Tema 2 Edad Media Alfonso Viii

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EDAD MEDIA ALFONSO VIII

En esta poca, Castilla y Len estn separados, hay conflictos entre ambos reinos, los
territorios castellanos cristianos aparecen plenamente consolidados y ampliados en sus
fronteras, tanto con respecto a Navarra como en lo referente a Len. Lo que es un signo
eminente de la pujanza de estas tierras, ahora se plantea, al avance y consolidacin de la
frontera por el sur.
Los acontecimientos polticos ms importantes se trasladan a tierras de Toledo y la Mancha.
Uno de los acontecimientos ms importantes es la formacin y constitucin de las rdenes
militares. El mundo occidental conoca la existencia de rdenes internacionales, que
despus se extienden por toda Europa. No haba ninguna experiencia sobre la formacin de
rdenes militares en los reinos occidentales, ni ligados en lo poltico a una monarqua
concreta.
La primera de estas ordenes es la de Calatrava, en 1158, y es una institucin cisterciense,
su regla es la los monjes cistercienses, con pequeas adopciones a su carcter militar. Hay
mayor complejo de disciplina y castigos corporales.
La segunda en importancia es la de Santiago en 1170, si la de Calatrava se puede considerar
como una orden castellana, la de Santiago se puede considerar como una orden leonesa,
aunque matizando. Originalmente nacen en estos territorios, (Castilla y Len) pero se
extienden por otros mbitos. Las reglas de Santiago, dicen ser status de inspiracin
Agustina, y tiene su casa central en Len, aunque pronto se extendi a Castilla, se creo una
encomienda que luego fue priorato en Ucles. Desde donde se extiende su territorio hacia el
sur, por las tierras de la Mancha, y ms tarde por el campo de Montiel y del Segura.
La orden de Calatrava, en tierras leonesas y Portugal, tendrn casas filiales, como son la
orden de Alcntara, que se extiende por Len y la orden de Avis. Las rdenes militares
constituyen un instrumento eficaz en manos de los monarcas de esa poca, les permiten
controlar n amplio territorio, encomendando a los caballeros, el desarrollo de la repoblacin
y la defensa de sus castillos.
En estos primeros aos, las ordenes no estn todava plenamente desarrolladas, el numero
de caballeros es reducido, y el potencial de las ordenes tambin es secundario. Hay que
tener en cuenta, que el hecho de la fundacin de rdenes hispnicas no hace que
desaparezcan las internacionales, como la del Temple o el Hospital.
Tambin tenemos presencia de estas rdenes en las tierras toledanas. La orden de San
Juan (Hospital) con un carcter militar mas atenuado, su presencia en la frontera fue
compleja, intermitente, hacia el 1180 se les entrega a los Caballeros de San Juan, el Castillo
de Consuegra, y las tierras de su entorno. El campo de San Juan, es ms pequeo en
extensin que el de Calatrava o el de Santiago.
La presencia de las ordenes, no supone un cambio radical en la composicin de la hueste,
esta sigue estando integrada, por mercenarios del rey y los grandes seores, por las milicias
concejiles y por ultimo por las huestes de las ordenes militares. Por eso van a seguir siendo
frecuentes as incursiones militares, protagonizadas por un pequeo grupo de caballeros, en
busca de botn, fortuna y fama, son las denominadas cabalgadas.
La guerra en la frontera hasta el siglo XII conserva estas caractersticas.
Los almohades, con esa nocin centralista y la problemtica interna propia de su rgimen,
tienen una visin de la guerra diferente, una visin centralizada del conflicto, organizan
grandes campaas militares, con gran numero de tropas, dirigidas por el Califa o algn
gobernador, (se tiene que pagar a las tropas, y mantener recursos para esta clase de
campaa).
Los almohades, se dirigieron primero hacia la frontera portuguesa, para frenar el avance, en
la zona leonesa. No tuvieron problemas, pues estos leoneses eran vasallos de los
almohades. La intervencin leonesa contra los castellanos, permiti a los almohades, el no
tener que ocuparse de este lado de la frontera, centrando sus esfuerzos en la frontera
levantina, donde tambin consiguieron frenar al rey de Aragn, aunque no llegaron a
reconquistar todos los territorios histricos de las tiempos de Taifas. Cuando ya se considera
que la frontera levantina, esta estabilizada, 1135 estos centran su atencin en la frontera
toledana, unos aos antes haban hecho una incursin parcial Campaa de Huete en el
1164, los almohades organizan una gran campaa que tubo como objetivo el recorrer los
limites orientales de la mancha, para consolidar el dominio almohade en levante.
