Dueños de Tierras Cordilleranas, Entre Coquimbo Y San Juan, en Tiempos Coloniales

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Ao VI - N 9 / 2014

DUEOS DE TIERRAS CORDILLERANAS, ENTRE COQUIMBO Y SAN


*
JUAN, EN TIEMPOS COLONIALES

**
Ana T. Fanchin
***
Sonia Vliz Codina

Resumen

En este artculo se considera la ocupacin de un amplio espacio


desde el rea de Coquimbo en Chile hasta la precordillera sanjuanina,
incluyendo los valles de Calingasta, Iglesia y parte de Ullum-Zonda. El
proceso de ocupacin que se considera en esta oportunidad aborda el
perodo colonial; es decir, a partir de la colonizacin hispana en el siglo XVI,
cuando se procedi a la distribucin de tierras a particulares hasta los
prolegmenos de la poca patria.

Palabras clave: *Tierra *Poder *Apropiacin *Compra-Venta *Herencia

Calificacin JEL: Z0

Abstract

This article considers the occupation of a large area of space from


Coquimbo in Chile to San Juan foothills, including the valleys of Calingasta,
Church and part of Ullum-Zonda. Is considered the process of occupation
the colonial period; between the Spanish colonization in the sixteenth
century, when they proceeded to the distribution of land to individuals, until
the beginning of the patriotic period.

Keywords: *Earth *Power *Ownership *Purchase-Sale *Heritage

*
Recibido 25-02-14 - Aceptado 01/04/14
**
Dra. en Historia FFHA UNSJ, [email protected]
***
Instituto de Geografa Aplicada (IGA), UNSJ, [email protected]

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Un lugar entre montaas

En el extremo noroeste de la provincia de San Juan, extendindose


en un ambiente netamente cordillerano, se emplaza el territorio al que nos
referimos en este estudio. Desde la Cordillera de los Andes al oeste hasta
las laderas orientales de la precordillera al este y desde el Cerro Negro (al
norte del actual pueblo de Colola) al norte hasta la Pampa de Gualiln al
sur. Los abundantes arroyos que lo surcan, producto de deshielos
cordilleranos, han posibilitado la formacin de vegas naturales con pastos
verdes y frescos.
1,
La imponente Cordillera cuyos cordones alcanzan una altura de
4000 a 5000 metros sobre el nivel del mar, encierra formaciones de valles
longitudinales donde se encuentran pasos, quebradas y circos glaciarios
producidos durante la ltima glaciacin del perodo cuaternario. De tal modo
que, en pocas de deshielo el agua aflora en los conos de deyeccin en
forma de manantial originando vegas, muy valoradas por los arrieros.
A su vez, en la Precordillera se pueden apreciar cordones
montaosos en forma paralela que se orienta de norte a sur y estos a su vez
encierran estrechos y alargados valles que permiten la disponibilidad de
pasturas naturales para la alimentacin de ganado domstico y salvaje.
Estos valles albergan una vegetacin de estepa xerfila muy
apetecible para los animales, solo en poca invernal en alta cordillera se
presentan intransitables porque toda la zona se cubre de nieve.
Los valles que se encuentran entre los cordones montaosos
cercanos a la Cordillera del Limite no son utilizados por los sanjuaninos,
sino por arrieros chilenos que trasladan en poca estival su ganado. Sin
embargo, en tiempos coloniales, los valles calingastinos e iglesianos eran
permanentemente transitados y empleados como estancia de descanso
para que los animales recuperaran fuerzas antes de proseguir con su
traslado a Chile.
El recurso natural (pasturas) sin ser excesivo, bastaba para que los
animales saciaran sus necesidades y por lo tanto el agotamiento de los
suelos no se hizo esperar. A la vez que, por tratarse de un rea emplazada
en la diagonal rida, distintos factores climticos hicieron que en amplios

1
Cuando nos referimos a Cordillera, hablamos de Cordillera del Lmite y Cordn Frontal siendo
este ltimo de formacin compacta separado por arroyos que forman vegas en valles
longitudinales de pasturas naturales.

