Lacan 2, Resumen

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LACAN Eje A parcial 1

1) Defina el concepto relacin de objeto dado por el


psicoanlisis posfreudiano, segn J. Lacan. Especifique las
diferentes crticas que l realiza a este concepto.
La relacin de objeto ha llegado ser en el psicoanlisis
contemporneo, el elemento terico principal. Esa primaca orienta su
conducta y tambin sus resultados, el anlisis parecera no aspirar
ms que a rectificarla la relacin del sujeto con el objeto, adaptando
as el individuo a su ambiente. Pero se va a referir a las estructuras
Freudianas para ver si se justifica dicha primaca en cuyo interior se
desplaza el anlisis, especficamente la relacin entre el analista y el
analizado, solamente por las que la desconoce es considerada
excesivamente simple.
Un captulo de tres ensayos sobre una teora sexual se intitula el
hallazgo del objeto. No vemos en ninguna parte la descripcin de ese
objeto plenamente satisfactorio, acabado y perfecto que fundara al
hombre en una realidad finalmente adecuada, en cambio encontramos
algo completamente diferente la idea de una nostalgia que liga el
sujeto al objeto perdido y marca el reencuentro del signo de una
repeticin y el concepto platnico de reminiscencia, es evidente que
para Freud el objeto se situa en el registro de la repeticin
2) Cmo se liga el concepto de repeticin al concepto de objeto
en psicoanlisis?

La idea de una nostalgia que liga al sujeto al objeto perdido y marca el


reencuentro del signo de una repeticin imposible; aqu podemos
referirnos a la clebre oposicin entre el concepto moderno de
repeticin y el concepto platnico de reminiscencia. Para Freud la
bsqueda del objeto se sita en el registro de la repeticin.

3) Explicite cmo Lacan presenta los conceptos principio de


placer, principio de realidad, realidad y relacin sujeto-objeto,
aclarando si poseen o no nexos entre ellos.

El principio de placer y el principio de realidad se oponen y se


complementan, Freud seala simultneamente que el principio de
realidad es necesario para la efectiva satisfaccin del placer y que el
principio de placer tiende a satisfacerce en forma irrealista hasta
alucinada, permanece una oposicin irreductible entre la realidad y lo
que oscuramente es buscado por l tendencia, la relacin del objeo con
su mundo es profundamente conflictual. Existe sin embargo una
relacin sujeto-objeto directa y sin abertura: en la ambivalencia,
resorte de las relaciones pre-genitales del tipo ver-ser visto, atacar-ser
atacado, que supone la identificacin con el pertenaire, como en toda
relacin en espejo y por ende reciprocidad: todo sujeto se hace si
objeto.

4) Desarrolle la crtica de Lacan al concepto relacin dual,


explicando por qu en ese contexto realiza la advertencia de que
la idea de un objeto adecuado desemboca en la nocin de un
sujeto autnomo.

Lacan dice que la idea de un objeto adecuado desemboca en la


nocin de un sujeto autnomo, medida de la realidad, plantendolo
muy lejos de la concepcin Freudiana de una bsqueda del objeto
profundamente perdido en la que el sujeto esta siempre implicado.
Lacan dice que al poner esencialmente el acento en el ambiente,
incluso en las relaciones sociales uno se ve necesariamente llevado a
proponer al paciente una identificacin con el yo del analista, por lo
tanto ya no se hace la distincin en el plano dinmico ni el gentico
entre las etapas de progreso del yo y las etapas de la maduracin
instintual, de esta manera se distingue rgidamente entre los
pregenitales, individuos dbiles que se empecinan en mantener
relaciones objetales con un significativo y los genitales, cuya unidad
estara a salvo de la pedida de un objeto.

5) Cul sera para Lacan la nocin de objeto en el psicoanlisis


freudiano y por qu los ejemplifica con el objeto fbico y el objeto
fetiche?

Segn Lacan la nocin de objeto en el psicoanlisis freudiano surge


siempre sobre el fondo de la angustia, angustia que hoy muchos
autores lo confunden con el miedo y no sobre la realidad comn; el
objeto por lo tanto enmascara en diferentes etapas la angustia del
sujeto, es decir se trata de un instrumento destinado a enmascarar a
modo de una proteccin, es el fondo fundamental de la angustia que
caracteriza a la relacin del sujeto con el mundo en las distintas
etapas de su desarrollo, as en cada etapa el sujeto debe ser
caracterizado.

Lo ejemplifica con el objeto fbico y objeto fetiche y dice que la


angustia en cuestin es la angustia de catracin que ha encontrado
pocas objeciones, sin embargo, es notable que el deseo de
reconstruccin en el sentido gentico haya acabado tratando de
deducir, de la eclosion de las construcciones fbicas objetales
primitivas, la construccin misma del objeto paterno, que seria como
su continuacin y su culminacin. En cuanto al fetiche dice que en la
teora analtica cumple una funcin de proteccin contra la angustia y
cosa curiosa se trata de la misma angustia, es decir la angustia de
castracin, est vinculada con la percepcin de la ausencia de rgano
flico en el sujeto femenino y con la negacin de esta ausencia, pero
tambin en este caso, el objeto tiene cierta funcin de una fobia y la de
un fetiche, dado que tanto la una como el otro se plantean sobre el
mismo fondo de angustia fundamental, ambos convocados como
medidas de proteccin o de garanta por parte del sujeto

6) Qu busca transmitir Lacan cuando se pregunta: El objeto,


es o no lo real? Aquello que se encuentra en lo real es el
objeto?

Lacan cuando se pregunta esto agrega una reflexin ms que es el


falo, la dialctica del desarrollo individual, asi como toda la dialctica
de un anlisis, giran alrededor de un objeto principal que es el falo,
para Lacan el falo en la dialctica analtica es un objeto predominante
Freud seala que el principio de realidad es necesario para la efectiva
satisfaccin del placer y que el principio del placer tiende a
satisfacerse de forma irrealista hasta alucinada persiste una posicin
irreductible entre la realidad y lo que oscuramente es buscado por la
tendencia. Siguiendo el concepto de objeto parcial de Abraham
desemboca en la idea de un sujeto autnomo medida de la realidad
muy lejos de la concepcin freudiana de una bsqueda del objeto
profundamente perdido en la que el sujeto est implicado. Con
respecto a la posicin del objeto hay que decir que se lo confunde con
lo real, mientras que para Freud el objeto surge siempre sobre el fondo
de la angustia y no sobre el fondo de la realidad comn: el objeto
enmascara en diferentes etapas la angustia del sujeto.

Con respecto a la pregunta si el objeto es o no lo real, hay dos


observaciones:

1)- El analista debe ser muy cauto al hablar de lo real, pues lo real
siempre est en el lmite de su experiencia ms que contenido en ella.
Aquel que se empea vanamente en la bsqueda de una energa
potencial, de una realidad ultima, mas halla de la realidad estructurada
conflictual, simbolizada, ignora la experiencia analtica que debe
enfrentar, este ha sido un principios que ha entorpecido el progreso de
la psiquiatra y de la cual el psicoanlisis no ha podido liberarla. En
trminos lingsticos no hay nada en el significado ( deseo-pulsin )
que no se presente marcado por la huella del significante.

2) El psicoanlisis exige otro empleo difcil de entender de la nocin de


realidad, puesto en juego en el doble principio del placer y de la
realidad.
Winicott seala que hasta para el nio ms pequeo existen objetos
transicionales, juguetes que el nio crea con cualquier cosa y que son
absolutamente imposibles de ubicar entre la dialctica de la
alucinacin al objeto real. Esta ltima observacin evidencia un
extrao olvido, el olvido del resorte esencial de la nocin de la falta de
objeto. El anlisis comienza con ella, es central y dinmicamente
creadora.

7) Despliegue las diversas reflexiones que realiza Lacan sobre la


realidad a partir del trmino alemn Wirklichkeit (realidad).

La realidad para Lacan se trata del conjunto de cosas que ocurren


efectivamente. Con el termino Wirklichkeit la ventaja que se da es que
distingue en la realidad una funcin que la lengua francesa no permite
ahislar correctamente, se trata de lo que implica de por s cualquier
posibilidad de efecto de Wirkung, Lacan advierte que los
psicoanalistas permanecen prisioneros de categoras verdaderamente
ajenas a algo a lo que su prctica debera introducirles cmodamente,
con respecto a la nocin misma de la realidad. La realidad participa de
un doble principio, principio de placer y principio de realidad, se trata
de algo muy distinto porque el principio de placer no se ejerce de una
forma menos real que el principio de realidad es aqu muy diferente.
8) Afirma Lacan: Lo que se olvida en esta dialctica [aludiendo
al artculo de Winnicott], es que uno de los mecanismos ms
esenciales de la experiencia analtica es, desde el principio, la
nocin de la falta del objeto. Explique esta afirmacin.

Con esta afirmacin Lacan quiere decir que nunca en nuestro ejercicio
concreto de la teora analtica podemos prescindir de una nocin de la
falta del objeto con carcter central. No es negativa sino el propio
motor de la relacin del sujeto con el mundo. Desde sus inicios, el
anlisis de la neurosis empieza con la nocin de castracin y en la
misma lnea d la falta d objeto suma dos nociones ms: la privacin y
la frustracin.