Durante esta campaa el ejrcito almohade, recorri los campos de la Mancha, llegando
hasta Huete, sin que nadie les frenara, pusieron sitio al castillo de Huete, y se freno la
situacin, prolongndose el asedio. Se entablaron negociaciones, entre sitiadores y sitiados,
con la salida de mensajeros, para encontrar refuerzos, con un tiempo de un mes, mientras
se produca el asedio, los de Huete, hicieron una salida por sorpresa espectacular,
provocando un gran incendio, y provocando una gran perdida material por parte de los
almohades, retirndose estas hacia Valencia, la retirada fue penosa, sin medios, sin vveres,
sin caballos para muchos, por esto cundi el descontento y la indisciplina. El Califa no poda
repartir dinero, y el descontento haba en aumento, con mayor nmero de deserciones,
perdiendo efectivos, Huete en definitiva demostr las debilidades almohades.
Despus de Huete los almohades hicieron algunas incursiones de castigo, y alentaron a los
leoneses para que atacaran a Castilla por la retaguardia, consiguiendo pactos y treguas
entre Castilla y el imperio almohade, cobrando tributo, consiguiendo reorganizarse en la
Pennsula Ibrica. En 1195 organizaron una campaa que tenia como objetivo Toledo, el
rey de Castilla salio al encuentro, y la batalla tubo lugar en Alarcos, fue una derrota
contundente para los cristianos a manos musulmanes. Se perdi la Orden de Calatrava, y
casi termina desapareciendo, perdiendo sus territorios, la Orden pervivi pero sus territorios
se perdieron. Despus de la batalla Alfonso VIII pago tributo y consigui una nueva tregua,
los almohades no penetraron mas all de los Montes de Toledo, a pesar de su victoria,
Sonseca, Ucles y Toledo pervivieron, y finalmente Alfonso VIII, con el respaldo del Papa y
el Arzobispo de Toledo, formo una gran coalicin, y en el ao 1212 consigui derrotar a los
almohades en la batalla archifamosa de Las Navas de Tolosa, abrindose una nueva etapa,
para la conquista de Andaluca.
Batalla de Las Navas de Tolosa (16 de julio de 1212). Llamada tambin batalla de Al-'uqab,
o como "La Batalla", en las crnicas de la poca.
Esta decisiva batalla fue el resultado de la Cruzada organizada en Espaa por el Rey Alfonso
VIII de Castilla, el arzobispo de Toledo don Rodrigo Ximnez de Rada y el Papa Inocencio
III contra los almohades musulmanes que dominaban Al-Andalus desde mediados del siglo XII,
al tenerse noticia de la horda bereber que, organizada por ellos y llamada por los reyezuelos
de taifas, haba atravesando el estrecho y se diriga a la conquista y exterminio de los
reinos cristianos de la Pennsula Ibrica.
El ejrcito cristiano estaba formado por:
Las tropas castellanas al mando del rey Alfonso VIII de Castilla, el alma de la batalla y el coordinador,
junto con 20 milicias de Concejos Castellanos, entre ellas las de Soria, Almazn, Medinaceli y San
Esteban de Gormaz. Su abanderado Diego Lpez II de Haro, quinto seor de Vizcaya, subi al puerto
de la Losa acompaado por un pastor del lugar que conoca bien el terreno. Desde all pudo atisbar la
distribucin de la milicia islmica, lo que favoreci en gran medida a las tropas cristianas. Las crnicas
de la batallan hacen mencin de este hecho y tambin cuentan que este personaje fue el encargado del
reparto del botn y no se qued nada para su propio provecho.
Las tropas de los reyes Sancho VII de Navarra, Pedro II de Aragn y Alfonso II de Portugal.
Las tropas de las rdenes Militares de Santiago, Calatrava, Temple y del Hospital, incluyendo
tambin a algunos caballeros del resto de Europa(Francia e Italia). No particip en la contienda el rey
de Len Alfonso IX, que en aquellos aos estaba enemistado con el rey de Castilla.