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sectores se manifestara la desertificacin. As es que, la fragilidad propia del


suelo no pudo soportar tantas contingencias y grandes extensiones fueron
quedando sin oportunidad de producir, ms an porque los fuertes vientos
que asolan la regin han ido produciendo voladura de suelos. Es de
suponer que todas estas contingencias, mayormente agravadas con el
tiempo, eran menos evidentes hace cuatrocientos y trescientos aos atrs,
que es la poca en que centramos nuestra atencin.

Propietarios y herederos

El dilatado territorio que nos ocupa, que comprende los actuales


departamentos de Iglesia, Calingasta de la provincia San Juan, limita al
oeste con la cordillera andina que separa a Argentina de Chile y por ello
conforma la zona declarada legalmente como rea de Frontera. Pero,
durante la poca considerada no mediaban estos lmites estatales,
diseados a partir de la consolidacin de los estados nacionales. Entonces,
estos territorios formaban parte del imperio hispano colonial.
He aqu que en el proceso de des-construccin del espacio
producido durante la conquista del territorio, fue transferido a particulares
mediante el otorgamiento de Mercedes Reales. De tal modo, algunos
terratenientes fueron propietarios de latifundios que se extendan a ambos
lados de la cordillera andina. Uno de esos casos, que aqu referimos, es la
merced que perteneci a una de las familias de encomenderos ms
prominentes de la regin de Coquimbo: los marqueses de Piedra Blanca de
Guana (Arre Marfull, Montserrat, 2011).
El origen del linaje se remonta al siglo XVI, cuando desde
Extremadura Pedro Corts de Monroy, a la edad de 19 aos, arrib con su
padre a Amrica en 1552. Luego de participar en la conquista de Per se
estableci en 1573 en La Serena, la segunda ciudad ms antigua de Chile.
All contrajo enlace con Elena de Cisternas y Tobar, perteneciente a una
familia de notables. Sus hazaas fueron conmemoradas en los versos de
Alonso de Ercilla, en un fragmento del reconocido texto de La Araucana,
El anciano Corts sin cortesa. A los soberbios brbaros ofende.
Con tal vigor que adonde el brazo gua. Todo corta, rompe, rasga, hiende:
Aunque su mucha edad la sangre enfra. La clera fogosa se la enciende.
En tanto extremo que es extrema y dura. Al fin como quien es de
Extremadura (Rojas, 2013).

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Lo cierto es que por sus servicios brindados en beneficio de la


2
grandeza de Espaa , adems de las ms altas jerarquas civiles y militares,
se le adjudicaron indios en encomienda, una merced de 800 cuadras en el
ro Sotaqu que se llama Guana el 18 de mayo de 1604, ms 2000 cuadras
a espaldas del mineral Madre de Dios a 2 leguas del valle de Guana- el 2
de febrero de 1612 (Corts-Monroy C., 1991-92).
Retomando la cuestin de su enlace, que no es una trivialidad por
cuanto las prebendas otorgadas por la Corona dependan no solo de probar
su arrojo en conquistar territorios sino en el poder demostrar que era
hombre honorable fundador de una estirpe espaola en estas latitudes, lo
que equivala a estar casado con dama distinguida. Su suegro, Don Pedro
de Cisternas, haba formado parte de la hueste conquistadora de Pedro de
Valdivia y se desempe como Alcalde de la ciudad por muchos aos.
Miembros de este linaje fueron dueos de tierras y encomenderos en San
3
Juan de la Frontera , los Cisterna-Tobar estaban a su vez emparentados
con los Jofr descendientes de la familia del fundador de la ciudad de San
Juan de la Frontera-.
Ms tarde, uno de los sucesores de Don Pedro Corts de Monroy,
de igual nombre, ser el primer marqus de Piedra Blanca de Guana, ttulo
que le fuera otorgado mediante cdula real del 31 de diciembre de 1697. Al
igual que sus antepasados fue Maestre de Campo y se desempe como
Corregidor de la ciudad de La Serena desde 1687, regidor del Cabildo en
1692 y Procurador de la ciudad en 1708; falleci en 1716 y fue sepultado en
la iglesia serenense de la Merced (Rojas, 2013). Es decir que muri donde
naci y lo ms probable es que jams recorriera la vastedad de sus
dominios, los cuales se emplazaban desde la zona portuaria del Pacfico
hasta los contornos de la ciudad de San Juan de la Frontera. Es por eso

