Inmutabilidad 1

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INMUTABLIDAD 1, POR STEPHEN CHARNOCK

SALMO 102: 26, 27.-Perecern, pero t perseverars; todos ellos se envejecern como
una vestidura; Como una vestidura los cambiars, y ellos sern cambiados. Pero t
eres el mismo, y tus aos no tendrn fin.

T eres el mismo. La esencia de Dios, con todas las perfecciones de su naturaleza, se


pronuncian igual, sin ninguna variacin de la eternidad a la eternidad; Para que el
texto no slo afirme la duracin eterna de Dios, sino su inmutabilidad en esa duracin.

Su eternidad est significada en esa expresin: "T aguantars", su inmutabilidad en


esto, "T eres el mismo". Para soportar, argumenta de hecho su inmutabilidad as
como la eternidad; Porque lo que permanece, no es cambiado, y lo que es cambiado,
no persevera; Pero "T eres el mismo" lo significa ms plenamente. No podra ser el
mismo si pudiera ser transformado en otra cosa que lo que es; El salmista, por lo
tanto, no se ha parado, o ser, pero t eres el mismo, sin ninguna alteracin. "T eres
el mismo", es decir, el mismo Dios; El mismo en esencia y naturaleza; Lo mismo en
voluntad y propsito. T cambias todas las cosas como t llores, pero eres inmutable
en todos los aspectos, y no recibes ninguna sombra de cambio, aunque nunca tan
ligera y pequea. El Salmista aqu alude al nombre Jehov, Yo Soy; Y no slo atribuye
inmutabilidad a Dios, sino que excluye todo lo dems de participar en esa perfeccin.

Todas las dems cosas se tambalean; Dios ve todas las dems cosas en continuo
movimiento bajo sus pies, como el agua que pasa y no se ve ms; Mientras permanece
fijo e inmvil; Su sabidura y poder, su conocimiento y voluntad, son siempre los
mismos. Su esencia no puede recibir ninguna alteracin, ni por s misma, ni por
ninguna causa externa; Mientras que otras cosas, naturalmente, declinan a la
destruccin, pasan de un trmino a otro, hasta que llegan a su perodo; O ser en el
ltimo da envuelto, despus de Dios ha completado su voluntad en ellos y por ellos,
como un hombre de un vestido que se propone reparar y transformar a otro uso. De
modo que en el texto, Dios, como inmutable, se opone a todas las criaturas como
perecederas y cambiantes.

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Doctrina. Dios es inmutable en su esencia, naturaleza y perfecciones.

La inmutabilidad y la eternidad estn unidas entre s; Y, de hecho, la verdadera


eternidad es verdadera inmutabilidad; De donde la eternidad se define la posesin de
una vida inmutable. Sin embargo, la inmutabilidad difiere de la eternidad en Nuestra
concepcin; La inmutabilidad respeta la esencia o la existencia de una cosa; La
eternidad respeta la duracin de un ser en ese estado, o mejor dicho, la inmutabilidad
es el estado mismo; La eternidad es la medida de ese estado. Se dice que una cosa se
cambia, cuando de otra manera ahora es en relacin con la naturaleza, el estado, la
voluntad o cualquier cualidad que era antes; Cuando se le aade algo o se le quita;
Cuando pierde o adquiere. Pero ahora es la propiedad esencial de Dios, no tener
ninguna accesin o disminucin de su esencia o atributos, sino permanecer
enteramente igual. No quiere nada; No pierde nada; Sino que existe uniformemente
por s mismo, sin ninguna nueva naturaleza, nuevos pensamientos, nueva voluntad,
nuevo propsito o lugar nuevo.

Esta inmutabilidad de Dios fue antiguamente representada por la figura de un cubo,


una pieza de metal o madera enmarcada de cuatro cuadrados, cuando cada lado es
exactamente de la misma igualdad; Arrojadla como quiera, siempre estar en la
misma postura, porque es igual a s misma en todas sus dimensiones. Por lo tanto, se
deca que era el centro de todas las cosas, y otras cosas la circunferencia; El centro
nunca se mueve, mientras que la circunferencia es; Permanece inmvil en medio del
crculo; "No hay variabilidad ni sombra de volverse con l" (Santiago 1:17). La luna
tiene sus manchas, as que tiene el sol; Hay una mezcla de luz y oscuridad; Tiene sus
cambios; A veces est en el aumento, a veces en la disminucin; Es siempre ganando o
perdiendo, y por los giros y movimientos, cualquiera de los cuerpos celestes o de la
tierra, est en su eclipse, por la interposicin de la tierra entre eso y el sol. El sol
tambin tiene su movimiento diurno y anual; Se levanta y se pone, y se pone en una
cara diferente; No siempre brilla con la luz del medioda; A veces est velada con
nubes y vapores; Siempre va de un trpico a otro, por lo cual hace varias sombras
sobre la tierra, y produce las diversas estaciones del ao; No siempre est en nuestro
hemisferio, ni siempre brilla con igual fuerza y luminosidad en l. Tales sombras y
variaciones no tienen lugar en el eterno Padre de las Luces; No tiene el menor punto o
disminucin de brillo; Nada puede nublarlo o eclipsarlo.

