Esopo
rase una vez un len que viva en la sabana. All transcurran
sus das, tranquilos y aburridos. El Sol calentaba tan intensamente, que casi todas las tardes, despus de comer, al len le entraba un sopor tremendo y se echaba una siesta de al menos dos horas.
Un da como otro cualquiera estaba el majestuoso animal
tumbado plcidamente junto a un arbusto. Un ratoncillo de campo que pasaba por all, se le subi encima y empez a dar saltitos sobre su cabeza y a juguetear con su gran cola. El len, que sinti el cosquilleo de las patitas del roedor, se despert. Pill al ratn desprevenido y de un zarpazo, le aprision sin que el animalillo pudiera ni moverse.
Cmo te atreves a molestarme? rugi el len enfadado
Soy el rey de los animales y a m nadie me fastidia mientras descanso.
Lo siento, seor! dijo el ratn con un vocecilla casi
inaudible No era mi intencin importunarle. Slo estaba divirtindome un rato. Y te parece que esas son formas de divertirse? contest el len cada vez ms indignado Voy a darte tu merecido!
No, por favor! suplic el ratoncillo mientras intentaba
zafarse de la pesada pata del len Djeme ir. Le prometo que no volver a suceder. Permita que me vaya a mi casa y quiz algn da pueda agradecrselo.
Tu? Un insignificante ratn? No veo qu puedes hacer por
m.
Por favor, perdneme! dijo el ratn, que lloraba
desesperado.
Al ver sus lgrimas, el len se conmovi y liber al roedor de
su castigo, no sin antes advertirle que no volviera por all.
Pocos das despus, paseaba el len por sus dominios cuando
cay preso de una trampa que haban escondido entre la maleza unos cazadores. El pobre se qued enredado en una maraa de cuerdas de la que no poda escapar. Atemorizado, empez a pedir ayuda. Sus rugidos se oyeron a kilmetros a la redonda y llegaron a odos del ratoncillo, que reconoci la voz del len. Sin dudarlo sali corriendo en su auxilio. Cuando lleg se encontr al len exhausto de tanto gritar.
Vengo a ayudarle, amigo! le susurr.
Ya te dije que alguien como t, pequeo y dbil, jams podr hacer algo por m respondi el len aprisionado y ya casi sin fuerzas.
No est tan seguro! No se mueva que yo me encargo de
todo.
El ratn afil sus dientecillos con un palo y muy decidido,
comenz a roer la cuerda que le tena inmovilizado. Tras un buen rato, la cuerda se rompi y len qued libre.
Muchas gracias, ratn! sonri el len agradecido Me has
salvado la vida. Ahora entiendo que nadie es menos que nadie y que cuando uno se porta bien con los dems, tiene su recompensa.
Se fundieron en un abrazo y a partir de entonces, el len dej
que el ratoncillo trepara sobre su lomo siempre que quisiera.
Moraleja: nunca hagas de menos a nadie porque parezca ms
dbil o menos inteligente que t. S bueno con todo el mundo y los dems sern buenos contigo.