2
"Fundador de la familia en Chile; lleg a Chile con Garca Hurtado de Mendoza; sirvi bajo
todos los gobernadores hasta 1616, participando en la mayora de los principales hechos de
armas; fue uno de los primeros doce grandes capitanes que entraron a Chile; soldado hasta
1577, en que recibe grado de Capitn; Sargento Mayor del Reino 1596; Coronel 1602; Maestre
de Campo 1605; General de Ejrcito 1610; Consejero de Guerra 1610; Regidor de La Serena
1579, 1586-1687; Alcalde de La Serena 1580 y 1588; venci en 119 batallas. (Cfr. CORTES-
MONROY CASTILLO, Ricardo, 1991-1992: 161-258).
3
ARCHIVO PARROQUIAL DE LA MERCED (en adelante APM), Libro de Bautismos,
Matrimonios y Defunciones 1665-1705, fs. 91, 109, 149 y 150, Libro de Defunciones 1705-
1747, fo. 109. ARCHIVO GENERAL DE LA PROVINCIA DE SAN JUAN, Caja Fuerte:
Testamentos y Fondo Tribunales, Caja 1 A, Carpeta 3, fs. 22/sig.,

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que una localidad sanjuanina se identifica como el Marquesado (Fanchin y


Burgues, 1987).
Los escasos datos documentados que disponemos no nos han
permitido precisar la secuencia de este patrimonio territorial en forma
completa; recin para mediados y fines del siglo XVIII, cuando las fuentes
que se conservan en los archivos son un tanto ms reveladoras, podemos
esclarecer algunos de estos trayectos patrimoniales.
En el ao 1750, la propiedad de aquella vieja merced de Corts-
Monroy le fue entregada a Don Pedro Toranzo (Bodini Cruz-Carrera, et.al,
1989), la parte de Calingasta, hijo de un vizcano llamado tambin Pedro,
quien haba formado parte del primer contingente inmigratorio del siglo
4
XVIII . En su nuevo destino habr podido consolidar una buena posicin
5
econmica, a juzgar por los dos enlaces matrimoniales que contrajo. Su
primognito, Pedro -el adjudicatario de las tierras aludidas- haba nacido de
su primer matrimonio, con Doa Mara Rosa Bravo de Montenegro -
descendiente de encomenderos y emparentada con los Cisternas, los Tobar
y otras familias de abolengo-. Por lo tanto, son estas relaciones de
parentesco las que le allanaran el camino para incrementar su patrimonio,
adems, coincida el momento en que se concret dicha adquisicin con la
aplicacin de medidas tendientes a optimizar la produccin, conforme al
modelo fisiocrtico vigente (Konetzke, 1997). Concretamente, se les
revocaba la escritura a quienes no pudieran demostrar el mantenimiento de
una propiedad ocupada y en plena actividad.
Esa fue una de las razones por las que se produjo una importante
movilizacin de tierras, aumentando las ventas de terrenos yermos que, en
no pocos casos, eran meros traspases para evadir posibles expropiaciones.
En general para toda Amrica colonial, el mercado de bienes races estuvo
deprimido por cuanto la oferta superaba la demanda. Por eso se daban
facilidades de pago, recibiendo una pequea cantidad en efectivo y el resto
se saldaba con el reconocimiento de los gravmenes que tena la propiedad
(Wobeser, 2010: 125). Fue en esta coyuntura, cuando Pedro procedi a
comprar tierras, ampliando sus dominios. Por su parte los vendedores
protocolizaron previamente sus ttulos de propiedad.

4
Se trata del proceso conocido como inmigracin borbnica, porque la propia Corona lo alent
como parte del proyecto de reformas que se estaba implementando (Fanchin, 1994).
5
En primeras nupcias se cas con Doa Mara Rosa Bravo de Montenegro en 1707 y despus
de enviudar con Doa Juana de Ugas en 1718. Ambas procedan de familias encumbradas
(APM, Libro de Matrimonios 1706-1751, fo. 1 y 11).