Para comprender mejor esta perfeccin de Dios, voy a premisa tres cosas:

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1. La inmutabilidad de Dios es una perfeccin. La inmutabilidad considerada en s
misma, sin relacin con otras cosas, no es una perfeccin. Es la ms grande miseria e
imperfeccin de los ngeles malos, que son inmutables en malicia contra Dios; Pero
como Dios es infinito en esencia, infinitamente bueno, sabio, santo; As es una
perfeccin necesaria para su naturaleza, que debe ser inmutable todo esto, toda
excelencia, bondad, sabidura, inmutablemente todo lo que es; Sin esto sera un Ser
imperfecto. No son los ngeles en el cielo, confirmados en un estado santo y feliz, ms
perfectos que cuando estaban en la posibilidad de cometer el mal y llegar a ser
miserables? No son los santos en el cielo, cuyas voluntades por la gracia se unen
inalterablemente a Dios y a la bondad, ms perfectas que si fueran como Adn en el
Paraso, capaces de perder su felicidad y preservarla? Contamos con una roca, con
respecto a su estabilidad, ms excelente que el polvo de la tierra, o una pluma que es
echada alrededor con cada viento; No es tambin la perfeccin del cuerpo tener un
tenor constante de salud, y la gloria de un hombre no distanciarse de lo que es justo y
correcto, por la persuasin de cualquier tentacin?

2. La inmutabilidad es una gloria que pertenece a todos los atributos de Dios. No


es una sola perfeccin de la naturaleza divina, ni se limita a objetos particulares as y
as dispuestos. La misericordia y la justicia tienen sus objetos y actos distintos; La
misericordia es conocedora de un penitente, de la justicia conversando sobre un
pecador obstinado. En su concepcin y concepcin de las perfecciones divinas, sus
perfecciones son diferentes: la sabidura de Dios no es su poder, ni su poder su
santidad, sino la inmutabilidad es el centro en el que todos se unen. No hay una
perfeccin, pero se puede decir que es y es verdaderamente inmutable; Ninguno de
ellos parecer tan glorioso sin este rayo, este sol de inmutabilidad, que los hace
excelentes sin la menor sombra de imperfeccin. Qu turbio sera su bienaventuranza
si fuera cambiante! Qu oscurece su sabidura, si puede ser oscurecida! Qu dbil su
poder, si fuera capaz de enfermar y languidecer! Cmo perdera la misericordia gran
parte de su brillo, si pudiera convertirse en ira? Y la justicia gran parte de su temor, si
pudiera convertirse en misericordia, mientras que el objeto de la justicia sigue siendo
inapropiado para la misericordia, y uno que tiene necesidad de la misericordia sigue
slo aptos para la ira Divina! Pero la inmutabilidad es un hilo que atraviesa toda la
red; Es el esmalte de todos los dems; Ninguno de ellos sin l podra mirar con un
aspecto triunfante. Su poder es inmutable: "En el Seor Jehov es la fortaleza eterna"
(Isaas 26: 4). Su misericordia y su santidad perdura para siempre: nunca pudo ni
puede mirar la iniquidad (Hab. 1:13).

l es una roca en la rectitud de sus caminos, la verdad de su palabra, la santidad de sus


procedimientos y la rectitud de su naturaleza. Todos son expresados Deuteronomio
32: 4): "l es una roca, su obra es perfecta, porque todos sus caminos son juicio; Un
Dios de verdad, y sin iniquidad; Justo y correcto es l. "Todo lo que consideramos en
Dios es inmutable; Porque su esencia y sus propiedades son las mismas, y, por tanto,
lo que necesariamente pertenece a la esencia de Dios, pertenece tambin a toda
perfeccin de la naturaleza de Dios; Ninguno de ellos puede recibir ninguna adicin o
disminucin. De la inmutabilidad de su naturaleza, el apstol (Santiago 1:17) infiere la
inmutabilidad de su santidad, y l mismo (en Mal. 3: 6) la inmutabilidad de su consejo.

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3. La inmutabilidad pertenece necesariamente a la naturaleza de Dios. Es de la
misma necesidad con la rectitud de su naturaleza; No puede ser ms cambiante en su
esencia que puede ser injusto en sus acciones. Dios es un Ser necesario; Es
necesariamente lo que es, y, por lo tanto, es lo que es. La mutabilidad pertenece a la
contingencia. Si alguna perfeccin de su naturaleza pudiera separarse de l, dejara de
ser Dios. Lo que no posea toda la naturaleza de Dios, no poda tener la esencia de
Dios; Es recproco con la naturaleza de Dios. Todo lo que es inmutable por naturaleza
es Dios; Todo lo que es Dios es inmutable por naturaleza. Algunas criaturas son
inmutables por su gracia y poder. Dios es santo, feliz, sabio, bueno, por su esencia;
ngeles y hombres son hechos santos, sabios, felices, fuertes y buenos, por cualidades
y gracias. La santidad, la felicidad y la sabidura de los santos y de los ngeles, como
ellos tuvieron un principio, son capaces de aumentar y disminuir, y de un fin tambin;
Porque su posicin no es de ellos mismos, ni de la naturaleza de la fuerza creada, de la
santidad o de la sabidura, que en s mismos son propensas a fracasar y, finalmente, a
descomponerse; Sino de la estabilidad y confirmacin que tienen por el don y la gracia
de Dios. El cielo y la tierra sern cambiados; Y despus de esa renovacin y reparacin
no sern cambiados. Nuestros cuerpos despus de la resurreccin no sern
cambiados, sino para siempre "Hecho conforme al glorioso cuerpo de Cristo" (Fil.
3:21); Pero esto es por la poderosa gracia de Dios; de modo que, de hecho, esas cosas
pueden ser dichas ms tarde, ms bien, que ser inalterables que inmutables, porque
no lo son por naturaleza, sino por dispensacin soberana. Como las criaturas no
tienen seres necesarios, por lo que no tienen la inmutabilidad necesaria. La necesidad
del ser, y, por tanto, la inmutabilidad del ser, pertenece por naturaleza slo a Dios; De
lo contrario, si hubiera algn cambio en Dios, sera a veces lo que no era, y dejara de
ser lo que era, lo cual es contrario a la naturaleza y, de hecho, contra la nocin natural
de una Deidad. Veamos entonces,

I. En lo que respecta a Dios es inmutable.


II. II. Demostrar que Dios es inmutable.
III. Que esto es propio de Dios, e incomunicable a cualquier criatura.
IV. Algunas proposiciones para despejar la inmutabilidad de Dios de todo lo
que parece contrario a ella.
V. El uso.