9) En la categora de la falta de objeto, J. Lacan diferencia entre


frustracin, privacin y castracin. Precise cada una de ellas.

La frustracin es esencialmente el dominio de la reivindicacin de las


exigencias desenfrenadas sin ninguna referencia a cualquier
posibilidad de satisfaccin, su centro es un dao imaginario. Lacan
dice que la frustracin es la vivencia imaginaria de la falta, quiere decir
que es un modo de percibir la falta pero en un plano absolutamente
imaginario. En este plano del otro que tiene pero yo no, el otro no me
da, el otro podra darme pero no me da.

La privacin es algo real, digamos que es una falta real, un agujero


en lo real, porque efectivamente hay una falta ligada a la mujer: la falta
de pene en la mujer esa falta que es una falta real, tiene una
consecuencia en la constitucin. La nia cuando descubre la
diferencia delos sexos, cambia de objeto es decir va de la madre al
padre en busca de aquello que toma la representacin de lo que est
privada: el falo. Por ello el objeto de la privacin es simblico porque
esta referido al falo como representante de la completud. Y el agente
de la privacin es imaginario porque es la madre quien en el momento
de la privacin asume para el sujeto la responsabilidad de estar
privada o de haber privado a la nia.

La castracin despus d Freud ha sido ms abandonada que


profundizad, solo se la concibe relacionndola con el orden de la ley,
ley presente en la estructura del Edipo y la prohibicin del incesto y
con el registro de la sancin. La castracin es la vivencia simblica de
la falta, por lo tanto la castracin supone la ley, la inscripcin del sujeto
en la ley, el tab del incesto, la significacin flica del falo como
representante de la falta. El agente es real porque el padre es real es
el lugar que encarna el lugar del padre simblico. A partir de la
castracin el falo va a tener el carcter de representar una ausencia,
este carcter simblico.

10) Cul es el objeto que falta, segn Lacan, en la frustracin,


cul en la privacin y cul en la castracin? Hable de cada uno de
ellos.

El objeto que falta en la frustracin es por su naturaleza el objeto


real, por muy imaginaria que sea la frustracin es el pene como
rgano.

El objeto que falta en la castracin es imagianrio, es el falo.

Y en cuanto a la privacin el objeto que falta es lo simblico


11) Presente el cuadro de doble entrada al que arriba Lacan en
su explicacin de la frustracin, la privacin y la castracin.
Defina cada uno de sus trminos.

AGENTE FALTA DE OBJETO


OBJETO
Castracin Imaginario
Deuda
simblica
Frustracin Real
Dao
imaginario
Privacin Simblico
Agujero real

Este cuadro de doble entrada, por un lado articula las 3 formas de la


falta, que estn ordenadas con los 3 registros: imaginario, real y
simblico. Es decir va a ubicar cada una de estas formas en
correspondencia con un registro. Es decir, la frustracin tiene un
carcter imaginario. Pero adems, de articularlas con los 3 registros
tambin las articula con el lugar del agente, y el producto de ese
accionar del agente en relacin al sujeto.

El agente siempre va a estar referido al otro como lugar. El agente


siempre va a tener que ver con los distintos rostros del otro. No
solamente porque es un lugar en que se encarna en personajes, sino
porque este otro puede tener lugares diferentes en relacin al sujeto.
Ej.: no es lo mismo el otro materno que da o no da, que el otro
encarnado en el padre real en relacin a la castracin. Por eso
diferentes lugares o rostros del otro.

Este cuadro se basa en la idea de que el agente en diferentes


situaciones acta sobre el sujeto psicoanaltico. No estamos hablando
del Yo, sino de la dimensin del sujeto ya constituido, atravesado, a
subjetivarse, pero sujeto al fin. El agente acta en relacin al sujeto
produciendo una accin que determina una particularidad. Es decir, el
otro en sus diferentes formas y momentos, acta sobre el sujeto que
determina una particularidad con respecto al objeto. Cada una de
estas acciones proviene de lo que el agente hace u opera sobre el
sujeto y esa operacin va a condicionar la forma que tome el objeto.
Es decir, la caracterstica en relacin a los 3 registros: si el objeto va a
tener una configuracin ms real, ms simblica o ms imaginaria.

Entre otras cosas este cuadro nos va a indicar que las formas de la
falta no son iguales que hay distintas formas, que no es igual la
frustracin a la castracin, o la privacin a la castracin; y que a su
vez estas distintas formas tienen efecto en la configuracin de la
estructura, en cmo se arma y se maneja la estructura psquica y que
tambin estas formas de la falta van a depender en gran medida de
cmo accione el otro. Es decir, de cmo ese otro accione en relacin
al sujeto.

Ms all de la operacin del agente est la Insondable Decisin del


Ser, es decir, como cada uno va a inscribir la accin del agente. Ej. En
una familia, los hijos, cada inscribe los hechos de su historia de
distinto modo.

La falta es una, pero hay 3 formas de asumir esa falta porque no es lo


mismo asumirse frustrado que castrado. Lgicamente, en el armado
lgico del sujeto, la castracin no se inscribe de entrada como
castracin. Los 3 tiempos del Edipo, lo cual no quiere decir que no
haya falta desde el vamos. Porque? Por el lenguaje, porque el otro no
me puede dar todo aunque quiera. Y entonces de entrada, presencia-
ausencia de la madre va a empezar a configurar algo del orden de la
falta
1) Cmo define Rabinovich, siguiendo a Lacan, el concepto de
objeto en la teora psicoanaltica? Marque su vnculo con el objeto
perdido del deseo freudiano.

El concepto de objeto en psicoanlisis no es unvoco. De entrada se


diferencian y se articulan el objeto de deseo, el objeto pulsional y la
eleccin de objeto.

Ahora bien, al inaugurar Lacan el Seminario IV sobre la relacin de


objeto, afirma que el objeto en psicoanlisis debe caracterizarse como
la falta de objeto; marcando as la prevalencia del objeto simblico,
del objeto perdido del deseo. La falta de objeto, pues, es el nombre
que Lacan dar al objeto perdido del deseo freudiano, en tanto
condicin de posibilidad de las otras dos series (pulsional y de amor).
Lacan dice que el concepto de objeto debe caracterizarse como La
Falta de Objeto, con lo cual marca la prevalencia del objeto simblico.
La falta de objeto es como Lacan se refiere al objeto perdido del deseo
freudiano.

Rabinovich explica que el nacimiento del deseo, su punto cero, es co-


extensivo de la transmutacin de su objeto, transmutacin que
consiste en la anulacin de sus propiedades naturales -a ser
entendidas en el sentido de la naturalidad del objeto fijo del instinto- a
la prdida del objeto entendida como la prdida de su naturalidad. El
nacimiento mismo del deseo por accin del orden simblico, implica la
constitucin de un objeto que pierde su ser de objeto al perder sus
propiedades naturales. Esta prdida es pues la condicin que el
objeto debe cumplir para devenir objeto del deseo. Por eso es la falta
de objeto: por estar, desde su constitucin, perdido.
2) Diferencie el objeto perdido del deseo freudiano del objeto
pulsional.

Diana Rabinovich afirma que en la obra de Freud se delimitan tres


grandes dimensiones del concepto de objeto.

Desde una perspectiva terica, el primero en ser deslindado fue el


objeto de deseo, objeto perdido de la experiencia de satisfaccin
alucinatoria.

Freud separa la satisfaccin de la necesidad de la realizacin del


deseo. A la primera le corresponde la accin especfica; a la segunda,
la identidad de percepcin, regla de la alucinacin desiderativa. Esta
ltima es la bsqueda repetitiva de un mtico primer encuentro del
sujeto con el objeto de satisfaccin.

El objeto perdido del deseo es condicin de produccin del objeto


pulsional. El objeto pulsional adquiere rasgos propios; siendo
inseparable del autoerotismo y la inclusin del cuerpo. Tambin aqu
hay una prdida, es la prdida del objeto real y su interiorizacin;
determinando su incorporacin y la estructuracin del autoerotismo.
En cuanto al objeto pulsional se habla de contingencia, de fijacin.

La diferencia fundamental para Freud radica en que el objeto perdido


del deseo es condicin de produccin del objeto pulsional.
Pero el objeto pulsional adquiere rasgos que le son propios; siendo
inseparable del autoerotismo y la inclusin del cuerpo.
Tambin aqu hay una prdida: es la prdida del objeto real y su
interiorizacin; determinando su incorporacin y la estructuracin del
autoerotismo

3) Distinga el objeto perdido del deseo freudiano del objeto de


conocimiento y del objeto del instinto.
Lacan define al objeto como perdido en la estructura misma de lo
simblico; la prdida del objeto en su naturalidad es solidaria del
apresamiento del ser humano por el lenguaje. Objeto perdido que es
incesantemente diferenciado del objeto de conocimiento , por un lado
y, por otro, del objeto del instinto, dos formas del objeto en las que
ste es formulado como armnico y complementario del sujeto.

Entonces se puede decir que no hay complementariedad sujeto-


objeto, en cuanto que no hay un objeto que satisfaga al sujeto por esta
falta de armona fundamental, objeto perdido por estructura, sujeto
capturado en el lenguaje.