Este ejrcito se reuni en Toledo en el verano de 1212 y avanz hacia el sur al encuentro de
las huestes almohades capitaneadas por el caudilloMohamed al-Nasir. Durante la marcha
inicial se produjo la desercin y abandono de la mayor parte de los "ultramontanos" por el
calor y las incomodidades y, sobre todo, por no estar de acuerdo con la poltica a seguir,
dictada por el jefe del contingente cristiano, Alfonso VIII. ste, entre otras normas, haba
dictado la de mantener un trato humanitario para con los musulmanes en el caso de que
fueran vencidos y no llevar al ltimo grado ni el pillaje ni los malos tratos. El abandono merm
de forma significativa la importancia de las huestes cristianas.
La batalla
El viernes 13 de julio de 1212 los ejrcitos cristianos llegan a la localidad de Las Navas de
Tolosa (en lo que hoy es el municipio de La Carolina, al noreste de la provincia de Jan y se
producen pequeas escaramuzas durante el sbado y domingo siguientes. El lunes 16 de
julio, cansados de esperar y temiendo las deserciones, atacan a las huestes almohades.
Los castellanos y las Ordenes Militares formaban en el centro flanqueados a la derecha por
los navarros y las milicias urbanas de vila, Segovia y Medina del Campo; y a la izquierda por
los aragoneses.
Los musulmanes, que doblaban ampliamente en nmero a los cristianos, simularon una
retirada inicial para contraatacar luego con el grueso de sus fuerzas, lo que provoc el pnico
en las huestes cristianas, al comprobar el enorme nmero de combatientes en el
bando sarraceno, integrado por tropas de los territoros de Al-Andalus y soldados bereberes
del norte de frica, reunidas para formar una yihad que expulsara definitivamente a las
cristianos de la Pennsula Ibrica.
Al notar el retroceso de los cristianos, el Rey de Castilla se coloca al frente de
sus caballeros e infantes e inicia una carga decisiva junto con los Reyes de Aragn y Navarra
que, a su vez, cargan a una contra los flancos del ejercito musulmn. Este acto de los reyes
y caballeros cristianos infunde nuevos bros en el resto de las tropas y es decisivo para el
resultado de la contienda: los musulmanes son derrotados de forma abrumadora y su
caudillo tiene que escapar precipitadamente. La leyenda cuenta en este punto que el rey
Sancho de Navarra atraves su ltima defensa, una tropa escogida especialmente por su
bravura, y rompi las cadenas que rodeaban la tienda del Miramamoln (califa o comendador
de los creyentes).
La precipitada huida a Jan de al-Nasir proporcion a los cristianos un ingente botn de
guerra. De este botn se conserva la bandera o pendn de Las Navas en el Monasterio de Las
Huelgas en Burgos.
Consecuencias
Como consecuencia de esta batalla, el poder musulmn en la Pennsula Ibrica comenz
su declive definitivo y la Reconquista tom un nuevo impulso que produjo en los siguientes
cuarenta aos un avance significativo de los llamados reinos cristianos, que tomaron casi
todos los territorios del sur bajo poder musulmn. La victoria habra sido mucho ms efectiva
y definitiva si no se hubiera desencadenado en aquellos mismos aos una hambruna que
hizo que se demorara el proceso de reconquista. La hambruna dur hasta el ao 1225.
En recuerdo de su gesta, el rey de Navarra incorpora las cadenas a su escudo de armas que
asimismo aparecen en el cuartel inferior derecho del escudo de Espaa.
La fortaleza de Calatrava la Nueva, cerca de Almagro fue construida por los Caballeros
Calatravos, utilizando prisioneros musulmanes de la batalla de Las Navas de Tolosa, de
1213 a 1217.
Desde el punto de vista militar, la batalla de las Navas de Tolosa, no tuvo unas
consecuencias tan amplias, el ejrcito cristiano, consigui un enorme botn, pero cuando
intento ampliar el dominio territorial, hacia beda y Baeza, estas resultaran un fracaso, con
unas tropas muy agotadas, tenindose que retirar tras el saqueo de estas dos ciudades.