I. En lo que respecta a Dios es inmutable.

1. Dios es inmutable en su esencia. l est inalterablemente fijo en su ser, de


modo que no se pierda una partcula de l, ni un caro aadido a ella. Si un
hombre sigue siendo tan largo como Matusaln, novecientos sesenta y nueve
aos; Sin embargo, no hay un da, ni una hora, donde no haya alteracin alguna
en su sustancia. Aunque no falta ninguna parte sustancial, sin embargo, hay
una adicin a l por su comida, una disminucin de algo por su trabajo; l
siempre est haciendo alguna adquisicin, o sufriendo alguna prdida; pero en
Dios no puede haber alteracin, por la accesin de cualquier cosa para hacer su
sustancia ms grande o mejor, o por disminucin para hacerla menos o peor. El

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que no tiene el ser de otro, no puede sino ser siempre lo que es: Dios es el
primer Ser, un Ser independiente; No ha sido producido por l mismo, ni por
ningn otro, sino por la naturaleza siempre ha sido y, por lo tanto, no puede ser
cambiado por s mismo o por ningn otro de lo que es en su propia naturaleza.
Lo que no es as puede asumir a s mismo un ser, como el que tiene y es todo
ser, tiene el menor cambio de lo que es. De nuevo, porque es un Espritu, no
est sujeto a aquellas mutaciones que se encuentran en las naturalezas
corpreas y corporales; Porque es un espritu absolutamente simple, no
teniendo la menor partcula de composicin; l no es capaz de esos cambios
que pueden estar en los espritus creados.

2. Si su esencia fuese mutable, Dios no sera verdaderamente; No poda ser


verdaderamente dicho por s mismo: "Yo soy el que soy" (xodo 3:14), si l
fuera tal cosa o Ser en este tiempo, y un Ser diferente en otro tiempo. Todo lo
que se cambia correctamente no lo es, porque no permanece para ser lo que
era; Lo que se cambia es algo, es algo, y ser algo. Un ser permanece para
aquello que cambia; Sin embargo, aunque se diga que tal cosa es, puede decirse
tambin que tal cosa no es, porque no es lo que era en su primer ser; No es
ahora lo que era, es ahora lo que no era; Es otra cosa de lo que era, era otra
cosa de lo que es; Ser otra cosa que lo que es o fue. Es, de hecho, un ser, pero
un ser diferente de lo que era antes. Pero si Dios fuera cambiado, no se podra
decir de l que l es, pero tambin se podra decir de l que no lo es; O si fuese
cambiante, o pudiera ser cambiado, se podra decir de l que lo es, pero no ser
lo que es; O no puede ser lo que es, pero habr o puede haber alguna diferencia
en su ser, y por lo tanto Dios no sera "Yo Soy el que soy", porque aunque no
dejara de ser, sin embargo, cesara Para ser lo que era antes.

3. De nuevo: si su esencia era mutable, no poda ser perfectamente


bendecido, y gozar plenamente en s mismo.
Si cambiaba para mejor, no poda tener un placer infinito en lo que era antes
del cambio, porque no era infinitamente bendecido; Y el placer de ese estado
no poda ser de un tipo ms elevado que el estado mismo, o, por lo menos, la
aprehensin de una felicidad en l. Si cambiaba para peor, no podra tener
placer en l despus del cambio; Pues segn la disminucin de su estado sera
la disminucin de su placer. Su placer no poda ser infinito antes del cambio, si
cambiaba para mejor; No podra ser infinito despus del cambio, si cambiaba
para peor. Si cambiaba para mejor, no habra tenido una bondad infinita de ser
antes; Y no teniendo una bondad infinita de ser, tendra una bondad finita de
ser; Pues no hay medio entre finito e infinito. Entonces, aunque el cambio era
para mejor, sin embargo, siendo finito antes, algo todava estara deseando
hacerle infinitamente bendecido; Porque siendo finito, no poda cambiar a lo
infinito; Pues lo finito y lo infinito son extremos tan distantes, que nunca
pueden pasar uno a otro; Es decir, que lo finito se haga infinito, o que lo infinito
sea finito; De modo que suponindolo mutable, su esencia en ningn estado de
cambio podra darle una infinita paz y bendicin.