En El objeto y el orden simblico Rabinovich explica:


Hay una dimensin inseparable del objeto perdido del deseo
freudiano que subraya la articulacin entre el objeto y el orden
simblico.
Esta articulacin define al objeto como perdido en la estructura
misma de lo simblico.
Es la prdida del objeto en su naturalidad; solidaria del
apresamiento del ser humano por el lenguaje.
Este objeto perdido se diferencia:
a) del objeto de conocimiento;
b) del objeto del instinto.
Ambos dos son formas de objetos formulados como armnicos
y complementarios del sujeto.
Segn enseara Freud, la experiencia de satisfaccin, ese
placer buscado, se sita en las antpodas de la coaptacin entre
organismo y medio ambiente; incluso la contrara. La no
complementariedad sujeto-objeto, su falta de armona
fundamental, el carcter estructural de su prdida, est
condicionada por la captura en el lenguaje.

4) Indique qu ocurre con el objeto humano cuando queda


anulada su propiedad natural, sometindose a las condiciones del
smbolo. Por qu este sera el punto cero del deseo, su
nacimiento?

El nacimiento del deseo es co-extensivo de la transmutacin de su


objeto, donde se anulan sus propiedades naturales. Cuando Lacan
habla de deseo, fundndose en la vivencia de satisfaccin tal como
est en el Proyecto, lo que opera, tomando los trminos de Freud,
es una prdida de la accin especfica; vale decir, se pierde la
necesidad, se instala el circuito alucinatorio de la realizacin del
deseo.

Conviene examinar la palabra prdida en Lacan. Al principio no es


prdida de goce sino prdida de la naturalidad, prdida del carcter
natural del ser humano, prdida del instinto, de la posibilidad de
complementariedad con la naturaleza. En ltima instancia, prdida del
carcter de animalidad del ser vivo, propio del ser humano.
El nacimiento mismo del deseo por accin del orden simblico implica
la constitucin de un objeto que pierde su ser de objeto al perder sus
propiedades naturales. Esta prdida es pues la condicin que el objeto
debe cumplir para devenir objeto del deseo. Se pierde el objeto de la
satisfaccin instintiva. Plantea que el sistema psquico no puede
satisfacerse sino con volver a encontrar el objeto originalmente
perdido, es aqui, en el punto cero donde el objeto humano cae bajo
el efecto de la captura y anulando su propiedad natural lo somete
desde ese momento a las condiciones de smbolo. Smbolo presente
que se hace ante la ausencia del objeto.

5) Muestre por qu la prdida de la naturalidad del objeto es


condicin para el advenimiento del objeto del deseo.

El nacimiento mismo del deseo por accin del orden simblico implica
la constitucin de un objeto que pierde su ser de objeto al perder sus
propiedades naturales. Esta prdida es pues la condicin que el objeto
debe cumplir para devenir objeto del deseo. Se pierde el objeto de la
satisfaccin instintiva.

Rabinovich seala que la prdida de la naturalidad del objeto luego


tendr el estatuto de prdida de goce. Pero lo que importa en este
punto es sealar que el nacimiento del deseo es co-extensivo de la
transmutacin de su objeto donde se anulan-pierden las propiedades
naturales, la naturalidad del objeto (su armoniosa complementariedad
como lo tiene el objeto del instinto con el animal). Lacan toma del
Proyecto freudiano, texto que habla sobre la experiencia de
satisfaccin en la cual lo que opera es una prdida de la accin
especfica (esa accin especfica que procur la satisfaccin causa la
prdida), se pierde la necesidad y se instala el circuito alucinatorio de
la realizacin del deseo.

El nacimiento mismo del deseo por accin del orden simblico implica
la constitucin de un objeto que pierde su ser de objeto al perder sus
propiedades naturales. Esta prdida es pues la condicin que el objeto
debe cumplir para devenir objeto del deseo. Se pierde el objeto de la
satisfaccin instintiva.

6) Explique la afirmacin: El significante produce la falta en lo


real.

Para Lacan, finalmente, la falta es anterior a la prdida; vale decir, lo


primero que le sucede a un sujeto cuando el sistema significante lo
aprisiona, es una falta. El ejemplo que l da: nunca sabra que en la
biblioteca falta un libro si no tuviera un sistema simblico; significa que
si s que algo falta de su lugar es porque tengo un sistema de
coordenadas que me definen el lugar. A lo real material (a aquello que
est all afuera), nunca le falta nada. El concepto de falta es la marca
en el ser humano de la accin de lo simblico, que crea la idea de la
falta, de la presencia-ausencia, de que alguien puede estar y no estar.
El significante introduce, cava un surco en lo real, un surco que es un
agujero, como al cavar un surco en la tierra. Eso es la falta, hacer un
agujero, agujerear algo, que nada est redondito y completo; y por ello
Lacan dir que el significante, al cavar un surco en lo real, crea en ese
real en lo que nada falta en el mundo fsico, una falta, una ausencia. .
Luego, se instala esa falta. Y una vez instalada, sobre la falta puede
operarse una prdida, pues no hay prdida donde no se ha instalado
una falta.

7) Hable del reconocimiento en tanto objeto del deseo.


Desarrolle. Cul es el contrapunto entre reconocimiento y
desconocimiento?

El reconocimiento como objeto simblico nico sustituye la pluralidad


de los objetos imaginarios del transitivismo y la competencia
especular; se ubica en el eje S-A del esquema L; mientras que estos
ltimos se sitan en el eje a-a; que funciona como obstculo, como
resistencia, al desarrollo pleno de lo que Lacan llama el sujeto virtual a
travs del reconocimiento como objeto propio de la satisfaccin de lo
simblico.
Ser reconocido es la realizacin propia de ese deseo inconsciente
que insiste en la cadena significante y, por eso, el objeto del deseo
es el reconocimiento. Esa es para Lacan la realizacin del deseo:
deseo del Otro.

8) A qu se denomina objeto causa del deseo? Diferncielo del


objeto imaginario y del objeto simblico.

Con objeto causa del deseo se denomina al objeto a El objeto a, real,


es el aporte original de Lacan al concepto de objeto en psicoanlisis.
Por otro lado el objeto, tanto en su dimensin simblica como en su
dimensin imaginaria, es posible de ser aprehendido. El objeto a no
se puede conocer, aunque s se pueda alcanzar un saber acerca de l.
El a es invisible, inasible, inaudible, etc., no se le echa mano. Slo
cabe acercrsele por vas indirectas. El objeto a, real, es solidario de
dos funciones: la de causa del deseo y la de plus de gozar.

. 9) Exprese cmo concibe J. Lacan lo que l llama su


invencin: el objeto a.

El objeto a, real, es el aporte original de Lacan al concepto de objeto


en psicoanlisis. El objeto, tanto en su dimensin simblica como en
su dimensin imaginaria, es ms sencillo de aprehender siempre que
se tenga presente que su conceptualizacin encuentra un apoyo
fundamental, en los desarrollos de Freud, en primer trmino, y, luego,
en los de Melanie Klein y Winnicott.

Fue Lacan mismo quien calific su conceptualizacin del objeto a


como real como una invencin. El objeto a es invencin en lo que
concierne al modo en que Lacan lo conceptualiza, pero, el objeto a,
en lo referente a su relacin con la estructura es producido, no
inventado. Su conceptualizacin responde a la necesidad de
diferenciar, de precisar, el objeto propio y original de la teora
psicoanaltica, el objeto parcial, en cuyas dimensiones simblica e
imaginaria se haba empantanado el postfreudismo.

Lacan toma como punto de partida y eje central de su desarrollo el


objeto perdido del deseo en Freud. El objeto a se resiste a todo
intento figurativo, ilustrativo, a todo intento de darle un figura, pues
est en disyuncin con la imagen. Tambin es imposible darle una
definicin en funcin del puro significante; Ni la imagen ni el
significante pueden por ende asir el objeto a. Objeto inasible, invisible,
impronunciable, aunque sea empero condicin de nuestro asidero
sobre el mundo, lo visible y la palabra misma. Cabe agregar que una
conclusin que se deduce de lo antedicho es que el objeto a escapa
al conocimiento sensible, no es aprehensible por ninguno de nuestros
sentidos.
El objeto a carece de imagen especular, donde en el espejo se espera
su presencia, surge un vaco, un hueco. el objeto a lleva la inicial del
otro [autre] con minscula en francs, ese semejante que funda al yo
ideal con el que el yo [moi] se identifica para acceder a la imagen del
cuerpo unificado.

10) Exponga el cuadro de doble entrada sobre las tres formas de


la falta de objeto presentado por D. Rabinovich, caracterizando en
l la frustracin, la privacin y la castracin.