El propio rey, muri victima de la peste, pues las epidemias se cebaron con la hueste, estas
epidemias se desataron despus de la batalla, por el 1214. La consecuencia mas notable,
es que el califa almohade, se marcho a Marruecos, y nunca mas volvi a Al - Andalus. El
ejercito almohade todava se mantena fuerte en esta poca, 1212 - 1214, podra haber
hecho frente a esta situacin, y recomponer alianzas con los gobernadores andaluses, por
que contaba con efectivos para ello, pero el problema era interno, exista entre las tribus
marroques, haba oposicin de sangre, tribal, alentadas ahora por una gran coalicin de
Zanatas, procedentes del desierto, enemigos tradicionales de los almohades. (Masmudies)
La oposicin tribal, que crea conflictos cada vez ms intensos, se ve alimentada por una
oposicin religiosa, el rgimen almohade, es fundamentalista, (pero el poder corrompe)
surgen grupos de oposicin que hablan de corrupcin en la corte. La oposicin almohade
en cambio, es una oposicin de tipo espiritual suf. Estos sufies, contribuyen a desprestigiar
el rgimen y legitimar la oposicin poltica.
A partir de 1230, el rgimen almohade, apenas puede contener a estos grupos de oposicin,
su historia hasta el 1266, con la desaparicin del ltimo Califa, es una historia de crisis y
divisin poltica, no pudiendo intervenir en los asuntos peninsulares, de forma eficaz.
En Al - Andalus, nace una nueva etapa de divisin poltica, las III taifas. En esta nueva etapa,
nos encontramos tambin con la aparicin de tendencias secesionistas, tanto encabezadas
por gobernadores almohades, como por gobernadores andaluses. Valencia se constituye
en un emirato independiente, los valencianos ya tenan experiencia en este tipo de gobierno,
el problema es que ahora su frontera septentrional, no linda con otro territorio musulmn o
islmico, sino con un territorio cristiano, los aragoneses, ms peligrosos y difciles de
contener, estos difcilmente podan contener la expansin aragonesa. La independencia
valenciana, va a ser el primer paso, para la sucesiva conquista cristiana, por la escisin que
supone del imperio almohade.
Al sur de Valencia estn las tierras de Murcia, estos territorios, estn bajo el dominio
almohade, pero su posicin es demasiada dbil, hay un clan, el del Yund, Banu Hud, una
especie de caudillos militares, que se sublevan contra el emir, y toman el poder. Esta
revuelta resulta un poco confusa, Murcia haba visto amenazadas sus fronteras por tropas
castellanas, y el emir se haba visto incapaz de solucionar este problema, no pudo
rechazarlas, por lo tanto las poblaciones tuvieron que pagar tributo de guerra, (en la zona
fronteriza) para defender la frontera, se les encomienda esa faena a estos Banu Hud, y es
cuando salta la revuelta, estos se declaran herederos de Zafayola, y consiguen atraerse
hacia ellos a los sufies (oposicin religiosa), solamente intentan sustituir al emir, no usurpar
el poder, no aceptan al movimiento almohade, se declaran vasallos del Califa de Bagdad. El
rgimen Hudi, consigue mediante estos equilibrios (o sucesos y actitud de independencia)
extenderse por gran parte de las ciudades orientales andaluzas.
Ante este fortalecimiento, se ven algunos movimientos entre los gobernadores, para
contrarrestar su influencia, el rey de Baeza, extiende su poder por gran parte de Jan y
Crdoba, y se declara vasallo de el rey de Castilla, para mantenerse independiente de los
Hudies. En Ceuta, tambin se sublevan, declarndose una Republica mercantil,
mostrndose abierto al trfico martimo y al estacionamiento de mercaderes de mbitos
cristianos en la ciudad. En realidad, es fundamentalmente, la firma de un acto con los
genoveses, siendo esta pretensin favorable a las aspiraciones de los cristianos hispanos.
Alfonso IX, de Len, conquista Mrida y Badajoz en estos aos, el avance castellano y
aragons sin embargo se ve frenado en principio, por la resistencia Hudi, aunque poco a
poco este rgimen empieza a debilitarse, sobre todo por que no puede garantizar la defensa
de todas las fronteras. Por eso hay un movimiento de rebelin por medio de gobernadores
locales (Rais) contra los Hudies, en 1232, se consolida esa crisis Hudi.

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