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4. Nuevamente: si cambia la esencia de Dios, aumenta o disminuye. Todo
lo que es cambiado, o bien gana por recibir algo ms grande y mayor de lo que
haba en s antes, o no gana nada cambiando. Si el primero, entonces recibe
ms que s mismo, ms de lo que tena en s antes. La naturaleza divina no
puede ser aumentada; Pues todo lo que recibe algo ms que lo que tena en s
antes, debe necesariamente recibirlo de otro, porque nada puede darse lo que
no tiene. Pero Dios no puede recibir de otro lo que no tiene ya, porque todo lo
que posee es derivado de l y, por lo tanto, contenido en l, como la fuente
contiene la virtud en s misma que transmite a los arroyos; Para que Dios no
pueda ganar nada. Si algo cambiado no obtiene nada por ese cambio, pierde
algo de lo que tena antes en s mismo; Y esta prdida debe ser por s misma o
alguna otra. Dios no puede recibir ninguna prdida de algo en s mismo; No
puede querer su propia disminucin, que es repugnante a toda naturaleza. l
tambin puede su propia destruccin como su propia disminucin: cada
disminucin es una destruccin parcial. Pero es imposible que Dios muera de
cualquier tipo de muerte, que tenga semejanza alguna con la muerte, porque es
inmortal, y "slo tiene inmortalidad" (1 Timoteo 6:16), por lo tanto imposible
de ser disminuido en cualquier partcula de su esencia; Ni puede ser
disminuido por nada en su propia naturaleza, porque su infinita simplicidad no
admite nada distinto de s mismo, o contrario a s mismo. Todas las
disminuciones provienen de algo contrario a la naturaleza de aquella cosa que
disminuye. Todo lo que se hace menos que a s mismo, no era verdaderamente
un uno y simple, porque lo que se divide en la separacin no era lo mismo en
conjuncin. Tampoco puede ser disminuido por ningn otro sin l; Porque
nada es superior a Dios, nada ms fuerte que Dios que puede oprimirlo. Pero
todo lo que se cambia es ms dbil que el que lo cambia, y se hunde bajo un
poder que no puede resistir con xito; La debilidad no pertenece a la Deidad.
Tampoco puede Dios cambiar de un estado en el cual l es, a otro estado igual
al primero, como los hombres en algunos casos pueden hacer; Porque al pasar
de un estado a otro igual a l, algo debe separarse con el que tena antes, que
otra cosa puede acumularle como recompensa por esa prdida, para hacerle
igual a lo que era. Esta recompensa entonces no lo haba hecho antes, aunque
tena algo igual. Y en este caso no podra ser dicho por Dios "Yo soy el que soy",
pero soy igual a lo que era; Pues en este caso habra una disminucin y un
aumento que, como se demostr, no puede estar en Dios.

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5 .De nuevo: Dios es de l mismo, de ningn otro. Las naturalezas, que son
hechas por Dios, pueden aumentar, porque comenzaron a ser; Pueden
disminuir, porque no estn hechos de nada, y por lo tanto no tienden a nada; La
condicin de su original los lleva a defectos, y el poder de su Creador los lleva a
aumentar. Pero Dios no tiene original; No tiene defecto, porque no ha sido
hecho de nada, no tiene aumento, porque no tuvo principio. l era antes de
todas las cosas, y, por lo tanto, no depende de otra cosa que, por su propio
cambio, pueda traer algn cambio sobre l. Lo que es de s mismo no puede ser
cambiado, porque no tiene nada delante de l, nada ms excelente que s
mismo; Pero lo que es de otro como su primera causa y su principal bien, puede
ser cambiado por aquello que fue su causa eficiente y su ltimo fin.

6. Dios es inmutable en cuanto al conocimiento. Dios ha sabido desde toda la


eternidad todo lo que puede conocer, para que nada se le oculte. l no sabe en la
actualidad ms de lo que ha conocido desde la eternidad: y lo que ahora sabe, siempre
sabe "Todas las cosas estn abiertas y desnudas delante de l" (Hebreos 4:13). Se dice
que un hombre es cambiado en cuanto al conocimiento, cuando sabe que ahora lo que
no saba antes, o sabe que ahora es falso, que l consideraba verdadero antes, o tiene
algo para el objeto de su entendimiento ahora, que l No haba antes: Pero,

(1) Esto sera repugnante a la sabidura y omnisciencia que pertenece a las


nociones de una Deidad. Eso no puede ser Dios que no sea infinitamente
sabio; Que no puede ser infinitamente sabio que es ignorante o equivocado
en su aprehensin de cualquier cosa. Si Dios es Cambiado en conocimiento,
debe ser por falta de sabidura; Todo cambio de esta naturaleza en las
criaturas implica este defecto que lo precede o lo acompaa. Tal
pensamiento de Dios habra sido indigno de aquel que es "slo sabio", que
no tiene compaero de sabidura (1 Timoteo 1:17); Ninguno sabio fuera de
s mismo. Si conociera esa cosa ese da que no conoca antes, no sera un
ser "slo sabio"; Pues un ser que saba todo a la vez poda ser concebido, y
as un ser ms sabio sera aprehendido por la mente del hombre. Si Dios
entendi una cosa en una ocasin que no hizo en otra, sera cambiado de la
ignorancia al conocimiento; Como si no pudiera hacer eso ese da que
podra hacer maana, se cambiara de impotencia a poder. No podra ser
siempre omnisciente, porque podra haber todava algo por venir que an
no conoce, aunque pueda conocer todas las cosas que han pasado. De qu
manera supongamos un cambio, debemos suponer una ignorancia
presente o pasada; Si fuese cambiado en su conocimiento por la perfeccin
de su entendimiento, era ignorante antes; Si su entendimiento se ve
afectado por el cambio, es ignorante despus de l.