El cuadro de doble entrada que presenta Rabinovich sobre las tres


formas de la falta de objeto es:

ACCIN OBJETO AGENTE

Frustracin Real Simblico


(Imaginaria)

Privacin Simblico Imaginario


(Real)

Castracin Imaginario Real


(Simblica)

En el punto La frustracin, la privacin y la castracin, Rabinovich


presenta el cuadro de doble entrada que articula las tres formas de la
falta de objeto con los tres rdenes: imaginario, simblico y real.
Aclara que las formas de la falta sufren un clivaje peculiar,
articulndose en funcin de la relacin de los tres rdenes con tres
elementos que inicialmente desconciertan: la accin, el objeto y el
agente. Bajo la accin se colocan las tres formas de la falta. La
accin es padecida por el sujeto, algo propio del sujeto psicoanaltico.
El sujeto es aqu un sujeto sujetado a la accin de un agente, agente
que dibujar, segn la poca, distintos rostros del Otro, distintos
modos de su encarnacin.
El objeto en su relacin con los rdenes (R.S.I.) es producido por la
forma de la falta que se introduce en el sujeto por accin del agente.
La no homogeneidad de las formas de la falta implica la nocin de que
todos los agujeros no son iguales; pero tambin muestra la
solidaridad del sujeto del inconsciente con el objeto; ms all de la
articulacin yo-objeto propia del estadio del espejo.
La posicin del agente marca la dependencia estructural de las
formas de la falta del Otro como lugar del significante, ms all de su
encarnacin en la madre o el padre y ms all de la dimensin
subjetiva que habita a quienes encarnan ese lugar del Otro; la cual
ser reemplazada por la frmula como puro lugar.

11) Partiendo del cuadro que presenta Rabinovich, desarrolle la


diferencia entre frustracin de goce y frustracin de amor.

La frustracin de goce es frustracin del objeto real, vinculada con


la satisfaccin en cuanto tal.
El paso de la frustracin de goce a la frustracin de amor remite al
objeto en su dimensin simblica. La madre -agente simblico-, es la
encarnacin primera del Otro simblico. Este agente simblico puede
o no responder al "llamado. Al responder, la necesidad es
transformada en demanda, introduciendo en ella la discontinuidad
significante y la prdida de especificidad del objeto. Es el par
presencia-ausencia del Otro simblico lo que constituye al agente de
la frustracin en cuanto tal. Con la madre se constituye el primer
agente de la frustracin.
Ahora, en la medida en que esta presencia-ausencia se estructura
como diferente del objeto (el agente -la madre- puede responder o no),
deviene una potencia de quien se depende para el acceso a los
objetos.
Correlativamente, los objetos de satisfaccin mutan, se vuelven signo
de la buena o mala voluntad de ese Otro: signos de su amor. Y el
objeto entonces pasa a ser un signo de su presencia, es decir un don.
Por tanto, la demanda no es demanda de satisfaccin, sino demanda
de la presencia o ausencia del Otro como agente. De tal modo,
cuando la madre accede a este poder, cuando deviene real, el objeto
(que era real) deviene simblico: el don.
A partir de la frustracin de amor, en algn momento, el Otro
aparece herido en su potencia: o por su imposibilidad estructural de
responder a la demanda, o por el vaivn de la presencia-ausencia. La
falta del Otro se sita ms all de la demanda, y abre la dimensin
del deseo.
La frustracin de amor, asimismo, es la que abre el acceso a la
realidad simblica, en tanto se funda en la anulacin del goce del
objeto y abre las puertas al intercambio de dones; lo que equivale a
una realidad sostenida por la alianza, la ley de prohibicin del incesto,
y no una experiencia emprica de la realidad.
La frustracin de goce, en cambio, deja al sujeto preso de la
agresividad imaginaria con el semejante.
12) Cmo se relacionan privacin y castracin con el deseo del
Otro? Especifique en su explicacin el papel que juega el falo.

En el punto Privacin y castracin en su articulacin con el deseo


del Otro, Rabinovich afirma que la falta que se esboza en el Otro
materno se convierte aqu en la nueva mirada del deseo.
La vieja cuestin del "reconocimiento se transforma ahora en cmo
ser "reconocido" como "objeto del deseo del Otro. Si el falo es lo que
podra colmar la falta en el Otro, el camino ms sencillo que se le
ofrece a la cra humana es el proponerse como tal, identificndose con
l, en tanto se presenta como objeto privilegiado de la madre. Dicho
de otro modo: si el falo designa la falta del Otro, entonces la
identificacin en juego ser al falo.
Gracias al falo, el sujeto es introducido en la dialctica del don y del
intercambio simblico, ms all de la frustracin del amor y su
dialctica. Irrumpe la ley como instancia reguladora del poder materno,
sometiendo as su capricho. El falo, por tanto, es en la castracin un
objeto imaginario y opera como tal. Lo simblico es propio en este
caso de la accin misma y de sus efectos sobre el sujeto. Si el sujeto
experimenta la frustracin como un dao imaginario, experimenta, en
cambio, la castracin como una deuda simblica; como una accin
que lo inscribe en la filiacin y su dialctica. Esta deuda es un castigo
impuesto por el lenguaje que solo saldar con su imaginario corporal,
con ese objeto privilegiado que es el falo.
La privacin se caracteriza a nivel de la accin por la presencia de la
falta en lo real, aun cuando en lo real nada falta. La aparicin de una
falta en lo real es efecto de lo simblico y, siendo as, el objeto faltante
por lgica ha de ser un objeto simblico, objeto que Lacan articula de
modo explcito con el falo simblico.
Ejemplo paradigmtico de la privacin as definida es la castracin
femenina. En lo real nada le falta a la mujer, solo puede faltarle el falo
en la medida en que ste es un objeto simblico prevalente en el
orden simblico. Prevalencia que, ya se indic, corresponde para
Lacan a una deficiencia del sistema significante en lo tocante al
significante de la mujer.
La castracin materna freudiana, en Lacan se inscribir en el grafo
como (), en oposicin al Otro sin tachar de la demanda de amor (A).
Dicha falta se vuelve la meta del deseo como deseo del Otro.
En torno a la privacin materna se sita la dialctica de ser o no el
objeto que obtura dicha falta, vale decir, el falo simblico. Sindolo,
el sujeto se coloca en una posicin en la que logra ser un seuelo
eficaz del deseo del Otro.
El enigma es pues el objeto del deseo materno. Su respuesta
requerir del paso por la accin simblica de la castracin. El falo
simblico deber dejar su lugar al falo imaginario; o sea, a la
significacin flica.

13) Dice Rabinovich: Si el deseo del Otro se presenta como un


enigma, desde la perspectiva de las significaciones, pueden
surgir dos significaciones como respuesta: una producida por la
metonimia, la otra por la metfora. D cuenta de la explicacin
que ella presenta sobre este punto.
Si el deseo del Otro se presenta como un enigma, desde la
perspectiva de las significaciones, pueden surgir dos significaciones
como respuesta: una producida por la metonimia, la otra por la
metfora. Lacan, en el Seminario IV, lo formula as: para la madre, el
nio puede ser la metfora de su amor por el padre o la metonimia de
su deseo del falo. En el segundo caso, el nio no es falforo [portador
del falo], sino que es en su totalidad metonmico [ecuacin cuerpo-
falo].
Cuando el nio es la metonimia del deseo del falo de la madre la
sustitucin metafrica no opera, sustitucin que en el caso de la
significacin flica requiere la operacin del Nombre-del-Padre en la
metfora paterna, quedando entonces preso de la metonimia deseante
de la madre.
Ya sea bajo la forma del ser o del tener, el falo deviene el objeto
universal del sujeto en tanto que su deseo es deseo del Otro,
apareciendo la significacin flica como respuesta a la pregunta
acerca del deseo del Otro. El falo se vincula as primordialmente con el
ser del sujeto en su relacin con el deseo del Otro, dado que el sujeto
debe competir con el falo para llegar a situarse como objeto de deseo
del Otro.

1) Plasme la clnica psicoanaltica en tanto clnica bajo


transferencia, clnica de lo particular y clnica del pathos.

La clnica psicoanaltica es una clnica en transferencia, es all donde


se constituye la clnica analtica y el psicoanalista. El trabajo analtico
implica al analista y su mxima implicancia ser desprender al sujeto
del lugar que le toc en la experiencia. Clnica signada por la
transferencia, lo que el analista diga en transferencia tendr efecto de
interpretacin.
Como clnica de lo particular es una ciencia de conjeturas distinto de
las ciencias naturales o exactas, la conjetura no es lo improbable, es
una forma de formalizar el conocimiento. Lacan da en los mathemas la
mayor forma de abstraccin. El psicoanlisis va a apuntar al sujeto del
inconsciente. La no existencia de un nomenclador de tcnicas de
maniobras de transferencia no significa que se trate de cualquier
prctica. Justamente es todo lo contrario. La rigurosidad es el lugar de
excelencia solo desde ella es posible sta clnica de lo particula, lo
singular.
Desde la clnica del pathos, slo si el sntoma genera malestar se
justifica la intervencin, es una clnica del pathos, una clnica del
sufrimiento humano.

2) Qu se entiende por praxis psicoanaltica? Concepte.

La praxis psicoanaltica muestra que es en el campo del Otro donde


tiene lugar el cuestionamiento de la existencia, apareciendo bajo la
forma de pregunta articulada: qu soy ah?, referente al sexo y a la
contingencia en el ser, saber que es hombre o mujer por una parte, y
anudndolo en los smbolos de la procreacin y de la muerte.

El lenguaje baa al sujeto, lo sostiene, lo invade, incluso lo desgarra.


Esto genera tensiones, suspensos, fantasmas. Es en tanto que
elementos del discurso que estas cuestiones se articulan en el Otro;
se ordenan en las figuras del discurso, y por tanto, son legibles. Son
estos elementos los que el anlisis puede aislar en cuanto
significantes y captar en su funcin en estado puro.
3) Afirma la Dra. Imbriano: La experiencia psicoanaltica debe
comprenderse desarrollada enteramente en la relacin del
significante al significante. Despliegue.