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El territorio de la Merced del Marqus Cortz de Mor Roig (S.XVI) y sus


ampliaciones bajo el dominio de Don Pedro Toranzo (S. XVIII)

Fuente: Elaborado por la Lic. en Geografa Sonia E. Vliz Codina

Ese mismo ao de 1750, el 12 de noviembre, junto a su esposa


Doa Juliana de Acosta- compr al Pbro. Don Pedro Joseph una estancia
nombrada la Iglesia en el Valle de Pismanta con los ganados mayores y

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menores y lo en ella poblado la cual hered de sus padres, que abarcaba


6
desde la cordillera hasta el valle de Gualiln , por el valor de mil pesos. Casi
al mismo tiempo, con un da de diferencia, confes ante escribano pblico
haber recibido mil pesos del Pbro. Don Pedro Joseph Jofr por la
7
reimposicin de una capellana , manteniendo un censo redimible impuesto
en sus propiedades por 20 misas rezadas y dos cantadas, que fuera
fundada precisamente por el vendedor en carcter de albacea de sus
8
padres difuntos, Doa Ana de Fraguas y Don Lorenzo Jofr. Es decir que el
vendedor le haba entregado el monto equivalente al valor de compra de la
9
propiedad, asegurando mediante esta operacin parte de su sostenimiento ,
que sin ser excesivo no era para nada despreciable. Al mismo tiempo, con
esta transaccin aseguraba el bien entre la parentela, relegando a la Iglesia
como natural heredera de su patrimonio. Tampoco el origen de la propiedad
fue ajeno a acciones turbias, y hasta fraudulentas. Don Lorenzo Jofr la
haba comprado en 1725 a Teresa Icaa, hija y heredera del cacique de
10
Pismanta por doscientos pesos, de los cuales entreg cincuenta y cinco
pesos en efectivo, comprometindose a satisfacer en el transcurso del ao
siguiente cien pesos en forma de misas y limosnas en nombre de las almas
de los antepasados de la cacica y cuarenta y cinco se le entregaran en
ropa o gneros de la tierra a valor estimado de doce reales la vara de tela.
En la escritura se dej constancia que se le permitira continuar viviendo en
la estancia hasta el fin de sus das, en razn de ser vieja y encontrarse sola
y sin sucesin. As fue que estas tierras que haban permanecido, por
mandato de la real Audiencia del Reino de Chile, como posesin de un

6
ARCHIVO DEL PODER JUDICIAL-SAN JUAN, Protocolos Juan Sebastin Castro, 1750, fs.
119-120.
7
La Capellana era una fundacin en la que se impona la celebracin de cierto nmero de
misas anuales en determinada capilla o Iglesia, afectando para su sostenimiento la renta de los
bienes que se especificaban (Ots Capdequi, 1945:125). Fue una costumbre muy difundida en
las colonias hispanas y tenan la finalidad de contribuir a la salvacin del alma de los
fundadores y de generar una renta que serva para mantener a un capelln en forma vitalicia.
8
ARCHIVO DEL PODER JUDICIAL-SAN JUAN (APJ), Protocolos Juan Sebastin Castro,
1750, fs. 121-122.
9
En Mxico slo un 10% de las fundaciones rondaban ese monto, que implicaba una renta de
50 pesos al ao de acuerdo a una tasa de inters anual del 5% (Wobeser, 2010: 125).
Estimamos que estas cifras son equivalentes para esta ciudad porque no vara la tasa de
inters, salvo que las proporciones varan como tambin la capacidad adquisitiva de los
individuos y por eso admitimos que no sera un bajo ingreso. Adems, el Pbro. Jofr era
beneficiario de otros beneficios pecuniarios a juzgar por la .posesin de otros bienes familiares
(AGP y APJ, Doc. Varios sobre testamentaras de la familia Jofr.
10
AGP, Fondo Tribunales, Caja 8, Carp, 36, Doc. 12.