(2) Si Dios fuera cambiante en su conocimiento, lo hara incapaz de ser un


objeto de confianza para cualquier criatura racional. Sus revelaciones
querran el debido motivo para el entretenimiento, si su entendimiento era
cambiante; Porque esto podra ser revelado como verdad ahora que podra
resultar falsa en el ms all, y eso como falso ahora que despus podra ser

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verdad; Y as Dios sera un objeto inapropiado de obediencia con respecto
a sus preceptos, y un objeto inapropiado de confianza en cuanto a sus
promesas. Porque si l es cambiante en el conocimiento, es defectuoso en
el conocimiento, y puede prometer que ahora que l sabra despus era
impropio para ser prometido, y, por lo tanto, no apto para ser realizado.
Hara de l un incompetente objeto de temor ante sus amenazas; Porque l
podra amenazar que ahora que l podra saber en lo sucesivo no estaban
en forma o simplemente para ser infligido. Una mente cambiante y el
entendimiento no pueden hacer un juicio justo y correcto de las cosas que
deben hacerse, y de las cosas que deben evitarse; Ningn hombre sabio
juzgara razonable confiar en una persona dbil y voladora. Dios debe ser
inmutable en su conocimiento; Pero, como dicen los escolsticos, que como
siempre brilla el sol, Dios siempre lo sabe; Como el sol nunca cesa de
brillar, as Dios nunca cesa de saber. Nada puede esconderse de la vasta
brjula de su entendimiento, nada ms que nada puede refugiarse sin el
borde de su poder. Esto aparece ms lejos en que,

1er. Dios sabe por su propia esencia. No sabe, como nosotros, por los
hbitos, las cualidades, las especies, por lo cual podemos confundirnos en
un tiempo y rectificar en otro. l no tiene un entendimiento distinto de su
esencia como lo tenemos, pero siendo el Ser ms simple, su entendimiento
es su esencia; Y como de la infinitud de su esencia concluimos la infinitud
de su entendimiento, as de la inmutabilidad de su esencia, podemos
concluir justamente la inmutabilidad de su conocimiento. Puesto que, por
lo tanto, Dios es sin toda la composicin, y su entendimiento no es distinto
de su esencia, lo que sabe, l sabe por su esencia, y entonces no puede
haber ms mutabilidad en su conocimiento que puede haber en su esencia;
Y si hubiera alguna en eso, no podra ser Dios, porque tendra la propiedad
de una criatura. Si su entendimiento entonces es su esencia, su
conocimiento es tan necesario, tan inmutable como su esencia. Como su
esencia eminentemente contiene todas las perfecciones en s, as su
comprensin comprende todas las cosas pasadas, presentes y futuras, en s
mismas. Si su entendimiento y su esencia no fueran uno y el mismo, no era
simple, sino compuesto: si se compuso, se compone de partes; Si
consistiera en partes, no sera un Ser independiente, y por lo tanto no sera
Dios.

2d. Dios conoce todas las cosas por un acto intuitivo. Como no hay
sucesin en su ser, de modo que es una cosa ahora y otra cosa en el futuro;
As que no hay sucesin en su conocimiento. Conoce cosas que son
sucesivas, antes de su existencia y sucesin, por un solo acto de intuicin;
Por un molde de su ojo todas las cosas futuras estn presentes a l con
respecto a su eternidad y omnipresencia; De modo que aunque haya un
cambio y una variacin en las cosas conocidas, su conocimiento de ellas y
sus diversos cambios en la naturaleza es invariable e inalterable. Como se
imaginaba una criatura que poda ver con su ojo de un solo vistazo toda la

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brjula de los cielos, enviando rayos de su ojo sin recibir ninguna especie
de ellos, vera todos los cielos uniformemente, esta parte ahora en el este,
entonces En el oeste, sin ningn cambio en su ojo, porque ve cada parte y
cada movimiento juntos; Y aunque ese gran cuerpo vara y gira, y est en
continua agitacin, su ojo permanece firme, no sufre ningn cambio,
contempla todos sus movimientos a la vez y de un solo vistazo. Dios conoce
todas las cosas desde la eternidad y, por lo tanto, las conoce
perpetuamente; La razn es porque el conocimiento Divino es infinito, y
por lo tanto, comprende todas las verdades conocibles a la vez. Un
conocimiento eterno comprende en s todo el tiempo, y contempla el
pasado y el presente de la misma manera, y por lo tanto, su conocimiento
es inmutable: por un simple conocimiento, considera los espacios infinitos
del pasado y del futuro.

3d. El conocimiento y voluntad de Dios es la causa de todas las cosas y


sus sucesiones. No puede haber pretensin de ninguna alterabilidad del
conocimiento en Dios; Pero en este caso, antes de que las cosas pasen, l
sabe que vendrn a pasar; Despus de que han llegado a pasar, l sabe que
han pasado; Y deslice hacia afuera. Esto sera algo si la sucesin de las
cosas fuera la causa del conocimiento Divino, como es de nuestro
conocimiento; Pero por el contrario, el conocimiento y la voluntad divina
es la causa de la sucesin de ellos: Dios no conoce a las criaturas porque
son; Pero son porque los conoce: "Desde el principio del mundo todas sus
obras le fueron conocidas" (Hechos 15:18). Todas sus obras no le eran
conocidas, si los acontecimientos de todas esas obras no le eran conocidos;
Si no eran conocidos por l, cmo debera hacerlo? No poda hacer nada
ignorante. Los hizo despus de conocerlos, y no los conoci despus de
haberlos hecho. Su conocimiento de ellos hizo un cambio en ellos; Su
existencia no hizo ningn cambio en su conocimiento. Los conoca cuando
deban ser creados, de la misma manera que los conoci despus de haber
sido creados; Antes de que fueran puestos en acto, as como despus de
que fueron puestos en acto; Antes de que fueran hechos, eran y no eran;
Estaban en el conocimiento de Dios, cuando no estaban en su propia
naturaleza; Dios no recibi su conocimiento de su existencia, pero su
conocimiento y voluntad actuaron sobre ellos para hacerlos existir.