En un psicoanlisis el sujeto se constituye por un discurso donde la


presencia del analista aporta la dimensin de la otredad. Si el
inconsciente est estructurado como un lenguaje, lo nico que
conocemos de l, lejos de dar con el inconsciente son los elementos
del significantes, que permiten tratar lo real por lo simblico. Se trata
de lo que aparece entre un significante y el otro, en la quebradura del
discurso. As el sntoma (smbolo) puede leerse porque ya est
inscripto en un proceso de escritura y forma particular del
inconsciente. , para manifestarse en el sujeto esa intrusin enajenante
de que la nocin de sntoma en anlisis toma un sentido emergente: el
sentido del significante, que connota la relacin del sujeto con el
significante y, para ejercer reagrupamientos no dudosos en las
significaciones que avasallan al sujeto. No es una significacin, sino
una relacin con una estructura significante que lo determina. El
hombre antes de su nacimiento ya est atrapado en la cadena
simblica. La primaca del significante sobre el significado aparece ya
all imposible de ser eludida, slo el psicoanlisis est capacitado para
imponer al pensamiento esa primaca, demostrando que el significante
puede prescindir de toda cogitacin, pues all donde pienso no soy.
4) Explique por qu la funcin significante: a) introduce en el
hombre la dimensin de lo perdido; b) constituye al sujeto.

Los cuatro conceptos; inconsciente, repeticin, transferencia y pulsin,


quedan englobados en la funcin significante. Lo que introduce la
dimensin significante en el hombre es la dimensin de lo perdido.La
funcin simblica es una presencia hecha de ausencia, no hay mejor
smbolo que la palabra.La representacin simblica indica que hay
algo que queda perdido en la medida que es nombrado. El objeto ha
perdido todas sus cualidades naturales. Por la presencia misma del
lenguaje hay una falta estructural. La presencia misma del lenguaje,
implica el asesinato de la cosa. En la medida que algo es nombrado,
representado simblicamente, la cosa en si est perdida. Esa
carencia de significante, de posibilidad, de barrar la falta. A su vez es
un movimiento de prdida en tanto que el lenguaje lo constituye al
sujeto mas all de que hable.
Pero de tal modo introduce lo perdido, que abre la posibilidad de
bsqueda del deseo, lo que el deseo busca. Deseo que en la
imposibilidad de realizarse, es decir de capturar su objeto arroja al
hombre a la repeticin, a volver a pedir por el objeto. Bajo sta ptica
el significante de pulsin es siempre una figura en movimiento,
movimiento del deseo, movimiento de la repeticin. Este movimiento
es el de bsqueda de una falta simblica que recubra la carencia en
ser.
El hombre habita en el lenguaje no en el sentido de ser un sujeto
parlante sino en el sentido que el leguaje lo constituye como hombre,
lenguaje no como palabras sino como funcin simblica. La posicin
del sujeto como morador en el lenguaje lo ordena en la funcin
significante que podramos definir como la funcin de encuentro
rencuentro, pero jams captura.

.
5) Qu es lo que se encuentra en tratamiento en un
psicoanlisis?

Lo que se encuentra en tratamiento en un psicoanlisis es la pulsin


de muerte, el sujeto atrapado por la maquinaria del inconsciente,
sumergido en un a dormidera inercial, atrapado en las redes de los
significantes amos de su constitucin. En este sentido se trata de una
destitucin subjetiva, no se trata de instituir un sujeto como si se
tratara del sujeto de derecho. El sujeto del icc es fundamentalmente
sujeto de una destitucin . ya la asociacin libre da pruebas de la
destitucin del sujeto, de la subversin de su posicin, en tanto que en
la experiencia analtica un sujeto debe consentir ser solamente un
punto de pasaje de las palabras. Un psicoanlisis implica la destitucin
del sujeto en tanto que subsumido a la pulsin de muerte y el
advenimiento del sujeto con relacin a un deseo decidido, a un deseo
advertido para no desear lo imposible.

6) Dice la Dra. Imbriano: La experiencia analtica nos muestra, a


la entrada del inconsciente, dos campos: el sujeto y el Otro.
Defina cada uno de esos campos.

El Otro es el lugar donde se sita la cadena del significante que rige


todo aquello que, del sujeto, podr hacerse presente: es el campo de
ese ser viviente donde el sujeto tiene que aparecer. Y, justamente, por
el lado de ese ser viviente, llamado a la subjetividad, se manifiesta
esencialmente la pulsin. All el drama y la comedia, aludidas por
Freud bajo las vicisitudes del complejo edipico, es nuestra princeps*
del sujeto definido como efecto del significante.
7) Explique la frase: "La condicin del sujeto depende de lo que
tiene lugar en el Otro".
La condicin del sujeto (neurosis o psicosis) depende de lo que tiene
lugar en el Otro, y lo que tiene lugar all es articulado como un discurso
Esta frase de Lacan tiene la virtud de resaltar la presencia de la
condicin de sujeto en las psicosis, y tambin de acentuar que esa
condicin resulta de lo que sucede en el Otro, en el sentido de que en
este Otro no hay lugar para que se inscriba el Nombre-del-Padre.

8) Por qu el psicoanlisis lacaniano plantea al Otro como el


elemento determinante para el sujeto?

El psicoanlisis, al abordar las estructuras clnicas en la praxis, halla


que ese Otro, lugar de la palabra, es el lugar al que se dirigen las
preguntas esenciales. Ese Otro en el cual el sujeto se reconoce y en el
que se hace reconocer, ser para la neurosis el elemento
determinante. La estructura de la neurosis es una pregunta. Cada
neurtico se configura como una forma particular de abordar, en el
orden simblico, la pregunta por la relacin del sujeto al significante. Y
dado que el Otro es concebido como un Otro que responde, la
neurosis es, entonces, una respuesta.

En relacin a ese Otro se articulan las preguntas esenciales que


soporta la neurosis: la pregunta histrica por la condicin sexuada:
qu es ser una mujer?, la pregunta obsesiva acerca de la vida en
tanto puede perderse; y el cuestionamiento fbico respecto a cul es
el lugar que se ocupa en el Otro en tanto puede perderse.
Histeria, obsesin y fobia supondrn en su estructura los trminos sin
los cuales el sujeto no puede tener acceso a la nocin de su facticidad
respecto de su sexo, su existencia, su lugar respecto del Otro.

El sntoma es la respuesta a la falta en ser del sujeto y a la falta en el


Otro, es un compromiso que suple el enigma del deseo de ese Otro.

9) Presente los fundamentos de esta afirmacin: La estructura


de la neurosis es una pregunta. Singularice esto en cada una de
las neurosis. (iguales, acortar la primera)

El psicoanlisis, en su trabajo de abordar las estructuras clnicas en la


praxis, encuentra queese Otro, lugar de la palabra, es el lugar al que
se dirigen las preguntas esenciales. Ese Otroen el cual el sujeto se
reconoce y en l se hace reconocer, ser para la neurosis el
elementodeterminante. En relacin a ese Otro se articulan las
preguntas esenciales que soporta la neurosis: la pregunta histrica por
la condicin sexuada (qu es ser una mujer?), la pregunta obsesiva
acerca de la vida en tanto puede perderse y el cuestionamiento fbico
respecto a cul es el lugar que se ocupa en el Otro en tanto puede
perderse.
La estructura de la neurosis es una pregunta. Cada neurtico se
configura como una formaparticular de abordar, en el orden simblico,
la pregunta por la relacin del sujeto al significante.Si el Otro es
concebido como un Otro que responde, la neurosis es, entonces, una
respuesta.
Histeria, obsesin y fobia supondrn en su estructuracin los trminos
sin los cuales el sujeto no puede tener acceso a la nocin de su
facticidad con respecto de su sexo, su existencia, su lugar respecto del
Otro.El sntoma es la respuesta a la falta en ser del sujeto y a la falta
en el Otro, es un compromiso que suple el enigma del deseo de ese
Otro. Se trata del Otro deseante, en el caso de la experiencia subjetiva
de las neurosis. Abordar la clnica desde el deseo del Otro ser
entenderlas como formas de mantener una relacin a ese deseo:
procurndolo porinsatisfaccin en la histeria, asegurndolo como
imposible en la obsesin, as como a travs de la angustia en esa
forma ms radical de neurosis que es la fobia.

10) Cul es el basamento de una clnica de la pulsin?


Desarrolle. Incluya en su explicacin el concepto despertar del
sujeto.

TRIEB siempre ha designado una especie de dato radical de la


experiencia analtica. Quiero destacar, entonces, dos consideraciones:
el TRIEB como concepto fundamental y como dato radical de la
experiencia analtica. O sea, como concepto fundacional, sin duda, es
uno de los que ocupan el lugar de los primeros conceptos
metapsicolgicos. Est all, entre ellos, porque tiene funcin de
"cimiento". Y, est all porque es un concepto que hace de
fundamento, del Psicoanlisis, en tanto praxis. El TRIEB es un
concepto ligado al "pudendum", a las "interioridades ntimas" del
sujeto, a los fundamentos de aquellos interiores que, las ms de las
veces, estn un tanto al aire mostrndose bajo las ms diversas
formas del padecer. Ya Freud nos advirti al respecto de que si de
pulsin se trata, lo que est en juego es la "vuelta a lo inorgnico": la
muerte. Cuando el sujeto est tomado por lo pulsional se encuentra en
un nivel muy alto de "acomodacin" en relacin a la muerte,
posiblemente bajo las distintas formas de las desgracias del ser.
Entonces, si hay una clnica de la pulsin ser en tanto una clnica del
despertar.