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pueblo originario pasaron a manos de un particular y como Teresa no saba


firmar, lo hizo por ella el Protector de Indios: el Capitn Don Luis Bravo de
Montenegro.
Si prestamos atencin a los apellidos advertiremos que nada era
fortuito, sino perfectamente pergeado por un grupo dominante, vido de
poder. El mencionado Protector de Indios, que refrend con su puo y letra
la venta, era to consanguneo directo por lnea materna de Don Pedro
Toranzo; pues, este funcionario era hermano de su madre: Doa Mara
Rosa y ambos eran hijos de Pedro Bravo de Montenegro y de Doa Marcela
11
Lucero de Tobar . He aqu que tampoco sera casualidad que el
patronmico Tobar coincida con el entorno familiar de los Corts de Monroy.
Los ttulos de la propiedad estaban en perfecto orden, a comienzos
12
de ese ao de 1750 el vendedor haba saldado el pago de la
13
correspondiente composicin a los fines de obtener la escrituracin
definitiva. En este trmite, uno de los puntos remarcados fue ratificar la
legitimidad de la venta efectuada en 1725 por la india Teresa Icaa a su
padre, resguardndose de ese modo de cualquier demanda que pudiera
llegar a invalidar sus derechos por haber sido tierra de un pueblo de indios.
Por su parte, Don Pedro Toranzo al comprarle al Pbro Jofr, su
pariente y heredero del hacendado y encomendero Don Lorenzo Jofr, se
14
converta en un portentoso latifundista . Es que adems de estas tierras,
recordemos que se aadan a las que ya tena y que haban formado parte
de la antigua Merced del Marqus de Coquimbo.
A la vez, los Toranzo eran dueos de propiedades en el valle central
donde se emplazaba el ncleo urbano y sus arrabales, por lo que
aseguraba a sus descendientes una buena posicin econmica. En esta
saga, la fundacin de capellanas fue una prctica usual de la familia, su
hermana Bernardina y su marido Juan Calzada lvarez de Miranda

11
APM, Libro de Bautismos, Matrimonios y Defunciones 1665-1705, fs.43 y 132.
12
Archivo General de la Provincia de San Juan (AGP), Fondo Tribunales, Caja 15, Carpeta 63,
Doc. 9. fs. 1-26. Ttulos de la estancia y campos del Valle de Pismanta pertenecientes a los
Sres. Toranzo, situada en el lugar de la Iglesia- Fechado en San Juan, 27 de marzo de 1857-.
13
Esta institucin, adems de tener un propsito fiscal, sirvi para legitimar a la poblacin
hispana en su posesin, sobre todo la de tierras que de origen eran propiedad de indgenas y
que haban sido desocupadas por el gran descenso demogrfico; o bien de las que los
naturales consideraban como propias pero que no utilizaban (Florescano 1990),
14
Tom posesin de este dominio el 30 de octubre de 1753, refrendando el acto el Capitn
Juan de Echegaray fundador de la Villa de Jchal-.( AGP, FT, Caja 15, Carpeta 63, Doc. 9,
Op.Cit.)

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15
fundaron en 1753 una en los terrenos de Santa Brbara , que luego fue
adjudicada a su sobrino nieto Fray Toms Jos Jofr y Toranzo (Saguier,
2003).
Despus de veinte treinta aos, ya en su vejez, Don Pedro
comenz a desligarse de aquellas dilatadas tierras situadas en los valles
cordilleranos, quizs por apremios econmicos o alentado por una
reactivacin del mercado inmobiliario. De tal modo, en 1774 vendi a Don
Cayetano Quiroga unos potreros en el Valle de Pismanta, situados a
cuatrocientas cinco leguas de la plaza mayor,

en el paraje de Pozo Hediondo, con cinagas y pastos al oriente


y tirando al poniente siguiendo un arroyo que baja del potrero llamado
Tocota que es el deslinde de la parte norte y tirando a la primera cordillera
consta de 10 o 12 leguas y de norte a sur consta hasta el deslinde del sur
con estancia de Felipe Tello habrn 8 leguas ms o menos donde se
comprenden los potreros nombrados Leoncito y el otro Chorrillo y el otro rio
Castao buscando el deslinde hasta topar donde nos divide el difunto
16
Tello.