Cuarto. Por lo tanto, la distincin entre pasado y futuro no cambia en


el conocimiento de Dios. Cuando una cosa ha pasado, Dios no tiene ms
conocimiento distinto de ella despus de que ha pasado, de lo que tena
cuando vena; Todas las cosas estaban en sus circunstancias de pasado,
presente y venidero; Visto por su entendimiento, como fueron
determinados por su voluntad. Adems, conocer un da pasado o futuro, es
slo conocer el estado de ese da en s mismo, y conocer su relacin con lo
que sigue, con lo que precedi. Este da en que estamos, si lo consideramos
en el estado en que fue ayer, era venir, era futuro; Pero si lo consideramos
en ese estado en que ser maana, lo entendemos como pasado. Esto en el

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hombre no puede decirse que sea un conocimiento diferente de la cosa
misma, sino slo de la circunstancia que asiste a una cosa, y la relacin
diferente de ella. Como veo el sol de hoy, s que fue ayer, s que ser hasta
maana; Mi conocimiento del sol es el mismo; Si hay algn cambio, est en
el sol, no en mi conocimiento; Slo aplico mi conocimiento a tales
circunstancias particulares. Cunto ms debe el conocimiento de esas
cosas en Dios ser inmutable, quin sabe todos esos estados, condiciones y
circunstancias, perfectamente desde la eternidad; Donde no hay sucesin,
ni pasado ni futuro, y por lo tanto los conocer para siempre! Siempre
contempla lo mismo; Ve, de hecho, la sucesin en las cosas, y ve una cosa
que ha pasado que antes era el futuro. Desde la eternidad vio a Adn como
existente en tal tiempo; En la primera vez que vio que lo sera, en el
siguiente tiempo vio que haba sido; Pero esto lo saba desde la eternidad;
Esto lo saba de la misma manera; Aunque haba una variacin en Adn, sin
embargo, no haba variacin en el conocimiento de Dios de l, en todos sus
estados; Aunque Adn no estaba presente para s mismo, pero en todos sus
estados estaba presente a la eternidad de Dios.

5. Considere que el conocimiento de Dios, tanto por su manera como


por los objetos, es incomprensible para una criatura finita. De modo
que, aunque no podamos llegar a una comprensin completa de la manera
del conocimiento de Dios, debemos concebirlo de tal manera que quitar
toda imperfeccin de l en l. Y puesto que es una imperfeccin ser
cambiable, debemos quitar eso de Dios; El conocimiento de Dios acerca de
las cosas pasadas, presentes y futuras, debe ser inconcebiblemente
superior a la nuestra: "Su entendimiento es infinito" (Salmo 147: 6). No hay
nmero de ella; No puede ser ms calculado o trazado en una cuenta por
nosotros, que los espacios infinitos, que no tienen lmites y lmites, puede
ser medido por nosotros. Ya no podemos llegar, ni siquiera en el cielo, a
una comprensin integral de la manera de su conocimiento, que de la
gloria infinita de su esencia; Podemos comprender uno como el otro. Esto
debemos concluir, que Dios no siendo un cuerpo, no ve una cosa con los
ojos, y otra cosa con la mente, como nosotros; Pero siendo un espritu, l ve
y conoce slo con la mente, y su mente es l mismo, y es tan inmutable
como l mismo; Y por lo tanto, como no es ahora otra cosa que lo que era,
por lo que no sabe nada ahora de otra manera que como lo saba desde la
eternidad, Ve todas las cosas en el vaso de su propia esencia; Como, por lo
tanto, el vidrio no vara, por lo que tampoco su visin.

7. Dios es inmutable en cuanto a su voluntad y propsito. Un cambio en su


propsito es, cuando un hombre determina hacer eso ahora que antes l
determin no hacer, o hacer lo contrario; Cuando un hombre odia esa cosa que
amaba, o empieza a amar lo que antes odiaba; Cuando la voluntad cambia, el
hombre comienza a querer lo que no dese antes, y cesa de querer lo que dese
antes. Pero todo lo que Dios ha decretado, es inmutable; Todo lo que Dios ha
prometido se cumplir: "La palabra que sale de su boca no volver a l vaca,

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sino que cumplir lo que l quiera" (Isaas 55:11); Todo lo que "l se proponga,
lo har" (Isaas 46:11, Nmeros 23:19); Sus decretos son por lo tanto llamados
"montaas de bronce" (Zacaras 6: 1): latn, como sustancia y solidez;
Montaas, como inamovibles, no slo por cualquier criatura, sino por s mismo;
Porque estn sobre la base de la sabidura infalible, y son apoyados por el
poder incontrolable. De esta inmutabilidad de su voluntad, publicada al
hombre, no poda librarse de la severidad de la ley, sin satisfaccin por la
muerte de un Mediador, ya que era la voluntad inalterable de Dios, que la
muerte fuera el salario del pecado ; Y de esta voluntad inmutable fue que el
tiempo, desde la primera promesa del Redentor hasta su misin, y las
provocaciones diarias de los hombres, no alter su propsito para la
realizacin de la misma en la plenitud de ese tiempo, haba resuelto sobre; Ni la
maldad de las edades anteriores impide la adicin de varias promesas como
contrafuertes a la primera. Para hacer esto, considere,