11) Plantee el concepto trop de mal en su vnculo con la


pulsin de muerte.

Lacan considera el inconsciente como el lugar donde se encuentra la


inscripcin de la cifra de goce del sujeto, el inconsciente como una
mquina que trabaja. Este trabajo transforma la pura cantidad en
cualidad, constituyendo los representantes de representacin, y es de
esta manera como entran en el mecanismo primario, en las ligaduras,
bajo las leyes del inconsciente (condensacin y desplazamiento). Es
importante subrayar que esa pura cantidad nunca termina de
absorberse, nunca termina de inscribirse. Siempre queda algo que
obliga al aparato a seguir trabajando, como un resto que la repeticin
intenta ligar, pero en este intento de ligar todo es all donde ella, la
repeticin, fracasa. Y ese resto no ligado hace que siempre que se
pueda originar la vuelta al mismo lugar, cuya figura ms obscena lleva
el nombre lacaniano de trop-de-mal, o sea sufrimiento en demasa,
mal de sobra, como una de las vicisitudes de la pulsin, siendo
origen de las satisfacciones del padecer. El goce es nocivo.
La pulsin de muerte es muda, pero se hace escuchar a travs de
todas las desgracias del ser. La vuelta a lo inorgnico como
metfora puede fracasar y el goce pulsional tiende a realizarse sin
rodeos, a descargarse lo mximo posible. Ubicamos aqu el
mecanismo particular de los sntomas contemporneos, que toman al
sujeto en un goce irrefrenable y lo lleva a los bordes de una muerte no
metaforizada. Ya no se tratar de la nia muerta de amor sino de una
nia que ha quedado muerta, ya sea por no comer o por consumir en
exceso, etc.
Ya Freud advirti al respecto de que si de pulsin se trata, lo que est
en juego es la vuelta a lo inorgnico: la muerte. Es decir, cuando el
sujeto est tomado por lo pulsional (sujeto de goce) se encuentra en
un nivel muy alto de acomodacin con relacin a la muerte,
posiblemente bajo las distintas formas de las desgracias del ser. El
costo es alto, y l no sabe cunto. Ha cado en la ms grande de las
trampas: las insatisfacciones del padecer. Entonces, si hay una clnica
de la pulsin, ser una clnica del despertar.

12) Qu justifica la intervencin de un analista?

El penar en demasa.

Penar de ms, es el modo con el que Lacan sita la paradojal


satisfaccin que un sujeto alcanza en su padecimiento. Demasiado
esfuerzo, sufrimiento, mal de sobra y desde ah es pertinente pensar
las intervenciones del analista. Dirigirse a hablar a un analista para
iniciar un anlisis supone para el sujeto pasar, atravesar por aquello
que refiere a su propia alienacin. Es as que el analista desde su
posicin y con sus intervenciones, procurar la existencia de caminos
ms cortos para alcanzar alguna otra satisfaccin diferente, que
implique una rectificacin a nivel de la pulsin.

13) Hable de la tarea que debe desplegar un psicoanalista.

La tarea del analista es estar all para hacer hablar al sujeto


amordazado por el letal goce, buscando el momento oportuno a la
intervencin. La tarea ser intervenir en el sentido de desbaratar ese
montaje, para que la repeticin que es estructural se trate de
invencin.

Lo primero que hay que intentar, es un estilo freudiano, un estilo de


investigador, con espritu cientfico, con metodologa.
Una primer frmula de plantear el clculo es tener presente que lo
primero es calcular lo que no se debe hacer, aquello que va en contra
de la direccin de la cura; es conocer el funcionamiento del aparato
psquico sobre el cual se intenta a intervenir, no se debe olvidar que la
mente humana es muy compleja. Los psicoanalistas nos ocupamos de
una Clnica de la complejidad y del pequeo detalle. Si bien de esa
complejidad logra abstraer un saber y puede armar una teora, resulta
que como Clnica es una Clnica de lo particular.
La metapsicologa es la cuestin preliminar a todo tratamiento posible.
Phrnesis y Sopha se deben dar la mano: Sopha el saber, lo
universal, pleno del peso de los conceptos que forman la teora, debe
darse la mano con Phrnesis, la contingencia, la
prudencia, el momento oportuno de tocar algn punto de quiebre del
automatn de la pulsacin pulsional. Intervenir en el sentido de
desbaratar ese montaje, para que la repeticin que es estructural se
trate de invencin, para que el aparato psquico soporte el trabajo de
la invencin.
En la clnica es necesario diferenciar el concepto de repeticin del
concepto de transferencia. La transferencia ser un campo en donde
naufrague la repeticin. Y, en este sentido, nos vamos a aprovechar
de la transferencia, para que el sujeto pueda, sostenido por ella, hacer
el esfuerzo del desmontaje.
Para Freud un psicoanlisis se trata de recuperar la capacidad de
amar y trabajar o para
Lacan: de un saber hacer con la pulsin y no como entienden
algunos hago lo que se me canta.

14) Asevera la Dra. Imbriano: La Clnica Psicoanaltica Hoy, es


la clnica sostenida por un analista que est all, a disposicin,
asistiendo a un sujeto para que encuentre el modo de construir la
invencin de un nuevo tour pulsional. D cuenta de esta
afirmacin.

Lo que seala Imbriano en esta aservacin, es al campo de la


transferencia como campo en donde naufraga la repeticin, habr que
aprovechar la transferencia para que el sujeto pueda, sostenido por
ella, hacer el esfuerzo del desmontaje y que encuentre el modo de
construir la invensin de un nuevo tour pulsional, esto quiere decir que
la repeticin puede tomar el giro de la invensin.
15) Cmo responde la Dra. Imbriano a la pregunta Un
psicoanlisis deja enseanza?

La Dr Imbriano responde a esta pregunta explicando que la enseanza


es efecto del trabajo de la transferencia y la generacin de la
transferencia de trabajo. Freud delimit un campo de trabajo que
podemos enunciar como recordar y no actuar, en donde la experiencia
analtica se trata de hacer trabajar al sujeto del Icc.

En un psicoanlisis lo que esta en tratamiento es un sujeto de gose,


aquel atrapado por la maquinaria del icc, sumergido en una dormidera
inercial, atrapado en las redes de los significantes amo de su
constitucin. De lo que se trata es de una destitucin subjetiva en
trminos de este sujeto de goce. (Pag.8)

CLASE 3, 4, 5

1) Presente al sntoma neurtico como respuesta. Especifquelo


en cada una de las estructuras.

El sntoma es la respuesta a la falta en ser del sujeto y a la falta en el


Otro, es un compromiso que suple el enigma del deseo de ese Otro.

En la experiencia subjetiva de las neurosis se trata del Otro deseante.


Abordar la clnica desde el deseo del Otro ser entender las neurosis
como formas de mantener una relacin a ese deseo: procurndolo
por insatisfaccin en la histeria, asegurndolo como imposible en
la obsesin, as como a travs de la angustia en esa forma ms
radical de neurosis que es la fobia.
La estructura de la neurosis es una pregunta. Cada neurtico se
configura como una forma particular de abordar, en el orden simblico,
la pregunta por la relacin del sujeto al significante.

Si el Otro es concebido como un Otro que responde, la neurosis


es entonces una respuesta.

Histeria, neurosis obsesiva y fobia supondrn en su


estructuracin los trminos sin los cuales el sujeto no puede
tener acceso a la nocin de su facticidad en torno a su sexo, su
existencia, su lugar respecto del Otro.

Histeria

La insatisfaccin es el vnculo de la histeria con el deseo. Es el


deseo de un deseo. La falta de objeto constituye al deseo.La
histrica as muestra una verdad de lo humano: el deseo est marcado
por la insatisfaccin porque no otorga consistencia de ser. El lenguaje
nos constituye, da competencia al ser, pero no consistencia. La
neurosis histrica presenta la real vertiente del deseo, que no es ms
que sostenerse como deseante: ese desafo, esa aventura.

LAS OBSESIONES

Las obsesiones son destacables por su carcter resueltamente


sacrlego: las circunstancias que llaman a la expresin del respeto, del
homenaje, de la devocin o de la sumisin, desencadenan
regularmente ideas injuriosas, obscenas, escatolgicas, e incluso
criminales.
Se diferencian de una alucinacin psictica porque si bien estn
articuladas bajo la forma de un mandato imperativo, son reconocidas
como expresin de su propia voluntad. Pero el obsesivo est seguro
de que el Otro lo quiere gozar; rasgo que a su vez define su supery
voraz. Su lucha es entre ideas contrarias: expiatorias o propiciatorias.

La culpabilidad, los auto-reproches, los rituales conjuradores hacen


brillar la ambivalencia para con el padre en la sintomatologa obsesiva.
Por cierto el padre es amado, pero es la inhibicin del amor por el odio
lo que produce el conflicto del obsesivo. Un odio macerado en la
infancia se introduce desdichadamente en los sentimientos ms
autnticos del amor filial.