Esta zona corresponde al sector sur del rea que se demarc en el


mapa expuesto en este artculo, donde se indica la totalidad del territorio en
el cual se encuentran las zonas de mayor cantidad de vegas y llanos.
Ms tarde, en 1781, cuando haba iniciado tratativas para vender la
estancia de Pismanta a Don Antonio lvarez Courtias, su hijo Gregorio
17
reclam por derecho hereditario ser privilegiado en dicha venta . Ante esta
peticin, avalada judicialmente, Gregorio pas a ser el propietario de esas
18
tierras situadas en el valle y pueblo de Iglesia , mediante el pago de mil
doscientos pesos que era el monto que haba ofertado Don lvarez.

15
Sitio donde se emplaza el actual cementerio capitalino.
16
APJ, Protocolo Juan S. Castro, Ao 1774, fs. 15/17.
17
AGP, FT, Caja 15, Carpeta 63, Doc. 9-26 folios-1781. Ttulos de la estancia y campos del
Ve. de Pismanta pertenecientes a los Sres. Toranzo, situada en el lugar de la Iglesia.
18
APJ, Protocolo Juan S. Castro, 1781, fs. 76-77.

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Eplogo

Hasta ac hemos podido reconstruir la historia de apropiacin de


tierras que fueron de indios. Una parte de ellas lleg a estar comprendida en
la Merced Real otorgada al Marqus de Guana-, y otra parte adquirida por
compras ms supuestas que reales-, concentrndose en manos de un
mismo linaje. As, los Toranzo en la segunda mitad del siglo XVIII se
convirtieron en los dueos legtimos de una vasta extensin territorial.
El ltimo propietario mencionado, Gregorio, se haba casado con
Doa Amalia del Carril, perteneciente a una encumbrada familia que
mantendr su prestigio econmico y poltico en el siglo siguiente. No
habiendo tenido hijos propios, Gregorio leg a su hijo adoptivo Francisco la
estancia que abarcaba una superficie de unos 600 km2. En esa extensin,
que comprenda: el valle de Los Patos en Calingasta, y Pismanta en el valle
de Iglesia -emplazada en un largo pasillo que en la actualidad es
revalorizada por la explotacin minera e hidroenergtica- a fines de la poca
19
colonial el propio Francisco realiz denuncios de minas en su propiedad .
No obstante, su riqueza no se sustent en esa incipiente actividad, sino en
la ganadera por tratarse de una zona ptima para el pastoreo.
En 1857, el yerno de Don Francisco, Ambrosio Rojas natural del
estado de Chile () y residente en el valle de Pismanta- en representacin
de su esposa: Doa Narcisa Toranzo, solicitaba al Seor Juez de Letras de
lo Civil los ttulos de escritura. Este pedido era en razn de haber prestado
los originales, por intermedio del Escribano de la Villa de Jchal, al Juzgado
de segundo orden de dicha jurisdiccin para resolver un problema de
deslinde de tierras de un vecino. La insistencia en que fueran restituidos se
fundamentaba en constantes amenazas de ocupaciones indebidas en su
propiedad. Por fin, el 15 de octubre de 1861 les fueron entregadas las
20
copias solicitadas .
Con posterioridad, constan en ese mismo expediente referencias
sobre pedido de duplicados. Uno, por mandato de juez letrado a Don Isidoro
Flores, el 19 de diciembre de 1888, otro, el 12 de diciembre de 1910 a Don
21
Desiderio Fonseca . Lo ms probable es que estas nuevas actuaciones
respondieran a sucesivas particiones y ventas de la propiedad.

19
AGP, FT, Caja 15, Carpeta 63, Doc. 9, Op.Cit.
20
AGP, FT, Caja 15, Carpeta 9, Op. Cit.
21
Ibdem.

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En la actualidad el sector que corresponde al departamento de


Calingasta pertenecen a una empresa de origen suizo (Sociedad Estomonte
A.G.) y que es administrada por un testaferro, quien en periodo de veranada
asciende a los valles cordilleranos para el cobro del usufructo por parte de
arrieros chilenos.
En la Direccin Provincial de Geodesia y Catastro de San Juan
estas tierras figuran como propiedad de la Compaa Tongoy Ltda.

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