(1) La voluntad de Dios es la misma con su esencia. Si Dios tuviera una


voluntad distinta de su esencia, no sera el Ser ms simple. Dios no tiene
una facultad de voluntad distinta de s mismo; Ya que su comprensin no
es otra cosa que su inteligencia, el entendimiento de Dios; As que su
voluntad no es otra cosa que la voluntad de Dios, si Dios quiere; Siendo,
por lo tanto, la esencia de Dios; Aunque se considere, segn nuestra
debilidad, como una facultad, es como su entendimiento y sabidura,
eterna e inmutable; Y no puede ser cambiado ms que su esencia. La
inmutabilidad del consejo divino depende de la de su esencia; l es el
Seor Jehov, por lo tanto, es fiel a su palabra (Mal.3: 6, Isaas 43:13): "S,
antes del da que yo soy, y no hay quien pueda librar de mi mano". Es el
mismo, inmutable en su esencia, por lo tanto irresistible en su poder.

(2) Hay una concurrencia de la voluntad de Dios y entendimiento en


todo. Como su conocimiento es eterno, as es su propsito. Las cosas
creadas no haban sido conocidas, si Dios no las hubiera resuelto a ser el
acto de su voluntad; La existencia de cualquier cosa supone un acto de su
voluntad. De nuevo, como Dios conoce todas las cosas por una simple
visin de su entendimiento, as lo quiere todo por un acto de volicin; Por
lo tanto, el propsito de Dios en la escritura no se expresa por consejo en el
plural, sino por consejo; Mostrando que todos los propsitos de Dios no
son diversos, sino como una voluntad, ramificndose en muchos actos
hacia la criatura; Pero todos tejidos en una raz, todos los eslabones de una
cadena. Todo lo que es eterno es inmutable; Como su conocimiento es
eterno, y por lo tanto inmutable, as es su voluntad; Quiere o no quiere
nada para estar en el tiempo, sino lo que quera y anhelaba desde la
eternidad; Si quera con el tiempo que eso fuera lo que no quera desde la
eternidad, entonces sabra que en el tiempo que no conoca desde la
eternidad; Porque Dios no sabe nada futuro, pero como su voluntad
ordena que sea futuro, y en el tiempo para ser creado.

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(3) No puede haber ninguna razn para cualquier cambio en la voluntad
de Dios. Cuando los hombres cambian de opinin, debe ser por falta de
previsin; Porque no podan prever todos las dificultades y barreras que
de repente se ofrecieran; Que si hubiesen previsto, no habran tomado
tales medidas; de ah que los hombres frecuentemente hagan lo que
despus desearan no haber querido cuando lo comprendieran ms
claramente y vean que eso es perjudicial para ellos, que ellos consideraban
bueno para ellos; O bien el cambio procede de una inestabilidad natural sin
causa justa, y una facilidad para ser atrada hacia lo que es injusto; O bien
proviene de una falta de poder, cuando los hombres toman nuevos
consejos, porque son invenciblemente impedidos de ejecutar lo viejo. Pero
ninguno de ellos puede estar en Dios.

1er. No puede ser por falta de previsin. Qu puede desear una comprensin
infinita? Cmo puede cualquier acontecimiento desconocido derrotar su propsito,
ya que nada sucede en el mundo, sino lo que l quiere hacer o quiere permitir; Y por lo
tanto todos los eventos futuros estn presentes con l? Adems, no consiste en la
sabidura de Dios para resolver nada, sino en la ms alta razn; Y cul es la razn ms
alta e infinita, no puede sino ser inalterable en s misma; Porque no puede haber razn
ni sabidura ms alta que la ms alta. Todos los propsitos de Dios no son actos
desnudos de voluntad, sino actos de consejo. "El hace todas las cosas segn el consejo
de su propia voluntad" (Efesios 1:11); y no dice tanto que su voluntad, como que "su
consejo permanecer" (Isaas 46:10). Se mantiene, porque es un consejo; Y la
inmutabilidad de una promesa se llama la "inmutabilidad de su consejo" (Heb. 6: 1?),
Como siendo introducido y establecido por la sabidura ms perfecta, y por lo tanto
para ser llevado a una ejecucin completa y completa; Su propsito, entonces, no
puede ser cambiado por falta de previsin; Porque esto sera una carga de debilidad.

2d. Tampoco puede proceder de una inestabilidad natural de su voluntad, o de


una facilidad para ser atrado a lo que es injusto. Si su voluntad no se adhiere a su
consejo, es porque no es apto para ser seguido, o porque no lo seguir; Si no es apto
para ser seguido, es un reflejo de su sabidura; Si se establece, y no lo sigue, hay una
contrariedad en Dios, como hay en una criatura cada, la voluntad contra la sabidura.
Eso no puede estar en Dios que odia en una criatura, a saber. El desorden de las
facultades, y estar fuera de su debido lugar. La justicia de Dios es como un "gran
monte" (Salmo 36: 6). La rectitud de su naturaleza es tan inamovible en s misma,
como todas las montaas del mundo son por la fuerza del hombre. "No es como un
hombre, para que se arrepienta o mienta" (Nmeros 23:19); Que a menudo cambia,
por una perversidad de voluntad, as como falta de sabidura para prever, o falta de
capacidad para realizar. Su eterno propsito debe ser justo o injusto; Si es justo y
santo, se convertira en impo por el cambio; Si no es justo ni santo, entonces fue
injusto antes del cambio; Por el camino que caiga, reflexionara sobre la justicia de
Dios, que es una imaginacin blasfema. Si Dios cambi su propsito, debe ser para
mejor, entonces el consejo de Dios era malo antes; O para peor aun, entonces l no era
sabio y bueno antes.