En la neurosis obsesiva algo ha fallado de la funcin paterna y tendr


como consecuencia la aparicin de un supery cruel e insensato que
invita a gozar. Su padre no lo separ de la madre, no era la madre la
prohibida, sino las otras mujeres. El sntoma restituye la falla de la
metfora paterna. El padre ha fallado al no interrumpir este goce.

FOBIA

A travs de la angustia uno puede mantener el deseo. La clnica nos


muestra que la fobia aparece delante de la angustia. Y ella es
angustia de castracin. Angustia tanto separarse de la madre como
quedar atrapado en ella.
2) Hable del objeto de deseo en la histeria y su particular relacin
al Otro. Ejemplifique con el caso Dora.

Lacan dice que el objeto de deseo en la histeria no es ni el de la


necesidad ni el de la demanda. Es el deseo de un deseo. La falta de
objeto constituye al deseo. La histrica as muestra una verdad de lo
humano: el deseo est marcado por la insatisfaccin porque no otorga
consistencia de ser. El lenguaje nos constituye, da competencia al ser,
pero no consistencia. Ese deseo se basa en la falta del Otro. Si el Falo
es el significante del deseo del Otro, slo se muestra el velo que lo
oculta, sin que nadie pueda saber si detrs de ese velo l est o no
est. Pero por qu esa apelacin a un deseo puro de todo objeto?
Dora con la Sra. K. muestra una relacin con un objeto del mismo
sexo.

La Sra. K. es la metfora de la pregunta que cautiva a Dora: Qu es


una mujer? Ese enigma deriva de que no hay simbolizacin del sexo
de la mujer como tal, porque lo imaginario slo da una ausencia. Y
cmo sostiene Dora su propia pregunta encarnada por la Sra. K? Dora
goza de la Sra. K desde el punto de vista del Sr. K, asumiendo el rol
del hombre vuelto hacia la Sra. K.

Ella hace de hombre situada en posicin de tercero (y no en


posicin de objeto, como lo supuso Freud errneamente). Es una
identificacin narcisista con un tercero masculino para reconocer en l
el propio deseo en tanto que deseo del deseo de una mujer.
3) Cmo responde la histrica a la pregunta Qu es ser
mujer?

Para responder, se necesitara un saber de la relacin sexual, saber


segn el cual, teniendo cada uno lo que no tiene el otro, un hombre y
una mujer, de dos haran uno. La posicin histrica es el arte de volver
a plantear la pregunta instaurando la negacin siguiente: no hay
relacin sexual, un hombre y una mujer no hacen uno, sino dos. De la
ausencia actual de ese saber, se extrae entonces la conclusin de que
es necesario suplirlo con la abnegacin y el don de s mismo como
sostn de la impotencia de ese hombre que es el nombrado padre. Tal
es el deseo histrico: que el amor al padre cumpla una funcin de
suplencia, esperando que algn da futuro se escriba la relacin
sexual. Para la histrica la no-relacin sexual no es real; no es del
orden de lo imposible. Es slo impotencia provisoria que proviene de
ese padre.

4) Muestre el vnculo de la histeria con el deseo y su posicin


fantasmtica.

Si Dora se hace cmplice de la relacin entre su padre y la Sra. K, es


porque recibe el amor de su padre por intermedio de la Sra. K., es
decir, de aquella que encarna su pregunta sobre su ser. Si bien Dora
no sabe qu ama su padre en la Sra. K., es en cambio importante para
ella que la Sra. K. sea amada, en tanto que es en ella y a travs de
ella como encuentra el amor de su padre.

El comportamiento de Dora en torno a la Sra. K. ilustra de maravillas lo


que sera el fantasma de la histeria, dedicndose a sostener el deseo
del padre: padre impotente, disminuido, al que ella sostiene en su
desfallecimiento. La histrica sabe que no tiene un padre tal. Su padre
tiene los ttulos simblicos como un ex combatiente. Tiene los ttulos,
pero est fuera de servicio. Lo que Lacan supo leer en Freud es ese
amor inaudito de la histrica por el padre en tanto que impotente,
herido, disminuido: ama al padre por lo que no da... y halla su lugar
junto a l en la vocacin de sostenerlo en su desfallecimiento.

5) Partiendo del caso del Hombre de las Ratas, hable del lugar
del padre en la neurosis obsesiva.

El lugar del padre en la neurosis obsesiva es aquel que pone lmite al


goce, haciendo depender al hijo de la prohibicin del incesto, de la ley
del deseo, indicando la falta. Se trata de la ley del intercambio: No
tendrs a tu madre, tendrs a otra que tu padre no tendr. Ese padre
funciona como garante de esa ley, debe de renunciar al goce de todas
las mujeres.

.En la neurosis obsesiva algo ha fallado de la funcin paterna y tendr


como consecuencia la aparicin de un supery cruel e insensato que
invita a gozar. Su padre no lo separ de la madre, no era la madre la
prohibida, sino las otras mujeres. El sntoma restituye la falla de la
metfora paterna. El padre ha fallado al no interrumpir este goce.

La cuestin del padre liga al obsesivo con la deuda, en tanto el padre


ha fracasado con la ley (no ha pagado su deuda); y por ende la deuda
simblica que debera ligarlo al padre queda confundida por la historia
de deuda del padre que lo lleva a l a repetir la misma situacin.
6) Cules son las caractersticas del supery en la neurosis
obsesiva?

En la neurosis obsesiva algo ha fallado de la funcin paterna y tendr


como consecuencia la aparicin de un supery cruel e insensato que
invita a gozar. El supery en el paciente obsesivo es una instancia que
presiona con mucha fuerza el aparato mental generando sufrimiento.

El yo en la neurosis obsesiva, se ve obligado no solo a obedecer al


supery en cuanto al rechazo de las exigencias instintivas, como sera
el funcionamiento esperado, sino tambin a intentar una rebelin
contra l. Las mismas medidas defensivas que habitualmente utiliza
contra los impulsos del ello, puede usarlas contra el supery.

El Supery no es un sistema de prohibiciones sino un empuje. Miller


seala que si El Nombre del Padre, es una ley coordinada al deseo, el
Supery es una ley coordinada al goce, su envs. La metfora paterna
no hace ms que operar la represin de ese significante primordial
condenado por siempre al retorno. En la orden superyoica se verifica
la articulacin entre el significante y la pulsin invocante. A diferencia
del psictico, el Nombre-del-Padre garantiza que la voz, soporte del
rgano de la palabra, est velada y no aparezca en lo real.

El Supery conforma una formacin reactiva, es decir, puede ser el


ms tierno y el ms cruel. Necesita ser el padre severo y el promiscuo,
el marido ideal pero infiel. Esto tiene que ver con la ambivalencia.
Goza de ambas posiciones y vive en el drama de no poder unificar su
identidad, por eso puede sostenerse en la disociacin del objeto de
amor y el objeto sexual. La oposicin de amor y de odio puede llevar al
sujeto a una parlisis de la voluntad, a la incapacidad para decidir,
instalndose poco a poco el imperio de la compulsin y la duda.

7) En torno a qu gira la pregunta del obsesivo y cul es su


eleccin a partir de ella?

8) Presente el nexo de la neurosis obsesiva con el deseo y su


posicin fantasmtica.

..

1) Diferencie padre simblico, padre imaginario y padre real.

Padre Imaginario: Es aquel con el que se encuentra el sujeto. A l se


refiere la dialctica de la agresividad, de la identificacin, de la
idealizacin por la que el sujeto accede a la identificacin con el padre.
Se lo llama imaginario porque est integrado en la relacin imaginaria
que constituye el soporte de las relaciones con el semejante; las que
se hallan en el fondo de toda captura libidinal y de toda ereccin
agresiva. Es el padre terrorfico que se reconoce en el fondo de tantas
experiencias neurticas. En clara diferencia con el padre real (padre
carente), el padre imaginario es un padre omnipotente; el fundamento
del orden del mundo en la concepcin comn de Dios, la garanta del
orden universal en sus elementos reales ms masivos y ms brutales,
es quien todo lo ha hecho; el amo absoluto.

Padre Real: Es el padre a travs del cual interviene el padre mtico


que Freud describe como iniciador de la cultura. Es un padre que
frustra, pero esto no lo hace un padre terrorfico (no es un padre
imaginario). La castracin siempre est vinculada con la incidencia,
con la intervencin, del padre real. Por muy sostenido y respaldado
que est por el padre simblico, participa en esto como un pobre
hombre. Este padre real debe asumir su funcin de padre castrador, la
funcin de padre en su forma concreta, emprica, extrema, pensando
en el personaje del padre primordial y la forma tirnica bajo la cual lo
present el mito freudiano. Puede haber ausencia del padre real.
Cuando esto ocurre, exige la sustitucin del padre real por alguna otra
cosa, lo que es profundamente neurotizante. El ejemplo ms conocido
es el que produce Juanito con el caballo. Y es que justamente su
padre, ese ser bonachn, no actuaba como padre real. En sntesis,
mientras no intervenga el padre real no hay castracin simblica. Esto
Juanito solo lo consigue con la construccin del mito del instalador.

Padre Simblico: El padre constituyente de la funcin paterna;


tambin nombrado por Lacan como el padre muerto, dada su funcin
simblica. Es el padre que vemos actuar en la metfora paterna, aquel
que se presenta en el Nombre-del-Padre.

2) En relacin a la fobia del pequeo Hans, puntualice: a) Cmo


era el vnculo con su madre anterior al surgimiento de la fobia?;
b) En dnde ubica Lacan la aparicin de la angustia?; c) Y, en
cambio, cundo brota la fobia y cmo se manifiesta?; d) Cmo
se desarrolla la fobia?; e) Cundo se produce la curacin y
gracias a qu avance se hizo posible?

3) Exponga el progreso del pequeo Hans a travs de las


estructuras mticas.
4) Qu ausencia busca suplir el objeto fbico? Explique.

PREGUNTA DE ARTICULACIN

Explique brevemente las caractersticas del deseo en las tres


formas de neurosis.

1) Qu se entiende por padre simblico? Despliegue.

El Nombre-del-Padre, se trata del Padre en tanto significante. Del


Padre como significante de la ley en el Otro. La atribucin de la
procreacin del padre no puede ser efecto sino de un puro significante,
de un conocimiento no del padre real, sino de lo que la religin nos ha
enseado a invocar como el Nombre-del-Padreel Padre simblico
en cuanto significa esa ley es, por cierto, el Padre muerto.

2) Desarrolle los tres tiempos del Edipo.

Primer tiempo

La metfora paterna acta de por s por cuanto la primaca del falo


es instaurada en la cultura. La existencia de un padre simblico
depende de que haya o no algo que responda a esa funcin definida
como Nombre-del-Padre. Los ttulos padre y madre son escrituras
de la cultura, son significantes.

Decir que la metfora paterna acta de por s es decir que la


existencia del deseo de la madre depende necesariamente de la
frmula en ella de la ecuacin flica. Sabemos que su construccin
implica vicisitudes del complejo edipiano en la nia (segn Freud), en
el cual entra por el complejo de castracin (castracin de la madre)
significando la falta de falo en la madre y en ella. La consecuencia de
la operacin de la castracin ser el establecimiento, por el rodeo al
padre, de la ecuacin flica y surgir el deseo del hijo como
equivalencia simblica del falo.

En la necesaria constitucin de la primer realidad subjetiva, el nio


intenta identificarse con lo que es el objeto del deseo de la madre, y en
l se perfila un objeto predominante del orden simblico: el falo. Para
agradar a la madre es preciso y suficiente con ser el falo. El nio ser,
como totalidad, la metonimia de ese falo.

En este primer tiempo el nio est en relacin con el deseo de la


madre, es deseo de deseo. Este tiempo es necesario que se articule
como medio de satisfaccin llegar al lugar del objeto del deseo de la
madre. Para conseguirlo basta con que el yo de la madre se convierta
en el otro del nio; el nio recibe, en el nivel metonmico, el mensaje
en bruto del deseo maternal.

La metfora paterna acta, de por s en tanto que es en la madre


como funcin donde el sujeto se encuentra con el significante, con el
lugar del Otro que la madre encarna. Esto demuestra que el lenguaje
siempre viene del Otro. El sujeto se encuentra, ms que con la madre,
con el significante en la madre. En tanto ella encarna al Otro el sujeto
puede tener la ilusin de una relacin intersubjetiva, cuando con lo que
se encuentra es con la alteridad del significante.

Segundo tiempo
El padre interviene privando al nio del objeto de su deseo y a la
madre de su objeto flico. Acta el no del padre: no te acostars con
tu madre, no reintegrars tu producto. El deseo de cada uno est
sometido a la ley del deseo del Otro. El padre interviene efectivamente
como privador de la madre, en un doble sentido: en tanto priva al nio
del objeto de su deseo y en tanto priva a la madre del objeto flico.
Este padre interdictor aparece desde el discurso de la madre,
interviene a ttulo de mensaje para la madre y por lo tanto, para el
nio, a ttulo de mensaje sobre un mensaje: una prohibicin, un no.
El objeto del deseo de la madre es cuestionado por la interdiccin
paterna. En este tiempo el padre real revela al padre simblico, el
padre simblico debe encarnarse, aunque imperfectamente, en el
padre real. Este tiempo constituye la crisis esencial por medio de la
cual el sujeto encuentra su lugar en el Edipo: para que el sujeto
alcance la madurez genital tiene que haber sido castrado.

Tercer tiempo

El padre interviene como aquel que tiene el falo y no que es el falo.


Reinstaura el falo como objeto deseado de la madre y ya no como
objeto del que puede privarla como padre omnipotente. El padre es,
entonces, ms preferido que la madre y esta identificacin culmina en
el Ideal del Yo. El padre aparece como permisivo y donador. De esta
lgica depende la declinacin edipiana. La metfora paterna culmina
en este tiempo en la institucin de algo que es del orden del
significante (un significante viene en lugar de otro significante).
Se trata de la asuncin de la masculinidad o de la femineidad,
mientras que la identificacin correspondiente al estadio del espejo no
se realiza con relacin a la diferencia de los sexos.

Lacan formalizar la funcin del padre desde el punto de vista del


sujeto del significante y desde el punto de vista del goce. Ordenndola
en una serie de elementos articulados: el significante del Nombre-del-
Padre que nombra la ley del deseo en cuanto que sexual; la metfora
paterna que permite al sujeto interpretar este deseo; y la significacin
flica que somete en el campo del lenguaje este deseo a la castracin.
Es as como se encuentra definida la funcin del padre en el ser
hablante.

La significacin del falo debe evocarse en lo imaginario del sujeto por


la metfora paterna y esto tiene un sentido preciso en la economa del
significante como lo demuestra la frmula:

Leemos: S maysculas son significantes, x representa la significacin


desconocida y s minscula el significado inducido por la metfora, la
cual consiste en la sustitucin en la cadena significante de S a S. La
elisin de S representada por su tachadura, es la condicin del xito
de la metfora. El Nombre-del-Padre se sustituye al deseo de la madre
dando como resultado el sujeto articulado al Otro y al Falo. La
metfora paterna muestra que el significado del sujeto est ligado al
deseo de la madre. Se trata de la madre del fort-da, la madre
simblica. La madre quiere algo ms all del hijo: al padre, no como
aquel que es el falo sino como el que tiene el falo, como aquel hacia
quien est orientado el deseo de la madre, como lo demuestra la
organizacin edipiana. El Nombre-del-Padre en la metfora paterna es
un significante de la ley en el Otro.

3) Qu es la Metfora Paterna? De la frmula de la metfora y


explique.

Lacan postula la metfora paterna como sustitucin del significante del


Deseo de la Madre, por el significante que adviene en Nombre-del-
Padre, o sea la metfora que sustituye este Nombre en el lugar
primeramente simbolizado por la operacin de la ausencia de la
madre.

El haber adquirido el significante del Nombre-del-Padre es esencial


para la constitucin del sujeto. Este significante nos revela que ms
all del otro, es necesario que exista lo que da fundamento a la
ley.Para articular el Nombre-del-Padre, en cuanto puede
ocasionalmente faltar, con el padre cuya presencia efectiva no es
siempre necesaria como para que no falte, introduciremos la expresin
metfora paterna. La funcin propia significante la pone en evidencia.
Debe leerse como metfora del padre, ubicndose en el campo de la
sustitucin, por lo tanto la sustitucin del padre: padre sustituido.

El padre sustituido es el padre en lo real, es el padre muerto en el


origen. El padre metfora es el padre funcin de discurso, funcin de
habla, porque desde esta funcin es efecto de significante.Para Freud,
lo que asegura, en el grupo social, la prohibicin del incesto, es el
padre muerto. La funcin del padre totmico es el padre muerto.Los
distintos Ttems dentro del grupo social cumplen la funcin de
resguardar del incesto. La metfora paterna implica algo a lo que no
se puede acceder: la madre en tanto que mujer vedada.

1) Cmo piensa la Dra. Jozami la siguiente afirmacin: Todo


homicidio es un parricidio? Desarrolle.

Instituida la ley el sujeto tendr que responder por sus actos. Dicha
ley es el fundamento mismo del sujeto. Por lo cual el problema del
homicidio se liga inevitablemente con la presentacin del padre;
cuestin manifiesta en la frase trada en la pregunta. Y debe ser
representable en tanto transgresin para lograr su humanizacin.

2) Explique el vnculo entre sentimiento de culpabilidad y


necesidad de castigo en la normalidad, la neurosis, la psicosis y
la perversin.

En la normalidad: la necesidad de castigo hace tope a un


sentimiento de culpabilidad excesivo e insoportable.

En la neurosis: lo insoportable de un goce no logra ser acotado,


por lo que busca la intervencin de otro como posibilidad de
subjetivacin.

En la psicosis: depende de que algo de afuera venga en auxilio


para suplir la ausencia de abrochamiento estructural. Aqu nos
hallamos ante otro gozador.

En la perversin: estamos ante la spaltung del yo. Aqu, no todo


el yo, pero s una parte, como leal creyente, elige sostener a otro
completo, quedando expuesto a la ferocidad del superyo.
3) Presente en qu sentido desculpabilizar implica borrar al
sujeto.

Jozami retoma a Lacan: Si el psicoanlisis reconstruye el crimen no


deshumaniza al criminal. En el asentimiento subjetivo de la culpa hay
posibilidades de subjetivacin. En cambio, aligerar su condena, poner
en duda su culpabilidad, etc., lo deshumaniza, lo cosifica.

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