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3d. Tampoco puede ser por falta de fuerza. Quin tiene el poder para controlarlo?
No todos los artificios combinados de los hombres pueden hacer que el consejo de
Dios se tambalee (Proverbios 19:21): "En el corazn de un hombre hay muchos
artefactos; No obstante, el consejo del Seor, que subsistir, "que, y que slo se
mantendr. El hombre tiene el poder de concebir e imaginar, pero no tiene poder para
efectuar y ejecutar de s mismo. Dios no quiere ms poder para hacer lo que quiere,
que quiere entender para saber lo que es apropiado. Pues bien, puesto que Dios no
quera que la sabidura enmarcasen sus decretos, ni la santidad para regularlos, ni el
poder para efectuarlos, qu le hara cambiarlos? Ya que no puede haber ninguna
razn superior a la suya, ningn acontecimiento imprevisto por l, ninguna santidad
comparable a la suya, ninguna injusticia encontrada en l, ningn poder igual al suyo,
para poner un roce en su camino.

Cuarto. Aunque la voluntad de Dios sea inmutable, sin embargo, no debe


entenderse as, ya que las cosas que as lo desean son inmutables. Tampoco la
inmutabilidad de las cosas deseadas por l, seguir la inmutabilidad de su voluntad al
quererlas; Aunque Dios sea firme en quererlos, sin embargo, l no quiere que siempre
lo sean. Dios no perpetuamente hara las cosas que una vez decret que se hicieran;
Decret que Cristo sufriese, pero no decret que Cristo sufriera siempre; As que l
dese los ritos mosaicos por un tiempo, pero no quiso que continuaran siempre;
Quera que duraran slo un tiempo; Y cuando lleg el momento de cesar, Dios haba
sido mutable si no les haba puesto fin, porque su voluntad haba fijado tal perodo. De
modo que el cambio de las cosas que l haba designado una vez para ser practicado,
est tan lejos de cargar a Dios con cambiante, que Dios sera mutable si no los quitaba;
Puesto que decret tambin su abolicin en tal momento, como su continuacin hasta
ese momento; De modo que la remocin de ellos era conforme a su inmutable
voluntad y decreto. Si Dios hubiera decretado que tales leyes continuaran siempre, y
despus cambi ese decreto, y resolvi la abrogacin de ellas, entonces Dios haba
sido mutable; Haba rescindido un decreto por otro; Entonces haba visto un error en
su primera determinacin, y deba haber alguna debilidad en la razn y la sabidura
sobre la cual estaba fundada. Pero no lo era aqu; Porque el cambio de esas leyes est
tan lejos de arrastrar a Dios con cualquier mutabilidad, que el mismo cambio de ellas
no es otra cosa que la cuestin de su decreto eterno; Porque desde la eternidad se
propuso en s mismo cambiar esta o aquella dispensacin, aunque decret traer tal
dispensacin al mundo. El decreto mismo era eterno e inmutable, pero lo decretado
era temporal y mutable. Como un decreto desde la eternidad no hace que la cosa sea
decretada para ser eterna, tampoco la inmutabilidad del decreto hace que la cosa as
decretada sea inmutable: como por ejemplo, Dios decret de toda la eternidad para
crear el mundo; La eternidad de este decreto no hizo que el mundo estuviera en ser y
realmente creado desde la eternidad; As Dios decret inmutablemente que el mundo
as creado continuara durante tal tiempo; El decreto es inmutable si el mundo perece
en ese momento, y no sera inmutable si el mundo perdurara ms all de ese tiempo
que Dios fij para la duracin de l: como cuando un prncipe ordena que el hombre
permanezca en prisin por tantos das; Si se prevaleci con l para darle una entrega
antes de esos das, o para continuar en la custodia por el mismo crimen despus de
esos das, su orden se cambia; Pero si l ordena la entrega de l justo en ese momento,

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hasta que l haba decretado antes que l continuara en prisin, el propsito y el
orden del prncipe permanecen firmes, y el cambio en el estado del prisionero es el
fruto de eso Firme y fija: de modo que debemos distinguir entre la persona que
decreta, el decreto mismo, y la cosa decretada. La persona que decreta, a saber, Dios,
es en s inmutable, y el decreto es inmutable; Pero lo decretado puede ser mutable; Y
si no se cambiaba de acuerdo con el primer propsito, argumentara que el decreto
mismo iba a ser cambiado; Porque mientras un hombre quiere que esto se haga ahora,
y otra cosa hecha despus, la misma voluntad permanece; Y aunque haya un cambio
en los efectos, no hay cambio en la voluntad.

5. La inmutabilidad de la voluntad de Dios no infringe su libertad. La libertad de


la voluntad de Dios consiste en la necesidad de continuar su propsito. Dios es
necesariamente bueno, inmutablemente bueno; Sin embargo l es libremente as, y no
sera diferente de lo que es. Dios fue libre en su primer propsito; Y proponiendo esto
o aquello por una sabidura infalible e infalible, sera una debilidad cambiar el
propsito. Pero, en efecto, la libertad de la voluntad de Dios no parece tanto consistir
en una indiferencia a esto o aquello, como a una independencia de algo sin s mismo:
su voluntad era libre, porque no dependa de los objetos sobre los cuales su voluntad
Estaba familiarizado. Ser inmutablemente bueno no es un punto de imperfeccin, sino
la altura de la perfeccin.

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